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martes, 5 de febrero de 2019

_- Cómo conseguir una educación apasionante


The Conservation


Cuando tenía 16 años, en el colegio público en el que estaba estudiando me quedé perplejo el primer día de clase del nuevo curso. La profesora, al iniciar la asignatura, nos dijo que ese año la asignatura no se iba a llamar Ciencias Naturales, sino “aprender a ligar”. Nos quedamos con la boca abierta, y una expresión entre soñadora y asombrada asomó a nuestros ojos. El silencio se hizo ensordecedor. No se oía ni el vuelo de una mosca. Toda nuestra atención dejó de estar pendiente de los miles de entretenimientos con los que solíamos matar el aburrimiento que preveíamos sería esa clase.

No nos lo podíamos creer, pero el entusiasmo pareció aflorar en los cuerpos y emergió una tensión que hizo que prácticamente todos los chicos y chicas del aula se volcaran en una atención inusitada hacia esta nueva profesora. Había captado completamente nuestra curiosidad al conectar con uno de nuestros intereses fundamentales a los 15 años: cómo relacionarnos afectivamente con quienes nos empezaban a gustar y a quienes solo sabíamos hacerles “señales” tirándoles del pelo, empujándoles o haciendo “idioteces”, entre el ridículo, la vergüenza y la sorpresa. Y era un momento en que esto comenzaba a ocupar la mayor parte de nuestro tiempo y de nuestros afanes.

Trabajo por proyectos
Nos explicó que se trataba de un “Proyecto de trabajo” conjunto con la profesora de Lengua, el de Educación Física (entonces le llamábamos “gimnasia”) y el de Dibujo (ahora sería de Expresión Plástica). Nos sorprendió aún más, porque por primera vez creo que fuimos conscientes de que varios “profes” se habían puesto de acuerdo para trabajar conjunta y coordinadamente. Al menos, lo explicitaban. Incluso nos fuimos dando cuenta, a medida que transcurría el curso, de que empezaban a utilizar términos educativos similares, o a actuar en clase de forma bastante parecida.

En aquella época yo no sabía lo que era “trabajar por proyectos” ciertamente, pero lo que sí recuerdo es cómo nos volcamos en ese “proyecto”. Claro que construimos conocimiento científico en Naturales y dimos anatomía del cuerpo humano masculino y femenino y biología y mucho más, pero a partir de aquellas que empezaban a ser nuestras preguntas fundamentales en el descubrimiento de nuestro cuerpo y de nuestras hormonas y a las que casi nadie nos respondía. Claro que dimos Lengua y Literatura y análisis morfológico y sintáctico, pero para escribir poesía en clase de lengua, de cara a expresar nuestros sentimientos a la persona amada, a partir de las poesías de Pablo Neruda, Miguel Hernández o Mario Benedetti, que fue el autor que me apasionó y muchas de cuyas poesías memoricé y aún recuerdo.

Claro que trabajamos Expresión Plástica, artística y corporal, pero también a través de un proyecto de teatro conjunto con Lengua, en el que construimos la decoración de la obra, desarrollamos técnicas teatrales para aprender a expresarnos oralmente o quitar el miedo al contacto físico y a la expresión corporal en público. Tantos aprendizajes…

Una innovación educativa incipiente
El caso es que, 40 años después, sigo recordando aquel curso y la mayor parte de unos aprendizajes que para mí, como para el resto de mis compañeros y compañeras, fueron apasionantes. Y recuerdo con un cariño enorme a aquellos profesores y profesoras que ponían en práctica de forma lúcida, organizada y colectiva lo que hoy denominamos con cierta pomposidad “innovación” y que no dejan de ser propuestas que las grandes pedagogas y pedagogos clásicos han hecho a lo largo de la historia de la educación: Paulo Freire, Celestin Freinet, Ovide Decroly, John Dewey, María Montessori, Anton Makarenko, William H. Kilpatrick, Francesco Tonucci…

Pero para eso es necesario replantear no solo las metodologías, sino también la división disciplinar en asignaturas, y el exceso de contenidos escolares de un currículum que se ha convertido en inabarcable con la última reforma de la LOMCE, así como los sistemas de evaluación implementados basados en continuas pruebas de evaluación y estándares de aprendizaje.

Es difícil diseñar una educación lenta, reposada y apasionante que permita al alumnado pensar, reflexionar y preguntarse, con programas sobrecargados e inmensos, ante los que el propio profesorado se encuentra desbordado y que le obliga a una metodología esencialmente transmisora para cumplir el programa exigido por la administración. Es difícil poder apasionarles por el descubrimiento científico, si se le dan las respuestas en contenidos “enlatados” antes de que se hagan las preguntas a las mismas, por lo que tienden a memorizar esas respuestas, pero sin comprender por qué la humanidad eligió esas y no otras.

Si no estimulamos su curiosidad inmensa, motivándoles para que ensayen respuestas diferentes, se equivoquen y podamos trabajar con la “pedagogía del error” para explicarles la finalidad y la utilidad de las alternativas, difícilmente podremos hacerles entender el sentido del proceso de enseñanza-aprendizaje y acabarán viéndolo como una imposición o, en todo caso, una vía para conseguir un futuro trabajo o una mejor posición social.

En definitiva, para diseñar un currículum apasionante y motivador hemos de repensar los contenidos esenciales del currículum y reducirlos sustancialmente a una buena base de conocimientos que les permita ir añadiendo y asimilando otros después y, sobre todo, confiar y apoyar al profesorado, que son los profesionales y expertos de la educación, para que tengan autonomía suficiente con el fin de que sean ellos, con apoyo de la comunidad educativa de su centros, quienes organicen el currículum que efectivamente conecte con los intereses del alumnado y parta de aquellos aspectos relevantes y fundamentales en los que necesitan las nuevas generaciones educarse para vivir, ser felices y desarrollar nuestra vida en común.

Blog del autor:

https://theconversation.com/como-conseguir-una-educacion-apasionante-110077

miércoles, 16 de enero de 2019

Por qué conviene tener una economía mixta. Paul Kugman

La mente es algo terrible que perder, sobre todo si se trata de la mente del presidente de Estados Unidos. No obstante, creo que necesito tomarme un descanso de debatir ese tema.

Así que vamos a hablar sobre algo totalmente distinto y probablemente irrelevante para Trump.

Me han preguntado en varias entrevistas recientes si el capitalismo ha llegado a un callejón sin salida y si es necesario cambiar a algo más. Nunca estoy seguro de qué piensan los entrevistadores cuando hacen esa pregunta y sospecho que ellos tampoco. No creo que estén hablando sobre planificación central o una economía centralizada, que todos consideran que está desacreditada. Tampoco he visto siquiera una propuesta inverosímil de un sistema descentralizado que no dependa de los incentivos económicos por precios y el interés propio: por ejemplo, una economía de mercado con propiedad privada, que muchos considerarían capitalismo.

Así que tal vez esté falto de imaginación, pero parece ser que las únicas opciones siguen siendo los mercados o un sistema de control público, tal vez con algo de descentralización, pero que aún sería más o menos aquello a lo que solíamos referirnos como socialismo. Y, pues, casi todos piensan que el socialismo está desacreditado o les ponen la etiqueta de socialista a cuestiones —como los programas de seguridad social— que no son a lo que solíamos referirnos cuando usábamos esa palabra.

No obstante, me he estado preguntando exactamente qué tan desacreditado está el socialismo. Es cierto, ahora nadie se imagina que lo que el mundo necesita es la segunda llegada del comité de planificación central soviética Gosplán, pero ¿acaso ya determinamos que los mercados son la mejor forma de hacerlo todo? ¿Realmente deberíamos hacerlo todo a través del sector privado? No lo creo.

De hecho, hay algunas áreas, como la educación, en las que es evidente que al sector público le va mejor en la mayoría de los casos, y otras, como los servicios médicos, en las que el argumento para recurrir a la empresa privada es muy débil. Esos dos sectores en conjunto son bastante grandes.

En otras palabras, aunque el comunismo fracasó, todavía hay un muy buen argumento a favor de una economía mixta en la cual la propiedad y el control público podrían ser un componente importante, si bien no mayoritario de la mezcla. Al hacer un cálculo muy general encuentro que, dado lo que sabemos sobre el desempeño económico, es posible imaginar una economía bastante eficiente que sea dos tercios capitalista y un tercio propiedad pública; es decir, algo que podríamos denominar más o menos algo socialista.

Llegué a la conclusión de ese reparto de dos tercios a partir de los datos del empleo en Estados Unidos. Lo que salta a la vista es que incluso ahora, con toda la privatización que ha tenido lugar, el gobierno estadounidense a varios niveles da empleo a aproximadamente el quince por ciento del las personas en el mercado laboral: casi la mitad en el sector educativo, otra gran parte en los servicios médicos y, por último, en una combinación de servicios y gestión públicos.

Si revisamos las cifras del empleo en el sector privado de Estados Unidos, encontramos que otro quince por ciento de la mano de obra se emplea en la educación, la salud y la asistencia social. Ahora, una gran parte de ese empleo se paga con fondos públicos; piénsenlo, por ejemplo, como los dólares del sistema Medicare (para cobertura a personas en situación de pobreza) que se gastan en hospitales privados. Casi todo el resto se paga a cuenta de aseguradoras privadas, que en Estados Unidos existen como lo hacen en la actualidad solo gracias a enormes subsidios y regulación.

No hay razón para pensar que el sector privado ejecuta esas actividades mejor que el público. Las aseguradoras privadas obviamente no proveen un servicio que no pueda proporcionar un seguro de salud nacional tal vez más barato. Los hospitales privados obviamente no son ni mejores ni más eficientes que los públicos. La educación privada es, de hecho, una zona de desastre.

Así que es posible imaginar una economía en la que gran parte de la educación, la salud y la asistencia social en general, que actualmente está en el sector privado, se vuelva pública y en la que la mayoría de la gente esté casi tan bien como está ahora.

Existen otras actividades privadas que bien podrían ser públicas. Los servicios como la electricidad se regulan fuertemente y, en algunos casos, ya son propiedad pública.

En general, otras áreas como el comercio minorista o la manufactura no parecen adecuadas para el sector público, pero hasta en esas industrias podemos ver algunos ejemplos. La senadora estadounidense Elizabeth Warren ha sugerido que haya fabricación pública de los medicamentos genéricos y no es una mala idea.

Si sumamos todo esto, es posible ver una economía que funciona bien con, digamos, una tercera parte de propiedad pública.

Ahora, esto no satisfaría a la gente que odia el capitalismo. De hecho, ni siquiera estaría a la altura del viejo lema sobre el gobierno que controla las “alturas dominantes” de la economía. Esto sería más como si el gobierno tuviera la caldera encendida en el sótano. Además, me parece que no hay ninguna posibilidad de que esto ocurra durante mi vida laboral.

Pero pienso que vale la pena tratar de pensar un poco más allá de nuestro actual paradigma, que establece que todo aquello que podríamos llamar socialista ha sido un fracaso total. Quizá no ha fracasado tanto, ¿no? Paul Krugman en NYT

https://www.nytimes.com/es/2018/12/26/paul-krugman-economia-privatizacion/?emc=edit_bn_20190103&fbclid=IwAR2FPm3E9Z20X_hEmsJVCaXzi4JnjSzcA22WozNre5QjAPEFVJz_WZZSy9M&nl=boletin&nlid=81903942emc%3Dedit_bn_20190103&smid=fb-espanol&smtyp=cur&te=1

sábado, 1 de diciembre de 2018

“Hay profesores que suspenden a sus alumnos porque creen que les da prestigio”. El experto en Educación, Lucas Gortázar, cree que hay que adelgazar los programas académicos y profesionalizar la figura del director de escuela.

A los 26 años, el matemático Lucas Gortázar (Bilbao, 1986) se incorporó a la plantilla del Banco Mundial, en Washington, para investigar sobre la financiación y evaluación de los diferentes sistemas educativos. Venía de estudiar un máster en la prestigiosa escuela financiera del Banco de España. Con 30, regresó a España y desde entonces se ha involucrado en diferentes proyectos para modernizar la educación del país. Cree que lejos del debate político sobre la religión en el aula, la prioridad debe ser adelgazar los programas académicos o regular la figura de los directores de centro para que asuman más responsabilidades.

En 2017, participó en la subcomisión por el pacto educativo en el Congreso de los Diputados para ofrecer soluciones técnicas y ahora está impulsando una red de expertos (REDE) para elaborar propuestas “consensuadas” y elevarlas a los gobernantes. Religiosos y ateos, defensores y detractores de la concertada, un total de 10 colectivos educativos se han sumado al proyecto, que cuenta con el respaldo de la Fundación Cotec y el Proyecto Atlántida, una organización creada en los noventa que promueve la innovación educativa.

Pregunta. En los últimos años hay menos diversidad social en la escuela en lo que respecta al nivel socioeconómico. ¿Dónde está la raíz?
Respuesta. En 2015, España salía en las posiciones más bajas en inclusión social de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Eso quiere decir que la composición social en los centros está más fragmentada por el origen socioeconómico. La probabilidad de que te encuentres con alguien de tu misma condición social en el colegio es mayor que en otros países. Las escuelas no reflejan la diversidad social de la población.

P. ¿Sucede especialmente en la pública?
R. Una de las hipótesis es el papel que juega la enseñanza concertada en esa segregación social. Estos colegios siguen sin ser del todo un servicio público por las cuotas que pagan los padres, las trampas en los sistemas de acceso o los baremos, aunque no todos quieren hacer negocio. El pago al centro de los polémicos 100 euros al mes, es un problema que revela la falta de equidad del sistema. La primera consecuencia es que imposibilita la movilidad social: tu compañero no te hace aspirar a más porque es igual que tú. Las metas de unos se contagian a otros, el esfuerzo, o la aspiración de llegar a etapas educativas posobligatorias. Si no vives en un entorno donde existen esas expectativas, la escuela no te va a llevar a un sitio mejor, sino al que digan tus padres.

No hay consenso sobre cuál es el papel de la concertada y qué límites se le deben poner

P. ¿Qué solución hay desde el punto de vista técnico?
R. La segregación se da en las ciudades grandes como consecuencia del fenómeno urbanístico. Eso no es culpa del consejero de Educación ni del ministro, sino de políticas públicas de vivienda o de prestaciones sociales. Hay otro problema grave: la falta de consenso sobre cuál es el papel de la concertada y los límites que se le deben poner. Por ejemplo, para acceder a un colegio las familias suman puntos según los requisitos que cumplen. Los centros no pueden otorgar arbitrariamente ni uno solo de esos puntos, como está ocurriendo, porque eso rompe la igualdad de oportunidades. Y el anteproyecto de reforma de la Lomce (actual ley educativa aprobada por el PP en 2013) que ha presentado el Gobierno no regula ese extremo. Hay que resolver el problema de financiación de la concertada [subvencionada con fondos del Estado], destinar más dinero para que sea un servicio público. Mi estimación es una inyección 2.000 millones de euros.

P. Usted también ha tratado en sus estudios la alta tasa de repetidores en España. ¿Cuál es la solución?
R. El 30% de los alumnos repiten durante la ESO, un porcentaje muy superior al del resto de Europa (11%) y de la OCDE (11%). La repetición no mejora el rendimiento del alumno, solo pierde un año y aumenta su probabilidad de abandonar. Además, estamos gastando un año más de escolarización, unos 6.000 euros, en una medida que genera problemas. España es campeona del mundo en inequidad en cuanto a repetición: los estudiantes que viven ligeramente por debajo del umbral de la pobreza, tienen una probabilidad de más de un 50% de repetir que los más aventajados. La repetición está en la mentalidad de los centros educativos, sobre todo en secundaria. Si no, ¿cómo se explica que la tasa de repetición en primaria sea del 3% y en secundaria del 10%? ¿Los niños se vuelven menos listos de un año para otro?

Las familias tienen la visión de que repetir es bueno: no te has esforzado, te lo mereces

P. ¿El problema es de los profesores?
R. Hay un número importante de docentes que deciden de antemano que un 70% de los estudiantes aprobará y un 30%, no. Es un fenómeno cultural, creen que suspender mucho les da prestigio. Las familias tienen la visión de que repetir es bueno: no te has esforzado, te lo mereces.

P. De una de sus investigaciones se desprende que la Lomce ha incrementado la tasa de suspensos en primaria.
R. Ha subido de un 2% a un 3%. La Lomce estableció que se pudiera repetir en cada curso, antes era cada dos años, por ciclo. Si le das la opción al profesorado de hacer repetir al alumnado, la va a utilizar. Según diferentes investigaciones, los estudiantes no repiten porque no entiendan los contenidos, sino por problemas de comportamiento. El que llega tarde y tiene ausencias es el que acaba repitiendo.

P. ¿Cómo habría que modificar el programa académico?
R. España tiene un currículum demasiado extenso, muchas horas de todo que resultan agotadoras tanto para alumnos como para profesores. Hay que trabajar lo importante: la comprensión lectora y el razonamiento matemático. Hay un exceso de regulación, mucha burocracia, y hay asuntos relevantes que no se están tratando. Podríamos aspirar a lo que ha hecho Portugal en los últimos diez años: un cambio en la gestión de los centros que da mayor responsabilidad a la figura del director. En la reforma que ha presentado el ministerio, se regula el proceso para la elección de los directores, pero esa parte no es tan importante como las funciones que se les atribuyen. Tenemos que reforzar la carrera profesional docente, profesionalizarla. Ahora cualquiera puede ser director y nadie quiere serlo.

https://elpais.com/sociedad/2018/11/22/actualidad/1542889223_705354.html

El Gobierno entierra la ley Wert con la nueva reforma educativa

sábado, 24 de noviembre de 2018

_- Escuela pública y Religión. Por la fuerza de un tratado internacional no puede imponerse una asignatura que no tiene acomodo en un Estado confesional



Supongamos que un país extranjero opina que la presencia de una determinada asignatura en nuestro sistema de enseñanza es insuficiente y solicita que se firme un convenio internacional que nos obligue a incorporar esa asignatura en la modalidad que mejor convenga a ese determinado país. Imagino que nuestras autoridades rechazarían de plano semejante idea y reivindicarían, en uso de nuestra soberanía, su responsabilidad en el diseño del currículo que deben estudiar nuestros escolares. Nadie puede estar más interesado en la educación de los escolares de un país que sus propias autoridades. Pues bien, esa hipótesis inaceptable es precisamente lo que sucede con la enseñanza de la Religión Católica, y el convenio internacional existe. En efecto, dicha enseñanza está regulada por los convenios con el Vaticano firmados en 1979, y que nuestros Gobiernos deben cumplir escrupulosamente. La obligatoriedad de la oferta de dicha asignatura en nuestros centros públicos se deriva de dicho convenio, así como la consideración de docentes para quienes la imparten, designados por las autoridades eclesiásticas, por encima de cualquier procedimiento para la selección del profesorado fijado en nuestras leyes.

Pongo el énfasis en el aspecto del tratado internacional porque en todos los debates y discusiones en que he participado sobre este asunto, después de hablar de los aspectos pedagógicos y formativos, la última ratio, el argumento definitivo para defender la postura de que hay que incluir la Religión Católica en la escuela, es que, sean cuales sean los argumentos que puedan aducirse, el Estado español está obligado por ese tratado internacional. Y quienes así razonan pasan, de forma inadvertida, a actuar como representantes del otro Estado firmante en lugar de ciudadanos preocupados por la calidad de nuestro sistema escolar y de nuestra democracia. Por otra parte, cuando este asunto ha sido examinado en alguna de sus vertientes por los tribunales, el fallo se ha basado exclusivamente en la existencia de un tratado que nuestras autoridades deben cumplir.

Y cuando se menciona el dichoso tratado, parece que estuviera hablándose de algo inmutable, algo así como la ley de la gravitación universal, ineludible y sobre la que no tenemos control alguno. Aunque un convenio entre dos países es algo aceptado voluntariamente por las dos partes y puede modificarse según procedimientos normalmente contemplados en él. No se trata de una circunstancia impuesta por terceros ajenos a los firmantes. Por eso es urgente que el Gobierno español requiera la modificación de los acuerdos con el Vaticano, quizá también en otros aspectos, pero desde luego en el apartado que se refiere a la enseñanza de Religión en la escuela pública. Es un obstáculo prominente en la tarea de diseñar una escuela pública eficaz en un entorno institucional no confesional.

En primer lugar, porque supone una injerencia intolerable para nuestro Estado, sea cual sea el color de su Gobierno, en la autonomía para fijar los contenidos docentes de nuestros escolares y los procedimientos de designación de los profesores. Cualquier persona que se reclame de la democracia liberal debería considerar ofensiva tal pretensión. Pero también porque crea disfunciones de difícil o imposible solución. El hecho de que sea una asignatura voluntaria que cuente en las calificaciones y, por lo tanto, influya en el devenir académico, crea dos clases de alumnos con oportunidades diferentes sin ninguna justificación. Que se imparta en el horario escolar crea la necesidad de pensar en una alternativa para los alumnos que no elijan seguir la clase de Religión, influyendo, por tanto, también en el currículo de quienes han elegido no cursarla. Muchos han argumentado el interés en sustituir la clase de Religión por algo como ética y valores, o historia de las religiones, etcétera. Pero si estas materias son de interés, lo son también para los alumnos que cursan Religión Católica y no pueden sustituirse enseñanzas de tipo universal como las mencionadas por una de perfil confesional. Al final, resulta que la única alternativa viable es nada: una hora de inactividad, o de actividad irrelevante, en medio del horario escolar.

Así pues, la enseñanza de la Religión Católica, aun con carácter voluntario, no tiene acomodo en el programa de una escuela no confesional, no puede imponerse por la fuerza de un tratado internacional, no puede intercalarse en el horario escolar, y las personas designadas por los obispos para impartirla no pueden tener la consideración de profesores oficiales; solo pueden ostentar dicha condición quienes siguen las normas en vigor de selección del profesorado.

No es este, desde luego, el único ni el principal problema de los muchos que aquejan a nuestra escuela, pero su resolución definitiva de forma respetuosa con el espíritu de nuestra Constitución permitiría concentrar el debate en las mejoras de procedimiento y contenidos que demanda nuestra educación.

Cayetano López fue rector de la Universidad Autónoma de Madrid.

https://elpais.com/elpais/2018/11/20/opinion/1542725622_730342.html


viernes, 26 de octubre de 2018

La escuela no es capaz de mejorar la clase social del alumnado. La brecha en el desempeño académico de unos estudiantes y otros se abre a los diez años, según la OCDE-

La mitad de los estudiantes españoles de clases pobres se concentra en escuelas de condiciones depauperadas. A este respecto, España se encuentra muy cerca de la media de la OCDE (48%), y esta “segregación” es una de las claves que dificultan el progreso social porque esos alumnos arrastrarán durante años un peor rendimiento escolar. La escuela no cumple, de este modo, la función clave de proporcionar una ventana de oportunidad para niños de todos los orígenes económicos y sociales, advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en el estudio Equidad en la Educación: superar las barreras a la movilidad social, publicado este martes.

“La escuela no está sirviendo de contrapeso a las desigualdades económicas que sufren las familias”, lamenta el responsable del informe de la OCDE y analista de PISA, Daniel Salinas, en conversación con este diario en París.

Según el informe, presentado en Londres, “hay una fuerte relación entre el perfil socioeconómico de la escuela y el desempeño del alumno: estudiantes que acuden a escuelas con recursos materiales, buenos profesores y de alumnado de clases acomodadas obtienen mejores resultados en PISA”.

De promedio, alumnos desfavorecidos que acuden a escuelas de mayor nivel socioeconómico lograron una puntuación 78 puntos superior —equivalente a más de dos años y medio de escolarización— que la de aquellos que van a escuelas desfavorecidas. Por eso, concluye el informe, “los estudiantes desfavorecidos que acuden a escuelas desfavorecidas sufren, a priori, una desventaja doble”.

Una constatación preocupante sobre todo porque, tal como destaca en el informe el director de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher,
“los niños de familias pobres a menudo solo tienen una oportunidad en la vida, y esa es una buena escuela que les dé la posibilidad de desarrollar su potencial”.

Estudiantes desfavorecidos pero emocionalmente resilientes (que se sobreponen a las dificultades) tienden al menos a tener un rendimiento académico mejor.
Sin embargo, en España, más del 80% de estos alumnos no son ni social ni emocionalmente resilientes (frente a la media de 73,8% de la OCDE), lo que hace que se sientan menos integrados en la escuela.

La desigualdad precoz
Además, el estudio, que compara datos del informe PISA 2015 y 2006, lanza otra advertencia: la brecha de desempeño académico se empieza a abrir a los diez años de edad, antes de lo que se pensaba. “Las desigualdades en educación no se originan de un día para otro, sino que empiezan desde muy temprano y se van acumulando a lo largo del tiempo”, explica Salinas. “La diferencia socioeconómica ya es de una magnitud bastante grande a los diez años, sigue creciendo a los 15 y todavía crece un poco más después de los 15 años”.

El informe constata en este sentido que más de dos tercios de la brecha de desempeño académico observado en estudiantes de 15 años y otros dos tercios de la brecha entre los jóvenes de 25-29 años “ya se veía en los niños de diez años”.

“Se han logrado muy pocos avances para acabar con las barreras de la movilidad social y darle a todos los niños una oportunidad igual de tener éxito” en la vida, criticó Schleicher en Londres. El responsable de Educación de la OCDE reclamó “más inversiones para ayudar a los estudiantes desfavorecidos”.

Desde París, el autor del informe coincide y apunta a otras claves: “Focalizar” mejor los esfuerzos y, sobre todo, “intervenir lo antes posible”. Se trata, señala, de “garantizar no solo acceso a la educación infantil, sino que esta sea de buena calidad”. También se debe asegurar que las escuelas primarias y secundarias a las que acceden los estudiantes más vulnerables “tengan los suficientes recursos y tengan profesores de calificaciones y preparación comparables a los que enseñan en escuelas que reciben a estudiantes de clase más privilegiada”.

Las escuelas desfavorecidas son aquellas que están en el 25% más bajo de la escala socioeconómica entre las escuelas de un país. Las escuelas favorecidas se sitúan en el 25% más alto de escala. Para medir el nivel socioeconómico de los estudiantes, PISA tiene un índice basado en la formación y ocupación de los padres, así como los bienes materiales disponibles en el hogar. El nivel socioeconómico de una escuela es el promedio del nivel socioeconómico de sus estudiantes.

El informe de la OCDE constata que, hoy por hoy, “ningún país del mundo puede afirmar que ha acabado con estas desigualdades en la educación”. Lo que no quiere decir, subraya Salinas, que sea algo imposible. “El nivel de equidad o inequidad en educación no es algo que esté fijo, sino que es modificable”, sostiene. Clave es la voluntad de los Estados para cambiar la situación porque, recuerda, “lo que sí está muy claro es que las políticas y las prácticas de los países en educación pueden hacer una diferencia”.

https://elpais.com/sociedad/2018/10/23/actualidad/1540304913_128972.html?rel=str_articulo#1540353686321

miércoles, 17 de octubre de 2018

_- Un nuevo eje autoritario requiere un frente progresista internacional

The Guardian / El diario


Se está llevando a cabo una lucha global que traerá consecuencias importantísimas. Está en juego nada menos que el futuro del planeta, a nivel económico, social y medioambiental.

En un momento de enorme desigualdad de riqueza y de ingresos, cuando el 1% de la población posee más riqueza que el 99% restante, estamos siendo testigos del ascenso de un nuevo eje autoritario.

Si bien estos regímenes tienen algunas diferencias, comparten ciertas similitudes claves: son hostiles hacia las normas democráticas, se enfrentan a la prensa independiente, son intolerantes con las minorías étnicas y religiosas, y creen que el gobierno debería beneficiar sus propios intereses económicos. Estos líderes también están profundamente conectados a una red de oligarcas multimillonarios que ven el mundo como su juguete económico.

Los que creemos en la democracia, los que creemos que un gobierno debe rendirle cuentas a su pueblo, tenemos que comprender la magnitud de este desafío si de verdad queremos enfrentarnos a él.

A estas alturas, tiene que quedar claro que Donald Trump y el movimiento de derechas que lo respalda no es un fenómeno único de los Estados Unidos. En todo el mundo, en Europa, en Rusia, en Oriente Medio, en Asia y en otros sitios estamos viendo movimientos liderados por demagogos que explotan los miedos, los prejuicios y los reclamos de la gente para llegar al poder y aferrarse a él.

Esta tendencia desde luego no comenzó con Trump, pero no cabe duda de que los líderes autoritarios del mundo se han inspirado en el hecho de que el líder de la democracia más antigua y más poderosa parece encantado de destruir normas democráticas.

Hace tres años, quién hubiera imaginado que Estados Unidos se plantaría neutral ante un conflicto entre Canadá, nuestro vecino democrático y segundo socio comercial, y Arabia Saudí, una monarquía y estado clientelar que trata a sus mujeres como ciudadanas de tercera clase? También es difícil de imaginar que el gobierno de Netanyahu de Israel hubiera aprobado la reciente "ley de Nación Estado", que básicamente denomina como ciudadanos de segunda clase a los residentes de Israel no judíos, si Benjamin Netanyahu no supiera que tiene el respaldo de Trump.

Todo esto no es exactamente un secreto. Mientras Estados Unidos continúa alejándose cada vez más de sus aliados democráticos de toda la vida, el embajador de Estados Unidos en Alemania hace poco dejó en claro el apoyo del gobierno de Trump a los partidos de extrema derecha de Europa.

Además de la hostilidad de Trump hacia las instituciones democráticas, tenemos un presidente multimillonario que, de una forma sin precedentes, ha integrado descaradamente sus propios intereses económicos y los de sus socios a las políticas de gobierno.
Putin sostiene a Jimbelung, el koala protagonista de la cumbre del G20 en Australia / FOTO: Bestimages
Putin sostiene a Jimbelung, el koala protagonista de la cumbre del G20 en Australia / FOTO: Bestimages

Otros estados autoritarios están mucho más adelantados en este proceso cleptocrático. En Rusia, es imposible saber dónde acaban las decisiones de gobierno y dónde comienzan los intereses de Vladimir Putin y su círculo de oligarcas. Ellos operan como una unidad. De igual forma, en Arabia Saudí no existe un debate sobre la separación de intereses porque los recursos naturales del país, valorados en miles de billones de dólares, le pertenecen a la familia real saudita. En Hungría, el líder autoritario de extrema derecha, Viktor Orbán, es un aliado declarado de Putin. En China, el pequeño círculo liderado por Xi Jinping ha acumulado cada vez más poder, por un lado con una política interna que ataca las libertades políticas, y por otro con una política exterior que promueve una versión autoritaria del capitalismo.

Debemos comprender que estos autoritarios son parte de un frente común. Están en contacto entre ellos, comparten estrategias y, en algunos casos de movimientos de derecha europeos y estadounidenses, incluso comparten inversores. Por ejemplo, la familia Mercer, que financia a la tristemente famosa Cambridge Analytica, ha apoyado a Trump y a Breitbart News, que opera en Europa, Estados Unidos e Israel, para avanzar con la misma agenda anti-inmigrantes y anti-musulmana. El megadonante republicano Sheldon Adelson aporta generosamente a causas de derecha tanto en Estados Unidos como en Israel, promoviendo una agenda compartida de intolerancia y conservadurismo en ambos países.

Sin embargo, la verdad es que para oponernos de forma efectiva al autoritarismo de derecha, no podemos simplemente volver al fallido status quo de las últimas décadas. Hoy en Estados Unidos, y en muchos otros países del mundo, las personas trabajan cada vez más horas por sueldos estancados, y les preocupa que sus hijos tengan una calidad de vida peor que la ellos.

Nuestro deber es luchar por un futuro en el que las nuevas tecnologías y la innovación trabajen para beneficiar a todo el mundo, no solo a unos pocos. No es aceptable que el 1% de la población mundial posea la mitad de las riquezas del planeta, mientras el 70% de la población en edad trabajadora solo tiene el 2,7% de la riqueza global.

Los gobiernos del mundo deben unirse para acabar con la ridiculez de los ricos y las corporaciones multinacionales que acumulan casi 18 billones de euros en cuentas en paraísos fiscales para evitar pagar impuestos justos y luego les exigen a sus respectivos gobiernos que impongan una agenda de austeridad a las familias trabajadoras.

No es aceptable que la industria de los combustibles fósiles siga teniendo enormes ingresos mientras las emisiones de carbón destruyen el planeta en el que vivirán nuestros hijos y nietos.

No es aceptable que un puñado de gigantes corporaciones de medios de comunicación multinacionales, propiedad de pequeño grupo de multimillonarios, en gran parte controle el flujo de información del planeta.

No es aceptable que las políticas comerciales que benefician a las multinacionales y perjudican a la clase trabajadora de todo el mundo sean escritas en secreto. No es aceptable que, ya lejos de la Guerra Fría, los países del mundo gasten más de un billón de euros al año en armas de destrucción masiva, mientras millones de niños mueren de enfermedades fácilmente tratables.

Para poder luchar de forma efectiva contra el ascenso de este eje autoritario internacional, necesitamos un movimiento progresista internacional que se movilice tras la visión de una prosperidad compartida, de seguridad y dignidad para todos, que combata la gran desigualdad en el mundo, no sólo económica sino de poder político.

Este movimiento debe estar dispuesto a pensar de forma creativa y audaz sobre el mundo que queremos lograr. Mientras el eje autoritario está derribando el orden global posterior a la Segunda Guerra Mundial, ya que lo ven como una limitación a su acceso al poder y a la riqueza, no es suficiente que nosotros simplemente defendamos el orden que existe actualmente.

Debemos examinar honestamente cómo ese orden ha fracasado en cumplir muchas de sus promesas y cómo los autoritarios han explotado hábilmente esos fracasos para construir más apoyo para sus intereses. Debemos aprovechar la oportunidad para reconceptualizar un orden realmente progresista basado en la solidaridad, un orden que reconozca que cada persona del planeta es parte de la humanidad, que todos queremos que nuestros hijos crezcan sanos, que tengan educación, un trabajo decente, que beban agua limpia, respiren aire limpio y vivan en paz.

Nuestro deber es acercarnos a aquellos en cada rincón del mundo que comparten estos valores y que están luchando por un mundo mejor.

En una era de rebosante riqueza y tecnología, tenemos el potencial de generar una vida decente para todos. Nuestro deber es construir una humanidad común y hacer todo lo que podamos para oponernos a las fuerzas, ya sean de gobiernos o de corporaciones, que intentan dividirnos y ponernos unos contra otros. Sabemos que estas fuerzas trabajan unidas, sin fronteras. Nosotros debemos hacer lo mismo.

Le pedimos a Yanis Varoufakis que comente el artículo Bernie Sanders. Aquí está la respuesta: Bernie Sanders tiene toda la razón. Los inversores hace tiempo que han formado una "hermandad" internacional para garantizarse rescates internacionales cuando sus pirámides de cartón se derrumban.

Hace poco, fanáticos de la derecha xenófoba también formaron su propia Internacional Nacionalista, llevando a que los pueblos orgullosos luchen entre sí y así ellos puedan controlar las riquezas y el poder político.

Ya es hora de que los demócratas de todo el mundo formen una Internacional Progresista, que luche por los intereses de la mayoría de cada continente, de cada país. Sanders también tiene razón cuando dice que la solución no es volver al status quo cuyo fracaso estrepitoso dio lugar al ascenso de la Internacional Nacionalista.

Nuestra Internacional Progresista debe llevar adelante una visión de prosperidad compartida y ecológica que podemos lograr gracias a la ingenio humano, siempre que la democracia le dé la oportunidad de desarrollarse.

Para eso, debemos hacer más por unirnos. Debemos formar un consejo común que escriba el borrador del New Deal Internacional, un nuevo acuerdo de Bretton Woods progresista.
Traducido por Lucía Balducci.

Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/autoritario-requiere-frente-progresista-internacional_0_814369154.html

martes, 25 de septiembre de 2018

La macdonalización de la educación


El boom de las universidades e institutos a medida (de la empresa) (https://www.lanacion.com.ar/2172098-el-boom-univ)

El artículo precedente, publicado en el diario La Nación de Buenos Aires, cuenta que lo que vienen haciendo hace tiempo grandes empresas como McDonald’s, Apple, Disney, General Motors, etc: crear instituciones educacionales para formar gente a la medida de las necesidades de la empresa, se está generalizando a escala mundial. La “macdonalización” de la educación es la culminación de un proceso en el que el objetivo de prácticamente todo del sistema educacional (público y privado) está orientado, no a una formación humanista sino a formar personas dóciles y maleables que se plieguen al sistema imperante en general y a los objetivos –el principal consistente en obtener el máximo de beneficios en el mínimo de tiempo- de la empresa donde les toque trabajar.

Dentro de la empresa, el “management” apunta al mismo resultado. Los directores de personal (o Directores de Recursos Humanos) peroran acerca de la “creatividad” y del “espíritu de equipo”, de la “realización personal por el trabajo”, de que el trabajo puede –y debe– resultar entretenido, (“work is fun”) etc. y se publican manuales sobre los mismos temas. Hasta se contratan “funsultants” o “funcilitators” para que introduzcan en la mente de los trabajadores la idea de que el trabajo es entretenido, de que es como un juego (“gamification” –del inglés “game”– del trabajo).

Todo tendiente esencialmente a que los asalariados se sientan partícipes –junto con los patrones– en un esfuerzo común para el bienestar de todos.

Puede verse, en el sitio http://www.changeisfun.com/about/leslie.html, la ejemplar biografía y bibliografía de Leslie Yerkes, presidenta de Catalyst. Su biografía comienza así: “La especialidad de Leslie está ayudando a las organizaciones a convertir los retos en oportunidades. Su filosofía es simple: La gente es básicamente buena, bien intencionada, valiente y capaz de aprender, y el trabajo de Leslie consiste en proporcionar un marco en el que la gente puede recurrir a sus propios recursos internos para encontrar soluciones creativas”.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Qué influye más en lo que somos, ¿la genética o la crianza? El conocido dilema, herencia-medio o genética-educación.



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El día que mis dos gemelos idénticos nacieron mediante una cesárea de emergencia, noté una diferencia en su comportamiento. El gemelo A, que se había visto presionado durante varias horas contra una pelvis inflexible, pasó la mayor parte de su primer día alerta y mirando a su alrededor, mientras que el gemelo B, quien se había librado de ese estrés prenatal, dormía plácidamente como un típico recién nacido.

Mi marido y yo hicimos lo mejor que pudimos para tratarlos igual, pero era un desafío sostener al gemelo A —lo llamábamos nuestro “bebé langosta”—, en tanto que el gemelo B se dejaba cargar fácilmente. A medida que los niños se desarrollaron, vimos otras diferencias. El gemelo B practicaba todas las metas ambulatorias —gatear, caminar, andar en bicicleta, patinar, etcétera—, mientras que su gemelo observaba y luego copiaba la habilidad una vez que el hermano la tenía dominada.

Aunque compartían todos los genes y crecieron con los mismos padres amorosos, estaba claro que había diferencias en esos niños que se habían visto influidas por otros factores de su entorno, tanto anteriores como posteriores a su nacimiento.

Desde hace siglos, filósofos y psicólogos han debatido sobre la importancia relativa de la naturaleza y la educación en el desarrollo de los niños; es un debate que ha tenido considerables efectos en las políticas públicas, algunos de ellos negativos.

Por ejemplo, el programa “Head Start” del Departamento estadounidense de Salud y Servicios Humanos fue diseñado para darles a los niños de entornos socioeconómicos desfavorecidos una ventaja académica. Sin embargo, quizá habría sido más eficiente enseñarles a sus cuidadores y tutores habilidades para ser padres y para criarlos, además de mostrarles cómo enriquecer el entorno del niño y resistirse a las malas influencias.

Los niños aprenden de lo que ven a su alrededor. Si lo que experimentan principalmente es violencia, abuso, asentismo escolar y ninguna expectativa de éxito, sus posibilidades de un futuro sano se ven comprometidas desde el comienzo. Como dijo Erik Engquist, colega periodista y quien fue el gemelo A: “Los genes definen tu potencial, pero es principalmente tu entorno lo que determina quién serás. Los pocos que escapan a las influencias negativas son un caso aparte”.

Si el potencial genético está ahí, el hecho de que un niño tenga en su vida al menos a un adulto amoroso que lo apoye puede marcar una gran diferencia en su desarrollo.

Estudios que han durado décadas sobre hermanos gemelos y mellizos —y en algunos casos trillizos— que fueron separados a una edad temprana y después criados en entornos sorprendentemente distintos dan cuenta de la importante interacción de la naturaleza y la crianza, y ayudan a explicar sus contribuciones relativas al desarrollo de los niños.

“Una dicotomía estricta entre los genes y el entorno ya no es pertinente; funcionan en sintonía”, dijo Nancy Segal, psicóloga de la Universidad Estatal de California, en Fullerton; Segal es melliza y ha dedicado su carrera al estudio de los gemelos, como un análisis famoso de familias de gemelos de Minnesota. Es autora de Born Together — Reared Apart: The Landmark Minnesota Twins Study (Nacidos juntos, criados aparte), publicado en 2012 por la Universidad de Harvard.

Los numerosos estudios de miles de pares de gemelos y de mellizos, criados tanto juntos como separados, han permitido evaluar los efectos relativos que tienen los genes y el entorno en una gran cantidad de características.

“Depende de cada rasgo específico”, comentó Segal, y la variación de los porcentajes depende de la característica en cuestión. “En una única persona no es posible calcular las contribuciones específicas de los genes y el entorno, pero a partir de una base demográfica podemos calcular en qué proporción las diferencias genéticas, de educación y ambiente explican las variaciones de una persona a otra”.

Los estudios de gemelos que han crecido separados han demostrado que, en general, la mitad de las diferencias en la personalidad y la religiosidad están determinadas por la genética. Mientras que para un rasgo como el cociente intelectual, la variación genética promedio es de 75 por ciento y solo el 25 por ciento se debe a la influencia del entorno.

Además, puede haber diferencias según el género en la influencia de la genética. Un estudio de 4000 pares de gemelos en Suecia descubrió que la genética tenía una mayor influencia en la orientación sexual en los gemelos que en las gemelas.

Pero, como lo observé en mis propios hijos y aprendí de estudios, para otras cuestiones el entorno sí es clave para determinar si el potencial genético se manifiesta. Por ejemplo, poder entonar la voz a la perfección es algo que usualmente se hereda —se cree que está vinculado a un solo gen—, pero si no hay una educación musical temprana es poco probable que este rasgo se manifieste.

El documental reciente Three Identical Strangers habla sobre trillizos idénticos separados al nacer entre los cuales hubo diferencias en la susceptibilidad a las enfermedades mentales: el que fue criado por un padre autoritario se vio más gravemente afectado que los otros dos, quienes tuvieron padres más cálidos y afectuosos.

Los genetistas ahora saben que, aunque el ADN personal es básicamente inmutable, una amplia variedad de factores ambientales puede conferir lo que se conoce como diferencias epigenéticas. La epigenética define cuáles genes en el genoma de una persona pueden activarse o desactivarse. Se ha demostrado que factores como el ejercicio, el sueño, los traumas, el envejecimiento, el estrés, las enfermedades y la dieta tienen efectos epigenéticos, algunos de los cuales se pueden pasar a futuras generaciones.

Los investigadores están buscando formas de alterar deliberadamente la manifestación de los genes con la esperanza de descubrir cómo prevenir o tratar enfermedades con un fuerte componente genético, como la diabetes.

También puede haber cambios en el genoma de un gemelo idéntico cuando el cigoto se divide, lo que tiene como resultado un defecto en un gen específico, explicó Segal. En un par de gemelas idénticas, una puede experimentar un fenómeno llamado inactivación del cromosoma X. De las quintillizas Dionne, por ejemplo, dos eran daltónicas como resultado de dicho efecto genético.

Segal, quien también escribió Twin Misconceptions: False Beliefs, Fables, and Facts About Twins (Fábulas, falsas creencias y hechos sobre los gemelos), comentó que los estudios subrayan la importancia de mantener a los gemelos juntos cuando se les adopta.

Usó como ejemplo el documental de los trillizos. “Resintieron profundamente haber sido separados. Se perdieron años maravillosos que pudieron haber pasado juntos”*, dijo Segal. “Había un vínculo inmediato, un entendimiento mutuo, que se hizo evidente tan pronto como se encontraron”.

Jane Brody es columnista de salud personal, puesto que ha tenido desde 1976; ha escrito más de una decena de libros, incluyendo sus éxitos editoriales "Jane Brody’s Nutrition Book" y "Jane Brody’s Good Food Book".

https://www.nytimes.com/es/2018/08/22/naturaleza-crianza-gemelos/

* Es curioso como, en muchos centros educativos españoles, hay profesorado empeñado en separarlos, cuando no existen investigaciones que confirmen o aconsejen esta práctica como deseable y es evidente que para ellos, los gemelos o mellizos, la separación es una fuente de sufrimiento.
Más:
A propósito de la discusión herencia medio, un famoso fraude en psicología a favor de la herencia.
Cyril Burt, un ejemplo paradigmático de fraude cientifico.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Filosofía de la Educación en Fidel Castro Ruz (II) La hegemonía ideológico-cultural

Felipe de J. Pérez Cruz
Rebelión

 La labor educacional de Fidel Castro Ruz ratifica que la educación como aparato de construcción de hegemonía en el seno de la sociedad civil, deviene en componente de la revolución de la ideología y la cultura. Expresa la capacidad de dirección moral y cultural de la clase o el grupo dirigente que trabaja - lucha - por construir el imprescindible consenso ideológico espiritual para el logro de sus fines.

Cuando se estudia la dinámica histórica de la Revolución Cubana, puede constatarse como Fidel concedió a la educación un protagonismo especial en la lucha política, en particular en la lucha ideológica: “las ideas libraron sus batallas junto a los acontecimientos, definirá en 1975, al inaugurar el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba1.

La tarea histórica
Fidel comprendió que la solución de la contradicción principal entre la nación y la dictadura pro imperialista de Batista, tras el triunfo del 1 de enero de 1959, planteaba nuevamente en el escenario cubano, la esencialidad de la solución del problema fundamental del país: el logro de su definitiva liberación nacional frente a los mecanismos de sujeción neocolonial y expoliación económica, impuestos por los Estados Unidos en más de medio siglo de relaciones de dependencia y dominación.

Para Fidel el reto cubano no solo comprendería la liberación propiamente dicha y su constante defensa, frente a un imperio obcecado y criminal, siempre beligerante, nunca resignado a la pérdida de sus privilegios expoliadores en la Mayor de las Antillas. Sino que su más trascendente escenario sería el de llevar adelante la construcción de un genuino proyecto de desarrollo humano, de despliegue de todas las potencialidades de los cubanos y cubanas, en la concreción de una nueva sociedad, con capacidad económica, política y cultural para auto sustentarse, resolver las crecientes necesidades espirituales y materiales de sus hijos, y aportar al contexto latinoamericano y universal los valores culturales, intelectuales y productivos de su pueblo. En esta dirección histórica la Revolución con el liderazgo de Fidel comienza a transitar desde sus primeros días de victoria, en tanto se trabajó por sentar las bases de una cultura democrática, popular y socialista.

El desarrollo del movimiento de masas que dio al traste con la dictadura pro imperialista, para dar paso a la solución de las tareas históricas de la liberación nacional y el tránsito socialista, tendría que llevar en su seno, necesariamente, como imprescindible elemento desenajenador, un movimiento educacional y una genuina Revolución en la Educación y la Cultura, con capacidad para rescatar y desarrollar la tradición ideológico cultural revolucionaria de la escuela cubana, y el pensamiento de las vanguardias políticas, científicas y artísticas. La importancia y la urgencia de desatar ese movimiento fueron asumidas por Fidel. No fue casual que e l primer gran movimiento masivo de naturaleza político ideológica, que lidera tras el triunfo revolucionario de enero de 1959, fuera precisamente un movimiento educacional 2 , cuya consigna central fue la sentencia martiana que define que “ ser cultos, era la única manera de ser libre 3 .

La casualidad tampoco explica por qué los dos primeros grandes temas que abre Fidel a debate nacional y coloca como objetivos prioritarios de la educación revolucionaria, desde el mismo enero de 1959, sean los de la lucha contra la discriminación racial y de género. Los ancestrales prejuicios contra los cubanos negros y mestizos, y la cultura sexista y machista heredada, fueron temas sometidos desde entonces a una severa y sistemática crítica. Para el líder revolucionario “el primer gran problema de la Revolución es cómo se combate y cómo se vence la influencia de las viejas ideas, de las viejas tradiciones, de los viejos prejuicios y como las ideas de la revolución van ganando terreno y convirtiéndose en cuestiones de conocimiento común y de clara comprensión para todo el pueblo"4.

Más que en discursos, hechos
Fidel ve la necesidad de estructura un sistema de influencias educativas que partan de la praxis de los niños y jóvenes en sus circunstancias, en el estudio y el trabajo, para llegar al reconocimiento y construcción de su propia historia, como resultante del conocimiento de las luchas pasadas, presentes y futuras. En tal criterio precisa que la educación de la nueva generación corresponde al más amplio espacio de sociedad y a su vez a los propios niños y jóvenes, a los que otorga responsabilidad social y le da misiones específicas, complejas e importantes en las que tiene que crecer como ser humano, estudiar, trabajar y crear.

Una constante en el hacer pedagógico de Fidel estuvo en reforzar la idea de la continuidad generacional en la obra revolucionaria, la sensibilización afectivo-cognitiva de los niños y jóvenes con su pasado, presente y futuro. En el Acto de inauguración del Palacio de los Pioneros, 6 de enero de 1962 precisaba: “¡Para que los niños sean felices se ha luchado, para que los niños sean felices han tenido que dar su vida muchos patriotas, desde Martí, Maceo y todos los que han muerto!”5. El 20 de julio de 1975, inaugura el Campamento de Pioneros “ José Martí ” de Tarará, en La Habana, y señala: “Y cuando decimos José Martí, a su nombre están unidos todos los que lucharon en las distintas épocas por la libertad, por el bienestar y la felicidad de nuestro pueblo”6.

El estudio de los hechos que jalonan la historia revolucionaria confirma que la práctica política entendida como práctica pedagógica, resulta decisiva en el hacer fidelista. Esa práctica para el cambio cualitativo en la conciencia de las masas, transita por una intensa relación en el que el educador por excelencia es el propio proceso revolucionario. Para Fidel “toda revolución es un extraordinario proceso de educación. Por eso, Revolución y educación son una misma cosa”, anunciaba Fidel al intervenir el 9 de abril de 1961 en el ciclo de conferencias de la Universidad Popular “Educación y Revolución” 7 .

El hecho de ser Fidel el líder del proceso revolucionario en su conjunto, favoreció la simultaneidad, interacción y multilateralidad del esfuerzo educacional con el conjunto de las acciones revolucionarias a escala social, con la planificación y desarrollo de los programas de transformaciones, y produjo resultados de impacto trascendental.

Preparar al hombre y la mujer para la vida
El combate por la hegemonía ideológico cultural parte del principio martiano de preparar al hombre desde, durante y para la vida, de hacerlo resumen del tiempo histórico que le ha correspondido vivir, de ser parte integrante, activa y transformadora de su sociedad. Con el propósito de alcanzar este propósito Fidel desarrolló una pedagogía problémica del estudio y el trabajo. En criterio de Fidel “el trabajo no debe ser una actividad profesional,...no debe ser una medio de vida, sino que el trabajo debe ser parte de la formación,..., de la educación del joven… ha de ser el trabajo el gran pedagogo de la juventud...”8.

La concepción de la combinación del estudio con el trabajo se abre a un amplio concepto de educación para la vida”. Continúa con un énfasis particular en la educación formal, en los hábitos de convivencia y cortesía. Junto a la importancia de desarrollar un espíritu de caballerosidad en el hombre, Fidel resaltaba la importancia de desarrollar un espíritu de urbanidad en todos los niños, varones y hembras, el saber comportarse correctamente en cada lugar. En Fidel lo justicia social y la dignificación humana poseía además una dimensión estética: “son realmente tan hermosos los hábitos de solidaridad y de respeto, que nuestra sociedad revolucionaria no debe jamás renunciar a ellos”9, afirmaba.

La visión de formación integral de las nuevas generaciones se continúa con la incorporación de la educación física, el deporte y la educación artística. Estas áreas de la educación se conciben como parte sustantiva del propósito de lograr una mujer y un hombre con una cultura general integral.

A iniciativa de Fidel Cuba a partir del curso 1964-1965 generalizó la educación física desde el primer grado de la enseñanza primaria10.Para dar respuesta al trabajo artístico- cultural masivo de la sociedad Fidel impulsó la formación de Instructores de Artes a partir de abril de 1961. Tras los deteriores de la base material de estudios en el período especial, desarrolló a partir del 2000 un nuevo programa de formación de instructores de arte. En la actual concepción se aspira que la escuela llegue a convertirse en la institución cultural más importante de la comunidad, que los resultados de su labor se reflejan en el seno de la familia y su trabajo se proyecte más allá de la institución cultural y se vincule con el resto de las instituciones culturales y sociales de la comunidad.11

El 15 de enero de 1959 Fidel expresó: " El futuro de nuestro país tendrá que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento" 12 . Y tal afirmación se ha desarrollado como paradigma de la Revolución Cubana. La incorporación a los programas docentes de los conocimientos y tecnologías de avanzada, fue preocupación constante de Fidel 13 . Si hoy el país dispone de un pujante sistema de ciencia, tecnología e innovación, con capacidad de respuesta para hallar soluciones certeras a las disímiles problemáticas que plantea la producción y la ingeniería social socialista, ello se debe al aporte decisivo que ha tenido la estrategia educacional fidelista.

Fidel, como líder de la Revolución, fundador del Estado socialista y del nuevo Partido comunista de todos los revolucionarios cubanos, fue el educador por excelencia de la vanguardia y del pueblo. Las concepciones fidelistas hechas conciencia colectiva, devenidas en retos a la práctica y teoría pedagógica adelantaron los propios acontecimientos, sirvieron de modelo y acicate, de referencial de criticidad y pivote de desarrollo. Desde Fidel y con Fidel se pensó se hizo y se acertó en Revolución Educacional y teoría pedagógica, en Fidel se hallaban las inconformidades y los puntos de criticidad propositiva frente a los errores e insuficiencias de la obra revolucionaria. De ahí la certera concepción del profesor Rolando Buenavilla Recio sobre la condición de Fidel como educador social14.

En plena dialéctica histórico concreta, puede afirmarse que las concepciones revolucionarias fidelistas han trascendido a las masas a partir de su labor educativa15. En tal perspectiva Paulo Freire definió a Fidel –también a Ernesto Che Guevara y Amilcar Cabral- como pedagogo de la Revolución16.

Notas:

1 Fidel Castro Ruz: Informe del Comité Central al Primer Congreso del Partido, Editado por el Departamento de Orientación Revolucionaria, La Habana, 1975, p 34.

2 Ver del autor: Las coordenadas de la alfabetización, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2000, p 71.

3 José Martí Pérez; Obras Completas, Editora Nacional de Cuba, la Habana, 1965, tomo 8, p.290.

4 Fidel Castro Ruz: Discurso en la inauguración del seminternado de primaria “Juan Manuel Márquez, Ediciones COR, No. 5, La Habana, 1968.

5 Fidel Castro Ruz: Acto de inauguración del Palacio de los Pioneros, 6 de enero de 1962

6 Fidel Castro Ruz: Inauguración del Campamento de Pioneros “ José Martí ” de Tarará, en La Habana, 20 de julio de 1975

7 Fidel Castro: Obra revolucionaria, No 30, La Habana, 1961, p 22

8 Fidel Castro Ruz: Fidel habla a la juventud, Selección: 1960-1998. Casa Editora Abril- Editora Política. La Habana, 1998, p 12

9 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central conmemorativo del XV Aniversario de la Unión de Pioneros de Cuba y XIV Aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, celebrado en el teatro "Lázaro Peña", el 3 de abril de 1976 10 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto clausura del curso de Educación Física a los maestros de enseñanza primaria, en el Estadio Latinoamericano, La Habana, el 4 de septiembre de 1964 .

11 Ver: Paula M. Sánchez Ortega: La educación artística en Cuba; antecedentes y actualidad, Atenas, Matanzas, Vol. 4 Nro. 22 (2013) https://atenas.reduniv.edu.cu/index.php/atenas/article/view/51/75 12 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto celebrado por la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias, el 15 de enero de 1960.

13 La Universidad Cubana cuenta con 80 centros dedicados a tiempo completo a la investigación, generación y transferencia de tecnología de punta. Vinculados a estas y otras instituciones de investigación está el 69 por ciento de las y los profesores universitarios. En general todos los docentes de la educación superior, tienen contemplado en su fondo de tiempo el trabajo de investigación científica. En total más de 250 mil docentes del Ministerio de Educación (MINED) y el Ministerio de Educación Superior (MES), están incorporados desde sus aulas a la actividad científica. El 42 por ciento de ellos la efectúa en forma extracurricular.

14 Rolando Buenavilla y otros: Concepción teórico metodológica para el estudio de Fidel Castro Ruz como educador social, Pedagogía 2017, Sello Editor Educación Cubana, La Habana, 2017.

15 Olga Fernández: “Integridad y dialéctica del pensamiento de Fidel”, en La mujer en la Revolución y la Revolución en la mujer. Coloquio sobre el pensamiento y al obra de Fidel Editorial de la Mujer, La Habana, 1996, p 27.

16 Paulo Freire, Esther Pérez y Fernando Martínez: Diálogos con Paulo Freire, Colección de Educación Popular, Editorial Caminos, La Habana 1997, p 20.

jueves, 30 de agosto de 2018

Fontana

La vieja idea aquella de los anarquistas, que decían que enseñándole a los ricos qué bueno sería el mundo si fuera mucho más justo se dejarían convencer, no suele funcionar

En 2004 se presentó en Pontevedra el historiador Josep Fontana i Lázaro, fallecido ayer.  Lo trajo otro historiador, Xosé Fortes Bouzán, uno de los fundadores de la Unión Militar Democrática (UMD), esa asociación que se le montó a Franco delante de sus narices, o sea, en el Ejército. Fontana vino a dar un curso magistral invitado por la Menéndez Pelayo que abarcaba, aproximadamente, el mundo desde 1945. Siempre fue un hombre de ambiciones y su mérito es que, cuando no pudo satisfacerlas, lo hizo habiéndolo intentado con método y elegancia. Aquel día de septiembre nos encerramos media mañana en un aula universitaria. A mitad de la entrevista, cuando llevábamos dos horas, me dijo algo así como que si no tenía suficiente, pero yo no había ido como periodista, sino como intruso, o sea, como siempre; ser periodista a los 25 años era poder hablar con la gente que yo quisiera de los asuntos que yo propusiese, y eso había incluido a Santiago Carrillo contándome su encuentro con Stalin o a Isabel Allende hablándome de los últimos momentos de su padre en La Moneda. Así, con decenas y decenas de mujeres y hombres a los que luego, si la charla había merecido la pena, yo les gratificaba con una página en Diario de Pontevedra.

En el caso de Fontana fueron dos. Con tal cantidad de texto y tan poca foto que me sorprende que Antón Galocha, mi director, trabajase aquel día. Las ha recuperado Ramón Rozas, las tengo delante y son, digamos, impresionantes. El entrevistador azuza al entrevistado, cita las revoluciones francesa y rusa, anima a justificar la violencia, llora la desaparición de la URSS. Fontana, un poco apabullado, dijo: “No se puede llamar fría a una guerra que ha causado millones de muertos”. De Irak avisó de que los norteamericanos lo único que iban a tolerar era la victoria, “que es una cosa que no tiene el menor sentido ni la menor utilidad”.

Ha corrido tanto el mundo que la entrevista parece de 1985. Uno de los éxitos de Fontana fue subirse a ese mundo y asumir su velocidad. Claro que 14 años dan para mucho, hasta para que el foco se mueva solo: “Los Estados deberían dejarse de exhibir banderas y tocar trompetas”, dijo. Habló de la victoria y de la derrota, y de la necesidad de los países por prolongar guerras que saben que no van a ganar por la mera imposibilidad de presentarse como derrotados. Y dijo esto, ya en piedra: “La vieja idea aquella de los anarquistas, que decían que enseñándoles a los ricos qué bueno sería el mundo si todo fuera mucho más justo se dejarían convencer, no suele funcionar. Y entonces ocurre que el que tiene un privilegio cuesta mucho que lo abandone”.


https://elpais.com/elpais/2018/08/28/opinion/1535450393_702321.html


Muere a los 86 años el historiador Josep Fontana


sábado, 18 de agosto de 2018

Cómo mejorar la comunicación con tus hijos adolescentes. Patricia Ramírez, Psicóloga del deporte y de la salud.

Patricia Ramírez ha sido nombrada la psicóloga más influyente de España en redes sociales. Es autora de siete libros, en los que aborda temas como la adolescencia, la comunicación entre padres e hijos o la convivencia en la familia, y entre los que destacan, "Cuenta contigo", "Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas" o el recientemente publicado "Si salieras a vivir…".


Patricia Ramírez es especialista en psicología deportiva y de la salud con niños y adolescentes. También ha trabajado con deportistas de élite, entrenadores y futbolistas de equipos como el Real Betis Balompié, RCD Mallorca y CB Granada. Además, esta psicóloga es colaboradora habitual en medios de comunicación y congresos educativos en los que resalta la importancia de "Educar en el esfuerzo, el respeto y la convivencia". Patricia Ramirez nos ofrece claves para resolver problemas de comunicación entre padres e hijos y nos da consejos muy útiles para saber gestionar situaciones difíciles en la adolescencia.

00:00 Patricia Ramírez. Soy Patricia Ramírez, soy psicóloga de la salud y del deporte, y hoy vamos a hablar de responsabilidad, autonomía y de educar en la serenidad, y yo espero también aportar, no solamente los conocimientos que da la psicología, sino los de madre de cuatro adolescentes. 00:16

José Canales. Hola, Patricia. Yo soy profesor de Educación Física, me llamo Jose Canales. En los centros educativos, hay un abandono importante de la actividad física y deportiva de los adolescentes. Una parte profesional importante tuya ha pasado por deportes de élite, como el Betis de fútbol, el Mallorca, ¿qué hacemos para motivarles? La capacidad de tener autocontrol y disciplina es un factor de éxito mayor en la vida que la propia inteligencia. Educar en la disciplina, es un valor fundamental.

Patricia Ramírez

Patricia Ramírez. Yo creo que no existen alumnos que estén desmotivados, sino que hace falta buscar la manera de sacar esa motivación, y para mí es importante que la gente joven se divierta con el deporte. En el momento en el que la gente lo pasa bien y convierte el deporte en una pasión, seguramente se implique y se comprometa más. Yo creo que todo pasa, también, por darle a la Educación Física la importancia que debe tener. Para mí es una asignatura tan importante como las Matemáticas o como la Lengua, porque los datos científicos del beneficio que provoca, no solamente en lo que es la educación en valores variables, como la cooperación, la comunicación, la disciplina, además de esos valores, también sabemos que fomenta la concentración, la atención, que ayuda a estudiar, que ayuda a que las personas se eduquen en la disciplina y el ser voluntarioso. Yo creo que la Educación Física solo son ventajas, así que tenemos que promover para que de alguna forma sea motivante, con pequeñas competiciones en las que no surja esa ambición, esa insana competitividad, en fomentar espacios donde la gente pueda hacer deporte, sobre todo las niñas, porque las niñas adolescentes, a partir de los catorce o quince años, suelen abandonar más que los chicos. Fomentar que los chavales vayan a ver los partidos de las niñas y que la gente participe, y, por supuesto, creo que es importante trasladar a los padres la idea de que con el deporte no se castiga. Es muy típico que un niño saque una mala nota y que el padre o la madre le digan: “Ya no puedes ir al fútbol”. Cuando realmente le quitamos el deporte a un chaval, le estamos quitando algo tan importante como el sueño. Al dejar de ir al fútbol deja de relacionarse con sus iguales, deja de practicar valores y, sobre todo, deja de practicar una actividad que está potenciando sus funciones cognitivas. Se puede castigar, a ser posible buscar otros métodos de aprendizaje, con otras cosas, pero nunca con el deporte.

Los padres no somos perfectos. Reconocer una debilidad o un error delante de nuestros hijos no nos hace perder credibilidad. Al revés, lo que hacemos es ganarla

Patricia Ramírez

02:19 José Canales. Sí que hay algo que me importa cuando dices “educación en valores”. ¿Qué valores importantes, tres o cuatro, destacarías principalmente en la educación?

Patricia Ramírez. Para mí es importantísimo educar en el esfuerzo. Yo creo que hay muchos padres hoy en día que con la sobreprotección dejan de pedir cosas para que el niño no se frustre, y con ello estamos transmitiendo a la gente joven: “No te preocupes, que puedes ser un irresponsable, que ya hay alguien que va a ocuparse de las consecuencias”. Entonces, educar en el esfuerzo es fundamental, porque una persona para tener éxito en la vida va a tener que esforzarse, va a tener que esforzarse en el trabajo, va a tener que esforzarse en su relación de pareja, en su convivencia, en todo. El esfuerzo es fundamental. Por eso, también hay que inculcar que el placer tiene que venir después del deber. Es importantísimo educar en el respeto. El centro educativo y la casa tienen que ser un lugar en el que se aprenda a respetar. El respeto es un valor indispensable para la sana convivencia. La disciplina, el tener unos horarios, el tener un orden, el tener unas rutinas, sin disciplina la gente no consigue los objetivos, porque una persona disciplinada se entrena en autocontrol y fuerza de voluntad, que son importantísimos para el éxito profesional. Hay una investigación muy interesante que se hizo en los años setenta, se llama el Marshmallow Test, en el que se cogió a un grupo de niños entre cuatro y seis años y se les puso el siguiente reto: se les daba una gominola, el marshmallow, y se les decía: “Si eres capaz de esperar un rato sin comerla, yo te voy a dar un premio con una segunda gominola”. Pues a esos niños se les hizo un estudio longitudinal durante treinta años. Aquellos niños que fueron capaces de elaborar estrategias para autocontrolar la situación y no comerse la gominola, resultó que tenían, luego, mejores notas académicas, mejores carreras profesionales, mejores profesiones, mejor remuneradas y menos índice delictivo. Al final, se concluyó que la capacidad de tener autocontrol y disciplina tiene un éxito mayor en la vida que la propia inteligencia. Así que educar en la disciplina, para mí, es un valor fundamental. 04:23

Luis Sánchez. Como padre, creo que no debemos recurrir al castigo. ¿Tú crees que son efectivos? ¿Cómo puedo hacer yo con mi hijo para solucionar este tipo de problemas?

Patricia Ramírez. Pues es una pregunta muy interesante, porque el castigo es un método de aprendizaje que se ha utilizado toda la vida. Pero los padres tenemos que educarnos, reeducarnos. ¿El castigo es efectivo? Sí. El castigo es efectivo, no nos vamos a engañar. Pero, los daños colaterales del castigo son tremendos. Porque cuando tú castigas a un chaval, coge miedo, deja de tener confianza contigo porque tiene miedo a que vuelva a haber un segundo castigo. Entonces, yo, por supuesto, no recomiendo el castigo. Existen otras técnicas de aprendizaje que son mucho más efectivas. El primero, el refuerzo. Significa estar pendiente de todo lo que el chaval hace bien para reforzarlo y para decírselo, pero el refuerzo o el elogio no tiene que ser algo general del tipo: “Eres un crack”, porque no dice nada. El refuerzo tiene que estar basado en valores: “Espero que estés orgulloso del tiempo que has dedicado a estudiar, fíjate el resultado, y, sobre todo, que te sientas orgulloso tú, no me siento yo orgullosa como madre, por tu trabajo”. El refuerzo es un buen sistema para cambiar, pero hay otros. Hay uno que se llama la sobrecorrección, que consiste, simplemente, en pedir al niño que repita lo mismo que ha hecho mal pero de una forma adecuada. Si tienes a un hijo que, en un enfado, ha pegado un portazo tremendo, en lugar de ir detrás y decir: “Aquí no se dan portazos”, vas a la habitación y le dices: “Por favor, ¿podrías salir y cerrar la puerta correctamente?”. Pero se lo pedimos con un tono conversacional, y cuando lo haga, le damos las gracias. También existe el aprendizaje vicario, el aprendizaje por observación, de Bandura, que es el psicólogo que lo inventó. Por eso es tan importante el modelo de conducta que tenemos los padres. Los niños aprenden cuando ven, tenemos que darles material visual en televisión, series, en Internet, nosotros mismos ser un modelo de conducta y dar información que ellos puedan copiar. El aprendizaje por observación lo trae un niño desde pequeño, y, si no queda otra alguna vez, en lugar de usar la palabra “castigo”, a mí me gusta más “consecuencia”. Hay una consecuencia, y es que, si tú no estudias por las tardes, no puedes utilizar el teléfono móvil, porque el tiempo que no has utilizado para estudiar no se puede usar con la tecnología. “Consecuencia” mejor que “castigo”.

Es fundamental la educación en valores en casa, el respeto a la intimidad, la mutua confianza y evitar juicios de valor. Hay que hablar más con nuestros hijos y juzgar menos

Patricia Ramírez

Luis Sánchez. Vale, por otro lado. A mi hijo se le da muy bien el deporte, pero veo que lo pasa mal. Patricia Ramírez. Si

Luis Sánchez. Tengo miedo de que lo pueda abandonar, ¿cómo me puedes ayudar en este sentido?

Patricia Ramírez. ¿Lo pasa mal porque se siente presionado?

Luis Sánchez. Si, yo creo que se siente presionado

Patricia Ramírez. Mira, normalmente cuando un chaval se siente presionado es porque alguien está ejerciendo una presión. No quiero que ningún padre se sienta responsable, pero, muchas veces, la presión es algo casi no consciente. Cuando tú, después de un partido a tu hijo le dices: “Qué bien el gol que has metido, y me siento muy orgulloso porque habéis ganado el partido”, y cuando no gana el partido: “Tenías un balón ahí en el pie y no lo has tirado, concéntrate”. Cuando le presionamos con los resultados, ¿el chaval qué termina aprendiendo?: “Yo tengo valor para mi padre y para mi madre cuando meto goles, y cuando llega el domingo y mi padre saca el vídeo del gol y se lo enseña a toda la familia. Pero el día que no juego o el día que no hago lo que él quiere a mí nadie me presta atención”. Entonces, la manera en la que la gente joven no abandona el deporte es reforzar siempre, no el resultado, sino el rendimiento: “Me siento orgulloso de que juegues al fútbol, de que los sábados por la mañana te levantes, de que tengas un compañero o un grupo de amigos con el que salir una tarde a cenar, de que practiques una actividad saludable”. Eso es lo que tenemos que reforzar, los valores del deporte. 07.51

Iris Ramos. Yo te quería preguntar con respecto al control que tienen los padres, por ejemplo, cuando sales con los amigos, si te vas de fiesta por salir un rato, te controlan demasiado, te mandan Whatsapps, y si no los lees, te llaman y llegas a pasar vergüenza. ¿Qué piensas con respecto a esto?

Patricia Ramírez. Yo pienso, sinceramente, que es una equivocación. En parte te doy la razón, pero también hay que mirar la situación en su contexto. Va a depender mucho del adolescente, y del grado de autonomía que tenga esa persona. Yo entiendo que una persona que es responsable que ha quedado con sus amigos tiene que tener su espacio íntimo, y si tú como padre estás interrumpiendo ese momento en el que se está divirtiendo solamente por tener control sobre la situación, no estás permitiendo que tu hijo o tu hija se comporten de una forma fluida. ¿Qué recomendaría a los padres? Que simplemente dijesen a los hijos: “Si va a haber un cambio de planes, si vas a llegar más tarde u ocurre cualquier cosa, por favor, avísame”, y que el hijo o la hija cojan ese compromiso de avisar. También hay que enseñar a los padres a que aguanten un poquito la ansiedad que supone no tener control sobre la situación. Porque cuando antes no existían teléfonos móviles y los de nuestra generación salíamos, no había ese control, no había esa necesidad.

Iris Ramos. Claro

Patricia Ramirez habla con Adolescente sobre cómo mejorar la comunicación con los adolescentes

Lo primero es saber qué interesa a nuestros hijos para hablar de esos temas, lo segundo es compartir, hazles partícipes de tu vida

Patricia Ramírez

09:02 Patricia Ramírez. Hay muchos padres que dicen: “Es que antes tampoco había esos peligros”, no es cierto. Peligro ha habido siempre, pero cuando tú sabes dónde está tu hijo, por qué ambiente se mueve, quiénes son sus amigos, tienes que dejar un poquito de espacio para que la persona se pueda relacionar con su gente sin la vergüenza que tú dices. Iris Ramos. Hay padres, por ejemplo, que te piden que hagas cosas que luego ellos no hacen. Te dicen que no cojas el móvil cuando luego ellos lo están cogiendo todo el rato o cuando te dicen que no grites y luego están ellos también gritando, dando voces. ¿Qué piensas respecto a esto?

Patricia Ramírez. Yo vuelvo a pensar que tienes razón, que en todo lo que me preguntas tienes razón. Tenemos que empezar por pensar que los padres no son perfectos, no somos perfectos y cometemos un montón de errores. Lo ideal sería que el padre que comete ese error tuviese la nobleza de poder reconocerlo. Yo creo que cuando el padre reconoce un error delante del hijo y le pide perdón, también está elaborando un modelo de conducta basado en la imperfección, porque somos imperfetos, y eso es lo que tenemos que transmitir a los hijos. Pero en la nobleza de decir: “Me puedo equivocar y darte la razón”. Yo creo que si hay una buena comunicación con tus padres cuando ocurra esto, en tu caso o en el de cualquiera, es mejor decir: “Mamá, que ahora me estás gritando, y en esta casa hemos dicho que no se grita”, pero en un tono conversacional, para que tu madre o tu padre no se sientan atacados cuando esto ocurre. Pero lo que hay que trasladar a los padres, por supuesto, es que si vamos a educar a los hijos en no usar la tecnología, por ejemplo, en momentos comunes, como es la comida, la cena, o el desayuno, o en no dar voces, tenemos que ser los primeros que hagamos ese esfuerzo. No estaría mal decir a los hijos: “Cuando veas que hago algo que está mal, dímelo, porque a veces es un hábito y no me doy cuenta”.

iris Ramos. Yo la miro, a ver si me va a pedir disculpas, pero no, no es capaz. Es como muy orgullosa, entonces… Patricia Ramírez. Pero, más que orgullosa, es que muchas veces es difícil para los padres reconocer una debilidad o un error delante de los hijos, porque piensan que así pierden credibilidad y al revés, lo que haces es ganarla. Cuando un padre reconoce un error delante de un hijo, se está convirtiendo en una persona humana y está empatizando mucho más con él. Le está diciendo: “Somos iguales, y yo todavía tengo muchas cosas que aprender”. 11.02

Luis Sánchez. Queremos que mañana nuestros hijos se enfrenten a la vida, entonces tenemos que trabajar la autonomía. Pero, ¿en qué momento hay que trabajar esa autonomía, desde muy pequeño? ¿En qué momento crees que es adecuado?

Patricia Ramírez. Hay niños que con un año y medio ya pueden recoger juguetes, y otros que hace falta dos años y medio, pero a esa edad siempre se pueden hacer pequeñas cosas aunque tú les ayudes. Con dos años se le puede decir: “Vamos a recoger juguetes”, y le cogemos la manita, metemos los cubos dentro de una caja. Es enseñarle a tener obligaciones y, según la edad y según lo que el niño te va pidiendo, porque hay niños que con cinco años se atan solos los cordones y otros que con doce todavía no saben. Según la edad y lo que el niño te va solicitando tú tienes que soltar. Hay muchos padres que por hacerlo bien y hacerlo rápido dicen: “Déjame que lo haga yo”, y en lugar de fomentar la autonomía, estamos fomentando una falsa sobreprotección, impidiendo que tu hijo aprenda a hacer las cosas solo. Así que hay que fomentarles ese espíritu aventurero, el niño nace con espíritu aventurero. “Yo solo”, ¿cuántas veces dice un niño “yo solo”?, y los padres no lo dejan porque no lo ven preparado. Entonces, no solamente es “yo solo” lo que a ellos les apetece, sino que hay que ir dando pequeñas obligaciones para que todos colaboren en casa y cada uno se responsabilice de lo suyo.

12:13 José Canales. Hay una cosa que nos preocupa a los docentes, es esa protección de la que hablas, esa sobreprotección de las familias sobre sus hijos y sus hijas, que al final la autonomía ni siquiera es algo que podamos conseguir en las etapas más frecuentes, en las de secundaria, bachillerato, siendo adolescentes, sino que siempre están protegidos y siempre están defendidos incluso, aunque haya situaciones en que ellos no están actuando correctamente. Lo que decías antes, ¿cómo podemos implicar a las familias para que favorezcan esos procesos de aprendizaje, especialmente el de la autonomía, el que decías antes de la capacidad de esfuerzo? ¿Qué hacemos con esas familias que les están sobreprotegiendo?

Patricia Ramírez. Yo creo que lo primero que hay que hacer es darles información, y hay que decirles que la sobreprotección que hacen con todo el cariño del mundo, pensando que tú estás evitando que tu hijo pase por una serie de emociones, como es el miedo, la frustración, la ansiedad, son importantísimas. Uno tiene que aprender a vivir con esas emociones y lo que hace la sobreprotección es evitar ese paso. ¿Qué pasa? Que cuando el niño es un adulto no sale de su zona confortable, no es valiente para emprender porque no quiere sentir la incomodidad de esas emociones. Cuando les damos información a los padres, porque yo lo veo cuando hago talleres, y les das información de que en su vida van a tener que enfrentarse a situaciones en las que hay que negociar, en las que se tienen que esforzar. Si tú eso no lo tienes entrenado, tendrás gente que no haga deporte, tendrás gente obesa porque no sabrá renunciar a la comida, tendrás gente que no se forme o que no estudie porque le supone un sacrificio. Cuando tú les hablas un poco de las consecuencias desastrosas en el futuro, los padres abren los ojos. Pero tienen que tener esa información, porque ellos creen que ahora lo están haciendo bien. ¿En qué tipo de cosas podemos fomentar esa autonomía? El niño tiene que prepararse su bolsa de deporte, y si no se la lleva y no se ducha, que se ponga la toalla de un compañero si se la quiere prestar, y si coge hongos en los pies porque no llevaba las chanclas para ducharse, es su problema, ya le pondrán algo. Tenemos que dejar que el niño sufra las consecuencias de no responsabilizarse de sus cosas. Pero hay padres que dicen: “Si no me pongo a hacer los deberes con él, suspende las Matemáticas”, pues que las suspenda y que se enfrente a que el profesor le diga que va mal y que se enfrente a tener unas clases particulares durante todo un año o a estar un verano estudiando. Hasta que uno no vive la consecuencia de su comportamiento, la gente no sabe actuar, no aprende. Yo te pongo un ejemplo: yo tengo un niño de altas capacidades, el que tiene doce que ahora cumple trece, y el año pasado en primero de la ESO me dijo: “Mamá, ¿yo puedo jugar a la Play Station ente semana?”, y dije: “Pablo, no lo sé. Quiero que sea algo de lo que te responsabilices tú. Tú eres el que tienes que decidir si tienes tiempo y organización para jugar a la Play Station”, así que él lo decidió y al final del trimestre no suspendió nada pero me dijo: “Creo que no puedo jugar a la Play Station, porque ha bajado mi nivel”. Si yo llego a decirle a principio de curso que no podía jugar a la Play Station, hubiese tenido a alguien todo el trimestre diciéndome: “¿Por qué? Si me da tiempo, déjame, ya he acabado los deberes”. Creo que el aprendizaje que obtuvo él al darse cuenta de que no podía compaginarlo todo como quería fue mucho más efectivo que el haberle impuesto el no poder jugar. Así que tenemos que dejar que la gente viva sus consecuencias. Como pueden ser los ejemplos del chat, ¿cuándo un niño se ha olvidado los deberes qué pasa? Ahí hay una madre diciendo: “Fulanito no ha traído el libro de matemáticas”, y doscientas madres contestando: “En mi casa no está”, “espérate que le hago una copia”. Los niños también tienen chat, si te has olvidado el libro, que pregunte a tus compañeros, pero no le saques las castañas del fuego. No podemos dejar que nuestros hijos se enfrenten a un peligro real que ponga en peligro su vida, pero sí tenemos que dejar que se enfrenten a una bronca con el profesor, a que le llamen la atención, a que se sienta frustrado, a que tenga un sobresfuerzo en verano que estudiar por algo de lo que no se ha ocupado. No, si tu hijo se ha olvidado la merienda que le habías dejado preparada y puesta ahí, es su problema. No tienes que ir tú corriendo con la merienda al colegio porque al chiquillo se le ha olvidado, aquí no se muere ninguno por no tomar merienda un día. Dejemos que se exponga a que llegue del colegio y te diga: “Mamá, he pasado un hambre”, mañana se acordarás de llevarte la merienda.

Patricia Ramirez te cuenta cómo mejorar la comunicación con los adolescentes 16:02 Iris Ramos. Yo te quería hablar de las redes sociales. Exponemos nuestras vidas en fotos, en vídeos, que están libremente y que toda la gente puede ver. Yo incluso he llegado a caer en eso, yo me paso horas a veces en Instagram (ínstagram), y muchas veces me he planteado salirme, quitarme un poco de eso para despejar la mente. También caes en que si tú sales de eso, prácticamente no existes, porque cuando tú cuando conoces a alguien, estás un rato hablando de cómo estás y, de pronto te dicen: “¿Tienes Instagram o tienes WhatsApp?”, y si no tienes, prácticamente, esa persona ya no la vuelves a ver o no vuelves a saber de él, porque ¿cómo te comunicas? Yo quería saber qué opinas con respecto a esto, a las aplicaciones y las redes sociales y todo esto.

Para no cortar la comunicación con los hijos hay que darles menos consejos y preguntarles si los quieren. Así despertamos su interés

Patricia Ramírez

Patricia Ramírez. Mira, yo creo que las redes sociales bien utilizadas son una herramienta maravillosa para conocer a gente y para estar en contacto, y nos generan un nivel de universalidad que es tremendo. Porque yo veo que ahora mis hijos que han ido a campamentos en verano pueden estar en contacto de una forma bastante real con gente que está a mil kilómetros de distancia. Lo que ocurre es que hay que aprender a utilizarlas. Lo primero es la educación en valores en casa. A pesar de que tu tengas tu intimidad con tu Instagram, tenemos que tratar de que haya una confianza como para que los padres puedan participar. Yo sigo a mis hijos y mis hijos me siguen a mí, no me tienen bloqueada, pero ¿por qué? Porque no he hecho nunca un juicio de valor. Los padres enseguida que ven una foto que no les gusta hay un juicio de valor: “Borra eso, eso no está bien”. Tenemos que tratar de que nos explique: “¿Por qué has colgado esto?”, “¿te imaginas qué tipo de consecuencias puede tener esta foto, a quién está llegando, cuánta gente la puede estar juzgando?”, tenemos que hablar más y juzgar menos. Luego, la gente de según qué edad tiene que tener una cuenta privada, para poder dejar que una gente entre y otra gente no. Y tenemos que ser muy prudentes, porque aquello que tú cuelgas en Internet se queda colgado para siempre. De hecho, en Twitter hay una forma de localizar toda la información, tú metes una serie de palabras con tu nombre de Twitter con una palabra clave, por ejemplo, “ambición”, y salen todos los tuits que yo he colgado desde que abrí Twitter con la palabra “ambición”, podemos rastrearlo todo. Así que sí que es importante que la gente tenga una cuenta privada y que, a mí me gusta formularles esta pregunta: “¿La foto que vas a colgar o el vídeo que vas a subir te gustaría verlo si fuera de tu hermana o tu hermano pequeño?”, “¿te gustaría ver eso de tu hermano pequeño?”, entonces ti dices: “No sé”.

Iris Ramos. Depende

Patricia Ramírez. Claro, cuando ya te genera ese tipo de duda es que igual no es un vídeo o una foto que tengamos que subir.

18:24 Luis Sánchez. Yo, como padre, me veo con problemas de comunicación con mi hijo, porque todas las preguntas que yo le hago es “sí”, “no”, “no sé”. En cambio, cuando le veo con sus amigos, su conversación es muy fluida y entra en todo tipo de detalles. Entonces, ¿cómo puedo yo mejorar esa comunicación con mi hijo? Patricia Ramírez. Una pregunta, ahora te voy a hacer una pregunta yo a ti. ¿Cuándo tú hablas con tus amigos, hablas con tus amigos tipo interrogatorio?: “¿Qué has comido en el cole y qué tal en mates?”, “¿has hecho el examen?”, “¿Fulanito qué te dijo?”.

Luis Sánchez. No

Patricia Ramírez. No, ¿Verdad?

Luis Sánchez. No

Patricia Ramírez. Cuando tú hablas con tus amigos, hay una comunicación bidireccional, tú compartes conmigo y yo comparto contigo, tú me cuentas cosas íntimas y luego te las cuento yo, y estamos en un ambiente en el que no nos sentimos juzgados. Los niños y los chavales no comparten muchas veces con sus padres porque no hay una comunicación bidireccional, hay información. Tú demandas una información que, además, a ellos no les interesa en absoluto porque no les estás preguntando sobre las cosas que les interesan de verdad, les estás preguntando sobre las cosas que te interesan a ti. Entonces, es difícil que haya esa comunicación. Lo primero es saber qué interesa a nuestros hijos para hablar de esos temas, lo segundo es compartir. Comparte tus problemas del trabajo, comparte tus problemas con amigos, pídeles consejo, hazles partícipes de tu vida, porque entonces ellos dirán: “Si para mi padre mi opinión es importante, el día que mi padre me pregunte, pues igual también puede ser importante la que me diga él”. Luego, con los hijos, hay que olvidar la parte de juzgar, que enseguida nos dicen: “Fulanita ha empezado a fumar”, “qué horror, fíjate, a ti ni se te ocurra”, y cortamos la comunicación. Es mejor preguntar: “¿A ti qué te parece?”, “¿alguna vez se te ha ocurrido? Puedes contar conmigo si alguna vez tienes dudas…”. Hay muchas directrices ahí que lo pueden favorecer. Hay que darles menos consejos y preguntarles si los quieren: “Respecto a esto, ¿qué te preocupa? ¿Querrías saber qué haría yo? ¿Querrías que te diese un consejo?”. Porque, entonces, despertamos el interés. Los padres estamos acostumbrados a decir: “Tienes que hacer esto, esto y esto”, y a dirigir completamente su vida sin dejarles, ni siquiera, reflexionar. Todo eso corta la comunicación.