Se empeñó en ir a buscarla al aeropuerto.
Su hijo y su nuera no sólo no lo entendieron, sino que hasta se enfadaron un poco con él. Se dio cuenta de que interpretaban su insistencia como una muestra de senilidad, pero se mantuvo firme. Ya sabía él que desde el pueblo hasta Barajas había más de cien kilómetros, que el coche era pequeño, que en el maletero no había suficiente espacio para el equipaje de su nieta, que tendría que hacer el viaje de vuelta con un bulto sobre las rodillas, pero no cedió. Él tenía sus motivos, y ni su hijo ni su nuera podrían entenderlos. Su nieta sí, y por eso era imprescindible que le encontrara en el vestíbulo del aeropuerto.
Al principio, cuando llamaba sólo una vez a la semana para contar problemas, él estaba tranquilo. Su hijo tampoco lo entendía. Hemos estado hablando con la niña por Skype, le contaba, como si él supiera lo que le estaba diciendo, y la hemos encontrado animada, ¿sabes?, aunque dice que todo es muy difícil, que las cosas no son como las pintan aquí, que ha encontrado una habitación que no le gusta mucho, porque las que le gustan son muy caras, en fin… Él no sabía lo que era Skype, pero sabía lo que le pasaba a la niña y todavía no estaba preocupado.
La niña se llamaba Laura, tenía 24 años, y había empezado un máster en Biología Molecular que no había podido terminar porque su madre ganaba exactamente la mitad desde que el ERE de su empresa la pasó por encima, obligándole a aceptar un contrato a tiempo parcial, y el sueldo de su padre no daba para tanto. Él se ofreció entonces a pagar la matrícula, pero su nieta no quiso aceptarlo. Yo te lo agradezco en el alma, le dijo, pero, tal y como están las cosas, es mucha responsabilidad… Después, con una madurez que enterneció al anciano, enumeró sus razones.
Tenía dos hermanos más, y el pequeño aún no había terminado el Bachiller, la empresa de su madre no iba bien, el negocio de su padre pasaba por demasiados baches. No es justo que te lo gastes en mí, concluyó. Es mejor que lo guardes y que esperemos a ver qué pasa. Yo, de momento, he decidido irme a Alemania. Tengo un par de compañeros que han encontrado trabajo allí. Intentaré ahorrar todo lo que pueda, y… No me mires así, abuelo.
Él no era consciente de estar mirándola de una manera especial, pero se equivocaba. Los ojos de su nieta le explicaron todo lo que estaba viendo en los suyos, Alemania, años sesenta, un viaje en tren que no terminaba nunca, el frío, el desconcierto, la incapacidad para comunicarse en un idioma infernal, la primera decepción, la primera explotación, una adaptación trabajosa, un progreso incierto, y luego, de golpe, una vida distinta, otro idioma, otro clima, otras costumbres, otra manera de trabajar y, al fin, mucho más dinero. Él había emigrado y le había ido bien, pero después de nueve años, cuando consiguió ahorrar lo que se había propuesto, decidió volver. Tenía compañeros que se habían quedado, pero él había vuelto y nunca se había arrepentido.
Su nieta no quiso que le diera nombres, ni direcciones, pero él se empeñó en meterle una nota en el bolsillo cuando fue al aeropuerto a despedirla. Desde entonces no había pasado ni un año y su nieta había ido mucho más deprisa que él, quizá porque en los años sesenta del siglo XX había trabajo de sobra para quien lo quisiera, y ahora no lo había.
La niña ha vuelto a llamar, empezó a contarle su hijo demasiado pronto, y eso que llamó anteayer, pero está muy contenta. Ha encontrado dos trabajos, uno por la mañana y otro por la tarde, y no le pagan mucho, pero la he encontrado más ilusionada, no sé, con más esperanza… Malo, pensó él, aunque no quiso decirlo en voz alta. Malo que llame tan seguido, malo que dé tan buenas noticias, malo… Por eso, la tercera etapa no le cogió por sorpresa. Cuando su nieta volvió a llamar poco, menos que al principio, para contar que echaba mucho de menos a la familia, que los días eran muy oscuros, que estaba muy triste aunque le iba muy bien, por fin habló con su hijo.
Si te dice que está pensando en volver, dile que vuelva, que nosotros también la echamos mucho de menos. Pero ¿qué dices?, protestó él. ¿Ahora va a volver? ¿Ahora que tiene dos trabajos, que está contenta, que ha hecho amigos? Ni hablar, yo no le digo eso. Que sí, hazme caso, replicó su padre. Lo demás, que no tenía dos trabajos, que no estaba contenta, que no había hecho amigos, se lo guardó para sí mismo.
Por eso, cuando Laura llamó por última vez para anunciar que ya se había sacado el billete, se empeñó en ir a buscarla al aeropuerto.
Por eso, cuando salió por la puerta y le vio, se lanzó a sus brazos antes de abrazar a su padre, antes de besar a su madre.
Fuente: El País.
www.almudenagrandes.com
sábado, 11 de abril de 2015
Aprender
Aprender es una recompensa; no un castigo. Aprender es un placer; no una tarea. Aprender es un privilegio, no una negación.
(Glenn Doman)
Aprender es un premio; no un castigo. Aprender es un placer; no un sufrimiento. Aprender es una liberación; no una condena. Aprender es disfrutar; no padecer. Aprender es una diversión; no un trabajo. Y aunque a veces es necesario un esfuerzo para aprender ciertas cosas, este se hace como en un juego.
(?)
Rollo May, psicólogo estadounidense:
“En nuestra sociedad, lo opuesto al coraje no es la cobardía, sino la conformidad.”
(Glenn Doman)
Aprender es un premio; no un castigo. Aprender es un placer; no un sufrimiento. Aprender es una liberación; no una condena. Aprender es disfrutar; no padecer. Aprender es una diversión; no un trabajo. Y aunque a veces es necesario un esfuerzo para aprender ciertas cosas, este se hace como en un juego.
(?)
Rollo May, psicólogo estadounidense:
“En nuestra sociedad, lo opuesto al coraje no es la cobardía, sino la conformidad.”
viernes, 10 de abril de 2015
Europa tras la II Guerra Mundial. Callaron las armas y continuó el infierno. Keith Lowe describe en ‘Continente salvaje’ el horror vivido en los años posteriores por mucho de los pueblos europeos.
Bajó el telón de la II Guerra Mundial, pero los cuatro jinetes del apocalipsis no dejaron de galopar. En Europa, en un mundo devastado por cinco años de contienda, la gente se las prometía muy felices al firmarse la paz y sin embargo lo que siguió fue un espanto. En un continente devuelto a una condición casi medieval, inmerso en un completo caos, con destrucciones sin cuento, las instituciones colapsadas y la sed de venganza a la orden del día, el desastre humano y moral era absoluto. A mostrar ese siniestro panorama que fue el envenenado legado de la contienda ha dedicado Keith Lowe (Londres, 1970), uno de los más destacados de la nueva generación de historiadores británicos, su libro Continente salvaje, Europa después de la Segunda Guerra Mundial (Galaxia Gutenberg), un libro que se lee con el corazón en un puño especialmente ante la suma de nuevos horrores y vejaciones que tuvieron que aguantar los supervivientes en una cruel nueva vuelta de tuerca de la historia sobre sus víctimas.
¿Fue peor la posguerra que la guerra? “No llegaría yo tan lejos como a afirmar eso”, responde Lowe. “En algunas áreas quizá, aunque en general no. Pero mientras en algunos lugares el fin de la guerra se celebraba con fiestas, en otros continuaba la violencia, e incluso eran parte de las celebraciones la muerte y la vergüenza de otros. Cientos de miles de personas fueron asesinadas o se las dejó morir después de la guerra”. El historiador recalca que es una falsa idea la de que en 1945 todo volvió a la normalidad. “Hizo falta una transición que estuvo llena en muchos sitios, cuanto más al Este peor, de injusticias, atropellos y crueldad, fue una época sin ley”.
El libro muestra que las democracias podían ser muy vengativas. “No tanto como los regímenes totalitarios pero sí, la venganza forma parte de la naturaleza humana, es algo innato y difícil de controlar, y hubo una gran ola de venganza en toda Europa”. Continente salvaje presenta casos —menos conocidos que los de las acusadas de colaboracionismo en Francia rapadas (¡20.000!)— como el de las mujeres y niños marginados y privados de derechos en Noruega, las primeras por ser parejas de soldados alemanes y los segundos por ser el fruto de esas uniones. Lowe explica que el 10 % de las noruegas de entre 15 y 30 años tuvieron novios alemanes durante la guerra. Se tachaba a esas mujeres de traidoras a la nación, aunque ellas y otras en su mismo caso en otros países de Europa consideraban sus relaciones un asunto privado, como la actriz francesa Arletty que, cuenta el historiador, durante su juicio en París por su affaire con un oficial alemán exclamó: “Mi corazón pertenece a Francia, pero mi vagina es mía”.
En cuanto a los niños, Lowe apunta que los soldados alemanes engendraron entre uno y dos millones en la Europa ocupada. En 1945 un diario noruego consideraba a los del país escandinavo “una minoría bastarda peligrosa” susceptible de convertirse en el futuro en “una quinta columna entre la población noruega pura”.
Una de las tragedias que sobrevino con la paz fue la de la deportación forzosa de poblaciones desplazadas a lugares en los que les aguardaban duros castigos. “Los británicos y estadounidenses entregamos a los soviéticos a millares de refugiados y prisioneros de guerra procedentes de Europa oriental, como 70.000 cosacos y al ejército de Vlásov, sabiendo que les esperaba en muchos casos la muerte (los que caían en manos del Ejército Rojo tenían 90 veces más probabilidades de morir que los que apresaban los aliados occidentales)”.
Lo que ocurrió con los judíos fue terrible. “Sobre todo porque tenemos la idea de que el Holocausto generó una gran empatía con los judíos tras la guerra y ese no fue el caso. En muchos lugares se reavivó el antisemitismo. Los judíos supervivientes volvían a sus casas sin nada y tuvieron que luchar para recuperar sus propiedades. En ese conflicto, no hubo compasión con las víctimas". Lowe recoge casos como los de la judía holandesa superviviente de los campos a la que un conocido la recibió diciendo: "Tienes suerte de no haber estado aquí, ¡no sabes el hambre que hemos pasado!". En Hungría, Eslovaquia y Polonia hubo verdaderos pogromos. Al menos 500 judíos fueron asesinados en Polonia entre la rendición alemana y el verano de 1946”.
Lowe, que inauguró en Barcelona el proyecto Espacio de Humanidades. Mediterráneo y Europa, en el Palau Macaya de la Obra Social La Caixa, está de acuerdo en la comparación de la Europa de 1945 con la de la Guerra de los Treinta Años. “Todas las estructuras de la sociedad cayeron, las cosechas se perdieron, incluso las que pudieron recogerse no había manera de transportarlas, todo estaba destruido: el hambre fue peor que durante la guerra”. Había huérfanos por todas partes, señala el historiador, cientos de miles sino millones que se habían quedado sobre todo sin padre. Y muchos niños perdidos; 35.000 solo en Berlín en verano del 45. "Los niños eran el futuro para construir una nueva sociedad pero muchos estaban profundamente traumatizados. Hay muchos testimonios de niños a los que aterrorizaba la simple visión de un hombre en uniforme. Toda una generación se quedó sin referentes masculinos, con los padres muertos o prisioneros durante largos años". Muchos pueblos se quedaron sin hombres, lo que tuvo un efecto traumático en toda una generación de mujeres. "Los hombres se convirtieron en un bien muy preciado". En la URSS había al final de la guerra 13 millones más de mujeres que de hombres.
A Lowe le cuesta decir qué es lo que le conmueve más de todos los dramas de su libro. "Pero con lo que tengo pesadillas es con lo que se hizo a los civiles alemanes en los campos de prisioneros. Algunos guardias trataron de imitar lo que habían hechos los nazis en nombre de la venganza. No digo que algunos alemanes no merecieran castigo pero eso no es excusa para la brutalidad que se ejerció sobre ellos, lo que les hicieron”.
Para el historiador lo más importante es que la nueva Europa, la nuestra, se forjó en medio de "esa época violenta y vengativa", y fue entonces cuando "muchas de nuestras aspiraciones, de nuestros prejuicios y rencores cobraron forma”.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/17/actualidad/1424208186_419351.html
¿Fue peor la posguerra que la guerra? “No llegaría yo tan lejos como a afirmar eso”, responde Lowe. “En algunas áreas quizá, aunque en general no. Pero mientras en algunos lugares el fin de la guerra se celebraba con fiestas, en otros continuaba la violencia, e incluso eran parte de las celebraciones la muerte y la vergüenza de otros. Cientos de miles de personas fueron asesinadas o se las dejó morir después de la guerra”. El historiador recalca que es una falsa idea la de que en 1945 todo volvió a la normalidad. “Hizo falta una transición que estuvo llena en muchos sitios, cuanto más al Este peor, de injusticias, atropellos y crueldad, fue una época sin ley”.
El libro muestra que las democracias podían ser muy vengativas. “No tanto como los regímenes totalitarios pero sí, la venganza forma parte de la naturaleza humana, es algo innato y difícil de controlar, y hubo una gran ola de venganza en toda Europa”. Continente salvaje presenta casos —menos conocidos que los de las acusadas de colaboracionismo en Francia rapadas (¡20.000!)— como el de las mujeres y niños marginados y privados de derechos en Noruega, las primeras por ser parejas de soldados alemanes y los segundos por ser el fruto de esas uniones. Lowe explica que el 10 % de las noruegas de entre 15 y 30 años tuvieron novios alemanes durante la guerra. Se tachaba a esas mujeres de traidoras a la nación, aunque ellas y otras en su mismo caso en otros países de Europa consideraban sus relaciones un asunto privado, como la actriz francesa Arletty que, cuenta el historiador, durante su juicio en París por su affaire con un oficial alemán exclamó: “Mi corazón pertenece a Francia, pero mi vagina es mía”.
En cuanto a los niños, Lowe apunta que los soldados alemanes engendraron entre uno y dos millones en la Europa ocupada. En 1945 un diario noruego consideraba a los del país escandinavo “una minoría bastarda peligrosa” susceptible de convertirse en el futuro en “una quinta columna entre la población noruega pura”.
Una de las tragedias que sobrevino con la paz fue la de la deportación forzosa de poblaciones desplazadas a lugares en los que les aguardaban duros castigos. “Los británicos y estadounidenses entregamos a los soviéticos a millares de refugiados y prisioneros de guerra procedentes de Europa oriental, como 70.000 cosacos y al ejército de Vlásov, sabiendo que les esperaba en muchos casos la muerte (los que caían en manos del Ejército Rojo tenían 90 veces más probabilidades de morir que los que apresaban los aliados occidentales)”.
Lo que ocurrió con los judíos fue terrible. “Sobre todo porque tenemos la idea de que el Holocausto generó una gran empatía con los judíos tras la guerra y ese no fue el caso. En muchos lugares se reavivó el antisemitismo. Los judíos supervivientes volvían a sus casas sin nada y tuvieron que luchar para recuperar sus propiedades. En ese conflicto, no hubo compasión con las víctimas". Lowe recoge casos como los de la judía holandesa superviviente de los campos a la que un conocido la recibió diciendo: "Tienes suerte de no haber estado aquí, ¡no sabes el hambre que hemos pasado!". En Hungría, Eslovaquia y Polonia hubo verdaderos pogromos. Al menos 500 judíos fueron asesinados en Polonia entre la rendición alemana y el verano de 1946”.
Lowe, que inauguró en Barcelona el proyecto Espacio de Humanidades. Mediterráneo y Europa, en el Palau Macaya de la Obra Social La Caixa, está de acuerdo en la comparación de la Europa de 1945 con la de la Guerra de los Treinta Años. “Todas las estructuras de la sociedad cayeron, las cosechas se perdieron, incluso las que pudieron recogerse no había manera de transportarlas, todo estaba destruido: el hambre fue peor que durante la guerra”. Había huérfanos por todas partes, señala el historiador, cientos de miles sino millones que se habían quedado sobre todo sin padre. Y muchos niños perdidos; 35.000 solo en Berlín en verano del 45. "Los niños eran el futuro para construir una nueva sociedad pero muchos estaban profundamente traumatizados. Hay muchos testimonios de niños a los que aterrorizaba la simple visión de un hombre en uniforme. Toda una generación se quedó sin referentes masculinos, con los padres muertos o prisioneros durante largos años". Muchos pueblos se quedaron sin hombres, lo que tuvo un efecto traumático en toda una generación de mujeres. "Los hombres se convirtieron en un bien muy preciado". En la URSS había al final de la guerra 13 millones más de mujeres que de hombres.
A Lowe le cuesta decir qué es lo que le conmueve más de todos los dramas de su libro. "Pero con lo que tengo pesadillas es con lo que se hizo a los civiles alemanes en los campos de prisioneros. Algunos guardias trataron de imitar lo que habían hechos los nazis en nombre de la venganza. No digo que algunos alemanes no merecieran castigo pero eso no es excusa para la brutalidad que se ejerció sobre ellos, lo que les hicieron”.
Para el historiador lo más importante es que la nueva Europa, la nuestra, se forjó en medio de "esa época violenta y vengativa", y fue entonces cuando "muchas de nuestras aspiraciones, de nuestros prejuicios y rencores cobraron forma”.
Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2015/02/17/actualidad/1424208186_419351.html
jueves, 9 de abril de 2015
El intento de los neoconservadores estadounidenses de revisar la historia de la 2ª Guerra Mundial
Wayne Madsen
Desde el derrumbe de la Unión Soviética, Estados Unidos viene poniendo en el poder a sus viejos colaboradores nazis en el este de Europa. Al cuestionar el papel de la URSS en la 2ª Guerra Mundial, Washington está tratando de despojar a la actual Federación Rusa de su mito nacional. Estados Unidos pretende así alcanzar 2 objetivos: destruir la zona de influencia de Rusia y acabar a la vez con la identidad rusa. Para lograrlo tendrá que reescribir la Historia y rehabilitar el nazismo. Después del derrumbe de la Unión Soviética, el ex presidente de Estados Unidos y antiguo combatiente de la guerra fría Richard Nixon dedicó sus últimos años de vida a velar porque Rusia ocupara su lugar en la comunidad internacional. Nixon aconsejó al entonces presidente Bill Clinton sobre la manera correcta de tratar con la Federación Rusa, reconocida internacionalmente como el Estado sucesor de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Algo que Nixon nunca habría tolerado es la tendencia conservadora a negar el importante papel que Rusia desempeñó en la Segunda Guerra Mundial –lo que los rusos llaman «La Gran Guerra Patria»– y en la victoria de los Aliados contra la Alemania nazi. Los actuales dirigentes de Estados Unidos y sus compinches en Gran Bretaña, en el este de Europa y en otros países incluso serían llamados a capítulo por Nixon por haberse negado a participar en la ceremonia anual del 9 de mayo, o «Día de la Victoria», en Moscú.
Nixon, quien criticó a la administración de George H. W. Bush por la ayuda patéticamente inadecuada que se destinó a Rusia después del derrumbe de la Unión Soviética, tendría poco tiempo que perder con los círculos políticos estadounidenses que hoy pretenden desgastar a Rusia y ponerla de rodillas.
Entre quienes ejercen presión a favor de un endurecimiento de las sanciones contra Rusia e ignoran su significativo papel en la victoria de la Segunda Guerra Mundial se hallan los hijos e hijas de los emigrados fascistas y nazis provenientes del este de Europa que llegaron a Estados Unidos en los años posteriores a la guerra, en su mayoría gracias a la «Operación Paperclip» de la CIA [1], huyendo de los juicios a los que pendían sobre sus cabezas por haber apoyado la causa nazi en sus países de origen.
Aquellos emigrados participaron en la formación de diversos grupos de extrema derecha que giraban alrededor de las «Naciones Cautivas», organización estimulada por la administración Eisenhower y las posteriores administraciones estadounidenses. De aquella constelación de organizaciones fascistas surgieron el sionista ucranio-estadounidense Lev Dobriansky y su hija Paula Dobriansky, ex responsable en el Departamento de Estado durante la administración de George Bush hijo, así como el ex colaborador de la Gestapo en Hungría, Gyorgy Schwartz, quien más tarde se cambió el nombre y pasó a llamarse George Soros [2]. Los descendientes de aquellos inmigrados figuran actualmente en los gobiernos de todo el centro y el este de Europa.
Los grupos que gravitan alrededor de aquellos emigrados a Estados Unidos, como la Fundación Heritage [3], el American Enterprise Institute (AEI) [4] y la Brookings Institution [5], así como Human Rights Watch, fundada por George Soros, trabajan a favor de que se reescriba la historia de la Segunda Guerra Mundial. Al parecer, muchos de esos grupos neoconservadores e históricamente revisionistas preferirían que, en vez de reconocer la victoria de la Unión Soviética sobre el fascismo, se conmemorasen con tristeza las derrotas de los regímenes títeres de los nazis en los países bálticos, así como en Ucrania, Bielorrusia y Moldavia.
Así que las marionetas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en diversos países del centro y del este de Europa están inmersas en una guerra propagandística contra Rusia para reducir al mínimo la participación internacional en la celebración del 9 de mayo en Moscú.
En el marco de esta guerra propagandística, el jefe de la inteligencia militar checa, general Andor Sandor, retirado desde 2002, afirmó recientemente que los rusos practican el espionaje a gran escala en Praga. El objetivo de esta historia es presionar al presidente checo Milos Zeman, quien había expresado públicamente su intención de ignorar un supuesto consenso de la OTAN para boicotear las celebraciones rusas del 9 de mayo. Mientras tanto, la oposición checa anunció que tratará de lograr que el parlamento retire el financiamiento al viaje del presidente a Moscú. Praga constituye un punto sensible en las relaciones de Rusia con Occidente. La República Checa sigue negándose a autorizar la apertura de bases de la OTAN en su territorio, aunque Praga sigue albergando actividades anti-rusas como las transmisiones de Radio Free Europe/Radio Liberty y el trabajo de diversas ONGs financiadas por George Soros. Los interlocutores de Soros en el Parlamento Europeo también están presionando al presidente serbio Tomislav Nikolic para que anule sus planes de ir a Moscú y el medio de presión que han encontrado es poner en la balanza el pedido de adhesión de Serbia a la Unión Europea.
Tres ex embajadores estadounidenses en Ucrania –Steven Pifer, John Herbst y William Taylor– han exhortado abiertamente a dirigentes europeos, como el primer ministro británico David Cameron, el presidente francés Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel –esta última debía salir el 10 de mayo para Moscú para depositar allí una ofrenda floral en el marco de una ceremonia oficial– a asistir a una celebración del «Día de la Victoria» en Kiev. Y estos últimos dirigentes europeos han decidido boicotear la ceremonia del 9 de mayo y el desfile militar en Moscú. Los 3 embajadores lacayos incluso escribieron en el diario estadounidense Los Angeles Times que «aunque los presidentes Clinton y George W. Bush fueron a Moscú en 1995 y en 2005, el presidente Barack Obama no celebrará el acontecimiento en Moscú sino en Kiev» [6]. Los embajadores se niegan a reconocer que si los dirigentes occidentales hacen esa celebración en Kiev, lo harán junto a todo tipo de neonazis y paleonazis, incluyendo a verdaderos partidarios de Adolf Hitler y del jefe nazi y miembro de la Waffen SS Stepan Bandera.
Los 3 embajadores estadounidenses Pifer, Herbst y Taylor están lejos de ser los únicos en lanzar llamados a conmemorar el sacrificio de 27 millones de soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial en una ciudad donde los neonazis y mercenarios skinheads de toda Europa tienen en sus manos el poder político y militar. Pifer trabaja para la Brookings Institution, un importante centro de la agitación y propaganda anti-rusa, mientras que Herbst era un intermediario militante a favor del respaldo de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, siglas en inglés), de la CIA y de los grandes medios de comunicación a favor de la revolución naranja de Kiev. Taylor, como coordinador-jefe de la ayuda gubernamental estadounidense a la ex Unión Soviética y al este de Europa, trabajó estrechamente con la organización de Soros y con la National Endowment for Democracy (NED) [7] recogiendo fondos para grupos proestadounidenses de extrema derecha en la región.
Mientras que Obama y sus amigos no estarán en Moscú, el primer ministro griego Alexis Tsipras, quien ha exigido de Alemania el pago de compensaciones de guerra para su país, hará caso omiso del boicot de la OTAN y se unirá a Zeman para asistir a la ceremonia conmemorativa organizada en la Plaza Roja. Es posible que los dirigentes de Islandia, Noruega, de los Países Bajos, Eslovaquia y Hungría también decidan romper filas y separarse de los demás miembros de la OTAN volando a Moscú para participar en la ceremonia del 9 de mayo.
En lo que puede ser considerado como una bofetada diplomática para el régimen de Kiev y sus padrinos occidentales, los dirigentes de las Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, estarán presentes en la Plaza Roja, junto a los dirigentes de otros 30 países, como China, la India, Serbia, Macedonia, Bosnia Herzegovina, Montenegro, Egipto y Sudáfrica, en una situación que confiere a su estatus un reconocimiento de facto. Además, también estarán presentes los dirigentes de las Repúblicas de Osetia del Sur y de Abjasia, lo cual constituye una derrota diplomática para las autoridades de Georgia, que ven esas dos repúblicas como parte del Estado georgiano.
Al mismo tiempo, mientras ellos llaman a boicotear la celebración del Día de la Victoria en Moscú, los dirigentes de los países bálticos acogerán en sus capitales diversas conmemoraciones nazis.
- La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaitė, graduada de la Foreign Service School de la Universidad de Georgetown en Washington, uno de los terrenos de reclutamiento preferidos de la CIA, no tiene ninguna intención de impedir las ceremonias anuales ante la tumba del títere nazi lituano y constructor de campos de concentración Juozas Ambrazevicius Brazaitis, cuyos restos fueron repatriados hace algunos años a Lituania desde Connecticut (Estados Unidos), antes de ser inhumado nuevamente en Kaunas, con honores militares.
- El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, ex jefe del buró local de Radio Free Europe, financiada por la CIA, respaldó en 2007 la decisión del gobierno de Estonia de desplazar una estatua erigida en homenaje a la victoria soviética desde Tallin hacia una base militar en la periferia de la ciudad, donde ahora se encuentra muy cerca del centro de ciberguerra de la OTAN.
- Mientras los dirigentes de Letonia se unían a sus colegas bálticos en la competencia por el boicot contra la ceremonia de Moscú, veteranos y partidarios de la Legión Letona, división de la Waffen SS durante la Segunda Guerra Mundial, desfilaban orgullosamente por las calles de Riga durante una ceremonia que organizan cada año, desde 1991 [8]. El presidente letón Andris Berzins no ha hecho nada en respuesta a la ceremonia nazi en Letonia, pero sí dice que le parece abominable que un dirigente occidental reconozca el papel de Rusia celebrando el día de la victoria contra Hitler. El propio Berzins fue durante mucho tiempo socio del Stockholms Enskilda Bank, propiedad de la familia sueca Wallenberg, acusada de colaboración con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, lo cual le valió figurar en la lista de embargos del gobierno estadounidense.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, se unieron a sus socios bálticos en el esfuerzo por revisar el papel de Rusia en la historia de la Segunda Guerra Mundial. El ministro polaco de Relaciones Exteriores Grzegorz Schetyna incluso quiso reescribir la historia afirmando que Ucrania liberó el campo de concentración de Auschwitz. El ministro ruso de Relaciones Exteriores respondió señalando que «todo el mundo sabe que Auschwitz fue liberado por el Ejército Rojo, en el que todas las nacionalidades sirvieron heroicamente» y agregó que Polonia «distorsiona» la historia.
Tratar de imponer una parodia de la Historia. Eso es lo que hacen los dirigentes de la OTAN cuando presionan a los dirigentes de otros países –desde Corea del Sur y Japón hasta Bulgaria y Austria– para que no envíen representantes oficiales a la celebración de Moscú.
Esta maniobra recuerda el boicot contra los Juegos Olímpicos organizados en Moscú, en 1980, una acción encabezada por Estados Unidos y totalmente infantil en materia de diplomacia que a la larga hizo más daño al movimiento olímpico internacional que a la URSS.
Notas:
[1] «"Operación Paperclip": de los V2 a la Luna», Red Voltaire, 7 de enero de 2005.
[2] «George Soros, especulador y filántropo», Red Voltaire, 3 de febrero de 2004.
[3] «La Fundación Heritage: pensamiento “listo para servir”», Red Voltaire, 27 de febrero de 2005.
[4] «El Instituto Norteamericano de la Empresa», Red Voltaire, 13 de marzo de 2005.
[5] «La Brookings Institution, think tank de buenos sentimientos», Red Voltaire, 2 de febrero de 2005.
[6] “Kiev, not Moscow, should be the choice for marking V-E Day”, Steven Pifer, John Herbst & William Taylor, Los Angeles Times, 16 de marzo de 2015.
[7] «La NED, vitrina legal de la CIA», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.
[8] «La presidenta de la Letonia rehabilita el nazismo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de marzo de 2005.
Wayne Madsen. Exfuncionario de la National Security Agency (NSA), se convirtió en periodista investigador especializado en el espionaje electrónico, posteriormente en el espionaje en general.
Fuente: http://www.voltairenet.org/article187164.html
Desde el derrumbe de la Unión Soviética, Estados Unidos viene poniendo en el poder a sus viejos colaboradores nazis en el este de Europa. Al cuestionar el papel de la URSS en la 2ª Guerra Mundial, Washington está tratando de despojar a la actual Federación Rusa de su mito nacional. Estados Unidos pretende así alcanzar 2 objetivos: destruir la zona de influencia de Rusia y acabar a la vez con la identidad rusa. Para lograrlo tendrá que reescribir la Historia y rehabilitar el nazismo. Después del derrumbe de la Unión Soviética, el ex presidente de Estados Unidos y antiguo combatiente de la guerra fría Richard Nixon dedicó sus últimos años de vida a velar porque Rusia ocupara su lugar en la comunidad internacional. Nixon aconsejó al entonces presidente Bill Clinton sobre la manera correcta de tratar con la Federación Rusa, reconocida internacionalmente como el Estado sucesor de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Algo que Nixon nunca habría tolerado es la tendencia conservadora a negar el importante papel que Rusia desempeñó en la Segunda Guerra Mundial –lo que los rusos llaman «La Gran Guerra Patria»– y en la victoria de los Aliados contra la Alemania nazi. Los actuales dirigentes de Estados Unidos y sus compinches en Gran Bretaña, en el este de Europa y en otros países incluso serían llamados a capítulo por Nixon por haberse negado a participar en la ceremonia anual del 9 de mayo, o «Día de la Victoria», en Moscú.
Nixon, quien criticó a la administración de George H. W. Bush por la ayuda patéticamente inadecuada que se destinó a Rusia después del derrumbe de la Unión Soviética, tendría poco tiempo que perder con los círculos políticos estadounidenses que hoy pretenden desgastar a Rusia y ponerla de rodillas.
Entre quienes ejercen presión a favor de un endurecimiento de las sanciones contra Rusia e ignoran su significativo papel en la victoria de la Segunda Guerra Mundial se hallan los hijos e hijas de los emigrados fascistas y nazis provenientes del este de Europa que llegaron a Estados Unidos en los años posteriores a la guerra, en su mayoría gracias a la «Operación Paperclip» de la CIA [1], huyendo de los juicios a los que pendían sobre sus cabezas por haber apoyado la causa nazi en sus países de origen.
Aquellos emigrados participaron en la formación de diversos grupos de extrema derecha que giraban alrededor de las «Naciones Cautivas», organización estimulada por la administración Eisenhower y las posteriores administraciones estadounidenses. De aquella constelación de organizaciones fascistas surgieron el sionista ucranio-estadounidense Lev Dobriansky y su hija Paula Dobriansky, ex responsable en el Departamento de Estado durante la administración de George Bush hijo, así como el ex colaborador de la Gestapo en Hungría, Gyorgy Schwartz, quien más tarde se cambió el nombre y pasó a llamarse George Soros [2]. Los descendientes de aquellos inmigrados figuran actualmente en los gobiernos de todo el centro y el este de Europa.
Los grupos que gravitan alrededor de aquellos emigrados a Estados Unidos, como la Fundación Heritage [3], el American Enterprise Institute (AEI) [4] y la Brookings Institution [5], así como Human Rights Watch, fundada por George Soros, trabajan a favor de que se reescriba la historia de la Segunda Guerra Mundial. Al parecer, muchos de esos grupos neoconservadores e históricamente revisionistas preferirían que, en vez de reconocer la victoria de la Unión Soviética sobre el fascismo, se conmemorasen con tristeza las derrotas de los regímenes títeres de los nazis en los países bálticos, así como en Ucrania, Bielorrusia y Moldavia.
Así que las marionetas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en diversos países del centro y del este de Europa están inmersas en una guerra propagandística contra Rusia para reducir al mínimo la participación internacional en la celebración del 9 de mayo en Moscú.
En el marco de esta guerra propagandística, el jefe de la inteligencia militar checa, general Andor Sandor, retirado desde 2002, afirmó recientemente que los rusos practican el espionaje a gran escala en Praga. El objetivo de esta historia es presionar al presidente checo Milos Zeman, quien había expresado públicamente su intención de ignorar un supuesto consenso de la OTAN para boicotear las celebraciones rusas del 9 de mayo. Mientras tanto, la oposición checa anunció que tratará de lograr que el parlamento retire el financiamiento al viaje del presidente a Moscú. Praga constituye un punto sensible en las relaciones de Rusia con Occidente. La República Checa sigue negándose a autorizar la apertura de bases de la OTAN en su territorio, aunque Praga sigue albergando actividades anti-rusas como las transmisiones de Radio Free Europe/Radio Liberty y el trabajo de diversas ONGs financiadas por George Soros. Los interlocutores de Soros en el Parlamento Europeo también están presionando al presidente serbio Tomislav Nikolic para que anule sus planes de ir a Moscú y el medio de presión que han encontrado es poner en la balanza el pedido de adhesión de Serbia a la Unión Europea.
Tres ex embajadores estadounidenses en Ucrania –Steven Pifer, John Herbst y William Taylor– han exhortado abiertamente a dirigentes europeos, como el primer ministro británico David Cameron, el presidente francés Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel –esta última debía salir el 10 de mayo para Moscú para depositar allí una ofrenda floral en el marco de una ceremonia oficial– a asistir a una celebración del «Día de la Victoria» en Kiev. Y estos últimos dirigentes europeos han decidido boicotear la ceremonia del 9 de mayo y el desfile militar en Moscú. Los 3 embajadores lacayos incluso escribieron en el diario estadounidense Los Angeles Times que «aunque los presidentes Clinton y George W. Bush fueron a Moscú en 1995 y en 2005, el presidente Barack Obama no celebrará el acontecimiento en Moscú sino en Kiev» [6]. Los embajadores se niegan a reconocer que si los dirigentes occidentales hacen esa celebración en Kiev, lo harán junto a todo tipo de neonazis y paleonazis, incluyendo a verdaderos partidarios de Adolf Hitler y del jefe nazi y miembro de la Waffen SS Stepan Bandera.
Los 3 embajadores estadounidenses Pifer, Herbst y Taylor están lejos de ser los únicos en lanzar llamados a conmemorar el sacrificio de 27 millones de soviéticos durante la Segunda Guerra Mundial en una ciudad donde los neonazis y mercenarios skinheads de toda Europa tienen en sus manos el poder político y militar. Pifer trabaja para la Brookings Institution, un importante centro de la agitación y propaganda anti-rusa, mientras que Herbst era un intermediario militante a favor del respaldo de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, siglas en inglés), de la CIA y de los grandes medios de comunicación a favor de la revolución naranja de Kiev. Taylor, como coordinador-jefe de la ayuda gubernamental estadounidense a la ex Unión Soviética y al este de Europa, trabajó estrechamente con la organización de Soros y con la National Endowment for Democracy (NED) [7] recogiendo fondos para grupos proestadounidenses de extrema derecha en la región.
Mientras que Obama y sus amigos no estarán en Moscú, el primer ministro griego Alexis Tsipras, quien ha exigido de Alemania el pago de compensaciones de guerra para su país, hará caso omiso del boicot de la OTAN y se unirá a Zeman para asistir a la ceremonia conmemorativa organizada en la Plaza Roja. Es posible que los dirigentes de Islandia, Noruega, de los Países Bajos, Eslovaquia y Hungría también decidan romper filas y separarse de los demás miembros de la OTAN volando a Moscú para participar en la ceremonia del 9 de mayo.
En lo que puede ser considerado como una bofetada diplomática para el régimen de Kiev y sus padrinos occidentales, los dirigentes de las Repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, estarán presentes en la Plaza Roja, junto a los dirigentes de otros 30 países, como China, la India, Serbia, Macedonia, Bosnia Herzegovina, Montenegro, Egipto y Sudáfrica, en una situación que confiere a su estatus un reconocimiento de facto. Además, también estarán presentes los dirigentes de las Repúblicas de Osetia del Sur y de Abjasia, lo cual constituye una derrota diplomática para las autoridades de Georgia, que ven esas dos repúblicas como parte del Estado georgiano.
Al mismo tiempo, mientras ellos llaman a boicotear la celebración del Día de la Victoria en Moscú, los dirigentes de los países bálticos acogerán en sus capitales diversas conmemoraciones nazis.
- La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaitė, graduada de la Foreign Service School de la Universidad de Georgetown en Washington, uno de los terrenos de reclutamiento preferidos de la CIA, no tiene ninguna intención de impedir las ceremonias anuales ante la tumba del títere nazi lituano y constructor de campos de concentración Juozas Ambrazevicius Brazaitis, cuyos restos fueron repatriados hace algunos años a Lituania desde Connecticut (Estados Unidos), antes de ser inhumado nuevamente en Kaunas, con honores militares.
- El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, ex jefe del buró local de Radio Free Europe, financiada por la CIA, respaldó en 2007 la decisión del gobierno de Estonia de desplazar una estatua erigida en homenaje a la victoria soviética desde Tallin hacia una base militar en la periferia de la ciudad, donde ahora se encuentra muy cerca del centro de ciberguerra de la OTAN.
- Mientras los dirigentes de Letonia se unían a sus colegas bálticos en la competencia por el boicot contra la ceremonia de Moscú, veteranos y partidarios de la Legión Letona, división de la Waffen SS durante la Segunda Guerra Mundial, desfilaban orgullosamente por las calles de Riga durante una ceremonia que organizan cada año, desde 1991 [8]. El presidente letón Andris Berzins no ha hecho nada en respuesta a la ceremonia nazi en Letonia, pero sí dice que le parece abominable que un dirigente occidental reconozca el papel de Rusia celebrando el día de la victoria contra Hitler. El propio Berzins fue durante mucho tiempo socio del Stockholms Enskilda Bank, propiedad de la familia sueca Wallenberg, acusada de colaboración con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, lo cual le valió figurar en la lista de embargos del gobierno estadounidense.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, se unieron a sus socios bálticos en el esfuerzo por revisar el papel de Rusia en la historia de la Segunda Guerra Mundial. El ministro polaco de Relaciones Exteriores Grzegorz Schetyna incluso quiso reescribir la historia afirmando que Ucrania liberó el campo de concentración de Auschwitz. El ministro ruso de Relaciones Exteriores respondió señalando que «todo el mundo sabe que Auschwitz fue liberado por el Ejército Rojo, en el que todas las nacionalidades sirvieron heroicamente» y agregó que Polonia «distorsiona» la historia.
Tratar de imponer una parodia de la Historia. Eso es lo que hacen los dirigentes de la OTAN cuando presionan a los dirigentes de otros países –desde Corea del Sur y Japón hasta Bulgaria y Austria– para que no envíen representantes oficiales a la celebración de Moscú.
Esta maniobra recuerda el boicot contra los Juegos Olímpicos organizados en Moscú, en 1980, una acción encabezada por Estados Unidos y totalmente infantil en materia de diplomacia que a la larga hizo más daño al movimiento olímpico internacional que a la URSS.
Notas:
[1] «"Operación Paperclip": de los V2 a la Luna», Red Voltaire, 7 de enero de 2005.
[2] «George Soros, especulador y filántropo», Red Voltaire, 3 de febrero de 2004.
[3] «La Fundación Heritage: pensamiento “listo para servir”», Red Voltaire, 27 de febrero de 2005.
[4] «El Instituto Norteamericano de la Empresa», Red Voltaire, 13 de marzo de 2005.
[5] «La Brookings Institution, think tank de buenos sentimientos», Red Voltaire, 2 de febrero de 2005.
[6] “Kiev, not Moscow, should be the choice for marking V-E Day”, Steven Pifer, John Herbst & William Taylor, Los Angeles Times, 16 de marzo de 2015.
[7] «La NED, vitrina legal de la CIA», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 11 de octubre de 2010.
[8] «La presidenta de la Letonia rehabilita el nazismo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 20 de marzo de 2005.
Wayne Madsen. Exfuncionario de la National Security Agency (NSA), se convirtió en periodista investigador especializado en el espionaje electrónico, posteriormente en el espionaje en general.
Fuente: http://www.voltairenet.org/article187164.html
miércoles, 8 de abril de 2015
El fatalismo de la desigualdad inevitable. Las preferencias del conjunto de la sociedad deben pesar más que las de los muy ricos
La desigualdad económica es posiblemente el fenómeno más perturbador al que se enfrentan en este inicio del siglo XXI los sistemas políticos democráticos de nuestros países, así como también el propio sistema de economía de mercado, el capitalismo.
La razón es que la desigualdad es un poderoso disolvente del pegamento que una sociedad pluralista y una economía de mercado necesitan para poder funcionar de forma eficaz. La materia de ese pegamento invisible es la confianza social. Esa confianza es la que facilita la cooperación tanto en el seno de la sociedad como en el de las empresas. En la medida en que disminuye la confianza, la desigualdad impide la cooperación y la existencia de un proyecto de futuro compartido.
En este sentido, quienes se deberían preocupar más por la desigualdad son los partidarios de la libre empresa. Tienen que recordar que el núcleo moral que legitima el sistema de economía de mercado no es la rentabilidad ni la eficiencia, sino las oportunidades de progreso social que es capaz de ofrecer, especialmente a aquellos que más las necesitan.
Para aquellos para los que este argumento moral no sea suficiente, hay que recordar que la desigualdad también perturba el crecimiento económico. La investigación académica y de instituciones como el FMI o la OCDE de los últimos años es concluyente: la desigualdad daña el crecimiento y hace al capitalismo más volátil, más maníaco depresivo de lo que ya lo es por naturaleza.
Sin embargo, la desigualdad no está en la agenda política de los Gobiernos. Este es un hecho sorprendente y hasta intrigante.
¿Cómo explicar este desinterés del sistema político tradicional por la desigualdad?
Existen dos posibles explicaciones, no excluyentes entre sí.
La primera es que, conscientes o no, las políticas de los Gobiernos están respondiendo más a las preferencias de los muy ricos que a las del resto de la sociedad. A medida que la desigualdad ha ido aumentando a lo largo de las tres últimas décadas, la capacidad de influencia política de los muy ricos ha ido aumentando. Un ejemplo paradigmático es la agenda fiscal mínima que, desde EE UU, se ha ido imponiendo en todos los países desarrollados. Pero hay otros muchos ejemplos.
Es un hecho que los ricos son más influyentes a la hora de introducir sus intereses y preferencias en la agenda política. Lo que no está claro es cómo lo consiguen. La vía parece ser la desigualdad en la representación política. De la misma forma que los economistas calculan el índice de Gini para medir la desigualdad económica, algunos politólogos han buscado calcular un índice de Gini de la desigualdad de representación política. Los resultados son muy ilustrativos. Cuanto menos representativas son las cámaras altas de un país, mayor es la desigualdad.
La segunda explicación es que los Gobiernos han aceptado sin más la idea de que la desigualdad es una consecuencia inevitable del juego de las fuerzas del mercado frente a la que no se puede luchar. Esta creencia está muy extendida, especialmente entre los economistas y las élites. Por un lado, las nuevas tecnologías y la robótica inteligente producirían una inevitable desigualdad de ingresos entre los más y menos capacitados en el dominio de estas tecnologías. Por otro, la globalización, en la medida en que pone a competir a los trabajadores de distintos países, reduciría de forma inevitable los ingresos de los trabajadores de países con salarios altos. Las fuerzas del mercado actuando como la fuerza del destino en la tragedia griega clásica.
Este fatalismo de la desigualdad inevitable no tiene fundamento. Los Gobiernos pueden influir en las pautas que siguen el progreso técnico y la globalización. Esas fuerzas ya operaron en el pasado y, con la ayuda de políticas e instituciones sociales y regulatorias adecuadas, fueron fuentes de progreso social y de aumento de oportunidades para todos. Las fuerzas del mercado se comportan como un caballo de carreras, que dejado a su libre albedrío puede ir hacia cualquier lugar, pero embridado puede llevarnos a la meta que deseemos.
Las causas fundamentales del crecimiento de la desigualdad no están en las fuerzas del mercado, sino en los cambios políticos que tuvieron lugar a partir de finales de los años setenta. Esos cambios no eran inevitables. Y son reversibles.
De hecho, la fotografía de la evolución de la desigualdad en los países desarrollados ofrece caras muy diferentes. Allí donde las políticas operaron en la dirección adecuada, esas fuerzas del mercado no han producido mayor desigualdad. Al contrario, se ha logrado reducirla. Por desgracia, ese no es el caso de España, que se ha puesto a la cabeza de la desigualdad en la UE.
No hay ningún fatalismo en las fuerzas del mercado. El crecimiento de la desigualdad no es una tendencia inevitable.
Pero que no sea inevitable no significa que vaya a ser fácil revertirla. Se necesitarán políticas y acciones de muy diferente tipo. Probablemente lo más importante es lograr que las preferencias del conjunto de la sociedad pesen más que las de los muy ricos en las prioridades de las políticas públicas. Para ello, la representación política en nuestras instituciones tiene que reflejar mejor las preferencias de las clases medias y trabajadoras.
Tengo para mí que ese es el sentido de la fuerte demanda de cambio político que hay en España. Por eso, la próxima legislatura debería ser profundamente reformista.
Antón Costas es catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona.
http://economia.elpais.com/economia/2015/03/27/actualidad/1427449472_108759.html
La razón es que la desigualdad es un poderoso disolvente del pegamento que una sociedad pluralista y una economía de mercado necesitan para poder funcionar de forma eficaz. La materia de ese pegamento invisible es la confianza social. Esa confianza es la que facilita la cooperación tanto en el seno de la sociedad como en el de las empresas. En la medida en que disminuye la confianza, la desigualdad impide la cooperación y la existencia de un proyecto de futuro compartido.
En este sentido, quienes se deberían preocupar más por la desigualdad son los partidarios de la libre empresa. Tienen que recordar que el núcleo moral que legitima el sistema de economía de mercado no es la rentabilidad ni la eficiencia, sino las oportunidades de progreso social que es capaz de ofrecer, especialmente a aquellos que más las necesitan.
Para aquellos para los que este argumento moral no sea suficiente, hay que recordar que la desigualdad también perturba el crecimiento económico. La investigación académica y de instituciones como el FMI o la OCDE de los últimos años es concluyente: la desigualdad daña el crecimiento y hace al capitalismo más volátil, más maníaco depresivo de lo que ya lo es por naturaleza.
Sin embargo, la desigualdad no está en la agenda política de los Gobiernos. Este es un hecho sorprendente y hasta intrigante.
¿Cómo explicar este desinterés del sistema político tradicional por la desigualdad?
Existen dos posibles explicaciones, no excluyentes entre sí.
La primera es que, conscientes o no, las políticas de los Gobiernos están respondiendo más a las preferencias de los muy ricos que a las del resto de la sociedad. A medida que la desigualdad ha ido aumentando a lo largo de las tres últimas décadas, la capacidad de influencia política de los muy ricos ha ido aumentando. Un ejemplo paradigmático es la agenda fiscal mínima que, desde EE UU, se ha ido imponiendo en todos los países desarrollados. Pero hay otros muchos ejemplos.
Es un hecho que los ricos son más influyentes a la hora de introducir sus intereses y preferencias en la agenda política. Lo que no está claro es cómo lo consiguen. La vía parece ser la desigualdad en la representación política. De la misma forma que los economistas calculan el índice de Gini para medir la desigualdad económica, algunos politólogos han buscado calcular un índice de Gini de la desigualdad de representación política. Los resultados son muy ilustrativos. Cuanto menos representativas son las cámaras altas de un país, mayor es la desigualdad.
La segunda explicación es que los Gobiernos han aceptado sin más la idea de que la desigualdad es una consecuencia inevitable del juego de las fuerzas del mercado frente a la que no se puede luchar. Esta creencia está muy extendida, especialmente entre los economistas y las élites. Por un lado, las nuevas tecnologías y la robótica inteligente producirían una inevitable desigualdad de ingresos entre los más y menos capacitados en el dominio de estas tecnologías. Por otro, la globalización, en la medida en que pone a competir a los trabajadores de distintos países, reduciría de forma inevitable los ingresos de los trabajadores de países con salarios altos. Las fuerzas del mercado actuando como la fuerza del destino en la tragedia griega clásica.
Este fatalismo de la desigualdad inevitable no tiene fundamento. Los Gobiernos pueden influir en las pautas que siguen el progreso técnico y la globalización. Esas fuerzas ya operaron en el pasado y, con la ayuda de políticas e instituciones sociales y regulatorias adecuadas, fueron fuentes de progreso social y de aumento de oportunidades para todos. Las fuerzas del mercado se comportan como un caballo de carreras, que dejado a su libre albedrío puede ir hacia cualquier lugar, pero embridado puede llevarnos a la meta que deseemos.
Las causas fundamentales del crecimiento de la desigualdad no están en las fuerzas del mercado, sino en los cambios políticos que tuvieron lugar a partir de finales de los años setenta. Esos cambios no eran inevitables. Y son reversibles.
De hecho, la fotografía de la evolución de la desigualdad en los países desarrollados ofrece caras muy diferentes. Allí donde las políticas operaron en la dirección adecuada, esas fuerzas del mercado no han producido mayor desigualdad. Al contrario, se ha logrado reducirla. Por desgracia, ese no es el caso de España, que se ha puesto a la cabeza de la desigualdad en la UE.
No hay ningún fatalismo en las fuerzas del mercado. El crecimiento de la desigualdad no es una tendencia inevitable.
Pero que no sea inevitable no significa que vaya a ser fácil revertirla. Se necesitarán políticas y acciones de muy diferente tipo. Probablemente lo más importante es lograr que las preferencias del conjunto de la sociedad pesen más que las de los muy ricos en las prioridades de las políticas públicas. Para ello, la representación política en nuestras instituciones tiene que reflejar mejor las preferencias de las clases medias y trabajadoras.
Tengo para mí que ese es el sentido de la fuerte demanda de cambio político que hay en España. Por eso, la próxima legislatura debería ser profundamente reformista.
Antón Costas es catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona.
http://economia.elpais.com/economia/2015/03/27/actualidad/1427449472_108759.html
Grecia cifra la deuda de Alemania por la invasión nazi en 279.000 millones. La cantidad comprendería los préstamos concedidos y el valor de las piezas expoliadas
El Gobierno griego ha plasmado finalmente en la cifra de 279.000 millones de euros la demanda de reparaciones por la ocupación nazi de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. La comisión del Parlamento griego sobre el tema que comenzó a funcionar la semana pasada busca reclamar las reparaciones, pero también la devolución de los préstamos concedidos por el Gobierno griego títere impuesto por los invasores y de las piezas arqueológicas expoliadas. Atenas hace público este informe precisamente en una semana clave de negociación con sus acreedores, en la que deberá afrontar un pago al FMI, una subasta de Letras del Tesoro, además de prepararse para el desembolso de salarios y pensiones el próximo día 15.
Durante su comparecencia ante esta comisión, el viceministro de Finanzas, Dimitris Mardas, ha explicado que Berlín debe 278.700 millones de euros según los cálculos de la Oficina General Contable del Estado. Los créditos suman de por sí 10.300 millones de euros. La reivindicación de las reparaciones de guerra ha tenido más repercusión en los últimos años, coincidiendo con la crisis y los sucesivos rescates griegos de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) que suman un total de 240.000 millones de euros.
Alemania en cambio rechaza las reclamaciones griegas y asegura que ha cumplido con todas sus obligaciones y recuerda el abono a Grecia de 115 millones de marcos alemanes a Grecia en 1960.
Por otra parte, el Gobierno ha asegurado que no se incluirá una subida del IVA en la lista de reformas presentada a los acreedores internacionales, según el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakellaridis, que ha realizado declaraciones a la emisora de radio privada Real FM.
"Por parte del Gobierno griego no hay incremento del IVA para ninguna isla en la lista de reformas presentada", ha afirmado. "Pero el debate está abierto", ha advertido. En cuanto a la reunión del domingo en Estados Unidos entre el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, Sakellaridis ha destacado que se produjo a petición del ministro griego.
"Varoufakis tenía un viaje a Washington previsto para entrevistarse con cargos del Ministerio de Finanzas estadounidense, reuniones que se producirán hoy, y como estaba de visita en Washington, pedimos esta reunión con la señora Lagarde", ha explicado. En la reunión se abordó en conjunto el programa de reformas planteado por el Gobierno griego. "Hubo un debate de fondo sobre el marco de las reformas", ha asegurado Sakellaridis.
Este mismo lunes, fuentes del Gobierno griego han asegurado que Lagarde no pidió a Varoufakis, ...
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/07/actualidad/1428400924_433682.html
Durante su comparecencia ante esta comisión, el viceministro de Finanzas, Dimitris Mardas, ha explicado que Berlín debe 278.700 millones de euros según los cálculos de la Oficina General Contable del Estado. Los créditos suman de por sí 10.300 millones de euros. La reivindicación de las reparaciones de guerra ha tenido más repercusión en los últimos años, coincidiendo con la crisis y los sucesivos rescates griegos de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) que suman un total de 240.000 millones de euros.
Alemania en cambio rechaza las reclamaciones griegas y asegura que ha cumplido con todas sus obligaciones y recuerda el abono a Grecia de 115 millones de marcos alemanes a Grecia en 1960.
Por otra parte, el Gobierno ha asegurado que no se incluirá una subida del IVA en la lista de reformas presentada a los acreedores internacionales, según el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakellaridis, que ha realizado declaraciones a la emisora de radio privada Real FM.
"Por parte del Gobierno griego no hay incremento del IVA para ninguna isla en la lista de reformas presentada", ha afirmado. "Pero el debate está abierto", ha advertido. En cuanto a la reunión del domingo en Estados Unidos entre el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, Sakellaridis ha destacado que se produjo a petición del ministro griego.
"Varoufakis tenía un viaje a Washington previsto para entrevistarse con cargos del Ministerio de Finanzas estadounidense, reuniones que se producirán hoy, y como estaba de visita en Washington, pedimos esta reunión con la señora Lagarde", ha explicado. En la reunión se abordó en conjunto el programa de reformas planteado por el Gobierno griego. "Hubo un debate de fondo sobre el marco de las reformas", ha asegurado Sakellaridis.
Este mismo lunes, fuentes del Gobierno griego han asegurado que Lagarde no pidió a Varoufakis, ...
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/07/actualidad/1428400924_433682.html
martes, 7 de abril de 2015
El economista y las manos sucias. El sentimiento de crisis va pasando sin que haya intentos serios de autocrítica
La presencia de académicos y profesores universitarios al frente de las responsabilidades económicas de un país (caso de Varoufakis en Grecia) no es excepcional. Hay numerosos ejemplos. Por citar uno, el de Fuentes Quintana como vicepresidente económico del Gobierno de Adolfo Suárez. Fuentes salió escaldado de aquella experiencia. Hay momentos en los que los economistas tienen que ensuciarse las manos, en el sentido sartriano, en el mundo de la política.
Quizá por casualidad, quizá por necesidad, en los últimos días han coincidido en este periódico dos reflexiones sobre el papel del economista en la sociedad. En la primera, del catedrático Santiago Carbó (Economía de la interpretación, del 24 de marzo), se incidía en las contradicciones que se producen entre lo académico y lo mediático, entre la investigación y la divulgación de la economía, que generan en ocasiones la necesidad de rectificar lo que dicen que se ha dicho. Y ponía los ejemplos de Piketty y de los profesores Reinhard y Rogoff, al menos aparentemente malinterpretados en sus tesis. La segunda reflexión, del economista venezolano Moisés Naím (La fraudulenta superioridad de los economistas, del 28 de marzo), era una autocrítica de su propia profesión: por su arrogancia (desprecia cuanto ignora), su falta de independencia (cuanto más se acerca al mundo de los negocios más se condiciona su agenda, conclusiones y recomendaciones) y su ignorancia (su incapacidad para ofrecer soluciones revela que su instrumental teórico necesita urgentemente una inyección de nuevas ideas sobre la conducta humana).
Hay más líneas de trabajo que han transformado el papel de los economistas. Es muy riguroso referirse a ellos como hace el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid José Luis Ferreira: cuando habla de economistas se refiere solo a los que investigan en Economía y publican en las principales revistas académicas, o a los que sin investigar, conocen y usan los resultados de las investigaciones hechas por los demás. Las opiniones y actos de otras personas —tengan una titulación en Economía o no— que no se ajusten a lo anterior no constituyen el cuerpo de la Economía. (Economía y pseudociencia, Díaz & Pons Editores). Una concepción tan ajustada de la profesión arrojaría en el extremo a los extramuros de la misma a los que practican la política económica o la economía política. Tal torre de marfil solo existe en algunas universidades y servicios de estudios, y la economía es mucho más rica.
Ningún departamento universitario de Economía ha sido cerrado por equivocarse tanto
Por ejemplo, el mundo de la economía debería debatir hoy aspectos que son difíciles de encontrar en las revistas teóricas, tales como: 1) por qué el sentimiento de la crisis va pasando sin que haya habido ningún intento serio por rectificar los errores doctrinarios que llevaron a la economía de tantos países a la parálisis; 2) cómo fue que la complejidad del sistema superó con creces la capacidad de los participantes, expertos económicos y guardianes; incluso después de la recesión resulta endiabladamente difícil comprender lo que ha sucedido. Algunos consiguieron unir los puntos adecuados, de la forma correcta y en el momento oportuno, pero fueron una minúscula minoría dentro de la profesión; 3) ninguno de los economistas que fallaron en su pronóstico y en sus recomendaciones de política económica —esto es, fracasaron— ha sido despedido por incompetente, ni ningún departamento de Economía ha sido clausurado por sus errores ni como medida de reducción del gasto público o privado, como ha sucedido en tantos otros sectores productivos o intelectuales.
El profesor de la universidad norteamericana de Notre Dame, Philip Mirowski, señala un responsable intelectual de ese fracaso: "Sin duda, la Segunda Guerra Mundial habría tenido lugar sin Martin Heidegger, Carl Schmitt y otros intelectuales nazis, pero no está tan claro que la crisis hubiera ocurrido sin la escuela de economía neoclásica de Chicago. Chicago ha sido el principal vivero inicial de la teoría financiera moderna, que ha proporcionado inspiración intelectual directa y justificación para la mayor parte de la innovación de los derivados financieros (...) de los últimos 30 años" (Nunca dejes que una crisis te gane la partida, editorial Deusto).
¿Tienen algo que decir de todo esto las organizaciones profesionales de economistas? El Colegio de Economistas de Madrid, por ejemplo, instalado en la mediocridad y la molicie, nada de nada.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/03/29/actualidad/1427646073_315191.html
Quizá por casualidad, quizá por necesidad, en los últimos días han coincidido en este periódico dos reflexiones sobre el papel del economista en la sociedad. En la primera, del catedrático Santiago Carbó (Economía de la interpretación, del 24 de marzo), se incidía en las contradicciones que se producen entre lo académico y lo mediático, entre la investigación y la divulgación de la economía, que generan en ocasiones la necesidad de rectificar lo que dicen que se ha dicho. Y ponía los ejemplos de Piketty y de los profesores Reinhard y Rogoff, al menos aparentemente malinterpretados en sus tesis. La segunda reflexión, del economista venezolano Moisés Naím (La fraudulenta superioridad de los economistas, del 28 de marzo), era una autocrítica de su propia profesión: por su arrogancia (desprecia cuanto ignora), su falta de independencia (cuanto más se acerca al mundo de los negocios más se condiciona su agenda, conclusiones y recomendaciones) y su ignorancia (su incapacidad para ofrecer soluciones revela que su instrumental teórico necesita urgentemente una inyección de nuevas ideas sobre la conducta humana).
Hay más líneas de trabajo que han transformado el papel de los economistas. Es muy riguroso referirse a ellos como hace el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid José Luis Ferreira: cuando habla de economistas se refiere solo a los que investigan en Economía y publican en las principales revistas académicas, o a los que sin investigar, conocen y usan los resultados de las investigaciones hechas por los demás. Las opiniones y actos de otras personas —tengan una titulación en Economía o no— que no se ajusten a lo anterior no constituyen el cuerpo de la Economía. (Economía y pseudociencia, Díaz & Pons Editores). Una concepción tan ajustada de la profesión arrojaría en el extremo a los extramuros de la misma a los que practican la política económica o la economía política. Tal torre de marfil solo existe en algunas universidades y servicios de estudios, y la economía es mucho más rica.
Ningún departamento universitario de Economía ha sido cerrado por equivocarse tanto
Por ejemplo, el mundo de la economía debería debatir hoy aspectos que son difíciles de encontrar en las revistas teóricas, tales como: 1) por qué el sentimiento de la crisis va pasando sin que haya habido ningún intento serio por rectificar los errores doctrinarios que llevaron a la economía de tantos países a la parálisis; 2) cómo fue que la complejidad del sistema superó con creces la capacidad de los participantes, expertos económicos y guardianes; incluso después de la recesión resulta endiabladamente difícil comprender lo que ha sucedido. Algunos consiguieron unir los puntos adecuados, de la forma correcta y en el momento oportuno, pero fueron una minúscula minoría dentro de la profesión; 3) ninguno de los economistas que fallaron en su pronóstico y en sus recomendaciones de política económica —esto es, fracasaron— ha sido despedido por incompetente, ni ningún departamento de Economía ha sido clausurado por sus errores ni como medida de reducción del gasto público o privado, como ha sucedido en tantos otros sectores productivos o intelectuales.
El profesor de la universidad norteamericana de Notre Dame, Philip Mirowski, señala un responsable intelectual de ese fracaso: "Sin duda, la Segunda Guerra Mundial habría tenido lugar sin Martin Heidegger, Carl Schmitt y otros intelectuales nazis, pero no está tan claro que la crisis hubiera ocurrido sin la escuela de economía neoclásica de Chicago. Chicago ha sido el principal vivero inicial de la teoría financiera moderna, que ha proporcionado inspiración intelectual directa y justificación para la mayor parte de la innovación de los derivados financieros (...) de los últimos 30 años" (Nunca dejes que una crisis te gane la partida, editorial Deusto).
¿Tienen algo que decir de todo esto las organizaciones profesionales de economistas? El Colegio de Economistas de Madrid, por ejemplo, instalado en la mediocridad y la molicie, nada de nada.
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/03/29/actualidad/1427646073_315191.html
lunes, 6 de abril de 2015
La exposición de la Politica de Fondos de Covertura en Nueva York. Trabajando para exponer los mecanismos que los fondos de cobertura y los multimillonarios utilizan para influir en el gobierno y la política con el fin de ampliar su riqueza, influencia y poder. La política que impulsan los multimillonarios y los daños colaterales que inflige a nuestras comunidades, nuestro clima, nuestra economía y nuestra democracia.
Hace dos semanas, varios autobuses llenos de neoyorquinos hicieron una peregrinación a Greenwich, Conn., Para visitar la finca frente al mar del titán de fondos de cobertura Paul Tudor Jones II, donde, baste decir, que no fueron invitados a ver la vajilla de china. Era una tarde de sábado lluviosa y los manifestantes, muchos de ellos gente trabajadora que se han sentido engañados por las injusticias de un sistema fiscal que favorece a unos pocos enriquecidos, estaban allí para llamar la atención sobre la agenda educativa del señor Jones, construida sobre la premisa de que los ricos extravagantes saben mejor cómo enseñar a leer, y a su apoyo a los candidatos y causas republicanas en la Legislatura del Estado de Nueva York, que perjudican a los pobres y la clase trabajadora.
Es este tipo de gasto político, un total de US $ 1,6 millones en los últimos 12 años, sostienen, que socava sus esfuerzos filantrópicos a través de la Fundación Robin Hood, la organización benéfica de lucha contra la pobreza que él creó. Para los civiles, por supuesto, el Sr. Jones puede parecer como alguien que necesita trabajos de reparación en la causa y efecto, un multimillonario cuya industria prospera en la extracción de valor económico de inversiones en lugar de producir, y sin embargo se siente cómodo hablando sobre el impacto corrosivo de la desigualdad.
"Cuando comenzamos a poner la justicia a la par con las ganancias", dijo Jones en un TED Talk recientemente, "entonces tenemos la cosa más valiosa del mundo. Volvemos a nuestra humanidad". Al escuchar que es como escuchar el Real Housewives of Orange County decir que una vez que empezamos comprende la restricción sobre el espectáculo de los consumidores, vamos a estar bien en nuestro camino a un nuevo capítulo en la dignidad cultural.
Los que hicieron el viaje a Connecticut marchaban en nombre de un grupo llamado los Heged Clippers, una naciente organización respaldada por la Federación Americana de Maestros, grupos laborales y comunitarios prominentes, y Zephyr Teachout, el ex candidato demócrata liberal para gobernador. Está dirigido a exponer las formas como los fondos de cobertura sangran la economía a través de la práctica de auto-interés y luego extienden el daño mediante la pródigas compras de la influencia política. Según un análisis realizado por el grupo, los administradores de fondos de cobertura han donado $ 40 millones en contribuciones políticas en el estado de Nueva York en los últimos 15 años, con el gobernador Andrew M. Cuomo recibiendo cerca de $ 5 millones. Muchos de esos donantes son prominentes partidarios de las escuelas charter, y casi todos presumiblemente denuncian la eliminación de las lagunas fiscales que magnifican sus fortunas.
Los Hedge Clippers producen y emiten informes a una velocidad que haría envidiar a muchos estudiantes graduados. Esta semana se dio a conocer un documento que detalla el flujo de dinero de los gestores de fondos de cobertura y los operadores de alta frecuencia en las arcas de Rahm Emanuel; en Chicago, la tenencia de alcaldía del Sr. Emanuel ha sido cuestionada por una oferta desde la izquierda. Otro informe ofreció una lista de compradores en One57, el condominio de apartamentos ultralujosos en Manhattan que se benefició de importantes ventajas fiscales.
En Nueva York, los Hedge Clippers han estado protestando a un ritmo muy vivo. Una manifestación se llevó a cabo recientemente fuera del 15 Central Park West, una torre de lujo que funciona como dormitorio financiero de la industria. Ese día la atención se centró en el gestor de fondos de cobertura Daniel S. Loeb, el presidente de la red de escuelas autónomas Success Academy, que compró un apartamento en el edificio hace siete años. En la manifestación, los Hedge Clippers ofrecen un tutorial al público sobre las formas complicadas de la forma de operar de los fondos (Hedge Found) para acumular dinero - la llamada de dos horas y veinte sistema de compensación, por ejemplo - y las formas en que sus cargas fiscales se mantienen relativamente bajas.
Otra acción tuvo lugar frente al Club de Harvard en el centro de Manhattan, donde se celebraba un simposio de un día llamado: "Bonos y Pizarras, Invertir en las escuelas charter". Otro tenía a manifestantes apareciendo en restaurantes caros, como el Bar Polo y Del Frisco. "Todo esto realmente comenzó con: "¿Qué vamos a hacer con estos personajes?" Stephen Lerner, miembro de Iniciativa Kalmanovitz en la Universidad de Georgetown para el Trabajo y los trabajadores pobres, me dijo. "Si usted está preocupado acerca del dinero en la política, ahí están los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la financiación de los servicios públicos, esos son los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la privatización de las escuelas públicas, ahí están los fondos de cobertura".
Los Hedge Clippers tienen un enfoque más singular que lo que nunca hizo Occupy Wall Street. Les gustaría que los impuestos recaudados a los súperricos; que quieren los fondos de pensiones y las universidades para desinvertir de los fondos de cobertura; quieren la participación en cuenta que se aplica un tipo impositivo más elevado a nivel federal y de las lagunas a su alrededor en los códigos fiscales locales para evitarlos. En la ciudad de Nueva York, los fondos de cobertura gigantes y fondos de capital privado no están sujetos al impuesto sobre la participación en cuenta; si lo fueran, la ciudad sería $ 200 millones más rica cada año, de acuerdo con James Parrott, economista en jefe del Instituto de Política Fiscal. El subsidio fiscal va a los pobres por medio del crédito por ingreso del trabajo, (es decir, lo pagan los mismos trabajadores) y es sólo la mitad de eso.
¿Cuándo la gente se sentirá masívamente realmente enojado por conocer estos mecanismos de favoritismo? Un nuevo libro, "La Edad de la aquiescencia," por el historiador laboral Steve Fraser, plantea esa pregunta, y pregunta por qué nuestra nueva Edad de Oro no ha aportado nada que se acerque a los disturbios y el activismo de la anterior. Hay muchas razones, pero una es que pocos estadounidenses entienden realmente la malversación de la industria financiera de la forma en que los trabajadores de la fábrica del siglo XIX podían experimentar, de forma clara y visceralmente, cómo los jefes de las acerías y los magnates del ferrocarril les estaban explotando a ellos. La relación entre las masas que luchan y los peces gordos que les saqueaban era en cierto sentido más crucial e íntima.
Hoy nos enteramos de multimillonarios, en tonos de admiración o simplemente descarados, en las revistas de moda que relata sus divorcios y sus juguetes. Si usted es un ayudante de salud en el hogar que gana $ 11 la hora, es probable que no tengas una suscripción a la revista Vanity Fair. Los Hedge Clippers pueden lograr mucho si simplemente convierten los pocos secreto en algo ampliamente infame.
Fuente: NYT. http://www.nytimes.com/2015/03/29/nyregion/exposing-hedge-fund-politics.html?emc=edit_tnt_20150327&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0
Es este tipo de gasto político, un total de US $ 1,6 millones en los últimos 12 años, sostienen, que socava sus esfuerzos filantrópicos a través de la Fundación Robin Hood, la organización benéfica de lucha contra la pobreza que él creó. Para los civiles, por supuesto, el Sr. Jones puede parecer como alguien que necesita trabajos de reparación en la causa y efecto, un multimillonario cuya industria prospera en la extracción de valor económico de inversiones en lugar de producir, y sin embargo se siente cómodo hablando sobre el impacto corrosivo de la desigualdad.
"Cuando comenzamos a poner la justicia a la par con las ganancias", dijo Jones en un TED Talk recientemente, "entonces tenemos la cosa más valiosa del mundo. Volvemos a nuestra humanidad". Al escuchar que es como escuchar el Real Housewives of Orange County decir que una vez que empezamos comprende la restricción sobre el espectáculo de los consumidores, vamos a estar bien en nuestro camino a un nuevo capítulo en la dignidad cultural.
Los que hicieron el viaje a Connecticut marchaban en nombre de un grupo llamado los Heged Clippers, una naciente organización respaldada por la Federación Americana de Maestros, grupos laborales y comunitarios prominentes, y Zephyr Teachout, el ex candidato demócrata liberal para gobernador. Está dirigido a exponer las formas como los fondos de cobertura sangran la economía a través de la práctica de auto-interés y luego extienden el daño mediante la pródigas compras de la influencia política. Según un análisis realizado por el grupo, los administradores de fondos de cobertura han donado $ 40 millones en contribuciones políticas en el estado de Nueva York en los últimos 15 años, con el gobernador Andrew M. Cuomo recibiendo cerca de $ 5 millones. Muchos de esos donantes son prominentes partidarios de las escuelas charter, y casi todos presumiblemente denuncian la eliminación de las lagunas fiscales que magnifican sus fortunas.
Los Hedge Clippers producen y emiten informes a una velocidad que haría envidiar a muchos estudiantes graduados. Esta semana se dio a conocer un documento que detalla el flujo de dinero de los gestores de fondos de cobertura y los operadores de alta frecuencia en las arcas de Rahm Emanuel; en Chicago, la tenencia de alcaldía del Sr. Emanuel ha sido cuestionada por una oferta desde la izquierda. Otro informe ofreció una lista de compradores en One57, el condominio de apartamentos ultralujosos en Manhattan que se benefició de importantes ventajas fiscales.
En Nueva York, los Hedge Clippers han estado protestando a un ritmo muy vivo. Una manifestación se llevó a cabo recientemente fuera del 15 Central Park West, una torre de lujo que funciona como dormitorio financiero de la industria. Ese día la atención se centró en el gestor de fondos de cobertura Daniel S. Loeb, el presidente de la red de escuelas autónomas Success Academy, que compró un apartamento en el edificio hace siete años. En la manifestación, los Hedge Clippers ofrecen un tutorial al público sobre las formas complicadas de la forma de operar de los fondos (Hedge Found) para acumular dinero - la llamada de dos horas y veinte sistema de compensación, por ejemplo - y las formas en que sus cargas fiscales se mantienen relativamente bajas.
Otra acción tuvo lugar frente al Club de Harvard en el centro de Manhattan, donde se celebraba un simposio de un día llamado: "Bonos y Pizarras, Invertir en las escuelas charter". Otro tenía a manifestantes apareciendo en restaurantes caros, como el Bar Polo y Del Frisco. "Todo esto realmente comenzó con: "¿Qué vamos a hacer con estos personajes?" Stephen Lerner, miembro de Iniciativa Kalmanovitz en la Universidad de Georgetown para el Trabajo y los trabajadores pobres, me dijo. "Si usted está preocupado acerca del dinero en la política, ahí están los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la financiación de los servicios públicos, esos son los fondos de cobertura; si usted está preocupado acerca de la privatización de las escuelas públicas, ahí están los fondos de cobertura".
Los Hedge Clippers tienen un enfoque más singular que lo que nunca hizo Occupy Wall Street. Les gustaría que los impuestos recaudados a los súperricos; que quieren los fondos de pensiones y las universidades para desinvertir de los fondos de cobertura; quieren la participación en cuenta que se aplica un tipo impositivo más elevado a nivel federal y de las lagunas a su alrededor en los códigos fiscales locales para evitarlos. En la ciudad de Nueva York, los fondos de cobertura gigantes y fondos de capital privado no están sujetos al impuesto sobre la participación en cuenta; si lo fueran, la ciudad sería $ 200 millones más rica cada año, de acuerdo con James Parrott, economista en jefe del Instituto de Política Fiscal. El subsidio fiscal va a los pobres por medio del crédito por ingreso del trabajo, (es decir, lo pagan los mismos trabajadores) y es sólo la mitad de eso.
¿Cuándo la gente se sentirá masívamente realmente enojado por conocer estos mecanismos de favoritismo? Un nuevo libro, "La Edad de la aquiescencia," por el historiador laboral Steve Fraser, plantea esa pregunta, y pregunta por qué nuestra nueva Edad de Oro no ha aportado nada que se acerque a los disturbios y el activismo de la anterior. Hay muchas razones, pero una es que pocos estadounidenses entienden realmente la malversación de la industria financiera de la forma en que los trabajadores de la fábrica del siglo XIX podían experimentar, de forma clara y visceralmente, cómo los jefes de las acerías y los magnates del ferrocarril les estaban explotando a ellos. La relación entre las masas que luchan y los peces gordos que les saqueaban era en cierto sentido más crucial e íntima.
Hoy nos enteramos de multimillonarios, en tonos de admiración o simplemente descarados, en las revistas de moda que relata sus divorcios y sus juguetes. Si usted es un ayudante de salud en el hogar que gana $ 11 la hora, es probable que no tengas una suscripción a la revista Vanity Fair. Los Hedge Clippers pueden lograr mucho si simplemente convierten los pocos secreto en algo ampliamente infame.
Fuente: NYT. http://www.nytimes.com/2015/03/29/nyregion/exposing-hedge-fund-politics.html?emc=edit_tnt_20150327&nlid=31217582&tntemail0=y&_r=0
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Cambridge contra Cambridge. El fracaso del pensamiento único en la Gran Recesión ha alumbrado una generación de economistas heterodoxos. Solo les une la crítica al neoliberalismo y a la escuela neoclásica
En lo más hondo de la crisis económica, en el año 2009, Paul Krugman, con la libertad intelectual que le daba el Premio Nobel de Economía, se inventó una división de su profesión y habló de los “economistas de agua salada” (más keynesianos) y los “economistas de agua dulce” (los neoclásicos). Hasta antes de la quiebra de Lehman Brothers ambos grupos habían firmado una falsa paz basada, sobre todo, en la confluencia de opiniones que salvaban a los mercados de sus fallos. Eran los años de la Gran Moderación, en los que las cosas iban básicamente bien. La recesión que llegó terminó con esa paz postiza, durante la cual las fricciones entre ambos grupos de economistas habían permanecido dormidas sin que se hubiera producido ninguna convergencia real entre sus posiciones. Fue entonces cuando Alan Greenspan, que había sido presidente de la Reserva Federal y era denominado “el maestro” por unos y otros, admitió encontrarse en un estado de “conmoción e incredulidad” porque “todo el edificio intelectual se había hundido”.
Un lustro después, aquella distinción krugmanita ha pasado de moda y es difícil encontrar economistas que defiendan a campo abierto la teoría económica que ha llevado al fracaso del pensamiento único neoliberal y a la gestión de la crisis económica más larga y profunda desde los años treinta del siglo pasado. El historiador del pensamiento económico de la Universidad norteamericana de Notre Dame Philip Mirowski se sorprende de que, a pesar de ese fracaso evidente, los neoliberales (los economistas “de agua dulce”) parecen haber eludido toda responsabilidad por propiciar las condiciones para que se materializase la crisis: ninguno de esos profesionales “fue despedido por incompetente. Los economistas no han sido expulsados de sus puestos en el Gobierno. Ningún departamento de Economía ha sido clausurado, ni por sus errores ni como medida de ahorro de costes” (Nunca dejes que una crisis te gane la partida, ediciones Deusto).
Ahora hay una verdadera avalancha de economistas heterodoxos de muy diferentes escuelas. Lo único que les une es la crítica al neoliberalismo y a la escuela neoclásica, y un cierto neokeynesianismo. En el libro citado, Mirowski centra geográficamente esas críticas: sin duda la II Guerra Mundial habría tenido lugar sin Martin Heidegger, Carl Schmitt u otros intelectuales nazis, pero no está tan claro que hubiera ocurrido la crisis económica sin la escuela neoclásica de Chicago. Chicago ha sido el padrino intelectual de la autorregulación que ha llevado a tantos abusos.
Dentro de unos meses llegará a España la obra canónica del economista neokeynesiano australiano Steve Keen (Debuking Economics, traducida Desenmascarando la economía, Capitán Swing). Keen se autodefine dentro de la “tradición científica de Marx-Schumpeter-Keynes-Joan Robinson- Piero Sraffa-Hyman Minsky”. Lo peculiar de este economista es que ha atizado a otros autores pretendidamente keynesianos como Krugman, por ser neoclásicos camuflados: “El establishment neoclásico (sí, Paul, eres parte de ese establishment) ha ignorado toda la investigación de los economistas no neoclásicos como yo por décadas. Así que es bueno ver cierto compromiso en lugar de una ignorancia deliberada o, más probablemente ciega, a otros análisis alternativos”.
Esta polémica recuerda a otra de hace medio siglo, que fue conocida como Cambridge contra Cambridge y que enfrentó a los discípulos directos de Keynes en el Cambridge británico (Robinson, Sraffa, Kaldor,…) con los del Cambridge de Massachusetts, en EE UU (Paul Samuelson, Robert Solow…). Los norteamericanos llegarían al premio Nobel; los británicos, no. Joan Robinson calificó a los primeros como “keynesianos bastardos”.
En distintas proporciones, los famosísimos Thomas Piketty y Yanis Varoufakis también son economistas heterodoxos. El francés, por haber conseguido con su libro El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica) lo que ninguno de sus colegas antes (ni siquiera Joseph Stiglitz en El precio de la desigualdad, editorial Taurus): introducir la desigualdad en el centro de la política económica tras largas décadas de ser orillada por el pensamiento ortodoxo que la consideraba una característica natural del capitalismo. En colaboración con otros jóvenes colegas como Emmanuel Saez o Gabriel Zucman (La riqueza oculta de las naciones, editorial Pasado y Presente), Piketty ha llevado sus argumentos de la economía a la política: concentraciones extremas de renta y riqueza como las que se dan en nuestras sociedades amenazan la democracia. Guste o no, las tesis de un científico social francés no habían influido tanto en el mundo anglosajón desde La democracia en América, de Tocqeville. ... seguir leyendo. JOAQUÍN ESTEFANÍA Madrid 5 ABR 2015 -
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/04/01/actualidad/1427901366_003243.html
Un lustro después, aquella distinción krugmanita ha pasado de moda y es difícil encontrar economistas que defiendan a campo abierto la teoría económica que ha llevado al fracaso del pensamiento único neoliberal y a la gestión de la crisis económica más larga y profunda desde los años treinta del siglo pasado. El historiador del pensamiento económico de la Universidad norteamericana de Notre Dame Philip Mirowski se sorprende de que, a pesar de ese fracaso evidente, los neoliberales (los economistas “de agua dulce”) parecen haber eludido toda responsabilidad por propiciar las condiciones para que se materializase la crisis: ninguno de esos profesionales “fue despedido por incompetente. Los economistas no han sido expulsados de sus puestos en el Gobierno. Ningún departamento de Economía ha sido clausurado, ni por sus errores ni como medida de ahorro de costes” (Nunca dejes que una crisis te gane la partida, ediciones Deusto).
Ahora hay una verdadera avalancha de economistas heterodoxos de muy diferentes escuelas. Lo único que les une es la crítica al neoliberalismo y a la escuela neoclásica, y un cierto neokeynesianismo. En el libro citado, Mirowski centra geográficamente esas críticas: sin duda la II Guerra Mundial habría tenido lugar sin Martin Heidegger, Carl Schmitt u otros intelectuales nazis, pero no está tan claro que hubiera ocurrido la crisis económica sin la escuela neoclásica de Chicago. Chicago ha sido el padrino intelectual de la autorregulación que ha llevado a tantos abusos.
Dentro de unos meses llegará a España la obra canónica del economista neokeynesiano australiano Steve Keen (Debuking Economics, traducida Desenmascarando la economía, Capitán Swing). Keen se autodefine dentro de la “tradición científica de Marx-Schumpeter-Keynes-Joan Robinson- Piero Sraffa-Hyman Minsky”. Lo peculiar de este economista es que ha atizado a otros autores pretendidamente keynesianos como Krugman, por ser neoclásicos camuflados: “El establishment neoclásico (sí, Paul, eres parte de ese establishment) ha ignorado toda la investigación de los economistas no neoclásicos como yo por décadas. Así que es bueno ver cierto compromiso en lugar de una ignorancia deliberada o, más probablemente ciega, a otros análisis alternativos”.
Esta polémica recuerda a otra de hace medio siglo, que fue conocida como Cambridge contra Cambridge y que enfrentó a los discípulos directos de Keynes en el Cambridge británico (Robinson, Sraffa, Kaldor,…) con los del Cambridge de Massachusetts, en EE UU (Paul Samuelson, Robert Solow…). Los norteamericanos llegarían al premio Nobel; los británicos, no. Joan Robinson calificó a los primeros como “keynesianos bastardos”.
En distintas proporciones, los famosísimos Thomas Piketty y Yanis Varoufakis también son economistas heterodoxos. El francés, por haber conseguido con su libro El capital en el siglo XXI (Fondo de Cultura Económica) lo que ninguno de sus colegas antes (ni siquiera Joseph Stiglitz en El precio de la desigualdad, editorial Taurus): introducir la desigualdad en el centro de la política económica tras largas décadas de ser orillada por el pensamiento ortodoxo que la consideraba una característica natural del capitalismo. En colaboración con otros jóvenes colegas como Emmanuel Saez o Gabriel Zucman (La riqueza oculta de las naciones, editorial Pasado y Presente), Piketty ha llevado sus argumentos de la economía a la política: concentraciones extremas de renta y riqueza como las que se dan en nuestras sociedades amenazan la democracia. Guste o no, las tesis de un científico social francés no habían influido tanto en el mundo anglosajón desde La democracia en América, de Tocqeville. ... seguir leyendo. JOAQUÍN ESTEFANÍA Madrid 5 ABR 2015 -
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2015/04/01/actualidad/1427901366_003243.html
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domingo, 5 de abril de 2015
Los costes del nazismo alemán para Grecia (y para España)
Para entender la crisis existente en la Unión Europea, ayuda el conocer la que ocurrió en los años treinta en Europa,
Y como ambas crisis han afectado la relación de Alemania -el centro del sistema económico europeo- con la periferia, centrándonos en este artículo en Grecia, y con algunas notas también de la relación de Alemania con España en ambos periodos históricos.
En Alemania, la primera crisis, generada en parte por la enorme deuda pública acumulada, resultado de las exigencias de los países vencedores de la I Guerra Mundial de que este país pagara las reparaciones por los daños infligidos a los países enemigos durante el conflicto bélico, determinó la elección de un gobierno Nazi liderado por Hitler. La enorme austeridad de gasto público, con los grandes recortes realizados con el objetivo de pagar la deuda, y las reformas del mercado laboral que contribuyeron al crecimiento del desempleo generado por aquellos recortes, causaron un rechazo de la población hacia los partidos que impusieron tales medidas y llevaron a la primera elección de un gobierno Nazi en Europa. Hay que recordar que el nazismo alcanzó el poder en Alemania por la vía democrática (1) debido a su atractivo electoral (y también a la división de las izquierdas, concretamente entre el Partido Socialdemócrata y el Partido Comunista).
El nazismo sacó a Alemania de la crisis económica mediante la militarización de su economía (keynesianismo militar) y al expolio de los países periféricos, incluyendo Grecia. La ocupación de Grecia (1941-1945) fue de las más brutales que hayan existido en Europa. Aquel periodo se caracterizó por un sinfín de atrocidades. Pueblos y ciudades fueron testigos de aquellas brutalidades. Mousiotitsa (153 hombres, mujeres y niños), Kommeno (317 hombres, mujeres y niños, donde incluso 30 niños de menos de un año fueron asesinados y 38 personas fueron quemadas vivas en su casa), Kondomari (60 asesinados), Kardanos (más de 180), Distomo (214 muertos), y así una larga lista. Más de 460 poblaciones fueron destruidas y más de 130.000 civiles fueron asesinados, además, de más de 60.000 judíos que representaban la mayoría de la población judía en Grecia. El sacrificio humano fue enorme. Y la represión estaba encaminada a sostener una enorme explotación y latrocinio. En realidad, el III Reich robó el equivalente en moneda alemana de 475 millones de marcos, que significaría en moneda actual 95.000 millones de euros. Ante esta situación, ¿cómo puede pedírsele a las clases populares, que fueron las que sufrieron en mayor medida la represión, que olviden esta etapa de su vida? (ver Conn Hallinan: “Greece: Memory and Debt”, Znet Magazine, 18.03.15, de donde extraigo la mayoría de datos de este artículo).
Y lo que es importante subrayar es que los responsables de tanta brutalidad, los militares que dirigieron los asesinatos, el expolio y el latrocinio, recibieron sanciones menores en Alemania, muy por debajo de lo que la población griega exigía. El General Hubert Lanz, que dirigió una de las divisiones responsables de tales atropellos, pasó solo tres años en prisión, llegando luego a ser asesor en temas de seguridad del Partido Liberal alemán. La tolerancia, cuando no complicidad, de los gobiernos occidentales (que ayudaron más tarde a las derechas griegas –que anteriormente habían colaborado con el nazismo- a derrotar a las milicias antinazis en lo que se llamó la Guerra Civil) con los dirigentes nazis, es también conocida y recordada. Los gobiernos occidentales, que se presentaban y autodefinían como democráticos, ayudaron, como también pasó en España, a que se mantuvieran las mismas estructuras oligárquicas que han mantenido a Grecia en la pobreza y en la miseria por tantos años. En la Alemania Oriental (bajo ocupación soviética), sin embargo, los militares nazis sufrieron penas mayores. El General Karl von Le Suire (el carnicero de Kalavryta) fue capturado por la Unión Soviética y murió en un campo de concentración en 1954, y el General Friedrich Wilhelm Müller (que ordenó las masacres de Viannos) fue ejecutado por los propios griegos en 1947.
Las supuestas reparaciones del gobierno alemán
El gobierno alemán nunca ha aceptado la demanda del gobierno griego de pagarle 677.000 millones de euros para compensar todos los daños causados en su ocupación devolviendo, además, los recursos –incluyendo el dinero del Banco Central griego- que habían robado las tropas alemanas. Solo en 1960 el gobierno alemán pagó 115 millones de marcos alemanes, una cantidad insignificante a la luz del daño causado. Durante el periodo en que Alemania estaba dividida, la postura del gobierno alemán era la de que no podía hablarse de pago por reparaciones hasta que hubiera de nuevo una Alemania unida. Y cuando la hubo (en 1990), el argumento fue de que ya habían pasado muchos años, y que ya se le habían pagado a Grecia los 115 millones de marcos alemanes. ¿Cómo puede pedírsele al pueblo griego que se olvide de su enorme sacrificio y de los recursos que le robaron?
Ver estas demandas que está haciendo el gobierno Syriza como mera táctica de negociación con el gobierno alemán en la renovación del segundo rescate (aprobado por el gobierno anterior) es trivializar el significado de la ocupación nazi en Alemania y el enorme sufrimiento y pobreza que esta impuso al pueblo griego. El gobierno Syriza es el primer gobierno progresista y de izquierdas, claramente representante de las clases que sufrieron más la represión nazi, y es de justicia que una de las primeras reivindicaciones sea recuperar la memoria histórica de los vencidos y exigir reparaciones. Ver esa reivindicación como mera táctica de negociación con Alemania, como los mayores medios de comunicación españoles lo han presentado, es desconocer la historia de Grecia y de Europa, lo cual, por cierto, es muy común entre tales medios.
La doble moralidad de los países llamados democráticos
Es importante destacar también, además de la enorme insensibilidad del gobierno alemán hacia tal sufrimiento, el contraste entre como se resolvía el gran problema de la deuda pública que el gobierno alemán debía a los aliados después de la II Guerra Mundial, y lo que el gobierno alemán ha intentado imponer al gobierno griego en el pago de su deuda a los bancos alemanes (entre otros) que prestaron dinero a Grecia (para muchos proyectos que, por cierto, les originaron grandes beneficios, sin que beneficiaron en nada o en muy poco a las clases populares griegas). Los aliados en 1953 (en el Tratado de Londres) le perdonaron al Estado alemán el 50% de toda la deuda, condicionando además su pago a la existencia de un crecimiento económico que facilitara tal pago, precisamente la misma petición que está ahora haciendo el gobierno Syriza. El gobierno alemán se ha opuesto duramente a que se tratara a Grecia como se les trató a ellos en su momento. Syriza pedía las mismas condiciones, y fue el gobierno alemán el que dirigió la oposición a que tal propuesta incluso fuera considerada. ¿Cómo se le puede pedir al pueblo griego que no mire al pasado para resolver el futuro? Esta petición tiene dimensiones de cinismo. Las declaraciones del portavoz de la Canciller Merkel de que “Grecia debería concentrarse en temas actuales, mirando el futuro” es de una enorme insensibilidad, preñada de cinismo. La Sra. Merkel ignora u oculta que gran parte de los problemas existentes en Grecia se basan en lo que ocurrió en el pasado.
El nazismo y su influencia en España
La petición de la Sra. Merkel es semejante a la petición de las derechas españolas, hoy dirigidas por el Sr. Rajoy (el gran aliado de la Sra. Merkel), herederas de los que vencieron la mal llamada Guerra Civil (pues fue un golpe de Estado que venció como consecuencia de la ayuda militar del gobierno Nazi alemán e impuso una de las dictaduras más brutales que hayan existido en Europa), pidiendo a las víctimas de aquel genocidio que se olviden del pasado, mirando solo al futuro. Se ha intentado por todos los medios hacerle olvidar al pueblo español que en España hubo un golpe militar dirigido por el Ejército y por el Partido Fascista (junto con la Iglesia) que inició cuarenta años de una enorme represión (España es, después de Camboya uno de los países que tiene un mayor porcentaje de personas asesinadas y desaparecidas por motivos políticos), imponiendo un enorme subdesarrollo económico, social y cultural del país. Y nunca debería olvidarse que la victoria del golpe militar nunca hubiera existido sin la ayuda de la Alemania nazi. El gobierno nazi jugó un papel clave en garantizar la superioridad militar de los golpistas españoles. Y fueron las estructuras de poder dominantes del Estado español las que –como he mostrado en mis escritos- han sido responsables de la enorme pobreza del Estado español, de su carácter eminentemente represivo, con escasa conciencia social, y muy poco redistributivo, altamente corrupto y poco sensible a su plurinacionalidad (ver mi libro El Subdesarrollo Social de España: causas y consecuencias). Aparecieron cambios, sobre todo en su etapa después de la Transición democrática, pero debido al gran desequilibrio que hubo en el periodo de la Transición entre las derechas –que controlaban al Estado y la gran mayoría de los medios- y las izquierdas –que lideraron las fuerzas democráticas- la democracia fue muy limitada. Y como consecuencia, el Estado español continúa teniendo estas mismas características. España y Grecia tienen el mayor número de policías y agentes del orden por cada 10.000 habitantes, y el menor número de adultos trabajando en su Estado del Bienestar, las mayores tasas de fraude fiscal y corrupción, y el gasto público social más bajo.
Otra Europa, otra Alemania, otra Grecia y otra España (y otra Catalunya) son posibles.
La situación actual en Europa es el resultado de una alianza entre los establishments financieros, económicos y políticos que gobiernan la vida política, financiera y económica (y mediática) de la Eurozona, frente a las clases populares de tales países, mayores recipientes de las políticas de austeridad y reformas laborales que se están imponiendo a la población sin ningún mandato popular, a costa de un enorme coste humano. Lo que se requiere es una alianza de fuerzas políticas y movimientos sociales que se opongan a tales políticas, para desarrollar otra Europa que cambie la relación centro-periferia que está dañando tanto a las clases populares de la periferia como también del centro.
En este aspecto hay que saludar y aplaudir el apoyo que la izquierda alemana que, en representación de la clase trabajadora alemana (cuyas condiciones se han deteriorado considerablemente con las medidas adoptadas de los gobiernos Schröder y Merkel) han aprobado la petición del gobierno Syriza de que el gobierno alemán pague al gobierno griego las reparaciones debidas a este pueblo. Este signo de solidaridad es el mejor indicador de la posibilidad de establecer alianzas transnacionales, impidiendo y dificultando que el establishment alemán pueda utilizar tópicos casi racistas (como que los pensionistas alemanes están pagando las vacaciones de los trabajadores griegos que, además, son vagos), que reproducen los medios de mayor difusión alemanes. Hay que evitar presentar el conflicto actual como el conflicto entre el pueblo alemán por un lado, y el español y griego por otro. Verlo y presentarlo de esta manera es dificultar enormemente la necesaria alianza para construir otra Europa. El conflicto es entre las minorías financieras, económicas, políticas y mediáticas que dominan y gobiernan la gran mayoría de países de la Eurozona por un lado, y las clases populares de tales países por el otro, que están dañando el bienestar y calidad de vida de todas ellas. El elevado nivel de deterioro del mercado de trabajo alemán es un claro ejemplo de ello. El “éxito exportador alemán”, como bien ha documentado Oskar Lafontaine (que fue en su día Ministro de Finanzas del gobierno Schröder), se basa precisamente en unos salarios que están muy por debajo de lo que deberían, forzando una situación de competitividad entre los países de la Eurozona para que bajen los salarios. Mientras tanto, se le dice al trabajador alemán que el problema se debe al obrero griego que es poco disciplinado en su trabajo. Y así los medios del establishment alemán, con una narrativa incluso racista, como durante el nazismo, ofenden diariamente al obrero griego (y al alemán).
De ahí la urgencia de que se redescubran en los análisis políticos categorías de análisis olvidados desde hace bastante tiempo (como la existencia de clases y de conflicto entre ellas, que existen en cada país) que permitan establecer alianzas transnacionales de las clases populares que impidan que se utilicen narrativas orientadas a dividirlas.
Vicenç Navarro.
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra. Público.es
Fuente original:
http://www.caffereggio.net/2015/03/24/los-costes-del-nazismo-aleman-para-grecia-y-para-espana-de-vicenc-navarro-en-publico/
(1) Ver aquí más detalladamente como impusieron a Hitler las clases dominantes de Alemania.
También se puede documentar en el libro de Enzo Collotti. La Alemania Nazi. Alianza Ed. 1972.
sábado, 4 de abril de 2015
Reprimenda de la ONU a España por no extraditar a cargos franquistas. Una juez argentina los reclama para interrogarlos por crímenes de lesa humanidad, pero el Gobierno alega que les ampara la ley de amnistía de 1977
La ONU vuelve a reprender a España por desatender a las víctimas del franquismo. Cuatro expertos de Naciones Unidas -el presidente del Grupo de Trabajo sobre las desapariciones forzadas, Ariel Dulitzky; el relator especial sobre las ejecuciones extrajudiciales o arbitrarias, Christof Heyns; el relator especial sobre la tortura, Juan E. Méndez, y el relator especial sobre la promoción de la verdad, la justicia y la reparación, Pablo de Greiff- han redactado un duro comunicado contra la decisión del Gobierno español de no extraditar a Argentina a los 17 ex cargos franquistas a los que la juez Maria Servini de Cubría reclama para interrogar en Buenos Aires. La magistrada les imputa posibles crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
"La denegación de la extradición deja en profundo desamparo a las víctimas y a sus familiares, negando su derecho a la justicia y a la verdad", afirman los cuatro expertos. "Reconocemos que cabe entre las competencias del Estado español la posibilidad de denegar esa solicitud de extradición, pero si no extradita, el Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales, el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos", añaden. Es decir, para la ONU, España debe enviar a esos 17 excargos franquistas a Argentina o juzgarlos en su territorio.
Los cuatro expertos rebaten, además, los argumentos presentados en el Consejo de Ministros para denegar la extradición de los 17 ex cargos franquistas, entre los que figura José Utrera Molina, suegro del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. "Carecen de base, pues parecen ignorar y contradecir las normas y estándares internacionales de los derechos humanos. El Estado español no puede escudarse en los principios de prescipción y extinción de la responsabilidad penal [la ley de amnistía de 1977] para no extraditar o juzgar a los responsables de violaciones graves de derechos humanos. La tortura, las ejecuciones sumarias y la desaparición forzada pueden constituir crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles. Es decir, que no vence la obligación del Estado de investigar y sancionar a los responsables"...
http://politica.elpais.com/politica/2015/03/27/actualidad/1427485906_256091.html
(Foto: Botas de un fusilado cuyos restos fueron exhumados el verano pasado gracias a la donación de un sindicato noruego de electricistas. / ÓSCAR RODRÍGUEZ. Internet, El País)
"La denegación de la extradición deja en profundo desamparo a las víctimas y a sus familiares, negando su derecho a la justicia y a la verdad", afirman los cuatro expertos. "Reconocemos que cabe entre las competencias del Estado español la posibilidad de denegar esa solicitud de extradición, pero si no extradita, el Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales, el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos", añaden. Es decir, para la ONU, España debe enviar a esos 17 excargos franquistas a Argentina o juzgarlos en su territorio.
Los cuatro expertos rebaten, además, los argumentos presentados en el Consejo de Ministros para denegar la extradición de los 17 ex cargos franquistas, entre los que figura José Utrera Molina, suegro del exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. "Carecen de base, pues parecen ignorar y contradecir las normas y estándares internacionales de los derechos humanos. El Estado español no puede escudarse en los principios de prescipción y extinción de la responsabilidad penal [la ley de amnistía de 1977] para no extraditar o juzgar a los responsables de violaciones graves de derechos humanos. La tortura, las ejecuciones sumarias y la desaparición forzada pueden constituir crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles. Es decir, que no vence la obligación del Estado de investigar y sancionar a los responsables"...
http://politica.elpais.com/politica/2015/03/27/actualidad/1427485906_256091.html
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(Foto: Botas de un fusilado cuyos restos fueron exhumados el verano pasado gracias a la donación de un sindicato noruego de electricistas. / ÓSCAR RODRÍGUEZ. Internet, El País)
Catequesis en la escuela. Es posible enseñar religión desde la laicidad, sin comprometerse con su doctrina. La asignatura confesional debiera ser una opción voluntaria sin contrapartida obligada para los que no la quieren
La enseñanza de la religión vuelve a ser motivo de debate. Es la señal de que no se ha resuelto bien el paso de la escuela nacionalcatólica a una escuela laica o aconfesional, como la que propicia la Constitución. Que el decreto que fija el currículum de la enseñanza de la religión católica en la educación primaria y secundaria convierte la clase de religión en catequesis es indiscutible, pese a que explícitamente afirme que huye de “la finalidad catequética o del adoctrinamiento” y que sólo busca “ilustrar a los estudiantes sobre la identidad del cristianismo y la vida cristiana”. Mientras la religión sea una materia optativa, dirigida sólo a los padres creyentes, difícilmente estará haciendo algo más que lo que siempre han hecho las catequesis o las clases de catecismo. Tal es, por otra parte, la intención implícita en los contenidos del programa. Y es lógico que sea así. Una clase de religión para católicos ha de enseñar que Dios es el autor de la creación, ha de enseñar a rezar, ha de inculcar la doctrina moral católica, ha de transmitir la idea de que la felicidad no se encuentra en esta vida, pero sí en la otra. Una clase de Religión para creyentes es lo que siempre ha sido: una clase de doctrina cristiana.
Es de justicia al hablar de este tema evocar la figura del estimado Luis Gómez Llorente, que, en sus años de diputado socialista, militó enérgicamente para encontrar un equilibrio satisfactorio entre el derecho de los padres a elegir una formación religiosa para sus hijos y la construcción de una escuela laica consecuente con los principios de la laicidad. Gómez Llorente fue testigo directo de los avatares que llevaron a la redacción del artículo 27.3 de la Constitución, que reconoce “el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos”, así como a la ratificación del acuerdo de 1979 sobre temas educativos con la Santa Sede. Ahí vio, a su pesar, cómo se colaba el requisito de que la enseñanza de la religión debía gozar de “condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales” (artículo 2). Un extremo que había de conducir a la prescripción de la religión como una materia evaluable, equiparable a cualquier otra, y, en consecuencia, a la imposición de una asignatura alternativa para aquellos alumnos que no asisten a clase de Religión.
La indignación de quienes apuestan por una laicidad —o aconfesionalidad— manifiesta en la escuela suscita incomprensión por parte de quienes aducen que se trata, a fin de cuentas, de una materia optativa, a elegir libremente por los padres. Nadie está obligado a cursarla, ¿de dónde viene, pues, el descontento? Es para responder a esta inquietud que convendría repasar las ideas que Gómez Llorente vertió en algunos de sus escritos lamentablemente no publicados. La actitud laica, como se define en todas partes, consta de dos ingredientes: libertad de conciencia y neutralidad del Estado en materia religiosa. Cada ciudadano es libre de ser o no religioso y de abrazar la religión que quiera, mientras que el Estado debe abstenerse de preferir una religión a otra y hasta de militar a favor de la ausencia de religión. Desde tal actitud se explica que la enseñanza de la religión sea ofrecida como una opción libre. Incluso puede entenderse que se proponga el ámbito escolar como adecuado para ofrecer ese tipo de formación. Lo que importa es discutir los detalles y la forma de la propuesta.
Hay dos maneras de ofrecer clase de Religión en la escuela: fuera del horario lectivo y del currículum, o incluida en el horario lectivo y equiparable a cualquier otra asignatura. Esta segunda opción, a la que vuelven reiteradamente los grupos conservadores, es la que va acompañada, en nuestros pagos, de la oferta de otra asignatura para los alumnos que no escogen Religión. Pero dicha opción siempre ha sido, en palabras de Gómez Llorente, una “pseudosolución”, por dos razones. La primera, porque la “alternativa” a la religión, sea cual sea, no respeta la “voluntariedad” de los padres que no quieren ni catequesis para sus hijos ni ninguna de las variantes que se proponen obligatoriamente en su lugar. La religión confesional debiera ser una opción voluntaria sin contrapartida obligada para los que no la quieren. Tenemos una red de escuelas concertadas católicas, subvencionadas con fondos públicos, que pueden cubrir la demanda de formación religiosa de los alumnos cuyos padres lo soliciten. Obligar al resto de alumnos a cursar una alternativa a la religión contradice la libertad de conciencia que se atribuye a los ciudadanos de un Estado laico, ya que se suele olvidar que esa libertad no es sólo la de los creyentes, sino también la de los que no lo son, o la de los que profesan religiones minoritarias. Aunque parece que existen decretos similares al de la enseñanza de la religión católica para las otras religiones, es obvio que estas no serán ofrecidas de la misma forma en que lo es la religión católica, que se ampara en el acuerdo con la Santa Sede.
Hay otro elemento que hace de la solución propuesta una pseudo o mala solución al conflicto sobre la enseñanza de la religión. Suscribo la afirmación del decreto cuando dice que “el olvido y la ignorancia de la religión podría tener consecuencias catastróficas para la cultura en general y la memoria colectiva”. Es totalmente cierto. Nuestra cultura incluye el “hecho religioso” e ignorarlo es analfabetismo. Los profesores de Filosofía, Historia del Arte o Literatura comprueban cada día que la falta de cultura religiosa de los estudiantes es un obstáculo para explicar aspectos fundamentales de sus materias. No hace falta saber el Padrenuestro ni recitar el catecismo de corrido; lo que importa es tener referencias bíblicas, de la historia del cristianismo y del culto, que permitan identificar y comprender los símbolos, las imágenes, la arquitectura y el pensamiento cristiano que ha dejado huellas innegables en nuestra cultura, para bien y para mal, pero que deben ser conocidas. Tal es la razón por la que, en distintas ocasiones, se ha abogado por la creación de una asignatura, no alternativa a la doctrina católica, sino imprescindible para la adquisición de la cultura religiosa en general por parte de todos los alumnos. Una asignatura que debería abarcar tanto la historia del cristianismo (la antigua “historia sagrada”), como la de otras religiones, y que profundizara en esa “ética civil” que necesitamos todos, más allá de la moral católica, islámica o evangélica, privativas de cada una de las religiones particulares.
Tras muchos años de conflicto, habíamos llegado a consensuar una Educación para la Ciudadanía para todos los alumnos, que consistía en esa iniciación cívica indispensable para adquirir un sentido de lo que es comportarse como buen ciudadano. No era la solución óptima, a mi juicio, pero era mejor que la elección entre la religión y su “alternativa”. Comparto de nuevo la afirmación que tantas veces le oí a Gómez Llorente de que la cuestión religiosa debe importarnos a todos y que es posible enseñar religión desde la laicidad, sin comprometerse con su doctrina —lo que hace la catequesis—, pero informando de lo que ha significado y sigue significando la religión en el mundo. Ahora que el islamismo irrumpe con violencia en nuestras sociedades, no es absurdo conocer lo que ocurrió antaño con el cristianismo y lo que ha significado para bien de todos el proceso de secularización. Pero también conviene enseñar lo que le debemos a la religión en materia de costumbres y que forma parte de aquellos valores que consideramos universalizables. Valores no tan distantes de los que hoy configuran las llamadas “virtudes cívicas” fundamentales para la regeneración democrática.
Una vez más hay que lamentar que el equilibrio que se logró al redactar la Constitución no haya perdurado...
http://elpais.com/elpais/2015/03/18/opinion/1426703664_774909.html
Es de justicia al hablar de este tema evocar la figura del estimado Luis Gómez Llorente, que, en sus años de diputado socialista, militó enérgicamente para encontrar un equilibrio satisfactorio entre el derecho de los padres a elegir una formación religiosa para sus hijos y la construcción de una escuela laica consecuente con los principios de la laicidad. Gómez Llorente fue testigo directo de los avatares que llevaron a la redacción del artículo 27.3 de la Constitución, que reconoce “el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos”, así como a la ratificación del acuerdo de 1979 sobre temas educativos con la Santa Sede. Ahí vio, a su pesar, cómo se colaba el requisito de que la enseñanza de la religión debía gozar de “condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales” (artículo 2). Un extremo que había de conducir a la prescripción de la religión como una materia evaluable, equiparable a cualquier otra, y, en consecuencia, a la imposición de una asignatura alternativa para aquellos alumnos que no asisten a clase de Religión.
La indignación de quienes apuestan por una laicidad —o aconfesionalidad— manifiesta en la escuela suscita incomprensión por parte de quienes aducen que se trata, a fin de cuentas, de una materia optativa, a elegir libremente por los padres. Nadie está obligado a cursarla, ¿de dónde viene, pues, el descontento? Es para responder a esta inquietud que convendría repasar las ideas que Gómez Llorente vertió en algunos de sus escritos lamentablemente no publicados. La actitud laica, como se define en todas partes, consta de dos ingredientes: libertad de conciencia y neutralidad del Estado en materia religiosa. Cada ciudadano es libre de ser o no religioso y de abrazar la religión que quiera, mientras que el Estado debe abstenerse de preferir una religión a otra y hasta de militar a favor de la ausencia de religión. Desde tal actitud se explica que la enseñanza de la religión sea ofrecida como una opción libre. Incluso puede entenderse que se proponga el ámbito escolar como adecuado para ofrecer ese tipo de formación. Lo que importa es discutir los detalles y la forma de la propuesta.
Hay dos maneras de ofrecer clase de Religión en la escuela: fuera del horario lectivo y del currículum, o incluida en el horario lectivo y equiparable a cualquier otra asignatura. Esta segunda opción, a la que vuelven reiteradamente los grupos conservadores, es la que va acompañada, en nuestros pagos, de la oferta de otra asignatura para los alumnos que no escogen Religión. Pero dicha opción siempre ha sido, en palabras de Gómez Llorente, una “pseudosolución”, por dos razones. La primera, porque la “alternativa” a la religión, sea cual sea, no respeta la “voluntariedad” de los padres que no quieren ni catequesis para sus hijos ni ninguna de las variantes que se proponen obligatoriamente en su lugar. La religión confesional debiera ser una opción voluntaria sin contrapartida obligada para los que no la quieren. Tenemos una red de escuelas concertadas católicas, subvencionadas con fondos públicos, que pueden cubrir la demanda de formación religiosa de los alumnos cuyos padres lo soliciten. Obligar al resto de alumnos a cursar una alternativa a la religión contradice la libertad de conciencia que se atribuye a los ciudadanos de un Estado laico, ya que se suele olvidar que esa libertad no es sólo la de los creyentes, sino también la de los que no lo son, o la de los que profesan religiones minoritarias. Aunque parece que existen decretos similares al de la enseñanza de la religión católica para las otras religiones, es obvio que estas no serán ofrecidas de la misma forma en que lo es la religión católica, que se ampara en el acuerdo con la Santa Sede.
Hay otro elemento que hace de la solución propuesta una pseudo o mala solución al conflicto sobre la enseñanza de la religión. Suscribo la afirmación del decreto cuando dice que “el olvido y la ignorancia de la religión podría tener consecuencias catastróficas para la cultura en general y la memoria colectiva”. Es totalmente cierto. Nuestra cultura incluye el “hecho religioso” e ignorarlo es analfabetismo. Los profesores de Filosofía, Historia del Arte o Literatura comprueban cada día que la falta de cultura religiosa de los estudiantes es un obstáculo para explicar aspectos fundamentales de sus materias. No hace falta saber el Padrenuestro ni recitar el catecismo de corrido; lo que importa es tener referencias bíblicas, de la historia del cristianismo y del culto, que permitan identificar y comprender los símbolos, las imágenes, la arquitectura y el pensamiento cristiano que ha dejado huellas innegables en nuestra cultura, para bien y para mal, pero que deben ser conocidas. Tal es la razón por la que, en distintas ocasiones, se ha abogado por la creación de una asignatura, no alternativa a la doctrina católica, sino imprescindible para la adquisición de la cultura religiosa en general por parte de todos los alumnos. Una asignatura que debería abarcar tanto la historia del cristianismo (la antigua “historia sagrada”), como la de otras religiones, y que profundizara en esa “ética civil” que necesitamos todos, más allá de la moral católica, islámica o evangélica, privativas de cada una de las religiones particulares.
Tras muchos años de conflicto, habíamos llegado a consensuar una Educación para la Ciudadanía para todos los alumnos, que consistía en esa iniciación cívica indispensable para adquirir un sentido de lo que es comportarse como buen ciudadano. No era la solución óptima, a mi juicio, pero era mejor que la elección entre la religión y su “alternativa”. Comparto de nuevo la afirmación que tantas veces le oí a Gómez Llorente de que la cuestión religiosa debe importarnos a todos y que es posible enseñar religión desde la laicidad, sin comprometerse con su doctrina —lo que hace la catequesis—, pero informando de lo que ha significado y sigue significando la religión en el mundo. Ahora que el islamismo irrumpe con violencia en nuestras sociedades, no es absurdo conocer lo que ocurrió antaño con el cristianismo y lo que ha significado para bien de todos el proceso de secularización. Pero también conviene enseñar lo que le debemos a la religión en materia de costumbres y que forma parte de aquellos valores que consideramos universalizables. Valores no tan distantes de los que hoy configuran las llamadas “virtudes cívicas” fundamentales para la regeneración democrática.
Una vez más hay que lamentar que el equilibrio que se logró al redactar la Constitución no haya perdurado...
http://elpais.com/elpais/2015/03/18/opinion/1426703664_774909.html
viernes, 3 de abril de 2015
Entrevista con el economista Juan Torres López. "Se están creando 'tendencias y demonios terroríficos' en Europa"
Gilberto Lopes
Europa “está en situación muy delicada. No se encuentra a sí misma”, dijo a “Universidad” el economista Juan Torres, uno de los autores, junto con Vincenç Navarro, de la propuesta económica de Podemos, organización que es hoy la principal fuerza política de oposición en España. Están creando “tendencias y demonios terroríficos”, advirtió. Su voz no es la única. Hace un par de semana Jospeh Stiglitz, premio Nobel de Economía, dijo en una entrevista a la cadena norteamericana CNBC que el problema de Europa no era Grecia, sino Alemania. La moneda única, el euro, “despojó a los ciudadanos —sobre todo en los países en crisis— de cualquier decisión que ellos pudiesen tener sobre su destino económico”.
“¿Por cuánto tiempo puede esto continuar?”, se preguntó Stiglitz.
Parece que no por mucho más. Aunque Torres enfatizó que “Podemos no es Syriza”, nos advirtió que España, pese al optimismo del presidente del gobierno conservador, Mariano Rajoy, “vive una situación singular”. El gobierno vende la idea de que España ya salió de la crisis, pero de ahí a que esto sea una realidad “hay una gran distancia”, en su opinión.
Economista de larga trayectoria, Torres pasó revista a la situación del país, de Podemos y de Europa, en una conversación con Universidad, en Sevilla, donde es profesor catedrático de economía. Lo que sigue son apuntes de esa conversación.
Gilberto Lopes – El presidente del gobierno Mariano Rajoy, ha augurado para España un crecimiento superior al 2% este año. “Y si no, al tiempo”, agregó. En su opinión, ¿esa es una predicción realista?
Juan Torres López - Estamos en una situación singular en España. El gobierno, la patronal y los medios de comunicación están llevando a cabo una campaña impresionante para difundir la idea de que salimos de la crisis.
A finales de año habrá elecciones generales y, en mayo, se llevarán a cabo alecciones autonómicas. La verdad es que el gobierno ha aflojado la presión sobre el gasto y eso, unido al clima preelectoral, refleja una cierta mejora del ambiente económico. Pero será una mejora artificial y aparente que lleva consigo, después, un nuevo empeoramiento, porque no se están corrigiendo las políticas que han ocasionado la recesión.
De ahí a que esa mejor expectativa se convierta en una recuperación efectiva hay una gran distancia. También está por verse si esta recuperación va a significar una mejora sustancial en las condiciones de vida de la gente.
Rajoy dice que al final de su gobierno habrá creado un millón de empleos. En España se hizo una reforma laboral en 2010 para dar mayor poder a la patronal para que esta pudiera llevar a cabo una transformación en los tipos de contratación. Pero los empleos que se crean no son resultado de una mayor contratación de trabajo, sino que se cambia contratos a tiempo completo por otros, a tiempo parcial, como lo deja en evidencia el hecho de que se están reduciendo las horas trabajadas. Se está cambiando la lógica de contratación, yéndose a un modelo laboral mucho más precario, con sueldos de miseria.
El crecimiento de la actividad económica tampoco es sustantivo. No se recupera el crédito. Aumenta el consumo sin que esté aumentando la renta familiar. La gente con algún recurso está gastando sus ahorros.
La deuda va a seguir creciendo sin remedio mientras no se pongan en marcha políticas de reactivación de la demanda que generen mayor ingreso y mayor inversión. Será difícil lograr un crecimiento del 2% este año, como promete Rajoy.
GL – En el programa de Podemos se recuerda las afirmaciones de que la políticas de austeridad eran imprescindibles para reducir la deuda pública. Lo cierto es que esas políticas no cumplieron sus promesas. En materia de deuda pública, esa ha subido en la Eurozona del 72% del PIB en 2007 al 103% en 2014. En Grecia paso del 103,1% al 174,9% y en España del 35,5% al 96,8%. ¿Cuál es la alternativa?
JTL - El documento hecho para Podemos parte del diagnóstico de una crisis general, de problemas de políticas europeas a lo cual se añade la quiebra del modelo productivo de nuestra economía y la crisis de deuda.
Estamos ante una combinación de factores desencadenantes de una situación de emergencia económica frente a la cual tenemos poca capacidad de maniobra, entre otras razones porque la política macroeconómica nos viene dada desde Europa.
Tenemos una economía que ha tratado de ser competitiva por vía de bajar salarios, lo cual nos ha empobrecido y generado problemas de exclusión social muy fuerte.
A nuestro juicio el problema fundamental es la concentración extraordinaria de la riqueza. Se ha debilitado así el mercado interno, que es el que puede generar recursos endógenos para activar la economía.
En segundo lugar, ha habido una especialización dañina de la economía en sectores como la construcción y servicios, de poco valor agregado. Hay que modificar esa lógica.
En tercer lugar, tenemos hoy una crisis de la deuda muy importante a la que hay que hacer frente racionalizando gastos y mejorando la política fiscal. Tenemos los impuestos más altos de Europa, pero también una gran evasión.
Se está produciendo, además, un auténtico desmantelamiento de los servicios básicos, como consecuencia de dos factores: la pérdida de presupuesto y la estrategia de ir dinamitando lentamente el sector público para fortalecer el negocio privado.
Rajoy habla de un mundo en el que no vive la gente. Es imposible que un sistema de salud universal no se haya resentido con los recortes que ha sufrido. Aumenta la falta de atención, los retrasos, despidos, centros de investigación que se cierran.
Eso no puede dejar de afectar los servicios. Es un proceso muy sutil que no se aprecia en el día a día pero que, con el paso del tiempo, va produciendo un auténtico destrozo en los servicios públicos.
Nosotros creemos que hay que actuar en esos campos. Hay que llegar a un gran acuerdo para que política fiscal sea efectiva, que permita combatir el fraude. Tenemos margen en el ámbito fiscal. Hay que optimizar el gasto. Pero, en realidad, ni siquiera yendo al 100% en optimización del gasto sería posible recuperar el dinamismo de nuestra economía.
Necesitamos un acuerdo de amplísimo alcance para recuperar el peso de los salarios en la economía porque eso es lo que puede generar demanda interna. Eso es delicado, pero es el prerrequisito para poner en marcha la economía.
GL – En prácticamente toda Europa se extiende el problema de la deuda. Cada vez más se apunta a Alemania como motor de una política que ha ahondado esa crisis. ¿Cuál es su criterio al respecto?
JTL - Tenemos un problema de deuda. Todavía no es completamente insostenible, pero va a llegar a serlo. España tiene compromisos, pero no es menos cierto que, en algún momento, hay que ponerse firmes.
Alemania ha impuesto a Europa una situación que ha hundido la economía. Hay que despertar de esa pesadilla, hablar de tu a tu a Europa.
La historia nos enseña que prácticamente todas las crisis de la duda se han resuelto con algún tipo de reestructuración. Hay que ser realistas y plantear las cosas de otro modo. Ahogar al deudor, como está ocurriendo en Europa, es la peor de las formas para resolver el problema de la duda.
Hay que transmitir a los españoles un mensaje de mucha sinceridad. Las políticas de los últimos decenios han empobrecido a una gran parte de España, han creado un modelo insostenible, se ha destruido tejido empresarial, han creado una enorme dependencia de centros financieros extranjeros, nos han situado en un entorno europeo muy dañino y eso ha producido heridas difíciles de curar.
El problema que tiene Europa es que Alemania ha generado un espacio tan asimétrico, tan vacío de elementos de contrapeso, que cuando ha venido una perturbación fuerte el barco se va a pique. Como decimos en el programa de Podemos, “es cada día más evidente que Europa se convierte poco a poco en una dictadura”.
La zona monetaria euro está mal diseñada, en beneficio de Alemania y de las grandes corporaciones; muy en especial de las financieras
Alemania utilizó el gran excedente comercial que lograba gracias a esas condiciones asimétricas (como la falta de políticas comunes, de políticas redistributivas, o la ausencia de una hacienda europea) para promover burbujas en la periferia. Cuando estallaron esas burbujas, no tuvo inconveniente en dedicar miles de millones de euros para financiar a sus bancos. Y ha hecho lo imposible para que la deuda privada que sus bancos alimentaron se convirtiera en deuda pública.
Alemania ha impuesto un régimen de apropiación constante de los excedentes de la periferia pero, al mismo tiempo, impone políticas que frenan la producción de esos excedentes en esa misma periferia.
Alemania está esclavizando a una gran parte de Europa con el inconveniente, además, de que son sus principales clientes y fuentes de riqueza. Lo cual no puede dar lugar sino a una contradicción en Europa que, si no se resuelve pronto, la hará saltar por los aires.
GL – En su criterio, ¿adónde puede conducir el descontento que los programas de austeridad están creando en Grecia y Europa?
JTL - Europa está en situación muy delicada, no se encuentra a sí misma y se convierte en un factor de desestabilización a su alrededor. Se están creando tendencias y demonios terroríficos.
Grecia es un caso particular. La agresión nazi fue terrible y hoy está presente. Hay un sentimiento antinazi y, por proyección, antialemán, muy fuerte. Todavía le deben dinero a Grecia, por la invasión y por crímenes de guerra.
La connivencia de los poderes europeos con los gobiernos conservadores que arruinaron el país también ha sido muy grande y muy evidente.
Es muy importante que aparezcan fuerzas que generen otras referencias intelectuales, que la gente vea que es posible otro camino, que es lo que el poder se ha empeñado en negar en Europa.
Europa “está en situación muy delicada. No se encuentra a sí misma”, dijo a “Universidad” el economista Juan Torres, uno de los autores, junto con Vincenç Navarro, de la propuesta económica de Podemos, organización que es hoy la principal fuerza política de oposición en España. Están creando “tendencias y demonios terroríficos”, advirtió. Su voz no es la única. Hace un par de semana Jospeh Stiglitz, premio Nobel de Economía, dijo en una entrevista a la cadena norteamericana CNBC que el problema de Europa no era Grecia, sino Alemania. La moneda única, el euro, “despojó a los ciudadanos —sobre todo en los países en crisis— de cualquier decisión que ellos pudiesen tener sobre su destino económico”.
“¿Por cuánto tiempo puede esto continuar?”, se preguntó Stiglitz.
Parece que no por mucho más. Aunque Torres enfatizó que “Podemos no es Syriza”, nos advirtió que España, pese al optimismo del presidente del gobierno conservador, Mariano Rajoy, “vive una situación singular”. El gobierno vende la idea de que España ya salió de la crisis, pero de ahí a que esto sea una realidad “hay una gran distancia”, en su opinión.
Economista de larga trayectoria, Torres pasó revista a la situación del país, de Podemos y de Europa, en una conversación con Universidad, en Sevilla, donde es profesor catedrático de economía. Lo que sigue son apuntes de esa conversación.
Gilberto Lopes – El presidente del gobierno Mariano Rajoy, ha augurado para España un crecimiento superior al 2% este año. “Y si no, al tiempo”, agregó. En su opinión, ¿esa es una predicción realista?
Juan Torres López - Estamos en una situación singular en España. El gobierno, la patronal y los medios de comunicación están llevando a cabo una campaña impresionante para difundir la idea de que salimos de la crisis.
A finales de año habrá elecciones generales y, en mayo, se llevarán a cabo alecciones autonómicas. La verdad es que el gobierno ha aflojado la presión sobre el gasto y eso, unido al clima preelectoral, refleja una cierta mejora del ambiente económico. Pero será una mejora artificial y aparente que lleva consigo, después, un nuevo empeoramiento, porque no se están corrigiendo las políticas que han ocasionado la recesión.
De ahí a que esa mejor expectativa se convierta en una recuperación efectiva hay una gran distancia. También está por verse si esta recuperación va a significar una mejora sustancial en las condiciones de vida de la gente.
Rajoy dice que al final de su gobierno habrá creado un millón de empleos. En España se hizo una reforma laboral en 2010 para dar mayor poder a la patronal para que esta pudiera llevar a cabo una transformación en los tipos de contratación. Pero los empleos que se crean no son resultado de una mayor contratación de trabajo, sino que se cambia contratos a tiempo completo por otros, a tiempo parcial, como lo deja en evidencia el hecho de que se están reduciendo las horas trabajadas. Se está cambiando la lógica de contratación, yéndose a un modelo laboral mucho más precario, con sueldos de miseria.
El crecimiento de la actividad económica tampoco es sustantivo. No se recupera el crédito. Aumenta el consumo sin que esté aumentando la renta familiar. La gente con algún recurso está gastando sus ahorros.
La deuda va a seguir creciendo sin remedio mientras no se pongan en marcha políticas de reactivación de la demanda que generen mayor ingreso y mayor inversión. Será difícil lograr un crecimiento del 2% este año, como promete Rajoy.
GL – En el programa de Podemos se recuerda las afirmaciones de que la políticas de austeridad eran imprescindibles para reducir la deuda pública. Lo cierto es que esas políticas no cumplieron sus promesas. En materia de deuda pública, esa ha subido en la Eurozona del 72% del PIB en 2007 al 103% en 2014. En Grecia paso del 103,1% al 174,9% y en España del 35,5% al 96,8%. ¿Cuál es la alternativa?
JTL - El documento hecho para Podemos parte del diagnóstico de una crisis general, de problemas de políticas europeas a lo cual se añade la quiebra del modelo productivo de nuestra economía y la crisis de deuda.
Estamos ante una combinación de factores desencadenantes de una situación de emergencia económica frente a la cual tenemos poca capacidad de maniobra, entre otras razones porque la política macroeconómica nos viene dada desde Europa.
Tenemos una economía que ha tratado de ser competitiva por vía de bajar salarios, lo cual nos ha empobrecido y generado problemas de exclusión social muy fuerte.
A nuestro juicio el problema fundamental es la concentración extraordinaria de la riqueza. Se ha debilitado así el mercado interno, que es el que puede generar recursos endógenos para activar la economía.
En segundo lugar, ha habido una especialización dañina de la economía en sectores como la construcción y servicios, de poco valor agregado. Hay que modificar esa lógica.
En tercer lugar, tenemos hoy una crisis de la deuda muy importante a la que hay que hacer frente racionalizando gastos y mejorando la política fiscal. Tenemos los impuestos más altos de Europa, pero también una gran evasión.
Se está produciendo, además, un auténtico desmantelamiento de los servicios básicos, como consecuencia de dos factores: la pérdida de presupuesto y la estrategia de ir dinamitando lentamente el sector público para fortalecer el negocio privado.
Rajoy habla de un mundo en el que no vive la gente. Es imposible que un sistema de salud universal no se haya resentido con los recortes que ha sufrido. Aumenta la falta de atención, los retrasos, despidos, centros de investigación que se cierran.
Eso no puede dejar de afectar los servicios. Es un proceso muy sutil que no se aprecia en el día a día pero que, con el paso del tiempo, va produciendo un auténtico destrozo en los servicios públicos.
Nosotros creemos que hay que actuar en esos campos. Hay que llegar a un gran acuerdo para que política fiscal sea efectiva, que permita combatir el fraude. Tenemos margen en el ámbito fiscal. Hay que optimizar el gasto. Pero, en realidad, ni siquiera yendo al 100% en optimización del gasto sería posible recuperar el dinamismo de nuestra economía.
Necesitamos un acuerdo de amplísimo alcance para recuperar el peso de los salarios en la economía porque eso es lo que puede generar demanda interna. Eso es delicado, pero es el prerrequisito para poner en marcha la economía.
GL – En prácticamente toda Europa se extiende el problema de la deuda. Cada vez más se apunta a Alemania como motor de una política que ha ahondado esa crisis. ¿Cuál es su criterio al respecto?
JTL - Tenemos un problema de deuda. Todavía no es completamente insostenible, pero va a llegar a serlo. España tiene compromisos, pero no es menos cierto que, en algún momento, hay que ponerse firmes.
Alemania ha impuesto a Europa una situación que ha hundido la economía. Hay que despertar de esa pesadilla, hablar de tu a tu a Europa.
La historia nos enseña que prácticamente todas las crisis de la duda se han resuelto con algún tipo de reestructuración. Hay que ser realistas y plantear las cosas de otro modo. Ahogar al deudor, como está ocurriendo en Europa, es la peor de las formas para resolver el problema de la duda.
Hay que transmitir a los españoles un mensaje de mucha sinceridad. Las políticas de los últimos decenios han empobrecido a una gran parte de España, han creado un modelo insostenible, se ha destruido tejido empresarial, han creado una enorme dependencia de centros financieros extranjeros, nos han situado en un entorno europeo muy dañino y eso ha producido heridas difíciles de curar.
El problema que tiene Europa es que Alemania ha generado un espacio tan asimétrico, tan vacío de elementos de contrapeso, que cuando ha venido una perturbación fuerte el barco se va a pique. Como decimos en el programa de Podemos, “es cada día más evidente que Europa se convierte poco a poco en una dictadura”.
La zona monetaria euro está mal diseñada, en beneficio de Alemania y de las grandes corporaciones; muy en especial de las financieras
Alemania utilizó el gran excedente comercial que lograba gracias a esas condiciones asimétricas (como la falta de políticas comunes, de políticas redistributivas, o la ausencia de una hacienda europea) para promover burbujas en la periferia. Cuando estallaron esas burbujas, no tuvo inconveniente en dedicar miles de millones de euros para financiar a sus bancos. Y ha hecho lo imposible para que la deuda privada que sus bancos alimentaron se convirtiera en deuda pública.
Alemania ha impuesto un régimen de apropiación constante de los excedentes de la periferia pero, al mismo tiempo, impone políticas que frenan la producción de esos excedentes en esa misma periferia.
Alemania está esclavizando a una gran parte de Europa con el inconveniente, además, de que son sus principales clientes y fuentes de riqueza. Lo cual no puede dar lugar sino a una contradicción en Europa que, si no se resuelve pronto, la hará saltar por los aires.
GL – En su criterio, ¿adónde puede conducir el descontento que los programas de austeridad están creando en Grecia y Europa?
JTL - Europa está en situación muy delicada, no se encuentra a sí misma y se convierte en un factor de desestabilización a su alrededor. Se están creando tendencias y demonios terroríficos.
Grecia es un caso particular. La agresión nazi fue terrible y hoy está presente. Hay un sentimiento antinazi y, por proyección, antialemán, muy fuerte. Todavía le deben dinero a Grecia, por la invasión y por crímenes de guerra.
La connivencia de los poderes europeos con los gobiernos conservadores que arruinaron el país también ha sido muy grande y muy evidente.
Es muy importante que aparezcan fuerzas que generen otras referencias intelectuales, que la gente vea que es posible otro camino, que es lo que el poder se ha empeñado en negar en Europa.
El Estado tiene la obligación de garantizar el acceso a la justicia para las víctimas, según la ONU. Se reabre en Soria el único caso en marcha por desaparecidos en la Guerra Civil
Diso Press
El Juzgado número 1 de Almazán (Soria) ha reabierto el caso por los diez desaparecidos de Barcones durante la Guerra Civil española, y ha solicitado a la Guardia Civil que facilite las "órdenes puestas a disposición de Guardia Civil y Falange dadas por el comandante militar y se averigüe si fueron únicas, o bien si fueron sistemáticas". La reapertura de este caso por parte de la magistrada María Luisa García lo convierte en el único caso abierto en España por desaparecidos durante la Guerra Civil española. La asociación soriana Recuerdo y Dignidad hizo entrega el pasado día 16 de Marzo, en el juzgado de Almazán, un escrito que solicitaba la reapertura del caso, después de que el archivo de la causa se produjera por desconocerse los autores materiales, pese a estar demostrados los asesinatos. En dicha solicitud de reapertura del caso se adjuntaba la información procedente de la exhumación -realizada entre el 19 y 21 de Julio de 2013-, así como la obtenida de documentos de la época, incluyendo nombres de posibles cómplices o autores. En aquella exhumación, realizada por Recuerdo y Dignidad, se localizaron seis cuerpos, por lo que cuatro siguen todavía desaparecidos. Se trata de Arsenio Martínez, Tomás Cué, Antonio Lafuente y Fermín González, todos vecinos de Soria y miembros de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
Antes de llevar acabo aquellos trabajos, la citada asociación presentó la correspondiente denuncia en el juzgado de Almazán, solicitando la participación del juzgado en la exhumación, pero tras la apertura de diligencias, el 23 de octubre de 2013, se declaró el sobreseimiento provisional. La denuncia llegó hasta el Tribunal Constitucional, pero también fue desestimada.
España tiene la obligación de garantizar el acceso a la justicia para las víctimas, según la ONU
Por otra parte, un grupo de expertos de la ONU pidieron este viernes en Ginebra que España "extradite a los responsables de violaciones graves de los Derechos Humanos" durante el franquismo "mientras no se tomen medidas para garantizar el acceso a la justicia" española de las víctimas.
El 13 de marzo, el Gobierno denegó la extradición de 17 ciudadanos españoles acusados por la justicia argentina de violaciones graves de los Derechos Humanos cometidas durante el régimen franquista.
"El Estado español está obligado a extraditar a los responsables de violaciones graves de los Derechos Humanos, mientras no se tomen medidas para garantizar el acceso a la justicia y el derecho a la verdad de las víctimas ante las instancias legales españolas", dijo el comunicado de los expertos. “La denegación de la extradición deja en profundo desamparo a las víctimas y a sus familiares, negando su derecho a la justicia y a la verdad”, añadieron.
Los expertos estuvieron en contacto con el Gobierno en relación con las extradiciones ordenadas en octubre de 2014, en el marco de la llamada 'querella argentina', en la que se investigan fusilamientos, torturas, robos de bebés y otros delitos.
"Reconocemos que cabe entre las competencias del Estado español la posibilidad de denegar esta solicitud de extradición", dijeron los expertos. "Pero si no extradita, el Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales, el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los Derechos Humanos y el derecho a la verdad", agregaron.
El grupo está integrado por Ariel Dulitzky (Grupo de Trabajo sobre las desapariciones forzadas o involuntarias), Christof Heyns (Relator Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales), Juan E. Méndez (Relator Especial sobre la tortura) y Pablo de Greiff (Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición).
El Juzgado número 1 de Almazán (Soria) ha reabierto el caso por los diez desaparecidos de Barcones durante la Guerra Civil española, y ha solicitado a la Guardia Civil que facilite las "órdenes puestas a disposición de Guardia Civil y Falange dadas por el comandante militar y se averigüe si fueron únicas, o bien si fueron sistemáticas". La reapertura de este caso por parte de la magistrada María Luisa García lo convierte en el único caso abierto en España por desaparecidos durante la Guerra Civil española. La asociación soriana Recuerdo y Dignidad hizo entrega el pasado día 16 de Marzo, en el juzgado de Almazán, un escrito que solicitaba la reapertura del caso, después de que el archivo de la causa se produjera por desconocerse los autores materiales, pese a estar demostrados los asesinatos. En dicha solicitud de reapertura del caso se adjuntaba la información procedente de la exhumación -realizada entre el 19 y 21 de Julio de 2013-, así como la obtenida de documentos de la época, incluyendo nombres de posibles cómplices o autores. En aquella exhumación, realizada por Recuerdo y Dignidad, se localizaron seis cuerpos, por lo que cuatro siguen todavía desaparecidos. Se trata de Arsenio Martínez, Tomás Cué, Antonio Lafuente y Fermín González, todos vecinos de Soria y miembros de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).
Antes de llevar acabo aquellos trabajos, la citada asociación presentó la correspondiente denuncia en el juzgado de Almazán, solicitando la participación del juzgado en la exhumación, pero tras la apertura de diligencias, el 23 de octubre de 2013, se declaró el sobreseimiento provisional. La denuncia llegó hasta el Tribunal Constitucional, pero también fue desestimada.
España tiene la obligación de garantizar el acceso a la justicia para las víctimas, según la ONU
Por otra parte, un grupo de expertos de la ONU pidieron este viernes en Ginebra que España "extradite a los responsables de violaciones graves de los Derechos Humanos" durante el franquismo "mientras no se tomen medidas para garantizar el acceso a la justicia" española de las víctimas.
El 13 de marzo, el Gobierno denegó la extradición de 17 ciudadanos españoles acusados por la justicia argentina de violaciones graves de los Derechos Humanos cometidas durante el régimen franquista.
"El Estado español está obligado a extraditar a los responsables de violaciones graves de los Derechos Humanos, mientras no se tomen medidas para garantizar el acceso a la justicia y el derecho a la verdad de las víctimas ante las instancias legales españolas", dijo el comunicado de los expertos. “La denegación de la extradición deja en profundo desamparo a las víctimas y a sus familiares, negando su derecho a la justicia y a la verdad”, añadieron.
Los expertos estuvieron en contacto con el Gobierno en relación con las extradiciones ordenadas en octubre de 2014, en el marco de la llamada 'querella argentina', en la que se investigan fusilamientos, torturas, robos de bebés y otros delitos.
"Reconocemos que cabe entre las competencias del Estado español la posibilidad de denegar esta solicitud de extradición", dijeron los expertos. "Pero si no extradita, el Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales, el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los Derechos Humanos y el derecho a la verdad", agregaron.
El grupo está integrado por Ariel Dulitzky (Grupo de Trabajo sobre las desapariciones forzadas o involuntarias), Christof Heyns (Relator Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales), Juan E. Méndez (Relator Especial sobre la tortura) y Pablo de Greiff (Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición).
jueves, 2 de abril de 2015
La mala privatización de AENA
Ginés de Rus, catedrático de Economía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha presentado este miércoles otra investigación de Fedea (de los profesores Juan Santaló y Pilar Socorro), en la que se analizan los modelos de privatización de la gestión aeroportuaria. Y la reciente salida a Bolsa de AENA no sale bien parada.
AENA captó 4.263 millones por la colocación en Bolsa del 49% de su capital, con lo que se convierte en una sociedad mixta, con control público. Tras repasar las investigaciones sobre el tema y casos similares en otros países, Santaló y Socorro, consideran que AENA se ha situado “en el peor de todos los mundos”. “La evidencia muestra que los modelos de gestión mixta exhiben una eficiencia en costes inferior tanto a los aeropuertos con un 100% en manos privadas, como a los que tienen un 100% de titularidad pública”.
Así las cosas, los investigadores de Fedea creen que si el objetivo del Gobierno era recaudar para reducir la deuda pública, se habría logrado “un mayor precio si se privatiza en bloque” y se vende a una compañía del sector. “Y si el objetivo es introducir eficiencia y dinamismo, AENA tendría que dividirse en partes y permitir una competencia sana entre diferentes aeropuertos”, ya sea con gestores públicos o privados. http://economia.elpais.com/economia/2015/03/26/actualidad/1427367930_711155.html
AENA captó 4.263 millones por la colocación en Bolsa del 49% de su capital, con lo que se convierte en una sociedad mixta, con control público. Tras repasar las investigaciones sobre el tema y casos similares en otros países, Santaló y Socorro, consideran que AENA se ha situado “en el peor de todos los mundos”. “La evidencia muestra que los modelos de gestión mixta exhiben una eficiencia en costes inferior tanto a los aeropuertos con un 100% en manos privadas, como a los que tienen un 100% de titularidad pública”.
Así las cosas, los investigadores de Fedea creen que si el objetivo del Gobierno era recaudar para reducir la deuda pública, se habría logrado “un mayor precio si se privatiza en bloque” y se vende a una compañía del sector. “Y si el objetivo es introducir eficiencia y dinamismo, AENA tendría que dividirse en partes y permitir una competencia sana entre diferentes aeropuertos”, ya sea con gestores públicos o privados. http://economia.elpais.com/economia/2015/03/26/actualidad/1427367930_711155.html
miércoles, 1 de abril de 2015
Denunciar perjudica seriamente su salud
El caso de la comandante Zaida ha despertado los sentimientos de solidaridad de mucha gente frente al abuso y la injusticia. Pero una vez más nos hemos quedado en la superficie de los fenómenos que acontecen cada día, en la piel de las noticias. Como mucho, alguien nos deja con la inquietud de que aún ganando en sede judicial —si un Tribunal Militar lo fuera—, la demandante ha perdido. Sí, no puede reincorporarse porque se enfrentará a un infierno de vida laboral. Y santas pascuas, señores. ¿Cómo una sociedad de seres humanos civilizados puede aguantar, soportar, sin degradarse que los que denuncian con razón resulten los perdedores en término de realidades? ¿No deberían ser considerados, por el contrario, como prototipos y no como protomártires? Todos conocemos a muchas Zaidas en cuarteles, oficinas, prisiones y hospitales del mundo entero, pero no nos conmueven hasta que no alcanzan notoriedad en programas de televisión. Mientras, aplicamos la misma ley, “bueno, es lo que hay”, “ya sabes, el mundo es así” y otras muletillas de ocasión que nos sirven para quitarnos la responsabilidad de encima. Julian Assange denunció con el caso Wikileaks y ahí lo tienen, prisionero en una embajada; Snowden sacó a la luz los trapos sucios de la CIA, y por ahí anda escondido; Falciani se atrevió a denunciar cómo un banco suizo servía de burladero a una panda de malhechores y ahí le tienen, semioculto y protegido por la policía para que no lo atropelle un camión. Tenga cuidado, denunciar puede complicarle seriamente la vida.—JUAN CARLOS FRAILE PÉREZ Las Rozas, Madrid 23 MAR 2015 -
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