jueves, 13 de septiembre de 2018

Qué influye más en lo que somos, ¿la genética o la crianza? El conocido dilema, herencia-medio o genética-educación.



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El día que mis dos gemelos idénticos nacieron mediante una cesárea de emergencia, noté una diferencia en su comportamiento. El gemelo A, que se había visto presionado durante varias horas contra una pelvis inflexible, pasó la mayor parte de su primer día alerta y mirando a su alrededor, mientras que el gemelo B, quien se había librado de ese estrés prenatal, dormía plácidamente como un típico recién nacido.

Mi marido y yo hicimos lo mejor que pudimos para tratarlos igual, pero era un desafío sostener al gemelo A —lo llamábamos nuestro “bebé langosta”—, en tanto que el gemelo B se dejaba cargar fácilmente. A medida que los niños se desarrollaron, vimos otras diferencias. El gemelo B practicaba todas las metas ambulatorias —gatear, caminar, andar en bicicleta, patinar, etcétera—, mientras que su gemelo observaba y luego copiaba la habilidad una vez que el hermano la tenía dominada.

Aunque compartían todos los genes y crecieron con los mismos padres amorosos, estaba claro que había diferencias en esos niños que se habían visto influidas por otros factores de su entorno, tanto anteriores como posteriores a su nacimiento.

Desde hace siglos, filósofos y psicólogos han debatido sobre la importancia relativa de la naturaleza y la educación en el desarrollo de los niños; es un debate que ha tenido considerables efectos en las políticas públicas, algunos de ellos negativos.

Por ejemplo, el programa “Head Start” del Departamento estadounidense de Salud y Servicios Humanos fue diseñado para darles a los niños de entornos socioeconómicos desfavorecidos una ventaja académica. Sin embargo, quizá habría sido más eficiente enseñarles a sus cuidadores y tutores habilidades para ser padres y para criarlos, además de mostrarles cómo enriquecer el entorno del niño y resistirse a las malas influencias.

Los niños aprenden de lo que ven a su alrededor. Si lo que experimentan principalmente es violencia, abuso, asentismo escolar y ninguna expectativa de éxito, sus posibilidades de un futuro sano se ven comprometidas desde el comienzo. Como dijo Erik Engquist, colega periodista y quien fue el gemelo A: “Los genes definen tu potencial, pero es principalmente tu entorno lo que determina quién serás. Los pocos que escapan a las influencias negativas son un caso aparte”.

Si el potencial genético está ahí, el hecho de que un niño tenga en su vida al menos a un adulto amoroso que lo apoye puede marcar una gran diferencia en su desarrollo.

Estudios que han durado décadas sobre hermanos gemelos y mellizos —y en algunos casos trillizos— que fueron separados a una edad temprana y después criados en entornos sorprendentemente distintos dan cuenta de la importante interacción de la naturaleza y la crianza, y ayudan a explicar sus contribuciones relativas al desarrollo de los niños.

“Una dicotomía estricta entre los genes y el entorno ya no es pertinente; funcionan en sintonía”, dijo Nancy Segal, psicóloga de la Universidad Estatal de California, en Fullerton; Segal es melliza y ha dedicado su carrera al estudio de los gemelos, como un análisis famoso de familias de gemelos de Minnesota. Es autora de Born Together — Reared Apart: The Landmark Minnesota Twins Study (Nacidos juntos, criados aparte), publicado en 2012 por la Universidad de Harvard.

Los numerosos estudios de miles de pares de gemelos y de mellizos, criados tanto juntos como separados, han permitido evaluar los efectos relativos que tienen los genes y el entorno en una gran cantidad de características.

“Depende de cada rasgo específico”, comentó Segal, y la variación de los porcentajes depende de la característica en cuestión. “En una única persona no es posible calcular las contribuciones específicas de los genes y el entorno, pero a partir de una base demográfica podemos calcular en qué proporción las diferencias genéticas, de educación y ambiente explican las variaciones de una persona a otra”.

Los estudios de gemelos que han crecido separados han demostrado que, en general, la mitad de las diferencias en la personalidad y la religiosidad están determinadas por la genética. Mientras que para un rasgo como el cociente intelectual, la variación genética promedio es de 75 por ciento y solo el 25 por ciento se debe a la influencia del entorno.

Además, puede haber diferencias según el género en la influencia de la genética. Un estudio de 4000 pares de gemelos en Suecia descubrió que la genética tenía una mayor influencia en la orientación sexual en los gemelos que en las gemelas.

Pero, como lo observé en mis propios hijos y aprendí de estudios, para otras cuestiones el entorno sí es clave para determinar si el potencial genético se manifiesta. Por ejemplo, poder entonar la voz a la perfección es algo que usualmente se hereda —se cree que está vinculado a un solo gen—, pero si no hay una educación musical temprana es poco probable que este rasgo se manifieste.

El documental reciente Three Identical Strangers habla sobre trillizos idénticos separados al nacer entre los cuales hubo diferencias en la susceptibilidad a las enfermedades mentales: el que fue criado por un padre autoritario se vio más gravemente afectado que los otros dos, quienes tuvieron padres más cálidos y afectuosos.

Los genetistas ahora saben que, aunque el ADN personal es básicamente inmutable, una amplia variedad de factores ambientales puede conferir lo que se conoce como diferencias epigenéticas. La epigenética define cuáles genes en el genoma de una persona pueden activarse o desactivarse. Se ha demostrado que factores como el ejercicio, el sueño, los traumas, el envejecimiento, el estrés, las enfermedades y la dieta tienen efectos epigenéticos, algunos de los cuales se pueden pasar a futuras generaciones.

Los investigadores están buscando formas de alterar deliberadamente la manifestación de los genes con la esperanza de descubrir cómo prevenir o tratar enfermedades con un fuerte componente genético, como la diabetes.

También puede haber cambios en el genoma de un gemelo idéntico cuando el cigoto se divide, lo que tiene como resultado un defecto en un gen específico, explicó Segal. En un par de gemelas idénticas, una puede experimentar un fenómeno llamado inactivación del cromosoma X. De las quintillizas Dionne, por ejemplo, dos eran daltónicas como resultado de dicho efecto genético.

Segal, quien también escribió Twin Misconceptions: False Beliefs, Fables, and Facts About Twins (Fábulas, falsas creencias y hechos sobre los gemelos), comentó que los estudios subrayan la importancia de mantener a los gemelos juntos cuando se les adopta.

Usó como ejemplo el documental de los trillizos. “Resintieron profundamente haber sido separados. Se perdieron años maravillosos que pudieron haber pasado juntos”*, dijo Segal. “Había un vínculo inmediato, un entendimiento mutuo, que se hizo evidente tan pronto como se encontraron”.

Jane Brody es columnista de salud personal, puesto que ha tenido desde 1976; ha escrito más de una decena de libros, incluyendo sus éxitos editoriales "Jane Brody’s Nutrition Book" y "Jane Brody’s Good Food Book".

https://www.nytimes.com/es/2018/08/22/naturaleza-crianza-gemelos/

* Es curioso como, en muchos centros educativos españoles, hay profesorado empeñado en separarlos, cuando no existen investigaciones que confirmen o aconsejen esta práctica como deseable y es evidente que para ellos, los gemelos o mellizos, la separación es una fuente de sufrimiento.
Más:
A propósito de la discusión herencia medio, un famoso fraude en psicología a favor de la herencia.
Cyril Burt, un ejemplo paradigmático de fraude cientifico.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

_- Poema de Marcial.

_- Epigrama del poeta de la anti­gua Roma, Marco Valerio Marcial:

La buena vida es, para mí,
Dejar volar lo que se fue
Saber sembrar la mejor vid,
Dar amistad sin ofender,
Sin más gobierno que el del alma,
Con la mente limpia y siempre en calma,
Sabiduría y simplicidad,
Saber dormir sin ansiedad,
La mente en calma

¿Los hijos aprenden mejor con premios o con castigos?

Me invade un auténtico pavor a medida que se acerca su hora de dormir: ‘Aquí vamos de nuevo’”.

Eso dijo un padre en nuestra oficina de terapia familiar para describir el espectáculo que montaba su hijo antes de irse a la cama. El niño enloquecía más y más conforme se acercaba su hora de dormir, ignoraba con necedad las instrucciones de sus padres y hacía una enorme rabieta con tan solo escuchar la palabra piyama. Los padres se sentían frustrados y desorientados.

La pregunta que nos hicieron es una que escuchamos muy a menudo: ¿debían ser severos y prohibirle ver sus dispositivos electrónicos cuando se comportaba así (castigos)? ¿O idear un sistema con calcomanías y premios para persuadirlo a comportarse bien (recompensas)?

Muchos padres crecieron con castigos y es comprensible que se valgan de ellos. Sin embargo, los castigos tienden a intensificar el conflicto y bloquear el aprendizaje. Provocan una reacción de lucha o huida, lo que significa que el pensamiento sofisticado del lóbulo frontal se nubla y se activan los mecanismos básicos de defensa. Los castigos nos llevan a rebelarnos, avergonzarnos o enojarnos, a reprimir nuestros sentimientos o idear cómo evitar que nos descubran. En este caso, la resistencia absoluta de quien tiene 4 años llegaría a su punto máximo.

Entonces las recompensas son la opción más positiva
No tan rápido. Las recompensas son más bien las gemelas engañosas de los castigos. Son atractivas para las familias (y es comprensible) porque pueden mantener a un niño bajo control temporalmente, pero el efecto puede desvanecerse o incluso ser contraproducente: “¿Cuánto me vas a dar?”, le dijo su hija a una clienta, según nos contó, cuando le pidió que ordenara su cuarto.

Los psicólogos han sugerido durante décadas que las recompensas pueden reducir nuestra motivación y gozo naturales. Por ejemplo, los niños a los que les gusta dibujar y, bajo condiciones experimentales, reciben una paga por hacerlo, dibujan menos que los que no reciben nada. Los niños a quienes premian por compartir lo hacen menos, etcétera. Esto es lo que los psicólogos denominan como “efecto de justificación excesiva”: la recompensa externa eclipsa la motivación interna del niño.

Las recompensas también han sido relacionadas con la disminución de la creatividad. En una serie clásica de estudios, se le dio a la gente un conjunto de materiales (una caja de tachuelas, una vela y un paquete de cerillos) y se le pidió que encontrara la manera de adherir la vela al muro. La solución requiere de un enfoque innovador, es decir, ver los materiales de una manera que no se relacione con sus propósitos (la caja utilizada como un portavelas). Las personas a las que se les dijo que recibirían una recompensa por resolver este dilema tardaron más en hacerlo, en promedio. Las recompensas limitan nuestro campo de visión. Nuestros cerebros dejan de cavilar con libertad. Dejamos de pensar profundamente y no vemos las posibilidades.

La idea general de los castigos y las recompensas está basada en suposiciones negativas acerca de los niños; que debemos controlarlos y moldearlos y que no tienen buenas intenciones. No obstante, podemos darle la vuelta a esa forma de pensar y ver a los niños como capaces y programados para ser empáticos, cooperar, trabajar en equipo y esforzarse. Esa perspectiva cambia, de manera poderosa, nuestra manera de hablar con los niños.

Las recompensas y los castigos son condicionales, pero el amor y la opinión positiva sobre nuestros hijos no deberían serlo. De hecho, cuando somos empáticos y realmente escuchamos a nuestros hijos, es más probable que ellos nos escuchen. Aquí compartimos nuestras sugerencias para cambiar la conversación y la conducta.

Buscar las causas, el trasfondo, el por qué.
Los niños no golpean a sus hermanos, ignoran a sus padres ni hacen berrinches en el supermercado solo porque sí. Cuando nos enfocamos en lo que realmente está sucediendo, nuestra ayuda es más significativa y duradera. Incluso solo intentar ver lo que hay en el fondo hace que los niños bajen un poco la guardia, estén más abiertos a escuchar límites y reglas y sean más creativos para resolver los problemas.

En lugar de decir: ¡Pórtate bien con tu amigo y comparte, o no podrás ver tele ni usar tu tableta más tarde!

Puedes decir: Hmm, todavía estás pensando si compartir tu nuevo juego para armar. Lo entiendo. Es difícil compartir al principio y te sientes un poco enojado. ¿Se te ocurre un plan para que puedan jugar con él juntos? Dime si necesitas ayuda.

El llanto, la resistencia y la agresión física podrían ser solo la punta del iceberg. Bajo la superficie puede haber hambre, falta de sueño, exceso de estímulos, sentimientos fuertes, cambios por una habilidad en desarrollo o la experiencia de un nuevo ambiente. Si piensas de esta forma, te conviertes en un compañero que lo guía, en vez de un adversario que lo controla.

Motivar en lugar de premiar
La motivación es muy buena, cuando tiene el mensaje subyacente de: “Confío en ti y de verdad creo que quieres cooperar y ayudar. Somos un equipo”. La diferencia entre esto y ofrecer recompensas cual carnadas es sutil pero muy poderosa.

En lugar de decir: Si limpias tu cuarto, podemos ir al parque. Así que más vale que lo hagas, o no hay parque.

Puedes decir: Cuando tu cuarto quede limpio, iremos al parque. Tengo muchas ganas de ir. Avísame si necesitas ayuda.

Ayudar en lugar de castigar
El concepto del castigo conlleva un mensaje de: “Necesito hacerte sufrir por lo que hiciste”. Muchos padres en realidad no quieren comunicar eso, pero tampoco quieren parecer permisivos. La buena noticia es que puedes mantener los límites y guiar a los niños sin castigarlos.

En lugar de decir: No te estás portando bien en la resbaladilla, entonces ya no vas a jugar. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

Puedes decir: ¡Estás algo inquieto, ya me di cuenta! Te voy a bajar de esta resbaladilla porque no es seguro jugar así. Vamos a otro lugar para calmarnos.

En lugar de decir: Fuiste grosero conmigo y dijiste groserías. Eso es inaceptable. Te voy a quitar el teléfono.

Puedes decir: Vaya, estás muy molesto, lo puedo notar en tu voz. Para mí no está bien que uses esas palabras. Vamos a guardar tu teléfono por ahora para que puedas tener algo de espacio en tu mente para pensar. Cuando estés listo, platícame un poco más sobre lo que te molesta. Juntos veremos qué podemos hacer.

Despierta su interés por trabajar
Los humanos no son perezosos por naturaleza (no es un rasgo adaptativo) y los niños, en particular, no lo son. Nos gusta trabajar arduamente si nos sentimos parte de un equipo. Los niños pequeños quieren ser miembros competentes de la familia y les gusta ayudar si saben que su contribución es importante y no puro teatro. Deja que te ayuden de una forma real desde sus primeros años, en vez de asumir que necesitan algún otro tipo de distracción mientras tú haces todo.

Organiza una junta familiar para pensar en todas las tareas diarias que la familia necesita realizar. Pídele ideas a cada miembro de la familia. Haz una tabla para los niños (o deja que ellos la hagan) con un espacio para marcar cuando se hayan realizado las tareas.

En el caso del niño reacio a dormir, cuando los padres vieron lo que había detrás, lograron un gran avance. Resultó que su hijo estaba exhausto, así que prescindieron de algunas de sus actividades y se aseguraron de reservar un tiempo para que se relajara en las tardes. Cuando empezaba a alterarse, su mamá lo envolvía en su toalla de baño y le decía que era su burrito favorito. Ella admitió que para él era difícil cuando ella tenía que trabajar hasta tarde: “Tal vez te sientes triste porque no he estado contigo a la hora que tienes que irte a la cama en las últimas semanas. Yo sí me he sentido triste. Oye, ¿qué tal si leemos tu libro favorito esta noche?”. Hicieron una tabla para enlistar cada paso de su rutina y le pidieron su opinión. Con el tiempo, dejó de resistirse y el ambiente a la hora de irse a dormir pasó del pavor a una conexión y un goce verdaderos.

Sin importar lo irracional o difícil que parezca un momento, podemos responder de maneras que expresen: “Te veo. Estoy aquí para entenderte y ayudarte. Estoy de tu lado. Vamos a encontrar una solución juntos”.

Heather Turgeon es psicoterapeuta y coautora, junto a Julie Wright, del libro "Now Say This: The Right Words to Solve Every Parenting Dilemma".

https://www.nytimes.com/es/2018/08/24/ninos-castigos-recompensas-crianza/

Arabia Saudí dirige una coalición que, con apoyo de EE.UU. y Reino Unido, ha contribuido a convertir Yemen en "la mayor crisis humanitaria del mundo". Amnistía, Greenpeace y Oxfam exigen al Gobierno que deje de vender armas a Arabia Saudí

Infolibre

La campaña 'Armas Bajo Control' ha celebrado la decisión del Ejecutivo de revisar las licencias de exportación de material bélico al país árabe, en la lista negra de la ONU por asesinato de menores

La campaña Armas Bajo Control se ha reunido este martes con el Gobierno para pedir que España deje de vender armas a Arabia Saudí, un país que se encuentra en la lista negra de la ONU debido a su participación en la guerra de Yemen.

Justamente, la campaña en la que participan Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón lleva alertando desde hace tiempo sobre el "riesgo de la complicidad (de España) en la comisión de crímenes de derecho internacional" debido a la exportación de material bélico al país árabe. Más aun, porque el negocio no para de crecer. Entre 2013 y 2016 la exportación de armas a Arabia Saudí se multiplicó por 30, alcanzando un valor total de 1.361,42 millones de euros.

Las bombas saudíes empezaron a caer sobre la población yemení en 2015. El país más pobre de la región, sumido en una guerra civil, entró entonces en el punto de mira de una coalición de países árabes liderada por Arabia Saudí y apoyada logísticamente por EE.UU. y el Reino Unido. Y si bien el objetivo declarado es luchar contra las milicias huthis, Amnistía Internacional denuncia que es la población civil la que "se lleva la peor parte de la violencia". Los bombardeos y el bloqueo por mar y aire que impone la coalición ya han hecho de Yemen, en palabras de la ONU, "la mayor crisis humanitaria del mundo".

A principios de agosto, un bombardeo saudí impactó un autobús en la ciudad de Saada, en el norte de Yemen. Alrededor de 40 personas fueron asesinadas, en su mayoría niños, desencadenando la condena de las Naciones Unidas. Solo después de este ataque –apenas una mínima parte de las 6.592 muertes civiles registradas por el Alto Comisionado desde el inicio del conflicto– el Gobierno de España ha fijado su atención en la venta de armas a Arabia Saudí.

Las cuatro ONG que impulsan la campaña Armas Bajo Control en España se han reunido este martes Xiana Méndez Bértolo, Secretaria de Estado de Comercio, para "denunciar el riesgo de que se autoricen exportaciones de armas a países en conflicto o que violan los derechos humanos". La organización ha celebrado la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de revisar las licencias de exportaciones de material bélico tras el ataque en Sanaa. No obstante, han lamentado que la postura sobre la venta de armamento a Israel –que supuso 1,4 millones de euros en 2017– no esté entre los puntos a discutir.

Por otro lado, la campaña ha celebrado que la existencia de un debate abierto a la sociedad civil sobre el comercio de armas "por primera vez desde hace varias legislaturas". En octubre de 2016, un informe de la consultora Armament Research Services señalaba la aparición de armas españolas en el campo de battalla yemení. Un año despúes, el Gobierno entonces dirigido por Mariano Rajoy anunciaba que no dejaría de vender armas al país árabe puesto que existían condiciones de no reexportación y garantías de que el material no se usaba fuera de las fronteras de Arabia Saudí.

El Ministerio de Defensa ha paralizado este lunes la venta de 400 bombas de alta precisión al país árabe mientras se realiza la revisión, un paso que Armas Bajo Control ha recibido con optimismo a la vez que ha llamado al Gobierno a poner fin al "secretismo" de estos negocios. Según Defensa, se devolverán los 9,2 millones de euros abonados por estas armas. Una pequeña parte de los 270 millones en armamento que fueron a Arabia Saudí en 2017.

Fuente: http://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/09/04/amnistia_greenpeace_oxfam_exigen_gobierno_que_deje_vender_armas_arabia_saudi_86398_1012.html

Cómo administrar mejor tu dinero

Apenas hace unos años comencé a entender cómo funciona el dinero.

Empecé muy tarde, en gran medida porque no existe ningún sistema formal en el que nos enseñen cómo administrar el dinero. Millones de fuerzas invisibles se conjugan en nuestra contra y, para colmo, algunas veces nuestra capacidad o incapacidad para manejar el dinero se evalúa en términos moralistas o se utiliza como base para juzgar nuestro carácter.

¡Es absurdo! La administración de las finanzas personales es una habilidad concreta que puede aprenderse, como manejar un automóvil o lanzar una pelota de béisbol. Solo hay que superar las barreras estructurales y culturales que nos impiden hablar del tema.

Por eso invité a Kristin Wong, autora de Get Money: Live the Life You Want, Not Just the Life You Can Afford, para conversar acerca de los primeros pasos que debemos dar para convertirnos en letrados financieros.

Tim Herrera: Dime, ¿por qué tantos somos tan malos para administrar el dinero?

Kristin Wong: ¡Hay tantas razones! Es un tema que nos intimida porque no sabemos ni por dónde empezar; es complicado hablar de dinero porque es un tema tabú. Desde pequeños aprendemos a no hablar de dinero porque nos enseñan que es de mala educación preguntar cuánto gana alguien o cuánto ha ahorrado. Es difícil aprender algo si nadie habla abiertamente de ello. Por la combinación de todos estos factores, lo más fácil es olvidar por completo el asunto del dinero.

¿Qué es lo primero que le dirías a alguien que sabe que es malo para administrar su dinero y quiere mejorar?

Antes que nada, que se pregunte por qué quiere mejorar.

La mayoría de nosotros enfrenta el asunto de esta manera: cuando comenzamos a madurar, pensamos que debemos convertirnos en adultos responsables; parte de ser adulto implica poner orden en el aspecto financiero de nuestra vida. En realidad, creo que la actitud más eficaz es identificar la razón específica por la que queremos manejar mejor el dinero.

¿Queremos viajar más? ¿Mudarnos a nuestra propia casa? Es importante poner en contexto nuestra relación con el dinero de esta forma, porque de lo contrario, solo es una obligación. El primer paso es trabajar mentalmente para descubrir nuestra motivación —descubre cuál es la tuya—. Una vez que hemos hecho eso, el primer paso práctico es saber en qué gastamos. No me refiero solo a hacer un presupuesto, sino a escribir de verdad todas las cosas en que gastamos, digamos, por un mes. La mayoría de las personas piensa que sabe en qué gasta; pero si te obligas a llevar un registro de todas tus compras, te sorprenderás por todo lo que te sientes tentado a comprar.

¿Existe un buen sistema para llevar un registro de nuestros gastos? ¿Tú qué utilizas?

Yo prefiero papel y bolígrafo, por más trillado que parezca. Siempre llevo conmigo una libreta pequeña en la que anoto todas mis compras. Es más, anoto todo lo que quisiera comprar y también cómo me siento cuando quiero gastar dinero por mero impulso, además de los hábitos que descubro. Sé que suena muy sentimental, pero aprender a administrar bien el dinero depende mucho de aprender a manejar tus hábitos.

¿Te gusta alguna aplicación o servicio en particular?

Para hacer presupuestos y administrar el dinero en general, me gusta mucho Mint. Tal vez sea la opción más popular porque tiene muchas funciones divertidas que te ayudan a controlar tus gastos con gran facilidad. Hay otras que nunca he utilizado, pero para llevar registros también he escuchado a algunas personas recomendar Expenses OK y ExpenseKeep.

Has hablado mucho de desarrollar mejores hábitos con respecto al dinero. ¿Cómo hacemos eso?

Es útil saber qué prejuicios cognitivos tenemos con respecto al dinero y descubrir los mecanismos extraños que utiliza nuestra mente para hacernos una mala jugada con las finanzas.

El concepto del anclaje es un buen ejemplo. Es un prejuicio que consiste en depender demasiado de una sola parte de la información para tomar decisiones. Por ejemplo, digamos que estoy en un restaurante y veo que el menú especial es una hamburguesa de 20 dólares. Lo primero que pienso es: “Vaya, ¿quién pagaría 20 dólares por una hamburguesa?”. Luego, veo una hamburguesa que cuesta 15 dólares y me parece un buen precio, así que la pido. En realidad, no es un buen precio, solo parece así porque lo comparé con la de 20 dólares. Muchas veces pensamos que tenemos más control sobre las decisiones relacionadas con nuestros gastos del que en realidad tenemos.

Gastar dinero por lo regular es una experiencia muy emocional, así que lo más importante para desarrollar mejores hábitos en el manejo del dinero es entender las emociones que produce.

¿Qué más podemos hacer para desarrollar mejores hábitos?

Tratar de identificar el papel que desempeñamos en relación con el dinero, que es básicamente nuestra personalidad monetaria.

En general, según Bradley T. Klontz, psicólogo financiero y planificador financiero certificado, todos desempeñamos cuatro papeles o patrones asociados con el dinero.

El primero es el de Vigilante, que es cuando somos extremadamente cuidadosos con el dinero, y es el papel más deseable. Después están:

• Evasor: Cuando nos convencemos a nosotros mismos de que el dinero no es importante y no nos preocupa.

• Estatus: Cuando relacionas tu valor como persona con tu valor neto en dinero.

• Adorador: Cuando crees que tener más dinero resolverá todos tus problemas.

Los hábitos de cada persona con respecto al dinero varían mucho. Si queremos mejorar los nuestros, es vital identificar nuestra relación con el dinero y cómo lo manejamos para reconocer los hábitos negativos. Si no lidiamos con el aspecto emocional de la administración del dinero, podemos bloquear el funcionamiento de las cuestiones prácticas.

¿Quieres concluir con algo más?

No caigan en la trampa de creer que deben aprender todo acerca de las finanzas personales de un día para otro. Administrar bien el dinero es un hábito que desarrollamos día a día, así que es necesario invertir tiempo y energía para aprender sobre esto poco a poco. 

https://www.nytimes.com/es/2018/08/30/como-administrar-dinero/?&moduleDetail=section-news-0&action=click&contentCollection=Noticias&region=Footer&module=MoreInSection&version=WhatsNext&contentID=WhatsNext&pgtype=article

lunes, 10 de septiembre de 2018

Algunas píldoras estivales (y Gregorio Morán)

Han pasado demasiadas cosas este último agosto y, por una vez, vamos a tirar con perdigones para ponernos al día aunque solo sea en algunas de ellas.

Ha muerto Samir Amin. Gran pensador del tercermundismo, del desarrollo desigual. En sus últimos libros y artículos diagnosticó muy bien el Imperio del caos y la crisis de la Unión Europea. Nació en Egipto, era francófono y vivía en Dakar (Senegal). Tras la muerte del entrañable Giovanni Arrighi, fallecido en 2009, desaparece otro gran maestro.

En EE.UU se murió un canalla. Se llamaba John McCain, senador, glorificado como héroe por su participación en la criminal guerra de Vietnam, partidario e inductor directo de todas las intervenciones militares de su país de los últimos treinta años: trece guerras desencadenadas por Estados Unidos al precio de 14 billones de dólares con millones de muertos: mas de 3,5 millones de muertos entre Irak y Afganistán desde 2001, según la cuenta de Nicolas J.S. Davies. Eso ni se ha mencionado.

Trump se enfría con Kim. El deshielo en Corea sigue lejos. ¿Confiar en quien se ha desdicho del acuerdo alcanzado y firmado con Irán en julio de 2015? Nadie en su sano juicio. Desde luego no el régimen de Corea del Norte, que ya llegó a un acuerdo de desarme nuclear con la administración Bush en septiembre de 2005, acuerdo que los Estados Unidos violaron a continuación en sus principales preceptos.

¿Hay peligro de guerra con Irán? Su consecuencia inmediata sería el cierre del estrecho de Ormuz y la interrupción de un flujo petrolero vital para Europa y Asia Oriental. Quizás aún más catastrófico que la última guerra de Irak. Depende cómo evolucione en Washington la presión institucional interna contra Trump, por ejemplo si se llegara a la perspectiva de un procedimiento de destitución, desencadenar una guerra podría ser el gran recurso salvador de este bufo presidente…

¡Grecia sale de la crisis! El 20 de agosto se celebró el fin de la “ayuda” redentora. Lástima que la deuda griega haya pasado del 135% del PIB en 2009 al 180%, que el paro haya pasado del 10% al 20%, y que el país haya perdido 400.000 habitantes… “Grecia lo ha conseguido, nosotros lo hemos conseguido”, declaró el comisario Pierre Moscovici. ¿Se refería al hecho de que Alemania se ha embolsado 3000 millones en concepto de intereses? Todo puede ser. ¿Son idiotas o nos toman por idiotas? Da un poco igual: hasta que el asunto no les estalle en las manos, las elites viven en su mundo.

Merkel quiere más. Los alemanes controlan los principales puestos en la UE. El frente económico lo tienen copado. Allí donde no tienen a su hombre, si el puesto es importante tienen a un comisario alemán de número dos por si acaso. Ahora anuncian que quieren poner al bávaro Manfred Weber en el puesto de número uno cuando Jean Claude Juncker deje la presidencia de la Comisión. La derecha alemana no tiene mesura.

A Corbyn ya lo acusan de “antisemitismo”. El líder laborista es demasiado de izquierdas para gobernar y hay que frenarlo como sea. El recurso es muy viejo. Criticar el racismo y los crímenes de Israel desencadena esa acusación. ¿Hasta cuando podrán justificar la loca carrera de Israel con estos desesperados recursos?

Gregorio Morán vuelve a quedarse sin trabajo. Lo de menos es su reputada bilis. El problema es que se mete con los poderosos de uno u otro signo. Por eso lo echaron de La Vanguardia y ahora lo echan de Crónica global. Fue de los primeros en denunciar la omertá catalana, en definir la Generalitat pujoliana como “institución corrupta” y poner en evidencia a los medios del “movimiento nacional”. Eso no se perdona. Mucho ximple con lazo amarillo entre sus enemigos. Ahí quedan sus artículos y sus libros. El siguiente será el prodigioso Albert Soler, del Diari de Girona, que se ha atrevido a calificar a la ANC como “Asociación Catalana del Rifle” y llama “presidentorra” al honorable supremacista. Yo me divierto cada semana con Albert Soler y siempre aprendo con Morán. Por lo demás, como dijo Labordeta: “¡A la mierda!”

https://rafaelpoch.com/2018/09/09/algunas-pildoras-estivales-y-gregorio-moran/

Tonos de resiliencia. Una exposición de pintura inaugurada en la galería P21 de Londres el pasado 17 de agosto, donde permanecerá hasta el 6 de septiembre, muestra cómo once artistas sirios y libaneses, que han experimentado de alguna forma la guerra, el desplazamiento, la pérdida y la búsqueda de identidad, se enfrentan a esas tragedias a través del arte.

Una exposición de pintura inaugurada en la galería P21 de Londres el pasado 17 de agosto, donde permanecerá hasta el 6 de septiembre, muestra cómo once artistas sirios y libaneses, que han experimentado de alguna forma la guerra, el desplazamiento, la pérdida y la búsqueda de identidad, se enfrentan a esas tragedias a través del arte.

Cuando el artista sirio Anas Albraehe perdió a su madre por un cáncer en 2013, entró en un período tan intenso de pérdida y duelo que no podía soportar siquiera ver su fotografía.

En lo más profundo de su dolor, agravado por una guerra brutal, abandonó Al-Sweida, su ciudad natal en Siria, para empezar una año después una nueva vida en Beirut donde trató de asumir una pérdida tan incapacitante.

“Trataba de escapar de sus recuerdos y de todas sus fotografías porque evocarla me despertaba emociones muy intensas”, dijo Albraehe a Middle East Eye desde Beirut. “Necesitaba enfrentar su muerte, así que comencé a dibujar aquello de lo que había estado huyendo, incorporando el arte terapéutico en mi trabajo y lidiando con mi dolor artísticamente”.

La experiencia resultó transformadora. Albraehe obtuvo un máster en terapia artística en 2014 en la Universidad Libanesa para así poder sumergirse en esa disciplina y en sus benéficos efectos en su salud mental.

“El arte puede ayudarte a enfrentar tu pasado, por muy doloroso que sea”, dice Albraehe.

“Cualquiera puede desarrollar alguna forma artística”.

La vecina de la luna, una de las series de la exposición, describe cómo Albraehe se imagina a su madre durmiendo encima de una nube mientras una versión de la misma mujer, pero con más edad, duerme en una silla. Albraehe dice que cuando era un bebé observaba a su madre haciendo punto y creando “hilos coloreados de recuerdos”, inspirándole para convertirse en artista. “Ella me mira desde el cielo, y yo la veo a través de mis recuerdos, como si estuviéramos conectados por un hilo de tejer”, dijo acerca de la pintura.

Un arma contra los propios demonios
Con el apoyo parcial del Arab Fund por Arts and Culture, la exhibición de las obras plantea el argumento de que el arte puede empuñarse como arma contra los demonios de uno. La exposición invita al público a “explorar vías creativas para lidiar con sus propias dificultades” ofreciendo una serie de actividades que incluyen una presentación en vivo de caligrafía interactiva, un seminario de arte terapéutico y un taller artístico.

Estudios científicos han demostrado que las artes pueden servir como mecanismo terapéutico potente cuyos efectos dominantes tienen el potencial de impactar positivamente en la salud mental e incluso en el manejo del dolor.
Algunos han postulado que la naturaleza lúdica e infantil de la expresión creativa puede reforzar la capacidad de recuperación de quienes padecen trastornos de salud mental, lo que sugiere que los psicoterapeutas están incorporando esa práctica en los planes de tratamiento.

Un artículo publicado en The Arts in Psychotherapy en febrero de 2018, halló que los resultados de un estudio de terapia artística, llevado a cabo con 195 pacientes, habían sido abrumadoramente positivos, experimentando los participantes mejorías en el dolor, el estado de ánimo y la ansiedad, independientemente del diagnóstico o de la edad.

“Tonos de resiliencia” nació de “una fuerte creencia en la necesidad de transmitir las voces de las comunidades de Oriente Medio a través del objetivo honesto y el impacto inmediato de la expresión artística”, dijo a Middle East Eye Rania Mneimneh, una artista libanesa que comisarió y participó en la exposición.

Mneimneh ha vivido de primera mano los beneficios de la terapia artística. Como voluntaria en el Comité Internacional de la Cruz Roja, tomó parte en una proyecto de arte terapéutico donde las familias de personas desaparecidas durante la guerra civil libanesa pintaban recuerdos de sus seres amados apareciendo en sillas blancas vacías.

La artista, de 32 años, ha trabajado estrechamente con niños ciegos y con problemas de visión, así como con niños sirios de los campos de refugiados, a los que ella animaba a explorar tanto “el sentido de sí mismos como de los demás” trabajando la arcilla y pintando conjuntamente un mural que describía “historias de amistad”.

“Esos proyectos arrojan luz sobre la influencia positiva del arte en tiempos de especial dureza para niños y adultos”, dijo Mneimneh.

...

“Siempre les pido a los niños que se dibujen a sí mismos y se imaginen como alguien realmente importante porque eso puede ayudarles a conectar positivamente consigo mismos”, dijo. “Y ahora yo estoy haciendo lo mismo, pintándome en diferentes etapas de mi vida. Estas pinturas son extremadamente personales. Estoy derramando mis sentimientos en ellas”.

Zahra Hankir es una periodista independiente especializada en temas de Oriente Medio. Vive en Londres. Actualmente está editando un libro de ensayos de mujeres periodistas árabes que Penguin Books publicará en 2019.

Fuente: https://www.middleeasteye.net/in-depth/features/London-exhibition-showspower-of-healing-trauma-through-art-1564184930

 seguir aquí, http://www.rebelion.org/docs/245856.pdf

Traducido del inglés por Sinfo Fernández.

“Cambiando los hábitos ya se podrían reducir el 40% de los tumores”. El director del Vall d'Hebron Instituto de Oncología sostiene que la medicina de precisión es una de las líneas estratégicas para combatir el cáncer.

El 2015 se cerró con 248.000 nuevos diagnósticos de cáncer en España. Muchos, de hecho, más de los previstos para 2020, pero “dentro de la expectativa”, tranquiliza el doctor Josep Tabernero, director del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).

Desde una de las grandes trincheras de la investigación contra el cáncer como es el VHIO, Tabernero se ha hecho un nombre entre la comunidad científica internacional con sus hallazgos. De su mano ha llegado una tecnología que, mediante una biopsia líquida (un análisis de sangre), puede detectar marcadores tumorales en la sangre.

Tabernero, que en 2018 asumirá la presidencia de la Sociedad Europea de Oncología Clínica (ESMO, en sus siglas en inglés), atiende a EL PAÍS por teléfono, desde un tren a medio camino entre Heidelberg y Frankfurt. En vísperas del día mundial contra la enfermedad, su agenda no da tregua. El cáncer tampoco. El médico, que también es jefe del servicio de oncología médica del hospital Vall d'Hebron, avanza algunas de las investigaciones que ultima el VHIO: "Tendremos avances en inmunoterapia y biopsia líquida y nuevas subclasificaciones de tumores".

Pregunta. Los casos de cáncer han crecido un 15% en cinco años y ya se superan los diagnósticos previstos para 2020. ¿Qué sucede? "El objetivo es cronificar el cáncer y mucho más. Intentamos prevenirlo, que no aparezca, diagnosticarlo precozmente y curarlo. Y donde no podamos curarlo, volverlo crónico

Respuesta. El diagnóstico de casos de cáncer ha aumentado como se esperaba y un poco más, pero porque envejece la población, no porque haya más causas de las esperadas que generen cáncer. Los casos aumentan conforme a las expectativas, lo que pasa es que en estos años no se han corregido variables como la migración. Y también influye la detección precoz. El tumor más frecuente es el colorrectal y se ha puesto en marcha el programa de cribado de sangre en heces, y esto hace que se diagnostiquen ahora los tumores que presentan [sintomatología] clínica y también los que no lo hacen, los que se diagnosticarían en dos o tres años.

P. La medicina personalizada o de precisión se ha convertido en un término recurrente en oncología. ¿La quimioterapia tiene los días contados?

La medicina de precisión es el futuro. Los tratamientos dirigidos han sustituido a la quimio en algunos tumores, como la leucemia mieloide crónica. También se está estudiando mucho la inmunoterapia, especialmente para ver por qué hay células del sistema inmunitario que no ven anormales las células cancerígenas y no actúan contra ellas. Pero la quimioterapia seguirá teniendo su papel porque en otros tumores será muy difícil conseguir terapias dirigidas y se seguirá utilizando la quimio.

P. ¿La estrategia a explotar pasa por disparar a los genes en vez de a los órganos, como hasta ahora? 

CAMBIAR LAS COSTUMBRES
Tabernero insiste en que un cambio en los hábitos de vida puede suponer una reducción en la incidencia de los tumores.

 “Con 10 maniobras podemos conseguir dejar fuera el 40% de los tumores y siete de ellas son a coste 0”, alienta el oncólogo.

1. “Eliminar el tabaco,
2. limitar el consumo de alcohol,
3. combatir la obesidad,
4. tener una dieta pobre en grasas y carne roja y
5. rica en fibra,
6. hacer ejercicio y
7. protegernos de la exposición al sol.

Con estos siete cambios en nuestros hábitos podemos reducir la incidencia del cáncer”, apunta el médico.

Evitar la contaminación, 
impulsar los programas de vacunación y 
los de cribado
son las otras tres propuestas que completan el decálogo y, aunque requieren de decisiones políticas e inversión económica, son también factibles, dice Tabernero.
R. Sí. Disparas al órgano a través de la cirugía y las distintas modalidades de radioterapia, pero los tratamientos médicos disparan hacia las alteraciones moleculares, a las células cancerígenas, independientemente de dónde estén.

 P. El doctor Josep Baselga [el oncólogo catalán que dirige el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York] dijo hace unos meses que en 20 años el cáncer ya no será una causa principal de muerte. ¿Es una afirmación realista u optimista?
R. Es así, por los avances diagnósticos. El cáncer no se curará, pero dejará de ser la primera causa de muerte. Solo cambiando los hábitos [dieta sana, no fumar, ejercicio físico, etc.] se podrían reducir el 40% de los tumores, por lo que dejaría de ser la primera causa de muerte y volvería a serlo las enfermedades cardiovasculares.

P. ¿El objetivo es cronificar el cáncer?
R. Sí, cronificarlo, pero mucho más. Intentamos prevenirlo, que no aparezca, diagnosticarlo precozmente y curarlo. Y donde no podamos curarlo, volverlo crónico.

P. ¿Hay algún tumor que hayan conseguido cronificar?
R. Sí, la leucemia mieloide crónica. Antes la supervivencia era de dos años y ahora hay pacientes que llevan 20. También algún cáncer de pulmón.

P. Los oncólogos tienden a mirar la supervivencia del cáncer a cinco años vista, pero, ¿qué sucede con los pacientes que pasan ese umbral? ¿En qué condiciones superan los cinco años?
R. Ahora ya damos pronósticos a 10 o a 15 años en algunos casos, pero en la mayoría de las enfermedades, los primeros años son críticos para detectar recidivas. Hay enfermos que quedan con secuelas físicas, como trastornos gastrointestinales, sequedad de boca, cirugías que resultaron mutilantes, depende del tipo de tumor. Y también hay secuelas psicológicas, como el trastorno psicológico del miedo. Cada vez hay más programas para ayudar al paciente a afrontar esta nueva vida después del cáncer.

https://elpais.com/elpais/2017/02/02/ciencia/1486034762_662216.html

…Y en Italia se cayó un puente

por nuestros medios de comunicación estructuralmente corruptos, por la sencilla razón de que forman parte de ese problema y de esa política: en su inmensa mayoría pertenecen a magnates y grandes grupos económicos y naturalmente son fervientes seguidores del culto neoliberal.

Vean sino cómo se ha informado del fin de la “ayuda” financiera a Grecia, hito que se produjo el 20 de agosto. Fue casi una celebración; “Grecia ve la luz al final del túnel”, “gracias al sacrificio de su población, Europa seguirá entera…” y cosas así. Sin embargo, los datos son claros; la deuda griega ha pasado del 135% del PIB en 2009 al 180%, el paro del 10% al 20%, el país ha perdido 400.000 habitantes…. Y Alemania se ha embolsado 3000 millones en concepto de intereses! “Grecia lo ha conseguido, nosotros lo hemos conseguido”, declaró el 21 de agosto el comisario Pierre Moscovici (en el telediario alemán Tageschau). ¿Son idiotas o nos toman por idiotas? Da un poco igual. Las elites viven en su mundo hasta que el asunto les estalla en las manos.

Y como guinda, el anuncio de que Berlín quiere que el sustituto de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea (número uno de la UE) sea un alemán: Manfred Weber. Los alemanes siguen copando puestos en la UE. Con métodos conspirativos de nocturnidad y alevosía que han sido denunciados hasta por la defensora del pueblo, Emily O´Reilly. Impusieron a su hombre, Martin Selmayr, como secretario general de la Comisión, un cargo fundamental. Sin publicación de vacante ni aviso de concurso, denunció O´Reilly.

Los alemanes, la derecha alemana, controlan el presupuesto de la UE (¡hasta 2027!) con el torpe Günther Oettinger, dirigen el Banco de inversiones europeo, el mecanismo de rescate del euro, el secretariado del Parlamento Europeo y tienen la jefatura de casi todos los grupos parlamentarios de la cámara. Allí donde no tienen a su hombre, tienen a un títere, un hombre de paja o de la confianza de la canciller Merkel, como el polaco Donald Tusk, un caso entre muchos. Y allí donde hay un tipo al mando que no les gusta, éste tiene a su lado a un comisario alemán para controlarle. Recuerda mucho a los primeros secretarios de las repúblicas de la última URSS: todos eran locales, pero casi todos tenían como segundo a rusos de toda confianza… Y ahora quieren poner a Weber, un tipo sin gran experiencia, en el puesto de Juncker. Una cosa es segura: seguirán cayendo puentes y seguiremos saliendo de la crisis como Grecia.

Rafael Poch

 ttps://rafaelpoch.com

domingo, 9 de septiembre de 2018

¿Solo la exhumación de Franco?

"Lo ocurrido sobrepasa y desborda la capacidad de síntesis de cualquier historiador y de cualquier mente humana. Franco planeó una matanza a sangre fría, al estilo de la Solución Final nazi contra la comunidad judía, y programó su ocultación con total impunidad. Nunca se conocerán las cifras exactas porque el franquismo empleó todos los métodos posibles para borrar la huella de sus crímenes mediante la desaparición física, documental, histórica, la aniquilación de la memoria de lo ocurrido. Solo se inscribió un tercio de la matanza, el resto quedó desaparecido. El régimen franquista llegó a prohibir el luto a los familiares que estaban obligados a esconder su tragedia para poder sobrevivir"
(Tulio Riomesta)

"Sobrevive el régimen franquista en el miedo y la represión que evoluciona hacia un régimen de dictadura financiera sustentada en la pura represión económica, física y mediática junto al ensanchamiento del mercado internacional con todas sus crisis de sobreproducción en el paraíso de los bancos. Sobrevive el franquismo en sus leyes y en sus argucias moralistas, ideológicas y culturales contra la clase trabajadora. Los huesos de Franco no reposan ni reposan los negocios de sus cómplices. Los restos de Franco son demasiada gente y demasiado dinero, terrenos, mansiones, negocios e industrias. La misma iglesia que bendijo fusilamientos y cuerpos en fosas. Hay que abrir el sepulcro para cerrar las heridas causadas por un verdugo sepultado al lado de sus víctimas. Así que, junto a sus restos hay que exhumar los restos de la monarquía heredada de Franco, los jueces, los militares, las calles y los monumentos franquistas"
(Fernando Buen Abad Domínguez)

Mucho se está hablando y especulando últimamente sobre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco de su tumba en el Valle de los Caídos, a raíz de la decisión del Gobierno de proceder a tal fin. La familia Franco ha amenazado con demandar al Gobierno, la Fundación Nacional que lleva el nombre del dictador se ha apuntado a dicha estrategia, y la pléyade de franquistas de todo pelaje campa a sus anchas por periódicos, televisiones, tertulias, artículos y entrevistas. Estamos teniendo que asistir a un indecente y macabro revisionismo histórico de aquél negro período, así como a la puesta de perfil de los partidos de la derecha que aún añoran los tiempos del dictador. Las visitas al Valle de los Caídos (monumento perteneciente a Patrimonio Nacional) se han visto incrementadas durante las últimas semanas, y también ha saltado a la palestra el debate sobre el futuro uso que debe dársele al mausoleo faraónico que ensalza la "Cruzada Nacional", como fue llamada por José Antonio Primo de Rivera, y después por los militares golpistas y por la Iglesia Católica de aquél tiempo. Bien, pero centrando el asunto que nos ocupa, aclaremos e insistamos en que, de momento, la única decisión que este Gobierno ha tomado ha sido la de la exhumación de los restos del dictador, para que sea la familia la que le busque otro lugar íntimo y privado, o bien sea el propio Gobierno el que decida el nuevo sitio "digno y respetuoso" (en palabras de la Ministra Carmen Calvo) que merece. ¿Vamos a ser nosotros, la izquierda republicana y transformadora, los que critiquemos tal decisión? En absoluto. Lo que criticamos es precisamente, como acabamos de recordar, que sea esa la única decisión del Gobierno de turno en relación al vergonzoso asunto de la superación del franquismo en nuestro país.

Recordemos, puestos a ello, que tuvimos que esperar hasta el año 2007 para que el Gobierno del ex Presidente Zapatero (PSOE) pusiera en marcha la actual Ley de Memoria Histórica, que aún dejaba pendientes muchos asuntos, configurando un contexto legal insuficiente y claramente injusto. Y estamos en 2018, es decir, han pasado 11 años desde la proclamación de aquélla Ley, sin que hayamos asistido a significativos avances en relación a la superación del franquismo.

Los Gobiernos del PP se han jactado indecentemente de no haber dedicado ni un euro para la financiación pública de dicha Ley, así que al ritmo que vamos, si lo extrapolamos al resto de asuntos pendientes, calculamos que aún podremos tardar tranquilamente otros 50 años en despojarnos de todos los restos del franquismo. ¿Puede tolerarse esto en una sociedad que se autodenomina "democrática"? Porque la exhumación y salida de los restos del dictador del Valle de los Caídos no es más que uno de los flecos pendientes, pero tenemos muchos más: la exhumación de los restos del Fundador de la Falange (José Antonio Primo de Rivera), la reconversión (o destrucción) del propio lugar faraónico que exalta el Golpe de Estado, la Guerra Civil y la dictadura, la (posible) salida de los cuerpos de republicanos allí enterrados (aquéllos cuyas familias así lo decidan), la exhumación de los restos de republicanos asesinados y enterrados en cunetas y fosas comunes, la exigencia de responsabilidades a todos los gerifaltes del franquismo aún vivos (ex Ministros, ex Policías, etc.) por las atrocidades cometidas, la derogación de la Ley de Amnistía de 1977, la reconversión de estructuras de poder procedentes del franquismo, de vestigios legales de aquélla época, la declaración de nulidad de pleno derecho para todas las sentencias procedentes de tribunales franquistas, la retirada de todo tipo de simbología que exalte a los golpistas o a la dictadura (monumentos, nombres de plazas o calles, etc)...Resumiendo: aplicar Verdad, Justicia y Reparación.

Y hemos dejado para el final un peliagudo asunto, quizás el asunto definitivo para superar de una vez por todas el franquismo en nuestro país, que son lo que pudiéramos denominar las "Garantías de No Repetición", es decir, el conjunto de decisiones y medidas encaminadas a garantizar que episodios tan terribles de la historia no se vuelvan a repetir jamás. Porque el hecho es que mientras continuemos soportando el "franquismo sociológico" presente en nuestro país en diferentes ámbitos y características, no alcanzaremos dicha situación. Estas garantías de no repetición debieran aplicarse, a nuestro juicio, en cinco ámbitos diferentes, de forma paralela, a saber:

1.- Las Fuerzas Armadas. En nuestras FAS habita un grupúsculo fascista, prueba de lo cual ha sido el reciente Manifiesto que algunos cientos de militares de alto rango han firmado ensalzando la figura del dictador. Obscenamente, se referían a él "en el ámbito militar, no en el político", como si habláramos de un padre maltratador "en su faceta de padre, no de maltratador". El Teniente (expulsado del Ejército) Luis Gonzalo Segura, uno de los mayores críticos contra nuestras Fuerzas Armadas, ha denunciado la presencia de fascistas en el seno de nuestras FAS (así como multitud de casos de corrupción y otros desmanes, en sus diferentes libros publicados). Este valiente ex militar nos ha dejado dicho: "Cada cierto tiempo las Fuerzas Armadas tienen que recordarnos quiénes son y de dónde vienen. Nos recuerdan que ganaron la guerra, nos recuerdan que los Reyes se criaron en las rodillas del dictador, nos recuerdan que sostuvieron al Rey y conspiraron con él, y nos recuerdan que casi nada ha cambiado". En efecto, es imprescindible democratizar profundamente nuestras FAS, no sólo en lo formal (procedimientos, obediencia, libertad de expresión, justicia militar, etc.) sino en lo ideológico, removiendo los cimientos y las bases sobre las que se asientan las funciones de los Ejércitos en nuestra sociedad, haciendo primar el respeto absoluto a la soberanía popular. Hemos desarrollado todo esto más ampliamente en nuestra serie de artículos "Por la senda del Pacifismo".

2.- Delito de enaltecimiento. Nos referimos en este ámbito a la promulgación (o ampliación/modificación, en su caso) de leyes y normativas que recojan expresamente como delito muy grave la exaltación de cualquier tipo o forma de fascismo político, incluido el franquismo. Todavía en la actualidad, la ausencia de un marco legal de amplia referencia posibilita que anide y se mantenga una base de franquismo sociológico que legitima la dictadura militar, y difunde las proclamas franquistas y su modelo de sociedad. La superación del franquismo requiere una condena moral sin fisuras por parte de toda la sociedad, y para ello no pueden existir resquicios legales que puedan albergar nuevas semillas franquistas. Evidentemente, en virtud de la existencia de este delito de enaltecimiento del franquismo, quedarían inmediatamente ilegalizadas todo tipo de organizaciones y fundaciones de carácter franquista, como la Fundación Nacional Francisco Franco, que aún hoy día exalta la "vida y obra" del dictador más sanguinario del siglo XX, así como su terrorífico legado.

3.- Ámbito Educativo. La Educación Pública, además de ser laica, gratuita y universal, ha de poseer la calidad suficiente como para contar la historia sin paños calientes. A los escolares de las últimas generaciones se les ha ocultado/ignorado/deformado la realidad perversa del franquismo, que trajo a nuestro país casi cuatro décadas de involución en todos los órdenes. El franquismo debe estudiarse en la escuela pública escrupulosamente, porque ésta también es una vía para que esos escolares, cuando sean adultos, sean capaces de condenar sin fisuras toda forma de fascismo. Nuestros escolares deben conocer la realidad del franquismo en todas sus dimensiones: el Golpe de Estado contra la legitimidad republicana, la Guerra Civil con apoyo del fascismo europeo para los golpistas, la represión sin límites, las torturas, las desapariciones forzadas, los exilios, el exterminio ideológico, el trabajo esclavo, el robo de bebés, la ocultación de la memoria democrática, etc. Así mismo debe desmitificarse el período conocido como la Transición, difundida por la derecha como "modélica", cuando en realidad fue un pacto (con vigilancia y tutela norteamericana y ruido de sables) mediante el cual se nos imponía o Monarquía Parlamentaria o vuelta a la dictadura. Las elecciones de 1977 se nos vendieron como las primeras "libres" desde la Guerra Civil, pero no fue así, ya que los partidos republicanos quedaron ilegalizados. La Transición, por tanto, dio continuidad, de forma encubierta, al franquismo. En primer lugar, porque no hubo una ruptura democrática con el régimen anterior, y en segundo lugar, porque los poderes fácticos que gobernaron durante la dictadura continuaron (y aún continúan) en el poder.

4.- La Iglesia Católica. La secta más poderosa, antigua y ultraconservadora, la Iglesia Católica, fue uno de los pilares del régimen franquista. De hecho, la Iglesia Católica proporcionó y dio soporte y cobertura al núcleo de la ideología legitimadora del golpe militar y de la posterior dictadura que secuestró la soberanía popular por la fuerza de las armas. Aún hoy, muchos jerarcas de la Iglesia continúan defendiendo los postulados que sostenían en aquélla época, tales como la discriminación de la mujer (atacando los avances feministas), o la guerra contra la homosexualidad. La Iglesia Católica bendijo la "Cruzada" franquista, llevó bajo palio al dictador y le concedió su caudillaje "por la Gracia de Dios". A cambio, Franco consagró y empoderó a la Iglesia en aquélla podrida y temerosa sociedad. Es lógico por tanto que la superación del franquismo tenga que venir asociada al fortalecimiento real de un Estado Laico, denunciando los Acuerdos con la Santa Sede, prohibiendo toda simbología religiosa en los actos y edificios públicos, eliminando todos los privilegios que la Iglesia ostenta en nuestro país (fiscalidad, patrimonio, subvenciones...), y sobre todo, arrebatándole el control que la Iglesia posee en el ámbito educativo, expresado en los centros concertados de ideología religiosa, e incluso en los centros públicos a través de la asignatura de religión.

5.- Abolición de la Monarquía y restauración republicana. Por último, pero no menos importante, no superaremos el franquismo mientras mantengamos como Jefe de Estado a un Rey a quien nadie ha votado, y cuya legitimidad procede del franquismo, a través de la figura de Juan Carlos I. La actual Monarquía fue restaurada por el dictador, sin consulta popular que la refrendara. Pedro A. García Bilbao lo ha expresado en los siguientes términos: "No debe olvidarse que la Ley Fundamental, también llamada Constitución Española de 1978, desarrolla un modelo nacido para blindar la monarquía y la relación de fuerzas del final de la dictadura, cuando forma de Estado, unidad de la patria, papel del ejército, relaciones con la Iglesia y legalidad franquista quedaron fuera del debate constitucional y aceptadas sin más". La Monarquía es la pieza base de la pirámide, aquélla que engarza todas las demás, el pegamento que hace que encajen todos los demás elementos del régimen del 78. No sin razón nos dejó dicho el dictador que todo quedaba "atado y bien atado". Es imprescindible poner en cuestión esta figura anacrónica y antidemocrática de la Monarquía, y abrir un Proceso Constituyente que nos conduzca a una nueva Constitución, la Carta Magna que nos defina y consagre como una República Federal, Laica, Solidaria, Participativa y Democrática. Esa nueva Constitución de la Tercera República tiene mucho que beber de la Constitución de 1931, una de las más avanzadas de su época, que conquistaba grandes espacios de poder para las mujeres y la clase trabajadora, que declaraba nuestro país como pacifista, y que supuso grandes avances en igualdad, soberanía y justicia social.

En fin, entendemos que atacando a los cinco ámbitos antes referidos, podremos definitivamente enterrar el franquismo en nuestro país, superando aquélla terrible etapa de nuestra reciente historia, cerrando definitivamente las heridas, enterrando todos nuestros fantasmas, conociendo la verdad de lo que ocurrió, haciendo justicia con los responsables y con las víctimas, y creando todo el entorno sociológico y normativo donde simplemente no quepa exaltación alguna al fascismo "a la española", es decir, al franquismo. Para ello es imprescindible formar a nuestras nuevas generaciones y a las venideras en los horrores que todo aquéllo supuso, y extinguir las posibles amenazas internas que aún pudiéramos soportar. Como estamos pudiendo comprobar, son muchas las decisiones que hay que tomar todavía en relación a la superación del franquismo en nuestro país, pero el Gobierno, de momento, sólo toma una. Se lo toma con tranquilidad, y aún hemos de soportar que los partidos políticos de la derecha afirmen que "no es urgente". No sólo es urgente, sino que llevamos más de 40 años de retraso. Pero la exhumación del dictador sólo es una medida de entre las muchas que hemos de tomar. No disfrutaremos de una democracia completa hasta no superar totalmente el franquismo, hasta no acabar con todos sus vestigios, hasta no apagar su alargada sombra, y ello requiere aún mucho trabajo social y político. Como dejara dicho Milan Kundera: "La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido".

Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.es

_,, Un equipo de expertos pide dejar de llamar cáncer a algunos tumores. Los especialistas cuestionan las cirugías agresivas ante lesiones de muy bajo riesgo

_  Durante décadas, la palabra cáncer se ha asociado con la muerte, pero la ciencia está ganando cada vez más batallas. La supervivencia de los pacientes en España y otros países ricos ya supera el 53% a los cinco años del diagnóstico, un tiempo suficiente para considerarse curación en la mayoría de los casos. En algunos tipos de tumor, además, la supervivencia es altísima, como en próstata (90%), melanoma (87%) y mama (85%). Y en otros casos la mortalidad es directamente anecdótica.

Un equipo internacional de científicos pone ahora sobre la mesa una propuesta que es un runrún desde hace años entre los oncólogos: dejar de llamar cáncer a algunas lesiones de muy bajo riesgo. Los expertos, capitaneados por la psicóloga australiana Kirsten McCaffery, alertan de que el uso actual de la palabra cáncer está haciendo que muchos pacientes opten por extirparse un pecho o la próstata sin necesidad.

Los autores ponen el ejemplo del cáncer de tiroides, cuya incidencia se ha multiplicado por cinco en los últimos años en algunos países. Detrás de esta explosión, explican, se encuentran nuevas técnicas de diagnóstico, como la tomografía axial computarizada (TAC), que han permitido detectar miles y miles de casos de cáncer de tiroides papilar, un tipo de tumor que no suele causar daño. La prueba de que casi siempre es inofensivo es que se encuentra en más del 4% de las autopsias de personas que han muerto por otras causas. Y recientes estudios en Japón han demostrado que la vigilancia activa de estos tumores ofrece resultados similares a la cirugía de extirpación.

McCaffery, de la Universidad de Sídney, y sus colegas también mencionan el carcinoma ductal in situ —el tipo más común de cáncer de mama no invasivo— y el cáncer localizado de próstata. En ambos casos, la mejora de la tecnología ha llevado a un sobrediagnóstico: la identificación de casos de cáncer que nunca habrían producido síntomas. En los tumores de mama, un reciente análisis de 24 años en Países Bajos ha sugerido que hasta la mitad de los diagnósticos en cribados con mamografías serían innecesarios.

“Se ha visto que las mujeres con un diagnóstico de carcinoma ductal in situ tienen un miedo exagerado y persistente a sufrir una recidiva y morir”, señala el equipo de McCaffery. En estas condiciones, muchas pacientes optan por quitarse un pecho o los dos, en lugar de apostar por una sencilla extirpación del tumor localizado o por una vigilancia activa.

La propuesta de revisar el uso de la palabra cáncer se publica en una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, The BMJ, el antiguo British Medical Journal. McCaffery y los suyos recuerdan “el desafío de no hacer nada en vez de hacer algo” al que se enfrentan los oncólogos. “Eliminar la etiqueta cáncer de algunos estados de bajo riesgo podría ayudar a cambiar la perspectiva de los médicos y les permitiría sentirse más cómodos recomendando opciones menos invasivas a los pacientes”, apuntan los autores, que también piden debatir la nomenclatura del melanoma in situ y de algunos tumores de pulmón y de riñón.

En el caso del cáncer de próstata, subrayan, el uso generalizado del examen diagnóstico PSA ha permitido identificar a hombres con tumores asintomáticos y de riesgo mínimo o nulo. Un estudio europeo con 43.000 personas calculó un sobrediagnóstico del 50% de los casos detectados mediante el cribado, ya en el año 2003. Muchos pacientes optan por someterse a una vigilancia activa, con revisiones periódicas, pero una cuarta parte de ellos acaba solicitando una cirugía o una terapia con radiación, ante la ansiedad y el miedo de vivir con algo dentro llamado cáncer.

El equipo de McCaffery plantea sustituir en estos casos la palabra cáncer por alternativas como “lesiones inactivas de bajo potencial maligno, células anormales o microtumores”. La propuesta recuerda iniciativas similares anteriores, como la lanzada hace cuatro años por la oncóloga Laura J. Esserman, de la Universidad de California en San Francisco. “Proponemos llamar lesiones inactivas de origen epitelial a aquellas lesiones (actualmente etiquetadas como cáncer) y a sus precursores que es improbable que causen daño si se dejan sin tratamiento”, afirmaba Esserman en la revista especializada The Lancet Oncology.

“Me parece una iniciativa estupenda”, aplaude Álvaro Rodríguez Lescure, vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica. “Una vez que etiquetas una lesión como cáncer, el paciente quiere cortar por lo sano, aunque realmente no se necesite y se pueda, por ejemplo, hacer un control anual con ecografía”, argumenta.

Rodríguez Lescure, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Elche (Alicante), está acostumbrado a ver la inquietud en sus pacientes al escuchar la palabra cáncer. “A muchos se les genera una convivencia invivible”, lamenta. El oncólogo ha visto a hombres optar por una extirpación radical de la próstata, asumiendo un riesgo de impotencia sexual e incontinencia urinaria, para no vivir con una lesión de muy bajo riesgo etiquetada como cáncer. “Es matar moscas a cañonazos”, resume.

“Es muy acertado cambiar la denominación, porque muchas lesiones no se comportan realmente como un cáncer. Cambiarles el nombre contribuye a desdramatizar y a evitar el daño a los pacientes con tratamientos invasivos”, defiende el vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica.

https://elpais.com/elpais/2018/08/27/ciencia/1535384550_448200.html

¿Para qué sirve tomar colágeno? ‘Darwin, te necesito’ es la serie de 'Materia' y EL PAÍS VÍDEO que aborda los tópicos de la ciencia para separar los mitos de la realidad

El colágeno, presente en la piel, huesos, ligamentos, tendones y cartílagos, es un componente fundamental del cuerpo humano: supone aproximadamente un cuarto del total de proteínas. Sus propiedades dan resistencia y elasticidad a piel y articulaciones. Sin embargo, es imposible asimilar la proteína en su estado funcional.

Tomar colágeno no protege ni regenera las articulaciones. No alivia el dolor articular. No fortalece los músculos ni los huesos. No mejora la elasticidad de la piel. Tomar colágeno es inútil, si el objetivo es tener más colágeno en el cuerpo.

En este capítulo de Darwin, te necesito, la serie científica de Materia EL PAÍS VÍDEO que separa los mitos de la realidad, se aborda el proceso digestivo de asimilación de las proteínas para destapar el truco que hay detrás de estos suplementos alimenticios.

https://elpais.com/elpais/2018/08/24/ciencia/1535126540_201065.html

sábado, 8 de septiembre de 2018

Ser madre en la era del internet y del miedo

CHICAGO — Iba camino a casa después de dejar a mis hijos en el preescolar cuando un policía me llamó para preguntarme si sabía que había una orden de aprehensión pendiente en mi contra. “No”, contesté.

“No lo sabía”.

Tenía que llamar a mi esposo, pero me temblaban los dedos. No recuerdo si estaba llorando cuando me contestó, solo recuerdo que me decía que no me entendía y que debía calmarme para contarle lo sucedido.

Y lo que sucedió había comenzado un año atrás, en un día fresco de marzo de 2011, después de haber ido a visitar a mis padres en Virginia. Tenía que hacer un mandado antes de nuestro vuelo de regreso a Chicago y mi hijo, que entonces tenía 4 años, no quería bajar del auto.

“Vamos”, le dije.

“¡No, no, no! Aquí te espero”.

Respiré hondo. Sabía lo que tenía que hacer, pero estaba cansada e iba retrasada. En ese momento, no quería lidiar con berrinches y rabietas. Y había algo más: una vocecita que últimamente escuchaba cada vez con mayor frecuencia. “¿Por qué?”. Me preguntaba la vocecita.

¿Por qué era esta una batalla que librar? No me estaba pidiendo ir a patinar en plena carretera; solo quería quedarse sentado en el auto. ¿Por qué no podría dejarlo, solo por esta ocasión?

Si afuera hubiera estado haciendo calor, le habría dicho que no; sabía lo rápido que se sobrecalienta un auto en un día incluso con 15 grados Celsius. Pero estaba fresco y nublado. Yo había vivido en la misma ciudad en la década de los ochenta y había pasado horas esperando en el asiento trasero de la vagoneta de mis padres, con las ventanillas abiertas, leyendo o soñando despierta mientras ellos hacían los mandados. ¿De verdad habían cambiado tanto las cosas desde entonces?

Así que le dije que regresaría enseguida. Bajé un poco las ventanas, puse el seguro para niños en las puertas y activé la alarma. Cuando regresé, cinco minutos después, seguía con su juego y estaba sonriendo. Recogimos a su hermana y nuestras maletas en casa de mis padres y tomamos el vuelo de regreso.

Tardé un rato en darme cuenta de lo que había pasado en el estacionamiento: un extraño me había visto entrar en la tienda, grabó a mi hijo, tomó el número de la placa del auto de mi madre y llamó a emergencias.

Cuando nuestro vuelo aterrizó en Chicago, había un mensaje en mi celular: “Estoy tratando de comunicarme con la señora Kimberly A. Brooks. Necesito hablar con ella respecto al incidente de esta tarde en un estacionamiento”.

Al darme cuenta de lo que había sucedido, me sentí como una mala madre. Como si me hubieran atrapado haciendo algo terrible, aún sin saber qué había sido exactamente o cuál era la lógica de la equivocación. Me sentí, creo, como se siente cualquier mujer cuando alguien critica su crianza: avergonzada.

Pero ¿había cometido un delito? No hay ninguna ley en Virginia en contra de dejar a tu hijo esperando en el auto… Sin embargo, sorprendentemente en diecinueve estados de Estados Unidos sí hay leyes que regulan esta situación. Al parecer la policía lo consideraba abuso infantil o abandono, pues alguien podía haberse robado a mi hijo o haberlo secuestrado mientras yo no estaba.

Cuando traté de explicárselo a mi padre, me dijo: “La última vez que revisé, el delito es el secuestro. Alguien podría entrar en mi casa y dispararme en la cabeza, pero la policía no vendrá a arrestarme por olvidar cerrar la puerta”.

“Creo que no lo ven del mismo modo cuando hay niños involucrados”, le respondí.

“¿Del mismo modo?”, dijo. “¿¡Quieres decir lógicamente!?”.

Contacté a un abogado que dijo que tendría que esperar para ver si la policía me acusaba formalmente de algo o contactaba a la oficina de Servicios para el Menor y la Familia. Así que esperé, atemorizada, hasta la mañana en la que recibí esa segunda llamada y supe que me habían acusado de negligencia en contra de un menor (mi hijo).

Pasé los siguientes meses tratando de dilucidar la mejor estrategia legal y la mejor estrategia para vivir con la humillación de ser acusada de un acto delictivo de crianza negligente. Mi historia podía haber terminado aquí. Esto es lo que la vergüenza nos hace a las mujeres: nos aísla y nos hace sentir que nuestras historias no son realmente historias, sino fallas por alguna idiosincrasia. La única razón por la que mi historia continuó fue porque comencé a buscar a otras madres que hubieran vivido circunstancias similares. Encontré a seis dispuestas a hablar de su experiencia y espero que haya muchas más como nosotras. No era la única que había pagado el precio de la crianza en la era del miedo.

Ahora vivimos en un país en donde se considera anormal, incluso criminal, permitir que los niños estén alejados de la supervisión directa de un adulto, aunque sea durante un segundo.

En las noticias o en las redes sociales leemos acerca de niños que han sido secuestrados, violados o asesinados o acerca de niños olvidados durante horas en autos a una temperatura alta. No pensamos en las probabilidades estadísticas de que eso suceda; las posibilidades de que se presenten dichos sucesos no son comparadas con las de peligros mucho más reales, como el aumento en los índices de diabetes o depresión infantil.

En cuestión estadística, de acuerdo con el escritor Warwick Cairns, tendrías que dejar a un niño solo en un lugar público durante 750.000 años para que lo secuestre un extraño. Y en cuestión estadística es mucho más probable que un niño muera en un accidente automovilístico camino a la tienda que mientras espera en un coche que está estacionado. Pero hemos decidido que dicho razonamiento es irrelevante. Hemos decidido hacer lo que sea con tal de sentirnos a salvo de esos horrores, sin importar lo poco frecuentes que puedan ser.

Y es así como ahora los niños ya no caminan solos a la escuela ni juegan solos en el parque. No esperan en los autos. No toman largas caminatas por el bosque ni andan en bicicleta por las veredas ni construyen fortalezas secretas mientras los adultos estamos adentro trabajando, cocinando o haciendo otras actividades.

Comenzaba a comprender que no importaba si lo que había hecho era peligroso, solo importaba que otros padres lo consideraban así. Cuando se trata de la seguridad de los niños, los sentimientos son hechos.

Así me lo explicó una madre: “No sé si temo por mis hijos o si temo que otras personas sientan miedo y me juzguen por mi falta de temor”. Dicho de otro modo, la evaluación de los riesgos y el juicio moral van de la mano.

De hecho, los investigadores lo han confirmado. Barbara W. Sarnecka, científica cognitiva de la Universidad de California, campus Irvine, y sus colegas les mostraron a algunas personas unas viñetas en las que uno de los padres deja a su hijo desatendido y los participantes debían evaluar cuánto peligro corría el menor. En ocasiones se les decía a los participantes que habían dejado al niño solo, involuntariamente (por ejemplo, que el padre había sido atropellado por un auto). En otras, se les decía que el niño no estaba bajo supervisión para que el padre pudiera trabajar, hacer trabajo de voluntariado, relajarse o encontrarse con algún amante. Los investigadores descubrieron que la evaluación de riesgos de los participantes variaba dependiendo de lo moralmente ofensiva que consideraban la razón del padre para marcharse.

Sarnecka y sus colegas resumieron sus descubrimientos de la siguiente manera: “Las personas no solo creen que dejar a un niño solo es peligroso y por lo tanto inmoral, también creen que es inmoral y por lo tanto peligroso”.

“No se trata de la seguridad”, dijo Sarnecka. “sino de reforzar una norma social”.

Nadie lo sabe mejor que Debra Harrell, una de muchas mujeres con las que conversé acerca de sus experiencias. En 2014, Harrell dejó que su hija de 9 años jugara en el parque mientras ella iba a trabajar a un McDonald’s cercano. Era un barrio seguro en un día de verano y el parque estaba lleno de niños. Nada de esto importó cuando uno de los padres contactó a la policía. Harrell fue acusada de abandono ilegal de un menor y su hija fue llevada a un albergue de acogida durante dos semanas.

Ese mismo año, una mujer de Arizona llamada Shanesha Taylor fue acusada de abuso infantil y sentenciada a dieciocho años de libertad condicional supervisada, todo porque no tenía servicio de guardería y tuvo que dejar a sus dos hijos menores en el auto mientras ella iba a una entrevista de trabajo.

En un país que no ofrece guarderías subsidiadas y no hay permiso de maternidad obligatorio ni garantía de flexibilidad en el trabajo para los padres ni preescolar universal o redes de seguridad mínima para familias vulnerables, convertir en un crimen el hecho de darles independencia a los niños es convertir en un delito el ser pobre.

Sin embargo, la clase media y las madres con recursos tampoco están exentas de este tipo de vigilancia y castigo. Una de esas madres con las que hablé fue acusada de poner en peligro a un menor cuando dejó a su hija de 4 años dormida en el auto durante unos minutos con las ventanas abiertas mientras ella corría a la tienda. Durante su arresto, recuerda que el oficial comentó: “¿Acaso un ama de casa está demasiado ocupada yendo de compras para cuidar de su hija? ¿Su marido sabe cómo la cuida mientras él está allá afuera ganando mucho dinero?”.

Quienes critican a estas mujeres aseguran que no odian a las madres, sino que odian a ese tipo de madres, a las que, por su opulencia o su pobreza, su educación o su ignorancia, su ambición o el desempleo, permiten que sus necesidades comprometan (o parezcan comprometer) las necesidades de sus hijos. Desdeñamos a las pobres madres “flojas”. Desdeñamos a las “distraídas” madres trabajadoras. Desdeñamos a las “egoístas” madres ricas. Desdeñamos a las madres que no tienen otra opción más que trabajar, pero también a las que no tienen que hacerlo y aun así no cumplen con el ideal imposible de la maternidad abnegada. No hay que esforzarse mucho para ver cuál es el común denominador.

Le presenté esta historia de humillación de las madres a Julie Koehler, una de las últimas “malas madres” que entrevisté. Se presentó conmigo con un correo electrónico con el asunto: “¡Yo soy la mala madre del Starbucks!”.

Un día de 2016, Koehler dejó a sus tres hijas esperando en su miniván mientras veían Dora, la exploradora para ir por un café. Pero su versión de los hechos difiere de las otras mujeres porque ella es una abogada de oficio experimentada. “Yo interrogo policías todo el día. No me intimida ninguna placa”, me dijo.

El oficial le preguntó dónde había estado y, cuando ella levantó su vaso, le dijo: “¿Así que abandonó a sus hijas?”.

Ahí fue cuando Koehler se carcajeó. “En Illinois no está en contra de la ley el dejar a tus hijos sin supervisión. Tienes que comprobar que estoy poniendo en riesgo su vida por mi voluntad al entrar por un café al Starbucks, desde donde puedo verlas en todo momento. Buena suerte haciendo que un fiscal estatal apruebe un caso así”.

El oficial no presentó cargos, pero hizo una llamada al Departamento de Servicios para el Menor y la Familia. En consecuencia, Koehler tuvo que proporcionar referencias que dieran fe de su crianza, sus hijas tuvieron que ser valoradas por un médico y la familia tuvo que ser entrevistada en su casa, todo esto antes de que pudieran desestimar el caso.

No hay que olvidar que, como la misma Koehler lo admite, tenía la habilidad de rehusarse a sentirse intimidada como resultado de su profesión y su posición privilegiada como mujer de raza blanca y con recursos. Desde su punto de vista, esto hace aún más importante que otras madres como ella, madres como yo, defiendan su derecho de criar a sus hijos sin que otros las avergüencen, investiguen o persigan.

“Si esto le hubiera sucedido a una persona de raza negra”, dijo, “le habrían disparado en plena calle”. Y agregó: “Pero no importa el color de tu tez, no importa el dinero que tengas o no tengas, no mereces que te acosen por tomar una decisión lógica de crianza”.

Cuando le pedí que les diera un consejo a otras mujeres en esta situación, respondió: “Les aconsejaría preguntarle al oficial qué ley están quebrantando. Les diría que preguntaran por qué y de qué manera el ir a la tienda durante unos minutos significaba abandonar a sus hijos. Les diría que pregunten si están bajo arresto y, si no es así, si pueden irse”.

“Y si no es un oficial de la policía, sino una persona en la calle, que les grita ofensas y les dice que son malas madres, además de amenazar con llamar a la policía y hacer que las autoridades les quiten a sus hijos, les diría que se comporten con mucha calma y que sean muy claras con esa persona. Les diría que saquen su teléfono y comiencen a grabar la interacción. Deberían mantenerse calmadas y seguras: ‘No he hecho nada malo; no he quebrantado la ley; mi hijo está bien. A usted no lo conozco, así que, por favor, aléjese de nosotros. Nos está acosando a mí y a mi hijo. Si no deja de acosarnos, tendré que llamar a la policía’”.

Mientras la escuchaba, pensé que jamás había usado la palabra acoso para describir una situación como esa. Pero ¿por qué no? Cuando una persona intimida, insulta o menosprecia a una mujer en la calle por la forma como va vestida, o en las redes sociales por la forma en la que se expresa, es acoso. Pero cuando intimidan a una madre, la insultan o menosprecian por sus elecciones de crianza, le llamamos preocupación o, a lo mucho, intromisión. Al parecer, a una madre no se le acosa, solo se le corrige.

A estas alturas debes preguntarte: Y ¿qué hay de los padres?

Sarnecka, la científica cognitiva de la Universidad de California, tiene una respuesta a esta pregunta. Su estudio descubrió que los participantes juzgaban menos a los padres. Cuando se les decía que los padres habían dejado al menor solo unos minutos para correr al trabajo, calificaban el nivel de riesgo como equivalente a cuando lo dejaban por circunstancias fuera de su control.

Este descubrimiento hace evidente algo que todos sabemos, pero que se supone que no debemos decir: un padre que se distrae por sus propios intereses y obligaciones en el mundo adulto no es recriminado porque “está siendo un padre”; una madre que hace lo mismo es acusada de fallarles a sus hijos.

Quizá todo esto empieza a cambiar. En marzo, Utah se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en tener una ley que defienda a los padres que practican la “crianza en libertad”. Otros estados podrían seguir su ejemplo. Lenore Skenazy, fundadora del movimiento Free-Range Kids (Niños criados en libertad), también es presidenta de Let Grow, una organización sin fines de lucro que ayuda a los padres, profesores y organizaciones a encontrar maneras de fomentar la independencia y resiliencia de los niños. También me enteré de que entre madres parece estarse fraguando un lento contragolpe a la idea de que debemos dejar que nuestras vidas estén gobernadas por el temor al peligro y a la desaprobación. Yo he experimentado estos temores, cada vez que en una fiesta de cumpleaños he pasado las dos horas junto con otros treinta padres, pero observando detenidamente a nuestros hijos jugar. Sentí temor en el parque cuando, justo en el momento en el que saqué un libro, mi hijo se tropezó y se pegó en la barbilla y una mujer comenzó a gritar: “¿Dónde está la madre de este niño? ¿Hay alguien supervisándolo?”.

Se trataba de la versión cotidiana de la aterradora experiencia de Harrell, quien fue al McDonald’s mientras su hija estaba en el parque. En el video de su interrogatorio, transmitido en vivo en televisión para que lo viera todo el mundo, ella llora mientras un oficial la reprende. “¿Comprende que usted es la responsable del bienestar de esta niña?”, le dice el policía.

Mientras escribo esto, estoy sentada en una banca en un vecindario residencial. Es una hermosa tarde de verano, pero no hay niños jugando en las aceras. Están seguros en el campamento, dentro de sus hogares, amarrados a la sillita del auto, conectados a los aparatos electrónicos, sin disfrutar de lo que la escritora Mona Simpson llamó “el lujo de pasar inadvertido o de que te dejen solo”.

Sarnecka me dijo en una ocasión que, aunque los niños no tienen los mismos derechos que los adultos, sí “tienen algunos derechos, y no solo a la seguridad. Tienen el derecho a la libertad y a cierta independencia”. Tienen derecho, dijo, “a un poco de peligro”. Y yo agregaría que los padres tienen el derecho de proporcionárselos.

Al final tuve suerte. El fiscal accedió a no presentar cargos en mi contra a cambio de cumplir cien horas de servicio comunitario. Mi familia y amigos cercanos me apoyaron. No me incluyeron en el directorio de abandonadores de niños. No perdí mi trabajo. Lo cierto es que ya no me siento tan mal acerca de lo sucedido. En cambio, me preocupan las maneras en que este país parece declararles la guerra a los niños, incluso cuando nosotros insistimos en que nuestra mayor responsabilidad es protegerlos.

Kim Brooks es autora del libro de próxima publicación "Small Animals: Parenthood in the Age of Fear", del cual se adaptó este ensayo.

"La maternidad no es un sacrificio".

viernes, 7 de septiembre de 2018

La ‘maldad incondicional’ de las bombas nucleares: el recuerdo de los sobrevivientes

En Japón se conoce como hibakusha a quienes sobrevivieron los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Aún hay alrededor de 48 mil de ellos en la prefectura de Nagasaki y aproximadamente 83 mil en Hiroshima. Algunos eran niños muy pequeños cuando cayeron las bombas, y otros ya eran jóvenes adultos. Su edad promedio actual es de 80 años. Varios compartieron sus historias y pensamientos este mayo de 2016, antes de la visita del presidente estadounidense Barack Obama, la primera de un mandatario en funciones de ese país desde que Harry Truman ordenó lanzar las bombas en 1945.

Sunao Tsuboi, 93, Hiroshima




Tsuboi era un estudiante universitario de 20 años e iba camino de clases la mañana del 6 de agosto de 1945 cuando cayó la bomba. Sufrió quemaduras en todo el cuerpo, de pies a cabeza.

El dolor era tan fuerte que Tsuboi se sentía seguro de que iba a morir. Tomó una piedra pequeña y alcanzó a rascar el material de un puente cercano para inscribir: “Aquí es donde llegó el fin de Sunao Tsuboi”.

Un compañero lo rescató del puente y lo llevó a un hospital militar. Varios días después lo encontraron ahí su madre y tío, quienes lo llevaron a casa. Pasó un año antes de que pudiera volver a caminar.

Se enamoró de una joven cuyos padres no querían dejarla casarse con él por temor a que estuviera próximo a morir. La pareja, ante la desesperanza, tomó pastillas para dormir en un intento de ambos por estar juntos, aunque las dosis fueron bajas y no fallecieron. Tsuboi consiguió con el tiempo el permiso de sus suegros y siete años después la pareja se casó. Tuvieron tres hijos y siete nietos.

Tras retirarse como director de bachillerato, Tsuboi decidió dedicarse de lleno a la dirección de la rama de Hiroshima de la Confederación de Japón de Organizaciones de Afectados por las Bombas Atómicas y de Hidrógeno.

Tsuboi dijo que el que no haya habido mucho progreso hacia una visión libre de bombas nucleares se debe “a la estupidez de la humanidad”. Respecto a Obama, lo urgió a continuar su lucha por la paz fuera de la presidencia. “El mundo ahora es más complejo”, dijo. “Pero creo que en el fondo de su corazón realmente quiere que todos se lleven bien entre sí”.

Shigemitsu Tanaka, 77 años, Nagasaki


Tanaka tenía casi 5 años cuando cayó la bomba. Estaba jugando debajo de un árbol ese 9 de agosto de 1945 cuando escuchó un estruendo y quedó cegado por una luz blanca. Todas las ventanas de la casa de su familia estallaron.

Su madre fue a trabajar a una primaria local a la que fueron llevados sobrevivientes para recibir cuidado médico. Ahí Tanaka escuchó los gemidos y quedó rodeado por el olor a piel quemada.

Los padres de Tanaka sufrieron varias enfermedades a lo largo de su vida. Su padre falleció por un cáncer de hígado doce años después del bombardeo.

“Claro que hay un sentimiento de que queremos una disculpa”, dijo Tanaka, director del Consejo de Sobrevivientes de la Bomba Atómica. “Pero lo más importante es abolir las armas nucleares”.

Tanaka recalcó que espera que el mundo escuche a los sobrevivientes que aún quedan. “Si no lo hace ahora, en diez años ya no será posible”, dijo.

Miyako Jodai, 78, Nagasaki


Jodai vivía con su abuela y su tía en las laderas de Nagasaki. Solamente recuerda que tras la explosión de la bomba hubo una descarga eléctrica que la dejó inconsciente.

Su hogar fue destruido y no tenían cómo encontrar comida, por lo que la familia escapó hacia Fukuoka, a unos 160 kilómetros al noreste. Llegaron a la casa de una familiar lejana que le ofreció a Jodai la primera oportunidad de bañarse desde el bombardeo. “Fue tan amable”, dijo Jodai. “Me dijo: ‘Hiciste muy bien, al sobrevivir'”.

Ha contado su historia quizá miles de veces y siempre recalca que ella cree que Japón también tiene algo de culpa por los bombardeos. “Creo que hubo muchas oportunidades para prevenir la situación antes de que se soltara la bomba atómica”, dijo. “De haber detenido nuestra agresión quizá habríamos salvado a Japón de ser víctima de esta arma”.

Jodai dijo que espera que Obama y otros escuchen las historias de los hibakusha para “comprender la crueldad y miseria, y el impacto en los humanos de la bomba atómica”.

Yoshitoshi Fukahori, 89, Nagasaki


Fukahori tenía 16 años y trabajaba en una oficina de gobierno como parte de su servicio militar. Cuando cayó la bomba se intentó esconder debajo de un escritorio. “Hubo un ruido fuertísimo y una luz tan brillante, como un rayo”, dijo. “Se sintió como si la habitación se hubiera quedado sin aire”.

Intentó regresar a su casa la noche de 9 de agosto, pero el camino principal que pasaba por el centro del pueblo estaba en llamas. En una ruta alterna, a través de las montañas, se encontró a otras víctimas que buscaban escapar, con vestimentas rotas y cubiertas de ceniza negra. Una mujer lo agarró de la pierna y le rogó que le diera agua. Cuando Fukahori se agachó para ayudar a levantarse a la mujer, se desprendió la piel del brazo de esta.

Fukahori dijo que entiende por qué ningún presidente estadounidense, Obama incluido, ha ofrecido disculpas por lanzar las bombas.

“Lo comprendo, porque Estados Unidos también perdió a muchas personas en la Segunda Guerra Mundial. Todos somos víctimas de la guerra”, dijo.

Kana Miyoshi, 24, Hiroshima


Miyoshi es graduada de la Universidad de la Ciudad de Hiroshima. Es la nieta de Yoshie Miyoshi, sobreviviente que perdió a su padre y a sus hermanos en el bombardeo.

Cuando estaba creciendo Miyoshi nunca le preguntó a su abuela sobre su historia. Pero al empezar a estudiar en la universidad la invitaron a un taller para recopilar testimonios en las islas Marshall, donde hubo varias pruebas nucleares después de la Segunda Guerra Mundial. Comenzó entonces a grabar las historias de personas como su abuela en video.

Miyoshi dijo que cuando era niña en Hiroshima le enseñaron a pensar en las armas nucleares como “una maldad incondicional” e indicó que usualmente no se enseñan las agresiones que realizó Japón como combatiente en la guerra antes de 1945.

“No debemos hablar solo como víctimas, porque también fuimos agresores”, aseguró.

Este artículo fue publicado originalmente en mayo de 2016, antes de que el entonces presidente estadounidense Barack Obama visitara las zonas devastadas siete décadas antes.

https://www.nytimes.com/es/2018/08/06/hiroshima-nagasaki-sobrevivientes/?&moduleDetail=section-news-2&action=click&contentCollection=Reposado&region=Footer&module=MoreInSection&version=WhatsNext&contentID=WhatsNext&pgtype=article