domingo, 5 de mayo de 2013

Entrevista a Rafael Poch-de-Feliu, corresponsal internacional de La Vanguardia “China, aunque suene fuerte, es de los países mejor gobernados del mundo”

Álvaro Corazón Rural. Jot Down

La información internacional sufre dos grandes males. El más de lo mismo y el a ver quién la dice más gorda. Durante muchos años, Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona, 1956), corresponsal internacional de La Vanguardia, ha destacado por trabajar en una línea opuesta a estos dos vicios. En sus crónicas, al menos, siempre hemos encontrado otro punto de vista. No el contrario a la propaganda, sencillamente una visión singular, distinta. Poch considera que el periodista no debe leer solo periódicos, sino que tiene que seguir publicaciones más académicas y libros. Se queja de que cada vez conoce más periodistas jóvenes que no leen. Él apuesta por complementar la información con fuentes alternativas de calidad, como profesores de universidad o sociólogos, dada la tendencia a la mentira y el engaño de las fuentes institucionales. El resultado de esta forma de trabajar está en las hemerotecas, pero también en sus libros sobre la URSS (Tres días de agosto, Tres preguntas sobre Rusia y La gran transición, que ha sido traducido al ruso y al chino), China (La actualidad de China, un mundo en crisis, una sociedad en gestación) y Alemania (La quinta Alemania, que aparecerá en mayo editado por Icaria). Obras didácticas, llenas de matices. Versiones de los hechos históricos, de la sociedad de estos países, nutridas con fuentes diversas que pueden ir del político al campesino, del periodista al activista. Ha sido corresponsal en Europa del Este, Moscú, Pekín y Berlín. En todos estos destinos fue y es testigo de las grandes transformaciones del mundo contemporáneo. Repasamos con él su trayectoria para que ofrezca una explicación de todo lo que ha investigado y narrado para sus lectores.

Cuando estuviste de corresponsal en la URSS, describiste la vida así: “dura y poco confortable, pero al mismo tiempo bastante relajada; todo gira a pocas revoluciones y se desconoce el estrés laboral o la inseguridad por el futuro”. Luego pasaste a China y comentaste: “Pese a las dificultades, los chinos nunca habían sido tan libres y prósperos, lo que explica el optimismo que, en general, desprende la sociedad”. Cuenta cómo encontraste Berlín a tu regreso de China hace cinco años y, particularmente, cómo has visto España estos días.

Regresar a la vieja Europa fue reencontrarme con algo que describiría como “un gran bostezo social”. Aunque precisamente después de 2008, con todos los movimientos sociales que están surgiendo, mi visión está siendo matizada. Pero sí, en Berlín, en Europa occidental, encontré un gran bostezo. Y en España, treinta años de conformismo, apatía y abulia social. La generación que siguió a la nuestra de la Transición se durmió y se desencantó con la realidad que le tocó vivir. Se acomodó a ella. Era una realidad relativamente fácil. Además, cuando mi generación llegó al poder, hubo un desencanto porque dio una imagen muy poco ejemplarizante.

Este es el panorama europeo en general. Alemania creo que es un país bastante deprimido. Ocho millones de trabajadores precarios han transformado completamente un país que cuando yo lo conocí a principios de los 80 era ejemplar. En aquella época un redactor de una agencia de prensa ganaba 3000 marcos, el equivalente actual de 4000 euros, y ahora tiene un sueldo de 1200 euros sin seguridad laboral, te pueden echar cuando les dé la gana. El mileurismo ha llegado a Alemania y lo ha transformado todo. La inseguridad, la desigualdad, la injusticia. Todo este tipo de problemas, Alemania los despachaba antes gracias a su relativa nivelación social. Ahora que la ha perdido aparecen problemas psicológicos en la población, hay estudios que lo demuestran, y por supuesto consecuencias económicas. La moral del trabajo en Alemania no es la misma que era hace 30 años. Como sigan así lograrán trabajar tan mal como los españoles. Es verdad que aún en la gran industria las relaciones laborales están basadas en el modelo anterior, pero también hay trabajadores precarios en las cadenas de montaje de Mercedes. Están cambiando la gallina de los huevos de oro, el gran modelo alemán, con la exclusa de ser competitivos. El Mercedes no compite con el coche de Japón o China, se compra por la calidad. Una calidad que se consigue con buenas relaciones laborales y no con lo que están haciendo.

Por otro lado, en España ya ves lo que tenemos. Un movimiento social incipiente que no sabemos hasta dónde va a llegar. Visto desde fuera me ha parecido en algunos momentos muy exhibicionista, con mucha propuesta online y poco contenido ideológico transformador. Sin embargo, todo va cambiando poco a poco, esperemos que evolucione. La vida les empujará, y si no evoluciona y en Europa no logramos crear grandes movimientos sociales, como dice Fontana, tendremos lo que nos merecemos. Volveremos a un nivel de relaciones sociolaborales anterior a la Segunda Guerra Mundial, es decir, espantoso.

Por eso la generación que está ahora entre los 20 y 30 años, que simplemente no tiene futuro, tiene que ponerse las pilas. Si hablamos a nivel macroeuropeo, tenemos dos escenarios. El de 1848, el de la Primavera de los Pueblos, con distintas revoluciones y revueltas cívicas en los países —porque desengañémonos, los movimientos transformadores son nacionales, igual algún día sí se pueden coaligar para una transformación en la UE—, y el otro escenario es el de 1930, el previo a la Europa parda, intransigente y xenófoba. Es cuestión de apuestas, de con cuál te quedas tú. Yo veo indicios de lo uno y de lo otro, ya veremos qué sale de todo esto, pero de lo que surja, dependerá nuestro futuro y el de nuestros hijos.

En tus crónicas desde Berlín has destacado que el momento clave fueron las reformas de Gerhard Schröder.

Sí, marcan un punto de inflexión, pero la película empieza en la Reunificación. La primera idea es que Alemania, en este proceso que ha sido calificado por Fontana o Krugman como el de la Gran Desigualdad, estaba retrasada. En Europa, desde los años 70, asistimos a una gran ofensiva del capital que se come las conquistas sociales del consenso de posguerra, tanto en Europa occidental como en Estados Unidos. Empezó con Carter y siguió con Reagan y Thatcher en Inglaterra. Pero Kohl no pudo hacer esto porque estaban en la primera frontera de la guerra fría. Tenían enfrente una república democrática alternativa, cuya imagen de marca era el estado social. Esto obligó a la RFA a adoptar un capitalismo, que llamaban renano, marcadamente social. Todo esto se acaba con la Reunificación, en cuanto deja de existir la alternativa, el establishment occidental empieza a tener la libertad de hacer lo de Reagan, Thatcher e incluso Mitterand y los suecos.

Entonces, como llegan con retraso, llegan también con ansiedad. En ese contexto, se comen los tremendos costes de la Reunificación, que costó muchísimo dinero. Se habla de dos billones de euros, eso corresponde al 8% del PIB a lo largo de 25 años. Son gastos enormes que explican la obsesión alemana por la austeridad. Además, surge tras 1990 la gran reunificación mundial. Es la nueva oportunidad de marcar un modelo de relaciones laborales diferente. Se incorporó al mercado de trabajo todo el bloque del Este, más China e India. Todo eso dobló el número global de trabajadores. Añadió 1400 millones más de obreros, lo cual alteró la correlación de fuerzas entre capital y trabajo en beneficio del primero.

En Alemania el Este se utilizó como polígono de pruebas, con salarios bajos y precariedad. Esto repercutió en Alemania Occidental. Si los sindicatos decían que no a algo, se llevaban la fábrica al Este. Entre el año 90 y 2003 las reformas no fueron todavía posibles porque estuvieron muy ocupados en digerir toda la reunificación. Fue a partir del año 2000 cuando se crea el consenso de Lisboa en Europa, lo de la competitividad y todo esto, cuando Alemania comienza a desarrollar con mucho retraso la agenda neoliberal.

Kohl ya había empezado, pero no pudo por razones obvias. Entonces, quién mejor que una coalición de izquierdas para hacer el trabajo sucio. Ahí estuvo el señor Schröder con su Agenda 2010, que impuso el programa de recortes más importantes de la historia de la posguerra alemana. Y en eso estamos. Entre 2003 y 2006 todo son reformas laborales y sociales, que tienen un resultado ambiguo. Porque en Alemania se dice, sobre todo al exterior, que tienen éxito porque han hecho las reformas, mientras que los científicos sostienen que en realidad lo que hubo fue una mejora de la coyuntura general que disparó sus exportaciones. No obstante, ahí está la trampa ideológica de hacer ver que este éxito exportador tiene que ver con los salarios más bajos, cosa que no es verdad, y está trayendo muchísimos problemas.

Escribiste que en los últimos años de Merkel las reformas han ido en sentido contrario, que Alemania se aplica a sí misma medidas opuestas a las que pide que se apliquen los demás.

Merkel llega al poder en 2005 y desde ese año no ha hecho ningún ajuste. Ya le habían hecho el trabajo. No ha parado de decir: “¡Gracias, Schröder, gracias!”. Y eso que era su enemigo acérrimo. Es al revés, ahora está recomponiendo aspectos sociales, especialmente porque está en época preelectoral, con un par de medidas en esa dirección. Por eso es curioso que esta mujer diga a los demás que se aprieten el cinturón y no como ellos hicieron con la Agenda 2010, sino muchísimo más. Lo que ha hecho Grecia, lo que hace España, una devaluación interna del 20 o 30%, es mucho más fuerte que lo que sufrieron ellos.

Y ahora viene la demanda de 200.000 trabajadores cualificados del sur de Europa. Suena como un drenaje ¿nos convertimos en sus economías auxiliares?

A esto lo llaman “Falta de mano de obra cualificada”. Lo repiten como loritos. Viene de los think tank empresariales. Pero las preguntas aquí son: cómo es posible que en un país con 7% de paro falte mano de obra cualificada cuando no hay una presión salarial hacia arriba. Deberían pagar más a los pocos que hay para quedárselos, ¿no? Cómo es posible que haya falta de mano de obra cuando por cada oferta laboral hay ocho demandas de trabajo. Lo que veo es que hay una tendencia, un recurso empresarial, para mantener los salarios a la baja. No se contrata a la gente mayor porque piden sueldos demasiado altos. En cambio, se llama a un ingeniero español, o a un conductor de autobuses español, que se conforma con 1200 euros en Stuttgart —es un caso real, concreto, que conozco—. En algunas regiones alemanas, por ejemplo, Baden-Wurtemberg, donde hay prácticamente pleno empleo, sí hay falta de mano de obra en algunos sectores concretos de la industria, pero es muy anecdótico.

En cuanto a que nos vayamos a convertir en un satélite, creo que ya lo somos desde que entramos en el euro. Aunque, en gran parte, ya lo éramos desde antes. Yo me marché de España en el año 83 y éramos un país con mucha industria. España producía de todo, teníamos industria del calzado, metalurgia, teníamos construcción naval. Éramos un país más nivelado, mucho menos de servicios. La política europea ha conducido a que Alemania sea la fábrica productiva y exportadora y los demás hayan perdido terreno, incluso Francia. Esto es algo que hay que analizar y reconstruir para sacar las conclusiones pertinentes, tanto nosotros como la propia Alemania.

Sobre la Reunificación, has apuntado que fue una historia mucho más prosaica de lo que se reflejó en su momento y ha quedado grabado en la memoria colectiva. Para empezar, porque quienes propiciaron desde el Este la caída del muro, los movimientos contestatarios de la RDA, lo que tenían en el horizonte era una tercera vía, ni marxismo-leninismo monolítico ni capitalismo.

Una de mis sorpresas al regresar a Alemania en 2008, después de unos años sin haber pisado Europa, fue comprobar que el tema de la Reunificación estaba por escribir. Se hablaba de una revolución pacífica, un cambio, un giro, y no había bibliografía sobre lo que había pasado en concreto. Los archivos estaban cerrados. Los célebres archivos de la Stasi eran inaccesibles en lo referido a la actuación del espionaje occidental durante la caída del muro. Husmeando un poco me di cuenta, y conmigo muchos alemanes, de que la película de la Reunificación es un tema interesante.

Tuvo tres movimientos. Primero, Gorbachov, el paradigma, el hacedor de la Reunificación alemana. Él permitió que el pequeño movimiento contestatario de la RDA se convirtiera en una marea humana. Estos movimientos eran socialistoides y verdes. ¡Wir sind das Volk! (“¡Somos el pueblo!”), decían. Y en el curso de pocos meses este eslogan se convirtió en ¡Wir sind ein Volk! (“¡Somos un pueblo!”). Se pasó de poner el acento en la rebeldía popular a ponerlo en la unificación.

Kohl, que era un viejo zorro, vio en la Reunificación la oportunidad de pasar a la historia como canciller
Más aquí. Fuente: http://www.jotdown.es/2013/04/rafael-poch-china-aunque-suene-fuerte-es-de-los-mejores-paises-gobernados-del-mundo/
The New York Times lleva hoy a su portada un artículo sobre la corrupción en España, en el que afirma que los jueces españoles están investigando a "cerca de 1.000 políticos, que van desde los alcaldes de pueblos pequeños a exministros del Gobierno". EP http://cort.as/4-tb El País.

viernes, 3 de mayo de 2013

Flamenco y Memoria Histórica, fandangos por Manuel Romero. Flamenco y cantes árabe



El flamenco canta, es decir trasforma en un cante a la alegría, al amor, a las penas, a la tragedia, a la vida y a la historia del pueblo. Últimamente, las coplas y cantes más críticos se estaban marginando.
Manuel Romero nos canta por fandangos a la Memoria Histórica.
No esta mal recuperar esta faceta del flamenco que parecía olvidado. Recuperar la conciencia de clase; quiénes somos, de donde venimos y a donde vamos, o a dónde queremos ir que es muy diferente de a donde nos quieren llevar, es decir, ser culto, saber y conocer nuestra cultura.

Los peligros de la lectura

Santiago Alba Rico. Revista Minerva.

De los peligros de la lectura nos habla el canto V del Infierno de La Divina Comedia. Allí Dante se encuentra con Paolo y Francesca, los dos amantes condenados en la ciudad doliente por su pasión adúltera; y el poeta indaga compasivo por el origen de este «peligroso deseo» que los ha conducido a la muerte y a la aflicción eterna. Francesca, pálida y lacrimosa, rememora el día en que, por puro entretenimiento y sin «la menor sospecha», leía junto a Paolo los amores de Lanzarote y la reina Ginebra. Absortos en el libro, un poco ya sin color el rostro, aliento contra aliento, se sorprendieron a sí mismos al llegar al pasaje en el que «la deseada sonrisa fue besada por tal amante»; entonces Paolo, tembloroso, besó a su vez la boca de Francesca y «ya no leyeron más desde aquel día».

Francesca se justifica ante Dante acusando al libro y a su autor como testigos y alcahuetes de su abrazo («Galeotto fu’l libro e chi lo scrisse»). ¿Será tanto el poder de los relatos? Pongámoslo en duda. Resulta difícil creer que a Paolo y Francesca no se les hubiera pasado nunca por la cabeza la existencia de las bocas y los besos antes de leer juntos la frase; y que, más bien al contrario, no fueran llevados a esta lectura común precisamente por su deseo de besarse. Los libros determinan poco la realidad; más bien la secundan, la subrayan, la legalizan. Más allá de su potencia afrodisíaca, los amores adúlteros de Lanzarote y Ginebra estaban investidos de una incontestable autoridad literaria que convertía su emulación, entre las clases letradas, en un acto al mismo tiempo prestigioso y aceptable. El libro no era una orden; ni siquiera una tentación. Era algo así como un certificado de buena conducta mitológica o literaria. Lo que prohibía la Iglesia lo permitía la Literatura. Incluso en una cultura aherrojada por la represión moral, puede ser socialmente más prestigioso imitar a Lanzarote o a Ginebra que a Cristo o a la Virgen María. Paolo y Francesca se dejaron llevar por el deseo, no por la lectura, y el libro lo único que hizo –si algo hizo– fue intensificar literariamente el placer de su abrazo prohibido.

Nadie puede acusar tampoco a Goethe de provocar la epidemia de suicidios juveniles que siguieron a la publicación en Alemania, en 1774, de Las cuitas del joven Werther. Uno puede quitarse la vida por una tontería, incluso por un libro, pero es más sensato decir que el libro de Goethe recogía el «espíritu» de una época en la que el suicidio, reprobado por la moral y por la religión, era percibido, entre las clases letradas, como una prestigiosa protesta cósmica contra el Todo. Hoy, suprimida la «época», podemos leer las penas de Werther con interés, pero sin peligro alguno.

Digo todo esto porque me da un poco de vergüenza confesar que admiro locamente a Tintín, contra cuyo creador, el belga Hergé, se han escrito hace poco tantas y tan certeras críticas. Recientemente incluso se ha interpuesto en Bruselas una demanda para que los tribunales prohíban la reedición y difusión de Tintín en el Congo. No cabe la menor duda de que, incluso en sus mejores álbumes, el asexuado periodista de Hergé transporta esa visión colonial del blanco moralmente superior del que dependen los otros pueblos incluso para tomar conciencia de su igualdad, incluso para librarse del poder de los blancos. En los peores, Hergé es francamente racista y reaccionario; basta pensar, sobre todo, en los tres primeros: Tíntin en el país de los soviets, Tintín en América y el citado Tintín en el Congo. Pero como quiera que existe sin duda una relación kantiana y platónica entre la justicia y la belleza, hay que decir que la evolución artística de Hergé es siempre hacia un nivel mayor de justicia y que sus libros más bellos no se agotan en su ideología católico-scoutiana. Ya El loto azul –siempre un poco paternalista– es un álbum inquietante y provechosamente etno-descentrado; y a medida que aprende a dibujar, que complica sus historias, que enreda a sus personajes, Hergé va desprendiendo mundos que no sabe que lleva dentro y que se pueden mirar y explorar desde otros moldes humanos e ideológicos.

Confieso que toda mi formación ha girado en torno a Tintín y Marx. De niño leí todos los álbumes un mínimo de setenta veces cada uno y, cuando ya no era posible, soñaba –literalmente soñaba– que Hergé había dibujado un nuevo cómic después de muerto. Tintín no me impidió leer luego El Capital ni enredarme en una relación promiscua con el mundo árabe, donde vivo desde hace veinte años. Lo que importa de un libro es desde dónde se lee. Lo normal es que un libro se lea desde otro libro y lleve a su vez a un libro nuevo. Leído desde la Inglaterra victoriana, el Kim de Kipling es una de las más fraudulentas exaltaciones del imperio británico, pero leído al mismo tiempo desde la juventud y desde Polanyi o Chesterton, es una emocionante defensa de la antropología elemental y una experiencia fuerte de cosmopolitismo empírico. En el contexto de la Rusia pre-revolucionaria, dominada por la lucha entre eslavófilos y europeístas, Los demonios de Dostoievsky es un estridente panfleto reaccionario que incluso alerta, con fanatismo delirante, de la imparable colusión entre el comunismo y el Papa; pero su atmósfera, su estructura, su pulso psicológico, lo ponen en relación con Nieve de Pamuk o con Salto Mortal de Oé, dos autores claramente de izquierdas. Lo mismo puede decirse de Hergé. A la espera de que el racismo desaparezca del mundo y cuando Europa, en todo caso, se ha venido definitivamente abajo como «proyecto universal», queda el hecho de que Las joyas de la Castafiore, con sus falsos suspenses y su asfixiante atmósfera claustral, es el equivalente en cómic de Las reglas del juego de Renoir; y que Tintín en el Tíbet, con ese blanco impulso contra la felicidad y la lógica, podría utilizarlo el plan Bolonia para explicar a Kant en la Universidad.

Lo que importa de un libro es desde dónde se lee. Lo normal es que un libro se lea desde otro libro y lleve a su vez a un libro nuevo. Si Tintín en el Congo fuese el único libro del mundo, habría que prohibir sin duda su lectura. Pero eso sucede con todos los Únicos Libros, incluidos la Biblia, el Corán y El Capital de Marx, de los que aprendemos siempre algo porque no estamos encerrados en ellos. Lo que nos defiende de los libros son otros libros como lo que nos defiende de nuestro cuerpo son los otros cuerpos. No acusemos a la lectura de los besos que damos o de los que no hemos dado. No arrojemos al fuego ni a los enamorados ni las novelas. Contra las malas, están las buenas; y contra la legalización literaria del racismo o del imperialismo o del fanatismo, habrá que encontrar o construir esa combinación platónica de justicia y de belleza desde la cual podamos despreciar Tintín en el Congo y disfrutar de Las joyas de la Castafiore; y extraer de Kim y de Los demonios las armas imprescindibles para combatir la arrogancia de Kipling y el integrismo de Dostoievski.
Fuente: http://www.revistaminerva.com/articulo.php?id=558

jueves, 2 de mayo de 2013

BADAJOZ. El primer economato social de la ciudad abrirá en la barriada de San Fernando

Gestionado por la Asociación Pepe Reyes, cuenta con medio centenar de colaboradores y el patrocinio de Gómez Calero. Venderá a familias seleccionadas por Cáritas y Servicios Sociales productos de primera necesidad al 50% de su precio

Con la crisis económica se ha incrementado el número de familias cuya situación, aunque no les obliga a acudir a un comedor social, sí ha empeorado drásticamente y sus pocos recursos no les permiten llegar a fin de mes. A estas personas va dirigido el Economato Social Pepe Reyes, el primero de estas características que va a abrir en Badajoz.

El local, de unos 180 metros cuadrados, ya está preparado y a punto de abrir y se ubica en el número 10 de la calle Manuel Godoy, en la barriada de San Fernando, gracias al patrocinio de Juan Antonio Gómez Calero, el empresario que ganó el Euromillón y que hizo suyo el proyecto cuando lo conoció. De la organización, gestión y funcionamiento se encarga la Asociación Pepe Reyes, sin ánimo de lucro, vinculada a la Fundación Dolores Bas. Ya cuenta con el apoyo de voluntarios y de medio centenar de colaboradores, así como ha obtenido subvenciones de la Diputación de Badajoz, la Caixa y la Fundación Dolores Bas para su puesta en marcha. Pero siempre necesitarán más.

El objetivo es ofrecer a un grupo de familias, que serán seleccionadas por Cáritas Parroquial y los Servicios Sociales, la posibilidad de acudir a esta tienda a adquirir productos de primera necesidad (de alimentación y limpieza) a un precio estimado del 50%. "Nuestro techo está en los precios del Lidl o el Aldi, se tienen que bajar más los precios porque si no el economato deja de tener sentido", cita Mercedes Arias, impulsora de la asociación, quien comenta que su pretensión es que sean productos extremeños. Este proyecto está siguiendo la estela de otro economato que funciona en Huelva, que les facilitaba proveedores, pero en la asociación "queremos que sean de la tierra". No van a vender productos donados sin coste alguno, pues para eso está el Banco de Alimentos.

Arias insiste además en que serán productos de primera necesidad, es decir, quedan fuera, por ejemplo, el vino o los refrescos. Tienen muy claro que los destinatarios deben llegar derivados de Cáritas o Servicios sociales "porque nosotros no somos quiénes para valorar la situación de una persona y si abriésemos al público en general estaríamos haciendo una competencia desleal y no estaríamos realizando una labor social". Además, con la Ley de Protección de Datos la asociación no podría acceder a esta información.

También se beneficiarrán asociaciones y colectivos "que lo están pasando muy mal porque las subvenciones están muy restringidas y a sus internos tienen que seguir poniéndoles el plato de comida". En cuanto a los comedores sociales, aunque les surte el Banco de Alimentos, hay productos que tienen que comprar en establecimientos con precios sin descuento. "Intentaremos llegar al mayor número posible", sentencia la responsable.

CON CARNET Los beneficiarios seleccionados deberán contar con un carnet identificativo que no se podrá suplantar. Además habrá un límite en su compra "para evitar que puedan hacer negocio con estos precios". La cantidad que podrá adquirir cada destinatario estará en función del número de miembros de la familia.

El economato todavía no tiene fecha de apertura, pues la asociación sigue pendiente de encontrar proveedores con los que conseguir buenas precios, pero Mercedes Arias calcula que quizá pueda abrir este mes, para lo que hace un llamamiento a proveedores, voluntarios y colaboradores (aportan 5 euros al mes) a que se impliquen con este proyecto.

Los colaboradores con los que ahora cuentan son en su mayoría del entorno de la Fundación Dolores Bas y de los voluntarios que participan en el proyecto ninguno cobra nada, ni siquiera los que se van a encargar de llevar las ventas en el economato. Serán cuatro las personas que hagan esta tarea, para lo cual ya han realizado un curso de manipulación de alimentos. Su idea es que, si funciona, se pudiera crear un puesto de trabajo en caja remunerado, pero dependerá de que consigan las ayudas que lo permitan.

Arias calcula que inicialmente podrán atender a unas 50 familias, "hasta comprobar cómo nos desenvolvemos". Fuente: El Periódico Extremadura, A. M. ROMASANTA 02/05/2013
www.asociacionpepereyes.es



miércoles, 1 de mayo de 2013

El 1º de Mayo y la conciencia de clase

Luis Miguel Busto Mauleón. Nuevo Claridad/Rebelión

El marco europeo
Lo que ya hace unos años calificábamos como la nueva gran estafa del sistema capitalista contra la clase trabajadora se revela en estos momentos con toda su crudeza. El proyecto europeo, tal y como se concibió en Maastrich y el posterior Tratado de Lisboa, era el proyecto de la burguesía europea y, como tal, estaba concebido para exprimir al máximo a la clase obrera. Esa burguesía, utilizando su herramienta política (los gobiernos de los diferentes estados), impidió que los pueblos se definieran a través de plebiscitos una vez visto el rechazo de holandeses (61,5%), franceses (54,68%) e irlandeses (53,4%). La democracia burguesa mostraba, con total nitidez, lo que entendía por democracia. Y revelaba su temor a que el proyecto de acumulación de capital concebido en el marco europeo quedara frenado por la voz de los pueblos.

La paralización de las consultas a los pueblos no fue acompañada por la suspensión de una legislación que les allanara el camino y ya a finales del siglo pasado se aprobaba el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios que les ponía en bandeja de plata todos los servicios públicos. El AGCS significaba la primera agresión contra los derechos adquiridos por la clase trabajadora en materia de Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Desempleo o Pensiones por jubilación. Los recortes presupuestarios, el deterioro orquestado de los servicios y la criminalización de los trabajadores de la Administración daban paso a una creciente sensación de que era necesario languidecer la intervención de los estados para ir dando paso a un empresariado que se frotaba las manos ante las nuevas oportunidades de negocio. Aquella legislación aprobada alevosamente y con total opacidad es la que quince años después sufrimos las trabajadoras y trabajadores europeos.

Han sido los países PIGS, a los que en los últimos meses se ha unido Chipre, los primeros en sufrir los desgarros de esta rapiña. En el estado español no han dejado espacio sin inmiscuirse y todas y todos conocemos los perniciosos resultados que van dejando en la Sanidad, la Educación, la gestión del agua, los Servicios Sociales o entre las personas desempleadas. Las últimas ofensivas han ido dirigidas hacia los jubilados y los hipotecados por la vivienda.

El estado español
La crisis del sistema capitalista es mas que evidente en este 1º de mayo de 2013, Día Internacional de los Trabajadores, así como el carácter clasista e internacional de una sociedad donde los ricos son cada vez mas ricos y los pobres cada vez mas pobres. La agresión de la burguesía contra los y las trabajadoras, aletargada en el estado español en los primeros años de la transición mientras la correlación de fuerzas les fue favorable a la clase obrera, ya se ha despojado de todas sus máscaras y se ha lanzado al despojo de todo lo conseguido durante muchos años de luchas obreras.

La nueva Reforma de las Pensiones de 2013 sigue la línea de recortes de los servicios públicos y el abandono a los pies de la patronal de unos recursos generados durante toda la vida laboral; la congelación de las tasas de reposición de los empleados públicos y el robo de parte de sus sueldos para pagar el rescate de la banca; el endurecimiento de las condiciones de acceso a las prestaciones de los trabajadores desempleados; la no revisión del IPC anual de los pensionistas; la verdadera trata de blancos en las zonas rurales que han convertido la libre circulación de ciudadanos de la Unión Europea en un fraude social que enriquece a manijeros sin escrúpulos y a la Política Agraria Común en una nueva forma de trasvase de capital hacia los grandes terratenientes; las mafiosas redes de distribución de alimentos que explotan a los agricultores, vacían los bolsillos de los consumidores y, en su lógica de obtención rápida de beneficios, prefieren deshacerse de los excedentes de alimentos mientras la población pasa hambre; la rapacería de los bancos que, sin ningún tipo de escrúpulo, siguen desahuciando de sus viviendas a la clase trabajadora sin importarles que se traten de niños, ancianos, personas con minusvalías o que la presión ejercida sobre estas personas termine con suicidios, realmente asesinatos.

Las últimas agresiones contra los trabajadores
La gran movilización de la Huelga General del 29 de setiembre de 2010, que debería haber significado un punto de inflexión en las políticas económicas y sociales, se diluyó por obra y gracia de los sindicatos del sistema con la firma, unos meses después, del Acuerdo sobre las Pensiones que rebajaba las futuras pensiones en un alto porcentaje bajo la excusa de la viabilidad del Sistema Público.

Así, el pasado 16 de marzo se aprobaba el Decreto Ley que completaba la última Reforma del Sistema Público de Pensiones y que viene a endurecer las condiciones por las que las trabajadoras y trabajadores en activo se incorporarán al mismo, elevando la edad de jubilación de 65 a 67 años y de 15 a 25 años el tiempo de referencia para el cálculo de la pensión. Pero no podemos pasar por alto que esta Reforma (propuesta por el PP) profundiza en los recortes aprobados por el gobierno anterior (PSOE) y pactado con los agentes sociales (CEOE, CEPYME, UGT y CCOO). Esto viene a confirmar, una vez mas, que las estructuras de dirección y representación de UGT y CCOO se encuentran plenamente integrados en el sistema capitalista, que asumen su escala de valores y que no tienen ningún proyecto de clase sino que simplemente aspiran a ser intermediarios en la gestión de la explotación de la clase trabajadora.

A su vez, y con un descaro vergonzante, se rebajaron un 2% las cotizaciones de los empresarios a la Seguridad Social. Meses después, estas mismas organizaciones sindicales firman el II Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva y el Empleo que vuelve a regular, a la baja, las condiciones laborales.

La otra andanada está siendo dirigida contra los desahuciados de sus viviendas. Miles de familias de trabajadores y trabajadoras están siendo expulsados de sus casas por el sector financiero y donde fueron invirtiendo sus pocos ahorros. Una necesidad básica, un derecho humano como es la vivienda sirve, una vez mas, a banqueros sin escrúpulos para expoliar a la clase obrera. Y decimos una vez mas porque todo el proceso de adquisición de la vivienda ya había sido, en años precedentes, objeto de especulación mediante la hinchazón artificial de la burbuja inmobiliaria y los altos tipos de interés que gravaban los precios. Los impagos, causados por la situación de desempleo de muchos trabajadores y trabajadoras o el encarecimiento de la vida, sirven de pretexto para expulsar a las familias de sus viviendas. Una situación con unos tintes muy dramáticos que vuelve a poner en manos de los banqueros los recursos generados por la clase trabajadora.

La tercera agresión es contra todo lo público. Por un lado se recortan los derechos adquiridos por los trabajadores. Por otro, se recortan y privatizan los servicios públicos. Las embestidas contra la Sanidad Pública, la Educación Pública, los Servicios Sociales… siguen la política coordinada desde la Unión Europea de los mercaderes que lo conciben como otro segmento del mercado de donde sacar beneficios. Políticas que se iniciaron con los recortes presupuestarios, continuaron con el deterioro de la calidad de los servicios, la criminalización de los trabajadores y el continuo martilleo mediático de que es mucho mas eficaz la gestión privada. Aunque la consecuencia no es otra que la pérdida de unos servicios públicos sufragados por todos y la necesidad de tener que pagar de nuevo para poder acceder a esos servicios ya privatizados. Al tiempo que los trabajadores públicos ven recortadas sus contrataciones, sus sueldos y sus derechos convirtiendo a la propia Administración Pública en otro elemento en manos de la patronal y causante de la profundización de la crisis.

La empresa privada, animada por el camino tomado por las diferentes administraciones públicas, no se ha quedado atrás y son continuos los Expedientes de Regulación de Empleo, los recortes salariales, la disminución de derechos laborales, la mayor explotación de trabajadoras y trabajadores… en suma, la posibilidad de volver a la época dorada de la esclavitud.

Mientras a la clase trabajadora se le exige sacrificio tras sacrificio para salir de la crisis, asistimos con verdadera indignación a un nuevo brote verde de la corrupción. Una corrupción inherente al sistema capitalista, que por su carácter siempre está presente pero que, mientras ha existido bonanza económica y sobres para todos, ha permanecido oculta. Pero el financiamiento en negro es un secreto a voces y moneda de cambio entre los partidos del capital, los sindicatos oficiales y la propia jefatura del estado, principio y origen de un sistema incapaz de funcionar sin este tipo de tejemanejes, y que salpica de una manera o de otra a todos los que están colaborando con él. El propio empresariado, elemento corruptor por antonomasia, aparece enfangado hasta el cuello con comisiones ilegales, financiamientos ilícitos y concesiones públicas a dedo.

Que hacer
Ante tamaña agresión solo cabe una respuesta organizada. Una de estas respuestas ha sido la de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca con la recogida de firmas suficientes para proponer una Iniciativa Legislativa Popular y los escraches que ponen en evidencia a aquellos legisladores que están permitiendo que las familias sean desahuciadas. Sus propuestas, como la dación en pago retroactiva, el alquiler social y la condonación de la deuda son propuestas de acuerdos de mínimos pero no la solución definitiva. Esta solución solo puede pasar por un cambio de sistema dado el agotamiento paulatino del sistema capitalista basado en extraer al máximo los recursos no solo de las personas sino también de la naturaleza y que lo hace insostenible a medio plazo.

Es necesario, en primer lugar, denunciar el continuo trasvase de recursos de las rentas del trabajo a las rentas del capital. Pero también lo es aportar a nuestra clase soluciones para una salida obrera a la crisis. Las propuestas de la burguesía solo aportan mas paro, mas miseria y mas enriquecimiento para los suyos.

Es necesaria ya la nacionalización de la banca que estamos pagando entre todos los trabajadores, trabajadoras, ciudadanos y ciudadanas de las rentas del trabajo; trabajo para todos y todas y, por tanto, persecución y encarcelamiento de todos quienes se hayan enriquecido a costa de ello; reducción de la jornada laboral; reposición de los derechos de las trabajadoras y trabajadores mediante un estatuto obrero, reposición y mejora del Sistema Público de Pensiones; Enseñanza Pública y sin subvenciones para la Iglesia; Sanidad Pública; paralización de los desahucios; recuperación de la actividad económica de servicios para el Sector Público, nacionalización de los sectores estratégicos de la Economía; reforma del Código Penal estableciendo medidas contra la corrupción de los empresarios así como la exclusión total de la vida pública y de las estructuras del estado de los corruptos.

Sindicatos y partidos
Pero también es necesario recuperar la dignidad de los trabajadores tras tantos años de retrocesos así como la confianza de la clase obrera en sus organizaciones tras el desbarajuste provocado por los sindicatos incrustados en el sistema y a los que se les han pegado todos los vicios y perversiones del mismo. En contraposición al pacto social que nos ha abocado a esta situación debemos plantear las relaciones como de clases enfrentadas y, por tanto, de contraposición a la patronal. Reivindicando la Huelga General como herramienta frente al pactismo, entendida de forma opuesta a la manera del sindicalismo colaboracionista que ha pervertido su uso para utilizarlo como forma de presión para continuar negociando. No hay negociación posible con quien pretende aumentar la explotación de la clase obrera. Una herramienta que no solo nos hará recuperar lo que es nuestro, a la vez que servirá al desarrollo y concienciación de clase que nuestra sociedad tanto necesita.

Si alguien ha tenido claro que la lucha de clases era un elemento objetivo en las relaciones sociales ha sido la patronal. De ahí su enconado esfuerzo en conseguir un sindicalismo domesticado a sus intereses, a la paz social y a hacer desaparecer el sentimiento de clase entre las trabajadoras y trabajadores. Solo de esa manera podría conseguir sus objetivos de acumulación de capital. Frente a este sindicalismo servil se debe enfrentar también el sindicalismo de clase, confrontando, concienciando, acumulando experiencias, hasta que llegue el momento en que una nueva correlación de fuerzas en la sociedad permita a la clase trabajadora ser dueña plena de su destino.

En 1847, cuando redactaron “El Manifiesto Comunista”, Carlos Marx y Federico Engels, señalaron que el proceso de formación de la conciencia de la clase trabajadora pasa por una serie de etapas. Al principio, cuando el trabajador carece de conciencia de clase, no comprende bien la causa de sus penurias en la sociedad capitalista, no comprende la naturaleza de la explotación a la que es sometido y muchas veces atribuye a otros trabajadores (con quienes compite) o a las máquinas, sus bajos salarios y sus malas condiciones de empleo (o desempleo).

Pero los trabajadores adquieren en el proceso un primer nivel de conciencia ("Conciencia en sí", le llaman), cuando descubren que son los patrones quienes extraen riqueza de su trabajo y que, junto a sus compañeros, constituye una clase explotada por el capital. Este primer nivel de la conciencia de los trabajadores se materializa en la formación de los sindicatos para luchar juntos, como clase, por la defensa y mejora de sus condiciones de trabajo.

En la lucha sindical los trabajadores van descubriendo que cada conquista laboral que logran (por ejemplo aumentos salariales) es efímera porque el capital, que controla todos los resortes de la sociedad, anula o arranca estas conquistas por otras vías, como la subida incesante de los precios o la imposición de leyes antiobreras. Entonces es cuando la conciencia obrera está en condiciones de alcanzar el siguiente nivel, el más elevado ("Conciencia para sí", le llamaron Marx y Engels) porque cae en cuenta que su situación no resolverá mientras los capitalistas detenten el poder político. Es cuando la clase trabajadora descubre que, para cambiar sus miserias, debe organizarse en partido político de clase y proponerse tomar el poder, desplazando a los capitalistas de él, para organizar la sociedad en función de los intereses de la mayoría, que es la propia clase trabajadora.

La desconfianza de la clase obrera no se limita a sus organizaciones sindicales, también a aquellos que les deberían representar políticamente. La evolución de la izquierda política en el estado español ha evolucionado en contra de los intereses de los trabajadores, desde la integración de sus direcciones en el sistema (dejando de jugar su papel como partidos políticos de clase y borrando sin dejar huella cualquier atisbo de los conceptos de “conciencia” que apuntaron Marx y Engels) hasta la atomización sin rumbo (que aún pretendiendo representar ideológicamente los postulados del Manifiesto Comunista se han olvidado de que la revolución solo la harán las masas).

Aquel sindicato o partido político que pretenda ser el representante de la clase obrera solo llegará a serlo cuando en su seno decida con quien está: o al servicio de los intereses de los trabajadores o al servicio de la patronal; o por la lucha de clases o por el pacto social; o por darle continuidad al sistema de explotación o por el socialismo. Quienes en estos momentos dicen representarnos están, en el mejor de los casos, a medias tintas. Y los tiempos de las medias tintas y de las tibiezas hace tiempo que terminaron.

Tampoco les vendría mal releer el Manifiesto Comunista, si alguna vez lo hicieron. Y tal vez descubramos que ese es el problema. Fuente: Nuevo Claridad/Rebelión Luis Miguel Busto Mauleón. Militante de IU Vicálvaro
Fuente: http://www.nuevoclaridad.es/revista/index.php/revista/estado-espanol/483-el-1-de-mayo-y-la-conciencia-de-clase
Leer aquí sobre la historia del 1º de mayo.

La Maza, canción de Silvio Rodríguez.

Si no creyera en la locura
de la garganta del sinsonte
si no creyera que en el monte
se esconde el trino y la pavura.

Si no creyera en la balanza
en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza.

Si no creyera en lo que agencio
si no creyera en mi camino
si no creyera en mi sonido
si no creyera en mi silencio.

que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores resplandores
que lucecitas montadas para escena
que cosa fuera -corazón- que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los aplausos
un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
jubilo hervido con trapo y lentejuela
que cosa fuera -corazón- que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
que cosa fuera -corazón- que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera.

Si no creyera en lo mas duro
si no creyera en el deseo
si no creyera en lo que creo
si no creyera en algo puro.

Si no creyera en cada herida
si no creyera en la que ronde
si no creyera en lo que esconde
hacerse hermano de la vida.

Si no creyera en quien me escucha
si no creyera en lo que duele
si no creyera en lo que queda
si no creyera en lo que lucha.
Que cosa fuera...


Gran Bretaña. Llamamiento a crear un partido de izquierda.

Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar. Viento Sur.

[The Spirit of ´45 (El espíritu del 45), la nueva película de Ken Loach es un documental, basado en imágenes de archivo, que relata el nacimiento del estado del bienestar en el Reino Unido al final de la guerra, bajo el mandato del gobierno laborista de Clement Attlee. Aquel período estuvo marcado por una ola de nacionalizaciones sin precedentes -y sin equivalencia en los países occidentales- así como por la creación del NHS, (el sistema público de salud), entre otras cosas.

El estreno de la película, el pasado mes, en las pantallas británicas ha dado ocasión a una verdadera gira de reuniones públicas: muy rápidamente las discusiones se han centrado en el balance del estado del bienestar, los ataques actuales que intentan desmantelarlo, la deriva derechista del Partido Laborista. Y la necesidad de un nuevo partido...

Es ésta una preocupación que en un primer momento fue desarrollada por Ken Loach en varias entrevistas, entre ellas la concedida a la página Open Democracy:

“Si los sindicatos dicen que vamos a hacer lo que hicimos hace un siglo, que vamos a fundar un partido para representar los intereses del mundo del trabajo y que no apoyaremos más que a los candidatos que defiendan una política de izquierdas, entonces podremos reemprender nuestra marcha hacia adelante. Pero tenemos necesidad de un nuevo partido y de un nuevo movimiento (...). En las últimas elecciones internas a la dirección del Partido Laborista, no había siquiera un candidato que representara a la izquierda de ese partido. Y es que ese partido ha sufrido las purgas realizadas por Blair y su sector. Los sindicatos deben cortar los lazos (con él) y volver a empezar con todos los que se sitúan en la izquierda, con quienes se implican en campañas militantes, en defensa del NHS, a favor de la vivienda, los servicios sociales. Con toda esa gente...”

Este “llamamiento” informal, repetido en numerosas páginas web -entre ellas la de Socialist Resistence, la organización británica de la Cuarta Internacional- se ha convertido rápidamente en un verdadero llamamiento, una petición que ha recogido ya más de 7.000 firmas. Este fenómeno ha desembocado en la creación de una red -LeftUnity- dotada de grupos de base que debaten sobre la creación de un nuevo partido.

La cuestión de un nuevo partido no está, por otra parte, limitada a las discusiones de los círculos de la izquierda revolucionaria, donde el llamamiento de Ken Loach no va a dejar de provocar movimientos. Se ha abierto al debate político británico, en particular gracias a la publicación en el Guardian de una tribuna firmada por Ken Loach, Kate Hudson (secretaria general del CND, la campaña por el desarme nuclear) y Gilbert Achcar (académico y ensayista) cuya traducción publicamos a continuación.

François Coustal]
El Partido Laborista nos ha traicionado. Necesitamos un nuevo partido de izquierda
Gran Bretaña necesita de un partido que rechace las políticas neoliberales y mejore la vida de la gente corriente. ¡Ayudadnos a crearlo!

Ken Loach, Kate Hudson, Gilbert Achcar
La austeridad agrava la catástrofe económica que sufre Europa, como ocurrió muy recientemente a la población chipriota, pero George Osborne /1 prosigue la misma política desastrosa. El presupuesto anunciado la semana pasada no es una sorpresa: Osborne ha anunciado todavía más recortes presupuestarios así como la extensión del bloqueo de los salarios en el sector público, lo que significa un descenso del poder adquisitivo. Nos hunde aún más profundamente en un agujero económico, como muestra la revisión de las previsiones de crecimiento dadas por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria: una tasa de crecimiento del 0,6% en lugar del 1,2% inicialmente previsto. Esto se parece mucho a una nueva recesión y no al prometido crecimiento; y es la gente corriente la que paga su precio. La violencia de los ataques económicos del gobierno no conoce límites. En bienestar social, en los subsidios de desempleo, en los impuestos locales o los impuestos sobre las habitaciones desocupadas /2, aplica otras tantas políticas punitivas dirigidas contra los miembros más vulnerables de la sociedad.

Si se la juzgara en función de los objetivos que dice perseguir, se podría fácilmente afirmar que la política gubernamental es ineficaz: el déficit será superior en 61.500 millones de libras más de lo previsto (unos 73.000 millones de euros). Pero, por supuesto, la realidad es que las políticas de austeridad han sido concebidas para desmantelar el estado del bienestar, bajar los salarios y privatizar completamente la economía, destruyendo todas las conquistas económicas y sociales obtenidas por las capas populares desde la Segunda Guerra Mundial. Desde el punto de vista de lo que busca el gobierno, sus políticas son eficaces.

La sociedad va comprendiendo cada vez más lo que quiere realmente el gobierno y, en consecuencia, crece la oposición y se discuten alternativas en materia de política económica. La semana pasada, el Guardian ha publicado un llamamiento de 60 economistas que explican que lo peor está por venir: quedan aún el 80% de los recortes presupuestarios a realizar...

Esas políticas económicas alternativas están en debate, pero a nivel político ¿hacia donde podemos dirigirnos para que sean defendidas como partido? Si queremos luchar por una alternativa, ¿quién está de nuestra parte? En el pasado, muchos esperaban que el Partido Laborista actuara a nuestro favor y con nosotros; pero ese no es ya el caso. ¿El subsidio de desempleo? La semana pasada, el Partido Laborista se ha abstenido y ahora el gobierno puede excluir de él a un cuarto de millón de demandantes de empleo. ¿La tasa por las habitaciones desocupadas? ¿La abolirá algún gobierno laborista?

Tenemos necesidad de políticas que rechacen los recortes presupuestarios de los conservadores, que regeneren la economía y mejoren la vida de las capas populares. No obtendremos nada de todo eso del Partido Laborista. Esto no deja lugar a dudas: en el pasado, hubo algunos logros laboristas destacables, como el estado del bienestar, el servicio de salud pública, una economía redistributiva que hizo posibles niveles más altos que nunca en igualdad en la educación y la salud. Pero estos logros pertenecen ya al pasado. Hoy el Partido Laborista está del lado de los recortes presupuestarios y las privatizaciones. Él mismo desmantela su gran obra del pasado. El Partido Laborista nos ha traicionado. Nada lo muestra más claramente que la película El espíritu del 45.

El Partido Laborista británico no está solo en el giro a la derecha y la conversión a las políticas económicas neoliberales. Sus partidos hermanos en Europa han seguido el mismo camino desde hace dos decenios. Pero, en otras partes de Europa, nuevos partidos o nuevas coaliciones -como Syriza en Grecia o Die Linke en Alemania- han comenzado a ocupar el espacio que dejaron vacante y a ofrecer una alternativa política, una visión económica y social. Hay que acabar con la anomalía que deja a Gran Bretaña sin una alternativa política de izquierdas para defender el estado del bienestar, la inversión creadora de empleos, la vivienda y la educación, la transformación de la economía.

Por esta razón, llamamos al pueblo a unirse al debate para la fundación de un nuevo partido de izquierdas. La clase obrera no puede permanecer sin representación política, sin defensa, precisamente cuando todas sus victorias y todas sus conquistas están siendo destruidas.

Notas :
1/ Ministro de Economía y Finanzas del gobierno Cameron
2/ No es realmente un impuesto aunque haya sido bautizado como “el impuesto de dormitorio". Es un invento del gobierno que quita dinero de las ayudas de la seguridad social por cada habitación vacía que tienen en su domicilio personas con pocos recursos. Es una forma de obligar a los pobres que reciben subsidio de alquiler a ir buscando viviendas mas pequeñas. Fue introducido al mismo tiempo que se redujo del 50 al 45 por ciento en la tasa de IRPF para los mas ricos (ndt).
http://www.guardian.co.uk/commentis...
http://www.gauche-anticapitaliste.org/content/grande-bretagne-lappel-de-ken-loach
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR
Fuente: http://www.vientosur.info/spip.php?article7921

lunes, 29 de abril de 2013

El paro que más quema

El desempleo supera el 44% entre los menores de 30 años
La evolución de la cifra pone en peligro a casi un millón de jóvenes con baja cualificación Mañana, lunes, una delegación de eurodiputados llegará a Madrid para examinar el plan de lucha contra el desempleo juvenil al que Europa va a destinar cerca de 1.000 millones de euros. Se encontrarán con una encuesta de población activa (EPA) recién salida del horno que dice que más de seis millones de españoles están en paro, más del 27% del conjunto de la población activa, unas cifras nunca vistas y que los analistas vaticinaban para finales de 2013.

También verán cómo el desempleo entre los menores de 25 años (el colectivo que les interesa) afecta ya a casi seis de cada diez, tras colocarse la tasa de paro en el 57,2%. Es un incremento superior a 30.200 personas sobre el trimestre anterior e ilustra una escalada que no encuentra freno desde 2007. España se ha situado a la cabeza del índice de desempleo juvenil, duplicando con creces la media de los 27 (el 23,2%) y poniendo en riesgo el futuro de una generación, según alerta repetidamente la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Estas cifras son un drama”, opina José Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), “sobre todo el de los menores de 24 años, que están estudiando y se desaniman a buscar trabajo ante su inexistencia”. Pero también entre el colectivo de 25 a 29 años, cuya tasa de paro rondó el 36% en el primer trimestre de 2013, rozando los dos puntos de incremento sobre finales de 2012, como los menores. Son 1,8 millones de jóvenes parados en total, el 44,5% de la población activa menor de 30 años.

Los delegados del Parlamento Europeo se encontrarán también con un Gobierno que tiene pocas estadísticas positivas que exhibir. Los resultados de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016, aprobada el pasado 22 de febrero tras su escenificación con los agentes sociales, se traducen por el momento en que casi 20.500 jóvenes se han dado de alta como autónomos desde entonces, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

El secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de España (UPTA), Sebastián Reyna, mantiene que los únicos datos favorables que ha arrojado la EPA del primer trimestre son los trabajadores por cuenta propia sin asalariados que se han dado de alta, 22.000, muy probablemente animados por la tarifa única de 50 euros; y que coincide con los aportados por el ministerio de Fátima Báñez, que prevé poner en marcha unas 213.000 acciones en los cuatro años de duración de este plan, cuya dotación presupuestaria es de 3.500 millones de euros y que ha arrancado con 100 medidas.

La contundencia de Europa sobre la deuda es tal que no deja mucho margen de maniobra El ministerio podrá exponer las medidas, aunque le resultará muy difícil presentar evoluciones positivas ante la contundencia de los datos del desempleo, la reducción de la población activa y el desmesurado aumento que está apuntándose en los últimos seis meses el volumen de inactivos, que desisten en su empeño de buscar trabajo ante la desesperación de no encontrarlo: ya son cerca de 2,8 millones de menores de 30 años. Porque, pese a que la pelota esté en el tejado del Gobierno, la contundencia de las decisiones europeas sobre la relajación del pago de la deuda es tal que tampoco deja gran capacidad de maniobra. Al menos hasta que se celebren las elecciones alemanas de septiembre y la canciller Angela Merkel sea reelegida por unos votantes que no están dispuestos a pagar por los desequilibrios de otros países. Si así fuera, se relajaría la presión sobre el déficit, algo que podría dar un respiro a la inversión, opinan los expertos consultados.

Porque, incluso para quienes consideran apropiadas las acciones contenidas en el plan de lucha contra el desempleo juvenil, como Gayle Allard, profesora de economía de IE Business School, “es comparable a poner tiritas a un problema estructural”. “No hay economía que cree empleo sin crecimiento”, sostiene, en la esperanza de que a finales de 2013 empiecen a darse los primeros síntomas de que la economía se levanta. “No mucho, pero algo”, sostiene, consciente de que el consenso de los analistas prevé que el PIB caiga un 1,5% este año y la tasa de paro se sitúe en el 26,8%, que se ha rebasado en el primer trimestre del año y que solo podría recortarse si la población activa continuase cediendo terreno a pasos más agigantados que los actuales, ya de por sí elevados, según Herce. “Ojalá no supere el 27,5% a finales de año”, exclama el socio de AFI, que prevé que el desempleo entre menores de 25 años suba hasta el 60%.

Allard señala que con un aumento del PIB del 0,8% ya se puede generar trabajo, un objetivo quizás más alcanzable el año que viene, de concretarse las estimaciones recogidas por el panel de expertos que elabora la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que fijan el crecimiento medio del PIB en el 0,7%. El Gobierno espera un 0,5%

“Para resolver el problema del desempleo juvenil no se puede esperar más tiempo. Y las soluciones instrumentadas a corto plazo no sirven de nada. Tienen que ser a largo plazo, cuando tengamos crecimiento y haya una reforma seria de la educación que reequilibre el exceso de universitarios y la escasez de estudiantes de formación profesional, cuyas necesidades se van a duplicar en el futuro. Los jóvenes necesitan un plan de choque con fondos suficientes y que provoque efectos desde el principio. Tenemos que ser conscientes de la gravedad del problema, del peligro que corremos de que haya una generación perdida, de individuos que a los 30 o 40 años tengan trabajos precarios y malvivan dentro de una década”, opina Agustín del Valle, profesor de Economía de la Escuela de Organización Industrial (EOI).

En su opinión, los contratos con vinculación formativa, los contratos en prácticas o los de formación introducidos por la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven van en la buena dirección, pero no son suficientes. Algo que demuestra su escasa utilización. A falta de información del Ministerio de Empleo (que ha descartado facilitarla), empresas de trabajo temporal, como Adecco, los autónomos agrupados en UPTA o la empresa líder de búsqueda de empleo online, Infojobs, niegan que haya aumentado su utilización a la vista de sus propios datos.

Desmitificar algunos mantras

A Luis Garrido, catedrático de Sociología de la UNED, le gusta hablar con propiedad, como ideólogo de la EPA que fue en su día. E intentar desmontar mantras que se instalan en el imaginario popular. No cree que España vaya a tener una generación perdida, ya que las estratosféricas tasas de paro, que superan el 57% para los más jóvenes, apenas afectan a una quinta parte de quienes tienen menos de 25 años.
El segundo mito con el que trata de acabar Garrido es ese que se está extendiendo entre la población, preocupada por un éxodo masivo de jóvenes. Con los últimos datos disponibles, de los 114.400 que empezaron a vivir en otros países en 2012, tan solo 3.900 son españoles y están en edad de trabajar. Las salidas de españoles autóctonos en edad laboral han sido de 28.600 personas, y los retornos de 24.700. Los datos no muestran tal éxodo por ahora.
Lo que sí se comprueba, señala el catedrático, es que la edad de la juventud se prolonga, pues está en relación con el trabajo, el domicilio propio y la pareja; es decir, con la independencia. Según las estadísticas, son pocos, muy pocos, quienes viven fuera del hogar paterno, con lo que quizás fuese más aconsejable llevar el concepto de juventud adulta hasta los 34 años.
Garrido ha analizado a los jóvenes de entre 20 y 34 años. Y sus conclusiones son las siguientes. Aquellos de entre 20 y 24 años que trabajaban en 2000 se han reducido a la mitad. Entre este colectivo nunca hubo más de un 8% que dispusiese de casa propia y más de un 6% que tuviese casa y pareja. Los jóvenes de entre 25 y 29 años son otro cantar. Su ocupación ha bajado tanto en hombres como en mujeres (en menor proporción). Pero mientras que un 23% de ellos iniciaba 2000 con casa, hoy ya solo es un 21,5% quienes la poseen. También han bajado los jóvenes con pareja. Justo al contrario que en el caso de las mujeres, que han aprovechado la crisis para independizarse. Han pasado del 23% al 29% las que cuentan con casa y del 21% al 23% las que tienen también pareja. Una evolución que se acrecienta en el caso de las mujeres entre 30 y 34 años, de ellas, cerca del 60% trabaja (frente al 57% de 2000), mientras la ocupación de los hombres de esta franja ha caído, lo mismo que su posesión de domicilio propio y pareja, que para las féminas ha subido del 40% al 53% y del 35,8% al 46,4%.

Del Valle recuerda que en la crisis de los años ochenta, cuando los índices de paro eran similares a los actuales, también se habló de una generación perdida que el futuro no vio nacer. Pero esta crisis es más prolongada y ya ha destruido mucho más empleo, las dos terceras partes entre menores de 30 años, indica.

El colectivo joven es el más afectado por la crisis, con las tasas de actividad y empleo que más han caído y la tasa de paro que más ha crecido desde 2007, señala Carlos Martín, economista de Comisiones Obreras (CC OO). Sin embargo, desde su punto de vista, es más acuciante centrar las acciones y los fondos públicos en los colectivos más vulnerables para que el grado de desigualdad (en cuyo avance España se ha puesto a la cabeza europea) deje de aumentar. Y estas personas son las que cuentan con menos formación (especialmente mayores de 45 años), que corren el riesgo de convertirse en paro estructural. En el caso de los menores de 30 años, cerca de un millón de personas tienen un nivel de estudios bajo. Una cifra muy parecida constituyen los que engrosan el paro de larga duración en el primer trimestre del año. “Hay que definir un programa de recualificación para estos desempleados con urgencia”, defiende.

Martín critica al Gobierno porque cree que este ha impulsado la estrategia contra el paro juvenil porque Europa ha destinado fondos para evitar la escalada del desempleo que vive este colectivo en la UE. “El plan se ha montado para gastar ese dinero. Sin ningún estudio previo. El Ministerio de Empleo está perdido y lo demuestra aprobando un plan que incluye nada menos que cien medidas, que son meramente paliativas”, afirma.

En Comisiones Obreras están preocupados porque el dinero de las bonificaciones, “cuyo fin es proteger a los colectivos más vulnerables”, se destine a los menores de 30 años, que no lo son precisamente por su edad y su capacidad de remontar en el futuro. Algo en lo que coincide Juan José Dolado, catedrático de Economía de la Universidad Carlos III.

Dolado hace un retrato de los menores de 30 años, un colectivo de siete millones de personas, de las cuales cuatro millones forman parte de la población activa y el resto son estudiantes (casi dos millones) y ninis, que ni estudian ni trabajan. De los cuatro millones que participan en el mercado laboral, explica, 2,2 millones conservan su empleo y 1,9 millones se han quedado sin trabajo desde 2007. “Y cerca de un millón de estos jóvenes apenas si cuentan con formación (no han acabado la etapa de secundaria obligatoria) porque dejaron sus estudios al calor del boom de la construcción de la primera década del siglo. Ellos son el verdadero problema. Ya que los formados protagonizarán un proceso de migración masiva que todavía no se refleja en las estadísticas. Los jóvenes con estudios básicos necesitan formación dual, no solamente formación, sino empleo asociado a formación para poder mejorar su cualificación al tiempo que disponen de unos pocos recursos”, afirma tajante. A sabiendas, eso sí, de lo costoso que es para las empresas contratar a aprendices.

No en vano, recientemente la CEOE recomendaba a sus empresarios que se abstuvieran de apuntarse al impulso que el Gobierno pretende dar a la formación dual por resultar muy cara su implantación para las compañías. El Ejecutivo tiene que incentivar a los empresarios en esta línea en lugar de hacerlo a través de las bonificaciones a la contratación, que se ha demostrado que son pan para hoy y hambre para mañana, opinan Dolado y Herce.

Combatir la dualidad laboral es una de las principales propuestas
“Es necesario flexibilizar la entrada a los programas educativos, especialmente la formación profesional, y diseñarlos sobre todo para las necesidades de este colectivo, con menor hábito de estudio, incrementar las prácticas, reconociendo la experiencia laboral...”, aboga Elisabet Motellón, profesora de Economía Laboral de la UOC.

El catedrático de la Universidad Carlos III considera que la solución al desempleo juvenil (que tradicionalmente ha duplicado la tasa general) es acabar con la dualidad del mercado laboral, uno de los objetivos de la reforma llevada a cabo en febrero del pasado año, que no se ha producido. Salvo si se mira la tasa de temporalidad, actualmente en el 22,12%, frente a porcentajes por encima del 35% en 2007. La crisis se ha cebado con los contratos temporales, mayoritariamente de jóvenes. Para ello propone, una vez descartado por el Gobierno el contrato único por considerarlo inconstitucional, la existencia de dos contratos, con indemnizaciones por despido crecientes en función de la antigüedad, uno para despidos procedentes y otro para improcedentes. Además de a través de una reforma de las prestaciones por desempleo, de manera que sean más generosas que en la actualidad (su cobertura ha pasado del 78,4% al 63,4% actual, según CC OO), pero duren menos tiempo, hasta año y medio en vez de dos años. “Justo lo contrario de lo que ha hecho el Gobierno”, dice el catedrático.

Dolado no cree en la generación perdida, al igual que Allard. Son partidarios del éxodo de trabajadores bien formados (especialmente ingenieros) hacia otros países como salida para encontrar trabajo y mejor calidad de vida. Volverán a España con mayor experiencia y formación. Aunque no hay que olvidar, señala la profesora de Economía de IE, “que España ha formado a unos jóvenes que no pueden trabajar aquí, que no pueden independizarse ni formar hogares y ahorrar. Y el país lo va a pagar porque eso supone frenar el crecimiento económico futuro”. Pero no le sorprende porque “España lleva desperdiciando mucho tiempo a sus jóvenes por culpa de las rigideces del mercado laboral” y tampoco cree que haya cambiado nada (salvo los despidos) tras la última reforma laboral. Como tampoco se ha dado el salto a una economía de alta productividad.

La temporalidad y el abandono escolar, cree firmemente Agustín del Valle, son el origen del problema. Y donde se tiene que poner la solución que, desde luego, pasa por la inversión. “En economía no existe la palabra austeridad. Solo existen las políticas fiscales expansivas y contractivas”, zanja.
http://economia.elpais.com/economia/2013/04/26/actualidad/1367007035_296786.html

Olvido y silencio de Julián Grimau. Gregorio Morán...

Hay un poema impresionante de César Vallejo, como todos los suyos, que se refiere a un cadáver, el del desconocido miliciano Pedro Rojas, que estaba “lleno de mundo”. A Julián Grimau le ocurrió exactamente lo contrario. Decía, digo, que César Vallejo, el Inmenso, tiene un poema en el que se refiere a un cadáver lleno de vida, que es lo mismo que estar pletórico de mundo. Pues bien, yo voy a escribir sobre un cadáver lleno de muerte, porque todo lo que rodeó los últimos meses de su vida no fue más que un cruel descenso hacia al cadalso.

Resulta difícil imaginarse a esas asociaciones dedicadas a la celebración de la memoria histórica, a los grandes acontecimientos que conforman nuestro presente y que son analizados y evaluados como si se tratara de diamantes en el mercado de Amsterdam. Ese muerto ¿es nuestro o del enemigo? ¿Nos ayuda o nos perjudica? ¿Es bajo en calorías políticas o puede provocar reacciones airadas? Los muertos más útiles en el terreno de la cultura son aquellos que produjeron mucha obra, fallecieron pobres y dejaron viudas. En el caso de los militantes asesinados, ocurre lo contrario. Las viudas sobran porque siempre tienen la tentación de levantar la alfombra y las alfombras están para que se las pise. Evite usted levantar las esquinas.

¿Quién se acuerda ya de aquel policía republicano que fusilaron una madrugada del día 20 de abril de 1963 en los descampados del cuartel de Wad Ras, nombre exótico que designa la paramera que rodea Madrid, hacia el barrio de Campamento? Se llamaba Julián Grimau y era un tipo común, sabía leer de corrido, incluso tenía una cultura, su padre ya había sido madero de oficina y él había entrado en el Cuerpo y se había hecho policía. Estábamos en plena II República. Estalló la guerra y él, que procedía de clase media, votante republicano, entre Casares Quiroga (conocía bien Galicia) y Manuel Azaña, se afilió al Partido Comunista. Entre aquella patulea de conversos radicales dispuestos a poner en la cuneta a todos los enemigos de clase, empezando por la portera, Julián Grimau era un profesional del Cuerpo de Policía republicano. Ascendió como la espuma. En Barcelona se ocupó de la Quinta Columna. No olvidemos que el gran Cambó estaba dando apoyo al enemigo y los demás habían huido, si habían tenido suerte, a San Sebastián o a Burgos. Se mató mucho.

Lo que viene luego es muy sencillo. El exilio, México, Cuba y la larga espera a que el Partido Comunista se acordase de él cuando le necesitara. Como se iban achicando los espacios de la militancia, ya no quedaba gente que enviar al interior; muerte segura o cárcel de por vida. El ínclito mitinero del exilio, felizmente olvidado, González Jerez, tenía un acento caribeño y un rostro de cemento armado, pero cuando le dijeron que fuera a España para cubrir las bajas de la represión (un trabajo para suicidas sin pretensiones), dijo que no. Julián Grimau aceptó. Era un militante. Llegó a España en 1957, en los prolegómenos del gran levantamiento contra la dictadura, la huelga general política que pronosticaban Carrillo y Claudín.

Habría que reconstruir los años de Julián Grimau en España, desde 1957, que llega a Barcelona, y luego en Madrid, a donde le ordenan que se desplace en 1959, hasta su detención el 7 de noviembre de 1962. Recuerdo perfectamente el sitio porque me lo repetía un viejo militante cada vez que pasábamos por allí. La plaza Manuel Becerra, al lado de un parque coqueto y amable que nos servía para charlas, sin llamar la atención. Grimau tenía que hacer de todo, no es como en las novelas: transcribía mensajes, los leía tras pasarlos por la plancha, iba al libro convenido de claves, se arriesgaba por las mañanas en las fábricas de Méndez Álvaro para entregar los paquetes de panfletos, y se recogía por las tardes, algunas reuniones, y como todo clandestino que se precie se metía después de comer en un cine de barrio para ver las sesiones dobles, mientras amagaba una siesta. Vida clandestina, topos urbanos.

Pero aquel día en la plaza Manuel Becerra tenía el contacto con Lara, un currante. Un veterano, nada de un confidente. Siete años de cárcel tenía en su haber. Había soportado las torturas de la época, las de verdad, nada de película, y de su boca no había salido nada. Francisco Lara, un militante de honor hasta ese día cuando le pillaron tirando panfletos y le achucharon. Una sórdida historia más común de lo que la gente estaba dispuesta a creer. ¡Se casaba su hija! Cómo no iba a estar él en la boda de su hija. Esa vergonzosa debilidad que nos concede la vida y nos la arruina. “Si me dejan asistir a la boda de mi hija, les puedo decir algo”. Me avergüenza hasta contarlo. Unos sicarios policiales dispuestos a matar a su madre, si es que sabían quién era, ante un guindo que les promete una entrega si le dejan asistir a la boda de su hija. Es obvio añadirlo, no asistió a la boda de su hija, pero un tipo delgado, de aspecto anodino, fue detenido apenas subió en la parada de Manuel Becerra, junto al jardín coqueto y con el fondo del coso de las Ventas. “Soy del Partido Comunista, soy del Partido Comunista”, gritó cuando se dio cuenta de que le habían pillado. No evitó que le forraran en el mismo autobús. Era el 7 de noviembre de 1962.

Pero lo más curioso es que la policía no tenía ni puta idea de a quién acababa de detener. Cuando lo dijo en la dirección general de Seguridad, Puerta del Sol, hoy museo, tampoco avanzaron mucho, pero cuando echaron mano de los dossiers descubrieron que se trataba de un madero, un madero del enemigo, un descubridor de quintacolumnistas en Madrid y Barcelona. Le dieron tantas hostias, le infligieron tantas humillaciones, que al final lo tiraron por una ventana a ver si se moría y se quitaban al muerto de encima. Pero resistió y se convirtió en una de las leyendas más importantes de la historia del antifranquismo. El comunista Julián Grimau se hizo como un verso de Vallejo: Un cadáver lleno de vida.

Para Santiago Carrillo y la dirección del PCE en París, fue la ocasión para ocupar el espacio que les habían retirado las demás fuerzas de oposición, dispuestas a todo tras el llamado Contubernio de Munich. Demostraba la presencia valiente hasta la temeridad del PCE, que en las huelgas mineras asturianas del 62 había estado ausente –su dirección había caído unos meses antes–. Y sobre todo consagraba que el enemigo que batir por parte del franquismo era el comunismo, que le servía de tapadera y de acicate. La de Julián Grimau fue la campaña internacional más importante de la historia del antifranquismo.

El consejo de guerra. Una parodia que alcanzó la mascarada. El juez togado, entre aquellos pistoleros uniformados desde la guerra, era un falsario. Se llamaba Manuel Fernández Martín y había hecho un par de cursos de Derecho en Sevilla y ganado la guerra; un estafador que había encontrado su oportunidad para rehabilitarse ante aquellos caballeros. Se lo cobró, vaya si se lo cobró.

Se hizo legendaria la protesta de Manolo Sacristán ante la fuente de Canaletas y el chaqué de don Ramón Menéndez Pidal para visitar al Caudillo y pedirle clemencia. Se lo tuvo que quitar cuando se enteró de que ya no valía la pena, y que a las cinco y media de la madrugada un pelotón de soldados, en las afueras de Madrid, le habían dejado como un colador. Hay quien aseguró que fueron necesarios tres tiros de gracia; sospecho que por inexperiencia.

El ministro Fraga Iribarne, que denominaba al muerto “ese caballerete”, ayudado por su cuñado, Robles Piquer, y por el tándem cerebral de Jiménez Quílez y Martín Gamero (futuro ministro), editó un libro anónimo, sin pie de imprenta, pero del que se publicaron miles de ejemplares, titulado Grimau, crimen y castigo. Sin todo esto es imposible acercarse a la mitología de la transición democrática. Medio siglo después resulta imprescindible explicar por qué Julián Grimau fue un cadáver lleno de vida. La guerra no había terminado.

Gregorio Morán es un columnista habitual en el diario catalán La Vanguardia. Veterano resistente y luchador político en el clandestino Partido Comunista de España bajo el franquismo.
La Vanguardia, 27 de abril de 2013
Fuente: Sin Permiso

Desobediencia civil contra la austeridad capitalista

José Ramón Castaños, José Luis Longarte, Juan Hernández Zubizarreta y Mikel de la Fuente Revista Herria 2000 Eliza nº 242

-1-

Todos los Manuales de Desobediencia Civil publicados por las numerosas organizaciones que la promueven en el Estado español coinciden en definir la desobediencia civil como “una acción política no violenta, consciente y organizada, contra una ley, una disposición gubernamental o una orden de alguna autoridad considerada injusta e ilegítima, que se emprende con el objetivo de invalidar dicha ley y de establecer una nueva legalidad constituyente en la que los derechos sociales y civiles que se reivindican queden reconocidos de facto”.

Esta secuencia se ha repetido siempre en todos los movimientos de desobediencia civil realizados hasta ahora. Este fue el caso del potente y generalizado movimiento antimilitarista de los años 80-90 que consiguió eliminar el reclutamiento militar forzoso a través de la objeción de conciencia y de la insumisión al Ejército. También lo fue en el caso de Itoitz, aunque en esta ocasión no se consiguiera la victoria, o en el más reciente del movimiento feminista con la campaña de autoinculpaciones en apoyo de las clínicas abortistas que habían practicado en Madrid abortos no permitidos por la ley. La misma secuencia puede apreciarse igualmente en las campañas de desobediencia realizadas contra empresas privadas, como en el caso de las luchas por la moratoria nuclear contra las compañías eléctricas, o en el más reciente contra los desahucios de viviendas impuestos por las entidades bancarias.

-2-

Todos los ejemplos de desobediencia civil conocidos hasta ahora presentan algunos rasgos comunes que deben tomarse en consideración a la hora de plantearse la desobediencia contra las políticas de austeridad capitalista. Destacamos entre otros las siguientes:

Que la desobediencia civil es una herramienta de lucha que dignifica a las personas y colectivos que la realizan, contribuyendo más que ninguna otra a pasar de la condición de siervos domésticos del poder, a la condición de ciudadanos libres. Esta es una de sus principales virtudes.

Que, con alguna excepción, los sujetos de la acción han sido siempre las personas, grupos de personas o colectivos sociales directamente afectados por una ley o por una situación de injusticia manifiesta: los jóvenes en edad militar en unos casos, las mujeres y los movimientos ecologistas en otros, los directamente afectados por los desahucios de viviendas, etc.

Que, salvo excepciones, la mayor parte de las organizaciones tradicionales: partidos políticos y sindicatos, han permanecido al margen de estos movimientos, lo que ha contribuido a crear un problema adicional de legitimación social de la desobediencia civil.

Que las instituciones políticas: Parlamento y Gobierno central, Parlamentos y Gobiernos autónomos, Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos, han sido siempre y en todas partes hostiles a la desobediencia civil, aún cuando la mayoría social la considere legítima y la apoye de alguna manera. La única excepción a esta “norma de conducta” la encontramos en algunos municipios vascos que, de la mano de los partidos antes mencionados, se autoinculparon en solidaridad con los insumisos vascos al servicio militar en el Ejército español, o en el apoyo que posteriormente dieron a los insumisos de Itoitz. Estos son unos buenos precedentes para reemprender ahora la desobediencia civil contra la austeridad capitalista en Euskadi.

Que en todos los casos ha habido represión política, condenas judiciales, años de prisión y multas económicas para quienes han hecho la desobediencia. Esta reacción de los poderes públicos ayuda siempre a la legitimación social del movimiento, pero requiere un alto grado de conciencia, de compromiso militante y de solidaridad ciudadana para soportar las consecuencias derivadas de la acción práctica

Que sólo triunfan las desobediencias civiles que obtienen una alto grado de legitimación social , de apoyo ciudadano y de cobertura institucional

Que la desobediencia civil es una herramienta de autodefensa que, en caso de victoria, puede hacer desparecer las causas (leyes o decisiones gubernamentales) que generan determinadas situaciones de injusticia, pero que no puede resolver por sí misma las consecuencias derivadas de la austeridad capitalista en el marco de los Estados-Nación que conforman la Unión Europea. La solución a los problemas del desempleo, del empobrecimiento general de las clases trabajadoras, de la deuda externa, o del deterioro general de los servicios sociales, requieren de movilizaciones generales y continuadas de toda la sociedad civil en un grado y con una intensidad superior a las que conocimos en el pasado, pues ahora nos enfrentamos no sólo al Estado español, sino también a la Unión Europea. La impotencia de los trabajadores griegos para doblegar a su propio Estado nacional a pesar de las sucesivas HGs que han protagonizado, nos muestra la intrincada relación entre la escala nacional-estatal y la escala europea en que se plantean las alternativas centrales a la austeridad capitalista. Esto plantea la necesidad de elaborar una escala reivindicativa diversificada en los ámbitos nacionales, estatales y europeos, así como una política de unidad de acción apropiada a cada una de esas escalas, entre todos los sindicatos y todos los movimientos sociales en alianza con todas las izquierdas políticas. Otra de las condiciones necesarias para el éxito la desobediencia civil es llevarla al interior de las instituciones públicas (Ayuntamientos, Diputaciones, Parlamento y Gobierno Vasco), con el fin de que hagan suyas las demandas ciudadanas y las transformen en leyes más justas o en demandas que ellas mismas asuman antes las instituciones españolas y europeas.

-3-

El momento en que vivimos es uno de los más propicios que se pueden imaginar para promover movimientos de desobediencia civil contra las políticas de austeridad capitalista, pues están reunidas todas las condiciones que pueden hacerla posible. A saber: (1) la ausencia de perspectivas de vida digna en el marco de las políticas económicas y sociales del Estado español y de la Unión Europea. (2) la crisis de credibilidad de un sistema político que es incapaz de garantizar las condiciones mínimas de existencia a todos los ciudadanos. (3) la indignación ciudadana ante tanta injustica social y ante tanta corrupción política como la que estamos conociendo estos días. (4) la existencia en Euskal Herria de una amplia red de organizaciones sindicales, sociales y políticas, educadas en la rebeldía política contra el Estado.

-4-

La gota que está desbordando el vaso de la indignación ciudadana es la información sobre los sucesivos episodios de corrupción en la que están implicados todos los poderes económicos y políticos del Estado español. La oligarquía financiera en primer lugar, con los directivos del Banco Santander y de Bankia (Botín y Rato) a la cabeza; los empresarios del ladrillo y otros especuladores, como el presidente de Sacyr y el ex-presidente de los empresarios españoles ( Díaz Ferrán); los “lobbys” políticos que han vaciado las Cajas de Ahorro asignándose sueldos y primas de escándalo, o que están obteniendo grandísimos beneficios de la privatización de la sanidad y de otros servicios públicos (el yerno de Aznar y el marido de Cospedal entre otros); los partidos políticos (la cúpula del PP en el Gobierno central y en los gobiernos autonómicos del País Valenciá, Les Illes, Galicia.etc.); la Generalitat Catalana y las directivos de Convergencia (recordar la acusación de Maragall a Artur Mas cuando afirmó que su problema era la comisión del 3% que cobraba a todas las obras públicas que se realizaban en Cataluña), y de Unió (reconocido por Durán y Lleida en sede judicial). Tampoco el PSOE escapa a esta lacra social, pues a los casos ya conocidos de Filesa, Roldan y Urralburu, se añade ahora el fraude de los ERE en Andalucía; ni UPN en Navarra (ver el desfalco de Caja Navarra), ni la monarquía española, pues el caso Urdangarin parece descubrir una corrupción que afecta a todo el estamento monárquico. Todo esto es conocido porque ha sido publicado, pero no deja de ser más que la punta de un enorme iceberg, que encubre la descapitalización de los Bancos y de las Cajas de Ahorro, producida no sólo por la especulación inmobiliaria y financiera, sino también por el traslado de fondos a cuentas corrientes privadas en paraísos fiscales protegidos por el secreto bancario. Lo que eufemísticamente se llama “fuga de capitales” debiera llamarse en realidad “desfalco”, “robo” o “expolio generalizado de la riqueza nacional”. La corrupción que envuelve a esta oligarquía político-financiera es así una auténtica bofetada a la ética de los poderes públicos y a la credibilidad de un sistema político que no ha dudado en reformar la Constitución por imperativo del Gobierno alemán para convertir la deuda privada de los Bancos y Cajas en deuda pública, y para que su devolución a cargo de los impuestos de toda la ciudadanía tenga prioridad sobre sus necesidades sociales; sobre la Sanidad, la Educación, las Pensiones, el Seguro de Desempleo, la Vivienda o las inversiones públicas para el sostenimiento del empleo. El enorme círculo de especulación financiera así creado se cierra con la imposición de altos tipos de interés sobre la deuda a través de la “prima de riesgo”, por la que los Bancos cobran intereses del 6% a un dinero que ellos obtienen del Banco Central Europeo al 1%. Las élites españolas han saqueado así a su propio país en beneficio propio, endeudándolo de por vida y entregando la riqueza colectiva a los acreedores alemanes. Lo más indignante de todo es que intentan convencernos de que lo hacen por el bien común y para crear empleo. Afortunadamente nadie les cree porque los 6 millones de parados, el millón y medio de familias en las que no entra ningún salario, o las decenas de miles de personas amenazadas por el desahucio de sus viviendas habituales, son realidades tan lacerantes que legitiman con creces la rebelión política y la desobediencia civil a ojos de casi todos, incluyendo en ese “casi todos” a buena parte del electorado del PP

-5-

La desobediencia civil ha empezado a desarrollarse a través de la oposición a los desahucios. El protagonista de la acción han sido los propios afectados, pero la solidaridad recibida ha alcanzado incluso a una parte de los estamentos del Estado como en el caso de los jueces que se niegan a dictar sentencias de desalojo, o de algunos colectivos de policías locales que se resisten a cumplir esas órdenes. Lamentablemente para todos, esa actitud solidaria no ha llegado todavía en grado suficiente a las mayorías sindicales y a los Ayuntamientos pues sus declaraciones de apoyo no sirven al caso a pesar de la solemnidad con la que se hacen. Para ganar la batalla de los desahucios hace falta dar un paso más. Un paso que implique a los comités de empresa de Bancos y Cajas en la negativa a tramitar expedientes de desalojo. Un paso hacia la creación de un amplio movimiento de ocupación de viviendas vacías en cada municipio, que empuje a las instituciones públicas: Ayuntamientos, Diputaciones, Parlamentos y Gobiernos a promover leyes de expropiación para hacerse con un fondo de viviendas públicas que puedan ponerse al servicio de quienes las necesiten al precio que puedan pagar según sus posibilidades

-6-

En esa política de escala a la que nos referíamos antes, hace falta promover un amplio consenso ciudadano alrededor de una política de choque contra el paro y la pobreza que actúe sobre las causas que lo generan. Una política que debiera contener al menos estas 7 medidas:

La apertura de todas las cuentas corrientes que tengan la ciudadanía del Estado Español en los paraísos fiscales de Suiza, Luxemburgo, Panamá, etc., con el fin de conocer la verdadera dimensión del expolio y la totalidad de los responsables del mismo.

El procesamiento y condena de todos los implicados en el expolio de la riqueza colectiva, pues no habrá justicia para todos mientras exista la desproporción que hoy existe entre las condenas a 12 años de prisión para un joven vasco que ha quemado un cajero automático de la BBK y la ausencia de condenas para los crímenes sociales cometidos por los políticos y los banqueros.

La expropiación de todas las cuentas corrientes que existen en los paraísos fiscales, para hacer frente al pago de la deuda externa que nos han endosado injustamente a todos los ciudadanos del estado español.

La renegociación de la deuda externa con los tenedores de la misma, a fin de reconvertir en deuda privada la que es privada, de tal modo que su devolución no se haga a costa del erario público.

La nacionalización de la Banca privada a objeto de que las enormes sumas de dinero público invertido para sanearlas pueda regresar a la Caja común del Estado.

El establecimiento de una nueva política fiscal que persiga el fraude y grave en mayor medida a las rentas más altas, que aplique los tipos generales a las rentas de capital y a los beneficios empresariales de acuerdo con los baremos medios de la Unión Europea. Que prohíba a escala europea e internacional los paraísos fiscales de forma que, además de obtener enormes recursos necesarios para atender necesidades sociales, se contribuya a erradicar la criminalidad de las redes de venta de armas, de “trata de blancas”, de narcotráfico y otras.

La creación de nuevos puestos de trabajo mediante políticas de reparto del empleo basadas en la reducción de la jornada laboral y en el adelantamiento de la edad de jubilación. De acuerdo con el feminismo anticapitalista y el ecologismo social tenemos que volver a hablar de necesidades - qué necesitamos realmente las personas para disfrutar de una buena vida que sea extensible a las mayorías sociales- y como dice Yayo Herrero hay que hacer una propuesta de modelo económico y político que ponga en evidencia qué trabajos son social y ambientalmente necesarios y cuáles no y la lógica para valorarlos debe ser, en qué medida facilitan el mantenimiento de la vida en equidad.

En relación a la deuda hay que poner en marcha y de manera inmediata una auditoría ciudadana pública y trasparente. Debemos conocer cuánto se debe, quién lo debe, los motivos que han generado la deuda y quién la tiene que pagar. La auditoría no sólo se justifica por sus objetivos, si no por el proceso democrático que implica; es un mecanismo de control democrático de las mayorías sociales sobre el poder político y económico. No obstante, la auditoría requiere trasformar los argumentos jurídicos, económicos y políticos contra el pago de la deuda, en una práctica política cotidiana de intervención y transformación.

La auditoría de la deuda en Euskal Herria exige una amplia iniciativa ciudadana popular y una alianza firme, al menos, entre los movimientos sociales, el sindicalismo vasco y la izquierda radical. Implica rechazar y desobedecer la reforma del artículo 135 de la Constitución que blinda el pago de la deuda frente a los derechos de las mayorías, y por tanto, de la ley de presupuestos que condiciona la gestión de los recursos desde las instituciones vascas. No se debe aceptar la hipoteca de la deuda ilegal e ilegítima; los presupuestos de las instituciones vascas deben ajustarse a este principio. Todo ello requiere alianzas firmes, trasparencia, consulta continua y confrontación democrática con el Estado y con las fuerzas políticas sumisas a la mercantilización de los derechos de las mayorías sociales. Es la senda hacia la ruptura con el gobierno y la clase dominante española y con los dictados del capital, y sobre todo, es la manera de ir transformando las resistencias y la desafección con el sistema político y económico en un nuevo sujeto político transformador.

Será difícil articular un movimiento concertado a escala estatal entorno a estas medidas, y más difícil todavía recuperar la vieja propuesta de Carta Europea de Derechos Sociales, pero merece la pena intentarlo allí donde existen posibilidades como en el caso vasco.

José Ramón Castaños y José Luis Longarte son Portavoces de la de Carta de Derechos Sociales. Juan Hernández Zubizarreta y Mikel de la Fuente son Profesores de la UPV/EHU.

domingo, 28 de abril de 2013

Thomas Herndon. El estudiante que salvó al mundo de la austeridad. Un alumno de doctorado de 28 años desmontó el informe de dos economistas de Harvard

Las políticas de recortes del gasto se basan en este estudio erróneo.

Cuando la deuda de un país supera el 90% del PIB, el crecimiento de la economía es inviable. El aserto, nacido de dos cerebros de Harvard y sobre el que se asientan las políticas de austeridad que están a punto de dinamitar los pilares del Estado de bienestar en medio mundo, ha resultado tan falaz como las armas de destrucción masiva que sirvieron para justificar la invasión de Irak.

“Es exagerado hacer la comparación, pero acepto la analogía porque es cierto que se están adoptando políticas a partir de premisas que son falsas”. Quien habla es Thomas Herndon, el estudiante de 28 años que, en su camino para sacarse un doctorado en Economía en la Universidad de Massachusetts, ha desenmascarado la mentira macroeconómica más significativa de los últimos años, y sobre la que EE UU y Europa se han apoyado en su campaña por la austeridad fiscal y el recorte drástico del gasto.

Herndon cuenta que se frotaba los ojos al cruzar los datos de su trabajo ordinario de carrera con los del hipercitado informe de los profesores de la prestigiosa Universidad de Harvard Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff. Los errores eran básicos. De hecho, al principio pensó que el equivocado era él. No podía ser que dos reputadas eminencias hubieran podido pasar por alto cosas así.

El estudio que está en el centro de la controversia global lo publicaron Reinhart y Rogoff en la American Economic Review en 2010. Ahí defienden cómo el crecimiento cae de golpe cuando la deuda pública de un país supera el 90% del PIB. Reinhart, nacida en La Habana (Cuba) hace 57 años, fue economista jefa durante tres años del difunto Bear Stearns, la primera víctima de la crisis financiera. Eso fue en los años 1980, antes de ocupar varios cargos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde llegó a ser la número dos en el departamento de investigación antes de llegar a Harvard. Rogoff, de 60 años, fue su jefe en el FMI, donde tuvo un sonado encontronazo con Joseph Stiglitz a cuenta de la crítica que el premio Nobel hizo de esa institución en su libro El malestar en la globalización (2002).

No fueron pocos los políticos que echaron mano del trabajo para defender que se pase la podadora al gasto para volver a la senda de un crecimiento sano y robusto. Entre ellos, Paul Ryan, el candidato republicano a la vicepresidencia de EE UU. También el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, y el expresidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet. Ninguno cuestionó la metodología del trabajo, ni sus datos, como hizo el joven Herndon.

“Estaba convencido desde el principio de que algo iba realmente mal con el estudio. Y cuando me llegaron los datos [los autores le mandaron las tablas de Excel que utilizaron, a petición del estudiante], se confirmaron mis sospechas”, relata Herndon. El joven estudiante, criado en Austin (Texas), de padre texano y madre de Hong Kong, al que le gusta tocar el bajo, le pasó las tablas a su novia, Kyla Walters. Ella tiene un doctorado en Sociología y gracias a su trabajo de investigación está muy acostumbrada a cruzar números. “No creo que te estés equivocando”, le respondió.

El siguiente paso fue acudir a Michael Ash y Robert Pollin, dos de sus profesores, que ahora le cubren las espaldas, pero que en un primer momento se mostraron más bien incrédulos. Lo que no logró anticipar Herndon, ni tampoco Ash y Pollin, es lo que venía a continuación. Hay economistas que les han llamado para emprender con ellos una batalla contra la idea de que el alto endeudamiento frena el crecimiento.

Pero hasta ahora ni un solo dirigente político se ha puesto en contacto con el trío para conocer su teoría. Aun así, el estudiante señala que el trabajo “está empezando a marcar la diferencia en los círculos de decisión política”. Cita, por ejemplo, el blog de John Taylor. El reputado economista por Stanford asegura que el error puesto en evidencia por el joven influyó en la decisión de los ministros de Finanzas del G-20 para omitir en su comunicado de la semana pasada una referencia al nivel de endeudamiento.

En el origen del fiasco está un encargo convencional de los profesores. Pidieron a los alumnos que emularan resultados estadísticos de estudios ya publicados. Él eligió el estudio de Reinhart y Rogoff porque, “aunque era poco atractivo”, le pareció oportuno vistas las dificultades que tienen Europa y EE UU para salir del agujero de la recesión y del impacto de las políticas que se están adoptando en los países.

Los profesores de Harvard ahora cuestionados le facilitaron en enero todo el material que necesitaba para descifrar el estudio y le dieron libertad para publicar lo que quisiera. “Vi el error muy rápido”, dice Herndon. A comienzos de abril, Reinhart y Rogoff admitieron que habían cometido algunos fallos a la hora de codificar las cifras. Pero siguen defendiendo su metodología e insisten en que existe una clara correlación entre alto endeudamiento y lento crecimiento. “Este lamentable desliz no afecta al mensaje central”, dicen en una nota.

Herndon, que habla siempre en plural, admite que criticar el trabajo de los dos profesores de Harvard “es lo más fácil” y no cree que hubiera una intencionalidad cuando omitieron ciertos datos, como el hecho de que Australia, Canadá y Nueva Zelanda crecieran en periodos de alto endeudamiento, o se equivocaran en alguna suma al introducir mal las órdenes en la celdilla de Excel. Pero está convencido también de que la teoría no puede replicarse, porque está mal planteada. Y apoya que se adopten políticas de estímulo para salir de la recesión. “La austeridad es contraproducente, crea sufrimiento”.

El joven no se declara ni conservador ni liberal; dice que no le gustan las etiquetas. Pero sí parece tener muy claro que “es falso decir que el alto endeudamiento es malo”. Por eso cree que lo que deben hacer los dirigentes es ver las circunstancias específicas en las que la deuda puede ser efectiva en un escenario de recesión. Su prioridad ahora, comenta, es terminar el segundo semestre y recopilar ideas para su tesis final.

De momento se está dedicando con sus profesores a publicar los primeros hallazgos para después seguir desarrollando el trabajo a lo largo del verano, integrando mejoras estadísticas. Y entre clase y clase busca tiempo para conceder entrevistas e incluso acercarse a Nueva York para verse con Stephen Colbert, el conductor del programa satírico The Colbert report. Colbert le dedicó esta semana dos espacios a su trabajo, lo que muestra hasta qué punto está caliente el debate. En el primero se dedicó a mofarse de los profesores de Harvard y de los que se apoyaron en su estudio para aventurar “una nueva crisis económica alimentada por la deuda”. “¿Sabes que has enfadado a mucha gente en el campo de la austeridad, importantes y muy poderosos?”, le preguntó después. “La Universidad me cuida mucho”, le respondió. Herndon admite no estar preparado para la avalancha mediática. “Ni siquiera tenía una buena foto”, comenta. Y las siglas con las que los tres autores firman el trabajo, HAP, tomada de la inicial de sus apellidos, ha inspirado ya una expresión entre los estudiantes: “To get happed”, que alguien te señale los errores...
Seguir en El País.