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miércoles, 1 de junio de 2016

Cómo el crecimiento de las desigualdades causó la Gran Recesión

Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC España

Este artículo señala que una causa de la enorme crisis económica y financiera que ha ocurrido a los dos lados del Atlántico Norte se debe al crecimiento de las desigualdades causado por la imposición de las políticas neoliberales y que ha originado un enorme daño a las clases populares de estos países.

Una de las causas más importantes de que ocurriera la Gran Recesión y de que esta fuera tan larga, fue el gran crecimiento de las desigualdades, resultado de la aplicación de las políticas públicas que se conocen como políticas neoliberales. Tales políticas públicas incluyeron, por un lado, las reformas laborales que tenían como objetivo la reducción de los salarios, y por el otro, la aplicación de la ortodoxia liberal encaminada a reducir los déficits públicos mediante medidas de austeridad y reducción del gasto público. Ambas políticas determinaron el enorme problema de la falta de demanda doméstica y, como consecuencia, el escaso crecimiento económico. Por otra parte, la reducción de la capacidad adquisitiva de la población causó el elevado endeudamiento de las familias trabajadoras y de las medianas y pequeñas empresas, con la consiguiente expansión e hipertrofia de la banca (caso muy claro en España, donde el tamaño del sector es tres veces más grande –en términos proporcionales– que en EEUU), que invirtió predominantemente en actividades especulativas (debido a la menor rentabilidad de la economía productiva, resultado del escaso crecimiento económico) que ha consumido recursos que podrían haberse aplicado a fines más productivos y necesarios que los especulativos que han dominado, como he indicado, el comportamiento de tal sector financiero.

Esta situación podía prevenirse, pero el establishment político-mediático no lo permitió
La evidencia empírica y científica que apoya la tesis expuesta en el párrafo anterior es abrumadora y contundente, lo cual explica que incluso un gran número de organismos internacionales, responsables de haber promovido tales políticas, como el Fondo Monetario Internacional o la OCDE, estén, por fin, cuestionando la aplicación de tales medidas neoliberales, que todavía se reproducen y promueven en la mayoría de países de la Eurozona. En España tal cuestionamiento no ha ocurrido todavía, en parte debido a la muy limitada diversidad ideológica de los mayores medios de información y persuasión. La enorme falta de diversidad ideológica de estos grandes medios (claramente influenciados por la banca -cuyos créditos los sostienen-) explica que en España todavía la sabiduría convencional esté estancada en tal pensamiento. Es extraordinario que aún hoy los gurús económicos mediáticos de clara orientación neoliberal (con chaquetas llamativas, o sin ellas) continúen siendo promovidos en aquellos medios, cuando la falsedad de sus teorías es tan fácil de ver mirando la realidad que nos rodea.

Los datos, fácilmente accesibles, están ahí para todo aquel que quiera verlos. En la gran mayoría de países en Norteamérica y en la Unión Europea, las desigualdades han crecido enormemente. Las rentas del trabajo (de las que deriva la mayoría de la demanda) han ido bajando como porcentaje de la renta total de los países, mientras que las rentas del capital han ido subiendo, un fenómeno generalizado, como acabo de indicar, en los países a los dos lados del Atlántico Norte (EEUU y la Eurozona), pero con especial intensidad en los del sur de Europa, incluyendo España. La continuidad en la aplicación de estas políticas explica el escaso impacto que las medidas tomadas por los Estados, y promovidas por el establishment europeo (el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Eurogrupo) y el Banco Central Europeo, han tenido en recuperar el buen funcionamiento de la economía de la Eurozona. En realidad, tales medidas (el deterioro del mercado de trabajo y la austeridad del gasto público) han aumentado todavía más las desigualdades y han retrasado todavía más la recuperación económica de estos países.

Las medidas monetarias: la falsa solución de los neoliberales
En su mayor parte, las intervenciones de tales establishments europeos han sido de tipo monetario. Es decir, el Banco Central Europeo ha imprimido mucho y mucho dinero y lo ha distribuido a través del sistema financiero, que quiere decir predominantemente a través de los bancos, a unos intereses bajísimos, creyendo que el mayor problema de la economía era que no había suficiente dinero para que la población comprara y aumentara la demanda. Pero esta estrategia ignoraba que los canales que utilizaba para distribuir tal dinero –es decir, la banca privada- no compartían el mismo objetivo, puesto que su mayor objetivo era aumentar sus beneficios, y no necesariamente resolver los problemas de las familias o de las pequeñas y medianas empresas.

La banca utilizó tal dinero (además de para aumentar sus propios beneficios) para especular, comprando, por ejemplo, deuda pública, con la confianza que, en caso de que las burbujas creadas por tales comportamientos (como las burbujas inmobiliarias y las de deuda pública) explotaran, el Estado la rescataría, como así ha ocurrido. Las fuerzas conservadoras y liberales, que siempre critican las intervenciones del Estado para garantizar el bienestar de la ciudadanía, aplaudieron y dieron apoyo al mayor acto de beneficencia pública que haya ocurrido en el siglo XXI: la beneficencia a la banca, conocido como “el rescate a la banca”.

El BCE, consciente de que sus medidas de imprimir dinero no repercutían en el ciudadano, estimuló la banca, proveyéndola con incluso más beneficio si aseguraba la disponibilidad de crédito, asumiendo que el problema para las empresas era su dificultad para poder conseguir dinero prestado. Y aun cuando había un elemento de verdad en esta interpretación del bajo crecimiento económico, el mayor problema no era este para las pequeñas y medianas empresa (que es la que produce mayor empleo). En realidad, si los empresarios no creaban empleo era, en gran medida, porque no había suficiente demanda de sus productos y servicios. Y ahí estaba y continúa estando el problema. En realidad, la deflación (el fenómeno de que los precios estén bajando por debajo del nivel considerado aconsejable) también es consecuencia de esta falta de capacidad adquisitiva de la gran mayoría de la población, que adquiere sus rentas a partir de su trabajo.

¿La “conversión” del Sr. Draghi del Banco Central Europeo?
De ahí que incluso ahora el Sr. Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, comience a preocuparse y haya comenzado a proponer a los Estados y al Eurogrupo que se establezcan políticas fiscales para estimular la economía, aceptando las limitaciones que las políticas monetarias tienen para conseguir tal estímulo. Por políticas fiscales se entienden aquellas intervenciones que expanden el consumo y la demanda, bien a través del aumento del gasto público, bien a través de la rebaja de impuestos.

Predeciblemente, los neoliberales, como el Sr. Draghi, se centran primordialmente en esta última medida (que, por regla general, es la preferida por los partidos liberales y conservadores, como el PP, Ciudadanos y Convergència), ignorando con ello la abrumadora evidencia de que esta medida (estimular la economía a través de la reducción de impuestos) es poco eficaz para estimular la economía, mucho menos eficaz que la inversión pública encaminada a crear empleo, medida que por lo general es desfavorecida por tales partidos, aunque la evidencia muestra que es la más eficaz para estimular la economía.

Y ahí está precisamente la solución que ni el PP, ni Ciudadanos (ni tampoco el PSOE) consideran, pues están estancados en el dogma neoliberal promovido por el gobierno alemán que está creando tanto dolor y sufrimiento entre las clases populares de los países de la Eurozona. Que el PP y Ciudadanos lo hagan es coherente con su ideología neoliberal promovida por el sector financiero. Pero la conversión del PSOE a este dogma ha sido la causa de su bajón electoral, como ha ocurrido con la socialdemocracia en Europa. El apoyo a la austeridad ha sido el austericidio de la socialdemocracia.

La rebaja de impuestos que estos partidos favorecen tiende a favorecer a las rentas superiores (que pagan más impuestos) que a las rentas inferiores (que pagan menos). De ahí que estas medidas suelan incrementar todavía más las desigualdades, causa del problema económico. Lo que debería hacerse es una mayor redistribución de los recursos mediante políticas impositivas de carácter redistributivo e inversiones públicas (encaminadas a crear buen empleo, estable y bien pagado), en la infraestructura social, energética y física del país. Fue así como la Administración Roosevelt sacó a EEUU de la Gran Depresión. Fue así también como los gobiernos de la Europa Occidental salieron de la gran crisis económica que existía en Europa al terminar la II Guerra Mundial (estimulados por el Plan Marshall), y debería ser así como tendríamos que salir de la crisis ahora. La solución es fácil de ver. Y en cambio se está continuando con las mismas políticas neoliberales que han sido un auténtico desastre.

Y la pregunta que debe hacerse es ¿por qué tales políticas continúan aplicándose? Podría argumentarse que parte del problema es la incompetencia de los llamados expertos económicos neoliberales. Pero tal explicación es insuficiente. La causa real es que tales políticas, aunque perjudican enormemente al bienestar de las clases populares, beneficia enormemente a los componentes de lo que en EEUU se llama la Corporate Class, la clase de los propietarios y gestores de las grandes empresas (equivalente en cada país al IBEX-35), que dominan la vida económica, política y mediática del país. Como he indicado en un párrafo anterior, en todos estos países donde se han estado aplicando estas políticas, el porcentaje de las rentas derivadas del capital ha incrementado a costa de que las rentas derivadas del trabajo hayan disminuido. Hoy el mundo empresarial está consiguiendo lo que siempre soñó. Y ello como consecuencia de las políticas neoliberales que ha estado promoviendo, y que han sido impuestas (y digo impuestas, pues no estaban en su programa electoral) por partidos gobernantes a la población, claramente influenciados por aquel mundo empresarial con el cual tales partidos tienen una complicidad preocupante. Hasta que no se rompa esta complicidad, España (incluyendo Catalunya) no saldrá de la Gran Recesión. Así de claro.

Publicado en Público.es vnavarro.org

ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

miércoles, 20 de abril de 2016

Angela Davis: “La pena capital es racista”. La activista que inspiró a Lennon defiende que la condena a muerte es herencia de la esclavitud. En un libro analiza el sistema carcelario en EE. UU.

Angela Davis es uno de los rostros más conocidos de la lucha contra el racismo en Estados Unidos desde hace medio siglo. Icono de los movimientos radicales de los sesenta, participó en los principios de los Panteras Negras, fue apartada de la universidad por declararse comunista y pisó la cárcel. John Lennon le dedicó una canción. Volvió a la universidad, primero en San José y luego en Santa Cruz (California), donde enseñó filosofía durante tres décadas. Las fotos de aquella joven de mirada desafiante se sobreponen en el imaginario colectivo a toda su vida posterior, pero Davis (Birmingham, Alabama, 1944) ha mantenido desde la universidad sus tesis contra el sistema carcelario y el racismo institucionalizado.

La editorial Trotta publica este año en España un volumen con dos ensayos previos, ¿Están obsoletas las prisiones? (2003) y Democracia de la abolición (2005), en colaboración con el profesor de filosofía Eduardo Mendieta. En ellos se resume buena parte de ese pensamiento. Estados Unidos tiene la población carcelaria más grande del mundo, por delante de China. Son 2,2 millones de personas entre rejas que cuestan más de 70.000 millones de dólares al año (62.720 millones de euros). Se trata de un “complejo industrial carcelario”, en palabras de Davis, que traza en sus escritos una línea que relaciona directamente las instituciones de la esclavitud con el sistema penal actual en Estados Unidos.

Un ejemplo concreto de esa herencia es la pena de muerte, una excepción norteamericana en el contexto de las naciones desarrolladas. “La persistencia de la pena de muerte como una forma habitual de castigo es uno de los ejemplos más dramáticos de cómo las consecuencias de la esclavitud siguen dando forma a nuestra sociedad”, explica Davis en una entrevista por correo electrónico. “La pena capital sobrevivió a la abolición de formas de castigo corporal obsoletas al convertirse en parte de las leyes de esclavitud. Por eso es una institución completamente racista, no solo porque se dirige de manera desproporcionada contra personas negras y de color, sino que además es una institución heredada de la esclavitud. Como ha señalado [la profesora y activista de los derechos civiles] Michelle Alexander, hay más hombres negros en prisión bajo control de la justicia criminal de los que había esclavizados en 1850”.

La reforma de un sistema penal que ha crecido de manera desproporcionada desde el endurecimiento de penas de los ochenta y los noventa está ya entre las prioridades de ambos partidos, con notables avances en el ámbito estatal en California y Texas. Davis, sin embargo, sigue apostando por el abolicionismo del sistema carcelario. “Después de décadas de organizarse radicalmente y de investigación académica, la crisis de las prisiones y la violencia policial finalmente se han convertido en asuntos del discurso público”, argumenta. Pero “el consenso se ha desarrollado a partir de reformas que se presentan como capaces de ‘arreglar el sistema’. Los abolicionistas consideran que no es una cuestión de hacer reformas menores, o incluso grandes, sino de desmantelar el sistema y reconstruir la justicia penal y los sistemas policiales, además de reconceptualizar y transformar la sociedad en su conjunto para que no tenga que apoyarse en la violencia institucionalizada”.

“El complejo industrial carcelario”, continúa, “consiste en una serie de relaciones entre cárceles, policía, empresas, medios y el Gobierno. Desmantelarlo requiere más que leyes”. Para Davis, la superpoblación es consecuencia de un enfoque neoliberal centrado en los beneficios de la industria. “El complejo industrial carcelario es un fenómeno global con ramificaciones en África, Latinoamérica y Asia”.

En el caso de Europa, afirma, se ve en su población de presos inmigrantes. “Desgraciadamente los europeos no están exentos de las consecuencias de la esclavitud transatlántica, y desde luego no lo están de las consecuencias del colonialismo. Francia, por ejemplo, ha establecido un Día del Recuerdo de la Esclavitud y el Comercio de Esclavos. Debería reconocerse que los refugiados de África siguen las mismas rutas del comercio de esclavos. Ciertamente, Europa está experimentando ahora los resultados de una larga historia de esclavitud y colonización”.

Los textos que se presentan ahora en España están escritos antes de que en Estados Unidos ocurriera algo impensable. En enero de 2009, un hombre de raza negra juró como presidente del país. Para alguien que estuvo en el inicio de movimientos como los Panteras Negras, en estos siete años la presencia de Barack Obama en Washington “ha tenido un impacto profundo en las percepciones sobre la raza y el racismo”. “Acabamos de embarcarnos en una conversación nacional después de varios intentos fallidos, primero durante la presidencia de Clinton, luego durante la campaña electoral de Obama y el primer periodo de su presidencia. Desgraciadamente, Obama ha sido frenado por poderosos críticos que equiparan cualquier intento por su parte de discutir sobre raza con sus preocupaciones personales como primer presidente negro”.

Davis sigue con especial interés, sin embargo, la última expresión de la comunidad negra en las calles. El movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importa), surgido a partir de una serie de muertes violentas de afroamericanos a manos de la policía, “ha emergido en el espacio contradictorio creado por el hecho de una presidencia negra y la aparente incapacidad de esa presidencia para llevar a cabo ningún gran cambio respecto a la persistencia del racismo”, opina Davis. “La pregunta que yo me haría sobre esto es por qué ha tardado tanto en emerger un principio de movimiento de masas. Pero claro, uno no puede predecir cuándo se van a dar juntas las condiciones para producir una encrucijada histórica como la que se vio en las protestas de Ferguson” (agosto de 2014).

Un movimiento como Black Lives Matter es “precisamente lo que necesitan las comunidades negras en Estados Unidos, es lo que necesita el país”. “No podemos asumir que el racismo es sobre todo un problema para aquellos que lo padecen. El racismo distorsiona y corrompe instituciones y mentes, crea una asunción de superioridad, produce el privilegio blanco. Hay quienes creen que el eslogan Black Lives Matter tiene una connotación particular, pero no podría ser más universal. Decir simplemente All Lives Matter es ignorar hasta qué punto las vidas negras y de color son objeto de racismo y represión. Decir que las vidas negras importan, sin embargo, es proclamar que en efecto todas las vidas importan”.

En una época en que las imágenes de violencia policial contra personas de raza negra se distribuyen a una velocidad y a una cantidad de gente como nunca antes, sin embargo no ha surgido un movimiento violento organizado como ocurrió en los sesenta. “La historia en realidad nunca se repite”, responde Davis. “Las condiciones son hoy muy diferentes. La mejor manera de recordar el 50º aniversario de los Panteras Negras este año es reconociendo que hoy necesitamos movimientos que reflejen los cambios sucedidos en esos 50 años, especialmente el auge de nuevas tecnologías de comunicación, la vasta influencia de las redes sociales y la agudización de las contradicciones de riqueza y pobreza”.

Tras siete años de Barack Obama, parece haber una reacción de una parte de la derecha de Estados Unidos que se ha entusiasmado con un candidato abiertamente xenófobo y que coquetea con los prejuicios más básicos. “Es increíble que tengamos un candidato republicano que quiere prohibir a los musulmanes entrar en el país y que califica a los mexicanos de violadores y asesinos. El racismo de Donald Trump está animando a todo tipo de racismos al igual que una relación sin complejos con el fascismo”, considera Davis.

En este sentido, Davis no cree que el racismo contra los negros y el que sufren los hispanos tenga las mismas causas profundas, pero sí que su reacción podría ser parecida. “A pesar de que la historia de los latinos y la de los negros se cruzan, incluido el hecho de que un número importante de latinos son de ascendencia africana, hay diferencias. Igual que la colonización y la esclavitud son diferentes, aunque profundamente relacionadas históricamente, esas gentes cuyos ancestros fueron objeto de estas formas de represión sufren diferentes formas de opresión. Juntar a esas dos comunidades en movimientos contra el racismo requiere, por ejemplo, un mayor compromiso en las comunidades negras en el apoyo a los derechos de los inmigrantes”.

Desde la experiencia de medio siglo de activismo y trabajo académico, Angela Davis no cree que sean posibles las sociedades en las que idealmente la gente fuera ciega a los colores. “No creo que debamos luchar por una sociedad en la que la raza esté completamente ausente. De hecho, no creo que sea posible revertir el desarrollo de la historia, hacer como si la esclavitud nunca hubiera existido, como si la colonización de las Américas, África o Asia nunca hubiera ocurrido”. Pero sí se puede seguir aspirando a una sociedad “libre de jerarquías raciales, desigualdades raciales o violencia racial. Es el racismo lo que debemos expulsar de nuestras sociedades”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/28/babelia/1459189843_207458.html

lunes, 11 de abril de 2016

HOMBRES RICOS, HOMBRES POBRES

ESTOS días se ha desvelado lo que era un secreto a voces: un puñado de afortunados se han hecho un traje de papel moneda en Panamá escamoteándonos tela a todos los que somos Hacienda. Entre estos sastres hay gente de todo pelaje y profesión: tanto de sangre azul como roja, tanto de familia real como desleal, tanto hombres de letras y de opereta como analfabetos que tienen en los pies la cabeza, así como proxenetas de la casa pública, vendepatrias, faranduleros y bucaneros de cuello blanco reincidentes amnistiados por don Cristóbal, el tesorero del reino, mientras daba un palo al bolsillo de los sufridos e inocentes contribuyentes en lo más crudo del crudo invierno de la crisis.

Panamá no es el único paradisíaco rincón donde los más pudientes bergantes y heredados de la tierra entierran sus tesoros. En ‘La riqueza oculta de las naciones’, el economista francés Gabriel Zucman cifra en 5,3 billones de euros, el 8% de la riqueza del planeta, el dinero escondido en paraísos fiscales; de esa cantidad, 157.000 millones proceden de España. Por culpa del filibusterismo fiscal, el erario público español deja de ingresar 10.000 millones cada año, casi el 1% del PIB.

Al ser un problema mundial, el único modo de solucionarlo es alcanzar un gran acuerdo mundial. Sin embargo, falta voluntad política, porque, como explica Juan Hernández Vigueras, autor de ‘Los fondos buitre. Capitalismo depredador’, los paraísos fiscales forman parte del sistema financiero global y cuentan con su beneplácito. Hablando en plata, convienen a los ricos. Y «hay una relación estrecha entre este fraude sistémico y el endeudamiento de los países», advierte Hernández Vigueras, quien recuerda que la cumbre del G-20 de abril de 2009, en la que se proclamó la «desaparición» de los refugios de don Dinero, fue «una mera cortina de humo que escondía la incapacidad de los principales gobernantes del mundo para resolver los problemas de los mercados financieros globales, opacos e incontrolados».

«Mientras el proletariado esté distraído en su propia desesperación con acontecimientos ficticios creados por los medios de comunicación, los superricos no tienen nada que temer», lamenta Zygmunt Bauman, Premio Príncipe de Asturias de 2010. En su libro ‘¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?’, este sociólogo polaco contesta a esta pregunta con un rotundo no, contradiciendo la doctrina neoliberal dominante. Y recuerda que ya lo advirtió uno de los padres del liberalismo económico, el escocés Adam Smith: «Dondequiera que hay gran propiedad, hay gran desigualdad. Por cada hombre rico debe haber por lo menos quinientos pobres».

Las estadísticas confirman que el capitalismo financiero rampante acrecienta y perpetúa la desigualdad. Es más, reflejan que no solo la riqueza se hereda de padres a hijos e, incluso, de hijos a padres, también la pobreza. Ocho de cada diez personas que vivieron graves dificultades económicas en su infancia y adolescencia las están reviviendo como adultos, según el informe ‘La transmisión intergeneracional de la pobreza’ de la fundación Foessa, dependiente de Cáritas. «La pobreza presente genera pobreza futura», concluye su coordinador, Raúl Flores. Es una ley no escrita ni reconocida del capitalismo: la riqueza de unos pocos se sustenta en la pobreza de los muchos.

10 abr. 2016 Hoy EL ZURDO.  Antonio Chacón Felipe
(Foto de Rosa Peña: De paseo en mi barrio, después de la lluvia. Rivermark. Santa Clara. California)

lunes, 1 de febrero de 2016

Las 62 personas más ricas poseen lo mismo que la mitad de la población mundial

Según un informe de una ONG que realiza labores humanitarias en el mundo, la tendencia ascendente de la desigualdad se está acelerando

Las 62 personas más ricas poseen tanto como las 3.500 millones de personas que constituyen la mitad población, porque su fortuna ha crecido cada vez más y los pobres se han vuelto más pobres, según un informe de Oxfam, una organización sin fines de lucro que realiza labores humanitarias en el mundo.

La riqueza de los 62 mayores millonarios ha crecido un 44 por ciento desde 2010, mientras que la de los 3.500 millones más pobres ha caído un 41 por ciento, dijo Oxfam en un reporte publicado antes de la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, en Suiza.

Casi la mitad de los súper ricos son estadounidenses, otros 17 son europeos y el resto proviene de países como China, Brasil, México, Japón y Arabia Saudita.

"La preocupación de los líderes mundiales sobre la creciente desigualdad todavía no se ha materializado en medidas concretas para contrarrestarla. El mundo es mucho más desigual, y la tendencia ascendente de la desigualdad se está acelerando", dijo la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie Byanima, en el comunicado que acompañó el reporte.

"No podemos seguir permitiendo que cientos de millones de personas padezcan hambre mientras que las élites económicas absorben los recursos que podrían ayudar a estas personas a salir de esa situación", añadió.

Unos 7,6 billones de dólares de patrimonios de persona están en paraísos fiscales fuera de los países de origen y si pagaran impuestos a la renta se generarían 190.000 millones de dólares más para los gobiernos cada año, estimó Gabriel Zucman, profesor asistente de la Universidad de California, Berkeley.

Hasta un 30 por ciento de todo el patrimonio financiero de África está en el extranjero, lo que cuesta unos 14.000 millones de dólares en pérdidas de ingresos tributarios cada año, dijo Oxfam, que citó el trabajo de Zucman, en su reporte "Una economía al servicio del 1%".

"Las empresas multinacionales y las élites económicas juegan con unas normas distintas al resto, y rehúsan pagar los impuestos necesarios para que la sociedad funcione adecuadamente. El hecho de que 188 de las 201 mayores empresas estén presentes en al menos un paraíso fiscal es un indicador de que es hora de actuar", dijo Byanima.
Agencias

miércoles, 27 de enero de 2016

¿Es necesaria tanta desigualdad?. Podemos redistribuir una parte de los ingresos de las élites sin entorpecer el progreso.

¿Hasta qué punto es necesario que los ricos lo sean tanto? No es una pregunta ociosa. Se podría decir que, en el fondo, de eso trata la política estadounidense. Los progresistas quieren subir los impuestos a las rentas altas y utilizar lo recaudado para reforzar la red de seguridad social; los conservadores quieren hacer lo contrario, y afirman que las políticas que gravan a los ricos perjudican a todos al reducir los incentivos para la creación de riqueza.

Ahora bien, la experiencia reciente no dice mucho en favor de la postura conservadora. El presidente Obama ha sacado adelante una subida considerable de los tipos impositivos más altos y su reforma sanitaria ha supuesto la mayor ampliación del Estado del bienestar desde Lyndon B. Johnson. Los conservadores vaticinaron un seguro desastre, tal como hicieron cuando Bill Clinton subió los impuestos al 1% que más gana. En cambio, Obama ha acabado siendo responsable de la mayor creación de empleo desde la década de 1990. A pesar de ello, ¿existe alguna razón que, a la larga, justifique una gran desigualdad?

No les sorprenderá escuchar que muchos miembros de la élite económica creen que la hay. Tampoco se sorprenderán si les digo que yo no estoy de acuerdo, que creo que la economía puede prosperar con mucha menos concentración de ingresos y riqueza en la cúspide de la pirámide económica. Pero ¿por qué lo creo?

Me parece útil reflexionar sobre ello recurriendo a tres modelos que explicarían el origen de la desigualdad extrema, ya que la economía real toma elementos de los tres.

En primer lugar, una enorme desigualdad podría explicarse porque existan grandes diferencias de productividad entre unos individuos y otros: algunas personas son capaces de hacer una contribución cientos o miles de veces superior a la media. Esta es la opinión plasmada en un ensayo reciente muy citado, del que es autor el inversor en capital riesgo Paul Graham y que goza de gran popularidad en Silicon Valley (es decir, entre personas que ganan cientos o miles de veces más que los trabajadores corrientes).

En segundo lugar, una gran desigualdad podría deberse sobre todo a la suerte. En el clásico del cine El tesoro de Sierra Madre, un viejo buscador de oro explica que este metal vale tanto —y quienes lo encuentran se hacen ricos— gracias al trabajo de todos los que salieron en busca de oro pero no lo encontraron. De manera similar, podríamos tener una economía en la que quienes se lleven el premio gordo no sean necesariamente más listos o trabajadores que quienes no lo consigan, sino que tengan la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

En tercer lugar, la causa de las grandes desigualdades podría ser el poder: los ejecutivos de las grandes empresas que pueden establecer su remuneración, los embaucadores financieros que se hacen ricos con información privilegiada o cobrándoles honorarios injustos a los inversores ingenuos.

Como he dicho, la economía real contiene elementos de estas tres historias. Sería estúpido negar que algunas personas son, de hecho, mucho más productivas que la media. Pero sería igual de estúpido negar que un gran éxito en los negocios (o, de hecho, en cualquier otra cosa) tiene una parte importante de suerte; no solo la suerte de ser el primero al que se le ocurre una idea o estrategia muy rentable, sino también la de haber nacido en la familia adecuada. ...

No digan que la redistribución es mala en sí misma. Incluso si los ingresos elevados fuesen un reflejo perfecto de la productividad, los resultados del mercado no equivalen a una justificación moral. Y dado el hecho de que la riqueza suele ser un reflejo de la suerte o el poder, hay muchos argumentos a favor de que se recaude parte de esa riqueza en forma de impuestos y se use para fortalecer la sociedad en su conjunto, siempre que no se destruyan los incentivos para seguir creando más riqueza.

Y no hay motivos para pensar que se destruirían. Si echamos la vista atrás, Estados Unidos alcanzó el crecimiento y el progreso tecnológico más rápidos que ha tenido durante las décadas de 1950 y 1960, a pesar de que los tipos impositivos máximos eran mucho más altos y la desigualdad mucho menor que hoy en día.

En el mundo actual, los países con impuestos elevados y poca desigualdad, como Suecia, son también muy innovadores y poseen muchas empresas de reciente creación. Esto puede deberse, en parte, a que una red de seguridad sólida fomenta la asunción de riesgos: la gente estará dispuesta a buscar oro, aun cuando el éxito de la aventura no la haga tan rica como antes, si sabe que no se morirá de hambre si vuelve con las manos vacías.

Así que, volviendo a mi pregunta inicial, no, los ricos no tienen que ser tan ricos como lo son. La desigualdad es inevitable; la desigualdad extrema que existe hoy en Estados Unidos no lo es.
Paul Krugman es premio Nobel de Economía de 2008.
http://economia.elpais.com/economia/2016/01/15/actualidad/1452864526_260183.html

viernes, 22 de enero de 2016

Los silencios sociales. Dos lecciones que cabe extraer de la crisis: la concesión de crédito no ayuda a vencer la desigualdad y no es posible la redistribución de la riqueza en un mundo globalizado.

Para entender buena parte de lo que ha sucedido durante los años de la Gran Recesión hay que tener en cuenta lo que se denominan “silencios sociales”. Son aquellos aspectos de la vida cotidiana que habitualmente se omiten o se ocultan, a pesar de ser tan importantes o más que aquellas cuestiones que son objeto del debate público. Muchas veces estos silencios son los que ayudan a reproducir un sistema y sus estructuras de poder a lo largo del tiempo.

La periodista del Financial Times Gillian Tett aplicó esta teoría de los silencios sociales al mundo de las finanzas, en el que es experta. Y la complementó con lo que denominó la trampa del silo: la existencia de compartimentos estancos que dificultan sacar consecuencias del conjunto de la realidad. Conectar los puntos que definen el perímetro de la cartografía social es cada vez más complicado.

Se pueden buscar dos ejemplos de lo que el economista norteamericano Mark Blyth ha calificado como “la mayor operación de engaño con señuelo de la historia moderna”. Son dos falacias: la consideración del crédito como factor de lucha contra la desigualdad; y la distribución de la riqueza y el poder en el seno de una misma clase social porque la globalización impide que se haga entre distintos grupos sociales.

Aunque la desigualdad en el interior de los países haya crecido exponencialmente durante la crisis, ya estaba muy presente antes. Ha crecido sin parar desde los años ochenta del siglo pasado. Lo denunció, entre muchos otros, uno de los hombres más ricos del mundo, Warren Buffett, cuando escribió en 2011 un artículo en The New York Times, titulado Dejad de mimar a los ricos: “Mientras las clases media y baja luchan por nosotros en Afganistán, mientras los norteamericanos pelean por ganarse la vida, nosotros, los megarricos, continuamos teniendo exenciones fiscales extraordinarias”. Ya entonces el mapa cotidiano de las clases medias y bajas era de salarios prácticamente estancados, amén de una creciente precariedad laboral. Las diferencias entre unos y otros se trataron de compensar con el acceso masivo al crédito, en un tiempo en que los tipos de interés eran bastantes bajos. No ganamos mucho, pero nos podemos endeudar para comprar casa, coche e irnos de vacaciones. Precisamente la expansión de los préstamos bancarios a las familias de menos ingresos fue el origen de las hipotecas subprime (de alto riesgo) con el que arranca la crisis financiera del verano de 2007.

Los beneficios de esta forma de actuar —aumento del consumo, compra de viviendas, incremento del precio de las mismas, lo que hacía que las familias se sintieran más pudientes (el efecto riqueza), más empleo...— son inmediatos, en tanto que el pago de la inevitable factura se aplaza para el futuro. Pelotazo hacia adelante. Así se puso en marcha el ¡qué coman crédito!, que funcionó hasta que estalló la burbuja. El crédito como sustitutivo de una distribución más progresiva de la renta y la riqueza ha sido uno de los silencios sepulcrales de la Gran Recesión.

Otro de ellos ha sido el de la distribución en las entrañas del mismo grupo social. Se ha instalado una verdad ideológica: no se puede distribuir desde el capital hacia el trabajo, desde los ricos hacia los pobres, porque las empresas y los ciudadanos ricos abandonan los países de altos impuestos hacia aquellos de gravámenes bajos o directamente hacia los paraísos fiscales, aprovechando la libertad de movimientos de capitales. La mayor parte de las reformas fiscales han reducido los impuestos al capital y han paliado o eliminado los impuestos del patrimonio (a lo que se posee, no a lo que se gana) y el de sucesiones y donaciones (a lo que se hereda). Las clases medias, ya suficientemente demediadas por la crisis, son las que padecen esas reformas fiscales y las reformas laborales que exigen dosis cada vez superiores de flexibilidad del mercado de trabajo.

En este contexto, los sindicatos y los trabajadores permanentes se convierten, a los ojos de los demás (exempleados que perdieron su puesto, jóvenes que lo buscan por primera vez pero no lo encuentran, mujeres que aún siendo menos jóvenes lo intentan por las dificultades económicas familiares, asalariados a tiempo parcial, trabajadores pobres que no llegan a fin de mes, falsos autónomos, becarios permanentes, etcétera), en defensores de los derechos adquiridos. ¿Cuántas veces se escucha que los jóvenes no pueden encontrar trabajo por culpa de los “privilegios” de los trabajadores fijos, o que los sindicatos sólo se preocupan de los intereses de estos? Se elimina lo que es seguro, mientras se promete lo que es incierto.

Como consecuencia de esta argumentación, la redistribución sólo se hace en el seno de cada clase social, de cada estamento, no entre unas clases y grupos sociales y otros. La redistribución se hace ontológicamente imposible, por mor de la globalización. En el periódico italiano Il Manifesto, el periodista Aldo Carra hablaba de ello como una guerra en el interior de la clase media. Se dice: estamos pagando los abusos del pasado (vivir por encima de las posibilidades) y, por lo tanto, los privilegiados tienen que pagar. Pero ¿quiénes son los privilegiados? En una sociedad en crisis, individualizada y fragmentada, empobrecida, son aquellos que están más cerca de nosotros: quien tiene un trabajo es un privilegiado para el que está en paro; el que tiene un trabajo indefinido para el que tiene uno temporal; el que trabaja a tiempo completo para el que sólo trabaja a tiempo parcial, el que gana 2.000 euros para el que gana 1.000; etcétera.

¿Y los demás? ¿Y los privilegiados de verdad? ¿Y las élites extractivas que se han amparado en las instituciones políticas y económicas para subir la cucaña social? Esas están muy lejos y no se las ve. En la cola social que no avanza se mira con envidia al vecino que está delante. Y si ya no se le ve porque ha avanzado mucho, se observa con antipatía a los que nos rodean y compiten por lo poco, por lo escaso. Así, la lucha de clases se convierte en la envidia dentro de la clase. El sociólogo francés Pierre Bourdieu escribió que los efectos ideológicos más seguros son aquellos que para ejercerse no precisan de palabras o no demandan más que silencios cómplices.

Joaquín Estefanía acaba de publicar Estos años bárbaros (Galaxia Gutenberg) y Las posibilidades económicas de nuestros nietos. Siete ‘Ensayos de persuasión’. Una lectura de John Maynard Keynes (Taurus).

http://economia.elpais.com/economia/2015/11/18/actualidad/1447865827_638475.html

jueves, 7 de enero de 2016

Sube la marea, no para todas las barcas. El futuro depende más de la renta de los padres que de los estudios que se tienen.

EE UU es uno de los países más desiguales del mundo. Como en la mayoría, la crisis económica ha conllevado desde 2007 un declive de la igualdad de oportunidades, esencia de la democracia. La escalera social se ha detenido, y cuando se ha recuperado el crecimiento y ha subido la marea, esta no levanta todas las barcas del puerto. La desigualdad de oportunidades se manifiesta, por ejemplo, en la educación universitaria.

Algunos datos se han hecho públicos recientemente: solo la mitad de los estudiantes estadounidenses que se matricularon en 2009 han conseguido graduarse ahora. Dado que dos terceras partes de estos últimos han arrastrado deudas por valor, como media, de unos 28.900 dólares, quedan encadenados a las mismas durante años. Siete de cada 10 universitarios solicitan algún tipo de ayuda financiera para completar su formación. Se calcula que la deuda acumulada por estos estudiantes se ha doblado desde el inicio de la Gran Recesión, y asciende al equivalente a 1,2 billones de euros, más de lo que produce un país como España en un solo año. Aunque hay pleno empleo, las condiciones del mercado de trabajo (escasa remuneración, nula seguridad) implican que los recién licenciados tienen que dedicar mucho tiempo de su iniciada vida laboral a pagar los créditos a los bancos. Si las cifras aportadas incluyeran los préstamos de los progenitores para auxiliar a sus hijos, serían un 33% más altas.

La ley de quiebras de 2005 hizo imposible que se pudieran cancelar las deudas por estudios aun en el caso de bancarrota personal. Dice Stiglitz en El precio de la desigualdad (Taurus) que ello anula cualquier incentivo que pudieran tener los bancos y las universidades con ánimo de lucro para estimular y proporcionar una educación que acabe teniendo rendimiento económico. Aunque el estudio universitario carezca de valor, el prestatario no se libra de pagar: "En vez de 'satisfacción garantizada o le devolvemos el dinero', la realidad es 'la insatisfacción está garantizada, pero usted tendrá que cargar con esas deudas el resto de su vida".

En el caso de los créditos a los estudiantes, los bancos consiguieron durante años sacar beneficios casi sin riesgo: en muchos casos, el Gobierno avalaba los créditos; en otros, el hecho de que los créditos nunca pudieran cancelarse —por la citada ley de quiebras— los hacía más seguros que cualquier otro tipo de crédito de características similares. En 2014, Obama, sorteando a los republicanos, trató de ampliar el alcance de una ley de 2010 que permitía que los estudiantes solo tuviesen que pagar mensualmente un máximo del 10% de sus ingresos para devolver el préstamo que adquirieron y que se perdonase la deuda restante cuando el estudiante llevase 20 años pagándola.

El hecho es que la coyuntura sigue siendo desfavorable para la igualdad de oportunidades. Según diversos proyectos de movilidad económica, aunque consigan una licenciatura universitaria los hijos de los pobres siguen siendo más pobres que los hijos de los ricos con menos estudios; que quienes tienen la suerte de tener unos padres más ricos y mejor educados tienen mejores perspectivas, ya que el nivel de ingresos de los progenitores ha devenido en el factor más decisivo ya que el coste de los estudios universitarios está aumentando más deprisa que las rentas medias; y que el acceso a una buena educación universitaria encarecida en sus tasas (sobre todo en los centros privados elitistas, muy vinculados a Wall Street) y con escasas becas depende, cada vez más, de los ingresos, riqueza y educación de los padres de los estudiantes. Ello genera el declive de la movilidad social por una insuficiente inversión en el interés general, incluida la educación pública.
http://economia.elpais.com/economia/2015/12/27/actualidad/1451243121_568037.html

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La brecha salarial crece pese al fin de la crisis y la creación de empleo. El sueldo medio, que se sitúa en 1.881 euros, creció para los hombres y cayó para las mujeres y los jóvenes, según el INE.

El empleo se está recuperando a buen ritmo y se da por finalizada la crisis. Pero apenas se nota en los sueldos y la desigualdad aumenta. El salario medio en 2014 apenas creció: 1.881,3 euros, tan solo un 0,65% más (12,2 euros) que el año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, esa leve recuperación se debió al aumento de las remuneraciones de los que más ganan, porque cayeron las de los salarios más bajos. Y la distancia entre unos y otros se ensanchó. La brecha también se agrandó por sexos y por edades: aumentaron los sueldos de los hombres y bajaron los de las mujeres y los jóvenes.

La distancia entre los que ganan menos y más no deja de crecer. El año pasado siguió ensanchándose. El sueldo medio del 10% de los asalariados que menos cobran bajó en 3,3 euros mensuales y quedó en 411,2 euros brutos al mes. En el otro extremo, las remuneraciones de los que más ganan crecieron en 42 euros, hasta una mensualidad de 4.616,9. De esta forma, la brecha salarial se ensanchó en 45 euros y se situó en 4.205,7, según el decil de salarios de la Encuesta de Población Activa, un estudio que divide la población asalariada en diez partes iguales según su retribución y que el INE ha divulgado este viernes.

Los sueldos medios mantuvieron el comportamiento anémico de los años precedentes. Entre 2013 y 2014, el incremento apenas fue del 0,65%, hasta los 1.881,3 euros al mes. No obstante, como los precios todavía tuvieron un comportamiento peor (-1% de caída anual el año pasado), los asalariados ganaron poder adquisitivo. El aumento se debió, como apunta el Ministerio de Economía, al incremento del tiempo medio de trabajo, que pasó de 36,5 a 36,7 horas semanales.

El comportamiento plano de las retribuciones se pone aún más de manifiesto si se considera que el salario mediano —el que divide el colectivo en dos partes iguales y que se acerca más al que cobra la mayoría de los trabajadores— que apenas subió dos euros hasta situarse en 1.602,5 euros mensuales.

El aumento de la desigualdad no es homogéneo, porque también aumentan las distancias entre diferentes colectivos. Entre ellos están los que trabajan a jornada completa y a tiempo parcial, una brecha que se ha ensanchado hasta los 1.433 euros mensuales: los primeros ingresan 2.132,2 euros frente a los 698,2 de los contratos por horas.

Precisamente el alto número de mujeres que trabajan a tiempo parcial —un tipo de empleo peor pagado y más precario— explica buena parte de la diferencia entre los sueldos medios de hombres y mujeres, como advirtió el propio INE en su nota de este viernes. En 2014, las empleadas por horas se acercaban a los dos millones, en cambio, los trabajadores masculinos a tiempo parcial no llegaban a los 620.000.

De esta forma, la diferencia entre los que ganan los hombres y las mujeres superó por primera vez los 500 euros en 2014. La distancia creció porque las ganancias de las mujeres bajaron (3,5 euros menos al mes) hasta situarse en 1.618,1 euros mensuales, mientras que la de los hombres aumentó (23,8 euros más), para fijarse en una media de 2.125 euros.

La desigualdad creciente en España es una de las consecuencias que más se han dejado sentir de la crisis como se aprecia en la estadística. Además de por género, también creció la brecha por edades. El sueldo de los más jóvenes del mercado laboral, quienes tienen entre 16 y 24 años, menguó en dos euros al mes, dejando el salario bruto en 1.030 euros mensuales. Por el contrario, el de los más mayores, subió en 54 euros, hasta los 2.198 euros. En este caso también pesó la mayor tasa de empleo a tiempo parcial entre los trabajadores jóvenes como causa de esa desigualdad. En 2014, la excepción hay que buscarla en las remuneraciones de indefinidos y temporales. Si el año anterior la separación entre unos y otros alcanzó su techo (765,9 euros), este se ha reducido hasta poco menos de 750 euros.

También se estrecharon las diferencias entre el sector público y el privado. Los trabajadores de la Administración ganan 2.544 euros brutos mensuales, con un aumento del 0,57% respecto al año anterior, mientras que en el sector privado se situó en los 1.710,3 euros, con un crecimiento del 1,1%.

Por territorios, se ensanchó la distancia entre la comunidad en la que el sueldo medio es más alto y la que lo tiene más bajo. En Madrid, donde se pagan los salarios más elevados, la ganancia media ha crecido en más de 200 euros en los últimos cuatro años, hasta los 2.272 euros mensuales. En cambio, en Extremadura —tradicionalmente la región de España con remuneraciones más bajas, excepto el año pasado en el que lo fue Canarias— el incremento fue de 34 euros en el mismo periodo de tiempo, hasta los 1.588. El País Vasco es la comunidad donde más proporción de trabajadores está en la escala alta de salarios.

Tres millones de trabajadores no llegan a mileuristas
Casi tres millones de trabajadores tenían un sueldo de 972,8 euros brutos a mes el año pasado, según la encuesta de deciles divulgada este viernes por el INE. Es decir, que al menos tres millones de empleados ni siquiera llegan a ser mileuristas. No obstante, si consideramos al salario bruto que computa la encuesta, le restamos los descuentos de IRPF y Seguridad Social y el hecho de que se incluyen las pagas extraordinarias, la cifra de los trabajadores españoles que no gana ni 1.000 euros netos al mes se eleva por encima de los cuatro millones, del total de 14,2 millones de asalariados a los que se refiere el informe.

En el análisis que hace el Ministerio de Economía de la encuesta, el departamento que dirige Luis de Guindos destacó que si en 2010 el 20,1% de asalariados ganaba menos de 1.221 euros, ese porcentaje ha caído hasta el 17,5% en 2014.

En lo referente a ocupaciones, los salarios más bajos se concentraron en las actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico (84,7% por debajo de 1.221,1 euros) y en el sector primario, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (59,6%). Las remuneraciones más elevadas se dieron en actividades financieras y de seguros (el 71,6% recibieron salarios superiores a 2.173,5 euros), en educación (58%) y en suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (56,1%).

 http://economia.elpais.com/economia/2015/11/06/actualidad/1446805661_224683.html

domingo, 1 de noviembre de 2015

RIQUEZA: TENERLO TODO Y QUERER MÁS. INFORME OXFAM.

La riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña élite. Esta élite rica ha creado y mantenido su vasta fortuna gracias a las actividades que desarrollan por defender sus intereses en un puñado de sectores económicos importantes, como el financiero y el farmacéutico y de atención sanitaria. Las empresas de estos sectores destinan millones de dólares cada año a actividades de lobby dirigidas a favorecer un entorno normativo que proteja y fortalezca aún más sus intereses. La mayoría de las actividades de lobby que se llevan a cabo en Estados Unidos trata de influir sobre cuestiones presupuestarias y fiscales, es decir, sobre recursos públicos que deberían orientarse a beneficiar al conjunto de la ciudadanía, en lugar de reflejar los intereses de los poderosos lobistas. Seguir Leyendo el informe aquí.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Un tercio de la población española está en riesgo de pobreza. En 2014 se contaron 13,8 millones de personas en riesgo de exclusión social, casi un millón más que en el año anterior

El 29,2% de la población española está en riesgo de pobreza y exclusión social. En total, son 13.704.003 personas, según datos de 2014. Los datos parten del indicador Arope, creado a nivel europeo en el marco de la Estrategia Europa 2020 y elaborados a partir de las cifras del Instituto Nacional de Estadística. Han sido presentados hoy por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN por sus siglas en inglés), una coalición de ONG a nivel europeo que en España tiene presencia en todas las comunidades autónomas.

En dirección contraria a la Estrategia Europa 2020
En 2010, la Unión Europea estableció una estrategia, de cara al año 2010, con objetivos de carácter medioambiental, de innovación tecnológica, de mejora del empleo, de educación y también del seguimiento del indicador de la pobreza.

“El compromiso era reducir en 20 millones el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social en la Unión Europea de cara a 2020 respecto a los datos de 2009”, explica Carlos Susías, presidente de EAPN España. Desde esta plataforma se hace un seguimiento de los avances en cada país. En España, para cumplir con el objetivo, a esta fecha se debería haber reducido el número de personas en riesgo de pobreza en 1,4 o 1,5 millones, explica Susías. Sin embargo, la tendencia va en dirección contraria, con casi un millón de personas más en riesgo de exclusión social en 2014 respecto al año anterior.

“Estamos viendo un proceso de crecimiento económico, mejoran las cifras macroeconómicas, pero mientras vemos cómo empeoran las cifras del indicador Arope”, señala Susías. En España, la tasa de pobreza se sitúa en los 7.961 euros anuales. Las personas con ingresos por debajo de esa cifra son incluidas en el indicador como en riesgo de pobreza, pero también las que tienen ingresos menores a los 332 euros mensuales –pobreza severa–, que son ya 3,2 millones de personas, o las que no tienen ningún tipo de ingreso más allá de las aportaciones y ayudas prestadas desde organizaciones sociales, según señala Juan Carlos Lano, sociólogo encargado del informe, quien apunta que los datos del INE muestran que son ya 740.000 hogares los que no tienen ingresos.

Además, según señalan desde la EAPN, el umbral que delimita la tasa de pobreza ha ido bajando en los últimos años. “Ha habido un empobrecimiento general de la población, por lo que mientras antes el umbral para entrar en el indicador se situaba en los 729 euros mensuales –8.114 anuales–, ahora ha bajado a los 633,4 euros –7.961 euros anuales–.

Menos mayores pobres, más niños pobres
Desde la EAPN apuntan que, si bien la diferencia en cuanto a pobreza respecto a géneros se ha suavizado, mostrando los últimos datos prácticamente las mismas cifras para hombres y mujeres, en el caso de las edades sí se perciben grandes diferencias. Mientras la tasa de pobreza ha bajado a la mitad entre los mayores de 65 años –del 25% al 13%–, la tasa en adultos de entre 30 y 64 años se mantiene en torno al 31% de la población y en el caso de los jóvenes de 16 a 29 años aumentó en 2014 en once puntos, hasta alcanzar al 36,4% de este grupo de edad.

En el caso de la infancia, las cifras también han empeorado, pasando de un índice del 31,9% al 35,4% en 2014. “La pobreza infantil es cualquier cosa menos un supuesto, es una realidad en nuestro país”, ha subrayado Graciela Malgesini, responsable de Asuntos Europeos e Incidencia Política de la EAPN, quien señala también que los hogares monoparentales, mayormente de mujeres con menores a su cargo, son los que presentan una situación más grave, ya que el 53% de ellos están en riesgo de pobreza. También, la nacionalidad es un factor notable: la tasa de pobreza de la población extranjera (55,4%) triplica a la de la población española (18,4%).

Los tres factores del índice Arope
El índice que mide el riesgo de pobreza a nivel europeo se forma a partir de tres factores: desempleo, pobreza y privación material. El Arope incluye a toda persona por cada uno o varios de los tres factores, pero desde la EAPN señalan que el 2,3% de la población del Estado sufre los tres factores de desigualdad. “Se trata de más de un millón de personas que se encuentran en la peor situación económica y social posible”, apuntan.

Por separado, el incremento de la pobreza es el que ha tenido mayor peso en el aumento del índice, ya que además aporta el 75% del peso del indicador. El número de personas en esta situación ha pasado de los 2,8 a los 3,3 millones.

La privación material –personas que no pueden afrontar gastos básicos del día a día, como calentar sus hogares, el consumo de carne o pescado al menos dos veces por semana o gastos imprevistos– también ha aumentado en dos puntos: el 7% de la población –4,4 millones de personas– no puede pagar este tipo de gastos.

El desempleo, y cada vez más, el empleo precario, es otro de los factores. “Este indicador sigue empeorando, aunque se den cifras positivas de recuperación de empleo. Esto puede parecer una contradicción, pero no, porque tenemos un empleo de baja calidad, son empleos de tiempo parcial”, explica Susías. “Sube el número de trabajadores pobres, personas que tienen trabajo, pero aún así no consiguen salir de a pobreza. Siempre se ha dicho que el trabajo es el elemento inclusivo que permite salir de la pobreza, y no está cumpliendo esta función porque es de mala calidad”, continúa. “Si los salarios están por debajo del propio índice de pobreza, difícilmente se va a salir de ésta por mucho empleo que se tenga”.

Norte y sur. La diferencia en las políticas sociales
También señalan las diferencias entre las distintas zonas del Estado. “Hay una línea imaginaria que divide España entre norte y sur. Todo el sur está por encima de la media nacional de pobreza y el norte por debajo”, explica Susías. Así, mientras Ceuta (44,3%), Murcia (37,2%) y Andalucía (33,3%) presentan los números más alarmantes en cuanto a riesgo de pobreza, el País Vasco (10,2%) y Navarra (11,9%) registran los mejores datos. “Son comunidades autónomas en las que se han puesto en marcha políticas de inclusión social”, apunta el presidente de la EAPN.

El segundo país europeo en desigualdad
Durante la presentación de los datos, desde la EAPN también han señalado el incremento de la desigualdad en España, que ha aumentado en dos puntos. “España es uno de los países donde más ha crecido la desigualdad”, señala Susías. A día de hoy, según el informe, el 10% de población con mayores ingresos gana el equivalente a la cuarta parte de toda la riqueza del Estado y 14 veces más que el 10% más pobre.

“El crecimiento económico que muestra el aumento del PIB no es suficiente para reducir la tasa de personas en Arope, como muestra el análisis territorial. La capacidad redistributiva de las políticas sociales tiene que ser priorizada para lograr una mayor cohesión social y equidad en todo el país”, señalan desde la plataforma.

Decálogo frente a las elecciones generales
“Se dice que la lluvia hace que al final todos se mojen, pero estamos viendo que los de arriba se están empapando y los de abajo siguen secos”, sentencia Susías. De cara a las próximas elecciones generales, desde la EAPN han planteado a los partidos políticos diferentes medidas encaminadas a combatir la pobreza y desigualdad económica que pasan por la creación de un sistema estatal de rentas mínimas que supere a los diferentes sistemas regionales, en los que los largos plazos a la hora de recibir la prestación y la “originalidad a la hora de poner condiciones” se presentan como grandes obstáculos; prestaciones universales por hijo, siguiendo el modelo de gran parte de los países europeos, en los que la pobreza infantil presenta números mucho menores a los españoles; y un cambio en el sistema fiscal que suponga una mayor redistribución de la riqueza.

“La pobreza no es un castigo divino, es consecuencia de las políticas económicas y fiscales de los gobiernos, y hay que trabajar en esa dirección”, concluye Susías.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/28060-tercio-la-poblacion-riesgo-exclusion-social.html
Más, el 1% tiene el 50% de la riqueza mundial.

jueves, 15 de octubre de 2015

DESIGUALDAD ECONÓMICA » El 1% más rico tiene tanto patrimonio como todo el resto del mundo junto

La brecha, lejos de suturarse, se ha ampliado desde el inicio de la Gran Recesión, en 2008

GRÁFICO Distribución de la riqueza mundial

DESCARGABLE Lea el informe completo de riqueza mundial de Credit Suisse (en inglés)

2015 será recordado como el primer año de la serie histórica en el que la riqueza del 1% de la población mundial alcanzó la mitad del valor del total de activos. En otras palabras: el 1% de la población mundial, aquellos que tienen un patrimonio valorado de 760.000 dólares (667.000 euros o más), poseen tanto dinero líquido o invertido como el 99% restante de la población mundial. Esta enorme brecha entre privilegiados y el resto de la humanidad, lejos de suturarse, ha seguido ampliándose desde el inicio de la Gran Recesión, en 2008. La estadística de Credit Suisse, una de las más fiables, solo deja una lectura posible: los ricos saldrán de la crisis siendo más ricos, tanto en términos absolutos como relativos, y los pobres, relativamente más pobres.

En La gran brecha, qué hacer con las sociedades desiguales (Taurus, 2015), uno de los últimos libros de Joseph E. Stiglitz, el Nobel de Economía utilizaba una poderosa imagen de Oxfam para ilustrar la dimensión del problema de la desigualdad en el mundo: un autobús que transporte a 85 de los mayores multimillonarios mundiales contiene tanta riqueza como la mitad más pobre de la población global. Hoy, a esta impactante imagen, plenamente vigente, se añaden otras que dejan patente la creciente inequidad entre los privilegiados y el resto del mundo: uno de cada cien habitantes del mundo tiene tanto como los 99 restantes; el 0,7% de la población mundial acapara el 45,2% de la riqueza total y el 10% más acaudalado tiene el 88% de los activos totales, según la nueva edición del estudio anual de riqueza hecho público este martes por el banco suizo Credit Suisse, elaborado con los datos de patrimonio de 4.800 millones de adultos de más de 200 países.

¿Qué ha causado este nuevo aumento de la brecha? La entidad financiera apunta a la mejora de los mercados financieros: la riqueza de los más acaudalados es más sensible a subidas de precio de acciones de empresas y otros activos financieros que la del resto de la población. En el último año, los índices de referencia de los mercados de los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses, el Eurostoxx 50 y el S&P 500, avanzan más de un 10% en el último año.

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Otro dato apoya la tesis del aumento de la inequidad: aunque el número de muy ricos (aquellos que tienen un patrimonio igual o superior a los 50 millones de dólares) se ha reducido en cerca de 800 personas desde mediados de 2014 por la fortaleza de la moneda estadounidense frente al resto de grandes divisas, el número de ultrarricos (aquellos que tienen 500 millones o más) ha repuntado “ligeramente”, según Credit Suisse, hasta casi 124.000 personas. Ni siquiera el ajuste por tipo de cambio es capaz de contrarrestar su aumento. Por países, casi la mitad de los muy acaudalados reside en EE UU (59.000 personas), 10.000 de ellos viven en China y 5.400 tienen residencia en Reino Unido.

A la vista de los datos, no es de extrañar la satisfacción que mostraba este martes el máximo responsable de Gestión de Patrimonios de la entidad suiza para Europa, Oriente Medio y África, Michael O'Sullivan: su negocio no ha dejado de crecer desde el estallido de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. “La nuestra es una industria en pleno crecimiento, la riqueza seguirá su trayectoria al alza”. Sus previsiones no pueden ser más elocuentes. El número de personas con un patrimonio superior al millón de dólares crecerá un 46% en los cinco próximos años, hasta los 49 millones de individuos.

Toda la riqueza mundial en su conjunto, en cambio, crecerá hasta 2020 a un robusto pero inferior 39%. En España, el número de ciudadanos con un patrimonio superior al millón de dólares (algo menos de 900.000 euros) ascendía a mediados de este año a 360.000 personas, un 21% menos que en la misma fecha de 2014. España es el noveno país que mayor número de millonarios pierde en el último ejercicio. Al igual que en el resto de la eurozona, la evolución se ve distorsionada por la debilidad del euro frente a la moneda estadounidense.

La clase media china ya es la más numerosa en el mundo
China, el mejor exponente de los años dorados de los emergentes que empiezan a tocar a su fin, ya es el país del mundo con más ciudadanos de clase media. Según el informe anual de riqueza mundial de Credit Suisse, 109 millones de residentes en el gigante asiático poseen unos activos valorados entre 50.000 y 500.000 dólares —44.000 y 440.000 euros, respectivamente—, el rango que establece el banco helvético. Esta cantidad equivale al ingreso medio de casi dos anualidades y ofrece una protección “sustancial” frente a la pérdida del empleo, una caída brusca en el volumen de ingresos o un gasto de emergencia.
Aunque la distribución de la renta en China dista mucho de ser igualitaria, la expansión de la clase media ha seguido un camino paralelo a la evolución de su economía: a mayor crecimiento —el gigante asiático ha crecido a doble dígito ocho de los últimos 20 años y se ha convertido en la imagen del milagro emergente— más ciudadanos en la banda media de renta. En 2015, el Estado asiático superó a EE UU (92 millones) como el primer país por número de personas de clase media. Japón (62 millones de habitantes de clase media), Italia (29 millones), Alemania (28 millones), Reino Unido (28 millones) y Francia (24 millones).

Diferencias regionales
Por regiones, el 46% de la clase media mundial vive en Asia-Pacífico; el 29% residen en Europa, cuna del Estado de bienestar, y el 16%, en América. En términos relativos, en cambio, Norteamérica —con Estados Unidos y Canadá a la cabeza— se erige como máximo exponente de la clase media, con un 39% de los adultos dentro de este apéndice, seguida por Europa, donde uno de cada tres mayores de edad son clase media. La proporción se desploma en América Latina (11%) y en Asia Pacífico, la región más poblada del globo y en la que solo uno de cada 10 habitantes entra dentro del rango establecido por Credit Suisse.

Según las cifras de la entidad financiera, 664 millones de todo el mundo pueden ser considerados de clase media, solo el 14% de la población adulta global. De esta cifra, 96 millones de personas (el 2% del total) tiene una riqueza valorada en más de medio millón de dólares.
http://economia.elpais.com/economia/2015/10/13/actualidad/1444760736_267255.html

lunes, 12 de octubre de 2015

Más progreso sin dejar a nadie atrás. Salud, empleo y seguridad alimentaria son los asuntos que cobran relevancia en la nueva agenda global, cuyo objetivo es reducir la enorme lacra de la desigualdad

A la comunidad de Loma Alta, en la región boliviana del Beni, no ha llegado noticia de las sofisticadas negociaciones que han desembocado esta semana en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sus habitantes, sin embargo, saben perfectamente de qué se está hablando. Como muchos de los llamados “pueblos originarios” de América Latina, esta población ocupa el vagón de cola de un modelo de progreso desigual, con niveles de desnutrición y mortalidad materno-infantil que multiplican los de las regiones más desarrolladas del país. Su comunidad constituye un microcosmos de los retos del desarrollo en Bolivia y en buena parte del planeta... leer más.

http://elpais.com/elpais/2015/10/05/planeta_futuro/1444057481_569174.html

martes, 18 de agosto de 2015

Los 'pepenadores' alemanes utilizan Internet y el celular. Las botellas vacías han creado un gran negocio en Alemania para más de dos mil recolectores de basura

Hace un par de semanas, Robert, un receptor de la ayuda social alemana de 63 años, recibió una noticia que le cambió la vida. Un amigo indigente le contó sobre la existencia de pfandgeben.de, un portal en Internet que concentra un banco de datos de recolectores de botellas en toda Alemania, un pequeño ejército de pobres e indigentes que nació el 1 de mayo de 2006, cuando entró en vigor una ley casi revolucionaria en el país. La nueva ley, convirtió a varios miles de habitantes de este rico país en alumnos aventajados de los miserables 'pepenadores' mexicanos, ese grupo de indigentes que nace, vive y muere en los grandes basureros recogiendo cualquier objeto de valor que les reporte un par de pesos.

Desde mayo de 2006, todas las tiendas que venden bebidas, incluidas las alcohólicas, con una superficie mayor de 200 metros cuadrados, quedaron obligadas por ley a pagar entre 13 y 34 centavos de dólar por cada envase que lleva una etiqueta mágica: 'retornable'. La noticia se propagó de boca a boca entre los indigentes, los parados y también los jóvenes que visitan religiosamente los institutos de Enseñanza Básica y Media en el país. De la noche a la mañana, los contenedores de basura se habían convertido en pequeñas islas del tesoro que ofrecían sus riquezas (los envases retornables) a los modernos piratas de la sociedad alemana.

Este nuevo fenómeno social, que nació gracias a la titánica lucha que libró el ex ministro de Medio Ambiente Jürgen Trittin (1998-2005), un combativo militante de los Verdes, para ponerle precio a la basura, es un ejemplo patético de que en la rica Alemania existe un grupo social que las estadísticas no toman en cuenta: los pobres.

Gracias a Jürgen Trittin, miles de 'pepenadores' en todo el país, tienen ahora la posibilidad de ganar algunos euros extras recogiendo envases vacíos. La nueva invasión está causando estragos en los grandes supermercados, donde los clientes habituales se abastecen de cerveza y agua mineral.

Decenas de indigentes y parados esperan con paciencia infinita su turno para depositar el tesoro en máquinas especiales para poder canjear los envases vacíos retornables por un cupón que amortiza la compra de las bebidas y forman colas que pueden durar hasta un par de horas.

Robert es un pepenador de Berlín y sus ingresos de multiplicaron gracias a otra idea genial, esta vez diseñada por un diseñador gráfico, que no sabía que hacer con las botellas que se juntaban después de las fiestas en su departamento ubicado en Friedrichshein, un barrio de moda de la capital

“Después de cada fiesta o reunión con mis compañeros de piso quedaban decenas de botellas en la cocina. Con un amigo pensamos que sería de gran ayuda avisarles a los recolectores de botellas: en mi cocina tengo muchas botellas y las puedes venir a recoger”, contó Jonas Kakoschke, creador de pfandgeben.de.

Jonas preparó un catálogo de preguntas, salió a la calles de Berlín a entrevistar a los recolectores y les explicó su idea. Investigó cuántos de ellos contaban con un teléfono móvil. La mayoría le facilitó con gusto su número teléfono y en la actualidad tiene registrados alrededor de dos mil recolectores. Para que el botellero sea ubicado en su localidad tiene que estar registrado en la página. Por semana hay entre cinco y diez nuevos registros. Los interesados en deshacerse de sus botellas eligen en el portal su lugar de ubicación y éste arroja los números telefónicos de los botelleros en el área. El resto se coordina directamente entre el donador y el recolector. Kakoschke no interviene, ni exige dinero por el servicio.

“Gracias a Pfandegen.de mis ingresos aumentaron y ya puedo darme algunos lujos”, dijo Robert, quien trabaja hurgando en los basureros en los alrededores del Europa Center de la capital alemana. A pesar de seguir saliendo a las calles en busca de botellas, la plataforma web le ha facilitado su trabajo de pepenador: “Lo tengo que seguir haciendo. No soy el tipo de persona que pediría limosna en la calles, mejor recolecto botellas”.´

Eduard Lüning también es un pepenador alemán que nació hace 51 años en Münster y es el único que ha escrito un libro sobre su experiencia como recolector de envases vacíos retornables. Pero Lüning, a diferencia de Robert, el pepenador de Berlín, es un hombre famoso y está en camino de almacenar una pequeña fortuna gracias al tesoro que sus compatriotas abandonan en los contenedores de basura o dejan tirados en el suelo durante los grandes festivales de música

Hace ocho años y mientras intentaba dormír en su coche, Lüning observo como un anciano escarbaba en un contenedor armado de una linterna. “Busco botellas” le dijo el anciano. Al fin de semana siguiente, Lüning armado de varias bolsas espero la llegada de los trenes en la estación de Münster.

Fue el comienzo de una aventura que aún no finaliza. En una entrevista reciente, el ex taxista y obrero de la construcción admitió que ganaba más de 10.000 euro al mes recolectando botellas y latas de cerveza. Lüning viaja con su caravan por todo el país, visitando festivales de música

“Me sigue fascinando como se puede ganar dinero con la basura de los demás”, dijo el más famoso de los pepenadores alemán, quien gracias a la iniciativa del ex ministro Jürgen Trittin, se convirtió en un exitoso empresario que está en camino de hacerse rico con los envases que abandonan sus compatriotas.

¿Hay algo de esto en España?
Ha habido un proceso de apoderamiento por las grandes empresas de los productos que pueden ser reciclado y una eliminación de este mercado de los más pobres y necesitados.

¿Cómo ha ocurrido? pues mediante la prohibición de compra de esos productos por las empresas que los compraban. Ahora no se compran libremente ni papel, ni cartón, ni envases de plásticos, metal o vidrio. Y son grandes empresas las que los compran y mediante los contenedores de recogida, puesto por los Ayuntamientos, y las campañas de "concienciación" ciudadana.

Somos los vecinos quienes hacemos el trabajo gratis de llevarles los objetos a los contenedores de esas empresas. Para ello se llevan a cabo campañas de responsabilidad social y ecológica. Productos que luego ellos se encargan de vender.

Mientras, a la multitud de necesitados, que no tenían otro medio de vida que la recogida de esos productos, se les ha privado y expropiado de esa posibilidad y se les ha arrojado aún más a la marginación y la pobreza aumentando la desigualdad.

¿No es hora de hacer algo por ellos?
Creo que sí, son muchos millones de euros que se llevan a costa del trabajo gratis* de muchos vecinos y que podría ser el origen de miles de empleo.

   *Con respecto al trabajo gratis y que, por lo tanto, no ganamos nada con ello y en consecuencia no produce empleo, hay mucho que hablar:

Cada vez hay más gasolineras que no tienen empleados, su trabajo, que antes eran empleos, se ha trasladado gratis al público y no dan nada a cambio por ello, un trabajo peligroso y especializado. Las ganancias pasan integras y únicamente al empresario.

Lo mismo está ocurriendo en multitud de gestiones con los bancos, es un proceso lento y parece imparable.
Han pasado de poner un cajero gratuito para acceder a nuestro dinero en cualquier momento, lo que sin duda es un buen servicio, a delegar trabajos de transferencia, pago de impuestos, de recibos, etc. al cliente de forma gratuita y a cobrar por su utilización. Y se da la paradoja que, en muchos casos, tenemos que ser nosotros, los clientes, quienes le hacemos el trabajo voluntario a personas mayores que, por falta de visión o habilidades, no son capaces de realizar las gestiones en el cajero automático.

Y así con la gestión de multas, de compras de entradas, etc. etc.

Trabajos todos ellos no remunerado que beneficia exclusivamente al empresario y que supone la eliminación de miles de puestos de trabajo.

Lo mismo sucede con la implantación paulatina del autoservicio en bares y restaurantes que no repercute en el comprador o cliente.

Y todo esto está ocurriendo en una sociedad con más del 20% de paro y cientos de miles de jóvenes que se ven expulsados del país para poder sobrevivir. Ello significa una vuelta de tuerca más en la explotación, la desigualdad y la lucha de clases. Aparentemente a cambio de nada.

Digo aparentemente porque en realidad no es a cambio de nada, es a beneficio exclusivamente del empresario con el consiguiente aumento de la marginación y desigualdad. Es decir, para poner un ejemplo, cuando los "buenos y responsables ciudadanos" hacemos el trabajo de clasificar las basuras y llevarlas al contenedor adecuado, estamos ayudando al empresario a ganar más dinero a la vez que se lo quitamos al que antes recogía y podía vender esos productos,... con lo cual ayudamos a crear más pobreza y marginación, de forma voluntaria con un trabajo no remunerado que le hacemos al capitalista.  Esos trabajos deberían beneficiar a los que hacemos el trabajo y en todo caso a los parados.

¡Hasta cuando vamos a aceptar estos trabajos voluntarios que significan arrojar al paro a miles de trabajadores!!
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/07/actualidad/1389119012_397307.html

lunes, 6 de julio de 2015

5.450.000 personas en desempleo. 771.000 hogares sin ingresos laborales. Aumento de la desigualdad.

Aquí tienes el enlace a un nuevo número de Gaceta Sindical en el que se analizan algunas de las causas estructurales que inciden en el aumento de la desigualdad, la pobreza laboral y la devaluación de los salarios.

La desigualdad y la exclusión social han alcanzado en España niveles insoportables, que evidencian que la recuperación de la economía no está llegando a las personas. La prueba más palpable de esta cruda realidad son los datos del desempleo: casi 5.450.000 personas están paro y más de la mitad son parados de larga duración, que corren el riesgo de convertirse en “parados estructurales”; es decir sin posibilidad de reinserción en el mercado de trabajo, incluso aunque la economía se recupere por completo.

La cara más dramática de LA DESIGUALDAD

La desigualdad y la exclusión social han alcanzado en España niveles insoportables, que evidencian que la recuperación de la economía no está llegando a las personas.

Además, según la EPA, en el primer trimestre de 2015 había 771.000 hogares donde no entra ningún ingreso laboral (40.000 más que en el trimestre anterior). En ellos viven cerca de 1.600.000 personas (330.000 son niños) que siguen sufriendo la crisis.

Por si esto fuera poco, España es el país donde la brecha entre ricos y pobres es más grande (13 puntos).

El Gabinete Económico CCOO advierte que la solución a la desigualdad pasa por impulsar el crecimiento para generar empleo y reducir el paro. Para ello, se necesita cambiar el rumbo de la política económica para que tenga como prioridad a las personas, y se combinen políticas activas de empleo con otras de protección social.

Hace falta una política presupuestaria distinta, que apoye el cambio de modelo de crecimiento y aumente la base industrial, así como otra política fiscal más justa, solidaria y redistributiva, que entienda que la economía funciona mejor cuando funciona para todos y que la salida de la crisis no se puede financiar con un aumento de la desigualdad y la pobreza.

jueves, 2 de julio de 2015

Un país para ricos

Adolfo Muñoz, Txiki

Alfonso Basagoiti, ex-Consejero de Hacienda del Gobierno Vasco, ex-presidente del Círculo de Empresarios y ahora consejero de Euskaltel ha dicho que las vacaciones fiscales “se hicieron rematadamente mal” porque la rebaja de impuestos “se aplicó a pocas empresas” y debió hacerse a todas. Si se hubiera hecho así –dice- “no hubiera habido ningún problema con la UE”. No quiere que las empresas paguen impuestos y no dice la verdad cuando afirma que las empresas vascas pagan más impuestos que las españolas.

La realidad es que en base a subvenciones, bonificaciones y exenciones establecidas en el Impuesto de Sociedades, las empresas o pagan muy poco o no pagan nada.

ELA ha celebrado un Seminario sobre fiscalidad en Donostia los días 18 y 19 de Junio. En él se ha analizado el trato fiscal privilegiado para las rentas que no son de trabajo. Estas son las conclusiones del Seminario.

1.- Los gobiernos favorecen la acumulación de capital a la vez que las Haciendas desfiscalizan esas rentas para que no paguen impuestos. Esos mismos Gobiernos con la patronal atacan a los salarios y las Haciendas deciden que los impuestos recaigan, fundamentalmente, sobre las rentas de trabajo. Por eso aumentan las desigualdades. La competencia fiscal entre países basada en la bajada de impuestos al capital y a las empresas destroza un modelo de sociedad justo y solidario. No es casualidad que los países que mejor están respondiendo a la crisis sean los que más presión fiscal y gasto público tienen.

2.- El poder político y económico no tienen ningún interés en materia fiscal en favorecer la información y la participación social. Hacen creer a la ciudadanía que bajando los impuestos a los ricos ganamos todos. Nos tratan como si fuéramos idiotas. Las Haciendas Vascas son un reino de opacidad; una “caja negra” en la que una pequeña élite, muy cercana al mundo empresarial, decide los impuestos.

3.- La capacidad normativa de las Haciendas Vascas (Concierto y Convenio) se concreta en que tengamos 7 puntos de presión fiscal menos que la media europea (incluso menos que en España). De establecer la presión fiscal media europea se recaudarían 6.600 millones de euros más. Los beneficiados son las rentas altas, empresariales y de capital. En realidad, desde hace muchos años, no ha existido una política fiscal propia en el ámbito vasco. Las Haciendas de los cuatro territorios se han limitado a copiar y pegar lo que hacia Madrid estableciendo, eso sí, más ventajas fiscales a empresas y capital. Rajoy, para tratar de evitar una debacle electoral, anuncia que bajará los impuestos -a sus amigos- en el IRPF y en Sociedades. ¿Alguien duda sobre qué harán las Haciendas Vascas?

4.- Es un contrasentido que la decisión sobre los ingresos esté en manos de las Administraciones que menos gasto tienen a su cargo, las Diputaciones. Este sistema, en la CAPV, deja la política fiscal en manos de un órgano sin control democrático, el Órgano de Coordinación Tributaria. Hay que acabar con los reinos de Taifas en que se han convertido las Haciendas, garantizar la participación social y establecer la decisión y el control democrático en el Parlamento vasco.

5.- Contrariamente a lo que dicen CONFEBASK y la CEN, la fiscalidad vasca es, de todas las del Estado, la que más privilegios recoge para las empresas. Es un grave error, que también comete la izquierda política, prestar atención al tipo nominal (porcentaje) del Impuesto. El tipo nominal no dice nada sobre lo que en realidad pagan las empresas ya que ha sido pervertido con un sinfín de exenciones, bonificaciones y subvenciones -innumerables e inútiles- pensadas para que las empresas o paguen poco o no paguen nada en el Impuesto de Sociedades.

6.- ELA llama la atención sobre la influencia de la patronal en la decisión de los impuestos. Sufrimos situaciones que debieran estar prohibidas, como que un Secretario General de una patronal pase a ser Diputado de Hacienda. Un ejemplo de esa connivencia han sido las vacaciones fiscales. Una decisión, la de incumplir el mandato de Europa, que fue adoptada de común acuerdo entre las Haciendas y Confebask y por la que hemos tenido que pagar 30 millones de € de multa. La fiscalía, en esa “desobediencia contumaz” que duro muchos años, no ha visto voluntariedad para apreciar delito.

7.- Las normas fiscales vascas regulan sistemas de elusión fiscal para usar sociedades interpuestas con el único objeto de no pagar impuestos. Además, las Haciendas Vascas, no han adoptado ninguna medida efectiva para impedir la evasión de capitales a paraísos fiscales. Al contrario, cuando Madrid ofrece una amnistía fiscal para regularizar los capitales evadidos, nos enteramos por los medios de comunicación que en las Haciendas Vascas existe un trato más favorable para el evasor que el que ofrece el Estado. Los paraísos fiscales existen porque los Gobiernos quieren. Más allá de la hipocresía, los gobiernos no tienen interés en acabar con los ellos; al contrario, los usan como escusa en su cruzada para dar privilegios al capital.

8.- La lucha contra el fraude no es una prioridad de la Haciendas. No hay voluntad y, como consecuencia, tampoco medios humanos suficientes para proceder a inspeccionar las rentas y actividades en las que se concentra el fraude. Si a la pasividad de las Haciendas se le suma la inexistencia de una policía judicial especializada y que los jueces que tramitan los delitos fiscales carecen de una formación específica, es fácil entender por que los delitos fiscales son tan excepcionales. ELA exige reforzar las medidas coercitivas para obligar a las rentas que se refugian en el fraude, la elusión y la evasión a cumplir con sus obligaciones.

9.- ELA exige, además, que la política de distribución de renta se haga por la vía del gasto social y no con ventajas fiscales. La mayor parte de las ventajas fiscales establecidas en los diferentes impuestos (subvenciones, deducciones, exenciones…) tienen un componente netamente regresivo, beneficiando a quien más renta obtiene.

10.- ELA constata -y lamenta- la inmensa fuerza que tiene el sistema para integrar, también en fiscalidad, a las fuerzas políticas que alcanzan responsabilidades institucionales. El resultado no puede ser, en nuestra opinión, que la disputa institucional se haga a costa de relativizar la política social. Sin cambio en la política fiscal es imposible el cambio en la política social. Sin pedagogía fiscal alternativa la derecha seguirá imponiendo políticas antisociales.

El sistema fiscal vasco permite al capital la elusión, la evasión y el fraude. El problema no termina ahí porque, además, ese capital -que no paga impuestos- tiene un gran control sobre el poder político para condicionar que el gasto público se dirija a satisfacer sus intereses destruyendo el gasto social.
Adolfo Muñoz, "Txiki", Secretario General del sindicato ELA

domingo, 24 de mayo de 2015

Austeridades

España es ejemplo de devaluación salarial general, fruto de la reforma laboral, aunque con un deterioro muy superior para los que se encuentran en la situación más desfavorable: entre 2007 y 2011 los ingresos de la decila más baja de la población disminuyeron un 12,9%, cuando los de la decila más alta cayeron solo un 1,4%. Nada permite pensar que haya cambiado el panorama. La deuda pública, motivada por la política económica del Gobierno, sigue ascendiendo y ha llegado a récord tanto en términos absolutos (1,04 billones de euros) como relativos (99% del PIB). Esta deuda pública ha crecido más en los cuatro años de Rajoy que en los siete largos de Zapatero.

Son dos maneras distintas, estrecha y ancha, de aplicar la austeridad. Son dos austeridades. Dependen del lugar desde donde se mire. Ocurre algo semejante con otro tipo de cosas. El último Consejo de Ministros, 10 días antes de las elecciones, preanuncia lo que sucederá hasta las generales: paladas de dinero público de ayudas (familias, automóviles, comunidades autónomas…), un nuevo sistema de financiación al cine… Algo inédito en toda la legislatura. Que se aprovechen sus beneficiarios. Se hacían públicas apenas 24 horas después de que la Comisión Europea advirtiese al Gobierno de que su déficit sigue siendo el segundo más alto de la eurozona, que la deuda pública está por encima de la media, que no ha terminado la reestructuración bancaria y que los salarios deben seguir subiendo por debajo de la productividad (es decir, bajando).

El lema “crece ahora, y después preocúpate por los pobres” es una falacia

Mientras por el periscopio se divisan elecciones se inyecta gasto. En cuanto aquellas hayan finalizado llegarán otros ajustes y nuevas vueltas de tuerca a traición en el mercado de trabajo y en pensiones. Distribuidos del modo desigual ya visto. La OCDE ha advertido (y no es sospechosa de igualitarismo) que la desigualdad tiene un efecto negativo y estadísticamente significativo en el crecimiento, creando ineficiencias en la distribución de los factores y en la productividad.

Estos estudios, así como los de Piketty, Sáez, Zucman, Stiglitz y otros, cuestionan el uso ideológico que se ha hecho de la curva de Kuznets. La curva de Simon Kuznets, premio Nobel, tiene forma de campana (una “U” invertida) y muestra que el desarrollo acelerado produce, en una primera fase, desigualdades crecientes hasta llegar a un punto más allá del cual empieza a generar igualdad. Fue utilizada con el fin de neutralizar las críticas contra los efectos desigualitarios de las políticas económicas, bajo el lema de “grow now, worry about poor later” (“crece ahora, y después preocúpate por los pobres”). Estos estudios han demostrado que ese “después” nunca llega o tarda demasiado.
http://economia.elpais.com/economia/2015/05/17/actualidad/1431882784_904381.html

lunes, 18 de mayo de 2015

ENTREVISTA: MANUELA CARMENA. “La sociedad rechaza el modelo de capitalismo neoliberal que ha llegado a unos grados de crueldad inaceptables”.

“Quiero ser el puente entre una democracia vieja y los que quieren que cambie el modelo democrático”, afirma la candidata de Ahora Madrid a la alcaldía de la capital.

Podemos “ha hecho una labor importantísima, que es hacer utilizable políticamente el 15M. Lo han comercializado, y eso me parece importantísimo”.

“Ahora la gran diferencia [en comparación con el 78] es que coincidimos a escala mundial con un cuestionamiento de la democracia representativa”.

Manuela Carmena (Madrid, 1944) afirma que no quería, que estaba tranquila en su casa, que ya tiene 71 años y que había que dejar paso a los jóvenes. Pero, tras meses de insistencia y de reflexión, en marzo dijo que sí; pasó por un proceso de primarias abiertas y se ha terminado convirtiendo en la candidata de Ahora Madrid –candidatura de confluencia fruto del acuerdo entre Podemos y Ganemos Madrid– para la capital.

¿Cómo llega a esta candidatura? ¿Quién le convence?
A primeros de diciembre amigos muy vinculados a mi historia personal me estaban insistiendo, yo les fui diciendo a todos que no, que no, que no… Me pasé todo este tiempo diciendo que no. Primero porque no tenía ninguna gana, a mí nunca me ha gustado estar en los cuadros políticos. Cuando era muy joven y acaba de empezar a trabajar en lo judicial, el entonces ministro del Interior, el señor [José] Barrionuevo, me propuso entrar con él de secretaria general técnica y yo dije que no. No me apetecía, me gustaba mucho lo judicial. Siempre rechacé todas las propuestas, porque ni me parecía que fuera la persona indicada, me parecía que tenía que ser alguien joven, yo creía, como lo sigo creyendo, que este cambio lo tienen que hacer los jóvenes y en esa línea me fui defendiendo. Lo que pasa es que tanto decir que fueran los jóvenes los que tomaran la iniciativa, claro, resultaba un poco contradictorio si los jóvenes tomaban la iniciativa y me pedían que los secundara… Entonces, como que me habían pillado.

¿Qué le hizo tomar la decisión?
Va calando. Es una cosa que va calando porque empiezas a ver que puedes ser necesaria. Sí sé que esto lo sé hacer. Yo sé que canto fatal, que bailo muy mal… Pero yo esto lo sé hacer. Sé que me gusta la gestión pública, que como magistrada he estado dirigiendo un tribunal, como decana estuve gestionando lo público y me gusta y me parece que lo sé hacer bien. Era consciente de que tenía el perfil que muchas personas estaban buscando.

Y llega un momento en el que sientes que no está justificado que por pura tranquilidad tuya no quieras hacer algo que piensas que vas a hacer bien, y que vas a ayudar a que vuelvan a tener visibilidad y capacidad de actuación políticas no neoliberales. Esa sensación de que puedes cambiar las cosas. Aunque te pueda parecer ridículo, pero cuando me enteré del naufragio de los mil emigrantes, te quedas con esa sensación tan terrible de no hacer nada. Y ahora sé que hago algo, que no me gusta, que no me apetece especialmente, pero que pienso que puede ser útil para visualizar muchas ideologías de muchas gentes que piensan que el interés económico no es lo que mueve a los seres humanos. Y que es verdad que puede haber políticas de derechos, de solidaridad, de empatía… Porque los seres humanos somos fundamentalmente gente decente. Y en esa medida siento que estoy haciendo algo.

¿Cómo se puede concretar en el Ayuntamiento de Madrid estas políticas de las que habla?
Pues con las políticas de favorecer la igualdad, luchar contra una estructura de desprecio de lo público, de alejamiento de las autoridades, insertar en la práctica diaria un modelo de autoridad reflexivo, a disposición del ciudadano, sin privilegios, sin distancia, sin arrogancia… Me parece que supone empezar a introducir semillas de actuaciones que son positivas para una manera diferente de concebir la sociedad. Eso tiene ya de entrada una actitud importante en la forma en la que la autoridad debe gobernar. Es una actitud de escucha, de servicio, de cierta naturalidad. Cuando ves el aparato que tienen las autoridades, los coches oficiales, los distanciamientos, las inauguraciones… Esa imagen tan de circo, de exhibición, me resulta agresiva, cuando creo que gobernar fundamentalmente es encontrar la mejor forma de solucionar los intereses de las grandes mayorías para que el ser humano pueda tener una vida más digna y, por tanto, más feliz. Es así de poco y así de mucho. Lo quiero hacer es mejorar un poco eso.

¿Y cómo se puede mejorar eso? Además de la actitud, ¿con qué decisiones?
La candidatura de Ahora Madrid ha tenido un proceso de participación democrática y ha señalado que tiene prioridad todo lo relativo a lo que llamamos la emergencia nacional. Sabemos que hay muchos niños, según el informe de Foessa un número escandaloso, que tienen necesidades nutricionales. Es decir, hay emergencia en conseguir que nuestros niños coman lo que necesitan.

A su vez, está la gran necesidad de vivienda con un problema que ha significado toda la crisis de la construcción, de lo hipotecario y que todos sabemos que ha generado desahucios, personas en la calle… Lo mismo, la pobreza energética. Todas estas cuestiones hay que abordarlas. Y, por supuesto, buscar una manera para que el Ayuntamiento haga un esfuerzo enorme para mejorar las posibilidades de empleo que puedan tener los ciudadanos.

Estos son los objetivos prioritarios, que tienen que concretarse en determinadas actuaciones, y todo eso sólo lo podemos hacer bien con un concepto diferente de autoridad y con una participación de los ciudadanos, que sea colaborativa. En esa medida, que hayamos optado por hacer reuniones y encuentros en lugar de mítines clásicos, pues te das cuenta del fruto que tiene escuchar a la gente.

En Aluche el otro día, surgió una señora espontáneamente que dijo: ‘Yo estoy en un colegio, en las cocinas, y me doy cuenta de que sobra muchísima comida todos los días’. Y ella misma planteaba el problema y abordaba la solución, y decía: ‘¿Por qué no lo guardamos y damos también la cena?’. Esa es la actitud que nosotros queremos generar. Tenemos un problema de emergencia, vamos a solucionarlo desde el Ayuntamiento y necesitamos la colaboración de todo el mundo.

Pero, aparte de eso, sí conviene hablar de que tenemos algunos proyectos que nos parece que tienen una trascendencia para nosotros muy importante. Y uno de ellos es la necesidad de que haya escuelas infantiles gratis, donde puedan acudir todos los niños, para que desde un primer momento el proceso de formación de los futuros madrileños sea el que debe ser. Tenemos un 30% de fracaso escolar en España y en Finlandia tienen un 0,4%. Queremos hacer unas escuelas infantiles abiertas a todo el mundo, que pueda ir cualquier persona sea el nivel de renta que tenga el que sea, donde empecemos a formar a los niños de 0 a 3. Que sean las mejores escuelas que podamos ofrecer porque creemos que es imprescindible para el futuro de Madrid. Es fundamental. Hay que cortar esa maldita incapacidad nuestra de hacer unos procesos de educación correctos.

Nos tendremos que poner a hacer números y empezar a ver cómo se hace ese plan de desarrollo de estas escuelas infantiles, absolutamente inmersas en el proceso educativo y abandonar lo que ha pasado, que se han considerado que eran guarderías y que se ha llegado al absurdo de encargárselas a constructoras que han ofrecido unos precios muy baratos y unos programas educativos en contra de lo que nosotros queremos. Se ha dicho mucho que es porque lo imponía la ley de contratos del Estado, pero no es verdad, todo lo contrario, porque el término de calidad es imprescindible cuando se plantea una contratación pública de ese tipo.

En el caso de que no llegue a ser alcaldesa, ¿seguirá los cuatro años en el Ayuntamiento?
Sí, haré todo lo posible. Cuando tienes una edad importante como la mía, te comprometes en la medida en que la salud te lo permita. Yo ahora estoy muy bien, pero son 71 años. Es verdad que los magistrados hasta los 74 pueden no jubilarse. Yo creo que podré cumplir muy bien, pero si por las circunstancias que sean veo que no tengo capacidad para hacer lo que debo hacer, pues lo plantearé y ya está. Sabes que mi propósito es ser puente, y cuando uno pretende ser puente lo más lejano es la consolidación permanente. Soy puente para que pasen los demás, fundamentalmente.

¿Puente entre qué y qué?
Puente entre un modelo de democracia que se nos ha quedado vieja y alejada de los ciudadanos y que precisa renovación y una manera de hacer política que sintoniza con muchas personas jóvenes entre las cuales hay muchas personas que están en Podemos, por supuesto, pero otras que no lo están y que quieren que cambie el modelo democrático. Quiero ser ese puente. Fundamentalmente para mí es un proceso generacional para los activistas del mañana. Ese movimiento de jóvenes es de activistas, que quiere cambiar las cosas, como era yo cuando tenía 22 años. Me siento identificada con ellos y quiero ser su puente. Es el objetivo fundamental.

¿Estas elecciones municipales se enmarcan en un momento de cambio político en todo el Estado?
Más que cambio político de personas, es un cambio político muy profundo que está empezando, de modelos de sociedad y de modelos económicos. El otro día me gustó mucho un chiste de El Roto, que no hace chistes sino reflexiones, y era una persona con una cara reflexiva que decía: ‘El socialismo no ha funcionado, el capitalismo tampoco, igual ahora lo que se trata es de ser decentes, sin más’.

Yo creo que están queriendo surgir nuevos modelos económicos. La sociedad rechaza el modelo de capitalismo neoliberal que ha llegado a unos grados de crueldad inaceptables. La sociedad no puede ser decente conviviendo con tanta crueldad. ¿Cómo es posible que se mueran mil personas en un barco porque hay partes del mundo en las que es imposible vivir? ¿Cómo eso nos va a dejar indiferentes? Está intentando nacer una nueva manera de producir, que no es el capitalismo, que no es la planificación clásica socialista que se conoce, pero que intenta de alguna forma cuestionar todo esto. Y eso implica un cambio en la política.

Las estructuras de los partidos están muy cuestionadas, el partido apaga las individualidades, obliga a hacer una cesión de la libertad individual de cada uno de los miembros del partido y acaba no siendo el organismo más idóneo para hacer una representación, que cada vez se ve más innecesaria porque las nuevas técnicas permiten a los ciudadanos acceder directamente a la gestión política. Quizá estamos viviendo un momento de una crisis económica muy interesante, junto con una crisis de democracia planteando las nuevas alternativas de democracia más directa.

Usted, que encabeza una candidatura ciudadana de confluencia, ¿Ahora Madrid encarna esa nueva forma de hacer política?
Se funciona con una cierta inseguridad porque lo nuevo nunca es firme. Cuando estás creando algo nuevo estás innovando y estás siempre moviéndote en terrenos muy elásticos. Pero yo creo que es positivo, porque hace que te cuestiones lo que haces. Lo terrible de las rutinas políticas, es que la rutina es cómoda porque actúas con el piloto automático, pero sigues haciendo lo de siempre. Cuando hay esa clara desavenencia entre las posturas tradicionales de la política y lo que la sociedad necesita, viene el rechazo.

A veces se habla de fin de época, de nueva transición… ¿Percibe que se está en un momento parecido al 78, con las salvedades históricas y que no venimos de una dictadura?
No, estamos en un momento más mundial y menos local. Nosotros en aquel momento del 78 estábamos liberándonos de una dictadura y pretendíamos aceptar los modelos de sociedades análogas a la nuestra en nuestro marco geográfico. Queríamos ser europeos, como Europa. Cuando aceptamos ese cambio no nos dimos cuenta de que llevábamos mucha más fuerza para haber sido mejores, más demócratas que Europa. Algunas cosas se pudieron hacer, porque en lo judicial los magistrados franceses, por ejemplo, se asombraban de la independencia que había ganado el poder judicial, comparado con el sistema francés, mucho más dependiente del Ejecutivo.

Ahora la gran diferencia es que coincidimos a escala mundial con un cuestionamiento de la democracia representativa. A mí me interesó mucho una declaración de Ban Ki-moon en el Día de la Democracia. Decía: ‘Hemos llegado el momento de cuestionar que la democracia sea solamente la democracia representativa, tiene que ser una democracia directa, profunda’. Quizá es esto, estamos superando las democracias representativas para ir a otras formas de democracia muchísimo más directa. ¿Cómo? Lo vamos a ir viendo. Está surgiendo ya. Me siento orgullosa de estar en una candidatura que no es un partido, sino una nueva agrupación de ciudadanos, aunque haya ideologías, partidos, pero la argamasa que nos une no son pactos de partidos, sino acuerdos de personas.

Al igual que en el 78 se hablaba de ruptura o reforma, ahora se habla de cambio o recambio, de ruptura o restauración… ¿En qué estamos?
El 15M fue determinante en España, porque empezó a decir cosas que no se decían; se pensaban pero no se decían. El 15M empezó a hablar de democracia directa, de los políticos como una agrupación de privilegiados, empezó a diagnosticar la problemática de la democracia española. A partir de este diagnóstico, están surgiendo alternativas, que son muy inconexas, con poco peso doctrinal y poca implantación social. ¿Cómo se va a ir desarrollando ese movimiento? Yo creo que es imparable y seguramente va a tener mucho que ver lo que pase en España y, también, en Europa y sociedades que desarrollen mucho sus perfiles tecnológicos y permitan muchas posibilidades de participación que ahora son todavía muy difusas.

Usted, que vivió muy de cerca la matanza de Atocha en enero de 1977, ¿ve injustas las críticas que se hacen a la Transición?
Me parece estupendo que la gente joven esté en contra y lo critique. Me parece una prueba de juventud. Yo tengo mi experiencia y mi opinión sobre cómo se produjo. Yo creo que la Transición fue en muchas cosas un fenómeno interesantísimo. Se ha presentado a veces la Transición como si fuera otra cosa que no fue. Siempre me gusta decir que cuando en el año 78 viene el traspaso y tenemos la Constitución, desde hacía 20 años toda la estructura franquista estaba siendo horadada por muchas termitas y nosotros éramos termitas que íbamos haciendo muchas cosas. Porque de lo contrario no se comprende que hubiera ya un ámbito de conquistas democráticas, aunque fueran paralegales, pero estaban ahí. Eso se conoce poco.

Yo me acuerdo que abogados progresistas, por ejemplo, nos reuníamos sistemáticamente todos los sábados en el Colegio de Abogados y allí planteábamos todas las acciones que íbamos a hacer contra la dictadura y nadie nos detenía, aunque de vez en cuando pasaba algún percance. Pero habíamos conseguido lo que entonces se llamaba la paralegalidad: no era legal, pero estaba tolerado, actuábamos con un marco de libertad muy grande.

Y si no, no se comprende que cuando matan a los compañeros, el propio decano del Colegio de Abogados, que era un señor completamente conservador, venga y nos diga: ‘Vuestros compañeros van a salir desde el Colegio de Abogados’. Sabía que éramos comunistas y todo de nosotros. Si no, ¿cómo se comprende eso? La Transición había empezado 20 años antes. Todo ese fenómeno fue muy interesante y es muy importante recordarlo.

Lo que se hizo mal es que se copió la democracia europea sin incorporar todo lo que nosotros habíamos avanzado en democracia, participación, movimientos ciudadanos… Todo eso no solamente se olvidó, sino que se le dio un carpetazo. Yo me acuerdo lo que nos costó en Jueces para la Democracia, por ejemplo, seguir haciendo acciones que estaban muy encaminadas a democratizar la justicia y empezamos a tener problemas de los sectores que estaban en el poder.

Me acuerdo de discusiones con el ministerio de Justicia, con el señor [Fernando] Ledesma, y compañeros de aquella época cuando pedíamos una policía judicial dependiente de los jueces, y nos llamaban locos porque nunca se había hecho en Europa. Y nos quedábamos sorprendidos. Pues si no se ha hecho nunca… Y eso es lo que hicimos mal: aceptar un modelo que estaba por debajo de lo que habíamos conquistado. Bajamos el nivel de nuestras exigencias y se desmontaron los movimientos ciudadanos, las organizaciones sociales y se reforzó a los partidos muchísimo con los modelos más clásicos de toda Europa, que ya estaban cuestionados y nosotros les dimos una patente de corso que no era lógica.

¿Cree que el ejemplo de Ahora Madrid debería trasladarse para una candidatura en las generales?
Yo creo que no, es difícil. Nosotros tenemos un marco muy bueno, acotado, que es la ciudad. Me he dado cuenta de que en discursos y debates de otros candidatos, hacen referencia a programas de cuestiones nacionales y así es muy difícil plantear agrupaciones que tengan unas políticas acabadas a escala nacional. En cierta medida la identificación con los partidos sería excesiva. Creo que esto vale como modelo para entender que pueda haber agrupaciones de ciudadanos que puedan tomar parte de la vida política en aspectos concretos. Por ejemplo, que en su día pensemos que en las elecciones nacionales pudiera haber una plataforma de desempleados que pudiera plantear alternativas para el desempleo. Eso me parecería interesante. Esas personas podrían tener unas referencias lógicas de modelo que podrían ser análogos a lo que ahora llamamos ideología, pero tendrían una sabiduría y una preparación específica para solucionar un problema concreto.

¿Y una candidatura de confluencia, de unidad popular, para las generales?
No la veo. No lo veo claro. Sería de nuevo agrupar partidos. A mí lo que me interesa mucho es lo otro: una plataforma, por ejemplo, que llegue al Parlamento nacional sobre desempleo. En la que se ha analizado exhaustivamente el problema y a lo mejor se enmarca en un modelo alternativo de sociedad que puede confluir con una concepción de un socialismo democrático o un modelo de economía social alternativo al modelo tradicional capitalista. Puede ser. Pero iría encaminada a un problema concreto.

Yo creo que todavía va a pasar mucho tiempo, probablemente yo no lo veré, porque tengo muchos años, pero es posible que la gente joven veáis cosas de estas en los procesos democráticos que se van a ir consolidando de manera alternativa. Porque esa sensación de los partidos que saben de todo, también es muy rara. ¿Por qué un partido ha de saber de todo y más que nadie? Pues no. Y ves la falta de formación que hay en los partidos para muchos aspectos concretos. No se puede saber de todo. Igual es un poco naïf. ¿Tú te acuerdas de quién era Clemente Auger?
Sí, sí, fue presidente de la Audiencia Nacional.

Yo le respetaba muchísimo. Fue el primer presidente del Tribunal Superior de Madrid y fue mi maestro, empecé a hacer las prácticas en su juzgado, un hombre muy inteligente. Y cuando hablábamos de estas cosas, me decía: ‘Manuela, tú eres muy innovadora, y las cosas nuevas nunca son rigurosas’. Y tiene razón. Asumo que soy muy innovadora, y lo nuevo siempre hay que contrastarlo.

Hace años, en los noventa, hubo un partido, Panteras Grises, de pensionistas, que se presentó a las elecciones.
[Risas]. Es curioso. Hay cosas que hay que estudiar. He leído estos días un librín que me encanta, un estudio de Simone Weil que escribió en los 40 contra los partidos políticos [ Nota sobre la supresión general de los partidos políticos, de 1940, cuya primera edición, en francés, es de 1950], y cuando ves una filósofa de ese nivel, una mujer tan comprometida con la izquierda lo bien que detectaba dónde podía haber males que iban a llevar a producir un tipo de militantes con muy poca libertad, con muy poca capacidad de crítica, que pierden en el seno de los partidos el tanto por ciento que ha de tener siempre un ser humano de creatividad, de innovación… Es muy interesante el librín ese.

¿Un partido político nuevo como Podemos también está reproduciendo esos males?
No lo sé. Ojalá no, pero no veo muchas cosas muy novedosas en Podemos. Igual no lo conozco bien, ¿eh?

Usted no está afiliada a Podemos, ¿no?
No… Me gustan mucho los líderes, Pablo Iglesias, Íñigo [Errejón], que lo he conocido ahora, me gusta mucho, me parece un hombre muy inteligente. Con Juan Carlos Monedero coincidí hace poco en la SER e hizo un análisis de los partidos políticos que es que le aplaudí, porque estaba absolutamente de acuerdo con él. Lo que pasa es que luego no veo eso reflejado en la práctica. Aunque no lo conozco, estoy muy de fuera, no quiero echarles problemas, que bastante tienen. Porque me parece que han hecho una labor importantísima, que es hacer utilizable políticamente el 15M. Lo han comercializado [sonrisa], y eso me parece importantísimo.

¿A quién votará en las autonómicas?
Es secreto.

¿José Manuel López, candidato de Podemos a la presidencia de Madrid, es el referente de Ahora Madrid en las autonómicas?
Es un hombre que tiene un programa muy interesante y defiende el programa de Podemos y a mí personalmente me parece una persona extraordinaria.

¿No hay equivalencia?
No, porque Podemos es un partido y Ahora Madrid, no. Es una agrupación de personas, algunas de las cuales pertenecen a partidos, algunas a Podemos, otras están en otros, como Equo, o en el movimiento ciudadano o están en nada.

¿Hará actos con él?
Sí, yo creo que sí. Algún acto haremos. El martes mismo, en la facultad de Derecho estuvimos Lorena [Ruiz-Huerta, número dos de la candidatura de Podemos a la Asamblea de Madrid] y yo, que va de candidata de Justicia, en principio, para la Comunidad de Madrid, y estuvimos allí.

Me refiero a un acto electoral.
Fue un acto electoral, era un acto electoral, jurídico, pero en un marco electoral. A mí también me habría gustado hacer algún acto electoral con alguna otra candidatura. Este martes, que estuvimos en un acto con IU, UPyD, PSOE y Ahora Madrid hablando con mayores yo propuse que nos pusiéramos a trabajar juntos los cuatro. Igual parece que estas iniciativas mías son un poco naíf, pero es que estábamos de acuerdo en muchas cosas. ¿Por qué no vamos a ponernos a trabajar juntos? Hay ese afán en la política que cuestiono de que de alguna manera hay que buscar en los partidos lo que te separa. Y eso es un absurdo, porque te lleva a ver qué ha dicho cada uno que no haya dicho el otro. Y es una especie de cascada de iniciativas que habría que meter en un paquete.

Si vamos a planificar lo de los desahucios, por ejemplo, vamos a hacerlo entre todos. ¿Por qué cada uno tiene decir una cosa, lo más original, lo más distinto, buscando un titular? Eso es perverso.

¿Hará actos con Íñigo Errejón o Pablo Iglesias?
No, no. Puede ser que haya algún acto con José Manuel, pero no hay nada previsto. Ahora Madrid tiene esa independencia, pero me gustaría reunir a todas las candidaturas, me encantaría hacer actos con las candidaturas con las que coincidimos en los proyectos que estamos presentando.

¿A cuáles se refiere?
A las que te he dicho y Ciudadanos, que en algún aspecto podría venir bien.

Ada Colau, la candidata de Barcelona en Comú, viene el día 6.
Pues muy bien, estupendo. Está muy bien, algo haremos bonito, claro que sí.

¿Cree que Ciudadanos tiene que ver con algún tipo de reacción para propiciar un cambio tranquilo?
Ciudadanos ha asumido una parte importante de toda la ideología del 15M, de cuestionar la clase política, la democracia… Lo que ocurre es que es una reflexión incorporada por ciudadanos y ciudadanas que están más situadas dentro de los núcleos más privilegiados de la sociedad y que desconocen un poco la desigualdad. Me parece que están más preocupados por los modelos democráticos genéricos que por los modelos democráticos reales y vinculados a los derechos sociales. La gran diferencia con Ciudadanos es que no oigo el discurso de la democracia en profundidad, la democracia social, de la dignidad de las personas. Es mucho más formal, más relacionado a representar unas clases sociales que conocen poco de los barrios españoles, de la gran desigualdad y de las situaciones de miseria y de dificultad que se están viviendo ahora.

Y también de corrupción. Usted ha hablado de crear un Observatorio de la Corrupción en el Ayuntamiento.
Era una propuesta mía que está en el programa de Ahora Madrid. Se va a hacer un Observatorio de la Corrupción en el Ayuntamiento, y ese observatorio va a intentar recoger todos los hechos que tienen que ver con la corrupción y analizarla. Será importante ver todas las sentencias, todos los procedimientos judiciales que tengan que ver con la corrupción en Madrid. Así mismo, como todas las denuncias, todas las informaciones que nos lleguen, todas las iniciativas individuales… Pero todo eso tiene que estar en un proceso de análisis para determinar por qué surge la corrupción.

Quizá por mi perfil profesional como magistrada me interesa siempre mucho saber por qué pasa lo que pasa, cuando lo que pasa es algo que afecta a la sociedad y que genera una situación de vulnerabilidad y de prácticas que son inaceptables. Me espanta que se hable tanto de medidas y no de análisis. Yo creo que hay que hacer análisis. Hay un tipo de política que genera la corrupción, cuando se convierte fundamentalmente en espectáculo de los gestores para consolidar sus derechos. Para continuar gobernando se hacen actos que son fundamentalmente de propaganda, de exposición, para los cuales la administración no está preparada y se recurre a empresas y ahí se generan situaciones de privatización de lo pública en la que de manera peligrosa se empiezan a yuxtaponer actitudes corruptas de empresas en las propias entidades políticas.

Si estamos todos escandalizados porque el PP, según dice el último auto del juez instructor, tenía una caja B, probablemente es porque las personas que en el PP tomaron la decisión de crear esa caja B la creaban en sus empresas, porque si no a nadie se le ocurre. Es un desprecio de lo público y yuxtaposición de lo privado, y lo privado enfocado a la avaricia, a conseguir ganar más dinero del que uno debe. Porque si tienes que pagar impuestos ese dinero no es tuyo, y si lo burlas es porque estás haciendo una política de avaricia. Si se tiñe la gestión público de eso, hemos perdido todo y las instituciones no valen.

Se habla mucho del político corrupto, pero a veces se olvida del empresario que corrompe.

El que paga, paga por algo. Porque se identifica con la estructura transformada de lo público, porque ve lo público como lo privado, y pensarán: ‘Pobres chicos, estos de lo público, qué poco ganan, yo gano mucho y tienen que ganar como yo’. Cosas que serían muy interesante analizar, cómo en un momento determinado cuando pasó todo lo relativo a los pagos y regalos que hubo en el ministerio del Interior del que hubo responsabilidades en tiempos del PSOE. Lo que se estaba viendo era: ‘Como somos funcionarios públicos que tenemos un nivel de riesgo y estamos mal pagados…’. Siempre se vuelve al modelo privado. El que ofrece y corrompe, está intentando ganarse hacia sí el modelo público porque no lo respeta.

Pero también es interesante analizar el indebido funcionamiento de la administración. Leyendo con detalle la sentencia del caso Fabra, ves cómo es imposible que una autorización de lo que sea tarde más de 4-5 años en darse. Es una estructura proclive a la corrupción, porque si la administración funciona de una manera absolutamente inadecuada siempre surge la posibilidad de buscar atajos. Tan importante como analizar la privatización de lo público, es la ineficacia de lo público, porque son dos grandes causas que alientan la corrupción.

A lo que hay que añadir la percepción de que la justicia es lenta.
La justicia está en un proceso necesario de cambio. La justicia es tan anticuada en la propia concepción de la individualización, el castigo, las formas de concebir el enjuiciamiento… Está extraordinariamente fuera de los moldes dinámicos que la sociedad necesita. El que al final la justicia castigue un acto de corrupción es imprescindible, es necesario para que quede claro que es inadmisible y que las personas que han hecho esos actos tengan un castigo que la sociedad reclama. Eso es casi un sentimiento normal de justicia, pero no evita lo otro, el análisis de por qué surge.

Todos sabemos que aunque haya leyes que sancionan conductas, esas conductas se repiten. Por ejemplo, la erradicación de las drogas ha indicado que, aunque haya habido muchas sentencias y condenas, sigue habiendo drogas ilegales. No solamente los castigos hacen que desaparezcan las conductas inaceptables. Es un axioma que es necesario tenerlo claro. La justicia tiene que funcionar bien, tiene que hacer un proceso por el que los ciudadanos se sientan identificados con las decisiones, pero el análisis de las causas de la corrupción nos ayuda en las resoluciones judiciales, pero nos exige un análisis más en profundidad.

Usted siempre dice que antes de proponer medidas, hay que hacer evaluaciones.
De alguna manera quizá sea un poco escolástica de cabeza. Es como cuando no tomas medicinas antes de ir al médico porque necesitas que te haga un diagnóstico. No sé por qué en lo público nos cuesta tanto hacer diagnósticos, cuando tenemos los medios para hacerlo.
Fuente: http://www.eldiario.es/politica/Quiero-democracia-quieren-modelo-democratico_0_380063007.html