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sábado, 5 de mayo de 2018

EE UU denuncia al exconsejero delegado de Volkswagen por el ‘Diesel Gate’ Martin Winterkorn, acusado junto a otros cinco ejecutivos de conspirar para evitar los controles a las emisiones

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha decididfo denunciar a Martin Winterkorn, antiguo consejero delegado de Volkswagen, por el fraude de las emisiones de sus coche diésel. En concreto le acusa de haber conspirado junto a otros ejecutivos del fabricante alemán para engañar a los reguladores medioambientales y violar la legislación medioambiental (Clean Air Act). Winterkorn se encuentra en Alemania, por lo que debería ser extraditado.

Los cargos se presentaron el pasado 14 de marzo ante un gran jurado en Detroit (Michigan), pero se desclasificaron este jueves. La acción judicial se conoce después de que dos antiguos directivos de Volkswagen, Oliver Schmidt y James Liang, fueran condenados el pasado año a prisión por participar en el desarrollo del sistema electrónico que permitió engañar los controles a las emisiones.

Martin Winterkorn dejó el cargo de consejero delegado del grupo automotriz en septiembre de 2015, a los pocos días de estallar el escándalo. También se denuncia a otros cinco ejecutivos: Richard Dorenkamp, Heinz-Jakob Neusser, Jens Handler, Bernd Gottweis y Jürgen Peter, acusados de participar en un fraude que duró seis años.

Los seis ejecutivos, según la investigación, sabían que sus coches no cumplían las normas medio ambientales. VW instaló en secreto un sistema informático que era capaz de identificar cuando el vehículo estaba siendo sometido a las pruebas de emisiones. El fraude, que afectó a 600.000 vehículos en EE UU, costó a la compañía 30.000 millones de dólares en compensaciones a los afectados.

En la documentación entregada por la fiscalía se explica que los empleados de Volkswagen hicieron presentaciones en PowerPoint al entonces consejero delegado en las que explicaban como funcionada el sistema y las consecuencias que podía tener si las autoridades en EE UU lo detectaban. Es más, llegaron a plantear un plan de acción para engañar a la agencia del medio ambiente. Winterkorn dio el aprobado.

El fiscal general de EE UU, Jeff Sessions, reiteró que las acusaciones presentadas contra los ejecutivos de Volkswagen son “muy serias” y señala que la investigación demostró que la trama fraudulenta llegó a las esferas más altas de la compañía. “Llevaremos este caso hasta la máxima extensión de la Ley”, advirtió. La compañía se limitó a decir por su parte que está cooperando pero evita comentar sobre la conducta de los seis ejecutivos imputados.

VW ya admitió desde el principio que había falseado los controles. El fraude no afectó solo al mercado de Estados Unidos. Cerca de 11 millones de vehículos equiparon el mismo sistema, de las marcas Volkswagen, Audi y Porsche. Winterkorn supo que los reguladores en EE UU descubrieron el engaño en julio de 2015 y que estaban amenazando con bloquear el proceso de certificación.

El fabricante alemán fue sancionado con 4.300 millones de dólares en Estados Unidos en enero de 2017, a pocos días del cambio de presidencia, tras admitir el fraude. Entonces ya se citó como imputados a Heinz-Jakob Neusser, Jens Hadler, Richard Dorenkamp, Bernd Gottweis y Jürgen Peter, junto a Oliver Schmidt. Algunos de ellos lideraron equipos de ingenieros que diseñaron el sistema.

https://elpais.com/economia/2018/05/03/actualidad/1525377165_856317.html

domingo, 9 de julio de 2017

_- Un “trabajito” italiano


_- El gobierno italiano ha desembolsado 17 mil millones de euros de fondos públicos (del ‘árbol mágico de dinero') para rescatar a dos bancos venecianos. Los bancos no serán nacionalizados, sino entregados a Intesa Sanpaolo Spa, el mayor banco de Italia, por la suma simbólica de ¡un euro! Intesa garantizará los depósitos en efectivo de los bancos venecianos, pero va a despedir a varios miles de empleados del banco, a pesar de obtener 900 nuevas sucursales y mil millones en garantías financieras del gobierno. Intesa se hará cargo de todos los préstamos “buenos” de los bancos venecianos, mientras que el estado se queda con todos los “malos”, que deberán ser cancelados y dados por perdidos o cobrados, si se puede, a largo plazo.

Así que una vez más, las actividades imprudentes de algunos bancos y el estancamiento de la economía que hizo que muchas empresas no pudiesen pagar sus deudas han de ser 'rescatadas' por el estado con dinero en efectivo. El rescate equivale al 1% del PIB de Italia, aumentando el tamaño de la deuda del sector público, ya masiva, de Italia, que alcanza el 135% del PIB. Intesa consigue unos bancos saneados por sólo 1 euro, al igual que JP Morgan consiguió la red bancaria de Bear Stearns en la crisis financiera global por 1 dólar - todo pagado con impuestos o préstamos del gobierno. El estado y la gente no reciben nada por sus 17 mil millones de euros.

Lo más irónico es que el acuerdo italiano rompe las reglas bancarias establecidas por los gobiernos de la UE después de la crisis financiera mundial para evitar que los inversores tenedores de bonos bancarios fueran rescatados a costa del contribuyente. En virtud de la “Directiva de recuperación y resolución bancaria de la UE” (BRRD), los rescates primero deben ser financiados por los tenedores de bonos bancarios, incluyendo los llamados bonos senior, y sólo después, en última instancia, con fondos de la UE. Pero la Junta de Resolución Única de la UE aceptó, bajo la presión del gobierno italiano, que no se trataba de una auténtica 'crisis bancaria' que requiriese la intervención de la UE y que Italia podía sola resolver el problema.

Después de todo, los bancos venecianos suponen sólo el 2% del sistema bancario. Pero lo que no se tuvo en cuenta fueron las enormes pérdidas que ya habían asumido otros bancos italianos, como Monte dei Paschi. De hecho, Italia tiene 300 mil millones de euros de créditos “malos” en sus libros de contabilidad, un 20% del PIB. Una solución según las reglas de la UE habría requerido que Italia encontrase otros 12 mil millones de euros para el fondo de garantía de depósitos del país. Y UniCredit, Monte dei Paschi di Siena y UBI Banca habrían tenido que realizar nuevas ampliaciones de capital y es probable que los inversores no hubieran acudido a ellas.

El acuerdo ha sido mal recibido por Alemania, ya que infringe las nuevas normas bancarias hasta el punto de hacerlas irrelevantes - pero el jefe del BCE, Mario Draghi, es italiano y fue el anterior director del Banco Central de Italia. Para los alemanes, es una señal de que una mayor integración económica en la zona euro es imposible si los estados nacionales rompen las reglas de manera flagrante.

Politicamente, ayuda a los dirigentes demócratas de centro-izquierda en el intento de su líder Matteo Renzi de recuperar su puesto como primer ministro en unas nuevas elecciones, previstas para mayo. Si los bancos hubieran quebrado, los depósitos se hubieran perdido y los tenedores de bonos hubieran visto sus activos cancelados – algo malo electoralmente porque muchos tenedores de bonos son pequeños empresarios convencidos por los bancos para invertir en preferentes. La noticia del acuerdo ha sido recibida con entusiasmo por el mercado de valores.

Por lo tanto tenemos otro rescate bancario, nueve años desde la crisis financiera global que nacionalizó las pérdidas causadas por los banqueros que quebraron y privatizó los beneficios para los banqueros restantes: exactamente lo que las reglas de la Unión Bancaria de la UE pretendían evitar. Miles de empleados bancarios se quedarán sin trabajo; pero los inversores bancarios y los tenedores de bonos están encantados con la fórmula del nuevo banco. El estado acumula más deuda y por lo tanto aumenta la presión para implementar más austeridad para pagar la deuda. Y otros banqueros saben que, si vuelven a liarla, pueden escaparse con un rescate estatal y continuar como antes.

No hay la menor consideración en este acuerdo de la posibilidad de que la gente a través del estado hubiera podido quedarse con estos bancos (y los otros grandes bancos) transfiriéndolos en propiedad pública y convirtiendo a la banca en un servicio público para los hogares y las pequeñas empresas y no un medio de especulación imprudente, codicia y corrupción. Por el contrario, este “trabajito” italiano es business as usual.

Michael Roberts es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajador 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.

Fuente:
https://thenextrecession.wordpress.com/2017/06/27/the-italian-job/

Traducción: G. Buster

martes, 20 de junio de 2017

Una historia increíble de la miseria intelectual del postmodernismo. El pene conceptual como un constructo social: un engaño al estilo Sokal sobre estudios de género.

El engaño
El supuesto científico y metacientífico androcéntrico de que el pene es el órgano reproductor masculino es apabullante y, en gran parte, indiscutible.

Así es como empezamos, usamos esta oración absurda para presentar un «artículo» de 3.000 palabras que no es sino un completo sinsentido disfrazado de erudición académica y que, posteriormente, una revista académica del ámbito de las ciencias sociales con revisión por pares aceptó y publicó.

Este artículo nunca debería haberse publicado. Con el título «El pene conceptual como un constructo social», nuestro trabajo «argumenta» que «El pene con respecto a la masculinidad es una construcción incoherente. Se defiende así que el pene conceptual se comprende mejor no como un órgano anatómico, sino más bien como una construcción social performativa y un constructo difundido a nivel social». Todo ello con el objetivo de demostrar la afirmación del filósofo David Hume de que existe una profunda brecha entre lo que es y lo que debería ser. Nuestro artículo, ese que nunca debería haberse publicado, se publicó con acceso abierto, lo que significa que está disponible para todos los lectores y no está sujeto a pago, en la revista con revisión por pares Cogent Social Sciences. En caso de que se elimine el PDF, lo tenemos guardado.

Con los seudónimos de «Jamie Lindsay» y «Peter Boyle», y enmarcado en el ficticio «Grupo de Investigación Social Independiente del Sureste», escribimos un artículo absurdo con base en la teoría del género discursivo posestructuralista. El artículo era ridículo adrede, pues nuestra argumentación se basaba esencialmente en que los penes no debían considerarse como órganos genitales masculinos, sino como construcciones sociales perjudiciales. Ni siquiera nos molestamos en saber qué significa realmente la «teoría del género discursivo posestructuralista», dimos por hecho que si dejábamos meramente claro que nuestras implicaciones morales se basaban en que la masculinidad es intrínsecamente mala y que el pene está, de alguna manera, en la raíz de todo ello, conseguiríamos que nos publicasen el artículo en alguna revista respetable.

Estas características irrecusables de nuestro engaño restan importancia a la falta de aptitud de nuestro artículo para ser incluido como publicación académica. No intentamos hacer un artículo coherente, simplemente lo llenamos de vocablos de la jerga («discursivo» e «isomorfismo»), tonterías (como argumentar que los hombres hipermasculinos están dentro y fuera de ciertos discursos al mismo tiempo), frases clave (sociedad prepospatriarcal), referencias lascivas a los términos relativos al pene, insultos hacia los hombres (incluido el de hacer referencia a algunos hombres que eligen no tener hijos como «incapaces de forzar a una compañera») y alusiones a la violación del espacio o despatarre –quejarse de que los hombres se sienten con las piernas abiertas– es «similar» a violar el espacio a su alrededor». Después de redactar el artículo, lo leímos con atención para asegurarnos de que no decía nada significativo y, como ninguno de nosotros pudo determinar de qué trataba realmente, lo consideramos un éxito.

A continuación proporcionamos algunos ejemplos, como un párrafo de la conclusión, el cual ambos revisores consideraron como muy positivo.

Concluimos así que la mejor forma de comprender el concepto de pene no es como un órgano sexual masculino, o como un órgano reproductor masculino, sino como una construcción social promulgada que es, a la vez, perjudicial y problemática para la sociedad y las futuras generaciones. El pene conceptual presenta problemas significativos para la identidad de género y la identidad reproductiva dentro de la dinámica social y familiar, tiene un carácter excluyente en las comunidades marginadas basadas en el género o la identidad reproductiva, es una fuente inagotable de abuso hacia las mujeres, así como hacia otros grupos y personas marginadas por motivos de género, es el origen performativo de la violación, y es el motor conceptual que está detrás de gran parte del cambio climático.

Sí, lo ha leído bien, afirmamos que el cambio climático lo causan «conceptualmente» los penes. ¿Cómo defendimos esa afirmación? De la siguiente forma:

Los enfoques hegemónicamente masculinos destructivos e insostenibles de las políticas y acciones ambientales más urgentes son el resultado predecible de una violación de la naturaleza por una mentalidad dominada por los hombres. Esta mentalidad se refleja mejor si reconocemos el papel del pene conceptual en la psicología masculina. Cuando se aplica a nuestro entorno natural, especialmente a ambientes vírgenes que se pueden expoliar fácilmente por sus recursos materiales, y los cuales quedan dilapidados y reducidos después de que los enfoques patriarcales con base en el beneficio económico hayan robado su valor esencial, la extrapolación de la cultura de la violación inherente al pene conceptual se hace evidente.

Y así, lo que argumentamos se deduce de lo anterior por medio de una cita sin sentido generada algorítmicamente a partir de un artículo ficticio, al que nos referimos y citamos explícitamente en el artículo:

La significancia de la hipermasculinidad tóxica deriva directamente del pene conceptual y se basa en sí misma para apoyar el materialismo neocapitalista, motor fundamental del cambio climático, especialmente en lo que se refiere al uso desenfrenado de las tecnologías basadas en combustibles fósiles que emiten carbono y en la dominación de los entornos naturales vírgenes. No consideramos necesario profundizar en las críticas del objetivismo dialéctico ni en sus relaciones con tropos masculinos, como el pene conceptual, para hacer una crítica efectiva del objetivismo dialéctico (excluyente). Todas las perspectivas importan.

Si tiene problemas para entender lo que significa, hay dos puntos importantes que se deben considerar. En primer lugar, nosotros tampoco lo entendemos. Nadie lo hace. Esto debería haber bastado para que cualquier revista con revisión por pares decidiese no publicarlo. En segundo lugar, estos ejemplos son los más lúcidos en comparación con el resto del documento. Por ejemplo, considere este ejemplo final:

En la medida en que la masculinidad es esencialmente performativa, también lo es el pene conceptual. El pene, según Judith Butler, «solo puede entenderse por referencia a lo que se excluye del significante dentro del dominio de la legibilidad corporal» (Butler, 1993). El pene no debe entenderse como una expresión honesta de la intención del intérprete si se presenta en una actuación de masculinidad o hipermasculinidad. Así, el isomorfismo entre el pene conceptual y lo que se denomina en la literatura feminista discursiva como «hipermasculinidad tóxica» se define con base en un vector del machismo cultural masculino braggadocio con el pene conceptual en el papel de sujeto, objeto y verbo de acción. El resultado de esta tricotomía de papeles es posicionar a los hombres hipermasculinos tanto dentro como fuera de discursos competidores cuya dinámica, como se observa en el análisis posestructuralista del discurso, promueve una interacción sistemática de poder en la que los hombres hipermasculinos usan el pene conceptual para pasar de sujetos impotentes a sujetos poderosos (consultar a Foucault, 1972).

Nadie sabe qué significa esto porque es un completo disparate. Quien diga que lo entiende, miente. Punto final.

Pero aún va a peor. No solo el texto es ridículo, sino también las referencias. La mayoría de ellas son citas a artículos y cifras de este ámbito que apenas tienen sentido en el marco del texto. Otras se obtuvieron mediante la búsqueda de palabras clave y artículos que, aparentemente, estaban relacionados con las palabras que citamos. De todas estas fuentes no leímos absolutamente ninguna, adrede, pues formaba parte del engaño. Y todavía va a peor...

Algunas referencias citan el Postmodern Generator, un sitio web codificado en la década de 1990 por Andrew Bulhak que presenta un algoritmo basado en el método de Alan Sokal (NYU) para engañar a una revista de estudios culturales llamada Social Text y que genera un «artículo» posmoderno cada vez que la página se carga. Gran parte de nuestras citas y referencias proceden del Postmodern Generator. Entre ellas se incluyen citas sin sentido incorporadas en el cuerpo del documento que remiten a cinco «artículos» diferentes generados en tan solo unos minutos.

Cinco referencias a artículos falsos en revistas que no existen es algo increíble por sí mismo pero lo que es aún más asombroso es que el artículo original que presentamos solo tenía dieciséis referencias en total (ahora tiene veinte, después de que un revisor pidió más ejemplos). Casi un tercio de nuestras referencias remite a fuentes falsas de un sitio web. Todo ello nos da pie a mofarnos de que este tipo de sinsentidos tienen cabida, sobre todo, en los campos «académicos» corrompidos por el posmodernismo. Hablaremos de ello más adelante.

Dos de las revistas falsas citadas son Deconstructions from Elsewhere y And/Or Press, que se obtuvieron directamente a partir de citas ficticias generadas algorítmicamente en el Postmodern Generator. Otra de las citas se remite al investigador ficticio «S. Q. Scameron», cuyo nombre, completamente inventado, aparece en el cuerpo del artículo varias veces. En respuesta a esto, los revisores consideraron que nuestras referencias eran «sólidas», incluso después de un control de referencias cruzadas aparentemente meticuloso llevado a cabo en la fase final de aprobación editorial. No importa el esfuerzo que se haga, parece que uno simplemente no puede superar al genio de Cogent Social Sciences.

Sin embargo, en un principio no pretendíamos engañar a Cogent Social Sciences. Si lo hubiéramos hecho, esta historia no sería tan interesante ni tan fulminante. Otra revista NORMA: International Journal for Masculinity Studies, una revista del grupo editorial Taylor &  Francis, nos recomendó Cogent Social Sciences. NORMA rechazó «El pene conceptual como un constructo social», pero pensó que encajaría bien en la Serie Cogent, que trabaja de forma independiente dentro del grupo Taylor &  Francis. En su carta de rechazo, los editores de NORMA escribieron:

Consideramos que su artículo sería muy adecuado para nuestra Serie Cogent, una plataforma multidisciplinaria y abierta para difundir de forma rápida investigaciones revisadas por pares en todas las disciplinas.

Si reenvía su artículo:

· Ahorrará tiempo, ya que no es necesario volver a formatearlo ni reenviar su trabajo manualmente.

· Conseguirá que su artículo se publique más rápido, puesto que, junto con él, se reenviarán también las revisiones anteriores.

En el caso de que se acepte su artículo, y para garantizar que todos los lectores podrán acceder a él de forma abierta, la Serie Cogent le invita a realizar una contribución «pague lo que considere» para cubrir los costes de la publicación en acceso abierto. Tanto usted, como autor, como la institución o entidad que haya financiado la investigación puede realizar este pago. Actualmente muchas instituciones y entidades de financiación proporcionan apoyo económico para publicar en acceso abierto.

Entonces, decidimos hacerles caso y Cogent Social Sciences aceptó «El pene conceptual como un constructo social». Los revisores nos animaron muchísimo y nos evaluaron de forma muy positiva en casi todas las categorías. Por ejemplo, un revisor calificó nuestra propuesta de tesis como «sólida» y la elogió de la siguiente forma: «Capta [sic] la cuestión de la hipermasculinidad a través de un proceso multidimensional y no lineal», lo que nosotros interpretamos como que vaga sin rumbo a través de muchas capas de jerga y tonterías. El otro revisor calificó la tesis, junto con el artículo completo, como «destacable» en cada una de las categorías.

Sin embargo, no aceptaron el artículo del todo...

http://www.sinpermiso.info/textos/una-historia-increible-de-la-miseria-intelectual-del-postmodernismo-el-pene-conceptual-como-un

sábado, 20 de mayo de 2017

Cyril Burt, un ejemplo paradigmático de fraude cientifico.

Burt nació el 3 de marzo de 1883. Cyril asistió al King's School, en Warwick de 1892 a 1895 y, posteriormente, ganó una beca en el Christ's Hospital, entonces ubicado en Londres, donde desarrolló su interés por la psicología.

Desde 1902 estudió en el Jesus College, donde se especializó en filosofía y psicología, bajo la supervisión de William McDougall quien sugirió que centrara su proyecto principal en psicometría.. Burt inició su investigación sobre el desarrollo y la estructura de los tests mentales, un interés que duraría el resto de su vida. Burt perteneció a un grupo de estudiantes que trabajó con McDougall, que incluía a William Brown, John Carl Frugel, May Smith, todos los cuales siguieron carreras notables en psicología. Burt se graduó en 1906 y obtuvo un diploma de maestría.

En 1907, McDougall invitó a Burt a ayudarlo con una encuesta a nivel nacional de las características físicas y mentales de los británicos, propuesta por Francis Galton, en la cual debía trabajar en la estandarización de los tests psicológicos. Este trabajo llevó a Burt a entrar en contacto con la eugenesia, al conocer a Charles Spearman y Karl Pearson.

En el verano de 1908, Burt visitó la Universidad de Wurzburgo, Alemania, donde conoció por primera vez al psicólogo Oswald Külpe...

Burt llegó a ser Presidente de la Sociedad Psicológica Británica en 1942. Burt impuso su teoría determinista de la inteligencia innata de origen genético, se convirtió en la figura más importante en la escuela de psicología inglesa en la década del '40 y le otorgaron el título nobiliario de Sir. El test de C. I. que él creó fue el que decidió la vida de los niños ingleses hasta los años 70 porque definía a qué escuela secundaria debían asistir según su cociente intelectual. El sistema británico de exámenes a niños de 11 años era utilizado para decidir qué educación secundaria habrían de recibir los niños. Los alumnos que superaban el test de Burt podían acceder a la universidad. El resto eran condenados a dedicarse a oficios y no podían acceder a estudios superiores porque la consecuencia de esta visión determinista de la inteligencia significaba que no tenía sentido que el estado invirtiera dinero en la educación de gente con un C. I. bajo que no tenía posibilidades de mejorar su situación social. Este test, en el que se evaluaba el C. I., estuvo en uso durante tres décadas hasta mediados de la década de 1970.

Burt sostenía que se basaba en investigaciones sobre hermanos gemelos separados al nacer y criados en familias con diferentes niveles socio económicos. Afirmaba haber estudiado más de cincuenta casos de hermanos educados en familias muy diferentes cuyos cocientes intelectuales daban exactamente la misma puntuación. Entre 1943 y 1966, publicó trabajos sobre 53 parejas de gemelos, en los cuales probaba que su rendimiento era igual aunque estuviesen en familias diferentes y fuesen a escuelas distintas.

El periodista científico del London Sunday Times, Olivier Gillie, y el psicólogo estadounidense León Kamin, director del departamento de Psicología de la Universidad de Princeton, intentaron encontrar a los gemelos y las asistentas que habían participado de dichas investigaciones y descubrieron que las mismas nunca habían existido. Lo que resultó ser un gran fraude.

Sir Cyril Burt murió en 1972 a los 88 años. Gillie y Kamin denunciaron su fraude y en 1976, después de muerto, Burt fue acusado de fraude científico por sus propios colegas que investigaron el asunto. La Sociedad Británica de Psicología reconoció el fraude públicamente pero fue tal la polémica y presión de sus defensores que la Sociedad decidió no tener una posición oficial corporativa.

La controversia respecto al fraude de Burt tuvo varias idas y vueltas llevando a muchos a concluir que había sido exonerado de la acusación. Sus investigaciones nunca pudieron ser replicadas ni verificadas. Otros estudios con gemelos monocigóticos dieron resultados muy diferentes. Sin embargo, todavía hay quienes defienden su postura y consideran que es injusto acusarlo de algo de lo que no puede defenderse. Los que intentan rehabilitar la memoria de Burt sostienen que fue una víctima de operaciones políticas de la prensa de izquierda. (?).

Más información aquí.

El gran fraude del señor Cyril Burt Fuente: Internet y citas

domingo, 14 de mayo de 2017

_--Más de cien artículos científicos retirados por fraude son una llamada de atención: o cambiamos el sistema o tendremos problemas.

_--Más de cien papers acaban de ser retractados de la revista Tumor Biology después de que se descubriera que los autores fingieron el proceso de revisión de pares. No es un hecho aislado: el año pasado cayeron otros 58 artículos científicos de los que 25 fueron de la misma revista.

Pero, siendo sinceros, esto es solo una gota en el océano de problemas que arrastra la ciencia contemporánea. Hoy las debilidades del sistema de publicación científica afectan a la investigación del cáncer, pero si no buscamos una solución pronto las consecuencias pueden ser mucho más graves.

La plaga de los artículos retractados
Basta con echar un ojo a Retraction Watch para ver que cada día se retractan numerosos artículos por todo el mundo. Distinguir entre fraudes, malas prácticas y errores se está convirtiendo en todo un problema. Los ánimos están tan caldeados que muchos investigadores llegan a decir abiertamente que tienen miedo de que un error se convierta en su 'tumba profesional'.

Este caso es llamativo no solo por el número de artículos, sino por la forma en que lo han hecho. Para publicar un artículo científico se tiene que pasar por una 'revisión de pares' anónima. Es decir, el texto se envía a otros expertos del área para que vean si está bien hecho, si es interesante y si es novedoso. El problema es que las revisiones de artículos están mal gestionadas.

El sistema se basa en tener a superexpertos trabajando sin remuneración para revistas que suelen ganar mucho dinero. Algo que, quién lo iba a decir, no funciona todo lo bien que nos gustaría. En los últimos años, los investigadores pueden sugerir revisores para un trabajo concreto. Esto es así porque el nivel técnico de muchas de las investigaciones es tan alto que solo hay un grupo reducido de especialistas con suficientes conocimientos para revisar el trabajo; pero también porque las revistas están muy desesperadas por encontrar revisores.

El misterioso caso del revisor fantasma
Lo curioso del caso no es que se haya creado un cártel o un colegio invisible. Es decir, no se trata de un grupo de investigadores que 'trapicheaban' con las revisiones de sus propios artículos. El fraude ha consistido, directamente, en inventarse investigadores que no existían, con correos y cargos falsos en universidades de todo el mundo.

Como explicaba la editora de la revista Research Integrity and Peer Review Elizabeth Wager en Ars Technica, los revisores falsos "sabían cómo eran las revisiones y las hacían plausibles". Sin embargo, no fueron plausibles en todo el proceso de revisión.

Tanto es así que los pillaron por puntuales. Las revisiones habituales no suelen llegar en fecha y suelen retrasar todo el proceso de publicación científica. Los revisores falsos, en cambio, siempre eran puntuales. Algo demasiado bueno para ser verdad.

La profesionalización del fraude
Según la investigación, el problema ha ido creciendo porque el fraude se ha 'profesionalizado'. Según parece, el origen del problema no está solo en los investigadores, sino en algunos servicios que usan de forma asidua los grupos de investigación que no son angloparlantantes.

Según parece, hay ciertas empresas de traducción y de servicios editoriales que habían convertido la revisión fraudulenta en un servicio más. Muchas veces sin que ni los investigadores lo supieran.

Ante las sospechas, Springer, la antigua editora de la revista, decidió hacer un análisis más completo de todo lo que estaba pasando en la revista. Ahí descubrieron nuevos revisores falsos y, por ahora, han caído 107 papers.

Un problema de fondo
Hace unos días, Marcus Banks en Slate defendía que necesitábamos un GitHub para la investigación académica. Es una reflexión que se enmarca en un problema que viene de largo: el paper (el artículo científico) ha sido, durante siglos, una de las vías más exitosas para comunicar ciencia. En las últimas décadas, ha dejado atrás a libros y monográficos.

Sin embargo, es un sistema demasiado estático y poco versátil. Como decía Banks, el lamentable y fraudulento estudio de Wakefield en el que relacionaba vacunas y autismo se publicó en 1998. Pero, aunque se supo casi de inmediato que era falso, Lancet, la revista que lo publicó, solo lo retractó completamente en 2010.

Daniel Lakens, profesor de psicología experimental en la Universidad Tecnológica de Eindhoven y uno de los 'activistas de la replicabilidad' más conocidos de los últimos años, fue mucho más allá. Para él, ha llegado el momento en que las entradas de un blog tienen más calidad científica que muchos artículos científicos. Lakens lo tiene claro: son más abiertos, más dinámicos, más innovadores y se corrigen mejor.

Lakens siempre está a mitad de camino entre el argumento interesante y la boutade, pero sin duda ahí hay un problema importante. Todo el sistema de la ciencia contemporánea se fundamenta sobre una base bibliométrica que atraviesa serios problemas, pero que, como podemos ver, no sabemos cómo solucionar. Los próximos años van a ser fundamentales... y muy divertidos.

Javier Jiménez Editor de ciencia de las revistas electrónicas Xataka y Magnet.
Fuente:
https://m.xataka.com/investigacion/mas-de-cien-articulos-cientificos-retirados-por-fraude-son-una-llamada-de-atencion-o-cambiamos-el-sistema-o-tendremos-problemas

lunes, 8 de mayo de 2017

¿Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular?

Unas notas de réplica a Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa (Primera parte)

José Luis Martín Ramos

1. Hace un año, en una conferencia en el CESEDEN de promoción de hecho del libro que iba a publicar, Payne anunciaba la próxima publicación de un trabajo de Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa, en el que según él se demostraba el fraude generalizado de las elecciones de 1936 y la evidencia de la ilegitimidad de un gobierno, el del Frente Popular, y de la República que tras todo ello había dejado de ser democrática; y apostillaba, la sublevación del 18 de julio no se había producido, por tanto, contra la democracia. Hasta ahora el estudio de Javier Tusell había establecido la línea principal de interpretación de aquellas elecciones, que consideró aceptables en las condiciones de la época y de las que se había producido un triunfo democrático innegable del Frente Popular; una línea de interpretación muy incómoda para la derecha – historiográfica y política -, que en el fondo nunca se ha sacado de encima el discurso de la ilegitimidad de la República del Frente Popular, discurso justificador antes y después de la sublevación.

Por fin tenemos el estudio de Álvarez Tardío y Roberto Villa y ¿qué demuestra? Antes que nada la ratificación de la condena que ya conocemos de la revolución democrática iniciada el 14 de abril y de la República que de ella salió. Y su identificación con la crítica política de la derecha antirrepublicana de la época – sobre todo la que representaron la CEDA y su líder Gil Robles – convertida por Álvarez Tardio y Roberto Villa (en adelante ATV) en verdad historiográfica. No les reprocho que tengan una posición ideológica propia, incluso que tengan sus afinidades políticas – aunque no estoy seguro de que ellos si me reprocharían a mí – sino de que la concreción de su trabajo historiográfico esté tan sobrecargado de argumentaciones falaces, escamoteo de datos, interpretaciones insidiosas, juicios de intención y finalmente un burdo juego de prestidigitación a punto de caer en un discurso más propio de Cantinflas: no si no, nosotros no decimos, pero decimos, pero no compartimos, pero oiga le damos la razón…

Como me comprometí a rectificar públicamente la interpretación que de aquella victoria del Frente Popular hice en el libro publicado hace un año por Pasado y Presente, creo que estoy obligado a puntualizar algunas de las tesis y divagaciones principales del libro de Álvarez Tardío y Villa, y manifestar porque no creo que haya de corregir lo que yo escribí. Empezando por su capítulo primero en el que en una síntesis, más que apretada simple, de la Segunda República se nos presenta una imagen edulcorada de la CEDA, donde se dice predominaba el sector más moderado – ya se vio en el éxito que las propuestas de Giménez Fernández tuvieron en el seno de su partido – y de su líder Gil Robles. Edulcoración que se manifiesta en esa presentación de la propuesta de reforma constitucional cedista tan inocente: “Anhelaban un sistema político más favorable para los católicos, querían un modelo corporativo para las relaciones laborales, hablaban de reforzar el poder ejecutivo frente a la inestabilidad y la parálisis parlamentaria y eran radicalmente antimarxistas y enemigos de la visión liberal clásica de la primacía indiscutible de los derechos individuales. Pero no eran partidarios de un régimen político que anulara las libertades de expresión, reunión y manifestación; y ni siquiera querían suprimir el Parlamento” (pág. 17) La apostilla final ilumina el sentido de esa versión. Lo disfracen o no con generalidades, la CEDA – y ya no digamos su inevitable aliado en el vuelco político que pretendían, Renovación Española – pretendían la sustitución del parlamentarismo democrático por un régimen autoritario, similar al Estado Novo de Salazar, en el que el Parlamento pasaría a ser un poder subordinado, las libertades individuales discutidas y los derechos de expresión y manifestación discriminados de acuerdo con el contenido de las correspondientes expresiones y manifestaciones. En la línea también de lo que venía desarrollando Dollfus en Austria. Y ATV se cuidan muy mucho, por cierto, de recordar las confesiones del propio Gil Robles sobre las simpatías/identidades monárquicas de los afiliados de la CEDA, de las que él no se excluía.

Ese era desde el primer momento el objetivo de Gil Robles y la razón por la que Alcalá Zamora no accedió a darle los definitivos puestos de mando del gobierno fue porque no compartía el calado de esa reforma constitucional, para cuya consecución Gil Robles había diseñado un plan progresivo que iba desde la entrada en el gobierno en minoría, el control de espacios institucionales fundamentales en una expectativa de cambio –el Ejército-, la implementación de un programa de Obras Públicas y de reconsideración de la reforma agraria – en la que había no solo la propuesta moderada de Giménez Fernández, sino la inmoderada Ley de arrendamientos rústicos – y otras mejoras materiales para culminar, cuando fuera posible, en el acceso a la jefatura del gobierno y en cualquier caso en el agotamiento de la legislatura para dar tiempo a capitalizar en beneficio de la CEDA toda esa política supuestamente regeneracionista. Alcalá Zamora no le negó la presidencia del gobierno por capricho personal, sino por antagonismo político fundamental.

No solo distorsionan el objetivo estratégico de la CEDA. ATV escamotean el contexto europeo, como si España no solo fuera diferente sino una isla ajena a lo que estaba sucediendo al Norte de los Pirineos y al Este de Mallorca; un contexto europeo que explican muchos comportamientos políticos españoles de la época, consecuencia directa de él o de la percepción que de él se tuviera. Escamotean la cuestión militar. Resulta escandaloso como se esconden los importantes cambios de Gil Robles dando el mando a significados militares enfrentados por una u otra razón con la República, conspiradores intermitentes algunos de ellos antes de 1936 y luego a partir de marzo de 1936 organizadores conscientes de una sublevación para la que asumen – si no desean, algunos – el riesgo de la guerra civil: Fanjul, Franco, Goded… Ya veremos más adelante la cuestión de las presiones militares en el invierno de 1936. Y escamotean el conflicto social; no existe para ellos más conflicto social en la República que el católico. De manera que el comportamiento de la izquierda obrera no es ninguna manifestación de conflicto social sino de la suma de ambición de poder de sus dirigentes y de la barbarie de sus bases; el movimiento obrero queda reducido a la condición de manifestación del pueblo incivilizado: intimida, violenta, se queja sin razón o exagerando las razones…  El conflicto queda encorsetado en el conflicto partidario y la política reducida a su dimensión más negativa de lucha por el poder, segregada de su dimensión social. Desde esa perspectiva, para ellos la polarización del 36 fue resultado de los acontecimientos del 34 y sobre todo del hecho de que las izquierdas no lo condenaran. La insistencia en la no condena es obsesiva; pero no solo eso es una insistencia que sugiere que un nuevo octubre era, en el fondo, el plan oculto de la izquierda obrera, afirmación que no puede documentarse de ninguna manera simplemente porque no existió el plan ni la documentación que lo atestigüe (a menos que demos crédito a los documentos del “mito de la Cruzada”, del supuesto complot para convertir a España en un satélite de la URSS y otras sandeces por el estilo).

Las derechas no tienen, para ellos, arte ni parte en esa polarización. Octubre del 34 solo existe como insurrección, no existe como represión. ATV menosprecian la represión, que no se limitó al sofocamiento del levantamiento de Asturias – cruento, de brutalidad desproporcionada de cuya planificación militar fue responsable un Franco al que siempre se le exonera de sus veleidades antidemocráticas; se extendió en forma de despidos masivos de trabajadores en razón no de su acción sino de su carnet, de desahucios de campesinos arrendatarios (más de 2.000 desahucios de rabasaires en Cataluña, tirando por lo bajo), de detenciones y proceso arbitrarios como el de Azaña, de sustitución masiva de ayuntamientos electos por gestoras y por gestoras claramente partidarias, de imposición indecente y políticamente afrentosa de Pich y Pon al frente de la Generalitat intervenida. Su menosprecio llega al extremo de burlarse de la reivindicación de la amnistía que consideran injustificada porque, dicen ellos, no afectaba a 30.000 detenidos como sostenían las organizaciones obreras sino “solo” a 8.000, cifra que deducen pero no documentan.

2. Dando por buena la interpretación de Gil Robles -de que la disolución anticipada de las Cortes y la convocatoria de elecciones fue el principio de la catástrofe que habría de desembocar en la guerra civil- ATV se aplican a la tarea de desacreditar todo lo que puedan el proceso electoral y poner en interrogantes su resultado. El ejercicio proporciona conclusiones que no están en proporción, se levantan demasiadas piras contra tan pocas herejías. Da la sensación final de que los autores hayan estado buscando un asesinato – el que invocaba Payne, el que han invocado los medios de la derecha de hoy que han jaleado su libro – que no han conseguido encontrar; ante lo cual, sin poder cumplir aquel primer objetivo lo reducen a la sospecha de un homicidio, quien sabe si imprudente incluso. En su epílogo pretenden no “animar ningún debate sobre la legitimidad del Gobierno del Frente popular o de la República como Régimen”; pero ese debate es el que dan por sentado Payne y los comentaristas de la derecha y de hecho ellos mismos permanentemente en el libro, por más que pretendan lo contrario.

Sostienen que “nuestro estudio supone un vuelco respecto de lo que ahora sabemos” (pág. 518). ¿Dónde está el vuelco? De entrada en que “Hasta ahora la mayoría de historiadores habían proporcionado una imagen de normalidad de la jornada del día 16 que resulta bastante engañosa si no se explica la intervención de la fuerza pública. Esta se funda en el hecho cierto de que la campaña electoral había sido muy violenta, hasta el punto de registrarse un número de agresiones, muertos y heridos sin precedente en ninguna otra convocatoria electoral” aunque luego añaden, no sin dejar de contradecirse con la boca pequeña – recurso constante – que “La violencia no fue tan generalizada como para obstaculizar decisivamente el proceso electoral, pero sí fue una manifestación contundente de la radicalización política” (pág. 520). Para ese viaje no era necesario alforjas; Tusell ya lo había escrito: que se produjeron incidentes, pero que nunca excedieron de los términos del conflicto del momento, ni tuvieron trascendencia significativa en el resultado. De pasada – otro recurso habitual - ATV colocan de matute una de las suyas: no hubo incidente porque hubo despliegue policía…que si no, seguro que la plebe bárbara los hubiera producido. Porque hubo disuasión previa ante la voluntad de intimidación de las izquierdas; una voluntad de intimidación que se afirma en las exposiciones descriptivas como un factor constante de interferencia en el proceso electoral, en el escrutinio y en la proclamación final y definitiva de los diputados; por más que en textos de conclusiones se reconoce sin trascendencia, excepto determinadas situaciones locales. Lo dicho un estilo de tirar la piedra y esconder la mano.

¿Campaña violenta sin parangón anterior? Para empezar el parangón se limita al período republicano y en un ejercicio flagrante de mala práctica historiográfica se elude considerar la incidencia de la violencia en los procesos electorales desde el restablecimiento del sufragio masculino universal en 1890 (no su instauración, ésta se había producido en 1868). Y en ese período republicano la comparación se hace en exclusiva con las elecciones de 1933, convertidas en referencia fundamental de limpieza electoral y, sobre todo, de resultados (los de 1933 tendrían que avalar o desacreditar los de 1936 en caso de conflicto) lo que es, cuando menos, una barbaridad estadística (tendré que repetirlo más adelante). Pues bien, en el capítulo 6, “Católicos y anarquistas. La violencia electoral” – un mejunje curioso – después de decirnos que “en la España de la Segunda República la violencia política tuvo un papel relevante”, como si no hubiera existido antes y, sobre todo, como si solo entonces hubiera sido relevante, se compara la campaña de 1933 en la que se habrían producido 27 muertos y 58 heridos graves, con la de 1936 en la que las cifras serían 41 muertos, de las que 9 ellos mismos reconocen que su condición de violencia política es dudosa, y 80 heridos graves y aprovechan, una vez más, para aludir a la intervención salvadora de la policía gracias a la cual solo se dio esa cifra abultada de heridos y no una más abultada de muertos (¿?); más adelante se nos dirá que las fuerzas de orden causaron 8 de los 41 muertos, frente a 6 causadas por derechistas, 8 por elementos del Frente Popular y 4 anarquistas (ellos asignan 6 víctimas a la acción de desconocidos que presuponen que sean en un caso de derechas y en 5 de izquierdas y suman las 5 acciones de los anarquistas al conjunto de la violencia política de la campaña, lo que es absolutamente impropio).

Dejemos fuera del comentario esa constante exoneración de los comportamientos policiales, que va contra la absoluta evidencia, y centremos en la manipulación estadística que se ha hecho para establecer una violencia política “sin parangón”; algo, la manipulación estadística, que ya practicaron en su estudio sobre la violencia anticlerical entre febrero y junio de 1936, aunque en aquel las trampas eran constatables (desglose de episodios en acciones, con lo que las cifras se multiplicaban) por que se daba el detalle, cosa que en esta ocasión no se hace. Aun así, queda en evidencia la manipulación. Para empezar la de los tiempo: la duración de las dos campañas fue diferente, la de 1933 fue de 40 días, la de 1936 de 47. Si hacemos la correlación, imprescindible, entre tiempo de campaña y víctimas mortales, y solo consideramos las que en efecto ellos consideran como indudablemente fruto de la violencia política, el coeficiente resultante es de hecho el mismo: el 0,675 en 1933 y el 0,680 en 1936. ¿Dónde está el salto sin parangón? En la morbosa imaginación de Álvarez Tardío y Villa. La cifra en la que si hay una diferencia sustancial es la de los heridos, pero si no se nos da el detalle de las circunstancias en las que se producen es imposible de interpretar, más allá del juicio de intención; quizás solo se pueda suponer que en 1936 los incidentes de grupo fueron más tumultuosos en 1936 que en 1933, pero eso no es en sí mismo un indicativo del nivel de violencia, sino del de movilización. Y en esto último podemos estar de acuerdo, en la campaña de 1936 hubo una mayor movilización; lo que no es malo, sino bueno desde una perspectiva democrática.

La imagen de la violencia política electoral – porque ese, electoral, es el título del capítulo – se completa con un cuadro de “Actos de violencia política”, a la manera del cuadro de la anticlerical ya citado, pero sin poder saber si hay o no desagregación de acciones de un solo incidente y que es a todas luces de una muy grosera confección. El total suma 487 “actos”, incluyendo en ellos 25 que corresponden a detenciones gubernamentales – lo cual sería muy discutible como “violencia política electoral”, o en todo caso tendría que discriminarse caso por caso – y en la que se mezclan razones políticas con razones sociales, que nada tendrían que ver, forzosamente, con la violencia electoral. Hay dos filas definidas inadecuadamente: la de “detenciones policiales con violencia (motivos socio-políticos) que suman 19 actos y “atentados políticos o socio-laborales”, 70; en ninguno de los dos casos se tenían que haber hecho semejante suma de motivos políticos, sociales y laborales en un cuadro que pretende establecer la violencia política y, además, la violencia política en campaña electoral. Esa incorporación de actos sociales o laborales ponen más que en entredicho que fueran violencia política electoral las acciones atribuidas a los anarquistas (4 muertos de una lista de 41; de los que los propios autores reconocen que 9 son por causas dudosas, que solo concretan en dos casos en los que no hay ninguna participación anarquista). ¿Tendríamos que restar también esas 4 víctimas del cómputo de la “violencia política electoral”? En la cuestiones de la violencia hay que ir con mucho más cuidado en la conceptualización y la interpretación.

Su cuadro, resumen gráfico de lo que plantean, es extravagante, incorrecto; con un resultado final desacreditado, porque se construye a partir de actos y no de episodios, porque que se mezclan en el la competencia partidaria electoral y la acción gubernamental y, sobre todo, por esa impresentable mezcla de motivos, por otra parte muy reveladora del pensamiento de los autores. El vuelco en lo conocido no resulta ni tan siquiera una ligera modificación. Pero aunque se esconda la mano que tiró la piedra, y se nos enseñe la otra – libre de pecado – la piedra ha sido tirada: la campaña que llevó al Frente Popular al poder estuvo precedida de una violencia sin parangón. Falso.

José Luis Martín Ramos (Barcelona 1948) es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona, especializado en la historia del movimiento obrero.

 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=226004
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=226271

P.D.: Un intento más de justificar lo injustificable, el levantamiento armado contra la legalidad republicana y los asesinatos de todos aquellos que siguieron fieles a la República, durante la contienda y los 40 años de cruel dictadura, 

jueves, 4 de mayo de 2017

_--ULTIMAS NOTICIAS DEL MACHISMO. Legalizar la subrogación de la maternidad (dicho más claro; que los ricos puedan alquilar los vientres) desembocará en la explotación de las mujeres pobres, que no podrán elegir con libertad.

_--LA MAYORÍA de las españolas de edades comprendidas entre los 20 y los 35 años no pueden tener hijos aunque lo deseen. Están en las condiciones óptimas para concebir, gestar y parir hijos sanos, con todas las garantías para su propia salud y la de sus bebés, pero el sistema no se lo permite. Muchas mujeres jóvenes son madres frustradas, sometidas a una variedad específicamente machista de la violencia que ejerce el mercado laboral contra los españoles de su edad. No tienen empleo o trabajan en condiciones precarias, con becas o contratos temporales que no les renovarán en el caso de que cometan la osadía de quedarse embarazadas. No tienen casa propia, ni perspectivas de independizarse, y saben que, en sus condiciones, la maternidad es una heroicidad que empieza en la cola del paro. Nadie tiene derecho a exigirles que sean heroínas.

En un país donde las bajas tasas de natalidad se perfilan como uno de los peligros del futuro, esta situación podría revertirse, o al menos paliarse, con políticas feministas. Legislando contra la brecha salarial, aprobando un permiso de paternidad obligatorio e intransferible, penalizando la discriminación laboral de las mujeres fértiles. Pero estas medidas, con las que, de boquilla, están de acuerdo todos los políticos, no se han llegado a proponer ni forman parte del programa de ningún partido. Podría parecer sorprendente que, en esta situación, se desarrolle una campaña a favor de la regulación de la maternidad subrogada. Podría parecerlo, pero no lo es.

Las mujeres siempre han gestado y parido hijos para que otros se los quiten. Antiguamente, era frecuente que las criadas embarazadas de sus señores se vieran forzadas a entregar a sus hijos e hijas a las señoras de la casa donde servían. En la posguerra, se les robaban a las presas políticas para regalárselos a buenas familias franquistas. Más adelante, el robo de niños y niñas se convirtió en un negocio. Esto forma parte de nuestra tradición, tanto como el mito de la libre elección integrará la tradición de nuestros descendientes. Quizás por eso, los comités de bioética que impiden que la clonación de seres humanos, siendo técnicamente posible, sea legal no se han preocupado por la dignidad de las personas a quienes ahora se pretende convertir en ganado de cría. ¿No son humanas? Sí, pero son mujeres.

La preocupación por el mal uso que pueda hacerse de los clones humanos no se aplica en este caso. Los partidarios de la maternidad subrogada alegan que su legislación impedirá una contraprestación económica y que las madres subrogadas decidirán libremente. Pero, con la autoridad que me otorga haber gestado y parido hijos, opino que la libre elección no existe. A mí, que he pasado por ese proceso, me resulta inconcebible que una mujer decida afrontarlo libremente, con o sin dinero de por medio, porque conviene recordar que el dinero no es la única moneda susceptible de comprar la voluntad de una persona. Y no estoy en condiciones de negar que puedan existir casos excepcionales, pero sí estoy segura de que legalizar la subrogación desembocará, inevitablemente, en la explotación de mujeres pobres, que venderán su fertilidad porque no podrán elegir con libertad. Cualquier elección entre la pobreza y un embarazo subrogado no puede considerarse de ninguna manera una elección libre. Espero que los expertos en bioética estén de acuerdo conmigo al menos en eso.

Con independencia del origen del espermatozoide y el óvulo fecundado, el vínculo entre una mujer gestante y el bebé que durante nueve meses forma parte de sí misma es tan profundo que negarlo me parece, como mínimo, un acto de ignorancia y, como máximo, un derroche de cinismo. Los hijos son de las mujeres que los gestan y los paren. Son suyos en sentido literal, puesto que no existirían sin ellas, porque han formado parte de su propio cuerpo y de él han nacido. Cualquier ley que otorgue más valor a un contrato, con contraprestación económica o sin ella, que a la voluntad de la madre de un bebé sería una ley injusta. Y algo más. Su aprobación abriría la puerta a una nueva variedad del machismo, un nuevo camino para ejercer violencia sobre las mujeres.

Tal vez no lo parezca, pero así es.

No es un derecho, y no se puede invocar como tal, que yo pueda alquilar por gusto los vientres de mujeres pobres. Pues ¿cuántas ricas consienten en embarazarse para otros u otras?
Disfrazar lo que es una necesidad, como acto de libertad, es no sólo un fraude, sino un abuso, una forma encubierta de vuelta a la esclavitud. El capitalismo quiere mercantilizar todo aunque sea camuflando su objetivo.

http://elpaissemanal.elpais.com/columna/almudena-grandes-noticias-del-machismo/

miércoles, 1 de febrero de 2017

Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo. Autor: Angiolo Bronzino. Fecha: 1540-50 Museo: National Gallery de Londres. Características: 146,5 x 116,8 cm. Estilo: Renacimiento Italiano. Material: Oleo sobre tabla

Venus, Cupido, la Locura y el Tiempo

Comentario
Arte, Ética, dilema moral.

Esta tabla es considerada como la mencionada por Vasari en su "Vida de Bronzino" de 1568: "Ha hecho una pintura de singular belleza que ha sido enviada al rey Francisco de Francia; en ella se ve a Venus desnuda con Cupido besándola; y en el otro lado el Placer y el Juego con varios Amores; en el otro, el Fraude, los Celos y otras pasiones del Amor".

Bronzino trabajó en la corte del duque Cosimo de Medici, haciéndose famoso como retratista oficial. Esta Alegoría posiblemente sea el mencionado regalo de la corte de Toscana a Francisco I de Francia, incluyendo elementos simbólicos y emblemáticos.

El monarca francés era un hombre enamorado de la cultura y el arte italianos, sintiendo gran afición por la heráldica y los emblemas oscurantistas.

Venus. La diosa del amor y la belleza es identificada por la manzana de oro -que le concedió Paris en el famoso juicio- que porta en la mano izquierda y la paloma de la esquina izquierda de la escena. En la mano derecha, Venus lleva la flecha que ha arrebatado a Cupido, el joven que la besa. A los pies de la diosa encontramos unas máscaras, posiblemente símbolos de la sensualidad, que representan la ninfa y el sátiro, levantando la vista hacia los amantes.

El Placer Loco, el niño sonriente que lleva una pulsera en el tobillo, tira pétalos de rosa, sin interesarse por la espina que atraviesa su pie derecho.

Engaño. Tras el Placer se halla el Engaño, hermoso de rostro pero con un horrible cuerpo, ofreciendo en su mano un panal de dulce miel mientras que con la otra oculta el aguijón de su cola.

Celos. En la zona izquierda de la composición se sitúa una oscura figura, considerada tradicionalmente como la representación de los Celos pero identificada en la actualidad como la Sífilis, terrible enfermedad que en el siglo XVI había adquirido proporciones de epidemia.

Amor-pasión, Placer, Engaño. Con todos estos símbolos, se considera que el significado de la composición se identifica con el Amor impuro que es gobernado por el Placer con la ayuda del Engaño, amor que trae dolorosas consecuencias.

Tiempo y Olvido. La figura del Olvido, arriba a la izquierda, sin capacidad de recordar, intenta cubrir la escena con un velo pero el Tiempo se lo impide.

Las frías figuras desnudas se destacan, como si de un esmalte o de mármol se tratara, sobre un intenso azul ultramar, renunciando Bronzino al fondo, de la misma manera que en los dibujos pintados para la fábrica ducal de tapices. La composición muestra la influencia de Miguel Angel, especialmente su famoso cartón que muestra a Venus y Cupido besándose, así como de algunas obras de Pontormo, el maestro de Bronzino. La tabla fue adquirida por la National Gallery en 1860, convirtiéndose en la obra más cargada de erotismo de la colección.

http://www.artehistoria.com/v2/obras/8350.htm

¿Debería decirle al esposo de mi amiga que ella tiene otra relación?
Fiel y leal o fidelidad y lealtad.

http://www.nytimes.com/es/2015/11/16/deberia-decirle-al-esposo-de-mi-amiga-que-ella-tiene-otra-relacion/?smid=fb-espanol&smtyp=cur

miércoles, 3 de agosto de 2016

ACOSO A FUNCIONARIOS. “Descubrí corrupción e intentaron acabar conmigo”. Un alcalde del PP, cinco ediles y cuatro funcionarios de Palas de Rei (Lugo) son procesados por 15 delitos tras hostigar durante casi diez años a la secretaria municipal

Celia González, secretaria municipal de Palas de Rei (Lugo) y, por tanto, funcionaria habilitada por el Estado para vigilar el respeto a la legalidad en este Ayuntamiento gobernado desde siempre por el PP, trabajó durante años sin que sus compañeros le dirigieran la palabra, con el acceso restringido a ordenadores y documentación oficial, y escuchando a su paso insultos, desprecios y risotadas burlonas. “Me negué a firmar los chanchullos que hacían con subvenciones y contrataciones e intentaron acabar conmigo”, cuenta casi una década después de estallar la pesadilla. La justicia acaba de encausar al alcalde del PP, Pablo Taboada, a cinco concejales de su equipo, a cuatro trabajadores municipales y a un ex alto cargo de la Xunta de Alberto Núñez Feijóo por 15 delitos, entre ellos acoso, amenazas, trato degradante, falsedad, malversación y fraude de subvenciones.

Con 20 años de profesión como equipaje, González llegó en 2007 a este municipio de 3.500 habitantes para ocupar la plaza de secretaria-interventora. Relata que su destino, territorio en el que se alza uno de los pocos castillos medievales que sobrevivieron en Galicia a las revueltas campesinas del siglo XV, resultó ser un “pueblo feudal" en el que alcalde y concejales del PP compaginaban la política con profesiones clave para la vida diaria de un pequeño y envejecido ayuntamiento.

El alcalde de entonces, que hoy ejerce de teniente de alcalde, Fernando Pensado Barbeira, a quien el fiscal pide dos años de cárcel y una década de inhabilitación por prevaricación y acoso, trabajaba como médico en el ambulatorio; su entonces número dos y actual regidor, encausado por los mismos delitos e idéntica condena, lucía placa de policía local; y otra edil era la administrativa que repartía las citas sanitarias. “Todos en Palas dependían de sus favores. Había que votarles porque no había nadie que no les debiera algo”, describe la funcionaria acosada.

Al empleado municipal que, sin titulación, hacía las labores de interventor hasta que González llegó al Ayuntamiento de Palas todos le llamaban Don Carlos. “Él nunca asumió que yo pasaba a realizar sus funciones. Durante los primeros 15 días se empeñó en seguir firmando como interventor y cuando le dije que no podía ser así, empezó la pesadilla”. Carlos Ouro Villamor está acusado de usurpación de funciones públicas, posesión ilegal de cargo público y acoso y el ministerio público pide para él cuatro años de cárcel.

La negativa de la secretaria municipal de Palas a pasar por el aro desató una brutal campaña de desprestigio contra ella. Asegura que los políticos del PP expandieron por el pueblo comentarios insidiosos sobre su vida personal. “Le decían a la gente que yo estaba loca, que mi marido me había dejado y que se había llevado a mis dos hijos por eso. Y en la prensa el alcalde llegó a decir que estaba ‘enferma’ y que era del PSOE”, recuerda González, en compañía de su marido. Cogió una baja por depresión y cuando volvió al Ayuntamiento, asesorada por su abogado, Rafael Arangüena, empezó a recopilar pruebas de todos los “chanchullos” del gobierno local que se negaba a amparar.

Armada con una grabadora y varias agendas en las que registró escrupulosamente su día a día durante años, incluidos desplantes, insultos y documentos incriminatorios, González halló decenas de certificaciones falsas de subvenciones recibidas de otras Administraciones, la principal vía de ingresos del Ayuntamiento. Cuenta cómo destapó que el gobierno local justificaba fraudulentamente el uso de ayudas públicas para obras o servicios que no se realizaban o en los que se gastaba menos de lo que se certificaba, mientras repartía gratificaciones económicas “arbitrarias” entre los empleados más fieles.

González encontró recibos de abonos, insecticidas y semillas para huertos inexistentes; facturas de banquetes en restaurantes a nombre de asociaciones vecinales; casos de trabajadores a los que se pagaba una sola nómina pero por los que el Ayuntamiento recibía doble subvención; técnicos que cobraban pluses por trabajos para los que no tenían competencia… Y también descubrió que Don Carlos utilizaba su nombre para firmar a sus espaldas certificaciones falsas. “Era la fiesta del gasto con subvenciones de otras Administraciones”, resume el abogado de González.

En 2011 presentó la querella que ha dado pie a que ahora la titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 1 de Chantada (Lugo) haya abierto juicio oral a 11 personas, entre políticos del PP y trabajadores municipales. En estos cinco años, el actual alcalde, que tras su procesamiento se ha dado de baja en el PP pero sin perder el apoyo del partido, le impuso a González seis expedientes disciplinarios, anulados posteriormente por la justicia, con los que logró dejarla sin sueldo y sin Seguridad Social. El día en que aprobó por primera vez su destitución, rememora la funcionaria, Taboada hizo llamar a todos los empleados municipales de Palas para que asistieran al pleno de castigo. Sin saberlo, la plantilla fue testigo de uno de los actos que han llevado al político popular al banquillo en compañía de su equipo.

“El [actual] alcalde me decía: ‘Te tienes que ir sí o sí”, apunta González, unas palabras que el político del PP cargaba con amenazas, añade la funcionaria, y que volvió a escuchar en la Xunta cuando acudió a pedir ayuda. “Lo único que me ofrecieron fue cambiar de ayuntamiento”. El exdirector general de Administración Local del Gobierno gallego Norberto Uzal se sentará también en el banquillo acusado de prevaricación por suscribir un informe apoyando que la secretaria fuera suspendida de empleo y sueldo.

El PP gallego ha brindado en todo momento su amparo al regidor de Palas y sus ediles, que no han respondido a la invitación de este periódico para dar su versión. Cuando se les abrió juicio oral, Feijóo redujo la causa penal a una “cuestión de organización interna” del Ayuntamiento. “No tiene trascendencia desde el punto de vista de los ciudadanos”, zanjó el presidente de la Xunta sobre una década de pesadilla para Celia González sobre la que planean 15 presuntos delitos.

http://politica.elpais.com/politica/2016/06/21/actualidad/1466532310_568075.html

viernes, 8 de julio de 2016

¿QUÉ HAY DETRÁS DEL TÉRMINO DE MODA? Creatividad: el gran timo cultural del siglo XXI. La palabra se ha convertido en un fetiche consumista, adorado por las grandes corporaciones.

Uno de los mejores artículos culturales publicados este año se titula 'Hay una madre en Barcelona que no tiene un hijo artista'. Lo escribió Álvaro Colomer y explica la presentación del proyecto TheCreativeNet en la antigua fábrica de cerveza Damm en Barcelona. La impulsora y maestra de ceremonias era Bibiana Ballbé, periodista especializada en cultura chic, hipster y cool. El objetivo es trazar un “mapa de la creatividad” en la ciudad condal, una especie de directorio de emprendedores por debajo de cuarenta años, que a su vez también pueden apostar por sus artistas emergentes preferidos. ¿Suena chulo, verdad? Veamos que hay debajo del proyecto.

No llegar a fin de mes
Durante la presentación, la periodista “se mostró eufórica ante un público plagado de rostros lampiños, gorras de béisbol y vaqueros rasgados a la altura de la rodilla”. Solo se recogió un reproche a la iniciativa, por parte del grupo de rock Seward, que a pesar de haber sido seleccionados veían las costuras al invento: “Al final esto es una cadena de favores que no refleja lo que ocurre realmente en la cultura. La gente que monta estas cosas llega a fin de mes hablando de nosotros, pero nosotros no llegamos a fin de mes hablando de nosotros mismos”, denunciaba un miembro del grupo.

¿Conclusión? Distinguir entre gente “creativa” y “no creativa” puede ocultar más de lo que muestra. Sobre todo la precariedad que asola al sector cultural desde el batacazo económico de 2008. En realidad, muy pocos artistas y promotores viven de su trabajo. Hoy ganan las marcas y algunos mediadores, mientras que ha desaparecido la clase media de los músicos, escritores y otras profesiones del sector, esos que no ganan millones, pero solían tener para vivir. Todos hablan de creatividad, pocos de desigualdad.


Creatividad como sucedáneo de la política
El libro perfecto para entender el proceso es 'Paradojas de lo cool' (La Vorágine, 2016), escrito por Alberto Santamaría, doctor en Filosofía por la universidad de Salamanca. Se trata de un texto breve, claro y brillante, que explica cómo la cultura sirve para recubrir la lógica capitalismo con una capa de azúcar. Cortamos y pegamos un fragmento: “¿Es casual que en plena crisis económica importantes instituciones pongan sobre la mesa programas para fomentar la creatividad? ¿Alguien puede creerse que esta relación entre creatividad, crisis y neoliberalismo es neutral y bondadosa? ¿Por qué sonreímos amablemente cuando alguien pronuncia la palabra creatividad? ¿Por qué no pensar que podría ser una palabra incómoda políticamente?”.

Santamaría pone el ejemplo de la Fundación Botín, que en uno de sus informes señala “la falta de creatividad” como el principal problema social. No la desigualdad, ni los recortes, ni el cuarenta y cinco por ciento de paro juvenil, sino la falta de creatividad. En el fondo, al estilo del ideario thatcherista, late de la idea de que la gente pobre o precaria está en esa situación por no ser suficientemente creativos. “La creatividad, tal y como la entienden las grandes instituciones y el gobierno, simplemente es una forma de construir modelos ajenos a la política. ¿No sería necesario acabar de una vez por todas con esta creatividad? ¿No sería misión del artista llevar a cabo esa destrucción?”, se pregunta el filósofo. Presupuesto secreto

Otro iniciativa emblemática es The Creator’s Project, fundada por Vice, el grupo mediático de estética rompedora, donde han invertido grandes corporaciones como Walt Disney, A&E, Hearst Company y Rupert Murdoch, magnate televisivo conocido por su afinidad a Reagan y Thatcher. The Creator’s Project, financiado por el gigante informático Intel, se lanzó en 2010 con fiestas en Nueva York, Londres, Sao Paulo, Seúl y Pekín. Se trata de una serie de eventos y una web donde se recogen proyectos innovadores y se anima a colaborar a artistas y expertos en tecnología. El presupuesto del proyecto es “secreto”, según la web Zdnet, no se vayan a enterar los artistas del dinero que realmente se mueve.

“El objetivo es conseguir retorno para la marca, crear contenido que nos acerque a los consumidores, especialmente en plataformas como Facebook, Youtube o nuestra propia revista digital, “IQ”. Queremos crear mayor afinidad entre el público y la marca”, comentaba hace dos años Rebecca Brown, directora de comunicación de Intel, en una entrevista con la web Fast To Create. ¿Moraleja? Invertir en experiencias artísticas proporciona una aura de autenticidad superior a la que dan las vallas publicitarias y los espots televisivos. La pasada primavera, The Creator’s Project anunció una colaboración con Toyota. ¿Qué tiene de malo que las grandes marcas financien a creadores emergentes? Como en el caso de los antiguos mecenas, se establecen unos límites invisibles. El arte solía romper tabúes, cuestionar a los poderosos y expandir la percepción de la realidad, pero ahora parece centrado en hacer más atractivo el consumismo. Lo dijo mejor que nadie el ensayista Thomas Frank: “las élites adoran las revoluciones que se limitan a cambios estéticos”. ¿Es hora de empezar a desconfiar de quien nos vende creatividad?

http://www.elconfidencial.com/cultura/2016-07-05/creatividad-desigualdad-paradojas-de-lo-cool_1226078/

Leer más: Creatividad: el gran timo cultural del siglo XXI.
Noticias de Cultura http://goo.gl/rt3a5I

domingo, 1 de mayo de 2016

Las mentiras de la teoría económica neoliberal y la demagogia de los políticos profesionales del sistema. Entrevista.

Segunda parte de la entrevista realizada por Chris Hedges a Michael Hudson en el programa radiofónico Days of Revolt. La versión castellana de la primera parte de la transcripción de entrevista se publicó también en SinPermiso la semana pasada (“Matar al huésped: el gran esquema Ponzi de la economía capitalista mundial”).

CHRIS HEDGES: Bueno, en la anterior entrevista (publicada la semana pasada en SinPermisohablamos del parasitismo de los bancos, de los fondos de cobertura y, en general, del parasistismo de la clase especuladora que, en substancia, ha canibalizado a la economía (incluida, merece resaltarse, la propia industria), reduciendo al común de los norteamericanos a una insostenible servidumbre por deuda. También con los préstamos académicos a los estudiantes, o con las tasas predatorias de intereses cargados a las tarjetas de crédito y otros productos-señuelo por el estilo, en los que empiezas con tipos del cero por ciento e, inopinadamente, te ves pagando un 26%, un 23%... 
MICHAEL HUDSON: Si te demoras en el pago...
HEDGES: Si te demoras en el pago. En el crédito hipotecario, por ejemplo, con tantos hogares como hay ahora mismo con el agua al cuello a causa de la crisis de 2008. Me gustaría empezar hablando de esa clase política que se identifica con los valores liberal-progresistas del Partido Demócrata y con Barak Obama. Suelen servirse del lenguaje de la justicia económica y aun criticar retóricamente a Wall Street, pero han estado tan comprometidos con ese proyecto neoliberal como los Republicanos. 

HUDSON: La clave para entender esa política demagógica pasa por darse cuenta de que quien apoya realmente es quien financia las campañas electorales. La tarea del político profesional consiste en esto: entregar su electorado a quien les apoya. Obama fue un genio haciendo eso que ahora trata de hacer Donald Trump: secuestrar a un electorado. Esa fue su columna capital A: un grupo focal que atendía a todo lo que los electores desean. Desean un alivio de la deuda. Desean mejores empleos. Desean un salario mínimo más alto.
HEDGES: Y desde luego no acuerdos comerciales como el NAFTA…
HUDSON: Cierto. Y la segunda columna de carga, la B, la que escondieron, fue lo que deseaban los financiadores electorales de Wal Street. A Obama lo eligió básicamente Robert Rubin, quien se convirtió en el jefe de Citibank cuando salió de Goldman Sachs. Obama fue elegido por Robert Rubin de Wall Street bajo promesa de hacer lo que realmente iba a hacer. Que era lo mismo que se apresta a hacer hoy cualquier presidenciable. La tarea del político profesional consiste en entregar a quienes le financian la campaña –todos ubicados en Wall Street— a quienquiera que le vote. Republicanos lo mismo que Demócratas, pero especialmente los Demócratas, que son realmente el ala wallstreetiana del sistema político norteamericano. Los Republicanos están más por las grandes empresas monopolistas, son el ala petrolera y gasística del sistema político. No bien Obama lo consiguió, Hank Paulson –el Secretario republicano del Tesoro— habló con Barney Frank y le dijo: mira, ya sabes, se suponía que, con el TARP, podíamos dedicar algún dinero a la reducción de la deuda.

HEDGES: Explique qué es el TARP.
HUDSON: Son las siglas del Troubled Asset Relief Program (Programa de Alivio para los Activos Problemáticos). Estaba concebido para tratar a los bancos como si estuvieran en problemas. Si usted era un criminal y estaba robando a la gente, pues a eso se le llamaba “problemático”. Los medios informan de un proceso judicial reciente incoado contra un joven conductor ricachón que atropelló y mató a cuatro personas. Su defensa fue esta: “No es mi culpa, yo padezco del virus de la abundancia. Soy tan rico, que carezco de sentido social. Así que, sí, claro, los atropellé. Pero soy inocente, porque soy rico. ¿Qué esperaban?”. Bueno, pues, en substancia, esa es la visión que tiene Goldman Sachs de la economía. No se les puede castigar por lo que hacen. Porque se limitan a hacer lo que tiene hace una institución financiera predadora. Así que Obama dijo: “No, no voy a hacer eso” (es decir, reestructurar las deudas hipotecarias, como había prometido a sus electores en la Columna capital A). Llegó, y ¿qué es lo que hizo? Pues ¡poner de Secretario del Tesoro al principal lobista de Wall Street, Tim Geithner.

HEDGES: En su último libro Matar al huesped (Killing the Host), le dedica usted mucho espacio al personaje.
HUDSON: En efecto. Y es que Geithner aparece en casi todos los episodios sucios narrados en mi libro. Fue el hombre del maletín. Fue la persona a la que Sheila Baoir acusó de bloquear a la FDIC [Entidad Federal de Seguros de Depósitos, por sus siglas en inglés] cuando esta agencia pública se disponía a tomar bajo su control a Citibank, que no sólo estaba quebrado, sino que era ya una organización tipificada como criminal.

HEDGES: Explíquenos un poco por qué fue tipificada como una organización para delinquir.
HUDSON: Citibank, junto con Countrywide Financial, estaba haciendo hipotecas basura. Eran unas hipotecas llamadas NINJA, o sea (por sus siglas en inglés) “hipotecas mentirosas para gentes sin ingresos, sin empleo y sin activos”. Recuerde la película The Big Short (La gran apuesta): como si algún genio de Wall Street hubiera descubierto que las hipotecas iban a desplomarse. También está la historia de la Reina Isabel preguntando al economista…

HEDGES: “¿Cómo es que ninguno de ustedes sabía lo que iba a pasar?”
HUDSON: En efecto. Pero el caso es que, si todo el mundo en Wall Street llamaba a esas hipotecas “préstamos mentirosos”, si sabían que estaban haciendo NINJAs para gente insolvente, entonces todo Wall Street sabía que se trataba de un fraude. La clave es que, si eres un delincuente realmente muy astuto, tienes que planear la situación para cuando el pastel se descubra. Hay que planear cómo quedar impune. En el caso de Wall Street, si compras activos porquería, ¿cómo haces para que el gobierno te rescate? Para eso está el presidente de los EEUU, ya sea Obama o John McCain…

HEDGES: O Bush.
HUDSON: O Hillary, o Trump, hoy. Su tarea consiste en rescatar a Wall Street y hacer que pague la gente, no Wall Street. Porque Wall Street es “la gente” que selecciona a los políticos, los cuales saben demasiado bien de dónde viene el dinero de sus campañas electorales. Si tienes a un financiador de campaña, ya sea uno de Wall Street o, en el plano local, un inversor en bienes raíces, siempre sabes quiénes son tus sostenes. El talento que necesitas tener como político pasa por lograr que los votantes crean que vas a defender sus intereses…

HEDGES: ¿Cuál era aquella gran cita de Groucho Marx?
HUDSON: “El secreto del éxito es la sinceridad; si puedes fingirla, la cosa está hecha”.

HEDGES: Sí, de eso va. Ya sabe, aquel libro de Ron Suskind, ¿cómo se llama?
HUDSON: Confidence Men.

HEDGES: Confidence Men, eso es. Entrevista a alguien de Wall Street y le pregunta por qué son tan hostiles a Obama, cuando Obama no ha dejado de proteger a Wall Street. Respuesta: porque si le seguimos siendo pública y abiertamente hostiles, siempre hará lo que queremos.
HUDSON: Es como el Tío Remus y el zarzal, cuando el Hermano Conejo dice: no me tires al zarzal. Y finalmente, la zorra lo tira al zarzal, y va y el conejo se escapa triscando y cantando tan tierno aquello de “Nacido y crecido en un zarzal”. La moraleja del asunto es que es puro prejuicio eso de que si un político discursea contra Wall Street y llega a convertirse en portavoz del resentimiento popular, tiene que ser porque comprende al pueblo y apoyará al pueblo.

HEDGES: Bueno, eso es exactamente lo que está haciendo Hilary Clinton ahora mismo, y a lo bestia.
HUDSON: Exactamente. Hay una película de Fellini, La dolce vita, con Anita Ekberg. El periodista italiano Marcello va tras la Ekberg, y en entonces el novio de ella se dirige a él y le dice: “Te entiendo”. Y va, y le mete un puñetazo en pleno rostro. Eso es lo que tenemos básicamente aquí. El político dice a los votantes: “Siento vuestro dolor, os entiendo”. Y ellos piensan, ¡vaya, nos entiende!. Y entonces va el político y se pone del lado de Wall Street: les da en todo el morro y trata de privatizar los fondos de pensiones y la Seguridad Social. Y no mete preso ni a un solo banquero, sino que nombra para el Departamento de Justicia a gentes del gusto de Wall Street y que tratan a Wall Street como a un rico “problemático”. Así pues, en substancia, los financiadores de campaña procedentes de Wall Street se arrogan un poder de veto a la hora de elegir al Secretario del Tesoro. Quieren al…

HEDGES: Fiscal General...
HUDSON: Sí, al Fiscal General. Para asegurarse de que nadie pagará el precio del delito financiero. Luego viene el Consejo de Asesores Económicos [del Presidente], para seguir afirmando que Wall Street realmente aporta cosas a la economía y que sólo puede hacerse lo que hace la Reserva Federal. Viene Janet Yellen, y dice: dad más dinero a los bancos, y la economía podrá salir del endeudamiento gracias al préstamo…, si tenemos suficiente flexibilización cuantitativa. La Reserva Federal ha dado a Wall Street 4,5 billones de dólares. Esos 4,5 billones podrían haberse usado para reestructurar la deuda. Y ya no tendríamos mayores problemas: todo el mundo podría vivir mejor con un coste de la vida más bajo. Los 4,5 billones de dólares podrían haberse gastado en la economía.

HEDGES: Habríamos evitado ejecuciones hipotecarias y desahucios…
HUDSON: Sí. Pero no es lo que hizo Obama.

HEDGES: Aun cuando prometió que lo haría. Y luego cambió. Reservó algún dinero para salvar a la gente del desahucio, pero nunca llegó a gastarlo.
HUDSON: Así es. No se gastó ese dinero. Es lo que descubrió Niel Barofsky, el jefe del SIGTARP –Inspección General Especial para el TARTP—. Vino a decir, “¡eh, un minutito, que no están gastando un solo céntimo! ¡Es un fraude!”. Y escribió un libro entero, Bailout [Rescate], para explicar las mentiras Geithner. Y cuando luego salió Geithner con su libro autobiográfico, Barofsky lo reseñó denunciándolo como a un embustero que debería estar preso. Geithner fue convenientemente recompensado con un empleo millonario en Wall Street. Los japoneses llaman a eso “descenso del cielo”. Cuando recoges la recompensa por haber vendido la economía a quien te apoyó, lo que tienes es un estupendo empleo y terminas rico de por vida.

HEDGES: Bueno, hablemos un poco sobre lo que todo eso entraña de cara al futuro, porque lo cierto es que no se ha puesto el menor límite a estos comportamiento criminales y fraudulentos de la clase especuladora. Las burbujas se han vuelto a hinchar con fondos públicos. Me parece que usted escribió un artículo para la revista Harper’s antes de 2008 diciendo esto: estamos a punto de tener un accidente catastrófico y pegárnosla todos. Puesto que ahora volvemos a jugar al mismo juego, me pregunto qué pasara en el futuro inmediato. ¿Volverán a ser capaces de saquear el Tesoro como ya hicieron entonces?
HUDSON: Lo más destacable de todo es que la economía no se ha recuperado desde 2008. Se habla de que ha habido recuperación, pero lo cierto es que la recuperación sólo la ha experimentado el Uno por Ciento. El 99 Por Ciento no se ha recuperado. Por eso se aprestan a votar por Trump, y por eso se aprestan también a votar por Sanders. Pero autoinculpándose. Las víctimas tienden a culparse a sí mismas. Y lo otro que hay que…

HEDGES: Pero seamos claros: los medios no explican la realidad económica. En absoluto. No dejan de hablar de recuperación económica.
HUDSON: Ese es el asunto. Resultado: los medios que cuentan ese cuento están creando un síndrome de Estocolmo; la víctima secuestrada se identifica con el victimario. La idea es que, con sólo que lográramos dar más dinero a Wall Street, estaríamos salvados. Así que la Reserva Federal no tendría sino que bombear más y más dinero a la economía… Hablan de la Reserva Federal y de su helicóptero regador de dinero. Pero el helicóptero de la Reserva Federal sólo inunda con dinero a Wall Street, no a la economía. La gente no lo percibe. La Fed no dice: “Vamos a ingresar 200 dólares en los depósitos bancarios de todo el mundo para que dispongan de dinero y puedan hacer frente a sus deudas”. Sólo se presta dinero a Wall Street. ¿Y qué hace Wall Street con ese dinero? Prestar dinero. De manera que la solución al problema de deuda en que nos hallamos –deflación por sobreendeudamiento— sería prestar aún más dinero. Eso es lo que convierte al conjunto de la economía en un esquema Ponzi, como usted mismo observó al comienzo de la primera parte de esta entrevista. En un esquema Ponzi, las gentes parecen ganar un montón de dinero, pero eso sólo es porque realmente no tienes beneficios. Lo único que haces es lograr que más y más gente esté convencida de que estás ganando dinero. Y entretanto tú vas pagando a los primeros que entraron en el esquema con el dinero procedente de los suscriptores más recientes. Es lo que hizo Bernie Madoff. El conjunto de la economía se ha convertido en un esquema Madof.

HEDGES: Y en muy buena medida, a través de los bienes raíces, ¿no?
HUDSON: En muy buena medida, sí. Porque los bienes raíces son el activo más grande.

HEDGES: El valor de tu casa crece y crece y crece, y tu crees que has creado ese valor, que eso es una forma de creación de valor.
HUDSON: Ese es el problema que se dio en 2008. Obama tenía la opción de salvar a la economía o salvar a Wall Street. Eligió salvar a Wall Street. Y la única forma de salvar a Wall Street, si los bancos han hecho un montón de malos préstamos, es ayudarlos para que no quiebren. ¿Qué harás? Pues les darás dinero. La justificación mediática de eso es la teoría, según la cual los bancos ganan dinero prestando dinero a la industria para que ésta construya más fábricas y dé empleo a más gente. 

HEDGES: Y resultó que el crédito para la pequeña empresa y para los consumidores siguió encallado.
HUDSON: En efecto. Wall Street sabía que el mercado de bienes raíces estaba saturado de préstamo. En otras palabras: fin de partida. Nadie podía ya seguir pagando alquileres e hipotecas por encima de sus ingresos. Los bancos ni siquiera podían ya hacer más préstamo a través de las tarjetas de crédito. Así que empezaron a reducir también sus riesgos en ese ámbito de las tarjetas de crédito. Y lo que hicieron fue pasar a jugar con las divisas.

HEDGES: Y con la deuda académica estudiantil.
HUDSON: Y con la deuda estudiantil, sí.

HEDGES: Porque está garantizada.
HUDSON: Claro. Hicieron que el Estado…

HEDGES: Quiero decir, públicamente garantizada…
HUDSON: Desde el desplome de 2008, el Estado ha garantizado casi todo el nuevo préstamo hipotecario. Se garantiza públicamente hasta el 43% del ingreso del prestatario. Los préstamos estudiantiles, están todos públicamente garantizados. Pero, básicamente, los bancos se dedicaron a ganar dinero fuera. Si puedes tomar prestado de la Reserva Federal a una décima de un uno por ciento, con eso puedes comprar bonos brasileños, que rinden al 9%, si no más. Y puedes hacer también apuestas en los mercados internacionales de permutas sobre la quiebra de Grecia. Cuando Grecia tuvo problemas reales por el hecho de que los bancos alemanes y francesas le habían prestado demasiado, lo que el FMI quiso hacer fue cancelar la deuda griega. Pero entonces Geithner se puso en contacto telefónico con Europa, y Obama fue a las reuniones del G20 y vino a decir: “Miren, no pueden cancelar la deuda griega, porque los bancos norteamericanos se han convertido entretanto en apostadores de ese hipódromo. Tenemos un capitalismo de casino. Nuestros bancos han apostado y han prometido garantizar los bonos griegos. Si se cancelan los bonos griegos, los bancos norteamericanos sufrirán las consecuencias. Y si nosotros sufrimos las consecuencias, les aseguro que ustedes sufrirán también las consecuencias. Arrastraremos a los bancos europeos. ¿Están ustedes seguros de querer eso? De manera, pues, que los juegos de apuestas de Wall Street terminaron por apartar a Grecia de la Unión Europea. Wall Street quería disgregar políticamente a Europa sólo para favorecer a los bancos de inversión de Wall Street –básicamente, cuatro— y hacerles ganar dinero asegurando la deuda griega y tratando el mercado financiero como una carrera de caballos. En este punto nos hallamos ahora. Fíjese que no se trata aquí de un imperialismo que drena economías foráneas. No, no. Se trata de Wall Street y sus apuestas. Y en substancia, se trata del control ejercido por Wall Street sobre el Banco Central Europeo. Así como Europa tiene que cargar con su parte de gastos de colaboración con la OTAN, así también tienen sus ministerios de finanzas que cargar con los costes de colaborar con el Tesoro estadounidense.

HEDGES: Hablemos un poco, si le parece, de todo lo que esto significa, de hacia dónde vamos… 
HUDSON: Significa que los mercados no están creciendo, porque el consumidor norteamericano tiene que gastar tanto dinero en pagar a los bancos y en pagar impuestos, que no le queda suficiente dinero para comprar bienes y servicios.

HEDGES: Una de las cosas que usted observa en su libro, y que yo no sabía, es que cuando medimos la economía, lo hacemos con una contabilidad que incorpora la devolución de las distintas deudas –incluidas las de las tarjeta de crédito— como una forma de ahorro.
HUDSON: En efecto. Luego de 2008, la tasa de ahorro se disparó al alza. Solo que el ahorro no está disponible. Pero para una contabilidad de este tipo, si tú posees menos dinero, es porque has hecho lo mismo que pagar a partir del ahorro. De manera que estaríamos en una economía de ahorros. La tasa de ahorro en 2008 era cero. En realidad, era del menos 2%, si tomabas en cuenta los empréstitos del extranjero. El conjunto de la economía estaba compuesto por unos consumidores que mantenían sus niveles de vida recurriendo al préstamo y a su tarjeta de crédito, así como retirando lo que Alan Greenspan llamó efectivo derivado del valor creciente de la vivienda: un nuevo préstamo sobre el valor de la casa revalorizada. Pero eso no es realmente retirar dinero en efectivo. Es endeudarte más. Un vocabulario vuelto del revés. Norteamérica se iba embarcando más y más en el endeudamiento pensando que se hacía rica, y de repente se encontró en una situación, como usted bien dice, de servidumbre por deuda, una situación en la que los trabajadores asalariados y otros tienen que hacer devoluciones que se comen cualquier incremento salarial que consigan; va para pagar…

HEDGES: Porque terminas dedicando todo tu ingreso a pagar el principal. Y por eso los incrementos salariales se terminaron en los 70. La clase especulativa de Wall Street no quiere que la gente sea capaz de quitarse de encima las deudas.
HUDSON: Esta es una de las cosas a las que contribuyó la teoría económica de Alan Greenspan: el Síndrome del Trabajador Traumatizado. Dijo esto, sobre poco más o menos: la razón de que tengamos todas esas enormes ganancias de productividad sin el menor aumento salarial es que los trabajadores temen ir a la huelga, incluso protestar por las condiciones laborales: porque están todos a una sola cuota de convertirse en unos parias sin techo.

HEDGES: Y es verdad.
HUDSON: Y si se saltan una mensualidad de la tarjeta de crédito, de repente los intereses de su tarjeta se disparan hasta el 29%. Hasta si se retrasan en una factura bancariamente domiciliada, el banco les aumentará los recargos.

HEDGES: Y bien, ¿qué significado hay que darle a todo esto? Quiero decir: ¿adónde iremos a parar? 
HUDSON: Significa un desplome a cámara lenta. Significa que lo que…

HEDGES: Que ha empezado ya, ¿no es cierto?
HUDSON: Sí, estamos ya en una lenta caída. Todo eso fue analizado en los años 30 del siglo pasado, cuando Irving Fisher habló de deflación por sobreendeudamiento. Pero fíjese que la deuda no aparece en los libros de texto. Hablan de ahorro, pero no de deuda. Lo cierto es que todo dinero es, de una u otra forma, deuda. El efectivo en tu bolsillo es, técnicamente, deuda del Estado. Está en el lado de los pasivos del balance. Lo que la gente creía ser un activo sólo se mantenía a flote por la deuda. Pero la marea creciente de deuda, a diferencia de la marina, no levanta a todos los botes y esquifes por igual; sólo eleva a los yates. El resto de la economía queda con el agua al cuello o hundida, por seguir con la metáfora.

HEDGES: Bien, cuente esto para el gran público. ¿Qué está pasando? ¿Hemos perdido el control de esa fuerza predatoria o parasitaria?
HUDSON: Bueno, usted puede ver el futuro observando lo que pasa ahora mismo en Grecia, o lo que pasó en Rusia luego de su traumática terapia de choque. Norteamérica se halla en rumbo de terapia de choque, gane quien gane las presidenciales…

HEDGES: Represéntemelo plásticamente. ¿Cómo tendremos que vernos?
HUDSON: Bueno, más y más gentes tendrán cargas deudoras más y más grandes en sus gastos en asistencia médica. En sus gastos educativos. Más y más, hasta llegar al punto de quiebra. Y tendrán que tirar de los ahorros que tengan, o tendrán que apretarse el cinturón, o tendrán que declararse en quiebra. La tasa de quiebras está ya subiendo muy aceleradamente en los préstamos estudiantiles. Y esos son préstamos que no puedes quitarte simplemente de encima con una declaración de bancarrotota.

HEDGES: No, a menos que hayas muerto. Y entonces pasará a tus padres, si siguen vivos. 
HUDSON: Así es. Los padres han avalado el préstamo. Entretanto, los estudiantes que han tomado esos préstamos se han visto obligados a vivir en casa de los padres. No pueden permitirse la compra de una vivienda. Y si no puedes acceder a una vivienda, es muy complicado casarte. Estuve hace poco en China, y mi intérprete allí contaba que las mujeres chinas buscan maridos que puedan acceder a casa propia, porque necesitas casa para tener hijos. Todo eso se ha frenado aquí. Cuando tu observas ese fenómeno en Grecia, en Rusia o en otros lugares, lo que ves es una contracción de la tasa de natalidad, un incremento de las tasa de mortalidad y de enfermedades. La esperanza de vida retrocede. Letonia siguió este tipo de políticas a pies juntillas, y ha perdido ya el 20% de su población desde finales de los 90. Tienes una enorme emigración islandesa, griega… Pero los norteamericanos no tienen adonde emigrar.

HEDGES: Es verdad. Y usted dice en su libro que, realmente, las únicas opciones subsistentes son o la esclavitud por deuda o la revuelta.
HUDSON: Así es, exactamente. Pero los enzimas que el parásito ha instilado a través del control de los medios de comunicación sugieren al pueblo que no es culpa de Wall Street, que no es culpa del parásito, sino que es culpa del huésped, tu culpa. Las víctimas no habrían sido capaces de ganar dinero bastante para pagar al Uno por Ciento, los victimarios. Esto es una gripe financiera, y mata a una economía.

HEDGES: ¿Pero funciona? Porque yo no creo que la mentira de la teoría económica neoliberal se la traguen así como así amplios segmentos de la población, ni siquiera quienes se arremolinan en torno a Trump.
HUDSON: Es verdad. Saben que algo va mal, pero no saben qué es, porque nadie les cuenta cómo funciona realmente la economía. La razón de que yo pudiera alertar de la llegada de la crisis un año antes de que estallara es que yo disponía de los gráficos que publiqué en la revista Harper’s. Mis gráficos se citaron en el Financial Times como los únicos, entre los que pronosticaron la crisis, que preveían cómo y explicaban por qué iba a suceder. Cualquiera que atienda a los diagramas de Wall Street sobre la capacidad de pago, se da cuenta de que esto es exactamente lo que pasó en los años 20 del siglo pasado. Cualquiera que atienda a este tipo de gráficos le dirá que hay una intersección, un punto de ruptura, y que hay una crisis. Norteamérica tiene ahora la misma crisis que tuvo la Argentina, que tuvo Grecia, que tuvo Letonia, que tuvo Rusia. Esas economías son nuestro futuro. Iremos yendo paulatinamente a peor, en un desplome a cámara lenta.

HEDGES: ¿Pudiera ser que yendo paulatinamente a peor, a cámara lenta, termináramos en una forma de neofeudalismo, con una rapaz elite oligárquica al mando de un atroz Estado policial encargado de reprimirnos y represarnos?
HUDSON: Eso es precisamente lo que pasó en el Imperio romano.

HEDGES: Pues sí…
HUDSON: Si usted lee a los grandes historiadores romanos, como Tito Livio y Plutarco, verá todos cargan la decadencia del Imperio romano en la cuenta de una clase acreedora predadora y de los latifundistas. Los acreedores se hicieron con todo el dinero y se dedicaron a comprar más y más tierras, desplazando a todos los demás. El resultado en Roma fue una Edad Obscura, y eso puede durar mucho tiempo. La Edad Obscura viene cuando los rentistas toman el mando. Si echa usted una mirada retrospectiva a los años 30, verá que Leon Trotsky dijo que el fascismo venía de la incapacidad de los partidos socialistas para avanzar una alternativa. Si los partidos socialistas y los medios de comunicación no avanzan alternativas a ese neofeudalismo, lo que tendremos será una vuelta triunfal del feudalismo. Pero en vez de ocupación militar de las tierras, como ocurrió con la conquista Normanda [de Inglaterra], lo que tendremos será una toma de control financiera de los bienes raíces. Las finanzas se han convertido en el nuevo modo de hacer la guerra. No militarmente –salvo en Europa, huelga decirlo—, sino sencilla y financieramente. Puedes conseguir la toma de control de las tierras y de las compañías mediante incursiones y razias empresariales. Repare usted en el hecho de que el léxico de Wall Street es de conquista y exterminio. Porque a lo que estamos asistiendo es a una reviviscencia, en la esfera financiera, de lo que fue el feudalismo en la esfera militar.

HEDGES: Y, en substancia, nos estamos convirtiendo en un país de aparceros.
HUDSON: Exactamente. De aparceros obligados a comprar en el galpón del propio patrón.
HEDGES: En el galpón del propio señor.
HUDSON: Sí.

HEDGES: Bueno, eso aclara mucho. Yo creo que ilustra la necesidad que tenemos de una visión capaz de contrarrestar la visión del capitalismo depredador, parasitario. Si no conseguimos pronto esa visión alternativa, entraremos en una suerte de edad obscura.
HUDSON: Y recuerde que la tarea del político del sistema es prometer una visión amable para luego estafar al electorado.

HEDGES: Bueno, hasta ahora, desgraciadamente, lo han hecho muy bien.
http://www.sinpermiso.info/textos/las-mentiras-de-la-teoria-economica-neoliberal-y-la-demagogia-de-los-politicos-profesionales-del