_- Por Martín Cúneo | 03/01/2020 | Feminismos
Fuentes: El Salto
Antropóloga, ingeniera, profesora y activista, Yayo Herrero se ha configurado como una de las principales defensoras en España del ecofeminismo, una teoría y una práctica que permite vincular opresiones y entender el mundo combinando las herramientas de la ecología social y el feminismo.
Declararle la guerra a quienes han declarado la guerra a la vida. El ecofeminismo es una teoría o conjunto de teorías que permite vincular diversas opresiones, pero también es un movimiento social, aunque según dice la activista Yayo Herrero, las «etiquetas» no son lo importante, sino «lo que hay de fondo», es decir, «la defensa de la tierra y, por otro lado, un proceso emancipador de mujeres que se presentan y se configuran como agentes clave para defender y proteger la vida».
Yayo Herrero, una de las principales activistas y pensadoras ecofeministas en el Estado español, desgrana en esta entrevista la historia, el presente y el futuro de esta teoría que intenta vincular la ideas del feminismo y la ecología con una única misión: poner en el «centro lo que es necesario para sostener la vida».
¿Qué tiene que ver la ecología con el feminismo?
El vínculo entre la ecología y el feminismo y su potencial diálogo tiene que ver con la pregunta de «qué es lo que sostiene la vida». Y si nos preguntamos qué es lo que sostiene la vida tenemos que reconocer que somos seres radicalmente dependientes de un planeta tierra que tiene límites físicos y somos dependientes, además, de esos bienes fondo de la tierra que no son fabricados ni controlados a voluntad por los seres humanos. Esto quiere decir que no hay economía ni tecnología ni política ni sociedad sin naturaleza.
Pero, por otro lado, los seres humanos también vivimos encarnados en cuerpos, en cuerpos que son vulnerables, en cuerpos que son finitos, en cuerpos que tienen que ser cuidados a lo largo de toda la vida y sobre todo en algunos momentos del ciclo vital, como puede ser la infancia, la vejez, los momentos de enfermedad o toda la vida en algunos casos de diversidad funcional. Lo que sucede es que a lo largo de toda la historia quienes se han ocupado mayoritariamente de los cuerpos vulnerables han sido y son mujeres, y no porque estemos mejor dotadas genéticamente para hacerlo, sino porque vivimos en sociedades que distribuyen de forma no libre, en el momento del nacimiento, en el que se te asigna determinado sexo, la tarea del cuidado.
Cuando nos planteamos qué es lo que sostiene la vida, topamos de forma directa con las reivindicaciones y con las luchas que han mantenido históricamente, desde hace mucho más tiempo el movimiento feminista en su afán de repartir, de desfeminizar los cuidados, de corresponsabilizar al conjunto social de la reproducción cotidiana y generacional de la vida de los seres humanos y las reivindicaciones del ecologismo.
Desde mediados de los 90 hasta ahora se han producido, especialmente en América Latina, pero también en África o India, una serie de luchas ambientales protagonizadas por mujeres. ¿Se puede ser ecofeminista sin saberlo?
La verdad es que asignar la etiqueta de ecofeministas a las luchas sinceramente me da igual. Lo que me interesa es ver lo que hay de fondo y lo que reclaman todas estas luchas. Igual que hay ecologismos que no se reclaman como ecologismos, lo que según Martínez Alier son los ecologismos del sur o los ecologismos de los pobres. Hay muchísimas luchas lideradas por mujeres que no se han reivindicado como ecofeministas, pero en esas luchas sí se presenta, por un lado, la defensa de la tierra y, por otro lado, un proceso emancipador de mujeres que se presentan y se configuran como agentes clave para defender y proteger la vida. En ese sentido, se llamen como se llamen sí que encontramos un nexo y un vínculo y una complicidad con todas esas luchas.
Las madres o incluso las abuelas de estas mujeres habían liderado un movimiento también de defensa de la vida, pero la vida de sus familiares, de sus hijos, de sus nietos desaparecidos por las dictaduras. ¿Qué vínculo hay entre esa generación de defensoras de la vida y las actuales?
Nosotras nos consideramos aprendices y conectadas por una genealogía con todas esas mujeres. Cuando miramos a las Madres de la Plaza Mayo y nos encontramos con mujeres que empiezan a entrar de despacho en despacho en una de las dictaduras más sangrientas que hemos conocido, reclamando la aparición de sus hijos desaparecidos, lo que estamos viendo muchas veces son mujeres que, a partir de la tarea del cuidado, a partir de un rol tradicionalmente despreciado y subordinado como es el de ser madre, de repente son capaces de combatir una dictadura más feroces que hay en el mundo. Muchas de las mujeres que están luchando contra el extractivismo o muchas de las mujeres que están luchando por respirar un aire que se pueda respirar son también mujeres que están confrontando con intereses muy importantes poniendo en el centro lo que es necesario para sostener la vida. Hay un hilo de continuidad en todas esas formas de defensa de lo que es importante para continuar vivos y vivas.
Para una comunidad afectada por una mina o por un accidente como el de Bhopal parece bastante claro para qué puede servir el ecofeminismo, pero una sociedad urbana ¿en nos puede ayudar esta mirada del mundo?
La sociedades occidentales y urbanas también tienen una parte importante de luchas que son ecofeministas o que tienen rasgos de ecofeminismo. Por ejemplo, es impresionante, cómo hemos encontrado conexiones importantes y una sintonía importante con todos los movimientos en defensa de la vivienda. Defender tu vivienda es lo más parecido a defender el territorio próximo en el marco de la sociedad urbana, porque defender tu vivienda no es defender solamente las paredes donde cocinas, duermes o mantienes relaciones sexuales, sino también es defender un espacio que te conecta con el territorio próximo, es mantener los vínculos vecinales, mantener la pertenencia al barrio en el que estás. Pero, además, tenemos luchas que tienen que ver con la calidad del aire, que tienen que ver con detener las olas de calor, por ejemplo, que se producen en el entorno urbano con el cambio climático.
También dentro del espacio semiurbano estamos conociendo algunas luchas contra el extractivismo, por ejemplo, la plataforma contra la mina de cobre que está pegada a Santiago de Compostela, las minas de litio en Cáceres… todas esas luchas son luchas que se conectan con las otras y que están mayoritariamente protagonizadas por mujeres. En esas plataformas hay montones de mujeres. Si a esto le añadimos todo lo que tiene que ver con la contaminación química, los productos que son disruptores endocrinos o alteradores hormonales que afectan en mayor medida al cuerpo de las mujeres y, cuando no, afectan a las personas más pequeñas o a las más mayores, que son cuidadas mayoritariamente por mujeres, vemos que en realidad hay muchas luchas.
Además, y por encima de eso, poder solidarizarnos con las mujeres que luchan contra los extractivismos en el sur global, que luchan contra la incidencia de un sistema y un modelo extractivista brutal capitalista y depredador, racista y colonial, depende mucho del cambio de los hábitos de consumo y las miradas. Aquí depende de frenar el TTIP, depende de frenar el CETA, el TiSA y depende de poner freno a esas políticas también muchas veces protagonizadas por empresas del Ibex35 que están masacrando la vida de otras mujeres. No hay solidaridad feminista sin esos movimientos aquí que tratan también de frenar y proteger lo que hay allí.
Con esta defensa que se hace de la figura de la «madre coraje», de la mujer defensora de la vida y de sus hijos, del medioambiente y de la salud, ¿no se enquistan estos roles que el patriarcado reserva a las mujeres?
Claramente. Si el planteamiento es darle palmaditas a las mujeres en las espaldas -«¡Qué bien cuidáis la vida!»- sin que se produzca ningún tipo de proceso emancipador, sobre todo sin que se produzca una corresponsabilidad en el cuidado de los cuerpos que sean asumidas por personas, por hombres, por mujeres, que se definan como se definen, que no las asumen las instituciones, si no las asumen las comunidades, pues estamos haciendo una política de defensa de la vida, pero que sigue con cargo fundamentalmente al cuerpo de las mujeres. Es decir, esa redistribución de las obligaciones que comporta tener cuerpo y ser especie, esa desfeminización del trabajo de cuidados sobre cuerpos sobre todo femininos es absolutamente clave.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/ecofeminismo/entrevista-yayo-herrero-econom%C3%ADa-tecnolog%C3%ADa-pol%C3%ADtica-sociedad-naturaleza-cuidados
jueves, 3 de septiembre de 2020
miércoles, 2 de septiembre de 2020
Ladrón de sonrisas
El coronavirus nos ha arrebatado muchas cosas. Ha segado de raíz la vida de miles de personas, ha destruido la economía de medio mundo, ha dejado sin trabajo a millones de personas, nos ha encerrado en las casas, ha puesto patas arriba el sistema educativo, ha parado los aviones, ha interrumpido los viajes, ha llenado de temor os corazones… Pero hay una curiosa consecuencia que no he oído ni visto, hasta el momento, analizar en ningún artículo, programa o investigación. Me refiero a la desaparición de la sonrisa como consecuencia del uso persistente y generalizado de mascarillas en espacios cerrados y abiertos. Este peligroso virus se ha convertido en el ladrón más descarado de sonrisas de nuestra sociedad.
Veo por la calle caminar a las personas de manera aparentemente taciturna, ya que ningún rostro está iluminado por la sonrisa. Me atienden en comercios, supermercados y farmacias sin saludarme ni despedirme con una sonrisa, mantengo conversaciones en las que solo veo los ojos de la persona porque la boca ha desaparecido y con ella el hermoso gesto de la sonrisa.
Podemos sonreír, pero no nos ven hacerlo. Los demás pueden sonreír, pero no les vemos. De esa forma la sonrisa se hace invisible, permanece escondida bajo ese disfraz de un triste carnaval.
Aunque sea debajo de la mascarilla, debemos seguir sonriendo. A veces la alegría es la fuente de la sonrisa, pero en otras ocasiones, la sonrisa es la fuente de la alegría.
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”, decía el dramaturgo español Víctor Ruiz Iriarte. Ahora no podemos utilizarlo con la misma intensidad, con la misma frecuencia. Porque muchos de nuestros interlocutores nos hablan desde detrás de una barrera que es sutil en la textura pero contundente en la ocultación del rostro.
El virus nos ha llevado a un mundo sin sonrisas. Por eso abogo por la confección de mascarillas que dejen ver el movimiento de los labios. De esa manera, los sordos pueden leer lo que dice su interlocutor y todos podremos disfrutar de esa regalo impagable que es la sonrisa. Pero abogo, sobre todo, porque aparezca pronto una vacuna (o múltiples vacunas), como fruto del esfuerzo (ojalá que fuera coordinado) de miles de investigadores e investigadoras que están trabajando a marchas forzadas por la salvación de la humanidad. Ahí está la esperanza de la recuperación plena de la sonrisa.
Quiero ahora contar una historia. La historia de un ladrón de sonrisas que fue finalmente derrotado por la intervención inteligente de un niño. Conozco otros cuentos con este mismo título, El ladrón de sonrisas, como el de la escritora Susanna Isern, ilustrado de forma hermosa por Raquel Díaz Reguera, que también tiene como protagonista a otro niño. Este no tiene autor conocido por lo que pertenece al acervo común de la humanidad. Dice así:
Había una vez un tipo tristón y enfadadizo al que no le gustaba nada estar todo el día de mal humor. Todos a su alrededor se metían con él por su desagradable carácter, lo que no hacía sino acrecentar su tristeza y enfado.
Harto ya de tanta burla, este hombre decidió que, si él no podía ser feliz, nadie lo sería. Y, tras mucho investigar, encontró la manera de robar la sonrisa a la gente sin hacerles daño, empezando por los que tanto se metían con él.
Poco tiempo tardó en hacerse famoso este hombre, al que apodaron el ladrón de sonrisas. Todos sabían que era él, pero nadie podía hacer nada, puesto que no había ninguna ley que prohibiera robar sonrisas.
El ladrón de sonrisas guardaba las sonrisas en un cofre especial. Para evitar que se escaparan al abrirlo, el ladrón de sonrisas tenía siempre el cofre cerrado con llave y metía las sonrisas que robaba a través de un agujero especial que solo se podía abrir desde fuera.
Un día, mientras el ladrón de sonrisas buscaba alguna sonrisa que robar, un niño perdido llegó a su guarida, sin saber dónde estaba. El niño estaba muy triste, porque no sabía dónde buscar a sus padres, con los que había ido de excursión. Tenía hambre y frío, y ya era de noche para deambular por una ciudad desconocida.
El niño vio el cofre. Pensando que dentro habría comida o mantas intentó abrirlo. Pero no pudo, porque estaba cerrado con llave. El niño buscó algo con qué abrir el cofre. La llave no estaba por ninguna parte, pero encontró un trozo de metal un poco retorcido. Como no tenía otra cosa que hacer, el niño intentó forzar la cerradura con el trozo de metal. Ya llevaba un rato intentándolo cuando apareció el ladrón de sonrisas:
-¿Qué haces, niño? -gritó, muy enfadado, el ladrón de sonrisas.
En ese momento, el niño consiguió abrir el cofre y miles de sonrisas salieron disparadas, en busca de sus dueños.
-¡No! ¡No! Cierra eso, insensato -gritó el ladrón de sonrisas.
Nada más decir estas palabras, una sonrisa despistada se estrelló contra la cara del ladrón, y cuatro o cinco más siguieron el mismo camino.
El ladrón de sonrisas empezó a reírse como loco. Una extraña energía recorrió todo su cuerpo. Cuatro o cinco sonrisas despistadas se estrellaron también contra el niño que, de pronto, no se sintió tan desesperado y triste.
– No te preocupes, niño -dijo el ladrón de sonrisas sin parar de sonreír-. Llamaré a la policía para que encuentre a tus padres.
La policía se presentó en la guarida del ladrón de sonrisas, a donde nadie se atrevía a ir, protegidos para que el ladrón no hiciera de las suyas, sospechando que se trataba de una trampa.
Cuando los policías vieron al ladrón de tan buen humor y al niño tan bien atendido no podían creérselo. Algunas de las sonrisas que todavía no habían encontrado a quien alegrar se estrellaron contra los policías, que no podían dejar de alegrarse por el feliz reencuentro del niño con sus padres y por la felicidad de ver al tipo más desagradable de la ciudad más feliz que nadie.
El ladrón de sonrisas guió al resto de sonrisas escapadas para que fueran a parar a muchas de las personas que se habían quedado tristes cuando le robaron la sonrisa.
-¡Oh, no! ¡No hay para todos! -se lamentó el ladrón de sonrisas.
Entonces, el ladrón se dio cuenta de que no hacía falta, porque todo aquel que veía a alguien sonreír, sonreía también.
Ese día el ladrón de sonrisas descubrió que la sonrisa es contagiosa y que no solo es muy fácil llevar un poco de felicidad, sino también encontrarla si sabes dónde buscar.
Hasta aquí la historia. El coronavirus se ha convertido en el ladrón de sonrisas de la humanidad. Hay una forma segura de abrir la caja donde las tiene encerradas. El niño de esta historia, que abre la caja, es la investigación. Solo la investigación puede acabar con el poder del ladrón de forma definitiva encontrando una o varias vacunas que sean eficaces. Es ahora cuando se ve de forma palmaria la importancia que tiene contar con buenos equipos de investigación, con estructuras sólidas, con políticas eficaces y con presupuestos que permitan investigar con intensidad y persistencia.
Cuando la humanidad clama por una solución a la pandemia, es preciso recordar que la cultura de la investigación no se improvisa, que no aparecen como por arte de magia profesionales bien formados y que sin dinero, tiempo y esfuerzo no es posible encontrar hallazgos de singular importancia. Para que vuelva a florecer la sonrisa en el mundo, para que desaparezcan las mascarillas y podamos circular libremente, es necesario encontrar un remedio eficaz contra el virus. Lo diré de forma lapidaria: investigación o catástrofe.
https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/08/08/ladron-de-sonrisas/
Veo por la calle caminar a las personas de manera aparentemente taciturna, ya que ningún rostro está iluminado por la sonrisa. Me atienden en comercios, supermercados y farmacias sin saludarme ni despedirme con una sonrisa, mantengo conversaciones en las que solo veo los ojos de la persona porque la boca ha desaparecido y con ella el hermoso gesto de la sonrisa.
Podemos sonreír, pero no nos ven hacerlo. Los demás pueden sonreír, pero no les vemos. De esa forma la sonrisa se hace invisible, permanece escondida bajo ese disfraz de un triste carnaval.
Aunque sea debajo de la mascarilla, debemos seguir sonriendo. A veces la alegría es la fuente de la sonrisa, pero en otras ocasiones, la sonrisa es la fuente de la alegría.
“La sonrisa es el idioma universal de las personas inteligentes”, decía el dramaturgo español Víctor Ruiz Iriarte. Ahora no podemos utilizarlo con la misma intensidad, con la misma frecuencia. Porque muchos de nuestros interlocutores nos hablan desde detrás de una barrera que es sutil en la textura pero contundente en la ocultación del rostro.
El virus nos ha llevado a un mundo sin sonrisas. Por eso abogo por la confección de mascarillas que dejen ver el movimiento de los labios. De esa manera, los sordos pueden leer lo que dice su interlocutor y todos podremos disfrutar de esa regalo impagable que es la sonrisa. Pero abogo, sobre todo, porque aparezca pronto una vacuna (o múltiples vacunas), como fruto del esfuerzo (ojalá que fuera coordinado) de miles de investigadores e investigadoras que están trabajando a marchas forzadas por la salvación de la humanidad. Ahí está la esperanza de la recuperación plena de la sonrisa.
Quiero ahora contar una historia. La historia de un ladrón de sonrisas que fue finalmente derrotado por la intervención inteligente de un niño. Conozco otros cuentos con este mismo título, El ladrón de sonrisas, como el de la escritora Susanna Isern, ilustrado de forma hermosa por Raquel Díaz Reguera, que también tiene como protagonista a otro niño. Este no tiene autor conocido por lo que pertenece al acervo común de la humanidad. Dice así:
Había una vez un tipo tristón y enfadadizo al que no le gustaba nada estar todo el día de mal humor. Todos a su alrededor se metían con él por su desagradable carácter, lo que no hacía sino acrecentar su tristeza y enfado.
Harto ya de tanta burla, este hombre decidió que, si él no podía ser feliz, nadie lo sería. Y, tras mucho investigar, encontró la manera de robar la sonrisa a la gente sin hacerles daño, empezando por los que tanto se metían con él.
Poco tiempo tardó en hacerse famoso este hombre, al que apodaron el ladrón de sonrisas. Todos sabían que era él, pero nadie podía hacer nada, puesto que no había ninguna ley que prohibiera robar sonrisas.
El ladrón de sonrisas guardaba las sonrisas en un cofre especial. Para evitar que se escaparan al abrirlo, el ladrón de sonrisas tenía siempre el cofre cerrado con llave y metía las sonrisas que robaba a través de un agujero especial que solo se podía abrir desde fuera.
Un día, mientras el ladrón de sonrisas buscaba alguna sonrisa que robar, un niño perdido llegó a su guarida, sin saber dónde estaba. El niño estaba muy triste, porque no sabía dónde buscar a sus padres, con los que había ido de excursión. Tenía hambre y frío, y ya era de noche para deambular por una ciudad desconocida.
El niño vio el cofre. Pensando que dentro habría comida o mantas intentó abrirlo. Pero no pudo, porque estaba cerrado con llave. El niño buscó algo con qué abrir el cofre. La llave no estaba por ninguna parte, pero encontró un trozo de metal un poco retorcido. Como no tenía otra cosa que hacer, el niño intentó forzar la cerradura con el trozo de metal. Ya llevaba un rato intentándolo cuando apareció el ladrón de sonrisas:
-¿Qué haces, niño? -gritó, muy enfadado, el ladrón de sonrisas.
En ese momento, el niño consiguió abrir el cofre y miles de sonrisas salieron disparadas, en busca de sus dueños.
-¡No! ¡No! Cierra eso, insensato -gritó el ladrón de sonrisas.
Nada más decir estas palabras, una sonrisa despistada se estrelló contra la cara del ladrón, y cuatro o cinco más siguieron el mismo camino.
El ladrón de sonrisas empezó a reírse como loco. Una extraña energía recorrió todo su cuerpo. Cuatro o cinco sonrisas despistadas se estrellaron también contra el niño que, de pronto, no se sintió tan desesperado y triste.
– No te preocupes, niño -dijo el ladrón de sonrisas sin parar de sonreír-. Llamaré a la policía para que encuentre a tus padres.
La policía se presentó en la guarida del ladrón de sonrisas, a donde nadie se atrevía a ir, protegidos para que el ladrón no hiciera de las suyas, sospechando que se trataba de una trampa.
Cuando los policías vieron al ladrón de tan buen humor y al niño tan bien atendido no podían creérselo. Algunas de las sonrisas que todavía no habían encontrado a quien alegrar se estrellaron contra los policías, que no podían dejar de alegrarse por el feliz reencuentro del niño con sus padres y por la felicidad de ver al tipo más desagradable de la ciudad más feliz que nadie.
El ladrón de sonrisas guió al resto de sonrisas escapadas para que fueran a parar a muchas de las personas que se habían quedado tristes cuando le robaron la sonrisa.
-¡Oh, no! ¡No hay para todos! -se lamentó el ladrón de sonrisas.
Entonces, el ladrón se dio cuenta de que no hacía falta, porque todo aquel que veía a alguien sonreír, sonreía también.
Ese día el ladrón de sonrisas descubrió que la sonrisa es contagiosa y que no solo es muy fácil llevar un poco de felicidad, sino también encontrarla si sabes dónde buscar.
Hasta aquí la historia. El coronavirus se ha convertido en el ladrón de sonrisas de la humanidad. Hay una forma segura de abrir la caja donde las tiene encerradas. El niño de esta historia, que abre la caja, es la investigación. Solo la investigación puede acabar con el poder del ladrón de forma definitiva encontrando una o varias vacunas que sean eficaces. Es ahora cuando se ve de forma palmaria la importancia que tiene contar con buenos equipos de investigación, con estructuras sólidas, con políticas eficaces y con presupuestos que permitan investigar con intensidad y persistencia.
Cuando la humanidad clama por una solución a la pandemia, es preciso recordar que la cultura de la investigación no se improvisa, que no aparecen como por arte de magia profesionales bien formados y que sin dinero, tiempo y esfuerzo no es posible encontrar hallazgos de singular importancia. Para que vuelva a florecer la sonrisa en el mundo, para que desaparezcan las mascarillas y podamos circular libremente, es necesario encontrar un remedio eficaz contra el virus. Lo diré de forma lapidaria: investigación o catástrofe.
https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/08/08/ladron-de-sonrisas/
_- Oliver Stone, el cineasta de éxito que cree que Hollywood se ha vuelto “demasiado frágil y sensible”
_- El director de 'Platoon' recuerda en sus memorias los años en los que tocó la cumbre de la industria
Hubo un tiempo en el que Oliver Stone (Nueva York, 1946) se movía como pez en el agua en la élite de Hollywood. Su tercera película, Platoon (1986), le había disparado hacia la cumbre con el oscar al mejor director a los 40 años, después de 20 guiones y 17 años luchando por meter la cabeza entre los grandes. En la autobiografía Chasing the Light (persiguiendo la luz), que Stone acaba de publicar, recuerda aquella noche. Dustin Hoffman leyendo el sobre del ganador a la mejor película. Cómo, en la fiesta de los Oscar, su madre conoció a Liz Taylor, Bette Davis y Jennifer Jones. Y Michael Douglas se acercó a darle un abrazo. “Treinta años después, miro atrás y me doy cuenta de que no tenía ni idea de la clase de tormenta que se avecinaba, pero sabía por instinto que había logrado llegar a un momento cuya gloria me duraría para siempre”, escribe.
Durante la década siguiente, Stone realizó casi una película por año y todas con bastante éxito. En 1989 repitió oscar al mejor director por Nacido el 4 de julio. Su cine era intenso; películas de firma dentro de lo comercial, con las que Stone lucía un indudable poder dramático y al mismo tiempo tocaba problemas de fondo en Estados Unidos: la combinación perfecta en el mejor país del mundo para hacerse rico criticando el sistema.
Sus películas de firma dentro de lo comercial, con las que tocaba problemas de fondo en EE UU, eran la combinación perfecta para hacerse rico criticando el sistema
Stone fue el hijo único de una joven francesa, Jacqueline Goddet, y un militar norteamericano, Louis Stone, que se conocieron y se casaron en el París ocupado de posguerra —”posiblemente el mayor error de sus vidas”—.
Su vida estuvo marcada por Vietnam. Se fue a Saigón a los 19 años a dar clases de inglés en un colegio y volvió dos años después, como voluntario, para luchar contra el comunismo. Resultó herido dos veces. En su biografía recuerda un espantoso episodio en el que participó en el enterramiento masivo de decenas de cadáveres del Vietcong con excavadoras. “Nadie debería presenciar tanta muerte jamás”, reflexiona.
Dos décadas después, aquello se convirtió en la catarsis creativa de su famosa trilogía sobre Vietnam: Platoon, Nacido el 4 de julio y El cielo y la tierra. “Mi vida después de aquello no volvería a ser la misma. Trabajaría para estudios de verdad, con dinero de verdad. Pasaría a tener una carrera con altibajos, como la mayoría de nosotros, y cada película haría más amplia mi visión del mundo. En realidad, las películas eran amortiguadores que me llevaron a través de décadas de una intensa experiencia americana, casi de locos. Algunos acertaron, otros fallaron (el éxito y el fracaso son ‘igualmente impostores’, como decía Kipling). La presión constante de un despiadado negocio del cine engrasado para hacer dinero puede arruinar cualquier alma”, señala en su autobiografía.
Stone pareció encontrar la fórmula para lograr grandes éxitos de taquilla al mismo tiempo que ponía el dedo en la llaga de las contradicciones y autoengaños de EE UU. En JFK: Caso abierto (1991), fue criticado por dar pábulo a teorías conspiratorias sobre el asesinato de Kennedy. La trepidante película fue un gran éxito y resultó nominada a seis oscars, pero abrió la puerta a ciertas obsesiones de Stone que parecen haberle hecho salirse de los amplios márgenes de lo que Hollywood considera presentable.
De sus entrevistas se deduce que detesta los consensos generales sobre cualquier personaje, especialmente hombres poderosos. Los retratos que ha hecho de Richard Nixon y George W. Bush resultan, para muchos, sorprendentemente condescendientes, pero es que Stone lleva tres décadas rebelándose contra la visión norteamericana del mundo dividido entre buenos y malos. En el momento en que la cultura de masas coincide en vapulear a un personaje, él siente la necesidad de darle voz para mostrar sus matices.
En ese camino no ha sido raro verle meter un pie en el cinismo de vez en cuando. Rodó un documental con Fidel Castro, otro con Hugo Chávez y otro con Vladímir Putin. Sea quien sea el enemigo, Stone tiene que ir a hablar con él y tratar de ver otro lado del personaje. Ni siquiera el advenimiento de Donald Trump le hizo aceptar que quizá hay cosas que no son debatibles. “Trump nos puede dar sorpresas. Es un negociador, hay que esperar y ver”, decía días después de su elección. En una presentación de la película Nixon en Los Ángeles seis meses después, le preguntaron en qué se parecía Trump a aquel expresidente. “En el ataque de una cierta clase de prensa, en el odio hacia él”, contestó.
En aquella charla dio alguna pincelada de cómo encajan estas opiniones en su visión artística. Lo que busca, afirmó, es empatía. “Creo que si buceas lo suficiente en cualquier persona, sea Pol Pot o Trump, encontrarás algo. Luego hará cosas malas. Pero siempre hay humanidad en el fondo. Ese es el papel de los dramaturgos, encontrarlo. Es lo que hacemos”. En ese papel, Stone ha llevado la contraria a la opinión mayoritaria hasta que ya no se sabe qué opina él sobre nada.
Ahora prepara un documental en el que insiste en la teoría de que JFK fue asesinado por “fuerzas poderosas” del Gobierno, según decía en una entrevista en The New York Times. Afirma que no volverá a hacer una película de Hollywood porque la industria “se ha vuelto demasiado frágil y sensible” y no le quiere.
https://elpais.com/ideas/2020-08-21/oliver-stone-cree-que-hollywood-se-ha-vuelto-demasiado-fragil-y-sensible.html
Hubo un tiempo en el que Oliver Stone (Nueva York, 1946) se movía como pez en el agua en la élite de Hollywood. Su tercera película, Platoon (1986), le había disparado hacia la cumbre con el oscar al mejor director a los 40 años, después de 20 guiones y 17 años luchando por meter la cabeza entre los grandes. En la autobiografía Chasing the Light (persiguiendo la luz), que Stone acaba de publicar, recuerda aquella noche. Dustin Hoffman leyendo el sobre del ganador a la mejor película. Cómo, en la fiesta de los Oscar, su madre conoció a Liz Taylor, Bette Davis y Jennifer Jones. Y Michael Douglas se acercó a darle un abrazo. “Treinta años después, miro atrás y me doy cuenta de que no tenía ni idea de la clase de tormenta que se avecinaba, pero sabía por instinto que había logrado llegar a un momento cuya gloria me duraría para siempre”, escribe.
Durante la década siguiente, Stone realizó casi una película por año y todas con bastante éxito. En 1989 repitió oscar al mejor director por Nacido el 4 de julio. Su cine era intenso; películas de firma dentro de lo comercial, con las que Stone lucía un indudable poder dramático y al mismo tiempo tocaba problemas de fondo en Estados Unidos: la combinación perfecta en el mejor país del mundo para hacerse rico criticando el sistema.
Sus películas de firma dentro de lo comercial, con las que tocaba problemas de fondo en EE UU, eran la combinación perfecta para hacerse rico criticando el sistema
Stone fue el hijo único de una joven francesa, Jacqueline Goddet, y un militar norteamericano, Louis Stone, que se conocieron y se casaron en el París ocupado de posguerra —”posiblemente el mayor error de sus vidas”—.
Su vida estuvo marcada por Vietnam. Se fue a Saigón a los 19 años a dar clases de inglés en un colegio y volvió dos años después, como voluntario, para luchar contra el comunismo. Resultó herido dos veces. En su biografía recuerda un espantoso episodio en el que participó en el enterramiento masivo de decenas de cadáveres del Vietcong con excavadoras. “Nadie debería presenciar tanta muerte jamás”, reflexiona.
Dos décadas después, aquello se convirtió en la catarsis creativa de su famosa trilogía sobre Vietnam: Platoon, Nacido el 4 de julio y El cielo y la tierra. “Mi vida después de aquello no volvería a ser la misma. Trabajaría para estudios de verdad, con dinero de verdad. Pasaría a tener una carrera con altibajos, como la mayoría de nosotros, y cada película haría más amplia mi visión del mundo. En realidad, las películas eran amortiguadores que me llevaron a través de décadas de una intensa experiencia americana, casi de locos. Algunos acertaron, otros fallaron (el éxito y el fracaso son ‘igualmente impostores’, como decía Kipling). La presión constante de un despiadado negocio del cine engrasado para hacer dinero puede arruinar cualquier alma”, señala en su autobiografía.
Stone pareció encontrar la fórmula para lograr grandes éxitos de taquilla al mismo tiempo que ponía el dedo en la llaga de las contradicciones y autoengaños de EE UU. En JFK: Caso abierto (1991), fue criticado por dar pábulo a teorías conspiratorias sobre el asesinato de Kennedy. La trepidante película fue un gran éxito y resultó nominada a seis oscars, pero abrió la puerta a ciertas obsesiones de Stone que parecen haberle hecho salirse de los amplios márgenes de lo que Hollywood considera presentable.
De sus entrevistas se deduce que detesta los consensos generales sobre cualquier personaje, especialmente hombres poderosos. Los retratos que ha hecho de Richard Nixon y George W. Bush resultan, para muchos, sorprendentemente condescendientes, pero es que Stone lleva tres décadas rebelándose contra la visión norteamericana del mundo dividido entre buenos y malos. En el momento en que la cultura de masas coincide en vapulear a un personaje, él siente la necesidad de darle voz para mostrar sus matices.
En ese camino no ha sido raro verle meter un pie en el cinismo de vez en cuando. Rodó un documental con Fidel Castro, otro con Hugo Chávez y otro con Vladímir Putin. Sea quien sea el enemigo, Stone tiene que ir a hablar con él y tratar de ver otro lado del personaje. Ni siquiera el advenimiento de Donald Trump le hizo aceptar que quizá hay cosas que no son debatibles. “Trump nos puede dar sorpresas. Es un negociador, hay que esperar y ver”, decía días después de su elección. En una presentación de la película Nixon en Los Ángeles seis meses después, le preguntaron en qué se parecía Trump a aquel expresidente. “En el ataque de una cierta clase de prensa, en el odio hacia él”, contestó.
En aquella charla dio alguna pincelada de cómo encajan estas opiniones en su visión artística. Lo que busca, afirmó, es empatía. “Creo que si buceas lo suficiente en cualquier persona, sea Pol Pot o Trump, encontrarás algo. Luego hará cosas malas. Pero siempre hay humanidad en el fondo. Ese es el papel de los dramaturgos, encontrarlo. Es lo que hacemos”. En ese papel, Stone ha llevado la contraria a la opinión mayoritaria hasta que ya no se sabe qué opina él sobre nada.
Ahora prepara un documental en el que insiste en la teoría de que JFK fue asesinado por “fuerzas poderosas” del Gobierno, según decía en una entrevista en The New York Times. Afirma que no volverá a hacer una película de Hollywood porque la industria “se ha vuelto demasiado frágil y sensible” y no le quiere.
https://elpais.com/ideas/2020-08-21/oliver-stone-cree-que-hollywood-se-ha-vuelto-demasiado-fragil-y-sensible.html
martes, 1 de septiembre de 2020
Coronavirus: Mariana Mazzucato, la economista que no quiere que volvamos a la normalidad y cree que se puede hacer un capitalismo diferente. Margarita Rodríguez. BBC News Mundo..
MARIANA MAZZUCATO/S ROBINSON Image caption
La profesora Mazzucato irrumpió en el debate económico mundial como una voz fresca, clara y rigurosa, revelando el papel del Estado no como un simple corrector de las "fallas del mercado", sino como un poderoso creador de nuevos mercados.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva, Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe
Mariana Mazzucato es profesora de Economía de la Innovación y Valor Público del University College London (UCL).
Mariana Mazzucato es considerada una de las economistas más influyentes de los últimos años y hay algo que quiere ayudar a arreglar… la economía global.
"Admirada por Bill Gates, consultada por gobiernos, Mariana Mazzucato es la experta con la que otros discuten bajo su propio riesgo", escribió la periodista Helen Rumbelow en el diario británico The Times.
Su artículo de 2017 lo tituló: "No te metas con Mariana Mazzucato, la economista que más asusta del mundo": ("Don't mess with Mariana Mazzucato, the world's scariest economist").
Para Eshe Nelson, de la publicación especializada Quartz, la economista italoestadounidense no es que asuste, sino que "es franca y directa al servicio de una misión (…) que podría salvar al capitalismo de sí mismo".
The New York Times la definió como "la economista de izquierda con una nueva historia sobre el capitalismo", en el artículo de 2019: "Meet the Leftish Economist With a New Story About Capitalism".
En mayo de este año, la revista Forbes la incluyó en el reportaje: "5 economistas redefiniendo… todo. Oh sí y son mujeres" ("5 Economists Redefining… Everything. Oh Yes, And They're Women").
"Las empresas querían sacarse al Estado de encima cuando les iba bien, pero ahora corren a pedirle auxilio"
"Ella quiere hacer que la economía explícitamente le sirva a la gente, en lugar de que le explique su servidumbre", escribió la columnista Avivah Wittenberg-Cox.
El valor, el precio
Mariana Mazzucato es profesora de Economía de la Innovación y el Valor Público de la University College London (UCL), en donde también es la directora fundadora del Instituto para la Innovación y Propósito Público (IIPP, por sus siglas en inglés).
"Sobre el futuro económico es interesante la visión de la economista Mariana Mazzucato", escribió el Papa en marzo.
Es autora de los libros The Entrepreneurial State: debunking public vs. private sector myths (El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado) y The Value of Everything: making and taking in the global economy (El valor de las cosas: quién produce y quién gana en la economía global).
Esa obra de 2018 ha tenido un impacto incluso fuera de los círculos de los economistas.
"Sobre el futuro económico es interesante la visión de la economista Mariana Mazzucato, docente en el University College London ("Il valore di tutto"; "chi lo produce e chi lo sottrae nell' economía globale" La haya 2018). Creo que ayuda a pensar el futuro", escribió el papa Francisco, el 28 de marzo, en una carta que le dirigió a Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Humanos.
Mazzucato cree que el capitalismo se puede orientar hacia un futuro "innovador y sostenible que funcione para todos nosotros", señala la organización Ted, donde ha ofrecido tres charlas.
El hombre que predijo el fin del capitalismo y que es clave para entender la economía de hoy De hecho, considera que la crisis que ha desatado la pandemia de covid-19 es una oportunidad para "hacer un capitalismo diferente".
Lleva años hablando de la importancia de las inversiones del Estado en los procesos de innovación, pues uno de sus objetivos es desmontar el mito de que el Estado es un ente burocrático que simplemente inyecta lentitud.
Otro, es demostrar que en la economía "el valor no es solo el precio".
A continuación presentamos las respuestas de la profesora a las preguntas de BBC Mundo:
Usted ha dicho: "No podemos volver a la normalidad. Lo normal es lo que nos metió no solo en este caos, sino también en la crisis financiera y la crisis climática".
Esas palabras tienen un significado especial para América Latina, una región con un alto nivel de desigualdad y pobreza, que está luchando contra el cambio climático y con muchas de sus comunidades duramente golpeadas por la pandemia del coronavirus.
¿Cómo podemos evitar volver a la normalidad prepandemia? ¿Por qué la gente no debería querer volver a ella?
La crisis nos ha mostrado las deficiencias en las capacidades de los estados y también nos ha demostrado que la forma como hemos estado pensando en el rol del Estado en el último medio siglo ha sido completamente inapropiada.
Para Mazzucato es fundamental aprender de los errores cometidos tras la crisis financiera de 2008. Desde la década de 1980, se les ha dicho a los gobiernos que pasen a un segundo plano y que permitan que las empresas dirijan y creen riqueza y que intervengan sólo para solucionar los problemas cuando surjan.
El resultado es que los gobiernos no siempre están adecuadamente preparados y equipados para hacerle frente a crisis como la del covid-19 o la emergencia climática.
Al asumir que los gobiernos tienen que esperar hasta que se produzca un gran shock sistémico para tomar la decisión de actuar, se toman medidas en plena marcha que resultan insuficientes.
En ese proceso, las instituciones esenciales que brindan servicios y bienes públicos de una manera más amplia (como el Servicio Nacional de Salud en Reino Unido, donde se han producido recortes a la salud pública por un total de US1.000 millones desde 2015) quedan debilitadas.
"La alternativa para los próximos 20 años es una forma sostenible de capitalismo. Seguirá siendo capitalismo, pero no se verá como tal"
Las medidas de austeridad que se impusieron tras la crisis financiera de 2008 fueron lo opuesto a la inversión que se necesitaba para aumentar la capacidad del sector público y (así) prepararlo para el próximo shock del sistema.
En América Latina, es clave que la agenda se centre tanto en la creación de valor como en la redistribución de valor.
Diversos sectores económicos de América Latina han sufrido las consecuencias de las medidas de confinamiento para frenar la propagación del coronavirus.
Los altos niveles de desigualdad y pobreza significan que hay poblaciones vulnerables que tienen el potencial de enfrentar enormes dificultades económicas en el contexto de una crisis como la que estamos experimentando ahora.
Y para exacerbar aún más las cosas, las economías latinoamericanas se caracterizan por enormes sectores informales.
En todo el mundo, incluida América Latina, los estados que no están preparados destinan menos recursos para financiar los servicios públicos. Además, también tienen menos opciones para ayudar al sector informal (por ejemplo, si no presentas una declaración de impuestos no puedes acceder a fondos públicos), lo cual es desastroso para las poblaciones vulnerables.
"Esto se va a parecer mucho a una economía de guerra": la advertencia sobre cómo la crisis del coronavirus aumentará el desempleo y la pobreza en América Latina
Por lo tanto, los estados deben crear valor invirtiendo e innovando para encontrar nuevas formas de proporcionar servicios públicos a las poblaciones vulnerables en la economía informal.
Cuando los estados pasan a un segundo plano y no se preparan para las crisis (lo que ha sucedido en muchos países, no solo en América Latina), su capacidad para ofrecer servicios públicos se ve severamente entorpecida.
Para Mazzucato es clave repensar el rol de los gobiernos en las economías.
Pero estos servicios públicos deben ser parte de un sistema de innovación: las ciudades verdes y el crecimiento inclusivo requieren innovación social y tecnológica.
Las tendencias de desindustrialización en la región crean dificultades adicionales.
Los estados no tienen la capacidad de exigirle a los productores locales que aumenten la creación de bienes necesarios para enfrentar la crisis (por ejemplo: suministros hospitalarios), lo cual los obliga a depender del colapsado mercado internacional para acceder a estos bienes.
Usted ha dicho que la "crisis de covid-19 es una oportunidad para hacer un capitalismo diferente". ¿Qué quiere decir? ¿Qué nos está diciendo esta terrible crisis sobre el sistema actual que otras crisis no nos dijeron?
Hay una "triple crisis del capitalismo" en este momento:
De acuerdo con Mazzucato, el modelo de capitalismo actual presenta problemas que deben ser resueltos a medida que se le hace frente a la crisis sanitaria del coronavirus. Una crisis sanitaria: la pandemia global ha hecho que la mayoría de la población mundial esté confinada y es claro que sólo somos tan saludables como nuestros vecinos, a nivel local, nacional e internacional.
Otra crisis económica: la desigualdad es tanto una causa como una consecuencia de la pandemia de covid-19.
La crisis de covid-19 está exponiendo aún más fallas en nuestras estructuras económicas. La creciente precariedad del trabajo es una de ellas.
"El mundo está tratando los síntomas de la pandemia, pero no las causas" Peor aún, los gobiernos ahora están otorgando préstamos a las empresas en un momento en que la deuda privada es históricamente alta, mientras que la deuda pública se ha visto como un problema en la última década de austeridad.
Además, un sector empresarial excesivamente "financiarizado" ha estado desviando valor de la economía.
La tercera es la crisis climática: no podemos volver a "business as usual" (aquí no pasa nada). A principios de este año, los medios de comunicación estaban llenos de imágenes aterradoras de bomberos abrumados (tratando de apagar incendios forestales), no de personal de atención médica desbordado.
A finales de 2019 e inicios de este año, Australia atravesó una ola de calor extremo que provocó miles de incendios. ¿Puede sobrevivir el capitalismo tal como lo conocemos? ¿Debería ser salvado?
Esta crisis y la recuperación que necesitamos nos dan la oportunidad de comprender y explorar cómo hacer el capitalismo de manera diferente.
Esto amerita repensar para qué están los gobiernos: en lugar de simplemente corregir las fallas del mercado cuando surjan, deberían avanzar activamente hacia la conformación y la creación de mercados para hacerle frente a los desafíos más urgentes de la sociedad.
La economista cree que se debe apuntar a modelos de negocio que lleven a "un crecimiento más inclusivo y sostenible".
También deben asegurarse de que las asociaciones que se establezcan con empresas, que involucren fondos gubernamentales, estén impulsadas por el interés público, no por las ganancias.
Cuando las empresas privadas solicitan rescates de los gobiernos, debemos pensar en el mundo que queremos construir para el futuro y la dirección de innovación que necesitamos para llegar a él y, sobre la base de eso, agregar condiciones a esos rescates para beneficiar el interés público, no solo el privado.
Esto asegurará la dirección de viaje que queremos: verde, sostenible y equitativo. Cuando las condicionalidades se hacen bien, alinean el comportamiento corporativo con las necesidades de la sociedad.
"Estamos frente a una crisis generalizada del capitalismo democrático mundial y del no democrático, como el de China"
En el corto plazo, esto se enfoca en preservar las relaciones laborales durante la crisis y mantener la capacidad productiva de la economía, mientras se evita la extracción de fondos para los mercados financieros y la compensación a ejecutivos.
A largo plazo, se trata de garantizar que los modelos de negocio conduzcan a un crecimiento más inclusivo y sostenible.
El Papa y el Vaticano
El 31 de marzo, en su cuenta de Twitter, Mazzucato reaccionó a las palabras del Papa sobre su libro:
"Estoy profundamente honrada de que el Papa haya leído mi libro 'The Value of Everything: making and taking in the global economy' y que esté de acuerdo con que el futuro -especialmente post-Covid19- tiene que ver un re-priorización del 'valor' por encima del 'precio'".
La experta le señaló a BBC Mundo que fue invitada a participar en una comisión del Vaticano enfocada en la economía en el marco de la pandemia de covid-19 y nos contó sobre esa experiencia:
"Les hemos brindado informes semanales al Papa y a la Dirección del Vaticano, antes de los discursos de cada semana del Papa, sobre aspectos clave de la respuesta económica frente al covid-19. Es un gran honor.
IIPP se une al grupo de trabajo conformado por otras universidades, incluyendo Georgetown, en Estados Unidos, y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
Estos informes van desde la economía política del alivio de la deuda hasta la reestructuración de las relaciones económicas público-privadas".
Sobre el bien común
"Nuestro principal interés es trabajar con el Vaticano sobre cómo su concepto del "bien común", del que hablamos en términos de "valor público", puede utilizarse para estructurar la forma de inversión y colaboración pública y privada.
En sus planteamientos, Mazzucato toma en cuenta la importancia de proteger el medioambiente. Sin eso, corremos el riesgo de hacer lo que sucedió con la crisis financiera: se inyectaron billones sin ningún efecto en la economía real. La mayor parte de eso volvió al sector financiero y la próxima crisis comenzó a construirse.
Para erigir un crecimiento inclusivo y sostenible, necesitamos una inversión pública impulsada por el concepto del bien común y nuevos tipos de relaciones público-privadas que se estructuren con condiciones que creen un ecosistema más simbiótico y no parasitario.
Y tenemos que traer grupos de ciudadanos y sindicatos a la mesa para asegurarnos de que no solo tengamos una transición más justa, sino que también haya diferentes voces en la mesa para definir qué tipo de sociedad queremos.
Considero que la energía renovada detrás de los movimientos sociales, como Viernes para el Futuro y Black Lives Matter, son buenas señales de que habrá una fuerte presión para que nuestras sociedades evolucionen de manera progresiva.
Si no lo hacemos, perderemos".
https://www.bbc.com/mundo/noticias-53597308
lunes, 31 de agosto de 2020
Estupidez concentrada
¿Cómo vamos a frenar los rebrotes con reiterados comportamientos irresponsables? ¿Cómo vamos a vencer al virus si no somos conscientes de la gravedad de la situación? ¿Cómo superaremos la crisis con actitudes incívicas?
Hace unos días tuvo lugar en la Plaza de Colón de Madrid una manifestación, que todavía no he logrado digerir. El principio de la libertad de expresión primó, al autorizarla, sobre otro tipo de consideraciones sociales, políticas y éticas. Porque era evidente que quienes se manifestaban contra el uso de la mascarilla, no la iban a llevar puesta. Y quienes protestaban contra la imposición de la distancia de seguridad, no la iban a respetar. Por pura lógica. Es decir, les dieron permiso para incumplir la ley. ¿Por qué gozaron de un privilegio que los demás no tenemos? Les dieron permiso para que ese comportamiento incívico se exhibiese impunemente como una invitación a la desobediencia y a la irresponsabilidad. No es que no me preocupe lo que pasa con la usurpación de derechos fundamentales por parte del poder político, pero creo que en este caso las decisiones están más que justificadas.
“La pandemia es una farsa”, coreaban. Negar que existe un virus que ha afectado a más de veinticuatro millones de personas en el mundo y que ha causado casi un millón de muertos es una necedad insuperable. Imagino que ninguno de los asistentes habrá sufrido la pérdida de un familiar o de un amigo. Porque, de ser así ...“Terroristas, terroristas, terroristas”, gritaban, imagino que refiriéndose a los políticos. Sin pensar que quienes ejercían de tales eran ellos mismos, propiciando el contagio. “No nos dejan respirar”, decía irritada una manifestante. ¿No? “Stop mafia política”, rezaba una pancarta, haciendo una injusta descalificación de toda la clase política. Las imágenes que divulgaron los medios de comunicación mostraban de forma casi insoportable hasta qué extremos puede llegar la estulticia humana.
Personas gritando “Libertad, libertad, libertad”, como si las prescripciones de usar mascarilla, de no fumar por la calle o de guardar la distancia de seguridad fuesen el fruto del abuso de un poder sádico y caprichoso. No. Esas prescripciones salvaguardan la vida y la libertad. Si una persona quiere acabar con su vida, es muy libre de hacerlo. Pero resulta un atropello inadmisible quitarle al prójimo la vida.
Vi una persona (un individuo aparentemente adulto) pidiendo y dando abrazos, exponiendo de forma inconsciente e irresponsable al contagio a los demás. Había en su invitación majadera un toque festivo que producía lástima por una parte, risa por otra y, sobre todo, irritación. Como si fuera el ser humano más solidario, más amable, más simpático. El más guay del mundo.
Ese tío es un imbécil, se me escapó en voz alta.
Había una señora que decía que el uso de la mascarilla dificultaba el contacto con la divinidad. No hay estupidez de más alto grado. El colmo de los colmos de la imbecilidad humana.
Carmen, del colectivo ‘#StopConfinamiento’, ha dicho en declaraciones a Europa Press que se ha organizado esta manifestación para reclamar “derechos humanos y libertades que les están quitando con la excusa de un supuesto virus que ya no produce fallecidos”. Ah, ¿no?
Vi una pancarta con el siguiente texto: “Déjenos vivir”. No sé a quién se hacía esa petición. Es probable que al presidente del gobierno. Como si todas las medidas que está tomando no tuviesen la única pretensión de garantizar la vida de los ciudadanos y las ciudadanas.
Otra pancarta rezaba así: “El sistema controla a través del miedo. La prensa manipula. Despierta”. No es el sistema quien induce al miedo, es la realidad de la pandemia, la presencia de un virus que hiere y mata. No es la prensa quien maneja los hilos, es el contagio que se propaga de manera difícil de controlar. Hay que despertar, sí, pero ante la magnitud del problema, ante la necesidad de la solidaridad, ante la asunción de responsabilidades.
También se niegan al uso de vacunas. ¿Con qué argumentos? ¿Con qué análisis científicos? Cuando todo el mundo clama por la vacuna, cuando la comunidad científica mundial trabaja de forma denodada por encontrar la solución que nos salve de esta terrible crisis, estos miles de manifestantes claman inconscientemente contra todas las evidencias científicas.
¿Qué sucedería si toda la población adoptase las actitudes y los comportamientos de estos iluminados? ¿Qué pasaría si todos actuásemos con ese grado de irresponsabilidad y de estupidez? ¿O es que solo esos miles de manifestantes tienen bula para hacer su santa voluntad? ¿Por qué los demás tenemos que sacrificarnos por el bien común y ellos (y ellas) no lo tienen que hacer?
No quiero seguir mostrando otros textos de pancartas u otros gritos y eslóganes exhibidos. Todos en la misma línea, todos en la misma ridícula negación de la realidad. Estamos inmersos en una pandemia, el virus sigue actuando y tenemos que defendernos de sus nocivos y letales efectos.
¿Por qué se produce ese fenómeno sociológico, desde mi punto de vista tan irracional? No me cabe la menor duda de que un porcentaje elevado de manifestantes son personas que han sido arrastradas por líderes irresponsables. No puedo creer que las aproximadamente tres mil personas que acudieron a la cita hayan acudido como resultado de una elaboración personal.
Algunos, quizás, se hayan dejado arrastrar por una insensata actitud de ir contracorriente, de oponerse al poder, de hacer lo contrario de lo establecido, de ir en contra de lo que todo el mundo hace. Ese ataque de singularidad que parece convertirles en personas fuera de serie por hacer algo que el sentido común condena.
También habrá quien piense que está defendiendo una noble causa a favor de los derechos humanos y hasta pagará gustoso la multa que le impongan por quebrantar las normas. Pequeños y ridículos héroes de una causa estúpida.
Habrá también en la decisión de acudir componentes políticos. Había pancartas que hacían referencia al “virus comunista“, otras que pedían la dimisión del gobierno y algunas que insultaban a la clase política.
Cuando sucede un hecho de esta naturaleza, siempre acudo a mi fuente principal de pensamiento. ¿Cómo aprendieron a pensar en la escuela?, ¿con qué rigor son capaces de analizar los hechos?, ¿qué nexos causales son capaces de establecer?, ¿qué importancia le conceden a la ciencia? Pero, sobre todo, ¿qué aprendieron de solidaridad, de respeto a la vida del prójimo, del hecho de ser ciudadanos y ciudadanas? ... Me pregunto, en definitiva, por el fin fundamental de la educación y por el éxito y el fracaso de la misma.
Durante un tiempo, la salud de la población estuvo pendiente de la iniciativa política y del quehacer de los sanitarios. Hoy depende de la responsabilidad de los ciudadanos y ciudadanas.
Hay que exigir que las prescripciones estén fundamentadas en evidencias científicas y no en intereses partidistas o económicos. Pero hoy se sabe cómo se transmite el virus y las decisiones que se toman buscan evitar la propagación que lleve a la muerte a las personas más vulnerables y que conduzca a la destrucción completa de la economía.
Me imagino a estos manifestantes explicando a sus hijos y a sus hijas su postura ante la crisis sanitaria y económica que vivimos. Me los imagino diciéndoles que hagan lo que les de la gana, que no se pongan la mascarilla, que abracen a todo el mundo, que no respeten la distancia de seguridad… Es decir que entiendan la libertad sin restricciones porque no importa que sus caprichos y sus veleidades destruyan no solo la libertad de los demás sino la vida. Y, como consecuencia de ese comportamiento irresponsable, que arruinen del todo la economía del país. Claro que hay ideas para todo. Una de las manifestantes decía que ese comportamiento constituía un ejemplo para que sus hijos aprendiesen actitudes democráticas.
Estoy haciendo una llamada a la responsabilidad, a la conciencia ciudadana, al respeto a la vida de los otros, a la idea de que la libertad individual termina cuando destruye la libertad de los demás.
Me gustaría dialogar con alguno de los convocantes o de los asistentes. Me gustaría conocer y rebatir las argumentaciones que utilizan. Aunque, cuando lo imagino, me viene a la mente el pensamiento de Mark Twain: “Nunca discutas con un idiota. Te rebajará a su nivel y te ganará por la experiencia”.
https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/08/29/estupidez-concentrada/
Hace unos días tuvo lugar en la Plaza de Colón de Madrid una manifestación, que todavía no he logrado digerir. El principio de la libertad de expresión primó, al autorizarla, sobre otro tipo de consideraciones sociales, políticas y éticas. Porque era evidente que quienes se manifestaban contra el uso de la mascarilla, no la iban a llevar puesta. Y quienes protestaban contra la imposición de la distancia de seguridad, no la iban a respetar. Por pura lógica. Es decir, les dieron permiso para incumplir la ley. ¿Por qué gozaron de un privilegio que los demás no tenemos? Les dieron permiso para que ese comportamiento incívico se exhibiese impunemente como una invitación a la desobediencia y a la irresponsabilidad. No es que no me preocupe lo que pasa con la usurpación de derechos fundamentales por parte del poder político, pero creo que en este caso las decisiones están más que justificadas.
“La pandemia es una farsa”, coreaban. Negar que existe un virus que ha afectado a más de veinticuatro millones de personas en el mundo y que ha causado casi un millón de muertos es una necedad insuperable. Imagino que ninguno de los asistentes habrá sufrido la pérdida de un familiar o de un amigo. Porque, de ser así ...“Terroristas, terroristas, terroristas”, gritaban, imagino que refiriéndose a los políticos. Sin pensar que quienes ejercían de tales eran ellos mismos, propiciando el contagio. “No nos dejan respirar”, decía irritada una manifestante. ¿No? “Stop mafia política”, rezaba una pancarta, haciendo una injusta descalificación de toda la clase política. Las imágenes que divulgaron los medios de comunicación mostraban de forma casi insoportable hasta qué extremos puede llegar la estulticia humana.
Personas gritando “Libertad, libertad, libertad”, como si las prescripciones de usar mascarilla, de no fumar por la calle o de guardar la distancia de seguridad fuesen el fruto del abuso de un poder sádico y caprichoso. No. Esas prescripciones salvaguardan la vida y la libertad. Si una persona quiere acabar con su vida, es muy libre de hacerlo. Pero resulta un atropello inadmisible quitarle al prójimo la vida.
Vi una persona (un individuo aparentemente adulto) pidiendo y dando abrazos, exponiendo de forma inconsciente e irresponsable al contagio a los demás. Había en su invitación majadera un toque festivo que producía lástima por una parte, risa por otra y, sobre todo, irritación. Como si fuera el ser humano más solidario, más amable, más simpático. El más guay del mundo.
Ese tío es un imbécil, se me escapó en voz alta.
Había una señora que decía que el uso de la mascarilla dificultaba el contacto con la divinidad. No hay estupidez de más alto grado. El colmo de los colmos de la imbecilidad humana.
Carmen, del colectivo ‘#StopConfinamiento’, ha dicho en declaraciones a Europa Press que se ha organizado esta manifestación para reclamar “derechos humanos y libertades que les están quitando con la excusa de un supuesto virus que ya no produce fallecidos”. Ah, ¿no?
Vi una pancarta con el siguiente texto: “Déjenos vivir”. No sé a quién se hacía esa petición. Es probable que al presidente del gobierno. Como si todas las medidas que está tomando no tuviesen la única pretensión de garantizar la vida de los ciudadanos y las ciudadanas.
Otra pancarta rezaba así: “El sistema controla a través del miedo. La prensa manipula. Despierta”. No es el sistema quien induce al miedo, es la realidad de la pandemia, la presencia de un virus que hiere y mata. No es la prensa quien maneja los hilos, es el contagio que se propaga de manera difícil de controlar. Hay que despertar, sí, pero ante la magnitud del problema, ante la necesidad de la solidaridad, ante la asunción de responsabilidades.
También se niegan al uso de vacunas. ¿Con qué argumentos? ¿Con qué análisis científicos? Cuando todo el mundo clama por la vacuna, cuando la comunidad científica mundial trabaja de forma denodada por encontrar la solución que nos salve de esta terrible crisis, estos miles de manifestantes claman inconscientemente contra todas las evidencias científicas.
¿Qué sucedería si toda la población adoptase las actitudes y los comportamientos de estos iluminados? ¿Qué pasaría si todos actuásemos con ese grado de irresponsabilidad y de estupidez? ¿O es que solo esos miles de manifestantes tienen bula para hacer su santa voluntad? ¿Por qué los demás tenemos que sacrificarnos por el bien común y ellos (y ellas) no lo tienen que hacer?
No quiero seguir mostrando otros textos de pancartas u otros gritos y eslóganes exhibidos. Todos en la misma línea, todos en la misma ridícula negación de la realidad. Estamos inmersos en una pandemia, el virus sigue actuando y tenemos que defendernos de sus nocivos y letales efectos.
¿Por qué se produce ese fenómeno sociológico, desde mi punto de vista tan irracional? No me cabe la menor duda de que un porcentaje elevado de manifestantes son personas que han sido arrastradas por líderes irresponsables. No puedo creer que las aproximadamente tres mil personas que acudieron a la cita hayan acudido como resultado de una elaboración personal.
Algunos, quizás, se hayan dejado arrastrar por una insensata actitud de ir contracorriente, de oponerse al poder, de hacer lo contrario de lo establecido, de ir en contra de lo que todo el mundo hace. Ese ataque de singularidad que parece convertirles en personas fuera de serie por hacer algo que el sentido común condena.
También habrá quien piense que está defendiendo una noble causa a favor de los derechos humanos y hasta pagará gustoso la multa que le impongan por quebrantar las normas. Pequeños y ridículos héroes de una causa estúpida.
Habrá también en la decisión de acudir componentes políticos. Había pancartas que hacían referencia al “virus comunista“, otras que pedían la dimisión del gobierno y algunas que insultaban a la clase política.
Cuando sucede un hecho de esta naturaleza, siempre acudo a mi fuente principal de pensamiento. ¿Cómo aprendieron a pensar en la escuela?, ¿con qué rigor son capaces de analizar los hechos?, ¿qué nexos causales son capaces de establecer?, ¿qué importancia le conceden a la ciencia? Pero, sobre todo, ¿qué aprendieron de solidaridad, de respeto a la vida del prójimo, del hecho de ser ciudadanos y ciudadanas? ... Me pregunto, en definitiva, por el fin fundamental de la educación y por el éxito y el fracaso de la misma.
Durante un tiempo, la salud de la población estuvo pendiente de la iniciativa política y del quehacer de los sanitarios. Hoy depende de la responsabilidad de los ciudadanos y ciudadanas.
Hay que exigir que las prescripciones estén fundamentadas en evidencias científicas y no en intereses partidistas o económicos. Pero hoy se sabe cómo se transmite el virus y las decisiones que se toman buscan evitar la propagación que lleve a la muerte a las personas más vulnerables y que conduzca a la destrucción completa de la economía.
Me imagino a estos manifestantes explicando a sus hijos y a sus hijas su postura ante la crisis sanitaria y económica que vivimos. Me los imagino diciéndoles que hagan lo que les de la gana, que no se pongan la mascarilla, que abracen a todo el mundo, que no respeten la distancia de seguridad… Es decir que entiendan la libertad sin restricciones porque no importa que sus caprichos y sus veleidades destruyan no solo la libertad de los demás sino la vida. Y, como consecuencia de ese comportamiento irresponsable, que arruinen del todo la economía del país. Claro que hay ideas para todo. Una de las manifestantes decía que ese comportamiento constituía un ejemplo para que sus hijos aprendiesen actitudes democráticas.
Estoy haciendo una llamada a la responsabilidad, a la conciencia ciudadana, al respeto a la vida de los otros, a la idea de que la libertad individual termina cuando destruye la libertad de los demás.
Me gustaría dialogar con alguno de los convocantes o de los asistentes. Me gustaría conocer y rebatir las argumentaciones que utilizan. Aunque, cuando lo imagino, me viene a la mente el pensamiento de Mark Twain: “Nunca discutas con un idiota. Te rebajará a su nivel y te ganará por la experiencia”.
https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/08/29/estupidez-concentrada/
Esclavitud. Amplio estudio de ADN muestra el legado de la brutalidad de la esclavitud. NYT, Large DNA Study Traces Violent History of American Slavery.
Un diagrama de sección transversal de 1823 de un barco utilizado para transportar personas esclavizadas. La ilustración, que se utilizó en campañas abolicionistas y contiene varias inexactitudes históricas, se ha convertido en una de las representaciones más famosas de la trata transatlántica de esclavos.Credit ... incamerastock / Alamy
By Christine Kenneally. NYT
Científicos de la compañía de genética de consumo 23andMe han publicado el estudio de ADN más grande hasta la fecha de personas con ascendencia africana en las Américas.
Más de un siglo y medio después de que terminó la trata transatlántica de esclavos, un nuevo estudio muestra cómo el trato brutal de las personas esclavizadas ha moldeado el ADN de sus descendientes.
El informe, que incluyó a más de 50,000 personas, 30,000 de ellas con ascendencia africana, está de acuerdo con el registro histórico de dónde fueron tomadas las personas en África y dónde fueron esclavizadas en las Américas. Pero también encontró algunas sorpresas.
Por ejemplo, el ADN de los participantes de los Estados Unidos mostró una cantidad significativa de ascendencia nigeriana, mucho más de lo esperado según los registros históricos de los barcos que transportan personas esclavizadas directamente a los Estados Unidos desde Nigeria.
Al principio, los historiadores que trabajan con los investigadores "no podían creer la cantidad de ascendencia nigeriana en los Estados Unidos", dijo Steven Micheletti, genetista de población de 23andMe que dirigió el estudio.
Después de consultar a otro historiador, los investigadores descubrieron que las personas esclavizadas fueron enviadas desde Nigeria al Caribe Británico, y luego fueron comercializadas en los Estados Unidos, lo que podría explicar los hallazgos genéticos, dijo.
El estudio ilumina uno de los capítulos más oscuros de la historia mundial, en el que 12.5 millones de personas fueron sacadas de sus países de origen en decenas de miles de barcos europeos. También muestra que los registros históricos y genéticos juntos cuentan una historia más estratificada e íntima que cualquiera de las dos por sí sola.
El estudio, que fue publicado el jueves en el American Journal of Human Genetics, representa "un progreso real en la forma en que pensamos que la genética contribuye a contar una historia sobre el pasado", dijo Alondra Nelson, profesora de ciencias sociales en el Instituto de Avanzado Estudie en Princeton, NJ, que no participó en el estudio.
Aunque el trabajo es encomiable por hacer uso tanto de datos históricos como genéticos, dijo el Dr. Nelson, también fue "una oportunidad perdida de dar el paso completo y realmente colaborar con los historiadores". La historia de los diferentes grupos étnicos en África, por ejemplo, y cómo se relacionaban con los límites geográficos modernos e históricos, podría haberse explorado en mayor profundidad, dijo.
El estudio comenzó como un proyecto soñado por Joanna Mountain, directora senior de investigación en 23andMe, incluso antes de que la empresa tuviera clientes. Durante 10 años, ella y su equipo construyeron una base de datos genéticos. Principalmente, los participantes eran clientes de 23andMe cuyos abuelos nacieron en una de las regiones geográficas de la esclavitud transatlántica. Todos los participantes dieron su consentimiento para que se utilizara su ADN en la investigación.
En el nuevo estudio, el equipo del Dr. Micheletti comparó esta base de datos genética con una histórica, Slave Voyages, que contiene una enorme cantidad de información sobre la esclavitud, como los puertos de embarque y desembarque, y la cantidad de hombres, mujeres y niños esclavizados.
Los investigadores también consultaron con algunos historiadores para identificar lagunas en sus datos, dijo el Dr. Mountain. Los historiadores les dijeron, por ejemplo, que necesitaban representación de regiones críticas, como Angola y la República Democrática del Congo. El equipo trabajó con académicos conectados con instituciones de África occidental para encontrar esa información.
El tamaño del conjunto de datos del proyecto es "extraordinario", dijo David Reich, profesor de genética en Harvard que no formó parte del proyecto.
Debido a que atrajo a los participantes de una base de datos directa al consumidor de millones de personas, el estudio pudo "hacer y responder preguntas sobre el pasado y sobre cómo las personas se relacionan entre sí" que los académicos como él no podían hacer, él dijo. En el mejor de los casos, los proyectos académicos pueden estudiar a cientos o algunos miles de personas, y en general esos datos no incluyen la información genealógica que proporcionaron los participantes de la investigación 23andMe.
Los hallazgos muestran una notable alineación con el registro histórico. Los historiadores han estimado, por ejemplo, que 5.7 millones de personas fueron trasladadas de África Central Occidental a las Américas. Y el registro genético muestra una conexión muy fuerte entre las personas en África Central Occidental y todas las personas con ascendencia africana en las Américas.
Los historiadores también han notado que las personas que fueron llevadas a América Latina desde África desembarcaron de África Central Occidental, pero muchas fueron tomadas originalmente de otras regiones como Senegambia y la Bahía de Benin. Y la nueva evidencia genética respalda esto, mostrando que los descendientes de personas esclavizadas en América Latina generalmente tienen conexiones genéticas con dos o tres de estas regiones en África.
La evidencia histórica muestra que las personas esclavizadas en los Estados Unidos y el Caribe Británico, por el contrario, fueron tomadas de un mayor número de regiones de África. El estudio halló que sus descendientes muestran una conexión genética con personas en seis regiones de África.
El registro histórico muestra que de los 10.7 millones de personas esclavizadas que desembarcaron en las Américas (después de que casi 2 millones de personas murieron en el viaje), más del 60 por ciento eran hombres. Pero el registro genético muestra que fueron principalmente mujeres esclavizadas las que contribuyeron al acervo genético actual.
La asimetría en la experiencia de hombres y mujeres esclavizados, y de hecho, muchos grupos de hombres y mujeres en siglos pasados, se entiende bien. Los hombres esclavizados a menudo morían antes de tener la oportunidad de tener hijos. Las mujeres esclavizadas a menudo fueron violadas y obligadas a tener hijos.
El proyecto 23andMe encontró este patrón general, pero también descubrió una sorprendente diferencia en la experiencia de hombres y mujeres entre las regiones de las Américas.
Los científicos calcularon que las mujeres esclavizadas en los Estados Unidos contribuyeron 1.5 veces más al acervo genético moderno de personas de ascendencia africana que los hombres esclavizados. En el Caribe latino, contribuyeron 13 veces más. En el norte de América del Sur, contribuyeron 17 veces más.
Además, en los Estados Unidos, los hombres europeos contribuyeron tres veces más al acervo genético de personas de ascendencia africana que las mujeres europeas. En el Caribe británico, contribuyeron 25 veces más.
Esta evidencia genética, dicen los científicos, puede explicarse por las prácticas locales. En los Estados Unidos, la segregación entre las personas esclavizadas y la población europea puede haber hecho más probable que el hijo de una madre esclava tenga un padre esclavo. Pero en otras regiones donde los hombres esclavizados tenían menos probabilidades de reproducirse, las prácticas peligrosas como el cultivo de arroz, en las que las duras condiciones y los campos fangosos hicieron que sea más fácil ahogarse, y la malaria era común, pueden haber matado a muchos de ellos antes de que pudieran tener hijos.
En algunas regiones de América Latina, el gobierno promulgó programas que llevaron a hombres de Europa a engendrar hijos con mujeres esclavizadas a fin de disminuir intencionalmente el acervo genético africano.
El estudio ilustra la cantidad de violencia física y sexual que formaron parte de la esclavitud, y cómo todavía están incorporados a nuestra sociedad, dijo el Dr. Nelson. Confirma el "maltrato, la discriminación, el abuso sexual y la violencia que ha persistido por generaciones", dijo, y de las que muchas personas protestan hoy.
Corrección: 23 de julio de 2020 Una versión anterior de este artículo fue imprecisa al discutir algunas investigaciones históricas. Existen registros históricos que muestran que las personas esclavizadas fueron enviadas directamente de Nigeria a los Estados Unidos, pero no en la medida indicada por la nueva evidencia genética.
Una versión de este artículo aparece impresa el 24 de julio de 2020, Sección A, página 14 de la edición de Nueva York con el título: Estudio de ADN muestra el legado de la brutalidad de la esclavitud.
https://www.nytimes.com/2020/07/23/science/23andme-african-ancestry.html?surface=home-discovery-vi-prg&fellback=false&req_id=691326358&algo=identity&imp_id=394539967&action=click&module=Science%20%20Technology&pgtype=Homepage
domingo, 30 de agosto de 2020
Cómo podría ser el regreso a la escuela en la era de Covid-19
Una guía ilustrada sobre cómo las escuelas intentarán controlar el coronavirus cuando los estudiantes regresen a sus aulas, este otoño o en el futuro.
Las ilustraciones en el enlace al NYT, AL FINAL DE LA PÁGINA
Texto de Dana Goldstein Ilustraciones de Yuliya Parshina-Kottas
Un día típico de escuela estadounidense requiere proximidad: los compañeros de laboratorio de la escuela secundaria se inclinan sobre un vial. Estudiantes de kindergarten que comparten pinturas con los dedos. Estudiantes de secundaria pasando bocadillos alrededor de una mesa de cafetería.
Este año, nada de la escuela será típico. Muchos de los distritos más grandes del país planean comenzar el año académico en línea, y no está claro cuándo los estudiantes y los maestros volverán a las aulas. Otros planean modelos híbridos, mientras que algunos están decididos a funcionar cinco días a la semana.
Cuando los edificios escolares se vuelvan a abrir, ya sea este otoño o el próximo año, los autobuses, pasillos, cafeterías y aulas deberán verse muy diferentes siempre que el coronavirus siga siendo una amenaza. Incluso la enseñanza, que ha evolucionado en las últimas décadas para enfatizar menos conferencias y más lecciones de colaboración, debe cambiar.
"Este es el mayor desafío de adaptación en mi carrera y en la historia de la educación pública", dijo Cindy Marten, superintendente de las escuelas públicas de San Diego.
Las decisiones educativas se toman en gran medida a nivel local, y los líderes confían en una serie de pautas de salud federales, estatales y públicas en conflicto. Todavía existe una considerable incertidumbre y debate sobre la facilidad con que los niños de diferentes edades contraen y propagan el virus, y si algunas de las pautas de seguridad recomendadas ayudarían o son necesarias.
Como resultado, las escuelas están adoptando una amplia gama de enfoques para la era de la pandemia. Pero esas recomendaciones coinciden en gran medida en al menos algunas adaptaciones, y todas se reducen a eliminar un factor: la proximidad.
Viajando en autobús
Para aproximadamente la mitad de los estudiantes estadounidenses, el día escolar generalmente comienza con un viaje en autobús.
Para muchos distritos, llevar a los niños a la escuela será uno de los desafíos logísticos más difíciles durante la pandemia. Se les pedirá a los padres que consideren si pueden organizar otras formas de transporte, como dejar a sus hijos o organizar los viajes en automóvil.
Las familias no deben agruparse en la parada de autobús, como podrían haber hecho en el pasado. Y se les dirá a los padres: no envíen a los niños a la escuela si tienen fiebre, tos u otros síntomas.
Algunas pautas estatales bosquejan un escenario alternativo en el que los estudiantes enmascarados se sientan en un patrón en zigzag para permitir más a bordo.
Las opciones son caras. Las escuelas en Marietta, Georgia, planean gastar $ 640,000 para contratar 55 monitores para verificar los síntomas de los estudiantes antes de abordar. Dundee, Mich., Espera gastar más de $ 300,000 para agregar rutas. En Odessa, Texas, hay planes para que los autobuses funcionen en rutas continuas, como el tránsito de la ciudad, con estudiantes que llegan y salen de la escuela en horarios escalonados.
Entrar al edificio
Cuando los estudiantes lleguen a la escuela, la mayoría serán revisados para ver si tienen temperatura o si presentan otros síntomas. Si los adultos dejan a los niños, probablemente permanecerán detrás de una barrera.
Los expertos en salud pública están de acuerdo en que un paso clave para mantener el coronavirus fuera de las escuelas será limitar el número de visitantes dentro.
Las comprobaciones de temperatura corren el riesgo de perder casos de coronavirus asintomáticos o atípicos, generar falsas alarmas sobre enfermedades comunes y ocupar un tiempo valioso que los estudiantes podrían pasar aprendiendo. Sin embargo, la mayoría de los distritos los planifican.
Alrededor del 60 por ciento de las escuelas estadounidenses no tenían enfermeras a tiempo completo en el sitio en 2018, pero muchas esperan dinero de estímulo federal adicional para rectificar eso en medio de la pandemia.
Los estudiantes que no pasan la verificación de síntomas deben aislarse mientras esperan que un cuidador los recoja, según las pautas. Hacerlo puede requerir que las escuelas con problemas inmobiliarios designen ubicaciones seguras en interiores y exteriores para albergar a niños enfermos y potencialmente contagiosos.
En las aulas de la escuela primaria
Los niños pequeños pueden ser los más difíciles de mantener separados, dada su energía frenética, la necesidad de juegos prácticos y la naturaleza afectiva. Y la mayoría de las pautas reconocen que no es realista esperar que usen máscaras todo el día.
Muchas escuelas tratarán de mantener a los estudiantes en grupos reduciendo el tamaño de las clases a unos 12 estudiantes y reduciendo la interacción entre las aulas. De esa forma, pueden evitar apagarse por completo si una sola cápsula tiene un caso positivo.
Algunas escuelas usarán X para indicar dónde deben sentarse los estudiantes para la hora del cuento. Algunas pautas sugieren protectores faciales claros como una alternativa a las máscaras para maestros. Ver el movimiento de la boca de un adulto ayuda a los niños a comprender las conexiones entre los sonidos hablados y la palabra escrita, un concepto clave en la lectura temprana.
Dos estudiantes pueden sentarse en las mesas que generalmente usan cuatro o seis, con cajas individuales de materiales que generalmente se comparten, como materiales de arte, un gasto que las escuelas, los maestros o las familias tendrán que soportar.
Muchas escuelas planean reutilizar grandes espacios, como gimnasios y cafeterías, para el trabajo académico socialmente distanciado. Los estudiantes comerán en sus aulas, ya sea trayendo comida de casa o recibiendo un almuerzo en caja. No hay líneas de buffet.
Algunas escuelas usarán X para indicar dónde deben sentarse los estudiantes para la hora del cuento. Algunas pautas sugieren protectores faciales claros como una alternativa a las máscaras para maestros. Ver el movimiento de la boca de un adulto ayuda a los niños a comprender las conexiones entre los sonidos hablados y la palabra escrita, un concepto clave en la lectura temprana.
Dos estudiantes pueden sentarse en las mesas que generalmente usan cuatro o seis, con cajas individuales de materiales que generalmente se comparten, como materiales de arte, un gasto que las escuelas, los maestros o las familias tendrán que soportar.
Muchas escuelas planean reutilizar grandes espacios, como gimnasios y cafeterías, para el trabajo académico socialmente distanciado. Los estudiantes comerán en sus aulas, ya sea trayendo comida de casa o recibiendo un almuerzo en caja. No hay líneas de buffet.
Los distritos están invirtiendo mucho en suministros de limpieza e higiene, como desinfectantes para manos y filtros de aire portátiles. Los adultos desinfectarán las superficies varias veces al día. Las pautas federales recomiendan que los juguetes blandos que no se pueden limpiar fácilmente, como los animales de peluche, se mantengan fuera de los límites.
Los maestros, que probablemente tienen un mayor riesgo de contraer el virus que la mayoría de los estudiantes jóvenes, generalmente entran en contacto con muchas personas en el curso de su trabajo diario: niños, padres, otros educadores. Para ayudar a reducir el riesgo, las reuniones de planificación del personal y las conferencias de padres y maestros se pueden realizar de forma remota.
Pero muchos educadores, como aquellos que trabajan con niños con necesidades especiales, están estacionados dentro de las aulas con otros maestros, donde deben atender a los estudiantes de manera práctica. Los mensajes de texto o la comunicación en el oído dentro del aula pueden ayudar, con máscaras para brindar protección.
Se alentará a los maestros a mantener abiertas las ventanas del aula para promover la circulación del aire. Algunos distritos están actualizando los sistemas de calefacción y refrigeración para instalar funciones de filtración, una solución mucho más costosa.
Mover las instrucciones al aire libre cuando sea posible sería una forma de reducir el riesgo de transmisión del virus en el aire. En Marietta, algunos estudiantes de primaria traerán sus propias sillas plegables a la clase. El atletismo y el canto son actividades que, si ocurren, deben realizarse al aire libre, dicen los expertos.
En las escuelas medias y secundarias
Los estudiantes mayores generalmente se mueven entre las aulas durante el día para diferentes asignaturas. En cambio, las pautas de salud requieren que permanezcan en cápsulas autónomas en la mayor medida posible. Las escuelas tendrán que encontrar otra forma de entregar un plan de estudios individualizado.
Los adolescentes pueden estar en mayor riesgo por el coronavirus que los niños más pequeños, según sugiere una investigación reciente, por lo que el distanciamiento físico será más importante con este grupo de edad. Algunos distritos están gastando cientos de miles de dólares en divisores de escritorio de plexiglás para aulas en las que los estudiantes no pueden permanecer a seis pies de distancia.
Algunos estudiantes pueden aprender a distancia incluso en clase. Se podría enseñar una lección de álgebra en la parte delantera de la sala, mientras que aquellos que se han pasado al cálculo previo usan computadoras portátiles para participar en una lección en línea en la parte posterior.
Las escuelas no planean seguir un horario tradicional de campanas. En cambio, grupos individuales de estudiantes viajarán a través de pasillos unidireccionales en momentos específicos, incluso, en algunos casos, para descansos preestablecidos en el baño.
Los maestros que han adoptado un estilo más basado en proyectos dicen que no quieren pasar todo el año dando conferencias. Para evitar eso, el trabajo grupal se puede hacer en línea desde casa, con los maestros enfocados en presentar conceptos y responder preguntas mientras están en el aula.
En algunos países que han reabierto las escuelas usando pautas similares, las medidas de distanciamiento se han relajado en meses, ya que el número de infecciones se ha mantenido bajo. Estados Unidos es diferente de gran parte del mundo porque algunas escuelas están tratando de reabrir mientras las infecciones aún son altas en sus comunidades.
El Dr. Ronald E. Dahl, un experto en salud y desarrollo de adolescentes en la Universidad de California, Berkeley, sugirió que un factor clave para hacer que el trabajo escolar reconfigurado sea que los estudiantes se sientan comprometidos. Para lograr eso, los maestros podrían involucrarlos en discusiones grupales sobre la ciencia del virus y la importancia del distanciamiento físico, y hacer una lluvia de ideas sobre formas de hacer cumplir nuevas normas sociales entre los compañeros.
"Será muy desafiante", reconoció el Dr. Dahl, dado el deseo natural de los niños y adolescentes de interactuar entre ellos, empujándose, burlándose, coqueteando y empujando los límites. Pero los jóvenes también tienen un fuerte sentido de lo correcto y lo incorrecto, dijo, y están motivados para ayudar a los demás, lo que podría inspirarlos a adoptar reglas que mantengan saludables a sus amigos y maestros.
Si las nuevas prácticas "honran su deseo de ser respetados y admirados", dijo el Dr. Dahl, "los jóvenes pueden cambiar su comportamiento rápidamente".
NYT
https://www.nytimes.com/interactive/2020/07/29/us/schools-reopening-coronavirus.html
Las ilustraciones en el enlace al NYT, AL FINAL DE LA PÁGINA
Texto de Dana Goldstein Ilustraciones de Yuliya Parshina-Kottas
Un día típico de escuela estadounidense requiere proximidad: los compañeros de laboratorio de la escuela secundaria se inclinan sobre un vial. Estudiantes de kindergarten que comparten pinturas con los dedos. Estudiantes de secundaria pasando bocadillos alrededor de una mesa de cafetería.
Este año, nada de la escuela será típico. Muchos de los distritos más grandes del país planean comenzar el año académico en línea, y no está claro cuándo los estudiantes y los maestros volverán a las aulas. Otros planean modelos híbridos, mientras que algunos están decididos a funcionar cinco días a la semana.
Cuando los edificios escolares se vuelvan a abrir, ya sea este otoño o el próximo año, los autobuses, pasillos, cafeterías y aulas deberán verse muy diferentes siempre que el coronavirus siga siendo una amenaza. Incluso la enseñanza, que ha evolucionado en las últimas décadas para enfatizar menos conferencias y más lecciones de colaboración, debe cambiar.
"Este es el mayor desafío de adaptación en mi carrera y en la historia de la educación pública", dijo Cindy Marten, superintendente de las escuelas públicas de San Diego.
Las decisiones educativas se toman en gran medida a nivel local, y los líderes confían en una serie de pautas de salud federales, estatales y públicas en conflicto. Todavía existe una considerable incertidumbre y debate sobre la facilidad con que los niños de diferentes edades contraen y propagan el virus, y si algunas de las pautas de seguridad recomendadas ayudarían o son necesarias.
Como resultado, las escuelas están adoptando una amplia gama de enfoques para la era de la pandemia. Pero esas recomendaciones coinciden en gran medida en al menos algunas adaptaciones, y todas se reducen a eliminar un factor: la proximidad.
Viajando en autobús
Para aproximadamente la mitad de los estudiantes estadounidenses, el día escolar generalmente comienza con un viaje en autobús.
Para muchos distritos, llevar a los niños a la escuela será uno de los desafíos logísticos más difíciles durante la pandemia. Se les pedirá a los padres que consideren si pueden organizar otras formas de transporte, como dejar a sus hijos o organizar los viajes en automóvil.
Las familias no deben agruparse en la parada de autobús, como podrían haber hecho en el pasado. Y se les dirá a los padres: no envíen a los niños a la escuela si tienen fiebre, tos u otros síntomas.
Algunas pautas estatales bosquejan un escenario alternativo en el que los estudiantes enmascarados se sientan en un patrón en zigzag para permitir más a bordo.
Las opciones son caras. Las escuelas en Marietta, Georgia, planean gastar $ 640,000 para contratar 55 monitores para verificar los síntomas de los estudiantes antes de abordar. Dundee, Mich., Espera gastar más de $ 300,000 para agregar rutas. En Odessa, Texas, hay planes para que los autobuses funcionen en rutas continuas, como el tránsito de la ciudad, con estudiantes que llegan y salen de la escuela en horarios escalonados.
Entrar al edificio
Cuando los estudiantes lleguen a la escuela, la mayoría serán revisados para ver si tienen temperatura o si presentan otros síntomas. Si los adultos dejan a los niños, probablemente permanecerán detrás de una barrera.
Los expertos en salud pública están de acuerdo en que un paso clave para mantener el coronavirus fuera de las escuelas será limitar el número de visitantes dentro.
Las comprobaciones de temperatura corren el riesgo de perder casos de coronavirus asintomáticos o atípicos, generar falsas alarmas sobre enfermedades comunes y ocupar un tiempo valioso que los estudiantes podrían pasar aprendiendo. Sin embargo, la mayoría de los distritos los planifican.
Alrededor del 60 por ciento de las escuelas estadounidenses no tenían enfermeras a tiempo completo en el sitio en 2018, pero muchas esperan dinero de estímulo federal adicional para rectificar eso en medio de la pandemia.
Los estudiantes que no pasan la verificación de síntomas deben aislarse mientras esperan que un cuidador los recoja, según las pautas. Hacerlo puede requerir que las escuelas con problemas inmobiliarios designen ubicaciones seguras en interiores y exteriores para albergar a niños enfermos y potencialmente contagiosos.
En las aulas de la escuela primaria
Los niños pequeños pueden ser los más difíciles de mantener separados, dada su energía frenética, la necesidad de juegos prácticos y la naturaleza afectiva. Y la mayoría de las pautas reconocen que no es realista esperar que usen máscaras todo el día.
Muchas escuelas tratarán de mantener a los estudiantes en grupos reduciendo el tamaño de las clases a unos 12 estudiantes y reduciendo la interacción entre las aulas. De esa forma, pueden evitar apagarse por completo si una sola cápsula tiene un caso positivo.
Algunas escuelas usarán X para indicar dónde deben sentarse los estudiantes para la hora del cuento. Algunas pautas sugieren protectores faciales claros como una alternativa a las máscaras para maestros. Ver el movimiento de la boca de un adulto ayuda a los niños a comprender las conexiones entre los sonidos hablados y la palabra escrita, un concepto clave en la lectura temprana.
Dos estudiantes pueden sentarse en las mesas que generalmente usan cuatro o seis, con cajas individuales de materiales que generalmente se comparten, como materiales de arte, un gasto que las escuelas, los maestros o las familias tendrán que soportar.
Muchas escuelas planean reutilizar grandes espacios, como gimnasios y cafeterías, para el trabajo académico socialmente distanciado. Los estudiantes comerán en sus aulas, ya sea trayendo comida de casa o recibiendo un almuerzo en caja. No hay líneas de buffet.
Algunas escuelas usarán X para indicar dónde deben sentarse los estudiantes para la hora del cuento. Algunas pautas sugieren protectores faciales claros como una alternativa a las máscaras para maestros. Ver el movimiento de la boca de un adulto ayuda a los niños a comprender las conexiones entre los sonidos hablados y la palabra escrita, un concepto clave en la lectura temprana.
Dos estudiantes pueden sentarse en las mesas que generalmente usan cuatro o seis, con cajas individuales de materiales que generalmente se comparten, como materiales de arte, un gasto que las escuelas, los maestros o las familias tendrán que soportar.
Muchas escuelas planean reutilizar grandes espacios, como gimnasios y cafeterías, para el trabajo académico socialmente distanciado. Los estudiantes comerán en sus aulas, ya sea trayendo comida de casa o recibiendo un almuerzo en caja. No hay líneas de buffet.
Los distritos están invirtiendo mucho en suministros de limpieza e higiene, como desinfectantes para manos y filtros de aire portátiles. Los adultos desinfectarán las superficies varias veces al día. Las pautas federales recomiendan que los juguetes blandos que no se pueden limpiar fácilmente, como los animales de peluche, se mantengan fuera de los límites.
Los maestros, que probablemente tienen un mayor riesgo de contraer el virus que la mayoría de los estudiantes jóvenes, generalmente entran en contacto con muchas personas en el curso de su trabajo diario: niños, padres, otros educadores. Para ayudar a reducir el riesgo, las reuniones de planificación del personal y las conferencias de padres y maestros se pueden realizar de forma remota.
Pero muchos educadores, como aquellos que trabajan con niños con necesidades especiales, están estacionados dentro de las aulas con otros maestros, donde deben atender a los estudiantes de manera práctica. Los mensajes de texto o la comunicación en el oído dentro del aula pueden ayudar, con máscaras para brindar protección.
Se alentará a los maestros a mantener abiertas las ventanas del aula para promover la circulación del aire. Algunos distritos están actualizando los sistemas de calefacción y refrigeración para instalar funciones de filtración, una solución mucho más costosa.
Mover las instrucciones al aire libre cuando sea posible sería una forma de reducir el riesgo de transmisión del virus en el aire. En Marietta, algunos estudiantes de primaria traerán sus propias sillas plegables a la clase. El atletismo y el canto son actividades que, si ocurren, deben realizarse al aire libre, dicen los expertos.
En las escuelas medias y secundarias
Los estudiantes mayores generalmente se mueven entre las aulas durante el día para diferentes asignaturas. En cambio, las pautas de salud requieren que permanezcan en cápsulas autónomas en la mayor medida posible. Las escuelas tendrán que encontrar otra forma de entregar un plan de estudios individualizado.
Los adolescentes pueden estar en mayor riesgo por el coronavirus que los niños más pequeños, según sugiere una investigación reciente, por lo que el distanciamiento físico será más importante con este grupo de edad. Algunos distritos están gastando cientos de miles de dólares en divisores de escritorio de plexiglás para aulas en las que los estudiantes no pueden permanecer a seis pies de distancia.
Algunos estudiantes pueden aprender a distancia incluso en clase. Se podría enseñar una lección de álgebra en la parte delantera de la sala, mientras que aquellos que se han pasado al cálculo previo usan computadoras portátiles para participar en una lección en línea en la parte posterior.
Las escuelas no planean seguir un horario tradicional de campanas. En cambio, grupos individuales de estudiantes viajarán a través de pasillos unidireccionales en momentos específicos, incluso, en algunos casos, para descansos preestablecidos en el baño.
Los maestros que han adoptado un estilo más basado en proyectos dicen que no quieren pasar todo el año dando conferencias. Para evitar eso, el trabajo grupal se puede hacer en línea desde casa, con los maestros enfocados en presentar conceptos y responder preguntas mientras están en el aula.
En algunos países que han reabierto las escuelas usando pautas similares, las medidas de distanciamiento se han relajado en meses, ya que el número de infecciones se ha mantenido bajo. Estados Unidos es diferente de gran parte del mundo porque algunas escuelas están tratando de reabrir mientras las infecciones aún son altas en sus comunidades.
El Dr. Ronald E. Dahl, un experto en salud y desarrollo de adolescentes en la Universidad de California, Berkeley, sugirió que un factor clave para hacer que el trabajo escolar reconfigurado sea que los estudiantes se sientan comprometidos. Para lograr eso, los maestros podrían involucrarlos en discusiones grupales sobre la ciencia del virus y la importancia del distanciamiento físico, y hacer una lluvia de ideas sobre formas de hacer cumplir nuevas normas sociales entre los compañeros.
"Será muy desafiante", reconoció el Dr. Dahl, dado el deseo natural de los niños y adolescentes de interactuar entre ellos, empujándose, burlándose, coqueteando y empujando los límites. Pero los jóvenes también tienen un fuerte sentido de lo correcto y lo incorrecto, dijo, y están motivados para ayudar a los demás, lo que podría inspirarlos a adoptar reglas que mantengan saludables a sus amigos y maestros.
Si las nuevas prácticas "honran su deseo de ser respetados y admirados", dijo el Dr. Dahl, "los jóvenes pueden cambiar su comportamiento rápidamente".
NYT
https://www.nytimes.com/interactive/2020/07/29/us/schools-reopening-coronavirus.html
sábado, 29 de agosto de 2020
Una pantalla no es una escuela
Colaboro periódicamente, desde hace muchos años, con la estupenda revista portuguesa “A Pàgina”, que se mantiene airosa en la palestra, contra viento y marea, después de más de 25 años de trabajo esforzado y comprometido. En el mes de septiembre publicará dicha revista un artículo de mi autoría con el título que aparece más arriba.
Todos los años, en pleno agosto, nos asaltaban los anuncios comerciales con un lema que sembraba de inquietudes las mentes despreocupadas de los escolares y de los docentes que disfrutaban de las olas del mar o del aire de la montaña: Vuelta al cole. Era un ciclo inexorable: final de curso, vacaciones de verano y vuelta al trabajo.
Este año todo es diferente. El ciclo se ha roto. Ha terminado el curso escolar y ni alumnos ni profesores han tenido que abandonar la escuela para comenzar las vacaciones. El adiós ha consistido en cortar la conexión digital. Estamos hablando de una hipotética vuelta al cole desde antes incluso de que llegásemos al verano. No se sabe en qué situación estaremos cuando llegue septiembre. Seguirá el virus entre nosotros, seguramente, porque la vacuna y los antídotos todavía se harán esperar. Por otra parte, los rebrotes están sembrando de dudas el porvenir.
Es probable que tengamos que practicar el “blended learning” (aprendizaje híbrido), con procesos de enseñanza presencial y digital. Lo que hemos aprendido y practicado nos servirá en el futuro. No habrá una vuelta a todo lo anterior como antes se hacía. Como si nada hubiera pasado.
Defiendo en el artículo citado la importancia que tiene la presencia para desarrollar procesos educativos socializadores.
La pandemia ha puesto patas arriba nuestro mundo. También los sistemas educativos. De la noche a la mañana, se cerraron las escuelas y los docentes tuvieron que permanecer en sus casas para realizar el trabajo cotidiano a través de unos medios que no eran los habituales. De pronto se vieron obligados a trabajar y a comunicarse de un modo virtual. Entre ellos como equipo y con sus alumnos y alumnas. Vivieron nuevos retos profesionales y emocionales. Y pudieron comprobar que la brecha digital potenciaba unas diferencias ya de por sí injustas y crueles.
Desaparecieron bruscamente todas las rutinas: la llegada y la despedida, las reuniones en la sala de profesores, el trabajo en aulas y laboratorios, el ocio compartido en los patios, la comida comunitaria (donde la había), las actividades deportivas, los encuentros, los roces, los conflictos que genera la convivencia…
No hay educación a distancia. Puede haber instrucción, eso sí. No existe socialización desde la soledad y el aislamiento social. La educación exige comunicación y encuentro. El mundo virtual no nos permite relacionarnos intensamente, no nos enseña a convivir. El aprendizaje de la ciudadanía no se puede hacer a través de la pantalla porque a convivir se aprende conviviendo.
Presencia es cercanía, no sobreprotección. Presencia es disponibilidad, no coacción. Presencia es amor, no dominio. Los alumnos y las alumnas tienen que construir su autonomía desde la confianza y el reconocimiento de aquellos a quienes tienen al lado.
La escuela tuvo y tiene un inmenso sentido socializador. Es la gran mezcladora social. Me dice al respecto mi querido amigo argentino Daniel Prieto: “Todo se sentía y se resolvía entre seres humanos, ahora caminamos hacia los distanciamientos tecnológicos. He trabajado mucho en educación a distancia, aunque lejos estaban mis búsquedas de este cierre de la presencialidad a escala planetaria. En la mirada sobre la modalidad mi pregunta fue siempre: ¿a distancia de qué? La cuestión no ha sido para mí lo caracterizado como “remoto” o como “lejano”. La propuesta que he tratado de sostener plantea: a distancia del autoritarismo, del “dictado” de clases, de la evaluación punitiva, de la burocratización de las relaciones…”.
Una escuela es una escuela cuando es una escuela. Es decir cuando es una comunidad de aprendizaje a través de la interacción. Cuando es una comunidad con relaciones diversas encaminadas a la convivencia y al diálogo y cuando propicia el sentido de pertenencia.
Los espacios de la escuela están llenos de posibilidades educativas. Nosotros hacemos los espacios y los espacios nos hacen a nosotros. No existen espacios educativos a distancia. Solo tenemos pantallas que nos ofrecen imágenes planas y sonidos, pero que nos privan de la corporeidad.
La comunicación entre los alumnos, cuando la escuela es virtual, reduce los contenidos de las comunicaciones al ámbito académico y simplifica y empobrece el contenido relacionado con el mundo emocional. Digamos que la pantalla circunscribe la comunicación al ámbito del aprendizaje intelectual.
Volver a la escuela es recuperar toda la potencialidad educativa de la comunicación en el espacio y en el tiempo. Sentir a los otros en su dinamismo social. Potenciar el entramado de las relaciones, fortalecer la urdimbre de los afectos.
Al volver a la escuela recuperaremos la comunicación perdida. Incluidos los riesgos de la extorsión y del acoso. Lo importante es aprender a convivir en armonía y respeto, superando los riesgos, no evitándolos Lo educativo es saber compartir la tarea dentro de las exigencias que nos impone la dignidad humana
Se participa de forma diferente cuando se está presente. Se proyecta, se actúa y se evalúa de manera distinta cuando conoces y construyes el contexto de la acción. Cuando están todos y todas presentes en el tiempo y en el espacio.
Para mí (y así lo he explicado en varios libros: “Entre bastidores”, “La luz del prisma”, “Cadenas y sueños”…) es importante la escuela como escenario de una rica red de relaciones, de encuentros, de emociones y de vivencias, que no tienen cabida en la enseñanza virtual.
Recuperar el espacio físico de la escuela es recrear, después de la obligada y larga ausencia, las funciones más ricas de la comunicación educativa. La escuela de la mirada atenta, de los saludos afectuosos, del abrazo sincero, del diálogo respetuoso, de la ayuda mutua, de la amistad serena, del debate apasionado y de los proyectos compartidos.
Las familias volverán a sus trabajos, si los tienen o tendrán que buscarlos. Necesitarán que los hijos estén escolarizados, lo que significa que estarán protegidos y, además, conviviendo y aprendiendo.
Lo que no se puede es condenar a la comunidad educativa a vivir unos riesgos innecesarios. Si se vuelve, hay que volver con garantías: reducción de los grupos, aumento de profesorado, distancias de seguridad, uso de mascarillas (a pesar de que impiden la lectura del movimiento de los labios), material higiénico, restricciones en los recreos, llegadas y salidas escalonadas… No creo que todos puedan volver a la vez. Habrá que alternar la presencia por días.
La situación requerirá autonomía (organizativa y curricular) de los centros. No puede haber una legislación minuciosa igual para todos. A partir de ahora no se podrá decir: todos, todos de la misma manera, en los mismos tiempos, con el mismo ritmo… Lo cual no quiere decir que tenga que darse libertad al zorro y a las gallinas.
Todos los años, en pleno agosto, nos asaltaban los anuncios comerciales con un lema que sembraba de inquietudes las mentes despreocupadas de los escolares y de los docentes que disfrutaban de las olas del mar o del aire de la montaña: Vuelta al cole. Era un ciclo inexorable: final de curso, vacaciones de verano y vuelta al trabajo.
Este año todo es diferente. El ciclo se ha roto. Ha terminado el curso escolar y ni alumnos ni profesores han tenido que abandonar la escuela para comenzar las vacaciones. El adiós ha consistido en cortar la conexión digital. Estamos hablando de una hipotética vuelta al cole desde antes incluso de que llegásemos al verano. No se sabe en qué situación estaremos cuando llegue septiembre. Seguirá el virus entre nosotros, seguramente, porque la vacuna y los antídotos todavía se harán esperar. Por otra parte, los rebrotes están sembrando de dudas el porvenir.
Es probable que tengamos que practicar el “blended learning” (aprendizaje híbrido), con procesos de enseñanza presencial y digital. Lo que hemos aprendido y practicado nos servirá en el futuro. No habrá una vuelta a todo lo anterior como antes se hacía. Como si nada hubiera pasado.
Defiendo en el artículo citado la importancia que tiene la presencia para desarrollar procesos educativos socializadores.
La pandemia ha puesto patas arriba nuestro mundo. También los sistemas educativos. De la noche a la mañana, se cerraron las escuelas y los docentes tuvieron que permanecer en sus casas para realizar el trabajo cotidiano a través de unos medios que no eran los habituales. De pronto se vieron obligados a trabajar y a comunicarse de un modo virtual. Entre ellos como equipo y con sus alumnos y alumnas. Vivieron nuevos retos profesionales y emocionales. Y pudieron comprobar que la brecha digital potenciaba unas diferencias ya de por sí injustas y crueles.
Desaparecieron bruscamente todas las rutinas: la llegada y la despedida, las reuniones en la sala de profesores, el trabajo en aulas y laboratorios, el ocio compartido en los patios, la comida comunitaria (donde la había), las actividades deportivas, los encuentros, los roces, los conflictos que genera la convivencia…
No hay educación a distancia. Puede haber instrucción, eso sí. No existe socialización desde la soledad y el aislamiento social. La educación exige comunicación y encuentro. El mundo virtual no nos permite relacionarnos intensamente, no nos enseña a convivir. El aprendizaje de la ciudadanía no se puede hacer a través de la pantalla porque a convivir se aprende conviviendo.
Presencia es cercanía, no sobreprotección. Presencia es disponibilidad, no coacción. Presencia es amor, no dominio. Los alumnos y las alumnas tienen que construir su autonomía desde la confianza y el reconocimiento de aquellos a quienes tienen al lado.
La escuela tuvo y tiene un inmenso sentido socializador. Es la gran mezcladora social. Me dice al respecto mi querido amigo argentino Daniel Prieto: “Todo se sentía y se resolvía entre seres humanos, ahora caminamos hacia los distanciamientos tecnológicos. He trabajado mucho en educación a distancia, aunque lejos estaban mis búsquedas de este cierre de la presencialidad a escala planetaria. En la mirada sobre la modalidad mi pregunta fue siempre: ¿a distancia de qué? La cuestión no ha sido para mí lo caracterizado como “remoto” o como “lejano”. La propuesta que he tratado de sostener plantea: a distancia del autoritarismo, del “dictado” de clases, de la evaluación punitiva, de la burocratización de las relaciones…”.
Una escuela es una escuela cuando es una escuela. Es decir cuando es una comunidad de aprendizaje a través de la interacción. Cuando es una comunidad con relaciones diversas encaminadas a la convivencia y al diálogo y cuando propicia el sentido de pertenencia.
Los espacios de la escuela están llenos de posibilidades educativas. Nosotros hacemos los espacios y los espacios nos hacen a nosotros. No existen espacios educativos a distancia. Solo tenemos pantallas que nos ofrecen imágenes planas y sonidos, pero que nos privan de la corporeidad.
La comunicación entre los alumnos, cuando la escuela es virtual, reduce los contenidos de las comunicaciones al ámbito académico y simplifica y empobrece el contenido relacionado con el mundo emocional. Digamos que la pantalla circunscribe la comunicación al ámbito del aprendizaje intelectual.
Volver a la escuela es recuperar toda la potencialidad educativa de la comunicación en el espacio y en el tiempo. Sentir a los otros en su dinamismo social. Potenciar el entramado de las relaciones, fortalecer la urdimbre de los afectos.
Al volver a la escuela recuperaremos la comunicación perdida. Incluidos los riesgos de la extorsión y del acoso. Lo importante es aprender a convivir en armonía y respeto, superando los riesgos, no evitándolos Lo educativo es saber compartir la tarea dentro de las exigencias que nos impone la dignidad humana
Se participa de forma diferente cuando se está presente. Se proyecta, se actúa y se evalúa de manera distinta cuando conoces y construyes el contexto de la acción. Cuando están todos y todas presentes en el tiempo y en el espacio.
Para mí (y así lo he explicado en varios libros: “Entre bastidores”, “La luz del prisma”, “Cadenas y sueños”…) es importante la escuela como escenario de una rica red de relaciones, de encuentros, de emociones y de vivencias, que no tienen cabida en la enseñanza virtual.
Recuperar el espacio físico de la escuela es recrear, después de la obligada y larga ausencia, las funciones más ricas de la comunicación educativa. La escuela de la mirada atenta, de los saludos afectuosos, del abrazo sincero, del diálogo respetuoso, de la ayuda mutua, de la amistad serena, del debate apasionado y de los proyectos compartidos.
Las familias volverán a sus trabajos, si los tienen o tendrán que buscarlos. Necesitarán que los hijos estén escolarizados, lo que significa que estarán protegidos y, además, conviviendo y aprendiendo.
Lo que no se puede es condenar a la comunidad educativa a vivir unos riesgos innecesarios. Si se vuelve, hay que volver con garantías: reducción de los grupos, aumento de profesorado, distancias de seguridad, uso de mascarillas (a pesar de que impiden la lectura del movimiento de los labios), material higiénico, restricciones en los recreos, llegadas y salidas escalonadas… No creo que todos puedan volver a la vez. Habrá que alternar la presencia por días.
La situación requerirá autonomía (organizativa y curricular) de los centros. No puede haber una legislación minuciosa igual para todos. A partir de ahora no se podrá decir: todos, todos de la misma manera, en los mismos tiempos, con el mismo ritmo… Lo cual no quiere decir que tenga que darse libertad al zorro y a las gallinas.
Fuente: El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra
viernes, 28 de agosto de 2020
The Parasites in Labour’s Brain. Los parásitos en el cerebro de los laboristas
Es hora de que dejemos de votar con miedo y de premiar al gobierno más derechista que ha tenido el Reino Unido desde 1945.
Por George Monbiot, publicado en The Guardian el 4 de mayo de 2010
Aferrarse a la enfermera por miedo a algo peor. Aunque se ha vuelto cangrejera y viciosa, aunque ha usurpado a nuestros padres, robado nuestra herencia, amontonado nuestros juguetes y vendido la guardería, debemos escondernos detrás de sus faldas por miedo a las bestias que merodean más allá. Esto, en esencia, es lo que Polly Toynbee, Jonathan Freedland, Seumas Milne y Nick Cohen nos están diciendo que hagamos (1,2,3,4).
Al instruirnos, a lo largo de los años, a prestar atención a los temores, no a las esperanzas, tales voces han permitido a Labor abandonar todo lo que alguna vez representó, y entregarnos, armados y listos para el horno, a las grandes empresas y al Daily Mail. Estaremos atrapados así para siempre, en la triangulación de las Bermudas de New Labour, a menos que votemos por lo que creemos y no solo en contra de lo que no creemos.
Este miedo paralizante ha autorizado cuatro desarrollos trágicos. Ha permitido que se forme un consenso parlamentario que esté bien a la derecha del sentimiento público, alienando a los votantes. Ha creado espacio para ideas, como la progresiva privatización de casi todo, que eran inaceptables para las generaciones anteriores. Ha permitido a los conservadores hacer un llamamiento a los votantes moderados: si hay tan poco que divida a los dos partidos, tal cifra de votantes, ¿pueden los tories realmente ser tan malos? Y ha permitido que un partido una vez progresista forme el gobierno más derechista que este país ha sufrido desde 1945.
Comencemos donde mis colegas afirman que el historial del partido es más fuerte: pobreza y desigualdad. Durante los primeros siete años del gobierno laborista hubo un progreso real en la pobreza. Pero a partir de 2004, la tendencia fue a la inversa. En los tres años hasta 2007/8, el número de personas en hogares que viven con menos del 60% del ingreso medio aumentó en 1.3 millones: produciendo un total mejor que en 1997 pero peor que en 1989 (5). Esto fue antes de la recesión, por lo que Dios sabe lo que mostrará el próximo conjunto de cifras.
El número de personas en extrema pobreza (que viven con menos del 40% del ingreso medio) nunca disminuyó sustancialmente: se mantuvo estable durante los primeros ocho años del gobierno laborista, luego aumentó. Ahora hay 700,000 personas más en esta condición que cuando Laborista asumió el cargo, y más que en cualquier momento desde que comenzaron los registros (6). El ingreso real promedio de la décima parte más pobre disminuyó un 2% en los diez años hasta 2007/8 (7). Estas cifras, nuevamente, son anteriores a la recesión.
Los ricos, por otro lado, rara vez lo han hecho mejor. El 40% de los ingresos adicionales de que disfrutan los hogares británicos durante los años laborales ha acumulado el 10% más rico (8). El uno por ciento más rico, según el nuevo libro Injusticia de Danny Dorling, ha capturado una mayor proporción del ingreso nacional que desde principios de la década de 1930 (9). La desigualdad en el Reino Unido es ahora más alta que en cualquier otro punto desde que comenzaron los registros consistentes, en 1979 (10). Siento que eso necesita repetirse. Después de 13 años de gobierno laborista, el Reino Unido tiene niveles más altos de desigualdad que después de 18 años de gobierno conservador.
¿Por qué ha sucedido esto? En parte porque los laboristas cambiaron los impuestos de los ricos a los pobres. Redujo el impuesto de sociedades del 33% al 28% y el impuesto sobre las ganancias de capital del 40% al 18%. Introdujo un esquema de ayuda para emprendedores, gravando el primer millón de libras de ganancias de capital con solo el 10% (11). Aumentó el umbral del impuesto de sucesiones para parejas de £ 300,000 a £ 600,000 (12).
Sí, el gobierno ha introducido y fortalecido el salario mínimo, y este es un progreso real. Pero también ha bloqueado los derechos laborales de los trabajadores temporales y de agencias y ha preservado la cláusula de exclusión voluntaria en la directiva sobre el tiempo de trabajo de la UE. El viejo partido de los trabajadores ha cambiado su lealtad a los jefes, entregando puestos clave a ejecutivos corporativos y magnates de capital privado, incluso nombrando a Digby Jones, el ex jefe de la CBI, ministro de la Corona. Redujo las inspecciones en el lugar de trabajo (causando un aumento en el número de muertes en el trabajo) (13,14), eliminó el requisito de que las reuniones entre ministros y cabilderos corporativos deben registrarse (15) y detuvo el caso de corrupción contra BAe (16).
Habiendo prometido desecharlo en la oposición, ha extendido la iniciativa de financiamiento privado a sectores que los conservadores no se atrevieron a tocar. La mano de obra dejó edulcorantes en los contratos de PFI para que las corporaciones los encontraran (17), manipuló las cifras para que pareciera que el esquema entregaba valor por dinero (18), luego tuvo que rescatar a los operadores privados cuando comenzó a colapsar (19). El partido también incumplió sus promesas de renacionalizar los ferrocarriles y devolver las prisiones privadas a propiedad pública: el Reino Unido ahora tiene una mayor proporción de sus prisioneros en cárceles corporativas que Estados Unidos (20).
Si bien los laboristas han liberado a multimillonarios, nos ha enredado al resto de nosotros con 3.500 nuevos delitos (21), incluidas disposiciones que permiten a la policía declarar ilegal cualquier manifestación (22). Ha introducido órdenes de control que colocan bajo arresto domiciliario permanente sin cargos ni juicio. Ha permitido a los Estados Unidos extraditar a nuestros ciudadanos sin presentar evidencia de un delito. Ha coludido en secuestros y torturas. Gran Bretaña ahora tiene más cámaras de CCTV que cualquier otra nación (23), y una base de datos de ADN cinco veces mayor que su competidor más cercano (24). El número de prisioneros en el Reino Unido ha aumentado en un 41% desde que los laboristas asumieron el cargo (25,26).
Este gobierno bloqueó un alto el fuego en Líbano, despidió al embajador británico en Uzbekistán cuando se quejó de que el régimen estaba hirviendo a sus prisioneros (27), brindó ayuda a un ejército colombiano que colabora con escuadrones de la muerte fascistas (28), anunció una política de guerra nuclear preventiva (29) y decidimos malgastar nuestro dinero en reemplazar Trident. Pero peor, mucho peor que todo esto, lanzó una guerra ilegal en la que murieron cientos de miles. Este es el gobierno que mis colegas en The Guardian quieren salvar.
Hay un parásito llamado Toxoplasma gondii que coloniza los cerebros de las ratas, alterando su comportamiento para atraerlos al olor de sus depredadores. Las ratas buscan gatos y se las comen, permitiendo que el parásito siga circulando. Este es el nuevo trabajo. Ha colonizado un movimiento que luchó por la justicia social, la distribución y la decencia, reconectó su cerebro y lo entregó a los gatos gordos que alguna vez fueron sus enemigos.
Entiendo los riesgos de votar por los partidos más pequeños y permitir que la marioneta del guante derecho reemplace a la marioneta del guante izquierdo. Sé que los conservadores son incluso peores que este gobierno. Pero al votar por los candidatos en la lista compilada por la campaña de democracia Hang 'em (30), no todos los demócratas liberales, sino todos los reformadores con una buena posibilidad de tomar o mantener escaños, podemos romper este sistema podrido sin dejar de ser fieles a nuestras creencias.
Cualquiera sea el resultado de la elección, la verdadera lucha comienza después del 6 de mayo, mientras construimos un movimiento de democracia masiva que asegura que nunca más seamos colonizados por una clase política parasitaria, de ningún color, nuevamente. Comienza con un mitin en la Plaza del Parlamento a las 2 pm del sábado (31). Durante y después de estas elecciones, debemos exigir algo mejor, en lugar de huir de algo peor.
https://www.monbiot.com/2010/05/03/the-parasites-in-labours-brain/#:~:text=There's%20a%20parasite%20called%20Toxoplasma,This%20is%20New%20Labour.
Por George Monbiot, publicado en The Guardian el 4 de mayo de 2010
Aferrarse a la enfermera por miedo a algo peor. Aunque se ha vuelto cangrejera y viciosa, aunque ha usurpado a nuestros padres, robado nuestra herencia, amontonado nuestros juguetes y vendido la guardería, debemos escondernos detrás de sus faldas por miedo a las bestias que merodean más allá. Esto, en esencia, es lo que Polly Toynbee, Jonathan Freedland, Seumas Milne y Nick Cohen nos están diciendo que hagamos (1,2,3,4).
Al instruirnos, a lo largo de los años, a prestar atención a los temores, no a las esperanzas, tales voces han permitido a Labor abandonar todo lo que alguna vez representó, y entregarnos, armados y listos para el horno, a las grandes empresas y al Daily Mail. Estaremos atrapados así para siempre, en la triangulación de las Bermudas de New Labour, a menos que votemos por lo que creemos y no solo en contra de lo que no creemos.
Este miedo paralizante ha autorizado cuatro desarrollos trágicos. Ha permitido que se forme un consenso parlamentario que esté bien a la derecha del sentimiento público, alienando a los votantes. Ha creado espacio para ideas, como la progresiva privatización de casi todo, que eran inaceptables para las generaciones anteriores. Ha permitido a los conservadores hacer un llamamiento a los votantes moderados: si hay tan poco que divida a los dos partidos, tal cifra de votantes, ¿pueden los tories realmente ser tan malos? Y ha permitido que un partido una vez progresista forme el gobierno más derechista que este país ha sufrido desde 1945.
Comencemos donde mis colegas afirman que el historial del partido es más fuerte: pobreza y desigualdad. Durante los primeros siete años del gobierno laborista hubo un progreso real en la pobreza. Pero a partir de 2004, la tendencia fue a la inversa. En los tres años hasta 2007/8, el número de personas en hogares que viven con menos del 60% del ingreso medio aumentó en 1.3 millones: produciendo un total mejor que en 1997 pero peor que en 1989 (5). Esto fue antes de la recesión, por lo que Dios sabe lo que mostrará el próximo conjunto de cifras.
El número de personas en extrema pobreza (que viven con menos del 40% del ingreso medio) nunca disminuyó sustancialmente: se mantuvo estable durante los primeros ocho años del gobierno laborista, luego aumentó. Ahora hay 700,000 personas más en esta condición que cuando Laborista asumió el cargo, y más que en cualquier momento desde que comenzaron los registros (6). El ingreso real promedio de la décima parte más pobre disminuyó un 2% en los diez años hasta 2007/8 (7). Estas cifras, nuevamente, son anteriores a la recesión.
Los ricos, por otro lado, rara vez lo han hecho mejor. El 40% de los ingresos adicionales de que disfrutan los hogares británicos durante los años laborales ha acumulado el 10% más rico (8). El uno por ciento más rico, según el nuevo libro Injusticia de Danny Dorling, ha capturado una mayor proporción del ingreso nacional que desde principios de la década de 1930 (9). La desigualdad en el Reino Unido es ahora más alta que en cualquier otro punto desde que comenzaron los registros consistentes, en 1979 (10). Siento que eso necesita repetirse. Después de 13 años de gobierno laborista, el Reino Unido tiene niveles más altos de desigualdad que después de 18 años de gobierno conservador.
¿Por qué ha sucedido esto? En parte porque los laboristas cambiaron los impuestos de los ricos a los pobres. Redujo el impuesto de sociedades del 33% al 28% y el impuesto sobre las ganancias de capital del 40% al 18%. Introdujo un esquema de ayuda para emprendedores, gravando el primer millón de libras de ganancias de capital con solo el 10% (11). Aumentó el umbral del impuesto de sucesiones para parejas de £ 300,000 a £ 600,000 (12).
Sí, el gobierno ha introducido y fortalecido el salario mínimo, y este es un progreso real. Pero también ha bloqueado los derechos laborales de los trabajadores temporales y de agencias y ha preservado la cláusula de exclusión voluntaria en la directiva sobre el tiempo de trabajo de la UE. El viejo partido de los trabajadores ha cambiado su lealtad a los jefes, entregando puestos clave a ejecutivos corporativos y magnates de capital privado, incluso nombrando a Digby Jones, el ex jefe de la CBI, ministro de la Corona. Redujo las inspecciones en el lugar de trabajo (causando un aumento en el número de muertes en el trabajo) (13,14), eliminó el requisito de que las reuniones entre ministros y cabilderos corporativos deben registrarse (15) y detuvo el caso de corrupción contra BAe (16).
Habiendo prometido desecharlo en la oposición, ha extendido la iniciativa de financiamiento privado a sectores que los conservadores no se atrevieron a tocar. La mano de obra dejó edulcorantes en los contratos de PFI para que las corporaciones los encontraran (17), manipuló las cifras para que pareciera que el esquema entregaba valor por dinero (18), luego tuvo que rescatar a los operadores privados cuando comenzó a colapsar (19). El partido también incumplió sus promesas de renacionalizar los ferrocarriles y devolver las prisiones privadas a propiedad pública: el Reino Unido ahora tiene una mayor proporción de sus prisioneros en cárceles corporativas que Estados Unidos (20).
Si bien los laboristas han liberado a multimillonarios, nos ha enredado al resto de nosotros con 3.500 nuevos delitos (21), incluidas disposiciones que permiten a la policía declarar ilegal cualquier manifestación (22). Ha introducido órdenes de control que colocan bajo arresto domiciliario permanente sin cargos ni juicio. Ha permitido a los Estados Unidos extraditar a nuestros ciudadanos sin presentar evidencia de un delito. Ha coludido en secuestros y torturas. Gran Bretaña ahora tiene más cámaras de CCTV que cualquier otra nación (23), y una base de datos de ADN cinco veces mayor que su competidor más cercano (24). El número de prisioneros en el Reino Unido ha aumentado en un 41% desde que los laboristas asumieron el cargo (25,26).
Este gobierno bloqueó un alto el fuego en Líbano, despidió al embajador británico en Uzbekistán cuando se quejó de que el régimen estaba hirviendo a sus prisioneros (27), brindó ayuda a un ejército colombiano que colabora con escuadrones de la muerte fascistas (28), anunció una política de guerra nuclear preventiva (29) y decidimos malgastar nuestro dinero en reemplazar Trident. Pero peor, mucho peor que todo esto, lanzó una guerra ilegal en la que murieron cientos de miles. Este es el gobierno que mis colegas en The Guardian quieren salvar.
Hay un parásito llamado Toxoplasma gondii que coloniza los cerebros de las ratas, alterando su comportamiento para atraerlos al olor de sus depredadores. Las ratas buscan gatos y se las comen, permitiendo que el parásito siga circulando. Este es el nuevo trabajo. Ha colonizado un movimiento que luchó por la justicia social, la distribución y la decencia, reconectó su cerebro y lo entregó a los gatos gordos que alguna vez fueron sus enemigos.
Entiendo los riesgos de votar por los partidos más pequeños y permitir que la marioneta del guante derecho reemplace a la marioneta del guante izquierdo. Sé que los conservadores son incluso peores que este gobierno. Pero al votar por los candidatos en la lista compilada por la campaña de democracia Hang 'em (30), no todos los demócratas liberales, sino todos los reformadores con una buena posibilidad de tomar o mantener escaños, podemos romper este sistema podrido sin dejar de ser fieles a nuestras creencias.
Cualquiera sea el resultado de la elección, la verdadera lucha comienza después del 6 de mayo, mientras construimos un movimiento de democracia masiva que asegura que nunca más seamos colonizados por una clase política parasitaria, de ningún color, nuevamente. Comienza con un mitin en la Plaza del Parlamento a las 2 pm del sábado (31). Durante y después de estas elecciones, debemos exigir algo mejor, en lugar de huir de algo peor.
https://www.monbiot.com/2010/05/03/the-parasites-in-labours-brain/#:~:text=There's%20a%20parasite%20called%20Toxoplasma,This%20is%20New%20Labour.
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jueves, 27 de agosto de 2020
_- El experimento crucial con el que Isaac Newton derrocó el mundo antiguo y le dio paso a la ciencia moderna. Marcus du Sautoy, matemático. Serie de la BBC "La belleza de los diagramas".
_- Un par de prismas y un rayo de luz fueron los ingredientes del experimento crucial.
En 1664, Isaac Newton fue a una feria rural cerca de Cambridge, Inglaterra, y compró un par de prismas. Con ellos, un rayo del Sol y su ingenio desentrañó un misterio que había desconcertado a generaciones de científicos: la naturaleza de la luz.
Sus ideas no solo transformaron nuestro conocimiento de lo que vemos, sino que revolucionaron la forma en la que nos comunicamos.
Y el prisma y sus colores del arco iris se han convertido en una imagen artística cautivadora.
Pero ¿cómo descubrió las propiedades reales de la luz?
¿Y cómo su trabajo se convirtió en una gran influencia en la ciencia y el arte durante siglos?
El secreto de la luz
¿Por qué la comprensión de la luz era tan importante para Newton?
Una respuesta es que se dio cuenta de que solo podíamos ver y examinar la naturaleza gracias a la luz, por lo que quería investigar el medio que hacía posible todos los otros quehaceres científicos.
Otra, es que nadie más había logrado revelar su secreto.
En el siglo XVII, se pensaba todavía que la luz blanca del Sol era pura, y que los colores eran una modificación. Los científicos habían estado investigando las propiedades de la luz durante 2.000 años.
Sabían que la luz viaja en línea recta y que vemos los objetos debido a los rayos de luz que rebotan en ellos.
Pero se pensaba que la luz del Sol blanca era pura y sospechaban que los colores debían ser una modificación de ella.
Para él, esa explicación no era satisfactoria.
A casa
La decisión de Newton de investigar el tema de la luz coincidió con una epidemia nacional que lo expulsó de la universidad. Como dice un registro de la universidad: Ha agradado al Dios Todopoderoso visitar la ciudad de Cambridge con una plaga de peste.
Newton tuvo que huir de Cambridge así que regresó a su hogar, Woolsthorpe Manor, en Lincolnshire.
Woolsthorpe Manor era la casa de su familia, el lugar donde había crecido y se entretenía haciendo relojes de sol y modelos de molinos de viento.
En la casa de su familia, se embarcó en algunos de los experimentos más importantes de su carrera.
Se dice que Newton amaba las manzanas, y allá estaba el árbol bajo el cual supuestamente se sentó cuando una de esas frutas lo golpeó en la cabeza y comprendió todo el significado de la gravedad.
Allá también es donde Newton descubrió el cálculo, que le ayudó a medir la velocidad cambiante de una manzana al caer.
Algunos de sus experimentos fueron realmente peligrosos.
En una ocasión deslizó un una aguja grande y plana: "entre mi ojo y el hueso lo más cerca posible de la parte posterior de mi ojo".
Aterrador, pero lo que hizo fue alterar la curvatura de la retina, y cuanto más empujaba, más anillos de color veía. Al manipular su ojo, la luz se refractaba.
Esa obsesión loca surgió de la convicción de Newton de que la verdad sobre la luz y el color aún no se había encontrado, e hizo todo lo posible para descubrirla.
Experimentum crucis
"En una recámara muy oscura, en un agujero redondo de aproximadamente un tercio de pulgada de ancho, coloqué un prisma de vidrio por el cual el rayo de luz del Sol que entraba por ese agujero podía ser refractado hacia la pared opuesta del cámara y allí formar una imagen coloreada", escribió Newton.
E hizo un diagrama con pluma y tinta en el revés de un trozo de papel en el que había tomado notas que no tenían nada que ver con la luz, ni siquiera eran sobre ciencia, sino con teología y sus pensamientos sobre el Antiguo Testamento.
Y es que, en ese entonces, no se solía desperdiciar papel, pues era un bien muy valioso.
En el New College de la Universidad de Oxford tienen el boceto original que muestra cómo fue:
El experimento crucial está en un libro de notas de Newton, documentos atiborrados de escritos para no desperdiciar papel. Se llama experimientum crucis o experimento crucial. Aunque es esquemático y parece algo hecho apresuradamente, ese simple diagrama es una imagen fundamental en la historia científica, un momento gráfico en el que el mundo antiguo fue derrocado por la ciencia moderna.
En detalle
Lo que Newton nos muestra es su habitación, en la que una fuente de luz solar pasa por un pequeño orificio, el obturador (1), es enfocada por una lente (2) y atraviesa el prisma que está sobre la mesa (3).
Es ahí donde sucede la magia.
Al pasar a través del prisma, la luz blanca se divide o refracta en sus colores constituyentes, que luego se proyectan en una pequeña tabla que Newton dibujó en la parte posterior (4).
Hoy pensamos en el espectro formado por siete colores, pero Newton no estaba muy seguro de eso. A veces escribió sobre cinco colores, seis, otras veces siete.
En este pequeño diagrama dibujó cinco colores.
Como se había argumentado que en realidad era el prisma el que producía los colores, Newton ideó la segunda parte de este experimento.
El diagrama nos muestra que el tablero de los colores tiene un agujero (5) para seleccionar un color y dirigirlo hacia otro prisma que está detrás (6).
Al pasar a través del segundo prisma, el color no cambia: el rojo permanece rojo, el azul permanece azul.
Newton había descubierto una ley fundamental de la naturaleza y la escribió en latín (7).
Nec variat lux fracta colerem o "la luz refractada no cambia de color".
El experimento crucial demostró que la luz blanca estaba compuesta de múltiples colores y que los colores que vemos en el arco iris son inmutables.
Extraño pero cierto
El trabajo que Isaac Newton realizó en Woolsthorpe, sobre la gravedad, el cálculo y la luz, lo convertiría en el arquitecto de toda la ciencia del futuro.
Cuando regresó a Cambridge, comenzó a refinar sus teorías.
Sin embargo, nadie estaba de acuerdo con él. Su teoría era increíblemente inusual.
Estaba diciendo que la luz blanca se componía de una serie de rayos de colores primarios que se unen, mientras que todos los demás afirmaban que los colores eran modificaciones confusas de la luz blanca.
Todos los demás estaban equivocados.
Pero, si Newton había resuelto el misterio de la luz ¿cuáles eran las implicaciones? ¿Fue solo un avance teórico abstracto o hubo usos prácticos?
Pues en 1668, Newton se dio cuenta de que los avances que había logrado con la luz y el vidrio podrían ayudarlo a resolver un problema que había acosado a los astrónomos de todo el mundo. La revolución científica de mediados de 1600 había dependido de telescopios refractores, del tipo que usaba Galileo para examinar las estrellas. Pero tenían un problema con la aberración cromática: cuando la luz golpeaba la lente, se refractaba, creando un desenfoque de color.
Para Newton, la luz era la clave para ver la naturaleza, así que un telescopio preciso era esencial.
Decidió crear un telescopio reflector con espejos, que medía apenas 15 centímetros de largo, pero tenía un aumento de 40 veces su diámetro.
Un telescopio refractor equivalente en ese momento medía casi dos metros de largo.
Image caption El telescopio newtoniano Europa 150 que se fabrica hoy es un descendiente directo de lo que Newton hizo en la década de 1660. Su comprensión de la refracción fue la clave para lograr el telescopio perfecto. Se dijo que por sí sólo había revolucionado la ciencia de la óptica.
Estaba en camino de convertirse en un genio reconocido a los 28 años.
Pero tenía sus críticos.
El poeta John Keats sintió que Newton había "reducido la belleza de la luz a un mero evento creado por partículas".
"Una filosofía fría que destejerá el arcoíris".
¿Por qué es importante el experimento crucial?
Porque por primera vez supimos que la luz blanca en realidad estaba compuesta de múltiples colores.
Esa información influyó en el trabajo de otros, como el científico de fines del siglo XIX James Clerk Maxwell.
Lo hizo en su descubrimiento de todo espectro electromagnético, sin el cual no tendríamos comunicaciones modernas.
Image caption No sólo inspiró a científicos, sino también a artistas: este es un vitral creado por Storm Thorgerson y si te es familiar, quizás sea porque él también fue quien ideó una de las mejores cubiertas de álbum de la historia del rock: "The Dark Side of the Moon" de Pink Floyd.
Al revelar las propiedades reales de la luz y el color, Newton hizo posible desarrollar fibra óptica, tecnología láser y holografía.
350 años después de que Newton dibujara su diagrama, su influencia todavía se siente, se extiende y toca incluso ramas de la ciencia completamente nuevas como el comportamiento cognitivo.
Ese pequeño boceto dibujado a mano en un trozo de papel usado no solo revolucionó el pensamiento científico, sino que también nos dio una imagen bella, inolvidable y perdurable.
miércoles, 26 de agosto de 2020
Los abogados de Atocha. La masacre que marcó la Transición, de Manuel Gallego López
Por Luis Roca Jusmet | 25/07/2020 |
Cultura
Fuentes: Rebelión
Tras nueve años de investigación Manuel Gallego López nos expone en este libro el resultado de sus investigaciones, con todos los documentos policiales y de la instrucción sumarial, del trágico atentado a los abogados del despacho laboralista de Atocha de la noche del 24 de enero de 1977. Pero no se limita a ello, sino que nos permite contextualizarlos en los convulsos momentos que se aprobó la Ley de la reforma política en referéndum y que estaban se liquidando las instituciones franquistas, que la policía y la extrema derecha se aliaban en acciones brutales contra los manifestantes que querían la democracia y que el GRAPO se dedicaba a secuestrar a personalidades importantes del Régimen y atentar contra las Fuerzas de Orden Público. Igualmente nos explica que las consecuencias de la violencia de los actos de la ultraderecha acabó con los efectos adversos a los esperados, ya que al poco tiempo se legalizó el Partido Comunista de España. Finalmente el autor se arriesga a desmentir la hipótesis que sostiene que la masacre de Atoche forma parte de una estrategia escalonada que culminará en el intento del golpe de Estado del 23-F. Para él no hay una relación entre ambos sucesos, más allá de ser dos intentos de evitar la consolidación de una democracia en España. Los atentados de Atocha los interpreta como una acción desesperada de grupos de externa derecha que contemplaban, imponentes, el desmantelamiento del franquismo. Lo que sí considera que existía Manuel Gallego era una trama negra en la que estaban implicados sectores de la policía y estos grupos violentos de extrema derecha. Que contaban, además, con la impunidad de un sector importante del sistema judicial. La huelga de transportes tenía un enorme peso simbólico, ya que era la caída del último reducto del poder franquista en la negociación laboral.
El libro está muy bien estructurado, dividido en cinco capítulos. El primero trata de la violencia política en la Transición por parte del aparato policial y los grupos de extrema izquierda y de extrema derecha; el segundo del preludio de la masacre. El tercero de la semana negra del 23 al 28 de enero de 1977: dos secuestros por parte del GRAPO de personas relevantes del franquismo, el asesinato de dos jóvenes de izquierda y el atentado contra las fuerzas de orden público por parte del GRAPO. Todo ello en el clima enrarecido de la reforma política y de la huelga de transporte privado. El cuarto capítulo es el que trata directamente de la masacre de Atocha y de la detención, sumario y juicio de los autores. El capítulo quinto, finalmente de la complicada legalización del partido comunista.
Un libro necesario para recordarnos que la Transición fue compleja, difícil y con graves episodios de violencia. Que el aparato sindical, judicial y policial franquista se opuso en todo momento a que se llevara a cabo. Que hubo una violencia ultraderechista muy intensa, del que la masacre de Atocha solo fue el episodio más significativo. Y que no solo fue ETA, desde el bando contrario a Franco, la que desencadenó actos terroristas terribles que objetivamente se aliaron con las fuerzas más reaccionarias sino que aquí también el GRAPO jugó un papel especialmente nefasto. Un buen trabajo de Manuel Gallego López, que ha sido posible por las ayudas de CCOO, la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y la Fundación Abogados de Atocha.
Cultura
Fuentes: Rebelión
Tras nueve años de investigación Manuel Gallego López nos expone en este libro el resultado de sus investigaciones, con todos los documentos policiales y de la instrucción sumarial, del trágico atentado a los abogados del despacho laboralista de Atocha de la noche del 24 de enero de 1977. Pero no se limita a ello, sino que nos permite contextualizarlos en los convulsos momentos que se aprobó la Ley de la reforma política en referéndum y que estaban se liquidando las instituciones franquistas, que la policía y la extrema derecha se aliaban en acciones brutales contra los manifestantes que querían la democracia y que el GRAPO se dedicaba a secuestrar a personalidades importantes del Régimen y atentar contra las Fuerzas de Orden Público. Igualmente nos explica que las consecuencias de la violencia de los actos de la ultraderecha acabó con los efectos adversos a los esperados, ya que al poco tiempo se legalizó el Partido Comunista de España. Finalmente el autor se arriesga a desmentir la hipótesis que sostiene que la masacre de Atoche forma parte de una estrategia escalonada que culminará en el intento del golpe de Estado del 23-F. Para él no hay una relación entre ambos sucesos, más allá de ser dos intentos de evitar la consolidación de una democracia en España. Los atentados de Atocha los interpreta como una acción desesperada de grupos de externa derecha que contemplaban, imponentes, el desmantelamiento del franquismo. Lo que sí considera que existía Manuel Gallego era una trama negra en la que estaban implicados sectores de la policía y estos grupos violentos de extrema derecha. Que contaban, además, con la impunidad de un sector importante del sistema judicial. La huelga de transportes tenía un enorme peso simbólico, ya que era la caída del último reducto del poder franquista en la negociación laboral.
El libro está muy bien estructurado, dividido en cinco capítulos. El primero trata de la violencia política en la Transición por parte del aparato policial y los grupos de extrema izquierda y de extrema derecha; el segundo del preludio de la masacre. El tercero de la semana negra del 23 al 28 de enero de 1977: dos secuestros por parte del GRAPO de personas relevantes del franquismo, el asesinato de dos jóvenes de izquierda y el atentado contra las fuerzas de orden público por parte del GRAPO. Todo ello en el clima enrarecido de la reforma política y de la huelga de transporte privado. El cuarto capítulo es el que trata directamente de la masacre de Atocha y de la detención, sumario y juicio de los autores. El capítulo quinto, finalmente de la complicada legalización del partido comunista.
Un libro necesario para recordarnos que la Transición fue compleja, difícil y con graves episodios de violencia. Que el aparato sindical, judicial y policial franquista se opuso en todo momento a que se llevara a cabo. Que hubo una violencia ultraderechista muy intensa, del que la masacre de Atocha solo fue el episodio más significativo. Y que no solo fue ETA, desde el bando contrario a Franco, la que desencadenó actos terroristas terribles que objetivamente se aliaron con las fuerzas más reaccionarias sino que aquí también el GRAPO jugó un papel especialmente nefasto. Un buen trabajo de Manuel Gallego López, que ha sido posible por las ayudas de CCOO, la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y la Fundación Abogados de Atocha.
martes, 25 de agosto de 2020
Ellacuría. Juicio contra los autores intelectuales del asesinato de los jesuitas y otras personas en 1989 en El Salvador. Manuel García Fonseca. 18/07/2020.
- La citación a la Audiencia Nacional, a la que acudí en junio de este año, no tiene vinculación con nuestra presencia como observadores en el simulacro de juicio que se hizo en El Salvador en 1991. El juicio actual va en serio. A mí me preguntaron hace varios meses si aceptaría asistir como testigo en la AN en el juicio contra los autores intelectuales del asesinato, 31 años antes, de los jesuitas de la Universidad centroamericana. Me sorprendió muy gratamente la noticia de que asociaciones de derechos humanos de España y de Estados Unidos promovieran un juicio que se dirigiera específicamente contra las autoridades salvadoreñas, los altos mandos militares y del gobierno, y que el juicio fuera real.
- Yo había participado en viajes solidarios al Salvador y, colateralmente, tuve una entrevista con el nuevo rector de los jesuitas, el padre Tojeiras (?), y él fue quien me manifestó con indignación que siendo españoles cinco de las victimas (en total asesinaron a otro jesuita salvadoreño y dos mujeres que trabajaban en la casa central: iban a matar a Ellacuría, pero no podían dejar con vida a ningún testigo) un año después todavía no había habido ninguna presencia del parlamento y gobierno español a interesarse por el tema, mientras sí recibieron visita de diputados estadounidenses y de otros países europeos, interesados en que se hiciera investigación sobre los autores. Me comprometí a presentar el tema en el Congreso de los Diputados. Desde el grupo parlamentario de IU, del que formaba parte, logramos que el Congreso formara una comisión de diputados, con representación de todos los grupos, para ir al Salvador y hacer un informe sobre las causas y autores de la masacre.
En cinco días recogimos información de todas las instancias políticas, sociales, jurídicas, y de diversos colectivos populares. Nos acompañaba Álvarez Miranda, ex embajador de España en el Salvador, y su aportación al trabajo de investigación fue muy importante, y personalmente fue de él de quien recibí más apoyo y sugerencias para las personas a entrevistar y las cuestiones a preguntarles. Él tenía un gran conocimiento de los políticos salvadoreños, del gobierno y de la oposición, y como embajador fue también muy apreciado por organizaciones populares.
El informe lo hizo suyo el Congreso de Diputados, y pienso que influyó en que el Gobierno salvadoreño decidiera hacer un amañado juicio a los militares que mataron por órdenes superiores. A ese juicio volvimos como observadores la misma comisión autora del informe.
La presencia en aquel simulacro de juicio fue muy impactante. Los militares (soldados, algún mando medio y el coronel Benavides) comparecían en uniforme de gala. El que estaba más cerca de mi sitio en las lecturas, era el que mató a las mujeres, que como se relataba en las lecturas de fiscales, mientras tomaba una cerveza Pilsen, incrustándoles, al disparar, el fusil en la vagina. Tenerlo delante de mí, separados por una simple barandilla, impávido mientras se leía en tres ocasiones el atestado, era repulsivo.
- La comunidad jesuítica dice que no es el actor principal del juicio. De hecho, son los familiares y asociaciones por los derechos humanos de España y de Estados Unidos. Creo que los jesuitas siempre quisieron cuidar no ser los protagonistas por este crimen terrible que les afectó a compañeros destacados; vivían muy desde dentro la permanente matanza de campesinos y de cualquier tipo de oposición que se daba en El Salvador. Sus muertos eran cinco entre cientos de miles masacrados por el ejército y las fuerzas del gobierno. Tenían que seguir denunciando los actores de la masacre a los pobres y opositores en general.
No se las causas por las que el juicio en España se hace ¡¡ 30 años !! después de la matanza. Supongo que la dificultad es la de juzgar en España a asesinos de otro país con mucho poder.
De hecho, en la sesión en la que estuve como testigo, 11 de junio, solo estaba uno de los acusados, alto mando militar a quien en esta ocasión solo lo vi de espaldas. Creo que piden para él 20 años por cada asesinado/a. Y porque el Partido Popular siempre se negó a utilizar la ley de aplicación a delitos por encima de las fronteras (después de su aplicación a Pinochet, de esa instancia legal, por el juez Garzón).
El militarismo, la guerra represiva, y la impunidad no era una característica de los militares y oligarcas salvadoreños autores de este crimen. Era una política general en toda Centroamérica, la misma que aplicaban en toda América del Sur contra toda protesta o movilización popular y, por supuesto, contra la lucha armada que surgió como último recurso contra la injusticia y el crimen.
En el caso de los jesuitas, el embajador de Estados Unidos y el presidente salvadoreño culparon a la guerrilla (Frente Farabundo Martí) de la matanza. Y el FBI y la CIA se negaron a entregar o informar de las pruebas que ellos habían recogido en el lugar del crimen.
El Pentágono de USA, ya desde la Trilateral, consideraba que era fundamental para mantener su explotación en el continente suramericano programar con todos los medios económicos y políticos, el exterminio de la teología de la liberación, uno de cuyos máximos promotores era Ellacuría.
Para mí, visitar la Universidad Centroamericana fue una experiencia única: no conocí ninguna institución universitaria que haya creado una formación universitaria de la mayor calidad técnica y de una absoluta orientación social para alumnos de las clases populares.
Los asesinados fueron:
Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno, Joaquín López, Julia Elba Ramos y Celina Mariceth Ramos.
Manuel García Fonseca "Pole" es un veterano resistente antifranquista, profesor de filosofía y diputado de IU Asturies de 1986 a 1995.
Fuente:
http://causaarabeblog.blogspot.com/
- Yo había participado en viajes solidarios al Salvador y, colateralmente, tuve una entrevista con el nuevo rector de los jesuitas, el padre Tojeiras (?), y él fue quien me manifestó con indignación que siendo españoles cinco de las victimas (en total asesinaron a otro jesuita salvadoreño y dos mujeres que trabajaban en la casa central: iban a matar a Ellacuría, pero no podían dejar con vida a ningún testigo) un año después todavía no había habido ninguna presencia del parlamento y gobierno español a interesarse por el tema, mientras sí recibieron visita de diputados estadounidenses y de otros países europeos, interesados en que se hiciera investigación sobre los autores. Me comprometí a presentar el tema en el Congreso de los Diputados. Desde el grupo parlamentario de IU, del que formaba parte, logramos que el Congreso formara una comisión de diputados, con representación de todos los grupos, para ir al Salvador y hacer un informe sobre las causas y autores de la masacre.
En cinco días recogimos información de todas las instancias políticas, sociales, jurídicas, y de diversos colectivos populares. Nos acompañaba Álvarez Miranda, ex embajador de España en el Salvador, y su aportación al trabajo de investigación fue muy importante, y personalmente fue de él de quien recibí más apoyo y sugerencias para las personas a entrevistar y las cuestiones a preguntarles. Él tenía un gran conocimiento de los políticos salvadoreños, del gobierno y de la oposición, y como embajador fue también muy apreciado por organizaciones populares.
El informe lo hizo suyo el Congreso de Diputados, y pienso que influyó en que el Gobierno salvadoreño decidiera hacer un amañado juicio a los militares que mataron por órdenes superiores. A ese juicio volvimos como observadores la misma comisión autora del informe.
La presencia en aquel simulacro de juicio fue muy impactante. Los militares (soldados, algún mando medio y el coronel Benavides) comparecían en uniforme de gala. El que estaba más cerca de mi sitio en las lecturas, era el que mató a las mujeres, que como se relataba en las lecturas de fiscales, mientras tomaba una cerveza Pilsen, incrustándoles, al disparar, el fusil en la vagina. Tenerlo delante de mí, separados por una simple barandilla, impávido mientras se leía en tres ocasiones el atestado, era repulsivo.
- La comunidad jesuítica dice que no es el actor principal del juicio. De hecho, son los familiares y asociaciones por los derechos humanos de España y de Estados Unidos. Creo que los jesuitas siempre quisieron cuidar no ser los protagonistas por este crimen terrible que les afectó a compañeros destacados; vivían muy desde dentro la permanente matanza de campesinos y de cualquier tipo de oposición que se daba en El Salvador. Sus muertos eran cinco entre cientos de miles masacrados por el ejército y las fuerzas del gobierno. Tenían que seguir denunciando los actores de la masacre a los pobres y opositores en general.
No se las causas por las que el juicio en España se hace ¡¡ 30 años !! después de la matanza. Supongo que la dificultad es la de juzgar en España a asesinos de otro país con mucho poder.
De hecho, en la sesión en la que estuve como testigo, 11 de junio, solo estaba uno de los acusados, alto mando militar a quien en esta ocasión solo lo vi de espaldas. Creo que piden para él 20 años por cada asesinado/a. Y porque el Partido Popular siempre se negó a utilizar la ley de aplicación a delitos por encima de las fronteras (después de su aplicación a Pinochet, de esa instancia legal, por el juez Garzón).
El militarismo, la guerra represiva, y la impunidad no era una característica de los militares y oligarcas salvadoreños autores de este crimen. Era una política general en toda Centroamérica, la misma que aplicaban en toda América del Sur contra toda protesta o movilización popular y, por supuesto, contra la lucha armada que surgió como último recurso contra la injusticia y el crimen.
En el caso de los jesuitas, el embajador de Estados Unidos y el presidente salvadoreño culparon a la guerrilla (Frente Farabundo Martí) de la matanza. Y el FBI y la CIA se negaron a entregar o informar de las pruebas que ellos habían recogido en el lugar del crimen.
El Pentágono de USA, ya desde la Trilateral, consideraba que era fundamental para mantener su explotación en el continente suramericano programar con todos los medios económicos y políticos, el exterminio de la teología de la liberación, uno de cuyos máximos promotores era Ellacuría.
Para mí, visitar la Universidad Centroamericana fue una experiencia única: no conocí ninguna institución universitaria que haya creado una formación universitaria de la mayor calidad técnica y de una absoluta orientación social para alumnos de las clases populares.
Los asesinados fueron:
Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López, Juan Ramón Moreno, Joaquín López, Julia Elba Ramos y Celina Mariceth Ramos.
Manuel García Fonseca "Pole" es un veterano resistente antifranquista, profesor de filosofía y diputado de IU Asturies de 1986 a 1995.
Fuente:
http://causaarabeblog.blogspot.com/
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