lunes, 4 de noviembre de 2013

La irrazonable eficacia de las matemáticas. Los científicos llevan cuatro siglos admirados por como esta disciplina ayuda a comprender los mecanismos de la naturaleza

¿Quién se atreverá a poner límites al ingenio de los hombres? GALILEO GALILEI.

“La irrazonable eficacia de las matemáticas”, lo ha llamado Mario Livio, uno de los astrofísicos que controlan el telescopio espacial Hubble desde el campus de Baltimore de la Universidad Johns Hopkins. Los físicos, y desde luego los matemáticos, llevan cuatro siglos admirados por la “irrazonable eficacia de las matemáticas”, no ya para describir los mecanismos de la naturaleza con precisión, sino para comprenderlos en toda su profundidad, para capturar su esencia y predecir sus operaciones venideras.

Fue Galileo quien primero percibió que la naturaleza habla en el lenguaje de las matemáticas: que sin las matemáticas no hay comprensión verdadera de los procesos prolijos y aparentemente contradictorios del mundo. Y fue un matemático genial, Isaac Newton, quien recogió ese guante y formuló la primera combinación de ecuaciones para describir —o mejor, para comprender en profundidad— el movimiento de los objetos bajo la acción de las fuerzas, y la esencia geométrica que tienen en común la caída de una manzana, la órbita de la Luna y los movimientos caprichosos de los planetas en el cielo crepuscular. Fue la primera de las grandes unificaciones de la ciencia, y la que marcó el camino para el resto.

Newton, al menos, tuvo que inventar las matemáticas adecuadas para describir el movimiento de los objetos y la gravedad del Sol y la Tierra: el cálculo diferencial, una rama de las matemáticas que trata con las cosas que varían en el tiempo, como el movimiento de Marte a lo largo de su órbita elíptica. Pero también es cierto que el cálculo diferencial fue inventado por Leibniz de forma independiente y simultánea, y sin que su motivación fuera entender la astronomía de la época ni las leyes del movimiento. Desde tiempos de los griegos —y antes— las matemáticas han narrado una historia de progreso gradual o acumulativo, y puede interpretarse que el conocimiento matemático estaba maduro en tiempos de Newton para el desarrollo del cálculo diferencial. (Curso aquí)

En todo caso, muchos matemáticos, tal vez la mayoría, tienden a ver su disciplina como un cuerpo de conocimiento con vida propia, una especie de organismo virtual que, si es tratado con disciplina intelectual e inteligencia creativa —pocas lo son tanto como la inteligencia de los matemáticos, pese a la torpe y paupérrima percepción general—, produce verdaderos avances en el conocimiento del mundo, avances que no podrían derivarse de la simple observación del mundo natural, o que solo lo serían tras largos y tortuosos laberintos aplastados por masas de datos que nadie sabe cómo interpretar durante décadas o siglos.

La historia de la ciencia ofrece muchos ejemplos de este tipo, pero es improbable que haya uno mejor que el de Einstein. Poco después de formular en 1905 la relatividad especial —el espacio y el tiempo se pueden contraer o estirar, la velocidad de la luz es una constante de la naturaleza, E=mc2—, Einstein dio con la clave física para generalizar su teoría: mientras una persona se precipita al espacio en caída libre, no siente su aceleración. El término técnico para esta percepción se llama principio de equivalencia, y dice que estar sometido a una aceleración, por ejemplo en un ascensor, es físicamente equivalente estar sometido a la gravedad, por ejemplo la de la Tierra.

Einstein sabía que en esa simple idea se hallaba el germen de lo que 10 años después se convertiría en su mayor aportación a la ciencia: la relatividad general, la gran teoría actual sobre el tiempo, el espacio y la gravedad, la teoría que obligó a corregir a Newton y el fundamento de la cosmología moderna. Pero Einstein, en 1906, no conocía las matemáticas necesarias para formalizar ese problema monumental. Tuvo que ser su amigo Marcel Grossman, el mejor matemático de su clase, quien le señalara el camino: las innovadoras geometrías que un genio matemático, el discípulo de Gauss, Bernhard Riemann, había desarrollado 60 años antes sin saber nada del espacio-tiempo relativista.

¿Matemáticas con vida propia? El lector juzgará. Y el contraste con la realidad tendrá siempre la última palabra.
Fuente: El País.

Arquímedes

Un viaje a los fundamentos del mundo moderno

Los científicos no atisban el alcance de sus experimentos pero saben de su potencial práctico
La comprensión de la naturaleza siempre augura grandes transformaciones

Einstein se apoyó en su amigo Grossman para formular su teoría.
Pocas noticias científicas han alcanzado el impacto  del reciente descubrimiento del bosón de Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) junto a Ginebra, tal vez lo más parecido a una catedral que ha producido la ciencia moderna. Mueve a la sorpresa que un hallazgo de esta naturaleza, relativo al más oscuro y abstruso rincón de la ya de por sí oscura y abstrusa mecánica cuántica, consiga una repercusión pública de tal magnitud, aunque es cierto que todo parece haber conspirado en este caso para violar los preceptos del periodismo o incluso del sentido común.

Para empezar, el LHC es la mayor y más compleja máquina construida jamás, o “uno de los grandes hitos de la ingeniería humana”, en palabras de sus constructores del  CERN, o Laboratorio Europeo de Física de Partículas. Situada en un túnel subterráneo de 27 kilómetros de perímetro bajo la frontera francosuiza, cuenta con los más avanzados instrumentos y detectores; 10.000 científicos de 100 países están implicados en su diseño y construcción y tiene un presupuesto cercano a los 7.500 millones de euros. Cuando se emplea la expresión Gran Ciencia, esto es exactamente lo que uno tiene en la cabeza.

Y eso no es todo, desde luego. Esta prodigiosa pieza de ingeniería se concibió para permitir a la comunidad internacional de físicos poner a prueba los ingredientes más fundamentales de sus teorías sobre el mundo subatómico, y uno de ellos era el bosón de Higgs cuya existencia se ha confirmado este mismo año, no mucho después de que la mayor máquina construida por la humanidad superara sus previsibles problemas de rodaje. El hallazgo de la partícula de Higgs puede considerarse uno de los mayores éxitos de la ciencia experimental de todos los tiempos, y así lo ha entendido la academia sueca  al conceder el último premio Nobel de Física a François Englert y Peter Higgsdos de los teóricos que propusieron su existencia en los años sesenta. Todos los ingredientes de una gran noticia están ahí, y esto explica en retrospectiva el impacto mediático de la noticia.

Hay sin embargo una pregunta que se hace cualquier miembro informado del público, que aparece en todos los foros y que posee toda la lógica si se tienen en cuenta los 10 años que ha llevado construir el LHC, los 10.000 científicos que han intervenido y los 7.500 millones de euros asignados al proyecto: ¿para qué sirve esto? ¿Cuál es la utilidad del celebérrimo bosón de Higgs? ¿Cómo piensan los científicos devolver semejante inversión a la sociedad que la ha financiado con sus impuestos? Es una buena pregunta, y una que resulta condenadamente difícil de responder. Y sin embargo, por paradójico que resulte, no es una pregunta que preocupe demasiado a los científicos.

Porque los científicos no saben cuáles son las consecuencias prácticas del bosón de Higgs. Pero saben que serán enormes, porque eso es lo que se desprende de la no muy larga historia de la ciencia. La comprensión profunda de la naturaleza es siempre el prólogo de un conjunto de aplicaciones prácticas que ni siquiera los descubridores de un fenómeno suelen intuir. Pero que siempre tienen escondido en su núcleo el potencial para transformar el mundo de forma radical: las claves del progreso, la receta del futuro. Basta echar un vistazo a la historia de la ciencia para comprobarlo una y otra vez.

Tomen a Newton, el genio británico que fundó la ciencia moderna: no solo sus principios fundamentales, sino también sus modos y sus estrategias, el estilo y la pericia que los científicos siguen usando tres siglos después. Newton se sintió obsesionado desde chaval por unos cuantos enigmas que habían planteado dos gigantes de las generaciones anteriores a la suya: las elegantes curvas elípticas que describían los planetas en su armoniosa órbita alrededor del Sol, tal y como había descubierto Kepler; y el extraño comportamiento de los objetos sometidos a la gravedad de la Tierra que, contra toda intuición —y contra el conocimiento milenario recibido de las ingeniosas ocurrencias de Aristóteles— había demostrado experimentalmente Galileo unas décadas antes.

Las llamadas leyes de Kepler eran, desde luego, un enigma a la altura de la mente más curiosa. Johannes Kepler formuló sus dos primeras leyes en 1609, basándose en las detalladas observaciones de los movimientos planetarios amasadas pacientemente por el astrónomo danés del siglo XVI Tycho Brahe, de largo las más precisas de la época, y de cualquier época anterior. La primera ley no solo dice que los planetas se mueven alrededor del Sol, confirmando el modelo heliocéntrico de Copérnico, sino también la forma matemática exacta que siguen sus órbitas: no son círculos, sino elipses, unas curvas ya descubiertas en tiempos de Platón, pero en un contexto completamente distinto: junto a las hipérbolas y las parábolas, las elipses forman una especie de aristocracia geométrica: las cónicas, los tres tipos de curvas que pueden resultar de cortar un cono, o de tirar al mar un gorro de bruja. Pero ¿por qué los planetas habrían de moverse en elipses?

La segunda ley planteaba un puzle todavía más impenetrable. Los planetas no se movían con la misma velocidad a lo largo de toda su órbita: aceleraban al acercarse al Sol y se frenaban al alejarse. Y no de cualquier forma: Kepler había sido capaz de cuantificar el efecto con precisión matemática, aunque de un modo realmente chocante: si el planeta estuviera unido al Sol por una cuerda imaginaria, la cuerda barrería la misma área por unidad de tiempo. Y la tercera ley, descubierta por Kepler nueve años después que las dos primeras, no hacía más que rizar el rizo: el tiempo que un planeta tarda en dar la vuelta al Sol —lo que en la Tierra llamamos un año— guarda una sorprendente relación con la distancia del planeta al Sol: el cuadrado del periodo de revolución (el cuadrado de lo que dure el año del planeta en cuestión) varía con el cubo de la distancia del planeta al Sol. Estas relaciones matemáticas son tan chocantes que el propio Kepler se dejó llevar a un delirio geométrico para explicarlas, donde cada planeta ocupaba uno de los llamados sólidos platónicos —cubos, tetraedros, icosaedros y cosas así— en una versión reeditada y hasta mejorada de la armonía de las esferas pitagórica.

Pero ese rompecabezas laberíntico de curvas cónicas, cuadrados, cubos y áreas barridas por unidad de tiempo fue exactamente lo que motivó a Newton al reto enorme de resolverlo. El resultado fue la ciencia moderna y la práctica totalidad de la tecnología de los tres últimos siglos —lo que diferencia nuestro tiempo de un mundo de caballos, floretes y mosquetones—, pero la intención de Newton nunca fue cambiar el mundo ni la forma de pensar sobre el progreso de la humanidad. Su motivación fue entender el mundo: aceptar el desafío de sus enigmas físicos y matemáticos, y adoptar la actitud teórica y experimental adecuada para resolverlo. De ahí venimos. Una vez entendido un proceso, la revolución tecnológica es poco menos que inevitable.
Fuente: El País.

Fagor; la crisis acaba con ella o ella con la crisis?

La espina clavada del director general de Fagor.
Sergio Treviño sigue convencido de la eficacia de su plan de viabilidad. Su valoración real sobre la actitud de Mondragón, el mejor secreto.

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  • Entrevista al Relator de la ONU en medio del debate sobre los servicios audiovisuales

    “La concentración de medios lleva a la concentración del poder político”
    Martín Granovsky


    Aunque declinó opinar sobre la audiencia en la Corte, el guatemalteco Frank La Rue estuvo en Buenos Aires mientras la discusión sobre la vigencia plena del nuevo régimen audiovisual alcanzaba su punto máximo antes del fallo del tribunal supremo y accedió a exponer su visión sobre el pluralismo en diálogo con Página/12.

    Ahora trabaja en un informe sobre el derecho a la verdad clásico, relacionado con la verdad de las violaciones a los derechos humanos, y su relación con el derecho a la verdad como parte del acceso a la información pública. “Hay una derivación”, dijo el guatemalteco Frank La Rue, relator de la ONU para Libertad de Expresión en su visita a la Argentina. “Todos debemos protegernos mutuamente y cualquier ciudadano tiene el deber ético de denunciar violaciones a los derechos humanos, pero en el caso de los funcionarios públicos debería ser obligatorio.” –¿Se puede actualizar la defensa práctica de la libertad de expresión y a la vez preservar principios como los de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución Francesa de 1789?

    –Los derechos humanos nunca son un regalo del poder, sino el resultado de una conquista popular. La discusión más antigua de los derechos humanos plantea cuándo empezaron. Porque la Declaración Universal de 1948 nos dio fue un instrumento relativamente universal tras el fin de la Segunda Guerra. El mundo quiso reaccionar ante los horrores y las atrocidades y decir: “Ahora estamos en paz”. Numerosos países en América latina, Asia y Africa fueron entrando mucho tiempo después en esa lógica. Y hasta la fecha hay discusiones que están resueltas teóricamente pero que no se han resuelto para algunos Estados en particular, como el relativismo cultural o la libertad de expresión. En Tailandia, por ejemplo, es delito de lesa majestad hablar mal del rey y les dan cinco años por cada expresión. Y para mí fue bien difícil explicarles que no, que el rey puede ser criticado y que el rey puede meter la pata, como otros reyes de otros países más cercanos nos han demostrado. Entonces, la verdad es que los derechos humanos empiezan con los seres humanos y luego está el fenómeno de codificación y sistematización para convertir a los derechos humanos en normas de convivencia. Los derechos inherentes a la persona humana empiezan con la persona humana. Arrancaron cuando el primer homo sapiens se paró en dos pies y caminó erguido y empezó a pensar.

    –¿Y cuándo empezó la libertad de expresión?

    –Es interesante porque, al leer libros sobre democracia, encontré que hay expresiones de democracia incluso en países a los que no-sotros veíamos como “salvajes”. Por ejemplo, los países escandinavos en la época de los vikingos tenían parlamentos. Con el fuego en el medio, se juntaba la comunidad y hablaba todo el mundo. Y las decisiones eran colectivas. Otra cosa es que después fueran salvajes al hacer la guerra con otros. Hablo para adentro. Es decir que siempre, desde que los colectivos humanos empezaron a vivir como tales, tuvo que haber habido un nivel de entendimiento en la toma de decisiones. Y claro que siempre hubo autoridad y que la autoridad a menudo se impuso por la fuerza sobre los súbditos. Pero la existencia de algún nivel de discusión con algún sector es lo que hacía que las tiranías subieran y bajaran. Siempre hubo héroes de la revolución, rebeldes. Hubo pueblos en los que las mujeres tenían voz. Los celtas que vivían en Inglaterra se rebelaron contra el Imperio Romano dirigidos por una mujer. Y, a pesar de que esa mujer imponía su autoridad como reina, tenía un sistema improvisado de consulta popular con su gente. Cuando uno estudia Derecho empieza con el Código de Hammurabi, porque es la primera versión escrita que se tiene de normatividad, de normas de conducta. Pero probablemente hubo desde mucho antes normas de carácter oral que formaban parte de las tradiciones. Se trataba de una normatividad de convivencia. En muchos casos la gente las equipara con el Derecho Penal porque había “castigos” para el que se salía de las normas. Pero en el fondo, a la vez, muchas normas fueron protegiendo derechos humanos cuando buscaban establecer un nivel de convivencia que obligase al respeto mutuo en el ejercicio de ciertos derechos fundamentales.

    –O sea que usted, históricamente, no arroja nada bueno a la basura.

    –No, al contrario. Como yo creo en la humanidad, también creo que desde el principio los derechos humanos se basan en la protección de la vida y de todas las expresiones de la vida y de la dignidad del ser humano.

    –Definir vida en términos absolutos parece más fácil. Es la no-muerte. ¿Y dignidad?

    –Sí, por un lado está la definición por antítesis, pero al mismo tiempo hay que considerar que muchos elementos enriquecen la vitalidad. No es esencial que comas todos los días, pero ciertamente comer todos los días es fundamental. O tomar agua pura. O disponer de agua potable. Por eso es que la cuestión de la vida se va extendiendo. Para comer hay que tener trabajo. Tener trabajo implica otros derechos. Proteger la vida implica proteger la salud, tener agua potable, tener techo. Ahí están la vida y sus extensiones permanentes. La dignidad tuvo siempre más que ver con el hecho de que empezáramos a diferenciarnos como seres humanos. En la humanidad siempre se da una mezcla de lo religioso con lo humano y me da a mí la impresión de que las sociedades más primitivas fueron mucho más religiosas, obviamente, de lo que es la humanidad de hoy. Pero cuando ya hubo un colectivo humano y grupos pensantes, lo que los diferenciaba de manadas de animales era precisamente ese nivel de pensamiento, de entendimiento y de coexistencia. Eso implicaba que había un aprecio distinto del uno por el otro, lo cual suponía entender que el otro tenía la misma dignidad. De alguna forma, la vida física de él valía tanto como la de uno, por lo menos en el núcleo familiar inicial. Por supuesto, no olvidemos que eso es lo que también marcaba las diferencias y permitía a los vencedores esclavizar a los vencidos. Porque esa dignidad probablemente para ellos iba amarrada al ejercicio del poder. Y del poder de control de territorio y del poder militar.

    –Ya en la Relatoría, ¿cuál fue la peor experiencia en términos de violación de la libertad de expresión?

    –Cuando yo entré la libertad de expresión era de las cosas más complejas. Comencé pensando en que habría consenso de todos. ¿Quién iba a estar en contra de las libertades fundamentales?

    –Pensaba que no tendría trabajo.

    –(Sonríe.) No. Que sería más fácil de lo que fue. Pero resultó muy complejo y yo complejicé más porque, por ejemplo, los sectores más conservadores insisten en que la libertades fundamentales son sólo individuales. Siempre he rechazado esta visión. La libertad de expresión es un derecho individual, sí: el derecho de buscar información, de crear pensamiento propio y de expresarlo. Pero es también un derecho colectivo y un derecho social. Colectivo, porque uno se puede asociar para recibir información e investigar, o nos podemos asociar para expresarnos y hacer un pronunciamiento colectivo. Social, porque corresponde proteger el derecho de la sociedad de estar informada. Y ahí yo introducía siempre el tema de la ciudadanía, que tiene que participar. La verdadera democracia es la que tiene varios elementos, desde el marco legal hasta la institucionalidad fuerte, la credibilidad, la transparencia... Pero el factor más importante en la existencia de una democracia no es tener un sistema electoral, aunque por supuesto eso sea necesario. El elemento más importante es garantizar la participación ciudadana. Que el ciudadano o la ciudadana puedan decidir si quieren ser candidatos o no, si quieren participar en un partido político o no, si quieren criticar a sus dirigentes o a sus líderes, si quieren expresarse por una política pública, si les satisface o no les satisface, si quieren presentar sus demandas. Ahora, la participación ciudadana está vinculada con estar informado. Por eso incluía también el tema de que ese acceso a la información, que es un derecho social, también está vinculado con la libertad de prensa, con todos los mecanismos sociales de comunicación que son los que trasladan información a la sociedad. De hecho, es el debate que tienen ustedes en la Argentina a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

    –¿Y cómo ve el relator nuestro debate?

    –La Unesco estableció que la información y los medios de comunicación tienen que operar con pluralidad y diversidad para que un pueblo pueda dar por satisfecho su derecho a estar informado. Tiene que haber diversidad de medios y pluralismo de ideas. Ese fue el avance de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual de ustedes. Dice que puede haber medios comerciales, como en cualquier parte del mundo, pero también tiene que haber medios no lucrativos, que pueden ser comunitarios o públicos, al servicio de la población. Y étnicos, porque todo grupo étnico tiene derecho a mantener su idioma, su lenguaje y su cultura, siguiendo los principios de la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos originarios. Además del ejercicio individual y del ejercicio colectivo de los derechos relacionados con la libertad de expresión, hay una tercera forma: ejercerlos como pueblos. Un pueblo tiene derecho a tener una identidad, a expresarla, a defenderla y a reproducirla.

    –Usted elogió la LdSCA desde un principio. ¿Sigue haciéndolo cuatro años después de su promulgación?

    –Sigo pensando lo mismo. No he querido pronunciarme sobre si se llevaron adelante las políticas derivadas de la LdSCA porque no sé. Pero la LdSCA fue un tremendo avance para América latina porque establece que, efectivamente, todos los sectores de una sociedad, como sectores, deben tener acceso a la propiedad de medios propios de comunicación social. Unos serán medios escritos, y eso no está en la LdSCA. Los medios audiovisuales sí están porque el manejo de las frecuencias electromagnéticas es propio del Estado: son recursos públicos. El Estado debe ser garante de que, en búsqueda del bien común, todos los recursos del Estado se utilizarán primero para el bien común y luego para uso de todo el mundo. Ahí es donde yo creo que hay que democratizar. La falla de todos los medios de comunicación social en todo el mundo, incluyendo América latina, es que progresivamente permitimos que fuera prevaleciendo la visión comercial. Aquel viejo truco de qué funciona mejor, si el Estado o el mercado, incluyendo las supuestas afirmaciones absolutas sobre que el Estado es inútil y no funciona y el mercado sí funciona; aquel truco, digo, es ficticio. El mercado sólo funciona con la lógica de rentabilidad y ganancia, que no es necesariamente la lógica del interés del común de la población. Los medios comerciales siempre jugaron un papel importante. Lo han hecho históricamente los primeros periódicos. Pero sí insisto en que no son sólo esos medios los que deben existir. Esos medios comerciales que fueron iniciados por personas con una verdadera vocación de informadores, de periodistas, se convirtieron en medios comprados por corporaciones financieras porque en el fondo se volvieron grandes inversiones. Entonces se fue perdiendo la vocación de ser periodista y se exacerbó la visión comercial. La noticia quedó deteriorada y se fortalecieron los Rupert Murdoch, los Berlusconi, que buscan vender pero no buscan informar.

    –¿Acaso el mayor negocio de Berlusconi es vender?

    –Lo que quiere Berlusconi es la concentración. Si no se evitan fenómenos de concentración de medios como el de Berlusconi, esa concentración de medios te lleva inevitablemente a la concentración del poder político. Por ejemplo, en mi país, en Guatemala, la televisión abierta es un monopolio unipersonal de Angel González. El no tiene ambiciones políticas, pero determina presidencias y candidaturas, porque eso lo perpetúa en el ejercicio de su provecho y sus intereses económicos. Asigna el tiempo de televisión a los partidos políticos y a los candidatos que él desea. Y lo hace normalmente con varios de los que cree que son futuros ganadores. Entonces, en el Congreso de la República, es imposible pasar una ley que rompa ese monopolio. La concentración del poder de medios lleva a la concentración del poder político, ya sea en ejercicio directo o no. En el caso de Berlusconi derivó en ejercicio directo del poder. Pero en otros casos es el ejercicio indirecto del poder político. Siempre existe el interés de jugar de titiritero: “Yo quiero ser el que controle la vida política de un país”. Y efectivamente las grandes concentraciones permiten eso.

    –Un contraargumento diría que, como el Estado es muy poderoso, puede hacer falta un poder equilibrante para garantizar la diversidad.

    –Pero los monopolios de comunicación son malos, sean privados o públicos. Lo digo porque también está mal cuando el Estado lo quiere hacer todo o quiere hacer proselitismo en lugar de servicio público. Que haya de todo: empresas comerciales sin posibilidad de acumular ilimitadamente, el Estado, los medios comunitarios... Hay que discutir cómo se asigna la pauta publicitaria oficial. Fijar criterios es muy complejo aquí y en todo el mundo. El principio es fácil y la fórmula práctica concreta es difícil. Lo que sí es fácil es identificar cuando se da la inversa. En Guatemala un presidente llevó a la quiebra a una revista conservadora pero de calidad crítica, Crónica, quitándole todo anuncio oficial.

    –¿Cuáles son las peores violaciones a la libertad de expresión que vio durante su gestión?

    –En general, en Corea del Norte es muy difícil contar con un medio comunitario o expresar una opinión crítica. China va abriéndose al mercado liberal y más capitalista pero no fue abriendo el disenso en la misma forma. Un bloguero puede ir preso. Y los países con conflicto armado hacen que la libertad de expresión sea jugarse el físico. Birmania antes, Siria ahora. Lo mismo en países de naturaleza autoritaria como Yemen. Mantener la libertad de expresión implica articular con políticas de prevención.

    –Su síntesis sería “más prevención que Código Penal”.

    –Ah, por supuesto.... Y más campañas. Hice un informe sobre el discurso del odio, basado en el caso del joven noruego que asesinó a 93 personas, entre ellos muchos niños, porque se oponía a las políticas migratorias. Un Estado tiene que estar alerta ante el racismo y la xenofobia.

    –Usted siempre dice “Estado” y no “gobierno”. El Estado, por ejemplo en un país como la Argentina, tiene tres poderes.

    –Lo hago a propósito. Me interesa que muchas de estas decisiones no sean del gobierno, sino de la Justicia. Incluso ante fenómenos como el discurso del odio. Le temo a que quienes ejercen el poder político puedan utilizar mecanismos de origen legítimo para otros fines como censurar a la crítica o perpetuarse en el poder. Cuando uno es relator quiere hablar de la promoción y la protección. Pero está la realidad concreta. Ante eso mi posición fue que la libertad de expresión no es la culpable de los males o los discursos peligrosos. Hay que preparar al público para asumir un diálogo sano y limitar las prohibiciones a los mensajes que sí pueden hacer daño: que haya malicia, que haya riesgo de un daño inmediato, que el daño sea de tanta intensidad que ponga en peligro la propia libertad de expresión y que sea inminente y probable dentro de un contexto. Obviamente, un peligro siempre es la incitación al tráfico de niños o la violación de los derechos de la niñez.

    –El relator baja a la realidad.

    –Inevitablemente. Me pasó con el último informe sobre el Estado, la privacidad y la seguridad nacional. Salió antes del pedido de refugio de Edward Snowden en Rusia. Pero bueno, la función del relator es trasladar los principios de derechos humanos y aplicarlos a momentos históricos y realidades concretas. Defendí el derecho de WikiLeaks de difundir información. ¿Cómo puede ser condenable la publicación de filtraciones si eso es lo que hicieron Bob Woodward y Carl Bernstein en el Wa-shington Post durante el Watergate gracias a Garganta Profunda?

    –Eso es WikiLeaks. ¿Y el caso Snowden?

    –Snowden reveló además que hay una política de monitoreo permanente y constante que violenta el derecho a la privacidad de extranjeros y de ciudadanos norteamericanos de forma sistemática. La denuncia sobre esa presunta violación de los derechos humanos es legítima y obligaría al Estado a hacer una investigación para determinar quién dio la orden de violentar un derecho.

    –La condena a 35 años al soldado Bradley Manning, fuente aparente de WikiLeaks, ¿violó algún derecho?

    –La sentencia emitida según el Derecho Procesal Penal Militar violó el principio de proporcionalidad. Sentencias en Europa por delitos similares fallaron penas de hasta siete años. La exorbitancia de la pena apuntó a intimidar. Eso tiene que ver con la libertad de expresión, porque la intimidación es para impedir el ejercicio de un derecho por parte de otras personas.

    –¿Cómo sintetizaría una descripción sobre América latina en materia de libertad de expresión?

    –Partamos la región en Cono Sur, zona andina, Centroamérica y México y Caribe. Los casos más graves son México y Honduras, no sólo en términos de muertes en general, sino medido en riesgo físico para periodistas. En México, además, o hay monopolio o hay duopolio y la discusión sería si entra a funcionar una tercera cadena de televisión abierta. Mi país, Guatemala, también vive una situación seria en este sentido y en el sentido de reconocimiento de los derechos de grupos étnicos. A tal punto que en Guatemala no existe la categoría de radios comunitarias o étnicas en un país donde más de la mitad de la población proviene de los pueblos originarios.

    –En México hubo 70 mil asesinatos en el mandato del presidente Felipe Calderón. Y para Guatemala, si uno hace un cálculo proporcional a la población, puede establecer que fue asesinado el equivalente de un millón y medio de argentinos.

    –Fueron 200 mil muertos y 45 mil desaparecidos. La Comisión de la Verdad de Naciones Unidas estableció que Guatemala es el único país de América latina que sufrió un genocidio en el siglo XX. El general Efraín Ríos Montt fue procesado por genocidio, aunque después la Corte anuló de manera corrupta la parte final del proceso y hay que repetirlo.

    –¿Cuál sería el problema en la zona andina?

    –Me preocupa mucho la ley de Ecuador, y lo discutí con el propio presidente Rafael Correa. Crea una superintendencia que se convierte en órgano de censura.

    –No decide la Justicia, sino el Ejecutivo.

    –Claro. En cambio, en el Cono Sur yo felicité la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual argentina y sigo felicitándola. En Uruguay la legislación en debate va muy bien. Ambos casos son mejorables en cuanto a órganos reguladores o a alguna instancia más, pero las dos leyes sientan buenos precedentes en materia de democratización de los medios.

    Fuente: 

    domingo, 3 de noviembre de 2013

    Entrevista a Susan George, presidenta del Transnational Institut “Van a por la democracia”

    María Rodríguez Bajo, Público.es

    Lo promulga en cada conferencia: “Hay que dejar de ser tan educados y decirles a los políticos de la austeridad que estamos más que indignados”. La presidenta de la junta del ‘think tank’ Transnational Institute charla con Números Rojos sobre Europa, la crisis y cómo pasar a la acción.

    Pocas personas disfrutan tanto como Susan George (Ohio, 1934) de desnudar el cinismo de las grandes corporaciones y los gobiernos al servicio del capital. George, quien no se despeina al declarar que no es economista sino activista y voz incómoda para las injusticias, retó a los poderosos con su blasfemo “Informe Lugano” que, junto con otros 13 títulos de los que es autora, sigue su lema de “estudia al rico, el pobre ya sabe qué va mal”.

    Los líderes europeos han invocado la austeridad como el ‘hada madrina’ que solventará los problemas financieros. ¿Qué le parece esa tendencia?
    ¡Que no es nada más que una fantasía! Los alemanes lo llaman “austeridad expansiva”, algo totalmente absurdo porque, obviamente, la austeridad no puede conducir a una economía al crecimiento. Pero no creo que ese sea el problema esencial.

    ¿Cuál sería entonces?
    Creo que hay un grupo, compuesto por el BusinessEurope, la Mesa Redonda Europea de Industriales y los mercados financieros, que ha decidido rejuvenecer el capitalismo deshaciéndose de muchas de las leyes y protecciones de los trabajadores, cosas por las que el modelo europeo y la gente han luchado durante décadas. Así que, si los dirigentes no hacen nada, seguirán yendo en la misma dirección. Por eso, hablar de crecimiento e inversión no nos beneficia, ya que puede que haya inversiones, pero estarán dedicadas más que nada a productos financieros. Quienes mueven los hilos de los mercados quieren libertad total y, hasta ahora, han sabido conservarla. Supongo que ya habrán empezado a especular sobre Grecia, porque lo que está pasando allí es totalmente desconocido. No veo cómo van a solucionarlo y solo espero que puedan hacerlo sin demasiadas pérdidas, y sin tener que recurrir a un ‘divorcio’ de Europa. Eso, además de arrastrar a otros gobiernos, podría repetir en la propia Grecia otra ‘Dictadura de los Coroneles’, cuando el ejército tomó el mando –en 1967– y, con él, los fascistas. ¿Quién sabe? Cosas así son de esperar, sobre todo después de ver a Aurora Dorada –partido de ultraderecha– en el Parlamento… Es un momento muy duro.

    ¿Puede llegar ese punto en el que los políticos supriman la democracia para sacar adelante las reformas que planean?
    Está claro que van a por la democracia, a por los derechos humanos, a por todo lo que los trabajadores han conseguido. Va a ser un fascismo moderado o duro. Ahí es adonde nos quieren llevar si es necesario y si nosotros se lo permitimos. ¿Han prohibido ya las manifestaciones en España?
    Aún no, pero quieren reformar el código penal para que la resistencia pacífica pueda ser penada con dos años de cárcel.
    Bueno, eso es claramente un paso más hacia el fascismo. Si la resistencia pacífica se castiga con dos años de cárcel, estamos ante una clara violación de los derechos humanos. Incluso podría ser anticonstitucional, al menos en Estados Unidos o Francia.

    ¿Estamos probando ahora en Europa las recetas neocolonialistas que en los 70 y 80 aplicaron el FMI y el Banco Mundial en América Latina y África?
    Pero no es la única razón por la que el sur tiene problemas, aunque es totalmente cierto que llevan sometidos a ajustes estructurales desde los 80. Se les obligó a aceptar programas de austeridad, mediante los cuales colegios y hospitales dejaron de ser gratis; tuvieron que exportar en lugar de concentrarse en la economía y producción locales; tuvieron que ganar dinero para pagar su deuda, ya que nadie, excepto el FMI, quería prestarles. Estamos básicamente ante la misma historia en la que los inocentes pagan y los culpables no. La diferencia es que en este caso en Europa se parte de una posición mucho más favorable que la del sur. Es una historia muy conocida, con la única diferencia de que ahora no hace falta encubrir nada y pueden llegar mucho más lejos debido a la crisis, porque la gente está asustada, porque los gobiernos no sirven para nada, porque los mercados financieros tienen tantísimo poder ahora mismo que pueden hacer lo que quieran, a no ser que les paremos los pies.

    Pero, ¿cómo?
    Quién sabe, quizás la única forma sea mediante una huelga general que dure semanas. Tal vez la política que llevamos –o llevo– haciendo durante años no sirva para nada. No sé, pero nos encontramos ante un momento muy serio.

    Internet ha jugado un papel crucial en los movimientos sociales, ¿deberíamos tenerlo más en cuenta como herramienta?
    Creo que cuando haya eventos importantes tendríamos que organizar acciones de soporte en los demás países. Tenemos que reforzar el sentido de ser europeo. Así, si hay una gran acción, debería haber un comité que informe a todo el mundo y otro que recoja ideas y cosas que se pueden hacer como, por ejemplo, reuniones delante del banco nacional de cada país y acciones mediáticas. No hace falta que haya miles de personas, pueden ser simplemente flashmobs, pero tienen que mostrar que sabemos lo que está pasando; informar a la población y decirles: “Mirad, todos somos europeos, estamos unidos”. Esto de coger aviones, como hago yo, para ir a las conferencias, no puede hacerlo todo el mundo. La gente tiene un trabajo y no puede permitírselo, por eso debemos contar con un sistema con el que podamos mostrar nuestra solidaridad con otra gente desde nuestros países.

    ¿Y eso se puede hacer eficientemente desde internet?
    Es una buena herramienta, pero también creo que la gente solo es capaz de darse cuenta de lo que quiere cuando se encuentra cara a cara con los otros. Solo pueden programarse demandas en internet con gente a la que conoces muy bien, no con grupos enormes, y creo que la democracia directa no permite conseguir ninguna demanda cuando se aplica en grandes grupos como, por ejemplo, los ‘indignados’, u Occupy, en los que todo el mundo puede hablar y durante el tiempo que quiera.

    ¿Considera el decrecimiento como una alternativa viable?
    Tiene buenas ideas pero, al igual que todos estos programas que dicen “yo sé qué es lo mejor para la sociedad y para el futuro, voy a contártelo y tienes que hacerlo”, no me parece el mejor punto de vista. Algunas cosas tienen que crecer, otras no y otras tienen que detenerse. Yo apoyo la economía de estado estable, que Herman Daly explicó muy bien en los 80, por lo que no necesito otra doctrina económica y los decrecentistas viven en un mundo bucólico, creen que podemos volver atrás y criar gallinas. Le tengo mucho cariño a algunos de sus defensores, como Serge Latouche, a quien conozco desde hace años, y creo que algunas de sus ideas son buenas, pero también pienso que muchas cosas tienen que crecer: el conocimiento y la ciencia, la democracia en la economía, etc.

    Un estudio del Credit Suisse Institute dice que en 2050 el 70% de la población vivirá en ciudades. ¿Es sostenible esa perspectiva de vida?
    Bueno, ya estamos al 50% y, a no ser que se tome una decisión consciente de proteger la agricultura local y detener el crecimiento de los enormes latifundios de monocultivos, la respuesta es que sí, que vamos a comer menos y peor, que casi todos lo haremos, aunque habrá mercados de lujo para la gente que pueda permitírselo. El proyecto de Bill Gates para África –que promueve el monocultivo de soja– va a echar a montones de pequeños agricultores de sus tierras que, probablemente, emigren a las afueras de las ciudades. En Estados Unidos ya hace mucho tiempo que se está echando a los agricultores y hoy solo un 2% de la población se dedica a trabajar la tierra. Lo mismo ha pasado en México, Indonesia, India, etc., a causa de la ‘Revolución verde’ –que fomenta el monocultivo–. Y lo mismo va a pasar en África, donde los agricultores van a tener que realizar grandes inversiones, con lo que solo los más prósperos sobrevivirán. Se han realizado algunos experimentos interesantes, como en Brasil, para intentar organizar enormes ciudades como São Paulo. Pero creo que decir que la gente vivirá en las ciudades es una forma de simplificar las cosas demasiado. La gente va a vivir en poblados chabolistas y habrá cantidades enormes de pobres. Los disturbios que se produjeron en 2008 debido a la subida del precio de la comida sucedieron en 30 países distintos porque se importa demasiada comida. Y estos disturbios, que estaban por todas partes, no sucedieron en las ciudades, sino en las afueras de las mismas, donde la gente es pobre y no puede pagar alimentos más caros.

    Stephen King se sumó a Warren Buffet, el multimillonario que pidió a la Hacienda estadounidense que le subieran los impuestos. ¿Son necesarias más voces como estas que, dentro de los grupos de ricos, piden una mejor distribución de la riqueza?
    Desde 1980 se han ido rebajando los impuestos a quienes más ganan. Se trata de una transferencia de valor, de riqueza, de abajo a arriba. No se aplican los mismos impuestos a los ingresos financieros que a los salarios y el trabajo. Si trabajas, recibes un salario por el que tendrás que pagar unos impuestos a un porcentaje determinado en Estados Unidos, pero si te dedicas a las inversiones, lo que haces es sentarte delante del ordenador, después vendes unas acciones y pagas menos impuestos por esos ingresos que por tu salario. Por eso la gente que, como Warren Buffet, saca su dinero del dinero, no paga los mismos impuestos que la gente que saca su dinero de su salario, trabajando de nueve a seis. Y todo esto forma parte del mismo patrón.

    ¿Ha llegado el momento de dejar de ser tan políticamente correctos con los responsables de todo esto?
    Evidentemente, hay que controlar la parte violenta, pero realmente tenemos que estar más enfadados y decir lo que está pasando sin tapujos. Y cada vez que esta gente nos diga que la austeridad puede ayudar a crear empleo, simplemente tenemos que decirles que eso no son más que tonterías. Tenemos que manifestarnos, dejar muy clara nuestra posición. Los ‘indignados’ españoles forman parte de este movimiento, aunque no han dejado muy claro qué es lo que quieren, pero también entiendo que muchos son muy jóvenes, que para muchos de ellos esta es la primera vez que participan en algo y hay que darles un tiempo.

    Sin embargo, en España el movimiento 15M ha pasado a la acción en cuestiones concretas. Por ejemplo, ha evitado numerosos desahucios.
     
    Muy bien, es el tipo de acción que estoy recomendando. Pero, dejando claro que no soy una experta en todo, no creo que los ‘indignados’ contasen con una lista, algo como: “Mira, estas son las diez cosas que queremos y las queremos ya”.

    Fuente: http://blogs.publico.es/numeros-rojos/2013/10/30/susan-george-van-a-por-la-democracia/

    Foto: Porto, marcha por el puente contra los recortes. BBC.

    viernes, 1 de noviembre de 2013

    Cumplir los propios sueños. Recuperar los deseos más profundos de nuestra infancia es una poderosa motivación y un acto de justicia hacia nosotros mismos.

    En el paso de la infancia enterramos bajo las obligaciones muchos sueños. La madurez viene acompañada casi siempre del temido “baño de realidad”. El futuro, que para el niño tenía un horizonte casi infinito de posibilidades, se puede estrechar hasta convertirse en una vía de sentido único. Frases como “qué le vas a hacer” o “la vida es así” certifican el fin de las ilusiones para pasar a un mundo de certezas totalmente previsible. Sin embargo, ¿es esa la clase de existencia que queremos vivir?

    Este artículo es una invitación a rescatar los sueños que dejamos atrás, algunos de los cuales están reclamando un sitio en nuestra vida adulta para volver a sentirnos nosotros mismos.

    Cuando se habla de sueños casi inalcanzables, a menudo se cita el caso de Lou Holtz, quien a mediados de la década de los sesenta se encontró en una situación crítica. Tenía 28 años, acababa de perder su empleo, no tenía un céntimo y su mujer estaba embarazada de ocho meses.

    En lugar de venirse abajo y lamentar su mala suerte, este estadounidense se sentó a la mesa del comedor para redactar una lista con sus deseos más desmesurados e improbables. Ni corto ni perezoso, llegó a anotar 107 metas tan ambiciosas como cenar en la Casa Blanca, conocer al Papa, ser el entrenador de su equipo favorito de fútbol americano, aparecer en el magacín televisivo The tonight show...

    Tras completar una lista que parecía un catálogo de locuras, Lou Holtz pasó a la siguiente fase y se propuso lo siguiente: “Una vez has escrito todo lo que quieres conseguir en la vida, asegúrate de que cada día haces algo concreto para cumplir al menos uno de esos sueños”.

    Para asombro de muchos, los cuatro propósitos “casi imposibles” que hemos enumerado los llegó a cumplir, junto con muchos más. Él alcanzó su sueño americano gracias a un hecho evidente y, al mismo tiempo, obviado: muchas cosas nunca llegan a suceder porque nadie se atreve a intentarlas.

    Algo así sucede con las grandes metas que pudimos tener de niños y que de adultos nos parecen ingenuas. Son de tal envergadura, que les asignamos la etiqueta de “imposibles”. Sin embargo, alguien acabará siendo astronauta o dirigiendo la Filarmónica de Berlín.

    Tanto en la época de la pluma y el bolígrafo como en la era digital, las palabras escritas tienen una fuerza superior al pensamiento, que nos seduce por unos instantes y luego se va diluyendo. El solo hecho de anotar un propósito en un papel o en un archivo de Word hace que nuestro inconsciente sepa en todo momento que el objetivo sigue ahí.

    En su libro ¡Escríbalo y hágalo realidad!, Henriette Anne Klauser propone que escribamos nuestro propio guion vital a partir de las metas que queremos conquistar. Según esta autora, no se trata de hacer una lista que nos haga sentir culpables si no cumplimos ninguno de los puntos. Lo esencial al escribir los propios sueños es que podemos identificarlos y empezamos a verlos posibles.

    Estos son algunos de los consejos que brinda en su manual:
    Escribir nuestros objetivos sin temer que sean demasiados, ni excesivamente grandes. El solo hecho de haberlos plasmado en el papel hará que estemos más atentos a las oportunidades y posibilidades.

    Fijar prioridades. Klauser recomienda ordenar las metas por importancia, a la vez que nos preguntamos por qué el deseo que ocupa el primer lugar está allí. Entender nuestros deseos también nos ayuda a materializarlos.

    Soñar cerca del agua. Por extraño que parezca, se ha comprobado que la creatividad “fluye” mejor cuando estamos al aire libre, así que la autora recomienda abandonar la silla y airearnos.

    Escalonar los logros. Alcanzar una meta, por pequeña que sea, nos dará impulso para la siguiente.

    Hay hábitos negativos que desactivan nuestros propósitos más profundos. Sin duda, el más poderoso es el miedo al fracaso. Muchos proyectos que podrían realizarse se quedan en estado embrionario por temor al batacazo que sufriríamos si las cosas no saliesen bien. A su vez, este miedo está fundamentado en varios prejuicios e ideas preconcebidas:

    Fracasar en el pasado nos autoconvence de que lo mismo nos espera en próximos intentos.

    Nos preocupa la opinión de los demás si nos atrevemos a llevar adelante un gran proyecto. ¿Pensarán que somos demasiado ambiciosos?

    Creemos que los grandes sueños son patrimonio de personas mucho más capacitadas que nosotros.

    En ese sentido, a veces la mejor manera de cumplir un sueño es detectar y eliminar los cortafuegos que ponemos para que pueda desplegarse.

    En uno de los vídeos más célebres de la era YouTube, el profesor universitario Randy Pausch anunciaba ante sus alumnos que a sus 46 años estaba sentenciado de muerte debido a un cáncer incurable.

    Sobre esta charla en la Universidad Carnegie Mellon, que dio la vuelta al mundo y se convertiría en el libro La última lección, Pausch aseguró que la había pronunciado sobre todo para sus tres hijos pequeños, a los que no vería crecer. Y en ella dio las siguientes claves:

    Debemos creer que todo es posible, nunca hay que perder esa visión.

    Si no puedes alcanzar tus sueños, lograrás ya mucho intentando alcanzarlos. Los muros que nos frenan en nuestro camino están allí por una razón: sirven para saber cuánto queremos lograr nuestros sueños.

    Nunca permitas que la diversión y el asombro te abandonen.

    Antes de llevar a cabo cualquier sueño debes decidir entre ser una persona positiva o negativa.

    Jamás subestimes la importancia de hacer las cosas de forma divertida.

    Muestra gratitud a los demás.

    No te quejes, eso nunca ayuda a hacer realidad tus sueños.

    Trabaja duro para alcanzar todo lo que quieres.

    La experiencia es aquello que te queda cuando no obtienes lo que deseabas.

    Tenemos la misión de poner en nuestro horizonte aquello que un día iluminó nuestro corazón y entregarnos a la tarea de lograrlo. La vida pondrá lo demás.

    Vida en estado puro.
    Un libro
    – La última lección, de Randy Pausch (DeBolsillo). En Estados Unidos existe la tradición de que los profesores den una “última lección” explicando qué harían si supieran que pronto van a morir. El autor de esta charla padecía cáncer terminal en el momento de hablar sobre cómo alcanzar los sueños de la infancia. No es una conferencia sobre la muerte, sino sobre la vida en estado puro.

    Una película
    – Billy Elliot, de Stephen Daldry. Esta emotiva historia tiene como protagonista al hijo de un minero que, con solo 11 años, decide ser bailarín en un entorno hostil. Curiosamente, esta película logró que muchos adolescentes británicos cambiaran el fútbol por la danza.

    Un disco
    – This silence kills, de Dillon (BPitch Control). Esta joven estrella radicada en Berlín emigró de Brasil con su madre a la edad de cuatro años. En 2011 cumplió el sueño de grabar su único disco hasta la fecha.

    "Llena el papel con cada latido de tu corazón”. William Wordsworth

    "La mejor manera de hacer realidad tus sueños es despertar”. Paul Valéry.

    "La sabiduría suprema es tener sueños lo bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”. William Faulkner

    miércoles, 30 de octubre de 2013

    Vinicius de Moraes e Toquinho

    http://www.youtube.com/watch?v=aNrf7GqY-5Q&feature=share&list=RD02lUj7p5S_FZk

    Declaración de Lisboa. Responsabilidad y Justicia para Iraq

    Iraqsolidaridad

    Miembros de la Red Internacional antiOcupación (IAON) venidos de Portugal, Argelia, Bélgica, Francia, Iraq, Jordania, Holanda, España, Suiza, Suecia y Reino Unido, y pertenecientes a diversas organizaciones se reunieron en Lisboa, del 11 al 13 de octubre para debatir sobre la situación de Iraq y su futuro. ...

    La política del actual régimen se basa en la venganza y en la división sectaria e impulsa los actos de terrorismo contra la población civil para evitar así que Iraq recobre su soberanía tras décadas de sanciones, guerra y ocupación. La Red Internacional AntiOcupación (IAON) reitera su posición expresada en la Declaración Le Feyt de 2008: “[…] Es evidente que Iraq no puede recobrar su unidad, su integridad territorial y una estabilidad duradera hasta que su soberanía esté garantizada. […]Todos los vecinos de Iraq deberían reconocer que la estabilidad en Iraq sirve a sus propios intereses y deberían comprometerse a no interferir en sus asuntos internos.” El pueblo de Iraq rechaza el sectarismo y la división.

    Nuestro plan de acción
    Para la próxima etapa, nuestros principales objetivos son:
    • Movilizar la conciencia internacional sobre la situación de Iraq y apoyar la abolición de los restos políticos de la ocupación
    • Intensificar las exigencias de Responsabilidad y Justicia para Iraq
    • Aumentar la cooperación entre las fuerzas solidarias y el pueblo iraquí para aliviar el sufrimiento de las víctimas de la guerra y la ocupación de Iraq
    Entre todas las acciones que se apoyan, en el próximo período la IAON se centrará en:
    1. Continuar difundiendo e intercambiando información sobre la resistencia popular al sectarismo y sobre las continuas violaciones de los derechos humanos en Iraq.
    2. La coordinación de los esfuerzos para presionar tanto a parlamentarios nacionales como europeos para que animen a los gobiernos y a los cuerpos de Naciones Unidas con la finalidad de que de manera contundente se opongan a la sistemática y generalizada violación de los derechos humanos perpetrada por las autoridades iraquíes, especialmente la aplicación de la pena de muerte, y para que apoyen las importantes recomendaciones del informe publicado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas*, que incluye la vuelta a Iraq de un relator para que siga de cerca el respeto a los derechos humanos allí.
    3. Trabajar en la planificación de una estrategia legal para detener a todos aquellos responsables de los crímenes en Iraq y para exigir compensaciones para sus víctimas.
    4. Actuar para que se lleven a cabo investigaciones independientes internacionales sobre el uso de distintas armas en Iraq y el incremento en el número de malformaciones congénitas en Faluya, Basora y otros lugares, y sobre el uso del territorio iraquí como un basurero de peligrosas sustancias químicas y radioactivas.
    5. Llevar a cabo diferentes proyectos de cooperación entre los distintos grupos nacionales de la IAON y las organizaciones iraquíes para ayudar a los más afectados por el conflicto en Iraq.
    La Red Internacional antiOcupación anima a todas las fuerzas de paz a que se unan en este trabajo por Iraq.
    Lisboa, 13 de octubre de 2013
    *Véase el documento de Naciones Unidas “ Truth, justice and reparations for Iraq ” 


    martes, 29 de octubre de 2013

    Silvio Rodríguez en la 2 de tve, buen programa.

    Dibujante, músico, poeta, artista UNESCO por la paz
    Decenas de discos, cientos de canciones, miles de conciertos
    "Silvio Rodríguez, Ojalá" se ha emitido el domingo 27 de octubre en La 2

    El Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU anunció que abandona la clasificación del DSM

    ADVIERTEN SOBRE LOS RIESGOS DE SEGUIR USANDO EL MANUAL DIAGNOSTICO DSM Ese catálogo nada inocente

    25-07-2013 / El Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos anunció que abandona la clasificación que determina cientos de patologías mentales con criterios externos y siempre muy acordes a las necesidades de la industria farmacéutica. Por Jorge Portaneri y Mónica Niel *

    La última bomba acaba de estallar días antes de que se lance al mercado el nuevo manual diagnóstico DSM V de la Asociación Americana de Psiquiatría, cuya elaboración estuvo plagada de polémicas.

    El National Institute of Mental Heath de EEUU abandona la clasificación DSM.

    El NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental), la agencia de investigación biomédica dependiente del gobierno de EEUU y considerada la mayor proveedora de fondos de investigación en Salud Mental de todo el mundo ha anunciado que dejará de hacer uso de la clasificación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales por considerarlo carente de validez científica. No se sometió a control externo, introduce el cambio de la concepción categorial a la dimensional, lo que hace que no haya fronteras definidas entre lo normal y lo patológico, reduciendo, además, el número de indicadores para la evaluación. Esto aumenta el riesgo de sobrediagnosis patologizando la vida.

    El manual sigue ampliando la lista de trastornos hechos a la medida de la industria farmacéutica. Ya en 1980 se habían añadido 112 nuevos trastornos mentales a la tercera edición del DSM, en la tercera edición revisada (1987) y en la cuarta (1994) aparecieron otros 58 trastornos más.

    El "trastorno de ansiedad social", llamado primero "fobia social", fue uno de los siete nuevos trastornos de ansiedad creados en 1980. Para la década de 1990 los expertos lo llamaban "el trastorno del decenio" e insistieron que hasta uno de cada cinco estadounidenses lo padecía.

    Isaac Marks (renombrado experto en miedos y pánicos, radicado en Londres, fue quien en el decenio de 1960 reconoció la ansiedad social) opuso gran resistencia a su inclusión en el DSM III como categoría particular de enfermedad por la lista de comportamientos comunes asociados con ese desasosiego.

    En 1987 se le añade la aversión a hablar en público lo que lo hace aún más elástico para incluir prácticamente a todo el mundo. Para 2008 en EEUU casi la mitad de los habitantes se reputan clínicamente enfermos de algún cuadro mental y casi la cuarta parte de la población 67,5 millones ha tomado antidepresivos. Se prescribían ya entonces 200 millones de recetas anuales para tratar la depresión y la ansiedad.

    Los diagnósticos correspondientes al trastorno bipolar aumentaron en 4.000 por ciento y la sobremedicación es imposible sin sobrediagnóstico.

    Uno de los responsables de la llegada del trastorno bipolar a EEUU es el psiquiatra Joseph Biederman, que lleva años haciendo estudios y conferencias sobre el tema y que recibió 1,6 millones de dólares entre el año 2000 y el 2007, procedentes de las farmacéuticas que fabricaron los medicamentos para dicho trastorno, al parecer para dedicarlos a seguir investigando la enfermedad.

    Hasta los años 90 era una afección desconocida en los niños. Ahora ya es uno de los diagnósticos más frecuentes en psiquiatría infantil, las visitas se han multiplicado por 40 en menos de 10 años, siendo muchos de los "enfermos" niños de dos y tres años. La escandalosa relación de la "creación" de estas nuevas enfermedades con el negocio de la psiquiatría fue revelada por el estudio realizado por la psicóloga estadounidense Lisa Cosgrove que reveló que de los 170 miembros del grupo de trabajo del DSM, es decir los que hacen el manual de psiquiatría de referencia mundial, 95 (el 56 por ciento) tenía una o más relaciones financieras con las empresas de la industria farmacéutica.

    Es alarmante cómo han logrado psicopatologizar a la infancia, en el último DSM se incluyen hasta "las rabietas" si son más de tres a la semana durante un año. El gobierno estadounidense dice en base a estos parámetros que uno de cada cinco niños tiene un trastorno de la salud mental.

    Estas concepciones también son las que permitieron que se aprobara en Santa Fe recientemente una ley de autismo. El diputado Avelino Lago, a quien se debe el proyecto, manejó cifras que hablan de 32.000 niños con autismo en la provincia. El T.G.D. o espectro autista (como figura en el DSM V que amplía aún más su cobertura) se diagnostica como el TDAH con cuestionarios (en este caso el CHAT) que habitualmente responden los padres según lo que les parece poco, demasiado, o habitualmente. Es decir en ambos casos no son los expertos los que diagnostican.

    En este caso es un instrumento que sólo es de utilidad para evaluar situaciones poblacionales a grosso modo, ya que, además, no permite hacer ningún diagnóstico diferencial respecto a una situación circunstancial que hace que un niño se aísle a una problemática más grave y permanente.

    En cambio se está usando para determinar ya, en un niño de 18 meses, que tiene una enfermedad incurable, que sólo puede ser tratada sintomáticamente lo cual marcará seriamente su vida de ahí en adelante.

    Es por todo esto que consideramos imprescindible pronunciarnos en contra del uso del DSM como posición ética a ser asumida por todas las instituciones que tienen a su cargo las decisiones políticas respecto a la Salud Mental de la población.
    * Presidentes respectivos del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Santa Fe de la 1ª y 2ª Circunscripción.

    Nota:
    Si el no seguir el DSM es por la razón de no sobremedicar, ni sobrediagnosticar a la población esa propuesta es plausible.

    Ahora bien, estamos ya cansados de ver como los argumentos, que podíamos llamar progresistas, son utilizado por los neoliberales. Les dan la vuelta para conseguir sus objetivos comerciales por otros metodos a fin de llegar a introducir sus fines nada progresista, al contrario le sirven, en un primer momento, para comercializar los intereses y la salud de la población que dispongan de los medios. La otra población, los pobres, serán ignorados y abandonados a su suerte.

    Más claro, que en este viaje desbocado hacia el antiguo régimen de servidumbre, desigualdad, falta de libertad y destrucción sistemática de la fraternidad, al que estamos asistiendo en estado de choc, vale todo, todos los caminos son utilizados, como hacen los estafadores profesionales. Y cuando te quieres dar cuenta ya es tarde, la estafa se ha producido...

    Es lo que ocurrió con Reagan y su utilización de las consignas progresistas de "no a los psiquiátricos, no al encierro de por vida" para desmontar los psiquiátricos públicos, alegando que las instituciones (aquellas concretas, con aquellas organizaciones cerradas y carcelarias) creaban o fomentaban la locura  y no trabajaban en pro de la curación y autonomía social de los paciente.

    Las consecuencias fueron desastrosas, los enfermos mentales fueron abandonados por las calles donde morían en desamparo o en las cáceles, la alternativa aún peor. Y los terrenos y edificios vendidos por el estado a las empresas privadas...

    Si necesitabas un tratamiento hospitalario tenías que pagártelo.

    La lucha por la mejora de la salud mental no sirvió para mejorar las instituciones, ni los tratamientos.

    Los argumentos lo utilizaron para apoderarse de los terrenos y ahorrarse los gasto en programas de salud mental. ¿Resultados? más privatización y menos salud pública, más negocio y tratamientos imposibles para los pobres. Una cruel y auténtica estafa.

    Las últimas declaraciones del Presidente (NO elegido por los ciudadanos) de la Comunidad de Madrid muestran que va por el mismo camino, al decir que el pueblo de Madrid "ha elegido de manera inteligente ahorrar en la gestión sanitaria" haciéndola más eficiente al entregarla para su gestión a la empresa privada.

    Cuando hasta la OMS ha dicho que es menos eficaz, menos eficiente, más cara y bajan los indices de salud y la esperanza de vida allí donde se aplica la gestión privatizada a la salud.

    Es natural, el objetivo de la empresa privada siempre es el beneficio económico, no la salud de la población.

    Y esto viene a cuento por el hecho de que siendo verdad el aumento de la medicación y la dependencia de los experto, que elaboran los criterios de la industria farmacéutica, la realidad es que para diagnosticar ciertos trastornos y las ayudas que conllevaban por Ley, el tener unos criterios aceptados casi universalmente era un poderoso instrumento para conseguirlo.

    Ahora no se utilizará ese instrumento y nos planteamos: ¿Mejorará el diagnóstico y tratamiento? O se utilizará para eliminar diagnósticos, ahorrar en programas de gastos públicos y privatizar y hacer negocio con los que puedan pagarlo eliminando a los pobres de cualquier tratamiento.

    La práctica de lo que se hará nos lo confirmara sin duda, pues debemos trabajar basándonos en evidencias, pero  ¿será tarde para volver atrás también en estas cosas?.

    Mejora de los diagnósticos, TODA, y cuanto antes, luchar contra la sobremedicación también es necesario y urgente.

    La exigencia de independencia a los experto que elaboran los criterios, también deberá ser un principio inamovible, sin duda, pero eliminar criterios basándose en sus errores -mejorables- e inadecuación en casos evidentes para cambiar el Modelo Público de atención a los trastornos de salud, NO. Eso es una burda estafa.

    lunes, 28 de octubre de 2013

    Entrevista a Diane Ravitch, después de publicar su nuevo libro, EL IMPERIO DEL ERROR.

    Diane Ravitch, exasesora del Secretario de Educación en el gobierno de George Bush Jr., pasó varios años abogando por la reforma del sistema educativo estadounidense. Apoyó la ley No Child Left Behind Act (Que ningún niño se quede atrás), el movimiento de escuelas "charter" y las pruebas estandarizadas. Después, y basándose en las evidencias de los datos que se venían obteniendo de las evaluaciones, cambió de opinión y denunció lo que ella llamó la destrucción de la escuela pública americana.

    Su nuevo libro, El imperio del error [1]; critica la idea de la sustitución de las escuelas públicas por las instituciones con fines de lucro. Ella le dice a la NPR de Steve Inskeep: "Cuando la gente paga impuestos para las escuelas, no piensan que están pagando a los inversores. Ellos piensan que están pagando para tener clases más pequeñas y mejores maestros."

    Por qué no está de acuerdo con el movimiento de escuelas chárter [2]
    Lo que pasa con las "escuelas charter" es que originalmente se suponía que debían crearse para colaborar con las escuelas públicas y ayudar a resolver los problemas comunes. Debido a que han sido asumidas por la idea de la competencia, se han convertido en parte del movimiento para convertir la educación en un producto de consumo en lugar de ser uno social y con una responsabilidad pública. ...
    Lo que quiero decir es que usted va a comprar una escuela (Que unos particulares convierten en negocio). Yo no creo en la libre elección de escuela. Creo que cada barrio debe tener una buena escuela pública. Y si los padres no quieren la buena escuela pública local y quieren enviar a sus hijos a una escuela privada, pueden hacerlo, pero deberán pagar por ello.

    En cuanto a si algunas escuelas "charter" individuales están trabajando bien.
    Algunas escuelas "charter" son excepcionales, algunas escuelas autónomas están haciendo un gran trabajo. Muchas escuelas "charter" lo hacen peor que la escuela pública local. Muchas escuelas "charter" están a cargo de personas que no tienen las cualificaciones necesarias para ser educadores, y algunas escuelas "charter" están dirigidas por empresarios con fines de lucro que están haciendo un montón de dinero. (Con excepciones, las escuelas "charter" para Diane forman parte de lo que ella descubrió y ha denunciado como la política de destrucción de la Escuela Pública Americana, y tratado ampliamente en otro de sus libros). ("Como muchos otros en esa época, me sentí atraída por la idea de que el mercado podría desatar la innovación y lograr una mayor eficiencia en la educación. Estaba sin duda influida por la ideología de otros funcionarios de alto nivel en la primera administración Bush, que eran fuertes partidarios de la elección de la escuela y de la competencia entre ellas. Pero de igual manera y de forma importante, creo, empecé a pensar como un político, sobre todo un político federal. eso significa, en palabras de un libro de James C. Scott que luego he leído y admirado, que comencé a "ver como un estado", buscando en las escuelas y los profesores y los estudiantes desde una altitud de 20.000 pies y viéndolos como objetos que se mueven alrededor de las grandes ideas y grandes planes".  Página 10)[3]

    Por qué algunas escuelas públicas tienen bajo (desempeño) rendimiento, y cómo responder ante ello.
    Algunas son malas, pero la razón por la que las llamamos así es porque están sirviendo a un número desproporcionado de niños con discapacidad y dificultades, ya que las escuelas "charter" no los quieren. Tienen un número desproporcionado de niños que no leen o no hablan Inglés porque son niños nacidos en el extranjero, y las escuelas "charter" no quieren que esos niños sean alumnos suyos. Por lo tanto, estamos sobrecargando a las escuelas públicas con niños de bajo rendimiento y luego las llamamos escuelas deficientes. Y eso está mal.

    ¿Hay escuelas malas? 
    Sí, hay malas escuelas, entonces a las personas que deberían despedir, son a los superintendentes, los administradores, etc., es decir, a las personas que ejecutan, que toman las decisiones y dirigen y gestionan el sistema. Su trabajo es identificar las escuelas que son realmente malas y mejorarlas, dar a esas escuelas las oportunidades de cambiar mediante las clases de pequeño tamaño que necesitan, los consejeros que necesitan, los recursos adicionales que necesitan, para que puedan atender mejor al alumnado.

    El papel de las nuevas tecnologías en el aula
    No tengo ningún problema con que los profesores tengan buenas herramientas. Mi problema es que yo sé que ahora hay empresarios y gente en los centros de investigación que están discutiendo bastante públicamente que estas herramientas deben reemplazar a los maestros, y que si usted compra bastantes de estas herramientas, no sólo va a enriquecer a la sociedad, sino que hará posible que el distrito escolar ahorre dinero al tener a un centenar de niños en una tableta con un solo maestro, y eso es un gran ahorro para el distrito. Creo que eso no es educación. ... Las mejores escuelas del país, no están sustituyendo a los profesores por ordenadores.

    Sobre si la pobreza es la causa subyacente de los problemas con la educación en Estados Unidos
    Déjame que te diga lo que pienso, lo que todos necesitan saber: la educación pública estadounidense es un gran éxito. Los resultados de los exámenes nunca han sido mejores de lo que lo son hoy en día para los niños blancos, niños negros, los niños hispanos y los niños asiáticos. Las tasas de graduación de la escuela secundaria nunca han sido mayores de lo que son hoy en día para todos los grupos. Nuestras escuelas no están fallando, sino que tienen un gran éxito.

    Donde hay puntajes bajos, donde hay tasas de abandono más altas que la media nacional, es donde se concentra la pobreza. Ahora, no podemos, obviamente, limpiar la pobreza durante la noche, para que no aparezca de día, pero hay muchas cosas que podemos hacer para que la escuela sea un igualador más fuerte de lo que es hoy. Una de ellas sería haber reducido el tamaño de las clases en las escuelas que atienden a los niños más pobres. Otra sería la de tener pre-escolar universal. Debemos tener un programa de artes fuerte en cada una de estas escuelas, sería otra cosa por hacer, porque los niños tienen que tener una razón para venir a la escuela que no sea sólo la de venir para aprobar.

    Acabo de estar en Pittsburgh y Filadelfia. Las escuelas carecen de recursos suficientes. Las escuelas de Filadelfia están cerrando todas las bibliotecas, que han despedido a los consejeros. Quiero decir, todas las cosas que los niños necesitan para ayudarles a tener éxito las están quitando. Los niños que estamos tratando de ayudar, que son los que necesitan más, son los que están recibiendo menos. Y así, evidentemente, no se van a conseguir más éxitos.
    [1] The Reign of Error.
    [2] Escuelas organizadas y dirigidas por la iniciativa privada que vienen a sustituir a las Escuelas Publicas que ha obtenido mala puntuación en las pruebas de diagnóstico y evaluación del gobierno. Los profesores son despedidos y en el nuevo centro "charter" ingresan de nuevo los que son seleccionados por los nuevos dueños de la escuela, pero con peores condiciones de trabajo y, en la mayoría de los casos, no admiten a los afiliados a sindicatos, con el pretexto de que, como empresa privada que son ahora, son libres para contratar a los que quieran y con las condiciones que quieran. De ahí que estos procedimientos de privatización supongan también la destrucción de los sindicatos de profesores. Los sindicatos, con todos sus defectos, si se quiere son muchos, (tantos como tenemos nosotros los que los construimos, mantenemos y defendemos con nuestra participación, luchas y cuotas), han sido un factor fundamental de mejora de las condiciones de trabajo, de lucha por esa mejora, de solidaridad, de fraternidad, de apoyo, de defensa en una sociedad con lucha de clases y en "teoría" estaba dirigida a conseguir el bien común y que con frecuencia han olvidado ese bien común, resultado del "contrato social" que debería ser toda democracia.
    En esta nueva sociedad neoliberal el rey es el mercado, el negocio, la ganancia, el dinero, no el bien común, el hombre tiene valor en cuanto tiene valor comercial, de producción y consumo económico de intercambio en el mercado. Por eso las escuelas serán transformadas en centros privados que utilizarán, de una parte, los ahora llamados "emprendedores" como una fuente de negocio más y de otra por aquellos que tengan el dinero para comprar ese bien, esa educación. Los sindicatos no tienen cabida en este mundo de ganancias, de competición sin humanismo, ni solidaridad, ni fraternidad. Esos son valores "caducos" en esta nueva sociedad de la globalización neoliberal que nos lleva a toda velocidad hacia el Antiguo Régimen de servidumbre, de señores, siervos y esclavos.
    [3] "Las pruebas deben seguir el plan de estudios. Deben basarse en el plan de estudios. No deben sustituir o preceder al currículo. Los estudiantes necesitan una base coherente de conocimientos y habilidades que se hace más fuerte cada año. Los conocimientos y habilidades son importantes, ya que están aprendiendo a pensar, debatir y cuestionar. Una persona bien educada tiene una mente bien amueblada, con forma de leer y pensar sobre la historia, la ciencia, la literatura, las artes y la política. La persona bien educada ha aprendido a explicar las ideas y escuchar con respeto a los demás". Página 16, del citado libro.

    Hacia una sociedad de precarios. Especialistas en derecho laboral alertan de que la precariedad se extiende como fenómeno global

    Hace unos años las situaciones de “riesgo de exclusión” o “pobreza” se limitaban a determinados estratos sociales. Actualmente, el estado de “precariedad” se extiende con la celeridad que impone la crisis al conjunto del cuerpo social. Aunque con diferencia de grados (afecta sobre todo a mujeres, inmigrantes, jóvenes desempleados y jubilados), la condición de “precario” sustituye en términos generales a la de trabajador asalariado con derechos.

    Esta es la tesis central del libro sobre la precariedad que preparan los especialistas en derecho laboral, y autores de “El Huracán Neoliberal” (Ed. Sequitur), Héctor Illueca y Adoración Guamán, que se publicará el próximo mes de enero. Una afirmación categórica recorre el texto, y explica por qué se globaliza la condición de precario: “El mercado ha secuestrado al conjunto de la sociedad”.

    No falta información estadística que avale esta hipótesis. Según el informe de Cáritas correspondiente a 2013, tres millones de personas viven en España por debajo del umbral de la pobreza, con menos de 300 euros al mes (esta cifra duplica la de las personas se hallaban en esta situación antes de la crisis). Los datos coinciden con el incremento de millonarios (personas con un patrimonio de al menos 740.000 euros) que, según un informe de Credit Suisse, ha aumentado en el estado español un 13,2% entre mediados de 2012 y la primera mitad de 2013. Según este estudio, el estado español cuenta actualmente con 402.000 millonarios.

    Los pronósticos de Intermón Oxfam tampoco resultan halagüeños: España podría tener 20 millones de pobres en el año 2025 (el 40% de la población). Negro sobre blanco, la revista Forbes señala que 30 familias, que acumulan cerca de 30.000 millones de euros, se reparten la mayor parte de la riqueza en el estado español. Además, España, que había acortado la “brecha” en materia de desigualdad con respecto a la Unión Europea (una diferencia de sólo 0,5 puntos en el índice de Gini -coeficiente que mide la desigualdad de ingresos- en 2008), ha visto como se disparan las diferencias a los 4,5 puntos en el año 2012, lo que sitúa al estado español como segundo en términos de desigualdad tras Letonia, según el informe “Desigualdad y Estado Social en España” de la Fundación 1º de Mayo de CCOO.

    En su trabajo, Illueca y Guamán abordan los diferentes procesos que apuntalan la precariedad. Señalan, primeramente, la creciente inestabilidad en el empleo, a la que han contribuido las últimas reformas laborales. El abaratamiento del despido, la igualación “por abajo” de contratados fijos y temporales, y la institución de nuevas modalidades de contratación eventual dibujan un horizonte muy claro de inestabilidad en el empleo. Los efectos de la última reforma laboral (febrero de 2012) dejan pocas dudas: la cifra de trabajadores afectados por ERE (despidos colectivos) ha aumentado en un 21,2% en los ocho primeros meses de 2012 (299.021 trabajadores afectados).

    Durante los 10 primeros meses de 2012 se registraron, además, 19.599 ERE con invocación de “causas económicas” (un 108,63% más que en el mismo periodo del año anterior). Por tanto, se ha facilitado el despido, también se ha abaratado, y se han difuminado las fronteras entre la contratación temporal e indefinida. Es más, abunda Adoración Guamán, “se cuestiona el carácter fijo e inamovible de la ocupación de los funcionarios; de entrada, la última reforma laboral ya permite expedientes de regulación de empleo para el personal laboral de las administraciones públicas”.

    Además del empleo “inestable”, Illueca y Guamán señalan un segundo proceso de precarización: la modificación de las jornadas laborales y de las funciones que se desarrollan en el centro de trabajo, por un lado; y, además, las rebajas salariales (otro de los grandes objetivos de las últimas reformas laborales). En todo caso, los números avalan la hipótesis de los autores. La encuesta trimestral del coste laboral correspondiente al tercer trimestre de 2012 (con la última reforma laboral ya en vigor) situó el coste salarial total (incluida la seguridad social) por trabajador en 1.805,63 euros, un 7% menos que en el segundo trimestre de 2012 (1.939,73 euros). En el sector público, los funcionarios acumulan varios años de salarios congelados, tras el recorte del 5% aprobado en 2010. Según el informe “Desigualdad y estado social en España”, entre los años 2008 y 2012, los salarios han perdido 3,8 puntos porcentuales, y han pasado de una participación del 57,1% del PIB a sólo el 53,3%.

    La “individualización” de las relaciones laborales (entre empresario y trabajador) ahondan en el mismo escenario de precariedad, apuntan Héctor Illueca y Adoración Guamán. De hecho, “a los sindicatos se les ha expulsado del marco de relaciones laborales en el estado español”, agregan (“La última reforma laboral revienta la negociación colectiva, ya que les otorga el poder en la misma a los empresarios”). Los autores explican que en las pequeñas empresas (el 95% de las empresas españolas cuentan con menos de 50 empleados), donde el sindicalismo es prácticamente inexistente, ya no obligará el convenio de sector; la negociación colectiva se dará, por tanto, en el marco de la empresa, entre el empresario y el trabajador. De manera “individualizada” y con un desequilibrio en la correlación de fuerzas más que evidente.

    Recortes en servicios públicos, aumento de las tasas en la educación, “repagos” sanitarios, reducción de las prestaciones por desempleo y de las pensiones representan otro vector de la precariedad. “Bienes y servicios que anteriormente prestaba el estado ahora se deben costear en el mercado con el salario directo”, explican Illueca y Guamán. Dicho de otro modo, “pasamos del llamado Estado de Bienestar a lo que Ulrich Beck ha denominado la sociedad del riesgo”. En todo caso, la precarización del cuerpo social no es algo inocente ni azaroso, ni depende de un contexto de crisis. Según los autores, “se trata de una poderosa herramienta de control social, que produce (y esto es decisivo) parálisis y miedo; para pensar en un horizonte de liberación humana, la gente ha de tener perspectivas a largo plazo; esto resulta imposible en un mundo precario y en el que prima la lucha por la subsistencia cotidiana”.

    Pintado el tenebroso mural, ¿Qué alternativas desarrollarán los autores en el próximo libro? Matizan, de entrada, que las propuestas se inscriben en el ámbito del Derecho Laboral, y que son “de mínimos”, un “punto de partida”. Plantean primeramente un incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que aumentaría sustancialmente al pasar de los actuales 645 euros a 1.000 euros.

    Una segunda idea para mitigar la precariedad es el reparto del trabajo y la reducción de la jornada laboral. La medida (más o menos inspirada en el modelo de 35 horas semanales, que en Francia impulsó el primer ministro socialista Lionel Jospin) se implantaría por ley, pero de modo flexible y recogiendo la casuística y los matices de cada empresa. De ahí la importancia que se le otorgaría a la negociación entre empresario y sindicatos. La iniciativa reservaría, asimismo, significativas funciones de control a la inspección de trabajo.

    Por último, Héctor Illueca y Adoración Guamán proponen el incremento de la prestación por desempleo y plantean una renta garantizada de ciudadanía, con el fin de atenuar las diferencias entre trabajadores contratados y desempleados (con o sin derecho a prestación). “Actualmente, las diferencias salariales globales son muy considerables”, apunta el informe “Desigualdad y estado social en España”: El 10% de la población trabajadora con salario más elevado percibe unas retribucioens cinco veces superiores a las del 10% de la población con salarios más bajos. Pero más allá de estas propuestas paliativas, “se trata de combatir la precariedad que se proyecta sobre el conjunto de una población secuestrada por el mercado; una precariedad que se impone como modelo sustitutorio del empleo asalariado”, concluyen los autores.
    Enric Llopis