Miguel Muñiz
Prólogo del libro de Eduard Rodriguez Farré y Salvador López Arnal,
Crítica de la (sin)razón nuclear. Fukushima, un Chernóbil a cámara lenta,
Vilassar de Mar (Barcelona), El Viejo Topo, 2018.
En 2008 se publicó
Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente.
Un libro escrito desde el compromiso y el rigor científico, que eludía los falsos debates "económicos" y mostraba la realidad de la energía nuclear: una tecnología prepotente, que enmascaraba su fracaso con una peligrosa huida hacia delante. La obra abordaba cuestiones éticas, abría nuevas perspectivas y marcaba las claves del momento. Los autores de aquél libro son los mismos que los de éste que ahora tiene en sus manos.
La memoria es necesaria.
Leer "Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente" supuso una bocanada de aire fresco en un ambiente enrarecido por la presión del "renacimiento nuclear". Entender la importancia de aquella obra, y por lo tanto de ésta, supone un breve recorrido histórico.
El "renacimiento nuclear" comenzó en 2001. Cuando la industria consideró desvanecido el recuerdo de Chernóbil, constató que hacía años que no se construían reactores, y valoró que se encontraba en una coyuntura favorable: la crisis energética pasaba de rumor a clamor: cambio climático, presencia del "peak-oil", inestabilidad en zonas extractivas, guerras por el control de las reservas, subidas y bajadas del precio del petróleo, problemas de suministro, las renovables como única opción a medio y largo plazo, etc.
El catecismo neoliberal proclama que una crisis es sólo una oportunidad de negocio; y la industria nuclear obró en consecuencia. Aunque en España la beligerancia pro-nuclear del Partido Popular ya se manifestó en 2001, el "renacimiento nuclear" no se desarrolló hasta 2005, cuando la industria desplegó una vasta campaña para determinar la agenda política.
No se escatimaron medios, se reclutó un selecto grupo de empresarios, representantes políticos, periodistas, ex-presidentes de gobierno y ex-ministros, líderes sindicales, científicos y profesores universitarios, expertos y opinadores, etc. Ese grupo constituyó un potente coro mediático pro-nuclear que repetía una y otra vez el mismo estribillo: que la energía nuclear era una opción económica de futuro, que era necesaria como "parte de la solución" a la crisis energética y al cambio climático, y que nos amenazaba un futuro de inacabables desgracias si no sabíamos "hacer frente a los retos"; expresión ambigua, muy al uso entre grupos sociales que protegen sus privilegios trasladando al resto una permanente sensación de zozobra e inseguridad, para así evitar que se reflexione sobre lo bien que viven ellos.
La campaña, meticulosamente planeada, determinó un terreno de juego preciso. Aspectos del debate nuclear que eran comunes antes e inmediatamente después de Chernóbil, quedaron excluidos o se mencionaban de pasada: radiaciones, enfermedades, contaminación del entorno, impactos de la minería de uranio, incremento de los residuos, seguridad, armamento, etc. ; en resumen, todo lo que relacionase nuclear con conflictos irresolubles y/o daños a personas o al medio ambiente, fue considerado "tabú".
Antes de "renacimiento", el debate giraba en torno a hechos; se debatía sobre lo que se ocultaba a la sociedad, o sobre lo que se demostraba mediante investigación. El "renacimiento" decretó que los hechos era "confusos" y "poco concluyentes". Cualquier denuncia, aunque estuviese probada hasta el último detalle, era "contrastada" antes de ser publicada, es decir, se consultaba a portavoces de la industria nuclear, y sus opiniones aparecían al mismo nivel que los datos de la denuncia. El debate pasó de los hechos a las "percepciones".
Se multiplicaron las disertaciones, sin ningún tipo de rigor, sobre la aportación de las nucleares a la "mitigación" del cambio climático, la seguridad del suministro, el incremento de la demanda energética, los nuevos reactores de diseños "intrínsecamente seguros", el EPR, la energía nuclear de fusión y, sobre todo, la economía, mucha economía. Aparecieron propagandistas y expertos que repetían las consignas del "renacimiento" (por cierto, la contribución del máximo exponente de ese grupo, el profesor Manuel Lozano Leyva, es analizada y refutada en detalle en este libro), pero también aparecieron expertos críticos, personas que cuestionaban la viabilidad del "renacimiento nuclear" sin salir de los marcos establecidos.
Mantenerse en el terreno de juego, bien para apoyar o para criticar las nucleares, suponía ser calificado de analista y/o experto por los medios; salir del terreno de juego, es decir, insistir en cualquiera de los aspectos excluidos, llevaba a ser considerado radical de visión estrecha y/o activista descerebrado. En el debate no tardó en aparecer la "gran cuestión" a la que se dedicaron (y se dedican aún) abundantes discursos: ¿puede la energía nuclear superar la "prueba del mercado"? Y la pregunta recurrente, ¿"regresa" la energía nuclear?
Las personas que combinábamos activismo voluntario y vida laboral fuimos desbordados: el coro mediático pro nuclear y los críticos copaban la agenda, aparecían en todos los medios; el discurso crítico dejó a un lado la sociedad, las personas y el medio ambiente; se centró en el análisis de dictámenes de agencias de calificación de riesgo financiero, movimientos bancarios en torno a las eléctricas, costes de inversión, precios del kilovatio hora, "viabilidad de mercado", etc. Ignorando todas las trampas económicas que rodean la contabilidad energética en general, y la atómica en particular (trampas denunciadas durante años), las voces críticas se centraron en la competitividad, en demostrar que las nucleares no eran competitivas y que las energías renovables, en cambio, eran baratas, fiables y competitivas.
Fue entonces, en plena ofensiva nuclear, cuando apareció Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente, que nos suministró conocimiento de calidad y con formato pedagógico; conocimiento que no se sometía a las directrices del terreno de juego. Aunque fuese ahogado por el discurso dominante, el libro era imprescindible, recordaba la vigencia y realidad de Chernóbil, y detallaba manipulaciones y silencios usados para negarla.
Recuerdo un cruce de opiniones con uno de los expertos críticos del momento; a mi pregunta de por qué en sus frecuentes intervenciones mediáticas siempre minimizaba o silenciaba los impactos ambientales y las secuelas humanas y ecológicas de la catástrofe de Chernóbil, me contestó que entrar ahí era perder el tiempo, que ya casi nadie recordaba Chernóbil, que mucha gente joven ni había nacido cuando se produjo, etc.
Esa era la cruda realidad; pese al libro y pese las acciones de denuncia (como el recordatorio de los 20 años de Chernóbil en que se intentó una movilización social amplia), la ofensiva mediática del "renacimiento" era tan repetitiva, tan potente y tan sostenida que empezó a afectar a la "percepción" social. Sólo se podía argumentar que las nucleares eran "inviables económicamente en mercados competitivos", y esperar a ver que decidían los tales "mercados". Aunque a partir de 2008 se empezó a descubrir que los "mercados" eran sólo un eufemismo que ocultaba los intereses corporativos de bancos y empresas, y creció la protesta social por la especulación y el saqueo descarado de los que mandaban, el "renacimiento nuclear" estaba al margen de todo ello, encerrado en su propia "burbuja".
En 2009, consiguieron que Garoña no se cerrara, pese a la oposición que generaba y los riesgos que suponía. En abril de 2010, el Eurobarómetro mostraba en toda Europa una tendencia de apoyo creciente a la energía nuclear y al papel que debía desarrollar en el futuro ( http://europa.eu/rapid/press-release_IP-10-478_es.htm ); encuestas similares por todas partes. El "renacimiento" estaba alcanzando sus objetivos.
Once meses después de aquel Eurobarómetro, Fukushima explotó.
El desconcierto de la industria nuclear ante lo inesperado no duró ni un mes. Rápidamente se pasó del discurso triunfal al de la resignación, del "renacimiento nuclear" a la necesidad nuclear, una necesidad que venía impuesta por el cambio climático. Ahora se reconocían universalmente unos inevitables riesgos. ¿Existen acaso tecnologías libres de riesgos?, se proclamaba.
El brutal impacto de Fukushima no llegó a cuestionar el terreno de juego; los analistas o expertos homologados, especialmente los críticos, siguieron adaptándose a las directrices impuestas para no perder el favor de unos medios férreamente controlados. El experto crítico al que yo había interpelado siguió con su discurso centrado en la economía, sin mencionar cosas como contaminación radioactiva, enfermedades o cáncer; pese a que ahora tenía una catástrofe nuclear humeante y bien presente. Las implicaciones de Fukushima se redujeron a un problemas de costes. Incluso algunos críticos llevaron el problema de costes, a la necesidad de encontrar un equilibrio entre seguridad y garantía del suministro eléctrico, dando así el comprensible paso de analistas críticos a expertos objetivos.
Para el activismo voluntario, Fukushima supuso un efímero auge. Durante las primeras semanas de la catástrofe las asambleas para debatir acciones de denuncia contaban con una presencia mucho mayor que la provocada por Chernóbil. Durante la primavera y el verano de 2011 se produjeron manifestaciones contra la energía nuclear en varios lugares de España, se llegó al nivel de movilización previo al cierre de Vandellós1 en 1989–1990. Fue una respuesta muy intensa, pero de poco recorrido; el aluvión de personas disminuyó cuando se comprobó que la industria nuclear no se rendía; a ello se añadieron cosas que exigirían un análisis profundo, como la idea equivocada de que se puede combatir el poder de la industria con mensajes en internet o recogidas de firmas virtuales, por poner sólo dos ejemplos.
Entre Chernóbil y el "renacimiento nuclear" transcurren 15 años, los necesarios para que se produzca el olvido; entre Fukushima y la petición de la industria nuclear para que la Cumbre del Clima de París (COP 21, diciembre de 2015) asuma la energía nuclear como mecanismo de mitigación del cambio climático, transcurren 4 años y 9 meses; menos de un tercio del tiempo anterior. Aunque la COP21 no aceptó la petición, otorgó a la Agencia Internacional de Energía Atómica la consideración de miembro observador en las reuniones de la Conferencia de las Partes. Antes, en septiembre de 2013, el Comité Olímpico Internacional ya había elegido a Tokio como ciudad organizadora de la 32ª edición de los Juegos Olímpicos. La situación informativa, política y social se considera controlada, y el "renacimiento", convenientemente adaptado a "mantenimiento", continua.
Un apunte: este prólogo se redacta mientras la industria nuclear en España, una vez conseguido su objetivo de mantener funcionando las centrales 60 años sin que interfieran las revisiones de seguridad, negocia discretamente una rebaja de impuestos con el gobierno del Partido Popular invocando los costes que suponen las "exigencias" legales de seguridad y la merma de beneficios que implican.
Por eso este libro de Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal es tan oportuno como necesario. Su título y subtítulo: Crítica de la (sin)razón nuclear. Fukushima, un Chernóbil a cámara lenta sintetiza los ejes que marcan la resistencia nuclear en el siglo XXI.
El apartado sobre Fukushima es una batalla contra el olvido, el arma más poderosa de la industria nuclear; Eduard y Salvador combaten con hechos y datos la disciplinada, sistemática e inhumana respuesta de la industria a una catástrofe social y ambiental que sigue desarrollándose hoy.
Así, la pretensión de reducirlo todo a un problema de costes, naufraga ante la información que presentan los autores, dos personas con conocimientos puestos al servicio de las llamadas "clases subalternas", porque la radiación afecta a todos los seres vivos, pero no todos tienen los mismos recursos para protegerse o combatir sus secuelas.
No obstante, el libro va más allá.
Profundizando en una línea que ya iniciaron en Casi todo lo que usted desea..., En la encrucijada... abunda en la idea de que la resistencia a las nucleares es una cuestión profundamente ética. No basta con disponer de modelos u hojas de cálculo con cifras de substitución de potencia energética nuclear por energías renovables. De poco sirve la abundancia de datos si no predominan valores que, aparentemente, poco tienen que ver con la técnica y la ciencia atómica; de ahí que, al margen de los testimonios humanos que ilustran los apartados, un tercio de la obra esté dedicado a un recorrido por el pensamiento de maestros de la filosofía y el conocimiento científico, de la política y la literatura, algo que puede parecer chocante en una obra de este tipo, pero que no lo es en absoluto.
Ya que estamos ante un conflicto a largo plazo, que exige combinar la sabiduría resistente con un conocimiento preciso y riguroso. Por ello que el recorrido inicial que los autores realizan por el concepto de Antropoceno no puede ser más acertado. La frase: "más vale hoy activos, que mañana radiactivos" sigue plenamente vigente, pero debe ser actualizada para que mantenga su valor en el siglo XXI.
Cada día se desmiente la ilusión de que la energía nuclear "desaparecerá naturalmente". Las nucleares surgieron de una voluntad política, se mantienen por una voluntad política, y cumplen una función política. En el siglo XXI la industria nuclear gana tiempo, pervivirá y se renovará mientras quede uranio. Ni fantasías sobre "mecanismos de mercado", ni la repetición de que las nucleares son cosa del pasado, ni un hipotético auge de las energías renovables (cuyo mayor obstáculo es, precisamente, las centrales nucleares) la hará "desaparecer". Sólo el conocimiento riguroso y la resistencia tenaz de personas que se nieguen a ser víctimas puede llevar a que la encrucijada más fatídica de la historia de Humanidad conduzca a una humanidad libre sobre una Tierra habitable.
Para que la ciudadanía no asuma las mentiras mil veces repetidas hay que repetir mil veces las verdades que las desenmascaran. Reiterarlas una y otra vez, con esa combinación de divulgación rigurosa y facilidad de expresión que Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal dominan. Hay que seguir el viaje que realiza este libro por la realidad de Fukushima y los recovecos del poder nuclear para entender, ayudar, actuar y vivir.
La persona que debería haberlo prologado murió el 5 de diciembre de 2014; Ladislao Martinez, Ladis, fue el incansable activista voluntario y cordial compañero que sabía combinar rigor y capacidad divulgativa para, como los autores del libro, activar en cada persona el deseo de saber y la voluntad de trabajar por un futuro sin nucleares en una sociedad justa y sostenible sobre una tierra habitable. Junto con mi agradecimiento a Eduard y Salvador por su confianza sirvan estas líneas como homenaje tardío al compañero y amigo que tanto nos ayudó a comprender.
jueves, 17 de mayo de 2018
miércoles, 16 de mayo de 2018
Los crímenes del franquismo y su impunidad
Daniel Campione
Intervención en Foro Debate “Los crímenes del franquismo: Impunes en España, denunciados en Argentina”. Realizado en Facultad de Filosofía y Letras-UBA, el 4 de mayo de 2018
En primer lugar, saludamos el trabajo de los querellantes argentinos, que se enfrentan a la búsqueda de clausurar la memoria de la República, de la revolución proletaria y campesina acaecida en la España de 1936, y la criminal represión que se encargó de segar todo el movimiento hacia las transformaciones sociales radicales. La política de supresión de la memoria tuvo inicio desde los comienzos de la dictadura de Franco, y después de su muerte continuó con los gobiernos de la transición española, que pergeñaron una supuesta reconciliación basada en el olvido, sin excluir en absoluto a los gobiernos socialistas.
Quizás, para comenzar a hablar de la represión bajo la dictadura franquista, convenga transcribir un fragmento escrito por José María Pemán, uno de sus ideólogos:
“La guerra, con su luz de fusilería, nos ha abierto los ojos a todos. La idea de turno o juego político, ha sido sustituida para siempre, por la idea de exterminio y expulsión, única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España un destrozo que jamás en la historia nos lo causó ninguna nación extranjera. 24 de julio de 1936.
Por su parte, el general Emilio Mola, durante la preparación del alzamiento llamó a “eliminar sin escrúpulos ni vacilación alguna a todos los que no piensen como nosotros.”
La acción represiva del franquismo responde a un plan sistemático que es puesto en obra desde el mismo alzamiento del 17 de julio de 1936. Escribe Paul Preston: “En el caso de los militares rebeldes, el programa de terror y aniquilación constituía el eje central de su plan y de los preparativos para llevarlo a cabo.” Tuvo un propósito de exterminio no circunscripto al campo militar, sino extendido al plano social e ideológico. Se buscó arrasar con los miembros más activos de las clases subalternas en primer lugar, pero también se actuó sobre los menos destacados, para sembrar el terror en la generalidad de la población. En muchos casos los considerados “marxistas convictos y confesos” fueron asesinados sin más trámite o después de parodias judiciales. Seguidores menos activos y hasta algunos indiferentes terminaron igual ejecutados o enviados a la cárcel o represaliados de diversas maneras. ¡A la cárcel con el neutral¡ escribió un periodista falangista. Los familiares eran asimismo represaliados, empezando por las mujeres, en muchos casos viudas de “rojos”, y los bebés y niños pequeños, que fueron robados por millares.
Se asesina en masa cuando hay una amenaza militar, una seria resistencia contra el avance golpista; pero también se lo hace cuando hay poca o ninguna lucha para imponer el alzamiento militar, como en Logroño, Jerez de la Frontera, Pamplona, Valladolid, amplias zonas de Galicia y decenas o centenares de pequeñas ciudades, pueblos y aldeas que cayeron inermes frente a los facciosos. Buena parte de los crímenes franquistas durante la guerra civil se produjeron con independencia de las acciones bélicas.
Un elemento para entender el carácter de la acción represiva es que en la primera etapa del conflicto todavía no se había configurado una guerra civil propiamente dicha. La resistencia obrera y campesina, junto con militares leales, había detenido el golpe en buena parte de España, pero el ejército de la República había dejado de existir. Así lo analiza Francisco Espinosa Maestre, un experto en las acciones represivas, sobre todo en el sur: “…salvo excepciones, a un lado hubo fuerzas militares y paramilitares fuera de la ley y al otro la población civil. …no estamos ante lo que habitualmente entendemos por una guerra sino simplemente ante un golpe militar, no estamos ante batallas sino ante vulgares matanzas.” Recién será un tiempo después, en particular cuando se logra configurar una defensa organizada y con armamento y equipo razonable ante el ataque a Madrid, cuando se den los presupuestos de una guerra civil en el sentido estricto del término.
A veces se tiende a asimilar la violencia ejercida por fuerzas republicanas con la producida por las fuerzas franquistas. No hay tal cosa, la violencia de los “nacionales” fue dirigida desde la cúspide, se extendió a lo largo de toda la guerra y aún después. Fue una política de venganza social, destinada al castigo de quienes habían osado cuestionar el orden social existente. Dios, la familia y la propiedad requerían una reparación. Desde su punto de vista, al impulso revolucionario de masas inficionadas por el marxismo, cabía oponer la espada vengadora de la reacción.
Una vez terminada la guerra, la política de la venganza continúa. Se ha estimado que hubo 50.000 ejecutados en la posguerra. La diferencia era que las ejecuciones “por bando de guerra” o “ley de fugas”, los “paseos” que terminaban en tiros en la nuca fueron progresivamente reemplazadas por consejos de guerra, que realizaban verdaderas parodias de juicios en las que la condena solía estar predeterminada, dando lugar a verdaderos asesinatos judiciales. Se aplicaba también la ley de “responsabilidades políticas”, que inculpaba a todos aquello que “con actos concretos o pasividad grave” se habían opuesto al triunfo del movimiento nacional. En las cárceles se hacinaban presos en número diez o veinte veces mayor que la capacidad de esas prisiones, muchos millares hacían trabajo esclavo como parte del sistema de “redención de penas por el trabajo”, que dio lugar a la versión española de los campos.
No hay que olvidar el papel de la Iglesia, a la vez legitimadora y beneficiaria de las políticas de exterminio. La institución eclesiástica vivió “una larga época de felicidad, con una dictadura que la protegió, la cubrió de privilegios, defendió sus doctrinas y machacó a sus enemigos.” (J. Casanova)
Se ha dicho que el conflicto español ha sido guerra de clases, de ideología, de religión, de nacionalidades. Fue todo eso, pero hay que prestar mucha atención al primero de los términos. Propietarios rurales y patrones de fábrica se vengaban de quienes habían puesto en duda su derecho de propiedad y sus privilegios, lo que constituía una falta imperdonable, de la que había que impedir la menor posibilidad de que se repitiera.
El triunfo franquista proyecta su sombra hasta el día de hoy. España ha vuelto a ser una monarquía, y no cualquiera: La que instauró el propio Caudillo poniendo al frente a un príncipe escogido por él y educado bajo su tutela. Son herederos de Franco los que hoy gobiernan España, por medio de un partido que fue conformado por dirigentes de la dictadura, convertidos por conveniencia a los ideales democráticos.
Desde Argentina hacemos votos por una España diferente, en la que el poder salga de una vez de manos de quiénes, en más de un sentido, son herederos de Franco y pueda constituirse un efectivo poder popular, al modo que soñaron los mejores luchadores de la República.
Intervención en Foro Debate “Los crímenes del franquismo: Impunes en España, denunciados en Argentina”. Realizado en Facultad de Filosofía y Letras-UBA, el 4 de mayo de 2018
En primer lugar, saludamos el trabajo de los querellantes argentinos, que se enfrentan a la búsqueda de clausurar la memoria de la República, de la revolución proletaria y campesina acaecida en la España de 1936, y la criminal represión que se encargó de segar todo el movimiento hacia las transformaciones sociales radicales. La política de supresión de la memoria tuvo inicio desde los comienzos de la dictadura de Franco, y después de su muerte continuó con los gobiernos de la transición española, que pergeñaron una supuesta reconciliación basada en el olvido, sin excluir en absoluto a los gobiernos socialistas.
Quizás, para comenzar a hablar de la represión bajo la dictadura franquista, convenga transcribir un fragmento escrito por José María Pemán, uno de sus ideólogos:
“La guerra, con su luz de fusilería, nos ha abierto los ojos a todos. La idea de turno o juego político, ha sido sustituida para siempre, por la idea de exterminio y expulsión, única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España un destrozo que jamás en la historia nos lo causó ninguna nación extranjera. 24 de julio de 1936.
Por su parte, el general Emilio Mola, durante la preparación del alzamiento llamó a “eliminar sin escrúpulos ni vacilación alguna a todos los que no piensen como nosotros.”
La acción represiva del franquismo responde a un plan sistemático que es puesto en obra desde el mismo alzamiento del 17 de julio de 1936. Escribe Paul Preston: “En el caso de los militares rebeldes, el programa de terror y aniquilación constituía el eje central de su plan y de los preparativos para llevarlo a cabo.” Tuvo un propósito de exterminio no circunscripto al campo militar, sino extendido al plano social e ideológico. Se buscó arrasar con los miembros más activos de las clases subalternas en primer lugar, pero también se actuó sobre los menos destacados, para sembrar el terror en la generalidad de la población. En muchos casos los considerados “marxistas convictos y confesos” fueron asesinados sin más trámite o después de parodias judiciales. Seguidores menos activos y hasta algunos indiferentes terminaron igual ejecutados o enviados a la cárcel o represaliados de diversas maneras. ¡A la cárcel con el neutral¡ escribió un periodista falangista. Los familiares eran asimismo represaliados, empezando por las mujeres, en muchos casos viudas de “rojos”, y los bebés y niños pequeños, que fueron robados por millares.
Se asesina en masa cuando hay una amenaza militar, una seria resistencia contra el avance golpista; pero también se lo hace cuando hay poca o ninguna lucha para imponer el alzamiento militar, como en Logroño, Jerez de la Frontera, Pamplona, Valladolid, amplias zonas de Galicia y decenas o centenares de pequeñas ciudades, pueblos y aldeas que cayeron inermes frente a los facciosos. Buena parte de los crímenes franquistas durante la guerra civil se produjeron con independencia de las acciones bélicas.
Un elemento para entender el carácter de la acción represiva es que en la primera etapa del conflicto todavía no se había configurado una guerra civil propiamente dicha. La resistencia obrera y campesina, junto con militares leales, había detenido el golpe en buena parte de España, pero el ejército de la República había dejado de existir. Así lo analiza Francisco Espinosa Maestre, un experto en las acciones represivas, sobre todo en el sur: “…salvo excepciones, a un lado hubo fuerzas militares y paramilitares fuera de la ley y al otro la población civil. …no estamos ante lo que habitualmente entendemos por una guerra sino simplemente ante un golpe militar, no estamos ante batallas sino ante vulgares matanzas.” Recién será un tiempo después, en particular cuando se logra configurar una defensa organizada y con armamento y equipo razonable ante el ataque a Madrid, cuando se den los presupuestos de una guerra civil en el sentido estricto del término.
A veces se tiende a asimilar la violencia ejercida por fuerzas republicanas con la producida por las fuerzas franquistas. No hay tal cosa, la violencia de los “nacionales” fue dirigida desde la cúspide, se extendió a lo largo de toda la guerra y aún después. Fue una política de venganza social, destinada al castigo de quienes habían osado cuestionar el orden social existente. Dios, la familia y la propiedad requerían una reparación. Desde su punto de vista, al impulso revolucionario de masas inficionadas por el marxismo, cabía oponer la espada vengadora de la reacción.
Una vez terminada la guerra, la política de la venganza continúa. Se ha estimado que hubo 50.000 ejecutados en la posguerra. La diferencia era que las ejecuciones “por bando de guerra” o “ley de fugas”, los “paseos” que terminaban en tiros en la nuca fueron progresivamente reemplazadas por consejos de guerra, que realizaban verdaderas parodias de juicios en las que la condena solía estar predeterminada, dando lugar a verdaderos asesinatos judiciales. Se aplicaba también la ley de “responsabilidades políticas”, que inculpaba a todos aquello que “con actos concretos o pasividad grave” se habían opuesto al triunfo del movimiento nacional. En las cárceles se hacinaban presos en número diez o veinte veces mayor que la capacidad de esas prisiones, muchos millares hacían trabajo esclavo como parte del sistema de “redención de penas por el trabajo”, que dio lugar a la versión española de los campos.
No hay que olvidar el papel de la Iglesia, a la vez legitimadora y beneficiaria de las políticas de exterminio. La institución eclesiástica vivió “una larga época de felicidad, con una dictadura que la protegió, la cubrió de privilegios, defendió sus doctrinas y machacó a sus enemigos.” (J. Casanova)
Se ha dicho que el conflicto español ha sido guerra de clases, de ideología, de religión, de nacionalidades. Fue todo eso, pero hay que prestar mucha atención al primero de los términos. Propietarios rurales y patrones de fábrica se vengaban de quienes habían puesto en duda su derecho de propiedad y sus privilegios, lo que constituía una falta imperdonable, de la que había que impedir la menor posibilidad de que se repitiera.
El triunfo franquista proyecta su sombra hasta el día de hoy. España ha vuelto a ser una monarquía, y no cualquiera: La que instauró el propio Caudillo poniendo al frente a un príncipe escogido por él y educado bajo su tutela. Son herederos de Franco los que hoy gobiernan España, por medio de un partido que fue conformado por dirigentes de la dictadura, convertidos por conveniencia a los ideales democráticos.
Desde Argentina hacemos votos por una España diferente, en la que el poder salga de una vez de manos de quiénes, en más de un sentido, son herederos de Franco y pueda constituirse un efectivo poder popular, al modo que soñaron los mejores luchadores de la República.
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Muere el doctor Luis Montes, abanderado de la muerte digna. El médico fue perseguido por el PP de Madrid por las sedaciones en el Hospital Severo Ochoa de Leganés.
El doctor Luis Montes (Salamanca, 1949), presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), acusado y posteriormente absuelto, en 2007, de causar la muerte mediante sedaciones terminales irregulares a 400 enfermos del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), ha fallecido este jueves a los 69 años, según ha confirmado fuentes de la asociación.La muerte se ha producido de forma inesperada cuando se desplazaba a un acto vinculado con la asociación, en la que se había volcado durante los últimos años.
Montes, cuya especialización era la de anestesista aunque en Leganés ejercía de jefe del servicio de urgencias, acabó siendo la cabeza visible de un grupo de facultativos del que también formaban parte el ginecólogo Javier Martínez Salmeán, el internista Frutos del Nogal y el otorrino Carlos Barra, entre otros. Todos ellos coparon cargos de responsabilidad en el Severo Ochoa y el Hospital de Móstoles tras una larga trayectoria en el sur de la Comunidad de Madrid, donde lucharon por imprimir a la práctica de la medicina un marcado carácter progresista y de servicio público.
Un ejemplo es su firme oposición a intentos privatizadores de la sanidad de los Gobiernos del PP. Otro, que se remonta a los años 80, fue su apuesta porque fueran los hospitales públicos los que asumieran la realización de abortos, práctica entonces no siempre accesible para quien la necesitaba y siempre relegada a clínicas privadas. Desde los pasillos de urgencias de Leganés, Montes decidió en sus últimos años en ejercicio poner fin a lo que, en sus propias palabras, era una de “las grandes cuentas pendientes de la sanidad pública: la muerte digna”. “La gente sufría y agonizaba durante horas y días sin otra razón que los prejuicios y la ineptitud de muchos facultativos”, solía afirmar.
Esta actitud disgustó a algunos médicos del Severo Ochoa y a los sectores más conservadores del PP madrileño, lo que acabó provocando uno de los mayores escándalos ocurridos en la sanidad pública española durante las últimas décadas. Tras recibir una denuncia anónima, y sin contar con informe o prueba alguna que sustentara la gravedad de las acusaciones, el entonces consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela (PP), purgó a Montes y sus aliados en el Severo Ochoa y puso en marcha una auténtica cacería de brujas contra los facultativos, a los que llegó a acusar implícitamente de decenas de muertes por sedaciones ilegales.
Lamela, en todo momento apoyado por la presidenta regional Esperanza Aguirre, hizo todo lo posible para sustentar las acusaciones. Creó comisiones para que elaboraran informes ad hoc, juego al que se prestaron algunas de las más destacadas figuras médicas de la Comunidad de Madrid. Y adoptó cuanta decisión administrativa fue necesaria para lograr que ni Montes, ni su equipo ni quienes salieron en su defensa volvieran a ocupar cargo de responsabilidad alguno.
Pero si Lamela logró en su embestida el apoyo de algunos de los sectores médicos más conservadores —y el silencio cómplice de la entonces presidenta del Colegio de Médicos, Juliana Fariña—, el consejero fracasó rotundamente cuando fue la justicia la que examinó el caso. En junio de 2007, el juez instructor archivó el caso con una decisión que tenía algo de salomónica. Por una parte, libraba a Montes y su equipo de toda responsabilidad penal, pero admitía que en cuatro sedaciones se habían producido irregularidades.
Esto dejó insatisfecho a Montes, que recurrió el caso hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid desmontó punto por punto las acusaciones de Lamela y eximió a Montes de cualquier mala práctica.
Empezó entonces otro largo proceso judicial, esta vez sin éxito para Montes y 39 de sus colaboradores, para exigir que fueran resarcidos por los daños morales y económicos sufridos. Pero para Montes, según sus palabras, lo peor que hizo Lamela fue hacer que "la gente muera peor".
Desde 2009 el doctor era presidente federal de DMD, desde donde defendía la despenalización de la eutanasia, el acceso universal a los cuidados paliativos y a la sedación. Montes ponía en el centro de su trabajo el derecho a la autonomía, la libertad individual y la voluntad del paciente. La militancia de Montes se remonta a los tiempos de la oposición al franquismo, donde se volcó en el trabajo comunitario en los barrios de chabolas que abundaban en el norte del actual distrito de Tetuan.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/19/actualidad/1524148005_240213.html
Montes, cuya especialización era la de anestesista aunque en Leganés ejercía de jefe del servicio de urgencias, acabó siendo la cabeza visible de un grupo de facultativos del que también formaban parte el ginecólogo Javier Martínez Salmeán, el internista Frutos del Nogal y el otorrino Carlos Barra, entre otros. Todos ellos coparon cargos de responsabilidad en el Severo Ochoa y el Hospital de Móstoles tras una larga trayectoria en el sur de la Comunidad de Madrid, donde lucharon por imprimir a la práctica de la medicina un marcado carácter progresista y de servicio público.
Un ejemplo es su firme oposición a intentos privatizadores de la sanidad de los Gobiernos del PP. Otro, que se remonta a los años 80, fue su apuesta porque fueran los hospitales públicos los que asumieran la realización de abortos, práctica entonces no siempre accesible para quien la necesitaba y siempre relegada a clínicas privadas. Desde los pasillos de urgencias de Leganés, Montes decidió en sus últimos años en ejercicio poner fin a lo que, en sus propias palabras, era una de “las grandes cuentas pendientes de la sanidad pública: la muerte digna”. “La gente sufría y agonizaba durante horas y días sin otra razón que los prejuicios y la ineptitud de muchos facultativos”, solía afirmar.
Esta actitud disgustó a algunos médicos del Severo Ochoa y a los sectores más conservadores del PP madrileño, lo que acabó provocando uno de los mayores escándalos ocurridos en la sanidad pública española durante las últimas décadas. Tras recibir una denuncia anónima, y sin contar con informe o prueba alguna que sustentara la gravedad de las acusaciones, el entonces consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela (PP), purgó a Montes y sus aliados en el Severo Ochoa y puso en marcha una auténtica cacería de brujas contra los facultativos, a los que llegó a acusar implícitamente de decenas de muertes por sedaciones ilegales.
Lamela, en todo momento apoyado por la presidenta regional Esperanza Aguirre, hizo todo lo posible para sustentar las acusaciones. Creó comisiones para que elaboraran informes ad hoc, juego al que se prestaron algunas de las más destacadas figuras médicas de la Comunidad de Madrid. Y adoptó cuanta decisión administrativa fue necesaria para lograr que ni Montes, ni su equipo ni quienes salieron en su defensa volvieran a ocupar cargo de responsabilidad alguno.
Pero si Lamela logró en su embestida el apoyo de algunos de los sectores médicos más conservadores —y el silencio cómplice de la entonces presidenta del Colegio de Médicos, Juliana Fariña—, el consejero fracasó rotundamente cuando fue la justicia la que examinó el caso. En junio de 2007, el juez instructor archivó el caso con una decisión que tenía algo de salomónica. Por una parte, libraba a Montes y su equipo de toda responsabilidad penal, pero admitía que en cuatro sedaciones se habían producido irregularidades.
Esto dejó insatisfecho a Montes, que recurrió el caso hasta que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid desmontó punto por punto las acusaciones de Lamela y eximió a Montes de cualquier mala práctica.
Empezó entonces otro largo proceso judicial, esta vez sin éxito para Montes y 39 de sus colaboradores, para exigir que fueran resarcidos por los daños morales y económicos sufridos. Pero para Montes, según sus palabras, lo peor que hizo Lamela fue hacer que "la gente muera peor".
Desde 2009 el doctor era presidente federal de DMD, desde donde defendía la despenalización de la eutanasia, el acceso universal a los cuidados paliativos y a la sedación. Montes ponía en el centro de su trabajo el derecho a la autonomía, la libertad individual y la voluntad del paciente. La militancia de Montes se remonta a los tiempos de la oposición al franquismo, donde se volcó en el trabajo comunitario en los barrios de chabolas que abundaban en el norte del actual distrito de Tetuan.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/19/actualidad/1524148005_240213.html
martes, 15 de mayo de 2018
La cruda conclusión de Àngels Barceló tras lo que ha pasado en Israel. Al menos 52 palestinos han muerto y más de 2.000 han resultado heridos en las protestas por el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén..
La apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén se ha saldado este lunes, digan lo que digan los mensajes de felicitación que se han intercambiado Donald Trump y Benjamin Netanyahu, con un baño de sangre. Àngels Barcel lo tiene claro, como ha hecho notar en un mensaje en Twitter.
"Lo que está haciendo Israel en Gaza se llama masacre". Ese corto y duro mensaje, una triste constatación, ha logrado casi 6.000 retuits y cerca de 9.000 'me gusta'.
Al menos 52 palestinos han muerto en las protestas y más de 2.000 han resultado heridos por los proyectiles reales que el ejército israelí ha empleado para dispersar las protestas. Las noticias que durante todo el día han llegado desde Gaza, y especialmente el conteo de muertos, estaban seguro muy presentes en el pensamiento de la periodista de la SER cuando ha publicado su mensaje.
"Lo que está haciendo Israel en Gaza se llama masacre". Ese corto y duro mensaje, una triste constatación, ha logrado casi 6.000 retuits y cerca de 9.000 'me gusta'.
Al menos 52 palestinos han muerto en las protestas y más de 2.000 han resultado heridos por los proyectiles reales que el ejército israelí ha empleado para dispersar las protestas. Las noticias que durante todo el día han llegado desde Gaza, y especialmente el conteo de muertos, estaban seguro muy presentes en el pensamiento de la periodista de la SER cuando ha publicado su mensaje.
La historia de Paul Ryan: de farsante a fascista. El diputado republicano se labró su reputación únicamente por lo bien que aparentaba ser sensato en TV.
PAUL KRUGMAN
¿Por qué ha decidido Paul Ryan no presentarse a la reelección? ¿Cuáles serán las consecuencias? Vayan ustedes a saber, literalmente. Puedo hacer conjeturas basándome en lo que leo en los periódicos, pero todos pueden.
Por otra parte, sí tengo alguna idea de cómo llegó Ryan —que siempre ha sido un embaucador, y eso estaba a la vista de quien quisiera verlo— a presidente de la Cámara de Representantes. Y esa es una historia que dice muy poco a favor no solo del propio Ryan, ni siquiera solo de su partido, sino también a los autoproclamados centristas y a los medios informativos, que con su conducta impropia impulsaron su trayectoria. Es más, las fuerzas que llevaron a Ryan a una posición de poder son las mismas que han llevado Estados Unidos al borde de una crisis constitucional.
Respecto a Ryan: increíblemente, estoy viendo algunas noticias acerca de su salida que lo retratan como un gran experto político y un defensor de la austeridad fiscal que, por desgracia, fue incapaz de cumplir con su misión en la era Trump. Inconcebible.
Miren, el único principio rector de todo lo dicho y propuesto por Ryan era el de acomodar a los cómodos y afligir a los afligidos. ¿Puede alguien mencionar un solo ejemplo en el que su supuesta preocupación por el déficit lo llevase a imponer alguna carga a los ricos, en el que su supuesta compasión lo llevase a mejorar la vida de los pobres? Recuerden que votó contra la propuesta presentada por la comisión Simpson-Bowles sobre la deuda no por sus verdaderos fallos, sino porque supondría una subida de los impuestos y no lograría revocar la reforma sanitaria de Barack Obama.
Y sus propuestas de "reducción del déficit" siempre han sido fraudulentas. La pérdida de ingresos debida a los recortes fiscales siempre ha excedido a cualquier reducción de gasto explícita, de modo que la supuesta responsabilidad fiscal procedía por completo de los "asteriscos mágicos": ingresos adicionales a costa de tapar lagunas jurídicas no especificadas, y reducciones del gasto derivadas de recortar programas no especificados. Ya en 2010 dije que era un embustero, y nada de lo que ha hecho desde entonces ha puesto en duda ese juicio.
¿Y cómo consiguió entonces este notorio artista de la estafa una reputación de seriedad y de probidad fiscal? Básicamente, fue el beneficiario de la discriminación positiva ideológica. Incluso ahora, en esta era de Trump, hay un número considerable de líderes de opinión —en especial, aunque no únicamente, en los medios informativos— cuyas carreras y marcas profesionales se basan en la idea de que están por encima de las refriegas políticas. El afirmar que ambas partes tienen cierto grado de razón, que hay personas serias y honradas en la izquierda y la derecha, prácticamente define la identidad de esta gente.
Pero la realidad de la política estadounidense del siglo XXI es de polarización asimétrica en múltiples aspectos. Uno de ellos es el intelectual: si bien hay algunos pensadores conservadores que son serios y honrados, no tienen influencia en el Partido Republicano actual. ¿Qué puede hacer un centrista?
Con demasiada frecuencia, la respuesta ha implicado lo que podríamos denominar credulidad motivada. Los centristas que no lograban encontrar verdaderos ejemplos de conservadores honrados y serios prodigaban elogios a políticos que interpretaban ese papel en la televisión. Lo cierto es que a Paul Ryan no se le daba demasiado bien fingir; los verdaderos expertos fiscales ridiculizaban sus presupuestos de "carne misteriosa". Pero da igual: el relato exigía que el personaje interpretado por Ryan existiese, de modo que todos fingían que él era el ejemplo por excelencia.
Y permítanme decir que la misma falsa equidistancia que convirtió a Ryan en héroe fiscal influyó de manera crucial en la elección de Donald Trump. ¿Cómo pudo el candidato presidencial más corrupto de la historia estadounidense conseguir una victoria en el Colegio Electoral? Hubo muchos factores, cualquiera de los cuales podría haber cambiado las tornas en unas elecciones ajustadas. Pero las elecciones no habrían sido ajustadas si buena parte de los medios de comunicación no se hubiesen sumergido en una orgía de falsa equivalencia.
Lo que nos lleva a los congresistas republicanos, y a Ryan en concreto, en la era de Trump.
A algunos analistas parece sorprenderles que hombres que hablaban sin parar de probidad fiscal durante el mandato de Barack Obama apoyasen sin remordimientos en la era de Trump unas rebajas fiscales que dispararán el déficit. También parecen asombrados ante la aparente indiferencia de Ryan y sus acólitos por la corrupción de Trump y su desprecio por el Estado de derecho. ¿Qué les ha pasado a sus principios?
Naturalmente, la respuesta es que los principios que afirmaban defender nunca tuvieron nada que ver con sus verdaderos objetivos. En concreto, los republicanos no han abandonado sus preocupaciones por los déficits presupuestarios, porque los déficits nunca les han importado; solo fingían preocupación como una excusa para recortar los programas sociales.
Y a quienes se preguntan por qué Ryan nunca se ha posicionado contra la corrupción trumpiana, por qué nunca se ha mostrado preocupado por las tendencias autoritarias de Trump, ¿qué les hizo pensar que se posicionaría? Insisto, si nos fijamos en las acciones de Ryan, no el personaje que interpretaba ante públicos crédulos, veremos que nunca se ha mostrado dispuesto a sacrificar nada de lo que quiere —ni un ápice— en nombre de sus supuestos principios. ¿Por qué iba a esperar nadie que arriesgase el pescuezo por defender el estado de derecho?
Y ahora Ryan se va. Que tanta gloria lleve como paz deja. Pero guárdense las celebraciones: aunque no era mejor que el resto de su partido, tampoco era peor. Es posible que su sucesor como presidente muestre más categoría que él, pero solo si dicho sucesor es, bueno, demócrata.
https://elpais.com/economia/2018/04/13/actualidad/1523626617_507047.html#comentarios
¿Por qué ha decidido Paul Ryan no presentarse a la reelección? ¿Cuáles serán las consecuencias? Vayan ustedes a saber, literalmente. Puedo hacer conjeturas basándome en lo que leo en los periódicos, pero todos pueden.
Por otra parte, sí tengo alguna idea de cómo llegó Ryan —que siempre ha sido un embaucador, y eso estaba a la vista de quien quisiera verlo— a presidente de la Cámara de Representantes. Y esa es una historia que dice muy poco a favor no solo del propio Ryan, ni siquiera solo de su partido, sino también a los autoproclamados centristas y a los medios informativos, que con su conducta impropia impulsaron su trayectoria. Es más, las fuerzas que llevaron a Ryan a una posición de poder son las mismas que han llevado Estados Unidos al borde de una crisis constitucional.
Respecto a Ryan: increíblemente, estoy viendo algunas noticias acerca de su salida que lo retratan como un gran experto político y un defensor de la austeridad fiscal que, por desgracia, fue incapaz de cumplir con su misión en la era Trump. Inconcebible.
Miren, el único principio rector de todo lo dicho y propuesto por Ryan era el de acomodar a los cómodos y afligir a los afligidos. ¿Puede alguien mencionar un solo ejemplo en el que su supuesta preocupación por el déficit lo llevase a imponer alguna carga a los ricos, en el que su supuesta compasión lo llevase a mejorar la vida de los pobres? Recuerden que votó contra la propuesta presentada por la comisión Simpson-Bowles sobre la deuda no por sus verdaderos fallos, sino porque supondría una subida de los impuestos y no lograría revocar la reforma sanitaria de Barack Obama.
Y sus propuestas de "reducción del déficit" siempre han sido fraudulentas. La pérdida de ingresos debida a los recortes fiscales siempre ha excedido a cualquier reducción de gasto explícita, de modo que la supuesta responsabilidad fiscal procedía por completo de los "asteriscos mágicos": ingresos adicionales a costa de tapar lagunas jurídicas no especificadas, y reducciones del gasto derivadas de recortar programas no especificados. Ya en 2010 dije que era un embustero, y nada de lo que ha hecho desde entonces ha puesto en duda ese juicio.
¿Y cómo consiguió entonces este notorio artista de la estafa una reputación de seriedad y de probidad fiscal? Básicamente, fue el beneficiario de la discriminación positiva ideológica. Incluso ahora, en esta era de Trump, hay un número considerable de líderes de opinión —en especial, aunque no únicamente, en los medios informativos— cuyas carreras y marcas profesionales se basan en la idea de que están por encima de las refriegas políticas. El afirmar que ambas partes tienen cierto grado de razón, que hay personas serias y honradas en la izquierda y la derecha, prácticamente define la identidad de esta gente.
Pero la realidad de la política estadounidense del siglo XXI es de polarización asimétrica en múltiples aspectos. Uno de ellos es el intelectual: si bien hay algunos pensadores conservadores que son serios y honrados, no tienen influencia en el Partido Republicano actual. ¿Qué puede hacer un centrista?
Con demasiada frecuencia, la respuesta ha implicado lo que podríamos denominar credulidad motivada. Los centristas que no lograban encontrar verdaderos ejemplos de conservadores honrados y serios prodigaban elogios a políticos que interpretaban ese papel en la televisión. Lo cierto es que a Paul Ryan no se le daba demasiado bien fingir; los verdaderos expertos fiscales ridiculizaban sus presupuestos de "carne misteriosa". Pero da igual: el relato exigía que el personaje interpretado por Ryan existiese, de modo que todos fingían que él era el ejemplo por excelencia.
Y permítanme decir que la misma falsa equidistancia que convirtió a Ryan en héroe fiscal influyó de manera crucial en la elección de Donald Trump. ¿Cómo pudo el candidato presidencial más corrupto de la historia estadounidense conseguir una victoria en el Colegio Electoral? Hubo muchos factores, cualquiera de los cuales podría haber cambiado las tornas en unas elecciones ajustadas. Pero las elecciones no habrían sido ajustadas si buena parte de los medios de comunicación no se hubiesen sumergido en una orgía de falsa equivalencia.
Lo que nos lleva a los congresistas republicanos, y a Ryan en concreto, en la era de Trump.
A algunos analistas parece sorprenderles que hombres que hablaban sin parar de probidad fiscal durante el mandato de Barack Obama apoyasen sin remordimientos en la era de Trump unas rebajas fiscales que dispararán el déficit. También parecen asombrados ante la aparente indiferencia de Ryan y sus acólitos por la corrupción de Trump y su desprecio por el Estado de derecho. ¿Qué les ha pasado a sus principios?
Naturalmente, la respuesta es que los principios que afirmaban defender nunca tuvieron nada que ver con sus verdaderos objetivos. En concreto, los republicanos no han abandonado sus preocupaciones por los déficits presupuestarios, porque los déficits nunca les han importado; solo fingían preocupación como una excusa para recortar los programas sociales.
Y a quienes se preguntan por qué Ryan nunca se ha posicionado contra la corrupción trumpiana, por qué nunca se ha mostrado preocupado por las tendencias autoritarias de Trump, ¿qué les hizo pensar que se posicionaría? Insisto, si nos fijamos en las acciones de Ryan, no el personaje que interpretaba ante públicos crédulos, veremos que nunca se ha mostrado dispuesto a sacrificar nada de lo que quiere —ni un ápice— en nombre de sus supuestos principios. ¿Por qué iba a esperar nadie que arriesgase el pescuezo por defender el estado de derecho?
Y ahora Ryan se va. Que tanta gloria lleve como paz deja. Pero guárdense las celebraciones: aunque no era mejor que el resto de su partido, tampoco era peor. Es posible que su sucesor como presidente muestre más categoría que él, pero solo si dicho sucesor es, bueno, demócrata.
https://elpais.com/economia/2018/04/13/actualidad/1523626617_507047.html#comentarios
Feminismo & ¿Justicia? ¿Puede la justicia ser feminista?
www.publico.es
La sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra que absuelve a los miembros de “La Manada” de violación, tipificando el acto delictivo como un abuso sexual, constituye un indulto repugnante revelador de la íntima relación entre patriarcado e (in) justicia.
Varias de las injusticias contra las que luchan las mujeres se derivan de un patriarcalismo que permea el sistema jurídico, directamente implicado en la reproducción de la dominación masculina y la cultura patriarcal. ¿No es violación que cinco hombres penetren forzadamente a una joven? ¿Qué tipo de mentalidad es la de un juez que solo aprecia en el vídeo de la agresión "actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo"? Se trata de una sentencia propia de una justicia miope más preocupada por las reacciones de la víctima ("ni dolor ni asco, era excitación sexual") que por la conducta de los agresores.
La justicia en general y la justicia de género en particular se hallan de nuevo en entredicho en España, una justicia que no ve probada la violencia que requiere la violación, pero que sí ve probada la violencia en la organización de un referéndum pacífico. Lo grave es que no estamos ante un hecho aislado, como ponen de manifiesto otros casos recientes que destilan patriarcalismo jurídico. Me referiré a dos. El primero es el caso de las feministas encausadas de Palma, condenadas a un año de cárcel por interrumpir en 2014 con una protesta pacífica una liturgia religiosa celebrada en la parroquia de Sant Miquel.
La movilización se enmarcaba en un acto de protesta contra la reforma de la ley del aborto que preparaba el por entonces ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. Las activistas protestaban por la influencia que la Iglesia católica tuvo en la reforma Gallardón. En 2016, la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma las consideró autoras de un delito penal contra la libertad religiosa. Ese mismo año, el Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid condenaba a la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, a una multa de 4.320 euros por un delito contra los sentimientos religiosos por una protesta en 2011 en la capilla del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, del que posteriormente fue absuelta.
El segundo caso es el de la apertura de juicio oral a la activista feminista Nina Parrón, Consejera de Igualdad del Consell Insular de Mallorca. Parrón se enfrenta a un supuesto delito de injurias y calumnias con publicidad contra Jorge Skibinsky, presidente de la Asociación de Padres de Familias Separados de Baleares, quien, en una carta publicada en julio de 2016 en un rotativo local, negaba que el asesinato de Xue Sandra por parte de su expareja fuera una “acción machista”, sino que se trataba de un “crimen pasional” motivado por la “incapacidad del agresor de aceptar que su pareja iba a dejarle”.
Parrón denunció el caso ante la Fiscalía, que archivó la denuncia. A su salida declaró ante los medios de comunicación que las palabras de Skibinsky podían ser constitutivas de un posible delito de apología de la violencia machista. Skibinsky interpuso una querella criminal contra Parrón por calumnias e injurias con publicidad, alegando que las declaraciones habían generado un “clima de tensión” y una “animadversión injusta” contra él. El Juzgado de Instrucción número 8 de Palma impuso recientemente a Parrón una fianza civil de 30.000 euros a la espera de que se celebre el juicio oral.
¿Cómo es posible que quien defiende desde las instituciones públicas los derechos de las mujeres pueda llegar a ser condenada a raíz de una querella de quien reduce un problema estructural como la violencia de género a un episodio de obsesión y enajenación personal?.
El caso de Nina Parrón recuerda a la justicia invertida de la que habla Lewis Carroll en Alicia a través del espejo, que primero sentencia y después juzga. Ambos casos tienen un denominador común: la denuncia de alguna forma de violencia contra las mujeres, pero también ambos presentan contenidos perturbadores para la libertad de expresión, en estado crítico en España tras sentencias como las de Valtonyc, Pablo Hasel, César Strawberry, Cassandra Vera, el caso de los titiriteros, el secuestro del libro Fariña sobre el narcotráfico gallego y la retirada de la obra “Presos políticos” de Arco.
El caso de Parrón es un suma y sigue: representa una mordaza del patriarcado que limita la libertad de expresión, a la par que un aviso para que las feministas anden con pies de plomo y abanderen sus convicciones de forma silenciosa. Sin embargo, conviene situar el retroceso actual de la libertad de expresión en España en el contexto más amplio de la escalada represiva diseñada para silenciar los movimientos sociales, sobre todo a raíz de las movilizaciones que surgieron del 15M, cuya respuesta institucional fue la aprobación de Ley de Seguridad Ciudadana (más conocida como Ley Mordaza) por el Gobierno de Rajoy en 2015.
Las políticas de austeridad que la Unión Europea y el Gobierno español adoptaron en respuesta a la crisis forman parte de una misma estrategia neoliberal y conservadora que criminaliza el activismo social y limita la libertad de expresión. Se trata de una estrategia que combina austeridad y represión para garantizar los beneficios del capital financiero mediante las crisis que genera.
En este contexto, urge reformular la pregunta que se hacía Boaventura de Sousa (“¿puede el derecho ser emancipador?”) de este modo: ¿puede el sistema de justicia ser un instrumento de lucha emancipadora de las mujeres? ¿Puede el derecho dejar de ser un producto de la cultura machista y sexista hegemónica al servicio de la dominación patriarcal que trata a las mujeres como el “segundo sexo”, según la conocida expresión de Simone de Beauvoir?.
Cabe cuestionar de raíz la teoría jurídica, poniendo en tela de juicio los presupuestos e intereses que asume, así como poner en jaque el modo en el que el derecho se aplica, todavía por medio de instituciones que, aunque contemplen las demandas de las mujeres, siguen estando moldeadas por la ideología patriarcal.
Necesitamos un derecho articulado con los conocimientos y los movimientos feministas: ¿por qué en las Facultades de Derecho de las universidades públicas no hay asignaturas de jurisprudencia feminista y sí de Derecho eclesiástico del Estado?.
Un derecho con más acciones de sensibilización, formación y sobre todo de movilización de los juristas comprometidos con el cambio social progresista.
Los platos en equilibrio de la balanza de Temis, la diosa de la justicia en la mitología griega, indican que no hay diferencias entre las personas cuando se juzgan sus aciertos y errores. Desgraciadamente, los hijos del patriarcado han desequilibrado una vez más los platos de la justicia a su favor.
Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/25670/puede-la-justicia-ser-feminista/
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lunes, 14 de mayo de 2018
_- La fuerza de los hechos y las mentiras de la propaganda.
_- Hace ya años que llegaron al gobierno los "alcaldes del cambio" en las principales capitales del país. Los que siempre habían gobernado intentaron atemorizar con esa posibilidad y ahora intentan vender un fracaso en su gestión para dañar la imagen de Podemos en las próximas elecciones generales. Sin embargo, como suele se habitual, sus vaticinios no se cumplen y el desastre que venden no solo no es tal sino que estos gobiernos municipales no dejan de dar lecciones de buena gestión y gobierno.
Carmena vuelve a cerrar sus cuentas con 1.120 millones de superávit y devuelve 450 millones de deuda en 2017.
El Ayuntamiento de Madrid pide al Estado que habilite las medidas oportunas para destinar el remanente de tesorería de 2017 (1.116 millones) a la realización de…
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El verdadero origen de la "Madrugá" de Sevilla. Las cofradías, obligadas a no procesionar de noche, interpretaron a su manera el término “alba” descubriendo un amanecer distinto para Sevilla.
Alegre, piadosa, pagana, desmedida, exuberante... La Semana Santa de Sevilla parece un espectáculo medido y perfecto, un prodigio de sensorialidad teatral y mística, pero en realidad es un artefacto organizado estratégicamente siglo a siglo; un fenómeno que sobrevivió a incendios, epidemias, iconoclastias, crisis económicas y revoluciones laicas. ¿Dónde remontar sus orígenes? ¿A las devociones medievales? ¿A las lecturas simbólicas de la Contrarreforma? ¿A los excesos ornamentales del barroco? Hasta hace poco, se argumentaba que la Contrarreforma era el periodo en el que surge. Y el siglo XIX, con los aires románticos de la llamada Corte Chica del duque de Montpensier y la infanta María Luisa de Borbón, el momento en el que se fija su estética definitiva.
Sin embargo, un riguroso estudio plantea ahora una revisión de estos orígenes remontando al siglo más inesperado los inicios de la Semana Santa sevillana: el XVIII. La investigadora Rocío Plaza Orellana plantea en su Los orígenes modernos de la Semana Santa de Sevilla. El poder de las cofradías (1777-1808), publicado por El Paseo, esta relectura de una celebración que en muchas ocasiones ha datado sus inicios basándose solo en la tradición, algo mucho más remoto.
Para Sevilla, el XVIII no fue un momento glorioso. Después de los siglos XVI y XVII, con el monopolio comercial con las Indias que la convierten en la capital económica de España, el XVIII será un tiempo de oscuridades. La decadencia cristalizó en 1717, cuando el monopolio con América pasa a Cádiz. Sin embargo, Sevilla, como señalaron en su día los historiadores Antonio Domínguez Ortiz y Francisco Aguilar Piñal, se convertirá esa centuria en un laboratorio para las reformas ilustradas de Carlos III. Las transformaciones anunciarán el cambio del antiguo al nuevo régimen y afectarán al urbanismo, la Universidad, el teatro... y la Semana Santa.
Estos ensayos de modernidad despertarán fuertes tensiones entre el poder civil y el eclesiástico. Y se plasmarán en episodios como el ascenso y caída del asistente ilustrado Pablo de Olavide, quien intentó cambiar la vieja Sevilla —y con ella su Pasión—, pero que sufrirá un proceso inquisitorial por “impío y miembro podrido de la religión”, precisamente por su rechazo a las devociones populares.
“El proceso de Olavide tuvo numerosos vértices. Destacan, por la trascendencia que tendrían después para las cofradías, dos acusaciones: permitir los bailes de máscaras y las comedias y su falta de piedad religiosa”, explica Plaza, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla. La Semana Santa que ahora se vive es hija de ese tiempo, ya que sobrevive a la dura batalla de las reformas ilustradas. Su deslumbrante "Madrugá" surge en su concepción actual en esa época. ¿Cómo se inventó? Paradójicamente, estos cortejos nocturnos de la madrugada del Viernes Santo se inician en el Siglo de las Luces. La Madrugá es un resultado de ciertas trampas legales que los cofrades usaron para evitar las reformas ilustradas. Por ejemplo, la interpretación —no sin picaresca— del concepto temporal del alba, el momento en que debían salir las procesiones para evitar la noche.
El Consejo de Castilla implanta en 1777 una serie de leyes para controlar las costumbres de las cofradías. En realidad, estas medidas las había iniciado Olavide una década antes como parte de sus reformas ilustradas: una vez caída la noche, las cofradías no podían encontrarse por las calles, ante los posibles desórdenes públicos y delitos amparados en las sombras. Tampoco se permitían los rostros cubiertos de los penitentes y disciplinantes. Las medidas iban en sintonía con las del marqués de Esquilache prohibiendo las capas y sombreros, que terminaron en el motín que hizo caer al ministro de Carlos III.
El rey obligó a que las cofradías estuvieran “recogidas y finalizadas antes de ponerse el sol”. ¿Y qué se hizo en Sevilla? Ni más ni menos que quebrantar las leyes del reino poniendo sus imágenes en la calle de noche amparadas en una curiosa interpretación. Fue la Hermandad del Silencio, fundada en el siglo XIV, la que en 1774, obligada al cambio, dictó que acompañarían a Jesús Nazareno y la Virgen de la Concepción en un “alba” o amanecer, lo que se tradujo por las dos de la madrugada. “Esta decisión vino a formar parte de la compleja estrategia de engaños, resistencias y desacatos que las cofradías ofrecieron a los nuevos ordenamientos provenientes de Madrid, como si Sevilla tuviera otro amanecer”, detalla Plaza.
Igual ocurrió con El Gran Poder, y después lo harían la Macarena —ambas siguen haciendo su estación de penitencia en La Madrugá— y la Carretería —que en la actualidad procesiona la tarde del Viernes Santo—, que procesionaba el Jueves Santo por la tarde y a la que también le sorprendía la noche. Así, salió media hora después del alba, cobijada ya en la madrugada. “Como se contaría muchos años después, fueron capaces de hacer de la noche día, sólo con su presencia. Cuando El Gran Poder se hizo definitivamente con su madrugada, Olavide aún continuaba en manos del Santo Oficio”, añade la investigadora desvelando la Sevilla que ganó la batalla de la Ilustración.
TONADILLAS PINTORESCAS Y AIRES TEATRALES
Una reforma legal de Carlos III tras el motín de Esquilache trajo con ella la trampa. Para evitar más desórdenes como el que tumbó a su ministro, el rey creo nuevas figuras políticas, entre ellas los llamados alcaldes de barrio. Esta medida supuso la entrada en el gobierno de las ciudades de personas de extracción social más baja, pero más dinámica. En Sevilla, muchos eran cofrades y supieron utilizar el poder otorgado para evitar las reformas ilustradas que afectaban a las procesiones.
Tras estos cambios, el XIX impregnaría las cofradías de aires teatrales. “El teatro fue un espejo de influencias. Compartieron el emplumado de los ángeles, el escarchado de los tules de las damas en los rostrillos de las Dolorosas”, afirma la investigadora Rocío Plaza. La Semana Santa se contagió de tonadillas interpretadas en los oficios. En una crónica de la época se lee: “Ya no se oyen más que minuets en las meditaciones, responsos abolerados, coplas o motetes afandangados. (…) O el teatro es un acto religioso o nuestra religión es una comedia”. Llegaba el siglo romántico y con él la Sevilla pintoresca.
https://elpais.com/cultura/2018/03/28/actualidad/1522236999_567236.html
Sin embargo, un riguroso estudio plantea ahora una revisión de estos orígenes remontando al siglo más inesperado los inicios de la Semana Santa sevillana: el XVIII. La investigadora Rocío Plaza Orellana plantea en su Los orígenes modernos de la Semana Santa de Sevilla. El poder de las cofradías (1777-1808), publicado por El Paseo, esta relectura de una celebración que en muchas ocasiones ha datado sus inicios basándose solo en la tradición, algo mucho más remoto.
Para Sevilla, el XVIII no fue un momento glorioso. Después de los siglos XVI y XVII, con el monopolio comercial con las Indias que la convierten en la capital económica de España, el XVIII será un tiempo de oscuridades. La decadencia cristalizó en 1717, cuando el monopolio con América pasa a Cádiz. Sin embargo, Sevilla, como señalaron en su día los historiadores Antonio Domínguez Ortiz y Francisco Aguilar Piñal, se convertirá esa centuria en un laboratorio para las reformas ilustradas de Carlos III. Las transformaciones anunciarán el cambio del antiguo al nuevo régimen y afectarán al urbanismo, la Universidad, el teatro... y la Semana Santa.
Estos ensayos de modernidad despertarán fuertes tensiones entre el poder civil y el eclesiástico. Y se plasmarán en episodios como el ascenso y caída del asistente ilustrado Pablo de Olavide, quien intentó cambiar la vieja Sevilla —y con ella su Pasión—, pero que sufrirá un proceso inquisitorial por “impío y miembro podrido de la religión”, precisamente por su rechazo a las devociones populares.
“El proceso de Olavide tuvo numerosos vértices. Destacan, por la trascendencia que tendrían después para las cofradías, dos acusaciones: permitir los bailes de máscaras y las comedias y su falta de piedad religiosa”, explica Plaza, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla. La Semana Santa que ahora se vive es hija de ese tiempo, ya que sobrevive a la dura batalla de las reformas ilustradas. Su deslumbrante "Madrugá" surge en su concepción actual en esa época. ¿Cómo se inventó? Paradójicamente, estos cortejos nocturnos de la madrugada del Viernes Santo se inician en el Siglo de las Luces. La Madrugá es un resultado de ciertas trampas legales que los cofrades usaron para evitar las reformas ilustradas. Por ejemplo, la interpretación —no sin picaresca— del concepto temporal del alba, el momento en que debían salir las procesiones para evitar la noche.
El Consejo de Castilla implanta en 1777 una serie de leyes para controlar las costumbres de las cofradías. En realidad, estas medidas las había iniciado Olavide una década antes como parte de sus reformas ilustradas: una vez caída la noche, las cofradías no podían encontrarse por las calles, ante los posibles desórdenes públicos y delitos amparados en las sombras. Tampoco se permitían los rostros cubiertos de los penitentes y disciplinantes. Las medidas iban en sintonía con las del marqués de Esquilache prohibiendo las capas y sombreros, que terminaron en el motín que hizo caer al ministro de Carlos III.
El rey obligó a que las cofradías estuvieran “recogidas y finalizadas antes de ponerse el sol”. ¿Y qué se hizo en Sevilla? Ni más ni menos que quebrantar las leyes del reino poniendo sus imágenes en la calle de noche amparadas en una curiosa interpretación. Fue la Hermandad del Silencio, fundada en el siglo XIV, la que en 1774, obligada al cambio, dictó que acompañarían a Jesús Nazareno y la Virgen de la Concepción en un “alba” o amanecer, lo que se tradujo por las dos de la madrugada. “Esta decisión vino a formar parte de la compleja estrategia de engaños, resistencias y desacatos que las cofradías ofrecieron a los nuevos ordenamientos provenientes de Madrid, como si Sevilla tuviera otro amanecer”, detalla Plaza.
Igual ocurrió con El Gran Poder, y después lo harían la Macarena —ambas siguen haciendo su estación de penitencia en La Madrugá— y la Carretería —que en la actualidad procesiona la tarde del Viernes Santo—, que procesionaba el Jueves Santo por la tarde y a la que también le sorprendía la noche. Así, salió media hora después del alba, cobijada ya en la madrugada. “Como se contaría muchos años después, fueron capaces de hacer de la noche día, sólo con su presencia. Cuando El Gran Poder se hizo definitivamente con su madrugada, Olavide aún continuaba en manos del Santo Oficio”, añade la investigadora desvelando la Sevilla que ganó la batalla de la Ilustración.
TONADILLAS PINTORESCAS Y AIRES TEATRALES
Una reforma legal de Carlos III tras el motín de Esquilache trajo con ella la trampa. Para evitar más desórdenes como el que tumbó a su ministro, el rey creo nuevas figuras políticas, entre ellas los llamados alcaldes de barrio. Esta medida supuso la entrada en el gobierno de las ciudades de personas de extracción social más baja, pero más dinámica. En Sevilla, muchos eran cofrades y supieron utilizar el poder otorgado para evitar las reformas ilustradas que afectaban a las procesiones.
Tras estos cambios, el XIX impregnaría las cofradías de aires teatrales. “El teatro fue un espejo de influencias. Compartieron el emplumado de los ángeles, el escarchado de los tules de las damas en los rostrillos de las Dolorosas”, afirma la investigadora Rocío Plaza. La Semana Santa se contagió de tonadillas interpretadas en los oficios. En una crónica de la época se lee: “Ya no se oyen más que minuets en las meditaciones, responsos abolerados, coplas o motetes afandangados. (…) O el teatro es un acto religioso o nuestra religión es una comedia”. Llegaba el siglo romántico y con él la Sevilla pintoresca.
https://elpais.com/cultura/2018/03/28/actualidad/1522236999_567236.html
domingo, 13 de mayo de 2018
Europa se apresta discretamente a destinar miles de millones de euros del erario público a las industrias bélicas
Anne Sophie Simpere
Europa, inicialmente pensada como un vector de paz, se está preparando para subvencionar alegremente y sin condiciones a los mercaderes de armas. Las industrias bélicas, siempre omnipresentes en Bruselas, están por lograr la creación de un “fondo europeo para la defensa” a pesar de no existir una política común en la materia. El objetivo, lograr que Europa financie sus investigaciones, sin control sobre la proliferación de armas que así se desarrollaren, como los drones u otros sistemas autónomos de combate. Otro intento de conseguir un discreto “tour de force” destinado a cambiar, todavía un poco más, la naturaleza del proyecto europeo.
El Parlamento europeo aprobó el 13 de marzo pasado un total de 500 millones de dólares para el desarrollo del equipamiento del área de defensa para los dos años próximos (2019 y 2020), subvención que se agrega a los 90 millones financiados durante el período 2017-2019 destinada a la preparación de investigaciones militares. Estas abundantes subvenciones europeas a la industria de la defensa son solo el principio: el objetivo final declarado es la creación de un “fondo europeo de defensa” de 5.500 millones de euros por año destinados a “estimular las capacidades europeas de defensa” a partir del 2021.Un modelo de uso del dinero público para desarrollar drones de combate y otros sistemas bélicos último grito.
¿Cómo hemos ha llegado a esto cuando en los años 2000 movilizar fondos públicos europeos para destinarlos al sector militar, de igual modo que se ayudaba a los agricultores o a regiones desfavorecidas, habría parecido escandaloso? “Es un tema bastante viejo”, cuenta Laetitia Sédou, responsable del programa Red europea contra el comercio de armas (ENAAT) “Los mercaderes de armas comenzaron de a poco pretextando seguridad interior y protección de las fronteras más que defensa”. De este modo, progresivamente Airbus, Thales, Safran o la italiana Leonardo obtuvieron sus primeros financiamientos europeos gracias al programa europeo de investigación general Horizonte 2020 y posteriormente a través de un fondo destinado a la seguridad interior. En 2016 se aprobó un proyecto piloto de 1,4 millones de euros destinado a la investigación militar. De modo que financiar así la industria militar pasó a ser aceptable.
Los lobbies de la industria bélica a la conquista de Europa.
Este cambio de enfoque requirió cierta inversión. Entre 2012 y 2017, el presupuesto destinado al lobbismo por los principales fabricantes europeos de armas, Safran, Thales, Naval Group o Airbus, fue duplicado hasta alcanzar los 5,6 millones de euros. Esta cifra que cubre solamente los gastos declarados se halla probablemente subestimada. “El lobbismo comienza igualmente a nivel nacional, Dassault o Talès tienen buenos contactos con el Gobierno francés”, precisa Bram Vranken de la ONG pacifista belga Vredesactie. “Existen también las exposiciones de armas, las participaciones en conferencias. El sector ha creado una sólida red de influencias. Una red que le permite participar activamente en la formulación de las políticas europeas”.
La hoja de ruta para destinar los primeros fondos a la defensa ha estado ámpliamente inspirada en el informe de un “grupo de personalidades” creado en 2015. Siete de sus dieciséis miembros son representantes de la industria y dos proceden de institutos privados de investigación que podrían ser beneficiarios de esa financiación. El grupo está presidido por el polaco Elzbieta Bienkowska, comisario encargado del comercio interno, sujetado con alfileres por su inclinación hacia los intereses de las empresas (1). El único diputado europeo es el alemán Michael Gahler (CDU), presidente del grupo Canguro, un grupo de presión favorable a la liberalización de los mercados y las industrias.
Proyectos subvencionados en un…125 %
El informe de dicho grupo de personalidades propone un apoyo reforzado a la competitividad del sector a través de un programa de financiamiento, tal como está siendo puesto en marcha actualmente. Para Bram Vranken “Los industriales se hallan presentes en todas las etapas del proceso. Para elaborar el plan preparatorio, la Comisión se ha reunido no menos de 36 veces con las empresas bélicas”. En el plan de acción de la Comisión para la defensa se encuentran las recomendaciones de la Asociación de industrias aeroespaciales y de defensa de Europa (ASD), presidida por Eric Trappier, PDG de Dassault. La ASD no tuvo tiempo para contestar a nuestras preguntas, pero parece que la asociación se encuentra satisfecha con la última propuesta de reglamento elaborada por la Comisión.
De este modo el sector militar va a obtener millones que se transformarán en miles de millones con formas de financiación que les serán totalmente ventajosas: “Se benefician con subvenciones de un 125 %: un 100 % para el proyecto más un plus del 25 % para gastos administrativos. Ni siquiera las ONG humanitarias podrían disponer de similares ventajas ante las peores catástrofes” constata Laëtitia Sédou.
Programas piloto de armas robotizadas
Con relación a las armas robotizadas, solo se hallarían actualmente excluidas las armas de destrucción masiva, las armas y las municiones prohibidas por el derecho humanitario internacional como las minas antipersonas, las armas incendiarias y las totalmente autónomas –robots que podrían decidir disparar por sí mismos- sin intervención humana. El proyecto piloto y los preparativos se hallan ampliamente concentrados en los drones y en los sistemas robotizados que todavía requieren al menos parcialmente la intervención humana. “Todas las nuevas investigaciones se centran en la robotización: se quiere autonomizar las armas y a esto se dirigirán las fuentes financieras” considera Tony Fortin, del Observatorio de Armas.
Uno de los primeros proyectos financiados, el Océano 2020, permitirá a Safran probar sus drones Petroller en el medio marino. Drones que la empresa podría exportar bien pronto, pero "vitaminizados”, es decir, armados. Entre sus potenciales clientes estaría Egipto, que se encuentra embargado por la UE pero sigue siendo uno de los clientes más importantes de Francia en lo relativo a compra de armas.
La proliferación, consecuencia lógica de la fabricación de armas
Porque la exportación sigue totalmente en manos de los Estados miembros: “Los alemanes son tal vez los que están en mejores condiciones para iniciar la discusión, pero Francia no quiere aceptar ninguna integración en materia de exportaciones”, comenta Bram Vranken, del Ministerio de Ejército.
Florence Parly no deja de repetir que las exportaciones son vitales para la industria: “El objetivo de la exportación está incluido en el proyecto legislativo. Quieren una industria “competitiva a nivel mundial”, expresa Laetitia Sédou. El Gobierno francés, que suele ser más liberal que otros en materia de exportación de armas, desea conservar su gran margen de maniobra (leer nuestra investigación Mirages 2000, blindados Leclerc, cañones César: Francia es la proveedora oficial de la carnicería que se está ejecutando en Yemen).
De todos modos las patentes que surjan de las investigaciones financiadas por el dinero europeo quedarán, sin dudas, en manos de los industriales, que podrán luego transferir dichas tecnologías a sus clientes. Del mismo modo que lo está haciendo el Naval Group, cuyo principal accionista es el Estado francés que está compartiendo actualmente con Brasil los planos de sus submarinos y de sus equipamientos.
Las empresas del área de defensa han obtenido subvenciones públicas evitando hasta ahora el control europeo sobre el uso del equipamiento militar desarrollado o la difusión de las patentes que podrían difundirse a través del mundo, contribuyendo a una inestabilidad de la que las industrias de las armas afirman querernos proteger.
La Unión europea, tercer presupuesto militar del mundo
Por parte de la Comisión europea, se antepone el interés económico de los fondos para la defensa: una mayor cooperación permitirá racionalizar los gastos evitando su duplicación: “Sucede que, en la actual propuesta, los criterios de cooperación son bastante débiles: no hay necesidad de tener más de tres empresas en dos países diferentes. Este tipo de cooperación bilateral ya existe”, destaca Laëtitia Sédou de la Red europea contra el comercio de armas. Las fábricas de armas se asocian ya dentro del marco de proyectos industriales ad hoc, ya sea a nivel europeo o con terceros países.
“Se otorga dinero a los industriales pero sin ninguna estrategia”
¿Cuál es el quid de una política europea de defensa? Con el fondo para la defensa, nos explican, comenzamos una cooperación industrial a la que va a seguir luego la cooperación política, analiza Laetitia Sédou. "Pero eso no sucederá en un ámbito tan sensible como el de la defensa. Se nos vendió la misma lógica en los años 80, hacía falta un mercado común para que el área política –las regulaciones sociales y fiscales- se armonizaran de por sí. Fuera de algunos sectores marginales no es lo que ha sucedido”
Hoy en día “La Europa de la defensa” que auspicia Emmanuel Macron parece hallarse en una perspectiva bastante lejana. Subsisten serias divergencias entre Alemania y Francia tanto en materia del presupuesto como de las exportaciones. Florence Parly manifestaba recientemente su preocupación ante la Asamblea Nacional por la cantidad de reglamentaciones y de imposiciones que podría instalar el nuevo acuerdo de la coalición en Alemania en materia de exportaciones de material militar. Esas reglamentaciones podrían trabar las ventas de equipos cofabricados con Berlin. Por otra parte, muchos estados se hallan vinculados a las garantías de seguridad estadounidenses incorporadas por la OTAN, que aspira a seguir siendo el espacio de la cooperación en materia de defensa.
Del lado francés, mientras se declama la integración con Bruselas, la última Revista estratégica confirma el deseo de preservar la soberanía nacionalen el terreno militar: “Nuestra autonomía estratégica se mantiene como un objetivo prioritario de nuestra política de defensa (…) Francia debe conservar su capacidad de decidir y de actuar independientemente en defensa de sus intereses”. El discurso es más europeizante cuando se trata de obtener subvenciones para las industrias. No existe una política común de defensa, las intervenciones en el extranjero son objeto del consenso entre los Estados y nada indica que eso vaya a cambiar. Se conforman con otorgar fondos a los industriales, pero sin ninguna estrategia” resume Bram Vrankende, de la ONG Vredesactie.
¿El medioambiente y el clima sacrificados en nombre de la financiación militar?
Resultado: mientras la UE va a perder 10.000 milones de euros por año a causa de la renuncia británica, los industriales de la defensa deberían recuperar miles de millones en el próximo presupuesto plurianual. Para qué plantear cuestiones sobre compromisos que serán negociados. ¿Qué presupuestos se recortarán para financiar la investigación militar? Una nota del Gobierno francés publicada en diciembre de 2017 ubica la seguridad y la defensa a la cabeza de sus prioridades, mientras otras voces se inquietan porque desaparecen en cambio las preocupaciones por el cambio climático y los problemas ambientales.
Mientras tanto 140.000 ciudadanos han firmado su oposición al financiamiento bélico en Europa. Varios investigadores se han comprometido públicamente contra el uso del erario público a fines militares. Frente al poderoso avance de los lobbies de las armas y sus discursos sobre la seguridad, la batalla apenas comienza.
Fuente:
https://lesmoutonsenrages.fr/2018/04/11/discretement-leurope-sapprete-a-deverser-des-milliards-dargent-public-en-faveur-des-industries-de-larmement/
Europa, inicialmente pensada como un vector de paz, se está preparando para subvencionar alegremente y sin condiciones a los mercaderes de armas. Las industrias bélicas, siempre omnipresentes en Bruselas, están por lograr la creación de un “fondo europeo para la defensa” a pesar de no existir una política común en la materia. El objetivo, lograr que Europa financie sus investigaciones, sin control sobre la proliferación de armas que así se desarrollaren, como los drones u otros sistemas autónomos de combate. Otro intento de conseguir un discreto “tour de force” destinado a cambiar, todavía un poco más, la naturaleza del proyecto europeo.
El Parlamento europeo aprobó el 13 de marzo pasado un total de 500 millones de dólares para el desarrollo del equipamiento del área de defensa para los dos años próximos (2019 y 2020), subvención que se agrega a los 90 millones financiados durante el período 2017-2019 destinada a la preparación de investigaciones militares. Estas abundantes subvenciones europeas a la industria de la defensa son solo el principio: el objetivo final declarado es la creación de un “fondo europeo de defensa” de 5.500 millones de euros por año destinados a “estimular las capacidades europeas de defensa” a partir del 2021.Un modelo de uso del dinero público para desarrollar drones de combate y otros sistemas bélicos último grito.
¿Cómo hemos ha llegado a esto cuando en los años 2000 movilizar fondos públicos europeos para destinarlos al sector militar, de igual modo que se ayudaba a los agricultores o a regiones desfavorecidas, habría parecido escandaloso? “Es un tema bastante viejo”, cuenta Laetitia Sédou, responsable del programa Red europea contra el comercio de armas (ENAAT) “Los mercaderes de armas comenzaron de a poco pretextando seguridad interior y protección de las fronteras más que defensa”. De este modo, progresivamente Airbus, Thales, Safran o la italiana Leonardo obtuvieron sus primeros financiamientos europeos gracias al programa europeo de investigación general Horizonte 2020 y posteriormente a través de un fondo destinado a la seguridad interior. En 2016 se aprobó un proyecto piloto de 1,4 millones de euros destinado a la investigación militar. De modo que financiar así la industria militar pasó a ser aceptable.
Los lobbies de la industria bélica a la conquista de Europa.
Este cambio de enfoque requirió cierta inversión. Entre 2012 y 2017, el presupuesto destinado al lobbismo por los principales fabricantes europeos de armas, Safran, Thales, Naval Group o Airbus, fue duplicado hasta alcanzar los 5,6 millones de euros. Esta cifra que cubre solamente los gastos declarados se halla probablemente subestimada. “El lobbismo comienza igualmente a nivel nacional, Dassault o Talès tienen buenos contactos con el Gobierno francés”, precisa Bram Vranken de la ONG pacifista belga Vredesactie. “Existen también las exposiciones de armas, las participaciones en conferencias. El sector ha creado una sólida red de influencias. Una red que le permite participar activamente en la formulación de las políticas europeas”.
La hoja de ruta para destinar los primeros fondos a la defensa ha estado ámpliamente inspirada en el informe de un “grupo de personalidades” creado en 2015. Siete de sus dieciséis miembros son representantes de la industria y dos proceden de institutos privados de investigación que podrían ser beneficiarios de esa financiación. El grupo está presidido por el polaco Elzbieta Bienkowska, comisario encargado del comercio interno, sujetado con alfileres por su inclinación hacia los intereses de las empresas (1). El único diputado europeo es el alemán Michael Gahler (CDU), presidente del grupo Canguro, un grupo de presión favorable a la liberalización de los mercados y las industrias.
Proyectos subvencionados en un…125 %
El informe de dicho grupo de personalidades propone un apoyo reforzado a la competitividad del sector a través de un programa de financiamiento, tal como está siendo puesto en marcha actualmente. Para Bram Vranken “Los industriales se hallan presentes en todas las etapas del proceso. Para elaborar el plan preparatorio, la Comisión se ha reunido no menos de 36 veces con las empresas bélicas”. En el plan de acción de la Comisión para la defensa se encuentran las recomendaciones de la Asociación de industrias aeroespaciales y de defensa de Europa (ASD), presidida por Eric Trappier, PDG de Dassault. La ASD no tuvo tiempo para contestar a nuestras preguntas, pero parece que la asociación se encuentra satisfecha con la última propuesta de reglamento elaborada por la Comisión.
De este modo el sector militar va a obtener millones que se transformarán en miles de millones con formas de financiación que les serán totalmente ventajosas: “Se benefician con subvenciones de un 125 %: un 100 % para el proyecto más un plus del 25 % para gastos administrativos. Ni siquiera las ONG humanitarias podrían disponer de similares ventajas ante las peores catástrofes” constata Laëtitia Sédou.
Programas piloto de armas robotizadas
Con relación a las armas robotizadas, solo se hallarían actualmente excluidas las armas de destrucción masiva, las armas y las municiones prohibidas por el derecho humanitario internacional como las minas antipersonas, las armas incendiarias y las totalmente autónomas –robots que podrían decidir disparar por sí mismos- sin intervención humana. El proyecto piloto y los preparativos se hallan ampliamente concentrados en los drones y en los sistemas robotizados que todavía requieren al menos parcialmente la intervención humana. “Todas las nuevas investigaciones se centran en la robotización: se quiere autonomizar las armas y a esto se dirigirán las fuentes financieras” considera Tony Fortin, del Observatorio de Armas.
Uno de los primeros proyectos financiados, el Océano 2020, permitirá a Safran probar sus drones Petroller en el medio marino. Drones que la empresa podría exportar bien pronto, pero "vitaminizados”, es decir, armados. Entre sus potenciales clientes estaría Egipto, que se encuentra embargado por la UE pero sigue siendo uno de los clientes más importantes de Francia en lo relativo a compra de armas.
La proliferación, consecuencia lógica de la fabricación de armas
Porque la exportación sigue totalmente en manos de los Estados miembros: “Los alemanes son tal vez los que están en mejores condiciones para iniciar la discusión, pero Francia no quiere aceptar ninguna integración en materia de exportaciones”, comenta Bram Vranken, del Ministerio de Ejército.
Florence Parly no deja de repetir que las exportaciones son vitales para la industria: “El objetivo de la exportación está incluido en el proyecto legislativo. Quieren una industria “competitiva a nivel mundial”, expresa Laetitia Sédou. El Gobierno francés, que suele ser más liberal que otros en materia de exportación de armas, desea conservar su gran margen de maniobra (leer nuestra investigación Mirages 2000, blindados Leclerc, cañones César: Francia es la proveedora oficial de la carnicería que se está ejecutando en Yemen).
De todos modos las patentes que surjan de las investigaciones financiadas por el dinero europeo quedarán, sin dudas, en manos de los industriales, que podrán luego transferir dichas tecnologías a sus clientes. Del mismo modo que lo está haciendo el Naval Group, cuyo principal accionista es el Estado francés que está compartiendo actualmente con Brasil los planos de sus submarinos y de sus equipamientos.
Las empresas del área de defensa han obtenido subvenciones públicas evitando hasta ahora el control europeo sobre el uso del equipamiento militar desarrollado o la difusión de las patentes que podrían difundirse a través del mundo, contribuyendo a una inestabilidad de la que las industrias de las armas afirman querernos proteger.
La Unión europea, tercer presupuesto militar del mundo
Por parte de la Comisión europea, se antepone el interés económico de los fondos para la defensa: una mayor cooperación permitirá racionalizar los gastos evitando su duplicación: “Sucede que, en la actual propuesta, los criterios de cooperación son bastante débiles: no hay necesidad de tener más de tres empresas en dos países diferentes. Este tipo de cooperación bilateral ya existe”, destaca Laëtitia Sédou de la Red europea contra el comercio de armas. Las fábricas de armas se asocian ya dentro del marco de proyectos industriales ad hoc, ya sea a nivel europeo o con terceros países.
“Se otorga dinero a los industriales pero sin ninguna estrategia”
¿Cuál es el quid de una política europea de defensa? Con el fondo para la defensa, nos explican, comenzamos una cooperación industrial a la que va a seguir luego la cooperación política, analiza Laetitia Sédou. "Pero eso no sucederá en un ámbito tan sensible como el de la defensa. Se nos vendió la misma lógica en los años 80, hacía falta un mercado común para que el área política –las regulaciones sociales y fiscales- se armonizaran de por sí. Fuera de algunos sectores marginales no es lo que ha sucedido”
Hoy en día “La Europa de la defensa” que auspicia Emmanuel Macron parece hallarse en una perspectiva bastante lejana. Subsisten serias divergencias entre Alemania y Francia tanto en materia del presupuesto como de las exportaciones. Florence Parly manifestaba recientemente su preocupación ante la Asamblea Nacional por la cantidad de reglamentaciones y de imposiciones que podría instalar el nuevo acuerdo de la coalición en Alemania en materia de exportaciones de material militar. Esas reglamentaciones podrían trabar las ventas de equipos cofabricados con Berlin. Por otra parte, muchos estados se hallan vinculados a las garantías de seguridad estadounidenses incorporadas por la OTAN, que aspira a seguir siendo el espacio de la cooperación en materia de defensa.
Del lado francés, mientras se declama la integración con Bruselas, la última Revista estratégica confirma el deseo de preservar la soberanía nacionalen el terreno militar: “Nuestra autonomía estratégica se mantiene como un objetivo prioritario de nuestra política de defensa (…) Francia debe conservar su capacidad de decidir y de actuar independientemente en defensa de sus intereses”. El discurso es más europeizante cuando se trata de obtener subvenciones para las industrias. No existe una política común de defensa, las intervenciones en el extranjero son objeto del consenso entre los Estados y nada indica que eso vaya a cambiar. Se conforman con otorgar fondos a los industriales, pero sin ninguna estrategia” resume Bram Vrankende, de la ONG Vredesactie.
¿El medioambiente y el clima sacrificados en nombre de la financiación militar?
Resultado: mientras la UE va a perder 10.000 milones de euros por año a causa de la renuncia británica, los industriales de la defensa deberían recuperar miles de millones en el próximo presupuesto plurianual. Para qué plantear cuestiones sobre compromisos que serán negociados. ¿Qué presupuestos se recortarán para financiar la investigación militar? Una nota del Gobierno francés publicada en diciembre de 2017 ubica la seguridad y la defensa a la cabeza de sus prioridades, mientras otras voces se inquietan porque desaparecen en cambio las preocupaciones por el cambio climático y los problemas ambientales.
Mientras tanto 140.000 ciudadanos han firmado su oposición al financiamiento bélico en Europa. Varios investigadores se han comprometido públicamente contra el uso del erario público a fines militares. Frente al poderoso avance de los lobbies de las armas y sus discursos sobre la seguridad, la batalla apenas comienza.
Fuente:
https://lesmoutonsenrages.fr/2018/04/11/discretement-leurope-sapprete-a-deverser-des-milliards-dargent-public-en-faveur-des-industries-de-larmement/
El egipcio Shawkan, icono mundial de la libertad de prensa. El periodista lleva casi cinco años en la cárcel tras cubrir una protesta contra el régimen.
Su imagen detrás de unos barrotes, simulando hacer una fotografía con una cámara imaginaria, ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un icono de la lucha por la libertad de prensa. Se llama Mahmoud Abu Zeid, más conocido por su mote Shawkan, y ya lleva casi cinco años de prisión preventiva en Egipto después de haber sido arrestado mientras cubría el violento desalojo de un campamento de protesta islamista que se saldó con la muerte de al menos 800 personas. Actualmente está siendo juzgado por unos cargos inverosímiles, como intento de asesinato, o pertenencia a un grupo terrorista, y en caso de ser declarado culpable podría ser condenado a muerte. Con él, otros 27 periodistas languidecen en las cárceles egipcias, lo que convierte al país árabe en el tercero en el ranking mundial de reporteros encarcelados.
La sangrante injusticia cometida contra este joven de 29 años ha llevado a diversas ONG de derechos humanos como Amnistía Internacional a movilizarse en su favor. El último reconocimiento le ha llegado de la Unesco, que le ha concedido este año el Premio Guillermo Cano a la libertad de prensa. La reacción del Gobierno egipcio ha sido airada. El Ministerio de Asuntos Exteriores expresó que “lamenta profundamente” la elección de la institución internacional de “distinguir a alguien acusado de cometer actos terroristas y criminales”.
El Cairo no soporta la internacionalización del caso Shawkan porque encarna la arbitrariedad y los abusos que padecen y han padecido miles de egipcios, la mayoría opositores políticos, desde el golpe de Estado de 2011. Por ejemplo, el periodo máximo de prisión preventiva en Egipto es de 24 meses, superado con creces por Shawkan. Además, su salud es delicada, razón de más para ponerlo en libertad. “Presentamos informes del hospital que indican que tiene anemia y también hepatitis C”, declararon sus padres a Efe. A pesar de todo el sufrimiento de estos años, sus padres aseguran que está deseando salir de la cárcel para volver a hacer fotos.
https://elpais.com/elpais/2018/05/02/opinion/1525279502_676859.html
La sangrante injusticia cometida contra este joven de 29 años ha llevado a diversas ONG de derechos humanos como Amnistía Internacional a movilizarse en su favor. El último reconocimiento le ha llegado de la Unesco, que le ha concedido este año el Premio Guillermo Cano a la libertad de prensa. La reacción del Gobierno egipcio ha sido airada. El Ministerio de Asuntos Exteriores expresó que “lamenta profundamente” la elección de la institución internacional de “distinguir a alguien acusado de cometer actos terroristas y criminales”.
El Cairo no soporta la internacionalización del caso Shawkan porque encarna la arbitrariedad y los abusos que padecen y han padecido miles de egipcios, la mayoría opositores políticos, desde el golpe de Estado de 2011. Por ejemplo, el periodo máximo de prisión preventiva en Egipto es de 24 meses, superado con creces por Shawkan. Además, su salud es delicada, razón de más para ponerlo en libertad. “Presentamos informes del hospital que indican que tiene anemia y también hepatitis C”, declararon sus padres a Efe. A pesar de todo el sufrimiento de estos años, sus padres aseguran que está deseando salir de la cárcel para volver a hacer fotos.
https://elpais.com/elpais/2018/05/02/opinion/1525279502_676859.html
_- La crisis de la UE, ¿irreversible o reconducible? (*)
_- I)-SOBRE EL CONTEXTO
Con 500 millones de habitantes y representando el 25% del PIB global, la Unión Europea no puede ser abordada como si se tratara de un país, sino que debe serlo como lo que es: una parte del mundo. Así que para abordar su crisis hay que situarla primero en el momento general del mundo. Ese “momento mundial” contiene dos tendencias muy relacionadas; 1-El paso a la multipolaridad que ahora vivimos -lleno de tensiones bélicas, y 2- Las enmiendas a la globalización actualmente en curso.
Sobre lo primero, venimos de una realidad bipolar, la de la guerra fría, inquietante pero relativamente estable. Hemos pasado por el desastroso intermedio del ensayo de una hegemonía en solitario de Estados Unidos (desde Afganistán a Libia, pasando por Iraq) y nos dirigimos hacia una situación de multipolaridad, a un mundo con diversos centros de poder.
Este cambio en la correlación de fuerzas, afecta a la globalización, tal como ha sido entendida en los últimos 30 años, y así entramos en lo segundo.
La globalización del libre cambio va bien cuando se es el más fuerte. Por eso durante mucho tiempo ese concepto fue una especie de seudónimo del dominio mundial de Estados Unidos. Ahora el marco ha cambiado.
Algunos emergentes (China es el caso más flagrante) han realizado la proeza de fortalecerse jugando hábilmente en esa globalización que era el terreno de juego creado por occidente contra el mundo en desarrollo (un “occidente” entendido como “la tríada” de Samir Amin; Estados Unidos+EU+Japón). Además, aunque ese occidente siga siendo el más fuerte en todos los terrenos (económico, militar, industria cultural, mediático…) ya no es lo que era antes:
Cuando se diseñaron las actuales instituciones, la economía de EEUU representaba el 40% del PIB mundial y chinos e indios no pesaban casi nada en el mundo. Ahora la economía de Estados Unidos representa el 15%. No es lo mismo.
Por eso, tanto los EE.UU de Trump como el brexit (los anglosajones) y la Europa del Este están acometiendo una enmienda a la globalización tal como se entendía, un regreso al énfasis en la soberanía nacional y el proteccionismo: a una globalización atenta a los intereses nacionales (“pro-trade nationalism”). Hay que decir que China se metió en la globalización ya desde esa enmienda, por lo que hay que considerarla como la verdadera anticipadora de esa mudanza.
Hemos dicho que esas dos tendencias de cambio están interrelacionadas y sus señales aparecen por doquier:
-Con el “América first” de Trump y sus nuevos aranceles a la producción importada.
-Cuando China presiona a Arabia Saudí para que le venda su petróleo en yuanes a fin de convertir el yuan en moneda de referencia internacional a partir de este año, aprovechando que la demanda energética de Asia Oriental es más importante para los países del Golfo que la de Estados Unidos. Todo eso debilita al dólar, aun dominante y responsable del 42% de las transacciones generales realizadas en el mundo.
-Con los nuevos desafíos al hegemonismo americano/atlantista en America Latina (Mercosur, Alba…), ahora algo eclipsados por el golpe de estado en curso en Brasil, la erosión del chavismo en Venezuela, el gobierno de Macri en Argentina y los cambios en Ecuador…, lo que no impide que siga siendo difícil imaginar un regreso al estado de cosas vigente en el subcontinente en los años setenta.
-En Eurasia, donde por primera vez en treinta años se ha visto (en Ucrania) una respuesta militar rusa (Crimea, Donbas) al expansionismo occidental, algo que explica la demonización mediática de Putin mucho más que cualquiera de sus desmanes autocráticos.
-En el Mar de China Meridional, donde se ven claras actitudes de advertencia ante el pivot to Asia de Estados Unidos (desplazamiento allí del grueso de su fuerza aeronaval): China advierte que no se va a dejar acosar por más que Estados Unidos y Japón utilicen el espantajo norcoreano como excusa para construir y mantener el mismo círculo de hierro que atosiga a Rusia en su entorno. El fortalecimiento del liderazgo de Xi Jingping, tiene que ver con eso y no con las simplezas que se dicen sobre el “nuevo Mao”, ignorando los cambios que la sociedad china ha experimentado desde entonces…
-Vemos la sorprendente, arriesgada y de momento exitosa intervención militar rusa en Siria, que ha impedido una nueva operación de cambio de régimen allí, sobre el estremecedor panorama de ruinas y matanza en aquel país. Esa victoria ha eclipsado en gran parte el papel de Estados Unidos en la región, activando importantes actores regionales (Turquía, Irán) y rompiendo alineamientos como el de Turquía con la OTAN…
Todo eso son contracciones del parto de la multipolaridad.
La pregunta que se presenta es la de si esta reconfiguración, a la vez geopolítica y económica, desembocará en un nuevo consenso multilateralista-multipolar, en el que los diversos actores mundiales, tradicionales y emergentes, alcanzarán nuevas normas y acuerdos de coexistencia consensuados, o si por el contrario nos dirigimos hacia una dinámica bélica de imperios combatientes.
Este me parece que es el contexto que define y sitúa la crisis de la Unión Europea: 1-su no participación en el tránsito a la multipolaridad como sujeto autónomo y 2-su mala posición para las enmiendas a la globalización actualmente en curso.
El primer punto no precisa mayor explicación: la UE no tiene política exterior propia. Es una orquesta desafinada (en gran parte por la OTAN) que va a remolque de Estados Unidos, no sin contradicciones (que van a más: por ejemplo el pleito con el gaseoducto Nord Stream que enfrenta a Alemania y grandes compañías europeas con Trump, o con la ruptura del acuerdo con Irán donde Alemania y Francia tienen grandes negocios).
El segundo punto necesita más detenimiento porque es el que explica mejor la actual espiral desintegradora de la UE.
II) ESPIRAL DESINTEGRADORA
En su última encarnación, entre 1990 y 2000, la Europa alemana de Maastrich (1992: euro, BCE, primacía del derecho europeo sobre el nacional), fue la locomotora de la globalización neoliberal. Representaba la organización supranacional más integrada del mundo. Su diseño fue muy rígido, a la medida del interés nacional de Alemania, de su estrategia exportadora y de su demografía menguante de ancianos rentistas con fondos de pensiones colocados en las burbujas bancarias. Eso explica muchas de las enormes dificultades actuales de la UE, tanto hacia fuera como hacia adentro:
Hacia fuera: ante las enmiendas a la globalización para la que fue rígidamente diseñada. Hacia adentro: ante toda una serie de países cuyos intereses nacionales son diferentes de los alemanes y chocan con ellos en el interior de la UE.
Se impone un cambio. Cierta deconstrucción, pero la UE se parece a un vehículo obligado a retroceder para reubicarse pero que carece de marcha atrás. Comparado con cualquiera de los otros actores (EE.UU, China, etc) ese vehículo parece muy mal dotado para las enmiendas a la globalización. Cada movimiento que se efectúa para adaptarse a la realidad, cerrando fronteras ante la emigración exterior o restringiendo movimientos y posibilidades laborales en su interior, genera disconformidades y tensiones soberanistas desintegradoras de distinto signo en los estados-nación.
Nada más lógico teniendo en cuenta el espectacular encogimiento de las soberanías nacionales de los Estados de la UE que hemos citado en tantas ocasiones:
-Los bancos centrales son “independientes”, la moneda común impide ajustes y devaluaciones, los ministerios de economía son meros ejecutores de directivas decididas en la UE, la OMC, el FMI…
-El derecho europeo tiene mayor rango que el nacional, pese a carecer de un fundamento democrático: es legal, pero no legítimo.
-Y la política exterior y de defensa viene encuadrada por una estrategia (americana) organizada a través de la OTAN que es no solo exterior a la nación, sino a la propia UE.
-¿Qué le queda a la soberanía popular, al sujeto que vota en unas elecciones nacionales? Muy poco. Y encima, esa desposesión ha sido santuarizada, blindada en normas y tratados para hacerla irreversible.
En época de vacas gordas todo esto no era demasiado problema (aunque en los países democráticamente más exigentes y despiertos hubo toda una serie de referéndums que cuestionaron aspectos de la construcción: ocho referéndums, todos, menos el británico ignorados), pero la crisis financiera y sus recetas lo cambiaron todo. Cuando de lo que se trata es de cambiar cosas fundamentales, todo se descompone.
Además la “idea europea” sufre cierta muerte espiritual. Después de haber sido atracados en nombre de Europa (rescate bancos, conversión de deuda privada en deuda pública, drásticos recortes en el estado social…) y después de constatar que no hay soberanía en decisiones fundamentales, muchos europeos, incluso los que recibimos fondos de cohesión, miran a la UE con otros ojos. Donde antes se veían ventajas y progresos, ahora se abren paso desventajas y retrocesos. Eso tiene diversas manifestaciones, en el Norte, en el Sur, en el Este y en el Oeste, pero se produce un poco por todas partes; referéndums, “populismos”, avances de la extrema derecha y -más débiles- nuevos altermundismos y eurocriticismos de izquierda.
Para impedir, para salir al paso de todo eso, habría que corregir, cuestionar y cambiar las normas de funcionamiento de esta UE neoliberal, que provocan todos esos descontentos, esas involuciones sociales y esos referéndums de contestación, pero:
– ¿Cómo hacerlo si sus tratados fundamentales, se diseñaron para eso y además están blindados (“No hay democracia fuera de los tratados europeos”, ha dicho Juncker).
-Parece que para cambiar las cosas, la UE, tal como la conocemos, debería negarse a si misma, pero, ¿puede un establishment administrativo no electo, al servicio de los intereses oligárquicos, practicar tal ejercicio desde Bruselas?
-Y si eso no es posible sin la ciudadanía, ¿cómo puede intervenir una ciudadanía, el pueblo, en el marco europeo, si la ciudadanía europea y el pueblo europeo no existen? (existen el pueblo francés, español, húngaro, pero no el “pueblo europeo”)
-¿Está entonces la respuesta a este embrollo en los Estados es decir allí donde hay soberanía y elecciones?
-¿Sería, por tanto, la suma de toda una serie de respuestas ciudadanas estatales la solución para generar una reforma en profundidad de la UE…?
Mientras esas preguntas no se responden, constatamos que la Unión Europea está estancada: No está siendo un factor de la reconfiguración en curso. No está participando como actor autónomo en ese parto de la multipolaridad que antes describíamos. Geopolíticamente va a remolque y el gran vector que apunta sugiere que más bien se dirige y contribuye a un escenario de los imperios combatientes: La “Europa de la defensa”, con mayor gasto militar (ver las últimas cifras del SIPRI) y protagonismo intervencionista para garantizar el “acceso” a recursos disputados y vías comerciales amenazadas…
Tampoco está creando enmiendas a la globalización desde sus instituciones. Esas enmiendas ocurren desordenada y unilateralmente en los estados nacionales; Polonia no acepta esto, Hungría aquello, Alemania decide en solitario abrirse a los emigrantes y luego decide cerrar sus puertas, los británicos votan irse, los franceses murmuran, los italianos, los catalanes…Y todo eso crea conflictos y tensiones de signo desintegrado que configuran un panorama de cinco brechas que sugiere una balcanización disgregadora:
III) CINCO BRECHAS
1-La brecha del eje franco-alemán (intereses nacionales divergentes han acabado con tal eje. Hay una sumisión de Francia a Alemania a costa de sus intereses nacionales. El Presidente Macron, última esperanza, propone más inversión pública, más flexibilidad, presupuesto común y ministro de finanzas común, parlamento de la zona euro…cosas que Alemania no está dispuesta a conceder, y ahora menos todavía con un Bundestag lleno de ultraderechistas. Y ese fracaso era la compensación ofrecida a los franceses a cambio de destruir su estado social y sus servicios públicos -entre los mejores del continente- en línea con las exigencias de la política germano-europea.
2-La brecha Norte/Sur entre los Pigs y países beneficiarios del euro
3-La del brexit. Aquí hay que decir que el propósito de Bruselas de que la salida británica salga ejemplarmente mal, no está garantizado, pues el Reino Unido es duro de pelar negociará con brío y tiene bazas notables como la city y el vínculo directo con Washington. Por todo ello vale la pena preguntarse qué pasaría si al Reino Unido le fueran bien las cosas fuera de la UE y que mensaje lanzará eso a otros países europeos…
4-La Este/oeste (Visegrad, desencanto, nueva dependencia a 25 años de la emancipación de la tutela soviética del antiguo bloque).
5-La brecha regional: No solo Escocia o Catalunya, sino también y sobre todo multitud de tensiones nacionales y regionales en los Balcanes y en Europa Central/Oriental: posibles roces de Rumanía con Ucrania por la Bukovina, de Hungría con Ucrania por Rutenia, de Hungría con Eslovaquia (por los derechos de la minoría magiar) y con Rumania por Transilvania, la tensión bélica de Ucrania con Rusia en Donbas y Crimea, la voluntad del norte de Kosovo de unirse a Serbia, de los serbios y croatas de Bosnia por configurar sus propias repúblicas, las tensiones en Macedonia… ¿Quién se atrevería en este contexto a abrir la caja de Pándora del “derecho a la autodeterminación” en Europa?
La suma de estas cinco brechas producto del estancamiento es una crisis fenomenal ¿Es reconducible o es irreversible? Les adelanto que no voy a responder a la cuestión que da título a esta intervención, por simple humildad, pero sí diré que, subjetivamente, a mí me parece irreversible. Quizá por haber ya presenciado algo impensable: la disolución de un superestado como era la URSS. Claro que las circunstancias y contextos eran diferentes, pero la impresión en el espectador queda ahí…No lo puedo evitar.
Por otro lado, pienso que el vacío no existe. Con la UE estancada, otras fórmulas europeas ocuparían su lugar, nuevas asociaciones, etc. Por ahí veo un vector reconducible. No creo en un escenario de disolución, un 8 de diciembre de 1991 en Bruselas (el día en que tres presidentes de repúblicas soviéticas declararon disuelta la URSS, no me imagino algo así con Alemania, Francia e Italia, por ejemplo), porque la necesidad de organizar vínculos entre los estados europeos permanecerá de una u otra forma.
Lo más probable parece una especie de regreso al consenso entre estados en detrimento de lo supranacional. Así lo sugiere el fracaso manifiesto de Macron con sus propósitos federalizantes (presupuesto europeo significativo, ministro de finanzas común, listas transnacionales en el parlamento europeo, etc.) que Alemania no piensa aceptar. Ahí está el manifiesto del 8 de marzo de ocho estados del norte -Dinamarca, Holanda, Suecia, Finlandia, Irlanda, Estonia, Lituania y Letonia- contra cualquier reforma del euro sobre bases supranacionales: “la toma de decisiones debe mantenerse firmemente en las manos de los estados miembros”, señala el manifiesto que Alemania ha bendecido…
Pero en cualquier caso, la actual inoperancia de la UE la aparta de los grandes vectores de nuestro tiempo y recuerda a la de un muerto viviente. Eso me hace pensar en el precedente de la Sociedad de Naciones (1918-1946).
La Sociedad de Naciones fue inoperante para los retos de su tiempo; para Abisinia, Libia, la China invadida por Japón, para los sudetes y el Anschluss de Hitler, para la enormidad de la II Guerra Mundial… y cuando se disolvió, en 1946, nadie la echó a faltar porque era un cadáver. Pero, claro, aquel cadáver dio lugar a otro sujeto: la ONU. Esta es la analogía que se me ocurre con la UE que hoy tenemos y que vemos apagarse mientras va perdiendo los trenes del tiempo mundial.
(*) Publicado en Contexto. Este artículo sigue el hilo de la conferencia pronunciada el 20 de abril en el Forum de Debats de Vic.
https://rafaelpoch.com/2018/05/10/la-crisis-de-la-ue-irreversible-o-reconducible/
Con 500 millones de habitantes y representando el 25% del PIB global, la Unión Europea no puede ser abordada como si se tratara de un país, sino que debe serlo como lo que es: una parte del mundo. Así que para abordar su crisis hay que situarla primero en el momento general del mundo. Ese “momento mundial” contiene dos tendencias muy relacionadas; 1-El paso a la multipolaridad que ahora vivimos -lleno de tensiones bélicas, y 2- Las enmiendas a la globalización actualmente en curso.
Sobre lo primero, venimos de una realidad bipolar, la de la guerra fría, inquietante pero relativamente estable. Hemos pasado por el desastroso intermedio del ensayo de una hegemonía en solitario de Estados Unidos (desde Afganistán a Libia, pasando por Iraq) y nos dirigimos hacia una situación de multipolaridad, a un mundo con diversos centros de poder.
Este cambio en la correlación de fuerzas, afecta a la globalización, tal como ha sido entendida en los últimos 30 años, y así entramos en lo segundo.
La globalización del libre cambio va bien cuando se es el más fuerte. Por eso durante mucho tiempo ese concepto fue una especie de seudónimo del dominio mundial de Estados Unidos. Ahora el marco ha cambiado.
Algunos emergentes (China es el caso más flagrante) han realizado la proeza de fortalecerse jugando hábilmente en esa globalización que era el terreno de juego creado por occidente contra el mundo en desarrollo (un “occidente” entendido como “la tríada” de Samir Amin; Estados Unidos+EU+Japón). Además, aunque ese occidente siga siendo el más fuerte en todos los terrenos (económico, militar, industria cultural, mediático…) ya no es lo que era antes:
Cuando se diseñaron las actuales instituciones, la economía de EEUU representaba el 40% del PIB mundial y chinos e indios no pesaban casi nada en el mundo. Ahora la economía de Estados Unidos representa el 15%. No es lo mismo.
Por eso, tanto los EE.UU de Trump como el brexit (los anglosajones) y la Europa del Este están acometiendo una enmienda a la globalización tal como se entendía, un regreso al énfasis en la soberanía nacional y el proteccionismo: a una globalización atenta a los intereses nacionales (“pro-trade nationalism”). Hay que decir que China se metió en la globalización ya desde esa enmienda, por lo que hay que considerarla como la verdadera anticipadora de esa mudanza.
Hemos dicho que esas dos tendencias de cambio están interrelacionadas y sus señales aparecen por doquier:
-Con el “América first” de Trump y sus nuevos aranceles a la producción importada.
-Cuando China presiona a Arabia Saudí para que le venda su petróleo en yuanes a fin de convertir el yuan en moneda de referencia internacional a partir de este año, aprovechando que la demanda energética de Asia Oriental es más importante para los países del Golfo que la de Estados Unidos. Todo eso debilita al dólar, aun dominante y responsable del 42% de las transacciones generales realizadas en el mundo.
-Con los nuevos desafíos al hegemonismo americano/atlantista en America Latina (Mercosur, Alba…), ahora algo eclipsados por el golpe de estado en curso en Brasil, la erosión del chavismo en Venezuela, el gobierno de Macri en Argentina y los cambios en Ecuador…, lo que no impide que siga siendo difícil imaginar un regreso al estado de cosas vigente en el subcontinente en los años setenta.
-En Eurasia, donde por primera vez en treinta años se ha visto (en Ucrania) una respuesta militar rusa (Crimea, Donbas) al expansionismo occidental, algo que explica la demonización mediática de Putin mucho más que cualquiera de sus desmanes autocráticos.
-En el Mar de China Meridional, donde se ven claras actitudes de advertencia ante el pivot to Asia de Estados Unidos (desplazamiento allí del grueso de su fuerza aeronaval): China advierte que no se va a dejar acosar por más que Estados Unidos y Japón utilicen el espantajo norcoreano como excusa para construir y mantener el mismo círculo de hierro que atosiga a Rusia en su entorno. El fortalecimiento del liderazgo de Xi Jingping, tiene que ver con eso y no con las simplezas que se dicen sobre el “nuevo Mao”, ignorando los cambios que la sociedad china ha experimentado desde entonces…
-Vemos la sorprendente, arriesgada y de momento exitosa intervención militar rusa en Siria, que ha impedido una nueva operación de cambio de régimen allí, sobre el estremecedor panorama de ruinas y matanza en aquel país. Esa victoria ha eclipsado en gran parte el papel de Estados Unidos en la región, activando importantes actores regionales (Turquía, Irán) y rompiendo alineamientos como el de Turquía con la OTAN…
Todo eso son contracciones del parto de la multipolaridad.
La pregunta que se presenta es la de si esta reconfiguración, a la vez geopolítica y económica, desembocará en un nuevo consenso multilateralista-multipolar, en el que los diversos actores mundiales, tradicionales y emergentes, alcanzarán nuevas normas y acuerdos de coexistencia consensuados, o si por el contrario nos dirigimos hacia una dinámica bélica de imperios combatientes.
Este me parece que es el contexto que define y sitúa la crisis de la Unión Europea: 1-su no participación en el tránsito a la multipolaridad como sujeto autónomo y 2-su mala posición para las enmiendas a la globalización actualmente en curso.
El primer punto no precisa mayor explicación: la UE no tiene política exterior propia. Es una orquesta desafinada (en gran parte por la OTAN) que va a remolque de Estados Unidos, no sin contradicciones (que van a más: por ejemplo el pleito con el gaseoducto Nord Stream que enfrenta a Alemania y grandes compañías europeas con Trump, o con la ruptura del acuerdo con Irán donde Alemania y Francia tienen grandes negocios).
El segundo punto necesita más detenimiento porque es el que explica mejor la actual espiral desintegradora de la UE.
II) ESPIRAL DESINTEGRADORA
En su última encarnación, entre 1990 y 2000, la Europa alemana de Maastrich (1992: euro, BCE, primacía del derecho europeo sobre el nacional), fue la locomotora de la globalización neoliberal. Representaba la organización supranacional más integrada del mundo. Su diseño fue muy rígido, a la medida del interés nacional de Alemania, de su estrategia exportadora y de su demografía menguante de ancianos rentistas con fondos de pensiones colocados en las burbujas bancarias. Eso explica muchas de las enormes dificultades actuales de la UE, tanto hacia fuera como hacia adentro:
Hacia fuera: ante las enmiendas a la globalización para la que fue rígidamente diseñada. Hacia adentro: ante toda una serie de países cuyos intereses nacionales son diferentes de los alemanes y chocan con ellos en el interior de la UE.
Se impone un cambio. Cierta deconstrucción, pero la UE se parece a un vehículo obligado a retroceder para reubicarse pero que carece de marcha atrás. Comparado con cualquiera de los otros actores (EE.UU, China, etc) ese vehículo parece muy mal dotado para las enmiendas a la globalización. Cada movimiento que se efectúa para adaptarse a la realidad, cerrando fronteras ante la emigración exterior o restringiendo movimientos y posibilidades laborales en su interior, genera disconformidades y tensiones soberanistas desintegradoras de distinto signo en los estados-nación.
Nada más lógico teniendo en cuenta el espectacular encogimiento de las soberanías nacionales de los Estados de la UE que hemos citado en tantas ocasiones:
-Los bancos centrales son “independientes”, la moneda común impide ajustes y devaluaciones, los ministerios de economía son meros ejecutores de directivas decididas en la UE, la OMC, el FMI…
-El derecho europeo tiene mayor rango que el nacional, pese a carecer de un fundamento democrático: es legal, pero no legítimo.
-Y la política exterior y de defensa viene encuadrada por una estrategia (americana) organizada a través de la OTAN que es no solo exterior a la nación, sino a la propia UE.
-¿Qué le queda a la soberanía popular, al sujeto que vota en unas elecciones nacionales? Muy poco. Y encima, esa desposesión ha sido santuarizada, blindada en normas y tratados para hacerla irreversible.
En época de vacas gordas todo esto no era demasiado problema (aunque en los países democráticamente más exigentes y despiertos hubo toda una serie de referéndums que cuestionaron aspectos de la construcción: ocho referéndums, todos, menos el británico ignorados), pero la crisis financiera y sus recetas lo cambiaron todo. Cuando de lo que se trata es de cambiar cosas fundamentales, todo se descompone.
Además la “idea europea” sufre cierta muerte espiritual. Después de haber sido atracados en nombre de Europa (rescate bancos, conversión de deuda privada en deuda pública, drásticos recortes en el estado social…) y después de constatar que no hay soberanía en decisiones fundamentales, muchos europeos, incluso los que recibimos fondos de cohesión, miran a la UE con otros ojos. Donde antes se veían ventajas y progresos, ahora se abren paso desventajas y retrocesos. Eso tiene diversas manifestaciones, en el Norte, en el Sur, en el Este y en el Oeste, pero se produce un poco por todas partes; referéndums, “populismos”, avances de la extrema derecha y -más débiles- nuevos altermundismos y eurocriticismos de izquierda.
Para impedir, para salir al paso de todo eso, habría que corregir, cuestionar y cambiar las normas de funcionamiento de esta UE neoliberal, que provocan todos esos descontentos, esas involuciones sociales y esos referéndums de contestación, pero:
– ¿Cómo hacerlo si sus tratados fundamentales, se diseñaron para eso y además están blindados (“No hay democracia fuera de los tratados europeos”, ha dicho Juncker).
-Parece que para cambiar las cosas, la UE, tal como la conocemos, debería negarse a si misma, pero, ¿puede un establishment administrativo no electo, al servicio de los intereses oligárquicos, practicar tal ejercicio desde Bruselas?
-Y si eso no es posible sin la ciudadanía, ¿cómo puede intervenir una ciudadanía, el pueblo, en el marco europeo, si la ciudadanía europea y el pueblo europeo no existen? (existen el pueblo francés, español, húngaro, pero no el “pueblo europeo”)
-¿Está entonces la respuesta a este embrollo en los Estados es decir allí donde hay soberanía y elecciones?
-¿Sería, por tanto, la suma de toda una serie de respuestas ciudadanas estatales la solución para generar una reforma en profundidad de la UE…?
Mientras esas preguntas no se responden, constatamos que la Unión Europea está estancada: No está siendo un factor de la reconfiguración en curso. No está participando como actor autónomo en ese parto de la multipolaridad que antes describíamos. Geopolíticamente va a remolque y el gran vector que apunta sugiere que más bien se dirige y contribuye a un escenario de los imperios combatientes: La “Europa de la defensa”, con mayor gasto militar (ver las últimas cifras del SIPRI) y protagonismo intervencionista para garantizar el “acceso” a recursos disputados y vías comerciales amenazadas…
Tampoco está creando enmiendas a la globalización desde sus instituciones. Esas enmiendas ocurren desordenada y unilateralmente en los estados nacionales; Polonia no acepta esto, Hungría aquello, Alemania decide en solitario abrirse a los emigrantes y luego decide cerrar sus puertas, los británicos votan irse, los franceses murmuran, los italianos, los catalanes…Y todo eso crea conflictos y tensiones de signo desintegrado que configuran un panorama de cinco brechas que sugiere una balcanización disgregadora:
III) CINCO BRECHAS
1-La brecha del eje franco-alemán (intereses nacionales divergentes han acabado con tal eje. Hay una sumisión de Francia a Alemania a costa de sus intereses nacionales. El Presidente Macron, última esperanza, propone más inversión pública, más flexibilidad, presupuesto común y ministro de finanzas común, parlamento de la zona euro…cosas que Alemania no está dispuesta a conceder, y ahora menos todavía con un Bundestag lleno de ultraderechistas. Y ese fracaso era la compensación ofrecida a los franceses a cambio de destruir su estado social y sus servicios públicos -entre los mejores del continente- en línea con las exigencias de la política germano-europea.
2-La brecha Norte/Sur entre los Pigs y países beneficiarios del euro
3-La del brexit. Aquí hay que decir que el propósito de Bruselas de que la salida británica salga ejemplarmente mal, no está garantizado, pues el Reino Unido es duro de pelar negociará con brío y tiene bazas notables como la city y el vínculo directo con Washington. Por todo ello vale la pena preguntarse qué pasaría si al Reino Unido le fueran bien las cosas fuera de la UE y que mensaje lanzará eso a otros países europeos…
4-La Este/oeste (Visegrad, desencanto, nueva dependencia a 25 años de la emancipación de la tutela soviética del antiguo bloque).
5-La brecha regional: No solo Escocia o Catalunya, sino también y sobre todo multitud de tensiones nacionales y regionales en los Balcanes y en Europa Central/Oriental: posibles roces de Rumanía con Ucrania por la Bukovina, de Hungría con Ucrania por Rutenia, de Hungría con Eslovaquia (por los derechos de la minoría magiar) y con Rumania por Transilvania, la tensión bélica de Ucrania con Rusia en Donbas y Crimea, la voluntad del norte de Kosovo de unirse a Serbia, de los serbios y croatas de Bosnia por configurar sus propias repúblicas, las tensiones en Macedonia… ¿Quién se atrevería en este contexto a abrir la caja de Pándora del “derecho a la autodeterminación” en Europa?
La suma de estas cinco brechas producto del estancamiento es una crisis fenomenal ¿Es reconducible o es irreversible? Les adelanto que no voy a responder a la cuestión que da título a esta intervención, por simple humildad, pero sí diré que, subjetivamente, a mí me parece irreversible. Quizá por haber ya presenciado algo impensable: la disolución de un superestado como era la URSS. Claro que las circunstancias y contextos eran diferentes, pero la impresión en el espectador queda ahí…No lo puedo evitar.
Por otro lado, pienso que el vacío no existe. Con la UE estancada, otras fórmulas europeas ocuparían su lugar, nuevas asociaciones, etc. Por ahí veo un vector reconducible. No creo en un escenario de disolución, un 8 de diciembre de 1991 en Bruselas (el día en que tres presidentes de repúblicas soviéticas declararon disuelta la URSS, no me imagino algo así con Alemania, Francia e Italia, por ejemplo), porque la necesidad de organizar vínculos entre los estados europeos permanecerá de una u otra forma.
Lo más probable parece una especie de regreso al consenso entre estados en detrimento de lo supranacional. Así lo sugiere el fracaso manifiesto de Macron con sus propósitos federalizantes (presupuesto europeo significativo, ministro de finanzas común, listas transnacionales en el parlamento europeo, etc.) que Alemania no piensa aceptar. Ahí está el manifiesto del 8 de marzo de ocho estados del norte -Dinamarca, Holanda, Suecia, Finlandia, Irlanda, Estonia, Lituania y Letonia- contra cualquier reforma del euro sobre bases supranacionales: “la toma de decisiones debe mantenerse firmemente en las manos de los estados miembros”, señala el manifiesto que Alemania ha bendecido…
Pero en cualquier caso, la actual inoperancia de la UE la aparta de los grandes vectores de nuestro tiempo y recuerda a la de un muerto viviente. Eso me hace pensar en el precedente de la Sociedad de Naciones (1918-1946).
La Sociedad de Naciones fue inoperante para los retos de su tiempo; para Abisinia, Libia, la China invadida por Japón, para los sudetes y el Anschluss de Hitler, para la enormidad de la II Guerra Mundial… y cuando se disolvió, en 1946, nadie la echó a faltar porque era un cadáver. Pero, claro, aquel cadáver dio lugar a otro sujeto: la ONU. Esta es la analogía que se me ocurre con la UE que hoy tenemos y que vemos apagarse mientras va perdiendo los trenes del tiempo mundial.
(*) Publicado en Contexto. Este artículo sigue el hilo de la conferencia pronunciada el 20 de abril en el Forum de Debats de Vic.
https://rafaelpoch.com/2018/05/10/la-crisis-de-la-ue-irreversible-o-reconducible/
sábado, 12 de mayo de 2018
Cambridge Analytica no cierra, cambia de piel: la manipulación sigue
CLAE
La consultora británica Cambridge Analytica, la que protagonizó el escándalo por el uso de datos de millones de usuarios de Facebook, anunció el cese inmediato de todas las operaciones e inició su proceso de quiebra, pero simplemente cambia de piel y seguirá sus manipulaciones con otros nombres, amenazando la pureza de las elecciones en varios países, entre ellos Argentina, Colombia y México.
La compañía británica culpó de su quiebra a las denuncias de manipulación política que inundaron los medios internacionales en los últimos, pero lo cierto (y que no dice) es que sus principales activos ya trabajan en una empresa con fines similares llamada Emerdata.
No es de extrañar que muchos medios del primer mundo se han hecho eco de la maniobra, aun cuando el británico Financial Times cita a exempleados que afirman que la empresa podría reinventarse con un nombre diferente, teniendo en cuenta que "Cambridge Analytica como marca es absolutamente tóxica (…) aunque, seguramente, SCL Group surgirá reencarnada o quizá disfrazada".
La entidad registradora pública de empresas y organizaciones del Reino Unido, Companies House, develó que existe una compañía llamada Emerdata Limited, “con sede en las mismas oficinas que SCL Elections y dirigida por la misma administración e inversores que Cambridge Analytica”. Incluso se describe a sí misma como una organización de "procesamiento de datos, alojamiento y actividades relacionadas", una actividad similar a la que decía realizar la empresa
El 21 de marzo Business Insider destapó la existencia de Emerdata Limited, en cuyo consejo de administración aparecen una serie de nombres directamente vinculados con Cambridge Analytica y SCL Group. Alexander Taylor fue nombrado director de Emerdata el 28 de marzo en sustitución del dimitido Alexander Nix. Otro directivo de SCL Group, Julian Wheatland, aparece en los registros como directivo de Emerdata.
Nix, quien reconoció que trabajó en elecciones en países de todos los continentes, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Nigeria, Kenia y República Checa, dejó la compañía justo tras estallar el escándalo de los datos de Facebook (o lo hizo estallar) y a raíz de un vídeo grabado por la televisión británica con cámara oculta donde hizo toda clase de comentarios inapropiados como ofrecer grandes cantidades de dinero a un candidato y amenazarle con publicarlo, para intentar extorsionarlo.
Jennifer y Rebekah Mercer, hijas del millonario Robert Mercer —fundador y financiador de Cambridge Analytica, y financista de la campaña presidencial de Donald Trump— quienes detentaban cargos de responsabilidad en Cambridge Analytica, también aparecen como directivos de Emerdata desde el 16 de marzo, en pleno estallido público del escándalo.
Es más, según Business Insider, entre los responsables de Emerdata también aparece Johnson Chun Shun Ko, un ejecutivo chino de Frontier Services Group, la firma militar presidida por el prominente partidario de Trump Erik Prince, fundador de la contratista militar estadounidense Blackwater US, y hermano de la secretaria de educación de Estados Unidos, Betsy DeVos.
Emerdata se constituyó en agosto de 2017, pero ha registrado bastante actividad desde que el escándalo del uso ilegítimo de los datos de Facebook llegó a los titulares en marzo de este año, incluidos los ya mencionados nombramientos de directivos provenientes, precisamente, de Cambridge Analytica.
Una provocada autoquiebra
Cambridge Analytica anunció también que en breve anunciará una bancarrota para su central en Londres y sus filiales en Estados Unidos. Todo esto pareciera un puesta en escena para hacer creer que muerta la empresa se terminó el mal. Pero es obvio que seguirán, con otro nombre las mismas manipulaciones.
En marzo pasado, Christopher Wylie, uno de sus fundadores, denunció que esa consultora había utilizado de manera ilegal la información de 50 millones de usuarios en Facebook.
Recién cuando el escándalo tomó dimensión global, Facebook reconoció que la consultora británica había accedido (¿o comprado?) a la información personal de al menos 87 millones de usuarios y la había utilizado para crear perfiles de votantes.
Wylie desnudó ante la Cámara de los Comunes británica la mecánica interna de la consultora, y denunció puntualmente la manipulación que realizó la empresa durante la campaña por la salida de Reino Unido de la Unión Europea a favor del Brexit, que incidieron en el resultado del referéndum de la UE.
AggregateIQ (AIQ), una empresa canadiense, trabajó con Cambridge Analytica durante la campaña a favor del Brexit y desarrolló un software denominado Ripon que utilizaba algoritmos de datos de Facebook para apuntar a ciertos perfiles ideológicos más abiertos al discurso anti UE, explicó Wylie. AIQ desempeñó un “papel muy significativo” en la victoria del Brexit en el Reino Unido, dijo.
Esta denuncia desató todo tipo de versiones y rumores en Estados Unidos, en donde Cambridge Analytica trabajó en la campaña presidencial de Donald Trump. El vínculo entre la consultora y el presidente republicano no es sólo laboral. Uno de los dueños de la compañía es el multimillonario estadounidense Robert Mercer, uno de los impulsores de la llamada derecha alternativa norteamericana, el movimiento de extrema derecha que apoyó desde el inicio al magnate inmobiliario.
Pero Cambridge Analytica no fue la única que recibió golpes por este escándalo. Facebook tuvo una caída abrupta en la bolsa estadounidense y una disminución igual de fuerte en su número de usuarios.
Facebook, una de las señaladas por las autoridades fiscales americana y europeas por disfrutar de las ventajas impositivas que confieren las regulaciones mercantiles y tributarias a los domicilios sociales y fiscales y el principal agente empresarial involucrado en los cambios de tendencia en las urnas británicas y estadounidenses en 2016, gestiona más de 300 millones de gigabytes en información personal de sus usuarios.
Estos datos equivalen a que cada uno de ellos tuviera archivados 126 e-books en sus cuentas, y un arsenal de perfiles que le permite disponer de una de las plataformas on line más importante del mundo, indispensable para beneficiarse de modelos de negocio que amplían consumidores y diversifican mercados al calor del incremento productivo de los robots y la automatización industrial.
Todo esto acontece apenas dos decenios después de que Sergey Brin y Larry Page registraran el dominio google.com y once de que Steve Jobs presentara en sociedad, en San Francisco, el primer iPhone. Mientras, Facebook sigue creando perfiles de usuarios y los algoritmos que usara Cambridge Analytica siguen a disposición de quien los quiera (o pueda) pagar.
Ricardo Carnevali: Doctorando en Comunicación Estratégica, Investigador del Observatorio en Comunicación y Democracia, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la )
El hundimiento de Cristina Cifuentes. Sitiada por todos, le va como un guante la famosa frase de Jimmy McNulty ('The Wire'): “Pueden masticarte, pero tendrán que escupirte”.
Cuenta Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) que le gusta tanto el cine que en alguna ocasión compró las dos butacas vecinas para poder ver una película en paz. Si ese cine fuese del PP, hoy no le haría falta comprarlas.
Se trata de una situación inédita para una política que a los 16 años entró en la sede de Nuevas Generaciones de Alianza Popular para que le firmase Jorge Verstrynge el carnet del partido. 35 años después, a Verstrynge lo detuvieron durante una manifestación acusado de golpear a un agente —fue absuelto— y le envió un mensaje a Cifuentes desde el calabozo para decirle que “su policía” lo estaba tratando con mucha educación. Mantienen una vieja y cordial amistad que no impide ataques políticos de primer orden: “Le viene bien la violencia”, dejó dicho Verstrynge del paso de Cifuentes por la delegación del Gobierno.
Para entonces Cristina Cifuentes ya era la primera delegada-estrella de la política española al modo en que lo fue Baltasar Garzón de la judicatura: no hay precedentes de nadie tan famoso; si el juez aterrizó en el pazo de un narco, Cifuentes lo hizo en 10.000 manifestaciones contabilizadas a su paso por la Delegación del Gobierno de Madrid. Quiso recortar ese derecho, el de manifestarse, y Jueces para la Democracia le avisó de que se estaba situando “fuera de la Constitución”. En una de las salas de la Comunidad tiene, entre relieves de pavos reales, cuadros orientales y estampas de su adorado Tintín, un centro de mesa con los cascotes que los manifestantes tiraron a los agentes en los enfrentamientos del 22-M. Prohibió la exhibición de símbolos republicanos en la calle durante los fastos de la coronación de Felipe VI, hecho por el que el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo admitió a trámite una querella de la Coordinadora 25s contra ella.
Es hija de dos gallegos, el general de artillería coruñés José Luis Cifuentes y la ourensana Fuenciscla Cuencas, encargada de llevar una casa con ocho hijos (Cifuentes es la séptima). Su madre vive en Navas de Riofrío, en Segovia, donde falleció su padre de alzheimer en 2015. En uno de sus últimos instantes de lucidez quiso desplazarse a Madrid en 2012 cuando vio a su hija pequeña rodeada en la calle por una turba que la increpó cuando se dirigía a casa con la compra. De aquel famoso escrache sobrevive la imagen icónica de Cifuentes soportando gritos e insultos a medio metro de su cara. No fue su momento más delicado. Un año después su corazón se paró dos veces tras un accidente de moto que la tuvo entre la vida y la muerte. Llegó a querer morir en la UCI a causa del sufrimiento, según confesó: “Me perdoné a mí misma y a todos, y algo ha quedado de eso”.
¿Eres más de Esperanza Aguirre o de Mariano Rajoy?, le preguntaron hace muchos años. “Eso es como elegir entre papá y mamá”, respondió. Tiempo después la madre se convirtió en madrastra. Con Aguirre empezó en la política y terminó enfrentada hasta que en 2015 todo saltó por los aires. El partido pidió a Aguirre, candidata a la Alcaldía, retirarse antes de las elecciones de la dirección del PP de Madrid en favor de Cifuentes, candidata a la Comunidad, y ella llamó a la Cope para preguntar si es que la tenían “por un monigote”. En la misa de aniversario por las víctimas del 11-M, cuando tenían que darse la mano, Aguirre se acercó a Cifuentes para pedirle el “besito de la paz”. Se lo dieron, y al salir, en el Bosque de los Ausentes, Aguirre le pidió otro casi sin mover los labios, como habla Aguirre cuando besa y cuando ejecuta: “Otro besito que hay periodistas y van a pensar que estamos enfadadas”. Cifuentes le dijo cortante que ya se habían dado uno dentro de la iglesia, pero Aguirre insistió: “Pero este besito ya de verdad”.
Su vida política no se entiende sin su vida académica. Hoy más que nunca, pero siempre fue así: de hecho es funcionaria de la Complutense. El periodista Antonio Martín Beaumont, que en 1979 era jefe de las juventudes de AP, le dijo a Alfonso Merlos, autor de Cristina Cifuentes. Sin ataduras (La Esfera, 2016), que Cifuentes llegó al partido interesada en las asociaciones universitarias. En 1984 firmó una manifiesto en Abc contra las movilizaciones estudiantiles de la Complutense y denunció su politización por parte de la izquierda; tres años después hizo íntima amistad con Gustavo Villapalos, Jesús Calvo Soria (que en 1995 influyó para nombrarla directora de un colegio mayor universitario) y Dionisio Ramos (en 2001 fue el presidente del tribunal que ascendió a Cifuentes de categoría en la Universidad).
“Estudié en la Complutense y gané una oposición que me unió para siempre a esta Universidad. También me siento vinculada a la Carlos III y a la Rey Juan Carlos donde estoy haciendo el doctorado”, dijo a la revista Fuera de Serie en 2012, en una entrevista en la que comunica que ese mismo año en el que hace el doctorado, concluye un máster en Derecho Público. El pasado jueves, en su web del partido, no aparece ninguna de las dos cosas: el doctorado no lo terminó y el máster que Cifuentes dice haber hecho no lo incluye en su biografía. Solo cuenta: “Me licencié en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y realicé después el máster en Administración Pública y Dirección de Empresas del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset”. Sí está en su biografía de la Comunidad.
Ese máster, y las declaraciones que sucedieron al máster esgrimiendo un acta falsificada y asegurando que hubo defensa de un trabajo final que no aparece por ninguna parte, ni la defensa ni el trabajo, la ha dejado sola en el partido. Ella, el mirlo blanco que emergió de las aguas más corruptas del partido, las de Madrid, que ha tenido en la cárcel a un presidente de Comunidad y a un secretario general, y decenas de imputados en otras tantas tramas, ha caído en desgracia por una espiral de mentiras que compañeros suyos califican de “irracionales”.
Se evaporó el día en que la periodista Raquel Ejerique publicó en eldiario.es la primera bomba para reaparecer con un directo en redes sociales a medianoche desde su despacho diciendo que no la iban a echar, que ella se quedaba. Mediática entre las mediáticas (“no teme la sobreexposición ni corre al burladero con prisas en pleno temporal”, dijo su biógrafo) desapareció otra vez durante los días en los que continuó un goteo de noticias que evidenciaba el fracaso de su estrategia. También se saltó su socorrido cuerpo a cuerpo con los periodistas dando explicaciones a través de un plasma días antes de aparecer sonriendo en el pleno en que se abordó su máster. “Para fastidiar hay que sonreír siempre”, recomienda siempre a quien le pide consejo, la versión edulcorada del “dientes, dientes, que es lo que les jode” de Isabel Pantoja.
Republicana y partidaria del aborto
Se declara republicana (del republicanismo exótico que antes era juancarlista y ahora felipista, aunque reconoce que “no es lógico que la jefatura del Estado lo sea de manera hereditaria y no por votación”) y es partidaria del aborto, del matrimonio homosexual y agnóstica. Durante la visita del Papa asistió como invitada a un canal conservador y contó luego a EL PAÍS que fue una de sus experiencias más duras, ”al no poder decir durante una hora que no tenía nada clara la existencia de Dios”. Es blanco habitual de la derecha del PP y más allá, y las ha tenido tiesas con grupos ultras como Hazte Oír. Le encanta Borges y ha contado cómo en una ocasión lo vio, desde la ventana de su cuarto, paseando por Santander y se tiró a la calle casi en pijama a pedirle un autógrafo. Fue la visita del escritor argentino en 1984 en la que, cuenta Maruja Torres tras hacerle una memorable entrevista (“empiezo a sospechar quién soy, sé que mi destino es literario y que no debo quejarme de ello”), un empleado del aeropuerto agarró su silla de ruedas, lo separó de la comitiva y se lo llevó por el aeropuerto adelante hasta meterlo en una sala y dejarlo cara a la pared; “¿qué le ha parecido Santander, don José Luis?”, le preguntó un periodista para rematarlo.
En Sevilla, durante la convención nacional de PP, Cristina Cifuentes recibió una larga y cálida ovación en público y se le puso de cara a la pared en privado. Fuentes de la dirección del partido detallan tres hechos que sentaron como un tiro a Mariano Rajoy. Una rueda de prensa media hora antes de que llegase el presidente con los logos y los lemas de la convención contextualizando la polémica, un canutazo al acabar la intervención de Rajoy y, sobre todo, decir que se irá sólo cuando él se lo pida. “Algo que a duras penas va a hacer, porque Rajoy deja la fruta caer sola, y esto lo pone en entredicho y con todos los focos sobre él, debilitándolo cuanto más pase el tiempo y no lo haga”, dice un dirigente.
"A Cristina hay que arroparla con toda la fuerza posible”, dijo en Sevilla un cargo importante del PP mientras Alberto Núñez Feijóo rebatía, como lo hizo en privado durante todo el congreso, que eso estaría bien “si no nos hubiese mentido”. "La presidenta de Madrid ha dado sus explicaciones", dijo Rajoy el viernes. No hay razón, siguió el presidente, para terminar con el acuerdo entre Ciudadanos y PP. Unas fuentes dicen que son declaraciones contextualizadas en nuevos casos de curriculums alterados de la oposición, otras que el respaldo de Rajoy se dirige únicamente al pacto con Ciudadanos: "Por encima de todo está el acuerdo y por tanto la Comunidad". Al PP le alivia que Ciudadanos haya desligado la presión sobre Cifuentes de su apoyo a los presupuestos: "Hubiera sido jaque mate".
Son los pasos tambaleantes de una caída que en Génova datan en 2017, cuando el 2 de mayo Cristina Cifuentes dijo que “el tiempo de los corruptos ha acabado” y se erigió en la encargada de la limpieza de un partido y un tiempo al que ella pertenece desde 1979, como se encargó de decir Rajoy a su círculo íntimo con enfado visible. “[Rajoy] pone precio a la cabeza de Cifuentes”, escribió entonces Rubén Amón en EL PAÍS. Desapareció entonces del club de los elegidos.
Por los móviles de dirigentes del PP circula estos días la captura del Facebook de Joaquín Vázquez, paradójicamente militante hostil a la dirección, antiguo cargo de Nuevas Generaciones (NNGG) que fue candidato a las elecciones europeas de 2009 y que tiene demandado al PP por incumplir los estatutos: “Cifuentes es lo nuevo de lo viejo, es lo viejo que tanto daño ha hecho al Partido Popular”.
Fan declarada de The Wire (Pablo Iglesias, que no sabe que le gusta ver cine sola, la invitó a recordar la serie en el sofá de su casa “porque hay cosas que no has entendido”) a Cristina Cifuentes le viene hoy como un guante, sitiada por todos, la famosa frase de Jimmy McNulty: “Pueden masticarte, pero tendrán que escupirte”.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/14/actualidad/1523720903_612945.html
Se trata de una situación inédita para una política que a los 16 años entró en la sede de Nuevas Generaciones de Alianza Popular para que le firmase Jorge Verstrynge el carnet del partido. 35 años después, a Verstrynge lo detuvieron durante una manifestación acusado de golpear a un agente —fue absuelto— y le envió un mensaje a Cifuentes desde el calabozo para decirle que “su policía” lo estaba tratando con mucha educación. Mantienen una vieja y cordial amistad que no impide ataques políticos de primer orden: “Le viene bien la violencia”, dejó dicho Verstrynge del paso de Cifuentes por la delegación del Gobierno.
Para entonces Cristina Cifuentes ya era la primera delegada-estrella de la política española al modo en que lo fue Baltasar Garzón de la judicatura: no hay precedentes de nadie tan famoso; si el juez aterrizó en el pazo de un narco, Cifuentes lo hizo en 10.000 manifestaciones contabilizadas a su paso por la Delegación del Gobierno de Madrid. Quiso recortar ese derecho, el de manifestarse, y Jueces para la Democracia le avisó de que se estaba situando “fuera de la Constitución”. En una de las salas de la Comunidad tiene, entre relieves de pavos reales, cuadros orientales y estampas de su adorado Tintín, un centro de mesa con los cascotes que los manifestantes tiraron a los agentes en los enfrentamientos del 22-M. Prohibió la exhibición de símbolos republicanos en la calle durante los fastos de la coronación de Felipe VI, hecho por el que el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo admitió a trámite una querella de la Coordinadora 25s contra ella.
Es hija de dos gallegos, el general de artillería coruñés José Luis Cifuentes y la ourensana Fuenciscla Cuencas, encargada de llevar una casa con ocho hijos (Cifuentes es la séptima). Su madre vive en Navas de Riofrío, en Segovia, donde falleció su padre de alzheimer en 2015. En uno de sus últimos instantes de lucidez quiso desplazarse a Madrid en 2012 cuando vio a su hija pequeña rodeada en la calle por una turba que la increpó cuando se dirigía a casa con la compra. De aquel famoso escrache sobrevive la imagen icónica de Cifuentes soportando gritos e insultos a medio metro de su cara. No fue su momento más delicado. Un año después su corazón se paró dos veces tras un accidente de moto que la tuvo entre la vida y la muerte. Llegó a querer morir en la UCI a causa del sufrimiento, según confesó: “Me perdoné a mí misma y a todos, y algo ha quedado de eso”.
¿Eres más de Esperanza Aguirre o de Mariano Rajoy?, le preguntaron hace muchos años. “Eso es como elegir entre papá y mamá”, respondió. Tiempo después la madre se convirtió en madrastra. Con Aguirre empezó en la política y terminó enfrentada hasta que en 2015 todo saltó por los aires. El partido pidió a Aguirre, candidata a la Alcaldía, retirarse antes de las elecciones de la dirección del PP de Madrid en favor de Cifuentes, candidata a la Comunidad, y ella llamó a la Cope para preguntar si es que la tenían “por un monigote”. En la misa de aniversario por las víctimas del 11-M, cuando tenían que darse la mano, Aguirre se acercó a Cifuentes para pedirle el “besito de la paz”. Se lo dieron, y al salir, en el Bosque de los Ausentes, Aguirre le pidió otro casi sin mover los labios, como habla Aguirre cuando besa y cuando ejecuta: “Otro besito que hay periodistas y van a pensar que estamos enfadadas”. Cifuentes le dijo cortante que ya se habían dado uno dentro de la iglesia, pero Aguirre insistió: “Pero este besito ya de verdad”.
Su vida política no se entiende sin su vida académica. Hoy más que nunca, pero siempre fue así: de hecho es funcionaria de la Complutense. El periodista Antonio Martín Beaumont, que en 1979 era jefe de las juventudes de AP, le dijo a Alfonso Merlos, autor de Cristina Cifuentes. Sin ataduras (La Esfera, 2016), que Cifuentes llegó al partido interesada en las asociaciones universitarias. En 1984 firmó una manifiesto en Abc contra las movilizaciones estudiantiles de la Complutense y denunció su politización por parte de la izquierda; tres años después hizo íntima amistad con Gustavo Villapalos, Jesús Calvo Soria (que en 1995 influyó para nombrarla directora de un colegio mayor universitario) y Dionisio Ramos (en 2001 fue el presidente del tribunal que ascendió a Cifuentes de categoría en la Universidad).
“Estudié en la Complutense y gané una oposición que me unió para siempre a esta Universidad. También me siento vinculada a la Carlos III y a la Rey Juan Carlos donde estoy haciendo el doctorado”, dijo a la revista Fuera de Serie en 2012, en una entrevista en la que comunica que ese mismo año en el que hace el doctorado, concluye un máster en Derecho Público. El pasado jueves, en su web del partido, no aparece ninguna de las dos cosas: el doctorado no lo terminó y el máster que Cifuentes dice haber hecho no lo incluye en su biografía. Solo cuenta: “Me licencié en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y realicé después el máster en Administración Pública y Dirección de Empresas del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset”. Sí está en su biografía de la Comunidad.
Ese máster, y las declaraciones que sucedieron al máster esgrimiendo un acta falsificada y asegurando que hubo defensa de un trabajo final que no aparece por ninguna parte, ni la defensa ni el trabajo, la ha dejado sola en el partido. Ella, el mirlo blanco que emergió de las aguas más corruptas del partido, las de Madrid, que ha tenido en la cárcel a un presidente de Comunidad y a un secretario general, y decenas de imputados en otras tantas tramas, ha caído en desgracia por una espiral de mentiras que compañeros suyos califican de “irracionales”.
Se evaporó el día en que la periodista Raquel Ejerique publicó en eldiario.es la primera bomba para reaparecer con un directo en redes sociales a medianoche desde su despacho diciendo que no la iban a echar, que ella se quedaba. Mediática entre las mediáticas (“no teme la sobreexposición ni corre al burladero con prisas en pleno temporal”, dijo su biógrafo) desapareció otra vez durante los días en los que continuó un goteo de noticias que evidenciaba el fracaso de su estrategia. También se saltó su socorrido cuerpo a cuerpo con los periodistas dando explicaciones a través de un plasma días antes de aparecer sonriendo en el pleno en que se abordó su máster. “Para fastidiar hay que sonreír siempre”, recomienda siempre a quien le pide consejo, la versión edulcorada del “dientes, dientes, que es lo que les jode” de Isabel Pantoja.
Republicana y partidaria del aborto
Se declara republicana (del republicanismo exótico que antes era juancarlista y ahora felipista, aunque reconoce que “no es lógico que la jefatura del Estado lo sea de manera hereditaria y no por votación”) y es partidaria del aborto, del matrimonio homosexual y agnóstica. Durante la visita del Papa asistió como invitada a un canal conservador y contó luego a EL PAÍS que fue una de sus experiencias más duras, ”al no poder decir durante una hora que no tenía nada clara la existencia de Dios”. Es blanco habitual de la derecha del PP y más allá, y las ha tenido tiesas con grupos ultras como Hazte Oír. Le encanta Borges y ha contado cómo en una ocasión lo vio, desde la ventana de su cuarto, paseando por Santander y se tiró a la calle casi en pijama a pedirle un autógrafo. Fue la visita del escritor argentino en 1984 en la que, cuenta Maruja Torres tras hacerle una memorable entrevista (“empiezo a sospechar quién soy, sé que mi destino es literario y que no debo quejarme de ello”), un empleado del aeropuerto agarró su silla de ruedas, lo separó de la comitiva y se lo llevó por el aeropuerto adelante hasta meterlo en una sala y dejarlo cara a la pared; “¿qué le ha parecido Santander, don José Luis?”, le preguntó un periodista para rematarlo.
En Sevilla, durante la convención nacional de PP, Cristina Cifuentes recibió una larga y cálida ovación en público y se le puso de cara a la pared en privado. Fuentes de la dirección del partido detallan tres hechos que sentaron como un tiro a Mariano Rajoy. Una rueda de prensa media hora antes de que llegase el presidente con los logos y los lemas de la convención contextualizando la polémica, un canutazo al acabar la intervención de Rajoy y, sobre todo, decir que se irá sólo cuando él se lo pida. “Algo que a duras penas va a hacer, porque Rajoy deja la fruta caer sola, y esto lo pone en entredicho y con todos los focos sobre él, debilitándolo cuanto más pase el tiempo y no lo haga”, dice un dirigente.
"A Cristina hay que arroparla con toda la fuerza posible”, dijo en Sevilla un cargo importante del PP mientras Alberto Núñez Feijóo rebatía, como lo hizo en privado durante todo el congreso, que eso estaría bien “si no nos hubiese mentido”. "La presidenta de Madrid ha dado sus explicaciones", dijo Rajoy el viernes. No hay razón, siguió el presidente, para terminar con el acuerdo entre Ciudadanos y PP. Unas fuentes dicen que son declaraciones contextualizadas en nuevos casos de curriculums alterados de la oposición, otras que el respaldo de Rajoy se dirige únicamente al pacto con Ciudadanos: "Por encima de todo está el acuerdo y por tanto la Comunidad". Al PP le alivia que Ciudadanos haya desligado la presión sobre Cifuentes de su apoyo a los presupuestos: "Hubiera sido jaque mate".
Son los pasos tambaleantes de una caída que en Génova datan en 2017, cuando el 2 de mayo Cristina Cifuentes dijo que “el tiempo de los corruptos ha acabado” y se erigió en la encargada de la limpieza de un partido y un tiempo al que ella pertenece desde 1979, como se encargó de decir Rajoy a su círculo íntimo con enfado visible. “[Rajoy] pone precio a la cabeza de Cifuentes”, escribió entonces Rubén Amón en EL PAÍS. Desapareció entonces del club de los elegidos.
Por los móviles de dirigentes del PP circula estos días la captura del Facebook de Joaquín Vázquez, paradójicamente militante hostil a la dirección, antiguo cargo de Nuevas Generaciones (NNGG) que fue candidato a las elecciones europeas de 2009 y que tiene demandado al PP por incumplir los estatutos: “Cifuentes es lo nuevo de lo viejo, es lo viejo que tanto daño ha hecho al Partido Popular”.
Fan declarada de The Wire (Pablo Iglesias, que no sabe que le gusta ver cine sola, la invitó a recordar la serie en el sofá de su casa “porque hay cosas que no has entendido”) a Cristina Cifuentes le viene hoy como un guante, sitiada por todos, la famosa frase de Jimmy McNulty: “Pueden masticarte, pero tendrán que escupirte”.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/14/actualidad/1523720903_612945.html
Kanye West califica de “elección” la esclavitud. "Uno escucha decir que la esclavitud duró 400 años. ¿400 años? Parece una elección", asegura el marido de Kim Kardashian. Un evidente ejemplo de que ser rapero y afroamericano no tiene por que ser garantía de que te libres de ser inculto e imbécil. A cualquier hombre de buena voluntad le ofenden sus palabras.
Ni un día sin polémica de Kanye West. La estrella estadounidense de rap ha levantado una nueva polvareda al afirmar que la esclavitud era una "elección". "Uno escucha decir que la esclavitud duró 400 años. ¿400 años? Parece una opción", ha asegurado el rapero de Chicago en una entrevista con la web TMZ de cara a la próxima publicación de sus dos últimos álbumes.
"Estamos en una prisión mental. Me gusta la palabra 'prisión' porque 'esclavos' está demasiado ligada a los negros", ha declarado. "Sé por supuesto que los esclavos no fueron encadenados y embarcados porque así lo quisieran", ha escrito en Twitter tras recibir infinidad de críticas. Pero "no podemos permanecer mentalmente prisioneros durante los próximos 400 años", ha añadido en otro mensaje. West se ha considerado "atacado una vez más por presentar nuevas ideas". Harvey Levin y Charles Latibeaudiere, los periodistas que realizaban la entrevista, casi ni se inmutaron frente al comentario pero otro trabajador del mismo portal sí reaccionó minutos más tarde recriminándole su imprudencia. “Creo que no estás pensando en nada. Lo que estás haciendo ahora es la ausencia de pensamiento”, le espetó Van Lathan cuando West interrogó a la redacción respecto a su opinión y si sentían que él estaba pensando con libertad. “Estoy decepcionado y asqueado”, concluyó el periodista.
La emisión en directo del programa TMZ Live que había durado cerca de una hora terminó justo con la imagen del rapero acercándose al lugar en el que se encontraba Latham para pedirle perdón. Aun así, las redes se incendiaron y otro compañero de estilo musical de West, el rapero Will.I.Am apareció en el programa Good Morning Britain para decir que le partía el corazón escuchar semejantes declaraciones. “Cuando eres esclavo te niegan la educación. Eso es a la fuerza, no lo eliges”, manifestó Will.I.Am.
Pero no fue la única extravagancia que salió a la luz a lo largo de esa conversación que está siendo calificaba como una de las entrevistas más raras concedidas hasta ahora por el cantante. West también dijo: “No me interesa la política, me gusta Trump. Es mi hermano”. Una declaración tras la que se lamentó de que otros raperos hubieran sacado antes al actual presidente de Estados Unidos en sus vídeos musicales y que hayan dejado de apoyarlo ahora que está en la Casa Blanca.
Durante la entrevista también explicó el motivo de su ingreso en un hospital durante más de una semana en 2016: “Estaba drogado”, contó a gritos a la redacción de TMZ. “Me hice una liposuccion para verme bien para ustedes, para que no me llamaran gordo como a Rob (Kardashian), y me dieron dos pastillas diarias”, explicó. Según su relato, fue su intención de dejar los opioides lo que acabó con él en el hospital. “Y después de eso, adivinen cuántas pastillas me dieron al día. ¡Siete!”.
Aclaró que ahora sólo toma dos a la semana porque siente que las pastillas le están matando su visión. Más tarde, en su Twitter, en un último intento de dejar clara su intención en la entrevista dijo: “Nos cortaron la lengua para que no nos pudiéramos comunicar. No permitiré que corten mi lengua”.
El artista, de 40 años y casado con la modelo Kim Kardashian, volvió a frecuentar las redes sociales a finales de abril tras una larga ausencia debida a una depresión y una hospitalización. En estas intervenciones en Internet, además de anunciar sus nuevos proyectos, ratificó su apoyo a su “hermano” Donald Trump, a quien considera como “una energía de dragón”, calificativo que utiliza para sí mismo. Trump, que rara vez replica a los famosos, respondió al mensaje del rapero: “Gracias, Kanye. Genial!”.
El rapero también subió a la red social una foto de sí mismo en la que lucía una gorra roja con el eslogan de Trump Make America Great Again. También desató las especulaciones sobre su futuro político al tuitear "2024", año en el que se celebran elecciones presidenciales.
Numerosos artistas de la comunidad hip-hop, mayoritariamente negra y opuesta al presidente republicano, lo criticaron, pero Yeezy, como lo apodan, recibió el respaldo de columnistas conservadores. En 2005, tras el devastador paso del huracán Katrina por Nueva Orleans, West había acusado en la televisión al presidente de entonces George W. Bush de “no prestar atención a los negros”.
El martes admitió haberse sentido ofendido porque Barack Obama no lo invitó a la Casa Blanca. En 2009, el presidente demócrata, también negro y nacido en Chicago, lo trató de “bruto” por su conducta en los MTV Video Music Awards, cuando interrumpió la ceremonia para proclamar que Taylor Swift no merecía ser premiada. Obama nunca le llamó para pedirle “disculpas”, lamentó el rapero.
https://elpais.com/elpais/2018/05/02/gente/1525248830_980510.html
"Estamos en una prisión mental. Me gusta la palabra 'prisión' porque 'esclavos' está demasiado ligada a los negros", ha declarado. "Sé por supuesto que los esclavos no fueron encadenados y embarcados porque así lo quisieran", ha escrito en Twitter tras recibir infinidad de críticas. Pero "no podemos permanecer mentalmente prisioneros durante los próximos 400 años", ha añadido en otro mensaje. West se ha considerado "atacado una vez más por presentar nuevas ideas". Harvey Levin y Charles Latibeaudiere, los periodistas que realizaban la entrevista, casi ni se inmutaron frente al comentario pero otro trabajador del mismo portal sí reaccionó minutos más tarde recriminándole su imprudencia. “Creo que no estás pensando en nada. Lo que estás haciendo ahora es la ausencia de pensamiento”, le espetó Van Lathan cuando West interrogó a la redacción respecto a su opinión y si sentían que él estaba pensando con libertad. “Estoy decepcionado y asqueado”, concluyó el periodista.
La emisión en directo del programa TMZ Live que había durado cerca de una hora terminó justo con la imagen del rapero acercándose al lugar en el que se encontraba Latham para pedirle perdón. Aun así, las redes se incendiaron y otro compañero de estilo musical de West, el rapero Will.I.Am apareció en el programa Good Morning Britain para decir que le partía el corazón escuchar semejantes declaraciones. “Cuando eres esclavo te niegan la educación. Eso es a la fuerza, no lo eliges”, manifestó Will.I.Am.
Pero no fue la única extravagancia que salió a la luz a lo largo de esa conversación que está siendo calificaba como una de las entrevistas más raras concedidas hasta ahora por el cantante. West también dijo: “No me interesa la política, me gusta Trump. Es mi hermano”. Una declaración tras la que se lamentó de que otros raperos hubieran sacado antes al actual presidente de Estados Unidos en sus vídeos musicales y que hayan dejado de apoyarlo ahora que está en la Casa Blanca.
Durante la entrevista también explicó el motivo de su ingreso en un hospital durante más de una semana en 2016: “Estaba drogado”, contó a gritos a la redacción de TMZ. “Me hice una liposuccion para verme bien para ustedes, para que no me llamaran gordo como a Rob (Kardashian), y me dieron dos pastillas diarias”, explicó. Según su relato, fue su intención de dejar los opioides lo que acabó con él en el hospital. “Y después de eso, adivinen cuántas pastillas me dieron al día. ¡Siete!”.
Aclaró que ahora sólo toma dos a la semana porque siente que las pastillas le están matando su visión. Más tarde, en su Twitter, en un último intento de dejar clara su intención en la entrevista dijo: “Nos cortaron la lengua para que no nos pudiéramos comunicar. No permitiré que corten mi lengua”.
El artista, de 40 años y casado con la modelo Kim Kardashian, volvió a frecuentar las redes sociales a finales de abril tras una larga ausencia debida a una depresión y una hospitalización. En estas intervenciones en Internet, además de anunciar sus nuevos proyectos, ratificó su apoyo a su “hermano” Donald Trump, a quien considera como “una energía de dragón”, calificativo que utiliza para sí mismo. Trump, que rara vez replica a los famosos, respondió al mensaje del rapero: “Gracias, Kanye. Genial!”.
El rapero también subió a la red social una foto de sí mismo en la que lucía una gorra roja con el eslogan de Trump Make America Great Again. También desató las especulaciones sobre su futuro político al tuitear "2024", año en el que se celebran elecciones presidenciales.
Numerosos artistas de la comunidad hip-hop, mayoritariamente negra y opuesta al presidente republicano, lo criticaron, pero Yeezy, como lo apodan, recibió el respaldo de columnistas conservadores. En 2005, tras el devastador paso del huracán Katrina por Nueva Orleans, West había acusado en la televisión al presidente de entonces George W. Bush de “no prestar atención a los negros”.
El martes admitió haberse sentido ofendido porque Barack Obama no lo invitó a la Casa Blanca. En 2009, el presidente demócrata, también negro y nacido en Chicago, lo trató de “bruto” por su conducta en los MTV Video Music Awards, cuando interrumpió la ceremonia para proclamar que Taylor Swift no merecía ser premiada. Obama nunca le llamó para pedirle “disculpas”, lamentó el rapero.
https://elpais.com/elpais/2018/05/02/gente/1525248830_980510.html
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