jueves, 24 de febrero de 2022

_- Juan Torres López. La noche que hablé con Pablo Casado y la gran lección que ha dado a la política y la gran empresa españolas

_- Solo he hablado una vez en mi vida con Pablo Casado. Fue el 30 de noviembre de 2014 en el plató donde se emitía el programa La Sexta Noche.

Me habían invitado para debatir sobre el documento que, junto a Vicenç Navarro, habíamos entregado a Podemos para que le sirviera de referencia en la elaboración de su programa electoral.

Cuando entré en el set, saludé a quienes estaban más cerca de mí. Muy brevemente, a Antonio Miguel Carmona, entonces en el POSE y asistente habitual a ese programa. Estuvo muy frío y distante y apenas nos dirigimos la palabra. Luego me acerqué a Francisco Marhuenda que sí entabló un pequeño diálogo conmigo, con la misma cordialidad y respeto con los que siempre se ha dirigido a mí. Enseguida me dijo que él también era profesor universitario y comentamos alguna cosa más que ahora no recuerdo porque no creo que tuviera más trascendencia que la agradable cortesía con que las personas educadas solemos tratarnos en cualquier momento. A su izquierda llegó Pablo Casado y creo recordar que fue él quien se acercó a mí, lo cual me produjo una primera impresión grata y que agradecí. Me saludó también cariñosa y respetuosamente y, sin que por mi parte mediara otro comentario, me dijo que no conocía a Vicenç Navarro pero que había estado en su misma universidad de Estados Unidos. Más tarde, en su intervención en el programa lo dijo expresamente: «Venimos de la misma universidad, de la John Hopkins, que es una universidad muy conservadora (se puede comprobar en el minuto 5:08 de este video).

También me dijo que él no había leído el documento.

En unos pocos minutos, Pablo Casado me había mostrado que era un mentiroso y un charlatán. Mentiroso porque no es verdad que viniese de la misma universidad en la que Vicenç Navarro es catedrático desde hace décadas. Se lo había inventado cuando habló conmigo en privado y también cuando lo dijo en público ante millones de espectadores. Y un charlatán porque lo demostró cuando intervino en directo acusándome de defender justamente lo que en el documento condenaba. Tanto así, que debí reprocharle que un parlamentario que trabaja con dinero público y al servicio de la ciudadanía no hiciera el esfuerzo mínimo de leer los documentos que criticaba.

A lo largo de su carrera como secretario general del PP, Casado ha mostrado, ya a toda España o incluso en las instituciones europeas, que miente sin pudor y se inventa lo que más le conviene con tal de descalificar a sus adversarios. Ha ofendido a otros líderes políticos con datos falsos, con palabras sin más contenido que el insulto y ha dado cifras inventadas en multitud de ocasiones. Yo mismo lo he denunciado por escrito en alguno de mis artículos (Las mentiras y burradas económicas de Pablo Casado son incompatibles con la democracian o Pablo Casado y el Partido Popular también mienten a los españoles en materia económica).

Es bien sabido que Pablo Casado forjó su trayectoria académica a base de, digámoslo así, «cosas raras» y que se ha sacado de la manga méritos que no es verdad que haya alcanzado. Sus mentiras están en las hemerotecas muy bien documentadas y en alguna ocasión se dijo que ya había mentido en público 1.637 veces (aquí). Yo no sé si ha sido esa la cantidad de mentiras que ha dicho, o si han sido algunas más o menos, pero que han sido muchas se puede comprobar fehacientemente tan solo poniendo «las mentiras de Pablo Casado» en cualquier buscador de internet.

No voy a insistir, pues, en esos rasgos de su carácter y de su forma de hacer política. En realidad, estas letras que he comenzado a escribir a partir de mi recuerdo personal pretenden subrayar algo que me parece mucho más importante, la gran lección que Pablo Casado ha dado y sigue empeñado en dar cuando escribo estas líneas, a la política española.

Durante unos años, los medios de comunicación, muchos periodistas, empresarios y otros dirigentes políticos y financieros lo han jaleado sin pudor, cuando atacaba sin piedad al gobierno, a los socialistas o, en general, a la izquierda española. Estaban contentos porque su descaro, en realidad la poca vergüenza, destrozaba la imagen y la labor de un gobierno que no era el que hubieran deseado que existiera. Sabían que inventó su curriculum, que no tenía apenas formación, que decía barbaridades impropias no ya de un jurista sino de un mal bachiller, que nunca había tenido más oficio que el de medrar en las organizaciones y aparatos del Partido Popular, pero lo apoyaban y financiaban porque tenía la sangre fría de un matón y no se arredraba ante nada ni nadie a la hora de atacar a quien la derecha económica, eclesial y política siempre ha despreciado. Estaban contentos con Pablo Casado porque era un descarado sin igual a la hora de defender los intereses de las grandes empresas y del poder mediático y financiero sin que nunca le importase decir un día una cosa y otro la contraria, inventarse los argumentos, o asumir valores que ponían en peligro la convivencia pacífica entre los españoles.

Sin embargo, lo que me parece más relevante es que, como digo, Pablo Casado ha terminado dando una gran lección que espero tengan en cuenta y aprendan los grandes poderes que lo han apoyado, como apoyan a otros y otras que están haciendo exactamente lo mismo que él: no se puede poner a un tonto, a un tipo iletrado y torpe, irresponsable, sin vergüenza y mentiroso compulsivo al mando de un nave, si se quiere que esa nave llegue a buen puerto.

Dejemos de lado el daño que hizo Casado a miles de personas cuya salud o la de sus familiares sufrió o que perdieron la vida por su boicoteo permanente al gobierno de Pedro Sánchez durante la pandemia. Seguramente, eso sea lo que menos importa a los poderes que recurren a tipos como él. Sí se han debido poner nerviosos cuando estuvo a punto de echar por tierra una reforma laboral que la gran empresa deseaba o de poner en riesgo el dinero europeo que, al fin y al cabo, van a recibir las empresas. Sí, esas empresas que financian al PP que auparon y jalearon a Casado.

En fin, la gran lección que da este político mediocre que hace lo imposible por mantenerse en el puesto a costa de destruir al PP, es muy clara: a nadie compensa recurrir a gente sin experiencia, a pillos sin más conocimientos que los de la traición y el pasilleo, sin formación, ni cultura, ni más valores que los de cualquier otro delincuente, para que se hagan cargo de responsabilidades políticas de envergadura.

Confiar en ese tipo de personas para tareas importantes se vuelve antes o después contra quien confió en ellas. Por eso creo que hay que dar las gracias a Pablo Casado: ha demostrado lo peligrosas que son las personas como él y ahora solo cabe esperar que aprendan la lección quienes tienen que aprenderla.

Juan Torres López.

miércoles, 23 de febrero de 2022

Los beneficios de tomar sol para el corazón, el ánimo y el sistema inmune (y durante cuánto tiempo se recomienda hacerlo)

Todo el mundo sabe de la importancia del protector solar. Pero la verdad es que nuestros cuerpos necesitan sol.

La luz solar puede mejorar nuestro estado de ánimo, disminuir la presión arterial, fortalecer nuestros huesos, músculos e incluso nuestro sistema inmunológico.

Y una breve exposición es suficiente para cosechar todos estos beneficios.

El poder del sol
Básicamente, sin la luz solar directa, nuestros cuerpos no pueden producir vitamina D, una sustancia que realiza una serie de funciones importantes en nuestros cuerpos.

Cuando la luz del sol acaricia nuestra piel, el cuerpo la absorbe y la convierte en este poderoso nutriente.

"Cuando el sol brilla sobre la piel, la radiación alcanza una molécula de 7-dehidrocolesterol. Convierte el 7-dehidrocolesterol en previtamina D. Después, la previtamina D tarda varios minutos en convertirse en vitamina D. Es la temperatura de tu cuerpo la que hace esta segunda transformación", explica Ann Webb, profesora de radiación atmosférica en la Universidad de Mánchester, Reino Unido.

Necesitamos vitamina D, por ejemplo, para que nuestro cuerpo absorba el calcio y el fosfato de los alimentos; ambos minerales son vitales para tener huesos, dientes y músculos sanos. Y no importa tu edad.

Un estudio reciente incluso mostró que tomar vitamina D mejoró la fuerza muscular en los atletas, posiblemente al estimular el crecimiento de las células musculares.

Pero los beneficios de la vitamina D van más allá de fortalecer nuestros huesos y músculos.

"Parece haber alguna evidencia de que contribuye al sistema inmunológico, además de ayudar a proteger contra algunas formas de cáncer y enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple", agrega Webb.

Investigaciones también muestran que las personas con niveles muy bajos de vitamina D tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes y demencia.

La vitamina D es tan esencial para nuestra supervivencia que puede ayudar a explicar la apariencia de la piel clara.

Algunos alimentos, como el salmón, son fuente de vitamina D, pero es difícil obtener la cantidad necesaria solo a través de la dieta.

Cuando nuestros ancestros abandonaron África, tenían la piel oscura para protegerse de la alta incidencia de la luz solar en la región.

Pero a medida que se expandieron al hemisferio norte, más fresco y oscuro, su piel se aclaró a través de la evolución, probablemente porque se habían adaptado a necesitar menos luz solar para producir vitamina D.

Cuanto más al norte se va, más claro tiende a ser el tono de la piel, con la excepción de los inuit del extremo norte, que tradicionalmente obtienen su vitamina D al comer carne de foca y pescados grasos.

Es cierto que también se puede obtener vitamina D de ciertos alimentos, como huevos, leche y pescados grasos (salmón, por ejemplo). Pero es muy difícil conseguir la cantidad adecuada solo con la dieta.

Afortunadamente, podemos obtener nuestra dosis diaria al aire libre (y gratis).

Mucho más que vitamina D
Pero la vitamina D no es el único beneficio de los rayos solares.

Todos sabemos lo bien que sienta la luz del sol; eso se debe a que la exposición al sol mejora nuestro estado de ánimo al aumentar la liberación en el cerebro de una hormona llamada serotonina, que también te ayuda a sentirte tranquilo y concentrado.

No es de extrañar que durante los largos meses de invierno en el hemisferio norte, cuando hay menos luz solar, muchas personas sufran de trastorno afectivo estacional (TAE), un tipo de depresión resultante de los bajos niveles de serotonina.

Los estudios muestran que tenemos niveles más altos de serotonina en la sangre en los días despejados en comparación con los días nublados y grises.

Además, hay investigaciones que sugieren que la luz solar directa puede hacer que las células de la piel produzcan endorfinas, que también crean una sensación de bienestar.

¿Y sabías que la luz solar reduce directamente la presión arterial?

Científicos de la Universidad de Edimburgo, Escocia, hicieron un experimento que mostró que exponer tu brazo a solo 20 minutos de luz solar es suficiente para aumentar la producción de óxido nítrico en la piel, lo que, a su vez, hace que los vasos sanguíneos se dilaten, bajando así la presión arterial.

Tiempo de exposición
Pero esta exposición debe hacerse de forma consciente para evitar quemaduras, cáncer de piel y el envejecimiento prematuro.

La cantidad de sol que se necesita para producir la cantidad ideal de vitamina D es personal; depende de tu tipo de piel, de dónde vivas y de tu sensibilidad. Lo más importante es no quemarse.

La piel más oscura, por ejemplo, tiene una mayor cantidad de melanina, un pigmento que actúa como protector solar natural, absorbiendo la radiación y protegiendo la piel de los daños.

Y esto termina impidiendo que la vitamina D se produzca con la misma facilidad, lo que requiere un tiempo de exposición más prolongado.

"Cuando comparamos a las personas de piel blanca con la piel de personas del sur de Asia, encontramos que los del sur de Asia necesitan entre 2,5 y 3 veces más tiempo al sol para producir la misma cantidad de vitamina D. Eso se debe a que tienen algo de melanina natural en su piel", explica Webb.

Para alguien con piel clara, 10 minutos pueden ser suficientes. Si la piel es muy oscura, el tiempo ideal puede ser de hasta 45 minutos.

Poco y con frecuencia
Puedes tener la tentación de tomar el sol todo el día, pero la mayor parte de la vitamina D se produce tan pronto como sales al aire libre. Y minimizar los períodos prolongados de exposición al sol también es la mejor manera de evitar consecuencias negativas como las quemaduras.

"La vitamina D en realidad se produce en esa primera exposición inicial, así que (toma) un poco (de sol) y con frecuencia", sugiere Webb.

Si vas a estar expuesto durante más tiempo y corres el riesgo de quemarte, es fundamental proteger tu piel.

"El mensaje principal es nunca quemarse con el sol, eso es muy importante", agrega.

Vale la pena recordar que algunos productos para la piel, e incluso medicamentos, pueden afectar tu sensibilidad al sol.

"Si tienes la piel muy sensible, debes tener cuidado. Es importante conocer tu propia piel. Debes tener cuidado si estás tomando un medicamento que puede causar fotosensibilidad en la piel; algunos antibióticos pueden hacer eso. Si estás usando algunos productos, como cremas a base de retinol en la cara, que pueden dejar tu piel más sensible, ten cuidado y lee todos los folletos del producto", advierte Webb.

A arremangarse
Puedes pensar que el sol en la cara es suficiente, pero para aprovechar los rayos del sol al máximo, también debes exponer tus antebrazos y piernas.

"Cada parte de piel desprotegida expuesta al sol producirá vitamina D. Por lo tanto, cuanta más piel expongas, más vitamina D ingresará en tu circulación", explica Webb.

¿Y vale la pena salir a la calle para recargar vitamina D incluso en un día nublado?

"(Las nubes) reducen la luz solar, por lo que no se produce tanta vitamina D durante el mismo tiempo de exposición, pero aún así recibimos bastante radiación ultravioleta, al menos a través de nubes claras. Si llueve mucho, es probable que haya muy poco rayos ultravioleta en el exterior. Pero si está nublado, puedes salir".

*En la serie Just One Thing de BBC Radio 4, el doctor Michael Mosley analiza en diferentes episodios lo que podrías hacer por tu salud si solo tuvieras una opción.

martes, 22 de febrero de 2022

Renueva tu relación en 7 pasos.


Las parejas pueden salir de la pandemia más fuertes que nunca, dicen los expertos, si aprenden del pasado y miran hacia el futuro.

A medida que emergemos, parpadeando, de nuestra reclusión pandémica, todos hemos cambiado, en mayor o menor medida. También lo han hecho nuestras relaciones.

“Durante este tiempo, las parejas pueden haber pasado juntas tanto tiempo como el que normalmente se extendería a lo largo de un período de dos a tres años”, dice Bryce Doehne, psicólogo clínico de Portland, Oregón. “Y han tenido que ocupar múltiples papeles que antes habrían ocupado otras personas, como los amigos, lo cual es imposible”.

El Times Una selección semanal de historias en español que no encontrarás en ningún otro sitio, con eñes y acentos. Get it sent to your inbox. Ahora, cuando muchas parejas vuelven de nuevo a la rutina de la vida, es una oportunidad perfecta para un reinicio de la relación, para aprender de este tiempo de inactividad juntos y mirar hacia el futuro.

He aquí un plan de siete puntos para empezar.

Hagan una revisión de la relación
En primer lugar, siéntense juntos para evaluar lo que funcionó en su relación —y lo que no— durante la cuarentena, dice Christiana Ibilola Awosan, terapeuta de Nueva York. Para hacer cambios positivos en el futuro, empieza por compartir con tu pareja lo que aprendiste de ti mismo durante la pandemia, recomendó.

A continuación, Awosan dijo que consideraran la posibilidad de usar estas preguntas para continuar la conversación: ¿Qué nos ha enseñado la pandemia sobre nuestra relación? ¿Qué queremos mantener en el futuro? ¿Qué queremos descartar? ¿Qué te ha sorprendido de mí durante esta pandemia?

“A veces tendemos a centrarnos en lo que nos molesta de nuestra pareja, pero puede haber cosas buenas que te hayan sorprendido, como una fortaleza que no sabías que tenía”, dice.

Expresen su agradecimiento
Tal vez durante el último año no hayas tenido ganas de hacer cumplidos a tu pareja, pero los comentarios positivos son importantes, según un estudio realizado a lo largo de casi tres décadas sobre el matrimonio y el divorcio liderado por Terri Orbuch, profesora investigadora de la Universidad de Michigan y profesora de sociología de la Universidad de Oakland. Uno de los mayores remordimientos de los divorciados era no haber dado a su pareja más “afirmación afectiva”, es decir, estímulo y apoyo en forma de palabras o gestos considerados. Eso incluye cumplidos como: “eres un gran padre”. Orbuch ha dicho que la negligencia de estos simples actos es una “asesina de relaciones” que pasamos por alto.

¿Conoces ese momento fugaz en el que una ráfaga de afecto o atracción por tu pareja revolotea por tu mente? “No lo pienses sin más”, dice Don Cole, terapeuta matrimonial certificado y director clínico del Instituto Gottman de Seattle. “No debería ‘estar implícito’”.

“Muchos de nosotros creemos que nuestras parejas deberían saber que las amamos, especialmente después de estar juntos durante años”, dijo. Pero una investigación del Instituto Gottman, el renombrado laboratorio para el estudio de las relaciones de pareja, descubrió que las parejas con más éxito regularmente “abrían la boca y de hecho pronunciaban sus palabras de amor y respeto y admiración”.

Esas palabras son aún más significativas, dice Cole, cuando son específicas. “Mi mujer es soprano de formación y le dije: ‘Ayer andabas arreglando la casa y cantando, y me dio un escalofrío por la espalda cuando lo escuché’”, dijo.

¿Por qué importa la especificidad? Decir “eres considerado” es bonito, dijo Cole, “pero cuando tu pareja te cuenta una historia positiva en la que demostraste tu consideración, eso hace que sea más probable que la mantengas, que la aprecies, que te sientas bien con ella”. Dediquen tiempo a estar solos
Asegúrense de que cada miembro de la pareja se dedique un tiempo a solas en su día, aunque sea un pequeño paseo. Liad Uziel, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Bar-Ilan, en Israel, afirma que tanto el tiempo a solas como el estar con otras personas “moldean nuestro carácter desde diferentes perspectivas”. Cuando estamos solos, dijo Uziel, “la presión externa se reduce, solemos tener más control de los acontecimientos y podemos gestionar nuestro tiempo con más libertad”. El tiempo a solas, dijo, también es importante para lo que se denomina “consolidación de la identidad”, en la que se piensa en el pasado para procesar los acontecimientos, y en el futuro para establecer objetivos.

En nuestras relaciones, tomarse tiempo a solas “ofrece una mayor oportunidad para que cada miembro de la pareja desarrolle su identidad personal de forma independiente, que luego puede aportar a su relación y fortalecerla”, dijo Uziel.

Tómense un tiempo para conectar
¿Tienes menos sexo estos días? No eres sólo tú. Una reciente encuesta en línea realizada por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana a 1559 adultos sobre su vida íntima reveló que más del 43 por ciento de los participantes declararon haber disminuido la calidad de su vida sexual desde que comenzó la pandemia.

La sequía sexual no es una sorpresa, dado que el estrés y la incertidumbre de la pandemia fueron “asesinos de la libido”, según Shannon Chavez, terapeuta de Los Ángeles. Si necesitas un empujón para volver al juego, dijo, piensa en la conexión sexual “como una forma de autocuidado, que es cualquier cosa que hagas para cuidar de tu salud y bienestar general”. Si se prioriza el sexo como una forma de salud, añade, es más fácil dedicar tiempo a la intimidad.

Eso incluye ponerlo en la agenda. “Programar el sexo puede ser mejor para la vida sexual de lo que parece”, dijo Chávez. “La gente teme que le quite la emoción, pero en todo caso, agrega anticipación al planearlo, y no se apresura ni lo pone en segundo plano”.

¿Por qué no proponerse tener sexo una vez a la semana? No solo es un objetivo alcanzable, sino que, según un estudio realizado con más de 25.000 adultos, es realmente óptimo. Una investigación publicada en 2016 en la revista Social Psychology and Personality Science descubrió que el sexo semanal era ideal para alcanzar el máximo bienestar. Si los encuestados, que tenían entre 18 y 89 años, tenían más de eso, su felicidad autodeclarada de hecho se estabilizaba, y ese hallazgo era válido tanto para hombres como para mujeres, y era consistente sin importar cuánto tiempo habían estado juntos.

Vayan a una fiesta
Kendra Knight, profesora adjunta de estudios de comunicación en la Universidad de De Paul, afirma que, aunque hemos visto a muchas de nuestras parejas durante el último año, lo que falta es una reunión social en la que veamos a nuestra pareja a través de los ojos de los demás. Dijo que ver a tu pareja en un evento —arreglada, tal vez desplegando ingenio— puede renovar tu propia atracción.

Nuestro cálculo del atractivo de nuestro cónyuge, a veces denominado “valor de la pareja”, dijo, “depende en parte de las valoraciones de los demás”. Según Knight, esto puede abarcar desde el atractivo físico hasta el atractivo social (si, por ejemplo, es el alma de la fiesta), pasando por el llamado “atractivo de tareas”, por ejemplo, al hacer una tanda de sus famosas margaritas o ganar una partida de algún juego en el patio trasero.

Por supuesto, si tú o tu pareja no están preparados para grandes eventos, o nunca les han gustado las fiestas de barrio, pueden optar por una cena con amigos cercanos o con la familia. Cada uno tiene su propio nivel de comodidad a la hora de salir al mundo después de tanto aislamiento. “Comprueben regularmente cómo se sienten al salir”, dice Awosan. “Y trabajen en ser amables y pacientes dondequiera sea la situación que esté su pareja”.

Redescubran su lado juguetón
El último año y medio ha sido pesado. Ahora que en algunos países nos adentramos en un verano con muchas menos restricciones que el anterior, está bien pensar en recuperar algo de frivolidad. Según un estudio de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg, Alemania, ser más juguetón en la relación puede reavivar la chispa.

El autor principal del estudio, Kay Brauer, investigador del departamento de psicología, descubrió que las personas que obtuvieron una alta puntuación en “juego dirigido al otro”, o en bromear con los demás, “podrían ser especialmente importantes para reavivar las relaciones tras los largos periodos de monotonía durante la cuarentena”.

Las personas juguetonas, dijo, tienden a compartir chistes privados, sorprender a su pareja, ponerle apodos cariñosos o recrear experiencias conjuntas, como su primera cita o aquella vez desastrosa que intentaron hacer karaoke. Busquen oportunidades para crear chistes privados o para actuar de forma tonta, como tener su próxima cita en un parque de diversiones. “Si alguna vez hubo un momento para sorprendernos a nosotros mismos y a nuestra pareja con lo nuevo e inesperado, es ahora”, dijo Brauer.

Hagan planes
Hacer planes juntos, como unas vacaciones, un proyecto de renovación de la casa, o incluso simplemente pasar por un nuevo restaurante, activa el ansia de nuestro cerebro por las experiencias novedosas, dijo Knight, “lo que a su vez puede amplificar la atracción y el interés por nuestra pareja”.

También refuerza su vínculo, dijo Awosan: “Las investigaciones han demostrado que cuando las parejas trabajan en equipo, la satisfacción y la calidad de su relación aumentan”.

En el último año y medio, “la gente ha perdido trabajos, seres queridos, sentido de sí misma”, dijo Awosan. “Todos hemos perdido algo”. Planear algo para mirar hacia adelante, juntos, simboliza la esperanza y el optimismo.

“Se trata del futuro”, dijo. “Dice: ‘estamos avanzando’”.

Jancee Dunn es la autora de How Not To Hate Your Husband After Kids.

lunes, 21 de febrero de 2022

Religión, ciencia, política

El fundamentalismo religioso es algo más que solo religión. La palabra clave es fundamentalismo, aunque sus sinónimos son muy adecuados para el caso: extremismo, fanatismo, intolerancia… Todas son formas de prohibir el pensamiento, la razón, la ciencia y el sentido común. La postura anti-ciencia del creacionismo tiene mucho en común con otras formas de negacionismo, por ejemplo, las relativas a la catástrofe climática, el coronavirus y el sida, y también empuja a prácticas antisociales como el racismo, sexismo, homofobia, xenofobia y crímenes de odio.

El solapamiento religión-ciencia-política resulta claro cuando los antiabortistas, que citan las escrituras y que serían felices bombardeando infieles en Afganistán, enarbolan la bandera «Pro-vida es Pro-ciencia» y sostienen que la sentencia del caso Roe vs Wade fue «rancia» porque «la ciencia ha cambiado». Mucho menos científico es el «odioso pequeño argumento», como Jean y Peter Medawar lo llamaron, de la "Falacia del Gran Beethoven", que consiste en afirmar que si se está de acuerdo en interrumpir un embarazo porque el padre tuviera sífilis y la madre tuberculosis ello habría significado asesinar a Beethoven. En realidad, ni siquiera el padre de Beethoven tenía sífilis. Pero es lo de menos: el objetivo no es la verdad. Como apuntan los Medawar, a no ser que haya una conexión causal por la que una madre tuberculosa y un padre sifilítico produzcan genios musicales, de igual manera la abstinencia de relaciones sexuales privaría al mundo de un Beethoven. Cualquier famoso vale. Justin Bieber es una eventual versión actualizada. Y al tratarse de una discusión fatua Hitler puede usarse como contraargumento. Mientras tanto, la cuestión de los derechos de las mujeres se ha alejado del debate y las antiabortistas como la republicana Madison Cawthorn habla de las mujeres como «vasijas de barro santificadas por Dios todopoderoso».

En las discusiones sobre evolución y creacionismo los obscurantistas esgrimen seis argumentos retóricos tratando de dar la apariencia de un debate legítimo: 1) poner en duda la ciencia; 2) cuestionar las motivaciones e integridad de los científicos; 3) inflar los desacuerdos entre los científicos y citar a moscas cojoneras como autoridades; 4) exagerar el daño potencial; 5) apelar a la libertad personal; y 6) rechazar los descubrimientos científicos por no gustarnos sus implicaciones. En tiempos de Martín Lutero, solo era necesario contraponer fe y razón, siendo ésta «la puta del diablo, el mayor enemigo que la fe tiene».

En tiempos más recientes, la teoría de la evolución por selección natural de Darwin ha requerido un giro pseudocientífico al viejo cuento de que Dios ordenó la existencia de materia latente (modelo «logus»), o venciendo monstruos marinos y creando así otro mundo (modelo «agon»). Así, ahora tenemos el «diseño inteligente». En su Teología natural (1802), William Paley postuló de manera famosa: si encuentras un reloj deberá haber tenido éste, en algún momento, un artífice o artífices, y «cada indicio de invento, cada manifestación de diseño, que existen en el reloj, existe en las obras de la naturaleza»; por lo tanto, hubo un diseñador inteligente, una inteligencia suprema, a saber, Dios. El venerable viejo reloj fue acabado y puesto a funcionar por el profesor de derecho y convertido en cristiano Phillip Johnson, autodenominado «padre del movimiento del diseño inteligente», con su libro Darwin on Trial [Darwin a juicio], de 1991. De hecho, poner a Darwin en el banquillo de los acusados escondía un plan más ambicioso. La estratagema política de Johnson de condenar el darwinismo, esto es, la «estrategia de la cuña» [wedge strategy], fue aprovechada por el Discovery Institute, el cual, en su manifiesto Wedge Document, establece que su objetivo no es otro que el de cambiar la cultura americana influyendo en la opinión pública y los medios de comunicación para reflejar valores evangélicos en la esfera política. Como para Johnson, sus credenciales científicas podrían ser mejor entendidas si añadimos a su currículum el hecho de que pertenecía a un grupo que afirma que el VIH no causa el sida. Pero da igual la ciencia y la verdad, es su política la que importa. Otro negacionista del sida, un moonie y predicador del diseño inteligente, Jonathan Wells, explica que su motivo para estudiar teología cristiana en Yale y conseguir un segundo doctorado en biología en Berkeley fue que el hombre de negocios reverendo Moon (valor neto de su riqueza: unos 900 millones de dólares) lo convenció de dedicar su vida a «destruir el darwinismo, tal y como hacen muchos de mis compañeros unificacionistas que ya habían dedicado sus vidas a destruir el marxismo». El Marx materialista: otro anatema.

Pero el darwinismo fue un mazazo para el pensamiento mágico sobre la evolución. En palabras de Jerry A. Coyne, «la vida en La Tierra evolucionó gradualmente con una forma de vida primitiva –quizá una molécula autorreplicante– que vivió hace más de 3,5 mil millones de años; se ramificó con el paso del tiempo, arrojando muchas nuevas y diversas especies; y el mecanismo de la mayoría (pero no todo) el cambio evolutivo es la selección natural». En un artículo de opinión precisa los peligros políticos y en derechos humanos de cualquier posición intermedia que ponga a científicos y creacionistas en un debate entre iguales:

[…] pretender que la fe y la ciencia son vías igualmente válidas de encontrar la verdad, no solo debilita nuestro concepto de verdad, sino que también da a la religión una inmerecida autoridad que no hace nada de bien al mundo. Porque es la certeza de la fe de que tiene un dominio de la verdad, combinada con su incapacidad para verdaderamente encontrarla, lo que produce cosas como la opresión de mujeres y gays, la oposición a la investigación con células madre y a la eutanasia, los ataques a la ciencia, el rechazo de los anticonceptivos para controlar el embarazo y prevenir el sida, la represión sexual y por supuesto todas las guerras, bombas suicidas y persecuciones religiosas.

Creacionistas de varias tendencias cristianas siguen repitiendo que el registro fósil está lleno de lagunas («Enséñame tus ‘eslabones perdidos’»), los famosos eslabones perdidos ausentes que son supuestamente suficientes para desmontar cualquier argumento evolucionista. Richard Dawkins responde, «[…] no necesitamos fósiles para demostrar que la evolución es un hecho. La evidencia de la evolución sería totalmente segura, incluso si ningún cadáver hubiera sido fosilizado». Aunque Dawkins y otros científicos lo han mostrado, («más allá de dudas razonables, más allá de dudas serias, más allá de dudas inteligentes, informadas y sanas, más allá de toda duda la evolución es un hecho»), el hecho no parece tener muchos seguidores. Quienes están seguros de sus creencias no necesitan hechos. Es más, como dijo Peter Medawar, «para un biólogo la alternativa al pensamiento evolucionista es no pensar».

Una encuesta de Gallup de 1982 sobre evolución, creacionismo y diseño inteligente muestra cómo las creencias religiosas se resisten a los cambios de época. El formato de la encuesta es siempre el mismo. «¿Cuál de las siguientes afirmaciones se acercan a las visiones sobre el origen y desarrollo de los seres humanos: i) los seres humanos se han desarrollado tras millones de años desde formas menos avanzadas de vida, pero Dios guio este proceso; ii) los seres humanos se han desarrollado tras millones de años desde formas menos avanzadas de vida, pero Dios no ha participado en este proceso; y iii) Dios creó los seres humanos en su forma actual en algún momento en los últimos 10.000 años?». En el siguiente gráfico aparecen los resultados hasta 2019, el último año con encuesta:

Han cambiado poco en casi cuarenta años. Los creyentes en la evolución guiada por Dios han ido del 38 al 33%; quienes creen que Dios creó a los humanos en su presente forma han caído del 44 al 40%; y la gran variación se produce con aquellas personas que aceptan lo que ha mostrado la evidencia científica, del 9 al 22%. Obsérvese que las dos primeras opciones sobrenaturales suman en el año 2019 el 73% frente al 22% de los bien informados científicamente. ¡Esto en uno de los países más avanzados científicamente del mundo! El creacionismo y el diseño inteligente han estado ganando terreno en Europa, especialmente en Alemania y Polonia, al igual que en Reino Unido, Brasil (donde sus intenciones políticas son claras) y por muchas partes de Latinoamérica. Uno de los principales propagandistas creacionistas fuera de la cristiandad es el supuestamente laico Estado de Turquía, especialmente significativo por su influencia en las poblaciones musulmanas de Europa. El presidente Erdogan quiere crear «generaciones piadosas» y la teoría de la evolución (que el antiguo viceprimer ministro Dr. Numan Kurtulmus llama arcaica y decaída) ha sido casi suprimida de los currículos escolares para dejar paso a más Kemal Ataturk, más religión y más yihad.

En la Europa cristiana la religión manda. En otras palabras, el laicismo –definido como «un sistema político caracterizado por la exclusión del control e influencia eclesiásticos»– que debería ser la base de la democracia moderna, no existe en Europa. Como un informe apunta,

En Europa no hay diferentes ideales laicos, sino más bien diferentes figuras de la relación entre las religiones y el poder público, según el grado de laicización mayor o menor en base al ideal que se haya alcanzado en cada país. Si bien todos los países firmaron la Convención Europea de los Derechos Humanos (a través del Consejo de Europa, en 1950), por la que se obligan a respetar la libertad de conciencia y de pensamiento, así como la libertad de elegir una religión o de no adoptar ninguna, no se respeta la igualdad de derechos de los diversos creyentes, ateos y agnósticos, porque la religión sigue gozando en la mayoría de los países de un estatus de derecho público, acompañado de privilegios financieros y de otros tipos (educativos, simbólicos, jurídicos). Los ciudadanos no disfrutan de una ‘igual libertad’, piedra de toque del laicismo.

Naturalmente, existen diferencias entre los estados. Si Francia sería el que más cercano estaría a un estado laico, el Reino de España o Italia estarían entre los más lejanos, con vergonzosos privilegios para la iglesia católica incomprensibles en el siglo XXI en un estado con pretensiones democráticas. Pero en Grecia, Países Bajos, Bélgica, Reino Unido, Suecia, Alemania, Polonia… para qué seguir, sus iglesias protestantes o católicas o ortodoxas tienen privilegios comparativos inmensos con respecto a otras religiones o con respecto a los ateos. Sin embargo, mientras algunos estados ligan las fundaciones religiosas a «potenciales contribuciones positivas a la sociedad», un informe de 2021 del Foro del Parlamento Europeo para Derechos Sexuales y Reproductivos encontró que las fundaciones para actividades contra los derechos de mujeres y LGTB suman más de 700 millones de dólares desde 2009, con más de 340 millones provenientes de Europa, incluyendo «fundaciones privadas, grupos religiosos, ONGs y partidos políticos, con las principales fundaciones católicas de Francia, Alemania, Italia, Polonia y el España entre los mayores financiadores». Más aún, «los extremistas religiosos han aprovechado la financiación pública» también y están consiguiendo dinero de gobiernos con proyectos para convencer a mujeres de seguir adelante con embarazos no deseados y para la educación conservadora de niños. Si la religión es un asunto privado como exige un estado secular, ninguna religión debería recibir fondos públicos, y menos una o dos a expensas de otras.

La discriminación religiosa también incluye la costumbre aparentemente inofensiva de agrupar a la gente bajo rúbricas religiosas. La socióloga argelina Marieme Hélie-Lucas señala los peligros:

Es pernicioso calificar religiosamente, sin haberles jamás preguntado si son o no creyentes, a personas que viven en todo el mundo, principalmente en Asia y en África (el Oriente Próximo no representa numéricamente sino una ínfima minoría de los presuntos musulmanes del planeta). Es ignorar la masa de agnósticos y de ateos, y es atribuirnos a la fuerza una identidad religiosa que muchos de nosotros rechazamos, incluidos no pocos creyentes. Hacer de una “fe” una “raza” es lo que sufrieron los judíos, ¡y ya se vio con qué costes! Ahora está en vías de pasarles a los presuntos musulmanes…

Las aguas se enturbian más incluso, especialmente en Europa, con la distinción entre religiones fundamentalistas y no-fundamentalistas. No obstante, el islam, el cristianismo y el judaísmo son todas fundamentalistas en la definición generalmente aceptada de religión en tanto creencia incuestionable y veneración de un poder sobrehumano, especialmente un Dios personal o dioses, así como de dogmas y la autenticidad de libros «sagrados» y demás.

Quizá, necesitemos preguntarnos la pregunta esencial de quién lo hizo. ¿Quién se beneficia? Walter Benjamin nos ofrece una pista. El fanatismo occidental tiene más que ver con el capitalismo que con Dios: «el capitalismo se ha desarrollado como un parásito de la cristiandad en Occidente … hasta llegar al punto de que la historia de la cristiandad es esencialmente la de su parásito –esto es, el capitalismo–». Antes que él, en su estudio de cuarenta años del fetichismo (un compromiso o devoción excesiva o irracional a una cosa particular), Marx (El capital III, Parte 7, Cap. 48) había ampliado su categoría de fetiche para incluir casi todo componente del capitalismo, describiendo «la completa mistificación del modo de producción capitalista» para producir «un mundo encantado, pervertido y patas arriba» donde las cosas son personificadas y «las relaciones de producción devienen cosas» en «esta religión de la vida cotidiana». Esta es la religión realmente peligrosa –destructora del planeta–. Y la creencia en algún plan divino es una de las formas de negar que los humanos somos los responsables de inventarlo.

Daniel Raventós Es editor de Sin Permiso. Doctor en Ciencias Económicas, profesor titular del departamento de Sociología en la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, y miembro del grupo de investigación GREECS. Su último libro es "La renta básica: ¿Por qué y para qué?" (Catarata, 2021).

Julie Wark Antropóloga y traductora profesional. Es autora del “Manifiesto de derechos humanos” (Barataria, 2011) y miembro del Consejo Editorial de Sin Permiso.

domingo, 20 de febrero de 2022

Ilegalizar el PP

La democracia española no puede, sin faltarse el respeto a sí misma, mantener la inscripción del PP en el registro de partidos del Ministerio de Interior. Ha llegado el momento de poner pie en la pared y decir claramente: hasta aquí hemos llegado

— Ayuso admite que su hermano cobró de la empresa a la que su Gobierno adjudicó un contrato a dedo de 1,5 millones


En varias ocasiones he argumentado que el PP tenía que haber sido ilegalizado y disuelto. Lo hice el 29 de enero de 2018 en ARA, “¿Es el PP un partido ilegal?”, y el 3 de abril de 2019 en elDiario.es, “Una sentencia imprescindible”. En bastantes más ocasiones desde mucho antes. No considero necesario recordarlas.

El argumento ha sido siempre el mismo: la aplicación directa de la Constitución, que reconoce en el apartado primero del artículo 22 el derecho de asociación, para añadir inmediatamente después en el apartado segundo que “las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delitos son ilegales”.

Esta es la única causa de ilegalización de un partido político reconocida por la Constitución. La única. Por eso, argumenté en su día que la Ley Orgánica 6/2002, de Partidos Políticos, era anticonstitucional. Porque carecía de cobertura constitucional, al introducir una causa de suspensión y disolución de un partido político no contemplada en la Constitución. La aprobación de la LO 6/2002 exigía la reforma previa de la Constitución para poder incorporarse a nuestro ordenamiento jurídico.

Como me ha ocurrido con frecuencia, mi argumentación no fue atendida. La LO 6/2002 fue aprobada y aplicada a continuación a Herri Batasuna ordenándose por la Sala del artículo 61 de la Ley Orgánica del Poder Judicial su disolución.

La celeridad con la que se hizo uso de la LO 6/2002 para imponer una causa de disolución no prevista en la Constitución a Batasuna, contrasta con la negativa a imponer al PP la causa de disolución prevista en la Constitución, que se mantiene, como no podía ser de otra manera, en la LO 6/2002.

¿Por qué, ante las reiterados indicios de persecución de fines y de utilización de medios constitutivos de delito por parte no de militantes, sino de la dirección del PP, no se ha iniciado una investigación por parte del ministerio Fiscal y tras el resultado de la misma, instado la suspensión primero y disolución después del PP?

Los casos de corrupción acumulados desde la refundación de AP como PP son tan numerosos, que se puede afirmar que el PP es un partido constitutivamente corrupto. Es a una trayectoria continuada de corrupción a lo que hemos asistido y continuamos asistiendo, como la conducta de Isabel Díaz Ayuso al frente de la Comunidad de Madrid parece confirmar.

Que el PP siga figurando en el Registro de Partidos del Ministerio de Interior y disfrutando, en consecuencia, de todas las prerrogativas que el ordenamiento español concede al partido político por ser una institución de relevancia constitucional, mencionada como tal en el artículo 6 de la Constitución, es una vergüenza para la democracia española.

En lo que al respeto a la legalidad penal se refiere, la democracia española sí es una democracia militante. Y de manera especialmente señalada en lo tocante a los partidos políticos. El mismo hecho de su relevancia constitucional expresamente reconocida y la multitud de prerrogativas que el ordenamiento jurídico les atribuye, entre las que destaca una financiación pública muy generosa, exige que se controle de manera rigurosa la trayectoria de cada partido, a fin de que no hagan uso de su privilegiada posición de forma desviada.

La democracia española no puede, sin faltarse el respeto a sí misma, mantener la inscripción del PP en el registro de partidos del Ministerio de Interior. Ha llegado el momento de poner pie en la pared y decir claramente: hasta aquí hemos llegado.

sábado, 19 de febrero de 2022

_- Tongo, tongo o tonto, tonto

_- En época de elecciones los políticos casi se muestran serviles con los votantes. Todo son halagos, promesas, parabienes y sonrisas. La cercanía es constante en mítines, reuniones y encuentros de todo tipo. Necesitan hablar con el pueblo, necesitan al pueblo. Van corriendo detrás de los electores y las electoras para pedirles el voto. Lo hemos visto estos días durante la campaña electoral por la presidencia de la Comunidad de Castilla y León, mi querida tierra.

“Si te he visto, no me acuerdo”, dirán algunos bajo cuerda. Los halagos se vuelven desprecios, las promesas se olvidan, los parabienes desapareen y la cercanía se transforma por arte de magia en lejanía y olvido. Ahora ya están atrincherados en sus despachos y hace falta pedir audiencia para que te escuchen durante unos minutos.

Es cierto que no se puede generalizar. Yo no lo hago, al menos. No digo que todos los políticos sean iguales y, mucho menos, que todos los políticos sean malos. Defiendo con rotundidad la buena voluntad de muchas personas que se dedican a la política. Cuando no se manifiesta esa bondad hay que denunciarlo públicamente.

Hemos visto un caso de olvido de los intereses de los ciudadanos y ciudadanas en el proceso de votación de la Ley de Reforma Laboral. Es que no se ha hablado de la ley. De si es buena o de si es mala, de si es beneficiosa para la ciudadanía o no. De si es buena para el país o no. Y por qué. Lo que se ha hecho es convertir la ley en un arma arrojadiza contra el adversario político. Y los apoyos no se han producido por modificaciones o mejoras del texto legal sino por la concesión de prebendas a cambio del sí.

Los motivos de la oposición para rechazarla no se han basado en el análisis de la ley. Ni los de los socios de gobierno, salvo el PNV. Se han ignorado los beneficios que reporta su articulado y las consecuencias positivas que su aprobación suponía para la llegada de fondos europeos.

¿Qué importancia tenían los trabajadores y las trabajadoras, los empresarios y las empresarias? Porque ellos veían la bondad de la ley, aunque fuese mejorable. ¿Qué valor le daban a los acuerdos alcanzados por los sindicatos y la patronal? ¿Qué importancia tenían los que durante el período electoral eran tan necesarios como votantes? Lo que importa es machacar al gobierno, es destruir a Sánchez, es echar de la Moncloa a los socialistas y a los comunistas, a los independentistas y a los etarras. Les pedíamos a estos que abandonasen la vía armada y que abrazasen la vía política pero, cuando lo han hecho, siguen siendo igual de malditos. Se trataba de dar una patada a Sánchez en el culo de los trabajadores y las trabajadoras. Que sufran.

No podía creer lo que veía. Me tenía que frotar los ojos ante la pantalla del televisor para dar crédito a lo que estaba pasando en el Congreso de los Diputados.

Se trataba de votar la Ley de Reforma Laboral que habían pactado (oh, milagro) los sindicatos y la patronal. Un acuerdo importante ya que la ley en vigor se había aprobado con el rechazo de los sindicatos, en un momento de mayoría absoluta del Partido Popular. Era muy conveniente que se aprobase la Ley porque de ello dependía, como he dicho, la recepción de importantes fondos europeos.

La aritmética parlamentaria, después de negociaciones interminables, auguraba una votación ajustada: 176 síes y 173 noes. Si no había imprevistos, errores, deserciones, compra o venta de votos. Existían algunos temores. Porque dos diputados de UPN (Unión del Pueblo Navarro), los señores Sergio Sayas y Carlos García Adanero, decían que iban a votar sí por disciplina de voto, pero que su postura personal era de rechazo. ¿Cómo se pudieron fiar de ellos?

Se procede a la votación presencial a cuyos votos habría que añadir los votos que se que se habían emitido de forma telemática. Catorce votos exactamente.

Al hacer el recuento, la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, comete un error y da por rechazada la Ley con el consiguiente alborozo, los intensos aplausos y el jolgorio de la derecha. ¿Qué es lo que aplaudían? ¿Que no se produjesen las mejoras para los trabajadores y las trabajadoras? ¿Descalificar el acuerdo social? ¿Que no llegasen los fondos europeos? Cuesta explicar tanta alegría.

Segundos después la presidenta anuncia: “Me informan los servicios de la Cámara que la Ley ha sido aprobada por 175 votos a favor y 174 en contra”. Y ahora los aplausos y el regocijo eran de los partidos del gobierno de coalición y de todos los que habían votado favorablemente. Mientras tanto, los diputados de la derecha gritaban: ¡tongo, tongo, tongo!, aunque creo que deberían haber dicho, refiriéndose a su distraído diputado:¡tonto, tonto, tonto!

¿Qué había pasado? Dos cosas que habían roto las previsiones de unos y otros.

Los dos diputados de UPN, antes citados, habían roto la disciplina de voto de su partido y, aunque habían dicho durante todo el día que iban a votar que sí, a la hora de la verdad, votaron que no. Ese cambio, del que algunos recelaban, hacía que ganase el no. 174 síes y 175 noes. La operación habría sido perfecta. La maniobra era magistral.

Pero hubo otro hecho insospechado. Un diputado del PP, Alberto Casero, se equivocó a la hora de emitir el voto telemático y en lugar de votar no, votó sí. Con lo cual el resultado era de 175 síes y 174 noes.

Los dos diputados díscolos habían traicionado a su partido ya que habían dicho que acatarían la decisión. Y habían mentido a todo el mundo, principalmente a los partidos del gobierno. Se puede invocar el voto por conciencia en algunos casos. En este, no. No se puede decir que “no le quiero lanzar un salvavidas a Sánchez”, “o no me llevo bien con el jefe de mi partido”, o “no me llamaron por teléfono”, sean cuestiones de conciencia. Ni “yo conozco lo que piensan los electores”, es un argumento que tenga que ver con la ética. Se convirtieron en tránsfugas porque fueron elegidos en listas cerradas y fueron votados por pertenecer a UPN. Es el partido el que tiene que tomar la decisión.

Y ahora vienen las reacciones. El PP, de forma visceral y alocada habla de error informático, luego de error humano subsanable, después de que no habían dejado entrar en el Congreso al Diputado Casero (¡enfermo de gravedad!, que no podía ir a votar, pero sí a reclamar), después de que no se hubiera reunido la mesa del Congreso, luego que era necesaria una comprobación telefónica invocando una norma de 2012 ya caducada, luego hablan de pucherazo, de conspiración, de fraude electoral, de prevaricación de la Presidenta de la Cámara.

Pus bien, no hay una mínima prueba de error informático, no era subsanable el error del diputado porque no se puede votar dos veces, nadie pidió la reunión de la mesa, las puertas del Congreso se cierran preceptivamente desde el inicio al final de la votación, no hubo omisión de llamada para la comprobación del sentido del voto porque esa comprobación ya se hace en el sistema de votación (“Compruebe si el sentido de su voto es correcto”, se dice en el proceso de votación), y nunca antes se ha hecho una llamada desde 2020 ya que había caducado la norma de 2012, ni es posible, cuando se ha votado telemáticamente, volver a votar presencialmente. Se podría hablar de pucherazo o complot si hubo connivencia entre el PP y la mentirosa actitud de los dos diputados de UPN. Si el señor Casero hubiera pulsado el sí, ¿estaríamos hablando de conspiración?

El PP no ha soportado esta rocambolesca derrota. Con la bonita jugada que habían preparado para ganar el partido, se desesperaron porque alguien por torpeza o despiste, metió un gol en propia puerta. Y los goles en propia puerta suben al marcador.

Y ahora vuelvo al comienzo del artículo. ¿Dónde han estado los intereses de los ciudadanos y las ciudadanas del país? ¿Cuándo se ha preocupado la oposición del interés común en esta votación? ¿En quién han pensado los tránsfugas para desobedecer la orden del partido? Si se hubiesen tenido en cuenta los intereses de la ciudanía, esta ley debería haber tenido un respaldo unánime, no digo mayoritario, digo unánime.

Tenemos que ser exigentes. En primer lugar tenemos que informarnos de lo que sucede. Y luego, analizar con rigor esa información, levantar la voz con energía y tomar decisiones racionales y justas a la hora de votar.

El Adarve

viernes, 18 de febrero de 2022

_- El divorcio es duro. Así puedes ayudar a quien atraviesa uno.

_- Hay varias maneras de mostrar tu apoyo a los amigos que están pasando por una separación, desde grandes gestos hasta pequeños actos de amabilidad.


Enfrentarse a un divorcio, a veces, es una sorpresa
Mette Harrison, una novelista que también trabaja en el sector financiero, recibió una desagradable sorpresa en 2020 cuando su marido de 30 años le pidió el divorcio. Harrison, madre de seis hijos, calcula que, entre los que dejaron de hablarle y los que expresaron su opinión sobre la ruptura, también perdió a la mitad de sus amigos.

Según un estudio de 2013 dirigido por Rose McDermott, académica de la Universidad de Brown, si las personas de tu red social cercana se divorcian, el riesgo de que tu matrimonio termine aumenta de manera considerable. En parte, esto puede explicar por qué quienes se encuentran en crisis matrimoniales se ven abandonados por las personas más cercanas y queridas. Sin embargo, la desaparición de los seres queridos también puede deberse a que simplemente no saben cómo ayudar.

Además de la pérdida de su matrimonio, perder a los amigos fue casi demasiado, dice Harrison, que ahora tiene 51 años. No obstante, cuando los que se quedaron a su lado le ofrecieron ayuda, también quedó desconcertada. “No sabía qué necesitaba, ni siquiera cuando la gente me lo preguntaba”, aseguró.

Un cuestionario guía  ¿Crees
que debes divorciarte? Hazte estas 11 preguntas primero

La importante ayuda de los amigos y la familia
Una amiga le ofreció un lugar donde dormir hasta que pudiera encontrar un departamento; otro la guio gentilmente para que hiciera una evaluación honesta de su situación financiera. Una tercera persona le envió mensajes de texto todos los días durante un año, un simple intercambio que, según Harrison, la ayudó a calmar el pánico de los primeros meses. Su hermano mayor, Mark Ivie, estableció un pago mensual recurrente para la renta y la comida, además de una lista de artículos deseados en Amazon, que compartió con otros miembros de la familia.

“De ninguna manera lo habría logrado sin su ayuda”, comentó Harrison.

Los expertos dicen que hay muchas maneras de ayudar a quienes se ven afectados por la vergüenza, la conmoción y el pánico económico de una separación o un divorcio, desde grandes gestos hasta pequeños actos de amabilidad.

Escuchar… una y otra vez
Aunque a menudo se asume que quienes se encuentran en una separación inicial necesitan espacio, Ashley Mead, una psicoterapeuta que trabaja en Nueva York y que se especializa en divorcios, recomienda la conexión. No obstante, escuchar y atender esas situaciones requiere delicadeza.

“Los divorciados están perdiendo a la persona con la que más han estado conectados en toda su vida”, explicó Mead mediante un correo electrónico. “A menudo están desesperados y sienten una vergüenza increíble”.

“Preséntate”, agregó Mead, quien recomienda abstenerse de ofrecer consejos, sugerencias o cualquier frase que pueda expresar algo así como “te lo dije”. 

Si no sabes qué decir, intenta esto: “Sé que no puedo solucionarlo, pero estoy aquí para ayudarte”, aconsejó. “Tenemos una tendencia a querer arreglar las situaciones negativas que viven nuestros amigos, pero intentar animar a alguien a menudo lo que busca es calmar nuestra propia incomodidad y no ayuda a quienes necesitan aliviar las emociones difíciles”.

Erika Anne Englund, mediadora de divorcios que trabaja en Sacramento, California, dice que debemos “ser el tipo de oyente que ayuda a la gente a llegar a sus propias conclusiones: Asegúrate de que tu amigo tenga un lugar donde desahogarse, llorar, reír y pensar en voz alta”.

“No dejes de invitar a tus amigos divorciados a fiestas solo porque estén sin una pareja, y llámalos en época de festividades incluso años después de que el divorcio haya terminado”, dijo Englund.

Cuando Amy Armstrong, terapeuta familiar en Columbus, Ohio, pasó por su propio divorcio, encontrar amigos que pudieran escucharla sin convertir su historia en un drama —o en un chisme— fue un salvavidas. “Una persona que te apoya, que te ayuda a visualizarte en un próximo capítulo alegre, no alguien que te insta a quejarte o a quedarte en actitud de víctima”, dijo.

Stéphane Jutras, que vive en Canadá y presenta el podcast Divorced Dad Diaries, se divorció en 2018. Cuando habló del tema con sus amigos, notó que se volvieron más cercanos y se abrieron a temas de la relación que antes habían mantenido guardados. “A medida que les hacía confidencias, se sentían seguros para hablar de sus problemas matrimoniales”, dijo Jutras.

Un Equipo de apoyo
A la hora de buscar un equipo de apoyo, Susan Pease Gadoua, terapeuta del condado de Sonoma, California, que también dirige grupos de apoyo para divorciados, recomienda recurrir a personas que no tengan miedo a los sentimientos fuertes o al tiempo que pueda llevar procesarlos. “La gente tiene un ancho de banda de dos a cuatro meses para lidiar con el dolor ajeno, pero recuperarse del divorcio en menos de seis meses se considera muy pronto”, aseguró.

Para aquellos que cuestionan sus habilidades de conversación, ser un buen oyente no requiere charlar sin parar. Ver una película juntos puede ser muy reconfortante, al igual que hablar mientras caminan. “No hables mal de nadie, no trates de animar demasiado ni intentes resolver problemas”, señaló Abby Medcalf, psicóloga en Berkeley, California, y fundadora del podcast Relationships Made Easy.

“Conéctate con el sentimiento, no con la situación”, comentó Medcalf. “Pregunta, ¿Qué es lo que te pone más triste, más enojado, más temeroso?”.

“Entonces, escucha bien, con toda tu atención”, agregó.

Ofrecer ayuda, o simplemente validar
El divorcio a menudo significa que conducir un auto compartido, pagar las cuentas y muchos otros requisitos de la vida diaria ahora recaen sobre una sola persona, no sobre dos.

“El divorcio es una gran transformación en la vida. Ayudar con detalles puede tener un impacto duradero”, opinó Mandy Walker, asesora de divorcios y mediadora en Boulder, Colorado.

¿Estás buscando formas creativas de ofrecer apoyo? Considera qué habilidades sociales podrías tener. ¿Puedes cuidar niños una noche a la semana? ¿Puedes editar un currículum? ¿Sabes algo sobre reparación de automóviles? ¿Eres habilidoso? Si no puedes ofrecer tus propias habilidades, quizá sea útil crear una lista de personas que sabes que pueden ayudar.

Los sentimientos de dolor y pérdida después de una separación o divorcio son parte normal del proceso de curación. Hay una línea de tiempo para la recuperación del divorcio, comentó Medcalf, y hacer un seguimiento de los cambios graduales en los sentimientos puede ser útil si un amigo o familiar divorciado está demasiado angustiado como para ver que mejora. “Lo más generoso que puedes hacer es dejar de lado tu propio miedo a los sentimientos fuertes y alejar poco a poco a las personas de la desesperación”, señaló.

Cuando Shawna Hein, de 37 años, finalizó su divorcio en 2020, dijo que los amigos que no impusieron sus sentimientos sobre la situación fueron sus salvadores. “Me encantó cuando le dije a la gente que me estaba divorciando y dijeron: ‘Genial’”, dijo Hein, una diseñadora principal de Ad Hoc que vive en Nevada City, California. “Para mí eso fue un reconocimiento de que estaba siendo valiente y de que la vida iba a mejorar”.

Pease dijo que “la terminología en torno al divorcio gira en torno al fracaso, pero a veces es una victoria que puede ayudar a la gente a hacer el cambio necesario. Permitir las emociones negativas a lo largo del viaje allana el camino para las emociones positivas en el futuro”.

El dinero puede ayudar, más de lo que piensas
El impacto económico de casi todos los divorcios golpea fuerte; los estudios muestran que los ingresos muchas veces decrecen, sobre todo para las mujeres. Los detalles sobre la manutención del cónyuge y de los hijos tardan meses y a veces años en resolverse. Incluso si se otorga, no hay garantía de que se tendrán esos pagos. Según un informe del censo de Estados Unidos de 2018, menos de la mitad de los padres con custodia a los que se les debe manutención infantil reciben lo que se les otorga, y hay pocos recursos para la mayoría en estas situaciones.

Sydney Petite se divorció en julio de 2018 con tres hijos, entre ellos mellizos de 3 meses. Ahora es la única progenitora con la custodia, se le concedió que su exmarido le pagara la manutención, pero no recibió ningún pago durante casi tres años.

“Aprendí —de forma torpe y rápida— a pedir ayuda”, afirmó Petite, de 30 años, que dirige una empresa de relaciones públicas en Mobile, Alabama. Una amiga le prestó dinero para contratar a un abogado, un colegio privado le ofreció la colegiatura gratuita de su hijo mayor y una niñera que había contratado para ayudar con los niños aplazó el pago hasta que Petite se recuperó económicamente. Desde que se divorció, la ex ama de casa pagó todos sus préstamos. “Hoy en día, estoy donde estoy gracias a un apoyo inesperado”, concluyó.

​​Otras vías de apoyo pueden ser reunir a los amigos para pagar unas horas de un abogado u organizar el reparto de comidas. “Puede llevar años volver a una situación financiera estable”, dijo Alex Beattie, cofundadora de Divide and Thrive, una herramienta financiera descargable para ayudar con el divorcio. “Llevar unas comidas o unas entradas de cine puede aligerar el ánimo de alguien sin que cueste mucho”.

https://www.nytimes.com/es/2022/02/05/espanol/ayuda-divorcio.html

Preguntas antes del matrimonio.

jueves, 17 de febrero de 2022

Isaac Rosa gana el premio Biblioteca Breve de novela con una picaresca antidistópica que imagina otro mundo posible


‘Lugar seguro’ retrata con ironía a tres generaciones de una familia que se aprovecha de las grietas del sistema en su beneficio.

Isaac Rosa ha ganado este lunes el 64º premio Biblioteca Breve con Lugar seguro, una novela que retrata con ironía a una familia de picaros en un escenario social que se prepara para el apocalipsis. “Un retrato genial de tres generaciones de granujas de una misma familia que se aprovechan de las grietas del sistema en su propio beneficio”, ha destacado el jurado. El premio que convoca y dota con 30.000 euros la editorial Seix Barral, uno de los más importantes del panorama literario en español, ha distinguido la obra de Rosa entre 858 manuscritos en un acto en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.

“Desde aquí, en línea recta hacia el sudoeste, podría llegar a mi casa avanzando bajo tierra”, comienza la obra de Rosa (Sevilla, 48 años), que expone un día en la vida de Segismundo García, un comercial venido a menos que cree haber encontrado el negocio que lo sacará de su crítica situación: la construcción y venta de búnkeres low-cost dirigidos a las clases más humildes. Esto cuando la construcción de refugios entre la clase alta se ha convertido en una tendencia para protegerse de futuros desastres. El lugar seguro al que alude el título es el nombre de la empresa y aquello que ofrece su protagonista: “un sálvese quien pueda”, en palabras del autor, en medio de la obsesión por el fin del mundo y la creciente mercantilización del miedo y la inseguridad.

El padre del protagonista, que lleva el mismo nombre, acaba de salir de la cárcel por un fraude con una red de clínicas dentales; y el hijo, Segis, recurre a la tecnología para crear negocios que se aprovechan de los vacíos legales. “Los tres Segismundos vienen de abajo y se estrellan una y otra vez, los llamamos pillos; pero cuando triunfan los consideramos emprendedores, modelos de éxito”, reflexiona el autor. Rosa mantiene que su protagonista, un tipo cínico, irónico y descreído, es sin embargo un personaje “imprescindible” para aquello que intenta transmitir con su novela: “Un futuro en el que, sin haber desaparecido los actuales problemas, sí se abre paso una posible alternativa que no conduce al abismo”.

Este es el desafío de la obra: “Ser capaz de imaginar otro futuro”; de aquí que se despliegue de fondo un movimiento ciudadano que plantea una alternativa a la visión escéptica del protagonista. Pero hay que ser cautelosos, sugiere Rosa: “Quería contar esa posibilidad desde los ojos de alguien descreído porque es la manera de no caer en la idealización o ingenuidad, y la forma de mostrar las limitaciones de cualquier intento de cambio”.

Isaac Rosa, que ha hecho referencia durante la presentación a algunas influencias como la del relato El nadador, de John Cheever, ha publicado nueve novelas y ha ganado importantes premios, como el Rómulo Gallegos, el de la Fundación José Manuel Lara o el Premio Andalucía de la Crítica. Lugar seguro, considera su autor, es su novela “más divertida”: “Se puede leer como una comedia amarga, que son las que me gustan”, ha comentado.

El objetivo del premio Biblioteca Breve desde su fundación, en 1958, ha sido estimular “una auténtica vocación renovadora”, así como abordar “la problemática literaria y humana estrictamente de nuestro tiempo”, según dejó sentado en su primer veredicto el editor Carlos Barral. Lugar seguro, que estará en librerías desde el 9 de marzo, ha sido distinguida por un jurado conformado por Pere Gimferrer, Benjamín Prado, Elena Ramírez, Andrea Stefanoni y Juan Manuel Gil, el último galardonado, con la obra Trigo limpio. El Biblioteca Breve tiene una amplia tradición en el panorama literario en español. Ha reconocido a autores como Juan Marsé, Gioconda Belli, Carlos Fuentes o al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, cuya obra, La ciudad y los perros, obtuvo el premio en 1962, y fue determinante en el desarrollo del boom latinoamericano.

https://elpais.com/noticias/premio-biblioteca-breve/

miércoles, 16 de febrero de 2022

Hacia una crisis de misiles nucleares en Europa.

Mientras se incuban los mayores peligros militares, nos arrullan con los desmanes de Putin

“Cuando le señalan la Luna, el necio mira el dedo", reza la conocida máxima atribuida a Confucio. Su contenido es muy simple: ajenos a lo crucial, nos centramos en tonterías. Y lo crucial es el enorme peligro de repetir en Europa algo parecido a una “crisis de los misiles de Caribe” de 1962, ahora con Ucrania en el centro.

Desde hace años la potencia militar más fuerte y agresiva del mundo, Estados Unidos, está rodeando militarmente a Rusia y a China. Como esos dos países son grandes potencias nucleares de vocación imperial, los peligros de la operación son obvios para cualquiera con sentido común. No lo hay en Bruselas, ni en las mentes de nuestros disciplinados políticos, expertos y periodistas “atlantistas”.

Una buena muestra es la respuesta del redomado irresponsable secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a los tímidos coqueteos de algunos socialdemócratas alemanes de que convendría acabar con la presencia de las armas nucleares de Estados Unidos en suelo alemán: “Por supuesto, Alemania puede decidir si deja de albergar armas nucleares, pero la alternativa es que acabaríamos teniéndolas en otros países de Europa, más al este de Alemania”.

Utilizando una “lógica poscolonial” y reclamando su “esfera de interés vital”, Rusia se considera “legitimada para controlar esa área y los países postsoviéticos europeos que no pueden elegir otro destino” ni “emanciparse de la condición geopolítica que les impone Moscú”, señala Carmen Claudín, analista del CIDOB. “No puede haber un Yalta.2”, dice el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. “Es la propia política del Kremlin la que ha antagonizado a sus vecinos postsoviéticos, multiplicando los sentimientos antirrusos”, sentencia Claudín. Pero esta última verdad cambia poco lo esencial.

Negando el “derecho” de Rusia a oponerse a la ampliación de una alianza militar hostil junto a sus fronteras, Washington y sus defensores atlantistas europeos, ignoran doscientos años de la propia historia de Estados Unidos, reclamando e imponiendo su esfera de influencia en el hemisferio occidental. Claro que Ucrania, o Georgia, tienen derecho a pedir su ingreso en la OTAN y el estacionamiento de bases y armas en su territorio. En 1962, también la República de Cuba tenía derecho a reclamar el estacionamiento de misiles soviéticos a 170 kilómetros de territorio estadounidense. Washington se había ganado a pulso el “sentimiento antiamericano” de todo el subcontinente con sus invasiones, golpes de estado e implacable dominio del que Cuba había conseguido liberarse. Y por supuesto, también la URSS, amenazada por misiles nucleares estacionados en Turquía, tenía derecho a estacionarlos en Cuba. Pero es que en aquel caso, como en el actual, no era una cuestión de derechos, sino de medir las consecuencias. Como ahora la situación en Europa, la crisis de los misiles de Cuba fue extremadamente peligrosa. Estados Unidos advirtió que el asunto era casus belli: llevando hasta el extremo aquellos derechos, se habría destruido el planeta. Como dice con raro buen sentido Jack Matlock, ex embajador de Estados Unidos en Moscú, “como nuestro Congreso nunca aprobó una ley de la gravedad, ¿podemos ignorarla?”.

Ante esta situación, los políticos, expertos y periodistas “atlantistas” europeos, prefieren mirar el dedo: la “agresividad” de Putin y los nefastos abusos, fechorías y crímenes del régimen ruso. No son tonterías para los rusos que algún día deberán resolverlas, pero sí lo son para nosotros, en la situación concreta y actual que nos afecta.

Es obvio que existe una relación entre la política exterior rusa y la política interior del régimen ruso. La amenaza exterior tiene una gran funcionalidad para acallar a la oposición como “agente extranjero”, incluida la barbaridad cometida con la sociedad “Memorial”, por ejemplo. Pero es que, ¿acaso esa relación solo existe en Rusia? En Estados Unidos observamos incluso una relación aún más decisiva entre la economía, el dictado del complejo militar industrial sobre las decisiones del Congreso, y la política exterior de guerra eterna. Los misiles contra Sudan intentaron resolver el “caso Lewinski”, la leyenda de la intervención rusa en las elecciones de Estados Unidos ha sido arma en la pelea interna que divide al establishment norteamericano en un ambiente de manifiesto macartismo. Los atentados del 11 de septiembre neoyorquino se usaron para desencadenar una nueva catástrofe alrededor de los recursos de Irak… No solo hay disidentes, y tortura, en China y Rusia, ahí están Guantánamo y Assange, y también hay “agentes extranjeros” entre nosotros.

Bajo cada video que el canal ruso de televisión RT sube en YouTube, aparece el mensaje: “RT está financiada, total o parcialmente por la administración pública rusa”. “Medio controlado por el estado de Rusia”, reza el mensaje que sale en la página de RT en Instagram, propiedad de Facebook y que podría aplicarse exactamente igual a la Deutsche Welle, Voice of America, BBC, etc., etc. La versión alemana de RT, el único canal en el que los críticos de la ampliación de la OTAN podían expresarse y que cuestionaba la versión atlantista de la “revolución ucraniana” de 2014, los claroscuros del caso Skripal o los dudosos ataques con gas venenoso atribuidos a el Assad en Siria, ha resultado ser demasiado efectiva (quinto puesto en el ámbito “noticias” y “política” entre los canales vistos en Alemania) y se le ha negado la licencia de emisión, con lo que se limita a la transmisión por satélite. En septiembre el canal de video de RT-Alemania, que tenía más de 600.000 abonados y registraba más de 547 millones de consultas, fue borrado de YouTube. Mientras en Occidente, las democracias de baja intensidad no cesan de perder sustancia, los monopolios digitales de Estados Unidos, directamente sometidos al Big Brother de la NSA y otros servicios, como demostró Snowden, nos protegen así ante la propaganda rusa con el paternal mensaje: “Esta no es la propaganda que deberías consumir, consume la buena: CNN/ BBC/MSNBC, etc.” y nuestros periodistas y expertos nos arrullan mirando el dedo de los desmanes de Putin.

Tras ser ignorada durante décadas, Rusia ha presentado propuestas de acuerdos bilaterales con garantías de seguridad firmes, lejos de las promesas que no se cumplieron a lo largo de los últimos treinta años. Garantías de que Ucrania no ingresará en la OTAN, y que no se colocarán armas contra ella en su entorno inmediato.

“Esperamos conversaciones constructivas con un resultado final claro en los términos que garanticen una seguridad igual para todos” “Han llegado hasta el umbral de nuestra casa. ¿Creen que somos tan ilusos como para ignorar las amenazas planteadas a Rusia?. Ese es el problema: simplemente ya no tenemos terreno para retroceder”, ha dicho.

El sujeto de su reclamación no es la Unión Europea, ni la OTAN, sino que se ha dirigido directamente a quien manda en este asunto: Estados Unidos. Quiere acuerdos bilaterales con Washingtion y en segundo término con Berlín y París. El 21 de diciembre, el presidente ruso habló con el nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, y con el presidente francés, Emmanuel Macron. La apuesta de Rusia es enérgica. Entre el 10 y el 13 de enero tendrán lugar las conversaciones, ¿qué pasará si no llegan a buen puerto?

Ante el Colegio del Ministerio Ruso de Defensa, una audiencia de generalotes, Putin dijo a finales de diciembre que si las conversaciones no logran resultados, Rusia adoptará “medidas militares apropiadas” de respuesta. Nuestros papagayos se preguntan por el contenido de tales “medidas”y han lanzado la voz de alerta ante la fantasmagórica “invasión de Ucrania”, un escenario fuera de toda realidad. La respuesta del Kremlin será otra: el despliegue de misiles nucleares tácticos en Bielorrusia y Kaliningrado. Con su estupidez, la Unión Europea regresa al continente a los principios de los ochenta, la crisis de los euromisiles. La unilateral retirada de Estados Unidos del acuerdo INF ha hecho posible esta locura.

No habrá seguridad europea que no sea común e integre los intereses de todos los países europeos, no la habrá sin Rusia, y desde luego no la habrá contra Rusia. Pese a los esfuerzos de nuestros políticos, expertos y periodistas.

Rafael Poch de Feliu

[Fuente: Ctxt]

martes, 15 de febrero de 2022

_- La mayoría de investidura resulta imprescindible.

_- El resultado de la votación del jueves pone de manifiesto de manera inequívoca que, con la composición actual del Congreso de los Diputados, no hay mayoría alternativa a la mayoría de investidura.

— El Congreso aprueba por un voto la reforma laboral tras el viraje de los diputados de UPN y el error de uno del PP.

El hecho diferencial de esta legislatura ha sido y continúa siendo la negativa de las derechas españolas a aceptar la “legitimidad” del Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Esto no ha ocurrido en ninguna de las legislaturas anteriores. Ni siquiera en la de 2004 con José Luis Rodríguez Zapatero. El PP afirmó de manera reiterada que el PSOE llegaba a la presidencia del Gobierno por el uso indebido que había hecho del atentado terrorista de Atocha del 11M, pero no llegó nunca a negar la legitimidad de su mandato. En esta sí.

Por esta razón los tres partidos de la derecha española intentaron, en primer lugar, impedir que Pedro Sánchez fuera investido presidente del Gobierno. El lector recordará muy probablemente la intervención de Inés Arrimadas en el Congreso instando a que hubiera algún “valiente” en el grupo parlamentario socialista que repitiera el “tamayazo”. Y también recordará que el diputado de Teruel Existe tuvo que ser protegido policialmente el día previo a la investidura ante las amenazas dirigidas contra él.

Una vez investido presidente, los partidos de las derechas españolas intentaron aprovechar la emergencia sanitaria generada por la COVID-19 para derribar el Gobierno y casi llegaron a conseguirlo en mayo de 2020, en la convalidación de la tercera prórroga del estado de alarma.

La convalidación del real decreto ley sobre la reforma laboral ha sido la tercera ocasión en que, esta vez solamente PP y VOX, han intentado poner fin a la legislatura, al hacer fracasar la aprobación de la medida más decisiva para la continuidad del Gobierno. A diferencia de las anteriores ocasiones, en esta no ha sido la acción del Gobierno la que ha frustrado la operación de acoso y derribo, sino que ha sido el error de un diputado del PP el que la ha hecho fracasar.

El resultado de la votación del pasado jueves pone de manifiesto de manera inequívoca que, con la composición actual del Congreso de los Diputados, no hay mayoría alternativa a la mayoría de investidura. No hay mayoría de gobierno con Ciudadanos. Ciudadanos suma muchos menos votos de los que resta. Y además, lo hace con un discurso en el que insulta gravemente a los partidos que contribuyeron a la investidura de Pedro Sánchez, primero con la moción de censura en 2018 y después con la investidura en 2020. El discurso de Inés Arrimadas anunciando su voto a favor de la convalidación del real decreto ley sobre la reforma laboral fue un ataque brutal a ERC, Bildu y PNV.

El 10 de enero califiqué la reforma laboral como “el momento decisivo de la legislatura” y el 20 expliqué por qué “Ciudadanos no es una opción”. La sesión del Congreso de los Diputados de este pasado jueves 3, en el que se votó la convalidación del real decreto ley sobre la reforma laboral ha venido a confirmar lo que en ambos artículos argumenté.

La primera mitad de la legislatura ha sido muy dura, pero la segunda lo va a ser todavía más. En los próximos meses habrá que hacer frente a la situación del rey emérito, a la comisión de investigación sobre la pederastia en la Iglesia católica, a las inmatriculaciones injustificables de la Iglesia, a lo que pueda decidir el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la cuestión prejudicial elevada por el Juez Pablo Llarena, o el Tribunal General de la Unión Europea sobre la inmunidad de Carles Puigdemont, o el conflicto que se pueda suscitar con ocasión de la renovación de los Magistrados del Tribunal Constitucional en el mes de junio por parte del Gobierno y del Consejo General del Poder Judicial “en funciones” desde hace más de mil días…

El Gobierno necesita contar con una mayoría parlamentaria estable, que le permita abordar todos estos problemas, más los que el curso ordinario de los acontecimientos generan, de una manera solvente. Y esa mayoría es la que es. Y no hay otra. No se dan las condiciones para que pueda operar “geometría variable” de ningún tipo, sino para todo lo contrario.

La cohesión de la mayoría parlamentaria no depende exclusivamente del presidente del Gobierno. También los dirigentes de los distintos partidos que constituyen dicha mayoría tienen que asumir su responsabilidad. Pero no es comparable la posición del presidente del Gobierno con la de ningún otro. En el proceso de convalidación del real decreto ley sobre la reforma laboral, estando, como estoy, de acuerdo con que el real decreto ley se tenía que haber convalidado sin más, el presidente del Gobierno tendría que haber previsto una salida que no quebrara la mayoría parlamentaria de investidura. Lo contrario es un suicidio, que el error del parlamentario del PP ha evitado. No es razonable confiar en que eso vuelva a ocurrir.

Esperemos que la lección se haya aprendido. Por todos. Pero, sobre todo, por el presidente del Gobierno. 

lunes, 14 de febrero de 2022

_- No dejéis que los niños vayan a él

_- Alejandro Palomas es un escritor catalán, licenciado en filosofía inglesa por la Universidad de Barcelona, master en Poesía por el New College de San Francisco y traductor en varias editoriales. Ha escrito numerosos libros: “Un país con tu nombre”, “El tiempo que nos une”, “El alma del mundo”… y así hasta 71.También es autor de la trilogía “Una madre”, “Un perro” y “Un amor”, la última de las cuales le valió el premio Nadal en 2018. Tiene ahora 55 años.

Hace unos días, ha agitado la conciencia de la sociedad al desvelar un secreto que ha estado minando su paz interior desde que tenía 8 años. Cuenta Alejandro que un hermano de La Salle, abusó sexualmente de él de forma reiterada y brutal. He oído declaraciones desgarradoras en las que cuenta, con llamativos detalles, los indecentes comportamientos de su educador. Cuesta llamar educador a una persona que se comporta así. Cuesta llamar profesor a un maltratador, a un abusador.

Cuenta Alejandro cómo un día, cuando debía subir al cuarto del religioso, sintió tal reacción de repulsa que los pies le llevaron a la salida del Colegio y luego, después del viaje de tren, en una carrera desesperada, a su casa. No podía dejar de llorar. La madre, que estaba planchando, al verle llorar sin consuelo, le preguntó por el motivo del llanto. Con tanta insistencia que el niño acabó confesando:

El hermano L. me hace cosas y me hace mucho daño… No tardó la madre en entender cuáles eran las cosas que le hacía el religioso. Los abusos se habían producido en el coche, en cuarto del profesor, en la enfermería del campamento… Una y otra vez.

Acudió el padre de Alejandro (que era miembro del AMPA y amigo del profesor L.) al Colegio y allí le pidieron discreción y le aseguraron que no se volverían a repetir los hechos. Es decir, antepusieron la salvaguarda de la imagen del Colegio a la justicia y a la defensa de la dignidad de la víctima. Y dejaron al religioso seguir instalado en una vergonzosa impunidad y en plena libertad para seguir repitiendo sus actuaciones con otras víctimas. Alejandro cuenta que el religioso comenzó, después de la queja del padre, comenzó a ignorarle, aunque hubo un nuevo intento de agresión sexual en los vestuarios, que resultó frustrado porque llegaron otras personas.

Le han preguntado a Alejandro si tenía conocimiento de otros casos como el suyo en el Colegio. Y, con honestidad que le honra, responde que no tenía noticias sobre ello.

Estremece pensar en el dolor de este niño. Y en la vida que ha tenido después. Durante muchos años, según dice, ha estado en terapia para superar el trauma. “Yo me veo como alguien solo. Soy impar y siempre lo seré. No me fío de nadie, ni de mi mejor amigo. No puedo… Vivo en una campana de cristal. Cuando voy a abrazar a un amigo, toco cristal. Después toco al amigo, pero primero, cristal. No sé explicarlo de otra forma”, concluye.

Los hechos tienen unos agravantes demoledores. El primero es la condición religiosa y educativa de quien le destruye para propiciarse unos placeres fugaces y obscenos. La mano que golpea es la que tenía que proteger. La persona que condena es la que tenia que salvar. Abusa de ese niño quien le echa encima pecados mortales que, supuestamente, le conducirán de cabeza al infierno. Es un educador el que destruye todos los cánones del respeto y la dignidad. La antítesis del proceso educativo.

El segundo agravante es que los hechos tienen lugar en el marco de una institución educativa. A la escuela se va para aprender, para convivir, para ser feliz. Pero Alejandro encuentra en esa institución una trampa mortal. Más le valiera no haber acudido nunca a ella.

El tercer agravante es la reiteración de los hechos, ya que no se trata de un abuso aislado. Se trata de un plan elaborado, de la elección cuidadosa de una víctima. Dice Alejandro, en declaraciones al periódico El País: “Desde febrero de 1975 hasta las Navidades de 1976, sufrí abusos por parte del hermano L., del Colegio de La Salle de Premià de Mar (Barcelona)”. La inicial L. es el apellido del acusado, por el que se le conocía popularmente en el colegio. La institución explica que siguió en ese mismo colegio hasta hace algunos años, aunque no aclara hasta cuándo. Ahora tiene 91 años y está retirado en una residencia para religiosos en Cambrils (Tarragona).

Un cuarto agravante es la edad de la víctima que hace que la vulnerabilidad no pueda ser mayor. A esa edad tan plástica esos abusos dejan una huella que, como se ha visto en el caso de Alejandro, permanecen casi medio siglo después. Y durarán toda la vida. Dice Alejandro: “Soy una persona mermada. A los 8 años me convertí en un superviviente”

“El hermano L., además de estar a cargo de la sección de deportes, era profesor de lengua en el Colegio de La Salle de Premià. Era muy querido y muy popular, el típico al que se acercaban todos los niños”, describe Palomas, que llegó al colegio con seis años, cuando su familia se mudó de Barcelona a Vilassar de Mar, a 25 kilómetros de la capital catalana.

“Yo era un niño, dice Alejandro, que lo somatizaba todo. Cuando estaba angustiado en el colegio, que era casi siempre, se me infectaban las amígdalas y tenía unas fiebres brutales. Llamaban a mi familia y me llevaban a casa en coche. ¿Y quién me llevaba? El hermano L.”, recuerda Palomas, que en aquel entonces cursaba 4º de EGB. Durante aquellos trayectos, asegura que el religioso abusaba de él de forma humillante. Me pregunto cómo entregaba al niño a sus padres después de lo que había pasado.

Hay una cuestión que me ha parecido especialmente cruel. Después de consumar sus abusos, le decía: “¿Te das cuenta de lo que me has obligado a hacer?”. Pienso que esa culpabilización era un retorcimiento moral de extremada crueldad. Dice al respecto Alejandro: ”Yo, que no entendía nada, me preguntaba, primero, qué había hecho él, y segundo, qué estaba haciendo yo”.

Me pregunto cómo puede vivir un religioso con esos comportamientos tan opuestos a sus convicciones. Cómo conciliar el sueño, asistir a misa, confesarse una y otra vez, hablar a otros sobre la castidad y el respeto a la dignidad de la persona.

Ha guardado ese secreto toda la vida. Y ahora lo ha contado con toda la crudeza que los hechos exigen. “Pensé que hacía falta una cara con un nombre conocido y una historia que contar”. Para él, la pregunta que suelen escuchar las víctimas, “¿por qué ahora?”, no está bien planteada. La cuestión, afirma, es: “¿por qué no hasta ahora?”. También ha contribuido a hacer estas declaraciones el hecho de haber fallecido su madre. Y haber conocido que la Institución de La Salle no aceptaba de buen grado la investigación sobre los abusos. Dice que fue decisiva la lectura del informe de El País sobre “los abusos en la congregación religiosa de La Salle”.

¿Qué hacer? En primer lugar, resulta imprescindible que las personas que han vivido este horror levanten su voz y denuncien los hechos. No por venganza. Por justicia. Y porque el silencio tiene como efecto inevitable una invitación a que se repetían los hechos impunemente.

En segundo lugar, la Iglesia y las instituciones educativas que de ella dependen tienen que colaborar con la justicia para esclarecer los hechos y, en caso de que se confirme la culpabilidad de alguno de sus miembros, pedir perdón a las víctimas y compensarlas debidamente.

En tercer lugar, la Iglesia tiene que velar para que los profesionales que se dedican a la educación sean personas equilibradas, psicológicamente sanas y, por supuesto, honestas.

A las demás víctimas de abusos sexuales, Alejandro les diría, después de envolverlas en un largo abrazo: “No eres culpable”. Él sintió culpa durante mucho tiempo.

Me ha parecido bien que el presidente del Gobierno haya querido entrevistarse con Alejandro Palomas. Podemos imaginarnos el dolor de las víctimas pero el contacto directo con ellas nos permite vivirlo en otra dimensión. Por otra parte, la víctima, en este caso, se siente escuchada y apoyada. Y pide que lo que prometa el Presidente se haga realidad sin demora.

Para todos aquellos que, desde el seno de la Iglesia, atacan la ideología de género, pienso en el hecho de que estos abusos solo se conocen en religiosos varones. No he conocido en mi vida el caso de una sola religiosa que haya abusado de niños o niñas a su cargo en instituciones educativas. ¿Podrían explicarme por qué?

https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2022/02/05/no-dejeis-que-los-ninos-vayan-a-el/

domingo, 13 de febrero de 2022

_- Retórica reaccionaria y vivienda.

_- En los debates sobre la reforma laboral y ley de la vivienda hemos visto la reiteración y combinación de viejos argumentos

Siguiendo al sociólogo T. H. Marshall, la humanidad primero conquistó la “ciudadanía civil” con las revoluciones americana y francesa en el siglo XVIII (libertad de expresión, derechos del hombre y del ciudadano). En el siglo siguiente se logró la “ciudadanía política” que reguló la participación ciudadana en el ejercicio del poder político, extendiendo el derecho de voto a grupos cada vez más amplios. En el siglo XX se desarrolló la “ciudadanía social y económica” que suponía el reconocimiento de los derechos sociales como la educación, la salud, el bienestar económico y la vivienda, básicos para la vida de un ser civilizado.

En base a este esquema, el economista Albert O. Hirschman expuso en una relevante conferencia -Doscientos años de retórica reaccionaria: la tesis de la inutilidad, recogida en Vivir como iguales (1996), las duras respuestas a estas tres oleadas progresistas. Explicó cómo frente a estos tres grandes avances aparecieron otras tantas tesis reaccionarias que desmenuza y ridiculiza con sutileza. 

Son las tesis de la perversidad, la inutilidad y la peligrosidad. 

1. La primera sostenía que las políticas públicas tenían un efecto contraproducente porque los programas de bienestar social crearían más y no menos pobreza. 

2. La tesis de la inutilidad afirmaba que todo intento de cambiar algo sería superficial y, por lo tanto, ilusorio “en la medida que las estructuras profundas de la sociedad permanecen completamente intocadas”. 

3. La tesis del peligro aseguraba que la ampliación de derechos que suponía el Estado de bienestar pondría en peligro las conquistas previas en libertad individual.

En los debates actuales sobre la reforma laboral y ley de la vivienda hemos visto la reiteración y combinación de estos viejos argumentos reaccionarios. A pesar de todo, el avance de derechos, con sus vaivenes, es incontestable. Como señala el Boletín 29 de Jueces por la Democracia en su editorial: “¡Eppur si muove! (y, sin embargo, se mueve) Pese al CGPJ, la vivienda, derecho subjetivo”. Sostienen estos jueces que “aunque el Consejo General del Poder Judicial lo rechace, el derecho progresa y cabe admitir un derecho subjetivo a la vivienda”. Admiten que conseguirlo no será sencillo. En la publicación, el magistrado Edmundo Rodríguez Achútegui hace un detallado recorrido de los avances del derecho en la vivienda desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), pasando por la legislación europea y española. Subraya los significativos avances a través de la legislación catalana (2007 y 2013); andaluza (2010); castellanomanchega (2011) y, sobre todo, vasca (2015). Unos avances que fueron saboteados por el Gobierno de Mariano Rajoy, que logró que el Tribunal Constitucional redujera alguna de las medidas de las normas catalana y andaluza.

En el boletín, la abogada Verónica Dávalos enfatiza que ante el aumento de los desahucios, la pandemia ha puesto de relieve que “el derecho a la vivienda ha quedado íntimamente ligado con el derecho a la salud”, como señala la Organización Mundial de la Salud. Los desastres a que nos enfrentamos justifican la necesidad de ampliar los derechos. Lo decisivo es exigirlos aunque sea por una minoría.

sábado, 12 de febrero de 2022

¿Y si Vox destruye al PP?

A Vox le basta con sustraerle al PP el suficiente número de votos como para que resulte evidente que el PP no va a poder formar Gobierno. A partir de ese momento el PP iniciará su proceso de descomposición.

— CRÓNICA | Cómo adelantar elecciones sobrado de la vida para acabar luego de los nervios


La extrema derecha acaba imponiendo primero su discurso y después se impone electoralmente. Esto es lo que ha ocurrido en España en el espacio de lo que está a la derecha del PSOE desde el comienzo de la Transición.

En la fase inicial de la Transición parecía imposible que la extrema derecha representada por AP pudiera acabar imponiéndose a UCD. En las elecciones que se celebraron entre 1977 y 1980 la hegemonía de UCD en el espacio a la derecha del PSOE era rotunda. Estamos hablando de una diferencia de 167-168 escaños de UCD frente a 16-10 de AP en las elecciones generales de 1977 y 1979. De una diferencia del 30.63% de UCD en las elecciones municipales de 1979 frente al 2.99 de AP. De una diferencia en las elecciones vascas de 1980 de 8.52% y 6 escaños a favor de UCD, frente a 4.77% y 2 escaños a favor de AP. Y de una diferencia en las elecciones catalanas de 18 escaños de UCD por 0 escaños de AP.

Aunque las elecciones vascas y catalanas se celebraron después de que hubiera tenido lugar el referéndum de ratificación de la iniciativa autonómica del 28 F en Andalucía, en ellas no se notó todavía el impacto del resultado de dicho referéndum. Si lo haría en las elecciones gallegas de 1981, en las que AP obtiene 26 escaños y UCD 26, y en las andaluzas de mayo de 1982 en las que AP obtiene 17 y UCD 15. En las elecciones generales del 28 de octubre de 1982 AP obtendrá 107 escaños y UCD 11. La extrema derecha desplazaba definitivamente al partido de centro en el espacio político a la derecha del PSOE. Acabaría haciéndolo desaparecer, una vez transformado AP en el PP a partir de las elecciones de 1993. Un partido de extrema derecha en sus orígenes se quedaba con el monopolio de toda la representación de la derecha española.

¿Podemos estar asistiendo a un fenómeno parecido? Una vez que Vox está consiguiendo arrastrar al PP a su terreno ideológico, ¿no es razonable pensar que acabará siendo el principal partido de la derecha española también electoralmente? El PP necesita que la sociedad española lo reconozca como un partido de gobierno de España. Vox todavía no lo necesita. A Vox le basta con sustraerle al PP el suficiente número de votos como para que resulte evidente que el PP no va a poder formar Gobierno. A partir de ese momento el PP iniciará su proceso de descomposición. En el inmediato futuro y todavía más mirando un poco más lejos, el PP solo puede sobrevivir si la sociedad española lo reconoce como partido de Gobierno, aunque no lo sea en ese momento. En el momento en el que esa expectativa desaparezca, el PP habrá perdido su razón de ser.

En mi opinión, esto es lo más importante que está en juego en las dos elecciones que se van a celebrar en este 2022: las castellano leonesas este próximo domingo y las andaluzas a finales de la primavera o en el otoño. Si el PP acaba dependiendo de Vox en ambas comunidades, sus posibilidades de convertirse en partido de gobierno en las próximas elecciones generales habrán desparecido casi por completo.

No es un problema de si Casado puede seguir siendo presidente del PP y candidato a la presidencia del Gobierno. Es un problema de las siglas PP. Es el desmoronamiento de la formación política lo que puede estar en juego en estas dos convocatorias electorales. El inicio de un proceso paulatino que desemboca en un derrumbe catastrófico.

De momento está claro que el PP ha abandonado por completo el discurso de Pablo Casado en el debate de la moción de censura que presentó Santiago Abascal. De situar al PP en un terreno completamente distinto del de Vox y anunciar que no tenían nada que ver el uno con el otro, Pablo Casado está teniendo que comerse las palabras que pronunció ese día y volver al espacio ideológico perimetrado por Vox. Este movimiento de ida y vuelta casi sin solución de continuidad se convierte en un camino sin retorno. Quedándose quieto en su sitio Santiago Abascal ha arrastrado al PP a donde quería llevarlo.

Este domingo veremos hacia dónde apunta la representación política de la derecha española.

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