_- La tesis de la inevitabilidad del triunfo de las derechas ha sido puesta en circulación con una cantidad de medios extraordinarios y de manera muy prolongada en el tiempo con la finalidad de desmovilizar a los electores de las diferentes izquierdas para que no acudan a las elecciones
Antonio Avendaño, muy buen amigo y excelente analista, publicó el pasado domingo, 5 de julio, un artículo en El Plural Andalucía con el título “El 19-J en diez claves y un prólogo”, que comenzaba así: “estas son las primeras elecciones andaluzas en cuarenta años donde existe certeza de que la izquierda no gobernará”.
Como habrán visto por el título que he puesto a esta entrada del blog, que no por casualidad se llama “Contracorriente”, no estoy de acuerdo con esta tajante afirmación de Antonio Avendaño. Tal como yo veo el proceso electoral que finalizará el próximo domingo, la tesis de la inevitabilidad del triunfo de las derechas ha sido puesta en circulación con una cantidad de medios extraordinarios y de manera muy prolongada en el tiempo con la finalidad de desmovilizar a los electores de las diferentes izquierdas para que no acudan a las elecciones. No viene de estos meses finales, sino que es una tesis que se viene reiterando de manera asfixiante desde que empezó la legislatura en diciembre de 2018. “Andaluz de izquierdas: estas no son tus elecciones”. Este es el mensaje.
Y es el que se ha concretado con la elección de la fecha electoral. El jueves 16 es el día del Corpus, que es festivo en varias provincias andaluzas y supone un corte en la semana final de la campaña electoral. Es un día del que se hace uso como comienzo de puente por muchas familias, especialmente cuando el calor aprieta, como lo está haciendo este año. La elección del 19-J no ha sido una elección inocente. Es un obstáculo más para la movilización del electorado de izquierda.
Y también con el planteamiento de la campaña electoral, en la que el PP y el Gobierno de la Junta de Andalucía están jugando a que las elecciones pasen desapercibidas, con la finalidad de que no haya debate que pueda despertar la atención de los electores. Ya tuvimos ocasión de comprobarlo en el primer debate electoral en televisión. La actitud cuasi ausente del candidato del PP, Juanma Moreno, fue, para mí, lo más llamativo del debate. Parecía casi que estuviera evacuando un trámite penoso y no participando en un acto central de la liturgia democrática. Su único objetivo parecía ser dejar que pasara el tiempo sin involucrarse en discusión de ningún tipo. Ni con los otros partidos de la derecha ni con los de las izquierdas. Lo único que faltó es que mirara su reloj, como hizo el Presidente Bush padre en el debate con Bill Clinton en 1992.
No tengo la menor duda de que esa va a ser su actitud esta semana final y especialmente en el debate de este lunes. Es algo para lo que los partidos de las izquierdas tienen que estar preparados. Con educación, pero con firmeza, tienen que reprocharle al Presidente Moreno Bonilla la forma en que ha comprometido nada menos que al Rey Felipe VI en su campaña electoral. Sería el momento oportuno para que se formulara la pregunta de si la Casa Real ha sido consultada por la dirección del PP antes de hacer uso de su imagen. No se puede tolerar que el juego sucio se lleve hasta hacer uso de la figura del rey.
Todo ello es indicativo de la inseguridad de las derechas en general y del PP en particular. Saben que son minoría y que únicamente si consiguen desmovilizar a los votantes de izquierda, pueden ganar. No es una campaña ganadora en la que se confía en el propio programa y su fuerza atractiva. No confían en ganar convenciendo, sino en ganar embarrando el terreno de juego para que la ciudadanía se ausente.
Esta fue la estrategia del Gobierno de Adolfo Suárez en el referéndum del 28-F, para impedir el acceso a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución. La reacción del cuerpo electoral andaluz desbarató dicha estrategia.
En este 19-J se está ensayando la misma estrategia con la finalidad de ir erosionando lo conseguido en las décadas que siguieron al 28-F. La movilización del cuerpo electoral no es menos importante en este 19-J de lo que lo fue en el 28-F. No hay que dar credibilidad a las encuestas y hacer oídos sordos a todos los mensajes para que la gente se quede en su casa. Si las izquierdas vamos a las urnas, ganamos.
Tenemos que prepararnos para celebrar el 19-J como un éxito. No aceptemos que nos condenen a la resignación.
https://www.eldiario.es/contracorriente/izquierdas-ganar-andalucia_132_9075256.html
lunes, 13 de junio de 2022
domingo, 12 de junio de 2022
_- Por qué votaré a la izquierda
_- Ya sé que las encuestas son favorables a la derecha andaluza. Veo eufóricos a sus líderes porque se sienten a unos centímetros de mantenerse en el poder. Nadie cuestiona a su candidato porque será quien reparta puestos y prebendas. Yo votaré a la izquierda, estaré del lado de los hipotéticos perdedores y voy a explicar por qué.
Diré, antes de justificar el sentido de mi voto, que iré a votar. Creo que es una obligación ciudadana a la que no se debe renunciar. Ni todos los políticos son malos ni todos son iguales. El ejercicio de votar es el único que permite decidir quiénes van a tener la responsabilidad y el honor de gobernar a un pueblo. No votar es dejar las decisiones en manos del azar o de los demás. Y reconocer implícitamente que sería mejor que un caudillo o un salvador nos gobernase, sin necesidad de hacer elección alguna.
Votaré a la izquierda, aunque parezca torpe apuntarse al caballo perdedor. Y aunque parezca equivocado no sumarse al coro de alabanzas (unas, fundadas; otras, no), sobre lo que ha hecho la derecha en estos casi cuatro años. Quien oye al Presidente y al Vicepresidente, podría concluir que antes de llegar ellos al poder, solo había torpeza, estancamiento, clientelismo y corrupción. ¿No se hizo nada bien? ¿No se mejoró nada? ¿No se prosperó en nada? ¿Todos los gobiernos y todos los gestores socialistas fueron corruptos? ¿Cómo hemos sido tan tontos quienes hemos seguido votando a la izquierda una elección tras otra? ¿Cómo no vimos antes (y no vemos ahora) a los salvadores de Andalucía?
“Hemos hecho un esfuerzo”, “hemos destinado tantos millones”, “hemos creado tantos empleos”… Pues claro, no lo va a hacer la oposición sin tener presupuesto ni capacidad de decisión.
Le he oído decir al señor Feijoó que se puede ser socialista y votar al PP. ¿Le parecía tan razonable decir que se puede pertenecer al PP y votar al partido socialista o a Adelante Andalucía? Hágalo usted así, señor presidente, y actúe con el rigor de su propia lógica.
El Presidente Moreno Bonilla, a quien conocí siendo alumno de mi Facultad cuando él era vicedecano de alumnos y yo de profesorado, ha vuelto a visitar a la vaca Fadi. Una simpática broma. No me parece tan plausible hacerse una foto con el Rey para pedir el voto. Y creo que no hace falta explicar por qué.
El señor obispo de Huelva, en su homilía de la romería del Rocío, ha pedido el voto de la ciudadanía para la derecha. El prelado pide que los votantes tengan en cuenta las afinidades o incompatibilidades de los principios morales católicos. Muchas gracias por su consejo, Eminencia, me ha dado un nuevo argumento para votar a la izquierda.
He visto el debate de Televisión Española con los seis candidatos a la Presidencia. Es necesario informarse. Es obligatorio informarse. Escuchar a la paracaidista Olona desgranar su ideario, me dio otro nuevo argumento para votar a quien pienso votar. El contenido y el tono me asustaron: xenofobia, misoginia, homofobia… Lo peor de lo peor. La ultraderecha en estado puro. Como existe la posibilidad (yo diría la seguridad) de que si el PP necesita el apoyo de Vox, se lo va pedir, incluso para formar gobierno como ha pasado en Castilla-La Mancha, mi voto irá a la izquierda.
Sé que han existido en la política nacional, en la autonómica y en la local comportamientos torpes e, incluso, torticeros concebidos en la mente y salidos de las manos de políticos de izquierdas. Y he de decir que esos comportamientos me parecen deleznables en una democracia porque suponen un abuso de la confianza entregada por la ciudadanía. Comportamientos que me duelen más y desapruebo con más contundencia cuando se producen en la izquierda.
Voy a tratar de explicar las razones por las cuales depositaré mi confianza de nuevo en la izquierda. Es una obligación meter en la urna un voto argumentado, un voto racional.
Votaré a la izquierda porque, en todas las cuestiones esenciales de la vida, encarna lo que considero un ideario más elevado, más progresista, más cercano a los desfavorecidos, más abierto de mente, más sensible a los problemas de la sociedad. Concretaré.
Cuando se trata de defender la enseñanza pública o la sanidad pública, la izquierda se muestra más sensible, más cercana a una concepción del sistema educativo de calidad para todos y para todas. La escuela pública y la sanidad pública es para la izquierda la causa de la justicia.
Cuando se dirime la cuestión de lo público y lo privado, la izquierda se muestra más preocupada por quienes no tienen nada o tienen poco y rehúye la filosofía de que quien tenga dinero tendrá enseñanza, quien tenga dinero tendrá sanidad, quien tenga dinero tendrá seguridad, quien tenga dinero tendrá transporte… La derecha, cuando puede, privatiza.
Cuando se trata de separar el poder de la Iglesia y del Estado, la izquierda está por la labor de que cada poder mantenga su parcela sin interferencias de la Jerarquía en la ordenación de la vida y costumbres de la ciudadanía.
Cuando se procede a repartir los bienes, abundantes o escasos, tiene una mayor sensibilidad para los desfavorecidos, para los pobres, para quienes Paulo Freire denominaba “los desheredados de la tierra”.
Cuando se legisla sobre el aborto es más sensible con la decisión de las mujeres. Y no manipula la realidad con frases huecas y consignas tramposas. Nadie está a favor de la muerte. Me gustaría saber cuántos votantes de la derecha, indignados contra la ley del aborto, han acudido luego a practicarlo a escondidas.
Cuando se trata de defender los derechos de los homosexuales, de las lesbianas, de los transexuales…, está más cerca de quienes sufren que de quienes han ejercido la violencia homófoba durante siglos y de quienes siguen ejerciéndola ahora. Les reconoce su dignidad y sus derechos a emparejarse y a ejercer de padres y madres.
Cuando se revisa la historia, pretende recuperar el derecho de quienes fueron destruidos por la violencia y pasaron cuarenta años de silencio y de oprobio. Pretende reconocer derechos, no abrir heridas.
Cuando se plantean adhesiones o decisiones sobre la guerra, la izquierda es más reticente y, a la vez, más propensa a la negociación y a la palabra.
Cuando se proponen acciones sociales, la izquierda tiene más sensibilidad para atender a quienes tienen necesidades apremiantes, como ha sucedido en el caso de la Ley de dependencia.
Cuando se plantea la decisiva cuestión de la igualdad entre hombres y mujeres, la izquierda crea un Ministerio de Igualdad que es objeto de brutales descalificaciones y de inadmisibles bromas por parte de la derecha. La ultraderecha ni siquiera reconoce que exista la violencia de género. ¿Cuántas mujeres más tienen que morir cada día a manos de sus parejas para que abran los ojos? La violencia de género no llama asesinos a los hombres, llama asesinos a los hombres que matan a sus mujeres.
Cuando hay conflictos laborales está más cercana a los trabajadores que a los empresarios. Es decir, está más cerca de quienes tienen menos dinero y menos poder. Sin olvidar que si no va bien la empresa, nadie irá bien.
Cuando se legisló sobre el matrimonio, legalizó el divorcio, que hoy nos parece a todos un derecho sin el cual estaríamos condenados a mantener una relación desgraciada de por vida. La derecha, que se opuso, tiene entre sus militantes y admiradores, no pocos divorciados y divorciadas que rehicieron oportunamente sus vidas.
Lo mismo sucede con otras cuestiones de capital importancia: la eutanasia, el medio ambiente, la cadena perpetua, la gratuidad de la enseñanza… Es otro modo de ver la vida, de ver la sociedad. No es igual una posición que otra, como algunos sostienen.
Votaré a la izquierda. Sin decir por ello que de un lado estén los buenos y del otro los malos. No. No lo digo. Porque esa dicotomía es un grave error y una lamentable injusticia. Estoy convencido de que hay gobernantes y militantes de derechas que tienen la voluntad de conseguir una sociedad mejor. Lo que me separa de su ideología es que creo que es retrógada, insolidaria y despectiva con quienes piensan de otra forma.
Enhorabuena a quien gane. Aunque sería más certero poder felicitar a la sociedad por el hecho de que quien salga ganador garantice mejor la defensa de los intereses de todos y de todas en una sociedad más libre y más justa.
Fuente: El Adarve, blog de Miguel Ángel Santos Guerra.
Diré, antes de justificar el sentido de mi voto, que iré a votar. Creo que es una obligación ciudadana a la que no se debe renunciar. Ni todos los políticos son malos ni todos son iguales. El ejercicio de votar es el único que permite decidir quiénes van a tener la responsabilidad y el honor de gobernar a un pueblo. No votar es dejar las decisiones en manos del azar o de los demás. Y reconocer implícitamente que sería mejor que un caudillo o un salvador nos gobernase, sin necesidad de hacer elección alguna.
Votaré a la izquierda, aunque parezca torpe apuntarse al caballo perdedor. Y aunque parezca equivocado no sumarse al coro de alabanzas (unas, fundadas; otras, no), sobre lo que ha hecho la derecha en estos casi cuatro años. Quien oye al Presidente y al Vicepresidente, podría concluir que antes de llegar ellos al poder, solo había torpeza, estancamiento, clientelismo y corrupción. ¿No se hizo nada bien? ¿No se mejoró nada? ¿No se prosperó en nada? ¿Todos los gobiernos y todos los gestores socialistas fueron corruptos? ¿Cómo hemos sido tan tontos quienes hemos seguido votando a la izquierda una elección tras otra? ¿Cómo no vimos antes (y no vemos ahora) a los salvadores de Andalucía?
“Hemos hecho un esfuerzo”, “hemos destinado tantos millones”, “hemos creado tantos empleos”… Pues claro, no lo va a hacer la oposición sin tener presupuesto ni capacidad de decisión.
Le he oído decir al señor Feijoó que se puede ser socialista y votar al PP. ¿Le parecía tan razonable decir que se puede pertenecer al PP y votar al partido socialista o a Adelante Andalucía? Hágalo usted así, señor presidente, y actúe con el rigor de su propia lógica.
El Presidente Moreno Bonilla, a quien conocí siendo alumno de mi Facultad cuando él era vicedecano de alumnos y yo de profesorado, ha vuelto a visitar a la vaca Fadi. Una simpática broma. No me parece tan plausible hacerse una foto con el Rey para pedir el voto. Y creo que no hace falta explicar por qué.
El señor obispo de Huelva, en su homilía de la romería del Rocío, ha pedido el voto de la ciudadanía para la derecha. El prelado pide que los votantes tengan en cuenta las afinidades o incompatibilidades de los principios morales católicos. Muchas gracias por su consejo, Eminencia, me ha dado un nuevo argumento para votar a la izquierda.
He visto el debate de Televisión Española con los seis candidatos a la Presidencia. Es necesario informarse. Es obligatorio informarse. Escuchar a la paracaidista Olona desgranar su ideario, me dio otro nuevo argumento para votar a quien pienso votar. El contenido y el tono me asustaron: xenofobia, misoginia, homofobia… Lo peor de lo peor. La ultraderecha en estado puro. Como existe la posibilidad (yo diría la seguridad) de que si el PP necesita el apoyo de Vox, se lo va pedir, incluso para formar gobierno como ha pasado en Castilla-La Mancha, mi voto irá a la izquierda.
Sé que han existido en la política nacional, en la autonómica y en la local comportamientos torpes e, incluso, torticeros concebidos en la mente y salidos de las manos de políticos de izquierdas. Y he de decir que esos comportamientos me parecen deleznables en una democracia porque suponen un abuso de la confianza entregada por la ciudadanía. Comportamientos que me duelen más y desapruebo con más contundencia cuando se producen en la izquierda.
Voy a tratar de explicar las razones por las cuales depositaré mi confianza de nuevo en la izquierda. Es una obligación meter en la urna un voto argumentado, un voto racional.
Votaré a la izquierda porque, en todas las cuestiones esenciales de la vida, encarna lo que considero un ideario más elevado, más progresista, más cercano a los desfavorecidos, más abierto de mente, más sensible a los problemas de la sociedad. Concretaré.
Cuando se trata de defender la enseñanza pública o la sanidad pública, la izquierda se muestra más sensible, más cercana a una concepción del sistema educativo de calidad para todos y para todas. La escuela pública y la sanidad pública es para la izquierda la causa de la justicia.
Cuando se dirime la cuestión de lo público y lo privado, la izquierda se muestra más preocupada por quienes no tienen nada o tienen poco y rehúye la filosofía de que quien tenga dinero tendrá enseñanza, quien tenga dinero tendrá sanidad, quien tenga dinero tendrá seguridad, quien tenga dinero tendrá transporte… La derecha, cuando puede, privatiza.
Cuando se trata de separar el poder de la Iglesia y del Estado, la izquierda está por la labor de que cada poder mantenga su parcela sin interferencias de la Jerarquía en la ordenación de la vida y costumbres de la ciudadanía.
Cuando se procede a repartir los bienes, abundantes o escasos, tiene una mayor sensibilidad para los desfavorecidos, para los pobres, para quienes Paulo Freire denominaba “los desheredados de la tierra”.
Cuando se legisla sobre el aborto es más sensible con la decisión de las mujeres. Y no manipula la realidad con frases huecas y consignas tramposas. Nadie está a favor de la muerte. Me gustaría saber cuántos votantes de la derecha, indignados contra la ley del aborto, han acudido luego a practicarlo a escondidas.
Cuando se trata de defender los derechos de los homosexuales, de las lesbianas, de los transexuales…, está más cerca de quienes sufren que de quienes han ejercido la violencia homófoba durante siglos y de quienes siguen ejerciéndola ahora. Les reconoce su dignidad y sus derechos a emparejarse y a ejercer de padres y madres.
Cuando se revisa la historia, pretende recuperar el derecho de quienes fueron destruidos por la violencia y pasaron cuarenta años de silencio y de oprobio. Pretende reconocer derechos, no abrir heridas.
Cuando se plantean adhesiones o decisiones sobre la guerra, la izquierda es más reticente y, a la vez, más propensa a la negociación y a la palabra.
Cuando se proponen acciones sociales, la izquierda tiene más sensibilidad para atender a quienes tienen necesidades apremiantes, como ha sucedido en el caso de la Ley de dependencia.
Cuando se plantea la decisiva cuestión de la igualdad entre hombres y mujeres, la izquierda crea un Ministerio de Igualdad que es objeto de brutales descalificaciones y de inadmisibles bromas por parte de la derecha. La ultraderecha ni siquiera reconoce que exista la violencia de género. ¿Cuántas mujeres más tienen que morir cada día a manos de sus parejas para que abran los ojos? La violencia de género no llama asesinos a los hombres, llama asesinos a los hombres que matan a sus mujeres.
Cuando hay conflictos laborales está más cercana a los trabajadores que a los empresarios. Es decir, está más cerca de quienes tienen menos dinero y menos poder. Sin olvidar que si no va bien la empresa, nadie irá bien.
Cuando se legisló sobre el matrimonio, legalizó el divorcio, que hoy nos parece a todos un derecho sin el cual estaríamos condenados a mantener una relación desgraciada de por vida. La derecha, que se opuso, tiene entre sus militantes y admiradores, no pocos divorciados y divorciadas que rehicieron oportunamente sus vidas.
Lo mismo sucede con otras cuestiones de capital importancia: la eutanasia, el medio ambiente, la cadena perpetua, la gratuidad de la enseñanza… Es otro modo de ver la vida, de ver la sociedad. No es igual una posición que otra, como algunos sostienen.
Votaré a la izquierda. Sin decir por ello que de un lado estén los buenos y del otro los malos. No. No lo digo. Porque esa dicotomía es un grave error y una lamentable injusticia. Estoy convencido de que hay gobernantes y militantes de derechas que tienen la voluntad de conseguir una sociedad mejor. Lo que me separa de su ideología es que creo que es retrógada, insolidaria y despectiva con quienes piensan de otra forma.
Enhorabuena a quien gane. Aunque sería más certero poder felicitar a la sociedad por el hecho de que quien salga ganador garantice mejor la defensa de los intereses de todos y de todas en una sociedad más libre y más justa.
Fuente: El Adarve, blog de Miguel Ángel Santos Guerra.
sábado, 11 de junio de 2022
_- Dos novedades alarmantes
_- No tengo la menor duda de que Felipe VI no ha autorizado el uso desvergonzado de su imagen por el presidente de la Junta de Andalucía. Pero esto tiene que quedar claro antes de que los ciudadanos acudan a las urnas
La campaña para las elecciones al Parlamento de Andalucía para el próximo 19 de junio nos ha traído dos novedades que no habían hecho acto de presencia en ninguna de todas las demás elecciones celebradas hasta la fecha desde las del 15 de junio de 1977.
En ninguna, fuera municipal, autonómica, estatal o europea, el Rey había sido incorporado a la campaña electoral de un partido, ni un obispo había decido instrumentalizar un acto religioso de la envergadura del Rocío, para participar en la campaña electoral.
Esas dos barreras de la neutralidad de la Casa Real y de la Iglesia Católica en los procesos electorales han sido derribadas en Andalucía. El rey Felipe VI ha sido utilizado por el PP de manera inequívoca en la propaganda de su candidato a la Presidencia. El obispo de Huelva ha hecho un discurso en plena romería del Rocío con una carga política inequívoca a favor de los partidos de las derechas españolas.
Esto, insisto, no lo habíamos visto hasta la fecha. En mi opinión, no deberíamos volver a verlo. Para que sea así, sería imprescindible que los partidos de la izquierda española, se dirigieran, por un lado, a la Casa Real y, por otro, a la Conferencia Episcopal, a fin de que explicaran cómo es posible que haya sucedido lo que ha sucedido y que dieran garantías de que no volverá a ocurrir en el futuro.
Los partidos de la izquierda española deberían dirigir a la Casa Real un escrito en el que formularan al rey Felipe VI las siguientes preguntas:
¿Fue consultado el rey Felipe VI por el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía para hacer uso de una foto suya en plena campaña electoral? Si fue así, ¿dio el Rey autorización para que se hiciera uso de su imagen en dicha campaña? Si no fue así, ¿no debería la Casa Real emitir un comunicado dirigido a los ciudadanos aclarando que ni ha sido consultado ni de ninguna manera autorizaría que se pudiera hacer uso de su imagen de manera partidista en una campaña electoral?
La callada por respuesta no es aceptable. El que calla otorga no es verdad siempre. Hay veces en que el silencio es pura expresión de prudencia. Pero en una campaña electoral, en la que un partido, cuyo candidato, al ser presidente de la Junta de Andalucía, es el máximo representante del Estado en la Comunidad Autónoma hace uso de la imagen del Rey, el silencio de la Casa Real no sería expresión de prudencia, sino de todo lo contrario. Los partidos de izquierda deben exigirle al Rey que desautorice expresamente el uso que se ha hecho de su imagen por el PP. No basta con un recurso ante la Junta Electoral. Al descaro del PP hay que responder abiertamente.
No tengo la menor duda de que el rey Felipe VI no ha autorizado el uso desvergonzado de su imagen por el presidente de la Junta de Andalucía. Pero esto tiene que quedar claro y, dada la importancia que tiene el tiempo en la campaña electoral, tiene que quedar claro antes de que los ciudadanos acudan a las urnas.
De forma parecida, los partidos de izquierda deberían dirigir un escrito a la Conferencia Episcopal, en el que preguntaran si se considera aceptable que un miembro de dicha Conferencia, se exprese en los términos en que lo ha hecho el obispo de Huelva en la romería de El Rocío. Dicho de otra manera: si la Conferencia Episcopal se reconoce en la intervención del obispo.
En un Estado no confesional, como es el Estado español desde la entrada en vigor de la Constitución, es inadmisible que un obispo se exprese de la forma en que lo ha hecho el de Huelva en plena campaña electoral. Si la Conferencia Episcopal no emite una nota a la opinión pública condenando expresamente la intervención del Obispo de Huelva, tal vez habría que replantearse la normativa que regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Lo que no se puede admitir es que la Iglesia Católica disfrute de todos los privilegios que los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede le reconoce y que sea incapaz de guardar la imparcialidad en las campañas electorales.
Las dos novedades que han hecho acto de presencia en la campaña electoral de Andalucía son de una gravedad extraordinaria. Más todavía si las contemplamos a la luz de lo que ha sido la presencia de la Monarquía y de la Iglesia Católica en nuestra historia constitucional.
https://www.eldiario.es/contracorriente/novedades-alarmantes_132_9066418.html
La campaña para las elecciones al Parlamento de Andalucía para el próximo 19 de junio nos ha traído dos novedades que no habían hecho acto de presencia en ninguna de todas las demás elecciones celebradas hasta la fecha desde las del 15 de junio de 1977.
En ninguna, fuera municipal, autonómica, estatal o europea, el Rey había sido incorporado a la campaña electoral de un partido, ni un obispo había decido instrumentalizar un acto religioso de la envergadura del Rocío, para participar en la campaña electoral.
Esas dos barreras de la neutralidad de la Casa Real y de la Iglesia Católica en los procesos electorales han sido derribadas en Andalucía. El rey Felipe VI ha sido utilizado por el PP de manera inequívoca en la propaganda de su candidato a la Presidencia. El obispo de Huelva ha hecho un discurso en plena romería del Rocío con una carga política inequívoca a favor de los partidos de las derechas españolas.
Esto, insisto, no lo habíamos visto hasta la fecha. En mi opinión, no deberíamos volver a verlo. Para que sea así, sería imprescindible que los partidos de la izquierda española, se dirigieran, por un lado, a la Casa Real y, por otro, a la Conferencia Episcopal, a fin de que explicaran cómo es posible que haya sucedido lo que ha sucedido y que dieran garantías de que no volverá a ocurrir en el futuro.
Los partidos de la izquierda española deberían dirigir a la Casa Real un escrito en el que formularan al rey Felipe VI las siguientes preguntas:
¿Fue consultado el rey Felipe VI por el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía para hacer uso de una foto suya en plena campaña electoral? Si fue así, ¿dio el Rey autorización para que se hiciera uso de su imagen en dicha campaña? Si no fue así, ¿no debería la Casa Real emitir un comunicado dirigido a los ciudadanos aclarando que ni ha sido consultado ni de ninguna manera autorizaría que se pudiera hacer uso de su imagen de manera partidista en una campaña electoral?
La callada por respuesta no es aceptable. El que calla otorga no es verdad siempre. Hay veces en que el silencio es pura expresión de prudencia. Pero en una campaña electoral, en la que un partido, cuyo candidato, al ser presidente de la Junta de Andalucía, es el máximo representante del Estado en la Comunidad Autónoma hace uso de la imagen del Rey, el silencio de la Casa Real no sería expresión de prudencia, sino de todo lo contrario. Los partidos de izquierda deben exigirle al Rey que desautorice expresamente el uso que se ha hecho de su imagen por el PP. No basta con un recurso ante la Junta Electoral. Al descaro del PP hay que responder abiertamente.
No tengo la menor duda de que el rey Felipe VI no ha autorizado el uso desvergonzado de su imagen por el presidente de la Junta de Andalucía. Pero esto tiene que quedar claro y, dada la importancia que tiene el tiempo en la campaña electoral, tiene que quedar claro antes de que los ciudadanos acudan a las urnas.
De forma parecida, los partidos de izquierda deberían dirigir un escrito a la Conferencia Episcopal, en el que preguntaran si se considera aceptable que un miembro de dicha Conferencia, se exprese en los términos en que lo ha hecho el obispo de Huelva en la romería de El Rocío. Dicho de otra manera: si la Conferencia Episcopal se reconoce en la intervención del obispo.
En un Estado no confesional, como es el Estado español desde la entrada en vigor de la Constitución, es inadmisible que un obispo se exprese de la forma en que lo ha hecho el de Huelva en plena campaña electoral. Si la Conferencia Episcopal no emite una nota a la opinión pública condenando expresamente la intervención del Obispo de Huelva, tal vez habría que replantearse la normativa que regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado. Lo que no se puede admitir es que la Iglesia Católica disfrute de todos los privilegios que los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede le reconoce y que sea incapaz de guardar la imparcialidad en las campañas electorales.
Las dos novedades que han hecho acto de presencia en la campaña electoral de Andalucía son de una gravedad extraordinaria. Más todavía si las contemplamos a la luz de lo que ha sido la presencia de la Monarquía y de la Iglesia Católica en nuestra historia constitucional.
https://www.eldiario.es/contracorriente/novedades-alarmantes_132_9066418.html
viernes, 10 de junio de 2022
Ensaladilla rusa, recetas y pureza,
Ensaladilla de Becerrita. Impecable J.C. CAPEL
Para sentirse parte de ODER, el Observatorio de la Ensaladilla Rusa, es necesario profesar un afán desmedido por las ensaladillas rusas. Disfrutar de la receta con regularidad, ensalzar las buenas y penalizar las que por su aspecto estético o gastronómico se desvían de las normas. ¿De qué normas hablamos? De las que marca un grupo de gourmets sevillanos que con un sentido del humor declarado decidieron hace seis años crear ODER; implacable logia gastronómica, institución seria, aunque repleta de guasa.
Les ampara una doctrina rigurosa que divulgan a través de las redes sociales: @ensaladillaoder en Instagram y @EnsaladillaODER en Twitter, donde cuentan con numerosos seguidores. Cuando alguien en cualquier bar o restaurante de España localiza una ensaladilla estridente etiqueta al Observatorio y sube la fotografía a las redes con los oportunos comentarios. A las pocas horas su presidente, Antonio Casado, emite veredicto, siempre jocoso, relativo a la receta. Asertos tan divertidos que algunos comentarios se han convertido en trending topic.
“El núcleo duro de ODER lo formamos tres amigos: Javi Padilla como director de comunicación, Pepelu Martínez, director técnico, y yo mismo en calidad de presidente. Cargos llamativos, aunque irrelevantes. Los tres trabajamos en medios de comunicación sevillanos y manejamos la información con dinamismo”, afirma Casado. “Somos verdaderos entusiastas de las ensaladillas desde que éramos pequeños. Algo sencillo en una capital como Sevilla, donde constituyen un hito del tapeo cotidiano y hay algunas inmejorables. A nuestros comentarios en las redes nunca les falta sátira, recurrimos a metáforas y nos divertimos siendo constructivos. Nunca arremetemos contra los hosteleros, sino contra las recetas con ingredientes raros o presentadas de formas descacharrantes, esa plaga que nos invade”.
¿Qué entendéis como buenas ensaladillas?
“En nuestra página web figuran los Ingredientes prohibidos en la Ensaladilla Rusa. Y a continuación La Receta de la Ensaladilla Rusa Perfecta. Dos apartados que están precedidos de una declaración de intenciones: “El Observatorio de la Ensaladilla Rusa (ODER) nace para preservar los valores del manjar y protegerlo de las continuas agresiones que recibe en forma de gastrobromas, cocina de autor y otras monsergas. Síguenos para conocer la actualidad del Observatorio y, por supuesto, de los GOES”.
Suena a talibanismo gastronómico.
“No lo dudes. Somos un poco rancios, añejos si quieres. Defendemos los sabores de toda la vida, reconocibles y las presentaciones sencillas. No somos la Biblia, ni lo pretendemos, solo hacemos valer nuestro punto de vista, aparte de luchar contra los crímenes gastronómicos que se perpetran en su nombre, a la vez que ayudamos a divulgar las buenas”.
¿Qué son los GOES?
“Fuerzas especiales que defienden el manjar a toda costa, incluso por la fuerza. Un Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad GOES, siglas españolas a semejanza de los Navy Seals de la Armada de los Estados Unidos, cuerpo imaginario al que recurrimos con sorna para defendernos de cualquier desvarío gastronómico. Parte esencial de nuestro juego”.
¿Qué os molesta de las malas ensaladillas?
“El sabor, el fondo y las formas. No nos gustan las ensaladillas que se sirven en cacharros raros, los horribles platos de pizarra, por ejemplo, o en esas macetas de moda. En la web los hemos enumerado: Elementos prohibidos en la Ensaladilla Rusa. Encontramos abominables las ensaladillas moldeadas con los dispensadores de helados, las bolas que atentan contra la vista, el primero de los sentidos, y van en contra de la actividad de los camareros. #NoBolasEnsaladilla reza nuestro hashtag. No soportamos los moldes, ni los enrejados hechos con biberones que trenzan cordones de la propia mahonesa sobre las patatas. Una ensaladilla magnífica se puede desgraciar con remolacha, por ejemplo. O con palitos de cangrejo, sino con yuca a modo de regañás. Imagínate cubierta por la terrible salsa rosa, desterrada por completo. Por culpa de la creatividad las ensaladillas se nos están yendo de las manos, jajaja”.
¿ODER es un negocio?
“Qué dices. ODER nos cuesta dinero, pero nos divertimos a conciencia. Fíjate que hemos impreso camisetas con nuestro logotipo y al final las acabamos regalando”.
¿Cuáles son las mejores ensaladillas de Sevilla?
“Mariscos Emilio; Becerrita y La flor de mi viña, por este orden y sin que el podio admita variantes”.
Me divierten tanto las reglas del observatorio ODER que he decidido sumarme a sus principios. Ahora bien, antes de nada me siento en la obligación de aclarar ciertos puntos.
El 14 noviembre, Día Mundial de la Ensaladilla que ODER defiende con entusiasmo, no debe estar dedicado al cocinero francés Lucien Olivier a quien se atribuye la invención de la receta. Olivier, que en realidad era belga y sirvió el plato en Moscú en su restaurante en 1860, no fue el primero en elaborarla. La ensalada rusa (russian salad) figura citada en el recetario The Modern Cook del chef anglo-italiano Charles Elmé Francatelli (1845). En ambos casos se trataba de recetas barrocas que contenían langosta, anchoas, atún, perdices, cangrejos, aceitunas y alcaparras con mahonesa. Un horror para nuestros amigos de ODER defensores de la sencillez a ultranza.
+
Todavía hay más detalles. La ensaladilla aparece citada por vez primera en España en el libro La Cocina Moderna (M. Garciarena y M. Muñoz, Madrid 1857), probablemente el manual más importante de cocina española del siglo XIX. Es decir, tres años antes de que el tal Olivier inaugurase su restaurante. Repito, ODER debe borrar a Olivier de sus homenajes.
Confieso que me lo he pasado en grande repasando las fotografías y comentarios de ODER en sus redes sociales. Sus reiteradas llamadas a los GOES y las agudas comparaciones no exentas de sorna: ensaladilla Roland Garros cuando aparecen cubiertas de pimentón; ensaladillas alienígenas a las espolvoreadas de hierbas; con telaraña Spiderman a las que aparecen cruzadas por hilos de mahonesa…
Sígame en Twitter: @JCCapel y en Instagram: @jccapel
https://elpais.com/elpais/2022/06/10/gastronotas_de_capel/1654884025_889340.html
A continuación se detallan los ingredientes principales que debe llevar una Ensaladilla Rusa conforme a los cánones:
Patatas
Zanahoria
Atún o Melva
Huevo Duro
Pimiento Morrón
Guisantes (opcionales)
Mayonesa
Para la mayonesa, recomendamos utilizar los siguientes ingredientes:
Aceite de Girasol
Huevo Crudo
Vinagre
Unas gotas de zumo de limón
Sal
Un chorrito de agua fría
Opcionalmente se puede echar un chorro de aceite de oliva virgen extra o una graduación no muy fuerte
Alternativamente, hay consenso en cuanto a la denominada Ensaladilla de Gambas, sobre la que el ODER tiene jurisdicción y cuyos ingredientes deben ser:
Patatas
Gambas o Langostinos
Mayonesa
Los cocineros más especializados en la elaboración del manjar coinciden con el ODER en resaltar los siguientes consejos:
En la de gambas, cocer las patatas en el agua de las gambas o langostinos
Las patatas y zanahorias se cuecen siempre con piel
Las patatas y las zanahorias deben de ir cortadas en cuadritos pequeños o desbaratadas, nunca en puré
En caso de no tener unas condiciones idóneas para mantener el manjar se puede utilizar la mayonesa industrial.
El maridaje perfecto es cerveza helada, vino blanco como puede ser el fino, manzanilla, Rioja, Albariño, Ribeiro… blancos afrutados no son recomendables ni tampoco vino tintos. Los refrescos solo para los niños.
La presentación, servida con una buena cucharada siempre al desprecio y napada con mayonesa. Nada de florituras ni tonterías.
jueves, 9 de junio de 2022
_- La dura factura psicológica de presentarse a unas oposiciones: cómo hacerlo sin perder la salud mental
_- Decidir presentarse a unas oposiciones supone pasar una temporada larga de mucho estrés y poca vida social, lo que puede suponer un gran fractura psicológica.
“Nunca me he considerado una persona especialmente sensible, pero opositar es una montaña rusa de emociones”. Así resume Sandra, de 31 años, cómo está siendo su experiencia como opositora a Bibliotecas. Se presentó por primera vez en 2014, tras años de “encadenar contratos cortos, becas y meses de paro”, pero la experiencia fue tan mala que no volvió a planteárselo en un tiempo.
Cuando lo hizo, el objetivo era distinto: aprobar y entrar en alguna bolsa de empleo, algo que consiguió. Ahora compagina el trabajo con los estudios para, esta vez sí, ir a por la plaza, una situación que requiere de mucha organización. “Los últimos meses, por ejemplo, si trabajo de tarde, madrugo mucho para poder dedicarle horas”, asegura. Esto incluye también muchos fines de semana de estudio, con lo que su vida social sale resentida. “A la larga, eso hace mella en ti y en tu entorno”, reflexiona. Se nota más irascible y todo le afecta más. Además, “hay gente que no entiende que no pases tanto tiempo con ellos, que te vayas antes, que no puedas descansar un fin de semana… Frases como ‘para qué estudias tanto, si seguro que ya te lo sabes todo’ son muy comunes y la gente no sabe cuánto pueden cabrear y afectar”, lamenta.
Ya desde el otro lado, con su plaza conseguida, Lorena González, de 32 años, recuerda los cinco años que pasó opositando a Educación infantil. Fueron dos y medio de estudio a tiempo completo y otros dos y medio compaginándolo con los trabajos para los que la llamaban tras haber entrado en las listas. Se presentó a cuatro convocatorias. “Lo peor es el desgaste psicológico de, año tras año, tener que estar estudiando lo mismo”, además de los cambios en el temario que le tocaron y la poca vida social con la que se quedó. Aunque, en su caso, muchas de sus amigas estaban en la misma situación, por lo que no se veían, pero se entendían.
Como hicieron Lorena y Sandra, cada año miles de personas deciden empezar a opositar. Hay quien consigue plaza a la primera, pero para otra mucha gente ser opositor se convierte en un trabajo no remunerado durante varios años. Según una encuesta realizada por Opositest, el 40% de los opositores de 2021 se dedicaban en exclusiva al estudio. El 60% restante estudiaba cuando no estaba trabajando. Ambas situaciones, una por falta de ingresos, la otra por falta de tiempo, suelen tener su impacto psicológico en la persona que oposita, especialmente si se alargan durante mucho tiempo.
El síndrome del opositor
“Preparar unas oposiciones implica estar expuesto a altos niveles de estrés por un largo periodo de tiempo y bajo la presión de una academia o preparador y la competencia de los demás opositores”, señala Ana Romero, psicóloga experta en el cuidado de la salud mental de los opositores en Nuevamente Psicólogos. Además, todo ese trabajo y esfuerzo se evalúa en un solo examen, lo que tampoco ayuda. Por otra parte, como ya señalaban las entrevistadas, los opositores suelen dedicarle mucho tiempo al estudio, lo que suele significar invertir “poco o nada de su tiempo en las relaciones sociales, familiares, de pareja, el ocio o las aficiones, lo que disminuye drásticamente la producción de emociones positivas, afectando así sobre el estado de ánimo y la motivación”, añade la experta.
Al empezar a opositar —al menos al empezar a hacerlo en serio— suele producirse un cambio de rutinas que, según apunta la psicóloga Blanca Fernández Tobar, directora de Psynthesis Psicología, no siempre se lleva bien. “Pasamos de quedar con nuestros amigos, familia o pareja cuando más nos apetece a tener que empezar con un horario bastante rígido en el que muchas veces solo se tiene un día de descanso”, explica. “Ante este proceso, se pueden tener días mejores y peores, así que hay una fluctuación emocional en la que pueden llegar a sentir que están en una montaña rusa, días en los que se está a tope y otros en los que se está más irritable, desmotivado o triste”, añade. Muchas veces, además, se sienten solos “porque mucha gente no entiende su estilo de vida actual”, como lamentaba Sandra.
Desde MindUp Psicólogos, Sofía Gil y Paula Rambaud hacen hincapié también en lo que implica perder vida social. “Según observamos en consulta, parece que pasar tanto tiempo aislados socialmente es uno de los factores que más afecta de manera negativa en la salud mental de las personas que opositan. En una gran mayoría de veces, este aislamiento viene motivado por la sensación de pérdida de tiempo y la culpa que invade a los opositores cuando realizan actividades diferentes al estudio. Se suele pensar que cuantas más horas se estudie, mejor, olvidando la productividad y la calidad del estudio”, explican.
Todo esto, que se puede resumir en mucho estrés y poca vida social, puede desencadenar lo que ya hay quien llama el síndrome del opositor. “Basándome en mi experiencia clínica con opositores, me atrevería a decir que para la mayoría de los que llegan a consulta se manifiestan una serie de síntomas comunes”, señala la psicóloga Ana Romero. Estos síntomas incluyen “ansiedad asociada a pensamientos catastróficos y preocupaciones como ‘voy a suspender’, disminución del rendimiento, dificultades para atender y concentrarse, alteraciones en el sueño, irritabilidad y cambios de humor, estrés, problemas de estado de ánimo, culpabilidad cuando no se está estudiando, aislamiento social, fatiga, bloqueo mental, problemas de autoestima y, en ocasiones, somatizaciones”, enumera.
La importancia del autocuidado
Opositar no es siempre un tormento. Depende mucho de la situación personal de cada uno y de la importancia que le dé a aprobar. Pese a su montaña rusa de emociones, Sandra admite que tiene la suerte de que no depende totalmente del resultado de la oposición porque ya tiene trabajo. Aun así, ha desarrollado sus trucos para intentar no obsesionarse.
“Siempre me lo he tomado con calma. Intento no fijarme objetivos ni diarios de estudio ni a largo plazo, en el sentido de tener que conseguirlo a la primera o en dos años. Me agobiaría mucho más si no llego a esos objetivos, aunque sé que mucha gente necesita trabajar así para motivarse”, explica. Además, intenta pensar en sí misma y no compararse con otros. “Y los días que no se puede o no estás bien, si el cuerpo te pide descanso, conviene descansar y al día siguiente estarás mejor”, recomienda.
Lorena coincide en la importancia del descanso y recomienda a las personas que estén opositando “que intenten sacar algún momento al día en el que puedan hacer algo que les apetezca”. Además, ella tenía un día a la semana de descanso, los domingos, y recuerda que ese respiro le ayudaba “a empezar la semana con más energía y motivación”.
Ese parar y descansar es uno de los elementos clave del autocuidado, crucial para llevar mejor la etapa opositora. Desde MindUp desgranan sus aspectos básicos: tener un buen descanso durante la noche, mantener horarios regulares de sueño, tener una alimentación saludable, practicar deporte para mantener el cuerpo activo después de tantas horas al día con una vida sedentaria y poder disfrutar de tiempo de ocio y desconexión. Ana Romero, de Nuevamente Psicólogos, lo resume en que “cuiden tanto la parte emocional como lo hacen con el estudio”. Al fin y al cabo, recuerda, opositar es una carrera de fondo y “pasará muchas horas a solas consigo mismo”. Además, recomienda tener cuidado con el perfeccionismo y recordar que hay variables que están fuera de nuestro control —el número de aspirantes, la suerte, el número de plazas ofertadas…—, por lo que no hay que ver suspender como un fracaso.
Aun así, podemos llegar a un punto en el que todo se nos haga muy grande y nos planteemos abandonar. ¿Es recomendable? Desde Psynthesis, Blanca Fernández Tobar indica que “depende de cada caso en particular y el objetivo que se haya propuesto”. Ella, como el resto de las expertas entrevistadas, defiende mucho los descansos y las vacaciones, aunque siempre programados. “No me interesa que el opositor llegue agotado a los exámenes”, asegura. La decisión de abandonar es más radical y ella en general no la recomienda si la persona tiene claro que su objetivo es esa oposición. “Si retoman más tarde, suele ser difícil volver a estudiar”, señala.
También Sofía Gil y Paula Rambaud, de MindUp, insisten en el tema del descanso, especialmente cuando se empieza a valorar la opción de abandonar. “El agotamiento mental nos puede empujar a desistir de aquello que nos está generando malestar a corto plazo”, indican. Una vez descansados podremos pensar mejor. “La decisión de poner fin al estudio de la oposición es aconsejable tomarla cuando tengamos la mente despejada, hayamos descansado y podamos valorar la situación con perspectiva y de manera racional, analítica, evitando de esta forma tomar decisiones importantes de forma precipitada”, explican.
También puede ser recomendable buscar ayuda psicológica si se ve que el coste sobre la salud mental está siendo alto, defiende Ana Romero. De este modo, con el apoyo del descanso y de la terapia, será más fácil «evaluar qué está ocurriendo y si es posible continuar con el objetivo de las oposiciones».
https://smoda.elpais.com/trabajo/la-dura-factura-psicologica-de-presentarse-a-unas-oposiciones-como-hacerlo-sin-perder-la-salud-mental/
“Nunca me he considerado una persona especialmente sensible, pero opositar es una montaña rusa de emociones”. Así resume Sandra, de 31 años, cómo está siendo su experiencia como opositora a Bibliotecas. Se presentó por primera vez en 2014, tras años de “encadenar contratos cortos, becas y meses de paro”, pero la experiencia fue tan mala que no volvió a planteárselo en un tiempo.
Cuando lo hizo, el objetivo era distinto: aprobar y entrar en alguna bolsa de empleo, algo que consiguió. Ahora compagina el trabajo con los estudios para, esta vez sí, ir a por la plaza, una situación que requiere de mucha organización. “Los últimos meses, por ejemplo, si trabajo de tarde, madrugo mucho para poder dedicarle horas”, asegura. Esto incluye también muchos fines de semana de estudio, con lo que su vida social sale resentida. “A la larga, eso hace mella en ti y en tu entorno”, reflexiona. Se nota más irascible y todo le afecta más. Además, “hay gente que no entiende que no pases tanto tiempo con ellos, que te vayas antes, que no puedas descansar un fin de semana… Frases como ‘para qué estudias tanto, si seguro que ya te lo sabes todo’ son muy comunes y la gente no sabe cuánto pueden cabrear y afectar”, lamenta.
Ya desde el otro lado, con su plaza conseguida, Lorena González, de 32 años, recuerda los cinco años que pasó opositando a Educación infantil. Fueron dos y medio de estudio a tiempo completo y otros dos y medio compaginándolo con los trabajos para los que la llamaban tras haber entrado en las listas. Se presentó a cuatro convocatorias. “Lo peor es el desgaste psicológico de, año tras año, tener que estar estudiando lo mismo”, además de los cambios en el temario que le tocaron y la poca vida social con la que se quedó. Aunque, en su caso, muchas de sus amigas estaban en la misma situación, por lo que no se veían, pero se entendían.
Como hicieron Lorena y Sandra, cada año miles de personas deciden empezar a opositar. Hay quien consigue plaza a la primera, pero para otra mucha gente ser opositor se convierte en un trabajo no remunerado durante varios años. Según una encuesta realizada por Opositest, el 40% de los opositores de 2021 se dedicaban en exclusiva al estudio. El 60% restante estudiaba cuando no estaba trabajando. Ambas situaciones, una por falta de ingresos, la otra por falta de tiempo, suelen tener su impacto psicológico en la persona que oposita, especialmente si se alargan durante mucho tiempo.
El síndrome del opositor
“Preparar unas oposiciones implica estar expuesto a altos niveles de estrés por un largo periodo de tiempo y bajo la presión de una academia o preparador y la competencia de los demás opositores”, señala Ana Romero, psicóloga experta en el cuidado de la salud mental de los opositores en Nuevamente Psicólogos. Además, todo ese trabajo y esfuerzo se evalúa en un solo examen, lo que tampoco ayuda. Por otra parte, como ya señalaban las entrevistadas, los opositores suelen dedicarle mucho tiempo al estudio, lo que suele significar invertir “poco o nada de su tiempo en las relaciones sociales, familiares, de pareja, el ocio o las aficiones, lo que disminuye drásticamente la producción de emociones positivas, afectando así sobre el estado de ánimo y la motivación”, añade la experta.
Al empezar a opositar —al menos al empezar a hacerlo en serio— suele producirse un cambio de rutinas que, según apunta la psicóloga Blanca Fernández Tobar, directora de Psynthesis Psicología, no siempre se lleva bien. “Pasamos de quedar con nuestros amigos, familia o pareja cuando más nos apetece a tener que empezar con un horario bastante rígido en el que muchas veces solo se tiene un día de descanso”, explica. “Ante este proceso, se pueden tener días mejores y peores, así que hay una fluctuación emocional en la que pueden llegar a sentir que están en una montaña rusa, días en los que se está a tope y otros en los que se está más irritable, desmotivado o triste”, añade. Muchas veces, además, se sienten solos “porque mucha gente no entiende su estilo de vida actual”, como lamentaba Sandra.
Desde MindUp Psicólogos, Sofía Gil y Paula Rambaud hacen hincapié también en lo que implica perder vida social. “Según observamos en consulta, parece que pasar tanto tiempo aislados socialmente es uno de los factores que más afecta de manera negativa en la salud mental de las personas que opositan. En una gran mayoría de veces, este aislamiento viene motivado por la sensación de pérdida de tiempo y la culpa que invade a los opositores cuando realizan actividades diferentes al estudio. Se suele pensar que cuantas más horas se estudie, mejor, olvidando la productividad y la calidad del estudio”, explican.
Todo esto, que se puede resumir en mucho estrés y poca vida social, puede desencadenar lo que ya hay quien llama el síndrome del opositor. “Basándome en mi experiencia clínica con opositores, me atrevería a decir que para la mayoría de los que llegan a consulta se manifiestan una serie de síntomas comunes”, señala la psicóloga Ana Romero. Estos síntomas incluyen “ansiedad asociada a pensamientos catastróficos y preocupaciones como ‘voy a suspender’, disminución del rendimiento, dificultades para atender y concentrarse, alteraciones en el sueño, irritabilidad y cambios de humor, estrés, problemas de estado de ánimo, culpabilidad cuando no se está estudiando, aislamiento social, fatiga, bloqueo mental, problemas de autoestima y, en ocasiones, somatizaciones”, enumera.
La importancia del autocuidado
Opositar no es siempre un tormento. Depende mucho de la situación personal de cada uno y de la importancia que le dé a aprobar. Pese a su montaña rusa de emociones, Sandra admite que tiene la suerte de que no depende totalmente del resultado de la oposición porque ya tiene trabajo. Aun así, ha desarrollado sus trucos para intentar no obsesionarse.
“Siempre me lo he tomado con calma. Intento no fijarme objetivos ni diarios de estudio ni a largo plazo, en el sentido de tener que conseguirlo a la primera o en dos años. Me agobiaría mucho más si no llego a esos objetivos, aunque sé que mucha gente necesita trabajar así para motivarse”, explica. Además, intenta pensar en sí misma y no compararse con otros. “Y los días que no se puede o no estás bien, si el cuerpo te pide descanso, conviene descansar y al día siguiente estarás mejor”, recomienda.
Lorena coincide en la importancia del descanso y recomienda a las personas que estén opositando “que intenten sacar algún momento al día en el que puedan hacer algo que les apetezca”. Además, ella tenía un día a la semana de descanso, los domingos, y recuerda que ese respiro le ayudaba “a empezar la semana con más energía y motivación”.
Ese parar y descansar es uno de los elementos clave del autocuidado, crucial para llevar mejor la etapa opositora. Desde MindUp desgranan sus aspectos básicos: tener un buen descanso durante la noche, mantener horarios regulares de sueño, tener una alimentación saludable, practicar deporte para mantener el cuerpo activo después de tantas horas al día con una vida sedentaria y poder disfrutar de tiempo de ocio y desconexión. Ana Romero, de Nuevamente Psicólogos, lo resume en que “cuiden tanto la parte emocional como lo hacen con el estudio”. Al fin y al cabo, recuerda, opositar es una carrera de fondo y “pasará muchas horas a solas consigo mismo”. Además, recomienda tener cuidado con el perfeccionismo y recordar que hay variables que están fuera de nuestro control —el número de aspirantes, la suerte, el número de plazas ofertadas…—, por lo que no hay que ver suspender como un fracaso.
Aun así, podemos llegar a un punto en el que todo se nos haga muy grande y nos planteemos abandonar. ¿Es recomendable? Desde Psynthesis, Blanca Fernández Tobar indica que “depende de cada caso en particular y el objetivo que se haya propuesto”. Ella, como el resto de las expertas entrevistadas, defiende mucho los descansos y las vacaciones, aunque siempre programados. “No me interesa que el opositor llegue agotado a los exámenes”, asegura. La decisión de abandonar es más radical y ella en general no la recomienda si la persona tiene claro que su objetivo es esa oposición. “Si retoman más tarde, suele ser difícil volver a estudiar”, señala.
También Sofía Gil y Paula Rambaud, de MindUp, insisten en el tema del descanso, especialmente cuando se empieza a valorar la opción de abandonar. “El agotamiento mental nos puede empujar a desistir de aquello que nos está generando malestar a corto plazo”, indican. Una vez descansados podremos pensar mejor. “La decisión de poner fin al estudio de la oposición es aconsejable tomarla cuando tengamos la mente despejada, hayamos descansado y podamos valorar la situación con perspectiva y de manera racional, analítica, evitando de esta forma tomar decisiones importantes de forma precipitada”, explican.
También puede ser recomendable buscar ayuda psicológica si se ve que el coste sobre la salud mental está siendo alto, defiende Ana Romero. De este modo, con el apoyo del descanso y de la terapia, será más fácil «evaluar qué está ocurriendo y si es posible continuar con el objetivo de las oposiciones».
https://smoda.elpais.com/trabajo/la-dura-factura-psicologica-de-presentarse-a-unas-oposiciones-como-hacerlo-sin-perder-la-salud-mental/
miércoles, 8 de junio de 2022
Una vocal del Poder Judicial pide que se actúe contra el magistrado que comparó al PCE con el Partido Nazi.
Concepción Sáez insta a tomar medidas contra el presidente del TSJ de Castilla y León, al que ya se abrió expediente por acusar a Podemos de “poner en solfa” la democracia.
Una vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha presentado un escrito ante el órgano que preside Carlos Lesmes para pedir que actúe contra José Luis Concepción, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que ha comparado al Partido Comunista de España (PCE) con el Partido Nacionalsocialista de Adolf Hitler en Alemania. “Violentando el deber de imparcialidad y su apariencia, el presidente del TSJCyL violenta la imagen pública del propio Poder Judicial y la confianza de la ciudadanía en sus jueces y tribunales”, señala en su escrito Concepción Sáez, vocal del CGPJ a propuesta de IU, que insta a Lesmes y a la comisión permanente, el principal órgano de decisión del Consejo, a tomar “medidas gubernativas y disciplinarias” contra el magistrado. El CGPJ no ha adoptado, de momento, ninguna decisión, aunque prevé abordar el asunto en la reunión de la comisión permanente del próximo jueves, según fuentes consultadas.
No es la primera vez que Lesmes tiene sobre su mesa manifestaciones hechas en público por el presidente del TSJ de Castilla y León, cuyo mandato está caducado desde enero de 2021, pero se mantiene en el cargo debido a la reforma legal aprobada por el Gobierno que impide al Consejo hacer nombramientos discrecionales cuando, como ahora, tenga el mandato vencido (el actual terminó en diciembre de 2018). Ya en 2020 la comisión permanente se vio obligada a intervenir después del revuelo que provocaron unas palabras de Concepción durante el primer estado de alarma por la pandemia de covid-19. El magistrado cargó contra el Gobierno de PSOE y Podemos, asegurando que se estaba utilizando “la paralización de un país para fines distintos que salvar a la gente de la enfermedad”.
La comisión permanente examinó el caso y resolvió que Lesmes enviara una carta al presidente del TSJ para pedirle “moderación, prudencia y mesura”, exactamente la misma fórmula que había empleado el Consejo ante críticas de miembros del Gobierno a decisiones judiciales. Apenas nueve meses más tarde, otras declaraciones de Concepción, en esta ocasión acusando a Podemos de “poner en solfa” la democracia, llevaron al Consejo a abrirle una investigación interna, pero el órgano concluyó que esas palabras estaban amparadas por la libertad de expresión y el expediente se archivó sin más consecuencias.
Ahora las afirmaciones del juez han llegado en una entrevista concedida el Diario de Burgos en la que el periodista le recuerda al magistrado la polvareda que levantaron aquellas palabras sobre el Ejecutivo de coalición. “¿Sigue pensando lo mismo?, pregunta el entrevistador. A lo que Concepción responde: “No lo digo yo, lo dice la historia. El comunismo ha generado más de 110 millones de muertos en los países en los que ha tenido algún tipo de influencia desde la revolución soviética de 1917; y los derechos y libertades de la gente han tenido un menoscabo importante allá donde ha gobernado [...]”. El entrevistador le recuerda que el PCE es “un partido legal que se presenta con normalidad a las elecciones”. A lo que el magistrado responde: “También el Partido Nacional Socialista llegó al poder por las urnas en Alemania en 1933, y no hay que recordar las consecuencias que acarreó su victoria”.
La vocal Sáez, en el escrito presentado ante el Consejo, advierte al órgano de la “gravedad” de estas manifestaciones y del “reiterado e injustificable comportamiento público” de Concepción como magistrado y como presidente de un tribunal superior. En opinión de Sáez, estas palabras exceden los límites a la libertad de expresión de los jueces, unos límites que el propio Lesmes se encargó de recordarle al presidente del TSJ en la carta que le remitió en 2020. “Sus desinhibidas intervenciones en los debates públicos”, añade la vocal, “le configuran como un activista al servicio de unos distintivos ideológicos cuya defensa solo tendría cabida, en su caso, de hallarse fuera de la judicatura”.
Sáez rememora en el escrito que ya ella misma se ha quejado de la actitud de Concepción en ocasiones anteriores. Y el propio magistrado lo evoca en la entrevista de la que ha saltado la nueva polémica. “A mí no me abrieron ningún expediente disciplinario; hubo una denuncia de una vocal del CGPJ nombrada a instancia de Izquierda Unida a la que no le debe gustar la verdad”, afirma, antes de asegurar que el Consejo “la inadmitió de plano”. “Como no podía ser de otra manera”, asegura.
https://elpais.com/espana/2022-06-06/una-vocal-del-poder-judicial-pide-que-se-actue-contra-el-magistrado-que-comparo-al-pce-con-el-partido-nazi.html
Una vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha presentado un escrito ante el órgano que preside Carlos Lesmes para pedir que actúe contra José Luis Concepción, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que ha comparado al Partido Comunista de España (PCE) con el Partido Nacionalsocialista de Adolf Hitler en Alemania. “Violentando el deber de imparcialidad y su apariencia, el presidente del TSJCyL violenta la imagen pública del propio Poder Judicial y la confianza de la ciudadanía en sus jueces y tribunales”, señala en su escrito Concepción Sáez, vocal del CGPJ a propuesta de IU, que insta a Lesmes y a la comisión permanente, el principal órgano de decisión del Consejo, a tomar “medidas gubernativas y disciplinarias” contra el magistrado. El CGPJ no ha adoptado, de momento, ninguna decisión, aunque prevé abordar el asunto en la reunión de la comisión permanente del próximo jueves, según fuentes consultadas.
No es la primera vez que Lesmes tiene sobre su mesa manifestaciones hechas en público por el presidente del TSJ de Castilla y León, cuyo mandato está caducado desde enero de 2021, pero se mantiene en el cargo debido a la reforma legal aprobada por el Gobierno que impide al Consejo hacer nombramientos discrecionales cuando, como ahora, tenga el mandato vencido (el actual terminó en diciembre de 2018). Ya en 2020 la comisión permanente se vio obligada a intervenir después del revuelo que provocaron unas palabras de Concepción durante el primer estado de alarma por la pandemia de covid-19. El magistrado cargó contra el Gobierno de PSOE y Podemos, asegurando que se estaba utilizando “la paralización de un país para fines distintos que salvar a la gente de la enfermedad”.
La comisión permanente examinó el caso y resolvió que Lesmes enviara una carta al presidente del TSJ para pedirle “moderación, prudencia y mesura”, exactamente la misma fórmula que había empleado el Consejo ante críticas de miembros del Gobierno a decisiones judiciales. Apenas nueve meses más tarde, otras declaraciones de Concepción, en esta ocasión acusando a Podemos de “poner en solfa” la democracia, llevaron al Consejo a abrirle una investigación interna, pero el órgano concluyó que esas palabras estaban amparadas por la libertad de expresión y el expediente se archivó sin más consecuencias.
Ahora las afirmaciones del juez han llegado en una entrevista concedida el Diario de Burgos en la que el periodista le recuerda al magistrado la polvareda que levantaron aquellas palabras sobre el Ejecutivo de coalición. “¿Sigue pensando lo mismo?, pregunta el entrevistador. A lo que Concepción responde: “No lo digo yo, lo dice la historia. El comunismo ha generado más de 110 millones de muertos en los países en los que ha tenido algún tipo de influencia desde la revolución soviética de 1917; y los derechos y libertades de la gente han tenido un menoscabo importante allá donde ha gobernado [...]”. El entrevistador le recuerda que el PCE es “un partido legal que se presenta con normalidad a las elecciones”. A lo que el magistrado responde: “También el Partido Nacional Socialista llegó al poder por las urnas en Alemania en 1933, y no hay que recordar las consecuencias que acarreó su victoria”.
La vocal Sáez, en el escrito presentado ante el Consejo, advierte al órgano de la “gravedad” de estas manifestaciones y del “reiterado e injustificable comportamiento público” de Concepción como magistrado y como presidente de un tribunal superior. En opinión de Sáez, estas palabras exceden los límites a la libertad de expresión de los jueces, unos límites que el propio Lesmes se encargó de recordarle al presidente del TSJ en la carta que le remitió en 2020. “Sus desinhibidas intervenciones en los debates públicos”, añade la vocal, “le configuran como un activista al servicio de unos distintivos ideológicos cuya defensa solo tendría cabida, en su caso, de hallarse fuera de la judicatura”.
Sáez rememora en el escrito que ya ella misma se ha quejado de la actitud de Concepción en ocasiones anteriores. Y el propio magistrado lo evoca en la entrevista de la que ha saltado la nueva polémica. “A mí no me abrieron ningún expediente disciplinario; hubo una denuncia de una vocal del CGPJ nombrada a instancia de Izquierda Unida a la que no le debe gustar la verdad”, afirma, antes de asegurar que el Consejo “la inadmitió de plano”. “Como no podía ser de otra manera”, asegura.
https://elpais.com/espana/2022-06-06/una-vocal-del-poder-judicial-pide-que-se-actue-contra-el-magistrado-que-comparo-al-pce-con-el-partido-nazi.html
martes, 7 de junio de 2022
¿Cómo podemos dejar de roncar?
Este problema que interrumpe el sueño puede ser causado por una variedad de condiciones, pero los expertos dicen que hay maneras de encontrar alivio.
¿Qué hace que ronquemos y cómo podemos solucionarlo?
Los ronquidos se presentan cuando los músculos de la lengua, el paladar y la garganta se relajan y restringen el flujo de aire. “No puede entrar la bocanada de aire completa y todo comienza a vibrar para que podamos respirar; esa vibración es la que produce el sonido del ronquido”, dijo Kent Smith, un dentista especialista en el sueño establecido en Dallas y expresidente de la Academia Estadounidense del Sueño y la Respiración.
Los varones tienen el doble de probabilidades de roncar que las mujeres y eso puede ser el resultado de varias cosas como las alergias, el envejecimiento, un resfriado o incluso la forma particular que tenga nuestra garganta. Tal vez también el peso sea uno de los factores que contribuyan.
“Existe una combinación de tejidos que, con el paso del tiempo, cuando nosotros aumentamos de peso, ellos también lo hacen”, dijo Smith. “Además, cuando envejecemos pierden un poco de tono y entonces tienden a obstruir las vías respiratorias”.
Al igual que dormir a una gran altitud, el aire seco o húmedo en exceso puede agudizar los ronquidos. Dormir boca arriba o beber alcohol antes de irse a dormir tiende a empeorarlos, ya que los músculos se relajan más y permiten que la lengua obstruya la garganta y restrinja el paso del aire.
Sin embargo, independientemente de lo que diga tu pareja, roncar no es una enfermedad en sí. Pero en ocasiones puede ser un signo de apnea del sueño, un trastorno que puede llegar a ser muy grave en el que la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidas veces a lo largo de la noche e impide que tengamos un buen descanso nocturno. Eso también puede hacer que aumente el riesgo de tener una presión arterial alta e incluso insuficiencia cardiaca.
Aunque los ronquidos muy sonoros casi siempre se asocian con la apnea del sueño, muchas personas que roncan moderadamente no tienen ningún problema de salud. Solo forman parte de la gran variedad de problemas del sueño, los cuales abarcan desde quienes roncan hasta aquellos factores detonantes del ronquido que les quitan el sueño, mencionó Jolie Chang, una otorrinolaringóloga de la Universidad de California, campus San Francisco.
“Casi todas las personas que padecen apnea del sueño roncan, pero el solo hecho de roncar no significa que tengamos apnea del sueño”, afirma Chang.
Averiguar si roncas es fácil, si no estás seguro de ello. Descarga en tu teléfono una aplicación para grabar, como SnoreLab, y actívala mientras duermes. La aplicación comenzará a grabar cuando detecte ruidos y, a la mañana siguiente, podrás escuchar tu propio registro sonoro.
Smith comentó que, si descubrimos que roncamos, aunque sea poco, podría valer la pena someternos a un estudio de polisomnografía en una clínica del sueño. Casi siempre, la primera puede hacerse durante una noche en casa y, con base en cuántas veces por hora los ronquidos te interrumpen el sueño, esta te dirá si tus ronquidos son síntoma de algún problema más serio, como la apnea del sueño.
¿Qué puedes hacer si tus ronquidos son leves?
Es posible que alguien que no ronca mucho emita ruidos en la noche, pero que de todos modos inhale aire suficiente y los ronquidos solo interrumpan su sueño de manera ocasional. Ya sea que tus ronquidos se relacionen con problemas más importantes o no, hay algunas medidas que puedes tomar para que los ronquidos disminuyan.
Duerme sobre tu costado. En un estudio israelí, se descubrió que más o menos la mitad de las personas que roncaban y tenían apnea del sueño dejaban de roncar cuando cambiaban de posición. Hay algunas almohadas que te ayudan a dormir sobre el costado y camisas que hacen que te incomode ponerte boca arriba. Si te gustan las manualidades, puedes intentar coser pelotas de tenis en la espalda de tu camisa para dormir.
Fortalece la lengua. Una de las causas más comunes de los ronquidos es que la lengua se deslice hacia la garganta. La manera más sencilla de evitarlo es hacer a diario una serie de ejercicios con la lengua. Pero Chang explicó que pueden pasar varias semanas antes de tener algún efecto y que la mayoría de la gente no es constante para seguir haciéndolos.
También hay un suministro constante de artículos para no roncar que se pueden adquirir por internet, pero la mayoría son totalmente inútiles. Con las correas para la mandíbula, pinzas y bandas para la nariz, dilatadores de las fosas nasales, según Chang, hay que ser cautelosos porque no les funcionan a todos. Tal vez un humidificador te ayude a dormir mejor al hidratarte la nariz y la garganta, pero quizás no evite que ronques, añadió.
¿Y si tus ronquidos son moderados?
Si tu polisomnografía revela que tus ronquidos son moderados (que la falta de aire te interrumpe el sueño más de quince veces por hora), debes ver a un médico especialista en el sueño, a un neumólogo o a un otorrinolaringólogo. Tal vez ellos te recomienden lo siguiente:
Un equipo de presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP, por su sigla en inglés). Es un aparato que se sujeta a la nariz o a la nariz y la boca para aumentar la cantidad de aire que pasa por la garganta.
Un protector bucal. Esto te ayuda a adelantar un poco la mandíbula, de tal modo que la lengua no pueda deslizarse hacia la garganta y obstruirla. Es más cómodo que un tubo sujeto al rostro, pero tendrás que acudir varias veces al dentista, quien deberá estar bien capacitado para adaptarla a tus dientes y mandíbula. Asegúrate de que tu aseguradora lo cubra y no compres protectores baratos sin receta porque, a menos que estén calibrados de manera adecuada, no te servirán de nada.
Bajar de peso. Otra alternativa para que algunas personas aminoren sus ronquidos es bajar de peso. Según Chang, está comprobado que el índice de masa corporal está relacionado con los ronquidos y con la apnea del sueño, aunque cada garganta sea diferente. Bajar de peso disminuirá la presión sobre la tráquea y permitirá que haya un mayor flujo de aire.
¿Qué debes hacer si tus ronquidos son intensos?
Es muy posible que las personas que roncan mucho tengan algún tipo de apnea. Si una polisomnografía revela que tus ronquidos te interrumpen el sueño más de 30 veces por hora, quizás vayas a tener problemas más graves en el futuro, como cardiopatías y todos los problemas que surgen por la falta de sueño, como la depresión y la ansiedad.
Un equipo de CPAP. En este caso, no sirve de nada un protector bucal, señaló Smith. “Cuando entras a intervalos de apnea severa, hay más probabilidades de que un equipo de CPAP resuelva el problema”, dijo. Estos equipos vienen en decenas de diseños diferentes y algunos son poco intrusivos. Pero con todos tienes que dormir con una parte del rostro cubierta, la cual se conecta a una máquina que zumba un poco.
Una operación. Hay una serie de procedimientos quirúrgicos —implantes o modificaciones de la lengua o del velo del paladar— que pueden ayudar a alguien que ronca mucho, pero solo si los equipos de CPAP no funcionan. “Si no tienes acceso a ellos o, por alguna razón, no quieres usarlos, operarse debe ser la última opción. Nunca debe ser la primera”, dijo Smith.
https://www.nytimes.com/es/2022/05/19/espanol/como-dejar-roncar.html
¿Qué hace que ronquemos y cómo podemos solucionarlo?
Los ronquidos se presentan cuando los músculos de la lengua, el paladar y la garganta se relajan y restringen el flujo de aire. “No puede entrar la bocanada de aire completa y todo comienza a vibrar para que podamos respirar; esa vibración es la que produce el sonido del ronquido”, dijo Kent Smith, un dentista especialista en el sueño establecido en Dallas y expresidente de la Academia Estadounidense del Sueño y la Respiración.
Los varones tienen el doble de probabilidades de roncar que las mujeres y eso puede ser el resultado de varias cosas como las alergias, el envejecimiento, un resfriado o incluso la forma particular que tenga nuestra garganta. Tal vez también el peso sea uno de los factores que contribuyan.
“Existe una combinación de tejidos que, con el paso del tiempo, cuando nosotros aumentamos de peso, ellos también lo hacen”, dijo Smith. “Además, cuando envejecemos pierden un poco de tono y entonces tienden a obstruir las vías respiratorias”.
Al igual que dormir a una gran altitud, el aire seco o húmedo en exceso puede agudizar los ronquidos. Dormir boca arriba o beber alcohol antes de irse a dormir tiende a empeorarlos, ya que los músculos se relajan más y permiten que la lengua obstruya la garganta y restrinja el paso del aire.
Sin embargo, independientemente de lo que diga tu pareja, roncar no es una enfermedad en sí. Pero en ocasiones puede ser un signo de apnea del sueño, un trastorno que puede llegar a ser muy grave en el que la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidas veces a lo largo de la noche e impide que tengamos un buen descanso nocturno. Eso también puede hacer que aumente el riesgo de tener una presión arterial alta e incluso insuficiencia cardiaca.
Aunque los ronquidos muy sonoros casi siempre se asocian con la apnea del sueño, muchas personas que roncan moderadamente no tienen ningún problema de salud. Solo forman parte de la gran variedad de problemas del sueño, los cuales abarcan desde quienes roncan hasta aquellos factores detonantes del ronquido que les quitan el sueño, mencionó Jolie Chang, una otorrinolaringóloga de la Universidad de California, campus San Francisco.
“Casi todas las personas que padecen apnea del sueño roncan, pero el solo hecho de roncar no significa que tengamos apnea del sueño”, afirma Chang.
Averiguar si roncas es fácil, si no estás seguro de ello. Descarga en tu teléfono una aplicación para grabar, como SnoreLab, y actívala mientras duermes. La aplicación comenzará a grabar cuando detecte ruidos y, a la mañana siguiente, podrás escuchar tu propio registro sonoro.
Smith comentó que, si descubrimos que roncamos, aunque sea poco, podría valer la pena someternos a un estudio de polisomnografía en una clínica del sueño. Casi siempre, la primera puede hacerse durante una noche en casa y, con base en cuántas veces por hora los ronquidos te interrumpen el sueño, esta te dirá si tus ronquidos son síntoma de algún problema más serio, como la apnea del sueño.
¿Qué puedes hacer si tus ronquidos son leves?
Es posible que alguien que no ronca mucho emita ruidos en la noche, pero que de todos modos inhale aire suficiente y los ronquidos solo interrumpan su sueño de manera ocasional. Ya sea que tus ronquidos se relacionen con problemas más importantes o no, hay algunas medidas que puedes tomar para que los ronquidos disminuyan.
Duerme sobre tu costado. En un estudio israelí, se descubrió que más o menos la mitad de las personas que roncaban y tenían apnea del sueño dejaban de roncar cuando cambiaban de posición. Hay algunas almohadas que te ayudan a dormir sobre el costado y camisas que hacen que te incomode ponerte boca arriba. Si te gustan las manualidades, puedes intentar coser pelotas de tenis en la espalda de tu camisa para dormir.
Fortalece la lengua. Una de las causas más comunes de los ronquidos es que la lengua se deslice hacia la garganta. La manera más sencilla de evitarlo es hacer a diario una serie de ejercicios con la lengua. Pero Chang explicó que pueden pasar varias semanas antes de tener algún efecto y que la mayoría de la gente no es constante para seguir haciéndolos.
También hay un suministro constante de artículos para no roncar que se pueden adquirir por internet, pero la mayoría son totalmente inútiles. Con las correas para la mandíbula, pinzas y bandas para la nariz, dilatadores de las fosas nasales, según Chang, hay que ser cautelosos porque no les funcionan a todos. Tal vez un humidificador te ayude a dormir mejor al hidratarte la nariz y la garganta, pero quizás no evite que ronques, añadió.
¿Y si tus ronquidos son moderados?
Si tu polisomnografía revela que tus ronquidos son moderados (que la falta de aire te interrumpe el sueño más de quince veces por hora), debes ver a un médico especialista en el sueño, a un neumólogo o a un otorrinolaringólogo. Tal vez ellos te recomienden lo siguiente:
Un equipo de presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP, por su sigla en inglés). Es un aparato que se sujeta a la nariz o a la nariz y la boca para aumentar la cantidad de aire que pasa por la garganta.
Un protector bucal. Esto te ayuda a adelantar un poco la mandíbula, de tal modo que la lengua no pueda deslizarse hacia la garganta y obstruirla. Es más cómodo que un tubo sujeto al rostro, pero tendrás que acudir varias veces al dentista, quien deberá estar bien capacitado para adaptarla a tus dientes y mandíbula. Asegúrate de que tu aseguradora lo cubra y no compres protectores baratos sin receta porque, a menos que estén calibrados de manera adecuada, no te servirán de nada.
Bajar de peso. Otra alternativa para que algunas personas aminoren sus ronquidos es bajar de peso. Según Chang, está comprobado que el índice de masa corporal está relacionado con los ronquidos y con la apnea del sueño, aunque cada garganta sea diferente. Bajar de peso disminuirá la presión sobre la tráquea y permitirá que haya un mayor flujo de aire.
¿Qué debes hacer si tus ronquidos son intensos?
Es muy posible que las personas que roncan mucho tengan algún tipo de apnea. Si una polisomnografía revela que tus ronquidos te interrumpen el sueño más de 30 veces por hora, quizás vayas a tener problemas más graves en el futuro, como cardiopatías y todos los problemas que surgen por la falta de sueño, como la depresión y la ansiedad.
Un equipo de CPAP. En este caso, no sirve de nada un protector bucal, señaló Smith. “Cuando entras a intervalos de apnea severa, hay más probabilidades de que un equipo de CPAP resuelva el problema”, dijo. Estos equipos vienen en decenas de diseños diferentes y algunos son poco intrusivos. Pero con todos tienes que dormir con una parte del rostro cubierta, la cual se conecta a una máquina que zumba un poco.
Una operación. Hay una serie de procedimientos quirúrgicos —implantes o modificaciones de la lengua o del velo del paladar— que pueden ayudar a alguien que ronca mucho, pero solo si los equipos de CPAP no funcionan. “Si no tienes acceso a ellos o, por alguna razón, no quieres usarlos, operarse debe ser la última opción. Nunca debe ser la primera”, dijo Smith.
https://www.nytimes.com/es/2022/05/19/espanol/como-dejar-roncar.html
lunes, 6 de junio de 2022
_- Déjame que te cuente
_- De Miguel Ángel Santos Guerra
El día que nació mi única hija Carla comencé a escribir en el Hospital El Ángel de Málaga un diario (no es en sentido estricto un diario porque no escribo todos los días) que todavía no ha terminado. Algunos días no he escrito nada porque no había algo llamativo que reseñar, porque estaba de viaje o porque tenía ocupaciones apremiantes, y otros lo he hecho por partida doble o triple porque había algo reseñable o porque no pude hacerlo en el día que lo hubo. La experiencia tiene ahora 17 años y medio. Hoy mismo he dejado constancia de que cuando esta mañana le dije que no se preocupase tanto por la imagen, por lo exterior sino por su interior, me ha dicho: “es que lo interior está perfecto”.
domingo, 5 de junio de 2022
_- CGPJ: Situación insostenible.
_- No solo Carlos Lesmes, todos los miembros del CGPJ deberían dimitir de forma inmediata si no se resuelve ya su polémica renovación.
Parece que el Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) advirtió a Alberto Núñez Feijóo que la no renovación del CGPJ está llevando a dicho órgano y ,por extensión, al poder judicial a una situación insostenible. Le urgió, según se ha informado de forma generalizada, a que alcance un acuerdo “antes del comienzo del verano”, para que el órgano de gobierno de los jueces y magistrados que integran el poder judicial deje de estar “en funciones” y pueda ejercer las competencias que la Constitución y su propia Ley Orgánica le atribuye.
Carlos Lesmes identificó claramente dónde está el obstáculo al cumplimiento de la Constitución, ya que es únicamente la negativa de la dirección del PP lo que impide la renovación, permitiendo de paso que el CGPJ acumule más de tres años de prórroga, lo que en un órgano de “naturaleza política” es una salvajada constitucional.
Es obvio que el presidente del CGPJ tenía en la cabeza la renovación de cuatro Magistrados del Tribunal Constitucional (TC), cuyo mandato caduca el 12 de junio. Que un órgano “en funciones” pueda proceder nada menos que a designar para nueve años a quienes van a formar parte del máximo intérprete de la Constitución es algo tan anómalo, que no hay forma democrática posible de justificarlo.
Me gustaría equivocarme y que el nuevo Presidente del PP sea capaz de pactar la renovación del CGPJ, que no es más que cumplir con lo que la Constitución y la LOPJ establecen. Pero me temo que no sea así y que, con la excusa que sea, se mantenga la situación de estancamiento en que nos encontramos.
Dado que el propio Carlos Lesmes ha puesto el 21 de junio, día en que comienza el verano, como fecha límite para la renovación, pienso que, por simple coherencia personal, debería hacer pública la decisión de dimitir de manera irrevocable de la Presidencia que ocupa, si no se ha alcanzado un acuerdo para la renovación en dicha fecha.
La pelota está en el tejado del PP. Pero también en el del CGPJ, cuyos miembros deberían ser conscientes de que, con su conducta, están favoreciendo el incumplimiento de la obligación constitucional de renovación del CGPJ por parte del PP.
En mi opinión deberían ser todos los miembros del CGPJ los que deberían dimitir de forma inmediata. Bastaría con que el Presidente anunciara la suya, pero, por decoro institucional, debería ser el órgano en su totalidad el que adoptara tal decisión.
https://www.eldiario.es/contracorriente/cgpj-situacion-insostenible_129_9048010.html
Parece que el Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) advirtió a Alberto Núñez Feijóo que la no renovación del CGPJ está llevando a dicho órgano y ,por extensión, al poder judicial a una situación insostenible. Le urgió, según se ha informado de forma generalizada, a que alcance un acuerdo “antes del comienzo del verano”, para que el órgano de gobierno de los jueces y magistrados que integran el poder judicial deje de estar “en funciones” y pueda ejercer las competencias que la Constitución y su propia Ley Orgánica le atribuye.
Carlos Lesmes identificó claramente dónde está el obstáculo al cumplimiento de la Constitución, ya que es únicamente la negativa de la dirección del PP lo que impide la renovación, permitiendo de paso que el CGPJ acumule más de tres años de prórroga, lo que en un órgano de “naturaleza política” es una salvajada constitucional.
Es obvio que el presidente del CGPJ tenía en la cabeza la renovación de cuatro Magistrados del Tribunal Constitucional (TC), cuyo mandato caduca el 12 de junio. Que un órgano “en funciones” pueda proceder nada menos que a designar para nueve años a quienes van a formar parte del máximo intérprete de la Constitución es algo tan anómalo, que no hay forma democrática posible de justificarlo.
Me gustaría equivocarme y que el nuevo Presidente del PP sea capaz de pactar la renovación del CGPJ, que no es más que cumplir con lo que la Constitución y la LOPJ establecen. Pero me temo que no sea así y que, con la excusa que sea, se mantenga la situación de estancamiento en que nos encontramos.
Dado que el propio Carlos Lesmes ha puesto el 21 de junio, día en que comienza el verano, como fecha límite para la renovación, pienso que, por simple coherencia personal, debería hacer pública la decisión de dimitir de manera irrevocable de la Presidencia que ocupa, si no se ha alcanzado un acuerdo para la renovación en dicha fecha.
La pelota está en el tejado del PP. Pero también en el del CGPJ, cuyos miembros deberían ser conscientes de que, con su conducta, están favoreciendo el incumplimiento de la obligación constitucional de renovación del CGPJ por parte del PP.
En mi opinión deberían ser todos los miembros del CGPJ los que deberían dimitir de forma inmediata. Bastaría con que el Presidente anunciara la suya, pero, por decoro institucional, debería ser el órgano en su totalidad el que adoptara tal decisión.
https://www.eldiario.es/contracorriente/cgpj-situacion-insostenible_129_9048010.html
sábado, 4 de junio de 2022
Cómo comer mejor para envejecer con salud.
Los ajustes en nuestra dieta podrían ser una de las maneras más eficaces de prevenir las enfermedades en una población europea cada vez más envejecida
En 2021, más de una quinta parte de la población de la Unión Europea tenía 65 años o más. Las tendencias demográficas actuales indican que en 2050 habrá 130 millones de europeos en ese grupo de edad. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2040 sus integrantes superarán los 1.300 millones a escala mundial.
La prolongación de la esperanza de vida conlleva sus problemas, como el aumento de las deficiencias físicas y mentales. Las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y las incapacidades que afectan al cuerpo y a la mente, no son excepciones. En general, el rápido envejecimiento de la población plantea costosas exigencias a unos sistemas sanitarios ya en dificultades.
“Los cambios en la alimentación y el estilo de vida son, con mucho, la manera más eficaz de propiciar un envejecimiento saludable de la población”, afirma Hermann Stuppner, jefe de departamento en la facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Innsbruck, en Austria.
Stuppner puso en marcha el proyecto MediHealth, inspirado en la dieta mediterránea, entre otros hábitos alimenticios de todo el mundo, para descubrir qué plantas nos ayudan a envejecer mejor.
La zona mediterránea, especialmente Creta, se asocia desde hace tiempo con bajas tasas de cardiopatías coronarias y cáncer de mama y de colon. Algunos científicos lo atribuyen al alto consumo de aceite de oliva, que constituye la principal fuente de grasa de la dieta.
El proyecto seleccionó plantas originales de Grecia, Vietnam, Sudáfrica, Túnez y Chile. Al final se optó por la pequeña planta silvestre Cichorium spinosum, conocida como achicoria espinosa, para utilizarla como ingrediente de un nuevo producto nutracéutico competitivo.
Un nutracéutico es un producto alimentario con efectos médicos o sanitarios beneficiosos, entre ellos la prevención y el tratamiento de enfermedades.
“Los cambios en la alimentación y el estilo de vida son, con mucho, la manera más eficaz de fomentar un envejecimiento saludable de la población”. Hermann Stuppner, médico coordinador del proyecto MediHealth
Stuppner celebra “que los efectos beneficiosos de una alimentación saludable se acepten ampliamente y se reconozcan en todo el mundo”. Sin embargo, puntualiza, la mayoría de las plantas alimenticias no se han investigado, y todavía se desconocen sus virtudes.
El proyecto MediHealth funcionaba con una única estructura que reunía a más de 13 grupos diferentes de expertos tanto del mundo académico como de la industria. Se crearon y analizaron metabolitos que replicaban el procesamiento de los extractos de las plantas por parte del sistema digestivo humano.
Los científicos querían saber si estos metabolitos podían detener el deterioro relacionado con la edad. Esto proporcionaría una sólida base científica para el desarrollo de nuevos productos que combatieran los efectos del envejecimiento.
Según Stuppner, esta estrategia de intercambio entre equipos multidisciplinares “ayuda a aumentar el interés científico por investigar los productos naturales”. A pesar de la intensa colaboración, algunas preguntas quedaron sin respuesta. Por eso, los socios de MediHealth siguieron trabajando juntos después de que el proyecto acabara en 2019.
Anciano, pero independiente
Las personas mayores pueden necesitar, en promedio, más proteínas que los jóvenes. Una ingesta inadecuada de proteínas por parte de los adultos de más edad es preocupante. El estudio InDEPENDEnt analizó los efectos de las dietas proteínicas en la pérdida de capacidades por una población europea y estadounidense cada vez más envejecida.
“De qué manera se quiere envejecer es algo que depende de la persona”, señala Nuno Mendoça, de la Universidad Nueva de Lisboa (Portugal), que participó en la investigación. “Sin embargo, en general, a los adultos mayores les preocupa más poder seguir siendo independientes y continuar con sus actividades diarias que prolongar la esperanza de vida sin que esta sea de calidad”.
La aparición de la incapacidad puede ser paulatina o producirse de repente, después de un suceso que cause un estrés importante, explica el experto.
La llamada “buena nutrición”, que proporciona a la persona todos los nutrientes necesarios según su sexo, edad y estado de salud, va de la mano con la actividad física a la hora de resistir a las enfermedades relacionadas con la edad. Juntas tienden a prevenir el deterioro muscular que puede acabar en incapacidad.
“La ingesta adecuada de proteínas parece eficaz para prevenir la incapacidad natural”.
Nuno Mendoça, investigador de la Universidad Nueva de Lisboa
El proyecto analizó los datos de cuatro grandes estudios realizados en Europa y Norteamérica. Las conclusiones de InDEPENDEnt se suman a las pruebas de que una ingesta adecuada y sostenida de proteínas a lo largo del tiempo puede retardar el proceso de envejecimiento.
El resultado era esperable. “La buena nutrición desempeña un papel muy importante en la prevención”, afirma Mendoça. “La ingesta adecuada de proteínas parece eficaz para prevenir la incapacidad natural”.
Todavía queda mucho que entender, como, por ejemplo, las necesidades de proteínas en condiciones específicas en adultos mayores. Se plantean interrogantes acerca de qué diferencias existen, si es que existen, entre las fuentes de proteínas y el papel de los aminoácidos, que son los componentes básicos de estas. Asimismo, el aumento de las pautas dietéticas proteicas en adultos mayores sanos sigue generando cierta controversia, a pesar del amplio acuerdo en la comunidad científica.
Estos estudios, junto con otros, pueden servir de base para el desarrollo de nuevas directrices sobre proteínas en la dieta de los adultos mayores y las intervenciones de salud pública. Para seguir con su investigación, el equipo tiene en preparación un nuevo proyecto llamado IPHUNCTION, cuyo objetivo es estudiar la interacción entre las proteínas y la actividad física.
La edad es inevitable, pero los alimentos y la nutrición pueden ser la clave para asegurar un proceso de envejecimiento saludable y positivo.
La investigación descrita en este artículo se financió con fondos de la UE. Artículo publicado originalmente en Horizon, la revista de Investigación e Innovación de la Unión Europea.
https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-05-30/como-comer-mejor-para-envejecer-con-salud.html
En 2021, más de una quinta parte de la población de la Unión Europea tenía 65 años o más. Las tendencias demográficas actuales indican que en 2050 habrá 130 millones de europeos en ese grupo de edad. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2040 sus integrantes superarán los 1.300 millones a escala mundial.
La prolongación de la esperanza de vida conlleva sus problemas, como el aumento de las deficiencias físicas y mentales. Las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y las incapacidades que afectan al cuerpo y a la mente, no son excepciones. En general, el rápido envejecimiento de la población plantea costosas exigencias a unos sistemas sanitarios ya en dificultades.
“Los cambios en la alimentación y el estilo de vida son, con mucho, la manera más eficaz de propiciar un envejecimiento saludable de la población”, afirma Hermann Stuppner, jefe de departamento en la facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Innsbruck, en Austria.
Stuppner puso en marcha el proyecto MediHealth, inspirado en la dieta mediterránea, entre otros hábitos alimenticios de todo el mundo, para descubrir qué plantas nos ayudan a envejecer mejor.
La zona mediterránea, especialmente Creta, se asocia desde hace tiempo con bajas tasas de cardiopatías coronarias y cáncer de mama y de colon. Algunos científicos lo atribuyen al alto consumo de aceite de oliva, que constituye la principal fuente de grasa de la dieta.
El proyecto seleccionó plantas originales de Grecia, Vietnam, Sudáfrica, Túnez y Chile. Al final se optó por la pequeña planta silvestre Cichorium spinosum, conocida como achicoria espinosa, para utilizarla como ingrediente de un nuevo producto nutracéutico competitivo.
Un nutracéutico es un producto alimentario con efectos médicos o sanitarios beneficiosos, entre ellos la prevención y el tratamiento de enfermedades.
“Los cambios en la alimentación y el estilo de vida son, con mucho, la manera más eficaz de fomentar un envejecimiento saludable de la población”. Hermann Stuppner, médico coordinador del proyecto MediHealth
Stuppner celebra “que los efectos beneficiosos de una alimentación saludable se acepten ampliamente y se reconozcan en todo el mundo”. Sin embargo, puntualiza, la mayoría de las plantas alimenticias no se han investigado, y todavía se desconocen sus virtudes.
El proyecto MediHealth funcionaba con una única estructura que reunía a más de 13 grupos diferentes de expertos tanto del mundo académico como de la industria. Se crearon y analizaron metabolitos que replicaban el procesamiento de los extractos de las plantas por parte del sistema digestivo humano.
Los científicos querían saber si estos metabolitos podían detener el deterioro relacionado con la edad. Esto proporcionaría una sólida base científica para el desarrollo de nuevos productos que combatieran los efectos del envejecimiento.
Según Stuppner, esta estrategia de intercambio entre equipos multidisciplinares “ayuda a aumentar el interés científico por investigar los productos naturales”. A pesar de la intensa colaboración, algunas preguntas quedaron sin respuesta. Por eso, los socios de MediHealth siguieron trabajando juntos después de que el proyecto acabara en 2019.
Anciano, pero independiente
Las personas mayores pueden necesitar, en promedio, más proteínas que los jóvenes. Una ingesta inadecuada de proteínas por parte de los adultos de más edad es preocupante. El estudio InDEPENDEnt analizó los efectos de las dietas proteínicas en la pérdida de capacidades por una población europea y estadounidense cada vez más envejecida.
“De qué manera se quiere envejecer es algo que depende de la persona”, señala Nuno Mendoça, de la Universidad Nueva de Lisboa (Portugal), que participó en la investigación. “Sin embargo, en general, a los adultos mayores les preocupa más poder seguir siendo independientes y continuar con sus actividades diarias que prolongar la esperanza de vida sin que esta sea de calidad”.
La aparición de la incapacidad puede ser paulatina o producirse de repente, después de un suceso que cause un estrés importante, explica el experto.
La llamada “buena nutrición”, que proporciona a la persona todos los nutrientes necesarios según su sexo, edad y estado de salud, va de la mano con la actividad física a la hora de resistir a las enfermedades relacionadas con la edad. Juntas tienden a prevenir el deterioro muscular que puede acabar en incapacidad.
“La ingesta adecuada de proteínas parece eficaz para prevenir la incapacidad natural”.
Nuno Mendoça, investigador de la Universidad Nueva de Lisboa
El proyecto analizó los datos de cuatro grandes estudios realizados en Europa y Norteamérica. Las conclusiones de InDEPENDEnt se suman a las pruebas de que una ingesta adecuada y sostenida de proteínas a lo largo del tiempo puede retardar el proceso de envejecimiento.
El resultado era esperable. “La buena nutrición desempeña un papel muy importante en la prevención”, afirma Mendoça. “La ingesta adecuada de proteínas parece eficaz para prevenir la incapacidad natural”.
Todavía queda mucho que entender, como, por ejemplo, las necesidades de proteínas en condiciones específicas en adultos mayores. Se plantean interrogantes acerca de qué diferencias existen, si es que existen, entre las fuentes de proteínas y el papel de los aminoácidos, que son los componentes básicos de estas. Asimismo, el aumento de las pautas dietéticas proteicas en adultos mayores sanos sigue generando cierta controversia, a pesar del amplio acuerdo en la comunidad científica.
Estos estudios, junto con otros, pueden servir de base para el desarrollo de nuevas directrices sobre proteínas en la dieta de los adultos mayores y las intervenciones de salud pública. Para seguir con su investigación, el equipo tiene en preparación un nuevo proyecto llamado IPHUNCTION, cuyo objetivo es estudiar la interacción entre las proteínas y la actividad física.
La edad es inevitable, pero los alimentos y la nutrición pueden ser la clave para asegurar un proceso de envejecimiento saludable y positivo.
La investigación descrita en este artículo se financió con fondos de la UE. Artículo publicado originalmente en Horizon, la revista de Investigación e Innovación de la Unión Europea.
https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-05-30/como-comer-mejor-para-envejecer-con-salud.html
viernes, 3 de junio de 2022
Despejando los secretos más ocultos de la vitamina D.
La Fundación Jiménez Díaz analiza los diferentes enfoques que se le pueden dar a la vitamina D
Alimentos ricos en vitamina D
La vitamina D es una vitamina liposoluble que regula el metabolismo del calcio y el fósforo, por lo que constituye una pieza fundamental en numerosas funciones. Además de ser clave para la salud ósea, dental y muscular, lo es también para protegernos de infecciones, para modular la respuesta inmunológica y para protegernos contra enfermedades inflamatorias y cardiovasculares.
Estamos, como vemos, frente a una vitamina con numerosas virtudes que obtenemos sobre todo a través de nuestra piel y la exposición solar —en concreto gracias a la acción de los rayos UVB— y de alimentos como pescados grasos, huevos, leche entera y derivados lácteos. Pero también sobre la que circulan interrogantes tan comunes como: ¿Cuál es su verdadera función?, ¿podemos obtener la cantidad necesaria del sol?, ¿puede una persona tener demasiada vitamina D?, ¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de esta vitamina?
Con el fin de aportar un poco de luz a todo lo que concierne a esta poderosa vitamina y despejar algunos de sus secretos más escondidos, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ha organizado recientemente el curso ‘Visión Multidisciplinar del Uso de la Vitamina D’, destinado a intercambiar conocimientos y enfoques sobre esta vitamina y su impacto en la salud.
¿La vitamina D es importante para nuestro organismo?
La vitamina D, en realidad, ni es vitamina estrictamente ni es solo una. Se trata de un sistema hormonal con acciones sistémicas más allá del efecto óseo. Tal como reconoce el doctor Emilio González Parra, especialista del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz, la vitamina D se usa sobre todo por sus efectos sistémicos, aunque “solemos desconocer los motivos por los que se usa en otras especialidades”.
Otro de los efectos más destacados de esta vitamina es que ayuda a una adecuada regulación del sistema endocrino. “Es el actor principal en todas las enfermedades del metabolismo, calcio y fósforo y, en particular, de la patología de las glándulas paratiroides”, afirma la doctora Clotilde Vázquez Martínez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición del centro hospitalario.
Pero hay más beneficios. Algunos estudios demuestran que la administración de suplementos de vitamina D puede llegar a reducir la frecuencia y gravedad de las infecciones respiratorias en los niños producidas por virus como la gripe. En esta línea se expresa también un estudio realizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz según el cual los niveles más altos de vitamina D se relacionan con un menor riesgo de evolución negativa por la COVID.
Qué ocurre si hay deficiencia de vitamina D
El déficit de vitamina D es muy frecuente. Se habla casi de un problema poblacional generalizado, algunas de cuyas causas estriban en la menor ingesta de vitamina D preformada al haber disminuido la ingesta de productos ricos en vitamina D como la mantequilla, algunos embutidos, el hígado etc… ya que están contraindicados por otras razones. Y en cuanto al sol, principal fuente, la protección necesaria para la prevención de cáncer de piel y la posible escasa exposición solar en invierno, pueden explicar parcialmente el fenómeno.
La repercusión del déficit de vitamina D en la salud es diferente según lo importante que éste sea y, sobre todo, si coexisten enfermedades que pueden agravarse con su carencia.
Otra de las preguntas que suelen aparecer cuando hablamos de vitaminas y salud es sobre la cantidad justa necesaria para un buen funcionamiento del organismo. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, en un documento de consenso sobre los niveles óptimos de vitamina D, establece que estos deben estar entre los 30 y 50 nanogramo por mililitro —ng/Ml—, una cifra a la que no llegaría un 80-100% de la población española de más de 65 años, que se estancan en los 20 ng/mL. Los valores por debajo de 10 ng/mL se consideran deficiencia.
Para saber si tenemos suficiente vitamina D basta con realizar una analítica, que nos mostrará si nuestros niveles son los adecuados.
El déficit de vitamina D se relaciona sobre todo con la salud ósea, ya que es imprescindible para la absorción y depósito de calcio en los huesos. Su carencia produce osteoporosis u osteomalacia. También es imprescindible su administración tras extirpación de las glándulas paratiroides o cuando hay deficiencia de parathormona, pero existen muchas evidencias sobre su relación con otras enfermedades endocrinas, como la diabetes tipo 1 o tipo 2, la obesidad y las enfermedades tiroideas autoinmunes.
En niños esta deficiencia puede convertirse en raquitismo —poco frecuente en España—, que es cuando los huesos no han absorbido suficiente calcio para hacerlos rígidos, de manera que se mantienen blandos y se deforman con el tiempo.
Unos niveles bajos de vitamina D también se han relacionado con un aumento del riesgo de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y oncológicas.
Los primeros síntomas de deficiencia de vitamina suelen incluir fatiga, dolor óseo, debilidad muscular, dolores y calambres, así como cambios de humor.
Un estudio reciente señala que la deficiencia de vitamina D se encuentra a día de hoy entre los principales problemas de salud pública más extendidos en todo el mundo.
Cómo usar la vitamina D
Cuando se habla de los tratamientos disponibles para atenuar la insuficiencia de vitamina D en el organismo emergen diferentes opciones sobre cómo se debe administrar y en qué forma activa. “Se debe usar la vitamina D nativa, que es la forma más fisiológica, en dosis diaria o semanal”, señala el doctor González Parra. En España es común el uso de calcidiol, pero también se pueden usar “moléculas activas como el calcitriol”, aunque es menos común por su toxicidad.
Debe tenerse en cuenta que la vitamina D es liposoluble, es decir, que se disuelve en grasas como lo hace la vitamina A, E y K, lo que puede convertirlas en tóxicas si se toman en exceso porque no se eliminan por la orina como lo hacen las vitaminas hidrosolubles. Por tanto, es muy importante siempre monitorizar la administración de estas vitaminas en general y la D en particular. “No se puede tomar de manera incontrolada”, advierte el doctor González Parra.
https://www.eldiario.es/edcreativo/diario-salud/despejando-secretos-ocultos-vitamina-d_1_9014951.html
Estamos, como vemos, frente a una vitamina con numerosas virtudes que obtenemos sobre todo a través de nuestra piel y la exposición solar —en concreto gracias a la acción de los rayos UVB— y de alimentos como pescados grasos, huevos, leche entera y derivados lácteos. Pero también sobre la que circulan interrogantes tan comunes como: ¿Cuál es su verdadera función?, ¿podemos obtener la cantidad necesaria del sol?, ¿puede una persona tener demasiada vitamina D?, ¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de esta vitamina?
Con el fin de aportar un poco de luz a todo lo que concierne a esta poderosa vitamina y despejar algunos de sus secretos más escondidos, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ha organizado recientemente el curso ‘Visión Multidisciplinar del Uso de la Vitamina D’, destinado a intercambiar conocimientos y enfoques sobre esta vitamina y su impacto en la salud.
¿La vitamina D es importante para nuestro organismo?
La vitamina D, en realidad, ni es vitamina estrictamente ni es solo una. Se trata de un sistema hormonal con acciones sistémicas más allá del efecto óseo. Tal como reconoce el doctor Emilio González Parra, especialista del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz, la vitamina D se usa sobre todo por sus efectos sistémicos, aunque “solemos desconocer los motivos por los que se usa en otras especialidades”.
Otro de los efectos más destacados de esta vitamina es que ayuda a una adecuada regulación del sistema endocrino. “Es el actor principal en todas las enfermedades del metabolismo, calcio y fósforo y, en particular, de la patología de las glándulas paratiroides”, afirma la doctora Clotilde Vázquez Martínez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición del centro hospitalario.
Pero hay más beneficios. Algunos estudios demuestran que la administración de suplementos de vitamina D puede llegar a reducir la frecuencia y gravedad de las infecciones respiratorias en los niños producidas por virus como la gripe. En esta línea se expresa también un estudio realizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz según el cual los niveles más altos de vitamina D se relacionan con un menor riesgo de evolución negativa por la COVID.
Qué ocurre si hay deficiencia de vitamina D
El déficit de vitamina D es muy frecuente. Se habla casi de un problema poblacional generalizado, algunas de cuyas causas estriban en la menor ingesta de vitamina D preformada al haber disminuido la ingesta de productos ricos en vitamina D como la mantequilla, algunos embutidos, el hígado etc… ya que están contraindicados por otras razones. Y en cuanto al sol, principal fuente, la protección necesaria para la prevención de cáncer de piel y la posible escasa exposición solar en invierno, pueden explicar parcialmente el fenómeno.
La repercusión del déficit de vitamina D en la salud es diferente según lo importante que éste sea y, sobre todo, si coexisten enfermedades que pueden agravarse con su carencia.
Otra de las preguntas que suelen aparecer cuando hablamos de vitaminas y salud es sobre la cantidad justa necesaria para un buen funcionamiento del organismo. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, en un documento de consenso sobre los niveles óptimos de vitamina D, establece que estos deben estar entre los 30 y 50 nanogramo por mililitro —ng/Ml—, una cifra a la que no llegaría un 80-100% de la población española de más de 65 años, que se estancan en los 20 ng/mL. Los valores por debajo de 10 ng/mL se consideran deficiencia.
Para saber si tenemos suficiente vitamina D basta con realizar una analítica, que nos mostrará si nuestros niveles son los adecuados.
El déficit de vitamina D se relaciona sobre todo con la salud ósea, ya que es imprescindible para la absorción y depósito de calcio en los huesos. Su carencia produce osteoporosis u osteomalacia. También es imprescindible su administración tras extirpación de las glándulas paratiroides o cuando hay deficiencia de parathormona, pero existen muchas evidencias sobre su relación con otras enfermedades endocrinas, como la diabetes tipo 1 o tipo 2, la obesidad y las enfermedades tiroideas autoinmunes.
En niños esta deficiencia puede convertirse en raquitismo —poco frecuente en España—, que es cuando los huesos no han absorbido suficiente calcio para hacerlos rígidos, de manera que se mantienen blandos y se deforman con el tiempo.
Unos niveles bajos de vitamina D también se han relacionado con un aumento del riesgo de enfermedades metabólicas, cardiovasculares y oncológicas.
Los primeros síntomas de deficiencia de vitamina suelen incluir fatiga, dolor óseo, debilidad muscular, dolores y calambres, así como cambios de humor.
Un estudio reciente señala que la deficiencia de vitamina D se encuentra a día de hoy entre los principales problemas de salud pública más extendidos en todo el mundo.
Cómo usar la vitamina D
Cuando se habla de los tratamientos disponibles para atenuar la insuficiencia de vitamina D en el organismo emergen diferentes opciones sobre cómo se debe administrar y en qué forma activa. “Se debe usar la vitamina D nativa, que es la forma más fisiológica, en dosis diaria o semanal”, señala el doctor González Parra. En España es común el uso de calcidiol, pero también se pueden usar “moléculas activas como el calcitriol”, aunque es menos común por su toxicidad.
Debe tenerse en cuenta que la vitamina D es liposoluble, es decir, que se disuelve en grasas como lo hace la vitamina A, E y K, lo que puede convertirlas en tóxicas si se toman en exceso porque no se eliminan por la orina como lo hacen las vitaminas hidrosolubles. Por tanto, es muy importante siempre monitorizar la administración de estas vitaminas en general y la D en particular. “No se puede tomar de manera incontrolada”, advierte el doctor González Parra.
https://www.eldiario.es/edcreativo/diario-salud/despejando-secretos-ocultos-vitamina-d_1_9014951.html
jueves, 2 de junio de 2022
_- Cuidar la mayoría de Gobierno.
_- Mucho ruido y pocas nueces reza un conocido refrán. No es de aplicación a esta legislatura más que en su primera parte. El ruido es realmente ensordecedor. Pero las nueces son muchas
El lector que me haya seguido en estos últimos años recordará que vengo sosteniendo reiteradamente que en la moción de censura que hizo presidente del Gobierno a Pedro Sánchez se hizo visible la única mayoría de Gobierno posible para la izquierda española. Para las izquierdas españolas, porque las izquierdas, igual que las derechas, son varias. Con las elecciones generales de diciembre de 2015 quedó claro que se había puesto fin al sistema de bipartidismo dinástico vigente desde la primera legislatura constitucional de 1979 y que se entraba en un nuevo ciclo político, en el que la imprevisibilidad en el sistema de partidos desde la perspectiva de la formación del Gobierno se convertiría en la normalidad. Hemos tenido desde entonces dos disoluciones anticipadas de las Cortes Generales por la imposibilidad de investir a un presidente de Gobierno y dos elecciones generales tras las cuales se ha conseguido investir a un presidente: Mariano Rajoy en 2016 y Pedro Sánchez en 2020. Hay que añadir la investidura a través de la moción de censura en julio de 2018.
Aunque la moción de censura de 2018 dio como resultado un Gobierno monocolor socialista con los 84 escaños que el PSOE había obtenido con la repetición de elecciones en 2016, la mayoría parlamentaria que hizo posible la investidura de Pedro Sánchez en aquel momento sigue siendo una mayoría parlamentaria de Gobierno de una estabilidad y de una productividad sorprendentes.
La supervivencia del Gobierno parece estar pendiente de un hilo. La impresión es que puede caer en cualquier momento. Y sin embargo, la evidencia empírica de que disponemos no autoriza sacar esta conclusión. Todo lo contrario. Con base en el resultado de las elecciones generales de noviembre de 2019 se constituyó el primer gobierno de coalición de la historia de la democracia española y, a pesar de que ha tenido que hacer frente a una pandemia de intensidad no conocida desde hacía más de un siglo y a una situación dificilísima como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia, ha conseguido aprobar un programa legislativo realmente sorprendente.
En 2020 la mayoría parlamentaria aprobó 3 leyes orgánicas y 11 leyes ordinarias, entre las que se debe destacar la Ley de Presupuestos. En 2021 se aprobaron 11 leyes orgánicas y 22 leyes ordinarias. Y en lo que llevamos de 2022 se han aprobado 4 leyes orgánicas y 8 leyes ordinarias. Si el presidente del Gobierno decide agotar la legislatura, será una de las más productivas de toda la democracia.
Mucho ruido y pocas nueces reza un conocido refrán. No es de aplicación a esta legislatura más que en su primera parte. El ruido es realmente ensordecedor. Pero las nueces son muchas. Hay una mayoría sólida de Gobierno. Del Gobierno que tiene, por mandato constitucional, que “dirigir la política interior y exterior” (art. 97 CE). Y que lo está haciendo con una visibilidad, sobre todo en el ámbito de la Unión Europea, como no se recordaba desde la época de Felipe González.
La solidez de la mayoría parlamentaria, en contra de lo que parece y a pesar de la campaña orquestada para hacer que no lo parezca, es más que notable. En mi opinión, se puede contemplar lo que queda de legislatura con cierta tranquilidad. E incluso más. Los autoproclamados “constitucionalistas” son minoría en el cuerpo electoral, que es el lugar de residenciación del poder. Tienen “ocupadas” algunas instituciones muy importantes, que se resisten a abandonar y cuentan con apoyos confesables e inconfesables, dispuestos a montar conspiraciones y a poner zancadillas. Pero su idea de España y de la Constitución es claramente minoritaria.
Es en el rechazo de esa idea de España en la que se asienta la solidez de la mayoría parlamentaria de Gobierno. El problema de esa mayoría parlamentaria es de cohesión interna, fundamentalmente como consecuencia del “naufragio” de la Reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya ante el Tribunal Constitucional. Las heridas infligidas por el gobierno de Mariano Rajoy al nacionalismo catalán están vivas todavía y sobre ellas las derechas, con la inestimable colaboración de determinados jueces y magistrados, no dejan de derramar sal y vinagre. La revisión de los indultos por el Tribunal Supremo que hemos conocido esta semana es un buen botón de muestra. Ello dificulta la acción de gobierno. Pero, a pesar de todos los pesares, la mayoría de Gobierno aguanta.
Me imagino que Pedro Sánchez, por instinto de conservación y porque así se lo estarán haciendo llegar sus asesores, es consciente de que, tras las próximas elecciones, únicamente podrá seguir como presidente con una mayoría parlamentaria similar a la que tiene en este momento. La moción de censura de 2018, la única que ha sido aprobada en toda la historia de la democracia española, estableció la línea divisoria en el sistema político de la Constitución de 1978. Mientras la visión de la Constitución territorial de España de las derechas sea la que se ha manifestado desde la presidencia del partido y del Estado por Mariano Rajoy, Pedro Sánchez será el beneficiario de la reacción negativa contra la misma del resto de la población española.
Esa coalición inicialmente negativa hay que cultivarla, como ha subrayado en alguna ocasión Yolanda Díaz. Tengo la impresión de que el presidente del Gobierno no lo está haciendo con la dedicación que merece. De ahí han venido algunos de los sustos de esta legislatura, que no deberían volver a producirse. Y menos con una polarización tan extraordinaria como la que tenemos y vamos a seguir teniendo.
Javier Pérez Royo
El lector que me haya seguido en estos últimos años recordará que vengo sosteniendo reiteradamente que en la moción de censura que hizo presidente del Gobierno a Pedro Sánchez se hizo visible la única mayoría de Gobierno posible para la izquierda española. Para las izquierdas españolas, porque las izquierdas, igual que las derechas, son varias. Con las elecciones generales de diciembre de 2015 quedó claro que se había puesto fin al sistema de bipartidismo dinástico vigente desde la primera legislatura constitucional de 1979 y que se entraba en un nuevo ciclo político, en el que la imprevisibilidad en el sistema de partidos desde la perspectiva de la formación del Gobierno se convertiría en la normalidad. Hemos tenido desde entonces dos disoluciones anticipadas de las Cortes Generales por la imposibilidad de investir a un presidente de Gobierno y dos elecciones generales tras las cuales se ha conseguido investir a un presidente: Mariano Rajoy en 2016 y Pedro Sánchez en 2020. Hay que añadir la investidura a través de la moción de censura en julio de 2018.
Aunque la moción de censura de 2018 dio como resultado un Gobierno monocolor socialista con los 84 escaños que el PSOE había obtenido con la repetición de elecciones en 2016, la mayoría parlamentaria que hizo posible la investidura de Pedro Sánchez en aquel momento sigue siendo una mayoría parlamentaria de Gobierno de una estabilidad y de una productividad sorprendentes.
La supervivencia del Gobierno parece estar pendiente de un hilo. La impresión es que puede caer en cualquier momento. Y sin embargo, la evidencia empírica de que disponemos no autoriza sacar esta conclusión. Todo lo contrario. Con base en el resultado de las elecciones generales de noviembre de 2019 se constituyó el primer gobierno de coalición de la historia de la democracia española y, a pesar de que ha tenido que hacer frente a una pandemia de intensidad no conocida desde hacía más de un siglo y a una situación dificilísima como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia, ha conseguido aprobar un programa legislativo realmente sorprendente.
En 2020 la mayoría parlamentaria aprobó 3 leyes orgánicas y 11 leyes ordinarias, entre las que se debe destacar la Ley de Presupuestos. En 2021 se aprobaron 11 leyes orgánicas y 22 leyes ordinarias. Y en lo que llevamos de 2022 se han aprobado 4 leyes orgánicas y 8 leyes ordinarias. Si el presidente del Gobierno decide agotar la legislatura, será una de las más productivas de toda la democracia.
Mucho ruido y pocas nueces reza un conocido refrán. No es de aplicación a esta legislatura más que en su primera parte. El ruido es realmente ensordecedor. Pero las nueces son muchas. Hay una mayoría sólida de Gobierno. Del Gobierno que tiene, por mandato constitucional, que “dirigir la política interior y exterior” (art. 97 CE). Y que lo está haciendo con una visibilidad, sobre todo en el ámbito de la Unión Europea, como no se recordaba desde la época de Felipe González.
La solidez de la mayoría parlamentaria, en contra de lo que parece y a pesar de la campaña orquestada para hacer que no lo parezca, es más que notable. En mi opinión, se puede contemplar lo que queda de legislatura con cierta tranquilidad. E incluso más. Los autoproclamados “constitucionalistas” son minoría en el cuerpo electoral, que es el lugar de residenciación del poder. Tienen “ocupadas” algunas instituciones muy importantes, que se resisten a abandonar y cuentan con apoyos confesables e inconfesables, dispuestos a montar conspiraciones y a poner zancadillas. Pero su idea de España y de la Constitución es claramente minoritaria.
Es en el rechazo de esa idea de España en la que se asienta la solidez de la mayoría parlamentaria de Gobierno. El problema de esa mayoría parlamentaria es de cohesión interna, fundamentalmente como consecuencia del “naufragio” de la Reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya ante el Tribunal Constitucional. Las heridas infligidas por el gobierno de Mariano Rajoy al nacionalismo catalán están vivas todavía y sobre ellas las derechas, con la inestimable colaboración de determinados jueces y magistrados, no dejan de derramar sal y vinagre. La revisión de los indultos por el Tribunal Supremo que hemos conocido esta semana es un buen botón de muestra. Ello dificulta la acción de gobierno. Pero, a pesar de todos los pesares, la mayoría de Gobierno aguanta.
Me imagino que Pedro Sánchez, por instinto de conservación y porque así se lo estarán haciendo llegar sus asesores, es consciente de que, tras las próximas elecciones, únicamente podrá seguir como presidente con una mayoría parlamentaria similar a la que tiene en este momento. La moción de censura de 2018, la única que ha sido aprobada en toda la historia de la democracia española, estableció la línea divisoria en el sistema político de la Constitución de 1978. Mientras la visión de la Constitución territorial de España de las derechas sea la que se ha manifestado desde la presidencia del partido y del Estado por Mariano Rajoy, Pedro Sánchez será el beneficiario de la reacción negativa contra la misma del resto de la población española.
Esa coalición inicialmente negativa hay que cultivarla, como ha subrayado en alguna ocasión Yolanda Díaz. Tengo la impresión de que el presidente del Gobierno no lo está haciendo con la dedicación que merece. De ahí han venido algunos de los sustos de esta legislatura, que no deberían volver a producirse. Y menos con una polarización tan extraordinaria como la que tenemos y vamos a seguir teniendo.
Javier Pérez Royo
miércoles, 1 de junio de 2022
martes, 31 de mayo de 2022
MATEMÁTICAS. D’Alembert y el cálculo de probabilidades.
El gran matemático y enciclopedista cuestionó la teoría de probabilidades convencional
Con su absurda ley procreativa, el rey machista de la semana pasada solo consiguió reducir drásticamente el número de sus súbditos, pero la proporción de hombres y mujeres siguió siendo la misma. Consideremos una muestra de 100 parejas que empiezan a procrear: entre sus primogénitos habrá aproximadamente 50 niños y 50 niñas; los progenitores de las segundas ya no podrán tener más descendencia; pero las otras 50 parejas, suponiendo que todas sigan procreando, tendrán aproximadamente 25 segundogénitos niños y 25 niñas, y así sucesiva e ¿indefinidamente? No: en principio, solo 12 o 13 parejas tendrán un tercer vástago, solo 6 o 7 tendrán un cuarto, solo 3 o 4 un quinto, solo 1 o 2 un sexto, y puede que ninguna un séptimo. Cada “remesa” de vástagos será la mitad de la anterior (y pronto se llegará a la tasa de natalidad cero), pero en todas ellas habrá aproximadamente el mismo número de niños que de niñas.
A pesar de su sencillez, el problema suscitó un amplio debate, en el marco del cual Juan José Rodríguez trajo a colación las críticas de d’Alembert a la teoría de probabilidades convencional, que, según él, no prestaba la debida atención a la experiencia al formular sus supuestos y sus definiciones. Lo cual, dicho sea de paso, hace más difícil de entender que el gran matemático y enciclopedista francés estimara, erróneamente, que la probabilidad de sacar al menos una cara al lanzar dos monedas al aire es 2/3. ¿Cuál es la probabilidad real y qué razonamiento engañoso conduce al valor 2/3? Curiosamente, esta estimación errónea es un claro exponente de esa falta de atención a las situaciones reales que el propio d’Alembert criticaba.
Un ejemplo de lo complicado que puede ser a veces formular adecuadamente un problema de probabilidades lo encontramos en la paradoja de Bertrand (no me refiero a su famosa paradoja económica relativa al equilibrio de Nash, sino a la probabilística, de la que ya nos ocupamos hace unos años):
¿Cuál es la probabilidad de que una cuerda trazada al azar en una circunferencia sea mayor que el lado del triángulo equilátero inscrito en ella? Según como se aborde el problema, podemos llegar a distintas respuestas: 1/2, 1/3, 1/4…, e invito a mis sagaces lectoras/es a reconstruir los razonamientos que pueden llevarnos a estos u otros valores. Por ejemplo, ¿cuál de las anteriores estimaciones sugiere la figura adjunta y por qué?
El hagadá de los caminantes sudorosos
La tradición oral nos ofrece numerosos e instructivos ejemplos de planteamientos erróneos, insuficientes, engañosos o inverosímiles. En esta línea, un conocido hagadá (cuento o fábula con moraleja de la tradición hebrea) habla de dos caminantes que -según le refiere un rabino a su discípulo- en un caluroso día de verano van por un sendero polvoriento. Por fin encuentran una fuente donde calmar su sed. Uno de los caminantes tiene el rostro sucio de sudor y polvo, mientras que el otro lo tiene seco y limpio. ¿Cuál de los dos se lava la cara?, pregunta el rabino.
La respuesta ingenua es que se lava la cara el que la tiene sucia. La respuesta ingeniosa es que se la lava el que la tiene limpia, pues cada uno ve el rostro de su compañero y no el propio, por lo que el que está limpio cree que él también está sucio y viceversa. Pero ¿cuál sería la respuesta realista, en la línea crítica de d’Alembert (y del rabino del hagadá)?
Carlo Frabetti es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos ‘Maldita física’, ‘Malditas matemáticas’ o ‘El gran juego’. Fue guionista de ‘La bola de cristal’.
https://elpais.com/ciencia/el-juego-de-la-ciencia/2022-05-27/dalembert-y-el-calculo-de-probabilidades.html
lunes, 30 de mayo de 2022
_- ¿Puede el ejercicio físico sanar la mente?
_- Un libro reúne pruebas acerca de los beneficios de la actividad física sobre el bienestar del cerebro, un vínculo comprobado pero que aún no se aplica lo suficiente en los tratamientos contra algunas enfermedades
En Move the Body, Heal the Mind (Mueve el cuerpo, sana la mente), Heisz hace una propuesta que mezcla la fe del converso, el atractivo del “a mí me funciona” y la justificación científica, y que puede explicar por qué tantas personas, en particular las que comienzan ya en la madurez con el deporte, hablan de ello como una experiencia transformadora. La científica, que ahora pilota el NeurofitLab en su universidad, un laboratorio dedicado a evaluar los beneficios del ejercicio en la salud mental, cuenta cómo el deporte, al que se aficionó rondando los 40, le ayudó en un momento de crisis vital tras una separación. Tanto, que incluso reorientó el foco de su investigación desde otros aspectos de la neurociencia hacia la investigación de los efectos del movimiento en el cerebro. “Mi enfoque práctico y basado en pruebas”, promete, “te ayudará a mejorar tu salud cerebral a través del ejercicio”. Y añade: “Estarás completamente equipado con una serie de habilidades para el ejercicio que te ayudarán a lograr más resistencia, una perspectiva más positiva, a estar más centrado, ser más productivo y tener relaciones más satisfactorias. ¡Sí, puedes tenerlo todo!”
Pese a este optimismo desmesurado, Heisz comienza explicando, en parte, por qué hacer ejercicio puede ser tan costoso, en particular al principio. Por primera vez en la historia de la humanidad, el exceso de alimentos es más peligroso que su falta, y durante cientos de miles de años la inclinación a evitar gastos inútiles y a aprovechar cualquier fuente de energía disponible pudieron ser factores positivos para la supervivencia y la transmisión de los genes a la siguiente generación. Sin embargo, en un mundo de abundancia y vidas prolongadas, esas inclinaciones se convierten en lastres. Se calcula que cada año mueren en el mundo un millón y medio de personas por diabetes, una enfermedad casi ausente de las sociedades preindustriales. Un artículo que apareció este año en la revista PNAS planteaba incluso que el valor de los abuelos en la crianza de sus nietos favoreció que los humanos pudieran mantener un buen estado físico después de rebasar sus mejores años reproductivos, y también que el ejercicio sea tan positivo en edades avanzadas.
En su alegato en favor del movimiento, Heisz recuerda que es una “medicina” en la que cada uno debe encontrar el punto justo de esfuerzo, sin compararse con los demás, y asegura que, según los datos obtenidos en su laboratorio, un ejercicio ligero como caminar durante media hora tres veces a la semana reduce la ansiedad, y que los beneficios se pueden incrementar progresivamente aumentando la intensidad o la duración de las sesiones. Más adelante, la investigadora recuerda estudios como un trabajo publicado en The American Journal of Psychiatry, en 2018, que calculó que al menos un 12% de los futuros casos de depresión se evitarían si todo el mundo hiciese un ejercicio leve o moderado al menos una hora a la semana. Este estudio muestra también las limitaciones de los trabajos que investigan la relación entre el ejercicio y la mejor salud mental, porque los beneficios que se encontraron en la depresión no se hallaron frente a la ansiedad.
La directora del NeurofitLab plantea también la posibilidad de sustituir, al menos en algunos casos, los fármacos antidepresivos por ejercicio. Este tipo de medicamentos, cuyo consumo se incrementó en España en un 6% entre 2020 y 2021, se han recetado con una frecuencia cada vez mayor en las últimas dos décadas, “especialmente para formas leves de depresión que pueden no llegar a cumplir los criterios clínicos”, afirma Heisz. Para estos trastornos leves del ánimo, la investigadora cree que es mejor asumir que un cierto nivel de malestar puede superarse sin necesidad de fármacos. En parte, porque se asume que “unos bajos niveles de serotonina causan todos los trastornos del ánimo”, y eso no es cierto y hace que para un porcentaje importante de las personas con depresión o ansiedad los fármacos creados con esta premisa no sean eficaces.
Para Heisz, la producción durante el ejercicio del neuropéptido Y, relacionado con una mayor resistencia a la ansiedad, o los efectos antiinflamatorios de la actividad física, que rebajarían la inflamación crónica que se ha relacionado con muchos cuadros depresivos, podrían explicar los efectos positivos del deporte en este tipo de trastornos mentales. Aunque existen estudios que sustentan la posibilidad de efectos ansiolíticos o antidepresivos del deporte, incluso comparados con los antidepresivos para algunos pacientes, no siempre ha sido fácil encontrar unos efectos claros o una relación de causalidad, o discernir hasta qué punto la persona capaz de superar un mal momento emocional para salir a correr no estaba tan grave en realidad. Algunos estudios recientes, no obstante, sí están logrando establecer ese vínculo robusto y causal entre el ejercicio y un menor riesgo de sufrir depresión.
La salud mental es un asunto complejo en el que además de la inmensa diversidad biológica y de estilos de vida de la población que influyen en ella, faltan herramientas para conocer con precisión los riesgos o ventajas individuales de cada persona o el modo de tratar cada dolencia con más eficacia. Heisz continúa hablando de los beneficios del ejercicio para dormir mejor, estar más centrado en el trabajo o escapar de las adicciones. Más allá de las explicaciones de los mecanismos por los que el movimiento puede tener estos efectos, se sabe que todos estos factores de la vida están relacionados. Las personas con trastornos del ánimo suelen consumir más sustancias tóxicas que a su vez agravan esos problemas. Si se logra integrar en una rutina, el ejercicio frecuente puede ser una manera de ordenar la vida, además de obtener beneficios fisiológicos como una menor inflamación crónica o una segregación de sustancias que favorezcan el sueño.
Rafael Tabarés, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Valencia, confirma que “la evidencia de los beneficios de la actividad física en la salud mental es muy poderosa. Tanto la que haces caminando en tu tiempo libre, yendo a trabajar o cuando te metes en un ejercicio más sistemático en un gimnasio, puede ser útil para prevenir síntomas depresivos o de ansiedad”, añade. Además, Tabarés señala estudios que muestran el valor de la actividad física como complemento de los tratamientos farmacológicos para la depresión y su valor para reducir las recaídas cuando se eliminan las pastillas. “Desde mi punto de vista, el gran problema que tenemos es que, pese a la cantidad y la calidad de la evidencia del beneficio del ejercicio físico, no se utiliza con los pacientes”, afirma. En su opinión, sería necesario que los médicos tuviesen tiempo para cooperar con otros profesionales, “porque este tipo de actividad la tendrían que aplicar graduados en educación física o fisioterapeutas”, y también habría que contar más con el paciente, para informarle de que existen estas alternativas.
Esa transformación del sistema, hacia uno que además de tratar la enfermedad promocione la salud, requiere recursos y una mejor coordinación, pero la incorporación de la actividad física ya ha mostrado su valor en el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer. Alejandro Lucía, médico e investigador en Fisiología del Ejercicio por la Universidad Europea de Madrid, ha observado los beneficios del ejercicio como complemento de la quimioterapia en pacientes con cáncer, y cree que también sería útil para las enfermedades mentales. Como Tabarés, Lucía cree que se podrían “incorporar profesionales especializados, igual que hay fisioterapeutas o personal de enfermería”, porque “el ejercicio tiene mejores resultados con supervisión, en particular en pacientes que pueden tener mayores dificultades, como los que sufren enfermedades mentales”. “Es algo costoso, y la prevención es la pata pobre de la medicina, pero la incorporación de estos profesionales puede ayudar mucho a gente que sufre”, concluye.
Como recoge Heisz en su libro y recuerdan otros expertos, los beneficios del ejercicio para el cuerpo y la mente de casi todo el mundo son diversos y claros. Pero hay que ser consciente de que, para muchos, el camino hacia una vida más activa no va a ser sencillo y siempre habrá más posibilidades de éxito con paciencia y ayuda externa. Según reconoce la propia investigadora de la Universidad McMaster, el 40% de las personas que comienzan a hacer ejercicio lo han dejado antes de los tres meses, y muchos estudios muestran que las personas con trastornos depresivos o de ansiedad tienen una tendencia mayor a una vida sedentaria. Entre los consejos que ofrece el libro para empezar y mantenerse, algunos de los más obvios: buscar un ejercicio que resulte agradable y, si es posible, hacerlo en compañía; encontrar un ritmo propio y no centrarse en el objetivo final sino en el proceso. Para las personas con enfermedades diagnosticadas y más dificultades para ser físicamente activas, el cambio llegará cuando, como mencionan Tabarés y Lucía, se tome consciencia de la gran cantidad de pruebas acumuladas sobre el valor del ejercicio en la salud mental y se incorporen profesionales al sistema de salud que puedan aprovechar un potencial hasta ahora infrautilizado.
https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-05-27/puede-el-ejercicio-fisico-sanar-la-mente.html
Los seres humanos han tenido, desde que existen, una forma de sobrevivir distinta de las de otros animales, adaptando el mundo en lo posible a sus necesidades en lugar de amoldarse a él. Esta capacidad de transformación los ha convertido en una especie exitosa, pero el progreso no ha sido gratis. La invención de la agricultura permitió la aparición de grandes ciudades, de la literatura y de todas las glorias de la civilización, pero también redujo drásticamente la variedad de la alimentación y ató a la mayoría al cultivo de la tierra. En las últimas décadas, la aceleración del progreso tecnológico y el sedentarismo han multiplicado las tasas de obesidad y diabetes, la vida moderna parece incrementar los problemas de salud mental y los dispositivos electrónicos están destrozando el sueño. En un libro de publicación reciente, Jennifer Heisz, especialista en salud del cerebro en la Universidad McMaster, en Ontario (Canadá), ofrece una respuesta casi universal a todos estos problemas de la civilización: el ejercicio físico.
En Move the Body, Heal the Mind (Mueve el cuerpo, sana la mente), Heisz hace una propuesta que mezcla la fe del converso, el atractivo del “a mí me funciona” y la justificación científica, y que puede explicar por qué tantas personas, en particular las que comienzan ya en la madurez con el deporte, hablan de ello como una experiencia transformadora. La científica, que ahora pilota el NeurofitLab en su universidad, un laboratorio dedicado a evaluar los beneficios del ejercicio en la salud mental, cuenta cómo el deporte, al que se aficionó rondando los 40, le ayudó en un momento de crisis vital tras una separación. Tanto, que incluso reorientó el foco de su investigación desde otros aspectos de la neurociencia hacia la investigación de los efectos del movimiento en el cerebro. “Mi enfoque práctico y basado en pruebas”, promete, “te ayudará a mejorar tu salud cerebral a través del ejercicio”. Y añade: “Estarás completamente equipado con una serie de habilidades para el ejercicio que te ayudarán a lograr más resistencia, una perspectiva más positiva, a estar más centrado, ser más productivo y tener relaciones más satisfactorias. ¡Sí, puedes tenerlo todo!”
Pese a este optimismo desmesurado, Heisz comienza explicando, en parte, por qué hacer ejercicio puede ser tan costoso, en particular al principio. Por primera vez en la historia de la humanidad, el exceso de alimentos es más peligroso que su falta, y durante cientos de miles de años la inclinación a evitar gastos inútiles y a aprovechar cualquier fuente de energía disponible pudieron ser factores positivos para la supervivencia y la transmisión de los genes a la siguiente generación. Sin embargo, en un mundo de abundancia y vidas prolongadas, esas inclinaciones se convierten en lastres. Se calcula que cada año mueren en el mundo un millón y medio de personas por diabetes, una enfermedad casi ausente de las sociedades preindustriales. Un artículo que apareció este año en la revista PNAS planteaba incluso que el valor de los abuelos en la crianza de sus nietos favoreció que los humanos pudieran mantener un buen estado físico después de rebasar sus mejores años reproductivos, y también que el ejercicio sea tan positivo en edades avanzadas.
En su alegato en favor del movimiento, Heisz recuerda que es una “medicina” en la que cada uno debe encontrar el punto justo de esfuerzo, sin compararse con los demás, y asegura que, según los datos obtenidos en su laboratorio, un ejercicio ligero como caminar durante media hora tres veces a la semana reduce la ansiedad, y que los beneficios se pueden incrementar progresivamente aumentando la intensidad o la duración de las sesiones. Más adelante, la investigadora recuerda estudios como un trabajo publicado en The American Journal of Psychiatry, en 2018, que calculó que al menos un 12% de los futuros casos de depresión se evitarían si todo el mundo hiciese un ejercicio leve o moderado al menos una hora a la semana. Este estudio muestra también las limitaciones de los trabajos que investigan la relación entre el ejercicio y la mejor salud mental, porque los beneficios que se encontraron en la depresión no se hallaron frente a la ansiedad.
La directora del NeurofitLab plantea también la posibilidad de sustituir, al menos en algunos casos, los fármacos antidepresivos por ejercicio. Este tipo de medicamentos, cuyo consumo se incrementó en España en un 6% entre 2020 y 2021, se han recetado con una frecuencia cada vez mayor en las últimas dos décadas, “especialmente para formas leves de depresión que pueden no llegar a cumplir los criterios clínicos”, afirma Heisz. Para estos trastornos leves del ánimo, la investigadora cree que es mejor asumir que un cierto nivel de malestar puede superarse sin necesidad de fármacos. En parte, porque se asume que “unos bajos niveles de serotonina causan todos los trastornos del ánimo”, y eso no es cierto y hace que para un porcentaje importante de las personas con depresión o ansiedad los fármacos creados con esta premisa no sean eficaces.
Para Heisz, la producción durante el ejercicio del neuropéptido Y, relacionado con una mayor resistencia a la ansiedad, o los efectos antiinflamatorios de la actividad física, que rebajarían la inflamación crónica que se ha relacionado con muchos cuadros depresivos, podrían explicar los efectos positivos del deporte en este tipo de trastornos mentales. Aunque existen estudios que sustentan la posibilidad de efectos ansiolíticos o antidepresivos del deporte, incluso comparados con los antidepresivos para algunos pacientes, no siempre ha sido fácil encontrar unos efectos claros o una relación de causalidad, o discernir hasta qué punto la persona capaz de superar un mal momento emocional para salir a correr no estaba tan grave en realidad. Algunos estudios recientes, no obstante, sí están logrando establecer ese vínculo robusto y causal entre el ejercicio y un menor riesgo de sufrir depresión.
La salud mental es un asunto complejo en el que además de la inmensa diversidad biológica y de estilos de vida de la población que influyen en ella, faltan herramientas para conocer con precisión los riesgos o ventajas individuales de cada persona o el modo de tratar cada dolencia con más eficacia. Heisz continúa hablando de los beneficios del ejercicio para dormir mejor, estar más centrado en el trabajo o escapar de las adicciones. Más allá de las explicaciones de los mecanismos por los que el movimiento puede tener estos efectos, se sabe que todos estos factores de la vida están relacionados. Las personas con trastornos del ánimo suelen consumir más sustancias tóxicas que a su vez agravan esos problemas. Si se logra integrar en una rutina, el ejercicio frecuente puede ser una manera de ordenar la vida, además de obtener beneficios fisiológicos como una menor inflamación crónica o una segregación de sustancias que favorezcan el sueño.
Rafael Tabarés, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Valencia, confirma que “la evidencia de los beneficios de la actividad física en la salud mental es muy poderosa. Tanto la que haces caminando en tu tiempo libre, yendo a trabajar o cuando te metes en un ejercicio más sistemático en un gimnasio, puede ser útil para prevenir síntomas depresivos o de ansiedad”, añade. Además, Tabarés señala estudios que muestran el valor de la actividad física como complemento de los tratamientos farmacológicos para la depresión y su valor para reducir las recaídas cuando se eliminan las pastillas. “Desde mi punto de vista, el gran problema que tenemos es que, pese a la cantidad y la calidad de la evidencia del beneficio del ejercicio físico, no se utiliza con los pacientes”, afirma. En su opinión, sería necesario que los médicos tuviesen tiempo para cooperar con otros profesionales, “porque este tipo de actividad la tendrían que aplicar graduados en educación física o fisioterapeutas”, y también habría que contar más con el paciente, para informarle de que existen estas alternativas.
Esa transformación del sistema, hacia uno que además de tratar la enfermedad promocione la salud, requiere recursos y una mejor coordinación, pero la incorporación de la actividad física ya ha mostrado su valor en el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer. Alejandro Lucía, médico e investigador en Fisiología del Ejercicio por la Universidad Europea de Madrid, ha observado los beneficios del ejercicio como complemento de la quimioterapia en pacientes con cáncer, y cree que también sería útil para las enfermedades mentales. Como Tabarés, Lucía cree que se podrían “incorporar profesionales especializados, igual que hay fisioterapeutas o personal de enfermería”, porque “el ejercicio tiene mejores resultados con supervisión, en particular en pacientes que pueden tener mayores dificultades, como los que sufren enfermedades mentales”. “Es algo costoso, y la prevención es la pata pobre de la medicina, pero la incorporación de estos profesionales puede ayudar mucho a gente que sufre”, concluye.
Como recoge Heisz en su libro y recuerdan otros expertos, los beneficios del ejercicio para el cuerpo y la mente de casi todo el mundo son diversos y claros. Pero hay que ser consciente de que, para muchos, el camino hacia una vida más activa no va a ser sencillo y siempre habrá más posibilidades de éxito con paciencia y ayuda externa. Según reconoce la propia investigadora de la Universidad McMaster, el 40% de las personas que comienzan a hacer ejercicio lo han dejado antes de los tres meses, y muchos estudios muestran que las personas con trastornos depresivos o de ansiedad tienen una tendencia mayor a una vida sedentaria. Entre los consejos que ofrece el libro para empezar y mantenerse, algunos de los más obvios: buscar un ejercicio que resulte agradable y, si es posible, hacerlo en compañía; encontrar un ritmo propio y no centrarse en el objetivo final sino en el proceso. Para las personas con enfermedades diagnosticadas y más dificultades para ser físicamente activas, el cambio llegará cuando, como mencionan Tabarés y Lucía, se tome consciencia de la gran cantidad de pruebas acumuladas sobre el valor del ejercicio en la salud mental y se incorporen profesionales al sistema de salud que puedan aprovechar un potencial hasta ahora infrautilizado.
https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-05-27/puede-el-ejercicio-fisico-sanar-la-mente.html
domingo, 29 de mayo de 2022
Masacre en la escuela
¿Cómo se puede soportar esta nueva tragedia? ¿Cómo se puede mirar hacia otro lado cuando tenemos delante veintiún féretros de personas inocentes? Diecinueve niños y dos maestras, asesinados en la escuela Robb Elementary School de Uvalde (Texas). ¡Una escuela! El lugar al que habían acudido los niños esa mañana para aprender a ser felices. Esos padres que dejaron a sus hijos allí con la confianza de que estaban en el lugar más seguro del mundo, tuvieron que recoger sus cadáveres con un dolor insoportable. Esas dos maestras que se levantaron con la ilusión de ayudar a sus alumnos y alumnas, nunca sospecharon que les iba a costar la vida. Indignación, tristeza, estupor. También ha muerto por un ataque al corazón el marido de una de las maestras.
El asesino, Salvador Ramos, un joven de dieciocho años, disparó primero a su abuela y se dirigió luego a la escuela en la que había estudiado. Un joven sin antecedentes penales y, se dice, sin ningún trastorno mental. Compró sin ninguna cortapisa dos rifles de asalto por tres mil quinientos dólares y a las cuarenta y ocho horas los utilizó para sembrar la muerte en una escuela. Lo anunció en las redes:
– Voy disparar en una escuela de primaria.
Pese a tener ascendencia latina, Salvador era ciudadano estadounidense. Fue abatido por la policía. Otra muerte más.
Creo que es indiscutible que la venta indiscriminada de armas de fuego impulsa en Estados Unidos la repetición de este tipo de masacres, muchas de ellas en escuelas. Porque no es la primera vez. Ni será la última, desgraciadamente. La historia de las masacres en escuelas estadounidenses es terrible. Por frecuente y por sobrecogedora.
¿No resultan hipócritas muchas reacciones políticas y ciudadanas en un país en el que la venta de armas propicia tantos beneficios y tantos desastres? Se producirá un aluvión de testimonios de rechazo, minutos de silencio, condena del negocio armamentístico… El hecho se irá olvidando, la repulsa irá desapareciendo, la oleada de críticas se irá desvaneciendo… hasta que otro hecho similar vuelva a producir la misma reacción.
Steve Kerr, entrenador de los Warriors, en la comparecencia posterior a un partido, dejó de lado el deporte, y con una enorme emoción y una indignación extrema pidió que los políticos hicieran algo. Dijo que estaba cansado de tantos minutos de silencio mientras no se movía ni un ápice la legislación que pone en las manos de los ciudadanos las armas que permiten segar la vida de los niños y de las niñas en las aulas de una escuela. Su padre murió en un tiroteo cuando él era un niño. Sabe muy bien de lo que habla. Su dolor y su indignación tienen raíces muy profundas.
El oscarizado actor Matthew McConaughey, nacido en Uvalde, pide a sus compatriotas que se miren en el espejo tras el tiroteo. Les pide que ataquen las bases del statu quo que solo provoca dolor y miseria.
El presidente de los Estados Unidos ha dicho: “En el nombre de Dios, ¿cuándo le vamos a hacer frente al lobby de las armas?”.
En Estados Unidos hay más armas que habitantes. La cultura sobre las armas que existe en la mayor potencia del mundo resulta repugnante. Las pistolas ocupan el lugar de los libros. Son objetos de culto. Y el uso de las armas ha causado más muertos que todos los que ha habido en las guerras. Pero igual que se acabó con la esclavitud o con el apartheid se puede acabar con la cultura de la violencia
Hay muchos ciudadanos que al salir de casa cogen su teléfono y su pistola. Son objetos familiares que identifican con la seguridad más que con el riesgo. He visto estos días en un reportaje familias que tienen hasta doscientas armas. El cabeza de familia, a la pregunta de un periodista español sobre si todas esas armas era de guerra, contestó:
No son armas de guerra, son armas de diversión.
¿Diversión? ¿Se lo podría explicar a los padres de los niños muertos en la escuela de Uvalde? ¿Qué diversión es esa que causa tantas lágrimas, tanto dolor?
Los intereses económicos de la industria armamentística se sitúan por encima de la vida de las personas. Los cuatrocientos billones de dólares que genera la industria armamentística en Estados Unidos parecen suficiente motivo para las muertes. La Asociación Nacional del Rifle, tan poderosa, sostiene que la solución a este tipo de situaciones en las escuelas es armar a los profesores. Este mismo fin de semana, después de tres años de suspensión por la pandemia, celebra su convención en el mismo estado de Texas, a unos 400 kilómetros de Uvalde, donde todavía lloran a sus hijos muertos por esas armas que van a exaltar en la convención como objetos de culto. A la convención asistirá el expresidente Donald Trump. Mientras él hable no podrá haber armas en el recinto. ¿No son inofensivas las armas? ¿No sirven solo para defenderse? Estoy seguro de que lamentarán la muerte de los diecinueve escolares y de las dos maestras. Creo que esa conmiseración es una burla. Si Salvador Ramos no hubiera podido comprar los rifles, la masacre no se habría producido.
La argumentación que justifica la venta es que los ciudadanos tienen el derecho de protegerse de posibles agresiones y tienen el deber de proteger a sus familias. Otra vez el estúpido lema: “si quieres la paz, prepárate para la guerra”.
La Segunda Enmienda a la Constitución e los Estados Unidos (o Enmienda II), propuesta el 25 de septiembre de 1789 y aprobada el 15 de diciembre de 1791, protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas. Estados Unidos es uno de los países con menores limitaciones para adquirir armas de fuego. La Corte Suprema de los Estados Unidos ha aclarado en numerosas ocasiones el texto constitucional: ha afirmado que el derecho a portar armas es un derecho individual que tienen todos los estadounidenses, pero también ha declarado que el derecho no es ilimitado y que no prohíbe la regulación de la producción y compra de armas de fuego o de dispositivos similares.
A pesar de los numerosos casos judiciales, el debate sociopolítico continúa. Los defensores del derecho a portar armas dicen que un pueblo armado realiza una mejor ejecución de la legítima defensa y que evita que la autoridad gubernamental se vuelva tiránica. Los defensores del control de arma afirman que las ciudades estadounidenses serían más seguras si no hubiese tantas armas de fuego, aunque los defensores del derecho a portar armas argumentan que cuando los ciudadanos respetuosos con las leyes se arman, actúan “más rápido y mejor” que la policía estadounidense y, por tanto, las armas reducen las tasas de criminalidad.
Resulta increíble que cada una de estas matanzas provoque un aumento de la venta de armas. La reacción lógica en otra cultura sería acabar con su venta.
He visto estos días reportajes de ferias de venta de armas en las que los niños pasean con sus padres entre todo tipo de armas. En ellas hay espacios para el entrenamiento. Una maestra enseñaba a su hija de diez años a afinar la puntería.
Pretender quitar las armas es un suicidio político. Lo cual quiere decir que la población retira el apoyo a quien prometa acabar con la venta de armas. Y aquí está, a mi juicio, la verdadera cuestión. Es la ciudadanía la que tiene que analizar con rigor lo que sucede. En sociedades donde está prohibida la venta de armas no se producen estas matanzas. ¿Por qué será? Es preciso poner por encima la vida de las personas y no el dinero del negocio. Que hablen los padres y las madres de los niños asesinados. ¿Apoyarían la posibilidad de que Salvador hubiese comprado tan fácilmente la compra de esos dos rifles?
Santiago Abascal, Presidente de Vox, dice que hace falta un cambio radical y urgente en la ley española para que se repartan armas. Es la misma filosofía que está haciendo posible un rosario de atentados en las escuelas de Estados Unidos. ¿Le gusta al señor Abascal este tipo de masacres que con periodicidad insoportable tenemos que sufrir?
“Una sociedad armada es una sociedad educada”, he escuchado en uno de los reportajes que se han emitido estos días. Es exactamente al revés: una sociedad educada, es una sociedad desarmada en la que todos y todas, sin excepción, pueden vivir libremente. En una sociedad educada el trabajo de protección lo hace la policía (sé que los padres de los niños asesinados se quejan justamente de la tardanza en actuar en la escuela de la masacre) y el castigo a los criminales lo hacen los jueces.
Una última línea para denunciar el cúmulo de bulos que han surgido sobre la masacre. Qué mundo el nuestro. Hay que luchar sin descanso para que sea mejor. Digamos al unísono: Por mí que no quede.
El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra.
El asesino, Salvador Ramos, un joven de dieciocho años, disparó primero a su abuela y se dirigió luego a la escuela en la que había estudiado. Un joven sin antecedentes penales y, se dice, sin ningún trastorno mental. Compró sin ninguna cortapisa dos rifles de asalto por tres mil quinientos dólares y a las cuarenta y ocho horas los utilizó para sembrar la muerte en una escuela. Lo anunció en las redes:
– Voy disparar en una escuela de primaria.
Pese a tener ascendencia latina, Salvador era ciudadano estadounidense. Fue abatido por la policía. Otra muerte más.
Creo que es indiscutible que la venta indiscriminada de armas de fuego impulsa en Estados Unidos la repetición de este tipo de masacres, muchas de ellas en escuelas. Porque no es la primera vez. Ni será la última, desgraciadamente. La historia de las masacres en escuelas estadounidenses es terrible. Por frecuente y por sobrecogedora.
¿No resultan hipócritas muchas reacciones políticas y ciudadanas en un país en el que la venta de armas propicia tantos beneficios y tantos desastres? Se producirá un aluvión de testimonios de rechazo, minutos de silencio, condena del negocio armamentístico… El hecho se irá olvidando, la repulsa irá desapareciendo, la oleada de críticas se irá desvaneciendo… hasta que otro hecho similar vuelva a producir la misma reacción.
Steve Kerr, entrenador de los Warriors, en la comparecencia posterior a un partido, dejó de lado el deporte, y con una enorme emoción y una indignación extrema pidió que los políticos hicieran algo. Dijo que estaba cansado de tantos minutos de silencio mientras no se movía ni un ápice la legislación que pone en las manos de los ciudadanos las armas que permiten segar la vida de los niños y de las niñas en las aulas de una escuela. Su padre murió en un tiroteo cuando él era un niño. Sabe muy bien de lo que habla. Su dolor y su indignación tienen raíces muy profundas.
El oscarizado actor Matthew McConaughey, nacido en Uvalde, pide a sus compatriotas que se miren en el espejo tras el tiroteo. Les pide que ataquen las bases del statu quo que solo provoca dolor y miseria.
El presidente de los Estados Unidos ha dicho: “En el nombre de Dios, ¿cuándo le vamos a hacer frente al lobby de las armas?”.
En Estados Unidos hay más armas que habitantes. La cultura sobre las armas que existe en la mayor potencia del mundo resulta repugnante. Las pistolas ocupan el lugar de los libros. Son objetos de culto. Y el uso de las armas ha causado más muertos que todos los que ha habido en las guerras. Pero igual que se acabó con la esclavitud o con el apartheid se puede acabar con la cultura de la violencia
Hay muchos ciudadanos que al salir de casa cogen su teléfono y su pistola. Son objetos familiares que identifican con la seguridad más que con el riesgo. He visto estos días en un reportaje familias que tienen hasta doscientas armas. El cabeza de familia, a la pregunta de un periodista español sobre si todas esas armas era de guerra, contestó:
No son armas de guerra, son armas de diversión.
¿Diversión? ¿Se lo podría explicar a los padres de los niños muertos en la escuela de Uvalde? ¿Qué diversión es esa que causa tantas lágrimas, tanto dolor?
Los intereses económicos de la industria armamentística se sitúan por encima de la vida de las personas. Los cuatrocientos billones de dólares que genera la industria armamentística en Estados Unidos parecen suficiente motivo para las muertes. La Asociación Nacional del Rifle, tan poderosa, sostiene que la solución a este tipo de situaciones en las escuelas es armar a los profesores. Este mismo fin de semana, después de tres años de suspensión por la pandemia, celebra su convención en el mismo estado de Texas, a unos 400 kilómetros de Uvalde, donde todavía lloran a sus hijos muertos por esas armas que van a exaltar en la convención como objetos de culto. A la convención asistirá el expresidente Donald Trump. Mientras él hable no podrá haber armas en el recinto. ¿No son inofensivas las armas? ¿No sirven solo para defenderse? Estoy seguro de que lamentarán la muerte de los diecinueve escolares y de las dos maestras. Creo que esa conmiseración es una burla. Si Salvador Ramos no hubiera podido comprar los rifles, la masacre no se habría producido.
La argumentación que justifica la venta es que los ciudadanos tienen el derecho de protegerse de posibles agresiones y tienen el deber de proteger a sus familias. Otra vez el estúpido lema: “si quieres la paz, prepárate para la guerra”.
La Segunda Enmienda a la Constitución e los Estados Unidos (o Enmienda II), propuesta el 25 de septiembre de 1789 y aprobada el 15 de diciembre de 1791, protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas. Estados Unidos es uno de los países con menores limitaciones para adquirir armas de fuego. La Corte Suprema de los Estados Unidos ha aclarado en numerosas ocasiones el texto constitucional: ha afirmado que el derecho a portar armas es un derecho individual que tienen todos los estadounidenses, pero también ha declarado que el derecho no es ilimitado y que no prohíbe la regulación de la producción y compra de armas de fuego o de dispositivos similares.
A pesar de los numerosos casos judiciales, el debate sociopolítico continúa. Los defensores del derecho a portar armas dicen que un pueblo armado realiza una mejor ejecución de la legítima defensa y que evita que la autoridad gubernamental se vuelva tiránica. Los defensores del control de arma afirman que las ciudades estadounidenses serían más seguras si no hubiese tantas armas de fuego, aunque los defensores del derecho a portar armas argumentan que cuando los ciudadanos respetuosos con las leyes se arman, actúan “más rápido y mejor” que la policía estadounidense y, por tanto, las armas reducen las tasas de criminalidad.
Resulta increíble que cada una de estas matanzas provoque un aumento de la venta de armas. La reacción lógica en otra cultura sería acabar con su venta.
He visto estos días reportajes de ferias de venta de armas en las que los niños pasean con sus padres entre todo tipo de armas. En ellas hay espacios para el entrenamiento. Una maestra enseñaba a su hija de diez años a afinar la puntería.
Pretender quitar las armas es un suicidio político. Lo cual quiere decir que la población retira el apoyo a quien prometa acabar con la venta de armas. Y aquí está, a mi juicio, la verdadera cuestión. Es la ciudadanía la que tiene que analizar con rigor lo que sucede. En sociedades donde está prohibida la venta de armas no se producen estas matanzas. ¿Por qué será? Es preciso poner por encima la vida de las personas y no el dinero del negocio. Que hablen los padres y las madres de los niños asesinados. ¿Apoyarían la posibilidad de que Salvador hubiese comprado tan fácilmente la compra de esos dos rifles?
Santiago Abascal, Presidente de Vox, dice que hace falta un cambio radical y urgente en la ley española para que se repartan armas. Es la misma filosofía que está haciendo posible un rosario de atentados en las escuelas de Estados Unidos. ¿Le gusta al señor Abascal este tipo de masacres que con periodicidad insoportable tenemos que sufrir?
“Una sociedad armada es una sociedad educada”, he escuchado en uno de los reportajes que se han emitido estos días. Es exactamente al revés: una sociedad educada, es una sociedad desarmada en la que todos y todas, sin excepción, pueden vivir libremente. En una sociedad educada el trabajo de protección lo hace la policía (sé que los padres de los niños asesinados se quejan justamente de la tardanza en actuar en la escuela de la masacre) y el castigo a los criminales lo hacen los jueces.
Una última línea para denunciar el cúmulo de bulos que han surgido sobre la masacre. Qué mundo el nuestro. Hay que luchar sin descanso para que sea mejor. Digamos al unísono: Por mí que no quede.
El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra.
sábado, 28 de mayo de 2022
Suscribirse a:
Entradas (Atom)