martes, 19 de marzo de 2024

100 Easy Dinners for Right Now Daily life is overwhelming. These quick, weeknight-friendly dishes aren’t. 100 cenas fáciles para ahora. La vida diaria es abrumadora. Estos platos rápidos y aptos para la noche entre semana no lo son.

Daily life, you are madness. You are alarm clocks and train times and reps at the gym. You are calendars cross-referenced, plans arranged, nut-free lunches assembled. You are laundry dropped into the machine and dry cleaning fetched. Figuring out dinner is often a chore, but in the middle of a hectic day, it can be a trial. I write a New York Times Cooking newsletter called Five Weeknight Dishes, with five recipes for busy people who still want something good to eat. (Sign up for it here.) And so, I’ve picked 100 dinner recipes that I think you should try this year, ideas that make it easy to eat deliciously. All 100 recipes are straightforward, and many need only 30 minutes to make. None take more than an hour, and if they do take that long, most of the time is hands-off. I kept kids in mind when I picked these recipes, but the truth is that no matter where you are in life, it’s best not to have to fuss over dinner. I hope you find dishes here to love, and that you put them on repeat all year long. La Vida diaria, es una locura. Despertadores y horarios de entrenamiento y repeticiones en el gimnasio. Es calendarios cruzados, planes organizados, almuerzos sin frutos secos reunidos. Le colocan la ropa en la máquina y le traen la tintorería. Pensar en la cena suele ser una tarea ardua, pero en medio de un día agitado, puede ser una prueba. Escribo un boletín de cocina del New York Times llamado Five Weeknight Dishes, con cinco recetas para personas ocupadas que todavía quieren algo bueno para comer. (Regístrese aquí). Por eso, seleccioné 100 recetas para la cena que creo que debería probar este año, ideas que hacen que sea fácil comer deliciosamente. Las 100 recetas son sencillas y muchas solo necesitan 30 minutos para prepararse. Ninguno tarda más de una hora, y si tardan tanto, la mayor parte del tiempo no intervienen. Tuve en mente a los niños cuando elegí estas recetas, pero la verdad es que no importa en qué etapa de la vida te encuentres, es mejor no tener que preocuparte durante la cena. Espero que encuentres aquí platos que te gusten y que los repitas durante todo el año. CHICKEN | PASTA | RICE | FISH BEEF | VEGGIES | EGGS & DAIRY ❖ Chicken POLLO | PASTA | ARROZ | PESCADO CARNE DE VACUNO | VERDURAS | HUEVOS Y LÁCTEOS ❖ Pollo

An overhead image of a cast-iron skillet filled with chicken thighs in a red sauce with cheese and basil.
Melissa Clark’s skillet chicken tastes like pizza.Credit...Christopher Testani for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews.
An overhead image of a cast-iron skillet filled with chicken thighs in a red sauce with cheese and basil.
Skillet Chicken With Tomatoes, Pancetta and Mozzarella. The nickname for this recipe is “pizza chicken,” and, if you weren’t already planning to make it, then maybe now you will. White Chicken Chili. Think dinner on one of those chilly late-September nights. This easy dish is done in under an hour if you use store-bought rotisserie chicken. Ginger-Scallion Chicken. Few dishes say “weeknight” louder than stir-fry, a dynamic dinner that cooks in a flash. Pan-Seared Ranch Chicken. Ranch is America’s favorite dressing, creamy, peppery and impossible to resist. The version here, made with Greek yogurt, doubles as tangy marinade and sauce. Sheet-Pan Gochujang Chicken and Roasted Vegetables. This is roast chicken and vegetables gone electric, and a superb way to use gochujang, the red-pepper paste. The comments on this recipe are ecstatic. Image An overhead image of a sheet pan topped with pieces of chicken, glazed sweet potato wedges and sliced radishes. Gochujang adds flavor to this sheet-pan chicken dish from Yewande Komolafe.Credit...Christopher Testani for The New York Times. Food Stylist: Chris Lanier. Prop Stylist: Carla Gonzalez-Hart. Grilled Za’atar Chicken With Garlic Yogurt and Cilantro. Make this excellent recipe in the oven if grilling isn’t your thing. Mussakhan (Roast Chicken With Sumac and Red Onions). Cut the cooking time here without diminishing the dish’s lemony, richly spiced flavor by using boneless chicken thighs, not bone-in. Chicken Fajitas. It’s hard not to love freshly made fajitas. This is a shortcut recipe that doesn’t taste like one. Miso-Honey Chicken and Asparagus. These boneless chicken thighs broil instead of bake, which cuts the cooking time to about 10 minutes. That miso-honey marinade is good enough to sip from a spoon. Image Two white bowls filled with rice, asparagus and chicken thighs are photographed from overhead. Yossy Arefi’s miso-honey chicken and asparagus comes together quickly under the broiler.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Sheet-Pan Scallion Chicken With Bok Choy. Who knew that a mixture of Dijon mustard, miso, ginger and garlic made an irresistible coating for chicken? Kay Chun did. Here’s the work of a brilliant recipe writer. Easy Kung Pao Chicken. You can make this beloved dish in 15 minutes flat. Garlicky Chicken With Lemon-Anchovy Sauce. There was a time when I made this dish several times a month. I still love that combination of capers, lemon, anchovy and lots of garlic. Arroz Chaufa (Fried Rice With Chicken and Bell Pepper). This is Chifa cuisine — Chinese-Peruvian cooking — and a top-notch stir-fry. Lemony White Bean Soup With Turkey and Greens. The best use of ground turkey that I know. Image Two white bowls filled with white beans and greens in a red broth are photographed form overhead. Melissa Clark’s lemony white bean soup.Credit...Con Poulos for The New York Times. Food Stylist: Jerrie-Joy Redman-Lloyd. Sticky Coconut Chicken and Rice. In this one-pot meal, chicken and rice cook together in a coconut-milk bath. Baked Mustard-Herb Chicken Legs. This is the chicken recipe you need to make everyone happy. Swap in mayo for the mustard if you like. Tajín Grilled Chicken. The chile-lime jolt of Tajín is sublime sprinkled on mango and watermelon; as a rim on a margarita, it’s unsurpassed. It’s also an excellent spice mix for chicken (and seafood, too). Chicken Katsu. Schnitzel, Milanese, katsu — all are breaded, pan-fried cutlets, and very lovable at that. Katsu is a Japanese staple, served with tonkatsu sauce. Pollo Sartén Con Tomate, Pancetta Y Mozzarella. El apodo de esta receta es "pizza de pollo" y, si aún no estabas planeando prepararla, tal vez ahora lo hagas. Chile De Pollo Blanco. Piense en una cena en una de esas noches frías de finales de septiembre. Este plato fácil se prepara en menos de una hora si usa pollo asado comprado en la tienda. Pollo Con Jengibre Y Cebolleta. Pocos platos dicen más "entre semana" que el salteado, una cena dinámica que se cocina en un instante. Pollo ranchero a la plancha. Ranch es el aderezo favorito de Estados Unidos, cremoso, picante e imposible de resistir. La versión aquí, hecha con yogur griego, también sirve como adobo y salsa picante. Pollo Gochujang en sartén y verduras asadas. Se trata de pollo asado y verduras eléctricas, y una excelente forma de utilizar gochujang, la pasta de pimiento rojo. Los comentarios sobre esta receta son eufóricos. Imagen Una imagen aérea de una sartén cubierta con trozos de pollo, gajos de batata glaseados y rábanos en rodajas. Gochujang agrega sabor a este plato de pollo en sartén de Yewande Komolafe. Credito...Christopher Testani para The New York Times. Estilista gastronómico: Chris Lanier. Estilista de utilería: Carla González-Hart. Pollo Za’atar A La Parrilla Con Yogurt De Ajo Y Cilantro. Haz esta excelente receta en el horno si no te gusta asar a la parrilla. Mussakhan (pollo asado con zumaque y cebolla morada). Reduzca el tiempo de cocción aquí sin disminuir el sabor a limón y ricamente especiado del plato usando muslos de pollo deshuesados, no con hueso. Fajitas de pollo. Es difícil no amar las fajitas recién hechas. Esta es una receta abreviada que no sabe a tal. Pollo Miso-Miel y Espárragos. Estos muslos de pollo deshuesados se asan a la parrilla en lugar de hornearlos, lo que reduce el tiempo de cocción a unos 10 minutos. Esa marinada de miso y miel es lo suficientemente buena como para tomarla con una cuchara. Imagen Desde arriba se fotografían dos cuencos blancos llenos de arroz, espárragos y muslos de pollo. El pollo con miso y miel y los espárragos de Yossy Arefi se preparan rápidamente debajo del asador. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Pollo Con Cebolleta En Sartén Y Bok Choy. ¿Quién diría que una mezcla de mostaza de Dijon, miso, jengibre y ajo formaba una cobertura irresistible para el pollo? Kay Chun lo hizo. Aquí está el trabajo de un brillante escritor de recetas. Pollo Kung Pao fácil. Puedes preparar este querido plato en 15 minutos. Pollo Al Ajo Con Salsa De Anchoas Y Limón. Hubo un tiempo en que hacía este plato varias veces al mes. Todavía me encanta esa combinación de alcaparras, limón, anchoa y mucho ajo. Arroz Chaufa (Arroz Frito Con Pollo Y Pimiento). Esto es cocina Chifa (cocina chino-peruana) y un salteado de primera. Sopa de frijoles blancos al limón con pavo y verduras. El mejor uso del pavo molido que conozco. Imagen Desde arriba se fotografían dos tazones blancos llenos de frijoles blancos y verduras en un caldo rojo. La sopa de frijoles blancos con limón de Melissa Clark. Credito...Con Poulos para The New York Times. Estilista gastronómico: Jerrie-Joy Redman-Lloyd. Pollo pegajoso con coco y arroz. En esta comida en una sola olla, el pollo y el arroz se cocinan juntos en un baño de leche de coco. Muslos de pollo al horno con mostaza y hierbas. Esta es la receta de pollo que necesitas para hacer felices a todos. Cambie la mayonesa por mostaza si lo desea. Pollo a la parrilla al tajín. El toque de chile y lima del Tajín es sublime espolvoreado sobre mango y sandía; como borde de una margarita, es insuperable. También es una excelente mezcla de especias para pollo (y también mariscos). Pollo Katsu. Schnitzel, milanesa, katsu: todas son chuletas empanizadas y fritas y, además, muy adorables. El katsu es un alimento básico japonés que se sirve con salsa tonkatsu. Pasta, Noodles, Rice and Other Grains Pasta, Fideos, Arroz y Otros Granos Gochujang Buttered Noodles. This thrilling mash-up of staple Korean noodle dishes is made with gochujang and a large pot of buttered spaghetti. (Watch Eric Kim make this, and other noodle dishes.) One-Pot Pasta With Ricotta and Lemon. Everyone should have an accommodating pasta or noodle recipe. This one is a great example. You can toss in veggies, whether they’re fresh or from the freezer. Add white beans or chickpeas. Toss in handfuls of herbs. Or serve it plain for kids who like their pleasures simple. (Watch how to make this.) Crisp Gnocchi With Sausage and Peas. Here’s a weeknight power chord: gnocchi, which is shelf-stable and delectably chewy; sausage, a flavor grenade of seasonings and fat; and frozen peas, for some easy and sweet pops of green. Image A cast-iron pan filled with gnocchi, peas, sausage and herbs is photographed from overhead. Ali Slagle’s crisp gnocchi comes together in less than 30 minutes.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Pasta With Andouille Sausage, Beans and Greens. This hearty and endearing pasta has a distinctly Cajun vibe. Chile Crisp Fettuccine Alfredo With Spinach. A tablespoon of chile crisp turns stodgy Alfredo sauce into something exciting. Pasta With Sausage, Squash and Sage Brown Butter. This recipe is inspired by a dish at the seminal Brooklyn restaurant Frankies Spuntino, where it’s supposedly often ordered on dates. Make it for someone you love. San Francisco-Style Vietnamese American Garlic Noodles. A garlicky paean to the combo of soy sauce, oyster sauce, fish sauce and butter. Sardine Pasta Puttanesca. Will you please make this the year you try sardines? (If you haven’t already, that is. Sardine lovers need no persuading.) Tinned sardines are easy to find, sustainable and outstanding in pasta dishes like this one. Image An overhead image of a white bowl filled with sardine- and olive-topped noodles. Sohla El-Waylly’s take on puttanesca sauce relies on sardines.Credit...Kerri Brewer for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Crispy Gnocchi With Burst Tomatoes and Mozzarella. Honestly just a really fun recipe that’s impossible to stop eating. Taiwanese Meefun. This vegetarian version of the noodle stir-fry tastes good, whether it’s hot or at room temperature. Pasta e Ceci (Italian Pasta and Chickpea Stew). There are a lot of ways to make this beloved Roman dish; this one takes only 30 minutes. Blistered Broccoli Pasta With Walnuts, Pecorino and Mint. The broccoli here is seared, but it still retains some snap. It mingles nicely with the chewy pasta, soft herbs and hard crunch of the walnuts. Image A stainless-steel skillet holds rotini and broccoli, next to a single cheese-topped serving. Dawn Perry’s blistered broccoli pasta.Credit...Andrew Purcell for The New York Times. Food Stylist: Carrie Purcell. Somen Noodles With Poached Egg, Bok Choy and Mushrooms. The dinner equivalent of putting on your favorite sweater. Honey-Glazed Mushrooms With Udon. You had me at “honey-glazed mushrooms.” Cold Noodle Salad With Spicy Peanut Sauce. Kids tend to love peanut noodles. This version is delicious as is, though you can dial down the heat if needed. Rice and Grains Image Two aqua-blue plates of golden rice that has been tossed with carrots and peas and dolloped with cream are photographed overhead. This pulao from Priya Krishna is flexible and full of flavor.Credit...Armando Rafael for The New York Times. Food Stylist: Cyd Raftus McDowell. Vegetable Pulao. Cardamom, cinnamon, cumin and turmeric flavor this cozy, simple-to-cook dinner. Kimchi Fried Rice. There’s butter in this fried rice, which makes for particularly luscious results. I love this recipe. Baked Risotto With Greens and Peas. A hands-off approach to risotto, that typically very hands-on project. Image A Dutch oven filled with rice, greens and peas is photographed from overhead. Feel free to swap in other green vegetables in this baked risotto from Kay Chun.Credit...Yossy Arefi for The New York Times (Photography and Styling) Farro With Roasted Squash, Feta and Mint. You could regard this as a salad, but I prefer to think of it as a gigantic weeknight grain bowl. Butternut Squash Congee With Chile Oil. I love this idea of letting cubes of butternut squash nearly melt into congee, a simple rice porridge that goes by different names across cuisines. Quick Jambalaya. A clever shortcut to the Louisiana classic. Shrimp Fried Rice. As with so many fried rice dishes, this one is a kid-pleaser. Best not to skip the yum yum sauce. (Watch Eric Kim make this.) ❖ Fish and Shrimp Image Two servings of white beans and shrimp in a lemony yellow stew are photographed from overhead. Sue Li’s lemony shrimp and bean stew is an easy and elegant weeknight meal.Credit...Christopher Testani for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Baked Salmon and Dill Rice. A pleasingly green one-pot meal that draws inspiration from Iranian cuisine. I’m for any recipe that calls for whole bunches of herbs. Coconut-Miso Salmon Curry. Your new default salmon? Spicy Tuna Salad With Crispy Rice. Inspired by the spicy tuna at sushi bars, this recipe delivers a stimulating mix of textures. Lemony Shrimp and Bean Stew. Weeknight cooking doesn’t usually read as fancy, but this dish does. I’d eat it with bread, but pasta is another good option. Baked Cod With Buttery Cracker Topping. “Buttery cracker” is code for Ritz crackers. The crumbs are delicious piled on cod in this very New England recipe. Image Baked cod, crusted with buttery crackers, rests partly eaten on a blue plate next to a lemon wedge. Sarah DiGregorio’s baked cod is a take on a New England restaurant staple.Credit...Sang An for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Sheet-Pan Shrimp With Tomatoes, Feta and Oregano. This is 10-minute cooking with flavors that harmonize. Salmon With Garlic Butter and Tomato Pasta. This charmer conjures the ’90s, in a good way. Coconut Fish and Tomato Bake. The gingered coconut sauce in this amazing recipe turns to velvet in the oven. Shrimp Scampi With Orzo. Maybe you think of scampi as restaurant food? This buttery, garlicky classic is made for your kitchen and well matched with orzo. Shrimp Tacos. Beachy, breezy shrimp tacos would be a welcome break from homework and viola practice. Image Three open-faced shrimp tacos topped with red cabbage sit on a light-green platter. Yewande Komolafe’s shrimp tacos are easily adaptable.Credit...Kelly Marshall for The New York Times. Food Stylist: Roscoe Betsill. Prop Stylist: Paige Hicks. Miso-Glazed Fish. This couldn’t be easier or more foolproof. Hot-Sauce Shrimp. A stunningly simple move: Toss shrimp in a bowl with hot sauce and butter. I keep shrimp in the freezer to make it. Salmon Croquettes. These fish cakes make use of an underrated pantry staple: tinned salmon. But you can use freshly cooked or leftover salmon if you like. Serve with tartar sauce, hot sauce or both. Coconut Curry Fish. This staple dish leans on Jamaican curry powder for its powerful flavor and hue. Sheet-Pan Fish Tikka With Spinach. The star of this smart recipe is vibrant tikka marinade, which flavors both fish and greens. Image Golden cubes of fish tossed with herbs lay on a blue platter next to a bowl of rice. Zainab Shah’s sheet-pan fish tikka.Credit...Bryan Gardner for The New York Times. Food Stylist: Barrett Washburne. Sheet-Pan Salmon and Broccoli With Sesame and Ginger. Healthy and nearly effortless weeknight cooking. Sheet-Pan Cod and Scallions With Cucumber Yogurt. Everything is better with yogurt sauce, especially when cucumbers figure in. Mahi ba Somagh (Sumac Roasted Fish). This citrusy recipe is simply great. You can use fillets if you’re intimidated by the thought of cooking butterflied fish — though can I persuade you to try that, too? Snapper Escovitch. A bright and bracing dinner: snapper in a blanket of vinegared bell peppers. Image Snapper fillets are coated with vinegared bell peppers on a white platter. Use fillets or a whole snapper in this escovitch from Millie Peartree.Credit...Dane Tashima for The New York Times. Food Stylist: Barrett Washburne. Sheet-Pan Chile Crisp Salmon and Asparagus. You don’t need to cube the salmon for this hot-honeyed recipe, but the bite-size pieces are fun to eat and begging to be added to a grain bowl. Zibdiyit Gambari (Spicy Shrimp and Tomato Stew). This recipe calls for cumin, garlic, jalapeño and dill, for an easy-to-make stew with galvanizing flavor. Fideos con mantequilla Gochujang. Esta emocionante combinación de platos básicos de fideos coreanos está hecha con gochujang y una olla grande de espaguetis con mantequilla. (Mira a Eric Kim preparar este y otros platos de fideos). Pasta en una olla con ricotta y limón. Todo el mundo debería tener una receta de pasta o fideos que le quede bien. Éste es un gran ejemplo. Puede agregar verduras, ya sean frescas o del congelador. Agrega frijoles blancos o garbanzos. Agregue puñados de hierbas. O sírvalo solo para los niños a quienes les gustan los placeres simples. (Mira cómo hacer esto). Ñoquis Crujientes Con Salchicha Y Guisantes. Aquí hay un acorde energético entre semana: ñoquis, que no se conservan en almacenamiento y son deliciosamente masticables; la salchicha, una granada de sabor de condimentos y grasas; y guisantes congelados, para darle un toque verde fácil y dulce. Imagen Desde arriba se fotografía una sartén de hierro fundido llena de ñoquis, guisantes, salchichas y hierbas. Los crujientes ñoquis de Ali Slagle se preparan en menos de 30 minutos. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Pasta Con Salchicha Andouille, Frijoles Y Verduras. Esta pasta abundante y entrañable tiene un aire claramente cajún. Chile Fettuccine Alfredo Crujiente Con Espinacas. Una cucharada de chile crujiente convierte la pesada salsa Alfredo en algo emocionante. Pasta Con Salchicha, Calabaza Y Mantequilla Marrón Salvia. Esta receta está inspirada en un plato del restaurante Frankies Spuntino de Brooklyn, donde supuestamente se pide a menudo en fechas. Hazlo para alguien que amas. Fideos de ajo vietnamitas americanos al estilo de San Francisco. Un himno con ajo a la combinación de salsa de soja, salsa de ostras, salsa de pescado y mantequilla. Pasta Puttanesca con Sardinas. ¿Podrías hacer esto el año en que pruebes las sardinas? (Si aún no lo ha hecho, claro. Los amantes de las sardinas no necesitan ser persuadidos). Las sardinas enlatadas son fáciles de encontrar, sostenibles y excelentes en platos de pasta como este. Imagen Una imagen aérea de un plato blanco lleno de fideos con sardinas y aceitunas. La versión de Sohla El-Waylly de la salsa puttanesca se basa en las sardinas. Crédito... Kerri Brewer para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Ñoquis Crujientes Con Tomates Reventados y Mozzarella. Honestamente, es una receta realmente divertida que es imposible dejar de comer. Meefun taiwanés. Esta versión vegetariana del salteado de fideos sabe bien, ya sea caliente o a temperatura ambiente. Pasta e Ceci (estofado italiano de pasta y garbanzos). Hay muchas formas de preparar este querido plato romano; éste toma sólo 30 minutos. Pasta ampollada de brócoli con nueces, queso pecorino y menta. El brócoli aquí está chamuscado, pero aún conserva algo de sabor. Se mezcla muy bien con la pasta masticable, las hierbas suaves y el crujiente duro de las nueces. Imagen Una sartén de acero inoxidable contiene rotini y brócoli, junto a una porción individual cubierta de queso. Pasta con brócoli con ampollas de Dawn Perry. Crédito...Andrew Purcell para The New York Times. Estilista de alimentos: Carrie Purcell. Fideos Somen con huevo escalfado, bok choy y champiñones. El equivalente para la cena de ponerse tu suéter favorito. Champiñones Glaseados Con Miel Y Udon. Me tenías en "champiñones glaseados con miel". Ensalada Fría De Fideos Con Salsa Picante De Maní. A los niños les encantan los fideos con maní. Esta versión es deliciosa tal cual, aunque puedes bajar el fuego si es necesario. Arroz y Granos Imagen Desde arriba se fotografían dos platos azul agua de arroz dorado mezclado con zanahorias y guisantes y cubierto con crema. Este pulao de Priya Krishna es flexible y lleno de sabor. Credito...Armando Rafael para The New York Times. Estilista gastronómico: Cyd Raftus McDowell. Pulao vegetal. Cardamomo, canela, comino y cúrcuma dan sabor a esta cena acogedora y fácil de preparar. Arroz Frito Con Kimchi. Hay mantequilla en este arroz frito, lo que produce resultados particularmente deliciosos. Me encanta esta receta. Risotto al horno con verduras y guisantes. Un enfoque no intervencionista para el risotto, ese proyecto típicamente muy práctico. Imagen Desde arriba se fotografía una olla llena de arroz, verduras y guisantes. Siéntase libre de intercambiar otros vegetales verdes en este risotto horneado de Kay Chun. Credito...Yossy Arefi para The New York Times (Fotografía y estilo) Farro Con Calabaza Asada, Feta Y Menta. Podrías considerar esto como una ensalada, pero prefiero pensar en ello como un tazón gigantesco de cereales entre semana. Congee de calabaza con aceite de chile. Me encanta esta idea de dejar que los cubos de calabaza casi se derritan y se conviertan en sopa de arroz, una simple papilla de arroz que recibe diferentes nombres según las cocinas. Jambalaya rápido. Un atajo inteligente al clásico de Luisiana. Arroz frito con camarones. Como ocurre con tantos platos de arroz frito, este agrada a los niños. Lo mejor es no saltarse la salsa yum yum. (Mira a Eric Kim hacer esto). ❖ Pescado y Camarones Imagen Desde arriba se fotografían dos porciones de frijoles blancos y camarones en un guiso de color amarillo limón. El guiso de frijoles y camarones al limón de Sue Li es una comida fácil y elegante entre semana. Credito...Christopher Testani para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Arroz con salmón al horno y eneldo. Una deliciosa comida verde en una olla que se inspira en la cocina iraní. estoy para cualquier receta que requiere manojos enteros de hierbas. Curry de salmón y coco y miso. ¿Tu nuevo salmón predeterminado? Ensalada Picante De Atún Con Arroz Crujiente. Inspirada en el atún picante de los bares de sushi, esta receta ofrece una estimulante mezcla de texturas. Guiso de frijoles y camarones al limón. La cocina entre semana no suele parecer tan elegante, pero este plato sí lo es. Yo lo comería con pan, pero la pasta es otra buena opción. Bacalao Al Horno Con Cobertura De Galleta Mantecosa. "Galleta de mantequilla" es el código para las galletas Ritz. Las migas quedan deliciosas apiladas sobre bacalao en esta receta tan de Nueva Inglaterra. Imagen El bacalao al horno, cubierto con galletas saladas de mantequilla, descansa parcialmente comido en un plato azul junto a una rodajita de limón. El bacalao al horno de Sarah DiGregorio es una versión de un alimento básico de un restaurante de Nueva Inglaterra. Credito...Sang An para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Camarones En Sartén Con Tomates, Feta Y Orégano. Se trata de una cocción de 10 minutos con sabores que armonizan. Salmón Con Mantequilla De Ajo Y Pasta De Tomate. Este encantador evoca los años 90, en el buen sentido. Horneado De Pescado Con Coco Y Tomate. La salsa de coco con jengibre de esta increíble receta se vuelve aterciopelada en el horno. Langostinos Al Ajillo Con Orzo. ¿Quizás piensas en las gambas como comida de restaurante? Este clásico mantecoso y con sabor a ajo está hecho para tu cocina y combina bien con orzo. Tacos de camarones. Los tacos de camarones, frescos y playeros, serían un bienvenido descanso de la tarea y la práctica de la viola. Imagen Tres tacos de camarones abiertos cubiertos con repollo rojo se encuentran en una fuente de color verde claro. Los tacos de camarones de Yewande Komolafe se adaptan fácilmente. Credito...Kelly Marshall para The New York Times. Estilista gastronómico: Roscoe Betsill. Estilista de utilería: Paige Hicks. Pescado glaseado con miso. Esto no podría ser más fácil ni más infalible. Camarones En Salsa Picante. Un movimiento increíblemente simple: mezcle los camarones en un tazón con salsa picante y mantequilla. Guardo camarones en el congelador para hacerlo. Croquetas De Salmón. Estos pasteles de pescado utilizan un alimento básico subestimado: el salmón en lata. Pero puedes usar salmón recién cocido o sobrantes si lo deseas. Sirva con salsa tártara, salsa picante o ambas. Pescado al curry con coco. Este plato básico se basa en curry jamaicano en polvo por su potente sabor y tono. Pescado Tikka En Sartén Con Espinacas. La estrella de esta inteligente receta es la vibrante marinada tikka, que da sabor tanto al pescado como a las verduras. Imagen Cubos dorados de pescado mezclados con hierbas yacían en una fuente azul junto a un plato de arroz. Tikka de pescado en sartén de Zainab Shah. Crédito...Bryan Gardner para The New York Times. Estilista de alimentos: Barrett Washburne. Salmón En Sartén Y Brócoli Con Sésamo Y Jengibre. Cocina saludable y casi sin esfuerzo entre semana. Bacalao En Sartén Y Cebolletas Con Yogur De Pepino. Todo queda mejor con salsa de yogur, sobre todo cuando figuran los pepinos. Mahi ba Somagh (pescado asado con zumaque). Esta receta cítrica es simplemente genial. Puedes usar filetes si te intimida la idea de cocinar pescado en mariposa, pero ¿puedo convencerte de que pruebes eso también? Pargo Escovitch. Una cena brillante y tonificante: pargo en un manto de pimientos morrones en vinagre. Imagen Los filetes de pargo se recubren con pimientos morrones en vinagre en un plato blanco. Utilice filetes o un pargo entero en este escovitch de Millie Peartree. Credito...Dane Tashima para The New York Times. Estilista de alimentos: Barrett Washburne. Salmón Crujiente Con Chile Sheet-Pan y Espárragos. No es necesario cortar el salmón en cubitos para esta receta con miel picante, pero los trozos pequeños son divertidos de comer y piden a gritos que los agregues a un tazón de cereales. Zibdiyit Gambari (estofado picante de camarones y tomate). Esta receta lleva comino, ajo, jalapeño y eneldo, para obtener un guiso fácil de preparar con un sabor estimulante. Beef and Pork Image Meatballs. Never ever make a single batch of meatballs! Double, triple or even quadruple so you have extra to freeze. You’ll want them. (Here are turkey meatballs, if you’d prefer that to beef.) Sheet-Pan Sausages and Brussels Sprouts With Honey Mustard. Bookmark for the first chilly night of the year. Carne Asada. The best steak tacos start here. Save time by using ground spices, instead of prepping everything for your own spice blend. (Watch Pati Jinich make this.) Image A partly sliced piece of beef sits on a cutting board next to taco fixings. Pati Jinich’s carne asada.Credit...Johnny Miller for The New York Times. Food Stylist: Sue Li. Beef Short Rib Rice Bowls. This recipe siphons Korean barbecue flavors into an easy rice bowl. Crispy Chickpeas With Beef. So simple, it’s almost crazy. Sheet-Pan Sausage With Peppers and Tomatoes. Sausage is a brilliant weeknight ingredient: It arrives preseasoned, and the fat flavors everything around it, like a tangle of roasted sweet peppers and tomatoes. Image Roasted sausages are tossed among tomatoes and peppers on a rimmed sheet pan. Ali Slagle’s sheet-pan sausage with peppers and tomatoes.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Vivian Lui. Grilled Steak With Sauce Rof. This sauce is so good, you’ll want to use the leftovers on everything you cook for the rest of the week. Pork Chops in Lemon-Caper Sauce. If you love the bright zing of lemon and capers, these smothered pork chops are for you. Black Pepper Beef and Cabbage Stir-Fry. Deemed a “perfect weeknight dinner” in the comments, this dish champions the punchy heat of black peppercorns. Image A light-blue bowl holds stir-fried beef, on a bed of rice, topped with scallion and sesame seeds. Sue Li’s black pepper beef and cabbage stir-fry is built primarily from pantry staples.Credit...Andrew Purcell for The New York Times. Food Stylist: Barrett Washburne. Pork Chops With Jammy-Mustard Glaze. This is an easy way to make dinner feel special. Pork Meatballs With Ginger and Fish Sauce. More meatballs, this time flavored with ginger, garlic and fish sauce. I like these over rice with a lime squeeze. Party Board. This recipe is a party, and I love a party. Think of it as a charcuterie board, but made with whatever you have and whatever you want. ❖ Vegetables, Beans and Tofu Image Cubes of glazed tofu, cashews and snap peas sit on a bed of rice. Yewande Komolafe’s crispy tofu with cashews and blistered snap peas.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Crispy Tofu With Cashews and Blistered Snap Peas. Yewande Komolafe has a genius for cooking with tofu. If you’ve never tried her tofu recipes, start here. (Watch Yewande make this.) Silken Tofu With Spicy Soy Dressing. This New York Times Cooking staff favorite is best in warm weather, but shines anytime. Mushroom and Eggplant Yassa. This satisfying stew with caramelized onions, chile, ginger and garlic is a vegetarian version of a Senegalese staple. Braised White Beans and Greens With Parmesan. Cooking trends come and go, but beans are forever. Red Curry Lentils With Sweet Potatoes and Spinach. People swear by this recipe, which is inspired by dal and packed with nourishing ingredients. This reheats well if you make it ahead. Image A golden lentil curry is topped with toasted coconut and herbs. Lidey Heuck’s red curry lentils work well with rice or toasted flatbread.Credit...Linda Xiao for The New York Times. Food Stylist: Monica Pierini. Vegetable Pajeon (Korean Scallion Pancakes With Vegetables). Make these crisp-rimmed pancakes with whatever vegetables you have on hand, even leftovers. Soy-Braised Tofu With Bok Choy. This recipe is a weeknight staple at my house, a speedy and savory braise that can take any vegetable you throw at it. Sabich Bowls. The signature elements of sabich, the Israeli sandwich made with eggplant, hummus, tahini sauce and boiled egg, are just as good funneled into bowl form. Chickpeas step in for the traditional hummus. Bean and Cheese Burritos. For any tweens in your life who recently turned vegetarian, and for anyone else in your home who loves the salty smush of refried beans. Image A halved burrito sits on an aqua-colored plate next to a platter of more whole burritos and toppings. Kay Chun’s bean and cheese burritos.Credit...Linda Xiao for The New York Times. Food Stylist; Hadas Smirnoff. Prop Stylist: Megan Hedgpeth. Sweet and Sour Eggplant With Garlic Chips. Eggplant can turn to sludge if it’s not treated right. You won’t have that problem here. Folami’s BBQ Tofu. A very effective way to make crowd-pleasing tofu: Bathe it in barbecue sauce. Black Bean Chili With Mushrooms. This vegetarian recipe draws its depth from a combination of fresh and dried mushrooms. Coconut-Ginger Black Beans. These satiny beans make for a delicious dinner with rice and greens. Image Three white bowls full of brothy black beans and topped with crumbled plantain chips are photographed from overhead. Ali Slagle’s vegan coconut-ginger black beans.Credit...David Malosh for The New York Times. Food Stylist: Simon Andrews. Kaddu (Sweet and Sour Butternut Squash). This vivid squash dish works wonders as a side, but I’m happy eating it on its own with rice and with a dollop of yogurt. (Watch Priya Krishna make this.) Green Curry Glazed Tofu. Jarred Thai green curry paste is the smart pantry shortcut in this veggie-packed recipe. Spiced Seared Eggplant With Pearl Couscous. Eggplant melds beautifully with tomato, cinnamon, cumin and cayenne. Tortizzas. Tortillas crossed with pizza: a fun customizable dinner for kids and the adults who cook for them. ❖ Albóndigas. ¡Nunca hagas una sola tanda de albóndigas! Duplica, triplica o incluso cuádruple para que tengas más para congelar. Los querrás. (Aquí tienes albóndigas de pavo, si las prefieres a la carne de res). Salchichas De Sartén Y Coles De Bruselas Con Mostaza Y Miel. Marcador para la primera noche fría del año. Carne asada. Los mejores tacos de carne empiezan aquí. Ahorre tiempo usando especias molidas, en lugar de preparar todo para su propia mezcla de especias. (Mira a Pati Jinich hacer esto). Imagen Un trozo de carne parcialmente cortado se encuentra sobre una tabla de cortar junto a las guarniciones para tacos. Carne asada de Pati Jinich. Credito...Johnny Miller para The New York Times. Estilista gastronómica: Sue Li. Tazones de arroz con costillas de res. Esta receta fusiona los sabores de la barbacoa coreana en un sencillo plato de arroz. Garbanzos Crujientes Con Ternera. Tan simple que es casi una locura. Salchicha En Sartén Con Pimientos Y Tomates. La salchicha es un ingrediente brillante entre semana: llega precondimentada y la grasa le da sabor a todo lo que la rodea, como una maraña de pimientos dulces y tomates asados. Imagen Las salchichas asadas se mezclan con tomates y pimientos en una bandeja para hornear con borde. Salchicha en sartén de Ali Slagle con pimientos y tomates. Crédito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómica: Vivian Lui. Filete A La Parrilla Con Salsa Rof. Esta salsa es tan buena que querrás usar las sobras en todo lo que cocines durante el resto de la semana. Chuletas de Cerdo en Salsa de Limón y Alcaparras. Si te encanta el toque brillante del limón y las alcaparras, estas chuletas de cerdo asadas son para ti. Salteado de repollo y ternera a la pimienta negra. Considerado una “cena perfecta entre semana” en los comentarios, este plato defiende el picante picante de los granos de pimienta negra. Imagen Un tazón azul claro contiene carne de res salteada, sobre una cama de arroz, cubierta con cebolleta y semillas de sésamo. El salteado de repollo y carne con pimienta negra de Sue Li se elabora principalmente con alimentos básicos de la despensa. Crédito...Andrew Purcell para The New York Times. Estilista de alimentos: Barrett Washburne. Chuletas De Cerdo Con Glaseado De Mermelada Y Mostaza. Esta es una manera fácil de hacer que la cena se sienta especial. Albóndigas De Cerdo Con Salsa De Pescado Y Jengibre. Más albóndigas, esta vez aromatizadas con jengibre, ajo y salsa de pescado. Me gustan estos sobre arroz con un chorrito de lima. Junta del Partido. Esta receta es una fiesta y a mí me encanta la fiesta. Piénsalo como una tabla de embutidos, pero hecha con lo que tengas y lo que quieras. ❖ Verduras, Frijoles y Tofu Imagen Sobre una cama de arroz se colocan cubos de tofu glaseado, anacardos y guisantes. Tofu crujiente de Yewande Komolafe con anacardos y guisantes tiernos. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Tofu crujiente con anacardos y guisantes ampollados. Yewande Komolafe tiene un genio para cocinar con tofu. Si nunca has probado sus recetas de tofu, comienza aquí. (Mira a Yewande hacer esto). Tofu sedoso con aderezo de soja picante. Este favorito del personal de cocina del New York Times es mejor en climas cálidos, pero brilla en cualquier momento. Yassa de Setas y Berenjenas. Este delicioso guiso con cebolla caramelizada, chile, jengibre y ajo es una versión vegetariana de un alimento básico senegalés. Frijoles blancos estofados y verduras con parmesano. Las tendencias culinarias van y vienen, pero los frijoles son para siempre. Lentejas Al Curry Rojo Con Batatas Y Espinacas. La gente confía en esta receta, inspirada en el dal y repleta de ingredientes nutritivos. Esto se recalienta bien si lo adelantas. Imagen Un curry de lentejas doradas se cubre con coco tostado y hierbas. Las lentejas al curry rojo de Lidey Heuck combinan bien con arroz o pan plano tostado. Credito...Linda Xiao para The New York Times. Estilista gastronómica: Mónica Pierini. Pajeon De Verduras (Panqueques Coreanos De Cebolleta Con Verduras). Prepare estos panqueques de borde crujiente con las verduras que tenga a mano, incluso las sobras. Tofu estofado con soja y bok choy. Esta receta es un alimento básico entre semana en mi casa, un estofado rápido y sabroso que puede tomar cualquier verdura que le eches. Cuencos Sabich. Los elementos característicos del sabich, el sándwich israelí hecho con berenjena, hummus, salsa tahini y huevo cocido, quedan igual de bien canalizados en forma de tazón. Los garbanzos sustituyen al hummus tradicional. Burritos de Frijoles y Queso. Para cualquier preadolescente en su vida que recientemente se haya vuelto vegetariano y para cualquier otra persona en su hogar a la que le guste la mezcla salada de los frijoles refritos. Imagen Un burrito partido por la mitad se encuentra en un plato de color agua junto a una fuente con más burritos enteros y aderezos. Burritos de frijoles y queso de Kay Chun. Credito...Linda Xiao para The New York Times. Estilista de alimentos; Hadas Smirnoff. Estilista de utilería: Megan Hedgpeth. Berenjena Agridulce Con Chips De Ajo. La berenjena puede convertirse en lodo si no se trata correctamente. No tendrás ese problema aquí. Tofu BBQ de Folami. Una forma muy eficaz de preparar tofu que agradará a todo el mundo: báñalo en salsa barbacoa. Chile De Frijoles Negros Con Champiñones. Esta receta vegetariana obtiene su profundidad de una combinación de champiñones frescos y secos. Frijoles negros con coco y jengibre. Estos frijoles satinados son una cena deliciosa con arroz y verduras. Imagen Tres tazones blancos llenos de frijoles negros caldosos y cubiertos con chips de plátano desmenuzados son fot. fotografiado desde arriba. Frijoles negros veganos con coco y jengibre de Ali Slagle. Credito...David Malosh para The New York Times. Estilista gastronómico: Simon Andrews. Kaddu (calabaza agridulce). Este vistoso plato de calabaza funciona de maravilla como acompañamiento, pero a mí me gusta comerlo solo con arroz y una cucharada de yogur. (Mira a Priya Krishna hacer esto). Tofu glaseado con curry verde. La pasta de curry verde tailandés en frasco es el atajo inteligente de la despensa en esta receta repleta de verduras. Berenjenas braseadas con especias y cuscús de perlas. La berenjena combina maravillosamente con tomate, canela, comino y cayena. Tortizas. Tortillas cruzadas con pizza: una divertida cena personalizable para los niños y los adultos que cocinan para ellos. ❖

La fiebre pedagógica

Cuando se habla de las competencias que ha de tener un profesor, se hace referencia a las relacionadas con el saber, con el saber hacer, con el saber contar, con el saber sentir y con el saber ser. Las de los dos grupos primeros son objeto de atención preferente en la formación inicial. No es tan frecuente que haya preocupación por las competencias relacionadas con el saber contar, el saber sentir y el saber ser. No se hace gran cosa por la educación emocional de los docentes, por ejemplo

En la reciente obra de Luis Landero, “La última función”, se habla de una competencia que casi nunca se menciona. Me refiero a la fiebre pedagógica. Una competencia que está en el origen de la decisión de ser maestro, en las instancias de formación y en el desarrollo profesional.

Soy un seguidor entusiasta de la obra del escritor extremeño Luis Landero. Cuando veo una nueva novela suya en el escaparate de una librería, de forma irresistible, tengo que ponerme a leerla. Eso me ha sucedido hace unos días con su reciente libro titulado “La última función”.

Hace muchos años me encontré con Landero en su pueblo natal, Alburquerque. Acababa de leer su novela “El guitarrista”. Y recuerdo que le dije:

Me gusta tanto cómo escribes, cómo cuentas la historia, que me importa poco lo que estás contando. Me atrapa con tanta fuerza la forma de decir que casi se me olvida lo que dices.

Agradeció el sincero cumplido con una sonrisa y, si hoy le encontrara de nuevo, tendría que decirle lo mismo de las novelas suyas que he leído desde entonces (no sé si respeto el orden de aparición): “El balcón en invierno”, “Absolución”, “Retrato de un hombre maduro”, “El huerto de Emerson”, “La vida negociable”, “La lluvia fina”, “Una historia ridícula”… Tan cierto es lo que digo que, con alguna de sus obras, no podría repetir el argumento de la trama. Solo podría decir lo mucho que disfruté leyendo y la resistencia a que pasito a paso estuviera llegando al final.

– ¡Qué pena, ya solo me quedan cuarenta páginas, treinta páginas, vente páginas…!

Voy al título del artículo que he tomado de uno de los personajes de la historia que cuenta en “La última función”. Me refiero al maestro Ángel Cuervo, del que dice el autor:

“Enardecido por la fiebre pedagógica, se hizo maestro y ejerció durante muchos años en muchos lugares, ciudades y aldeas y de todos huyó a los pocos cursos porque en ninguno encontró un alumno, un discípulo, ni siquiera uno donde él viese la inconfundible luz del genio”.

¿Qué es la fiebre pedagógica? Me aventuraré a explorar en el concepto. Si tenemos en cuenta que la fiebre corporal es un aumento temporal de la temperatura, podría decirse que, metafóricamente, se trata de una situación enardecida, una calentura del ánimo. Si la fiebre corporal es, además, una parte de la respuesta general del sistema inmunitario del cuerpo, la fiebre pedagógica nos inmunizaría de aquellas reacciones adversas que lastran el optimismo: desafección de las familias, pasividad de los alumnos, insensibilidad de los políticos…

La fiebre está relacionada habitualmente con la estimulación del sistema inmunitario del organismo, ya que ayuda a combatir a determinados organismos que causan enfermedades. Entre las causas más comunes están: Infecciones. trastornos inflamatorios o autoinmunitarios. Eso es. La fiebre pedagógica nos fortalece ante las adversidades de la profesión. Adversidades que pueden proceder de las dimensiones organizativas de la práctica, de las actitudes de los colegas y de las limitaciones de nuestro propia actuación profesional.

Ceo que esa fiebre pedagógica de la que habla Luis Landero es una necesaria actitud del profesional. Una actitud que empieza cuando la elegimos y que se puede mantener cuando la vivimos con pasión. Pienso que el magisterio es una profesión que solo se puede vivir dignamente con pasión.

La fiebre pedagógica nos hace ser creativos, entusiastas, esforzados, emprendedores, resilientes, perseverantes, trabajadores, optimistas, apasionados… Es ese plus de ilusión que se necesita para hacer frente a situaciones complejas que se convierten en retos y desafíos.

La fiebre es molesta, nos desasosiega, nos saca del confort, nos mantiene en tensión, nos estimula y espolea. Y eso es lo que sucede con la fiebre pedagógica.

El maestro Ángel Cuervo se siente impulsado febrilmente a cultivar lo que considera un don especial que tiene un alumno, en este caso Tito Gil (Ernestito Gil), protagonista de la obra de Landero, cuya prodigiosa voz le ha de llevar a singulares cotas de éxito. El maestro es quien descubre la veta del valor (tiene “mirada sagaz”), quien ayuda a cultivarla, quien guía, tutoriza y sostiene a sus alumnos…

“¿Qué habría sido de Mozart si un padre o un maestro no hubieran visto en él desde el principio el resplandor de la grandeza (que a veces, por cierto, solo emite débiles, casi imperceptibles señales, nada fáciles de captar) y hubieran abonado el entorno para que aquella semilla creciera saludable y robusta? Y cuántas otras no se habrían agostado al faltarles el sustento de alguien que las cuidase hasta que pudieran valerse por sí solas! Sí, él sabría percibir al talentoso, al elegido, entre la rutina de los días y la grisura de la multitud. Esa sería su cualidad: la mirada capaz de penetrar en los secretos mejor guardados de las almas. Y entonces se convertiría en su guía, en su tutor, y su nombre aparecería junto a él, si no en un álbum de cromos, sí al menos en los libros de historia. Así de humilde y así de ambicioso era su empeño”, dice Landero.

La gloria del maestro se esconde bajo los clamores del éxito del discípulo. Su tarea consiste en descubrir los destellos del genio y cultivarlos de forma inteligente para que se desarrollen con plenitud.

“Y de pronto llegó Tito a la escuela. Algo de su viejo ideal renació en él. He aquí que el destino ponía al fin en sus manos, ya en el crepúsculo de sus días, la oportunidad de cumplir su viejo afán y darle algún sentido a su vana existencia. Quizá fue un gesto de desesperación, de orgullo, de despecho, pero el caso es que reconoció en Tito los signos de la grandeza, la semilla del genio. Aquella voz y el talento natural que tenía para usarla y acompañarla con los ademanes y gestos idóneos, ya fueran serios o jocosos, sin tener la menor noticia de lo que era el teatro anunciaban al actor de renombre, o al orador llamado a sugestionar y mover a las masas con solo la alquimia de su voz”.

Una vez descubierto el filón de la genialidad, el maestro Ángel Cuervo se encarga de la guía y la tutela de su discípulo. Y actúa de forma exigente y rigurosa. “Lo tomó bajo su magisterio”, dice de forma lapidaria Luis Landero.

“Le hizo aprender de memoria poemas, monólogos dramáticos y piezas oratorias, que Tito retenía con gran facilidad, y no solamente se los hacía recitar en clase sino que, convertido en su representante lo llevaba a actuar en los espectáculos más o menos culturales que se celebraban en nuestro pueblo y en otros vecinos, como si fueren de gira, y con ocho años dio en solitario su primer concierto de rapsoda”.

Quien se dedica a la tarea de la enseñanza ha de tener esa fiebre pedagógica que impulsa a una acción comprometida y desafiante, que cultiva el optimismo, que da fuerza en las adversidades, que impulsa la esperanza y potencia el amor. La fiebre pedagógica espolea a quien la padece, estimula, ilusiona, da fuerza, aviva la creatividad, impulsa a buscar nuevos recursos, facilita la perseverancia, multiplica las fuerzas, aviva la fe en los resultados y hace disfrutar del éxito de los alumnos y de las alumnas. “Ángel Cuervo, dice el autor extremeño, estuvo durante años aguardando los éxitos de su tutelado y murió poco después con el convencimiento de que su vida no había sido del todo vana”.

Hay circunstancias que hacen desaparecer la fiebre pedagógica como si se tratase de un mal que nos aqueja. Su desaparición evita las molestias de la fiebre, nos instala en la comodidad y el conformismo. La rutina que es el cáncer de las instituciones, el cansancio, la pérdida de la ilusión, los fracasos reiterados, los jefes tóxicos, la desidia, la desilusión, el fatalismo son las secuelas de esa pérdida.

Me duele ver a jóvenes recién salidos de las Facultades de Educación que ya han perdido o que nunca han tenido esa fiebre pedagógica que les haría disfrutar de la tarea y les haría entusiastas y dinámicos emprendedores. Me duele verlos ya quemados sin que hayan visto siquiera el humo.

https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2024/03/02/la-fiebre-pedagogica/

lunes, 18 de marzo de 2024

_- Cinco falsedades del nuevo bulo de la fundación de Aznar sobre el 11-M.

_- FAES llama “profesionales del embuste” a los medios que desmontaron la teoría de la conspiración, pese a que fueron sus periodistas afines quienes insistieron en la autoría de ETA.

FAES, la fundación de José María Aznar, ha emitido en el 20 aniversario del 11-M un bulo sobre el bulo, es decir, sobre la teoría de la conspiración que impulsó desde los atentados para atribuir su autoría a ETA. Según FAES, el PP no mintió. Los “profesionales del embuste” son quienes acusan a José María Aznar y su gobierno de entonces de mentir. Las afirmaciones de FAES pueden desmontarse con las declaraciones y movimientos del Gobierno en aquellos días, así como los testimonios de la investigación:

1. “Veinte años después, reiteramos que aquel Gobierno no ignoró ningún informe policial o de inteligencia que contradijese su actitud o su política de comunicación durante aquellas jornadas. La dirección del CNI desmintió en su día informaciones que le atribuían, ya para el jueves 11 o el viernes 12, un conocimiento sólido de la pista islámica. Nunca, jamás llegó a manos del Gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista”.

Cuatro meses antes de los atentados, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) advirtió al Gobierno del PP del riesgo creciente de atentado islamista en España, e incluso identificó al argelino Allekema Lamari, uno de los siete terroristas que se suicidaron el 3 de abril de 2004 en Leganés (Madrid). El 16 de marzo de 2004, cinco días después de la masacre, el CNI, que dirigía Jorge Dezcallar, responsabilizó a Lamari de la matanza: “Tiene las suficientes dotes de liderazgo y grado de fanatismo para dirigirlo”, señalaba el escrito, que reclamaba su detención “urgente y prioritaria”.

El 11-M era solo el principio
TVE ha emitido, 20 años después, íntegra, la entrevista que el periodista de la cadena Lorenzo Milá hizo al presidente de Estados Unidos George W. Bush al día siguiente de los atentados y que el ente público, presidido entonces por José Antonio Sánchez con Alfredo Urdaci como director de informativos, censuró en su momento. En ella, Bush apuntaba a otro tipo de terrorismo, no el de ETA.

2. “Se está queriendo imputar (de nuevo) al Gobierno del presidente Aznar y, por extensión, al Partido Popular, la responsabilidad por haber mentido deliberadamente tras la masacre; por puro cálculo electoral, habida cuenta que el atentado tuvo lugar tres días antes de unas elecciones generales. Insistiendo en la autoría de ETA cuando —se dice— le constaba que la hipótesis yihadista era la correcta, aquel Gobierno habría querido perpetrar un engaño masivo desconectando los atentados de la participación española en la intervención en Irak, causa de los mismos según esta narrativa, relato o, mejor, cuento”.

En un informe del CNI del 27 de octubre de 2003 sobre el riesgo de atentado islamista se explicaba que la “visibilidad de España en el mundo árabe” se había incrementado en los últimos meses por varios factores, entre los que especificaba el apoyo del Gobierno español a la invasión de Irak en los debates del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; el despliegue de tropas españolas en el sur de Irak, a partir de agosto de ese año; la desarticulación de células integristas en España (como la detención del llamado comando Dixán, en Cataluña, en enero de 2003), o la celebración en Madrid de la Cumbre de Donantes para la Reconstrucción de Irak, entre el 23 y el 24 de octubre de ese año.

5. “Es verdad que el 11-M, durante todo el día, España entera pensó que ETA había sido la responsable”

El comunicado de FAES utiliza como prueba de descargo declaraciones de políticos de otros partidos y de medios de comunicación atribuyendo la matanza a ETA, obviando que era el propio Gobierno presidido por Aznar el que se había esmerado —con un frenesí de llamadas privadas y comparecencias públicas— en que así fuera. El expresidente del Gobierno, a través de una fundación, trata de desvincularse ahora de la mentira colocándose al mismo nivel que cualquier ciudadano, cuando en ese momento disponía, lógicamente, de la información de los servicios de inteligencia españoles, también de EE UU y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

La extrema derecha contra los derechos de las trabajadoras en Europa



Contra la igualdad salarial, contra unas condiciones de trabajo y de vida dignas para las mujeres, y sin respaldar siquiera la lucha contra la violencia y la trata de seres humanos: ese ha sido el balance de las votaciones de la extrema derecha en el Parlamento Europeo durante esta legislatura.

En 2020 la Confederación Europea de Sindicatos calculaba que, de no cambiar las políticas de la Unión Europea, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Europa desaparecería… en 2104. Afortunadamente, desde entonces se han propuesto y adoptado algunas políticas de igualdad de género a escala europea. Sin embargo, cuando se presentaron al Parlamento Europeo, algunos se opusieron, no a los detalles con sugerencia de enmiendas, sino a los textos en su conjunto.

Políticas específicas de género
Este es el caso, en primer lugar, de la directiva sobre igual salario por igual trabajo, a la que los eurodiputados nacionalistas y de extrema derecha de los grupos Conservadores y Reformistas Europeos e Identidad y Democracia se opusieron, o se abstuvieron, en un informe que se presentó al Parlamento en 2022 (la directiva sometida a examen se aprobó la pasada primavera).

Lo mismo ha ocurrido con los aspectos de género de la crisis energética. En enero, el Parlamento respaldó por amplia mayoría un informe que valoraba la necesidad de políticas específicas de género, pero se opusieron de nuevo los eurodiputados de extrema derecha. Entre ellos había representantes del Vlaams Belang belga, miembro del grupo ID.

Este comportamiento de voto se mostraba ciego a la necesidad social de Europa entera que abordaba el informe. El Instituto Sindical Europeo demostró recientemente que casi el 80% de los 432.000 millones de euros asignados y destinados a blindar los hogares de la UE (entre septiembre de 2021 y enero de 2023) no se habían dirigido a ese fin, beneficiándose en gran medida los sectores más ricos de la sociedad, mientras que los más pobres, entre ellos muchas mujeres, quedaban a la intemperie.

En cuanto a la pobreza de las mujeres, hemos visto el mismo patrón. En 2022 se elaboró un informe que fue aprobado por el Parlamento, con un fuerte apoyo de los eurodiputados. Pero tampoco hubo apoyo de la extrema derecha, que se abstuvo o votó en contra.

Este comportamiento tampoco fue diferente cuando se trató de promover a las mujeres en los consejos de administración de las empresas. Cuando el Parlamento abordó esta cuestión en 2022, una vez más no suscitó el apoyo de la extrema derecha, no sólo en este o aquel elemento, sino en general (una vez más, la directiva salió adelante a finales de ese año).

Violencia y trata
La situación es aún peor. En esta legislatura también se han redactado, debatido y aprobado informes sobre la lucha contra la violencia y la trata de seres humanos. En cuanto a la violencia, la Organización Internacional del Trabajo y sus distintos grupos -representantes de trabajadores, empresarios y gobiernos- ya habían trabajado en un convenio para 2019 (190) sobre la lucha contra la violencia y el acoso en el trabajo. Cuando la cuestión de su adopción por los Estados miembros de la UE llegó recientemente a las comisiones del Parlamento Europeo, una vez más suscitó un fuerte apoyo, pero no de la extrema derecha.

En cuanto a la lucha contra el trata de seres humanos, cabía imaginar que habría unanimidad, y en enero el Parlamento y el Consejo de la UE aprobaron la revisión de normas en ese sentido. Sin embargo, el eurodiputado Tom Vandendriessche, principal candidato en junio del Vlaams Belang, no sólo se opuso a la iniciativa en comisión. También le reprendieron por utilizar la palabra holandesa omvolking -normalmente traducida como «gran substitución»- en un debate sobre migración celebrado ese mismo mes en Estrasburgo. Su homóloga alemana, Umvolkung, empleada por Alternative für Deutschland, la escogieron en 2019 los lingüistas alemanes como «no-palabra» anual por su contenido inhumano.

A menos de 100 días de las elecciones al Parlamento, tenemos que ser mucho más conscientes de los riesgos que representa la extrema derecha para todos nosotros, especialmente para las mujeres. Les debemos a todas esas mujeres y hombres que lucharon por sus derechos y por los nuestros compartir e intensificar la lucha. Nadie debe decir, el 10 de junio, cuando se conozcan todos los votos: wir haben es nicht gewusst (“no lo sabíamos”).

Marie-Hélène Ska. Secretaria General de la confederación sindical belga ACV-CSC.

 Texto original: Social Europe, 8 de marzo de 2024 

La extrema derecha viene para quedarse

La extrema derecha avanza con gran organización y muy bien financiada mientras que enfrente no parece percibirse su peligro y apenas se la enfrenta con improvisación. 

El pasado noviembre,Trump prometió “extirpar de raíz… a los matones de la izquierda radical que viven como alimañas dentro de los confines de nuestro país”. Hace unos días, una candidata de su partido a superintendente de escuelas públicas en Carolina del Norte decía que los republicanos que siguen la Constitución.

 Entre nosotros, en España, Abascal acaba de decir, recordando los atentados del 11M, que hay españoles socios de Pedro Sánchez que los aplaudieron; y en Argentina, Milei reconoce que habla con sus perros ya muertos para elaborar sus políticas.

Cuando se leen declaraciones como estas se puede caer en la ingenuidad de creer que la extrema derecha que se extiende por el mundo es tan solo algo estrafalario, un momento de locura a iniciativa de un grupo de chalados y payasos, una exageración pasajera que se irá desvaneciendo poco a poco. Pero no es así.

Detrás de estos insultos a la razón, brutalidades y mentiras hay un proyecto de dominio en favor de grupos de interés muy poderosos, financiados por grandes capitales y con unas ideas muy claras sobre lo que necesitan y cómo lo pueden conseguir.

El impulso y apoyo a esa extrema derecha es una estrategia perfectamente planificada y organizada para ganarse a grandes masas de la población cada vez más maltratadas por las políticas neoliberales y evitar así que éstas se pongan en cuestión. Si alguien tiene dudas sobre esto que afirmo le recomiendo que visite la web donde se presenta y desarrolla el Proyecto de Transición Presidencial 2025 en Estados Unidos (aquí).

Este proyecto está organizado y financiado por la conservadora Fundación Heritage que ya hizo lo propio con Ronald Reagan y con Trump en 2016, aunque ahora ha ido más lejos y con mucha mayor concreción. 

Se basa en cuatro pilares, según se expone en dicha web: 

a) propuestas específicas para cada problema importante que enfrenta el país, basándose en la experiencia de todo el movimiento conservador; 

b) identificación, examen y selección de personas conservadoras de todos los ámbitos de la vida para servir en la próxima Administración republicana; 

c) capacitación adecuada para convertirlas en administradores conservadores eficaces; 

d) manual de las acciones que se tomarán en los primeros 180 días de la nueva Administración para “brindar un rápido alivio a los estadounidenses que sufren por las devastadoras políticas de la izquierda”.

En Estados Unidos van por delante, como es lógico, pero la cruzada contra las “alimañas” y “matones de la izquierda radical” no se limitará a aquel país. Trump acaba de bendecir a Viktor Orban: “No hay nadie mejor, más inteligente o mejor líder (…) Es fantástico”. Lo mismo ha hecho con otros dirigentes extremistas de diferente países en la reciente Conferencia de Acción Política Conservadora celebrada en Maryland (Estados Unidos); y el Fondo Monetario Internacional ya ha dado el visto bueno a las políticas de motosierra impuestas por Milei en Argentina.

¿Conocen ustedes iniciativas ciudadanas de las izquierdas, en su conjunto y bien coordinadas, para generar inteligencia social y elaborar un discurso y un modelo socioeconómico y político alternativo al que defiende la extrema derecha, para seleccionar a mujeres y hombres que puedan convertirse en futuros dirigentes progresistas, poner en marcha proyectos pedagógicos para capacitarlos, o crear medios, no uno o dos, sino un sistema alternativo de comunicación social que combata las mentiras y suministre información plural e independiente que permita a los individuos pensar críticamente y con su propia cabeza?

Esta es mi preocupación. No tanto lo mucho que se hace para expandir a la extrema derecha, como lo poco que se lleva a cabo para combatir las amenazas que supone y la simplificación con que generalmente se viene haciendo.

Ayuso y la retórica. Los políticos han dejado de representar ideas, programas o intereses: solo cuenta su propia persona. Las narrativas populistas nos hacen cerrar filas frente a la cruzada que dicen sufrir

Los políticos han dejado de representar ideas, programas o intereses: solo cuenta su propia persona. Las narrativas populistas nos hacen cerrar filas frente a la cruzada que dicen sufrir.
 
Asesinato político, inspección salvaje, persecución mediática, son algunas de las perlas que lanzan estos días la presidenta Ayuso y eso que llamamos “su entorno”. Hemos normalizado tanto los comentarios agresivos sobre jueces, instituciones y prensa que ya no percibimos el problema democrático que estos ataques representan. Porque, en realidad, lo que está en juego es una concepción de la democracia cada vez más deformada por un fondo populista. Es algo más que retórica. Y ese es el meollo de la cuestión: continúa progresando una cultura populista que refleja esta suerte de colapso democrático que vemos en demasiadas partes del mundo: Estados Unidos, Rusia, Francia, España. Seguro que les suena el victimismo del recurso “al pueblo”, siempre en busca de la redención.

El político populista piensa o dice —tanto da— que le persiguen los poderes del Estado, por ejemplo, una inspección fiscal, la investigación de la prensa (a la que se juzga también enemiga y, por tanto, enemiga del pueblo) o el mismísimo Tribunal Supremo. Estos poderes, al parecer —y esto es lo grave—, no tienen la misma legitimidad que el líder político porque carecen del respaldo de las urnas. Lo vimos en el procés: oponer la legitimidad popular a la de otros poderes del Estado nos convierte en una democracia electoral, difuminando o negando la importancia trascendental de los contrapoderes. Pero en lugar de defender esa idea pluralista de la democracia, los ciudadanos cerramos filas con nuestros líderes, quienes estimulan a sabiendas el voyerismo de las audiencias. El ejemplo más obvio es EE UU, donde también han perdido toda inteligencia crítica sobre el populismo. Lo hemos interiorizado tanto que, en lugar de preocuparnos por que un delincuente pueda presidir el país más poderoso de Occidente, debatimos sobre si debe ser o no incapacitado. ¿Estado de derecho o sufragio popular? EE UU es el escenario principal de una batalla de principios que dice mucho sobre cómo entendemos el funcionamiento democrático y que, como siempre, sobrepasa sus fronteras. Si Puigdemont sopesa volver es porque, como Trump, piensa que hacer campaña desde la cárcel le puede venir bien.

Hemos dejado de sentirnos representados por los políticos y solo buscamos identificarnos con ellos, lo opuesto a la esencia de la representación. ¿Por qué funciona tan bien ese victimismo que les presenta como objetivo de burdas persecuciones? Porque los políticos han dejado de representar ideas, programas o intereses: solo cuenta su propia persona. Las narrativas populistas nos hacen cerrar filas numantinamente frente a la cruzada que dicen sufrir. Es su personalidad la que nutre su base electoral, no sus ideas, y eso explica por qué dan tanta importancia a sus apariciones públicas, que siempre provocan entusiasmo y controversia. Cada vez es más difícil fiscalizarlos, incluso desde los medios, pues solo generan rechazo o seguidismo acríticos. Siempre víctimas, su sufrida retórica impide que les exijamos una verdadera rendición de cuentas. Por eso seguimos fallando en detectar las claves del declive democrático. Obviamos o frivolizamos sobre lo que está en juego, una idea concreta de democracia, mientras libramos como soldados inconscientes una batalla que también se da en el campo de las ideas. Inmersos en nuestro eterno ciclo electoral, desconfiemos aunque sea de los políticos que no hablen de su gestión y sus programas. Al menos nos consolaremos al comprobar cómo los incumplen.

Ayuso humorista

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha encontrado su estilo, un estilo desprejuiciado que se ha saltado las normas de lo que hasta ahora ejercían los políticos conservadores.

Cuando Isabel Díaz Ayuso accedió al poder en 2019 mediante un pacto que la convertiría en lideresa de la derecha en toda su extensión, tendimos a subestimar su potencial; era entonces algo común pensar que su desacomplejada manera de ejercer el cargo, con declaraciones chocantes y burlescas, estaba dictada por un hombre que le susurraba al oído esas ocurrencias que poseían la facultad de hacerse populares y que habrían de convertirla en icono pop de la derecha madrileña, aún no se sabe si exportable al resto de España. Pero estos cinco años de reinado han confirmado que partíamos de un error: por mucho que su entrenador se empleara a fondo, la presidenta se ha desvelado como una mujer no solo capaz de liderar la derecha macarra sino de fracturar las normas de lo aceptable con discursos en los que bascula entre lo despreciativo y lo humorístico, a veces mezclando los dos tonos como parte de su estratagema. El poder la ha empoderado, algo que suele sucederle a quienes ostentan el liderazgo durante el tiempo suficiente como para regodearse en su astucia. Ya no es la mujer en manos de un perverso ventrílocuo, ya no necesita que le escriban el guion porque la astracanada sale de manera natural de su boca. Ella es rotundamente ella.

Solo una vez se la ha visto descolocada: cuando un periodista en absoluto agresivo como Carmelo Encinas apeló a la humanidad de la presidenta para preguntarle por los ancianos muertos en las residencias. Es probable que, dado que se encontraba en un medio favorable, no se esperara el puro cuestionamiento de su falta de piedad y respondió furiosa, desabrida, afirmando que nadie tiene derecho a hacerle ese tipo de preguntas. Pero la realidad es que Ayuso ha encontrado su estilo, un estilo desprejuiciado que se ha saltado las normas de lo que hasta ahora ejercían los políticos conservadores. Ayuso se sirve de la broma como si fuera una humorista, se salta los límites de cualquier cortesía asumida en el espacio público y al hacerlo genera una complicidad con aquellos que dicen sentirse constreñidos por una corrección en el habla que les provoca ira. Esta utilización tramposa del humor que permite decir cualquier grosería en nombre de la libertad es homóloga de un estilo transnacional que está dando asombrosos resultados y de la que Trump es, sin duda, la estrella rutilante a la hora de destrozar el consenso democrático. Como escribe el periodista Fintan O´Toole en Laugh riot (el motín de la risa), un ensayo publicado en The New York Review of Books sobre el uso del humor como arma política en el discurso de Trump, lo que consigue el expresidente cada vez que recurre a bromas despreciativas es hacer desaparecer los tabús a fin de crear una comunidad en la que los que se sienten excluidos puedan expresar barbaridades sin ser señalados. Entre el vodevil y el insulto todo es permisible. Si alguien se molesta en exceso queda el recurso de decir: “¡Si solo era una broma!”.

De esa manera podría responder Ayuso a las que nos hemos llevado las manos a la cabeza al escuchar su grotesco discurso del 8 de marzo: hay más hombres asesinados que mujeres, dijo, más conductores muertos en accidentes, dijo, más soldados víctimas de guerra. Siendo esta la realidad, concluyó, ¿por qué no un Día del Hombre? Ella sabe que cada una de esas afirmaciones en nada contradicen la verdad demostrada, que hay una violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo y que si atendemos a las guerras, miremos a Gaza, son las mujeres y los niños los que engrosan masivamente el número de víctimas. De los conductores que hable la DGT. Yo tengo mi teoría, pero no viene a cuento.

Ella sabe que en este reivindicar un día para el hombre hay una burla sobre el feminismo que tiene aún más impacto por expresarla en un día tan señalado. Lo sabe y se relame, porque hay hombres que le ríen la gracia y piensan, al fin alguien lo ha dicho.

Elvira Lindo.

domingo, 17 de marzo de 2024

“No es correcto, señor Feijóo”

Algunos medios no le han perdonado a la periodista de RTVE Silvia Intxaurrondo que desmontase en una entrevista durante la campaña del 23-J falsas afirmaciones del presidente del PP. 

Nunca le perdonarán que corrigiera a don Alberto. Embarrarán, se mofarán, lanzarán bulos, se meterán en su vida privada, con su pareja y con sus hijos. Dirán medias verdades y enteras mentiras, pero más nunca aceptarán que solo hizo su trabajo. Porque ellos nunca hubieran hecho lo que ella hizo. Porque no saben y porque no pueden. 

No es la primera persona que pasa por la máquina de triturar carne humana de El Mundo y este 20º aniversario del 11-M nos recordó cómo quienes ahora dirigen periódicos (Pedro J. Ramírez en El Español, Joaquín Manso en El Mundo, Casimiro García-Abadillo en El Independiente) firmaron entonces bulos que destrozaron vidas. Nunca pidieron perdón, ni 20 años después. Y no lo harán ahora por un caso infinitamente menor.

“No es correcto, señor Feijóo”, cortó la periodista de TVE Silvia Intxaurrondo el 17 de julio a don Alberto en la entrevista previa a las últimas elecciones generales cuando el candidato popular contaba que su partido, cuando gobernó, siempre subió las pensiones al menos lo que había subido la inflación. Don Alberto insistió, pero Intxaurrondo resistió y se negó a aceptar la mentira. Hizo simplemente su trabajo, evitar que al televidente le dieran gato por liebre, pero desde aquel día en El Mundo empezó la carga contra la periodista. No le iban a perdonar semejante desfachatez. Nunca. Pasarían los días, las semanas, los meses, pero ellos siempre volverían.

El mismo día de la entrevista, El Mundo tituló que don Alberto e Intxaurrondo habían tenido “un rifirrafe”. En la crónica que firmaba Esther Mucientes, el diario que dirige Joaquín Manso dijo que la periodista puso “contra las cuerdas al líder del PP desde casi el inicio de la entrevista”. Marc Sala, compañero de Intxaurrondo, siguió preguntando, y cuando respondió don Alberto la periodista le interrumpió porque era “una respuesta que Intxaurrondo no iba a permitir”, según El Mundo. Mucientes reconoce en esa crónica que Intxaurrondo estaba en lo correcto y no don Alberto, pero las hostias se las propinó a ella, no al mentiroso.

Dos días después, Isabel Pedrejón decía que Intxaurrondo era “el azote” de don Alberto y que “ambos protagonizaron varios rifirrafes”. La táctica, evidente, pasa por negar que la periodista preguntara e intentara desmontar los datos falsos que daba don Alberto, para hacer creer que, más que una entrevista, ella buscaba un debate contra el líder popular. Escribió Pedrejón que “no es la primera vez que se encuentra en esta tesitura porque en el pasado también tuvo momentos tensos con Isabel Díaz Ayuso”. Como si el problema fuera Intxaurrondo por intentar que no le colaran mentiras y no los políticos mentirosos.

Este 5 de marzo, El Mundo volvió a la carga. Aprovechando la renovación del contrato entre RTVE y la productora de la periodista, El Mundo dijo que cobraría 537.000 euros (se les olvidó titular que ese dinero era por dos años y no su salario, sino el pago total a la productora) y, sobre todo, relacionó la renovación del contrato con la entrevista a don Alberto porque tituló que se había renovado a Intxaurrondo “el mismo día de su dura entrevista a Alberto Núñez Feijóo”. Más allá de que la explicación sobre los dineros que se daba en el artículo era engañosa para hacer creer que cobrará más de lo que en realidad será, el titular era insidioso porque conectaba la entrevista con esa renovación de contrato. Como si hubiera sido premiada con medio millón de euros por lo que El Mundo llamó “rifirrafe” (y como si RTVE no tuviera derecho a invertir en talento). Pero el contrato de renovación de Intxaurrondo se empezó a negociar en junio y no se firmó hasta 35 días después de la entrevista.

Intxaurrondo respondió en X y después envió a El Mundo un burofax exigiendo, como la ley le permite, su derecho a rectificar la información porque consideraba que contenía errores factuales que dañaban su reputación. Otros medios, como El Economista, hicieron lo correcto en esa situación y publicaron la rectificación, una forma de aceptar que la información tenía al menos algunos errores. El Mundo se negó y respondió con otra pieza en la que repetía su información y añadía el respaldo como fuentes de la misma de “tres altos cargos de RTVE”, sin dejar claro si esas personas eran los tres consejeros a propuesta del PP.

Ikiru o Vivir (1952), de Akira Kurosawa. Los caños de la burocracia siguen desbordándose

Creemos nuestro deber realizar diversas cosas: educar a los hijos, acumular un patrimonio, escribir un libro, descubrir una ley científica, pero sólo hay una cosa que hacer: modelar nuestra vida, hacer de ella algo íntegro, racional, bueno.
Liev Tólstoi

Existen dos maneras de ser engañados. Una es creer lo que no es verdad. La otra es negarse a aceptar lo que sí es verdad.
Søren Kierkegaard

Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y este espectáculo suele ser horroroso.
Albert Camus

Desde la bóveda interdisciplinaria de La Fábrica de Sueños, del Cine-Club Al Filo del Tiempo, el primer ciclo, de dos, en tributo a Akira Kurosawa, continúa con Ikiru (1952) o Vivir, retitulado Condenado a vivir pues el protagonista se halla en una encrucijada entre la vida y la muerte. Filme que hace una honda crítica desde el Humanismo y el Existencialismo, sin caer en la trampa del ‘Humanismo misántropo de Alexander Payne’ (Nebraska,2013) (1). Igual, una reflexión sobre el tiempo, la burocracia, la morbilidad en general y el cáncer en particular, la lucha por las herencias, los límites entre vida y muerte. En fin, Vivir, suerte de opción ética, o Condenado a vivir, suerte de imperativo existencial, es la historia de un hombre en peligro, que es en lo que consiste el cine para Hitchcock, y uno de esos no tan frecuentes filmes que muestran un tejido tan sólido entre ética y estética, no el simple vivir sino el para qué vivir y cómo se siguen desbordando por doquier los caños de la burocracia…

Dicho esto, por la corrupción en las ciudades: en una de ellas, Tokio, vive un burócrata, igual que el juez que es referente literario, o el veterano funcionario en el Londres de los 50 del remake Living (2022), con guion de K. Ishiguro y A. K. y dirigido por Oliver Hermanus. Ese burócrata, Watanabe Kanji (W. K.), enfrenta el mismo lío que sus homólogos: se consume entre lo mecánico, la rutina y el vacío existencial. Además, siente que lleva 30 años en su trabajo y de pronto se queda sin piso: en tres palabras, no tiene vida. En el caso de Iván Ilich, personaje de la novela base del filme, se trata de un juez que va a morir, y muere a los 45, y de cara a esa experiencia final choca con la luz de la conciencia y, aunque tarde, descubre que todo lo sufrido no es nada al lado del simple hecho de vivir. En el caso de Williams, se habla del funcionario inglés que vive enterrado entre papeles mientras Londres se reconstruye al cabo de la II GM y gracias a una colega decide emular su vitalidad y cambiar a su entorno.

En la posguerra, W. K. oficia como jefe de la Sección de Ciudadanos del Ayuntamiento de Tokio, un cargo más propio de la ineptitud que, igual, de la burocracia, y cada día no hace otra cosa que naturalizar la desidia, validar el no hacer, legitimar lo innombrable, como si fuera el hecho más normal. Con cualquier disculpa, y entre más nimia mejor, despacha a los ciudadanos que pasan por su oficina. Oficina que, dicho sea de entrada, se halla inundada de papeles, una metáfora visual de algo muy concreto: los males de la burocracia. Lo que desde la etimología es el conjunto de los servidores públicos: que no son; o el ente cuyas normas fijan un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos inherentes a su misión, y que tampoco se cumple porque por el camino, como se ve al final, se pervierten sus fines. Junto al cáncer, lo primero que asoma como problema es la lucha del hijo, Mitsuo, y su esposa, por quedarse con los bienes del padre y suegro: ellos no lo quieren, apenas lo instrumentalizan…

Y, cosa curiosa, la enfermedad y el desprecio, se convierten en los primeros detonantes del filme que incidirán en la vuelta de tuerca que, con respecto a su vida, desde la cercanía de la muerte, dará W. K. Así que, con todos los deberes implícitos, a él ya no le incumbe educar hijos o acumular dinero; mucho menos, escribir un libro o inventar algo científico. Ahora, sólo queda una cosa: vivir la vida, porque es muy corta y ya mañana será tarde para rehacerla. Eso implica la ardua tarea de hacer de la vida una obra de arte: íntegra, racional, buena, como pedía Tólstoi, inspirador de Ikiru, segundo filme de A. K. con repercusión internacional pues Rashomon (1950)fue el pionero. Ello trae consigo el asunto del tiempo: saber aprovecharlo. Lo que en griego es el Carpe Diem, factor común a otros y tantos escritores cuya influencia en A. K. es innegable: Dostoievski, Balzac, Gógol, Shakespeare, Tólstoi. Éste, en la época de El poder de las tinieblas (1886), escribió algo clave respecto a La muerte de Iván Ilich (2).

Allí, dice: “¿Y si en realidad toda mi vida, mi vida consciente, no ha sido como habría debido ser?” He ahí el punto de quiebre para el cambio de actitud, incluso radical, que asume W. K., quien al inicio se mueve como un vegetal, sin objetivos, cansado de una vida insulsa, pero en teoría ‘trabajando’ y con cáncer, aunque él aún no lo sepa. Otro hecho que marca su dolor e incertidumbre es el hecho de que Mitsuo sea operado del apéndice, no obstante que para él es ‘como quitar una muela’. Aquí ocurre uno de los primeros flashbacks del filme, cuando recuerda a su hijo jugando béisbol y el espectador de al lado le discute. La voz en off juega un papel crucial dentro del filme, también, primero con la presencia del propio W. K. y luego, ya en su ausencia, con los funcionarios del Ayuntamiento durante el velorio del hacedor del parque Kuroe-cho, un auténtico filántropo. Aquí surge el incidente con Mitsuo y la nuera; para W. K. morir no es tan fácil, aunque piensa en una muerte rápida, como le dice a Mefisto.

Sí, Mefistófeles, como el personaje del Fausto, de Goethe, o del Doktor Faustus, de Mann, obra ésta en la que se dice que: “Sin lo enfermizo la vida no sería completa” (3), a lo que podría añadirse que la inteligencia de alguien se pone a prueba cuando de lo adverso forja un derrotero. Así como Murakami, en El perro callejero (y no rabioso) o W. K. en Vivir hacen del miedo y de la presión burocrática, en su orden, un motivo de lucha, ética y dignidad por preservar los valores humanos y no los de la Bolsa ni los de su bolsillo. Prueba de ello, lo que en el epílogo se sabe que le deja a su hijo Mitsuo. Se reitera, como le dice al escritor de Pulp Fiction o novelas baratas que lo guiará cual Mefisto por el caos terrenal, para ir a beber, jugar con máquinas, ir tras las chicas: “Sólo estoy furioso conmigo mismo”. Es decir, W. K. no se oculta detrás de nadie para enfrentar su crisis, sino que al igual que Murakami y A. K. decide enfrentar a sus propios miedos, sin dañar a nadie, como no daña a la mujer auxiliar…

Es decir, Toyo Odagiri, la chica que piensa renunciar a ese trabajo monótono de la Sección Ciudadana, pero a la misma que W. K. le pide que lo haga al otro día para que en el actual lo acompañe en sus cuitas existenciales, en su angustia metafísica. A. K., entonces, atravesaba una crisis personal: su amigo y compositor musical Fumio Hayasaka murió por tuberculosis. Esto recuerda: “A veces pienso en mi muerte… y pienso cómo podré aguantar respirar hasta el último aliento. Viviendo una vida así, ¿cómo podré abandonarla? Siento que me queda mucho por hacer… ¡Siento que he vivido tan poco! Así, me quedo pensativo, pero no triste. De este sentimiento nació Vivir” (4). Por eso W. K. no logra, más que no quiera, despegarse de Toyo, quien por lo demás le ayuda con su vitalidad, juventud, humor y la gracia que tiene para apodar a sus colegas, entre ellos ‘La Momia’, como lo llama a aquél. Alias nada gratuito toda vez que él es, en realidad, un muerto viviente, pero, por contraste y fortuna, no un zombi.

Por la furia que lo habita, dice que bebe ese sake tan caro, como protesta contra la vida que ha llevado: “Es como beber veneno”. Y decide tirarse 50.000 yenes en una juerga pues ‘no sabe cómo [más] gastarlos’. Dinero que tardó años en ahorrar y con el que ahora se quieren quedar su hijo y su nuera. Al joven, Mefistófeles, como se presenta, W. K. lo ha hecho reflexionar, como luego hará el propio burócrata en su trance de la vida a la muerte. ‘La desgracia tiene su lado bueno’, dice el escritor joven, o ‘no hay mal que por bien no venga’ o ‘toda crisis implica un crecimiento’, podría inferirse. Así, el epitafio de Molière, en el que podría cambiarse su apellido por Kanji y actores por funcionarios, podría transferirse a W.K.: “Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y la verdad que lo hace bien”. La cosa (nada) graciosa es que W. K. en ese instante aún hace de vivo, así cargue con dos muertes: una, extraña y suerte de acertijo y, otra, el cáncer que le anuncian…

Mefisto, agrega: “El hombre descubre la verdad en su desgracia”, una postura filosófica de corte heideggeriano. Y cree que, en el caso de W. K., el cáncer le ha abierto los ojos a la vida. Piensa, además, que los hombres son tontos, porque sólo se dan cuenta de lo maravillosa que es la vida, cuando ya hay que enfrentarse a la muerte. Como los médicos ya no son sinceros, porque la mayoría depende de la Big Pharma (5), o le ha vendido su alma al diablo Sistema, W. K. logra descubrir, por su propia cuenta, que tiene cáncer terminal de estómago y que, máximo vivirá seis meses o un año más. Al enterarse de ello, entra en un mutismo angustiante y no revela a nadie su mal, apenas mucho más tarde lo hace con Toyo, la auxiliar que marca una serie de planos secuencia con W. K. para, de paso, ayudarlo en su goce pagano/pagando. Entonces, van a un salón de fiestas, se encierran en restaurantes sin notificarle a nadie e intentan compartir con jóvenes partidarios del placer sin freno, la alegría total y la vida plena.

Algunos seres humanos mueren sin saber qué es la vida, le recuerda a W. K. y anota que él es un buen hombre que se rebela contra esa inercia tanática: lo impresiona su espíritu de rebeldía. También, que ha llevado un camino de esclavo y ahora quiere gobernar su propia vida. E insiste en que el deber de todo hombre es disfrutar de ella, no padecerla a causa de factores burocráticos e insanos. ¿La fórmula para remediar el asunto?: “Los hombres debemos sentir lujuria por la vida. La lujuria se considera inmoral, pero esa es una filosofía anticuada”. Será un placer hacer hoy de Mefistófeles. Un Mefistófeles virtuoso que no exige recompensa, dice el escritor de ficción pulpa. Un perro negro, como el gato de Poe, les indica el camino a seguir. De nuevo, como en El perro callejero, los espacios claustrofóbicos, donde tan pronto entran salen disparados, de paso, por el consumismo y/o capitalismo. Como se percibe, ante todo, en la secuencia en que una prostituta despoja del sombrero al viejo W. K.

Es Cristo con una cruz a sus espaldas llamada cáncer, le dice Mefisto a la copera que los atiende en el bar. Allí, W. K. va a cantar La vida es corta, quizás porque ahora es consciente de llevar la muerte encima y porque ya sabe que ‘no habrá un mañana’. Y el PPP, con W. K. que llora es prueba palpable de ello, para luego derivar en un plano secuencia que desgarra tanto al protagonista como al espectador a fuerza de dicho Close Up pues se trata de un plano subjetivo de tinte psicológico que busca desentrañar los recovecos mentales del protagonista. ‘¡Qué corta es la vida! Sí, enamórate, antes de que se apague el fuego de tu corazón, ya que este tiempo no volverá jamás’. Así, por vía de la música, arte del tiempo, esa afirmación de suprema energía, energía pura, en la claridad del éter, de que habla Mann en el citado Doktor Faustus (6), o, si se prefiere, del melodrama, A. K. penetra en la mente de W. K. para que haga conciencia de que el tiempo que pierde como burócrata supera a la queja por corrupción.

Razón por la que, antes de morir, se fija con decisión dejarle un legado a la comunidad y, para ello, asume una postura radical: se rebela contra la inercia de esa burocracia que no dice lo que hay que decir, ni hace lo que hay que hacer. Tras una faena de Quijote, en la que enfrenta a todo tipo de sujetos, incluido un clan mafioso, obtiene la aprobación del proyecto que transforma una zona inhóspita/insalubre de aguas residuales (7) en el parque Kuroe-cho, donde los niños puedan jugar, y lo hacen, sin peligros de ningún tipo. Tras la inauguración del espacio vital/lúdico, W. K. va allí, se sienta en un columpio, canta su canción de tributo a la vejez y, por último, da una lección involuntaria a quienes lo desprecian o pudieran hacerlo: entonces, queda cerca de los únicos seres humanos que lo aprecian sin hipocresía, lo quieren de verdad, y no viven del chisme ni de la calumnia: esos locos bajitos, los niños, los únicos bichos que no siempre dicen la verdad, pero sí más frecuentemente que los adultos.

Viene el encuentro con la chica que renuncia a esa oficina donde no hay nada nuevo y W. K. lleva tres décadas de burócrata, sin apenas notarlo. El Sr. Sakai aclara todo lo que pasó con W. K.: ‘El Sr. Sakai habla mucho, pero está vacío por dentro’, anota Toyo mientras lleva a casa al amigo que se fija en sus medias y decide comprarle unas en ‘una mercería de artículos’ de Occidente. Lo que, en otras palabras, habla del gusto de A. K. por el mundo occidental. Así, enseguida van a las máquinas, a patinaje, al parque mecánico, en fin, al cine. Hay que aclarar que el motivo por el que W. K. se convirtió en una momia, el apodo que le puso Toyo, fue todo por el bien de su hijo. La secuencia en la que W. K., Mitsuo y su nuera, los tres, se aburren tanto, parece decir: lo único que falta es el celular… para que se aburran más. Quizá por eso, Mitsuo comenta que ‘este es el invierno más cálido desde hace 30 años’, oxímoron que al paso parece hablar del invierno del descontento más infernal vivido por el gran W. K.

‘Me queda poco tiempo de vida. Tengo cáncer de estómago’. Ese es el motivo por el cual a W. K. le gusta estar con Toyo, aunque no se haya atrevido antes a decírselo. Me queda menos de un año de vida, le dice a la chica. Y ella le pregunta, ‘¿en qué le ayudo yo?’ ‘Se me alegra el corazón de sólo mirarla. Este corazón de momia’, le dice, con humor fantasma, W. K. Y le dice que es muy buena con él, y no porque sea joven ni sana. No, tampoco es por eso. ‘¿Cómo tiene tanta vitalidad?’ Su vitalidad lo asombra. Lo llena de envidia. ‘Me gustaría vivir como Ud., durante un día antes de morirme’. En otras palabras, quiere hacer algo, pero no sabe qué. ‘Sólo Ud. puede enseñarme. No, quizá no sepa, pero…’ ‘Es que no sé’, responde Toyo con angustia. W. K. le pide que le ayude a vivir como ella lo hace. Pero, Toyo no sabe, de verdad. ‘Yo sólo como y trabajo, sólo eso, de veras’. Sólo hace juguetes, como el conejo que saca de la bolsa. Pero se divierte, es como si todos los niños de Japón fueran sus amigos.

Y le dice a W. K. que por qué no hace algo parecido. ‘¿Qué puedo hacer en la oficina?’ Ella asiente que allí es imposible. Toyo insiste en que deje el empleo y busque otro. Pero, W. K. observa que ya es demasiado tarde. De pronto, la vuelta de tuerca definitiva, basada en la voluntad de poder y en el poder de la voluntad: “No, no es tarde. No es imposible. Podré hacer algo allí si estoy realmente decidido a hacerlo”. Y reitera: “Podré hacer algo”. Su jubilación es cuestión de tiempo, comenta uno de los empleados a otro. W. K. regresa a su oficina, coge un cartapacio de pliegos y escoge uno de ellos. El volumen de documentos en el espacio es abrumador: una radiografía de la burocracia. O esa clase de parásitos que retarda el progreso de un país, por no identificar los males ni dar soluciones al estar presionada por los intereses de la clase política y no, como debiera ser, porque ella desista de su fin perverso. W. K. le pide al Sr. Ohno encargarse de hacer la petición para reclamar un área de drenaje…

Gestión a cargo de la Asociación Femenina de Kuroe-cho, lo cual evidencia de paso el papel de la mujer en la gestión, organización e impulso vital para producir cambios en la sociedad, que por lo general se ignora, si no se silencia por completo. Por último, aclara que esa petición se trasladará, como es usual a la Sección de Obras Públicas, así no sea lo más sensato porque es la entidad que más ralentiza las obras públicas. El narrador recuerda que han pasado cinco meses y que el protagonista de esta historia, W. K., murió. Cada burócrata sienta su opinión: ‘El mérito de hacer el parque recae sobre la Sección de Parques y el concejal de zona, junto con sus propios esfuerzos, pero ¿no fue un trabajo del Sr. W. K., en realidad?’ ‘El Sr. W. K. era el Jefe de la Sección de Ciudadanos, pero esto era competencia de la Sección de Parques’, lo cual ya entraña ninguneo de quien por su propio esfuerzo debe llevarse los méritos. Otros consideran que su muerte silenciosa fue una protesta contra el gobierno de la capital nipona.

Las conjeturas y la mala ironía, o leche, de los colegas en el Ayuntamiento no dan espera: ‘¿Quiere decir que el Sr. W. K. se suicidó en el Parque? ¿O que se dejó morir de frío?’ ‘Así es, más o menos’, responde un empleado. ‘Bueno, anoche nevaba’, señala el alcalde. ‘Esas cosas suelen ocurrir en las obras de teatro’, dice alguien y todos ríen. Olvidan, claro, que la farsa burocrática que ellos mismos encarnan, sólo provoca tristeza y por eso nadie puede reír. Por fin, un aporte sensato: ‘No obstante, la causa de su muerte ha quedado clara tras conocer el resultado de la autopsia [se decía antes: hoy es necropsia]. No se suicidó, naturalmente. Tampoco se murió de frío. Padecía cáncer de estómago’. ‘¿Un cáncer?’ ‘Sí, y una hemorragia interna le causó la muerte’. La obviedad, tampoco falta: ‘Falleció de repente, cuando menos se lo esperaba’. Un tergiversador como el alcalde, señala una verdad relativa a los medios prepagos: ‘¡Cómo tergiversan los hechos los periodistas!’ Y cree que ya es algo muy habitual.

Alguien cita la incomprensión respecto a los problemas municipales como impasse, que no se conoce la organización de secciones y pone un ejemplo: la gente cree que el Parque lo construyó el Sr. W. K., pero ‘no es así’. Y añade que puede parecer grosero decir esto ante sus hijos y familia, pero ‘me atrevo a decir que tampoco era el propósito del Sr. W. K.’. Aun así, resalta su esfuerzo y perseverancia para terminar el Parque: ‘No obstante, [siempre un pero] el trabajo era competencia del Jefe de la Sección de Ciudadanos’. En suma, decir que W. K. construyó el Parque ‘sería una tontería’ porque [y concluye] ‘se estaría extralimitando en sus funciones. Estoy seguro de que el difunto estará riéndose amargamente’. Los únicos que se permiten extralimitar en sus funciones son aquellos a los que se les da un gramo de poder y en poco tiempo se revelan como los miserables que siempre fueron: porque el que es honesto, decente e íntegro, lo es; en cambio, el impostor a los 15 min. ya ha pelado el cobre.

En ese largo plano secuencia, el mal cinismo (no el de los cínicos griegos, que era bioético y por eso los políticos de la época lo desvirtuaron hasta convertirlo en el mal ejemplo de hoy) no tiene límites; tampoco el fracaso no confeso de la burocracia: ‘Sin embargo, la idea de extralimitarse en sus funciones tampoco estaría tan mal. Fueron obras realizadas con rapidez y sin precedentes que asombraron a la sociedad, así que tal vez esos servicios los dirigiría mejor otra persona’: el jefe de la Sección de Parques o bien su superior el jefe de la Sección de Obras Públicas. Otro sujeto, pasa a besarle de paso el culo al alcalde: “Tiene razón, pero mi opinión es ésta: el Jefe de Parques y yo avanzamos el trabajo en el plano administrativo, lo cual es nuestra competencia, pero cuando pensamos en el esfuerzo que Ud. [el alcalde] realizó para controlar al Consejo en el momento más delicado, para llevar a buen fin la construcción del parque, creemos que los méritos deberían recaer en Ud.”, cierra el lambón.

El alcalde, en su falsa modestia, replica: ‘Eso no puede ser’. Las mujeres de Kuroe-cho entran a la sala de velación y en el acto se percibe el choque de posturas, la honestidad y el dolor por la partida de W. K. Ellas, compungidas, le traen incienso y lo celebran en su ausencia: ‘Era un buen hombre’, dice una de las lideresas. Noguchi, un empleado, llora y dice que fue W. K. quien hizo el parque, cosa que el 1er Tte. de alcalde lo sabe. Otro dice que fue la Sección de Parques la que planeó/ejecutó todo. En todo caso, agrega uno más, ningún funcionario del Ayuntamiento debe pensar que el jefe de la Sección de Ciudadanos puede construir un parque. ‘Ni el accidente [por caída], ni el cáncer de estómago pudieron frenar su peregrinaje por todas las secciones. Él fue el verdadero creador del parque’, reitera Noguchi, el llorón. El futuro jefe, en reemplazo de W. K., Sr. Ohno, expele su veneno: ‘Bueno, lo que también es cierto es que W. K. fue un estorbo para la gente que quiso poner allí una taberna’.

En el puente, junto a otro funcionario, W. K. dice que lleva 30 años sin admirar una puesta de sol, pero ya no le queda tiempo para eso. Otro, cree que la enfermedad lo trastornó; sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida y eso lo explica todo. ‘Sí, ese es el caso, puedo entender su extraña conducta’. Ya con tragos en la cabeza, y dado que los borrachos y los niños (a veces, no siempre) dicen la verdad, uno del Ayuntamiento dice una verdad de a puño: ‘Comparados con el Sr. W. K. ¡somos basura humana! ¡Y ustedes, igual! ‘Sí, ¡sólo somos basura!, reitera Ohno, el ya montado en el Poder por (des)manes de la burocracia, ignorancia del pueblo sobre su labor e indigno fingir. ‘En la administración no puedes hacer nada. Si se te ocurre alguna cosa, te tildan de radical. Lo único que puedes hacer es fingir que haces algo’. ‘Es cierto, en Asuntos Generales ocurre lo mismo’. En algunos distritos, sólo para vaciar un contenedor hace falta tal cantidad de papeles, que volvería a llenarse con ellos.

Una imagen que retrotrae al inicio del filme: ‘Sí, y también muchos sellos’. La burocracia es una actividad muy parecida a la de los ‘gestores’ que dicen ‘hacer cultura’ por un país y se llevan en sus cachos a los autores, de los cuales viven de por vida. Y W. K. muere de por vida en su cargo, para todos es una carga, pero muy pocos son capaces de reconocer su valía: la del ser humano, al servi(l)cio del Estado, que de pronto despierta para ponerse al servicio de la gente. En tal sentido, escasos burócratas del planeta terminan por rendir cuentas al ciudadano, optan por la farsa, el teatro del engaño, el facilismo, y prefieren fingir. La mayoría huye al cabo, como el criminal, sin que nadie lo persiga. Como en Colombia el flamante MinHacienda, que se fue del país luego de quitarle a la gente la mesada 14, robarse los bonos de agua, dejar a 117 municipios (8) en una ilegal/ley seca. Mientras, en el Tokio de posguerra, los caños de la burocracia siguen desbordándose, en frente de todos, sin que nadie lo advierta.

Ikiru o Vivir o, peor, Condenado a vivir, por quien sin entrar en la muerte ya está en ella, pero, de pronto, da un giro radical y vive su último año de vida mucho mejor que los 30 en que mató el tiempo con la complicidad tácita del statu quo, obliga a detenerse en esa rama tan compleja como enrarecida de la burocracia y de la corrupción. Así, no debe sorprender a nadie cuando un funcionario del Ayuntamiento reconoce sin rodeos: “La gente se queja de la corrupción [qué no dice la de Colombia, al lado de la de Japón] en la ciudad [y en ambos países], pero no es nada si se compara con nuestra terrible pérdida de tiempo”. Cabe citar tres novelas criollas que dicen de esos burócratas lo que hay que decir, y hacen con la narrativa lo que hay que hacer: la primera, muy elocuente desde el título, Hombres sin presente: novela de empleados públicos (1938), de José A. Osorio L. (9); la segunda, la obra mayor de la literatura nacional, Celia se pudre (1986) (10), de Rojas Herazo y que disculpen los gabófilos.

La historia de la abuela del propio autor sobre la morbidez, la ruina, la vejez, en fin, la fuerza telúrica que encarna el aliento de la palabra frente al desamparo y al patetismo humanos, apelando de paso a la inocencia para que el hombre sea defendido por ella y así pueda postergar su inexorable destrucción. La tercera, muestra la débil voz de esa ‘máquina no pensante’, el ejército, siempre listo a hincarse mientras le laman la bota y le llenen el bolsillo. Se habla de Esteban Gamborena (1997), de Arturo Echeverri Mejía (11).Entonces, Londrano señala: “Su débil voz si acaso preguntará: ¿El gobierno es legítimo? Sí, por haber sido elegido por el pueblo (sean cuales fueren los métodos empleados en las elecciones). Él se traga todo. Le conviene por autodefensa burocrática. Luego vienen los cambios…” Que hoy hacen Petro y el PH, mientras llega la noticia de la muerte de Piedad Córdoba, La Negra, (12) a quien hoy los carroñeros/hachepés, o jotapés uribestias, persiguen como a aquél, sin lástima ni tregua.

Como se persigue, aunque sin tanta saña, a W. K. por privar a la mafia de convertir un lugar malsano en otro peor, taberna o burdel, para dejar atrás el estigma de la morbilidad y de la muerte, en ese Tokio de posguerra, y rescatarlo para la vida y por el bienestar de los niños, sobre todo. Y como la vida está llena de ironía, en un mundo donde la autoridad ha sido creada no para salvaguardar al pueblo, sino para defender al poderoso, un policía, léase bien, sale en defensa del fallecido W. K.: “A decir verdad, me lo encontré anoche en el nuevo parque mientras hacía la ronda. Serían las diez. No, casi las once [aquí me acordé de Sabina]. Se columpiaba bajo la nieve. Pensé que era un borracho. Una negligencia de mi parte. Si lo hubiese tratado según mi primera impresión, nada de esto habría pasado. ¡Cuánto lo siento! Pero, parecía tan feliz… ¿Cómo podría describirlo? Cantaba con melancolía. En un tono de voz que, extrañamente, me llegaba al fondo del corazón”. Todo, con un singular tono poético.

Como en Una lección de inocencia, de HRH., una mirada holística sobre lo elemental a partir de una silla, en el cuarto de Van Gogh en Arlés (13), para hacer una honda síntesis sobre el despojado hombre feliz, en reposo absoluto, no triste por ostentoso, carente quizás de cosas, pero preñado de emociones, alegría, goce, que puede comprender, al final de su vida, que quien no se conforma con poco, no se conforma con nada: como W. K. Allí, en tal sentido, estaba todo, RH dixit: la esperanza, en las flores que se abren; la desesperanza, en las puertas que se cierran; el dolor y la derrota, en los días de llanto; el triunfo y el éxito, en los de oro; la evolución eterna y la paz/reposo, en los ramajes y las palomas; el amor y la promesa y la promesa del amor, en el niño que mira a los amantes [o juega en el parque]; el fin inexorable, en la muerte de cada hombre que a la vez es la inefable metáfora de que junto al ritmo de muerte marcha el ritmo de vida. W. K. es eso y más así no lo sepa o se haga el tonto por listo.

Ahora, el poema 
Una lección de inocencia: 

“Van Gogh pintó una vez / 
el retrato del mundo. / 
Allí estaba todo: las flores que se abren / 
y las puertas que se cierran, / 
los días del llanto / 
y los días de oro / 
los senderos y los sueños, / 
los ramajes y las palomas. / 
También un niño / 
mirando dos amantes / 
y también la hora del nacimiento / 
y la muerte de cada hombre. / 
Para pintar ese retrato, Van Gogh/ 
no tuvo sino que pintar una silla” (14). 

El título proviene del libro homónimo que, a la vez, usa como epígrafe al citar el fragmento final: “Entonces conoció la alegría de no ser inocente. / 
Y se apiadó de Dios y lo hospedó en sus úlceras sin cielo”. 

W. K. es alegre, a su manera, pero no inocente e hizo que los mafiosos se apiadaran de él. Para ello fue blando contra los duros de la mafia, la burocracia, el statu quo. ‘Todo lo que representa un triunfo de los sentidos sobre la muerte es poético’, HRH dixit (15). Esa es la vida/obra de W. K.: poética y él mismo es poético. Aunque tarde, recuerda algo crucial…

En efecto, recuerda que quien no vive para servir, no sirve para vivir. Eso también es poético, pero, por encima de todo, práctico. Lo que nos lleva a pasar, por la dialéctica, de lo práctico a lo inviable e improcedente. Como es el actuar, si no es apenas un decir que nunca pasa al hacer, de los funcionarios del Ayuntamiento. Pero, antes se recuerda a W. K. cuando canta en el parque su tonada sobre la vejez: ‘¡Qué corta es la vida! ¡Enamórate, querida doncella! Mientras tus labios sean rojos y antes de que tu pasión se enfríe. Porque no habrá un mañana’. Mitsuo sale de la relación con el sombrero, sucio, del padre y, aparte, le cuenta a la esposa: ‘Anoche encontré una bolsa con mi nombre en las escaleras, en ella estaban la libreta del banco, su sello y su cartilla de jubilación’. Y su esposa le dice: ‘Entonces, tu padre, antes de ir al parque… ‘Mi padre fue cruel. Si tenía cáncer, ¿por qué no nos lo dijo? Y el tío siembra la cizaña por vía de la confusión: ‘Oye, la amante de W. K. no ha venido. Quizás no lo era…’

En conclusión, Ikiru es una mixtura casi perfecta, entre forma y contenido, teoría y práctica, vida y muerte, por citar sólo unos tópicos. Desde la forma, está la voz en off, retomada del cine negro gringo: su inventor es John Huston (16) con El halcón maltés, antes de que surjan en Francia J. Vigo, J. Renoir, M. Carné (Realismo poético) y J. Duvivier, J. Tourneur, J.-P. Melville (Film noir); el uso reiterado del plano secuencia y la cámara estática, baja a veces, como en Y. Ozu; b/n, con PPP que destacan la psicología de los personajes; los espacios claustrofóbicos; en fin, todo tipo de cortinas, fundidos encadenados. Desde el contenido, una obra que reflexiona sobre humanismo y existencialismo, con un tratamiento impecable del ser que aún en vida parece hablar desde la muerte, peor dicho, que ya es un muerto, el mismo que recuerda, sin querer, a HRH: “Somos esto, sepamos, somos esto, / esto terrible y encendido y cierto:/ algo que tiene que vivir y vive/ por siempre sollozando, pero vivo”. (17)

Desde la teoría, Vivir es un filme habitado por angustia, incertidumbre, extravío: la vida de un hombre próximo a la muerte, que lleva atado a su empleo 30 años por lo líquido/mecánico de su oficio. Desde la práctica, W. K. es un ser que cree aún posible hacer algo para mejorar su entorno, de modo radical, aunque sepa que carga dos muertes dentro de una vida mediocre, sujeta a los demás, dependiente del Ayuntamiento y no de su voluntad ni vitalidad, la que le trasvasa Toyo. Por último, W. K. es un inmortal, responsable de sí mismo y frente a los Otros; sujeto histórico facilitador de su propio destino; artista por hombre/sujeto integrales que sintetizan una visión poética de la vida entre luz y tinieblas, noche y día, cielo e infierno; así como una mirada caótica del mundo con abismos y demonios y, por contraste, lucidez y razones existenciales que hacen posible/probable el encuentro consigo mismo y con el Otro por vía de esa suerte de cuarta dimensión y de único tribunal incorruptible que es la memoria.

Memoria de la que el ser humano no es su más virtuoso/lúcido dueño, sino su más involuntario e inconsciente esclavo. Como esclavos son, aunque a conciencia y voluntad, los otros funcionarios del Ayuntamiento. Ellos, en coro, deciden que en adelante van a trabajar duro, con el mismo espíritu que tenía W. K. No permitirán que su muerte haya sido en vano; trabajarán por el bien de los ciudadanos, sin olvidar la emoción del momento. Bueno, no se olvide que todos hablan desde el alcohol. Habrá que esperar a ver si sus nobles intenciones se transforman en hechos concretos. Alguien le dice al jefe Ohno que se han desbordado las alcantarillas de Kizaki, igual que los caños de la burocracia lo siguen haciendo. Ellos, en el fondo, están engañados: creen lo que no es verdad y se niegan a aceptar lo que sí. A la vez, saben que la peor de las pestes no es la corrupción sino el tiempo que c/u ha matado y así el espectáculo de sus almas desnudas por el alcohol no sólo es horroroso, sino francamente letal.

Lo dicho: A la Sección de Obras Públicas, responde el nuevo jefe de la Sección de Ciudadanos. Frente al dejar pasar o dejar hacer a otros, como piensa la burocracia, difícil, muy difícil, será que los funcionarios lleven a cabo todo lo que, en medio del alcohol, tanto han prometido. ‘A la sección de Obras Públicas, ventanilla 8’, manda uno de los funcionarios que tanto prometió el cambio en sus actitudes, las de c/u de los borrachos que dijeron adiós, con todo el sake posible, a W. K. El llorón, se para indignado, pero frente al volumen de expedientes y a su metafórico sentido, de a poco vuelve a sentarse y así los trámites seguirán su curso normal, o, el de siempre: el de la tardanza, la irrealización, la frustración ciudadana. Los millones de folios inundan la pantalla, en un PG que se traduce en resignación de cara a la desidia del statu quo y a sus eternas promesas de cambio. Sin embargo, y por contraste con tanta anomalía de la burocracia, los niños juegan con placer en el parque gracias al Sr. W. K.

A Santiago, quien sabe de dolores y por eso está vivo y de dolores ajenos y por eso es un ser humano.

Notas, enlaces y bibliografía:

(1) https://letraslibres.com/cine-tv/ernesto-diezmartinez-los-que-se-quedan-holdovers-alexander-payne/?fbclid=IwAR2iwlBUYlqyaknWRONicxyBfWNXJd6dd93mDSnl5sD3BJQJYVVr29LP-ps

(2) TÓLSTOI, Leon. La muerte de Iván Ilich. Bruguera, Barcelona, 1983, 187 pp.

(3) MANN, Thomas. Doktor Faustus. Obras maestras del siglo XX, Seix Barral / Oveja Negra, Edit. Bedout, 1985, dos tomos, I Tomo, 270 pp.: 245.

(4) http://www.sumandohistorias.com/a-fondo/vivir-kurosawa/?print=true

https://www.nippon.com/es/japan-topics/b07225/

(5) https://rebelion.org/tres-breves-textos-para-combatir-al-imperialismo-hegemonico/

(6) Íbidem, Nota 3, 1985, 270 pp.: 85.

(7) Lo mismo que ocurre por vía de la historia de Matsunaga en El ángel ebrio.

(8) https://www.elcolombiano.com/colombia/bonos-de-agua-del-ministro-carrasquilla-municipios-y-departamentos-KY9302738

(9) https://rebelion.org/la-sociedad-de-control-en-los-dias-del-odio/

(10) ROJAS HERAZO, Héctor. Celia se pudre. Ministerio de Cultura – 1998, Bogotá, 1002 pp.

(11) ECHEVERRI MEJÍA, Arturo. Esteban Gamborena. U. de Antioquia, Medellín, 1997, 367 pp.: 168. Obra publicada de forma póstuma e inicialmente escrita en los años 50 del siglo XX.

(12) https://www.youtube.com/watch?v=F9aI7_u9Fz0

(13) https://es.wikipedia.org/wiki/El_dormitorio_en_Arl%C3%A9s

(14) ROJAS HERAZO, Héctor. Las úlceras de Adán, Norma, Bogotá, 1995, 80 pp.: 70.

(15) https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/hector-rojas-herazo-centenario-de-un-autor-mayorun-creador-singular/

(16) https://elcomercio.pe/luces/cine/ocho-decadas-de-cine-negro-un-repaso-a-su-historia-y-la-vigencia-de-este-estilo-el-halcon-maltes-john-huston-noticia/

(17) Íbidem. Poema titulado Creatura encendida, en Desde la luz preguntan por nosotros (1956), de HRH.

FICHA TÉCNICA: Título original: Ikiru. En español: Vivir o Condenado a vivir. País: Japón. Año: 1952. Dir.: Akira Kurosawa. Prod.: Sojiro Motoki. Guion: A. K. / Shinobu Hashimoto / Hideo Oguni. Filme basado en La muerte de Iván Ilich (1886), de Liev Tólstoi. Gén.: Drama / Histórico. For.: 35 mm; b/n; 143 min. Mús.: Fumio Hayasaka. Fot.: Asakazu Nakai. Mon.: Kōichi Iwashita. Int.: Watanabe Kanji (Takashi Kimura); Kimura (Shinichi Himori); Sakai (Haruo Tanaka); Noguchi (Minoru Chiaki); Ohara (Bokuzen Hidari); Toyo Odagiri, empleada (Miki Odagiri); Ōno, Jefe de Subsección (Kamatari Fujiwara); Tte. de alcalde (Nobuo Nakamura); Subordinado Saito (Minosuke Yamada); Kiichi Watanabe, hermano de Kanji (Makoto Kobori); Mitsuo Watanabe, hijo de Kanji (Nobuo Kaneko). Prod.: Tōhō. Dist.: Tōhō. Estreno: 9 octubre 1952.

‘Oh, weh!’, dijo Einstein.

Albert Einstein y J. Robert Oppenheimer, en 1947.
Albert Einstein y J. Robert Oppenheimer, en 1947.
Estaría bien que la historia de la bomba atómica lanzada sobre Japón en dos ocasiones no se contara como fruto de lo inevitable.

Cuenta la leyenda que cuando a Albert Einstein le informaron de que Estados Unidos acababa de lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima exclamó Oh, weh!, que viene a querer decir algo así como ¡Qué horror! Puede que si le hubiera tocado enterarse del premio Oscar para la película Oppenheimer hubiera exclamado algo parecido.

Se sabe que Einstein, que aparece en la película en una secuencia tan enigmática, para bien, como poco esclarecedora, para mal, no estaba al corriente del programa nuclear estadounidense. Quien pasa por ser una de las mentes más brillantes de la historia de la humanidad sostenía con ahínco que la única solución para la política internacional era la unidad mundial. Qué poco caso hacemos a las personas inteligentes, la unidad mundial nunca ha estado más lejos del programa, si tan siquiera logramos unidad dentro de los países. Se sabe que en un programa de televisión de 1950 sí expresó una advertencia clara: “Desarrollar la bomba de hidrógeno como hace Estados Unidos, cuyo presidente persigue ese fin, obliga a avisar de que el envenenamiento radiactivo de la atmósfera causaría la aniquilación de la vida humana sobre la tierra. Bajo el carácter aparentemente inexorable se nos hace creer que cada paso aparece como la inevitable consecuencia del que se ha dado antes. Pues el final, cada vez más claro, será la aniquilación general”.

Es obvio que este discurso fue ignorado, la guerra ha vuelto a ser un recurso. Y los países poderosos siguen presentando como inevitable no solo el uso y fabricación de la bomba, sino la amenaza persistente y el efecto disuasorio. Tenemos actualmente al mando de naciones fuertes a hombres que pasarán a la historia como asesinos y eso es permitido y aplaudido por una gran parte de sus ciudadanías, que tienden a confundir el patriotismo con la tolerancia al crimen. En este sentido, a uno le gustaría percibir que la historia de la bomba atómica lanzada sobre Japón en dos ocasiones sucesivas no fuera contada como fruto de lo inevitable. Carecería de sentido desvincularla del ascenso del ultranacionalismo y del racismo que encumbraron a Hitler y a los líderes que se asociaron con él tanto en Europa como en Asia. Pero la bomba también estableció las relaciones políticas futuras.

En la segunda parte de la película de Nolan, donde quizá no es tan acelerado ni tan abrumador el avance de la anécdota, se repasa el modo en que el Gobierno de Estados Unidos persiguió hasta la humillación pública al científico Oppenheimer. Sus evidentes llamamientos al desarme y a la pacificación no se correspondían ya con los intereses de unos líderes y una industria armamentística que harían del miedo y la amenaza su gran negocio. Asusta que caiga en la superficialidad la lectura de la película Oppenheimer, que se disfrute solo como la audacia de un hombre por superar a los rivales bélicos, como un reto heroico triunfante, otro más. La precipitación en las descripciones de su vida personal impiden ahondar en la espiritualidad que lo acosaba enfrentándole a su propia actividad profesional. Es ahí, en esa contradicción, donde la expresión de Einstein cobra toda su magnitud.

En un mundo en el que se adora sin reparos cada avance tecnológico, ajenos todos a las consecuencias, convendría no olvidar la medida humana. Nos hemos alejado de nosotros mismos. Y en las películas también.

 David Trueba