lunes, 30 de septiembre de 2024

Viviendas de sobra, gente sin vivienda: así es el mercado

El cada vez mayor número de personas y grupos de población sin acceso a la vivienda es un problema creciente en casi todos los países avanzados del planeta.

En este comentario no pretendo hacer un análisis exhaustivo de este problema. Sólo pretendo mostrar que no se podrá resolver mientras el mercado siga siendo el mecanismo principal que determine el número, el tipo y el precio de las viviendas que se construyen.

Cuando se asume este último principio, la provisión a través del mercado, siempre se dice lo mismo: hay población sin acceso a la vivienda por un problema de oferta; es decir, porque no hay suficientes en el mercado. La solución, entonces, es seguir construyendo.

Es curioso que se mantenga esa tesis porque los datos no muestran que eso sea exactamente lo que ocurre.

Según los últimos datos disponibles, en España hay 26,9 millones de viviendas. Puesto que el número de hogares es de 19,2 millones, resulta que hay casi 1,5 viviendas por cada familia u hogar. Con edades entre 20 y 30 años (el grupo de población con mayor porcentaje de preocupación por carecer de vivienda), hay 4,9 millones y, al mismo tiempo, 3,8 millones de viviendas vacías. Y el Banco de España afirma que es preciso construir 600.000 viviendas cuando en 2023 se acumulaban en nuestro país 447.691 sin estrenar; es decir, construidas, pero sin haber encontrado quien las comprara.

Ya sé que acabo de dar datos generales y que hacer medias en estos casos puede inducir a conclusiones equivocadas. Sin embargo, los que acabamos de ver me parecen válidos para demostrar que, si se quiere resolver el problema del casi imposible acceso a la vivienda de cada vez más personas, no basta con construir más. ¿Quién garantiza que, si se construyesen las 600.000 viviendas nuevas que reclama el Banco de España, iban a ser habitadas por las personas que las necesitan?

El problema del acceso a la vivienda no es que haya insuficiente número de ellas o, ni siquiera, que no se encuentren en donde desea o necesite vivir la gente que no la tiene.

Para acceder hoy día a una vivienda no sólo basta con que haya suficientes en el mercado sino, además y sobre todo, disponer de ingresos suficientes para comprarlas o alquilarlas. Y eso no depende, como se quiere hacer creer, de que se construyan más a través del mercado, por una sencilla razón: este no proporciona viviendas a quien las necesita, sino a quien tenga dinero para comprarlas. La prueba evidente es que, mientras que millones de españoles no pueden acceder a la vivienda, el fondo de inversión Blackstone es propietario de 30.000. De hecho, como bien ha dicho Alejandro Inurrieta, quien más dificulta que se tomen las medidas necesarias para facilitar el acceso a la vivienda en España son los grupos de presión de los fondos de inversión y de los multipropietarios de viviendas de alquiler.

La dificultad para acceder a la vivienda es un problema producido porque se ha permitido e incentivado que la vivienda deje de ser una mercancía que satisface una necesidad de habitación cuyo precio, como el de todos los bienes de consumo, tiende a decrecer. Por el contrario, se ha convertido en un activo financiero en el cual se invierte especulativamente porque se puede hacer que su precio aumente sin cesar o, últimamente, en un bien de capital para desarrollar negocios turísticos.

El uso social y económico de la vivienda se ha desnaturalizado y esto es lo que realmente origina la dificultad o falta de acceso a su propiedad o alquiler. Como activo financiero, interesa que su precio suba constantemente y quienes operan en esos mercados hacen todo lo posible para que así sea. En una carta a sus accionistas del pasado mes de febrero, el fondo Blackstone reconocía que le conviene que haya escasez de viviendas porque su estrategia es que suban sus precios.

La presencia cada más intensa en el mercado de viviendas de este fondo y de otros con sus mismos objetivos y modos de actuación comienza a impedir que hasta las más asequibles lleguen a manos de quienes, con menor ingreso, las necesitan. No sólo están aumentando su presencia como compradores de ese tipo de viviendas, sino también en el mercado de alquiler. Acaparan y hacen que aumente el precio utilizando para ello la Inteligencia Artificial o, simplemente, el poder para marcar las referencias de todas las operaciones inmobiliarias que les da su enorme número de propiedades.

Es verdad que no se construye un número suficiente de viviendas sociales y accesibles para la población de menor ingreso, pero el problema ni empieza ni acaba aquí. Ha sido la conversión de la vivienda en activo financiero lo que genera el conjunto complejo de factores que las están haciendo inasequibles para tantas personas: la especulación inmobiliaria, el alza de precios y su desajuste con los sueldos y salarios, o el aumento de los costes hipotecarios. Y, todo ello, unido a la mayor precariedad laboral y al incremento de la desigualdad que reduce el poder adquisitivo de la mayoría mientras da capacidad ilimitada de compra a una exigua minoría que acapara los mercados.

Lo que se está padeciendo es la consecuencia de dejar que sea el mercado quien decida cuántas viviendas construir y a qué precio. Y, ante eso, no caben soluciones parciales, ni simplistas.

Son necesarias actuaciones globales, de conjunto, que ataquen todas las causas del problema y, sobre todo, que se basen en un principio operativo básico y esencial: la vivienda es un bien público destinado a satisfacer una necesidad social y no un activo financiero con el que se comercia con el único fin de obtener provecho. Hay que aumentar, desde luego, la construcción de nuevas viviendas asequibles, fomentar el alquiler, controlar los precios o establecer que el pago para acceder a ella no supere un determinado porcentaje del ingreso. Sin duda alguna. Pero si no se parte de asumir, respetar y poner en práctica ese principio no se podrá conseguir nunca que las viviendas asequibles que se construyan sean habitadas finalmente por quienes realmente las necesitan.

Dicho de otra manera, sólo dejando a un lado al mercado y pasando a considerar a la vivienda como un bien público cuya provisión debe quedar asegurada a todas las personas que la necesiten se puede dar cumplimiento al artículo 47 de nuestra Constitución: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación».

domingo, 29 de septiembre de 2024

ENSEÑANZA CONCERTADA. España está a la cabeza en desigualdad entre colegios concertados y públicos del mundo desarrollado.

Los centros religiosos representan tres cuartas partes de la enseñanza concertada. El peso de la red escolar privada subvencionada aumenta en siete autonomías y se reduce en diez, según un informe de Save the Children.

España es el país con “la mayor brecha socioeconómica entre centros concertados y públicos de los países de la OCDE” (una organización integrada principalmente por los países desarrollados), advierte Save the Children, una ONG que trabaja en favor de los derechos de la infancia, en un estudio publicado este miércoles. El dato procede del análisis del último Informe PISA, la gran evaluación internacional que realiza periódicamente la OCDE.

Un 21% de la segregación escolar en España ―medida por las diferencias socioeconómicas entre escuelas― “se explica por la desigual composición socioeconómica entre escuelas concertadas y públicas”. Dicho porcentaje hace del país “un caso desafortunadamente único”, señala Save the Children, ya que dicha proporción “raramente llega al 10% en otros sistemas educativos” desarrollados. El especialista en equidad educativa compara el dato español con el de otros Estados donde la enseñanza concertada también tiene una gran presencia, como Países Bajos, Corea del Sur o el Reino Unido, y en los que “las diferencias socioeconómicas entre escuelas ocurren exclusivamente dentro de cada una de las redes y, por lo tanto, la existencia de escuela concertada no contribuye a explicar la segregación escolar”. En el sistema español, en cambio, la abultada brecha socioeconómico entre las escuelas públicas y las concertadas “explica una parte significativa de la segregación escolar”.

El informe de Save the Children, titulado Por una escuela concertada inclusiva, cuyo autor es Alfonso Echazarra —responsable del área educativa de la organización en España—, llega a la conclusión de que el factor principal que explica la segregación socioeconómica en España es el cobro de cuotas por parte de los centros concertados, que actúa como barrera de acceso para el alumnado de familias vulnerables. Y la ONG propone adoptar una serie de medidas, como una “financiación mejorada, gratuidad real y reglas de juego equitativas en los procesos de admisión” para que la concertada “pase de ser parte del problema a parte de la solución de la iniquidad equitativa”.

España, con casi un 30% de alumnado en primaria y secundaria en centros concertados, forma parte del grupo de países desarrollados donde esta red tiene un peso importante. Las mayores proporciones se dan en los citados Reino Unido y Países Bajos, donde ronda el 65%. En el otro extremo se encuentran países como Italia, Letonia y Suiza, donde prácticamente no existe. Dentro de la propia España las diferencias entre comunidades autónomas son elevadas. La concertada supera el tercio de la matrícula total en las etapas obligatorias en Euskadi (donde supera el 50% en la ESO), Madrid, La Rioja y Castilla y León. En el otro extremo, sobrepasa por poco el 20%, o ni siquiera lo alcanza, en Castilla-La Mancha, Andalucía, Canarias y Extremadura.

El estudio analiza en qué medida distintos elementos podrían explicar esa desigual distribución de la red escolar concertada dentro de España, empezando por el religioso. La educación privada concertada en España es, en sus tres cuartas partes, religiosa. Pero al contrario de lo que cabría esperar si el elemento de la fe de los progenitores fuera clave a la hora de explicar el peso territorial de la educación concertada, el informe de Save the Children pone de manifiesto que la presencia de esta red escolar resulta especialmente baja en comunidades autónomas con alto sentimiento religioso: Extremadura, 71% de creyentes; Andalucía, 68%; Castilla-La Mancha (65%). Y al contrario, las comunidades donde más concertada existe se cuentan entre las que menos religiosidad muestran: País Vasco (55%), Madrid (57%), y Navarra (60%). El informe cita en este apartado una investigación publicada el año pasado por Leopoldo Cabrera y Felipe Rosa, basada en datos del CIS).

Sí parece haber cierta relación entre el hecho de que una región sea más rural y el peso de la concertada sea menor, aunque según el análisis de Save the Children esta es en todo caso “discreta”; solo explica un 18% de la varianza. Mucho menos que la riqueza, cuyo potencial explicativo resulta “extraordinario”, según Echazarra, con un grado de asociación del 69% ―el 100% supondría que están perfectamente asociadas y el 0%, que no hay relación―.

Evolución
En las últimas dos décadas, el porcentaje de alumnado matriculado en centros concertados durante las etapas obligatorias ha variado poco si se observa el conjunto de España. Entre 2001 y 2020, se redujo del 30,1% al 28,4% en Primaria, y bajó del 30,5% al 29,6% en la ESO ―la única etapa en la que ha crecido de forma significativa, unos dos puntos hasta el 28,5%, ha sido en el segundo ciclo de Infantil, al que asisten niños de 3 a 6 años―. La evolución presenta, sin embargo, algunas diferencias territoriales significativas. Ha crecido especialmente en Murcia, Madrid y La Rioja (ganando cerca o por encima de un 2% del alumnado al menos en una etapa obligatoria), y ha bajado de forma acusada en Cataluña (en torno a un 5% en primaria), Cantabria y Baleares (en ambas, algo más de un 4% en al menos una de las etapas obligatorias)

Pese a estar financiada con fondos públicos, la escuela concertada acoge menos alumnado vulnerable de lo que le correspondería. Mientras un 18% del alumnado de la pública era de origen inmigrante en 2022, en la concertada se situaba en el 10%, lo que lo convierte en uno de los países con mayores diferencias en este terreno de las recogidas en el Informe PISA, la evaluación internacional que realiza periódicamente la OCDE y que, junto a los datos oficiales del Ministerio de Educación, constituyen las principales fuentes documentales del informe de Save the Children. En la escuela pública, el 14,5% de los chavales están clasificados como estudiantes con necesidad específica de apoyo educativo, tanto en primaria como en la ESO. En la concertada, los porcentajes se sitúan en el 9,5% y el 12% respectivamente.

El informe menciona la investigación publicada en abril por EsadeEcPol sobre el cobro de cuotas de los colegios concertados para señalar que estas ascienden en promedio a 68 euros en primaria y a 57 en secundaria ―con cifras más elevadas para Cataluña (140), Euskadi (93) y Madrid (90)―, sin contar otros gastos asociados a la concertada, como el uniforme escolar y el precio del comedor. Para el 10% de las familias españolas situadas en la franja más baja de renta disponible (9.154 euros anuales), llevar a dos niños a un colegio concertado que cobrara una cuota de 50 euros al mes por niño supondría destinar a ello un 13,1% de sus ingresos mensuales, y nada menos que un 26% si las cuotas ascendieran a 100 euros. En España, según datos del Informe PISA de 2015 (el último en el que el país participó también en el cuestionario para hogares), “el alumnado cuyos progenitores estaban preocupados por los gastos escolares tenía mayor probabilidad de acudir a la escuela pública”.

Obstáculos y posibles soluciones
A la barrera de acceso de las cuotas, Save the Children añade los criterios de admisión establecidos por una parte de las comunidades autónomas, que permiten, hasta cierto punto, que los colegios seleccionen a sus estudiantes. Ello se da fundamentalmente en cinco comunidades autónomas gobernadas por el PP, Madrid, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana (desde este curso) y Castilla y León (en menor medida), además de en Euskadi, según el informe. Entre los criterios que penalizan al alumnado vulnerable figuran dar puntos por el hecho de que los progenitores trabajen; la condición de antiguos alumnos de los padres; o que los niños hayan asistido previamente durante el primer ciclo de infantil al propio colegio o a centros adscritos al mismo, pagando.

Save the Children propone una serie de medidas para hacer más inclusiva la educación concertada. Entre ellas garantizar la gratuidad, que debería ser “supervisada de forma activa” de todos los servicios y actividades educativas que conformen el núcleo del proyecto del centro; mejorar la financiación pública, pero asociándola también al porcentaje de alumnado en situación de vulnerabilidad socioeconómica que acogiera cada centro (al igual que la pública); extender tanto los conciertos como la gratuidad completa a las etapas no obligatorias, como el primer ciclo de infantil, bachillerato y la FP de grado medio; establecer que la escuela concertada no pueda tener ánimo de lucro (como sucede en la mayor parte de países de la OCDE, pero no en España), y eliminar los criterios de admisión escolar con potencial excluyente”. 

sábado, 28 de septiembre de 2024

Juan Torres López. La Economía Mundial y el peligro del dolar como moneda imperial.

Se non è vero, è ben trovato

se non è vero, è ben trovato

Locución

Literalmente: "Si no es verdad, está bien compuesto".

1.Se usa para justificar una anécdota verosímil que retrata bien a un personaje o una situación, pero que puede no ser verdadera.

2. Como figura del lenguaje, alude a algo que puede no ser verdad, pero está tan bien contado o narrado o es tan interesante o valioso que debería haber ocurrido.

Referencias y notas.

La variante "se non è vero, è molto ben trovato" se encuentra en Giordano Bruno: De gl'eroici furori - Seconda parte - Dialogo terzo

Manca Finezza

Los italianos utilizaban el término finezza, que podría traducirse al castellano por finura pero, con solo eso no tendríamos la idea correcta de lo que significa la expresión especialmente en el marco de la política, que va mucho más allá, porque supone además comportamiento inteligente, sutileza en el trato, elegancia en la expresión, discreción y, sobre todo, sentido de la oportunidad. Cuando todo eso falla o se carece de ello los italianos utilizan el término, "manca finezza ". Empecé señalando lo anterior en “pasado” porque desde que irrumpió en el panorama político italiano el magnate de la comunicación y execrable personaje, Silvio Berlusconi, Italia jamás recuperó la fineza. La política se llenó de Beppe Grillos, Mateo Salvinis, mama chichos…que impusieron su lenguaje y maneras. Su vulgaridad en la tierra de Puccini. En todo caso, Italia, no es más que el reflejo de lo que ocurre en gran parte del mundo, especialmente en los países que emergieron tras la caída del Muro y en América Latina.

En España, creo que nunca tuvimos fineza, pero tampoco llegamos a los esperpentos de otros lares, lo que nos mantenía en un terreno indefinido con salidas de pato de banco, miserables intervenciones en el Parlamento o a través de los medios, agudizado en los últimos años desde que Vox hizo acto de presencia.

Sin que nuestros políticos en general, hayan practicado la finneza, algunos si han caído en la manca finneza. Cuando esto se practica desde la oposición a quien gobierna está feo, pero tiene algo de sentido en el marco de la lucha por el poder como latinos que somos. Pero hacerlo y practicarlo desde quien tiene la alta misión de gobernar y de representar a tu país, como es el caso de nuestro Vicepresidente de Gobierno, Pablo Iglesias, la verdad no hay por dónde cogerlo y, habrá que buscar un nuevo término porque manca finezza no encaja.

Si lo de equiparar al prófugo Puigdemont con los exiliados que huían del terror fascista ya fue una indignidad, de la cual no se ha retractado todavía pese a que se lo han pedido familiares de las víctimas, ha vuelto a las andadas, haciendo bueno el refrán que decía mi madre, “este no sólo mete la pata, sino que la retuerce”. “En España no hay una situación de plena normalidad política y democrática… Es evidente que hay una situación de excepcionalidad y como miembro del Ejecutivo, debo reconocerlo”.

Así se ha pronunciado en una entrevista, ante la pregunta de un periodista del Diario Ara que le preguntaba sobre las palabras que el Ministro de Asuntos Exteriores del nuevo Zar de todas las Rusias había dicho, comparando la situación del opositor Alexéi Navalni, con la de los políticos del procés. procés Casi nada.

Si esto lo dice Echenique o Mayoral (Podemos) puede tener un pase porque responde a estrategias electorales enmarcada en la campaña electoral catalana y más todavía si lo dicen los independentistas, les va en el sueldo. Pero dicho desde la Vicepresidencia del Gobierno, recalcando su condición de tal (“lo digo como miembro del Ejecutivo”), sinceramente hay que tener muchas tragaderas por parte del Presidente del Gobierno y de sus compañeros de Gabinete. Para mayor dislate, ha puesto a los pies de los caballos a España y a la Unión Europea, en un momento en el que el sátrapa del Kremlin anula todo atisbo de oposición con represiones masivas a ciudadanos inocentes, envenena a todo el que se ponga por delante, persigue a las minorías, odia a los homosexuales. Se burla del derecho internacional y se prepara para eternizarse en el poder. Por algo ocupa el puesto 144 en el democracy index (entre 167 países), considerado de facto, como estado fallido. En el mundo hay 23 países calificados como democracias plenas. España ocupa el puesto 18, por delante incluso de Francia, Italia, Portugal, Bélgica y, por supuesto de EE.UU. (25). Los países nórdicos lideran un año más la clasificación.

Las estúpidas e infundadas declaraciones se producen en un momento en el que el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrel, está siendo cuestionado por su “tropiezo” al intentar “poner firmes” al gobierno ruso exigiendo la liberación de Navalni, en su visita a Moscú y cuya respuesta ha sido la equiparación con lo que ocurre en Cataluña y un discreto “métase en sus asuntos”, que a su vez se ha saldado con la expulsión de tres diplomáticos representantes de Europa en Rusia. A Borrel, le aconsejaron que no fuera. No era el momento ni había “agua en la piscina” para una intermediación europea. Volvió con el rabo entre las piernas y fortaleciendo indirectamente al Zar. Muchos piden la dimisión de Borrel. Lo de Borrel fue un error. Lo de Iglesias una estupidez más.

Nadie pide la dimisión de Iglesias (salvo la oposición) porque si dimitiera se llevaría por delante al Gobierno entero. Se terminaría la experiencia del primer gobierno de coalición. Todos lo saben. Él lo sabe. Lo increíble es que no tenga nadie a su alrededor que le recuerden que él, es gobierno. Qué no está en Vistalegre, ni en la Facultad de Ciencias Políticas. Que algo de finezza es imprescindible también en la política española y qué, con ello, no renuncias a tus principios ni a los que representas. Quizás por mi parte es pedir peras al olmo…¿o no? ¿Tanto se juega en las elecciones catalanas?

 Marcelo Noboa Fiallo es socio de infoLibre

viernes, 27 de septiembre de 2024

¿Puedo reducir el colesterol sin tomar estatinas? Los expertos explican qué puede funcionar para mantener niveles saludables.

Los expertos explican qué puede funcionar para mantener niveles saludables.

P: Tengo el colesterol alto, pero cuando probé las estatinas no me gustaron sus efectos secundarios. ¿Cuáles son las formas no farmacéuticas de reducir mi colesterol?

Las personas con colesterol alto suelen pertenecer a dos grupos. Aquellas cuyos niveles son tan elevados que necesitan medicamentos para reducir el colesterol, como las estatinas, para disminuir el riesgo de cardiopatías. Y aquellas cuyos niveles son elevados, pero no tanto como para necesitar medicación, dijo Felipe Lobelo, investigador en medicina del estilo de vida de la Universidad Emory de Atlanta.

Si las personas de este último grupo tienen un riesgo por lo demás bajo de padecer una enfermedad cardiaca, los cambios en el estilo de vida deberían ser su primer paso para intentar mejorar su salud, según la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA por su sigla en inglés).

Por qué son importantes los niveles de colesterol
El colesterol es la medida de dos tipos de partículas en la sangre: las lipoproteínas de baja densidad (a veces denominadas colesterol “malo” o LDL) y las lipoproteínas de alta densidad (a menudo denominadas colesterol “bueno” o HDL). Un exceso de colesterol LDL en la sangre puede obstruir los vasos sanguíneos y dificultar el bombeo de la sangre por el corazón.

Para los adultos a partir de 20 años, suele considerarse saludable que los niveles de colesterol LDL en sangre sean inferiores a 100 miligramos por decilitro. Según la AHA, si sus niveles alcanzan los 189 miligramos por decilitro, pero su riesgo de enfermedad cardiaca es bajo, puede que merezca la pena probar ciertos cambios en su estilo de vida para reducir el colesterol antes de recurrir a la medicación con receta.

Los niveles que superan los 190 miligramos por decilitro suelen requerir la prescripción de estatinas.

Alternativas sin fármacos
Ciertos cambios en el estilo de vida, como dormir lo suficiente, reducir el consumo de tabaco y controlar el estrés, pueden ayudar a mejorar los niveles de colesterol. Sin embargo, según dijo Frank B. Hu, catedrático de nutrición y epidemiología de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, hay dos opciones de estilo de vida que pueden ser mucho más beneficiosas.

El ejercicio. Cuando hacemos ejercicio, el colesterol HDL se libera en el torrente sanguíneo, donde barre los depósitos de placa grasa de los vasos sanguíneos y los transporta al hígado para su eliminación.

La AHA recomienda que todos los adultos realicen al menos 150 minutos de ejercicio moderado, o 75 minutos de ejercicio intenso, a la semana, dijo Lobelo. Esto puede incluir caminar, nadar, levantar pesas, bailar o cualquier otra actividad que le guste y pueda hacer sin lesionarse, añadió.

La clave, dijo, es que te asegures de que el ritmo cardíaco es lo bastante elevado. Si te cuesta mantener una conversación mientras haces ejercicio, dijo Lobelo, sabrás que estás trabajando lo suficiente.

Lobelo dijo que el ejercicio regular puede ayudar a reducir el colesterol, sobre todo si antes no se hacía ejercicio. Aunque añadió que a algunas personas les puede llevar más tiempo que a otras mejorar sus niveles de colesterol mediante el ejercicio. Por lo tanto, si no se reduce inmediatamente, dijo, no hay que desanimarse.

Dieta. Según Andrea Glenn, investigadora en nutrición de la Universidad de Nueva York, las investigaciones también sugieren que una dieta basada en plantas, denominada dieta de la cartera, que incluye productos de soya, como el tofu, y otras proteínas vegetales, como los frijoles, las lentejas y los garbanzos; alimentos que contienen fibra viscosa, como la avena, la cebada, la cáscara de psilio, los frutos rojos, las manzanas y los cítricos; frutos secos y semillas; aguacate; y aceites vegetales saludables, como el aceite de canola y el de oliva, puede ayudar a reducir el colesterol.

En una revisión de siete ensayos clínicos que incluyeron alrededor de 440 participantes que tenían niveles altos de colesterol, pero que no requerían medicación, los investigadores encontraron que la dieta de la cartera ayudó a reducir su colesterol LDL hasta en un 30 por ciento. Según dijo Glenn, se trata de una eficacia similar a la de las antiguas versiones de las estatinas, muy utilizadas en los años de la década de 1990.

Glenn y sus colegas realizaron un seguimiento de unos 210.000 adultos de EE. UU. durante unos 30 años en un estudio publicado en 2023. Encontraron que quienes llevaban esta dieta tenían un riesgo 14 por ciento menor de enfermedad cardiovascular que quienes comían menos de estos alimentos, dijo Glenn.

La dieta de la cartera funciona porque combina varios tipos de alimentos y nutrientes que ayudan a reducir el colesterol de diferentes maneras, dijo.

Las proteínas vegetales como los frijoles, los garbanzos y los productos de soya, por ejemplo, pueden inhibir la producción de apolipoproteína B, que normalmente ayuda al organismo a absorber el colesterol de los alimentos. La fibra viscosa atrapa o fija el colesterol en los intestinos, dificultando su absorción. Y los frutos secos son una buena fuente de ácidos grasos insaturados, esteroles vegetales y fibra, que pueden reducir los niveles de colesterol LDL.

Glenn dijo que incluso la adición o sustitución de algunos alimentos, como añadir frutos secos a la granola de la mañana o cambiar la carne roja por garbanzos o tofu, puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol.

“Desde luego, no existe una varita mágica”, dijo Hu. Pero la dieta, el ejercicio y otros hábitos saludables pueden ayudar mucho a reducir el colesterol. Dijo: “Tenemos que pensar en ello desde un punto de vista holístico”.

jueves, 26 de septiembre de 2024

Los fantasmas de las derechas.

sartorius 19 09 2024


Ante la falta de argumentos y propuestas reales, necesitan apelar al miedo para atemorizar a las gentes, demonizar a los gobiernos contrarios y, así, obtener votos y llegar al poder.

Uno. Un día de febrero de 1848 dos pensadores alemanes publicaron un manifiesto que comenzaba así: ”Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”. Efectivamente, se trataba de un espectro o ánima, pues en la realidad de las cosas de este mundo el comunismo no existía, ni ha existido nunca como un posible estadio de la sociedad. No obstante, cuánto pánico ha desatado su simple mención a lo largo del último siglo y medio. Hasta tal punto que sirvió de coartada para intentar justificar el apoyo a las fuerzas fascistas con el fin de frenar o abortar reformas sociales que de comunistas no tenían nada. Después de la terrible contienda (1939-1945) y en el ambiente de la llamada Guerra Fría se siguió utilizando con el fin de malograr cualquier avance político o social, como fueron los casos de Mossadegh, en Irán; Arbenz, en Guatemala; Lumumba, en el Congo Belga; Getulio Vargas, en Brasil; Allende, en Chile; o sostener las dictaduras de España, Portugal o cualquier otra que se declarase anticomunista. Es, desde luego, el espectro que más juego ha dado en la historia de la humanidad, en general al precio de ríos de sangre. Lo curioso y siniestro del asunto es que han transcurrido 176 años desde aquella famosa frase del manifiesto, el “comunismo” por lo visto ha sido derrotado y, sin embargo, ese mismo fantasma, o quizá su hijo o nieto, sigue pululando por el ancho universo y las mismas fuerzas de ogaño continúan enarbolándolo de muy similar forma y manera que lo usaban las de antaño. Así, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, acusa a la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, de peligrosa comunista, incluso representándola con un gorro que en vez de decir Make America Great Again aparece con la hoz y el martillo. A un nivel muy inferior, pero en la misma dirección, también la señora Ayuso, flamante presidenta de la Comunidad de Madrid, sostiene que el presidente Sánchez nos está conduciendo al comunismo. En la última campaña electoral a la autonomía madrileña manifestó que había que elegir entre el comunismo —un fantasma— o la libertad, que en la concepción “ayusista” no deja de ser un espejismo. 

Dos. Sin embargo, la derecha no satisfecha solo con un fantasma se ha sacado de la manga otros no menos fantasmagóricos. Todo el mundo debería de saber que ETA desapareció de nuestras vidas hace ya 13 años. No obstante, destacados voceros de las derechas siguen sosteniendo que la organización terrorista continúa existiendo transmutada, por lo visto, en partido político plenamente legal y con representación parlamentaria, como es el caso de Bildu. Incluso llegan a decir, llevados de sus delirios anti Sánchez, que ETA ha triunfado y, en consecuencia, el actual Gobierno se mantiene gracias al apoyo de terroristas, un nuevo fantasma armado de metralletas. 

Tres. Otro tanto está sucediendo con el tema del separatismo en Cataluña. Es conocido que en 2017, bajo un Gobierno del PP, la Generalitat declaró durante unos minutos la independencia; las fuerzas separatistas eran mayoría en el Parlament; la sociedad catalana estaba dividida y enfrentada y el Gobierno de España tuvo que ejercer una represión, que fue una de las mayores chapuzas que contemplaron los siglos. Pues bien, ahora en la Generalitat gobierna un socialista que se llama Salvador Illa; los indepes han perdido la mayoría; por primera vez en años se coloca la bandera constitucional de España y el president recibe con normalidad al jefe del Estado, el Rey. Nadie habla ya de secesión y los partidarios de la independencia han descendido de forma considerable. Sin embargo, la derecha y sus socios mediáticos siguen diciendo que el Gobierno socialista de Cataluña significa el triunfo, póstumo o no, del procés y que su presidente es un consumado separatista, según algunos, el peor de todos. 

Cuatro. Por no hablar de ese otro fantasma que, en este caso, recorre el mundo, el fantasma de las migraciones, que por causa del mendaz “efecto llamada” y la irrefrenable tendencia de los desplazados a la delincuencia está socavando las ricas, blancas y pacíficas sociedades occidentales. Movería a risa si no fuese tan trágico y costase tantas vidas. La realidad es que esos desheredados de la tierra se juegan la vida porque no tiene nada que perder; porque esta globalización es un desastre de desigualdad; porque los países de donde proceden han sido esquilmados, durante siglos, por el colonialismo y porque, aunque se afirme lo contrario, los necesitamos como el comer y forman ese nuevo “ejército de reserva”, sin el cual el capitalismo realmente existente no mantendría la tasa de beneficios. 

Cinco. Todo ello es demostración de que a las derechas les faltan argumentos y propuestas reales y necesitan de estos fantasmas para atemorizar a las gentes, demonizar a los gobiernos contrarios y, de esa manera, obtener votos y llegar al poder. Cuando en realidad lo único fantasmagórico es su propio pensamiento y se les podría aplicar el dicho popular de “sois unos fantasmas”.

Ahora bien, el método para crear tantos espectros o trasgos es bastante parecido a los del pasado. Se dice que fue Joseph Goebbels, el jefe nazi encargado de la propaganda, el que dijo que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Seguramente, otros lo dijeron antes, pues la mentira tiene una larga historia. Ahora, ciertas derechas hacen lo mismo, con medios mucho más sofisticados. Sin embargo, entonces como en la actualidad, la mentira necesita medios para triunfar y penetrar en la mente de los humanos. El doctor Goebbels, o “huevels” como en la estupenda película La niña de mis ojos de Trueba, controlaba la prensa y, sobre todo, la radio, que era la reina de los medios de aquella época. Ahora, además de los anteriores, tenemos la televisión, las redes sociales, las plataformas, muchas de las cuales bombardean todos los días y a todas horas con informaciones falsas, tergiversadas o difamaciones puras y duras. Todo ello amparado en la libertad de información, que por supuesto hay que preservar. No obstante, en el artículo 20.1.d) de la Constitución Española “se reconocen y protegen los derechos de comunicar o recibir información veraz por cualquier medio de difusión”. Es decir, que los ciudadanos tenemos derecho a recibir información veraz y no a tragar mentiras o difamaciones a las que estamos sometidos.

Quizá habría dos medidas que podrían mitigar este universo de mentiras en el que vivimos: la transparencia absoluta de quien transmite y la luminosidad de la financiación de todo instrumento de cualquier clase que cree o transmita información. Dicho de otra manera, la prohibición del anonimato personal o societario y de la ocultación de la procedencia de los fondos de todo tipo de medios de comunicación. Y cuando me refiero a medios e instrumentos incluyo las plataformas digitales de cualquier naturaleza, que socapa de considerarse simples transmisores en realidad son medios de comunicación, que deben de estar sometidas a las mismas reglas de transparencia y regulación que los tradicionales. De no hacerlo así, los resultados empiezan a ser nefastos para la propia supervivencia de una democracia sana y robusta, pues esta no puede estar basada en la mentira y la difamación. Un ejemplo práctico de cómo hay que actuar es lo que ha hecho un magistrado del Tribunal Supremo de Brasil contra la plataforma X y su propietario Elon Musk, al clausurar dicha plataforma en el país por suponer una auténtica amenaza para la democracia con sus falsedades y actividades que fomentan el odio y las políticas de ultraderecha.

Nicolás Sartorius es abogado y escritor. Su último libro es La Democracia Expansiva (Anagrama).

miércoles, 25 de septiembre de 2024

La visita a España de Marie Curie.

De ello dejó constancia en dos artículos el doctor Gregorio Marañón

Marie Curie en España



La premio Nobel de Química y de Física causó sensación durante su viaje a España en 1919. De ello dejó constancia en dos artículos el doctor Gregorio Marañón.

Maria Salomea Sklodowska (Polonia, 1867-Francia, 1934), popularmente conocida como Marie Curie por el apellido de su marido, fue una de las científicas más brillantes de todos los tiempos. Ha pasado a la historia por algunos de sus numerosos logros, como la identificación de los elementos químicos radio y polonio. O por ser la primera mujer en ganar un Premio Nobel de Química, en obtener otro de Física y, de paso, convertirse en la primera persona en ganar dos premios Nobel. Y fue la primera profesora y directora de un laboratorio en la Universidad de París. Su marido, su hija y su yerno también obtuvieron el preciado galardón sueco.

Además de una más que brillante científica, Marie Curie fue un personaje público en su momento, a veces a su pesar, pues el escrutinio de su vida privada llegó a causarle algún disgusto. Solo así se entiende el revuelo que supuso su primera visita a España en abril de 1919 para participar en el primer Congreso Nacional de Medicina. El por aquel entonces joven Gregorio Marañón (estaba a punto de cumplir 32 años) escribió dos artículos para la revista El Liberal que, leídos en la actualidad, son una auténtica delicia.

En el primero, publicado el 21 de abril de aquel mismo año, queda clara la veneración que le profesaba el que más tarde se convertiría en una eminencia. Decía: “Se ha levantado de su asiento esta mujer gloriosa, quizás la más alta cima de la ciencia contemporánea, orgullo de Francia, de la raza latina y del mundo entero”. Obviando que el concepto de raza en humanos es muy discutible, no se acaba de entender que Marañón considerara “latina” a Maria Sklodowska-Curie, dado su origen polaco de nacimiento. Quizás un exceso de entusiasmo.

En el segundo artículo, publicado dos días después, describe la conferencia que la ilustre científica dio en la Facultad de Medicina de San Carlos, con la presencia, entre otras autoridades, de la reina María Cristina. Marañón destaca en el texto que la sala estaba abarrotada, pero que, en su opinión, deberían haber asistido más mujeres. Destaca que habló más de dos horas sin mostrar fatiga o emoción, que realizó varios experimentos ayudada de su hija (no menciona si fue Irene, la futura premio Nobel, o Eve, que acabó siendo una famosa concertista de piano y una escritora de éxito). Asimismo, describe el chamizo en el que empezaron sus experimentos, que acabó siendo el Instituto del Radio, y escribe unas ideas que hoy nos pueden resultar muy familiares: “Para que aprendamos todos, y singularmente los españoles, que la ciencia la hacen los hombres, donde sea, en una buhardilla, cuando tienen el genio investigador y no los laboratorios, por ricos que se construyan y doten”.

En el año 2024, los científicos en España seguimos teniendo más genio y ganas que medios y nos vemos obligados a adaptarnos a las limitaciones tratando de no renunciar a los objetivos.

Del numeroso público que acudió a escuchar a Curie, el artículo dedica unas breves líneas a un grupo de monjas. “Escuchaban también, llenas de asombro, a esta santa fecunda de una religión que ellas desconocen, que en lugar de contemplar a Dios le arranca sus secretos y los reparte entre los hombres”.

Es complicado pensar que la visita de un premio Nobel despertara tanta expectación en la actualidad. La propia Marie Curie volvió a visitar España en 1931 y en 1933, pero sin tanta repercusión mediática. Curie supo aprovechar su fama y realizó dos giras por Estados Unidos con el fin de recaudar fondos para sufragar sus investigaciones. Conviene recordar que nunca patentó ninguno de sus descubrimientos, por lo que jamás sacó ningún beneficio económico de ellos. Podríamos decir que también fue una pionera en el crowfunding científico.

J. M. Mulet es catedrático de Biotecnología.

martes, 24 de septiembre de 2024

El día que cambió la historia de España, contado al minuto

España 14 de Abril
Ciudadanos entusiasmados celebran la proclamación de la Segunda República ante el Palacio de Comunicaciones de Madrid.

El periodista y escritor Paco Cerdà desmenuza en el libro de no ficción ‘14 de abril’ las horas que precedieron a la proclamación de la Segunda República a partir sobre todo de vivencias de personas anónimas.

Hay días que parecen durar mucho más de 24 horas, jornadas que atraviesan la historia para perpetuarlas a base de dramas, muertes, esperanzas, euforias, intrigas… Así sucedió en España el 14 de abril de 1931, cuando las masas rebeladas en las calles se llevaron por delante, en unas horas, el régimen monárquico para proclamar la Segunda República, tras el triunfo en las principales ciudades en las elecciones municipales celebradas 48 horas antes. El periodista y escritor Paco Cerdà (Genovés, Valencia, 37 años) ha fragmentado aquella efeméride en la obra de no ficción 14 de abril (Libros del Asteroide). Un relato que nos sitúa como espectadores de acontecimientos protagonizados sobre todo por personas anónimas para saber qué sintieron y pensaron. “Ese día arrolló muchas pequeñas historias que suelen pasar desapercibidas, la historia desde abajo, que llamaba [el historiador] Edward Palmer Thompson”, explica Cerdà a unos metros del Palacio de Cibeles, entonces Palacio de Comunicaciones, el primer edificio oficial en Madrid en que se izó la bandera republicana esa fecha.

Cerdà, colaborador de EL PAÍS, cuenta que se zambulló en aquel 14 de abril “porque realmente lo desconocía, aparte de lo más sabido, lo de la gente en la calle, la huida de Alfonso XIII…”. “Sin embargo, fue una epopeya luego olvidada, una revolución improvisada que se ha descuidado porque la República fue tan convulsa y el franquismo distorsionó aquello; incluso la Transición mostró desinterés y la reciente memoria democrática se ha centrado más en la guerra y la posguerra”, añade.

La narración “trepidante, apasionada”, en palabras de Elvira Lindo, como si fuera un directo de televisión desde diferentes lugares, comienza con la muerte de Emilio Arauzo Honorio, obrero caído por dos disparos en una manifestación en Madrid ahogada a tiros por la Guardia Civil. Ese es el rasgo más sorprendente de esta obra: que la Segunda República no llegó por la calle de Alcalá entre flores, abrazos y besos. Hubo represión y muertos.
El escritor y periodista Paco Cerdà, el 7 de noviembre delante del Ayuntamiento de Madrid, primer edificio de la capital en que ondeó la bandera republicana el 14 de abril de 1931. El escritor y periodista Paco Cerdà, el 7 de noviembre delante del Ayuntamiento de Madrid, primer edificio de la capital en que ondeó la bandera republicana el 14 de abril de 1931. ÁLVARO GARCÍA

“Es lo que me llevó a escribir así este libro porque contrasta con la imagen que tenemos”. El autor escrutó todos los periódicos españoles publicados el 15 de abril para descubrir “la historia de Emilio, la del telegrafista Francisco Pàmies [muerto en Barcelona por una bala perdida en un tiroteo en la Casa de Correos], los disparos en Moaña [Pontevedra]… esas muertes fueron sacrificios por una causa colectiva. Yo no lo haría, pero la historia no avanzaría sin ellos. Muertes que también simbolizan la de la propia monarquía”.

Cerdà, ganador por este título que ahora se ha publicado del Segundo Premio de No Ficción Libros del Asteroide en febrero, sumó a su pasión por la historia una cuestión personal para sacarlo adelante. “Mi abuelo, de 97 años, tiene en su casa un retrato al óleo de su padre, fusilado en 1943, concejal republicano en Burjassot (Valencia). Tras la Guerra Civil fue detenido, estuvo cuatro años preso y lo fusilaron. Mi abuelo, que le llevaba comida, perdió a su padre con 17 años. Pienso que si no hubiera habido un 14 de abril, quizás mi abuelo no habría perdido a su padre, pero es una paradoja porque, a la vez, fue un día necesario, de esperanza e ilusión, para romper con el caciquismo, el oscurantismo…”.
 
Momento en el que la bandera republicana es izada en el Parlamento de Cataluña, el 14 de abril de 1931. Momento en el que la bandera republicana es izada en el Parlamento de Cataluña, el 14 de abril de 1931. EFE

A la vez, “hubo una ambición de los dirigentes republicanos, que se saltaron la legalidad”. “La República podía haber esperado para una transmisión del poder, y no fue así”. Con ello se refiere a la escena principal del drama, retratada en el libro. “Cuando a las dos del mediodía, Niceto Alcalá-Zamora [líder de los republicanos, que había sido dos veces ministro con el rey] y el conde de Romanones, ministro de Estado, se reúnen en la casa de Gregorio Marañón en Madrid. Ahí ya no hay marcha atrás, solo queda decir a qué hora y por dónde saldrá el rey de España. He podido reconstruir ese momento, cómo se saludaron, cómo se sentaron, porque Ortega y Gasset, entre otros, lo contaron”.

Previa a esa “rendición de Breda”, como la califica el autor, había acaecido otro hecho clave: el general Sanjurjo, jefe de la Guardia Civil, se pone del lado republicano para evitar que corra la sangre. “Esto significó que el rey estaba más solo que la una, un hecho acompañado del abandonismo de los monárquicos”.
Gobierno provisional de la República, en una imagen del 15 de abril de 1931: sentados, desde la izquierda: Francisco Largo Caballero (Trabajo), Santiago Casares Quiroga (Marina), Niceto Alcalá-Zamora (Presidencia) y Álvaro de Albornoz (Fomento). De pie, desde la izquierda: Indalecio Prieto (Hacienda), Luis Nicolau D´Olwer (Economía), Marcelino Domingo (Instrucción Pública y Bellas Artes), Miguel Maura y Gamazo (Gobernación), Manuel Azaña (Guerra), Alejandro Lerroux (Estado) y Fernando de los Ríos (Justicia). Gobierno provisional de la República, en una imagen del 15 de abril de 1931: sentados, desde la izquierda: Francisco Largo Caballero (Trabajo), Santiago Casares Quiroga (Marina), Niceto Alcalá-Zamora (Presidencia) y Álvaro de Albornoz (Fomento). De pie, desde la izquierda: Indalecio Prieto (Hacienda), Luis Nicolau D´Olwer (Economía), Marcelino Domingo (Instrucción Pública y Bellas Artes), Miguel Maura y Gamazo (Gobernación), Manuel Azaña (Guerra), Alejandro Lerroux (Estado) y Fernando de los Ríos (Justicia). Gobierno provisional de la República, en una imagen del 15 de abril de 1931: sentados, desde la izquierda: Francisco Largo Caballero (Trabajo), Santiago Casares Quiroga (Marina), Niceto Alcalá-Zamora (Presidencia) y Álvaro de Albornoz (Fomento). De pie, desde la izquierda: Indalecio Prieto (Hacienda), Luis Nicolau D´Olwer (Economía), Marcelino Domingo (Instrucción Pública y Bellas Artes), Miguel Maura y Gamazo (Gobernación), Manuel Azaña (Guerra), Alejandro Lerroux (Estado) y Fernando de los Ríos (Justicia). ARCHIVO DÍAZ CASARIEGO (EFE)

¿Pero hubo algún instante en que todo pudo echarse a perder? “Aquel día amaneció sin que nadie supiese lo que iba a suceder, pero a media mañana parecía irrefrenable. Fue fundamental esa primera bandera republicana en el Ayuntamiento de Éibar [Gipuzkoa], aún de madrugada. La monarquía, desequilibrada porque unos obreros elegidos en las elecciones llegan al pleno del Ayuntamiento, quitan el retrato del rey y proclaman la República”.

Sobre el armazón de este libro, “que tiene una mirada comprometida”, Cerdà descarta que haya plasmado algo que se pueda considerar ajeno a los hechos reales. “La clave siempre es que haya un documento que sustancie lo escrito”. Y pone como ejemplo el capítulo dedicado a la célebre actriz Margarita Xirgu: “Vi en la cartelera de un periódico de aquellos días que actuaba en el teatro Muñoz Seca, en Madrid. Vi cuál era la primera frase que decía en la obra. ¿Cómo iba vestida? Consulté el Centro de Documentación Teatral, que tiene fotos de la representación. Luego vi en la fundación con su legado una carta que había enviado ese día, en la que hablaba de un accidente casero que le produjo unas quemaduras en el brazo izquierdo...”.

Un método que ha necesitado dos años de documentación: cartas, dietarios, memorias, hemeroteca, cables diplomáticos… “El periodismo narrativo”, dice, que entronca con Manuel Chaves Nogales, Gay Talese, Ramón J. Sender y, más recientes, Svetlana Aleksiévich, Emmanuel Carrère o Éric Vuillard. Cerdà está convencido de que “hay una clara tendencia a seccionar la historia para contarla en píldoras pequeñas y transversales; un cruce de caminos entre el rigor del periodismo, la belleza de la literatura y la mirada ponderada de la historia”.

lunes, 23 de septiembre de 2024

II GUERRA MUNDIAL. De soldados republicanos a ‘Tommies’: la gran aventura de los españoles que lucharon en la II Guerra Mundial con uniforme británico



Rafael Ramos, a la izquierda, y Francisco Gerónimo, a la derecha, en Roma, junio de 1945.



Rafael Ramos, a la izquierda, y Francisco Gerónimo, a la derecha, en Roma, junio de 1945.COLECCIÓN FRANCISCO GERÓNIMO

Cientos de excombatientes del bando perdedor de la Guerra Civil pelearon contra los nazis alistados en el British Army. Un nuevo libro reconstruye su historia.

La noche del 26 al 27 de marzo de 1945, durante la II Guerra Mundial, en el marco de la operación Tómbola (que ya es nombre para una acción de comandos), un grupo de paracaidistas británicos de las fuerzas especiales, junto a partisanos italianos, atacó el cuartel general del correoso 51º Cuerpo de Montaña alemán instalado en dos villas (Villa Rossi y Villa Calvi) en Albinea, cerca de Módena, al norte de la Línea Gótica. La partida incluía un gaitero escocés que tocó Highland Laddie —imaginamos que una vez perdido el factor sorpresa— para enfatizar que se trataba de fuerzas británicas y evitar las represalias nazis sobre la población local. En aquella acción, digna de una novela de aventuras o filmes como Doce del patíbulo o Malditos bastardos, destacó por su valentía y fiereza un soldado del SAS (el Special Air Service, la legendaria unidad creada en el desierto líbico por David Stirling) que entró como una tromba en Villa Rossi, mató a seis oficiales alemanes en la escalera en espiral que llevaba a los pisos superiores y, al resultar herido uno de los mandos de la operación, su capitán, cargó con él y lo puso a salvo en medio de intenso fuego enemigo. 

Durante dos días, nuestro hombre y otro paracaidista transportaron a su oficial en una escalera de mano como improvisada camilla mientras las furiosas patrullas alemanas deseosas de venganza peinaban el área. El soldado fue condecorado con la Medalla Militar (Military Medal) del ejército británico y en la citación se destaca que “mostró notable valor durante y después del ataque”. También que “su inteligencia e iniciativa en un país extranjero 30 millas tras las líneas enemigas reflejaron una devoción al deber merecedora del mayor elogio, y resultaron en preservar la vida de un valioso oficial británico”. Ese soldado ejemplar se llamaba Rafael Ramos Masens, y era catalán.


Ex combatiente republicano, Ramos Masens había nacido en Barcelona en 1919 y tras luchar en la Batalla del Ebro, caer prisionero, escapar, alistarse en la Legión Extranjera francesa y verse obligado a realizar trabajos forzados en Marruecos al firmarse el armisticio de 1940 tras la derrota de Francia, volvió a alistarse, esta vez en el Ejército británico, en el SAS, después de los desembarcos Aliados en el Norte de África.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Una tarea difícil


Ha comenzado el curso escolar y quiero, desde este pequeño rincón, enviar a los profesores y a las profesoras un mensaje de admiración, de gratitud y de afecto. La tarea que realizan, tantas veces subestimada por la sociedad, por los medios de comunicación, por algunos políticos, por muchas familias y, a veces, por ellos mismos es, a mi juicio, la más hermosa, importante y difícil que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con la mente y el corazón de los niños, de las niñas y de los jóvenes. Trataré de explicar por qué es difícil la tarea que realiza el profesor.

Vuelta a las aula en el primer día de colegio, tras las vacaciones de verano en el CEIP García Lorca Porque, inmerso en la cultura neoliberal donde prevalecen el individualismo, la competitividad, el eficientismo, la privatización de bienes y servicios, el olvido de los favorecidos, el relativismo moral, el consumo obsesivo, la hipertrofia de la imagen, la reificación del conocimiento…, el profesor se dedica a cultivar la solidaridad, el saber, el respeto, la dignidad y la compasión con los más débiles.

Porque trabaja en un contexto adverso proponiendo modelos por la vía de la argumentación que otros combaten con modelos presentados por la vía de la seducción.

Porque desarrolla una tarea que consiste en hacer amar el conocimiento en una sociedad obsesionada con el dinero, el poder, el placer y la fama.

Porque la presión social es cada día mayor, esperándose de él y exigiéndole incluso, que responda a todas las necesidades de formación: para la paz, para el consumo, para la imagen, para la seguridad vial, para la convivencia, para la era digital, para la sexualidad, para la muerte, para el medio ambiente, para los valores…Con parecida formación y por el mismo sueldo.

Porque frente a especuladores, demagogos, mercaderes y tiranos, el educador está del lado de la verdad, del amor y de la libertad.

Porque los educandos tienen distractores muy potentes en las redes, en la calle, en las discotecs, en las drogas, en el alcohol, en la delincuencia…

Porque su tarea es enormemente paradójica, ya que consiste en ayudar a que otros aprendan por sí mismos a pensar y a convivir, a que sean aprendices crónicos y autónomos. Dice Holderlin que los educadores forman a sus educandos como los océanos forman a los continentes: retirándose. Lo que le dice el educando al educador es: “ayúdame a hacerlo solo”.

Porque en la sociedad de la información, en la que todo el mundo sabe que quien tiene información tiene poder, el educador se dedica a compartir generosamente el conocimiento que posee.

Porque los educadores y educadoras trabajan en instituciones cada día más complejas en las que existe disputa ideológica, presión social, regulación asfixiante y condiciones deficientes.

Porque en educación pocas veces sucede que si A, entonces B. Lo que sucede es que si A, entonces B, quizás. Más aun si se tiene en cuenta que hay dos tipos de alumnos y de alumnas en el sistema educativo: los inclasificables y los de difícil clasificación.

Porque cada curso va sumando un año al docente mientras sus alumnos y alumnas se mantienen en la misma edad que siempre han tenido, debiendo superar desajustes generacionales retadores.

Porque cada año, después de aprender a querer a sus alumnos y a ser querido por ellos, debe separarse de todos para empezar de nuevo el proceso de la conquista afectiva de otro grupo diferente.

Porque los conocimientos se multiplican vertiginosamente y el profesor tiene el deber de estar al día e, incluso, en el día de mañana.

Porque, a veces, tiene que tratar de enseñar a quienes de ninguna manera desean aprender ni dejar, a cualquier precio, que otros aprendan.

Porque, en la era digital, tiene que tener en cuenta que el conocimiento está fragmentado y disperso en múltiples sitios. Y, además, obliga a detectar las adulteraciones que producen los intereses económicos, políticos y religiosos.

Porque algunas familias entienden que el deber del educador o la educadora es hacer toda la tarea que ellas no pueden, o no saben, o no quieren hacer en las casas.

Porque algunos padres y madres han perdido el rumbo y se han convertido en jueces, policías, espías o verdugos de los educadores.

Porque es muy fácil equivocarse al decidir qué es el bien de los demás, si no se cuenta los interesados, como demuestra esta historia.

Se cuenta que una señora argentina va a comprar dos pasajes de primera clase para un viaje de Buenos Aires a Madrid. En el transcurso de la conversación el empleado de la agencia se dio cuenta de que el acompañante de la señora era un mono. La compañía se opuso a que viajase en el avión un mono y no aceptó el argumento de la mujer de que si ella pagaba podía decidir con quién viajar, a dónde y cómo. Aun así la señora, que tenía mucha influencia, consiguió gracias a la recomendación de un directivo de la compañía, que se aceptase que el mono pudiera viajar en una caja especial cubierta con una lona, en la zona de azafatas del avión, en lugar de hacerlo en la bodega del avión con los equipajes facturados.

De mala gana la mujer aceptó, de modo que llegó al avión con una jaula cubierta por una lona que llevaba el nombre bordado de Federico. Ella misma se ocupó de que quedara bien instalada y se despidió del mono tocando la lona y diciendo:

– Pronto estaremos en tu tierra, Federico, tal y como le prometí a mi marido Joaquín.

A mitad del largo viaje una azafata tuvo la ocurrencia de dar un plátano y agua al mono y, al levantar la lona, se dio cuenta de que el animal estaba muerto, tendido en el suelo de la jaula. Rápidamente avisó a los compañeros quienes, consternados, sabiendo las elevadas influencias de la señora, llamaron a la base para explicar el suceso y pedir instrucciones. Se les dice que es preciso que la señora no se dé cuenta de nada, ya que sus puestos de trabajo peligrarían.

– Tenemos una idea, –les dicen– haced una foto del mono y enviadla por fax al aeropuerto de Barajas y nosotros daremos instrucciones para reemplazar al simio por otro idéntico tan pronto como aterricéis.

El personal lo hizo al pie de la letra. Al llegar a Madrid tuvo lugar la sustitución. Compararon la foto del mono con el sustituto y después de algunos retoques dejaron al simio dentro de la jaula y se llevaron el cadáver de Federico. Al bajar del avión la señora reclamó impaciente la jaula al sobrecargo.

– Aquí tiene el mono, señora.

Ay, Federico, finalmente estamos en tu tierra…, dice la mujer levantando la lona. Y añade, estupefacta:

Pero…¡si éste no es Federico!

¿Cómo que no es Federico? ¿No ve, señora, que es su mono?

De ninguna manera, éste no es mi mono.

Señora, todos los monos son iguales. ¿Cómo sabe que no es Federico? Lo que metió en la jaula en Buenos Aires es lo que ha llegado a Madrid.

Muy sencillo, porque Federico… estaba muerto y lo traía para enterrarlo en su tierra como le prometí a mi marido.

¿Qué había sucedido? Habían decidido por la señora qué era su bien. Interpretaron equivocadamente que ella desearía tener un mono vivo en lugar de tener a su mono Federico.

Escribe Manuel Rivas: “Mucha gente todavía considera que los maestros de hoy viven como marqueses y que se quejan de vicio, quizá por la idea de que trabajar para el Estado es una especie de bicoca perfecta. Pero si a mí me dan a escoger entre una expedición “Al filo de lo imposible” y un jardín de infancia, lo tengo claro. Me voy al Everest por el lado más duro. Ser enseñante no solamente requiere una cualificación académica. Un buen profesor o maestro tiene que tener el carisma del Presidente del Gobierno, lo que ciertamente está a su alcance; la autoridad de un conserje, lo que ya resulta más difícil y las habilidades combinadas de un psicólogo, un payaso, un disc jockey, un pinche de cocina, un puericultor, un maestro budista y un comandante de la Kfor. Conozco a una profesora que sólo desarmó a sus alumnos cuando demostró tener unos conocimientos futbolísticos inusuales, lo que le permitió abordar con éxito la evolución de las especies”.

Mi admiración, mi afecto y mi gratitud a los profesionales de la educación que, cada día, humildemente, dedican su vida a esta tarea que, además de difícil, es hermosa e importante.

El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra. 

sábado, 21 de septiembre de 2024

_- Demasiado ricos y egoístas para que el mundo vaya bien

_- La confederación de organizaciones no gubernamentales Oxfam Internacional acaba de publicar otro informe demoledor sobre la concentración de la riqueza en el mundo que, además, pone de relieve la injusticia que lleva consigo y el profundo egoísmo de los sujetos más ricos del planeta.

Según las estimaciones de Oxfam, el tipo impositivo máximo del impuesto sobre la renta de las personas físicas más ricas de la Unión Europea cayó del 44,8 al 37,9 por ciento, entre 2020 y 2023, y el pagado por las mayores corporaciones del 32,1 al 21,2 por ciento.

Por el contrario, los tipos que principalmente recaen sobre la gente común han aumentado: del 33,3 al 34,8 por ciento el del trabajo y del 17,7 al 18,7 por ciento el que recae sobre el consumo.

Los impuestos sobre el trabajo proporcionaron 3,23 billones de euros, tres veces más que los que proporcionan los impuestos sobre ganancias del capital (1,03 billones) y casi nueve veces más que los establecidos sobre el capital social (374.000 millones).

Eso quiere decir que la política impositiva europea, en lugar de mejorar la distribución de la renta, la empeora. Algo que es muy grave porque la concentración del ingreso y la desigualdad son ya de por sí muy elevadas.

Según Oxfam, el 1% de la población más rica de la Unión Europea acumulaba el 25% de la riqueza. Una concentración extraordinaria que no sólo se da en Europa.

La misma organización ha mostrado en otro informe que en los 20 países más ricos que conforman el llamado G-20, solamente 8 céntimos de cada dólar recaudado por impuestos provienen de los que gravan la riqueza.

Mientras que la proporción de la renta nacional que se destina al 1% de los que más ganan en los países del G20 ha aumentado un 45% en los últimos 40 años, la tasa impositiva máxima que se aplica a sus ingresos ha bajado del 60% en 1980 al 40% en 2022.

No es de extrañar, así, que el aumento en la última década del patrimonio medio neto del 1% más rico del mundo (400.000 dólares) sea 1.200 veces mayor que el de la mitad de la población más pobre (335 dólares), según los informes de Oxfam.

Esta organización estima que un impuesto sobre la riqueza del 5% para los multimillonarios y billonarios del G20 podría recaudar casi 1,5 billones de dólares al año. Con esa cantidad se podría acabar con el hambre mundial que provoca más de 20.000 muertes cada día del año, ayudar a los países de ingresos bajos y medios a adaptarse al cambio climático y empezar a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Aun así, sobrarían más de 500.000 millones de dólares para que los países ricos invirtieran en servicios públicos que eliminen la desigualdad y los efectos del cambio climático.

Nos dicen constantemente que no hay recursos, que no hay dinero suficiente y es mentira. Lo que sucede es que sobra egoísmo y avaricia, y que un puñado de seres auténticamente inhumanos no tiene otro objetivo que ganar dinero sin cesar y sin pararse a considerar los efectos que su comportamiento tiene sobre el resto de la humanidad y sobre la naturaleza.

Todo lo anterior no sólo provoca un problema económico, sino también político y social.

Acumular riqueza de ese modo tan brutal y exagerado es incompatible con la democracia porque el enriquecimiento de unos se hace inevitablemente a costa de otros.

La fortuna de las cinco personas más ricas del mundo viene aumentando a un ritmo de 14 millones de dólares por hora, desde 2020, más de 122.000 millones cada año, justo cuando 5.000 millones de personas de todo el mundo se han empobrecido.

No puede ser de otro modo. El enriquecimiento de unos se hace a costa de los otros y, cuando ese proceso no tiene límites y produce tantos efectos desastrosos y tanta frustración e insatisfacción, no se puede dejar que sean libres y tomen decisiones por sí mismos y democráticas los seres que los padecen.

La desigualdad tan exagerada y su crecimiento sin freno en todo el planeta es la auténtica razón del deterioro de la democracia, lo que explica que se difunda constantemente el odio y se genere artificialmente el enfrentamiento y la polarización, para que así resulte imposible la deliberación y el entendimiento entre las personas. O acabamos con la concentración tan extrema de la riqueza y del poder de decisión y se pone coto a la avaricia antidemocrática de los ultrarricos que dominan el mundo, o acabarán destruyendo la civilización. El desequilibrio y sus consecuencias ya no se pueden disimular y comienzan a ser insostenibles.

Fuente: 

viernes, 20 de septiembre de 2024

_- Ensayo de Theodor W. Adorno. El poder de la argumentación

_- El poder de la Argumentación

Este domingo les recomendamos un ensayo de Theodor W. Adorno, que suele no ser tomado en cuenta por lo poco difundido que se encuentra en castellano. Texto que pareciera recorrer de forma inconsciente el arte que tan elegante y elevadamente practicó Walter Benjamin (explorar lo universal y profundo, desde lo en apariencia cotidiano y anodino). 

Nos referimos a:«El ensayo como forma» Adorno dixit: «En Alemania, el ensayo incita al desperdicio porque reclama una libertad de espíritu que - desde el fracaso de una Ilustración que desde los días de Leibniz no ha pasado tibia hasta hoy- ni tan solo bajo las condiciones de una libertad formal, no se ha desplegado verdaderamente, sino que siempre ha estado dispuesta a proclamar el sometimiento a cualquier instancia como si eso fuese su propio deseo. El ensayo, sin embargo, no permite que le prescriban sus atribuciones. En lugar de reportar un rendimiento científico o de crear alguna cosa artística, el ensayo - aun cuando se esfuerza-refleja el ocio de la infancia que sin escrúpulos se apasiona con aquello que otros ya han hecho. En lugar de seguir el modelo de la moral ilimitada del trabajo y presentarnos el espíritu como una creación de la nada, el ensayo refleja lo que amamos y lo que odiamos. El juego y la felicidad le son esenciales. 

El ensayo no comienza cada vez con Adán y Eva, sino con aquello de lo que quiere hablar; dice lo que se le muestra y lo que comprende, se interrumpe cuando siente que ha llegado al final y no cuando ya no queda nada para decir: de esta manera se le sitúa entre las locuras. Ni construye sus conceptos a partir de un principio, ni redondea constituyendo un final. Sus interpretaciones no son filología dura y sensata, sino, en principio, sobreinterpretaciones según el veredicto automatizado de aquel entendimiento alerta que, como un alguacil, se pone al servicio de la estupidez y en contra del espíritu. El esfuerzo que hace el sujeto para descubrir la objetividad que se esconde detrás de la fachada, se estigmatiza como inútil: finalmente por miedo a la negatividad en general. Se dice que todo es mucho más sencillo. A aquel que interpreta - en lugar de tomar lo que encuentra y clasificarlo- se le atribuye la mirada de una inteligencia débil, mal encaminada y llena de preocupaciones que ve cosas interpretables allí donde no hay nada.

Hombre de acción u hombre que no coloca los pies en la tierra: esta es la alternativa. Sin embargo, en cuanto nos hemos dejado aterrorizar por la prohibición de querer ir más allá de lo que se ha querido decir sobre el terreno, ya estamos complaciendo la falsa intención que los hombres y las cosas tienen por ellos mismos. Entonces, comprender no es nada más que poner al descubierto, como quien pela una fruta, aquello que el autor en cada ocasión ha querido decir o, a lo más, las emociones psicológicas individuales que los fenómenos nos indican. Sin embargo, como con mucho trabajo se puede entrever lo que, en cada ocasión, uno se ha imaginado o ha sentido, con esta clase de conocimientos no ganaríamos nada esencial».

¡Gran domingo para todas y todos!

Enlace al texto: http://espectros.com.ar/.../El-ensayo-como-forma_Theodor..

jueves, 19 de septiembre de 2024

Jesús Rogero y Daniel Turienzo, expertos en Educación: “La escuela en España nunca estuvo mejor”.

Desde la supuesta superioridad de la escuela privada frente a la pública hasta el mito de que el esfuerzo personal determina el éxito del alumnado, pasando por la caída del nivel que no respaldan los datos, los dos expertos desmontan en su libro 'Educafakes' “mentiras o medias verdades” asentadas en la sociedad.

— ¿La meritocracia son los padres? Cómo el sistema educativo falla a las clases bajas frente a las altas

En una época de bulos, desinformación y medias verdades, Jesús Rogero y Daniel Turienzo se han embarcado en la casi utópica tarea de argumentar. De intentar desmontar mitos educativos, cuestiones más o menos asentadas en el imaginario público –o en parte de él al menos– sobre la escuela que sin embargo no tienen respaldo en los datos o la realidad. En Educafakes (Capitán Swing), Rogero –profesor de Sociología de la Universidad Autónoma– y Turienzo –maestro y también profesor en la Universidad Camilo José Cela– abordan 50 “mentiras o medias verdades sobre la educación española”: desde la supuesta superioridad de la escuela privada frente a la pública hasta el mito de que el esfuerzo personal determina el éxito del alumnado, pasando por la caída del nivel que no respaldan los datos o el imposible de que la escuela no tenga ideología.

Los alumnos de la privada llegan 'dopados' a la Selectividad: sus sobresalientes del Bachillerato ceban la nota final

Rogero y Turienzo desmontan ideas establecidas, ponen datos sobre la mesa, intentan argumentar y ofrecer información. Lo hacen, explican, porque al final estas ideas “tienen efecto en la realidad educativa, en la vivencia del sistema educativo por parte de docentes, de familias y de alumnado, y también en el diseño de políticas educativas, en cuáles son las prioridades en esta materia”. También, subrayan, porque hay muchos intereses “políticos, económicos o religiosos” detrás de estas ideas, como el que tiene la escuela concertada en asociarse con el concepto de “libertad”.

El libro está escrito a modo de manual, para consultar cada mito de manera individual. Se articula en seis bloques: nivel educativo y exigencia; esfuerzo y talento; financiación de la educación; separación del alumnado y segregación; libertad en la educación; y política educativa. Pese a que Rogero y Turienzo quieren “abrir debates”, son conscientes de que el nivel de enconamiento de la conversación pública es tal que será difícil convencer a nadie por muchos datos que se aporten.

¿Cuál es el objetivo final de difundir este tipo de ideas?

Jesús Rogero: Hay una multiplicidad de intereses. No hay, creo, una conspiración perfectamente organizada para transmitir equis ideas. Pero sí hay ideas que interesan a determinados sectores. Por ejemplo, el tema de asociar la idea de libertad educativa con la posibilidad de elegir un centro privado subvencionado con fondos públicos. Evidentemente hay intereses económicos y políticos detrás, hay un status quo de una escuela privada concertada a la que interesa esa asociación de ideas.

Daniel Turienzo: Hay una diferencia entre los mitos. Hay algunos que ni siquiera son propios de España. Por ejemplo, el famoso de la caída del nivel educativo. Es un debate que se ha tenido en Francia, en Inglaterra, en Estados Unidos. Hay otros que ni siquiera son de nuestro momento histórico. Son universales, como que la generación que llega es peor que las precedentes. No sabemos muy bien por qué se asientan, pero sí que hay algunos que tienen un objetivo determinado.

Que la educación deba estar desligada de la ideología es falaz y esconde intereses. Las leyes educativas y el sistema tienen un sentido ideológico. Durante el régimen franquista los objetivos del sistema educativo partían de una ideología autoritaria, patriarcal, etcétera. En la época democrática, en todas las leyes hay unos principios y valores comunes que enseñar al alumnado

En España, por ejemplo, en un momento en que era muy frecuente encontrar artículos que, salvo a las desigualdades estructurales, le echaban la culpa de los males del sistema educativo a todo, a la formación de los docentes, a la actuación de las familias. No podemos decir que sea orquestado, pero se veía cómo reiterativamente se buscaban las causas en las ideas más peregrinas antes que en los problemas estructurales: la inversión, los recursos.

Vamos a abordar algunos de estos mitos que aparecen en el libro. Pero antes, ¿cuál es su favorito? O el que les parece más sangrante. Los que abordan lo relativo al esfuerzo y el mérito, el de la segregación en el aula o el de las ratios son de los más largos en el libro. ¿Los consideran más importantes?

Jesús Rogero: No es tanto porque sean más importantes, sino porque son más complejos. No es fácil elegir un un fake. Hay uno clásico que dice que los resultados académicos dependen del esfuerzo y del talento individual. No es específico de España, es compartido universalmente. Pero hay elementos coyunturales de una realidad socioeconómica, una estructura económica del territorio y otros muchísimos factores que influyen más allá del esfuerzo, como el origen familiar.

En el libro hablamos de hasta qué punto influye esto. Más allá de lo que el estudiante pueda esforzarse, mostramos cómo con el mismo esfuerzo, y capacidades cognitivas –lo que comúnmente llamamos inteligencia–, en diferentes contextos socioeconómicos los estudiantes logran resultados muy diferentes. La investigación se ha encargado repetidamente de demostrar el peso de ese origen socioeconómico en los resultados académicos. Ese sería uno de los de los más importantes. A nosotros nos gustaría abrir ese debate, porque se habla mucho de la cultura del esfuerzo, de la exigencia, pero creemos que es fundamental asentar esto antes de ver cómo abordamos la realidad educativa.

Daniel Turienzo: Ese mito es muy importante porque tiene repercusiones en otros. Por ejemplo, los que hablan de las diferencias entre la escuela pública y la escuela concertada, que tienen mucho que ver con el origen de los estudiantes. O cuando hablamos de las diferencias entre nativo e inmigrante y obviamos las diferencias socioeconómicas. Ese mito es tan importante porque es fundacional. Hay algunos mitos que son más auxiliares, pero este es central. A mí me gusta mucho el de que la juventud actual es más inculta e incapaz que las generaciones anteriores. Me gusta porque es un mito muy reiterativo, nos lo encontramos generación a generación y siempre los padres lo han dicho de los hijos.

Jesús Rogero: Otro más: nos parece importante esta idea [que se vende] de [que hay que] separar ideología y educación, que la educación debe estar desligada de la ideología. Sencillamente es imposible. El sistema educativo está diseñado con un propósito ideológico y los fines de las leyes educativas y del propio sistema tienen un sentido ideológico.

"Podemos elegir cualquier indicador: abandono educativo temprano, repetición, tasa de graduación, tasa de promoción. No hay ninguno que nos permita decir que la escuela antes era mejor. ¿Cuándo era mejor? Reto a cualquiera que me lo diga."

Durante el régimen franquista los objetivos del sistema educativo eran unos y partían de una ideología concreta, autoritaria, patriarcal, etcétera. En la época democrática, en todas y cada una de las leyes hay una serie de principios y valores comunes que son también ideológicos y que el sistema educativo debe encargarse de proveer y difundir y enseñar al alumnado. Que la educación debe estar al margen de la ideología es una idea falaz que en ocasiones esconde intereses.

Hay mucha gente, incluidos profesores, diciendo que el nivel ha bajado y que la educación es hoy peor que ayer. ¿Por qué es falso?

Daniel Turienzo: Ya a nivel de medios y recursos la escuela es mejor. Tenemos más medios que en otros momentos de la historia. Y lo que es para mí más importante son los indicadores que manejamos, sean del tipo que sean. Esto es rotundo: la inmensa mayoría nos dice que la escuela nunca estuvo mejor. Podemos elegir cualquier indicador: abandono educativo temprano, repetición, tasa de graduación, tasa de promoción. No tenemos ninguno que nos permita decir que antes era mejor. Y, sobre todo, es difícil elegir el momento histórico que era mejor.

Yo reto a cualquiera que me diga: 'No, mira, la educación buena era la de 1996'. Pero si miramos cualquier indicador de esa época, la realidad es que las cosas van mejor hoy. Hemos conseguido que la escuela sea una escuela de masas, una escuela más inclusiva. Reconociendo las necesidades y todo el margen de mejora que hay, que es mucho, no podemos decir que hubiera un momento en el que la educación, de manera rotunda, categórica y en todo su esplendor, fuera mejor que ahora.

Otros dos, no directamente relacionados entre sí pero sí con una lógica similar, son que, a partir de cierto punto, ni subir la inversión ni bajar las ratios tiene un gran efecto en cuanto a resultados. ¿Por qué son falsos?

Jesús Rogero: Este es de los que más daño han hecho. Son mitos que van de la mano. Decir que a partir de un umbral la inversión ya no es significativa en cuanto a su impacto en el aprendizaje y que las ratios en realidad tampoco es como decir que aumentar la inversión o reducir las ratios no son medidas tan necesarias. Hay que matizar. En el libro aportamos argumentos y datos para fundamentar que son dos elementos importantísimos para la mejora educativa, y más en el caso español, que todavía tiene margen de mejora en financiación, particularmente en algunas regiones como la Comunidad de Madrid o Catalunya. Con las ratios es verdad que generalizar dificulta mucho el debate, ahí sí que conviene entrar al detalle de dónde es mejor reducir las ratios, pero es evidente, con la investigación en la mano, que es una medida altamente eficaz y necesaria si se hace con sentido.

Daniel Turienzo: Nosotros intentamos complejizar el debate, sobre todo con las ratios. No es lo mismo reducir dos alumnos en todas las aulas que reducir diez alumnos en un aula masificada. Queremos ese debate: cómo lo hacemos, cómo es más eficaz, más eficiente, cuáles son sus posibilidades. Nosotros, de hecho, apostamos abiertamente por reducir en aquellos sitios donde hay más necesidades o en las realidades más complejas, más que un descenso generalizado.

Otra idea que generó mucha controversia en su momento fue cuando la exministra Isabel Celaá dijo que los niños no son de los padres y fue muy criticada. ¿Por qué dicen que tenía razón?

Jesús Rogero: Es un tema muy espinoso y donde hay muchos equívocos interesados. Los niños y las niñas tienen derechos independientemente de en qué familia vivan y tienen derecho a la educación, y el derecho a la educación tiene un contenido, no abstracto. Y el Estado tiene el deber de garantizarlo. Eso es lo que pretendía decir Celaá. Pero el titular era que los niños no son de los padres y se montó el lío. Las familias no pueden impedir que esos niños y niñas ejerzan ese derecho. Pero es un tema controvertido y se está utilizando estos últimos años políticamente de una manera bastante peligrosa.

Daniel Turienzo: Esta idea de que el menor es el sujeto de derecho no es nuestra ni de la ministra viene recogida ya en la Carta de Derechos del Niño. Esos valores en los que tenemos que socializar al niño recaen sobre el menor, no sobre las familias. El niño tiene derecho a ser educado en la justicia, en la igualdad, en la democracia, en toda una serie de principios a los que la familia no puede voluntariamente renunciar.

Un debate muy presente respecto a los bulos o fakes es hasta dónde hay que ir para desmentirlos. Porque se generan a una gran velocidad y a veces nos pasamos el día corriendo detrás a desmontarlos, pero según terminas con uno aparece otro y se acaban quedando ahí, es imposible apagar todos los fuegos.

Daniel Turienzo: Lo que pasa es que algunos están vinculados entre sí y otros se reproducen mucho. No sabemos cuál es el interés o por qué pasa. Pero uno de los elementos que vemos en muchas publicaciones, que es como un argumento circular que siempre se repite, es la idea de que ante un problema social la educación lo tiene que resolver. Reducimos la educación a la educación escolar, obviando toda la obligación que tiene la sociedad en la educación de las nuevas generaciones. Y encomendamos eso a los docentes.

El razonamiento es perfecto: el problema de que exista acceso al porno en niños menores de siete años es que los docentes no están suficientemente preparados o es la escuela. ¿El problema de la evasión fiscal? Eso se se resuelve a través de la educación. Al final depositamos en la escuela demasiadas expectativas, y además son exponenciales, porque los problemas sociales se generan continuamente. Y esto lleva a que muchas personas, cuando les preguntan por el sistema educativo, dicen que la educación española no es muy buena, porque al final yo veo continuamente que hay un montón de problemas y me dicen que la educación no es capaz de resolverlos.

Jesús Rogero: Hay otro, que también es como forma parte de casi el sentido común de la de la ciudadanía en general, que es que la educación privada concertada es más exigente que la pública. Nos interesaba recuperar este tipo de mitos o ideas preconcebidas y decir, ¿esto es así? Vamos a verlo, ¿no?

Ya que saca el tema, no me lo deje colgando. ¿Cuál es la respuesta a esa afirmación?

Jesús Rogero: Hay que ver cómo traducimos esa idea de exigencia en datos. ¿Con exigencia nos referimos a que es más difícil superar un curso? ¿A que hay más distancia entre las notas que ponen en bachillerato esos centros y una evaluación ciega como es la prueba de acceso a la universidad? ¿O la exigencia es la cantidad de deberes que se mandan para casa? Nosotros analizamos estos tres indicadores y vemos que en ninguno de ellos [la escuela privada] es más; de hecho parece que al revés. Aquí tenemos datos para comprobar esta idea y vemos que no es así. Si alguien ofrece mejores datos y argumentos, estaremos encantados de escucharlos.

El de la jornada continua o partida es un debate complejo que de manera interesada se polariza. Pero hay que escuchar todos los agentes implicados y superar ese debate dicotómico para intentar analizar en su conjunto los horarios escolares, las jornadas laborales, los derechos del menor, las actividades extraescolares, el tiempo de comedor, el número de calorías que se ingieren en el comedor, la pausa de comedor, la hora de inicio en secundaria, el número de horas lectivas...

Han dicho que su objetivo es, en parte al menos, abrir debates. Pero el debate educativo público es, en general, de trazo muy grueso.

Daniel Turienzo: Se vuelven dicotómicos: jornada continua o jornada partida, reducimos ratios o no. Pero creemos que la riqueza y el objetivo de este libro no es hacer la Biblia de las políticas públicas, es abrir esos debates.

Menciona el debate sobre la jornada partida o contínua, que se ha quedado fuera del libro pese a ser uno de los temas más polémicos, al menos entre familias y profesorado. ¿Por qué?

Daniel Turienzo: Es un tema que hemos abordado otras veces en artículos. Hay que escuchar todos los agentes implicados y superar ese debate dicotómico de continua o partida para intentar analizar en su conjunto los horarios escolares, haciendo alusión a las jornadas, los horarios laborales, los derechos del menor, las actividades extraescolares, el tiempo de comedor, el número de calorías que se ingieren en el comedor, la pausa de comedor, la hora de inicio en secundaria, el número de horas lectivas... Es un debate muy complejo que de manera interesada por parte de todos los actores, se suele polarizar.


¿Hay más interés social por la Educación en los últimos años? No sé si es deformación profesional, pero yo veo mucho debate público.

Jesús Rogero: Me da la sensación de que hay interés por el mundo educativo, pero hay ciertos bloques cada vez más inmóviles en determinados planteamientos. Cada vez es más difícil hablar de forma sosegada y argumentada sobre educación. Y esto es un problema y es una motivación por la que Dani y yo escribimos este libro, para abrir debates, para seguir reflexionando sobre educación. Hay gente que te dice si merece la pena el esfuerzo de escribir este libro con la polarización que hay. Nosotros estamos convencidos de que precisamente por eso hay que abrir canales de comunicación y debate. Las posturas cada vez son más enconadas y pueden bloquear un debate que sigue siendo muy necesario.

El que está firmemente convencido de algo, dada la polarización, es difícil que esté abierto a escuchar nuevos argumentos. Pero hay temas que se obvian en el debate, se dan por sentados y eso hace que todos juguemos en ese marco. Un marco que a lo mejor se basa en una creencia que es incierta. Ahí tenemos margen de mejora

Da la sensación de que es muy a menudo es un diálogo de sordos. ¿Aspiran realmente a convencer a alguien con argumentos?

Daniel Turienzo: Va a ser difícil convencer a muchos. El que está firmemente convencido de algo, dada la polarización, es más difícil que esté abierto a escuchar nuevos argumentos. Pero sí creo que abrimos algunos temas que no se debaten frecuentemente. El hecho de que algunos asuntos se obvien en el debate, se dé la realidad por sentada, hace que todos juguemos en ese marco. Un marco que a lo mejor se basa en una creencia que es incierta. Ahí es donde tenemos margen de mejora, sobre todo en aquellos mitos de los que no se habla.

El debate está tan enconado, es tan tenso en ocasiones, que se critica a todo el que opina solo por ser quien es. A los profesores de universidad porque no han pisado un aula. A los profesores porque solo hablan desde su experiencia personal. Ustedes vienen cada uno de un bando, si se me permite la expresión. Un maestro y un profesor de universidad. ¿Qué está pasando entre los expertos?

Jesús Rogero: En el libro abordamos el papel de los expertos. Hay mucha crítica cuando alguien que no está directamente en la realidad cotidiana del aula vierte una opinión o plantea que hay que hacer cierta política pública. Esa visión de economistas, politólogos, sociólogos, pedagogos, etcétera., y desde la investigación educativa académica, es una perspectiva muy necesaria en el debate educativo, pero no puede ser la única. Es fundamental que cuando decidimos qué política educativa vamos a desarrollar estén las voces de todos los actores: familias, docentes, alumnado –que muchas veces se nos olvida– y también expertos en educación. Y luego entramos a los argumentos, los datos, etcétera. Pero es preocupante que por el hecho de que una opinión o un planteamiento proceda de determinadas personas no se tengan en cuenta.

Daniel Turienzo: Es triste, pero muchas veces se niega al otro. Igual que en ocasiones se niega la capacidad del experto para aportar, se niega la capacidad de los docentes no universitarios para ser expertos. Se produce la paradoja de que quienes ejecutan un trabajo no son percibidos como agentes intelectuales válidos para opinar sobre ello. Es necesario avanzar en ese sentido, crear grupos de investigación conjuntos, considerar a los docentes como parte básica de la investigación, valorar los aportes que se hacen desde la academia y ser capaces de incorporarlos al día a día de la docencia.