Mostrando entradas con la etiqueta Israel. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Israel. Mostrar todas las entradas

domingo, 21 de abril de 2024

¿Por qué no se castiga a Israel y sí a Cuba?

Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus

Algunos creen y a otros les gusta proclamar que la política internacional se basa en valores y buenas intenciones. El trato que reciben Israel y Cuba destruye completamente esa creencia.

¿Dónde está la lógica? Cuba, un país que no hace daño a nadie y envía más médicos a todo el mundo que la Organización Mundial de la Salud, ha sido duramente sancionado durante más de 60 años.

En cambio, el Estado de apartheid de Israel está perpetrando un genocidio ante nuestros ojos y, sin embargo, no se le impone sanción económica ninguna. Al contrario, recibe miles de millones de dólares en ayuda y muchísimo armamento pesado para poder efectuar esas masacres.

¿Cuáles son las razones de este doble escándalo?

Castigar los ejemplos

A pesar de su carácter ilegal, el bloqueo económico, comercial y financiero de Cuba ha sido el eje central de la política estadounidense respecto a la isla desde la victoria de la revolución en 1959. Esta política es lo que Chomsky describe como «la obsesión histérica de Washington por aplastar a Cuba».


Hay varias razones para esta obsesión. A finales del siglo XIX Cuba se incorporó como neocolonia a Estados Unidos, que desde entonces controló partes importantes de la economía cubana y no quería perder ese control.

Pero, sobre todo, era inaceptable que un país situado a apenas 180 km de Estados Unidos tomara un rumbo progresista. Además, esto podría animar a otros países a seguir su ejemplo. Por tanto, había que cortar de raíz esta revolución.

Según un memorándum de 1960 del Ministerio de Relaciones Exteriores, «se debían utilizar inmediatamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba.» El objetivo era «reducir los salarios, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno».

Poco después la administración Eisenhower impuso un embargo que más tarde se convertiría en un bloqueo económico (además de presionar a terceros países para que cesaran sus relaciones económicas con Cuba). El primer objetivo de las sanciones económicas era acabar con la revolución y, si eso fracasaba, dañar al país todo lo posible para que el socialismo cubano no fuera un ejemplo para otros países.

Y ese ejemplo no solo se aplica a América Latina, sino también al propio Estados Unidos. Una cuarta parte de los ciudadanos estadounidenses afirma que él o un miembro de su familia pospone el tratamiento de una enfermedad grave debido al coste. Estudiar está reservado solo a los más pudientes o a los estudiantes dispuestos a endeudarse mucho.

En Cuba esas situaciones son impensables; allí, estar enfermo o estudiar no son un lujo. El poder adquisitivo es mucho menor que en Estados Unidos, pero la sanidad y la educación son gratuitas. Un negro residente en Estados Unidos muere de media seis años antes que un cubano (1) y la mortalidad infantil en Cuba es inferior a la del «país de la libertad».

Por ensayo y error, Cuba ha logrado construir un proyecto de sociedad diferente que no se centra en el beneficio, sino en el desarrollo social, intelectual y cultural de su pueblo. A pesar de las severas sanciones económicas, Cuba se sitúa en torno a la media de la OCDE, el club de los países ricos, en términos de esperanza de vida, mortalidad infantil, niveles de educación, etc.

Cuba alcanza esa elevada puntuación social con una renta per cápita ocho veces inferior a la de Estados Unidos. Si Cuba es capaz de lograr tanto con tan pocos recursos y a pesar del bloqueo, ¿de qué no sería capaz Estados Unidos?

Actualmente 30.000 trabajadores sanitarios cubanos llevan a cabo su labor en 66 países, entre ellos Italia. En los últimos 60 años los médicos cubanos han tratado a dos mil millones de personas en todo el mundo. Si Estados Unidos y Europa hicieran el mismo esfuerzo que Cuba, juntos enviarían a más de dos millones de médicos al mundo y la escasez de personal sanitario en el Sur se solucionaría de la noche a la mañana.

El bloqueo económico más largo y extenso de la historia

¿También por eso está Cuba tan en el punto de mira? De cualquier forma, el propio gobierno de Estados unidos declara que el bloqueo contra Cuba es «una de las sanciones más exhaustivas de Estados Unidos contra cualquier país». El objetivo es aislar económicamente la isla lo más posible del resto del mundo y perjudicarla así al máximo.

Con Trump ese aislamiento se intensificó hasta niveles sin precedentes con 243 nuevas y duras sanciones, y la inclusión de Cuba en la lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo (SSOT), que excluye a Cuba de las transacciones bancarias internacionales y dificulta cada vez más la compra de artículos de primera necesidad, como combustible, alimentos, medicinas y productos de higiene.

Biden ha mantenido bastante íntegras esas sanciones reforzadas, con consecuencias desastrosas. Como resultado ahora hay una escasez de alimentos, medicinas y energía. Durante la pandemia Estados Unidos incluso impidió que se suministraran respiradores a Cuba en un momento en que el país los necesitaba urgentemente, lo que provocó muchas muertes. Según la convención de la ONU (Artículo II, b y c), se puede calificar el bloqueo de genocidio.

El carácter extraterritorial del bloqueo hace imposible o arriesgado para las empresas o instituciones financieras europeas establecer relaciones económicas con Cuba. Se trata de una violación flagrante del Derecho Internacional y un ataque a la soberanía europea. Pero la Unión Europea se somete a esta esclavitud y se hace así cómplice del régimen de sanciones estadounidense.

En noviembre del año pasado la Asamblea General de la ONU condenó por abrumadora mayoría el bloqueo estadounidense contra Cuba por trigésimo año consecutivo. Votaron a favor 185 países, el único país que junto con Estados Unidos se negó a condenar el bloqueo fue … Israel.

Por ello es interesante examinar ese país y su relación con Estados Unidos.

Una de las campañas militares más destructivas de la historia Mientras Cuba lleva más de 60 años en el punto de mira de Estados Unidos y sufre el bloqueo económico más prolongado de la historia, el Estado judío puede permitirse casi cualquier cosa.

Según los expertos, la campaña militar en Gaza es «una de las más mortíferas y destructivas de la historia reciente». Se mata a civiles y se arrasan barrios enteros a una escala que se podría calificar de industrial y se hace con la ayuda de tecnología punta, incluida la inteligencia artificial.

En poco más de cuatro meses han muerto más niños en Gaza que en cuatro años de guerras en todo el mundo. Cifras similar se contabilizan respecto a la cantidad de periodistas asesinados.

Además de estos destructivos “bombardeos de saturación”, Israel está matando deliberadamente de hambre a la población civil palestina, según un alto experto de la ONU. Oficialmente, el objetivo es -eliminar a Hamás. Pero la ferocidad y la crueldad de la operación delatan que se trata de una excusa para hacer inhabitable la zona y deportar completamente a la población.

Sin la resistencia egipcia y la presión internacional la población de la franja de Gaza podría haber sido expulsada al desierto del Sinaí.

En enero la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dictaminó que, en cualquier caso, existen pruebas suficientes para investigar a Israel por cargos de genocidio. Para Francesca Albanese, Relatora Especial de la ONU sobre los derechos humanos en los territorios ocupados, «se ha cruzado el umbral que indica la comisión del delito de genocidio».

Racismo y militarismo

Esta matanza masiva no es un exceso, sino el vástago y tal vez la culminación del antiguo sueño sionista de gobernar la región desde «el mar hasta el Jordán», como figura en los estatutos del partido de Netanyahu. Este sueño sionista solo puede realizarse sobre la base del racismo y el militarismo.



Con razón, Israel ha sido calificado como «el Estado más racista del mundo». La creación del Estado judío en 1948 vino acompañada de una matanza masiva y una limpieza étnica de aproximadamente la mitad de la población palestina. A partir de entonces, el Estado israelí se esforzó por tener el menor número posible de personas palestinas en el mayor territorio anexionado posible.

Con la Guerra de los Seis Días de 1967 Israel cuadruplicó su territorio y a partir de entonces comenzó la colonización activa de Cisjordania, donde la población palestina sufren humillaciones, vejaciones y privaciones. Miles de personas palestinas, incluidos niños, han sido secuestradas y recluidas durante años sin juicio en las cárceles de Israel.

Pero eso no es nada comparado con Gaza. Su población está sometida ahí a un bloqueo total desde 2007. La franja de Gaza se convirtió nada más ni nada menos que en un campo de concentración. No en vano Amnistía Internacional calificó a Israel de un Estado de apartheid.

Israel también es probablemente el Estado más militarista del mundo. Después de Qatar, Israel es el país que más gasta per cápita en producción bélica. La sociedad civil está completamente impregnada de soldados e instalaciones militares. Con el servicio militar completo para todos los hombres y mujeres, y el servicio de reserva para toda la población judía hasta que cumplen 40 años, las y los judíos israelíes alternan constantemente entre el papel de civil y el de soldado, y la línea divisoria entre ambos se va borrando.

La industria militar es una de las más avanzadas del mundo. Su éxito se basa en dos cosas. En primer lugar, en el servicio militar obligatorio,que selecciona a las mejores mentes científicas y tecnológicas para las unidades de investigación y desarrollo de defensa.

En segundo lugar, en la política de colonización y las guerras militares regulares contra Gaza. La población palestina es un campo de entrenamiento excelente para la industria de la seguridad. Se prueban con ella los últimos artilugios de seguridad o las técnicas de ataque más recientes. En otras palabras, es armamento ‘probado en combate’. Las guerras en Gaza son excelentes ‘ejercicios prácticos’ para las últimas armas y drones del complejo militar industrial israelí.

Israel cuenta en la actualidad con unas 600 empresas que exportan tecnologías y servicios de seguridad. Anualmente exportan armas por más de 12.000 millones de dólares (lo que equivale al 2,6% del PIB). El historial de esas entregas de armas hiela la sangre.

Israel vendió armas al gobierno sudafricano del apartheid en 1975 e incluso accedió a suministrar cabezas nucleares. Se suministró napalm y otras armas a El Salvador durante las guerras contra la insurgencia entre 1980-1992, que mataron a más de 75.000 civiles (de una población de 5 millones).

Durante el genocidio de Ruanda en el que murieron al menos 800.000 personas, se utilizaron balas, rifles y granadas israelíes. Y en septiembre de 2023 Israel entregó drones, cohetes y morteros a Azerbaiyán para su campaña para retomar Nagorno-Karabaj y desplazar a 100.000 armenios.

No es solo una cuestión de exportación de armas. Desde sus inicios Israel ha apoyado a toda una serie de regímenes de derecha y dictaduras militares. El ejército israelí puso su experiencia y conocimientos acumulados a disposición de los regímenes más brutales de la época: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

La participación más sangrienta se produjo en Guatemala. Israel participó entre bastidores en una de las campañas contrarrevolucionarias más violentas que ha vivido el hemisferio occidental desde la conquista. Más de 200.000 personas, en su mayoría indias, murieron en el proceso.

Durante la guerra civil en Siria Israel colaboró con combatientes yihadistas tanto de Al Qaeda como del EI. Entre otras cosas, podían contar con tratamiento médico en Israel.

¿Por qué amigos tan íntimos?

Basándose en todo ese desprestigio, cabría esperar que Estados Unidos y Occidente trataran a ese país como un Estado paria. Pero en realidad hace todo lo contrario. Desde su creación Israel ha sido el mayor receptor de ayuda exterior estadounidense. En total ha recibido unos 300.000 millones de dólares en ayuda económica y militar.

En 1989 Estados Unidos concedió a Israel el estatus de ‘principal aliado no perteneciente a la OTAN’, lo que le dio acceso a amplios sistemas de armamento. Israel fue el primer país en recibir aviones de combate F-35 de fabricación estadounidense, los más avanzados del mundo. Estados Unidos también ayudó a financiar y producir la Cúpula de Hierro, el sistema de defensa antimisiles de Israel.

En cualquier caso, el apoyo extremadamente generoso de Washington ha convertido a Israel en la potencia militar más fuerte de la región, sin duda alguna. Ni siquiera el genocidio y un crimen de guerra tras otro detienen la llegada de dinero. Por el contrario, tras la guerra contra Gaza la Casa Blanca aprobó un paquete de ayuda masiva por valor de 14,5 mil millones de dólares.

Si Estados Unidos ejerce algún tipo de presión política sobre Israel, por ejemplo para que permita más ayuda humanitaria, es solo por motivos puramente electorales de Biden y para salvar la cara en la medida de lo posible ante la opinión pública mundial.

Los lazos con Europa también son sólidos. Israel tiene un acuerdo de asociación económica con la Unión Europea, que también es su mayor socio comercial. La colaboración científica es intensa. “Horizonte Europa” es el principal programa de financiación de la Unión Europea para investigación e innovación en Israel, con un presupuesto de 95.500 millones de euros para un periodo de siete años.

Después de todo, Europa también es un importante suministrador de armas a Israel. Casi una cuarta parte de todas las armas importadas por el Estado judío proceden de Alemania e Italia. Tras la guerra de Suez de 1956 Francia proporcionó asistencia nuclear a Israel, lo que le permitió convertirse en una potencia nuclear.

Tras el asesinato de 224 trabajadores humanitarios, al menos 93 periodistas, más de 13.000 niños de y 8.400 mujeres, y la inanición de más de dos millones de civiles, sigue ausente algún tipo de señal de sanciones por parte de Europa. ¿Qué otras atrocidades tendrá que cometer Israel para que Europa tome medidas?

Mucho ruido y pocas nueces desde Europa. Siguen saliendo armas desde los puertos europeos hacia Israel y el Estado sionista puede participar en el festival Eurovisión sin problema alguno.

Se plantea entonces la cuestión de por qué Estados Unidos y Occidente continúan apoyando incondicionalmente un régimen terrorista. La razón principal no hay que buscarla muy lejos y tiene que ver con la ubicación altamente estratégica del Estado judío. Israel está situado en Oriente Medio, región donde se encuentra el 48% de las reservas de petróleo de y el 40% de las de gas.

Esta región también conecta Europa con Asia y es crucial para el comercio internacional. Alrededor del 30% de todos los contenedores marítimos del mundo pasan por el cercano Canal de Suez. La región también es crucial para las Nuevas Rutas de la Seda de China o su homólogo, el llamado corredor económico India-Medio Oriente Europa (IMEC).

Se puede considerar a Israel una base militar avanzada de Estados Unidos dotada de un socio muy fiable, que ayuda a mantener bajo control esta región tan estratégica. Recientemente, Robert F. Kennedy Jr., sobrino del Presidente John F. Kennedy, lo expresó con agudeza : «Israel […] es casi como tener un portaaviones en Oriente Medio».

Israel hace de policía de la región. Desde su creación Israel ha librado con éxito varias guerras contra los Estados árabes vecinos. El ejército israelí realiza regularmente incursiones o ataques contra países o grupos no afines a Occidente: Siria, Irak, Líbano e Irán.

En el pasado Washington podía confiar en otros tres aliados (Irán, Arabia Saudí y Turquía) para su agenda geopolítico en la región. Desde 1979 ha perdido el apoyo de Irán, y en los últimos años Arabia Saudí y también Turquía han seguido una trayectoria cada vez más independiente. Esto deja a Israel como el único e insustituible aliado que queda en esta región fundamental. Hay que recordar que Israel es también el único país que tiene armas nucleares en Oriente Medio. Eso explica por qué el Estado judío puede permitirse casi cualquier cosa y actuar con casi total impunidad.

Farsa

Si hemos de creer a los líderes occidentales, sus políticas se basan en valores y buenas intenciones. En sus propias palabras, Biden basa sus relaciones exteriores en «defender los derechos universales, respetar el estado de derecho y tratar a todos con dignidad». El Tratado de la Unión Europea afirma que la Unión se basa en valores como «el respeto de la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos».

A la luz de cómo tratan Estados Unidos y Europa a Israel y Cuba, esto es una farsa. El llamado ‘orden internacional basado en normas’ es una cortina de humo para ocultar la realidad: puros intereses económicos y geoestratégicos.

El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, no se anda con rodeos: «La desgarradora tragedia que sigue ocurriendo en Gaza ha puesto de manifiesto la naturaleza egoísta del tan estimado y cacareado orden basado en normas».

El tratamiento tan diferente de Cuba e Israel ilustra la quiebra moral del orden occidental, un orden que cada vez se toma menos en serio en el Sur global. Las relaciones Norte-Sur se están inclinando, no sólo económicamente, sino también ideológicamente. Comienza una nueva era.

Fuentes:

Why does the US support Israel?

US sends Israel 100+ weapons shipments. Most Americans oppose it – but Biden ignores them

Nota: (1) Financial Times, 25 de febrero de 2021, p. 1.

Artículo original: https://www.dewereldmorgen.be/artikel/2024/04/05/waarom-israel-niet-en-cuba-wel-keihard-gestraft-wordt/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y Rebelión como fuente de la traducción.

sábado, 17 de febrero de 2024

Comunicado del Instituto para la Prevención de Genocidio. «La retirada de fondos a UNRWA es un castigo colectivo contra los palestinos

>La retirada de fondos a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) por varios países sigue generando preocupación y reacciones en el ámbito de los derechos humanos. La decisión, impulsada por Estados Unidos y seguida por otras naciones aliadas, fue anunciada el mismo día en el que la Corte Internacional de Justicia establecía que hay “pruebas plausibles” para investigar a Israel por genocidio en Gaza y ordenaba medidas cautelares al Gobierno de Netanyahu, que debe cumplir en el plazo de un mes. Han pasado dos semanas desde entonces. El Ejército israelí no ha detenido sus ataques sobre Gaza, ha asediado hospitales, bombardeado viviendas y edificios públicos, matado a otros mil palestinos y mantenido un contexto que facilita el hambre y las enfermedades. A ello se suma la suspensión de la financiación a la UNRWA por parte de dieciocho países, lo que supone más del 60% del presupuesto de la principal agencia de la ONU en Gaza, que facilita alimentación, educación y refugio. Su comisionado general, Philippe Lazzarini, ha advertido de que esta retirada de fondos puede llevarla “a un riesgo de colapso”.Este jueves el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha denunciado que Israel está destruyendo “todos los edificios en Gaza dentro del radio de un kilómetro de la valla” que separa este territorio de Israel. “La destrucción generalizada de bienes, no justificada por necesidades militares, y ejecutada de forma ilegal y sin motivo, constituye una grave violación de la Convención de Ginebra y un crimen de guerra”, ha añadido.
"Retirar los fondos a UNRWA funciona como eje para que se propaguen los actos genocidas contra los palestinos" Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio

El comunicado
En este contexto se enmarca el contundente comunicado emitido por el Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio, que lleva el nombre del abogado judío polaco Raphael Lemkin, padre del término y concepto de genocidio. En él se advierte de que la retirada de fondos a la UNRWA viola en sí misma el fallo provisional de la Corte Internacional de Justicia y opera en sentido contrario a las medidas cautelares emitidas por este tribunal.

Además, señala que “la amenaza” de suspender dicha financiación supone “una grave escalada”, facilita “que se propaguen actos genocidas” en Gaza y “sugiere la intención de destruir, total o parcialmente, al pueblo palestino, mediante la destrucción de la balsa salvavidas proporcionada por la UNRWA”.

Algunos de los párrafos del comunicado son especialmente duros, como este: “[Esta retirada de fondos] representa un giro por parte de varios países desde una posible complicidad en genocidio hasta la participación directa en una hambruna diseñada. Es un ataque a lo que queda de seguridad personal, libertad, salud y dignidad en Palestina”.

"Nos preocupa que esta acción sea una represalia contra las medidas ordenadas por la Corte Internacional a Israel" 

Una represalia
Los letrados, los expertos en genocidio y en derecho internacional que integran esta organización se unen de este modo a lo que consideran “un creciente consenso de profesionales del derecho internacional y estudiosos del genocidio” que señalan que “esta acción equivale a una mayor participación en el genocidio en curso de palestinos en Gaza”.

“Nos preocupa que esta acción, programada de tal modo, sea una represalia contra la orden de medidas preventivas a Israel adoptada por la Corte Internacional de Justicia”, advierten.

Del mismo modo se ha pronunciado el abogado y director de Human Rights Watch hasta 2022, Keneth Roth, quien señala que “parte de la vendetta de Netanyahu contra la UNRWA puede deberse a que la Corte Internacional de Justicia citó extensamente a su jefe en su fallo, en el que estableció que es creíble que Israel esté cometiendo genocidio en Gaza”.
 
"Nos preocupa que esta acción sea una represalia contra las medidas ordenadas por la Corte Internacional a Israel"

La misma denuncia desde otras voces
En el mismo sentido que el Instituto Lemkin, el abogado y profesor de derecho internacional Francis Boyle –el primero que ganó un caso de protección por genocidio (Bosnia)– ha denunciado que la ayuda militar a Israel puede constituir complicidad en genocidio y que la retirada de fondos a la UNRWA añade una “violación directa del artículo 2(c) de la Convención de Genocidio: ‘Infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial’”.

La relatora de Naciones Unidas para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, también ha indicado que esta retirada de fondos a la UNRWA supone un castigo colectivo y una probable violación de la Convención sobre Genocidio. Una posición similar defiende el profesor Alonso Gurmendi Dunkelberg, experto en derecho internacional de la Universidad de Oxford, quien considera que las amenazas a la financiación se han convertido en parte del crucial “debate de intenciones” con respecto a la aplicación de la Convención sobre Genocidio en las políticas de Israel en Gaza.

Otra voz en la misma línea es la de Christopher Gunness, portavoz de UNRWA entre 2007 y 2019, quien advierte que esta retirada de fondos constituye “una violación de la ley internacional, de las medidas cautelares de la Corte Internacional de Justicia y de la Convención sobre Genocidio; será devastador para Gaza”.

"Sky News y Channel 4 han comprobado que el informe israelí contiene acusaciones pero no pruebas contra esos trabajadores de UNRWA"


La acusación, la reacción y la investigación
Las naciones que han retirado su financiación a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos son Estados Unidos, Alemania, Australia, Austria, Canadá, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Italia, Japón, Países Bajos, Rumania, Suiza y Reino Unido. Justifican su decisión en base a las acusaciones presentadas por el Gobierno de Netanyahu, que afirma que doce trabajadores de UNRWA –de los 30.000 con los que cuenta, 13.000 de ellos en Gaza– habrían participado en los atentados de Hamás del 7 de octubre.

Hasta la fecha, las presuntas pruebas de esas acusaciones no se han hecho públicas. Tampoco los medios de comunicación han tenido acceso a ellas. Las cadenas británicas Sky News y Channel 4, así como el diario Financial Times, sí han conseguido obtener en exclusiva el informe israelí que contiene las acusaciones. Sky News señala que dicho informe no contiene pruebas y que varias de las acusaciones ni siquiera vinculan a la UNRWA. Del mismo modo ha informado Channel 4.

El periódico Financial Times ha señalado que “la evaluación de inteligencia, a la que ha tenido acceso el Financial Times, no proporciona ninguna prueba que respalde las afirmaciones”. Lindsey Hilsum, editora de Channel 4 News International, ha formulado públicamente la siguiente pregunta: “¿Por qué los donantes, incluido Reino Unido, retiraron la financiación tras acusaciones tan endebles y no probadas antes de una investigación?”.


"La evaluación de inteligencia, a la que hemos tenido acceso, no proporciona ninguna prueba que respalde las afirmaciones"

Financial Times



A pesar de no tener acceso a las presuntas pruebas, UNRWA reaccionó de forma inmediata y despidió a nueve de estos doce trabajadores. De los tres restantes, dos están muertos y un tercero no ha podido ser identificado aún. Además, Naciones Unidas ha encargado una investigación independiente y exhaustiva para esclarecer los hechos.

La directora de comunicación de UNRWA, Juliette Touma, ha explicado que en mayo, como cada año, la agencia entregó a Israel un listado con los nombres de todo el equipo de empleados, para que los servicios de inteligencia los supervisara. El Gobierno israelí no ofreció respuesta ni puso objeción alguna.

Sobre las consecuencias de la retirada de fondos, ha confesado que “no esperábamos la suspensión por parte de tantos donantes. Solo en las primeras 24 horas se retiraron nueve países, en medio de la guerra. Si esto no se revierte, a finales de febrero o principios de marzo tendremos que suspender el trabajo”.

Varios países que han anunciado su retirada de fondos admiten que no han tenido acceso a “todos los hechos”. “¿Cuán irresponsable puede ser el Gobierno australiano?”, se preguntaba este jueves el abogado Keneth Roth. “Suspendió la financiación de la UNRWA, acelerando la hambruna de los civiles palestinos, aunque ‘no tenía todos los hechos’. Sí sabía que la UNRWA inmediatamente despidió e investigó a los presuntos infractores”.

Refugiados palestinos en Rafah. El hambre está siendo usada como arma de guerra, denuncian varias organizaciones, como Human Rights Watch. Mohammed Zaanoun/MEI/AFP via Getty Images

"Si esto no se revierte, a finales de febrero o principios de marzo tendremos que suspender el trabajo"

UNRWA



La celeridad de EEUU –y de otros países– para retirar los fondos a la principal agencia de la ONU en Gaza contrasta con su negativa a paralizar su financiación militar al Ejército israelí y su apoyo diplomático al Gobierno ultraderechista de Netanyahu, a pesar de las medidas cautelares ordenadas por la Corte Internacional de Justicia, y de que ésta haya establecido que existen pruebas verosímiles de genocidio en curso en Gaza.

El Instituto Lemkin lamenta que, lejos de empujar a Israel para que cumpla, parte de la comunidad internacional occidental esté operando en sentido contrario. La correlación de fuerzas en el escenario global sigue dificultando la defensa de los derechos de los palestinos e, incluso, en algunos espacios la estigmatiza y criminaliza.

Juristas, expertos en genocidio, organizaciones de derechos humanos y de ayuda humanitaria, así como algunos Estados –encabezados por Sudáfrica–, buscan caminos y vericuetos posibles para salvar vidas y prevenir más matanza en Gaza, cuando ya hay más de 27.000 palestinos muertos, 69.000 heridos, miles de desaparecidos y más de un millón y medio de desplazados, según datos de la ONU.

"El Instituto Lemkin denuncia que Israel tortura a presos palestinos, 'un método que produce información poco fiable'"


El hambre como arma de guerra
Uno de los puntos más desarrollados por el Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio incide en el peligro de perpetuar y empeorar el contexto de hambruna que sufre Gaza.

“Más allá de las muertes por bombardeos, disparos de francotiradores, guerra química y armamento autónomo, el hambre domina la Franja de Gaza. Esto no es único: convertir el hambre en un arma está previsto específicamente por la Convención sobre Genocidio como método e indicador del crimen de genocidio”.

En sólo tres meses el deterioro en Gaza se ha multiplicado hasta tal punto que actualmente el 80% de la población mundial en riesgo de muerte por hambre se encuentra en la Franja. El economista jefe del Programa Mundial de Alimento de Naciones Unidas ha señalado que “nunca en mi vida había visto algo así en términos de gravedad, escala y velocidad”, y el experto en derecho internacional de la Universidad de Tel Aviv, Aeyel Gross, ha advertido de que la UNRWA debe ser “apoyada” y no “desfinanciada”.

Varias organizaciones, como Human Rights Watch, también alertan de que el hambre se está usando como arma de guerra en Gaza. Sobre ello, el Instituto Lemkin denuncia que “durante un período de hambruna, implementar una cancelación permanente o una pausa en la financiación pone a los Estados con fondos previamente comprometidos en una situación potencial de violación de la Convención sobre Genocidio”.

En su comunicado menciona pronunciamientos similares, como los de Noruega, que ha indicado que continuará proporcionando fondos a la agencia de la ONU en Gaza con el fin de “salvar vidas y salvaguardar las necesidades básicas y derechos; la UNRWA es la columna vertebral de los esfuerzos humanitarios en Gaza”. España se ha posicionado del mismo modo, manteniendo e incluso incrementando su financiación.

También dedica unas líneas a los medios de comunicación, lamentando que muchos no hayan “reaccionado con alarma a estas amenazas” de retirar los fondos, e insta “a periodistas y editores a que informen de forma sólida de las dimensiones humanitarias y legales que supone esta retención de ayuda humanitaria a los palestinos”.

"En dos semanas expira el plazo planteado por la Corte Internacional de Justicia para que Israel muestre que cumple"

La tortura

Hace unas semanas la antigua funcionaria del Ministerio de Exteriores israelí, Noga Arbell, instó al Gobierno de Netanyahu a tomar medidas para debilitar a la UNRWA, afirmando que “será imposible ganar la guerra si no destruimos la UNRWA, y esta destrucción debe comenzar de inmediato”. Poco antes, en el mes de diciembre, la prensa israelí se había hecho eco de un plan del Ejecutivo de Tel Aviv para deshacerse de la agencia de la ONU, cuya primera fase consistiría, precisamente, en vincularla con Hamás.

“Poco después de los comentarios de Arbell, la Agencia de Seguridad de Israel (el Shin Bet) anunció sus acusaciones contra el personal de la UNRWA”, relata el Instituto Lemkin. Según medios de comunicación israelíes, tales afirmaciones se basaron en gran parte en confesiones extraídas a través de interrogatorios a prisioneros palestinos.

El Instituto para la Prevención del Genocidio recuerda que “Israel tortura habitualmente a los presos palestinos, un método que se ha demostrado que produce información falsa y poco confiable. Tras los ataques del 7 de octubre, de hecho, el Gobierno israelí adoptó y renovó varias medidas para legalizar una política de internamiento e institucionalizar la tortura a los detenidos. (…) Antes de estas medidas, el Shin Bet era conocido incluso dentro de Israel por buscar confesiones falsas bajo tortura”.

"Tomar medidas contra la UNRWA en su conjunto intensifica las acciones contra los refugiados palestinos". 

Instituto para la Prevención del Genocidio


Asimismo, solicita que “los Estados que han optado por suspender la financiación a la UNRWA comprendan las condiciones de interrogatorio en Israel. Según el derecho internacional, las confesiones obtenidas mediante tortura no pueden contarse como pruebas”.

Por lo demás, hace también referencia a la credibilidad de las acusaciones, recordando el informe Brom, elaborado en su día para el Centro Jaffee de Estudios Estratégicos de la Universidad de Tel Aviv. En él, el general de brigada israelí Shlomo Brom concluyó que “los organismos gubernamentales manipularon falsamente información de inteligencia para obtener apoyo” para impulsar la invasión de Irak, debido a “las relaciones entre la Inteligencia [israelí] y los altos responsables de la toma de decisiones”.

El informe Brom mostró que cuando se preparaba la invasión de Irak se presentó una “evaluación exagerada”, “impulsada por una imagen de inteligencia que fue manipulada”. El Instituto Lemkin advierte del peligro de una dinámica similar en la actualidad. “Una prisa por emitir juicios, en lugar de una confianza en el protocolo y en una investigación metódica, puede resultar en un error con consecuencias letales”, alerta.

Por último, resalta que “Israel ha violado sistemáticamente la seguridad y la santidad del estatuto de refugiado en la región. Tomar medidas contra la UNRWA en su conjunto representa una intensificación de las acciones contra los refugiados palestinos”.

Quedan dos semanas para que se cumpla el plazo otorgado por la Corte Internacional de Justicia a Israel. El Gobierno de Netanyahu tendrá entonces que mostrar que ha cumplido las medidas cautelares ordenadas por el máximo tribunal de la ONU. Éstas ordenan que Tel Aviv facilite la llegada a Gaza de toda la ayuda humanitaria necesaria y que adopte “todas las medidas a su alcance” para evitar “matar a miembros de un grupo”, causarles daños físicos o mentales e infligirles “deliberadamente condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial”.

En los circuitos defensores de la ley internacional y los derechos humanos se advierte de que las víctimas mortales y los heridos acumulados en estos últimos quince días en Gaza, la destrucción de más viviendas e infraestructuras y el desplazamiento forzado, junto con la retirada coordinada de fondos a UNRWA, no contribuyen a ejecutar los objetivos establecidos.

Fuente original: 

jueves, 25 de enero de 2024

Tenemos que presionar al Gobierno de Biden para que ordene a Israel que detenga el genocidio.

El abogado de DD.HH. Francis Boyle analiza la importancia de que Sudáfrica, un país que vivió un régimen de apartheid, haya denunciado a Israel ante la Corte Internacional de Justicia

Sudáfrica ha presentado una demanda ante el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), en la que acusa a Israel de cometer actos de genocidio en Gaza. “Creo que Sudáfrica logrará obtener una orden para que Israel cese y desista de cometer todos los actos de carácter genocida contra los palestinos”, dice Francis Boyle, un abogado internacional de derechos humanos que presentó con éxito ante la CIJ, en virtud de la Convención sobre el Genocidio de 1948, dos solicitudes de medidas provisionales de protección en nombre de la República de Bosnia y Herzegovina contra Yugoslavia. Boyle dice que Israel tiene un historial de escuchar las órdenes de Estados Unidos de detener sus asaltos a los territorios palestinos ocupados. “Aquí en Estados Unidos tenemos el poder de detener esto”.

Para ver la entrevista en inglés, haga clic aquí.

Transcripción
AMY GOODMAN: El número de muertos que han dejado los bombardeos israelíes en Gaza desde el ataque que Hamás realizó el 7 de octubre contra Israel ha superado los 22.000. Sudáfrica ha presentado una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la ciudad de La Haya, en la que acusa a Israel de genocidio y de buscar “destruir a los palestinos de Gaza”. Esto se produce al tiempo que otro tribunal, la Corte Penal Internacional, está investigando presuntos crímenes de guerra cometidos tanto por Israel como por Hamás.

En los documentos presentados ante la CIJ, el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, Sudáfrica alega que “los actos y omisiones de Israel denunciados por Sudáfrica son de carácter genocida, porque están destinados a provocar la destrucción de una parte sustancial del grupo nacional, racial y étnico palestino”. Sudáfrica acusó a Israel de violar la Convención de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, la cual Israel ha firmado.

Israel dijo en respuesta que la acusación presentada “no tiene fundamento legal”. El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí acusó a Sudáfrica de “colaborar con un grupo terrorista que busca la aniquilación de Israel”.

El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha comparado el trato de Israel a los palestinos en los territorios ocupados con el sistema racista de apartheid en su propio país, al cual se puso fin en 1994 después de casi medio siglo. En noviembre, Ramaphosa respondió al asalto de Israel sobre Gaza retirando a los diplomáticos sudafricanos de Israel.

PRESIDENTE CYRIL RAMAPHOSA: El castigo colectivo contra civiles palestinos mediante el uso ilegal de la fuerza por parte de Israel constituye un crimen de guerra. La negación deliberada de medicamentos, combustible, alimentos y agua a los habitantes de Gaza equivale a un genocidio.

AMY GOODMAN: Por otro lado, en octubre, el legislador sudafricano y nieto de Nelson Mandela, Nkosi Mandela, se unió a una manifestación en solidaridad con Palestina en Ciudad del Cabo.

NKOSI ZWELIVELILE MANDELA: Los palestinos cuentan con que todos y cada uno de nosotros nos pongamos de pie y alcemos nuestra voz. Ellos estuvieron junto a nosotros codo a codo cuando luchábamos por la liberación de nuestro país

AMY GOODMAN: Para más información, nos acompaña Francis Boyle, profesor de derecho internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois. Boyle presentó con éxito, en nombre de Bosnia y en virtud de la Convención sobre el Genocidio, dos solicitudes de medidas provisionales de protección ante la CIJ contra Yugoslavia. Él piensa que lo mismo podría aplicarse en este contexto. Sus libros incluyen “The Bosnian People Charge Genocide” (El pueblo de Bosnia presenta cargos de genocidio), “Palestine, Palestinians, and International Law” (Palestina, palestinos, y el derecho internacional), y “World Politics, Human Rights, and International Law” (Política mundial, derechos humanos, y derecho internacional).

Profesor Boyle, bienvenido de nuevo a Democracy Now! Nos complace tenerle con nosotros en este nuevo año, aunque en circunstancias muy graves. ¿Puede explicar por qué Sudáfrica es el país que está presentando estos cargos y qué es exactamente la Corte Internacional de Justicia, cómo encaja en el sistema de justicia mundial? Hable sobre la acusación de genocidio.

FRANCIS BOYLE: Bueno, muchas gracias por invitarme, Amy. Saludos cordiales a su audiencia.

No es mi intención alardear, pero yo fui el primer abogado que ganó algo en virtud de la Convención sobre el Genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, cuyos orígenes se remontan a 1921. Pude obtener por mi propia cuenta dos órdenes de la Corte Internacional a favor de la República de Bosnia y Herzegovina contra Yugoslavia para que ésta cesara y desistiera de cometer todos los actos de carácter genocida.

Y, de acuerdo con mi cuidadosa revisión de todos los documentos presentados hasta ahora por la República de Sudáfrica, creo que Sudáfrica logrará obtener una orden para que Israel cese y desista de cometer todos los actos de carácter genocida contra el pueblo palestino. Y luego tendremos una determinación oficial por parte de la misma Corte Internacional de Justicia, la máxima autoridad legal en el sistema de las Naciones Unidas, de que se está cometiendo un genocidio. Y, en virtud del Artículo I de la Convención sobre el Genocidio, todas las Partes contratantes, 153 Estados, estarán entonces obligadas “a prevenir” el genocidio por parte de Israel contra los palestinos.

En segundo lugar, cuando la Corte Mundial emita esta orden de cese y desistimiento contra Israel, el Gobierno de Biden deberá ser condenado en virtud del artículo III, párrafo (e), de la Convención sobre el Genocidio, que tipifica como delito la complicidad en el genocidio. Y claramente sabemos que el Gobierno de Biden ha instigado y ha sido cómplice de los actos de genocidio por parte de Israel contra los palestinos por mucho tiempo. Esto también ha sido planteado por mis colegas en el Centro para los Derechos Constitucionales y en el Gremio Nacional de Abogados en una demanda contra Biden, Blinken y Austin.

Por lo tanto, creo que podremos usar la orden de la Corte Mundial. En este momento mis fuentes me dicen que la audiencia tendrá lugar el 11 y el 12 de enero. Según mi experiencia con los bosnios, podría haber una orden en el transcurso de una semana tras las audiencias.

Con respecto al Gobierno de Biden, también diría que actualmente está violando la Ley de Implementación de la Convención sobre el Genocidio, que tipifica el genocidio como un delito bajo la ley federal de Estados Unidos. Y, de nuevo, una vez que Sudáfrica obtenga esta orden, el Gobierno de Biden también será acusado de violar la Ley de Implementación de la Convención sobre el Genocidio.

Creo que esta es la dirección en la que nos encaminamos desde hoy hasta, yo diría, finales de este mes. Y depende de todos nosotros, como ciudadanos estadounidenses, entender y apoyar lo que Sudáfrica está haciendo ante la Corte Internacional de Justicia.

JUAN GONZÁLEZ: Francis Boyle, ¿cuál es la diferencia entre la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional, que ya está considerando las acusaciones de crímenes de guerra cometidos tanto por Israel como por grupos armados palestinos?

FRANCIS BOYLE: Sí, Juan. La Corte Internacional de Justicia tiene sus orígenes en 1921, cuando su predecesor se estableció legalmente. Y fue en ella donde presenté el caso de genocidio. Fui el primer abogado en obtener dos órdenes en un caso de genocidio desde la fundación de la Corte Mundial en 1921, y fue sobre la base de la Convención sobre el Genocidio. La Corte Penal Internacional es una organización internacional separada, establecida en el año 2000.

El problema, Juan, es el siguiente: en 2009, después de la Operación Plomo Fundido, yo le sugerí al presidente palestino, Mahmoud Abbas, que aceptara la jurisdicción de la Corte Internacional… de la Corte Penal Internacional en Palestina, lo cual hizo. Y lamento informar que la Corte Penal Internacional no ha hecho una condenada cosa para ayudar a los palestinos desde 2009. La Corte Penal Internacional tiene toda la sangre del pueblo palestino en sus manos desde 2009. Y, Juan, por eso iniciamos una campaña para encontrar un Estado dispuesto a presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, la Corte Mundial.

La Corte Penal Internacional opera básicamente a instancias de sus financiadores, fundadores y amos, que son Estados Unidos, los Estados de la OTAN, los Estados europeos, etc. Antes de la rápida acusación contra el presidente Putin, en el marco de la guerra legal de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, la Corte Penal Internacional no había acusado a ningún estadounidense, o un europeo, o un británico, o un ciudadano de un Estado de la OTAN, o un israelí, o una persona blanca.

Así que estamos organizando una campaña ahora para apoyar a la República de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. Damos inicio hoy a esta campaña. Yo formo parte de una coalición con la cual empezamos esta campaña para buscar que las partes contratantes de la Convención sobre el Genocidio presenten declaraciones de intervención ante la Corte Mundial en apoyo y solidaridad con Sudáfrica contra Israel y en apoyo a los palestinos. Esperamos que ese material se presente hoy.

JUAN GONZÁLEZ: Francis, quería preguntarle sobre Joan Donoghue, quien preside actualmente la Corte Internacional de Justicia. Ella trabajó anteriormente en el Departamento de Estado de Estados Unidos ¿Cómo cree que abordará la solicitud presentada por Sudáfrica? ¿Qué poder tiene para dictar cómo se realizan los procedimientos?

FRANCIS BOYLE: Esa es una buena pregunta, Juan. Sí, durante mucho tiempo, Donoghue hizo carrera como una burócrata del aparato legal del Departamento de Estado de Estados Unidos Y así fue como llegó a su cargo actual. Y estoy seguro de que ella está en contacto en este momento con el Departamento de Estado de Estados Unidos, manteniéndolos al tanto de todo lo que pasa allí en La Haya tras bastidores. Ella se ceñirá a los lineamientos del Departamento de Estado en este proceso. Temo decir que la presidenta tiene mucho poder allí para dictar el curso del proceso. Y sospecho que usará ese poder para encaminar el proceso en favor de Israel.

Sin embargo, también me han informado que la República de Sudáfrica ha nominado en este momento a un juez “ad hoc”. Ese es su derecho en virtud del estatuto de la Corte Internacional de Justicia. Todavía no tengo un nombre, pero espero que el juez sudafricano ad hoc hará todo lo posible para tratar de mantener a Donoghue a raya.

AMY GOODMAN: Quiero hablar de nuevo sobre Sudáfrica, que ha presentado esta acusación de genocidio. En 2008, tuve la oportunidad de hablar con el ícono sudafricano en la lucha contra el apartheid, premio Nobel de la Paz, el arzobispo Desmond Tutu. Pude entrevistarlo en la residencia del vicecónsul sudafricano en Nueva York, justo antes de que el arzobispo Tutu recibiera el premio Global Citizens Circle. Le pregunté sobre Palestina.

AMY GOODMAN: ¿Compararía la ocupación de Gaza y Cisjordania con el apartheid en Sudáfrica?

ARZOBISPO DESMOND TUTU: Tengo que hablar sobre lo que sé. Quiero decir, la mayoría de la gente… Un judío generalmente hablará sobre sus experiencias y tal vez comparará lo que sea que esté sucediendo con lo que sucedió en los días del Holocausto. Para mí, venir de Sudáfrica y pasar por… y ver los puntos de control y la arrogancia de esos jóvenes soldados, tal vez temerosos, tal vez escondiendo su aprensión, no veo por qué no habría de decir, y por supuesto, eso es una verdad, que me recuerda… me hace recordar el tipo de experiencias a las que fuimos sometidos.

AMY GOODMAN: Ese era el arzobispo Desmond Tutu. Francis Boyle, hable sobre la importancia de que sea Sudáfrica y lo que significa que un Estado presente una acusación contra otro Estado. ¿Quiénes son los firmantes aquí? ¿Y qué tan vinculante es esto? Explique lo que sucedió, por ejemplo, en Bosnia.

FRANCIS BOYLE: Claro. Bueno, primero, la conexión con el fallecido gran arzobispo Tutu, el equipo legal en la demanda que presentó Sudáfrica está encabezado por el profesor John Dugard, un viejo amigo mío. El profesor Dugard fue uno de los muy pocos valientes profesores blancos de derecho internacional que se opusieron internacionalmente al sistema criminal de apartheid en Sudáfrica, poniendo en riesgo su vida. En segundo lugar, más tarde, el profesor Dugard se convirtió en relator especial de la ONU para Palestina. Yo leí todos sus informes. Son excelentes. El corazón y la cabeza del profesor Dugard están en el lugar correcto con relación a los palestinos, y él es uno de los mejores profesores de derecho internacional en el mundo.

Entonces, hay una comparación directa entre el sistema de apartheid israelí que rige sobre todos los palestinos, incluidos los ciudadanos palestinos de Israel, y lo que sucedió en la Sudáfrica del apartheid. De hecho, el profesor Dugard ha escrito que el sistema israelí de apartheid contra el pueblo palestino es peor que el apartheid que los afrikáneres aplicaron a la población negra en Sudáfrica.

Yo estuve involucrado en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, y llegué a la misma conclusión. De hecho, esos paralelismos me llevaron, en noviembre de 2000, a hacer un llamado, en un discurso, para establecer una campaña de desinversión contra Israel, por las mismas razones que tuvimos una campaña de desinversión contra el régimen criminal de apartheid en Sudáfrica. Y luego, en 2005, la sociedad civil palestina me contactó para que me uniera a ellos en la implementación de la campaña por parte de Palestina de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel, contra el apartheid de Israel, por la misma razón que tuvimos una campaña de BDS contra el régimen criminal de apartheid en Sudáfrica.

Así que Tutu, Dugard y yo, además de Ramaphosa y la ministra de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, quien ha dado discursos contundentes, todos entendemos lo que está pasando aquí y lo que está en juego.

AMY GOODMAN: Y el tema del genocidio en Bosnia, ¿puede explicarlo para quienes no están familiarizados con el caso? ¿Qué resultados produjeron las denuncias ante la Corte Internacional de Justicia?

FRANCIS BOYLE: Sí. Bueno, Yugoslavia exterminó a unos 200.000 bosnios, violó a unas 40.000 mujeres bosnias. Yo los representé legalmente a todos ellos y argumenté su caso ante la Corte Internacional de Justicia. Y gané estas dos órdenes el 8 de abril de 1993 y el 13 de septiembre de 1993. Antes de obtener esa orden del 8 de abril de 1993, todo el mundo negaba que estuviera ocurriendo un genocidio. Y una vez que gané dicha orden, en una victoria enorme y contundente a favor de los bosnios, ya nadie podía negar que se estaba llevando a cabo un genocidio.

En cuanto a la efectividad, cuando salí de la Corte Internacional de Justicia el 8 de abril de 1993, tras obtener esa orden, entré en el vestíbulo fuera de la gran sala del tribunal. Los medios de comunicación de todo el mundo estaban allí. Y en ese momento dije: “La Corte Mundial acaba de determinar que se está llevando a cabo un genocidio en Bosnia y Herzegovina. En virtud del Artículo I, todos los Estados parte de la Convención sobre el Genocidio tienen la obligación de prevenir el genocidio en Bosnia. Y de este modo me permito solicitar la intervención militar directa por parte de Estados Unidos y de los Estados de la OTAN para salvar a los bosnios del genocidio”. Más tarde ese día, Estados Unidos y la OTAN anunciaron que estaban estableciendo una zona de exclusión aérea, imponiendo una zona de exclusión aérea sobre Bosnia. Así que estas órdenes de la Corte Mundial pueden tener consecuencias.

Y dependerá de nosotros aquí en Estados Unidos concebir una estrategia en la que haya consecuencias para el Gobierno de Biden, porque tenemos que presionar al Gobierno de Biden para que ordene a Israel que detenga el genocidio. Ellos harán lo que los estadounidenses les digamos que hagan. Durante la Operación Plomo Fundido, que había estado en curso por un tiempo bajo la presidencia de Bush Jr., Obama y su equipo se aprestaban para llegar al poder. Obama estaba a punto de tomar posesión. Y para no estropear la ceremonia de investidura de Obama, el Gobierno de Estados Unidos le dijo a Israel que detuviera la Operación Plomo Fundido. Así que tenemos que entender que aquí en Estados Unidos de América tenemos el poder de detener esto. Pero tenemos que buscar la forma de poder usar la orden que Sudáfrica obtendrá y aplicarla aquí en Estados Unidos.

Esto es exactamente lo que sucedió en Nicaragua. Usted recordará, Amy, que yo estuve involucrado en el asesoramiento de casi todas las organizaciones y abogados pacifistas aquí en Estados Unidos sobre las cuestiones legales con respecto a la guerra de Reagan contra Nicaragua, El Salvador, Guatemala. Mi maestro, mentor y amigo, el difunto y genial Abe Chayes de la Facultad de Derecho de Harvard, ganó una orden ante la Corte Mundial contra el Gobierno de Reagan en 1984, y luego también una sentencia de fondo en 1986. Nosotros aquí en Estados Unidos usamos esa orden de la Corte Mundial y la sentencia de fondo para detener la guerra de Reagan contra Nicaragua. Lamentablemente, 16.000…

AMY GOODMAN: Tenemos 20 segundos.

FRANCIS BOYLE: Lamentablemente, 16.000 nicaragüenses fueron asesinados, incluido el ciudadano estadounidense Ben Linder, pero pudimos poner fin a eso. Y creo que con esta orden de la Corte Mundial que Sudáfrica obtendrá, podremos detener lo que Israel está haciendo contra los palestinos.

AMY GOODMAN: Francis Boyle, profesor de derecho internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois. Sus libros incluyen “The Bosnian People Charge Genocide” (El pueblo de Bosnia presenta cargos de genocidio), “Palestine, Palestinians, and International Law” (Palestina, palestinos, y el derecho internacional), así como “World Politics, Human Rights, and International Law” (Política mundial, derechos humanos, y derecho internacional).

Traducido y editado por Iván Hincapié y Clara Ibarra.

Fuente: 

domingo, 31 de diciembre de 2023

Gaza como problema nacional.

En el debate de este pasado viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU el apoyo, implícito obviamente, a la posición de António Guterres y Pedro Sánchez fue abrumadora. No solo en la votación, sino sobre todo en la argumentación con base en la cual se justificó la emisión del voto a favor de la resolución.

El secretario general de la ONU, António Guterres, habla durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en Nueva York (EEUU), el 8 de diciembre de 2023.https://www.eldiario.es/contracorriente/gaza-problema-nacional_132_10753382.html
El secretario general de la ONU, António Guterres, habla durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en Nueva York (EEUU), el 8 de diciembre de 2023.

Estaba pendiente de seguir la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU de este pasado viernes en la que se iba a debatir la propuesta de un alto el fuego humanitario, presentada por Emiratos Árabes Unidos en nombre de los países árabes de la organización y copatrocinada por España, entre otro centenar de miembros. La convocatoria del Consejo se produjo a instancias del secretario general, António Guterres, que recurrió al artículo 99 de la Carta fundacional para intentar forzar un alto el fuego humanitario que alivie la catastrófica situación en la Franja.

Como suelo hacer casi siempre conecté con la CNN primero y la BBC después para seguir el debate, la votación y la explicación del voto por los representantes de los distintos Estados que intervinieron directamente en el debate, pero ninguno de los dos se dignó ocuparse de la reunión del Consejo, de tal manera que tuve que seguirla en Al Jazeera, que la retransmitió sin comentario de ningún tipo.

Como el lector, sin duda, sabe, la resolución del Consejo contó con el apoyo de todos los miembros de dicho órgano con la excepción de los Estados Unidos, que la vetó, y del Reino Unido que se abstuvo.

Para los ciudadanos de Portugal y España la reunión del Consejo resultaba especialmente interesante por la dimensión nacional que ha adquirido el conflicto tras haber acusado el Gobierno de Israel a António Guterres y a Pedro Sánchez de favorecer al terrorismo de Hamas. En el caso de António Guterres por haber afirmado en un primer momento que el 7 de octubre no se había producido “en el vacío”, motivo por el que el representante de Israel en Naciones Unidas exigió su dimisión inmediata y por haber recurrido después al artículo 99 de la Carta, motivo por el que se le acusó por el Gobierno de Israel de estar boicoteando la paz y promoviendo la continuidad del conflicto bélico. En el caso de Pedro Sánchez por haber afirmado que la acumulación de víctimas palestinas resultaba “insufrible” y que Israel tenía el derecho a la defensa, pero que tenía que ejercerlo respetando el Derecho Internacional humanitario.

En el debate de este pasado viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU el apoyo, implícito obviamente, a la posición de António Guterres y Pedro Sánchez fue abrumadora. No solo en la votación, sino sobre todo en la argumentación con base en la cual se justificó la emisión del voto a favor de la resolución.

No he seguido la reacción que se ha producido en Portugal ante la petición de dimisión de António Guterres y la acusación de que promueve el terrorismo de Hamas, pero no parece que la derecha portuguesa haya aprovechado la ocasión para alinearse con el Gobierno de Israel.

En España, por el contrario, Alberto Núñez Feijóo sí ha atacado con virulencia al presidente del Gobierno, haciéndolo responsable de la crisis diplomática con el Estado de Israel y Esteban González Pons, en el debate en el Congreso de los Diputados con motivo de la comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores, acusó al Gobierno de haberse equivocado de bando y de no haber identificado correctamente el problema, dando con ello cobertura al terrorismo.

Vox, como siempre, dio un paso más, desplazándose Santiago Abascal a Tel Aviv para solidarizarse visiblemente, una imagen vale más que mil palabras, con Benjamín Netanyahu.

Después de seguir el debate en el Consejo de Seguridad de este viernes, me acordé del debate que se produjo acerca de la guerra de Irak en un momento en que España era uno de los países miembros de dicho Consejo que se alineó con los Estados Unidos y el Reino Unido. Después vino la foto de las Azores, en la que, además del presidente de los Estados Unidos, del primer ministro del Reino Unido y del presidente del Gobierno español, figuraba como anfitrión el primer ministro de la derecha portuguesa. Y me interrogué a continuación ¿qué posición habría adoptado España este pasado viernes si Alberto Núñez Feijóo fuera presidente del Gobierno y Santiago Abascal vicepresidente?

Dado que el conflicto parece que va a prolongarse, me temo que seguirá proporcionando munición a las derechas españolas para atacar al Gobierno. Espero que no se olvide. Pocos casos como este sirven para poner de manifiesto la diferencia que existe entre un Gobierno de derecha y otro de izquierda. La diferencia entre el servilismo de José María Aznar y la valentía de Pedro Sánchez.

https://www.eldiario.es/contracorriente/gaza-problema-nacional_132_10753382.html

Javier Pérez Royo, 

viernes, 22 de diciembre de 2023

_- Una estafa con nombre decente

_- Larry Fink no se encuentra en el top de las personas más ricas del mundo. Ocupa el puesto 2.478 en la lista que todos los años publica la revista Forbes, pues ”sólo” tiene un patrimonio de 1.100 millones de dólares (200 veces menos que el más rico, Bernard Arnault). Sin embargo, Fink es el consejero delegado de Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo que maneja unos 10 billones de dólares, casi tanto como toda la riqueza de América Latina, el doble de la de Africa, o más de seis veces el PIB de España y sólo superados por el de Estados Unidos y China.

Junto a otros tres o cuatro grandes fondos de inversión, se podría decir que el fondo de Fink es el dueño efectivo en España, como en otros muchos países, de la banca, las compañías de seguros, constructoras, un buen número de grandes empresas industriales, transporte o comerciales, fabricas de armas… y, por supuesto, de los medios de comunicación más influyentes.

Sus inversiones sólo tienen un objetivo: aumentar continuamente sus beneficios a costa de lo que sea. Y ese “lo que sea” significa generalmente que lo que menos importa es mantener viva a medio o largo plazo la actividad de las empresas que adquiere o controla.

Y si les importa poco la vida de las empresas que adquieren, mucho menos les afecta lo que pase con la naturaleza a la hora de ganar dinero.

En 2020, Larry Fink afirmó que “el riesgo climático es riesgo de inversión” y que, por lo tanto, Blackrock iba a vigilar el comportamiento ambiental de las empresas en las que participaba para no invertir en las contaminantes. Pero esa idea no le duró mucho y pronto volvieron a las andadas, invirtiendo allí donde hubiera ganancias, con independencia de la contaminación que se produjera.

Blackrock, Vanguard, State Street y algunos otros fondos más, controlan la principal cartera de inversiones en combustibles fósiles más contaminantes del mundo y diversos estudios han mostrado que es habitual que utilicen su influencia en los consejos de administración en los miles de empresas en donde participan para evitar que se tomen medidas que podrían frenar el cambio climático.

Por si hacía falta algo que confirmara su total ausencia de compromiso climático y que tan sólo buscan el beneficio inmediato, Larry Fink anunció hace unos días que creará un fondo que incluirá inversiones en criptomonedas.

El destrozo ambiental que hace la producción de estas últimas es brutal. Según un estudio reciente de Naciones Unidas, para producir bitcoins que sirven básicamente como activos para la especulación, ha sido necesario utilizar la energía eléctrica que gasta un país de 230 millones de personas, como Pakistán. Para compensar la huella de carbono que generó sería necesario plantar 3.900 millones de árboles, en una superficie equivalente a la de Países Bajos, Suiza o Dinamarca; y el gasto de agua realizado con ese exclusivo fin de especular equivale al necesario para satisfacer las necesidades actuales de agua doméstica de más de 300 millones de personas en las zonas rurales del África subsahariana (di más datos sobre lo que “cuestan” realmente las criptomonedas y su verdadera utilidad aquí).

Para hacer todo eso, incluso recurren al fraude. En 2021 se descubrió que Blackrock y otros fondos encargan la evaluación ambiental de sus inversiones a auditoras que utilizan métricas engañosas para disimular el daño climático real que producen.

Los causantes del extraordinario peligro ambiental al que nos enfrentamos y del destrozo de la naturaleza tienen nombres y apellidos y se sabe perfectamente cómo lo hacen. Lo sorprendente es que, en lugar de ponerlos en evidencia y detener a quienes lo provocan, se les permita controlar los medios de comunicación desde los que nos quieren hacer creer que sólo gracias a ellos podremos solucionar el problema.

Comentario de Wenceslao.

Al capitalismo de nuestros días, revestido de conceptos como libertad de empresa, competencia, responsabilidad social, emprendimiento, progreso… se le podría aplicar lo que decía Ramón Pérez de Ayala sobre las estafas: «cuando ya son enormes, toman nombrDefine la RAE hipocresía como “Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan” y tenemos también en la forma de proceder lo que llamamos “doble rasero”, diferente modo de juzgar a personas o grupos de personas, por el cual unos reciben un mayor castigo o reprobación que otros por los mismos hechos. Bien partiendo de estas premisas, todo lo que se muestre por estos “sensibles” periodistas es pura hipocresía, está más que demostrado, USA_OTAN asesinó sólo en su invasión de Irak más de 500.000 personas, vimos sus carnicerías vía Wikileaks y clama al cielo que todo ciudadano con dignidad debería de denunciar y que no es otra cosa que si USA ordena a la OTAN taparse la nariz, la OTAN se tapa la nariz y punto, SOLO el día que Europa deje de estar subyugada a USA_ISRAEL, ese día la “denuncia” que se muestra en ese video tal vez tenga algo de repercusión, en la actualidad eso sólo sirve para “hacer” llorar a algunos y el resto se tapará la nariz no sea que el “jefe” se enfade , ya lo dijo Biden hace muchos años, en 1986, el actual presidente de Estados Unidos Joe Biden confesó que la mejor inversión para defender sus intereses en Medio Oriente es en Israel, y en el caso de que ese país no existiera, Estados Unidos inventaría uno, pero es más USA con más de 750 bases militares por todo el mundo, con más de 250 intervenciones militares en terceros países desde 1945 no respeta ni respetará el derecho de los pueblos como reza en la carta de la ONU y Europa asiente esa actitud de su “jefe” sumisamente incluso en contra de su economía y estatus mundial, de la que China, Rusia, India, Irán, Brasil, Arabia Saudí, etc., están tomando buena nota y crean al Brics+, dice el dicho que “Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar”, esos países han visto lo que le ha hecho USA a Rusia a la que quieren robarle Siberia y no han dudado en unirse para hacer frente al latrocinio de USA y sus súbditos.Europa, la OTAN, es vasalla de USA_Israel, antes y ahora calla ante sus atrocidades, no es la OTAN y su jefe USA ejemplo de nada, son ejemplo de cómo someter por la fuerza a los que no se dejan robar. Buen día. RESPONDER

domingo, 3 de diciembre de 2023

Apuestas contra acciones israelíes ganaron millones de dólares. Alguien ya sabía el plan de Hamás

El ataque de Hamás contra Israel tomó por sorpresa al Ejército israelí, pero al parecer, alguien lo sabía de antemano y colocó miles de millones de apuestas en acciones israelíes negociadas localmente y en Wall Street cinco días antes del ataque de Hamás, comunicó el medio ‘Haaretz’.

La venta en corto de acciones israelíes —apostando a que caerán— se disparó en los días previos al ataque del 7 de octubre, superando con creces la venta en corto durante otros periodos de crisis, afirmaron dos investigadores estadounidenses, Robert Jackson y Josué Mitts, en su estudio titulado ¿Comercio con el terror?.

Se desconoce el origen de la supuesta información que condujo a las ventas en corto, pero es probable que procediera de Hamás.

«Nuestros hallazgos sugieren que los corredores de bolsa informados de los inminentes ataques se beneficiaron de estos trágicos acontecimientos», escribieron los autores.

Los investigadores examinaron las operaciones realizadas con el EIS, un valor negociado en la Bolsa de Nueva York a través del cual los inversores pueden exponerse a acciones israelíes. Invertir en el EIS equivale a invertir en la economía de Israel.

Los expertos encontraron fuertes indicios de que, a principios de octubre, alguien en el entorno bursátil estadounidense anticipó una catástrofe en Israel, lo que provocó el colapso de las acciones. El 2 de octubre, estas personas realizaron un enorme volumen de transacciones en corto en el EIS, lo que significa que apostaron contra Israel.

«El volumen de las transacciones en corto del 2 de octubre fue tan enorme —227.000 unidades— que no parecía un juego de azar. Quienquiera que estuviera detrás de las transacciones aparentemente tenía confianza en que el desastre golpearía a Israel», enfatizaron los autores.

La venta en corto consiste en beneficiarse de valores que no se poseen. Si tiene confianza en que las acciones de una cierta empresa van a bajar, se las pide prestadas a alguien, las vende y después las compra en el mercado al precio más bajo, se las devuelve al prestamista y la diferencia queda a su favor.

La gente que puso en corto las acciones israelíes el 2 de octubre lo aprovechó. El valor del EIS cayó un 7,1% y en 20 días el EIS perdió un 17,5% de su valor. Según el volumen, los vendedores en corto parecen haber ganado millones de dólares, agregaron los investigadores.

«Las ventas en corto de aquel día superaron con creces las que se produjeron durante otros periodos de crisis, como la recesión que siguió a la crisis financiera de 2008, la guerra entre Israel y Gaza de 2014 y la pandemia del COVID-19», añadieron.

Resulta curioso que Mitts y Jackson identificaran tendencias similares en el EIS en abril de 2023, cuando circulaban rumores de que Hamás planeaba lanzar un ataque. Varios miembros del movimiento detenidos en Israel dijeron que el ataque se había planeado para el 5 de abril, pero se canceló en el último momento.

«En concreto, el volumen de ventas a corto plazo en el EIS alcanzó un máximo el 3 de abril a niveles muy similares a los observados el 2 de octubre», afirmaron.

Los investigadores también analizaron las ventas en corto en el TASE y descubrieron un repunte significativo en los días previos al 7 de octubre. De hecho, las posiciones cortas en el TASE empezaron a aumentar a partir de agosto, pero alcanzaron su punto máximo la semana anterior al ataque. No hay razón para asociar el pico de ventas en corto con la reforma judicial de Netanyahu. Otra vez surge la sospecha de que alguien tenía conocimiento previo del ataque de Hamás, señalaron los autores del estudio.

Los investigadores calculan que vender en corto en el TASE desde mediados de septiembre hasta octubre habría sido enormemente lucrativo. Únicamente en el Banco Leumi, «4,43 millones de nuevas acciones vendidas en corto durante el periodo comprendido entre el 14 de septiembre y el 5 de octubre produjeron unos beneficios de 3.200 millones de shekels (unos 900 millones de dólares), por esta venta en corto adicional».

De acuerdo con los expertos, Hamás había planeado el ataque durante meses y su líder, Yahya Sinwar, parece haber planeado no solo el aspecto táctico, sino también los aspectos logísticos y financieros.

Entretanto, Jackson y Mitts no afirman que la información hubiera procedido necesariamente de Hamás.

Hay que señalar que la venta en corto no es ilegal, y la ley de valores de Estados Unidos no prohíbe aparentemente explotar el conocimiento previo de semejantes ataques. Tampoco se trata de una violación de la información privilegiada en Israel. Pero fuentes israelíes señalaron que Hamás tiene gente con conocimientos financieros y no es inverosímil que estén detrás de estas ventas en corto.

Fuente: 

martes, 14 de noviembre de 2023

Alegato contra la guerra

Antes de comenzar la conferencia de apertura de la Quinta Edición del Congreso Recrea Academy en la ciudad de Guadalajara (México), pedí a los asistentes un minuto de silencio por las víctimas de la guerra entre Palestina e Israel. Los educadores y educadoras no podemos mirar para otro lado. No podemos cruzarnos de brazos como si nada pasara. No podemos encogernos de hombros como si nada tuviera que ver con nosotros.

Fue impresionante ver a una multitud de siete mil personas meterse en esa caja invisible de silencio hecha con materiales de rechazo, de dolor, de indignación y de condena. Después de escuchar mi breve alocución se pusieron de pie para recordar, sobre todo, a los niños y a las niñas. No solo a los que mueren en los bombardeos sino a los que seguirán viviendo con el horror en la mente y en el corazón. Quedarán marcados por el terror para siempre. “No hay bandera lo suficientemente larga para cubrir la vergüenza de matar a gente inocente”, dijo Howard Zinn.

El ataque terrorista por sorpresa de Hamas a Israel (milagrosamente no detectado por los sofisticados sistemas de vigilancia israelíes) suscitó una reacción de inusitada violencia. “Pagará un precio que nunca ha conocido”, dijo (e hizo) el primer Ministro Benjamin Netanyahu. Miles de personas han muerto en Israel y miles de personas han muerto en la franja de Gaza. Suma y sigue.

Otra guerra. Qué horror. Después de casi dos años de contienda en Ucrania estalla este horrible conflicto. No aprendemos. Después de tantos años de historia seguimos instalados en esta terrible irracionalidad: dirimir los conflictos en el campo de batalla. El que más muertos cause en el bando contrario es quien gana, quien tiene razón. Qué horror. Qué error. Decía Henry Miller que “cada guerra es una destrucción del espíritu humano”.

Cuesta creer que las imágenes que entran en las casas a través de los televisores son el fruto de decisiones que proceden de seres humanos racionales. ¿Cómo es posible que se denomine a nuestra especie como homo sapiens? Otros desastres (volcanes en erupción, tornados, danas, pestes, terremotos, tsunamis…) son fenómenos inevitables que causan destrucción y muerte. La guerra es el fruto de decisiones desquiciadas. Y, además, están impregnadas de sentimientos de odio que se acrecientan y multiplican con la destrucción y la derrota. Y con la sádica administración de la victoria.

Cuesta pensar que los miles y miles de millones que cuestan las armas de guerra podrían haberse destinado a salvar vidas, curar enfermedades, crear escuelas, hacer hospitales, acabar con el hambre, investigar la curación de enfermedades…

Todavía, después de tantos siglos de guerras, no hemos entendido que el ojo por ojo y diente por diente nos lleva a la destrucción total. “En la guerra no hay soldados ilesos”, dijo José Narosky. ¿Qué más necesitamos para darnos cuenta de que no hay nadie que gane una guerra? “La primera víctima de la guerra es la verdad”, decía Hiram Warren Johnson.

Si los grandes triunfadores del sistema educativo, que son quienes gobiernan los pueblos, no están especialmente empeñados en que desparezca del mundo la miseria, la ignorancia, la injustica, el hambre, la dominación, el trabajo y el matrimonio infantil… ¿por qué hablamos de éxito del sistema educativo?

Si quienes gobiernan el mundo desprecian la palabra, la negociación y la diplomacia y pretenden solucionar los conflictos con bombas, misiles, tanques, aviones y fusiles…¿por qué pensamos que funcionaron los sistemas de enseñanza?

Si esas personas que gobiernan y deciden meter el mundo es tantos horrores, han sido elegidas por los votantes, ¿qué aprendieron esos electores y electoras en la escuela y qué les enseñamos? No parece lógico que se vote a corruptos si se ha aprendido a pensar y parece imposible que se vote a personas crueles que nos lleven a la guerra si se ha aprendido a convivir.

Por eso, este alegato contra la guerra se convierte en una interpelación a la escuela. Porque tanto los electores como los gobernantes han tenido muchos años de escolaridad. ¿Qué hicieron en las aulas? ¿Qué aprendieron? ¿Qué les enseñamos? ¿Qué ha pasado con los programas de educación para la paz, si alguna vez los hubo?

Quizás le esté atribuyendo a la escuela un poder que no tiene. Porque hay muchos otros agentes educativos en la sociedad: las familias, los medios de comunicación, las organizaciones gubernamentales… Sin embargo, quiero pensar que el epicentro de la educación se encuentra en la escuela.

¿Qué aprendieron estos líderes en la escuela? ¿Oyeron hablar alguna vez de educación para la paz? ¿Pensaron alguna vez en la importancia de la palabra, del diálogo, de la negociación para solucionar los conflictos? ¿Aprendieron que todos los seres humanos, sea cual sea su raza, su sexo, su edad, su credo… son depositarios de una dignidad indiscutible y de unos derechos inalienables?

Son pocos quienes deciden declarar una guerra. No conozco un plebiscito en el que pueblo haya votado sí a la guerra. “Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba” (Heródoto de Halicarnaso). Estoy seguro de que no ganaría nunca el referéndum del sí a la guerra. Los pocos que deciden declarar la guerra van a permanecer en retaguardia y, casi con seguridad, se van a librar de la muerte. Ellos envían a su pueblo a las trincheras, ellos mandan a su pueblo a la muerte para que defienda la patria. “La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran”.

Mi amigo José Antonio Binaburo, dedicó muchas horas y muchas ilusiones al desarrollo de un estupendo programa que operaba en las escuelas andaluzas bajo el lema “La escuela espacio de paz”.

No es fácil trabajar cada día en la escuela en estas ideas y sentimientos bajo el ruido aterrador de los bombardeos. El ruido que producen las bombas llega a los oídos de nuestros alumnos y alumnas con tanta fuerza que les impide oír nuestras palabras sobre la paz.

En nuestro país tenemos un expresidente del gobierno que todavía no ha pedido perdón al mundo ni a las víctimas por habernos metido en la guerra de Irak utilizando una solemne mentira que repitió, no cabe duda que a sabiendas, hasta la saciedad: existen armas de destrucción masiva en Irak. Y no las había. Cuántas veces gritamos en las calles, en las plazas, en las escuelas, en las televisiones NO A LA GUERRA? ¿De qué sirvió aquel clamor más que para desgañitarnos y desesperarnos?

He contado alguna vez que, en plena guerra del Golfo, un Instituto de Sevilla me pidió una conferencia sobre educación para la paz. Salí de mi casa en coche y, en el desplazamiento por carretera, me sobrevolaron los aviones que, desde la base americana de Rota, iban a la guerra. Estuve a punto de dar la vuelta y regresar. Porque pensé: ¿qué les voy a decir con sentido a estos chicos sin que se me caiga la cara de vergüenza?, ¿cómo voy a explicar que la guerra es una forma irracional e injusta de resolver los conflictos cuando la empleaban los poderosos de la tierra?, ¿por qué los gritos del pueblo no habían detenido el horror?, ¿por qué se utilizaban las armas pudiendo utilizar las palabras?

Creo que una guerra como la que ha estallado, destruye miles y miles de horas de trabajo, de educación y de solidaridad practicadas en la escuela durante décadas. Habrá que seguir trabajando por esta causa hasta erradicar de nuestro mundo esta horrible realidad. La reflexión cotidiana, la práctica de la solidaridad.

Habrá que practicar “La Pedagogía del mutuo aprecio”, como reza el título del hermoso libro del profesor mexicano Antonio Paoli. Dice el autor, con quien he tenido la oportunidad de dialogar estos días, que “nuestro propósito central es promover el mutuo aprecio. Este es el objetivo principal de toda pedagogía. El afán de nuestro quehacer es que cada uno se convierta en el horizonte del enaltecimiento de otro”.

¿Cómo funciona la escuela en un país en guerra? Alternando las horas de refugio con las horas de aprendizaje, viendo cómo las bombas aniquilan las palabras, comprobando cada día que faltan algunos niños y algunas niñas que ya nunca podrán volver. ¿Qué sentido tiene en ellas la educación para la paz?

La guerra destruye todas las utopías. Es necesario volver a reconstruirlas, volver a creer que es posible una convivencia armoniosa e inteligente. “La humanidad debe poner un final a la guerra antes de que la guerra ponga un final a la humanidad”. Y será la educación para la paz quien ponga el punto final a la guerra.

jueves, 4 de marzo de 2021

_- Yanis Varoufakis: En defensa de Ken Loach

_- Así que hemos llegado a esto: Ken Loach está siendo objeto de una campaña de difamación alentada por quienes no se detendrán ante nada para proteger las políticas de apartheid de Israel. El mensaje que se envía a las personajes de buena conciencia es sencillo: si no queréis veros tachados de antisemitas, guardad silencio sobre los crímenes contra la humanidad y los ataques a los derechos humanos en tierra palestina. Nos ponen a los demás sobre aviso: si podemos hacerle esto a Ken Loach, un hombre que ha pasado su vida abogando en favor de las víctimas de la opresión, el racismo y la discriminación, imaginaos lo que os haremos a vosotros. Si os atrevéis a apoyar los derechos humanos de los palestinos, afirmaremos que odiáis a los judíos.

El arte de difamar el perfil de un izquierdista se ha ido afinando aún más en los últimos tiempos. Cuando me llamó “motorista marxista” el Financial Times, me confesé gustosamente culpable. Llamarme estalinista, como hacen algunos derechistas nada sofisticados, tampoco logra desatar una crisis existencialista en mi alma, pues sé perfectamente bien que yo sería un estupendo candidato al gulag bajo cualquier régimen estalinista. Pero si me llaman misógino o antisemita, el dolor es inmediato. ¿Por qué? Pues porque conocedor de hasta qué punto estamos todos imbuidos en las sociedades occidentales de patriarcado, antisemitismo y otras formas de racismo, esas acusaciones tocan nervio.

Así pues, resulta una deliciosa ironía que a aquellos de nosotros que hemos hecho los mayores esfuerzos por librar a nuestras almas de la misoginia, el antisemitismo y otras formas de racismo es a quienes más nos duele que nos acusen de estos prejuicios. Somos perfectamente conscientes de la facilidad con la que el antisemitismo puede contagiarse a gente que no es racista en otros aspectos. Entendemos bien su astucia y su fuerza, el hecho, por ejemplo, de que los judíos son el único pueblo acusado a la vez de ser capitalistas y revolucionarios de izquierda. Esta es la razón por la que la acusación estratégica de antisemitismo, cuya finalidad consiste en silenciar y condenar al ostracismo a los que disienten, nos provoca un turbulencia interior. Y esto es que lo que está detrás del desmedido éxito de esas campañas de vilipendio contra amigos míos como Jeremy Corbyn, Bernie Sanders, Brian Eno, Roger Waters y ahora Ken Loach.

‘¿No es síntoma de antisemitismo su crítica exclusivamente de Israel?’, se nos pregunta a menudo. Dejando aparte la ridiculez de la afirmación de que nos hemos dedicado a criticar exclusivamente a Israel, la crítica de Israel no es y no puede ser nunca crítica de los judíos, exactamente igual que la crítica del Estado griego o del imperialismo norteamericano no es una crítica de los griegos o de los norteamericanos. Lo mismo se aplica a la hora de interrogarse sobre la sensatez de haber creado un Estado específicamente étnico. Cuando gente notable, tal es el caso de héroes míos como Hannah Arendt y Albert Einstein, han cuestionado el proyecto sionista de un estado judío en Palestina, resulta ofensivo afirmar que debatir la existencia de Israel significa ser antisemita. La cuestión no es si Arendt y Einstein llevaban o no llevaban razón. La cuestión es si el cuestionamiento de la sensatez de un estado judío en la tierra de Palestina resulta antisemita o no. Está claro que, si bien los antisemitas se opusieron a la fundación del Estado de Israel, no se sigue de ello que sólo los antisemitas se opusieran a la fundación de un Estado judío en Palestina.

Por aportar una nota personal, en 2015, mientras desempeñaba el cargo de ministro de Finanzas de Grecia, un diario griego favorable a la troika pensó que podía hacerme de menos representándome con la figura de Shylock. De lo que estos idiotas no se dieron cuenta es de que mancillar mi imagen asemejándome a un judío era y siguen siendo un timbre de honor. Por hablar también en nombre de amigos ya mencionados denigrados como antisemitas, nos sentimos profundamente halagados cuando un antisemita nos mete en el mismo saco que a un pueblo que ha resistido tan valerosamente el racismo durante tanto tiempo. Mientras un solo judío se sienta amenazado por el antisemitismo, nos prenderemos la estrella de David en el pecho, listos y dispuestos a que se nos cuente como judíos en solidaridad, aunque pueda ser que no seamos judíos. Al mismo tiempo, llevamos la enseña palestina como símbolo de solidaridad con un pueblo que vive en un Estado de apartheid construido por los israelíes reaccionarios, lo cual perjudica a mis hermanos y hermanas judíos y árabes, y atiza las llamas del racismo que, irónicamente, forjan siempre una variedad más acerada de antisemitismo.

Volviendo a Ken Loach, ninguna campaña de calumnias en su contra puede, afortunadamente, tener éxito. No sólo porque la obra y la vida de Ken son prueba del absurdo de la acusación, sino debido también a los valerosos israelíes que corren terribles riesgos al defender el derecho de judíos y no judíos a criticar a Israel. Así, por ejemplo, el grupo de especialistas académicos que ha deconstruído metódicamente la indefendible definición de antisemitismo del IHRA [International Holocaust Remembrance Alliance], que lo equipara a la legítima crítica que comparten muchos israelíes progresistas. O la gente maravillosa que trabaja con la ONG israelí de derechos humanos B’TSELEM para resistirse a las políticas de apartheid de sucesivos gobiernos israelíes. Me siento tan agradecido a ellos como a mi amigo y mentor Ken Loach.

Yanis Varoufakis Co-fundador del Movimiento por la Democracia en Europa (DIEM25), Yanis Varoufakis es diputado y portavoz de este grupo en el Parlamento griego y profesor de economía de la Universidad de Atenas. Es ex-ministro del Gobierno de Syriza, del que dimitió por su oposición al Tercer Memorándum UE-Grecia. Es autor, entre otros, de "El Minotauro Global".

Fuente:
Sidecar NLR, 18 de febrero de 2021
Traducción: Lucas Antón
Temática: cine, cultura,

jueves, 16 de agosto de 2018

Israel mató a cuatro niños en una playa de Gaza con un dron armado con misiles. Una ONG desvela una investigación militar secreta sobre el ataque de 2014

El enigma sobre la muerte de los cuatro primos Baker, los niños que jugaban en una playa de Gaza en plena guerra de 2014 cuando fueron abatidos por proyectiles israelíes, comienza a desentrañarse. Una investigación de la policía militar obtenido por la ONG Adalah, que ejerce la defensa legal de los derechos de la minoría árabe en Israel, confirma que los chicos perecieron por el impacto de dos misiles disparados desde un avión no tripulado armado. El portal informativo The Intercept ha sido el primer medio en difundir esta información en exclusiva.

Tras hacerse público el informe militar secreto, a primera hora de la noche de este lunes, el Ejército reiteró en un comunicado que los niños fueron confundidos con milicianos de Hamás en una zona considerada de guerra. La justicia castrense israelí dio carpetazo a la investigación en junio de 2015 con esos mismos argumentos, pero los abogados de Adalah, que han representado a la familia Baker —un clan de pescadores que da nombre a barrio costero de la capital gazatí— siguió insistiendo en sus peticiones de investigación ante el insistente silencio de la fiscalía.

A pesar de tratarse de un texto confidencial censurado con tachaduras, en el informe se constata que Ismail Baker, de nueve años, y sus primos del mismo apellido Aed, de 10, Zacaría, de 10 y Mohamed, de 11, murieron el 16 de julio de 2014 en torno a las 15.30 junto a un embarcadero próximo al hotel Al Deira, base habitual de la prensa extranjera en Gaza.

El operador de un dron israelí Hermes 500 observó desde el centro de operaciones aéreas de Palmachin, al sur de Tel Aviv, que una figura humana salía de los restos de un contenedor que había sido atacado por la aviación el día anterior al despertar sospechas de que se trataba de un depósito de armas de Hamás.

Un segundo aparato no tripulado, esta vez artillado, entró en acción para disparar un misil contra el niño que se había acercado al contenedor. El resto de los chicos echaron a correr mientras eran perseguidos, en una acción que filmada por una televisión francesa desde el hotel.

En un momento del informe queda constancia de que el operador del dron pidió aclaraciones sobre los limites de la zona de guerra de la playa en la que podía abrir fuego. Al no recibir respuesta, lanzó medio minuto después el misil que causó la muerte de los otros tres primos y heridas graves a un cuarto.

En un comunicado difundido por la noche, Adalah sostuvo que el ataque con el dron “mostraba un desprecio criminal por la vida humana”, confirmaba que la investigación interna del Ejército no había servido para hacer justicia y exigía al fiscal general de Israel la inmediata reapertura del caso.

https://elpais.com/internacional/2018/08/13/actualidad/1534193171_020667.html