Son mujeres y empoderadas. Son jóvenes y expertas. Fueron maltratadas y son valientes. Fueron esclavas y son independientes. Fueron abusadas y son fuertes. Son artistas, profesoras, periodistas, oradoras, trabajadoras sociales, estudiantes... Son hijas de las prostitutas de uno de los barrios rojos más grandes del mundo, pero no reniegan de su pasado. Fueron víctimas y son agentes del cambio. Un grupo de adolescentes decididas a revolucionar conceptos antagónicos en la sociedad india.
“Muchos abusaron de mi cuando aun era una niña. Aunque recuerdo vívidamente cómo, a los nueve años, uno de los clientes del burdel me sentó en su regazo e introdujo su dedos en mi vagina...”, cuenta Shweta Katti, de 21 años. En perfecto inglés y sin titubeos, relata la pérdida de la inocencia, la humillación, el dolor y la culpa. Pero es un discurso articulado con seguridad serena. “No odio a los hombres. No todos son iguales”. Su firmeza se ampara en un alegato desprovisto de dudas que sólo el insondable ejercicio de la memoria ha transformado en constructivo. Palabras que han servido más como bálsamo ajeno que como martirio propio. Tras el tormento y la piedad, Shweta estudia psicología para ayudar a otras niñas que han sido violadas. “Las mujeres de Kamathipura [el barrio rojo de Mumbai] piensan que no pueden soñar a lo grande y eso les impide alcanzar sus metas”. Masticada y paladeada por ella misma, su historia es ejemplo de superación para muchas audiencias y le ha valido el reconocimiento internacional de 25 menores de 25, mujeres jóvenes ejemplares, junto a otras como la activista y Premo Nobel de la Paz paquistaní Malala Yousafzai.
Pero las listas siempre se quedan cortas. Porque Shweta no es la única. Otras 15 hijas de prostitutas forman Kranti —revolución en hindi—, un organización creada en 2010 por adolescentes del segundo burdel más grande del mundo. Nominado al Premio Profesor Global (2016) —conocido como el nobel de enseñanza—, las chicas, de 12 a 21, años no quieren ser beneficiarias de proyectos de desarrollo, sino agentes del desarrollo mismo. La integran Nilofar, de 22 años, que trabaja como profesora y quiere estudiar turismo para dedicarse a la hostelería. Farah, de 21, que será periodista una vez termine sus prácticas de verano en la BBC de Mumbai. O Kavita, Ashini y Shradda; de 21, 18 y 16, que organizan talleres semanales de pintura, escultura y teatro para niños con cáncer en el hospital del centro de la ciudad. Cada una con sus sueños personales, pero todas unidas por un pasado del que no escapan. Sólo huyen de la condescendencia. “Kamathipura es el barrio en que nací. Puede que la gente tenga pena de nosotras. Pero ese pasado no nos debilita, sino que nos hace más fuertes”, dice Shradda, apenas quinceañera, mientras termina de retocarse ante el espejo. Éste devuelve una sonrisa afable acompañada del aplomo de sus ojos; bisoños pero curtidos en certezas que explican más que las palabras.
Infancia en el slum de la prostitución
Shaddra y el resto de integrantes de Kantri vivieron su niñez y adolescencia atrapadas en el sistema de esclavitud que rige Kamathipura. Alrededor de 200 euros se paga por el tráfico y venta de una mujer en al barrio rojo de Mumbai, estima la ONG local Prerana Anti-Trafficking . Algo más de 15 euros vale pasar una hora con una menor. Y no más de 1.200 euros cuesta comprar una niña en el burdel más antiguo de India. Instaurado por los colonos británicos hace dos siglos, hoy en día las calles este slum se confunden con el glamour de los rascacielos de la megalópolis india. Abigarradas y promiscuas, sus calles esconden alrededor de 7.000 trabajadoras sexuales plegadas a sistema de karza —deudas de vida— inexistentes e infladas por las redes de tráfico humano. Aunque las autoridades locales sostienen que número de prostitutas se redujo de 50.000 en 1992 a 2.000 en 2009, ONGs como Prerana Ati-Trafficking Centre sostienen que el tráfico de mujeres aumenta en el burdel y que esas cifras se quedan cortas. Se estima que unos 10.000 menores viven en sus calles.
Explotación sexual e infantil; las peores formas de esclavitud moderna se concentran en las 14 calles de Kamathipura, colmadas de enjambres de criaturas entre el olor a falta de intimidad y pobreza suburbial. Según el extenso informe de 2016 sobre el Índice de Esclavitud Moderna, de finales de mayo, India concentra la mayor población de esclavos modernos: 18 millones de personas presas de trabajos forzados, explotación infantil y prostitución.
“Mi abuela vivía en Karnataka [estado indio al sur de Mumbai] y era bailarina. La llevaron a trabajar a Kamathipura cuando era menor. Ella no sabía que era un burdel. Luego llegaron las adicciones y demás.”, explica Sheetal Jain, de 21 años. Tres generaciones de mujeres de su familia sobrevivieron en el slum de la prostitución. Bajo la promesa de trabajo y arrancadas a edades prematuras de otros estados indios o países vecinos como Nepal y Bangladesh, las esclavas sexuales son encarceladas y prostituidas por los dalals —proxenetas— hasta que alcanzan edades superiores a los 25 años. Entonces, el sistema adhiya —ingresos compartidos— las fuerza a ceder parte de sus ganancias en conceptos de alquiler y seguridad; reduciendo sus ya pingües ganancias al 40%.
Los intentos de acabar con el tráfico humano son frenados por la contradicción de leyes nacionales y estatales, como la sección 8 de la Immoral Trafficking Prevention Act, (Acta de prevención del tráfico inmoral) que criminaliza a la mujer por ofrecer sus servicios. Las lagunas legales y la impunidad se unen a la corrupción de la policía local, que filtra información a las mafias antes de que las unidades anti-tráfico ordenen las redadas. Numerosas organizaciones no gubernamentales intentan mitigar los estragos de la esclavitud sexual en Kamathipura. Bien colaborando con la policía en denuncias y arrestos. Bien ofreciendo alternativas de trabajo a las prostitutas, o refugio y educación a los menores que viven en el burdel.
“Las ONGs de Kamathipura imparten educación formal a los niños, pero los sobreprotegen”, critica la propia Sheetal, que pasó por cuatro organizaciones diferentes. “Mientras, a las mujeres sólo les enseñan empleos tradicionales como costura y punto... Así hasta que alcanzan la edad del matrimonio, en la adolescencia”.
Aceptar el pasado para revolucionar el presente
“En Kranti nos enseñan a explorar nuestras pasiones mediante las artes plásticas o la meditación. Eso nos motiva a soñar lo que queremos hacer con nuestras vidas, como el resto del mundo. Sin condicionarnos por nuestro por nuestro pasado”, concluye Sheetal. Ella nunca consiguió integrarse en escuelas y casas de acogida, su único interés era la música y pensaba que nunca acabaría la educación obligatoria. Pero el sistema de Kranti le ofreció otras alternativas; terminó sus estudios y ahora imparte talleres de percusión y cuentacuentos en las que explica su historia de lucha personal para ayudar a los alumnos.
Danza, música, teatro, meditación o talleres sobre justicia social son parte integral de las actividades de Kranti. Las adolescentes de Kamathipura también participan en voluntariados y han viajado a Nepal, Buthan o Estados Unidos como parte de su formación. “No sólo les ayuda a compartir sus historias alrededor del mundo, sino que encuentran formas de relacionarse con gentes de otros países y culturas que viven situaciones similares”, explica Robin Chaurasiya, precursora de la iniciativa y encargada de buscar los fondos para la formación de las revolucionarias; como se autodenominan. Estadounidense de 30 años con orígenes indios, Robin llegó a Mumbai después de ser expulsada de las fuerzas aéreas americanas por su condición sexual, y en Kamathipura entrenó a su agitador ejército de adolescentes: “Con terapia y educación, han aprendido a no avergonzarse de su pasado, que no debe limitar su futuro. Ahora se sienten orgullosas de sus orígenes en Kamathipura, porque eso les ha convertido en las mujeres que son”.
Amrin Shaikh, de 15 años, mueve las manos con vehemencia. “La gente me rechazaba por mi origen y condición. Ahora lucho por mis derechos y respondo a los que piensan que soy tonta”, traduce su hermana Nilofar, que también ha aprendido lenguaje de signos gracias a Kranti. Alumna con las mejores calificaciones de su promoción, Amrin es sordomuda pero elocuente; y lo demuestra preguntando una y otra vez si se ha hecho entender.
La misma confianza que desprenden el resto de hijas de Kamathipura. Sólo empañada por el recuerdo de sus madres, algunas de las cuales ya murieron en el slum de la prostitución. Una vacilación que dura apenas segundos. Sheetal insiste en una idea, repiqueteando como sus dedos sobre la piel de tambores y djembés: “Estamos muy orgullosas de nuestras madres. Somos fuertes gracias a ellas y a lo que vivimos juntas”, ni un ápice de paternalismo: “Entendimos que lo hicieron por nosotras y aquí hemos aprendido a perdonar”.
http://elpais.com/elpais/2016/06/24/planeta_futuro/1466769362_575564.html
sábado, 16 de julio de 2016
viernes, 15 de julio de 2016
PSICOLOGÍA. La huella de la palabra
Distintos estudios apuntan a que eternos rivales como la terapia psicológica y los tratamientos farmacológicos podrían ser grandes aliados a la hora de propiciar cambios positivos en el cerebro.
LA PALABRA es el lenguaje del cerebro, es lógico pensar que, a fuerza de repetirla, acabe dejando una impronta. Estudios de neuroimagen demuestran que así es.
El cerebro es un órgano vivo que sufre cambios constantes: se transforma en función de lo que vemos, oímos, hacemos y decimos, y gracias a la neuroplasticidad, activa durante toda la vida, se sigue modificando hasta la muerte.
Los hallazgos a nivel molecular en este campo hicieron a Eric Kandel merecedor del Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 2000. Sus descubrimientos se han ido comprobando mediante neuroimagen y siguen siendo objeto de estudio.
El cerebro funciona como un gran bloque interconectado. En él hay distintas regiones especializadas encargadas de decodificar información, almacenar recuerdos, regular emociones, decidir si una conducta es pertinente ante una situación determinada, qué estímulos de nuestro entorno son más o menos relevantes y, por tanto, merecen una mayor o menor atención, etcétera. La actividad cerebral es incesante: en función del momento, unas regiones están más activas que otras, optimizando así su funcionamiento y rendimiento energético. En algunos casos, determinadas regiones están activas cuando en condiciones normales deberían permanecer en reposo, por eso hablamos de enfermedad: funcionan mal.
Observemos la región conocida como cerebro emocional: el sistema límbico. En él conviven una estructura llamada amígdala, implicada en el procesamiento de emociones como el miedo, que se activa en situaciones de peligro; el hipocampo, órgano fundamental de la memoria, y áreas de gran especialización como, por ejemplo, la encargada del recuerdo de las vivencias traumáticas. En personas con fobias –miedo irracional ante un estímulo normalmente inocuo– observamos una hiperactividad del sistema límbico en general y en particular a nivel de la amígdala y el hipocampo. Ante estímulos que no suponen un peligro real, estas zonas deberían estar en reposo.
Diferentes técnicas de neuroimagen funcional han permitido estudiar la incidencia de la psicoterapia sobre el funcionamiento del cerebro en enfermedades mentales como la fobia, observándose una normalización de su funcionamiento tras un tratamiento adecuado. Los estudios han encontrado que la psicoterapia también provoca cambios a nivel de la corteza prefrontal o el cerebro lógico, que es la región responsable del pensamiento racional y otras funciones mentales superiores propias del ser humano. Se ha concluido además que a los cambios funcionales les siguen otros en la estructura cerebral, más estables a largo plazo, tras la aplicación de la psicoterapia. Curiosamente, se han detectado patrones similares con la psicoterapia y con los tratamientos farmacológicos, lo que sugiere que psicoterapia y medicamentos podrían funcionar de forma paralela.
Tradicionalmente hemos asistido al enfrentamiento de dos corrientes: las “biologicistas”, que centran sus conocimientos, las bases de la enfermedad mental y, en consecuencia, su solución en los procesos bioquímicos cerebrales, y las “psicologicistas”, que plantean que tanto el origen como la solución se encuentran en el ambiente. Sin embargo, esta tradicional rivalidad va perdiendo fuelle porque, según varios estudios, las intervenciones psicoterapéuticas también son biológicas, pues producen cambios a nivel bioquímico similares a los que producen los fármacos.
El poder del silencio
PSICOLOGIA El secreto del éxito del psicoanálisis está en el silencio del psicoanalista: es el paciente quien tiene que profundizar en su cerebro hasta extraer las conclusiones necesarias con ayuda del tiempo y de la pericia directiva del analista.
Diferentes técnicas psicoterapéuticas, como la terapia de orientación psicodinámica (el psicoanálisis) o la cognitivo-conductual, demuestran tener un impacto claro sobre el funcionamiento cerebral.
La fuerza de la repetición es la responsable de que funcione la terapia cognitivo-conductual, de ahí los famosos “deberes” que el terapeuta manda semana tras semana hasta conseguir una nueva huella cerebral.
http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/psicologia-cerebral/?por=friso
LA PALABRA es el lenguaje del cerebro, es lógico pensar que, a fuerza de repetirla, acabe dejando una impronta. Estudios de neuroimagen demuestran que así es.
El cerebro es un órgano vivo que sufre cambios constantes: se transforma en función de lo que vemos, oímos, hacemos y decimos, y gracias a la neuroplasticidad, activa durante toda la vida, se sigue modificando hasta la muerte.
Los hallazgos a nivel molecular en este campo hicieron a Eric Kandel merecedor del Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 2000. Sus descubrimientos se han ido comprobando mediante neuroimagen y siguen siendo objeto de estudio.
El cerebro funciona como un gran bloque interconectado. En él hay distintas regiones especializadas encargadas de decodificar información, almacenar recuerdos, regular emociones, decidir si una conducta es pertinente ante una situación determinada, qué estímulos de nuestro entorno son más o menos relevantes y, por tanto, merecen una mayor o menor atención, etcétera. La actividad cerebral es incesante: en función del momento, unas regiones están más activas que otras, optimizando así su funcionamiento y rendimiento energético. En algunos casos, determinadas regiones están activas cuando en condiciones normales deberían permanecer en reposo, por eso hablamos de enfermedad: funcionan mal.
Observemos la región conocida como cerebro emocional: el sistema límbico. En él conviven una estructura llamada amígdala, implicada en el procesamiento de emociones como el miedo, que se activa en situaciones de peligro; el hipocampo, órgano fundamental de la memoria, y áreas de gran especialización como, por ejemplo, la encargada del recuerdo de las vivencias traumáticas. En personas con fobias –miedo irracional ante un estímulo normalmente inocuo– observamos una hiperactividad del sistema límbico en general y en particular a nivel de la amígdala y el hipocampo. Ante estímulos que no suponen un peligro real, estas zonas deberían estar en reposo.
Diferentes técnicas de neuroimagen funcional han permitido estudiar la incidencia de la psicoterapia sobre el funcionamiento del cerebro en enfermedades mentales como la fobia, observándose una normalización de su funcionamiento tras un tratamiento adecuado. Los estudios han encontrado que la psicoterapia también provoca cambios a nivel de la corteza prefrontal o el cerebro lógico, que es la región responsable del pensamiento racional y otras funciones mentales superiores propias del ser humano. Se ha concluido además que a los cambios funcionales les siguen otros en la estructura cerebral, más estables a largo plazo, tras la aplicación de la psicoterapia. Curiosamente, se han detectado patrones similares con la psicoterapia y con los tratamientos farmacológicos, lo que sugiere que psicoterapia y medicamentos podrían funcionar de forma paralela.
Tradicionalmente hemos asistido al enfrentamiento de dos corrientes: las “biologicistas”, que centran sus conocimientos, las bases de la enfermedad mental y, en consecuencia, su solución en los procesos bioquímicos cerebrales, y las “psicologicistas”, que plantean que tanto el origen como la solución se encuentran en el ambiente. Sin embargo, esta tradicional rivalidad va perdiendo fuelle porque, según varios estudios, las intervenciones psicoterapéuticas también son biológicas, pues producen cambios a nivel bioquímico similares a los que producen los fármacos.
El poder del silencio
PSICOLOGIA El secreto del éxito del psicoanálisis está en el silencio del psicoanalista: es el paciente quien tiene que profundizar en su cerebro hasta extraer las conclusiones necesarias con ayuda del tiempo y de la pericia directiva del analista.
Diferentes técnicas psicoterapéuticas, como la terapia de orientación psicodinámica (el psicoanálisis) o la cognitivo-conductual, demuestran tener un impacto claro sobre el funcionamiento cerebral.
La fuerza de la repetición es la responsable de que funcione la terapia cognitivo-conductual, de ahí los famosos “deberes” que el terapeuta manda semana tras semana hasta conseguir una nueva huella cerebral.
http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/psicologia-cerebral/?por=friso
Autopsia o venganza. Investigaciones como el ‘informe Chilcot’ son impensables en nuestro país
Una democracia sana necesita autopsias. Disecciones profundas, con acceso a todo tipo de documentos y testigos de las acciones políticas más relevantes. Pero investigaciones como el informe Chilcot, solicitado por Gordon Brown sobre la participación británica en la guerra de Irak, son imposibles en nuestro país.
Primero, los españoles anteponemos la lealtad partidista a la lealtad a la comunidad. Es inaudito que un presidente español pida a una autoridad prestigiosa que examine la labor de un Gobierno de su propio partido. Auditaremos todo lo que haga falta de los adversarios políticos. Ya sea deuda ilegítima o facturas en los cajones. Pero no cuestionaremos a los nuestros.
Segundo, los españoles no analizamos las decisiones, sino que juzgamos a los decisores. La comisión Chilcot evaluó la política británica antes, durante y tras la invasión de Irak. El objetivo era evitar que los desastres encadenados en la política exterior británica que llevaron a la guerra de Irak se vuelvan a repetir. Aprender de los errores. Ciertamente, se nombra a los responsables de actuaciones concretas, como Blair. Pero la meta de estos informes no es juzgar a un primer ministro del pasado, sino mejorar los protocolos de actuación que ayuden a tomar mejores decisiones a los primeros ministros del futuro.
En España es difícil que invirtamos tiempo y recursos en desentrañar el fondo de decisiones políticas complejas. Cuando estamos descontentos, nosotros vamos directos al juzgado alegando crímenes contra la humanidad o contra la Constitución. Denunciamos a los políticos frente a unos tribunales que no tienen ni los medios ni el mandato para ofrecer una fotografía completa del problema.
Para resolver cualquier fallo colectivo, necesitamos detectar las instituciones, y no sólo las personas jurídicas, responsables. Los agujeros negros, en política exterior o en corrupción interior, son el resultado de procesos llenos de detalles. De pequeñas decisiones, algunas justificables y otras no. Pero es más cómodo señalar con el dedo a alguien.
Queremos venganza, no aprender. Como Bush en 2003.
Primero, los españoles anteponemos la lealtad partidista a la lealtad a la comunidad. Es inaudito que un presidente español pida a una autoridad prestigiosa que examine la labor de un Gobierno de su propio partido. Auditaremos todo lo que haga falta de los adversarios políticos. Ya sea deuda ilegítima o facturas en los cajones. Pero no cuestionaremos a los nuestros.
Segundo, los españoles no analizamos las decisiones, sino que juzgamos a los decisores. La comisión Chilcot evaluó la política británica antes, durante y tras la invasión de Irak. El objetivo era evitar que los desastres encadenados en la política exterior británica que llevaron a la guerra de Irak se vuelvan a repetir. Aprender de los errores. Ciertamente, se nombra a los responsables de actuaciones concretas, como Blair. Pero la meta de estos informes no es juzgar a un primer ministro del pasado, sino mejorar los protocolos de actuación que ayuden a tomar mejores decisiones a los primeros ministros del futuro.
En España es difícil que invirtamos tiempo y recursos en desentrañar el fondo de decisiones políticas complejas. Cuando estamos descontentos, nosotros vamos directos al juzgado alegando crímenes contra la humanidad o contra la Constitución. Denunciamos a los políticos frente a unos tribunales que no tienen ni los medios ni el mandato para ofrecer una fotografía completa del problema.
Para resolver cualquier fallo colectivo, necesitamos detectar las instituciones, y no sólo las personas jurídicas, responsables. Los agujeros negros, en política exterior o en corrupción interior, son el resultado de procesos llenos de detalles. De pequeñas decisiones, algunas justificables y otras no. Pero es más cómodo señalar con el dedo a alguien.
Queremos venganza, no aprender. Como Bush en 2003.
Fallece Juan Peña “El Lebrijano”
Considerado como uno de los grandes Maestros de la escena flamenca, defensor de lo jondo pero innovador al mismo tiempo, se encontraba trabajando en “De Sevilla a Cádiz (1969-2016)”, un espectáculo donde dirigía al también lebrijano José Valencia, y que se convertirá, durante la XIX edición de la Bienal, en un cálido homenaje a su figura.
Juan Peña “El Lebrijano” ha fallecido en la madrugada del miércoles, a los 75 años de edad, en su casa sevillana de la Plaza de San Julián. Se trata de una gran pérdida para la familia flamenca, en particular, y para el arte universal, en general. No en vano, de él dijo Gabriel García Márquez que, “cuando El Lebrijano canta, se moja el agua”.
Juan Peña Fernández nace en Lebrija (Sevilla) en 1941, en el seno de una familia gitana y flamenca, gracias a la cual se han escrito fundamentales páginas en la historia del arte jondo, con figuras como Perrata y Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Bambino, Turronero, Gaspar de Utrera, Miguel Funi, Diego del Gastor, Pedro Peña, Pedro Bacán o Dorantes, entre otras. Curiosamente, “El Lebrijano”, como ha sido conocido para el arte, comienza su andadura profesional tocando la guitarra en un espectáculo de La Paquera de Jerez, aunque pronto el cante se convertirá en su santo y seña, y al que se entregaría por completo. Tras ganar experiencia en tablaos, recorrerá medio mundo con compañías como las de Antonio Gades o Manuela Vargas, antes de decidirse a labrar su leyenda en solitario.
Entre sus trabajos más laureados se encuentran obras como “De Sevilla a Cádiz” (1969); homenaje a la ruta del cante grande; “La palabra de Dios a un gitano” (1972), donde acerca por primera vez el mundo sinfónico y voces corales al flamenco; “Persecución” (1976), un hito musical, social y una defensa al pueblo gitano; o “Ven y Sígueme” (1982), donde colabora con Rocío Jurado y Manolo Sanlúcar. El Lebrijano fue, de hecho, un precursor en hacer discos flamencos temáticos, y uno de sus hallazgos claves fue el de encontrar la conexión entre dos culturas primas hermanas, la andaluza y la árabe, con álbumes ya clásicos como “Encuentros” (1985), con la Orquesta Andalusí de Tánger, “Casablanca” (1998), con la Orquesta Arábigo Andaluza, o “Puertas Abiertas” (2005), junto al violinista Faiçal Kourrich. Otra obra fundamental en su carrera es “Lagrimas de Cera” (1999), donde aporta su particular visión a la Semana Santa andaluza.
A lo largo de su carrera, El Lebrijano ha recibido muchos premios y distinciones, como la Medalla de Andalucía otorgada por el gobierno andaluz en 1986, la Medalla del Trabajo otorgada por el gobierno de España en 1999, el Premio 8 de Abril en la Categoría de Música, concedido en 2010 por el Instituto de Cultura Gitana, o el Giraldillo Ciudad de Sevilla en 2014, concedido por la Bienal de Flamenco tras clausurar su XVIII edición con el espectáculo “El cante se escribe con L”. De hecho, el cantaor protagonizó la Gala de los Giraldillos que acogió el Teatro Lope de Vega en 2015 durante el ciclo “Septiembre es Flamenco”, y también la “Gala Bienal de Sevilla” que llenó el teatro londinense Sadler’s Wells dentro de la programación del Flamenco Festival London 2016, junto al Ballet Flamenco de Andalucía, Farruquito o Manuel Valencia.
Juan Peña “El Lebrijano” se encontraba dirigiendo un nuevo espectáculo para la Bienal, “De Sevilla a Cádiz (1969-2016)”, basado en su mítico disco y protagonizado por José Valencia, también cantaor y también lebrijano, con la colaboración de Pastora Galván al baile. Dicho espectáculo se convertirá, el 18 de septiembre en el Teatro Lope de Vega, durante la programación oficial de la XIX edición de la Bienal de Flamenco, en un cálido homenaje a su figura, como gran artista y como persona querida por toda la escena jonda.
http://www.labienal.com/fallece-juan-pena-el-lebrijano/
Juan Peña “El Lebrijano” ha fallecido en la madrugada del miércoles, a los 75 años de edad, en su casa sevillana de la Plaza de San Julián. Se trata de una gran pérdida para la familia flamenca, en particular, y para el arte universal, en general. No en vano, de él dijo Gabriel García Márquez que, “cuando El Lebrijano canta, se moja el agua”.
Juan Peña Fernández nace en Lebrija (Sevilla) en 1941, en el seno de una familia gitana y flamenca, gracias a la cual se han escrito fundamentales páginas en la historia del arte jondo, con figuras como Perrata y Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Bambino, Turronero, Gaspar de Utrera, Miguel Funi, Diego del Gastor, Pedro Peña, Pedro Bacán o Dorantes, entre otras. Curiosamente, “El Lebrijano”, como ha sido conocido para el arte, comienza su andadura profesional tocando la guitarra en un espectáculo de La Paquera de Jerez, aunque pronto el cante se convertirá en su santo y seña, y al que se entregaría por completo. Tras ganar experiencia en tablaos, recorrerá medio mundo con compañías como las de Antonio Gades o Manuela Vargas, antes de decidirse a labrar su leyenda en solitario.
Entre sus trabajos más laureados se encuentran obras como “De Sevilla a Cádiz” (1969); homenaje a la ruta del cante grande; “La palabra de Dios a un gitano” (1972), donde acerca por primera vez el mundo sinfónico y voces corales al flamenco; “Persecución” (1976), un hito musical, social y una defensa al pueblo gitano; o “Ven y Sígueme” (1982), donde colabora con Rocío Jurado y Manolo Sanlúcar. El Lebrijano fue, de hecho, un precursor en hacer discos flamencos temáticos, y uno de sus hallazgos claves fue el de encontrar la conexión entre dos culturas primas hermanas, la andaluza y la árabe, con álbumes ya clásicos como “Encuentros” (1985), con la Orquesta Andalusí de Tánger, “Casablanca” (1998), con la Orquesta Arábigo Andaluza, o “Puertas Abiertas” (2005), junto al violinista Faiçal Kourrich. Otra obra fundamental en su carrera es “Lagrimas de Cera” (1999), donde aporta su particular visión a la Semana Santa andaluza.
A lo largo de su carrera, El Lebrijano ha recibido muchos premios y distinciones, como la Medalla de Andalucía otorgada por el gobierno andaluz en 1986, la Medalla del Trabajo otorgada por el gobierno de España en 1999, el Premio 8 de Abril en la Categoría de Música, concedido en 2010 por el Instituto de Cultura Gitana, o el Giraldillo Ciudad de Sevilla en 2014, concedido por la Bienal de Flamenco tras clausurar su XVIII edición con el espectáculo “El cante se escribe con L”. De hecho, el cantaor protagonizó la Gala de los Giraldillos que acogió el Teatro Lope de Vega en 2015 durante el ciclo “Septiembre es Flamenco”, y también la “Gala Bienal de Sevilla” que llenó el teatro londinense Sadler’s Wells dentro de la programación del Flamenco Festival London 2016, junto al Ballet Flamenco de Andalucía, Farruquito o Manuel Valencia.
Juan Peña “El Lebrijano” se encontraba dirigiendo un nuevo espectáculo para la Bienal, “De Sevilla a Cádiz (1969-2016)”, basado en su mítico disco y protagonizado por José Valencia, también cantaor y también lebrijano, con la colaboración de Pastora Galván al baile. Dicho espectáculo se convertirá, el 18 de septiembre en el Teatro Lope de Vega, durante la programación oficial de la XIX edición de la Bienal de Flamenco, en un cálido homenaje a su figura, como gran artista y como persona querida por toda la escena jonda.
http://www.labienal.com/fallece-juan-pena-el-lebrijano/
jueves, 14 de julio de 2016
Australia, una receta contra tiroteos múltiples en EEUU. Las muertes a tiros han caído tras el endurecimiento legal a raíz de una matanza en 1996
Barack Obama y Hillary Clinton creen que la receta australiana contra los tiroteos en masa puede funcionar en Estados Unidos. Australia endureció sus leyes de armas en 1996 tras el asesinato de 35 personas en una zona turística de la isla de Tasmania a manos de Martin Bryant, un hombre blanco de 28 años con antecedentes de esquizofrenia. Se trata de la tercera masacre a tiros con más víctimas de las dos últimas décadas, después de la de Noruega en 2011, con 77 muertos, y la más reciente en Orlando, con 49 asesinados. Bryant había comprado legalmente el rifle AR-15 y el fusil de combate con los que atacó. Entre las víctimas, la mayoría australianos, hubo cuatro menores de edad —dos de ellos, de tres y seis años— y una pareja de turistas malasios.
MÁS INFORMACIÓN
Menos de dos semanas después del tiroteo, las autoridades prohibieron los rifles de asalto automáticos y semiautomáticos (Bryant mató a 12 víctimas en 15 segundos con uno de estos); hicieron más rigurosa la expedición de licencias de posesión, con periodos de espera de 28 días, una estricta verificación de antecedentes y la exigencia de una causa justificada para adquirir un arma; también iniciaron un programa de recompra y destrucción de rifles durante un año con el que cerca del 20% nacional salió de circulación, según cifras oficiales.
Un estudio independiente de 2010 desveló que tras las leyes de 1996 el descenso de los homicidios con arma de fuego en Australia fue significativo. La doctora en Economía Christine Neill, coautora de la investigación, matiza por correo electrónico que los efectos de la regulación en países con una tradición de armas diferente no tiene por qué ser la misma, pero recusa las simplificaciones: “He escuchado a gente diciendo recientemente: ‘¡Australia no tiene ningún problema con terroristas islámicos, pero EEUU sí!’ Hay que resaltar que Australia tiene una mayor proporción de migrantes y musulmanes en su población que Estados Unidos… Y estadísticamente la mayoría de los asesinatos en masa allí los perpetran los hombres blancos”.
Los homicidios con arma de fuego pasaron de 1.672 en los 18 años previos a la nueva legislación (1979-1996) a solo 726 en los 18 siguientes (1997-2014), según cifras de la Oficina Australiana de Estadísticas. La tasa de homicidios relacionados con armas se redujo a casi una tercera parte en el mismo lapso. Y mientras que en 1996, año de la masacre que desató los cambios, hubo una tasa de 0,57 asesinatos de este tipo por cada 100.000 habitantes, en 2014 apenas fue del 0,13.
Obama se refirió al ejemplo australiano en 2014, en estos térnimos: “Hace un par de décadas, Australia tuvo una masacre similar a las de Columbine o Newtown [ambas en escuelas, con 13 y 27 muertos]. Entonces ellos dijeron: ‘Bueno, se acabó, no veremos esto de nuevo’. Y básicamente impusieron leyes de armas muy severas. Desde entonces, no han tenido asesinatos en masa”. EE UU no ha podido dar un paso semejante porque la Segunda Enmienda de su Constitución consagra —según la interpretación predominante— el derecho a tener armas, su uso está muy arraigado y las organizaciones a favor son demasiado poderosas.
La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, también hizo referencia a la receta australiana el pasado octubre: “No conozco suficientes detalles para decirles cómo lo haríamos o cómo funcionaría, pero sin duda el ejemplo australiano es digno de seguir”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/15/actualidad/1466003362_814612.html?rel=lom
MÁS INFORMACIÓN
Menos de dos semanas después del tiroteo, las autoridades prohibieron los rifles de asalto automáticos y semiautomáticos (Bryant mató a 12 víctimas en 15 segundos con uno de estos); hicieron más rigurosa la expedición de licencias de posesión, con periodos de espera de 28 días, una estricta verificación de antecedentes y la exigencia de una causa justificada para adquirir un arma; también iniciaron un programa de recompra y destrucción de rifles durante un año con el que cerca del 20% nacional salió de circulación, según cifras oficiales.
Un estudio independiente de 2010 desveló que tras las leyes de 1996 el descenso de los homicidios con arma de fuego en Australia fue significativo. La doctora en Economía Christine Neill, coautora de la investigación, matiza por correo electrónico que los efectos de la regulación en países con una tradición de armas diferente no tiene por qué ser la misma, pero recusa las simplificaciones: “He escuchado a gente diciendo recientemente: ‘¡Australia no tiene ningún problema con terroristas islámicos, pero EEUU sí!’ Hay que resaltar que Australia tiene una mayor proporción de migrantes y musulmanes en su población que Estados Unidos… Y estadísticamente la mayoría de los asesinatos en masa allí los perpetran los hombres blancos”.
Los homicidios con arma de fuego pasaron de 1.672 en los 18 años previos a la nueva legislación (1979-1996) a solo 726 en los 18 siguientes (1997-2014), según cifras de la Oficina Australiana de Estadísticas. La tasa de homicidios relacionados con armas se redujo a casi una tercera parte en el mismo lapso. Y mientras que en 1996, año de la masacre que desató los cambios, hubo una tasa de 0,57 asesinatos de este tipo por cada 100.000 habitantes, en 2014 apenas fue del 0,13.
Obama se refirió al ejemplo australiano en 2014, en estos térnimos: “Hace un par de décadas, Australia tuvo una masacre similar a las de Columbine o Newtown [ambas en escuelas, con 13 y 27 muertos]. Entonces ellos dijeron: ‘Bueno, se acabó, no veremos esto de nuevo’. Y básicamente impusieron leyes de armas muy severas. Desde entonces, no han tenido asesinatos en masa”. EE UU no ha podido dar un paso semejante porque la Segunda Enmienda de su Constitución consagra —según la interpretación predominante— el derecho a tener armas, su uso está muy arraigado y las organizaciones a favor son demasiado poderosas.
La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, también hizo referencia a la receta australiana el pasado octubre: “No conozco suficientes detalles para decirles cómo lo haríamos o cómo funcionaría, pero sin duda el ejemplo australiano es digno de seguir”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/15/actualidad/1466003362_814612.html?rel=lom
La extravagante vida de Nicolas Cage en 16 estrambóticos episodios. Dos de sus matrimonios han durado menos de un año, se enfrentó al gobierno de Mongolia, se niega a medicarse, se ha convertido en un género en sí mismo...
Nicolas Cage y su vida estrambótica piden a gritos un reality show. El actor que fue apodado como “el James Stewart marciano” y que según el crítico Roger Ebert tenía dos únicas velocidades, intensa y más intensa, se ha convertido en un género en sí mismo, interpretando películas rutinarias tan de serie b que solo se estrenan en los canales estadounidenses por cable. Tiene un Oscar, sí (por Leaving Las Vegas, 1995) y actuaciones memorables (sobre todo en Arizona baby, 1987, y Adaptation, 2002), pero una vida llena de paranoias y malas decisiones le ha llevado a convertirse en un personaje del que todo el mundo está esperando su siguiente excentricidad.
Cage se ha casado tres veces (dos de esos matrimonios han durado menos de un año) y tiene dos hijos, Weston (25 años, de una relación con Christina Fulton con la que no llegó a casarse) y Kal-El (11 años, con su actual espoca, Alice Kim, con la que anda en estos días en los juzgados). Seguramente Nicolas Kim Coppola (California, 52 años), su nombre real, es la estrella más estrafalaria de su generación. Estas son solo algunas de sus enrevesados episodios...
1. Se arruinó y tuvo que venderlo todo
En 2009 una investigación fiscal destapó que Nicolas Cage debía 7,5 millones de euros a la hacienda pública de Estados Unidos. Durante los años posteriores siguió acumulando facturas sin pagar y en el ejercicio fiscal de 2013 la deuda ascendió a 11,3 millones. En su defensa, Cage culpó a su contable y argumentó que él no estaba al tanto de dichas pérdidas. Evidentemente, estaba demasiado ocupado comprando fósiles (una de sus llamativas pasiones) y, sólo en 2007, 22 coches de lujo. “Tenía que poner el dinero en algún sitio”, se defiendió Cage haciendo gala de su nerviosismo, “y creo firmemente en las inmobiliarias. No me fío del mercado de la bolsa y no me fío de dejar el dinero en el banco”. Llegó a decir que estaba en la ruina y tuvo que vender bastantes de sus posesiones (muchos coches, por ejemplo) para estabilizar su cuenta corriente.
2. Su obsesión por los superhéroes le hizo cambiar su nombre y llamar a su hijo como Superman
Su nombre de nacimiento es Nicolas Kim Coppola, pero lo cambió no sólo para huir de la presión de su estirpe (es sobrino del famoso director Francis Ford Coppola), sino por su admiración hacia el superhéroe de Marvel Luke Cage. Su obsesión por los cómics le llevó a comprar el primer ejemplar original de Superman por 120.000 euros (y venderlo por 1,7 millones cuando se arruinó) y a ponerle a uno de sus dos hijos Kal-El, el nombre original de Clark Kent. Según Cage, se decantó por Kal-El porque es símbolo de bondad, originalidad y los Estados Unidos de América. Esta extravagancia nos hace mucha gracia, pero el chaval tendrá que sufrirla toda su vida.
3. Persiguió a Patricia Arquette durante 9 años, consiguió que le aceptase como marido y el día de la boda pasó algo... y se suspendió
En los años 80 Nicolas Cage se cruzó con la actriz Patricia Arquette (Chicago, 48 años) y se enamoró inmediatamente de ella. Cuando le pidió una cita, Patricia se lo quitó de encima diciéndole que sólo saldría con él si le regalaba un autógrafo de J.D. Salinger (escritor legendario por su absoluto aislamiento) y una orquídea negra, ejemplar que literalmente no existe. Mientras Patricia Arquette se olvidaba de la anécdota, Nicolas debió tomárselo como un “acepto el reto” y unos días más tarde se presentó en su casa con una carta que incluía la firma de Salinger (a saber cómo la consiguió) y una orquídea modificada genéticamente para lucir pétalos oscuros. A Patricia Arquette debió de hacerle gracia (o aterrorizarle por completo) y aceptó no una cita, sino una petición de matrimonio. De camino a la boda Nicolas tuvo un ataque de ira en el aeropuerto y Arquette canceló la boda. Pero le dio una segunda oportunidad en 1995, y entonces sí que se celebró la boda.
4. Se casó con la hija de Elvis (su ídolo) después de ¡10 días! de relación
La relación entre Patricia y Nicolas tardó 9 años en florecer (literalmente), pero sólo 9 meses en romperse, aunque la pareja ocultó su separación hasta 2001. Aquel año, Nicolas se había encaprichado de otra obsesión. Desde que interpretó a un delincuente imitador de Elvis Presley en Corazón salvaje (David Lynch, 1990) Cage añadió el rey del rock a su lista de mitos personales. Y ya sabemos que cuando a Nicolas Cage le gusta algo, le gusta con una pasión barroca. Por eso acabó casándose con la hija de Elvis, Lisa Marie Presley (Memphis, 48 años) tan sólo 10 días después de conocerse. “Aquella relación estaba basada en el humor”, confesó el actor hace unos meses. “Nos reíamos mucho. Pero hace muchas vidas de aquello”, ironizó. Al parecer, Lisa Marie no había tenido suficientes emociones fuertes tras su matrimonio con Michael Jackson, pero las risas acabaron pronto y su relación con Nicolas Cage duró menos de 4 meses.
5. Tiene como mascotas un pulpo, un tiburón, un cocodrilo y dos cobras gigantes
La actriz Kathleen Turner contó en su autobiografía que durante el rodaje de Peggy Sue se casó (Francis Ford Coppola, 1986) Nicolas Cage fue arrestado por conducir borracho y robar un chihuahua que se encontró en la calle. Cage la denunció y consiguió que Turner reconociera que la historia era falsa, disculpándose por el perjuicio causado a la reputación profesional de Nicolas y por la angustia y el bochorno que la falsa anécdota le había ocasionado. Lo más asombroso de esta historia es que Nicolas Cage considerase que el robo de un chihuahua era un episodio vergonzoso cuando él mismo ha reconocido que entre sus mascotas se encuentran un pulpo, un tiburón, un cocodrilo y dos cobras albinas gigantes.
6. Se enfrentó al gobierno de Mongolia por una calavera de dinosaurio
Tras una ajustada subasta en la que Leonardo DiCaprio también estaba pujando, Cage consiguió hacerse con una calavera de tarbosaurio por el módico precio de 347.000 euros. El problema vino cuando las autoridades de Mongolia le exigieron devolverla, al haber sido excavada allí, ya que en Estados Unidos la propiedad privada de fósiles es legal (afortunadamente para la decoración de la casa de Nicolas) pero en Mongolia no. El actor se negó hasta donde pudo, con un conflicto internacional a la vista. Finalmente, el actor tuvo que devolver la calavera al gobierno de Mongolia. Y no consta que pagase al actor ni un céntimo.
7. Se arrancó dos dientes, sin que nadie se lo pidiera
¿Por qué lo hizo? Por exigencias del guión que nadie le había pedido. Durante el rodaje de Birdy (Alan Parker, 1984) Nicolas Cage decidió extirparse cuatro muelas para sufrir el dolor físico insoportable que según él le ayudaría a ponerse en la piel de los soldados combatientes en Vietnam.
8. Ya tiene construído su sarcófago, donde se le enterrará con su colección de calaveras de animales y pigmeos
Más vale prevenir. Cage ha decidido pasar la eternidad en Nueva Orleans (donde también compró una mansión encantada y la capilla de Nuestra Señora de la Ayuda Perpetua) y obviamente no va a hacerlo en una tumba barata, que eso es para la gente que no sale en películas. El actor tiene reservado un mausoleo de casi tres metros donde podrán darle sepultura acompañado de su colección de calaveras de animales exóticos y pigmeos, con las que habitualmente mantiene conversaciones en el salón de su casa.
9. Se enzarzó con el cantante de Mötley Crüe
Hace un par de meses Nicolas se enzarzó con Vince Neil, cantante de Mötley Crüe, a la salida de un hotel en Las Vegas. Inicialmente fue imposible entender qué estaba pasando según unas confusas imágenes (grabadas por el móvil de alguien que pasaba por ahí) en las que Cage zarandeaba a Neil con un brazo, le acariciaba con el otro y le suplicaba a gritos que parase. Luego se descubrió que Vince Neil había agredido a una fan de Cage que le estaba pidiendo un autógrafo, así que Nicolas le arrastró fuera para que se calmase. El problema es que Cage acabó siendo el más nervioso de todos.
10. Considera que el sexo de los cerdos es indigno (tal cual)
En Besos de vampiro (Robert Bierman, 1989) Cage, actor de método sin escrúpulos, prefirió comerse una cucaracha de verdad en vez de un huevo crudo tal y como indicaba el guión. “Cada músculo de mi cuerpo me decía que no lo hiciera”, recuerda Cage, “pero lo hice de todas formas”. Lo que nunca come es cerdo porque considera que el sexo de los cerdos es indigno, a diferencia del de las aves y el pescado. A principios de los 90 Cage tenía un aura de actor siniestro y, tras ganar el Oscar por Leaving Las Vegas (Mike Figgis, 1995), se dio cuenta de que su esperpéntico modo de vida podía ser mucho más emocionante si conseguía hacerse millonario.
Así fue como se despidió para siempre del cine vanguardista y de bajo presupuesto y se reconvirtió en una improbable estrella del cine de acción gracias a ahora películas como La roca (Michael Bay, 1996), Con Air (Simon West, 1997) o Cara a cara (John Woo, 1997). Los críticos se mostraron desconcertados ante el ímpetu de Cage por abrazar el exceso del cine comercial pero, vista hoy, aquella decisión tiene mucha lógica: ¿por qué conformarse con comer cucarachas cuando puedes comprar calaveras de dinosaurio?
11. Se alojó en el castillo del conde Drácula
Durante el rodaje de Ghost Rider. Espíritu de venganza (Mark Neveldine, 2012) en Rumanía, el actor aprovechó un par de días libres para hacer turismo como cualquier otro visitante, pero como es Nicolas Cage su alojamiento fue el castillo del conde Drácula. “Quería canalizar la energía, pero fue escalofriante”, le aclaró Cage a su compañero, el actor Idris Elba.
12. Comió setas alucinógenas con su gato
A la atracción de Nicolas por la magia sólo le hacía falta un empujoncito psicotrópico para convertirse en catarsis. El propio actor contó en un programa de televisión que un día pilló a su gato comiendo unas setas alucinógenas del frigorífico, así que decidió acompañarle en el viaje. Ambos se pasaron horas mirándose fijamente a los ojos, convencidos de que eran hermanos. Y sí, en efecto, Cage guarda sus drogas en el frigorífico.
13. Llegó a ser propietario de 15 casas
Esa fascinación por las fuerzas oscuras y los viajes astrales llevó a Nicolas a comprar 15 casas alrededor del mundo. Algunas estaban encantadas, otras eran castillos y las demás las mandó constuir él en las dos islas privadas que se compró (en Leaf Cay, Bahamas). El éxito de sus películas le había reportado más dinero del que se podía gastar. O eso pensaba él.
14. Se niega a medicarse
“Invito al espectro total de los sentimientos. Es mi mayor recurso como actor. Necesito poder sentirlo todo y por eso rechazo cualquier tipo de medicación”. Con esta declaración, mientras usted se toma un Ibuprofeno para calmar un dolor de cabeza, el actor lo rechaza. El dolor es sano.
15. Se ha convertido en un género cinematográfico en sí mismo
Después de arruinarse, Nicolas Cage se sumió en una filmografía plagada de subproductos que además de un escaparate de malas decisiones capilares son una muestra de la necesidad de Cage de hacer dinero fácil: Bangkok dangerous, Señales del futuro, Furia ciega, Bajo amenaza, El pacto o Desterrado han mantenido a flote la cuenta bancaria de Nicolas Cage, pero han dañado, quizá de forma irreparable, su estatus de estrella. La mayoría de estas películas se han estrenado directamente en plataformas digitales en Estados Unidos sin pasar por los cines. Además de thriller, comedia o drama, está el género Cage.
16. Y actualmente come un menú de 9 euros y va a un gimnasio 'low cost'
En 2011 Nicolas Cage tocó fondo cuando su actual esposa, Alice Kim (a quien conoció en un bar para solteros donde las chicas siempre son más jóvenes, en este caso 20 años) le denunció por violencia doméstica. Según ella, Cage la agarró del brazo y la arrastró para entrar en casa. Cage no habla de Alice, con la que sigue casado, pero sí de su país de origen: “Siento mucho respeto por Corea y sus industrias. Samsung es de Corea. Me quito el sombrero ante cualquier país que trabaje tan duro como ellos”.
Tras vender la mayoría de sus posesiones, Cage vive actualmente en Las Vegas, come a diario en la misma cafetería a 9 euros el menú y va a un gimnasio low-cost donde se cambia de ropa obsesionado porque nadie le haga fotos en el vestuario.
http://elpais.com/elpais/2016/06/16/icon/1466075020_152207.html
Cage se ha casado tres veces (dos de esos matrimonios han durado menos de un año) y tiene dos hijos, Weston (25 años, de una relación con Christina Fulton con la que no llegó a casarse) y Kal-El (11 años, con su actual espoca, Alice Kim, con la que anda en estos días en los juzgados). Seguramente Nicolas Kim Coppola (California, 52 años), su nombre real, es la estrella más estrafalaria de su generación. Estas son solo algunas de sus enrevesados episodios...
1. Se arruinó y tuvo que venderlo todo
En 2009 una investigación fiscal destapó que Nicolas Cage debía 7,5 millones de euros a la hacienda pública de Estados Unidos. Durante los años posteriores siguió acumulando facturas sin pagar y en el ejercicio fiscal de 2013 la deuda ascendió a 11,3 millones. En su defensa, Cage culpó a su contable y argumentó que él no estaba al tanto de dichas pérdidas. Evidentemente, estaba demasiado ocupado comprando fósiles (una de sus llamativas pasiones) y, sólo en 2007, 22 coches de lujo. “Tenía que poner el dinero en algún sitio”, se defiendió Cage haciendo gala de su nerviosismo, “y creo firmemente en las inmobiliarias. No me fío del mercado de la bolsa y no me fío de dejar el dinero en el banco”. Llegó a decir que estaba en la ruina y tuvo que vender bastantes de sus posesiones (muchos coches, por ejemplo) para estabilizar su cuenta corriente.
2. Su obsesión por los superhéroes le hizo cambiar su nombre y llamar a su hijo como Superman
Su nombre de nacimiento es Nicolas Kim Coppola, pero lo cambió no sólo para huir de la presión de su estirpe (es sobrino del famoso director Francis Ford Coppola), sino por su admiración hacia el superhéroe de Marvel Luke Cage. Su obsesión por los cómics le llevó a comprar el primer ejemplar original de Superman por 120.000 euros (y venderlo por 1,7 millones cuando se arruinó) y a ponerle a uno de sus dos hijos Kal-El, el nombre original de Clark Kent. Según Cage, se decantó por Kal-El porque es símbolo de bondad, originalidad y los Estados Unidos de América. Esta extravagancia nos hace mucha gracia, pero el chaval tendrá que sufrirla toda su vida.
3. Persiguió a Patricia Arquette durante 9 años, consiguió que le aceptase como marido y el día de la boda pasó algo... y se suspendió
En los años 80 Nicolas Cage se cruzó con la actriz Patricia Arquette (Chicago, 48 años) y se enamoró inmediatamente de ella. Cuando le pidió una cita, Patricia se lo quitó de encima diciéndole que sólo saldría con él si le regalaba un autógrafo de J.D. Salinger (escritor legendario por su absoluto aislamiento) y una orquídea negra, ejemplar que literalmente no existe. Mientras Patricia Arquette se olvidaba de la anécdota, Nicolas debió tomárselo como un “acepto el reto” y unos días más tarde se presentó en su casa con una carta que incluía la firma de Salinger (a saber cómo la consiguió) y una orquídea modificada genéticamente para lucir pétalos oscuros. A Patricia Arquette debió de hacerle gracia (o aterrorizarle por completo) y aceptó no una cita, sino una petición de matrimonio. De camino a la boda Nicolas tuvo un ataque de ira en el aeropuerto y Arquette canceló la boda. Pero le dio una segunda oportunidad en 1995, y entonces sí que se celebró la boda.
4. Se casó con la hija de Elvis (su ídolo) después de ¡10 días! de relación
La relación entre Patricia y Nicolas tardó 9 años en florecer (literalmente), pero sólo 9 meses en romperse, aunque la pareja ocultó su separación hasta 2001. Aquel año, Nicolas se había encaprichado de otra obsesión. Desde que interpretó a un delincuente imitador de Elvis Presley en Corazón salvaje (David Lynch, 1990) Cage añadió el rey del rock a su lista de mitos personales. Y ya sabemos que cuando a Nicolas Cage le gusta algo, le gusta con una pasión barroca. Por eso acabó casándose con la hija de Elvis, Lisa Marie Presley (Memphis, 48 años) tan sólo 10 días después de conocerse. “Aquella relación estaba basada en el humor”, confesó el actor hace unos meses. “Nos reíamos mucho. Pero hace muchas vidas de aquello”, ironizó. Al parecer, Lisa Marie no había tenido suficientes emociones fuertes tras su matrimonio con Michael Jackson, pero las risas acabaron pronto y su relación con Nicolas Cage duró menos de 4 meses.
5. Tiene como mascotas un pulpo, un tiburón, un cocodrilo y dos cobras gigantes
La actriz Kathleen Turner contó en su autobiografía que durante el rodaje de Peggy Sue se casó (Francis Ford Coppola, 1986) Nicolas Cage fue arrestado por conducir borracho y robar un chihuahua que se encontró en la calle. Cage la denunció y consiguió que Turner reconociera que la historia era falsa, disculpándose por el perjuicio causado a la reputación profesional de Nicolas y por la angustia y el bochorno que la falsa anécdota le había ocasionado. Lo más asombroso de esta historia es que Nicolas Cage considerase que el robo de un chihuahua era un episodio vergonzoso cuando él mismo ha reconocido que entre sus mascotas se encuentran un pulpo, un tiburón, un cocodrilo y dos cobras albinas gigantes.
6. Se enfrentó al gobierno de Mongolia por una calavera de dinosaurio
Tras una ajustada subasta en la que Leonardo DiCaprio también estaba pujando, Cage consiguió hacerse con una calavera de tarbosaurio por el módico precio de 347.000 euros. El problema vino cuando las autoridades de Mongolia le exigieron devolverla, al haber sido excavada allí, ya que en Estados Unidos la propiedad privada de fósiles es legal (afortunadamente para la decoración de la casa de Nicolas) pero en Mongolia no. El actor se negó hasta donde pudo, con un conflicto internacional a la vista. Finalmente, el actor tuvo que devolver la calavera al gobierno de Mongolia. Y no consta que pagase al actor ni un céntimo.
7. Se arrancó dos dientes, sin que nadie se lo pidiera
¿Por qué lo hizo? Por exigencias del guión que nadie le había pedido. Durante el rodaje de Birdy (Alan Parker, 1984) Nicolas Cage decidió extirparse cuatro muelas para sufrir el dolor físico insoportable que según él le ayudaría a ponerse en la piel de los soldados combatientes en Vietnam.
8. Ya tiene construído su sarcófago, donde se le enterrará con su colección de calaveras de animales y pigmeos
Más vale prevenir. Cage ha decidido pasar la eternidad en Nueva Orleans (donde también compró una mansión encantada y la capilla de Nuestra Señora de la Ayuda Perpetua) y obviamente no va a hacerlo en una tumba barata, que eso es para la gente que no sale en películas. El actor tiene reservado un mausoleo de casi tres metros donde podrán darle sepultura acompañado de su colección de calaveras de animales exóticos y pigmeos, con las que habitualmente mantiene conversaciones en el salón de su casa.
9. Se enzarzó con el cantante de Mötley Crüe
Hace un par de meses Nicolas se enzarzó con Vince Neil, cantante de Mötley Crüe, a la salida de un hotel en Las Vegas. Inicialmente fue imposible entender qué estaba pasando según unas confusas imágenes (grabadas por el móvil de alguien que pasaba por ahí) en las que Cage zarandeaba a Neil con un brazo, le acariciaba con el otro y le suplicaba a gritos que parase. Luego se descubrió que Vince Neil había agredido a una fan de Cage que le estaba pidiendo un autógrafo, así que Nicolas le arrastró fuera para que se calmase. El problema es que Cage acabó siendo el más nervioso de todos.
10. Considera que el sexo de los cerdos es indigno (tal cual)
En Besos de vampiro (Robert Bierman, 1989) Cage, actor de método sin escrúpulos, prefirió comerse una cucaracha de verdad en vez de un huevo crudo tal y como indicaba el guión. “Cada músculo de mi cuerpo me decía que no lo hiciera”, recuerda Cage, “pero lo hice de todas formas”. Lo que nunca come es cerdo porque considera que el sexo de los cerdos es indigno, a diferencia del de las aves y el pescado. A principios de los 90 Cage tenía un aura de actor siniestro y, tras ganar el Oscar por Leaving Las Vegas (Mike Figgis, 1995), se dio cuenta de que su esperpéntico modo de vida podía ser mucho más emocionante si conseguía hacerse millonario.
Así fue como se despidió para siempre del cine vanguardista y de bajo presupuesto y se reconvirtió en una improbable estrella del cine de acción gracias a ahora películas como La roca (Michael Bay, 1996), Con Air (Simon West, 1997) o Cara a cara (John Woo, 1997). Los críticos se mostraron desconcertados ante el ímpetu de Cage por abrazar el exceso del cine comercial pero, vista hoy, aquella decisión tiene mucha lógica: ¿por qué conformarse con comer cucarachas cuando puedes comprar calaveras de dinosaurio?
11. Se alojó en el castillo del conde Drácula
Durante el rodaje de Ghost Rider. Espíritu de venganza (Mark Neveldine, 2012) en Rumanía, el actor aprovechó un par de días libres para hacer turismo como cualquier otro visitante, pero como es Nicolas Cage su alojamiento fue el castillo del conde Drácula. “Quería canalizar la energía, pero fue escalofriante”, le aclaró Cage a su compañero, el actor Idris Elba.
12. Comió setas alucinógenas con su gato
A la atracción de Nicolas por la magia sólo le hacía falta un empujoncito psicotrópico para convertirse en catarsis. El propio actor contó en un programa de televisión que un día pilló a su gato comiendo unas setas alucinógenas del frigorífico, así que decidió acompañarle en el viaje. Ambos se pasaron horas mirándose fijamente a los ojos, convencidos de que eran hermanos. Y sí, en efecto, Cage guarda sus drogas en el frigorífico.
13. Llegó a ser propietario de 15 casas
Esa fascinación por las fuerzas oscuras y los viajes astrales llevó a Nicolas a comprar 15 casas alrededor del mundo. Algunas estaban encantadas, otras eran castillos y las demás las mandó constuir él en las dos islas privadas que se compró (en Leaf Cay, Bahamas). El éxito de sus películas le había reportado más dinero del que se podía gastar. O eso pensaba él.
14. Se niega a medicarse
“Invito al espectro total de los sentimientos. Es mi mayor recurso como actor. Necesito poder sentirlo todo y por eso rechazo cualquier tipo de medicación”. Con esta declaración, mientras usted se toma un Ibuprofeno para calmar un dolor de cabeza, el actor lo rechaza. El dolor es sano.
15. Se ha convertido en un género cinematográfico en sí mismo
Después de arruinarse, Nicolas Cage se sumió en una filmografía plagada de subproductos que además de un escaparate de malas decisiones capilares son una muestra de la necesidad de Cage de hacer dinero fácil: Bangkok dangerous, Señales del futuro, Furia ciega, Bajo amenaza, El pacto o Desterrado han mantenido a flote la cuenta bancaria de Nicolas Cage, pero han dañado, quizá de forma irreparable, su estatus de estrella. La mayoría de estas películas se han estrenado directamente en plataformas digitales en Estados Unidos sin pasar por los cines. Además de thriller, comedia o drama, está el género Cage.
16. Y actualmente come un menú de 9 euros y va a un gimnasio 'low cost'
En 2011 Nicolas Cage tocó fondo cuando su actual esposa, Alice Kim (a quien conoció en un bar para solteros donde las chicas siempre son más jóvenes, en este caso 20 años) le denunció por violencia doméstica. Según ella, Cage la agarró del brazo y la arrastró para entrar en casa. Cage no habla de Alice, con la que sigue casado, pero sí de su país de origen: “Siento mucho respeto por Corea y sus industrias. Samsung es de Corea. Me quito el sombrero ante cualquier país que trabaje tan duro como ellos”.
Tras vender la mayoría de sus posesiones, Cage vive actualmente en Las Vegas, come a diario en la misma cafetería a 9 euros el menú y va a un gimnasio low-cost donde se cambia de ropa obsesionado porque nadie le haga fotos en el vestuario.
http://elpais.com/elpais/2016/06/16/icon/1466075020_152207.html
miércoles, 13 de julio de 2016
Muere Virgilio Peña, combatiente republicano, preso 40.843 en Buchenwald
A sus 102 años, al combatiente republicano español Virgilio Peña le llegó el reconocimiento de Francia a finales del mes pasado, solo dos semanas antes de morir. Nombrado caballero de la Orden Nacional de la Legión el pasado 24 de junio, falleció este miércoles en Billère (Pau). Comunista desde su adolescencia, combatió en la guerra civil española y luego en la Resistencia francesa hasta que fue deportado al campo de concentración de Buchenwald. Allí compartió el barracón número 40 con Jorge Semprún, el político y escritor español muerto hace cinco años.
Virgilio Peña, en una imagen de 2005 en la exposición 'Imágenes y Memoria de Mauthausen', en Sevilla. PÉREZ CABO
Hijo de la churrera del pueblo y de un campesino, Virgilio Peña nació en enero de 1914 en Espejo (Córdoba). A los diez años perdió a su padre, pero de él le quedó grabado su activismo sindical en el medio rural y su ideología comunista. A los 17 ya militaba en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), de tendencia marxista y revolucionaria.
Los primeros vientos de guerra le llegaron con 22 años y, pese al peligro que implicaba, colgó del balcón de su casa la bandera republicana. De allí la arrancaron los fascistas que tomaron su pueblo el primer día del golpe de Estado, el 18 de julio de 1936. Como miliciano, Peña combatió para que en los pueblos próximos como Villa del Río o Bujalance no ocurriera lo mismo.
Dos meses después y cientos de muertos ante sus ojos, el 25 de septiembre recuperó con otros milicianos y militares republicanos el control de su pueblo. Enrolado en el Ejército regular en una unidad de transmisiones, participó en decenas de batallas, incluidas las de Teruel y el Ebro, y fue herido en dos ocasiones.
Perdida la guerra, Peña fue uno de los 500.000 españoles de La Retirada, la columna de derrotados que entre enero y febrero de 1939 llenó en pésimas condiciones las playas del sureste francés de combatientes leales a la República. Mientras muchos compatriotas se quedaban en campos construidos para los llamados “Indeseables” –españoles, gitanos, judíos...-, como el de Rivesaltes, Virgilio Peña se enroló en la Resistencia, convencido de que, si Alemania perdía la guerra, también en España caería la dictadura del general Franco.
Guardaba su pistola bajo las tejas de la pensión en la que vivía cerca de Pau y ayudaba a los patriotas franceses a vigilar a los alemanes, fijar objetivos o castigar a colaboracionistas. Un compatriota lo delató. “Creo que era de Jaén”, contaba en la que quizás haya sido su última entrevista publicada que la difundió EL PAÍS el pasado 10 de junio.
Bajo la supervisión del sanguinario comisario Pierre Poinsot, Peña fue torturado antes de ser entregado a los nazis. Su dramático traslado al campo de exterminio de Buchenwald, contado al detalle en esa entrevista, lo convirtió en el preso 40.843 en el barracón donde ya estaba Semprún, también entonces del Partido Comunista.
En Buchenwald, a Peña le llamaban El Campesino porque era el único agricultor. Cosido a su uniforme a rayas, el triángulo rojo de “terrorista” con la S de Spanien. “Siempre me ha tocado lo peor en la vida”. Allí vio trasladar a miles de personas a los hornos crematorios. Y a Semprún salvar a algunos al modificar nombres en las fichas de los presos.
Pesaba 42 kilos cuando el campo fue liberado por tropas estadounidenses en abril de 1945. Él se quedó dentro dos meses más porque no tenía a dónde ir. Regresó a Pau. Su pistola ya no estaba bajo las tejas. Empezó a trabajar en el campo y, después, como alpargatero y albañil.
En los últimos años, aquejado de una enfermedad renal pero en perfectas condiciones mentales, vivía acompañado temporalmente por alguna de sus tres hijas o su hijo. Evelyn fue la que le acompañó en los últimos días. Y el activista y cineasta Jean Ortiz, asiduo visitante. “Se apagó su corazón, pero no su cabeza”, cuenta Ortiz, autor, junto con Dominique Gautier, de la película “Espejo Rojo”, que en 2005 dio a conocer la figura de Peña. “Nunca había querido contar nada hasta entonces”, recuerda Ortiz.
Cuando hace dos semanas le impusieron la legión de honor en el ayuntamiento de Billère, el alcalde, el socialista Jean-Yves Lalanne, colocó en el balcón del consistorio la bandera republicana española y la mantuvo pese a las protestas del cónsul español, Fernando Riquelme. “Arriesgó su vida por salvar a la República española y luego se alistó en la Resistencia francesa. Milagrosamente sobrevivió al campo de exterminio de Buchenwald”, resumió el regidor. "No retiré la bandera porque no era un ceremonia franco-español, sino un homenaje a un combatiente que lo merecía", ha declarado este jueves.
En Espejo hay una calle con el nombre de Virgilio Peña. "Eso me emocionó más que nada", recordaba el luchador español. Murió en la clínica Marzet de Pau. El último adiós de su familia será este jueves en esa ciudad, en el crematorio de la calle dedicada a Pierre Brosolette, periodista y resistente socialista torturado hasta la muerte por la Gestapo en París el 22 de marzo de 1944.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/07/06/actualidad/1467836965_313897.html
Bello y manchego. Las personas que somos guapas nos vemos a menudo en la obligación de justificar nuestra hermosura y dejar claro que somos, también, inteligentes.
En una entrevista que leí recientemente, la modelo Irina Shayk decía que en su caso la belleza estaba en el carácter. Como persona bella, entendí por dónde iba, leí entrelíneas. Las personas que somos guapas, pero guapas, guapas, nos vemos a menudo en la obligación de justificar nuestra hermosura y dejar claro que somos, también, inteligentes y buenas personas, y que, además, no damos importancia al hecho de ser hermosos y que por lo tanto los demás tampoco deben. Pero somos conscientes que esto no es así: en muchos casos nuestra beldad se percibe como una ofensa, un agravio… ¡No se hacen idea ustedes queridos lectores (a los que imagino normales en la mayoría de los casos, con excepción de algún “resultón”) lo duro que puede llegar a ser! En mi caso (y en el de muchos de mis compañeros de preciosura, porque esto lo tenemos hablado), tengo que soportar cómo, permanentemente, se pone en duda mi aspecto: que si me he operado los labios, que si me he hecho un lifting, que cómo puede ser que tenga estas piernas tan bien torneadas… En sus caras puedo leer una mezcla de escepticismo y envidia cuando, con toda la humildad del mundo, les contesto que es genético. Que nací así y que estoy perfecto con la cara lavada. Y eso es casi lo que más les molesta: que hagamos lo que hagamos estamos deslumbrantes.
Llegados a este punto, son dos los mensajes que quiero lanzar:
Uno. Si no son gallardos no se esfuercen por parecerlo. La belleza no es para quien la trabaja.
Dos. Trátennos con dignidad a las personas que estamos to buenas, nosotros no tenemos la culpa de ser así.
http://elpais.com/elpais/2016/07/11/estilo/1468237039_038415.html
Llegados a este punto, son dos los mensajes que quiero lanzar:
Uno. Si no son gallardos no se esfuercen por parecerlo. La belleza no es para quien la trabaja.
Dos. Trátennos con dignidad a las personas que estamos to buenas, nosotros no tenemos la culpa de ser así.
http://elpais.com/elpais/2016/07/11/estilo/1468237039_038415.html
Muere en Francia Virgilio Peña, el miliciano que jamás quiso abandonar la primera línea de fuego. Héroe republicano y el superviviente más viejo del campo de Buchenwald.
Carlos de Urabá
Rebelión
El pasado miércoles 6 de julio ha fallecido en la localidad de Pau-Francia el miliciano Virgilio Peña -quien hace tan sólo hace unos días fuera condecorado con la Legión de Honor por parte del Gobierno francés-.
Nacido en Espejo el 1 de enero de 1914 este hijo de campesinos y jornaleros de la campiña cordobesa desde la más temprana edad se propuso romper las cadenas de la opresión y la ignorancia a la que habían sido condenados los de su estirpe. Ese espíritu rebelde y combativo lo acompañó hasta el final de sus días. Con sus 102 años de edad ha sido un testigo privilegiado de los hechos históricos más trascendentales de la España contemporánea.
Con arrojo y valentía se enroló voluntariamente en las milicias populares en defensa del legítimo gobierno de la república víctima del golpe de estado perpetrado por una camarilla de militares traidores el 18 de julio de 1936.
Hizo parte del Batallón Garcet que intervino en la campaña de la sierra de Córdoba y el sur de Extremadura. Posteriormente dicho batallón fue movilizado a Talavera de la Reina y al frente de Teruel para cubrir la retirada del ejército republicano. También cumplió un destacado papel en la batalla del Ebro integrando la 226 brigada mixta de la 42 división del XV cuerpo del ejército al mando del Teniente Coronel Tagueña. En el frente de Gandesa cayó herido y por lo tanto tuvo que pasar a la retaguardia. Tras la derrota del ejército republicano se vio obligado junto con su batallón a exiliarse en Francia donde fueron recluidos en el campo de internamiento de Argeles Sur la Mer. Allí debe engrosar obligatoriamente las compañías de Trabajo instituidas por el gobierno francés para aprovechar la mano de obra de los españoles derrotados.
A raíz de la invasión hitleriana de Francia deserta de las compañías de trabajo y se dirige a la región de Burdeos (Gironde-Libourne) o Francia Libre donde se dedica a la viticultura. Pero como buen revolucionario se niega a resignarse a su suerte uniéndose a la resistencia antinazi. Es delatado y detenido por la policía de Petain que lo entrega a la Getaspo alemana. En castigo por sus actividades “terroristas” es deportado al campo de exterminio de Buchenwald donde permanece 6 meses cautivo hasta el día su liberación el 11 de abril de 1945. Entonces tras haber sobrevivido de milagro a las duras condiciones de tortura y esclavitud regresa al sur de Francia a recuperarse en un hospital pues su estado de salud es deplorable (apenas pesaba 40 kilos).
Siempre quiso regresar a España, y, sobre todo, a Espejo. Ese no sólo era su propósito sino el de tantos otros republicanos en el exilio que pretendían liberar a España del yugo nazi-franquista. Aunque a partir de la fracasada operación del valle de Arán y el reconocimiento por parte de las potencias del gobierno ilegítimo de Franco perdieron toda esperanza y tuvieron que aceptar su condición de exiliados.
Es entonces que aprende el oficio de carpintero y fija su residencia en Billère- Pau donde se casa y funda una extensa familia.
Ante la completa indiferencia del gobierno español-que le considera todavía un forajido- al menos se ha visto recompensado todo su sacrificio y entrega por parte de la república francesa que le ha rendido múltiples homenajes (Como el de la Legión de Honor) Hasta el final de sus días declaró un jornalero, un obrero del campo que es su verdadera identidad. Su inmenso amor por su pueblo Espejo lo ennoblece y demuestra así su veneración por la tierra madre a la que llegó a ofrendar su vida por protegerla.
Virgilio es un gran ejemplo para todos republicanos españoles en Francia y también en España por ser una de las figuras más queridas de la memoria histórica. Jamás se amedrentó y supo llamar las cosas por su nombre al recordarles a los españoles lo que significó el nazi-franquismo y su nefasta herencia personificada en la abyecta monarquía borbónica.
Ha muerto un comunista de la vieja guardia, un hombre comprometido con la causa del pueblo y de los trabajadores. Y lo más importante: un hombre fiel que jamás renunció a sus ideales. Un republicano de pura cepa que siempre soñó con una España de los pueblos democrática y libre y soberana, una España obrera y campesina sin la tutela de reyes ni de los herederos franquismo.
Antes de las pasadas elecciones del 26 de junio lanzó también sus arengas a las fuerzas de izquierda ¡a ver si os espabiláis! Porque es necesario aunar esfuerzos para enfrentar a la derecha corrupta y déspota. Él estaba al tanto de los acontecimientos políticos que se desarrollaban en España puesto que no había perdido un ápice de su nivel de conciencia y razonamiento intelectual.
Ahora nosotros debemos ocupar su lugar en primera línea de fuego. Nuestra misión es mantener viva su memoria y luchar por hacer realidad esa III República que él tanto añoraba.
Transmitimos a sus familiares y amigos nuestras más sinceras condolencias y nos hacemos participes de su profunda conmoción y dolor.
¡Hasta la victoria siempre, Virgilio Peña!
Rebelión
El pasado miércoles 6 de julio ha fallecido en la localidad de Pau-Francia el miliciano Virgilio Peña -quien hace tan sólo hace unos días fuera condecorado con la Legión de Honor por parte del Gobierno francés-.
Nacido en Espejo el 1 de enero de 1914 este hijo de campesinos y jornaleros de la campiña cordobesa desde la más temprana edad se propuso romper las cadenas de la opresión y la ignorancia a la que habían sido condenados los de su estirpe. Ese espíritu rebelde y combativo lo acompañó hasta el final de sus días. Con sus 102 años de edad ha sido un testigo privilegiado de los hechos históricos más trascendentales de la España contemporánea.
Con arrojo y valentía se enroló voluntariamente en las milicias populares en defensa del legítimo gobierno de la república víctima del golpe de estado perpetrado por una camarilla de militares traidores el 18 de julio de 1936.
Hizo parte del Batallón Garcet que intervino en la campaña de la sierra de Córdoba y el sur de Extremadura. Posteriormente dicho batallón fue movilizado a Talavera de la Reina y al frente de Teruel para cubrir la retirada del ejército republicano. También cumplió un destacado papel en la batalla del Ebro integrando la 226 brigada mixta de la 42 división del XV cuerpo del ejército al mando del Teniente Coronel Tagueña. En el frente de Gandesa cayó herido y por lo tanto tuvo que pasar a la retaguardia. Tras la derrota del ejército republicano se vio obligado junto con su batallón a exiliarse en Francia donde fueron recluidos en el campo de internamiento de Argeles Sur la Mer. Allí debe engrosar obligatoriamente las compañías de Trabajo instituidas por el gobierno francés para aprovechar la mano de obra de los españoles derrotados.
A raíz de la invasión hitleriana de Francia deserta de las compañías de trabajo y se dirige a la región de Burdeos (Gironde-Libourne) o Francia Libre donde se dedica a la viticultura. Pero como buen revolucionario se niega a resignarse a su suerte uniéndose a la resistencia antinazi. Es delatado y detenido por la policía de Petain que lo entrega a la Getaspo alemana. En castigo por sus actividades “terroristas” es deportado al campo de exterminio de Buchenwald donde permanece 6 meses cautivo hasta el día su liberación el 11 de abril de 1945. Entonces tras haber sobrevivido de milagro a las duras condiciones de tortura y esclavitud regresa al sur de Francia a recuperarse en un hospital pues su estado de salud es deplorable (apenas pesaba 40 kilos).
Siempre quiso regresar a España, y, sobre todo, a Espejo. Ese no sólo era su propósito sino el de tantos otros republicanos en el exilio que pretendían liberar a España del yugo nazi-franquista. Aunque a partir de la fracasada operación del valle de Arán y el reconocimiento por parte de las potencias del gobierno ilegítimo de Franco perdieron toda esperanza y tuvieron que aceptar su condición de exiliados.
Es entonces que aprende el oficio de carpintero y fija su residencia en Billère- Pau donde se casa y funda una extensa familia.
Ante la completa indiferencia del gobierno español-que le considera todavía un forajido- al menos se ha visto recompensado todo su sacrificio y entrega por parte de la república francesa que le ha rendido múltiples homenajes (Como el de la Legión de Honor) Hasta el final de sus días declaró un jornalero, un obrero del campo que es su verdadera identidad. Su inmenso amor por su pueblo Espejo lo ennoblece y demuestra así su veneración por la tierra madre a la que llegó a ofrendar su vida por protegerla.
Virgilio es un gran ejemplo para todos republicanos españoles en Francia y también en España por ser una de las figuras más queridas de la memoria histórica. Jamás se amedrentó y supo llamar las cosas por su nombre al recordarles a los españoles lo que significó el nazi-franquismo y su nefasta herencia personificada en la abyecta monarquía borbónica.
Ha muerto un comunista de la vieja guardia, un hombre comprometido con la causa del pueblo y de los trabajadores. Y lo más importante: un hombre fiel que jamás renunció a sus ideales. Un republicano de pura cepa que siempre soñó con una España de los pueblos democrática y libre y soberana, una España obrera y campesina sin la tutela de reyes ni de los herederos franquismo.
Antes de las pasadas elecciones del 26 de junio lanzó también sus arengas a las fuerzas de izquierda ¡a ver si os espabiláis! Porque es necesario aunar esfuerzos para enfrentar a la derecha corrupta y déspota. Él estaba al tanto de los acontecimientos políticos que se desarrollaban en España puesto que no había perdido un ápice de su nivel de conciencia y razonamiento intelectual.
Ahora nosotros debemos ocupar su lugar en primera línea de fuego. Nuestra misión es mantener viva su memoria y luchar por hacer realidad esa III República que él tanto añoraba.
Transmitimos a sus familiares y amigos nuestras más sinceras condolencias y nos hacemos participes de su profunda conmoción y dolor.
¡Hasta la victoria siempre, Virgilio Peña!
martes, 12 de julio de 2016
Lo que los medios no dicen sobre las causas del Brexit
No hay pleno conocimiento y conciencia en las estructuras de poder político y mediático (que en terminología anglosajona se llama el establishment político-mediático) que gobiernan las instituciones de la Unión Europea, así como las que gobiernan en la mayoría de países que constituyen la tal Unión, de lo que ha estado ocurriendo en la UE y las consecuencias que las políticas propuestas e impuestas por tales establishments han estado teniendo en las clases populares de los países miembros. Durante estos años, después del establecimiento de la Unión, ha ido germinando un descontento entre estas clases populares (es decir, entre las clases trabajadoras y las clases medias de renta media y baja) que aparece constantemente y que amenaza la viabilidad de la UE.
El rechazo de las clases populares a la UE
Indicadores de tal descontento han aparecido ya en muchas ocasiones. Una de las primeras fue el resultado del referéndum que se realizó en varios países de la UE que, por mandato constitucional, tenían que hacer para poder aprobar la Constitución europea. En todos los países donde se realizó el referéndum, la clase trabajadora votó en contra. Los datos son claros y contundentes. En Francia, votaron en contra el 79% de trabajadores manuales, el 67% de los trabajadores en servicios y el 98% de los trabajadores sindicalizados; en Holanda, el 68% de los trabajadores; y en Luxemburgo, el 69%. Incluso en los países en los que no hubo referéndum, las encuestas señalaban que, por ejemplo en Alemania, el 68% de los trabajadores manuales y el 57% de los trabajadores en servicios hubieran votado en contra. Unos porcentajes parecidos se dieron también en Suecia, donde el 74% de los trabajadores manuales y el 54% de los trabajadores en servicios también hubieran votado en contra. Y lo mismo ocurrió en Dinamarca, donde el 72% de los trabajadores manuales también hubieran votado en contra.
El rechazo a la UE por parte de la clase trabajadora ha ido aumentando
Otro dato que muestra tal rechazo fue el surgimiento de partidos que explícitamente rechazaron la Unión Europea, partidos cuya base electoral era precisamente la clase obrera y otros segmentos de las clases populares que antes, históricamente, habían votado a partidos de izquierdas, siendo el caso más conocido (pero no el único) el del partido liderado por Le Pen y que, según las encuestas, podría ganar las próximas elecciones en Francia. En realidad, la identificación de los partidos de izquierda tradicionales con la Unión Europea (y con las políticas neoliberales promovidas por el establishment de tal Unión) ha sido una de las mayores causas del enorme bajón electoral de estos partidos en la UE (y, muy en particular, entre las bases electorales que les habían sido más fieles, es decir, entre las clases trabajadoras). Para que baste un ejemplo, en Francia, si la mitad de los votos (predominantemente de la clase trabajadora) que habían apoyado al partido de Le Pen hubieran sido para la candidata socialista Ségolène Royal, ésta hubiera sido elegida Presidenta de Francia. En paralelo con la pérdida de apoyo electoral, los partidos socialdemócratas en la UE perdieron también gran número de sus militantes. El caso más dramático fue el del Partido socialdemócrata alemán que, junto con la pérdida de apoyo electoral, perdió casi la mitad de sus militantes, de 400.000 en 1997 a 280.000 miembros en 2008.
La evidencia es pues abrumadora que la identificación de tales partidos de izquierda (la mayoría de los cuales han sido partidos gobernantes socialdemócratas que han jugado un papel clave en el desarrollo de las políticas públicas promovidas por la UE) con la Unión ha sido una de las principales causas de su enorme deterioro electoral y de la pérdida de su militancia.
El rechazo a la UE ha ido aumentando más y más entre las clases populares, a la vez que ha ido aumentado el apoyo entre las clases más pudientes
Por desgracia, las encuestas creíbles y fiables sobre la UE (que son la minoría, pues la gran mayoría están realizadas o financiadas por organismos de la UE o financiadas por instituciones próximas) no recogen los datos de la opinión popular sobre la UE según la clase social. Sí que los recogen por país, y lo que aparece claramente en estas encuestas es que la popularidad de la UE está bajando en picado. Según la encuesta de la Pew Research Center, las personas que tienen una visión favorable de la UE ha bajado en la gran mayoría de los 10 mayores países de la UE (excepto en Polonia). Este descenso, desde 2004 a 2016, ha sido menor en Alemania (de un 58% a un 50) pero mayor en Francia (de un 78% a un 38), en España (de un 80% a un 47). Grecia es el país que tiene un porcentaje menor de opiniones favorables a la UE (un 27%).
Ahora bien, aunque raramente se recoge información por clase social, sí que se ha recogido el distinto grado de popularidad que la UE tiene según el nivel de renta familiar. Y, ahí, los datos muestran que hay un gradiente, de manera que a mayor renta familiar, mayor es el apoyo a la UE. Es razonable, pues, suponer que la parte de la población que tiene una visión más desfavorable de la UE es la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares.
Y lo que también aparece claro en varias encuestas es que una de las mayores causas de tal rechazo es la percepción que las clases populares tienen del impacto negativo que tiene, sobre su bienestar, la aplicación de las políticas propuestas por el establishment político-mediático de la UE. Esta percepción es mucho más negativa entre las clases populares (clase trabajadora y clases medias, de renta media y baja) que no entre las clases más pudientes. En realidad, el rechazo, siempre especialmente agudo entre las clases populares, es claramente mayoritario entre la gran mayoría de la población. Ahí vemos que, según la encuesta Pew, el 92% de la población en Grecia desaprueba la manera como la UE ha gestionado la crisis existente en Europa; tal porcentaje es de 68% en Italia, el 66% en Francia y el 65% en España, países donde precisamente el descenso del porcentaje de población con la opinión favorable de la UE ha sido mayor.
Este rechazo a la UE existe también entre la clase trabajadora del Reino Unido
Es en este contexto descrito en la sección anterior, que debe entenderse el rechazo de las clases populares del Reino Unido, rechazo que ha ido claramente acentuándose en los barrios obreros de aquel país, y muy en especial en Inglaterra y Gales. El voto de rechazo a la permanencia en la UE procede en su mayoría de las clases populares. Y ha sido un voto no solo anti-UE pero también (y sobre todo) un voto anti-establishment británico y, muy en particular, anti-establishment inglés, siendo este último el centro del establishment británico, pues concentra los mayores centros financieros y económicos del país. El establishment británico y el establishment de la UE habían movilizado todo tipo de presiones (por tierra, mar y aire) a fin de que el referéndum fuera favorable a la pertenencia. De esta manera, es un claro signo de afirmación y poder que las clases populares se opusieran y ganaran al establishment. Por otra parte, los datos mostraban que lo que ha ocurrido, iba a ocurrir. La popularidad de la UE en el Reino Unido pasó de ser un 54% (ya uno de los más bajos de la UE) en 2004 a un 44 en 2016 (según Pew). En realidad, el Reino Unido es el país donde el porcentaje de población opuesta a dar más poder a la UE es mayor (65%) después de Grecia (68%) Y, según otras encuestas, el sector menos entusiasta con la UE eran las clases populares, que gradualmente han ido transfiriendo su apoyo electoral del Partido Laborista al UKIP (el partido anti-EU).
La supuesta excepcionalidad de España
Es un dicho común en los mayores medios de comunicación que España es uno de los países más pro-EU, lo cual es cierto, pero solo en parte (lo mismo era cierto con Grecia). Es lógico que Europa, percibida durante muchos años como el continente punto de referencia para las fuerzas democráticas, por su condición democrática y su sensibilidad social, se convirtiera en el “modelo” a seguir por países como España, Portugal y Grecia, que sufrieron durante muchos años dictaduras de la ultraderecha, seriamente represivas y con escasísima conciencia social. Para los que luchamos contra la dictadura, Europa Occidental era un sueño a alcanzar.
Pero, debido al control o excesiva influencia del pensamiento neoliberal en el establishment político mediático de la UE (muy próximo al capital financiero y al capital exportador alemán, que ha estado configurando las políticas públicas neoliberales que los establishment político-mediáticos de cada país de la UE han hecho suyas), este sueño se ha convertido en una pesadilla para las clases populares, particularmente dañadas por tales políticas neoliberales. Las reformas laborales que han dañado el estándar de vida de estas clases y los recortes de gasto público, con el debilitamiento de la protección social y del estado del bienestar, así como la desregulación en la movilidad del capital y del trabajo, han sido un ataque frontal a la democracia y al bienestar de las clases trabajadoras, realidad muy bien documentada (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015). La pérdida de soberanía nacional que conlleva la UE ha significado la pérdida de soberanía popular, causa del deterioro de su bienestar. La evidencia de que ello es así es contundente, clara y convincente. Es más que obvio que esta Europa no es la Europa de los pueblos, sino la Europa de las empresas financieras y de los grandes conglomerados económicos. ¡No es chauvinismo lo que causa el rechazo a la UE! Ante esta situación, el establishment político-mediático europeo quiere presentar este rechazo como consecuencia de un retraso cultural de las clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado. John Carlin, en el El País, 24·06·16, define este rechazo (Brexit) como resultado “de la mezquindad, ignorancia, carácter retrógrado, xenofobia y tribal” de los que votaron en contra de la permanencia. Y así se está interpretando, por parte de la mayoría de los medios de comunicación europeos, el voto de rechazo a la UE por parte de las clases populares británicas. Este mensaje intenta ocultar las causas reales de tal rechazo, causas que he descrito en este artículo. Olvidan que, si bien todos los xenófobos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la UE, no todos los que así votaron eran xenófobos.
En esta manipulación están participando poderes de la socialdemocracia europea que no han entendido todavía lo que está ocurriendo entre lo que solían ser sus bases. No quieren entender que el rechazo que está ocurriendo es hacia esta Europa que la socialdemocracia ha contribuido a crear, una Europa que carece de vocación democrática y sensibilidad social. El maridaje de los aparatos dirigentes de las socialdemocracias con los intereses financieros y económicos dominantes en la UE (y en cada país miembro) ha sido la causa de su gran declive, que todavía no entienden porque no quieren entenderlo. Lo que pasa en Francia, donde hay un gobierno socialdemócrata que está intentando destruir a los sindicatos (como la señora Thatcher hizo en el Reino Unido), o en España, donde el PSOE fue el que inició las políticas de austeridad, son indicadores de esta falta de comprensión de lo que está ocurriendo en la UE, y que es el fracaso de las izquierdas para atender a las necesidades de las clases populares. De ahí la transferencia de lealtades que están ocurriendo, en lo que refiere a los partidos.
Es lógico y predecible que las políticas neoliberales y los partidos que las aplican sean rechazados por las clases populares, pues son éstas las que sufren más cada una de estas políticas, incluyendo la desregulación de la movilidad de capitales y del trabajo. Regiones enteras en el Reino Unido han sido devastadas, siendo sus industrias trasladadas al este de Europa, creando un gran desempleo en esas regiones. Y la desregulación del mundo del trabajo, acompañada de la dilución, cuando no destrucción, de la protección social, ha creado una gran inestabilidad y falta de seguridad laboral. En realidad, fueron las políticas del gobierno Blair y del gobierno Brown (1997-2010) las que sentaron las bases para este rechazo generalizado hacia la UE. Tales gobiernos de la Tercera Vía facilitaron la llegada de inmigrantes a los que los empresarios contrataban con salarios más bajos. Y así se inició el desapego con la Unión Europea (ver Don’t blame Corbyn if Brexit wins, Denis McShane).
En España, frente al descrédito del partido socialdemócrata (PSOE) debido, entre otras razones a su participación en la construcción de esta Europa, han aparecido una serie de fuerzas políticas, tanto en la periferia como en el centro (Unidos Podemos y confluencias), que están canalizando este desencanto popular acentuando, con razón, que esta no es tampoco nuestra Europa, y que se requieren cambios profundos para recuperar la Europa democrática y social a la que aspiramos y que debe construirse. Así de claro.
Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/06/25/lo-que-los-medios-no-dicen-sobre-las-causas-del-brexit/
El rechazo de las clases populares a la UE
Indicadores de tal descontento han aparecido ya en muchas ocasiones. Una de las primeras fue el resultado del referéndum que se realizó en varios países de la UE que, por mandato constitucional, tenían que hacer para poder aprobar la Constitución europea. En todos los países donde se realizó el referéndum, la clase trabajadora votó en contra. Los datos son claros y contundentes. En Francia, votaron en contra el 79% de trabajadores manuales, el 67% de los trabajadores en servicios y el 98% de los trabajadores sindicalizados; en Holanda, el 68% de los trabajadores; y en Luxemburgo, el 69%. Incluso en los países en los que no hubo referéndum, las encuestas señalaban que, por ejemplo en Alemania, el 68% de los trabajadores manuales y el 57% de los trabajadores en servicios hubieran votado en contra. Unos porcentajes parecidos se dieron también en Suecia, donde el 74% de los trabajadores manuales y el 54% de los trabajadores en servicios también hubieran votado en contra. Y lo mismo ocurrió en Dinamarca, donde el 72% de los trabajadores manuales también hubieran votado en contra.
El rechazo a la UE por parte de la clase trabajadora ha ido aumentando
Otro dato que muestra tal rechazo fue el surgimiento de partidos que explícitamente rechazaron la Unión Europea, partidos cuya base electoral era precisamente la clase obrera y otros segmentos de las clases populares que antes, históricamente, habían votado a partidos de izquierdas, siendo el caso más conocido (pero no el único) el del partido liderado por Le Pen y que, según las encuestas, podría ganar las próximas elecciones en Francia. En realidad, la identificación de los partidos de izquierda tradicionales con la Unión Europea (y con las políticas neoliberales promovidas por el establishment de tal Unión) ha sido una de las mayores causas del enorme bajón electoral de estos partidos en la UE (y, muy en particular, entre las bases electorales que les habían sido más fieles, es decir, entre las clases trabajadoras). Para que baste un ejemplo, en Francia, si la mitad de los votos (predominantemente de la clase trabajadora) que habían apoyado al partido de Le Pen hubieran sido para la candidata socialista Ségolène Royal, ésta hubiera sido elegida Presidenta de Francia. En paralelo con la pérdida de apoyo electoral, los partidos socialdemócratas en la UE perdieron también gran número de sus militantes. El caso más dramático fue el del Partido socialdemócrata alemán que, junto con la pérdida de apoyo electoral, perdió casi la mitad de sus militantes, de 400.000 en 1997 a 280.000 miembros en 2008.
La evidencia es pues abrumadora que la identificación de tales partidos de izquierda (la mayoría de los cuales han sido partidos gobernantes socialdemócratas que han jugado un papel clave en el desarrollo de las políticas públicas promovidas por la UE) con la Unión ha sido una de las principales causas de su enorme deterioro electoral y de la pérdida de su militancia.
El rechazo a la UE ha ido aumentando más y más entre las clases populares, a la vez que ha ido aumentado el apoyo entre las clases más pudientes
Por desgracia, las encuestas creíbles y fiables sobre la UE (que son la minoría, pues la gran mayoría están realizadas o financiadas por organismos de la UE o financiadas por instituciones próximas) no recogen los datos de la opinión popular sobre la UE según la clase social. Sí que los recogen por país, y lo que aparece claramente en estas encuestas es que la popularidad de la UE está bajando en picado. Según la encuesta de la Pew Research Center, las personas que tienen una visión favorable de la UE ha bajado en la gran mayoría de los 10 mayores países de la UE (excepto en Polonia). Este descenso, desde 2004 a 2016, ha sido menor en Alemania (de un 58% a un 50) pero mayor en Francia (de un 78% a un 38), en España (de un 80% a un 47). Grecia es el país que tiene un porcentaje menor de opiniones favorables a la UE (un 27%).
Ahora bien, aunque raramente se recoge información por clase social, sí que se ha recogido el distinto grado de popularidad que la UE tiene según el nivel de renta familiar. Y, ahí, los datos muestran que hay un gradiente, de manera que a mayor renta familiar, mayor es el apoyo a la UE. Es razonable, pues, suponer que la parte de la población que tiene una visión más desfavorable de la UE es la clase trabajadora y otros componentes de las clases populares.
Y lo que también aparece claro en varias encuestas es que una de las mayores causas de tal rechazo es la percepción que las clases populares tienen del impacto negativo que tiene, sobre su bienestar, la aplicación de las políticas propuestas por el establishment político-mediático de la UE. Esta percepción es mucho más negativa entre las clases populares (clase trabajadora y clases medias, de renta media y baja) que no entre las clases más pudientes. En realidad, el rechazo, siempre especialmente agudo entre las clases populares, es claramente mayoritario entre la gran mayoría de la población. Ahí vemos que, según la encuesta Pew, el 92% de la población en Grecia desaprueba la manera como la UE ha gestionado la crisis existente en Europa; tal porcentaje es de 68% en Italia, el 66% en Francia y el 65% en España, países donde precisamente el descenso del porcentaje de población con la opinión favorable de la UE ha sido mayor.
Este rechazo a la UE existe también entre la clase trabajadora del Reino Unido
Es en este contexto descrito en la sección anterior, que debe entenderse el rechazo de las clases populares del Reino Unido, rechazo que ha ido claramente acentuándose en los barrios obreros de aquel país, y muy en especial en Inglaterra y Gales. El voto de rechazo a la permanencia en la UE procede en su mayoría de las clases populares. Y ha sido un voto no solo anti-UE pero también (y sobre todo) un voto anti-establishment británico y, muy en particular, anti-establishment inglés, siendo este último el centro del establishment británico, pues concentra los mayores centros financieros y económicos del país. El establishment británico y el establishment de la UE habían movilizado todo tipo de presiones (por tierra, mar y aire) a fin de que el referéndum fuera favorable a la pertenencia. De esta manera, es un claro signo de afirmación y poder que las clases populares se opusieran y ganaran al establishment. Por otra parte, los datos mostraban que lo que ha ocurrido, iba a ocurrir. La popularidad de la UE en el Reino Unido pasó de ser un 54% (ya uno de los más bajos de la UE) en 2004 a un 44 en 2016 (según Pew). En realidad, el Reino Unido es el país donde el porcentaje de población opuesta a dar más poder a la UE es mayor (65%) después de Grecia (68%) Y, según otras encuestas, el sector menos entusiasta con la UE eran las clases populares, que gradualmente han ido transfiriendo su apoyo electoral del Partido Laborista al UKIP (el partido anti-EU).
La supuesta excepcionalidad de España
Es un dicho común en los mayores medios de comunicación que España es uno de los países más pro-EU, lo cual es cierto, pero solo en parte (lo mismo era cierto con Grecia). Es lógico que Europa, percibida durante muchos años como el continente punto de referencia para las fuerzas democráticas, por su condición democrática y su sensibilidad social, se convirtiera en el “modelo” a seguir por países como España, Portugal y Grecia, que sufrieron durante muchos años dictaduras de la ultraderecha, seriamente represivas y con escasísima conciencia social. Para los que luchamos contra la dictadura, Europa Occidental era un sueño a alcanzar.
Pero, debido al control o excesiva influencia del pensamiento neoliberal en el establishment político mediático de la UE (muy próximo al capital financiero y al capital exportador alemán, que ha estado configurando las políticas públicas neoliberales que los establishment político-mediáticos de cada país de la UE han hecho suyas), este sueño se ha convertido en una pesadilla para las clases populares, particularmente dañadas por tales políticas neoliberales. Las reformas laborales que han dañado el estándar de vida de estas clases y los recortes de gasto público, con el debilitamiento de la protección social y del estado del bienestar, así como la desregulación en la movilidad del capital y del trabajo, han sido un ataque frontal a la democracia y al bienestar de las clases trabajadoras, realidad muy bien documentada (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante, Anagrama, 2015). La pérdida de soberanía nacional que conlleva la UE ha significado la pérdida de soberanía popular, causa del deterioro de su bienestar. La evidencia de que ello es así es contundente, clara y convincente. Es más que obvio que esta Europa no es la Europa de los pueblos, sino la Europa de las empresas financieras y de los grandes conglomerados económicos. ¡No es chauvinismo lo que causa el rechazo a la UE! Ante esta situación, el establishment político-mediático europeo quiere presentar este rechazo como consecuencia de un retraso cultural de las clases populares, todavía estancadas en un nacionalismo retrógrado, que incluye un chauvinismo anti-inmigrante que merece ser denunciado. John Carlin, en el El País, 24·06·16, define este rechazo (Brexit) como resultado “de la mezquindad, ignorancia, carácter retrógrado, xenofobia y tribal” de los que votaron en contra de la permanencia. Y así se está interpretando, por parte de la mayoría de los medios de comunicación europeos, el voto de rechazo a la UE por parte de las clases populares británicas. Este mensaje intenta ocultar las causas reales de tal rechazo, causas que he descrito en este artículo. Olvidan que, si bien todos los xenófobos votaron a favor de la salida del Reino Unido de la UE, no todos los que así votaron eran xenófobos.
En esta manipulación están participando poderes de la socialdemocracia europea que no han entendido todavía lo que está ocurriendo entre lo que solían ser sus bases. No quieren entender que el rechazo que está ocurriendo es hacia esta Europa que la socialdemocracia ha contribuido a crear, una Europa que carece de vocación democrática y sensibilidad social. El maridaje de los aparatos dirigentes de las socialdemocracias con los intereses financieros y económicos dominantes en la UE (y en cada país miembro) ha sido la causa de su gran declive, que todavía no entienden porque no quieren entenderlo. Lo que pasa en Francia, donde hay un gobierno socialdemócrata que está intentando destruir a los sindicatos (como la señora Thatcher hizo en el Reino Unido), o en España, donde el PSOE fue el que inició las políticas de austeridad, son indicadores de esta falta de comprensión de lo que está ocurriendo en la UE, y que es el fracaso de las izquierdas para atender a las necesidades de las clases populares. De ahí la transferencia de lealtades que están ocurriendo, en lo que refiere a los partidos.
Es lógico y predecible que las políticas neoliberales y los partidos que las aplican sean rechazados por las clases populares, pues son éstas las que sufren más cada una de estas políticas, incluyendo la desregulación de la movilidad de capitales y del trabajo. Regiones enteras en el Reino Unido han sido devastadas, siendo sus industrias trasladadas al este de Europa, creando un gran desempleo en esas regiones. Y la desregulación del mundo del trabajo, acompañada de la dilución, cuando no destrucción, de la protección social, ha creado una gran inestabilidad y falta de seguridad laboral. En realidad, fueron las políticas del gobierno Blair y del gobierno Brown (1997-2010) las que sentaron las bases para este rechazo generalizado hacia la UE. Tales gobiernos de la Tercera Vía facilitaron la llegada de inmigrantes a los que los empresarios contrataban con salarios más bajos. Y así se inició el desapego con la Unión Europea (ver Don’t blame Corbyn if Brexit wins, Denis McShane).
En España, frente al descrédito del partido socialdemócrata (PSOE) debido, entre otras razones a su participación en la construcción de esta Europa, han aparecido una serie de fuerzas políticas, tanto en la periferia como en el centro (Unidos Podemos y confluencias), que están canalizando este desencanto popular acentuando, con razón, que esta no es tampoco nuestra Europa, y que se requieren cambios profundos para recuperar la Europa democrática y social a la que aspiramos y que debe construirse. Así de claro.
Fuente: http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/06/25/lo-que-los-medios-no-dicen-sobre-las-causas-del-brexit/
La ciencia de Nabokov. El escritor ruso se veía a sí mismo como un científico que narraba historias. Un nuevo libro trata de relacionar su obra con el vuelo de las mariposas.
Fue Franz Kafka quien dijo aquello de que “en la ciencia uno intenta contarle a la gente algo que nadie sabía hasta ese momento de manera en que pueda ser comprendido por todos. Pero en la poesía sucede exactamente lo opuesto”.
Así, en principio, nada le interesaba menos a Kafka (más preocupado por su singular poética que enseguida resulta universal) que, por ejemplo, proponer alguna explicación biológica para lo que Gregor Samsa descubre que le ha sucedido en la primera línea de La metamorfosis. Es más: Kafka dejó instrucciones —en una carta a su editor— para que esa criatura jamás fuese dibujada para ilustrar su libro. Kafka quería que el lector supiese tan poco como Samsa sobre su nuevo cuerpo y apariencia.
Lo que el escritor checo promovía en su entendimiento del yin y yang de lo científico y lo poético era, en realidad, una muestra más de un conflicto tan antiguo como el mundo. La idea es que el inexacto arte escrito es lo que narra, mientras que las ciencias más o menos exactas nos ayudan a contar. Distraerse con uno y concentrarse con las otras entonces. Lo real y lo irreal, mejor cada uno por su lado y cada quien en su sitio, y no agitar ni mezclar antes de su uso.
Al poco tiempo de que Kafka se negara a toda representación visual de su Samsa metamorfoseado —en un mundo nuevo donde todo era ciencia—, semejante prohibición probó ser irresistible de desobedecer para el escritor Vladímir Nabokov, quien concluyó sin dudarlo que se trataba de “un simple escarabajo grande” mientras procedía a bosquejarlo en pizarras y apuntes para sus conferencias en la Cornell University, añadiendo que “Kafka construyó su lenguaje a partir de los términos del derecho y de la ciencia, dándoles una suerte de precisión irónica donde no había sitio para que se inmiscuyesen los sentimientos más íntimos del autor”.
En resumen: para Nabokov, Kafka era un científico que escribía y narraba historias.
Y Nabokov para Nabokov, también.
Gozoso padecedor del don/estigma de la sinestesia (el síndrome de ver letras en colores), Nabokov definió “la textura del tiempo” de su Van en Ada o el ardor a partir de los postulados de Martin Gardner en El universo ambidiestro, y dedicó buena parte de su tiempo al estudio de las mariposas de la subvariedad blue. Luego de años de observación, Nabokov tuvo la intuición de un posible rumbo alternativo para las varias (y no única, como se creía) migraciones de esta especie sudamericana. Los profesionales del asunto de por entonces se rieron del entregado amateur, quien siempre dijo que, de no haber tenido lugar la revolución rusa, jamás hubiese escrito una novela —y hubiera optado por perseguir y alcanzar insectos—. Y restaron importancia a sus sketches de alas y antenas. Ahora estos dibujos, acompañados por estudios donde se relaciona la mecánica del vuelo con la estructura novelesca en la obra del autor, acaban de reunirse en el precioso volumen publicado por Yale University Press, Fine Lines: Vladimir Nabokov’s Scientific Art (que viene a sumarse a los ya editados sobre el tema Nabokov’s Butterflies: Unpublished and Uncollected Writings y Nabokov’s Blues: The Scientific Odyssey of a Literary Genius). Dibujados a lo largo y ancho de los moteles made in USA en los que el hombre se alojaba junto a su red y sus alfileres mientras, de paso, tomaba notas para una novela con nínfula mariposeante de nombre Lolita. El que, mucho tiempo después de muerto Nabokov, se haya probado fehacientemente —más allá y por encima de lo opuesto y lo exacto— que él estaba en lo cierto en cuanto a los movimientos de los colores de los lepidópteros, no deja de ser un acto de justicia poética.
O, si se prefiere —da igual, por encima y más allá de lo opuesto y de lo exacto—, de justicia científica.
A los profesionales de bata les atrae la posibilidad de hallar algún orden secreto en el caos de lo creativo. Esta separación de campos y polaridades es, por supuesto, más que engañosa y muy representativa de nuestro presente. Como bien avisó J. G. Ballard —de formación psiquiátrica—, “en los últimos tiempos, la ciencia se basa más y más no en la tradicional naturaleza de las ecuaciones, sino en los términos inestables de las obsesiones de aquellos sujetos, todos nosotros, para quienes se investiga. Llevamos viviendo ya muchos años en un inmenso laboratorio desbordante de máquinas que no es otra cosa que una inmensa novela”.
Tal vez de ahí el que ahora se multipliquen los textos de divulgación científica ocupándose de inspiraciones súbitas, impulsos narrativos y ocurrencias impredecibles —después de siglos de soportar esas risas operísticas del Fausto de turno entre truenos y rayos y probetas de científicos locos, inventados por la literatura—. Mal que le pese a Kafka, circulan por ahí tesis que apuestan a que el estudio de su obra permite explicar cómo la exposición a amenazas sirve para el aprendizaje de una gramática artificial. O algo así.
Y, claro, el autor de El proceso no fue, ni es, ni será el único en haber sido analizado bajo telescópicos microscopios. Hay libros y tesis que se arriesgan a un seguimiento desde el punto de vista astronómico (y alquímico y astrológico) de Don Quijote; a hacer comulgar al críptico y encriptado Finnegans Wake, de James Joyce, con la física cuántica; a sumar y restar alrededor de Borges; o que se valen de la prosa serpenteante de Marcel Proust (quien aseguraba que “nadie nos entrega la verdad, sino que debemos creerla por nosotros mismos”) para explicar que la descodificación y ordenación de un puñado de signos escritos no está incluida en una simple app del disco duro del hombre que se pueda abrir sin más, sino que se trata de una suerte de más o menos azarosa mutación que todo individuo debe desarrollar mediante el aprendizaje, porque “nuestros cerebros nunca fueron cableados para la lectura o la escritura”. De ahí que a muchas personas les cueste mucho leer y muchísimo escribir. O algo así.
Tras ellos, y en estampida, galopan y arrollan cada vez más todos esos estudios preapocalípticos (como los de Nicholas Carr y Sven Birkerts) que advierten acerca de la erosión que Google & Co. provoca en nuestras mentes, y de lo que en ellas sucede químicamente cada vez que nos adentramos en un “Había una vez…”; los que no titubean a la hora de reducir a todas las historias jamás imaginadas o vividas por el ser humano a siete tramas básicas y que se repiten y funden en diferentes combinaciones; los que se zambullen de cabeza, y con los ojos bien abiertos, en un estudio evolutivo del cómo y por qué y para qué contar historias. Sobre esto trata On the Origin of Stories: Evolution, Cognition and Fiction, un denso pero muy divertido ensayo firmado por Brian Boyd, biógrafo obsesivo y máxima autoridad en la vida y obra de Vladímir Nabokov, quien defiende —por oposición y exactitud, con sentimiento y frialdad, fundiendo tonalidades— que, además de mariposas en el estómago, también, al mismo tiempo, se pueden tener mariposas en el cerebro.
O un simple escarabajo grande.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/09/actualidad/1465487757_770034.html
Así, en principio, nada le interesaba menos a Kafka (más preocupado por su singular poética que enseguida resulta universal) que, por ejemplo, proponer alguna explicación biológica para lo que Gregor Samsa descubre que le ha sucedido en la primera línea de La metamorfosis. Es más: Kafka dejó instrucciones —en una carta a su editor— para que esa criatura jamás fuese dibujada para ilustrar su libro. Kafka quería que el lector supiese tan poco como Samsa sobre su nuevo cuerpo y apariencia.
Lo que el escritor checo promovía en su entendimiento del yin y yang de lo científico y lo poético era, en realidad, una muestra más de un conflicto tan antiguo como el mundo. La idea es que el inexacto arte escrito es lo que narra, mientras que las ciencias más o menos exactas nos ayudan a contar. Distraerse con uno y concentrarse con las otras entonces. Lo real y lo irreal, mejor cada uno por su lado y cada quien en su sitio, y no agitar ni mezclar antes de su uso.
Al poco tiempo de que Kafka se negara a toda representación visual de su Samsa metamorfoseado —en un mundo nuevo donde todo era ciencia—, semejante prohibición probó ser irresistible de desobedecer para el escritor Vladímir Nabokov, quien concluyó sin dudarlo que se trataba de “un simple escarabajo grande” mientras procedía a bosquejarlo en pizarras y apuntes para sus conferencias en la Cornell University, añadiendo que “Kafka construyó su lenguaje a partir de los términos del derecho y de la ciencia, dándoles una suerte de precisión irónica donde no había sitio para que se inmiscuyesen los sentimientos más íntimos del autor”.
En resumen: para Nabokov, Kafka era un científico que escribía y narraba historias.
Y Nabokov para Nabokov, también.
Gozoso padecedor del don/estigma de la sinestesia (el síndrome de ver letras en colores), Nabokov definió “la textura del tiempo” de su Van en Ada o el ardor a partir de los postulados de Martin Gardner en El universo ambidiestro, y dedicó buena parte de su tiempo al estudio de las mariposas de la subvariedad blue. Luego de años de observación, Nabokov tuvo la intuición de un posible rumbo alternativo para las varias (y no única, como se creía) migraciones de esta especie sudamericana. Los profesionales del asunto de por entonces se rieron del entregado amateur, quien siempre dijo que, de no haber tenido lugar la revolución rusa, jamás hubiese escrito una novela —y hubiera optado por perseguir y alcanzar insectos—. Y restaron importancia a sus sketches de alas y antenas. Ahora estos dibujos, acompañados por estudios donde se relaciona la mecánica del vuelo con la estructura novelesca en la obra del autor, acaban de reunirse en el precioso volumen publicado por Yale University Press, Fine Lines: Vladimir Nabokov’s Scientific Art (que viene a sumarse a los ya editados sobre el tema Nabokov’s Butterflies: Unpublished and Uncollected Writings y Nabokov’s Blues: The Scientific Odyssey of a Literary Genius). Dibujados a lo largo y ancho de los moteles made in USA en los que el hombre se alojaba junto a su red y sus alfileres mientras, de paso, tomaba notas para una novela con nínfula mariposeante de nombre Lolita. El que, mucho tiempo después de muerto Nabokov, se haya probado fehacientemente —más allá y por encima de lo opuesto y lo exacto— que él estaba en lo cierto en cuanto a los movimientos de los colores de los lepidópteros, no deja de ser un acto de justicia poética.
O, si se prefiere —da igual, por encima y más allá de lo opuesto y de lo exacto—, de justicia científica.
A los profesionales de bata les atrae la posibilidad de hallar algún orden secreto en el caos de lo creativo. Esta separación de campos y polaridades es, por supuesto, más que engañosa y muy representativa de nuestro presente. Como bien avisó J. G. Ballard —de formación psiquiátrica—, “en los últimos tiempos, la ciencia se basa más y más no en la tradicional naturaleza de las ecuaciones, sino en los términos inestables de las obsesiones de aquellos sujetos, todos nosotros, para quienes se investiga. Llevamos viviendo ya muchos años en un inmenso laboratorio desbordante de máquinas que no es otra cosa que una inmensa novela”.
Tal vez de ahí el que ahora se multipliquen los textos de divulgación científica ocupándose de inspiraciones súbitas, impulsos narrativos y ocurrencias impredecibles —después de siglos de soportar esas risas operísticas del Fausto de turno entre truenos y rayos y probetas de científicos locos, inventados por la literatura—. Mal que le pese a Kafka, circulan por ahí tesis que apuestan a que el estudio de su obra permite explicar cómo la exposición a amenazas sirve para el aprendizaje de una gramática artificial. O algo así.
Y, claro, el autor de El proceso no fue, ni es, ni será el único en haber sido analizado bajo telescópicos microscopios. Hay libros y tesis que se arriesgan a un seguimiento desde el punto de vista astronómico (y alquímico y astrológico) de Don Quijote; a hacer comulgar al críptico y encriptado Finnegans Wake, de James Joyce, con la física cuántica; a sumar y restar alrededor de Borges; o que se valen de la prosa serpenteante de Marcel Proust (quien aseguraba que “nadie nos entrega la verdad, sino que debemos creerla por nosotros mismos”) para explicar que la descodificación y ordenación de un puñado de signos escritos no está incluida en una simple app del disco duro del hombre que se pueda abrir sin más, sino que se trata de una suerte de más o menos azarosa mutación que todo individuo debe desarrollar mediante el aprendizaje, porque “nuestros cerebros nunca fueron cableados para la lectura o la escritura”. De ahí que a muchas personas les cueste mucho leer y muchísimo escribir. O algo así.
Tras ellos, y en estampida, galopan y arrollan cada vez más todos esos estudios preapocalípticos (como los de Nicholas Carr y Sven Birkerts) que advierten acerca de la erosión que Google & Co. provoca en nuestras mentes, y de lo que en ellas sucede químicamente cada vez que nos adentramos en un “Había una vez…”; los que no titubean a la hora de reducir a todas las historias jamás imaginadas o vividas por el ser humano a siete tramas básicas y que se repiten y funden en diferentes combinaciones; los que se zambullen de cabeza, y con los ojos bien abiertos, en un estudio evolutivo del cómo y por qué y para qué contar historias. Sobre esto trata On the Origin of Stories: Evolution, Cognition and Fiction, un denso pero muy divertido ensayo firmado por Brian Boyd, biógrafo obsesivo y máxima autoridad en la vida y obra de Vladímir Nabokov, quien defiende —por oposición y exactitud, con sentimiento y frialdad, fundiendo tonalidades— que, además de mariposas en el estómago, también, al mismo tiempo, se pueden tener mariposas en el cerebro.
O un simple escarabajo grande.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/09/actualidad/1465487757_770034.html
Críticas a la escalada de tensión con Rusia ante la cumbre de la OTAN en Varsovia
Thilo Schäfer
La Marea
Miembros del Gobierno alemán exigen que se rebaje “el ruido de sables” en Europa del Este. Veteranos de los servicios secretos de EEUU advierten a la canciller Merkel antes de la cumbre de la OTAN en Varsovia que el presidente Putin sufre presiones por parte de sus generales.
La última vez que se reunieron los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países miembros de la OTAN fue hace dos años en Cardiff, la capital de Gales en el Reino Unido. La elección de Varsovia como sede de la cumbre de la Alianza Atlántica de este año tiene un valor mucho más simbólico. Polonia, al igual que sus vecinos en Europa del Este, acapara la atención de la organización militar, que está protagonizando una peligrosa escalada de tensión con Rusia. El papel de Moscú en la separación de Crimea de Ucrania y los movimientos separatistas en el Este de ese país han encendido las alarmas en Polonia y las tres repúblicas bálticas, Lituania, Letonia y Estonia.
Desde hace meses, la OTAN está llevando a cabo maniobras militares en la región que son vistas por Rusia como una provocación. El tema principal de la cumbre de Varsovia, que comienza este viernes y termina el sábado, es precisamente la situación en Europa del Este, marcada por el pulso con Moscú. Los líderes, entre ellos el presidente de EEUU Barack Obama y el presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy, deben decidir un aumento de las tropas de la OTAN en el Báltico.
Sin embargo, recientemente han aumentado las voces críticas con la escalada militar de la Alianza en Europa del Este, sobre todo en el seno del Gobierno alemán. “Lo que no deberíamos hacer ahora es incendiar aún más la situación, con el ruido de sables y expresiones bélicas”, dijo el ministro de Exteriores germano, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier en junio. Sus palabras fueron una clara crítica al curso de la canciller Angela Merkel, de la Unión Democristiana (CDU), que es partidaria de la política de mano dura contra el Kremlin, incluyendo las sanciones económicas. El vicecanciller y presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, fue algo más conciliador, aunque en el fondo ratificaba las críticas del ministro de Exteriores. “Sabemos que el aislamiento no sirve para nada. A final sólo sirve el diálogo”, dijo.
Merkel, no obstante, no parece estar impresionada por los reparos de sus socios en el gobierno de gran coalición. En un debate previo a la cumbre de la OTAN en el Parlamento alemán el jueves, la canciller confirmó la participación del ejército germano en los nuevos contingentes de la Alianza en el Báltico. “Los países del Este necesitan ahora la reafirmación del apoyo de la OTAN”, afirmó Merkel en el Bundestag.
La canciller alemana tiene un papel clave en la cumbre, por lo cual ha sido objeto de más presiones. Un grupo de exoficiales de las Fuerzas Armadas, del Gobierno y los servicios secretos de EEUU, incluyendo la CIA, ha dirigido una carta abierta a Merkel para pedirle que contribuyera a rebajar la “belicosidad” de la OTAN frente a Rusia. La directiva de la organización Veteran Intelligence Professionals for Sanity (Profesiones de la Inteligencia Veteranos a favor de la Racionalidad) advierte en el escrito que las recientes maniobras de la OTAN en la zona tienen un peligrosísimo potencial para provocar reacciones no deseadas por parte rusa.
“[El presidente ruso Vladimir] Putin no tiene la opción de reconfirmar a sus generales que lo que ven y lo que escuchan es pura retórica y postureo de la OTAN. Ya está notando una presión creciente para actuar con fuerza y de forma inequívoca”, reza la carta.
Muchos partidos de izquierda en Europa del Oeste, algunos tradicionalemente anti-OTAN, exigen directamente la disolución de la organización transatlántica que se creó al principio de la Guerra Fría. Sarah Wagenknecht, vicepresidenta de Die Linke en Alemania, sugirió en el citado debate parlamentario sobre la cumbre que se sustituyera la OTAN por una nueva alianza que incluyera a Rusia. Incluso Merkel admitió al final que la escalada de maniobras y contingentes militares en el Este no puede ser la solución del conflicto con Moscú: “Estamos de acuerdo en que la seguridad duradera en Europa sólo es posible con Rusia y no contra Rusia”.
Fuente: http://www.lamarea.com/2016/07/07/criticas-la-escalada-tension-rusia-ante-la-cumbre-la-otan-varsovia/
La Marea
Miembros del Gobierno alemán exigen que se rebaje “el ruido de sables” en Europa del Este. Veteranos de los servicios secretos de EEUU advierten a la canciller Merkel antes de la cumbre de la OTAN en Varsovia que el presidente Putin sufre presiones por parte de sus generales.
La última vez que se reunieron los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 países miembros de la OTAN fue hace dos años en Cardiff, la capital de Gales en el Reino Unido. La elección de Varsovia como sede de la cumbre de la Alianza Atlántica de este año tiene un valor mucho más simbólico. Polonia, al igual que sus vecinos en Europa del Este, acapara la atención de la organización militar, que está protagonizando una peligrosa escalada de tensión con Rusia. El papel de Moscú en la separación de Crimea de Ucrania y los movimientos separatistas en el Este de ese país han encendido las alarmas en Polonia y las tres repúblicas bálticas, Lituania, Letonia y Estonia.
Desde hace meses, la OTAN está llevando a cabo maniobras militares en la región que son vistas por Rusia como una provocación. El tema principal de la cumbre de Varsovia, que comienza este viernes y termina el sábado, es precisamente la situación en Europa del Este, marcada por el pulso con Moscú. Los líderes, entre ellos el presidente de EEUU Barack Obama y el presidente del Gobierno en funciones Mariano Rajoy, deben decidir un aumento de las tropas de la OTAN en el Báltico.
Sin embargo, recientemente han aumentado las voces críticas con la escalada militar de la Alianza en Europa del Este, sobre todo en el seno del Gobierno alemán. “Lo que no deberíamos hacer ahora es incendiar aún más la situación, con el ruido de sables y expresiones bélicas”, dijo el ministro de Exteriores germano, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier en junio. Sus palabras fueron una clara crítica al curso de la canciller Angela Merkel, de la Unión Democristiana (CDU), que es partidaria de la política de mano dura contra el Kremlin, incluyendo las sanciones económicas. El vicecanciller y presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, fue algo más conciliador, aunque en el fondo ratificaba las críticas del ministro de Exteriores. “Sabemos que el aislamiento no sirve para nada. A final sólo sirve el diálogo”, dijo.
Merkel, no obstante, no parece estar impresionada por los reparos de sus socios en el gobierno de gran coalición. En un debate previo a la cumbre de la OTAN en el Parlamento alemán el jueves, la canciller confirmó la participación del ejército germano en los nuevos contingentes de la Alianza en el Báltico. “Los países del Este necesitan ahora la reafirmación del apoyo de la OTAN”, afirmó Merkel en el Bundestag.
La canciller alemana tiene un papel clave en la cumbre, por lo cual ha sido objeto de más presiones. Un grupo de exoficiales de las Fuerzas Armadas, del Gobierno y los servicios secretos de EEUU, incluyendo la CIA, ha dirigido una carta abierta a Merkel para pedirle que contribuyera a rebajar la “belicosidad” de la OTAN frente a Rusia. La directiva de la organización Veteran Intelligence Professionals for Sanity (Profesiones de la Inteligencia Veteranos a favor de la Racionalidad) advierte en el escrito que las recientes maniobras de la OTAN en la zona tienen un peligrosísimo potencial para provocar reacciones no deseadas por parte rusa.
“[El presidente ruso Vladimir] Putin no tiene la opción de reconfirmar a sus generales que lo que ven y lo que escuchan es pura retórica y postureo de la OTAN. Ya está notando una presión creciente para actuar con fuerza y de forma inequívoca”, reza la carta.
Muchos partidos de izquierda en Europa del Oeste, algunos tradicionalemente anti-OTAN, exigen directamente la disolución de la organización transatlántica que se creó al principio de la Guerra Fría. Sarah Wagenknecht, vicepresidenta de Die Linke en Alemania, sugirió en el citado debate parlamentario sobre la cumbre que se sustituyera la OTAN por una nueva alianza que incluyera a Rusia. Incluso Merkel admitió al final que la escalada de maniobras y contingentes militares en el Este no puede ser la solución del conflicto con Moscú: “Estamos de acuerdo en que la seguridad duradera en Europa sólo es posible con Rusia y no contra Rusia”.
Fuente: http://www.lamarea.com/2016/07/07/criticas-la-escalada-tension-rusia-ante-la-cumbre-la-otan-varsovia/
lunes, 11 de julio de 2016
La impunidad del hombre blanco. Tony Blair podrá escapar a la justicia, a pesar de su responsabilidad en la guerra ilegal de Irak establecida por el informe Chilcot
Los hechos establecidos por John Chilcot durante los siete años que ha durado la investigación son abrumadores. Es un auténtico acta de acusación que clama por algún tipo de satisfacción penal por las responsabilidades personales de Tony Blair. Fue una guerra ilegal e injusta, en la que se enmascaró un cambio de régimen bajo el disfraz de una guerra preventiva, ante la falsa amenaza de un ataque con unas armas de destrucción masiva inexistentes que podía producirse en 45 minutos.
El número de delitos probablemente sería largo, porque a las mentiras de la preparación de la guerra se añade la irresponsabilidad de quienes organizaron una caótica posguerra todavía más catastrófica. Si la invasión de Irak y el derrocamiento de Sadam Husein fueron ilegales y organizados con mentiras y manipulaciones, nada se hizo después que diera algo de legitimidad a la invasión y a la desaparición del déspota, como ha ocurrido tantas veces en la historia, en forma de beneficios para los iraquíes y de estabilidad en la región.
Al contrario, la destrucción de sus fuerzas armadas y de la estructura entera del Estado abrió las puertas al infierno de una guerra civil entre chiíes y suníes que en propiedad todavía no ha terminado y se ha convertido en el monstruo del Estado Islámico. Difícilmente sirve en este caso la doctrina del mal menor para defender los desastres ocasionados por esta guerra ante el mal mayor que todavía hoy Blair y Bush pretenden blandir con el espantajo de Sadam Husein.
Hay un delito que cuadraría perfectamente con lo que hicieron ambos en la guerra de Irak, con la ayuda diplomática y la complicidad política de Aznar. Es el crimen de agresión, surgido como figura jurídica en los juicios de Nuremberg contra el nazismo y reivindicado en el tratado de creación de la Corte Penal Internacional, el llamado Estatuto de Roma de 1998, como figura delictiva a incluir en el futuro a través de las enmiendas a dicho tratado, como así se hizo en la revisión de 2010. El problema es la no retroactividad de las leyes: cuando se cometió presuntamente el crimen, en 2003, todavía no estaba incluido en el Estatuto de Roma. Para colmo, los procedimientos de ratificación y de entrada en vigor solo convertirán en perseguible el crimen de agresión a partir de 2018.
La fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) no ha ocultado su incomodidad con el contraste entre la impunidad de los dirigentes occidentales cuando vulneran la Carta de Naciones Unidas y la exclusiva inculpación de ciudadanos africanos con los actuales instrumentos legales del tribunal. Los 39 inculpados hasta ahora son todos africanos. También son africanos los únicos jefes de Estado objeto de investigación o persecución legal, como el difunto líder libio Muamar el Gadafi o el actual presidente de Sudán del Norte, Omar Al-Bashir. Otro jefe de Estado africano, Hissène Habré, presidente de Chad entre 1982 y 1990, ha sido condenado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad, violación, esclavitud forzada y múltiples homicidios y asesinatos, por una corte especial creada por Senegal por encargo de la Unión Africana, en un caso ejemplar que ha hecho prescindible en esta ocasión la actuación de la CPI.
No es el único contraste. Ha habido al menos dos investigaciones y centenares de denuncias por crímenes de guerra por la muerte de detenidos iraquíes bajo custodia británica, algunas ante tribunales británicos y otros ante la CPI, aunque solo el cabo Donald Payne ha sido condenado a un año de prisión. Sería una cruel ironía que el Informe Chilcot sirviera para perseguir soldados y jefes militares británicos y no diera lugar en cambio a indagación alguna sobre Tony Blair. De ahí que la fiscalía de la CPI haya aclarado muy sutilmente en una nota que “sugerir que la CPI haya descartado la investigación sobre el ex primer ministro por crímenes de guerra pero pueda perseguir a los soldados es una deformación de los hechos”.
Ni un solo jurista ha expresado hasta ahora su confianza en que Tony Blair, al igual que George Bush, se sienten algún día en el banquillo, ya sea de sus respectivos tribunales nacionales ya sea de la CPI, a pesar de que lo han pedido parlamentarios británicos como Jeremy Corbyn o Alex Salmond y el obispo sudafricano y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu. En el caso del expresidente de Estados Unidos, porque el Senado de su país ni siquiera ha ratificado el tratado internacional que lo crea, a pesar de que su antecesor Bill Clinton lo firmó en Roma. George W. Bush boicoteó todo lo que pudo a la CPI y aprobó, incluso, un paquete legislativo para impedir que sus soldados y ciudadanos pudieran ser inculpados o perseguidos bajo la jurisdicción universal.
El Informe Chilcot tendrá una lectura fácil y demagógica: demuestra la impunidad del hombre blanco, del máximo responsable político frente a los soldaditos que obedecen órdenes, de los honorables mandatarios occidentales frente a los déspotas africanos y árabes. En el momento populista que atravesamos, las opiniones públicas exigen gestos ejemplarizantes y cabezas que rueden. Se da por descontado, en cambio algo que no lo está en absoluto en la gran mayoría de los países, como es que una comisión de investigación, por encargo del Gobierno, realice un ejercicio de transparencia de tanta trascendencia y llegue tan lejos en la documentación y determinación de responsabilidades políticas como ha hecho John Chilcot.
Una nueva paradoja del caso es que esto sucede en pleno Brexit, el movimiento soberanista que no solo pone en cuestión la dependencia de Reino Unido de la legislación y los tribunales de la UE sino incluso de la legislación internacional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. No es extraño ni anecdótico que Alex Salmond haya planteado la posibilidad de que Tony Blair sea juzgado algún día por crimen de agresión en los tribunales de esa Escocia que busca tras el Brexit su independencia y la adhesión a la Unión Europea.
Para el Parlamento británico el Informe Chilcot no es tan solo un ejercicio ejemplar de transparencia que demuestra el vigor de la democracia británica, sino también un estímulo para ratificar las enmiendas que introducen el crimen de agresión en el Estatuto de Roma y dificultar así que en el futuro alguien pueda repetir una actuación como la de Blair desde el número 10 de Downing Street. Aunque el caso Blair no llegue nunca a La Haya, donde tiene su sede la CPI, parece haber pocas dudas de la contribución a la justicia universal que ha hecho Reino Unido con la comisión Chilcot y su informe.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/08/actualidad/1467987628_972382.html
El número de delitos probablemente sería largo, porque a las mentiras de la preparación de la guerra se añade la irresponsabilidad de quienes organizaron una caótica posguerra todavía más catastrófica. Si la invasión de Irak y el derrocamiento de Sadam Husein fueron ilegales y organizados con mentiras y manipulaciones, nada se hizo después que diera algo de legitimidad a la invasión y a la desaparición del déspota, como ha ocurrido tantas veces en la historia, en forma de beneficios para los iraquíes y de estabilidad en la región.
Al contrario, la destrucción de sus fuerzas armadas y de la estructura entera del Estado abrió las puertas al infierno de una guerra civil entre chiíes y suníes que en propiedad todavía no ha terminado y se ha convertido en el monstruo del Estado Islámico. Difícilmente sirve en este caso la doctrina del mal menor para defender los desastres ocasionados por esta guerra ante el mal mayor que todavía hoy Blair y Bush pretenden blandir con el espantajo de Sadam Husein.
Hay un delito que cuadraría perfectamente con lo que hicieron ambos en la guerra de Irak, con la ayuda diplomática y la complicidad política de Aznar. Es el crimen de agresión, surgido como figura jurídica en los juicios de Nuremberg contra el nazismo y reivindicado en el tratado de creación de la Corte Penal Internacional, el llamado Estatuto de Roma de 1998, como figura delictiva a incluir en el futuro a través de las enmiendas a dicho tratado, como así se hizo en la revisión de 2010. El problema es la no retroactividad de las leyes: cuando se cometió presuntamente el crimen, en 2003, todavía no estaba incluido en el Estatuto de Roma. Para colmo, los procedimientos de ratificación y de entrada en vigor solo convertirán en perseguible el crimen de agresión a partir de 2018.
La fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) no ha ocultado su incomodidad con el contraste entre la impunidad de los dirigentes occidentales cuando vulneran la Carta de Naciones Unidas y la exclusiva inculpación de ciudadanos africanos con los actuales instrumentos legales del tribunal. Los 39 inculpados hasta ahora son todos africanos. También son africanos los únicos jefes de Estado objeto de investigación o persecución legal, como el difunto líder libio Muamar el Gadafi o el actual presidente de Sudán del Norte, Omar Al-Bashir. Otro jefe de Estado africano, Hissène Habré, presidente de Chad entre 1982 y 1990, ha sido condenado a cadena perpetua por crímenes contra la humanidad, violación, esclavitud forzada y múltiples homicidios y asesinatos, por una corte especial creada por Senegal por encargo de la Unión Africana, en un caso ejemplar que ha hecho prescindible en esta ocasión la actuación de la CPI.
No es el único contraste. Ha habido al menos dos investigaciones y centenares de denuncias por crímenes de guerra por la muerte de detenidos iraquíes bajo custodia británica, algunas ante tribunales británicos y otros ante la CPI, aunque solo el cabo Donald Payne ha sido condenado a un año de prisión. Sería una cruel ironía que el Informe Chilcot sirviera para perseguir soldados y jefes militares británicos y no diera lugar en cambio a indagación alguna sobre Tony Blair. De ahí que la fiscalía de la CPI haya aclarado muy sutilmente en una nota que “sugerir que la CPI haya descartado la investigación sobre el ex primer ministro por crímenes de guerra pero pueda perseguir a los soldados es una deformación de los hechos”.
Ni un solo jurista ha expresado hasta ahora su confianza en que Tony Blair, al igual que George Bush, se sienten algún día en el banquillo, ya sea de sus respectivos tribunales nacionales ya sea de la CPI, a pesar de que lo han pedido parlamentarios británicos como Jeremy Corbyn o Alex Salmond y el obispo sudafricano y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu. En el caso del expresidente de Estados Unidos, porque el Senado de su país ni siquiera ha ratificado el tratado internacional que lo crea, a pesar de que su antecesor Bill Clinton lo firmó en Roma. George W. Bush boicoteó todo lo que pudo a la CPI y aprobó, incluso, un paquete legislativo para impedir que sus soldados y ciudadanos pudieran ser inculpados o perseguidos bajo la jurisdicción universal.
El Informe Chilcot tendrá una lectura fácil y demagógica: demuestra la impunidad del hombre blanco, del máximo responsable político frente a los soldaditos que obedecen órdenes, de los honorables mandatarios occidentales frente a los déspotas africanos y árabes. En el momento populista que atravesamos, las opiniones públicas exigen gestos ejemplarizantes y cabezas que rueden. Se da por descontado, en cambio algo que no lo está en absoluto en la gran mayoría de los países, como es que una comisión de investigación, por encargo del Gobierno, realice un ejercicio de transparencia de tanta trascendencia y llegue tan lejos en la documentación y determinación de responsabilidades políticas como ha hecho John Chilcot.
Una nueva paradoja del caso es que esto sucede en pleno Brexit, el movimiento soberanista que no solo pone en cuestión la dependencia de Reino Unido de la legislación y los tribunales de la UE sino incluso de la legislación internacional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. No es extraño ni anecdótico que Alex Salmond haya planteado la posibilidad de que Tony Blair sea juzgado algún día por crimen de agresión en los tribunales de esa Escocia que busca tras el Brexit su independencia y la adhesión a la Unión Europea.
Para el Parlamento británico el Informe Chilcot no es tan solo un ejercicio ejemplar de transparencia que demuestra el vigor de la democracia británica, sino también un estímulo para ratificar las enmiendas que introducen el crimen de agresión en el Estatuto de Roma y dificultar así que en el futuro alguien pueda repetir una actuación como la de Blair desde el número 10 de Downing Street. Aunque el caso Blair no llegue nunca a La Haya, donde tiene su sede la CPI, parece haber pocas dudas de la contribución a la justicia universal que ha hecho Reino Unido con la comisión Chilcot y su informe.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/07/08/actualidad/1467987628_972382.html
Réplica a Jesús García Blanca. La ciencia (en general) no es un departamento servicial del Capital y el mal.
Aunque convencidos de que las contradicciones entonces aludidas se han agudizado, sin embargo, ahora nos sentimos un poco menos perplejos (lo que no quiere decir más optimistas) respecto de la tarea que habría que proponerse para que tras esta noche oscura de la crisis de una civilización despuntara una humanidad más justa en una Tierra habitable, en vez de un inmenso rebaño de atontados ruidosos en un estercolero químico, farmacéutico y radiactivo. La tarea, que, en nuestra opinión, no se puede cumplir con agitada veleidad irracionalista, sino, por el contrario, teniendo racionalmente sosegada la casa de la izquierda, consiste en renovar la alianza ochocentista del movimiento obrero con la ciencia. Puede que los viejos aliados tengan dificultades para reconocerse, pues los dos han cambiado mucho: la ciencia, porque desde la sonada declaración de Emil Du Bois Reymond -ignoramus et ignorabimus, ignoramos e ignoraremos-, lleva ya asimilado un siglo de autocrítica (aunque los científicos y técnicos siervos del estado atómico y los lamentables progresistas de izquierda obnubilados por la pésima tradición de Dietzgen y Materialismo y Empiriocriticismo no parezcan saber nada de ello); el movimiento obrero, porque los que viven por sus manos son hoy una humanidad de complicada composición y articulación.
Editorial del número 1 de la revista mientras tanto (1979)
Agradezco a Jesús García Blanca [JGß] el tono de su réplica crítica. Más, si cabe, su “apreciada Rosa”. Algunas observaciones sobre el texto del “apreciado Jesús”: “Fundamentalismos científicos contra la salud” [1]:
1. Lo abre con dos citas: a) “Lo que mueve a la Ciencia no es la voluntad de saber sino la voluntad de dominar”. Humberto Galimberti b) “Es precisamente esa pretensión de la ciencia de constituirse en metadiscurso verdadero por encima de las ideologías, saberes y opiniones particulares, lo que la constituye como ideología dominante […] su capacidad de persuadirnos de que no estamos siendo persuadidos, es precisamente esa mentira verdadera de la ciencia la que hace de ella la forma más potente de ideología en nuestros días: la ideología científica”. Emmanuel Lizcano.
No acabo de ver la veracidad general de ninguna de las dos reflexiones. No veo qué voluntad de dominar moviera a Einstein, Gauss, Szilard o Gödel ni veo que esa desmesura criticada por Lizcano valga para la mayor parte de los científicos y prácticas científicas (aunque tal vez para algunos). Presentar a la ciencia como la ideología dominante de nuestro mundo es estar muy alejado de la realidad real.
1.1. No entro en el asunto ciencia-ideología, tema de complejo desarrollo que exige muchos matices. Por si fuera necesario: los científicos, como el resto de ciudadanos (sociólogos, filósofos, escritores, ingenieros, etc), suelen moverse en determinadas coordenadas ideológicas (algunas de ellas, ciertamente, muy masculinas). Pero no veo que eso afecte a las conquistas epistemológicas de la teoría de los números, de la epigenética o de la física cuántica. Otra cosa es como se presente en sociedad, como se “venda” la ciencia por parte de algunos de sus practicantes o de sus vendedores.
1.1.1. No hay ninguna que algunos “divulgadores de la ciencia” (como ocurre en tantas otras disciplinas) juegan a eso que se critica. Algunos, no todos, ni la ciencia.
2. JGB presenta así a los fundamentalistas científicos, “cuyas características y pautas de actuación resumo”:
A. “Proclaman constantemente su supuesto escepticismo mientras su actitud, comportamiento e ideas lo traicionan dejando al descubierto su auténtica naturaleza de cerrado dogmatismo”. ¿Algún ejemplo por favor? ¿De qué dogmatismo hablamos cuando hablamos de dogmatismo?
B. “Conceden a la ciencia el mismo estatus que una religión poseedora de la verdad absoluta fuera de la cual no existe salvación. Para ellos la Ciencia es la única vara de medir, el único camino al conocimiento”. Si existe esos fundamentalistas, no son científicos; son otra cosa, vendedores de humo tal vez. La ciencia es otra cosa, nada que ver con verdades absolutas, lo contrario del espíritu científico.
C. “Se consideran inmersos en una guerra santa. Su vocabulario, discurso y concepto de la realidad es de corte religioso-paranoide. Por supuesto, ellos están en el bando correcto y en posesión de la verdad frente a un enemigo que es irracional y a quien hay que combatir o convertir al precio que sea”. ¿Guerra santa? Sinceramente, no sé de qué se habla. ¿Criticar el irracionalismo anticientífico, el discurso que afirma que se cura el cáncer teniendo pensamiento positivo y mirando nuestro interior es mantener un discurso de carácter religioso-paranoide? Ningún científico que se precie considera que posee la verdad, ninguno. La descripción muestra un conocimiento muy externo de las ciencias.
D. “Su discurso está impregnado de intolerancia, fanatismo, etnocentrismo científico y fascismo subyacente”. ¿Fascismo subyacente? ¿Leo mal o se afirma que el discurso de los científicos tiene esas características? ¿El discurso de todos los científicos, incluso de aquellos que combatieron el fascismo y fueron asesinados en comisarías o en campos de exterminio? ¿Afirmar la validez del principio de incertidumbre, por ejemplo, es estar impregnado de intolerancia fanatismo, etnocentrismo? ¿Cuando los científicos advierten de los peligros atómicos emiten también un discurso fascistoide? ¿Lo mismo cuando alertan del cambio climático o de la existencia de la capaz de ozono o de los límites del crecimiento? ¿Barry Commoner también emitió un discurso impregnado de esas características?
E. “No buscan la verdad sino defender lo establecido. No dudan, niegan”. ¿Qué nudos de lo establecido defienden las comunidades científicas de manera transversal? ¿Un ejemplo? ¿Las desigualdades sociales como en el caso de V. Navarro, Joan Benach, Carles Muntaner, Carme Valls y tantos otros y otras?
F. “Su estrategia básica es la descalificación, el ataque personal, la ridiculización y la difamación. Su “argumentación” –cuando la hay- es una suma de falacias y prejuicios: apelación a la autoridad, a la mayoría, al consenso, al academicismo y hasta a la generalización más burda”. Cualquier científica sabe que todo eso no vale un pimiento, que las falacias son la destrucción de todo saber.
G. “Carecen de capacidad de autocrítica. Todas las cualidades que proclaman como necesarias -dudar, analizar, examinar y racionalizar- jamás las utilizan con sus propias creencias que, curiosamente, coinciden siempre con lo establecido, con los intereses del Poder”. ¿Con los intereses del Poder? Por ejemplo, en los casos de Galileo, Servet, Darwin, Vavilov,.. ¡Vivir para leer!
3. Un campo de actividad particularmente intenso, señala mi crítico, es el de la salud. “Los fundamentalistas son una pieza clave de la guerra contra cualquier alternativa al modelo médico dominante y vienen desplegando una gran actividad en ese sentido: artículos en sus webs, participación en medios de comunicación, intervención en redes sociales, intentos de boicot a todo tipo de actos relacionados con las medicinas naturales...”. ¿Alternativas al modelo médico dominante? ¿Por ejemplo? ¿Las corrientes antivacunas? ¿Las que negaron y niegan a existencia del SIDA?
4. Lo que le preocupa a mi interlocutor “es que una autora que ha demostrado en estas páginas ser una persona crítica con el poder, reproduzca de modo directo o indirecto las diatribas de grupos y personas que se amparan en la ciencia para atacar otras formas de conocimiento y en particular otros enfoques de la salud”. ¿Qué cosas he reproducido? ¿A qué otras formas de conocimiento se refiere? ¿A qué otros enfoque en salud? ¿Las de cuentistas con cuentos sin ningún fundamento que sacan grandes tajadas crematísticas engañando a gentes desesperadas (tengo ejemplos muy próximos)? ¿Está hablando de estas prácticas médicas alternativas?
Lo que explica del caso, del terrible caso de Julián Rodríguez, me parece totalmente desenfocado. Más aún, impropio incluso de un compañero con mirada crítica. Pero no entro en ello. El tiene razón en su descripción y yo estoy equivocada. Eso sí, sus palabras finales -que me producen temblor y algo de horror- resumen su posición:
“Conste que no creo que cualquier cosa sea válida y menos aún en el campo de la salud y de su cuidado y prevención, pero teniendo en cuenta el evidente fracaso de una medicina que se autodenomina científica mientras mantiene su alianza con una industria que pisotea los más elementales criterios del método científico controlando toda la cadena –investigación, publicación, autorizaciones de agencias, formación e información de masas- para que sirva a los fines económicos de unos y académicos de otros, teniendo en cuenta la innegable catástrofe sanitaria que esto viene provocando y teniendo presente las enormes posibilidades de numerosas disciplinas y técnicas alternativas honestas, eficaces y seguras, esta lucha contra ellas es una guerra contra nuestra propia salud”.
Desde mi punto de vista, éste es un ejemplo más de la confusión que domina algunos sectores de izquierda. ¿Alianza de la ciencia con la industria? Pienso en amigos y maestros míos médicos y me escandalizo. ¿Amigos ellos de la industria, gentes que se le han jugado una y mil veces criticando manipulaciones y despropósitos? ¿A qué desastres hará referencia mi interlocutor? ¿De qué disciplinas y técnicas alternativas honestas está hablando? ¿Eficaces, seguras? ¿En qué? ¿Guerra de médicos comprometidas durante décadas en guerra contra nuestra propia salud? ¿Pero de qué estamos hablando?
Notas.
[1] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213332
Agradezco a Jesús García Blanca [JGß] el tono de su réplica crítica. Más, si cabe, su “apreciada Rosa”. Algunas observaciones sobre el texto del “apreciado Jesús”: “Fundamentalismos científicos contra la salud” [1]:
1. Lo abre con dos citas: a) “Lo que mueve a la Ciencia no es la voluntad de saber sino la voluntad de dominar”. Humberto Galimberti b) “Es precisamente esa pretensión de la ciencia de constituirse en metadiscurso verdadero por encima de las ideologías, saberes y opiniones particulares, lo que la constituye como ideología dominante […] su capacidad de persuadirnos de que no estamos siendo persuadidos, es precisamente esa mentira verdadera de la ciencia la que hace de ella la forma más potente de ideología en nuestros días: la ideología científica”. Emmanuel Lizcano.
No acabo de ver la veracidad general de ninguna de las dos reflexiones. No veo qué voluntad de dominar moviera a Einstein, Gauss, Szilard o Gödel ni veo que esa desmesura criticada por Lizcano valga para la mayor parte de los científicos y prácticas científicas (aunque tal vez para algunos). Presentar a la ciencia como la ideología dominante de nuestro mundo es estar muy alejado de la realidad real.
1.1. No entro en el asunto ciencia-ideología, tema de complejo desarrollo que exige muchos matices. Por si fuera necesario: los científicos, como el resto de ciudadanos (sociólogos, filósofos, escritores, ingenieros, etc), suelen moverse en determinadas coordenadas ideológicas (algunas de ellas, ciertamente, muy masculinas). Pero no veo que eso afecte a las conquistas epistemológicas de la teoría de los números, de la epigenética o de la física cuántica. Otra cosa es como se presente en sociedad, como se “venda” la ciencia por parte de algunos de sus practicantes o de sus vendedores.
1.1.1. No hay ninguna que algunos “divulgadores de la ciencia” (como ocurre en tantas otras disciplinas) juegan a eso que se critica. Algunos, no todos, ni la ciencia.
2. JGB presenta así a los fundamentalistas científicos, “cuyas características y pautas de actuación resumo”:
A. “Proclaman constantemente su supuesto escepticismo mientras su actitud, comportamiento e ideas lo traicionan dejando al descubierto su auténtica naturaleza de cerrado dogmatismo”. ¿Algún ejemplo por favor? ¿De qué dogmatismo hablamos cuando hablamos de dogmatismo?
B. “Conceden a la ciencia el mismo estatus que una religión poseedora de la verdad absoluta fuera de la cual no existe salvación. Para ellos la Ciencia es la única vara de medir, el único camino al conocimiento”. Si existe esos fundamentalistas, no son científicos; son otra cosa, vendedores de humo tal vez. La ciencia es otra cosa, nada que ver con verdades absolutas, lo contrario del espíritu científico.
C. “Se consideran inmersos en una guerra santa. Su vocabulario, discurso y concepto de la realidad es de corte religioso-paranoide. Por supuesto, ellos están en el bando correcto y en posesión de la verdad frente a un enemigo que es irracional y a quien hay que combatir o convertir al precio que sea”. ¿Guerra santa? Sinceramente, no sé de qué se habla. ¿Criticar el irracionalismo anticientífico, el discurso que afirma que se cura el cáncer teniendo pensamiento positivo y mirando nuestro interior es mantener un discurso de carácter religioso-paranoide? Ningún científico que se precie considera que posee la verdad, ninguno. La descripción muestra un conocimiento muy externo de las ciencias.
D. “Su discurso está impregnado de intolerancia, fanatismo, etnocentrismo científico y fascismo subyacente”. ¿Fascismo subyacente? ¿Leo mal o se afirma que el discurso de los científicos tiene esas características? ¿El discurso de todos los científicos, incluso de aquellos que combatieron el fascismo y fueron asesinados en comisarías o en campos de exterminio? ¿Afirmar la validez del principio de incertidumbre, por ejemplo, es estar impregnado de intolerancia fanatismo, etnocentrismo? ¿Cuando los científicos advierten de los peligros atómicos emiten también un discurso fascistoide? ¿Lo mismo cuando alertan del cambio climático o de la existencia de la capaz de ozono o de los límites del crecimiento? ¿Barry Commoner también emitió un discurso impregnado de esas características?
E. “No buscan la verdad sino defender lo establecido. No dudan, niegan”. ¿Qué nudos de lo establecido defienden las comunidades científicas de manera transversal? ¿Un ejemplo? ¿Las desigualdades sociales como en el caso de V. Navarro, Joan Benach, Carles Muntaner, Carme Valls y tantos otros y otras?
F. “Su estrategia básica es la descalificación, el ataque personal, la ridiculización y la difamación. Su “argumentación” –cuando la hay- es una suma de falacias y prejuicios: apelación a la autoridad, a la mayoría, al consenso, al academicismo y hasta a la generalización más burda”. Cualquier científica sabe que todo eso no vale un pimiento, que las falacias son la destrucción de todo saber.
G. “Carecen de capacidad de autocrítica. Todas las cualidades que proclaman como necesarias -dudar, analizar, examinar y racionalizar- jamás las utilizan con sus propias creencias que, curiosamente, coinciden siempre con lo establecido, con los intereses del Poder”. ¿Con los intereses del Poder? Por ejemplo, en los casos de Galileo, Servet, Darwin, Vavilov,.. ¡Vivir para leer!
3. Un campo de actividad particularmente intenso, señala mi crítico, es el de la salud. “Los fundamentalistas son una pieza clave de la guerra contra cualquier alternativa al modelo médico dominante y vienen desplegando una gran actividad en ese sentido: artículos en sus webs, participación en medios de comunicación, intervención en redes sociales, intentos de boicot a todo tipo de actos relacionados con las medicinas naturales...”. ¿Alternativas al modelo médico dominante? ¿Por ejemplo? ¿Las corrientes antivacunas? ¿Las que negaron y niegan a existencia del SIDA?
4. Lo que le preocupa a mi interlocutor “es que una autora que ha demostrado en estas páginas ser una persona crítica con el poder, reproduzca de modo directo o indirecto las diatribas de grupos y personas que se amparan en la ciencia para atacar otras formas de conocimiento y en particular otros enfoques de la salud”. ¿Qué cosas he reproducido? ¿A qué otras formas de conocimiento se refiere? ¿A qué otros enfoque en salud? ¿Las de cuentistas con cuentos sin ningún fundamento que sacan grandes tajadas crematísticas engañando a gentes desesperadas (tengo ejemplos muy próximos)? ¿Está hablando de estas prácticas médicas alternativas?
Lo que explica del caso, del terrible caso de Julián Rodríguez, me parece totalmente desenfocado. Más aún, impropio incluso de un compañero con mirada crítica. Pero no entro en ello. El tiene razón en su descripción y yo estoy equivocada. Eso sí, sus palabras finales -que me producen temblor y algo de horror- resumen su posición:
“Conste que no creo que cualquier cosa sea válida y menos aún en el campo de la salud y de su cuidado y prevención, pero teniendo en cuenta el evidente fracaso de una medicina que se autodenomina científica mientras mantiene su alianza con una industria que pisotea los más elementales criterios del método científico controlando toda la cadena –investigación, publicación, autorizaciones de agencias, formación e información de masas- para que sirva a los fines económicos de unos y académicos de otros, teniendo en cuenta la innegable catástrofe sanitaria que esto viene provocando y teniendo presente las enormes posibilidades de numerosas disciplinas y técnicas alternativas honestas, eficaces y seguras, esta lucha contra ellas es una guerra contra nuestra propia salud”.
Desde mi punto de vista, éste es un ejemplo más de la confusión que domina algunos sectores de izquierda. ¿Alianza de la ciencia con la industria? Pienso en amigos y maestros míos médicos y me escandalizo. ¿Amigos ellos de la industria, gentes que se le han jugado una y mil veces criticando manipulaciones y despropósitos? ¿A qué desastres hará referencia mi interlocutor? ¿De qué disciplinas y técnicas alternativas honestas está hablando? ¿Eficaces, seguras? ¿En qué? ¿Guerra de médicos comprometidas durante décadas en guerra contra nuestra propia salud? ¿Pero de qué estamos hablando?
Notas.
[1] http://www.rebelion.org/noticia.php?id=213332
La Guerra de Irak y las mentiras en que se basó siguen generando polémica
Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!
Esta semana se dio a conocer un devastador informe sobre la activa participación del Reino Unido en la invasión y ocupación de Irak, al mismo tiempo que continúan buscándose entre los escombros los cuerpos de las personas fallecidas en el peor atentado suicida con camión bomba que ha tenido lugar en Bagdad desde el inicio de aquella funesta guerra en el año 2003. El documento se conoce como “el informe Chilcot”, por su principal investigador y autor, Sir John Chilcot. La investigación fue encomendada en el año 2009 por el entonces primer ministro Gordon Brown. Chilcot dio a conocer el informe de 6.000 páginas el miércoles por la mañana, tras siete años de trabajo. El informe ofrece una larga lista de críticas al ex primer ministro Tony Blair y su gabinete al dejar al descubierto de qué manera se exageró la amenaza que suponían las presuntas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, así como la inquebrantable lealtad que Blair demostró al presidente George W. Bush. “Ahora resulta claro que las políticas sobre Irak se elaboraron sobre la base de información de inteligencia y valoraciones infundadas que no fueron contrastadas”, afirma Chilcot en el comunicado que acompañó la publicación del informe.
Un memorando incluido en el informe, enviado por Blair a Bush en julio de 2002, meses antes de la invasión, comienza con la siguiente promesa hecha por Blair a Bush: “Estaré contigo, pase lo que pase". Muchas personas, entre ellas referentes parlamentarios del propio Partido Laborista, piden que Blair sea llevado a juicio por crímenes de guerra. Mientras el Reino Unido, sumido aún en un caos político a consecuencia del referéndum que derivó en el brexit, reacciona al informe Chilcot, la población de Bagdad no se repone aún del atentado del sábado. La cifra de víctimas fatales del atentado se ha incrementado hasta alcanzar las 250. George W. Bush expresó sin ningún atisbo de arrepentimiento a través de un portavoz que “sigue creyendo que el mundo entero esta mejor sin Saddam Hussein en el poder”. Según trascendió, al momento de realizar estas declaraciones, Bush recibía a veteranos heridos en su rancho de Texas.
Mientras que las fuerzas británicas perdieron a 179 de sus miembros a lo largo de toda la guerra, las fuerzas estadounidenses tuvieron 4.502 bajas (siete de las cuales sucedieron en 2016). A la invasión y posterior ocupación se destinaron miles de millones de dólares, y se destinarán miles de millones más para el cuidado de por vida de los veteranos heridos y emocionalmente afectados. Sin embargo, la mayor e incalculable pérdida es la que ha sufrido el pueblo iraquí. Como lo demuestra este reciente y devastador atentado, la guerra en Irak no ha llegado a su fin. Se han llevado a cabo varias iniciativas para contabilizar la cifra de víctimas fatales de la guerra. El más bajo de estos estimativos ubica la cifra entre 160.000 y 180.000 fallecidos. Algunos estudios sostienen que el número de víctimas es varias veces mayor. Resulta imposible determinar la cifra exacta, pero el efecto en la población de Irak ha sido devastador y los daños se harán sentir por generaciones.
El pronunciamiento británico fue claro: “Nuestros ejércitos no llegan a sus ciudades o a sus tierras como conquistadores o enemigos, sino como libertadores”. Sin embargo, estas palabras no fueron expresadas en 2003, sino en 1917. La guerra arrasaba Europa y la Marina Británica dependía ampliamente del petróleo proveniente de Irak y el Golfo Pérsico. Como sostiene el detallado anexo histórico que acompaña al informe Chilcot: “Para asegurar ese petróleo para Gran Bretaña, en la primavera de 1914, el Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, adquirió para el Gobierno Británico el 51% de las acciones de la Anglo-Persian Oil Company o Compañía de Petróleos Anglo-Persa”. Y fue así como todo un siglo de ocupación, explotación, represión, violencia y dolor se ha grabado a fuego en la vida de los iraquíes y en la historia de Irak.
Para Sami Ramadani todo esto es más que historia. Ramadani nació en Irak pero vive en Londres desde que se convirtió en un exiliado del régimen de Saddam Hussein. Durante mucho tiempo se ha dedicado ha impulsar el movimiento contra la invasión y la ocupación de Irak, pero también contra las devastadoras sanciones que las precedieron. Poco después de que el informe Chilcot fuera dado a conocer, Sami Ramadani dijo en “Democracy Now!”: “Irak, como sociedad, como Estado, fue destrozado de la manera más cruel desde la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam, con tácticas como la llamada de ‘conmoción y pavor’ y con crímenes en masa a una escala indescriptible. El verdadero objetivo no era sacar al dictador, sino controlar Irak. Y al no poder controlarlo, lo destruyeron, al igual que están haciendo con Libia, con Siria y demás. Esto entra en esa escala. Pero la peor de las tragedias es la pérdida de vidas”.
Un año después de la invasión, en la cena anual de la Asociación de Corresponsales de Radio y Televisión en Washington, D.C., el presidente Bush bromeó ante los cientos de periodistas presentes en la cena: "Esas armas de destrucción masiva tienen que estar por aquí, en alguna parte. No, por allá no hay armas. Puede que estén aquí debajo". Imágenes de Bush en el Despacho Oval, en cuclillas, buscando armas de destrucción masiva bajo los muebles, acompañaron la comedia cotidiana de aquellos días. En tiempos en que los miembros fallecidos del Ejército de Estados Unidos eran retornados a la Base de la Fuerza Aérea de Dover, en donde estaba prohibido tomar fotografías de las bolsas en que se transportaban los cuerpos, y en que los cadáveres de los iraquíes se amontonaban en las calles y las morgues, la conducta de Bush resulta incomprensible. La guerra no es broma. Tras el informe Chilcot, debería emprenderse una iniciativa seria para que personas como Bush o Blair rindan cuentas por la muerte y la destrucción que siguen teniendo lugar en Irak y en otras partes del mundo.
© 2016 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/2016/7/8/la_guerra_de_irak_y_las
Democracy Now!
Esta semana se dio a conocer un devastador informe sobre la activa participación del Reino Unido en la invasión y ocupación de Irak, al mismo tiempo que continúan buscándose entre los escombros los cuerpos de las personas fallecidas en el peor atentado suicida con camión bomba que ha tenido lugar en Bagdad desde el inicio de aquella funesta guerra en el año 2003. El documento se conoce como “el informe Chilcot”, por su principal investigador y autor, Sir John Chilcot. La investigación fue encomendada en el año 2009 por el entonces primer ministro Gordon Brown. Chilcot dio a conocer el informe de 6.000 páginas el miércoles por la mañana, tras siete años de trabajo. El informe ofrece una larga lista de críticas al ex primer ministro Tony Blair y su gabinete al dejar al descubierto de qué manera se exageró la amenaza que suponían las presuntas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, así como la inquebrantable lealtad que Blair demostró al presidente George W. Bush. “Ahora resulta claro que las políticas sobre Irak se elaboraron sobre la base de información de inteligencia y valoraciones infundadas que no fueron contrastadas”, afirma Chilcot en el comunicado que acompañó la publicación del informe.
Un memorando incluido en el informe, enviado por Blair a Bush en julio de 2002, meses antes de la invasión, comienza con la siguiente promesa hecha por Blair a Bush: “Estaré contigo, pase lo que pase". Muchas personas, entre ellas referentes parlamentarios del propio Partido Laborista, piden que Blair sea llevado a juicio por crímenes de guerra. Mientras el Reino Unido, sumido aún en un caos político a consecuencia del referéndum que derivó en el brexit, reacciona al informe Chilcot, la población de Bagdad no se repone aún del atentado del sábado. La cifra de víctimas fatales del atentado se ha incrementado hasta alcanzar las 250. George W. Bush expresó sin ningún atisbo de arrepentimiento a través de un portavoz que “sigue creyendo que el mundo entero esta mejor sin Saddam Hussein en el poder”. Según trascendió, al momento de realizar estas declaraciones, Bush recibía a veteranos heridos en su rancho de Texas.
Mientras que las fuerzas británicas perdieron a 179 de sus miembros a lo largo de toda la guerra, las fuerzas estadounidenses tuvieron 4.502 bajas (siete de las cuales sucedieron en 2016). A la invasión y posterior ocupación se destinaron miles de millones de dólares, y se destinarán miles de millones más para el cuidado de por vida de los veteranos heridos y emocionalmente afectados. Sin embargo, la mayor e incalculable pérdida es la que ha sufrido el pueblo iraquí. Como lo demuestra este reciente y devastador atentado, la guerra en Irak no ha llegado a su fin. Se han llevado a cabo varias iniciativas para contabilizar la cifra de víctimas fatales de la guerra. El más bajo de estos estimativos ubica la cifra entre 160.000 y 180.000 fallecidos. Algunos estudios sostienen que el número de víctimas es varias veces mayor. Resulta imposible determinar la cifra exacta, pero el efecto en la población de Irak ha sido devastador y los daños se harán sentir por generaciones.
El pronunciamiento británico fue claro: “Nuestros ejércitos no llegan a sus ciudades o a sus tierras como conquistadores o enemigos, sino como libertadores”. Sin embargo, estas palabras no fueron expresadas en 2003, sino en 1917. La guerra arrasaba Europa y la Marina Británica dependía ampliamente del petróleo proveniente de Irak y el Golfo Pérsico. Como sostiene el detallado anexo histórico que acompaña al informe Chilcot: “Para asegurar ese petróleo para Gran Bretaña, en la primavera de 1914, el Primer Lord del Almirantazgo, Winston Churchill, adquirió para el Gobierno Británico el 51% de las acciones de la Anglo-Persian Oil Company o Compañía de Petróleos Anglo-Persa”. Y fue así como todo un siglo de ocupación, explotación, represión, violencia y dolor se ha grabado a fuego en la vida de los iraquíes y en la historia de Irak.
Para Sami Ramadani todo esto es más que historia. Ramadani nació en Irak pero vive en Londres desde que se convirtió en un exiliado del régimen de Saddam Hussein. Durante mucho tiempo se ha dedicado ha impulsar el movimiento contra la invasión y la ocupación de Irak, pero también contra las devastadoras sanciones que las precedieron. Poco después de que el informe Chilcot fuera dado a conocer, Sami Ramadani dijo en “Democracy Now!”: “Irak, como sociedad, como Estado, fue destrozado de la manera más cruel desde la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam, con tácticas como la llamada de ‘conmoción y pavor’ y con crímenes en masa a una escala indescriptible. El verdadero objetivo no era sacar al dictador, sino controlar Irak. Y al no poder controlarlo, lo destruyeron, al igual que están haciendo con Libia, con Siria y demás. Esto entra en esa escala. Pero la peor de las tragedias es la pérdida de vidas”.
Un año después de la invasión, en la cena anual de la Asociación de Corresponsales de Radio y Televisión en Washington, D.C., el presidente Bush bromeó ante los cientos de periodistas presentes en la cena: "Esas armas de destrucción masiva tienen que estar por aquí, en alguna parte. No, por allá no hay armas. Puede que estén aquí debajo". Imágenes de Bush en el Despacho Oval, en cuclillas, buscando armas de destrucción masiva bajo los muebles, acompañaron la comedia cotidiana de aquellos días. En tiempos en que los miembros fallecidos del Ejército de Estados Unidos eran retornados a la Base de la Fuerza Aérea de Dover, en donde estaba prohibido tomar fotografías de las bolsas en que se transportaban los cuerpos, y en que los cadáveres de los iraquíes se amontonaban en las calles y las morgues, la conducta de Bush resulta incomprensible. La guerra no es broma. Tras el informe Chilcot, debería emprenderse una iniciativa seria para que personas como Bush o Blair rindan cuentas por la muerte y la destrucción que siguen teniendo lugar en Irak y en otras partes del mundo.
© 2016 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Fernanda Gerpe. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/2016/7/8/la_guerra_de_irak_y_las
Suscribirse a:
Entradas (Atom)