lunes, 16 de noviembre de 2015

Si quiere un hijo listo, quítele el iPad y dele una guitarra. Las clases de música potencian la inteligencia de los niños. No así la tecnología, que fomenta ciertas cualidades, pero no altera el fondo.

El 50% de la inteligencia de su hijo vendrá determinada por sus genes, según un estudio reciente publicado en la revista Psiquiatría Molecular. Su relación con el medio a lo largo de la infancia, la adolescencia y la vida adulta terminarán de construir el jeroglífico. ¿Y qué pinta usted, progenitor de la criatura, en todo esto? “Sin los padres, el potencial intelectual del niño no se puede desarrollar”, asegura Álvaro Bilbao, doctor en Psicología, neuropsicólogo y autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres. “La llave del desarrollo potencial del cerebro del niño está en las relaciones con sus padres. Aunque la genética tenga un peso importante, sin esa presencia no se convertiría en realidad. Es como un niño que puede llegar a medir 1,90 metros, pero si sus padres no lo alimentan bien, no lo logrará”.

Cuando un bebé nace ya cuenta con la práctica totalidad de las 86.000 millones de neuronas que tendrá en la edad adulta. La principal diferencia entre su cerebro y el de una persona mayor es que esas neuronas habrán desarrollado trillones de conexiones entre sí. Cada una de esas conexiones puede traducirse en un aprendizaje que el cerebro del niño ha realizado, según explica Bilbao en su trabajo. Los primeros seis años de vida son muy importantes, porque a partir de esa edad el niño empieza a perder parte de esas conexiones, concretamente las que utiliza menos.

Ahora que sabemos que los padres tienen la llave para el desarrollo de la inteligencia de su hijo, ¿qué podemos hacer? La respuesta del neuropsicólogo es sencilla y a la vez compleja, pero podría resumirse en quererlos, cuidarlos y compartir la vida con ellos, reforzando conductas positivas, apoyándolos, jugando ("tirados en el suelo si es necesario"), socializando, dejando que se equivoquen, dialogando todos los problemas. En eso coinciden otros expertos como Maximino Fernández Pérez, pediatra del centro de salud de La Felguera (Asturias), psicólogo y vocal de Psiquiatría Infantil de la Sociedad Española de Pediatría (AEPED). “El niño debe saber que tiene detrás unos padres que lo quieren y se preocupan por él”, afirma, y además recuerda la importancia del aprendizaje por imitación. “Los padres somos el modelo de nuestros hijos”. Tirando de refranero español, no se puede estar rogando y con el mazo dando. Si no dejamos que vean televisión durante la cena, no lo haga tampoco usted, ni siquiera el informativo.

Pero hay otras muchas cosas que hacer en la vida cotidiana para estimular el desarrollo cerebral de los pequeños y también otras muchas que tienen buena fama pero en realidad no son tan útiles. Las repasamos.

Apuntarlo a actividades artísticas: mejor música que teatro
Hay investigaciones que han relacionado el desarrollo cognitivo con el aprendizaje de la música (no con su mera escucha). Un estudio de la Universidad de Toronto publicado en la revista Psychological Science comparó a cuatro grupos de niños de seis años. Durante un año, un grupo estudió piano; otro, canto; otro, arte dramático; y otro grupo no recibió lecciones de ninguna clase, aparte de las clases regulares. A todos se les practicaron pruebas de inteligencia antes y después, y se encontró que en los dos grupos que recibieron lecciones de música hubo un aumento en varias medidas de inteligencia mayores que en los otros. El grupo que recibió lecciones de arte dramático también tuvo un aumento, pero no fue en las áreas relacionadas con el desarrollo cognitivo, sino en las de conducta y adaptación social. El grupo que no recibió lecciones registró un aumento menor en las pruebas.

DVD con imágenes y música para menores de 2 años: ni se moleste
Si en su casa ha habido un bebé en los últimos 10 o 12 años, conocerá estos DVD con imágenes sencillas de dibujos, muñecos o niños que van pasando al ritmo de piezas de Mozart o Beethoven. Se comercializaron con la idea de ser educativos, pero, tras un litigio, la compañía (Disney) terminó por anunciar que devolvería el dinero a quienes se sintieran afectados porque, después de verlos, sus niños no parecían más listos y porque hubo estudios que así lo desmintieron. De hecho, la Academia Americana de Pediatría advierte de que los menores de dos años ni siquiera deben ver televisión.

Programas de entrenamiento cerebral: para la memoria a corto plazo
En los últimos años han proliferado escuelas y programas, juegos electrónicos y hasta aplicaciones para móviles con el objetivo de entrenar y estimular el desarrollo cerebral… Sin ninguna base científica. Un grupo de niños de entre siete y nueve años de edad formó parte de un estudio de la Universidad de Cambridge para el que recibieron 25 sesiones de entrenamiento de memoria a corto plazo y comprobaron que, si bien hubo ciertas mejoras en esa parcela, no sucedía lo mismo para otras habilidades más amplias como matemáticas, lectura o escritura. “Si a un niño lo llenamos de conocimientos pero no permitimos que desarrolle su capacidad, no lo hacemos más inteligente. Lo hacemos más sabiondo. Quizá con estos programas parezca que el niño avanza más que sus compañeros en determinadas áreas, pero al final los compañeros lo alcanzan y ellos habrán perdido otras capacidades que tienen que ver con el juego libre y el desarrollo de la creatividad. El desarrollo cerebral no es un proceso que pueda acelerarse sin perder sus propiedades”, advierte Bilbao.

Dispositivos tecnológicos: solo a partir de 3 años
“¡Este niño, qué listo es! Tan pequeño y mira cómo maneja el móvil y la tableta”. Se trata de una frase de abuelos y tíos muy común. Pero un estudio de la Universidad de Boston publicado en la revista Pediatrics sostiene que el uso frecuente de estos dispositivos por parte de menores de entre uno y tres años puede afectar no solo a su cerebro, sino también a sus capacidades de desarrollo social y emocional. El smartphone y las tabletas generan estímulos tan rápidos e intensos que el cerebro de los pequeños no tiene capacidad para manejarlos. “La tecnología nunca va a mejorar la capacidad de inteligencia de base. Puede ser un complemento y fomentar algunas cualidades, pero nunca va a mejorar el patrón de fondo”, apunta Fernández Pérez.

Ver películas en inglés: el camino al bilingüismo
O dibujos animados. Cada día un ratito. Con el apoyo de un profesor nativo en la escuela o en las extraescolares. “Esto es más efectivo que un colegio bilingüe sin profesores nativos”, asegura Bilbao. Según el Estudio Europeo de Competencia Lingüística, los españoles no entendemos inglés porque siempre hemos escuchado la televisión doblada al español, cuando la escucha y visionado de productos audiovisuales en versión original mejora un 21% los resultados de los estudiantes en comprensión oral.

Lectura nocturna: siempre entre dos
El cuento de por la noche no puede ser una lectura rápida para que se duerman pronto y todo lo que los niños hagan en esos minutos sea mirar los dibujos. Según un estudio realizado en Canadá, lo que realmente mejora sus habilidades y estrategias de aprendizaje es compartir esa lectura: una página cada uno.

Música para el feto: hay reacción, pero sin consecuencias

EVA CARNERO
Lo que realmente oye el feto cuando usted le habla es una especie de murmullo, algo así como el ruido de fondo de un bosque. Y aunque según un estudio publicado en The Journal of the Acoustical Society of America las palabras emitidas desde el exterior son ininteligibles aproximadamente en un 50%, un equipo de investigadores liderado por Marisa López-Teijón, jefa de Reproducción Asistida del Institut Marqués, considera que es posible hacer que las palabras o la música lleguen con claridad al interior del útero vía vaginal. "A partir de las 16 semanas de gestación, el feto ya es capaz de responder a estímulos musicales", explica la coautora del estudio Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal, publicado recientemente en la revista Ultrasond.
Pero, ¿qué sucedía cuando a los fetos de las embarazadas del estudio se les ponía música de esta manera? "Cuando aplicamos música vaginal [hay un gadget específico para ello], el 87% de los fetos movieron la boca o la lengua y cerca del 50% reaccionó abriendo muchísimo la mandíbula y sacando la lengua al máximo", explica García Faura, quien asegura que al aplicar la música al abdomen o vibraciones sonoras no observaron los mismos resultados.
Las respuestas motoras que describe García Faura y que el profesor Prats identifica con movimientos de vocalización, constituyen "unos resultados interesantes", pero, en opinión de la doctora Ana Riverola de Veciana, médico adjunto de Neonatología del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona), "no nos permiten extrapolar que este tipo de estimulación prenatal sea beneficiosa para los fetos a largo plazo". La experta cree que lo que el estudio muestra son respuestas faciales, y, de ahí, lo que se puede deducir es que los fetos oyen desde la semana 16, lo cual ya es muy novedoso. "Sin embargo, esto no quiere decir que el feto esté disfrutando o que ese estímulo sea positivo para su desarrollo", dice. El doctor Fernández Pérez también añade que no hay evidencia empírica de que este acto influya en la posterior inteligencia del niño.

sábado, 14 de noviembre de 2015

10 claves para escribir bien, según Rosa Montero

La escritora española y el autor mexicano Jorge Volpi imparten un cibertaller de escritura durante la Feria del Libro de Guadalajara. Cada día, de 16.00 a 18.00, hora peninsular española, charlan con los lectores sobre los entresijos de escribir. Montero se ha estrenado con el método de la creación literaria. Estas son sus 10 claves a preguntas, también clave de los lectores.

1. ¿Para qué se escribe?
"Uno no escribe para decir nada, sino para aprender algo. Escribes porque algo te emociona y quieres compartir esa emoción. Y tú sin duda sientes esas emociones que son más grandes que tú, y por eso quieres escribir, ¿no? No se trata de soltar mensajes sesudos".

2. ¿Cómo empezar?
"Toma notas de las cosas que te llamen la atención o te emocionen. Y déjalas crecer en la cabeza. Luego, escribe un cuento en torno a una de las ideas... Para hacer dedos, también hay ejercicios. Por ejemplo, escribe un recuerdo importante de tu vida contado por otra persona. Puedes hacer ejercicios como escribir algo que hay sido muy importante en tu vida, quizá en tu infancia, pero contado desde fuera por un narrador real (por ejemplo un tío tuyo) o inventado, e incluyéndote como personaje".

3. ¿Cómo enfrentarse a la página en blanco?
"Llamar la atención' es el primer paso. El huevecillo. Déjalo crecer en la cabeza... Juega a imaginar en torno a eso. Consecuencias de los hechos, posibilidades... Se escribe sobre todo en la cabeza. Y cuando tengas más o menos una historia, escríbela.

En cuanto a la rutina, depende del escritor. Tienes que encontrar tu método. Yo no tengo rutinas horarias, pero para escribir desde luego tienes que trabajar. Siempre es bueno forzarte a sentarte todos los días un rato, aunque no sea a la misma hora, y aunque no escribas nada".

4. ¿Es bueno escribir sobre uno mismo?
"Hay escritores que hablan de su propia vida, pero que son tan buenos que consiguen convertirla en algo universal (como Proust o Conrad en El corazón de las tinieblas) y otros que cuentan cosas que no tienen nada que ver con ellos en apariencia, pero que las sienten como propias. O sea, que es un problema de calidad.... Si eres bueno, aunque narres algo real, harás algo universal. Eso sí, creo que hay más posibilidades de hacer mala literatura si escribes de tu propia vida, sobre todo si eres un autor joven. El autor joven siempre escribe de sí mismo aun cuando hable de los demás, y el autor maduro siempre escribe de los demás aun si habla de sí mismo. Ése es el lugar que hay que ocupar. La distancia con lo narrado. No importa que el tema sea 'personal' si lo escribes desde fuera".

5. ¿Cómo se elige el nombre de un personaje?
"Los personajes suelen traer su propio nombre. 'Escucha' lo que te dicen. Es decir, escucha el nombre que se te ocurre al pensar en él. El escritor maduro es el que tiene la modestia suficiente para dejarse contar la novela o el cuento por sus personajes"

6. ¿Qué hacer ante el bloqueo del escritor?
"Ah, sí, el bloqueo existe, sin duda. La seca, lo llamaba Donoso, porque se te seca la cabeza. Pero a veces no es un verdadero bloqueo, sino miedo, exigencia excesiva. No hay manera de escribir sin dudas: siempre se duda horriblemente. Se escribe a pesar de las dudas. Y el completo goce tampoco es tal... A menudo escribir es como picar piedra".

7. ¿Y ante el embrollo de ideas que luchan unas con otras?
"Sí, ése es un problema. No has conseguido enamorarte lo suficiente de una idea. A veces me ha pasado. Creo que es porque le damos demasiadas vueltas racionales: ¿saldrá mejor esta historia? ¿O esta otra? Ponte frente a tus ideas, escoge la que más te emocione y olvida las demás".

8. ¿Es bueno juntar textos diferentes sobre el mismo tema?
"Me encanta que todas tus historias tengan relación. Pues no me parece mala idea intentar construir un todo con esos textos... Mira a ver si el conjunto te sugiere algo más. En estos casos, el todo tiene que aportar algo más que la suma de las partes... Es un buen ejercicio".

9. ¿Hay que dejar dormir los textos?
"Tardo unos tres años en cada novela; el primer año, la historia va creciendo en mi cabeza, en cuadernitos, en fichas y grandes cuadros de la estructura, personajes, etc. Cuando ya sé todo, los capítulos que va a tener y qué va a pasar, me siento al ordenador, y vuelve a cambiar".

10. ¿Cómo encontrar el final de una novela?
"De nuevo, depende de las personas. A mí el final se me ocurre muy pronto y escribir es conseguir llegar a ese final... Pero a otros escritores se les ocurre el final mientras escriben, porque la novela es una criatura viva que te enseña. Déjate llevar. Es lo que hay que hacer".
http://cultura.elpais.com/cultura/2010/11/29/actualidad/1290985206_850215.html

viernes, 13 de noviembre de 2015

La canción como arma de protesta. Un monumental libro repasa el impacto social de la música contestataria anglosajona. De Billie Holiday a Woody Guthrie, pasando por Dylan, The Clash o Public Enemy

Cuando Billie Holiday cantó por primera vez Strange Fruit en el Apollo de Harlem, el hijo del propietario del teatro, Jack Shiffman, dijo: “No había una alma entre el público que no se sintiera estrangulada”. El cantante negro Josh White aseguró: “La música es mi arma. Cuando canto Strange Fruit me siento tan poderoso como un tanque M-4”. Aquello, ciertamente, no era una canción más. Tal y como la describió un periodista del New York Post: “Si la ira de los explotados llega algún día a arder en el Sur, ahora ya cuenta con su Marsellesa”.

Con su denuncia de los linchamientos a los negros en la Norteamérica de 1939, Strange Fruit, es considerada como la primera canción protesta de la historia de música popular en 33 revoluciones por minuto. Historia de la canción protesta (Malpaso), el monumental libro de casi 900 páginas escrito por el crítico musical británico Dorian Lynskey, firma del diario The Guardian. “Es un comienzo natural porque fue cuando la canción pop abrazó enteramente la política”, explica Lynskey en conversación telefónica desde Londres.

Sucedió algo similar en 1944 con This Land is Your Land, de Woody Guthrie, que, agarrado a su guitarra con la inscripción “esta máquina mata fascistas”, decía que sus ojos eran una cámara que “tomaba fotos de todo el mundo”. Con su máquina, el músico podía llegar de forma más eficiente al ciudadano de a pie, en pueblos y carreteras secundarias, que, por ejemplo, los escritores. Al escuchar Tom Joad, la canción de Guthrie inspirada en la novela Las uvas de la ira, su autor, el premio Nobel de Literatura John Steinbeck, exclamó: “¡Maldito cabrón! En 17 versos ha pillado la historia entera que me costó dos años escribir”. Pero Steinbeck, admirador del aguerrido bardo, le reconoció su valiosa labor: “Canta las canciones de un pueblo y, en cierto modo, él es ese pueblo”. “Estas canciones hicieron colisionar tensamente el entretenimiento de los clubs y los escenarios con la realidad social más brutal o injusta”, apunta Lynskey.

De esa tensa colisión, generada entre el mundo del espectáculo y los acontecimientos políticos, sociales y culturales del último siglo, se nutre este concienzudo repaso que se centra tan solo en 33 canciones desde Strange Fruit hasta American Idiot de Green Day, la composición que le sirve de pretexto a Lynskey para analizar cómo era Estados Unidos en plena psicosis contra el terrorismo en la era de George W. Bush y observar qué papel desempeñaron distintos músicos en ese tiempo. “Me intención ha sido hacer algo así como biografías de canciones”, dice. De hecho, es el gran triunfo de este libro: detrás de cada canción se despliega toda una época y un contexto político, social y cultural, haciendo de su ajustadísima selección un mal menor mientras prevalece una lectura apasionante del poder de la música para ser crónica humana y social, aunque sea muy difícil definir el concepto de canción protesta. “Bob Dylan se encargaba de recordar poco antes de tocar Blowin' in the wind que esa no era una canción protesta pero es imposible no reconocerle el efecto que tuvo. Me han interesado las que abren una puerta por la que se cuela el mundo exterior”, asegura.

De Dylan, epítome al respecto, se incluye Master of War (1963). Lynskey le concede el simbólico título de liquidador de la muy activista comunidad folk al dar el salto a la modernidad rock y pasar del “nosotros” al “yo”. Dylan le puso ganas a enterrar sus propias canciones protesta, pero como le respondió el incansable agitador Phil Ochs: “No puede enterrarlas. Son demasiado buenas. Y ya no le pertenecen”. Patrimonio popular también son otras que se analizan como Mississippi Goddam de Nina Simone, que en 1964 se enmarcaba en la lucha de Malcolm X por los derechos civiles mientras A Change is Gonna Come de Sam Cooke lo hacía en el discurso de Martin Luther King Jr, o White Riot de The Clash, tal vez la única banda del punk dotada de cierto heroísmo o como decía Joe Strummer: “No teníamos soluciones a los problemas del mundo, pero tratamos de pensar y nunca nos acomodamos”.

The Clash dejaron un legado potente a otras formaciones que se citan como U2, R.E.M., Manic Street Preachers o Billy Bragg, un estandarte del activismo que ha luchado siempre contra la “retórica vacua” y que reconoció que hay que “ceder el testigo al público porque sólo el público puede cambiar el mundo y no los cantantes”. Su reflejo norteamericano, al menos durante bastante tiempo, ha sido Steve Earle, forajido sin pelos en la lengua del que se incluye John Walker's Blues, que buscaba combatir la paranoia patriótica en EE UU tras los atentados del 11-S. “Las mejores canciones políticas son periscopios que nos permiten ver una parte de la historia”, reflexiona Lynskey. Eso, y algo más, como decía Billie Holiday cuando cantaba Strange Fruit, que algunos promotores quisieron prohibirla pero la diva tenía una cláusula que le garantizaba cantarla: “Podía distinguir a los imbéciles entre el público. Eran aquellos que aplaudían tras terminar de cantarla”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2015/10/27/actualidad/1445975943_238220.html

jueves, 12 de noviembre de 2015

Stephen Hawking sobre el futuro del capitalismo, la desigualdad... y la Renta Básica

El pasado jueves, (22-10). el reconocido físico y cosmólogo Stephen Hawking, dejó caer una verdadera bomba sobre el capitalismo y el futuro de la desigualdad. Con los rápidos avances tecnológicos de las últimas décadas (por ejemplo, la tecnología informática, la robótica), hemos visto crecer las desigualdades económicas a un ritmo alarmante, y como una especie de clase plutocrática de propietarios - es decir, los capitalistas - se volvían inmensamente ricos. Hawking cree que, si las máquinas no terminan por reemplazar el trabajo humano y produciendo todos nuestros productos, y continuamos la actual vía neoliberal, estamos en camino de convertirse en una suerte de distopía con una clase de grandes propietarios, con una riqueza inconmensurable, y una clase inferior de desposeídos - es decir, las masas - que vivirán en la pobreza extrema. En una sesión de “pregúntame lo que quieras” de Reddit, Hawkins escribió:

"Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo se distribuyen las cosas. Todo el mundo podrá disfrutar de una vida de lujo ociosa si la riqueza producida por las máquinas es compartida, o la mayoría de la gente puede acabar siendo miserablemente pobre si los propietarios de las máquinas conspiran con éxito contra la redistribución de la riqueza. Hasta ahora, la tendencia parece ser hacia la segunda opción, con la tecnología provocando cada vez mayor desigualdad".

La sustitución del trabajo humano por máquinas ha sido siempre uno de los temores de la clase trabajadora. Al inicio de la revolución industrial, ese miedo dio lugar a una reacción violenta de los trabajador conocida como el movimiento ludita: en Inglaterra, los trabajadores textiles protestaron contra los despidos y las dificultades económicas destruyendo equipos industriales y fábricas. Hoy en día, ocurre de nuevo con la eliminación de muchos puestos de trabajo fabriles previamente estables en ciudades como Baltimore y Detroit, sustituidos en gran medida por la automatización. Este tipo de innovación tecnológica que tiene lugar en toda la historia del capitalismo es lo que Joseph Schumpeter llamó la "destrucción creativa", que describió como un "proceso de cambio industrial que revoluciona incesantemente la estructura económica desde dentro, destruyendo sin cesar la antigua, creando incesantemente una nueva”. Schumpeter llamó a este proceso “la característica esencial del capitalismo".

La destrucción creativa siempre ha resultado hasta ahora positiva para la sociedad. Aunque que las innovaciones eliminan puestos de trabajo para muchos, las nuevas tecnologías han creado históricamente nuevas industrias y nuevos empleos con ellas. Este proceso inherente del capitalismo aumenta rápidamente la productividad del trabajador y por lo tanto hace que los que eran hasta entonces bienes de lujo pasen a estar al alcance de sectores más amplios de la población. Las nuevas tecnologías ayudan a producir muchos más productos, que aumentan la oferta y empujan hacia abajo el precio para satisfacer la demanda.

Como he dicho anteriormente, históricamente, la destrucción creativa termina produciendo nuevos puestos de trabajo después de la eliminación de los antiguos. Pero actualmente podríamos estar tomando otra dirección, y la tecnología estaría eliminando más puestos de trabajo que los que crea. Nada ejemplifica esto mejor que los "tres grandes" fabricantes de automóviles en 1990 (GM, Ford, Chrysler) en comparación con las tres grandes empresas de tecnología de hoy en día. En 1990, los fabricantes de automóviles estadounidenses obtuvieron $ 36 mil millones en ingresos en total, y emplearon a más de un millón de trabajadores, en comparación con Apple, Facebook y Google hoy en día, que en conjunto consiguen más de un billón de dólares en ingresos pero, sin embargo, sólo emplean 137.000 trabajadores.

Y ¿qué ocurre con la industria manufactura estadounidense en comparación con el sector financiero? Desde la década de 1950, el sector financiero ha pasado de alrededor del 10 por ciento de las ganancias de las empresas nacionales a cerca del 30 por ciento actual (con un máximo de 40 por ciento a principios de siglo), mientras que la industria manufacturera ha caído de cerca del 60 por ciento de los beneficios empresariales a alrededor del 20 por ciento. Pero lo realmente revelador son los puestos de trabajo en EE UU de cada sector. El empleo en la industria financiera se ha mantenido bastante estable en los últimos sesenta años, menos de un 5 por ciento, mientras que la industria manufactura se ha reducido de un 30 por ciento a menos del 10 por ciento. Esto tiene mucho que ver con la financiarización de la economía estadounidense, pero también con el aumento de la automatización. Y esta tendencia se va a acentuar. Según un estudio de la Universidad de Oxford de 2013, hasta el 47% de los puestos de trabajo podrían ser informatizados en los próximos 10 o 20 años.

La clase media ha sido la más afectada en los últimos decenios, y lo continuará siendo duramente en las próximas décadas a este ritmo. De 1973 a 2013, por ejemplo, los salarios medios de los trabajadores sólo aumentaron un 9,2 por ciento, mientras que la productividad creció alrededor del 74,4 por ciento. Compárese esto con el período de post-guerra (1948-1973), en el que la productividad aumentó en un 96,7 por ciento y los salarios de los trabajadores el 91,3 por ciento. Al mismo tiempo, el uno por ciento de los salarios más altos han crecido un 138 por ciento desde 1979, mientras que la clase propietaria ha visto aumentar su riqueza a un ritmo acelerado. A finales de la década de los 70, el 0,1 superior poseía solo el 7,1 por ciento de la riqueza de los hogares en Estados Unidos, mientras que en 2012 esa cifra se había más que triplicado hasta el 22 por ciento, que es aproximadamente lo mismo que posee el 90 por ciento inferior de los hogares. Piénselo. El 0,1 por ciento de la población posee tanta riqueza como el 90 por ciento.

Estamos, como Hawking ha dicho, ante dos posibilidades. El futuro puede implicar aún más desigualdad si la tecnología sigue reemplazando la mano de obra y deja a las masas desempleadas y desposeídas (en la actualidad, esto parece lo más probable), o, si la riqueza se distribuye de manera más uniforme, todo el mundo puede disfrutar del "lujo ocioso", o como lo describió célebremente Karl Marx:

"En la sociedad comunista, en la que nadie tiene una esfera exclusiva de actividad, sino que cada uno puede realizarse en el campo que desee, la sociedad regula la producción general, haciendo a cada uno posible el hacer hoy una cosa y mañana otra distinta: Cazar por la mañana, pescar después de comer, criar ganado al atardecer y criticar a la hora de la cena; todo según sus propios deseos y sin necesidad de convertirse nunca ni en cazador, ni en pescador, ni en pastor, ni en crítico”.

El influyente economista John Maynard Keynes, creía que el futuro del capitalismo (en contraposición al socialismo o el comunismo, como Marx creía) brindaría esa existencia tranquila a los seres humanos. En su ensayo de 1930, "las Posibilidades económicas de nuestros nietos", predijo que el crecimiento y los avances tecnológicos que el capitalismo proporcionaba reducirían la semana laboral media a las quince horas en un siglo, por lo cual que hacer en el tiempo libre se convertirá en nuestra mayor preocupación. Sobre el dinero, Keynes adelantó una esperanzada predicción con su animada prosa habitual (salvo en su Teoría General, excepcionalmente árida).

"El amor al dinero como posesión -para distinguirla del amor al dinero como un medio para la satisfacción de las necesidades y los placeres de la vida -será reconocido como lo que es, una morbilidad algo repugnante, una de esas tendencias semi-criminales, semi-patológicas que se dejan con un estremecimiento en manos de los especialistas en enfermedades mentales".

Keynes hizo algunas predicciones proféticas en su día, pero esta no fue una de ellas. Hoy en día, parece que el análisis de Marx del capitalismo se adapta mejor a las grandes desigualdades económicas y la movilidad global del capital.

Sin embargo, nada está escrito en piedra. El auge de Bernie Sanders, por ejemplo, revela un creciente movimiento dispuesto a combatir el status quo neoliberal que ha llegado a dominar la política estadounidense (y mundial). Si la economía continúa su camino actual, la distribución de la riqueza ya no será sólo una cuestión moral sobre el nivel de desigualdad que como sociedad estamos dispuestos a aceptar, sino una cuestión de estabilidad política y económica. La propiedad del capital en última instancia, determinará ese futuro, pero hay otros movimientos e ideas políticas con ese futuro en mente, como la renta básica universal, gracias a la cual a todos los ciudadanos, una vez que llegan a cierta edad, se les proporcionaría un ingreso, que permitiría probablemente sustituir las redes de seguridad tradicionales. Suiza puede ser el primer país en adoptar esta política, y la votación probablemente tendrá lugar en 2016. El plan propuesto proporcionaría un ingreso mensual garantizado de $ 2.600 o $ 31.200 al año; en otras palabras, lo suficiente para que todo el mundo pueda sobrevivir y llevar a cabo un trabajo que realmente le satisfaga. Para la derecha a punto de gritar la palabra que empieza con M, hay que señalar que muchos conservadores e incluso libertarios, como FA Hayek, han apoyado esta idea. [1] Tiene una sorprendente historia de apoyo bipartidista, y podría, por lo menos, evitar la pobreza extrema en el futuro, si los robots y la tecnología de la información continúan sustituyendo empleos humanos.

La creciente desigualdad en todo el mundo ya no puede ser ignorada, y hacer frente a este y a otros problemas del capitalismo, como la degradación del medio ambiente, no sólo es moralmente correcto, sino lo más pragmático que se puede hacer.

 Nota de la R.: [1] Hayek nunca defendió la Renta Básica, sí una renta mínima de inserción o, en todo caso, una renta garantizada condicionada.

Conor Lynch es un escritor y periodista que vive en la ciudad de Nueva York, ha publicado en Salon, Alternet, The Hill, y CounterPunch. 
http://www.sinpermiso.info/textos/stephen-hawking-sobre-el-futuro-del-capitalismo-la-desigualdad-y-la-renta-basica

miércoles, 11 de noviembre de 2015

La brecha salarial crece pese al fin de la crisis y la creación de empleo. El sueldo medio, que se sitúa en 1.881 euros, creció para los hombres y cayó para las mujeres y los jóvenes, según el INE.

El empleo se está recuperando a buen ritmo y se da por finalizada la crisis. Pero apenas se nota en los sueldos y la desigualdad aumenta. El salario medio en 2014 apenas creció: 1.881,3 euros, tan solo un 0,65% más (12,2 euros) que el año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, esa leve recuperación se debió al aumento de las remuneraciones de los que más ganan, porque cayeron las de los salarios más bajos. Y la distancia entre unos y otros se ensanchó. La brecha también se agrandó por sexos y por edades: aumentaron los sueldos de los hombres y bajaron los de las mujeres y los jóvenes.

La distancia entre los que ganan menos y más no deja de crecer. El año pasado siguió ensanchándose. El sueldo medio del 10% de los asalariados que menos cobran bajó en 3,3 euros mensuales y quedó en 411,2 euros brutos al mes. En el otro extremo, las remuneraciones de los que más ganan crecieron en 42 euros, hasta una mensualidad de 4.616,9. De esta forma, la brecha salarial se ensanchó en 45 euros y se situó en 4.205,7, según el decil de salarios de la Encuesta de Población Activa, un estudio que divide la población asalariada en diez partes iguales según su retribución y que el INE ha divulgado este viernes.

Los sueldos medios mantuvieron el comportamiento anémico de los años precedentes. Entre 2013 y 2014, el incremento apenas fue del 0,65%, hasta los 1.881,3 euros al mes. No obstante, como los precios todavía tuvieron un comportamiento peor (-1% de caída anual el año pasado), los asalariados ganaron poder adquisitivo. El aumento se debió, como apunta el Ministerio de Economía, al incremento del tiempo medio de trabajo, que pasó de 36,5 a 36,7 horas semanales.

El comportamiento plano de las retribuciones se pone aún más de manifiesto si se considera que el salario mediano —el que divide el colectivo en dos partes iguales y que se acerca más al que cobra la mayoría de los trabajadores— que apenas subió dos euros hasta situarse en 1.602,5 euros mensuales.

El aumento de la desigualdad no es homogéneo, porque también aumentan las distancias entre diferentes colectivos. Entre ellos están los que trabajan a jornada completa y a tiempo parcial, una brecha que se ha ensanchado hasta los 1.433 euros mensuales: los primeros ingresan 2.132,2 euros frente a los 698,2 de los contratos por horas.

Precisamente el alto número de mujeres que trabajan a tiempo parcial —un tipo de empleo peor pagado y más precario— explica buena parte de la diferencia entre los sueldos medios de hombres y mujeres, como advirtió el propio INE en su nota de este viernes. En 2014, las empleadas por horas se acercaban a los dos millones, en cambio, los trabajadores masculinos a tiempo parcial no llegaban a los 620.000.

De esta forma, la diferencia entre los que ganan los hombres y las mujeres superó por primera vez los 500 euros en 2014. La distancia creció porque las ganancias de las mujeres bajaron (3,5 euros menos al mes) hasta situarse en 1.618,1 euros mensuales, mientras que la de los hombres aumentó (23,8 euros más), para fijarse en una media de 2.125 euros.

La desigualdad creciente en España es una de las consecuencias que más se han dejado sentir de la crisis como se aprecia en la estadística. Además de por género, también creció la brecha por edades. El sueldo de los más jóvenes del mercado laboral, quienes tienen entre 16 y 24 años, menguó en dos euros al mes, dejando el salario bruto en 1.030 euros mensuales. Por el contrario, el de los más mayores, subió en 54 euros, hasta los 2.198 euros. En este caso también pesó la mayor tasa de empleo a tiempo parcial entre los trabajadores jóvenes como causa de esa desigualdad. En 2014, la excepción hay que buscarla en las remuneraciones de indefinidos y temporales. Si el año anterior la separación entre unos y otros alcanzó su techo (765,9 euros), este se ha reducido hasta poco menos de 750 euros.

También se estrecharon las diferencias entre el sector público y el privado. Los trabajadores de la Administración ganan 2.544 euros brutos mensuales, con un aumento del 0,57% respecto al año anterior, mientras que en el sector privado se situó en los 1.710,3 euros, con un crecimiento del 1,1%.

Por territorios, se ensanchó la distancia entre la comunidad en la que el sueldo medio es más alto y la que lo tiene más bajo. En Madrid, donde se pagan los salarios más elevados, la ganancia media ha crecido en más de 200 euros en los últimos cuatro años, hasta los 2.272 euros mensuales. En cambio, en Extremadura —tradicionalmente la región de España con remuneraciones más bajas, excepto el año pasado en el que lo fue Canarias— el incremento fue de 34 euros en el mismo periodo de tiempo, hasta los 1.588. El País Vasco es la comunidad donde más proporción de trabajadores está en la escala alta de salarios.

Tres millones de trabajadores no llegan a mileuristas
Casi tres millones de trabajadores tenían un sueldo de 972,8 euros brutos a mes el año pasado, según la encuesta de deciles divulgada este viernes por el INE. Es decir, que al menos tres millones de empleados ni siquiera llegan a ser mileuristas. No obstante, si consideramos al salario bruto que computa la encuesta, le restamos los descuentos de IRPF y Seguridad Social y el hecho de que se incluyen las pagas extraordinarias, la cifra de los trabajadores españoles que no gana ni 1.000 euros netos al mes se eleva por encima de los cuatro millones, del total de 14,2 millones de asalariados a los que se refiere el informe.

En el análisis que hace el Ministerio de Economía de la encuesta, el departamento que dirige Luis de Guindos destacó que si en 2010 el 20,1% de asalariados ganaba menos de 1.221 euros, ese porcentaje ha caído hasta el 17,5% en 2014.

En lo referente a ocupaciones, los salarios más bajos se concentraron en las actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico (84,7% por debajo de 1.221,1 euros) y en el sector primario, agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (59,6%). Las remuneraciones más elevadas se dieron en actividades financieras y de seguros (el 71,6% recibieron salarios superiores a 2.173,5 euros), en educación (58%) y en suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (56,1%).

 http://economia.elpais.com/economia/2015/11/06/actualidad/1446805661_224683.html

martes, 10 de noviembre de 2015

China iguala a Europa en gasto en ciencia y se acerca a EE UU

Tanto los países desarrollados como los emergentes volcados en la investigación y desarrollo (I+D) han superado el frenazo en sus inversiones en ciencia y tecnología, provocado por la crisis económica de 2008-2009, y han empezado a remontar sus partidas de gastos, según el informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). El gasto total en I+D en los 34 países de la OCDE alcanzó 1,1 billones de dólares en 2013, último año para el que hay datos completos, lo que supone un crecimiento de 2,7% respecto al año anterior. Esto supone una media de un 2,4% del producto interior bruto (PIB) de esos países dedicado a I+D (España se sitúa en 2013 el 1,24% del PIB, frente al 1,4% que alcanzó en 2010). El incremento de inversión registrado en la zona OCDE se atribuye al sector empresarial, mientras que el gasto público se ha visto afectado por las medidas de consolidación presupuestaria, señala el informe Indicadores OCDE de Ciencia Tecnología e Industria 2015.

El informe ha sido presentado en la reunión de nivel ministerial del Comité de Política Científica y Tecnológica de la OCDE celebrada recientemente en Daejenon, República de Corea, bajo la presidencia de Yanghee Choi, ministro de ciencia de ese país. EE UU sigue siendo el líder mundial por gasto en ciencia y tecnología, con casi 433.000 millones de dólares en 2013, “lo que significa poco más de un tercio por encima de la cantidad invertida por China, el segundo del mundo, y prácticamente a la par con la Europa de los 28”, señala el resumen del documento. “China parece estar en camino de alcanzar a EE UU en términos de gastos en I+D y en publicaciones científicas (OCDE, 2014) en unos pocos años, siempre y cuando se mantengan las tendencias”, añade...

http://elpais.com/elpais/2015/11/09/ciencia/1447024353_871590.html

El Gobierno reabre el debate sobre cómo evaluar a los docentes, un asunto que lleva estancado más de 30 años en España. Al profesor también hay que ponerle nota.

“Los buenos profesores no pueden cobrar igual que los malos”. El filósofo y profesor José Antonio Marina ha abierto la caja de los truenos en la última semana con declaraciones como esa. Este catedrático de Bachillerato es además el hombre al que el Gobierno ha encargado el Libro blanco de la función docente, una hoja de ruta que incluye aspectos como la evaluación de los profesores y cuyas conclusiones presentará a finales de noviembre.

España es uno de los países que menos examina a sus docentes, según la OCDE, aunque no por falta de intentos. Hace más de 30 años que el asunto está abierto, con propuestas políticas seguidas de debates furibundos que las han dejado en un cajón. El tema despierta recelos, principalmente por la posibilidad que ya aplican países como Estados Unidos o Inglaterra de que el profesor cobre en función de las notas de sus alumnos o hasta pueda ser despedido.

“La cuestión no es que se les evalúe, sino cómo: qué se valora, para qué y, lo más importante, si lo que se obtenga revertirá en la mejora de la calidad del sistema”, señala el decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Manuel Álvaro, que lamenta que el asunto vuelva a la actualidad jjusto al borde de unas elecciones generales.

“La evaluación no es la única medida que va a garantizar una docencia de calidad, pero es necesaria”, tercia Elena Martín, docente y catedrática de Psicología de la UAM. Trabajó con cuatro ministros socialistas de Educación de 1985 a 1996. En ese periodo, impulsaron un modelo de evaluación dentro de un plan de formación docente que dividía la carrera del profesor en distintos niveles de progresión, como ya hace Francia. “Si uno pasa 30 años trabajando sin posibilidades de desarrollarse, el asunto está mal planteado”, señala esta especialista.

La propuesta de hace casi 20 años incluía distintos indicadores. El propio docente debía elaborar un informe de su labor, responsables académicos formados expresamente para esto debían ver su trabajo y las familias y los estudiantes eran también escuchados mediante encuestas de satisfacción. “Es un proceso caro que requiere formar evaluadores durante muchos años, incluir mejoras salariales y reducir las horas de trabajo en el aula de los que tengan buenos proyectos para investigar”, considera Martín, que señala justo el aspecto económico como uno de los grandes frenos para que España lo haya puesto en marcha de forma generalizada.

La propuesta de los años 90 incluía también la evaluación de los resultados de los alumnos en el aula, el aspecto que ha incendiado las redes sociales aunque el propio Marina ha explicado que no comparte que se pague a los profesores solo en función de las notas de sus estudiantes.

Modelos en otros países
Distintos países aplican ya modelos de evaluación. En Francia, por ejemplo, los inspectores revisan el trabajo de los profesores y obtienen una nota que puede ir subiendo a lo largo de su carrera y les permite ascender en los 11 niveles laborales existentes y mejorar su sueldo. Los inspectores entran en clase para ver su funcionamiento y el director supervida cuestiones como la puntualidad o lo involucrado que está el maestro en el aprendizaje de sus chicos.

En Estados Unidos, al menos 26 estados examinan a sus profesores con las polémicas pruebas externas a sus alumnos y mediante observaciones en el aula. En Washington, por ejemplo, los docentes que quedan en el 20% de puestos en cabeza ganan hasta 20.000 dólares al año más (unos 18.500 euros); los que quedan en el 20% inferior más de dos años seguidos pueden llegar a ser despedidos. “Hasta ahora hay unos 1.000 trabajadores que han recibido el bonus y otros 500 que han sido despedidos”, explica Eric Hanushek, economista de la Educación de la Universidad estadounidense de Stanford. Allí el debate sobre despidos y sueldos está muy claro, como defiende Hanushek: “Si no pagas a la gente en relación con sus resultados y los mantienes en clase hagan lo que hagan, ¿cómo van a mejorar las escuelas?”.

Las notas de los alumnos
“Que miren solo las notas de mis alumnos me parece muy peligroso”, señala María Tejeiro, profesora de Tecnología en el instituto Gerardo Diego (en el próspero municipio de Pozuelo de Alarcón, Madrid), con más de 15 años de experiencia. “Ante de venir a este centro, trabajaba en Alcorcón, un entorno socioeconómico menos desarrollado. Daba las mismas clases y era la misma profesora, pero mis alumnos allí sacaban peores notas”, relata.

“Querer llevar el debate a asuntos extremos como el despido no es bueno. Centrarlo en eso lo va a volver a quemar antes de poder ponerlo por fin en marcha”, añade la catedrática Elena Martín. Frente a eso, la experta recomienda plantear la evaluación como un sistema "garantista y de calidad en el que nadie vaya a ser avasallado". "Un alumno pasa por muchos profesores y su éxito o fracaso no se puede atribuir a una sola persona”, concluye.

"Electoralismo" con los profesores
Los sindicatos docentes siempre han rechazado que la evaluación se relacione con los resultados de los alumnos en pruebas externas a y que tenga repercusiones negativas. “Pedimos una evaluación del sistema educativo, no solo de los profesores”, plantea Francisco García, responsable de educación en Comisiones Obreras. García critica además que el debate se abra para “hacer electoralismo con el profesorado tras cuatro años muy negros” cuando además ni siquiera está claro qu el gobierno elegido el 20 de diciembre vaya a asumir las conclusiones del Libro blanco.

La educación pública ha perdido casi 30.000 docentes en esta legislatura, se han aumentado las horas de clase y el número de alumnos por aula mientras los sueldos han caído. “Al Gobierno le viene muy bien hablar de si los profesores son buenos o malos en lugar de pararse en todo lo que se ha recortado”, valora García.

José Antonio Marina propone también otra medidas de mejora que han pasado más desapercibidas estos días: evaluar a los directores, a los inspectores educativos y “a los responsables de la Administración que deben comprometerse con objetivos educativos o dimitir”.

“Lo que plantea Marina es muy sensato, el problema es que lo tiene que poner en marcha una Administración muy politizada. Necesitamos una evaluación del profesorado transparente y objetiva y que tenga consecuencias”, reclama José Antonio Martínez, con 38 años de experiencia y expresidentes de Fedadi, la federación que aglutina a los directores de institutos españoles. Martínez fue testigo de otro intento fallido, el estatudo docente casi cerrado en 2007, que gozaba de amplio consenso y quedó en la cuneta por motivos económicos.

“Queremos unas evaluaciones que propongan planes de mejora reales, no sanciones”, reclama Eloy Garavís, profesor interino de Lengua y Literatura en Madrid. Este docente, que lleva una década saltando de un centro a otro cada curso, pone el dedo en la llaga. Los docentes quieren también cariño: "Necesitamos un poquito de ilusión y que se frenen los ataques a esta profesión”. El mismo informe Talis de la OCDE que revelaba en 2014 que los profesores españoles son los menos evaluados después de los italianos, señalaba también que solo el 8% se siente valorado por la sociedad (la media era del 31%).

Hasta 3.000 euros más al año en un instituto español

El instituto Atenea, en Mairena del Aljarafe (Sevilla) se sometió durante 12 años un sistema vountiario de evaluación docente de la Junta de Andalucía. Cada control duraba cuatro cursos.  
El programa se eliminó el curso pasado “por la crisis y la presión de los sindicatos”, explica el director del centro, Juan Francisco Santín. Entre las cuestiones a evaluar estaban una medición de la progresión de las notas de los estudiantes –se les hacía una evaluación inicial y otra final-, registraba la asistencia de los alumnos y hacía también encuestas de satisfacción a las familias. Los profesores que se apuntaban voluntariamente podían ganar desde 600 euros anuales más el primer año hasta 3.000 más el cuarto y último.
El director del centro sevillano asegura que volvería a repetir el programa si se implantara de nuevo: “La evaluación es buena porque te mantiene activo”. Su instituto ha mejorado sensiblemente, asegura: “Ahora somos el centro bilingüe con más demanda de toda la zona”.

A intento fallido por década

En España ha habido varias propuestas para impulsar una carrera docente que permitiera ascender a los mejores profesores, apoyadas más en incentivos que en castigos y con carácter generalmente voluntario. Ninguna ha prosperado.
  • En los años 80 se intentó, pero la negativa de algunos sindicatos acabó con la idea y dio paso a los sexenios, que suponen una mejora laboral automática cada seis años de ejercicio.
  • Un nuevo intento del Gobierno socialista, en 1997, centraba la evaluación en un informe elaborado por el profesor, la supervisión de los inspectores o la valoración de familias y alumnos.
  • El estatuto docente, propuesto en 2007, incluía una  vía voluntaria de ascenso con evaluaciones cada tres años. Contaba con un consenso generalizado. “Lo frenó Hacienda por cuestiones económicas”, indica una fuente conocedora de la negociación.

Black Friday y Banco de Alimentos, las dos caras de la misma moneda

El Black Friday es el pistoletazo de salida al consumo desenfrenado navideño en Occidente. Una invención made in USA metida de rondón por la mercadotecnia de las multinacionales para avivar la fiebre de comprar a todo trapo: es lo que los políticos del mundo opulento llaman nuestro estilo de vida, un modo capitalista basado en la explotación laboral y el expolio de las materias primas y el trabajo esclavo e infantil de millones de personas en los países pobres de la periferia globalizada.

En nombre del calor de hogar occidental, la libertad y otras lindezas de enorme fachada escapista censuramos cualquier voz que ponga en cuestión las fechorías del sistema-mundo liderado por el hombre blanco instalado en el confort desigual de EE.UU. y la Unión Europea principalmente. Todo lo que huela a crítica del desfalco del primer al tercer mundo puede caber dentro de las categorías malévolas de antisistema o terrorista. Por supuesto, nuestro maravilloso estilo de vida es la cumbre de la civilización.

Lo normal es que cuando adquirimos una marca rutilante de tecnología punta informática, teléfonos móviles o una prenda textil a la última moda, entre otras mercancías de postín, hayan sido fabricadas o ensamblados sus distintos componentes en maquilas o centros de producción de territorios donde la legislación laboral y los regímenes fiscales son laxos o inexistentes. Nuestro estilo de vida devasta países enteros ofreciendo miseria a cambio de un bienestar consumista ficticio y despilfarrador.

Pero en España, junto a la llamarada festiva del Black Friday, surge al tiempo la inmensa ola de solidaridad promovida por los denominados bancos de alimentos, una caridad que puede practicarse al unísono mediante la calderilla que nos devuelven en caja. De esta manera, calmamos nuestra conciencia consumista y hacemos un favor solidario a la gente pobre. Y, faltaría más, este acto presuntamente altruista exonera de responsabilidad a los gobiernos y a sus políticas sociales. Además, sirve a las grandes cadenas comerciales para colocar excedentes y liberar espacio en sus almacenes de cara al subidón de ofertas, demanda y ventas del período Navidad-Fin de Año-Reyes. Una idea brillante donde las haya.

El sistema parece funcionar a las mil maravillas con esta doble iniciativa de propaganda masiva: con la mano derecha adoramos la emoción irrefrenable del fetiche de la mercancía y con la izquierda soltamos lastre ético dando una dádiva para que los que no pueden permitirse consumir ni tampoco salvar el día a día con dignidad se lleven a la boca un triste sucedáneo de solidaridad en forma de vianda coyuntural que jamás acabará con su condición de marginado.

El viernes negro y los bancos de alimentos se necesitan mutuamente, neutralizando la ideología que ambas iniciativas representan y desactivando las reivindicaciones sociales y políticas que podrían desencadenarse en los sectores y sensibilidades críticos con el statu quo.

Solidaridad de marca de alta gama
La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) hace un llamado a los potenciales voluntarios bajo el lema de Hazte un héroe, una recompensa sentimental, individualista y ética para movilizar a la gente de bien hacia sus proyectos de corte caritativo. Suelen nutrirse de personas jubiladas y prejubiladas preferentemente, aunque también se unen a sus campañas jóvenes de diferentes extracciones sociales, sumando en total unos 2.700 voluntarios que se sienten útiles a la sociedad y pueden observar in situ como siempre hay más pobres o en precario que uno mismo: así se cercenan de cuajo o se modifican con sutileza ideológica las opiniones críticas o alternativas a las oficiales para interpretar la compleja realidad social.

Además de lo dicho, en la FESBAL y sus filiales se reproduce de igual modo la estructura de la empresa capitalista al uso: jubilados y juventud como operarios de campo y la cúspide reservada para la intelligentsia de dirigentes y profesionales provenientes del campo privado de las finanzas y los negocios.

La presentadora de televisión Ana Rosa Quintana es el rostro más conocido usado de reclamo publicitario en 2015 para movilizar la recogida y donación de alimentos, un acicate popular para llegar directamente al corazón de la inmensa mayoría de la masa.

En nuestro país, este tipo de bancos de carácter social y paliativo empezaron a funcionar en 1996 y ya cuentan con 55 sedes provinciales. Similares instituciones o asociaciones sin ánimo de lucro legal se encuentran presentes en 22 países de la órbita europea.

Se supone que detrás de los bancos de alimentos estarían agazapados la Iglesia católica y el Opus Dei, aunque como es lógico sus logotipos no figuren por ningún sitio, aunque existen numerosas vinculaciones de directivos y exdirigentes de FESBAL con la obra pía de visionario y polémico Escrivá de Balaguer. Incluso muchos ejecutivos de marcas colaboradoras han salido de la escuela de negocios IESE, creada por el Opus y adscrita a la Universidad de Navarra. El secretismo y el cuidado exquisito en aparecer públicamente como laicos y puros de toda contaminación política o religiosa es muy escrupuloso. Sin embargo, Ana Mato, exministra de Sanidad y miembro del Opus Dei, ha mostrado pública y repetidamente sus simpatías por los proyectos de FESBAL.

No obstante lo referido, sí se sabe que en 2014 la Fundación Amancio Ortega ayudó a la estructura de la FESBAL con 4 millones de euros y el BBVA con 500.000 euros. Recordemos que el grupo Inditex del multimillonario Ortega y su marca estrella Zara han sido señalados por diversas instituciones internacionales como empresas que utilizan habitualmente mano de obra esclava y menores de edad en sus centros de trabajo de Asia y Sudamérica.

La Fundación Amancio Ortega también ofrece aportes económicos a Cáritas, organización que capta y distribuye importantes contingentes de alimentos del Banco en cuestión.

Algunas noticias relacionan a la multinacional Agbar, el Banco de Sabadell y al hijo primogénito de Jordi Pujol, del mismo nombre que el padre, con el impulso y nacimiento de los bancos de alimentos en España. Se conoce a ciencia cierta que colaboran estrechamente con la FESBAL marcas tan señeras como Carrefour, El Corte Inglés, Alcampo, Mercadona, Dia, RENFE y Makro, habiendo recibido premios a su labor por parte de Caja Rural, Eroski, Cruz Roja, Danone y Puleva. Incluso en 2012 se le otorgó el galardón Príncipe de Asturias a la Concordia.

Como vemos, el conglomerado de empresas vips es altamente significativo, una publicidad de prestigio ligada a la solidaridad que aumenta sus ventas y barniza a conveniencia su impacto social de índole benefactor y altruista, hundiendo más si cabe al comercio minorista. Las firmas distribuidoras que dan su apoyo a FESBAL controlan el 70 por ciento del mercado alimentario.

También merece la atención cuidada la mención especial de un vocal del Comité Ejecutivo de la FESBAL, Pedro Pujadó Viusá, con sucesivos cargos relevantes en el Grupo Moll-Prensa Ibérica, un imperio que controla medios de comunicación de ámbito local o regional, escritos, digitales, emisoras de radio y televisiones TDT, editoriales y firmas del sector de artes gráficas en Madrid, Catalunya, Baleares, Galicia, Asturias, Andalucía, Murcia, Canarias, Castilla y León y Comunidad Valenciana, manteniendo intereses empresariales en Australia y Portugal. Es relevante subrayar asimismo que el emporio Moll se adjudicó en tiempos de Felipe González las cabeceras más influyentes de la prensa del movimiento franquista.

El citado Pujadó ha tenido relaciones con más de un centenar de empresas en toda su trayectoria profesional. En los medios de Prensa Ibérica, a buen seguro, no saldrán noticias negativas o críticas contra los bancos de alimentos ni sus mecenas más generosos. Además, la publicidad gratuita envuelta en el formato noticia que da cobertura en los mass media más importantes de España a los eventos masivos de los bancos de alimentos dan pistas suficientes para pensar que detrás de estas iniciativas existen intereses ocultos muy poderosos. El repiqueteo mediático ha sido constante en estas semanas previas a las fiestas navideñas. Por algo será.

La solidaridad gestionada de manera privada interesa, y mucho, al sistema capitalista. Estamos ante un negocio vendido como social que juega en dos campos diferentes pero complementarios: ofrece amparo estético a la pobreza obviando las causas objetivas de la realidad social y política que la origina, al tiempo que lava la imagen de grandes empresas que tendrían bastante que ocultar en sus actividades y praxis cotidianas.

Nunca hay que dejar que los pobres piensen por sí mismos, ni tampoco que la gente corriente despierte de su marasmo consumista. La solidaridad alentada en la trastienda por las propias marcas transnacionales solo busca maquillar su fachada y sacarnos los cuartos anonadados ante tanta belleza moral y emocionalista. Para vender más, todo está permitido, hasta convertir en mercancía la miseria de los pobres.

Armando B. Ginés

lunes, 9 de noviembre de 2015

Entrevista al economista y docente Xabier Arrizabalo. “La educación pública, laica y de calidad es incompatible con el euro”

¿Es posible una educación pública, no vinculada al poder de compra, laica y de calidad en el escenario de la Unión Europea y la eurozona?

Lo considera incompatible Xabier Arrizabalo, profesor de Economía en la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro “Capitalismo y economía mundial”, publicado en 2014 por el Instituto Marxista de Economía.

“La educación pública debería ser una exigencia democrática elemental”,
a pesar de que se la vincule a objetivos como el pago de la deuda o los criterios de déficit, impuestos por la UE y el BCE, que –apunta el economista- “se hallan al servicio del FMI, es decir, el capital financiero estadounidense”.

Doctor en Ciencias Económicas, licenciado en Sociología y Máster en Planificación, Políticas Públicas y Desarrollo de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas, Xabier Arrizabalo ha participado en un acto público organizado por el sindicato Acontracorrent en la Facultat de Geografia i Història de València, sobre la posibilidad de una educación pública y de calidad en el marco de la Unión Europea y el sistema euro. En 2002 los estudiantes alemanes propagaron la consigna “el euro viene, la educación se va”, recuerda el economista.

-Comentas que resulta imposible entender los recortes en cualquier ámbito –educativo, sanitario, la dependencia, sin considerar el contexto. ¿Cuál sería, en la actual crisis, ese contexto?
No podemos entender un fenómeno económico, político o social de forma ajena al trasfondo de la sociedad capitalista, que se caracteriza en primer lugar por un conflicto de clases entre el capital y la clase trabajadora; y también por una competencia entre capitalistas. Podemos explicar teóricamente y contrastar empíricamente que la economía capitalista es crecientemente contradictoria. Las leyes que rigen el capitalismo desembocan en una contradicción cada vez mayor, que al final se expresa en lo que coloquialmente denominamos una “huída hacia delante”. Creo que éste es el marco en el que hay que situar los procesos, lo contrario sería un disparate. Sería pretender que las explicaciones se encuentran en el terreno moral. En el (des)orden capitalista lo primero es la rentabilidad, después vienen el resto de factores.

-¿Son factibles las “reformas” de la educación pública? Se integrarían siempre en el marco capitalista que describías…
La clave de la educación pública es que debería ser una exigencia democrática elemental. Como trabajadores deberíamos defender una educación pública y no vinculada al poder de compra de cada uno. ¿Eso es factible en el marco de la economía capitalista y, más en concreto, de la Unión Europea y el euro? Claramente, no. Y no podemos dejar de que se condicione la reivindicación de una enseñanza pública, laica y de calidad al objetivo de pago de deuda o un determinado nivel de déficit, como impone la UE y el BCE al servicio del FMI, es decir, del capital financiero dominante que es el estadounidense (eso y no otra cosa es el eufemísticamente llamado “proceso de integración europea”, desde sus orígenes en el Plan del General Marshall hasta la troika como “caballo de Troya” del FMI). En el fondo, late una oposición cada vez más frontal entre democracia y rentabilidad económica.

-En este contexto general, y con una mirada a gran escala, ¿en qué situación se halla la enseñanza pública en el estado español? ¿Dónde se hallan las verdaderas instancias de poder que la controlan?
En el caso de España, cuando aún no se había institucionalizado como conquista al nivel de otros países, ya se empezó a retroceder. Una característica de la situación actual es que no son los gobiernos nacionales los que deciden, sino que imponen lo que les es mandado, cosa que, contrariamente al mandado democrático más elemental, efectivamente aceptan. Desde Bruselas en primera instancia, pero finalmente desde Washington. Bruselas, la Unión Europea, el BCE y el euro actúan como correa de transmisión del imperialismo estadounidense que, quiero insistir en esto, sigue siendo el dominante.

-¿Resulta exagerado, entonces, hablar de una Europa “alemana” en referencia a la hegemonía de este país sobre el viejo continente?
Los grados importan. No es lo mismo el imperialismo estadounidense que, por ejemplo, la “pequeña burguesía compradora” hondureña, pero entre las potencias también hay grados. Aunque se nos presente como que todas las políticas se deciden en Alemania, en realidad el país germano, que es muy importante en el ámbito productivo, comercial y financiero, es un “enano” en los terrenos político y militar. Esto no es una cuestión de mera retórica, puede verificarse en el modo en que se afrontan los conflictos. Incluso en la actual crisis de los refugiados, probablemente Estados Unidos ya esté interviniendo. Desde luego intervino mediante la destrucción siria que está en el origen de este movimiento de refugiados. Ante el que, por cierto, la UE no reconoce ni siquiera un derecho democrático tan elemental como es el derecho de asilo. Podemos mencionar asimismo la intervención directa del imperialismo estadounidense en la antigua Yugoslavia, bombardeando Belgrado; o en la crisis en Grecia y también en Portugal, Italia, España…

-¿De qué modo el yugo de la Unión Europea y el euro somete la educación pública de los estados nacionales?
La Unión Europea es el instrumento para disciplinar las políticas de ajuste, esto ocurre en diferentes ámbitos y también en la enseñanza. Por ejemplo, ¿en qué consisten, al final, más allá de toda su retórica, el Plan Bolonia y el Espacio Europeo de Educación Superior? Es una forma de obligar a los que gobiernan, de cualquier color político pero aceptando el marco de la Unión Europea y del euro, a que impongan las políticas de un desmantelamiento cada vez mayor de la universidad pública. Esto se conecta con otros aspectos que trata de imponer la Unión Europea, siempre relacionados con la rentabilidad económica. Por esta razón la Estrategia 2020, formulada retóricamente como “Europa del Conocimiento”, incorpora elementos de privatización creciente sobre la base de la identificación de la enseñanza como una mercancía más. Es decir, que no sea un derecho, sino volver plenamente a la época en que la enseñanza, como la sanidad, era un negocio con quien tenía dinero y simplemente caridad, beneficencia, para la mayoría, para la clase trabajadora.

-Como profesor de Economía Política en la Universidad Complutense de Madrid, ¿qué pensamiento se enseña actualmente en las facultades de Ciencias Económicas?
Hay un fraude gigantesco en nuestras facultades, que consiste en presentar de facto como teoría económica, lo que no es solamente que se trate de un enfoque entre otros, sino que además es el planteamiento más débil, el neoclásico o más bien, marginalista. Es lo que Marx caracterizaba como “economía vulgar”, puramente propagandístico e ideológico en un sentido peyorativo. Cada año constato con mis alumnos el fraude que se les impone, ocultándoles incluso el hecho elemental de que se les explica “economía” (supuesto que se le pudiera llamar así) desde una perspectiva que, por otra parte, está totalmente cuestionada tanto teóricamente como sobre todo desde el punto de vista empírico, habida cuenta de que su capacidad explicativa de los problemas reales es simplemente nula.

-¿Hay planteamientos “clásicos” que podrían considerarse vigentes, y que sin embargo han sido expulsados de las aulas?
Nos dicen que el capitalismo siempre podrá “redesplegarse”, que finalmente la crisis consiste en pequeños “tropezones”, pero podemos constatar que esto no es así, que se trata de un fenómeno más profundo. Hay una tendencia histórica hacia una diferencia cada vez mayor entre las posibilidades materiales que podría alcanzar la humanidad gracias a los avances científicos y técnicos, respecto a las condiciones de vida de la inmensa mayor parte de la población, que es la que vive de su trabajo, la clase trabajadora. Por eso, planteamientos de hace cien años como la definición de imperialismo de Lenin, que podría pensarse que hoy deberían ser anacrónicos por el tiempo transcurrido, observamos que resultan plenamente vigentes: sigue prevaleciendo la exportación de capitales sobre la de mercancías, sigue configurándose el capital dominante como capital financiero y a escala mundial, cada vez de forma más oligopólica. Sigue, en definitiva, el reparto territorial del mundo por las grandes potencias.

Es interesante porque el propio Lenin, en un terreno más concreto, señalaba que el estadio imperialista es las crisis, las guerras y las revoluciones. ¿Anacrónico? Seguimos en una crisis verdaderamente muy profunda, que no tiene nada de coyuntural, sino que es expresión de una crisis crónica del capitalismo, en cuanto a su incapacidad de abrir períodos amplios de expansión (al contrario, la destrucción de fuerzas productivas es cada vez más sistemática). Seguimos con las guerras, incluso en el mismo continente europeo (Ucrania), guerras de las que proceden los graves problemas sociales como el mencionado de los refugiados. Y seguimos, desde luego, con estallidos revolucionarios (Palestina, Grecia, América Latina…). Y digo revolucionarios porque no son hitos aislados, sino que forman parte de un gran proceso que el propio Marx o Trotsky formulaban certeramente como revolución permanente…

-¿Cuál sería, por tanto, la esencia de la actual crisis económica?
En efecto, podemos hablar de una crisis “crónica” del capitalismo. Desde luego, incluso en el caso hipotético de que en algún momento pueda haber un período breve de crecimiento económico esto obviamente no significaría que se hubiera salido definitivamente de la crisis. Si hubo una gran crisis en los años 70, y otra crisis en la actualidad, podría parecer que no estamos ante una crisis “crónica”, sino ante episodios puntuales. Bastaría alegar que, entre ambas crisis, se dio un gran periodo expansivo o de recuperación. Pero los hechos lo desmienten, lo que realmente hubo fue un ritmo de acumulación muy limitado, irregular, inestable y asimétrico a pesar de y, a la vez, por causa de, las políticas de ajuste tan duras que se impusieron (“a pesar de” porque se aplicaron para estimular la rentabilidad y con ello la acumulación; “por causa de” porque son políticas destructivas, de “tierra quemada”, de “huida hacia delante”). El ajuste fondomonetarista, tratando de ofrecer una respuesta a la crisis de los años 70, para abrir la puerta a un nuevo relanzamiento de la acumulación del capital, preparaba el terreno para una crisis todavía más aguda, la actual.

-¿Podría decirse, visto lo ocurrido en Grecia, que no hay lugar para las “alternativas”?
El caso griego –particularmente en la fase final, a partir del referéndum del 5 de julio- aporta dos grandes enseñanzas. La primera, que en el marco del euro no hay salida a los problemas. Aceptando, que es mucho aceptar, la ingenuidad de alguien como Varoufakis: él pensaba que iba a convencer a los miembros del Eurogrupo, pero discutió con ellos seis meses y vio que realmente no había debate alguno. No lo había, no podría haberlo habido. Lo que se produjo fue una escenificación para disciplinar la aplicación de políticas muy duras. Porque eso y no otra cosa es la UE y el euro: un instrumento para el disciplinamiento del ajuste del FMI. La segunda gran conclusión son las limitaciones de la vía electoral. Por ejemplo, hay fuerzas políticas aquí que nos dicen que si les votamos resolverán nuestros problemas. En el ámbito municipal, nos prometen cosas incompatibles con el compromiso de seguir pagando deuda (a los 8.000 ayuntamientos se les atribuye una deuda de más de 30.000 millones de euros). Cuando sabemos que es imposible pretender que se pague la deuda y a la vez se resuelvan los problemas de vivienda, sanidad, educación y otros.

-En esta mirada de largo alcance, que trata de recuperar los contextos, ¿cómo han evolucionado dentro del sistema capitalista derechos básicos como la educación y la sanidad?
Históricamente, hace 150 años, quien tenía dinero pagaba para que el médico o el instructor fueran a su casa, podía costearse las medicinas y llevaba a sus hijos a un colegio privado. A quien no tenía dinero, le quedaba la beneficencia. La escuela pública era prácticamente un “aparcaniños” y la sanidad beneficencia, es decir, caridad y negocio. Gracias a las conquistas sociales, la enseñanza y la sanidad se van convirtiendo en un derecho del que se benefician los trabajadores. Por eso lo llamamos “salario indirecto”, no se trata de un salario individual que se le paga a cada trabajador sino del acceso a una serie de prestaciones que están institucionalizadas como tales. Por más que ciertamente sean contradictorias con el propio carácter de clase del Estado. Por eso son conquistas y por eso mismo la clase capitalista busca desembarazarse de ellas…

-Pero actualmente se constata un retroceso…
Después de la crisis de los años 70 y con las consiguientes políticas de ajuste, lo que se pretende es una vuelta atrás. Se retorna al esquema de negocio, en el que se distingue entre quien tiene dinero para pagar la educación y la sanidad, y la caridad para el resto. Se cuestiona su condición de derecho para sustituirla por el eje mercancía-caridad. En la universidad, por ejemplo, se pretende establecer una distinción social entre aquellos estudiantes cuyas familias puedan más o menos pagar un grado de tres años, y aquellas otras que también se puedan costear un postgrado de dos años, de los que eventualmente puedan llegar a resultar útiles para el mercado laboral. Estas distinciones sociales habían podido mitigarse gracias al salario indirecto.

-¿El objetivo es orientar totalmente la universidad a las necesidades de las empresas?
Sí, las primeras “cuñas” se produjeron con medidas como la privatización de la reprografía o de las cafeterías, pero el proceso ha continuado. Así, hay numerosas líneas de investigación pública que exigen previamente financiación privada. No es una cuestión baladí. Se está preparando el terreno para que sea la inversión privada la que decida qué se investiga, y la investigación pública vaya a remolque. Es decir, para destinar los fondos públicos a los intereses privados. Pero la privatización va mucho más allá. Es como cuando nos dicen desde el “pensamiento crítico único” (que también existe), que se cree un banco público. En lugar de defender que en un contexto tan grave como el que padecemos, el conjunto de los recursos financieros de la nación se pongan al servicio de las necesidad de la población. Es decir, en lugar de nacionalizar el sistema financiero. Porque un banco público entre los demás privados, compitiendo con ellos, acaba siendo en última instancia uno más. Como las universidades públicas compitiendo con las privadas, es decir, pervirtiendo lo que debía ser su función social, la promoción del conocimiento y la formación de los jóvenes, de forma totalmente ajena a las exigencias de rentabilidad del capital privado.

-¿Cómo afecta todo ello a la formación de los estudiantes?
Pretenden que olvidemos que antes las licenciaturas eran de cinco años y las diplomaturas de tres. Pero incluso en las licenciaturas, si alguien tenía aprobados los tres primeros cursos, podía opositar. Hoy se plantea un “pseudogrado” de cuatro años, que debilita la formación. De hecho, en la decisión de cursar estudios universitarios, muchas familias prevén desde el principio que los hijos cursen el grado y el postgrado. Lo que llamamos 3+2 (grados de tres años más dos de máster) es en realidad la desreglamentación de la duración de los títulos, es decir, que cada Universidad haga lo que quiera. Lo que llevará a la existencia de títulos de primera, de segunda… y de séptima, segmentándose de manera enorme la universidad. Con ello, además, se abre el terreno a una mayor privatización y precarización del trabajo.

-¿Cómo afecta esta política de privatizaciones, mercantilización y desregulaciones al profesorado?
En primer lugar, la reducción de las plantillas, sobre todo porque no se renuevan los contratos y estos se vuelven más precarios. Por esta razón, además, envejecen las plantillas. Hay una generación completa que apenas incorporándose a la universidad, ya está siendo expulsada. La precariedad se dispara, casi no salen ya los contratos verdaderamente acordes al trabajo que se desarrolla, que son los de titulares y catedráticos. En segundo lugar, el deterioro de las condiciones de trabajo, con más grupos, más alumnos y menos recursos. De mantenerse en el tiempo, por más que los profesores redoblemos nuestro esfuerzo, inevitablemente acabaría afectando a la calidad… que es precisamente lo que se busca para mejor promover el negocio económico y también ideológico de las privadas. Por otra parte, en el campo de las ciencias sociales y particularmente la economía, el panorama es dantesco además por la actuación de entes burocráticos y profudamente antidemocráticos como las “agencias de calidad” que, en este ámbito, actúan en gran medida como meros comisarios políticos en coalición con el capital privado. Los planteamientos más serios, los que se encuadran en la crítica de la economía política, quedan marginados, excluidos en una grandísima medida de financiación para investigar.

-Por último, ¿quedan espacios para la resistencia, el dogal es tan fuerte?
En el año 2002, los estudiantes alemanes acuñaron un eslogan verdaderamente certero y premonitorio: “el euro viene, la educación se va”. En eso estamos. Pero la voluntad de resistencia de los trabajadores y estudiantes ante ello, de defender los derechos, es inequívoca. No elucubro, sino que lo constato en el grado de movilización desplegado incluso en condiciones muy difíciles. El problema estriba en las direcciones de las organizaciones que no están a la altura de las exigencias, por sus compromisos, seguramente inconfesables… Hay un hecho muy elocuente: el mismo viernes 30 de enero pasado que se aprobó el “decreto 3+2”, ya hubo concentraciones de protesta ante los rectorados. Sin embargo, el día siguiente había una manifestación ya convocada por uno de los nuevos partidos, que sus dirigentes definían expresamente que era “no para protestar”.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Educación pública, un falso debate sobre el profesorado. Educar con la tribu o a destajo

“Los hombres están divididos en dos clases, una la de los ricos que mandan y, otra, la de los pobres que sirven. El género humano no puede subsistir sin que haya una infinidad de hombres útiles que no posean absolutamente nada. […] El hombre común ha de ser dirigido, no educado: no merece serlo… Nueve de cada diez ciudadanos deben seguir siendo ignorantes, porque el vulgo no merece ser ilustrado y se le debe tratar como a los monos”. Voltaire (1694-1778)


En los últimos días se ha abierto un (falso) debate sobre la competencia del profesorado a partir de dos ideas: si hay que excluir a los malos docentes y si el sueldo de los profesores debe estar ligado al rendimiento. Parto del principio de que todo alumno tiene derecho a un buen profesor, pero este no es el camino. Estas ideas han sido formuladas por el filósofo José Antonio Marina y el ministro de Educación, Íñigo Mendez de Vigo.

Marina, que se presenta como pedagogo, es un antiguo profesor de filosofía de un instituto de un pueblo de la sierra de Madrid, que desde hace años se gana la vida como divulgador. Ahora ha aceptado el encargo del peor Ministerio de Educación de la historia de este país para elaborar un “Libro Blanco del Docente”. Estoy seguro que no se le escapa la doble intencionalidad del sucesor de Wert: evitar negociar con los sindicatos de profesores un Estatuto de la Función Docente, vieja asignatura pendiente; y utilizar las conclusiones electoralmente para el PP.

Yo no soy nada corporativo, pero algunas de las conclusiones que se han avanzado me parecen disparatadas. Por ejemplo, decir que “los profesores deben fomentar que se excluya a los malos docentes”. Solo quien lleva mucho tiempo alejado de la realidad de las aulas puede ignorar que quienes pueden y deben velar por la calidad, son los equipos directivos y la inspección. No corresponde al profesorado juzgar y delatar a sus compañeros. La propuesta no es inocua. Trata de generalizar ante la opinión pública un clima de sospecha sobre la competencia del profesorado público que ha superado duras oposiciones y ha sido evaluado en sus prácticas.

La propuesta de pagar parte del salario del docente en función de su rendimiento pretende convertir la escuela en una empresa y en un negocio. Si se analiza, se pueden realizar las siguientes objeciones pedagógicas y de justicia social. Por un lado, es absurdo aplicar un criterio de ‘productividad’ en la educación ¿Qué se evaluaría? ¿Cómo se mide con notas numéricas el crecimiento integral del alumnado como persona y como ciudadano? Por otro lado, provocaría una competencia entre el profesorado y los centros, en vez de la necesaria cooperación entre ellos y la socialización de las buenas prácticas. Por último ¿quién evalúa? (Y cómo, con qué procedimientos y métodos) Si las pruebas son externas entraríamos en una dinámica de preparación de éstas (PISA, CDI, reválidas…) que rompería la esencia de la evaluación formativa; si son las direcciones de los centros, aumentaría el riesgo de clientelismo y de funcionamiento antidemocrático.

También supondría una carrera injusta entre centros y entre profesores y grupos de alumnos, porque la realidad educativa es muy plural y llena de desigualdades. Estoy pensando en centros que conozco de cerca como los del barrio de Vallecas (Madrid), que tienen la consideración de “centros de difícil desempeño para la función docente”. Quizás les vendría bien al ministro y a Marina darse una vuelta por ellos para que no hicieran propuestas tan superficiales como alejadas de la realidad.

La evaluación es necesaria y es preciso abrir un debate sobre ella. La evaluación tiene que ser sobre todo el sistema y, por supuesto, no debería estar vinculada al salario del profesorado. Porque es ineficaz para mejorar. Méndez de Vigo y Marina no saben nada de las innovaciones y proyectos que se vienen haciendo en muchos centros públicos por el compromiso del profesorado que tiene muy claro que, a pesar de todos los recortes, no se puede enseñar un poco menos o un poco mal. Somos nosotros los que hacemos escuela de calidad y no la LOMCE ¿O por qué se creen que el 86% de la ciudadanía aprueban y reconocen al profesorado de la pública , mientras suspenden severamente al Ministerio?

El ataque al profesorado no es nuevo. Ya lo hicieron Wert y Esperanza Aguirre. O más recientemente Ciudadanos, cuando habló de “burocracia estalinista” para atacar a la universidad y a su profesorado. Responsabilizar (únicamente) a los docentes de la situación de la educación en España es (no sólo) muy cínico (es parcial y erróneo).
Se olvidan (no inocentemente):
1.  De unos recortes de 7.764 millones de euros en cuatro años, 
2. Del despido de 32.000 profesores y, 
3. Del endurecimiento de las condiciones de trabajo de los docentes.

Trabajamos más horas, con más alumnos por clase y con el salario congelado hace años. No recuerdan que se ha liquidado la formación (permanente) del profesorado en comunidades como Madrid. Esto es lo que habría que abordar y proponer soluciones en el ‘Libro Blanco del Docente’ si quiere tener alguna utilidad. ¿Dirá algo Marina sobre revertir los recortes y derogar la LOMCE?

Educar es una tarea colectiva, no un acto solitario e individual del profesor. Qué poco coherentes son estas propuestas con aquel proverbio africano -tan profusamente repetido por el filósofo- de que “para educar hace falta toda la tribu”. ¿Ahora se trata de poner a cada profesor ante sus alumnos a competir y a llevarse un euro más o menos en una especie de trabajo a destajo? Además, es olvidarse de las finalidades de la educación que tan claro formula otro profesor de filosofía: “La educación tiene como finalidad básica el desarrollo humano, moral, e intelectual de las personas. Ello se materializa en los siguientes principios: la universalidad o derecho de toda la ciudadanía a la educación; la humanidad o pleno desarrollo de la personalidad de todo ser humano; la civilidad al basarse la educación en los derechos y libertades fundamentales; la autonomía, para que todas las personas puedan aprender por sí mismas“, Felipe Aguado.

Las propuestas comentadas son puro neoliberalismo que consideran la escuela como una empresa y buscan avanzar hacia un proceso de privatización aún mayor. Al final va a resultar que el diplodocus era Marina. Como estoy seguro que no trabaja altruistamente, creo que es una obligación del Ministerio que explique a la opinión pública cuánto nos va a costar a la ciudadanía este encargo. 

Fuente: http://www.cuartopoder.es/laespumaylamarea/2015/11/05/educar-con-la-tribu-o-a-destajo/1214

sábado, 7 de noviembre de 2015

Merkel, tenemos otro problema. Y no es Volkswagen…

Las alarmas han vuelto a saltar en Alemania. Si el escándalo de Volkswagen, que está lejos de apaciguarse, ha levantado ampollas en el mundo entero por el trucaje de sus motores para pasar las pruebas de emisiones, ahora es el turno de otra de las grandes compañías alemanas.

Y de esta dependen muchas cosas en toda Europa. Se trata de Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, el cual se encuentra en una situación límite después de haber registrado las mayores pérdidas de su historia durante el tercer trimestre de este año.

En concreto, la entidad ha registrado unos números rojos de más de 6.000 millones de euros tras asumir depreciaciones y amortizaciones, lo que ha dejado sus cuentas al borde del abismo y le ha obligado a tomar decisiones drásticas.

Deutsche Bank ha anunciado un ambicioso plan de reducción de costes que se traduce en 15.000 despidos y el cierre de filiales. De este modo, el banco dejará de operar en países como Argentina, Chile, México, Perú, Dinamarca, Finlandia o Nueva Zelanda.

Por un lado, despedirá a 9.000 empleados a jornada completa y a 6.000 procedentes de contrataciones externas. Asimismo, planea desprenderse de activos por valor de 4.000 millones, todo con el objetivo de ahorrar hasta 3.800 millones hasta 2018. Ah, y dejará a sus accionistas sin dividendo.

¿Un transatlántico a la deriva?
Los directivos de la entidad han admitido que deben simplificar sus procesos y estructura y gestionar el banco con más disciplina. ¿Quiere decir esto que Deutsche Bank ha estado malgastando dinero en operaciones y servicios? ¿Ha vivido por encima de sus posibilidades? ¿Ha desatendido la cúpula sus labores de dirección?

Al respecto nadie ha aclarado nada, pero a tenor de este duro plan de ajuste queda claro que en el gigante alemán hace tiempo que no vienen haciéndose bien las cosas. Y curiosamente, la banca alemana se ha puesto como ejemplo de solvencia durante la crisis, mientras que otras, como la española, la italiana y la griega, eran la antítesis de lo que debe ser un buen banco –en algunos casos, con razón-.

De este modo, con pocos días de diferencia, Angela Merkel se enfrenta a lo que supone ver a otra de las grandes empresas de tu país retratada en la prensa mundial, y no precisamente para bien. En un entorno de ligera recuperación en Europa, Alemania empieza a perder brillo, una decadencia agravada por sus propias compañías. ¿Significa esto que la hegemonía germana comienza a desintegrarse?
http://www.elblogsalmon.com/mercados-financieros/merkel-tenemos-otro-problema-y-no-es-volkswagen

viernes, 6 de noviembre de 2015

5º Informe EAPN: EL Estado de la Pobreza. Riesgo de pobreza y exclusión social en España

EAPN

En el año 2014, y calculado según la nueva metodología, el índice AROPE para España, alcanza al 29,2 % del total de la población, lo que supone un total de 13.657.232 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión. En este último año, la evolución del indicador ha sido especialmente significativa, con un aumento de 1,9 puntos porcentuales que se traducen en 790.801 nuevas personas. Desde el año 2009 el indicador ha subido 4,5 puntos porcentuales lo que, expresados en términos absolutos, significa que en el coste social de la crisis deben incluirse un total de 2.111.017 nuevas personas que han pasado a estar en situación de pobreza y/o exclusión social.

EAPN Estado Pobreza

jueves, 5 de noviembre de 2015

Marina Subirats: "La escuela pública debe ser la de todos, no la de los pobres"

La socióloga Marina Subirats enumera los aspectos más regresivos de la LOMCE , una ley que "penaliza las clases bajas" y que "nos prepara para una sociedad dual y desigual"

La ex concejal y autora de varios libros y manuales sobre enseñanza, apuesta por un sistema educativo basado en los valores en detrimento de la "fábrica de títulos" en que se ha convertido

Marina Subirats (Barcelona, 1943) abre las puertas de su piso del barcelonés barrio del Eixample al Diari de la Educació para repasar los aspectos más "perversos" de la LOMCE. La que fue directora del Instituto de la Mujer (1993-1996) y concejala de Educación en el Ayuntamiento de Barcelona (1999-2006) es ahora una de las voces más críticas y de más autoridad del ámbito educativo. Autora de más de una decena de títulos sobre la sociedad de clases, el papel de la mujer y el acceso a la Educación, Subirats alerta de la regresión que supone la ley Wert y defiende un modelo educativo basado en los valores.

¿Qué le parece la LOMCE?
Hago una valoración absolutamente negativa. Tiene apartados que nos vuelven muy atrás, en algunos aspectos es mucho más regresiva que la Ley General de Educación de 1970.

Aquella era todavía una ley franquista...
Sí, aunque la ley de 1970 abrió muchas puertas y algunos académicos de la educación la consideran una ley que ya apunta al post-franquismo. Como mínimo, esa norma quería avanzar hacia una legislación que permitiera el acceso de las clases populares a la educación. En cambio, la LOMCE cierra muchas puertas en este sentido, nos vuelve más de 50 años atrás.

En una entrevista reciente, el ex ministro de Educación (1982-1988), el socialista José María Maravall, decía que la LOMCE abre la puerta a una discriminación sistemática de los jóvenes en función de la renta de sus familias.
Hay leyes que eliminan barreras y otras que las crean. La LOMCE pone barreras en función de la clase social. Efectivamente, la reforma que impulsó el ministro Maravall, la LOGSE , era muy ambiciosa, mucho más que la LOE del Gobierno Zapatero. De hecho, y citando sus palabras, era "demasiado ambiciosa" y la prueba la tenemos en que muchos puntos de aquella norma nunca llegaron a ser implementados. Ahora, con la Ley Wert, la más polémica de todas, nos plantea un modelo educativo mucho más selectivo y que en el futuro hará aumentar las desigualdades entre la población. Y es aquí donde hay que tener mucho cuidado porque las desigualdades creadas a través de la educación tienen un plus de perversión: aparecen como indiscutibles.

¿Qué quiere decir?
Le pondré un ejemplo, si alguna persona pongamos que tiene mucho dinero, hay quién puede pensar que es injusto, ya sea porque los ha ganado ilegítimamente o porque los ha heredado. En cambio, si alguien tiene muchas titulaciones todo el mundo tiende a pensar que esa persona ha trabajado muy bien y que es inteligente. Cuando la desigualdad se sustenta en base a titulaciones académicas es muy aceptada, incluso por los que salen perdiendo, los que han sido eliminados por la propia estructura educativa .

¿Para ser más concretos, cuáles son los elementos de la LOMCE que nos indican que las clases bajas salen perjudicadas?
Principalmente, hay tres mecanismos. El primero es el favorecimiento de la escuela privada y concertada por delante de la pública. El segundo mecanismo es el de los circuitos. Es decir, cuanto más alargamos el tramo de enseñanza obligatoria para todos, más retrasamos el abandono escolar posterior. En los años cincuenta, el corte estaba en los 10 años. Después, se pasó a los 14 y las leyes más progresistas habían situado el tope en los 16. Lo que hace la LOMCE es volver a retrasar la edad a los 15 años. El tercer mecanismo es el las barreras selectivas. La reforma del ministro Wert multiplica las reválidas, los exámenes, todo tipo de pruebas. Todo esto son barreras, son filtros. Constantemente se etiqueta al alumnado y los selecciona únicamente en base al rendimiento académico. No evaluamos otros aspectos de los niños y los jóvenes.
Seguir la entrevista aquí.