«Ante todo, agradezco al claustro de doctores salmantinos, así como al señor Rector y los señores Vicerrectores, el haber aceptado la propuesta de mi querido amigo, el Profesor Miguel Ángel Quintanilla, de honrarme con un doctorado honoris causa.
La Universidad de Salamanca ha sido una de las luminarias europeas durante ocho siglos. Suele olvidarse, injustamente, sus contribuciones a la cultura universal. Baste recordar que fue aquí donde Francisco de Vitoria echó las bases del derecho internacional, instrumento indispensable para la convivencia de los pueblos. Cada vez que se lo aplica, se rinde homenaje tácito a la Universidad salmantina, y cada vez que se lo viola se atenta contra la civilización moderna.
Me propongo defender dos tesis. La primera es que la investigación científica es la gallina de los huevos de oro. La segunda es que hay maneras de criarla, y otras tantas de matarla.
[1] La investigación básica es el motor de la cultura intelectual y la madre de la técnica
La investigación básica consiste en la búsqueda de la verdad independientemente de su posible uso práctico, el que acaso jamás llegue. Es la investigación que hacen los matemáticos, físicos, químicos, biólogos, científicos sociales y humanistas. Es sabido que la investigación básica alimenta a la técnica sin ser técnica, porque la técnica diseña medios para cambiar el mundo en lugar de estudiarlo.
El distintivo de la American Association for the Advancement of Science es un par de círculos concéntricos. El círculo central es dorado y simboliza la ciencia básica, mientras que el anillo que lo rodea es azul y simboliza la técnica. La idea es que la ciencia nutre a la técnica. Esta idea podría ampliarse, inscribiendo el círculo en un cuadrado que simbolice la cultura moderna.
En efecto, nuestra cultura, a diferencia de las demás, se caracteriza por su dependencia de la investigación básica. Si ésta se detuviera, ya por falta de vocaciones, ya por falta de fondos, ora por censura ideológica, ora por decreto, nuestra civilización se estancaría, y pronto decaería hasta convertirse en barbarie. Baste recordar lo que sucedió con la ciencia básica bajo el fascismo, y con la biología, la psicología y las ciencias sociales bajo el estalinismo.
Las mejoras, los avances menudos, la elaboración de ideas básicas, pueden planearse y encargarse. Los grandes inventos, como los grandes descubrimientos, no pueden planearse ni encargarse, porque son producto del ingenio estimulado por la curiosidad.
Es posible programar una máquina, pero es imposible programar un cerebro original. Lo que sí es posible es educar un cerebro receptivo e inquieto. Esto es lo que hace todo intelectual disciplinado: va esculpiendo su propio cerebro a medida que va aprendiendo y creando.
Puesto que la espontaneidad no es programable, hay que darle oportunidades antes que órdenes: hay que fomentar la curiosidad, y con ella la creatividad científica o artística sin esperar resultados inmediatos. La exigencia de resultados inmediatos garantiza la mediocridad y el desaliento, e incluso el fracaso.
Por ejemplo, ciertos gobiernos actuales pretenden hacer la guerra al terrorismo, sin entender que es imposible hacer la guerra a células secretas, y sin entender que los terroristas, como los cruzados, no lo son de nacimiento, sino que son productos de ciertas circunstancias y de una educación fanática.
El terrorismo, tanto el de abajo como el de arriba, no terminará si no se transforman esas circunstancias y si no se hace un esfuerzo por entender la psicología y la sociología del terrorista. Tanto en política como en medicina, más vale prevenir que curar. Y cuando se trata de curar hay que buscar y emplear remedios eficaces en lugar de grasa de culebra. Y eso requiere investigación seria antes que receta ideológica. A su vez, los resultados de la investigación se hacen esperar.
Siempre hay que esperar para cosechar frutos, sean comestibles, sean conceptuales. Por ejemplo, Apolonio describió las secciones cónicas unos 200 años a.C., pero nadie las usó con provecho hasta que Galileo empleó la parábola para describir la trayectoria de las balas, y Kepler la elipse para describir las trayectorias planetarias.
Las investigaciones desinteresadas de Ampère y Faraday no rindieron frutos prácticos sino cuando Henry inventó el motor eléctrico. Las ecuaciones de Maxwell y las mediciones de Hertz sólo sirvieron para entender el electromagnetismo, hasta que Marconi las usó para inventar la radio. Thomson, el descubridor del electrón, no pudo anticipar la industria electrónica. Rutherford, el padre de la física nuclear, nunca creyó que sus trabajos darían lugar a la ingeniería nuclear ni las plantas nucleares.
Otro ejemplo: los inventores de la física cuántica no soñaron que ella serviría para diseñar ordenadores y, con ellas, un nuevo sector de la industria. Crick y Watson no previeron la emergencia de poderosas firmas biotécnicas pocas décadas después de anunciar la estructura del ADN.
La unión de la ciencia con la técnica es tan íntima, que no se pueden mantener facultades de ingeniería al día sin el concurso de departamentos de matemática, física, química, biología y psicología. Por ejemplo,el bioingeniero que se ocupa de diseñar prótesis tiene que aprender bastante anatomía y fisiología humanas, y el experto en administración de empresas tiene que aprender bastante psicología, sociología y economía.
La historia de la ciencia y de la técnica sugieren algunas moralejas de interés para quienquiera que se interese en políticas culturales. He aquí tres de ellas.
Primera: Es deseable fomentar la ciencia básica, no sólo para enriquecer la cultura, sino también para nutrir la técnica, y con ella la economía y el gobierno.
Segunda: Puesto que el conocimiento humano es un sistema, en el que toda componente interactúa con otros constituyentes, es preciso fomentar todas las ramas de la cultural intelectual, así como promover la construcción de puentes entre ellas.
Tercera: La ciencia y la técnica no avanzan automáticamente, a despecho de las políticas culturales, sino que son muy sensibles a éstas. Por este motivo, hay que averiguar cuáles son sus estímulos y sus inhibidores. Empecemos por estos últimos.
[2] Los 7 enemigos de la investigación básica
Sugiero que los principales enemigos de la ciencia básica son los siguientes.
1. Mala enseñanza de la ciencia: autoritaria, datista, memorista, y tediosa.
2. Educadores y administradores miopes, que ignoran que no se puede descuidar ninguna rama importante del conocimiento, porque todas estas ramas interactúan entre sí, por lo cual las especialidades estrechas son efímeras.
3. Pragmatismo: creencia de que se puede conseguir huevos sin criar gallina. Los gobiernos norteamericanos más retrógrados recortaron los subsidios a la investigación en ciencias sociales, pero conservaron o aumentaron los subsidios a las ciencias naturales. Se estima que cerca de la mitad de los aumentos sensacionales de la productividad industrial norteamericana desde el fin de la segunda guerra mundial se deben a que los gastos en investigación básica ascienden al 3 % del producto interno bruto, o sea, varias veces lo que gasta España.
4. Neoliberalismo y el consiguiente debilitamiento de las organizaciones estatales, en particular las universidades nacionales. El ejemplo canadiense es elocuente: el gobierno conservador de la década del 80 decretó que los científicos tendrían que buscar fondos en el sector privado. Dado que no los encontraron, el resultado neto de esta política utilitarista es que los gastos por estudiante han disminuido en un 20%, en tanto que los gastos norteamericanos han aumentado en un 30% durante el mismo período. El gobierno liberal inició una rectificación de este curso desastroso, pero obró tarde e insuficientemente. Mientras tanto, centenares de investigadores emigraron, y miles de estudiantes desistieron de estudiar ciencias.
5. Oscurantismo tradicional: fundamentalismo religioso, ciencias ocultas, homeopatía, psicoanálisis, etc., y la censura ideológica concomitante. Por ejemplo, el gobierno actual de la India, comprometido con la religión hindú, ha promovido los estudios de astrología y de medicina védica. Otro ejemplo es la restricción a la investigación de las células totipotentes para complacer a unos teólogos retrógrados.
6. Oscurantismo posmoderno: “pensamiento débil”, retorismo, deconstruccionismo, existencialismo, y la filosofía femenina que considera la ciencia, y en general la racionalidad y la objetividad, como “falocéntricas”.
7. Constructivismo-relativismo en filosofía, sociología e historia de la ciencia, doctrina que niega la posibilidad de hallar verdades objetivas e imagina trampas políticas tras los teoremas más inocentes, con lo cual desanima la búsqueda de la verdad, lo que a su vez empobrece la cultura.
Dejemos ahora estas reflexiones y admoniciones pesimistas, y veamos qué puede hacerse para promover la búsqueda de la verdad por la verdad.
[3] Qué hacer para promover la investigación básica
Propongo que una manera de promover el avance del conocimiento básico es adoptar, elaborar y poner en práctica las medidas siguientes:
1. Enseñar más ciencia, y enseñarla mejor, en todos los niveles, así como montar museos y espectáculos científicos.
2. Aumentar los subsidios a la investigación básica, particularmente en los sectores más descuidados.
3. Ofrecer becas a estudiantes interesados en ramas descuidadas o emergentes de la ciencia básica, tales como matemática, física de líquidos, química teórica, neurociencia cognitiva, socio-economía, sociología política, economía del desarrollo, investigación operativa, sociolingüística, y filosofía exacta.
4. Reforzar la participación de investigadores en el diseño de políticas culturales y planes de enseñanza.
5. Aliviar a los investigadores de tareas administrativas.
6. Denunciar las imposturas intelectuales, tales como el “creacionismo científico”, las medicinas alternativas, y fomentar en cambio el pensamiento crítico, el debate racional y la divulgación científica.
7. Resistir el movimiento de privatización de las universidades. Las funciones específicas de la Universidad son producir y difundir conocimiento, no dinero; por consiguiente, la Universidad debe seguir siendo dirigida por académicos, no por empresarios ni por comisarios, así como las empresas deben seguir siendo dirigidas por empresarios, no por investigadores ni por comisarios.
Termino. De todos los sistemas que constituyen una sociedad, el cultural es el más vulnerable a los choques económicos y políticos. Por esto es el que hay que manejar con mayor cuidado y alimentar con mayor dedicación, sin esperar otros rendimientos inmediatos que su propio enriquecimiento
Dada la centralidad de la ciencia en la cultura y la economía modernas, es aconsejable adoptar la política del gobierno surcoreano. Cuando la economía surcoreana entró en crisis, hace pocos años, en lugar de recortar los subsidios a la investigación básica, el gobierno resolvió incrementarlos hasta alcanzar el 5% del PIB. El resultado está a la vista: la producción científica surcoreana sobrepasa hoy a la india, pese a que la ciencia india empezó un siglo antes que la coreana.
No es que el dinero genere ciencia, sino que sin él, la ciencia languidece. Quien quiera comer huevos, que alimente a su gallina. Y quien quiera preservar una buena tradición deberá enriquecerla, porque la permanencia sólo se consigue a fuerza de cambios».
Mario Augusto Bunge (Florida Oeste, Provincia de Buenos Aires, 21 de septiembre de 1919-Montreal, 24 de febrero de 2020) fue un filósofo, físico y epistemólogo argentino. Bunge se declaró como un filósofo realista, cientificista, materialista y sistemista; además de defensor del realismo científico y de la filosofía exacta (…) Expresó públicamente su postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluyó al psicoanálisis, la praxeología, la homeopatía, la microeconomía neoclásica (u ortodoxa), entre otras. En términos económicos y políticos, Bunge proponía una defensa del «socialismo como cooperativismo», diferenciándolo de y haciendo fuertes críticas al socialismo de tipo soviético y al populismo. Ejerció docencia en filosofía en Argentina, Uruguay, México, EE.UU., Alemania, Dinamarca, Suiza y Australia. Ocupó también la Cátedra Frothingham de Lógica y Metafísica en la Universidad McGill, de Montreal, Canadá.
Fuente: https://conversacionsobrehistoria.info/2020/02/25/como-criar-y-como-matar-la-gallina-de-los-huevos-de-oro-mario-bunge-en-la-universidad-de-salamanca-2003/
sábado, 29 de febrero de 2020
Mario Bunge: Discurso Doctorado «Honoris Causa» en la Universidad de Salamanca, 15 de mayo de 2003. Cómo criar y cómo matar la gallina de los huevos de oro
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El voto a vox, quiénes y por qué les votan.
...Con ese voto, añade Rodríguez-Pose, están diciendo: “Si yo no tengo futuro, tú tampoco lo vas a tener”.
En su opinión, el “populismo” en Europa propone una “trinidad” con la que atrae a estos lugares que no importan: “Un discurso antiélite, un discurso antiinmigrantes y un discurso antieuropeo”. Los tres vectores generan un pensamiento binario: la idea del “nosotros frente a ellos”, fácil de comprender, en lugar de abordar los verdaderos retos que plantean la globalización, las migraciones, las economías de plataforma, la precarización del empleo, la tecnologización… “Estamos dejando problemas muy complejos que requieren un gran nivel de coordinación en manos de profetas que venden soluciones muy simples”. Y alerta de que este descontento generalizado y en especial “con la política y la democracia” es “el cóctel perfecto para que líderes de corte mesiánico se aprovechen, lleguen al poder y transformen la sociedad”.
Datos contra los bulos
Desde su origen, Vox difunde numerosas afirmaciones que no se sustentan con datos y hechos probados. A continuación, algún ejemplo.
1. Inmigración
Ningún migrante recibe dinero por el hecho de llegar a España. Sí reciben atención humanitaria básica, regulada en el Real Decreto 441/2007. Tampoco optan a ayudas antes que un español. Estas se conceden por criterios objetivos en función de la renta y el grado de vulnerabilidad, con independencia del origen. Toda persona con residencia legal puede optar a las prestaciones de la Seguridad Social, según la Ley de Extranjería y siguiendo el principio de no discriminación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que España asume en la Constitución.
2. Seguridad.
España era en 2017 el tercer país más seguro de Europa, según Eurostat. Entre 2008 y 2018 la tasa de criminalidad se ha reducido de 51,9 a 44,1 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, según el Ministerio del Interior. En ese periodo el porcentaje de extranjeros en España ha pasado del 11,3% al 10,1%, según el INE.
3. Cambio climático.
Existe consenso científico sobre la causa antropogénica del calentamiento global. Los estudios más fiables los elabora el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, organismo científico auspiciado por la ONU.
4. Violencia de género.
El convenio de Estambul, ratificado por España, la ONU y la legislación española reconocen la existencia de una violencia específica contra las mujeres, y por tanto distinta de la doméstica. Las condenas por denuncias falsas en casos de violencia de género rondan el 0,01% del total, según la Fiscalía General del Estado. Según el CGPJ, un 70% de las sentencias sobre violencia de género acabaron en condena en 2018; el 75% de los condenados por delitos sexuales en 2017 eran españoles.
https://elpais.com/elpais/eps.html
En su opinión, el “populismo” en Europa propone una “trinidad” con la que atrae a estos lugares que no importan: “Un discurso antiélite, un discurso antiinmigrantes y un discurso antieuropeo”. Los tres vectores generan un pensamiento binario: la idea del “nosotros frente a ellos”, fácil de comprender, en lugar de abordar los verdaderos retos que plantean la globalización, las migraciones, las economías de plataforma, la precarización del empleo, la tecnologización… “Estamos dejando problemas muy complejos que requieren un gran nivel de coordinación en manos de profetas que venden soluciones muy simples”. Y alerta de que este descontento generalizado y en especial “con la política y la democracia” es “el cóctel perfecto para que líderes de corte mesiánico se aprovechen, lleguen al poder y transformen la sociedad”.
Datos contra los bulos
Desde su origen, Vox difunde numerosas afirmaciones que no se sustentan con datos y hechos probados. A continuación, algún ejemplo.
1. Inmigración
Ningún migrante recibe dinero por el hecho de llegar a España. Sí reciben atención humanitaria básica, regulada en el Real Decreto 441/2007. Tampoco optan a ayudas antes que un español. Estas se conceden por criterios objetivos en función de la renta y el grado de vulnerabilidad, con independencia del origen. Toda persona con residencia legal puede optar a las prestaciones de la Seguridad Social, según la Ley de Extranjería y siguiendo el principio de no discriminación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que España asume en la Constitución.
2. Seguridad.
España era en 2017 el tercer país más seguro de Europa, según Eurostat. Entre 2008 y 2018 la tasa de criminalidad se ha reducido de 51,9 a 44,1 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, según el Ministerio del Interior. En ese periodo el porcentaje de extranjeros en España ha pasado del 11,3% al 10,1%, según el INE.
3. Cambio climático.
Existe consenso científico sobre la causa antropogénica del calentamiento global. Los estudios más fiables los elabora el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, organismo científico auspiciado por la ONU.
4. Violencia de género.
El convenio de Estambul, ratificado por España, la ONU y la legislación española reconocen la existencia de una violencia específica contra las mujeres, y por tanto distinta de la doméstica. Las condenas por denuncias falsas en casos de violencia de género rondan el 0,01% del total, según la Fiscalía General del Estado. Según el CGPJ, un 70% de las sentencias sobre violencia de género acabaron en condena en 2018; el 75% de los condenados por delitos sexuales en 2017 eran españoles.
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viernes, 28 de febrero de 2020
Qué aprender de Kirk Douglas
Ha fallecido Kirk Douglas, uno de los últimos clásicos de los años dorados de Hollywood. Tenía 103 años; mucho tiempo en el que habrá cabida para todo tipo de gestos, pero hoy quería fijarme en uno en especial, uno que deberíamos abrazar en los tiempos que corren si no queremos que se impongan otros más oscuros. El punto de partida de la lección de Douglas está en la película Espartaco.
El largometraje en la que Douglas encarna a un esclavo que lucha contra los romanos por su libertad se basa en una novela de Howard Fast publicada nueve años antes del estreno de la cinta dirigida por Stanley Kubrick en 1960. La adaptación del guión fue realizada por Dalton Trumb, incluido en la lista negra de los diez de Hollywood. Así se conocía al listado confeccionado durante la caza de brujas contra el comunismo emprendida por el senador Joseph McCarthy y su infame Comité de Actividades Antiamericanas (House of Un-american Activities Committee, HUAC).
A pesar del miedo, de las amenazas y de las represalias, Douglas jamás cedió a ellas y apoyó en todo momento el mantenimiento de Dalton en el equipo de la película, así como su aparición en los créditos. Una auténtica provocación para el mccarthismo que, probablemente, le costó no ganar un solo Óscar en toda su carrera, con la excepción del honorífico en 1996. Douglas debió de pensar que sus principios valían más que la estatuilla dorada.
Aquel gesto es un ejemplo que podríamos trasladar a la época actual, en la que la tibieza, las equidistancias y, en resumen, la cobardía pueden dar alas a ideologías reñidas con la democracia y las libertades civiles que tanto trabajo y sacrificio costó conseguir. En la actualidad es importante dar un paso adelante, enfrentar esas posturas que pretenden imponer la sinrazón, la censura, la opresión.
Afortunadamente hay personas como Kirk Douglas pero, como él, pagan un alto precio por ello. Amenazas de muerte, insultos, campañas de desprestigio, querellas criminales y pérdidas de oportunidades laborales se suceden con todas estas personas que no se doblegan en su defensa de las libertades. Seguramente, esas personas vivirían de manera mucho más desahogada si se entregaran a la tibieza… más desahogada económicamente pero, al mismo tiempo, sin aire, asfixiadas porque traicionar a sus principios priva de aire puro.
Al otro lado, se encuentran quienes viven en ese espacio cómodo de equidistancia que, a la postre, se benefician del sacrificio de los Kirk Douglas, que cuando están con ellos se ponen gallitos para, después, agachar la cabeza, sino adular, a quienes pretenden llevarnos a tiempos pretéritos. Ni siquiera se pueden comparar con aquellos terratenientes que mandaban a cada hijo con un bando en guerra para, en cualquier caso, estar a bien con el vencedor. En aquellos casos, sacrificaban algo querido, pero los amantes de la tibieza no sacrifican nada apreciado, pues hace tiempo que perdieron su dignidad, incluso, quienes se amparan en sus circunstancias personales.
Douglas ha llegado a los 103 años y ya en sus 90 no dejó de dar guerra, convirtiéndose en estrella de MySpace , reclamando a presidentes que Estados Unidos emitiera una disculpa formal a la comunidad negra por la esclavitud, luchando por l@s más jóvenes… Va a resultar que ser fiel a los principios puede alargar la vida pero, claro, para eso es preciso tener principios y, hoy en día, hay demasiada gente que no los tiene.
@dbollero
Fuente: https://blogs.publico.es/david-bollero/2020/02/06/que-aprender-de-kirk-douglas/
jueves, 27 de febrero de 2020
_- El relator de la ONU: “Los políticos españoles han fallado a las personas que viven en la pobreza” Philip Alston, el experto en derechos humanos de Naciones Unidas, criticó duramente la "mentalidad burocrática", los altos precios de la vivienda y la desigualdad educativa
_- “Los políticos han fallado a las personas que viven en la pobreza. Y los derechos sociales rara vez se toman en serio”, sentenció Philip Alston, el relator especial de la ONU sobre extrema pobreza y derechos humanos en la presentación este viernes del informe sobre la exclusión social en España. El australiano, que lleva dos semanas viajando por el país para conocer de primera mano la realidad de los más vulnerables, criticó duramente la pobreza generalizada, las altas tasas de desempleo y el sistema educativo segregado “cada vez más anacrónico”. Además, lamentó la mentalidad burocrática tan arraigada en España que “arrastra deliberadamente” a un gran número de personas a la pobreza. El experto en derechos humanos afirmó que las políticas de recuperación de la crisis "solo han beneficiado a las empresas y los ricos”.
En 2018, el 26,1% de la población en España, y el 29,5% de los niños, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social, según cita el informe. Más del 55% experimentó algún grado de dificultad para llegar a fin de mes y el 5,4% sufrió privación material severa. Alston ha insistido también en la elevada tasa de desempleo (13,7%), más del doble de la media de la Unión Europea. “El único aspecto positivo”, añadió el relator, “es que el nuevo Gobierno de coalición está firmemente comprometido con lograr la justicia social, pero los desafíos son grandes”.
“La palabra que he escuchado con mayor frecuencia en las últimas dos semanas es ‘abandonados’”, espetó el relator, quien lleva casi dos semanas en España acercándose a la realidad de las personas en exclusión social. Aterrizó el pasado 27 de enero y ha viajado por Madrid, Galicia, País Vasco, Extremadura, Andalucía y Cataluña. Se ha reunido con personas sin hogar, con familias que sufren pobreza energética, con trabajadoras domésticas inmigrantes o familias con niños en situación de vulnerabilidad. “He visitado barrios pobres con condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes llevan años viviendo sin ninguna mejora en su situación”. Además, ha mantenido encuentros con activistas, académicos y representantes del Gobierno y de las comunidades autónomas.
El informe señala la “discriminación estructural” y “tasas de pobreza desproporcionadamente altas” que sufre la gran comunidad gitana en España. Asimismo, critica el olvido en las políticas actuales que sufren mujeres, habitantes en zonas rurales, inmigrantes trabajadoras domésticas y personas con discapacidad.
Este ha sido el último viaje del mandato de Alston, que comenzó en 2014 y finalizará este año. Es un experto independiente que, pese a no cobrar un sueldo de Naciones Unidas, tiene como labor examinar la desigualdad y la pobreza para el organismo. Su informe final, que no es vinculante, se presentará en junio de 2020. España es el tercer gran país occidental que visita. Normalmente realiza dos al año. También ha estado en Estados Unidos y en Reino Unido, donde emitió contundentes informes sobre las carencias de las políticas sociales. También ha viajado a Chile, Rumanía, Ghana, Arabia Saudí… Su anterior visita fue a Malasia. El relator especial presentará su informe final ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en junio de 2020.
Alston, profesor en la Universidad de Nueva York y experto en derechos humanos, comienza a investigar los países sobre los que emite conclusiones mucho antes de viajar. Antes de aterrizar en Madrid, había realizado más de 60 entrevistas telefónicas y examinado 40 aportaciones por escrito de personas afectadas por la pobreza, organizaciones sociales y del mundo académico. Cuando elije un país, envía una solicitud y debe recibir una invitación formal del Gobierno antes de comenzar a trabajar. Antes de llegar a España, aseguró que su visita le parecía “una oportunidad” para recomendar la mejor manera en que el Ejecutivo puede apoyar a las personas en situación de pobreza.
https://elpais.com/sociedad/2020/02/07/actualidad/1581076697_951659.html
En 2018, el 26,1% de la población en España, y el 29,5% de los niños, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social, según cita el informe. Más del 55% experimentó algún grado de dificultad para llegar a fin de mes y el 5,4% sufrió privación material severa. Alston ha insistido también en la elevada tasa de desempleo (13,7%), más del doble de la media de la Unión Europea. “El único aspecto positivo”, añadió el relator, “es que el nuevo Gobierno de coalición está firmemente comprometido con lograr la justicia social, pero los desafíos son grandes”.
“La palabra que he escuchado con mayor frecuencia en las últimas dos semanas es ‘abandonados’”, espetó el relator, quien lleva casi dos semanas en España acercándose a la realidad de las personas en exclusión social. Aterrizó el pasado 27 de enero y ha viajado por Madrid, Galicia, País Vasco, Extremadura, Andalucía y Cataluña. Se ha reunido con personas sin hogar, con familias que sufren pobreza energética, con trabajadoras domésticas inmigrantes o familias con niños en situación de vulnerabilidad. “He visitado barrios pobres con condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes llevan años viviendo sin ninguna mejora en su situación”. Además, ha mantenido encuentros con activistas, académicos y representantes del Gobierno y de las comunidades autónomas.
El informe señala la “discriminación estructural” y “tasas de pobreza desproporcionadamente altas” que sufre la gran comunidad gitana en España. Asimismo, critica el olvido en las políticas actuales que sufren mujeres, habitantes en zonas rurales, inmigrantes trabajadoras domésticas y personas con discapacidad.
Este ha sido el último viaje del mandato de Alston, que comenzó en 2014 y finalizará este año. Es un experto independiente que, pese a no cobrar un sueldo de Naciones Unidas, tiene como labor examinar la desigualdad y la pobreza para el organismo. Su informe final, que no es vinculante, se presentará en junio de 2020. España es el tercer gran país occidental que visita. Normalmente realiza dos al año. También ha estado en Estados Unidos y en Reino Unido, donde emitió contundentes informes sobre las carencias de las políticas sociales. También ha viajado a Chile, Rumanía, Ghana, Arabia Saudí… Su anterior visita fue a Malasia. El relator especial presentará su informe final ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en junio de 2020.
Alston, profesor en la Universidad de Nueva York y experto en derechos humanos, comienza a investigar los países sobre los que emite conclusiones mucho antes de viajar. Antes de aterrizar en Madrid, había realizado más de 60 entrevistas telefónicas y examinado 40 aportaciones por escrito de personas afectadas por la pobreza, organizaciones sociales y del mundo académico. Cuando elije un país, envía una solicitud y debe recibir una invitación formal del Gobierno antes de comenzar a trabajar. Antes de llegar a España, aseguró que su visita le parecía “una oportunidad” para recomendar la mejor manera en que el Ejecutivo puede apoyar a las personas en situación de pobreza.
https://elpais.com/sociedad/2020/02/07/actualidad/1581076697_951659.html
miércoles, 26 de febrero de 2020
_- Bombardeo en Dresde: la "tormenta de fuego" que arrasó la ciudad alemana hace 75 años y se volvió la "vergüenza" de los aliados.
_- Era una noche clara, fría e invernal en la ciudad alemana de Dresde cuando pasadas las 9 de la noche las sirenas de alerta temprana comenzaron a aullar.
Como de costumbre, sus habitantes se dirigieron a los sótanos de sus casas o a los pocos bunkers que había disponibles para refugiarse. Era casi parte de su rutina. Una rutina que varias ciudades de Alemania venían experimentando desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en 1939.
Pero esa noche del 13 de febrero de 1945 sería distinta; esta vez, no se trataba de un ataque más.
Sin siquiera imaginarlo, los habitantes de Dresde serían las víctimas de uno de los ataques más crudos y mortales perpetrados por los aliados, específicamente por la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos (USAAF).
A la mañana siguiente, los norteamericanos remataron la embestida con más de 300 bombardeos sobre la ciudad, arrasando con lo poco que había quedado en pie la noche anterior.
1.800 toneladas de bombas explosivas y de material incendiario fueron lanzadas sobre la capital sajona entre las 10 de la noche y la 1:00 de la madrugada. El ataque, que se dividió en dos pasadas consecutivas de 20 minutos cada una, reventó casas y edificios, dejando la ciudad reducida a escombros y cenizas.
Más de 25.000 personas murieron en los ataques sobre Dresde. Muchos de ellos, asfixiados por el fuego.
Fue una verdadera "tormenta de fuego" que desencadenó la muerte de al menos 25.000 personas y que muchos historiadores han calificado de innecesaria y cruel.
Incluso el entonces primer ministro británico, Winston Churchill, expresó dudas inmediatamente después del ataque.
"Me parece que ha llegado el momento en que debería revisarse la cuestión del bombardeo de ciudades alemanas simplemente por aumentar el terror, aunque bajo otros pretextos", escribió.
"La destrucción de Dresde es un serio interrogante contra la conducta de los aliados".
Pero ¿qué llevó a los aliados a ejecutar tan brutal operación?
Una ciudad militar estratégica. Operación trueno.
Así se llamaba el plan del alto mando de los aliados creado en 1944 para atacar por aire varias ciudades de Alemania: Berlín, Chemnitz, Leipzig y Dresde eran parte de los objetivos militares.
Aviones de la RAF británica lanzaron toneladas de bombas explosivas y de material incendiario. Hasta antes de la guerra, Dresde era conocida como la "Florencia alemana" (o la "Florencia del Elba") debido a su rica vida cultural con numerosas colecciones de arte, iglesias barrocas y pequeños callejones. Era, además, un verdadero semillero de arquitectos visionarios, pintores modernistas, compositores y escritores.
Con la llegada de Adolf Hitler al poder, la ciudad -situada cerca de las fronteras polaca y checa- pasó a formar parte de lo más profundo de la Alemania nazi, adoptando rápidamente sus políticas nacionalistas.
Una imagen en color de Dresde en 1900, cuando ya era una de las capitales culturales de Europa.
Los jóvenes, por ejemplo, estaban obligados a participar de las "Juventudes Hitlerianas".
El escritor británico Sinclair McKay relata en detalle los acontecimientos que rodearon la embestida en su libro "Dresde 1945, fuego y oscuridad". Según él, a principios de febrero de 1945 quedaban 198 judíos en la ciudad. Antes de la llegada de los nazis, había más de 6.000.
Los pocos judíos que resistían en Dresde, no podían ejercer sus profesiones y fueron apartados de la sociedad con insólitas ordenanzas municipales como la prohibición de utilizar los tranvías o comprar flores y helados.
En forma paralela, la ciudad se convirtió en uno de los centros ferroviarios más importantes de la Alemania nazi. El transporte de los prisioneros a los campos de exterminio y el de las tropas pasaba por ahí.
Además, fue una zona industrial clave para el Reich, abasteciendo de importante material militar al ejército alemán. Decenas de fábricas proporcionaron municiones, piezas de aviones y otros suministros para el esfuerzo de guerra nazi.
Aún así, Dresde era de las pocas ciudades grandes de Alemania que aún no había sido víctima de grandes ataques. Por lo mismo, muchos intuían que podía ser un blanco fácil para los aliados.
Tal como McKay dice en su libro, "todos los habitantes de Dresde sabían que la ciudad atraía cada vez más la atención del enemigo".
Sin embargo, Sinclair es claro al afirmar que era muy difícil prever un ataque de la magnitud de la "tormenta de fuego". "Para la población civil alemana debió ser difícil de imaginar una destrucción mayor que la causada hasta entonces", escribe.
Cayeron sobre la ciudad 1.800 toneladas de explosivos.
Destrucción total
En 1944, los jefes aéreos de Reino Unido y de Estados Unidos decidieron que un ataque a Dresde podría ayudar a sus aliados soviéticos, deteniendo los movimientos de tropas nazis pero también interrumpiendo las evacuaciones alemanas desde el este.
A esas alturas, los bombarderos de la RAF sobre ciudades alemanas habían aumentado en tamaño y potencia después de más de cinco años de guerra.
De esta manera, los aviones transportaban una mezcla de bombas de alto poder explosivo e incendiarias que tenían como objetivo destruir edificios y luego incendiar sus restos, causando más destrucción.
Los ataques anteriores habían aniquilado ciudades alemanas enteras. En julio de 1943, bajo el nombre de "Operación Gomorra", se destruyó la ciudad de Hamburgo casi por completo.
En tierra, la gente intentó escapar de las llamas. Muchos, sin embargo, no lo lograron. Siguiendo el mismo operativo, 800 aviones de la RAF volaron a Dresde la noche del 13 de febrero de 1945. En solo 25 minutos, los aviones británicos lanzaron más de 1.800 toneladas de bombas.
En tierra, los habitantes intentaban refugiarse sin éxito. La primera oleada de bombas dejó a la ciudad sin electricidad. Entonces algunos salieron de su escondite justo cuando la segunda oleada los golpeó nuevamente.
La gente caía muerta mientras otros huían de las llamas. La testigo presencial Margaret Freyer describió una cruda escena de una mujer con su bebé: "Ella corre, se cae y el niño vuela hacia el fuego... La mujer permanece tendida en el suelo, completamente quieta".
Kurt Vonnegut sobrevivió al bombardeo como prisionero de guerra en Dresde. "Dresde fue una gran llamarada. La llama destruyó todo lo orgánico, todo lo que pudiera quemarse", escribió en su libro Slaughterhouse-Five ("Matadero Cinco").
Después del ataque, Vonnegut dijo que el área que lo rodeaba se parecía a la luna. "(No había) nada más que minerales. Las piedras estaban calientes. Todos los demás en el vecindario estaban muertos", indicó.
Un ataque controvertido
La Alemania nazi usó inmediatamente el bombardeo para atacar a los aliados, afirmando que Dresde no tenía una industria de guerra y era solo una ciudad de cultura. Aunque las autoridades locales dijeron que unas 25.000 personas murieron, los nazis afirmaron que 200.000 civiles fueron asesinados.
En Reino Unido, Dresde era conocida como un destino turístico, y algunos parlamentarios y figuras públicas cuestionaron el valor del ataque. Un artículo publicado en aquella época por la agencia de noticias Associated Press dijo que los aliados estaban llevando a cabo bombardeos terroristas, propagando aún más la alarma.
Sin embargo, los planificadores militares de Reino Unido y de Estados Unidos insistieron en que el ataque estaba estratégicamente justificado, de la misma manera que los embates contra otras ciudades alemanas, al interrumpir la industria, destruir las casas de los trabajadores y el transporte en Alemania. Incluso el entonces primer ministro británico, Winston Churchill, expresó dudas inmediatamente después del ataque sobre Dresde.
Aun así, durante décadas se ha debatido y analizado la crudeza de su destrucción.
Un informe estadounidense de 1953 sobre el bombardeo concluyó que se destruyó o dañó severamente el 23% de los edificios industriales de la ciudad y al menos el 50% de sus edificios residenciales. Pero Dresde era "un objetivo militar legítimo", según el informe, y el ataque no contravino "las políticas de bombardeo establecidas".
Cómo los británicos lograron esconder sus tesoros artísticos de Hitler Con todo, los historiadores se preguntan si la destrucción de las ciudades alemanas obstaculizó el esfuerzo de la guerra nazi o simplemente causó la muerte de civiles, especialmente hacia el final de la guerra.
A diferencia de una invasión como la del Día D, es más difícil cuantificar cuánto ayudaron estos ataques a ganar la guerra.
Algunos argumentan que es una falla moral para los aliados, o incluso un crimen de guerra.
Setenta y cinco años después, el bombardeo de Dresde sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la Segunda Guerra Mundial.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51475999
P.D.: No diría que es un episodio "polémico", "controvertido", "falla moral", o "vergonzoso", para mi dadas las circunstancias y la injustificada utilidad táctica y estratégica del bombardeo junto a encontrarse la ciudad en ese momento rodeada por el ejército soviético y llena de refugiados, mujeres, niños y mayores no combatientes, fue un crimen de guerra. Pero los ejecutores ganaron la guerra y, los que ganan las guerras, escriben la Historia.
Como de costumbre, sus habitantes se dirigieron a los sótanos de sus casas o a los pocos bunkers que había disponibles para refugiarse. Era casi parte de su rutina. Una rutina que varias ciudades de Alemania venían experimentando desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en 1939.
Pero esa noche del 13 de febrero de 1945 sería distinta; esta vez, no se trataba de un ataque más.
Sin siquiera imaginarlo, los habitantes de Dresde serían las víctimas de uno de los ataques más crudos y mortales perpetrados por los aliados, específicamente por la Real Fuerza Aérea Británica (RAF) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos (USAAF).
A la mañana siguiente, los norteamericanos remataron la embestida con más de 300 bombardeos sobre la ciudad, arrasando con lo poco que había quedado en pie la noche anterior.
1.800 toneladas de bombas explosivas y de material incendiario fueron lanzadas sobre la capital sajona entre las 10 de la noche y la 1:00 de la madrugada. El ataque, que se dividió en dos pasadas consecutivas de 20 minutos cada una, reventó casas y edificios, dejando la ciudad reducida a escombros y cenizas.
Más de 25.000 personas murieron en los ataques sobre Dresde. Muchos de ellos, asfixiados por el fuego.
Fue una verdadera "tormenta de fuego" que desencadenó la muerte de al menos 25.000 personas y que muchos historiadores han calificado de innecesaria y cruel.
Incluso el entonces primer ministro británico, Winston Churchill, expresó dudas inmediatamente después del ataque.
"Me parece que ha llegado el momento en que debería revisarse la cuestión del bombardeo de ciudades alemanas simplemente por aumentar el terror, aunque bajo otros pretextos", escribió.
"La destrucción de Dresde es un serio interrogante contra la conducta de los aliados".
Pero ¿qué llevó a los aliados a ejecutar tan brutal operación?
Una ciudad militar estratégica. Operación trueno.
Así se llamaba el plan del alto mando de los aliados creado en 1944 para atacar por aire varias ciudades de Alemania: Berlín, Chemnitz, Leipzig y Dresde eran parte de los objetivos militares.
Aviones de la RAF británica lanzaron toneladas de bombas explosivas y de material incendiario. Hasta antes de la guerra, Dresde era conocida como la "Florencia alemana" (o la "Florencia del Elba") debido a su rica vida cultural con numerosas colecciones de arte, iglesias barrocas y pequeños callejones. Era, además, un verdadero semillero de arquitectos visionarios, pintores modernistas, compositores y escritores.
Con la llegada de Adolf Hitler al poder, la ciudad -situada cerca de las fronteras polaca y checa- pasó a formar parte de lo más profundo de la Alemania nazi, adoptando rápidamente sus políticas nacionalistas.
Una imagen en color de Dresde en 1900, cuando ya era una de las capitales culturales de Europa.
Los jóvenes, por ejemplo, estaban obligados a participar de las "Juventudes Hitlerianas".
El escritor británico Sinclair McKay relata en detalle los acontecimientos que rodearon la embestida en su libro "Dresde 1945, fuego y oscuridad". Según él, a principios de febrero de 1945 quedaban 198 judíos en la ciudad. Antes de la llegada de los nazis, había más de 6.000.
Los pocos judíos que resistían en Dresde, no podían ejercer sus profesiones y fueron apartados de la sociedad con insólitas ordenanzas municipales como la prohibición de utilizar los tranvías o comprar flores y helados.
En forma paralela, la ciudad se convirtió en uno de los centros ferroviarios más importantes de la Alemania nazi. El transporte de los prisioneros a los campos de exterminio y el de las tropas pasaba por ahí.
Además, fue una zona industrial clave para el Reich, abasteciendo de importante material militar al ejército alemán. Decenas de fábricas proporcionaron municiones, piezas de aviones y otros suministros para el esfuerzo de guerra nazi.
Aún así, Dresde era de las pocas ciudades grandes de Alemania que aún no había sido víctima de grandes ataques. Por lo mismo, muchos intuían que podía ser un blanco fácil para los aliados.
Tal como McKay dice en su libro, "todos los habitantes de Dresde sabían que la ciudad atraía cada vez más la atención del enemigo".
Sin embargo, Sinclair es claro al afirmar que era muy difícil prever un ataque de la magnitud de la "tormenta de fuego". "Para la población civil alemana debió ser difícil de imaginar una destrucción mayor que la causada hasta entonces", escribe.
Cayeron sobre la ciudad 1.800 toneladas de explosivos.
Destrucción total
En 1944, los jefes aéreos de Reino Unido y de Estados Unidos decidieron que un ataque a Dresde podría ayudar a sus aliados soviéticos, deteniendo los movimientos de tropas nazis pero también interrumpiendo las evacuaciones alemanas desde el este.
A esas alturas, los bombarderos de la RAF sobre ciudades alemanas habían aumentado en tamaño y potencia después de más de cinco años de guerra.
De esta manera, los aviones transportaban una mezcla de bombas de alto poder explosivo e incendiarias que tenían como objetivo destruir edificios y luego incendiar sus restos, causando más destrucción.
Los ataques anteriores habían aniquilado ciudades alemanas enteras. En julio de 1943, bajo el nombre de "Operación Gomorra", se destruyó la ciudad de Hamburgo casi por completo.
En tierra, la gente intentó escapar de las llamas. Muchos, sin embargo, no lo lograron. Siguiendo el mismo operativo, 800 aviones de la RAF volaron a Dresde la noche del 13 de febrero de 1945. En solo 25 minutos, los aviones británicos lanzaron más de 1.800 toneladas de bombas.
En tierra, los habitantes intentaban refugiarse sin éxito. La primera oleada de bombas dejó a la ciudad sin electricidad. Entonces algunos salieron de su escondite justo cuando la segunda oleada los golpeó nuevamente.
La gente caía muerta mientras otros huían de las llamas. La testigo presencial Margaret Freyer describió una cruda escena de una mujer con su bebé: "Ella corre, se cae y el niño vuela hacia el fuego... La mujer permanece tendida en el suelo, completamente quieta".
Kurt Vonnegut sobrevivió al bombardeo como prisionero de guerra en Dresde. "Dresde fue una gran llamarada. La llama destruyó todo lo orgánico, todo lo que pudiera quemarse", escribió en su libro Slaughterhouse-Five ("Matadero Cinco").
Después del ataque, Vonnegut dijo que el área que lo rodeaba se parecía a la luna. "(No había) nada más que minerales. Las piedras estaban calientes. Todos los demás en el vecindario estaban muertos", indicó.
Un ataque controvertido
La Alemania nazi usó inmediatamente el bombardeo para atacar a los aliados, afirmando que Dresde no tenía una industria de guerra y era solo una ciudad de cultura. Aunque las autoridades locales dijeron que unas 25.000 personas murieron, los nazis afirmaron que 200.000 civiles fueron asesinados.
En Reino Unido, Dresde era conocida como un destino turístico, y algunos parlamentarios y figuras públicas cuestionaron el valor del ataque. Un artículo publicado en aquella época por la agencia de noticias Associated Press dijo que los aliados estaban llevando a cabo bombardeos terroristas, propagando aún más la alarma.
Sin embargo, los planificadores militares de Reino Unido y de Estados Unidos insistieron en que el ataque estaba estratégicamente justificado, de la misma manera que los embates contra otras ciudades alemanas, al interrumpir la industria, destruir las casas de los trabajadores y el transporte en Alemania. Incluso el entonces primer ministro británico, Winston Churchill, expresó dudas inmediatamente después del ataque sobre Dresde.
Aun así, durante décadas se ha debatido y analizado la crudeza de su destrucción.
Un informe estadounidense de 1953 sobre el bombardeo concluyó que se destruyó o dañó severamente el 23% de los edificios industriales de la ciudad y al menos el 50% de sus edificios residenciales. Pero Dresde era "un objetivo militar legítimo", según el informe, y el ataque no contravino "las políticas de bombardeo establecidas".
Cómo los británicos lograron esconder sus tesoros artísticos de Hitler Con todo, los historiadores se preguntan si la destrucción de las ciudades alemanas obstaculizó el esfuerzo de la guerra nazi o simplemente causó la muerte de civiles, especialmente hacia el final de la guerra.
A diferencia de una invasión como la del Día D, es más difícil cuantificar cuánto ayudaron estos ataques a ganar la guerra.
Algunos argumentan que es una falla moral para los aliados, o incluso un crimen de guerra.
Setenta y cinco años después, el bombardeo de Dresde sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la Segunda Guerra Mundial.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51475999
P.D.: No diría que es un episodio "polémico", "controvertido", "falla moral", o "vergonzoso", para mi dadas las circunstancias y la injustificada utilidad táctica y estratégica del bombardeo junto a encontrarse la ciudad en ese momento rodeada por el ejército soviético y llena de refugiados, mujeres, niños y mayores no combatientes, fue un crimen de guerra. Pero los ejecutores ganaron la guerra y, los que ganan las guerras, escriben la Historia.
lunes, 24 de febrero de 2020
Antonio Gamoneda: “Todo hambriento es un microeconomista”
El poeta leonés vuelve a la posguerra con 'La pobreza', segunda entrega de sus memorias. Huérfano de padre, entró como recadero en un banco a los 14 años y militó en la lucha antifranquista. La censura le prohibió un libro y se pasó dos décadas sin publicar. En 2006 ganó el Premio Cervantes
En el estudio de Antonio Gamoneda se oye el reloj de la catedral y desde la ventana que da al jardín de su casa se ven “los únicos árboles del barrio”: un lauceraso de más de 100 años cuyo fruto, una especie de cereza negra, envenena a los pájaros incautos que acuden a picotearla. A su lado, un castaño de Indias igual de viejo y un lilo plantado por el propio poeta. Gamoneda nació en Oviedo hace 88 años, pero lleva 85 en León. Temprano huérfano de padre, dejó Asturias porque a su madre le recomendaron un clima seco que mitigase sus continuos ataques de asma. Él fuma tabaco de liar Manitou —“el que mata”— y tiene un par de cajas en la mesa, pero aparta el cenicero para las fotos: “Es poco cívico”.
El día 1 de junio de 1945, con 14 años recién cumplidos y “autoexpulsado” del colegio de los agustinos, entró a trabajar como recadero en el Banco Mercantil: “Jornada doble. 80 horas semanales, 89 pesetas de sueldo”. Ese momento es el elegido por el premio Cervantes de 2006 para dar comienzo a la narración en La pobreza, el volumen de memorias que se publica la semana que viene y que retoma su vida donde la dejó en Un armario lleno de sombra, publicado en 2009.
En un pasaje del nuevo libro describe la multitud de objetos que lo rodean: arañas y escorpiones fósiles, ópalos y turmalinas, una lágrima volcánica, cuadros y dibujos de amigos, dos fotos de sus padres y una de Emily Dickinson —el retrato de su esposa, Angelines, a la que llama “mi chica”, ocupa el fondo de pantalla del ordenador— , el reloj de pared de su madre —“parado hace 35 años”—, la bicicleta estática —“hace tres que no me subo”— y miles de libros perfectamente ordenados: todo Valle-Inclán, tratados de drogas y venenos y la historia de los heterodoxos de Menéndez Pelayo —“qué divertido es”— a su espalda. En la galería contigua, historia de las religiones, literatura catalana, gallega y portuguesa y un escueto estante con sus propios libros. El más voluminoso de todos está reencuadernado a las bravas con cartón gris de caja de zapatos y cinta americana marrón: se trata de Esta luz, su poesía reunida, publicada, como las memorias, por Galaxia Gutenberg.
La pobreza es un retrato de la posguerra española y de la lucha antifranquista a la vez que una reflexión sobre la capacidad de la escritura para atrapar el pasado. También un libro de viajes en el que se habla mucho de comida. “Muy propio”, dice su autor, “de un niño que ha pasado hambre”.
Antonio Gamoneda, este lunes en su casa de León. CARLOS ROSILLO
PREGUNTA. Usted habla de cultura de la pobreza, ¿existe?
RESPUESTA. Sí. No es invisible pero está invisibilizada. No es lo mismo conocer la pobreza objetivamente, como un sociólogo o un antropólogo, que vivirla desde dentro. No es igual el pobre que el que se solidariza con el pobre. No digo que sea mejor ni peor, digo que es distinto. Por eso digo también que las hambres históricas modifican para siempre el pensamiento de los hambrientos.
P. ¿El hambre modificó el suyo?
R. Yo nací a la conciencia con el hambre. Estaba en mi casa y estaba en la calle por la Guerra Civil, en los cupones de racionamiento y en las filas de mujeres golpeadas por la policía mientras hacían cola para conseguir cualquier porquería. Para mí era un hecho natural, horriblemente natural. Yo dejé de pasar hambre y mis hijas no la pasaron, pero todavía reconozco a los que la pasaron, a los que fueron como yo.
P. En Un armario lleno de sombra cuenta cómo marcó su infancia el hecho de que lo señalaran como pobre.
R. Fue en el colegio de los agustinos: se rieron de mí porque no tenía zapatos para el invierno y mi madre había rebajado para mí el tacón de unos de mi abuela. Aquello fue una mordedura para un chiquillo. Mucho más que las inclinaciones pederastas de los frailes o la división de los alumnos entre los distinguidos, los de clase media y los objeto de la supuesta caridad, nosotros. En ese momento me boté del colegio y dejé de ir…
P. Dejó de ir y quiso quemarlo…
R. Digamos que tuve una “expansión violenta” de la personalidad. Para pena de mi madre, a la que quería muchísimo y a la que mataba a disgustos. Yo no estaba para el manicomio, pero tenía una conducta esquizoide.
P. ¿Cómo era su madre?
R. Tenía por mí un amor exclusivo. Y nunca dejó de estar enamorada de mi padre, que murió al poco de nacer yo. Todavía la recuerdo en esta misma galería, ahí donde estás tú, en la silla de ruedas, con la cabeza ida y diciendo: “¡Cuánto tarda hoy Antonio!”.
P. A las cinco de la madrugada, cuando ella se ponía a coser, usted se iba a cargar carbón para encender la calefacción del banco. ¿Cómo recuerda la posguerra fuera de casa?
R. La resumiría en dos palabras: vigilancia y racionamiento. Pero antes que a rebelarse, la gente aspiraba a comer.
P. Sin embargo, usted terminó entrando en el partido comunista.
R. Los pobres reconocen enseguida de dónde viene lo que los oprime, saben de marxismo sin necesidad de leer un solo libro. Entienden mejor que nadie conceptos como valor o salario. Todo hambriento es un microeconomista.
P. ¿No le daba miedo la represión?
R. Claro. De eso no se libraba nadie. Pero tuve mucha suerte. Yo además temía por mi madre.
P. ¿Qué le decía ella de sus andanzas clandestinas?
R. Se imaginaba cosas pero confiaba en mí. Tenía a un chico escondido en casa y no preguntaba quién era, qué hacía allí o por qué no salía nunca a la calle.
P. ¿Luchaban por la democracia o eso es una proyección posterior?
R. Luchábamos contra la opresión, sin más. La democracia no estaba en nuestros dibujos. Y la verdad es que sigue sin estar muy dibujada.
P. Comparada con una dictadura…
R. Es verdad. Al menos formalmente. Hay menos hambre y menos hambrientos, pero los sigue habiendo. La opresión tiene hoy formas más presentables.
P. ¿Cuáles?
R. Sobre todo, el consumismo, que crea un bienestar falsificado y anestesia la conciencia.
P. ¿También a usted le desencantó la Transición?
R. Desencanto… Digamos que pensé que habría más espacios para la igualdad, la felicidad, el bienestar y las relaciones humanas.
P. Incluso el debate territorial sigue abierto. Hasta León pide ahora una autonomía propia.
R. A mí me da igual León con Castilla que sin ella. No creo en esas divisiones.
P. Pero ha firmado el manifiesto a favor de la separación.
R. Porque me lo pidió un amigo. Pero que no me pidan que lo defienda. ¿Es una división artificial? Totalmente. Ese tema me lo sé bien porque yo redacté las actas en las que se preparó la autonomía.
P. ¿Las actas?
R. Por entonces yo ya no trabajaba en el banco, sino en el área de cultura de la Diputación. Como se suponía que sabía escribir, me pidieron que asistiera a las reuniones y tomara nota. Aquello lo cocinó [Rodolfo] Martín Villa. Hay quien dice que quería una autonomía grande de voto conservador para contrapesar a los nacionalismos que dicen periféricos. Mi impresión es que se estaba preparando un feudo a medida. Para él o para algún otro. Hay que decir que tampoco le dieron mucha importancia a aquellas actas. Las tuve en el cajón durante años sin que nadie me las pidiera.
P. Pese a su compromiso antifranquista, siempre ha sido muy crítico con la poesía social.
R. Porque en poesía el realismo tiende a no ser nada. Escribir como se habla en los periódicos es muy digno, ¡pero para eso están los periódicos! Se puede ser ideológicamente progresista y estéticamente reaccionario.
P. Sin embargo, en La pobreza elogia la poesía de Ángela Figuera Aymerich.
R. Era de las buenas. Tenía un hilo más fino y más fuerte que Gabriel Celaya o que Blas de Otero.
P. ¿La poesía puede cambiar el mundo?
R. No, pero intensifica la conciencia. Y una conciencia más intensa sí puede actuar sobre las circunstancias.
P. Usted también escribió un libro de poesía comprometida: Blues castellano.
R. Sí, fue mi paso por esas cercanías, aunque no era exactamente poesía social porque debe mucho al jazz y a Nazim Hikmet. Lo echó abajo la censura diciendo que eran versos malos, ateos y resentidos. No salió hasta 1982.
Las manos de Antonio Gamoneda. CARLOS ROSILLO
P. ¿A la larga le benefició que lo censurasen?
R. A veces pienso que sí. Tal vez, si lo hubiera publicado en 1966, me habría reblandecido y acomodado. No lo sé. El caso es que luego publiqué Descripción de la mentira, que tendrá todos los defectos, pero fue para mí un escalón fuerte.
P. Pero fue casi 20 años después de su primer libro, en 1977. Ese silencio le dejó entonces fuera del canon de su generación, la del 50. ¿En algún momento pensó que se había acabado todo?
R. No. Al principio no escribía. Luego escribía pero no publicaba. Pero eso no me frustró, simplemente me di cuenta de que estaba fuera de la bolsa, fuera de las antologías. Todo me pareció natural y bien.
P. ¿Cuál es el mejor poeta de su generación?
R. Claudio Rodríguez.
P. ¿Y el más sobrevalorado?
R. Jaime Gil de Biedma. Claudio era un monstruo que con 17 años escribió una monstruosidad: Don de la ebriedad. Los dos grandes del siglo XX español son Lorca y él. Y eso que por el medio hay hasta un premio Nobel como Aleixandre. Gil de Biedma era muy inteligente, se dio cuenta de que la cosa no daba para más y dejó de escribir. Como tenía mucha personalidad, en torno a él creció el mito.
P. A usted terminó llegándole el reconocimiento. ¿Le cambió el Premio Cervantes?
R. Me cansó. Las componendas, las llamadas, los viajes. Mucha dosis.
P. Vivía en la periferia, pero en las memorias cuenta que le ofrecieron dirigir la editorial Taurus e ingresar en la RAE.
R. Lo de Taurus me hubiera obligado a vivir en Madrid. El grupo financiero Fierro había entrado en la editorial, y como yo tenía experiencia en un banco y era escritor pensaron que valdría. Como no quise, se lo dieron a Jesús Aguirre, el futuro duque de Alba. Pero fue hace 50 años. Lo de la Academia sería en 2000. Me lo ofrecieron Claudio Guillén y Víctor García de la Concha. No lo desprecio, pero ¿qué hago yo allí con mi bachillerato por libre?
P. No le gusta la palabra autodidacta.
R. No, pero qué más me da a mí aprender algo de un libro o de un señor que está en una tarima.
P. Al final ha terminado siendo doctor honoris causa por varias universidades de todo el mundo.
R. Yo soy doctor por la puerta de atrás.
P. ¿Lamenta no haber hecho eso que llaman estudios reglados?
R. Ahora no lo vivo como una desdicha, y en su momento no tenía tiempo de pensar en la desdicha. Las pérdidas no son demasiado sensibles. Pero la verdad es que me fastidia no poder leer a Virgilio en latín.
La pobreza. Antonio Gamoneda. Galaxia Gutenberg, 2020. 400 páginas. 22,50 euros. Se publica el 12 de febrero.
https://elpais.com/cultura/2020/02/07/babelia/1581091598_442947.html?rel=lom
En el estudio de Antonio Gamoneda se oye el reloj de la catedral y desde la ventana que da al jardín de su casa se ven “los únicos árboles del barrio”: un lauceraso de más de 100 años cuyo fruto, una especie de cereza negra, envenena a los pájaros incautos que acuden a picotearla. A su lado, un castaño de Indias igual de viejo y un lilo plantado por el propio poeta. Gamoneda nació en Oviedo hace 88 años, pero lleva 85 en León. Temprano huérfano de padre, dejó Asturias porque a su madre le recomendaron un clima seco que mitigase sus continuos ataques de asma. Él fuma tabaco de liar Manitou —“el que mata”— y tiene un par de cajas en la mesa, pero aparta el cenicero para las fotos: “Es poco cívico”.
El día 1 de junio de 1945, con 14 años recién cumplidos y “autoexpulsado” del colegio de los agustinos, entró a trabajar como recadero en el Banco Mercantil: “Jornada doble. 80 horas semanales, 89 pesetas de sueldo”. Ese momento es el elegido por el premio Cervantes de 2006 para dar comienzo a la narración en La pobreza, el volumen de memorias que se publica la semana que viene y que retoma su vida donde la dejó en Un armario lleno de sombra, publicado en 2009.
En un pasaje del nuevo libro describe la multitud de objetos que lo rodean: arañas y escorpiones fósiles, ópalos y turmalinas, una lágrima volcánica, cuadros y dibujos de amigos, dos fotos de sus padres y una de Emily Dickinson —el retrato de su esposa, Angelines, a la que llama “mi chica”, ocupa el fondo de pantalla del ordenador— , el reloj de pared de su madre —“parado hace 35 años”—, la bicicleta estática —“hace tres que no me subo”— y miles de libros perfectamente ordenados: todo Valle-Inclán, tratados de drogas y venenos y la historia de los heterodoxos de Menéndez Pelayo —“qué divertido es”— a su espalda. En la galería contigua, historia de las religiones, literatura catalana, gallega y portuguesa y un escueto estante con sus propios libros. El más voluminoso de todos está reencuadernado a las bravas con cartón gris de caja de zapatos y cinta americana marrón: se trata de Esta luz, su poesía reunida, publicada, como las memorias, por Galaxia Gutenberg.
La pobreza es un retrato de la posguerra española y de la lucha antifranquista a la vez que una reflexión sobre la capacidad de la escritura para atrapar el pasado. También un libro de viajes en el que se habla mucho de comida. “Muy propio”, dice su autor, “de un niño que ha pasado hambre”.
Antonio Gamoneda, este lunes en su casa de León. CARLOS ROSILLO
PREGUNTA. Usted habla de cultura de la pobreza, ¿existe?
RESPUESTA. Sí. No es invisible pero está invisibilizada. No es lo mismo conocer la pobreza objetivamente, como un sociólogo o un antropólogo, que vivirla desde dentro. No es igual el pobre que el que se solidariza con el pobre. No digo que sea mejor ni peor, digo que es distinto. Por eso digo también que las hambres históricas modifican para siempre el pensamiento de los hambrientos.
P. ¿El hambre modificó el suyo?
R. Yo nací a la conciencia con el hambre. Estaba en mi casa y estaba en la calle por la Guerra Civil, en los cupones de racionamiento y en las filas de mujeres golpeadas por la policía mientras hacían cola para conseguir cualquier porquería. Para mí era un hecho natural, horriblemente natural. Yo dejé de pasar hambre y mis hijas no la pasaron, pero todavía reconozco a los que la pasaron, a los que fueron como yo.
P. En Un armario lleno de sombra cuenta cómo marcó su infancia el hecho de que lo señalaran como pobre.
R. Fue en el colegio de los agustinos: se rieron de mí porque no tenía zapatos para el invierno y mi madre había rebajado para mí el tacón de unos de mi abuela. Aquello fue una mordedura para un chiquillo. Mucho más que las inclinaciones pederastas de los frailes o la división de los alumnos entre los distinguidos, los de clase media y los objeto de la supuesta caridad, nosotros. En ese momento me boté del colegio y dejé de ir…
P. Dejó de ir y quiso quemarlo…
R. Digamos que tuve una “expansión violenta” de la personalidad. Para pena de mi madre, a la que quería muchísimo y a la que mataba a disgustos. Yo no estaba para el manicomio, pero tenía una conducta esquizoide.
P. ¿Cómo era su madre?
R. Tenía por mí un amor exclusivo. Y nunca dejó de estar enamorada de mi padre, que murió al poco de nacer yo. Todavía la recuerdo en esta misma galería, ahí donde estás tú, en la silla de ruedas, con la cabeza ida y diciendo: “¡Cuánto tarda hoy Antonio!”.
P. A las cinco de la madrugada, cuando ella se ponía a coser, usted se iba a cargar carbón para encender la calefacción del banco. ¿Cómo recuerda la posguerra fuera de casa?
R. La resumiría en dos palabras: vigilancia y racionamiento. Pero antes que a rebelarse, la gente aspiraba a comer.
P. Sin embargo, usted terminó entrando en el partido comunista.
R. Los pobres reconocen enseguida de dónde viene lo que los oprime, saben de marxismo sin necesidad de leer un solo libro. Entienden mejor que nadie conceptos como valor o salario. Todo hambriento es un microeconomista.
P. ¿No le daba miedo la represión?
R. Claro. De eso no se libraba nadie. Pero tuve mucha suerte. Yo además temía por mi madre.
P. ¿Qué le decía ella de sus andanzas clandestinas?
R. Se imaginaba cosas pero confiaba en mí. Tenía a un chico escondido en casa y no preguntaba quién era, qué hacía allí o por qué no salía nunca a la calle.
P. ¿Luchaban por la democracia o eso es una proyección posterior?
R. Luchábamos contra la opresión, sin más. La democracia no estaba en nuestros dibujos. Y la verdad es que sigue sin estar muy dibujada.
P. Comparada con una dictadura…
R. Es verdad. Al menos formalmente. Hay menos hambre y menos hambrientos, pero los sigue habiendo. La opresión tiene hoy formas más presentables.
P. ¿Cuáles?
R. Sobre todo, el consumismo, que crea un bienestar falsificado y anestesia la conciencia.
P. ¿También a usted le desencantó la Transición?
R. Desencanto… Digamos que pensé que habría más espacios para la igualdad, la felicidad, el bienestar y las relaciones humanas.
P. Incluso el debate territorial sigue abierto. Hasta León pide ahora una autonomía propia.
R. A mí me da igual León con Castilla que sin ella. No creo en esas divisiones.
P. Pero ha firmado el manifiesto a favor de la separación.
R. Porque me lo pidió un amigo. Pero que no me pidan que lo defienda. ¿Es una división artificial? Totalmente. Ese tema me lo sé bien porque yo redacté las actas en las que se preparó la autonomía.
P. ¿Las actas?
R. Por entonces yo ya no trabajaba en el banco, sino en el área de cultura de la Diputación. Como se suponía que sabía escribir, me pidieron que asistiera a las reuniones y tomara nota. Aquello lo cocinó [Rodolfo] Martín Villa. Hay quien dice que quería una autonomía grande de voto conservador para contrapesar a los nacionalismos que dicen periféricos. Mi impresión es que se estaba preparando un feudo a medida. Para él o para algún otro. Hay que decir que tampoco le dieron mucha importancia a aquellas actas. Las tuve en el cajón durante años sin que nadie me las pidiera.
P. Pese a su compromiso antifranquista, siempre ha sido muy crítico con la poesía social.
R. Porque en poesía el realismo tiende a no ser nada. Escribir como se habla en los periódicos es muy digno, ¡pero para eso están los periódicos! Se puede ser ideológicamente progresista y estéticamente reaccionario.
P. Sin embargo, en La pobreza elogia la poesía de Ángela Figuera Aymerich.
R. Era de las buenas. Tenía un hilo más fino y más fuerte que Gabriel Celaya o que Blas de Otero.
P. ¿La poesía puede cambiar el mundo?
R. No, pero intensifica la conciencia. Y una conciencia más intensa sí puede actuar sobre las circunstancias.
P. Usted también escribió un libro de poesía comprometida: Blues castellano.
R. Sí, fue mi paso por esas cercanías, aunque no era exactamente poesía social porque debe mucho al jazz y a Nazim Hikmet. Lo echó abajo la censura diciendo que eran versos malos, ateos y resentidos. No salió hasta 1982.
Las manos de Antonio Gamoneda. CARLOS ROSILLO
P. ¿A la larga le benefició que lo censurasen?
R. A veces pienso que sí. Tal vez, si lo hubiera publicado en 1966, me habría reblandecido y acomodado. No lo sé. El caso es que luego publiqué Descripción de la mentira, que tendrá todos los defectos, pero fue para mí un escalón fuerte.
P. Pero fue casi 20 años después de su primer libro, en 1977. Ese silencio le dejó entonces fuera del canon de su generación, la del 50. ¿En algún momento pensó que se había acabado todo?
R. No. Al principio no escribía. Luego escribía pero no publicaba. Pero eso no me frustró, simplemente me di cuenta de que estaba fuera de la bolsa, fuera de las antologías. Todo me pareció natural y bien.
P. ¿Cuál es el mejor poeta de su generación?
R. Claudio Rodríguez.
P. ¿Y el más sobrevalorado?
R. Jaime Gil de Biedma. Claudio era un monstruo que con 17 años escribió una monstruosidad: Don de la ebriedad. Los dos grandes del siglo XX español son Lorca y él. Y eso que por el medio hay hasta un premio Nobel como Aleixandre. Gil de Biedma era muy inteligente, se dio cuenta de que la cosa no daba para más y dejó de escribir. Como tenía mucha personalidad, en torno a él creció el mito.
P. A usted terminó llegándole el reconocimiento. ¿Le cambió el Premio Cervantes?
R. Me cansó. Las componendas, las llamadas, los viajes. Mucha dosis.
P. Vivía en la periferia, pero en las memorias cuenta que le ofrecieron dirigir la editorial Taurus e ingresar en la RAE.
R. Lo de Taurus me hubiera obligado a vivir en Madrid. El grupo financiero Fierro había entrado en la editorial, y como yo tenía experiencia en un banco y era escritor pensaron que valdría. Como no quise, se lo dieron a Jesús Aguirre, el futuro duque de Alba. Pero fue hace 50 años. Lo de la Academia sería en 2000. Me lo ofrecieron Claudio Guillén y Víctor García de la Concha. No lo desprecio, pero ¿qué hago yo allí con mi bachillerato por libre?
P. No le gusta la palabra autodidacta.
R. No, pero qué más me da a mí aprender algo de un libro o de un señor que está en una tarima.
P. Al final ha terminado siendo doctor honoris causa por varias universidades de todo el mundo.
R. Yo soy doctor por la puerta de atrás.
P. ¿Lamenta no haber hecho eso que llaman estudios reglados?
R. Ahora no lo vivo como una desdicha, y en su momento no tenía tiempo de pensar en la desdicha. Las pérdidas no son demasiado sensibles. Pero la verdad es que me fastidia no poder leer a Virgilio en latín.
La pobreza. Antonio Gamoneda. Galaxia Gutenberg, 2020. 400 páginas. 22,50 euros. Se publica el 12 de febrero.
https://elpais.com/cultura/2020/02/07/babelia/1581091598_442947.html?rel=lom
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domingo, 23 de febrero de 2020
_- Cuando Bernie Sanders y su movimiento de masas se convierten en la «peor pesadilla» de quienes gobiernan el mundo
_- Por Yorgos Mitralias |
21/02/2020 | EE.UU.
Fuentes: Rebelión
Ahora que incluso los más escépticos e incrédulos parecen comenzar a ser -por fin- conscientes de que Bernie Sanders es un candidato muy serio a la presidencia de los Estados Unidos es tiempo de interesarse un poco en lo que hace que el contenido de su candidatura sea inédito, histórico y revolucionario, en el propio sentido del término. En suma, en lo que hace que sus adversarios de todo pelaje, de Trump al establishment democrático y a los grandes capitalistas que gobiernan el mundo tengan tanto miedo de este Bernie que sube como una flecha y hagan todo lo posible por “neutralizarle”…
Entonces, ¿toda esta buena gente de qué tiene miedo? La respuesta no es demasiado difícil: ¡Tienen miedo sobre todo no al programa de Bernie Sanders, sino al enorme movimiento popular que este mismo Bernie ha lanzado en noviembre de 2018 y que está aún construyéndose! ¡Un movimiento popular que no tiene precedentes en la historia de EEUU ni por sus dimensiones ni por su radicalidad y la determinación de sus jóvenes militantes de enfrentarse a este sistema y sus representantes políticos! Como bien ha dicho recientemente Noam Chomsky: “Aún más amenazante que las proposiciones de Sanders de llevar a buen puerto políticas del tipo New Deal, yo creo que es que él inspira un movimiento popular comprometido decididamente en la acción política y el activismo directo para cambiar el orden social -un movimiento del pueblo, sobre todo de los jóvenes, que no han interiorizado aún las normas de la democracia liberal: Que son “extranjeros ignorantes y molestos” que deben ser “espectadores, no participantes activos”, autorizados a pulsar una palanca cada cuatro años pero que deben volver justo después ante su pantalla de televisión y sus videojuegos mientras que la “gente responsable” se ocupa de las cosas serias”. (1)
Está claro que la razón profunda del miedo o incluso el terror que inspiran a los de arriba esos millones de jóvenes activistas es que ¡ellos y ellas transforman en fuerza bien material las ideas consideradas “peligrosas” y actuando así, imponen una nueva correlación de fuerzas a nivel tanto social como político! Lo que tiene muchas consecuencias, como la de asegurar la continuidad del movimiento popular de masas y hacer menos eficaces, si no inoperantes, las políticas de represión y propaganda del poder. ¿Por qué? Pues porque es suficiente una bala para eliminar a una persona -como por ejemplo Bernie Sanders- cuando se vuelve demasiado peligrosa, pero hace falta mucho más para combatir y eliminar un movimiento popular radical y de masas que quiere “cambiar la vida y el mundo”…
Evidentemente, lejos de nosotros la idea de subestimar la importancia (capital) del programa de Bernie Sanders, porque es ese programa -así como su ejemplo personal- lo que ha inspirado y movilizado a esos millones de jóvenes y de menos jóvenes. En efecto, las propuestas, los posicionamientos y las reivindicaciones que contiene su programa cubren todos los dominios de la actividad humana, proponen respuestas y soluciones a los graves problemas existenciales que afronta tanto la sociedad norteamericana como la humanidad, todo ello tendiendo un puente entre la satisfacción de las necesidades inmediatas de la gran mayoría de la población y la visión de un mundo radicalmente diferente.
Entonces, ¿se trata de un programa “revolucionario” o de un conjunto de reivindicaciones y de medidas “burguesas” que darán de Bernie Sanders un político prácticamente “como los demás”? A primera vista, ninguna de las medidas y políticas estrella del programa de Bernie Sanders, como por ejemplo “seguro médico para todos”, “educación gratuita para todos” o incluso la abolición de las cárceles privadas y la anulación total de la deuda estudiantil puede ser calificada como “revolucionaria”. De hecho, muchas de ellas son -con razón- presentadas por el propio Bernie como inspiradas en el precedente histórico del New Deal rooseveltiano del que se reivindica abiertamente. Pero ¿qué había de “revolucionario” en la voz de “Pan, Paz y Tierra” de los bolcheviques que inflamó a la población rusa y permitió que estuviera tan motivada como para hacer una revolución como la de octubre en 1917?. En suma, lo que hace que una reivindicación se convierta en revolucionaria no es tanto sus cualidades intrínsecas sino más bien la dinámica social y política que libera y desarrolla en un contexto y un momento histórico determinados. Y está claro que el programa de reivindicaciones transitorias de Bernie Sanders está desarrollando actualmente tal dinámica subversiva (2).
¿La prueba? Pues viene dada por las reacciones de unos y otros. Es decir, de los de abajo y de los de arriba que lo interpretan, cada uno a su manera y según sus intereses, como una clara incitación a la revuelta contra el sistema y sus principales fuerzas económicas y políticas. Para los de abajo (asalariados, minoritarios, mujeres, indígenas, migrantes y víctimas de toda opresión) este programa ya se ha convertido en una suerte de inspiración, un arma de combate y también una bandera que ondea alto y fuerte. Y como tal ya ha dado muestras de un éxito sin precedentes. Pero para los otros, es decir, los de arriba (Trump, el establishment demócrata, los grandes medios y sobre todo los grandes intereses capitalistas) es simple y llanamente la peor de las amenazas existenciales, o más bien “la peor pesadilla”, como le gusta repetir públicamente al propio Bernie.
Así que pasa lo que tenía que pasar: Los de arriba declaran una guerra sin tregua a Bernie y al movimiento popular que le apoya. Es lógico y no podía ser de otra manera desde el momento en que Bernie y sus amigos, jóvenes diputados y senadores Alexandria Ocaso-Cortez, Ilhan Omar, Rachida Tlaib y Pramila Jayapal a la cabeza, osan designar públicamente con sus nombres a los enemigos (capitalistas) de los que prometen su próximo fin. Esta guerra es -ya- despiadada: Todos los golpes son permitidos día tras día (3), hasta que Bernie sea definitivamente “neutralizado” y su movimiento golpeado. Todos los golpes, incluso los más extremos y los más repugnantes y bárbaros, porque lo que está en juego de esta lucha de clases a muerte es de una talla más que enorme y de dimensiones históricas…
Notas:
1. Entrevista a C.J. Polychroniou: https://truthout.org/articles/noam-chomsky-sanders-threatens-the-establishment-by-inspiring-popular-movements/
Esta entrevista de Noam Chomsky, así como miles de textos, vídeos e imágenes de primera mano procedentes de EEUU sobre todo lo que pasa en la cima pero sobre todo en la base de la sociedad norteamericana, son colgados minuto a minuto en el Facebook «Europeans for Bernie’s Mass Movement» que hemos lanzado hace tres años y medio y que aconsejamos vivamente a los lectores de izquierdas: https://www.facebook.com/EuropeansForBerniesMassMovement/
2. Es como poco lamentable que las izquierdas europeas no lleguen a comprender que lo que pasa en EEUU desde hace cuatro años es de una importancia histórica para la izquierda y el movimiento obrero del mundo entero, y por tanto para ellas mismas también. Sin embargo, tendrían mucho que ganar tejiendo lazos y desarrollando movimientos de solidaridad activa con el movimiento radical de masas norteamericano, ahora que está en el epicentro de un gigantesco enfrentamiento de clases y al final bastante incierto. Y todo esto independientemente de su deber internacionalista, tan descuidado para los tiempos que corren…
3. Una de las últimas manifestaciones de esta guerra cotidiana contra Bernie ha sido ¡la publicación de los resultados de las primarias emblemáticas de Iowa con un retraso de 10 días! Lo que ha permitido al joven pupilo del establishment y del gran capital Pete Buttigieg considerarse como triunfador y a Joe Biden evitar pagar el precio de su resultado humillante mientras que a Bernie le ha impedido aprovechar la ventaja de su victoria, habiendo cosechado muy claramente el voto popular. El hecho de que la sociedad Shadow responsable de este escándalo haya trabajado en 2016 para Hillary Clinton y que actualmente esté empleada y pagada por las campañas de J. Biden y de P. Buttigieg es evidentemente una pura coincidencia…
Traduccion: Fátima Martín
21/02/2020 | EE.UU.
Fuentes: Rebelión
Ahora que incluso los más escépticos e incrédulos parecen comenzar a ser -por fin- conscientes de que Bernie Sanders es un candidato muy serio a la presidencia de los Estados Unidos es tiempo de interesarse un poco en lo que hace que el contenido de su candidatura sea inédito, histórico y revolucionario, en el propio sentido del término. En suma, en lo que hace que sus adversarios de todo pelaje, de Trump al establishment democrático y a los grandes capitalistas que gobiernan el mundo tengan tanto miedo de este Bernie que sube como una flecha y hagan todo lo posible por “neutralizarle”…
Entonces, ¿toda esta buena gente de qué tiene miedo? La respuesta no es demasiado difícil: ¡Tienen miedo sobre todo no al programa de Bernie Sanders, sino al enorme movimiento popular que este mismo Bernie ha lanzado en noviembre de 2018 y que está aún construyéndose! ¡Un movimiento popular que no tiene precedentes en la historia de EEUU ni por sus dimensiones ni por su radicalidad y la determinación de sus jóvenes militantes de enfrentarse a este sistema y sus representantes políticos! Como bien ha dicho recientemente Noam Chomsky: “Aún más amenazante que las proposiciones de Sanders de llevar a buen puerto políticas del tipo New Deal, yo creo que es que él inspira un movimiento popular comprometido decididamente en la acción política y el activismo directo para cambiar el orden social -un movimiento del pueblo, sobre todo de los jóvenes, que no han interiorizado aún las normas de la democracia liberal: Que son “extranjeros ignorantes y molestos” que deben ser “espectadores, no participantes activos”, autorizados a pulsar una palanca cada cuatro años pero que deben volver justo después ante su pantalla de televisión y sus videojuegos mientras que la “gente responsable” se ocupa de las cosas serias”. (1)
Está claro que la razón profunda del miedo o incluso el terror que inspiran a los de arriba esos millones de jóvenes activistas es que ¡ellos y ellas transforman en fuerza bien material las ideas consideradas “peligrosas” y actuando así, imponen una nueva correlación de fuerzas a nivel tanto social como político! Lo que tiene muchas consecuencias, como la de asegurar la continuidad del movimiento popular de masas y hacer menos eficaces, si no inoperantes, las políticas de represión y propaganda del poder. ¿Por qué? Pues porque es suficiente una bala para eliminar a una persona -como por ejemplo Bernie Sanders- cuando se vuelve demasiado peligrosa, pero hace falta mucho más para combatir y eliminar un movimiento popular radical y de masas que quiere “cambiar la vida y el mundo”…
Evidentemente, lejos de nosotros la idea de subestimar la importancia (capital) del programa de Bernie Sanders, porque es ese programa -así como su ejemplo personal- lo que ha inspirado y movilizado a esos millones de jóvenes y de menos jóvenes. En efecto, las propuestas, los posicionamientos y las reivindicaciones que contiene su programa cubren todos los dominios de la actividad humana, proponen respuestas y soluciones a los graves problemas existenciales que afronta tanto la sociedad norteamericana como la humanidad, todo ello tendiendo un puente entre la satisfacción de las necesidades inmediatas de la gran mayoría de la población y la visión de un mundo radicalmente diferente.
Entonces, ¿se trata de un programa “revolucionario” o de un conjunto de reivindicaciones y de medidas “burguesas” que darán de Bernie Sanders un político prácticamente “como los demás”? A primera vista, ninguna de las medidas y políticas estrella del programa de Bernie Sanders, como por ejemplo “seguro médico para todos”, “educación gratuita para todos” o incluso la abolición de las cárceles privadas y la anulación total de la deuda estudiantil puede ser calificada como “revolucionaria”. De hecho, muchas de ellas son -con razón- presentadas por el propio Bernie como inspiradas en el precedente histórico del New Deal rooseveltiano del que se reivindica abiertamente. Pero ¿qué había de “revolucionario” en la voz de “Pan, Paz y Tierra” de los bolcheviques que inflamó a la población rusa y permitió que estuviera tan motivada como para hacer una revolución como la de octubre en 1917?. En suma, lo que hace que una reivindicación se convierta en revolucionaria no es tanto sus cualidades intrínsecas sino más bien la dinámica social y política que libera y desarrolla en un contexto y un momento histórico determinados. Y está claro que el programa de reivindicaciones transitorias de Bernie Sanders está desarrollando actualmente tal dinámica subversiva (2).
¿La prueba? Pues viene dada por las reacciones de unos y otros. Es decir, de los de abajo y de los de arriba que lo interpretan, cada uno a su manera y según sus intereses, como una clara incitación a la revuelta contra el sistema y sus principales fuerzas económicas y políticas. Para los de abajo (asalariados, minoritarios, mujeres, indígenas, migrantes y víctimas de toda opresión) este programa ya se ha convertido en una suerte de inspiración, un arma de combate y también una bandera que ondea alto y fuerte. Y como tal ya ha dado muestras de un éxito sin precedentes. Pero para los otros, es decir, los de arriba (Trump, el establishment demócrata, los grandes medios y sobre todo los grandes intereses capitalistas) es simple y llanamente la peor de las amenazas existenciales, o más bien “la peor pesadilla”, como le gusta repetir públicamente al propio Bernie.
Así que pasa lo que tenía que pasar: Los de arriba declaran una guerra sin tregua a Bernie y al movimiento popular que le apoya. Es lógico y no podía ser de otra manera desde el momento en que Bernie y sus amigos, jóvenes diputados y senadores Alexandria Ocaso-Cortez, Ilhan Omar, Rachida Tlaib y Pramila Jayapal a la cabeza, osan designar públicamente con sus nombres a los enemigos (capitalistas) de los que prometen su próximo fin. Esta guerra es -ya- despiadada: Todos los golpes son permitidos día tras día (3), hasta que Bernie sea definitivamente “neutralizado” y su movimiento golpeado. Todos los golpes, incluso los más extremos y los más repugnantes y bárbaros, porque lo que está en juego de esta lucha de clases a muerte es de una talla más que enorme y de dimensiones históricas…
Notas:
1. Entrevista a C.J. Polychroniou: https://truthout.org/articles/noam-chomsky-sanders-threatens-the-establishment-by-inspiring-popular-movements/
Esta entrevista de Noam Chomsky, así como miles de textos, vídeos e imágenes de primera mano procedentes de EEUU sobre todo lo que pasa en la cima pero sobre todo en la base de la sociedad norteamericana, son colgados minuto a minuto en el Facebook «Europeans for Bernie’s Mass Movement» que hemos lanzado hace tres años y medio y que aconsejamos vivamente a los lectores de izquierdas: https://www.facebook.com/EuropeansForBerniesMassMovement/
2. Es como poco lamentable que las izquierdas europeas no lleguen a comprender que lo que pasa en EEUU desde hace cuatro años es de una importancia histórica para la izquierda y el movimiento obrero del mundo entero, y por tanto para ellas mismas también. Sin embargo, tendrían mucho que ganar tejiendo lazos y desarrollando movimientos de solidaridad activa con el movimiento radical de masas norteamericano, ahora que está en el epicentro de un gigantesco enfrentamiento de clases y al final bastante incierto. Y todo esto independientemente de su deber internacionalista, tan descuidado para los tiempos que corren…
3. Una de las últimas manifestaciones de esta guerra cotidiana contra Bernie ha sido ¡la publicación de los resultados de las primarias emblemáticas de Iowa con un retraso de 10 días! Lo que ha permitido al joven pupilo del establishment y del gran capital Pete Buttigieg considerarse como triunfador y a Joe Biden evitar pagar el precio de su resultado humillante mientras que a Bernie le ha impedido aprovechar la ventaja de su victoria, habiendo cosechado muy claramente el voto popular. El hecho de que la sociedad Shadow responsable de este escándalo haya trabajado en 2016 para Hillary Clinton y que actualmente esté empleada y pagada por las campañas de J. Biden y de P. Buttigieg es evidentemente una pura coincidencia…
Traduccion: Fátima Martín
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_- Tú no harás nada en la vida.
_- He viajado a Ceuta invitado por la Unidad de Programas Educativos del Ministerio de Educación. Un hermoso viaje en helicóptero desde Málaga sobrevolando la Costa del Sol y el estrecho de Gibraltar. Y, al día siguiente, el regreso de noche con el suelo alfombrado de aguas y de luces. Pero lo más hermoso estuvo en los asistentes a las dos sesiones. Una de profesores y profesoras y otra de directivos y directivas de los colegios e institutos de la ciudad. Emocionantes actividades para mí al comprobar la expectación y la vibrante respuesta a los planteamientos que compartimos.
Al final de una de las sesiones estuve charlando con una profesora que, entre lágrimas, tuvo a bien compartir conmigo su historia. Le pedí que la escribiera para poder alertar a otros docentes verdugos y prevenir a otros alumnos y alumnas que pueden ser víctimas como ella. Afortunadamente, con su esfuerzo y su rabia, ella salió de un pozo profundo al que fue arrojada por la actitud irresponsable, insensible y cruel de quien tenía el deber de animarla y cuidarla.
Habla Watlawick de las profecías de autocumplimiento. La profecía de un suceso, dice, suele convertirse en el suceso de la profecía. Pero ella rompió el pronóstico y destrozó la profecía. Ella es ahora una maestra entusiasta que está haciendo realidad un sueño. Como ella cuenta, de niña llevaba a casa trozos de tiza y con ellos le explicaba a sus muñecos, en un teatro anticipatorio, lo que les deseaba enseñar. Le cedo la palabra a la protagonista a la vez que agradezco desde aquí la autorización explícita que me concedió para hacer pública su experiencia. Nadie lo puede contar mejor que ella.
“La vida pasa demasiado rápido a veces. Quizás sin darnos cuenta. Y cuando echamos la vista atrás vemos todo lo que hemos avanzado, todos los miedos superados, todos los fracasos convertidos en éxito.
A mis casi 28 años puedo decir que he tenido una vida bonita, pero con algunos momentos desagradables, sobre todo en mi adolescencia.
Durante años he sufrido acoso no solo en el colegio sino también en la calle. Supongo que es algo contagioso. Cuando alguien ve a un sujeto débil y sensible, lo fácil es atacar e imitar al resto.
Todo empezó en la secundaria, en el momento que pasé a primero de la E.S.O. El paso de la primaria a la secundaria siempre es algo lleno de ilusión, al menos para mí, ya que me encanta aprender cosas nuevas. Siempre me había encantado ir colegio. Pero no siempre trae buenas cosas. La etapa del desarrollo, la aparición de acné y ser una persona a la que nunca le ha gustado destacar sino mantenerse siempre en segunda fila, me pasaron factura y como ya he contado antes trajeron consigo el acoso. Yo, que era una niña de sobresaliente, empecé a bajar mis notas un poco, pero seguía siendo buena estudiante.
Llegué a segundo y mis problemas con mis compañeras iban a peor, pero nadie hacia nada. Recuerdo un día en clase con el profesor de Lengua y Literatura, estuvimos trabajando una redacción que hablaba del futuro, nos preguntaron en clase qué queríamos ser de mayores. Yo, sin ninguna duda, le dije que quería ser maestra. Siempre fue mi sueño. Recuerdo que cuando era niña robaba las tizas del colegio y me las guardaba en los bolsillos. Cuando llegaba a casa me metía en mi cuarto y pintorreaba mis armarios con cualquier cosa interesante para contarle a los muñecos. Era una adolescente llena de vida y de sueños, sueños que casi me arrebatan porque a veces las palabras duelen y te hacen pensar que no vales o que no eres capaz de hacerlo.
Empecé a bajar las notas, incluso a suspender algún examen, eso en mí era casi imposible y este profesor, este docente que sabía que su alumna no lo estaba pasando bien y que tenía sueños, se los destruyó en un minuto diciendo: “En esta clase hay gente excelente como Ana (llamémosla así) que conseguirá todo lo que se proponga y gente mediocre como fulanita (yo) que empezará pronto a suspender asignaturas y no hará nada en la vida” (Recordar este comentario en una clase donde la gente, no toda, se reía de mi, fue demoledor).
Por cierto, se me ha olvidado comentar que debido a este bullying desarrollé un trastorno compulsivo que consistía en que cuando me daba ansiedad cogía mi goma de borrar y me ponía a manosearla compulsivamente. Cuando me veían las niñas de mi clase, (porque por aquel entonces el colegio solo era femenino) se oía a una decir: miradla, ya está otra vez con la gomita.
Volviendo a la historia principal, el profesor me acaba de decir que soy mediocre y que seguramente no haga nada en la vida. Me vengo abajo, pero aguanto las, lágrimas me aferro a mi goma y dejo pasar las horas y los días pensando que un día esa profecía iba a ser autocumplida.
Llegué a cuarto de E.S.O. y me quedaron para junio tres asignaturas. Era excelente en mi casa, todo lo sabía hacer bien. Pero mi inseguridad en clase era tan grande que no daba pico en bolo y me quedaba en blanco casi siempre. Además, desarrollé una ansiedad que a día de hoy sigo arrastrando. Solo un maestro era capaz de ayudarme sin decir nada. El resto parecía que no quería darse cuenta que en clase no estaba bien; mejor dicho, no me trataban bien.
Llegamos a junio, aprobé las asignaturas y pude pasar un verano tranquilo, pero lo bueno, mi racha buena estaba por llegar. Por suerte, las niñas que había en mi clase eran de familias de un nivel socioeconómico alto, y todas (sobre todo la que más se reían de mi) se fueron a un centro privado a hacer bachiller. Como mis padres no podían permitírselo a mí me llevaron a un instituto público cerca de casa. Siempre lo digo y lo seguiré diciendo, fueron los dos mejores años de mi vida, volví a ser yo, volví a mis buenas notas, empecé a participar en clase. Me di cuenta de que mi luz, que yo creía fundida, simplemente estaba apagada y se volvió a encender, esta vez con mucha más fuerza. Terminé bachillerato con una media de 9´38 y selectividad con un 8’6. Podría haber elegido cualquier carrera, pero elegí magisterio porque era mi sueño, no me imagino a día de hoy trabajando de otra cosa, creo que es la carrera más bonita del mundo. Cuando llegué a las prácticas, elegí el cole donde estuve siempre, porque es un buen colegio a pesar de mi historia. El psicólogo me dijo que era raro que quisiera volver a un sitio donde lo pasé tan mal. Mi respuesta fue: quiero demostrar que valía para esto.
Antes de terminar mi carrera empecé a trabajar en una academia de inglés. El año pasado fue mi primer año de tutora en un colegio en el que sigo contratada a día de hoy.
Soy insegura, valiente y feliz.
Nunca dejéis que fundan vuestra luz. Ni dejéis a vuestros niños que se fundan. Termino con una cita de Louis L. Hay: “Enseña con amor porque no sabes de qué tormentas vienen tus alumnos. A veces, el único lugar seguro que los alumnos tienen es cuando están contigo y tu ejemplo.”
Gracias mamá, papá y hermana por no dejarme caer. (Mis padres no conocían esta historia hasta hoy, nunca tuve fuerzas suficientes para contárselo, ya lo estaban pasando bastante mal por mi situación)”.
Se dirige luego a mí para agradecer la inspiración y “por darme voz para contar mi historia”. No hay de qué. Yo solo he actuado de notario. Solo tengo palabras de reconocimiento, de admiración y de afecto para quien supo darme una hermosa y valiente lección de vida.
https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/02/01/tu-no-haras-nada-en-la-vida/
Al final de una de las sesiones estuve charlando con una profesora que, entre lágrimas, tuvo a bien compartir conmigo su historia. Le pedí que la escribiera para poder alertar a otros docentes verdugos y prevenir a otros alumnos y alumnas que pueden ser víctimas como ella. Afortunadamente, con su esfuerzo y su rabia, ella salió de un pozo profundo al que fue arrojada por la actitud irresponsable, insensible y cruel de quien tenía el deber de animarla y cuidarla.
Habla Watlawick de las profecías de autocumplimiento. La profecía de un suceso, dice, suele convertirse en el suceso de la profecía. Pero ella rompió el pronóstico y destrozó la profecía. Ella es ahora una maestra entusiasta que está haciendo realidad un sueño. Como ella cuenta, de niña llevaba a casa trozos de tiza y con ellos le explicaba a sus muñecos, en un teatro anticipatorio, lo que les deseaba enseñar. Le cedo la palabra a la protagonista a la vez que agradezco desde aquí la autorización explícita que me concedió para hacer pública su experiencia. Nadie lo puede contar mejor que ella.
“La vida pasa demasiado rápido a veces. Quizás sin darnos cuenta. Y cuando echamos la vista atrás vemos todo lo que hemos avanzado, todos los miedos superados, todos los fracasos convertidos en éxito.
A mis casi 28 años puedo decir que he tenido una vida bonita, pero con algunos momentos desagradables, sobre todo en mi adolescencia.
Durante años he sufrido acoso no solo en el colegio sino también en la calle. Supongo que es algo contagioso. Cuando alguien ve a un sujeto débil y sensible, lo fácil es atacar e imitar al resto.
Todo empezó en la secundaria, en el momento que pasé a primero de la E.S.O. El paso de la primaria a la secundaria siempre es algo lleno de ilusión, al menos para mí, ya que me encanta aprender cosas nuevas. Siempre me había encantado ir colegio. Pero no siempre trae buenas cosas. La etapa del desarrollo, la aparición de acné y ser una persona a la que nunca le ha gustado destacar sino mantenerse siempre en segunda fila, me pasaron factura y como ya he contado antes trajeron consigo el acoso. Yo, que era una niña de sobresaliente, empecé a bajar mis notas un poco, pero seguía siendo buena estudiante.
Llegué a segundo y mis problemas con mis compañeras iban a peor, pero nadie hacia nada. Recuerdo un día en clase con el profesor de Lengua y Literatura, estuvimos trabajando una redacción que hablaba del futuro, nos preguntaron en clase qué queríamos ser de mayores. Yo, sin ninguna duda, le dije que quería ser maestra. Siempre fue mi sueño. Recuerdo que cuando era niña robaba las tizas del colegio y me las guardaba en los bolsillos. Cuando llegaba a casa me metía en mi cuarto y pintorreaba mis armarios con cualquier cosa interesante para contarle a los muñecos. Era una adolescente llena de vida y de sueños, sueños que casi me arrebatan porque a veces las palabras duelen y te hacen pensar que no vales o que no eres capaz de hacerlo.
Empecé a bajar las notas, incluso a suspender algún examen, eso en mí era casi imposible y este profesor, este docente que sabía que su alumna no lo estaba pasando bien y que tenía sueños, se los destruyó en un minuto diciendo: “En esta clase hay gente excelente como Ana (llamémosla así) que conseguirá todo lo que se proponga y gente mediocre como fulanita (yo) que empezará pronto a suspender asignaturas y no hará nada en la vida” (Recordar este comentario en una clase donde la gente, no toda, se reía de mi, fue demoledor).
Por cierto, se me ha olvidado comentar que debido a este bullying desarrollé un trastorno compulsivo que consistía en que cuando me daba ansiedad cogía mi goma de borrar y me ponía a manosearla compulsivamente. Cuando me veían las niñas de mi clase, (porque por aquel entonces el colegio solo era femenino) se oía a una decir: miradla, ya está otra vez con la gomita.
Volviendo a la historia principal, el profesor me acaba de decir que soy mediocre y que seguramente no haga nada en la vida. Me vengo abajo, pero aguanto las, lágrimas me aferro a mi goma y dejo pasar las horas y los días pensando que un día esa profecía iba a ser autocumplida.
Llegué a cuarto de E.S.O. y me quedaron para junio tres asignaturas. Era excelente en mi casa, todo lo sabía hacer bien. Pero mi inseguridad en clase era tan grande que no daba pico en bolo y me quedaba en blanco casi siempre. Además, desarrollé una ansiedad que a día de hoy sigo arrastrando. Solo un maestro era capaz de ayudarme sin decir nada. El resto parecía que no quería darse cuenta que en clase no estaba bien; mejor dicho, no me trataban bien.
Llegamos a junio, aprobé las asignaturas y pude pasar un verano tranquilo, pero lo bueno, mi racha buena estaba por llegar. Por suerte, las niñas que había en mi clase eran de familias de un nivel socioeconómico alto, y todas (sobre todo la que más se reían de mi) se fueron a un centro privado a hacer bachiller. Como mis padres no podían permitírselo a mí me llevaron a un instituto público cerca de casa. Siempre lo digo y lo seguiré diciendo, fueron los dos mejores años de mi vida, volví a ser yo, volví a mis buenas notas, empecé a participar en clase. Me di cuenta de que mi luz, que yo creía fundida, simplemente estaba apagada y se volvió a encender, esta vez con mucha más fuerza. Terminé bachillerato con una media de 9´38 y selectividad con un 8’6. Podría haber elegido cualquier carrera, pero elegí magisterio porque era mi sueño, no me imagino a día de hoy trabajando de otra cosa, creo que es la carrera más bonita del mundo. Cuando llegué a las prácticas, elegí el cole donde estuve siempre, porque es un buen colegio a pesar de mi historia. El psicólogo me dijo que era raro que quisiera volver a un sitio donde lo pasé tan mal. Mi respuesta fue: quiero demostrar que valía para esto.
Antes de terminar mi carrera empecé a trabajar en una academia de inglés. El año pasado fue mi primer año de tutora en un colegio en el que sigo contratada a día de hoy.
Soy insegura, valiente y feliz.
Nunca dejéis que fundan vuestra luz. Ni dejéis a vuestros niños que se fundan. Termino con una cita de Louis L. Hay: “Enseña con amor porque no sabes de qué tormentas vienen tus alumnos. A veces, el único lugar seguro que los alumnos tienen es cuando están contigo y tu ejemplo.”
Gracias mamá, papá y hermana por no dejarme caer. (Mis padres no conocían esta historia hasta hoy, nunca tuve fuerzas suficientes para contárselo, ya lo estaban pasando bastante mal por mi situación)”.
Se dirige luego a mí para agradecer la inspiración y “por darme voz para contar mi historia”. No hay de qué. Yo solo he actuado de notario. Solo tengo palabras de reconocimiento, de admiración y de afecto para quien supo darme una hermosa y valiente lección de vida.
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Declaración del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston. "España está prosperando económicamente, aunque la mitad de su población no".
Conclusión de su visita oficial a España, 27 de enero – 7 de febrero de 2020
I. Introducción
España está prosperando económicamente, aunque la mitad de su población, no. La cuarta economía más grande de la Unión Europea ha experimentado un crecimiento constante del PIB desde la crisis económica, el paro está disminuyendo, los salarios medios están aumentando y las exportaciones también están en auge.1 Pero casi la mitad de los españoles considera el desempleo y la inseguridad económica como sus principales preocupaciones.2 Durante mi visita de casi dos semanas a España, quedó muy claro que la recuperación después de la recesión, que tan positiva ha sido para algunos, ha dejado atrás a muchas personas, y que se ha hecho muy poco por la mayoría de los miembros de ese enorme grupo.
España finalmente tiene un nuevo gobierno; uno que exhibe grandes esperanzas y ambiciones impresionantes, especialmente en el ámbito social. Pero este gobierno se enfrenta a enormes desafíos. El país tiene un alto nivel de paro, un desempleo juvenil crónico, una crisis de vivienda de proporciones inquietantes, una profunda pobreza generalizada, disposiciones de protección social en gran medida inadecuadas, un sistema educativo segregado y cada vez más anacrónico, políticas fiscales que brindan muchos más beneficios a los ricos que a los pobres, y una mentalidad burocrática profundamente arraigada en muchas partes del gobierno que valora los procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas.
Si los planes estratégicos, los programas de acción y los informes voluminosos pero ilegibles pudieran resolver la pobreza, España estaría en la cresta de la ola. Pero sin un compromiso significativo con la defensa de los derechos sociales de las personas a la vivienda, la educación y a un nivel de vida adecuado, estos grandes planes seguirán siendo tan ineficaces como lo han sido durante la última década. España necesita un liderazgo innovador a nivel nacional, respaldado por los recursos necesarios para alentar a las comunidades autónomas a apoyar reformas de gran alcance. La pobreza es en última instancia una opción política y los gobiernos pueden, si lo desean, optar por superarla.
Este informe se centra en las cuestiones clave que requieren atención urgente. Entre estas cuestiones cabe destacar: adoptar medidas integrales y creativas para aliviar la crisis inmobiliaria; reestablecer condiciones decentes de trabajo, especialmente para trabajos mal pagados; diseñar un sistema nacional de ingresos mínimos que garantice un nivel de vida básico para todas las personas que necesitadas; implementar un programa de educación para la primera infancia para todos los niños y niñas de 0 a 3 años, y lanzar reformas fiscales de gran alcance para garantizar un fuerte impacto redistributivo, reducir el fraude y la evasión, y lograr la transparencia de los acuerdos fiscales de empresas.
II. El rostro de la España pobre
España es un país con una gran historia, un líder mundial en algunas áreas y un baluarte cultural. Pero hoy España debería mirarse de cerca en el espejo. Lo que verá no es lo que desearía la mayoría de españoles. La autoimagen de una sociedad familiar cercana enraizada en unos valores profundamente compartidos y una fuerte solidaridad social se ha visto gravemente fracturada por una crisis económica y la implementación de políticas neoliberales. Las redes de seguridad locales y familiares que habían sido históricamente importantes continúan beneficiando a las personas más acomodadas, pero se han visto seriamente socavadas para una gran parte de la población. Actualmente España se sitúa cerca de las últimas posiciones de la UE en demasiados indicadores sociales.
Las tasas de pobreza son alarmantemente altas. En 2018, el 26,1% de la población en España, y el 29,5% de los y las menores, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social, una de las tasas más altas de Europa.3 Más del 55% experimentó algún grado de dificultad para llegar a fin de mes,4 y el 5,4% sufrió carencia material severa.5 La tasa de paro del 13,78% es más del doble de la que presenta la media de la UE y la situación de los y las jóvenes es particularmente angustiante con una tasa de paro del 30,51% entre menores de 25 años.6 Las cifras de empleo ocultan una de las tasas más altas de pobreza activa de la UE, donde muchas personas trabajan en empleos mal pagados, a tiempo parcial o temporales y ganan salarios lamentablemente inadecuados para cubrir las necesidades fundamentales.7 La desigualdad también es sorprendentemente alta, con indicadores muy por encima de los promedios de la UE.8
Detrás de estas cifras hay personas reales que experimentan graves dificultades. En Galicia, el País Vasco, Extremadura, Andalucía, Cataluña y Madrid me reuní con muchas personas que pasan apuros para salir adelante. Muchas perdieron todos sus ahorros durante la crisis y otras se encuentran en una situación en la que tienen que elegir entre poner comida sobre la mesa o calentar su casa. Demasiadas afrontan la posibilidad de ser desalojadas, incapaces de encontrar una vivienda asequible. Casi todas las personas que conocí buscaban ávidamente un trabajo decente. Hablé con una madre viuda en Andalucía que solo había podido encontrar 18 horas de trabajo a la semana, insuficiente para mantener a sus hijos; un hombre sin hogar en Bilbao que de niño sufrió abusos y a quien se le negó la asistencia social porque no pudo empadronarse; y una mujer en las afueras de Madrid que criaba a sus hijos en un área considerada peligrosa para la salud humana, rodeada por el olor de incineradoras de residuos cercanas y en una casa en riesgo de colapsar.
También visité lugares que sospecho que muchas personas en España no reconocerían como parte de su país: un barrio pobre con condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes llevan años viviendo sin que su situación haya mejorado; vecindarios de pobreza concentrada donde las familias crían hijos con una grave escasez de servicios estatales, clínicas de salud, centros de empleo, seguridad, carreteras asfaltadas o incluso suministro eléctrico legal, o una escuela segregada en un barrio pobre con un cuerpo estudiantil 100% gitano y una tasa de abandono escolar del 75%. Me llamaron la atención la capacidad de resistencia y la compasión de las personas con las que me reuní. Todas mostraron una genuina generosidad al compartir conmigo experiencias a menudo muy personales para elaborar este informe.
La palabra que escuché más veces en las últimas dos semanas fue “abandonados”. Los personas menos favorecidas describieron sentirse abandonadas en una ciudad rural sin ningún tipo de transporte público para acudir a una consulta médica, sin dinero para pagar el transporte privado y sin saber con seguridad si acudiría una ambulancia en caso de una emergencia; abandonadas en un suburbio estigmatizado de bajos ingresos que la policía evita; abandonados ante personas propietarias sin escrúpulos, subidas desmesuradas de alquiler o viviendas públicas sin ningún tipo de mantenimiento, y también abandonadas ante un sistema burocrático arbitrario que de repente niega o revoca ayudas vitales sin ofrecer explicación. El hilo conductor era siempre la ausencia de apoyo gubernamental para garantizar que las personas no experimenten innecesariamente los peores efectos de la pobreza, una situación que muchas enfrentan debido a fenómenos que escapan a su control, como la pérdida de empleo, la discriminación estructural o la enfermedad.
Muchas personas en España tienen motivos para sentirse abandonadas. Los beneficios de la recuperación económica han ido a parar en gran medida a las empresas y las personas más ricas, mientras que los servicios públicos y las garantías sociales que se vieron severamente restringidas después de 2008 no se han restaurado en numerosos aspectos. El aumento de los ingresos ha acabado principalmente en las manos de quienes ocupan el nivel más alto en la escala de distribución del ingreso. Entre 2007 y 2017, las rentas del 1% más rico crecieron un 24%, mientras que el 90% más pobre experimentó un crecimiento por debajo de la media de 2%.9 Los beneficios de las empresas se han recuperado en gran medida desde la crisis, pero los ingresos tributarios en concepto de impuesto sobre sociedades disminuyeron a la mitad entre 2007 y 2019, del 22,3% de los ingresos fiscales totales al 11,9%.10 Antes de la crisis, España había sido relativamente inmune a la creciente desigualdad que azotaba a tantos otros países, pero desde 2010, la desigualdad se ha disparado.11 Con la desregulación y los fuertes recortes de impuestos sobre sociedades, no es sorprendente que a los ricos y a las empresas les haya ido tan bien.
En comparación, las instituciones formuladoras de políticas les han fallado en gran medida a las personas que viven en la pobreza. Está muy claro que los derechos sociales y económicos rara vez se toman en serio, incluso a pesar de ser invocados con frecuencia de manera abstracta. Las personas enfrentan costes de vivienda prohibitivos, la privatización de bloques de apartamentos y desalojos agresivos. Sin embargo, la vivienda social de bajo coste es casi inexistente a pesar del acuerdo generalizado sobre su necesidad. El sistema para brindar asistencia social está quebrado. Si bien debería desempeñar un papel importante en la reducción de la pobreza, es notablemente ineficaz: son las familias acaudaladas las que se benefician más de las transferencias de efectivo que las familias pobres.12 El sistema está fragmentado, es imposible de navegar y no llega a las personas desfavorecidas que más necesitan la ayuda. La capacidad de las transferencias monetarias existentes para reducir la pobreza se sitúa entre las más bajas de la UE.13 Como me dijeron muchas de las personas con las que hablé, este no es un sistema diseñado principalmente para maximizar la ayuda para las personas con dificultades económicas.
No soy el único que ha tomado nota de esto. La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional –no precisamente un defensor notorio de la necesidad de un sistema de protección social adecuado— informó que los programas españoles de asistencia social no cumplen plenamente sus objetivos, que el gasto es bajo, que las brechas en la adecuación y la cobertura obstaculizan la reducción de la pobreza, que los obstáculos burocráticos disminuyen la captación y que los y las menores más vulnerables y los hogares de ingresos más bajos son los que menos asistencia social reciben.14 Esta es solo la última de una serie de conclusiones similares por parte de actores nacionales y externos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF),15 la OCDE,16 y la Comisión Europea.17
Muchos de los políticos y funcionarios con los que me reuní estuvieron de acuerdo en que existen profundos problemas estructurales. Muchos reconocieron que la pobreza y la precariedad están integradas en el sistema. Pero aunque el nuevo gobierno de coalición está comprometido con llevar a cabo una reforma de gran alcance y algunos asesores políticos de alto rango me hablaron en estos términos, en demasiadas instituciones parecían contentarse con culpar a “otras” partes del sistema. Algunos funcionarios afirmaron, aunque sin brindar evidencias materiales, que la pobreza no es tan elevada como muestran las estadísticas porque el coste de vida es más bajo en algunas comunidades autónomas. Los aumentos recientes en los subsidios familiares, las asignaciones por hijo y el salario mínimo son importantes primeros pasos, pero están lejos de ser adecuados teniendo en cuenta las dimensiones de las dificultades que atraviesa el país. Existe un consenso notable sobre el alcance del daño causado por las políticas existentes de vivienda y protección social y sobre lo que se debería hacer, pero hasta ahora ha habido muy poca acción.
Me impresionó el increíble trabajo realizado por el tercer sector, que es uno de los más vibrantes con los que me he encontrado. Me reuní con muchos trabajadores y trabajadoras y personas voluntarias profundamente dedicadas a apoyar a las personas que buscan alcanzar la seguridad económica y niveles de vida adecuados. También aprendí mucho de la información que estos grupos compartieron conmigo antes y durante mi visita. Sin embargo, el gobierno tiene obligaciones directas con los derechos humanos que no pueden ser subcontratadas de facto, y tampoco puede abandonar sus propias responsabilidades a un mosaico de grupos del tercer sector con fondos insuficientes. Esto no puede reemplazar al Estado, ni puede ofrecer el apoyo integral y sistemático necesario para combatir la pobreza a escala y garantizar que las personas estén protegidas contra los peores efectos de esta pobreza.
Después de un período prolongado de inestabilidad y parálisis en la formulación de políticas, la formación de un nuevo gobierno presenta una oportunidad para el cambio. Con su acogida de los derechos sociales y la justicia fiscal, y su priorización de las condiciones de vida de las personas más vulnerables, aplaudimos el mensaje del gobierno, pero es necesario que sus acciones estén a la altura de ese discurso. Si se tomasen medidas concertadas y efectivas sobre los problemas identificados a continuación, saldrían beneficiados no solo los grupos más vulnerables sino España en su conjunto. Tomarse en serio la eliminación de la pobreza facilitará la movilidad laboral, generará más ingresos tributarios para ayudar a abordar la deuda a mediano y largo plazo, mejorará la eficiencia del gasto existente y establecerá el rumbo para un crecimiento futuro inclusivo.
III. Desafíos clave
Si el nuevo gobierno tiene intención de cumplir su promesa de hacer de España un líder en derechos sociales en Europa, deberá abordar los siguientes problemas fundamentales.
A. Protección social
Asistencia social
La asistencia social en España no cumple con su función de combatir la pobreza. El efecto de las transferencias sociales en la reducción de la pobreza es el sexto más bajo de los países informantes de la UE. 18 En 2014, el 10% o menos de las transferencias fueron a parar al 20% de los hogares más pobres, la mitad de lo que hubieran recibido si las transferencias se hubieran distribuido por igual entre los hogares.19 Según Cáritas, la mayoría de los 1,8 millones de personas que vivían en la pobreza extrema en España en 2018 no utilizaron mecanismos de protección social.20 Entre las personas adultas pobres que viven en hogares donde todos están desempleados, la proporción de quienes recibieron prestaciones sociales se encontraba entre los más bajos de la UE en 2016, más de 15 puntos por debajo de la media de la UE.21
Cuando el apoyo llega a las personas, la cantidad puede ser extremadamente escasa, como es el caso de la prestación nacional por cada hijo o hija, que es de solo 341 euros por año para familias de bajos ingresos y de 588 euros para las que viven en la extrema pobreza.22 En realidad, esto es menos que lo que les aportaría una desgravación tributaria por hijo disponible exclusivamente para familias de ingresos medios altos y altos con obligaciones fiscales.23 Del mismo modo, para aquellos que no recibirán una pensión completa, el monto básico para una pensión no contributiva es de solo 392 euros al mes.
La calidad de la protección social en España está a nivel de los recursos que se le asignan. Comparativamente, gasta muy poco y los resultados lo demuestran. En 2017, gastó el 16,6% del PIB en protección social, muy por debajo de la media de 18,8% de la UE.24 El gasto per cápita fue de 5.426,73 euros en 2017, en comparación con los 7.651,89 euros en la UE en 2016, aproximadamente un 40% más.25 El desembolso de España fue significativamente menor que el de otros países de la UE, incluso en discapacidad (1,6% del PIB en comparación con una media del 2%), prestaciones familiares (1,2% del PIB en comparación con el 2,3%), y vivienda y otras exclusiones sociales (0,3% del PIB en comparación con el 1,1%).26
La burocratización del sistema de asistencia social es una de las principales causas de exclusión y los requisitos excesivos de presentación de documentos actúan como obstáculos a las ayudas. Conocí a una mujer en Sevilla que había huido de un marido abusivo pero que no podía acceder a la vivienda social porque todavía no tenía documentos oficiales de divorcio, y a otra en Madrid que me contó que le habían dicho a su hijo que necesitaba proporcionar un documento oficial que “probara” que él no se dedicaba al trabajo informal. En muchos municipios, el empadronamiento es la clave para acceder a los servicios sociales. Sin embargo, los requisitos son completamente inadecuados para las personas que viven en la pobreza, las personas sin hogar o en viviendas temporales, o las personas que no pueden cumplir los requisitos de las solicitudes de documentos muy específicas.
La estructura descentralizada de gran parte de la asistencia social no contributiva de España, sumada a la ausencia de cualquier estándar nacional sobre qué asistencia mínima debe ofrecerse, ha llevado a que existan grandes diferencias entre las comunidades autónomas. Esto es especialmente cierto para la última capa de la red de seguridad social, que está específicamente destinada a prevenir la pobreza y ayudar a las personas de bajos ingresos sin acceso a otras prestaciones: los sistemas de renta mínima de inserción de las comunidades autónomas. Si bien algunos de los sistemas claramente ayudan a las personas a evitar la pobreza, en ciertas comunidades autónomas son fracasos abyectos. Las cantidades de las ayudas son bajas, los períodos de espera pueden extenderse a muchos meses, los requisitos punitivos de residencia pueden impedir el acceso a nuevos residentes hasta durante tres años y excluir completamente a las personas sin hogar, los programas a menudo son incompatibles con los tipos de trabajo a corto plazo o a tiempo parcial que podrían ser las únicas opciones disponibles, las personas menores de 25 años generalmente no son elegibles y la carga de papeleo puede ser un obstáculo insuperable para muchos.27
Madrid podría verse como un laboratorio para los problemas que presentan los programas de renta mínima y pone en evidencia por qué pueden ser tan inefectivos como red de seguridad. Madrid tiene el segundo PIB más alto de España, una tasa de desempleo comparativamente baja y un coste de vida alto. Aunque su tasa de pobreza severa se más que duplicó en 10 años, del 3% en 2008 al 7,8% en 2017, 28 su sistema de renta mínima proporciona apenas unos miserables 400 euros al mes, el más escaso de todos estos programas en el país. Para ayudarme a entender por qué solo la percibía el 1,5% de la población,29 las personas con las que hablé en Madrid describieron cómo los numerosos requisitos de la prestación los excluyeron formalmente y de facto. Una mujer explicó que perdió la ayuda cuando aceptó un trabajo en período de prueba, pero se quedó sin hogar después de que no fue contratada permanentemente y su solicitud para reiniciar la prestación fue denegada.
La forma en que se ha administrado el programa en los últimos años lo ha hecho aún más irrelevante. La tasa de concesión de las solicitudes iniciales cayó drásticamente entre 2016 y 2018, del 50% al 23%,30 y el número de suspensiones y denegaciones aumentó más del doble.31 Si bien los representantes del gobierno de Madrid están de acuerdo en que la situación no es satisfactoria, un funcionario insistió en que las autoridades no son responsables y que la culpa es de los solicitantes por no cumplir con los requisitos del programa. Pero estos resultados tan terribles sugieren que el sistema está estructurado intencionalmente para excluir a las personas o está extremadamente mal diseñado.
Un programa nacional de renta mínima bien diseñado y adecuadamente financiado podría ser de gran ayuda para arreglar lo que está roto, pero debe evitar las deficiencias manifestadas en algunos de los sistemas de distintas comunidades autónomas. Debe tener al menos las siguientes características: portabilidad total independientemente de la comunidad autónoma; compatibilidad con el mercado laboral existente para que las personas no pierdan el acceso a la ayuda simplemente porque han aceptado un trabajo precario o temporal; un monto adecuado para garantizar que las personas no vivan en la pobreza y que se adapte al coste de vida; un enfoque individualizado y flexible a la administración que facilite el acceso al minimizar los onerosos requisitos de papeleo; disponibilidad para personas menores de 25 años; y la ausencia de condiciones excesivas vinculadas a la búsqueda de empleo que podrían burocratizar aún más el sistema y reducir la aceptación.
En caso de querer reducir significativamente las altas tasas de pobreza en España, no hay alternativa a un gasto público adicional importante para arreglar un sistema de asistencia social quebrado. Las deducciones fiscales no son sustitutos, ya que lógicamente solo benefician a las personas más ricas que pagan impuestos sobre la renta. Tampoco se puede confiar únicamente en el empleo. Las personas en situación de pobreza desean ávidamente trabajar, pero a menudo no pueden encontrar un empleo decente debido a la alta tasa de paro y la precariedad de los trabajos que existen.
Educación
La educación y la pobreza están estrechamente vinculadas. En España, en 2018 el 33,7% de las personas con educación primaria o inferior estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, en comparación con solo un 12,6% de personas con educación superior.32 Sin embargo, la inversión pública absoluta en educación como porcentaje del PIB ha disminuido significativamente entre 2009 y 2017.33 Existen problemas reales con el coste y la calidad de la educación, así como con la segregación por estado socioeconómico y étnico.
España proporciona educación gratuita, pero esto no cubre el gasto de transporte, comida, libros y material escolar. Esos gastos, incurridos por las familias, aumentaron un 34% entre 2009 y 2016.34 Según un informe de Save the Children de 2019, el 32% de las familias enfrentan dificultades para pagar los gastos de educación35 y un informe de la Comisión Europea reveló que a partir de 2017, el 25,7% de los hogares con niños y niñas en riesgo de pobreza declararon tener grandes dificultades para pagar los gastos asociados a la educación reglada.36 Una madre me dijo: “El año pasado no pudimos pagar ni un solo libro de texto”.
España lidera la UE en abandono escolar, con una tasa de deserción temprana del 17,9% en educación y formación en 2018,37 a un coste estimado de entre 5,9 y 10,7% del PIB total.38 También registra la tasa de repetición de segundo curso más alta de la UE:39 los estudiantes con desventajas económicas son seis veces más propensos a repetir el año.40 Estas preocupantes cifras apuntan no solo a serios problemas de calidad del sistema educativo en general, sino también a una importante pérdida en el bienestar económico general del país.
Un alarmante 44% de los estudiantes y el 72% de los menores en situaciones vulnerables estudian en escuelas segregadas de facto que tienen una gran concentración de alumnado de entornos socioeconómicos pobres, gitanos e inmigrantes, así como con mayores necesidades de apoyo, lo que afecta al 46,8% del total de los centros educativos.41 La segregación escolar hace que aumente la repetición de curso así como el fracaso y el abandono escolar; disminuye las puntuaciones de las evaluaciones y afecta negativamente las expectativas de los y las estudiantes de cursar estudios universitarios.42 Visité una escuela en Andalucía, con un alumnado 100% gitano, donde el 75% de los estudiantes abandonan los estudios antes de completar la escuela secundaria y las familias reciben muy poco apoyo, a pesar de vivir en una de las zonas más pobres del país. Y en Extremadura, un funcionario me explicó que se trata de un viejo problema arraigado en la “planificación urbana”, pero no ofreció ningún plan de acción para abordarlo. Concentrar a los niños y las niñas de los entornos más pobres en las mismas escuelas no es una receta para el éxito educativo ni la superación de la pobreza.43
Atención sanitaria
Con razón, España está orgullosa de su excelente sistema de atención sanitaria, con una cobertura casi universal. Sin embargo, siguen existiendo brechas importantes para quienes más necesitan esta cobertura.
Algunas de las personas más desfavorecidas no tienen acceso a la atención médica. Según un estudio de EAPN de 2019, alrededor del 5% de las personas en hogares pobres que necesitaban asistencia sanitaria, el 25,5% de los que necesitaban asistencia bucodental y el 3% de los que necesitaban servicios de salud mental no pudieron recibir atención por razones económicas. El 6,9% no pudo acceder a los medicamentos recetados; entre las personas desempleadas este porcentaje era del 8,3%. La Encuesta Nacional de Salud indica que entre el 9 y el 10% de las personas en riesgo de pobreza no están involucradas en prácticas preventivas de salud.44 Y el crecimiento del empleo precario significa que no es posible tomarse un día libre debido a una enfermedad. “No me puedo permitir enfermar”, me dijo una persona.
En 2018, España derogó en gran medida el Real Decreto-ley 16/2012, que limitaba la cobertura sanitaria universal, excluyendo incluso a las personas inmigrantes. Sin embargo, el sistema actual excluye a algunas personas inmigrantes en sus primeros 90 días en España,45 y REDER documentó 4.755 casos de exclusión del sistema nacional de salud solo desde 2014.46 El Ministerio de Salud reconoció esta brecha, pero aparentemente no cuenta con ningún plan para abordarla.
También me preocupa la creciente privatización de elementos dentro del sistema de salud, lo que corre el riesgo de priorizar los beneficios sobre la provisión de servicios. El Ministerio de Salud sostuvo que esto se hizo solo en circunstancias excepcionales, por razones de eficiencia y necesidad y que la calidad de la atención no se vio afectada. Sin embargo, no pudieron proporcionarme estimaciones del grado de privatización del sistema ni estudios que evaluaran su impacto.
Comunidades Autónomas
Las comunidades autónomas asumen una responsabilidad significativa en la protección social, pero los recortes de fondos relacionados con los programas de austeridad afectaron significativamente su capacidad de invertir en estas áreas, tuvieron un impacto negativo en muchas personas y socavaron la capacidad de las comunidades para combatir la pobreza. Es escandaloso que Extremadura, la comunidad autónoma con la tasa AROPE más alta y el ingreso medio más bajo, recibiera una inversión menor del gobierno central en 2018 que en 2008 (3.002 millones de euros en 2018 en comparación con 3.180 millones de euros en 2008). Del mismo modo, Andalucía, la comunidad autónoma más poblada de España, con una tasa AROPE muy superior a la media, experimentó una caída en la financiación recibida de 19.099 millones en 2008 a 18.983 millones de euros en 2018.47 En 2018, el gasto social total de las comunidades autónomas, incluida la asistencia sanitaria, la educación y la protección social, seguía siendo un 3,4% más bajo que antes de la crisis, a pesar del aumento significativo de la demanda provocado por la crisis y sus secuelas.48
B. La vivienda
Las autoridades no pararon de repetir el estribillo de que la vivienda es uno de los primeros pasos para abordar la pobreza. Pero eso hace aún más impactante que se haya hecho tan poco para garantizar el derecho a la vivienda. Según la fundación FOESSA, el 24% de la población se enfrentó a la “exclusión de la vivienda” en 2018 y 4,6 millones de personas vivían en viviendas que no reúnen las condiciones adecuadas.49 La situación ha empeorado tanto que una organización con la que me reuní ha recurrido a celebrar más de 200 asambleas de vivienda en todo el país cada semana para compartir información y consejos colectivos sobre cómo navegar el laberinto de los desafíos de la vivienda.
Los precios de la vivienda siguen subiendo a tasas alarmantes. La asequibilidad del mercado de alquiler privado se encuentra entre las más bajas de la OCDE, con más del 38% de los inquilinos privados que pagan precios de mercado sobrecargados por los costes del alquiler.50 El Banco de España halló que el precio de la vivienda en alquiler se ha incrementado más del 50% entre 2013 y 2019,51 mientras que los salarios han perdido un 7,8% de su poder de compra en la última década.52 España también ha sido criticada por permitir que las empresas de capital privado e inversión compren viviendas asequibles y para personas de bajos ingresos e incrementen sustancialmente el alquiler, obligando a los inquilinos a abandonar sus hogares.53 Visité un bloque de viviendas en las afueras de Madrid donde los vecinos me contaron que, de la noche a la mañana, les habían duplicado el alquiler, como resultado de una decisión del Gobierno madrileño de vender vivienda social a gran escala al fondo Blackstone.
La subida de los precios de la vivienda se ha visto acompañada por tasas sorprendentes de desalojos: el número anual de desalojos aumentó de 16.097 en 2006 a 59.671 en 2018, con un total de 712.723 desalojos entre 2006 y el tercer trimestre de 2019.54 Sin embargo, se trata de una imagen incompleta que no tiene en cuenta los desalojos de ocupantes ilegales ni el número total de personas afectadas.
A pesar de la evidente necesidad, la vivienda de alquiler de bajo coste es casi inexistente en España. En 2018, solo el 2,7% de la población alquilaba viviendas por debajo del precio del mercado.55 Housing Europe estima que la vivienda social en España comprende el 2,5% del stock nacional de viviendas ocupadas, en comparación con el 30% en los Países Bajos, el 24% en Austria, el 17,6% en el Reino Unido y 16,8% en Francia.56 La construcción de viviendas nuevas públicas se ha desplomado: de 63.900 nuevas unidades construidas en 2008 a 2.737 en 2018.57 Mientras tanto, el último censo nacional de viviendas (2011) encontró 3,4 millones de viviendas vacías y Housing Europe calcula que había 3,8 millones de viviendas vacías en 2017.58
Las estadísticas sobre la falta de vivienda son extremadamente limitadas, pero se estima que había entre 27.500 y 33.000 personas sin hogar en 2015,59 y FOESSA estima que otros dos millones de personas corren el riesgo de quedarse sin hogar.60 Pero la respuesta política es confusa. Por ejemplo, en Extremadura, un funcionario me contó que “no tienen a personas sin hogar”. Las políticas preventivas son “prácticamente inexistentes”,61 y hablé con personas sin hogar que enfatizaron las serias dificultades que tenían para acceder a los servicios sociales sin una dirección permanente, lo que impide que aquellas personas que están en las situaciones más precarias obtengan el apoyo al que tienen derecho. En 2015, entre las personas sin hogar, el 19,8% no tenía tarjeta sanitaria, incluido un 32,7% de personas extranjeras.62 Las comunidades autónomas deberían corregir urgentemente esta situación, implementar un enfoque de Vivienda Primero y buscar estrategias preventivas que enfaticen la intervención y el apoyo antes de que la gente se vea abocada a la calle.
Además, en 2018, casi el 10% de la población de España no podía permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada, y las personas se veían forzadas a elegir entre calentar sus hogares o alimentar a sus hijos e hijas. España debería ampliar el acceso a los subsidios para pagar los servicios públicos, y garantizar que no se corte el suministro a las familias vulnerables. La ley de Cataluña sobre la pobreza energética, resultado de la continua movilización en materia de vivienda, es un paso en la dirección correcta.
Después de que tantas personas en ciudades clave de España enfatizaran la gravedad de la crisis inmobiliaria y tras mis conversaciones con funcionarios del gobierno nacional, me preocupa que exista un profundo desajuste entre las necesidades y las respuestas políticas que se están contemplando. Nadie duda de que se requieren medidas urgentes. Un Plan Nacional de Vivienda 2018-21 incluye la construcción de 20.000 unidades de vivienda pública durante cuatro años,63 pero eso está muy lejos de cubrir las necesidades. Las nuevas leyes que aumentan la duración mínima de los contratos de alquiler y condonan la deuda de la vivienda en caso de ejecución hipotecaria o embargo son un paso en la dirección correcta, aunque esta última medida debería aplicarse retroactivamente. España debería tomar medidas enérgicas para aumentar sustancialmente la disponibilidad de viviendas de bajo coste, pero eso no aliviará la situación durante varios años. De manera similar, partiendo de numerosas experiencias en el pasado, la propuesta de dependencia significativa de las Asociaciones Público Privadas probablemente beneficiará a las clases medias, pero no a las más dramáticamente afectadas. Si bien en Barcelona se han adoptado controles sobre los alquileres, siguen siendo controvertidos a nivel nacional y los funcionarios con los que hablé no les dieron mucha importancia. Esto me parece un error. La experiencia en París, Berlín y un número creciente de ciudades en Estados Unidos indica que los sistemas de estabilización de los alquileres pueden funcionar bien, siempre que estén cuidadosamente diseñados para evitar la torpeza y la inflexibilidad de programas ideados hace décadas en circunstancias muy diferentes.64
El Gobierno también debería dar contenido sustancial al derecho a una vivienda digna. A pesar de su reconocimiento constitucional y las protestas a favor de este derecho, toda la información disponible me lleva a la conclusión de que actualmente el derecho a la vivienda está vacío de contenido y carece de importancia. Si bien no se puede hacer justiciable sin una enmienda constitucional, hay muchas maneras de tomar medidas administrativas para convertirlo en un concepto significativo en la configuración de las leyes y políticas de vivienda.
C. Política fiscal
Si España quiere realmente combatir la pobreza y está dispuesta a realizar inversiones muy necesarias en políticas de asistencia social, educación y vivienda, también deberá reformar sus políticas fiscales. Los ingresos que recauda en la actualidad son demasiado bajos para garantizar los derechos sociales y lograr un presupuesto equilibrado, el sistema es inadecuadamente progresista, y el fraude fiscal, la evasión y la elusión le cuestan al país potencialmente miles de millones al año.
Los ingresos fiscales de España son relativamente bajos. La relación impuestos/PIB fue del 35,4% en 2018, mucho más baja que la media del 40,3% de la UE y la del 41,7% de la zona euro, y especialmente baja en comparación con países similares como Italia (42,1%) y Francia (48,5).65
Los tipos de gravamen en el impuesto sobre sociedades se han reducido desde 2007, del 35 al 25%,66 y las empresas también se aprovechan de generosas deducciones y subsidios, por lo que en realidad terminan pagando mucho menos que el tipo nominal. El Ministerio de Hacienda no pudo proporcionarme una cifra del tipo efectivo real que están pagando las empresas, con el argumento de que las cifras están “protegidas”. Esta posición es insostenible dados los obvios intereses públicos involucrados, y aún más a la luz de la promesa del nuevo gobierno de elevar el tipo efectivo a un mínimo del 15%. Los ingresos por impuestos sobre sociedades han disminuido masivamente en los últimos años. Entre 2007 y 2018, los impuestos sobre sociedades cayeron como porcentaje de los ingresos totales de 22,34 a 11,9%, y de 44.823 millones de euros a 24.838 millones de euros.67 Si bien algunas de estas pérdidas se han visto compensadas por una dependencia cada vez mayor del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre 2007 y 2017 la recaudación fiscal total disminuyó en realidad unos 6.725 millones de euros.68
Además de no aumentar la recaudación necesaria para financiar la realización de los derechos sociales, el sistema tributario es inadecuadamente progresista y apenas comienza a aprovechar la capacidad de los impuestos para reducir la desigualdad, la cual se disparó después de la crisis. Entre 2007 y 2015, el coeficiente de Gini aumentó en 2,1 puntos, el S80/20 en 0,9 y el índice de Palma en 1,4.69 Sin embargo, el efecto redistributivo de los impuestos directos a los hogares es mucho más bajo que el promedio de la UE, reduciendo la relación S80 / S20 en un 8,6% en 2016, en comparación con el 12,4% en la UE.70 Los impuestos indirectos en realidad aumentaron la desigualdad en un 3,5%.71 España depende cada vez más del IVA, con un aumento del tipo del 16 al 21% entre 2009 y 2013, elevando el porcentaje de la recaudación total del 27,83% al 33,63%. 72 Esto es problemático, ya que el tributo es generalmente regresivo, y en España lo es aún más debido a una serie de deducciones que benefician a los más ricos, como en el caso de los hoteles. También hay comunidades autónomas en España donde el impuesto a la herencia es extremadamente bajo, y los hijos y los cónyuges pueden heredar hasta un millón de euros libres de impuestos.73
El fraude fiscal es un problema importante en España que priva al Estado de recursos. Un estudio reciente del FMI estimó que el tamaño de la economía sumergida en España es del 20,3% del PIB, incluso más que en 2007. Se estima que la economía sumergida reduce los ingresos fiscales hasta en 70.000 millones de euros.74 Y en 2018, las empresas del IBEX 35 tenían 805 filiales en paraísos fiscales, lo que sugiere que se estarían perdiendo cantidades significativas de ingresos por evasión fiscal.75
D. Cambio climático
El cambio climático tendrá consecuencias devastadoras para las personas que viven en la pobreza y un fuerte impacto en las políticas vigentes para prestarles apoyo.76 Además de los esfuerzos de mitigación y adaptación ya implementados, España debe garantizar que sus políticas de protección social tengan en cuenta los efectos inminentes del cambio climático y que esté en posición de apoyar a las personas en la pobreza que serán las más perjudicadas, así como a aquellas que se verán empujadas a la pobreza por el cambio climático. Las olas de calor ya han provocado la muerte de cientos de personas, y las familias pobres sin acceso a electricidad o aire acondicionado afrontarán un riesgo cada vez mayor.77
En 2019, el gobierno anunció un plan de inversión pública de 47.000 millones de euros para abordar el cambio climático en la próxima década, con el objetivo de hacer que España sea neutral en carbono para 2050.78 En enero declaró una emergencia climática 79 y ha reducido significativamente su dependencia del carbón.80 Pero aún no se ha aprobado la tan esperada ley sobre el cambio climático y el Congreso debería actuar sin demora.81
Es alentador que el Gobierno ya tenga un acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para implementar una Transición Justa,82 y será crucial que el nuevo gobierno tome medidas para garantizar que los trabajadores y trabajadoras afectados durante la transición de los combustibles fósiles reciban un apoyo social adecuado y acceso a programas de capacitación. La insuficiencia del actual sistema general de protección social indica que esto supondrá un gran desafío.
E. Transparencia y rendición de cuentas administrativa
Muchos de mis interlocutores comentaron sobre la falta de transparencia en relación con el proceso de toma de decisiones del gobierno y la dificultad de comprender, y mucho menos utilizar, gran parte de la información proporcionada por fuentes oficiales. Como me dijo un funcionario muy bien informado: “No falta información. Lo que pasa es que es imposible determinar cuál es la estrategia subyacente, o cómo evaluar los resultados o el efecto de la política”. El gobierno debería promover que la información sea más fácil de usar y acceder y que esté más relacionada con indicadores de efectividad.
Los procedimientos burocráticos, incluida la tendencia a recopilar documentación aparentemente sin ningún objetivo claro, y una cultura de verificación interminable, han causado estragos en muchas áreas de la protección social. Muchos de los requisitos y supuestos básicos parecen más propios del siglo XIX que del siglo XXI. Pero es notablemente difícil cambiar la forma en que operan las arraigadas burocracias. Dados los costes e ineficiencias del lado del gobierno, y las molestias e inconveniencia del lado de la ciudadanía y otros, así como la necesidad imperiosa de adaptarse a la era digital, el gobierno debería iniciar una investigación de gran alcance diseñada para reducir el papeleo innecesario y reformar las prácticas burocráticas en el campo de la protección social. Dicha revisión podría llevarla a cabo un grupo de expertos designado a tal efecto, o por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Los objetivos deberían incluir: reducir los obstáculos burocráticos, agilizar los procesos de solicitud, digitalizar los datos con el debido respeto por los derechos humanos, facilitar el empadronamiento y garantizar que las personas conozcan las prestaciones a las que tienen derecho.
Además, la AIReF debería estar facultada para realizar auditorías e investigaciones por iniciativa propia, sin una solicitud externa de una autoridad pública.
IV. Grupos vulnerables
Convertirse en un país líder en derechos sociales también requiere prestar atención a los efectos desproporcionados de la pobreza en grupos concretos de personas. Los siguientes grupos se encuentran entre los que necesitan particular atención y apoyo:
A. Mujeres
En España, al igual que en muchos países, las mujeres registran tasas más altas de pobreza relativa, carencia material severa, baja intensidad de empleo y pobreza extrema, y en general están en peores condiciones en casi todas las variables relacionadas con el mercado laboral.83
El Real Decreto-ley 6/2019 introdujo medidas para garantizar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, pero aún queda mucho trabajo por hacer.84 España tiene la segunda tasa más alta de desempleo femenino en la UE por un margen significativo.85 Y el trabajo de cuidado no remunerado afecta los ingresos de las mujeres: el 47% de las mujeres que trabajan a tiempo parcial lo hacen por razones de cuidado infantil, en comparación con el 7% de los hombres. Y el 23% de las mujeres con hijos están desempleadas, un total de 10 puntos porcentuales por encima de los hombres.86
La violencia de género también es una causa de pobreza. Conocí a varias mujeres que explicaron las dificultades económicas que afrontaron después de abandonar relaciones abusivas, entre ellas una mujer que no pudo acceder a la asistencia social porque había huido a otra comunidad autónoma y aún no había alcanzado el mínimo de un año de residencia. Según un informe de 2019, el 61,2% de las mujeres encuestadas que fueron víctimas de violencia de género estaban desempleadas, y un 6,9% adicional trabajó en empleos sin contrato.87
Las ayudas familiares extremadamente bajas por tener un hijo o hija y la escasa inversión en asistencia social para familias y menores perjudican especialmente a las mujeres. El 82% de los hogares monoparentales están encabezados por una mujer y, en 2018, la mitad de los hogares monoparentales estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 45% en 2008.88 En 2018, el 53,5% no podía afrontar un gasto imprevisto y el 17,4 se había retrasado en el pago relacionado con la vivienda principal o servicios públicos.89 Ampliar la educación de la primera infancia a niños y niñas de entre 0 y 3 años y desarrollar servicios asequibles después del horario escolar para menores puede ayudar a que los padres, y especialmente las madres, mantengan un empleo. La proporción de niños y niñas en edad escolar cubiertos por servicios después de la escuela es del 8%, muy por debajo de la media de la OCDE del 29%.90
Si bien los funcionarios del gobierno expusieron una serie de políticas diseñadas para promover la igualdad de género, existe una notable ausencia de atención a las arraigadas estructuras económicas que perpetúan la desigualdad. Se debería prestar mayor atención a la economía del trabajo de cuidado no remunerado y a las formas de compensarlo y reemplazarlo. En mi reunión con el Ministerio de Igualdad, me llevé la impresión de que el organismo no emplea a economistas profesionales y no ve esta ausencia como un problema, lo cual es muy desafortunado dado que la lucha para lograr la igualdad de género sin duda debe librarse en parte en el dominio de las ciencias económicas.
B. Niños, niñas y jóvenes
En 2018 el 29,5% de los y las menores estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, y el 6,5% experimentó carencia material severa.91 Las tasas de pobreza infantil son aún más alarmantes en las zonas rurales; entre las poblaciones inmigrantes, refugiadas y gitanas, y en familias con personas con discapacidad.92 Los hogares con niños, niñas o adolescentes tienen un mayor riesgo de pobreza o exclusión social que aquellos integrados solamente por personas adultas,93 y un 29% de los hogares con menores a cargo describieron pasar “graves dificultades” para llegar a fin de mes.94 Sorprendentemente, los funcionarios de varias comunidades autónomas me aseguraron que la mejor manera de lidiar con la pobreza infantil era abordar la pobreza del hogar, descartando por tanto problemáticamente las características únicas y el efecto permanente de la pobreza infantil.
El gasto social para las familias con niños y niñas está mal orientado y se mantiene entre los más bajos de la UE, lo que resulta en un impacto muy bajo. En 2017, el gasto dedicado a prestaciones familiares fue poco más de la mitad del gasto medio de la UE: 1,2% del PIB en comparación con 2,3%.95 La efectividad de las medidas también es baja y la protección social en España solo logra reducir en 6,9 puntos la tasa de pobreza infantil, en comparación con, por ejemplo, 32 puntos en Irlanda.96 España es prácticamente un caso único entre los países de la UE por carecer de un sistema universal y no contributivo de prestaciones familiares y de menores.97 En 2019, el Real Decreto-ley 8/2019 aumentó la prestación familiar para menores dependientes a 341 euros al año para familias en riesgo de pobreza (1,3 millones de niños y niñas), y hasta 588 euros para familias en situación de pobreza severa (630.000 niños y niñas). Sin embargo, casi la mitad de los menores que viven en la pobreza, un millón de niños y niñas, no tienen acceso a la ayuda, que sigue siendo muy escasa en poco más de 28 euros por menor al mes.98
El panorama para los jóvenes en España también es desafiante, con bajas tasas de empleo y alto abandono escolar. En el cuarto trimestre de 2019 España registró una tasa de paro del 30,51% entre los menores de 25 años99 y más del 70% de los trabajadores jóvenes tenían contratos de trabajo temporales, un porcentaje significativamente más alto que los promedios de la UE.100 En 2018, el 12,4% de los jóvenes de 15 a 24 años101 y el 19,6% de los de 20 a 34 años no estudiaban ni trabajaban (“Nini”).102
En general, el hecho de que España no disponga de un conjunto de políticas más concertado y generoso para eliminar la pobreza infantil generalizada supone tanto un fracaso moral como una herida económica autoinfligida.103 Una población infantil que recibe educación y cuidados de mala calidad significará una fuerza laboral menos sofisticada y una carga adicional para los servicios de protección social en los próximos años.
C. Comunidad gitana
España tiene una de las comunidades gitanas más grandes de la UE, de aproximadamente 750.000 personas o el 1,6% de la población.104 Pero los indicadores oficiales de empleo sociales no desglosan las estadísticas, lo que invisibiliza la situación de esta comunidad. El Ministerio de Educación me dijo que no se les permitía recabar datos sobre alumnado gitano. Pero según las encuestas de la Fundación Secretariado Gitano, en las que se basan los funcionarios gubernamentales con los que me reuní, en España las personas gitanas enfrentan tasas de pobreza e indicadores asociados alarmantemente altos.
Más del 80% de la población gitana se enfrenta a la pobreza o la exclusión social y el 46% es extremadamente pobre con un ingreso mensual inferior a 310 euros. La tasa de pobreza infantil se sitúa en el 89% y el desempleo en el 52%. Las mujeres gitanas están en clara desventaja en todas las áreas, con una tasa de empleo que solo alcanza el 16%. Y las tasas de alumnado gitano que asisten a escuelas segregadas también son elevadas: solo el 17% de la población gitana mayor de 16 años tiene completados estudios de secundaria (ESO) o superiores.105
Visité dos comunidades gitanas: el Polígono Sur de Sevilla y la Cañada Real a las afueras de Madrid. Aunque estos son ejemplos extremos, no representativos de las condiciones de la mayoría de las personas gitanas en España, me sorprendió la medida en que los gobiernos pertinentes parecen haberse olvidado de las personas que viven allí. Aquellos con quienes hablé estaban involucrados en una batalla perdida para asegurar formas básicas de apoyo o servicios gubernamentales. En la Cañada Real, conocí a personas que vivían sin acceso a una clínica, un centro de empleo o una escuela, o incluso sin suministro eléctrico legal, en una carretera sin asfaltar, directamente adyacente a plantas incineradoras, en un área considerada insalubre. A pesar de un acuerdo de 2018 para reubicar a las personas que viven en el área, hasta ahora el gobierno solo ha trasladado a 34 familias, y el gobierno de la Comunidad de Madrid no pudo proporcionarme ninguna fecha definitiva para cuándo habría reubicado al resto de manera segura. También parecía brillar por su ausencia cualquier disposición para una consulta significativa, a pesar de la existencia de varias estructuras formales para este propósito.
Los funcionarios del gobierno con los que me reuní estuvieron de acuerdo en que la situación para muchas personas gitanas es grave, pero me llamó la atención la falta de urgencia y la resignación con la que aceptan que partes enteras de la población se hayan visto relegadas a un estado de tercera clase sin acceso a los derechos de los cuales son titulares. Después de años de planes y puntos de referencia que han dejado los indicadores de pobreza de la comunidad gitana en niveles deplorables, existe una necesidad real de una respuesta de emergencia. Algunos funcionarios con los que hablé solo parecían preocupados por haber marcado ciertas casillas de acción, en lugar de lograr resultados tangibles.
D. Inmigrantes
En España hay aproximadamente 6 millones de inmigrantes.106 Los que provienen de fuera de la UE tienen el mayor riesgo de pobreza y exclusión social (56%) seguidos por los ciudadanos de la UE (47,7%), ambos significativamente más altos que la población española (23,1%).107 Para los y las menores con al menos un progenitor inmigrante, el riesgo de pobreza o exclusión social salta al 49,6%, el más alto de la UE.108
Las organizaciones de la sociedad civil describieron un sistema de reasentamiento que impide que los y las inmigrantes puedan trabajar o pagar una vivienda. Las personas refugiadas e inmigrantes a menudo enfrentan serios obstáculos para acceder a una vivienda digna debido a la escasez de oferta, los requisitos de acceso y la discriminación en la asignación, por lo que con frecuencia terminan en situaciones precarias o de hacinamiento.109
Las organizaciones de la sociedad civil describieron condiciones muy angustiosas para las mujeres y niñas inmigrantes, especialmente aquellas que trabajan en la agricultura, como situaciones de alta vulnerabilidad, explotación sexual y comercial, violencia institucional y falta de protección en los niveles más básicos. Según Women’s Link Worldwide, las trabajadoras agrícolas a menudo son engañadas en cuanto a los términos de su empleo: por ejemplo, les prometen jornadas de 6,5 horas pero acaban trabajando 10 horas; los contratos fijos pasan de ser de tres meses a una terminación de empleo discrecional, y los salarios pactados de 39-40 euros al día disminuyen significativamente, con lapsos de pago.110
Estoy extremadamente preocupado por la situación de los y las menores no acompañados, una población vulnerable que ha sido demonizada en el actual debate político. España sigue utilizando técnicas de evaluación de la edad desacreditadas y poco confiables para determinar la edad de los menores no acompañados, entre ellos exámenes genitales invasivos y humillantes, a pesar de las críticas por parte del Comité de los Derechos del Niño de la ONU.111 La denegación de la condición de menor puede dejar al individuo sin acceso a apoyo o refugio para menores o adultos, lo que provoca una brecha que puede empujar a los niños y niñas a la pobreza hasta desembocar en la trata de personas, el trabajo sexual, el abuso sexual, la drogodependencia o incluso la desaparición.112
En Huelva, me reuní con trabajadores que vivían en un asentamiento de inmigrantes en condiciones que rivalizan con las peores que he visto en cualquier parte del mundo. Están a kilómetros de distancia de agua potable y viven sin electricidad ni saneamiento adecuado. Muchos llevan años en España y pueden permitirse un alquiler, pero dijeron que nadie los acepta como inquilinos. Ganan apenas unos 30 euros al día y casi no tienen acceso a ningún tipo de apoyo gubernamental. Una persona me dijo: “Cuando hay trabajo, España necesita inmigrantes, pero a nadie le interesan nuestras condiciones de vida”. Según la sociedad civil, entre 2.300 y 2.500 personas viven en condiciones similares durante la temporada de la fresa. En 2018-19, la cosecha de fresas en Huelva facturó 533 millones de euros113 y el mayor productor es Driscoll’s y sus empresas asociadas. Driscoll’s cuenta con un conjunto de estándares laborales que “se aplican a todos los trabajadores en nuestra cadena de suministro, sin distinción”. Debido a que las condiciones que observé en Huelva eran simplemente inhumanas y dado el dominio de esta empresa multinacional en la industria local y global de la fresa, tengo planeado preguntarles qué están haciendo para monitorear y mejorar las condiciones laborales en esta área.
E. Pobreza en áreas rurales
Casi una quinta parte de la población española vive en áreas rurales,114 donde el ingreso medio real per cápita ha caído un 13,5% entre 2009 y 2018.115 Las áreas rurales están experimentando una aguda despoblación y envejecimiento. Catorce provincias están muy afectadas por el “declive demográfico”: más del 25% de su población tiene al menos 65 años.116 Las personas que viven en la pobreza en la “España vaciada” enfrentan desafíos únicos y un riesgo muy alto de pobreza o exclusión social (31%).117
Las personas con las que me reuní en zonas rurales destacaron los beneficios de la vida en el campo, incluida la proximidad a la naturaleza, pero también describieron el aislamiento, la exclusión y la pobreza. Un grupo en Extremadura explicó haber sufrido cortes de energía que duraron días, no poder visitar a un médico debido a la falta de transporte público o dinero para pagar un taxi y sentir que sus votos no le importan al gobierno central. En Galicia visité un área sin atención médica especializada, sin guardería y sin educación secundaria. Allí una mujer me dijo: “Mi hija me dice que aquí no ve futuro para ella”. La gente también describió los altos precios de Internet, lo que plantea riesgos de exclusión digital para familias pobres y de bajos ingresos, especialmente a medida que el gobierno toma medidas para digitalizar aspectos de la asistencia social.
El Gobierno no debería dejar que este gran colectivo sufra las consecuencias de fuerzas del mercado que no pueden controlar, y debería diseñar una estrategia integral para hacer frente a los problemas que afectan a un número creciente de personas.
F. Personas con discapacidad
Las personas con discapacidad sufren muchos tipos de discriminación estructural y desventajas en España, como en ámbitos relacionados con el empleo, los ingresos, la educación y la vivienda. En 2018 aproximadamente un tercio de las personas con discapacidad en España, el 31,1%, estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, en comparación con el 24,1% de las personas sin discapacidad.118 Y la tasa de empleo fue solo del 25,8% para las personas con discapacidad, muy por debajo de la mitad de la tasa de empleo de las personas sin discapacidad (65,9%).119
La ausencia de viviendas accesibles empeora su situación. Solo el 0,6% de los 9,8 millones de edificios residenciales en España cumplen con los criterios de accesibilidad universal para personas con movilidad reducida o discapacidad.120 Una mujer en Badajoz me explicó que después de que su marido desarrolló una discapacidad, tuvo que instalar un baño improvisado en su sala de estar porque el baño de su unidad de vivienda pública no era accesible. Según una encuesta de 2019, 1,8 millones de personas con movilidad reducida necesitan asistencia para abandonar su hogar, y 100.000 nunca salen.121 Y el 16,5% de los y las menores con discapacidad reciben una educación segregada en España, fuera del sistema educativo general.122
Visité un centro para personas con discapacidad en Galicia que está haciendo un trabajo excelente para apoyar la vida independiente y la capacitación laboral, pero la cruda realidad es que solo un número muy pequeño de personas que necesitan este tipo de apoyo lo reciben. Escuché varios poderosos testimonios en todas las comunidades autónomas que visité sobre la discriminación que enfrentan en el mercado laboral y en la sociedad, y las batallas que deben librar para reivindicar sus derechos. El Gobierno debería otorgar una mayor prioridad a la erradicación de estas formas de discriminación.
A. Personas dedicadas al trabajo doméstico y al cuidado de personas
Las estimaciones de la cantidad de personas empleadas del hogar en España oscilan entre una cifra oficial de 453.000123 y una estimación de la sociedad civil de 700.000 personas que trabajan como empleados y empleadas domésticas o trabajadores y trabajadoras del cuidado a personas. Las mujeres representan el 97,9%124 y están marginadas por la ley española, que coloca dicho trabajo en un “régimen especial” con menos derechos.125
La sociedad civil informó que una de cada tres trabajadoras domésticas en España vive en la pobreza, y muchas trabajan en la economía informal para empleadores que no realizan pagos a la seguridad social. Muy a menudo trabajan el doble de sus ocho horas contratadas por día, ganando apenas 800 euros al mes, pero generalmente tienen que alquilar una habitación para pasar la noche libre semanal y el coste de los alimentos se deduce de su salario. Los trabajadores indocumentados son especialmente vulnerables a la explotación, y escuché testimonios sobre empleadores que confiscan los pasaportes de las trabajadoras domésticas.
Me reuní con un grupo de empleadas del hogar en Madrid, en el Servicio Doméstico Activo (SEDOAC), un centro que entiendo que es el primero de su tipo en Europa y desempeña un papel extremadamente importante en la defensa de los derechos y el bienestar de las trabajadoras domésticas. Escuché relatos profundamente inquietantes sobre las condiciones de trabajo, mujeres que trabajaban encerradas durante años en lo que sentían como una “cárcel”, sufriendo acoso sexual, horas extraordinarias sin compensación y sin acceso a la seguridad social o las pensiones. “Estoy a punto de cumplir 72 años y sigo pasando apuros”, dijo una mujer. Me explicaron que el centro ahora está en peligro porque el gobierno de Madrid ha retirado su financiación. Dado el nivel de la necesidad, sería una tragedia si se viera obligado a cerrar.
El nuevo gobierno de coalición se ha comprometido a ratificar el Convenio 189 de la OIT sobre trabajadores y trabajadoras domésticas. La plena implementación de las disposiciones de la Convención supondría un gran paso adelante en España.
Madrid, 7 de febrero de 2020
Notas: 1 Instituto Nacional de Estadística, “Contabilidad Nacional Trimestral de España: principales agregados, Cuarto trimestre de 2019. Avance”, 31 de enero de 2020, https://www.ine.es/daco/daco42/daco4214/cntr0419a.pdf; Instituto Nacional de Estadística, “Encuesta de Población Activa (EPA) Cuarto trimestre de 2019”, 28 de enero de 2020, https://www.ine.es/daco/daco42/daco4211/epa0419.pdf.
2 Centro de Investigaciones Sociológicas, “Barómetro de Enero 2020”, datos.cis.es/pdf/Es3271marMT_A.pdf.
3 Eurostat, “People at risk of poverty or social exclusion by sex”, 2018, https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/graph.do?tab=graph&plugin=1&pcode=tepsr_lm410&language=en&toolbox=sort; Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (estrategia Europa 2020) y de sus componentes por edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10005.
4 Instituto Nacional de Estadística, “Personas por dificultades para llegar a fin de mes y edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=9985.
5 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (estrategia Europa 2020) y de sus componentes por edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10005.
6 Instituto Nacional de Estadística, “Tasas de paro”, cuarto trimestre de 2019, https://www.ine.es/infografias/tasasepa/desktop/tasas.html?t=0&lang=es; Eurostat, “Unemployment Statistics”. https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Employment_statistics/es
7 FMI, “Spain 2018 Article IV Consultation”, noviembre de 2018, https://www.imf.org/en/Publications/CR/Issues/2018/11/21/Spain-2018-Article-IV-Consultation-Press-Release-Staff-Report-and-Statement-by-the-Executive-4638, pág. 5. El riesgo de pobreza activa es el segundo más alto entre los países que forman la UE, con un 12,9% a partir de 2018. Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators.
8 España es el sexto país más desigual de la UE cuando se comparan los ingresos de los quintiles superior e inferior, y el séptimo más desigual según lo medido por el índice de Gini. Eurostat, “Income quintile share ratio (S80/S20) by sex”, consultado por última vez el 19 de enero de 2020, https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/table.do?tab=table&init=1&language=en&pcode=tessi180&plugin=1; Eurostat, “Gini coefficient of equivalised disposable income”, consultado por última vez el 19 de enero de 2020.
9 Amory Gethin, et al., “Desigualdades Crecientes y Divisiones Políticas en España”, 2019, págs. 2-3.
10 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
11 OCDE, “Income inequality”, (consultado el 18 de octubre de 2019), https://data.oecd.org/inequality/income-inequality.htm.
12 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, págs. 43-44 (cita datos de 2013).
13 Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, “Estrategia Nacional de Prevención y Lucha Contra La Pobreza y la Exclusión Social 2019-2023”, 2019, pág. 71.
14 FMI, “Effectiveness and Equity in Social Spending: The Case of Spain”, informe de trabajo, pág. 21.
15 Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal (AIReF), “Los programas de rentas mínimas en España”, junio de 2019, https://www.airef.es/wp-content/uploads/RENTA_MINIMA/20190626-ESTUDIO-Rentas-minimas.pdf.
16 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, 2017, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2017_eco_surveys-esp-2017-en, pág. 1.
17 Comisión Europea, “Recomendación del Consejo: España”, 2019, https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?qid=1560258234004&uri=CELEX%3A52019DC0509, págs. 5, 8.
18 Para las transferencias sociales que excluyen las pensiones, España logró una reducción del 22,94% en las tasas de AROPE en 2018, en comparación con una media del 33,2% en la UE, el 35,9% en el Reino Unido, el 44,4% en Francia y el 53,67% en Finlandia. Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators.
19 Oretta Causa y Mikkel Hermansen, “Income redistribution through taxes and transfers across OECD countries”, 2019, https://www.oecd-ilibrary.org/docserver/bc7569c6-en.pdf?expires=1579564630&id=id&accname=guest&checksum=23CF047B7FCBD51BF5FA82600104FDC7, pág. 18.
20 Cáritas utiliza el término de “sociedad expulsada” para referirse a los 1,8 millones de personas que registraron la peor puntuación en su índice multidimensional de la pobreza de 35 indicadores. Declaración de Cáritas. https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/32_Caritas_FOESSA_EN.pdf.
21 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 62.
22 Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, “Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo”, https://www.boe.es/eli/es/rdl/2019/03/08/8
23 El monto exacto del crédito fiscal por hijos depende de la tasa impositiva en la comunidad autónoma de los padres, por ejemplo: 528 por hijo en Madrid. Euromod, María del Valle Navas y Néstor López de la Cruz , “Spain (ES) 2015-2018”, https://www.euromod.ac.uk/sites/default/files/country-reports/year9/Y9_CR_ES_Final.pdf, pág. 97.
24 Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators.
25 Eurostat, “Perfiles de países”, https://ec.europa.eu/eurostat/guip/introAction.do?profile=cpro&theme=euroind&lang=en&country1=ES&country2=eu28.
26 Eurostat, “Expenditure on social protection benefits by function, 2017-table 1”, consultado por ultima vez el 17 de enero de 2020, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:Expenditure_on_social_protection_benefits_by_function,_2017-table_1.png.
27 Véase por ejemplo, Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal (AIReF), “Los programas de rentas mínimas en España”, junio de 2019; Luis Ayala Cañón, José María Arranz, Carlos García Serrano y Lucía Martínez Virto, “El sistema de garantía de ingresos en España: tendencias, resultados y necesidades de reforma. Informe Completo”, diciembre de 2016.
28 European Anti-Poverty Network, “El Estado de la Pobreza Seguimiento del Indicador de Pobreza y Exclusión Social en España 2008-2017”, 2018, https://eapn-clm.org/wp-content/uploads/2019/02/Informe_AROPE_2018_LA_SITUACION_EN_LAS_CCAA.pdf, pág. 13.
29 33.000 hogares o 106.746 personas. Comunidad de Madrid, “Renta Mínima de Inserción. Informe 2018”, 2019, https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/informe_anual_rmi_2018_definitivo_.pdf, pág. 23.
30 En 2018, había aproximadamente 12.650 concesiones en procedimiento inicial. Comunidad de Madrid, “Renta Mínima de Inserción. Informe 2018”, 2019, pág. 54. En 2016, había aproximadamente 13.800 concesiones en procedimiento inicial. Comunidad de Madrid, “Balance anual de gestión de la Renta Mínima de Inserción Comunidad de Madrid 2016”, 2017, pág. 13.
31 (aproximadamente de 4.850 a 10.040), así como también el número de denegaciones (de 2.708 a 5.767).
32 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE) por nivel de formación alcanzado (personas de 16 años y más años)”, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10007.
33 En 2017, fue del 4,24% del PIB (49,458 millones de euros) en comparación con el 4,99% del PIB (53,895 millones de euros) en 2009. European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, págs. 32-33.
34 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 58.
35 Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019, pág. 1.
36 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 55.
37 Eurostat, “Early leavers from education and training”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Early_leavers_from_education_and_training.
38 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 38. (citando a Save The Children).
39 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, pág. 53.
40 Save the Children, “The Future We Want to Grow Up In” , febrero de 2019, pág. 5.
41 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 34; Save the Children, “Mézclate conmigo: De la segregación socioeconómica a la educación inclusiva”, https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/mezclate_conmigo.pdf, pág. 7.
42 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 34.
43 Save the Children, “Mézclate Conmigo”, 2018, https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/mezclate_conmigo.pdf.
44 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 27.
45 REDER, “No dejar a nadie atrás: Es urgente garantizar la sanidad universal”, octubre de 2018, https://www.medicosdelmundo.org/Informe_REDER_Octubre_2018, págs. 4, 6 y 7; Informe anual 2018 Defensor del Pueblo de España, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/11_Defensor_del_Pueblo.pdf, pág. 6.
46 REDER, “No dejar a nadie atrás: Es urgente garantizar la sanidad universal”, octubre de 2018, https://www.medicosdelmundo.org/Informe_REDER_Octubre_2018, pág. 12.
47 Ministerio de Economía, “Financiacion 2008-2020”, datos proporcionados el 4 de febrero de 2019.
48 Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, “El Gasto Social por Comunidades: Sanidad, Educación y Servicios Sociales”, septiembre de 2019, https://www.directoressociales.com/images/Noticias/Evol_gasto_CCAA_2018/2018._Raking_CCAA_por_recortes_y_gastos.pdf, pág.1.
49 Fundación FOESSA, “Vulneración de derechos: Vivienda”, https://caritas-web.s3.amazonaws.com/main-files/uploads/sites/16/2019/06/Focus-Vivienda-FOESSA.pdf, págs. 2-3.
50 Eurostat, “Housing cost overburden rate by tenure status”, 2018, https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/refreshTableAction.do?tab=table&plugin=1&pcode=tessi164&language=en.
51 Informe de Amnistía Internacional, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/31_Amnesty_International.docx, pág. 4; Banco de España, David López-Rodríguez y María de los Llanos Matea, “Evolución reciente del mercado del alquiler de vivienda en España”, agosto de 2019, pág. 6.
52 UGT (Unión General de Trabajadores), “Los salarios tienen que despegar en 2019”, 19 de marzo de 2019, http://www.ugt.es/los-salarios-tienen-que-despegar-en-2019.
53 ACNUDH, “States and real estate private equity firms questioned for compliance with human rights”, 26 de marzo de 2019, https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=24404&LangID=E.
54 Cifras de 2006-2012: Consejo General del Poder Judicial, “Solicitud de Datos, Informes o Documentos”, 4 de marzo de 2013, https://bit.ly/2S2DoBo; cifras de 2013-2018: Contestación del Gobierno español a solicitud de información por parte de don Cayo Lara Moya (GIP), “Datos sobre el efecto de la crisis en los órganos judiciales por TSJ hasta Segundo Trimestre 2019”, https://bit.ly/382hT95.
55 Instituto Nacional de Estadística, “Hogares por régimen de tenencia de la vivienda y edad y sexo de la persona de referencia”.
56 Housing Europe, “State of Housing within the EU, 2019”, octubre de 2019, http://www.housingeurope.eu/resource-1323/the-state-of-housing-in-the-eu-2019, págs. 85-87.
57 Ministerio de Fomento, “Vivienda Protegida, Series Anual, (1.5) Número de calificaciones definitivas: Planes estatales”, 2019, https://apps.fomento.gob.es/BoletinOnline2/sedal/31305000.XLS.
58 Instituto Nacional de Estadística, “Censos de Población y Viviendas 2011”, https://inmalome.files.wordpress.com/2012/09/cifine01-2013.pdf, pág. 8; Housing Europe, “The State of Housing in the EU 2019”, http://www.housingeurope.eu/file/860/download, pág. 87.
59 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, “Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar”, https://www.mscbs.gob.es/ssi/familiasInfancia/inclusionSocial/docs/ENIPSH.pdf, pág. 12.
60 Fundación FOESSA, “La vulneración del derecho a vivienda: una mirada a la exclusión residencial”, 2018, https://www.caritas.es/noticias/viii-informe-foessa-la-exclusion-social-se-enquista-en-una-sociedad-cada-vez-mas-desvinculada/.
61 Red Europea de Política Social, “ESPN Thematic Report on National strategies to fight homelessness and housing exclusion”, 2019, https://ec.europa.eu/social/BlobServlet?docId=21628&langId=en, pág. 12.
62 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, “Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar”, https://www.mscbs.gob.es/ssi/familiasInfancia/inclusionSocial/docs/ENIPSH.pdf, pág 19.
63 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surv.eys-esp-2018-en, pág. 98.
64 M. Pastor, V. Carter y M. Abood, “Rent Matters: What are the Impacts of Rent Stabilization Measures?”, 2018.
65 Eurostat, “Tax-to-GDP ratio up to 40.3percent in EU”, 20 de octubre de 2019, https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/10190755/2-30102019-AP-EN.pdf/68739572-f06a-51e4-3a5b-86e660a23376.
66 Comisión Europea, “Statutory tax rates: VAT rates in member states”, ec.europa.eu/taxation_customs/business/economic-analysis-taxation/data-taxation_en.
67 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
68 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
69 OCDE, “Income inequality”, (consultado el 18 de octubre de 2019) https://data.oecd.org/inequality/income-inequality.htm.
70 Comisión Europea, “Country Report Spain 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_en.pdf, pág. 32.
71 Ídem.
72 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
73 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, pág. 42
74 FUNCAS, “Economía Sumergida y Fraude Fiscal en España: ¿Qué Sabemos? ¿Qué Podemos Hacer?”, 2018, https://www.funcas.es/publicaciones_new/Sumario.aspx?IdRef=5-04095, pág. 40; véase también, “La economía sumergida resta un 23% a la recaudación fiscal”, El País, 21 de junio de 2018, https://elpais.com/economia/2018/06/20/actualidad/1529518143_236168.html.
75 Oxfam, “Quien Parte y Reparte: la huella en la desigualdad de las empresas del IBEX 35”, https://cdn2.hubspot.net/hubfs/426027/Oxfam-Website/OxfamWeb-Documentos/OxfamWeb-Informes/quien-parte-y-reparte-informe-ibex-2019.pdf, 2019, pág 2.
76 Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, “El cambio climático y la pobreza”, 17 de julio de 2019, https://undocs.org/A/HRC/41/39.
77 Estudio de AEMET con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, “Efectos del Cambio Climático en España”, 3 de marzo de 2019, http://www.aemet.es/en/noticias/2019/03/Efectos_del_cambio_climatico_en_espanha; Greenpeace, “Así nos afecta el cambio climático”, 28 de noviembre de 2018, https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2018/11/GP-cambio-climatico-LR.pdf, pág. 43.
78 “El Gobierno propone una inversión pública de 47.000 millones en un plan sobre el cambio climático”, Reuters, 20 de febrero de 2019 https://es.reuters.com/article/topNews/idESKCN1Q91YT-OESTP.
79 “Spain declares climate emergency, gets climate plan ready”, AP, 21 de enero de 2020, https://apnews.com/1e946085841af1e942659d4154d75d03.
80 “España se desengancha del carbón y las emisiones de efecto invernadero se desploman”, El País, 3 de enero de 2020, https://elpais.com/sociedad/2020/01/02/actualidad/1577980066_743415.html.
81 Congreso de los Diputados ¨Proposición de Ley sobre Cambio Climático y Transición Energética,” http://www.congreso.es/public_oficiales/L13/CONG/BOCG/B/BOCG-13-B-48-1.PDF.
82 Ministerio para la Transición Ecológica, “La Transición Justa dentro del Marco Estratégico de Energía y Clima”, https://www.miteco.gob.es/es/prensa/etj-castellano-interactivo_tcm30-505654.pdf.
83 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, págs. 13-14.
84 Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, “Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación”, https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2019-3244; Solidar, “Monitor de derechos sociales 2019”, https://www.solidar.org/system/downloads/attachments/000/001/070/original/ES_Spain.pdf?1580208673, pág. 4.
85 Eurostat, “Unemployment by sex and age - monthly average”, https://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=une_rt_m&lang=en.
86 Save the Children, “The Future We Want to Grow Up In” , febrero de 2019, pág. 7.
87 Fundación Adecco, “Un empleo contra la violencia”, noviembre de 2019, https://s03.s3c.es/imag/doc/2019-11-22/informe-empleo-contra-la-violencia-2019.pdf, pág. 15.
88 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 18; Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE), por tipo de hogar”, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10010.
89 Instituto Nacional de Estadística, “Hogares con carencia material por tipo de hogar”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=9974.
90 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, págs. 51, 54.
91 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (estrategia Europa 2020) y de sus componentes por edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10005. Véase también, Save the Children, “Familias en riesgo”, 2020.
92 Declaración de European Anti-Poverty Network, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/17_EAPN_SP.pdf, pág. 2.
93 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 4.
94 Fundación FOESSA, “Vulneración de derechos: Infancia”, https://caritas-web.s3.amazonaws.com/main-files/uploads/sites/16/2019/05/Focus-Infancia.-FOESSA.pdf, pág. 3.
95 Eurostat, “Expenditure on social protection benefits by function, 2017-table 1”, consultado por última vez el 17 de enero de 2020, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:Expenditure_on_social_protection_benefits_by_function,_2017-table_1.png; Declaración de Plataforma de Infancia, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/5_Plataforma_de_Infancia.pdf, pág. 4.
96 Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019.
97 UNICEF, Olga Canto Sánchez y Luis Ayala Canon, “Políticas públicas para reducir la pobreza infantil en España: Análisis del impacto”, marzo de 2014, https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/unicef_politicas_para_reducir_pobreza_infantil_espana_baja.pdf, pág. 73; ILO-UNICEF, “Towards universal social protection for children: Achieving SDG 1.3”, 41, 2019.
98 Solidar, “Monitor de derechos sociales 2019”, https://www.solidar.org/system/downloads/attachments/000/001/070/original/ES_Spain.pdf?1580208673, pág. 8; Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, “Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo”, https://www.boe.es/eli/es/rdl/2019/03/08/8; Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 64; Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019, pág. 1.
99 Instituto Nacional de Estadística, “Tasas de paro”, 4T 2019, https://www.ine.es/infografias/tasasepa/desktop/tasas.html?t=0&lang=es; Eurostat, “Unemployment Statistics”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Unemployment_statistics.
100 Eurofund, “Los jóvenes, especialmente los poco cualificados, son los más afectados por las desigualdades sociales en España”, 11 de octubre de 2019, https://www.eurofound.europa.eu/es/news/news-articles/young-people-particularly-those-low-qualified-bear-the-brunt-of-social-inequalities-in-spain
101 Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators; Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 64; Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019, pág. 13.
102 Eurostat, “Statistics on young people neither in employment nor in education or training”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Statistics_on_young_people_neither_in_employment_nor_in_education_or_training.
103 Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, “DB012 - Mapa territorializado de la pobreza infantil en España”, https://www.comisionadopobrezainfantil.gob.es/es/db012-mapa-territorializado-de-la-pobreza-infantil-en-españa.
104 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 65.
105 Fundación Secretariado Gitano, “La Fundación Secretariado Gitano presenta su ‘Estudio comparado sobre la situación de la población gitana en España en relación al empleo y la pobreza 2018’”, 24 de septiembre de 2019; https://www.gitanos.org/actualidad/archivo/129382.html.
106 Ministerio de Trabajo, Migraciones, y Seguridad Social, “Extranjeros residentes en España: Principales resultados”, septiembre de 2019, http://extranjeros.mitramiss.gob.es/es/Estadisticas/operaciones/con-certificado/201906/Residentes_Principales_Resultados_30062019.pdf, pág. 1.
107 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE) por nacionalidad (personas de 16 y más años)”, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10009.
108 Eurostat, “Children at risk of poverty or social exclusion”, enero de 2019, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/pdfscache/50126.pdf, pág. 6.
109 Declaración de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/15_CEAR.pdf, pág. 3.
110 Declaración de Women’s Link Worldwide, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/20_Women_Worldwide.pdf, págs. 2-3 y 5.
111 Comité de la ONU de los Derechos del Niño, “Dictamen aprobado por el Comité en relación con el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones respecto de la Comunicación Núm. 16/2017”, 10 de julio de 2017, https://tbinternet.ohchr.org/Treaties/CRC/Shared%20Documents/ESP/CRC_C_81_D_16_2017_28553_S.docx, pág. 13.
112 Declaración de Fundación Raíces, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/16_Fundacion_Raices.pdf, págs. 1-2.
113 Fresh Plaza, “La campaña de fresas de la provincia española de Huelva cierra con cifras positivas”, https://www.freshplaza.es/article/9144061/la-campana-de-fresas-de-la-provincia-espanola-de-huelva-cierra-con-cifras-positivas/.
114 El Banco Mundial, “Población rural (% de la población total) - España”, 2019 https://data.worldbank.org/indicator/SP.RUR.TOTL.ZS?locations=ES.
115 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, págs. 23-24.
116 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf , pág 80.
117 Eurostat, “Living conditions in Europe - poverty and social exclusion”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Living_conditions_in_Europe_-_poverty_and_social_exclusion.
118 Eurostat, “The Europe 2020 indicator of at-risk-of-poverty or social exclusion AROPE by level of activity limitation”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:The_Europe_2020_indicator_of_at-risk-of-poverty_or_social_exclusion_AROPE_by_level_of_activity_limitation,_2018_2.png.
119 Instituto Nacional de Estadística, “El empleo de las personas con discapacidad (EPD Año 2018”, 18 de diciembre de 2019, https://www.ine.es/prensa/epd_2018.pdf, pág. 1.
120 Fundación Mutua de Propietarios, “La accesibilidad de las viviendas en España”, 22 de marzo de 2018, https://www.fundacionmdp.org/wp-content/uploads/2018/04/201803-Accesibilidad-viviendas-espana_FundacionMdP-min.pdf.
121 COCEMFE, “1,8 millones de personas con movilidad reducida dependen de la ayuda de terceros para salir de su casa y 100.000 no salen nunca”, 22 de junio de 2019, http://www.cocemfe.es/informate/noticias/18-millones-de-personas-con-movilidad-reducida-dependen-de-la-ayuda-de-terceros-para-salir-de-su-casa-y-100-000-no-salen-nunca/.
122 Ministerio de Educación y Formación Profesional, “Las cifras de la educación en España. Curso 2016-2017 (Edición 2019)”, http://www.educacionyfp.gob.es/servicios-al-ciudadano/estadisticas/indicadores-publicaciones-sintesis/cifras-educacion-espana/2016-17.html.
123 Instituto Nacional de Estadística, “Activos por sexo y ocupación. Valores absolutos y porcentajes respecto del total de cada ocupación”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=4077.
124 Ídem.
125 Futuro en Común, “Una Agenda 2030 transformadora para las personas y la planeta”, 24 d
I. Introducción
España está prosperando económicamente, aunque la mitad de su población, no. La cuarta economía más grande de la Unión Europea ha experimentado un crecimiento constante del PIB desde la crisis económica, el paro está disminuyendo, los salarios medios están aumentando y las exportaciones también están en auge.1 Pero casi la mitad de los españoles considera el desempleo y la inseguridad económica como sus principales preocupaciones.2 Durante mi visita de casi dos semanas a España, quedó muy claro que la recuperación después de la recesión, que tan positiva ha sido para algunos, ha dejado atrás a muchas personas, y que se ha hecho muy poco por la mayoría de los miembros de ese enorme grupo.
España finalmente tiene un nuevo gobierno; uno que exhibe grandes esperanzas y ambiciones impresionantes, especialmente en el ámbito social. Pero este gobierno se enfrenta a enormes desafíos. El país tiene un alto nivel de paro, un desempleo juvenil crónico, una crisis de vivienda de proporciones inquietantes, una profunda pobreza generalizada, disposiciones de protección social en gran medida inadecuadas, un sistema educativo segregado y cada vez más anacrónico, políticas fiscales que brindan muchos más beneficios a los ricos que a los pobres, y una mentalidad burocrática profundamente arraigada en muchas partes del gobierno que valora los procedimientos formalistas por encima del bienestar de las personas.
Si los planes estratégicos, los programas de acción y los informes voluminosos pero ilegibles pudieran resolver la pobreza, España estaría en la cresta de la ola. Pero sin un compromiso significativo con la defensa de los derechos sociales de las personas a la vivienda, la educación y a un nivel de vida adecuado, estos grandes planes seguirán siendo tan ineficaces como lo han sido durante la última década. España necesita un liderazgo innovador a nivel nacional, respaldado por los recursos necesarios para alentar a las comunidades autónomas a apoyar reformas de gran alcance. La pobreza es en última instancia una opción política y los gobiernos pueden, si lo desean, optar por superarla.
Este informe se centra en las cuestiones clave que requieren atención urgente. Entre estas cuestiones cabe destacar: adoptar medidas integrales y creativas para aliviar la crisis inmobiliaria; reestablecer condiciones decentes de trabajo, especialmente para trabajos mal pagados; diseñar un sistema nacional de ingresos mínimos que garantice un nivel de vida básico para todas las personas que necesitadas; implementar un programa de educación para la primera infancia para todos los niños y niñas de 0 a 3 años, y lanzar reformas fiscales de gran alcance para garantizar un fuerte impacto redistributivo, reducir el fraude y la evasión, y lograr la transparencia de los acuerdos fiscales de empresas.
II. El rostro de la España pobre
España es un país con una gran historia, un líder mundial en algunas áreas y un baluarte cultural. Pero hoy España debería mirarse de cerca en el espejo. Lo que verá no es lo que desearía la mayoría de españoles. La autoimagen de una sociedad familiar cercana enraizada en unos valores profundamente compartidos y una fuerte solidaridad social se ha visto gravemente fracturada por una crisis económica y la implementación de políticas neoliberales. Las redes de seguridad locales y familiares que habían sido históricamente importantes continúan beneficiando a las personas más acomodadas, pero se han visto seriamente socavadas para una gran parte de la población. Actualmente España se sitúa cerca de las últimas posiciones de la UE en demasiados indicadores sociales.
Las tasas de pobreza son alarmantemente altas. En 2018, el 26,1% de la población en España, y el 29,5% de los y las menores, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social, una de las tasas más altas de Europa.3 Más del 55% experimentó algún grado de dificultad para llegar a fin de mes,4 y el 5,4% sufrió carencia material severa.5 La tasa de paro del 13,78% es más del doble de la que presenta la media de la UE y la situación de los y las jóvenes es particularmente angustiante con una tasa de paro del 30,51% entre menores de 25 años.6 Las cifras de empleo ocultan una de las tasas más altas de pobreza activa de la UE, donde muchas personas trabajan en empleos mal pagados, a tiempo parcial o temporales y ganan salarios lamentablemente inadecuados para cubrir las necesidades fundamentales.7 La desigualdad también es sorprendentemente alta, con indicadores muy por encima de los promedios de la UE.8
Detrás de estas cifras hay personas reales que experimentan graves dificultades. En Galicia, el País Vasco, Extremadura, Andalucía, Cataluña y Madrid me reuní con muchas personas que pasan apuros para salir adelante. Muchas perdieron todos sus ahorros durante la crisis y otras se encuentran en una situación en la que tienen que elegir entre poner comida sobre la mesa o calentar su casa. Demasiadas afrontan la posibilidad de ser desalojadas, incapaces de encontrar una vivienda asequible. Casi todas las personas que conocí buscaban ávidamente un trabajo decente. Hablé con una madre viuda en Andalucía que solo había podido encontrar 18 horas de trabajo a la semana, insuficiente para mantener a sus hijos; un hombre sin hogar en Bilbao que de niño sufrió abusos y a quien se le negó la asistencia social porque no pudo empadronarse; y una mujer en las afueras de Madrid que criaba a sus hijos en un área considerada peligrosa para la salud humana, rodeada por el olor de incineradoras de residuos cercanas y en una casa en riesgo de colapsar.
También visité lugares que sospecho que muchas personas en España no reconocerían como parte de su país: un barrio pobre con condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes llevan años viviendo sin que su situación haya mejorado; vecindarios de pobreza concentrada donde las familias crían hijos con una grave escasez de servicios estatales, clínicas de salud, centros de empleo, seguridad, carreteras asfaltadas o incluso suministro eléctrico legal, o una escuela segregada en un barrio pobre con un cuerpo estudiantil 100% gitano y una tasa de abandono escolar del 75%. Me llamaron la atención la capacidad de resistencia y la compasión de las personas con las que me reuní. Todas mostraron una genuina generosidad al compartir conmigo experiencias a menudo muy personales para elaborar este informe.
La palabra que escuché más veces en las últimas dos semanas fue “abandonados”. Los personas menos favorecidas describieron sentirse abandonadas en una ciudad rural sin ningún tipo de transporte público para acudir a una consulta médica, sin dinero para pagar el transporte privado y sin saber con seguridad si acudiría una ambulancia en caso de una emergencia; abandonadas en un suburbio estigmatizado de bajos ingresos que la policía evita; abandonados ante personas propietarias sin escrúpulos, subidas desmesuradas de alquiler o viviendas públicas sin ningún tipo de mantenimiento, y también abandonadas ante un sistema burocrático arbitrario que de repente niega o revoca ayudas vitales sin ofrecer explicación. El hilo conductor era siempre la ausencia de apoyo gubernamental para garantizar que las personas no experimenten innecesariamente los peores efectos de la pobreza, una situación que muchas enfrentan debido a fenómenos que escapan a su control, como la pérdida de empleo, la discriminación estructural o la enfermedad.
Muchas personas en España tienen motivos para sentirse abandonadas. Los beneficios de la recuperación económica han ido a parar en gran medida a las empresas y las personas más ricas, mientras que los servicios públicos y las garantías sociales que se vieron severamente restringidas después de 2008 no se han restaurado en numerosos aspectos. El aumento de los ingresos ha acabado principalmente en las manos de quienes ocupan el nivel más alto en la escala de distribución del ingreso. Entre 2007 y 2017, las rentas del 1% más rico crecieron un 24%, mientras que el 90% más pobre experimentó un crecimiento por debajo de la media de 2%.9 Los beneficios de las empresas se han recuperado en gran medida desde la crisis, pero los ingresos tributarios en concepto de impuesto sobre sociedades disminuyeron a la mitad entre 2007 y 2019, del 22,3% de los ingresos fiscales totales al 11,9%.10 Antes de la crisis, España había sido relativamente inmune a la creciente desigualdad que azotaba a tantos otros países, pero desde 2010, la desigualdad se ha disparado.11 Con la desregulación y los fuertes recortes de impuestos sobre sociedades, no es sorprendente que a los ricos y a las empresas les haya ido tan bien.
En comparación, las instituciones formuladoras de políticas les han fallado en gran medida a las personas que viven en la pobreza. Está muy claro que los derechos sociales y económicos rara vez se toman en serio, incluso a pesar de ser invocados con frecuencia de manera abstracta. Las personas enfrentan costes de vivienda prohibitivos, la privatización de bloques de apartamentos y desalojos agresivos. Sin embargo, la vivienda social de bajo coste es casi inexistente a pesar del acuerdo generalizado sobre su necesidad. El sistema para brindar asistencia social está quebrado. Si bien debería desempeñar un papel importante en la reducción de la pobreza, es notablemente ineficaz: son las familias acaudaladas las que se benefician más de las transferencias de efectivo que las familias pobres.12 El sistema está fragmentado, es imposible de navegar y no llega a las personas desfavorecidas que más necesitan la ayuda. La capacidad de las transferencias monetarias existentes para reducir la pobreza se sitúa entre las más bajas de la UE.13 Como me dijeron muchas de las personas con las que hablé, este no es un sistema diseñado principalmente para maximizar la ayuda para las personas con dificultades económicas.
No soy el único que ha tomado nota de esto. La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional –no precisamente un defensor notorio de la necesidad de un sistema de protección social adecuado— informó que los programas españoles de asistencia social no cumplen plenamente sus objetivos, que el gasto es bajo, que las brechas en la adecuación y la cobertura obstaculizan la reducción de la pobreza, que los obstáculos burocráticos disminuyen la captación y que los y las menores más vulnerables y los hogares de ingresos más bajos son los que menos asistencia social reciben.14 Esta es solo la última de una serie de conclusiones similares por parte de actores nacionales y externos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF),15 la OCDE,16 y la Comisión Europea.17
Muchos de los políticos y funcionarios con los que me reuní estuvieron de acuerdo en que existen profundos problemas estructurales. Muchos reconocieron que la pobreza y la precariedad están integradas en el sistema. Pero aunque el nuevo gobierno de coalición está comprometido con llevar a cabo una reforma de gran alcance y algunos asesores políticos de alto rango me hablaron en estos términos, en demasiadas instituciones parecían contentarse con culpar a “otras” partes del sistema. Algunos funcionarios afirmaron, aunque sin brindar evidencias materiales, que la pobreza no es tan elevada como muestran las estadísticas porque el coste de vida es más bajo en algunas comunidades autónomas. Los aumentos recientes en los subsidios familiares, las asignaciones por hijo y el salario mínimo son importantes primeros pasos, pero están lejos de ser adecuados teniendo en cuenta las dimensiones de las dificultades que atraviesa el país. Existe un consenso notable sobre el alcance del daño causado por las políticas existentes de vivienda y protección social y sobre lo que se debería hacer, pero hasta ahora ha habido muy poca acción.
Me impresionó el increíble trabajo realizado por el tercer sector, que es uno de los más vibrantes con los que me he encontrado. Me reuní con muchos trabajadores y trabajadoras y personas voluntarias profundamente dedicadas a apoyar a las personas que buscan alcanzar la seguridad económica y niveles de vida adecuados. También aprendí mucho de la información que estos grupos compartieron conmigo antes y durante mi visita. Sin embargo, el gobierno tiene obligaciones directas con los derechos humanos que no pueden ser subcontratadas de facto, y tampoco puede abandonar sus propias responsabilidades a un mosaico de grupos del tercer sector con fondos insuficientes. Esto no puede reemplazar al Estado, ni puede ofrecer el apoyo integral y sistemático necesario para combatir la pobreza a escala y garantizar que las personas estén protegidas contra los peores efectos de esta pobreza.
Después de un período prolongado de inestabilidad y parálisis en la formulación de políticas, la formación de un nuevo gobierno presenta una oportunidad para el cambio. Con su acogida de los derechos sociales y la justicia fiscal, y su priorización de las condiciones de vida de las personas más vulnerables, aplaudimos el mensaje del gobierno, pero es necesario que sus acciones estén a la altura de ese discurso. Si se tomasen medidas concertadas y efectivas sobre los problemas identificados a continuación, saldrían beneficiados no solo los grupos más vulnerables sino España en su conjunto. Tomarse en serio la eliminación de la pobreza facilitará la movilidad laboral, generará más ingresos tributarios para ayudar a abordar la deuda a mediano y largo plazo, mejorará la eficiencia del gasto existente y establecerá el rumbo para un crecimiento futuro inclusivo.
III. Desafíos clave
Si el nuevo gobierno tiene intención de cumplir su promesa de hacer de España un líder en derechos sociales en Europa, deberá abordar los siguientes problemas fundamentales.
A. Protección social
Asistencia social
La asistencia social en España no cumple con su función de combatir la pobreza. El efecto de las transferencias sociales en la reducción de la pobreza es el sexto más bajo de los países informantes de la UE. 18 En 2014, el 10% o menos de las transferencias fueron a parar al 20% de los hogares más pobres, la mitad de lo que hubieran recibido si las transferencias se hubieran distribuido por igual entre los hogares.19 Según Cáritas, la mayoría de los 1,8 millones de personas que vivían en la pobreza extrema en España en 2018 no utilizaron mecanismos de protección social.20 Entre las personas adultas pobres que viven en hogares donde todos están desempleados, la proporción de quienes recibieron prestaciones sociales se encontraba entre los más bajos de la UE en 2016, más de 15 puntos por debajo de la media de la UE.21
Cuando el apoyo llega a las personas, la cantidad puede ser extremadamente escasa, como es el caso de la prestación nacional por cada hijo o hija, que es de solo 341 euros por año para familias de bajos ingresos y de 588 euros para las que viven en la extrema pobreza.22 En realidad, esto es menos que lo que les aportaría una desgravación tributaria por hijo disponible exclusivamente para familias de ingresos medios altos y altos con obligaciones fiscales.23 Del mismo modo, para aquellos que no recibirán una pensión completa, el monto básico para una pensión no contributiva es de solo 392 euros al mes.
La calidad de la protección social en España está a nivel de los recursos que se le asignan. Comparativamente, gasta muy poco y los resultados lo demuestran. En 2017, gastó el 16,6% del PIB en protección social, muy por debajo de la media de 18,8% de la UE.24 El gasto per cápita fue de 5.426,73 euros en 2017, en comparación con los 7.651,89 euros en la UE en 2016, aproximadamente un 40% más.25 El desembolso de España fue significativamente menor que el de otros países de la UE, incluso en discapacidad (1,6% del PIB en comparación con una media del 2%), prestaciones familiares (1,2% del PIB en comparación con el 2,3%), y vivienda y otras exclusiones sociales (0,3% del PIB en comparación con el 1,1%).26
La burocratización del sistema de asistencia social es una de las principales causas de exclusión y los requisitos excesivos de presentación de documentos actúan como obstáculos a las ayudas. Conocí a una mujer en Sevilla que había huido de un marido abusivo pero que no podía acceder a la vivienda social porque todavía no tenía documentos oficiales de divorcio, y a otra en Madrid que me contó que le habían dicho a su hijo que necesitaba proporcionar un documento oficial que “probara” que él no se dedicaba al trabajo informal. En muchos municipios, el empadronamiento es la clave para acceder a los servicios sociales. Sin embargo, los requisitos son completamente inadecuados para las personas que viven en la pobreza, las personas sin hogar o en viviendas temporales, o las personas que no pueden cumplir los requisitos de las solicitudes de documentos muy específicas.
La estructura descentralizada de gran parte de la asistencia social no contributiva de España, sumada a la ausencia de cualquier estándar nacional sobre qué asistencia mínima debe ofrecerse, ha llevado a que existan grandes diferencias entre las comunidades autónomas. Esto es especialmente cierto para la última capa de la red de seguridad social, que está específicamente destinada a prevenir la pobreza y ayudar a las personas de bajos ingresos sin acceso a otras prestaciones: los sistemas de renta mínima de inserción de las comunidades autónomas. Si bien algunos de los sistemas claramente ayudan a las personas a evitar la pobreza, en ciertas comunidades autónomas son fracasos abyectos. Las cantidades de las ayudas son bajas, los períodos de espera pueden extenderse a muchos meses, los requisitos punitivos de residencia pueden impedir el acceso a nuevos residentes hasta durante tres años y excluir completamente a las personas sin hogar, los programas a menudo son incompatibles con los tipos de trabajo a corto plazo o a tiempo parcial que podrían ser las únicas opciones disponibles, las personas menores de 25 años generalmente no son elegibles y la carga de papeleo puede ser un obstáculo insuperable para muchos.27
Madrid podría verse como un laboratorio para los problemas que presentan los programas de renta mínima y pone en evidencia por qué pueden ser tan inefectivos como red de seguridad. Madrid tiene el segundo PIB más alto de España, una tasa de desempleo comparativamente baja y un coste de vida alto. Aunque su tasa de pobreza severa se más que duplicó en 10 años, del 3% en 2008 al 7,8% en 2017, 28 su sistema de renta mínima proporciona apenas unos miserables 400 euros al mes, el más escaso de todos estos programas en el país. Para ayudarme a entender por qué solo la percibía el 1,5% de la población,29 las personas con las que hablé en Madrid describieron cómo los numerosos requisitos de la prestación los excluyeron formalmente y de facto. Una mujer explicó que perdió la ayuda cuando aceptó un trabajo en período de prueba, pero se quedó sin hogar después de que no fue contratada permanentemente y su solicitud para reiniciar la prestación fue denegada.
La forma en que se ha administrado el programa en los últimos años lo ha hecho aún más irrelevante. La tasa de concesión de las solicitudes iniciales cayó drásticamente entre 2016 y 2018, del 50% al 23%,30 y el número de suspensiones y denegaciones aumentó más del doble.31 Si bien los representantes del gobierno de Madrid están de acuerdo en que la situación no es satisfactoria, un funcionario insistió en que las autoridades no son responsables y que la culpa es de los solicitantes por no cumplir con los requisitos del programa. Pero estos resultados tan terribles sugieren que el sistema está estructurado intencionalmente para excluir a las personas o está extremadamente mal diseñado.
Un programa nacional de renta mínima bien diseñado y adecuadamente financiado podría ser de gran ayuda para arreglar lo que está roto, pero debe evitar las deficiencias manifestadas en algunos de los sistemas de distintas comunidades autónomas. Debe tener al menos las siguientes características: portabilidad total independientemente de la comunidad autónoma; compatibilidad con el mercado laboral existente para que las personas no pierdan el acceso a la ayuda simplemente porque han aceptado un trabajo precario o temporal; un monto adecuado para garantizar que las personas no vivan en la pobreza y que se adapte al coste de vida; un enfoque individualizado y flexible a la administración que facilite el acceso al minimizar los onerosos requisitos de papeleo; disponibilidad para personas menores de 25 años; y la ausencia de condiciones excesivas vinculadas a la búsqueda de empleo que podrían burocratizar aún más el sistema y reducir la aceptación.
En caso de querer reducir significativamente las altas tasas de pobreza en España, no hay alternativa a un gasto público adicional importante para arreglar un sistema de asistencia social quebrado. Las deducciones fiscales no son sustitutos, ya que lógicamente solo benefician a las personas más ricas que pagan impuestos sobre la renta. Tampoco se puede confiar únicamente en el empleo. Las personas en situación de pobreza desean ávidamente trabajar, pero a menudo no pueden encontrar un empleo decente debido a la alta tasa de paro y la precariedad de los trabajos que existen.
Educación
La educación y la pobreza están estrechamente vinculadas. En España, en 2018 el 33,7% de las personas con educación primaria o inferior estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, en comparación con solo un 12,6% de personas con educación superior.32 Sin embargo, la inversión pública absoluta en educación como porcentaje del PIB ha disminuido significativamente entre 2009 y 2017.33 Existen problemas reales con el coste y la calidad de la educación, así como con la segregación por estado socioeconómico y étnico.
España proporciona educación gratuita, pero esto no cubre el gasto de transporte, comida, libros y material escolar. Esos gastos, incurridos por las familias, aumentaron un 34% entre 2009 y 2016.34 Según un informe de Save the Children de 2019, el 32% de las familias enfrentan dificultades para pagar los gastos de educación35 y un informe de la Comisión Europea reveló que a partir de 2017, el 25,7% de los hogares con niños y niñas en riesgo de pobreza declararon tener grandes dificultades para pagar los gastos asociados a la educación reglada.36 Una madre me dijo: “El año pasado no pudimos pagar ni un solo libro de texto”.
España lidera la UE en abandono escolar, con una tasa de deserción temprana del 17,9% en educación y formación en 2018,37 a un coste estimado de entre 5,9 y 10,7% del PIB total.38 También registra la tasa de repetición de segundo curso más alta de la UE:39 los estudiantes con desventajas económicas son seis veces más propensos a repetir el año.40 Estas preocupantes cifras apuntan no solo a serios problemas de calidad del sistema educativo en general, sino también a una importante pérdida en el bienestar económico general del país.
Un alarmante 44% de los estudiantes y el 72% de los menores en situaciones vulnerables estudian en escuelas segregadas de facto que tienen una gran concentración de alumnado de entornos socioeconómicos pobres, gitanos e inmigrantes, así como con mayores necesidades de apoyo, lo que afecta al 46,8% del total de los centros educativos.41 La segregación escolar hace que aumente la repetición de curso así como el fracaso y el abandono escolar; disminuye las puntuaciones de las evaluaciones y afecta negativamente las expectativas de los y las estudiantes de cursar estudios universitarios.42 Visité una escuela en Andalucía, con un alumnado 100% gitano, donde el 75% de los estudiantes abandonan los estudios antes de completar la escuela secundaria y las familias reciben muy poco apoyo, a pesar de vivir en una de las zonas más pobres del país. Y en Extremadura, un funcionario me explicó que se trata de un viejo problema arraigado en la “planificación urbana”, pero no ofreció ningún plan de acción para abordarlo. Concentrar a los niños y las niñas de los entornos más pobres en las mismas escuelas no es una receta para el éxito educativo ni la superación de la pobreza.43
Atención sanitaria
Con razón, España está orgullosa de su excelente sistema de atención sanitaria, con una cobertura casi universal. Sin embargo, siguen existiendo brechas importantes para quienes más necesitan esta cobertura.
Algunas de las personas más desfavorecidas no tienen acceso a la atención médica. Según un estudio de EAPN de 2019, alrededor del 5% de las personas en hogares pobres que necesitaban asistencia sanitaria, el 25,5% de los que necesitaban asistencia bucodental y el 3% de los que necesitaban servicios de salud mental no pudieron recibir atención por razones económicas. El 6,9% no pudo acceder a los medicamentos recetados; entre las personas desempleadas este porcentaje era del 8,3%. La Encuesta Nacional de Salud indica que entre el 9 y el 10% de las personas en riesgo de pobreza no están involucradas en prácticas preventivas de salud.44 Y el crecimiento del empleo precario significa que no es posible tomarse un día libre debido a una enfermedad. “No me puedo permitir enfermar”, me dijo una persona.
En 2018, España derogó en gran medida el Real Decreto-ley 16/2012, que limitaba la cobertura sanitaria universal, excluyendo incluso a las personas inmigrantes. Sin embargo, el sistema actual excluye a algunas personas inmigrantes en sus primeros 90 días en España,45 y REDER documentó 4.755 casos de exclusión del sistema nacional de salud solo desde 2014.46 El Ministerio de Salud reconoció esta brecha, pero aparentemente no cuenta con ningún plan para abordarla.
También me preocupa la creciente privatización de elementos dentro del sistema de salud, lo que corre el riesgo de priorizar los beneficios sobre la provisión de servicios. El Ministerio de Salud sostuvo que esto se hizo solo en circunstancias excepcionales, por razones de eficiencia y necesidad y que la calidad de la atención no se vio afectada. Sin embargo, no pudieron proporcionarme estimaciones del grado de privatización del sistema ni estudios que evaluaran su impacto.
Comunidades Autónomas
Las comunidades autónomas asumen una responsabilidad significativa en la protección social, pero los recortes de fondos relacionados con los programas de austeridad afectaron significativamente su capacidad de invertir en estas áreas, tuvieron un impacto negativo en muchas personas y socavaron la capacidad de las comunidades para combatir la pobreza. Es escandaloso que Extremadura, la comunidad autónoma con la tasa AROPE más alta y el ingreso medio más bajo, recibiera una inversión menor del gobierno central en 2018 que en 2008 (3.002 millones de euros en 2018 en comparación con 3.180 millones de euros en 2008). Del mismo modo, Andalucía, la comunidad autónoma más poblada de España, con una tasa AROPE muy superior a la media, experimentó una caída en la financiación recibida de 19.099 millones en 2008 a 18.983 millones de euros en 2018.47 En 2018, el gasto social total de las comunidades autónomas, incluida la asistencia sanitaria, la educación y la protección social, seguía siendo un 3,4% más bajo que antes de la crisis, a pesar del aumento significativo de la demanda provocado por la crisis y sus secuelas.48
B. La vivienda
Las autoridades no pararon de repetir el estribillo de que la vivienda es uno de los primeros pasos para abordar la pobreza. Pero eso hace aún más impactante que se haya hecho tan poco para garantizar el derecho a la vivienda. Según la fundación FOESSA, el 24% de la población se enfrentó a la “exclusión de la vivienda” en 2018 y 4,6 millones de personas vivían en viviendas que no reúnen las condiciones adecuadas.49 La situación ha empeorado tanto que una organización con la que me reuní ha recurrido a celebrar más de 200 asambleas de vivienda en todo el país cada semana para compartir información y consejos colectivos sobre cómo navegar el laberinto de los desafíos de la vivienda.
Los precios de la vivienda siguen subiendo a tasas alarmantes. La asequibilidad del mercado de alquiler privado se encuentra entre las más bajas de la OCDE, con más del 38% de los inquilinos privados que pagan precios de mercado sobrecargados por los costes del alquiler.50 El Banco de España halló que el precio de la vivienda en alquiler se ha incrementado más del 50% entre 2013 y 2019,51 mientras que los salarios han perdido un 7,8% de su poder de compra en la última década.52 España también ha sido criticada por permitir que las empresas de capital privado e inversión compren viviendas asequibles y para personas de bajos ingresos e incrementen sustancialmente el alquiler, obligando a los inquilinos a abandonar sus hogares.53 Visité un bloque de viviendas en las afueras de Madrid donde los vecinos me contaron que, de la noche a la mañana, les habían duplicado el alquiler, como resultado de una decisión del Gobierno madrileño de vender vivienda social a gran escala al fondo Blackstone.
La subida de los precios de la vivienda se ha visto acompañada por tasas sorprendentes de desalojos: el número anual de desalojos aumentó de 16.097 en 2006 a 59.671 en 2018, con un total de 712.723 desalojos entre 2006 y el tercer trimestre de 2019.54 Sin embargo, se trata de una imagen incompleta que no tiene en cuenta los desalojos de ocupantes ilegales ni el número total de personas afectadas.
A pesar de la evidente necesidad, la vivienda de alquiler de bajo coste es casi inexistente en España. En 2018, solo el 2,7% de la población alquilaba viviendas por debajo del precio del mercado.55 Housing Europe estima que la vivienda social en España comprende el 2,5% del stock nacional de viviendas ocupadas, en comparación con el 30% en los Países Bajos, el 24% en Austria, el 17,6% en el Reino Unido y 16,8% en Francia.56 La construcción de viviendas nuevas públicas se ha desplomado: de 63.900 nuevas unidades construidas en 2008 a 2.737 en 2018.57 Mientras tanto, el último censo nacional de viviendas (2011) encontró 3,4 millones de viviendas vacías y Housing Europe calcula que había 3,8 millones de viviendas vacías en 2017.58
Las estadísticas sobre la falta de vivienda son extremadamente limitadas, pero se estima que había entre 27.500 y 33.000 personas sin hogar en 2015,59 y FOESSA estima que otros dos millones de personas corren el riesgo de quedarse sin hogar.60 Pero la respuesta política es confusa. Por ejemplo, en Extremadura, un funcionario me contó que “no tienen a personas sin hogar”. Las políticas preventivas son “prácticamente inexistentes”,61 y hablé con personas sin hogar que enfatizaron las serias dificultades que tenían para acceder a los servicios sociales sin una dirección permanente, lo que impide que aquellas personas que están en las situaciones más precarias obtengan el apoyo al que tienen derecho. En 2015, entre las personas sin hogar, el 19,8% no tenía tarjeta sanitaria, incluido un 32,7% de personas extranjeras.62 Las comunidades autónomas deberían corregir urgentemente esta situación, implementar un enfoque de Vivienda Primero y buscar estrategias preventivas que enfaticen la intervención y el apoyo antes de que la gente se vea abocada a la calle.
Además, en 2018, casi el 10% de la población de España no podía permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada, y las personas se veían forzadas a elegir entre calentar sus hogares o alimentar a sus hijos e hijas. España debería ampliar el acceso a los subsidios para pagar los servicios públicos, y garantizar que no se corte el suministro a las familias vulnerables. La ley de Cataluña sobre la pobreza energética, resultado de la continua movilización en materia de vivienda, es un paso en la dirección correcta.
Después de que tantas personas en ciudades clave de España enfatizaran la gravedad de la crisis inmobiliaria y tras mis conversaciones con funcionarios del gobierno nacional, me preocupa que exista un profundo desajuste entre las necesidades y las respuestas políticas que se están contemplando. Nadie duda de que se requieren medidas urgentes. Un Plan Nacional de Vivienda 2018-21 incluye la construcción de 20.000 unidades de vivienda pública durante cuatro años,63 pero eso está muy lejos de cubrir las necesidades. Las nuevas leyes que aumentan la duración mínima de los contratos de alquiler y condonan la deuda de la vivienda en caso de ejecución hipotecaria o embargo son un paso en la dirección correcta, aunque esta última medida debería aplicarse retroactivamente. España debería tomar medidas enérgicas para aumentar sustancialmente la disponibilidad de viviendas de bajo coste, pero eso no aliviará la situación durante varios años. De manera similar, partiendo de numerosas experiencias en el pasado, la propuesta de dependencia significativa de las Asociaciones Público Privadas probablemente beneficiará a las clases medias, pero no a las más dramáticamente afectadas. Si bien en Barcelona se han adoptado controles sobre los alquileres, siguen siendo controvertidos a nivel nacional y los funcionarios con los que hablé no les dieron mucha importancia. Esto me parece un error. La experiencia en París, Berlín y un número creciente de ciudades en Estados Unidos indica que los sistemas de estabilización de los alquileres pueden funcionar bien, siempre que estén cuidadosamente diseñados para evitar la torpeza y la inflexibilidad de programas ideados hace décadas en circunstancias muy diferentes.64
El Gobierno también debería dar contenido sustancial al derecho a una vivienda digna. A pesar de su reconocimiento constitucional y las protestas a favor de este derecho, toda la información disponible me lleva a la conclusión de que actualmente el derecho a la vivienda está vacío de contenido y carece de importancia. Si bien no se puede hacer justiciable sin una enmienda constitucional, hay muchas maneras de tomar medidas administrativas para convertirlo en un concepto significativo en la configuración de las leyes y políticas de vivienda.
C. Política fiscal
Si España quiere realmente combatir la pobreza y está dispuesta a realizar inversiones muy necesarias en políticas de asistencia social, educación y vivienda, también deberá reformar sus políticas fiscales. Los ingresos que recauda en la actualidad son demasiado bajos para garantizar los derechos sociales y lograr un presupuesto equilibrado, el sistema es inadecuadamente progresista, y el fraude fiscal, la evasión y la elusión le cuestan al país potencialmente miles de millones al año.
Los ingresos fiscales de España son relativamente bajos. La relación impuestos/PIB fue del 35,4% en 2018, mucho más baja que la media del 40,3% de la UE y la del 41,7% de la zona euro, y especialmente baja en comparación con países similares como Italia (42,1%) y Francia (48,5).65
Los tipos de gravamen en el impuesto sobre sociedades se han reducido desde 2007, del 35 al 25%,66 y las empresas también se aprovechan de generosas deducciones y subsidios, por lo que en realidad terminan pagando mucho menos que el tipo nominal. El Ministerio de Hacienda no pudo proporcionarme una cifra del tipo efectivo real que están pagando las empresas, con el argumento de que las cifras están “protegidas”. Esta posición es insostenible dados los obvios intereses públicos involucrados, y aún más a la luz de la promesa del nuevo gobierno de elevar el tipo efectivo a un mínimo del 15%. Los ingresos por impuestos sobre sociedades han disminuido masivamente en los últimos años. Entre 2007 y 2018, los impuestos sobre sociedades cayeron como porcentaje de los ingresos totales de 22,34 a 11,9%, y de 44.823 millones de euros a 24.838 millones de euros.67 Si bien algunas de estas pérdidas se han visto compensadas por una dependencia cada vez mayor del Impuesto al Valor Agregado (IVA), entre 2007 y 2017 la recaudación fiscal total disminuyó en realidad unos 6.725 millones de euros.68
Además de no aumentar la recaudación necesaria para financiar la realización de los derechos sociales, el sistema tributario es inadecuadamente progresista y apenas comienza a aprovechar la capacidad de los impuestos para reducir la desigualdad, la cual se disparó después de la crisis. Entre 2007 y 2015, el coeficiente de Gini aumentó en 2,1 puntos, el S80/20 en 0,9 y el índice de Palma en 1,4.69 Sin embargo, el efecto redistributivo de los impuestos directos a los hogares es mucho más bajo que el promedio de la UE, reduciendo la relación S80 / S20 en un 8,6% en 2016, en comparación con el 12,4% en la UE.70 Los impuestos indirectos en realidad aumentaron la desigualdad en un 3,5%.71 España depende cada vez más del IVA, con un aumento del tipo del 16 al 21% entre 2009 y 2013, elevando el porcentaje de la recaudación total del 27,83% al 33,63%. 72 Esto es problemático, ya que el tributo es generalmente regresivo, y en España lo es aún más debido a una serie de deducciones que benefician a los más ricos, como en el caso de los hoteles. También hay comunidades autónomas en España donde el impuesto a la herencia es extremadamente bajo, y los hijos y los cónyuges pueden heredar hasta un millón de euros libres de impuestos.73
El fraude fiscal es un problema importante en España que priva al Estado de recursos. Un estudio reciente del FMI estimó que el tamaño de la economía sumergida en España es del 20,3% del PIB, incluso más que en 2007. Se estima que la economía sumergida reduce los ingresos fiscales hasta en 70.000 millones de euros.74 Y en 2018, las empresas del IBEX 35 tenían 805 filiales en paraísos fiscales, lo que sugiere que se estarían perdiendo cantidades significativas de ingresos por evasión fiscal.75
D. Cambio climático
El cambio climático tendrá consecuencias devastadoras para las personas que viven en la pobreza y un fuerte impacto en las políticas vigentes para prestarles apoyo.76 Además de los esfuerzos de mitigación y adaptación ya implementados, España debe garantizar que sus políticas de protección social tengan en cuenta los efectos inminentes del cambio climático y que esté en posición de apoyar a las personas en la pobreza que serán las más perjudicadas, así como a aquellas que se verán empujadas a la pobreza por el cambio climático. Las olas de calor ya han provocado la muerte de cientos de personas, y las familias pobres sin acceso a electricidad o aire acondicionado afrontarán un riesgo cada vez mayor.77
En 2019, el gobierno anunció un plan de inversión pública de 47.000 millones de euros para abordar el cambio climático en la próxima década, con el objetivo de hacer que España sea neutral en carbono para 2050.78 En enero declaró una emergencia climática 79 y ha reducido significativamente su dependencia del carbón.80 Pero aún no se ha aprobado la tan esperada ley sobre el cambio climático y el Congreso debería actuar sin demora.81
Es alentador que el Gobierno ya tenga un acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para implementar una Transición Justa,82 y será crucial que el nuevo gobierno tome medidas para garantizar que los trabajadores y trabajadoras afectados durante la transición de los combustibles fósiles reciban un apoyo social adecuado y acceso a programas de capacitación. La insuficiencia del actual sistema general de protección social indica que esto supondrá un gran desafío.
E. Transparencia y rendición de cuentas administrativa
Muchos de mis interlocutores comentaron sobre la falta de transparencia en relación con el proceso de toma de decisiones del gobierno y la dificultad de comprender, y mucho menos utilizar, gran parte de la información proporcionada por fuentes oficiales. Como me dijo un funcionario muy bien informado: “No falta información. Lo que pasa es que es imposible determinar cuál es la estrategia subyacente, o cómo evaluar los resultados o el efecto de la política”. El gobierno debería promover que la información sea más fácil de usar y acceder y que esté más relacionada con indicadores de efectividad.
Los procedimientos burocráticos, incluida la tendencia a recopilar documentación aparentemente sin ningún objetivo claro, y una cultura de verificación interminable, han causado estragos en muchas áreas de la protección social. Muchos de los requisitos y supuestos básicos parecen más propios del siglo XIX que del siglo XXI. Pero es notablemente difícil cambiar la forma en que operan las arraigadas burocracias. Dados los costes e ineficiencias del lado del gobierno, y las molestias e inconveniencia del lado de la ciudadanía y otros, así como la necesidad imperiosa de adaptarse a la era digital, el gobierno debería iniciar una investigación de gran alcance diseñada para reducir el papeleo innecesario y reformar las prácticas burocráticas en el campo de la protección social. Dicha revisión podría llevarla a cabo un grupo de expertos designado a tal efecto, o por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Los objetivos deberían incluir: reducir los obstáculos burocráticos, agilizar los procesos de solicitud, digitalizar los datos con el debido respeto por los derechos humanos, facilitar el empadronamiento y garantizar que las personas conozcan las prestaciones a las que tienen derecho.
Además, la AIReF debería estar facultada para realizar auditorías e investigaciones por iniciativa propia, sin una solicitud externa de una autoridad pública.
IV. Grupos vulnerables
Convertirse en un país líder en derechos sociales también requiere prestar atención a los efectos desproporcionados de la pobreza en grupos concretos de personas. Los siguientes grupos se encuentran entre los que necesitan particular atención y apoyo:
A. Mujeres
En España, al igual que en muchos países, las mujeres registran tasas más altas de pobreza relativa, carencia material severa, baja intensidad de empleo y pobreza extrema, y en general están en peores condiciones en casi todas las variables relacionadas con el mercado laboral.83
El Real Decreto-ley 6/2019 introdujo medidas para garantizar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, pero aún queda mucho trabajo por hacer.84 España tiene la segunda tasa más alta de desempleo femenino en la UE por un margen significativo.85 Y el trabajo de cuidado no remunerado afecta los ingresos de las mujeres: el 47% de las mujeres que trabajan a tiempo parcial lo hacen por razones de cuidado infantil, en comparación con el 7% de los hombres. Y el 23% de las mujeres con hijos están desempleadas, un total de 10 puntos porcentuales por encima de los hombres.86
La violencia de género también es una causa de pobreza. Conocí a varias mujeres que explicaron las dificultades económicas que afrontaron después de abandonar relaciones abusivas, entre ellas una mujer que no pudo acceder a la asistencia social porque había huido a otra comunidad autónoma y aún no había alcanzado el mínimo de un año de residencia. Según un informe de 2019, el 61,2% de las mujeres encuestadas que fueron víctimas de violencia de género estaban desempleadas, y un 6,9% adicional trabajó en empleos sin contrato.87
Las ayudas familiares extremadamente bajas por tener un hijo o hija y la escasa inversión en asistencia social para familias y menores perjudican especialmente a las mujeres. El 82% de los hogares monoparentales están encabezados por una mujer y, en 2018, la mitad de los hogares monoparentales estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 45% en 2008.88 En 2018, el 53,5% no podía afrontar un gasto imprevisto y el 17,4 se había retrasado en el pago relacionado con la vivienda principal o servicios públicos.89 Ampliar la educación de la primera infancia a niños y niñas de entre 0 y 3 años y desarrollar servicios asequibles después del horario escolar para menores puede ayudar a que los padres, y especialmente las madres, mantengan un empleo. La proporción de niños y niñas en edad escolar cubiertos por servicios después de la escuela es del 8%, muy por debajo de la media de la OCDE del 29%.90
Si bien los funcionarios del gobierno expusieron una serie de políticas diseñadas para promover la igualdad de género, existe una notable ausencia de atención a las arraigadas estructuras económicas que perpetúan la desigualdad. Se debería prestar mayor atención a la economía del trabajo de cuidado no remunerado y a las formas de compensarlo y reemplazarlo. En mi reunión con el Ministerio de Igualdad, me llevé la impresión de que el organismo no emplea a economistas profesionales y no ve esta ausencia como un problema, lo cual es muy desafortunado dado que la lucha para lograr la igualdad de género sin duda debe librarse en parte en el dominio de las ciencias económicas.
B. Niños, niñas y jóvenes
En 2018 el 29,5% de los y las menores estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, y el 6,5% experimentó carencia material severa.91 Las tasas de pobreza infantil son aún más alarmantes en las zonas rurales; entre las poblaciones inmigrantes, refugiadas y gitanas, y en familias con personas con discapacidad.92 Los hogares con niños, niñas o adolescentes tienen un mayor riesgo de pobreza o exclusión social que aquellos integrados solamente por personas adultas,93 y un 29% de los hogares con menores a cargo describieron pasar “graves dificultades” para llegar a fin de mes.94 Sorprendentemente, los funcionarios de varias comunidades autónomas me aseguraron que la mejor manera de lidiar con la pobreza infantil era abordar la pobreza del hogar, descartando por tanto problemáticamente las características únicas y el efecto permanente de la pobreza infantil.
El gasto social para las familias con niños y niñas está mal orientado y se mantiene entre los más bajos de la UE, lo que resulta en un impacto muy bajo. En 2017, el gasto dedicado a prestaciones familiares fue poco más de la mitad del gasto medio de la UE: 1,2% del PIB en comparación con 2,3%.95 La efectividad de las medidas también es baja y la protección social en España solo logra reducir en 6,9 puntos la tasa de pobreza infantil, en comparación con, por ejemplo, 32 puntos en Irlanda.96 España es prácticamente un caso único entre los países de la UE por carecer de un sistema universal y no contributivo de prestaciones familiares y de menores.97 En 2019, el Real Decreto-ley 8/2019 aumentó la prestación familiar para menores dependientes a 341 euros al año para familias en riesgo de pobreza (1,3 millones de niños y niñas), y hasta 588 euros para familias en situación de pobreza severa (630.000 niños y niñas). Sin embargo, casi la mitad de los menores que viven en la pobreza, un millón de niños y niñas, no tienen acceso a la ayuda, que sigue siendo muy escasa en poco más de 28 euros por menor al mes.98
El panorama para los jóvenes en España también es desafiante, con bajas tasas de empleo y alto abandono escolar. En el cuarto trimestre de 2019 España registró una tasa de paro del 30,51% entre los menores de 25 años99 y más del 70% de los trabajadores jóvenes tenían contratos de trabajo temporales, un porcentaje significativamente más alto que los promedios de la UE.100 En 2018, el 12,4% de los jóvenes de 15 a 24 años101 y el 19,6% de los de 20 a 34 años no estudiaban ni trabajaban (“Nini”).102
En general, el hecho de que España no disponga de un conjunto de políticas más concertado y generoso para eliminar la pobreza infantil generalizada supone tanto un fracaso moral como una herida económica autoinfligida.103 Una población infantil que recibe educación y cuidados de mala calidad significará una fuerza laboral menos sofisticada y una carga adicional para los servicios de protección social en los próximos años.
C. Comunidad gitana
España tiene una de las comunidades gitanas más grandes de la UE, de aproximadamente 750.000 personas o el 1,6% de la población.104 Pero los indicadores oficiales de empleo sociales no desglosan las estadísticas, lo que invisibiliza la situación de esta comunidad. El Ministerio de Educación me dijo que no se les permitía recabar datos sobre alumnado gitano. Pero según las encuestas de la Fundación Secretariado Gitano, en las que se basan los funcionarios gubernamentales con los que me reuní, en España las personas gitanas enfrentan tasas de pobreza e indicadores asociados alarmantemente altos.
Más del 80% de la población gitana se enfrenta a la pobreza o la exclusión social y el 46% es extremadamente pobre con un ingreso mensual inferior a 310 euros. La tasa de pobreza infantil se sitúa en el 89% y el desempleo en el 52%. Las mujeres gitanas están en clara desventaja en todas las áreas, con una tasa de empleo que solo alcanza el 16%. Y las tasas de alumnado gitano que asisten a escuelas segregadas también son elevadas: solo el 17% de la población gitana mayor de 16 años tiene completados estudios de secundaria (ESO) o superiores.105
Visité dos comunidades gitanas: el Polígono Sur de Sevilla y la Cañada Real a las afueras de Madrid. Aunque estos son ejemplos extremos, no representativos de las condiciones de la mayoría de las personas gitanas en España, me sorprendió la medida en que los gobiernos pertinentes parecen haberse olvidado de las personas que viven allí. Aquellos con quienes hablé estaban involucrados en una batalla perdida para asegurar formas básicas de apoyo o servicios gubernamentales. En la Cañada Real, conocí a personas que vivían sin acceso a una clínica, un centro de empleo o una escuela, o incluso sin suministro eléctrico legal, en una carretera sin asfaltar, directamente adyacente a plantas incineradoras, en un área considerada insalubre. A pesar de un acuerdo de 2018 para reubicar a las personas que viven en el área, hasta ahora el gobierno solo ha trasladado a 34 familias, y el gobierno de la Comunidad de Madrid no pudo proporcionarme ninguna fecha definitiva para cuándo habría reubicado al resto de manera segura. También parecía brillar por su ausencia cualquier disposición para una consulta significativa, a pesar de la existencia de varias estructuras formales para este propósito.
Los funcionarios del gobierno con los que me reuní estuvieron de acuerdo en que la situación para muchas personas gitanas es grave, pero me llamó la atención la falta de urgencia y la resignación con la que aceptan que partes enteras de la población se hayan visto relegadas a un estado de tercera clase sin acceso a los derechos de los cuales son titulares. Después de años de planes y puntos de referencia que han dejado los indicadores de pobreza de la comunidad gitana en niveles deplorables, existe una necesidad real de una respuesta de emergencia. Algunos funcionarios con los que hablé solo parecían preocupados por haber marcado ciertas casillas de acción, en lugar de lograr resultados tangibles.
D. Inmigrantes
En España hay aproximadamente 6 millones de inmigrantes.106 Los que provienen de fuera de la UE tienen el mayor riesgo de pobreza y exclusión social (56%) seguidos por los ciudadanos de la UE (47,7%), ambos significativamente más altos que la población española (23,1%).107 Para los y las menores con al menos un progenitor inmigrante, el riesgo de pobreza o exclusión social salta al 49,6%, el más alto de la UE.108
Las organizaciones de la sociedad civil describieron un sistema de reasentamiento que impide que los y las inmigrantes puedan trabajar o pagar una vivienda. Las personas refugiadas e inmigrantes a menudo enfrentan serios obstáculos para acceder a una vivienda digna debido a la escasez de oferta, los requisitos de acceso y la discriminación en la asignación, por lo que con frecuencia terminan en situaciones precarias o de hacinamiento.109
Las organizaciones de la sociedad civil describieron condiciones muy angustiosas para las mujeres y niñas inmigrantes, especialmente aquellas que trabajan en la agricultura, como situaciones de alta vulnerabilidad, explotación sexual y comercial, violencia institucional y falta de protección en los niveles más básicos. Según Women’s Link Worldwide, las trabajadoras agrícolas a menudo son engañadas en cuanto a los términos de su empleo: por ejemplo, les prometen jornadas de 6,5 horas pero acaban trabajando 10 horas; los contratos fijos pasan de ser de tres meses a una terminación de empleo discrecional, y los salarios pactados de 39-40 euros al día disminuyen significativamente, con lapsos de pago.110
Estoy extremadamente preocupado por la situación de los y las menores no acompañados, una población vulnerable que ha sido demonizada en el actual debate político. España sigue utilizando técnicas de evaluación de la edad desacreditadas y poco confiables para determinar la edad de los menores no acompañados, entre ellos exámenes genitales invasivos y humillantes, a pesar de las críticas por parte del Comité de los Derechos del Niño de la ONU.111 La denegación de la condición de menor puede dejar al individuo sin acceso a apoyo o refugio para menores o adultos, lo que provoca una brecha que puede empujar a los niños y niñas a la pobreza hasta desembocar en la trata de personas, el trabajo sexual, el abuso sexual, la drogodependencia o incluso la desaparición.112
En Huelva, me reuní con trabajadores que vivían en un asentamiento de inmigrantes en condiciones que rivalizan con las peores que he visto en cualquier parte del mundo. Están a kilómetros de distancia de agua potable y viven sin electricidad ni saneamiento adecuado. Muchos llevan años en España y pueden permitirse un alquiler, pero dijeron que nadie los acepta como inquilinos. Ganan apenas unos 30 euros al día y casi no tienen acceso a ningún tipo de apoyo gubernamental. Una persona me dijo: “Cuando hay trabajo, España necesita inmigrantes, pero a nadie le interesan nuestras condiciones de vida”. Según la sociedad civil, entre 2.300 y 2.500 personas viven en condiciones similares durante la temporada de la fresa. En 2018-19, la cosecha de fresas en Huelva facturó 533 millones de euros113 y el mayor productor es Driscoll’s y sus empresas asociadas. Driscoll’s cuenta con un conjunto de estándares laborales que “se aplican a todos los trabajadores en nuestra cadena de suministro, sin distinción”. Debido a que las condiciones que observé en Huelva eran simplemente inhumanas y dado el dominio de esta empresa multinacional en la industria local y global de la fresa, tengo planeado preguntarles qué están haciendo para monitorear y mejorar las condiciones laborales en esta área.
E. Pobreza en áreas rurales
Casi una quinta parte de la población española vive en áreas rurales,114 donde el ingreso medio real per cápita ha caído un 13,5% entre 2009 y 2018.115 Las áreas rurales están experimentando una aguda despoblación y envejecimiento. Catorce provincias están muy afectadas por el “declive demográfico”: más del 25% de su población tiene al menos 65 años.116 Las personas que viven en la pobreza en la “España vaciada” enfrentan desafíos únicos y un riesgo muy alto de pobreza o exclusión social (31%).117
Las personas con las que me reuní en zonas rurales destacaron los beneficios de la vida en el campo, incluida la proximidad a la naturaleza, pero también describieron el aislamiento, la exclusión y la pobreza. Un grupo en Extremadura explicó haber sufrido cortes de energía que duraron días, no poder visitar a un médico debido a la falta de transporte público o dinero para pagar un taxi y sentir que sus votos no le importan al gobierno central. En Galicia visité un área sin atención médica especializada, sin guardería y sin educación secundaria. Allí una mujer me dijo: “Mi hija me dice que aquí no ve futuro para ella”. La gente también describió los altos precios de Internet, lo que plantea riesgos de exclusión digital para familias pobres y de bajos ingresos, especialmente a medida que el gobierno toma medidas para digitalizar aspectos de la asistencia social.
El Gobierno no debería dejar que este gran colectivo sufra las consecuencias de fuerzas del mercado que no pueden controlar, y debería diseñar una estrategia integral para hacer frente a los problemas que afectan a un número creciente de personas.
F. Personas con discapacidad
Las personas con discapacidad sufren muchos tipos de discriminación estructural y desventajas en España, como en ámbitos relacionados con el empleo, los ingresos, la educación y la vivienda. En 2018 aproximadamente un tercio de las personas con discapacidad en España, el 31,1%, estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, en comparación con el 24,1% de las personas sin discapacidad.118 Y la tasa de empleo fue solo del 25,8% para las personas con discapacidad, muy por debajo de la mitad de la tasa de empleo de las personas sin discapacidad (65,9%).119
La ausencia de viviendas accesibles empeora su situación. Solo el 0,6% de los 9,8 millones de edificios residenciales en España cumplen con los criterios de accesibilidad universal para personas con movilidad reducida o discapacidad.120 Una mujer en Badajoz me explicó que después de que su marido desarrolló una discapacidad, tuvo que instalar un baño improvisado en su sala de estar porque el baño de su unidad de vivienda pública no era accesible. Según una encuesta de 2019, 1,8 millones de personas con movilidad reducida necesitan asistencia para abandonar su hogar, y 100.000 nunca salen.121 Y el 16,5% de los y las menores con discapacidad reciben una educación segregada en España, fuera del sistema educativo general.122
Visité un centro para personas con discapacidad en Galicia que está haciendo un trabajo excelente para apoyar la vida independiente y la capacitación laboral, pero la cruda realidad es que solo un número muy pequeño de personas que necesitan este tipo de apoyo lo reciben. Escuché varios poderosos testimonios en todas las comunidades autónomas que visité sobre la discriminación que enfrentan en el mercado laboral y en la sociedad, y las batallas que deben librar para reivindicar sus derechos. El Gobierno debería otorgar una mayor prioridad a la erradicación de estas formas de discriminación.
A. Personas dedicadas al trabajo doméstico y al cuidado de personas
Las estimaciones de la cantidad de personas empleadas del hogar en España oscilan entre una cifra oficial de 453.000123 y una estimación de la sociedad civil de 700.000 personas que trabajan como empleados y empleadas domésticas o trabajadores y trabajadoras del cuidado a personas. Las mujeres representan el 97,9%124 y están marginadas por la ley española, que coloca dicho trabajo en un “régimen especial” con menos derechos.125
La sociedad civil informó que una de cada tres trabajadoras domésticas en España vive en la pobreza, y muchas trabajan en la economía informal para empleadores que no realizan pagos a la seguridad social. Muy a menudo trabajan el doble de sus ocho horas contratadas por día, ganando apenas 800 euros al mes, pero generalmente tienen que alquilar una habitación para pasar la noche libre semanal y el coste de los alimentos se deduce de su salario. Los trabajadores indocumentados son especialmente vulnerables a la explotación, y escuché testimonios sobre empleadores que confiscan los pasaportes de las trabajadoras domésticas.
Me reuní con un grupo de empleadas del hogar en Madrid, en el Servicio Doméstico Activo (SEDOAC), un centro que entiendo que es el primero de su tipo en Europa y desempeña un papel extremadamente importante en la defensa de los derechos y el bienestar de las trabajadoras domésticas. Escuché relatos profundamente inquietantes sobre las condiciones de trabajo, mujeres que trabajaban encerradas durante años en lo que sentían como una “cárcel”, sufriendo acoso sexual, horas extraordinarias sin compensación y sin acceso a la seguridad social o las pensiones. “Estoy a punto de cumplir 72 años y sigo pasando apuros”, dijo una mujer. Me explicaron que el centro ahora está en peligro porque el gobierno de Madrid ha retirado su financiación. Dado el nivel de la necesidad, sería una tragedia si se viera obligado a cerrar.
El nuevo gobierno de coalición se ha comprometido a ratificar el Convenio 189 de la OIT sobre trabajadores y trabajadoras domésticas. La plena implementación de las disposiciones de la Convención supondría un gran paso adelante en España.
Madrid, 7 de febrero de 2020
Notas: 1 Instituto Nacional de Estadística, “Contabilidad Nacional Trimestral de España: principales agregados, Cuarto trimestre de 2019. Avance”, 31 de enero de 2020, https://www.ine.es/daco/daco42/daco4214/cntr0419a.pdf; Instituto Nacional de Estadística, “Encuesta de Población Activa (EPA) Cuarto trimestre de 2019”, 28 de enero de 2020, https://www.ine.es/daco/daco42/daco4211/epa0419.pdf.
2 Centro de Investigaciones Sociológicas, “Barómetro de Enero 2020”, datos.cis.es/pdf/Es3271marMT_A.pdf.
3 Eurostat, “People at risk of poverty or social exclusion by sex”, 2018, https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/graph.do?tab=graph&plugin=1&pcode=tepsr_lm410&language=en&toolbox=sort; Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (estrategia Europa 2020) y de sus componentes por edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10005.
4 Instituto Nacional de Estadística, “Personas por dificultades para llegar a fin de mes y edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=9985.
5 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (estrategia Europa 2020) y de sus componentes por edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10005.
6 Instituto Nacional de Estadística, “Tasas de paro”, cuarto trimestre de 2019, https://www.ine.es/infografias/tasasepa/desktop/tasas.html?t=0&lang=es; Eurostat, “Unemployment Statistics”. https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Employment_statistics/es
7 FMI, “Spain 2018 Article IV Consultation”, noviembre de 2018, https://www.imf.org/en/Publications/CR/Issues/2018/11/21/Spain-2018-Article-IV-Consultation-Press-Release-Staff-Report-and-Statement-by-the-Executive-4638, pág. 5. El riesgo de pobreza activa es el segundo más alto entre los países que forman la UE, con un 12,9% a partir de 2018. Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators.
8 España es el sexto país más desigual de la UE cuando se comparan los ingresos de los quintiles superior e inferior, y el séptimo más desigual según lo medido por el índice de Gini. Eurostat, “Income quintile share ratio (S80/S20) by sex”, consultado por última vez el 19 de enero de 2020, https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/table.do?tab=table&init=1&language=en&pcode=tessi180&plugin=1; Eurostat, “Gini coefficient of equivalised disposable income”, consultado por última vez el 19 de enero de 2020.
9 Amory Gethin, et al., “Desigualdades Crecientes y Divisiones Políticas en España”, 2019, págs. 2-3.
10 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
11 OCDE, “Income inequality”, (consultado el 18 de octubre de 2019), https://data.oecd.org/inequality/income-inequality.htm.
12 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, págs. 43-44 (cita datos de 2013).
13 Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, “Estrategia Nacional de Prevención y Lucha Contra La Pobreza y la Exclusión Social 2019-2023”, 2019, pág. 71.
14 FMI, “Effectiveness and Equity in Social Spending: The Case of Spain”, informe de trabajo, pág. 21.
15 Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal (AIReF), “Los programas de rentas mínimas en España”, junio de 2019, https://www.airef.es/wp-content/uploads/RENTA_MINIMA/20190626-ESTUDIO-Rentas-minimas.pdf.
16 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, 2017, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2017_eco_surveys-esp-2017-en, pág. 1.
17 Comisión Europea, “Recomendación del Consejo: España”, 2019, https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?qid=1560258234004&uri=CELEX%3A52019DC0509, págs. 5, 8.
18 Para las transferencias sociales que excluyen las pensiones, España logró una reducción del 22,94% en las tasas de AROPE en 2018, en comparación con una media del 33,2% en la UE, el 35,9% en el Reino Unido, el 44,4% en Francia y el 53,67% en Finlandia. Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators.
19 Oretta Causa y Mikkel Hermansen, “Income redistribution through taxes and transfers across OECD countries”, 2019, https://www.oecd-ilibrary.org/docserver/bc7569c6-en.pdf?expires=1579564630&id=id&accname=guest&checksum=23CF047B7FCBD51BF5FA82600104FDC7, pág. 18.
20 Cáritas utiliza el término de “sociedad expulsada” para referirse a los 1,8 millones de personas que registraron la peor puntuación en su índice multidimensional de la pobreza de 35 indicadores. Declaración de Cáritas. https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/32_Caritas_FOESSA_EN.pdf.
21 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 62.
22 Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, “Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo”, https://www.boe.es/eli/es/rdl/2019/03/08/8
23 El monto exacto del crédito fiscal por hijos depende de la tasa impositiva en la comunidad autónoma de los padres, por ejemplo: 528 por hijo en Madrid. Euromod, María del Valle Navas y Néstor López de la Cruz , “Spain (ES) 2015-2018”, https://www.euromod.ac.uk/sites/default/files/country-reports/year9/Y9_CR_ES_Final.pdf, pág. 97.
24 Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators.
25 Eurostat, “Perfiles de países”, https://ec.europa.eu/eurostat/guip/introAction.do?profile=cpro&theme=euroind&lang=en&country1=ES&country2=eu28.
26 Eurostat, “Expenditure on social protection benefits by function, 2017-table 1”, consultado por ultima vez el 17 de enero de 2020, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:Expenditure_on_social_protection_benefits_by_function,_2017-table_1.png.
27 Véase por ejemplo, Autoridad Independiente de Autoridad Fiscal (AIReF), “Los programas de rentas mínimas en España”, junio de 2019; Luis Ayala Cañón, José María Arranz, Carlos García Serrano y Lucía Martínez Virto, “El sistema de garantía de ingresos en España: tendencias, resultados y necesidades de reforma. Informe Completo”, diciembre de 2016.
28 European Anti-Poverty Network, “El Estado de la Pobreza Seguimiento del Indicador de Pobreza y Exclusión Social en España 2008-2017”, 2018, https://eapn-clm.org/wp-content/uploads/2019/02/Informe_AROPE_2018_LA_SITUACION_EN_LAS_CCAA.pdf, pág. 13.
29 33.000 hogares o 106.746 personas. Comunidad de Madrid, “Renta Mínima de Inserción. Informe 2018”, 2019, https://www.comunidad.madrid/sites/default/files/informe_anual_rmi_2018_definitivo_.pdf, pág. 23.
30 En 2018, había aproximadamente 12.650 concesiones en procedimiento inicial. Comunidad de Madrid, “Renta Mínima de Inserción. Informe 2018”, 2019, pág. 54. En 2016, había aproximadamente 13.800 concesiones en procedimiento inicial. Comunidad de Madrid, “Balance anual de gestión de la Renta Mínima de Inserción Comunidad de Madrid 2016”, 2017, pág. 13.
31 (aproximadamente de 4.850 a 10.040), así como también el número de denegaciones (de 2.708 a 5.767).
32 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE) por nivel de formación alcanzado (personas de 16 años y más años)”, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10007.
33 En 2017, fue del 4,24% del PIB (49,458 millones de euros) en comparación con el 4,99% del PIB (53,895 millones de euros) en 2009. European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, págs. 32-33.
34 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 58.
35 Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019, pág. 1.
36 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 55.
37 Eurostat, “Early leavers from education and training”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Early_leavers_from_education_and_training.
38 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 38. (citando a Save The Children).
39 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, pág. 53.
40 Save the Children, “The Future We Want to Grow Up In” , febrero de 2019, pág. 5.
41 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 34; Save the Children, “Mézclate conmigo: De la segregación socioeconómica a la educación inclusiva”, https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/mezclate_conmigo.pdf, pág. 7.
42 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 34.
43 Save the Children, “Mézclate Conmigo”, 2018, https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/mezclate_conmigo.pdf.
44 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 27.
45 REDER, “No dejar a nadie atrás: Es urgente garantizar la sanidad universal”, octubre de 2018, https://www.medicosdelmundo.org/Informe_REDER_Octubre_2018, págs. 4, 6 y 7; Informe anual 2018 Defensor del Pueblo de España, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/11_Defensor_del_Pueblo.pdf, pág. 6.
46 REDER, “No dejar a nadie atrás: Es urgente garantizar la sanidad universal”, octubre de 2018, https://www.medicosdelmundo.org/Informe_REDER_Octubre_2018, pág. 12.
47 Ministerio de Economía, “Financiacion 2008-2020”, datos proporcionados el 4 de febrero de 2019.
48 Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, “El Gasto Social por Comunidades: Sanidad, Educación y Servicios Sociales”, septiembre de 2019, https://www.directoressociales.com/images/Noticias/Evol_gasto_CCAA_2018/2018._Raking_CCAA_por_recortes_y_gastos.pdf, pág.1.
49 Fundación FOESSA, “Vulneración de derechos: Vivienda”, https://caritas-web.s3.amazonaws.com/main-files/uploads/sites/16/2019/06/Focus-Vivienda-FOESSA.pdf, págs. 2-3.
50 Eurostat, “Housing cost overburden rate by tenure status”, 2018, https://ec.europa.eu/eurostat/tgm/refreshTableAction.do?tab=table&plugin=1&pcode=tessi164&language=en.
51 Informe de Amnistía Internacional, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/31_Amnesty_International.docx, pág. 4; Banco de España, David López-Rodríguez y María de los Llanos Matea, “Evolución reciente del mercado del alquiler de vivienda en España”, agosto de 2019, pág. 6.
52 UGT (Unión General de Trabajadores), “Los salarios tienen que despegar en 2019”, 19 de marzo de 2019, http://www.ugt.es/los-salarios-tienen-que-despegar-en-2019.
53 ACNUDH, “States and real estate private equity firms questioned for compliance with human rights”, 26 de marzo de 2019, https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=24404&LangID=E.
54 Cifras de 2006-2012: Consejo General del Poder Judicial, “Solicitud de Datos, Informes o Documentos”, 4 de marzo de 2013, https://bit.ly/2S2DoBo; cifras de 2013-2018: Contestación del Gobierno español a solicitud de información por parte de don Cayo Lara Moya (GIP), “Datos sobre el efecto de la crisis en los órganos judiciales por TSJ hasta Segundo Trimestre 2019”, https://bit.ly/382hT95.
55 Instituto Nacional de Estadística, “Hogares por régimen de tenencia de la vivienda y edad y sexo de la persona de referencia”.
56 Housing Europe, “State of Housing within the EU, 2019”, octubre de 2019, http://www.housingeurope.eu/resource-1323/the-state-of-housing-in-the-eu-2019, págs. 85-87.
57 Ministerio de Fomento, “Vivienda Protegida, Series Anual, (1.5) Número de calificaciones definitivas: Planes estatales”, 2019, https://apps.fomento.gob.es/BoletinOnline2/sedal/31305000.XLS.
58 Instituto Nacional de Estadística, “Censos de Población y Viviendas 2011”, https://inmalome.files.wordpress.com/2012/09/cifine01-2013.pdf, pág. 8; Housing Europe, “The State of Housing in the EU 2019”, http://www.housingeurope.eu/file/860/download, pág. 87.
59 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, “Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar”, https://www.mscbs.gob.es/ssi/familiasInfancia/inclusionSocial/docs/ENIPSH.pdf, pág. 12.
60 Fundación FOESSA, “La vulneración del derecho a vivienda: una mirada a la exclusión residencial”, 2018, https://www.caritas.es/noticias/viii-informe-foessa-la-exclusion-social-se-enquista-en-una-sociedad-cada-vez-mas-desvinculada/.
61 Red Europea de Política Social, “ESPN Thematic Report on National strategies to fight homelessness and housing exclusion”, 2019, https://ec.europa.eu/social/BlobServlet?docId=21628&langId=en, pág. 12.
62 Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, “Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar”, https://www.mscbs.gob.es/ssi/familiasInfancia/inclusionSocial/docs/ENIPSH.pdf, pág 19.
63 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surv.eys-esp-2018-en, pág. 98.
64 M. Pastor, V. Carter y M. Abood, “Rent Matters: What are the Impacts of Rent Stabilization Measures?”, 2018.
65 Eurostat, “Tax-to-GDP ratio up to 40.3percent in EU”, 20 de octubre de 2019, https://ec.europa.eu/eurostat/documents/2995521/10190755/2-30102019-AP-EN.pdf/68739572-f06a-51e4-3a5b-86e660a23376.
66 Comisión Europea, “Statutory tax rates: VAT rates in member states”, ec.europa.eu/taxation_customs/business/economic-analysis-taxation/data-taxation_en.
67 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
68 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
69 OCDE, “Income inequality”, (consultado el 18 de octubre de 2019) https://data.oecd.org/inequality/income-inequality.htm.
70 Comisión Europea, “Country Report Spain 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_en.pdf, pág. 32.
71 Ídem.
72 Información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, 4 de febrero de 2020.
73 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, pág. 42
74 FUNCAS, “Economía Sumergida y Fraude Fiscal en España: ¿Qué Sabemos? ¿Qué Podemos Hacer?”, 2018, https://www.funcas.es/publicaciones_new/Sumario.aspx?IdRef=5-04095, pág. 40; véase también, “La economía sumergida resta un 23% a la recaudación fiscal”, El País, 21 de junio de 2018, https://elpais.com/economia/2018/06/20/actualidad/1529518143_236168.html.
75 Oxfam, “Quien Parte y Reparte: la huella en la desigualdad de las empresas del IBEX 35”, https://cdn2.hubspot.net/hubfs/426027/Oxfam-Website/OxfamWeb-Documentos/OxfamWeb-Informes/quien-parte-y-reparte-informe-ibex-2019.pdf, 2019, pág 2.
76 Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, “El cambio climático y la pobreza”, 17 de julio de 2019, https://undocs.org/A/HRC/41/39.
77 Estudio de AEMET con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, “Efectos del Cambio Climático en España”, 3 de marzo de 2019, http://www.aemet.es/en/noticias/2019/03/Efectos_del_cambio_climatico_en_espanha; Greenpeace, “Así nos afecta el cambio climático”, 28 de noviembre de 2018, https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2018/11/GP-cambio-climatico-LR.pdf, pág. 43.
78 “El Gobierno propone una inversión pública de 47.000 millones en un plan sobre el cambio climático”, Reuters, 20 de febrero de 2019 https://es.reuters.com/article/topNews/idESKCN1Q91YT-OESTP.
79 “Spain declares climate emergency, gets climate plan ready”, AP, 21 de enero de 2020, https://apnews.com/1e946085841af1e942659d4154d75d03.
80 “España se desengancha del carbón y las emisiones de efecto invernadero se desploman”, El País, 3 de enero de 2020, https://elpais.com/sociedad/2020/01/02/actualidad/1577980066_743415.html.
81 Congreso de los Diputados ¨Proposición de Ley sobre Cambio Climático y Transición Energética,” http://www.congreso.es/public_oficiales/L13/CONG/BOCG/B/BOCG-13-B-48-1.PDF.
82 Ministerio para la Transición Ecológica, “La Transición Justa dentro del Marco Estratégico de Energía y Clima”, https://www.miteco.gob.es/es/prensa/etj-castellano-interactivo_tcm30-505654.pdf.
83 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, págs. 13-14.
84 Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, “Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación”, https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2019-3244; Solidar, “Monitor de derechos sociales 2019”, https://www.solidar.org/system/downloads/attachments/000/001/070/original/ES_Spain.pdf?1580208673, pág. 4.
85 Eurostat, “Unemployment by sex and age - monthly average”, https://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=une_rt_m&lang=en.
86 Save the Children, “The Future We Want to Grow Up In” , febrero de 2019, pág. 7.
87 Fundación Adecco, “Un empleo contra la violencia”, noviembre de 2019, https://s03.s3c.es/imag/doc/2019-11-22/informe-empleo-contra-la-violencia-2019.pdf, pág. 15.
88 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 18; Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE), por tipo de hogar”, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10010.
89 Instituto Nacional de Estadística, “Hogares con carencia material por tipo de hogar”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=9974.
90 OCDE, “Economic Surveys: Spain”, noviembre de 2018, https://www.oecd-ilibrary.org/economics/oecd-economic-surveys-spain-2018_eco_surveys-esp-2018-en, págs. 51, 54.
91 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (estrategia Europa 2020) y de sus componentes por edad y sexo”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=10005. Véase también, Save the Children, “Familias en riesgo”, 2020.
92 Declaración de European Anti-Poverty Network, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/17_EAPN_SP.pdf, pág. 2.
93 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, pág. 4.
94 Fundación FOESSA, “Vulneración de derechos: Infancia”, https://caritas-web.s3.amazonaws.com/main-files/uploads/sites/16/2019/05/Focus-Infancia.-FOESSA.pdf, pág. 3.
95 Eurostat, “Expenditure on social protection benefits by function, 2017-table 1”, consultado por última vez el 17 de enero de 2020, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:Expenditure_on_social_protection_benefits_by_function,_2017-table_1.png; Declaración de Plataforma de Infancia, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/5_Plataforma_de_Infancia.pdf, pág. 4.
96 Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019.
97 UNICEF, Olga Canto Sánchez y Luis Ayala Canon, “Políticas públicas para reducir la pobreza infantil en España: Análisis del impacto”, marzo de 2014, https://www.unicef.es/sites/unicef.es/files/unicef_politicas_para_reducir_pobreza_infantil_espana_baja.pdf, pág. 73; ILO-UNICEF, “Towards universal social protection for children: Achieving SDG 1.3”, 41, 2019.
98 Solidar, “Monitor de derechos sociales 2019”, https://www.solidar.org/system/downloads/attachments/000/001/070/original/ES_Spain.pdf?1580208673, pág. 8; Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, “Real Decreto-ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo”, https://www.boe.es/eli/es/rdl/2019/03/08/8; Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 64; Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019, pág. 1.
99 Instituto Nacional de Estadística, “Tasas de paro”, 4T 2019, https://www.ine.es/infografias/tasasepa/desktop/tasas.html?t=0&lang=es; Eurostat, “Unemployment Statistics”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Unemployment_statistics.
100 Eurofund, “Los jóvenes, especialmente los poco cualificados, son los más afectados por las desigualdades sociales en España”, 11 de octubre de 2019, https://www.eurofound.europa.eu/es/news/news-articles/young-people-particularly-those-low-qualified-bear-the-brunt-of-social-inequalities-in-spain
101 Eurostat, “Social Scoreboard of Indicators”, https://ec.europa.eu/eurostat/web/european-pillar-of-social-rights/indicators/social-scoreboard-indicators; Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 64; Save the Children, “Country Page of Save the Children Spain”, septiembre de 2019, pág. 13.
102 Eurostat, “Statistics on young people neither in employment nor in education or training”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Statistics_on_young_people_neither_in_employment_nor_in_education_or_training.
103 Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil, “DB012 - Mapa territorializado de la pobreza infantil en España”, https://www.comisionadopobrezainfantil.gob.es/es/db012-mapa-territorializado-de-la-pobreza-infantil-en-españa.
104 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf, pág. 65.
105 Fundación Secretariado Gitano, “La Fundación Secretariado Gitano presenta su ‘Estudio comparado sobre la situación de la población gitana en España en relación al empleo y la pobreza 2018’”, 24 de septiembre de 2019; https://www.gitanos.org/actualidad/archivo/129382.html.
106 Ministerio de Trabajo, Migraciones, y Seguridad Social, “Extranjeros residentes en España: Principales resultados”, septiembre de 2019, http://extranjeros.mitramiss.gob.es/es/Estadisticas/operaciones/con-certificado/201906/Residentes_Principales_Resultados_30062019.pdf, pág. 1.
107 Instituto Nacional de Estadística, “Riesgo de pobreza o exclusión social (indicador AROPE) por nacionalidad (personas de 16 y más años)”, https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=10009.
108 Eurostat, “Children at risk of poverty or social exclusion”, enero de 2019, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/pdfscache/50126.pdf, pág. 6.
109 Declaración de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/15_CEAR.pdf, pág. 3.
110 Declaración de Women’s Link Worldwide, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/20_Women_Worldwide.pdf, págs. 2-3 y 5.
111 Comité de la ONU de los Derechos del Niño, “Dictamen aprobado por el Comité en relación con el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones respecto de la Comunicación Núm. 16/2017”, 10 de julio de 2017, https://tbinternet.ohchr.org/Treaties/CRC/Shared%20Documents/ESP/CRC_C_81_D_16_2017_28553_S.docx, pág. 13.
112 Declaración de Fundación Raíces, https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Poverty/VisitSpainSubmissions/16_Fundacion_Raices.pdf, págs. 1-2.
113 Fresh Plaza, “La campaña de fresas de la provincia española de Huelva cierra con cifras positivas”, https://www.freshplaza.es/article/9144061/la-campana-de-fresas-de-la-provincia-espanola-de-huelva-cierra-con-cifras-positivas/.
114 El Banco Mundial, “Población rural (% de la población total) - España”, 2019 https://data.worldbank.org/indicator/SP.RUR.TOTL.ZS?locations=ES.
115 European Anti-Poverty Network, “Poverty Watch Spain 2019”, https://www.eapn.es/publicaciones/367/poverty-watch-2019, págs. 23-24.
116 Comisión Europea, “Informe sobre España 2019”, 27 de febrero de 2019, https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/file_import/2019-european-semester-country-report-spain_es.pdf , pág 80.
117 Eurostat, “Living conditions in Europe - poverty and social exclusion”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=Living_conditions_in_Europe_-_poverty_and_social_exclusion.
118 Eurostat, “The Europe 2020 indicator of at-risk-of-poverty or social exclusion AROPE by level of activity limitation”, https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:The_Europe_2020_indicator_of_at-risk-of-poverty_or_social_exclusion_AROPE_by_level_of_activity_limitation,_2018_2.png.
119 Instituto Nacional de Estadística, “El empleo de las personas con discapacidad (EPD Año 2018”, 18 de diciembre de 2019, https://www.ine.es/prensa/epd_2018.pdf, pág. 1.
120 Fundación Mutua de Propietarios, “La accesibilidad de las viviendas en España”, 22 de marzo de 2018, https://www.fundacionmdp.org/wp-content/uploads/2018/04/201803-Accesibilidad-viviendas-espana_FundacionMdP-min.pdf.
121 COCEMFE, “1,8 millones de personas con movilidad reducida dependen de la ayuda de terceros para salir de su casa y 100.000 no salen nunca”, 22 de junio de 2019, http://www.cocemfe.es/informate/noticias/18-millones-de-personas-con-movilidad-reducida-dependen-de-la-ayuda-de-terceros-para-salir-de-su-casa-y-100-000-no-salen-nunca/.
122 Ministerio de Educación y Formación Profesional, “Las cifras de la educación en España. Curso 2016-2017 (Edición 2019)”, http://www.educacionyfp.gob.es/servicios-al-ciudadano/estadisticas/indicadores-publicaciones-sintesis/cifras-educacion-espana/2016-17.html.
123 Instituto Nacional de Estadística, “Activos por sexo y ocupación. Valores absolutos y porcentajes respecto del total de cada ocupación”, https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=4077.
124 Ídem.
125 Futuro en Común, “Una Agenda 2030 transformadora para las personas y la planeta”, 24 d
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