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lunes, 10 de julio de 2017

_- Seymour Hersh desenmascara el mito de las armas químicas de Siria. "Trump sabía que Damasco no había usado armas químicas".

_- Antes de dar la orden de atacar la base aérea siria de Shayrat, el presidente estadounidense, Donald Trump, sabía que Damasco no había usado armas químicas en la ciudad de Kahn Cheikhoun, reveló el periodista estadounidense, Seymour Hersh.

Según el reporte de Sputnik, Hersh afirma que Trump tomó la decisión sin tener en cuenta la opinión de expertos, y luego su Administración trató de crear en los medios un panorama que la pudiera justificar.

En su investigación, Hersh se basó en los datos recibidos por parte de numerosas fuentes del Gobierno y servicios de inteligencia de EEUU.

De acuerdo con Hersh, Washington sabía de la operación inminente sobre ataques aéreos de las fuerzas sirias contra Kahn Cheikhoun, de los cuales le informó Rusia a fin de evitar víctimas entre agentes de Washington integrados en las filas de los terroristas.

"En aquel momento, los datos de los servicios de inteligencia mostraban que el 4 de abril, la Fuerza Aérea de Siria estaba controlando el lugar del encuentro de los terroristas. Para efectuar la operación, los rusos les proporcionaron una bomba guiada, equipada con una ojiva convencional", escribe Hersh en su artículo para el diario alemán 'Welt am Sonntag'.

Hersh señala que el objetivo del ataque sirio fue un edificio de dos pisos donde planeaban reunirse los extremistas. En el sótano del edificio se encontraba un depósito con misiles, armas y municiones, además de detergentes químicos a base de cloro que se usan para limpiar los cuerpos de los fallecidos antes de enterrarlos. Durante el ataque, los proyectiles impactaron el edificio, después de lo cual, se dispersó en el aire una gran cantidad de cloro en forma de nube.

El periodista recalcó que "varios días antes los servicios rusos informaron sobre la operación a los estadounidenses que se encontraban en Doha". Según Hersh, uno de los asesores de seguridad de Trump dijo: "No fue un ataque con armas químicas. Es un mito".

Sin embargo, al cabo de varias horas, prosigue Hersh, Trump ordenó efectuar un ataque en respuesta al supuesto uso de armas químicas después de haber visto algunas fotos de adultos y menores de edad afectados gravemente a causa de las sustancias venenosas. Así describe Hersh su reacción:

"Manos a la obra", proclamó Trump a pesar de que le aseguraron que no había pruebas del uso de armas químicas por parte de las fuerzas sirias.

Según el artículo de Hersh, los militares le ofrecieron a Trump cuatro guiones: renunciar al ataque, atacar el aeródromo, efectuar ataques masivos de varios objetos militares sirios y puntos de mando con el uso de bombarderos y aún aniquilar físicamente al presidente sirio, Bashar al Assad.

Trump eligió el segundo, y se lanzaron los 59 misiles Tomahawk desde los buques de guerra Ross y Porter que en aquel momento se encontraban en el mar Mediterráneo.

"Desde el inicio y hasta el final todo eso fue un típico show de Trump", cita el periodista a uno de los asesores de la Casa Blanca para seguridad.

Fuente:
http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/seymor-hersh-trump-sabia-que

sábado, 20 de mayo de 2017

_--Las potencias juegan a la guerra en el campo sirio

_--Cesar Erik Castellanos Martínez

Donald Trump, durante las pasadas campañas presidenciales norteamericanas, sostuvo que la prioridad de EUA en el conflicto sirio debería ser combatir al Estado Islámico y no derrocar a Bashar al Assad. Incluso criticó la política belicista de Clinton, que, según él, al buscar acrecentar las hostilidades contra el régimen sirio y, por ende, contra Rusia, podría provocar una guerra mundial. (Steve Holland, “Exclusive: Trump says Clinton policy on Syria would lead to World War Three”, Reuters, 26/10/16).

No obstante, una vez que Trump llegó al poder, su política pareció dar un pequeño giro. En la madrugada del viernes 7 de abril, a las 4:40 (hora local siria), dos destructores estadounidenses que se encuentran en el Mediterráneo, el USS Porter y el USS Ross, lanzaron 59 misiles de crucero tipo Tomahawk contra la base área de Shayrat del ejército sirio, en la provincia de Homs. Según la Casa Blanca, se atacó esa instalación militar porque desde ahí fue que el gobierno sirio lanzó armas químicas contra la localidad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib. (“Así empezó la guerra abierta de EE.UU. contra Siria”, RT, 7/abril/2017).

Los Tomahawk son misiles de alta precisión que EUA ya había utilizado en Irak, Yugoslavia, Afganistán, Sudán, Yemen y Libia. Como siempre, el negocio de la guerra y de matar al prójimo deja jugosas ganancias. Cada misil cuesta cerca de 1.5 millones de dólares, por lo que, en total, los 59 misiles lanzados a Siria costaron aproximadamente 90 millones de dólares. (Andrew Griffin, “Tomahawk missiles: What are the weapons dropped in Syria air strikes and what do they mean?”, The Independent, 7/abril/2017).

La compañía que los fabrica, Raytheon, con sede en Massachusetts, se adjudicó en diciembre pasado un contrato de más de 300 millones de dólares con la marina norteamericana, por la entrega de 214 misiles Tomahawk Block IV (el último modelo) para agosto de 2018. (“Cómo son los misiles Tomahawk, el arma de precisión mortal que Estados Unidos usó para atacar una base aérea en Siria”, BBC, 7/abril/2017).

El ataque estadounidense, según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov, destruyó 6 aviones MiG-23 de la Fuerza Área Siria que estaban en hangares de reparación, “un almacén con bienes materiales y tecnológicos, un edificio educacional, un comedor y una estación de radiolocalización". Además, el Estado Mayor sirio aseguró que 6 militares perdieron la vida. No obstante, según el general ruso, la “pista, las calles de rodaje y los aviones de la Fuerzas Aérea Siria en estacionamiento no [fueron] dañados”. (“Rusia: ‘El ataque de EE.UU. sobre la base aérea siria ha destruido 6 aviones y un comedor’”, RT, 7/abril/2017). Incluso señaló que de los 59 misiles lanzados, solo 23 alcanzaron la base siria, por lo que se desconoce dónde cayeron los restantes 36 misiles (“Defensa rusa: solo 23 misiles estadounidenses llegaron a la base siria, 36 desaparecieron”, Sputnik, 7/abril/2017).

Sin duda, cierto o falso dicho ataque químico por parte del régimen sirio, fue sólo un pretexto para que EUA pudiera atacar impunemente al gobierno de Assad. Los aliados de éste no tardaron en responder. Rusia e Irán han dejado muy claro que seguirán respaldando a Siria.

Un comunicado emitido por la Sala de Operaciones Conjunta de Rusia e Irán y de las Fuerzas Aliadas de Siria (entre quienes esta Hezbollah y otras milicias), reza que "lo que Estados Unidos ha perpetrado es una agresión contra Siria que cruza las líneas rojas. A partir de ahora responderemos con fuerza a cualquier agresor o cualquier violación de las líneas rojas de quien quiera que sea, y América conoce nuestra capacidad de responder bien" (“Rusia e Irán advierten a Estados Unidos de represalias si vuelve a atacar a El Asad”, El País, 9/abril/2017).

Así las cosas, apenas 5 días después del ataque, el 12 de abril, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, visitó Moscú y se reunió con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y con el presidente ruso, Vladimir Putin. Lavrov señaló a Tillerson que “observamos hace poco las acciones muy preocupantes cuando se emprendió un ataque ilegítimo contra Siria. […] Consideramos que es primordial no permitir la reincidencia de acciones similares en el futuro”. (“Discurso introductorio del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en las negociaciones con el Secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, Moscú, 12 de abril de 2017”, página oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia) . Pese a sus múltiples diferencias, ambas partes acordaron seguir negociando e intentar mejorar las relaciones bilaterales, que se encuentran en el punto más bajo desde la Guerra Fría.

Ese mismo día, el presidente de Francia, François Hollande, señaló que la falta de respuesta rusa al ataque norteamericano contra Siria era una muestra de la debilidad de Moscú, por lo que, según él, EUA debía aprovechar la coyuntura para derrocar a Assad. (“Francia: Rusia está débil, EEUU ya puede derrocar a Al-Asad”, hispantv, 14/abril/17). No obstante, quizá los deseos de Hollande no sean más que simples sueños. EUA no parece querer entrar en una guerra a gran escala en Siria, que sin duda podría llevar a una confrontación directa con Rusia.

En este sentido, ¿Qué significó dicho ataque? ¿Una demostración de fuerza? ¿Una advertencia a Rusia y al régimen sirio? ¿Una muestra de que EUA no piensa salirse de Siria? ¿Un intento de la administración de Trump de calmar y negar las acusaciones que se le hacen de haber aceptado la ayuda rusa para ganar las elecciones? ¿Una forma de desviar la atención de los problemas internos hacia confrontaciones externas, es decir, un intento de legitimación? ¿Un deseo de estropear los procesos de negociación que se venían dando para frenar la guerra siria? ¿Crear mayor desestabilización en la zona? ¿Continuar una guerra de desgaste contra el régimen sirio?

Recordemos que el mismo día que se lanzaron los misiles Tomahawk, Trump estaba reunido en Florida con el presidente chino, Xi Jinping, quien es aliado de Rusia y del gobierno sirio. Entonces, ¿el ataque también fue una prueba, mensaje, y/o advertencia para China? 6 días después, el 13 de abril, EUA lanzó contra el Estado Islámico su bomba convencional más potente, la GBU-43/B, sobre el distrito de Achin en la provincia oriental de Nangarhar, en Afganistán, país que colinda con China. Posteriormente, EUA ha intensificado en los últimos días las tensiones con Corea del Norte. Así pues, ¿el ataque a Siria fue parte de una jugada de tres frentes para presionar a Rusia y China? ¿Parte de una diplomacia de la fuerza contra todos estos países? Y, lo más preocupante, ¿en qué desembocarán estas rivalidades geopolíticas?

miércoles, 1 de marzo de 2017

Siria. La niebla de la guerra

“Fue precisamente Marx el primero que descubrió la gran ley que rige la marcha de la historia, la ley según la cual todas las luchas históricas, ya se desarrollen en el terreno político, en el religioso, en el filosófico o en otro terreno ideológico cualquiera, no son, en realidad, más que la expresión más o menos clara de luchas entre clases sociales…” F. Engels


Que la guerra es la consecuencia inevitable de la política de quienes dominan el mundo es algo que debiéramos tener asumido hace mucho tiempo. Quién olvide que las bayonetas siempre han sido empuñadas en interés de una u otra clase social habrá abjurado del marxismo.

En algunas ocasiones, como en la guerra en Siria, la acumulación de actores y la violencia de los acontecimientos dificulta la percepción nítida de la contraposición de intereses de clase, pero no más que la niebla oculta los vericuetos de la carretera de montaña, pero no por ello renunciamos a escudriñar el camino, pues sabemos que la consecuencia de no hacerlo sería precipitarnos al vacío en la primera curva.

Sin duda, ante Siria, la izquierda ha descarrilado, empeñada en subirse al tren equivocado, en el vagón de cola de alguna de las facciones en combate que representan a una u otra burguesía.

Pues, claro que sí, la lucha entre las clases dominantes y las dominadas lleva en muchas ocasiones históricas al enfrentamiento entre los poderosos. Las guerras por el reparto de las colonias y los imperios llenan la historia de la humanidad.

Hoy vivimos la crisis más grave del sistema económico capitalista desde el primer cuarto del siglo XX. El saqueo de las zonas con valor geoestratégico es el primer punto de la agenda de los poderes imperialistas, no sólo de los Estados Unidos de América, sino también de Rusia, China y la Unión Europea.

En Siria la lucha de clases se expresó en 2011, con un levantamiento de clase frente a la dictadura capitalista de Bashar al Asad. Los campos de batalla estaban delimitados, una población con un 50% de jóvenes menores de 25 años, que padecían casi un 40% de paro,se enfrentaba a la burguesía y burocracia estatal de uno de los 30 países más corruptos del mundo. Pero la juventud de la clase obrera siria no fue capaz de tomar el poder, al carecer de una organización con un programa, una estrategia y una táctica adecuada. Y, poco a poco, fue pasto de la degeneración de la lucha con la infiltración del yihadismo apoyado por las reaccionarias monarquías del Golfo. A un lado el imperialismo occidental y los regímenes teocráticos del Golfo, al otro lado, el imperialismo ruso, la dictadura siria, el “partido de Dios” libanés y los muyahidines de los ayatolas de Irán.

Ambos bandos despedazando el cuerpo del pueblo sirio, provocando los crímenes de guerra contra la población civil, el mayor éxodo desde la Segunda Guerra Mundial, miles de muertos en el mar Mediterráneo, con la criminal política de los gobernantes de la Unión Europea…

No se puede separar la guerra de las transformaciones sociales; los kurdos son el ejemplo vivo de que lo único que puede frenar la locura del yihadismo es un pueblo que lucha por su propio destino, que tiene en sus manos su futuro. La lucha de las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG) [1] es el contraste nítido con la dictadura siria que generó el caldo de cultivo para el surgimiento de estos monstruos, pues esa locura también tiene un método, y prende en una sociedad atrapada en la desesperación generada por la pobreza y la desigualdad social. Mientras los kurdos han sido capaces de plantar cara a la barbarie, el ejército sirio necesitó la intervención de Rusia, Irán y Hezbollá, para no disolverse.

Si la juventud siria que se alzó contra la dictadura hubiese tenido en sus manos su destino, al igual que el pueblo kurdo, el Daesh y Fatah al Sham hubiesen sido aplastados. Las bombas rusas y las muertes de miles de civiles no son ningún camino hacia la paz, o hacia una transformación progresista de la sociedad. La lucha contra el Daesh, por ganar la guerra, es también la lucha por acabar con el régimen dictatorial.

La victoria contra el cáncer yihadista sólo se podrá conseguir si el pueblo sirio y los demás pueblos de la región toman las riendas de la transformación social, entonces en lugar de huir, defenderían cada palmo de terreno porque estarían defendiendo su tierra, su libertad y no los privilegios de una minoría de parásitos corruptos. El mantenimiento del régimen sirio seguirá reproduciendo, no sólo las relaciones de explotación, sino también las condiciones para que ese monstruo abyecto que es el yihadismo siga reproduciéndose.

¡Sólo el pueblo, salva al pueblo!

Notas
 [1] Milicia formada por hombres y mujeres de comunidades del Kurdistán sirio.
Las YPG se consideran a sí mismas una milicia popular democrática, y llevan a cabo elecciones internas para elegir a sus oficiales.

Alberto Arregui (Coordinadora Federal de Izquierda Unida)

Fuente original: http://www.porelsocialismo.net/siria-la-niebla-de-la-guerra/

lunes, 20 de febrero de 2017

Daniel Maes: "La cobertura sobre Siria es la mayor mentira mediática de los últimos tiempos". Entrevista al sacerdote flamenco Daniël Maes, testigo de la llamada “guerra civil”.

Algemeen Dagblad

El sacerdote flamenco Daniël Maes (78) vive en Siria, en el monasterio de Mar Yakub, del siglo VI, en la ciudad de Qara, a 90 kilómetros al norte de la capital, Damasco. El padre Daniel ha sido testigo de la “guerra civil” y en su opinión, la información occidental sobre el conflicto en Siria es muy engañosa. Lo resume así: “los estadounidenses y sus aliados quieren arruinar por completo al país”.

-Entrevistador: Usted es muy crítico con la cobertura de los medios sobre Siria. ¿Que le molesta?
-Padre Daniel: La idea de que tuvo lugar un levantamiento popular contra el presidente Assad es completamente falsa. He estado en Qara desde 2010 y he visto con mis propios ojos cómo agitadores de fuera de Siria organizaban protestas contra el gobierno y reclutaban a jóvenes. Todo ello fue filmado y transmitido por Al Jazeera para dar la impresión de que estaba teniendo lugar una rebelión. Hubo asesinatos cometidos por terroristas extranjeros contra las comunidades sunitas y cristianas, en un esfuerzo por sembrar la discordia religiosa y étnica entre el pueblo sirio. Pero, según mi experiencia, el pueblo sirio estaba realmente muy unido.

Antes de la guerra, este país era armonioso: un estado laico en el que las diferentes comunidades religiosas convivían pacíficamente. No había casi pobreza, la educación era gratuita y los cuidados médicos eran buenos. No era posible expresar libremente sus opiniones políticas, pero eso a la mayoría de la gente no le importaba.

-Entrevistador: Se dice de la madre Agnès-Mariam, de su monasterio Mar Yakub (San Jacobo) que toma partido a favor del régimen y que tiene amigos al más alto nivel.
-Padre Daniel: La madre Agnès-Mariam ayuda a la población: recientemente ha abierto un comedor popular en Alepo donde se preparan 25.000 comidas cinco veces a la semana. Mira, es milagroso que todavía estemos vivos. Lo debemos al ejército del gobierno de Assad y a Vladimir Putin, porque éste decidió intervenir cuando los rebeldes amenazaban con tomar el poder.

Cuando miles de terroristas se instalaron en Qara, tuvimos miedo por nuestras vidas. Venían de los Estados del Golfo, Arabia Saudita, Europa, Turquía y Libia, y había muchos chechenos. Formaban una fuerza de ocupación extranjera, todos aliados de Al Qaeda y otros terroristas. Armados hasta los dientes por Occidente y sus aliados con la intención de enfrentarse contra nosotros. Decían, literalmente: “Ahora este país nos pertenece”. A menudo, estaban drogados, peleaban entre sí y por las noches disparaban al azar. Tuvimos que escondernos en las criptas del monasterio durante mucho tiempo. Cuando el ejército sirio los expulsó, todo el mundo estuvo contento: los ciudadanos sirios porque odiaban a los rebeldes extranjeros y nosotros porque la paz había regresado.

-Entrevistador: Usted dice que el ejército sirio protege a los civiles, pero hay todo tipo de informes sobre crímenes de guerra cometidos por las fuerzas de Assad, como los bombardeos con bombas de barril.
-Padre Daniel: ¿No sabes que la cobertura mediática sobre Siria es la mayor mentira mediática de nuestro tiempo? Han vendido auténticas tonterías sobre Assad. En realidad fueron los rebeldes los que saquearon y mataron. ¿Crees que el pueblo sirio es estúpido? ¿Crees que esas personas han sido obligadas a dar vivas a Assad y Putin? Son los estadounidenses los que tienen las manos metidas en todo esto, para sus oleoductos y por los recursos naturales en esta región, y para frustrar a Putin.

Arabia Saudita y Qatar quieren establecer un estado suní en Siria, sin libertad religiosa: por consiguiente, Assad debe irse. Sabes una cosa: cuando el ejército sirio se estaba preparando para la batalla de Alepo, soldados musulmanes vinieron a mí para ser bendecidos. Entre los musulmanes corrientes y los cristianos no hay problema. Son los rebeldes radicales islámicos, respaldados por los occidentales, los que quieren matarnos. Todos ellos son Al Qaeda e ISIS. Ya no hay combatientes moderados.

-Entrevistador: Usted mencionó una vez a Hillary Clinton como “un diablo en agua bendita”, porque como Secretaria de Estado empeoró deliberadamente el conflicto.
-Padre Daniel: Estoy contento con Trump. Ve lo que toda persona normal entiende: que Estados Unidos debe dejar de socavar a los países que poseen recursos naturales. El intento de los estadounidenses de imponer un mundo unipolar es el mayor problema. Trump entiende que el Islam radical es una amenaza más grande que Rusia.

¿Qué me importa si de vez en cuando se quita los pantalones? Si Trump practica la geopolítica de la manera como lo ha prometido, entonces el futuro parece brillante. Entonces será similar al enfoque de Putin. Y espero que entonces, habrá una solución para Siria y la paz volverá.

-Entrevistador: ¿Entiende que su análisis es polémico y que se encontrará con muchas críticas?
-Padre Daniel: Hablo a partir de mi observación personal. Y nadie tiene por qué creerme ¿no es cierto? Pero sé una cosa: los medios de comunicación pueden contribuir a la masacre del pueblo sirio o ayudar a éste con su cobertura mediática. Lamentablemente, hay demasiados gregarios y cobardes entre los periodistas.



Notas:
[1] Algemeen Dagblad: http://www.ad.nl/nieuws/poetin-en-assad-hebben-mijn-leven-gered~add21ab7/
[2] Traducción del inglés: http://ronpaulinstitute.org/archives/featured-articles/2017/february/04/the-media-coverage-on-syria-is-the-biggest-media-lie-of-our-time-interview-with-flemish-priest-in-syria/

domingo, 1 de enero de 2017

Alepo y las izquierdas. La carnicería ha terminado pero hay más de 40 ciudades sirias bajo asedio.



La reconquista de los barrios del este de Alepo por la coalición internacional que apoya al gobierno Al-Assad en el conflicto sirio, después de cinco años de terribles combates y la destrucción de casi la mitad de la ciudad por ambos bandos –con miles de muertos y decenas de miles de desplazados—, ha desatado un inusitado debate internacional. Tan sectario, por lo pronto, como la guerra siria, y bien anclado en el mundo mental de la que, según el Oxford Dictionary, ha sido la palabra del año en 2016: “Posverdad”.
Decían los clásicos, empezando por Homero, que la primera víctima de la guerra es la verdad. No vamos a pretender nosotros gozar de acceso privilegiado a ella, tan lejos como nos hallamos del escenario del conflicto. Modestamente, en cambio, nos parece que hay una serie de elementos de la vieja tradición del movimiento socialista internacional que podrían orientarnos en un debate de cabo a rabo dominado y sesgado por los aparatos de información y propaganda de las potencias que han acabado determinando decisivamente la evolución de las múltiples fuerzas que se enfrentan en Siria y, en general, en todo Oriente Próximo.

Partamos de la crisis estructural del régimen del Partido Baaz sirio, que se hizo especialmente grave a fines de la década de 1990, con la caída de los precios del petróleo, la escalada del déficit fiscal del sector público y las consecuencias del cambio climático en el sector agrícola. La respuesta de Bashar al-Assad al suceder a su padre fue la aconsejada por el FMI y el BM: la paulatina aplicación de las políticas neoliberales y la ampliación de las bases del régimen, sin cambiarlas sustancialmente –-y entre las que hay que destacar 13 servicios paralelos de seguridad, el aparato del partido y las tres estructuras militares—, a fin de integrar a la burguesía urbana suní de las grandes ciudades sirias. Ni qué decir tiene que esas reformas económicas fracasaron y que la pobreza se incrementó alarmantemente en paralelo a una creciente emigración rural a los barrios miseria que rodearon las urbes. Todo ello sin el menor gesto de democratización del régimen, que se limitó a permitir el desarrollo de redes asistenciales a partir de las mezquitas y las iglesias con financiación privada como respuesta asistencial a la cada vez mayor crisis social.

En el terreno internacional, especialmente tras la retirada de las tropas sirias del Líbano en 2005 –tras el asesinato de Hariri y las protestas masivas de sectores de la población libanesa—, Bashar al-Assad llevó a cabo una remodelación global de su política regional y exterior. En Líbano cambió su alianza con Amal por Hezbollah, apoyó la intervención de EEUU en Irak y participó en los programas de torturas de la CIA, se alineó con Irán en la defensa del gobierno de Al-Maliki y, posteriormente, de Al-Abadi y se alió con Turquía para reprimir al movimiento de liberación kurdo dirigido en ambos países por el PKK. Solo a comienzos del 2012, cuando la “primavera árabe” y la situación militar en Irak acabaron por polarizar la situación en todo Oriente Próximo en dos polos enfrentados –suní y chiíta— y se militarizó por completo el conflicto sirio, Al- Assad buscó en Rusia el apoyo militar que le negaban EEUU y Turquía.

La “primavera árabe” siria, que comenzó con las protestas de marzo de 2011 en Daraa y se extendió en pocos meses por las principales ciudades del país, fueron una respuesta popular en gran medida espontánea a la crisis estructural descrita. La oposición política –desde los Hermanos Musulmanes hasta la pequeña izquierda intelectual laica— se encontraba casi en su totalidad en el exilio. La bifronte política de pequeñas concesiones sociales y represión del régimen resultó incapaz de frenar al movimiento popular.


A fines de abril de 2011, el régimen se vio obligado a anular la Ley de Emergencia –en vigor desde 1963— y conceder la nacionalidad a los refugiados kurdos. Pero después del ataque realizado por grupos yihadistas que provocó la muerte de 120 soldados sirios en junio, la propaganda del régimen dio todo el protagonismo a grupos armados infiltrados desde el norte del Líbano y abrió paso a la represión de las manifestaciones y a la militarización del conflicto. Las deserciones de soldados que cuestionaban la represión del régimen crearon los primeros grupos armados de la oposición interna para defender a las manifestaciones populares. Pero desde que los mandos del Ejército Sirio de Liberación (ESL) se refugiaron en Turquía, la oposición militar se separó ya de la civil, y pasó pronto a ser completamente dependiente de Turquía, Arabia Saudí, Qatar y EE UU.

Los Tansiqiyyat, los Comités de Coordinación Locales (CCL), comenzaron a cumplir funciones de asistencia, gestión de servicios básicos y gobernabilidad. Pero nunca formaron una red nacional. La militarización del conflicto social, impulsada tanto por el régimen como por los distintos grupos armados de la oposición, hizo depender a todas las fuerzas de la financiación y el abastecimiento de las potencias externas, que pasaron a convertirse en sus patrocinadores a cambio de defender sus distintos intereses en el conflicto geopolítico de Oriente Próximo.

A comienzos de 2012, la militarización del conflicto era completa. Y la implacable lógica que eso traía consigo implicaba la subordinación de la movilización popular a los objetivos militares y políticos dictados por una oposición exterior que controlaba dinero y armas. No tardó eso en menguar la autonomía de los Tansiqiyyat, que se transformaron en órganos de control y gestión territorial de las zonas controladas por las diferentes brigadas y milicias. La protesta de una parte de los CCL y del Grupo de Coordinación Nacional por un Cambio Democrático (NCB) contra este proceso de militarización en la zona controlada por la oposición culminó en febrero de 2012 con la dimisión irrevocable de 20 miembros cercanos a sus posiciones de un Consejo Nacional Sirio que se arrogaba la representación del conjunto de la oposición en el exterior.

El ESL fue incapaz de coordinar las distintas brigadas, dirigirlas y abastecerlas frente al Ejército Árabe Sirio (EAS). A lo largo de 2012 y 2013, las brigadas del ESL se fueron independizando, se crearon unidades nuevas y se coordinaron en frentes político-ideológicos condicionados y financiados por las potencias regionales. Durante el verano de 2012 fracasó un segundo intento de coordinación militar de la oposición, el Mando Conjunto del Consejo Militar de la Revolución. A partir de ese momento, el proceso de islamización de la oposición armada –y ya solo quedaba espacio para ella frente al régimen— fue imparable. Del ESL solo quedó prácticamente un núcleo en el sur de Siria, incapaz de mantener un frente por sí solo, apoyado desde Jordania por EEUU, como reconoció la CIA ante el Senado estadounidense.

La zona de Alepo controlada por la oposición ha sido en este sentido, un laboratorio del proceso de islamización y control por Turquía, Arabia Saudí y Catar de las brigadas rebeldes. Así, por hablar de Alepo, la poderosa brigada Tawhid rompió en otoño de 2012 con el ESL y estructuró el Frente de Liberación Islámico (FLI) que, en un año, se transformó en el Frente Sirio Revolucionario (FSR), para coordinarse después con Jabhat an-Nusra, la rama siria de Al Qaeda, y terminar bajo el paraguas Ahrar Al Sham, el diseñado frente post-al-Qaeda. Tras la expulsión de ISIS de la zona urbana del este de Alepo en 2014 por Jabhat an-Nusra, tres frentes islámicos se repartían el territorio: an-Nusra, el FLI y el FSR, además de los restos del ESL y de las Unidades de Protección Popular kurdas (PYD) que controlan una parte importante del norte de la ciudad, en concreto el barrio kurdo de Sheik Maqsud. Los enfrentamientos y alianzas entre esos frentes por el control de barrios, rutas y suministros han sido continuos. Y hay que subrayar que los Tansiqiyyat que habían sobrevivido, cuando no eran meros instrumentos de los frentes islámicos, estaban condicionados en sus decisiones – también en Alepo-- por las sentencias de los ultrarreaccionarios tribunales islámicos y su arbitraria interpretación de unas fabricadas “leyes de la Sharia”.

Durante casi cuatro años, estos frentes islámicos han cercado y bombardeado indiscriminadamente con artillería suministrada por Turquía la parte occidental de Alepo, bajo control del régimen de al-Assad, provocando cientos de muertos y heridos civiles. El régimen, por su parte, ha destruido barrios enteros controlados por la oposición con barriles explosivos y, desde hace cuatro meses, ha lanzado una fuerte ofensiva que, con apoyo aéreo ruso, ha terminado por quebrar la resistencia de la oposición –en su abrumadora mayoría, islamista— en el este de Alepo.

Lo cierto, pues, es que la militarización impulsada por el régimen, por los distintos frentes islamistas y por las potencias internacionales había acabado con el proceso democrático de la “primavera árabe” siria ya a fines del verano de 2012, mucho antes de la caída de Alepo oriental.

Es más, lo que se produjo en las zonas controladas por unos y por otros a partir de ese momento fue la movilización de una base social de orígenes muy similares: los pobres de las zonas urbanas y de las zonas rurales contiguas, sobre la base del sectarismo religioso, étnico o de clan, para tener acceso a los suministros e ingresos distribuidos banderizamente por las organizaciones del régimen y los frentes islamistas de la oposición. En el caso del régimen, los jóvenes de los barrios pobres fueron organizados en los comités populares (lijan shaabiyya) y, más tarde, en las Fuerzas de Defensa Nacional. Y Alepo resulta, de nuevo, paradigmático aquí, porque en la zona oeste la mayoría de sus miembros han sido o sunitas o cristianos, apoyados por la Brigada Jerusalén de los palestinos del campo de refugiados de Neirab. La carne de cañón la han puesto siempre los pobres.

La naturaleza del conflicto cambió a lo largo de este proceso de militarización y movilización sectaria (religiosa y étnica) financiado y apoyado por las diferentes potencias regionales en el conflicto geopolítico de Oriente Próximo. Ha sido ese apoyo externo en un conflicto interimperialista regional lo que ha desangrado al conjunto de la población siria hasta ese extremo de cruel e inaudita inhumanidad. Ejemplo señero de la cual han venido a ser ahora las negociaciones para la evacuación de civiles y combatientes de los últimos barrios del este de Alepo a cambio de que se efectuasen evacuaciones similares de poblaciones controladas por el régimen, bajo el asedio de los islamistas cortacabezas y los intentos de sabotaje de estos últimos.

Desde finales de 2012, la tarea de solidaridad internacionalista no era la de apoyar al régimen o a los distintos frentes islámicos, ni al eje sunita frente al eje chiita, ni a EEUU o a Rusia en la partida geopolítica desarrollada en Oriente Próximo, sino la de buscar y llegar a una tregua negociada del conflicto. Una tregua que permitiera romper la dinámica de la militarización en todas las zonas y abrir un espacio de movilización política y reconstrucción de la sociedad civil siria.

Las negociaciones de Ginebra y de Moscú han estado determinadas en todo momento por los objetivos militares geopolíticos de las potencias regionales. En definitiva: en imponer una solución basada en el “cambio de régimen” o en una “reforma del régimen”, no en la movilización de la población para construir una salida democrática de la crisis estructural del régimen del Baaz sirio que ha acabado provocando la guerra y sofocando a la “primavera árabe” siria.

Es decir, la tarea de la izquierda era y sigue siendo levantar un movimiento antiguerra y antiimperialista contra la intervención de las potencias regionales y su conflicto geopolítico en Oriente Próximo, de solidaridad con los refugiados, de apoyo a los desplazados y víctimas del conflicto. Exigir una tregua inmediata y negociaciones de paz locales y a nivel nacional, que permitan abrir la vía hacia un proceso constituyente, que vislumbre el derecho de autodeterminación kurdo y del conjunto de la población siria, sin que las opciones sean la dictadura monopartidista del Baaz, el fundamentalismo islamista de An-Nusra (se llame ahora como se llame) o el fascismo islámico de ISIS, que se reparten –junto con el PKK en el norte-- la mayor parte del torturado país árabe.

La carnicería de Alepo, los bombardeos indiscriminados en el Este y en el Oeste de la ciudad han acabado por el momento. Pero hay más de 40 poblaciones sirias que viven sus particulares asedios y carnicerías. ¿Vamos a tener que tomar partido en cada una de ellas, o vamos a levantar, por fin, de manera unitaria, un movimiento contra la guerra y contra el imperialismo? Porque queda, desgraciadamente, guerra para rato en Siria.

Firman este texto Antoni Domènech, G. Buster, Carlos Abel Suárez, María Julia Bertomeu y Daniel Raventós
Fuente original:

http://ctxt.es/es/20161228/Firmas/10244/Alepo-guerra-Siria-la-izquierda-tregua-paz-imperialismo.htm

sábado, 24 de diciembre de 2016

Hay más de una verdad que contar sobre Alepo

The Independent


Los políticos occidentales, los “expertos” y los periodistas se aprestan a reinicializar sus narrativas en los próximos días, ahora que el ejército de Bashar al-Assad’s ya ha recuperado el control del este de Alepo. Descubriremos si los 250.000 civiles “atrapados” en la ciudad de verdad eran tantos. Oiremos mucho más sobre por qué no fueron capaces de salir cuando el gobierno sirio y la fuerza aérea rusa comenzaron su feroz bombardeo de la parte oriental de la ciudad.

Y aprenderemos mucho más sobre los “rebeldes” a los que Occidente –EEUU, Gran Bretaña y nuestros amigos rebanacabezas en el Golfo— han venido dando apoyo. Estos incluyen a al-Qaeda (alias Jabhat al-Nusra, alias Jabhat Fateh al-Sham), la “gente” –como George W. Bush la llamaba– que cometió los crímenes contra la Humanidad en Nueva York, Washington y Pennsylvania el 11 de septiembre. ¿Se acuerdan de la Guerra contra el Terror? ¿Se acuerdan de la “maldad pura” de al-Qaeda? ¿Se acuerdan de todas las advertencias de nuestros amados servicios de inteligencia y seguridad en el Reino Unido sobre cómo podía llevar al-Qaeda el terror a Londres? ¿Se acuerdan?

No cuando los rebeldes, incluida al-Qaeda, defendían bravamente el este de Alepo; entonces, no. Porque se estaba tejiendo para nosotros una potente narrativa sobre heroísmo, democracia y sufrimiento, un cuento de buenos chicos contra malos chicos tan explosivo y falsario como las “armas de destrucción masiva”.

En los tiempos de Saddam Hussein –cuando unos pocos sosteníamos que la invasión ilegal de Irak llevaría a la catástrofe y a un indecible sufrimiento, y que Tony Blair y George Bush nos estaban llevando por el camino de la perdición—, se nos exigía siempre mostrar nuestra repugnancia por Saddam y su régimen. Teníamos que recordar constantemente a nuestros lectores que Saddam era uno de los Tres Pilares del Eje del Mal.

Pues aquí va de nuevo el mantra habitual, que tenemos que repetir ad nauseam para evitar el habitual correo cargado de odio y el oportuno maltrato acosador que se dispensará hoy a quienquiera se atreva a salirse de la endeble y mendaz versión autorizada de la tragedia siria:

Sí, Bashar al-Assad ha destruido brutalmente vastas zonas de sus ciudades en su batalla contra quienes quieren derrocar su régimen. Sí, este régimen tiene un sinnúmero de pecados en su haber: tortura, ejecuciones, cárceles secretas, asesinatos de civiles y –si incluimos a la milicia siria, teóricamente bajo control del régimen— una espeluznante versión de la limpieza étnica. Sí, debemos temer por las vidas de los valientes médicos del este de Alepo y de las personas que han estado bajo sus cuidados. Cualquiera que haya visto el pateo a que fue sometido el joven sacado de la fila de refugiados huyendo de Alepo la pasada semana por parte de los hombres del servicio de inteligencia del régimen debería temer por la suerte de todos aquellos a quienes no se permitió cruzar las líneas gubernamentales. Y se puede recordar que el sombrío informe de la ONU sobre los 82 civiles “masacrados” en sus hogares en las últimas 24 horas.

Pero llegó la hora de contar la otra verdad: que muchos “rebeldes” a quienes ha venido dando su apoyo Occidente –y a los que nuestra prepóstera Primera Ministra Theresa May bendijo indirectamente cuando se postró ante los rebanacabezas del Golfo la semana pasada— se cuentan entre los combatientes más crueles e implacables del Oriente Próximo. Y aun cuando hemos estado lloriqueando por los atrocidades del Estado Islámico durante el asedio de Mosul (un acontecimiento demasiado similar al de Alepo, aunque nadie lo diría leyendo las narrativas habituales), hemos ignorado a propósito el comportamiento de los rebeldes en Alepo.

Hace solo unas semanas, entrevisté a una de las primeras familias musulmanas escapadas del este de Alepo durante un alto el fuego. El padre acababa de recibir la noticia de que su hermano había sido ejecutado por los rebeldes a causa de que él había cruzado la línea de frente con su mujer y su hijo. Condenó a los rebeldes por cerrar las escuelas y colocar armamento cerca de los hospitales. Y no era un badaluque pro-régimen: incluso decía sentir cierta admiración por el buen comportamiento del Estado Islámico (EI) en los primeros días del asedio.

Por esos mismos días, los soldados sirios me confiaban en privado su convicción de que los norteamericanos dejarían que el EI saliera de Mosul para volver a atacar al régimen en Siria. Un general norteamericano llegó incluso a expresar su temor a que los milicianos chiitas iraquíes pudieran impedir al EI escapar hacia Siria a través de la frontera iraquí.

Bueno, pues es lo que pasó. En tres grandes columnas de camiones suicidas y miles de simpatizantes armados, el EI cruzó el desierto para pasar de Mosul en Iraq, y de Raqqa y Deir ez-Zour en la Siria oriental, al asedio, una vez más, de la hermosa ciudad de Palmira.

Resulta sumamente instructivo observar la cobertura periodística de esos dos sucesos paralelos. Casi todos los titulares de hoy hablan de la “caída” de Alepo en manos del ejército sirio, cuando lo natural habría sido hablar de su “reconquista” contra los rebeldes. En cambio, se dice que el EI ha “reconquistado” Palmira, cuando –dado su criminal comportamiento— lo que debería decirse es que la antigua ciudad romana había “caído” una vez más bajo la grotesca dominación del EI.

Las palabras cuentan. Porque estos son los hombres –nuestros “compis”, me figuro, si hay que atenerse a la narrativa yihadista habitual— que, tras la primera ocupación de la ciudad, cortaron la cabeza al académico de 82 años que trató de proteger los tesoros romanos, para volver a colocar luego sus gafas en la cabeza decapitada.

Según admiten ellos mismos, los rusos lanzaron 64 bombardeos aéreos contra los atacantes del EI en las afueras de Palmira. Pero dadas las enormes columnas de polvo levantadas por los convoyes del EI, ¿por qué no llegó a sumarse la fuerza aérea estadounidense al bombardeo de su peor enemigo? Pues no: por alguna razón, los satélites y los drones y los servicios de inteligencia de los EEUU no llegaron a percatarse. Tampoco lo hicieron cuando el EI utilizó idénticos convoyes de camiones suicidas para asediar Palmira la primera vez que ocuparon la ciudad, en mayo de 2015.

No ofrece la menor duda el revés que Palmira representa tanto para el ejército sirio como para los rusos, aunque sea más simbólico que militar. Funcionarios sirios me aseguraron a comienzos de este año que jamás se permitiría que el EI regresara a Palmira. Había una base militar rusa en la ciudad. La fuerza aérea rusa hacía ejercicios de sobrevuelo. Una orquesta rusa había tocado en las mismas ruinas para celebrar la liberación de Palmira.

Y bien, ¿qué ocurrió? Lo más probable es que los militares sirios, simplemente, no dispusieran de hombres bastantes para defender Palmira cuando estaban cerrando el cerco sobre Alepo.

Tenían que recuperar Palmira, y rápido. Pero para Bashar al-Assad el fin del asedio de Alepo significa que el EI, al-Nusra, al-Qaeda y todos los demás grupos salafistas y sus aliados ya no pueden afirmar que disponen de una base, o crear una capital, en la larga línea de grandes ciudades que constituye la espina dorsal de Siria: Damasco, Homs, Hama y Alepo.

Volvamos a Alepo. La habitual y ahora desmayada narrativa periodística precisa de refresco. Estos últimos días ofrecen la prueba. Tras meses de condenar las iniquidades del régimen sirio al tiempo que se echaba niebla sobre la identidad y la brutalidad de sus oponentes en Alepo, las organizaciones de derechos humanos –oliéndose la derrota de los rebeldes— comenzaron hace sólo unos días a difundir críticas que incluían a los defensores del Alepo oriental.

Pongamos el caso del Alto Comisionado para Derechos Humanos de la ONU. Después de que la semana pasada insistiera en sus habituales –y perfectamente entendibles— temores por la población civil del este de Alepo y su personal médico, así como por los civiles sujetos a represalias gubernamentales y los “centenares de hombres” que podrían haber desaparecido tras cruzar las líneas del frente, la ONU, de repente, comenzó a expresar otros temores.

“Durante las dos últimas semanas, el Frente Fatah al-Sham [es decir, ¡el EI!] y el batallón Abu Amara parecen haber secuestrado y asesinado a un número desconocido de civiles que habían pedido a los grupos armados que se alejaran de sus vecindarios para ahorrar vidas de civiles.”

Y continúa: “También hemos recibido informaciones, según las cuales, entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre, los grupos armados de oposición dispararon contra civiles que trataban de huir”. Además, se han registrado “ataques indiscriminados” sobre áreas densamente pobladas del oeste de Alepo dominado por el gobierno y del este “rebelde”.

Yo sospecho que oiremos más cosas por el estilo en los días venideros. El mes próximo leeremos también un libro nuevo que pone los pelos de punta, Mercaderes de hombres, de la periodista italiana Loretta Napoleoni, sobre la financiación de la guerra en Siria. Habla de las fuerzas gubernamentales y de las fuerzas rebeldes en términos de secuestradores exprés, pero tiene también palabras durísimas para nuestra profesión periodística.

Escribe, por ejemplo, que “reporteros secuestrados por grupos armados en el este de Siria cayeron víctimas de una síndrome de Hemingway: los corresponsales de guerra que apoyan la insurgencia confían en los rebeldes y ponen sus vidas en sus manos, porque están aliados con ellos”. Pero “la insurgencia no es más que una variante del yihadismo criminal, un fenómeno moderno con una sola lealtad: el dinero”. ¿Demasiado dura con nuestra profesión? ¿Somos realmente “aliados” de los rebeldes?

Desde luego, nuestros amos políticos lo son. Y por la misma razón que los rebeldes secuestran a sus víctimas: dinero. De aquí la desgracia del Brexit para May y su corte bufonesca de ministros, que la semana pasada se postraron ante los autócratas suníes que financian a los yihadistas de Siria en la esperanza de ganar millones de libras esterlinas con ventas de armas pos-brexit al Golfo.

En unas horas, el Parlamento británico debatirá sobre la delicada situación de los médicos, las enfermeras, los niños y civiles heridos de Alepo y otras zonas de Siria. El grotesco comportamiento del Gobierno del Reino Unido ha conseguido que ni los sirios ni los rusos presten la menor atención a nuestros miserables lloriqueos. Y eso, también, debe formar parte de este cuento.

Traducción para www.sinpermiso.info : Miguel de Puñoenrostro

Fuente original:

http://www.independent.co.uk/voices/aleppo-falls-to-syrian-regime-bashar-al-assad-rebels-uk-government-more-than-one-story-robert-fisk-a7471576.html
Otras opiniones desde la izquierda:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221114

viernes, 16 de diciembre de 2016

Una periodista destapa en la ONU las mentiras de Occidente sobre Siria

¿Crees todo lo que CNN, BBC News y otros te cuentan sobre Siria? Cuidado, te podrían estar engañando. La periodista canadiense Eva Bartlett desenmascara la desinformación masiva con la que ciertos medios cubren los eventos.
LEER MÁS: http://es.rt.com/4ugo

miércoles, 26 de octubre de 2016

La posición francesa en Siria, cada vez más marginal y menos comprensible. Hollande abre la puerta del Elíseo a los “Cascos blancos”, ovacionados en la Asamblea Nacional.

La Vanguardia

Francia reafirmó la pasada semana su compromiso y apoyo a los adversarios del régimen sirio, cuando su presidente, François Hollande, recibió en el Elíseo a Rahed Al Saleh, presidente de la organización “Cascos blancos” y cabeza de una delegación civil de rebeldes del sector oriental de la asediada ciudad de Alepo. Al Saleh y su delegación fueron recibidos, y ovacionados, en la Asamblea Nacional entre el escepticismo de varios diputados que han visitado Siria en los últimos meses. “Lo que pasa en Alepo con los bombardeos incesantes del régimen y sus sostenedores es inaceptable e intolerable, haré todo lo posible para que la tregua sea prolongada”, dijo Hollande en la recepción, poco antes de salir para Berlín a reunirse con el “grupo de Minsk”, donde pensaba abordar la cuestión siria con el presidente ruso, Vladimir Putin. Las diferencias entre París y Moscú sobre Siria, intercambiándose vetos en el Consejo de Seguridad de la ONU, anularon esta semana una visita de Putin a París.

Una nota del Elíseo explicaba que, “el papel de la sociedad civil es fundamental para denunciar la situación de Alepo, las violaciones del derecho internacional y humanitario y la implicación directa de Rusia”, cuya intervención militar al lado del gobierno sirio ha dado un vuelco a la situación y frustrado, de momento, el proyecto de cambio de régimen en el país auspiciado por los países del Golfo y las potencias occidentales, con Estados Unidos y Francia en primer lugar, maltrecho proyecto que se superpone y al mismo tiempo arropa la revuelta contra el régimen de Bashar El Assad.

Humanitarios-yihadistas
La organización de Al Saleh, que solo actúa en zonas controladas por los yihadistas, “gestiona 121 centros y una red de 3000 voluntarios, ha salvado la vida de más de 60.000 personas y desempeña el papel de observador imparcial sobre el terreno”, explicaba la nota informativa del Elíseo.

En abril, Estados Unidos negó la entrada en su territorio a Al Saleh, devolviéndolo en el mismo avión a Turquía por considerarlo un islamista radical. El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, confirmó recientemente ese informe, sin conseguir aclarar por qué, al mismo tiempo, organizaciones estadounidenses como USAID -históricamente vinculada a la desestabilización de regímenes adversarios por la CIA- y otras, subvencionaron al peligroso y no deseado Al Saleh con 23 millones de dólares. El secretario de exteriores británico, Boris Johnson, también ha confirmado la financiación de su país a los Cascos blancos de Al Saleh con 65 millones de libras.

La comparecencia del Presidente de los “Cascos blancos” en la Asamblea Nacional francesa fue contestada por varios diputados que le preguntaron por esa financiación. “¿A quien representan ustedes verdaderamente?, ¿Quién les financia?, ¿No es su presencia aquí una manipulación?”, preguntaron los diputados de la derecha Jacques Myard y Pierre Lelouche. En su respuesta, Al Saleh mencionó a Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Holanda y Dinamarca, pero no a Francia, entre sus financiadores.

El “buen trabajo” de la filial de Al Qaeda
Desde el principio del conflicto sirio, Francia estuvo proporcionando armas y medios al Frente Al Nusra, una filial de Al Qaeda de la que el entonces ministro de exteriores francés, Laurent Fabius, afirmó que “hace un buen trabajo”, recuerda Claude Goasguen, un ex ministro y actual diputado importante de Los Republicanos. “Los rebeldes recuperaron para Al Qaeda las armas entregadas por Francia”, explica este veterano político conservador. Los últimos mensajes electrónicos de Hillary Clinton divulgados por WikiLeaks confirman en palabras de la actual candidata a la presidencia de Estados Unidos el secreto a voces de una, “financiación clandestina y ayuda logística en apoyo del Estado Islámico y otros grupos sunitas radicales en la región” por parte de Arabia Saudí y Qatar.

Los correos de Clinton divulgados por WikiLeaks no hacen sino confirmar, a su vez, la declaración pública del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la conferencia que pronunció en la Universidad de Harvard en octubre de 2014: el régimen saudí, con otros países del Golfo y Turquía, “han puesto centenares de millones de dólares y decenas de miles de toneladas de armas en manos de cualquiera dispuesto a combatir contra Assad”, dijo Biden.

“Somos el aliado incondicional de Arabia Saudí”, dice en París el diputado Goasguen.

Disneylandia
La utilización propagandística de organizaciones no gubernamentales, supuestas o reales, en conflictos y operaciones de cambio de régimen, tiene una larga historia reciente, desde Yugoslavia, hasta Ucrania, pasando por Georgia y otras ex repúblicas soviéticas. Los “Cascos Blancos” de Siria han estado en el centro de una de esas acciones cuyo objetivo reciente, y frustrado, fue la campaña en pro del Premio Nobel de la Paz 2016. En la campaña participaron desde actores de Hollywood como George Clooney, Ben Affleck y Justin Timberlake, hasta potentes lobys atlantistas y medios qatarís como el canal Al Jazira y el diario Al Arabi Al Jadid-New Arab con sede en Londres. El Premio Nobel fue finalmente concedido al Presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

La apertura de las puertas del Elíseo a los “Cascos Blancos”, “es una especie de protesta de Francia contra su exclusión de la conferencia de Lausana sobre Siria, el pasado 15 de octubre”, explica Rene Naba, experto francés en Oriente Medio y editor de la web Madaniya. “Rusos y americanos excluyeron a los europeos de las negociaciones de paz para no dificultar la búsqueda de un acuerdo sobre Siria”, explica Naba. Ahora, Kerry irá el sábado y el domingo a Londres para informar a los europeos de los resultados de las negociaciones con los rusos. Reino Unidos, Alemania y Francia son ahora designados “países afines” por su afinidad con la guerra de Siria. “Al principio de la guerra ese grupo se llamaba “grupo de amigos de Siria” y tenía 105 miembros”, recuerda este experto, sugiriendo lo mucho que ha cambiado la situación.

Incoherencias
Francia tiene una posición muy frágil hacia Siria. Por un lado aquellos que su ministro de exteriores definía no hace mucho como factores de “un buen trabajo” estuvieron directa e ideológicamente relacionados con los autores de la matanza de periodistas y dibujantes en la redacción de Charlie Hebdo en enero del año pasado. Por otro, Francia critica los bombardeos de Rusia en Alepo Este, sin que nunca haya manifestado la menor objeción por el bombardeo del otro sector de la ciudad, menos intenso pero continuo y también con goteo de víctimas civiles, y aún menos durante los combates en Irak en la ciudad de Falluya, donde se emplearon armas y medios tanto o más destructivos que en Alepo y que dejan inquietantes secuelas genéticas para las futuras generaciones. La propia Francia lleva meses bombardeando en Irak con su aviación.

Analogías inconvenientes
El Presidente Hollande tiende a adjudicar a su adversario el Assad el monopolio de los 300.000 muertos (la cifra que mencionó ayer en el Elíseo) de esta cruel y devastadora guerra con múltiples responsabilidades, incluidas rusas, pero casi todas derivadas de la intentona del “nuevo orden” de George W. Bush en la región, ignorando los estimados 65.000 soldados del régimen caídos en la guerra civil inducida, así como las muertes civiles de partidarios de Assad, o de los muchos indiferentes y no alineados en el conflicto, en múltiples bombardeos y atentados de los “rebeldes”.

Toda esa manifiesta incoherencia puede hacerse ahora más complicada que nunca con el inicio de las operaciones militares contra Mosul, donde hay muchos más civiles que en sector oriental de Alepo y donde quienes dirigen la artillería son militares franceses, mientras la aviación se reparte entre Estados Unidos, Francia y otros. En ese sentido, suena muy significativa la afirmación publicada en su edición de hoy por el diario Le Monde, descalificando, por inconveniente, “la analogía entre los bombardeos de ambas ciudades”. Eso es, “un recurso de quienes apoyan a Vladimir Putin”, dice cándidamente ese diario que hace cuarenta años aún ofrecía una visión francesa del mundo diferente de la atlantista.

Fuente:
http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2016/10/19/la-posicion-francesa-siria-vez-mas-marginal-menos-comprensible-80820/ Otra opinión diferente: Entrevista con Yasser Munif, miembro de la junta editorial de la "International Socialist Review" Siria tras la conquista de Alepo.

martes, 25 de octubre de 2016

Siria. Propaganda, peligros y responsabilidades.

Solo la acción de una poderosa máquina de tergiversación impide que toda esta loca carrera belicista en la que los nuestros tienen la mayor responsabilidad, sea un obvio y manifiesto escándalo para la opinión pública occidental.

Francia ha vuelto a enfriar sus relaciones con Rusia a causa del veto ruso, en el Consejo de Seguridad de la ONU, a la propuesta francesa de prolongar el acuerdo de alto el fuego en Siria. Dicho acuerdo fue invalidado por el ataque aéreo “por error” contra fuerzas gubernamentales sirias por parte de la aviación de Estados Unidos, en Deir-el-Zor, el 17 de septiembre.

Uno de los peligros de estas guerras por actor interpuesto es que se registren enfrentamientos directos accidentales entre las potencias (nucleares) que tienen detrás, lo que puede degenerar en tensiones mayores de tanto riesgo como las que la guerra fría conoció en sus peores momentos. Lo inquietante de aquel ataque no es solo si entre los 60 muertos y más de 100 heridos había también algunos consejeros militares rusos. Si Moscú ha ocultado ese dato, sería una señal de un miedo más que razonable a que la cosa pase a mayores… Pero hay otra cosa.

Aquel ataque “erróneo” por parte de la fuerza aérea de Estados Unidos podría confirmar los informes de que el Pentágono estaba muy descontento con las condiciones del alto el fuego pactadas entre los ministros de exteriores Sergei Lavrov y John Kerry, pacto que incluía una coordinación militar con las fuerzas rusas que enfureció al Pentágono. Si eso es así, el cuadro que resulta se parece mucho a una especie de motín de los militares de Estados Unidos en contra de la política de su propio gobierno. Es mucho más interesante y grave que los “tocamientos” de Donald Trump, pero no ha sido tema.

Los medios de comunicación occidentales no han escarbado en este aspecto, pese a que las acciones militares “erroneas” tienen tradición. En 1999 esa fue la explicación de la bomba americana que entró por el balcón de la embajada china en Belgrado, destruyendo el edificio y matando a varios funcionarios chinos. La embajada albergaba secretamente parte del sistema de transmisiones del ejército serbio, pero las partes decidieron cubrir el asunto con la tesis del “error”. Ni a chinos ni a americanos les interesaba una escalada por aquello. Ahora tampoco a los rusos les interesa reconocer víctimas propias en aquel ataque, que permitió al Estado Islámico entrar en la ciudad y realizar una matanza antes de ser de nuevo rechazados por los gubernamentales.

Tal acción sitúa, en este caso concreto, a las fuerzas de Estados Unidos como ayudantes del Estado Islámico, su declarado enemigo, al que los amigos del Golfo(Arabia Saudí y Qatar) proporcionan, “apoyo logístico y financiero” con el conocimiento de Washington, tal como demuestran los correos de Hillary Clinton de 2014 recién divulgados por WikiLeaks. Y aún menos interesa mostrar el nivel de autonomía e insubordinación que el Pentágono puede mostrar desafiando a su gobierno, algo que el Presidente Obama ha experimentado personalmente durante su mandato en diversas ocasiones.

Dos días después del ataque “erroneo”, el 19 de septiembre, un convoy de la ONU con ayuda humanitaria para Alepo fue atacado a su vez con el resultado de 21 muertos y 18 de los 31 camiones destruidos. Rusia fue acusada por ello. El 12 de octubre el Presidente Putin desmintió tal acusación y señaló a “grupos terroristas”. La mentira forma parte de la política de las potencias y Moscú la practica. Una de sus mentiras más probables es la de continuar negando su responsabilidad en el derribo del vuelo MH17 en territorio ucraniano, el 17 de julio de 2014. Aquello tiene toda la pinta de haber sido un error criminal, agravado por el desmentido y la cínica y activa política de disimulo practicada a su alrededor. Pero del ataque al convoy de la ONU del día 19, lo menos que puede decirse es que no beneficia a los gubernamentales sirios ni a los rusos. Una vez más, cabe la posibilidad del “error criminal”, pero lo interesante es la diferente fijación mediática que ambos sucesos han merecido.

El ataque del día 17 en Deir-el-Zor no se ha problematizado particularmente, mientras que el de dos días después focalizó la atención sobre la responsabilidad criminal de Moscú. Algo parecido ocurre con la batalla de Alepo.

Las fuerzas gubernamentales, ayudadas por la aviación rusa, están batiendo allí a las fuerzas (fundamentalmente yihadistas) movilizadas por Occidente y los amigos del Golfo para el cambio de régimen en Siria. Lo más probable es que los gubernamentales consigan en las próximas semanas una victoria fundamental, haciéndose con el conjunto de la ciudad antes de que en Washington una nueva administración belicosa tenga tiempo de reaccionar incrementando aún más la tensión.

En Siria no hay buenos y malos, pero hay diferentes grados de responsabilidad que, una vez más, la intensa propaganda mediática occidental (recuerden los engaños de Yugoslavia, Irak y Libia, entre otros) invierte al apuntar en exclusiva a el Assad y a Putin.

Repitámoslo una vez más: desde el punto de vista del hegemonismo occidental, el crimen de Putin, tanto en Ucrania como en Siria, es oponerse militarmente a las operaciones de cambio de régimen. Eso sienta un precedente y un ejemplo muy peligroso en el contexto del pulso fundamental del mundo actual: la tensión entre el hegemonismo occidental y la potencia de las nuevas fuerzas emergentes de los Brics. Es el cuadro de los imperios combatientes. Lo demás son minucias.

En Siria aparecen los mismos recursos a onegés, “cascos blancos” y “observatorios de derechos humanos” al servicio y a sueldo del cambio de régimen, y los mismos medios de comunicación y propagandistas sacando a relucir Sarajevo, Grozny y hasta Guernica, pero no Gaza, Faluya o Mosul.

Lo que se está preparando en Mosul, el bombardeo con aviación y artillería de una gran ciudad llena de civiles no es muy diferente de Alepo. En ambos casos los asediados parapetados en medio de la población civil son los que mataron a los periodistas de Charlie Hebdo y estrellaron aviones en Nueva York (vinculados Al Qaeda) y ametrallaron las terrazas de París (vinculados al Estado Islámico). La diferencia está en quienes bombardean: la artillería contra Mosul es francesa, no de Assad, y la aviación fundamentalmente de Estados Unidos, no de Rusia.

Solo el trabajo y el dinero de una poderosa máquina de tergiversación propagandística impide que toda esta loca carrera belicista en la que los nuestros tienen la mayor responsabilidad, sea un obvio y manifiesto escándalo para la opinión pública occidental. La pregunta que debería estar en el centro debería ser: ¿Quién es el principal responsable de tantas víctimas humanas y de tanto peligro regional (Europa oriental, Oriente Medio, Mar de China meridional) y global en el mundo de hoy?

Para evitar una peligrosa catástrofe, el paso de la lógica del hegemonismo a la lógica de la multipolaridad y el multilateralismo al que una iniciativa rusa (la Perestroikagorbacheviana, lo que se conoce como “el fin de la guerra fría), abrió la puerta hace un cuarto de siglo, se está haciendo cada vez más urgente.

Fuente original:
http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2016/10/15/siria-propaganda-peligros-y-responsabilidades-72465/

miércoles, 5 de octubre de 2016

El PSOE apoya un ataque contra Siria incluso sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU. Los socialistas españoles hacen suyas las tesis de Hollande e insisten en que se debe "condenar" el uso de armas químicas, "castigar al régimen de Al Asad" y hacerlo con "un gran consenso internacional". (Noticia ya antigua pero que mantiene su actualidad)

IÑIGO ADURIZ

"Hay muchos instrumentos de la legalidad internacional y no sólo las resoluciones de las Naciones Unidas". Con estas palabras, el PSOE abría este miércoles la puerta a respaldar un ataque contra Siria en respuesta al uso de armas químicas incluso sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU, único organismo internacional capaz de autorizar una intervención militar por razones humanitarias.

La número dos de los socialistas y responsable del área internacional del partido, Elena Valenciano, ha querido ser tajante durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Madrid tras la reunión de la cúpula del PSOE y ha insistido en la necesidad de "castigar" al régimen de Bashar Al Asad, al considerar probado que ha sido éste el que perpetró la masacre con armas químicas que acabó con la vida de cientos de personas. "Hay que castigar esta acción y hay que castigarla con los instrumentos de la legalidad internacional en la mano", ha dicho Valenciano, que ha recordado que al margen de las resoluciones de la ONU "el principio de la responsabilidad de proteger es también un principio de legalidad internacional".

No obstante, la dirigente socialista sí se ha mostrado a favor de que "se agoten todas las posibilidades de una decisión en el seno del Consejo de Seguridad, aunque sabemos que la posición de Rusia es de apoyo incondicional" a Al Asad.

A lo que sí estaría dispuesto a esperar el principal partido de la oposición antes de apoyar o no  inminente bombardeo en Siria es a los informes que elaboren los inspectores de dicho organismo. "Es muy posible que lleguen pronto. Son los que pueden confirmar el uso de armas químicas, algo que ya ha sido confirmado por numerosos países", ha dicho.

El PSOE asume así las tesis defendidas en los últimos días por el presidente francés, el también socialista François Hollande, que considera probado que Al Asad está detrás del uso de armas químicas. Valenciano ha dicho que su partido condena "la "salvaje actuación" del Gobierno sirio, porque "lo que ha cometido es un crimen contra la humanidad". Y ha anunciado que el Grupo Socialista presentará en el Congreso una Proposición No de Ley condenando al propio régimen.

"Estamos ante un momento muy peligroso para la paz mundial", ha querido insistir la número dos de los socialistas españoles. Y es que, ha recordado, "las armas químicas están prohibidas desde hace más de 90 años y vulneran toda la legalidad internacional". Ante el conflicto abierto en el país los socialistas exigen pues una "respuesta medida, efectiva y razonable".

http://www.publico.es/internacional/psoe-apoya-ataque-siria-aval.html

jueves, 25 de agosto de 2016

Los niños en Iraq están en las líneas de fuego y son constante e incesante blanco de los ataques. 3,6 millones de niños se encuentran en grave peligro por la creciente violencia.

Unicef

Material multimedia disponible para descarga: http://uni.cf/291HUIdhttp://uni.cf/291HUId 3,6 millones de niños en Iraq – 1 de cada 5 en el país –corren serio riesgo de muerte, lesiones, violencia sexual, secuestro o reclutamiento por parte de fuerzas armadas. Estos datos, recogidos en el informe publicado hoy por UNICEF Un alto precio para los niños, revelan que el número de niños en peligro de estas violaciones ha crecido en 1,3 millones en los últimos 18 meses.

Los hallazgos muestran que 4,7 millones de niños necesitan ayuda humanitaria – la tercera parte de todos los niños iraquíes – mientras muchas familias se enfrentan ahora a unas condiciones deterioradas después de las operaciones militares en Faluya y en los alrededores de Mosul.

“Los niños en Iraq están en las líneas de fuego y son constante e incesante blanco de los ataques”, declaró Peter Hawkins, representante de UNICEF Iraq. “Llamamos a todas las partes a la moderación, y a respetar y proteger a los niños. Debemos ayudarlos con el apoyo que necesitan para recuperarse de los horrores de la guerra y contribuir a un Iraq más pacífico y próspero”.

El informe de UNICEF documenta la escalada y la complejidad de la crisis humanitaria en un país abatido por casi 4 décadas de conflicto, inseguridad y negligencia, donde el impacto sobre los niños empeora cada día.

Un total de 1.496 niños han sido secuestrados en el país en los últimos 2 años y medio. Esto se traduce en 50 niños secuestrados al mes, con muchos forzados a luchar o abusados sexualmente.

“El rapto de niños de sus hogares, de sus escuelas y de sus calles es horrible”, cuenta Hawkins. “Estos niños están siendo arrancados de sus familias y sometidos a abusos y explotación”.

El informe muestra también que casi el 10% de los niños en Iraq – más de millón y medio – han sido forzados a huir de sus hogares en varias ocasiones por culpa de la violencia que empezara en 2014. Aproximadamente 1 de cada 5 escuelas no se pueden utilizar por culpa del conflicto, y casi 3,5 millones de niños en edad escolar no acceden a la educación.

Para hacer llegar ayuda a niños en desesperada necesidad, UNICEF y sus aliados están trabajando bajo condiciones de extrema dificultad. Ha proporcionado apoyo psicológico a más de 100.000 niños en el último año y medio; provisto de agua limpia a más de 750.000 personas desde el inicio del año; ha vacunado a 5,6 millones de niños contra la polio; y ha apoyado a más de 710.484 niños para que accedan a la escuela.

UNICEF urge a tomar acción inmediata para proteger los derechos de los niños en Iraq mediante 5 pasos:

· Poner fin al asesinato, mutilación, secuestro, tortura, detención, violencia sexual y reclutamiento de los niños. Detener los ataques a colegios, instalaciones y personal médico.

· Proporcionar acceso humanitario incondicional y sin trabas para todos los niños dondequiera que estén en el país, incluidas zonas que no están bajo el control del gobierno. En áreas donde el conflicto está presente, los civiles que deseen desplazarse deben tener un acceso seguro y recibir los servicios que necesiten.

· Extender y mejorar la educación para niños que están fuera del colegio con clases de recuperación. Aumentar el acceso a la enseñanza y dotar a maestros y niños con materiales educativos y de capacitación. Esos son los niños que reconstruirán Iraq y contribuirán a un futuro más pacífico y estable.

· Proveer de programas psicológicos y recreativos para ayudar a que los niños se recuperen y que puedan reconectar con su infancia.

· Aumentar los fondos ya que los recursos se están acabando y se están teniendo que recortar el apoyo que salva la vida de los niños. UNICEF necesita 100 millones de dólares para responder a las necesidades de los niños de Iraq en 2016.

Fuente original:

https://www.unicef.es/sala-prensa/en-iraq-36-millones-de-ninos-se-encuentran-en-grave-peligro-por-la-creciente-violencia

jueves, 14 de abril de 2016

Según declaraciones del abogado Robert Kennedy júnior. “Transferencia de gas”, es la verdadera raíz del conflicto armado en Siria.

La raíz del conflicto armado en Siria en gran parte se debió a la negativa del presidente sirio, Bashar al-Asad, a permitir que por su país pasase un gasoducto desde Catar hacia Europa.

La decisión de EE.UU. de organizar una campaña contra Bashar al-Asad no comenzó con las protestas civiles pacíficas en 2011, sino en 2009, cuando Catar ofreció construir un gasoducto por valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía", anunció el martes el abogado Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy.

Este proyecto habría garantizado que los países árabes del Golfo Pérsico tuvieran una ventaja decisiva en los mercados mundiales de gas y habrían fortalecido a Catar, estrecho aliado de Washington en la región, explicó Kennedy júnior.

El presidente sirio, Bashar al-Asad, rechazó el proyecto al entender que perjudicaba los intereses gasíferos de su aliado ruso, el mayor proveedor de gas natural al viejo continente. Apenas un año después, Al-Asad comenzó a negociar con Irán la construcción de un gasoducto alternativo que llevaría el gas desde Irán a El Líbano y hubiese convertido al país persa en uno de los mayores proveedores de gas a Europa, detalló el abogado.

Inmediatamente después de la negativa al proyecto inicial, las agencias de Inteligencia de EE.UU., Catar, Arabia Saudí y el régimen de Israel comenzaron a financiar a la llamada oposición siria y a preparar una revuelta para derrocar al Gobierno sirio, subrayó Kennedy, que citó datos de diversos informes secretos a los que ha tenido acceso.

En este sentido, la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) transfirió seis millones de dólares a la cadena de televisión británica Barada para que elaborara reportajes en favor del derrocamiento del mandatario sirio, añadió.

La CIA ha utilizado a los integrantes extremistas como los del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) para proteger los intereses de EE.UU. en materia de hidrocarburos e instrumentalizar a las fuerzas radicales para disminuir la influencia de la (antigua) Unión Soviética en la zona, concluyó el abogado Robert Kennedy júnior.

Mientras tanto, EE.UU. sigue sus apoyos financieros, logísticos y armamentísticos a los grupos de la oposición armada, que no han conseguido derrocar al Gobierno de Siria pese a cinco años de guerra.

Estados Unidos, incluso, trata de conseguir el levantamiento de sanciones que impiden el envío de armas antiaéreas al territorio sirio en un intento por fortalecer el frente de los grupos armados que luchan contra el Ejército sirio.
Hispantv
Fuente original:
http://hispantv.com/newsdetail/siria/216231/siria-crisis-transferencia-gas-catar-eeuu-isis

lunes, 29 de febrero de 2016

El Asad: “Hay 80 países que apoyan a los grupos terroristas en Siria”. EL PAÍS entrevista al presidente sirio en un momento crucial para el conflicto. "Las guerras son malas, no hay una guerra buena, porque siempre habrá civiles y siempre habrá inocentes que paguen el precio".

El Roto
El próximo mes se cumplen cinco años de unas revueltas tras las cuales Siria se ha sumido en una de las guerras más cruentas que se recuerdan en la historia de Oriente Próximo. Al menos 260.000 personas han muerto, según la ONU. Cinco millones de sirios han buscado refugio en el extranjero. Europa ha acogido a un millón, en una de las peores crisis humanitarias del último siglo. Tratando de cruzar el Mediterráneo, 3.000 personas han muerto ahogadas el pasado año.

Bachar el Asad, que ascendió a la presidencia del país después de la muerte de su padre en 2000, perdió pronto en el conflicto el control de una parte del país, cuando grandes ciudades como Homs o Alepo cayeron en manos de las milicias rebeldes armadas. Recientemente ha recuperado terreno en esos bastiones opositores y su Ejército ha lanzado una ofensiva para cortar las vías de acceso y suministro a los rebeldes desde Turquía, con la decisiva cobertura de los bombardeos de la aviación rusa, que comenzaron en septiembre.

El presidente sirio recibió este sábado a EL PAÍS entre fuertes medidas de seguridad en Damasco. Ofrece esta entrevista en un momento en el que habla ya de retomar todo el territorio nacional y ganar la guerra, a solo cuatro días de una nueva convocatoria para reanudar las conversaciones de paz en Ginebra y con la incógnita de si un alto el fuego anunciado por EE UU y Rusia el 12 de febrero tendrá efecto, después de que el viernes expirara sin éxito el plazo que se habían fijado para implementarlo. Asegura que su siguiente misión es perseguir al Estado Islámico en el corazón de sus operaciones, su autoproclamada capital en Raqa.

El Asad dice a los refugiados que pueden regresar al país sin temer represalias y acusa a Gobiernos islamistas como los de Qatar y Turquía de haber promovido el conflicto en Siria, un escenario en el que, admite, no sólo se miden los intereses de un Estado, sino los de toda una región, con Arabia Saudí e Irán como potencias en conflicto.

Pregunta. Esta semana ha permitido el acceso de ayuda humanitaria a siete zonas asediadas. Hay cálculos de que en esas zonas viven 486.000 personas, muchas cercadas desde hace más de tres años. ¿Por qué se atrasó tanto en el conflicto la introducción de esta ayuda?
Respuesta. En realidad esto no ha ocurrido recientemente. Está en marcha desde el inicio de la crisis. Nosotros no hemos impuesto ningún embargo sobre ninguna zona en Siria. Hay una diferencia entre un embargo y un ejército rodeando un área especifica porque hay milicianos, y eso es algo natural en dicho caso de seguridad o situación militar. Pero el problema en dichas zonas radica en que los propios grupos armados han confiscado los alimentos y otros bienes básicos de sus habitantes y se los han entregado a sus milicianos o los han vendido a precios muy altos. En tanto que Gobierno, no hemos impedido nunca la llegada de la ayuda a ninguna zona, incluidas aquellas que están bajo control del Estado Islámico [ISIS, por sus siglas en inglés], como la ciudad de Raqa, en el norte del país, que ahora está bajo su control y antes lo estaba bajo el del Frente Al-Nusra [rama local de Al Qaeda], desde hace casi tres años. Les hemos estado enviando en estas zonas todas las pensiones de los jubilados, los salarios de los empleados y las vacunas para los niños.

P. ¿Entonces siguen enviando a Raqa y otros bastiones del ISIS los alimentos y los salarios de los empleados?
R. Efectivamente. Si enviamos los salarios a Raqa porque creemos como Gobierno que toda persona siria cae bajo nuestra responsabilidad, ¿cómo no lo vamos a hacer en otras zonas? Esto sería contradictorio. Por eso he dicho que el envío de ayuda humanitaria no ocurre tan solo recientemente. Nosotros, desde el inicio, nunca hemos dejado de permitir la introducción de ayudas o alimentos.

P. ¿Y seguirá llegando?
R. Claro.

P. Rusia y EE UU anunciaron la semana pasada una tregua. ¿El Gobierno sirio está dispuesto a respetar el alto el fuego y la suspensión de las operaciones militares en Siria?
R. Desde luego. Además hemos anunciado que estamos listos para ello, pero el asunto no depende únicamente de un anuncio. Depende de lo que vayamos a hacer sobre el terreno. Ahora bien, creo que el concepto de alto el fuego no es correcto, porque el alto el fuego ocurre entre dos Ejércitos o dos países enfrentados. Sería mejor utilizar el concepto de cese de las operaciones. Principalmente depende de detener el fuego, pero también de otros factores complementarios y que son más importantes, como por ejemplo impedir que los terroristas aprovechen la suspensión de las operaciones para mejorar sus posiciones. También depende de prohibirles a otros países, especialmente a Turquía, enviar más hombres y armas o cualquier tipo de respaldo logístico a los terroristas. Además, existe una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU referente a este punto que no ha sido acatada. Si no garantizamos todos estos requerimientos necesarios para la suspensión de las operaciones, todo esto tendrá un efecto negativo y provocará más caos en Siria, y también podrá llevar a la división de facto del país. Por eso, aplicar el cese de las operaciones, podría ser positivo si se dan los requerimientos necesarios.

P. Entonces, ¿habrá combates, a pesar del alto el fuego, al menos contra algunos grupos armados?
R. Sí, seguro, como por ejemplo contra ISIS, Al Nusra y otras organizaciones o agrupaciones terroristas afiliadas a Al-Qaeda. Ahora, Siria y Rusia anuncian cuatro nombres: Ahrar Al-Sham y Jeish el Islam [Ejército del Islam], además del Frente Al Nusra e ISIS.

P. Sus tropas ya rodean Alepo, uno de los bastiones de la oposición. ¿Cuándo prevén recuperar el control total de esta ciudad?
R. En realidad estamos ya en el centro de la ciudad y gran parte de la urbe está bajo control del Gobierno. La mayoría de los habitantes de los suburbios se han desplazado desde la zona bajo control de los armados hacia las zonas bajo control del Gobierno. La cuestión ya no es recuperar el control de la ciudad. En realidad, el asunto radica en bloquear las vías entre Turquía y los grupos terroristas. Este es el objetivo de las batallas en Alepo ahora, y lo hemos logrado recientemente, cerramos las principales vías. No hay un cierre completo entre Alepo y Turquía, pero hace la relación entre Turquía y los terroristas mucho más difícil. Es por esta razón que Turquía está bombardeando a los kurdos recientemente.

P. ¿Qué vendrá después de Alepo? ¿El Ejército sirio está preparado para llegar a Raqa, autoproclamada capital de ISIS?
R. En principio, iremos a todos los sitios, pero ahora mismo estamos combatiendo en más de diez frentes en Siria. Estamos avanzando hacia Raqa, pero todavía estamos lejos de ella. En principio sí, vamos rumbo a Raqa y otras zonas, aunque el tiempo depende de los resultados de los diferentes combates que tienen lugar actualmente en el país y por ello no podemos definir con toda exactitud los plazos.

P. Rusia ha comenzado una intensa campaña de bombardeos aéreos contra las principales posiciones de la oposición. Esto ha constituido un punto de inflexión en el conflicto. Hay quien considera que ustedes tienen la iniciativa ahora. ¿Cree usted que habría podido lograr esto sin la ayuda externa?
R. Sin lugar a dudas, el respaldo ruso e iraní ha sido esencial para que nuestro Ejército logre este avance. Pero decir que no hubiéramos sido capaces de alcanzar estos logros es una pregunta hipotética. Quiero decir que nadie puede tener una respuesta cierta. Pero con toda certeza nosotros necesitamos esta ayuda, por una simple razón: porque más de 80 países respaldan con diferentes medios a los terroristas. Algunos de forma directa con dinero, respaldo logístico, armas o combatientes. Y otros países les ofrecen apoyo político en los diferentes foros internacionales. Siria es un país pequeño. Podríamos luchar, pero en definitiva existe un respaldo incondicional a esos terroristas y es obvio que en esta situación se da la necesidad de un apoyo internacional. Pero otra vez digo que esta pregunta es hipotética y no la puedo responder.

P. Con respecto a las incursiones aéreas rusas, ¿No le preocupan las víctimas civiles? El lunes, fue bombardeado un hospital donde perdieron la vida 50 personas. EE UU responsabilizó a Rusia del incidente.
R. Otros responsables estadounidenses dijeron que no saben quién cometió el acto, eso es lo que dijeron más tarde. Estas declaraciones contradictorias son algo común en EE UU, pero nadie posee una prueba que apunte al autor de los ataques y cómo ocurrieron. Con respecto a las víctimas, este es un problema en toda guerra. Claro que siento mucha tristeza por la muerte de todo civil inocente en este conflicto, pero así es la guerra. Las guerras son malas, no hay una guerra buena, porque siempre habrá civiles y siempre habrá inocentes que paguen el precio.

P. Entonces, ¿cómo le explica a su pueblo, a los sirios, que existe un Ejército extranjero operando en su territorio que ha causado víctimas civiles? ¿Lo ve como algo inevitable?
R. No, no existe ninguna prueba de que los rusos hayan atacado blancos civiles. Ellos son muy precisos en sus ataques y siempre atacan, todos los días, bases y posiciones terroristas. Son los norteamericanos los que asesinaron a numerosos civiles en la parte norte de Siria. Hasta el momento no ocurrió un solo incidente ruso relacionado con los civiles, ya que los rusos no atacan a los civiles y sus ataques ocurren principalmente en zonas rurales.

P. Hablando de ejércitos extranjeros, ¿cómo responderá si Turquía y Arabia Saudí cumplen sus amenazas de enviar tropas a su país, bajo la excusa de combatir al ISIS?
R. Como dice, esa es la excusa. Pero si ocurre los trataremos como estamos tratando a los terroristas. Defenderemos a nuestro país. Semejante acción constituye una agresión. No tienen ningún derecho de intervenir en Siria, política o militarmente. Sería una violación a la ley internacional y para nosotros, como ciudadanos sirios, nuestra única opción es luchar y defender a nuestra patria.

P. Turquía ha comenzado a bombardear zonas sirias desde su territorio.
R. Efectivamente y antes de del bombardeo, Turquía enviaba terroristas y por consiguiente está trabajando para alcanzar el mismo objetivo y deja el mismo efecto con diferentes medios. Turquía está implicada en los acontecimientos en Siria desde el inicio.

P. Arabia Saudí intentó unir a la oposición en una conferencia que se celebró en Riad. Algunos milicianos vinculados a Al Qaeda estuvieron presentes en las reuniones. ¿Reconoce a algún grupo de la oposición armada como parte legítima con la que pueda negociar?
R. ¿Se refiere a los grupos que combaten sobre el terreno?

P. Sí.
R. No. Desde los puntos de vista legal y constitucional, todo el que porta armas contra el pueblo y contra el Gobierno es un terrorista, ya sea en su país, en nuestro país o en cualquier otro país del mundo. No podemos decir que esas personas gocen de legitimidad. Podrán ser legítimos cuando depongan las armas y se incorporen al proceso político. Esta es la única vía posible en cualquier país para la reconstrucción o para cambios en la ley, la constitución o el Gobierno. Es posible hacer esto mediante un proceso político y no a punta de arma.

P. Entonces, ¿usted considera a todos aquellos que combaten como terroristas?
R. Siempre y cuando no anuncien que están dispuestos a incorporarse al proceso político, sí. Solo entonces no tendremos problema con ellos.

P. Con respecto a los combatientes, sin tener en cuenta sus intenciones, si renuncian a las armas y quieren volver, ¿pueden hacerlo?
R. Les otorgaremos amnistía, y esto ya ha ocurrido en los últimos dos años y se ha acelerado últimamente. Muchos de ellos depusieron las armas y algunos se incorporaron a las filas del Ejército sirio y actualmente combaten al ISIS y reciben apoyo del ejército sirio y los cazas rusos.

P. Entonces, si como usted dijo aquellos que se levantaron en armas contra el Gobierno son todos terroristas, ¿con quién exactamente negocian en Ginebra?
R. En Ginebra se suponía que había una mezcla. Por un lado terroristas y extremistas que se han formado en Arabia Saudí, algunos de los cuales pertenecen a Al Qaeda. Otra parte son opositores que viven en el exilio o dentro de Siria. Podemos negociar con esta otra parte, con los sirios patrióticos vinculados con su país, pero sin lugar a dudas no podemos negociar con los terroristas, y por ello fracasó la conferencia.

P. ¿Y los líderes y activistas de la oposición que están presos en Siria desde antes del estallido del conflicto en el 2011?
R. Todos ellos salieron desde hace mucho tiempo de la cárcel y la gran mayoría de ellos ya son parte de la oposición.

P. ¿Todos?
R. Todos salieron antes de 2010, incluidos algunos terroristas que habían sido sentenciados a varios años de prisión, como por ejemplo cinco años, y cumplieron la sentencia y salieron, y cuando comenzó la crisis se incorporaron de nuevo a los grupos terroristas.

P. ¿Posee usted prueba de ello?
R. Sí. Uno de ellos murió recientemente, Zahran Aloush. Fue sentenciado a prisión porque estaba vinculado con Al Qaeda y cuando comenzó la crisis, formó su propio grupo terrorista.

P. Según algunos cálculos hay en Siria 35.000 yihadistas extranjeros, entre ellos 4.000 que proceden de Europa. El Gobierno español declaró que alrededor de 300 personas portan pasaportes españoles. ¿Qué pasará con ellos si caen en manos del Ejército sirio?
R. ¿Los españoles?

P. Los yihadistas extranjeros en general.
R. Primero, nosotros tratamos con ellos como tratamos con los demás terroristas. Desde el punto de vista legal no hay diferencia en base a las nacionalidades, pero si pregunta sobre extraditarlos a sus países, eso ocurriría a través de las relaciones institucionales de ambos países.

P. En este contexto, desde su punto de vista, ¿qué es lo que atrae a este gran número de extranjeros a Siria?
P. Básicamente, el respaldo que reciben. Ellos reciben un verdadero respaldo externo. Arabia Saudí es el principal financiador de aquellos terroristas. Los ponen en aviones y los envían a Turquía y de ahí a Siria. El otro factor de atracción radica en el caos, ya que el caos constituye un terreno fértil para los terroristas. El tercer factor es la ideología, porque ellos pertenecen a Al Qaeda. Esta zona, en nuestra cultura religiosa, la cultura del Islam, ocupa una posición destacada después de La Meca, Jerusalén y los demás sitios sagrados. Ellos creen que pueden venir aquí para establecer su estado y seguro van expandirse a otras zonas más tarde. Pero la idea es que ellos pueden venir, combatir y morir por Alá y el Islam, para ellos esto es la yihad.

P. Si el Gobierno impone su control en todo el territorio sirio, ¿dará usted inicio a un proceso político? ¿Estaría usted dispuesto a ir a las elecciones otra vez?
R. Lo más normal sería la formación de un Gobierno de unidad nacional que integre a todas las corrientes políticas que deseen formar parte del mismo. Este Gobierno debería preparar las condiciones para la elaboración de una nueva Constitución, porque si se quiere hablar del futuro de Siria y debatirlo con los diferentes partidos, y discutir la forma de solucionar el problema interno, se debe debatir la Constitución. Sin lugar a dudas la Constitución debe ser sometida a un referéndum popular. Y en función de la nueva Constitución se deben realizar elecciones anticipadas. Si el pueblo o los diferentes partidos quieren realizar elecciones, se realizarán. Pero solucionar la parte política del problema no tiene nada que ver con mi opinión personal.

P. ¿Dónde se ve usted a sí mismo en 10 años?
R. Lo más importante es cómo veo a mi país, porque soy parte de mi país. Por consiguiente, después de diez años quiero haber sido capaz de salvar a Siria, pero ello no significa que siga siendo presidente entonces. Estoy hablando de mi visión sobre ese periodo. Siria estará bien y yo seré la persona que ha salvado a su país. Ese es mi trabajo ahora y ese es mi deber. Así me veo a mí mismo con respecto al cargo y a mi persona como ciudadano sirio.

P. Pero, ¿estará usted en el poder después de 10 años?
R. Ese no es mi objetivo. A mí no me interesa mi presencia en el poder. Para mí si el pueblo sirio quiere que esté en el poder, entonces estaré y si no quiere, entonces no estaré. Si no puedo ayudar a mi país, entonces deberé irme de inmediato.

P. Permítame citar una parte del informe del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre Siria, publicado el pasado 3 de febrero: “Algunos detenidos por parte del Gobierno fueron golpeados hasta la muerte o murieron a raíz de las heridas que sufrieron durante la tortura”. Añade que el Gobierno ha cometido crímenes de guerra.
R. Eso es similar a lo que hicieron los cataríes hace un año, más o menos, cuando falsificaron un informe compuesto por imágenes no verificadas de gente herida, basándose en informaciones de fuentes dudosas. Luego enviaron el informe a Naciones Unidas. Esto es parte de la manipulación mediática ejercida contra Siria. Este es el problema, Occidente y su campaña mediática. Se emplean informaciones no verificadas para acusar a Siria y responsabilizarla y luego adoptar medidas en su contra.

P. El mundo quedó conmocionado por la imagen del niño Aylan Kurdi, un refugiado sirio que tenía tres años, que apareció muerto en una playa de Turquía. ¿Cómo le hizo sentir esa imagen?
R. Es una de las partes más tristes del conflicto sirio, que haya gente que abandona su país por razones diversas. Pero más allá del sentimiento, la pregunta que a nosotros, como funcionarios públicos, nos hace la ciudadanía siria es qué vamos a hacer. Qué medidas se han tomado para permitir que esos refugiados vuelvan a su país o no se vayan en un principio. Hay dos razones. La primera, a la que nos tenemos que enfrentar, por supuesto, es el terrorismo, porque esos terroristas no sólo amenazan a la ciudadanía, sino que la privan de sus medios de vida básicos. La segunda razón es el embargo que se ha aplicado sobre Siria por parte de Occidente, especialmente EE UU, algo que ha causado más dificultades para la vida de la gente aquí, especialmente en el sector sanitario. Debemos enfrentarnos a estas razones para evitar que esta tragedia se alargue por un largo tiempo.

P. Usted ha mencionado que algunos de aquellos refugiados huyen del ISIS, pero algunos aseguran que huyen del gobierno o de las campañas que realiza el gobierno en algunas zonas sirias.
R. Podría darle hechos que contradicen esto y que puede usted ver durante su estancia en Siria, y es que la mayoría de las personas que viven en la zona bajo control de los terroristas han migrado a la zona bajo control del gobierno. Por lo que si quieren huir del Gobierno, ¿por qué acuden al Gobierno? Esto no es real. Pero ahora, cuando hay una batalla, tiroteo o enfrentamientos entre el Gobierno y los terroristas en determinadas zonas, es natural que la mayoría de sus habitantes dejen esas zonas hacia otras, pero ello no significa que huyan del Gobierno. Algunos de los que migraron a las zonas bajo control del Gobierno son familiares de los propios combatientes rebeldes.

P. Según estimaciones internacionales, alrededor de cinco millones de refugiados huyeron de Siria. Un millón han cruzado a Europa. ¿Qué garantías tienen esas gentes para regresar con toda libertad y sin miedo a represalias?
R. Por supuesto que pueden volver, quiero decir que es su derecho retornar. A menos que se trate de un terrorista o asesino, no han huido del Gobierno. Y algunos de ellos, y creo que un gran número, son partidarios del Gobierno y no han huido del mismo, pero como he dicho, las condiciones de vida se han deteriorado mucho en los últimos cinco años. Entonces sin lugar a dudas, pueden retornar sin que el Gobierno adopte cualquier tipo de medidas en su contra. Queremos que la gente vuelva a Siria.

P. ¿Qué puede hacer su Gobierno para detener el flujo de refugiados que ha provocado la muerte por ahogamiento de tantas personas en el Mediterráneo?
R. Como he dicho, no depende únicamente de Siria, sino también del resto del mundo. Primero, Europa debe levantar el embargo impuesto sobre el pueblo sirio, porque en realidad no es un embargo sobre el Gobierno sirio, sino contra el pueblo sirio. Segundo, Turquía debe dejar de enviar terroristas a Siria. Tercero, en tanto que Gobierno, debemos combatir a los terroristas, sin lugar a dudas, y debemos mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos con todos los medios a nuestro alcance que permitan a los sirios quedarse en su país. Esta es la única vía que puede traer a esa gente de vuelta o convencerles de regresar a su país. Estoy seguro de que la mayoría de ellos quieren volver a Siria.

P. Cuando usted llegó al poder, prometió realizar reformas democráticas, en una época que se denominó “la primavera de Damasco”. Algunos creen que si hubiera realizado aquellas reformas con más rapidez, hubiera podido salvar muchas vidas. Principalmente la oposición o EE UU alegan que si usted hubiera abandonado el poder, muchas de esas vidas se hubieran salvado. ¿Qué tiene que decir a esto?
R. La pregunta es: ¿Cuál es la relación entre lo que ha mencionado y con el envío de dinero por parte de Catar, el envío de armas y el respaldo directo a los terroristas? ¿Cuál es la relación entre esto y el papel de Turquía en el respaldo a los terroristas? ¿Cuál es la relación de ello con la presencia del ISIS y Al Nusra en Siria? Entonces esa relación no es correcta. Si quieren cambiar al presidente del gobierno, en cualquier régimen, ya sea en su país o cualquier otro país, debe hacerlo mediante un proceso político. No puede utilizar las armas. El uso de las armas no puede ser la vía para cambiar el régimen o establecer una democracia. La democracia no se logra a punta de pistola y la experiencia de EE UU en Irak, lo demuestra. El mismo caso ocurre en Yemen. El presidente [Ali Abdalá] Saleh abandonó el poder debido a las mismas alegaciones. ¿Qué ha ocurrido en Yemen? ¿Acaso está mejor ahora? Esto no es correcto y no existe ninguna relación. Podemos lograr la democracia mediante el diálogo y al mismo tiempo elevando el nivel de la sociedad hacia la democracia, para alcanzar esa misma democracia. La verdadera democracia debe establecerse en la base de la propia sociedad. Como podemos aceptar el uno al otro. Esta zona es un crisol que integra a las diferentes etnias, sectas y religiones. ¿Cómo pueden aquellos aceptarse el uno al otro? Cuando logren hacerlo, entonces podrían aceptarse el uno al otro políticamente y entonces alcanzas la verdadera democracia. Así que el asunto no depende del presidente. Han intentado personalizar el problema, solamente para demostrar que es un simple problema y que si el presidente abandone el poder, entonces todo marchará bien. Nadie puede aceptar esta visión.

P. En estos cinco años, viendo tantas vidas perdidas y sitios arqueológicos destruidos, ¿hubiera hecho usted algo diferente?
P. En general, si queremos hablar sobre principios, desde el inicio dijimos que combatiríamos el terrorismo y que íbamos a entablar un diálogo. Hemos abierto el diálogo con todos, excepto con los grupos terroristas. Al mismo tiempo, hemos abierto la puerta a los terroristas si quieren deponer las armas y volver a su vida normal, pues les hemos ofrecido una amnistía general. Entonces, este es el principio de la solución integral. Ahora, cinco años después, no puedo decir que esto haya sido un error, y no creo que vayamos a cambiar estos principios. Implementar las medidas es diferente a veces, porque ello depende de diferentes responsables, diferentes instituciones, diferentes personas y diferentes individuos. Cualquiera puede cometer errores, y eso puede ocurrir. Entonces si queremos cambiar algo, si pudiéramos cambiar aquellos errores que se han cometido en diferentes partes, lo habríamos hecho; eso es lo que habría hecho si pudiera volver atrás las agujas del reloj.

P. Entonces, desde su punto de vista, desde el principio usted calificó aquellas protestas que salieron en Deraa y Damasco como terroristas, como infiltradas por parte de fuerzas extranjeras. ¿Cómo vio usted aquellas primeras manifestaciones contra el Gobierno?
R. Al principio había una mezcla de manifestantes. Primero, Qatar pagó a esos manifestantes para sacarlos en Al Jazeera y luego convencer a la opinión publica mundial de que el pueblo se levantaba contra el presidente. El máximo número que alcanzaron fueron 140.000 manifestantes en toda Siria, lo que no es nada, en tanto que número, y eso es por lo que no estábamos preocupados. Entonces, infiltraron a los manifestantes con militantes que abrieron fuego contra la policía y contra los manifestantes, con el fin de provocar más protestas. Cuando fracasaron, comenzaron a enviar armas para apoyar a los terroristas. Pero ¿hubo manifestantes que protestaron con honestidad? ¿Que querían un cambio? Por supuesto, pero no todos. No puede decirse que todos ellos, como tampoco puede decirse que todos eran terroristas.

P. Usted visitó a España dos veces y los presidentes José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero visitaron también a Siria cuando estaban en el cargo. ¿Cómo han sido sus relaciones con España desde entonces?
R. España en general está en contra de cualquier solución arriesgada en Siria. Es algo que valoramos. No han apoyado ninguna acción militar contra Siria y dijeron que ello complicaría aún más la situación. No hablan de derrocar al presidente o interferir en nuestros asuntos nacionales. Dijeron que todo debe ocurrir en base a una solución política y mediante un proceso político. Esto es muy bueno. Pero al mismo tiempo, España es parte de la Unión Europea y ello la restringe para con las decisiones de la Unión. Esperamos de España ese rol de hacer llegar el mismo mensaje y transmitir nuestro punto de vista político respecto a nuestro conflicto a la Unión Europea.

P. En América Latina, en su opinión, ¿dónde gozan del mayor respaldo?
R. En general, y es algo extraño y lamentable a la vez, aquellos países más lejos de Siria poseen una visión mucho más realista de lo que ocurre en Siria que los europeos, que son mas cercanos en distancia, donde estamos considerados como el patio trasero de Europa. Estoy hablando a nivel oficial y de ciudadanía a la vez. Ellos nos conocen mucho más y respaldan a Siria en todos los foros internacionales y no han cambiado su postura desde el inicio de la crisis.

P. En Brasil está la comunidad siria más grande en el exterior. ¿Cómo es su relación con el Gobierno brasileño?
R. Tenemos relaciones normales con ellos, como las tenemos con Argentina, Venezuela, Cuba y todos los países de América Latina. Nuestras relaciones no han cambiado debido a la crisis y ellos conocen cada vez mejor la situación y respaldan cada vez más a Siria. Ello es muy diferente a la postura europea.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/02/20/actualidad/1455973003_241057.html