¡No te esfuerces demasiado por aprender un nuevo idioma estudiando mucho! En vez de eso, deberías intentar integrarlo en tu día a día e incorporar una nueva rutina con la lengua que deseas aprender. Esto hará que el proceso de aprendizaje sea mucho más ligero, ya que no hay que invertir tiempo extra para sentarse a estudiar. Llevará menos tiempo y, en vez de aprender el vocabulario genérico que se aprendería con un libro, el idioma formará parte de momentos importantes de tu vida.
Aquí presentamos algunas técnicas para hacer que ese nuevo idioma sea parte de tu vida diaria.
1. Aprovecha todas las influencias potenciales que hay:
Ve películas y series en el idioma que estás aprendiendo. Si no hay subtítulos en el idioma en cuestión, ponlos en otro idioma que también conozcas.
Lee libros en diferentes idiomas.
Escucha audiolibros, programas de radio online y algunos podcast (es mucho mejor que escuchar solo canciones, ya que en los programas escucharás frases de la vida real y recibirás mucha más información).
¡Pero las canciones también cuentan! Si te gusta escuchar música, no vayas solo a lo fácil (como, por ejemplo, escuchar chansons si estamos aprendiendo francés), vuelve a tu niñez y escucha tus canciones favoritas o las bandas sonoras de Disney en el idioma que estás aprendiendo.
Una forma de aprender incluso mejor es: ¡cantar en el idioma! Yo todavía puedo cantar “Hava Nagila” en hebreo, ¡y aprendí la canción con 7 años!
Cuando vayas a un museo o a una galería, escoge la audioguía en el idioma que estás aprendiendo.
Lee las noticias en ese nuevo idioma.
Métete en todas las websites de noticias o radios que normalmente escuchas, ¡y busca su equivalente en el idioma nuevo!
Fuérzate a leer las etiquetas en el idioma que estás aprendiendo: los cereales, el champú o los materiales de la nueva prenda que te has comprado. Es bastante probable que uno de los idiomas que aparecen en la larga lista de traducciones sea el idioma que estás aprendiendo. ¿Que no aparece? Entonces muy fácil: si estás aprendiendo turco, compra dulces turcos, ¡por ejemplo!
2. Usa tus diferentes dispositivos:
Cambia el idioma de tu ordenador, de tu teléfono, de tu navegador de internet, de tus apps, del Facebook, del GPS, de los videojuegos, etc., al idioma que estás aprendiendo.
Piensa en la cantidad de aparatos de los que te rodeas diariamente, ¡y mira a ver cuáles puedes cambiar!
3. Construye asociaciones pasivas:
¡Pega notas adhesivas donde puedas! Escribe asociaciones, por ejemplo, no basta solo con poner “el ordenador”, sino que también puedes añadir “encender / apagar”.
4. A veces, menos es más:
Acostúmbrate a aprender y estudiar un poquito CADA DÍA, más vale repasar 20 minutos diarios que 2 horas cada tres semanas.
5. Ocupa tiempos muertos:
Si coges el autobús, repasa un poco de vocabulario mientras esperas o mientras haces el recorrido: puedes usar la app de Babbel, leer las noticias, etc…
Usa ese ratito que tienes entre que haces una cosa y haces otra, como esperar a que se caliente la comida en el microondas, esperar entre clase y clase o mientras acaba la lavadora… ¡aprovecha el tiempo aprendiendo el idioma!
6. Intenta dar con un compañero o compañera de conversación, ¡aunque se trate de ti mismo/a!:
Si no hay hablantes nativos allí donde vives, alguien que esté intentando hablar la misma lengua que tú también puede ser de ayuda. Si ves que no encuentras a otra persona con quien practicar, busca foros y chats de idiomas o incluso apúntate a algún grupo de Facebook en el idioma que estás aprendiendo.
Habla contigo mismo/a en tu cabeza, pregúntate: ¿cómo se diría esto en ……? Incluso si no tienes alguien que te corrija, seguro que enseguida te das cuenta de lo que NO PUEDES o debes decir y de lo que debes repasar. También puedes comentar todos tus actos y pensar o decir en alto “voy a encender el horno” en el idioma que estás aprendiendo.
Ahora ya puedes hablar con los demás: cada cosa a su tiempo, di hola, di alguna frase que te sepas de memoria, escribe un tweet o un estado de Facebook, manda un mensaje, etc… ¡Aprovecha cada oportunidad que te surja para hablar el nuevo idioma!
7. Sigue haciendo tu hobby, pero en el nuevo idioma:
Ya hemos hablado de videojuegos, películas y música, cuyos idiomas se pueden cambiar fácilmente. Pero, ¿qué es de los hobbies? ¿Haces yoga? ¿Te gusta cocinar? Ni siquiera tienes que comprarte un libro de recetas, ¡puedes encontrarlas en internet!
8. Y cómo no, vagueando:
Si te gusta postergar las cosas o, como se dice en el nuevo verbo de moda, “procrastinar”, no te preocupes, ¡también lo puedes hacer en el idioma que estás aprendiendo! Puedes ver vídeos de risa o de gatos en el nuevo idioma, o leer cómics y revistas…
¡Internet es una fuente de inspiración para todo!¡No te esfuerces demasiado por aprender un nuevo idioma estudiando mucho! En vez de eso, deberías intentar integrarlo en tu día a día e incorporar una nueva rutina con la lengua que deseas aprender. Esto hará que el proceso de aprendizaje sea mucho más ligero, ya que no hay que invertir tiempo extra para sentarse a estudiar. Llevará menos tiempo y, en vez de aprender el vocabulario genérico que se aprendería con un libro, el idioma formará parte de momentos importantes de tu vida.
martes, 7 de junio de 2016
Giros del español
Estos giros son particularmente abundantes en español; no en vano, los alemanes usan "das kommt mir Spanisch vor" (me suena a español) en vez de nuestro "me suena a chino". Así pues, hemos recopilado algunas de esas expresiones a fin de facilitar, solo un poco, el conocimiento de la lengua de Cervantes a los sufridos extranjeros.
Dorar la píldora
Antes de que la mayoría de las píldoras tuvieran el recubrimiento insípido con el que cuentan hoy en día, los farmacéuticos las doraban con sustancias dulces que dejaban una costra exterior mucho más apetecible. De ahí su significado de adornar o edulcorar una situación.
La ocasión la pintan calva
Las oportunidades nada tienen que ver con la cabellera, pero lo cierto es que Fidias, el escultor griego, representó calva a la diosa Ocasión, aunque solo en la zona de la nuca. Era una forma de expresar que si se aprovechaba el momento -de frente- se la podía coger de los cabellos pero una vez pasada ya no era posible.
Ponerse las botas
Se refiere normalmente a comer copiosamente o a realizar alguna cosa de una manera opulenta. Su origen tiene que ver directamente con el calzado ya que las botas, normalmente hechas de piel, solo estaban al alcance de las clases más ricas, así que su posesión se ha relacionado con la abundancia.
Hay ropa tendida
Aparte de una situación habitual y eterna en todo piso de estudiantes que se precie, la referencia a la ropa tendida se hace cuando puede haber alguien que no debería escuchar una conversación. Era una expresión habitual en las prisiones para avisar de la presencia de carceleros.
A palo seco
Aunque esta locución se usa normalmente en el ámbito culinario cuando algo viene sin acompañamiento ni artificios, su origen se encuentra en el terreno naval. Así se llamaba a navegar con las velas recogidas en medio de un temporal de viento.
Otro gallo cantaría
Expresión habitual de toda madre o abuela que se precie destinada a hacer ver que las cosas podrían ser de otra forma, tener otras consecuencias. Suele iniciarse con un condicional, aquello que tu bendita progenitora cree que deberías haber hecho. Y su origen se encuentra en la mayor fabrica de instrucciones vitales: la religión. Si Pedro no hubiera negado a Jesucristo tres veces, otro gallo cantaría.
Meterse en camisa de once varas
O en un marrón. O en un berenjenal. Viene a significar meterse en problemas que, normalmente, no nos incumben. Como bien dicho español lo de las once varas es una exageración aunque en el fundamento del modismo la camisa existía. Se usaba en la Edad Media como rito a la hora de adoptar un niño. El padre metía al niño por la manga de una camisa grande y lo sacaba por el cuello. Al besarlo justo después dejaba claro que aceptaba la paternidad.
Salvarse por los pelos
Aunque no lo parezca, esta expresión sí tiene un significado literal que se ha perdido con el tiempo. En la actualidad, se refiere a salvarse por poco. Sin embargo, los marineros que no sabían nadar se la tomaban al pie de la letra ya que su cabellera podía servir de asidero si caían al agua.
Estar en Babia
Sí, Babia existe: es una comarca y está en León. Allí era donde los reyes de León tenían una residencia estival y donde pasaban largas temporadas para relajarse y olvidar sus regios problemas. De ahí se quedó el estar en Babia como encontrarse absorto.
El quinto pino
Lo cierto es que el quinto pino también existe, o a menos existía en lo que hoy es el madrileño Paseo de Recoletos. Y, como se presupone, había cinco. El primero era el que se encontraba más cerca y el quinto, como habrán supuesto sagazmente, era el más alejado. Así que quedar en el quinto pinto era quedar lejísimo, incluso para un madrileño.
No hay tu tía
No es que en español haya un vínculo secreto entre esta relación de parentesco y la falta de oportunidades. Es más un caso de deformación del lenguaje. La expresión original era “no hay atutía”, un ungüento medicinal hecho con óxido de zinc que con el tiempo llegó a conocerse como sinónimo de remedio para todo.
Hacer la pelota
Una práctica tan española que podría considerarse como deporte patrio, aunque no tenga que ver con ningún balón ni elemento esférico. Se trata de adular a alguien buscando el beneficio propio y es una locución importada de nuestros vecinos galos para los que una pelota es una prostituta. El chulo tiraba de elementos de márketing y les encargaba fidelizar clientes o lo que, traducido en este contexto, sería halagarles y camelarles para que volvieran a requerir sus servicios.
Montar un pollo
No se trata de cabalgar sobre el ave más numerosa del planeta y, aunque la RAE lo admite oficialmente con ‘ll’, su origen tiene más que ver con el “poyo”, el banco de piedra que se encuentra en el exterior de muchas casas. Esta palabra a su vez deriva del latín ‘podium’, el podio en el que se subían los oradores en las plazas para dar discursos y que podían causar verdaderos escándalos.
Sanseacabó
No hay un criterio único sobre el origen de este santo dado a finiquitar cosas; la más obvia es la que atribuye la expresión precisamente a un imaginario beato San se acabó que se usaría coloquialmente para dar por terminada una acción. O lo que es lo mismo, y en términos más gastronómicos que eclesiásticos, con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
El País.
http://elpais.com/elpais/2016/05/03/icon/1462269209_967007.html
Tirar la casa por la ventana
Dorar la píldora
Antes de que la mayoría de las píldoras tuvieran el recubrimiento insípido con el que cuentan hoy en día, los farmacéuticos las doraban con sustancias dulces que dejaban una costra exterior mucho más apetecible. De ahí su significado de adornar o edulcorar una situación.
La ocasión la pintan calva
Las oportunidades nada tienen que ver con la cabellera, pero lo cierto es que Fidias, el escultor griego, representó calva a la diosa Ocasión, aunque solo en la zona de la nuca. Era una forma de expresar que si se aprovechaba el momento -de frente- se la podía coger de los cabellos pero una vez pasada ya no era posible.
Ponerse las botas
Se refiere normalmente a comer copiosamente o a realizar alguna cosa de una manera opulenta. Su origen tiene que ver directamente con el calzado ya que las botas, normalmente hechas de piel, solo estaban al alcance de las clases más ricas, así que su posesión se ha relacionado con la abundancia.
Hay ropa tendida
Aparte de una situación habitual y eterna en todo piso de estudiantes que se precie, la referencia a la ropa tendida se hace cuando puede haber alguien que no debería escuchar una conversación. Era una expresión habitual en las prisiones para avisar de la presencia de carceleros.
A palo seco
Aunque esta locución se usa normalmente en el ámbito culinario cuando algo viene sin acompañamiento ni artificios, su origen se encuentra en el terreno naval. Así se llamaba a navegar con las velas recogidas en medio de un temporal de viento.
Otro gallo cantaría
Expresión habitual de toda madre o abuela que se precie destinada a hacer ver que las cosas podrían ser de otra forma, tener otras consecuencias. Suele iniciarse con un condicional, aquello que tu bendita progenitora cree que deberías haber hecho. Y su origen se encuentra en la mayor fabrica de instrucciones vitales: la religión. Si Pedro no hubiera negado a Jesucristo tres veces, otro gallo cantaría.
Meterse en camisa de once varas
O en un marrón. O en un berenjenal. Viene a significar meterse en problemas que, normalmente, no nos incumben. Como bien dicho español lo de las once varas es una exageración aunque en el fundamento del modismo la camisa existía. Se usaba en la Edad Media como rito a la hora de adoptar un niño. El padre metía al niño por la manga de una camisa grande y lo sacaba por el cuello. Al besarlo justo después dejaba claro que aceptaba la paternidad.
Salvarse por los pelos
Aunque no lo parezca, esta expresión sí tiene un significado literal que se ha perdido con el tiempo. En la actualidad, se refiere a salvarse por poco. Sin embargo, los marineros que no sabían nadar se la tomaban al pie de la letra ya que su cabellera podía servir de asidero si caían al agua.
Estar en Babia
Sí, Babia existe: es una comarca y está en León. Allí era donde los reyes de León tenían una residencia estival y donde pasaban largas temporadas para relajarse y olvidar sus regios problemas. De ahí se quedó el estar en Babia como encontrarse absorto.
El quinto pino
Lo cierto es que el quinto pino también existe, o a menos existía en lo que hoy es el madrileño Paseo de Recoletos. Y, como se presupone, había cinco. El primero era el que se encontraba más cerca y el quinto, como habrán supuesto sagazmente, era el más alejado. Así que quedar en el quinto pinto era quedar lejísimo, incluso para un madrileño.
No hay tu tía
No es que en español haya un vínculo secreto entre esta relación de parentesco y la falta de oportunidades. Es más un caso de deformación del lenguaje. La expresión original era “no hay atutía”, un ungüento medicinal hecho con óxido de zinc que con el tiempo llegó a conocerse como sinónimo de remedio para todo.
Hacer la pelota
Una práctica tan española que podría considerarse como deporte patrio, aunque no tenga que ver con ningún balón ni elemento esférico. Se trata de adular a alguien buscando el beneficio propio y es una locución importada de nuestros vecinos galos para los que una pelota es una prostituta. El chulo tiraba de elementos de márketing y les encargaba fidelizar clientes o lo que, traducido en este contexto, sería halagarles y camelarles para que volvieran a requerir sus servicios.
Montar un pollo
No se trata de cabalgar sobre el ave más numerosa del planeta y, aunque la RAE lo admite oficialmente con ‘ll’, su origen tiene más que ver con el “poyo”, el banco de piedra que se encuentra en el exterior de muchas casas. Esta palabra a su vez deriva del latín ‘podium’, el podio en el que se subían los oradores en las plazas para dar discursos y que podían causar verdaderos escándalos.
Sanseacabó
No hay un criterio único sobre el origen de este santo dado a finiquitar cosas; la más obvia es la que atribuye la expresión precisamente a un imaginario beato San se acabó que se usaría coloquialmente para dar por terminada una acción. O lo que es lo mismo, y en términos más gastronómicos que eclesiásticos, con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
El País.
http://elpais.com/elpais/2016/05/03/icon/1462269209_967007.html
Tirar la casa por la ventana
5 CONSEJOS PARA NAVEGACIÓN SEGURA EN WEB Y MÓVIL POR EDWARD SNOWDEN
ROLANDO VARGAS·MIÉRCOLES, 18 DE MAYO DE 2016
NUNCA ESTÁ DE MÁS REVISAR ALGUNOS CONSEJOS DE UNO DE LOS ANALISTAS DE SEGURIDAD INFORMÁTICA MÁS IMPORTANTES DEL MUNDO.
Si a estas alturas no eres consciente de que todo lo que haces, dices o publicas en línea tiene valor para alguien, quien a su vez capitaliza tus likes, preferencias e incluso aversiones, probablemente vives en el pasado. Internet dejó de ser una herramienta para convertirse en una forma de socialización extendida, por lo que las agencias de inteligencia tanto como las corporaciones publicitarias buscan más y más hacerse de tu información; en ocasiones no lo buscan con fines maliciosos, pero si te interesa seguir gozando de los privilegios de la privacidad tal y como la conocíamos antes de la revelación de PRISM por parte de Edward Snowden, existen formas de conseguirlo.
No te vamos a mentir: tendrás que salir de tu zona de confort y aprender un par de cosas que tal vez no sepas, pero no es cosa del otro mundo y finalmente todo va evolucionando. No basta con que los bancos y las páginas te remitan a su "aviso de privacidad" para saber que tu información está a salvo, es preciso hacerlo "manualmente", o con un poco de ayuda de estas apps y proyectos a favor de tu seguridad.
1. Protección de SMS
Signal es una app que encripta tus mensajes de texto, siempre y cuando la persona a la que llamas o escribes también tenga la app. Está disponible para iOS y Android. (Aquí también una guía de cómo encriptar tu disco duro).
2. Utiliza autenticación en dos pasos
Muchos servicios en línea te permiten poner un grado extra de seguridad al enviarte un código de seguridad a un dispositivo que solamente tú puedas ver. De esta manera no sólo se necesita una contraseña para entrar a tus cuentas, sino también el dispositivo físico. Redes y servicios popularse como Facebook, Twitter, Gmail y Dropbox lo tienen incluido y sólo necesitas activarlo.
3. Un administrador de contraseñas
El robo de información no siempre le ocurre a personas aisladas: a veces los hackers descargan u obtienen bases de datos enteras, por lo que según Snowden, "si un servicio que dejaste de usar en 2007 es hackeado, y la contraseña que usaste para ese sitio es la misma que usas para tu cuenta de Gmail", entonces tal vez estés en problemas. Hay apps como KeePassX que permiten diversificar tus contraseñas a través de todas tus cuentas, de modo que si una de ellas se ve "comprometida" (para utilizar el eufemismo de "hackeada") las demás permanezcan protegidas.
4. Usa Tor
Tor es probablemente una de las opciones más seguras para navegar en Internet; su interfaz no es muy distinta a la de un navegador convencional, pero permite navegar con un aceptable grado de anonimidad por la Red, impidiendo que se conozca tu ubicación física e identidad.
5. Instala un adblock
El navegador Tor ya tiene integrado un bloqueo de JavaScript, pero existen otras alternativas para bloquear los anuncios en Internet según el tipo de navegador que utilices. Además de que sentirás que navegas con un chaleco antibalas, según Snowden "todos deberían utilizar un software de bloqueo de publicidad, incluso desde una perspectiva de seguridad".La privacidad como concepto no puede ser negociable, y cada vez más empresas de software están haciéndose conscientes al respecto. Podremos ver un cambio en la forma en que las páginas tratan a sus usuarios solamente con un cambio en el paradigma del propio usuario como administrador experto de su privacidad.
Si a estas alturas no eres consciente de que todo lo que haces, dices o publicas en línea tiene valor para alguien, quien a su vez capitaliza tus likes, preferencias e incluso aversiones, probablemente vives en el pasado. Internet dejó de ser una herramienta para convertirse en una forma de socialización extendida, por lo que las agencias de inteligencia tanto como las corporaciones publicitarias buscan más y más hacerse de tu información; en ocasiones no lo buscan con fines maliciosos, pero si te interesa seguir gozando de los privilegios de la privacidad tal y como la conocíamos antes de la revelación de PRISM por parte de Edward Snowden, existen formas de conseguirlo.
No te vamos a mentir: tendrás que salir de tu zona de confort y aprender un par de cosas que tal vez no sepas, pero no es cosa del otro mundo y finalmente todo va evolucionando. No basta con que los bancos y las páginas te remitan a su "aviso de privacidad" para saber que tu información está a salvo, es preciso hacerlo "manualmente", o con un poco de ayuda de estas apps y proyectos a favor de tu seguridad.
1. Protección de SMS
Signal es una app que encripta tus mensajes de texto, siempre y cuando la persona a la que llamas o escribes también tenga la app. Está disponible para iOS y Android. (Aquí también una guía de cómo encriptar tu disco duro).
2. Utiliza autenticación en dos pasos
Muchos servicios en línea te permiten poner un grado extra de seguridad al enviarte un código de seguridad a un dispositivo que solamente tú puedas ver. De esta manera no sólo se necesita una contraseña para entrar a tus cuentas, sino también el dispositivo físico. Redes y servicios popularse como Facebook, Twitter, Gmail y Dropbox lo tienen incluido y sólo necesitas activarlo.
3. Un administrador de contraseñas
El robo de información no siempre le ocurre a personas aisladas: a veces los hackers descargan u obtienen bases de datos enteras, por lo que según Snowden, "si un servicio que dejaste de usar en 2007 es hackeado, y la contraseña que usaste para ese sitio es la misma que usas para tu cuenta de Gmail", entonces tal vez estés en problemas. Hay apps como KeePassX que permiten diversificar tus contraseñas a través de todas tus cuentas, de modo que si una de ellas se ve "comprometida" (para utilizar el eufemismo de "hackeada") las demás permanezcan protegidas.
4. Usa Tor
Tor es probablemente una de las opciones más seguras para navegar en Internet; su interfaz no es muy distinta a la de un navegador convencional, pero permite navegar con un aceptable grado de anonimidad por la Red, impidiendo que se conozca tu ubicación física e identidad.
5. Instala un adblock
El navegador Tor ya tiene integrado un bloqueo de JavaScript, pero existen otras alternativas para bloquear los anuncios en Internet según el tipo de navegador que utilices. Además de que sentirás que navegas con un chaleco antibalas, según Snowden "todos deberían utilizar un software de bloqueo de publicidad, incluso desde una perspectiva de seguridad".La privacidad como concepto no puede ser negociable, y cada vez más empresas de software están haciéndose conscientes al respecto. Podremos ver un cambio en la forma en que las páginas tratan a sus usuarios solamente con un cambio en el paradigma del propio usuario como administrador experto de su privacidad.
lunes, 6 de junio de 2016
Valer para estudiar
Belén Gopegui
Diagonal
El escritor Antonio Muñoz Molina ha publicado una carta en El País dirigida a su maestro de la niñez. Allí cuenta que cuando tenía once o doce años su padre pensó en sacarle de la escuela, pero su maestro le dijo que no lo hiciera porque el niño "valía para estudiar". Me interesan poco los argumentos ad hominem y si cito al escritor es por aclarar las fuentes y porque su carta ha sido leída como si lo que expresa fuese al mismo tiempo conmovedor y lógico.
No se trata de juzgar la reacción del maestro en aquel tiempo: ante la situación social de muchos niños –y qué decir de las niñas– a quienes se les impediría seguir estudiando, amparar a los que la tarea –carente, por cierto, de valor alguno en sí misma– de resumir o memorizar temas resultaba más llevadera y fácil.
Sí sobresalta que cincuenta años después no haya habido por parte de quien escribe la carta siquiera un instante de reflexión sobre lo que conlleva la idea "valer para estudiar" incluso a los once años: el simétrico "no valer" y el probable ingreso precoz en un tiempo donde la necesidad de sobrevivir suele devorar la de vivir. Una declaración, en fin, de fracaso sin ambages del país y del sistema educativo.
Si en algún momento empiezan a perfilarse con nitidez aptitudes y dificultades, la labor del sistema debería ser estimular las aptitudes y contribuir a paliar las dificultades, entendiendo que el estudio tiene mucho más que ver con la curiosidad desinteresada por el mundo –y qué niño o niña no la tiene– que con la docilidad, la repetición y el empaquetamiento de información que será luego desempaquetada en el examen.
Escribe una persona dedicada desde hace décadas a la enseñanza pública: "Cualquier alumno o alumna que deje la escuela sin terminar es un fracaso para el profesorado y el sistema. Quien crea saber el futuro de su alumnado es bastante ignorante. El Bachillerato nocturno está lleno de alumnado que fracasó (se le echó o no tuvo las mismas oportunidades) y a pesar de sus pesares sigue con ganas de seguir aprendiendo y saca sus estudios por la tarde-noche, a menudo después de su jornada laboral matinal. ¿Quién vale para estudiar?".
En nombre de una siempre cuestionable valía personal, algunas expresiones terminan justificando que se arrebate a millares de niñas y niños el tiempo de la calma y la curiosidad, el tiempo que debiera detener la ley de la selva, el tiempo que está esperando por ti.
Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/30332-valer-para-estudiar.html
Diagonal
El escritor Antonio Muñoz Molina ha publicado una carta en El País dirigida a su maestro de la niñez. Allí cuenta que cuando tenía once o doce años su padre pensó en sacarle de la escuela, pero su maestro le dijo que no lo hiciera porque el niño "valía para estudiar". Me interesan poco los argumentos ad hominem y si cito al escritor es por aclarar las fuentes y porque su carta ha sido leída como si lo que expresa fuese al mismo tiempo conmovedor y lógico.
No se trata de juzgar la reacción del maestro en aquel tiempo: ante la situación social de muchos niños –y qué decir de las niñas– a quienes se les impediría seguir estudiando, amparar a los que la tarea –carente, por cierto, de valor alguno en sí misma– de resumir o memorizar temas resultaba más llevadera y fácil.
Sí sobresalta que cincuenta años después no haya habido por parte de quien escribe la carta siquiera un instante de reflexión sobre lo que conlleva la idea "valer para estudiar" incluso a los once años: el simétrico "no valer" y el probable ingreso precoz en un tiempo donde la necesidad de sobrevivir suele devorar la de vivir. Una declaración, en fin, de fracaso sin ambages del país y del sistema educativo.
Si en algún momento empiezan a perfilarse con nitidez aptitudes y dificultades, la labor del sistema debería ser estimular las aptitudes y contribuir a paliar las dificultades, entendiendo que el estudio tiene mucho más que ver con la curiosidad desinteresada por el mundo –y qué niño o niña no la tiene– que con la docilidad, la repetición y el empaquetamiento de información que será luego desempaquetada en el examen.
Escribe una persona dedicada desde hace décadas a la enseñanza pública: "Cualquier alumno o alumna que deje la escuela sin terminar es un fracaso para el profesorado y el sistema. Quien crea saber el futuro de su alumnado es bastante ignorante. El Bachillerato nocturno está lleno de alumnado que fracasó (se le echó o no tuvo las mismas oportunidades) y a pesar de sus pesares sigue con ganas de seguir aprendiendo y saca sus estudios por la tarde-noche, a menudo después de su jornada laboral matinal. ¿Quién vale para estudiar?".
En nombre de una siempre cuestionable valía personal, algunas expresiones terminan justificando que se arrebate a millares de niñas y niños el tiempo de la calma y la curiosidad, el tiempo que debiera detener la ley de la selva, el tiempo que está esperando por ti.
Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/30332-valer-para-estudiar.html
La estrategia equivocada del PSOE
En las elecciones generales del 26-J, todo parece indicar, que se va a reafirmar la superación del bipartidismo y el mapa de las cuatro principales formaciones políticas y, especialmente, consolidar la nueva coalición de Unidos Podemos con sus confluencias. Ello significa que no va a haber mayorías absolutas y que la garantía del cambio real reposa en un deseable acuerdo entre el PSOE y Unidos Podemos y sus aliados. Al igual que el 20-D, un Gobierno de Progreso, compartido y con un programa intermedio o negociado pero claramente de avance para la gente, puede tener mayores apoyos parlamentarios que un Gobierno continuista de las derechas (PP-Ciudadanos) y, desde luego, que un Gobierno de Gran Centro (C’s-PSOE) con un continuismo de las principales políticas y solo un recambio de élites gubernamentales.
Pues bien, la dirección socialista ha diseñado una estrategia errónea para su campaña electoral que consiste en bloquear un Gobierno de Progreso, un acuerdo entre las fuerzas progresistas para impulsar el necesario cambio sustantivo de las políticas socioeconómicas, en favor de las capas populares, y la democratización y regeneración institucional y política. Su apuesta sigue siendo el pacto con Ciudadanos, con una política económica y europea subordinada al gran consenso liberal-conservador y otra política territorial e institucional continuista y dependiente de las derechas. Todo ello con algunos retoques, particularmente retóricos y solo con el recambio de élites gubernamentales.
Pero esa estrategia, aplicada a tope en estos meses, le ha conducido al fracaso. Gran parte de la ciudadanía considera que siendo posible un Gobierno de cambio y progreso, el PSOE ha renunciado a él y es responsable del bloqueo institucional. No ha calado su campaña de culpabilizar a Podemos, al que le exigía una completa subordinación a su hegemonía y su plan continuista. Así, no han conseguido doblegarlo ni dividirlo. Y según las encuestas ese acoso mediático socialista contra Podemos tampoco les ha generado mayor simpatía electoral.
Además, el PSOE tiene difícil crecer por sus dos lados. Por la parte del electorado de centro derecha, aunque baje algo más el PP, fruto de su inmovilismo, sus políticas regresivas y su corrupción, Ciudadanos, al que trata con guante blanco, constituye un tapón para el trasvase de esos votos hacia ellos. Por la parte de los votantes auto-ubicados en el centro progresista y la izquierda, la nueva coalición Unidos Podemos (y confluencias) refuerza y da más solidez y credibilidad a una alternativa de cambio real y no cosmético y dificulta su intención de quitarles millón y medio de votos.
No obstante, la dirección del Partido Socialista se reafirma en su estrategia equivocada. Para ella su fracaso no derivaría de su orientación política que necesita una reflexión autocrítica y un giro progresista y democrático. El problema sería la tozuda realidad de Podemos y sus aliados a la que hay que cambiar… como sea. La cuestión es que esa tesis y ese proyecto socialista, continuista y sectario, parte de unos presupuestos falsos y les lleva a una actitud fanática y a utilizar unos mecanismos cada vez más irreales y prepotentes.
Ya hemos comentado la falsedad de su crítica hacia Podemos y sus aliados sobre su supuesta pinza con el PP para bloquear el (re)cambio, que representaría Pedro Sánchez. Esa idea no tiene credibilidad social y su insistencia la convierte en manipulación interesada. La evidencia pública ha sido la renuncia socialista a un acuerdo (único) posible para un Gobierno auténtico del cambio, desalojando al PP y sus políticas autoritarias y de austeridad y del que el más firme partidario era Pablo Iglesias.
Por un lado, el actual eslogan socialista de un Sí por el cambio pretende obscurecer su responsabilidad por el bloqueo del cambio. Por otro lado, vuelve a emplazar a las fuerzas reales del cambio a que renuncien a él y se subordinen al continuismo programático del pacto PSOE-C’s y la prepotencia del propio Sánchez para decidir los planes y composición gubernamentales. Una completa tergiversación del lenguaje que sigue sin convencer (ni siquiera, ya que se nota el cinismo) a los suyos ni tampoco a Rivera que no termina de fiarse de sus intenciones.
El cerco hacia Unidos Podemos se resquebraja
Ese agresivo ataque contra Unidos Podemos y confluencias se complementa con otros discursos descalificatorios que pretenden quitarles más de un millón de votos del total de seis recibidos. Las tergiversaciones del aparato socialista para desacreditar la dinámica del cambio y ensanchar sus posibilidades electorales son: La radicalización (izquierdista, populista y/o independentista, según convenga); la indefinición política (o los ambiguos u obscuros intereses que defiende, en versión venezolana ya que no existe el peligro del comunismo internacional y la asociación con la extrema derecha europea es demasiado burda); la división interna (o su fragilidad, centralismo e inexperiencia); y como colofón de todos ellos el denostado liderazgo de Pablo Iglesias que reuniría todos los males: radical, demagogo y autoritario. Desde el punto de vista democrático, debemos estar preparados ya que parece que hay un gran consenso tripartito (PP, C’s y PSOE) para frenar a Podemos y sus aliados sin juego limpio ni debate sosegado y con argumentos.
La descalificación de radical, izquierdista… pretende alejar a Podemos y sus aliados de las mayorías sociales progresistas. No tiene fundamentos, más allá de algunos pequeños errores de excesos retóricos. Lo principal de su estrategia ha sido lo contrario; han ganado en realismo, concreción y madurez (no estrictamente en moderación). La alternativa institucional principal, el gobierno de progreso, cambio y de coalición con el PSOE (a la valenciana) era justa y fácilmente justificable ante la mayoría ciudadana. Se adecua a los equilibrios existentes y se modifica el objetivo precedente (irreal) de ganar y gobernar solos y frente a la ‘casta’, admitiendo el carácter ambivalente y de posible socio del Partido Socialista.
Ahora bien, desde el Comité Federal socialista del 28 de diciembre y más desde su pacto con Ciudadanos, la renuncia del PSOE a un Gobierno de Progreso estaba clara. Así, la determinación de Podemos (y aliados) de no apoyar un plan continuista era coherente con el proyecto de cambio y el compromiso con su electorado y no síntoma de radicalización. Tampoco fructificó la brecha inducida con Compromís e IU a los que mediáticamente se les tildaba entonces de dialogantes y moderados.
Las propuestas programáticas de Podemos, particularmente las más distantes con el PSOE, las políticas socioeconómicas y sobre la cuestión catalana, derivan del continuismo inmovilista de ellos y su dependencia de C’s. Sin embargo, las primeras alternativas son ‘socialdemócratas’ y las pueden comprender y apoyar más del 60% de la ciudadanía, aunque necesitan de una posición firme y con temple ante la Unión Europea. Y las segundas, de carácter básicamente democrático y de reconocimiento de la plurinacionalidad, tienen un altísimo apoyo en las nacionalidades históricas y, según distintas encuestas de opinión, son aceptadas en el resto de España sin pérdida electoral para Podemos.
Las fortalezas de Unidos Podemos
Está claro el perfil de Unidos Podemos y confluencias como defensores de las capas populares, de los sectores desfavorecidos, de los de abajo… frente a las oligarquías. Su defensa de los derechos sociales y laborales, así como de las libertades civiles y políticas es innegable. En todo ello gana a las tres fuerzas (PP, C’s y PSOE) defensoras del poder establecido y el consenso europeo y comprometidas con las políticas de austeridad y una gestión autoritaria frente a las demandas populares y democráticas.
Igualmente, su planteamiento global cabe dentro de los parámetros (como dice Pablo Iglesias) de una nueva socialdemocracia. Es secundaria la etiqueta, la cuestión es rechazar las que son tergiversadoras o marginadoras. Lo principal es construir un proyecto identificador, con un discurso y una práctica de carácter democrático-igualitario, defensor de la mayoría social. Luego llegará el símbolo y la nominación. Y ese perfil progresivo lo ha ido adquiriendo Podemos y sus aliados, tiene una bases sólidas en la experiencia popular, y lo ha ido perdiendo el Partido Socialista.
Además, el fenómeno Podemos (al igual que se decía del movimiento de protesta en torno al 15-M) no es una burbuja que puede estallar en cualquier momento y desaparecer. Está asentado en la amplia y prolongada experiencia ciudadana, de más de un lustro, de pugna sociopolítica contra los recortes sociales y la prepotencia institucional de las élites gobernantes, con la reafirmación cívica en la cultura democrática y de justicia social. Ese amplio y diverso movimiento popular contra las injusticias sociales y por la democracia constituye los fundamentos del electorado indignado que Podemos (junto con IU y las confluencias) ha sabido encauzar y consolidar.
La ciudadanía activa española es progresista. La desafección hacia el PSOE, de cerca de seis millones de votos ya se inició hace seis años y continuó el 20-D. Los intentos sucesivos de comunicación y retórica no han impedido ese declive. Se han distanciado algo (por el paso del tiempo y la falta de ocasión) de la responsabilidad gubernamental directa. Pero cuando han tenido una nueva oportunidad para un nuevo plan de Gobierno, han preferido la alianza con la derecha de Ciudadanos y han vuelto a reafirmarse en una estrategia continuista y prepotente. Es dudoso que incrementen su credibilidad sin un giro consecuente de su orientación y su práctica política.
El electorado socialista (según Metroscopia) está envejecido (media de edad de 55 años, poco más de un millón de jóvenes -18 a 34 años-) y en las zonas rurales. Mientras, el de Podemos y sus aliados está en zonas y sectores más dinámicos, grandes áreas urbanas, clases trabajadoras, nuevas clases medias-profesionales e ilustradas y entre jóvenes (unos dos millones, el 35% de su electorado cuando la media es el 21%).
¿Qué le queda al Partido Socialista para remontar su pérdida de credibilidad entre sectores progresistas, particularmente jóvenes? Su respuesta es acentuar la garantía del continuismo y, sobre todo, intentar el aislamiento y descrédito hacia Unidos Podemos y su líder. Esa pose de dar apariencia de hegemonía representativa conlleva la nostalgia del bipartidismo, pero después de la pérdida de casi seis millones de votantes, la mitad de su electorado, no es realista y da poca seguridad a su base social actual. Esa opción es difícil que dé esos resultados e impide el cambio institucional sin generar nuevas expectativas a su propia base electoral.
También tiene otro efecto contraproducente: no les garantiza un deseable incremento de su voto de centro-derecha en disputa con Ciudadanos y el propio PP, para asegurar, en todo caso, que no alcancen ambas derechas la mayoría parlamentaria. Es decir, esa estrategia socialista de, sobre todo, asegurar el recambio de su élite gobernante, neutralizar el auténtico cambio y sin cambiar las políticas de fondo no tiene fundamentos políticos ni credibilidad ciudadana. De ahí que se tenga que basar en la manipulación comunicativa y en el sectarismo hacia las fuerzas del cambio.
Su penúltimo relato divisorio consiste en su apuesta por su deseado fracaso del ‘radicalismo’ de Pablo Iglesias para confiar en la ‘moderación’ de Iñigo Errejón que, en último extremo, garantizaría con la abstención o una posición subordinada la investidura de Sánchez con un similar esquema programático y de pacto con Ciudadanos. O sea, que al final, la ansiada estabilidad de un gobierno continuista de PSOE-C’s, tras el 26-J, dependería del descrédito de Pablo Iglesias y el ensalzamiento de Iñigo Errejón para que se haga con el control (o la escisión) de Podemos y avale a Pedro Sánchez. Ésa, la división y descalabro de Podemos y sus aliados, sería la base de la supuesta confianza y seguridad socialista en acceder a la Presidencia del nuevo Gobierno y, tal como ha confirmado el líder socialista al empresariado catalán, garantice la estabilidad gubernamental sin terceras elecciones.
No obstante, ante el incumplimiento de esa profecía, la actual dirección socialista intentará adjudicar su causa a la malignidad de Podemos. Así, volviendo sobre sus pasos y con la correspondiente catarsis y nuevo liderazgo, podría justificar esa estabilidad por la vía del apoyo (abstención) socialista a un gobierno continuista de las derechas. Con esos mimbres tan irreales, prepotentes y de bajos vuelos, de la vieja política, el equipo de Sánchez no se hace acreedor de ninguna legitimidad ciudadana para liderar un Gobierno de Progreso. El ciclo del declive representativo del PSOE continuaría.
Los obstáculos para el desarrollo de ese plan continuista con reales. Unidos Podemos y las confluencias tienen fortalezas con las que resistir esa ofensiva de cerco político o cordón sanitario. Aunque tienen gran diversidad ideológica y dinámicas organizativas perfectibles, existe un alto grado de unidad política en torno a las alternativas políticas fundamentales. No hay riesgos de rupturas. Es más, existe la potencialidad de una mejora integradora con las distintas confluencias y, particularmente, con las fuerzas de Izquierda Unidad-Unidad Popular. Por otro lado, Pablo Iglesias sigue siendo su referente principal pero dentro de un liderazgo más colectivo y plural y, sobre todo, una organización más estructurada y flexible.
En definitiva, la estrategia de la dirección socialista les puede llevar al fracaso de sus propios objetivos, su papel institucional preponderante. También a un debilitamiento representativo más o menos lento y profundo, con un alejamiento respecto del PP y un adelantamiento de Unidos Podemos (y confluencias), junto con una evidente crisis interna y de liderazgo. No obstante, la consecuencia negativa principal es que esa operación neutraliza la dinámica del cambio, de un Gobierno de Progreso en torno a unas políticas fundamentales de justicia social y mayor democracia. Por tanto, afecta a la mayoría de la sociedad que, probablemente, le exigirá responsabilidades. El reto inmediato para las fuerzas del cambio es impedir un gobierno continuista de las derechas y garantizar un Gobierno de progreso y de cambio. Ése es el desempate principal, abrir un ciclo político-institucional que favorezca los avances progresivos y democráticos en favor de la mayoría ciudadana.
En resumen, el PSOE, de entrada, no está por la labor del cambio real y lleva una estrategia equivocada. Las fuerzas del cambio todavía son insuficientes y dependen de la colaboración socialista. La prioridad son los intereses de la gente, dejar atrás esta etapa autoritaria y de austeridad. Hay que insistir en los argumentos para llegar a un acuerdo razonable y compartido y desarrollar una campaña con la mano tendida y sin crispación.
Pero el deseado giro en la actitud socialista va a depender, fundamentalmente, de los hechos: comprobar la amplitud y firmeza de las demandas populares de cambio a través de la ampliación del apoyo electoral a Unidos Podemos y confluencias. Desde otra perspectiva: evaluar la demostración cívica de los costes para el Partido Socialista, en el caso de persistir en su estrategia equivocada, con el continuado debilitamiento de su representatividad. Es el elemento que puede condicionar su cambio de actitud para iniciar una nueva etapa de acuerdo gubernamental de progreso.
El PSOE, en su ambivalencia, tiene un aparato dependiente y colaborador con los poderosos y su obcecación puede provocar el bloqueo del cambio. Será necesario enfrentarse a esa situación con un plan B, para evitar la frustración social y seguir haciendo camino al andar. De momento, el plan A es ganar las elecciones generales al PP, dejar en minoría a las derechas y reforzar las fuerzas del cambio.
Antonio Antón
Antonio Antón. Profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de Movimiento popular y cambio político. Nuevos discursos (ed. UOC).
Pues bien, la dirección socialista ha diseñado una estrategia errónea para su campaña electoral que consiste en bloquear un Gobierno de Progreso, un acuerdo entre las fuerzas progresistas para impulsar el necesario cambio sustantivo de las políticas socioeconómicas, en favor de las capas populares, y la democratización y regeneración institucional y política. Su apuesta sigue siendo el pacto con Ciudadanos, con una política económica y europea subordinada al gran consenso liberal-conservador y otra política territorial e institucional continuista y dependiente de las derechas. Todo ello con algunos retoques, particularmente retóricos y solo con el recambio de élites gubernamentales.
Pero esa estrategia, aplicada a tope en estos meses, le ha conducido al fracaso. Gran parte de la ciudadanía considera que siendo posible un Gobierno de cambio y progreso, el PSOE ha renunciado a él y es responsable del bloqueo institucional. No ha calado su campaña de culpabilizar a Podemos, al que le exigía una completa subordinación a su hegemonía y su plan continuista. Así, no han conseguido doblegarlo ni dividirlo. Y según las encuestas ese acoso mediático socialista contra Podemos tampoco les ha generado mayor simpatía electoral.
Además, el PSOE tiene difícil crecer por sus dos lados. Por la parte del electorado de centro derecha, aunque baje algo más el PP, fruto de su inmovilismo, sus políticas regresivas y su corrupción, Ciudadanos, al que trata con guante blanco, constituye un tapón para el trasvase de esos votos hacia ellos. Por la parte de los votantes auto-ubicados en el centro progresista y la izquierda, la nueva coalición Unidos Podemos (y confluencias) refuerza y da más solidez y credibilidad a una alternativa de cambio real y no cosmético y dificulta su intención de quitarles millón y medio de votos.
No obstante, la dirección del Partido Socialista se reafirma en su estrategia equivocada. Para ella su fracaso no derivaría de su orientación política que necesita una reflexión autocrítica y un giro progresista y democrático. El problema sería la tozuda realidad de Podemos y sus aliados a la que hay que cambiar… como sea. La cuestión es que esa tesis y ese proyecto socialista, continuista y sectario, parte de unos presupuestos falsos y les lleva a una actitud fanática y a utilizar unos mecanismos cada vez más irreales y prepotentes.
Ya hemos comentado la falsedad de su crítica hacia Podemos y sus aliados sobre su supuesta pinza con el PP para bloquear el (re)cambio, que representaría Pedro Sánchez. Esa idea no tiene credibilidad social y su insistencia la convierte en manipulación interesada. La evidencia pública ha sido la renuncia socialista a un acuerdo (único) posible para un Gobierno auténtico del cambio, desalojando al PP y sus políticas autoritarias y de austeridad y del que el más firme partidario era Pablo Iglesias.
Por un lado, el actual eslogan socialista de un Sí por el cambio pretende obscurecer su responsabilidad por el bloqueo del cambio. Por otro lado, vuelve a emplazar a las fuerzas reales del cambio a que renuncien a él y se subordinen al continuismo programático del pacto PSOE-C’s y la prepotencia del propio Sánchez para decidir los planes y composición gubernamentales. Una completa tergiversación del lenguaje que sigue sin convencer (ni siquiera, ya que se nota el cinismo) a los suyos ni tampoco a Rivera que no termina de fiarse de sus intenciones.
El cerco hacia Unidos Podemos se resquebraja
Ese agresivo ataque contra Unidos Podemos y confluencias se complementa con otros discursos descalificatorios que pretenden quitarles más de un millón de votos del total de seis recibidos. Las tergiversaciones del aparato socialista para desacreditar la dinámica del cambio y ensanchar sus posibilidades electorales son: La radicalización (izquierdista, populista y/o independentista, según convenga); la indefinición política (o los ambiguos u obscuros intereses que defiende, en versión venezolana ya que no existe el peligro del comunismo internacional y la asociación con la extrema derecha europea es demasiado burda); la división interna (o su fragilidad, centralismo e inexperiencia); y como colofón de todos ellos el denostado liderazgo de Pablo Iglesias que reuniría todos los males: radical, demagogo y autoritario. Desde el punto de vista democrático, debemos estar preparados ya que parece que hay un gran consenso tripartito (PP, C’s y PSOE) para frenar a Podemos y sus aliados sin juego limpio ni debate sosegado y con argumentos.
La descalificación de radical, izquierdista… pretende alejar a Podemos y sus aliados de las mayorías sociales progresistas. No tiene fundamentos, más allá de algunos pequeños errores de excesos retóricos. Lo principal de su estrategia ha sido lo contrario; han ganado en realismo, concreción y madurez (no estrictamente en moderación). La alternativa institucional principal, el gobierno de progreso, cambio y de coalición con el PSOE (a la valenciana) era justa y fácilmente justificable ante la mayoría ciudadana. Se adecua a los equilibrios existentes y se modifica el objetivo precedente (irreal) de ganar y gobernar solos y frente a la ‘casta’, admitiendo el carácter ambivalente y de posible socio del Partido Socialista.
Ahora bien, desde el Comité Federal socialista del 28 de diciembre y más desde su pacto con Ciudadanos, la renuncia del PSOE a un Gobierno de Progreso estaba clara. Así, la determinación de Podemos (y aliados) de no apoyar un plan continuista era coherente con el proyecto de cambio y el compromiso con su electorado y no síntoma de radicalización. Tampoco fructificó la brecha inducida con Compromís e IU a los que mediáticamente se les tildaba entonces de dialogantes y moderados.
Las propuestas programáticas de Podemos, particularmente las más distantes con el PSOE, las políticas socioeconómicas y sobre la cuestión catalana, derivan del continuismo inmovilista de ellos y su dependencia de C’s. Sin embargo, las primeras alternativas son ‘socialdemócratas’ y las pueden comprender y apoyar más del 60% de la ciudadanía, aunque necesitan de una posición firme y con temple ante la Unión Europea. Y las segundas, de carácter básicamente democrático y de reconocimiento de la plurinacionalidad, tienen un altísimo apoyo en las nacionalidades históricas y, según distintas encuestas de opinión, son aceptadas en el resto de España sin pérdida electoral para Podemos.
Las fortalezas de Unidos Podemos
Está claro el perfil de Unidos Podemos y confluencias como defensores de las capas populares, de los sectores desfavorecidos, de los de abajo… frente a las oligarquías. Su defensa de los derechos sociales y laborales, así como de las libertades civiles y políticas es innegable. En todo ello gana a las tres fuerzas (PP, C’s y PSOE) defensoras del poder establecido y el consenso europeo y comprometidas con las políticas de austeridad y una gestión autoritaria frente a las demandas populares y democráticas.
Igualmente, su planteamiento global cabe dentro de los parámetros (como dice Pablo Iglesias) de una nueva socialdemocracia. Es secundaria la etiqueta, la cuestión es rechazar las que son tergiversadoras o marginadoras. Lo principal es construir un proyecto identificador, con un discurso y una práctica de carácter democrático-igualitario, defensor de la mayoría social. Luego llegará el símbolo y la nominación. Y ese perfil progresivo lo ha ido adquiriendo Podemos y sus aliados, tiene una bases sólidas en la experiencia popular, y lo ha ido perdiendo el Partido Socialista.
Además, el fenómeno Podemos (al igual que se decía del movimiento de protesta en torno al 15-M) no es una burbuja que puede estallar en cualquier momento y desaparecer. Está asentado en la amplia y prolongada experiencia ciudadana, de más de un lustro, de pugna sociopolítica contra los recortes sociales y la prepotencia institucional de las élites gobernantes, con la reafirmación cívica en la cultura democrática y de justicia social. Ese amplio y diverso movimiento popular contra las injusticias sociales y por la democracia constituye los fundamentos del electorado indignado que Podemos (junto con IU y las confluencias) ha sabido encauzar y consolidar.
La ciudadanía activa española es progresista. La desafección hacia el PSOE, de cerca de seis millones de votos ya se inició hace seis años y continuó el 20-D. Los intentos sucesivos de comunicación y retórica no han impedido ese declive. Se han distanciado algo (por el paso del tiempo y la falta de ocasión) de la responsabilidad gubernamental directa. Pero cuando han tenido una nueva oportunidad para un nuevo plan de Gobierno, han preferido la alianza con la derecha de Ciudadanos y han vuelto a reafirmarse en una estrategia continuista y prepotente. Es dudoso que incrementen su credibilidad sin un giro consecuente de su orientación y su práctica política.
El electorado socialista (según Metroscopia) está envejecido (media de edad de 55 años, poco más de un millón de jóvenes -18 a 34 años-) y en las zonas rurales. Mientras, el de Podemos y sus aliados está en zonas y sectores más dinámicos, grandes áreas urbanas, clases trabajadoras, nuevas clases medias-profesionales e ilustradas y entre jóvenes (unos dos millones, el 35% de su electorado cuando la media es el 21%).
¿Qué le queda al Partido Socialista para remontar su pérdida de credibilidad entre sectores progresistas, particularmente jóvenes? Su respuesta es acentuar la garantía del continuismo y, sobre todo, intentar el aislamiento y descrédito hacia Unidos Podemos y su líder. Esa pose de dar apariencia de hegemonía representativa conlleva la nostalgia del bipartidismo, pero después de la pérdida de casi seis millones de votantes, la mitad de su electorado, no es realista y da poca seguridad a su base social actual. Esa opción es difícil que dé esos resultados e impide el cambio institucional sin generar nuevas expectativas a su propia base electoral.
También tiene otro efecto contraproducente: no les garantiza un deseable incremento de su voto de centro-derecha en disputa con Ciudadanos y el propio PP, para asegurar, en todo caso, que no alcancen ambas derechas la mayoría parlamentaria. Es decir, esa estrategia socialista de, sobre todo, asegurar el recambio de su élite gobernante, neutralizar el auténtico cambio y sin cambiar las políticas de fondo no tiene fundamentos políticos ni credibilidad ciudadana. De ahí que se tenga que basar en la manipulación comunicativa y en el sectarismo hacia las fuerzas del cambio.
Su penúltimo relato divisorio consiste en su apuesta por su deseado fracaso del ‘radicalismo’ de Pablo Iglesias para confiar en la ‘moderación’ de Iñigo Errejón que, en último extremo, garantizaría con la abstención o una posición subordinada la investidura de Sánchez con un similar esquema programático y de pacto con Ciudadanos. O sea, que al final, la ansiada estabilidad de un gobierno continuista de PSOE-C’s, tras el 26-J, dependería del descrédito de Pablo Iglesias y el ensalzamiento de Iñigo Errejón para que se haga con el control (o la escisión) de Podemos y avale a Pedro Sánchez. Ésa, la división y descalabro de Podemos y sus aliados, sería la base de la supuesta confianza y seguridad socialista en acceder a la Presidencia del nuevo Gobierno y, tal como ha confirmado el líder socialista al empresariado catalán, garantice la estabilidad gubernamental sin terceras elecciones.
No obstante, ante el incumplimiento de esa profecía, la actual dirección socialista intentará adjudicar su causa a la malignidad de Podemos. Así, volviendo sobre sus pasos y con la correspondiente catarsis y nuevo liderazgo, podría justificar esa estabilidad por la vía del apoyo (abstención) socialista a un gobierno continuista de las derechas. Con esos mimbres tan irreales, prepotentes y de bajos vuelos, de la vieja política, el equipo de Sánchez no se hace acreedor de ninguna legitimidad ciudadana para liderar un Gobierno de Progreso. El ciclo del declive representativo del PSOE continuaría.
Los obstáculos para el desarrollo de ese plan continuista con reales. Unidos Podemos y las confluencias tienen fortalezas con las que resistir esa ofensiva de cerco político o cordón sanitario. Aunque tienen gran diversidad ideológica y dinámicas organizativas perfectibles, existe un alto grado de unidad política en torno a las alternativas políticas fundamentales. No hay riesgos de rupturas. Es más, existe la potencialidad de una mejora integradora con las distintas confluencias y, particularmente, con las fuerzas de Izquierda Unidad-Unidad Popular. Por otro lado, Pablo Iglesias sigue siendo su referente principal pero dentro de un liderazgo más colectivo y plural y, sobre todo, una organización más estructurada y flexible.
En definitiva, la estrategia de la dirección socialista les puede llevar al fracaso de sus propios objetivos, su papel institucional preponderante. También a un debilitamiento representativo más o menos lento y profundo, con un alejamiento respecto del PP y un adelantamiento de Unidos Podemos (y confluencias), junto con una evidente crisis interna y de liderazgo. No obstante, la consecuencia negativa principal es que esa operación neutraliza la dinámica del cambio, de un Gobierno de Progreso en torno a unas políticas fundamentales de justicia social y mayor democracia. Por tanto, afecta a la mayoría de la sociedad que, probablemente, le exigirá responsabilidades. El reto inmediato para las fuerzas del cambio es impedir un gobierno continuista de las derechas y garantizar un Gobierno de progreso y de cambio. Ése es el desempate principal, abrir un ciclo político-institucional que favorezca los avances progresivos y democráticos en favor de la mayoría ciudadana.
En resumen, el PSOE, de entrada, no está por la labor del cambio real y lleva una estrategia equivocada. Las fuerzas del cambio todavía son insuficientes y dependen de la colaboración socialista. La prioridad son los intereses de la gente, dejar atrás esta etapa autoritaria y de austeridad. Hay que insistir en los argumentos para llegar a un acuerdo razonable y compartido y desarrollar una campaña con la mano tendida y sin crispación.
Pero el deseado giro en la actitud socialista va a depender, fundamentalmente, de los hechos: comprobar la amplitud y firmeza de las demandas populares de cambio a través de la ampliación del apoyo electoral a Unidos Podemos y confluencias. Desde otra perspectiva: evaluar la demostración cívica de los costes para el Partido Socialista, en el caso de persistir en su estrategia equivocada, con el continuado debilitamiento de su representatividad. Es el elemento que puede condicionar su cambio de actitud para iniciar una nueva etapa de acuerdo gubernamental de progreso.
El PSOE, en su ambivalencia, tiene un aparato dependiente y colaborador con los poderosos y su obcecación puede provocar el bloqueo del cambio. Será necesario enfrentarse a esa situación con un plan B, para evitar la frustración social y seguir haciendo camino al andar. De momento, el plan A es ganar las elecciones generales al PP, dejar en minoría a las derechas y reforzar las fuerzas del cambio.
Antonio Antón
Antonio Antón. Profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de Movimiento popular y cambio político. Nuevos discursos (ed. UOC).
domingo, 5 de junio de 2016
118 años de nacimiento de Federico García Lorca
El cinco de junio de 1898 nacía Federico García Lorca camino de Viznar a Alfacar (Granada). 118 años después desconocemos dónde está enterrado pero sí sabemos que su legado es y será eterno y que como diría Neruda, “podrán cortar las flores pero no podrán detener la primavera”. Así, el 18 de agosto de 1936 Lorca moría asesinado por los franquistas. Su condición de republicano y su orientación sexual que, aunque por todos hoy conocida, no ocurrió lo mismo con sus compañeros de Generación y se vio sometido a una dura crítica social.
Su poesía y teatro nos muestran esta conflictividad constante entre su amor “oscuro” y los impedimentos que le ponía la sociedad, como se observa en “El Maleficio de la Mariposa” o “La Casa de Bernarda Alba”. Así como en diversos poemarios y poemas. También, su intensa pasión y dedicación a la poesía tradicional y al Folclore, así lo demuestran sus poemas dedicados a los gitanos o el “poema de Cante Jondo”. De la misma manera que nos acerca a los mejores años de la historia de España, la República, y cómo las vanguardias penetraron en nuestro país y se mezclaron con toda la tradición literaria.
No hay que olvidar tampoco su labor social, pues gracias a él por los pueblos corrió la literatura y el teatro. También gracias a Alejandro Casona, exiliado y huido pero no olvidado. La Institución libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes, desgraciadamente hoy olvidada y casi abandonada, un edificio que representó el avance artístico y científico de la edad de Plata española.
Nos quitaron a Lorca pero una cosa es clara vivirá eternamente porque su poesía y teatro sigue siendo el aliento del pueblo.
Fuente: http://www.vozpartisana.info/2016/06/118-anos-con-lorca/
Su poesía y teatro nos muestran esta conflictividad constante entre su amor “oscuro” y los impedimentos que le ponía la sociedad, como se observa en “El Maleficio de la Mariposa” o “La Casa de Bernarda Alba”. Así como en diversos poemarios y poemas. También, su intensa pasión y dedicación a la poesía tradicional y al Folclore, así lo demuestran sus poemas dedicados a los gitanos o el “poema de Cante Jondo”. De la misma manera que nos acerca a los mejores años de la historia de España, la República, y cómo las vanguardias penetraron en nuestro país y se mezclaron con toda la tradición literaria.
No hay que olvidar tampoco su labor social, pues gracias a él por los pueblos corrió la literatura y el teatro. También gracias a Alejandro Casona, exiliado y huido pero no olvidado. La Institución libre de Enseñanza y la Residencia de Estudiantes, desgraciadamente hoy olvidada y casi abandonada, un edificio que representó el avance artístico y científico de la edad de Plata española.
Nos quitaron a Lorca pero una cosa es clara vivirá eternamente porque su poesía y teatro sigue siendo el aliento del pueblo.
Fuente: http://www.vozpartisana.info/2016/06/118-anos-con-lorca/
El FMI admite que el neoliberalismo es un fracaso. Después de haber dado poder al 1 por ciento y empobrecido a millones...
La semana pasada un departamento de investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo público un informe en el que admite que el neoliberalismo ha sido un fracaso. El informe, titulado Neoliberalism: Oversold? (¿se han exagerado los meritos del neoliberalismo?), es una esperanzadora señal de la muerte de esa ideología. El FMI está atrasado solo unos 40 años. En relación con el informe, Naomi Klein tuiteó: “Entonces, los multimillonarios creados [por la ideología] devolverán el dinero, ¿no es así?”. Muchos de los hallazgos del informe que sacude el centro mismo de la ideología neoliberal se hacen eco en lo que sus críticos y víctimas vienen diciendo desde hace varias décadas.
“En lugar de promover el crecimiento”, dice el informe, las políticas de austeridad propiciadas por el neoliberalismo han hecho que se reduzcan las regulaciones para limitar el movimiento de capitales y que, de hecho, “aumente la desigualdad”. Esta desigualdad “podría por sí misma debilitar el crecimiento...”. Por lo tanto, señala el informe, “los responsables políticos deberían estar mucho más abiertos a la redistribución [de la riqueza] de lo que lo están”.
Sin embargo, el informe omite mencionar algunos aspectos notables de la historia y el impacto del neoliberalismo.
El FMI sugiere que el neoliberalismo ha sido un fracaso, pero ha funcionado muy bien para el 1 por ciento de la población mundial, algo que ha sido siempre el propósito del FMI y el Banco Mundial. Tal como informó Oxfam a principios de este año, el 1 por ciento más rico del mundo posee tanta riqueza como el resto de la población del planeta (del mismo modo, la periodista de investigación Dawn Paley ha comprobado en su libro Drug War Capitalism (la guerra capitalista contra la droga) que la guerra contra la droga, lejos de ser un fracaso, ha sido un éxito enorme para Washington y las corporaciones multinacionales).
El informe del FMI ha elegido a Chile como caso de estudio del neoliberalismo, pero no menciona ni una sola vez que allí se aplicaron sus puntos de vista económicos durante la dictadura de Pinochet –respaldada por Estados Unidos–, una omisión muy importante de los investigadores, que no ha sido casual. Es un conocido tópico que en toda América latina, el neoliberalismo y el terrorismo de Estado han ido siempre de la mano.
En 1977, en su Carta abierta a la Junta Militar Argentina, el valiente periodista argentino Rodolfo Walsh denunció la represión de ese régimen, una dictadura que organizó el asesinato y la desaparición de más de 30.000 personas.
“No obstante, estos acontecimientos, que conmueven la conciencia del mundo civilizado, no constituyen el mayor sufrimiento infligido al pueblo argentino, tampoco la peor violación de los derechos humanos que ustedes han cometido”, escribió Walsh respecto de la tortura y los asesinatos. “Es en la política económica de este gobierno donde uno advierte no solo la explicación de los crímenes, sino una gigantesca atrocidad que castiga a millones de seres humanos: la miseria planificada... No tienen más que darse una vuelta de unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que esa política ha convertido la ciudad en una ‘Villa Miseria’ de 10 millones de personas.”
Tal como lo demuestra vívidamente Noami Klein en su Shock Doctrine, esta “miseria planificada”, formaba parte de la agenda que el Fondo Monetario Internacional ha impulsado durante décadas.
Un día después de que Walsh enviara por correo la carta a la Junta, fue capturado por el régimen, asesinado, quemado y su cadáver arrojado a un río, es decir, una víctima más de los millones de ellas que el neoliberalismo se llevó por delante.
Benjamin Dangl ha trabajado como periodista en América latina, ocupándose durante más de una década de los movimientos sociales y la política en el continente. Es autor de Dancing with Dynamite: Social Movements and States in Latin America y de The Price of Fire: Resource Wars and Social Movements in Bolivia. Hoy día, Dangl está cursando un doctorado en Historia de América latina en la McGill University; es editor de UpsideDownWorld.org, un sitio web sobre activismo y política en América latina, y hace el mismo trabajo en TowardFreedom.com, una mirada progresista de los acontecimientos mundiales.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2016/06/01/after-empowering-the-1-and-impoverishing-millions-imf-admits-neoliberalism-a-failure/
Benjamin Dangl Counterpounch Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García.
“En lugar de promover el crecimiento”, dice el informe, las políticas de austeridad propiciadas por el neoliberalismo han hecho que se reduzcan las regulaciones para limitar el movimiento de capitales y que, de hecho, “aumente la desigualdad”. Esta desigualdad “podría por sí misma debilitar el crecimiento...”. Por lo tanto, señala el informe, “los responsables políticos deberían estar mucho más abiertos a la redistribución [de la riqueza] de lo que lo están”.
Sin embargo, el informe omite mencionar algunos aspectos notables de la historia y el impacto del neoliberalismo.
El FMI sugiere que el neoliberalismo ha sido un fracaso, pero ha funcionado muy bien para el 1 por ciento de la población mundial, algo que ha sido siempre el propósito del FMI y el Banco Mundial. Tal como informó Oxfam a principios de este año, el 1 por ciento más rico del mundo posee tanta riqueza como el resto de la población del planeta (del mismo modo, la periodista de investigación Dawn Paley ha comprobado en su libro Drug War Capitalism (la guerra capitalista contra la droga) que la guerra contra la droga, lejos de ser un fracaso, ha sido un éxito enorme para Washington y las corporaciones multinacionales).
El informe del FMI ha elegido a Chile como caso de estudio del neoliberalismo, pero no menciona ni una sola vez que allí se aplicaron sus puntos de vista económicos durante la dictadura de Pinochet –respaldada por Estados Unidos–, una omisión muy importante de los investigadores, que no ha sido casual. Es un conocido tópico que en toda América latina, el neoliberalismo y el terrorismo de Estado han ido siempre de la mano.
En 1977, en su Carta abierta a la Junta Militar Argentina, el valiente periodista argentino Rodolfo Walsh denunció la represión de ese régimen, una dictadura que organizó el asesinato y la desaparición de más de 30.000 personas.
“No obstante, estos acontecimientos, que conmueven la conciencia del mundo civilizado, no constituyen el mayor sufrimiento infligido al pueblo argentino, tampoco la peor violación de los derechos humanos que ustedes han cometido”, escribió Walsh respecto de la tortura y los asesinatos. “Es en la política económica de este gobierno donde uno advierte no solo la explicación de los crímenes, sino una gigantesca atrocidad que castiga a millones de seres humanos: la miseria planificada... No tienen más que darse una vuelta de unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que esa política ha convertido la ciudad en una ‘Villa Miseria’ de 10 millones de personas.”
Tal como lo demuestra vívidamente Noami Klein en su Shock Doctrine, esta “miseria planificada”, formaba parte de la agenda que el Fondo Monetario Internacional ha impulsado durante décadas.
Un día después de que Walsh enviara por correo la carta a la Junta, fue capturado por el régimen, asesinado, quemado y su cadáver arrojado a un río, es decir, una víctima más de los millones de ellas que el neoliberalismo se llevó por delante.
Benjamin Dangl ha trabajado como periodista en América latina, ocupándose durante más de una década de los movimientos sociales y la política en el continente. Es autor de Dancing with Dynamite: Social Movements and States in Latin America y de The Price of Fire: Resource Wars and Social Movements in Bolivia. Hoy día, Dangl está cursando un doctorado en Historia de América latina en la McGill University; es editor de UpsideDownWorld.org, un sitio web sobre activismo y política en América latina, y hace el mismo trabajo en TowardFreedom.com, una mirada progresista de los acontecimientos mundiales.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2016/06/01/after-empowering-the-1-and-impoverishing-millions-imf-admits-neoliberalism-a-failure/
Benjamin Dangl Counterpounch Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García.
sábado, 4 de junio de 2016
Fallece Mohamed Abdelaziz, líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui. InfoLibre
El Polisario anunció 40 días de luto y precisó que el sucesor de Abdelaziz, que llevaba desde 1976 en el cargo, será elegido en un congreso extraordinario
Según precisó la Secretaría Nacional del Frente Polisario, Abdelaziz falleció con 68 años tras una larga enfermedad
El presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, falleció este martes, según informó el Frente Polisario, del que era secretario general.
Según precisó la Secretaría Nacional del Frente Polisario en un comunicado recogido por la agencia saharaui SPS, Abdelaziz, de 68 años, falleció "tras una larga enfermedad".
El Polisario anunció 40 días de luto y precisó que el sucesor de Abdelaziz, que llevaba desde 1976 en el cargo, será elegido en un congreso extraordinario que se celebrará al término del periodo de luto.
Hasta que esto ocurra, el presidente del Consejo Nacional del Polisario, Jatri Aduh, según Jeune Afrique. Aduh fue reelegido el pasado 19 de marzo para un tercer mandato al frente del Consejo Nacional, el Parlamento saharaui.
Abdelaziz tomó las riendas del Frente Polisario en un congreso extraordinario celebrado en agosto de 1976, tras la muerte en combate de su secretario general El Luali Mustafa Sayed, y había sido uno de sus miembros fundadores en 1973.
Posteriormente, en octubre de ese mismo año, fue elegido en el Congreso del Polisario presidente de la RASD, cargo en el que fue reelegido de forma sucesiva desde entonces.
La RASD, que forma parte de la Unión Africana, fue reconocida hasta la fecha por 85 países, en su mayoría africanos y latinoamericanos.
Fuente:
http://www.infolibre.es/noticias/mundo/2016/05/31/fallece_mohamed_abdelaziz_lider_del_frente_polisario_presidente_republica_arabe_saharaui_50588_1022.html
Según precisó la Secretaría Nacional del Frente Polisario, Abdelaziz falleció con 68 años tras una larga enfermedad
El presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Mohamed Abdelaziz, falleció este martes, según informó el Frente Polisario, del que era secretario general.
Según precisó la Secretaría Nacional del Frente Polisario en un comunicado recogido por la agencia saharaui SPS, Abdelaziz, de 68 años, falleció "tras una larga enfermedad".
El Polisario anunció 40 días de luto y precisó que el sucesor de Abdelaziz, que llevaba desde 1976 en el cargo, será elegido en un congreso extraordinario que se celebrará al término del periodo de luto.
Hasta que esto ocurra, el presidente del Consejo Nacional del Polisario, Jatri Aduh, según Jeune Afrique. Aduh fue reelegido el pasado 19 de marzo para un tercer mandato al frente del Consejo Nacional, el Parlamento saharaui.
Abdelaziz tomó las riendas del Frente Polisario en un congreso extraordinario celebrado en agosto de 1976, tras la muerte en combate de su secretario general El Luali Mustafa Sayed, y había sido uno de sus miembros fundadores en 1973.
Posteriormente, en octubre de ese mismo año, fue elegido en el Congreso del Polisario presidente de la RASD, cargo en el que fue reelegido de forma sucesiva desde entonces.
La RASD, que forma parte de la Unión Africana, fue reconocida hasta la fecha por 85 países, en su mayoría africanos y latinoamericanos.
Fuente:
http://www.infolibre.es/noticias/mundo/2016/05/31/fallece_mohamed_abdelaziz_lider_del_frente_polisario_presidente_republica_arabe_saharaui_50588_1022.html
Podemos y el PSOE
Isidoro Moreno
El 26J habrán pasado más de seis meses en que la actividad política, tanto del gobierno en funciones del PP como de los otros partidos, y también buena parte de la actividad de los movimientos sociales han sido sustituidas por escenificaciones y discursos electoralistas. Baste como ejemplo la paralización de la Junta de Andalucía, abstraída su señora presidenta en la cuestión de si el día 27 cogerá o no el AVE a Madrid para quedarse allí y hacerse cargo de la secretaría general de su partido.
En realidad, este casi paréntesis de medio año, y el gasto de más de 130 millones que costarán las nuevas elecciones, sólo se explica por un objetivo: justificar el apoyo o aceptación del PSOE a un gobierno del PP, probablemente con la participación de Ciudadanos, con la acusación a Podemos de impedir un “gobierno de progreso”. Esto mismo se podría haber hecho el 21 de diciembre pasado pero no se consideró a los votantes preparados para ello. Todo lo ocurrido desde entonces ha sido con el fin de prepararlos. El desenlace supondrá la salida de Pedro Sánchez e incluso, si fuera necesario, también de Rajoy, porque para el régimen político de la segunda Restauración Borbónica es esencial que PP-Ciudadanos-PSOE lleguen a un acuerdo. Evidentemente, Susana Díaz, o quien encabece su partido en julio, no va a fotografiarse con Rivera y con Rajoy (o quien sustituya a este) pero sí va a aceptar que gobiernen ambos (ya lo está haciendo ella aquí en Andalucía gracias a un pacto con el primero). Y tratará de vender esta aceptación (este apoyo) como un ejercicio de responsabilidad política, como un sacrificio para garantizar la gobernabilidad y cohesión de España.
De todos modos, el PSOE sólo habrá conseguido prolongar unos meses el momento de su debacle; una debacle que no es resultado solamente de la falta de consistencia de sus últimos secretarios generales, barones y baronesas sino de que se ha quedado sin lugar ideológico-político: el espacio socialdemócrata ya no existe, porque, al igual que el keynesianismo, no es posible dentro del capitalismo globalizado neoliberal. Aquí, y en todas partes, los otrora partidos socialdemócratas, más allá de su palabrería electoral, son ya socioliberales.
Como si no supieran que esto es así, los máximos dirigentes de Podemos repiten ahora que, para que sea posible “el cambio”, es necesario un gobierno entre ellos y el PSOE. Lo que no sólo les obliga a olvidar una de las más celebradas frases del 15M: “el PSOE y el PP la misma m… es”, rehusando a su inicial crítica a la “casta política”, sino incluso a calificar a aquel como un “partido de progreso” (Errejón dixit,) aún señalando que sus líderes son proclives a tener “inconsecuencias”. Si con este planteamiento pretenden provocar un trasvase de votos desde el electorado socialista, considero que la táctica es equivocada, porque legitimar al PSOE como “progresista” puede ayudar a tranquilizar la conciencia de muchos de sus votantes y despejarles las dudas para seguir votándolo. Es hacer algo parecido a lo que casi siempre ha hecho el PCE-IU aunque el objetivo pueda ser distinto.
Si ahora Unidos Podemos, incluso adelantando en votos al PSOE, no lograra superar a este en número de diputados, Sánchez estaría en condiciones de poder presionar a Pablo Iglesias para que le dé su apoyo esgrimiendo su propio argumento de que ambos son partidos “del cambio” y deberían formar gobierno con un programa viable (léase aceptable por la Troika y los poderes fácticos económicos), para impedir que siga gobernando Rajoy. Sería una especie de OPA hostil, que es también la que persiguen, a la inversa, los líderes de Podemos tratando de poner al PSOE en la tesitura de optar por ellos o por el PP, para que elija por sí mismo su forma de suicidio.
A nivel del Estado, el 26J podríamos estar ante la confirmación del fin del bipartidismo turnista. Pero, ¿y en Andalucía? Aquí no ha habido bipartidismo sino monopartidismo. El cambio necesario consiste no en desalojar al PP sino en desmontar el régimen clientelar, corrupto y demagógico del psocialismo. Pero si el PSOE es definido por Iglesias, Errejón, etc. como un partido “de progreso”, con el que hay que compartir gobierno, ¿cómo podría hacerse esto? Evidentemente, saltan a primer plano las contradicciones entre la estrategia de un partido estatal y la que respondería a los intereses andaluces. Y también las limitaciones de un proyecto político que pretende, a la vez, ser de ruptura democrática y gobernar junto a una de las dos columnas del régimen que afirma querer sustituir.
Isidoro Moreno. Catedrático emérito de Antropología
Publicado el 31/05/2016 en Diario de Sevilla y otros diarios andaluces del Grupo Joly.
El 26J habrán pasado más de seis meses en que la actividad política, tanto del gobierno en funciones del PP como de los otros partidos, y también buena parte de la actividad de los movimientos sociales han sido sustituidas por escenificaciones y discursos electoralistas. Baste como ejemplo la paralización de la Junta de Andalucía, abstraída su señora presidenta en la cuestión de si el día 27 cogerá o no el AVE a Madrid para quedarse allí y hacerse cargo de la secretaría general de su partido.
En realidad, este casi paréntesis de medio año, y el gasto de más de 130 millones que costarán las nuevas elecciones, sólo se explica por un objetivo: justificar el apoyo o aceptación del PSOE a un gobierno del PP, probablemente con la participación de Ciudadanos, con la acusación a Podemos de impedir un “gobierno de progreso”. Esto mismo se podría haber hecho el 21 de diciembre pasado pero no se consideró a los votantes preparados para ello. Todo lo ocurrido desde entonces ha sido con el fin de prepararlos. El desenlace supondrá la salida de Pedro Sánchez e incluso, si fuera necesario, también de Rajoy, porque para el régimen político de la segunda Restauración Borbónica es esencial que PP-Ciudadanos-PSOE lleguen a un acuerdo. Evidentemente, Susana Díaz, o quien encabece su partido en julio, no va a fotografiarse con Rivera y con Rajoy (o quien sustituya a este) pero sí va a aceptar que gobiernen ambos (ya lo está haciendo ella aquí en Andalucía gracias a un pacto con el primero). Y tratará de vender esta aceptación (este apoyo) como un ejercicio de responsabilidad política, como un sacrificio para garantizar la gobernabilidad y cohesión de España.
De todos modos, el PSOE sólo habrá conseguido prolongar unos meses el momento de su debacle; una debacle que no es resultado solamente de la falta de consistencia de sus últimos secretarios generales, barones y baronesas sino de que se ha quedado sin lugar ideológico-político: el espacio socialdemócrata ya no existe, porque, al igual que el keynesianismo, no es posible dentro del capitalismo globalizado neoliberal. Aquí, y en todas partes, los otrora partidos socialdemócratas, más allá de su palabrería electoral, son ya socioliberales.
Como si no supieran que esto es así, los máximos dirigentes de Podemos repiten ahora que, para que sea posible “el cambio”, es necesario un gobierno entre ellos y el PSOE. Lo que no sólo les obliga a olvidar una de las más celebradas frases del 15M: “el PSOE y el PP la misma m… es”, rehusando a su inicial crítica a la “casta política”, sino incluso a calificar a aquel como un “partido de progreso” (Errejón dixit,) aún señalando que sus líderes son proclives a tener “inconsecuencias”. Si con este planteamiento pretenden provocar un trasvase de votos desde el electorado socialista, considero que la táctica es equivocada, porque legitimar al PSOE como “progresista” puede ayudar a tranquilizar la conciencia de muchos de sus votantes y despejarles las dudas para seguir votándolo. Es hacer algo parecido a lo que casi siempre ha hecho el PCE-IU aunque el objetivo pueda ser distinto.
Si ahora Unidos Podemos, incluso adelantando en votos al PSOE, no lograra superar a este en número de diputados, Sánchez estaría en condiciones de poder presionar a Pablo Iglesias para que le dé su apoyo esgrimiendo su propio argumento de que ambos son partidos “del cambio” y deberían formar gobierno con un programa viable (léase aceptable por la Troika y los poderes fácticos económicos), para impedir que siga gobernando Rajoy. Sería una especie de OPA hostil, que es también la que persiguen, a la inversa, los líderes de Podemos tratando de poner al PSOE en la tesitura de optar por ellos o por el PP, para que elija por sí mismo su forma de suicidio.
A nivel del Estado, el 26J podríamos estar ante la confirmación del fin del bipartidismo turnista. Pero, ¿y en Andalucía? Aquí no ha habido bipartidismo sino monopartidismo. El cambio necesario consiste no en desalojar al PP sino en desmontar el régimen clientelar, corrupto y demagógico del psocialismo. Pero si el PSOE es definido por Iglesias, Errejón, etc. como un partido “de progreso”, con el que hay que compartir gobierno, ¿cómo podría hacerse esto? Evidentemente, saltan a primer plano las contradicciones entre la estrategia de un partido estatal y la que respondería a los intereses andaluces. Y también las limitaciones de un proyecto político que pretende, a la vez, ser de ruptura democrática y gobernar junto a una de las dos columnas del régimen que afirma querer sustituir.
Isidoro Moreno. Catedrático emérito de Antropología
Publicado el 31/05/2016 en Diario de Sevilla y otros diarios andaluces del Grupo Joly.
“La oposición intenta desestabilizar la democracia venezolana” El eurodiputado de Izquierda Unida Javier Couso cree que el Gobierno de Maduro está siendo escrupuloso con las garantías democráticas
A diferencia de sus socios electorales de Podemos, que han censurado los ataques del presidente venezolano Nicolás Maduro contra España, Izquierda Unida pone el foco en la oposición venezolana, a la que acusa de tratar de "desestabilizar la democracia venezolana". El eurodiputado de la federación de izquierdas Javier Couso asegura que Maduro no trata de obstaculizar su revocatorio, y defiende que el estado de excepción que ha decretado en el país es procedente. Cree que el Gobierno venezolano está siendo escrupuloso con las garantías democráticas.
Pregunta. ¿Qué reflexión hace Izquierda Unida de los últimos acontecimientos en Venezuela?
Respuesta. Siempre hemos mantenido una petición de normalidad multilateral en el marco del Estado de Derecho y de la Carta de Naciones Unidas, que taxativamente habla de la no injerencia en asuntos internos. No se ha informado bien sobre Venezuela. Hay que recordar algunos hitos: el golpe de 2002, apoyado, como dijo el exministro Moratinos, por personal del Gobierno de Aznar, el paro petrolero… La operación Jericó, sobre la que incluso Samper [Ernesto Samper, secretario general de la UNASUR] dio muestras de que había veracidad de intento golpista. Por lo tanto, pedimos que se llame a la calma y que no se intente desestabilizar, dentro del marco de la Constitución votada por todos los venezolanos, con la misma legitimidad que reconocieron en las urnas que las gobernaciones de [Henrique] Capriles o Leopoldo López, o la misma con la que se ha ganado en las últimas elecciones la Asamblea. El Gobierno de Maduro ha llamado varias veces a la negociación. Llamamos a una vía de entendimiento y de respeto a los poderes constitucionales de Venezuela.
P. ¿Da veracidad a la tesis de que hay un intento de golpe de Estado en Venezuela?
R. Está habiendo un desconocimiento por parte de la oposición de que hay diferentes poderes en Venezuela. Están desconociendo los contrapesos. En la Constitución venezolana hay cinco pilares, diferentes a los tres que tenemos en Europa, y se debe respetar la institucionalidad. Cuando hay poderes que intentan ponerse por encima de los otros podemos estamos hablando de no normalidad. Estamos hablando de una desestabilización democrática, por supuesto. Me gustaría que los medios de comunicación de mi país hicieran un poco de investigación. Porque es curioso, al igual que sucede en el Parlamento Europeo, con ocho recientes resoluciones acerca de Venezuela, más que en ningún otro país de la zona, no veo la misma intencionalidad en los medios para echar las culpas al Gobierno cuando, por ejemplo, el Gobierno mexicano de Calderón tiene 24.000 desaparecidos. No veo a los medios de comunicación españoles llamando al derrocamiento del Gobierno mexicano. Y exactamente igual con el golpe de Estado de Honduras. Ahora tenemos un golpe de Estado legal contra Dilma Roussef, estamos en un momento de tensionamiento. Nosotros queremos llamar a la calma.
P. ¿Pero hay un intento de golpe de Estado en Venezuela ahora mismo?
R. Hay un intento de no respetar la institucionalidad que marca la Constitución venezolana al intentar que el legislativo esté por encima de otros contrapoderes que son exactamente igual de legítimos, así que estamos hablando de una desestabilización democrática por supuesto. Por desgracia lo que está es desestabilizando una democracia con muchos problemas como tienen muchas otras. Estamos muy preocupados por si se pueden producir hechos golpistas, la llamada de Capriles [Henrique Capriles, líder opositor] al Ejército para elegir entre la Constitución o el presidente, que es un presidente constitucional, me parece una llamada que en nuestro país debería ser investigada por derrocamiento violento del poder democrático. Podemos estar ante delitos penales, y en Venezuela pasará lo mismo.
P. ¿La desestabilización democrática solo es responsabilidad de la oposición?
R. Absolutamente. El presidente Maduro está intentando negociar en el marco de figuras internacionales para negociar y llegar a acuerdos con la oposición. En 2002, con actores parecidos, la oposición venezolana participó en un golpe de Estado. Por lo tanto, no me fío de esta oposición.
P. ¿Debería Nicolás Maduro someterse al revocatorio?
R. El revocatorio tiene unas normas clarísimas en la Constitución, que tiene que desarrollar el poder electoral, y el poder electoral tiene que verificar las firmas. Ese millón y pico de firmas deben de ser verificadas, si se cumplen los plazos nadie puede negar que haya revocatorio. Lo que no puede haber es un revocatorio ad hoc que quiere la oposición.
P. ¿Maduro no trata de obstaculizarlo, de evitarlo?
R. No, obstaculizarlo es lo que hace la oposición, el poder electoral tiene que comprobar si esas firmas son veraces o no. Y tiene unos tiempos taxativamente marcados. Si tienen demasiada prisa, pues se tendrán que esperar.
P. ¿Es legítimo y procedente el estado de excepción decretado por Maduro?
R. Es legítimo porque el poder presidencial lo puede hacer, es exactamente igual que la ley de Amnistía, que era una ley que pretendía amnistiar delitos de utilización de menores, posesión de armas explosivos, utilización de medios violentos, tráfico de drogas, que el Tribunal Supremo no consideró legitima, otro de los poderes del Estado. Hollande [François Hollande, presidente francés] acaba de prorrogar el estado de alarma en Francia, está dentro del derecho, dentro de una situación en la cual se ha combinado una guerra económica... Porque la historia es memoria, y existió contra Allende [Salvador Allende, expresidente chileno]. Está en documentos desclasificados, no es paranoia, existen por desgracia este tipo de acciones desestabilizadoras, como existió el golpe de estado en 2002. Ante la combinación de eso con la sequía, con violencia paramilitar en la frontera, etcétera, está en la legitimidad de cualquier Gobierno dentro del marco de su Constitución.
P. ¿El Gobierno venezolano está siendo escrupuloso en el respeto de las garantías democráticas, entonces?
R. No tengo yo por qué juzgarlo. Ante una oposición que no acepta el poder constituido, y ante antecedentes de maniobras violentas… Que las dos fuerzas asuman su papel y se entiendan. La oposición no ha tenido nunca la intención de respetar las elecciones.
P. Está juzgando a la oposición, le pregunto también por lo que hace el Gobierno venezolano. ¿Es escrupuloso con el respeto a las garantías democráticas?
R. Hasta ahora, los poderes legítimos de Venezuela, como las atribuciones presidenciales que marca la Constitución pues sí, creo que ha sido adecuadas. Y sobre todo unidos al llamamiento al diálogo que no ha aceptado la oposición.
http://politica.elpais.com/politica/2016/05/18/actualidad/1463600853_839666.html
Pregunta. ¿Qué reflexión hace Izquierda Unida de los últimos acontecimientos en Venezuela?
Respuesta. Siempre hemos mantenido una petición de normalidad multilateral en el marco del Estado de Derecho y de la Carta de Naciones Unidas, que taxativamente habla de la no injerencia en asuntos internos. No se ha informado bien sobre Venezuela. Hay que recordar algunos hitos: el golpe de 2002, apoyado, como dijo el exministro Moratinos, por personal del Gobierno de Aznar, el paro petrolero… La operación Jericó, sobre la que incluso Samper [Ernesto Samper, secretario general de la UNASUR] dio muestras de que había veracidad de intento golpista. Por lo tanto, pedimos que se llame a la calma y que no se intente desestabilizar, dentro del marco de la Constitución votada por todos los venezolanos, con la misma legitimidad que reconocieron en las urnas que las gobernaciones de [Henrique] Capriles o Leopoldo López, o la misma con la que se ha ganado en las últimas elecciones la Asamblea. El Gobierno de Maduro ha llamado varias veces a la negociación. Llamamos a una vía de entendimiento y de respeto a los poderes constitucionales de Venezuela.
P. ¿Da veracidad a la tesis de que hay un intento de golpe de Estado en Venezuela?
R. Está habiendo un desconocimiento por parte de la oposición de que hay diferentes poderes en Venezuela. Están desconociendo los contrapesos. En la Constitución venezolana hay cinco pilares, diferentes a los tres que tenemos en Europa, y se debe respetar la institucionalidad. Cuando hay poderes que intentan ponerse por encima de los otros podemos estamos hablando de no normalidad. Estamos hablando de una desestabilización democrática, por supuesto. Me gustaría que los medios de comunicación de mi país hicieran un poco de investigación. Porque es curioso, al igual que sucede en el Parlamento Europeo, con ocho recientes resoluciones acerca de Venezuela, más que en ningún otro país de la zona, no veo la misma intencionalidad en los medios para echar las culpas al Gobierno cuando, por ejemplo, el Gobierno mexicano de Calderón tiene 24.000 desaparecidos. No veo a los medios de comunicación españoles llamando al derrocamiento del Gobierno mexicano. Y exactamente igual con el golpe de Estado de Honduras. Ahora tenemos un golpe de Estado legal contra Dilma Roussef, estamos en un momento de tensionamiento. Nosotros queremos llamar a la calma.
P. ¿Pero hay un intento de golpe de Estado en Venezuela ahora mismo?
R. Hay un intento de no respetar la institucionalidad que marca la Constitución venezolana al intentar que el legislativo esté por encima de otros contrapoderes que son exactamente igual de legítimos, así que estamos hablando de una desestabilización democrática por supuesto. Por desgracia lo que está es desestabilizando una democracia con muchos problemas como tienen muchas otras. Estamos muy preocupados por si se pueden producir hechos golpistas, la llamada de Capriles [Henrique Capriles, líder opositor] al Ejército para elegir entre la Constitución o el presidente, que es un presidente constitucional, me parece una llamada que en nuestro país debería ser investigada por derrocamiento violento del poder democrático. Podemos estar ante delitos penales, y en Venezuela pasará lo mismo.
P. ¿La desestabilización democrática solo es responsabilidad de la oposición?
R. Absolutamente. El presidente Maduro está intentando negociar en el marco de figuras internacionales para negociar y llegar a acuerdos con la oposición. En 2002, con actores parecidos, la oposición venezolana participó en un golpe de Estado. Por lo tanto, no me fío de esta oposición.
P. ¿Debería Nicolás Maduro someterse al revocatorio?
R. El revocatorio tiene unas normas clarísimas en la Constitución, que tiene que desarrollar el poder electoral, y el poder electoral tiene que verificar las firmas. Ese millón y pico de firmas deben de ser verificadas, si se cumplen los plazos nadie puede negar que haya revocatorio. Lo que no puede haber es un revocatorio ad hoc que quiere la oposición.
P. ¿Maduro no trata de obstaculizarlo, de evitarlo?
R. No, obstaculizarlo es lo que hace la oposición, el poder electoral tiene que comprobar si esas firmas son veraces o no. Y tiene unos tiempos taxativamente marcados. Si tienen demasiada prisa, pues se tendrán que esperar.
P. ¿Es legítimo y procedente el estado de excepción decretado por Maduro?
R. Es legítimo porque el poder presidencial lo puede hacer, es exactamente igual que la ley de Amnistía, que era una ley que pretendía amnistiar delitos de utilización de menores, posesión de armas explosivos, utilización de medios violentos, tráfico de drogas, que el Tribunal Supremo no consideró legitima, otro de los poderes del Estado. Hollande [François Hollande, presidente francés] acaba de prorrogar el estado de alarma en Francia, está dentro del derecho, dentro de una situación en la cual se ha combinado una guerra económica... Porque la historia es memoria, y existió contra Allende [Salvador Allende, expresidente chileno]. Está en documentos desclasificados, no es paranoia, existen por desgracia este tipo de acciones desestabilizadoras, como existió el golpe de estado en 2002. Ante la combinación de eso con la sequía, con violencia paramilitar en la frontera, etcétera, está en la legitimidad de cualquier Gobierno dentro del marco de su Constitución.
P. ¿El Gobierno venezolano está siendo escrupuloso en el respeto de las garantías democráticas, entonces?
R. No tengo yo por qué juzgarlo. Ante una oposición que no acepta el poder constituido, y ante antecedentes de maniobras violentas… Que las dos fuerzas asuman su papel y se entiendan. La oposición no ha tenido nunca la intención de respetar las elecciones.
P. Está juzgando a la oposición, le pregunto también por lo que hace el Gobierno venezolano. ¿Es escrupuloso con el respeto a las garantías democráticas?
R. Hasta ahora, los poderes legítimos de Venezuela, como las atribuciones presidenciales que marca la Constitución pues sí, creo que ha sido adecuadas. Y sobre todo unidos al llamamiento al diálogo que no ha aceptado la oposición.
http://politica.elpais.com/politica/2016/05/18/actualidad/1463600853_839666.html
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