sábado, 22 de enero de 2022

CORRUPCIÓN POLÍTICA. Joaquim Bosch: “Perseguimos en bici a corruptos que huyen en Mercedes”


El magistrado recopila en ‘La patria en la cartera’ la historia de la corrupción en España, analiza sus causas y propone soluciones.

Joaquim Bosch (Cullera, Valencia, 57 años) ingresó en la carrera judicial hace casi dos décadas por vocación. Era el primero en su familia que terminaba los estudios básicos. Publica La patria en la cartera (Ariel), un exhaustivo ensayo sobre la corrupción en España, de la que dice que “solo se conoce la punta del iceberg”.

Pregunta. Una de las tesis del libro es que la corrupción actual tiene su origen en el franquismo, pero luego hay 400 páginas más con los escándalos de los 46 años siguientes. ¿No es mucho para ser inercia de la dictadura?

Respuesta. La responsabilidad es exclusiva de los gobernantes democráticos, pero para entender por qué ha sido tan fácil corromperse en España hay que examinar ese periodo. Las estructuras clientelares del franquismo pasaron a ser estructuras clientelares de los principales partidos.

P. Recuerda que hasta 1997 no se retiraron las monedas con la imagen de Franco y opina que el “pacto de silencio” de la Transición permitió la institucionalización de la corrupción.
R. Cerca de la mitad de los últimos ministros de Franco continuó en política; la otra mitad, en los consejos de administración de las principales empresas del país y lo mismo pasó a todos los niveles: alcaldes, concejales, gobernadores civiles...El partido único del franquismo y los sindicatos verticales se disolvieron, pero sus miles de empleados pasaron a la Administración. Todo ese poso tenía que generar consecuencias. Javier Pradera explicaba que la corrupción fue uno de los costes que tuvo que asumir la democracia como herencia del franquismo. Era muy difícil cuestionar la corrupción de la dictadura, igual que los crímenes y violaciones de derechos humanos cometidos porque implicaba deslegitimar a aquellos que continuaban en política y con los que se estaban realizando grandes pactos de Estado. Hay que agradecer a la Transición que en muy poco tiempo se lograra articular un sistema democrático y una Constitución equiparable a la de los países europeos, pero en esas circunstancias era muy difícil cuestionar las prácticas corruptas de la dictadura y eso explica en gran parte su continuidad.

“Los políticos no tienen toda la culpa. Hay un electorado corrupto”

P. Hasta 2015 no entró en vigor el delito de financiación ilegal de los partidos políticos. ¿Por qué?
R. Por el conflicto de intereses. En líneas generales se mantuvieron leyes que en el franquismo posibilitaron la corrupción en el ámbito de la contratación pública, del nombramiento de altos cargos, las dinámicas clientelares… Las reformas se hicieron tarde y mal. En 1995 se aprobó el código penal de la democracia, muy poco después de los escándalos Naseiro y Filesa. Era el espacio idóneo para regular el problema de la financiación de los partidos políticos, pero no se hizo. La legislación de constatación pública actual, de 2017, se ha aprobado a instancias de una directiva europea. Hay otra que dice que tenemos que proteger a los denunciantes de la corrupción. Nos obligan. Tenemos una cantidad de aforados sin equivalente en países democráticos; los delitos de corrupción son los que más indultos reciben, los órganos que debían vigilar la acción política han sido colonizados... Todo ha favorecido la corrupción.

P. Recopila casos mucho más antiguos que el franquismo, pero subraya que no es lo mismo un Lazarillo que un Roldán, la picaresca que la corrupción...
R. Es habitual asignar esto a razones de tipo cultural, a la picaresca. El Lazarillo de Tormes era un huérfano intentando sobrevivir. Los corruptos tienen un elevado nivel de vida y pretenden vivir mejor a costa de los organismos públicos. Es falso que exista un carácter hispánico que predisponga a la corrupción. Esto es un problema de configuración de las instituciones. En el sigo XIX no había grandes diferencias entre la corrupción en España y en Dinamarca. A finales del siglo XIX y durante el siglo XX hay un proceso de democratización y mejora de las instituciones en los países europeos, pero España se queda rezagada primero con la Restauración, luego con la tentativa de reformismo democrático de la II República, frenada por el golpe de Estado y con la corrupción general del franquismo. Cuando tengamos un sistema de solidez institucional como el de Alemania, Dinamarca o Suecia, si seguimos teniendo corrupción podremos echar la culpa a la sangría, la paella o la siesta, mientras tanto, no.

P. O sea, que no existe un gen corrupto ni siquiera en el caso de todos los Borbones poco ejemplares que cita en el libro.
R. Casos como el de la regente María Cristina, Alfonso XIII o las acusaciones actuales contra el rey emérito obedecen al sistema institucional, a una figura como la inviolabilidad, a la falta de transparencia y de rendición de cuentas. Si el problema fuera genético no tendría solución, pero afortunadamente, no es cultural. Y lo demuestran países que en el pasado tuvieron muchos problemas y hoy lideran los indicadores internacionales de control de la corrupción.

P. Botsuana, por cierto, ha llegado a estar en niveles de percepción de la corrupción más bajos que España. ¿Es una distorsión?
R. España está ahora en los indicadores internacionales en la franja de Taiwan, Botsuana, Costa Rica o Chile. Esos países hace años estaban peor, pero hicieron un esfuerzo de reformas. Aquí ha faltado voluntad política.

Es absolutamente imposible juzgar en plazos razonables los casos de corrupción con los instrumentos que tenemos.

P. ¿Se ha robado por encima de nuestras posibilidades?
R. Sí. La corrupción nos cuesta al año miles de millones de euros, cantidades muy superiores a las del rescate bancario, por ejemplo. Economistas que han analizado el fenómeno nos dicen que si no hubiera habido esos niveles de corrupción cuando murió Franco España estaría hoy en una renta per cápita cercana a la de Finlandia y por encima de la media de la Unión Europea. Un estudio financiado por el BBVA indica que si se aplicaran las reformas institucionales necesarias nuestro país podría conseguir en pocos años un incremento importante del PIB. Los indicadores de potencial de productividad, formación y capacidad económica de España no son muy diferentes a los de países como Francia o Alemania; lo que nos diferencia, lo que nos falla, es la organización de nuestras instituciones.

P. ¿A qué países o qué reformas debería imitar España?
R. Está casi todo bastante inventado: infraestructuras éticas, controles internos, mecanismos que aporten medios para perseguir y condenar la corrupción, transparencia en la actuación pública y un funcionamiento democrático de los partidos políticos son los factores que consiguen tener la corrupción en límites bajos. En todos esos ámbitos queda mucho trabajo por hacer pero es perfectamente realizable si hay voluntad política.

P. Habla también de un “electorado corrupto”, que consiente o incluso aplaude esas prácticas. Pero la clase política aparece señalada desde hace años en el CIS como uno de los principales problemas del país.
R. En todos los estudios europeos, España está en los lugares más bajos de confianza en la clase política. Esa percepción tiene mucho que ver con la corrupción, pero no se puede echar toda la culpa a los políticos o exculpar completamente a la ciudadanía, que también tiene responsabilidades. Hay alcaldes implicados en corrupción que han sido reelegidos reiteradamente. Ese electorado apoya la corrupción porque cree que le beneficia o porque considera que no es importante. Y en este ámbito también se debe trabajar institucionalmente generando infraestructuras éticas, en el ámbito educativo, para hacer valer la importancia de que la política sea honesta para el conjunto.

P. ¿Faltan mecanismos de control también en la judicatura? ¿Tiene medios suficientes para detectar abusos o incluso trastornos en los jueces?
R. Una característica peculiar de la corrupción en España es que, a diferencia de otros países, es fundamentalmente política. No la hay apenas en las fuerzas de seguridad, en la Administración o en la judicatura… Está muy concentrada. Aquí hay comunidades autónomas donde han sido condenados o investigados el presidente, los consejeros, los presidentes de Diputación, los alcaldes de las principales ciudades... Eso se debe a secuelas del franquismo y a cómo se configuraron luego los partidos políticos y el enorme poder que han tenido. En la judicatura, afortunadamente, ha habido muy pocos casos de corrupción y han tenido condenas conocidas. La judicatura tiene recursos suficientes para detectar situaciones anómalas o problemas de salud mental y hay planes en marcha para mejorar en ese aspecto. Nuestro gran problema es la falta de medios. Es absolutamente imposible juzgar en plazos razonables los casos de corrupción con los instrumentos que tenemos y eso explica que los casos duren diez años, que se genere sensación de impunidad y que muchas veces sea muy difícil conseguir todas las pruebas. A menudo los jueces perseguimos en bicicleta a corruptos que escapan en Mercedes.

P. De los múltiples casos de diferentes etapas históricas que recopila en el libro, ¿Cuál cree que ha sido el más grave?
R. El más grave a partir de los hechos probados en las sentencias es Gürtel porque no es un caso de cuatro manzanas podridas, sino de un eficaz sistema de corrupción que relaciona a la tesorería de uno de los principales partidos con toda una trama de sobornos y adjudicaciones fraudulentas con consecuencias en el ámbito electoral y con manejo de millones de euros de dinero negro. Concurren todo el catálogo de los delitos de la corrupción y los riesgos más importantes para nuestro sistema de integridad institucional. También es especialmente grave el caso de los ERE en Andalucía porque enlaza con prácticas del franquismo sobre cómo se tejen redes clientelares que favorecen el ejercicio del poder manejando muchísimos millones de dinero público desde espacios institucionales que están diseñados para mejorar la vida de las personas y no para repartir prebendas masivas.

P. ¿La corrupción es como los alijos de droga, que solo se detecta un pequeño porcentaje?
R. La corrupción conocida es solo la punta del iceberg. Existen auténticas tramas organizadas con ingeniería financiera que desvían el dinero a paraísos fiscales y saben hacer desaparecer el rastro del delito. El porcentaje que llega al juzgado es muy pequeño comparado con la corrupción existente.

https://elpais.com/espana/2022-01-19/joaquim-bosch-perseguimos-en-bici-a-corruptos-que-huyen-en-mercedes.html

viernes, 21 de enero de 2022

LIBROS. El gran libro de la conciencia estadounidense. Se reedita en español ‘La otra historia de Estados Unidos’,

‘La otra historia de Estados Unidos’, la obra más influyente del historiador Howard Zinn, favorito de Bob Dylan, Ben Affleck o Matt Groening.
                                                           

 Primero fue un libro modesto; luego, uno de culto entre universitarios; después, un superventas; y, finalmente, una obra influyente como pocas en la historia estadounidense. La otra historia de Estados Unidos, el libro escrito por el historiador Howard Zinn (Nueva York, 1922- Santa Mónica, 2010), guarda todos los elementos del triunfo de los ignorados, la misma esencia a la que apela esta obra fundamental sobre los acontecimientos del pueblo estadounidense. Con ingenio y un profundo sentido crítico Zinn fue capaz de dar la vuelta a la historia oficial gracias a que aplicó una visión de abajo arriba sobre los hechos que marcaron a la nación de George Washington desde su fundación y adoptó el punto de vista de los explotados y perdedores política y económicamente.

Howard Zinn: "La Constitución de EEUU se creó para servir a los poderosos"
La otra historia de Estados Unidos se publicó en 1980. Fue un libro de tapa dura de apenas unos miles de ejemplares. La editorial HarperCollins apenas apostó por él, sin ninguna promoción, a pesar de que su autor era un profesor que ya causaba furor entre sus estudiantes del Spelman College y la Universidad de Boston. En pocas semanas se agotó. Alumnos y exalumnos acudieron en tromba a por él. Sin embargo, no se reeditó. La editorial esperaba que podía haber devoluciones y tenía otras prioridades internas. Finalmente, el editor de Howard Zinn, Hugh Van Dusen, convenció a HarperCollins para reimprimirlo en una edición popular y asequible. El libro se empezó a vender sin parar. Se convirtió en un fenómeno editorial, pero algo más importante: fue un referente cultural. A día de hoy, lleva casi tres millones de ejemplares vendidos y ha sido traducido en 20 idiomas.

Uno de esos idiomas es el español. Las Otras Voces, una pequeña editorial alternativa, lo editó en 1997, pero quedó descatalogado. Ahora, Pepitas de Calabaza lo ha rescatado en un formato de tapa dura en el que añade un prólogo de Anthony Arnove, escritor y productor que trabajó con Zinn en el documental The People Speak, una mirada a Estados Unidos a través de temas como la guerra, las clases sociales, la raza o los derechos de las mujeres. Arnove también colaboró en un interesante libro de entrevistas al historiador fallecido, quien sirvió de inspiración para muchos académicos, escritores y pensadores en Norteamérica. “Cambió radicalmente la forma en que millones de personas entendían la historia”, afirma Arnove en su prólogo.

Zinn, quien quedó marcado en la adolescencia por leer las obras completas de Charles Dickens, era el Woody Guthrie de los estudios históricos. De hecho, le admiraba incondicionalmente. Como el aguerrido músico que recorrió el país de costa a costa para combatir a los fascistas y los explotadores capitalistas y cantar a los perdedores de la Gran Depresión, Zinn, que se reconocía activista desde que participó en la lucha de los movimientos civiles, era una mente brillante que guardaba un fuerte compromiso con la realidad. “No debemos aceptar la memoria de los estados como cosa propia. Las naciones no son comunidades y nunca lo fueron. La historia de cualquier país disimula terribles conflictos de intereses entre conquistadores y conquistados, amos y esclavos, capitalistas y trabajadores, dominadores y dominados por razones de raza y sexo”, escribía en el primer capítulo de La otra historia de Estados Unidos dedicado a la llegada de Colón a Norteamérica, un texto que sirvió para elaborar el argumento de un capítulo de Los Soprano, donde se ve en primer plano el libro de Zinn. No fue su única referencia en las pantallas: Matt Damon incluyó una escena en El indomable Will Hunting en la que Ben Affleck lo cita como “un libro que te dejará boquiabierto” y Matt Groening lo hace visible en un episodio de Los Simpsons.

De alguna forma, Zinn tenía algo de personaje contracultural y, por eso, fue boicoteado por el entorno universitario más conservador. No pudieron con él. Su pensamiento era inquebrantable y enlazó también muy bien con algunas de las voces más independientes de la música norteamericana. Bob Dylan, tan esquivo para cualquier llamada, no dudó en participar en The People Speak para aportar su visión sobre las grietas del sueño americano. También lo hicieron Bruce Sprinsgteen, Ry Cooder, Taj Mahal, Alisson Moore, Pink, Van Dyke Parks o John Legend. A su muerte, el mismo día que la de JD Salinger, Eddie Vedder, de Pearl Jam, declaró que “fue una continua fuente de inspiración”. Y Willie Nelson señaló: “Esperaba que una vez que la gente entendiera que tiene el poder de cambiar las cosas, las cambiara”.

La otra historia de Estados Unidos es el gran libro de la conciencia norteamericana. Con prosa ágil y el uso de documentos de la época a modo de testimonios entre libros, manifiestos, poemas, películas, canciones o cómics, es una brillante y conmovedora historia del pueblo desde el punto de vista de los desfavorecidos. Y lo es desde el mismo origen de la nación en la Guerra de la Independencia. “La casta dirigente blanca encontró una artimaña: el lenguaje de la libertad y la igualdad para afrontar una revolución contra Inglaterra, y así reunir los blancos suficientes para desarticular más alianzas como la de la rebelión de Bacon”, escribe Zinn. Una rebelión que en 1676 aterró a la casta colona porque los esclavos negros y criados blancos pobres se unieron por primera vez ante la injusticia, que quedó registrada en la laureada Declaración de Independencia: “Algunos americanos fueron claramente excluidos del círculo de intereses, como los negros, los indios y las mujeres”.

De principio a fin, el libro está atravesado por la mirada solidaria hacia todos los excluidos. “La esclavitud africana carecía de dos de los elementos que hacían de la esclavitud americana la forma más cruel de esclavitud de la historia: el frenesí de beneficio ilimitado que nace de la agricultura capitalista y la reducción del esclavo a un rango infrahumano con la utilización del odio racial”, afirma Zinn. La igualdad racial es una constante en su visión. También los derechos de las mujeres, a las que dedica un valioso capítulo sobre el movimiento feminista: “El control de las mujeres en la sociedad era ingeniosamente efectivo. No lo ejercía directamente el estado. En su lugar se utilizaba a la familia: los hombres para controlar a las mujeres, las mujeres para controlar a los niños. Todos debían preocuparse por ejercer la violencia hacia los demás cuando las cosas no iban bien”.

Y, con todo, este recorrido hasta el siglo XXI -Zinn añadió capítulos en las numerosas reediciones hasta el 11-S y la lucha contra el terrorismo-, es especialmente deslumbrante en repensar la identidad estadounidense desde la desigualdad, fijándose en obreros, sindicatos y todo tipo de trabajadores explotados. Fue extraordinariamente profético sobre lo que llamó “el 99%” frente al “1%” muchos años antes de que el movimiento Occupy Wall Street popularizara esos términos. Como escribió The New York Times Book Review sobre el libro: “Zinn supo invertir las áreas de las sombras y las luces de la historia”. Y lo hizo hasta conseguir que la resistencia y la insumisión fueran concebidas en la conciencia histórica de su país.

https://elpais.com/cultura/2022-01-19/el-gran-libro-de-la-conciencia-estadounidense.html


jueves, 20 de enero de 2022

_- BACTERIAS. Una mujer supera una de las peores infecciones conocidas gracias a un tratamiento con virus.

_- Científicos y médicos describen cómo salvaron a una ciudadana belga herida en un atentado de una bacteria resistente a todos los antibióticos

El 22 de marzo de 2016 Karen Northshield —de 30 años— estaba en el aeropuerto de Bruselas cuando estalló una bomba a pocos metros. Era un ataque terrorista islamista en el que murieron 35 personas incluidos tres de los suicidas autores de la masacre. Hoy se publica el asombroso relato científico de cómo Northshield consiguió salvar la vida. Fue gracias a un tratamiento experimental con virus que permitieron acabar con una infección por una bacteria que se había vuelto resistente a todos los antibióticos, un problema global que cada año mata a más de un millón de personas en todo el mundo.

Tras la explosión, Northshield fue trasladada de urgencia al Hospital Erasmo de la capital belga. Su corazón ya no latía. Los médicos consiguieron reanimarla. Le amputaron parte de la cadera e hicieron una intervención de urgencia para salvarle la pierna. Cuatro días después, cuando la situación parecía estabilizada, empezó el verdadero infierno: una bacteria de la especie Klebsiella neumoniae había infectado su muslo izquierdo y no respondía al tratamiento con ninguno de los antibióticos existentes. Los médicos se dieron cuenta de que aquel microbio podría ser más peligroso para la vida de Northshield que la bomba que casi la mata.

La bacteria que había infectado a esta paciente forma parte de ESKAPE, el grupo con las seis especies de microbios resistentes a antibióticos más peligrosas, según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos microorganismos suponen una de las principales amenazas para la salud global. La OMS calcula que estas infecciones que se ceban en pacientes hospitalizados matarán a 10 millones de personas al año en 2050. Son tres veces más muertes que todas las que causó la covid en 2020.

“Yo estaba de guardia en la UCI cuando llegó esta paciente y me encargué de ella durante tres años, dos de tratamiento y uno de rehabilitación”, recuerda la médico Anaïs Eskenazi, primera autora del estudio en el que se describe al detalle cómo consiguieron curar a Northshield. El relato es escalofriante: cinco operaciones, incluidas la extirpación de parte del estómago y el bazo, autotrasplantes de tejido y finalmente esa infección que no desapareció durante cuatro meses de tratamiento con todos los antibióticos existentes.

Tras unos meses de dudas, el equipo médico decidió recurrir a un tratamiento experimental que suele usarse como último recurso: usar virus especializados en matar bacterias para combatir la infección. Había primero que buscar los mejores virus contra esta bacteria, algo que no es sencillo, pues los virus bacterianos, o fagos, son la entidad biológica más numerosa de la Tierra.

“Estos virus están en todas partes, en los intestinos, en la garganta, en la piel, hay 10 veces más fagos que bacterias”, explica Jean-Paul Pirnay, biólogo molecular del Hospital Militar Reina Astrid de Bélgica. Pirnay dirige el grupo más avanzado de Europa en el uso de estos para combatir infecciones bacterianas imposibles de vencer solo con antibióticos. El experto recurrió al Instituto Eliava de Georgia, que lleva más de un siglo aplicando la terapia de fagos contra infecciones. Es una herencia que se remonta a la Unión Soviética, donde floreció esta técnica en la II Guerra Mundial, en especial durante horribles batallas como la de Stalingrado, recuerda Pirnay.

El equipo analizó el genoma de la bacteria que infectaba a Northshield y comenzó a buscar un fago capaz de matarla. Lo encontraron en agua de una alcantarilla. Tras preparar los virus para la terapia se le administraron a la paciente directamente en la zona infectada.

La terapia combinada de fagos y antibióticos eliminó la infección por completo, según relata este martes el equipo médico en Nature Communications. Tres años después del tratamiento Northshield ya puede andar de nuevo con la ayuda de muletas e incluso participa en eventos deportivos, tal y como ella misma ha relatado en el libro Dans le souffle de la bombe (En la onda expansiva), publicado en francés el año pasado.

“Este es uno de los tratamientos más prometedores contra las bacterias resistentes”, resalta Eskenazi. Estos microbios suelen acumularse en finas capas adheridas a materiales de cirugía o tratamiento, como las prótesis coronarias o las sujeciones metálicas fijadas a los huesos rotos de Northshield. “Un equipo de la Universidad de Leiden, en Holanda, creó esas mismas películas en el laboratorio y demostró que la terapia combinada de fagos y antibióticos conseguía eliminar la infección mucho mejor que estos tratamientos por separado”, detalla Eskenazi.

Parte del éxito se debe al “entrenamiento de los fagos”, explica Pirnay. Esto consiste en dirigir la evolución de estos virus cultivando una generación tras otra junto a las bacterias que infectan al paciente. En cada ronda se seleccionan los virus que más bacterias matan y se pasa a la siguiente. El resultado es una tropa de élite contra ese patógeno en concreto. “Los fagos son inofensivos para las personas porque llevamos evolucionando junto a ellos durante millones de años. El único inconveniente de este tipo de terapia es su especificidad; para cada bacteria hay que encontrar el fago que puede combatirla”, detalla Pirnay.

En los últimos años, el equipo de Pirnay ha tratado con fagos a más de 100 pacientes en 12 países, incluido uno en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla. Era un hombre de 58 años que llevaba un año con una infección sanguínea causada por Pseudomonas aeruginosa, otra de las bacterias del grupo más peligroso.

Los médicos solicitaron a Pirnay un preparado de fagos y se lo aplicaron al paciente, que superó la infección, explica María del Mar Tomás, experta en fagos del Hospital Universitario A Coruña, que participó en el tratamiento de este paciente. “Los fagos consiguen que las bacterias dejen de ser resistentes a antibióticos”, detalla la microbióloga. “Los virus bacterianos atacan las mismas dianas moleculares que usan las bacterias para evitar el efecto de los antibióticos. Si primero administras fagos y después antibióticos, bloqueas su resistencia y las infecciones remiten”, señala.

Pilar Domingo Calap es una cazadora de fagos. “Los encontramos en cualquier sitio, aguas residuales, acequias, suelos, incluso en las plantas del centro de la ciudad”, explica esta microbióloga del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas de Valencia. Su laboratorio ha encontrado más de 200 tipos de fagos capaces de combatir K. pneumoniae. También trabaja en casos específicos de unos pocos pacientes con infecciones resistentes, por ejemplo un chaval con fibrosis quística que está esperando un trasplante doble de pulmón y que sufre una infección resistente a antibióticos, explica.

Estas terapias están aún dando sus primeros pasos y su aplicación generalizada es complicada, explica Domingo. “En Europa en general, salvo en los países del Este, no está regularizado el uso de fagos en clínica. Es necesaria una legislación concreta para poder utilizarlos de forma rutinaria. En Francia o Bélgica los gobiernos ya están invirtiendo en estas terapias experimentales, aunque todavía queda mucho camino por recorrer para su regularización. En España solo se permite como tratamiento compasivo. Desde la Red Española de Bacteriófagos estamos intentando que la Agencia de Medicamentos nos permita regularizar su utilización”, detalla.

https://elpais.com/ciencia/2022-01-18/una-mujer-supera-una-de-las-peores-infecciones-conocidas-gracias-a-un-tratamiento-con-virus.html#?rel=lom

miércoles, 19 de enero de 2022

_- Bondad anónima

_- No conozco ningún otro signo de superioridad que la bondad. Beethoven (1770-1827) 

Decía Ernesto Sábato que “en la bondad se encierran todos los géneros de la sabiduría”. Es cierto. He abierto el artículo con esta cita porque hay mucha gente que identifica al bueno con el tonto, al generoso con el ingenuo, al altruista como estúpido. “Es tan bueno, que parece tonto”, se dice. El inteligente solo mira por sí mismo. Es necesario llegar a descubrir con Platón que “buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro”.

Voy a contar algo que ha pasado hace unos días. Explicaré dónde y qué. Hay un supermercado de Mercadona en una barriada de Málaga que se llama El Palo. Yo fui paleño durante ocho años. Y todavía conservo el ático en el que viví. Muchas veces iba a comprar a ese supermercado que se encuentra a pocos metros de mi vivienda. Y hoy en día, aunque ahora vivo en La Cala del Moral, acudo algunas veces a él por comodidad o por nostalgia.

Pues bien, en estas navidades, me han enviado una noticia que me ha llamado la atención. Y que ha tenido lugar en ese Mercadona de El Palo. Una señora mayor (84 años contantes y sonantes) deposita su compra sobre la cinta y contempla cómo la cajera va pasando los diversos productos por el lector óptico. Cuando la cajera termina le dice el total (62 euros) que tiene que abonar y le pregunta si va a pagar con tarjeta. La respuesta de la anciana es afirmativa. Saca de su bolso una cartera, extrae la tarjeta bancaria y la introduce por la ranura del datáfono. Cuando marca el pin, comprueba que hay un error. Vuelve a introducir otro número y se repite el rechazo. La señora se pone muy nerviosa porque ve que la gente de la cola empieza a impacientarse.

Llama por teléfono a su hijo con el fin de que la ayude a recordar el pin de su tarjeta. Pero el hijo no responde a la llamada porque, como se ha sabido después, se encuentra visitando a su hermana, ingresada en un Hospital y, en ese momento, está hablando con los médicos. La señora, desbordada por la situación, se echa a llorar desconsoladamente.

Encuentra en su bolso 15 euros y cuando le va a decir a la cajera que deje solo productos que puede pagar con el dinero que lleva, esta le dice para su sorpresa:

Señora, puede llevárselo todo. Ha pagado su cuenta ese joven con jersey marrón que está atravesando la puerta de salida.
Lo que más me ha llamado la atención de esta historia es que el joven se fuese sin decirle a la señora que él se había hecho cargo de su cuenta. Lo cual significa que no se trata de un préstamo sino de una donación, ya que no espera recuperar ese dinero. Pero, sobre todo, su retirada silenciosa muestra claramente que no pretendía conseguir el reconocimiento de la desconsolada compradora. Esa persona hizo buenas las palabras de Séneca: “La mayor recompensa de una buena acción es haberla hecho”.

La noticia ha tenido más relevancia porque la señora ha resultado ser la madre del conocido chef Chicho Marín, que busca al joven benefactor con un tuit que se ha hecho viral. Dice así: “Almas buenas. Gracias a la persona que hoy, con tanta generosidad, le ha pagado la compra a mi madre al ver que no se acordaba del pin. Si lees esto me gustaría poder pagártelo. Gracias de corazón. Ha llorado mucho por su impotencia ante la falta de memoria”. Que yo sepa, el generoso y anónimo donante no se ha presentado, sea por no conocer el reclamo del hijo, sea porque desea mantener el anonimato. En una llamada al supermercado acabo de comprobar que no se ha sabido nada más del joven donante.

Creo que hechos de este tipo, deberían ocupar obligatoriamente la cabecera de los periódicos, de los telediarios y de los informativos de la radio. ¿Por qué suelen ser noticia los escándalos financieros, los robos de bancos, los timos más diversos en los que el interés de algunos conlleva el daño de los demás…?

Si fuese obligatorio abrir las noticias con hechos de este tipo podríamos tener otra imagen sobre la realidad, sentir más seguridad en las casas y en la calle, ideas que podríamos imitar, un mayor optimismo sobre el futuro de la especie… Pero no. Una noticia llamativa es una desgracia, un delito, un robo, un atentado, una violación, un secuestro, un atraco, un asesinato…

Hace ya algunos años leí el libro “El poder de la bondad”, de Piero Ferrucci. Lo he recuperado ahora de la biblioteca. Dice el autor en las primeras páginas: “Ningún periódico publicará mañana la noticia de una madre que leyó a su hijo un cuento para que se durmiera, o de un padre que le preparó el desayuno a su hija, o de alguien que nos ha escuchado con atención, de un amigo que nos ha ayudado, o de un extraño que nos ha llevado la maleta…”.

Estoy seguro de que son más numerosos los hechos marcados por la generosidad, por el amor, por el respeto, por la honestidad, por la confianza, por la empatía, por el perdón, por la gratitud, por la humildad, por la paciencia, por la comprensión, por la bondad, que aquellos que muestran la perversión o la maldad de los seres humanos.

Las personas bondadosas son más fuertes y están destinadas a vivir una vida más interesante, más larga y más satisfactoria que las personas que carecen de esta cualidad. Sharon Salzberg, en su maravilloso libro Loving Kindness, cita la forma en que Buda enumera los beneficios de la bondad. Si una persona es bondadosa dormirá con facilidad, se despertará con alegría, tendrá sueños agradables, la gente le querrá, los animales le amarán, los devas (seres celestiales) le protegerán, los peligros externos no le lastimarán, lucirá un rostro radiante, su mente será serena, no morirá en un estado de confusión, renacerá en un ámbito feliz.

La bondad beneficia a los destinatarios de esa actitud pero también a quienes son bondadosos. Hay un refrán español que siempre me ha parecido pesimista y mezquino: “por la caridad entró la peste”. A veces, por ser generosos, nos vemos perjudicados. Dice Piero Ferrucci en el libro citado: “El auténtico beneficio de la generosidad, para quien la ofrece, no es un beneficio material sino una revolución interior. Nos volvemos más fluidos, más dispuestos a arriesgarnos. Concedemos menos importancia a los bienes materiales y más a las personas. Y los límites entre nosotros y los demás son menos radicales, de forma que nos sentimos parte de un todo en el que es posible compartir recursos, emociones y nuestro propio ser”.

La bondad debe ejercerse con alegría. Cuando necesitamos ayuda nos gusta recibirla de alguien que se alegra de brindarla y no de quien se sacrifica al hacerlo. La alegría y el buen humor son componentes básicos de la bondad. Decía Ernest Heminguay: “La gente buena, si se piensa un poco, ha sido siempre gente alegre”.

Desde que Norman Cousins se curó a sí mismo de espondilitis anquilosante (artritis crónica, AS por sus siglas en inglés) viendo vídeos de los hermanos Marx han proliferado los estudios sobre los efectos sanadores del humor, que tiene otras virtualidades, por empleo, fomenta nuestra creatividad. Los sujetos que acababan de ver una película cómica resolvían un problema práctico mejor que quienes no la habían visto. También se ha comprobado que el sentido del humor pose la facultad de aliviar el dolor físico, de reducir el estrés, de reforzar el sistema inmunitario y de disminuir la presión sanguínea. Me gusta decir que el humor es un forma de bondad.

Fuente: El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra.

martes, 18 de enero de 2022

Réquiem de John le Carré por un mundo acabado.

La novela póstuma del maestro de los libros de espionaje alberga un reguero de claves sobre su mirada decepcionada a la sociedad británica. “El país en el que creyó se estaba evaporando”, cuenta su hijo Nick.

Un caballero inglés que se deja caer por una nueva librería de pueblo y que entabla amistad con su dueño hasta el punto de sugerirle una comunidad en torno a los clásicos podría ser tan entrañable como parece, salvo —¡cuidado!— en una novela de John le Carré. El viejo maestro de las novelas de espionaje, fallecido de neumonía a los 89 años hace 13 meses, no nos abandonó a nuestra suerte sino que dejó sembradas sorpresas. Y la más importante de ellas sale ya a la luz: Proyecto Silverview (Planeta) es su obra póstuma, un auténtico réquiem por ese mundo británico que ha descarrilado. La novela guarda claves de su pensamiento decepcionado y de una concepción de la lealtad aferrada a los principios por encima de cualquier imposición. Como El Cid, Le Carré seguirá ganando guerras después de su muerte.

Una novela póstuma, último misterio de John le Carré
“Es un réquiem por el servicio de inteligencia tal y como él lo había descrito hasta entonces”, cuenta su hijo más joven, Nick Cornwell, por videoconferencia desde Londres. “En todas sus novelas siempre quedaba alguien íntegro como Smiley que hacía lo que había que hacer, capaz de llevar el Santo Grial y sacar el mundo adelante en medio de una catástrofe. Y en esta novela ya no queda nadie. Creo que mi padre encontró esa idea muy difícil cuando la escribió y que esa es una de las razones por las que la guardó”.

Tres años antes de morir, David Cornwell, al que todos conocemos como John le Carré (1931-2020), encargó a su hijo Nick que se hiciera cargo de sus obras si quedaba algo inacabado. Hay fragmentos, hay artículos o material que siguen en revisión, pero lo más completo y coherente que dejó sin publicar fue esta novela de 2014, guardada casi como ese luminoso Santo Grial que solo Smiley podría llevar a su altar. “Estuvo a punto de enviarla para su publicación cuando la terminó y por alguna razón la aparcó. A veces hablaba de retomarla, de trabajarla más, como cualquier escritor. Cuando fui a leerla yo temía que fuera mala pero me encontré que era perfecta: completa, reflexiva, corta como sus primeras obras, contenida, centrada en la hipocresía británica y muy próxima a Una verdad delicada, que es la perfecta destilación de su escritura”, cuenta el hijo. La edición ha sido mínima porque, como asegura su hijo, “él corrió la maratón y yo le di el empujoncito final para que cruzara la meta”. El resultado “es un clásico de Le Carré en todos los sentidos”.

¿Es por tanto un réquiem por Inglaterra?
—Cuando la escribió no era tanto un réquiem como esa música que suena en una película justo antes de que muera el personaje. En 2014 hubo unas elecciones en las que pasó lo contrario de lo esperado, luego vino el Brexit y ahí seguimos, en nuestra decadencia. Es un libro que observa y reconoce el momento en el que todo empieza a torcerse.

Los servicios de espionaje eran para John le Carré una metáfora de la propia sociedad británica, cuenta su hijo. Y el aroma a decepción que traza la novela desde la mirada de ese caballero que frecuenta la librería y que —sí, lo han adivinado— es un viejo espía será indeleble. “El fin de la verdad y la integridad en el servicio de inteligencia se convierte aquí en una acusación al Reino Unido”.

Los (buenos) espías de Proyecto Silverview han perdido la fe en su país y en el servicio de inteligencia; y el libro rezuma esa pelea habitual en Le Carré entre la lealtad a los principios, a los amigos y amores que lo han dado todo, frente a la lealtad a los funcionarios, a la burocracia, a las órdenes frías dictadas tantas veces por la conveniencia política y los intereses oscuros. Y ese sentimiento que plasmó Le Carré en 2014 en estas páginas solo fue creciendo y profundizándose en él al mismo ritmo en que el Reino Unido optó por el Brexit y la distancia del mundo. “El país en el que él creyó”, asegura Nick Cornwell, “se estaba evaporando”.

Y eso no significa que tuviera nostalgia de la Guerra Fría. Él la odiaba por todo lo que se hizo mal en la época que tan bien supo reflejar y, por el contrario, albergó grandes esperanzas en la oportunidad que se abrió a su término: aspiró entonces y creyó posible un futuro de libertad, a salvo de totalitarismos y de unilateralidad, de gran acercamiento a Europa y con soluciones para los más vulnerables, describe Cornwell con gran emoción en su tono. “Toda su escritura es sobre compasión, sobre comunidad. ¿Significa eso que perdió la fe? No lo sé, pero que se desaprovechara esa oportunidad disparó su ira e hizo su escritura más feroz”. De lo que tuvo nostalgia, lo que lamentó, es que el mundo no aprovechara esa oportunidad. “Él siempre miró al futuro, quería un futuro mejor en lugar de un pasado mejor”.

“No hemos cambiado el mundo”, reflexiona uno de los viejos espías que protagonizan Proyecto Silverview. “Creo que yo habría sido más útil en un club juvenil”.

Y ese derrotismo concentrado en el microcosmos de un pequeño pueblo en la costa británica que reúne todos los males del mundo, como describe su hijo, es el sabor que deja la novela en el paladar.

—¿Recibió el reconocimiento que sintió que merecía?
—No creo que ningún autor del mundo crea que le han reconocido como se merece. En el mundo anglosajón y sobre todo en Reino Unido fue interpretado como autor de thriller porque cometió la temeridad de vender libros. Pero solo tenía que viajar y verse fuera para ser acogido como escritor esencial, literario, único para reflejar la Guerra Fría y sus consecuencias.

El libro también es un libro sobre la muerte. La de Deborah, una de las protagonistas, es un retrato premonitorio de la de la propia esposa de John le Carré, fallecida de cáncer apenas dos meses después que él. Pero tras las reflexiones sobre la lucha, la ira y la fragilidad que desencadena la enfermedad se cierra el telón, se vuelve a abrir y llega lo más parecido a la inmortalidad. “Es imposible saber si él será eterno, pero mientras debatamos sobre Guerra Fría, el siglo XX y sus consecuencias en el siglo XXI habrá que hacer referencias a él porque capturó ese momento de una manera única”, asegura Nick. “Su habilidad para detectar historias que con el tiempo se convierten en titulares fue especial, así que concluyo que sí: él estará ahí para siempre”. Su gran legado, si por algo quisiera ser recordado Le Carré, dice, es por la compasión.

Cornwell, cuarto hijo del autor, afrontó las muertes de su padre (en diciembre por neumonía) y de su madre (en febrero por cáncer) en plenas restricciones por la pandemia y por ello no perdona al habitante de Downing Street: “Sí, soy uno de tantos que no pudimos hacer lo que hubiéramos querido haber hecho por nuestros padres en sus últimos días, mientras el primer ministro bebía vino en Downing Street. Por eso estoy enfadado con él”. El episodio de las fiestas de Boris Johnson mientras los ciudadanos sufrían bien podría ser otro capítulo de un libro de Le Carré, pero ese no lo veremos. A cambio, leeremos Proyecto Silverview.

El País. https://elpais.com/cultura/2022-01-13/requiem-de-john-le-carre-por-un-mundo-acabado.html

lunes, 17 de enero de 2022

_- El momento decisivo de la legislatura.

_- Al esfuerzo que han hecho los negociadores del texto por alcanzar un denominador común merece que se le dé una oportunidad de comprobar cuáles son los efectos que surte. Una norma jurídica no se sabe realmente lo que puede dar de sí hasta el momento en que es aplicada

Hasta el momento, a pesar de la enorme turbulencia política y económica casi desde el día en que Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno, la mayoría parlamentaria de la investidura se ha venido consolidando a través del ejercicio de las potestades legislativa y presupuestaria, que son las dos primeras funciones que el artículo 66.2 de la Constitución atribuye a las Cortes Generales. La mayoría de investidura se ha venido confirmando de manera reiterada como mayoría de gobierno, algo que no había ocurrido desde 2016.

En este mes de febrero de 2022 esa confirmación de la mayoría de investidura como mayoría de gobierno se va a ver sometida a una prueba más dura que todas aquellas por las que ha tenido que pasar en estos dos últimos años. El Congreso de los Diputados tiene que convalidar el Real Decreto-ley mediante el cual se ha aprobado la reforma laboral.

Aunque formalmente el Real Decreto-ley ha sido dictado por el Gobierno, todo el mundo sabe que el texto ha sido pactado con los agentes sociales que, conviene recordar, tienen un reconocimiento de su relevancia constitucional nada menos que en el artículo 7 incluido en el Título Preliminar de la Constitución.

Dada la naturaleza del pacto, lo más lógico y apropiado sería que el Real Decreto-ley fuera convalidado sin más, de acuerdo con lo previsto en el artículo 86.2 de la Constitución y que las Cortes no acordaran su tramitación, una vez convalidado, como “proyecto de ley por el procedimiento de urgencia”, posibilidad contemplada en el artículo 86.3 CE.

No creo que haya nadie que esté de acuerdo con lo establecido en dicho Real Decreto-ley al 100%. Ni siquiera los que han participado en la negociación. Pero parece ser, a tenor de las opiniones solventes manifestadas desde su aprobación, que supone una mejora de entidad respecto a la norma aprobada en su día por el Gobierno del PP sin negociación de ningún tipo.

Al esfuerzo que han hecho los negociadores del texto por alcanzar un denominador común merece que se le dé una oportunidad de comprobar cuáles son los efectos que surte. Una norma jurídica no se sabe realmente lo que puede dar de sí hasta el momento en que es aplicada. Esto ocurre con casi todas las normas jurídicas, pero más que en casi todas en una como la que acaba de ser aprobada para la reforma del mercado de trabajo.

Como nada impide que, una vez convalidado el Real Decreto-ley y comprobada si su eficacia es la que los negociadores esperan o no, se pueda proceder a su reforma, debería darse un voto de confianza a los negociadores y posponer la tramitación de un proyecto o una proposición de ley de reforma a la valoración que se hiciera de la experiencia acumulada mediante su aplicación.

Reabrir en sede parlamentaria en abstracto el debate antes de que se haya comprobado a través de la aplicación la eficacia de la reforma aprobada introduciría incertidumbres que se añadirían a las que ya se están generando como consecuencia de la propagación de las nuevas variantes de la Covid-19, el aumento de la inflación, la interrupción de las cadenas de suministros de componentes básicos para la producción industrial…

Cosa distinta es que en el debate previo a la convalidación se pongan de manifiesto cuales son las dudas que la norma suscita y que se pueda alcanzar un compromiso acerca de una rendición de cuentas ante el Congreso de los Diputados acerca de los resultados de la aplicación, a fin de que, si se considera conveniente, se puedan introducir las rectificaciones pertinentes. Se podría extender el compromiso a la fijación de una fecha razonable para el debate de rendición de cuentas.

En alguna ocasión ya he adelantado que la reforma laboral era la exigencia inexcusable de esta legislatura. En pocas semanas tiene que pasar la prueba decisiva.

domingo, 16 de enero de 2022

El Gobierno español rechaza dos Proyectos de Resolución de la ONU condenando el nazismo, el neonazismo y el racismo

Hasta la presente, el socio minoritario del Gobierno de coalición, Unidas Podemos, mantiene silencio.

Se pregunta uno cómo el gobierno de un país que sufrió cuarenta años de dictadura, tras un golpe de estado que dio lugar a una agresión monstruosa al pueblo español, financiada por la oligarquía y ejecutada por una parte del ejército gracias a la ayuda del fascismo italiano y el nazismo alemán, con una represión cruenta que alfombró de muertos las cunetas y llenó campos de concentración y cárceles, que obligó al exilio a miles de españoles y españolas, se abstiene ahora de condenar el nazismo y el neonazismo.

Se pregunta uno cómo el gobierno actual, que se autotitula de izquierdas, que presume de recuperar la memoria democrática facilitando la búsqueda de los represaliados y asesinados por el franquismo, renuncia a condenar el nazismo y el neonazismo.

Escandaliza que un gobierno formado por socialdemócratas, unos más a la izquierda que otros, al menos aparentemente, rechace dos Proyectos de Resolución que fueron objeto de análisis y votación en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el pasado mes de noviembre de 2020.

El primer Proyecto de Resolución (A/C.3/76/L.57/Rev.1) tiene por título «Combatir la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia«.

En este documento podemos leer que: «el neonazismo es algo más que la mera glorificación de un movimiento ya pasado; es un fenómeno contemporáneo con fuertes intereses en la desigualdad racial que ha centrado sus esfuerzos en obtener un apoyo amplio para sus falsas afirmaciones de superioridad racial». Al mismo tiempo, muestra profunda preocupación «por cualquier forma de glorificación del movimiento nazi, del neonazismo y de quienes fueron en su día miembros de la organización Waffen-SS, por medios como la construcción de monumentos conmemorativos y la organización de manifestaciones públicas para glorificar el pasado nazi, el movimiento nazi y el neonazismo, la declaración o el intento de declarar participantes en movimientos de liberación nacional a esos miembros y a quienes lucharon contra la coalición antihitleriana, colaboraron con el movimiento nazi y cometieron crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, y el cambio del nombre de calles para glorificarlos». Finalmente, este primer Proyecto de Resolución insta a los Estados a «declarar como acto punible conforme a la ley toda difusión de ideas basadas en la superioridad o en el odio raciales, toda incitación a la discriminación racial, así como todo acto de violencia o toda incitación a cometer tales actos contra cualquier raza o grupo de personas de otro color u origen étnico, y toda asistencia a actividades racistas, incluida su financiación»

En este primer Proyecto de Resolución, aprobado por 121 votos, España se abstuvo junto al resto de países de la Unión Europea, votando en contra solamente Estados Unidos y Ucrania.

El segundo Proyecto de Resolución (A/C.3/76/L.61/Rev.1) se titula «Llamamiento mundial para la adopción de medidas concretas para la eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia y para la aplicación y el seguimiento generales de la Declaración y el Programa de Acción de Durban«

En este otro documento se exhorta a los Estados a que «honren la memoria de las víctimas de las injusticias históricas de la esclavitud, la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, el colonialismo y el apartheid» y afirma que todos los seres humanos «nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen la capacidad de contribuir de manera constructiva al desarrollo y bienestar de la sociedad y que todas las doctrinas de superioridad racial son científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas y deben rechazarse, al igual que las teorías con que se pretende determinar la existencia de distintas razas humanas», para finalmente reconocer y afirmar que «la lucha mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, así como contra todas sus abominables formas y manifestaciones contemporáneas, es una cuestión prioritaria para la comunidad internacional».

Este segundo Proyecto de Resolución, aprobado con el voto de 125 miembros, contó con el voto en contra del Gobierno de España, haciendo causa común con Alemania, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Israel, Australia, Austria, entre otros.

Si la abstención del Gobierno de España, en la primera Propuesta de Resolución de condena de exaltación del nazismo y el neonazismo, es de todo punto incompresible, el voto en contra de la segunda Propuesta de Resolución para la adopción de medidas para la eliminación del racismo, la discriminación racial y la xenofobia termina de colmar el vaso.

La explicación, si es que la tiene, de la posición del Gobierno más progresista de la historia ante estos dos Proyectos de Resolución de Naciones Unidas, seguramente está en qué país vota en contra de ambos y tiene la capacidad de marcar la política internacional de España sometiéndola a un vasallaje propio de la Edad Media. En ambos casos, son los Estados Unidos.

Hasta la presente, el socio minoritario del Gobierno de coalición, Unidas Podemos, mantiene silencio.

Para la izquierda española que se resiste a claudicar de los principios que son su razón de ser y existir, que le dan el componente de clase imprescindible para luchar por la transformación radical del capitalismo, al que siguen considerando un «sistema criminal e injusto», para esa izquierda que hace de la lucha contra el neonazismo, el fascismo y la discriminación racial una de sus señas de identidad y reivindica la reparación y el reconocimiento de los asesinados y muertos en la lucha contra la dictadura franquista, para la izquierda que encarna y no renuncia a sus principios es intolerable la posición del gobierno de coalición respecto de los Proyectos de Resolución votados en la Asamblea General de la ONU en noviembre de 2021.

Fuente:

sábado, 15 de enero de 2022

El mundo al revés: el disparate Djokovic,

Ninguna sociedad democráticamente constituida debería permitir que se le echase un pulso como está haciendo el tenista al Estado australiano. Que suceda es un indicador de la regresión democrática que avanza desde hace tiempo.

— Australia investiga si Djokovic mintió en su formulario de entrada ocultando un viaje a España

Las autoridades australianas investigan si el tenista serbio Novak Djokovic mintió a su entrada a Australia cuando aseguró que no había visitado ningún tercer país las dos semanas previas, lo que podría conllevar que su visado fuera cancelado de nuevo, según fuentes del Gobierno citadas por medios locales.

Djokovic consiguió este lunes permiso de un tribunal australiano para permanecer en el país a pesar de no estar vacunado contra la COVID-19 tras recurrir la revocación de su visado, aunque el Gobierno australiano sigue teniendo potestad para expulsarlo del país.

Una fuente del Gobierno federal ha confirmado este martes al diario The Sydney Morning Herald que se está examinando la declaración de viaje que el deportista envió para solicitar el visado de entrada gracias a una exención médica por no haberse vacunado contra la COVID-19.

Según el documento, Djokovic marcó la casilla "no" en la cuestión de si había realizado algún viaje durante los 14 días previos a la llegada al país, que tuvo lugar casi en la medianoche del pasado miércoles en un vuelo que partió desde España e hizo escala en Dubai.

El tenista, que según sus documentos médicos aportados estaba infectado con la COVID-19 el 16 de diciembre, pasó la Navidad en Belgrado de acuerdo con las fotografías publicadas en las redes sociales, antes de trasladarse a España, desde donde abordó un avión el 4 de enero con tránsito en Dubái y destino final en la ciudad australiana.

Djokovic aseguró a los oficiales, conforme apunta la fuente, que fue la federación de tenis de Australia, organizadores del Abierto de Australia, la que rellenó el citado documento.

Las leyes australianas consideran como una "infracción grave" una declaración falsa y puede acarrear una pena máxima de hasta 12 meses de cárcel.

Inmigración sigue estudiando su deportación
A su llegada a Australia, las autoridades de inmigración retuvieron al tenista de 34 años, anularon su visado y le enviaron a un hotel donde permaneció aislado hasta el lunes, al considerar insuficientes las pruebas aportadas para lograr una exención médica de vacunación.

Los abogados del tenista apelaron la decisión ante un tribunal de Melbourne que dio la razón al deportista serbio, quien este lunes ya pudo entrenar con libertad para preparar el Abierto de Australia. A pesar de la victoria judicial, el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, podría usar su potestad para revocar el visado de Djokovic y expulsarle del país.

Hawke ha remarcado este martes que sigue considerando "a fondo" si volver a cancelar el visado. En un escueto comunicado de su oficina, subraya que el ministro "está considerando si cancelar el visado de Djokovic" mediante el uso que le concede el artículo 133C(3) de la Ley de Inmigración australiana.

"En línea con el debido proceso, el ministro Hawke considerará a fondo el asunto. Como el problema está en curso, por razones legales es inapropiado hacer más comentarios", apunta el departamento gubernamental, según recoge el canal público ABC.

El tenista serbio ha completado su segunda sesión de entrenamiento mientras espera la decisión del ministro de Inmigración. El balcánico ha peloteado en la pista Rod Laver Arena, escenario en el que levantó hasta nueve títulos de Grand Slam, junto a su entrenador Goran Ivanisevic, según unas imágenes aéreas emitidas este lunes por ABC. 

viernes, 14 de enero de 2022

_- No es el gobierno, es Casado y el PP quienes apoyan a dictaduras.

_- Publicado en Público.es el 26 de noviembre de 2021 

El secretario general del PP, Pablo Casado, recibió hace unos días al dirigente de la oposición cubana, Yunior García, y aprovechó la ocasión, como es habitual en él, para arremeter contra Pedro Sánchez y su gobierno.

Después de la entrevista que mantuvieron, Casado se dirigió al presidente diciéndole que «debe liderar la posición de la Unión Europea para exigir democracia en Cuba», afirmando que en la isla hay «una dictadura terrible con miles de asesinatos y presos políticos».

La existencia de una dictadura en Cuba es una evidencia que no admite discusión, si se considera que lo es cualquier régimen político en el que no haya elecciones libres ni plenas libertades reconocidas a toda la ciudadanía sin distinción. Sin embargo, es mentira que allí se cometan miles de asesinatos y que haya miles de presos políticos.

No hace falta ser un lince para saber que si fuese verdad que allí hay miles de asesinatos, lo estarían denunciando y relatando sin cesar todos los medios de comunicación del mundo «libre». Si basta con que se reprima una sola manifestación en cualquier lugar de Cuba para que se informe de ello en los informativos, ¿cómo se puede creer que haya habido miles de asesinatos sin que se haya dicho nada de ellos durante años?

También es mentira que en Cuba haya «miles de presos políticos». Ya estaría mal que hubiera uno solo pero lo cierto es que no hay miles.

Es muy difícil saber cuál es la lamentable realidad de los presos políticos en todo el mundo. En el caso cubano, tomaré como buenos, sin riesgo de que puedan proceder de una fuente que los oculte, los datos que proporciona la organización Prisioners Defenders. Es una organización no gubernamental anticastrista dedicada a defender los derechos humanos, aunque en realidad centrada en la situación cubana y cuya información suelen asumir como buena el Parlamento Europeo, Naciones Unidas, Amnistía Internacional o el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Pues bien, según esta organización, en noviembre del año pasado había en la isla 137 condenados y presos políticos y en la actualidad esa cifra habría subido a 683, como consecuencia de las detenciones por las movilizaciones que se han llevado a cabo en los últimos meses (el listado completo aquí).

Miente, por tanto, Pablo Casado cuando dice que son miles.

He dicho que un solo preso político me parece mucho, así que no estoy tratando de justificar los que haya en Cuba. Deberían estar en libertad. Lo que quiero señalar porque me parece que es lo importante es que el líder de la derecha española exagera la situación de Cuba mientras que silencia constantemente la vulneración mucho más grave de los derechos humanos que se lleva a cabo en otros países.

Casado y su partido se envalentonan cuando se trata de condenar la falta de democracia en Cuba y se callan ante la represión y falta de libertades mucho más flagrante que se sufre en otros países de los que, por el contrario, se manifiestan como fieles aliados o con los que defienden que se estrechen todo tipo de relaciones.

¿Por qué critica Casado a Cuba y no condena que nada más y nada menos que el Rey Juan Carlos se haya ido a Emiratos Arabes, en donde también hay presos políticos y se tortura a quienes defienden las libertades y los derechos humanos? ¿Por qué Casado y su partido no solo no han condenado sino incluso aplaudido golpes de estado que han acabado con la democracia y las libertades en otros países?

¿No es extraño que se ponga tanto énfasis en la falta de libertades de Cuba y se mienta sobre el número de presos políticos cuando, al mismo tiempo, se calla que en otros países hay cien veces más presos y mucha menos libertad?

Si Pablo Casado y su partido están verdaderamente preocupados por defender la democracia y la libertad en el mundo, ¿por qué no denuncian todos los casos en las que faltan o se violan, en lugar de mencionar siempre los mismos casos?

Si realmente quisieran defenderlas tienen bastante fácil descubrir cuál es su enemigo principal.

La organización independiente Freedom House, tampoco sospechosa de ser proclive a ideas progresistas, elabora un listado de países “no libres”, en los que se carece de democracia y no se respetan los derechos humano. Son los que deberían merecer la condena de cualquier persona que honestamente se proponga luchar a favor de la democracia y los derechos humanos.

Seguir aquí.

jueves, 13 de enero de 2022

Aprendices de brujo. Sobre la polémica de las macrogranjas y el ministro Garzón,

¿Cómo es posible que dos presidentes socialistas de comunidades autónomas hayan actuado de la forma en que lo han hecho, convirtiéndose en altavoces de la falsedad? ¿No se les cae la cara de vergüenza de haber dicho lo que han dicho, convirtiéndose en acólitos de la derecha española? — Los datos que demuestran que las macrogranjas han llevado a España fuera de la legalidad ambiental

Acabo de regresar de la Sierra de las Nieves, en donde he pasado los primeros días de 2022, y nada más llegar me he topado con el escándalo orquestado en torno a las palabras de Alberto Garzón en su entrevista en The Guardian. Tengo que confesar que me ha sorprendido y eso que, después de más de 30 años siguiendo la actualidad política del país y la forma en que se refleja en los diversos medios de comunicación, no es fácil sorprenderse de la distancia que puede existir entre una determinada noticia y la forma en que es transmitida a la opinión pública.

Como es natural, lo primero que hice tras oír primero y leer después la información sobre las palabras de Alberto Garzón, fue acudir a la fuente original y leerlas. Entre lo que el ministro dijo y lo que se está diciendo que dijo hay una distancia tan abismal que resulta imposible entender cómo es posible que el escándalo haya tomado cuerpo.

El contenido de la entrevista carece de interés. En ninguna dirección. Y como las palabras están publicadas unas detrás de las otras, es fácil comprobarlo. El ministro refleja a través de ellas una posición que ha sido mantenida desde hace muchos años por prácticamente todo el mundo que se ha ocupado del tema. No hay novedad alguna digna de mención en la citada entrevista.

Y, sin embargo, lo que se está transmitiendo es todo lo contrario. La información sobre las palabras de Alberto Garzón ha desplazado, por ejemplo, a la información sobre el potencial incremento de la energía nuclear como fórmula para hacer frente a las consecuencias pavorosas del cambio climático, que ha puesto en circulación Ursula von der Leyen. Parecería que la economía española está a punto de sufrir un quebranto irreparable como consecuencia de la entrevista del ministro en The Guardian y no se estuviera jugando nada en la acogida que tenga en la Unión Europea la propuesta de la presidenta alemana de la Comisión Europea.

Si los comentarios sobre la entrevista procedieran exclusivamente de los portavoces de PP y Vox, el escándalo no se habría producido. Sería otra más de las falsedades con las que un día sí y otro también llevan intentando descalificar al Gobierno presidido por Pedro Sánchez antes de que fuera un Gobierno de coalición y mucho más desde que lo es.

Quienes han convertido la entrevista en The Guardian en un escándalo han sido los presidentes de las comunidades autónomas de Aragón y Castilla-La Mancha, que han ejercido de altavoces de la denuncia falsa de los partidos de la derecha española y han hecho suyas la exigencia de dimisión o, en su defecto, de destitución del ministro Garzón.

Tras haber leído las palabras tan tajantes de los dos presidentes socialistas, uno no puede dejar de preguntarse si ambos han leído la entrevista o simplemente han escuchado la interpretación que de la misma han hecho los portavoces de la derecha española. O si habiéndola leído personalmente, han decidido que les interesa coincidir en este punto con la derecha como forma de debilitar al socio del Gobierno de coalición.

Tengo la impresión de que es esto último lo que ha ocurrido. A Javier Lambán no se le han escapado las palabras que ha pronunciado y en las que no solo condena de manera tajante al ministro Garzón, sino que afirma expresamente que no puede continuar de ministro “ni un día más”, con lo que sitúa la pelota no en el tejado del ministro, sino en el del presidente del Gobierno.

Jugar a aprendiz de brujo nunca es bueno en ningún terreno, pero menos en el de la política y más todavía en una coyuntura como la de esta segunda mitad de la legislatura, en la que quedan por resolver temas de una enorme importancia. Sin ir más lejos la convalidación del Real Decreto-ley sobre la reforma laboral.

¿Piensan los presidentes socialistas de Aragón y Castilla-La Mancha que sus palabras favorecen la negociación que tiene que producirse en este mes de enero con los aliados para conseguir la mayoría necesaria para la convalidación? ¿De verdad creen Javier Lambán y Emiliano García-Page que su coincidencia con PP y Vox en la crítica a un ministro del socio del Gobierno de coalición es una garantía de la fiabilidad de dicho Gobierno y de su presidente para las formaciones políticas que lo vienen acompañando desde la moción de censura de 2018 hasta hoy? Si así es como tratan a un socio del Gobierno, ¿qué no serán capaces de hacernos a quienes no somos ni socios?

Y además, con base en una mentira inocultable. Las palabras del ministro Garzón en The Guardian son las que son y no cabe interpretación alguna en términos objetivos y razonables que las aproxime a lo que los portavoces del PP y Vox están haciendo. ¿Cómo es posible que dos presidentes socialistas de dos comunidades autónomas hayan actuado de la forma en que lo han hecho, convirtiéndose en altavoces de la falsedad? ¿No se les cae la cara de vergüenza de haber dicho lo que han dicho, convirtiéndose en acólitos de la derecha española?

miércoles, 12 de enero de 2022

_- El puñado de genios prehistóricos que impulsó la revolución tecnológica de la humanidad (y cuáles fueron sus inventos)

_- Hace medio millón de años algunos individuos ingeniosos inventaron las herramientas que nos permitieron avanzar como especie.

Durante los primeros millones de años de la evolución humana, las tecnologías cambiaron lentamente.

Hace unos tres millones de años, nuestros antepasados fabricaban escamas de piedra astilladas y picadoras rudimentarias. Hace dos millones de años, hachas de mano.

Hace un millón de años, los humanos primitivos a veces usaban el fuego, pero con dificultad.

Luego, hace 500.000 años, el cambio tecnológico se aceleró cuando aparecieron puntas de lanza, la producción de fuego, hachas, cuentas y arcos.

Esta revolución tecnológica no fue obra de un solo pueblo. Las innovaciones surgieron en diferentes grupos (Homo sapiens moderno, sapiens primitivo, posiblemente incluso neandertales) y luego se extendieron.

Muchos inventos clave fueron únicos en su tipo. En lugar de ser inventados por diferentes personas de forma independiente, se descubrieron una vez y luego se compartieron.

Eso implica que algunas personas inteligentes crearon muchos de los grandes inventos de la historia. Y no todos eran humanos modernos.

La punta de lanza
Hace 500.000 años en el sur de África, el primitivo Homo sapiens ató por primera vez cuchillas de piedra a lanzas de madera, creando la punta de lanza.

Las puntas de lanza fueron revolucionarias como armamento y como las primeras "herramientas compuestas", que combinaban componentes.

Las lanzas con puntas de piedra fueron las primeras herramientas que combinaban distintos objetos.

La punta de lanza se difundió, apareciendo hace 300.000 años en África Oriental y Medio Oriente, y luego hace 250.000 años en Europa, manejada por los neandertales.

Ese patrón sugiere que la punta de lanza se pasó gradualmente de un pueblo a otro, desde África hasta Europa.

Prendiendo fuego
Hace 400.000 años, los indicios de fuego, incluidos el carbón y los huesos quemados, se hicieron comunes en Europa, Oriente Medio y África.

Ocurrió aproximadamente al mismo tiempo en todas partes, en lugar de al azar en lugares desconectados, lo que sugiere una invención, luego una rápida propagación.

La utilidad del fuego es obvia y mantener un fuego encendido es fácil. Sin embargo, iniciar una llama es más difícil y probablemente fue la principal barrera.

Si es así, el uso generalizado del fuego probablemente marcó la invención del fuego por fricción: un palo que se hace girar contra otra pieza de madera hasta iniciar la combustión, una técnica que todavía utilizan los cazadores-recolectores.

Curiosamente, la evidencia más antigua del uso regular del fuego proviene de Europa, entonces habitada por neandertales. ¿Los neandertales dominaron el fuego primero? ¿Por qué no?

Sus cerebros eran tan grandes como los nuestros; los usaban para algo, y al vivir los inviernos de la Edad de Hielo en Europa, los neandertales necesitaban el fuego más que el Homo sapiens africano.

El hacha
Hace 270.000 años en África central, las hachas de mano comenzaron a desaparecer, reemplazadas por una nueva tecnología, el hacha de núcleo.

Parecían hachas de mano pequeñas y gruesas, pero eran herramientas radicalmente diferentes.

Rasguños microscópicos muestran que las hachas de núcleo estaban atadas a mangos de madera, lo que formaba un hacha con mango.

Las hachas se extendieron rápidamente por África, luego fueron llevadas por humanos modernos a la península arábiga, Australia y, en última instancia, a Europa.

Ornamentación
Las cuentas más antiguas tienen 140.000 años y proceden de Marruecos.

Fueron hechas perforando conchas de caracol y luego ensartándolas con una cuerda.

En ese momento, el Homo sapiens arcaico habitaba el norte de África, por lo que sus creadores no eran humanos modernos.

Las cuentas aparecieron luego en Europa, hace 115.000-120.000 años, usadas por los neandertales, y finalmente fueron adoptadas por los humanos modernos en el sur de África hace 70.000 años.

Arco y flecha
Las puntas de flecha más antiguas aparecieron en el sur de África hace más de 70.000 años, probablemente hechas por los antepasados de los bosquimanos, que han vivido allí durante 200.000 años.

Luego, los arcos se extendieron a los humanos modernos en el este de África, al sur de Asia hace 48.000 años, a Europa hace 40.000 años y, finalmente, a Alaska y las Américas, hace 12.000 años.

Los neandertales nunca adoptaron los arcos, pero el momento de aparición del arco significa que probablemente el Homo sapiens lo utilizó contra ellos.

Las puntas de lanza y flecha fueron algunas de las primeras invenciones del Homo sapiens.

Comerciando tecnología
No es imposible que la gente haya inventado tecnologías similares en diferentes partes del mundo aproximadamente al mismo tiempo y, en algunos casos, esto debe haber sucedido.

Pero la explicación más simple para los datos arqueológicos que tenemos es que en lugar de reinventar las tecnologías, muchos avances se hicieron solo una vez y luego se difundieron ampliamente.

Después de todo, asumir menos innovaciones requiere menos suposiciones. Pero, ¿Cómo se difundió la tecnología?

Es poco probable que las personas prehistóricas viajaran largas distancias a través de tierras en manos de tribus hostiles (aunque obviamente hubo grandes migraciones durante generaciones), por lo que los humanos africanos probablemente no conocieron a los neandertales de Europa, o viceversa.

En cambio, la tecnología y las ideas se difundieron, transferidas de una banda y tribu a la siguiente, y la siguiente, en una vasta cadena que unió al Homo sapiens moderno del sur de África con los humanos arcaicos del norte y este de África y los neandertales de Europa.

El conflicto pudo haber impulsado el intercambio, con personas robando o capturando herramientas y armas.

Los nativos americanos, por ejemplo, consiguieron caballos capturándolos de los españoles.

Pero es probable que la gente a menudo se limitara a intercambiar tecnologías, simplemente porque es más seguro y fácil.

Incluso hoy en día, los cazadores-recolectores modernos, que carecen de dinero, todavía comercian; los cazadores Hadzabe intercambian miel por puntas de flecha de hierro fabricadas por tribus vecinas, por ejemplo.

Los secretos que guarda la tribu que ha vivido durante 40.000 años en el lugar de origen del homo sapiens

Los Hadzabe de Tanzania son una de las últimas tribus cazadoras-recolectoras del mundo.

La arqueología muestra que ese comercio es antiguo. Se han encontrado cuentas de cáscara de huevo de avestruz de Sudáfrica, de hasta 30.000 años de antigüedad, a más de 300 kilómetros de donde se hicieron.

Hace 200.000-300.000 años, el Homo sapiens arcaico en África Oriental usaba herramientas de obsidiana obtenidas a 50-150 kilómetros de distancia, más lejos de lo que suelen viajar los cazadores-recolectores modernos.

Por último, no debemos pasar por alto la generosidad humana; algunos intercambios pueden haber sido simplemente regalos.

Sin duda, la historia y la prehistoria humanas estuvieron llenas de conflictos, pero entonces, como ahora, las tribus pueden haber tenido interacciones pacíficas (tratados, matrimonios, amistades) y simplemente pueden haber regalado tecnología a sus vecinos.

Genios de la Edad de Piedra
El patrón visto aquí -origen único, luego propagación de innovaciones- tiene otra implicación notable. El progreso puede haber dependido en gran medida de individuos, en lugar de ser el resultado inevitable de fuerzas culturales más grandes.

Considera el arco. Es tan útil que su invención parece obvia e inevitable. Pero si realmente fuera obvio, veríamos arcos inventados repetidamente en diferentes partes del mundo.

Pero los nativos americanos no inventaron el arco, ni los aborígenes australianos ni la gente de Europa y Asia.

En cambio, parece que un bosquimano inteligente inventó el arco y luego todos los demás lo adoptaron.

La invención de ese cazador cambiaría el curso de la historia de la humanidad durante miles de años, determinando el destino de pueblos e imperios.

El patrón prehistórico se parece a lo que hemos visto en tiempos históricos.

Algunas innovaciones se desarrollaron repetidamente: la agricultura, la civilización, los calendarios, las pirámides, las matemáticas, la escritura y la cerveza se inventaron de forma independiente en todo el mundo, por ejemplo.

Ciertos inventos pueden ser lo suficientemente obvios como para surgir de una manera predecible en respuesta a las necesidades de las personas.

Pero muchas innovaciones clave (la rueda, la pólvora, la imprenta, los estribos, la brújula) parecen haberse inventado una sola vez, antes de generalizarse.

Y del mismo modo, un puñado de personas (Steve Jobs, Thomas Edison, Nikola Tesla, los hermanos Wright, James Watt, Arquímedes) desempeñaron un papel enorme en el impulso de nuestra evolución tecnológica, lo que implica que las personas altamente creativas tuvieron un gran impacto.

Eso sugiere que las probabilidades de acertar con una innovación tecnológica importante son bajas.

Quizás no era inevitable que el fuego, las puntas de lanza, las hachas, las cuentas o los arcos fueran descubiertos cuando lo fueron.

Entonces, como ahora, una persona pudo literalmente cambiar el curso de la historia, con nada más que una idea. 

* Nicholas R. Longrich es catedrático de Paleontología y Biología evolutiva de la Universidad de Bath en Reino Unido

https://www.bbc.com/mundo/noticias-59899937

martes, 11 de enero de 2022

Las vacas no dan leche

Es propio de los niños protestar porque la tarta que se han comido ya no siga allí. Los adolescentes creen que alguien les pondrá la tarta delante sin hacer el menor esfuerzo para conseguirla. No solo esperan que aparezca como por arte de magia, sino que lo exigen con vehemencia, como si fuera un derecho. El adulto sabe que tiene que trabajar por conseguir la tarta y que, si la come, desaparecerá de su mesa.

Me preocupa la actitud de algunos jóvenes que han convertido su vida en una plataforma de exigencia y de demandas apremiantes. Quiero esto y lo quiero ya. La frase se repite con machacona insistentica: tengo derecho, tengo derecho, tengo derecho… Claro que tenemos derechos. Y hay que exigirlos.

Pero hay quien vive como si no hubiera obligaciones, como si no hubiera que hacer esfuerzos para conseguir las cosas, como si por “la cara bonita”, todo lo que se necesita debería entregárselo la vida de forma gratuita y sin demora alguna.

Hace poco he leído, en uno de los whatsapps anónimos que te llegan en aluvión, una sencilla y simpática anécdota que me llamó la atención por el título: Las vacas no dan leche. Esta es la historia.

Un campesino, que tenía una importante vaquería, acostumbraba a decirles a sus hijos cuando eran pequeños:

– Al cumplir los 12 años os contaré el secreto de la vida.

Los niños estaban intrigados. ¿Cuál será ese gran secreto? ¿Por qué no lo podemos conocer ya si es tan importante? ¿Quién más lo conoce? ¿Y qué pasa cuando no se sabe ese secreto?

Cuando el mayor cumplió los 12 años, le preguntó ansiosamente a su padre cuál era el secreto de la vida. El padre le respondió que se lo iba a decir, pero que no debía revelárselo a sus hermanos.

– El secreto de la vida es este: Las vacas no dan leche.

– ¿Qué dices, padre?, preguntó incrédulo el muchacho. ¿Cómo que no dan leche? Pues entonces, ¿Qué dan?

– Tal cual lo escuchas, hijo: Las vacas no dan leche, hay que ordeñarlas. Tienes que levantarte a las 4 de la mañana, ir al campo, caminar por el corral lleno de excrementos, ponerles un brazado de cebada y de millo, coger el sacho y raspar el estiércol hasta dejar limpio el alpende, luego atar la cola y la pata de las vacas, sentarte en el banquito, colocar el balde y hacer los movimientos adecuados para ordeñar al animal hasta sacarle toda la leche, si no, no hay leche. Ese es el secreto de la vida, las vacas no dan leche. O las ordeñas o no tienes leche.

Hay una generación que piensa que las vacas DAN leche a todas horas y que esta cae en el cartón que sale del supermercado. Que las cosas son automáticas y gratis: deseo, pido, y obtengo. O ni siquiera pido. Hay quien piensa que las vacas dan la leche. Que las cosas son automáticas y gratuitas. No, la vida no es cuestión de desear, pedir y obtener. Las cosas que uno recibe son el resultado del esfuerzo que uno hace. La felicidad es el resultado del esfuerzo. La ausencia de esfuerzo genera frustración. Es bueno compartir con los hijos, desde pequeños, este secreto de la vida. Para que no crean que el gobierno, o sus padres, o los dioses, por sus lindas caritas van a darles todo cual vaca lechera. No. Las vacas no dan leche. Hay que trabajar por ella.

Además de lo dicho, es preciso alimentar a las vacas, cuidarlas, protegerlas de las inclemencias del tiempo, curarlas cuando están enfermas, cepillarlas para que estén limpias…

A mediados del siglo XX, el compositor español Fernando García Morcillo compuso una canción que todos conocemos y que se titula “Tengo una vaca lechera”. El estribillo se ha hecho muy popular: “Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera, me da leche merengada, ay que vaca tan salada, tolón, tolón”. Aquí añadimos al regalo gratuito, un complemento singular: no es que la vaca de leche, es que, además, da leche merengada. Nos encontramos con un error un error más grave. Porque para tener leche merengada hay que hervir la leche con azúcar, canela y corteza de limón y, una vez enfriado en el congelador, hay que añadir claras de huevo batidas a punto de nieve. Así que la vaca no da leche y, menos, leche merengada. Hay que currárselo.

La canción “Señora vaca” enuncia más donativos generosos de la vaca, pero silenciando todo lo que tenemos que hacer para disponer de ellos: “Señora vaca, señora vaca/ yo le doy gracias por todo lo que nos da/ nos da la leche, el dulce de leche/ y la manteca que siempre le pongo al pan./ También el queso que es tan sano, y un yogour para mi hermano/ señora vaca, usted sabe trabajar”.

Tenemos que esforzarnos para conseguir lo que queremos. Lo mismo digo de los logros sociales. Los trabajadores estamos forzados a defender nuestros derechos laborales, de lo contrario nos quedaremos sin ellos. Y no basta que uno los pida o los defienda. Es preciso que haya unidad y perseverancia para alcanzar lo que se pretende. Un héroe no consigue o mantiene los derechos de forma aislada, aunque arriesgue la vida. Solo la suma de los esfuerzos de todos es eficaz. Recuerdo la película “La ley del silencio”, de Elia Kazan. En un duro conflicto de los trabajadores del puerto de Nueva York soluciona el problema la actitud heroica de un héroe, que interpreta el actor Marlon Brando. Elia Kazan era un director que denunciaba a sus compañeros en la caza de brujas. No iba a filmar una película rica en contenidos sociales. Hace una película tramposa. Presenta a los trabajadores como personas insolidarias, cobardes, miedosas. Nos ofrece una solución falsa.

Nuestros jóvenes no saben valorar algunas veces el esfuerzo que tienen que realizar sus padres para que ellos puedan vivir mientas estudian e, incluso, después de estudiar, ya que no es fácil encontrar trabajo. El porcentaje de paro juvenil en España, roza el cuarenta por ciento, un porcentaje insoportable y vergonzoso.

Decía Sófocles que el éxito depende del esfuerzo. Y el esfuerzo está en nuestras manos, no en las manos de los demás. “Las personas se hacen más fuertes, dice Sidney J. Phillips, al darse cuenta de que la mano ayudante que necesitan está al final de su propio brazo”.

Se necesita esfuerzo perseverante para tener éxito en el estudio, para encontrar un trabajo, para hacer próspero un negocio, para mantener el cuerpo sano, para cultivar las amistades, para superar un fracaso, para alcanzar las metas. No suele llegar el éxito con solo pedirlo, envuelto en papel de regalo. La naturaleza ofrece comida a los pájaros para que alimenten a sus crías, pero no se la echa en el nido.

No se trata de esforzarse por esforzarse. Se trata, a mi juicio, de que el esfuerzo esté bien orientado hacia fines saludables, hacia la consecución de objetivos posibles y exigentes. Quiero decir que no es igual estar motivado para hacer el esfuerzo que ser obligado de manera violenta e irracional a realizarlo. En el interesante libro de Daniel Kahneman “Pensar rápido, pensar despacio acabo de leer: “El placer que encontrábamos en trabajar juntos nos hizo excepcionalmente pacientes; es mucho más fácil esforzarse por encontrar la perfección cuando nunca se está aburrido”.

El presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt pronunció esta frase lapidaria: “¡Suda y te salvarás!”. Te salvarás de la molicie, de la pereza, del aburrimiento, de la inacción, de la abulia, de la irresponsabilidad y del fracaso. Porque, como decía Gandhi: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado; un esfuerzo total es una victoria completa”.

lunes, 10 de enero de 2022

Aníbal Ollero: ‘‘Nuestros pájaros robóticos se podrán comprar dentro de unos años en las tiendas’’


El padre de la investigación en drones en España defiende la importancia de contar con la aceptación de toda la sociedad para poder implementar cambios tecnológicos de gran calado

El Premio Nacional Leonardo Torres Quevedo en el área de Ingenierías de 2021, otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación hace unas semanas, lleva el nombre de Aníbal Ollero. Este sevillano, que prefiere no decir su edad (’'soy un veterano’', aclara), es el padre de la robótica aérea en España. En los años noventa viajó a Estados Unidos para investigar en ese campo y, con los conocimientos adquiridos, de vuelta en Sevilla impulsó el desarrollo de los drones en la universidad de su ciudad. Es responsable del laboratorio de robótica y sistemas inteligentes de dicho centro, que se va a transformar próximamente en instituto, y también es asesor científico del Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales.

En una entrevista realizada por videollamada, explica que, dentro de unas horas, viajará con su equipo a una refinería de Francia donde van a probar uno de los drones que han desarrollado durante los últimos tiempos. Este aparato en concreto permitirá trabajar en tuberías en altura que se encuentran sometidas a corrosión y, por seguridad, debe revisarse el grosor de sus paredes de forma periódica. El robot aéreo va a aterrizar sobre ellas y a rodar mientras realiza mediciones a lo largo de miles de kilómetros (pueden llegar a ocupar unos 40.000, suficientes para dar la vuelta al mundo). Ollero no duda, antes de nada, en defender el papel internacional de Andalucía en general y de la Universidad de Sevilla en particular en el mundo de la robótica aérea. Asegura ser el autor con más publicaciones en este campo a nivel mundial, junto con dos de sus compañeros, que se encuentran en el top 10. 

Pregunta: Cuando volvió de Estados Unidos, ¿en qué estado se encontraba la investigación en robótica aérea en España?

Respuesta: Entonces no había nadie en España trabajando en eso. Había gente que hacía vehículos aéreos no tripulados, pero no existía la robótica aérea. De alguna manera lo impulsamos nosotros. El primer proyecto de la Comisión Europea que coordiné fue de 2002 a 2005. Teníamos una flota de drones de diferentes características y la utilizábamos para la detección y monitorización de incendios forestales. Hicimos unas demostraciones en Portugal. En aquella época fue muy novedoso.

P: ¿Cómo han tratado de impulsar este campo y de involucrar a los estudiantes para que se especialicen en esta área? ¿Ha percibido un aumento en el interés por los drones en los últimos años?

R: Sin duda. Para lograr nuestros resultados hace falta financiación, que sobre todo obtenemos de la Comisión y de las empresas, y en segundo lugar tenemos que tener gente que participe en nuestros proyectos. Por eso, una tarea muy importante es motivar a nuestros alumnos. Uno de nuestros proyectos más importantes es Aerial-Core, en el que aplicamos técnicas de inteligencia artificial para que los drones puedan volar más tiempo y ayuden a los trabajadores en tareas en altura, por ejemplo, y en él hay muchos estudiantes involucrados. Muchas veces las empresas aplican esas tecnologías antes de que acabe el proyecto. El otro gran proyecto es Griffin, con el que estamos intentando desarrollar una nueva generación de vehículos aéreos no tripulados inspirados en los pájaros, que sean capaces de batir las alas y de posarse automáticamente en una cornisa, o incluso en un cable, como hacen las aves. Somos los primeros en el mundo que lo estamos logrando.

PACO PUENTES
P: ¿Cuánto tiempo llevan trabajando en Griffin?
R: Tres años. Y nos quedan otros dos. Confío en que al final de este proyecto estaremos cerca de generar productos que puedan ser vendidos y que, igual que ahora se compran en un supermercado los drones con que trabajábamos hace años, nuestros pájaros robóticos se podrán comprar dentro de unos años en las tiendas.

P: ¿Cómo ve ese futuro más o menos próximo de los pájaros, de los drones de reparto o de los aerotaxis, sobre todo en términos de legislación?
R: Se ha progresado mucho. Cuando nosotros empezamos a hacer esto no había legislación. Estábamos siempre en una zona gris en la que no se podían pedir permisos. Vista la madurez tecnológica y el interés de las empresas, se empezó a legislar en cada país. A principios de este año se puso en marcha una nueva normativa europea. Esto es evidente que se va a necesitar. Para ello, estamos trabajando en incrementar la seguridad de los drones, en integrarlos en el espacio aéreo y en potenciar las infraestructuras en tierra, para que puedan despegar, aterrizar, cargar…

P: ¿Qué le diría a quienes tienen el temor de ver drones volando por las ciudades?
R: Existió en otras épocas una persona que iba con una campana delante de los automóviles advirtiendo que venían detrás, y aquello se consideró una medida de seguridad. Cada vez que se produce un avance tecnológico de gran magnitud se presentan dudas sobre su seguridad. Esta misma cuestión se presenta ahora con los vehículos aéreos no tripulados, hasta que, de alguna manera, pueda madurar no solamente la tecnología, sino también la percepción que se tiene de ella. Nosotros propugnamos que se favorezca el entendimiento y la aceptación del gran público de nuestras tecnologías, y creo que hay que seguir trabajando en ello para no tener que ir como el de la campana.


El País. 

domingo, 9 de enero de 2022

_- ¿Está la "cultura de la cancelación" acabando con el humor?

_- Maureen Lipman una destacada y veterana cómica británica dice que su profesión está en peligro de "quedar aniquilada" por el temor de los comediantes a ofender y ser "cancelados".

La llamada "cultura de la cancelación" es una forma moderna de ostracismo o exclusión contra alguien que se considera que actuó o dijo algo de manera inaceptable.

El individuo "cancelado", generalmente una celebridad, puede ser rechazado socialmente o boicoteado profesionalmente.

Lipman, una galardonada actriz, escritora, cómica y Dama del Imperio Británico, dijo a la BBC que cree que los cómicos están tan preocupados de ofender, que "una revolución" viene en camino.

Sus comentarios coinciden con el resultado de una encuesta en Reino Unido -realizada por la empresa de análisis de mercadeo YouGov- que muestra que más de la mitad de los británicos se autocensuran por temor a ser juzgados.

No obstante, otros cómicos, particularmente de las más jóvenes generaciones, señalan que no se trata de censura sino de establecer límites al discurso discriminatorio y de odio.

El tema está candente no sólo en Reino Unido sino en Estados Unidos y otros países donde los cómicos alcanzan un estatus de estrellas, pero cuyas polémicas rutinas pueden ser blanco de la cancelación.

En conversación con la editora de Cultura de la BBC, Katie, Razzall, Lipman equiparó la cultura de la cancelación con un "castigo".

"Está en todos sitios. Castigo. Ojo por ojo. 'Dijiste eso, así que nunca podrás trabajar otra vez'", expresó. "Tarde o temprano los canceladores ganarán".

Indicó que los cómicos se ven obligados a suavizar el texto de sus rutinas por temor a que alguien en la audiencia se sienta insultado. Declaró que el mundo de la comedia está en peligro de "aniquilación".

Es una predicción dramática. "Algo tiene que ser prohibido para hacerte reír, verdaderamente reírte a carcajadas. (Eso) sucede cuando no deberías estar riéndote", explicó.

"Me temo que todas las cosas que están siendo canceladas por no ser correctas son las cosas que hacen que la gente se ría", se lamentó.

¿Tendrá razón? Muchos cómicos dicen que su industria está en perfecta -y chistosa- forma. Nadie está siendo censurado, aseguran. Y al fin de cuentas, son las audiencias las que deciden qué es cómico y qué es ofensivo. 

El cómico Russell Kane sostiene que hay que diferenciar entre lo que es censura y lo que hoy en día no es aceptable.

Russell Kane, un cómico británico ganador del prestigioso galardón del Festival de Edimburgo, dijo que es un "completo disparate" pensar que los cómicos están sacrificando su arte porque no quieren ser cancelados.

Kane debería saber de lo que habla. Es presentador de un programa de radio en la BBC llamado "Genio Malvado", en el que cada semana toma una destacada figura histórica y, basándose en sus acciones, decide si debería ser salvada o cancelada.

"No creo que nadie está diciendo que no te pueden ofender, nadie está diciéndolo. Lo que están diciendo es que no puedes usar un discurso de odio que pudiera fomentar crimen de género, o crimen de sexo o crimen racial", expresó.

"Se ha dado un contundente y muy necesitado cambio en la conversación sobre género, sobre las actitudes de los hombres hacia las mujeres, sobre el consenso. La sociedad ha evolucionado".

Sin embargo, no cree que él ni sus colegas deberían estar preocupándose de ser cancelados por cosas que pudieron haber dicho en el pasado y que ahora son menos aceptables.

"Me afilié a un sitio web llamado TweetDelete y todos mis mensajes que tengan más de seis meses se han eliminado. Es un poco de protección personal", reconoció. 

Sitios web como TweetDelete pueden reducir las posibilidades de que alguien sea cancelado por declaraciones pasadas que hoy en día pueden considerarse inapropiadas.

"Se están exacerbando las divisiones" Todo el tema de la "cultura de la cancelación" y si realmente existe es contenciosa.

Por un lado, están los que aseguran la existencia de un mundo nuevo, sentencioso y moralizante, particularmente en las redes sociales, que conduce a la censura y compromete la libertad de expresión.

Recientemente, el teatro Old Vic -uno de los más famosos de Londres- informó que no estará montando el anunciado musical "Into the Woods" de Steven Sondeheim, que iba a ser codirigida por Terry Gilliam.

Gilliam, un reconocido artista gráfico, director de cine y miembro de la célebre agrupación cómica británica Monty Python, afirmó en las redes sociales que el Old Vic fue "intimidado" a cancelar la producción por quienes llamó "un pequeño grupo de ideólogos intolerantes y reacios al humor" porque, dijo, él había recomendado a sus seguidores en Facebook que vieran un show del cómico Dave Chappelle. 

Dave Chappelle es uno de los cómicos más famosos de Estados Unidos, pero últimamente ha sido criticado por el contenido de su más reciente show.

Chappelle ha sido acusado de hacer comentarios contra las personas transexuales en un show especial que se transmite por el canal de subscripción Netflix.

El Old Vic asegura que se tomó la decisión de no presentar "Into the Woods" bajo "acuerdo mutuo" y le deseó a la producción "lo mejor en su vida futura". El musical se presentará ahora en el Theatre Royal de la ciudad de Bath, en el oeste de Inglaterra.

Del otro lado de la polémica están los que arguyen que el llamado de atención (por las redes y online) a las personas que expresan opiniones que se consideran ofensivas es una forma de justicia social.

Ellos señalan que la gente que se queja de ser cancelada suelen ser celebridades con enormes plataformas para ventilar sus opiniones y que, mientras sus voces todavía pueden ser escuchadas, son los argumentos opuestos los que por tanto tiempo no se han podido escuchar. Sostienen que se trata de crear un mundo más amable y tolerante.

JK Rowling, la autora de los libros de Harry Potter, es la celebridad de más alto perfil cuyas opiniones está bajo ataque. Ella ha sido acusada de transfobia por los que aseguran que sus puntos de vista discriminan contra los transexuales. Ella, por su parte, afirma que está "defendiendo los derechos sexuales de las mujeres".

El tuit que puso a la autora de "Harry Potter" en el centro del debate LGBT Según la encuesta de YouGov, casi un tercio (29%) de las personas que tienen opiniones críticas sobre la sexualidad dicen que siempre o casi siempre no manifiestan lo que realmente piensan cuando hablan de este tema controvertido.

Otros temas complicados donde los encuestados dijeron que no hablan con libertad se dan entre los que creen que la inmigración ha sido un factor negativo para Reino Unido (un tercio -33%- de las personas que opinaban así dijeron que se quedan calladas al respecto). 

La escritora JK Rowling es la celebridad de más alto perfil que se encuentra en el fuego cruzado de las guerras culturales.

Una quinta parte de las personas que piensan que la mujeres están igual de bien que los hombres en Reino Unido sienten que no pueden expresarlo.

Pero Russell Kane dio a la BBC una perspectiva diferente.

"No creo que la libertad de expresión esté amenazada", dijo. "¿Por qué necesitamos usar lenguaje de odio? ¿Por qué deberíamos tolerarlo? Pienso que hay mucha gente con puntos de vista mucho más extremos, puntos de vista ilegales, opiniones que provocan crímenes de odio, que impulsan esta narrativa que aquellos con opiniones moderadas sobre la inmigración, por ejemplo, no pueden expresarlas".

Kane cree que la situación está siendo manipulada por personas a la derecha e izquierda que están "intentado crear guerras culturales en los extremos del espectro".

Simon Fanshawe es cofundador de Stonewall, una organización benéfica LGBTQ+, aunque ha sido crítico de las estrategias de activismo actuales del grupo. Acaba de publicar el libro "The Power of Difference" (El poder de ser diferente) y cree que estamos enfrentando una crisis de diálogo.

"En Stonewall, sólo hablábamos con personas con las que no estábamos de acuerdo. Cuando alguien dice algo, tienes que discutir con ellos aunque pienses que es ofensivo o dañino o doloroso. Es la única manera que vas a lograr que cambien de opinión", contó a la BBC.

"Lo que la encuesta nos está diciendo es que la inhabilidad de poder discutir diferencias está filtrándose a todos los ámbitos de nuestras vidas. Hasta con amigos, una tercera parte de ellos no expresan sus opiniones. Las divisiones se están exacerbando. Necesitamos tratar de tender un puente entre esas divisiones".

Las consecuencias para nuestra sociedad son difíciles de medir, especialmente cuando la cultura de la cancelación y la censura se han vuelto fichas políticas en un debate polarizado.

Mucha de la discusión es en torno a si la libertad de expresión está bajo ataque por una nueva agenda de concientización, conocida como "woke". La encuesta de YouGov sugiere que las más jóvenes generaciones priorizan evitar el diálogo ofensivo y odioso sobre la libertad de decir lo que quieras.

Esas tensiones van al meollo de las llamadas guerras culturales. Algunos considerarán que las personas están siendo silenciadas, otros que simplemente se están erradicando las opiniones pasadas de moda, tanto en la vida real como en la comedia.

El cómico británico Ricky Gervais comentó recientemente: "Quiero vivir lo suficiente para ver que la generación más joven no pueda ser lo suficientemente 'woke' para la generación entrante. Va a suceder. ¿No se dan cuenta de eso? Ellos serán los próximos. Eso es lo que es gracioso".

La encuesta que YouGov compartió con la BBC sugiere que los jóvenes están más confiados que los más viejos en que sus opiniones no pasarán de moda.

Mientras que casi la mitad (47%) de los británicos más viejos vaticinan que las generaciones futuras verán con malos ojos sus opiniones, sólo una en tres (36%) de las personas entre 18 y 24 años se sienten igual.

¿Tendrán razón? o ¿será Ricky Gervais quien ría de último?

Este artículo está basado en un reportaje de Katie Razzall, editora cultural de la BBC.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-59781709