miércoles, 30 de mayo de 2018

El dominio tecnológico de China pasa por los semiconductores. Pekín invierte fortunas para limitar la actual dependencia exterior y convertirse en el gran productor de chips del planeta.

En su afán de convertirse en la próxima potencia tecnológica mundial, China tiene un punto débil: los semiconductores. Estos circuitos integrados son clave para la producción de teléfonos móviles, ordenadores, automóviles, trenes de alta velocidad y en general cualquier producto que pueda considerarse un dispositivo inteligente. Pero las capacidades tecnológicas del país están aún por detrás de las de los grandes del sector como Estados Unidos, Taiwán, Corea del Sur o Japón. Esta dependencia exterior disgusta a Pekín, que en un contexto de guerra tecnológico-comercial con Washington ha emprendido una difícil carrera para liderar el diseño y fabricación de chips.

China es el principal consumidor de semiconductores del planeta. Las fábricas del país producen gran parte de la electrónica de consumo que después se exporta al resto del mundo. Pero el principal elemento de la cadena de valor de estos productos, los semiconductores, no está ni diseñado ni fabricado en su territorio. De hecho, estos circuitos integrados fueron, con 227.000 millones de dólares, la principal mercancía importada por China en 2016. Más incluso que el petróleo.
El dominio tecnológico de China pasa por los semiconductores
Conscientes de la importancia de la industria, las autoridades han incluido los semiconductores en su plan “Made in China 2025”, un ambicioso programa de modernización industrial centrado en los sectores de alta tecnología. Pekín se propone que sus empresas fabriquen el 70% de chips utilizados en equipos producidos en su país en el año 2025, es decir, convertirse prácticamente en autosuficiente. El problema es que actualmente esta tasa apenas alcanza el 10% del total.

Las consignas a favor de que China pase a ser un país técnológicamente autosuficiente se han redoblado en las últimas semanas en boca del mismo presidente, Xi Jinping, ante el endurecimiento de las relaciones con Estados Unidos en materia comercial y sobre todo tras el caso de ZTE, fabricante de teléfonos móviles al que Washington ha prohibido comprar componentes de empresas americanas. Estos episodios aumentan la urgencia de Pekín, pero la premisa no es nueva: ya en 2014, China creó el Fondo Nacional de Inversión en Circuitos Integrados con 19.000 millones de euros en una primera fase -que ahora podría ampliarse con hasta los 28.000 millones más-, para fomentar el desarrollo de esta industria. El capital procede de forma directa o indirecta de las arcas públicas.

Son cifras desorbitadas para gastar tanto en investigación y desarrollo como en capacidad de producción. “Con el apoyo de enormes fondos de inversión respaldados por el Gobierno a nivel central, provincial y local, China corre el riesgo de crear un exceso de capacidad que podría reducir los márgenes de beneficio y el desarrollo tecnológico de la industria global”, alertan al respecto desde la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China. En otras palabras, se teme que con esta lluvia de millones los semiconductores chinos inunden el mercado como ya ocurrió con los paneles solares o las bombillas LED, llevándose por delante a competidores de otros países.

Este escenario, según los expertos, solamente podría suceder por ahora en el caso de los circuitos integrados situados en el extremo más bajo de la cadena tecnológica, donde China sí está haciéndose un hueco entre los grandes productores. Pero alcanzar a medio plazo la tecnología punta que cuentan empresas líderes como Intel (Estados Unidos), Samsung (Corea del Sur) o TSMC (Taiwán) es otra historia.

Según los cálculos de Christopher Thomas, socio de la consultora McKinsey en China, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) de las empresas chinas es de unos 5.000 millones de dólares anuales, una cifra que no casa con la grandilocuencia del discurso oficial. “No es muchísimo dinero. Los proveedores líderes en el mercado mundial gastan individualmente tanto en I+D como toda la industria china de semiconductores”, ilustra.

Además, China tiene tiene una barrera muy díficil –algunos dicen que imposible- de superar a corto y medio plazo. Ninguna de sus empresas cuenta actualmente con la tecnología necesaria para fabricar los chips más avanzados, los de mayor rendimiento, y los productos locales están como mínimo dos generaciones por detrás de los que diseñan los actores que están a la vanguardia del sector. “No es que de repente uno pueda acelerar sus inversiones en I+D y se ponga al día. Se trata de tecnologías integradas, muy complejas y con una cadena de valor completa. Todo el proceso tiene que ser replicado, lo cual es increíblemente difícil de hacer”, asegura Thomas. Dos de las principales compañías chinas del sector, SMIC y Huali, rechazaron hablar con este periódico sobre sus planes de expansión y las ayudas gubernamentales.

La vía lenta para conseguir ganar posiciones es seguir invirtiendo en I+D y atraer talento extranjero. Esto último se antoja muy complicado a pesar de las generosas remuneraciones que se ofrecen en China porque hay pocos ingenieros que estén a la altura y estos están blindados en sus respectivas empresas. Un estudio del Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información estimaba en 2017 que el déficit de personal cualificado en este sector asciende a 400.000 personas.

Otra opción, mucho más rápida, es lograr tecnología extranjera mediante la adquisición de empresas de otros países. La estrategia fue ampliamente usada por Pekín entre 2014 y 2016, pero según datos del banco francés Natixis estas operaciones cayeron un 87% el año pasado. No ocurrió por falta de apetito, sino por el cada vez mayor escrutinio de otros países sobre las inversiones chinas. Ya no se trata de que Donald Trump quiera poner díficiles las cosas a China, sino que nadie en Japón, Corea del Sur o Europa está dispuesto a ceder al gigante asiático una tecnología que se antoja clave en el futuro.

https://elpais.com/economia/2018/05/04/actualidad/1525435563_840300.html

martes, 29 de mayo de 2018

_- 150 frases célebres de la literatura sobre el libro.

_- Como cada año, hoy 23 de abril se celebra el Día Mundial del Libro. Fecha simbólica elegida por la UNESCO por su “coincidencia” con la muerte de dos grandes escritores como Shakespeare y Cervantes, de los que este año 2016 conmemoramos el IV centenario (ambos fallecieron en 1616). También un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Inca Garcilaso de la Vega, Maurice Druon, K. Laxness, Teresa de la Parra, Edwin Markham, Edgar Neville, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Precisamente a ellos y a su sapiencia recurrimos para entender algo más del arte de la literatura en el que es su día grande del año.

De Cicerón y Séneca a Mario Vargas Llosa y Jorge Luis Borges pasando por maestros como Cervantes, Quevedo, Oscar Wilde, Kafka o Santa Teresa de Jesús. Todos ellos han dejado para la posteridad lúcidas frases sobre los libros y la literatura, citas célebres que nos invitan a reflexionar sobre el poder de la palabra.

A continuación os dejo 150 frases célebres de grandes personajes del arte y la literatura para celebrar y reflexionar en el Día del Libro:

“Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos”. Sir Francis Bacon.

“Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres”. Heinrich Heine.

“Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía”. John Fitzgerald Kennedy.

“Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran”. André Gide.

“Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. Mario Vargas Llosa.

“Carecer de libros propios es el colmo de la miseria”. Benjamin Franklin.

“Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él”. Nicolás de Avellaneda.

“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. San Agustín.

“Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”. Miguel de Unamuno.

“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. Jorge Luis Borges.

“Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve”. Oscar Wilde.

“El estudio ha sido para mí el principal remedio contra las preocupaciones de la vida; no habiendo tenido nunca un disgusto que no me haya pasado después de una hora de lectura”. Montesquieu.

“El libro es fuerza, es valor, es fuerza, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”. Rubén Darío.

“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Miguel de Cervantes.

“El regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio”. Anónimo.

“El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”. Daniel Pennac.

“En muchas ocasiones la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre, decidiendo el curso de su vida”. Ralph Waldo Emerson.

“Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje”. Octavio Paz.

“Es un buen libro aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho”. Amos Bronson Alcott.

“Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos”. Hermann Hesse.

“He buscado el sosiego en todas partes, y sólo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos”. Thomas De Kempis.

“La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible”. Jorge Luis Borges.

“La escritura es la pintura de la voz”. Voltaire.

“La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta”. André Maurois.

“La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo”. Joseph Addison.

“La lectura es para mí algo así como la barandilla en los balcones”. Nuria Espert .

“La lectura no da al hombre sabiduría; le da conocimientos”. William Somerset Maugham.

“La lectura nos regala mucha compañía, libertad para ser de otra manera y ser más”. Pedro Laín Entralgo.

“La literatura es el arte de la palabra”. Manuel Gayol Fernández.

“La literatura es siempre una expedición a la verdad”. Franz Kafka.

“La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir”. Camilo José Cela.

“La pluma es la lengua del alma”. Miguel de Cervantes.

“La poesía no quiere adeptos, quiere amantes”. Federico García Lorca.

“Lee y conducirás, no leas y serás conducido”. Santa Teresa de Jesús.

“Leer un libro enseña más que hablar con su autor, porque el autor, en el libro, sólo ha puesto sus mejores pensamientos”. René Descartes.

“Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría”. Proverbio árabe.

“Los libros no se han hecho para servir de adorno: sin embargo, nada hay que embellezca tanto como ellos en el interior del hogar”. Harriet Beecher Stowe .

“Los libros que el mundo llama inmorales son los que muestran su propia vergüenza”. Oscar Wilde.

“Los libros son amigos que nunca decepcionan”. Thomas Carlyle.

“Los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje”. Michel Eyquem de Montaigne.

“Los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra”. James Russell Lowell.

“Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer”. Alfonso V el Magnánimo.

“Ningún escritor joven desea tanto la crítica constructiva como la alabanza”. William Hill.

“Nunca releo mis libros, porque me da miedo”. Gabriel García Márquez.

“Ser escritor es robarle vida a la muerte”. Alfredo Conde.

“Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín ya no os faltará de nada”. Cicerón.

“Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma”. Cicerón.

“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”. Proverbio hindú.

“Un libro es un regalo estupendo, porque muchas personas sólo leen para no tener que pensar”. André Maurois.

“Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”. Jorge Luis Borges.

“A veces lees un libro tan especial que quieres llevarlo contigo durante meses, incluso después de haberlo terminado, sólo para estar cerca de él”. Marcus Zusak.

“Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida”. W. Somerset Maugham.

“Aprender a leer es encender un fuego, cada sílaba que se deletrea es una chispa”. Victor Hugo.

“Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro”. Octavio Paz.

“Con nuestros amigos los libros, si pasamos una velada en su compañía, es solo y porque realmente nos apetece”. Marcel Proust.

“Creo que la literatura tiene algo más que hacer que divertir: debe tener razón”. Max Aub.

“Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros”. Adolfo Bioy Casares.

“Creo que vale la pena leer porque los libros ocultan países maravillosos que ignoramos, contienen experiencias que no hemos vivido jamás. Uno es indudablemente más rico después de la lectura”. Adolfo Bioy Casares.

“Cuando aprendas a leer serás libre para siempre”. Frederick Douglass.

“Cuando leemos, creamos nuestras propias imágenes y asociaciones. El libro vive dentro de nosotros, se reinventa en nosotros a medida que lo vamos leyendo”. Jostein Gaarder.

“Cuanto más se lee, menos se imita”. Jules Renard.

“El arte de leer es, en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en los libros, y de comprenderla mejor gracias a ellos”. André Maurois.

“El autor sólo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector”. Joseph Conrad.

“El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar”. Gabriel García Márquez.

“El gran inconveniente de los nuevos libros es que nos privan de leer los antiguos”. Joseph Joubert.

“El gusto por la lectura se adquiere casi siempre en la niñez, y me sorprende que parezca tan difícil inculcarlo”. Esther Tusquets.

“El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee”. Umberto Eco.

“El propósito de la lectura no es conseguir que se vendan más libros, sino que los lectores disfruten más de la vida”. Holbrook Jackson.

“El tiempo para leer, al igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo de vivir”. Daniel Pennac.

“En algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle un sentido a la existencia”. Miguel de Cervantes.

“Escribir es la manera más profunda de leer la vida”. Francisco Umbral.

“Estamos habitados por libros y por amigos”. Daniel Pennac.

“Hablar de lectura obligatoria es como hablar de felicidad obligatoria”. Jorge Luis Borges.

“Estar a solas con un buen libro es ser capaz de comprenderte más a ti mismo”. Harold Bloom.

“Hace muy poco tiempo, comprendí que la literatura no es algo menor, sino el arte supremo”. César Aira.

“Hay más tesoros en los libros que en todo el botín de los piratas de la Isla del Tesoro”. Walt Disney.

“Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos”. Ray Bradbury.

“Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mi se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros”. Jorge Luis Borges.

“Hay solo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro”. Ray Bradbury.

“Junto con los libros debiera venderse el tiempo suficiente para leerlos”. Arthur Schopenhauer.

“La educación ha logrado que las personas aprendan a leer, pero es incapaz de señalar lo que vale la pena leer”. George Trevelyan.

“La ilusión es hacer creer que la literatura es muy similar a la vida y es exactamente lo contrario. La vida es amorfa, la literatura es formal”. Françoise Sagan.

“La lectura adelanta el tiempo de la vida y, paradójicamente, aleja el de la muerte. Leer es buscar otras realidades para comprender mejor esta realidad”. Fabricio Caivano.

“La lectura es el único medio a través del cual nos deslizamos, involuntariamente, a menudo sin poder hacer nada, a la piel de otro, a la voz de otro, al alma de otro”. Joyce Carol Oates.

“La lectura es el viaje de los que no pueden tomar el tren”. Francis de Croisset.

“La lectura es placer, conocimiento, emoción, enajenación”. Fernando Trueba.

“La lectura es un acto de creación permanente”. Daniel Pennac.

“La lectura obligada es nefasta. Lean por placer, tengan una profunda sospecha”. Álvaro Mutis.

“La lectura, como el amor, es la piedra ideal para afinar el alma”. Paul Desalmand.

“La literatura es esencialmente soledad. Se escribe en soledad, se lee en soledad y, pese a todo, el acto de la lectura permite una comunicación profunda entre los seres humanos”. Paul Auster.

“La literatura es la sinceridad misma, la única expresión auténtica de la vida”. Joseph Roth.

“La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros”. Bernard Henri Levy.

“La literatura está llena de cosas inútiles absolutamente necesarias”. Rosa Montero.

“La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido”. Jorge Luis Borges.

“La literatura nos permite comprender la vida, nos habla de lo que puede ser pero también de lo que pudo haber sido… No hay nada más subversivo que la literatura”. Enrique Vila-Matas.

“La mejor característica de un libro es que provoque reacciones en el lector y le empuje a actuar”. Thomas Carlyle.

“La mujer que lee, almacena su belleza para la vejez”. Frida Kahlo.

“La radio marca los minutos de la vida; el diario, las horas; el libro, los días”. Jacques de Lacretelle.

“Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados”. Ana Frank.

“Leemos para saber que no estamos solos”. William Nicholson.

“Leemos, pero también somos leídos por otro. Interferencias entre ambas lecturas. Obligar a alguien a que sea a sí mismo como le leen los demás (esclavitud). Obligar a los demás a que nos lean como nos leemos a nosotros mismos (conquista)”. Simone Weil.

“Leer es encontrar algo que va a existir”. Italo Calvino.

“Leer lo es todo. La lectura me hace sentir que he logrado algo, he aprendido algo, que soy mejor persona”. Nora Ephron.

“Leer no es matar el tiempo, sino fecundarlo”. Herminia Brumana.

“Lo único que lamento es que nunca tendré tiempo para leer todos los libros que quiero leer”. Françoise Sagan.

“Los buenos libros son siempre campos magnéticos de cuya atracción no se puede huir”. Italo Calvino.

“Los libros han ganado más batallas que las armas”. Lupercio Leonardo de Argensola.

“Los libros solo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de la existencia: la fugacidad y el olvido”. Stefan Zweig.

“Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles”. Hermann Hesse.

“Los libros son como espejos: mirándonos en ellos descubrimos quiénes somos”. José Luis de Villalonga.

“Los libros son compañeros, maestros, magos y banqueros de los tesoros de la mente”. Bárbara Wertheim Tuckman.

“Los libros tienen los mismos enemigos que los hombres: el fuego, la humedad, los animales y su propio contenido”. Paul Valéry.

“Los libros van siendo el único lugar de la casa donde todavía se puede estar tranquilo”. Julio Cortázar.

“Los que escriben con claridad tienen lectores; los que escriben oscuramente tienen comentaristas”. Albert Camus.

“Los verdaderos escritores son aquellos que quieren escribir, necesitan escribir, tienen que escribir”. Robert Penn Warren.

“Me resisto a considerar el afán de leer una simple afición entre otras: es una pasión, aún más, una forma de vida”. Fernando Savater.

“Mis libros están siempre a mi disposición, nunca están ocupados”. Marco Tulio Cicerón.

“No es cierto que tengamos sólo una vida: si leemos podemos vivir tantas y de tantos tipos como queramos”. Samuel I. Hayakawa.

“No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”. Oscar Wilde.

“No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano”. Jacinto Benavente.

“No importa lo ocupado que creas que estás, debes encontrar un hueco para la lectura. De lo contrario habrás escogido sumirte en la más absoluta ignorancia”. Confucio.

“No lean, como hacen los niños, para divertirse, o como hacen los ambicioso, con el propósito de la instrucción. No, lee para vivir”. Gustave Flaubert.

“Nunca se termina de aprender a leer. Tal vez como nunca se termine de aprender a vivir”. Jorge Luis Borges.

“Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica”. Jorge Luis Borges.

“Por grandes y profundos que sean los conocimientos de un hombre, el día menos pensado encuentra en el libro que menos valga a sus ojos, alguna frase que le enseña algo que ignora”. Mariano José de Larra.

“Porque un libro que no abres es condenarlo a una especie de purgatorio esperando que alguien le de vida”. Alberto Manguel.

“Quien escribe lo que le gusta a los demás puede ser un buen escritor pero nunca será un artista”. Juan Carlos Onetti.

“Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo”. Paul Sweeney.

“Si no podéis disfrutar leyendo un libro repetidas veces, de nada sirve leerlo ni una sola vez”. Oscar Wilde.

“Si piensas llegar a alguna parte en la vida, tienes que leer muchos libros”. Roald Dahl.

“Si un libro está bien escrito, siempre me parece que es demasiado corto”. Jane Austen.

“Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”. Jorge Luis Borges.

“Soy un lector que escribe libros; si fuera sólo escritor estaría muerto”. Arturo Pérez-Reverte.

“Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que la humanidad ha creado”. Wislawa Szymborska.

“Tienes que amar la lectura para poder ser un buen escritor, porque escribir no empieza contigo”. Carlos Fuentes.

“Todos los libros pueden dividirse en dos clases: libros del momento y libros de todo momento”. John Ruskin.

“Un buen libro no es aquel que piensa por ti, sino aquel que te hace pensar”. James McCosh.

“Un buen libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz, sino también para perpetuarla”. John Ruskin.

“Un escritor es algo extraño. Es una contradicción y también un sinsentido. Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido”. Marguerite Duras.

“Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una”. George R. R. Martin.

“Un libro de cabecera no se escoge, se enamora uno de él”. José Luis de Villalonga.

“Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros”. Franz Kafka.

“Un libro es la única cosa inmortal”. Rufus Choate.

“Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos”. Jorge Luis Borges.

“Un libro es una prueba de que los seres humanos son capaces de hacer magia”. Carl Sagan.

“Un libro, un verdadero libro, no es alguien que nos hable, es alguien que nos oye, que sabe oírnos”. Christian Bobin.

“Uno escribe pensando en el lector que lleva dentro. Escribes o intentas escribir el libro que te gustaría leer”. Rosa Montero.

“Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben”. Roberto Bolaño.

“Usted no tiene que quemar libros para destruir una cultura. Sólo tiene que hacer que la gente deje de leerlos”. Ray Bradbury.

“Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida”. Michael Houellebecq.

Tomado de Internet https://algundiaenalgunaparte.com/2016/04/23/150-frases-celebres-de-literatura-para-el-dia-del-libro/

Filántropos emergentes. El ejemplo de Madame He, una de las pioneras de la nueva filantropía en China, merece ser observado: financia acciones a gran escala para la conservación de los océanos y de especies animales en extinción.

Madame He Quianov (51), nacida en una familia humilde en China, está encabezando los avances de la filantropía empresarial en el país más poblado del mundo. Descolló en su actividad empresarial con Beijing Orient Landscape & Environment, una empresa líder en la provisión de servicios de gestión ambiental del agua en su país que también ofrece servicios de construcción de paisaje, restauración de suelos, agricultura ecológica y protección ambiental. Su fortuna personal la ha colocado en el puesto 99 de la lista Forbes de millonarios de China, y es la 13ª mujer empresaria con más éxito. Mujer, innovadora internacional en arquitectura centrada en jardines y en la preservación de la naturaleza y muy rica; todo ello bastaría para realzar su figura.

Pero, trazando rutas, He fue mucho más lejos. Se comprometió al máximo con causas públicas como el empoderamiento de la mujer, el desarrollo de la filantropía en el país y su vinculación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y con la preservación del medioambiente. Ahora también con el fomento de la cooperación Sur-Sur en alianza con la oficina a cargo de ella, en la ONU.

Es una figura paradigmática de la nueva filantropía que está emergiendo en una nación de influencia cada vez mayor en los destinos del mundo.

En 2010, Bill Gates y Warren Buffet visitaron China para presentar su iniciativa mundial El compromiso de dar y conseguir interesar a las élites de ese país. Su proyecto postula que las 400 mayores fortunas del mundo suscriban públicamente un acuerdo para entregar durante sus vidas la mitad de su patrimonio o más para solucionar los problemas humanos más críticos de nuestro tiempo. La apelación de ambos se hacía desde el ejemplo.

Gates creó la mayor fundación de la Historia, la llamada Bill & Melinda Gates Foundation, y se centró la salud global, la reducción de la pobreza y la mejora del acceso a la educación. Cuestiones muy graves para amplios sectores empobrecidos de la población como las vacunaciones de los niños, las carencias de agua potable y los déficits de instalaciones sanitarias que golpean a 4.500 millones de personas, entre otras, no eran analizadas porque los afectados no constituían mercado.

La Fundación incidió sustancialmente en estos y otros campos con su acción y sus alianzas estratégicas con Gobiernos, organismos internacionales y empresas. Entre los años 2000 y 2016 desembolsó 41.000 millones de dólares. Buffet, el oráculo de Berkshire, el inversor estrella de los mercados financieros, donó a la Fundación Gates el 99% de sus acciones en su Fondo, valoradas en 30.000 millones de dólares. En la época de la donación, el 2006, la revista Fortune, lo llamo “el mayor aporte filantrópico de la historia”. Resalto que parecía mucho, pero que con su familia percibían que tener más del 1% que les quedaría no aumentaría su bienestar, ni su felicidad, y que en cambio el 99% restante podría ayudar a muchos.

A pesar del ejemplo, y el liderazgo empresarial global indiscutido de ambos, la respuesta que encontraron inicialmente en China fue distante. No obstante, personalidades como He, Niu Genshang —fundador del gigante lácteo chino Mengniu Dairy— y Wang Zennyao —presidente del Instituto Chino de Filantropía Global, que reúne actualmente a filántropos de primera fila de Oriente y Occidente— han trabajado con ahínco para que la situación cambie. En 2005 se estableció la primera fundación privada en China. En 2016 había 398. En 2006 se destinaron 10.000 millones de dólares a donaciones; en 2016, 125.500 millones de dólares.

Sin embargo, es poco para China, que tiene un potencial filantrópico enorme. Su economía ha crecido aceleradamente respecto a los promedios mundiales. Su producto bruto per cápita aumentó de 5.670 dólares en el 2000 a 22.864 dólares en 2016. De acuerdo con el Informe Global de Riqueza del Credit Suisse, en 2016 tenía 319 milmillonarios, justo por detrás de Estados Unidos, con 565. China tenía 1,6 millones de residentes con más de 50 millones, una cantidad solo superada por el país norteamericano. En total, el aporte filantrópico en China significa el 0,1% del producto bruto, comparado con el 2% en Estados Unidos.

El avance de las metas de desarrollo sostenible es urgente en un mundo donde en 2016 murieron 2,6 millones de bebés antes de cumplir un mes por causas prevenibles y tratables, como nacimientos prematuros, complicaciones en el parto e infecciones como la sepsis y la neumonía. En un mundo donde el calentamiento global sigue en ascenso y una tercera parte de los corales han desaparecido. La filantropía sola no resolverá los problemas, pero puede ser un aliado formidable de políticas públicas de calidad e impacto.

El ejemplo de Madame He, una de las pioneras de la nueva filantropía en China, merece ser visto con atención. Está financiando acciones a gran escala para la conservación de los océanos y de especies animales en riesgo de extinción. Ha contribuido a la formación de 5.000 mujeres empresarias en las universidades en materias relacionadas con la economía verde, y ha fundado con Bill Gates, Ray Dalio y otros un Instituto para el desarrollo de la filantropía en China y el mundo. Después de la firma del Acuerdo de Paris creó el primer fondo generado por la sociedad civil para la cooperación Sur-Sur en la lucha contra el cambio climático. Su acción y las de los otros renovadores de la filantropía empresarial en China hacen honor a una antigua sabiduría bíblica que reza: “Más vale encender una vela que maldecir a la oscuridad”.

Jorge Chediek es director de la Oficina Sur-Sur de la ONU y enviado especial del secretario general de la ONU para la Cooperación Sur-Sur.

Bernardo Kliksberg es asesor estratégico de la Dirección de la Oficina Sur-Sur. 

https://elpais.com/elpais/2018/03/27/planeta_futuro/1522144916_462396.html?rel=str_articulo#1525979737781

Cuatro herramientas gratuitas para convertir voz en texto. Ahorra tiempo a la hora de redactar largos correos, preparar discursos o transcribir los apuntes de clase.

Cada vez es menos habitual usar el teclado del móvil. Basta con echar un vistazo alrededor para comprobar el auge de las notas de voz frente a los mensajes de texto o las nuevas formas de preguntar a Google desde estos dispositivos. En concreto, comsCore vaticina que en 2020 la mitad de las búsquedas en Internet se harán con la voz, algo para lo que contaremos con la ayuda de  asistentes personales como Siri, Sherpa, Google Now, Amazon Echo o Cortana.

Bastará con dar una orden con la voz para obtener al instante lo que queremos, sin tener que escribir esa petición. Ahora bien, de momento estos asistentes pueden quedarse cortos si necesitamos dictarles textos para ser más rápidos a la hora de redactar largos emails, preparar discursos o ponencias o incluso transcribir automáticamente mensajes de voz (por ejemplo, la grabación de una charla que queremos tener por escrito). Para este tipo de casos, existen aplicaciones web gratuitas, basadas en tecnología de Google, que es posible utilizar sin tener que instalarlas y que además cumplen con su cometido: transformar voz en texto de forma automática.

Eso sí, conviene repasar el texto final para pulirlo o corregir posibles errores, porque aunque estas herramientas cada vez están más afinadas y también se presentan como “asistentes personales”, al fin y al cabo siguen siendo máquinas. Además, al estar basadas en Google, sólo funcionan correctamente si utilizamos el navegador de esta compañía, es decir, Chrome.

Google Docs
Para utilizar  Google Docs de forma gratuita sólo es necesario tener una cuenta de Google asociada a una dirección de correo electrónico. Una vez que iniciamos sesión desde Chrome, basta con abrir un nuevo documento y dentro del menú “Herramientas” activar la opción “Escritura por voz”. Inmediatamente aparecerá el icono de un micrófono sobre el que hay que hacer clic para comenzar a dictar.

Uno de los puntos fuertes de Google Docs es que, una vez transcrito el texto, también es posible editarlo sin utilizar el teclado, a través de numerosos comandos de voz. Aunque de momento, como indica la propia compañía, estas funciones sólo están disponibles en inglés.

Dictation
Creada por Amit Agarwal, un columnista especializado en tecnología, se trata de una de las herramientas de dictado que más popularidad está ganando durante los últimos meses. Se puede abrir una sesión nueva en  Dictation cada vez que queramos utilizarla o bien añadirla como una una extensión de Chrome para tenerla más a mano en el caso de que la necesitemos cuando navegamos por Internet.

Permite guardar el resultado en un archivo .txt desde el que después podemos copiar y pegar el texto donde queramos.

Speechnotes
Al igual que Dictation, Speechnotes puede añadirse como extensión de Chrome, pero además es posible descargarla en formato app para dispositivos Android

Tiene un diseño muy limpio e intuitivo con una parte central en la que se va transcribiendo el texto flanqueado por dos columnas que son de gran ayuda: en la derecha aparecen descritos los comandos y accesos directos que podemos usar para facilitar el dictado y en la de la izquierda tenemos todas las acciones que podemos realizar con el texto final: guardarlo, enviarlo por email, subirlo a Google Drive o imprimirlo, entre otras.

Speechlogger Personal
Muy similar a la anterior, dado que comparten desarrolladores, Speechlogger Personal también cuenta con una versión app para dispositivos Android. Sus creadores la presentan con dos ventajas competitivas frente a herramientas parecidas: la puntuación automática y la posibilidad de traducir los textos transcritos a varios idiomas. Gracias a esta última función, Speechlogger Personal puede utilizarse como intérprete cuando necesitamos comunicarnos con alguien en una lengua extranjera.

https://elpais.com/tecnologia/2017/10/03/actualidad/1507030404_989048.html?rel=lom

Dale una caña… y un pez

“Dale un pez a un hombre y comerá hoy, dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”.

Ya, pero los proverbios chinos encierran a veces grandes mentiras. La pobreza extrema encierra a la gente en un círculo vicioso tan perverso que resulta casi imposible romperlo. Ganando un euro al día no puedes ahorrar para afrontar los imprevistos; tampoco tienes acceso a la información, ni tiempo para estudiar las oportunidades que podrían mejorar tu situación; al no poder alimentar bien al niño su salud se resiente, y al final tienes que vender la caña para comprar las medicinas al niño. Enseñar a un pobre a ordeñar una vaca no basta: falta la vaca.

El experimento a gran escala organizado por el MIT y otras universidades de Estados Unidos y Francia ofrece unos datos sólidos que pueden ser muy útiles para reconducir las políticas de ayuda internacional de los gobiernos y las ONG occidentales, por lo general bien intencionadas pero poco eficaces.

Enseñar a un pobre a ordeñar una vaca no basta: falta la vaca
Un programa típico para una familia incluye, como en el ejemplo anterior,
1. facilitarle un poco de ganado y
2. la formación necesaria para gestionarlo;
3. también una pequeña cantidad de dinero (unos 50 euros al mes) para ayudarles a alimentarse,
4. o su equivalente en comida;
5. un plan de ahorro obligatorio;
6. una mínima educación en salud y prevención de enfermedades,
7. un mínimo acceso a algún servicio sanitario y
8. una visita semanal del personal de asistencia social para revisar los resultados del programa y solventar los problemas que vayan surgiendo.
Toda esta acción coordinada no solo tiene un coste asumible, sino que a la larga resulta hasta rentable.

Las catástrofes naturales como el terremoto de Nepal demuestran que buena parte de la población de cualquier país occidental está dispuesta a aportar dinero para aliviar las crisis humanitarias. Pero la situación de los mil millones de habitantes del planeta en situación de extrema pobreza se puede considerar una crisis humanitaria permanente, y es una que no puede resolverse con parches y limosnas gubernamentales. Se requiere una acción coordinada, inteligente y sostenida en el tiempo. Si las poblaciones occidentales y sus gobiernos se convencen de que hay una metodología eficaz para romper el círculo vicioso de la extrema pobreza, es probable que los fondos necesarios acaben llegando. Si los programas funcionan, el dinero se podrá considerar una inversión para el futuro.

La gran fuerza del experimento del MIT y sus socios académicos es que es ciencia seria
No es solo el tamaño de la muestra –21.000 personas en seis países—, sino que las intervenciones se han hecho con una metodología importada de la epidemiología y las investigaciones de salud pública, con ensayos randomizados y los grupos de control necesarios.

Junto a la población intervenida siempre ha habido otra abandonada a su albur, y los datos se han extraído de ambas en paralelo. Las evidencias sobre la eficacia del programa son por tanto científicamente impecables. A partir de ahora la pregunta debe ser: si disponemos de una herramienta eficaz y costeable para extraer a la gente de la miseria, ¿qué argumentos hay para no usarla?

 https://elpais.com/elpais/2015/05/14/ciencia/1431615451_988418.html?rel=mas

lunes, 28 de mayo de 2018

España es el país de la UE con más porcentaje de trabajadores pobres. El 14,8% de los hogares con trabajadores viven bajo el umbral de la pobreza.


España es el país de la UE con más porcentaje de trabajadores pobres
En España casi el 15% de los hogares en los que hay al menos uno de sus miembros trabajando viven bajo el umbral de la pobreza, según la OCDE, partiendo de datos de 2015. Este es el porcentaje más alto en el club de los países industrializados, excepto Turquía. Otros estados como Brasil, Costa Rica, India y China también superan el porcentaje español. Muy por debajo de estas cifras están Irlanda o Alemania, con menos del 5%. España también supera la media de desigualdad medida con el índice Gini, según el organismo que dirige Ángel Gurría.

Las estadísticas que destacan la pobreza laboral y la desigualdad en España se apilan. Esta misma semana ha sido un estudio de Fedea y Accenture, en colaboración con entidades como Caritas o Cruz Roja, el que resaltaba que en España hay casi cinco millones de personas que viven entre la precariedad, la pobreza laboral y el desempleo. En esa misma línea abunda la OCDE al cuantificar que en el 14,8% los hogares españoles en los que hay, al menos, una persona con trabajo se vive por debajo del umbral de la pobreza. La organización que dirige el mexicano Gurría sitúa ese nivel relativo en el 50% de la mediana de los ingresos disponibles en cada país.

Para hacer estos cálculos, la OCDE parte de la Encuesta Europea de Ingresos y Condiciones de Vida para la mayor parte de países europeos, completada en algunos casos, como en el de España, con otras fuentes. En los países no europeos, recurre a las estadísticas propias de cada estado. Con ellos elabora una comparación, que ha difundido esta semana a través de sus redes, en la víspera de la celebración en Canadá de un encuentro de Ministros de Asuntos Sociales para analizar las políticas que llevan a la “prosperidad compartida”. En esa comparación se ve que en China sería el 25% de los hogares los que vivirían bajo el umbral de la pobreza, seguidos de India (18,5%) y Costa Rica (15,9%)

Ninguno de estos países forma parte del club de países industrializados. Entre los que sí forman parte de él, los primeros que aparecen en lista aparecen Turquía (15,3%), México (15,3%) y España (14,8%), que también sería el primero de los que, a la vez, integran la Unión Europea. En el otro extremo de la tabla, se encuentran países como Irlanda, Alemania o República Checa.

Para Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) y autor del informe presentado esta semana, estos números de la OCDE, como los que él mismo ha elaborado, “muestran que España tiene un problema evidente de pobreza en el trabajo”. “Esto viene de antiguo”, destaca. Y añade: “No es suficiente con generar empleo”.

No obstante, Felgueroso también pone un pero a estas cifras ya que son de hace al menos tres años: “No son actuales. Estos resultados son de 2015, con datos de 2014. Y se publican después”. Esto puede provocar, señala el investigador, que la situación de los encuestados haya cambiado mucho cuando se publican.

Debido a esto, Felgueroso ha tratado de proyectar en su estudio cuántas de las personas que se encuentran entre la pobreza laboral, la precariedad, el paro o la inactividad pero con disposición al trabajo tienen una alta probabilidad de continuar en esa misma situación en los 12 meses siguientes. El resultado que ha obtenido es cuatro millones, algo menos de los 4,78 millones que sufrían en 2017 esta misma situación viviendo en hogares con ingresos bajos.

Las cifras de la OCDE también inciden en una tendencia que se ha dado durante la crisis. El porcentaje de hogares compuesto por personas jóvenes que viven bajo el umbral de la pobreza supera de largo al de los más mayores. Entre quienes tienen entre 18 y 25 años, los hogares que viven debajo de ese nivel llegan al 22,1%. Mientras que cuando se trata de mayores de 65 años, el porcentaje baja hasta el 5,9%.

La situación española destaca menos en las estadísticas de la OCDE cuando se observa la desigualdad, aunque también queda por encima de la media con nitidez. De acuerdo con el índice Gini, el medidor de desigualdad más aceptado en el que cero es la igualdad absoluta y uno 1o contrario, España se sitúa en el 0,3446, por detrás de países como Suráfrica, que lidera la lista con el 0,623, China (0,514) o India (0,495).

Cerca de la media de los países de la organización (0,317), o algo por debajo se sitúan países como Holanda (0,303), Francia (0,295), Polonia (0,292) o Alemania (0,289). Los estados menos desiguales, a tenor de estos datos, son Islandia, Eslovenia y la República Checa.

https://elpais.com/economia/2018/05/09/actualidad/1525891014_281592.html

Bruselas alerta del alto nivel de desigualdad y pobreza en España pese a la recuperación

La Sanidad empieza a recuperarse pero aún no llega al nivel de 2011. El real decreto de los recortes cumple seis años sin que haya una evaluación consistente de su efecto.

El sistema sanitario público muestra signos de que empieza a recuperarse del real decreto de abril de 2012 que supuso un recorte en la financiación, en el personal, implicó el aumento de la aportación de los usuarios mediante los cambios en el copago y, como consecuencia, de su insatisfacción. Y, además, dejó sin atención a las personas en situación irregular. En el sexto aniversario de la entrada en vigor de aquella norma, Amnistía Internacional le ha puesto voces a lo que consideran que fue “una receta equivocada”.

El real decreto 16/2012 supuso un cambio drástico del sistema nacional de salud. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, había anunciado poco antes su intención de que se ahorrarán 10.000 millones entre sanidad (7.000 millones) y educación (los otros 3.000 millones). Seis años después, no hay un estudio que haya evaluado en su conjunto el impacto de las medidas acordadas por el departamento que dirigía Ana Mato, pero sí hay indicadores de su impacto.

En general, este llegó a su máximo rondando 2014, y ahora empiezan a recuperarse, aunque no se ha llegado al nivel previo a la crisis. Por eso Sanhita Ambast, directora del informe cualitativo que ha hecho Amnistía Internacional (AI) con 343 entrevistas a pacientes, profesionales y expertos seleccionados de Andalucía y Galicia no duda en decir que “la sanidad española ha perdido una década”.

Estos son algunos números que reflejan esta evolución.
Gasto sanitario público. Este superó los 70.000 millones de euros en 2009; en 2014 fue de 62.000 millones. Desde entonces se ha recuperado algo, pero aún no ha llegado al nivel de antes de la crisis, dijo Ambast. “Estos recortes presupuestarios no tienen sentido. Nos hemos sentido insultados, humillados e impotentes”, declaró un usuario a Amnistía. “Curiosamente, en mi hospital desmontaron la unidad de hemofilia después del decreto”, afirmó ayer en la presentación del trabajo Álvaro González, un andaluz con esta enfermedad.

La Sanidad empieza a recuperarse pero aún no llega al nivel de 2011

Personal contratado. Según el Ministerio de Hacienda, en 2012 había más de 500.000 trabajadores en el sistema sanitario; en 2014 bajaron a 480.000. Estas cifras también han aumentado desde entonces, pero sin llegar a las de 2012. Los profesionales denuncian la precariedad y la pérdida de salario, porque han sufrido la eliminación de pagas, el aumento de jornada laboral (de 35 a 37,5 horas semanales) y que los gestores solo pudieran cubrir una de cada 10 bajas como todos los funcionarios. “Muchos enfermeros atienden hasta 33 casos complejos al día. Tuvieron que dejarlo porque les resultaba imposible”, dice un profesional preguntado por AI.

La Sanidad empieza a recuperarse pero aún no llega al nivel de 2011
Lista de espera quirúrgica. Este dato refleja fielmente el impacto de los recortes. En diciembre de 2016 llegó a contar con 614.000 personas con una demora media de 115 días. En 2010 eran menos de 400.000 personas que esperaban 65 días de media. “Con un bulto en el pecho y una madre que murió de cáncer tardaron más de nueve meses en diagnosticarme”, dice Patricia a AI. En junio de 2017 ha habido una pequeña mejoría (604.000 personas y 104 días de espera).
La Sanidad empieza a recuperarse pero aún no llega al nivel de 2011

Gasto farmacéutico. El real decreto supuso que 400 medicamentos dejaran de estar financiados por la sanidad pública, aparte de que los pensionistas empezaron a pagar parte de lo que cuestan sus medicinas. El resultado fue que el gasto farmacéutico, que ya estaba descendiendo por el impulso dado a los genéricos, pasó de 11.100 millones en 2011 a 9.200 millones en 2014, y a partir de ahí empezó a subir. En 2017 cerró con 10.200 millones. “Este mes no voy a la farmacia porque no me puedo permitir los medicamentos que tengo que pagar”, dice una mujer en el informe de AI. Cobra una pensión de 320 euros al mes. El caso de E. no es único. Aunque hay pocos trabajos, uno de Valencia publicado hace un año calculaba que un 7% del os jubilados habían dejado de tomar medicamentos tan importantes como los que evitan que se formen coágulos tras haber superado ya algún problema cardiovascular.

La Sanidad empieza a recuperarse pero aún no llega al nivel de 2011

El diputado socialista Miguel Ángel Heredia ha preguntado al Gobierno por los ahorros conseguidos gracias a los cambios en el copago de medicamentos, pero este le contestó con los datos generales del gasto por recetas. Fuentes del Ministerio de Sanidad afirman que no tienen ese dato y que es muy complicado de conseguir.

Usuarios.
El real decreto restringió el acceso al sistema sanitario a las personas jubiladas, en paro o que estuvieran cotizando a la Seguridad Social. Los mayores perjudicados fueron los migrantes sin permiso de residencia, que quedaron relegados a usar las urgencias, salvo que fueran mujeres embarazadas o menores. Médicos del Mundo tiene documentados más de 4.000 casos de extranjeros que en estos seis años han tenido que suspender tratamientos que recibían antes, o que se les ha pedido que paguen por ellos o se les ha intentado facturar la atención en urgencias. Si se comparan los datos del INE con el de las tarjetas sanitarias, se ve que en 2011 había 207.000 personas en España sin acceso a la sanidad. En 2012 eran 961.000, y en 2013, casi 1,3 millones. Gran parte son extranjeros residentes de la UE. Un reciente trabajo de la Universidad Pompeu Fabra estima que la mortalidad entre los extranjeros sin papeles ha subido un 15% con los recortes. La cifra de no asegurados ha bajado a menos de 600.000. No hay estudios claros sobre este fenómeno, pero coincide con un descenso de la migración y con la puesta en marcha en muchas comunidades de medidas para darles atención (muchas de las cuales fueron en un primer momento recurridas por el Gobierno central).



Satisfacción. El resultado de toda esta situación se refleja en el Barómetro Sanitario. En 2011, el 24% de la población pensaba que el sistema sanitario funcionaba muy bien; en 2014, este porcentaje bajó al 17,7%. En 2016 había cierta recuperación (un 19,8%). “Estoy muy enfadada. La atención de salud pública debería ser intocable”, afirma una auxiliar de enfermería en el informe de AI.

La Sanidad empieza a recuperarse pero aún no llega al nivel de 2011

https://politica.elpais.com/politica/2018/04/24/actualidad/1524578785_368919.html

domingo, 27 de mayo de 2018

'Tiempo de silencio' se encarna en escena Rafael Sánchez dirige la primera versión teatral de la mítica novela de Martín-Santos 56 años después de su publicación.

‘Tiempo de silencio’, de Martín-Santos, se hace teatro El director suizo-alemán Rafael Sánchez dirige la adaptación de esta obra clave de la narrativa española

Ahí, ante ese muro, una medianera algo mugrienta entre edificios, un espacio fantasma del Madrid de la posguerra, van surgiendo los personajes y las voces interiores de todos ellos, aquellas que descubren los desengaños, la marginación, la sordidez y el obligado silencio de la época. Por primera vez desde su publicación, en 1962, Tiempo de silencio, del psiquiatra Luis Martín-Santos (Larache, Marruecos, 1924 / Vitoria, 1964), obra clave de la narrativa española, la que deja a un lado la literatura del XIX para adentrarse en el siglo XX a modo de James Joyce o William Faulkner, salta a los escenarios. Este montaje sobre el libro que supuso el abandono del realismo social en la novela en España y que ha marcado a tantas generaciones en nuestro país está dirigido por Rafael Sánchez, un dramaturgo suizo-alemán de ascendencia española. La versión, realizada desde el texto publicado en alemán y traducida luego al español, es obra del autor austriaco Eberhard Petschinka, estrecho colaborador de Sánchez.

El espectáculo se estrena el próximo 26 de abril en el Teatro de la Abadía, y con él este centro que dirige el académico José Luis Gómez completa su ciclo sobre la memoria histórica en esta temporada. Siete actores, cuatro hombres y tres mujeres (Sergio Adillo, Lola Casamayor, Julio Cortázar, Roberto Mori, Lidia Otón, Fernando Soto y Carmen Valverde), son a la vez narradores y personajes, que van entrando y saliendo en un brillante juego dramatúrgico, sin cambios de vestuario y ningún elemento sobre la escena. Son los intérpretes los que conducen la narración de esta historia de marginalidad y sordidez, centrada en Don Pedro, un médico que se queda sin ratones para proseguir sus experimentos y sale a la búsqueda de nuevos ejemplares en los barrios de chabolas de Madrid.

“Es una obra que habla de un momento de la historia de nuestra vida española en la que el silencio cayó sobre nuestro país. Esta obra no es política, pero sí habla de política, de las vidas que muestran lo que era esa España de entonces, en la que muchos no podían llegar a ser lo que querían”, aseguraba José Luis Gómez, durante la presentación del montaje que contó con la presencia de Luis Martín-Santos Laffón, uno de los hijos del escritor fallecido en accidente de automóvil a los 39 años. Obsesionado con “este texto maravilloso, muy difícil de adaptar dramatúrgicamente”, no es la primera vez que Gómez busca trasladarlo a los escenarios teatrales –Vicente Aranda dirigió una versión cinematográfica en 1986- . Ya lo intentó hace años con el alemán Frank Castorf, proyecto que se abandonó cuando a este director le encargaron El anillo de los Nibelungos para el Festival de Bayreuth.

Más suerte ha tenido ahora con el joven Rafael Sánchez, (Basilea, 1975), un dramaturgo con una ya larga experiencia escénica. Director asociado de los teatros municipales de Colonia (Alemania), Sánchez conoció Tiempo de silencio tras la conversación con José Luis Gómez. La leyó en alemán, en un ejemplar que encontró en un anticuario, y se quedó impactado. Creyó escuchar, entre muchas otras cosas, las voces y recuerdos de sus abuelos, emigrados a Suiza en los años sesenta. “Es un texto muy complejo para llevar a escena, la adaptación más complicada que he hecho hasta el momento. Pero me entusiasmó cómo Martín-Santos muestra la lucha de los distintos personajes por la supervivencia y cómo si al individuo le dejan solo, no es capaz de sobrevivir, cómo la sociedad abandona a aquellos que quieren cumplir sus sueños. El sistema político de entonces nunca se ocupó ni del individuo ni de la sociedad, solo se centró en la supervivencia de ese mismo sistema”, explica Sánchez, quien se pregunta si algo de eso ha cambiado hoy en día. “¿Hay todavía un manto de silencio en nuestra sociedad”?

https://elpais.com/cultura/2018/04/19/actualidad/1524146624_568351.html

Pólitica, en defensa de la clase política,

Política En defensa de la clase política
 26 mayo, 2018 

Sé que este artículo puede sorprender y hasta molestar. ¿Defensa? ¿Con la que está cayendo? La trama Gürtel, cuya sentencia se conoció anteayer, resulta vergonzante. El caso de los ERE que se está juzgando en estos días, resulta no menos repulsivo… Y así podríamos seguir hasta el hartazgo. No voy a defender a los políticos corruptos sino a los políticos y a las políticas decentes. Que son muchos, que son más.

Es raro encontrarse hoy día con un texto en defensa de la clase política. Es más popular criticar, denostar, descalificar a todos los políticos, colocando sobre cada uno de ellos la etiqueta de indeseable y de indecente. Quien así proceda recibirá, más que probablemente, el aplauso unánime de los lectores y lectoras. Existe un estado de opinión que identifica política con corrupción. No es justo. No es cierto.

No me gusta descalificar a la clase política en su conjunto. Creo que hacerlo es un gesto antidemocrático. En primer lugar porque la democracia es el mejor régimen entre los posibles, en segundo lugar porque ni todos los políticos son malos ni todos son iguales y, en tercer lugar, porque se suele hacer esa descalificación sin la menor piedad y con escasa intención de que sirva para mejorar el clima moral.

Deberían dedicarse a la política los ciudadanos y ciudadanas más inteligentes y más responsables de la sociedad. Porque se van a dedicar a gestionar el bien común. En una democracia el poder está al servicio de los ciudadanos y no a la inversa. Los políticos son los servidores del pueblo, no sus dueños. Y son los ciudadanos quienes tienen el deber de elegir a los mejores. Para ello, deben estar bien formados y bien informados. Otra vez la educación. ¿Cuántos hay que ni siquiera votan, excusándose en la idea de que todos los políticos son iguales (de malos, se entiende)? Es muy cómodo y muy cínico dejar en manos de los demás la responsabilidad de elegir. Y luego despotricar de los elegidos.

Nadie debería decir: “a mí no me gusta la política”, “yo no entiendo nada de política”, “a mí no me hables de política”. Porque la política es necesaria, importante y hermosa. Y es de todos y de todas. Todos somos seres políticos. Todos pertenecemos a la polis.

Estoy contra la generalización que mete a todos los políticos en el mismo saco y que luego arroja el saco a la basura. Hay muchos políticos honestos y muchos que se dedican a la política no por interés sino perdiendo dinero. No me cabe la menor duda de que hay personas en la política con un compromiso de mejora de la sociedad y de servicio al prójimo ejemplares. De agradecer.

Por eso creo que tiene que ser muy duro escuchar descalificaciones despiadadas, juicios de valor infundados, bromas crueles que identifican al político con la corrupción y con el egoísmo más descarado.

Esta postura que ahora defiendo es compatible con el ataque contundente hacia aquellos que, por avaricia desmedida o egoísmo exacerbado, consiguen que se castigue a todos haciendo extensiva la etiqueta de la perversión. Corruptio optimi pésima. No solo porque es más elaborada, sino porque se convierte en un ejemplo y en un motivo de descalificación general.

Por eso resultan tan indignantes comportamientos abusivos como los de Bárcenas y Correa. Se convierten en un arma arrojadiza no solo contra ellos sino contra todos los que se dedican a lo que se dedican ellos. Destruyen el prestigio de la buena gente que se dedica a la política. Como el cura pederasta no solo pone sobre él la etiqueta de pervertido sino que es una invitación para despreciar a todos los que se dedican al sacerdocio.

Hace unos días oí contar la historia de un individuo que quiere cursar los estudios de Ciencias Políticas. Acude a la Facultad y en la secretaría le dicen:

– Coja un sobre.
El solicitante, sorprendido, dice:
– ¿Ya?
El funcionario puntualiza:

– El sobre de matrícula.

El chiste sobre políticos suele ser muy celebrado por las audiencias. En los bares, en las tertulias, en las conferencias… Pocos piensan en el efecto demoledor que tienen esos chistes en la valoración que se hace de la política.

Ya sé que son ellos mismos quienes tienen que ganarse el prestigio. Y muchos se lo ganan a pulso. Y aguantan las pullas y las agresiones que otros se merecen.

En todos los colectivos hay personas corruptas. Médicos, arquitectos, profesores, pilotos, comerciantes, diplomáticos, farmacéuticos… En pocos, como en el de los políticos, funciona tan bien el mecanismo de la generalización. Si uno ha delinquido, es que todos delinquen. Si uno es corrupto, es que todos lo son.

Tiramos piedras sobre nuestras cabezas. Porque nosotros hemos elegido a esos políticos. Y nosotros hemos dicho que el sistema democrático es el que deseamos para organizar nuestra sociedad. No queremos que una persona piense por todos y decida por todos. No queremos una dictadura. Pero, claro, proponer como sistema de organización una democracia exige la confianza en aquellos que van a gestionarla porque hemos depositado en ellos la confianza.

De cualquier manera, hay algunas garantías que permiten asegurar la pureza del sistema democrático. Voy a proponer un decálogo en el que hay exigencias ascendentes (de a ciudadanía hacia el poder) y descendentes (desde el poder ala ciudadanía).

– Garantizar que nadie se perpetúe en el poder. Lo cual exige limitar los mandatos de gobierno en cualquiera de los niveles del sistema democrático. Me da igual un alcalde que un presidente de Gobierno.

– La separación de poderes. Cuando el sistema judicial está sometido, vinculado o en connivencia con el poder legislativo y o el ejecutivo no existen garantías de pureza democrática.

– Leyes justas que persigan y castiguen de forma ejemplar la corrupción política. Leyes que busquen la transparencia, la rendición de cuentas, la persecución ejemplar de la corrupción, sea del propio partido sea del partido adversario.

– Dignificación de la política como un medio de servicio a la comunidad. Hay que honrar a quienes velan por el bien común.

– Erradicar de la vida pública los métodos mafiosos, el navajeo, las trampas, las zancadillas, el todo vale con tal de acceder o de mantenerse en el poder.

– En lugar de hablar de oposición, hablar de alternativa. Porque la oposición parece tener la misión de oponerse a todo, incluso a lo que es bueno para el pueblo.

– Procurar que exista democracia interna en los partidos. Es decir, que haya posibilidad de ejercer la crítica de forma libre.

– Votar con listas abiertas y no solo mediante siglas de partido. Porque no pueden meterse en un mismo saco a quienes responden a las mismas siglas.

– Hacer más frecuente la dimisión de quienes cometen errores o se descuidan en el cumplimientos de las exigencias éticas del cargo. Es decir, darle más fuerza a la responsabilidad política de las actuaciones.

– Formación ciudadana para saber discernir cuándo el gobernante actúa de manera honesta o deshonesta y para saber castigar con el voto a quien no ha respondido a las expectativas exigidas por la votación anterior.

El camino hacia la dignificación de la política es infinito. No es solo un compromiso de los profesionales de la política. Es un compromiso de todos los ciudadanos y ciudadanas del país. Hay que avanzar constantemente aunque tengamos la seguridad de no poder llegar al final nunca. En esta cuestión todos estamos interpelado. Me gusta decir (y pido que cada uno diga lo mismo): Que por mí no quede.

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Escrito por: Miguel Ángel Santos Guerra 10 comentarios

« La semilla que florece
10 thoughts on “En defensa de la clase política”
Antonio Del Pozo Dice:
26 mayo, 2018 at 09:47
LOS POLÍTICOS ESTÁN MAL PAGADOS

Estimado MAS:

Una vez más, y ya se está volviendo costumbre, tengo que felicitarte por tu artículo de esta semana. Lo suscribiría prácticamente al completo. Yo también creo que los políticos son frecuentemente objeto de generalizaciones tan injustas como facilonas. Creo que esto se debe a que muy poca gente practica la “funesta manía de pensar”, y se limitan a repetir, aumentado si pueden, el rumor, el cotilleo o la descalificación prepotente. Los políticos no son extraterrestres. Han salido del mismo sitio que todos nosotros y, como todos nosotros, los hay de todos los talantes: fanáticos y razonables, honestos y corruptos, torpes e inteligentes, formados y semianalfabetos. Incluso es probable que las cualidades positivas de cada una de estas parejas adornen a muchos más políticos que su correlato negativo. Pero, claro, que un político gestione bien y sea honesto es mucho menos noticioso que lo contrario.

A tu valiente “defensa de la clase política” añadiré un matiz de osadía: LOS POLÍTICOS ESTÁN MUY MAL PAGADOS Y MAL CONSIDERADOS. Me explicaré: Si, como muy bien apuntas, habría que atraer a la política a los mejores, a los más inteligentes y mejor preparados, la retribución, en haberes y en honores, debería ser proporcional a la responsabilidad y confianza otorgadas. No tiene ningún sentido que cualquier consejero de un consejo de administración de una empresa medio-grande cobre muchas veces más que el Presidente del Gobierno de España, teniendo miles de veces menos responsabilidad. Tampoco es de recibo que a nuestros máximos responsables se les dediquen todo tipo de insultos e injurias de grueso calibre, incluso se les someta a acosos cuasi-violentos con la más completa impunidad. Al responsable público, que además es nuestro representante democrático, se le deben una retribución y un respeto acordes a su alto cometido.

Dicho lo anterior, desglosaré a continuación algunas contrapartidas que me parecen indispensables:

1. La inflación siempre reduce drásticamente el valor de lo afectado por ella. Es un hecho palmario que en España hay actualmente DEMASIADOS políticos profesionales. A los 350 diputados que se sientan en el Congreso hay que añadir los 266 senadores del Senado (pakistaní). A todos ellos habría que sumar los 1.248 parlamentarios que asientan sus posaderas en los 19 parlamentos autonómicos. Cada uno de ellos con su correspondiente cohorte de secretarios y asesores “de confianza”. Al llegar a este punto, prefiero detener la cuenta, pues sumar los miles de concejales, diputados provinciales y otros cargos resultaría mareante. Pero los cargos electos no son sino la punta del iceberg. Muchos de ellos tienen la potestad de designar a su antojo los llamados “cargos de confianza”, que sumarían un número mucho mayor y ni siquiera están sometidos al escrutinio de una elección popular. ¿Alguien duda de que, reduciendo el número total de cargos electos a un 25 % de los actuales, la representatividad seguiría asegurada y el funcionamiento de las instituciones sería más ágil y MÁS BARATO?

2. A mucho honor, mucha responsabilidad. He empezado afirmando que los políticos deben estar mejor pagados y mejor considerados. Una reducción drástica de su número ayudaría, sin duda, a conseguirlo… También ayudaría una gradación racional en la regulación de sus haberes, para evitar que un concejal de Barcelona, por ejemplo, cobre más que un ministro del Gobierno. Pero ¡ay de aquel que traicione la confianza que sus conciudadanos han depositado en él! La actividad pública debe estar sometida a controles más rigurosos que los actuales para evitar cualquier conducta deshonesta. Si, a pesar de todo, se demostrara corrupción, prevaricación o nepotismo, el castigo debería ser ejemplar y la inhabilitación automática y permanente.

3. La vida pública no admite vida privada. Si yo encomiendo a alguien que gestione mis impuestos, mi política de educación, de sanidad, energética, de defensa, de seguridad… mi vida toda, tengo derecho a saberlo todo sobre esa persona. Si engaña a su pareja… ¿no va a engañarme a mí? Si toma drogas… ¿tomará “decisiones de cocaína”? Si tiene amantes… ¿será objeto de chantajes inconfesables? A cambio de una retribución y una consideración decentes, quiero saber si lleva una vida decente. No se trata de cesar o inhabilitar a un político por tomar drogas o tener amantes. Ni una cosa ni la otra son ilegales. Pero, como votante, tengo derecho a saber “con quién me juego los cuartos”.

4. La política no debe ser una profesión para toda la vida. Conectado con el punto anterior, no se trata de exigir a nadie que renuncie a su privacidad permanentemente; solo mientras dure su dedicación a la “cosa pública” que debería estar, como pide MAS, limitada en el tiempo: nunca más de dos períodos electorales seguidos. No queremos políticos profesionales que no han hecho en su vida otra cosa. Queremos que nuestros asuntos los lleven personas que hayan salido de la ciudadanía y tengan la perspectiva de volver a ella. Personas con una profesión real y un conocimiento real de la vida diaria. La mala imagen actual de los políticos se debe, en parte, a la percepción de ellos como una casta o una clase DISTINTA del ciudadano de a pie. La mayoría de ellos no ha conocido en su vida una ocupación distinta que la política y las luchas por el poder.

5. Participar es implicarse. También los ciudadanos debemos estar implicados en la política. Como acertadamente apuntaba MAS, política deriva de “polis” (ciudad) y viene a ser sinónimo de ciudadanía. Las democracias antiguas regulaban el derecho al voto. Solo podían votar los que estaban incluidos en el censo y, para estarlo, había que acreditar la posesión de un mínimo de bienes. Pensaban los antiguos griegos y romanos que solo alguien que se jugaba algo estaba suficientemente implicado con los intereses comunes. Es innegable que los tiempos han cambiado, pero subsiste la antigua pregunta: ¿tienen todos los votos el mismo valor? Proponía Robert Heinlein que, en el futuro, solo los que hubieran dedicado un tiempo a servir a su país, militar o civilmente, tendrían derecho al voto. Yo no sé cómo se podría regular, pero apostaría por favorecer el voto informado y responsable en detrimento del ignorante e irresponsable. Parece que caminamos en la dirección contraria. Hace poco se ha aprobado el derecho al voto de discapacitados psíquicos. Algunos reclaman rebajar la edad para votar a los 16 años… ¿Más democracia o más facilidad para manipular?

En fin, me despido disculpándome con los que hayan tenido la paciencia de leer el comentario completo porque, aunque me he esforzado en resumirlo, sigue siendo demasiado extenso.

Buen fin de semana para todos.

El Adarve

El eslabón Zaplana. El político representa la época aznarista del enriquecimiento rápido.

La detención de Eduardo Zaplana, años después de abandonar la política, retrotrae a aquellos años del aznarismo del enriquecimiento rápido y la avaricia de políticos sin escrúpulos; la mayoría de ellos, del partido gobernante. A Zaplana se le atribuyó —erróneamente porque lo dijo en realidad otro político del mismo partido— el principio de estar en la política para forrarse, pero su avidez por el dinero, su afición a impulsar megaproyectos millonarios que supusieron importantes pérdidas de fondos públicos y su estrecha relación con políticos y empresarios involucrados en asuntos de corrupción han mantenido extendida sobre él la sombra de la sospecha. La investigación de la Guardia Civil impulsada por la Fiscalía Anticorrupción apunta la posibilidad de que tales sospechas estuvieran fundamentadas. Solo el PP parece haberse visto “sorprendido”.

En los años de Zaplana en Benidorm y en la Generalitat, España crecía a buen ritmo, era alumno aventajado en Europa, liberalizaba la economía, privatizaba las grandes empresas y abundaba el dinero; sobre todo en Valencia y en Madrid, comunidades gobernadas por el PP y en las que se han producido los casos más lacerantes de corrupción política. El megalómano proyecto de Terra Mítica costó 300 millones de euros a las arcas públicas, pero se vendió por 65. Zaplana llevó a Valencia a Francisco Correa, según su sucesor al frente de la Generalitat Francisco Camps, y se sirvió de la Caja Mediterráneo (CAM), que con el tiempo fue intervenida por el Banco de España tras años de nefasta gestión y dietas millonarias de su consejo de administración.

Aunque con notable retraso, el cerco judicial se ha cerrado en torno a una presunta red corrupta de políticos y empresarios que rodearon a Zaplana, cuyo nombre ha asomado en los escándalos de corrupción más importantes que acosan al Partido Popular: del caso Lezo a la Gürtel o la Operación Púnica. Muchos de sus colaboradores y/o correligionarios cayeron antes que él mientras que Zaplana —aparente eslabón de la cadena corrupta— quedaba libre de toda culpa.

Investigado ahora por presunto blanqueo de capitales y delito fiscal, el caso Zaplana, destacado militante del PP hasta ayer por la tarde, vuelve como un bumerán contra el partido de Mariano Rajoy. El PP es uno de los máximos responsables del enorme expolio que han sufrido diversas Administraciones públicas en manos de sus gestores corruptos. El partido protegía a los suyos lamentando ser víctima de una trama contra el PP mientras se financiaba ilegalmente, como las diversas piezas del caso Gürtel están demostrando. Ha sido una vergonzosa manera de hacer política que el electorado no parece dispuesto a perdonarle de nuevo.

A este partido se le debe también fundamentalmente el desprestigio de la política y la escasa confianza de los ciudadanos en sus instituciones democráticas. La justicia es lenta, el PP solo reacciona cuando aquella actúa y lo hace siempre con irritante retraso. Son circunstancias que aumentan la desconfianza y hacen temer que los desmanes no sean solo cosa del pasado.

Amigos y parejas que nos hacen mejores, nos hacen crecer

Casi 700.000 hogares españoles no alcanzan a tener una alimentación digna. 2017: cada vez más pobres.

Ctxt

El número de excluidos por la crisis siguió creciendo el año pasado

“El mejor momento de la historia económica de España”, como lo definió recientemente el ministro Cristobal Montoro, con un crecimiento del PIB anual de más del 3% en los últimos dos años, sigue dejando atrás a millones de españoles. La mejora en los datos macroeconómicos contrasta con las condiciones de vida de ciudadanos que, por ejemplo, no alcanzan a tener una alimentación digna. El avance del informe anual sobre pobreza en la UE de Eurostat, la oficina estadística oficial de la Comisión Europea, muestra que más de 683.000 hogares españoles, el 3,7% del total, no pudo acceder a una comida proteínica cada dos días en 2017; se trata del porcentaje más alto desde que empezó la Gran Recesión: 1,7 puntos más que en 2008 (2,2%) y 0,2 puntos más que en los años más duros de la crisis (3,5% en 2013). Las familias monoparentales son las que más sufren, pasando del 4,9% en 2015 y 2016 a un 8,1% en 2017, lo que se traduce en casi 150.000 hogares con este problema. Estas familias están gestionadas en un 83% por mujeres, según el INE.

Fuente: Eurostat. Elaboración propia

La incapacidad de los ciudadanos para afrontar gastos económicos inesperados también está lejos de los niveles anteriores a la crisis. En el año 2008, el 29,6% de la población no era capaz de lidiar con este tipo de pagos no previstos, y, pese a las mejoras con respecto a años anteriores, en 2017 ese porcentaje se sitúa 7 puntos por encima de entonces (36,6%). En este caso son las personas menores de 65 años, quienes más han sufrido las restricciones económicas en esta década: en 2008, un tercio del total (33,2%), no podía afrontar gastos extra; hoy, le sucede a 4 de cada 10 menores de 65 (42,8%).

Fuente: Eurostat. Elaboración propia

El índice de privación material severa, un cálculo que estima la carencia de necesidades básicas (lavadora, calefacción, vacaciones, verdura en la nevera...) se situó el año pasado en el 5,1%. Supone una mejora de 0,7 puntos respecto a 2016 (5,8%), pero afecta todavía a más de 2,3 millones de ciudadanos, frente a los 1,5 millones de personas que vivían situaciones de extrema privación en 2007 (el 3,5% de 45,2 millones).

En el caso de los jóvenes entre 16 y 24 años, el porcentaje se eleva casi dos puntos (un 7% del total) sobre la media del país. En los principios de la crisis, 2008, los jóvenes afectados por la privación extrema eran el 4,4% del total, según los datos de Eurostat.

Estos datos de Eurostat se complementan con los que revela, en su último informe, la Asociación de Ciencias Medioambientales (ACA) sobre pobreza energética. El trabajo, en el que se tienen en cuenta por primera vez indicadores europeos, revela que el 15% de los españoles sufrió temperaturas inadecuadas, retraso del pago en los recibos, o ambas cosas, durante 2016. Este dato es 5 puntos superior al que el ACA registraba en 2008 (10%) sumando temperaturas inadecuadas y retraso en el pago de las facturas. Además, el 2% de la población, alrededor de 900.000 personas, sufrió algún cese de actividad por impago o corte de suministro eléctrico en España en ese año.

Mientras tanto, el Gobierno de España anuncia a bombo y platillo “los presupuestos más sociales de la historia”. La realidad, como contó en CTXT Emilio de la Peña, es que, desde la llegada de Rajoy al poder, las partidas sociales, excluidas las pensiones, han disminuido un 27%. Este año, son las más bajas desde 2009.

Recortes sociales y trucos contables

Desde la llegada del Partido Popular al gobierno en 2011 –y su renovado mandato en 2016–, han sido mucho las técnicas que ha usado el Ejecutivo, de la mano de su ministro de Hacienda, para hacer creer que el gasto social seguía aumentando. El problema ha residido siempre en la lectura o parcialidad de los datos. Los trucos son variados: porcentajes frente al gasto bruto (o viceversa), o ejecuciones finales muy alejadas de lo presupuestado.

La batalla de narrativas presupuestarias se ha desarrollado en paralelo a la situación en la Cámara: durante cuatro años, el rodillo popular permitió que todo quedara en un mero acto informativo. Desde las últimas elecciones, los 134 diputados del Partido Popular tienen la obligación de buscar socios con los que sacar adelante el plan económico. En este sentido, y con el objetivo de convencer a futuros –o presentes– compañeros de viaje, otras de las grandes asas del actual ejecutivo ha sido la sombra de una crisis que inevitablemente, y básicamente por la gestión propia, es cada vez más cosa del pasado. La semana pasada, el nuevo intento de Montoro en el Congreso apeló precisamente a esto. Aprobar los presupuestos es, según el ministro, “la forma de abrir la puerta al final de la crisis”. Según Montoro, la crisis no ha terminado, pero está “derrotada”, y depende de la voluntad de sus señorías enterrarla definitivamente.

Parecería que, con un país que crece a más del 2,8% anual –dato recientemente revisado al alza por el FMI para 2018–, la oportunidad para lograr “estabilidad económica" no se puede dejar pasar. El desglose de algunos de los datos provisionales de Eurostat anteriormente citados, sin embargo, indica que el día a día de muchos ciudadanos aún queda lejos de ser digno.

Indicador AROPE

El indicador AROPE es una de las principales referencias para evaluar la situación socioeconómica de la población. El indicador, incluidos en la estrategia de crecimiento de la UE ‘Europa 2020’, mide el riesgo de pobreza y exclusión social de la población en base a distintas variables: renta, privación material. Desde el estallido de la crisis, este indicador ha alcanzado picos sobresalientes en nuestro país, hasta el punto de que 13,4 millones de personas –casi el 28% de la población– estaban en riesgo de pobreza y exclusión social en 2014. En 2016 sólo se redujo a un 27,8%, consolidándose en más de 12,9 millones las personas en esta grave situación.

Lo que nuestras metáforas dicen de nosotros

El lenguaje figurado dice más de nosotros de los que nos creemos. Nos ayuda a entender el mundo. Es un atajo que toma la mente para asimilar situaciones complejas. Y acaba convirtiéndose en un espejo fiel de nuestra cultura.

Para el poeta Robert Frost, la vida era un camino que discurre por encrucijadas insorteables; para Pessoa, una sombra que pasa sobre un río. Shakespeare veía el mundo como un escenario y Scott Fitzgerald percibía a los seres humanos como barcas a contracorriente. Nos rodean las metáforas, pero no solo cuando tomamos un libro entre las manos. En nuestro uso cotidiano de la lengua están tan presentes que ni siquiera las advertimos: “Las mujeres ante el techo de cristal”, “la burbuja del alquiler”, “los brotes verdes de la economía”, “cortar una situación por lo sano”…Considerada la forma por antonomasia del lenguaje figurado, a veces se ha tomado por un mero embellecimiento del discurso, un alarde intelectual o incluso una desviación lúdica del conocimiento lógico.

Desde 1980, con la publicación del libro Metáforas en la vida cotidiana (editorial Cátedra) se actualizó el papel protagónico de esta figura retórica. Y es que sus autores, Lakoff y Johnson, apuntaron que las alegorías dibujan el mapa conceptual según el cual observamos, pensamos y actuamos. A menudo son nuestra brújula invisible, la que orienta tanto los gestos instintivos que hacemos como las decisiones trascendentales que tomamos. Es muy probable que quienes conciban la vida como una cruz y quienes la entiendan como un viaje no reaccionen igual ante un mismo dilema. Las metáforas son eficaces herramientas multiusos. Al partir de elementos ya conocidos, nos ayudan a examinar realidades, conceptos y teorías nuevas de una manera práctica. También nos sirven para abordar experiencias traumáticas en las que el lenguaje literal se revela impotente. Son vigorosos atajos que toma la mente para asimilar situaciones complejas en las que la literalidad resulta tediosa, limitada o confusa. Nos resulta más fácil entender que la depresión es una suerte de agujero negro, que el ADN es el manual de instrucciones de cada ser vivo o que un banco contagia a otro.

Estas figuraciones cohesionan las identidades colectivas, pues dado que circulan y se reutilizan sin cesar hasta que acaban por incorporarse a nuestro acervo interpretativo: son un espejo fiel de nuestra cultura. Pero este lenguaje puede convertirse en una trampa intelectual. Hace unos años, los psicólogos Paul Thibodeau y Lera Boroditsky, de la universidad estadounidense de Stanford, publicaron un trabajo en el que analizaban los resultados de plantear un debate sobre políticas contra la delincuencia utilizando dos metáforas diferentes. Cuando el problema se ilustraba como si se tratase de un depredador devorando a la comunidad, la respuesta era endurecer la vigilancia policial y aplicar leyes más severas. Por el contrario, cuando se exponía como un virus que infectaba la ciudad, los encuestados optaban por que se adoptaran medidas para erradicar la desigualdad y mejorar la educación. Las malas comparaciones dan lugar a malas políticas, escribió el Nobel de economía Paul Krugman. Y es que son de una versatilidad portentosa.

En el campo de la medicina, se han ido produciendo cambios de paradigma con respecto a su impacto emocional. En un reciente seminario organizado por la Universidad de Navarra, la lingüista inglesa Elena Semino disertó sobre los efectos de abordar el cáncer como si fuera una guerra y las sensaciones negativas que experimenta el paciente cuando cree “estar perdiendo la batalla”. Aunque, para otros, pueda resultar estimulante. El error, afirmó la experta, es generalizar ciertos campos semánticos como, por ejemplo, el militar –algo que ya hacía Galeno de Pérgamo, hace 19 siglos– . Para corregirlo, su grupo de investigación elabora lo que llama un “menú de metáforas”, con el fin de que profesionales y pacientes se enfrenten a la enfermedad de una manera más constructiva. Las buenas metáforas nos regalan otras perspectivas, fronteras menos rígidas, nuevas categorizaciones que sustituyen a las ya gastadas. 

https://elpais.com/elpais/2018/04/11/eps/1523440058_896528.html

sábado, 26 de mayo de 2018

O se suben los recursos o se baja la deuda. La comisión de expertos verificó que las autonomías tienen menos suficiencia que el Estado.

La caída de la recaudación que conllevó la Gran Recesión afectó especialmente a las autonomías por el desplome de las figuras asociadas al sector inmobiliario.

La reacción fue triple. Uno, reducir gastos, con el inconveniente de que se perjudicaban los sociales (sanidad, educación y dependencia), que pasaron de representar el 69% del total (2007) al 75% (2015), lo que reducía margen de actuación. Dos, crear nuevas tasas territoriales, con la desventaja de su menor capacidad recaudatoria y el riesgo de conflicto competencial con la Administración central. Y tres, el endeudamiento.

Este llegó a ser tan notorio que —junto a la crisis fiscal desde 2009, simultánea a la entrada en vigor del nuevo sistema de financiación, por lo que lo contaminó— que las comunidades quedaron excluidas de la apelación a los mercados internacionales.

El Fondo de pago a proveedores o el Fondo de Liquidación Autonómica (FLA, que ha suministrado más de 170.000 millones) —sustitutivo de la posible emisión de hispabonos, una suerte de eurobonos domésticos— compensaron en parte, desde 2012, esa carencia.

La Comisión de expertos, en su informe de julio 2017, no acordó una fórmula para descrestar esa deuda, pero apuntó propuestas. Los miembros más sensibles a la problemática de las autonomías sobrefinanciadas, menos endeudas o que más habían recortado recelaban de cualquier reestructuración o quita, al considerar el "riesgo moral" que supondría aliviar a los más endeudados.

Aún así, el equipo concluyó que para acompañar la vuelta a los mercados, era "aconsejable" un nuevo trato favorable, ampliando carencias y fijando tipos de interés blandos. Como se hizo con los programas de rescate a socios de la UE, siempre bajo una "condicionalidad" que las comprometiese a cumplir objetivos de reequilibrio presupuestario.

Una minoría postuló una idea más radical, una reducción directa de la deuda. A condición de no cubrir de ninguna manera "la parte del endeudamiento diferencial" de las autonomías "derivada de una mayor propensión relativa al gasto", el posible origen de un riesgo moral discriminatorio.

La reestructuración cubriría dos tramos; uno, para todas, por su "insuficiencia de recursos padecida para financiar los servicios en el período 2009-2016"; el otro beneficiaría a las que tuvieron que endeudarse más por razones objetivas, no por capricho gastador.

Ante el desequilibrio financiero de las autonomías se puede actuar de dos maneras: inyectando más recursos al sistema, para lo que el Estado encuentra dificultades; o actuando sobre la deuda (o una mezcla). Pero uno de los aspectos sugerentes de aquel documento es que proporcionó la base para hacerlo al reconocer que las autonomías padecieron mayor insuficiencia que la Administración central.

Eso se explicitaba, más que en cuantías relativas, en términos de un "desequilibrio de instrumentos a favor del Estado", mucho mejor dotado que aquellas para aumentar sus recursos tributarios en las vacas flacas: las comunidades solo pueden modular al alza o a la baja la mitad de sus ingresos ordinarios.

https://elpais.com/economia/2018/05/09/actualidad/1525881732_086481.html

Ternura. Conozco personas a las que quiero y admiro cuyo único objetivo en la vida es llevar la razón.

Sé de gente que mataría por llevar razón. Hay otros rasgos de carácter que se pueden corregir a lo largo de la vida, pero quitarse de llevar razón es como quitarse de la heroína: se puede, aunque con mucho sacrificio. Si vienes al mundo con ese declive, mueres con él. Te mueres llevando la razón, te incineran llevando la razón, llegas al infierno llevando la razón. Jamás discutas con personas necesitadas de llevar la razón. No conduce a nada, solo a la infelicidad. En las discusiones políticas es donde mejor se las distingue. Llevar razón constituye un modo de tapar heridas ancestrales, abandonos remotos. Llevar razón es una forma de vengarse. Si llevas razón, tu nacimiento no fue un error, tus padres te quisieron, la infancia triste y la perra juventud valieron la pena. El mundo ya no te debe nada, en fin. Si llevas razón, no necesitas ser sutil ni inteligente ni educado. Llevar razón te coloca por encima del bien y del mal.

La frase “hablar cargado de razón”, pese a su naturaleza de lugar común, describe perfectamente esta patología. Para intentar convencerte de sus argumentos, los llevadores de razón subrayan sus discursos con gestos en los que expresan lo absurdo que sería pensar de otro modo. Conozco personas a las que quiero y admiro cuyo único objetivo en la vida es llevar la razón. Siento una terrible ternura por ellas porque me recuerdan épocas de mi vida en las que yo mismo necesitaba llevar razón a toda costa. Me quité de llevar razón porque me hacía daño a la salud, como el tabaco, aunque a veces recaigo y fumo un camel clandestino. Desde entonces, siempre que descubro a alguien llevando la razón me dan ganas de abrazarlo y de hacerle unas caricias al tiempo de decirle que no pasa nada por no llevarla.Sé de gente que mataría por llevar razón. Hay otros rasgos de carácter que se pueden corregir a lo largo de la vida, pero quitarse de llevar razón es como quitarse de la heroína: se puede, aunque con mucho sacrificio. Si vienes al mundo con ese declive, mueres con él. Te mueres llevando la razón, te incineran llevando la razón, llegas al infierno llevando la razón.

Jamás discutas con personas necesitadas de llevar la razón. No conduce a nada, solo a la infelicidad. En las discusiones políticas es donde mejor se las distingue. Llevar razón constituye un modo de tapar heridas ancestrales, abandonos remotos. Llevar razón es una forma de vengarse. Si llevas razón, tu nacimiento no fue un error, tus padres te quisieron, la infancia triste y la perra juventud valieron la pena. El mundo ya no te debe nada, en fin. Si llevas razón, no necesitas ser sutil ni inteligente ni educado. Llevar razón te coloca por encima del bien y del mal. La frase “hablar cargado de razón”, pese a su naturaleza de lugar común, describe perfectamente esta patología. Para intentar convencerte de sus argumentos, los llevadores de razón subrayan sus discursos con gestos en los que expresan lo absurdo que sería pensar de otro modo. Conozco personas a las que quiero y admiro cuyo único objetivo en la vida es llevar la razón. Siento una terrible ternura por ellas porque me recuerdan épocas de mi vida en las que yo mismo necesitaba llevar razón a toda costa. Me quité de llevar razón porque me hacía daño a la salud, como el tabaco, aunque a veces recaigo y fumo un camel clandestino. Desde entonces, siempre que descubro a alguien llevando la razón me dan ganas de abrazarlo y de hacerle unas caricias al tiempo de decirle que no pasa nada por no llevarla.

https://elpais.com/elpais/2018/04/19/opinion/1524149661_569971.html