jueves, 5 de octubre de 2023

Cómo Hermanos de Italia, el partido radical en el poder, está tratando de cambiar de manera silenciosa ese país

Personas con pancartas con mensajes antifascistas mientras participan en una marcha convocada por los partidos y organizaciones de izquierda italianos en el centro de Roma el 24 de febrero de 2018, una semana antes de las elecciones generales de Italia.

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En los últimos años ha habido varios enfrentamientos violentos entre activistas de extrema derecha y grupos antifascistas en las calles de Italia.


“Los italianos están teniendo menos hijos, están siendo reemplazados por otras personas", aseguró en un discurso en abril Francesco Lollobrigida, ministro de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Italia.

"Sí a apoyar más nacimientos, no al reemplazo étnico", agregó el gran aliado y cuñado de la primera ministra italiana Giorgia Meloni.

Su discurso causó revuelo y fue tachado de racista y xenófobo.

Algunos lo compararon con la retórica que se usaba en la Italia del dictador fascista Benito Mussolini. “Nos llevan a la década de 1930. Son palabras que tienen un sabor a supremacismo blanco”, criticó Elly Schlein, líder del opositor Partido Democrático de centroizquierda, quien calificó los comentarios de "repugnantes". No obstante, el discurso de "más bebés italianos y menos migrantes" tiene un gran número de seguidores en Italia y se hace cada vez más frecuente en el mundo político del país europeo, sobre todo dentro de los círculos del partido de Meloni, Hermanos de Italia (Fratelli d'Italia; FdI). Fundado en 2012, Hermanos de Italia tiene sus raíces políticas en el Movimiento Social Italiano (MSI), que surgió de las cenizas del fascismo de Mussolini. 

 Logo del partido Hermanos de Italia.  
Logo del partido Hermanos de Italia.

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Hermanos de Italia mantiene la llama tricolor, un logo utilizado por los partidos de extrema derecha de la posguerra y percibido como el fuego que arde en la tumba de Mussolini. 

Racismo, xenofobia y antiinmigración 

Pese a que Meloni ha rechazado con firmeza cualquier vínculo de su partido con el fascismo, sus críticos argumentan que algunas políticas de su gobierno siguen corrientes neofascistas.

John Foot, profesor de historia italiana moderna de la Universidad de Briston, asegura que es un poco tonto pensar que el fascismo ha regresado a Italia, pero reconoce que el partido tiene tendencias autoritarias.

"Es un partido que utiliza el racismo, la xenofobia y un discurso antiinmigrantes, pero también llegó al poder democráticamente y siempre ha estado dentro del sistema democrático y constitucional", añade el también autor del libro "Blood and Power: The Rise and Fall of Italian Fascism".

“No se puede decir que es fascista, porque no planea abolir la democracia ni van a salir a las calles a matar gente para lograr objetivos”.

Hermanos de Italia es uno de los pocos partidos que mantiene el logotipo de los partidos de extrema derecha de la posguerra: la llama tricolor, a menudo percibida como el fuego que arde en la tumba de Mussolini.

Pero tanto el partido actual como sus predecesores han moderado su retórica desde la década de 1990. Esto les ha permitido convertirse en una fuerza política bien establecida que está impulsando cambios sociales en la tercera economía más grande de la Unión Europea (UE).

Meloni

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Meloni quiere otorgar más poderes al jefe de estado e introducir un sistema presidencial.

“Primero abandonaron sus críticas al libre mercado, a la Unión Europea y la OTAN; ahora incluso apoyan la membresía ambas instituciones”, le dice a BBC Mundo David Broder, historiador de la extrema derecha italiana y profesor de la Universidad Syracuse en Florencia.

El autor del libro "Mussolini’s Grandchildren: Fascism in Contemporary Italy" explica que otro elemento para entender su ascenso al poder es que fue el único partido en oposición por un año y medio antes de la elección.

El ex primer ministro Mario Draghi estuvo a la cabeza de un gobierno formado por una gran coalición que incluyó al Partido Democrático de centroizquierda, el antisistema Movimiento 5 Estrellas y la derechista Liga, entre otros grupos políticos.

“Hermanos de Italia tuvo la oportunidad de decir: ‘Somos la única oposición. Si quieres votar por una alternativa real de derecha, nosotros somos la única opción’”, señala Broder.

Ser uno de los pocos partidos que optó por no unirse a la coalición del gobierno de Draghi pagó dividendos.

Hermanos de Italia pasó de obtener apenas el 4,3% de los votos en las elecciones de 2018 a ganar el sufragio celebrado en septiembre de 2022 con un 26%.

Políticas antimigratorias

Broder describe a Italia como un país con mucha "volatilidad política", por lo que era predecible que la única oposición real al gobierno de Draghi recogiera la mayoría de los votos.

Desde su ascenso al poder, Hermanos de Italia ha impulsado políticas que han causado revuelo.

Antes de convertirse en primera ministra, Meloni prometió bloquear los barcos de inmigrantes que cruzan del norte de África a Italia.

Migrantes en el mar.

Migrantes en el mar.

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La promesa clave de la campaña que llevó al poder a Giorgia Meloni fue impedir que los barcos de inmigrantes utilicen Italia como puerta de entrada a Europa.

Desde los primeros meses de su gobierno, el discurso antiinmigrante se ha intensificado, a pesar de que el envejecimiento de la población de Italia y su baja tasa de natalidad hacen que exista una creciente necesidad de mano de obra extranjera.

El Parlamento italiano aprobó en mayo el controvertido decreto Cutro, en referencia a la ciudad sureña de Calabria donde más de 90 personas murieron en un naufragio en febrero, para acabar con la inmigración irregular.

La nueva ley limita el estatus de protección especial que las autoridades italianas pueden otorgar a los inmigrantes que no califican para el asilo, además de eliminar los cursos de idiomas y el asesoramiento jurídico en los centros de acogida.

En febrero se había prohibido que los barcos de rescate de ongs pudieran realizar varias operaciones seguidas.

El discurso antiinmigración en Italia no se limita a la extrema derecha.

Otros partidos, como los Demócratas, que estuvieron en el poder recientemente en 2017, o el Movimiento 5 Estrellas, que estuvo en el poder en 2018, también mostraron una actitud represiva contra los migrantes.

Pero Hermanos de Italia ha sido el partido que ha impulsado los cambios más restrictivos en el sistema migratorio en los últimos años.

Según el historiador David Broder, la opinión pública italiana tiene una visión negativa de la inmigración que se ha expandido en los últimos años y eso se debe a que Italia no ha logrado integrar con éxito a las minorías étnicas.

Subrogación: "Peor que la pedofilia"

Además de los migrantes, la comunidad LGTB+ italiana se ha convertido en otro de los focos del gobierno de Meloni.

La primera ministra ha asegurado abiertamente que no apoya la adopción de parejas del mismo sexo, alegando que un niño merece "lo mejor": "Tener un padre y una madre".

Madres lesbianas manifestando frente al Vaticano en protesta por la anulación de los registros de nacimiento de sus hijos.

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Madres lesbianas manifestando frente al Vaticano en protesta por la anulación de los registros de nacimiento de sus hijos.

Pese a que Italia es uno de los pocos países de Europa Occidental en los que aún no existe el matrimonio entre personas del mismo sexo, la mayoría de los italianos estarían a favor de aprobar una ley para que sea posible, según varias encuestas.

Pero la aprobación del matrimonio igualitario parece poco probable mientras Hermanos de Italia esté en el poder.

"Hermanos de Italia ha comenzado una guerra cultural contra las minorías sexuales desplazando el asunto de los derechos de las personas LGBT+ a la subrogación pagada", explica el historiador David Broder.

"Están tratando de asociar la paternidad LGBT con una idea mucho menos popular: pagar por subrogación".

Miembros del partido de Meloni han calificado la subrogación como un delito "incluso peor que la pedofilia", en el que las parejas homosexuales buscan "hacer pasar a los niños como propios".

Por su parte, Meloni ordenó a las municipalidades que dejen de emitir certificados de nacimiento extranjeros a parejas del mismo sexo que recurrieron a la subrogación.

El partido tiene también una propuesta, elaborada por la misma Meloni, para hacer que la búsqueda de nacimientos subrogados en el extranjero por parte de los italianos sea ilegal y se sancione con tres meses a dos años de prisión y una multa de 600.000 a un millón de euros.

Planes para cambiar la Constitución

Meloni fue ministra de la Juventud de Italia en el cuarto gabinete de Berlusconi.

Meloni fue ministra de la Juventud de Italia en el cuarto gabinete de Berlusconi.

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Meloni fue ministra de la Juventud de Italia en el cuarto gabinete del difunto primer ministro Silvio Berlusconi.

Hermanos de Italia también pretende cambiar la Constitución.

Meloni expuso en mayo sus planes para otorgar más poderes al jefe de gobierno y planteó la idea de introducir un sistema presidencial.

Pero la oposición de centroizquierda rechaza tales reformas, pues temen que se concentre demasiado poder en manos de un solo individuo.

Los fundadores de la Italia moderna querían evitar la concentración de poder cuando establecieron el sistema político actual tras la caída de Benito Mussolini.

Otra polémica medida reciente del gobierno fue la eliminación de beneficios para personas desempleadas.

Se estima que 169.000 familias en toda Italia recibieron un SMS a fines de julio notificándoles que los beneficios que habían disfrutado durante los últimos cuatro años se interrumpirían abruptamente el mes siguiente.

"Ciertamente algunas de las medidas del gobierno de Meloni han sido controvertidas, pero tampoco han sido tan drásticas", apunta Broder.

"El éxito de Melani es que se ha vuelto en una líder europea que es aceptada ampliamente en la escena internacional".

En un artículo en el New York Times, David Broder, también mencionó los esfuerzos de Meloni por debilitar la legislación contra la tortura y el hecho de que está llenando la RAI (la Radio Televisión Italiana, el servicio público), con aliados políticos.

A pesar del regreso de la extrema derecha al poder en Italia y del provocativo título de su libro que habla del fascismo en la Italia contemporánea, David Broder no cree que el movimiento regrese de la misma forma que antes.

“No habrá un régimen ni una dictadura, pero estamos viendo algo nuevo en Italia y en Europa: la convergencia de partidos históricos que surgieron del fascismo, como Hermanos de Italia, con partidos conservadores tradicionales", afirma.

El historiador asegura que ambos grupos se han vuelto difícil de distinguir debido a la creación de alianzas y a que comparten "ideas basadas en etnicidad y teorías conspirativas".

"Muchos partidos con tendencias extremas como Vox en España, Agrupación Nacional de Le Pen en Francia y Hermanos de Italia dejaron de ser partidos marginalizados y ahora son partidos que se consideran normales y están ganando elecciones".

_- ¿Por qué seguimos llamando fusilamientos a los asesinatos?

_- Por Alfons Cervera | 27/09/2023 | España
Fuentes: Infolibre

No hay ninguna señal. A lo mejor, sólo un montoncillo de tierra revuelta, como si ese pequeño recuadro de color marrón lo hubieran picoteado los pájaros para llenar el buche. Lo más seguro es que, si prestásemos atención, igual veíamos que ese montoncito de tierra se mueve, que es como si respirara un agua subterránea y el gluglú de esa respiración nos llegara no sabemos si desde la realidad o en la mitad del sueño. Los años han cubierto de verdín vegetal lo que antes fue cuadrícula de vida y después, mucho después, la superficie yerma del olvido.

Hace muchos años que ese pedazo de tierra se había convertido en un secarral, en la mudez de lo que antes fue un ruido insoportable de tiros y metralla, en el culto feroz, intransigente, a un silencio que abochorna la irreprochable nobleza del recuerdo. Una madrugada de hace muchos años allí fueron dejados caer, como fardos llenos de perros muertos, hombres y mujeres que habían defendido la República contra el fascismo. Se los llevaban los falangistas en camionetas y autos de los ricos y a la luz lluviosa de los faros les disparaban de cara o por la espalda y dejaban tirados los cuerpos en las cunetas o los amontonaban en fosas que eran como muladares clandestinos en medio de la noche.

La lírica que a propósito envuelve los párrafos anteriores no desdice los argumentos del horror. Cuando escribe Juan Rejano el prólogo a Poesías de la Guerra Española, de Pedro Garfias, bien claro que lo deja: “No se mire, por consiguiente, esta poesía, sino en función de arma de lucha”. Las fosas que se han ido abriendo poco a poco, sobre todo en los últimos años, despiertan a partes iguales sentimientos encontrados de rabia y de ternura. Esa hermosa canción de mi querido Pedro Guerra: 

“Pero no son, a simple vista, sólo huesos /
Desvencijados huesos / 
En el calcio del hueso hay una historia: / 
Desesperada historia, desmadejada historia / 
De terror premeditado”.

Escribo de lo que tantas otras veces he hecho en estas mismas páginas de infoLibre. La memoria que se nos ha ido yendo como si todo fuera pérdida. Estos días hemos hablado y escrito sobre Chile, sobre los días felices de 1970 y de esos otros en que las bombas golpistas lo convirtieron todo en ruinas tres años más tarde. Hay veces en que los dos países son como hermanos gemelos. Los golpes de Estado. Las dictaduras con sus detenciones, sus torturas, sus desapariciones, sus crímenes. Las transiciones que no acaban con la herencia del monstruo. La desmemoria. Aquí las derechas siguen amando a Franco. En Chile, las derechas detestan a Salvador Allende y rinden pleitesía a Pinochet. Allí, al menos, se ha juzgado a algunos asesinos. Aquí sigue siendo imposible después de más de cuarenta años de democracia. Los asesinos de Víctor Jara acaban de ser condenados. Quienes aquí urdieron y dispararon los tiros en las madrugadas del falangismo vengativo, y cerraron las fosas con la tierra removida que ocultara sus crímenes, siguen viviendo tan tranquilos o se murieron sin que ninguna justicia les cayera encima.

Le echamos la culpa a Vox de que donde gobierna con el PP las políticas de memoria han ido a la papelera. Y no es así. El máximo responsable de que esas políticas estén en dique seco es el PP. Y no de ahora. Recordemos a Rajoy cuando en 2015 dejó vacío el presupuesto para las políticas memorialistas. Y lo decía llenándose de orgullo: “cero euros”. Y cómo se burlaban Pablo Casado y Rafael Hernando: se refería el primero a lo carcas que éramos quienes nos pasábamos el tiempo hablando de “las fosas de no sé quién”. Y el segundo, ese prodigio de inteligencia verbenera: “algunos se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarle”. ¿Se puede ser más despreciable? Y hay más, muchos más testimonios del PP defendiendo el franquismo y mofándose de la necesidad de sacar de la tierra lo que queda de las víctimas de esa dictadura a la que tanto aman. Si el resultado electoral del 23J hubiera permitido el gobierno y la presidencia del PP, ya se habrían cargado la Ley de Memoria Democrática y la hubieran sustituido por la que ellos llaman de Concordia. O sea: la Ley del Olvido para que el franquismo siga para siempre presente en nuestras vidas y sea lo mismo asesinar que ser asesinado. Creo que lo conté aquí hace un tiempo: después de una conferencia que di en un pueblo de Castellón se me acercó un señor de bastante edad y me soltó tan tranquilo: “usted ha dicho lo que ha dicho porque en la guerra y después de la guerra no matamos bastantes”. Y se quedó tan pancho. Ésa es su Concordia. El olor a crimen como si la pólvora fuera para ellos un perfume de Loewe o de Chanel.

En muchos sitios de España gobiernan las extremas derechas. Podría poner eso en singular y no mentiría. Digan lo que digan versiones seguramente más equilibradas que la mía, en casi todos los órdenes de la vida el PP y Vox son lo mismo. A mí me cae cerca uno de esos gobiernos. El País Valenciano es un feudo de esas derechas. Los Ayuntamientos de las tres capitales, las tres Diputaciones provinciales y el gobierno de la Generalitat están en sus manos. Ahí es nada. Nos tocó el gordo el 28M. La presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina, del PP, lo dejó claro hace unos días: las políticas de memoria, que se refieren sobre todo a las exhumaciones ya iniciadas, “no son una prioridad y tampoco son urgentes”. Igual la señora presidenta piensa que si las víctimas han estado ahí más de ochenta años, pueden seguir tranquilamente otros ochenta sin que nos ataque la ansiedad. Cuando leí la noticia, me acordé de lo que me dijo aquel tipo, paisano de la señora presidenta, hace unos años. Así son ellos. Franquistas a tope. Sin complejos. Insisto: hablo del PP. Los de Vox son la fuerza de choque, como siempre lo fue el violento falangismo de sus antepasados. Hace unos días Aznar llamaba a la algarada callejera para salvar España. ¿Les suena ese llamamiento a llamamientos de otro tiempo? ¿No podría ser perfectamente Aznar presidente de honor de Vox de la misma manera que lo fue del PP desde 2004 hasta que se cabreó con Rajoy a finales de 2016? Pues claro que podría.

España es la patria de la abyección cuando hablamos de los desaparecidos. 
Más de cien mil víctimas de la represión fascista en la guerra y la dictadura respiran bajo tierra y, si prestamos atención, veremos cómo los montoncitos de color marrón picoteados por los pájaros se mueven como si en sus entrañas siguiera viva la alegría de quienes, con un entusiasmo casi adolescente y unas armas que a ratos daban risa, defendieron la República frente a los facciosos. En muchos sitios seguirán las exhumaciones, costeadas, eso sí, por las propias familias y algunas instituciones políticas que siguen en manos de la izquierda. Seguiremos hablando de la necesidad de celebrar el duelo a cara descubierta, sin esa vergüenza a que obligó el franquismo con sus enterramientos clandestinos. Pero hay dos cosas que me gustaría repetir una vez más en columnas como ésta. La primera: esa celebración del duelo es un acto político. Demasiadas veces aludimos sólo a la parte sentimental de ese duelo y no hablamos de lo que de político tienen las exhumaciones. En segundo lugar, algo que me sigue perturbando cuando hablamos de las víctimas que siguen en las fosas de los cementerios y en las cunetas y en los descampados: ¿por qué seguimos hablando de fusilamientos en vez de hablar sencilla y llanamente de asesinatos? Quienes están en esas fosas no fueron fusilados: fueron criminalmente asesinados. No hubo juicio previo y, si lo hubo, fue celebrado sin ninguna garantía de defensa. Ya casi doy la batalla del lenguaje por perdida. Pero me da igual. Seguiré dando la vara. Y tanto que seguiré dando la vara. Y tanto.

Fuente: https://www.infolibre.es/opinion/plaza-publica/seguimos-llamando-fusilamientos-asesinatos_129_1589895.html

miércoles, 4 de octubre de 2023

Para conocer el bien, o el mal, primero hay que verlo.

Una vigilia en honor a Alan Kurdi, un niño sirio, y en protesta contra la política migratoria del Gobierno australiano, en Melbourne, el 7 de septiembre de 2015.  Asank
Una vigilia en honor a Alan Kurdi, un niño sirio, y en protesta contra la política migratoria del Gobierno australiano, en Melbourne, el 7 de septiembre de 2015.  AsankASANKA BRENDON RATNAYAKE (ANADOL
La experiencia nos demuestra que la compasión es con mucha frecuencia el motor del cambio social, escribe Julian Baggini en un libro en el que se pregunta qué podemos aprender de los evangelios más allá de la religión.


El filósofo moral de Cambridge de principios del siglo XX G. E. Moore argüía que el “bien” es real, pero no puede definirse en términos de ninguna otra cosa. Decir, como hacen algunos utilitaristas, que lo bueno es simplemente aquello que aumenta la felicidad es erróneo, porque “bueno” y “feliz” no significan lo mismo. Si la felicidad es o no buena siempre es una cuestión abierta¿Es buena, por ejemplo, la felicidad de un sádico? El “bien” es real pero indefinible, y no es una de las muchas cosas que encontramos en la naturaleza. Verlo es la única forma de saber lo que es. De un modo similar, la gente puede poner ejemplos de cosas amarillas y señalarlas, pero la amarillez es algo que tenemos que ver por nosotros mismos y no puede definirse en términos de ninguna otra cosa. En el fondo, lo bueno se conoce mediante una especie de intuición.

El filósofo ilustrado escocés David Hume adoptó una concepción más práctica y realista; Pensaba que lo bueno podía definirse en términos naturalistas. Calificamos de buena cualquier cosa que sea “útil para la sociedad, o útil o agradable para la propia persona”. Nuestra motivación para hacer el bien no dimana de la razón, sino de la estima que “el sentimiento natural de benevolencia nos impulsa a prestar a los intereses de la humanidad y la sociedad”.

En muchos sentidos, Moore y Hume discrepaban profundamente. Moore pensaba que el bien era una parte indefinible de una realidad no natural, y Hume, que era una parte definible del mundo natural. Sin embargo, en otro aspecto vital, estaban de acuerdo: la base última de toda identificación de algo como bueno o malo, correcto o incorrecto, no es un argumento, sino una observación que requiere una capacidad no racional, ya se trate de una intuición (Moore), ya de un sentimiento moral (Hume).

Este retrato de la moralidad nos ayuda a explicar cómo vemos el cambio moral que se está produciendo habitualmente. Por ejemplo, en cierta ocasión entrevisté a una madre soltera lesbiana y atea llamada Renee, en una pequeña localidad de Texas. De todas sus identidades marginales, su condición de atea era con creces la más problemática. Pensaba que la explicación era simplemente una cuestión de familiaridad: “Si alguien se entera de que soy lesbiana, dirá que tiene una tía o una hermana lesbiana, pero si alguien descubre que soy atea, no sabrá cómo afrontarlo. Ni siquiera saben lo que es un ateo. Llevo 10 años aquí y no conozco a nadie en todo el condado que sea ateo”. Creo que Renee está en lo cierto y que la razón por la que los derechos del colectivo LGTBI han avanzado tanto en Estados Unidos no es porque los activistas ganaran un debate moral, sino porque a medida que la gente iba conociendo a más personas homosexuales, su experiencia les enseñaba que no había nada malo en ellas.

Hay muchas filosofías morales en las que no se ofrece ningún argumento para justificar la noción del bien que se está manejando. La ética confuciana, La ética confuciana, por ejemplo, solo se preocupa de lo que se requiere para crear una buena sociedad y carece de interés en las concepciones metafísicas de la bondad. Cuando se trata de determinar lo que es una buena sociedad, se asume que reconocemos que la armonía es preferible a la disarmonía, la prosperidad es preferible a la pobreza y la paz es preferible a la guerra.

La ausencia de argumentos de Jesús en favor de lo que hace fundamentalmente correctas o incorrectas las acciones no es, por tanto, una buena razón para desestimar sus doctrinas morales como una mera serie de instrucciones dictadas por decreto. Para tomárnoslo en serio como un maestro de moral solo necesitamos convencernos de que es un experto en hacernos prestar mucha atención a lo que es la bondad. Ciertamente es evidente que él mismo creía en la necesidad de esa buena “visión moral”: “La lámpara de tu cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo está sano ve con claridad, también todo tu cuerpo está luminoso; pero cuando está malo, también tu cuerpo está a oscuras” (Sin Dios 2, 17).

La filosofía occidental moderna ha llegado a pensar que “ver con claridad” consiste básicamente en determinar los hechos y razonar lógicamente a partir de ellos. Esto tiene poco o nada que ver con la ética. Sin embargo, no son pocos los filósofos que han establecido una conexión entre comprender con agudeza y ser bueno. En la filosofía india, las escuelas ortodoxas se conocen como darśanas, cuya raíz significa literalmente ver. Otro término sánscrito, que significa “la ciencia de la investigación” —lo que en términos generales denominaríamos filosofía—, es anvīksīkī, que originalmente significaba algo así como mirar.

Incluso en la filosofía occidental ha persistido una corriente de pensamiento que atribuye una dimensión ética a la visión certera. Aristóteles escribió: “Uno debe hacer caso de las aseveraciones y opiniones de los experimentados, ancianos y prudentes no menos que de las demostraciones, pues ellos ven rectamente porque poseen la visión de la experiencia”. Más idiosincrásico es un interesante comentario de Wittgenstein que sugiere que la lógica y la ética son inseparables: “¿Cómo puedo ser un lógico sin antes ser un humano decente?”, preguntaba en una carta a Bertrand Russell. Ray Monk, biógrafo de Wittgenstein, explica que la conexión se basa en el hecho de que “para pensar con claridad en la lógica, tiene que eliminar aquellas cosas que se interponen en el camino del pensamiento claro”. Esa claridad de pensamiento requiere honestidad con uno mismo. Por ello, “Wittgenstein decía asimismo que lo que se necesita en filosofía no es inteligencia, sino voluntad”.

Ahora bien, ¿qué es lo que vemos con claridad cuando prestamos atención al mundo de la manera éticamente apropiada? En el Evangelio, Jesús no cesa de pedirnos que tengamos en cuenta dos cosas. La primera es nuestro propio desarrollo moral, algo en lo que hemos visto que Jesús se centra repetidamente. La segunda son las necesidades y los sufrimientos de los demás. Jesús no es un teórico moral abstracto que dispense fríamente órdenes. En varias de sus parábolas, presenta a personas motivadas a hacer lo correcto no por principio, sino por una respuesta empática poderosamente emocional a la necesidad y al sufrimiento. En la parábola del siervo despiadado: “Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda” (Sin Dios 8, 38). Cuando el padre del hijo pródigo vio que este había regresado, “conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente” (Sin Dios 8, 49). Cuando el buen samaritano vio al hombre dado por muerto por los ladrones, “tuvo compasión” de él (Sin Dios 9, 21). El propio Jesús aparece respondiendo emocionalmente a las dificultades ajenas, como cuando vio a una multitud de sus seguidores y “sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor” (Sin Dios 8, 14).

La experiencia nos demuestra que la compasión es con mucha frecuencia el motor del cambio social. Consideremos, por ejemplo, la publicación en 1972 de la famosa fotografía de Nick Ut de una niña horriblemente quemada, Kim Phuc, que huía de un ataque con napalm en Vietnam del Sur. Esa imagen contribuyó a transformar la opinión pública sobre la injusticia de la guerra más que cualquier cantidad de análisis desapasionados. Análogamente, nada contrarrestó la hostilidad hacia los refugiados en Europa tanto como la foto del niño sirio kurdo de tres años Alan Kurdi ahogado en 2015.  Julian Baggini (Folkestone, Kent, Reino Unido, 1968) es filósofo y autor de una veintena de libros. Este extracto es un adelanto de su libro El Evangelio sin Dios. ¿Fue Jesús un gran maestro de moral?, que la editorial Paidós publica este miércoles, 6 de septiembre.


https://elpais.com/ideas/2023-08-29/para-conocer-el-bien-o-el-mal-primero-hay-que-verlo.html

«Si queremos entender la extrema derecha en el siglo XXI debemos mirar a Rusia»

Cuna de la mayor revolución socialista de la historia, Rusia ha experimentado intensas transformaciones sociales, económicas y políticas a lo largo del siglo XX. Desde el ascenso de Stalin hasta el actual régimen de Putin, no queda mucho de la experiencia organizativa de los soviets y del legado socialista que caracterizó los primeros años de la revolución de 1917. Ilya Budraitskis, activista socialista ruso, está convencido de que el actual régimen de Putin tiene todas las características de lo que podríamos llamar el fascismo del siglo XXI.

Ilya Budraitskis es un activista político y un teórico. Ha vivido muchos años en Moscú, donde ha consolidado su activismo. Es autor de varios textos sobre la política, la cultura y la historia intelectual de Rusia. Ha publicado artículos en revistas universitarias como Radical Philosophy, New Left Review, Slavic Review y South Atlantic Quarterly, así como en importantes portales de medios críticos como Jacobin, London Review of Books, E-Flux, Le Monde Diplomatique, Inprecor y Open Democracy. Su colección de ensayos “Disssidents among Dissidents: Ideology, Politics and the Left in Post-Soviet Russia” fue publicada por Verso en 2022. También es miembro del comité editorial de la web socialista rusa anti-guerra Posle.media.

Durante su visita a Brasil, Budraitskis habló con Radar Internacional sobre el proceso de despolitización de la sociedad rusa post-URSS, los impactos del neoliberalismo, las características del régimen de Putin y sus estrategias de acercamiento al Sur global. Finalmente, comentó las posibilidades de organización de la izquierda rusa hoy.

Nos gustaría empezar por preguntarte cómo caracterizas el régimen de Putin: ¿es un régimen nacionalista? ¿Un régimen fascista? ¿Puedes decirnos un poco más al respecto?

Sí, diría que este régimen existe desde hace más de 20 años y que ha sufrido una seria transformación durante este período. Comenzó siendo un régimen bonapartista neoliberal y se ha convertido en una especie de dictadura fascista abierta. Y creo que esta transformación en un régimen fascista comenzó después del comienzo de la invasión de Ucrania. Puedo presentar un análisis más profundo de cómo se ha producido esta transformación a lo largo de estos años.

Se ha producido debido a dos tendencias paralelas dentro de la sociedad rusa, especialmente en la última década. Si examinamos la transformación del régimen de Putin, podemos decir que el primer período de su existencia, es decir, la década de 2000, se caracterizó por el crecimiento económico, la implementación de reformas neoliberales y un profundo proceso de despolitización de la sociedad rusa, que se tradujo en la desarticulación y alienación de la mayoría de las formas de autoorganización política.

Pero en 2011 y 2012 ocurrió algo importante. Después de la crisis económica de 2009 la economía rusa aún no se había recuperado, el crecimiento económico aún no había despegado y la economía rusa estaba estancada. Durante el mismo periodo, la despolitización dio paso a un nuevo movimiento de protesta que comenzó a finales de 2011, principalmente en Moscú, pero que también tuvo repercusiones en muchas grandes ciudades rusas. Se trataba de un movimiento contra el régimen, cuyas demandas eran principalmente políticas en lugar de sociales, pero que, en mi opinión, también reflejaba un creciente descontento con la situación económica y social.

Este movimiento surgió cuando Putin decidió volver a la presidencia y presentarse a las elecciones presidenciales de 2012, para un tercer mandato. A diferencia de sus campañas de la década de 2000, ésta no estuvo marcada por un proceso de despolitización, sino por una ofensiva conservadora y antirrevolucionaria. Así, a partir de ese momento, se puede decir que se produjo un punto de inflexión conservador en el régimen de Putin. El discurso que presentó fue que las manifestaciones no eran un movimiento de oposición interna sino un grupo de agentes externos, traidores nacionales, personas que quieren destruir la familia tradicional, los valores tradicionales rusos, etc. A partir de ahí se adoptó una retórica extremadamente conservadora en la ideología de este régimen.

En 2014, Rusia comenzó a involucrarse militarmente en Ucrania con la anexión de Crimea. Para Putin no se trataba solo de una cuestión de política exterior, de reconquista de la influencia imperial de Rusia en el espacio post-soviético, sino también de una cuestión de política interna. Se trataba de crear una unidad patriótica de la sociedad rusa en torno a su presidente. Se puede ver la rapidez con la que Putin recuperó popularidad en la sociedad rusa tras la anexión de Crimea.

Pero el efecto Crimea, el efecto del reagrupamiento alrededor de la bandera, no duró mucho. Tres años después de lo que se llamó la “reunificación de Crimea”, la popularidad de Putin comenzó a desmoronarse y surgió una nueva ola de protestas en Rusia. A partir de 2017, comenzó a surgir un nuevo movimiento contra la corrupción, contra el autoritarismo del régimen y, en última instancia, contra las profundas desigualdades sociales que existen en la sociedad rusa. Estas manifestaciones se asociaron estrechamente con la figura de Alexei Navalny, pero en realidad no se trataba sólo de un movimiento de sus partidarios personales. Por parte del régimen todo esto se presentó como la lucha contra una “revolución de color”.

Entonces, ¿cuál fue el principal problema en Ucrania? Según Putin, fue Maidan, el derrocamiento ilegal del gobierno por parte del pueblo, algo absolutamente inaceptable. Por lo tanto, había que evitar que esto se produjera en Ucrania y en Rusia. Putin luego tomó una posición contra esta posible revolución porque, para él, todas las revoluciones que tuvieron lugar en Rusia, incluida la de 1917, son el resultado de la actividad de enemigos externos. Según él, todas las revoluciones son una conspiración, son procesos que vienen del exterior para desestabilizar al Estado ruso. Y, de hecho, este pensamiento antirrevolucionario está muy presente en la versión oficial de la historia rusa, en los manuales escolares, en las grandes presentaciones historiográficas, donde no solo 1917 se presenta como una especie de motín antiruso organizado por Occidente, sino que incluso los levantamientos populares del siglo XVIII, como el de Pugachev, se presentan como una conspiración venida del exterior.

En este sentido, es posible ver cómo el comienzo de la invasión no fue solo una cuestión de política exterior, sino también una forma de disciplinar a la sociedad rusa. Y cuando miramos los primeros meses de esta invasión, nos damos cuenta de lo mucho que han cambiado las reglas del juego dentro de Rusia. Desde el comienzo de la invasión es imposible criticar la guerra de ninguna manera. Ni siquiera está permitido hablar de este evento como de una guerra. El uso de la palabra “guerra” es un acto criminal en virtud de la ley rusa, porque oficialmente no se trata de una guerra sino de una “operación militar especial”. Este es el término que debería usarse para describir este acontecimiento.

Todos los medios independientes que habían permanecido en el país hasta entonces fueron expulsados una semana después de la invasión, y hoy podemos ver esta tendencia represiva en el restablecimiento de la unidad total de Rusia, como la presenta Putin. Para él, la sociedad rusa se consolida en torno a la idea de luchar contra Occidente, contra cualquier tipo de enemigo interno o externo, y aún no se permite ninguna crítica en el país. Por ejemplo, es posible que hayas visto que la semana pasada Boris Kagarlitsky fue detenido en Moscú. Esta detención forma parte de una creciente campaña de represión de las manifestaciones que se ha traducido ya en muchos presos políticos. Preguntado en una conferencia de prensa sobre Kagarlitsky, el Sr. Putin, por supuesto, respondió que era la primera vez que escuchaba ese nombre, como siempre lo hace, pero también dijo: “Actualmente estamos en un conflicto militar con nuestro vecino. Por eso todo lo que va en contra de nuestra unidad nacional debe ser eliminado. Esa es la razón de todos estos asuntos”.

Creo que si hablamos del movimiento fascista de hoy, de cómo es el fascismo en el siglo XXI, deberíamos mirar lo que ya está sucediendo en Rusia. Debido a que estamos en un contexto en el que un movimiento de masas desde abajo ya no es necesario, podría tratarse de un giro fascista desde arriba. Si miras, el fascismo clásico, que surgió en el siglo XX, siempre ha sido la combinación de movimientos de masas con la clase dirigente, que utilizó el movimiento de masas para transformar el régimen político. Hoy, en las sociedades que ya han sido fuertemente destruidas por el neoliberalismo, con la destrucción de toda tradición de organización, solidaridad, etc., en esas sociedades ya no es preciso un movimiento de masas fascista. Por eso creo que es importante hablar de la transformación fascista del estado ruso, y creo que en este sentido, el caso ruso no es único. No se trata de una excepción a la tendencia global, sino de una imagen de la misma. Si queremos entender cómo estos movimientos de extrema derecha pueden transformar la sociedad, deberíamos tomar a Rusia como ejemplo.

En cuanto a la política exterior de Putin, este se ha acercado al continente africano y al Sur en general. ¿Podrías decirnos un poco más al respecto? ¿Cómo deben considerar los países del Sur este acercamiento a Putin y la guerra?

Esta es una pregunta muy interesante, porque Putin realmente está tratando de explotar este sentimiento anti-occidental, anti-americano, anti-colonial y propone, en lugar del orden mundial actual, otro tipo de modelo, que se llama mundo multipolar. ¿Qué es un mundo multipolar? Es la existencia de civilizaciones particulares o de civilizaciones-estados particulares. Los “Estados-civilizaciones” son un término importante ya utilizado en la nueva versión de la doctrina de política exterior rusa adoptada a principios de este año. El estado-civilización no significa lo mismo que el estado-nación, sino más bien que los estados soberanos reales existen como una especie de civilización – como Estados Unidos, China y Rusia. Por ejemplo, digamos que Brasil es un país clave para la civilización sudamericana. Esto significa que debe controlar todo el continente para restaurar la verdadera soberanía de Brasil y controlar el dominio orgánico de sus intereses nacionales como Estado-civilización. Lo mismo ocurre con Rusia, por supuesto, porque el Estado civilización ruso es mucho más amplio que las fronteras actuales del Estado ruso. Así, por ejemplo, Ucrania ha pertenecido orgánica e históricamente al Estado civilización ruso. Probablemente sea lo mismo para China, que debe recuperar su propio Estado-civilización.

Si quieres encontrar las raíces de este concepto, puedes leer el libro de Samuel Huntington, El choque de civilizaciones, donde propone más o menos lo mismo. La idea de Huntington es que Occidente, Estados Unidos, no deben pretender proponer un orden mundial, sino que deben ser responsables de su propia civilización. Así, las civilizaciones occidentales como Estados Unidos y Europa Occidental formarían parte de la misma civilización y Estados Unidos sería el líder. Esto significa que Occidente no debe ser demasiado ambicioso en cuanto a su influencia y debe centrarse en sus propios valores, su propia religión, sus propias tradiciones y así sucesivamente, dejando la posibilidad de que otras civilizaciones tengan sus propias tradiciones. Por ejemplo, tienes tus tradiciones brasileñas, tienes el tipo tradicional de régimen político brasileño, que es probablemente la dictadura militar, porque es el mejor régimen para servir a los intereses de tu Estado-civilizacíón, y tienes los valores tradicionales que son propios de tu civilización y que deben ser preservados. Este es esencialmente el concepto de un mundo multipolar. Es un mundo sin ningún sentido del universalismo, sin ningún sentido de la autodeterminación nacional, porque no se trata de naciones, sino de civilizaciones, y ciertamente no es un mundo más justo o más igual que el en el que vivimos, quizás incluso peor.

Por ejemplo, si miramos a África y todas las especulaciones sobre lo que Rusia ha dicho sobre África y lo que realmente ha hecho allí, es el Grupo Wagner quien es la clave para comprender la política exterior rusa en el continente africano. Verás absolutamente el mismo tipo de método colonial, ya que Rusia es actualmente casi el principal proveedor de armas en el continente africano y es un país que intenta explotar y extraer los recursos naturales de la misma manera que las potencias occidentales coloniales e imperialistas. Si miras lo que hace el Grupo Wagner en la República Centroafricana, donde esencialmente controla las principales minas de oro y lo extrae a cambio de apoyo militar al gobierno actual, esta es la típica forma neocolonial de hacer política – proporcionar apoyo militar a una élite gobernante a cambio de un monopolio sobre la extracción de los recursos naturales de ese país. No veo ninguna diferencia entre esta política y la de Francia o el Reino Unido. La única diferencia es que el grupo Wagner representa a otro “Estado-civilización”. En la República Centroafricana, por ejemplo, ha promovido activamente la religión ortodoxa. Han organizado misiones ortodoxas, formado sacerdotes locales, etc.

Ya hacia el final de la entrevista, me gustaría preguntarte sobre las posibilidades de organización de la izquierda en Rusia. ¿Cómo reacciona la izquierda ante el gobierno de Putin? ¿Cuáles son las posibilidades de acción dentro del Partido Comunista? ¿Cómo es la organización de la resistencia en Rusia?

La cuestión de la izquierda en Rusia es bastante complicada, porque no creo que los grupos y partidos que apoyan la invasión de Ucrania puedan ser considerados de izquierda o socialistas. Podemos constatar que la dirección del Partido Comunista y un gran número de grupos estalinistas cercanos al Partido Comunista apoyan plenamente la invasión de Ucrania, lo que significa que siguen integrados en el sistema político de Putin. Este sistema se ha construido y desarrollado durante los 20 años del régimen de Putin y, dentro de este sistema, la dirección del Partido Comunista no tiene capacidad de acción política. Está totalmente guiada por el Kremlin.

El Partido Comunista Ruso y el estalinismo en general en Rusia están muy relacionados con la herencia imperialista del final del período estalinista. En los últimos años de la Segunda Guerra Mundial e inmediatamente después, Stalin explotó mucho el legado del nacionalismo ruso. Creo que la tradición estalinista en Rusia incluye este elemento de chovinismo ruso y la continuidad de este elemento estaba ciertamente muy presente en las posiciones del Partido Comunista Ruso y otros grupos estalinistas después del inicio de la invasión.

Pero, por supuesto, hay otra izquierda en Rusia, la izquierda que se oponía a las ambiciones imperialistas de su propio gobierno, compuesta por grupos socialistas, trotskistas y anarquistas. Y como ya he explicado, actualmente no es posible expresar abiertamente críticas a la guerra, que es la principal cuestión política del país. Por eso no es posible que la izquierda anti-guerra rusa opere legalmente en el país en estos momentos. Numerosos activistas importantes que ya eran conocidos por sus posiciones contra la guerra y anti-Putin han abandonado el país. En mi organización, el Movimiento Socialista Ruso, la mayoría de los dirigentes ya han abandonado el país. Kagarlitsky fue arrestado precisamente porque seguía criticando la guerra mientras aún estaba en el país. Por eso fue arrestado.

Algunos miembros de los grupos anti-guerra todavía intentan actuar en Rusia, pero de forma semi-clandestina: discusiones políticas a puerta cerrada, eventos de propaganda con invitaciones personales, difusión de información a través de Telegram o Youtube. Pero los que están en Rusia deben cumplir con la legislación rusa vigente, lo que significa que no pueden hacer ningún comentario sobre la guerra. No solo sobre el nombre de la guerra, que no es una guerra sino una operación militar especial, sino tampoco sobre las acciones del ejército ruso en general. De hecho, ahora existe en Rusia una ley que criminaliza todas las noticias falsas sobre el ejército ruso. La definición de noticias falsas es muy sencilla: cualesquiera que no sean las declaraciones oficiales del Ministerio de Defensa ruso. Entonces, por ejemplo, si dices que el ejército ruso cometió crímenes de guerra, puedes ser arrestado inmediatamente y cumplir una condena de cinco años en general.

¿Es posible ser arrestado incluso por publicar mensajes en redes sociales como Facebook o Instagram?

Sí, es posible. Y no es solo una posibilidad, hay varios casos de este tipo. Cientos de personas han sido detenidas o multadas por publicar publicaciones en las redes sociales. Pero en lo que respecta a Instagram y Facebook, estas redes sociales ya han sido prohibidas en territorio ruso, por lo que no tienes derecho a usarlas. Youtube y Telegram todavía están permitidos, pero no sabemos por cuánto tiempo. Según algunos rumores, las autoridades rusas probablemente bloquearán Youtube para finales de año. Ya se ha propuesto una alternativa, una especie de plataforma rusa totalmente controlada por el gobierno para reemplazar a Youtube, que es muy popular en Rusia.


Traducción: Faustino Eguberri para viento su

Las mentiras de Núñez Feijóo y la verdad de Óscar Puente.

Nadie en el PP, ni el presidente Núñez Feijóo ni nadie, ha sido capaz de dar respuesta al discurso de Óscar Puente. Únicamente lo han insultado dentro del Congreso y fuera del mismo


El diputado electo y secretario general del PSOE de Valladolid, Óscar Puente, interviene durante la segunda votación de la investidura de Feijóo
Sobre las mentiras de Alberto Núñez Feijóo se han escrito varios artículos en diferentes medios de comunicación. El de Ignacio Escolar me ha parecido el más completo y el más didáctico. No voy a añadir, en consecuencia, nada a lo que se ha dicho ya.

La mención de las mentiras en el título tiene como finalidad subrayar que, en la intervención del portavoz del PSOE, Óscar Puente, no se incluyó ninguna. Si hubiera incluido alguna, el candidato Núñez Feijóo habría sido advertido por alguien de su equipo y se habría lanzado a degüello contra él. Pero no pudo hacerlo, porque no había ninguna. Han pasado ya varios días y nadie ha podido descubrir alguna. Los reproches que se han hecho no guardan relación alguna con la veracidad del discurso. A los que pensamos que la verdad es importante en política no debemos dejarlo de lado.

Además de seguir el debate, leí al día siguiente las trece páginas dadas a conocer por la oficina de prensa del PSOE, en las que se reproducía tanto la intervención inicial del portavoz socialista como su réplica a la respuesta del candidato a presidente Núñez Feijóo. Recomiendo a los lectores que lo hagan. Leídas tranquilamente, sin el ruido que las acompañó por los diputados del PP, se comprueba que, ni en el fondo ni en el estilo con que están escritas, hay nada que no encaje plenamente en los usos parlamentarios. A lo que Núñez Feijóo no supo contestar no fue a una serie de insultos, sino a una serie de afirmaciones y argumentaciones bien construidas, que dibujaban lo que había sido la trayectoria del candidato desde el día en que fue propuesto por el Rey, hasta el día de su presentación en el Congreso de lo Diputados.

El problema del candidato Núñez Feijóo en el debate de investidura ha sido él mismo. Su partido estuvo presionando al Rey para que anunciara, incluso antes de la constitución de las Cortes Generales, su propuesta como candidato, algo imposible, ya que el Rey tiene que hacer la propuesta a través del presidente o presidenta del Congreso de los Diputados y, en consecuencia, no puede hacerla hasta después de la constitución del órgano y de la elección de su presidente o presidenta y demás miembros de la Mesa. Una vez que lo hubo propuesto, solicitó a la presidenta un plazo amplio para intentar articular una mayoría parlamentaria y no hizo prácticamente nada para conseguirlo. El día en que el Rey lo propuso tenía los mismos apoyos que el día en que se presentó ante el Congreso de los Diputados. Núñez Feijóo ha jugado a la investidura.

Para no blanquear esta farsa, el presidente de Gobierno en funciones decidió no ser el portavoz del PSOE. No podía con su intervención reconocer la falsa candidatura de Núñez Feijóo. Pedro Sánchez era el único que no podía participar en la comedia en que, entre el Rey y Núñez Feijóo, habían convertido esta sesión de investidura. Ese ha sido un gran acierto constitucional del presidente en funciones. Si ustedes no se toman en serio la Constitución, yo sí. Esto no es hacer una sesión de investidura, sino jugar a que se está haciendo dicha sesión. Con el presidente del Gobierno no se puede contar para ello.

Óscar Puente con su intervención no hizo más que completar la denuncia del fraude constitucional que suponía la no intervención de Pedro Sánchez. Si ven otra vez o leen su discurso, verán que no hizo más que poner al candidato Núñez Feijóo ante el espejo y enumerar las contradicciones en que había incurrido a lo largo del mes que duró su candidatura. Que si había ganado las elecciones y que tenía derecho a ser presidente por ser quien encabezó la lista más votada, que no iba a ser presidente porque se negaba a aceptar el chantaje de Junts, como si Vox no existiera…

Cuando el portavoz del PSOE lo puso frente a sus propias palabras y le recordó, de paso, sus ocho años, ocho, de amistad con un conocido narcotraficante cuando él ya era una persona relevante en el PP y en la Administración gallega, el candidato Núñez Feijóo, en lugar de aprovechar la ocasión para dar una explicación convincente de su conducta durante esos años, se le mudó la color y estuvo a punto de no subir a la tribuna para darle la respuesta. En todo caso, no se atrevió a volver a subir en el turno de dúplica.

Nadie en el PP, ni el presidente Núñez Feijóo ni nadie, ha sido capaz de dar respuesta al discurso de Óscar Puente. Únicamente lo han insultado dentro del Congreso y fuera del mismo. Es la primera vez en todas las investiduras hasta la fecha en la que el portavoz de un partido es agredido en el momento en que se subía al medio de transporte que debía trasladarlo al Congreso para la votación definitiva.

En cualquier caso, ya se ha puesto fin al espejismo Núñez Feijóo y entramos en la investidura de verdad. El Rey va a poder cumplir correctamente con la tarea que tiene constitucionalmente encomendada y el candidato propuesto va a ser un candidato de verdad, lo que no quiere decir que vaya a ser confirmado por la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Lo será o no lo será, pero no estaremos ante un “juego”, sino ante un intento serio de configurar una mayoría parlamentaria de investidura.

https://www.eldiario.es/contracorriente/mentiras-nunez-feijoo-oscar-puente_132_10561005.html

Reseña de Coherencia cuántica y vida, de Teresa Versyp (2022) Física cuántica para comprender y orientar la conciencia

Fuentes: Rebelión [Imagen: Teresa Versyp]


El paradigma mecanicista que se impuso en física con la modernidad dejaba poco sitio para menudencias como la conciencia o la libertad, que pasaron a convertirse en entelequias alucinatorias, a modo de productos residuales de la todopoderosa materia.

Afortunadamente, el siglo XX trajo nuevos aires a una disciplina que vive hoy una efervescencia teórica y no se abstiene de reivindicar las visiones más antiguas y luminosas del espíritu humano. Algunos textos clásicos como El tao de la física (1975) de Fritjof Capra, Misticismo y física moderna (1980), de Michael Talbot o La totalidad y el orden implicado (1980), de David Bohm exploran estas conexiones.

Hay que reconocer, sin embargo, que la complejidad del asunto hace que se echen en falta obras de divulgación capaces de aunar claridad y rigor y atentas al mismo tiempo a los avances más recientes. Entre los científicos comprometidos en esta prometeica labor, un nombre a destacar es el de la física Teresa Versyp, autora de: La dimensión cuántica, de la física cuántica a la conciencia, de 2005 y ya en su 4ª edición, y Sobrevolando el territorio del Quantum, de 2012. En Coherencia cuántica y vida, publicado en 2022, completa el panorama descrito en sus trabajos anteriores con un recorrido sobre aspectos esenciales del nuevo paradigma, de la biología cuántica al universo multidimensional.

Implicaciones de la nueva física

La primera parte del libro está dedicada al formidable empeño de sintetizar en unas decenas de páginas los postulados básicos de la mecánica cuántica. Acostumbrados a nuestro bienquisto hogar tridimensional, inquieta descubrir que éste esconde en su interior un entramado en el que la lógica más elemental parece haber sido dejada de lado. Resulta que la materia viene a ser una forma de energía, cuya estructura profunda lleva asociada indeterminación e incertidumbre. Además, el observador es esencial en la evolución de los procesos, y en el fondo de todo nos aguarda el misterio del entrelazamiento cuántico, una “comunicación instantánea” entre eventos muy alejados que puede afectar a nubes de miles de átomos, o la no-localidad, que hace posible el teletransporte cuántico.

Se explora después la coherencia cuántica, que recientemente se ha demostrado que existe también en sistemas biológicos. Ésta consiste en un acoplamiento entre las vibraciones de un conjunto de moléculas que comparten la misma función de onda, lo cual puede darse en ámbitos variados, aunque por tiempos muy breves. Se presentan algunos casos. En la fotosíntesis, por ejemplo, las moléculas antena de la clorofila capturan fotones que desprenden electrones, pero sólo se alcanza la alta eficiencia observada en el transporte de la alteración si se considera que ésta viaja hasta el centro de almacenamiento de la energía por un mecanismo cuántico. En el reino animal diversas especies son capaces de captar la orientación del campo magnético terrestre, para lo cual se ha sugerido el papel de una proteína presente en la retina y sensible a este campo. En esto pueden intervenir procesos cuánticos, al igual que en el funcionamiento de los receptores olfativos, en la respiración e incluso en las mutaciones del ADN o en extraños efectos descritos para el ADN no codificante.

El modelo de organismo vivo que emerge de la nueva perspectiva es revolucionariamente novedoso. Un repaso da la biofísica cuántica del agua muestra que este compuesto, omnipresente dentro y fuera de nuestro cuerpo, forma estructuras estables por las interacciones debidas al carácter dipolar de su molécula. Estos “dominios de coherencia” vibran al unísono y son capaces de almacenar información correspondiente a las interacciones con biomoléculas próximas. Se discute el posible rol del agua en la captación de energías cósmicas, y algunas propiedades que se le han atribuido, aún mal entendidas. Se expone también la emisión espontánea de fotones en el rango ultravioleta por parte de los seres vivos, y los estudios y teorías al respecto, que en ocasiones parecen sugerir la existencia a través de esta energía de un sistema de comunicación entre las células.

El problema de la conciencia se ha comenzado a clarificar en tiempos recientes. A partir de los trabajos de John C. Eccles en la década de 1960 y los posteriores de Roger Penrose y Stuart Hameroff, sabemos que en las neuronas operan procesos cuánticos. Para estos últimos autores, la mente realiza la elección indeterminista que genera el subsiguiente estado neuronal por un autocolapso de la función de onda cuyos rasgos esenciales se describen en el libro. Se repasa también la teoría de Karl Pribram según la cual el cerebro utilizaría un sistema de interferencia de ondas para almacenar nuestros recuerdos como un holograma, así como las experiencias que muestran un carácter no-local en la conciencia, con posibles interacciones instantáneas entre cerebros separados miles de kilómetros. Resultan sorprendentes también los efectos que se han comprobado de personas en meditación sobre su propio organismo y su entorno.

Una realidad revolucionaria

Los últimos capítulos están dedicados a presentar un esbozo de la teoría de las Supercuerdas y la teoría M, que persiguen la unificación de las cuatro interacciones existentes, así como de la Relatividad de Einstein. Se describen luego los problemas que plantean la “materia oscura” y la “energía oscura”, y el significado de los agujeros negros y los agujeros de gusano, atajos que conectan con otros universos o regiones distantes del nuestro. Esta base sirve a Versyp para discutir la perspectiva emergente de un revolucionario universo multidimensional, fruto de la ciencia más sofisticada, pero que en su opinión corrobora visiones antiguas del ser humano y su relación con el cosmos, registradas en la mitología y el arte.

Ahondando en esto, el libro concluye con una reflexión personal en la que se exprimen los aspectos tratados para elaborar propuestas capaces de orientar nuestra vida. De esta forma, si hemos atisbado una extraña conexión en la raíz de todo de lo existente, el eje motriz que puede guiarnos no ha de ser otro que una profunda empatía. En una línea acorde con la esencia de la meditación, se propone así que la atención al propio cuerpo y a los ritmos de la naturaleza y el cultivo del desapego han de propiciar la solidaridad que alumbre una nueva visión. Se insiste además en la apertura hacia otras culturas y tradiciones, capaces de enriquecernos más de lo que pensamos.

La física avanza de forma extraordinaria y muchos de sus desarrollos tienen un gran potencial para vislumbrar el significado de procesos tan cruciales como la vida y la conciencia. Es por ello, que trabajos de divulgación claros y rigurosos, como los de Teresa Versyp, resultan imprescindibles. Superar el paradigma mecanicista impreso en nuestras mentes por siglos de ciencia desnortada ha de servir para reelaborar profundamente las nociones sobre el lugar que ocupamos en el cosmos, lo cual a fin de cuentas es la base de todo nuestro actuar.


Blog del autor:


En él puede descargarse ya su último poemario: Los libros muertos.

martes, 3 de octubre de 2023

_- Niños pobres en el país más rico del mundo




_- Quién podría pensar que en pleno siglo XXI, en Estados Unidos el país más rico del planeta, existan nueve millones de niños en la pobreza, mientras 975 estadounidenses son multimillonarios con un capital conjunto de 4,45 billones de dólares.

En solo un año, de 2021 a 2022, los menores que viven en la pobreza pasaron de cuatro millones a nueve millones, según datos oficiales, un alza debido a la desactivación de programas sociales en un sistema capitalista en extremo neoliberal.

Al unísono, en un período de 10 años, los multimillonarios aumentaron sus capitales en un 90 % y los que poseen más de un millón de dólares suman 22 millones, o sea 15,4 % de los 340 millones de habitantes.

Y es para asombrarse pues las 20 personas más ricas de Estados Unidos acumulan la increíble cifra de 1,6 billones de dólares.

Algunos de la lista son Elon Musk con 251 000 millones de dólares; Jeff Bezos con 151 000 millones y Bill Gates con 106 000 millones.

En contraposición, la tasa de pobreza general se incrementó de 7,8 % de la población a 12,4, según datos de la Oficina del Censo de gobierno emitidos a finales de agosto. Igualmente se reportó que el ingreso medio (no promedio) real también se desplomó como resultado de alzas de precios.

Para el sociólogo norteamericano Mathew Desmond, estas cifras no son accidentales, sino resultado directo de decisiones políticas deliberadas que dieron mayor prioridad a la reducción de impuestos para las clases medias y los ricos en lugar de programas que habían sido efectivos para ayudar a los más pobres. “Hoy día los principales beneficiarios de la asistencia federal son las familias prósperas”, enfatizó.

Un claro ejemplo es que Estados Unidos optó por gastar fondos en reducciones de impuestos (1,8 billones de dólares) para otorgarlos a dueños de casas e inversionistas, entre otras políticas que benefician a los ricos, mientras rehúsa dar créditos fiscales para los hogares pobres con niños que, cuando fueron implementados, llevaron a una reducción significativa de la tasa de pobreza para los menores de edad, señala Desmond en su libro Pobreza en América.

El sistema capitalista lleva intrínseco la desigualdad entre las clases y en Estados Unidos se agudizó en la década de 1980 cuando el presidente republicano Ronald Reagan desmanteló el ya imperfecto Estado de bienestar e impuso una serie de medidas de choque orientadas a drenar la riqueza de abajo hacia arriba, un programa que entonces fue bautizado como reaganomics, que hoy se denomina neoliberalismo.

La ecuación planteada fue la drástica reducción de las tasas fiscales cobradas a los ricos, bajo el postulado de que, al cobrar menos impuestos a los capitalistas, éstos tendrían mayores recursos disponibles para invertir en la creación de empresas productivas y la generación de empleos, llevando a un círculo virtuoso de bienestar.

Pero los ricos lo que han hecho en estos años ha sido incrementar por todos los medios sus capitales, comprar enormes edificios, terrenos, aviones, barcos, mientras miran desde arriba a las innumerables personas que deambulan sin hogares por las calles de cualquier ciudad.

La desesperación por la pérdida de empleos, la imposibilidad para muchos de pagar los altos costos de la salud al no contar con seguros médicos y la facilidad para obtener drogas o un arma de fuego, han incrementado los suicidios en el país.

Un reciente análisis de la Universidad Johns Hopkins indicó que los suicidios en 2022 aumentaron casi un 7 % en las personas de 45 a 64 años, y más de un 8 % en las de 65 o más.

Los nuevos datos indican que el suicidio se convirtió en la segunda causa de muerte en adultos de 25 a 44 años en 2022, cuando en 2021 era la cuarta.

Las declaraciones de Sharon Parrott, presidenta del Center on Budget and Policy Priorities, un centro de análisis independiente en Washington son irrebatibles: “El asombroso incremento en pobreza en Estados Unidos es el resultado directo de decisiones políticas”.

Claro, hay que aclarar que son decisiones políticas de las cúpulas de derecha que controlan todo el sistema capitalista estadounidense y que van en detrimento de la gran masa poblacional. El llamado sueño americano se desvanece para más de 200 millones de personas.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


La esquizofrenia, inteligencia, sangre y delicadeza de Robert Oppenheimer.

El responsable científico del ‘proyecto Manhattan’, que desarrolló la bomba atómica, fue una de las personas más singulares del siglo XX por su carácter enigmático y complejo y por las circunstancias que le tocó vivir. Christopher Nolan le dedica su nuevo filme.

Yugoslavia aún era un buen país en 1980 y sus escuelas de verano de física para postgraduados nos gustaban mucho a los jóvenes doctores. El Adriático se extendía ante John, Dora y yo. Aunque nuestros encuentros fueran esporádicos, quizás aquel fuera el tercero, siempre nos caímos bien. Había tres temas en nuestras conversaciones. La preferida de Dora era la situación política en España. La de John era mi trabajo sobre las reacciones entre núcleos pesados. La mía era, evitando en todo lo posible alusión delicada alguna, indagar sobre algunos intríngulis del proyecto Manhattan, de los que sabía que John era uno de los máximos expertos. Quizás alentados por nuestros segundos slivovicas, John se soltó un tanto ante la mirada perdida de Dora. Y al rato de escucharlo absorto hice la pregunta fatal: “¿Cómo era Robert Oppenheimer, John?”. Él apenas apagó su sempiterna sonrisa, pero Dora me miró seria, después sonrió, se levantó y me revolvió el pelo antes de marcharse diciéndome algo así como que era un charming Spanish baby boomer. Pedí excusas a John (Robert Huizenga) y me apenó perder la compañía de su joven esposa (25 años menor que él: otra baby boomer nacida tras la Segunda Guerra Mundial), Dorothy Koeze.

A partir de entonces empecé a indagar sobre el director científico de la primera bomba atómica. Leí mucho sobre él, pero lo que más me interesó fue el testimonio de algunos de sus colaboradores directos y, sobre todo, de los discípulos de aquellos que tenían mi edad más o menos. La mayor fuente de información la obtuve, como es lógico, a lo largo de los 18 años que colaboré con el Instituto Niels Bohr de Copenhague.
Este jueves se estrena la película dedicada a él, que promete ser la revelación cinematográfica de 2023. No me extrañaría que fuera así porque trata de una las personas más singulares del siglo XX por su carácter enigmático y complejo y las circunstancias que le tocó vivir.

Julius Robert Oppenheimer nació en Nueva York en 1904 en el seno de una familia rica de orígenes judíos y alemanes. Posiblemente, lo más notable de su adolescencia fue el diagnóstico que le hicieron por su carácter oscuro: demencia precoz, es decir, esquizofrenia. Siempre fue enormemente generoso a la vez que mezquino y arrogante; enclenque de salud precaria y agresivo hasta llegar al límite de dos intentos de homicidio; pacato de carácter, pero jinete temerario y navegante audaz; odiado e idolatrado; sexualmente confuso al que amaron mujeres de singular inteligencia y fuerte personalidad. Resalto solo esto último e invito a que se indague más sobre Charlotte Riefenstahl, Jean Tatlock y Katherine Puening. La primera lo dejó para casarse, dos veces, con Fritz Houtermans, físico nuclear al que los nazis detuvieron y torturaron acusado de espía soviético y los estalinistas hicieron lo propio acusado de espía nazi. Tatlock fue una comunista y psiquiatra de gran renombre, que acabó suicidándose. Kitty, con la que Oppenheimer tuvo hijos, había sido viuda de un brigadista internacional en España, comunista enardecido, acribillado en el Ebro. Robert siempre negó haber sido comunista, pero su hermano Frank lo fue y él mismo contribuyó decididamente con oratoria y dinero a defender la República española.

Robert Oppenheimer, al final de su vida, en los años sesenta.Robert Oppenheimer, al final de su vida, en los años sesenta.

Oppenheimer fue tan extraordinariamente inteligente que podía aprender idiomas extraños, como el neerlandés o el sánscrito, en meses y asimilar cualquier teoría física por compleja que fuera. Eso fue lo que hizo con la mecánica cuántica cuando sus padres le financiaron una larga estancia en Europa. Aquí conoció al patriarca de esa ciencia, el danés Niels Bohr. Al regreso a Estados Unidos se percató de que nadie en el país tenía noticia de aquella nueva ciencia física y de ambos acabaron diciendo que Bohr era dios y Oppie (Oppenheimer) su profeta en aquella tierra. Pero ahí estaba la esquizofrenia de nuevo. Entre los grandes físicos europeos se impuso el consenso de que las ideas de Oppenheimer eran todas interesantes y sus cálculos, todos incorrectos. Le fallaban las matemáticas y no podía pisar un laboratorio sin estropear algo. Lo primero lo fue arreglando, lo segundo ni lo intentó: llegó a ser un profesor desastroso y un venerado maestro de doctorandos.

Lo último que considero que caracterizó a Oppenheimer fue lo que le respondió a su amigo judío y gran físico Isidor Rabi al comentarle este que del cristianismo le desconcertaba su combinación de sangre y delicadeza: “Justo eso es lo que más me atrae”.

La fisión nuclear
En cuanto los alemanes Strassmann y Hahn sospecharon que habían encontrado fragmentos de un núcleo pesado y Frish y, particularmente, su tía Lise Meitner explicaron el mecanismo de esa fisión nuclear, se intuyó que estaban ante la posible liberación de una energía descomunal. Einstein y, sobre todo, el húngaro Leó Szilárd escribieron al presidente de los Estados Unidos, el progresista Franklin D. Roosevelt, para alertarlo de que los alemanes tenían toda la capacidad científica y tecnológica para desarrollar una bomba atómica que, sin duda, decidiría la victoria nazi en la guerra.

Estados Unidos hacía tiempo que se había impregnado de anticomunismo, por lo que se enfrentaba a un dilema con la guerra en Europa desencadenada. Si sus aliados naturales caían en manos del nazismo, su papel en el futuro quedaría desdibujado. Pero quien más ferozmente estaba luchando contra los nazis era la Unión Soviética, por lo que, tras el teatral por falso pacto entre Stalin y Hitler, los rusos se habían convertido en el mejor aliado de la Europa libre y de Estados Unidos. Si los nazis conseguían la bomba atómica, el futuro estaba decidido; pero si los soviéticos los arrollaban, ese futuro, aunque en el sentido opuesto, sería tan distante del espíritu estadounidense como el nazi.

Los primeros cálculos fueron estremecedores: aquello implicaría la tarea de decenas de miles de personas encabezadas por los mejores físicos e ingenieros del país, con una inversión escalofriante y con el Ejército detrás de toda esa organización. El proyecto se denominó Manhattan porque allí estaba la sede del regimiento de ingenieros. El jefe militar de aquella tremenda organización fue fácilmente decidido: el coronel Leslie Groves, que acababa de dirigir la construcción del mayor edificio en planta del mundo, el Pentágono.

El problema era quién dirigiría a los científicos. El dilema era inquietante: por inteligencia, capacidad de liderazgo entre científicos iguales y sobre todo superiores, versatilidad temática, conocimiento personal de los físicos alemanes sin duda implicados en la bomba nazi, y muchas otras características, el candidato ideal era Robert Oppenheimer. Por su tendencia declaradamente comunista, si había algún científico invalidado para el puesto de director científico del proyecto era él mismo. Y ahí intervino la arrolladora personalidad del ya general Groves. Si Oppenheimer era idóneo para dirigir el proyecto, de las posibles consecuencias de su ideología se responsabilizaba él. Uno de los comentarios que hizo Oppenheimer al aceptar, para mayor inquietud de los militares, fue que, si los españoles hubieran resistido un poco más, Franco y Hitler habrían compartido la misma tumba.

Aquella fue una de las mayores hazañas científicas de la historia de la humanidad llevada a cabo en tan solo dos años y medio, pero el resultado fue tan espantoso que se consideró que había supuesto el fin de la física, cuando no el de la ciencia. Los científicos e ingenieros decisivos en el proyecto se sublevaron al ver que el mediocre y artero Truman, sustituto por fallecimiento del inteligente Roosevelt, podía acceder al deseo de los militares y lanzar la bomba sobre población civil no solo desarmada sino derrotada. Alemania estaba destruida desde los cimientos, Hitler hacía meses que se había suicidado y Japón, tras ser arrasada con napalm, solo estaba discutiendo los términos de la rendición.
 
OppenheimerOppenheimer, con Albert Einstein en 1950.

Meses antes, los físicos habían propuesto firmemente invitar a Los Álamos, la sede central del proyecto, a científicos rusos y hacer que los resultados de la ciencia fueran, como había sido siempre, patrimonio de la humanidad. El secretismo solo llevaría a una carrera armamentística nuclear global. Del principal inspirador de esta postura, el consagrado Niels Bohr, se dice que fue amenazado por Winston Churchill al sugerir que aquella postura era “mortal”.

Pero estas son historias que sin duda la película de Christopher Nolan nos desvelará con todo rigor y dramatismo, así como reflejará la compleja personalidad de uno de los personajes más decisivos y turbadores del siglo XX.
Oppenheimer y el general Leslie R. Groves, en Alamogordo (Nuevo México), en septiembre de 1945.Oppenheimer y el general Leslie R. Groves, en Alamogordo (Nuevo México), en septiembre de 1945.Robert Oppenheimer, con sombrero, y el general Leslie Groves (a su lado) examinan junto a otros científicos y militares los restos de una torre arrasada por la primera prueba atómica, en Almogordo, Nuevo México. GETTY

A veces recuerdo el amable desplante de Dora Huizenga aquel atardecer en el Adriático, así como la infinidad de conversaciones que he tenido con otros físicos nucleares de mi generación baby boomer. Creo que todos, en particular los de carácter progresista, hemos llegado a la misma conclusión que nos atenazará hasta que nos extingamos: si nos hubiésemos enfrentado a la disyuntiva de unirnos o no al terrible proyecto Manhattan, habríamos aceptado participar en él.

Manuel Lozano Leyva es catedrático emérito de Física Atómica y Nuclear de la Universidad de Sevilla. Su último libro es La hechicera, el gato y el demonio, de Zenón de Elea a Stephen Hawking: Los doce experimentos imaginados que cambiaron la historia (Debate, 2023)

Manejar la ansiedad y el estrés

illustration of a person sitting at a desk in front of a laptop; light emanates onto the person's face from the laptop; around the light are wavy blue and purple lines
Credit...Dadu Shin
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- Manténgase equilibrado frente al estrés y la ansiedad con nuestra colección de herramientas y consejos. Primero, trae calma y claridad a tu vida con estos 10 consejos. A continuación, identifique a qué se enfrenta: ¿es preocupación, ansiedad o estrés?

- ¿Cuánta ansiedad es demasiada? A continuación se explica cómo determinar si debe consultar a un profesional al respecto.

- El dibujo, la música y la escritura pueden mejorar tu estado de ánimo y beneficiar tu salud mental. A continuación se muestran algunas formas sencillas de darles un lugar en su vida.

- El estrés es inevitable en la vida moderna, pero no tiene por qué deprimirte. Esta guía puede ayudarle a mantenerle bajo control.

- Los malos sentimientos pueden afectar su bienestar, pero su perspectiva sobre esas emociones negativas puede desempeñar un papel aún mayor en su salud mental. Aprenda a aceptarlos.

- Respirar correctamente es una habilidad y aprender a controlarla puede mejorar su salud, estado de ánimo y bienestar. Pruebe estos sencillos ejercicios.

- Es normal que las preocupaciones y los miedos afloren por la noche. Esto es lo que puedes hacer si tu mente hiperactiva te mantiene despierto. 

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