Durante siglos, las gente ha buscado formas de potenciar su inteligencia, concentración y creatividad a través de los nootrópicos, también conocidos como estimulantes de la memoria o potenciadores cognitivos.
De hecho, si en este momento estás bebiendo un café, estás consumiendo una forma de nootrópico: la cafeína es un estimulante y famosa por su capacidad para despabilar.
Pero los también llamados "medicamentos inteligentes" o "drogas inteligentes" —aunque no necesariamente son fármacos—, han ido ganando popularidad: ahora hay un gran mercado para los suplementos de venta libre que afirman (con muy poca evidencia científica) mejorar la concentración y la memoria.
Algunas personas van aún más lejos y buscan estimulantes recetados, como el modafinilo, en un intento por mejorar el rendimiento en el trabajo o estudios.
Una investigación de 2017, basada en la Encuesta Global de Drogas, un cuestionario anónimo, mostró que el 30% de los estadounidenses había tomado algún tipo de "droga inteligente" en los 12 meses anteriores.
Suponía un aumento del 20% desde 2015. Y mostraba que no estaban solos: también se reportaron grandes aumentos en toda Europa.
Pero ¿realmente funcionan estos productos? ¿Y cuáles son sus riesgos?
Sin saber
"Es sorprendente lo poco que sabemos sobre nuestros cerebros, pero una cosa que sí sabemos es que nuestro cerebro es un sistema cuidadosamente calibrado, particularmente en términos de química cerebral. Y este equilibrio no es el mismo para todos: cada uno tiene su propio equilibrio afinado".
Así afirm Hanneke den Ouden, una neurocientífica cognitiva del Instituto Donders para el Cerebro, la Cognición y el Comportamiento de la Universidad de Radboud, Países Bajos.
Su laboratorio estudia cómo el estado de la química de nuestro cerebro da forma a cómo actuamos.
"El modafinilo está en la categoría de los psicoestimulantes. Otros ejemplos son el metilfenidato y la anfetamina. Y los psicoestimulantes actúan generalmente en la actividad en el sistema de dopamina [del cerebro]".
La dopamina es un neurotransmisor y los niveles elevados de ella pueden estimular señales en las partes del cerebro asociadas con la concentración y el enfoque, y ayuda a reducir los comportamientos hiperactivos e impulsivos.
Es increíblemente útil para las personas con TDAH, por ejemplo, pero también pueden llegar, de forma ilegal, a manos de aquellos sin una afección médica diagnosticada.
"En algunos de los estudios recientes, hemos analizado cómo los psicoestimulantes afectan la toma de decisiones en una población joven y sana. Específicamente, estudiamos el metilfenidato, un medicamento que tal vez sea más conocido por las marcas Ritalin o Adderall", cuenta.
"Y lo que encontramos es que mejora una serie de tareas. Lo que creemos que podría ser el caso es que experimentamos las tareas como un esfuerzo cognitivo menor", explica la neurocientífica.
Pero, advierte Den Ouden, tomar estas sustancias que estimulan el cerebro sin receta médica es arriesgado.
"Todos los medicamentos tienen el riesgos de provocar efectos secundarios y por algo se venden con receta", dice.
"Por eso, cuando llevamos a cabo un estudio de medicamentos, como por ejemplo de psicoestimulantes, evaluamos antes ampliamente a nuestros participantes", explica.
"De hecho, nos aseguramos de que un médico prescriba una sola píldora por persona (a menudo sólo les damos una sola dosis)", continúa.
Y es que "sabemos que, por ejemplo, los psicoestimulantes aumentan el ritmo cardíaco y que esto puede representar un riesgo para aquellos con problemas cardíacos subyacentes como la arritmia sin saberlo".
Estas sustancias, además, no tienen el mismo efecto en todos: a algunas personas las ayudan, a otras, no.
La experta añade que prácticamente no ha habido estudios sobre los efectos cognitivos a largo plazo del uso de psicoestimulantes en personas sanas.
Sin embargo, aumentar los niveles de dopamina en el cerebro podría causar problemas a largo plazo.
"Estamos hablando del ajustado equilibrio de la química de nuestro cerebro y cuando lo perturbas agregando mucha dopamina, el sistema puede, en respuesta, tratar de recuperar el balance y atenuar su sensibilidad a la sustancia", explica.
Así, la persona, al tratar de mantener sus niveles "normales" de dopamina, podría volverse dependiente de la misma.
"Otro riesgo, quizás más especulativo pero importante a tener en cuenta, es que estar realmente concentrado todo el tiempo no es necesariamente el estado óptimo para todas las situaciones.
"Lo que sí sabemos es que estar superenfocado en realidad puede reducir la creatividad y la apertura a nuevas ideas o soluciones. Por eso, no queremos una sociedad de personas hiperconcentradas".
Meditación en vez de medicación
En lugar de aumentar tu poder cerebral a través de la medicación, hay cada vez más evidencias de que este se puede potenciar a través de medios más naturales, como la meditación y la atención plena.
¿Cómo funcionan?
"Una de las características del ser humano es que tenemos estas mentes que pueden vagar y pensar en todo tipo de cosas extrañas", señala Laurie Santos, profesora de psicología en la Universidad de Yale, en Estados Unidos.
"Las investigaciones hechas al respecto muestran que el simple acto de meditar, incluso durante apenas 10 minutos al día si eres un novato, puede reducir significativamente la activación cerebral en regiones de tu cerebro que tienden a hacer que tu mente divague.
"Por lo tanto, el simple acto de meditar literalmente está cambiando el tipo de patrones predeterminados de tu cerebro".
Pero ¿por qué la divagación mental no es tan buena?
Santos dice que las investigaciones sobre el tema muestran que cuando nuestra mente divaga, puede hacernos infelices.
"La ironía de todo esto es que nunca estamos completamente presentes, y que para disfrutar de las cosas simples de la vida, desde comer algo delicioso hasta hablar con un amigo, es realmente necesario que lo estemos", explica.
"El acto de divagar mentalmente, por tanto, parece disminuir significativamente nuestro bienestar", sigue.
"Es por eso que prácticas como la meditación pueden ser tan poderosas, pues uno de sus beneficios es que entrena nuestra mente para estar un poco más presente de lo usual".
La meditación no solo detiene la divagación mental, sino que también construye más conexiones entre las distintas partes del cerebro. Efectivamente vuelve a conectar el cerebro al presente.
Y el efecto dura, según un estudio de 2008 —que encontró que las personas que la practicaban eran más felices— hasta ocho semanas.
Pero la meditación no solo parece ayudar a disfrutar de la vida.
Un estudio de 2013 realizado por la Universidad de California mostró que un curso de meditación realmente aumentó los puntajes en exámenes. Y hay varios otros beneficios, según Laurie.
"Aumenta la concentración, ayuda a la memoria con el tiempo y tiene varios efectos en la salud física: puedes ver mejoras en la función inmune y en marcadores de envejecimiento".
Entonces, si hay indicios de que ayuda al poder cerebral, la felicidad, la función inmune e incluso ADN, ¿sería exagerado decir que la meditación es una especie de remedio para la condición humana?
"A los científicos nos preocupan las que parecen tener todos estos beneficios, pero la meditación parece ser una que, empíricamente hablando, simplemente tiene muchos".
Adaptado de "The 7,000-year-old alternative to 'smart drugs'" de BBC Ideas y BBC Reel.
domingo, 26 de septiembre de 2021
sábado, 25 de septiembre de 2021
_- Qué es la dieta arcoíris y por qué debes procurar comer el mayor número de colores posibles
_- La mejor forma de consumir una dieta variada es comiendo colores variados.
Es la pregunta a la que muchos de nosotros nos enfrentamos más de una vez al día: qué comer. Y junto con el precio, accesibilidad y preferencia, a menudo nos basamos en la salud para ayudarnos a tomar una decisión.
Pero cuando inspeccionamos nuestras dietas en general, ¿cómo sabemos que estamos recibiendo los nutrientes necesarios?
Los investigadores aceptan ampliamente que necesitamos una dieta variada, y que una forma de hacerlo es comiendo siguiendo los colores del arcoíris.
¿Pero son los colores la mejor guía para obtener los nutrientes que necesitamos?
La evidencia podría estar en la dieta mediterránea, la cual contiene muchas frutas, verduras y grasas saludables, como el aceite de oliva extra virgen; y es frecuentemente catalogada como la más saludable por los científicos.
No es coincidencia que sea una dieta muy colorida, destaca Francesco Sofi, profesor asociado de nutrición clínica en la Universidad de Florencia, Italia.
"Seguir la dieta mediterránea tradicional significa que consumes diferentes nutrientes y fitonutrientes", dice el especialista.
Los fitonutrientes son pequeños compuestos químicos producidos por las plantas que nos ayudan a digerir nutrientes más grandes y que además juegan un papel clave en la eliminación de toxinas de nuestros cuerpos.
"Sin embargo, esta dieta no siempre contiene todos los colores. Depende de la temporada, ya que quienes la siguen suelen consumir frutas y verduras de la estación y cultivadas localmente", apunta Sofi.
En realidad, sus colores no son distintos a otras dietas basadas en vegetales, como la vegetariana, añade.
Hay, pues, otras razones por las que la dieta mediterránea está entre las más saludables: por ejemplo, que la población mediterránea tradicionalmente hierve los vegetales, en lugar de freírlos, lo que preserva sus nutrientes.
La dieta mediterránea, que contiene muchas frutas, verduras y aceites insaturados, suele ser calificada por los científicos como la más saludable
Pero cuando inspeccionamos nuestras dietas en general, ¿cómo sabemos que estamos recibiendo los nutrientes necesarios?
Los investigadores aceptan ampliamente que necesitamos una dieta variada, y que una forma de hacerlo es comiendo siguiendo los colores del arcoíris.
¿Pero son los colores la mejor guía para obtener los nutrientes que necesitamos?
La evidencia podría estar en la dieta mediterránea, la cual contiene muchas frutas, verduras y grasas saludables, como el aceite de oliva extra virgen; y es frecuentemente catalogada como la más saludable por los científicos.
No es coincidencia que sea una dieta muy colorida, destaca Francesco Sofi, profesor asociado de nutrición clínica en la Universidad de Florencia, Italia.
"Seguir la dieta mediterránea tradicional significa que consumes diferentes nutrientes y fitonutrientes", dice el especialista.
Los fitonutrientes son pequeños compuestos químicos producidos por las plantas que nos ayudan a digerir nutrientes más grandes y que además juegan un papel clave en la eliminación de toxinas de nuestros cuerpos.
"Sin embargo, esta dieta no siempre contiene todos los colores. Depende de la temporada, ya que quienes la siguen suelen consumir frutas y verduras de la estación y cultivadas localmente", apunta Sofi.
En realidad, sus colores no son distintos a otras dietas basadas en vegetales, como la vegetariana, añade.
Hay, pues, otras razones por las que la dieta mediterránea está entre las más saludables: por ejemplo, que la población mediterránea tradicionalmente hierve los vegetales, en lugar de freírlos, lo que preserva sus nutrientes.
La dieta mediterránea, que contiene muchas frutas, verduras y aceites insaturados, suele ser calificada por los científicos como la más saludable
Colores para el cerebro y el corazón
Los beneficios en la salud de una dieta rica en frutas y vegetales en nuestro cerebro y corazón están entre los hallazgos más consistentes dentro de la ciencia de la nutrición, dice Deanna Minich, nutricionista y doctora en la Universidad de Western States en Oregón, Estados Unidos.
Comer muchos colores puede reducir el riesgo de perder los nutrientes vitales.
"Si nos falta un color del arcoíris (en la dieta), es posible que nos falte la función de ese alimento", dice Minich.
Esto de debe a que los vegetales contienen cientos de fitonutrientes, incluidos los carotenoides y flavonoides, que tienen beneficios antiinflamatorios.
Y las plantas de diferentes colores tienen vienen con diferentes beneficios.
Los alimentos de color azul o púrpura, como los arándanos, tienen un alto contenido de un pigmento vegetal llamado antocianina, el cual está relacionado con una disminución en el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes del tipo II.
Las flavonas, que le dan a los alimentos un color amarillo, pueden reducir el riesgo de enfermedad coronaria.
"Ciertos pigmentos vegetales viajan a ciertas partes del cuerpo y se instalan allí", dice Minich.
"Por ejemplo, la luteína, que se encuentra en una variedad de alimentos amarillos y verdes, viaja a la mácula en la parte posterior del ojo, donde puede ayudar a reducir el riesgo de deterioro macular".
Algunos estudios muestran que los flavonoides pueden mejorar la salud del cerebro bloqueando neurotoxinas asociadas a la enfermedad de Alzheimer.
Después de seguir la dieta de 50.000 personas por más de 20 años, Tian-shin Yeh, investigadora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, encontró que aquellos que comen más alimentos ricos en flavonoides —incluyendo naranjas, pimentones, apio y toronjas— tienen menores niveles de deterioro cognitivo y demencia.
Si bien actualmente no hay una cura para la demencia y el deterioro cognitivo en la vejez, Yeh dice que comer más alimentos ricos en flavonoides puede ayudar a disminuir el riesgo.
Sin embargo, los participantes que obtuvieron los mayores beneficios fueron aquellos que habían seguido una dieta rica en flavonoides por 20 años.
Incluso alimentos blancos como el tofu pueden ser parte de la dieta arcoíris.
Nunca es demasiado tarde para incorporar estos alimentos a tu dieta y beneficiarte de los flavonoides, apunta Yeh.
Comer una dieta colorida puede además ayudar a las personas a evadir posibles efectos adversos por comer una sola comida demasiadas veces, añade Yeh.
"La comida es muy compleja. Por ejemplo, los investigadores encontraron que el jugo de naranja está asociado a un menor riesgo de deterioro cognitivo, pero un consumo excesivo se asocia a la diabetes tipo II", explica la científica.
"No obstante, esto se debe a su contenido de azúcar, no a los flavonoides", acota.
Pero seguir una dieta arcoíris puede ser complejo, dice Victoria Taylor, nutricionista principal en la British Heart Foundation.
"Puede ser realmente complicado ingerir todos los colores todos los días. Podrías hacerte un lío".
Necesitamos además comer de otros grupos alimenticios para obtener todos los macronutrientes necesarios, como las proteínas, dice Taylor.
Sin embargo, Minich argumenta que la dieta del arcoíris no se limita a ingerir frutas y vegetales, sino que también incluye otras comidas naturales, como hierbas, especies, legumbres, nueces, semillas, cereales integrales e incluso té.
También considera que las comidas blancas son parte de la dieta arcoíris, incluido el tofu, el cual contiene numerosas isoflavonas, asociadas a un menor riesgo de enfermedades del corazón y algunos tipos de cáncer, así como deterioro cognitivo.
Ingerir una variedad de colores podría significar que comemos más frutas y vegetales en general. Un estudio encontró que incitar a las personas a ingerir comidas coloridas incrementaba su consumo de alimentos saludables.
"Si comes la misma fruta, te sentirás lleno en seguida. Pero si optas por un plato con frutas y vegetales de distintos colores, es probable que quieras comer más", dice Rochelle Embling, estudiante de doctorado en la Universidad de Swansea, quien no participó en el estudio.
Los arándanos contienen antocianina, que se ha relacionado con la reducción del riesgo de enfermedad cardíaca.
¿Dulces coloridos? Eso no cuenta
Pero seguir una dieta más colorida también puede aumentar el riesgo de consumir productos poco saludables en exceso.
Embling encontró que es más probable que comamos más pizza cuando tiene muchos ingredientes de diferentes colores.
Ella aconseja comer frutas y verduras de colores variados pero optar por una paleta más limitada cuando se trata de caprichos.
Y aclara que los brillantes colores artificiales de muchos dulces y pasteles tristemente no forman parte de una dieta variada y saludable.
Pero hay otras guías, más allá de los colores, para asegurarte de que obtienes los nutrientes y fitonutrientes que necesitas.
Y una de ellas es el sabor.
Incluso un sabor más fuerte en los vegetales significa mayor presencia de nutrientes.
Incluso un sabor más fuerte en los vegetales significa mayor presencia de nutrientes.
Un estudio encontró que los participantes que comieron verduras amargas y de sabor fuerte por 12 semanas tenían menor presión arterial y azúcar en la sangre debido a su contenido en fibra y la variedad de fitonutrientes que contienen.
El estudio afirma que "los tubérculos y las coles son fuentes ricas en antioxidantes", como flavonoides, carotenoides y otros fitoquímicos bioactivos.
La ingesta de estos combinados en alimentos integrales puede permitir una acción sinérgica, proporcionando así efectos mejorados que promueven la salud.
En otras palabras, pueden ser más saludables que la suma de sus partes.
"Los colores de las comidas son muy importantes para nuestra dieta, pero también lo son los sabores, especialmente los amargos, como el de la rúcula, la col rizada, el nabo y el té verde", dice Minich, quien no participó en el último estudio pero está de acuerdo con sus hallazgos.
Y enfatiza los beneficios de estos compuestos que reaccionan entre sí para beneficiar aún más nuestra salud.
Otra opción es fijarte en qué partes de la planta estás comiendo, dice Yeh.
"Los rábanos y nabos tienen valores nutricionales similares porque son la misma raíz. Mientras que los valores nutricionales del repollo y el nabo no son tan similares porque uno es una hoja y el otro la raíz de la planta".
Pero Yeh admite que "fijarse en los colores puede ser la forma más fácil de guiarse para los consumidores".
Un estudio encontró que los participantes que comieron verduras amargas y de sabor fuerte por 12 semanas tenían menor presión arterial y azúcar en la sangre debido a su contenido en fibra y la variedad de fitonutrientes que contienen.
El estudio afirma que "los tubérculos y las coles son fuentes ricas en antioxidantes", como flavonoides, carotenoides y otros fitoquímicos bioactivos.
La ingesta de estos combinados en alimentos integrales puede permitir una acción sinérgica, proporcionando así efectos mejorados que promueven la salud.
En otras palabras, pueden ser más saludables que la suma de sus partes.
"Los colores de las comidas son muy importantes para nuestra dieta, pero también lo son los sabores, especialmente los amargos, como el de la rúcula, la col rizada, el nabo y el té verde", dice Minich, quien no participó en el último estudio pero está de acuerdo con sus hallazgos.
Y enfatiza los beneficios de estos compuestos que reaccionan entre sí para beneficiar aún más nuestra salud.
Otra opción es fijarte en qué partes de la planta estás comiendo, dice Yeh.
"Los rábanos y nabos tienen valores nutricionales similares porque son la misma raíz. Mientras que los valores nutricionales del repollo y el nabo no son tan similares porque uno es una hoja y el otro la raíz de la planta".
Pero Yeh admite que "fijarse en los colores puede ser la forma más fácil de guiarse para los consumidores".
viernes, 24 de septiembre de 2021
Paulo Freire está siendo
Por Colectivo de Educadorxs Desde el Sur | 21/09/2021 | Otro mundo es posible
Fuentes: La Tinta
El próximo fin de semana, se presenta “Paulo Freire. Semillas por otras educaciones”, un compilado a cargo del Colectivo Educadorxs Desde el Sur y editado por Ecoval Ediciones. Escrito en pandemia, el libro incluye veinticinco artículos de relatos, reflexiones y experiencias de más de 40 educadorxs, una entrevista al educador y referente Nano Balbo, y el arte gráfico de Noe Gaillardou. Un homenaje al maestro y una oportunidad para dialogar sobre los modos en los que el legado freireano atraviesa el presente
Paulo Freire hubiera cumplido este 19 de septiembre 100 años de vida, y todo el 2021 viene siendo un festejo. A lo largo y ancho del planeta, se celebran jornadas, congresos, encuentros. Podemos pensar, a propósito de esta fecha, que Freire no deja de nacer en cada uno de los diálogos que se realizan homenajeándolo, poniendo en el centro su obra como algo vivo, en movimiento, resignificada y perenne. Como una especie de coincidencia cabulera, en el 2020, se cumplieron 50 años de la primera edición del libro “Pedagogía del Oprimido” en 1970. Este libro, escrito por el pedagogo brasilero durante su exilio en Chile, al calor de las experiencias de alfabetización y educación popular, es una referencia fundamental en la formación de cualquier educadorx. Marcó un camino político y pedagógico fundamental, no solo en el Abya Yala, sino también en el mundo. Las fechas a veces nos remiten a ciclos largos y nos traen de vuelta, desde el pasado, momentos luminosos. La tarea de recordar, de resignificar y la invitación a escribir semillas es una manera de zambullirnos también nosotrxs en esa pedagogía viva que supimos conocer de la mano de sus libros.
Desde el Colectivo de Educadorxs Desde el Sur, durante el año 2020, en plena pandemia, convocamos a educadorxs y organizaciones, a recuperar y recrear en textos propios, reflexiones pedagógicas, sindicales y políticas del maestro. Una pregunta como puntapié, ¿qué aportan las palabras freireanas a nuestras prácticas educativas?, invitó a recuperar las propias experiencias, más que a discusiones conceptuales. Con el propósito de comunicar y visibilizar que la educación popular se encuentra en movimiento, y que, especialmente en Córdoba, numerosos espacios se reconocen en el camino de las pedagogías freireanas.
¿Por qué Freire?
“No podemos existir sin interrogarnos sobre el mañana, sobre lo que vendrá,
a favor de qué, en contra de qué, a favor de quién, en contra de quién vendrá;
sin interrogarnos sobre cómo hacer concreto lo ‘inédito viable’
que nos exige que luchemos por él”.
(Freire, Pedagogía de la esperanza)
Paulo Freire ha insistido en que las prácticas educativas no son neutrales, sino de naturaleza política. Su indudable vigencia se mantiene entre otros aportes, en las críticas a la educación bancaria y sus pedagogías, desocultando la matriz colonial que atraviesa al modelo pedagógico hegemónico, en los modos de vinculación con el saber y en las prácticas educativas. Estas ideas se actualizan ante un presente de crisis, que algunos llaman sistémica o planetaria, lo que no parece estar en crisis es el modelo neoliberal que la desencadenó, profundizando todas las desigualdades -de género, raza, clase, edad- y la exclusión brutal que existía previamente.
El libro “Paulo Freire. Semillas por otras educaciones” propone un diálogo con lxs lectorxs, para recuperar el debate profundo en relación a la urgencia de una Educación Transformadora en este tiempo. Que ubique en el centro de ese diálogo la condición de lxs oprimidxs de hoy y las formas de educarnos y construir el mundo que soñamos; más en estos momentos en que la derecha liberal capta exitosamente voluntades en los sectores populares, a través de un discurso que oculta el origen de la riqueza concentrada en unxs pocxs, provocando enfrentamientos entre lxs de abajo y desdibujando las relaciones de explotación.
La pandemia y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio hicieron polvo el trabajo en espacios de formación colectiva, tal como estábamos acostumbradxs. Lxs docentes estábamos saturadxs de trabajo y lejos de lxs estudiantes así como de nuestrxs compañerxs, entonces, consideramos que era un momento importante para encontrar algún proyecto que nos mantuviera en movimiento, desde el diálogo, la producción de saberes valiosos que pocas veces nos detenemos a elaborar, sistematizar y socializar. Casi como una cuestión de supervivencia de los lazos, comenzamos una serie de intercambios y un trabajo que se acompañaba con las reuniones donde invitamos al maestro y educador popular Orlando Nano Balbo. De ahí surgió el texto de la Primera Parte: “Lo pedagógico en el centro: Freire no deja de interpelarnos”, que recoge las entrevistas que le hicimos.
Lo demás, fue osadía: le preguntamos a la genia de la Noe Gaillardou si nos diseñaba la tapa y, sorpresivamente, no tardó más que unos minutos en sumarse al proyecto. Luego, empezamos el trabajo de convidar a muchas de las personas con quienes compartimos la escuela y la militancia. Semana a semana, fue creciendo y armándose, con el entusiasmo de sumar participación y con la incertidumbre de no saber si íbamos a llegar con los tiempos. Se armó un grupo de trabajo que se puso al hombro la tarea de materializar el libro, para muchxs, la primera experiencia de este tipo.
Los aportes de más de 40 compañerxs militantes, educadorxs, docentes en los 25 artículos reunidos muestran -como dice el Nano Balbo- que Freire hoy “está siendo” y que nuestra forma de homenajearlo es asumir el enorme desafío de no parafrasearlo livianamente, sino de ser creativxs y responsables a la hora de comprender e intervenir en nuestra propia realidad. Participan compañerxs educadorxs principalmente de Córdoba, pero también de diferentes provincias del país, de México y Uruguay.
La presentación se realizará el sábado 25/09 a las 18 horas en Ecoval Librería Café, ubicada en la vieja estación de trenes de Unquillo. Se solicita reservar con anticipación y confirmar asistencia, debido a los protocolos vigentes para eventos y la capacidad del lugar. Pueden comprar el libro aquí.
Este libro es un homenaje al maestro que nos abrió caminos en nuestra América para hacer otra educación posible y una oportunidad para encontrarnos en la urdimbre de lo que vamos construyendo desde nuestros territorios.
*Por Colectivo de Educadorxs Desde el Sur para La tinta / Imagen de portada: Cultura Inquieta.
Fuente: https://latinta.com.ar/2021/09/paulo-freire-siendo/
Fuentes: La Tinta
El próximo fin de semana, se presenta “Paulo Freire. Semillas por otras educaciones”, un compilado a cargo del Colectivo Educadorxs Desde el Sur y editado por Ecoval Ediciones. Escrito en pandemia, el libro incluye veinticinco artículos de relatos, reflexiones y experiencias de más de 40 educadorxs, una entrevista al educador y referente Nano Balbo, y el arte gráfico de Noe Gaillardou. Un homenaje al maestro y una oportunidad para dialogar sobre los modos en los que el legado freireano atraviesa el presente
Paulo Freire hubiera cumplido este 19 de septiembre 100 años de vida, y todo el 2021 viene siendo un festejo. A lo largo y ancho del planeta, se celebran jornadas, congresos, encuentros. Podemos pensar, a propósito de esta fecha, que Freire no deja de nacer en cada uno de los diálogos que se realizan homenajeándolo, poniendo en el centro su obra como algo vivo, en movimiento, resignificada y perenne. Como una especie de coincidencia cabulera, en el 2020, se cumplieron 50 años de la primera edición del libro “Pedagogía del Oprimido” en 1970. Este libro, escrito por el pedagogo brasilero durante su exilio en Chile, al calor de las experiencias de alfabetización y educación popular, es una referencia fundamental en la formación de cualquier educadorx. Marcó un camino político y pedagógico fundamental, no solo en el Abya Yala, sino también en el mundo. Las fechas a veces nos remiten a ciclos largos y nos traen de vuelta, desde el pasado, momentos luminosos. La tarea de recordar, de resignificar y la invitación a escribir semillas es una manera de zambullirnos también nosotrxs en esa pedagogía viva que supimos conocer de la mano de sus libros.
Desde el Colectivo de Educadorxs Desde el Sur, durante el año 2020, en plena pandemia, convocamos a educadorxs y organizaciones, a recuperar y recrear en textos propios, reflexiones pedagógicas, sindicales y políticas del maestro. Una pregunta como puntapié, ¿qué aportan las palabras freireanas a nuestras prácticas educativas?, invitó a recuperar las propias experiencias, más que a discusiones conceptuales. Con el propósito de comunicar y visibilizar que la educación popular se encuentra en movimiento, y que, especialmente en Córdoba, numerosos espacios se reconocen en el camino de las pedagogías freireanas.
¿Por qué Freire?
“No podemos existir sin interrogarnos sobre el mañana, sobre lo que vendrá,
a favor de qué, en contra de qué, a favor de quién, en contra de quién vendrá;
sin interrogarnos sobre cómo hacer concreto lo ‘inédito viable’
que nos exige que luchemos por él”.
(Freire, Pedagogía de la esperanza)
Paulo Freire ha insistido en que las prácticas educativas no son neutrales, sino de naturaleza política. Su indudable vigencia se mantiene entre otros aportes, en las críticas a la educación bancaria y sus pedagogías, desocultando la matriz colonial que atraviesa al modelo pedagógico hegemónico, en los modos de vinculación con el saber y en las prácticas educativas. Estas ideas se actualizan ante un presente de crisis, que algunos llaman sistémica o planetaria, lo que no parece estar en crisis es el modelo neoliberal que la desencadenó, profundizando todas las desigualdades -de género, raza, clase, edad- y la exclusión brutal que existía previamente.
El libro “Paulo Freire. Semillas por otras educaciones” propone un diálogo con lxs lectorxs, para recuperar el debate profundo en relación a la urgencia de una Educación Transformadora en este tiempo. Que ubique en el centro de ese diálogo la condición de lxs oprimidxs de hoy y las formas de educarnos y construir el mundo que soñamos; más en estos momentos en que la derecha liberal capta exitosamente voluntades en los sectores populares, a través de un discurso que oculta el origen de la riqueza concentrada en unxs pocxs, provocando enfrentamientos entre lxs de abajo y desdibujando las relaciones de explotación.
La pandemia y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio hicieron polvo el trabajo en espacios de formación colectiva, tal como estábamos acostumbradxs. Lxs docentes estábamos saturadxs de trabajo y lejos de lxs estudiantes así como de nuestrxs compañerxs, entonces, consideramos que era un momento importante para encontrar algún proyecto que nos mantuviera en movimiento, desde el diálogo, la producción de saberes valiosos que pocas veces nos detenemos a elaborar, sistematizar y socializar. Casi como una cuestión de supervivencia de los lazos, comenzamos una serie de intercambios y un trabajo que se acompañaba con las reuniones donde invitamos al maestro y educador popular Orlando Nano Balbo. De ahí surgió el texto de la Primera Parte: “Lo pedagógico en el centro: Freire no deja de interpelarnos”, que recoge las entrevistas que le hicimos.
Lo demás, fue osadía: le preguntamos a la genia de la Noe Gaillardou si nos diseñaba la tapa y, sorpresivamente, no tardó más que unos minutos en sumarse al proyecto. Luego, empezamos el trabajo de convidar a muchas de las personas con quienes compartimos la escuela y la militancia. Semana a semana, fue creciendo y armándose, con el entusiasmo de sumar participación y con la incertidumbre de no saber si íbamos a llegar con los tiempos. Se armó un grupo de trabajo que se puso al hombro la tarea de materializar el libro, para muchxs, la primera experiencia de este tipo.
Los aportes de más de 40 compañerxs militantes, educadorxs, docentes en los 25 artículos reunidos muestran -como dice el Nano Balbo- que Freire hoy “está siendo” y que nuestra forma de homenajearlo es asumir el enorme desafío de no parafrasearlo livianamente, sino de ser creativxs y responsables a la hora de comprender e intervenir en nuestra propia realidad. Participan compañerxs educadorxs principalmente de Córdoba, pero también de diferentes provincias del país, de México y Uruguay.
La presentación se realizará el sábado 25/09 a las 18 horas en Ecoval Librería Café, ubicada en la vieja estación de trenes de Unquillo. Se solicita reservar con anticipación y confirmar asistencia, debido a los protocolos vigentes para eventos y la capacidad del lugar. Pueden comprar el libro aquí.
Este libro es un homenaje al maestro que nos abrió caminos en nuestra América para hacer otra educación posible y una oportunidad para encontrarnos en la urdimbre de lo que vamos construyendo desde nuestros territorios.
*Por Colectivo de Educadorxs Desde el Sur para La tinta / Imagen de portada: Cultura Inquieta.
Fuente: https://latinta.com.ar/2021/09/paulo-freire-siendo/
jueves, 23 de septiembre de 2021
Receta de Karlos Arguiñano de flan casero, un postre tradicional que en esta ocasión elaboramos en la olla rápida u olla a presión.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Ingredientes (4-6 personas):
Elaboración de la receta de Flan express:
Consejo
Ingredientes (4-6 personas):
1/2 l. de leche
4 huevos
6 cucharadas de azúcar
agua
Elaboración de la receta de Flan express:
Coloca 4 cucharadas de azúcar en un cuenco, casca los huevos y bate bien con una varilla. Añade la leche poco a poco sin dejar de remover.
Reserva.
Para hacer el caramelo, coloca 2 cucharadas de azúcar en una sartén. Agrega 2 cucharadas de agua y deja que caramelice. Coloca el caramelo en el fondo de un molde y añade la mezcla que tenías reservada.
Vierte un dedo de agua en la olla rápida e introduce el molde. Tapa el molde con papel de aluminio, coloca la tapa de la olla y cocina (al 2) durante 4 minutos a partir de que comience a salir el vapor.
Deja templar el flan. Desmolda y sirve.
Consejo
A la hora de comprar huevos, nunca escojas los que tengan cáscara rota o rajada, ni siquiera manchada. Y no te olvides de mirar la fecha de caducidad que figura en el envase.
https://www.hogarmania.com/cocina/recetas/postres/flan-express-3201.html
Ingredientes (4-6 personas):
Elaboración de la receta de Flan express:
Consejo
Ingredientes (4-6 personas):
1/2 l. de leche
4 huevos
6 cucharadas de azúcar
agua
Elaboración de la receta de Flan express:
Coloca 4 cucharadas de azúcar en un cuenco, casca los huevos y bate bien con una varilla. Añade la leche poco a poco sin dejar de remover.
Reserva.
Para hacer el caramelo, coloca 2 cucharadas de azúcar en una sartén. Agrega 2 cucharadas de agua y deja que caramelice. Coloca el caramelo en el fondo de un molde y añade la mezcla que tenías reservada.
Vierte un dedo de agua en la olla rápida e introduce el molde. Tapa el molde con papel de aluminio, coloca la tapa de la olla y cocina (al 2) durante 4 minutos a partir de que comience a salir el vapor.
Deja templar el flan. Desmolda y sirve.
Consejo
A la hora de comprar huevos, nunca escojas los que tengan cáscara rota o rajada, ni siquiera manchada. Y no te olvides de mirar la fecha de caducidad que figura en el envase.
https://www.hogarmania.com/cocina/recetas/postres/flan-express-3201.html
miércoles, 22 de septiembre de 2021
_- Cuál es la mejor receta de natillas
_- MIKEL LÓPEZ ITURRIAGA 14/09/2021 -
¿En qué momento dejamos de hacer natillas? ¿Por qué uno de los postres más emblemáticos de nuestra infancia es cada vez más difícil de encontrar? Sí, ya sé que en algunas casas se siguen preparando, que contados restaurantes todavía las ofrecen, y que existen versiones industriales en el supermercado, pero los tiempos en que eran omnipresentes pasaron. Mientras el flan ha vuelto con fuerza, las natillas siguen metidas en el cajón de los postres viejunos que viven más en el recuerdo que en la actualidad.
Como acto de reivindicación de su gloriosa cremosidad, hemos comparado tres fórmulas de cocineros ilustres y otra de una cocinera... menos ilustre. En nuestra batalla de recetas de hoy compiten Abraham García, Simone Ortega, los hermanos Torres e Isabel Pantoja (puede que no os acordéis, pero la cantante tuvo un restaurante y publicó un libro de cocina). Si quieres saber quién gana, dale al play en el vídeo de arriba.
NATILLAS DE ABRAHAM GARCÍA
Receta de un encuentro digital en El Mundo.
Ingredientes
1 litro de leche fresca de cabra o de vaca
1 piel de naranja
1 piel de limón
3 huevos
3 cucharadas de Maicena
Entre 50 y 100 g de azúcar
1 cucharada de mantequilla
3 granitos de sal gorda
Canela
1 vaina de vainilla (opcional)
1 galleta o bizcocho de soletilla (opcional)
Preparación
Poner a cocer unos 800 ml de leche con una piel de limón, otra de naranja, azúcar al gusto y una vaina de vainilla.
Mezclar los huevos y la maicena con la leche restante.
Cuando la leche con azúcar hierva, añadir la mezcla anterior sin dejar de remover, y mantener la temperatura cerca de la ebullición.
Fuera del fuego, añadir la mantequilla y sal. Mezclar, colar, espolvorear con canela y enfriar.
NATILLAS DE SIMONE ORTEGA
Receta publicada en la revista Telva.
Ingredientes
1,5 litros de leche
6 yemas de huevo
6 cucharadas de azúcar
1 limón
1 cucharada de maicena
Canela
Preparación
Calentar la leche con parte del azúcar y piel de limón.
Batir las yemas con el resto del azúcar y la maicena.
Cuando la leche llega a hervor, retirar el limón y verterla sobre los huevos, removiendo hasta que todo quede bien mezclado.
Devolver la mezcla al cazo, calienta a fuego medio y remover hasta lograr una crema lisa.
Colar, enfriar en nevera y espolvorear con canela justo antes de servir.
NATILLAS DE LOS HERMANOS TORRES
Receta del programa de TVE Torres en la cocina.
Ingredientes
1 litro de leche
8 yemas de huevo
100 g de azúcar
1 rama de canela
6 cardamomo
½ naranja (piel)
½ limón (piel)
100 g de azúcar
Preparación
Calentar unos 800 ml de leche a fuego medio con cardamomo, canela en rama y piel de limón y naranja.
Batir el resto de la leche con las yemas y el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea.
Cuando la leche llega a hervor, verterla con la ayuda de un colador sobre las yemas y remover bien. Llevar a una olla al baño maría y remover con la ayuda de una espátula.
Cuando se pueda dibujar una raya con el dedo sobre la espátula y la crema no se vuelva a juntar, reposar la mezcla en un bol que esté sobre agua con hielo para cortar la cocción. Enfriar.
NATILLAS DE ISABEL PANTOJA
Receta del libro Recetas con arte.
Ingredientes
1 litro de leche
300 g de azúcar
8 yemas de huevo
2 cucharadas de maicena
1 vaina de vainilla
Bizcochos de soletilla
Canela en polvo
Preparación
Calentar la leche con una vaina de vainilla.
Antes de que hierva, añadir las yemas batidas con el azúcar y la maicena sin dejar de remover.
Cuando se formen las primeras burbujas en los lados del recipiente, retirar las natillas, verterlas en una fuente y decorarlas con bizcochos de soletilla y canela.
https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2021/07/08/receta/1625762514_869791.html?autoplay=1
El comidita ha elegido a la receta de los hermanos Torres como la mejor de las natillas expuestas. Es curioso que los huevos vayan, según las diferentes recetas, de 8 por litro de leche a 3, lo que supone menos de la mitad en este caso...
¿En qué momento dejamos de hacer natillas? ¿Por qué uno de los postres más emblemáticos de nuestra infancia es cada vez más difícil de encontrar? Sí, ya sé que en algunas casas se siguen preparando, que contados restaurantes todavía las ofrecen, y que existen versiones industriales en el supermercado, pero los tiempos en que eran omnipresentes pasaron. Mientras el flan ha vuelto con fuerza, las natillas siguen metidas en el cajón de los postres viejunos que viven más en el recuerdo que en la actualidad.
Como acto de reivindicación de su gloriosa cremosidad, hemos comparado tres fórmulas de cocineros ilustres y otra de una cocinera... menos ilustre. En nuestra batalla de recetas de hoy compiten Abraham García, Simone Ortega, los hermanos Torres e Isabel Pantoja (puede que no os acordéis, pero la cantante tuvo un restaurante y publicó un libro de cocina). Si quieres saber quién gana, dale al play en el vídeo de arriba.
NATILLAS DE ABRAHAM GARCÍA
Receta de un encuentro digital en El Mundo.
Ingredientes
1 litro de leche fresca de cabra o de vaca
1 piel de naranja
1 piel de limón
3 huevos
3 cucharadas de Maicena
Entre 50 y 100 g de azúcar
1 cucharada de mantequilla
3 granitos de sal gorda
Canela
1 vaina de vainilla (opcional)
1 galleta o bizcocho de soletilla (opcional)
Preparación
Poner a cocer unos 800 ml de leche con una piel de limón, otra de naranja, azúcar al gusto y una vaina de vainilla.
Mezclar los huevos y la maicena con la leche restante.
Cuando la leche con azúcar hierva, añadir la mezcla anterior sin dejar de remover, y mantener la temperatura cerca de la ebullición.
Fuera del fuego, añadir la mantequilla y sal. Mezclar, colar, espolvorear con canela y enfriar.
NATILLAS DE SIMONE ORTEGA
Receta publicada en la revista Telva.
Ingredientes
1,5 litros de leche
6 yemas de huevo
6 cucharadas de azúcar
1 limón
1 cucharada de maicena
Canela
Preparación
Calentar la leche con parte del azúcar y piel de limón.
Batir las yemas con el resto del azúcar y la maicena.
Cuando la leche llega a hervor, retirar el limón y verterla sobre los huevos, removiendo hasta que todo quede bien mezclado.
Devolver la mezcla al cazo, calienta a fuego medio y remover hasta lograr una crema lisa.
Colar, enfriar en nevera y espolvorear con canela justo antes de servir.
NATILLAS DE LOS HERMANOS TORRES
Receta del programa de TVE Torres en la cocina.
Ingredientes
1 litro de leche
8 yemas de huevo
100 g de azúcar
1 rama de canela
6 cardamomo
½ naranja (piel)
½ limón (piel)
100 g de azúcar
Preparación
Calentar unos 800 ml de leche a fuego medio con cardamomo, canela en rama y piel de limón y naranja.
Batir el resto de la leche con las yemas y el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea.
Cuando la leche llega a hervor, verterla con la ayuda de un colador sobre las yemas y remover bien. Llevar a una olla al baño maría y remover con la ayuda de una espátula.
Cuando se pueda dibujar una raya con el dedo sobre la espátula y la crema no se vuelva a juntar, reposar la mezcla en un bol que esté sobre agua con hielo para cortar la cocción. Enfriar.
NATILLAS DE ISABEL PANTOJA
Receta del libro Recetas con arte.
Ingredientes
1 litro de leche
300 g de azúcar
8 yemas de huevo
2 cucharadas de maicena
1 vaina de vainilla
Bizcochos de soletilla
Canela en polvo
Preparación
Calentar la leche con una vaina de vainilla.
Antes de que hierva, añadir las yemas batidas con el azúcar y la maicena sin dejar de remover.
Cuando se formen las primeras burbujas en los lados del recipiente, retirar las natillas, verterlas en una fuente y decorarlas con bizcochos de soletilla y canela.
https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2021/07/08/receta/1625762514_869791.html?autoplay=1
martes, 21 de septiembre de 2021
_- La Palma: las impresionantes imágenes de la erupción de un volcán en las islas Canarias
_- Tras varios días de inquietud, un volcán ubicado en la isla La Palma, en Canarias (España), entró en erupción este domingo a las 15:12 (hora local).
Según medios locales, en la zona se sintió una gran explosión seguida de una enorme columna de humo y la expulsión de piroclastos.
A pesar de que el área que rodea al volcán —el Parque Nacional de Cumbre Vieja— no está mayormente poblada, las autoridades comenzaron con la evacuación preventiva de personas con movilidad reducida en los pueblos cercanos. Se estima que podrían ser 10.000 los evacuados.
El fenómeno ocurre luego de que el sábado 11 de septiembre comenzara una inusual actividad sísmica, con una seguidilla de temblores que anticiparon la crisis volcánica.
Esta situación llevó a las autoridades a elevar la alerta a "semáforo amarillo" en la zona por el alto riesgo que significaba días atrás...
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-58616977
Según medios locales, en la zona se sintió una gran explosión seguida de una enorme columna de humo y la expulsión de piroclastos.
A pesar de que el área que rodea al volcán —el Parque Nacional de Cumbre Vieja— no está mayormente poblada, las autoridades comenzaron con la evacuación preventiva de personas con movilidad reducida en los pueblos cercanos. Se estima que podrían ser 10.000 los evacuados.
El fenómeno ocurre luego de que el sábado 11 de septiembre comenzara una inusual actividad sísmica, con una seguidilla de temblores que anticiparon la crisis volcánica.
Esta situación llevó a las autoridades a elevar la alerta a "semáforo amarillo" en la zona por el alto riesgo que significaba días atrás...
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-58616977
Volcán La Palma FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES
lunes, 20 de septiembre de 2021
_- Qué puede enseñarnos sobre la felicidad un panadero de la antigua Pompeya
_- A pesar de una pandemia que cambió radicalmente las vidas de miles de millones de personas, el "Informe mundial de la felicidad" indica que eso, la felicidad, se mantiene estable en el mundo, un testimonio de la resiliencia de la raza humana.
Como estudiosa del mundo clásico, no me parecen nada nuevas las discusiones sobre la felicidad que suelen darse en medio de crisis personales o sociales como la que vivimos.
Hic habitat felicitas o "Aquí mora la felicidad", proclama una inscripción hallada en una panadería de Pompeya, unos 2.000 años después de que su dueño viviera y probablemente muriera en la erupción del volcán Vesubio que destruyó la antigua ciudad romana en el año 79 d. C.
¿Qué significaba la felicidad para ese panadero pompeyano?
¿Y cómo puede ayudar la antigua idea romana de felicidad en nuestra búsqueda de lo mismo hoy?
Felicidad para mí, pero no para ti
Los romanos consideraban a Felicitas y a Fortuna, una palabra relacionada, diosas.
Ambas tenían templos en Roma en las que quienes buscaban sus favores depositaban ofrendas y hacían promesas.
Felicitas fue también retratada en monedas romanas desde el siglo I a. C. hasta el IV d. C., lo que indica su posible conexión con la prosperidad de las arcas del Estado.
Los emperadores romanos intentaron asimismo asociar su figura a la de estas diosas, como muestran algunas de las monedas que acuñaron.
"Felicitas Augusti" se leía, por ejemplo, en una moneda de oro del emperador Valeriano, iconografía que parece mostrar que era el hombre más feliz del Imperio y favorecido por las diosas.
Al invocar a Felicitas en su propia morada y negocio, el panadero pompeyano quizá estaba intentando atraerla, con la esperanza de que la bendición de la felicidad recaería sobre su vida y venta.
Pero esta idea del dinero y el poder como fuente de la felicidad encerraba una cruel ironía.
Felicitas y Felix fueron nombres habituales para esclavos de ambos sexos. Por ejemplo, Antonius Felix, gobernador de Judea en el siglo I d. C., era un antiguo esclavo.
No hay duda de que su suerte cambió. Mientras que Felicitas era el nombre de la esclava que fue martirizada junto a Perpetua en el año 203 d. C., hoy ambas adoradas como santas por el cristianismo.
Los romanos veían a los esclavos como prueba del estatus superior de sus dueños y como la encarnación de su felicidad.
Vista de esta manera, la felicidad parece un juego de suma cero, entrelazado con el poder y la dominación. La felicidad en el mundo romano tenía un precio y los esclavizados lo pagaban para entregar el don de la felicidad a sus dueños.
Baste decir que para los esclavizados, sea donde sea que habitara la felicidad, no era en el Imperio romano.
¿Dónde reside realmente la felicidad?
¿Es posible imaginar en la sociedad actual que la felicidad solo exista a costa de otro?
¿Dónde reside la felicidad, si los casos de depresión y otras enfermedades mentales aumentan y las jornadas de trabajo duran cada día más?
Durante las últimas dos décadas, los trabajadores de Estados Unidos han trabajado más y más horas.
Una encuesta de Gallup reveló el año pasado que el 44% de los empleados a jornada completa trabajaban más de 45 horas a la semana, mientras que un 17% llegaba o superaba las 60.
El resultado de esta cultura del exceso de trabajo es que la felicidad y el éxito realmente parece ser también una ecuación de suma cero.
Hay un coste, habitualmente humano, cuando el trabajo y la familia libran un tira y afloja por el tiempo y la atención en el que la felicidad es siempre la víctima.
Esto ya era así mucho antes de la pandemia de covid-19.
Los estudios sobre la felicidad se vuelven más populares en tiempos de alto estrés social.
Quizá no sea casualidad que el más longevo de ellos, el de la Universidad de Harvard, surgiera durante la Gran Depresión de la década de 1930.
En 1938, un grupo de investigadores midió la salud física y mental de 268 estudiantes y les siguieron el rastro a ellos y a sus descendientes durante 80 años.
¿Cuál fue su principal descubrimiento? "Las relaciones estrechas, más que el dinero o la fama, mantienen a la gente feliz a lo largo de sus vidas".
Esto incluye un matrimonio y una familia feliz, y una comunidad cercana de amigos.
Significativamente, las relaciones destacadas en el estudio son las basadas en el amor, el cuidado, y la igualdad, más que en el abuso y la explotación.
Igual que la Gran Depresión motivó el estudio de Harvard, la actual pandemia empujó al científico social Arthur Brooks a lanzar en abril de 2020 una columna semanal sobre la felicidad titulada "Cómo construir una vida".
En el primero de sus artículos, Brooks bucea en los estudios que la fe y trabajar con un sentido, además de las relaciones estrechas, pueden mejorar nuestra felicidad.
Encontrar la felicidad en el caos
Los consejos de Brooks se relacionan con los descubrimientos del "Informe mundial de la felicidad" de 2021, que detectan "alrededor de un 10% de aumento en el número de personas que dijeron haber estado preocupadas o tristes el día anterior".
La fe, encontrarle un sentido al trabajo y las relaciones contribuyen a desarrollar sentimientos de seguridad y estabilidad, ambas han sufrido con la pandemia.
El panadero pompeyano que escogió colocar esa placa en su lugar de trabajo probablemente hubiera estado de acuerdo en que hay una relación significativa entre la felicidad, el trabajo y la fe.
Y, aunque no vivió una pandemia, o al menos no han encontrado constancia de ello, no era ajeno al estrés social... seguir leyendo aquí,... https://www.bbc.com/mundo/noticias-58483070
Como estudiosa del mundo clásico, no me parecen nada nuevas las discusiones sobre la felicidad que suelen darse en medio de crisis personales o sociales como la que vivimos.
Hic habitat felicitas o "Aquí mora la felicidad", proclama una inscripción hallada en una panadería de Pompeya, unos 2.000 años después de que su dueño viviera y probablemente muriera en la erupción del volcán Vesubio que destruyó la antigua ciudad romana en el año 79 d. C.
¿Qué significaba la felicidad para ese panadero pompeyano?
¿Y cómo puede ayudar la antigua idea romana de felicidad en nuestra búsqueda de lo mismo hoy?
Felicidad para mí, pero no para ti
Los romanos consideraban a Felicitas y a Fortuna, una palabra relacionada, diosas.
Ambas tenían templos en Roma en las que quienes buscaban sus favores depositaban ofrendas y hacían promesas.
Felicitas fue también retratada en monedas romanas desde el siglo I a. C. hasta el IV d. C., lo que indica su posible conexión con la prosperidad de las arcas del Estado.
Los emperadores romanos intentaron asimismo asociar su figura a la de estas diosas, como muestran algunas de las monedas que acuñaron.
"Felicitas Augusti" se leía, por ejemplo, en una moneda de oro del emperador Valeriano, iconografía que parece mostrar que era el hombre más feliz del Imperio y favorecido por las diosas.
Al invocar a Felicitas en su propia morada y negocio, el panadero pompeyano quizá estaba intentando atraerla, con la esperanza de que la bendición de la felicidad recaería sobre su vida y venta.
Pero esta idea del dinero y el poder como fuente de la felicidad encerraba una cruel ironía.
Felicitas y Felix fueron nombres habituales para esclavos de ambos sexos. Por ejemplo, Antonius Felix, gobernador de Judea en el siglo I d. C., era un antiguo esclavo.
No hay duda de que su suerte cambió. Mientras que Felicitas era el nombre de la esclava que fue martirizada junto a Perpetua en el año 203 d. C., hoy ambas adoradas como santas por el cristianismo.
Los romanos veían a los esclavos como prueba del estatus superior de sus dueños y como la encarnación de su felicidad.
Vista de esta manera, la felicidad parece un juego de suma cero, entrelazado con el poder y la dominación. La felicidad en el mundo romano tenía un precio y los esclavizados lo pagaban para entregar el don de la felicidad a sus dueños.
Baste decir que para los esclavizados, sea donde sea que habitara la felicidad, no era en el Imperio romano.
¿Dónde reside realmente la felicidad?
¿Es posible imaginar en la sociedad actual que la felicidad solo exista a costa de otro?
¿Dónde reside la felicidad, si los casos de depresión y otras enfermedades mentales aumentan y las jornadas de trabajo duran cada día más?
Durante las últimas dos décadas, los trabajadores de Estados Unidos han trabajado más y más horas.
Una encuesta de Gallup reveló el año pasado que el 44% de los empleados a jornada completa trabajaban más de 45 horas a la semana, mientras que un 17% llegaba o superaba las 60.
El resultado de esta cultura del exceso de trabajo es que la felicidad y el éxito realmente parece ser también una ecuación de suma cero.
Hay un coste, habitualmente humano, cuando el trabajo y la familia libran un tira y afloja por el tiempo y la atención en el que la felicidad es siempre la víctima.
Esto ya era así mucho antes de la pandemia de covid-19.
Los estudios sobre la felicidad se vuelven más populares en tiempos de alto estrés social.
Quizá no sea casualidad que el más longevo de ellos, el de la Universidad de Harvard, surgiera durante la Gran Depresión de la década de 1930.
En 1938, un grupo de investigadores midió la salud física y mental de 268 estudiantes y les siguieron el rastro a ellos y a sus descendientes durante 80 años.
¿Cuál fue su principal descubrimiento? "Las relaciones estrechas, más que el dinero o la fama, mantienen a la gente feliz a lo largo de sus vidas".
Esto incluye un matrimonio y una familia feliz, y una comunidad cercana de amigos.
Significativamente, las relaciones destacadas en el estudio son las basadas en el amor, el cuidado, y la igualdad, más que en el abuso y la explotación.
Igual que la Gran Depresión motivó el estudio de Harvard, la actual pandemia empujó al científico social Arthur Brooks a lanzar en abril de 2020 una columna semanal sobre la felicidad titulada "Cómo construir una vida".
En el primero de sus artículos, Brooks bucea en los estudios que la fe y trabajar con un sentido, además de las relaciones estrechas, pueden mejorar nuestra felicidad.
Encontrar la felicidad en el caos
Los consejos de Brooks se relacionan con los descubrimientos del "Informe mundial de la felicidad" de 2021, que detectan "alrededor de un 10% de aumento en el número de personas que dijeron haber estado preocupadas o tristes el día anterior".
La fe, encontrarle un sentido al trabajo y las relaciones contribuyen a desarrollar sentimientos de seguridad y estabilidad, ambas han sufrido con la pandemia.
El panadero pompeyano que escogió colocar esa placa en su lugar de trabajo probablemente hubiera estado de acuerdo en que hay una relación significativa entre la felicidad, el trabajo y la fe.
Y, aunque no vivió una pandemia, o al menos no han encontrado constancia de ello, no era ajeno al estrés social... seguir leyendo aquí,... https://www.bbc.com/mundo/noticias-58483070
domingo, 19 de septiembre de 2021
_- La increíble historia de las 11 españolas que sobrevivieron al horror de Ravensbrück, el campo de concentración nazi de mujeres
_- En la localidad alemana de Ravensbrück, a 90 kilómetros de Berlín, los nazis hicieron construir en 1939 el único campo de concentración destinado exclusivamente a mujeres.
Ravensbrück significa en alemán "puente de los cuervos", y en aquel campo de concentración se escuchaba siempre el graznido de esos pájaros negros, que acudían al lugar atraídos por el olor a carne quemada que salía de sus cuatro hornos crematorios.
Aunque transcurrido un tiempo la mayoría de mujeres que entraban en Ravensbrück eran trasladadas a otros campos, unas 50.000 prisioneras perecieron allí a causa de las durísimas condiciones a las que estaban sometidas y otras 2.200 fueron asesinadas en sus cámaras de gas.
En total, unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países padecieron humillaciones y atrocidades varias durante su estancia en el campo de concentración de Ravensbrück. Entre ellas, un grupo de 400 españolas.
La escritora y periodista española Mónica G. Álvarez, que lleva una década dedicada a la investigación del Holocausto y tiene varios libros sobre ese tema, ha reconstruido la historia de once españolas que llegaron a Ravensbrück a causa de su lucha por la libertad, que padecieron ese infierno y lograron sobrevivir.
En "Noche y niebla en los campos nazis" (editorial Espasa), aparecen mujeres excepcionales como Olvido Fanjul Camín, Elisa Garrido Gracia, Neus Català Pallejà, Braulia Cánovas Mulero, Alfonsina Bueno Vela, Elisa Ricol López, Constanza Martínez Prieto, Mercedes Nuñez Targa, Conchita Grangé Beleta, Lola García Echevarrieta y Violeta Friedman.
"Aquellas mujeres fueron capturadas tras luchar en España contra el fascismo y huir principalmente a Francia para participar en la Resistencia como miembros destacados. Su función fue fundamental para que sus camaradas masculinos pudieran operar", destaca Álvarez.
"En su lucha no les hizo falta empuñar un arma, pero sí saber combinar una vida cotidiana que les permitiera pasar desapercibidas con la complejidad de trabajar en la Resistencia".
"No eran espías, tenían trabajos normales y corrientes y pasaban información cuando obtenían algo, hacían de correo, ocultaban en sus casas a enemigos de Hitler o hacían labores de mecanógrafas y escribían a máquina la documentación primordial para la Resistencia", resalta la periodista.
En "Noche y niebla en los campos nazis", la autora traza los retratos de esas once luchadoras desde su infancia hasta su vejez.
Nacht und Nebel (NN, noche y niebla en alemán) es como los nazis denominaban a un tipo de prisioneros de los campos de concentración que, además de estar privados de libertad, tenían prohibida cualquier comunicación con el exterior, vivían en condiciones extremadamente precarias y estaban condenados literalmente a desaparecer, porque su destino final era la cámara de gas.
Varias de las españolas cuyas biografías se narran en el libro estaban catalogadas así, como prisioneras NN, pero lograron sobrevivir.
"Lo único que empujó a esas mujeres a sobrevivir fue su creencia acérrima en la democracia, en la justicia social y, sobre todo, en la igualdad. Lejos de amilanarse ante las torturas sufridas a manos de los nazis, se rebelaron para luchar contra la opresión y el totalitarismo y, una vez libres, la mayoría dedicó gran parte de su vida a levantar la voz para que nadie olvidase la tragedia del Holocausto. Su voz fue y sigue siendo un ejemplo de heroicidad", señala la autora.
Jornadas de trabajo extenuantes y exámenes ginecológicos
Ravensbrück estaba custodiado por guardianas nazis ataviadas con látigos, pistolas y perros, para las que las prisioneras no eran personas, sino meros números de identificación que eran agrupados según sus "delitos": ser judías, gitanas, lesbianas, testigos de Jehová, delincuentes comunes o presas políticas.
En Ravensbrück las prisioneras vivían en deplorables condiciones de higiene, eran obligadas a extenuantes jornadas de trabajo de hasta 16 horas y soportaban la brutal violencia de las guardianas de las SS. Pero las once españolas no sólo no se rindieron, sino que en muchos casos siguieron luchando contra el nazismo.
"Usaron el sabotaje. Reducían la producción de material armamentístico que tenían que fabricar diariamente y hacían de todo para adulterar la calidad de la pólvora. Sabían que ese material sería usado contra los aliados y que, si evitaban que esas armas funcionasen, estaban salvando las vidas de los suyos. Era una forma muy inteligente de combatir al enemigo desde dentro", subraya la autora.
Además, en Ravensbrück las mujeres crearon profundas redes de solidaridad que proporcionaron a muchas el empuje necesario para vencer la depresión, soportar el trabajo esclavo y las torturas a las que eran sometidas. Torturas que en muchas ocasiones estaban relacionadas con el hecho específico de que fueran mujeres.
Entre las vejatorias situaciones que las internas padecieron en Ravensbrück estaban los exhaustivos controles ginecológicos efectuados sin ninguna higiene y en condiciones vergonzosas. "Con un mismo utensilio examinaban y tomaban muestras de las vaginas de todas las presas. Poco importaba si algunas tenían tuberculosis o sífilis", subraya Álvarez.
Y eso era sólo el principio. A Elisa Garrido la violaron y le sacaron el feto que llevaba dentro.
"Vaciaban a todas las mujeres para que no tuviesen hijos, les dejaban con el vientre abierto para que muriesen, pero a ella la volvieron a coser", recuerdan sus sobrinos Pilar Gimeno y Clemente Arellano. "Le abrieron para sacarle un feto, como hacían con todas las mujeres que quedaban embarazadas por los abusos y las violaciones a las que las sometían los soldados alemanes, y sobrevivió".
"A todo mi grupo nos pusieron una inyección para eliminarnos la menstruación con la excusa de que seriamos más productivas. Ocurrió en 1944, no la volví a tener hasta 1951(…). Se salvaron muy pocas; los bebés nacidos eran automáticamente exterminados, ahogados en un cubo de agua, o los tiraban contra un muro o los descoyuntaban. Ellas agonizaban por las malas condiciones del parto o se volvían locas por la importancia de presenciar tales asesinatos". Son palabras de Neus Català Pallejà, otra de las españolas que pasaron por Ravensbrück y que al salir del campo de concentración pesaba sólo 35 kilos.
Los nazis consideraban a los niños una carga, así que en los campos de concentración todos los bebés y los menores de ocho años eran directamente asesinados.
"Mataban al hijo cuando nacía. Los ahogaban en un balde de agua... o las SS los cogían de los pies y los tiraban contra un muro. Se decía que a muchas mujeres les ponían inyecciones para retirar la menstruación. A nosotras no, quizás porque éramos el último convoy en llegar. Pero, eso sí, nos revisaron a todas ginecológicamente de arriba abajo, sin ninguna higiene, con los mismos utensilios. Era humillante y repugnante", contó Conchita Grangé Beleta.
Ella misma fue testigo de un suceso abominable que la marcaría para siempre: presenció el asesinato a manos de una guardiana —según todos los indicios Dorothea Binz, la supervisora en jefe de Ravensbrück durante una época— de tres niños.
"Lo recuerdo perfectamente. Uno de ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría por la calle de los barracones. Una de las Aufseherinnen (guardianas en alemán) le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó al perro. Lo mordió y lo destrozó. Después, ella le remató dándole palos con la porra".
A partir de los 9 años a los niños se les perdonaba la vida, pero eran destinados a trabajos forzados, obligándoles con frecuencia a manipular ácidos. La mayoría moría por las durísimas condiciones de vida...
Leer todo aquí, https://www.bbc.com/mundo/noticias-58515501
Ravensbrück significa en alemán "puente de los cuervos", y en aquel campo de concentración se escuchaba siempre el graznido de esos pájaros negros, que acudían al lugar atraídos por el olor a carne quemada que salía de sus cuatro hornos crematorios.
Aunque transcurrido un tiempo la mayoría de mujeres que entraban en Ravensbrück eran trasladadas a otros campos, unas 50.000 prisioneras perecieron allí a causa de las durísimas condiciones a las que estaban sometidas y otras 2.200 fueron asesinadas en sus cámaras de gas.
En total, unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países padecieron humillaciones y atrocidades varias durante su estancia en el campo de concentración de Ravensbrück. Entre ellas, un grupo de 400 españolas.
La escritora y periodista española Mónica G. Álvarez, que lleva una década dedicada a la investigación del Holocausto y tiene varios libros sobre ese tema, ha reconstruido la historia de once españolas que llegaron a Ravensbrück a causa de su lucha por la libertad, que padecieron ese infierno y lograron sobrevivir.
En "Noche y niebla en los campos nazis" (editorial Espasa), aparecen mujeres excepcionales como Olvido Fanjul Camín, Elisa Garrido Gracia, Neus Català Pallejà, Braulia Cánovas Mulero, Alfonsina Bueno Vela, Elisa Ricol López, Constanza Martínez Prieto, Mercedes Nuñez Targa, Conchita Grangé Beleta, Lola García Echevarrieta y Violeta Friedman.
"Aquellas mujeres fueron capturadas tras luchar en España contra el fascismo y huir principalmente a Francia para participar en la Resistencia como miembros destacados. Su función fue fundamental para que sus camaradas masculinos pudieran operar", destaca Álvarez.
"En su lucha no les hizo falta empuñar un arma, pero sí saber combinar una vida cotidiana que les permitiera pasar desapercibidas con la complejidad de trabajar en la Resistencia".
"No eran espías, tenían trabajos normales y corrientes y pasaban información cuando obtenían algo, hacían de correo, ocultaban en sus casas a enemigos de Hitler o hacían labores de mecanógrafas y escribían a máquina la documentación primordial para la Resistencia", resalta la periodista.
En "Noche y niebla en los campos nazis", la autora traza los retratos de esas once luchadoras desde su infancia hasta su vejez.
Nacht und Nebel (NN, noche y niebla en alemán) es como los nazis denominaban a un tipo de prisioneros de los campos de concentración que, además de estar privados de libertad, tenían prohibida cualquier comunicación con el exterior, vivían en condiciones extremadamente precarias y estaban condenados literalmente a desaparecer, porque su destino final era la cámara de gas.
Varias de las españolas cuyas biografías se narran en el libro estaban catalogadas así, como prisioneras NN, pero lograron sobrevivir.
"Lo único que empujó a esas mujeres a sobrevivir fue su creencia acérrima en la democracia, en la justicia social y, sobre todo, en la igualdad. Lejos de amilanarse ante las torturas sufridas a manos de los nazis, se rebelaron para luchar contra la opresión y el totalitarismo y, una vez libres, la mayoría dedicó gran parte de su vida a levantar la voz para que nadie olvidase la tragedia del Holocausto. Su voz fue y sigue siendo un ejemplo de heroicidad", señala la autora.
Jornadas de trabajo extenuantes y exámenes ginecológicos
Ravensbrück estaba custodiado por guardianas nazis ataviadas con látigos, pistolas y perros, para las que las prisioneras no eran personas, sino meros números de identificación que eran agrupados según sus "delitos": ser judías, gitanas, lesbianas, testigos de Jehová, delincuentes comunes o presas políticas.
En Ravensbrück las prisioneras vivían en deplorables condiciones de higiene, eran obligadas a extenuantes jornadas de trabajo de hasta 16 horas y soportaban la brutal violencia de las guardianas de las SS. Pero las once españolas no sólo no se rindieron, sino que en muchos casos siguieron luchando contra el nazismo.
"Usaron el sabotaje. Reducían la producción de material armamentístico que tenían que fabricar diariamente y hacían de todo para adulterar la calidad de la pólvora. Sabían que ese material sería usado contra los aliados y que, si evitaban que esas armas funcionasen, estaban salvando las vidas de los suyos. Era una forma muy inteligente de combatir al enemigo desde dentro", subraya la autora.
Además, en Ravensbrück las mujeres crearon profundas redes de solidaridad que proporcionaron a muchas el empuje necesario para vencer la depresión, soportar el trabajo esclavo y las torturas a las que eran sometidas. Torturas que en muchas ocasiones estaban relacionadas con el hecho específico de que fueran mujeres.
Entre las vejatorias situaciones que las internas padecieron en Ravensbrück estaban los exhaustivos controles ginecológicos efectuados sin ninguna higiene y en condiciones vergonzosas. "Con un mismo utensilio examinaban y tomaban muestras de las vaginas de todas las presas. Poco importaba si algunas tenían tuberculosis o sífilis", subraya Álvarez.
Y eso era sólo el principio. A Elisa Garrido la violaron y le sacaron el feto que llevaba dentro.
"Vaciaban a todas las mujeres para que no tuviesen hijos, les dejaban con el vientre abierto para que muriesen, pero a ella la volvieron a coser", recuerdan sus sobrinos Pilar Gimeno y Clemente Arellano. "Le abrieron para sacarle un feto, como hacían con todas las mujeres que quedaban embarazadas por los abusos y las violaciones a las que las sometían los soldados alemanes, y sobrevivió".
"A todo mi grupo nos pusieron una inyección para eliminarnos la menstruación con la excusa de que seriamos más productivas. Ocurrió en 1944, no la volví a tener hasta 1951(…). Se salvaron muy pocas; los bebés nacidos eran automáticamente exterminados, ahogados en un cubo de agua, o los tiraban contra un muro o los descoyuntaban. Ellas agonizaban por las malas condiciones del parto o se volvían locas por la importancia de presenciar tales asesinatos". Son palabras de Neus Català Pallejà, otra de las españolas que pasaron por Ravensbrück y que al salir del campo de concentración pesaba sólo 35 kilos.
Los nazis consideraban a los niños una carga, así que en los campos de concentración todos los bebés y los menores de ocho años eran directamente asesinados.
"Mataban al hijo cuando nacía. Los ahogaban en un balde de agua... o las SS los cogían de los pies y los tiraban contra un muro. Se decía que a muchas mujeres les ponían inyecciones para retirar la menstruación. A nosotras no, quizás porque éramos el último convoy en llegar. Pero, eso sí, nos revisaron a todas ginecológicamente de arriba abajo, sin ninguna higiene, con los mismos utensilios. Era humillante y repugnante", contó Conchita Grangé Beleta.
Ella misma fue testigo de un suceso abominable que la marcaría para siempre: presenció el asesinato a manos de una guardiana —según todos los indicios Dorothea Binz, la supervisora en jefe de Ravensbrück durante una época— de tres niños.
"Lo recuerdo perfectamente. Uno de ellos, el más pequeño, tenía sólo tres o cuatro años y corría por la calle de los barracones. Una de las Aufseherinnen (guardianas en alemán) le gritó, pero el niño no la escuchó y ella le lanzó al perro. Lo mordió y lo destrozó. Después, ella le remató dándole palos con la porra".
A partir de los 9 años a los niños se les perdonaba la vida, pero eran destinados a trabajos forzados, obligándoles con frecuencia a manipular ácidos. La mayoría moría por las durísimas condiciones de vida...
Leer todo aquí, https://www.bbc.com/mundo/noticias-58515501
sábado, 18 de septiembre de 2021
_- La digitalización de la vida y sus impactos en el sistema educativo
_- Por Luciana Jouli, Paulo Zambroni | 04/05/2020 | Conocimiento Libre
Fuentes: CLAE
Si sólo el trabajo del humano crea valor ¿cómo es la apropiación de ese valor que se genera en el espacio virtual? ¿Quiénes son los dueños de estas plataformas, con quiénes deben discutir los trabajadores? ¿Nos pone este escenario ante un complejo y competitivo espacio laboral que será aún más selectivo? ¿El conocimiento está a disposición de todos? ¿qué criterios usamos para el procesamiento de ese conocimiento?
Las plataformas comunicativas y de aprendizaje, el home office y la mediación virtual a partir de aplicaciones, atraviesan la vida diaria de los miembros del planeta, que hoy están viviendo el Covid-19 como un momento bisagra y de transformación en el desarrollo económico, social y político del mundo entero, del cual los trabajadores de la educación son parte.
Según la Cámara de Internet Argentina se registró un aumento del 29% del uso de internet durante la primera semana de aislamiento social preventivo y obligatorio en Argentina cuando los edificios educativos dejaron de funcionar, mientras que a la última semana del mes de abril las herramientas de videollamadas y conferencias han llegado a aumentar un 1.500 %.
Al parecer, el crack sanitario global es un catalizador que obliga a la humanidad a ensayar un nuevo orden de las cosas: un “nuevo orden mundial” se construye y se disputa. El aislamiento y confinamiento obligatorio fue determinado por los gobiernos en casi la totalidad de los países. Los ciudadanos globalizados se constituyen como objeto de esa prueba.
Los estados-nación, aunque algunos tienen más reflejos que otros, no responden con la misma inmediatez con la que el fenómeno se expande. Como jugadores o jugadoras que esperaban en el banco de suplentes, las plataformas y apps salen al campo de juego en la vida global, condicionando y determinando los vínculos sociales.
El coronavirus, según Aram Aharonian, es la primera gran pandemia del capitalismo, que desnuda la crisis de un sistema económico-social tal y como lo conocíamos. La digitalización de la economía, y su correlato en la disputa mundial por el control de la tecnología del 5G y el desarrollo de inteligencia Artificial, forman parte de los objetivos que orientan la lucha intercapitalista.
Quien triunfe en ese conflicto logrará dominar los tiempos productivos dentro de las nuevas relaciones sociales emergentes.
En otras palabras, la batalla intercapitalista principal es la que refiere al acortamiento de los tiempos sociales de producción, para la obtención de un mayor margen de riqueza y de extracción de plusvalía al conjunto de las clases subalternas. Con la llegada del Covid-19 al mundo, se intensificó dicha lucha.
Visualizamos la consolidación de nuevas formas de trabajo, en apariencia simpáticas y de “plena libertad”. Rappi, Glovo, Uber, Pedidos Ya (entre otras) son plataformas que generan nuevas relaciones laborales en donde ya no media el vínculo humano sino la virtualidad.
Se oculta la relación contractual y, sobre todo a quienes tienen el poder de expropiar lo que allí se genera. ¿A quién responden los trabajadores? ¿Con quiénes negocian?. Estos cambios en las relaciones de trabajo no significan otra cosa que mayor explotación y precarización.
Se observa entonces que la realidad se bifurca en dos planos integrados: una dimensión virtual, con una preponderancia cada vez mayor en la cotidianidad; y una dimensión territorial social, una realidad que se materializa en lo geográfico-local.
¿Una fuerza de trabajo prescindible?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al mes de abril, hay unos 826 millones de estudiantes en el mundo que no tienen acceso a un ordenador en sus hogares, y unos 706 millones de alumnos que, además, no tienen internet en sus casas.
Las cifras de la Unesco dan cuenta de que más de 1.500 millones de estudiantes han sido afectados por la pandemia, a partir del cierre de centros educativos en 191 países. La clausura temporal de colegios ya afecta alrededor de 90% de la población estudiantil de todo el mundo.
La directora de la Unesco, Audrey Azoulay, dijo en una entrevista que “Estamos entrando en un territorio inexplorado y trabajando con los países para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y sin tecnología para asegurar la continuidad del aprendizaje”.
La pandemia nos empujó a reacomodar en menos de dos meses las estructuras educativas. Sin más, nos dispusimos a construir nuevas formas, a través de la virtualidad. Así vemos como en China están desarrollando la mayor experiencia de enseñanza virtual, donde más 200 millones de estudiantes toman clases por esta vía a partir del uso de internet y redes sociales.
Ejemplo de la confluencia en las redes de la educación es España, uno de los países más afectados por la pandemia, donde el número de conexiones a la plataforma de la Consejería de Educación (EducaMadrid) pasó de las 650.000 ingresos a 1,1 millones en una semana.
El incremento de páginas en la mediateca superó también el millón. En Argentina, el Ministerio de Educación, Educar S.A. y Contenidos Públicos S.A. crearon el portal seguimoeducando.com.ar y, a través del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y las compañías de telefonía han garantizado que será sin costo la navegación por esta plataforma digital.
El sector de trabajadores, profesionales en general y de la educación en particular, creía en su condición imprescindible, en su exclusividad como fuerza de trabajo intelectual y, como dice el experto Luis Bonilla-Molina, estas discusiones sobre las transformaciones estructurales del sistema aparecían “como de ciencia ficción”.
Sin embargo, la pandemia Covid-19 nos muestra que el mundo ya no considera imprescindible la presencia física de los docentes en un aula para que los niños, niñas, jóvenes y adultos se formen o eduquen.
El desarrollo económico del sistema, el desdibujamiento de los estados-nación y la construcción de nuevos territorios globales -locales–virtuales, ha tenido como esperable consecuencia la puesta en jaque del sistema educativo formal, como generador de conocimientos estratégicos y como parte de la superestructura que construye el sentido común de la sociedad.
Por ello, en las plataformas educativas, o educación en línea, el docente se presenta como facilitador más que un formador. Emite el contenido sólo una vez y su reproducción, de forma constante y por un período bastante indefinido, se encuentra disponible en la red. Las ventajas pueden ser varias para los estudiantes devenidos en usuario-clientes que “siempre” pueden acceder a dicho contenido, pero no así para el trabajador-formador.
Aparecen aquí una serie de debates necesarios. La virtualidad es herramienta de la globalidad, pero como tal, está en disputa. El presente contexto de aislamiento, pone sobre los hombros de los trabajadores la responsabilidad de tener, por un lado los conocimientos para trabajar en la virtualidad y por otro, los medios para realizarlo (computadoras, conectividad, etc).
Entonces, cabe preguntarse, si esta nueva forma de educación y trabajo avanza ¿qué pasará con aquellos que no posean ni los conocimientos ni los medios? Un dilema, a resolver, para este nuevo momento de la economía y la sociedad mundial. Preguntas que ameritan seguir profundizando en la búsqueda de respuestas…
La urgente redefinición de la tarea docente frente a las plataformas y apps educativas, requiere pensar y tener capacidad de respuestas colectivas y conectadas, propuestas que contengan la realidad virtual y la realidad territorial local organizada.
No es menor, entonces, el valor que adquiere la dimensión educativa en lo que algunos autores definen como fase digital del capitalismo (datacapitalismo), donde las mercancías principales empiezan a ser, por su naturaleza, “bienes intangibles y no restrictivos”, es decir la información y el conocimiento.
¿Cuáles van a ser las condiciones laborales?, ¿cómo desempeñar la tarea en un momento de nueva explotación?. ¿Las plataformas se configuran como nuevos directivos y organizadores de la educación?. ¿Quién produce y quién se apropia de los contenidos, datos e información vertidas en ellas?
Si sólo el trabajo del humano crea valor ¿cómo es la apropiación de ese valor que se genera en el espacio virtual? ¿Quiénes son los dueños de estas plataformas, con quiénes deben discutir los trabajadores? ¿Nos pone este escenario ante un complejo y competitivo espacio laboral que será aún más selectivo? ¿El conocimiento está a disposición de todos? ¿qué criterios usamos para el procesamiento de ese conocimiento?
Los interrogantes nos obligan a transformarnos, a ser creativos ante nuevas formas que están dejando obsoletos a los esquemas organizativos tradicionales de los sistemas educativos. En ese escenario, las y los trabajadores de la educación y las y los estudiantes, como parte de las clases subalternas, deben poner al descubierto los intereses en disputa.
Deben agudizar nuestra destreza, profundizar la organización educativa en forma colectiva y en red, con proyección local, regional y global.
Luciana Jouli es Licenciada en Educación Especial y Paulo Zambroni en Ciencias Políticas y Especialista en educación de jóvenes y adultos, ambos miembros del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED) asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Fuentes: CLAE
Si sólo el trabajo del humano crea valor ¿cómo es la apropiación de ese valor que se genera en el espacio virtual? ¿Quiénes son los dueños de estas plataformas, con quiénes deben discutir los trabajadores? ¿Nos pone este escenario ante un complejo y competitivo espacio laboral que será aún más selectivo? ¿El conocimiento está a disposición de todos? ¿qué criterios usamos para el procesamiento de ese conocimiento?
Las plataformas comunicativas y de aprendizaje, el home office y la mediación virtual a partir de aplicaciones, atraviesan la vida diaria de los miembros del planeta, que hoy están viviendo el Covid-19 como un momento bisagra y de transformación en el desarrollo económico, social y político del mundo entero, del cual los trabajadores de la educación son parte.
Según la Cámara de Internet Argentina se registró un aumento del 29% del uso de internet durante la primera semana de aislamiento social preventivo y obligatorio en Argentina cuando los edificios educativos dejaron de funcionar, mientras que a la última semana del mes de abril las herramientas de videollamadas y conferencias han llegado a aumentar un 1.500 %.
Al parecer, el crack sanitario global es un catalizador que obliga a la humanidad a ensayar un nuevo orden de las cosas: un “nuevo orden mundial” se construye y se disputa. El aislamiento y confinamiento obligatorio fue determinado por los gobiernos en casi la totalidad de los países. Los ciudadanos globalizados se constituyen como objeto de esa prueba.
Los estados-nación, aunque algunos tienen más reflejos que otros, no responden con la misma inmediatez con la que el fenómeno se expande. Como jugadores o jugadoras que esperaban en el banco de suplentes, las plataformas y apps salen al campo de juego en la vida global, condicionando y determinando los vínculos sociales.
El coronavirus, según Aram Aharonian, es la primera gran pandemia del capitalismo, que desnuda la crisis de un sistema económico-social tal y como lo conocíamos. La digitalización de la economía, y su correlato en la disputa mundial por el control de la tecnología del 5G y el desarrollo de inteligencia Artificial, forman parte de los objetivos que orientan la lucha intercapitalista.
Quien triunfe en ese conflicto logrará dominar los tiempos productivos dentro de las nuevas relaciones sociales emergentes.
En otras palabras, la batalla intercapitalista principal es la que refiere al acortamiento de los tiempos sociales de producción, para la obtención de un mayor margen de riqueza y de extracción de plusvalía al conjunto de las clases subalternas. Con la llegada del Covid-19 al mundo, se intensificó dicha lucha.
Visualizamos la consolidación de nuevas formas de trabajo, en apariencia simpáticas y de “plena libertad”. Rappi, Glovo, Uber, Pedidos Ya (entre otras) son plataformas que generan nuevas relaciones laborales en donde ya no media el vínculo humano sino la virtualidad.
Se oculta la relación contractual y, sobre todo a quienes tienen el poder de expropiar lo que allí se genera. ¿A quién responden los trabajadores? ¿Con quiénes negocian?. Estos cambios en las relaciones de trabajo no significan otra cosa que mayor explotación y precarización.
Se observa entonces que la realidad se bifurca en dos planos integrados: una dimensión virtual, con una preponderancia cada vez mayor en la cotidianidad; y una dimensión territorial social, una realidad que se materializa en lo geográfico-local.
¿Una fuerza de trabajo prescindible?
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al mes de abril, hay unos 826 millones de estudiantes en el mundo que no tienen acceso a un ordenador en sus hogares, y unos 706 millones de alumnos que, además, no tienen internet en sus casas.
Las cifras de la Unesco dan cuenta de que más de 1.500 millones de estudiantes han sido afectados por la pandemia, a partir del cierre de centros educativos en 191 países. La clausura temporal de colegios ya afecta alrededor de 90% de la población estudiantil de todo el mundo.
La directora de la Unesco, Audrey Azoulay, dijo en una entrevista que “Estamos entrando en un territorio inexplorado y trabajando con los países para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y sin tecnología para asegurar la continuidad del aprendizaje”.
La pandemia nos empujó a reacomodar en menos de dos meses las estructuras educativas. Sin más, nos dispusimos a construir nuevas formas, a través de la virtualidad. Así vemos como en China están desarrollando la mayor experiencia de enseñanza virtual, donde más 200 millones de estudiantes toman clases por esta vía a partir del uso de internet y redes sociales.
Ejemplo de la confluencia en las redes de la educación es España, uno de los países más afectados por la pandemia, donde el número de conexiones a la plataforma de la Consejería de Educación (EducaMadrid) pasó de las 650.000 ingresos a 1,1 millones en una semana.
El incremento de páginas en la mediateca superó también el millón. En Argentina, el Ministerio de Educación, Educar S.A. y Contenidos Públicos S.A. crearon el portal seguimoeducando.com.ar y, a través del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y las compañías de telefonía han garantizado que será sin costo la navegación por esta plataforma digital.
El sector de trabajadores, profesionales en general y de la educación en particular, creía en su condición imprescindible, en su exclusividad como fuerza de trabajo intelectual y, como dice el experto Luis Bonilla-Molina, estas discusiones sobre las transformaciones estructurales del sistema aparecían “como de ciencia ficción”.
Sin embargo, la pandemia Covid-19 nos muestra que el mundo ya no considera imprescindible la presencia física de los docentes en un aula para que los niños, niñas, jóvenes y adultos se formen o eduquen.
El desarrollo económico del sistema, el desdibujamiento de los estados-nación y la construcción de nuevos territorios globales -locales–virtuales, ha tenido como esperable consecuencia la puesta en jaque del sistema educativo formal, como generador de conocimientos estratégicos y como parte de la superestructura que construye el sentido común de la sociedad.
Por ello, en las plataformas educativas, o educación en línea, el docente se presenta como facilitador más que un formador. Emite el contenido sólo una vez y su reproducción, de forma constante y por un período bastante indefinido, se encuentra disponible en la red. Las ventajas pueden ser varias para los estudiantes devenidos en usuario-clientes que “siempre” pueden acceder a dicho contenido, pero no así para el trabajador-formador.
Aparecen aquí una serie de debates necesarios. La virtualidad es herramienta de la globalidad, pero como tal, está en disputa. El presente contexto de aislamiento, pone sobre los hombros de los trabajadores la responsabilidad de tener, por un lado los conocimientos para trabajar en la virtualidad y por otro, los medios para realizarlo (computadoras, conectividad, etc).
Entonces, cabe preguntarse, si esta nueva forma de educación y trabajo avanza ¿qué pasará con aquellos que no posean ni los conocimientos ni los medios? Un dilema, a resolver, para este nuevo momento de la economía y la sociedad mundial. Preguntas que ameritan seguir profundizando en la búsqueda de respuestas…
La urgente redefinición de la tarea docente frente a las plataformas y apps educativas, requiere pensar y tener capacidad de respuestas colectivas y conectadas, propuestas que contengan la realidad virtual y la realidad territorial local organizada.
No es menor, entonces, el valor que adquiere la dimensión educativa en lo que algunos autores definen como fase digital del capitalismo (datacapitalismo), donde las mercancías principales empiezan a ser, por su naturaleza, “bienes intangibles y no restrictivos”, es decir la información y el conocimiento.
¿Cuáles van a ser las condiciones laborales?, ¿cómo desempeñar la tarea en un momento de nueva explotación?. ¿Las plataformas se configuran como nuevos directivos y organizadores de la educación?. ¿Quién produce y quién se apropia de los contenidos, datos e información vertidas en ellas?
Si sólo el trabajo del humano crea valor ¿cómo es la apropiación de ese valor que se genera en el espacio virtual? ¿Quiénes son los dueños de estas plataformas, con quiénes deben discutir los trabajadores? ¿Nos pone este escenario ante un complejo y competitivo espacio laboral que será aún más selectivo? ¿El conocimiento está a disposición de todos? ¿qué criterios usamos para el procesamiento de ese conocimiento?
Los interrogantes nos obligan a transformarnos, a ser creativos ante nuevas formas que están dejando obsoletos a los esquemas organizativos tradicionales de los sistemas educativos. En ese escenario, las y los trabajadores de la educación y las y los estudiantes, como parte de las clases subalternas, deben poner al descubierto los intereses en disputa.
Deben agudizar nuestra destreza, profundizar la organización educativa en forma colectiva y en red, con proyección local, regional y global.
Luciana Jouli es Licenciada en Educación Especial y Paulo Zambroni en Ciencias Políticas y Especialista en educación de jóvenes y adultos, ambos miembros del Centro de Estudios y Formación en Política Educativa (CEFOPED) asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
viernes, 17 de septiembre de 2021
El gran engaño que hay detrás del recibo de la luz
Quizá la única ventaja de las grandes subidas que está teniendo el precio de la luz en España es que cada día se habla más de ello y que, poco a poco, la población que lo desee terminará informada de las barbaridades que ocurren en nuestro país con la provisión de ese bien imprescindible para la vida de las personas y las empresas. Lo malo es que, entre el aluvión de información sobre el tema, se cuelan muchos engaños que confunden y alejan la mirada del verdadero núcleo del problema.
En este artículo quiero referirme tan solo a uno de ellos, al que yo creo que está en la base del gran problema que tiene nuestro sector eléctrico.
Gracias a que se está explicando ampliamente en las últimas semanas, es sabido que el precio de la luz se fija en España a través de un sistema que establece, para todas las fuentes de energía, el precio de las más cara, en nuestro caso, la que utiliza el gas como materia prima.
La explicación digamos «oficial», la de las empresas, economistas y políticos que defienden el sistema de fijación del precio de la luz, es que nos enfrentamos a un problema coyuntural como resultado del incremento de la demanda derivado de la reactivación económica tras el confinamiento y la crisis. Ese incremento ha elevado mucho el precio del gas y también -por la misma razón- el coste de los bonos de carbono que tienen que adquirir los productores por su actividad contaminante.
En su opinión, por tanto, no hay ningún tipo de problema estructural o de fondo sobre el que haya que actuar. Si ahora ha subido, bajará enseguida que la economía deje de crecer tanto, como habría pasado en ciclos anteriores. Mientras, solo hay que dejar que el mercado eléctrico siga funcionando libremente porque, si se interviniese, se alteraría el régimen de competencia. Si acaso, nos dicen, se podrá dar ayudas a los consumidores que puedan tener problemas de suministro o bajar lo impuestos indirectos.
Quienes defienden este sistema afirman que está diseñado precisamente para que, cuando se produzcan circunstancias como la actual, los capitales fluyan a las energías más baratas y así estas se desarrollen. De hecho, dicen que su gran virtud es que resulta el mejor incentivo posible para lograr la transición energética que necesitamos.
Esto ha sido exactamente lo que contestó hace poco la Comisión Europea a la ministra Teresa Ribera cuando esta pidió que se suspendiera su funcionamiento. Según la portavoz del Ejecutivo europeo, Vivian Loonela, el aumento actual del precio de debe a la «significativa demanda global de gas y el mayor coste de los derechos de emisión de CO2 (combinados con) una «alta demanda» de electricidad por la recuperación económica y las condiciones climáticas». Y este sistema no debe suspenderse porque es el que crea «las señales para reconducir inversiones hacia tecnologías nuevas y flexibles que apoyen la transición hacia la neutralidad climática» (aquí).
Si el precio se ha disparado ahora que ha subido tanto el gas, nos dirán, es porque que ha sido imposible que de un día para otro hayan podido aumentar las fuentes de energías renovables y alternativas.
En consecuencia, no debemos tocar el sistema sino tan solo esperar a una mejor coyuntura, tal y como nos dice Europa y hacen los demás países europeos.
Nada de eso es cierto.
Si se contempla la evolución del precio de la luz en España se comprueba que no sigue la evolución de la demanda y que su disminución se produce justo después de que haya habido grandes subidas y sin bajar de los niveles anteriores a estas últimas.
Es significativo, por ejemplo, que de 2008 a 2018 la luz subiera en España un 66,8% y solo un 28,2% en el conjunto de la Unión Europea, con el que no tenemos tanta diferencia en la evolución de la demanda y en donde la evolución del coste de las materias primas es más o menos el mismo que en España.
No son circunstancias ajenas al sector eléctrico, por tanto, las que hacen que suba su precio en España. Las que lo provocan hay que encontrarlas en lo que ocurre dentro del mercado eléctrico y – a tenor de la evolución tan distinta del precio- deben ser distintas a las que se dan en el resto de la Unión Europea.
Para descubrir y entender el engaño que hay detrás de las subida tan grande en el precio de la luz en España se necesita saber que el actual sistema de fijación de la tarifa funcionaría realmente como dicen sus defensores (proporcionando «un suministro seguro y asequible de energía de la forma más económica», según la Comisión Europea, y la mejor y más barata combinación posible de las diferentes tecnologías) solo si se dieran dos condiciones imprescindibles.
La primera es que el mercado eléctrico sea de competencia.
Sin embargo, el precio de la luz en España no es el resultado del funcionamiento de un mercado de competencia, tal y como ha demostrado magníficamente Enrique Palazuelos en su obra El oligopolio que domina el sistema eléctrico (Akal, 2019). Lo que pagamos en España por el consumo de luz eléctrica es el resultado de una constante manipulación de la oferta y la demanda que hacen las cinco empresas que controlan su producción, distribución y venta comercial y que, además, tienen el poder suficiente como para influir decisivamente en las normas que lo regulan y de las que dependen los sobrecostes -en forma de primas, subsidios, ayudas, peajes…- que terminan convirtiéndose en beneficios añadidos que pagan los consumidores.
El precio de la luz en España no refleja los costes reales de producción de las empresas sino el beneficio extraordinario que proporciona su poder oligopolista. Algo – tal y como se estudia en primero de Económicas- que es lo que tiende a ocurrir en todos los mercados de este tipo, sobre todo, cuando no hay control legal ni sanciones que impidan los acuerdos o el reparto del mercado. Algo que las eléctricas han conseguido que ocurra en España gracias a la enorme influencia política que tienen desde la dictadura de Franco.
La segunda condición que debería darse para que el sistema proporcione el resultado eficiente que sus defensores aseguran que lleva consigo es que haya libertad de entrada y salida en el mercado para que, cuando suba el coste de alguna tecnología, puedan entrar otras alternativas, más baratas y eficientes. En nuestro caso, las renovables.
En España eso era difícil porque el tamaño, la integración y el control tecnológico de las empresas oligopolistas es tan grande que supone una limitación casi definitiva a la entrada de nuevas instalaciones o empresas. Pero se logró vencer y el sector de las renovables comenzó a desarrollarse con éxito, hasta que fue ya prácticamente imposible cuando las empresas eléctricas comenzaron a presionar a los gobiernos y consiguieron finalmente, en 2012, que el Partido Popular materializara un frenazo radical a la producción de energías renovables en España. Las eléctricas tradicionales habían ido realizando inversiones en este último sector y, al conseguir que no apareciese nueva competencia, pasaban así a controlarlo también en el nivel de desarrollo que convenía a sus intereses estratégicos de conjunto. Podían seguir haciendo negocio con sus tecnologías sucias y disponían de presencia en todas ellas y en todas las fases del negocio para seguir manipulando cantidades y precios.
No estoy construyendo ninguna teoría conspirativa para descubrir el interés y el papel del oligopolio en el frenazo que sufrieron las renovables en España, una industria en la que España estaba siendo líder mundial por capacidad de innovación y por razones climáticas. Los propios dirigentes del oligopolio, como el presidente de Iberdrola, habían pedido que no se construyeran más plantas solares y, cuando el Partido Popular tomó la decisión, no solo la valoraron positivamente sino incluso como insuficiente.
Ahora bien, aunque es cierto que el oligopolio eléctrico había venido reclamando este frenazo desde hace tiempo y que ya en 2007 se habían empezado a tomar medidas en ese sentido, es muy posible que el frenazo no se hubiera producido tan radicalmente con la simple presión de las eléctricas españolas. Posiblemente, el hachazo definitivo al desarrollo de las energías renovables en España se lo impuso Angela Merkel a Mariano Rajoy en defensa del muy ambicioso proyecto que lideraban entonces diversas empresas y bancos alemanes. El llamado Desertec Industrial Initiative que trata de generar energía solar en el Sáhara para satisfacer en torno al 15% de la demanda europea, entre ella la española, y que tenía previsto invertir la fabulosa cifra de unos 400.000 millones de euros. Así lo había anunciado el diario El País el 9 de noviembre de 2011:
«El gigantesco proyecto solar del Sáhara abastecerá a España en 2015
Desertec, Industrial Initiative (DII), el más ambicioso proyecto energético desde que se erigieron las primeras centrales nucleares, tiene fecha y lugar para su arranque e incluso un destino para sus primeras exportaciones. El faraónico plan de sembrar de paneles solares el Sáhara arrancará el año próximo en Marruecos y, entre 2015 y 2016, suministrará a España parte de la electricidad producida, si se cumplen los plazos previstos.
Alemania, cuyas empresas capitanean la iniciativa, ha adelantado su inicio en tres años porque ha decidido prescindir de la energía nuclear en 2022 y porque cree que la llamada primavera árabe facilita la puesta en marcha de ideas innovadoras en un marco político más estable.
La competencia de una industria española incipiente pero de gran liderazgo mundial no podía ser bien vista por el capital alemán.
En resumidas cuentas, el sistema de fijación del precio de la luz en España es un fraude, un auténtico engaño, porque no dispone de las condiciones que sus propios diseñadores consideran que debe tener para que proporcione los precios más bajos y la eficiencia tecnológica y económica que dicen que proporciona. Eso es lo que hay que arreglar y es preciso tener valentía para enfrentarse al oligopolio en España y en sus ramificaciones de Bruselas. No se trata -como quiere hacer creer el oligopolio y sus empleados mediáticos y políticos- de que el gobierno reclame una intervención anómala en los precios del mercado de la luz para manipularlos. Todo lo contrario, la cuestión es impedir que sea el oligopolio eléctrico quien siga haciéndolo para conseguir los beneficios extraordinarios que encarecen artificialmente el recibo que tantos hogares ni siquiera pueden pagar, que ahoga también a miles de empresas españolas y que pone en peligro la recuperación económica.
https://juantorreslopez.com/el-gran-engano-que-hay-detras-del-recibo-de-la-luz/
En este artículo quiero referirme tan solo a uno de ellos, al que yo creo que está en la base del gran problema que tiene nuestro sector eléctrico.
Gracias a que se está explicando ampliamente en las últimas semanas, es sabido que el precio de la luz se fija en España a través de un sistema que establece, para todas las fuentes de energía, el precio de las más cara, en nuestro caso, la que utiliza el gas como materia prima.
La explicación digamos «oficial», la de las empresas, economistas y políticos que defienden el sistema de fijación del precio de la luz, es que nos enfrentamos a un problema coyuntural como resultado del incremento de la demanda derivado de la reactivación económica tras el confinamiento y la crisis. Ese incremento ha elevado mucho el precio del gas y también -por la misma razón- el coste de los bonos de carbono que tienen que adquirir los productores por su actividad contaminante.
En su opinión, por tanto, no hay ningún tipo de problema estructural o de fondo sobre el que haya que actuar. Si ahora ha subido, bajará enseguida que la economía deje de crecer tanto, como habría pasado en ciclos anteriores. Mientras, solo hay que dejar que el mercado eléctrico siga funcionando libremente porque, si se interviniese, se alteraría el régimen de competencia. Si acaso, nos dicen, se podrá dar ayudas a los consumidores que puedan tener problemas de suministro o bajar lo impuestos indirectos.
Quienes defienden este sistema afirman que está diseñado precisamente para que, cuando se produzcan circunstancias como la actual, los capitales fluyan a las energías más baratas y así estas se desarrollen. De hecho, dicen que su gran virtud es que resulta el mejor incentivo posible para lograr la transición energética que necesitamos.
Esto ha sido exactamente lo que contestó hace poco la Comisión Europea a la ministra Teresa Ribera cuando esta pidió que se suspendiera su funcionamiento. Según la portavoz del Ejecutivo europeo, Vivian Loonela, el aumento actual del precio de debe a la «significativa demanda global de gas y el mayor coste de los derechos de emisión de CO2 (combinados con) una «alta demanda» de electricidad por la recuperación económica y las condiciones climáticas». Y este sistema no debe suspenderse porque es el que crea «las señales para reconducir inversiones hacia tecnologías nuevas y flexibles que apoyen la transición hacia la neutralidad climática» (aquí).
Si el precio se ha disparado ahora que ha subido tanto el gas, nos dirán, es porque que ha sido imposible que de un día para otro hayan podido aumentar las fuentes de energías renovables y alternativas.
En consecuencia, no debemos tocar el sistema sino tan solo esperar a una mejor coyuntura, tal y como nos dice Europa y hacen los demás países europeos.
Nada de eso es cierto.
Si se contempla la evolución del precio de la luz en España se comprueba que no sigue la evolución de la demanda y que su disminución se produce justo después de que haya habido grandes subidas y sin bajar de los niveles anteriores a estas últimas.
Es significativo, por ejemplo, que de 2008 a 2018 la luz subiera en España un 66,8% y solo un 28,2% en el conjunto de la Unión Europea, con el que no tenemos tanta diferencia en la evolución de la demanda y en donde la evolución del coste de las materias primas es más o menos el mismo que en España.
No son circunstancias ajenas al sector eléctrico, por tanto, las que hacen que suba su precio en España. Las que lo provocan hay que encontrarlas en lo que ocurre dentro del mercado eléctrico y – a tenor de la evolución tan distinta del precio- deben ser distintas a las que se dan en el resto de la Unión Europea.
Para descubrir y entender el engaño que hay detrás de las subida tan grande en el precio de la luz en España se necesita saber que el actual sistema de fijación de la tarifa funcionaría realmente como dicen sus defensores (proporcionando «un suministro seguro y asequible de energía de la forma más económica», según la Comisión Europea, y la mejor y más barata combinación posible de las diferentes tecnologías) solo si se dieran dos condiciones imprescindibles.
La primera es que el mercado eléctrico sea de competencia.
Sin embargo, el precio de la luz en España no es el resultado del funcionamiento de un mercado de competencia, tal y como ha demostrado magníficamente Enrique Palazuelos en su obra El oligopolio que domina el sistema eléctrico (Akal, 2019). Lo que pagamos en España por el consumo de luz eléctrica es el resultado de una constante manipulación de la oferta y la demanda que hacen las cinco empresas que controlan su producción, distribución y venta comercial y que, además, tienen el poder suficiente como para influir decisivamente en las normas que lo regulan y de las que dependen los sobrecostes -en forma de primas, subsidios, ayudas, peajes…- que terminan convirtiéndose en beneficios añadidos que pagan los consumidores.
El precio de la luz en España no refleja los costes reales de producción de las empresas sino el beneficio extraordinario que proporciona su poder oligopolista. Algo – tal y como se estudia en primero de Económicas- que es lo que tiende a ocurrir en todos los mercados de este tipo, sobre todo, cuando no hay control legal ni sanciones que impidan los acuerdos o el reparto del mercado. Algo que las eléctricas han conseguido que ocurra en España gracias a la enorme influencia política que tienen desde la dictadura de Franco.
La segunda condición que debería darse para que el sistema proporcione el resultado eficiente que sus defensores aseguran que lleva consigo es que haya libertad de entrada y salida en el mercado para que, cuando suba el coste de alguna tecnología, puedan entrar otras alternativas, más baratas y eficientes. En nuestro caso, las renovables.
En España eso era difícil porque el tamaño, la integración y el control tecnológico de las empresas oligopolistas es tan grande que supone una limitación casi definitiva a la entrada de nuevas instalaciones o empresas. Pero se logró vencer y el sector de las renovables comenzó a desarrollarse con éxito, hasta que fue ya prácticamente imposible cuando las empresas eléctricas comenzaron a presionar a los gobiernos y consiguieron finalmente, en 2012, que el Partido Popular materializara un frenazo radical a la producción de energías renovables en España. Las eléctricas tradicionales habían ido realizando inversiones en este último sector y, al conseguir que no apareciese nueva competencia, pasaban así a controlarlo también en el nivel de desarrollo que convenía a sus intereses estratégicos de conjunto. Podían seguir haciendo negocio con sus tecnologías sucias y disponían de presencia en todas ellas y en todas las fases del negocio para seguir manipulando cantidades y precios.
No estoy construyendo ninguna teoría conspirativa para descubrir el interés y el papel del oligopolio en el frenazo que sufrieron las renovables en España, una industria en la que España estaba siendo líder mundial por capacidad de innovación y por razones climáticas. Los propios dirigentes del oligopolio, como el presidente de Iberdrola, habían pedido que no se construyeran más plantas solares y, cuando el Partido Popular tomó la decisión, no solo la valoraron positivamente sino incluso como insuficiente.
Ahora bien, aunque es cierto que el oligopolio eléctrico había venido reclamando este frenazo desde hace tiempo y que ya en 2007 se habían empezado a tomar medidas en ese sentido, es muy posible que el frenazo no se hubiera producido tan radicalmente con la simple presión de las eléctricas españolas. Posiblemente, el hachazo definitivo al desarrollo de las energías renovables en España se lo impuso Angela Merkel a Mariano Rajoy en defensa del muy ambicioso proyecto que lideraban entonces diversas empresas y bancos alemanes. El llamado Desertec Industrial Initiative que trata de generar energía solar en el Sáhara para satisfacer en torno al 15% de la demanda europea, entre ella la española, y que tenía previsto invertir la fabulosa cifra de unos 400.000 millones de euros. Así lo había anunciado el diario El País el 9 de noviembre de 2011:
«El gigantesco proyecto solar del Sáhara abastecerá a España en 2015
Desertec, Industrial Initiative (DII), el más ambicioso proyecto energético desde que se erigieron las primeras centrales nucleares, tiene fecha y lugar para su arranque e incluso un destino para sus primeras exportaciones. El faraónico plan de sembrar de paneles solares el Sáhara arrancará el año próximo en Marruecos y, entre 2015 y 2016, suministrará a España parte de la electricidad producida, si se cumplen los plazos previstos.
Alemania, cuyas empresas capitanean la iniciativa, ha adelantado su inicio en tres años porque ha decidido prescindir de la energía nuclear en 2022 y porque cree que la llamada primavera árabe facilita la puesta en marcha de ideas innovadoras en un marco político más estable.
La competencia de una industria española incipiente pero de gran liderazgo mundial no podía ser bien vista por el capital alemán.
En resumidas cuentas, el sistema de fijación del precio de la luz en España es un fraude, un auténtico engaño, porque no dispone de las condiciones que sus propios diseñadores consideran que debe tener para que proporcione los precios más bajos y la eficiencia tecnológica y económica que dicen que proporciona. Eso es lo que hay que arreglar y es preciso tener valentía para enfrentarse al oligopolio en España y en sus ramificaciones de Bruselas. No se trata -como quiere hacer creer el oligopolio y sus empleados mediáticos y políticos- de que el gobierno reclame una intervención anómala en los precios del mercado de la luz para manipularlos. Todo lo contrario, la cuestión es impedir que sea el oligopolio eléctrico quien siga haciéndolo para conseguir los beneficios extraordinarios que encarecen artificialmente el recibo que tantos hogares ni siquiera pueden pagar, que ahoga también a miles de empresas españolas y que pone en peligro la recuperación económica.
https://juantorreslopez.com/el-gran-engano-que-hay-detras-del-recibo-de-la-luz/
jueves, 16 de septiembre de 2021
El pañuelo de Messi y el puro de Liszt
Cuando Messi se despidió del Barcelona este verano, después de 16 largos años de idilio con el club, derramó algunas lágrimas que se secó con un pañuelo que le entregó su esposa Antonella. Después de enjugar las lágrimas se sonó la nariz y arrojó el klinnex a una papelera. Un avispado conocedor de la estupidez humana lo rescató y lo está subastando por un millón de dólares. Habrá pujas a cuál más increíble.
¿Cómo es posible que las lágrimas y los mocos de un jugador de fútbol, aunque fuera el mejor de la historia, suscite una reacción que afecte al corazón y al bolsillo de forma tan espectacular? ¿De qué pasta están hechos los y las fans? ¿Con qué valores se tejen los poderosos vínculos que se crean entre los ídolos y sus seguidores? He aquí la cuestión.
Me intriga, por ejemplo, el entusiasmo que suscita en nuestros y nuestras jóvenes un grupo de cantantes puertorriqueños (Annuel, Osuna, Rauw Alejandro, Arcángel, Abraham Velázquez, Johnny Albino, Marc Anthony…) que arrasan en el mundillo musical. Digo esto porque las letras de sus canciones, a mi juicio, son machistas, literariamente deleznables, musicalmente machaconas y socialmente irrelevantes. No hay en el mundo ni un solo problema que resolver, ni una injusticia contra la que gritar, ni un sueño al que tengamos que perseguir, ni un lugar al que debamos llegar. En realidad, no salen de la cama.
¿Cómo es posible que nuestros jóvenes, y nuestras jóvenes sobre todo, se conviertan en sus fans incondicionales y entusiastas? ¿Dónde radica el magnetismo que generan? Porque sus vidas tienen tres pilares más que cuestionables: droga, alcohol y sexo.
La estética con la que se muestran es de un indiscutible mal gusto: tatuajes, pendientes, vestidos estrafalarios, gestos obscenos…
En octubre se celebrará en Málaga un concierto de Rauw Alejandro. Se agotaron las entradas en unos días. El fervor suscitado es, para mi, inexplicable. ¿Qué tipo de ídolos atraen a nuestros jóvenes? ¿Qué ideales presiden la elección? ¿Qué mensajes subyacen al seguimiento entusiasta de estos jóvenes cantantes?
La radiografía que ofrecen esos poderosos vínculos resulta inquietante. Los contenidos de las letras, la calidad de la música, el tipo de vida (nada ejemplar) de esos ídolos pone en cuestión el sistema de valores de nuestra juventud. Yo no soy quién para juzgar a nadie. Cada uno es libre para elegir el tipo de vida que quiere llevar. Mi pregunta no interpela a los cantantes (y a las cantantes, que también las hay de ese mismo corte: Bad Gyal, Karol G, Becky G…) sino a sus fans.
Los fans y las fans tararean las canciones, exponen sus fotos, escuchan a todas horas (y a toda potencia) su música en la ducha, en el coche, en las reuniones, en las discotecas, repiten sus lemas, conocen sus biografías y admiran su físico.
Me cuesta entender el atractivo que generan estas personas y sus producciones musicales. Me sorprende la admiración que muestran hacia el tipo de vida que llevan y proponen. ¿Qué es lo que realmente les atrae?
Mientras tanto, no conocen (y, por consiguiente, no admiran) a escritores, científicos, pintores, periodistas, investigadores, pensadores, políticos y artistas de indiscutible calidad. Ni los conocen, ni les importan, ni los valoran, ni los aprecian. Sin embargo, en sus vidas y en sus trabajos hay valores admirables de esfuerzo, de sacrificio, de perseverancia, de generosidad, de creatividad, de solidaridad, de respeto, de honradez…
He leído en el precioso libro de Irene Vallejo “El infinito en un junco”, la anécdota del primer fan de la historia. Hoy sería inimaginable. Lo cuenta con estas palabras: “El primer fan conocido de la historia fue un hispano de Gades, obsesionado por conocer a su ídolo, el historiador Tito Livio. Nos cuentan que a comienzos del siglo I emprendió un peligroso viaje desde el rincón más remoto del mundo, o sea , la actual Cádiz, hasta Roma para ver de cerca, con sus propios ojos deslumbrados, a su artista favorito. Suponiendo que hiciese la ruta por tierra el devoto gaditano necesitó más de cuarenta días de trayecto para realizar su peregrinación idólatra, sufriendo las pésimas comidas y el suplicio de los piojos en las fondas polvorientas , traqueteando a lomos de jamelgos y en carros viejos, temblando por miedo a los salteadores de caminos en bosques solitarios. Recorrió las calzadas del imperio, bordeadas por cadáveres de los bandidos ejecutados que se pudrían empalados en estacas allí donde habían cometido su delito. Por la noche rezaba para que los esclavos que lo escoltaban no huyesen o se volviesen contra él en tierra extaranjera. Vació varias bolsas de monedas por el camino. El mismo adelgazó a causa de unas gigantescas diarreas provocadas por el mal estado de las aguas. En cuanto llegó a Roma preguntó por el famoso Livio. Consiguió verlo de lejos, tal vez se fijó en su forma de peinarse y vestir la toga para imitarlo y, sin atreverse siquiera a dirigirle la palabra, dio media vuelta de regreso –otras cuarenta jornadas de viaje- a su hogar. Plinio el Joven contó la anécdota en una de sus cartas, sin saber que estaba describiendo al primer perseguidor de celebridades conocido”.
¡Un historiador convertido en ídolo! Un escritor, un investigador, un sabio. Visto lo visto, creo que hemos ido retrocediendo en la escala de valores. Esta larga persecución en solitario (ahora los fans actúan como una masa) para solo ver unos segundos a su admirado historiador resultará una antigualla para nuestros jóvenes.
La imagen de adolecentes gritando, sollozando y desmayándose a la llegada de sus ídolos musicales no es un fenómeno de nuestros días. Lo que veo es que la calidad de los artistas es cada vez más pequeña. El primer músico al que se le aplicó el término de celebrity fue al pianista Frank Liszt. Nada comparable con estos chicos jóvenes que han saltado de la calle o de la cárcel a la fama.
“En las civilizadas salas de conciertos del siglo XIX, cuenta Irene Vallejo en el libro citado, un pianista húngaro que agitaba la melena al inclinarse sobre el teclado provoco un auténtico delirio conocido como lisztomanía o fiebre Liszt. Si a las estrellas de rock sus fans les lanzan la ropa interior a la cara, a Frank Liszt le arrojaban joyas. Fue el icono erótico del siglo victoriano. En la época se decía que sus balanceos y sus estudiadas poses al interpretar producían en la audiencia éxtasis místicos. Primero niño prodigio y después joven histriónico, protagonizó giras multimillonarias por el continente. Durante las apariciones públicas de Liszt sus fans se arremolinaban, chillando, suspirando y sufriendo mareos. Le seguían por las sucesivas capitales donde ofrecía conciertos. Intentaban robarle sus pañuelos y guantes y llevaban sus retratos en broches y camafeos. Las mujeres trataban de cortarle mechones de pelo, y cada vez que se rompía una cuerda del piano estallaban auténticas batallas campales por conseguirla para fabricarse una pulsera con ella. Algunas admiradoras lo acechaban por la calle y por las cafeterías, provistas de frascos de vidrio donde vertían los posos de café de su taza. Cierta vez una mujer recogió los restos de su puro junto al pedal el piano, y los llevó en el escote, dentro de un medallón, hasta el día de su muerte”.
Estos dos ejemplos nos dejan constancia de la calidad artística de los admirados ídolos. Un reconocido historiador y un gran músico. Pero, ¿quiénes son los líderes de nuestros jóvenes? Un futbolista y unos cantantes de poca monta.
¿Cómo es posible que esos chicos susciten tanta admiración y fanatismo entre sus oyentes? ¿Qué han hecho de mérito en sus vidas? ¿Qué calidad tiene la música que componen y ejecutan (nunca mejor dicho)? ¿Qué mensaje tienen las letras que cantan? Lo cual me lleva a pensar, por una parte, en la dimensión ética de la vida que proponen. Y, por otra, en la escasa elevación de miras de quienes los veneran. Porque se puede decir: Dime quiénes son tus ídolos y te diré qué tipo de persona eres o quieres ser.
El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra.
¿Cómo es posible que las lágrimas y los mocos de un jugador de fútbol, aunque fuera el mejor de la historia, suscite una reacción que afecte al corazón y al bolsillo de forma tan espectacular? ¿De qué pasta están hechos los y las fans? ¿Con qué valores se tejen los poderosos vínculos que se crean entre los ídolos y sus seguidores? He aquí la cuestión.
Me intriga, por ejemplo, el entusiasmo que suscita en nuestros y nuestras jóvenes un grupo de cantantes puertorriqueños (Annuel, Osuna, Rauw Alejandro, Arcángel, Abraham Velázquez, Johnny Albino, Marc Anthony…) que arrasan en el mundillo musical. Digo esto porque las letras de sus canciones, a mi juicio, son machistas, literariamente deleznables, musicalmente machaconas y socialmente irrelevantes. No hay en el mundo ni un solo problema que resolver, ni una injusticia contra la que gritar, ni un sueño al que tengamos que perseguir, ni un lugar al que debamos llegar. En realidad, no salen de la cama.
¿Cómo es posible que nuestros jóvenes, y nuestras jóvenes sobre todo, se conviertan en sus fans incondicionales y entusiastas? ¿Dónde radica el magnetismo que generan? Porque sus vidas tienen tres pilares más que cuestionables: droga, alcohol y sexo.
La estética con la que se muestran es de un indiscutible mal gusto: tatuajes, pendientes, vestidos estrafalarios, gestos obscenos…
En octubre se celebrará en Málaga un concierto de Rauw Alejandro. Se agotaron las entradas en unos días. El fervor suscitado es, para mi, inexplicable. ¿Qué tipo de ídolos atraen a nuestros jóvenes? ¿Qué ideales presiden la elección? ¿Qué mensajes subyacen al seguimiento entusiasta de estos jóvenes cantantes?
La radiografía que ofrecen esos poderosos vínculos resulta inquietante. Los contenidos de las letras, la calidad de la música, el tipo de vida (nada ejemplar) de esos ídolos pone en cuestión el sistema de valores de nuestra juventud. Yo no soy quién para juzgar a nadie. Cada uno es libre para elegir el tipo de vida que quiere llevar. Mi pregunta no interpela a los cantantes (y a las cantantes, que también las hay de ese mismo corte: Bad Gyal, Karol G, Becky G…) sino a sus fans.
Los fans y las fans tararean las canciones, exponen sus fotos, escuchan a todas horas (y a toda potencia) su música en la ducha, en el coche, en las reuniones, en las discotecas, repiten sus lemas, conocen sus biografías y admiran su físico.
Me cuesta entender el atractivo que generan estas personas y sus producciones musicales. Me sorprende la admiración que muestran hacia el tipo de vida que llevan y proponen. ¿Qué es lo que realmente les atrae?
Mientras tanto, no conocen (y, por consiguiente, no admiran) a escritores, científicos, pintores, periodistas, investigadores, pensadores, políticos y artistas de indiscutible calidad. Ni los conocen, ni les importan, ni los valoran, ni los aprecian. Sin embargo, en sus vidas y en sus trabajos hay valores admirables de esfuerzo, de sacrificio, de perseverancia, de generosidad, de creatividad, de solidaridad, de respeto, de honradez…
He leído en el precioso libro de Irene Vallejo “El infinito en un junco”, la anécdota del primer fan de la historia. Hoy sería inimaginable. Lo cuenta con estas palabras: “El primer fan conocido de la historia fue un hispano de Gades, obsesionado por conocer a su ídolo, el historiador Tito Livio. Nos cuentan que a comienzos del siglo I emprendió un peligroso viaje desde el rincón más remoto del mundo, o sea , la actual Cádiz, hasta Roma para ver de cerca, con sus propios ojos deslumbrados, a su artista favorito. Suponiendo que hiciese la ruta por tierra el devoto gaditano necesitó más de cuarenta días de trayecto para realizar su peregrinación idólatra, sufriendo las pésimas comidas y el suplicio de los piojos en las fondas polvorientas , traqueteando a lomos de jamelgos y en carros viejos, temblando por miedo a los salteadores de caminos en bosques solitarios. Recorrió las calzadas del imperio, bordeadas por cadáveres de los bandidos ejecutados que se pudrían empalados en estacas allí donde habían cometido su delito. Por la noche rezaba para que los esclavos que lo escoltaban no huyesen o se volviesen contra él en tierra extaranjera. Vació varias bolsas de monedas por el camino. El mismo adelgazó a causa de unas gigantescas diarreas provocadas por el mal estado de las aguas. En cuanto llegó a Roma preguntó por el famoso Livio. Consiguió verlo de lejos, tal vez se fijó en su forma de peinarse y vestir la toga para imitarlo y, sin atreverse siquiera a dirigirle la palabra, dio media vuelta de regreso –otras cuarenta jornadas de viaje- a su hogar. Plinio el Joven contó la anécdota en una de sus cartas, sin saber que estaba describiendo al primer perseguidor de celebridades conocido”.
¡Un historiador convertido en ídolo! Un escritor, un investigador, un sabio. Visto lo visto, creo que hemos ido retrocediendo en la escala de valores. Esta larga persecución en solitario (ahora los fans actúan como una masa) para solo ver unos segundos a su admirado historiador resultará una antigualla para nuestros jóvenes.
La imagen de adolecentes gritando, sollozando y desmayándose a la llegada de sus ídolos musicales no es un fenómeno de nuestros días. Lo que veo es que la calidad de los artistas es cada vez más pequeña. El primer músico al que se le aplicó el término de celebrity fue al pianista Frank Liszt. Nada comparable con estos chicos jóvenes que han saltado de la calle o de la cárcel a la fama.
“En las civilizadas salas de conciertos del siglo XIX, cuenta Irene Vallejo en el libro citado, un pianista húngaro que agitaba la melena al inclinarse sobre el teclado provoco un auténtico delirio conocido como lisztomanía o fiebre Liszt. Si a las estrellas de rock sus fans les lanzan la ropa interior a la cara, a Frank Liszt le arrojaban joyas. Fue el icono erótico del siglo victoriano. En la época se decía que sus balanceos y sus estudiadas poses al interpretar producían en la audiencia éxtasis místicos. Primero niño prodigio y después joven histriónico, protagonizó giras multimillonarias por el continente. Durante las apariciones públicas de Liszt sus fans se arremolinaban, chillando, suspirando y sufriendo mareos. Le seguían por las sucesivas capitales donde ofrecía conciertos. Intentaban robarle sus pañuelos y guantes y llevaban sus retratos en broches y camafeos. Las mujeres trataban de cortarle mechones de pelo, y cada vez que se rompía una cuerda del piano estallaban auténticas batallas campales por conseguirla para fabricarse una pulsera con ella. Algunas admiradoras lo acechaban por la calle y por las cafeterías, provistas de frascos de vidrio donde vertían los posos de café de su taza. Cierta vez una mujer recogió los restos de su puro junto al pedal el piano, y los llevó en el escote, dentro de un medallón, hasta el día de su muerte”.
Estos dos ejemplos nos dejan constancia de la calidad artística de los admirados ídolos. Un reconocido historiador y un gran músico. Pero, ¿quiénes son los líderes de nuestros jóvenes? Un futbolista y unos cantantes de poca monta.
¿Cómo es posible que esos chicos susciten tanta admiración y fanatismo entre sus oyentes? ¿Qué han hecho de mérito en sus vidas? ¿Qué calidad tiene la música que componen y ejecutan (nunca mejor dicho)? ¿Qué mensaje tienen las letras que cantan? Lo cual me lleva a pensar, por una parte, en la dimensión ética de la vida que proponen. Y, por otra, en la escasa elevación de miras de quienes los veneran. Porque se puede decir: Dime quiénes son tus ídolos y te diré qué tipo de persona eres o quieres ser.
El Adarve. Miguel Ángel Santos Guerra.
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miércoles, 15 de septiembre de 2021
_- A 48 años del derrocamiento de Allende. Mis recuerdos del golpe.
_- ¡Levántense muchachos! Los marinos se han tomado Valparaíso. Con esas palabras, como a las cinco de la mañana, nos despertó el padre del “Chico Toro”, en cuya casa del cerro Barón nos alojamos la noche del lunes 10 de septiembre de 1973.
Habíamos viajado a Valparaíso, tres compañeros de Santiago (El “Chico Toro”, el “Flaco Ruiz” y yo), para asistir a una reunión del Comité Regional del Partido Comunista Revolucionario (PCR), llevando también los últimos materiales y el periódico El Pueblo. La reunión se alargó y no alcanzamos a regresar a Santiago, como teníamos previsto, por lo que nos quedamos a dormir en Valparaíso.
Tras el aviso del golpe nos levantamos rápidamente y comenzamos a conversar sobre lo que teníamos que hacer ante una situación doblemente imprevista: un golpe de Estado y además nosotros en Valparaíso, lo que no estaba en absoluto contemplado.
Aunque todo el mundo hablaba de las posibilidades de un golpe de Estado (incluso la portada del periódico El Pueblo que andábamos trayendo alertaba sobre la asonada golpista que se preparaba) evidentemente enfrentar la realidad del golpe no era lo mismo.
Lo primero que hicimos fue “limpiar” los documentos en nuestras ropas y también en el auto, deshaciéndonos de cualquier elemento comprometedor. Llamamos a algunos contactos en Santiago y luego los tres camaradas nos trasladamos a la casa de la hermana del “Chico Toro” en el cerro Polanco. Allí discutimos si poníamos la bandera chilena en el frontis o no, decidimos hacerlo, para evitar problemas y disminuir la posibilidades de ser allanados.
En la casa nos dedicamos a escuchar las noticias en las radios chilenas y luego internacionales. Impresionante fue oír al presidente Salvador Allende señalar que había ordenado al Ejército dirigirse a Valparaíso para sofocar el intento golpista, lo que nos dio alguna esperanza. Más tarde escuchamos que el general Carlos Prats avanzaba con tropas leales desde el sur, pero pronto comprendimos que el golpe se había impuesto y que la resistencia fue menor de la esperada y era aplastada. Los últimos discursos de Allende nos impresionaron y con el tiempo tomaron aún mayor envergadura.
Conversamos intensamente toda la tarde y casi toda la noche ¿Qué sucedió? ¿Qué errores cometimos los sectores revolucionarios y qué errores cometió el gobierno? Pero siempre concluíamos que el golpe no se produjo por los errores sino por la determinación de las clases dominantes de defender sus privilegios a toda costa. El rechazo a las profundas reformas que promovió el gobierno de Salvador Allende hizo que los grandes empresarios y sus partidos políticos, junto a los Estados Unidos, impulsaron y apoyaron una conspiración de las Fuerzas Armadas, como ha quedado finalmente establecido por la historia, incluso reconocido por el Informe Church, del Senado estadounidense, sobre acción encubierta en Chile 1963-1973.
Esa noche del 11 de septiembre dormimos muy poco y el miércoles 12 nos despertamos temprano y seguimos reflexionando y viendo también qué hacer, tanto para conectarnos con los demás camaradas, especial preocupación teníamos por los compañeros campesinos y mapuches del Netuaiñ Mapu que, como confirmamos después, fueron ferozmente reprimidos. También debatimos qué debíamos hacer para enfrentar la nueva situación en que seguramente pasaríamos a la clandestinidad. Yo había terminado la carrera de periodismo en la Universidad de Chile, había hecho la práctica pero me faltaba el examen de grado, pero ya era evidente que no podría retornar a la universidad, pues era conocido como dirigente estudiantil, incluso había sido candidato a presidente de la Fech. Tomamos una serie de medidas entre ellas separarnos para evitar que nos detuvieran a los tres juntos y fijamos puntos para vernos en Santiago en fechas determinadas.
Yo me fui a casa de la “Tía Mimi” en Viña del Mar, en realidad amiga de mis padres, quien me acogió tres noches, y a quien aprovecho nuevamente de agradecer de todo corazón. Solo pasamos un susto el jueves, en que como a las dos de la madrugada me desperté por ruidos en la habitación. Los marinos estaban allanando la casa y alcancé a escuchar que preguntaban por la biblioteca -que mi tía no tenía- finalmente al no encontrar nada sospechoso se retiraron y yo me quedé con el tremendo susto.
Recién el sábado 15 se abrieron la carreteras y pude volver a Santiago en el auto, que fue manejado por un hijo de la “Tía Mimi”, siendo detenidos en tres controles militares, en uno de los cuales retaron a “mi primo” por llevar el pelo largo, pero no pasó más allá.
Al llegar a Santiago ese sábado, como a mediodía, nos separamos y yo me fui directo a la librería Huitrañe, ubicada en San Antonio 434, local 14, donde hoy está la librería de Le Monde Diplomatique y saqué todos los documentos comprometedores.
La historia de ese local merecería un texto aparte, pero solo diré que en tiempos de la UP la librería Huitrañe (que en mapudungún quiere decir álzate) era una librería del PCR y vendíamos los materiales del movimiento ESPARTACO y toda la literatura que enviaban de la República Popular China, incluyendo el famoso libro rojo. Días después del golpe la DINA se apropió del local, que pertenecía a mi padre, poniendo un letrero que decía “Cooperativa Austral”, ocupándolo por alrededor de tres años. Cuando mi hermano Rodrigo tomó una foto del local para agregarla al dossier con el que intentaba recuperarlo, fue detenido y llevado a Villa Grimaldi, posteriormente lo liberaron y unos meses después devolvieron el local.
Luego de “limpiar” la librería, tras asegurarme que no había problemas, fui a mi casa en Los Dominicos y también saqué o eliminé todo lo comprometedor. (En un mes la allanaron tres veces, llevándose mis libros incluyendo los archivos periodísticos, con mueble y todo, inquietando a mi hermana Mónica que allí vivía). Saliendo me fui a una “casa de seguridad” que tenía prevista y luego donde mis abuelos maternos que me acogieron.
Después de varias reuniones con compañeros de la dirección del PCR me señalaron que habían decido que yo y Jorge Palacios nos asiláramos y desde el exterior apoyáramos las actividades en Chile.
De la casa de mis abuelos, a fines de septiembre, me fui a la residencia del Embajador de España en el barrio El Golf, ya que me habían informado no tenía protección policial. (Esto también merecería un capítulo completo, ya que estamos hablando del embajador de la España franquista). Después de esperar dos horas en el patio delantero de la residencia, finalmente el mismo embajador, Enrique Pérez Hernández, se acercó a través de la reja de salida de los autos y me preguntó qué quería, le dije que asilarme, que era estudiante, que habían allanado la casa y mis padres se encontraban en esos momentos en España, después de otras preguntas, abrió la reja y me hizo pasar.
Al ingresar a la residencia, toda la tranquilidad y entereza que había tenido desde el golpe en adelante se me vinieron abajo, las piernas y la voz me temblaban. El embajador se dio cuenta y me hizo sentar inmediatamente, me dio agua y me tranquilizó amablemente. Me llevaron a una suite y me dejaron descansar. En la residencia solo había un refugiado, los asilados españoles de los primeros días ya habían partido.
El mes que estuve en la residencia, a la espera del salvoconducto para poder abandonar el país, fue muy tranquilo y leí mucho. La habitación era confortable pero no podía salir de ella. Nos llevaba la comida un mozo, siempre de primera calidad, incluso recuerdo una vez que el mozo me dijo “estas codornices las cazó el señor embajador”.
El único sobresalto fue el 12 de octubre, ese día en la mañana el mozo me dijo, “hoy debe estar tranquilo, ya que vendrán a almorzar los miembros de la Junta militar”. Efectivamente, desde mi ventana observé como llegaba Pinochet y dos de los tres comandantes en jefe. Cerraron la Avenida Apoquindo, llegaron tanquetas y automóviles y vi entrar y -luego de un par de horas- salir al dictador.
Unos días después el embajador me comunicó que las autoridades chilenas me habían otorgado el salvoconducto y que viajaría en un vuelo Iberia hasta Madrid, que todo estaba bien y que me acompañarían al aeropuerto, hasta dejarme arriba del avión. Y así fue, recuerdo el trayecto en el auto de la embajada, escoltado por motos policiales, y haber pasado frente a la Moneda, una imagen que no olvidaré jamás.
El viaje tenía una primera escala en el aeropuerto de Ezeiza. Al descender tuve la inmensa sorpresa y alegría de encontrarme con mis padres, que llevaban días esperándome en el aeropuerto de Buenos Aires. Brotaron las lágrimas de ellos y mías, pero también de las azafatas que habían empatizado con mis padres y también solidarizaban con los chilenos víctimas de la dictadura.
Así comenzó mi vida de exiliado a raíz del golpe. En España me quedé tres semanas (alcancé a adquirir el libro Vía chilena al golpe de Estado de Manuel Vázquez Montalbán, quien después me contó que ese libro sólo había estado un día en las librerías ya que fue requisado a las 24 horas de su publicación) Tras interrogarme en el subterráneo de la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, el gobierno español no me permitió quedarme, me dieron un “Título de Viaje” válido sólo para un país y me expulsaron.
Con pasaportes falsos recorrí Italia, Albania, China, Argentina y otros países, hasta que en 1975 me instalé en París. Realicé diversos trabajos, estudié comunicaciones, pero fundamentalmente me dediqué a labores de apoyo a la Resistencia, publicando el boletín de la Agencia Chilena Antifascista (ANCHA) y participé en numerosos mítines en decenas de países. En 1982 entré a trabajar a Radio Francia Internacional, fui también corresponsal de Radio Cooperativa en París. A fines de 1987 aparecí en las listas que permitían el regreso, y a comienzos de 1988 volví a Chile, incorporándome a la revista Análisis, cubriendo también el plebiscito del 5 de octubre para Radio Cooperativa. Luego de idas y venidas entre Francia y Chile, en septiembre del 2000 fundé la edición chilena de Le Monde Diplomatique y la editorial Aún Creemos en los Sueños, de ambos sigo siendo director y, como dice Edith Piaf, je ne regrette rien.
Víctor Hugo de la Fuente González. Director de la edición chilena de Le Monde Diplomatique.
Este texto reproduce -en extenso- la versión del publicado en el libro “Mi 11 de septiembre”. Este libro, publicado en 2017, acaba de tener una tercera edición, que incluye un texto de Fernando Reyes Matta. Allí también dan sus testimonios Verónica Ahumada, Sergio Campos, Leonardo Cáceres, Jorge Andrés Richards, Miguel Ángel San Martín, Enrique Contreras, Angélica Beas, Gladys Díaz, Erasmo López, Antonio Márquez, Enrique Martini, Lidia Baltra, Jorge Piña, Marcel Garcés, Marcelo Castillo, Felipe de la Parra, Federico Gana, Héctor Alarcón Manzano, Joaquín Real, Miguel Davagnino, Cristian Ruiz, Enrique Fernández y Alejandro Arellano.
Fuente: https://www.lemondediplomatique.cl/2021/09/mis-recuerdos-del-golpe.html
Habíamos viajado a Valparaíso, tres compañeros de Santiago (El “Chico Toro”, el “Flaco Ruiz” y yo), para asistir a una reunión del Comité Regional del Partido Comunista Revolucionario (PCR), llevando también los últimos materiales y el periódico El Pueblo. La reunión se alargó y no alcanzamos a regresar a Santiago, como teníamos previsto, por lo que nos quedamos a dormir en Valparaíso.
Tras el aviso del golpe nos levantamos rápidamente y comenzamos a conversar sobre lo que teníamos que hacer ante una situación doblemente imprevista: un golpe de Estado y además nosotros en Valparaíso, lo que no estaba en absoluto contemplado.
Aunque todo el mundo hablaba de las posibilidades de un golpe de Estado (incluso la portada del periódico El Pueblo que andábamos trayendo alertaba sobre la asonada golpista que se preparaba) evidentemente enfrentar la realidad del golpe no era lo mismo.
Lo primero que hicimos fue “limpiar” los documentos en nuestras ropas y también en el auto, deshaciéndonos de cualquier elemento comprometedor. Llamamos a algunos contactos en Santiago y luego los tres camaradas nos trasladamos a la casa de la hermana del “Chico Toro” en el cerro Polanco. Allí discutimos si poníamos la bandera chilena en el frontis o no, decidimos hacerlo, para evitar problemas y disminuir la posibilidades de ser allanados.
En la casa nos dedicamos a escuchar las noticias en las radios chilenas y luego internacionales. Impresionante fue oír al presidente Salvador Allende señalar que había ordenado al Ejército dirigirse a Valparaíso para sofocar el intento golpista, lo que nos dio alguna esperanza. Más tarde escuchamos que el general Carlos Prats avanzaba con tropas leales desde el sur, pero pronto comprendimos que el golpe se había impuesto y que la resistencia fue menor de la esperada y era aplastada. Los últimos discursos de Allende nos impresionaron y con el tiempo tomaron aún mayor envergadura.
Conversamos intensamente toda la tarde y casi toda la noche ¿Qué sucedió? ¿Qué errores cometimos los sectores revolucionarios y qué errores cometió el gobierno? Pero siempre concluíamos que el golpe no se produjo por los errores sino por la determinación de las clases dominantes de defender sus privilegios a toda costa. El rechazo a las profundas reformas que promovió el gobierno de Salvador Allende hizo que los grandes empresarios y sus partidos políticos, junto a los Estados Unidos, impulsaron y apoyaron una conspiración de las Fuerzas Armadas, como ha quedado finalmente establecido por la historia, incluso reconocido por el Informe Church, del Senado estadounidense, sobre acción encubierta en Chile 1963-1973.
Esa noche del 11 de septiembre dormimos muy poco y el miércoles 12 nos despertamos temprano y seguimos reflexionando y viendo también qué hacer, tanto para conectarnos con los demás camaradas, especial preocupación teníamos por los compañeros campesinos y mapuches del Netuaiñ Mapu que, como confirmamos después, fueron ferozmente reprimidos. También debatimos qué debíamos hacer para enfrentar la nueva situación en que seguramente pasaríamos a la clandestinidad. Yo había terminado la carrera de periodismo en la Universidad de Chile, había hecho la práctica pero me faltaba el examen de grado, pero ya era evidente que no podría retornar a la universidad, pues era conocido como dirigente estudiantil, incluso había sido candidato a presidente de la Fech. Tomamos una serie de medidas entre ellas separarnos para evitar que nos detuvieran a los tres juntos y fijamos puntos para vernos en Santiago en fechas determinadas.
Yo me fui a casa de la “Tía Mimi” en Viña del Mar, en realidad amiga de mis padres, quien me acogió tres noches, y a quien aprovecho nuevamente de agradecer de todo corazón. Solo pasamos un susto el jueves, en que como a las dos de la madrugada me desperté por ruidos en la habitación. Los marinos estaban allanando la casa y alcancé a escuchar que preguntaban por la biblioteca -que mi tía no tenía- finalmente al no encontrar nada sospechoso se retiraron y yo me quedé con el tremendo susto.
Recién el sábado 15 se abrieron la carreteras y pude volver a Santiago en el auto, que fue manejado por un hijo de la “Tía Mimi”, siendo detenidos en tres controles militares, en uno de los cuales retaron a “mi primo” por llevar el pelo largo, pero no pasó más allá.
Al llegar a Santiago ese sábado, como a mediodía, nos separamos y yo me fui directo a la librería Huitrañe, ubicada en San Antonio 434, local 14, donde hoy está la librería de Le Monde Diplomatique y saqué todos los documentos comprometedores.
La historia de ese local merecería un texto aparte, pero solo diré que en tiempos de la UP la librería Huitrañe (que en mapudungún quiere decir álzate) era una librería del PCR y vendíamos los materiales del movimiento ESPARTACO y toda la literatura que enviaban de la República Popular China, incluyendo el famoso libro rojo. Días después del golpe la DINA se apropió del local, que pertenecía a mi padre, poniendo un letrero que decía “Cooperativa Austral”, ocupándolo por alrededor de tres años. Cuando mi hermano Rodrigo tomó una foto del local para agregarla al dossier con el que intentaba recuperarlo, fue detenido y llevado a Villa Grimaldi, posteriormente lo liberaron y unos meses después devolvieron el local.
Luego de “limpiar” la librería, tras asegurarme que no había problemas, fui a mi casa en Los Dominicos y también saqué o eliminé todo lo comprometedor. (En un mes la allanaron tres veces, llevándose mis libros incluyendo los archivos periodísticos, con mueble y todo, inquietando a mi hermana Mónica que allí vivía). Saliendo me fui a una “casa de seguridad” que tenía prevista y luego donde mis abuelos maternos que me acogieron.
Después de varias reuniones con compañeros de la dirección del PCR me señalaron que habían decido que yo y Jorge Palacios nos asiláramos y desde el exterior apoyáramos las actividades en Chile.
De la casa de mis abuelos, a fines de septiembre, me fui a la residencia del Embajador de España en el barrio El Golf, ya que me habían informado no tenía protección policial. (Esto también merecería un capítulo completo, ya que estamos hablando del embajador de la España franquista). Después de esperar dos horas en el patio delantero de la residencia, finalmente el mismo embajador, Enrique Pérez Hernández, se acercó a través de la reja de salida de los autos y me preguntó qué quería, le dije que asilarme, que era estudiante, que habían allanado la casa y mis padres se encontraban en esos momentos en España, después de otras preguntas, abrió la reja y me hizo pasar.
Al ingresar a la residencia, toda la tranquilidad y entereza que había tenido desde el golpe en adelante se me vinieron abajo, las piernas y la voz me temblaban. El embajador se dio cuenta y me hizo sentar inmediatamente, me dio agua y me tranquilizó amablemente. Me llevaron a una suite y me dejaron descansar. En la residencia solo había un refugiado, los asilados españoles de los primeros días ya habían partido.
El mes que estuve en la residencia, a la espera del salvoconducto para poder abandonar el país, fue muy tranquilo y leí mucho. La habitación era confortable pero no podía salir de ella. Nos llevaba la comida un mozo, siempre de primera calidad, incluso recuerdo una vez que el mozo me dijo “estas codornices las cazó el señor embajador”.
El único sobresalto fue el 12 de octubre, ese día en la mañana el mozo me dijo, “hoy debe estar tranquilo, ya que vendrán a almorzar los miembros de la Junta militar”. Efectivamente, desde mi ventana observé como llegaba Pinochet y dos de los tres comandantes en jefe. Cerraron la Avenida Apoquindo, llegaron tanquetas y automóviles y vi entrar y -luego de un par de horas- salir al dictador.
Unos días después el embajador me comunicó que las autoridades chilenas me habían otorgado el salvoconducto y que viajaría en un vuelo Iberia hasta Madrid, que todo estaba bien y que me acompañarían al aeropuerto, hasta dejarme arriba del avión. Y así fue, recuerdo el trayecto en el auto de la embajada, escoltado por motos policiales, y haber pasado frente a la Moneda, una imagen que no olvidaré jamás.
El viaje tenía una primera escala en el aeropuerto de Ezeiza. Al descender tuve la inmensa sorpresa y alegría de encontrarme con mis padres, que llevaban días esperándome en el aeropuerto de Buenos Aires. Brotaron las lágrimas de ellos y mías, pero también de las azafatas que habían empatizado con mis padres y también solidarizaban con los chilenos víctimas de la dictadura.
Así comenzó mi vida de exiliado a raíz del golpe. En España me quedé tres semanas (alcancé a adquirir el libro Vía chilena al golpe de Estado de Manuel Vázquez Montalbán, quien después me contó que ese libro sólo había estado un día en las librerías ya que fue requisado a las 24 horas de su publicación) Tras interrogarme en el subterráneo de la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, el gobierno español no me permitió quedarme, me dieron un “Título de Viaje” válido sólo para un país y me expulsaron.
Con pasaportes falsos recorrí Italia, Albania, China, Argentina y otros países, hasta que en 1975 me instalé en París. Realicé diversos trabajos, estudié comunicaciones, pero fundamentalmente me dediqué a labores de apoyo a la Resistencia, publicando el boletín de la Agencia Chilena Antifascista (ANCHA) y participé en numerosos mítines en decenas de países. En 1982 entré a trabajar a Radio Francia Internacional, fui también corresponsal de Radio Cooperativa en París. A fines de 1987 aparecí en las listas que permitían el regreso, y a comienzos de 1988 volví a Chile, incorporándome a la revista Análisis, cubriendo también el plebiscito del 5 de octubre para Radio Cooperativa. Luego de idas y venidas entre Francia y Chile, en septiembre del 2000 fundé la edición chilena de Le Monde Diplomatique y la editorial Aún Creemos en los Sueños, de ambos sigo siendo director y, como dice Edith Piaf, je ne regrette rien.
Víctor Hugo de la Fuente González. Director de la edición chilena de Le Monde Diplomatique.
Este texto reproduce -en extenso- la versión del publicado en el libro “Mi 11 de septiembre”. Este libro, publicado en 2017, acaba de tener una tercera edición, que incluye un texto de Fernando Reyes Matta. Allí también dan sus testimonios Verónica Ahumada, Sergio Campos, Leonardo Cáceres, Jorge Andrés Richards, Miguel Ángel San Martín, Enrique Contreras, Angélica Beas, Gladys Díaz, Erasmo López, Antonio Márquez, Enrique Martini, Lidia Baltra, Jorge Piña, Marcel Garcés, Marcelo Castillo, Felipe de la Parra, Federico Gana, Héctor Alarcón Manzano, Joaquín Real, Miguel Davagnino, Cristian Ruiz, Enrique Fernández y Alejandro Arellano.
Fuente: https://www.lemondediplomatique.cl/2021/09/mis-recuerdos-del-golpe.html
martes, 14 de septiembre de 2021
_- España no es Finlandia, pero puede sacar a sus estudiantes de la mediocridad
_- Por David Jiménez
Es escritor y periodista. Su libro más reciente es El director. NYT
MADRID — Parciales, finales, globales, orales, escritos, de recuperación, control, reválida… La escuela española ama los exámenes por encima de todas las cosas. Un estudiante pasa por cientos de pruebas antes de graduarse y enfrentarse —oh, sorpresa— a un nuevo examen. En la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), un maratón de un par de días para acceder a la educación superior, un mal día puede truncar sueños profesionales y enviar al médico vocacional a estudiar periodismo. ¿Pasaste el corte? Estás de suerte: empiezan otros cuatro años de interminables exámenes.
Es escritor y periodista. Su libro más reciente es El director. NYT
MADRID — Parciales, finales, globales, orales, escritos, de recuperación, control, reválida… La escuela española ama los exámenes por encima de todas las cosas. Un estudiante pasa por cientos de pruebas antes de graduarse y enfrentarse —oh, sorpresa— a un nuevo examen. En la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), un maratón de un par de días para acceder a la educación superior, un mal día puede truncar sueños profesionales y enviar al médico vocacional a estudiar periodismo. ¿Pasaste el corte? Estás de suerte: empiezan otros cuatro años de interminables exámenes.
La obsesión nacional por los exámenes es parte de un sistema educativo roto y anclado en el pasado. La octava ley educativa en cuatro décadas, que empieza a implementarse con el nuevo curso, no servirá para arreglarlo. La norma pretende restar rigidez y añadir innovación, pero le falta ambición y nace condenada por falta de consenso.
España no necesita más reformas, sino una revolución total del sistema educativo.
El modelo de evaluación de los estudiantes puede resultar anecdótico, pero es un buen lugar por donde empezar. Los exámenes actuales se han mostrado inútiles para dotar a los estudiantes de los conocimientos necesarios, prepararlos para un mercado laboral moderno o inculcarles la cultura del esfuerzo que reclaman padres y profesores. Se limitan a amargar la experiencia escolar, desmotivar a los estudiantes y envenenar su relación con los docentes, sometidos a una carga de trabajo que podrían emplear en promover la innovación, la creatividad o el pensamiento crítico.
Toda esa práctica examinadora no ha logrado evitar que los estudiantes suspendan masivamente unos tests que se han convertido en comida rápida de materias que se vomitan y olvidan, según la apta descripción de la doctora en Economía por la Universidad de Yale Caterina Calsamiglia. Detrás de esa fascinación por las notas hay una idea perniciosa: el empeño en decirle a un buen número de estudiantes que están fracasando, cuando son los responsables educativos los que llevan décadas haciéndolo.
España tiene el segundo mayor índice de abandono escolar de la Unión Europea, solo por detrás de Malta. El porcentaje de alumnos que repiten curso antes de los 15 años es alrededor de 25 puntos mayor que en el Reino Unido o Finlandia. Y, sin embargo, siguen siendo varias las voces que reclaman más dureza como solución a los problemas de la educación.
¿Qué tiene que pasar para que nos demos cuenta de que más exámenes, deberes y suspensos no hacen mejor un sistema educativo? No se trata de recordar a los estudiantes para qué no sirven, sino de buscar sus talentos individuales y potenciarlos.
La exigencia, la disciplina y el respeto a los profesores, desaparecido de las aulas, deben ser recuperadas en un entorno motivador. Los críticos con el sistema español llevan años apuntando a Finlandia como solución. Pero aun siendo el país nórdico un ejemplo de éxito, con una estrategia innovadora que va desde una evaluación personalizada al diseño de sus escuelas, no hace falta irse tan lejos para encontrar inspiración en la transformación educativa.
Portugal, sin apenas hacer ruido, ha renovado su modelo y dado la vuelta a los malos resultados que sus estudiantes solían lograr en los informes que comparan la educación de diferentes países, donde ahora destacan favorablemente. Los portugueses son una mejor guía, además, porque sus problemas eran parecidos a los nuestros hoy: un sistema de evaluación demasiado punitivo, un acercamiento homogéneo de la educación, un profesorado desmotivado —se invirtió en formación y se les dio más autonomía—, un currículo demasiado amplio y, para algunos, desactualizado…
La nueva ley aprobada por el gobierno español tiene carencias y sin duda es mejorable, pero da un vuelco hacia un aprendizaje menos memorístico y más ajustado a las necesidades actuales. El nuevo currículo busca sustituir una acumulación de datos fácilmente accesibles en internet por la capacidad de utilizar y analizar toda esa información de forma práctica. Ofrece más libertad a los centros para decidir su camino, añade una necesaria asignatura de Valores Cívicos y Éticos y establece nuevos métodos, muchas veces explicados de forma ambigua o aderezados con dosis de corrección política (como el caso de las matemáticas con “perspectiva de género”) que no aportan nada.
Las propuestas del gobierno han sido ridiculizadas, unas veces con razón y otras injustamente, por la oposición. Cualquier iniciativa educativa, desde hace años, se convierte inmediatamente en una pelea ideológica. Los partidos políticos, incapaces de llegar a un pacto, imponen su modelo nada más llegar al poder, generando discontinuidad y confusión en padres, alumnos y profesores. Pagan esa polarización los estudiantes, que asisten al interminable debate sobre si la religión debe contar para las notas, mientras se les hurtan conocimientos clave en nuevas tecnologías, debate público, inglés o capacidad de análisis del mundo en el que viven.
La Unión Europea considera que se necesitan doce años para que las medidas educativas empiecen a tener efecto. La disfuncionalidad de la política española, con un parlamento fragmentado en 16 partidos, sumado a que esos plazos no reportan inmediatos beneficios electorales a los partidos, desincentivan los acuerdos y retrasan los cambios. Y, sin embargo, no tenemos tiempo que perder. Cada retraso supone una nueva condena a la precariedad para otra generación de jóvenes españoles atrapados en un círculo vicioso de fracaso escolar, empleos inestables, casi siempre ligados a los servicios y el turismo, y falta de proyecto de futuro.
La revolución educativa no tiene por qué implicar la total erradicación de exámenes y tareas, que pueden servir para valorar el momento en el que se encuentran los alumnos. Pero pruebas como la que ahora da acceso a la universidad se han convertido en un obstáculo. Muchas escuelas abandonan novedosos y exitosos programas de aprendizaje utilizados en primaria para preparar a los alumnos para la EvAU, cuyo porcentaje de aprobados es erróneamente empleado para valorar los centros.
La supresión de este y otros muchos exámenes innecesarios sería un primer paso, pero insuficiente. Terminar con la mediocridad en la que están instalados los alumnos obligará a apoyar y formar continuamente a los profesores, renovar de forma más ambiciosa el currículo escolar, acabar con la cultura de la repetición de curso, erradicar la endogamia en institutos y universidades y liberar a los centros de corsés educativos que impiden la innovación.
El objetivo debe ser acabar con una cultura que se explica mejor con la anécdota que me relató un estudiante universitario de ingeniería. El profesor llegó un día con una sonrisa entre los labios y anunció satisfecho que solo uno de los alumnos había aprobado. ¿No se daba cuenta de que el que había fracasado era él?
España no necesita más reformas, sino una revolución total del sistema educativo.
El modelo de evaluación de los estudiantes puede resultar anecdótico, pero es un buen lugar por donde empezar. Los exámenes actuales se han mostrado inútiles para dotar a los estudiantes de los conocimientos necesarios, prepararlos para un mercado laboral moderno o inculcarles la cultura del esfuerzo que reclaman padres y profesores. Se limitan a amargar la experiencia escolar, desmotivar a los estudiantes y envenenar su relación con los docentes, sometidos a una carga de trabajo que podrían emplear en promover la innovación, la creatividad o el pensamiento crítico.
Toda esa práctica examinadora no ha logrado evitar que los estudiantes suspendan masivamente unos tests que se han convertido en comida rápida de materias que se vomitan y olvidan, según la apta descripción de la doctora en Economía por la Universidad de Yale Caterina Calsamiglia. Detrás de esa fascinación por las notas hay una idea perniciosa: el empeño en decirle a un buen número de estudiantes que están fracasando, cuando son los responsables educativos los que llevan décadas haciéndolo.
España tiene el segundo mayor índice de abandono escolar de la Unión Europea, solo por detrás de Malta. El porcentaje de alumnos que repiten curso antes de los 15 años es alrededor de 25 puntos mayor que en el Reino Unido o Finlandia. Y, sin embargo, siguen siendo varias las voces que reclaman más dureza como solución a los problemas de la educación.
¿Qué tiene que pasar para que nos demos cuenta de que más exámenes, deberes y suspensos no hacen mejor un sistema educativo? No se trata de recordar a los estudiantes para qué no sirven, sino de buscar sus talentos individuales y potenciarlos.
La exigencia, la disciplina y el respeto a los profesores, desaparecido de las aulas, deben ser recuperadas en un entorno motivador. Los críticos con el sistema español llevan años apuntando a Finlandia como solución. Pero aun siendo el país nórdico un ejemplo de éxito, con una estrategia innovadora que va desde una evaluación personalizada al diseño de sus escuelas, no hace falta irse tan lejos para encontrar inspiración en la transformación educativa.
Portugal, sin apenas hacer ruido, ha renovado su modelo y dado la vuelta a los malos resultados que sus estudiantes solían lograr en los informes que comparan la educación de diferentes países, donde ahora destacan favorablemente. Los portugueses son una mejor guía, además, porque sus problemas eran parecidos a los nuestros hoy: un sistema de evaluación demasiado punitivo, un acercamiento homogéneo de la educación, un profesorado desmotivado —se invirtió en formación y se les dio más autonomía—, un currículo demasiado amplio y, para algunos, desactualizado…
La nueva ley aprobada por el gobierno español tiene carencias y sin duda es mejorable, pero da un vuelco hacia un aprendizaje menos memorístico y más ajustado a las necesidades actuales. El nuevo currículo busca sustituir una acumulación de datos fácilmente accesibles en internet por la capacidad de utilizar y analizar toda esa información de forma práctica. Ofrece más libertad a los centros para decidir su camino, añade una necesaria asignatura de Valores Cívicos y Éticos y establece nuevos métodos, muchas veces explicados de forma ambigua o aderezados con dosis de corrección política (como el caso de las matemáticas con “perspectiva de género”) que no aportan nada.
Las propuestas del gobierno han sido ridiculizadas, unas veces con razón y otras injustamente, por la oposición. Cualquier iniciativa educativa, desde hace años, se convierte inmediatamente en una pelea ideológica. Los partidos políticos, incapaces de llegar a un pacto, imponen su modelo nada más llegar al poder, generando discontinuidad y confusión en padres, alumnos y profesores. Pagan esa polarización los estudiantes, que asisten al interminable debate sobre si la religión debe contar para las notas, mientras se les hurtan conocimientos clave en nuevas tecnologías, debate público, inglés o capacidad de análisis del mundo en el que viven.
La Unión Europea considera que se necesitan doce años para que las medidas educativas empiecen a tener efecto. La disfuncionalidad de la política española, con un parlamento fragmentado en 16 partidos, sumado a que esos plazos no reportan inmediatos beneficios electorales a los partidos, desincentivan los acuerdos y retrasan los cambios. Y, sin embargo, no tenemos tiempo que perder. Cada retraso supone una nueva condena a la precariedad para otra generación de jóvenes españoles atrapados en un círculo vicioso de fracaso escolar, empleos inestables, casi siempre ligados a los servicios y el turismo, y falta de proyecto de futuro.
La revolución educativa no tiene por qué implicar la total erradicación de exámenes y tareas, que pueden servir para valorar el momento en el que se encuentran los alumnos. Pero pruebas como la que ahora da acceso a la universidad se han convertido en un obstáculo. Muchas escuelas abandonan novedosos y exitosos programas de aprendizaje utilizados en primaria para preparar a los alumnos para la EvAU, cuyo porcentaje de aprobados es erróneamente empleado para valorar los centros.
La supresión de este y otros muchos exámenes innecesarios sería un primer paso, pero insuficiente. Terminar con la mediocridad en la que están instalados los alumnos obligará a apoyar y formar continuamente a los profesores, renovar de forma más ambiciosa el currículo escolar, acabar con la cultura de la repetición de curso, erradicar la endogamia en institutos y universidades y liberar a los centros de corsés educativos que impiden la innovación.
El objetivo debe ser acabar con una cultura que se explica mejor con la anécdota que me relató un estudiante universitario de ingeniería. El profesor llegó un día con una sonrisa entre los labios y anunció satisfecho que solo uno de los alumnos había aprobado. ¿No se daba cuenta de que el que había fracasado era él?
David Jiménez (@DavidJimenezTW) es escritor y periodista de España. Su libro más reciente es El director.
lunes, 13 de septiembre de 2021
_- No hay mal que por bien no venga
_- Hoy podemos estar seguros de que la denuncia falsa en este terreno no tiene recorrido y que, en consecuencia, las denuncias que se han producido y que han ido en aumento en los últimos años, han sido verdaderas
La denuncia falsa del joven de Malasaña que nos conmocionó prácticamente a todos hace dos días, quedó despejada en menos de 48 horas por la acción de la policía encargada de la investigación de delitos de odio. Se trata de un ejemplo paradigmático de confirmación de la veracidad del refrán que da título a este artículo.
En la mayor parte de los comentarios que he oído y leído he constatado que se ponía en énfasis en la conducta del joven, es decir, en el mal con que comienza el refrán. Yo quiero ponerlo en el bien con el que acaba.
Porque esto es, en mi opinión, lo más relevante del incidente. Que un joven de 20 años no sea capaz de gestionar la relación con su pareja y en lugar de contarle la verdad, se invente una operación para enmascarar lo que realmente había ocurrido, es bastante más que un hecho lamentable, pero poco más.
Lo que para mí resulta más relevante del incidente, es que la denuncia falsa no ha aguantado ni 48 horas de investigación por parte de la policía. La incapacidad de que una denuncia falsa en este terreno pase el filtro de la investigación policial, nos está indicando que se trata de la excepción que confirma la regla.
Hoy podemos estar seguros de que la denuncia falsa en este terreno no tiene recorrido y que, en consecuencia, las denuncias que se han producido y que han ido en aumento en los últimos años, han sido verdaderas. La conducta irresponsable de este joven madrileño avala la presunción de veracidad de las denuncias que se han presentado hasta la fecha. El árbol en este caso permite ver el bosque.
Se trata, además, de un incidente disuasorio frente a la tentación de hacer denuncias falsas. Si hasta ahora no ha habido denuncias falsas, menos habrá de ahora en adelante. Porque ahora todo el mundo sabe que la mentira no cuela. No es, en consecuencia, un torpedo en la línea de flotación de las demandas del colectivo LGTBI, como se ha escrito en algún editorial de la prensa de derechas, sino todo lo contrario, independientemente de cuál fuera la intención del joven que denunció falsamente. El hecho de que en menos de 48 horas se haya resuelto el incidente es un incentivo para que los miembros del colectivo LGTBI que sufran una agresión presenten la denuncia correspondiente. Pueden contar con una policía que sabe separar el grano de la paja.
La denuncia falsa es lo único negativo de este incidente. Todo lo demás es positivo. La repulsa general por parte del conjunto de la sociedad y la reacción policial. En lugar de mermar nuestra sensación de seguridad, el incidente ha contribuido a aumentarla. Especialmente entre el colectivo más afectado por los delitos de odio.
Con esto último es con lo que me quedo.
La denuncia falsa del joven de Malasaña que nos conmocionó prácticamente a todos hace dos días, quedó despejada en menos de 48 horas por la acción de la policía encargada de la investigación de delitos de odio. Se trata de un ejemplo paradigmático de confirmación de la veracidad del refrán que da título a este artículo.
En la mayor parte de los comentarios que he oído y leído he constatado que se ponía en énfasis en la conducta del joven, es decir, en el mal con que comienza el refrán. Yo quiero ponerlo en el bien con el que acaba.
Porque esto es, en mi opinión, lo más relevante del incidente. Que un joven de 20 años no sea capaz de gestionar la relación con su pareja y en lugar de contarle la verdad, se invente una operación para enmascarar lo que realmente había ocurrido, es bastante más que un hecho lamentable, pero poco más.
Lo que para mí resulta más relevante del incidente, es que la denuncia falsa no ha aguantado ni 48 horas de investigación por parte de la policía. La incapacidad de que una denuncia falsa en este terreno pase el filtro de la investigación policial, nos está indicando que se trata de la excepción que confirma la regla.
Hoy podemos estar seguros de que la denuncia falsa en este terreno no tiene recorrido y que, en consecuencia, las denuncias que se han producido y que han ido en aumento en los últimos años, han sido verdaderas. La conducta irresponsable de este joven madrileño avala la presunción de veracidad de las denuncias que se han presentado hasta la fecha. El árbol en este caso permite ver el bosque.
Se trata, además, de un incidente disuasorio frente a la tentación de hacer denuncias falsas. Si hasta ahora no ha habido denuncias falsas, menos habrá de ahora en adelante. Porque ahora todo el mundo sabe que la mentira no cuela. No es, en consecuencia, un torpedo en la línea de flotación de las demandas del colectivo LGTBI, como se ha escrito en algún editorial de la prensa de derechas, sino todo lo contrario, independientemente de cuál fuera la intención del joven que denunció falsamente. El hecho de que en menos de 48 horas se haya resuelto el incidente es un incentivo para que los miembros del colectivo LGTBI que sufran una agresión presenten la denuncia correspondiente. Pueden contar con una policía que sabe separar el grano de la paja.
La denuncia falsa es lo único negativo de este incidente. Todo lo demás es positivo. La repulsa general por parte del conjunto de la sociedad y la reacción policial. En lugar de mermar nuestra sensación de seguridad, el incidente ha contribuido a aumentarla. Especialmente entre el colectivo más afectado por los delitos de odio.
Con esto último es con lo que me quedo.
domingo, 12 de septiembre de 2021
Lesmes no dimite y reparte culpas entre Gobierno y PP por el bloqueo del Poder Judicial.
El presidente del órgano de gobierno de los jueces carga contra las razones del Ejecutivo para indultar a los líderes del procés y la reforma que impide que el CGPJ haga nombramientos en la cúpula judicial con el mandato caducado
— Casado pide en los argumentarios internos culpar a Sánchez del bloqueo del Poder Judicial
El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha instado en su discurso en el acto solemne de Apertura del Año Judicial a acabar con la “insostenible” situación en la que se encuentra el órgano de gobierno de los jueces, que la semana pasada rebasó los mil días en funciones. Carlos Lesmes ha llamado a “las fuerzas políticas concernidas” a acabar con la "lucha partidista" y acordar en las próximas semanas el acuerdo “necesario” para la renovación.
Mil días de bloqueo en el Poder Judicial por decisión del PP
“Un deber que dimana de la Constitución no puede subordinarse a razones de oportunidad política”, ha dicho el también presidente del Tribunal Supremo, que ha descargado la responsabilidad en el Gobierno y en el PP —a los que ha pedido “patriotismo constitucional” y “generosidad”— y no ha aludido a la posibilidad de presentar su dimisión. Es la cuarta vez que Lesmes se refiere en este discurso a la renovación del órgano de gobierno de los jueces, cuya situación de interinidad se remonta a diciembre de 2018. “No hay mejor forma de defender la Constitución que procurando su cumplimiento”, ha señalado ante el rey Felipe VI, la fiscal general del Estado, la ministra de Justicia y la Sala de Gobierno del Supremo.
El bloqueo a la renovación del CGPJ se ha mantenido desde 2018 por la repetición electoral de 2019 y la falta de acuerdo político para la renovación de sus veinte vocales, que tiene que ser acordada por una mayoría de tres quintos de los miembros de las Cortes Generales. El Partido Popular se ha resistido durante todo este tiempo a perder su poder en una de las instituciones clave del Estado, la que decide qué jueces ascienden a los más altos puestos de la judicatura. El actual órgano de gobierno de los jueces cuenta con once vocales elegidos a propuesta del PP, siete del PSOE, una de IU y otro del PNV. Al frente está Lesmes, que fue alto cargo en los gobiernos de José María Aznar.
En los últimos meses los conservadores han desplegado toda una batería de condiciones cambiantes para pactar la renovación que van desde vetar la presencia de Unidas Podemos en las negociaciones a tipificar de nuevo el delito de referéndum o reformar la euroorden. También han puesto como excusa el sí de EH Bildu a los Presupuestos de 2021 o la posición del socio minoritario del Gobierno en contra de la monarquía. De forma más reciente han reclamado un cambio en el sistema de elección de los vocales para que los doce de extracción judicial sean seleccionados directamente por sus compañeros —como sucedía hasta 1985—, una reforma que el PP no promovió durante sus dos mayorías absolutas. En la actualidad los jueces hacen una criba de medio centenar de nombres, y luego los partidos eligen, siempre que alcancen esa mayoría en las Cámaras.
Durante su discurso, Lesmes también ha cargado contra la reforma que impide que el CGPJ pueda hacer nombramientos clave en la cúpula judicial con el mandato prorrogado. Hasta la aprobación de esa norma había realizado 74 designaciones en los principales tribunales, 21 de ellos en el Supremo, donde se consideran especialmente sensibles porque esos puestos, salvo renuncia, se mantienen hasta la jubilación, fijada para jueces y magistrados a los 72 años. Esa norma fue promovida por PSOE y Unidas Podemos y contó con un amplio respaldo parlamentario. A juicio del presidente del CGPJ, esta norma “ha venido a agravar” la situación del CGPJ y ha asegurado que sólo en el Tribunal Supremo hay once vacantes sin cubrir de una planta de 79 magistrados.
Esta cuestión ha sido uno de los puntos de enfrentamiento con el Ejecutivo, donde siempre han considerado que el CGPJ caducado debería haberse limitado a decidir sobre cuestiones de gestión. La tensión con los partidos que sustentan el Gobierno de coalición se incrementó a raíz de la urgencia con la que ambos tramitaron esta iniciativa. El CGPJ, con el respaldo de 16 de sus 21 miembros, acusó a PSOE y Unidas Podemos de quebrantar la “separación de poderes” por quitarle competencias de forma exprés y ambos partidos —a través de la Mesa del Congreso, donde tienen mayoría— contestaron pidiendo “respeto” a su capacidad de legislar. Este lunes, Lesmes ha reprochado a la Cámara que desatendiera “todas” las peticiones que realizó el CGPJ para pronunciarse sobre esta reforma.
En su discurso, el presidente del CGPJ también se ha referido a los indultos concedidos por el Gobierno a los líderes del procés y el hecho de que el ejecutivo haya justificado la medida de gracia por constituir "la concordia frente al resentimiento". Ha asegurado Lesmes que "nada más alejado de la realidad" y que "la justicia no es, ni ha sido nunca, un obstáculo para la paz, sino el instrumento fundamental para salvaguardar el orden jurídico y, por ende, la convivencia pacífica entre los ciudadanos". Con esta crítica a la justificación política de los indultos ha querido ensalzar, ha dicho, "la labor de los jueces españoles, y muy especialmente del Tribunal Supremo, por su defensa del orden constitucional y de nuestra democracia, garantizando la supremacía de las leyes y su cumplimiento".
El presidente del órgano de gobierno de los jueces ha pronunciado este discurso en el Tribunal Supremo ante la ministra de Justicia, Pilar Llop, y el líder del Partido Popular, Pablo Casado. La formación conservadora rechaza negociar la renovación de los vocales y propone ahora un nuevo sistema para elegir vocales que no puso en marcha cuando estaba en el Gobierno. En los argumentarios internos del partido, Casado pide incluso culpar a Pedro Sánchez de la no renovación del órgano argumentando que "la pelota, en el tejado de Sánchez".
Aunque no ha citado el bloqueo del Poder Judicial, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha alertado en su discurso de los "peligros" que acechan a la Justicia y ha señalado que, más allá de las tensiones propias y de los necesarios ajustes para lograr un sistema "más perfecto", la Justicia no debe convertirse en un "campo de batalla política" y "debe estar únicamente al servicio de la sociedad". En su intervención, Delgado también ha subrayado la necesidad de acometer "una profunda reforma" del Estatuto fiscal para dotarlo de mayor autonomía.
— Casado pide en los argumentarios internos culpar a Sánchez del bloqueo del Poder Judicial
El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha instado en su discurso en el acto solemne de Apertura del Año Judicial a acabar con la “insostenible” situación en la que se encuentra el órgano de gobierno de los jueces, que la semana pasada rebasó los mil días en funciones. Carlos Lesmes ha llamado a “las fuerzas políticas concernidas” a acabar con la "lucha partidista" y acordar en las próximas semanas el acuerdo “necesario” para la renovación.
Mil días de bloqueo en el Poder Judicial por decisión del PP
“Un deber que dimana de la Constitución no puede subordinarse a razones de oportunidad política”, ha dicho el también presidente del Tribunal Supremo, que ha descargado la responsabilidad en el Gobierno y en el PP —a los que ha pedido “patriotismo constitucional” y “generosidad”— y no ha aludido a la posibilidad de presentar su dimisión. Es la cuarta vez que Lesmes se refiere en este discurso a la renovación del órgano de gobierno de los jueces, cuya situación de interinidad se remonta a diciembre de 2018. “No hay mejor forma de defender la Constitución que procurando su cumplimiento”, ha señalado ante el rey Felipe VI, la fiscal general del Estado, la ministra de Justicia y la Sala de Gobierno del Supremo.
El bloqueo a la renovación del CGPJ se ha mantenido desde 2018 por la repetición electoral de 2019 y la falta de acuerdo político para la renovación de sus veinte vocales, que tiene que ser acordada por una mayoría de tres quintos de los miembros de las Cortes Generales. El Partido Popular se ha resistido durante todo este tiempo a perder su poder en una de las instituciones clave del Estado, la que decide qué jueces ascienden a los más altos puestos de la judicatura. El actual órgano de gobierno de los jueces cuenta con once vocales elegidos a propuesta del PP, siete del PSOE, una de IU y otro del PNV. Al frente está Lesmes, que fue alto cargo en los gobiernos de José María Aznar.
En los últimos meses los conservadores han desplegado toda una batería de condiciones cambiantes para pactar la renovación que van desde vetar la presencia de Unidas Podemos en las negociaciones a tipificar de nuevo el delito de referéndum o reformar la euroorden. También han puesto como excusa el sí de EH Bildu a los Presupuestos de 2021 o la posición del socio minoritario del Gobierno en contra de la monarquía. De forma más reciente han reclamado un cambio en el sistema de elección de los vocales para que los doce de extracción judicial sean seleccionados directamente por sus compañeros —como sucedía hasta 1985—, una reforma que el PP no promovió durante sus dos mayorías absolutas. En la actualidad los jueces hacen una criba de medio centenar de nombres, y luego los partidos eligen, siempre que alcancen esa mayoría en las Cámaras.
Durante su discurso, Lesmes también ha cargado contra la reforma que impide que el CGPJ pueda hacer nombramientos clave en la cúpula judicial con el mandato prorrogado. Hasta la aprobación de esa norma había realizado 74 designaciones en los principales tribunales, 21 de ellos en el Supremo, donde se consideran especialmente sensibles porque esos puestos, salvo renuncia, se mantienen hasta la jubilación, fijada para jueces y magistrados a los 72 años. Esa norma fue promovida por PSOE y Unidas Podemos y contó con un amplio respaldo parlamentario. A juicio del presidente del CGPJ, esta norma “ha venido a agravar” la situación del CGPJ y ha asegurado que sólo en el Tribunal Supremo hay once vacantes sin cubrir de una planta de 79 magistrados.
Esta cuestión ha sido uno de los puntos de enfrentamiento con el Ejecutivo, donde siempre han considerado que el CGPJ caducado debería haberse limitado a decidir sobre cuestiones de gestión. La tensión con los partidos que sustentan el Gobierno de coalición se incrementó a raíz de la urgencia con la que ambos tramitaron esta iniciativa. El CGPJ, con el respaldo de 16 de sus 21 miembros, acusó a PSOE y Unidas Podemos de quebrantar la “separación de poderes” por quitarle competencias de forma exprés y ambos partidos —a través de la Mesa del Congreso, donde tienen mayoría— contestaron pidiendo “respeto” a su capacidad de legislar. Este lunes, Lesmes ha reprochado a la Cámara que desatendiera “todas” las peticiones que realizó el CGPJ para pronunciarse sobre esta reforma.
En su discurso, el presidente del CGPJ también se ha referido a los indultos concedidos por el Gobierno a los líderes del procés y el hecho de que el ejecutivo haya justificado la medida de gracia por constituir "la concordia frente al resentimiento". Ha asegurado Lesmes que "nada más alejado de la realidad" y que "la justicia no es, ni ha sido nunca, un obstáculo para la paz, sino el instrumento fundamental para salvaguardar el orden jurídico y, por ende, la convivencia pacífica entre los ciudadanos". Con esta crítica a la justificación política de los indultos ha querido ensalzar, ha dicho, "la labor de los jueces españoles, y muy especialmente del Tribunal Supremo, por su defensa del orden constitucional y de nuestra democracia, garantizando la supremacía de las leyes y su cumplimiento".
El presidente del órgano de gobierno de los jueces ha pronunciado este discurso en el Tribunal Supremo ante la ministra de Justicia, Pilar Llop, y el líder del Partido Popular, Pablo Casado. La formación conservadora rechaza negociar la renovación de los vocales y propone ahora un nuevo sistema para elegir vocales que no puso en marcha cuando estaba en el Gobierno. En los argumentarios internos del partido, Casado pide incluso culpar a Pedro Sánchez de la no renovación del órgano argumentando que "la pelota, en el tejado de Sánchez".
Aunque no ha citado el bloqueo del Poder Judicial, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha alertado en su discurso de los "peligros" que acechan a la Justicia y ha señalado que, más allá de las tensiones propias y de los necesarios ajustes para lograr un sistema "más perfecto", la Justicia no debe convertirse en un "campo de batalla política" y "debe estar únicamente al servicio de la sociedad". En su intervención, Delgado también ha subrayado la necesidad de acometer "una profunda reforma" del Estatuto fiscal para dotarlo de mayor autonomía.
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