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jueves, 20 de octubre de 2011

Zygmunt Bauman y la supuesta emocionalidad del 15-M: una breve respuesta "No saben por qué protestan"

Las últimas afirmaciones de Zygmunt Bauman sobre el 15-M resultan cuanto menos sorprendentes. El sociólogo y pensador polaco considera en unas declaraciones recogidas por El País que este movimiento es fundamentalmente "emocional" y que “si la emoción es apta para destruir resulta especialmente inepta para construir nada. Las gentes de cualquier clase y condición se reúnen en las plazas y gritan los mismos eslóganes. Todos están de acuerdo en lo que rechazan, pero se recibirían 100 respuestas diferentes si se les interrogara por lo que desean”. La emoción sería, por lo tanto, inestable y fluctuante y haría que el actual movimiento, que el el 15 de octubre se manifestó como potencia política en las calles y plazas del mundo entero, sólo sirviera para destruir. Un movimiento fundado sobre la "emoción" carecería, a su juicio de capacidad constituyente y sólo podría configurarse como una desordenada multitud, una hidra de 100 o mil cabezas.

El problema de Bauman es tal vez que no ha participado nunca directamente en una asamblea ni un debate del movimiento. Basta acercarse a una asamblea para observar cómo el movimiento se ha dotado de un dispositivo de limitación de la "emoción" sumamente eficaz. Llaman, en efecto, la atención el tono y las maneras civilizados, resultado de una disciplina de debate colectivo muy particular, que proscribe los aplausos y las interrupciones verbales o sonoras de la palabra del orador. Un lenguaje gestual silencioso puntúa las intervenciones: las aplaude, las rechaza, critica el lenguaje agresivo o denigrante etc. Por otra parte, la palabra, en las asambleas abiertas del 15-M no tiene como origen ni como destinatario un grupo que afirma una identidad cerrada, sino el ciudadano "cualquiera" reunido con otros "ciudadanos cualesquiera". Ni las pasiones del liderazgo, ni las de la identidad colectiva tienen libre curso en este medio.

Lo que se afirma en su diferencia es la singularidad "cualquiera", pero se trata de un cualquiera positivo, no de aquel por el que no se opta y constituye un residuo, sino el que supone una opción abierta por un otro con quien se busca lo común. En latín este "cualquiera" se denominaría con la palabra "quislibet" que designa al "cual quiera", al "cual" que se acoge y que es causa de amor (el verbo libeo que se encuentra en el componente libet, está directamente relacionado con la raíz del término libido). Tal vez la pasión política fundamental suscitada por el movimiento sea ese amor civil del otro cualquiera, del otro, distinto de mí con quien, sin embargo, estoy en comunidad. Sin duda, el reverso de este amor es la indignación, definida en el sentido de Spinoza como "el odio hacia quien ha hecho mal a otro". La indignación es fuente de antagonismo y de posible destrucción, pero su origen es el reconocimiento del otro cualquiera como un igual; un igual que no lo es por ser propietario, con igualdad de derechos en el mercado respecto de otros propietarios, sino como alguien que tiene igual acceso a lo común del lenguaje, del afecto, de la producción etc.

Difícilmente puede sostenerse, pues, que el 15-M sea un fenómeno meramente emocional desprovisto de pensamiento y que sólo sirva para destruir el orden existente. Sólo cabe suponer que Bauman se ha dejado llevar por un sentido "vulgar" de la palabra "indignación" definida por el Diccionario de La Real Academia como " Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos" y ha atendido más a la designación periodística del movimiento (los indignados) que a su realidad. Efectivamente, lo que está ocurriendo en las calles y plazas de medio mundo en los últimos meses, y con particular intensidad en las de España, es un auténtico experimento de producción política de pensamiento que contrasta con el desierto intelectual y moral en que se mueve el agonizante discurso del poder. La palabra pública tal y como se profiere y se utiliza en las asambleas abiertas es un medio privilegiado de producción de "nociones comunes", de ideas adecuadas y verdaderas que van, precisamente, más allá de la pasión y de la emoción individual o colectiva. En los espacios del 15-M está renaciendo un espacio público que el neoliberalismo había destruido junto a la propia política. Un espacio público donde el contraste organizado de puntos de vista, la necesidad de argumentar lo que se afirma ante un auditorio diverso e imprevisible, la necesidad de contradecir mediante argumentos etc. generan racionalidad.

Esta racionalidad surge, sin embargo, a partir de una palabra que, al no ser proferida por grandes expertos ni sabios reconocidos podría considerarse de poco peso. Sabemos, no obstante, desde la antigüedad -y Hannah Arendt nos lo ha recordado en toda su obra- que no existe un saber de la política, una ciencia de la cosa pública que unos posean y que se imponga a todos como una verdad. Sólo han llegado a pretender gobernar sobre la base de este saber regímenes como el absolutismo y su avatar liberal; por lo demás sin demasiado éxito.

La única racionalidad, la única verdad de la política surge del debate público entre singularidades cualesquiera.
Esto es algo que Maquiavelo y Spinoza ponen en el centro de su teoría de la democracia: una asamblea siempre tiene menos posibilidades de equivocarse gravemente que un sólo individuo porque en ella las distintas pasiones se moderan y llegan a abrirse paso las nociones comunes. Por ello la democracia, o cualquier forma de gobierno que se rija por el principio democrático es más estable y menos pasional que una monarquía donde sólo el monarca tenga el poder decisorio. Por esta razón también el único régimen estrictamente absoluto, el más libre de influencias externas y menos propenso a las pasiones tristes, no es la monarquía mal llamada "absoluta" basada en la decisión exclusiva del monarca, esto es fundamentalmente en las emociones del monarca, sino la democracia, en cuanto es capaz de enraizar en una racionalidad colectiva.

Frente a las teorías absolutistas de un poder basado en el saber trascendente de uno o de unos pocos, el Spinoza del Tratado Teológico-Político sostenía lo siguiente a propósito de la potencia racional que es a la vez efecto y principio de la democracia: "en la democracia son menos de temer las órdenes absurdas que en otros gobiernos, pues resulta casi imposible que la mayoría de una gran asamblea dé su aprobación a un absurdo. Además, el fundamento y el objeto de este régimen es, como hemos demostrado también, poner coto a los desarreglos de los apetitos y mantener a los hombres cuanto sea posible en los límites de la razón, a fin de que vivan juntos en paz y concordia; pues si se retira este fundamento, todo el edificio acabará necesariamente por derrumbarse."

La multitud, su supuesta liquidez, su insumisión a la regla de la uniformidad y del uno, que tanto parece temer Bauman, no son, así, causas de la irracionalidad ni del imperio de la emoción sino auténticos instrumentos de construcción de una racionalidad común.

Por la razón antes señalada, tampoco puede decirse que el 15-M carezca de organización ni de programa. Lo que ocurre es que su organización se genera y reproduce al ritmo mismo del debate y de la movilización colectiva. Su programa es perdurar como nueva figura de la democracia. No es proponer al poder que cambie tal o cual aspecto de su ejecutoria. A pesar de que las primeras reivindicaciones del movimiento proponían al poder un cambio en las formas de representación a través, por ejemplo, de una nueva ley electoral, el lema central del movimiento, "no nos representan", ha ido cargándose de un nuevo contenido mucho más radical. Ya no se trata de pedir que nos representen mejor: lo que se ha comprobado es que el espejo de la representación está roto, hecho añicos y que es imposible recomponerlo.

Al poder capitalista neoliberal ya no hay mucho que proponerle. Lo que queda es que el trabajador colectivo, cognitivo, precario, migrante que se congrega en las plazas haga lo que mejor sabe hacer: comunicarse y organizarse como nueva comunidad política en éxodo respecto del mando del capital.

Las manifestaciones y ocupaciones del 15-M al 15 de octubre y las que seguirán son demostraciones de vida y de racionalidad frente a un poder vacío. Sorprende que un gran analista del presente como Zygmunt Bauman haya olvidado el pasado reciente de su propio país o el de la Alemania del Este donde el principio del fin de esa caricatura del capitalismo que fue el "socialismo real" lo marcaron unas grandes manifestaciones ignoradas por unos gobernantes que las consideraban carentes de pensamiento y de programa. John Brown.

Blog del autor: http://iohannesmaurus.blogspot.com/2011/10/zygmunt-bauman-y-la-supuesta.html

En la foto, 20 de julio de 2011, Antonio al timón del barco neozelandés, campeón de la Copa América, navegando por las aguas del puerto de Auckland. Nueva Zelanda.

martes, 4 de octubre de 2011

Lo bueno de no tener gobierno antes que tener un mal gobierno.

El milagro belga: mientras el PIB de la zona euro crecerá este año un rácano 1,6% de media y para España se espera menos del 1%, la economía de Bélgica aumentará un 2,4%. ¿Su secreto? Que están sin gobierno desde hace casi un año y medio. Gracias a esta afortunada circunstancia, los belgas se han librado de las tóxicas consecuencias de esos tijeretazos del gasto público que receta Alemania: una poda tan salvaje que está matando la recuperación de la UE. La administración belga, que lleva más de 500 días con un gabinete en funciones, no puede moverse de las líneas económicas trazadas en el presupuesto que se diseñó en 2009. El resultado no ha sido esa plaga bíblica que profetizan aquellos que presentan como indiscutibles los recortes de gasto. Al contrario: Bélgica no sólo crece, sino que su déficit público se ha reducido, gracias a la recuperación de su economía.
La anarquía belga tiene más ventajas: que el Banco Central Europeo (BCE) no tiene a quién enviar una de esas cartas que han recibido Zapatero o Berlusconi. Ayer Il Corriere de la Sera desveló el contenido de la misiva italiana. La carta confirma lo que ya sospechábamos: que la reforma constitucional exprés no fue una idea genial de Zapatero y Rajoy, sino un disco dedicado que pidió Jean Claude Trichet, el presidente del BCE, a cambio de comprar deuda española. La reforma de la Constitución no se hizo para “dar confianza a los mercados”, como nos habían contado. La reforma fue la condición que puso Trichet, por orden de Alemania, para salvarnos de unos mercados a los que les importa muy poco lo que diga nuestra carta magna.
Miro a Bélgica con algo de envidia. Ironías de esta crisis: cuando no tienes Gobierno, es más difícil que te roben la soberanía.

domingo, 2 de octubre de 2011

Cuando la palabra poética nos abandonó


Una reciente cala veraniega en antologías y obras de autores hispanos del periodo que abarca de la entronización de la dinastía borbónica hasta la muerte de Fernando VII me confirmó sin lugar a dudas que la decadencia política y económica de España se acompañó asimismo de un estiaje creativo que, exceptuando el milagro de Goya, apenas permite vislumbrar algunas brasas en tan extenso y ceniciento erial. En vano buscaremos una huella de la genial invención cervantina ni de la palabra poética de san Juan de la Cruz, Quevedo o Góngora. Ni siquiera del mal conocido Gracián. Diríase que tan glorioso pasado hubiera sido borrado de golpe y cedido el paso a una lobreguez que no obstante los bien intencionados esfuerzos de algunos esclarecidos (empleo el término correcto acuñado por Eduardo Subirats respecto a los ilustrados) nadie alcanzó a alumbrar. El desprecio injusto a la corriente innovadora, de modernidad atemporal, de la propia tradición; la imitación desastrosa del acartonado neoclasicismo francés; la presencia castradora del Santo Oficio (no olvidemos las vicisitudes del proceso y retracción forzada de Olavide) explican en parte, pero tan solo en parte, tan sobrecogedor salto atrás.

Si las fábulas de Iriarte y su rival Samaniego pueden ser recorridas con agrado aunque digan muy poco al lector de hoy y el humor de bajo vuelo de fray Gerundio de Campazas soporta tan solo una primera (y única) lectura, la novela Eusebio de Pedro Montengón, afrancesado e imbuido de la filosofía de las Luces, cuya crítica aguda de la ignorancia en la que se hallaba sumida España, como señalaba recientemente Rogelio Blanco en La República de las Letras, es de un enorme interés, no alcanza con todo a renovar el género como lo hizo Diderot: su aportación es más didáctica que literaria. Incluso un autor tan notable como José María Cadalso -cuyas incentivas Cartas Marruecas reescribí a mi manera hace unas décadas y reflejan por desdicha algunos aspectos de la indignada y fallera España de 2011-, fracasó en el ámbito novelesco: sus Noches lúgubres no aguantan un mero repaso por mucha que sea la buena voluntad del lector. Dicha incapacidad para un género que, gracias a la semilla cervantina, floreció en las dos orillas del canal de la Mancha, afecta incluso a nuestros mejores creadores de la primera mitad del siglo XIX: Blanco White y Larra. Luisa de Bustamante, la huérfana española en Inglaterra del primero y El doncel de don Enrique el Doliente del segundo no redundan en la gloria de dos autores de su valía: su lectura es inocua y nos decepciona. Las barras de plata de mi tatarabuela María Mendoza, inspirada como Larra por el medievalismo de Walter Scott, no desmerece en exceso de ellas.

Si de la novela pasamos a la poesía -dejo por ahora el teatro de Leandro Fernández de Moratín y la figura del novelable y novelado Abate Marchena-, la situación no es más lucida. La imitación antes señalada de los neoclásicos franceses y su retórica huera alterna con el entusiasmo ingenuo por la ciencia y los valores del progreso. Intentar recorrer las odas de Meléndez Valdés es degustar una especie de jarabe de melaza que indigesta el estómago más resistente. Mi admirado Menéndez Pelayo, a quien tantos descubrimientos debo en el fecundo campo de la heterodoxia hispana, escribía de ella con su habitual gracejo: "¿Qué decir de un poeta que se imagina convertido en palomo, y a su amada en paloma, cubriendo a la par los albos huevos?".

Si la palabra poética tiene algún sentido, no la hallaremos jamás en la infinidad de versos grises embebidos de un vago humanismo o, peor aún, escritos a la gloria de monarcas idiotas o favoritos de la especie de Manuel Godoy. Cienfuegos, Quintana, Reinoso, Alberto Lista, entonaban odas a la imprenta, a la vacuna, a la beneficencia, etcétera, con resultados idénticos a quienes un siglo y medio después exaltarían las estadísticas de producción (trucadas) de la URSS y las virtudes del homo sovieticus. Una garrulería insoportable a cualquier oído fino arrambló con todo asomo de sensibilidad literaria. Las durísimas palabras de Sarmiento durante su estancia en la Península reflejan con crudeza el agotamiento creativo de la época. La literatura española se había convertido en un secarral.

Las razones de semejante vacío después de varios siglos de una dinámica excepcional en el ámbito artístico y literario europeo son múltiples y las mejores respuestas contemporáneas a los hechos las hallamos, como siempre, en Blanco White. Hundido nuestro poder militar y económico, independizada la España ultramarina, marginadas las tentativas emancipadoras en el campo del pensamiento y la ciencia -esas Pequeñas Atlántidas que, con Jovellanos a la cabeza, intentó rescatar hace medio siglo Alberto Gil Novales-, el retorno al absolutismo inquisitorial hundió en el pesimismo a las mentes más lúcidas refugiadas en Europa o América. Recordemos las palabras de Fernando VII en octubre de 1824, después de la intervención militar de la muy poco Santa Alianza que liquidó las esperanzas suscitadas por el Trienio liberal:

"Con el fin de que desaparezca del suelo español hasta la más remota idea de que la soberanía resida en otro que en mi real persona; con el justo fin de que mis pueblos conozcan que jamás entraré en la más pequeña alteración de las leyes fundamentales de esta monarquía, dispongo que ...", etcétera.

¿Qué efecto podía surtir dicho mensaje sino el embrutecimiento de unos y una fervorosa rebeldía política y patriótica, pero sin dimensión estética, de cuantos se oponían a semejantes despropósitos?

La palabra poética nos abandonó. La persistente inclinación nacional por los malos, pero ardorosos poetas, tardó en enmendarse y se convirtió, como dijo un crítico en un acceso de lucidez, "en una nueva forma de calamidad pública". Es ya hora de que revisemos nuestros esquemas heredados de generación en generación, y dejemos de llamar poesía a lo que no lo es.
JUAN GOYTISOLO.
El País, 02/10/2011

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mario Bunge y el timo de las pseudociencias.

Mario Bunge, en su libro "Las pseudociencias ¡vaya timo!" (Ed. Laetoli, 2010), escribe:
-"...todos los estudiantes de económicas y empresariales deben estudiar microeconomía neoclásica. Sin embargo, es improbable que usen dicha teoría para abordar algún problema económico de la vida real.
La razón de tal inutilidad es que algunos de los postulados de esa teoría son abiertamente irreales, otros excesivamente difusos y difícilmente comprobables.
En efecto, la teoría supone que todos los actores del mercado son libres, mutuamente independientes, perfectamente bien informados, igualmente poderosos, inmunes a la política y completamente "racionales", es decir, capaces de elegir la opción que con mayor probabilidad maximizará la utilidad esperada.
Pero el mercado real está poblado de individuos y empresas que poseen una información imperfecta y, lejos de ser completamente libres, pertenecen a redes sociales o a monopolios." (pag. 59)
- "Los hombres prácticos, que se creen libres de toda influencia intelectual, son por lo general esclavos de algún economista difunto (cita de Keynes) y la alumna favorita de Keynes, Dame Joan Robinson, señaló que estas ideas, a su vez, responden a intereses creados.
La grave crisis económica que comenzó en septiembre de 2008 y tomó por sorpresa a todo el mundo... suscita la pregunta de si las ideas que guiaron a esos supuestos expertos son realmente científicas o, por el contrario, un revoltijo de semiciencia y pseudociencia." (pag. 210)
-"... la economía neoclásica se ha convertido en una pseudociencia más, pero se trata de una pseudociencia que se oculta detrás de una fachada matemática, lo cual intimida al analfabeto matemático." (pag. 124)
-"... muchos de los premios Nobel de economía (premios del Banco de Suecia) se otorgan a inventores de modelos matemáticos que no tienen ningún reflejo en la realidad económica, de entrada porque ignoran la producción y la política, o se otorgan a diseñadores de políticas económicas que perjudican a los pobres." (pag. 55)
-"... la mayoría de los libros de texto de economía son coherentes. Sin embargo, están tan alejados de la realidad económica que los hombres de negocios y los diseñadores de políticas sólo utilizan algunas porciones de ellos." (pag. 213)
-"... falacias de los economistas:
-todos los recursos naturales son inagotables.
-todos los humanos son egoístas.
-todos los humanos son racionales.
-todo acto y empresa económicos pueden predecirse por leyes históricas o matemáticas.
-la propiedad privada es ilimitada y sagrada mientras que la propiedad pública debe ser siempre limitada y escasa.
-los medios de producción (y los transportes y las finanzas) deben estar en manos privadas.
-la economía solamente puede existir en un sistema de mercado como el capitalismo, ese mercado es independiente de la política y de la cultura y se autorregula por sus propias leyes internas.
-todo mercado siempre tiende hacia un equilibrio de demanda y de oferta.
-el mejor sistema político es el que posee el mercado más libre y con lo mínimos impuestos,
-el mercado debe poder crecer sin límites.
-los economistas no tienen obligaciones morales,
-el Estado debe promover el comercio." (pag. 212)
-son falacias porque los hombres no son racionales sino impulsivos, las condiciones ambientales cambian y nadie sabe si podrá devolver el préstamo que ha pedido.

Los economistas funcionan calculando no por leyes matemáticas sino a ojo de buen cubero, en la realidad. No se obtiene el rendimiento máximo de una acción económica porque no se puede predecir qué va a pasar con esa acción económica. El Estado puede expropiar terreno privado y además la civilización, para Bunge, ha progresado gracias a los servicios públicos. La empresa privada significa a menudo empresas de armas, de tabaco, de drogas. Hay otros tipos de mercados como las familias, el trueque, las cooperativas.

El Estado debe proteger a las empresas contra su propia incompetencia, contra la competencia salvaje y contra las OPAS. La economía no puede existir independientemente de la cultura, especialmente de la tecnológica. Los mercados no se autorregulan porque siempre están sufriendo expansiones y depresiones.

La ley de la demanda es desvirtuada porque las grandes industrias de cada país están en manos de unos pocos monopolios. No se alcanza nunca un equilibrio económico espontáneo sino que hay constantemente subidas y bajadas, sobreabundancia y escasez. Las grandes empresas reciben muchos subsidios. (ver pág. 213 a 216)
-"En resumen, las ideas centrales de la microeconomía clásica son conceptualmente vagas e imposibles de poner a prueba, dos características de la pseudociencia." (pag. 214)
-"... los presupuestos y principios de la filosofía económica ortodoxa no están empíricamente confirmados ni moralmente justificados, además de lo cual esta filosofía es responsable, en gran medida, de la crisis económica de 2008." (pág. 217)

viernes, 23 de septiembre de 2011

Discapacitados y derechos humanos

Me he llevado la mayor alegría de este año tras leer con atención el artículo donde el relator de la ONU afirma que España no está cumpliendo la Convención de la ONU, y no porque no se cumpla, sino porque por fin sé que no era fruto de mi imaginación.

Tengo un hijo con diversidad funcional (discapacidad) al que cada día se le deniegan sus derechos. Tengo otra hija sin diversidad funcional a la que todo le viene dado. Los dos tienen los mismos derechos, se supone, pero el relator lo ha expresado claro, en uno se cumplen y en otro no.

Hace una semana empezó el curso. Con mi hija sin diversidad todo eran nervios, alegría por ver a sus compañeros, un nuevo curso por delante empezado con ilusión. Con mi hijo con diversidad funcional, nervios, noches sin dormir, preocupación, comienzo de la tortura del nuevo curso escolar. Porque una tortura han sido los nueve años de escolarización que lleva mi hijo escuchando de la Administración y técnicos excusas, justificaciones, con el fin de intentar convencerme de que lo mejor para él es segregarlo...

Por fin no soy yo quien lo digo, una madre caprichosa que quiero lo peor para mi hijo... ¡Lo dice la ONU! Mi hijo tiene el mismo derecho que mi hija a una educación inclusiva. MARÍA DE LA O RUEDA. Málaga, El País, 23/09/2011

lunes, 19 de septiembre de 2011

Más de 2.400 pequeños comercios y 800 bares y restaurantes cierran en un año en la región extremeña.

ENTRE INICIOS DEL 2009 Y DEL 2010, SEGUN LOS DATOS EXTRAÍDOS DEL ANUARIO ECONÓMICO DE ESPAÑA 2011 ELABORADO POR LA CAIXA
Tanto en uno como en otro caso supone la pérdida de más de un 9% del total de estos establecimientos. En solo tres años han desaparecido más de 5.000 negocios de comercio minorista en la comunidad. REDACCIÓN, El Periódico Extremadura, 19/09/2011

La hostelería y el pequeño comercio extremeños perdieron en conjunto más de 3.200 establecimientos entre el 1 de enero del 2009 y la misma fecha del 2010. En apenas doce meses 813 bares y restaurantes echaron el cierre en la región al tiempo que desaparecían 2.451 pequeños comercios, según los datos del Anuario Económico de España 2011, editado por La Caixa y dado a conocer recientemente. Tanto en una como en otra actividad, este dato supuso la liquidación de más del 9% del total de establecimientos de este tipo que existían en la comunidad autónoma.

Además, en el caso del comercio, estos cierres se suman a los 3.773 que se contabilizaron entre 2007 y 2009, lo que significa que en solo tres años han desaparecido más de cinco mil establecimientos de venta minorista ubicados en territorio extremeño.

El anuario editado por la Caixa recoge un total de 24.229 actividades de comercio minorista a inicios del pasado año, un 9,1% menos que las 26.680 que había el ejercicio anterior. Esta cifra se obtiene a partir de las licencias concedidas a estos establecimientos y se considera una aproximación al número total de locales abiertos al público, de los que no existe información censal, si bien en algunos casos un mismo negocio puede tener varios permisos

Contra la soledad

...Hace unas semanas publiqué en estas mismas páginas un artículo sobre los ángeles que a veces veo cuando voy a pasear por el parque del Retiro: esos niños en sillas de ruedas y esos adultos que siguen siendo niños; seres puros, luminosos, felices; verdaderos ángeles, esto es, los únicos ángeles en cuya existencia creo. Y a raíz del artículo se ha producido una carambola bellísima: me han escrito varios padres de ángeles, mandando fotos de sus niños, explicando sus historias. Todas las aportaciones han sido hermosas, pero hay una que me ha dejado especialmente tocada; es de la madre de un niño con el síndrome de Sanfilippo, cosa que ni siquiera sabía que existiera y que al parecer es conocido como el alzhéimer infantil. Por desgracia he perdido la carta y no tengo el nombre de la madre ni de su hijo, pero recuerdo bien lo que decía. Los críos afectados por este síndrome crecen normales hasta los tres o cuatro años, y después empieza una vertiginosa degeneración neurológica: pérdida de movilidad, agresividad, trastornos de sueño, demencia y una muerte temprana en la adolescencia. Este trayecto aterrador lo contaba esa mujer con entereza admirable, con sobrecogedora y hermosa sabiduría. Y añadía que su hijo tenía cinco años, que era un niño feliz y adorable y que lo estaba disfrutando cada hora, cada segundo. Pero también pedía que se hablara de la enfermedad, que la tuvieran en cuenta, que por favor estudiaran su cura aunque hubiera pocos afectados por el mal. Ya digo, la sensación de estar solos y abandonados es lo peor. Cuando la vida te golpea con sus rayos negros, la ayuda del entorno puede ser la salvación.

Esto queda muy claro en un libro fascinante que han editado en España hace unos pocos meses: Un amigo como Henry, de la escocesa Nuala Gardner (KNS Ediciones). Es la historia de un chico, Dale, con autismo grave. Dale nació en 1988, cuando se sabía mucho menos del síndrome (algunos hasta sostenían que las culpables eran las madres por su frialdad emocional). El libro de Nuala es un relato espeluznante de su épica lucha contra la enfermedad; de la falta de apoyo, de la incomprensión; de la imposibilidad material de sacar adelante a un niño así en soledad, hasta el punto de que Nuala pensó en suicidarse. Y lo más maravilloso es que la ayuda salvadora vino, en efecto, del exterior, pero no de una persona, sino de un perro. De un golden retriever sabio y estoico llamado Henry que resultó esencial para poder conectar con el angustiado Dale: incluso consiguieron establecer comunicación verbal con el niño gracias a fingir que era Henry quien hablaba. Hoy se sabe que, en efecto, los animales tienen un formidable efecto terapéutico en el autismo y otras dolencias, y están empezando a ser utilizados de manera más o menos habitual (por cierto, el 10% de las ventas de este libro va a parar a la ONG española PAAT, que adiestra Perros de Asistencia y Animales de Terapia). Y es que la vida puede ser feroz y aterradora, pero también tiene estos pequeños milagros. Rosa Montero en El País Semanal de 18-09-2011. (Foto de Rosa con el iPhon, Jimena y E. Yago en la playa de Baiona)

martes, 30 de agosto de 2011

Alemanes "acomodados" piden también un impuesto especial para los más ricos

Mientras, en España, Cospedal descarta más impuestos para ricos: No es momento de demagogias” ha declarado.

Los 16 millonarios franceses que pidieron un "impuesto a los ricos" a mediados de la semana pasada tienen un correlato en Alemania, donde ya hace dos años que un grupo de personas "acomodadas" pidió un impuesto del 5% para los patrimonios que superen el medio millón de euros.

Lo pidieron 23 personas en 2009 en un manifiesto que puede firmar cualquiera que tenga más de esos 500.000 euros. Este impuesto especial a los mayores patrimonios sería limitado, hasta que se restablezca el equilibrio presupuestario en las finanzas públicas. Después de un par de años, el impuesto especial de patrimonio que piden estos ciudadanos se limitaría al 1% anual.

Tras el llamamiento francés, los medios han vuelto a fijarse en este manifiesto, que cuenta ahora mismo con unos 50 firmantes. Si se tiene en cuenta que en Alemania hay más de dos millones de hogares con un patrimonio superior a los 500.000 euros, la cifra no impresiona demasiado, pero impulsa un debate sobre la necesidad de gravar más a los ricos.

A diferencia del llamamiento francés o de la reciente petición en el mismo sentido del estadounidense Warren Buffett, los firmantes del manifiesto alemán son en su mayoría ciudadanos de clase media acomodada. Uno de sus portavoces es el psiquiatra berlinés Dieter Lehmkuhl, al que recientemente se ha sumado la Iglesia evangélica alemana. El Instituto Alemán de Investigación Económica DIW también propuso el pasado diciembre que se aplicaran medidas similares o que se recuperara temporalmente el impuesto de patrimonios, derogado en 1997 a instancias del Tribunal Constitucional.
El canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD) bajó durante su mandato el tipo máximo del IRPF del 53% al 42%. Su sucesora, Angela Merkel, subió el IVA al 19% para todos, pero unificó la tasa a los beneficios bursátiles en el 25%, independientemente de los ingresos totales del beneficiario. Son reformas fiscales que han redundado en beneficios para los mayores ingresos.

Desde que se suprimió el de patrimonio, la suma de todos los impuestos patrimoniales en Alemania únicamente reporta a las arcas públicas el 0,9% del PIB. Solo el 2,3% de los ingresos fiscales proviene de impuestos a los patrimonios -sucesiones, donaciones o propiedades-, según la OCDE. En EE UU este impuesto supone en cambio el 12,1% del total.

J. GÓMEZ - Berlín - El País, 30/08/2011

martes, 23 de agosto de 2011

El sangriento y patriótico verano verbenero

Siempre he mantenido que la manera en que una sociedad trata a los animales es uno de los indicadores más fiables del nivel de desarrollo de ese país. Ahora acabo de descubrir que Gandhi ya dijo lo mismo hace muchos años: "La grandeza de una nación y su progreso pueden medirse en cómo trata ésta a sus animales". La cultura es así, un palimsesto, una larga trenza de pensamientos compartidos: todos vamos reescribiendo sobre las palabras de nuestros padres y nuestras madres. En fin, me encanta disponer de la frase exacta de alguien tan admirable como Gandhi y saber que ya luchó por los derechos de quienes no tienen ni siquiera voz para expresarse.

Y si la grandeza se puede medir así, no cabe duda de que en España somos especialmente miserables y pequeños durante el verano. Es decir, durante la orgía de sangre y de dolor a la que nos entregamos en las llamadas fiestas populares. Según datos recogidos por la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA), en estos meses son maltratados (y después, casi siempre, sacrificados) 60.000 animales, la mayoría toros, pero también gallos, patos, carneros o caballos. La temporada de los verdugos se abre y se cierra, muy apropiada y simbólicamente, con dos "fiestas" repugnantes, tal vez las más bárbaras de todas: para comenzar, en junio, el toro de Coria (Cáceres), que consiste en soplar dardos sobre el animal hasta convertirlo en un acerico (al parecer, dicen que acertar en los ojos o en los genitales trae suerte), y después, cuando la pobre bestia "ya no da más", liquidarlo de un tiro; y, para finalizar, el segundo martes de septiembre se perpetra en Tordesillas (Valladolid) el infame Toro de la Vega, con una manada de carniceros persiguiendo y acuchillando lentamente al astado hasta matarlo. Entre estas dos apoteosis de sadismo discurre nuestro largo, febril, patriótico verano verbenero.

Que gente en apariencia normal, mínimamente educada, integrada en la sociedad, conciudadanos míos; gente que tal vez sea muy tiquismiquis respecto a cierta violencia y que incluso haya puesto el grito en el cielo acusando a los del 15-M de agresivos; que esta gente, en fin, luego se vaya al pueblo de vacaciones y, para divertirse, tenga que torturar a un animal y se lo pase genial tomándose un cubata mientras disfruta de un horrible espectáculo de sufrimiento y sangre, es algo que me sume en el desconsuelo. Es la banalidad del mal, como decía la maravillosa Hannah Arendt: la torpe, necia, inmoral ligereza con que los individuos participan en atrocidades colectivas sin pararse a reflexionar sobre sus actos. Nunca me siento menos española que en estos largos meses estivales. En verano aborrezco mi país.

Pero no quiero rendirme al pesimismo. Incluso en esta sociedad tan feroz empieza a desarrollarse cierta conciencia animalista. Estas "fiestas" crueles están siendo cada vez más combatidas y criticadas, y hay muchas mujeres y hombres españoles que se están dejando la piel para ayudar a las llamadas criaturas irracionales (aunque, para mí, la criatura más irracional sea el ser humano). Muchos de esos paladines del bienestar animal me escriben contándome sus cuitas.

Como María de Gracia, de la protectora Huellas, de Puertollano (http://huellaspuertollano.es/index.html): supuestamente, el Ayuntamiento les da 3.000 euros al mes, pero los pagos se atrasan, "con el cambio de concejales aún no hemos visto nada, la burocracia nos devora, tenemos más de 180 perros y gatos que comen cada día, pero que están en unas instalaciones penosas, ahora se achicharran y en invierno se hielan (...) funcionamos a base de voluntarios (...) un panorama dantesco". Sí, son muchos los que están en la misma situación, personas que abren refugios, que se hacen cargo de protectoras municipales para evitar que sigan sacrificando animales, que se encuentran desbordados, arruinados, asfixiados. Gente maravillosa como la de la protectora Arcoairis de Cuenca (http://protectoraarcoairis.blogspot.com), o Cuencanimal (http://www.cuencanimal.com), otra asociación que también se quiebra el espinazo todos los días intentando ofrecer un mínimo cobijo a todos esos seres indefensos y maltratados que son nuestros compañeros de vida y de planeta. Ayúdales, o busca otra asociación cerca de ti. Hay cientos, quizá miles, de organizaciones parecidas en nuestro país. Es otra manera de ser español.

(Rosa Montero en El País Semanal)

Toros torturados
Después de leer el artículo de Rosa M. El sangriento y patriotico verano verbenero del 7 de agosto, es imposible no estremecerse de espanto con el toro de Coria y el toro de la Vega. ¿Todavía hoy, en pleno siglo XXI, hay gente tan primitiva y cruel? ¿tan cobardes y primitivos como para ejercer tanta crueldad? Esto parece el Medievo, cuando el ser humano era cruel, miedoso y gregario. Da mucha pena y mucha vergüenza. Berta Miravete. Valencia.

(Fotos del autor, puesta de sol en la playa de la Barrosa, Chiclana de la Frontera, Cadiz, verano de 2011 y Yago y Hannah con la preciosa y buena gata "Chispa")

lunes, 15 de agosto de 2011

¿Déficits a largo plazo? No hay tal problema.

Standard & Poor’s no degradó la calificación del sistema político de estadounidense. No degradó la calificación del mercado de valores. Degradó la calificación de los bonos y de las letras del Tesoro de los EEUU, y lo hizo después de que el Congreso hubiera descartado cualquier posibilidad, por pequeña que fuera, del menor aplazamiento en los pagos. Así pues, resulta instructivo que, en la apertura de mercados del día siguiente, los inversores salieran masivamente de los valores en bolsa para recalar en el puerto seguro de los bonos y las letras del Tesoro estadounidense. Rara vez ha sido tan presta y apabullantemente en evidencia la estupidez...

De un lado, están quienes profesan el aborrecimiento de todo déficit con el argumento de que el sector productivo privado crecerá, lo que absorberá con creces todos los efectos de los recortes públicos. Este es un atractivo punto de vista dieciochesco que puede encontrarse en Adam Smith y refleja la época en que los campesinos y los pequeños artesanos eran objeto de predación por parte de señores, reyes y recaudadores de impuestos. El único problema es que las cosas han cambiado mucho desde que Adam Smith publicó en 1776 su Riqueza de las naciones.

La otra fuerza ne presencia son los liberales de izquierda que andaban deseperados hace dos años para que el Congreso aprobara un paquete de estímulos a corto plazo y que, a trueque de eso, se mostraban dispuestos a admitir que había un “problema a largo plazo de reducción del déficit”. En qué exactamente consista ese problema –¿suplantación pública de la actividad económica privada? ¿Inflación? ¿Altos tipos de interés a largo plazo?—, es cosa que raramente se especifica, si es que alguna vez se hace, porque nada de eso resulta ni remotamente plausible con una tasa de desempleo superior al 9% y con deflación por sobreendeudamiento y los tipos de interés por los suelos que vemos ahora. Hecha, empero, la concesión por motivos de retórica y equilibrio políticos, quedan atrapados en ella. Paul Krugman es un ejemplo señero: tan recientemente como el pasado 6 de agosto, escribía en su blog:

“América tiene un problema fiscal a largo plazo generado por la combinación de los costes crecientes de la sanidad que van con una población envejecida y la falta de voluntad política para aumentar los impuestos con que pagar los programas sociales de que disponemos. No encaramos este problema, y pasarán cosas graves.”

Dos cosas hay que observar aquí. Primera: Krugman no dice en qué consisten las “cosas graves”. Segundo: no menciona los tipos de interés ni menciona en ningún caso lo que pasa con la ratio deuda/PIB si los tipos se mantienen. (Respuesta: la proporción deuda/PIB tiende a estabilizarse, y no pasa nada más, como he mostrado en un trabajo que puede verse pulsando este enlace.) Y entonces da todo su peso a la presión que, a fines del presente año, se ejercerá a favor de los recortes en la Seguridad Social, Medicare y Mediaid que se aplazado este agosto. Unos recortes a los que, sin duda, Krugman se opone.
La perversa naturaleza del acuerdo sobre el techo de deuda obligará al Pentágono a entrar en liza a favor de recortes en la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. Y eso será así, aun cuando los recortes que afectarán al Pentágono si el Congreso no aprueba las recomendaciones del nuevo “supercomité” sean más bien engañosos. Parece obvio que los Republicanos, lo mismo que la Casa Blanca, entienden esa dinámica perfectamente, razón por la cual el conejo de los recortes en el gasto de defensa salió de la chistera del acuerdo del techo de deuda en el último minuto. Como de costumbre, los progresistas que por unos momentos creyeron en una victoria aquí de los Demócratas fueron timados.

¿Qué hay, pues, que hacer? No es este momento para formular políticas capaces, por ejemplo, de crear empleo, construir infraestructuras públicas o lidiar con el cambio climático. Nada de eso puede hacerse, hasta que cambien las ideas. Y el primer cambio debe venir del cuestionamiento y el rechazo de todo este sinsentido que viene oyéndose sobre los déficits presupuestarios a largo plazo, la bancarrota o la insolvencia nacional y la “responsabilidad fiscal”. El único propósito de toda esta campaña propagandística es la paralización del Estado –incluida la actividad regulatoria y la de los tribunales de justicia— y deshacer las conquistas históricas de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La defensa de esos programas exitosos, eficaces –y sí, sostenibles— se ha vuelto harto más difícil, acaso imposible. Pero es necesario hacerla, y hasta el final.

James K. Galbraith es profesor de economía en la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs, de la University of Texas-Austin. Hijo del llorado economista canadiense John K. Galbraith, ocupó anteriormente varios puestos en el Congreso de los Estados Unidos, incluida la dirección ejecutiva del Joint Economic Committee.
Leer todo el artículo en Sin Permiso


martes, 2 de agosto de 2011

El presidente Obama se rinde

Están preparando un trato para aumentar el techo de la deuda federal de EE.UU. Si se aprueba, muchos comentaristas declararán que se ha evitado el desastre. Pero se equivocarán.
Porque el trato en sí, considerando la información disponible, es un desastre, y no solo para el presidente Obama y su partido. Dañará una economía que ya está deprimida; probablemente empeorará, no mejorará, el problema del déficit de EE.UU. a largo plazo; y lo más importante, al demostrar que la extorsión pura funciona sin un coste político, llevará lejos a EE.UU. por el camino al estatus de una república bananera.
Comencemos con la economía. Ya tenemos una economía profundamente deprimida. Es casi seguro que seguiremos teniendo una economía deprimida durante todo el próximo año. Y probablemente también tendremos una economía deprimida durante 2013, si no más lejos.
Lo peor que se puede hacer en estas circunstancias es reducir los gastos del gobierno, ya que eso deprimirá aún más la economía. No escuchéis a los que invocan el cuento de hadas de la confianza y afirman que la acción dura en el presupuesto dará seguridades a las empresas y a los consumidores llevándoles a gastar más. No es así cómo funciona, como confirman numerosos estudios de los antecedentes históricos.
Por cierto, la reducción de los gastos mientras la economía está deprimida ni siquiera ayudará a mejorar en mucho la situación presupuestaria y podría empeorarla. Por una parte, los tipos de interés sobre los préstamos federales ya son muy bajos, de modo que los recortes en gastos harán poco por reducir futuros costes de intereses. Por otra parte, debilitar la economía ahora solo dañará sus perspectivas a largo plazo, lo que por su parte reducirá los futuros ingresos. De modo que los que demandan recortes en los gastos ahora son cómo doctores medievales que trataban a los enfermos sangrándolos, y así los enfermaban aún más.
Y luego tenemos los términos conocidos del trato, que corresponden a una abyecta rendición por parte del presidente. Primero, habrá grandes recortes en los gastos sin un aumento en ingresos. Luego, un panel hará recomendaciones para una mayor reducción del déficit, y si esas recomendaciones no se aceptan habrá más recortes en los gastos.
Los republicanos tendrán supuestamente un incentivo para hacer concesiones la próxima vez, porque los gastos de defensa estarán entre las áreas recortadas. Pero el Partido Republicano acaba de demostrar su disposición a arriesgar el colapso financiero a menos que consiga todo lo que sus miembros más extremos quieren. ¿Por qué esperar que sean más razonables en la próxima vuelta?
De hecho los republicanos seguramente se sentirán envalentonados por la forma en que Obama se repliega permanentemente ante sus amenazas. Se rindió en diciembre pasado prolongando los recortes tributarios de Bush; se rindió en la primavera cuando lo amenazaron con cerrar el gobierno; y ha vuelto a rendirse a escala grandiosa ante la brutal extorsión por el techo de la deuda. Tal vez sea solo yo, pero veo un modelo en estos hechos.
¿Tenía una alternativa esta vez el presidente? Sí.
Ante todo podía, y debería, haber exigido un aumento del techo de la deuda en diciembre. Cuando le preguntaron por qué no lo hizo, respondió que estaba seguro de que los republicanos actuarían responsablemente.
E incluso ahora el gobierno de Obama podría haber recurrido a maniobras legales para soslayar el techo de la deuda, utilizando una de varias opciones. En circunstancias normales habría sido un paso extremo. Pero ante la realidad de lo que está sucediendo, es decir una burda extorsión por parte de un partido que, después de todo, solo controla una cámara del Congreso, habría sido totalmente justificable.
Por lo menos el señor Obama podría haber utilizado la posibilidad de una carrera final legal para fortalecer su posición en la negociación. En su lugar, sin embargo, excluyó todas esas opciones desde el comienzo.
¿Pero habría preocupado a los mercados la adopción de una posición dura? Probablemente no. De hecho, si yo fuera un inversionista me sentiría reconfortado, no desalentado por una demostración de que el presidente está preparado y dispuesto a enfrentar un chantaje por parte de extremistas de derecha. En su lugar, prefirió demostrar lo contrario.
No me malentiendan, lo que estamos presenciando es una catástrofe a múltiples niveles.
Es, claro está, una catástrofe política para los demócratas, quienes hace solo unas pocas semanas parecían haber derrotado a los republicanos en su plan de desmantelar Medicare; ahora Obama lo ha tirado todo a la basura. Y el daño no ha terminado: habrá más puntos de estrangulamiento en los que los republicanos podrán amenazar con crear una crisis a menos que el presidente se rinda, y ahora pueden actuar con la confiada expectativa en que lo haga.
A largo plazo, sin embargo, los demócratas no serán los únicos perdedores. Lo que acaban de lograr los republicanos pone en cuestión todo nuestro sistema de gobierno. Después de todo, ¿cómo puede funcionar la democracia estadounidense si cualquiera de los partidos, totalmente dispuesto a ser implacable, a amenazar la seguridad económica de la nación, logra dictar la política? Y la respuesta es: tal vez no puede hacerlo. New York Times –

El PP y la austeridad

El 29 de julio de 2011 se han anunciado elecciones generales para el 20-N, y Mariano Rajoy, en su primer discurso tras el anuncio, nos ha asegurado que no habrá recortes sociales si llega a ser presidente, pero poco ha hablado de los que están realizando los presidentes autonómicos de su partido en las comunidades. Como ejemplo reciente, el que acaban de firmar Lucía Figar y Esperanza Aguirre, consejera de Educación y presidenta, respectivamente, de la Comunidad de Madrid, al fijar las tasas para el curso escolar 2011-2012 en las escuelas infantiles, y omitir la reducción del 50% en las cuotas de escolarización a las que hasta ahora teníamos derecho las familias numerosas. Espero que modifiquen y no supriman estas pequeñas ayudas que tanto suponen para la maltrecha economía familiar en época de crisis. Cristóbal Borrás Rexach - Torremolinos, Málaga - 02/08/2011

Acabo de leer que Camps, como expresidente de la Generalitat Valenciana, aparte de pasar a ocupar un cargo vitalicio - y parece que más bien honorario porque su voto no cuenta- en el Consejo Jurídico Consultivo de la comunidad, va a tener su propia oficina con dos empleados, eso sí, eventuales, para asesorarle y derecho a usar un coche oficial con conductor. Me pregunto qué necesidad tiene de dos asesores el señor Camps, en la actualidad ciudadano de a pie como todos, y por qué va a tener a su disposición un coche oficial cuando su partido está denunciando excesos en el uso del parque móvil y cuando otras autonomías, como la balear, tienen a más de 30 conductores mano sobre mano por el recorte de los nuevos gestores a un sobredimensionado parque móvil. Coche, conductor y dos empleados a cargo del contribuyente. ¡Qué despilfarro! ¡Qué magnífica oportunidad de dar ejemplo de austeridad pierde el PP al mantener estos privilegios. Tomás Antón Serrano. Madrid. Cartas al director de El País.

domingo, 24 de julio de 2011

Los intelectuales y el 15-M: una modesta propuesta.

...Eduardo Hernández cuenta que en los pocos meses que el movimiento tiene de vida se han roto muchas de las convecciones burguesas que definían la esfera pública; ya no se aplaude al o a la que habla bien, al o a la que exhibe su capital cultural, o no se les aplaude sólo por eso, se apoya y se aplaude más a los y las que se ponen más nerviosos/as a las y los que carecen de capital cultural o de palabras y citas, para que puedan expresar lo que tienen que expresar con sus palabras que valen tanto o más que las de un profesor universitario.

Las y los que hablan en las plazas no son nadie, son Esther, Juan o como mucho Silvia de la asociación de vecinos de Vallecas. En las plazas los intelectuales tienen que esperar su turno como todo el mundo y carecen de apellidos y de currículo. Es lógico que muchos intelectuales se pongan nerviosos, acostumbrados como estamos a que nos den la palabra, la autoridad y el púlpito inmediatamente. Por eso resulta doblemente patético escuchar a Agustín García Calvo –con todo el respeto que nos merece su trayectoria— pontificando en la plaza y dando instrucciones a la asamblea para que no propongan nada, porque proponer es caer en el lenguaje del padre, del Estado, del orden que se trata de combatir. Si él mismo no puede ver que “lo que nos queda de pueblo”, para usar un concepto suyo, son estas asambleas, es que debe de estar ciego o que debe de preferir los cenáculos libertarios que preside tan patriarcalmente.

Y García Calvo por desgracia no está sólo en sus delirios iluministas, los intelectuales del manifiesto “Una Ilusión compartida” asumen una posición igualmente iluminista y despótica al firmar un manifiesto que transpira un tufillo progre y oportunista que tira para atrás. ¿Pero cómo se puede firmar una manifiesto en plan vanguardia histórica cuándo hasta hace tres días muchos de los firmantes apoyaban a un gobierno que ha implementado las medidas mas regresivas y reaccionarias de los últimos veinte años? ¿Cómo se puede hablar como si uno fuera promotor e inventor de una reconstrucción de la izquierda cuando el 15-M te ha pillado tomando copas en Cannes o disfrutando de las regalías de tu último libro por cortesía de la Ley Sinde que has defendido a capa y espada en tu columna semanal? Esta “ilusión compartida” debe de ser la de seguir siendo “izquierdistas profesionales” no sea que aquello del “no nos representan” también les alcance a ellos.

Otros con suficiente capital cultural para derrocharlo, como Fernando Savater, pueden permitirse directamente ejercer la violencia epistémica que les otorga su tribuna y hacer pasar por filosofía aseveraciones del tipo, “el 15-M me ha servido de tontómetro para medir el nivel de estupidez y cinismo de algunos”. Frente a tanta desfachatez y tanto despropósito sólo nos queda desclasarnos como intelectuales, escindirnos completamente de esta manada de déspotas iluminados y apóstoles de la banalidad y el oportunismo. De todas maneras, como intelectuales no somos más que mutiladas y mutilados. Ya Antonio Gramsci advirtió de que todo hombre es un intelectual, pues no existen hombres ni mujeres que no tengan ideas sobre el mundo en el que viven, pues sólo la separación artificial y violenta entre trabajo manual y trabajo intelectual ha hecho posible que existan intelectuales con el tiempo y los privilegios suficientes para dedicarse profesionalmente a pensar, leer y escribir.

Por eso, cuanto más avance el 15-M más necesario será abolirnos, no por "antiintelectualismo", sino porque lo más intelectual que podemos hacer ahora mismo es, aunque el ego se resienta, acudir a las asambleas, aportar lo que buenamente podamos a las comisiones con humildad, escuchar de tú a tú, hablar sin apellidos ni título y, como mucho, sentirnos orgullosas de lo que hacemos igual que un carpintero se siente orgulloso de la mesa que ha construido. Obreras de la palabra, no señores respetables, a cada cual según su necesidad, de cada cual según sus destrezas. Leer más aquí.

Algunos programas muy fiables que no sabías que usaban GNU/Linux

GNU/Linux forma parte de nuestra vida de una manera mucho más profunda de lo que pensamos. Este software libre no es sólo el sistema operativo de unos cuantos geeks, sino la herramienta principal para que muchas cosas importantes de nuestro día a día funcionen. He aquí varios ejemplos:
Android
Una gran parte de los smartphones usan Android, un sistema basado en GNU/Linux que se está haciendo poco a poco con el mercado.
Supercomputadores
Muchas investigaciones científicas en universidades necesitan ordenadores miles de veces más potentes que uno domésticopara realizar muchos cálculos por segundo, GNU/Linux proporciona el software necesario para ello.
El tren bala japonés
Los japoneses saben hacer bien las cosas, y el tren bala, uno de sus símbolos, no podía funcionar con otra cosa que no fuera GNU/Linux
El sistema de control de tráfico de San Francisco
Esta ciudad estadounidense ha apostado por GNU/Linux para algunos de sus sistemas de control de tráfico. Aquí no se escapa nadie.
Toyota
La mayor compañía automovilística del mundo, quiere mejorar sus coches con nuevos sistemas informáticos de calidad que ofrezcan a los conductores nuevas experiencias y utilidades. Por supuesto lo han hecho con GNU/Linux.
La Bolsa de Nueva York
Una de las bolsas más grandes del mundo no puede dejar su sistema informático en manos de cualquiera. Por eso confían en GNU/Linux.


El CERN
Si el mayor centro de investigaciones científicas de Europa usa GNU/Linux, por algo será. Estos no son precisamente tontos.
Sistemas de control aéreos
La seguridad en los aviones es alta, como también lo es en los centros de control aéreo. Por eso usan GNU/Linux.
Submarinos nucleares
Parece que una pantalla azul a cientos de metros de profundidad y con un reactor nuclear trabajando a saco, no es una opción. Así que GNU/Linux y se soluciona el problema.
Google, Amazon y Facebook
Estos tres grandes de la red confían en GNU/Linux para sus servicios en la web.
Así que si creias que GNU/Linux era cosa de cuatro informáticos y algún fan de los pingüinos, estás equivocado. GNU/Linux lo tenemos en nuestra vida diaria, en todas partes y a todas horas.
Ahora no podrás decir que no lo conocías.
Fuente: http://www.pillateunlinux.com/algunas-cosas-que-no-sabias-que-usaban-gnulinux/

viernes, 22 de julio de 2011

Un día de playa en Baiona, Pontevedra, Galicia.



Indignados en los Balcanes

Una ola de protestas que exige más democracia y menos neoliberalismo recorre la antigua Yugoslavia. Por efecto dominó, podría extenderse a todo lo que fue el Pacto de Varsovia. Los últimos lustros han sido frustrantes

Aunque en contadas ocasiones resulta gratificante atreverse con la adaptación cinematográfica de una novela, creo que en el caso de Cirkus Columbia del oscarizado director Danis Tanovic el esfuerzo vale la pena. No solo recomiendo ver la película, sino leer también la novela homónima del periodista Ivica Djikic en la que se basa. Y no tanto por el hecho de juzgar si el director ha sido fiel al espíritu de la novela, sino porque tanto la novela como la película son excelentes y se complementan en una visión certera de las causas del desplome de la antigua Yugoslavia.
La novela Cirkus Columbia es una corrosiva y durísima sátira del nacionalismo suicida de los Balcanes durante los años noventa del pasado siglo, negrísima a pesar o gracias al humor tan característico de la zona. A través de sus personajes de diferentes edades, estratos sociales y nacionalidades asistimos al colapso de la sociedad yugoslava. Los que optaron por la emigración ya no volvieron a su país, y si volvieron no lo reconocieron. Djikic no deja títere con cabeza y a partir de su experiencia como periodista disecciona con su afilado escalpelo la sociedad exyugoslava desde una pequeña ciudad de provincias en Herzegovina, aireando todas sus vergüenzas y todos sus crímenes. A pesar de que la crítica ha visto influencias de Fellini y Kusturica en la novela, la huella de autores centroeuropeos como Ödon von Horváth es mucho más evidente... CHRISTIAN MARTÍ-MENZEL 19/07/2011

lunes, 18 de julio de 2011

Rayando en la locura

La inquietante posibilidad de un impago de la deuda estadounidense tiene pocos aspectos positivos. Pero tengo que reconocer que el espectáculo de tantísima gente que lo ha estado negando y que de repente se ha despertado y ha olido la locura ha tenido su lado cómico, con un toque de humor negro. Varios analistas políticos parecen asombrados ante lo poco razonables que están siendo los republicanos. "¿Se ha vuelto loco el Viejo y Gran Partido?", se preguntan.
Pues ahora que lo dicen, sí. Pero esto no es algo que acabe de suceder; es la culminación de un proceso que dura desde hace décadas. Cualquiera que se sorprenda por el extremismo y la irresponsabilidad de la que ahora hace gala, o bien no ha estado prestando atención, o bien ha estado haciendo la vista gorda. Y a los que de repente dudan de la salud mental de uno de nuestros dos partidos principales me permito decirles lo siguiente: la gente como ustedes son en parte responsables de la situación actual de ese partido.
Hablemos un momento de lo que los líderes republicanos están negando. El presidente Obama ha dejado claro que está dispuesto a firmar un acuerdo sobre la reducción del déficit que consiste principalmente en recortes del gasto y que incluye recortes draconianos en programas sociales clave, incluido un aumento de la edad requerida para acogerse al programa de Medicare. Son unas concesiones extraordinarias. Como señala Nate Silver, de The Times, el presidente ha ofrecido unos acuerdos que están muy a la derecha de lo que el votante estadounidense medio prefiere y, de hecho, en el mejor de los casos, un poco a la derecha de lo que el votante republicano medio prefiere.
Sin embargo, los republicanos están diciendo que no. Es más, están amenazando con forzar un impago estadounidense y con crear una crisis económica, a no ser que consigan un acuerdo completamente sesgado. Y esto era totalmente predecible. En primer lugar, el Partido Republicano moderno básicamente no acepta la legitimidad de una presidencia demócrata (cualquier presidencia demócrata). Lo vimos durante el mandato de Bill Clinton y lo vimos otra vez en cuanto Obama asumió el cargo...
Pero no ha habido ninguna factura. Bush despilfarró el superávit de los últimos años de Clinton, aunque unos prominentes expertos pretendan que los dos partidos son culpables a partes iguales de nuestros problemas de endeudamiento. Paul Ryan, el presidente del Comité Presupuestario del Congreso, propuso un supuesto plan de reducción del déficit que incluía unas enormes rebajas fiscales para las empresas y los ricos, y luego recibió un premio a la responsabilidad fiscal.
Por eso el Partido Republicano no se ha visto presionado para mostrar ningún tipo de responsabilidad, o siquiera racionalidad, y efectivamente ha perdido los papeles. Si a alguien le sorprende, eso quiere decir que ese alguien fue parte del problema. Leer todo aquí en El País, Paul Krugman 17/07/2011

domingo, 10 de julio de 2011

La izquierda: allá ellos.

Unidad o derrota

Que la derecha de este país es un todo monolítico en el que cabe desde la derecha moderada hasta la más ultra, pasando por la cúpula de la Iglesia católica, los empresarios y la gran mayoría de los medios de comunicación, es un hecho. Como lo es que sus votantes son de una fidelidad conmovedora, ajenos a cualquier circunstancia, ya sea de supuesta corrupción o de errores comprobados, que no sea votar a los suyos.

Que el Gobierno socialista ha caído en graves errores asumiendo políticas muy cercanas a la derecha en lo que se refiere a la economía, a la vista está; lo mismo que es evidente que le ha faltado el valor necesario para señalar a los principales responsables de este caos económico.

Que Izquierda Unida lleva camino de convertirse en un partido residual lo dicen los resultados del 22-M, donde apenas han arañado unos votos de los descontentos con el PSOE y han dado el lamentable espectáculo de permitir Gobiernos del PP en algunos Ayuntamientos, así como la incomprensible actuación en Extremadura y el goteo de abandonos de algunos de sus más valiosos componentes como son Rosa Aguilar e Inés Sabanés.

Si, ante todo esto, la izquierda es incapaz de unirse, de replantear por completo su línea política, de plantar cara a la Iglesia, de hacer comprender a los empresarios que hay otras formas de actuar que no sea el recorte continuo de salarios y de derechos, de hacerles notar la obscenidad(1) que suponen esas retribuciones millonarias de los grandes directivos frente a salarios de miseria, de que los familiares de los asesinados por el régimen franquista tengan, al fin, una tumba en que depositar sus restos, de hacer, de una vez, una política de izquierda, razonable pero sin complejos, están abocados, no solo a una nueva derrota aplastante en las próximas elecciones generales, sino a una travesía del desierto de duración interminable. Allá ellos. ÁNGEL VILLEGAS - cartas al directos El PAÍS. 09/07/2011

(1)No se trata, para mi, sólo de una obscenidad o codicia como tantas veces hemos oído, como si fuese algo de tipo moral, o de bondad o maldad, o, tal vez, de ejemplaridad. Evidentemente no se trata de eso o al menos no sólo de eso, sino de una injusticia (una cuestión de derecho) y de falta de eficiencia económica (un problema económico) y el resultado de unas decisiones injustas, lo que es un problema de poder político. Entendiendo por política la toma de decisiones a la hora de la asignación de recursos y bienes que son escasos. Es decir que cuando se decide asignar cantidades ingentes a los bancos y no a los parados, se está haciendo política. Cuando se fija el sueldo base o se congelan las pensiones y se gasta más en armamento o se decide entrar en una guerra aceptada o incluso no aceptada por la ONU, se está haciendo política. O cuando se da dinero para la enseñanza privada, de los presupuestos generales del Estado, o para la Fundación X y se le quita a la E. Pública o no se le da a la Fundación Y, se hace política. En este país donde el dictador Franco se permitía aconsejar a sus ministros que "no hicieran política", se ha desinformado a los ciudadanos sistemáticamente; pero todos los gobernantes, alcaldes, presidente de Diputación o Comunidad hacen política, porque toman decisiones y dan más a unos que a otros, eso sí, diciendo siempre que lo hacen "justamente". Pero como los bienes y el presupuesto es escaso, siempre se da a unos más o menos, y se quita a otros más o menos. En definitiva es una cuestión de poder, de lucha de clases, aunque esto último se intente prohibir o borrar del imaginario social.

sábado, 9 de julio de 2011

¿Franquismo o fascismo?

Durante mi largo exilio viví en Suecia, en Gran Bretaña y en Estados Unidos. Y en ninguno de estos países el régimen dictatorial existente en España durante el periodo 1939-1978 se conocía como “la dictadura franquista”, sino como “la dictadura fascista”, dirigida por el general Franco. De la misma manera que no se hablaba en tales países de hitlerismo, para definir el régimen nazi que existió en Alemania, o de mussolinismo, para definir el régimen fascista que existió en Italia, tampoco se utilizaba el término franquismo para definir el régimen dictatorial que existió en España en aquel periodo.

Así, cuando Juan Antonio Samaranch –que fue presidente del Comité Olímpico Internacional y que había sido delegado nacional de Educación Física y Deportes durante la dictadura– visitó EEUU para presidir los Juegos Olímpicos que se realizaron en Atlanta, The New York Times incluyó en su nota biográfica “director general de Deportes en la dictadura fascista dirigida por el general Franco”.
La utilización del término franquista en lugar de fascista ha sido resultado de un proyecto político-intelectual exitoso que consistió en presentar tal régimen como caudillista y autoritario, carente de una ideología totalizante que intentara imponer una nueva visión a la sociedad. Según tal proyecto, una vez desaparecido el caudillo y el caudillismo, habría desaparecido el carácter jerárquico y autoritario de aquel Estado, el cual, dirigido por la habilidosa mano del monarca, se transformó, mediante el modélico proceso de Transición, en un Estado democrático. Esta interpretación, sin embargo, es profundamente errónea.

Fascismo es la ideología aparecida en los años treinta en Europa que se caracterizó por un nacionalismo extremo con vocación imperialista que se basaba en una supuesta superioridad de la raza, grupo étnico y/o identidad cultural de los nacionalistas, lo que les daba el derecho de conquista e imposición. El fascismo promovía una cultura de fuerza, de características militares, profundamente machista y profundamente reaccionaria, destinada a prevenir la revolución obrera, temida por las estructuras del poder económico y financiero y por las clases medias. En realidad, el fascismo había sido la fuerza política promovida por las burguesías y oligarquías dominantes para parar al movimiento obrero, liderado por fuerzas comunistas, socialistas o anarquistas.

El Estado en el que se reproducía esta ideología era un Estado dictatorial que intentaba controlar a la sociedad civil (incluyendo todos los medios de información y persuasión, desde las escuelas hasta la prensa, la radio y la televisión). Este control se utilizaba para la promoción del caudillo –al cual se le atribuían características sobrehumanas–, quien, instrumentalizando un partido único, el partido fascista, lideraba el Estado, que se presentaba comprometido con el “progreso del pueblo”. El pueblo incluía a todas las clases sociales, negando la diversidad de intereses existente entre ellas. De ahí el establecimiento de sindicatos verticales, en los que se incluía tanto a los empresarios como a los trabajadores. El fascismo consideraba también al Estado fascista como designado por una fuerza superior, sobrehumana (bien por Dios, en el caso español, o por la historia, en el caso alemán e italiano), a dirigir la humanidad, reglando el comportamiento de los ciudadanos, imponiendo unos valores nuevos que rompieran con los valores anteriores (en el caso español, con los valores democráticos, laicos y republicanos). Cada una de estas características existió en el régimen dictatorial español.

Varios autores han indicado que, aun cuando estas características existieron al principio del régimen, desaparecieron más tarde, cuando los tecnócratas del Opus Dei sustituyeron a la Falange. Tal argumento ignora, sin embargo, que los tecnócratas también reprodujeron el nacional-catolicismo que era el elemento esencial del fascismo español. En realidad, la Falange fue sustituida por el Movimiento Nacional, que conservó gran parte de la ideología fascista, incluyendo su simbología, su narrativa y su influencia. Hasta el último día de la dictadura, el NO-DO (el programa de noticias y documentales de la televisión pública) comenzaba con la imagen del dictador y con el símbolo fascista, el cual era también el símbolo que aparecía en la entrada de todos los pueblos de España. Es más, una condición para trabajar en el sector público u ocupar un cargo en el Estado era jurar lealtad al Movimiento Nacional, cuyo uniforme era la camisa azul y el saludo con el brazo en alto.

Que tal régimen estuviera en sus últimos periodos repleto de meros oportunistas que, a pesar de su discurso, no creían en la ideología fascista, no niega el carácter fascista del régimen. En realidad, la distancia entre el Franco de 1939 y el Franco de 1975 era mucho menor que la distancia política entre un Stalin al principio del régimen comunista en la Unión Soviética y un Gorbachov al final. ¿Por qué, pues, definir al régimen liderado por Gorbachov como régimen comunista (a pesar de que al final del régimen el aparato de aquel Estado carecía de una ideología propia) y no llamar fascista al régimen dictatorial español, argumentando que al final nadie en él era fascista?

Otro argumento en contra de utilizar el término fascista para definir aquel régimen era que el partido fascista, la Falange, era un partido pequeño y, por lo tanto, el fascismo no era una ideología mayoritaria. Tal argumento ignora que el pensamiento hegemónico hoy en las estructuras del poder en la UE es el neoliberalismo, aun cuando los partidos liberales son partidos minoritarios en tal comunidad política. Lo mismo ocurrió en España con el fascismo, el cual perdura en sectores del conservadurismo y del Estado español.
Vicenc Navarro, en Público.