martes, 15 de marzo de 2016

No fue Lee Harvey Oswald. El filósofo alemán Karl Hepfer plantea un estudio crítico del auge y popularidad de las versiones que persiguen manipular la realidad

Todo el mundo sabe que los atentados en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001, fueron perpetrados por los servicios secretos estadounidenses, pero resulta difícil averiguar quién es ese “todo el mundo” y, más aún, a qué se denomina aquí “saber”. En un libro publicado recientemente, el filósofo alemán Karl Hepfer se pregunta ambas cosas en relación al auge de las teorías conspirativas en Europa, y responde que se trata de “modelos de interpretación de la realidad simplificados”, intentos de regresar a un estadio anterior de nuestra cultura en el que la realidad supuestamente era sencilla de comprender, y los actores, buenos o malos. Así, el presidente norteamericano John F. Kennedy (bueno) no habría sido asesinado por un paranoico llamado Lee Harvey Oswald, sino en realidad por la mafia, por el Gobierno cubano o por el vicepresidente Lyndon B. Johnson (malos), según las versiones.

El libro de Hepfer, Teorías conspirativas: Una crítica filosófica de la sinrazón (Transcript), presenta, sin embargo, algunos problemas. Uno es que soslaya el hecho de que la nostalgia de un mundo más “simple” de comprender y el consiguiente auge de las teorías conspirativas, no son algo reciente. En el año 64, por ejemplo, un gran incendio en Roma fue atribuido a los cristianos para justificar su persecución. En 1312, el rey francés Felipe IV acusó de prácticas heréticas y sodomía a los templarios para eximirse del pago de una importante deuda económica que había contraído con ellos. Durante la Edad Media, se acusó a los judíos de beber la sangre de niños cristianos y de envenenar las fuentes para desatar la peste. Más adelante casi todo acontecimiento político de relevancia fue atribuido a una conspiración de alguna índole. Así, la disolución de la orden jesuitica habría sido la respuesta a un supuesto intento de asesinato de la reina de Inglaterra para reinstaurar el catolicismo y convertir a un Habsburgo en rey de Estados Unidos; detrás de la Revolución Francesa y el auge de los nacionalismos habrían estado masones e Illuminati; y la derrota alemana en la I Guerra Mundial habría sido producto una conspiración de socialdemócratas y judíos. También la Revolución Rusa, la propagación del VIH-Sida y la crisis de los refugiados tendrían una trama secreta. Para el historiador alemán Dieter Groh las teorías conspirativas serían, en ese sentido, una “constante antropológica” a lo largo de la Historia.

El otro problema del libro de Hepfer es que sostiene que las teorías conspirativas serían un modelo simplificado de interpretación de la realidad, un argumento que la complejidad de ciertas teorías parece desmentir. Piénsese, por ejemplo, en las del británico David Icke, quien afirma que el mundo estaría siendo controlado por una alianza de judíos e Illuminati, los cuales serían extraterrestres “reptiloides” dirigidos por la familia Rothschild. Esta teoría no sólo es absurda —una afirmación que se enfrenta a la popularidad de su autor y de los foros dedicados a su trabajo—, sino también extremadamente complicada. ¿No es más sencillo pensar que son la desigualdad económica y política y la concentración de poder los responsables de las catástrofes del presente?

Naturalmente, la respuesta es que no. Las teorías conspirativas proponen (a pesar de su complejidad) un modelo de interpretación más simple y más atractivo de la realidad para ciertas personas porque articulan procesos económicos, políticos y demográficos simultáneos y de gran complejidad en un relato coherente. Vivimos, sostiene Hepfner, en el mundo del “Logos destruido”. Y esto equivale a decir, como hace el británico John Higgs en su excelente Historia alternativa del siglo XX: Más extraño de lo que cabe imaginar (Taurus), que vivimos en una realidad desasosegante en la que —al menos desde la Teoría de la Relatividad— debemos aceptar que estamos imposibilitados para ofrecer una explicación racional, absoluta y libre de paradojas de cómo funciona el mundo.

En ese sentido, el auge de las teorías conspirativas no sólo se apoyaría en una intencionalidad deliberada —como la que llevó recientemente a que, en el marco de las elecciones españolas, regresasen las teorías conspirativas acerca de los hechos trágicos del 11 de marzo de 2004 en ciertas televisiones—, sino en la necesidad humana —la “constante antropológica” de Groh— de articular los hechos en series y estas series en relatos, como pondría también de manifiesto la popularidad de las ucronías literarias en las que se especula con la pregunta acerca de qué habría pasado si, por ejemplo, Alemania hubiese ganado la II Guerra Mundial.

Existe, por supuesto, una diferencia entre especular literariamente con la posibilidad de un triunfo nacionalsocialista en 1945 —lo hicieron Philip K. Dick y Philip Roth, entre muchos otros— y creer que ese triunfo tuvo lugar, efectivamente y de forma secreta, por ejemplo, a través de la influencia que las empresas alemanas ejercen en la economía mundial. Pero esa diferencia sólo existe en relación con lo que hacemos con ambos tipos de relatos. Los dos comparten, sin embargo, un fondo de miedo y de perplejidad. Si las teorías conspirativas funcionan, lo hacen debido a ese fondo común, como prueban la popularización tímida pero constante en la Red de versiones conspirativas de lo sucedido en París el 13 de noviembre de este año. Son la dificultad de comprender que alguien pueda desplazarse armado por una ciudad como París y el miedo a que todo ello se repita, en la capital francesa o en cualquier otra parte, los que impulsan la creación anónima de explicaciones que a muchos no les parecen más implausibles que las que ofrecen la prensa y el Gobierno.

Bajo la impresión de hechos conmovedores —el asesinato de un presidente, por ejemplo— es más fácil creer en una conspiración antes que en la acción individual. Lo que las teorías de este tipo evidencian es que lo primero que se pierde bajo esa impresión es la capacidad del individuo de formarse un juicio crítico: es bueno pensar que ese juicio podría ser estimulado con más y mejor educación. Pero esto también es discutible, como pone de manifiesto la proliferación de teorías conspirativas durante el siglo XX. A ese siglo, nos recuerda Higgs, le debemos dos neologismos que lo describen bien, “racismo” y “genocidio”, y es nuestra responsabilidad individual en relación con ambos lo que explica el auge de la teoría conspirativa, que permite que los “malos” sean, por una vez, los otros.

“Marxismo y filosofía” Notas sobre Karl Korsch

Alberto Quiñónez
Rebelión


Hacia 1920, los movimientos proletarios en Europa configuraban una gama bastante diversa de interpretaciones del marxismo. Alimentados por las condiciones que las realidades específicas imponían a los movimientos y partidos de izquierda, diversos planteamientos políticos fueron surgiendo a lo largo y ancho de Europa. El peso de la figura de Lenin se hacía sentir de una forma notoria en esa diversidad de planteamientos, siendo el mismo Lenin quien denunciara en ¿Qué hacer? el mal uso que muchos movimientos estaban haciendo de su obra El Estado y la revolución, cuyas premisas eran en muchos casos vistas como dogmas de fe. El riesgo del fascismo, el empuje imperialista por distintos flancos, las devastadoras consecuencias de la Primera Guerra Mundial y la situación relativamente ejemplar de la URSS, hicieron del dogmatismo un lugar común en el marxismo.

En ese plano surgen posturas disidentes como las de Georg Lukács y Karl Korsch1, sucedidos después por un creativo y comprometido Antonio Gramsci. El aporte filosófico de Korsch hay que situarlo precisamente en ese contexto de creciente ideologización del marxismo, de unificación de estrategias y tácticas políticas de los diferentes partidos comunistas europeos, y de la creciente influencia e injerencia del Partido Comunista de la URSS sobre los demás partidos comunistas. De hecho, una de las obras más importantes de Korsch, su libro Marxismo y filosofía, fue sepultada en su tiempo por las urgencias ideológicas y políticas del marxismo soviético. El libro de Korsch sufrió la suerte de otros libros y autores, como Historia y conciencia de clase de Lukács, que fueron proscritos y olvidados y luego recuperados por corrientes críticas al “marxismo oficial”. Las presentes notas suponen alguna explicación introductoria a las ideas de Marxismo y filosofía2.

El eje central de la problemática que aborda Korsch en el libro ya citado, es la relación entre marxismo y la filosofía, lo que de otro modo puede caracterizarse como la relación entre acción política y teoría. La preocupación de Korsch no es banal: la historia del movimiento proletario no hallaba una expresión enteramente positiva respecto al desarrollo de la teoría revolucionaria, y viceversa. Ni la teoría ni la práctica siguen de forma ineluctable un camino ascendente y hacia adelante. De esta forma, Korsch plantea sistemáticamente que el estado de la teoría está siempre en relación a las condiciones materiales y que son estas condiciones las que ejercen en muchos casos la presión hacia atrás de la teoría y de la práctica revolucionarias, incidiendo en que esa teoría se cosifique y se convierta en ideología, en falsa conciencia del mundo, que no por ser falsa es menos real.

La tensión entre el marxismo y la filosofía no es casual. Ya para el mismo Marx la abolición de la filosofía representa una condición de la emancipación del ser humano. No obstante, en Marx la abolición de la filosofía no se entiende como supresión, sino como realización de la filosofía. Dialécticamente puede decirse que la cosa en sí se realiza si, a partir de la tensión de sus contradicciones, pasa a un estado cualitativamente superior. Es decir, si la cosa da de sí todo lo que posiblemente puede dar; y este dar de sí deviene de las contradicciones mismas. Así, la realización de la filosofía, para Marx, es la superación de las contradicciones materiales y espirituales que la filosofía en su larga tradición ha expresado. Por otro lado, para el marxismo vulgar, la abolición de la filosofía significaba la eliminación de la especulación filosófica idealista lo que implicaba, además, poner entre paréntesis toda la historia del pensamiento humano por ser productos de sociedades divididas en clases. Si bien el conocimiento es producto de una situación social conflictiva en la que la clase dominante determina la visión de mundo vigente, este conocimiento debe pasar por su asimilación crítica y su reconfiguración en instrumento de la lucha de clases. La negación de esa posibilidad refuerza las posiciones hegemónicas de las clases dominantes a nivel cultural, político, económico y social, porque mantiene intactos sus instrumentos de legitimación.

Para Marx, en la interpretación de Korsch, la abolición de la filosofía supone la imbricación de ésta con el mundo de lo real; la filosofía deja de ser filosofía como especulación vacía, deja de ser abstracta para “ascender a lo concreto”, deja de ser especulación para convertirse en horizonte de posibilidades. Con ello, el horizonte de la filosofía es eminentemente práctico, y lo es no en una visión reduccionista de la filosofía como instrumento de la emancipación –lo cual supondría derivar hacia una racionalidad instrumental propia del marxismo soviético-, sino como contenido utópico de toda transformación social. Pero, si la abolición de la filosofía supone su realización ¿cómo lograr esa realización, por cuáles vías teóricas y prácticas? ¿Cuál es el puente que media entre la filosofía apartada del mundo y la filosofía como horizonte de la praxis? Precisamente, alrededor de esta mediación se abre la discusión de Korsch, mediación que identifica en la dialéctica entre filosofía y ciencia, específicamente, entre filosofía y ciencia social.

En la ciencia oficial (tanto natural como social), el positivismo había hecho una separación insalvable entre epistemología y ética, entre conocimiento del mundo y acción humana; dicha separación no sólo era una reducción de las posibilidades del conocimiento mismo, sino que producía una cosificación del objeto y del sujeto del conocimiento (que en el caso de la sociedad es el mismo). Por otro lado, el positivismo aspiraba al conocimiento especializado y atomizado de los fenómenos sin que para ello fuera necesaria la comprensión del fenómeno social en su totalidad. Estos dos elementos derivarían en la constitución de una razón atrofiada, cuyo peso principal recaería sobre la instrumentalización del conocimiento.

La realización de la filosofía parte de un puntal eminentemente crítico: la negación de la filosofía burguesa como filosofía real y de la ciencia positiva como ciencia real. Ya Marx sostenía en las Tesis sobre Feuerbach que es la praxis la que constituye el criterio de verdad de última instancia, lo cual es válido tanto para la filosofía como para la ciencia3. Ese criterio de verdad es válido no como burdo empirismo, sino como efectividad histórica axiológicamente demarcada. Los límites axiológicos, además, responden a la emancipación del ser humano, a la destrucción de todas las formas de destrucción de la humanidad. Lo verdadero es aquello posible, y lo posible es aquello que es justo.

La realización de la filosofía entonces supone esfuerzos teóricos y práxicos de transformación sistémica. La filosofía se realiza como una filosofía que supere lo abstracto y puro de la filosofía tradicional. Pero asimismo, la ciencia debe realizarse como ciencia superando el carácter cosificatorio y abstracto de la ciencia positiva, es decir, negándose en su forma burguesa y moderna. Es por ello que en Marx la realización de la filosofía no se deslinda del devenir de su sujeto histórico, el proletariado: la tijera de la historia es a la vez la emancipación material de las clases oprimidas y la configuración de una filosofía que dote a esa emancipación material de sentido.

En el plano de la filosofía, hay que insistir en que no es la filosofía como tal la que desparece o la llamada a ser abolida, sino aquella filosofía que mantiene al ser humano en el sojuzgamiento y la denigración, esa filosofía abstracta que plantea principios por encima de toda condición humana. Ya Marx habría planteado: “La profesión de fe de Prometeo: ‘En una palabra, yo odio a todos los dioses’, es la suya propia [de la filosofía], su propio juicio contra todas las deidades celestiales y terrestres que no reconocen a la autoconciencia humana como la divinidad suprema […] En el calendario filosófico Prometeo ocupa el lugar más distinguido entre los santos y los mártires”4. Esa filosofía deshumanizada es la que hay que abolir, situando en su lugar una filosofía humana, liberadora. En el plano de la teoría social, la apuesta está por una ciencia al servicio de la transformación del mundo, teoría a la cual subyace un marco filosófico. La teoría para ser científica debe pasar por el filo de la praxis que, como ya se dijo, es su criterio de verdad de última instancia. Y para ello debe reconstruirse a través de una comprensión multidimensional de la realidad social, es decir, de una ciencia histórica tal como pedía el mismo Marx y que, en cierto modo, sigue la línea de la omnicomprensión social de corte hegeliano.

De esta forma reivindica Korsch el socialismo científico planteado por Marx y Engels5, que es la forma supletoria de la filosofía abstracta, a la vez que es un principio normador e integrador de una nueva ciencia. Esa nueva ciencia no es una ciencia delineada bajo los parámetros cosificadores de la ciencia burguesa, moderna, positiva. Debe partir de un principio axiológico determinado por la filosofía concreta y situar como centro al ser humano y a la vida.

Con el riesgo de utilizar una categoría cargada de significaciones metafísicas, podría decirse que Korsch, recuperando a Marx, aboga por una transubstanciación de la filosofía y de la ciencia, en donde ambos conceptos se mantienen pero a cambio de ser afines a la liberación del ser humano, para ello, claro está, debe cambiar su contenido. Ese cambio de contenido no es una sustitución simple y burda, es una asimilación crítica de la tradición filosófica y científica. El medio para esa asimilación y el comodín epistémico de tal transubstanciación es el socialismo científico.

Notas:

1 Karl Korsch fue miembro de la socialdemocracia alemana, primero como militante y luego como político y funcionario. Su libro “Marxismo y filosofía” es uno de los primeros que se atrevieron a cuestionar la dogmatización en que paulatinamente caía la teoría marxista. Pese a su erudición y sus aportes novedosos en el libro mencionado, murió abjurando del marxismo. Para mayor detalle puede consultarse el prólogo de Adolfo Sánchez Vázquez a “Marxismo y filosofía” en la edición que citamos más adelante.
2 Korsch, K. Marxismo y filosofía. Traducción y prólogo de A. Sánchez Vázquez. Ediciones Era. México. 1971.
3 Marx, K. “Tesis sobre Feuerbach”. Manuscritos de 1844. UCA editores. San Salvador, El Salvador. 1987. Págs. 145.
4 Marx, K. Diferencia de la filosofía de la naturaleza en Demócrito y en Epicuro. Editorial Ayuso. 1971. Pág. 7.
5 Hay que hacer una precisión importante. En Del socialismo utópico al socialismo científico, no hay una supresión del socialismo utópico por un socialismo matemático, “científico” en el sentido positivista. Al contrario, Engels recupera aquí la memoria y aportes de los socialistas utópicos frente al mundo irracional del capitalismo. Cfr.: Engels, F. Del socialismo utópico al socialismo científico. Ocean Sur. Caracas, Venezuela. 2013. No obstante, la positivización del marxismo encarnada en un socialismo previsible casi matemáticamente, sobre todo, algunas derivaciones en el campo de la economía apuntaban al cálculo en tiempo de los periodos de crisis y de cómo eso abría prácticamente la puerta al devenir del socialismo (palpable, por ejemplo, en la periodización de las crisis capitalistas, elaborada por Kondratiev y luego discutida por Mandel y Trotsky).

Alberto Quiñónez es miembro del Colectivo de Estudios de Pensamiento Crítico (CEPC).

lunes, 14 de marzo de 2016

El número pi no es 3,14. Los matemáticos celebran hoy el Día de Pi, una constante conocida desde hace milenios que todavía genera fascinantes problemas, como averiguar si contiene infinitas veces el 5

El 20 de noviembre de 2005, mientras una patera con 10 personas a bordo desaparecía frente a las costas de Cádiz, mientras una tormenta tropical dejaba 11 muertos en Honduras, mientras el tenista suizo Roger Federer perdía su primer partido tras ganar 24 finales consecutivas, el chino Chao Lu recitaba números sin parar. Durante 24 horas y cuatro minutos, grabado por 26 cámaras y con decenas de testigos de la Universidad de Agricultura y Ciencias Forestales del Noroeste, en la provincia china de Shaanxi, Chao Lu cantó de memoria 67.890 decimales del número pi. Su hazaña fue certificada por el Libro Guinness de los records. No falló ni uno.

“Cuando alguien escribe que pi es igual a 3,14 me lloran los ojos”, confiesa el matemático Javier Cilleruelo, asombrado por los enigmas milenarios que oculta el número. Pi no es 3,14, como aprendimos en el colegio. Ni siquiera es 3,141592653, la cifra que hace que el año pasado se celebrara el Día de Pi por representar, según la notación anglosajona, del mes 3, el día 14, del año 15, a las 9 horas, 26 minutos y 53 segundos. Y pi tampoco es el larguísimo número que memorizó Chau Lao. “Pi es la razón entre el perímetro de una circunferencia y su diámetro”, zanja Cilleruelo, miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en Madrid. Pi, por lo tanto, es eterno.

En internet, es sencillo encontrar a chavales con los ojos vendados recitando de memoria los 1.000 primeros decimales del número pi. No llegan al prodigio de Chau Lo, pero tienen mérito. “Pi es un número irracional. No sigue ningún patrón y tiene un número infinito de cifras”, explica Cilleruelo. Esto significa que el número de teléfono móvil o el DNI de cualquier persona que esté leyendo esto probablemente aparecerán entre los primeros millones de decimales de pi, como se puede comprobar en varias páginas web. El teléfono móvil que publicó Wikileaks del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, por ejemplo, aparece a partir del decimal número 85.711.627.

El nacimiento de pi se pierde en la noche de los tiempos. En el Antiguo Testamento (III Reyes, 7:23), aparece una aproximación de 3: “Hizo asimismo un mar de fundición [una concha grande para meter agua], de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo, [...] y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos”. Y el matemático griego Arquímedes, célebre por haber supuestamente corrido desnudo por la calle gritando “¡Eureka!” tras resolver un problema, calculó el valor de pi como 3,14 hace unos 2.265 años. Desde entonces, el número no ha dejado de fascinar a los matemáticos. Y todavía genera problemas sin resolver.

“Si coges todos los números del listín telefónico de tu ciudad y los pones en fila, ese número larguísimo debería aparecer infinitas veces en el número pi, pero no sabemos si es cierto. Es muy difícil demostrarlo. Y el que lo demuestre se llevará una medalla Fields [el Nobel de las matemáticas]”, apunta Cilleruelo.

Ante pi, bautizado con la letra griega π en el siglo XVII, los matemáticos se sienten como los europeos en Finisterre antes del descubrimiento de América. Más allá de los 10 billones de dígitos no se sabe lo que hay. "En el primer millón de dígitos de pi, el número 5 aparece 100.359 veces. El número 6 aparece 99.598 veces. Pero no sabemos si el número 5 aparece infinitas veces en pi”, recalca el investigador del ICMAT. El 5 podría desaparecer en algún punto de la infinita ristra de dígitos de pi. O no.

“La magia de pi es que aparece en situaciones alucinantes, en los lugares más insospechados que te puedas imaginar”, sostiene Raúl Ibáñez, director del portal de divulgación científica DivulgaMAT, de la Real Sociedad Matemática Española. Ibáñez recuerda el problema de la aguja de Buffon, propuesto en 1777 por el científico francés Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon.

El enunciado es sencillo. Si dibujas en el suelo líneas paralelas y coges agujas de la misma longitud que la distancia entre las rectas, la probabilidad de que lances una aguja y caiga en una de las rayas es 2 partido por pi. No hay círculos en esta historia, pero ahí está pi.

“La fórmula que calcula la probabilidad de que un grupo de personas siga con vida al cabo de un determinado número de días también implica al número pi”, añade Ibáñez con voz todavía sorprendida por las matemáticas de las empresas de seguros que aparecen en el libro Un presupuesto de paradojas, publicado en 1915 por el matemático británico Augustus De Morgan.

Ibáñez también recuerda otro ejemplo que deja los ojos como platos. Lo descubrió Hans-Henrik Stølum, geólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), en 1996. El investigador calculó la relación entre el doble de la longitud total de un río y la distancia en línea recta entre su nacimiento y su desembocadura. Y la relación era de aproximadamente 3,14.

“Los matemáticos nos dedicamos a jugar con cosas como pi. Y, a veces, la tecnología avanza gracias a estos juegos”, afirma Ibáñez con una sonrisa.

http://elpais.com/elpais/2015/03/13/ciencia/1426279728_452492.html

Ejemplo de lo que pasó en 1936

Ejemplo de lo que pasó en 1936

El diario Ya, de Madrid, el 2 de Mayo de 1939, bajo el titular Auto de Fe en la Universidad Central se dice:

Los enemigos de España fueron condenados al fuego. Con motivo de la fiesta del libro se celebró un auto de fe en el patio de la Universidad Central, pronunciando el catedrático Antonio Luna las siguientes palabras: “para edificar a España una, grande y libre, condenamos al fuego los libros separatistas, los liberales, los marxistas, los de la leyenda negra, los anticatólicos, los del romanticismo enfermizo y extravagante, los cursis, los cobardes, los seudocientíficos, los textos malos y los periódicos chabacanos. E incluimos en nuestro índice a Sabino Arana, J. J. Rousseau, Carlos Marx, Voltaire, Lamartine, Máximo Gorki, Remarque, Freud y “Heraldo de Madrid”.

domingo, 13 de marzo de 2016

Capitalismo: luces y (muchas) sombras. El periodista británico Paul Mason analiza en su libro 'Postcapitalismo, hacia un nuevo futuro', los excesos del neoliberalismo y evoca la posibilidad de un futuro cooperativo.

“La época dorada del capitalismo ya es historia en el mundo desarrollado y en no muchas décadas lo será también en el resto de países”. Bajo esta premisa el periodista británico Paul Mason (Leigh, 1960) plantea en su último libro, Postcapitalismo, hacia un nuevo futuro (Editorial Paidós), una opción “más justa y más solidaria” que descansa sobre la abundancia tecnológica del último cuarto de siglo. Como alternativa, desgrana en una entrevista con EL PAÍS las ideas fuerza de su postcapitalismo, un modelo en el que predomina lo cooperativo en detrimento del Estado y las empresas. “Estamos ante una disyuntiva clara: un modelo colaborativo o un futuro distópico, una especie de feudalismo tecnológico en el que se multiplicaría la desigualdad”.

Profuso en palabras y entusiasta con la idea que estos días pasea por medio mundo, Mason reconoce que el capitalismo ha propiciado la mayor oleada de desarrollo jamás vista, pero critica frontalmente el status quo actual. “Es el momento de que las élites, tanto económicas como académicas, se pregunten si de verdad funciona el neoliberalismo. Si lo hacen, la respuesta será obvia: un no rotundo”.

Mason, redactor jefe de Economía de Channel 4 News y habitual en las páginas de The Guardian, hace suyas las ideas del economista estadounidense Jeremy Rifkin, que en La sociedad de coste marginal cero (Paidós, 2014) predecía un mundo en el que muchos productos y servicios de nuestro día a día serán gratuitos o casi gratuitos y el fin del trabajo tal y como lo conocemos. Las tecnologías de la información, dice Mason, corroen el sistema de precios sobre el que descansa el capitalismo desde el mismo momento en el que muchos bienes y servicios, desde la información hasta la energía, se pueden o se podrán consumir por muy poco. “La enciclopedia está en nuestro teléfono y la energía totalmente verde será realidad pronto. Eso no es ciencia ficción y es muy relevante”. Pocos vislumbran este futuro. “La existencia del tercer sector parece totalmente accidental respecto a la manera de pensar neoliberal; los economistas deben ponerse otras gafas para poder ver una parte de la realidad que no están viendo”.

El capitalismo, dice, ha destacado siempre por su capacidad de adaptación, pero las tecnologías de la información hacen imposible una transformación más: “No crean productos más caros, sino más baratos e impiden a los trabajadores encontrar empleo en una industria tradicional en declive”.

De triunfar algún día el modelo colaborativo, Mason advierte de que tendremos que acostumbrarnos a vivir en una sociedad no consumista, con todo lo que eso implica, pero deja claro que su teoría no se opone al mercado como concepto: “No hay ninguna razón para abolirlo por decreto siempre y cuando se acabe con los desequilibrios de poder básicos”. Aunque no escatima en elogios hacia partidos de izquierdas como Podemos y, sobre todo, Syriza, el autor británico rechaza cualquier retorno al socialismo clásico o a la socialdemocracia, sin renunciar a sus ideales. “No hay una vuelta atrás a los populismos rusos, a la socialdemocracia tradicional o a la Tercera Vía; mi punto de partida es otro”, relata. “Hay que mirar al futuro. Y en ese futuro, las ideas del socialismo utópico son hoy más posibles que nunca gracias a la evolución tecnológica”.

“Estamos viviendo un momento crítico, en el que incluso las cosas más normales parecen revolucionarias”, dice. En sus gestos se percibe tanta indignación con la situación actual como preocupación por lo venidero. “Si continuamos deslizándonos hacia el estancamiento y la deflación y la élite global no entrega más estímulos, alguien va a buscar una salida al estilo de los años 30, en la que los países simplemente adoptan soluciones nacionalistas”, pronostica.

Ese renacimiento de los nacionalismos de mediados del siglo pasado lo estamos viendo, afirma, en la “alta probabilidad” de que se produzca el Brexit (la salida de Reino Unido de la UE). También en el surgimiento de dos outsiders políticos en Estados Unidos —el populista de derechas Donald Trump y el izquierdista Bernie Sanders— e incluso en el colapso de Schengen. “Podemos estar a semanas de su colapso”, proyecta.

¿Qué nos indica todo esto? “Que necesitamos una nueva forma de pensamiento radical que tiene que trascender los partidos radicales”, dispara. “[Franklin D.] Roosevelt pertenecía a las élites, pero tiró a la basura toda la doctrina y adoptó una solución antiausteridad que salvó a EE UU del colapso”. Llevando su ejemplo a nuestro tiempo, en el que hasta la OCDE —una suerte de think tank de la treintena de países más ricos del mundo— alerta de la “debilidad” del crecimiento económico durante las cinco próximas décadas, Mason exhorta a los Gobiernos occidentales a repensar su modo de actuación durante la crisis. Pero va más allá: reclama una “politización y democratización” de la política monetaria, el principal mecanismo puesto en marcha por las grandes potencias para salir del hoyo; apela a una quita generalizada de deuda pública; incide en la necesidad de cerrar las vías por las que las grandes corporaciones eluden sus obligaciones fiscales; pide la creación de una renta básica universal que garantice un mínimo vital para todos los ciudadanos y, sobre todo, reivindica que los Gobiernos dispongan un esquema que incentive las cooperativas en detrimento de las estructuras empresariales clásicas.

Wikipedia como referente
En ese futuro que vislumbra Mason, la frontera de la propiedad y el trabajo se difumina —como también lo hace la que separan trabajo y salario—, pero el papel del “Estado progresista”, al que él se refiere con frecuencia, es esencial como promotor del procomún colaborativo. “Los Gobiernos deben darse cuenta de que Uber no es bueno, pero que abre un camino que se puede transitar de otra forma. ¿Por qué no un Uber verdaderamente cooperativo?”, se pregunta.

El epítome de este nuevo modelo completamente cooperativo, en el que el lucro individual desaparece, es algo tan cotidiano como imposible de imaginar hace solo 20 años: Wikipedia. “Es el mejor ejemplo, una herramienta gratuita que sale adelante gracias al esfuerzo colaborativo de miles de personas, que ha destruido de un plumazo el negocio de las enciclopedias y que priva a las firmas publicitarias de 2.800 millones de euros al año en ingresos”. También Twitter, una herramienta esencial para la sociedad actual y que, “aunque pertenece a una empresa, es gratuito y nunca podrá generar dinero”. “Probablemente acabará siendo propiedad del Estado o será sustituido por una herramienta similar de propiedad colaborativa”, vaticina.

http://economia.elpais.com/economia/2016/02/29/actualidad/1456773463_063944.html

Contra la manipulación y la corrupción de las palabras que buscan dominarnos

Hablar de corrupción del lenguaje, de manipulación de las palabras, no es solo un tema académico u objeto de debate universitario, que también. Es cuestión altamente política que tiene que ver con que una clase domine al resto de clases y, sobre todo, a la clase trabajadora. Por eso estoy de acuerdo con Miguel Ángel Rus, editor de Irreverentes, cuando asegura que “para cambiar el mundo, tenemos que recuperar el significado de las palabras”. El lenguaje es un arma con doble filo. Para construir la conciencia crítica colectiva y cambiar las cosas para bien. Pero también se utiliza de modo artero para reducir, bloquear, impedir o destruir esa conciencia crítica. Y, por tanto, retrasar el cambio necesario hacia un mundo mucho menos desigual, más justo y decente hasta alcanzar la equidad.

Un nivel elemental de corrupción de las palabras es ocultar o disfrazar la realidad con eufemismos. No llamar a las cosas por su nombre. Una palabra es un significante con un significado. La perversión del lenguaje destruye la correspondencia entre ambos y finalmente la presunta comunicación es una torre de Babel en la que se confunden realidades y palabras.

La manipulación y corrupción del lenguaje (herramienta principal de las élites para imponer su hegemonía cultural) cambia o distorsiona el significado de las palabras. Y así, el paro se convierte en ‘tasa natural de desempleo’; la emigración de jóvenes desesperados por no encontrar empleo en España en ‘movilidad exterior’. La recesión es ‘crecimiento negativo’; el rescate bancario es ‘línea de crédito favorable’; la rebaja de salarios es ‘devaluación competitiva interna’; los despidos sistemáticos son ‘flexibilidad laboral’; ‘las viviendas embargadas son ‘activos adjudicados’; el cierre de empresas es ‘cese de actividad’; la crisis es ‘desaceleración del ciclo económico’; el robo de dinero público es ‘desvío irregular de fondos’ y los recortes y violaciones de derechos sociales pasan a ser ‘reformas estructurales’… No es cualquier cosa ni algo inocente, porque el uso reiterado del eufemismo suaviza la realidad que es dura e incluso criminal y abona la extensión de un peligroso mito colectivo que se concreta en el ‘no hay para tanto’ o ‘no hay nada que hacer’.

Insisto, no es debate lingüístico o académico sino político. Según nos explica Gramsci, el poder de la clase dominante se basa en muy gran medida en la hegemonía cultural que ejerce sobre las clases sometidas. Impone sus valores, principios y ‘verdades’ en detrimento de los de la mayoría social dominada. Lo hace por medio del sistema educativo, la industria de la cultura y los medios de comunicación. Para que la mayoría acepte someterse y ser explotada como algo natural y conveniente. Y hoy, además, ser desposeída de la mayor parte de sus rentas, esencialmente sociales. La mal llamada austeridad fiscal se basa en un cúmulo de falsedades económicas, fiscales y contables que tienen en la corrupción del lenguaje un poderoso aliado.

Además de la manipulación del lenguaje, las élites y sus voceros recurren cada vez más lisa y llanamente a la mentira. Pura y dura. Como insistir en que el aumento de las deudas públicas de los estados es por exceso de gastos sociales. Cuando está ampliamente documentado que las deudas públicas han crecido de modo desorbitado porque los gobiernos rescataron la banca con cantidades milmillonarias tras el estallido de la crisis financiera.

Un caso muy actual de mentira en el Reino de España, además de insufrible desfachatez, son las declaraciones de portavoces del PP de ser éste el partido que más actúa contra la corrupción política y con mayor contundencia. ¡Para llorar de rabia! Y no me digan que estas cuestiones no son importantes porque, de no disponer de hegemonía comunicativa, por ejemplo, el Partido Popular no tendría siete millones de votantes de los que muchos son trabajadores, asalariados. No hay siete millones de ricos en este país ni de clase media real.

Los medios de comunicación (una base de la hegemonía cultural de las élites) buscan legitimar el discurso de éstas ocultando sus intereses reales bajo la apariencia de objetividad, aparentes buenos resultados, pretendida buena gestión y democracia. La corrupción del lenguaje para mantener la hegemonía cultural de esas élites sigue la pauta del nazi Goebbels: una mentira repetida mil veces finalmente se considera verdad. Y así, el partido del gobierno y sus voceros repiten hasta el hastío que esta país se recupera económicamente cuando los hechos, la creciente precariedad y la dureza de vida para millones de personas del pueblo trabajador demuestran lo contrario. Solo se puede hablar de recuperación cuando se recuperan las personas.

La corrupción de las palabras además se usa para deslegitimar todo lo que se opone a este sistema capitalista, antidemocrático, injusto, insostenible y suicida (porque lleva al desastre ecológico).

Palabras como democracia, soberanía, libertad o derechos sociales, entre otras, se han vaciado de contenido por la acción de los medios de hegemonía cultural y de comunicación de las élites. Hoy se entienden de forma sesgada e incluso contraria a su verdadero significado. ¿Cómo se puede negar en nombre de la democracia el derecho a decidir de un pueblo (catalán o cualquier otro)? ¿Cómo se puede negar el derecho a decidir cuando la democracia es precisamente eso: que el pueblo decida?

Según Andrés Querol, la manipulación del lenguaje hoy no tiene nada que envidiar a la que perpetró el Tercer Reich, por ejemplo. Un ejemplo sería la utilización torticera del término anti-sistema, convertido en máximo anatema por dirigentes y mercenarios de las élites económicas. Fernández Buey explica que, si el sistema capitalista es malo para la mayoría de la gente (como es evidente y comprobamos cada día), lo lógico y justo es estar contra ese sistema, ser anti-sistema. Pero al término se le atribuye miserable y falsamente el significado de actuar con violencia y atentar contra los intereses de todos.

No es cuestión académica. Si nos neutralizan por la manipulación y corrupción del lenguaje, bloquean y reducen la conciencia crítica. Porque manipulación y corrupción del lenguaje buscan ocultar, distorsionar, disfrazar, manipular… Para que todo continúe igual, pero parezca que algo cambia. 

sábado, 12 de marzo de 2016

España registró el año pasado la mayor salida de capitales desde 2012. Los inversores sacaron del país 70.200 millones de euros en 2015. Sólo en diciembre, retiraron 19.000 millones


Balanza por cuenta corriente española


Flujo de capital español al extranjero


Los inversores sacaron de España 70.200 millones de euros en 2015, cifra que contrasta con los 5.600 millones de euros que invirtieron en el país en 2014, según la balanza de pagos que publica el Banco de España. Sólo en el mes de diciembre, el mes en el que se celebraron las Elecciones generales, los inversores retiraron de España 19.000 millones de euros. No obstante, pese a la subida de la cifra, la salida de capitales aún está lejos del máximo de 2012, cuando la fuga de inversiones ascendió a 170.000 millones. La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los inversores españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo.

Varios despachos de abogados confirman que los grandes patrimonios han procedido a movilizar capitales ante el aumento de la incertidumbre en España. Y el riesgo de que aumenten la carga impositiva. Los bufetes de abogados confirman que han percibido un aumento de consultas de sus clientes para sacar su patrimonio a otros países con una fiscalidad más relajada que la que auguran. El acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos incluye un nuevo impuesto para los grandes patrimonios. Podemos también recoge en su programa electoral un tributo para aumentar los impuestos a estas fortunas.

 En el desglose de los datos, los 70.200 millones que los inversores sacaron de España en 2015 se produjeron por la retirada de 21.300 millones en las inversiones directas, así como los 48.800 millones de euros que retiraron del país en otras inversiones (préstamos, repos y depósitos).

 En inversiones de cartera, los inversores también sacaron de España 700 millones de euros durante el año pasado y únicamente en derivados financieros invirtieron en el país 600 millones de euros. De esta forma, la posición deudora neta del Banco de España frente al exterior registró en 2015 un aumento por importe de 40.600 millones de euros.

Contraste con años anteriores
El importe sacado de España por los inversores en 2015 (70.200 millones de euros) contrasta con los 5.600 millones que invirtieron un año antes y más aún con los 73.600 millones de euros que trajeron a España en 2013, gracias a la mejora de la economía española y la mayor confianza en la misma. "En el mes de diciembre, las salidas netas de la cuenta financiera (19.000 millones), excluyendo el Banco de España, se produjeron por la otra inversión, principalmente (24.300 millones, como resultado de las desinversiones de los no residentes), y también por la inversión directa (3.100 millones). En sentido contrario, la inversión de cartera registró entradas netas (8.700 millones), debido, sobre todo, a las desinversiones de residentes en el exterior. En el conjunto de 2015 se estima una salida neta de fondos de 70.000 millones de euros", según explica el supervisor bancario. http://economia.elpais.com/economia/2016/02/29/actualidad/1456742610_261281.html

viernes, 11 de marzo de 2016

Olof Palme

Comprará deuda a empresas privadas. Cómo el BCE y Draghi reparten gratis nuestro dinero

El Banco Central Europeo (BCE) presentó ayer las nuevas medidas para fomentar el crédito con la intención de reanimar la economía europea y encaminarla al crecimiento y la inflación. ¿Sus medidas estrellas? prestar dinero a un interés del 0% y comprar más deuda a la banca y a empresas privadas.

La economía europea sigue sin mostrar señales de mejora por mucho que el presidente del BCE Mario Draghi haga “lo que sea necesario” tal y como ha declarado ya en varias ocasiones. Las cifras de crecimiento de los países de la zona euro se estancan sin alcanzar las previsiones esperadas al mismo tiempo que la deuda de los países sigue su escalada sin pausa. El estancamiento de la inflación, el que no suba el precio de nuestra cesta de consumo, también preocupa al máximo organismo monetario europeo.

Por ello Draghi ha anunciado las nuevas medidas que adoptará el BCE para reactivar la economía. Este nuevo movimiento del italiano, con visibles trazas de desesperación, no parece ser más que un tímido aumento de las mismas medidas que se llevan implantando en los últimos años, salvo por una nueva medida estrella que ya llevaba tiempo anunciándose: la compra de títulos de deuda a empresas privadas.

Bajada en los tipos de interés del 0,05% al 0%
El tipo de interés de la zona euro, el precio de obtener dinero prestado del BCE, lleva varios años en mínimos históricos desde que Draghi los bajara al 0,25% en noviembre de 2013. Esta medida monetaria expansiva intenta inyectar dinero a los países mediante el incremento del flujo de crédito, o sea que ofrece dinero barato a los bancos para que estos lo presten y se reactive la economía mediante el consumo y la inversión.

En esta ocasión el BCE vuelve a romper un nuevo récord histórico bajando los tipos de interés al 0% ante los ojos perplejos de los inversores y las bolsas europeas que han celebrado la noticia con subidas generalizadas en todos los índices del continente. Al igual que en ocasiones anteriores, Draghi pretende que una baja de interés del 0,05% ejerza un efecto sobre la banca privada que les haga abrir el grifo del crédito y reactive la economía. El problema de esta ecuación, que sigue sin funcionar, es que el grifo del crédito no va a abrirse porque el BCE lo quiera, los gobiernos lo pidan o porque las empresas lo necesiten, ni siquiera se abrirá por una nueva e insignificante bajada del 0,05% del precio del dinero. Los únicos que tienen la llave para abrir ese grifo son los bancos privados y estos no prestarán dinero a empresas y familias mientras les sea más rentable especular en mercados financieros, comprar deuda pública de países en apuros o simplemente mantener el dinero parado. ¿Por qué iba a correr el riesgo de prestar un banco dinero a una empresa o una familia de una economía estancada o en crisis pudiendo especular con la deuda soberana de un país?

Si dejan dinero en la caja fuerte del BCE les costará un 0,4%
Aunque parezca absurdo, muchos bancos piden prestado dinero del BCE para dejarlo depositado en el mismo BCE. Aprovechan el tipo de interés barato para después lanzarse a pedir dinero prestado pero al no encontrar sitios fiables donde invertirlo o prestarlo lo dejan en depósito. Hasta ahora el BCE cobraba un 0,3% a los bancos privados que hacían uso de este depósito. Hoy, esa “comisión” se eleva en una décima hasta el 0,4% -como ya ocurrió en diciembre del año pasado- con la intención de que de ese modo a la banca privada no les salga tan rentable tener el dinero parado y empiecen a prestarlo. De nuevo nos encontramos con la misma problemática que con la medida anterior ¿obliga esa subida a prestar dinero? ¿fluirá el crédito mientras los bancos tengan la libertad de usar ese dinero en actividades meramente especulativas?

El BCE comprará 80.000 millones de deuda al mes
A partir del próximo mes de abril, la máxima institución monetaria europea aumentará la compra mensual de deuda, que lleva realizando desde enero del año pasado, de 60.000 a 80.000 millones, superando así las expectativas de los expertos que cifraban este incremento en 10.000 millones. De ese modo, Draghi comprará títulos de deuda a los bancos y empresas financieras (cómo ya hizo en el caso de la empresa financiera de Volkswagen) para que estos puedan disponer de más capital líquido para prestar. Esta medida sirve de paso para limpiar sus balances de unos títulos de deuda, que dada la poca capacidad que están demostrando algunos países como España para devolver sus deudas, parecen estar condenadas a convertirse en nuevas refinanciaciones de deuda más que en capital líquido.

El BCE también rescatará a grandes empresas
Otra de las medidas estrellas y que ya se llevaba anunciando desde hace tiempo es la compra de deuda a las grandes empresas no financieras. En el día de hoy han anunciado que el BCE podrá comprar deuda emitida en euros y que tengan el grado de “inversión”, o sea todos aquellos que no tengan la calificación de "bono basura". Un vez más parece que el BCE muestra una mayor disposición en rescatar a la banca y a grandes empresas privadas que en rescatar a la ciudadanía europea. Tendremos que esperar para ver quienes son las empresas agraciadas con esta inyección de capital casi gratuita.

Una Europa con un banco central que funcionara para solventar los problemas económicos de la ciudadanía europea y de los países podría comprar directamente la deuda emitida por estos o prestarles dinero a esos tipos de interés nulos, eliminando a ese incomodo y egoísta intermediario en el que se ha convertido la banca privada y los “mercados”. Los gobiernos podrían invertir ese dinero a coste cero en reactivar la economía real de los países, enfocando la inversión donde más se necesite y donde ejerza un efecto positivo sobre la población, en lugar de dejar en manos de la banca que acepta a invertir basándose en meros parámetros de retorno económico. Los países no necesitarían ir a los mercados a pedir dinero con un ojo puesto en la prima de riesgo o en índices variables -y manipulables- como el EURIBOR. Las administraciones podrían obtener dinero al 0% que les ofrecería la posibilidad de aplicar políticas de crecimiento sin tener que depender de la banca privada ni sentirse ahogados por los intereses. Y puestos a soñar, el BCE podría cancelar las hipotecas de muchas familias para sustituirlas por préstamos a un interés 0%, lo que descargaría una enorme cantidad de intereses sobre las economías familiares que podrían conseguir ese efecto sobre el consumo que las medidas de Draghi llevan buscando durante años sin mucho éxito.

Pero todo esto ocurriría en una Europa diferente, donde las decisiones de las políticas económicas y monetarias no dependieran de un organismo no democrático como el BCE presidido por un ex-banquero al que nadie ha votado. Una Europa donde sus instituciones y sus políticas sirvieran a la ciudadanía y no a la banca privada. Una Europa democrática, pero no en la actual del señor Draghi. Yago Álvarez
El Salmón Contracorriente
Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Como-el-BCE-y-Draghi-reparten

jueves, 10 de marzo de 2016

Mitos fuera: la privada-concertada NO supone un ahorro para el Estado

El jueves 12 de junio se presentaba en el Congreso de los Diputados un informe titulado "El coste de la plaza escolar en la pública y en la concertada", elaborado por el área de Educación de Izquierda Unida.

El informe que ha partido de los datos facilitados por el Ministerio de Educación y el INE de 2011 y en el que se han aplicado "criterios metodológicos necesarios para poder comparar ambos costes en condiciones homogéneas, según realiza la OCDE o la UE", concluye que el coste de ambos modelos, público y privado-concertado, si prestasen los mismos servicios, sería prácticamente igual.

El supuesto ahorro al Estado por plaza escolar con el que se suele defender la privada-concertada, en el informe se relaciona con: El mayor número de alumnado por aula en la privada-concertada y menor profesorado (en 2011 los centros públicos tuvieron una media de 21,2 alumnos y 1,98 profesores por cada clase, mientras que en los concertados los grupos tuvieron como media 23 estudiantes y fueron atendidos por 1,68 profesores)

El nulo interés por escolarizar en la privada-concertada alumnado que requiera mayor atención educativa y, por tanto, más recursos (cita el informe que casi el 82% del alumnado inmigrante se encuentra matriculado en escuelas públicas, y entre el otro 18% que estudia en centros concertados –que suponen un 22% del total de escuelas primarias y secundarias, frente al 6,5% de media europea– una parte, según se señala, "no responde al perfil de alumnado inmigrante de bajo nivel socioeconómico y con mayores necesidades de apoyo educativo, sino a estudiantes procedentes de otros países desarrollados y/o de clases sociales elevadas que no requieren recursos complementarios")

Por su total desinterés por ubicarse en áreas poco rentables, como son las zonas rurales o los municipios de menor población, donde el coste medio por alumno es bastante mayor, según viene constatando el Consejo Escolar del Estado en sus informes anuales", según recoge también el informe. Y también, en la diferencia salarial entre el profesorado de la Escuela Pública y el de la privada-concertada. Teniendo en cuenta todas las variables, el informe concluye que la plaza escolar en un centro público, supone 4.185 euros y en un centro privado-concertado, 4.184 y que "Si la educación pública requiere aparentemente mayor inversión por puesto escolar es para poder llegar a todos los lugares y atender a todo tipo de alumnado; además de ofrecer todas las modalidades educativas y mejores condiciones laborales a sus trabajadores".

Queda claro a partir del informe que en torno al tema "se ha fabricado un mito interesado, basado en estudios que carecen del debido rigor, sobre la creencia infundada de que, en educación, lo privado es más rentable que lo público, cuando –incluso en términos estrictamente económicos– resulta imposible mantener esa tesis".

Informe de costes de plazas escolares, Observatorio por la Educación Pública  (desde la entrada se puede descargar el documento)

http://escuelasinexclusiones.blogspot.com.es/2014/06/mitos-fuera-la-privada-concertada-no.html

¿Qué empresas usaron a los vencidos hechos prisioneros incluso después de la guerra, como esclavos durante el franquismo?


La empresa 'Huarte', en el Valle de los Caídos.

La explotación económica de los vencidos llevó a la dictadura franquista al extremo de emplear a más de 400.000 presos políticos como trabajadores forzados.
Compañías públicas y privadas –algunas cotizan en el IBEX 35– resultaron beneficiarias de mano de obra gratuita en la mayoría de sectores productivos.

El trabajo esclavo forma parte de la querella argentina contra los crímenes del franquismo y la Ley de Memoria Democrática prevé hacer "copartícipes" de la "reparación" de los reclusos a las "organizaciones" implicadas.

El franquismo llegó al extremo de usar presos políticos como esclavos. Fiel a la explotación económica de los vencidos como "botín de guerra". Había que "reconstruir" el país y... ¿qué empresas emplearon mano de obra gratuita durante la dictadura? La iglesia, el ejército sublevado e instituciones públicas. Pero no sólo. Entidades privadas de casi cualquier sector se beneficiaron del empleo de más de 400.000 reclusos en régimen limítrofe a la esclavitud. Algunas cotizan hoy en el IBEX 35, herederas de aquellas actividades primigenias o extirpadas de su germen económico.

  Para sortear la muerte por hambre o enfermedad, plato diario en las cárceles franquistas, incluso había detenidos que solicitaban su traslado a batallones de trabajadores forzados. Banús Hermanos, San Román, Huarte, Agromán o Dragados y Construcciones. Estas compañías, y otras muchas, aprovecharon la oportunidad que ofrecía el entramado diseñado a lomos de presidiarios "para alzar sus imperios económicos durante la dictadura franquista". Unos redimían condena, otros obtenían réditos de otro modo impensables. Así reza en el marco de la querella argentina que María Servini de Cubría instruye desde el Federal 1 de Buenos Aires, a denuncia del grupo de trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA) de CGT. Y en la ley andaluza de memoria, que plantea hacer a estas y otras muchas empresas "copartícipes" de la "reparación" de esas víctimas.

"Botín de guerra" para los golpistas
"Ferroviarias como Norte, MZA, Renfe, constructoras como Entrecanales, San Román, Huarte o Banús, mineras como Duro, Babero, transformadoras de metales como Babcock & Wilcox, Astilleros de Cádiz, La Maquinista Terrestre". Una relación que el director científico del proyecto Todos (…) los nombres, José Luis Gutiérrez Molina, completa con "órdenes religiosas, ayuntamientos, confederaciones hidrográficas y diversas administraciones de Justicia o gubernativas". "¿Números? Más de 400.000 presos susceptibles de ser utilizados, en Andalucía más de 100.000", enumera.

Los derrotados, "botín de guerra" para las fuerzas golpistas.
Eran "trabajadores, jornaleros y campesinos", en gran parte, y debían cargar con el "esfuerzo de la reconstrucción" del país. Una tarea abierta hasta 1956 que el coautor del libro El Canal de los Presos. Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica cuantifica en "al menos 800 millones de euros". "Desde el pequeño taller a la gran industria vasca, catalana o andaluza –cuenta Gutiérrez Molina–, no hubo sector industrial, comercial, agrario o de servicios que no contara, en mayor o menor número, con trabajadores esclavos".

El anteproyecto de Ley de Memoria Democrática de Andalucía señala (artículo 19): "Reparación por trabajos forzados. La Administración de la Junta de Andalucía impulsará actuaciones para hacer copartícipes de las medidas de reconocimiento y resarcimiento a las organizaciones que pudieron utilizar los trabajos forzados en su beneficio". El Gobierno autonómico, con el nuevo marco legal que reconoce la mano de obra esclava en trámite, no desvela aún cómo motivará la participación de las empresas implicadas.

Empresas implicadas que no reconocen el "abuso"
¿Quién debe responder por esos delitos? "En el caso de Alemania las empresas pagaron, pusieron la mitad del fondo de indemnizaciones y la otra la puso el Estado", compara el coordinador de RMHSA, Cecilio Gordillo, que declaró por videoconferencia en febrero ante la justicia argentina y sugiere "candidatos a ser convocados por la juez Servini". Caso de "Florentino Pérez, de Dragados y Construcciones (ACS), José Manuel Entrecanales, de Entrecanales y Távora (Acciona), Gonzalo Ferre, de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Julio Gómez-Pomar, de Renfe y Juan Miguel Villar Mir, de Huarte (OHL)". Actuales responsables de empresas, "o sus antecesoras", señala, que nunca reconocieron el "abuso". Como publicó Financial Times Magazine en el año 2003.

eldiario.es/andalucia se ha puesto en contacto con estas empresas, que han declinado hacer declaraciones al respecto. "No haremos ningún comentario sobre ese tema", una respuesta repetida que se extendió en la mayoría de los casos al momento en que, en teoría, la ley andaluza de memoria les conmine a participar en el reconocimiento a los trabajadores forzados. En ningún caso se negó la participación de las "antecesoras" de estas compañías e, incluso, hubo solicitud de información a este periódico "para conocer un poco más en qué consiste todo eso".

En sectores como la minería y la construcción, los presos fueron "imprescindibles". "El número de pantanos inaugurados por Franco, sin la mano de obra esclava, hubieran sido muchos menos, lo mismo que las líneas férreas, carreteras o aeropuertos", relata Gordillo. Obras, también, como el Valle de los Caídos. Para administrar los campos de concentración convertidos en "empresas de trabajo temporal", el régimen creó –el 11 de octubre de 1938– el Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo (PCRPT).

En su organigrama cabían, describe Gutiérrez Molina, "funcionarios de prisiones, de prensa y propaganda, un eclesiástico, un contable, varios ingenieros, auditores generales de los tres ejércitos y de los organismos públicos que más trabajadores empleaban". Como el Servicio Nacional de Regiones Devastadas, empresas ferroviarias intervenidas, el Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas y la Compañía de Caminos de Hierros del Norte. Por cada día de trabajo, un preso redimía dos de pena. El Estado, que cobraba una cantidad a la empresa beneficiaria, pagaba un jornal –"aunque no siempre cumplía"– del que descontaba la comida y la ropa del recluso.

Empresas que solicitaron trabajadores forzados
En Franquismo y trabajo esclavo, una deuda pendiente, el investigador José Luis Gutiérrez Molina expone una relación de 90 empresas que solicitaron y les fueron concedidos penados como mano de obra forzada. Una treintena corresponden a organismos oficiales, once a la iglesia católica, ocho al Ministerio del Ejército y el resto a compañías privadas y una institución benéfica (Fundación Elorz).

Instituciones públicas que usaron presos: Secretaría General del Consejo de Estado, Astilleros de Cádiz, Consejo Superior de Protección de Menores, Sindicato Nacional del Espectáculo, Regiones Devastadas de varias provincias, gobiernos civiles, direcciones generales, ayuntamientos… además, entre otras, de la Fundación Generalísimo Franco y la Jefatura de FET de las JONS en Lérida.

La iglesia reclamó trabajadores esclavos para obras en parroquias, conventos y otros edificios de Madrid, Barcelona, Cuenca, Murcia o Valladolid. Como empresas privadas, aparecen relacionadas con la metalurgia (Múgica, Arellano y Cía., Babcock & Wilcox, La Maquinista Terrestre y Marítima, Talleres Mercier o Industrias Egaña), la minería (Carbones Asturianos, Minera Estaño Silleda, Duro Felguera, Minería Industrial Pirenaica o Minas de Sillada), la construcción (Sociedad Constructora Ferroviaria o Ibérica de Construcciones y Obras Públicas), agricultura, mecánica, zapatería, espartería y fábricas de muebles, cristal, guantes o alpargatas.

El propio autor, junto a Dolores Martínez, en El trabajo esclavo de los presos políticos del franquismo en Andalucía, repasan los campos de concentración y trabajo instalados en la región, con el número de reclusos que acogieron y las fechas en que estuvieron activos. Además, establecen un listado con la relación de obras en que intervinieron prisioneros, presos y penados en Andalucía entre 1936 y 1956. Una lista casi interminable "que no se ha estudiado a fondo".
http://www.eldiario.es/andalucia/empresas-usaron-esclavos-franquismo_0_251975222.html

miércoles, 9 de marzo de 2016

ENTREVISTA A ÁNGEL OLARÁN: “La pobreza no se va a erradicar porque no interesa”.

El misionero vasco llegó hace cuatro décadas a África para “servir a los demás”.

Está convencido de que hay medios para salir de la pobreza pero falta voluntad.


Sentados en el sofá de su pequeña oficina rodeados de papeles y diverso material recaudado por distintas ONG españolas, el misionero vasco Ángel Olarán (Hernani, 1938) conversa con la calma de quien lo ha visto casi todo en este mundo de injusticias y solidaridad, de ricos y pobres, de hambre y abundancia, de dualidades infinitas.

Tras más de 40 años en África, primero en Tanzania y después en Etiopía, el religioso comparte sus vivencias personales, experiencia y opiniones sobre los problemas del llamado Tercer Mundo, sobre los valores y las maneras de afrontarlos y sobre la imparable globalización y sus consecuencias. Y lo hace sin grandes juegos de palabras, desde la sencillez y con la humildad de quien se considera “un emigrante más” en África.

El misionero hernaniarra dejó su trabajo en un banco cuando tenía 30 años para marcharse a África y “servir a los demás”. Está convencido de que es posible erradicar el hambre y la pobreza extrema, el primero de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de los que tanto se habla últimamente tras la Cumbre para la Financiación del Desarrollo de Addis Abeba y la Conferencia de Naciones Unidas prevista para final de septiembre en Nueva York. Unas reuniones internacionales a las que Olarán mira con cierto recelo por “la cantidad de dólares que se derrochan”.

Prefiere poner el foco de atención en lo inmediato: el acceso al agua y la reforestación para asegurar la alimentación de las poblaciones rurales, en este caso de Wukro, un municipio situado en la región del Tigray al norte de Etiopía, en el que Abba Malaku (padre Ángel), como le llaman allí, lleva residiendo más de dos décadas.

El agua se ha convertido en una especie de obsesión para Ángel y no es de extrañar, tras vivir de cerca la crudeza de las sucesivas sequías que han azotado a esta zona de Etiopía. La última ha sido declarada este mismo verano por Naciones Unidas y sus consecuencias aún se desconocen. Quizá por este motivo, los proyectos hidrológicos y aquellos relacionados con la agricultura y la biodiversidad son tratados con especial cariño por el misionero vasco, que llegó a Etiopía en 1992 con la misión de poner en marcha una Escuela de Secundaria.

Para ello, la Administración local le cedió una superficie de ocho hectáreas, en la que solo había una acacia. Olarán relata la anécdota sobre esta simbólica planta: “Los lugareños la llamaban ‘el espino del Derg` haciendo un paralelismo entre las propiedades invasoras de la acacia que no dejaba brotar ninguna otra vegetación a su alrededor destruyendo el campo y el régimen comunista del Derg que destruía los pocos servicios públicos que había”.

Afortunadamente, aquel capítulo es historia. Hoy en día la Escuela de Secundaria o St. Mary’s College, que acoge un centro de formación agraria, florece con más de 700 estudiantes, de los cuales más del 50% son chicas. Sin duda, un proyecto de desarrollo educativo con éxito, cuya clave, remarca el misionero vasco, es “la motivación de profesores y personal administrativo y la colaboración permanente con la administración local, además de la contribución de los donantes”.

El misionero hernaniarra recuerda el “desolador” paisaje de principio de los años noventa, cuando llegó a Etiopía. Entonces, había tan solo un médico para atender a 300.000 personas, la electricidad era un invento que apenas había llegado a esta región, los servicios de agua eran mínimos, el asfalto en las calles de Wukro era inexistente, no había ni vehículos de motor ni una sola bicicleta y las casas no tenían ventanas y sus techos eran de uralita.

Pero lo peor, remata Olarán, era la “severa” malnutrición que sufría la población, sobre todo infantil: “Había niños que no podían ni sostener la cabeza, rechazaban la comida y no tenían ni fuerza para llorar, la situación era dramática”. Ayudó a atender a cientos de niños malnutridos y más de 1300 huérfanos cuyos familiares murieron por la guerra con Eritrea, el VIH y el hambre.

La sociedad del Primer Mundo es víctima de su propio desarrollo
Uno visita hoy Wukro y la transformación es total. Algunos proyectos de medio ambiente y reforestación implementados por Olarán en el Tigray han sido premiados y son referencia a nivel nacional en Etiopía. Asimismo, expertos en Desarrollo han calificado Wukro como un “oasis”. Sin embargo, como subraya el misionero vasco, todavía queda mucho por hacer, especialmente en las zonas rurales en las que las familias sobreviven del campo. No hay que olvidar que más del 85% de la población etíope vive en zonas rurales.

Precisamente, el objetivo de los proyectos de Olarán, en los que también participa la Fundación Etiopía Utopía, es conseguir que estas familias tengan tres cosechas al año. ¿Cómo? Almacenando el agua de la lluvia en embalses y pozo, construyendo canales e interviniendo en los torrentes.

De ahí que el religioso insista tanto en sus proyectos hidrológicos y de reforestación con el fin de no perder ni una gota de agua y llegar al objetivo último: la seguridad alimentaria. Tarea nada fácil, por lo que los problemas persisten. “Había y hay escasez de alimentos”, subraya. "Hemos pasado de las hambrunas de los años setenta, ochenta y noventa a lo que hoy en pleno siglo XXI llaman hambre crónico”. Dicho esto, sentencia: “la pobreza no se va a erradicar, porque simplemente no interesa. Medios hay para erradicarla, pero eso significa una distribución justa de la riqueza”. Esto se resume en dos palabras: justicia social, un concepto que para Abba Malaku tiene mayor prioridad que la caridad.

La crisis de “más y mejor” en el Primer Mundo
Ángel Olarán es de esas personas que pueden presumir de tener un discurso propio. Pertenece a una institución eclesiástica y sirve a la orden católica de los Misioneros de África (Padres Blancos), pero si tiene que señalar a los responsables de la pobreza, no duda en hacerlo. Tampoco pestañea al criticar actitudes o acciones reprochables de cualquier institución, incluida la Iglesia Católica, como “los lujos de algunos en las altas esferas”.

En cualquier caso, el religioso prefiere ser pragmático y centrarse en lo que más le preocupa. En este sentido, hace una llamada de atención general ante la “dramática” reducción de fondos para financiar los proyectos de cooperación al desarrollo.

En los 20 años que lleva trabajando en Wukro, Olarán y la Oficina de proyectos de St. Mary han puesto en marcha más de una veintena de proyectos con presupuestos dispares, desde 10.000 hasta 900.000 euros. Estos fondos han sido financiados por ONGs alemanas, suizas, españolas, vascas de distinto tamaño y tanto religiosas como no. Los proyectos han sido destinados a la educación. a los niños huérfanos. a la agricultura y al medio ambiente; a los grupos vulnerables, como las trabajadoras sexuales o las personas mayores y a la salud, con mejoras y puesta en marcha de unidades de tuberculosis y VIH en el hospital de Wukro.

Actualmente, los fondos se han reducido tanto que incluso la continuidad de algunos proyectos peligra. “Un proyecto de 50.000 euros hoy nos parece increíble”, sonríe el religioso, que es consciente de la crisis económica que atraviesa el Primer Mundo, pero aún así anima a seguir realizando donaciones, porque “lo que no se da, no llega nunca al que más lo necesita”.

Precisamente, tiene una visión muy particular de la crisis económica de "los [países] ricos", desencadenada, a su juicio, por un “sistema global” que es “criminal”. “La sociedad del Primer Mundo es víctima de su propio desarrollo” porque “le está llevando a un individualismo brutal” y de pérdida de valores. Olarán considera que en los países ricos se ha entrado en una espiral de consumismo y de necesidades superfluas, que ha hecho que los estilos de vida y valores se deterioren.

“En el Primer Mundo interesa vivir en la ignorancia” para no tener que renunciar a esas necesidades. “Pero la realidad es que el planeta no puede soportar el ritmo de vida actual de las sociedades avanzadas. Si el Primer Mundo sigue con la filosofía de más y mejor, la pobreza tiene que existir, porque no hay medios para todos, no hay materia prima para que todo el mundo tenga los coches que tiene Europa o para que haya la electricidad que hay en Estados Unidos, etc. Hemos llegado al punto de que hasta la materia prima se cotiza en bolsa. Para vivir todos al ritmo del Primer Mundo, harían falta tres planetas que produzcan toda la materia prima necesaria”, sentencia.

Olarán lo tiene claro. La solución a muchos problemas —de los países pobres— “viene de fuera”. “El comercio internacional siempre va a favor de quien hace las leyes y quien hace las leyes son los de arriba, cuando hay una relación bilateral para el desarrollo, siempre es a favor del Primer Mundo, éste siempre tiene que sacar algún beneficio”, critica.

Un ejemplo que pone el hernaniarra de la crueldad del sistema económico internacional y la globalización económica es el Congo: “Hay más de medio centenar de multinacionales en este país tratando de sacar tajada del cobalto y otros minerales, mientras que nosotros cambiamos de teléfono móvil —que es para lo que se utilizan esos minerales— como de chaqueta, ignorando que los niños congoleños mueren extrayendo este mineral. Un móvil es un ataúd para los congoleños”.

En este punto, el misionero vasco opina que pese a la miseria, en este escenario global de crisis, “lo’ bueno’ o ‘malo’ es que la gente de aquí [África] está acostumbrada a no tener, no tienen tantas ambiciones materiales, tienen un gran apoyo familiar, estructuras comunitarias de base fuerte y un mayor sentido de la solidaridad”. Algo que en el Primer Mundo se está perdiendo, lamenta, al tiempo que concluye que esto debería llevarnos a una reflexión.

Cooperación con mayúsculas
Entre pregunta y pregunta, Olarán acude a ayudar al personal de la oficina de St. Mary que le reclama para la firma de algún convenio con una ONG y el Ayuntamiento de Wukro. A sus 77 años, el religioso vasco se mantiene en forma y sin perder un atisbo de motivación para seguir trabajando en lo que ha sido y es su vida: la ayuda humanitaria, entendida como una vía para lograr justicia social y no quedarse en la mera caridad, aunque “ésta última —apunta— nunca hay que negar si se necesita”.

Ahora que se apela tanto a la necesidad de redefinir los enfoques de la cooperación al desarrollo, Ángel Olarán propone un enfoque basado en la cooperación con mayúsculas, es decir, que exista colaboración real entre las partes implicadas en los proyectos y participación de las poblaciones destinatarias de la ayuda. Esto es lo que explica precisamente el éxito de los proyectos de St. Mary y la gran transformación de Wukro. Todos los agentes de una comunidad deben estar implicados en el desarrollo de un proyecto para que realmente sea sentido como propio y, en consecuencia, “sostenible”, término que tanto se utiliza en los últimos tiempos y que podría termina desgastándose de tanto usarse.

Abba Malaku concluye la entrevista con una reflexión que resume lo que representa su persona y su forma de hacer: “Se dice que la Iglesia es la voz de los que no tienen voz, pero yo creo que los que no tienen voz, tendrían que ser la voz de la Iglesia. Pero hoy por hoy esa gente no tiene voz en la Iglesia. No se cuenta con ellos, ni se discute con ellos, no se programa con ellos. Son algo así como el objeto de nuestra caridad, y yo creo que tendrían que ser sujetos de desarrollo”, lo que se traduce simplemente en justicia social.
http://elpais.com/elpais/2015/09/04/planeta_futuro/1441370516_372313.html

Movimiento slow contra la inmediatez capitalista

José Luis Vicente Vicente
El Salmóm Contracorriente

La educación ambiental, la educación para la salud y la educación en la justicia social son vitales a la hora de concienciar sobre los beneficios de un consumo lento. En sus orígenes, el movimiento slow fue un fenómeno más bien contestatario frente a la “americanización” de la gastronomía europea. La tecnología y una planificación urbanística adecuada son unos aliados que pueden ser de gran utilidad para poder disfrutar de una vida lenta, que nos permita saborear cada segundo de nuestras vidas. En 1986 el periodista italiano Carlo Petrini vio como en la emblemática Plaza de España de Roma, repleta hasta ese momento de tiendas de productos locales se inauguraba la primera tienda de una cadena de comida rápida estadounidense. La comida rápida había llegado al corazón de Italia, un país que se caracteriza por su gastronomía particular y muy arraigada en la sociedad. En ese momento nace el movimiento slow en su variante de comida, el slow food.

En sus inicios este movimiento tenía el fin de impedir que la comida rápida acabara sustituyendo a la comida tradicional, y endémica en muchos casos, italiana. Conservar las comidas tradicionales no solo implica conservar una gastronomía, sino conservar también aquellas especies animales y vegetales de las que se nutre ésta. Hoy en día, por ejemplo, las especies ganaderas que no son rentables en este modelo se encuentran al borde de su desaparición. Un ejemplo es la raza sayaguesa de bovino, característica de la comarca de Sayago (Zamora). Gracias a nuevas iniciativas emprendedoras se ha conseguido frenar su desaparición, aunque todavía sigue estando en peligro de extinción.

Decía que al principio fue un movimiento más bien contestatario frente a la “americanización” de la gastronomía europea (entendiendo como americanización el consumo rápido y de productos de poca calidad propio de la cultura estadounidense), pero sin embargo a medida que pasó el tiempo, y especialmente en la última década, el movimiento se ha transmitido a otros ámbitos igualmente afectados por la invasión de lo rápido. Así, fueron las ciudades el segundo ámbito en sumarse a este movimiento, denominado cittaslow. Estas ciudades, normalmente con una población que no supera los 50.000 habitantes, se caracterizan por organizar su vida en torno a las plazas, que consideran como núcleos que funcionan como puntos de encuentro de la población. Sin embargo, no son plazas por las que transiten coches, ruidosas o contaminadas, son plazas peatonales, donde la gente pueda pasear y, si lo desea, observar productos y comprarlos, ya que en estas plazas suelen abundar las pequeñas tiendas de comercio local y de vez en cuando también se celebra algún mercado temporal con los productos típicos de la zona. En estas ciudades la planificación urbanística y las políticas ambientales son puntos clave, aumentando la calidad de vida de los ciudadanos. Por tanto, son ciudades que conservan lo tradicional pero mejorando los problemas aplicando la modernidad.

Uno de los últimos ámbitos en el que este movimiento ha conseguido una gran aceptación es el mundo de la moda. Acostumbrados al consumo rápido con prendas que prácticamente se desechan al final de cada temporada, nuevas marcas han surgido con el fin de promover un consumo de ropa alejado de la inmediatez y la alta variabilidad de las modas. Es el slow fashion. Estas marcas apuestan por prendas de autor, realizadas con tejidos de calidad, en muchos casos ecológicos, y fabricados de una forma socialmente justa.

Sin embargo, y a pesar de que en el caso de las ciudades lentas o en el sector de la moda sí existen agrupaciones de municipios, normalmente el movimiento slow se caracteriza por no estar regido por unas normas concretas, ni por la existencia de ningún tipo de certificación. Surgen de manera espontánea por iniciativas locales que pueden tener un mayor o menor alcance. Por ejemplo, en las ciudades de gran tamaño pueden quedar restringidas a ciertos barrios, o aparecer diseminadas por la ciudad. No obstante, no debemos verlo como movimientos aislados, sino tener en cuenta que parten de unas inquietudes comunes: el respeto al medio ambiente y a lo local, la justicia social y la eficiencia en el uso de recursos. También se evita todo lo relacionado con la producción en serie y se sustituye por la creatividad, la innovación y la adaptación a las características específicas del entorno.

Por desgracia, en ciertas ocasiones este movimiento (como está ocurriendo también en el caso de los productos ecológicos, que forman parte también de éste) está siendo adoptado por personas con un nivel adquisitivo medio o medio-alto y cuya consecuencia directa es la elevación de los precios, empezando a adquirir cierto carácter elitista. Esto, sin duda, no es nada bueno si lo que se desea es que prevalezca la cultura autóctona, tradicional, la ligada a la lentitud de la creatividad y la meticulosidad. Necesitamos que la filosofía se extienda a todas las capas sociales, que se democratice su acceso. Un ejemplo muy claro es la relación entre la obesidad y la renta de las familias en Estados Unidos. Ahí, se está viendo cómo la obesidad, especialmente la infantil, es mayor cuanto menor es el nivel de renta familiar. La explicación es muy sencilla, su bajo precio y facilidad de acceso. Mientras que en cada esquina de Estados Unidos hay un negocio de comida rápida, los barrios más deprimidos son auténticos desiertos de frutas y verduras, donde para encontrar algún producto de este tipo es necesario invertir tiempo de viaje y recursos económicos.

Sin embargo, hay alternativas que pueden contribuir a la extensión del movimiento slow a las capas sociales con menos recursos. Por un lado la educación ambiental, la educación para la salud y la educación en la justicia social son vitales a la hora de concienciar sobre los beneficios de un consumo lento. Por otro lado, esto no es posible sin una adecuada planificación urbanística. Necesitamos remodelar nuestras ciudades, creando espacios de encuentro donde poder intercambiar experiencias y fomentar las relaciones sociales, donde se restrinjan las grandes superficies comerciales en favor del pequeño comercio. Crear barrios dormitorio, calles sin pequeños comercios, sin espacios de reunión de la comunidad o sin parques a lo único a lo que conducen es al aislamiento y el egoísmo, porque uno de los pilares básicos de un consumo lento es la solidaridad con los productores, con el entorno natural y con las generaciones futuras.

Por otra parte, es complicado invertir tiempo en comprar en las tiendas, en la preparación de la comida cuando se trabaja todo el día y se tiene muy poco tiempo para disfrutar fuera del trabajo. Es por ello por lo que el movimiento slow debería aplicarse a todos los ámbitos de la vida, ya que si el trabajo te permite tener tiempo libre ello te facilitará hacer la compra, cocinar, dar un paseo… en definitiva, disfrutar de los pequeños momentos de la vida, aprovechándolos y evitando así esa sensación de vacío que produce el consumo rápido de “usar y tirar”. La tecnología y una planificación urbanística adecuada son unos aliados que pueden ser de gran utilidad para poder disfrutar de una vida lenta, que nos permita saborear cada segundo de nuestras vidas.

Quiero volver al inicio de este pequeño artículo, a la Plaza de España de Roma. Por razones de trabajo me encuentro viviendo temporalmente en Roma y es sorprendente ver cómo en esta plaza no hay negocios de consumo rápido, sino que ahora la Plaza está rodeada de tiendas de alto nivel como Valentino, Prada… No es un consumo rápido, pero tampoco es socialmente justo. Se trata de una perversión del consumo lento. Sin embargo, algo de esperanza albergo cuando caminando por las calles de Roma es tan complicado encontrar un local de una famosa conocida marca de coMida rápida que para que la encuentres fácilmente tiene carteles indicadores distribuidos por algunas de las principales calles de la ciudad. Es, sin duda, una pequeña victoria.
Fuente original: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Movimiento-slow-contra-la

martes, 8 de marzo de 2016

Diversos dirigentes del PSOE encabezados por José Antonio Pérez Tapias, excandidato a secretario general, han suscrito una carta abierta dirigida a Pedro Sánchez con el fin de instarle a lograr un pacto de izquierda.

Debemos lograr un pacto de izquierda
Estimado compañero Pedro:

Estamos de acuerdo en que el PSOE, tras las elecciones del pasado 20-D, pasa por un momento crucial. Sabemos que los resultados no fueron buenos para el partido, pero los 90 escaños conseguidos en el Congreso de los Diputados, que sitúan al Grupo Socialista como principal fuerza de izquierda en el Parlamento español, implican una posición que obliga a asumir con coherencia programática y coraje político lo que del PSOE esperan quienes han puesto en él su confianza.

En medio de la difícil situación de nuestra sociedad y de la estructura territorial del Estado español, de las decisiones que tomemos depende el futuro del socialismo democrático en nuestro país, y estamos convencidos que el futuro del país mismo. El PSOE, superando enfrentamientos estériles, tiene la responsabilidad de encauzar su acción hacia políticas transformadoras, de emancipación y solidaridad, contribuyendo desde su posición en la izquierda a articular su pluralidad y a reforzar sus potenciales de cambio. De no ser así, el PSOE podrá verse replegado sobre políticas alineadas con la derecha, sin ser capaz de ofrecer un proyecto de izquierda creíble, tanto para España como para Europa.

Tanto desde la Ejecutiva del partido, como desde su Comité Federal, se ha manifestado que el PSOE votará "no" a la investidura como presidente del Gobierno de cualquier candidato del Partido Popular. Reconociendo que el PP, con mayor número de escaños en el Congreso, tiene la obligación de intentar formar Gobierno, hay razones de peso para que el PSOE no apoye tal iniciativa, ni activamente con su voto, ni pasivamente mediante su abstención.

Como Secretario General del Partido, y refrendado por el Comité Federal, has manifestado tu voluntad de intentar un pacto para una mayoría parlamentaria que permita un gobierno de cambio, en caso de que no lo logre el candidato de la derecha. Un pacto de izquierdas es indispensable para las políticas de reconstrucción social que nuestro país necesita, desde la lucha contra el paro con nuevas políticas económicas hasta la defensa del Estado de bienestar, así como el logro de un renovado pacto constitucional, dada la crisis del Estado español.

Para los objetivos señalados están abiertas posibilidades de negociación con Podemos y otras fuerzas políticas que hay que aprovechar. Nos compromete a ello el defender los derechos civiles y sociales de ciudadanas y ciudadanos, la profundización en la democracia, la dignificación de la política erradicando la corrupción y la reforma del Estado de las autonomías para construir el Estado federal plurinacional que la realidad política de España exige. Es en el marco del debate sobre la ineludible reforma constitucional donde ha de plantearse el procedimiento adecuado, como puede ser una consulta legal a la ciudadanía, para el reconocimiento de la realidad nacional de Cataluña. Son tareas que las izquierdas deben acometer sin demora.

EL PSOE tiene la posibilidad de presentar, junto a otras fuerzas políticas, una alternativa a la derecha neoliberal y conservadora. Esa posibilidad hay que hacerla realidad, no resignándonos de antemano a unas elecciones anticipadas sin haberlo intentado. Los procesos internos de cara al próximo congreso ordinario del partido han de tener en cuenta, considerando lo que nuestros Estatutos señalan, la prioridad política de la búsqueda de ese pacto que aglutine aspiraciones de justicia social, igualdad y regeneración democrática, la cual tú, como secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno, debes encabezar.

Saludos socialistas.

José A. Pérez Tapias, miembro del Comité Federal del PSOE
Andrés Perelló, miembro del Comité Federal del PSOE y de ES del PSPV-PSOE
Odón Elorza, diputado del PSE-PSOE
Esperança Esteve, ex-diputada del PSC
Manuel de la Rocha Rubí, ex-diputado del PSOE-M y miembro de Izquierda Socialista
Vicent Garcés, exeurodiputado, miembro de ES y del Comité Nacional del PSPV-PSOE
Maite Ibáñez, de la Coordinadora de ES y de la Ejecutiva de PSPV-PSOE de Valencia
Borja Suárez Corujo, militante del PSOE-M y miembro del colectivo Líneas Rojas

http://www.publico.es/politica/perez-tapias-y-otros-dirigentes.html

Plan B Europa: La lucha por los derechos laborales y sociales

Intervencion Mikel Noval en las Jornadas Plan B Europa

El capital ha pasado a la ofensiva a todos los niveles para acabar con todo lo que suponga el poder organizado de manera colectiva, lo que afecta, obviamente, al poder sindical. El sindicalismo tiene que hacer frente a esta realidad, ser una herramienta útil para confrontar con ese modelo, tanto en los centros de trabajo como en la calle. ELA ha optado por ser un instrumento de lucha para los trabajadores y trabajadoras precarias.

3 ejemplos de estos días:

-Kutxabank-
Hemos hecho campaña, con movilizaciones y manifestaciones, para defender un sistema financiero público vasco. Estuvimos en contra de la conversión de las Cajas en Banco, y estamos dificultando su privatización y salida a Bolsa. Hemos actuado como sindicato, y también siendo parte de una alianza entre organizaciones sindicales y sociales (en la que toman parte los colectivos antideshaucios, entre otros).

En el Banco no hemos aceptado un nuevo recorte de 380 empleos, vía prejubilaciones, y estamos llevando a cabo una campaña para conseguir que 170 eventuales, que trabajan en situación precaria y discriminatoria, dignifiquen sus condiciones de trabajo.

-Residencias de Bizkaia-
Un sector feminizado y precarizado. En 2013 se consiguió, vía movilizaciones y paros, un convenio que blindó la reforma laboral, es decir, garantizó su no aplicación. Fue un convenio para 3 años. Ahora la patronal quiere eliminar ese blindaje e imponer recortes salariales y aumento de la jornada y de la precariedad. ELA, con un 66% de representatividad, se ha levantado de la mesa esta misma semana y ya tentemos un calendario de movilizaciones.

-Laminaciones Arregi (Grupo Celsa Atlantic)-
Empresa que ha represaliado a sindicalistas. La empresa destruyó empleo castigando a quienes pertenecían a determinadas organizaciones sindicales. Los tribunales dieron la razón a nuestras demandas. La batalla ha durado cuatro años, en las que la empresa incumplía sistemáticamente las resoluciones. Pero gracias a la lucha de los trabajadores y trabajadoras y del apoyo social que se ha producido, se ha conseguido un acuerdo que recupera los derechos vulnerados. Sin duda, el compromiso del sindicato en esta batalla ha sido clave para conseguirlo.

Consideramos que la acción sindical tiene que enfocarse en gran medida hacia la lucha por los derechos de los colectivos más precarios. Para esa lucha el sindicalismo tiene que seguir desarrollando las formas tradicionales de organización (la organización de los trabajadores y trabajadoras en los centros de trabajo es más necesaria que nunca para dar respuesta a los ataques que estamos sufriendo). Otra cosa es que debe adaptar su organización a los cambios tan grandes que se están produciendo en el mundo del trabajo.

Además, cada día tratamos de buscar otras formas, otras dinámicas de actuación y de lucha. Vamos a señalar dos ejemplos de formas de actuación diferentes:

a) La campaña Jai egunetan jai (los domingos y festivos no se trabaja)
Vivimos una sociedad que potencia valores tan poco saludables como el consumo. Para ello una de las estrategias es la de extender los horarios comerciales. En el País Vasco llevamos años de dura pelea en la que hemos logrado que los comercios no abran los domingos y festivos. Las tiendas de más de 150 metros cuadrados no abren ninguno en todo el año. Somos una excepción en el Estado español, que disgusta a las grandes cadenas y a los políticos que legislan para sus intereses. Nos tachan de anacrónicos, de antiguos, de poco modernos o de ir contra el turismo. Cuando no de violentos.

La defensa de las condiciones de trabajo de este sector, también feminizado, y del derecho a conciliar su vida laboral, familiar y personal; la defensa de un modelo de comercio más pequeño y de cercanía; la defensa de un ocio basado en otros valores. Todo esto ha permitido crear una alianza sindical y social, con organizaciones de consumidores, con asociaciones de comerciantes, que defendemos seguir con cero aperturas en festivos. Sabemos que si aceptamos una nos van a llevar al modelo de Esperanza Aguirre: 365 días de apertura al año, salvo los bisiestos, con 366.

b) La resistencia y la propuesta en alianza entre organizaciones sindicales y sociales
Tenemos muy claro que la movilización social es el camino imprescindible para el cambio de las políticas. Para ello hay que confrontar con los poderes económicos, financieros y mediáticos. Quienes defienden el actual status quo no tienen ningún reparo en utilizar toda la artillería de la que disponen, que es mucha, para impedir cambios reales. Pueden aceptar pequeños cambios pero siempre que no cuestionen el fondo del reparto cada vez más injusto de la riqueza. Pero el cambio radical va a tener una oposición frontal, no pacífica.

Para conseguir ese cambio de las políticas ni siquiera es suficiente que el gobierno de turno lo quiera realizar. Los gobiernos del cambio son sometidos a presiones y chantajes tremendos. Es imprescindible la movilización y la presión social para que, desde fuera de las instituciones, desde la calle, la gente, el pueblo, lo exija.

La desmovilización social, delegar la acción en quienes pueden llegar o han llegado al gobierno, y confiar en que ya está todo hecho, es equivocado. Con desmovilización social ese cambio real no se va a producir.

Es imprescindible articular una alianza sindical y social que trabaje por el cambio radical de las políticas, y que sea independiente del poder económico y de los partidos políticos. Se requiere un movimiento social con capacidad de diagnóstico y acción propio. Y eso es algo aplicable en Euskal Herria o en toda Europa.

Trabajamos en la práctica en esa dirección.
6 huelgas generales.
-Mayo de 2009, para exigir un cambio de las políticas. Si no, decíamos, vendrían los recortes;
-junio de 2010, contra la reforma laboral de Zapatero;
-enero de 2011, contra la reforma de pensiones acordada por Zapatero, CCOO, UGT y CEOE (retraso de la edad de jubilación, recorte de las nuevas pensiones y poner las bases para la pérdida de poder adquisitivo generalizada de las pensiones);
-marzo de 2012, contra la reforma de Rajoy;
-septiembre de 2012, contra los recortes de de Rayoy;
-mayo de 2013, ante el anuncio de una nueva reforma de pensiones y por los Derechos laborales y sociales dignos.

Las últimas huelgas, junto a otro tipo de movilizaciones, las convocamos desde una Plataforma de organizaciones sindicales y sociales que compartimos unos elementos básicos: la necesidad de dar una alternativa radical al sistema (no valen parches); aceptación de trabajo conjunto entre organizaciones grandes y pequeñas. En la práctica esto supuso la configuración de un espacio con todos los sindicatos menos CCOO y UGT (la crítica al denominado diálogo social es otro elemento común) y la inmensa mayoría de los movimientos sociales que trabajan ámbitos diversos como el feminismo, la lucha contra la exclusión, etc.

Cuando convocamos la última huelga general decidimos poner en marcha un proceso participativo con el objetivo de poner en común nuestras alternativas al modelo económico y social dominante. Esto es lo que ha dado lugar a la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria.

Una vez acordada dicha carta decidimos dar un paso más: la interpelación política. Y con ello vinieron las manifestaciones del 14 de marzo de 2015 demandando la aplicación de un Programa Social.

Por último, Alternatiben Herria, que tuvo lugar el 24 de octubre pasado en Bilbao. Al hilo del llamamiento Alternatiba “Cambiar el sistema, no el Clima”, se tomaron las calles de Bilbao para mostrar que existen ya alternativas reales, en aspectos diferentes como las finanzas éticas, la soberanía alimentaria, las energías renovables, etc. Fue una combinación de espacio formativo y participativo, celebrado en ambiente festivo.

Sin duda tenemos mucho que mejorar, mucha tarea por hacer. Dar respuesta a las necesidades de la clase trabajadora es un reto permanente. Pero tenemos la convicción de que la lucha y la confrontación son el camino, tanto en los centros de trabajo como en la calle. Nuevas y tradicionales formas de organización y de lucha. Este es el camino por el que transitamos en Euskal Herria, dando muestra de un sindicalismo que está vivo, muy vivo.

Como decía un antiguo miembro del sindicato: vivimos tiempos apasionantes. Es lo que nos toca y vamos a intentar hacer todo lo posible por estar a la altura de ese reto.

lunes, 7 de marzo de 2016

“A mi hijo lo ha matado la incultura científica”. Se reabre el caso de un joven que murió tras abandonar la quimioterapia por culpa de un curandero, según denuncia su padre

"Papá, me he equivocado". Una frase tan simple estremece cuando es Julián Rodríguez quien la pronuncia. Repite lo que le dijo Mario, su hijo de 21 años, poco antes de morir. Su error: abandonar el tratamiento médico de su leucemia para abrazar una pseudoterapia recomendada por un curandero que asegura ser capaz de curar el cáncer con vitaminas. El calvario de Mario duró seis terribles meses hasta que falleció en julio de 2014. Su padre aprieta con rabia los dientes al repetir: "Papá, me he equivocado".

"O te tiras por la ventana o peleas". Es tan duro lo que ha sufrido Julián que decidió luchar para que nadie más vuelva a pasar por lo que él ha pasado. Dos semanas después de que muriera Mario ya había declarado la guerra contra los curanderos que se aprovechan de las tragedias de la gente y su falta de conocimientos médicos: "Es tan doloroso saber que tuvo una oportunidad tan clara de salvarse... A mi hijo lo ha matado la incultura científica".

Su primera batalla es denunciar al curandero que apartó a Mario del tratamiento que podría haberle sanado. La Audiencia Provincial de Valencia le acaba de dar la razón y exige al juez —que inicialmente desestimó la denuncia— que reabra el caso para procesar al falso médico "como mínimo, por un delito de intrusismo". Las magistradas consideran que este pseudoterapeuta, que se presenta como experto en "medicina natural y ortomolecular", debe responder por fingir que es capaz de curar el cáncer con sus recomendaciones.

Según el médico que trataba a Mario —el de verdad—, no sólo le convenció para que se negara a un trasplante y a darse la quimio, sino que le prescribió un tratamiento que interfería en su recuperación con elementos contraproducentes, como hongos y alcohol. En su martirio, a Mario hubo que intervenirle en el intestino por una infección.

Pero Julián tiene muchas más batallas por delante: quiere ayudar a la gente —"no podemos saber de todo"— a evitar el error de su hijo: "Es necesario ofrecer información para contrarrestar los mensajes de estos estafadores". Para encauzar esa labor, ha creado la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), desde la que pelea con ayuda de divulgadores, activistas y especialistas contra la difusión de mensajes contrarios a la ciencia médica que, como se ha visto, puede costar la salud y hasta la vida. Sus primeros objetivos: evitar que los charlatanes vendan sus servicios en espacios públicos o con el aval de instituciones académicas y ofrecer información contrastada sobre la verdad de las pseudoterapias.

El trabajo que tienen por delante es monumental. Para empezar, porque los charlatanes cuentan con importantes plataformas de difusión en la red y medios como Discoverysalud, que promociona sin tapujos estas pseudoterapias y que aparece mencionado en el escrito de la Audiencia, porque esta web promocionó el falso tratamiento contra el cáncer del curandero. Además, se presentaba como médico aunque no tenga el título: la Generalitat de Valencia retiró el cartel de su consulta después de la denuncia de Rodríguez.

Además, va a ser complicado romper la espiral de engaño y confusión porque en muchos casos el caballo de Troya está en casa. En el caso de Mario, fue su madre quien le llevó a la consulta del falso médico: el 7 de enero diagnosticaron su leucemia y el 9 de enero "ya tenía un saco de píldoras". Julián Rodríguez calcula que su hijo tomaba "religiosamente" unas 25 pastillas al día por encargo del denunciado. La madre del joven fallecido colocó un panel en casa con las pautas indicadas para seguir este inútil tratamiento, que les costó unos 4.000 euros, calcula el padre. Siempre en negro, sin facturas, a una familia sin apenas recursos que se veía obligada a convivir bajo el mismo techo incluso después de que padre y madre se hubieran separado.

Alrededor del 13% de los españoles, según un estudio del CIS, prefiere las medicinas alternativas, aquellas que están fuera del sistema sanitario por no haber probado su utilidad. Pero si no se combate su discurso, los crédulos y engañados podrían crecer. Era el caso de la madre de Mario, que sumó sus creencias al pavor que su hijo sentía por los efectos de la quimioterapia. El joven, sin embargo, no era para nada ajeno al método científico, ya que estudiaba Física en la universidad. "Mucha gente me pregunta cómo un estudiante de Física pudo tomar esa decisión", asegura su padre, "y yo les respondo: estudiante de Física y enfermo de cáncer. Nunca sabes cómo te va a afectar al coco algo así".

Hoy Julián reconoce, conteniendo las lágrimas, que se arrepiente de no haber peleado más contra la decisión de su hijo, aunque ya era mayor de edad, mientras modula la voz para enumerar situaciones sobrecogedoras que vivió junto a él en la habitación del hospital por culpa del curandero. Se exalta al relatar que los centros de pseudoterapias proliferan de forma imparable ante la "pasividad de las autoridades sanitarias", que "no protegen a la gente" en momentos tan delicados como los que tuvo que vivir. Y agarra con fuerza una foto de Mario mientras repite las palabras con las que le respondió aquel día, cuando ya sabía que iba a perderlo: "No te has equivocado, hijo, te han mareado".

"SI SE EQUIVOCÓ, SE EQUIVOCÓ ÉL"
El terapeuta acusado, José Ramón Llorente, se presenta como experto en "medicina natural y ortomolecular", que fue el cartel que le retiró la Consellería de Sanitat tras confirmar que no tiene titulación en Medicina. Además, es presidente de la Asociación Española de Nutrición Ortomolecular. La llamada terapia ortomolecular, que se basa en el uso de altas cantidades de vitaminas, es considerada una pseudomedicina por no existir evidencia científica de que funcione. Llorente asegura que el joven abandonó el tratamiento por miedo a la quimioterapia y que tomó la decisión antes de acudir a su consulta: "Si se equivocó, se equivocó él". Defiende que solo le prescribió un tratamiento para mejorar sus condiciones bioquímicas: "No curo enfermedades, capacitamos al organismo para potenciar su recuperación. Y si se cura del cáncer, perfecto". Sin embargo, se pueden encontrar vídeos en los que defiende que la vitamina C cura el cáncer y que la quimioterapia entorpece ese supuesto proceso. Llorente se defiende afirmando que se limitaba a divulgar esa idea y que, aunque se muestra convencido de que funciona, él no le propone ese tratamiento a la gente que acude a su oficina.

http://elpais.com/elpais/2016/02/24/ciencia/1456341289_969832.html