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lunes, 24 de junio de 2013

Las promesas rotas del PP o eran mentiras para que les votaran y después, una vez con el gobierno en el bolsillo, hacer lo que tenían planeado?






«El trabajo es anterior a, e independiente del capital. El capital es sólo el fruto del trabajo, y nunca hubiera existido si el trabajo no hubiera existido primero. El trabajo es superior al capital, y merece una más alta consideración» Abraham Lincoln. (12-02-1809/15-04-1865) Decimosexto Presidente de los EE.UU. y primero por el partido republicano

Enlaces a Lincoln en este blog.

Aunque parezca mentira, estas palabras han sido pronunciadas por Rajoy hace un rato y no por ningún economista de izquierdas: "Quisiera acabar con un mito muy extendido sobre el tamaño de la administración pública: España se sitúa entre los países de la eurozona con menor gasto público, un 43%, seis puntos menos que nuestro entorno". "Nuestro mayor problema es el desplome brutal de los ingresos".

viernes, 14 de junio de 2013

Los recortes en sanidad en España ponen vidas en riesgo, según un estudio

Un informe del 'British Medical Journal' alerta que la austeridad tendrá un coste en aumento de suicidios, sida o tuberculosis


Los recortes, el aumento del copago farmacéutico y la exclusión sanitaria pueden tener efectos demoledores en la salud de los españoles. Esta es la conclusión y la llamada a la alerta de un artículo publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal (BMJ) que duda, además, de que esas medidas de ahorro están basadas en evidencias probadas. El trabajo, realizado por investigadores de la London School of Hygiene & Tropical Medicine de Reino Unido, analiza el impacto del tijeretazo en los presupuestos sanitarios (desde 2010 se ha recortado 150 per cápita en un presupuesto que ya era de los más bajos de la UE), que ha tenido un “impacto desproporcionadamente alto” en personal y políticas de salud pública.

Un recorte que no va parejo al aumento de la demanda asistencial de personas dependientes, discapacitados o ancianos, que pierden a la vez otras prestaciones sociales. “¿Por qué hay que cambiar un sistema como el español, con buenos indicadores y de los más baratos, cuando en época de crisis la evidencia muestra que habría que protegerlo porque las enfermedades crecen”, reclama Helena Leguido-Quigley, investigadora principal del artículo.

El aumento del desempleo deriva, indican por ejemplo, en un aumento de las enfermedades mentales, como la depresión, que ha aumentado un 19,4% desde 2006, o el alcoholismo. Algo que es tangible en Grecia donde han aumentado los suicidios. Allí, los efectos de la crisis en la salud han sido abismales, con casos de desatención flagrantes y un aumento de las enfermedades infecciosas, como la tuberculosis o VIH. Si la tendencia no cambia, existe el riesgo de que en España ocurra algo similar. Sobre todo, apuntan los científicos, después de que se consolidase la exclusión sanitaria a los extranjeros en situación irregular, que desde septiembre solo tienen acceso a urgencias, parto, posparto y pediatría en las comunidades que han seguido a rajatabla la medida del Ejecutivo de Rajoy. Otras, como Asturias, Andalucía o País Vasco la han eludido tanto por considerarla injusta como por sus futuros costes en salud.

El Ministerio de Sanidad, sin embargo, sostiene que no está demostrado el aumento de las patologías mentales a raíz de la crisis, y que, en realidad, las patologías infecciosas, como la tuberculosis, se han reducido. El departamento de Ana Mato insiste, además, en que el sistema sigue siendo universal.

En España faltan aún datos consistentes para trazar una radiografía más amplia, insisten los investigadores. No obstante, explica el profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública José María Martín Moreno, la situación de España aún está muy lejos de la griega y hay capacidad de reacción. “Hay que buscar la evidencia científica y un mejor consenso para que esto sea sostenible y efectivo”, dice. Martín Moreno deja claro que las medidas de austeridad no han sido exclusivas del Gobierno central actual; también el anterior y las distintas Administraciones regionales y que muchas de ellas han sido inducidas por instancias europeas. “Pero se precisan medidas más articuladas y debatidas, no hacer experimentos”, añade.

Sanitarios catalanes alertan de que los recortes "están matando gente"

Y es que uno de los principales problemas que destaca el estudio es la falta de consenso que rodeó la aprobación del decreto de la reforma sanitaria que se aprobó en abril de 2012 por la vía de urgencia para escapar del debate. También la ausencia de una base sólida para sustentar medidas como la privatización de centros de salud y hospitales —como está haciendo Madrid.... leer más en El País.

lunes, 10 de junio de 2013

Cospedal propone extinguir de forma progresiva 3.656 puestos públicos

"El PP es el partido de los trabajadores". Esta frase la pronunció hace hoy un año y cuatro meses la presidenta de Castilla-La Mancha y número dos del PP, María Dolores de Cospedal. Apenas dos meses después de que Mariano Rajoy llegara a la Moncloa y a pesar de los indicadores del momento, ella seguía sosteniendo que en 2012 se iban a crear 300.000 puestos de trabajo. Pero el balance ha sido bien distinto. Desde que los conservadores llegaron al poder, en noviembre de 2011, el número de parados ha crecido en más de un millón, y el propio Gobierno espera acabar la legislatura con un mayor desempleo que con el que se encontró. La Junta que preside la propia Cospedal tiene pensado dar un paso más en esa misma dirección: pretende acabar progresivamente con hasta 3.656 puestos públicos del personal laboral de la administración regional. Eso es lo que se desprende de la propuesta de convenio colectivo que fue planteada por la Dirección General de la Función Pública (ver PDF) a los agentes sociales en una de las últimas reuniones para negociar dichas condiciones que se celebró el pasado jueves en Toledo, y a la que ha tenido acceso Público. El borrador, cuya veracidad ha sido comprobada y corroborada por los sindicatos consultados por este diario que estaban presentes en dicho encuentro -a pesar de las numerosas llamadas realizadas, las fuentes de la Junta contactadas se han negado a dar ningún tipo de explicación-, contempla la extinción de esas 3.656 plazas, de manera que... La "conducta antisindical" de la Junta "Es la sentencia de muerte del personal laboral público y el comienzo de las privatizaciones de sus labores", lamenta un portavoz sindical. Critica en especial la destrucción de las plazas de personal de limpieza, lo que afectará principalmente, según él, a institutos, residencias de mayores y escuelas infantiles. Los encuentros entre administración y sindicatos se producen en medio del proceso abierto por el Tribunal Superior de Justica de Castilla-La Mancha para esclarecer si la Junta que preside Cospedal violó el derecho a la negociación colectiva de los sindicatos durante las conversaciones que derivaron en otra destrucción de puestos de trabajo, la de otros 700 empleos. En un escrito reciente que adelantó Público, el fiscal del caso daba la razón a las centrales sindicales -que fueron quienes denunciaron al Ejecutivo de Cospedal-, al considerar que la administración autonómica había mantenido una "conducta antisindical" y había "impedido cualquier negociación" al respecto.

martes, 14 de mayo de 2013

El dogma neoliberal ha causado y continúa causando tanto daño con la falaz idea de que el capital crea, por sí solo, riqueza.

Da pena ver a los incipientes historiadores (y filólogos) ir a protestar, contra las políticas neoliberales, cuando en las aulas universitarias, algunos con disfraz de científicos, les inoculan el pensamiento neoliberal, a través de las metodologías posmodernas, que les presentan a sus estudiantes como la última novedad. El profesor traiciona así al alumno, al presentar tales metodologías como desligadas de la política, cuando en realidad no es así.

Después del “boom” neoliberal en los 80 y 90, y dentro de una necesidad sistémico-capitalista por elevar la tasa global de ganancia, el capitalismo financiero tomó una fuerza sorprendente como la solución propuesta por los neoliberales ante tal problemática, bajo la falaz idea de que el capital crea, por sí solo, riqueza.

"Tal ideología, que ha alcanzado la categoría de dogma, ha dominado la sabiduría convencional de los establishments financieros (es decir, la banca, las compañías de seguros, los fondos de inversión de alto riesgo y otros instrumentos) que han influenciado en gran manera a las instituciones mediáticas y políticas del país. Tal influencia se ha realizado a través de fundaciones, instituciones, grupos académicos financiados por tales establishments, y economistas (con chaquetas llamativas o normales) promocionados en los mayores medios de mayor difusión del país. En realidad, la banca tiene una enorme influencia en la cultura académica económica (financiando congresos, trabajos de investigación económica -con claro contenido ideológico-, revistas económicas y un largo etcétera, siendo su influencia sobre el conocimiento económico semejante al que tiene la industria farmacéutica en el conocimiento médico). Y se encuentra por todas partes. Desde FEDEA a muchos departamentos de Economía Universitarios y Colegios de Economistas en este país. Todos ellos han estado reproduciendo el dogma neoliberal que ha causado y continúa causando tanto daño.

Y es muy fácil ver por qué han hecho tanto daño. Estas políticas neoliberales causaron las crisis y ahora dificultan la salida de ella. La desregulación financiera (característica del dogma neoliberal) fue la causa de la crisis bancaria causada por las actividades especulativas de la banca. Y las políticas fiscales regresivas aumentaron enormemente las desigualdades de renta y propiedad (con disminución de las rentas del trabajo), que facilitaron una pérdida de la capacidad adquisitiva de la población, causa de su enorme endeudamiento. Cuando este endeudamiento no pudo continuarse debido al estallido de la burbuja inmobiliaria, se creó un enorme problema de demanda, paralizando la economía y disminuyendo con ello los ingresos al Estado (ya insuficientes por la regresividad de la política fiscal), disparándose el déficit.

La política de reducir el déficit a base de recortes de gasto público empeoró y continúa empeorando la situación, pues en un momento de parálisis de la demanda doméstica en el sector privado, lo que se requiere es un estímulo económico a base de aumentar el gasto público, invirtiendo en áreas de creación de empleo. Si en lugar de hacer esto se recorta tal gasto, se está empeorando todavía más la situación. Esto lo saben los estudiantes de primer año de Políticas Económicas y Políticas Públicas que no hayan recibido ya un lavado de cerebro por los economistas neoliberales."
(Vincenç Navarro) — con Juán Mármol.

sábado, 11 de mayo de 2013

El gasto militar es el causante de una importante parte del deficit.

En un estudio realizado por Justicia y Paz podemos comprobarlo. Obras son amores y no buenas razones. Para poder informarnos basándonos en evidencias no en opiniones. Aquí.

domingo, 28 de abril de 2013

Thomas Herndon. El estudiante que salvó al mundo de la austeridad. Un alumno de doctorado de 28 años desmontó el informe de dos economistas de Harvard

Las políticas de recortes del gasto se basan en este estudio erróneo.

Cuando la deuda de un país supera el 90% del PIB, el crecimiento de la economía es inviable. El aserto, nacido de dos cerebros de Harvard y sobre el que se asientan las políticas de austeridad que están a punto de dinamitar los pilares del Estado de bienestar en medio mundo, ha resultado tan falaz como las armas de destrucción masiva que sirvieron para justificar la invasión de Irak.

“Es exagerado hacer la comparación, pero acepto la analogía porque es cierto que se están adoptando políticas a partir de premisas que son falsas”. Quien habla es Thomas Herndon, el estudiante de 28 años que, en su camino para sacarse un doctorado en Economía en la Universidad de Massachusetts, ha desenmascarado la mentira macroeconómica más significativa de los últimos años, y sobre la que EE UU y Europa se han apoyado en su campaña por la austeridad fiscal y el recorte drástico del gasto.

Herndon cuenta que se frotaba los ojos al cruzar los datos de su trabajo ordinario de carrera con los del hipercitado informe de los profesores de la prestigiosa Universidad de Harvard Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff. Los errores eran básicos. De hecho, al principio pensó que el equivocado era él. No podía ser que dos reputadas eminencias hubieran podido pasar por alto cosas así.

El estudio que está en el centro de la controversia global lo publicaron Reinhart y Rogoff en la American Economic Review en 2010. Ahí defienden cómo el crecimiento cae de golpe cuando la deuda pública de un país supera el 90% del PIB. Reinhart, nacida en La Habana (Cuba) hace 57 años, fue economista jefa durante tres años del difunto Bear Stearns, la primera víctima de la crisis financiera. Eso fue en los años 1980, antes de ocupar varios cargos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde llegó a ser la número dos en el departamento de investigación antes de llegar a Harvard. Rogoff, de 60 años, fue su jefe en el FMI, donde tuvo un sonado encontronazo con Joseph Stiglitz a cuenta de la crítica que el premio Nobel hizo de esa institución en su libro El malestar en la globalización (2002).

No fueron pocos los políticos que echaron mano del trabajo para defender que se pase la podadora al gasto para volver a la senda de un crecimiento sano y robusto. Entre ellos, Paul Ryan, el candidato republicano a la vicepresidencia de EE UU. También el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, y el expresidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet. Ninguno cuestionó la metodología del trabajo, ni sus datos, como hizo el joven Herndon.

“Estaba convencido desde el principio de que algo iba realmente mal con el estudio. Y cuando me llegaron los datos [los autores le mandaron las tablas de Excel que utilizaron, a petición del estudiante], se confirmaron mis sospechas”, relata Herndon. El joven estudiante, criado en Austin (Texas), de padre texano y madre de Hong Kong, al que le gusta tocar el bajo, le pasó las tablas a su novia, Kyla Walters. Ella tiene un doctorado en Sociología y gracias a su trabajo de investigación está muy acostumbrada a cruzar números. “No creo que te estés equivocando”, le respondió.

El siguiente paso fue acudir a Michael Ash y Robert Pollin, dos de sus profesores, que ahora le cubren las espaldas, pero que en un primer momento se mostraron más bien incrédulos. Lo que no logró anticipar Herndon, ni tampoco Ash y Pollin, es lo que venía a continuación. Hay economistas que les han llamado para emprender con ellos una batalla contra la idea de que el alto endeudamiento frena el crecimiento.

Pero hasta ahora ni un solo dirigente político se ha puesto en contacto con el trío para conocer su teoría. Aun así, el estudiante señala que el trabajo “está empezando a marcar la diferencia en los círculos de decisión política”. Cita, por ejemplo, el blog de John Taylor. El reputado economista por Stanford asegura que el error puesto en evidencia por el joven influyó en la decisión de los ministros de Finanzas del G-20 para omitir en su comunicado de la semana pasada una referencia al nivel de endeudamiento.

En el origen del fiasco está un encargo convencional de los profesores. Pidieron a los alumnos que emularan resultados estadísticos de estudios ya publicados. Él eligió el estudio de Reinhart y Rogoff porque, “aunque era poco atractivo”, le pareció oportuno vistas las dificultades que tienen Europa y EE UU para salir del agujero de la recesión y del impacto de las políticas que se están adoptando en los países.

Los profesores de Harvard ahora cuestionados le facilitaron en enero todo el material que necesitaba para descifrar el estudio y le dieron libertad para publicar lo que quisiera. “Vi el error muy rápido”, dice Herndon. A comienzos de abril, Reinhart y Rogoff admitieron que habían cometido algunos fallos a la hora de codificar las cifras. Pero siguen defendiendo su metodología e insisten en que existe una clara correlación entre alto endeudamiento y lento crecimiento. “Este lamentable desliz no afecta al mensaje central”, dicen en una nota.

Herndon, que habla siempre en plural, admite que criticar el trabajo de los dos profesores de Harvard “es lo más fácil” y no cree que hubiera una intencionalidad cuando omitieron ciertos datos, como el hecho de que Australia, Canadá y Nueva Zelanda crecieran en periodos de alto endeudamiento, o se equivocaran en alguna suma al introducir mal las órdenes en la celdilla de Excel. Pero está convencido también de que la teoría no puede replicarse, porque está mal planteada. Y apoya que se adopten políticas de estímulo para salir de la recesión. “La austeridad es contraproducente, crea sufrimiento”.

El joven no se declara ni conservador ni liberal; dice que no le gustan las etiquetas. Pero sí parece tener muy claro que “es falso decir que el alto endeudamiento es malo”. Por eso cree que lo que deben hacer los dirigentes es ver las circunstancias específicas en las que la deuda puede ser efectiva en un escenario de recesión. Su prioridad ahora, comenta, es terminar el segundo semestre y recopilar ideas para su tesis final.

De momento se está dedicando con sus profesores a publicar los primeros hallazgos para después seguir desarrollando el trabajo a lo largo del verano, integrando mejoras estadísticas. Y entre clase y clase busca tiempo para conceder entrevistas e incluso acercarse a Nueva York para verse con Stephen Colbert, el conductor del programa satírico The Colbert report. Colbert le dedicó esta semana dos espacios a su trabajo, lo que muestra hasta qué punto está caliente el debate. En el primero se dedicó a mofarse de los profesores de Harvard y de los que se apoyaron en su estudio para aventurar “una nueva crisis económica alimentada por la deuda”. “¿Sabes que has enfadado a mucha gente en el campo de la austeridad, importantes y muy poderosos?”, le preguntó después. “La Universidad me cuida mucho”, le respondió. Herndon admite no estar preparado para la avalancha mediática. “Ni siquiera tenía una buena foto”, comenta. Y las siglas con las que los tres autores firman el trabajo, HAP, tomada de la inicial de sus apellidos, ha inspirado ya una expresión entre los estudiantes: “To get happed”, que alguien te señale los errores...
Seguir en El País.

sábado, 27 de abril de 2013

Rajoy cumple. Este Gobierno, en lo productivo y creativo, es vano, desértico, inobservante

Después de año y medio en el poder, existe la falsa idea establecida de que este Gobierno solo es competente a la hora de incumplir. Su programa, sus promesas, su palabra. Se le acusa de mentir, incluso en las sagradas cifras del déficit. La sensación extendida es la de que cuando no calla, miente. Pero todavía más temibles son sus silencios. En la historia, el silencio popular suele ser el preludio de un estallido social. En la España de hoy, este silencio rumiante anticipa el amotinamiento del Gobierno contra el pueblo. El de Rajoy es un silencio ultrasónico y panóptico que empieza a causar tanta inquietud como Aznar leyendo con gafas de sol en la nueva biblioteca Bush. Es verdad, lo reconocen los propios votantes conservadores en las encuestas. Este Gobierno, en lo productivo y creativo, es vano, desértico, inobservante. Pero eso es coherente con la doctrina. Responde a la mutación del liberalismo en un extraño futurismo híbrido, el maoísmo thatcherista o viceversa, que tanto encandila a nuestra comandante Zi Chuang Cospedal. Lo importante no es la sociedad ni el Estado. Lo importante es quién tiene el poder. El decisionismo. Es el momento ahora de hablar de la otra cara del Gobierno y hacerle justicia. Este Gobierno incumplidor está cumpliendo. Y lo hace con eficacia entusiasta, sin complejos. Cumple con una jerarquía religiosa estancada en Fray Vélez, el autor de El preservativo de la fe, cumple con una caverna instalada en Donoso Cortés, autor del Discurso de la dictadura, cumple con los ricos amnistiados por su patriótica repugnancia a los impuestos, cumple legalizando las construcciones ilegales en la costa, y abriendo paso a la definitiva destrucción paisajista del litoral español. Hay que ser ecuánimes. Aquí se cumple. Escribe John Berger en Fama y soledad de Picasso: “España es un país atado a un potro de tormento histórico”. Y ahí estamos, cumpliendo. El País, Manuel Rivas.

Obscenidad.

Es una profesión muy hermosa la de payaso. Asegura el tópico melodramático que la mayoría de los que la practican ocultan un alma triste, pero imagino que habrá de todo, que tendrán sus días mejores y peores. En cualquier caso, debe de reconfortar íntimamente que tu arte consiga provocar cotidianamente en los demás algo tan impagable, gozoso y terapéutico como la carcajada, que tus disparates, la encarnación de lo grotesco y el abandono del sentido del ridículo consigan la hilaridad del público. Y este ha pagado una entrada a cambio de que le hagan reír. Es una forma envidiable de ganarse la vida lo de despertar la jocosidad del prójimo en este valle de lágrimas.

Es probable que ante un auditorio invadido por el vértigo, el pavor y la náusea al enterarse de que cada tres personas adultas (están excluidos los niños y los jubilados) hay una que no tiene trabajo, de que el próximo integrante de esa espeluznante lista puedes ser tú o los seres más cercanos, de que en el utópico caso de que el volcán deje alguna vez de escupir lava muchas e injustas víctimas jamás se repondrán de sus quemaduras, si aparece un despiadado payaso, un humorista mordaz o un militante del dadaísmo declarando: “Que no nos ciegue ese mal dato para comprobar como la política económica está dando buenos resultados a nivel macroeconómico”, la reacción inmediata del público será una explosión de risa y celebrar el enloquecido ingenio del que alivia la tragedia utilizando el sarcasmo.

Pero está claro que en el carné de identidad de Carlos Floriano no figura que su profesión sea la de payaso, bufón o cómico. Es el número tres del partido que gobierna, ajusta, recorta, privatiza, decide los grados de asfixia y acorralamiento que pueden imponerse a la plebe antes que su desesperación estalle y haya que balear a los más fogosos en nombre de la defensa de la sagrada democracia, de la legitimidad que otorgan los votos, de los comportamientos civilizados, de la ley y el orden, de las eternas patrañas con las que se acoraza el sistema para perpetuar lo injustificable.

Y el tal Floriano no tendrá que rendir cuentas ante nadie por su barbaridad, por agredir de forma tan cruel al sentido común, por su obsceno convencimiento de que sus oyentes son idiotas.
Fuente. El País, Carlos Boyero.

martes, 2 de abril de 2013

Kant en el callejón del gato

Si en amplias capas de la sociedad se justifican los comportamientos recurriendo a justificaciones del tipo “así funcionan las cosas” y se normaliza que lo amoral es inteligente, el resultado es un país enfermo y desquiciado

Al investigar los fundamentos de la ética en su Crítica de la razón práctica, Kant no pretendía ofrecer una serie de buenas prácticas y recomendaciones útiles: aspiraba a demostrar que la razón moral que habita el interior de toda persona seguía una ley central, del mismo modo que el movimiento de los astros cumplía la ley de la gravedad. Como es sabido, Kant expresó esa ley de la razón moral así: obra siempre de manera que puedas desear que tu comportamiento se convierta en legislación universal. En sus obras, Kant expuso distintos ejemplos de zonas grises morales, que proponía resolver determinando si sería posible una sociedad en la que todos se comportaran de esa manera. Aplicado ese método al pasado reciente de nuestro país, rendiría algo así como esto: cada vez que un líder político se rodeó de una guardia de fieles en vez de abrir su organización a los mejores; cada vez que un directivo tomó decisiones que ponían en juego irrazonablemente el futuro de su empresa, pensando en maximizar su bonus; cada vez que un analista no advirtió a sus jefes con suficiente insistencia del riesgo de una operación; todos ellos creían habitar en esa zona gris del realismo y de las justificaciones genéricas del tipo “así es como funcionan las cosas”. Por desgracia, la conclusión de la prueba de Kant está a la vista: si en amplias capas de la sociedad cunden esos comportamientos individuales, si se normaliza que lo amoral es inteligente, el resultado es un país enfermo y desquiciado.

Esa confusión entre intereses propios, o de grupo, y el territorio moral de Kant, donde la razón de cualquier ser humano puede acceder al mismo conocimiento del bien, es intrínseca a la vida; pero ha resultado particularmente hipertrofiada por la desmesurada primacía ideológica que ha adquirido la economía y que se sintetiza en el principio de que debe hacerse “lo necesario y que funcione económicamente” —una solemne perogrullada con la que, por cierto, cualquiera hace de su capa un sayo—. A quienes siguen la actualidad se les endosan a diario multitud de cifras y estadísticas, y los líderes políticos apenas se dirigen a ellos más que usando lemas manidos (sobre competitividad, productividad, austeridad…); en cierto modo, la clase política está pagando ahora la penitencia por haberse presentado durante años como talismanes que dominaban los engranajes mágicos de la economía y a los que debíamos atribuir el crecimiento y las infraestructuras; súbitamente, “la economía” se ha transformado en una despiadada fuerza a la que se someten por responsabilidad. Bajo las formas de debates teóricos y medidas varias, lo que viene sucediendo desde 2010 en la UE es una gigantesca renegociación de deudas y garantías últimas de pago, destinada a evitar pánicos financieros en cadena como el que siguió a la caída de Lehman Brothers en Estados Unidos; con la diferencia de que, mientras de la crisis financiera norteamericana existe una investigación pública con múltiples testimonios ante el Congreso de EE UU, los europeos seguimos sin tener la menor idea de cómo fue posible que los Gobiernos griegos fueran sobrefinanciados temerariamente, o sobre por qué comenzó a llover dinero del cielo para empresas, bancos y familias de España en cierta época. A falta de que alguien sea responsable de algo, los españoles hemos ido aprendiendo a bofetadas que los mercados financieros funcionan con principios tan sencillos como aprovechar o inducir subidas de precios de activos (en especial allí donde detecten agentes incautos y asimetrías de información), con el objetivo de recoger beneficios y largarse justo antes de que los cambios del viento derriben el castillo de naipes.

Nadie sabe por qué fueron sobrefinanciados los gobiernos griegos tan temerariamente,...

Emilio Triguero. Seguir leyendo aquí en El País.

domingo, 31 de marzo de 2013

El que avisa al viajero no es traidor

Exteriores podrá reclamar el reembolso del dinero gastado en rescates de españoles

“Cuando el Gobierno, en una situación de emergencia consular, decida intervenir en operaciones de asistencia en el extranjero, que comporten la utilización de recursos presupuestarios del Estado, podrá exigir el reembolso de la totalidad o parte de los mismos a quienes se hayan expuesto voluntariamente a riesgos sobre los que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación informa en sus recomendaciones de viaje, publicadas y actualizadas puntualmente, en relación con las condiciones de seguridad en los distintos países y regiones del mundo”.

La previsión contenida en el anteproyecto de ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior del Estado, actualmente en trámite de consulta, ha puesto la mosca detrás de la oreja a las ONG que trabajan en zonas de conflicto. ¿Acaso pretende el Gobierno cobrar a las víctimas el importe de los rescates pagados a sus secuestradores? Fuentes diplomáticas lo niegan rotundamente.

No sería viable. El Gobierno no puede reconocer el pago de un rescate y, aunque lo hiciera, le sería difícil presentar la correspondiente factura a los exrehenes. Pero el rescate es una mínima parte del coste de un secuestro, según expertos en seguridad. No solo se paga a los secuestradores, sino también a un puñado de intermediarios, sin contar con el despliegue de agentes del espionaje, para obtener información, o la movilización de medios de transporte.

El secuestro es la más llamativa de una serie de situaciones en las que, con más frecuencia de lo que trasciende, se ven envueltos ciudadanos españoles. Desde amantes de la aventura hasta freelance se exponen, por vocación u obligación, a situaciones de riesgo en zonas de conflicto. En un mercado laboral cada vez más precario, algunos periodistas trabajan sin ni siquiera un seguro que les garantice la atención médica o la repatriación en caso de emergencia.

El jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, intentó forzar la salida de los cooperantes españoles de los campamentos saharauis en julio pasado, esgrimiendo la amenaza de secuestro por parte de Al Qaeda. Algunos se negaron a dejar los campos de refugiados y otros volvieron al poco tiempo. Exteriores no podía impedírselo. Pero les advirtió de que lo hacían bajo su propia responsabilidad, La mayoría acabó regresando a España cuando el Frente Polisario así lo acordó.

La ley de Acción Exterior pretende reforzar los consejos de Exteriores con un instrumento disuasorio: la posibilidad de exigir el reembolso de los servicios prestados. Y se remite para ello a las recomendaciones de viaje que figuran en la página web del ministerio (www.maec.es).

Estas recomendaciones no siempre son claras. En las fichas de muchos países figura la anotación “se recomienda viajar con precaución” o “con extrema precaución”; en otros, “se desaconseja el viaje salvo extrema necesidad”; y, en siete de ellos, “no viajar bajo ninguna circunstancia”. Muchas fichas carecen de una anotación de este tipo y hay que deducir cuál es la recomendación de Exteriores a partir de la lectura del apartado sobre “condiciones de seguridad” del país.

El Ministerio pide no ir a siete países “bajo ninguna circunstancia”

No se trata solo de que las fichas hayan sido redactadas por personas distintas con criterios diferentes (¿realmente Papúa-Nueva Guinea es más peligrosa que Afganistán?), sino que no son ajenas a condicionantes políticos.

Para países como Túnez o Egipto, que intentan recuperar el turismo tras las convulsiones de la primavera árabe, es fundamental que Exteriores no ahuyente a los españoles que planean ir allí de vacaciones. Tampoco tiene sentido que Rajoy o Margallo animen a los empresarios españoles a ir a Argelia o Libia en busca de contratos mientras la página web del Ministerio les disuade de tal cosa.

Exteriores asegura que sus recomendaciones “carecen de efecto vinculante” y solo sirven como “aviso o consejo”. Y añade: “el Estado no resultará responsable en modo alguno ni por ningún concepto de los daños o perjuicios [causados] tanto por la observancia como por desconocimiento o no atención de la recomendación”. Es decir: con las reclamaciones a otra parte.

Hasta ahora, la única normativa al respecto es una orden de 25 de abril de 2002 que regula las ayudas que Embajadas y consulados pueden conceder a los españoles que se encuentran “en situación de necesidad” en el extranjero. Con excepción de las ayudas de subsistencia, a detenidos y para entierros o incineraciones, el beneficiario está obligado a reembolsarlas. Habitualmente la ayuda no llega a los 200 euros, que es la cantidad que puede entregar el consulado sin pedir permiso a Madrid.

La situación cambiará cuando entre en vigor la nueva ley: si Exteriores puede exigir el abono de los gastos a quienes no sigan sus consejos de viaje, lo contrario también vale. ¿O no?
Fuente: El País.

domingo, 24 de febrero de 2013

Miles de manifestantes en Madrid: “Tus sobres, mis recortes”

-Los manifestantes protestan contra el tijeretazo en los servicios
-Han gritado "dimisión, dimisión" junto al cordón policial que protege el Congreso
-Al menos 40 detenidos tras los enfrentamientos con la policía


Médicos, profesores, bomberos, mineros, afectados por las preferentes e hipotecas abusivas, miembros del 15-M, representantes de partidos políticos como Izquierda Unida o Equo, jóvenes, pensionistas… Miles de personas salieron a la calle este sábado en 16 ciudades españolas para manifestarse contra un mismo enemigo, el Gobierno, y con un lema común: Contra los recortes y por una verdadera democracia. La llamada Marea Ciudadana Unida, aglutinadora de más de 300 colectivos y convocante de la protesta, eligió la fecha del 23-F, 32 aniversario del fallido golpe de Estado, porque considera que el origen de los recortes es otro golpe, este de los mercados.

“El 23 de febrero de 1981 yo pasé mucho miedo porque pensé que venían de nuevo los franquistas. Ahora tengo miedo de que la situación siga empeorando y de que mis hijos no vuelvan a encontrar trabajo”, explicaba en Madrid Manuel, de 66 años. “Aquel fue un golpe militar y este es un golpe social y económico”, añadía Felipe Ruiz, de 72 años. “Este Gobierno ha barrido todo lo que hemos conseguido en democracia. Vamos a sufrir mucho, por eso tenemos que salir a la calle y protestar todos juntos contra los recortes y contra la corrupción y ese nombre que ahora el PP es incapaz de pronunciar: Bár-ce-nas”.
Leer más en El País.
"Una multitud harta llena las calles otra vez contra la corrupción y los recortes". Leer más en el diario.es

viernes, 15 de febrero de 2013

¿Qué está pasando en España?

Cada vez más gente, dentro y fuera de nuestro país, se pregunta sorprendida qué está sucediendo aquí, y es natural. Hemos pasado de crear más empleo que nadie en Europa a tener casi seis millones de parados, de nadar en la abundancia a una recesión aguda, de tener superávit presupuestario a una deuda galopante, y de alardear de sistema financiero a tener que rescatarlo por la puerta de atrás. Y, además de todo ello, de una alternancia política más o menos ordenada entre dos partidos a una desafección creciente que amenaza con poner a ambos a los pies de los caballos en las próximas elecciones, por culpa de su traición al electorado y por su constante vinculación con casos vergonzosos de corrupción.

Es muy ingenuo creer que todo ello es solo el efecto de una crisis financiera importada. Es mucho más: los partidos que gobiernan se pasan por el arco del triunfo las promesas electorales, los principios que consagra la Constitución son papel mojado, la Jefatura de Estado se ve envuelta en escándalos más propios de rufianes que de monarcas, la gente no confía en los jueces, la policía apalea a los que protestan por la corrupción y protege a quienes defienden a los corruptos, los banqueros se forran con el dinero de las familias humildes que pierden sus viviendas y se llenan los bolsillos del dinero público que sus voceros niegan a quienes ellos han arruinado. Se encarcela a ladrones de tres al cuarto y se indulta a los financieros y delincuentes de cuello blanco.

No vivimos una crisis puntual o de alternancia. Lo que a mi juicio está ocurriendo es que se viene abajo sin remedio el edificio de la transición postfranquista.

En contra de lo que se quiere hacer creer, la dictadura no fue solo un gobierno de un militar algo autoritario sino un régimen de terror en el que los grupos oligárquicos que dominaban las finanzas y los grandes capitales usaban el poder político para obtener beneficios extraordinarios. Un sistema que permitió hacerse ricos, muy ricos, a quienes lograban estar cerca del poder, afianzando lo que más tarde se ha llamado el capitalismo de amiguetes. Lógicamente, todos esos grupos procuraron que la muerte del dictador solo fuese, en todo caso, el fin de un régimen político y no el del entramado económico y financiero constituido en los años de dictadura.

Por eso no fue fácil el equilibrio entre las clases dominantes y las que luchaban por la democracia y la libertad. Ni los grupos oligárquicos procedentes del franquismo estaban en condiciones de imponer sus condiciones (aunque lo intentaron tratando de dejar fuera de la nueva institucionalidad al PCE y a otros grupos a la izquierda del PSOE) ni las clases trabajadoras tenían poder suficiente como para lograr una democratización efectiva de los aparatos del Estado y, por tanto, la auténtica ruptura con el fascismo. Pero la influencia alemana y estadounidense, la actitud acomodaticia del PSOE, el temor reverencial de la clase política procedente del franquismo a los nuevos tiempos que llegaban y el papel casi arbitral concedido a los nacionalismos de derechas periféricos para anular el contrapeso de la izquierda más transformadora que hubiera podido ser decisivo, lograron cuadrar el círculo.

El sistema ha funcionado así durante años, sin perjuicio de sufrir las tensiones lógicas y los vaivenes derivados no solo de la tensión entre los principales partidos sino también de la que igualmente existe entre las diferentes corrientes internas de cada uno de ellos.

Pero la aparente estabilidad política institucional no ha podido evitar que poco a poco hayan ido apareciendo innumerables vías de agua que iban demoliendo sigilosamente el edificio. El incremento de la desigualdad, la pérdida de peso del gasto social, el debilitamiento de la ya de por sí frágil estructura democrática de las instituciones de representación, de gobierno y de control, una serie ininterrumpida de escándalos derivados del reparto del botín en que en tantas veces se ha convertido la acción de gobierno, el bienestar insuficiente y la democracia incompleta, en expresión del profesor Vicenç Navarro, han terminado por minar el afecto de la ciudadanía a los dos grandes partidos.

La traición del anterior gobierno socialista a sus principios, al deseo de sus electores y militantes y su incapacidad no ya para resolver la crisis sino para mostrar la mínima credibilidad que requiere la acción de gobierno comenzaron a colmar el vaso. Y más tarde, casi las mismas razones, aunque quizá ahora de modo aún más acelerado, llevan al Partido Popular a una situación de desafección igualmente generalizada en medio de un escándalo político casi sin precedentes.

Lo que está pasando en España es simplemente que ese edificio se viene abajo.
No puede mantenerse ya sin dejar al descubierto los intereses que realmente hay detrás de él y la servidumbre y putrefacción tan gigantesca que afecta a gran parte de los dirigentes que nos gobiernan, alternándose cada cierto tiempo y mostrando uno detrás de otro, ante una población cada vez más asqueada, su continua vinculación con casos de corrupción.

Lo singular es que al caerse el edificio hipoteca también a otros partidos, que es verdad que han sido en gran medida ajenos al negocio que han tenido entre manos los dos grandes y los nacionalistas gobernantes en Cataluña y País Vasco, pero que, quieran o no, transitan por la misma vía que ellos. Por eso ni UPyD ni incluso Izquierda Unida registran un incremento en la estimación de voto que pueda considerarse decisivo a la hora de generar, en el marco institucional actual, una nueva gobernabilidad.

La conclusión es obvia. No hay solución posible dentro del espacio político que marcaron los pactos de la transición. Ya no es posible disimular por más tiempo que no fue un diseño modélico, como tantas veces se ha querido hacer ver, sino un reparto de poder e influencia que a la postre dejaba las manos libres a los grandes grupos empresariales y financieros y cuyo gran poder político ha hecho estallar, ¡oh paradoja!, el propio sistema que los privilegiaba. La avaricia de los mismos banqueros que para salvar sus privilegios monitorizaron el diseño del régimen de la transición lo han hecho saltar por los aires al generar, en su beneficio, una burbuja insostenible y una deuda desbocada.

La estrategia ahora teledirigida contra Mariano Rajoy y su equipo es la toma de posiciones de una buena parte de estos últimos grupos que ya no se sienten convenientemente representados por ellos. Si el PSOE tuvo que oír que "no nos representan" de la boca del 15-M, Rajoy escucha ahora lo mismo, aunque no solo desde las calles sino también desde grupos que posiblemente nunca pensó que iban a defenestrarle.

Cualquier intento de darle solución a los problemas de España manteniendo la actual institucionalidad, creyendo de nuevo que el PP y el PSOE se lo van a guisar y comer todo, es infructuoso -como empiezan a mostrar las encuestas-, y solo puede conseguir retardar la salida a la crisis multipolar en la que estamos.

Cualesquiera que sean las medidas que hubiera que tomar para resolver de verdad los problemas que en este momento tiene España hay una cosa fuera de duda: necesitan el apoyo de una gran mayoría social, del 60 o 70 por ciento de la sociedad para ponerlas en marcha. Y para ello no basta con que un partido tenga mayoría absoluta. Una y otra cosa, como está demostrando el PP, son muy distintas.

Y si el apoyo que se necesita para tomar esas medidas y para que éstas sean efectivas es tan grande, en estos momentos es imposible que las adopten exclusivamente el PP y el PSOE. O incluso éstos dos con el apoyo de otros grupos minoritarios o de los nacionalismos periféricos.

Para que cualquier tipo de medida pueda tener semejante apoyo, debe responder a principios éticos y políticos transversales, comunes a personas de un espectro social muy amplio, que respondan a intereses de muchos grupos sociales. No pueden ser definidas, por tanto, en términos de derechas e izquierdas, porque ninguno de éstos es capaz de unir en torno a sí a una mayoría social tan grande como la que se precisa. Y si ese tipo de mayoría social no se puede conformar mirando a derecha o a izquierda, solo se puede constituir contemplando el arriba y el abajo. Solo esto es lo que permite unir hoy día a la inmensa mayoría de la sociedad en torno a una serie de valores, de principios y medidas que me atrevo a decir que se asumen de forma generalizada, que han pisoteado, sobre todo en sus últimos años de hegemonía, el PP y el PSOE, y que ya ni siquiera los garantiza la actual Constitución: la lucha transparente contra la corrupción, la democracia real, el ejercicio efectivo de la libertad y de los derechos sociales que no solo no se conquistan sino que comienzan a perderse uno tras otro.

La única salida que tiene España es articular una nueva mayoría social y moral. Es la hora de poner sobre la mesa propuestas concretas para una nueva gobernabilidad y para afrontar con decisión los problemas económicos porque éstos van a empezar a pasar pronto una factura quizá impagable. Fuente: Juan Torres López. Público.es

domingo, 30 de diciembre de 2012

Un año de mentiras, de paro y desahucios

No ha tenido que pasar mucho tiempo para que el gobierno de Mariano Rajoy muestre una vez más que el Partido Popular, como ya ocurriera con Aznar, no sabe llegar al poder o mantenerse en él sin mentir constantemente. Lo hizo cuando Rajoy propugnaba medidas en la oposición para criticar a Zapatero que sabía perfectamente que no podría cumplir cuando gobernase. Y no ha dejado de mentir desde que ha llegado a la Moncloa para ocultar los verdaderos motivos de lo que está haciendo.

Como demostramos Vicenç Navarro, Alberto Garzón y yo en nuestro libro Lo que España necesita. Una réplica con propuestas alternativas a la política de recortes del PP (Editorial Deusto, 2012), Rajoy se ha tragado todas sus antiguas propuestas y críticas. En lugar de hacer lo que decía que haría, ha subido impuestos, ha recortado pensiones y servicios públicos esenciales, y lejos de aplicar lo que él llamaba la política "que Dios manda", no ha hecho otra que la que le han mandado hacer los mismos de siempre.

Además, Rajoy y sus ministros han mentido constantemente cuando llamaban de una manera a lo que es otra, y cuando decían perseguir objetivos que es imposible alcanzar con las medidas que ponían en marcha. Han dejado escapar a los evasores fiscales diciendo que luchan contra el fraude y llamando gravamen de activos ocultos a una vergonzosa amnistía fiscal, han subido impuestos diciendo que lo que establecían era un "recargo temporal de la solidaridad", aumentaron el IVA diciendo que no se trataba de subirlo sino de "cambiar la ponderación de los impuestos para favorecer el crecimiento", o imponen copagos diciendo que se trata de aumentar la corresponsabilidad.

Al mismo tiempo, han seguido utilizando una retórica falsa para disimular ante la gente normal y corriente la naturaleza real de lo que vienen haciendo. Han seguido afirmando que eran solo las cajas de ahorros las que tenían problemas para así hundirlas definitivamente y poder entregarles en bandeja a los bancos el mercado que habían ocupado en los últimos años; han proyectado reformas financieras diciendo siempre que las hacían para que volviese a fluir el crédito, cuando era evidente que así no se iba a conseguir porque solo se estaba tratando de proteger aún más a las grandes entidades. Han creado un llamado banco malo pero no para regenerar el sector inmobiliario y poder impulsar otra política de vivienda, sino también para que los contribuyentes paguemos la irresponsable política crediticia de los bancos. Y, por supuesto, han hecho todo ello sin mostrarle claramente a la ciudadanía la factura tremenda que han supuesto todas esas ayudas a los privilegiados. Han hecho una reforma laboral solo para dar más poder al gran empresariado diciendo que se hacía porque así se crearía empleo, cuando era imposible que eso se pudiese conseguir de ese modo, como perfectamente han demostrado los hechos que tratan de silenciar.

El gobierno de Rajoy se empeña en sostener la gran mentira que supone afirmar que realiza una política de austeridad que puede llevar a resolver el problema de la deuda y generar más actividad cuando la realidad es que así solo se consigue debilitar los servicios públicos para facilitar más tarde su privatización. Nada se va a ahorrar con esos recortes. Sabemos a ciencia cierta que provocarán una subsiguiente caída de la actividad que disminuirá aún más los ingresos y que, cuando se privaticen, los servicios serán más caros no solo para los usuarios sino para las administraciones públicas, tal y como ya ha ocurrido en otros países. Ni tampoco se va a conseguir que disminuya la deuda desmantelando las fuentes de generación de ingresos, no ya a medio y largo plazo sino incluso a corto, porque la deuda sube como la espuma por la suma ingente de intereses que van a la banca privada y por la caída de ingresos, y no solo porque haya más gastos corrientes.

En este año de continuas políticas de recortes constantes no solo se han cercenando derechos sociales y personales. Con ellas, a Rajoy le cabe el triste mérito de haber llevado a España a ser la sociedad más desigual de la eurozona, demostrando así que el resultado efectivo de sus políticas no es otro que devolver a los grupos oligárquicos los pocos privilegios conseguidos en el franquismo que habían perdido en la etapa democrática.

Con el incremento tan extraordinario de la desigualdad que se viene produciendo va de la mano una caída en el ingreso y en el consumo de la inmensa mayoría de la sociedad que produce también el debilitamiento constante de la demanda y el mercado interno que alimentan a las pequeñas y medianas empresas que son las que crean la inmensa mayoría del empleo en España. La terrible tragedia es que el gobierno ayuda con docenas de miles de millones de euros a los bancos y grandes empresas que destruyen empleo mientras que destruye las bases para que lo puedan crear las más cercanas al terreno productivo. Ver para creer: el gobierno de extrema derecha de Rajoy y la gran patronal, de la mano a la hora de promover reformas y políticas de austeridad, se han convertido en los grandes destructores de empresas y de capacidad de crear empleo.

Si el gobierno de Rajoy no cambia urgentemente de políticas en la línea que hemos propuestos en otros textos, el paro llegará a niveles desorbitados en los próximos meses y la economía, lejos de recuperarse como dicen sus ministros sin el más mínimo fundamento, se hundirá cada vez más.

Es verdad que la táctica de meter la cabeza debajo del suelo y de engañar a tirios y troyanos de Rajoy al menos ha dado como resultado positivo que España no haya sido intervenida completamente y que solo se haya producido la menos mala vinculada al rescate de la banca. Pero es muy difícil creer que eso será suficiente y que bastará con que Rajoy se siga limitando a dar el esquinazo a Europa, sin enfrentarse decididamente a las imposiciones alemanas que crean más problemas que los que resuelven.

Hace falta más inteligencia y más patriotismo para resolver los problemas económicos que tenemos sobre la mesa. Y muchas menos mentiras, además de mucha más solidaridad y sensibilidad hacia los que sufren en mayor medida los daños de la crisis.

El Partido Popular y el gobierno de Rajoy lleva un año haciendo frente a la crisis con el grito de guerra que una diputada indiscreta proclamó sin disimulo: "¡que se jodan!". Y el momento en el que estamos es el de decidir si creemos que esta es una forma efectiva y ética de salir del agujero en donde estamos o si queremos acabar ya con la traición y la torpeza de nuestros gobernantes.

España tiene que plantearse otros asuntos de fondo de los que el gobierno de Rajoy no quiere oír ni hablar,. Es preciso poner sobre la mesa que no se puede seguir pagando una deuda que es un negocio ilegítimo de una minoría, que hay que acordar otro modo de repartir los costes y los beneficios que se han generado en nuestra economía, y que hay que tener una actitud muy diferente ante el drama que ha ocasionado la conducta irresponsable de los banqueros. Juan Torres. http://juantorreslopez.com/
Fuente: http://juantorreslopez.com/impertinencias/un-ano-de-mentiras-de-paro-y-desahucios/

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Rajoy, entre el ¿optimismo? y la realidad

...El presidente dedica la mayor parte del tiempo a altas negociaciones con sus socios europeos. Vive encerrado en ese mundo, obsesionado con la prima de riesgo, y en ese campo las cosas están mejor a final de año que este verano, cuando España bordeó de nuevo el precipicio. Rajoy y los suyos no disimulan en privado el cambio de ánimo. Sin embargo, la realidad que perciben los ciudadanos, la realidad económica, está muy lejos de ese respiro que se vive en los despachos. Y los asesores del presidente son conscientes.

Rajoy sabe, e incluso ha admitido en público, que el arranque de 2013 va a ser de nuevo durísimo, sobre todo para el empleo. Su reforma laboral no ha conseguido frenar la sangría. La escasez de financiación sigue acorralando a empresas y ciudadanos. Y es muy posible que la primera encuesta de población activa de 2013 arroje los temidos seis millones de parados. Con esa espada de Damocles encima, Rajoy y los suyos tienen mucho miedo de lanzar un mensaje demasiado optimista.

El presidente tiene en la cartera algunos datos medianamente buenos. Pero afronta otro problema: las cosas que están mejorando lo están haciendo a fuerza de enormes sacrificios y con la construcción de una sociedad más desequilibrada. Todos los datos indican que la desigualdad está creciendo. Rajoy y su equipo económico, en privado y ante los socios de la UE y posibles inversores internacionales, presumen de una de las primeras consecuencias de la reforma laboral y del paro desbocado: los sueldos en España están bajando a toda velocidad. Ese era uno de los grandes objetivos de la reforma laboral. Los asesores de Rajoy insistían en que en 2010 y 2011, pese a la crisis, los sueldos no estaban bajando o lo hacían muy poco, y con esa idea plantearon la reforma laboral. Nadie se atrevía en público, salvo el expresidente de la patronal y hoy investigado por varios delitos Gerardo Díaz Ferrán, a pedir eso de “trabajar más y ganar menos”, pero en privado se hablaba mucho de esta cuestión en los despachos.

El término amable que utiliza el Gobierno es que el país “está ganando competitividad”. Pero lo cierto es que, políticamente, no es fácil presumir en un país con casi seis millones de parados de que las personas que sí tienen empleo están asumiendo grandes reducciones de salario. Los jóvenes que no están en el paro aceptan trabajar cada vez por menos dinero, en peores condiciones...
Fuente: El País.
Así lo han contado en El País.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Rajoy, tras 12 meses fracasados, pide comprensión

Abrumado por el insoportable aumento del paro, preocupado por la recesión y agobiado por el estallido social, el presidente pide comprensión y paciencia tras 12 meses fracasados


El lunes 3 de diciembre, el país despierta encogido por la crisis y zarandeado por una noticia inesperada. La policía ha detenido al expresidente de la patronal CEOEGerardo Díaz Ferrán, acusado de ocultar su patrimonio para evitar que 10.000 acreedores —la mayoría extrabajadores, pero también 19 bancos y 28 empresas de servicios— cobren los más de 400 millones de euros en deudas que han dejado sus empresas. El mismo día, los médicos de Madrid retoman su huelga por los recortes presupuestarios; los sindicatos y la oposición atizan al Gobierno por dejar sin paga de compensación a ocho millones depensionistas; los trabajadores de Iberia, avisados de una reducción mayúscula de plantilla (4.000 despidos), preparan seis días de huelga que amenazan con paralizar España…
En esta jornada deprimente, Rajoy ha citado a las siete de la tarde en La Moncloa a los líderes sindicales Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Toxo (CC OO). Han pasado dos semanas y media desde la última huelga general que sacó a las calles de toda España a más de un millón de personas contra la política del Gobierno del Partido Popular... Leer más en El País.
PROMESAS ROTAS
SUBIDA DE IMPUESTOS
 » Lo dicho.
En marzo de 2010: “La subida del IVA afecta fundamentalmente a pensionistas y parados, que dedican la totalidad de sus ingresos al consumo. Subir el IVA es un sablazo de mal gobernante. Es un disparate en tiempos de crisis subir los impuestos, y sobre todo subir los impuestos al consumo”. » Rajoy, en el discurso de investidura: “Mi intención es no subir impuestos, en un momento como este no me parece lo más razonable” (diciembre de 2011). »
Y lo hecho.
El Gobierno aprobó el 30 de diciembre de 2011 la subida del IRPF entre el 0,75% y el 7% y del Impuesto de Bienes Inmuebles. El Ejecutivo también dio el visto bueno en julio de 2012 a la subida del IVA (del 18% al 21% para la tasa general y del 8% al 10 % para la tasa reducida). Entró en vigor el 1 de septiembre de 2012.

SANIDAD Y EDUCACIÓN
» Lo dicho.
Rajoy (noviembre de 2011). “Yo le voy a meter la tijera a todo salvo a las pensiones públicas, y luego, aunque sea competencia de las comunidades autónomas, la sanidad y la educación donde no quiero recortar los derechos de los ciudadanos”. » Ruiz-Gallardón, en el debate de la campaña electoral (noviembre de 2011). “El Partido Popular se compromete a que ni Educación ni Sanidad jamás sean afectadas por la crisis económica”. »
Y lo hecho.
El Gobierno aprueba en abril de 2012 medidas para recortar 10.000 millones de euros en el gasto público educativo y sanitario.

PENSIONISTAS
» Lo dicho.
Rajoy (20 de diciembre de 2012, debate de investidura). “Nuestro objetivo es garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas”. »
Y lo hecho.
El Gobierno decide no actualizar las pensiones de acuerdo con la inflación; los pensionistas pierden 1,9 puntos de poder adquisitivo en 2012, más que en los siete años anteriores de Gobierno socialista.

VIVIENDA
» Lo dicho.
Rajoy, en el debate de investidura: “Se mantendrá el tipo superreducido en la adquisición de vivienda, pero únicamente si se trata de la vivienda habitual y con un límite en el precio de su adquisición”. »
Y lo hecho.
El Gobierno sube del 4% al 10% el IVA por la compra de una vivienda el 14 de julio de 2012.

lunes, 8 de octubre de 2012

El semanario 'The Economist' avisa de que España puede entrar en "una espiral de muerte" similar a Grecia

El semanario británico The Economist vuelve a centrar su atención en la delicada situación de España. Esta vez, dedica un artículo titulado "El misterioso Mariano" a advertir de que el país podría estar entrando en una "espiral de muerte" muy parecida a la griega y con una tasa de paro que supera ya el 25%.

 La publicación subraya, además, que muchos ciudadanos comienzan a preguntarse si Rajoy tiene "algún plan para recuperar la confianza de los mercados y de los españoles" y destaca que las protestas empiezan a tomar rasgos violentos. "Los problemas de Rajoy están empeorando, no mejorando", se recalca en el artículo, donde se pone en duda la validez de la estrategia de ambigüedad del presidente.

En este sentido, la revista bromea con la fama de los gallegos: "Un gallego, los españoles les gusta bromear, es el tipo de persona que te encuentras en la escalera y no sabes si está subiendo o bajando. Para Mariano Rajoy, este arquetipo es una manera de sobrevivir".

El semanario analiza también la situación en Cataluña, de la que dice es "una de las regiones más endeudadas, pero también una de las mayores contribuyentes". Por eso, dice que Rajoy se enfrenta a "dos riesgos gemelos": "La ruptura del euro y la ruptura de España".

En relación al rescate, The Economist sostiene que Francia está diciendo al Ejecutivo español que "coja el dinero", pero que Alemania no quiere que lo haga, mientras que Rajoy quiere "asegurarse de que Alemania no cerrará esa puerta pillándole los dedos". También señala que Rajoy podría "estar jugando con la política" antes de las elecciones de Galicia.
Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2012/10/07/el-semanario-the-economis_n_1946103.html

lunes, 24 de septiembre de 2012

El gasto por intereses de la deuda superará al de personal en 2013

La partida destinada a financiar los préstamos será mayor que la del empleo público por primera vez desde, al menos, 1995

El próximo jueves el Gobierno aprobará, por segunda vez este año, unas cuentas anuales. Convocará un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2013. Un encaje de bolillos que tiene visos de ser el más complicado de los últimos tiempos: la economía seguirá en recesión, lo que afectará a la recaudación fiscal. Y para terminar de cerrar el círculo de lo imposible, además, se estrecha el límite de déficit permitido y suben los intereses de la deuda acumulada. ¿El resultado? La partida reservada para pagar esos intereses por la deuda será mayor que toda la partida destinada a pagar al personal de toda la Administración del Estado consolidado. Es la primera vez, al menos desde 1995, que ocurre.

El aumento de la deuda pública y el alto nivel en el que se sitúa la prima de riesgo impulsan los gastos por intereses, la partida que más crecerá el próximo año, 9.114 millones más que en 2012 (cuando fue ya de 28.913 millones de euros), casi un punto del PIB. En total, esta carga será de más de 38.000 millones de euros. Los gastos de personal consolidados (de la Administración Central, Seguridad Social y organismos autónomos) presupuestados para este año estuvieron ya por debajo de esa cifra, ya que fue de 33.151 millones de euros. Así pues, la previsión de gastos que realiza el Gobierno para pagar los intereses superará por primera vez a lo que dedica a pagar la nómina de los funcionarios y empleados públicos, al menos desde 1995, último año sobre el que aparecen registros de los Presupuestos Generales en la página del Ministerio de Hacienda. Los gastos financieros en 2013 serán el doble que los presupuestados en 2009 por la crisis e incluso superarán también por primera vez a lo que destina el Gobierno a pagar las prestaciones por desempleo.

El objetivo principal de las cuentas de 2013 pasa por cumplir con el sacrosanto objetivo de déficit comprometido con Bruselas. La Administración central y la Seguridad Social tienen fijado un tope conjunto de déficit del 3,8% del PIB, lo que supone que el año próximo la desviación entre gastos e ingresos presupuestarios no podrá ser mayor de 40.778 millones, unos 7.000 millones menos que en 2012. La tarea es complicada porque están previstos que los gastos públicos de la Administración central crezcan un 9,2% hasta los 126.792 millones, según el techo de gasto aprobado por el Gobierno a mediados de julio. La aportación del Estado a la Seguridad Social también aumentará en unos 4.300 millones, para asumir los complementos de mínimos de la Seguridad Social y hacer frente al mayor gasto en pensiones.

A todo eso se añade que la crisis sigue haciendo estragos y las perspectivas no son nada halagüeñas. Las últimas previsiones del FMI estiman que la economía española se contraerá un 1,2% el próximo año, lo que podría obligar al Gobierno a modificar el cuadro macroeconómico —las cifras de referencia para calcular el presupuesto— en el que contemplaba una caída del 0,5% del PIB... Leer más aquí en El País. Y aquí.