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sábado, 22 de agosto de 2015

Las alternativas sociales al negocio de la ropa usada. La Economía Social reclama su sitio en los servicios municipales

El Salmón Contracorriente

La recogida de ropa puede ser un negocio muy rentable económicamente como parece demostrar la última concesión firmada por el Ayuntamiento de Madrid, (También otras recogidas si se obliga a pagar por el reciclaje) que ingresará unos 600.000 euros al año. Pero, ¿es el beneficio económico el último fin que ha de regir la actuación de un Ayuntamiento en un servicio municipal basado en la solidaridad de la ciudadanía? La alternativas que propone la economía social existen desde hace mucho tiempo. Y son olvidadas.

¿Es admisible que un Ayuntamiento como el de Madrid obtenga unos beneficios de 600.000 euros anuales por un servicio como el de la recogida de ropa usada de los madrileños?

La noticia que durante estas últimas semanas mostraba esa “herencia recibida” por un Ayuntamiento como el de Madrid, hace que la nueva contrata, la empresa Ecotextil Solidarity, entregue al consistorio madrileño 600.000 euros anuales, oferta que le sirvió para obtener la adjudicación del gobierno municipal liderado por Ana Botella, quien firmó el contrato a una semana de la celebración de elecciones.

El aspecto económico representaba el 75% de la puntuación final que recibían las contratas. Así, los 3.200 euros por cada uno de los 170 que presentó la empresa son inasumibles por otro tipo de entidades, cuyo foco de atención no está en el beneficio económico y que desde hace mucho tiempo vienen reclamando la inclusión de clausulas sociales en este tipo de adjudicaciones. Veamos algunos ejemplos.

Recumadrid
Es una cooperativa de Iniciativa Social madrileña que nace en julio de 2009, e integrante del Mercado Social de Madrid desde 2015, que tiene como objetivo principal la inserción social y laboral de personas en situación y/o riesgo de exclusión social a través de la recogida, recuperación, reciclaje, y posterior venta de muebles, textil y electrodomésticos. La recogida de ropa se realizan de manera gratuita tanto a particulares como a entidades para su posterior venta en tienda.

Los ingresos de la actividad permiten sufragar los costes laborales y de funcionamiento necesarios, teniendo como fin último la creación de puestos de trabajo y la mejora medioambiental de nuestro entorno, ya que, además de favorecer su reutilización, evitan que un porcentaje elevado de este tipo de residuos vaya a los vertederos. “Todo el dinero se invierte en la cooperativa a través de la formación, inserción social de colectivos vulnerable, etc", afirma Cristina Salvador, cooperativista y gerente de Recumadrid.

Los artículos que recogen son puestos a la venta a precios muy bajos y accesibles a todo el mundo, especialmente para colectivos en riesgo de exclusión social. Así, organizaciones como Cáritas derivan a entidades como Recumadrid a personas que buscan amueblar su piso y que,debido a su precaria condición, no tienen acceso al mercado regular.

Participar en una contratación pública con las actuales queda muy lejos de una entidad como Recumadrid en primer lugar porque ”pagar un canon por contenedor es inviable económicamente e inmoral luchar contra eso desde nuestro punto de vista”, señala Cristina. “Las contrataciones públicas de cualquier Administración deberían incluir cláusulas sociales que amparen a proyectos de la Economía Social y que prime el proyecto de la recogida de ropa y lo que hay detrás de él, no solo el aspecto economíco”, culmina la cooperativista.

Deixalles
La web de la Fundación Deixalles deja claro que es un entidad sin ánimo de lucro constituida en 1986 por iniciativa de la Delegación de Acción Social del Obispado de Mallorca y de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM). Un 27% de los trabajadores/as de la fundación son socios/as.

Bajo los principios de equidad, trabajo, sostenibilidad ambiental, cooperación, ausencia de carácter lucrativo y compromiso con el entorno Deixalles busca que las personas desarrollen tareas ligadas a la actividad de recuperación y tratamiento de residuos con el objetivo es mejorar, recuperar o consolidar las habilidades sociales necesarias para favorecer su inclusión social.

Implantada en Palma, Soller, Félatnix, LLevant, Calvià, Inca e Ibiza, sus lineas de trabajo y algunos de sus últimos resultados de su actividad las siguientes:

Inserción sociolaboral de personas en situación o en riesgo de exclusión de las Islas Baleares. En el año 2014 un total de 348 personas participaron en los procesos de inserción sociolaboral, lo que representaba 51% menos que el año anterio, aún así, se mantuvieron los mismos puestos de trabajo. Además , un 21% de las personas que han participado de los procesos se insertaron laboralmente.

Contribuir a construir una sociedad más justa y sostenible
Fomentar la mejora ambiental, a través de actividades relacionadas, principalmente, con la gestión y recuperación de residuos.

Así, en el 2014 recogieron, trataron y gestionaron un total de 2.430 toneladas de residuos. Los que un 60% se aprovecharon a través de la reutilización y un 25% a través del reciclaje.

Traperos Murcia
Traperos Murcia, es una asociación sin ánimo de lucro, implantada en Murcia desde 1995 en su vertiente de formación e inserción social y laboral, desarrollando formas alternativas en las relaciones laborales, económicas y sociales. Pertenece al movimiento Emaus, que nace en 1945 de la mano de por iniciativa del Abate Pierre, sacerdote y diputado francés, en la París arrasada por la II Guerra Mundial como respuesta a la pobreza y falta de acceso a la vivienda.

A través del acompañamiento social y laboral a personas en situación de riesgo de exclusión Emaus busca participar en “la construcción de una sociedad más justa e igualitaria”. El proceso de acompañamiento se realiza con la recuperación de objetos y materiales de segunda mano y de desecho y acciones de apoyo y atención integral de cara a que las personas recuperen la confianza y se sientan con la capacidad para decidir y orientar libremente sus vidas.

El pasado mes de marzo, cumplían 20 años de servicio a los colectivos más desfavorecidos y lo celebraban con este vídeo que recorre su trayectoria.

Ver vídeo: https://youtu.be/q2wqr9OJYzY

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Las-alternativas-sociales-al

martes, 18 de agosto de 2015

Los 'pepenadores' alemanes utilizan Internet y el celular. Las botellas vacías han creado un gran negocio en Alemania para más de dos mil recolectores de basura

Hace un par de semanas, Robert, un receptor de la ayuda social alemana de 63 años, recibió una noticia que le cambió la vida. Un amigo indigente le contó sobre la existencia de pfandgeben.de, un portal en Internet que concentra un banco de datos de recolectores de botellas en toda Alemania, un pequeño ejército de pobres e indigentes que nació el 1 de mayo de 2006, cuando entró en vigor una ley casi revolucionaria en el país. La nueva ley, convirtió a varios miles de habitantes de este rico país en alumnos aventajados de los miserables 'pepenadores' mexicanos, ese grupo de indigentes que nace, vive y muere en los grandes basureros recogiendo cualquier objeto de valor que les reporte un par de pesos.

Desde mayo de 2006, todas las tiendas que venden bebidas, incluidas las alcohólicas, con una superficie mayor de 200 metros cuadrados, quedaron obligadas por ley a pagar entre 13 y 34 centavos de dólar por cada envase que lleva una etiqueta mágica: 'retornable'. La noticia se propagó de boca a boca entre los indigentes, los parados y también los jóvenes que visitan religiosamente los institutos de Enseñanza Básica y Media en el país. De la noche a la mañana, los contenedores de basura se habían convertido en pequeñas islas del tesoro que ofrecían sus riquezas (los envases retornables) a los modernos piratas de la sociedad alemana.

Este nuevo fenómeno social, que nació gracias a la titánica lucha que libró el ex ministro de Medio Ambiente Jürgen Trittin (1998-2005), un combativo militante de los Verdes, para ponerle precio a la basura, es un ejemplo patético de que en la rica Alemania existe un grupo social que las estadísticas no toman en cuenta: los pobres.

Gracias a Jürgen Trittin, miles de 'pepenadores' en todo el país, tienen ahora la posibilidad de ganar algunos euros extras recogiendo envases vacíos. La nueva invasión está causando estragos en los grandes supermercados, donde los clientes habituales se abastecen de cerveza y agua mineral.

Decenas de indigentes y parados esperan con paciencia infinita su turno para depositar el tesoro en máquinas especiales para poder canjear los envases vacíos retornables por un cupón que amortiza la compra de las bebidas y forman colas que pueden durar hasta un par de horas.

Robert es un pepenador de Berlín y sus ingresos de multiplicaron gracias a otra idea genial, esta vez diseñada por un diseñador gráfico, que no sabía que hacer con las botellas que se juntaban después de las fiestas en su departamento ubicado en Friedrichshein, un barrio de moda de la capital

“Después de cada fiesta o reunión con mis compañeros de piso quedaban decenas de botellas en la cocina. Con un amigo pensamos que sería de gran ayuda avisarles a los recolectores de botellas: en mi cocina tengo muchas botellas y las puedes venir a recoger”, contó Jonas Kakoschke, creador de pfandgeben.de.

Jonas preparó un catálogo de preguntas, salió a la calles de Berlín a entrevistar a los recolectores y les explicó su idea. Investigó cuántos de ellos contaban con un teléfono móvil. La mayoría le facilitó con gusto su número teléfono y en la actualidad tiene registrados alrededor de dos mil recolectores. Para que el botellero sea ubicado en su localidad tiene que estar registrado en la página. Por semana hay entre cinco y diez nuevos registros. Los interesados en deshacerse de sus botellas eligen en el portal su lugar de ubicación y éste arroja los números telefónicos de los botelleros en el área. El resto se coordina directamente entre el donador y el recolector. Kakoschke no interviene, ni exige dinero por el servicio.

“Gracias a Pfandegen.de mis ingresos aumentaron y ya puedo darme algunos lujos”, dijo Robert, quien trabaja hurgando en los basureros en los alrededores del Europa Center de la capital alemana. A pesar de seguir saliendo a las calles en busca de botellas, la plataforma web le ha facilitado su trabajo de pepenador: “Lo tengo que seguir haciendo. No soy el tipo de persona que pediría limosna en la calles, mejor recolecto botellas”.´

Eduard Lüning también es un pepenador alemán que nació hace 51 años en Münster y es el único que ha escrito un libro sobre su experiencia como recolector de envases vacíos retornables. Pero Lüning, a diferencia de Robert, el pepenador de Berlín, es un hombre famoso y está en camino de almacenar una pequeña fortuna gracias al tesoro que sus compatriotas abandonan en los contenedores de basura o dejan tirados en el suelo durante los grandes festivales de música

Hace ocho años y mientras intentaba dormír en su coche, Lüning observo como un anciano escarbaba en un contenedor armado de una linterna. “Busco botellas” le dijo el anciano. Al fin de semana siguiente, Lüning armado de varias bolsas espero la llegada de los trenes en la estación de Münster.

Fue el comienzo de una aventura que aún no finaliza. En una entrevista reciente, el ex taxista y obrero de la construcción admitió que ganaba más de 10.000 euro al mes recolectando botellas y latas de cerveza. Lüning viaja con su caravan por todo el país, visitando festivales de música

“Me sigue fascinando como se puede ganar dinero con la basura de los demás”, dijo el más famoso de los pepenadores alemán, quien gracias a la iniciativa del ex ministro Jürgen Trittin, se convirtió en un exitoso empresario que está en camino de hacerse rico con los envases que abandonan sus compatriotas.

¿Hay algo de esto en España?
Ha habido un proceso de apoderamiento por las grandes empresas de los productos que pueden ser reciclado y una eliminación de este mercado de los más pobres y necesitados.

¿Cómo ha ocurrido? pues mediante la prohibición de compra de esos productos por las empresas que los compraban. Ahora no se compran libremente ni papel, ni cartón, ni envases de plásticos, metal o vidrio. Y son grandes empresas las que los compran y mediante los contenedores de recogida, puesto por los Ayuntamientos, y las campañas de "concienciación" ciudadana.

Somos los vecinos quienes hacemos el trabajo gratis de llevarles los objetos a los contenedores de esas empresas. Para ello se llevan a cabo campañas de responsabilidad social y ecológica. Productos que luego ellos se encargan de vender.

Mientras, a la multitud de necesitados, que no tenían otro medio de vida que la recogida de esos productos, se les ha privado y expropiado de esa posibilidad y se les ha arrojado aún más a la marginación y la pobreza aumentando la desigualdad.

¿No es hora de hacer algo por ellos?
Creo que sí, son muchos millones de euros que se llevan a costa del trabajo gratis* de muchos vecinos y que podría ser el origen de miles de empleo.

   *Con respecto al trabajo gratis y que, por lo tanto, no ganamos nada con ello y en consecuencia no produce empleo, hay mucho que hablar:

Cada vez hay más gasolineras que no tienen empleados, su trabajo, que antes eran empleos, se ha trasladado gratis al público y no dan nada a cambio por ello, un trabajo peligroso y especializado. Las ganancias pasan integras y únicamente al empresario.

Lo mismo está ocurriendo en multitud de gestiones con los bancos, es un proceso lento y parece imparable.
Han pasado de poner un cajero gratuito para acceder a nuestro dinero en cualquier momento, lo que sin duda es un buen servicio, a delegar trabajos de transferencia, pago de impuestos, de recibos, etc. al cliente de forma gratuita y a cobrar por su utilización. Y se da la paradoja que, en muchos casos, tenemos que ser nosotros, los clientes, quienes le hacemos el trabajo voluntario a personas mayores que, por falta de visión o habilidades, no son capaces de realizar las gestiones en el cajero automático.

Y así con la gestión de multas, de compras de entradas, etc. etc.

Trabajos todos ellos no remunerado que beneficia exclusivamente al empresario y que supone la eliminación de miles de puestos de trabajo.

Lo mismo sucede con la implantación paulatina del autoservicio en bares y restaurantes que no repercute en el comprador o cliente.

Y todo esto está ocurriendo en una sociedad con más del 20% de paro y cientos de miles de jóvenes que se ven expulsados del país para poder sobrevivir. Ello significa una vuelta de tuerca más en la explotación, la desigualdad y la lucha de clases. Aparentemente a cambio de nada.

Digo aparentemente porque en realidad no es a cambio de nada, es a beneficio exclusivamente del empresario con el consiguiente aumento de la marginación y desigualdad. Es decir, para poner un ejemplo, cuando los "buenos y responsables ciudadanos" hacemos el trabajo de clasificar las basuras y llevarlas al contenedor adecuado, estamos ayudando al empresario a ganar más dinero a la vez que se lo quitamos al que antes recogía y podía vender esos productos,... con lo cual ayudamos a crear más pobreza y marginación, de forma voluntaria con un trabajo no remunerado que le hacemos al capitalista.  Esos trabajos deberían beneficiar a los que hacemos el trabajo y en todo caso a los parados.

¡Hasta cuando vamos a aceptar estos trabajos voluntarios que significan arrojar al paro a miles de trabajadores!!
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/07/actualidad/1389119012_397307.html

martes, 4 de agosto de 2015

El hombre endeudado. La deuda de España ha pasado del 253% del PIB al 320% en siete años. ¿Qué austeridad es esta?

Un congreso sobre toda la deuda europea, como sucedió después de la Segunda Guerra Mundial, porque la reestructuración de la mayor parte de la deuda, no solo de Grecia sino de varios países europeos, es inevitable. Esta es la principal propuesta que hace el economista francés Thomas Piketty en una entrevista dedicada a analizar “la ideología alemana” del primer tercio del siglo XXI.

Las declaraciones tienen valor porque se han hecho en la prensa germana y porque Piketty ha puesto negro sobre blanco lo que muchos piensan pero nadie se atreve a decir en voz alta: la imposibilidad de pagar los gigantescos volúmenes de deuda, pública y privada, interna y externa, acumulada en muchos países como factor determinante del modelo de crecimiento desde mucho antes de la crisis.

Los datos los acaba de publicar Analistas Financieros Internacionales (AFI) en un informe para la Fundación de las Cajas de Ahorro (“Endeudamiento de España: ¿quién debe a quién”?). Desde 2007 a 2014 la deuda mundial ha continuado creciendo, tanto en las economías emergentes como en las desarrolladas. En estas últimas, la deuda agregada ha pasado de representar el 230% del PIB al inicio de la crisis al 272% a finales del año pasado, 42 puntos más.

En España, por poner el ejemplo más cercano, esa evolución ha sido aún peor: del 253% al inicio, al 320% del PIB en 2014, ¡67 puntos de PIB más de deuda! Curiosos casos de “austeridad expansiva” con estancamiento (o recesión), enormes recortes presupuestarios, reducción de los déficit... y aumento desaforado de la deuda, que habrán de pagar nuestros descendientes si no se produce esa reestructuración por la que clama Piketty (“Los griegos, sin duda, ha cometido muchos errores; hasta 2009 el Gobierno de Atenas falsificaba sus cuentas, pero a pesar de ello la nueva generación de griegos no tiene mayor responsabilidad por los errores de los más viejos que la nueva generación alemana en los cincuenta y en los sesenta (...) Europa se fundó sobre el perdón de las deudas no sobre la idea de la penitencia eterna”).

En La fábrica del hombre endeudado (Amorrortu Editorial), el sociólogo italiano Maurizio Lazzarato descubre el estupor de que quienes hasta el año 2007 estimularon los créditos para mantener el consumo y la apariencia de una cierta igualdad en los signos externos de los ciudadanos sean ahora los mismos que denuncian sus consecuencias nefastas; cómo experimentar vergüenza y culpa por estar endeudado cuando poco antes la acumulación de préstamos en buenas condiciones (bajos tipo de interés y periodos largos) era una señal de ser buen ciudadano económico.

Lazzarato dice que se ha sustituido la figura del “homo economicus” (aquel que era racional en sus decisiones económicas) por la del “hombre endeudado” cuya vida entera (bancos, aseguradoras, empresas de servicios,...) es su fábrica cotidiana de producción de devoluciones de préstamos.

Más:
Estancamiento autoinfligido
Las recesiones parecen fenómenos naturales, ajenos a la mano del hombre

Creadores de escasez.
Tras las políticas de austeridad el panorama es desolador: se multiplica el paro, la exclusión y mueren miles de empresas.

lunes, 27 de julio de 2015

La Corrupción deja a millones de personas hambrientas en India

Neeta Lal
IPS

Chottey Lal trabaja en la construcción en Noida, una localidad del norteño estado de Uttar Pradesh, en India. Este obrero de 43 años labora 12 horas diarias, pero lo que gana apenas le alcanza para alimentar a su familia de siete integrantes. Él y su esposa Subha cumplen con los requisitos para recibir la asistencia de alimentos básicos subsidiados, que deben adquirir en un comercio local específico, si todo funciona bien. Pero eso no sucede.

“Cuando vamos a la tienda, nos echan; el dueño nos dice que se quedó sin reservas y terminamos comprando alimentos en el mercado, que es caro y no nos alcanza para alimentar a toda la familia”, relató a IPS.

“Todo el mundo sabe que el comerciante vende los granos en el mercado negro. ¿Pero qué podemos hacer nosotros que somos pobres? Nos quejamos en la policía, pero no se han tomado medidas en su contra”, explicó Lal a IPS.

Savirti, de 50 años, y Kamla, de 39, también viven una situación terrible. Ambas son viudas y viven con sus hijos casados. Pero tuvieron que dedicarse a mendigar, porque los ingresos de la familia y las raciones de granos que reciben en las tiendas de precios justos no alcanzan para todos.

La corrupción que agobia al sistema público de distribución de alimentos impide que millones de personas pobres reciban los granos que les corresponden de acuerdo a la Ley Nacional de Seguridad Alimentaria.

El sistema, compuesto por 60.000 comercios de precio justo, en este país de 1.200 millones de habitantes, suministra arroz, trigo, azúcar y queroseno a un precio inferior al del mercado.

El sistema procura ayudar a dos tercios de la población, con la entrega mensual de 35 kilogramos de granos subsidiados por persona, a un precio de entre una y tres rupias (entre 0,01 y 0,04 dólares) el kilogramo.

Sin embargo, solo 11 estados y territorios de la Unión implementaron la ley, aprobada por el parlamento en septiembre de 2013, mientras está pendiente en los 25 restantes.

Para peor, encuestas nacionales han revelado cómo comerciantes inescrupulosos (Qué palabra. ¡¡¡Corruptos!!! o criminales, pues cometen crímenes) desvían millones de toneladas de granos del sistema de distribución.

Los productos se terminan vendiendo en los mercados con un gran rendimiento o se exportan ilegalmente, en connivencia con funcionarios corruptos de la estatal Corporación de Alimentación de India. La mayor parte de los alimentos terminan en países vecinos como Nepal, Birmania (Myanmar), Bangladesh y Singapur.

Un estudio realizado por el gobierno el estado de Uttar Pradesh, donde vive Lal y su familia, concluyó que la superposición de agencias, la mala coordinación y la falta de responsabilidad administrativa se combinan en perjuicio del mecanismo de distribución.

El comité del juez D.P. Wadhwa, encargado por la Corte Suprema de India de supervisar sus órdenes en un caso de litigio de interés público sobre el derecho a la alimentación, emitió hace poco una dura crítica contra el sistema de distribución de alimentos.

Al investigar irregularidades en la cadena de distribución, el comité reveló que 80 por ciento de la corrupción ocurre antes de que los alimentos lleguen a las tiendas de venta al público.

Y peor aún, casi 60 por ciento de los alimentos que se distribuyen a través del sistema público o se pudren o se malversan en el camino.

“Lo que llega a los beneficiarios pobres ni siquiera suele estar en condiciones para el consumo”, explicó el especialista Devinder Sharma, quien dirige el Foro de Biotecnología y Seguridad Alimentaria, con sede en Nueva Delhi.

El creciente y sistémico abuso en la cadena de suministro de alimentos es un mal augurio para un país como India, con 194,6 millones de personas subalimentadas, el mayor número en todo el mundo, según un informe anual de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

El informe remarca que ese número representa a 15 por ciento de la población del país, superando a China en cifras absolutas y en la proporción de personas subalimentadas.

“El mayor crecimiento económico no se ha traducido plenamente en un aumento del consumo de alimentos, y menos aún en una mejora de las dietas”, señala una parte dedicada a India del informe “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, 2015”, de la FAO.

Esa realidad, añade, “podría indicar que las personas pobres afectadas por el hambre no han conseguido beneficiarse del crecimiento general”.

Cerca de 1,3 millones de niñas y niños mueren al día en India por malnutrición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La prevalencia de niños de bajo peso está entre las mayores del mundo, y es casi el doble de África subsahariana, lo que perjudica la morbilidad, la mortalidad, la productividad y el crecimiento económico, señala la OMS.

El Comité Shanta Kumar, encargado de revisar el sistema de distribución de alimentos, entregó a principios de este año un informe al primer ministro, Narendra Modi, en el que recomienda desarmar de forma gradual el programa y comenzar con la transferencia de dinero en efectivo.

La nueva propuesta, según el comité, permitirá disminuir de forma progresiva la dependencia de las personas más pobres en los comercios de alimentos subsidiados.

Lo graneros de India rebozan cada año de excelentes cosechas de trigo y arroz, pero los granos se roban desaparecen por culpa de intermediarios o se pudren bajo la lluvia, mientras millones de personas padecen hambre.

El gobierno también incurre en enormes gastos en los granos que suministra al sistema.

La pérdida de cereales a través del sistema de distribución de alimentos se eleva a 48 por ciento, según la encuesta, y las reservas que guarda suelen estar muy por debajo de los requisitos, lo que genera grandes costos de manutención.

Actualmente, alrededor de 23 por ciento de la población de India vive con menos de 1,25 dólares al día, el monto que mide oficialmente la pobreza.

Un ingreso que el Banco de Desarrollo Asiático considera inadecuado como medidor, que sugiere que se eleve a 1,51 dólares, lo que refleja mejor el monto necesario para mantener a una persona con un estándar mínimo de existencia.

Independientemente de cómo se mida la pobreza, está claro que en este país hay millones de personas que pasan hambre a diario. De hecho, según datos de la Organización de las Naciones Unidas, las personas pobres aumentan año a año.

Para el especialista Ravi Khetrapal, alertó en diálogo con IPS que “si los pobres no acceden a la red de alimentos, morirán de hambre”.

La respuesta no es desmantelar el sistema, sino reformarlo, erradicar la corrupción y hacerlo más efectivo, sostuvo.
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2015/07/corrupcion-deja-a-millones-de-personas-hambrientas-en-india/

miércoles, 22 de julio de 2015

La pobreza perjudica el desarrollo del cerebro en la infancia. Un estudio señala que las dificultades económicas están ligadas a un peor crecimiento de la materia gris

La pobreza lastra el rendimiento escolar. Esta losa que perjudica a niños y niñas que crecen en familias con problemas económicos es bien conocida. Mientras se trata de dar respuesta a los múltiples factores que provocan este problema, está empezando a consolidarse una nueva variable que ayudaría a explicarlo: el desarrollo cerebral de los menores en situación de pobreza. Un nuevo estudio en este sentido asegura que la matería gris se desarrolla peor durante una infancia llena de carencias.

La materia gris del lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el hipocampo era hasta un 10% menor en los pequeños criados por debajo del umbral de pobreza de EE UU

Este trabajo muestra que las estructuras del cerebro destinadas a procesos críticos para el aprendizaje son vulnerables a las circunstancias ambientales de la pobreza, como el estrés, la escasa estimulación y la nutrición. "El desarrollo de estas regiones del cerebro parece sensible al entorno y la crianza del niño", concluyen los autores del estudio, publicado en JAMA Pedriatics. Tanto es así, que los autores de este estudio cuantifican que estos problemas de desarrollo cerebral explicarían hasta el 20% del bajo rendimiento de los menores con pocos recursos.

Los científicos, de las universidades de Michigan, Duke y Wisconsin (EE UU), analizaron el desarrollo cerebral de los menores a partir de resonancias magnéticas realizadas a lo largo de su infancia y descubrieron que la materia gris del cerebro era sensiblemente menos desarrollada en los niños y niñas pobres. Más en concreto, la materia gris del lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el hipocampo era hasta un 10% menor en los pequeños criados por debajo del umbral de pobreza de EE UU.

Los autores cruzaron la información de las resonancias cerebrales con la del rendimiento de estos menores, llegando a la conclusión de que la falta de desarrollo de la materia gris explicaría entre el 15% y el 20% de los déficits de aprendizaje de los escolares por debajo del umbral de pobreza. "Con estos datos, hemos demostrado que los niños de hogares con bajos ingresos muestran un desarrollo estructural atípico en varias áreas críticas del cerebro, incluyendo el total de la materia gris, el lóbulo frontal, el lóbulo temporal y el hipocampo", concluyen Nicole Hair y el resto de autores.

Este equipo escogió zonas del cerebro muy ligadas al rendimiento cognitivo pero que sirvieran para descartar otras posibles explicaciones de su falta de desarrollo, como haber heredado el problema de sus padres, lo que a su vez pudiera explicar su situación de pobreza. La muestra del estudio no es muy grande, de menos de 400 niños, pero coincide con otros estudios previos con resultados similares.

Por ejemplo, coincide con el trabajo de la especialista Joan Luby, de la Universidad de Washington, que  escribe también en JAMA Pediatrics un artículo en el que alerta de "la alta vulnerabilidad y adaptabilidad del cerebro humano en desarrollo" que está mostrando esta línea de investigación. "Estas evidencias sobre el desarrollo dan un nuevo significado a la importancia de proteger y mejorar el entorno propicio para el desarrollo de los niños pequeños durante esta ventana de oportunidad en los primeros años de vida", reclama Luby.

Según esta experta, estos estudios señalan que "es fundamental aumentar el apoyo a los progenitores durante la primera infancia" para prevenir de forma eficaz el lastre cognitivo y académico que implica para los niños vivir en la pobreza. Como señalan Hair y sus colegas en el estudio, estos nuevos datos "deben conducir a políticas públicas destinadas a mejorar y disminuir las desigualdades". "Las actuaciones dirigidas a mejorar el entorno de los niños pueden alterar el vínculo entre la pobreza infantil, deficiencias cognitivas y rendimiento académico", aseguran.

MÁS INFORMACIÓN Estudio científico: Association of Child Poverty, Brain Development, and Academic Achievement - doi:10.1001/jamapediatrics.2015.1475

jueves, 2 de julio de 2015

Un país para ricos

Adolfo Muñoz, Txiki

Alfonso Basagoiti, ex-Consejero de Hacienda del Gobierno Vasco, ex-presidente del Círculo de Empresarios y ahora consejero de Euskaltel ha dicho que las vacaciones fiscales “se hicieron rematadamente mal” porque la rebaja de impuestos “se aplicó a pocas empresas” y debió hacerse a todas. Si se hubiera hecho así –dice- “no hubiera habido ningún problema con la UE”. No quiere que las empresas paguen impuestos y no dice la verdad cuando afirma que las empresas vascas pagan más impuestos que las españolas.

La realidad es que en base a subvenciones, bonificaciones y exenciones establecidas en el Impuesto de Sociedades, las empresas o pagan muy poco o no pagan nada.

ELA ha celebrado un Seminario sobre fiscalidad en Donostia los días 18 y 19 de Junio. En él se ha analizado el trato fiscal privilegiado para las rentas que no son de trabajo. Estas son las conclusiones del Seminario.

1.- Los gobiernos favorecen la acumulación de capital a la vez que las Haciendas desfiscalizan esas rentas para que no paguen impuestos. Esos mismos Gobiernos con la patronal atacan a los salarios y las Haciendas deciden que los impuestos recaigan, fundamentalmente, sobre las rentas de trabajo. Por eso aumentan las desigualdades. La competencia fiscal entre países basada en la bajada de impuestos al capital y a las empresas destroza un modelo de sociedad justo y solidario. No es casualidad que los países que mejor están respondiendo a la crisis sean los que más presión fiscal y gasto público tienen.

2.- El poder político y económico no tienen ningún interés en materia fiscal en favorecer la información y la participación social. Hacen creer a la ciudadanía que bajando los impuestos a los ricos ganamos todos. Nos tratan como si fuéramos idiotas. Las Haciendas Vascas son un reino de opacidad; una “caja negra” en la que una pequeña élite, muy cercana al mundo empresarial, decide los impuestos.

3.- La capacidad normativa de las Haciendas Vascas (Concierto y Convenio) se concreta en que tengamos 7 puntos de presión fiscal menos que la media europea (incluso menos que en España). De establecer la presión fiscal media europea se recaudarían 6.600 millones de euros más. Los beneficiados son las rentas altas, empresariales y de capital. En realidad, desde hace muchos años, no ha existido una política fiscal propia en el ámbito vasco. Las Haciendas de los cuatro territorios se han limitado a copiar y pegar lo que hacia Madrid estableciendo, eso sí, más ventajas fiscales a empresas y capital. Rajoy, para tratar de evitar una debacle electoral, anuncia que bajará los impuestos -a sus amigos- en el IRPF y en Sociedades. ¿Alguien duda sobre qué harán las Haciendas Vascas?

4.- Es un contrasentido que la decisión sobre los ingresos esté en manos de las Administraciones que menos gasto tienen a su cargo, las Diputaciones. Este sistema, en la CAPV, deja la política fiscal en manos de un órgano sin control democrático, el Órgano de Coordinación Tributaria. Hay que acabar con los reinos de Taifas en que se han convertido las Haciendas, garantizar la participación social y establecer la decisión y el control democrático en el Parlamento vasco.

5.- Contrariamente a lo que dicen CONFEBASK y la CEN, la fiscalidad vasca es, de todas las del Estado, la que más privilegios recoge para las empresas. Es un grave error, que también comete la izquierda política, prestar atención al tipo nominal (porcentaje) del Impuesto. El tipo nominal no dice nada sobre lo que en realidad pagan las empresas ya que ha sido pervertido con un sinfín de exenciones, bonificaciones y subvenciones -innumerables e inútiles- pensadas para que las empresas o paguen poco o no paguen nada en el Impuesto de Sociedades.

6.- ELA llama la atención sobre la influencia de la patronal en la decisión de los impuestos. Sufrimos situaciones que debieran estar prohibidas, como que un Secretario General de una patronal pase a ser Diputado de Hacienda. Un ejemplo de esa connivencia han sido las vacaciones fiscales. Una decisión, la de incumplir el mandato de Europa, que fue adoptada de común acuerdo entre las Haciendas y Confebask y por la que hemos tenido que pagar 30 millones de € de multa. La fiscalía, en esa “desobediencia contumaz” que duro muchos años, no ha visto voluntariedad para apreciar delito.

7.- Las normas fiscales vascas regulan sistemas de elusión fiscal para usar sociedades interpuestas con el único objeto de no pagar impuestos. Además, las Haciendas Vascas, no han adoptado ninguna medida efectiva para impedir la evasión de capitales a paraísos fiscales. Al contrario, cuando Madrid ofrece una amnistía fiscal para regularizar los capitales evadidos, nos enteramos por los medios de comunicación que en las Haciendas Vascas existe un trato más favorable para el evasor que el que ofrece el Estado. Los paraísos fiscales existen porque los Gobiernos quieren. Más allá de la hipocresía, los gobiernos no tienen interés en acabar con los ellos; al contrario, los usan como escusa en su cruzada para dar privilegios al capital.

8.- La lucha contra el fraude no es una prioridad de la Haciendas. No hay voluntad y, como consecuencia, tampoco medios humanos suficientes para proceder a inspeccionar las rentas y actividades en las que se concentra el fraude. Si a la pasividad de las Haciendas se le suma la inexistencia de una policía judicial especializada y que los jueces que tramitan los delitos fiscales carecen de una formación específica, es fácil entender por que los delitos fiscales son tan excepcionales. ELA exige reforzar las medidas coercitivas para obligar a las rentas que se refugian en el fraude, la elusión y la evasión a cumplir con sus obligaciones.

9.- ELA exige, además, que la política de distribución de renta se haga por la vía del gasto social y no con ventajas fiscales. La mayor parte de las ventajas fiscales establecidas en los diferentes impuestos (subvenciones, deducciones, exenciones…) tienen un componente netamente regresivo, beneficiando a quien más renta obtiene.

10.- ELA constata -y lamenta- la inmensa fuerza que tiene el sistema para integrar, también en fiscalidad, a las fuerzas políticas que alcanzan responsabilidades institucionales. El resultado no puede ser, en nuestra opinión, que la disputa institucional se haga a costa de relativizar la política social. Sin cambio en la política fiscal es imposible el cambio en la política social. Sin pedagogía fiscal alternativa la derecha seguirá imponiendo políticas antisociales.

El sistema fiscal vasco permite al capital la elusión, la evasión y el fraude. El problema no termina ahí porque, además, ese capital -que no paga impuestos- tiene un gran control sobre el poder político para condicionar que el gasto público se dirija a satisfacer sus intereses destruyendo el gasto social.
Adolfo Muñoz, "Txiki", Secretario General del sindicato ELA

viernes, 26 de junio de 2015

Bajar los impuestos o reducir la pobreza. España vive una situación que se puede calificar de emergencia social

La recuperación de la economía española sigue ofreciendo datos esperanzadores. Cada día es más claro que no estamos ante el efímero efecto rebote que siempre se produce cuando una economía toca fondo, sino ante una recuperación con fundamentos.

Hay buenas razones para alegrarse por esta vuelta al crecimiento. Que pueda favorecer al Gobierno en sus expectativas electorales no es motivo para negar la realidad. Ahora, se trata de que sus beneficios rebosen y lleguen al conjunto de la sociedad.

¿Cómo se deberían utilizar los mayores ingresos que trae la recuperación para las arcas públicas? Hay tres opciones: 1) Acelerar la reducción del déficit público y la deuda. 2) Reducir impuestos a ciudadanos y empresas. Y, 3) Combatir la desigualdad y la pobreza instauradas por la crisis.

Las tres opciones tienen sus partidarios. La primera permitiría la reducción de los desequilibrios fiscales y financieros fortaleciendo la confianza de los inversores. La segunda aliviaría la presión fiscal sobre ciertos grupos, especialmente los de ingresos medios y altos, y podría estimular la demanda. Es la opción que más probabilidades tiene dado el tiempo electoral. Pero la más benéfica para la sociedad y para un crecimiento sano es la tercera. Veamos porque.

España vive una situación que se puede calificar de emergencia social. Una emergencia con riesgo de abocar a una fractura social prolongada, cuando no permanente. De acuerdo con los datos publicados por la OCDE en su trabajo "Society at a Glance 2014. The crisis and its aftermath"(www.oecd.org/social/societyataglance.htm) la caída de los ingresos de los hogares españoles durante la crisis es la más fuerte entre los países de la eurozona.

Siendo esta caída muy intensa, el problema se agudiza porque se ha concentrado en los hogares de menores ingresos. El 10 % más pobre ha visto disminuir sus ingresos en un 14 % anual. Es también, con gran diferencia, la mayor caída entre todos los países de la OCDE, en los que la media ha sido un 2%.

Este desplome de ingresos en la parte baja de la sociedad ha provocado dos graves efectos. Por un lado, un fuerte aumento de la desigualdad. Por otro, la aparición de pobreza de jóvenes y la pobreza infantil. La pobreza de niños surge de hogares formados por jóvenes sin ingresos o con empleos de bajos salarios.

La pobreza de las generaciones jóvenes es el riesgo más grave al que nos enfrentamos como sociedad. Un riesgo que se agudiza porque se puede cronificar, provocando una fractura social duradera.

¿Por qué ha aparecido esta pobreza en España? Por dos razones. Una evidente y previsible; la otra sorprendente e inesperada.

La mayor intensidad del paro en España y su concentración en personas de salarios bajos explica parte de la caída de ingresos de los hogares pobres, tanto de los pobres sin ingresos como de los pobres con empleos de bajos salarios. Este efecto de la recesión era algo previsible.

Lo que no era es el efecto perverso que ha tenido el sistema español de prestaciones sociales y ayudas públicas. Los datos de la OCDE muestran que del total de transferencias a los hogares, el 30 por ciento más rico recibe más que el 30 por ciento más pobre. El mundo al revés, se redistribuye hacia arriba. Los pensionistas y las personas mayores están mejor protegidos que los más jóvenes frente al riesgo de caída de ingresos.

¿Podrá la recuperación económica reducir esta pobreza y curar la herida social? No. La recuperación por si sola no sacará a los parados de larga duración de la cuneta del paro. La evidencia la tenemos en lo ocurrido en la salida a las crisis de los ochenta y noventa. Como recordarán, las recuperaciones de esos años dejaron un elevado paro estructural. Ahora puede ocurrir lo mismo, pero con el agravante de la pobreza y la pérdida de emancipación de los jóvenes.

Esta crisis social no es sólo un problema para los afectados. Lo es para la sostenibilidad de la propia recuperación económica. La investigación económica reciente, entre ella la del FMI, muestra que la desigualdad y la pobreza perjudican el crecimiento, al hacerlo más volátil y de menor calidad.

Volvamos a la pregunta inicial, ¿cómo utilizar los mayores ingresos fiscales de la recuperación económica? La prioridad absoluta debería ser ayudar a estos grupos más desfavorecidos. Es una cuestión moral para una sociedad decente; pero es también una cuestión de buena economía.

Para lograrlo la mejor opción no es la rebaja de impuestos. Los grupos de bajos ingresos se benefician poco, si lo hacen, de las rebajas de IRPF y de IVA.Hay formulas más eficaces para lograrlo. Algunas han comenzado a ser discutidas en nuestro país. Habrá ocasiones para comentarlas.

Pero, hoy por hoy, lo más urgente es tomar conciencia del problema. De momento la pobreza de niños y jóvenes es una enfermedad oculta, asintomática. No está en el debate público ni en la agenda política. Para curarla, lo primero es hacerla visible.
 24 MAY 2015 - El País 

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miércoles, 17 de junio de 2015

“El paraíso“ de los niños pobres

Carlos Ampié Loría

Las noticias de adolescentes negros ultimados a balazos por policías estadounidenses, le han dado la vuelta al mundo y desatado multitudinarias protestas y un acalorado debate en ese país de ilimitadas (im)posibilidades.

Son múltiples las voces y opiniones en busca de las razones de ese estallido de violencia estatal en contra de la población civil, y una de esas voces es la del economista Jeff Madrick quien en su artículo titulado “El costo de la pobreza infantil” dice que entre las causas “una en particular ha sido poco reconocida: La crisis de pobreza infantil en EE.UU.” Según un estudio de UNICEF realizado en 35 países desarrollados en 2012 y citado por el autor, en EE.UU. viven unos 13 millones de niños y adolescentes menores de 18 años en la pobreza. Eso significa que aproximadamente 20% de la población joven es pobre, y entre la población negra esa cifra alcanza casi el 50%. Para un país tan rico y poderoso, una vergüenza.

En opinión del autor, decenas de estudios han demostrado que existe un vínculo directo entre la pobreza infantil y lo que él llama la disfunción social de los niños afectados: Dificultades de aprendizaje, retardos en el desarrollo en general, propensión a contraer enfermedades crónicas, bajos rendimientos escolares, deserción escolar, criminalidad y encarcelamiento antes de los 16 años.

Según el economista se han implementado algunos programas para combatir el problema: reducción de impuestos a familias de bajos ingresos, plan de visitas domiciliares y Asistencia Temporal a Familias Necesitadas. Sin embargo, estos programas han sido poco menos que una gota de agua en el mar, pues hasta hoy sólo han beneficiado a 115 mil familias. Además su fin es mejorar la salud de los niños pobres y no erradicar la pobreza infantil. Pero Madrick no niega los efectos positivos de estos programas, los cuales han sido constatados en estudios recientes.

Antes de proponer una solución concreta, Madrick cita al experto de la Universidad de Georgetown Harry Holzer quien ha calculado las pérdidas ocasionadas al país por la pobreza infantil -valoradas en productividad perdida, altas tasas de criminalidad y elevados gastos en salud – en unos 500 billones de dólares anuales. Basándose en este dato y en los efectos positivos de los programas hasta ahora implementados, el autor propone un plan dirigido a terminar con la pobreza infantil. Para ello parte del modelo que ya existe en algunos países suramericanos y europeos: Ayuda financiera directa para todos los niños, sean pobres o ricos.

Madrick sugiere el modelo británico implemetado en 1999 por el Presidente Tony Blair que proporciona en ayuda financiera directa y programas complementarios cerca de 5000 dólares a cada familia al año, y mediante el cual se ha reducido la pobreza infantil en Gran Bretaña en un 50% en 15 años. Según datos proporcionados por el autor, Inglaterra invierte en ese programa el 1% del PIB.

Los adversarios de Madrick objetan que invertir el 1% del PIB de EE.UU en ese plan sería demasiado caro, ya que equivaldría a invertirt en los niños estadounidenses unos 100 billones de dólares al año. El argumento del economista, más que económico, es de índole humanitaria cuando dice que, aparte de los beneficios financieros de corto y mediano plazo, “la reducción del sufrimiento de los inocentes podría ser lo que más cuente.”

Como dice el autor, el problema es que “hasta hoy ha habido poco interés en atacar la pobreza infantil a gran escala”. Tiene razón Madrick si se toma en cuenta que el Congreso estadounidense aprobó $581 billones para gastos militares en 2014 y $614 billones en 2013. La guerra que Washington dirigió en contra del pueblo iraquí les costó a los contribuyentes cerca de $800 billones. Dinero suficiente para haber implementado el plan de Madrick y haber, tal vez, salvado la vida de todos los jóvenes que desde entonces han muerto víctimas de la pobreza y la discriminación racial y social.

domingo, 14 de junio de 2015

La dudosa economía del buen samaritano. La filantropía vive una edad de oro pero no logra librarse de su imagen de dádiva

La dudosa economía del buen samaritano
John Paulson, el inversor que predijo el hundimiento del mercado inmobiliario en Estados Unidos, donó a principios de mes 400 millones de dólares a la Universidad de Harvard; y se montó un gran lío. La mayor cantidad de dinero que recibía la institución en sus 379 años de vida incendiaba las redes sociales. Malcolm Gladwell, articulista de The New Yorker, tuiteó. “O ayudar a reducir la pobreza o dar a la universidad más rica del planeta 400 millones que no necesita. ¡Sabia elección John!” Y continuó: “Lo próximo de John Paulson: voluntario en la tienda de Hermès de Madison Avenue. ¡Hagamos un establecimiento con verdadera clase mundial!”. Este enfrentamiento demuestra que regalar dinero no resulta, paradójicamente, nada fácil.

Pese a todo, la filantropía se encuentra en su nivel más alto de la historia. Las 31 mayores fundaciones de Estados Unidos —el principal donante del planeta— manejan 148.700 millones de dólares en activos, según un estudio del periódico The Chronicle of Philanthropy. Solo la Fundación Bill y Melinda Gates —la mayor organización de esta clase del mundo — gestiona 43.500 millones al año. Y en 2014 destinó 3.900 millones de dólares a programas, sobre todo, sanitarios.

Pero una industria que genera tales volúmenes de dinero proyecta sombras. ¿Se destinan esas cantidades a las causas correctas? ¿Está reemplazando la filantropía al Estado? ¿Menoscaba la democracia que los multimillonarios del planeta decidan cuáles son las prioridades sociales?

Los análisis varían. Peter Singer, profesor de Bioética de la Universidad de Princeton, advierte por correo electrónico que vivimos una situación de urgencia moral. “El año pasado murieron 6,3 millones de niños en el mundo por causas evitables relacionadas con la pobreza. Es como si 34 aviones Jumbo hacinados de chicos se estrellaran todos los días matando a todos los que viajan a bordo. Si esto sucediese y pudiéramos al menos reducir el número de muertes, ¿no sería urgente?”.

Imposible ignorar el acelerado tic-tac del reloj. Una parte de esa prisa justifica el cambio generacional que vive la filantropía. Los jóvenes emprendedores que han amasado una fortuna en los aledaños de Silicon Valley toman el relevo a los millonarios de Wall Street. La lista de los 50 mayores donantes de The Chronicle radiografía el cambio. Porque tal vez Bill y Melinda Gates continúen siendo los grandes filántropos del planeta (en 2014 donaron 1.500 millones de dólares), pero ya aparecen en la lista Jan Koum (cuarto puesto), cofundador de WhatsApp, quien dio 556 millones de dólares el año pasado o San Parker (quinto), presidente de Facebook, que ha entregado 550 millones. Es más, entre los 12 principales mecenas, surgen los nombres de Pierre Omidyar, creador de eBay o Serguéi Brin, uno de los arquitectos de Google.

Parece que se extinguen lo que alguien llamó con ironía Filantroposaurus Rex. Millonarios clásicos procedentes de las finanzas. Ahora aparece una generación tecnológica y joven pero que todavía enfrenta antiguos desafíos. “Uno de los grandes riesgos ocultos [de la filantropía] es que en un tiempo de dificultades económicas en todo el planeta los políticos tengan la tentación de entender esta actividad como un sustituto del gasto público”, alerta Rhodri Davies, responsable del programa Giving Thought, de la Charities Aid Foundation. Contado de otra forma. “El peligro radica en que se convierta en un peón dentro del juego político y su reputación salga dañada”, precisa Rhodri Davies. Aunque tampoco resulta fácil la vida del filántropo. El banco BNP Paribas narra que estos samaritanos económicos se enfrentan a dificultades como “peticiones desproporcionadas en relación a la cuantía de sus donativos o expectativas no reales de los resultados que se podrían obtener”.

Sobre esa fragilidad, la filantropía se reinventa con el “altruismo efectivo’, que significa intentar hacer tanto bien como sea posible con cada dólar y cada hora que tenemos”, observa Sean Conley, analista de la consultora GiveWell. A la vez que persigue superar sus debilidades: 1. una endémica falta de transparencia y 2. el peligro de que un grupo de multimillonarios sean quienes impongan cuáles son las prioridades sociales del planeta.

A este espacio de entregar dinero le resulta difícil hallar un equilibrio dentro de sus propias paradojas. “Cómo usar la filantropía para enfrentar la inequidad cuando la filantropía solo es posible como resultado de la inequidad”, reflexiona Davies. Este es el principal desafío que encara. El otro son los números. La ONG The Rules sostiene que los países ricos aportan a los pobres 130.000 millones de dólares al año. Pero, a la vez, obtienen 900.000 millones a través de la fijación de precios comerciales abusivos, 600.000 millones en intereses de la deuda y 500.000 al acceder a mano de obra barata y materias primas. Dos billones de dólares que pasan de las naciones más pobres a las más ricas. Sin este abuso continuado quizá la filantropía sería el vestigio de un tiempo donde el Filantroposaurus Rex nunca reinó.

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http://economia.elpais.com/economia/2015/06/11/actualidad/1434023104_254840.html

miércoles, 27 de mayo de 2015

Jon Sobrino: "Hace tiempo nos pusimos en guardia para que no beatifiquen a un monseñor Romero 'aguado'"

Alver Metalli
Tierras de América

En el Centro Monseñor Romero, plantado en el corazón de la Universidad Católica, Jon Sobrino se mueve como si danzara. Lo fundó después de la masacre de sus hermanos jesuitas –"no terminé como ellos sólo porque estaba en Tailandia”, recuerda- y a él se dedica como si fuera la última misión de su vida, que ya llega a los 77 años. Un promedio de unos veinte años más de lo que vivieron Ignacio Ellacuria y sus compañeros, derribados por balas asesinas el 16 de noviembre de 1989.

Jon Sobrino conoce muy bien las resistencias, las acusaciones de izquierdista y filoguerrillero que llovían contra Romero en El Salvador y que recibían oídos condescendientes en Roma. Por eso no puede dejar de alegrarse por la beatificación. Pero no es así. O por lo menos tiene que puntualizar muchas cosas al respecto. Le preguntamos si hace unos años hubiera imaginado que llegaría un día como hoy, como el sábado 23 de mayo, para ser exactos. En la sala principal del mausoleo de los "mártires de la UCA”, agita el cuerpo delgado y suelta un provocatorio "Nunca me interesó”. Vuelve a repetirlo, para que quede bien claro. "En serio… lo digo en serio: nunca me interesó la beatificación de Romero”.

Esperamos la aclaración. Debe haber una, lo que acaba de decir no pueden ser sus últimas palabras. "Cuando lo mataron, la gente de aquí –no los italianos y mucho menos el Vaticano- los salvadoreños, nuestros pobres, dijeron inmediatamente: "¡Es santo!”. Pedro Casaldáliga cuatro días después escribió un gran poema: «¡San Romero de América, pastor y mártir nuestro!»”. Recuerda que también Ignacio Ellacuría, abatido a pocos metros del lugar donde nos encontramos, "tres días después del asesinato de Romero celebró misa en un aula de la UCA y en la homilía dijo: "«Con monseñor Romero Dios ha pasado por El Salvador»”.

Respira hondo como si le faltara el aire. "Eso sí. Nunca hubiera imaginado que alguien pudiera decir algo así. Que lo beatifiquen está bien; tardaron 35 años, pero no es lo más importante”. Se asegura de que el interlocutor haya recibido el golpe. "¿Entiendes lo que te estoy diciendo?”, exclama dibujando una sonrisa indulgente en sus labios finos.

Por toda respuesta recibe otro pedido de explicación. "Se entiende que no lo convence algo de lo que está ocurriendo…”. Cerca de nosotros están descargando los paquetes con el último número de Carta a las Iglesias, la revista que él dirige. "Está bien que lo beatifiquen, no digo que no, pero me hubiera gustado que fuera de otra manera… y todavía no sé lo que va a decir el cardenal Angelo Amato pasado mañana; no sé, no sé si sus palabras me van a convencer o no”.

Pero Sobrino no podrá escuchar la homilía del Prefecto que viene de Roma, o no quiere escucharla. "Sabemos que se va, que ha programado un viaje y que el sábado no estará en la plaza junto con todos. ¿Lo hizo a propósito?”.

Demora en responder, como si se estuviera preguntando cómo se supo. Después llega la aclaración: "Voy a Brasil, porque en Río de Janeiro se celebran los 50 años de la revista Concilium. He trabajado en esa revista los últimos 16 años. Debo dar un discurso y me retiro de la revista. La beatificación coincide con este encuentro. No es que me vaya, veré por televisión la ceremonia de beatificación y un poco antes del mediodía iré al aeropuerto”.

Dieciséis años en Concilium y Sobrino que se retira el día de la beatificación de Romero. Esto también es una noticia.

En la pared que tenemos delante, los "Padres de la Iglesia latinoamericana” escuchan muy serios. La galería comienza con monseñor Gerardi, asesinado en Guatemala en 1998, y prosigue con el colombiano Gerardo Valente Cano, el argentino Enrique Angelelli asesinado en 1976, Hélder Pessoa Câmara, brasileño en olor de santidad, el mexicano Sergio Méndel Arceo con otro compatriota al lado, Samuel Ruiz, y el ecuatoriano Leónidas Proano, seguidos por monseñor Roberto Joaquín Ramos (El Salvador 1938-1993) y el padre Manuel Larrain, chileno y fundador del CELAM, para terminar con el sucesor de Romero, el salesiano Arturo Rivera y Damas, figura clave en la historia de Romero e injustamente ignorado en las celebraciones de estos días.

El sábado al mediodía, según el programa que difundió el Cominé para la beatificación, se debería leer el decreto que incluirá formalmente al siervo de Dios Óscar Arnulfo Romero y Galdámez entre los beatos de la Iglesia Católica. Probablemente Jon Sobrino no tendrá tiempo de escucharlo. Pero no le preocupa. Explica en cierta forma sus razones presentando el material de Carta a las Iglesias año XXXIII, número 661, que lleva en la tapa un mural que representa a Romero llevando de la mano a la hija de un campesino que acaba de cortar con una hoz un racimo de bananas.

"Dos artículos son críticos. El padre Manuel Acosta critica la actuación de la comisión oficial de preparación de la beatificación. Luis Van de Velde es más crítico con la jerarquía. Se pregunta si monseñor Romero se reconocería el día de su beatificación. Hace tiempo que pusimos en guardia para que no beatifiquen a un monseñor Romero aguado. Existe ese riesgo; esperemos que beatifiquen a un Romero vivo, más cortante que una espada de doble filo, justo y compasivo”.

La ropa que vestían los jesuitas amigos y colegas suyos el último día de su vida se exhibe colgada en una vitrina de la sala contigua, como si estuviera en un armario. La sotana marrón de Ellacuría, un albornoz, un par de calzoncillos un poco amarillentos, todos perforados por los proyectiles que los militares no se molestaron en ahorrar. Resuta natural pensar en ellos y en el proceso de su beatificación que empezó hace poco.

"Eso tampoco me preocupa”, exclama Sobrino. "Estaba en Tailandia ese día y por eso no me mataron. He visto correr la sangre de mucha gente en El Salvador, no me interesan las beatificaciones, espero que mis palabras ayuden a conocer más y mejor a Ellalcuría, tratamos de seguir su camino. Éso es lo que me interesa”.

¿Ni siquiera una señal de reconocimiento para el Papa argentino que impulsó la causa de Romero? "No, no me interesa aplaudir, y si aplaudo no es por el hecho de que el Papa sea argentino o jesuita, sino por lo que dice, por la manera como se comportó en Lampedusa, por ejemplo. Lo que me interesa es que haya alguien que diga que el fondo del Mediterráneo está lleno de cadáveres. Yo no aplaudo la resurrección de Jesús. Aplaudir no es lo mío”.

La atención se dirige ahora a pasado mañana. "He visto horrores que nunca se denunciaron, como los denunciaba monseñor Romero. Veremos si el sábado resuenan sus palabras”. Para estar seguro de que no lo malinterpreten, Jon Sobrino las recita de memoria: "En nombre de Dios y en nombre de este pueblo sufriente, les pido, les ruego, les ordeno en nombre de Dios que termine la represión”. Ésto se lo escuché a él y me quedó grabado en la cabeza”.

El resto de su pensamiento sobre Romero, un Romero "no edulcorado”, el Romero "real”, se encuentra en el artículo que escribió para la Revista latinoamericana de Teología de la Universidad Católica, en cuyo comité de dirección figuran entre otros Leonardo Boff, Enrique Dussel y el chileno Comblin.

"Muestro lo que monseñor Romero sintió y dijo en el último retiro espiritual que predicó un mes antes de ser asesinado; después ofrezco tres puntos de reflexión que considero importantes. Recuerdo que un campesino dijo:

"Monseñor Romero nos defendió a los pobres; no solo nos ayudó, no solo hizo la opción por los pobres, que eso ya es un eslógan. Salió a defendernos a los pobres. Y si uno viene a defender es porque alguien necesita que lo defiendan, y necesita defensa el que es atacado. Por eso –dijo con segura certeza este campesino- lo mataron. Madre Teresa que era buena y no molestaba a nadie recibió el Premio Nobel, monseñor Romero que dio fastidio no recibió ningún Premio Nobel”.
Fuente: Tierras de America

Evangelio de justicia

“Voz de los sin voz”, monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en plena misa

La Razón (Edición Impresa) / José Rafael Vilar 26 de mayo de 2015

“En medio de un Padre Nuestro entró el Matador / y sin confesar su culpa le disparó / (…) y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez estaba el Cristo / de palo pegado a la pared (...)” (fragmento de la canción El padre Antonio y el monaguillo Andrés del cantante y compositor panameño Rubén Blades, compuesta en homenaje al arzobispo Óscar Arnulfo Romero).

Para muchos, San Romero de América, el asesinado arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, defensor de los derechos humanos y los pobres (“la misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así ésta encuentra su salvación”), declarado por el papa Francisco como “mártir de la Iglesia, asesinado por odio a la fe”, fue beatificado el sábado frente a 300.000 personas de 57 países en la ciudad donde ejerció su apostolado y donde fue asesinado (San Salvador), convirtiéndose en el primer beato salvadoreño y el primer arzobispo mártir de América. “Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor”, lo describió el papa Francisco en su carta a los fieles congregados para la ceremonia.

“Voz de los sin voz”, monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, preludio de la Semana Santa y de la cruenta guerra civil salvadoreña, cuando iba a consagrar la hostia en la misa que oficiaba en la capilla del hospital Divina Providencia de San Salvador por militares presuntamente a las órdenes del mayor Roberto d'Aubuisson Arrieta y del expresidente coronel Arturo Armando Molina. El asesino recibió 114 dólares por su crimen.

Hombre de paz, monseñor Romero fue uno más de los casi 80.000 muertos (la mayoría no beligerantes) de la guerra civil que azotó El Salvador entre 1979 y 1992, y que concluyó con los Acuerdos de Paz de Chapultepec entre el Gobierno y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional bajo tutela de Naciones Unidas. Defensor de los derechos de los desprotegidos y de mayor justicia social, fue seguidor de una Iglesia que respondiera a los “signos de los tiempos”, indignada ética y teológicamente con las situaciones de injusticia y marginación, como propuso la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano (Medellín 1968) promovida dentro de los postulados del Concilio Vaticano II por el papa Pablo VI (de quien Romero fuera alumno cuando éste aún era monseñor Giovanni Batista Montini).

“Fiesta de paz, fraternidad y perdón...”, mencionó el cardenal Angelo Amato, enviado del Papa, porque “su opción por los pobres no era ideológica, sino evangélica. Su caridad se extendía a los perseguidores”. El mejor ejemplo de que “Romero no es símbolo de división, sino de fraternidad y de concordia” fue que Marisa d'Aubuisson, hermana del autor intelectual del crimen, creó la fundación que promovió su beatificación, y que entre los invitados a la ceremonia estaba Roberto d'Aubuisson, hijo de éste. Pocos días antes de su asesinato Romero dijo: “Un obispo morirá, pero la Iglesia de Dios, que es el pueblo, no perecerá jamás... Si me matan, resucitaré en el Pueblo.”
José Rafael Vilar

domingo, 24 de mayo de 2015

Austeridades

España es ejemplo de devaluación salarial general, fruto de la reforma laboral, aunque con un deterioro muy superior para los que se encuentran en la situación más desfavorable: entre 2007 y 2011 los ingresos de la decila más baja de la población disminuyeron un 12,9%, cuando los de la decila más alta cayeron solo un 1,4%. Nada permite pensar que haya cambiado el panorama. La deuda pública, motivada por la política económica del Gobierno, sigue ascendiendo y ha llegado a récord tanto en términos absolutos (1,04 billones de euros) como relativos (99% del PIB). Esta deuda pública ha crecido más en los cuatro años de Rajoy que en los siete largos de Zapatero.

Son dos maneras distintas, estrecha y ancha, de aplicar la austeridad. Son dos austeridades. Dependen del lugar desde donde se mire. Ocurre algo semejante con otro tipo de cosas. El último Consejo de Ministros, 10 días antes de las elecciones, preanuncia lo que sucederá hasta las generales: paladas de dinero público de ayudas (familias, automóviles, comunidades autónomas…), un nuevo sistema de financiación al cine… Algo inédito en toda la legislatura. Que se aprovechen sus beneficiarios. Se hacían públicas apenas 24 horas después de que la Comisión Europea advirtiese al Gobierno de que su déficit sigue siendo el segundo más alto de la eurozona, que la deuda pública está por encima de la media, que no ha terminado la reestructuración bancaria y que los salarios deben seguir subiendo por debajo de la productividad (es decir, bajando).

El lema “crece ahora, y después preocúpate por los pobres” es una falacia

Mientras por el periscopio se divisan elecciones se inyecta gasto. En cuanto aquellas hayan finalizado llegarán otros ajustes y nuevas vueltas de tuerca a traición en el mercado de trabajo y en pensiones. Distribuidos del modo desigual ya visto. La OCDE ha advertido (y no es sospechosa de igualitarismo) que la desigualdad tiene un efecto negativo y estadísticamente significativo en el crecimiento, creando ineficiencias en la distribución de los factores y en la productividad.

Estos estudios, así como los de Piketty, Sáez, Zucman, Stiglitz y otros, cuestionan el uso ideológico que se ha hecho de la curva de Kuznets. La curva de Simon Kuznets, premio Nobel, tiene forma de campana (una “U” invertida) y muestra que el desarrollo acelerado produce, en una primera fase, desigualdades crecientes hasta llegar a un punto más allá del cual empieza a generar igualdad. Fue utilizada con el fin de neutralizar las críticas contra los efectos desigualitarios de las políticas económicas, bajo el lema de “grow now, worry about poor later” (“crece ahora, y después preocúpate por los pobres”). Estos estudios han demostrado que ese “después” nunca llega o tarda demasiado.
http://economia.elpais.com/economia/2015/05/17/actualidad/1431882784_904381.html

jueves, 14 de mayo de 2015

El economista De Soto refuta las tesis de Piketty. El autor de este artículo afirma que el origen de la miseria no es el capital, sino su carencia

La obra de Thomas Piketty El Capital en el Siglo XXI concitó interés a nivel mundial, no porque emprenda con ella una cruzada contra la injusticia social —somos muchos los que lo hacemos— sino porque, basándose en sus lecturas de los siglos XIX y XX, enarbola como tesis central: “El capital produce mecánicamente desigualdades arbitrarias e insostenibles” que inevitablemente conducen al mundo a la miseria, la violencia y las guerras y que continuará haciéndolo en este siglo.

Hasta ahora los críticos de Piketty sólo han planteado objeciones técnicas a sus malabarismos con las cifras, pero no han impugnado su tesis política y apocalíptica, que es absolutamente incorrecta. Yo lo sé porque en los últimos años mis equipos de investigadores han realizado estudios de campo, explorando países donde campeaban la miseria, la violencia y la guerra, en pleno siglo XXI. Lo que descubrimos fue que lo que la gente realmente desea es más capital, no menos, y quieren que su capital sea real y no ficticio.

La plaza de Tahrir, El Cairo: la ciudad del capital muerto
Thomas Piketty, al igual que muchos otros estudiosos occidentales que investigan dotados de un presupuesto limitado, cuando tropieza en países no occidentales con datos estadísticos precarios y disparatados, en lugar de efectuar su propio muestreo en el terreno, adopta las categorías de clase y los mismos indicadores estadísticos europeos y los extrapola a las realidades de esos otros países. Luego se basa en ellos para sacar conclusiones de validez mundial y llegar a una ley de aplicación universal, sin tomar en cuenta que el 90% del mundo vive en países en vías de desarrollo o de la antigua Unión Soviética, cuyos habitantes producen y mantienen su capital en el sector informal, vale decir, al margen de las estadísticas oficiales.

Los alcances de este error no se limitan a simples métodos de cálculo. Aunque sucede que el tipo de violencia que estalló en lugares como la plaza de Tahrir, Egipto, en 2011, se presenta precisamente en aquellas partes del mundo, según nuestros estudios de campo, el capital tiene un papel determinante pero oculto que el análisis eurocéntrico no puede percibir.

A petición del ministro de Hacienda de Egipto, mi equipo, junto a 120 investigadores, en su mayoría egipcios, no sólo estudiaron documentos oficiales, sino que apelaron a todos los medios locales para conseguir información que permitiera al Gobierno comprobar la veracidad y la integridad de sus estadísticas convencionales.

Descubrimos que el 47% del ingreso anual del trabajo en realidad proviene del capital. Los casi 22,5 millones de trabajadores que hay en Egipto no sólo ganaban un total de 20.000 millones de dólares (18.361 millones de euros) en salarios, sino que además percibían otros 18.000 millones de dólares (16.527 millones de euros) por el rendimiento de su capital no registrado. Nuestro estudio demostró que los “trabajadores” egipcios son propietarios de bienes inmuebles cuyo valor se estima en unos 360.000 millones de dólares (330.534 millones de euros), que representa un monto ocho veces superior a toda la inversión extranjera directa llegada a Egipto desde que Napoleón invadió el país. ¡Con razón Piketty no se percató de estos hechos, pues solo estudió las estadísticas oficiales!

Las revoluciones árabes y las guerras por el capital
A Piketty le preocupa que haya guerra en el futuro y sugiere que cuando se produzca lo hará como una rebelión contra las injusticias que provoca el capital. Al parecer, no se ha dado cuenta de que las guerras por el capital ya han empezado, en Oriente Próximo y el norte de África, con Europa por testigo. Si no se le hubieran pasado por alto estos acontecimientos Piketty se habría percatado de que no son revueltas contra el capital, como supone su tesis, sino más bien revueltas por el capital.

La primavera árabe se desencadenó a causa de la inmolación de Mohamed Bouazizi en Túnez, en diciembre de 2010. Como las estadísticas oficiales y eurocéntricas califican de “desempleados” a todos aquellos que no trabajan para empresas formalmente reconocidas, no debe sorprendernos de que la mayoría de observadores rápidamente le adjudicaran a Bouazizi el calificativo de “trabajador desempleado”. Sin embargo, este sistema de clasificación no se percató de que Bouazizi no era un trabajador, sino un comerciante desde los 12 años, y que deseaba vehementemente tener más capital (ras el mel, en árabe). Se puede decir que una taxonomía eurocéntrica nos impidió ver que, en realidad, Bouazizi estaba encabezando cierto tipo de revolución industrial árabe.

Y no fue el único. Poco después descubrimos que otros 63 empresarios, en un periodo de dos meses, e inspirados por Bouazizi, intentaron suicidarse públicamente en todo Oriente Próximo y el norte de África, y animaron a millones de árabes a tomar las calles derrocando casi de inmediato a cuatro gobiernos.

A lo largo de dos años entrevistamos a casi la mitad de los 37 inmoladores que sobrevivieron a las quemaduras y también hablamos con sus familiares. Lo que precipitó sus intentos de suicidio fue que les habían expropiado el poco capital que poseían. Unos 300 millones de árabes viven en las mismas circunstancias que ellos, y de ellos podemos aprender muchas cosas.

Primero, que el origen de la miseria y de la violencia no es el capital, sino la carencia del mismo. No tener capital es la peor injusticia.

Segundo, que para la mayoría de nosotros que no pertenecemos al mundo occidental y, por lo tanto, no estamos sometidos a las categorizaciones europeas, el capital y el trabajo no son enemigos naturales, sino más bien facetas que se entretejen para formar un todo.

Tercero, que el mayor freno para el desarrollo de los pobres es su incapacidad para forjarse un capital y protegerlo.

Cuarto, que la disposición personal a enfrentarse al poder no es exclusivamente una cualidad occidental. Cada uno de los inmoladores es Charlie Hebdo.

El capital ficticio y la crisis económica europea
Concuerdo plenamente con Piketty cuando sostiene que la ausencia de transparencia es un mal medular de la crisis europea, que no amaina desde 2008. Pero no comparto la solución que propone: armar un libro de contabilidad gigante —un “catastro financiero”— que incluya todos los activos financieros. No tiene sentido porque el problema está en que los bancos europeos y los mercados de capital tienen gran cantidad de lo que Marx y Jefferson llamaban capital “ficticio”. Es decir, papeles que ya no reflejan un valor real. ¿Quién querría un catastro de billones de dólares y euros, de derivados financieros agregados en paquetes de origen turbio, basados en bienes que no dejan rastro o cuya documentación está incompleta, que se propagan y arremolinan sin control por los mercados europeos? Un catastro que se limite simplemente a sumar el “valor” de todos estos instrumentos solo podría reportar un guarismo inútil sobre un capital ficticio. Especialmente, cuando vemos que una de las razones principales del mínimo crecimiento de la economía europea es que nadie confía en las instituciones financieras que detentan esos papeles sin valor.

Entonces, ¿cómo haríamos para crear un catastro que refleje la realidad y no la ficción? ¿Cómo pueden los Gobiernos manejar datos económicos cuya veracidad se pueda comprobar en un mercado mundial lleno de papeles ilusorios? ¿Cómo podemos ubicar, fijar y controlar algo tan inmaterial y trascendente como el capital? Fueron los franceses quienes aportaron la respuesta con sus sistemas de registro de propiedad desarrollados antes, durante y después de la Revolución francesa. Los sistemas de registro de aquella época feudal no podían ir al ritmo de los mercados en fuerte expansión. Las recesiones eran incontrolables y desapareció la confianza entre los franceses, por lo que llevaron su frustración a las calles. Los reformadores franceses no respondieron con un catastro que retratara el caos del sistema financiero, sino creando sistemas de recopilación de datos, radicalmente nuevos, que reflejaran datos reales y no ficticios.

Simple y genial. Al contrario de lo que sucede con los estados financieros, los registros de propiedades se guardan en archivos muy bien reglamentados y son accesibles al público, además contienen toda la información disponible sobre la situación económica de las personas y de los bienes que controlan. Nadie puede permitirse cometer errores al declarar la cantidad de capital que posee pues perdería su capital.

Como bien señaló el reformista francés Charles Coquelin, Francia pudo modernizarse cuando el país aprendió a registrar la propiedad durante todo el siglo XIX y, por lo tanto, pudo hacer un levantamiento de los millares de enlaces que entretejen las empresas, y con ello socializar y reestructurar la producción en forma más flexible.

Piketty tiene el corazón en el lugar correcto, pero tiene los papeles en los archivos equivocados. El problema del siglo XXI son los papeles sin respaldo en bienes de Occidente, y los bienes sin papeles en el resto del mundo.

¿Cómo lidiamos con la miseria, las guerras y la violencia cuando la mayoría de los registros del mundo han dejado de representar aspectos cruciales de la realidad? La historia francesa es un buen punto de partida para encontrar respuestas, especialmente en la etapa de Revolución francesa.
Hernando de Soto, economista peruano, es autor, entre otros libros, de El misterio del capital. ¿Por qué el capitalismo triunfa en occidente y fracasa en el resto del mundo? (2000).

viernes, 8 de mayo de 2015

“La socialdemocracia será eclipsada por fuerzas más radicales". OWEN JONES | ENSAYISTA, UNA DE LAS VOCES MÁS INFLUYENTES DE LA IZQUIERDA BRITÁNICA.

El autor publica un estudio sobre la historia de Reino Unido tras la II Guerra Mundial


Un ‘chacal rebuznante’, según Fox News. Socialista. Columnista del Guardian”. Así se define Owen Jones (Sheffield, Inglaterra, 1984) en su perfil de Twitter. En 2011, con solo 27 años, publicó un libro —Chavs, la demonización de la clase obrera que se convirtió en un fenómeno editorial y a su autor, en una de las voces más influyentes de la izquierda británica. Su nuevo ensayo,  El establishment (Seix Barral)es un estudio de la historia política de Reino Unido después de la II Guerra Mundial, a través del grupo de poder que la domina, desafiando a la democracia desde arriba y unido por el objetivo común de mantener un sistema que Jones considera nefasto y perverso. Recibe a EL PAÍS en un café del norte de Londres, a pocas semanas de unas elecciones cruciales para el futuro de su país y, afirma, para el de la propia izquierda en Europa.

Pregunta. Augura que las generaciones futuras mirarán atrás y contemplarán con asombro y desprecio cómo se organiza hoy la sociedad británica. ¿Tan grave es?
Respuesta. Es injusta e insostenible. Tenemos una sociedad en la que la riqueza de los mil que más tienen se ha duplicado durante los cinco años de una de las mayores crisis económicas que ha sufrido este país, mientras un millón de personas tienen que recurrir a los bancos de alimentos. Es una sociedad perversa.

P. ¿La culpa es del establishment?
R. Hubo mucha resistencia a la democracia en este país por el miedo de los de arriba a que, si todo el mundo podía votar, habría una redistribución de la riqueza y el poder. Era cierto: la democracia conlleva una redistribución. Pero en los últimos 30 años ha habido un intento de recuperar el poder y la riqueza perdidas. Y eso es el establishment. Un colectivo unido por intereses económicos, mentalidades y conjeturas comunes.

P. ¿Una conspiración?
R. No. Una unión de intereses que colisionan con la democracia. Es la amenaza a la democracia desde arriba. Este establishment exhibe un triunfalismo sin precedentes. Cree que ha derrotado a todos sus enemigos. La manera en que funciona la sociedad parece inevitable.

P. ¿Estamos resignados a su poder?
R. El establishment depende de un sentimiento de resignación. Es como el tiempo: puedes protestar porque llueve pero no puedes hacer nada. Pero las encuestas revelan que la opinión de la mayoría de los votantes entra en colisión con el establishment. La mayoría apoya la renacionalización de los trenes y de la energía, quieren más impuestos para los ricos, más derechos de los trabajadores. En temas económicos se identifican más con la izquierda. Pero ha cuajado un sentimiento de que no hay alternativa.

P. Ha ayudado, sostiene usted, un redireccionamiento del enfado.
R. A los trabajadores que cobran sueldos miserables se les dice que no es con sus jefes con quien deben enfadarse sino con los parados que viven lujosamente o con el inmigrante que les quita sus recursos. El establishment le dice a la gente: te han robado, pero no te enfades por el hecho de que te hayan robado, sino por que a tu vecino le han robado menos.

P. Predican el libre mercado pero, según usted, dependen del Estado más que ningún otro colectivo. ¿En qué sentido?
R. Esa es la ironía. El sector financiero no fue rescatado por el dogma del libre mercado, sino por el Estado. Es socialismo para los ricos y capitalismo para los pobres.

P. ¿Se puede combatir a ese establishment desde la política?
R. El debate político está hoy en los matices y no en los contrastes radicales. El final de la Guerra Fría fue el final de la historia, en palabras de Fukuyama. La izquierda como visión de la sociedad colapsó. El nuevo laborismo fue un producto del fracaso. Asumió los presupuestos del thatcherismo, igual que los Gobiernos conservadores de los años cincuenta aceptaron los del laborismo de posguerra. En 2008 la presunción de la izquierda, o de lo que restaba de ella, fue que el neoliberalismo había quedado desacreditado, así que emergería una alternativa. Pero eso no pasó. Milton Friedman dijo que los cambios se consiguen a través de una crisis, pero depende de las ideas que haya en el aire. Y la izquierda no tenía muchas ideas en 2008. Por eso la derecha mantuvo su hegemonía intelectual.

P. ¿Cómo ve usted al laborismo hoy?
R. La gente tiende a olvidar dónde estaba el nuevo laborismo. ¡Era tan abiertamente neoliberal! Ha cambiado bastante, aunque no se acerque ni de lejos a donde llegaría yo. Y lo ha hecho porque la ciudadanía desde diferentes foros lo ha reclamado. Frederick Douglass dijo que el poder no concede nada sin una demanda. Si hay presión desde abajo puede cambiar.

P. ¿Qué espera de ellos?
R. Su misión original era ser la voz de los trabajadores. Y estos han sufrido la mayor caída en sus ingresos desde la época victoriana. La mayor parte de la gente que está en la pobreza trabaja. Se levanta por la mañana para ganarse su pobreza. El laborismo debe preguntarse por qué vivimos en una sociedad que sirve a los poderosos en lugar de a los verdaderos generadores de riqueza. La riqueza la creamos todos: los trabajadores, el Estado, el profesor, el médico, los limpiadores. Debe estar mejor distribuida.

P. ¿En qué consiste la revolución democrática que usted propone?
R. La democracia está amenazada por los poderosos y debemos volver a conquistar la soberanía de la gente.

P. ¿La casta de Podemos es lo mismo que su establishment?
R. Supongo que sí. Para ellos es un poder al que no se le puede exigir responsabilidades, corrupto legal y moralmente, cuyo comportamiento colisiona con los intereses de la mayoría de la sociedad. España demuestra que, cuando la gente lo pasa mal, no es inevitable que la beneficiada sea la derecha populista. Es una lección para todos nosotros. No tiene por qué haber una política del miedo: es posible una política de la esperanza. La política de la esperanza dice que la injusticia es temporal y puede superarse.

P. Usted se define como socialista. Podemos, en cambio, parece haber renunciado a esa dialéctica de derecha e izquierda.
R. Lo entiendo. Creo que solo intentan comunicar sus ideas en una sociedad donde la izquierda ha sufrido enormes calamidades y derrotas políticas.

P. ¿Podría triunfar un movimiento así si se define como de izquierdas?
R. Yo soy socialista. Creo que la retórica de derecha e izquierda sigue siendo válida. Pero es la gente ya politizada la que piensa en términos de derecha o izquierda, los que vivimos en la burbuja política. La mayoría piensa en términos de vivienda, empleo, servicios, salarios, hijos. Y hay que afrontar esas preocupaciones de una manera convincente. Quien quiera cambiar la sociedad debe mirar dónde hay un movimiento con éxito y ver qué han hecho bien, y qué ha hecho mal la izquierda tradicional.

P. ¿Es esta incapaz de proporcionar el cambio que usted busca?
R. Grecia y España demuestran que, si la socialdemocracia ataca a su propia base, no puede confiar en la lealtad de esta porque encontrará alternativas. Si el laborismo llega al poder y ataca a sus seguidores, atravesará su propia pasokificación y eso podría abrir el camino a fuerzas como Podemos o Syriza. Vivimos en una era en la que la socialdemocracia puede ser eclipsada por fuerzas más radicales. Tras la Guerra Fría, eso no estaba en el guion. En la era de la austeridad, el proyecto de la socialdemocracia está en una crisis profunda y será eclipsado por fuerzas más radicales.

P. ¿Toda era, incluida esta, vive en la ilusión de que es permanente?
R. El búho de Minerva solo emprende el vuelo con la llegada del ocaso, decía Hegel. Creo que estamos ante el ocaso de esta era. La transición a una nueva será muy difícil, pero sucederá. Cuando el neoliberalismo tuvo su auge, que aquí fue con el thatcherismo, la izquierda era triunfalista. Creían que Thatcher no iba a durar. Mis padres lo creían. No se dieron cuenta de que asistían a la construcción de una nueva era. Las enseñanzas de nuestros antecesores, que desafiaron viejos órdenes y ganaron, deberían darnos esperanza y dar miedo a los poderosos. Demuestran que todo orden caerá y será sustituido. Lo importante es qué lo sustituye. Yo quiero una sociedad construida para la gente trabajadora, creadora de riqueza, no para una élite. Una sociedad donde la democracia alcance. Esa sociedad será construida algún día y esta, también, pasará.
Fuente: El País.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/04/29/actualidad/1430322387_133893.html

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