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sábado, 14 de abril de 2018

14 de abril, memoria, verdad, justicia y reparación

Enrique Javier Díez Gutiérrez


El Presidente del Gobierno del Partido Popular, que hace unos días envió a cuatro ministros a cantar a voz en cuello en la calle como novios de la muerte, homenajeó en Argentina a las víctimas de la dictadura de ese país. Lo hace el presidente de un país que tiene todavía a las de nuestra dictadura en las cunetas y acaba de oponerse su partido en el Congreso a exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, dignificar a las víctimas enterradas allí y convertirlo en un centro nacional de la memoria. Rajoy recorrió en Buenos Aires el Parque de la Memoria y lanzó al río de la Plata una ofrenda floral en honor a los asesinados. El Parque de la Memoria es uno de los denominados “lugares de la memoria”, un espacio público que recuerda a las víctimas del terrorismo de Estado. Contrasta radicalmente con el Valle de los Caídos en España, donde se rinde honor a Francisco Franco y donde permanecen sepultados cientos de restos de represaliados sin identificar y que funciona en la práctica como un monumento al franquismo. Contrasta con Argentina, donde uno de los principales centros ilegales de detención de la dictadura, la Escuela de Mecánica de la Armada, ha sido convertida en un "espacio de memoria" en el que se explican los crímenes cometidos por el gobierno militar, los procesos judiciales, se recogen testimonios de los supervivientes y se organizan visitas en las que personas que estuvieron confinadas allí cuentan su experiencia.

Por eso Argentina es considerada un ejemplo mundial en la recuperación de la memoria histórica y la reivindicación de los derechos de las víctimas de la dictadura militar que asoló el país. Aunque los juicios a las Juntas Militares que condenaron a la cabeza del régimen, tras la recuperación de la democracia, fueron empañados por las posteriores leyes de Punto Final y Obediencia Debida, además de los indultos del gobierno de Carlos Menem, sin embargo, desde 2005 el país se ha embarcado en un proceso de reapertura de las causas judiciales, que ha supuesto la derogación de esas leyes exculpatorias y también de los indultos, juzgando cientos de crímenes de lesa humanidad.

De ahí el contraste con un presidente de un gobierno que escribe en el memorial una pequeña carta donde muestra “mi testimonio de admiración y mi reconocimiento a todos los que dieron su vida por la libertad y los derechos de todos”. Y cuyo silencio pasmoso, cuando un periodista argentino le preguntó qué iba a hacer con las víctimas del franquismo, muestra claramente la política de su partido respecto a la memoria histórica, dado que su partido es heredero del franquismo y se ha negado sistemática y reiteradamente a condenar los crímenes de la dictadura franquista.

Más que por acudir a los lugares de la memoria, Rajoy ha sido criticado por su “hipocresía” al alabar a las víctimas de la dictadura argentina, pero menospreciar, e incluso obviar, a las españolas, recordándole su partida de 0 euros durante muchos años seguidos para memoria histórica en los presupuestos o que el Estado sigua financiando y permitiendo las actividades de la Fundación Francisco Franco.

De hecho, las principales organizaciones de derechos humanos argentinas –Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, CELS y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, entre otros– se han negado a acompañar a Rajoy en su visita, plantándole. Todos estas asociaciones y organismos defensores de los derechos humanos le hicieron llegar una carta en la que le exigían que se juzguen los crímenes cometidos durante el franquismo y que “contribuya a la Memoria, Verdad y Justicia” de las víctimas de la dictadura.

También le reclamaron que “adopte las medidas necesarias” para que “el Estado español extradite” a exfuncionarios y antiguos miembros de las fuerzas de seguridad españoles imputados en la causa que desde hace ocho años encabeza la jueza federal María Servini de Cubría y en la cual aparece el exministro leonés Rodolfo Martín Villa, que ocupó diversos altos cargos a lo largo de los años del régimen dictatorial franquista, investigado por delitos de lesa humanidad por los "sucesos de Vitoria" de 1976, cuando él era ministro de Relaciones Sindicales, en los que la represión policial de una concentración de trabajadores dejó cinco muertos, así como por estar acusado de ser responsable de otros seis asesinatos cometidos en operativos policiales cuando era titular del Ministerio de la Gobernación, cartera entonces encargada de las fuerzas de seguridad del Estado.

Pero el gobierno Rajoy lo ha impedido anulando la legislación española que aplicaba el principio de la jurisdicción internacional para juzgar crímenes de lesa humanidad, por el que España se había convertido en pionera en materia de derechos humanos a nivel internacional.

Todos estos graves hechos, que marcan la política del Partido Popular y del Gobierno Rajoy, han llevado a que el Relator Especial de Naciones Unidas sobre la promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición, se haya pronunciado en 2017 recordándole a España que "el Estado debe atender de forma urgente los reclamos de las víctimas de la guerra civil y del franquismo". El relator señaló como prioridad las exhumaciones, el Valle de los Caídos y la nulidad de las sentencias arbitrarias adoptadas durante la Guerra Civil y el franquismo.

Por eso las asociaciones de memoria histórica seguimos luchando por la verdad, la justicia y la reparación y celebramos cada 14 de abril en el Cementerio de León la memoria, la dignidad, la lucha y los valores por los que dieron su vida tantos luchadores antifranquistas y republicanos que fueron asesinados por la dictadura que el PP se niega siquiera a condenar. Este año además se iniciarán los actos de homenaje en el Campo de Tiro de Puente Castro a las 11 horas, recordando el lugar de la memoria donde fueron asesinados masivamente tantos defensores de la democracia republicana.

El homenaje continuará posteriormente, a las 12 horas, como todos los años en el Cementerio de León, conducido por Eloina Terrón, Coordinadora Provincial de Izquierda Unida de León, donde participarán como ponente principal Maite Mola, Vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europea que hará el discurso inicial; a continuación, intervendrá José Sarrión, Procurador en las Cortes de CyL de Izquierda Unida; y posteriormente asumirá la palabra Ana Marcello, diputada nacional de Unidos Podemos. Finalmente tomarán la voz diversos poetas y cantautores que pondrán palabras, música y poesía a la dignidad.

Este acto anual rinde tributo a la memoria de aquellos que fueron represaliados por la defensa de la legalidad republicana y de una sociedad más justa y democrática, sí, pero también es una mirada al futuro compartiendo la lucha y los valores por una República de justicia y dignidad para toda la humanidad que es su legado y nuestro compromiso, transformando el olvido y no-memoria propiciado por la dictadura, en un espacio de impulso para seguir luchando por una tercera república de la justicia social, el trabajo digno y la solidaridad.

Enrique Javier Díez Gutiérrez. Vicepresidente del Foro por la Memoria de León

sábado, 7 de abril de 2018

Cómo se persigue a los medios comunitarios en España. El Gobierno ha sido denunciado ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, pero los grandes medios comerciales lo han silenciado.

A raíz de la denuncia contra el Gobierno español ante Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por su incumplimiento de la ley que lo obliga a regular el otorgamiento de licencias de radio y televisión a medios comunitarios el periodista Pascual Serrano señala en su blog ‘otrasmiradas” que “Los diferentes gobiernos españoles han ido invirtiendo más o menos dinero en los medios estatales y concediendo más o menos licencias radioeléctricas para los medios privados (sobre todo en función de su afinidad ideológica), pero han ido conteniendo a los medios comunitarios, sabedores de que en ellos podía encontrarse la línea colectiva y periodística más crítica y más difícilmente manejable.

El desprecio es tal que, incluso en la ley audiovisual antes citada de 2010 donde se les da reconocimiento, se aclara que “salvo autorización expresa de la autoridad audiovisual sus gastos de explotación anuales no podrán ser superiores a 100.000 euros en el caso de los servicios de comunicación audiovisual televisiva y de 50.000 euros en el caso de los servicios de comunicación audiovisual radiofónica”.

Es decir, los medios comunitarios deberán, por ley, ser precarios y humildes, con mínimo presupuesto y capacidad, para no crearle competencia a las empresas comerciales. Es debido a ese límite de facturación que no pueden generar empleo, de hecho, solo el 22% de estos medios tienen a alguna persona contratada.

Vale la pena contrastar esta situación con la legislada en esos países latinoamericanos a los que nuestros medios privados tanto han presentado como depredadores de la libertad de expresión. En países como Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia o Uruguay la legislación dividió las licencias de emisión en tres tercios: un tercio para los medios del Estado, un tercio para los medios privados comerciales y otro tercio para los colectivos comunitarios. Estos últimos, en un amplio espectro que incluye grupos indígenas, sindicales, vecinales… contaban, además, con gran cantidad de recursos públicos que iban desde locales a capacitación, apoyo tecnológico o publicidad institucional.

La gran mayoría de esos medios comunitarios, con una calidad técnica muy dispar, han proporcionado a la ciudadanía un lugar donde expresarse, una visión de los acontecimientos diferente a las líneas comerciales de los privados y una independencia del gobierno que ha sido reconocida por la sociedad.

Mientras tanto, en España, los medios comunitarios, quienes representan, con sus limitaciones pero también con su grandeza, la vitalidad de una sociedad organizada y preocupada por la información han sido en el mejor de los casos despreciados e ignorados y en otros muchos perseguidos y cerrados. La Red de Investigación en Comunicación Comunitaria, Alternativa y Participativa (RICCAP) tiene registrados 200 medios comunitarios de radio y televisión en España. Una decena son televisiones. En ellos, unas 5.000 personas producen contenidos sin ánimo de lucro. Estos medios se encuentran hoy en una situación de alegalidad, bajo la amenaza de un cierre arbitrario por parte de la Administración, que sabe que es la única forma que tiene de intentar lograr su sumisión editorial.

Ahora el gobierno español tiene seis meses para responder a los requerimientos del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Estén tranquilos, la gran mayoría de los medios privados, especialmente las radios y televisiones que acaparan las licencias, no nos contaran lo que vaya sucediendo.

Leer:

http://blogs.publico.es/otrasmiradas/13013/sabias-que-la-onu-investiga-a-espana-por-negar-la-legalizacion-a-200-medios-de-comunicacion/

lunes, 5 de marzo de 2018

Lecciones de una película. Reseña de la película Los archivos del Pentágono de Steven Spielberg.

Gervasio Sánchez
La Marea

“Sentí una sensación de gran orfandad cuando salí de ver Los archivos del Pentágono. Pensé en lo difícil que es encontrar experiencias parecidas en el periodismo español”.


Desde hace dos semanas animo a todos los periodistas con los que me encuentro a que vayan a verLos Archivos de Pentágono, la última gran película de Steven Spielberg. Es una película dinámica, precisa y emocionante que muestra meticulosamente aquellos días de junio de 1971 en los que la democracia estadounidense y su primera enmienda estuvieron en serio peligro de ser enterradas por culpa de un gobierno obsesionado por encubrir las mentiras de varias administraciones de Estados Unidos sobre la guerra de Vietnam.

Creo que cualquier persona que ame el oficio de contar, el periodismo con mayúsculas, vibrará con las magníficas interpretaciones de Meryl Streep (en el papel de Katherine Graham, editora de The Washington Post), Tom Hanks (como su director, Ben Bradlee) y de decenas de grandes actores secundarios. Aunque también les recalco que es prácticamente imposible encontrar nada de lo que vean en la gran pantalla reflejado en la prensa española actual y, si me apuran, en la prensa de las últimas décadas.

Mi experiencia con la película fue agridulce. Me estremecí con muchas de sus escenas, conseguí escribir a oscuras algunas frases en trozos de papel que guardaba en la cartera, sentí el pulso del periodismo como “el primer borrador de la historia”, tal como dice uno de los personajes. Me emocioné al escuchar a un director decirle a su editora: “Katherine, no te metas en lo mío”. Me sonó a puñetazo encima de la mesa esta frase tantas veces pisoteada: “La prensa debe servir a los gobernados, no a los gobernantes”. Y me pareció sublime el diálogo entre Robert MacNamara y la editora Graham cuando esta le recalca: “He venido a pedirte consejo, no permiso”.

Pero sentí una sensación de gran orfandad cuando salí del cine. Pensé en lo difícil que es encontrar experiencias parecidas en el periodismo español. Recordé el servilismo y la falta de agallas de muchos responsables periodísticos cuando se trata de garantizar el derecho de los ciudadanos a conocer los entresijos del poder. Recapacité sobre las mentiras burdas con las que políticos y empresarios engrasan el funcionamiento de la maquinaria poderosa que les mantienen en el poder y domestican a la prensa a golpe de cheque. Comedí que los medios de comunicación prefieren muchas veces acomodarse a la lumbre de los gobernantes que a los derechos de los gobernados.

Hay una escena sublime en la película tan real como la vida misma porque parece que ocurrió exactamente como se explica. Poco después de las tres de la tarde del 18 de junio de 1971, Ben Bradlee recibió una llamada de William H. Rehnquist, ayudante del fiscal general de Estados Unidos, que posteriormente sería presidente del Tribunal Supremo. El director del periódico, que estaba acompañado por varios redactores jefes y la editora Graham, escuchó un largo monólogo a través del teléfono que concluía, después de recordar algún apéndice de la Ley de Espionaje, con las siguientes palabras: “Por consiguiente, les solicito respetuosamente que no publiquen nueva información de este carácter y que me notifiquen que han hecho los trámites pertinentes para devolver esos documentos al Departamento de Defensa”.

“Me temblaban los brazos y los pies. La acusación de espionaje no cuadraba con la visión que tenía de mí mismo, y todos sabíamos que el titulo 18 (de la Ley de Espionaje) presagiaba problemas. Era el Código Criminal. Pero con todo el aplomo que pude reunir dije: ‘Estoy seguro que entenderá que, respetuosamente, debemos rehusar’. Dijo algo de que lo comprendía y colgamos”, cuenta el propio Bradlee en sus memorias, La vida de un periodista, de obligatoria lectura.

Periodistas valientes que se la juegan a pesar de que la espada de Damocles amenaza por cortarles el cuello periodística y judicialmente hablando. Periodistas valientes, apoyados por una editora que no se deja avasallar o confundir por políticos amigos de toda la vida, que se atreven a enfrentarse a amenazas terribles.

Una editora de un diario en situación económica crítica que está intentando salvar su negocio con una ampliación de capital y que confía en su director, al que le da un cheque en blanco, en contra de la opinión de sus abogados, casi todos ellos partidarios de plegarse a las presiones políticas y judiciales. Una editora capaz de sobrevivir en un mundo dominado por hombres, de enfrentarse a sus carencias con desparpajo, de atreverse a jugarse su fortuna por defender los principios, una editora que tiene mucho que perder si todo se va al traste, que tiene más que perder que cualquiera de sus subordinados.

“Siempre quise ser parte de una pequeña rebelión”, dice uno de los protagonistas de la película. Una oda a los periodistas que vigilan a los poderosos en detrimento de aquellos trenzados al calor del poder. Una oda a la épica en contraposición a los que se pliegan a guiones preestablecidos que suelen cambiar en función de los intereses empresariales y comerciales.

En los últimos tiempos algunos prohombres del periodismo español se han mostrado preocupados ante la creciente influencia de las redes sociales e intentan desacreditar todo lo que circula sin el control de los grandes grupos mediáticos. También se han sentido molestos por la aparición de nuevas formaciones políticas, ellos que se subordinaron a los partidos tradicionales. Utilizan su poder y mucho papel para dar lecciones.

Se permiten el lujo de hablar de manipulación informativa desde sus poltronas como si ese cáncer del periodismo, existente desde los tiempos inmemoriales, se hubiese descubierto hace algo más de una década con la creación de Facebook o Twitter. Se quejan (el cinismo no tiene límites) del daño que las noticias falsas están haciendo a las instituciones, olvidando que ellos también fueron promotores de manipulaciones obscenas y frenaron investigaciones periodísticas en función de sus negocios mediáticos o de sus conveniencias a la hora de entender el negocio periodístico.

Son los mismos que han mantenido relaciones preferenciales con partidos mayoritarios (nacionales y autonómicos) sin investigar sus vergüenzas durante años y décadas. Los mismos que han blanqueado la imagen de presidentes y expresidentes con entrevistas pactadas sin preguntas comprometidas a cambio de favores prestados.

El periodismo muere en todos aquellos que durante años han silenciado los impúdicos negocios de sus patrones. La valentía, la independencia, la autocrítica y la excelencia han brillado por su ausencia en muchos puestos claves. Pero también en los comités de redacción y de empresa. Han callado jefes y soldados. Colaboradores exquisitos y maltratados.

El buen periodismo permite mejorar la salud informativa de los ciudadanos mientras que el mal periodismo destruye su capacidad crítica. Los periodistas hemos perdido el prestigio por culpa de las vinculaciones vergonzosas con los poderes fácticos. Existe un cierto regusto en presentarse como periodistas independientes (también ocurre en la política y en la empresa) después de abandonar alguno de los buques insignias o de ser sustituidos en los puestos de responsabilidad. La falta de memoria estimula a las personas más tramposas a blanquear sus currículos. Pero las manchetas no mienten aunque pasen décadas.

Relegar o pisotear una investigación cuando se tiene un puesto de responsabilidad es infringir el código deontológico. Es insultar a los ciudadanos. Es agraviar un derecho constitucional. No hay excusa que valga ni hecho diferencial y me temo que la prensa española, en general, se ha visto afectada por comportamientos similares a lo largo de las últimas cuatro décadas.

Vaya a ver Los Archivos del Pentágono. Déjese seducir por su demoledor mensaje: el periodismo por encima de cualquier otra razón, aunque sea de Estado o perjudicial económicamente. Pregúntese por lo que usted hubiera hecho de encontrarse en un puesto similar. Pregúntese por lo que su empresa le hubiera dejado hacer. Piense en silencio. Pregúntele a su conciencia. Vibre con el espectáculo cinematográfico. Ame el periodismo, al menos mientras le proteja la oscuridad de la sala. Intente no deprimirse.

Fuente: https://www.lamarea.com/2018/02/19/lecciones-una-pelicula/

miércoles, 30 de agosto de 2017

_- Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. España, entre los países con más víctimas de desapariciones forzadas.

_- Público.es

Más de 100.000 víctimas del franquismo y la Guerra Civil continúan en paradero desconocido. Amnistía Internacional recuerda que lejos de buscar mecanismos de reparación, el Gobierno español ni investiga ni deja investigar los crímenes.

"Una noche sacaron a mi madre de casa y se la llevaron mientras mi hermano y yo dormíamos. A mi padre le habían matado un mes antes; hoy sigue enterrado en una fosa común". Antonio Narváez tenía tres años cuando su madre desapareció. Ahora, a sus 83, sigue pidiendo justicia: "A ver si puedo juntarles y darles un entierro digno".

Los padres de Antonio forman parte de un registro fantasma, inexistente. No aparecen en ningún lado ni como víctimas ni como fallecidos. España tiene el dudoso honor de ser uno de los países con más víctimas de desapariciones forzadas. Según Amnistía Internacional, de los más de 114.000 crímenes de derecho internacional cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo y denunciados ante la Justicia, la mayoría corresponden a desapariciones forzadas.

Cifras que, según el investigador de Derecho Penal Internacional de la Universidad de Castilla-La Mancha Miguel Ángel Rodríguez Arias, sitúan a España en segundo lugar en número de desaparecidos, sólo por detrás del régimen de Pol Pot en Camboya. Con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que se conmemora este miércoles, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha convocado una protesta en Ponferrada a las 19.30 horas para denunciar que "no se puede llamar reconciliación a la decisión de abandonar los cadáveres de más de 100.000 personas asesinadas por los franquistas en las cunetas".

Por su parte, Amnistía presenta también este miércoles la campaña Nada es igual, si alguien desaparece con la que denuncia que en España se sigue privando del derecho a la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas. "En los últimos años, al menos cinco mecanismos de Naciones Unidas han constatado y expresado que España ni investiga ni deja investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el franquismo", destaca la ONG en un comunicado.

La organización recuerda que durante una visita a España en 2013, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas "se mostró especialmente preocupado por el cierre, archivo, paralización o mínima investigación de cualquier proceso para esclarecer y juzgar estos crímenes e instó al Estado español a investigar de oficio y juzgar todas las desapariciones forzadas, así como a eliminar todos los obstáculos que pudieran impedir dichas investigaciones".

Con el Partido Popular en contra, el Congreso aprobó el pasado mes de mayo una Proposición No de Ley (PNL) con la que se instaba al Gobierno a “revitalizar” el contenido de la ley de la Memoria Histórica de 2007 y que, entre otros aspectos, asumiera las labores de localización y exhumación de fosas e identificación de los cadáveres de víctimas de desaparición forzada. Como todas las PNL, esta tampoco tiene fuerza jurídica.

Amnistía también destaca la querella contra el franquismo interpuesta en 2010 en Argentina y cómo España ha evitado colaborar con la justicia argentina. "En dos oportunidades ha rechazado extraditar a los procesados a Argentina, ha negado información a la justicia de ese país y ha impedido que la jueza argentina María Servini a los 19 acusados, así como la toma de declaración de algunas víctimas y testigos", denuncia la ONG.

Para dar cuenta de los efectos en los familiares de los desaparecidos, la organización ha recurrido a series de ficción para preguntarse qué ocurriría si faltara alguno de sus personajes más emblemáticos, como Marge en Los Simpsons. Dentro sus acciones, Amnistía también ha puesto en marcha una recogida de firmas, que ya suma más de 189.000, para recordar al Gobierno y al ministro de Justicia, Rafael Catalá, en particular que los casos de desaparición forzada siguen vigentes.

Con la campaña, la ONG también quiere poner el foco en otros países como Siria ─75.000 desaparecidos entre 2011 y 2016─ o México, donde, de acuerdo a datos del Gobierno, 32,096 personas se hallaban en paradero desconocido en junio de este mismo año. No son, ni mucho menos, los únicos con cifras alarmantes de desapariciones forzadas. Según datos de la ONU, desde 1980 siguen abiertos 44.159 casos en 91 estados. Sólo entre el 16 de mayo de 2015 y el 18 de mayo de 2016, se registraron 766 nuevos casos en 37 Estados.

Manifestación ante el Congreso
Coincidiendo con el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, las víctimas de bebés robados y adoptados ilegales han convocado una concentración a las 10.30 horas ante el Congreso para reivindicar que su causa se convierta en una "cuestión de Estado" con el propósito de que prime "la verdad, la justicia y la reparación".

En un comunicado, la plataforma "Camino de la Justicia", la asociación AVIDNA y el Observatorio Internacional para la defensa de los Derechos Humanos "Nuevo Ágora", explican que es la segunda concentración que convocan y destacan que la de este miércoles se celebrará tras "un año muy duro", en el que no han dejado de trabajar para lograr que se escuche su voz.

Denuncian que han tenido que "ejercer de detectives privados" para recopilar los documentos sobre sus causas y critican que no sea el Ministerio de Justicia y la Iglesia los que les entreguen documentos relativos a "nacimientos, historias clínicas u otros asuntos". Además, reiterarán su demanda de que se cree un banco de ADN y un censo de afectados y de víctimas, según las diferentes situaciones, entre las que figuran las de bebés robados, falsos biológicos o adopciones ilegales.

Fuente:
http://www.publico.es/espana/dia-internacional-victimas-desapariciones-forzadas-espana-paises-victimas-desapariciones-forzadas.html

jueves, 25 de mayo de 2017

Las bambalinas de la alta política contadas por un forastero prodigioso: Yanis Varoufakis. Adultos en la habitación

Una vez Yanis Varoufakis me compró un gin tónic. Y una vez su esposa me sirvió una taza de té. Y aunque evitó muchas de mis preguntas, como suelen hacer los ministros de Finanzas, nunca me mintió descaradamente. Y fui su presentador en dos eventos. Enumero estas transacciones por lo que estoy a punto de decir: Varoufakis ha escrito una de las mejores autobiografías políticas de todos los tiempos. Podría compararla a la de Alan Clark por su honestidad, a la de Denis Healey por sus ataques a antiguos aliados y, como manual para explorar los peligros del arte de gobernar, seguramente tiene la misma estatura que la biografía de Lyndon B. Johnson escrita por Robert Caro.

Sin embargo, el libro de Varoufakis sobre la crisis que ha marcado a Grecia desde 2010 hasta hoy se encuadra en una categoría propia: es la historia entre bastidores de la política de primer nivel contada por un forastero. Varoufakis comenzó como un outsider, tanto de la élite política como de la extrema izquierda griega, luego se metió dentro y acabó abandonándolo todo abruptamente después de que su antiguo aliado, el primer ministro griego Alexis Tsipras, le pidiera la dimisión en julio de 2015.

Varoufakis escenifica su dilema durante la crisis con una anécdota reveladora. Estaba en Washington para reunirse con Larry Summers, el antiguo secretario del Tesoro de los Estados Unidos y confidente de Barack Obama. Summers le preguntó a bocajarro: ¿Quieres estar dentro o fuera? “Los de fuera priorizan la libertad de contar su versión de la verdad. El precio es que son ignorados por los de dentro, que toman las decisiones importantes”, le advirtió Summers.

Los políticos electos tienen poco poder; el verdadero poder lo tienen Wall Street y una red de fondos de inversión, multimillonarios y dueños de medios de comunicación, y el arte de permanecer en la política es poder reconocer este hecho e intentar lograr hacer algo sin alterar el sistema. Ésa era la oferta. Varoufakis no sólo la rechazó, sino que al escribir sobre ella en detalle nos protege de la estupidez de las fantasías ocasionales de la izquierda de que el sistema construido por el neoliberalismo puede de alguna forma inclinarse o ceder ante nuestros deseos de justicia social.

En este libro, Varoufakis ofrece una de las descripciones más detalladas y precisas del poder moderno, un logro aún más importante que su deseo de justificar su propio accionar durante la crisis griega. Explica cómo se construye la red del poder moderno, con el agotamiento de haber pasado tantas noches en fríos hoteles y salas de reuniones mal iluminadas. Aris obtiene un préstamo del banco de Zorba; Zorba le perdona el préstamo, pero la empresa constructora de Zorba obtiene un contrato en un ministerio de Aris. Al hijo de Aris le dan trabajo en la cadena de televisión de Zorba, que por alguna razón siempre está en bancarrota y por eso no puede pagar impuestos; y así.

“La clave de estas redes de poder es la exclusión y la turbiedad”, escribe Varoufakis. A medida que se va intercambiando información sensible, “alianzas de dos personas se van vinculando con otras alianzas…involucrando a conspiradores que conspiran de hecho, sin ser conspiradores conscientes”. En el proceso de contar su historia, Varoufakis no sólo revela secretos, sino que son secretos gordos y jugosos.

Grabaciones en secreto en sus reuniones El primer secreto es que no sólo Grecia estaba en la bancarrota cuando la UE la rescató en 2010 –y que el rescate fue diseñado para salvar a los bancos franceses y alemanes– sino que Angela Merkel y Nicolas Sarkozy lo sabían; y sabían que sería un desastre.

Esta acusación no es nueva, fue lanzada en su momento por activistas de izquierdas y economistas de derechas contra la élite financiera. Pero Varoufakis la confirma con citas, algunas recogidas de cintas de conversaciones que grabó en ese momento sin que lo supieran los otros participantes.

Incluso ahora, dos años después de las últimas elecciones griegas, este libro trasciende el interés académico. Grecia sigue aplastada por una deuda de miles de millones de euros que no puede pagar. Por las decisiones que se tomaron en 2010 y 2011, al rescatar bancos privados y endosarles deudas enormes a los países europeos del norte, serán los contribuyentes franceses y alemanes los que acabarán pagando la deuda griega cuando inevitablemente sea perdonada.

La segunda revelación es que miembros de la familia de Varoufakis fueron amenazados violentamente cuando, con una multitud controlando las calles y plazas, él comenzó a alinearse con aquellos que denunciaban que el rescate era inviable. Varoufakis afirma que esas amenazas, que se efectuaron de forma anónima, por teléfono y con una calma oligárquica, fueron la causa de su salida de Grecia hacia Estados Unidos.

Como resultado, cuando regresó, mientras comenzaba a apoyar activamente al partido de izquierda radical Syriza, Varoufakis vivió la crisis como un outsider, pero en un sentido diferente. Cuando le pidieron que hablara ante la multitud que ocupaba la Plaza Síntagma en mayo-junio de 2011, recuerda: “La última vez que había hablado ante una manifestación había sido en Nottinghamshire, ante un piquete de mineros en huelga en 1984”.

Estaba a punto de unirse a un grupo de políticos de izquierdas —liderado por Tsipras y secundado por su jefe de Gabinete formado en Glasgow, Nikos Pappas— en la lucha por acabar con el neoliberalismo. Pero tenía poca experiencia en la izquierda griega organizada y ellos lo veían como un neoliberal.

El fracaso del órdago Los logros académicos de Varoufakis se habían basado en la aplicación de la teoría de juegos a la economía. Así que, cuando diseñó la estrategia de confrontación de Syriza, fue explícito: el enemigo tenía que creer que Syriza estaba preparado para incumplir pagos, o para salir de la zona euro, lo suficiente como para convencer a los poderosos de la UE de renegociar los préstamos que estaban por vencer y evitar que hicieran estallar el sistema bancario griego.

Esto funcionó, aunque el precio fue un gran retroceso retórico y la retirada del programa nacional de Syriza en febrero de 2015. Pero en julio falló porque, habiendo luchado y ganado la campaña emocional del referéndum, Tsipras eligió hacer concesiones ante la posibilidad de una guerra civil griega.

Entrevisté a Varoufakis la noche en que ganaron el referéndum. Parecía asombrado por la magnitud de la victoria (en el libro confiesa que esperaba una derrota) y seguro de que le daría a Tsipras las municiones para enfrentarse a Troika. Sin embargo, ahora está claro que los dos calcularon mal. Varoufakis entendió —por la autoridad del ministro de Economía alemán, Wolfgang Schäuble— que Alemania no intentaría sacar a Grecia del euro. Para cuando hicieron justamente eso, dos semanas de bancos cerrados y desarrollo al borde del colapso habían llevado la apuesta a un todo o nada.

Cuando le echaron, Varoufakis se libró de tener “prontuario”, aunque el precio que pagó fue, una vez más, un autoexilio de la política activa en Grecia. Si, tal como parece posible, la situación escala hacia el desplome económico, su voz —junto con la de los comunistas veteranos antieuro que se separaron de Syriza— podría ser lo único que quede de una izquierda que pueda darle la batalla final al fascismo y la dictadura.

Pero yo sigo creyendo que Tsipras hizo bien en ceder ante el ultimátum de la UE y que Varoufakis tuvo parte de la culpa por la forma en que diseñó la estrategia “del juego”. Para Tsipras, y para la generación de exdetenidos y víctimas de torturas que reconstruyeron la izquierda griega después de 1974, permanecer en el poder como un escudo abollado contra la austeridad era preferible a entregarle el poder a un grupo de políticos mafiosos respaldados por una horda enardecida de jóvenes millonarios bien vestidos.

Al final, el gobierno de Tsipras resultó no ser un escudo muy efectivo para proteger a la clase trabajadora griega, pero sí al más de un millón de refugiados sirios que llegaron a las costas griegas en las semanas tras la rendición económica. Las fuerzas armadas griegas, el poder judicial y la policía están llenas de personas a quienes les encantaría ver hundirse las pateras y poder deportar en masa o encerrar a los supervivientes.

Aunque la forma en que Syriza manejó la inmigración masiva fue por momentos equivocada, en el momento crucial, de julio a diciembre de 2015, el gobierno de izquierdas de Grecia ofreció un refugio para aquellas personas que huían del terror y la destrucción. Un gobierno conservador y de derechas le hubiera dado a los sirios un recibimiento mucho peor.

En ese contexto, el relato de Varoufakis de la historia de Tsipras debe ser cuestionado. Varoufakis argumenta que Tsipras es propenso a la frivolidad, la melancolía y la indecisión y que está determinado a probar que no es “una estrella fugaz”. Pero a diferencia de Varoufakis, Tsipras construyó un partido capaz de vencer a la élite política que ha dejado a Grecia sin riqueza y sin credibilidad y ha sido capaz de gobernar. Tsipras —junto a Pappas, su jefe de Gabinete, a quien Varoufakis describe correctamente como muy influyente en los acontecimientos— construyó algo que él pensó que sobreviviría a una derrota.

Varoufakis construyó una reputación, no un partido. De hecho, el mundo de los partidos —de activistas apiñados contra las ventanas lluviosas de cafeterías suburbanas, de repartir folletos, de huelgas y manifestaciones anti-fascistas— está ausente en su libro.

Si la izquierda mundial, que estuvo de buena racha entre 2011 y 2013, quiere recuperar terreno, necesita líderes como Tsipras, que encuentren pensadores y ejecutores como Varoufakis y que los estimulen. Pero sobre todo necesita hablarle al pueblo en el idioma que nace de años de lucha para construir un partido y un movimiento.

Traducido por Lucía Balducci
Fuente:
http://www.eldiario.es/theguardian/Varoufakis-mejores-biografias-politicas-historia_0_640087101.html
https://open.spotify.com/embed/user/elpaissemanal/playlist/5DBfunuPk3faTn5BV6Grv4

lunes, 15 de mayo de 2017

_--La ferocidad del poder del lenguaje para trampear la realidad. La corrupción política y el drama de los refugiados sirve a Miguel del Arco para analizar la manipulación de la palabra en ‘Refugio’.

_--Por obra y arte del lenguaje, en esta función oscura y devastadora nada es lo que parece. Es la corrupción de las palabras lo que vertebra la obra Refugio, escrita y dirigida por Miguel del Arco que se estrena mañana en el Teatro María Guerrero de Madrid hasta el próximo 11 de junio. “El anhelo del corazón siempre inventa mil ficciones que lo arrope”. La frase de Alcestes en el Misántropo de Moliere mece de manera suave pero decidida toda la reflexión que se agolpa en este montaje, en el que Del Arco utiliza la corrupción de los políticos y el drama de los refugiados para lanzar un dardo sobre el poder del lenguaje para trampear la realidad y manipularla.

La inicial inspiración de Teorema de Pasolini sobre cómo una presencia extraña cambia y desestabiliza la vida de una familia ha quedado en lejano referente. Aunque la historia de Refugio se centra en la familia de un político corrupto y una cantante de ópera que se ha quedado sin voz, que acoge en su casa a un refugiado que ha perdido a su mujer y su hijo en la travesía que les traía al sueño europeo, Miguel del Arco (Madrid, 1965) admite que la deriva del texto se ha ido encaminando a cómo cada uno va construyendo su propia historia y narrándose a sí mismo. De cómo el lenguaje se convierte en una fuente de incomunicación y en arma de doble filo. “Cada uno de nosotros nos hacemos nuestro propio refugio con el lenguaje, nos escondemos detrás de las palabras”, asegura Del Arco, tras un ensayo en el María Guerrero, mítico teatro en el que se estrena, y que ha contado en el reparto de la obra con Israel Elejalde, Raúl Prieto, Beatriz Argüello, Carmen Arévalo, Macarena Sanz, María Morales y Huego de la Vega.

Con la bofetada de los casos de corrupción política de esta misma semana en España, la obra parece escrita ayer mismo, con las dimisiones, los encarcelamientos y las asunciones teóricas de responsabilidades. En este caso, como en tantos otros, la realidad ha superado con creces la ficción. “He querido hablar de la corrupción del lenguaje a través de estos políticos, porque quien tiene la palabra tiene el poder, pero también del silencio de este refugiado que se niega a unir palabras porque lo que quiere es morirse. Esa especie de normalidad civilizada, con los discursos inventados por los políticos para los telediarios, en la que vivimos me deshace, me paraliza. Hemos normalizado una manera de hablar que no tiene nada que ver con la compasión. Estamos construyendo un mundo devastador”, se lamenta el autor, que asegura, sin embargo, confiar en el ser humano y en la posibilidad de cambio. De esperanza y empatía, en definitiva.

Es Refugio una obra con la que el autor confiesa que, por primera vez, ha amordazado intencionadamente al director. Uno de los responsables del nuevo Teatro Pavón Kamikaze y creador de importantes montajes teatrales como La función por hacer, Hamlet, Misántropo o La violación de Lucrecia, Del Arco asegura que hasta ahora decía de sí mismo que era un director que escribía. Todo ha cambiado con Refugio. “Ya no me intranquiliza la idea de ser autor. Un director quiere siempre saber cómo suceden las cosas, cómo se va a poner este texto en escena, pero con esta obra comenzamos los ensayos sin saber siquiera como se iban a resolver algunos asuntos claves. Nunca he sido tan libre y tan imaginativo como autor”. Libre e imaginativo como ese enorme y hermoso cubo de cristal que acoge este montaje. Un cubo que es refugio pero también cárcel. Una pecera, una jaula, un lugar de encuentro a la vista de todos.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/26/actualidad/1493215507_203688.html

En esta interpretación de una vieja canción francesa, C'est Si Bon, por parte de Jolie Môme, con un arreglo de jazz fusión, nos sorprende por sus atractivos, su ritmo, su armonía, su melodía, su encanto, su "charme", su amplia sonrisa, sus suaves gestos, su mirada cómplice y coqueta, una buena parte de sus armas de mujer, una interpretación encantadora, maravillosa por su sencillez y optimismo, todo "tan bien" que al oírla sale uno a la calle lleno de alegría y ganas de vivir, en esta primavera tan hermosa... clik y ampliar la pantalla para disfrutar.

domingo, 14 de mayo de 2017

Periodismo de ficción en Yemen

El periodismo en este país ha alcanzado tal grado de perfección que basta una palabra para resumirlo: Marhuenda. Lo imputaron el jueves y lo desimputaron el martes. La justicia de marcha atrás también requiere de un léxico con caja de cambios. Primero se investiga a un señor y luego se lo desinvestiga. Por en medio nos enteramos que, en la intimidad de la conversación telefónica, el director de La Razón llamaba “zorra” a la presidenta de la Comunidad de Madrid y “puta” a su directora de comunicación. Quién iba a decirnos que detrás de la prosa razonable y adhesiva de Marhuenda se ocultaba un poeta. Sucede que hablaba mediante metáforas, suponemos que es lo que ha querido decir el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, cuando explica en su auto del martes que ni Marhuenda ni Casals “habrían conseguido” coaccionar a Cristina Cifuentes. Según las grabaciones que se hicieron pública, conseguirlo no: sólo lo habrían intentado.

“¿Con qué cara me presentaría ante mis alumnos de Derecho si fuera verdad lo que se me imputa?” se pregunta Marhuenda. Más que con una cara, podría presentarse con una portada de su periódico, una al azar, porque La Razón cuenta con algunas de las portadas más fastuosas del arte posmoderno. Entre ellas, todavía recuerdo una de Aznar vestido de portero y parando un penalti, otra con Tsipras abierto de brazos titulada con increíble ingenio “Desgrecia” (“los helenos se lanzan al abismo populista” rezaba debajo) y otra de un militar ruso listo para zamparse una hamburguesa y abriendo una bocaza donde se veía hasta el esófago (titular: “Putin traga”). La semana pasada tuvieron el cuajo, en medio de la tormenta de mierda que afectaba al país y a su propio periódico, de abrir con la crisis política en Venezuela.

Gracias a una prensa omnívora y a una ciudadanía rumiante, en España la gente está mucho mejor informada de lo que sucede en el país caribeño que de lo que sucede en el propio. Desde los tiempos de Chávez, Venezuela es el mantra informativo con el que muchos periódicos e informativos, no sólo La Razón, distraen al personal de las cacicadas, putiferios y latrocinios que asolan la geografía patria. Es cierto que en los últimos tiempos la situación en Caracas roza la catástrofe, con manifestaciones diarias, brotes de violencia callejera y casi una treintena de muertos en disturbios. Al lado de este desastre, es cierto que el saqueo del Canal de Isabel II y la podredumbre de las instituciones españolas pasan a segundo plano, pero da la casualidad de que los periódicos españoles no se imprimen en Caracas.

Si de verdad les importaran las vidas humanas en calidad de algo más que de maniobra de distracción, todos los días desayunaríamos con postales de la guerra civil en Yemen, un país en estado de sitio desde hace dos años, bombardeado por los amigos saudíes con apoyo logístico y militar y beneplácito de Estados Unidos y de un montón de potencias occidentales, entre ellas, España. El conflicto en Yemen ha alcanzado la categoría de hecatombe, con una alarma internacional pregonada por la ONU que advierte que puede desembocar en la mayor catástrofe humanitaria de la historia: siete millones de personas están a punto de morir de hambre. Un niño muere cada diez minutos en Yemen pero ¿a quién le importa?

Fuente:
http://blogs.publico.es/davidtorres/2017/04/28/periodismo-de-ficcion-en-yemen/

miércoles, 9 de noviembre de 2016

No confundamos nuestra verdad. Luis García Montero.

Debemos aprender a escribir la verdad con letras minúsculas. La verdad escrita con mayúsculas, conviene repetirlo una vez más, está siempre humillada a la mentira de los dogmas y los mandatos esenciales. La verdad como opinión propia, como perspectiva de la conciencia personal, aspira sólo a relacionarnos con el mundo de forma honesta, amparados en la voluntad de no mentir más que en la posesión de la certeza.

La actualidad está dominada hoy por unas cuantas mentiras. A la hora de opinar se puede mentir no sólo sobre el cadáver de la verdad, sino sobre el paisaje y el vértigo de las mentiras cotidianas. Mentir sobre las mentiras es una consecuencia lógica del torbellino, las prisas, las discusiones, las estrategias de defensa más superficiales, la tensión en el escenario político. Ese tipo de mentiras son muy peligrosas porque acaban manchando la verdad y desgastando sus argumentos. Del mismo modo que los dictadores y los criminales banalizan el mal, como denunció Hannah Arendt, nuestras discusiones pueden banalizar la verdad, convertirla en un latiguillo sin eficacia.

Esa es la sensación que he tenido en los últimos días con las declaraciones de Pablo Iglesias y Ramón Espinar sobre el poder manipulador de los medios de comunicación. Tengamos cuidado. No confundamos nuestra verdad.

Está claro que la falta de independencia de los grandes medios de comunicación es uno de los problemas más serios de la democracia. No se trata sólo de que el poder de la publicidad marque las informaciones sobre Coca-Cola, Repsol o El Corte Inglés. Lo más grave es que las élites económicas se han hecho con la propiedad y las líneas editoriales de los medios, humillando al periodismo en las redacciones y convirtiendo a los editorialistas en pistoleros de la tinta, dispuestos a desenfundar en cuanto reciben una orden. Algunos programas de televisión crean una realidad virtual capaz de sustituir hasta el aire que respiramos.

La semana pasada daba pena mirar el cielo de Madrid. Uno se acercaba a la ciudad y veía una mancha espesa de contaminación sobre los edificios y las personas. El ayuntamiento tuvo que reaccionar ante unos índices de veneno peligrosos para la salud. Entonces la noticia del gallinero mediático no fue que los madrileños estaban respirando basura, sino que una alcaldesa podemita quería atentar contra la libre circulación de los coches.

La manipulación es tan grave que no podemos permitirnos el lujo de banalizarla y convertir la protesta en un latiguillo desacreditado. Creo que eso es lo que sucede con reacciones como las provocadas por el asunto del piso de protección oficial vendido por Ramón Espinar. Un político no tiene por qué ser un santo, con un pasado sin tacha, virgen hasta su noche de bodas con el bien común. Basta con que defienda un programa honesto y hable sin voluntad de mentir.

Según las informaciones que tenemos, parece ser que Ramón Espinar creció en un ambiente cercano a los hábitos de la especulación propios de la España del pelotazo. Sin violar la ley, se podía sacar un dinero poco digno en la compra y venta inmobiliaria. Es fácil dejarse arrastrar por esa inercia cuando se es poco más que un adolescente. Ahora, cuando ya no se es –o no se puede ser– un adolescente, resulta necesario hablar con honestidad, asumir que fue un error propio de la época, que sus ideas han cambiado con la madurez y que por eso defiende un modo de vida distinto. No hace falta siquiera que un hijo eche la culpa a un padre. Esos silencios se entienden.

A ver si nos entendemos: mis ideas políticas sobre la vivienda y el mal de la especulación tienen mucho más que ver con las ideas de Ramón Espinar, aunque se especulara con su firma cuando tenía 20 años, que con las ideas de muchos militantes del PP hoy en el Gobierno, aunque no hayan especulado nunca. Y de lo que se trata no es de contar vidas de santos o de alabar a gente que siempre estuvo en posesión de la verdad, sino de construir una alternativa política seria, capaz de derrotar a los especuladores.

En ese proyecto es importante tener las ideas claras contra la especulación. Creo que Ramón Espinar hoy las tiene. También es importante denunciar la manipulación mediática que sufre la sociedad. Por eso no podemos permitirnos el lujo de banalizar esta manipulación. No podemos escudarnos en ella cuando se hace público un error propio. Decir la verdad y explicar las cosas de forma honesta es más útil que echarle la culpa al Grupo Prisa de todo lo que nos pase.

Y lo que vale para los políticos debe valer para todos los demás, por ejemplo, para los colaboradores, lectores y comentaristas de infoLibre. Me gusta leer los comentarios de los artículos publicados porque aprendo, conozco una realidad más amplia y abro las perspectivas de mi mirada. Me entristece que en ocasiones se generen banderías, leyes del embudo y ruedas de molino. Un periódico no es independiente sólo por criticar al PP y al PSOE y no está vendido al sistema por definición cuando critica algo que afecta a Podemos. Se trata de no cerrar los ojos, de procurar no mentir, aunque a veces eso obligue a pedir perdón con honestidad sin entrar en el juego peligroso de mentir con verdades o con medias mentiras.

http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2016/11/06/no_confundamos_nuestra_verdad_57244_1023.html

lunes, 28 de marzo de 2016

EL MÓN EN QUÈ VIVIM. PRESONS, DRETS HUMANS I MITJANS DE COMUNICACIÓ

Josep Fontana
Historiador

Confesso que l’altre dia vaig sentir vergonya davant l’espectacle que se’ns donava a la televisió d’un periodista nord-americà demanant al president de Cuba pels presos polítics a l’illa. Perquè és veritat que a l’illa hi ha presos polítics, entre els quals n’hi ha que estan sotmesos a condicions que vulneren els drets humans més elementals, com són els que els Estats Units retenen a la seva base de Guantánamo.

El dia mateix de prendre possessió de la presidència dels Estats Units, pel gener de 2009, Obama es va comprometre a tornar la política nord-americana al terreny de la moral, amb compromisos concrets com el tancament de Guantánamo abans que passes un any. Però n’han passat més de set sense que ho faci i és segur que la lliurarà intacta al seu successor. La qual cosa no li ha impedit anar a Cuba a donar lliçons de democràcia, i callar quan el periodista demanava informacions sobre presos polítics.

Tot va començar el 2001, quan el govern de G.W. Bush va decidir aplicar un règim especial als terroristes i als sospitosos de terrorisme, que admetia l’ús de la tortura en els interrogatoris, el judici davant de tribunals militars i la retenció indefinida dels detinguts.

Com que això no es podia fer en el territori dels Estats Units, perquè era contrari a la constitució, es va decidir fer-ho en presons fora del territori nord-americà, com a les bases de Bagram, Guantánamo o Diego García, o en presons secretes (”black sites”) facilitades a la CIA per països com Tailàndia, Polònia, Romania o Lituània (en aquests dos darrers casos sembla que a canvi d’accelerar el seu accés a l’OTAN).

Doncs bé, pel gener d’aquest any de 2016 hi havia a Guantánamo 93 presos, entre ells alguns “d’alt valor”, com el palestinià Abu Zubayda, capturat a Pakistan en 2002, que, segons l’Open Society Foundation (una fundació creada per Soros) ha estat sotmès al menys 83 vegades a tortura per ofegament (“waterboarding”) i portat d’una presó secreta a l’altra, perdent un ull en aquest transcurs, fins que el 2006 va anar a parar a Guantánamo, on segueix encara.

L’aspecte més vergonyós d’aquesta situació és el cas dels presos que estan en “detenció indefinida” –uns trentena en l’actualitat– perquè no hi ha evidència suficient per processar-los, ni davant d’un tribunal militar; però se’ls considera massa perillosos per deixar-los en llibertat.

No vaig sentir vergonya per Obama, que va callar, essent com era el responsable de la presència d’aquests presos polítics a l’illa de Cuba, perquè en la seva gestió hi ha coses molt pitjors, com la generalització del sistema d’execucions sense judici previ amb l’ús de drones. Ni pel periodista, perquè ja sabem que les coses són diferents quan els interessos dels Estats Units estan involucrats. Ho ha demostrat Marc Thiesen, un catòlic practicant que va ser redactor de discursos de Bush, que assegurava fa uns anys que torturar sospitosos de terrorisme per ofegament “no solament era útil i desitjable, sinó que estava permès pels ensenyaments de l’Església Catòlica”. I que ara ha dit al Washington Post que el viatge d’Obama és inoportú perquè perllongarà la dictadura i empitjorarà la situació dels drets humans a Cuba, “marginant l’oposició democràtica i comprometent la seguretat nacional dels Estats Units”.

No és per això que he sentit vergonya, sinó per la manca de criteri dels nostres mitjans de comunicació, que es limiten a reproduir notícies d’agència sense fer ús del sentit crític, i fan ben difícil entendre el que passa al món als que depenen per a la seva informació dels que llegeixen als nostre diaris o del que veuen a la nostra televisió. En aquest terreny concret ens fan falta periodistes de veritat, capaços d’opinar i d’orientar el lector.

http://lamentable.org/presons-drets-humans-i-medis-de-comunicacio/#more-29883

CÁRCELES, DERECHOS HUMANOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN, en castellano.

sábado, 25 de abril de 2015

¿Pero quiénes son Ciudadanos?

"Comparto con CIUDADANOS casi todas sus líneas esenciales, por no decir todas" (Esperanza Aguirre).

"Estamos defendiendo un equilibrio entre igualdad de oportunidades y economía de mercados, apoyar a la gente que lo está pasando mal en la crisis pero a la vez reactivar la economía" (Albert Rivera).

Dieron el salto del ámbito de la política catalana, donde ya llevaban algún tiempo, a la política nacional, y en su primera prueba de fuego, las Elecciones Autonómicas Andaluzas, han conseguido 9 escaños en el Parlamento de Andalucía. La formación política liderada por Albert Rivera se ha estrenado muy bien fuera de sus iniciales fronteras, y aparece como un actor importante en la baraja de las nuevas opciones políticas. ¿Pero quiénes son Ciudadanos? Pues básicamente un partido de la nueva derecha, una derecha maquillada, que esconde su ideario, una derecha más light, más civilizada, más moderna, práctica y funcional que la derecha clásica del PP y sus adláteres. Y en efecto, su programa económico, liderado por Luis Garicano, disfruta de la simpatía de los grandes agentes económicos, de las grandes empresas del IBEX-35 y hasta del mismísimo Joan Rosell. El PP ya comienza a tratarlo con respeto, como se comprueba en la declaración de Esperanza Aguirre, destacada en la cita inicial. E incluso en el ámbito europeo, disfrutan de la simpatía de la Alianza de Liberales y Demócratas por Europa.

Tenemos muchas "pistas" para intentar reconocer el auténtico ideario (más bien deberíamos hablar de propuestas, ya que en realidad no están adscritos a ningún ideario concreto) de Ciudadanos, como los frustrados intentos de converger con UPyD, a la cual parece que su electorado y dirigentes les están pasando factura. En efecto, el partido de Rivera no reconoce ni apuesta por el Federalismo, ni por el derecho a la autodeterminación de los pueblos (obsérvese la encarnizada lucha que tienen en Cataluña con el frente independentista), ni por la implantación de la República, y mucho menos por la instauración de un Proceso Constituyente que permitan regenerar todos los aspectos de nuestra limitada democracia, surgida a raíz del régimen político creado desde la Constitución de 1978. Sin adscripción ideológica formalmente definida, navegan en un mar de propuestas que ellos tildan como "sensatas", "razonables", de "sentido común" o de "regeneración democrática", parcheando por aquí y por allá, a diestro y siniestro, para captar el voto de desencantados a izquierda y derecha del arco político, y sobre todo, del electorado más joven, nicho abundante de su reciente éxito electoral.

La juventud de su líder (de hecho, aparece como el político mejor valorado en el conjunto de España según las últimas encuestas del CIS), y su escape de la órbita de influencia de las clásicas ideologías, han calado entre un sector joven del electorado, que no vota al bipartidismo decadente, representando Ciudadanos una opción centrada y regeneradora para ellos/as. En su web aparecen bajo el eslógan "La alternativa viable y sensata para transformar España". Se definen muchas veces como partido "de centro" (algo que no existía desde los tiempos de la UCD postfranquista), y proponen medidas, algunas de ellas bajo un halo de falso progresismo, pero con una peligrosa letra pequeña que siempre hay que interpretar. Porque como decimos, su indefinición y ambigüedad está clara en casi todos los frentes que tocan, por lo que pensamos que, en realidad, las propuestas de Ciudadanos obedecen a un moderno conservadurismo disfrazado de progresismo.

Y de este modo, no se definen por ejemplo en cuanto a sanidad pública y universal (de hecho, el pasado 10 de marzo, Ciudadanos y el PP fueron los únicos partidos que no firmaron la Declaración Institucional por la Universalidad del Derecho a la Salud impulsada por Médicos del Mundo, y abogan por limitar la posesión y/o cobertura de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes), no se definen en cuanto a si la religión debe estudiarse en la escuela pública o no, o en cuanto a cómo hay que abordar la política de vivienda y el drama de los desahucios. Tampoco lo hacen sobre cuestiones clásicas de reivindicación de la izquierda, como la Memoria Histórica, ya que según declaraciones del propio Rivera, ellos no están por el "revanchismo", ni por seguir alimentando los bandos, y no ven al resto de opciones políticas como adversarios, sino como compatriotas. Pero lógicamente, detrás de todo este lenguaje moderno y conciliador, se esconde la misma ideología que viene sosteniendo el PP durante décadas.

Parece por tanto que no acaban de tener claras algunas cuestiones, por lo cual se nos ofrecen como una opción oportunista, cambiante en el tiempo, y a la que, de vez en cuando, les sale una muy feroz vena conservadora. Pero veamos con más detalle algunos puntos importantes de su programa económico, muy interesado en líneas generales en medidas para favorecer el apoyo y el crecimiento empresarial. Tenemos por ejemplo lo que ellos denominan el "Complemento Salarial Anual Garantizado" (mediante el que se garantiza un complemento económico para todos los trabajadores/as hasta alcanzar un salario digno), una convergencia en los tipos de IVA hacia un tipo único en torno al 16%, que se aplicaría a casi todos los productos y servicios, la eliminación de la actual dispersión contractual, mediante la creación de un "Contrato Único" (de carácter en principio indefinido, que aumentaría progresivamente el coste del despido de los trabajadores/as), o la propuesta de la denominada "Mochila Austríaca", bajo la que se esconde la importación del modelo de dicho país en cuanto a la reserva del 1% del salario bruto, que acumularían los trabajadores/as con el paso de los años, acumulable también a su paso por diferentes empresas durante su vida laboral, de cara a la cobertura de posibles indemnizaciones y jubilaciones.

Como puede comprobarse, estamos ante medidas de la corriente del neoliberalismo en su estado más puro, pero remozado bajo una supuesta capa de regeneración democrática, punto éste fundamental para ellos, puesto que se muestran completamente intransigentes en lo que a los casos de corrupción se refiere. Pero por supuesto, no apoyan ninguno de los postulados de una política que pueda colocar por encima los intereses de la inmensa mayoría social, tales como una auditoría de la deuda (bajo llamadas a la "responsabilidad" de tener que pagarla), la nacionalización de las grandes empresas de los sectores productivos básicos, los amplios programas de generación de empleo público, la creación de un sistema de banca pública, o la asignación de una renta básica para aliviar la grave crisis humanitaria que padecemos.

En opinión de Armando B. Ginés: "El auge ¿controlado? de Podemos demandaba, sin embargo, un factor que contrarrestara su halo de alternativa sin color definido y de ideología ambigua. Podemos tiene un caladero muy variopinto: electores de IU, PSOE e incluso PP, por lo que una hipotética mayoría electoral con sesgo izquierdista preocupaba a las instancias de poder invisible que han alentado por activa o pasiva su actual fuerza sociopolítica. De ahí, la aparición súbita y artificial de Ciudadanos, un engendro político que puede detener la hemorragia previsible de votos en el PP. Ciudadanos es una solución de emergencia que pretende dos objetivos concretos: recabar votos y voluntades desafectos o enojados con el PP de Rajoy para la derecha, y restar adhesiones a Podemos. En el fondo, está aflorando un bipartidismo alternativo al consabido de PP y PSOE. ¿Desempeñarán Podemos y Ciudadanos roles idénticos a PSOE y PP o solo de cobertura excepcional ante una situación crítica del entramado sociopolítico en vigor? Pronto saldremos de dudas de si existe margen para un proyecto histórico diferente al surgido de la transición franquista".

Así que ya sabemos lo que podemos esperar de la formación política de Albert Rivera. Por tanto, el verdadero cambio político que rompa el escenario actual sólo podrá venir si Podemos no defrauda en sus expectativas, si consigue seguir ilusionando a una mayoría social deseosa de regenerar la vida pública, de acabar con la austeridad, de garantizar los derechos humanos, y de acabar con la explotación y con el modelo de crecimiento depredador que nos ha caracterizado en épocas pasadas. Porque, tal como afirmó Pablo Iglesias: "Ciudadanos no supone un cambio, sino un recambio".
Fuente: Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.es

viernes, 3 de abril de 2015

El Estado tiene la obligación de garantizar el acceso a la justicia para las víctimas, según la ONU. Se reabre en Soria el único caso en marcha por desaparecidos en la Guerra Civil

Diso Press
El Juzgado número 1 de Almazán (Soria) ha reabierto el caso por los diez desaparecidos de Barcones durante la Guerra Civil española, y ha solicitado a la Guardia Civil que facilite las "órdenes puestas a disposición de Guardia Civil y Falange dadas por el comandante militar y se averigüe si fueron únicas, o bien si fueron sistemáticas". La reapertura de este caso por parte de la magistrada María Luisa García lo convierte en el único caso abierto en España por desaparecidos durante la Guerra Civil española. La asociación soriana Recuerdo y Dignidad hizo entrega el pasado día 16 de Marzo, en el juzgado de Almazán, un escrito que solicitaba la reapertura del caso, después de que el archivo de la causa se produjera por desconocerse los autores materiales, pese a estar demostrados los asesinatos. En dicha solicitud de reapertura del caso se adjuntaba la información procedente de la exhumación -realizada entre el 19 y 21 de Julio de 2013-, así como la obtenida de documentos de la época, incluyendo nombres de posibles cómplices o autores. En aquella exhumación, realizada por Recuerdo y Dignidad, se localizaron seis cuerpos, por lo que cuatro siguen todavía desaparecidos. Se trata de Arsenio Martínez, Tomás Cué, Antonio Lafuente y Fermín González, todos vecinos de Soria y miembros de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

Antes de llevar acabo aquellos trabajos, la citada asociación presentó la correspondiente denuncia en el juzgado de Almazán, solicitando la participación del juzgado en la exhumación, pero tras la apertura de diligencias, el 23 de octubre de 2013, se declaró el sobreseimiento provisional. La denuncia llegó hasta el Tribunal Constitucional, pero también fue desestimada.

España tiene la obligación de garantizar el acceso a la justicia para las víctimas, según la ONU
Por otra parte, un grupo de expertos de la ONU pidieron este viernes en Ginebra que España "extradite a los responsables de violaciones graves de los Derechos Humanos" durante el franquismo "mientras no se tomen medidas para garantizar el acceso a la justicia" española de las víctimas.

El 13 de marzo, el Gobierno denegó la extradición de 17 ciudadanos españoles acusados por la justicia argentina de violaciones graves de los Derechos Humanos cometidas durante el régimen franquista.

"El Estado español está obligado a extraditar a los responsables de violaciones graves de los Derechos Humanos, mientras no se tomen medidas para garantizar el acceso a la justicia y el derecho a la verdad de las víctimas ante las instancias legales españolas", dijo el comunicado de los expertos. “La denegación de la extradición deja en profundo desamparo a las víctimas y a sus familiares, negando su derecho a la justicia y a la verdad”, añadieron.

Los expertos estuvieron en contacto con el Gobierno en relación con las extradiciones ordenadas en octubre de 2014, en el marco de la llamada 'querella argentina', en la que se investigan fusilamientos, torturas, robos de bebés y otros delitos.

"Reconocemos que cabe entre las competencias del Estado español la posibilidad de denegar esta solicitud de extradición", dijeron los expertos. "Pero si no extradita, el Estado tiene la obligación de garantizar, ante las jurisdicciones nacionales, el acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves de los Derechos Humanos y el derecho a la verdad", agregaron.

El grupo está integrado por Ariel Dulitzky (Grupo de Trabajo sobre las desapariciones forzadas o involuntarias), Christof Heyns (Relator Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales), Juan E. Méndez (Relator Especial sobre la tortura) y Pablo de Greiff (Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición).

jueves, 9 de octubre de 2014

El morbo sustituye a la información seria

La libertad informativa de la prensa es algo incuestionable, pero debería estar acompañada de un ejercicio honesto de responsabilidad y ética periodísticas. En los últimos días hemos comprobado cómo el morbo y sensacionalismo de muchos medios (incluso las televisiones públicas que se presumen serias) con los que se alerta a los vecinos de un barrio madrileño de la presencia de un pederasta por la zona puede desembocar en el linchamiento de una persona inocente. Actualmente, telediarios de numerosas cadenas abren con noticias de crímenes y presuntos criminales que nos recuerdan a los tabloides británicos más amarillos, por supuesto despreciando sin ningún rubor un derecho fundamental como es la presunción de inocencia. Parece que el morbo más primario ha sustituido a la información seria, y ello se traduce no solo en la grave vulneración de un derecho básico, sino en un debate público de baja calidad, sensacionalista, nada sosegado y desde luego impropio de sociedades maduras.

Entiendo que los ciudadanos buscamos estar informados de forma veraz y honesta, y desde luego este tipo de prácticas no ayudan a este propósito.
 Comunidad de Madrid 27 SEP 2014

viernes, 21 de marzo de 2014

Juan José Millás entrevista a José Mujica, presidente de Uruguay

El mandatario de un país que sorprende al mundo nos abre las puertas de su humilde casa, su despacho y su residencia
Un viaje alucinante para retratar a un líder extraordinario

"La distancia de los políticos con la gente está creando mucho descrédito, y la peor enfermedad es la de los ciudadanos que no creen en su Gobierno (...) En los países grandes hay núcleos económicos que pesan sobre los Gobiernos con un poder del diablo (...) Solo me arrepiento de los amores perdidos", conversa José Mujica con Juan José Millás, que junto al fotógrafo Jordi Socías recorrió Uruguay y compartió varias jornadas con el presidente de este pequeño país abrazado entre Brasil y Argentina.

El video que aquí presentamos es tan solo una pequeña parte de un viaje maravilloso por un territorio que fue elegido por The Economist como país en 2013 por su "receta para la felicidad humana". Su atípico presidente, el mandatario que sorprende al mundo con sus reformas, recibe a El País Semanal en su humilde casa y en su despacho. Un periplo que traza el retrato de un hombre y de una nación, un reportaje que se publica este próximo domingo 23 de marzo.
Ver la fuente en El País y el vídeo aquí.
El reportaje en El País Semanal.

martes, 21 de enero de 2014

Yo tengo razón, tú estás equivocado

Somos adictos a "tener razón", pero quedar cautivos de nuestras opiniones es un trampa
Escuchar a los demás es prueba de empatía y respeto, claves para crecer y estar en paz


La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.

Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).

En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.

¿Es mejor tener razón a toda costa antes que ser feliz? Que cada uno responda esta pregunta con sinceridad.

La perspectiva materialista o newtoniana del universo nos conduce a cosificar todo con lo que entramos en contacto, ya sea algo material o inmaterial. Incluso lo no material, como un pensamiento, acaba tomando forma y se convierte en objeto de conflicto. Así, una idea o una creencia se acaban convirtiendo en una posesión, una propiedad, algo que debe ser defendido para que no perezca.

Todo pensamiento consciente, repetido durante un tiempo, se convierte en un programa mental invisible. Con el tiempo acumulamos opiniones, creencias, que pasan a conformar lo que llamamos identidad construida o ego. Si alguien agrede esas posesiones mentales, en realidad es como si lanzara un ataque personal, porque confundimos pensamiento e identidad. No parece sensato confundir lo que somos con lo que pensamos, pero esto no lo tienen tan claro quienes se aferran a sus creencias con desesperación.

Tener opiniones es normal, también tener gustos y preferencias… pero que esas ideas y predilecciones le tengan a uno cautivo o secuestrado es una trampa. El libre pensamiento es una conquista humana, pero la libertad de opinión se convierte en una desventaja cuando las posiciones mentales impiden abrirse a nuevas perspectivas o puntos de vista que no concuerdan con las propias.

La pregunta ¿somos nuestras creencias? se responde con un rotundo no. Desde luego, tenemos convicciones, pero en esencia no somos lo que pensamos; a un nivel profundo y esencial, nuestras opiniones no pueden definirnos. Pero llegar a esta claridad no es sencillo ni rápido. De hecho, los conflictos del mundo son tanto disputas por pertenencias materiales (cosas) como por posesiones inmateriales (ideales). Cuando entendemos que tenemos una mente y la usamos, pero que no somos esta, nos liberamos de su contenido y nos autoexcluimos de cualquier conflicto y, por tanto, sufrimiento.
Fuente: El País.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Víctimas del franquismo piden a la ONU investigar los crímenes de la dictadura

Unos 150 afectados se concentran en Madrid antes de reunirse con el Grupo de Desapariciones Forzadas de la ONU


"Fosas cerradas, heridas abiertas". Esa era una de las consignas que gritaban las 150 personas reunidas el martes por la tarde en la plaza de Neptuno de Madrid, frente al hotel NH. Era el grito de Gregorio Rodrigálvarez, que quiere encontrar los restos de su padre, fusilado en 1936. También el de Víctor Díaz, encarcelado nueve años por haber participado en una huelga en 1962. Hasta el del historiador británico Ian Gibson, a quien los asistentes no dejaban de saludar y de felicitar por sus obras publicadas sobre la Guerra Civil y la dictadura franquista.
La concentración se ha organizado con motivo de la visita del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la ONU, cuya intervención fue solicitada en 2012 y que, un año después, se encuentra alojado en el céntrico hotel madrileño para entrevistarse con los juristas y víctimas de crímenes franquistas y familiares de bebés robados. Este martes ha sido el turno de los afectados, representados por la Plataforma Comisión de la Verdad, una agrupación que aglutina un centenar de asociaciones de afectados. Sus principales reclamaciones son que se cree una Comisión de la Verdad y que las Naciones Unidas insten a España a abrir las fosas comunes e investigar los casos de bebés robados. A día de hoy, se calcula que existen entre 130.000 y 150.000 desaparecidos, según datos de la Plataforma. Los niños robados, según la estimación que el juez Garzón dio en su momento, asciende 30.000.
"Las comisiones de la verdad son instrumentos que la ONU ha desarrollado en más de 40 países que han vivido situaciones de conflicto durante mucho tiempo y ha habido miles de víctimas", explicaba Jaime Ruiz, representante de la Plataforma Comisión de la Verdad, en medio de una algarabía en la que se distinguen eslóganes como "Tenemos memoria, queremos justicia" y "Hay que juzgar el franquismo criminal". "Estas facilitan que se pueda encontrar una vía de solución como ya ha ocurrido en Chile, Argentina, Sudáfrica y, el último caso, en Guatemala con Rios Montt".
Con un grueso mamotreto entre las manos, Ruiz explica que ese es el dossier que van a entregar a la comisión, que en los próximos días visitará Barcelona, Sevilla y Bilbao, con información sobre 2.500 fosas comunes que hay en España. "Hubiera sido preferible que la justicia española hubiera afrontado este asunto, pero esas puertas hoy están cerradas. El Gobierno ha dejado sin presupuesto la ley de memoria histórica, ha cerrado las oficinas de atención de las víctimas y desde que se dictó la condena contra el juez Garzón, todos los juzgados han archivado las querellas que hemos interpuesto, que han sido más de 70", denuncia. "El Estado no está haciendo su deber con los muertos de la guerra, y es una vergüenza. Si desde fuera puede venir alguna ayuda para que se reconozcan los derechos de las víctimas, será miel sobre hojuelas", añade Gibson.
La concentración tiene lugar el mismo día en que la Fiscalía anuncia que no tiene intención de detener a los tres torturadores de víctimas franquistas que la justicia argentina reclamó la semana pasada porque, según ha justificado, son crímenes prescritos y sus autores se acogieron a la Ley de Amnistía de 1997. La decisión ha inflamado los ánimos de los manifestantes. "Es una falacia", critica Ruiz. "La ley de amnistía es preconstitucional, no hace referencia a esos delitos, y además los crímenes de guerra nunca prescriben ni están limitados al territorio nacional. No se puede decir que han prescrito delitos de desaparición forzada porque estos solo se resuelven cuando aparece la víctima o cuando se identifica, se averigua qué le ocurrió y quién pudo ser el responsable de su desaparición y muerte", argumenta....
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  • Argentina abre sus consulados para las víctimas del franquismo
  • La fundación de Garzón lanza un vídeo sobre los desaparecidos
  • Justicia a 10.000 kilómetros del crimen
  • La policía espera la orden para detener a los torturadores que reclama Argentina
  • Argentina pide la detención de cuatro torturadores del franquismo

  • MÁS INFORMACIÓN FFuente: El País.


    viernes, 20 de septiembre de 2013

    Rajoy elude responder a tres grupos que le acusan de mentir al Parlamento. El Gobierno reta a la oposición a presentar una moción de censura


    No es habitual en el Congreso que tres grupos distintos acusen reiteradamente a un presidente del Gobierno de mentir sistemáticamente en el Parlamento. Ayer lo hicieron PSOE, UPyD e Izquierda Unida. El Gobierno respondió descalificando al principal grupo de la oposición y retándolo a presentar una moción de censura, reiterando el anuncio de una ambiciosa propuesta de reformas legales contra la corrupción, pidiendo que los demás se atengan a las decisiones judiciales y sacando pecho por la lucha contra la crisis económica.
    Lo que no hicieron Mariano Rajoy ni la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, fue molestarse en rebatir lo que los portavoces presentaron como mentiras. El presidente, incluso, puso en manos de la vicepresidenta y del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, la defensa de su palabra, porque renunció a responder a las dos interpelaciones.
    Fue una sesión de control al Gobierno tensa, que volvió a poner sobre la mesa lo que según la oposición no aclaró el presidente en su comparecencia del 1 de agosto sobre el caso Bárcenas. Y Rajoy, directamente o a través de los dos miembros de su Gobierno, no hizo más que remitirse a aquella intervención, pero sin dar ninguna explicación más, aunque después se hayan conocido detalles sobre el contrato del extesorero, su militancia yla declaración ante el juez de Dolores de Cospedal...

    Los puntos negros de la versión del Gobierno sobre Bárcenas

    Nómina. “Desde hace cuatro años el señor Bárcenas ya no estaba de tesorero en el PP; desde hace más de tres años no ostenta ninguna representación política, ni siquiera es militante de este partido. Cuando yo fui elegido presidente, el señor Bárcenas ya no estaba allí”. (Rajoy en el Parlamento).
    El 19 de abril de 2010 causó alta en la Seguridad Social del PP como trabajador por cuenta ajena. Esta alta se mantuvo hasta el 31 de enero de 2013, según su vida laboral. Mariano Rajoy llegó a la Presidencia del Gobierno el 21 de diciembre de 2011.
    SMS de apoyo. “Creí en su inocencia, lo hice hasta el momento en que a los cuatro años de iniciadas las investigaciones llegaron datos que confirmaban la existencia de cuentas millonarias en Suiza, no declaradas a la Hacienda pública, a nombre del señor Bárcenas”. (Rajoy en el Congreso el 1 de agosto).
    El 18 de enero de 2013 se conoció que Bárcenas tenía dinero negro en Suiza, 22 millones de euros, por una comisión rogatoria que pasó por el Ministerio de Justicia. Dos días después Rajoy le envío este SMS: “Luis. Lo entiendo. Se fuerte. Mañana te llamare. Un abrazo”.
    Militancia. El presidente aseguró el 1 de agosto en el Congreso que desde hace tres años el extesorero ya no es militante del PP. La semana pasada Rajoy negó en el pleno que Cospedal hubiera dicho al juez que él pactó con Bárcenas un finiquito muy favorable.
    Los listados de la Agencia Tributaria que constan en el sumario reflejan que Bárcenas pagó su cuota de militante en 2008, 2009 y 2011. Otras informaciones aseguran que también en 2012. Cospedal dijo en su declaración judicial que Rajoy y Javier Arenas pactaron en marzo de 2010 el finiquito con Bárcenas y su mujer.
    Leer más en El País.