sábado, 15 de abril de 2017

David Trueba, "Tendemos al fascismo” El escritor y director de cine publica 'Tierra de campos', la historia de un hijo que se sube a un coche fúnebre para ir a enterrar a su padre al lugar en que nació.

David Trueba (Madrid, 1969) publica Tierra de campos (Anagrama), la novela en la que el protagonista, Daniel, se sube a un coche fúnebre para ir a enterrar a su padre al lugar en que nació. Además de escritor, Trueba dirige películas y escribe columnas en EL PAÍS.

Pregunta. ¿Qué le hubiera parecido este libro a su padre?
Respuesta. Se habría divertido. Mi padre se divertía conmigo. Mis hermanos tuvieron una relación más tirante con él: era un hombre de valores muy sobrios, de una autoridad real. Pero yo fui el menor de los ocho. Cuando nací él tenía 53 años. Tuvimos una relación casi de abuelo con nieto, muy cómica.

P. ¿Qué le decía cuando empezó a escribir?
R. Las novelas solo las empezaba. Mis padres no tuvieron cultura: un libro para mi padre era una montaña. Una vez lo vi con Cuatro amigos en la mesilla. Me preguntaba qué pensaría él de todo esto. Un día le pregunté y respondió: “Tienes gracia”. Era su elogio. Luego descubrías que el aprecio que te tenía era mayor, pero esa generación estaba educada así. No se manoseaban los sentimientos. No creo que hubiera avanzado mucho con este libro, pero sí le habría encantado el homenaje a Tierra de campos.

P. Porque él era de allí. Del título de su novela.
R. Sí. Yo siempre pongo el título antes de escribir la novela, una costumbre que me enseñó Azcona. Para mí el título es el nombre de la ciudad a la que viajas: no puedes ignorar el nombre si quieres ir allí.

P. Su padre se fue a Madrid.
R. Mi padre era agricultor y después de la guerra se acabó viniendo a una pensión en Madrid. Allí conoció a mi madre. Primero vivieron en una casa con derecho a cocina y fueron porteros al lado de Cuatro Caminos. Luego compraron un piso en el barrio de Estrecho y montaron una casa de huéspedes. Había espacio para siete con un niño. Con cada uno de nosotros que nació se iba un huésped hasta que, cuando nací yo se fue el último.

P. En su familia Fernando le abrió el camino.
R. Fernando es el primero que le dice a mis padres que quiere vivir del cine. Eso para mis padres era chino, directamente: una chorrada que no tenía ningún sentido. Hasta que nuestro hermano mayor les dice que sí podía tener un futuro.

P. Y lo entienden.
R. Mis padres tenían algo muy inteligente: sabían escuchar a sus hijos. Eran de esa generación que no tenía cultura pero que la cultura para ellos era lo más, no el dinero: el dinero era despreciable. Lo valioso, lo impresionante, era la gente culta: el profesor, el doctor, el tipo que había leído y sabía hablar. Mi madre luego me confesó que ellos rezaban pidiéndole a Dios que llegasen a ver a su hijo pequeño entrar en la Universidad, porque eso era todo lo que pedían para sus hijos.

P. Terminaron viendo a uno de ellos ganar un oscar.
R. Imagínate. Pero eran muy moderados también en eso. Nos educaron a ser discretos cuando las cosas van bien y a serlo cuando van mal.

P. La dedicatoria del libro es para Fernando, “que nunca sigue los caminos que llevan a Roma”. ¿Guarda relación con el linchamiento de los últimos meses?
R. Yo he dedicado libros a personas que son muy importantes en mi vida, pero a Fernando nunca le había dedicado uno, y es una persona importantísima. También está relacionado con lo que ha padecido, más que nada porque lo que le ha pasado es fruto de la confusión. La confusión interesada: a la gente le interesa destruir personas siquiera malinterpretándolas. Y Fernando es una persona bastante libre, y esa frase de la dedicatoria tiene que ver con Brassens y eso de que a la gente no le gusta que uno siga su propia fe.

P. En su familia estaban todas las generaciones.
R. Me gustaba esa mezcla. Ahora todo está demasiado acotado: hay películas para niños, libros para niños, entretenimiento para niños, qué hacemos el domingo con los niños. Pero un niño puede entretenerse con la conversación de un abuelo. Y ver una película con sus hermanos mayores que no entiende pero que lo lleva a lugares que en el adocenado mundo que se le prepara a los niños no va a encontrar. Uno siempre saca lo que tiene dentro en función de las influencias que se lo hacen estallar. Cuando tú no expones a alguien a esas impresiones, lo que obtienes es una persona adormecida.

P. ¿Resignada?
R. Yo creo que uno de los problemas de la sociedad española actual, esta especie de rabia de unos contra otros, se produce porque la gente ha perdido la calle. La gente sale a la calle para juntarse entre similares, y se ha perdido la cosa ésa de que uno está en la calle solo y tiene que enfrentarse a todos, y descubrías que los demás tampoco eran tan malos. Que no están para joderte la vida, que también están buscándose la suya. Y los países que tienen esa calle son más interesantes, más inquietos también creativamente. No se puede escribir sin observar, sin querer a la gente. La gente puede ser bochornosa, pero siempre tiene una historia dentro. Cómo ha llegado a producir ese bochorno, por ejemplo.

P. Llevaba tiempo con la novela: empezó a escribirla después de Saber perder, que publicó en 2008.
R. Mis novelas anteriores evocan un curso, un verano, unos días. Esta abarca 45 años. Tiene una importancia sentimental porque allí nació mi padre. Y quería para el personaje lo mismo que para mí. Somos personas hoy en día que no sabemos cuál es nuestro origen. Vivimos en un mundo con tantas influencias que nuestra nostalgia parece impostada: no tenemos tierra debajo de nosotros, tenemos ondas.

P. Le pidieron cambiar el título.
R. Los primeros que la leyeron. Porque no era comercial. Eso me puso cachondo. Es el título adecuado para el libro, que es lo importante. Cuando veo estos títulos de “silencio” por aquí, “viento” por allá. ¡Pero si ya lo han dicho todo! En Tierra de campos yo de pequeño veía que la riqueza estaba bien repartida. No había grandes propietarios sino familias con su pequeña explotación que vivían de su campo. Y hoy, pasada la revolución digital, te encuentras otra vez eso: que tienes que pelear por tu campo para poder cultivarlo, extraer de ahí tus recursos para sobrevivir y librarte de los grandes latifundistas digitales que han llegado a poseer la mayor cantidad de territorio que nunca se ha poseído.

P. ¿Google?
R. Nunca ha habido posesiones sobre la riqueza mundial como las que tienen Google, Apple o Amazon. Mi protagonista, un señor que hace canciones, lo que quiere es tener su campito donde se le pueda escuchar y que le dejen vivir. Y que no haya una mano que lo posee todo y a la que hay que venderse para ser alguien. Hay un juego entre campos entendidos como la región, y entendidos también como la subsistencia e independencia de una familia.

P. ¿Quién es el protagonista, Dani Mosca?
R. Nosotros nos hemos dedicado a escribir, él hace canciones. Pero le mueve el mismo impulso. Los personajes para mí son más importantes que la historia. No voy a decir que todas las historias estén contadas, pero al final lo que te produce apego es el personaje. Se ve claro ahora con la eclosión de las series: las series buscan personajes más que sorpresas.

P. El suyo hace canciones.
R. La canción ha sido en los últimos 60 años la expresión artística más potente que ha habido. La inmediatez con la que llega, la capacidad que tiene para generar sentimientos, para crear atmósferas en tres minutos. La potencia evocativa que tiene para las personas, y lo que tiene de resumen de épocas. Me interesaba saber cómo es la profesión que está detrás de eso. Mucha gente cuando leía Saber perder me decía que era la primera vez que había pensado en un futbolista como en alguien que desempeña un oficio. Es que un futbolista es un señor que hace su trabajo y luego se va para su casa. Yo nunca he tenido la arrogancia de pensar que los artistas, por ejemplo, son más interesantes que el resto de las personas.

P. Porque los conoce.
R. También. Y le reconozco la valentía a alguien que un día coge y dice: “Me voy a dedicar a esto”. Pero un tipo que hace canciones y las canta tiene más mérito. Le pasa lo mismo que a los futbolistas: son profesiones para jóvenes. Pero los futbolistas se retiran, los cantantes no. Hay que subirse a un escenario, hay que saltar, hay que aguantar dos horas, hay que ser joven de actitud. Los viejos rockeros también tienen que serlo en el escenario, comportarse igual que con veinte años, estar delgados y fibrosos, vestirse como cuando eran jóvenes, cantar las mismas letras que escribieron a los veinte años a los mismos chicos y mismas chicas de entonces.

P. Lo explica gráficamente muy bien el concierto de los Stones en La Habana, con el impacto de saber que esa época que representaban, esas canciones con las que se enamoraron de sus parejas o les recuerdan a sus padres, nunca la habían tenido frente a frente.
R. Cuando murió Antonio Vega le hicieron una especie de capilla ardiente en la SGAE. Yo iba a comer por allí y pasé delante de la fila. Veía la emoción con la que iban a hacer esa cosa tan poco generacional de ir a ver un cadáver, o a rendirle tributo. Pero de pronto pensé: “A esta gente algunas canciones de Antonio Vega le han sido tan importantes como cualquier experiencia de vida”. ¿Quién está detrás de eso? Por ahí va mi personaje. Con la grandeza y la miseria de toda profesión vocacional.

P. Una vocación no es fácil. Y se obliga a elegirla muy temprano.
R. Profesiones vocacionales y profesiones pragmáticas, ¿no? En el instituto siempre aparecía uno que decía: “A ver, carreras con salidas”. E inmediatamente veías a la clase dividirse entre quienes buscaban una salida pragmática y los que aún tenían sueños. El sueño de poder ganar la vida con una pasión, con algo que siempre has querido hacer.

P. Al padre de Dani, su protagonista, no le gusta que cante.
R. Ser cantante le parece la cosa más grotesca y absurda del mundo. Risible. Y me imagino perfectamente a la generación de mis padres recibiendo esa noticia: “Me voy a ganar la vida tocando la guitarra”. Venga, hombre, por favor. ¡El hijo de un campesino! El otro día veía el documental de los Oasis, y hay un momento muy tierno cuando la madre, que ha tirado de la familia sola, cuenta que los chicos a los quince años llegaban a casa gritando que iban a ser estrellas del rock. “Pues eso nos va a venir muy bien”, se cachondeaba ella, “porque así me sacáis de esta mierda de vida que tengo”. Y esa chorrada se produce. Se convierten todos en millonarios. Y la importancia no es tanto eso, el dinero, como la relevancia que cobran esas canciones para la vida de la gente de todo el mundo.

P. Su personaje tiene un cierto éxito, pero no de esa dimensión.
R. No me gustan los personajes demasiado importantes. No me interesa tanto la vida de alguien que haya triunfado de forma desmesurada porque eso suele conllevar problemas alejados de la vida cotidiana. Alguien que tenga un avión privado y veinte personas a su servicio no tiene una vida interesante, por mucho que ellos crean que sí la tienen. No es interesante porque no la podemos comparar con la nuestra, y a mí lo que me gusta es traer al lector y situarle en un lugar en el que nunca ha estado pero parecido a uno en el que sí ha estado. Lo mejor de Saber perder es que muchísima gente veía al futbolista como si fuera él. Se conseguían ver en ese entorno. Si la ficción sirve para algo es para colocar a personas dentro de personas que no ha sido pero pueden llegar a comprender.

P. No pide nada.
R. Porque tendemos al fascismo, que es exactamente lo contrario: nunca entender al otro. No lo tengo ni por ideología, sino como defecto del comportamiento: te proteges de los demás como si los demás no fueran tú. Deshumanizas a gente que consideras ajena a ti y la tienes como elemento hostil de tu territorio, por lo tanto te blindas y la hostigas. La ficción lo que hace es acercarte a los demás hasta fundirte con ellos y poder vivir una vida que no tienes, en un mundo que no es tuyo, en una época y hasta un sexo que no te pertenece. Y al vivirlos observando y comprendiendo, emocionándote, sales del libro siendo una persona mejor. Eres una persona más rica. Has vivido en la piel del otro.

P. Su protagonista viaja en un coche fúnebre que conduce un chico ecuatoriano.
R. Es un hombre que habla mucho. Y cuando se sienta el protagonista a su lado le empieza a preguntar a qué se dedica y a quién llevamos en la caja. El chófer quiere saber, da el punto de vista del lector.

P. La preparación de un personaje.
R. Cuando doy clase de guión siempre cuento el principio de Amadeus. Un joven curita que visita a un loco ya mayor, que es Salieri. Pero nadie sabe quién es Salieri, tampoco los espectadores, que no saben qué coño de película van a ver. Entonces el viejo le dice: “Yo era músico”. Y le toca unos temas suyos con un clavicordio. Y el curita le dice: “Lo siento, eso no me suena”. “¡Pues esto fue un gran éxito!”. Y el espectador, que es el curita, se va enterando ya de qué va la cosa: al viejo lo han olvidado. Hasta que Salieri toca un movimiento de la Sonata para piano número 11, y el curita ahí se emociona: “¡Eso lo conozco!”. Lo conoce él y lo conocemos todos. Así que Salieri deja de tocar y dice lleno de rabia: “Eso era de Mozart”. Y ya está. Le has dicho al espectador: “No te preocupes, no sabes de música clásica, sólo sabes de Mozart y precisamente de eso te vamos a hablar”. De por qué una música sí y otra no. Del genio. Del drama de Salieri y de por qué el talento no se reparte democráticamente.

P. ¿Usted admira?
R. Claro, pero eso está pasando de moda. La gente ya no quiere admirar a nadie. Como mucho, suprimir al otro y quedarse con su posición. Pero yo creo que la admiración es una de las fuentes de satisfacción más grandes que hay. Tú buscas a alguien que genera en ti no la envidia, el resentimiento o el agravio, sino la potencia con la que repetir lo que hizo o disfrutar de lo que hace. Por ejemplo, en la música, cuando unas personas corean una canción hay un sentimiento de comunión: esos elementos de admiración son bonitos. Por desgracia se admira cada vez más con la muerte, cuando salen de debajo de las piedras los que en vida le han hecho a alguien la vida imposible y no hubo manera de que reconociesen lo feliz que les hizo, la inspiración que les ha dado.

P. Vivió en Hollywood.
R. En el barrio de Hollywood, que era un barrio pobre de Los Ángeles. Quiero decir que no vivía ningún rico ahí. Ahí están los cines, pero por la noche se quedaba desértico y lleno de borrachos y yonquis. Yo iba a una escuela de guión que estaba en el West Hollywood, año 1993, y tenía que tener cuidado. Los Ángeles entonces era una ciudad deprimida llena de delincuencia. La atravesaban enormes coches blindados que se dirigían a las colinas, que es donde está el dinero.

P. ¿Conoció a Billy Wilder?
R. Él ya conocía a mi hermano Fernando, que le dijo que yo iría allí a estudiar. “Pues que me llame y que me venga a ver”. Pero yo no iba nunca porque me moría de vergüenza. Un día me llamó Fernando y me dijo: “Oye, me ha dicho Billy Wilder que no lo has llamado. Pero llámale, tío”. Así que antes de entrar a clase me fui a una cabina y marqué su número. No pegó ni un timbrazo: cogió cuando terminé de marcar el último número. “¡Por qué usted no viene a verme!”, me decía. “¿Tienes algo que hacer ahora?”. Y dime tú cómo le dices a Billy Wilder que tienes clase. “Nada en absoluto”, respondí.

P. ¿Cómo fue?
R. Descubrí a un tío con el que te echabas dos horas a charlar, y los primeros 45 minutos me preguntaba él a mí. Qué hacía en la escuela, qué películas me habían gustado últimamente, yo qué sé. Ahí me di cuenta una vez más de que la curiosidad de la gente es la parte más importante de su talento. Si Wilder, que tenía casi 90 años, me hacía esas preguntas a mí, qué no habría hecho cuando tenía 20.

P. “Cuando asistí al parto de un hijo y cuando asistí a la muerte de mi padre”, dice el protagonista, “me di cuenta de que no eran tanto dos experiencias místicas como dos experiencias trabajosamente fisiológicas”.
R. Una es dejar de respirar y de bombear sangre, y otra es empezar a respirar fuera del vientre de la madre y bombear sangre al cerebro. ¿Por qué tiene tanto valor? ¡Lo del medio es lo importante! No hay nada sagrado en nacer o morir. Estos asuntos hay que abordarlos con ligereza. Mira, si vas a decir algo que tú crees muy importante, haz reír a la gente. Cuando uno dice: “Atención, voy a decir algo”. Qué horror, por favor. “Esto va a quedar grabado en la Historia”. Pues yo no quiero asistir, de verdad, menuda vergüenza.

P. Usted huye de la solemnidad.
R. Hay demasiada obsesión por las cosas importantes. Por el futbolista de la década, por el mejor tenista de la historia, por el mejor grupo del mundo. Lo importante no es eso. Lo importante no es que tú quieras ocupar un sitio en la historia de la literatura, sino que el libro que estás escribiendo ahora esté lo mejor posible. Esto del cine de sacarse fotos con todos. ¿Pero a ti quién te ha dicho que una persona famosa es importante? Sancho y Quijote son dos personajes de ficción y son más importantes que cualquier personaje histórico de España. El Jack Lemmon de El apartamento es más importante que los biopics que se hagan de Margaret Thatcher o Nelson Mandela. Eso es lo bonito: que mezclas elementos de la realidad para crear un personaje de ficción que acaba siendo más real que uno de verdad. Madame Bovary, Anna Karenina, Humbert Humbert, Holden Caulfield: todos ellos son más relevantes para la historia de la literatura que alguien real. La ficción los eleva por encima de nuestra propia condición.

P. Funcionan como modelo.
R. Cuando alguien se pregunta si existe el carácter español, si hay algo que puede servir como paradigma de nuestra forma de ser, nadie dice Carlos III, Juan de Austria o la duquesa de Alba. Dice Sancho Panza y Don Quijote de La Mancha. El loco que vive su sueño y el que tiene los pies en la tierra y te está diciendo que poca broma, que lo que importa es comerse mañana un cocido y dejarse de hostias.

P. ¿No tiene curiosidad por trasplantar al Quijote a esta época?
R. Tengo la sensación de que si se publicase hoy el Quijote protestaría el sindicato de los caballeros andantes, los manchegos y qué se yo. La gente no aprecia el valor de la crítica, pero la crítica te permite abrir los ojos. El niño que se da cuenta de que su padre no es perfecto es un niño que está dando un salto. Se da cuenta de que el cariño no basta, y que puedes quererlo pero no pensar que es perfecto. El amor y el sentimiento no pueden estar por encima de la razón y la verdad.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/31/actualidad/1490970273_588748.html

viernes, 14 de abril de 2017

Hoy se celebra el aniversario de la II República

La imagen puede contener: una persona, texto

Carrizo Plain



Este año ha sido una floración de primavera excepcional, aquí y en California. Esa foto es una muestra.

Enterrado el tabú de la muerte de Ataúlfo Argenta. Una biografía de Ana Arambarri cuenta los hechos y reivindica la figura de uno de los directores de orquesta más importantes en la historia de la música universal.

Fue una torpeza infantil. Un accidente hijo del frío y el absurdo. Nevaba aquella madrugada del 21 de enero de 1958 en Madrid. Había concertado una cita secreta con Sylvie Mercier, aquella joven alumna pianista francesa de 23 años, para pasar una noche furtiva en su casa de Los Molinos. Las paredes despedían la soledad oscura de un congelador. Encendió la chimenea y esperó acurrucado junto a ella en el garaje, con el motor de su Austin A-90 SIX, encendido. Las emisiones de anhídrido carbónico les sumieron en un sueño. Los pulmones de ella resistieron. Los del maestro, desvencijados tras un episodio de tuberculosis que poco antes lo había dejado en los huesos, no.

Así termina el tabú en torno a la muerte de Ataúlfo Argenta. Se lo ha contado la única testigo de la misma a Ana Arambarri para su biografía sobre el músico, que publicará Galaxia Gutenberg la semana que viene. Fue uno de los directores de orquesta más brillantes de la generación de posguerra en Europa. Su nombre andaba codeándose en la liga de Herbert von Karajan, Carlo Maria Giulini o Sergiu Celebidache, que lo admiraban. Un pura sangre de la batuta, de origen humilde, amigo de dar conciertos para pescadores harapientos en su Castro Urdiales, villa de Cantabria donde nació en 1913, tanto como de disfrutar sus triunfos a lo grande en todo el continente.

Pero murió con 44 años, cuando era titular de la Orquesta Nacional y había sobrevivido a dos guerras, la civil y la europea. Víctima de una chiquillada que truncó su fascinante e insólita carrera internacional lanzada desde España al mundo en mitad del baldío franquista. Así lo relata de manera rigurosa y excelente Arambarri en Atáulfo Argenta. Música interrumpida. En sus páginas, teje la vida de este duende: una estrella, un superdotado rebosante de atractivo a la manera de las estrellas del Hollywood, época dorada. “Reunía el potencial arquetípico del director perfecto para muchos”, cree la autora.

Esto es: doble carisma hacia los músicos y frente al público, audacia y rigor para afrontar todo tipo de repertorios, eclecticismo radical, algo naciente en aquellos tiempos como virtud, y una sensibilidad extrema que le dotaba de visión propia. “Aunque lo que de verdad le definía, era la pasión y su independencia”, dice Arambarri.

Pero murió cuando su carrera apuntaba a Europa –iba a ser titular en Suiza de la Orquesta Suisse Romande-, harto de la persecución que sufría en España por la camarilla de mandamases de la cultura que querían hundirlo acusándolo –un honor- de simpatizante republicano. “Lo persiguieron hasta intentar acabar con él, lo acorralaron y hoy me atrevo a decir que entre ellos, en vez de lamentar su muerte, algunos se alegraron”, comenta.

GRACIAS A UNA JUEZA DEL ESCORIAL LLAMADA MANUELA CARMENA… Atraída por el misterio y la leyenda de Argenta, Ana Arambarri comenzó a escribir su biografía hace décadas. Pero la guardó en un cajón. “Yo oía sus historias en casa constantemente. La familia, a la que estaré eternamente agradecida, me confió sus materiales y me puse a ello”. Un buen día llegó al juzgado de El Escorial y pidió el informe que en su día realizaron para levantar el cadáver y dar cuenta de los hechos aquella gélida madrugada del 21 de enero de 1958. Un día antes había triunfado con El Mesías de Haendel en el Teatro Monumental, de Madrid. Bromas pesadas de la gloria. Fue su último concierto. La jueza encargada se lo entregó y le advirtió de que la utilización de ese material, de causar daño a su familia, le acarrearía problemas con la ley. Tras las explicaciones, le dejó revisar todos los documentos. “Menos mal. Tomé entonces las notas que me han servido para relatar los hechos en la biografía. Cuando he querido volver a revisarlos hace dos años, me han denegado el permiso”. La jueza que entonces le dio acceso se llamaba Manuela Carmena, hoy alcaldesa de Madrid. "No se acordará, pero fue ella", certifica Arambarri.

Lo tenía difícil frente a aquellos intrigantes profesionales del nacionalcatolicismo. Dominaban los despachos y la crítica. Los capitaneaba el cura Federico Sopeña, falangista culto, con maneras de Richelieu: tuerto y de oído fino en un país de ciegos y sordos a quien la brillantez, el encanto y la radical independencia de Argenta, descolocaban.

Se mostraba incontrolable a sus deseos. “Fueron muchos, además, los que siguieron persiguiéndole incluso después de muerto. Lanzando perjurios y extendiendo una leyenda negra que dio lugar al tabú”, afirma. Por eso conviene ya levantarlo de una vez por todas. Y para eso, Arambarri ha hablado con Sylvie Mercier, la testigo directa, pianista y heredera en Francia del imperio licorero Cointreau, hoy retirada. “Me lo relató de primera mano. Aquello la traumatizó hasta un punto que después le hizo alejarse de la música”, cree la autora del libro.

Argenta tenía una debilidad clara y una firme fortaleza. La primera eran las mujeres. La segunda, paradójicamente, Juanita Pallarés, su mujer. Y sus cinco hijos. “Eran una pareja distinta para lo que se estilaba en su época. Si bien Juanita le echaba en cara sus devaneos, llegó a tolerarlos”, comenta Arambarri. La autora ha tenido acceso a sus cartas familiares más íntimas. Conoció la historia de Argenta desde niña y trató frecuentemente a su esposa. “Mi madre fue alumna de Argenta e íntima amiga de Juanita. Íbamos juntos a conciertos en los que a ella le gustaba decir: esto, Ataúlfo, lo hacía mucho mejor”.

Otro de los puntos fuertes de la biografía, narra, precisamente, el calvario de Juanita tras su muerte: “Los mismos que la persiguieron, le negaron y pusieron trabas sistemáticas a la pensión que le correspondía como viuda de director de la Orquesta Nacional. Lo luchó durante 13 años”. Menos mal que los derechos por aquellos discos de zarzuela que dejó grabados les permitieron salir de la penuria más absoluta.

Pero hubo otros que colaboraron. A Fernando Argenta, su hijo menor, el eminente crítico y divulgador fallecido hace tres años, le gustaba recordar agradecido que la Suisse Romand, le pagó los estudios. “Allí hubiese acabado poco después, seguramente. Si no se decidió a ir antes fue por Juanita. El titular de entonces, Ernest Ansermet, estaba empeñado en que se convirtiera en su sustituto”. De Ansermet o de otro maestro como Carl Schuricht, Argenta imitó el don de la audacia. “Sobre todo para interpretar a compositores no aceptados entonces ante los que tenía el convencimiento de que eran grandes músicos, como Mahler, Bartók o la radical escuela de Viena, a quienes casi nadie se atrevía a programar. Y mucho menos en España”. Pero también reivindicó el legado de compositores españoles represaliados, como Salvador Bacarisse, afiliado al Partido Comunista, de quien llegó a estrenar obras en París. “A muchos de ellos los consideraba con más talento que a Joaquín Rodrigo, miembro de la camarilla sopeñista. Una vez dijo que después de Falla, los creadores españoles vivos no habían hecho nada que mereciera la pena. Aquello le puso la cruz”, asegura Arambarri.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/31/actualidad/1490989386_532346.html

jueves, 13 de abril de 2017

_--Tapar la caja

_--Una buena amiga y excelente maestra de Primaria me mandó hace unos días la copia de un examen realizado por un niño. Sé que ese documento ha circulado por la red con la velocidad de la luz. No tengo más datos sobre el caso que esa sencilla imagen. Doy por supuesta la veracidad del hecho, a pesar de no poder contextualizarlo. Desde luego que es verosímil.

Se trata un problema matemático cuyo enunciado es el siguiente: En una caja hay 10 caracoles. Si se escapan 2, ¿cuántos quedan dentro de ella? La respuesta del niño, que aparece escrita de su puño y letra, es la siguiente resta: 10-2=8. Respuesta a todas luces correcta. A continuación, en letras mayúsculas,, aparece en la hoja de examen la palabra SOLUCION. Y el niño escribe: Tapar la caja.

¿Cuál es la solución para que los caracoles no se escapen? Esa es el verdadero problema, según el niño. La respuesta está cargada de lógica: Tapar la caja. La respuesta no puede ser más precisa. La solución al problema matemático ya la ha planteado previamente: 8-2. Pero no ha explicado cómo se puede evitar la fuga. Es decir, la solución al verdadero problema de quedarse sin ninguno. Al problema real. Una cosa son las matemáticas del examen y otra la necesidad de hacer frente a los problemas de la vida.

La solución para él no es saber cuántos caracoles quedan (que lo sabe, teóricamente) sino que no se escapen más de los que ya se han ido. El problema no está en las matemáticas. El problema está en la vida.

La pequeña historia me lleva a pensar en la naturaleza del curriculum escolar. Mi compañero y amigo Ángel Pérez dice que el curriculum de la escuela española actual es kilométrico en longitud y superficial en profundidad. Se abordan muchos temas pero sin ningún calado, sin su arraigo a la vida.

Pienso que el curriculum está alejado de la realidad, de los problemas, de las necesidades e intereses de los alumnos y alumnas. Por eso, con cierta frecuencia, el estudio les resulta aburrido. Por eso se preguntan tantas veces: ¿Por qué tengo que estudiar esto? ¿Por qué y para qué tengo que ir a la escuela?

El curriclum se puede acercar a la vida con la selección de los contenidos y de las experiencias. Tiene que hacerse una selección de lo más interesante, de lo más importante, de lo más interpelante. El curriculum se puede acercar a la vida a través de una metodología activa, cooperativa, motivadora. El aprendizaje por proyectos es un excelente ejemplo. O el aprendizaje basado en problemas. El curriculum se puede acercar a la vida a través de una evaluación con sentido, encaminada al aprendizaje y no al control.

He publicado en Cuadernos de Pedagogía el pasado diciembre, en un número coordinado por mi querida y admirada Henke Freire, un artículo titulado “Elogio de la permeabilidad”. Digo en él que la escuela tiene que estar abierta a la vida y que la escuela tiene que salir a su encuentro.

La permeabilidad hace que la escuela reciba el fluido de las aportaciones que vienen desde el exterior y, a su vez, permite que la escuela busque en el entorno aquella riqueza educativa que la haga actualizarse y aprender.

Para ello son necesarias diversas exigencias: la primera es que la escuela goce de autonomía. Autonomía curricular y organizativa. Porque no todas las escuelas son iguales ni son iguales todos los contextos. Cada escuela tiene que hacer un proyecto dinámico al servicio de la comunidad en la que está enclavada. Dice Ranjard, con un poquito de sorna, que los profesores tienen mucha autonomía, la misma que un conductor de un coche tiene para poner en el radiocassette la música que más le guste. Es decir, ninguna autonomía en lo sustancial. Ninguna sobre el tipo de viaje, el itinerario, la marca de vehículo, el tiempo, la velocidad, las paradas y los compañeros de camino.

La segunda es que haya un verdadero equipo, una auténtica comunidad. Es decir, más escuela y menos aula. Porque el proyecto de la escuela es un proyecto colegiado y no una amalgama de pequeños proyectos dispares y contradictorios. Eso supone un diálogo intenso, un diagnóstico riguroso, una planificación flexible, unos medios adecuados y una evaluación institucional exigente.

En tercer lugar las plantillas docentes tienen que configurarse en torno a proyectos y no por azar o por un conjunto de intereses (respetables, por supuesto) de cada uno de los integrantes de las mismas. ¿Cómo puede elaborar un proyecto coherente, abierto y ambicioso, un grupo de profesionales que ha llegado al centro por el curioso atajo de sus méritos y de sus intereses?

En cuarto lugar hace falta una plantilla estable en el tiempo. No pueden construirse proyectos ricos y eficaces con una movilidad extrema. ¿Cómo puede desarrollarse un proyecto rico y consistente si cada año cambia más de la mitad del claustro? Quienes se van a ir no tienen libertad ni interés para proponer y quienes llegan no tienen tiempo para decidir porque está todo planificado y a punto de ponerse en marcha.

En quinto lugar, es condición sine qua non de la permeabilidad que el centro tenga un equipo directivo capaz de dinamizar la experiencia, un equipo que no solo contemple y, mucho menos, que frene la iniciativa y la innovación sino que la promueva, impulse y la dinamice. Un equipo que haga crecer. El equipo directivo no tiene la misión fundamental de imponer la ley sino la de liderar un proyecto ambicioso. El perro controla el rebaño, pero el rebaño no le sigue.

En sexto lugar, solo puede haber una escuela permeable con profesionales capacitados, bien formados, inquietos, innovadores y optimistas. El optimismo es consustancial a la educación. Sin optimismo podemos ser buenos domadores pero nunca buenos educadores. Eso exige modificar los procesos de socialización de la profesión docente y mejorar la calidad de la formación inicial y permanente.

En séptimo lugar, esa institución permeable es una institución que aprende. Porque está dispuesta a recibir el influjo que viene desde fuera de ella en forma de propuestas, sugerencias, iniciativas, colaboraciones y, también, críticas.

Y es una institución autocrítica y abierta a la crítica. La rutina es el cáncer de las instituciones. Me preocupan las instituciones que se vuelcan en sus rutinas, que se atrincheran en sus viejas prácticas sin ponerlas nunca en cuestión.

Los estudios sobre el curriculum son innumerables y diversos. Desde hace muchos años. Es preciso seguir reflexionando sobre esa importante cuestión. Desde la teoría y desde la práctica. Hace poco, mi compañero y amigo José Gimeno Sacristán coordinó un libro (Incertidumbres sobre el curriculum. Editorial Morata) en el que tuve el honor de participar. Me remito a la obra para profundizar sobre esta intrincada cuestión.

Excelente también el libro de José María García Garduño “Desarrollo del curriculum en America Latina. Experiencias en diez países” (Editorial Miño y Dávila), que tuvo la amabilidad de dedicarme en unas Jornadas celebradas en México. Agradecí el regalo y la dedicatoria. Y más después de leerlo. Dice García Márquez que un libro no se acaba de escribir hasta que no se dedica. Él me lo regaló completo. Gracias.

http://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/

miércoles, 12 de abril de 2017

_---El peor presidente de España

_--ALBERTO SANTOS
 12 ABR 2017 -

Cuando Aznar era presidente del Gobierno, se aprobó la ley de liberalización del suelo, punto de partida de la burbuja inmobiliaria con la que se ha arruinado muchísima gente. También fue uno de los asistentes a las reuniones para iniciar la guerra del Golfo. Como todos sabemos, esa fue la excusa perfecta para que esos canallas de islamistas mataran a tanta gente en Madrid. La trama Gürtel pagó parte de la boda de su hija, y 18 de los invitados a ese enlace están imputados o han tenido problemas con la justicia. Son famosos sus ataques a los ecologistas, a los que llamó “abanderados del calentamiento global que tratan de restringir libertades”. También tenemos los 40.000 millones a devolver a la UE para sufragar los disparates (no son disparates, son delitos graves de gestión dolosa, con consecuencias muy costosas para los clientes y ciudadanos del Estado español, fueron robos de cuello blanco que pagamos todos, principalmente los más humildes, son delitos condenables que parecen, hasta ahora, sin consecuencias de prisión) de Caja Madrid y el agujero de las radiales de Madrid, autopistas que llenaron los bolsillos de algunos terratenientes y benéficas constructoras. Y por las que ahora nosotros tenemos que devolver 5.000 millones de euros. Aznar decía: España va bien. Visto ahora el desbarajuste de todo lo que hizo, se le puede considerar el peor presidente de España de todos los tiempos.

— Alberto Santos. Lezo (Guipúzcoa). En cartas al Director de El País.

http://elpais.com/elpais/2017/04/11/opinion/1491922584_607167.html

La Justicia no investigó al torero e hijo de la diputada del PP que pidió convertir en “abono para las cunetas” a los de Podemos

El pasado miércoles, la Audiencia Nacional condenaba a Cassandra -también conocida como Kira_95 en los fueros tuiteros-, a un año de prisión por un delito de humillación a las víctimas y de "enaltecimiento del terrorismo". A raíz de su condena, ELPLURAL.COM ha recordado a la Audiencia Nacional los tuits más bestias contra PSOE, Podemos e IU que dejaron 'pasar por alto'. Son las otras amenazas en redes sociales que la fiscalía nunca ha perseguido y que evidencian la existencia de un doble rasero judicial que varía en función de la ideología del protagonista que recibe los insultos y ataques en Twitter.

Entre las amenazas más destacadas y que nunca investigó la Justicia destaca la protagonizada por parte del torero e hijo de la diputada en la Asamblea de Madrid, María Josefa Aguado, Gabriel Picazo, en abril de 2014. En concreto, el torero lanzó la siguiente advertencia: “Querremos convertir en abono para las cunetas a toda esa panda de rojos radicales”.

Advertencia a Podemos
Un aviso que Picazo publicó en su página oficial de Facebook a los dirigentes de Podemos por llevar en su programa electoral la abolición de la tauromaquia. En la misma publicación, el torero advertía que no estarían exentos de convertirse en abono para las cunetas las “personas humildes y desesperadas que se dejen llevar por el populismo y el clima de corruptos que hay en España” y por tanto acabasen votando en las urnas al partido que lidera Pablo Iglesias.

Tras ser desvelado por ELPLURAL.COM, el comentario de Gabriel Picazo se convirtió en tendencia en Twitter. En parte debido a que Picazo es hijo de María Josefa Aguado, concejala presidenta del Distrito madrileño de Barajas, exportavoz del Partido Popular de San Sebastián de los Reyes, e integrante en el puesto 39 en la lista del PP con la que Cristina Cifuentes se presentó a la Comunidad de Madrid. Se trata de la diputada autonómica que ahora se enfrenta a la Justicia por el ‘caso Gürtel’.

Disculpas y justificación de las amenazas
Tres días después del escándalo, el torero pidió disculpas también a través de Facebook: “Pido disculpas por parte de las palabras dichas en un desafortunado y equivocado comentario. Mi corazón no les desea el mal que ellos quiere para los taurinos. Me reitero en mi error”, afirmó Picazo. Sin embargo, a renglón seguido, el torero justificó sus amenazas ante la pasividad de la Justicia: “Mis palabras nacen de un sentimiento de indefensión, humillación, miedo, acoso y maltrato que sentimos muchos taurinos. Es el grito de la agonía de la muerte en vida a la que los radicales antitaurinos nos tienen sometidos apuntillándonos diariamente sin obtener una respuesta contundente de los que formamos parte de la fiesta más importante y representativa por la que se conoce a España en el mundo”.

http://www.elplural.com/…/la-justicia-no-investigo-al-torer…

martes, 11 de abril de 2017

El "cuarteto de la felicidad": cómo desatar los efectos positivos de la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.

A lo largo de los siglos los artistas y pensadores se han dedicado tratar de definir y representar la felicidad.

Sin embargo, en las últimas décadas, grupos menos románticos se unieron a esta difícil tarea: los endocrinólogos y neurocientíficos.

Su objetivo es estudiar la felicidad como un proceso biológico, para encontrar qué desata dicho sentimiento desde el punto de vista físico.

Es decir, no les importa saber si las personas son más felices gracias al amor o al dinero, sino qué sucede en el organismo cuando la alegría efectivamente se dispara y cómo "forzar" el sentimiento.

En este sentido, existen cuatro químicos naturales en nuestros cuerpos que suelen ser definidos como el "cuarteto de la felicidad", conformado por la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
La investigadora Loretta G. Breuning, autora del libro Habits of a happy brain ("Hábitos de un cerebro feliz"), explica que "cuando tu cerebro emite uno de estos químicos, te sientes bien". "Sería bueno que surgieran todo el tiempo, pero no funcionan así", escribe la profesora emérita de la Universidad Estatal de California (EE.UU.).

"Cada químico de la felicidad tiene un trabajo especial que hacer y se apaga una vez que el trabajo está hecho".

En BBC Mundo te contamos distintas formas simples de activar estos cuatro químicos de la felicidad sin necesidad de medicamentos o sustancias dañinas.

1. Endorfinas
Las endorfinas son consideradas la morfina del cuerpo, una suerte de analgésico natural. Descubiertas hace 40 años, las endorfinas son "la breve euforia que enmascara el dolor físico", escribe Breuning.

Por eso, ingerir comida extremadamente picante es una de las formas de liberar estos opiáceos naturales, lo cual induce una sensación de felicidad.

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando comes chile picante y por qué puede ser bueno para tu salud? Pero esta no es la única forma de conseguir un "subidón de endorfinas".

Según un estudio publicado el año pasado por investigadores de la Universidad de Oxford, ver películas tristes aumenta los niveles de este químico.

Aquellos que tuvieron la mayor respuesta emocional también experimentaron un incremento superior en el umbral del dolor y en el sentimiento de unidad con el grupo", dijo a la BBC Robin Dunbar, profesor de psicología evolutiva de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y principal autor del estudio. De allí que bailar, cantar o trabajar en equipo sean actividades que también potencien la unión social y la tolerancia al dolor a través de un aumento en las endorfinas, agregó Dunbar.

2. Serotonina
Como la serotonina fluye cuando te sientes importante, el sentimiento de soledad e incluso la depresión son respuestas químicas a su ausencia.

"En las últimas cuatro décadas, la pregunta de cómo manipular el sistema serotoninérgico con medicamentos ha sido un área importante de investigación en la biología psiquiátrica y estos estudios han llevado a avances en el tratamiento de la depresión", escribió en 2007 Simon Young, editor en jefe la revista Psychiatry &  Neuroscience.

Diez años después, la depresión se posiciona como la principal causa de discapacidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este desorden mental afecta a más de 300 millones de personas.

La estrategia más simple para aumentar el nivel de serotonina es pensar en recuerdos felices, escribe el neurocientífico Alex Korb en el portal Psychology Today.

Uno de los síntomas de la depresión es que las personas no pueden recordar momentos felices, por eso, agrega Korb, mirar fotos viejas o hablar con un amigo puede ayudar a refrescar la memoria.

El neurocientífico describe otras tres formas: exponerse a la luz del sol, recibir masajes y hacer ejercicio físico aeróbico, como correr y andar en bicicleta.

3. Dopamina
La dopamina suele ser descrita como la responsable de sentimientos como el amor y la lujuria, pero también se la tacha de ser la responsable de las adicciones. Por eso se dice que es la mediadora del placer.

"Los bajos niveles de dopamina hacen que las personas y otros animales sean menos propensos a trabajar con un fin", explica John Salamone, profesor de psicología de la Universidad de Connecticut (EE.UU.), sobre un estudio que publicó en 2012 en la revista especializada Neuron sobre los efectos de la dopamina en el cerebro.

Por lo tanto, agrega, la dopamina "tiene más que ver con la motivación y la relación de costo y beneficio, que con el placer en sí mismo".

Lo cierto es que este químico se dispara tanto cuando uno da el primer paso rumbo a un objetivo como cuando lo cumple.

Además, puede generarse por algo de la vida cotidiana (por ejemplo, encontrar un lugar libre para estacionar el carro) o algo más excepcional (recibir un ascenso laboral).

La mejor forma de elevar la dopamina, por ende, es establecerse objetivos a corto plazo o dividir en pequeñas metas aquellos objetivos que son a más largo plazo. Y celebrar cuando uno los cumple.

4. Oxitocina
Por estar relacionada con el desarrollo de comportamientos maternales y a los apegos, la oxitocina suele ser apodada como "la hormona de los vínculos emocionales" y "la hormona del abrazo".

Según un estudio publicado en 2011 por la obstetra y ginecóloga india Navneet Magon, "la vinculación social es esencial para la supervivencia de las especies (humanas y algunas animales), ya que favorece la reproducción, la protección contra los depredadores y los cambios ambientales, e impulsa el desarrollo cerebral".

La exclusión del grupo produce trastornos físicos y mentales en el individuo, y conduce finalmente a la muerte", agrega.

Por eso, considera que la oxitocina tiene una "posición de liderazgo" dentro de este "cuarteto de la felicidad": "Es un compuesto cerebral importante en la construcción de la confianza, que es necesaria para desarrollar relaciones emocionales".

Abrazar es una forma muy simple de conseguir un aumento de oxitocina. Dar o recibir un regalo es otro ejemplo.

Breuning aconseja también construir relaciones de confianza dando "pequeños pasos", "negociando las expectativas" para que ambas partes puedan cumplir con el vínculo emocional.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-39333917

lunes, 10 de abril de 2017

_--Golden5, el proyecto basado en lo positivo que quiere revolucionar la educación. "No es buenismo, sino satisfacer las necesidades psicológicas básicas del alumnado", asegura la responsable del método.

_--María José Lera, doctora en Psicología y experta en temas de calidad educativa, se dio cuenta hace tiempo de un detalle.
Observó que, cuando un niño de 12 meses da sus primeros pasos, sus padres le felicitan y le animan a que continúe intentándolo a pesar de que camina fatal. "Se le da un sentimiento de confianza que hace que quiera seguir caminando. Y a base de intentarlo, lo logra", apunta. A continuación se hizo una pregunta: ¿Por qué esa actitud positiva no se repite para todo? ¿Por qué cuando un alumno no sabe hacer una multiplicación sale la mirada negativa de los profesores en lugar de apoyarlo?

Fruto de reflexiones de ese tipo, Lera, profesora titular en la Universidad de Sevilla, lanzó junto a expertos de otros cuatro países un proyecto educativo llamado Golden5, que fue galardonado con el Premio Europeo Comenius de la Comisión Europea de Educación. Con él persigue dotar de herramientas al profesorado para conseguir un buen clima en el aula que mejore la motivación de los estudiantes, su bienestar psicológico y su rendimiento académico.

¿Y cómo se logra eso? El procedimiento de Lera es sencillo: profesores y colegios se ponen en contacto con ella y con su equipo, que se desplazan donde sea menester para formar a los docentes. Hasta ahora, el proyecto está siendo un éxito especialmente en la zona de Algeciras y en el País Vasco, donde lo aplican 200 centros, casi todos en la provincia de Guipúzcoa.

EL PROBLEMA PRINCIPAL: LA FALTA DE MOTIVACIÓN, NO LA FALTA DE CAPACIDAD.
"Se consigue una mejora notable del rendimiento académico de los niños y del aula en sólo seis semanas. Y también mejora la autoestima de los estudiantes. En cuanto al profesorado, dicen que son más felices y están mejor desde que aplican el programa", asegura la experta.

El truco, afirma, consiste en cambiar la mirada de los profesores hacia una visión positiva. Dice que es la que tienen en los países nórdicos como Noruega, siempre referentes en temas educativos. El Golden5 parte de una premisa: el problema principal en las aulas es la falta de motivación de los estudiantes, que provoca conductas disruptivas y que el profesorado genere una emoción negativa porque el alumno no hace lo que se le pide.

Lo malo lleva a lo malo y lo bueno lleva a lo bueno, centrarnos en los aciertos y recompensarlos, no echar sermones negativos con los errores. Fomentar y premiar la atención, el modelamiento y el moldeamiento.
Para corregir esa falta de motivación, el Golden5 recoge varias estrategias motivacionales que, según asegura Lera, se llevan aplicando con éxito durante muchos años en ámbitos como el deporte pero han pasado de perfil por la educación. La más importante de ellas es conseguir que los profesores resalten únicamente lo positivo del alumno, dejando lo negativo a un lado.

"EL ERROR debemos utilizarlo para reflexionar, estudiar las causas y buscar la solución en adelante, nos sirve para corregir la enseñanza y mejorar el aprendizaje, no para castigar, HAY QUE MINIMIZARLO"
 "Cuando uno comete un error, el error no se debe magnificar, sino que hay que minimizarlo para que no pase nada, darle aliento para que pueda seguir trabajando y hacerle ver que sí que puede. La mirada de culpabilización es un error porque acarrea actuaciones negativas que llevan a que el otro tenga menos confianza. Y ya empezamos: menos confianza, menos motivación, peor comportamiento. Y lo malo lleva a lo malo y lo bueno lleva a lo bueno", explica la experta.
https://youtu.be/d2yqlT8MZO0
Lera admite que esa mirada negativa es la que sale de forma natural porque "cuando las cosas salen como están previstas, y generalmente prevemos el éxito, no se dice nada". Es decir, cuando alguien saca un 10 en un examen, lo habitual es no decir nada, o como mucho dar una pequeña enhorabuena. "Pero cuando no sale lo que tú esperas y el alumno fracasa, suspende, hace mal los ejercicios, entonces surge la necesidad de decir algo", explica mientras asegura que eso es un error.

Aquí hay una falta de conciencia de las repercusiones que tienen las cosas que decimos. El lenguaje, las palabras y la entonación son muy importantes.
Subraya que, si el profesor destaca lo bueno de un alumno, ese estudiante se va a quedar con lo positivo. "La próxima vez que le salga mal algo de matemáticas, dirá: ah, pero yo era muy bueno en matemáticas, lo que pasa es que tengo un mal día. Y seguirá hacia delante", afirma. Y dice que estos comportamientos son habituales en países como Finlandia o Noruega. "Aquí hay una falta de conciencia de las repercusiones que tienen las cosas que decimos", se lamenta.

¿UN MÉTODO QUE CREA PROFESORES BLANDOS?
Pero la contra argumentación es obvia y es la que se le plantea constantemente a los responsables del Golden5. Si sólo se destaca lo positivo, ¿cómo se puede corregir lo negativo? ¿no va a provocar ese comportamiento que el profesor pierda autoridad en el aula, que se construya una imagen de blando? ¿cómo va a saber un niño abordar el fracaso si nadie le ha hecho ver sus propios errores?

Lera responde con una metáfora: "Es como si tú sabes que cuando pase un tiempo vas a tener menos comida. Y dices: vamos a empezar ya a no comer para estar preparado. Pues no. Porque entonces cuando venga no vas a estar preparado, sino hambriento y te vas a sentir peor y te vas a sentir enfermo. Al contrario, come mucho ahora para que cuando venga el mal tiempo estés con fuerza".

No van a ser más fuertes porque le comentemos antes los errores. La fortaleza se fomenta con la superación de dificultades con éxito.
La experta insiste en que el niño "necesita que le destaquen sus fortalezas, estar fuerte en sus expectativas de autoeficacia" para que cuando llegue el fracaso tenga estrategias para autorregularse y decir: 'No pasa nada porque yo esto lo supero". "No es buenismo, sino satisfacer las necesidades psicológicas básicas del alumnado. Aplicar las teorías más básicas de la psicología del desarrollo. No va a ser más fuerte porque le comentemos antes los errores. Al contrario, porque va a ir con desconfianza", zanja.

LO MALO, "EN PRIVADO Y EN VOZ BAJA, con tono de ayuda, aclaración, aviso, advertencia, no de reproche o castigo". El alumno siente que las palabras son de respeto y cooperación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el camino del conocimiento. Nunca de sorna, ironía o humillación. 
El Golden5 se basa también en el llamado 'efecto audiencia'. Lera explica que el profesorado debe tomar conciencia de que nunca tiene que decir en público lo que el niño hace mal porque su audiencia lo comparte. "El niño va a sentir que no sólo el profesor ve que él no vale, sino que 25 niños van a percibirlo también. Con lo cual va a creerse que no vale. Si aplicamos ese efecto audiencia a algo positivo, 25 niños van a percibir que es muy bueno y se creerá que es muy bueno", indica.

Por eso, recomienda a los docentes decir lo bueno en público. Y lo malo callárselo y decírselo "por detrás al niño, en bajito". "Decir en público a los chavales cosas que están mal lleva a la confrontación y a la desmotivación. Porque si tengo 15 años y me has hecho sentir humillado en el aula, yo voy a empezar con comportamientos disruptivos", asevera.

¿A ti qué te parece el método? Puedes votar en nuestra encuesta. http://m.huffingtonpost.es/2017/03/27/golden5-el-proyecto-basado-en-lo-positivo-que-quiere-revolucion_a_21897793/

domingo, 9 de abril de 2017

_--HISTORIA. Una vía inédita al socialismo. Este domingo se cumplen 40 años de la legalización del Partido Comunista de España. Dos libros se adentran en su historia.

_--Terminaban en 2010 Carme Molinero y Pere Ysàs su trabajo sobre el partido comunista de los catalanes con una evocación teñida de nostalgia: la crisis del PSUC —decían— coincidía con el final de la Transición y con el final de una etapa en la que, sin el PSUC, no puede explicarse la historia de Cataluña. Con idéntica reflexión podría haber concluido también este nuevo recorrido que nos lleva desde la hegemonía a la autodestrucción del partido de los comunistas españoles: el final de la Transición fue el final de una etapa que no puede explicarse sin la historia del PCE.

La historia arranca en 1956, con una resolución del Comité Central que se hará tan célebre como la “svolta de Salerno”, que 12 años antes determinó la política de los comunistas italianos. “Por la reconciliación nacional. Por una solución democrática y pacífica del problema español” fue su expresivo título, que implicaba un gran viraje, aunque para el caso Dolores Ibárruri empleó la menos traumática definición de cambio táctico. Pero caramba con el cambio táctico: a partir de esa resolución, el PCE dio por clausurada a todos los efectos la Guerra Civil e inició una política de mano tendida a todas las fuerzas de izquierda o derecha, llamándolas a deponer los odios y el espíritu de venganza del pasado.

No resultó fácil convencer a los grupos políticos que pululaban en torno a personalidades de la seriedad de esta llamada. De hecho, como ponen de relieve Molinero e Ysàs, el PCE rompe su aislamiento no porque llegue a acuerdos por arriba con otros partidos, sino porque es quien mejor percibe el potencial político de las movilizaciones contra la dictadura que se inician en la rebelión universitaria de 1956, estallan en 1962 con las huelgas de la cuenca asturiana, se multiplican en 1965 de nuevo con los estudiantes y alcanza a colegios profesionales en los años setenta, sin olvidar las asociaciones vecinales y los cristianos por el socialismo. Es construyendo desde abajo, y al precio de caídas, cárceles, torturas y largas condenas, como el PCE, o sus militantes, alcanzan en el conjunto de la oposición democrática esa posición hegemónica, más evidente en Cataluña cuando se funda la Assemblea, no por casualidad en una parroquia y con presencia de intelectuales, profesionales y obreros.

¿Y dónde comenzó la autodestrucción? Siempre apoyándose en fuentes primarias, Molinero e Ysàs rechazan la tesis, hoy tan facilona, de culpar a las traiciones, cesiones, renuncias que los comunistas hayan podido cometer durante el proceso de transición. Cierto, no se produjo la ruptura ideada por el PC con un gobierno provisional que condujera el proceso, pero el proceso mismo culminó con una muy activa participación de los comunistas en todo lo que en su Noveno Congreso se definió como “netas rupturas con el pasado dictatorial”: la legalización del partido, las elecciones a Cortes y su rápida conversión en constituyentes, las preautonomías, la amnistía, las elecciones sindicales, los acuerdos de La Moncloa…

Y de la hegemonía, casi sin solución de continuidad, a la autodestrucción. No fue el hundimiento electoral lo que provocó la crisis interna, sostienen los autores, sino al revés. Tal vez, mejor, se retroalimentaron. En todo caso, las “autocríticas” en el PCE que se suceden entre 1977 y 1982, junto a las divisiones viscerales entre euros, prosoviéticos o afganos y leninistas del PSUC y la escisión del comunismo vasco más el retroceso electoral del andaluz, confirmó ese revés del destino y quebró el hechizo del partido identificado con el secretario general. Empezaron los lamentos convertidos en reproches y Santiago Carrillo no supo reaccionar más que con expulsiones. Y así, purga purgando, se esfumó lo que Molinero e Ysàs definen como un inédito proyecto político: la vía al socialismo mediante una revolución de la mayoría; y con la vía, desa­pareció también el no menos inédito modelo de socialismo en libertad.

El mensajero
Mucho de exageración hay en el subtítulo de la publicación de los papeles de José Mario Armero y del diario de Ana Montes, su esposa, material que conforma el libro de Alfonso Pinilla García: si algo se ha contado hasta el mínimo detalle del periodo de transición es precisamente la legalización del PC. Se contó ya entonces, a medida que el partido y sus dirigentes salían de la clandestinidad y concedían ruedas de prensa. Y se contó después, por los protagonistas, a favor y en contra, y por los periodistas, muy jóvenes y alerta, que siguieron todo el proceso. Prueba de ello son las abundantes citas de unos y otros que llenan muchas páginas del libro, comenzando por El año de la peluca, del mismo Carrillo, o por Sábado Santo rojo, de Joaquín Bardavío.

Quedaban las notas que Armero, en su papel de go-between, iba tomando de los recados que se cruzaron entre Adolfo Suárez y Santiago Carrillo. Y así van pasando de nuevo ante nuestra mirada, con el apoyo en estas notas hasta hoy inéditas y aquí generosamente reproducidas o transcritas, los primeros contactos, los órdagos, los movimientos de ajedrez, lo que uno está dispuesto a ceder y otro a conceder. Si algo sorprende, aunque tampoco, es que hubo juego limpio: ambos conocían muy bien las cartas, ninguna marcada, de las que cada cual disponía. Y las jugaron a fondo. Y los dos ganaron, uno la legalidad y el otro la legitimidad.
De la hegemonía a la autodestrucción.



El Partido Comunista de España (1956-1982). Carme Molinero y Pere Ysàs. Barcelona, Crítica, 2017. 509 páginas
La legalización del PCE. La historia no contada, 1974-1977. Alfonso Pinilla García. Prólogo de Pilar Urbano Alianza, 2017. 412 páginas. 21,85 euros

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/07/babelia/1491572213_471737.html


_--América para los... españoles. Una exposición en la Torre Iberdrola de Bilbao trata la contribución de la monarquía de Carlos III a la independencia de Estados Unidos y la emigración vasca del siglo XX.

_--El historiador estadounidense Charles F. Lummis escribió en 1928: “No hemos hecho justicia a los exploradores hispánicos porque no hemos sido informados adecuadamente”. A paliar esa falta se consagra, en esta era de “América para los americanos”, la exposición La memoria recobrada, huellas en la historia de Estados Unidos, que abrirá al público el 10 de abril en la planta 25 de la Torre Iberdrola, rascacielos con vistas al nuevo Bilbao.

La muestra, comisariada por José Manuel Guerrero Acosta, “historiador y militar en la reserva”, está escorada inevitablemente a lo castrense y pretende esclarecer “las contribuciones de la monarquía española en la fundación de Estados Unidos, así como la importancia de la emigración vasca a Norteamérica”. Para ello, se ha contado con unas 210 piezas entre pinturas, documentos, trajes, mapas, esculturas, armas o modelos navales.

La historia comienza en tiempos de Carlos III, cuando la mecha ilustrada prendía alentada por los vientos de progreso llegados de Francia. Como testigos de aquella época aguardan en la primera sala Voltaire, Diderot, un ejemplar de la Enciclopedia y algunos de sus parientes españoles, como Xavier de Munibe, conde de Peñaflorida, “ilustrado español, escritor en euskera” e instigador de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.

Cuadros prestados por el Prado (uno de los museos convocados junto a otros muchos, como el Wadsworth Atheneum Museum of Art de Connecticut, el Lázaro Galdiano de Madrid, el San Telmo de San Sebastián o el Bellas Artes de Bilbao), mapas de las primeras expediciones científicas, trajes o pianos de época sirven el contexto social, económico y cultural antes de cruzar al otro lado del Atlántico. Allí, a finales de los setenta del siglo XVIII, los ejércitos francés y español se sumaron a la causa independentista contra los ingleses.

Vascos en la Exposición Universal de San Francisco de 1915.ampliar foto En aquellos tiempos convulsos destaca un personaje, el bilbaíno Diego de Gardoqui (1735-1798), primer embajador en EE UU, que recibió el encargo real y confidencial de enviar a los rebeldes de las 13 colonias armas, medicamentos y otros pertrechos a través de su compañía marítima. De ahí las palabras de agradecimiento de Benjamin Franklin en 1780, incluidas en la muestra. Y de ahí también su relación con George Washington. Como el comisario no ha podido echar mano documentos de época que ilustren esa relación, pues no existen, ha encargado a Fernando Vicente una ilustración en el que esta se recrea.

No es el único anacronismo que Guerrero Acosta se permite con fines didácticos. Para contar su historia ilustra en formato animado un cuadro del célebre artista de la revolución estadounidense John Trumbull o recurre al pintor hiperrealista contemporáneo de batallas Augusto Ferrer-Dalmau, que aporta una marina sobre la conquista de las Bahamas en 1782 y recrea la toma de Pensacola, decisivo episodio de la contribución española a la liberación de Florida, que dio fama a otro de los personajes clave de este relato: Bernardo de Gálvez, a quien el comisario dedicó una muestra en Casa de América de Madrid. El molde de una estatua del capitán, cuyo retrato hizo colgar la administración Obama en el Senado de EE UU, luce en la exposición a la espera de que se cumpla la promesa de colocarla en la plaza de Colón.

Diorama naval
El recorrido plantea entonces un salto hacia la segunda parte, marcado por el diorama de una batalla naval: la emigración española (y especialmente vasca) a EE UU. Por esa elipsis se escurre la guerra hispano-estadounidense de 1898, “no por descuido”, explica Guerrero Acosta, “sino porque la pretensión era contar otra cosa”.

Y esa otra cosa incluye historias de vascos de probado arrojo: balleneros, como Joanes Echániz, que escribió su testamento en Terranova en la Navidad de 1584, pelotaris de jai-alai, pastores de Idaho o aquellos 60 marines que transmitieron órdenes en euskera durante la II Guerra Mundial para confundir a los japoneses.

La muestra se cierra con dos piezas lumínicas de los artistas James Turrell y Dan Flavin, de la colección Iberdrola de arte contemporáneo, y con un autohomenaje: el relato de cómo la firma hizo su propio viaje a las Américas y acabó cotizando en Wall Street desde finales de 2015 a través de su filial Avangrid.

PRIORIDAD PARA LOS ACCIONISTAS
La memoria recobrada fue inaugurada este lunes por el presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez-Galán como parte de los actos que culminarán el viernes con la junta general de accionistas de la firma. Estos podrán visitar la muestra con prioridad, hasta que el 10 de abril se abra al público. Conviene planificar por anticipado en la web www.iberdrola-arte.es

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/27/actualidad/1490635301_092448.html

Los 10 mejores restaurantes del mundo, según la revista inglesa Restaurant

Ver todos aquí.
En el primer puesto el Eleven Madison Park de Nueva York



El Celler de Can Roca en el tercer 3º puesto



Mirazur en Menton, Francia, el cuarto, 4º



Asador Etxebarri, en el valle de Axpe (Vizcaya), el sexto.


Mugaritz, en Rentería, Guipuzcoa. El noveno, 9º



Crítica de gastronomía.

sábado, 8 de abril de 2017

_-TRIBUNA. Miente Aznar. Una vez más, el expresidente perdió la oportunidad de disculparse por haber involucrado a España en la guerra de Irak

_-

El expresidente José María Aznar visitó el miércoles la casa que Bertín Osborne mantiene abierta en Telecinco. Con un presentador que más parecía un cofrade, que proclamó haberle votado siempre y se medio quejó de que nunca le hubiera convocado a jugar la liga del PP, Aznar hizo un insólito despliegue de narcisismo en personaje tenido por austero. Lástima que le faltara público. Su autoproclamación como mejor presidente de España pilló a la audiencia en otra parte. Nunca antes Osborne había caído tan bajo en el share.

Una vez más Aznar perdió la oportunidad de disculparse ante los españoles por haberles involucrado en la guerra de Irak, algo que de forma más o menos elíptica han hecho ya sus dos colegas de las Azores: George W. Bush y Tony Blair. Lejos de eso, Aznar proclamó con énfasis que repetiría cien, diez mil veces, aquel pacto que, según él, permitía a España sentarse a la mesa de las grandes potencias. Ninguna referencia a las armas de destrucción masiva que se invocaron para aquella guerra, aquellas de las que dijo entonces en televisión: “Créanme, hay armas de destrucción masiva”, y que Aznar prefiere olvidar para poner de relieve cómo se codeaba con Bush o cómo le envidiaba Clinton por los ataques que le dirigía Chávez.

Y a los olvidos añadió alguna mentira sobre el 11-M que forma parte ya de su repertorio. Insistió como suele en que no hubo ninguna manipulación por su parte y que se limitó a transmitir en directo a la opinión pública la información de la que disponían las fuerzas de seguridad, poniendo el acento en que fue el último en comparecer tras las declaraciones de Ibarretxe, Zapatero y tutti quanti que señalaban a ETA.

En ese proceso mencionó la ronda de llamadas que mantuvo con los directores de los periódicos de Madrid y Barcelona. Y una vez más mintió al manifestar que el director de EL PAÍS le había expresado que 15 minutos antes de esa llamada había decidido cambiar el titular de primera página incorporando la autoría de ETA. Matanza terrorista en Madrid se había transformado en Matanza de ETA en Madrid.

Aunque en su día (21 y 27 de marzo de 2004) expliqué a los lectores de EL PAÍS con el máximo detalle cómo se había producido este desdichado cambio, retomo hoy el asunto porque a nadie cabe pedirle tal esfuerzo de memoria y para que la mentira de Aznar no quede acuñada definitivamente, como ya lo ha pretendido al incorporar esta versión a su segundo tomo de memorias.

Entonces y hoy el argumento principal de Aznar y sus ayudantes es que la edición especial del periódico del 11-M estaba datada a la una de la tarde y que la llamada de Aznar se produjo hacia las 13.10. Todos los que nos hemos dedicado a hacer periódicos sabemos que la hora de cierre es con demasiada frecuencia más una aspiración que una realidad. De hecho, aquella primera página fue filmada a las 13.53 y el primer ejemplar salió de la rotativa a las 14.28, como demostramos en su día con la reproducción de los correspondientes registros informáticos.

Los hechos ocurrieron de la siguiente forma. A las 12.59 de aquel 11 de marzo el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans, me devolvió una llamada que yo le había efectuado dos minutos antes y le urgí a que me diera una versión oficial del Gobierno dado el retraso que estaba produciéndose en la comparecencia del ministro de Interior. Me informó de que el Gobierno tenía la absoluta seguridad de que era ETA la autora del atentado y que así lo iba a proclamar Acebes en unos 10 minutos. Señaló los antecedentes de la maleta con explosivos capturada en Nochebuena en el tren Irún-Madrid y la furgoneta con 500 kilos de explosivos interceptada unas semanas antes en Cuenca.

Tras este breve diálogo introduje un cambio en el titular que quedó registrado a las 13.02. A las 13h 06m y 45s se produjo la llamada de Aznar, que duró 1 minuto y 51 segundos, según los registros de nuestra central telefónica. El presidente repitió casi literalmente la línea argumental seguida por Timmermans y estableció que la autoría de ETA no era una deducción, ni tampoco la “hipótesis principal”, como ha pretendido luego: era un hecho.

Un equipo de Antena 3 TV había filmado minutos antes la versión inicial de la primera página y tuvimos que cazarlo a la puerta del periódico para que registraran la definitiva. En la entrevista que me habían grabado yo había aludido a las Torres Gemelas y a recientes atentados en Oriente Próximo en busca de antecedentes que ayudaran a entender la barbarie de Atocha.

Estos son los hechos y no podrá cambiarlos la mentira interesada de Aznar, que pasado el tiempo trata de atribuirse una falsa neutralidad informativa. Aznar mintió a los españoles en aquellos tres días de marzo y es probable que esto le costara la derrota a su partido. Para ello no hay que apoyarse en citas de Churchill sobre el desagradecimiento en el que incurren a veces las grandes naciones. En su caso fue el resultado de tres días de mentiras, una práctica a la que sigue aferrado, aunque haya abandonado la política.

http://elpais.com/elpais/2017/04/07/opinion/1491586368_120602.html


OTROS ARTÍCULOS DEL AUTOR
Gernika: el laboratorio del terror

El veraneo interrumpido de Bertín El dandismo 'old fashion' de Osborne era inofensivo hasta que le ha salido de pronto un ramalazo de reaccionarismo agrio que le resta simpatía. Elvira Lindo.

viernes, 7 de abril de 2017

A 80 años de Jarama, recordando al internacionalista irlandés Charlie Donnelly.




28-02-2017

José Antonio Gutiérrez D.

Hace exactamente 80 años, un día como hoy, terminaba uno de los enfrentamientos más cruentos de la Revolución Española, (?) la Batalla de Jarama. Se calcula que en total unas 17.000 personas perdieron la vida, 10.000 de ellos combatientes del bando republicano que lucharon hasta la última gota de su sangre para frenar el avance de las hordas fascistas de Franco, respaldadas por Hitler y Mussolini. De esos combatientes, 2500 eran internacionalistas que venían de distintos puntos del planeta para contribuir a una lucha que bien lo entendieron, era global. Uno de ellos, era el joven Charlie Donnelly (Cathal Ó Donnghaile en irlandés), poeta, socialista, republicano, muerto a la tierna edad de 22 años.

Charlie Donnelly nació el 10 de Julio de 1914 en un pequeño poblado rural en el condado de Tyrone, en el Norte de Irlanda, llamado Killybrackey, cerca de Dungannon. La rebelión corre profunda en las venas de ese territorio que eventualmente, en las décadas de 1980-1990, se convertiría en el corazón de la resistencia republicana en contra de la ocupación británica. Nació en una familia de siete hermanos, su padre era un pequeño comerciante. A temprana edad, Charlie se acercó a las letras. Estudiaba en la escuela de los Hermanos Cristianos en Dundalk, condado de Louth, cuando comenzó a colaborar en la revista Our Boys (Nuestros Muchachos) de los Hermanos.

Un año después de la muerte de su madre, acaecida en 1927, Donnelly llega a vivir a Dublín con su familia, en los sobrepoblados barrios populares del área de Mountjoy Square, donde las paupérrimas condiciones de vida que tuvo que presenciar, así como el contacto con miembros del ala izquierda del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y del grupo socialista Saor Éire (Irlanda Libre), lo convirtieron en un rebelde, lo que le valió ser expulsado del colegio católico al que asistía. Después de haberse iniciado en el oficio de carpintería, logró entrar a hacer estudios universitarios en Historia, Irlandés, Inglés y Lógica, en UCD en 1931. Destacó como un prometedor poeta juvenil en diversas publicaciones literarias estudiantiles. Su actividad política, lo hicieron alejarse de sus estudios, a participar en numerosas actividades de agitación obrera y a enfrentarse a los Blueshirts (camisas azules) en interminables luchas callejeras. En 1934 participó en la formación del Congreso Republicano, que agruparía a los sectores socialistas del antiguo IRA, encabezados por Frank Ryan, George Gilmore y Peadar O’Donnell (cuyo nombre hoy es reivindicado por el Foro Socialista Republicano Peadar O’Donnell). Ahí Donnelly utilizó sus dotes literarias para contribuir en el periódico, llegando por sus dotes como organizador a integrar el Comité Ejecutivo Nacional de esta organización. En esta organización Donnelly también se enamoró de otra militante republicana, Cora Hughes. Luego de un breve período en la cárcel, en 1935 terminó por irse a Londres donde trabajó con la sección londinense del Congreso Republicano.

Dos años más tarde, convencido de que, como decía el anarquista español Buenaventura Durruti, “al fascismo no se le discute, se le destruye”, es que terminó junto a muchos de sus compañeros del Congreso Republicano uniéndose a las filas republicanas españolas para derrotar la sublevación fascista del general Franco. Otros irlandeses también llegaron a tierras ibéricas, los Camisas Azules, para apoyar al fascismo, liderados por Eoin O’Duffy –no debemos jamás olvidar que esta rama fascista en la política irlandesa, fue una de las vertientes que llevaron a la conformación del actual partido de gobierno de la República de Irlanda, Fine Gael. Donnelly había peleado con ellos en Irlanda, y siguió peleando con ellos en tierras ibéricas. Se unió en Enero de 1937 a la Columna Connolly que reunía a los combatientes republicanos irlandeses, comandados por Frank Ryan, columna adscrita a la XV Brigada “Abraham Lincoln”.

El 27 de Febrero, Donnelly participa en un ataque frontal hacia las posiciones fascistas en el Cerro Pingarrón, donde, según él mismo dijo, “hasta los olivos sangran”: ahí fue alcanzado tres veces por el fuego enemigo. Su cuerpo, recuperado por su camarada Peter O’Connor, terminó en una fosa común de combatientes republicanos internacionalistas. Hasta en su muerte, fue uno con sus compañeros de lucha.

En su memoria el grupo Amigos de las Brigadas Internacionales de Irlanda (FIBI), con el apoyo del Foro Republicano Socialista “Peadar O’Donnell”, realizaron un homenaje a este luchador, y a través de él, a los innumerables combatientes por la libertad y a la causa por la que vivieron y en muchos casos, murieron. El acto se realizó en Dungannon los días 24 y 25 de Febrero. Fue una ocasión para aprender, reflexionar, juntarse, recordar y explorar la historia mirando hacia el futuro. El primer día Feargal Mac Bhloscaidh y Tommy McKearney hicieron un recuento de la historia del movimiento obrero y del republicanismo de izquierda en Tyrone. El segundo día, se depositaron flores en el memorial a Charlie Donnelly en Killybrackey, para luego tener unas presentaciones sobre la vida de Charlie Donnelly, discusiones sobre el imperialismo en el siglo XXI a cargo de Eddie Glackin, Declan Bree y Patricia Campbell, discusiones sobre la construcción de una nueva república a cargo de Ciarán Perry, Thomas Pringle y la conocida luchadora de Derry, Bernadette McAliskey. Entre los invitados, tuvimos la oportunidad también de contar con la presencia de dos compañeros venidos desde Madrid para la ocasión: José Manuel Castro, del ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, y Severiano Montero, de la Junta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI). Ambos compañeros, en sus intervenciones, recordaron la relevancia de la lucha internacionalista ante un mundo cada vez más globalizado. Su presencia, fue testimonio de esa solidaridad que no conoce de fronteras. La jornada cerró con un video documental sobre los crímenes de Tony Blair presentado por el parlamentario británico George Galloway.

En vista al avance de la ultra-derecha en todo el territorio europeo, en medio de una creciente intolerancia que se traduce en seres humanos ahogados en el Mare Nostrum (Mediterráneo), de una islamofobia galopante que el fétido espectro del fascismo utiliza para darse aires de respetabilidad nuevamente, el ejemplo enternecedor de hombres y mujeres como Charlie Donnelly, que lo arriesgaron y lo dieron todo para frenar la pesadilla fascista en seco resuena como un poderoso eco y su ejemplo los hace aparecer ante la historia como gigantes. Aunque los tiempos sean otros, los principios que los animaron y que nos siguen animando, son los mismos. Nunca antes creo que el ejercicio de la memoria ha sido tan necesario como lo es ahora.

jueves, 6 de abril de 2017

Gibson: “He llorado por España. Me duele que no esté en paz consigo misma”. El hispanista recoge en 'Aventuras ibéricas' seis décadas de trabajo de campo sobre los españoles.

Desembarcó en España con 18 años, hace casi 60. Tiene la nacionalidad desde 1984: es, probablemente, lo más castizo que hay en su barrio, Lavapiés (Madrid) y hace una tortilla “bastante buena”, pero Ian Gibson asegura que no ha perdido la distancia necesaria para ejercer su oficio de hispanista, esto es, una especie de perito de lo español. “Yo soy dublinés. Aquí no soy uno más, aunque sí me siento como en casa", aclara. Presenta Aventuras ibéricas (Ediciones B), un largo paseo de 412 páginas en el que recorre libros, lugares y personajes para resumir esas seis décadas de peritaje.

Al principio, antes de enamorarse de la historia y la obra del "desaparecido más famoso del mundo", el poeta Federico García-Lorca, fueron los pájaros. Lo confiesa en el libro. “Mi pasión era la ornitología y sobre todo, los ánsares o gansos salvajes. Me fascinaban. Cuando me enteré por un conocido naturalista, Michael Rowan, de que casi 100.000 invernaban en el Coto de Doñana apenas me lo podía creer”. La posibilidad de verlos hizo que entre Italia y España eligiera lo segundo. Entonces, explica, “no sabía nada de la Guerra Civil, ni de la dictadura, ni de la censura, era una oveja irlandesa descarriada”, así que lo más que le sorprendió en su primera impresión del país en el que ha terminado pasando la mayor parte de su vida, fue “el miedo”. Era una España de uniforme: el luto de las viudas -Gibson vivía entonces en casa de una que jamás se atrevió a contarle qué le había ocurrido a su marido- y el gris de los hombres que corrían detrás de otros: "Eran muy altos y fuertes. Antes de ver a los grises nunca había tenido miedo a la policía", recuerda.

Con 26 años se instaló definitivamente en España con su familia y el propósito de hacer una tesis doctoral sobre las raíces juveniles y populares de la obra de Lorca que se convirtió "en una investigación casi detectivesca sobre su asesinato”. En el libro revela que cometió "pequeños delitos" para obtener información. "Robé algunos documentos, nada importante. Quise robar otro y al final no me atreví, y me hice unas tarjetas de visita falsas". Siguiendo el rastro del poeta, Gibson se presentó en una comandancia militar como Michel Groyane, "catedrático de Botánica de la Universidad de Grenoble" para hacerse con unos mapas de la localidad granadina de Víznar. Y fue así como España le "atrapó".

Pregunta. De todos los nativos a los que ha entrevistado en estos 60 años, ¿cuál le ha impresionado más? ¿Quién le ayudó a entender mejor este país?

Respuesta. El encuentro con Salvador Dalí fue fascinante. Me recibió vestido de seda blanca y con una barretina roja. Tenía párkinson y le salían tubos por todos los orificios de la cara. Me habló en una mezcla de catalán y francés de su relación con Federico [García Lorca]… Fue uno de los momentos cumbre de mi vida. También Santiago Carrillo, y Gil Robles…

P. En el libro recuerda a algunos de sus predecesores, como el británico Richard Ford, autor de la que usted considera "la mejor guía de España”. Decía Ford que el principal problema de los españoles es que, salvo alguna excepción, llevaban siglos “malgobernados por corruptos”. Lo escribió en 1845. ¿Cuál cree usted que es el principal problema hoy?
R. España tiene muchos problemas. Uno es de identidad. No promociona esa mezcla maravillosa de razas, culturas, lenguas… ¿por qué no se enseña a los niños unos rudimentos básicos de árabe? Luego, la gente se queja de que los líderes se forran y se van. Piensan que si tienes un puesto hay que aprovecharlo, como decía Ford. Hay constantes, como esa, que se repiten. En la Segunda República todo empieza a florecer, pero la izquierda está dividida y la derecha unida. Queremos una democracia sólida pero todo es demasiado provisional. Ahora, Rajoy tiene la espada de Damocles de las elecciones mientras en el PSOE no saben qué va a ser, si Susana Díaz o Pedro Sánchez… Lo que está pasando me recuerda a la segunda república, a Largo Caballero e Indalecio Prieto. Si a Prieto le hubiesen dejado ser jefe de gobierno en 1936 no creo que hubiese pasado lo que pasó porque él no hubiera mandado a Franco a Canarias, lo habría tenido cerca para controlarlo. Pero los de Largo Caballero no le dejaron. En fin, el libro es una llamada a la sensatez. España tiene todos los ingredientes para ser un gran país si resuelve todos los problemas pendientes, si deja de tejer y destejer, como decía Larra. Si hay una verdadera cámara territorial en la que se utilicen todos los idiomas. Es importante que los otros españoles sepan algo de catalán. Sueño con la República Federal Ibérica.

P. ¿Le duele España?
R. Sí. Claro que he llorado por España. Me da pena ver sus posibilidades y me duele profundamente que este país no esté en paz consigo mismo, me produce rabia y dolor el tema de la guerra.

P. El periodista estadounidense David Rieff acaba de publicar Elogio del olvido, un libro en el que rechaza que la memoria histórica sea "un deber moral" y alerta “del peso del rencor y de la venganza". ¿España debe olvidar?
R. ¿Qué se gana olvidando? Se puede olvidar cuando se sabe toda la verdad. Ya se puede afrontar porque estamos a muchos años del 36. La Guerra Civil debería estudiarse en todas las escuelas y los muertos deben salir de las cunetas. La derecha de este país tiene que reconocer que aquí hubo un holocausto y no oponerse a las exhumaciones. El PP se ha comportado de una manera vil con este tema. Ellos [el bando nacional y sus descendientes] exhumaron a los suyos y no darles un entierro digno a los demás cae en el ámbito del pecado. Lorca simboliza todo eso. Alguno ha dicho que quiero hacerme una foto con su calavera cuando la realidad es que no sería capaz de ver sus restos, me daría un infarto. Lo que quiero es saber dónde está y qué hicieron. Seguiré queriendo saber hasta que me muera.

P. ¿Cuál es su lugar favorito en este país que ha recorrido de arriba a abajo?
R. Dos. Granada y el Cabo de Creus en L'Empordà, epicentro del mundo de Dalí, donde he pasado horas de intensa felicidad investigando. El territorio lorquiano y el daliniano en toda su diversidad. Ahí me muevo como pez en el agua.

P. ¿Y a qué lugar no volverá jamás?
R. Al Valle de los Caídos. Es el sitio más siniestro que conozco. Jamás he visitado algo tan tétrico. Ver al que probablemente sea el mayor asesino español de todos los tiempos bajo esa descomunal cruz me parece terrible. No pienso volver a poner los pies ahí hasta que saquen a Franco, el único español frío que ha existido, el que firmaba penas de muerte tomándose un café.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/23/actualidad/1490227728_499409.html?rel=lom

miércoles, 5 de abril de 2017

_--Un mundo sin Tesla

_--El genio y extravagante visionario de la revolución eléctrica se ha convertido en personaje de novela e icono de la cultura pop.

Todos los genios incomprendidos, con perdón por la redundancia, merecerían la segunda oportunidad que el ángel concedió a James Stewart en Qué bello es vivir: mostrarle cómo sería el mundo si él no hubiera existido. No para impedir que se tiren por un puente, como en la película de Frank Capra, sino para que se mueran sabiendo que tenían razón. Después de una vida entera aguantando a los beocios, esa tiene que ser la mejor versión para genios del descanse en paz al que todos aspiramos.

El ángel de Capra tuvo que hilar fino con el personaje de Stewart, que al fin y al cabo era un banquero y había arruinado a medio pueblo, con perdón otra vez por la redundancia. Su trabajo habría sido mucho más fácil con los genios de verdad. Cervantes y Shakespeare, Galileo y Newton, Van Gogh y Picasso nunca destacaron por su modestia, ciertamente, pero hasta ellos se quedarían boquiabiertos si pudieran ver lo que significan para nosotros, si pudieran saber que sin ellos la literatura, la ciencia y el arte no solo serían muy distintos, sino también mucho peores.

Con ninguno, sin embargo, lo habría tenido el ángel más fácil que con Nikola Tesla, inventor de la bobina de inducción que inauguró la era de la radio, artífice del sistema de transmisión que nos lleva la energía eléctrica a casa, descubridor de un principio extraordinariamente simple, eficaz y versátil -como todas las grandes ideas- en el que se basan nuestros motores eléctricos y casi cualquier otra cosa que lleve un enchufe. No hace falta un ángel para imaginar un mundo sin Tesla. Basta un apagón. De los gordos.

Todo el mundo ha oído hablar de Edison, aunque solo sea porque inventar la bombilla es una metáfora casi automática de tener una idea luminosa. Los seguidores de Tesla son más raros. Escasos y raros: tycoons de Silicon Valley, visionarios verdes del coche eléctrico, artistas de la vanguardia australiana, bandas de culto del más estricto tecno-pop, adictos a los videojuegos, teóricos de la conspiración, avistadores de ovnis y Thomas Pynchon. No me interpreten mal, yo adoro a Pynchon, pero no creo que sea la vía para entender el genio de Tesla, ni ninguna otra cosa. El último en incorporarse al club de fans, el novelista francés Jean Echenoz, es seguramente el más normal de la lista, por extraño que les pueda resultar ese adjetivo a sus lectores. Y su última novela, Relámpagos (Anagrama), es sin duda la mejor forma de introducirse en el universo del gran innovador de origen serbio.

El libro de Echenoz no es una biografía novelada de Tesla. Es mucho mejor que eso. Por ejemplo, un biógrafo nunca escribiría: "Temible, temido por su poder y su endiablado mal genio, John Pierpont Morgan lo es también por su clarividencia". Un biógrafo podría cargarse a Edison en 50 páginas, pero no en una frase, ni desde luego por "ir siempre embutido en batas de algodón beige confeccionadas por su mujer". Vale, ya sabemos que ese no es Edison, sino un personaje de ficción que se llama igual. Muy bien. Quien quiera rigor que se lea las 50 páginas del biógrafo. Yo me quedo con la bata beige.

Siempre hemos estado fascinados por los genios. Y siempre hemos tendido a exagerar sobre ellos. No nos basta que Arquímedes penetrara en los secretos de la esfera, descubriera el principio del empuje hidrostático -el "momento eureka" por antonomasia- y fuera uno de los mayores matemáticos de la historia. Además queremos que destruyera la flota romana quemando sus velas con un ingenioso sistema de espejos que concentraban la poderosa luz del sol del Mediterráneo, y que esa genialidad le costara la vida. Una bella y dramática historia que, a diferencia de las fórmulas de la esfera, tiene todas las papeletas para ser mentira, pues los intentos modernos de reproducir la hazaña no han logrado quemar ni un pañuelo a esa distancia.

Lo mismo pasa con Tesla. Sus grandes aportaciones a la tecnología de la electricidad, citadas arriba, no les deben parecer suficientes a sus admiradores, que además quieren ver al inventor como un alma de cántaro, un altruista obsesionado por ayudar a la humanidad, "el genio al que robaron la luz", el Prometeo moderno que sufrió el eterno castigo del olvido por haber arrebatado la energía electromagnética a las oscuras fuerzas del poder y la industria para entregársela al pueblo llano libre de todo costo, el descubridor de los nexos ocultos entre la física y la psique y la clave secreta de todas las conspiraciones y contubernios de los que se pueda conversar en un taxi. Historias no solo falsas, sino tan feas como Edison. La realidad es mucho más interesante que todo eso.

El descubrimiento esencial que disparó la revolución de la energía eléctrica no fue obra de Tesla, ni pudo serlo, pues ocurrió exactamente 25 años antes de su nacimiento. Su nombre técnico no carece de cierto lirismo -inducción magnética-, y es uno de los mayores hitos no solo de la tecnología, sino también de la ciencia, pues permitió entender el fenómeno de la electricidad y el magnetismo con una profundidad y elegancia matemática que la ciencia no había conocido desde la teoría gravitatoria de Newton, y que no volvería a conocer hasta la teoría de la relatividad de Einstein. La historia demuestra que ese tipo de entendimiento profundo precede a todas las revoluciones tecnológicas.

En 1831, Michael Faraday, que pese a ser un científico aficionado sin educación formal ha pasado a la historia como el mejor experimentalista de todos los tiempos, descubrió que un campo magnético cambiante es capaz de crear una corriente eléctrica en un cable. Podía hacerlo moviendo un imán cerca de un cable, o moviendo el cable cerca del imán. En cualquier caso, la corriente eléctrica era siempre más fuerte cuanto más rápido fuera el movimiento. Este simple hecho mostró que la electricidad y el magnetismo no eran dos cosas, sino dos formas de mirar a una sola. Todos los grandes saltos en la comprensión científica del mundo se basan en unificaciones de ese tipo. Nuevos nexos ocultos entre conceptos dispares. Literalmente, nuevas metáforas.

Tesla tampoco inventó las aplicaciones tecnológicas de ese avance del conocimiento puro. El descubrimiento de Faraday sugería de inmediato una forma de convertir la energía mecánica -los movimientos del imán- en energía eléctrica, y no había pasado ni un año cuando el primer generador eléctrico se presentó en París. Hacia la mitad del siglo, con Tesla aún sin nacer, varios países fabricaban ya generadores eléctricos comerciales. El descubrimiento de Faraday también indicaba la posibilidad contraria: convertir la energía eléctrica en energía mecánica, es decir, construir un motor eléctrico. Tampoco fue Tesla, sino de nuevo Faraday, quien descubrió la corriente alterna.

Tesla fue más bien el Steve Jobs de la revolución eléctrica, el visionario con mentalidad emprendedora, y el más hábil para llevar a la práctica las ideas científicas de otros, y muy en particular las del propio Faraday.

La otra parte del mito, o del Tesla que protagoniza los tebeos y los videojuegos, es la del genio incomprendido, el innovador altruista "al que le robaron la luz". Este cliché tiene unos fundamentos tan endebles como el primero, pero también sirve para ilustrar la íntima, fructífera y turbulenta relación de la innovación con las finanzas.

En 1885, solo un año después de desembarcar en el puerto de Nueva York con una libreta llena de cálculos, unos cuantos poemas y cuatro centavos en el bolsillo, Tesla encontró justo lo que había ido a buscar a América: un empresario interesado en sus ideas. George Westinghouse se interesó en la gran idea del inventor, el motor de corriente alterna, e hizo lo que suelen hacer los empresarios en esos casos: comprarle los derechos de patente. Westinghouse no estaba robando las ideas de Tesla, sino permitiéndolas entrar en el juego. Y justo a tiempo.

Su archienemigo Edison estaba empezando a comercializar los motores eléctricos de corriente continua, y hasta había convencido ya a algunos Gobiernos europeos, entre ellos el alemán, para que adoptaran ese sistema. El motor de corriente alterna ideado por Tesla era -y sigue siendo- mucho más eficaz que el de Edison, pero nunca habría podido competir con él sin la audacia y el dinero de Westinghouse. La lucha fue larga y feroz, pero los motores de Tesla y Westinghouse se acabaron imponiendo, y con ellos los sistemas de distribución de corriente alterna se usan en todo el mundo.

El estilo vehemente y efectista del inventor ha contribuido a alimentar el mito, y el cliché. Cuando la poderosa corriente alterna empezó a suscitar temores en una parte del público y la prensa, organizó una demostración pública en la que su propio cuerpo sirvió de conductor para encender un deslumbrante panel de bombillas. Convenció a Westinghouse para instalar sus primeros sistemas en las cataratas del Niágara. Inventó el primer aparato dirigido por control remoto -un barco de juguete- y lo presentó en público con una demostración en el Madison Square Garden de Nueva York. Encendió 200 lámparas desde una distancia de 40 kilómetros, produjo rayos de 40 metros, aseguró que había inventado un rayo capaz de destruir 10.000 aviones enemigos y, para colmo de delicias entre sus fans, anunció haber recibido señales de una civilización extraterrestre.

Si Tesla no hubiera existido, la gente se lo hubiera inventado de todas formas. Un trabajo fácil para el ángel de Capra.

-Relámpagos. Jean Echenoz. Traducción de Javier Albiñana. Anagrama. Barcelona, 2012. 160 páginas. 15,90 euros (electrónico: 11,99). 
-Yo y la energía. Nikola Tesla. Presentación de Miguel Á. Delgado. Traducción de Cristina Núñez Pereira. Turner. Madrid, 2011. 312 páginas. 19,90 euros. 
-Nikola Tesla: el genio al que le robaron la luz. Margaret Cheney. Traducción de Gregorio Cantera. Turner. Madrid, 2010. 424 páginas. 28 euros. 
-Nikola Tesla. Vida y descubrimientos del más genial inventor del siglo XX. Massimo Teodorani. Sirio. Málaga, 2011. 136 páginas. 11,95 euros.

http://elpais.com/diario/2012/02/04/babelia/1328317960_850215.html

martes, 4 de abril de 2017

PLACERES Y TÓPICOS GENIALES. La naturaleza del genio creativo.

La investigación psicológica ha estado últimamente muy interesada en explorar la naturaleza del genio creativo. Es lógico, pues la influencia de estas mentes adelantadas en la historia del conocimiento, y por tanto en la historia sin más, ha sido de una magnitud apabullante. Pese a la insistencia pelmaza en que los genios individuales son cosa del pasado, y en que la ciencia moderna es una tarea colectiva y organizada, los hechos no se avienen. Lo ha vuelto a demostrar el reciente caso de Grisha Perelman, el genio ruso que demostró la conjetura de Poincaré y resolvió así un problema endemoniado que se les había resistido a las mentes más brillantes durante cien años. El logro de Perelman tuvo tan poco que ver con la organización de las tareas colectivas que sus colegas no podían ni creérselo cuando lo publicó en la Red, y necesitaron varios años de trabajos forzados para comprobar que era correcto. Fiel a los tópicos sobre el genio científico, Perelman rechazó la medalla Fields que le otorgó una asombrada comunidad matemática, pasó del millón de dólares que un mecenas había prometido por el hallazgo y se fue a vivir con su madre en San Petersburgo.

Es uno de los tópicos sobre los genios que ha confirmado la psicología experimental, y hay más. Las mentes más creativas pertenecen casi siempre a individuos autónomos e inconformistas con cierta alergia a aceptar acríticamente el conocimiento recibido que todos sus colegas dan por hecho. Si el común de los mortales disfruta del orden y la simetría, el genio parece obtener placer de todo lo contrario. Sus estímulos se encuentran allí donde el mundo, o las teorías sobre el mundo, empiezan a formar turbulencias y deshacerse en la frontera del caos. Parece sentir que las paradojas marcan el camino hacia el descubrimiento, y a menudo tiene razón en eso.

También en consonancia con el tópico, los genios suelen ser solitarios e introvertidos, y se fían más de su intuición que de las opiniones convencionales de los demás, sobre todo si provienen de las autoridades de su campo académico. Tienen un rasgo de carácter que los psicólogos denominan novelty seeking, o búsqueda de novedades, una especie de compulsión por lo insólito que comparten con la gente que hace puenting y con la que tiende a experimentar con las drogas.

Los genios son muy inteligentes, pero eso no basta, porque hay gente muy inteligente que no es creativa. Los teslas y los perelmans parecen moverse en el filo de un difícil equilibrio entre la razón y la intuición, la percepción consciente y la imaginación onírica, lo abstracto y lo concreto y, ya en el colmo de la confirmación del tópico, en la difusa frontera entre el genio y la locura.

Su imaginación mueve el mundo, pero poca gente se iría de cañas con ellos. Dejadles trabajar en paz y morir sabiendo que tenían razón. No piden más.
Javier Sampedro.

http://elpais.com/autor/javier_sampedro/a/

TENERIFE UNKNOWN from FilmSpektakel on Vimeo.

lunes, 3 de abril de 2017

Un matemático ha creado un método de enseñanza que está demostrando que no hay estudiantes malos en matemáticas

Las matemáticas son un tema notoriamente difícil para muchos niños y adultos. 
Hay una brecha de género, una brecha de carreras, y sólo un mal desempeño en general en muchos países.

John Mighton, un dramaturgo canadiense, autor y profesor de matemáticas que luchó con las matemáticas, ha diseñado un programa de enseñanza que tiene algunos de los estudiantes de matemáticas con el peor desempeño que se desempeñan bien y realmente disfrutan de las matemáticas. Cada vez hay más pruebas de que el método funciona para todos los niños de todas las habilidades.

Su programa, JUMP (Junior Undiscovered Math Prodigies) Math, está siendo utilizado por 15.000 niños en ocho estados de los Estados Unidos (está alineado con el Núcleo Común), más de 150.000 en Canadá y alrededor de 12.000 en España. El Departamento de Educación de los Estados Unidos encontró lo suficientemente prometedor como para dar una subvención de $ 2.75 millones en 2012 a Tracy Solomon y Rosemary Tannock, científicos cognitivos del Hospital for Sick Children y la Universidad de Toronto, para llevar a cabo un ensayo controlado aleatorio con 1.100 niños y 40 aulas . Los resultados, a finales de este año, esperan confirmar el trabajo anterior realizado por los dos en el 2010, que mostró que los estudiantes de 18 aulas usando JUMP progresaron dos veces más rápido en una serie de pruebas de matemáticas estandarizadas que los que recibieron instrucción estándar en otras 11 aulas. "Sería difícil atribuir estas ganancias a cualquier cosa menos a la instrucción, porque nos esforzamos mucho para asegurarnos de que los maestros y los estudiantes fueran tratados de manera idéntica, excepto por la instrucción que recibieron", dijo Salomón.

Cómo funciona
Mighton ha identificado dos problemas importantes en cómo enseñamos matemáticas. Primero, sobrecargamos el cerebro de los niños, moviéndonos demasiado rápido del concreto al abstracto. Eso pone demasiado énfasis en la memoria de trabajo. En segundo lugar, dividimos las clases por habilidad, o "flujo", creando jerarquías que desactivan a los más débiles mientras que no benefician a los mejores.

Mighton sostiene que en la última década, Estados Unidos y Canadá han pasado a un enfoque de "descubrimiento" o "investigación" basado en las matemáticas, por el cual los niños están diseñados para descubrir muchos conceptos por sí solos. El ejemplo que ofrece en este artículo de Scientific American es el siguiente:

"Las lecciones basadas en el descubrimiento tienden a centrarse menos en los problemas que pueden resolverse siguiendo una regla general, un procedimiento o una fórmula (como" encontrar el perímetro de un rectángulo de cinco metros de largo y cuatro de ancho ") y más sobre problemas complejos basados ​​en Ejemplos reales que se pueden abordar de más de una manera y tener más de una solución ("usar seis azulejos cuadrados, hacer un modelo de un patio que tenga el menor perímetro posible") " Solomon dijo que este enfoque -o también llamado aprendizaje basado en problemas- significa que el papel de los maestros no es proporcionar instrucción directa, sino dejar que los niños colaboren para encontrar soluciones a problemas complejos y realistas que tengan múltiples enfoques y respuestas. Pero demasiados niños no tienen los bloques de construcción para descubrir las respuestas. Se sienten frustrados, y luego se fijan en la creencia de que no son "gente de matemáticas".

Un problema clave con este método es que requiere que los niños tengan demasiadas cosas en su cerebro al mismo tiempo. "Esto es muy difícil para los maestros", dijo Solomon, y "es muy difícil para los niños".

Mighton piensa-y ofrece investigación sobre el cerebro (pdf) para apoyarlo- que los niños tengan más éxito con las matemáticas cuando se divide en pequeños componentes que se explican cuidadosamente y luego se practican continuamente.

Para explicar el concepto a mí, él tomó una pregunta básica-¿qué es 72 dividido por 3? Me mostró varias maneras de hacerlo, incluyendo decir que tres amigos quieren compartir siete monedas de diez centavos y dos monedas de un centavo. Cuando me detengo, incluso por un segundo, Mighton se disculpa y dice que claramente no lo ha explicado bien, y toma otra punzada en él de una manera diferente. Los críticos argumentarían que todos los buenos maestros abordan problemas como este, desde múltiples ángulos. Pero muchos maestros luchan con su propia ansiedad matemática, y la investigación muestra que luego transmiten esta ansiedad a sus estudiantes. (Eso sucede con los padres también, por desgracia.)

Y Nikki Aduba, quien ayudó a probar el método de Mighton en las escuelas de la ciudad londinense de Lambeth, dijo que Mighton ha desglosado los pasos tan cuidadosamente que casi todo el mundo podría captar. Muchos maestros, dijo, acogieron con beneplácito este enfoque. "Muchos pensaron, está bien pasar de A a B hay estos tres pasos, pero resulta que hay realmente cinco o seis", dijo.
Cuando Solomon condujo el programa piloto en JUMP, dijo que eran los pasos pequeños e incrementales que hicieron que la matemática fuera accesible para todos los estudiantes y permitió que algunos de ellos experimentaran el éxito en matemáticas por primera vez. "Porque pueden dominar los incrementos, están consiguiendo los cheques y construyendo la mentalidad que sus esfuerzos pueden llegar a ser algo. Esa experiencia los motiva a continuar ", dijo. Al continuar, practican más matemáticas, obtienen más habilidades y se convierten en la gente de matemáticas que creían que no podían ser.

Mighton dice que los pequeños pasos son críticos. "No voy a mover hasta que todos puedan hacer esto", dijo. "Las matemáticas son como una escalera, si te pierdes un paso, es difícil seguir adelante. Hay un conjunto de secuencias. "Ha llamado su método" micro descubrimiento "o" descubrimiento guiado ". Hay otras pruebas de su éxito. Cuando la Escuela Charter de Manhattan pilotó el programa en 2013-14 con sus estudiantes de cuarto grado, experimentó el mayor aumento en los puntajes de matemáticas en toda la ciudad de Nueva York. Ahora todas las clases de la escuela lo utilizan.

El programa se utilizó en Lambeth, una de las zonas más pobres de Londres, con más de 450 de sus estudiantes con peores resultados. En el momento en que comenzaron, el 14% estaban realizando a nivel de grado: cuando los niños tomaron sus exámenes de grado 6 (llamados exámenes de Key Stage 2 en el Reino Unido), el 60% pasó. Aduba dijo que funcionó "brillantemente", especialmente para los niños que habían estado luchando.

"Lo más importante del programa JUMP es que comienza pequeño y progresa en pasos muy pequeños hasta un nivel muy sofisticado en un período relativamente corto de tiempo", dijo. "Restauró la confianza en los niños que pensaban que" no puedo hacer matemáticas. "De repente, para poder hacer cosas, aumentó su confianza".

El mayor problema
El problema más grande que Mighton ve son las jerarquías. Los maestros tienden a asumir que en la mayoría de las aulas hay una curva en forma de campana -una amplia distribución de habilidades- y enseñar en consecuencia. Esto significa que el 20% de la clase obtiene un desempeño inferior, el 60% está en el medio y el 20% supera el desempeño, lo que da lugar a un rango de habilidades de dos o tres grados dentro de un salón de clases.

"Cuando la gente habla de mejorar la educación quieren mover la media más alta. No hablan de endurecer la distribución", dijo Mighton.

La razón por la que esto importa es que, como muestra la investigación (pdf), los niños se comparan entre sí desde el principio y deciden si son o no "personas de matemáticas". Los niños que deciden que no son personas de matemáticas corren el riesgo de desarrollar algo. Carol Dweck llama una mentalidad "fija": ellos piensan que sus talentos son innatos y no pueden ser mejorados. Treinta años de investigación de la mentalidad demuestran que los niños con una mentalidad fija toman menos riesgos y desempeño inferior a aquellos que piensan que su esfuerzo importa.
Dweck ha examinado JUMP y dice que fomenta una mentalidad de "crecimiento": la creencia de que sus habilidades pueden mejorar con sus esfuerzos. "Los niños se mueven a un ritmo emocionante; Parece que debe ser difícil, pero no es difícil, tienen este sentimiento de progreso, que [pueden] ser buenos en esto", dijo en una conferencia de matemáticas.

Mighton dice que el problema con la curva de la campana es que todo el mundo se preocupa por los niños en la parte superior se aburren. "Nuestros datos muestran que si se enseña a toda la clase, toda la clase lo hace mejor", dice. Y, al moverse juntos y tener tantos niños experimentan el éxito en las matemáticas, experimentan lo que Durkheim llama "efervescencia colectiva", la alegría de saber que pueden hacerlo, en lugar de la alegría de simplemente obtener una alta calificación.

A medida que los distritos escolares se alejan de los editores educativos más comercialmente asiduos a programas basados en evidencia apropiada -un cambio que ha estado ocurriendo durante la década pasada, aunque lentamente- programas como JUMP probablemente tendrán más éxito. Hasta que ganó el premio al empresario del año de Schwab en 2015, Mighton -que lleva 15 años trabajando en JUMP- no ha tenido equipo de marketing y ha invertido todo su presupuesto en probar y refinar los materiales (JUMP es una organización sin fines de lucro y Sus recursos docentes están disponibles en su sitio web). Pearson, a modo de contraste, es una empresa de 5.300 millones de libras esterlinas (6.600 millones de dólares) con tentáculos en todos los rincones del mercado de la educación. Mientras que muchas personas tratan de pintar sus métodos como nuevos, Mighton es el primero en admitir que lo que está enseñando es antiguo. Él cree que las matemáticas han sido exageradas tan duro, y todo lo que los estudiantes y los profesores necesitan es que las cosas se desglosen adecuadamente. Muchos han apodado estos sencillos pasos como "perforar y matar". Pero dice que los pasos pueden ser divertidos, como rompecabezas.

Los matemáticos "tienen grandes egos, por lo que no le han dicho a nadie que las matemáticas son fáciles", dijo en el Foro Económico Mundial de Davos el mes pasado. "Los lógicos probaron hace más de 100 años que pueden ser divididos en pasos simples".

https://qz.com/901125/a-mathematician-has-created-a-method-of-teaching-that-is-proving-there-is-no-such-thing-as-a-bad-math-student/

Más de lo mismo en este blog aquí.