jueves, 29 de noviembre de 2018

Geometría e imaginación



La Geometría nace en los albores de la humanidad, pues el hombre primitivo clasifica los objetos que le rodean según sus formas, tarea abstracta que lo impulsa a acercarse a esta ciencia intuitivamente. La geometría tiene en Egipto un carácter práctico, ya que los funcionarios del faraón usan las fórmulas para calcular áreas y longitudes, conocen así la configuración de cada parcela y la reconstruyen luego de que el Nilo vuelve a su cause después de una inundación; también, determinan de antemano la producción para el cobro de los impuestos.

Fue en Grecia donde la geometría se convierte en el estudio del orden espacial por medio de la relación de las formas y se considera a los objetos como entes ideales, que pueden ser manipulados mentalmente o con la sola ayuda de la regla y el compás. Pitágoras convierte a la Geometría en el ideal de su doctrina, en la que el concepto de demostración es aceptado como única la vía para el establecimiento de la verdad. Su conocimiento fue considerado básico para acceder a etapas superiores del desarrollo del espíritu humano. Su aporte es fundamental, pues eleva el concepto de número a la categoría de elemento primigenio, lo que también se da en las ciencias actuales.

El teorema de Pitágoras genera la primera crisis de la matemática. Sucede que si se asigna el valor de uno a cada cateto de un triángulo rectángulo, la hipotenusa mide raíz de dos, número que para los griegos no existe por ser inconmensurable. Llaman a estos números irracionales y los imaginan excepcionales. Veinticuatro siglos después, Cantor demuestra que los racionales son una parte insignificante de los irracionales.

Para Platón, la geometría y los números son la quinta esencia del lenguaje filosófico y el ideal simbólico de la verdad espiritual. Por eso inscribe a la entrada de su escuela Nadie entre aquí si no es geómetra ; a él mismo se le atribuye la frase de que Dios hace siempre Geometría. Cuando habla del dios geómetra, hace referencia al hijo de Zeus, Apolo, al que los griegos otorgan el dominio de las ciencias y las artes y en cuyo templo está grabada la inscripción: Gnothi séauton, o sea, conócete a ti mismo, que evoca al conocimiento adquirido por la vía de la Geometría.

En Grecia aparece también un problema de lógica pura: Para demostrar un resultado, denominado tesis, se parte de una o de varias hipótesis. La veracidad de la tesis depende de la validez del razonamiento con que se la obtiene y de la veracidad de las hipótesis. Entonces se debe partir de hipótesis ciertas para poder confirmar la tesis. Determinar la veracidad de la hipótesis exige considerarla como una tesis, cuya hipótesis se deberá comprobar también. Se entra así en un proceso sin fin en el que, a su vez, cada hipótesis se convierte en tesis a probar.

Euclides zanja esta dificultad al proponer un sistema en el que se acepta sin demostración la veracidad de ciertas hipótesis, a partir de las cuales se deduce la tesis. Su sistema se halla sintetizado en su obra cumbre “Los Elementos”, modelo axiomático deductivo que se basa en cinco postulados y definiciones precisas, que constituyen toda la geometría y la aritmética de entonces. Euclides sintetiza el método deductivo y esquematiza la Geometría del mundo antiguo y medieval.

A pesar de que veracidad del quinto postulado está fuera de toda duda, trae desde sus inicios el problema de si puede ser deducido de los otros cuatro. Durante los siguientes milenios, uno de los principales trabajos en la geometría va a consistir en determinar si el quinto postulado es dependiente de los otros cuatro o no, o sea si puede ser considerado un teorema deducible de los otros. Hasta la alta Edad Media en las escuelas y en las universidades se enseña “Los Elementos”, pero aunque nunca se logra deducir si el quinto postulado es o no dependiente de los otros cuatro, se le dan formulaciones equivalentes, una de estas formulaciones dice que por un punto fuera de una recta pasa una sola recta paralela a dicha recta.

Axioma es una palabra que en griego significa “lo que parece justo o evidente”, para los filósofos antiguos de Grecia era aquello que no necesita ser demostrado; entonces, si se razona con axiomas se puede revelar el resto del conocimiento humano. Para la matemática, un axioma es una expresión lógica utilizada para racionalmente llegar a una conclusión. Resta por saber si hay contradicciones que se deducen de un sistema de axiomas y si, por lo tanto, existen afirmaciones cuya veracidad o falsedad no pueden ser probada; de ser así, el sistema es inconsistente.

Gauss deduce una geometría no contradictoria en la que no se cumple el quinto postulado de Euclides, pero le asusta tanto el resultado que no lo publica. Posteriormente, Lobachevsky y Bolyai dan a conocer al mundo, de manera simultánea e independiente, una geometría con cinco postulados idénticos a los de Euclides, excepto el quinto. Lobachevsky sostiene que por un punto, que no pertenece a una recta, pasan por lo menos dos rectas paralelas a la recta dada, intenta así llegar a una contradicción sobre el quinto postulado, al que niega y sustituye por otro aparentemente absurdo, lo que, aunque parezca falso, es válido desde el punto de vista de la lógica formal. Para su asombro obtiene una nueva geometría que es verdadera si es verdadera la de Euclides. Para negar el quinto postulado, Riemann sostiene que por un punto que no pertenece a una recta no pasa ni una recta paralela a la misma, lo que, aunque parezca falso, es válido desde el punto de vista de la lógica formal; asimismo, su geometría es verdadera si es verdadera la de Euclides.

Las tres geometrías, la de Lobachevsky, Riemann y Euclides, se diferencian sólo por la curvatura de Gauss de una superficie, que puede ser negativa, positiva o cero, respectivamente. En el primer caso, la suma de los ángulos interiores de un triángulo es menor que 180 grados, en el segundo es mayor a 180 grados y en el tercero es igual a 180 grados. En la geometría de Riemann esto es fácil de observar, pues si nos situamos en el ecuador, donde dos paralelos caen perpendicularmente al meridiano ecuatorial, si a la suma de dos ángulos rectos, que es 180 grados, si se le agrega el valor del ángulo que los dos paralelos forman en el polo, el resultado da un valor mayor que 180 grados, para cualquier triángulo así formado.

El 10 de junio de 1854, Riemann dicta una conferencia en la Universidad de Gotinga. El tema es: “Sobre las hipótesis que están en los fundamentos de la geometría”. Su contenido constituye uno de los mayores logros científicos de la humanidad. De los presentes sólo su antiguo profesor, Gauss, escucha entusiasmado porque tal vez es el único que lo comprende.

En su conferencia generaliza el concepto de superficie para cualquier número de dimensiones, demuestra que la geodésica es la curva que minimiza la distancia entre dos puntos sobre cualquier superficie, es decir, un concepto análogo al de la recta en el plano, donde la línea recta minimiza la distancia entre dos puntos. Como ya se dijo, encuentra que hay superficies en las que los triángulos formados por geodésicas suman más de ciento ochenta grados y otras, en las que suman menos, lo que contradice al quinto postulado de Euclides y a la intuición humana.

Según Riemann, es la métrica del espacio, o sea la manera con que se mide la distancia que separa a dos puntos, lo que determina la geometría del espacio. Por ejemplo, el plano no es por sí mismo el plano euclidiano sino que con una métrica se cumple el quinto postulado, pero, con otra métrica, como la de Lobachevsky, no se verifica dicho postulado. Debe transcurrir más de medio siglo para que en 1915 sus ideas sean aplicadas por Einstein para crear la Teoría General de la Relatividad.

En 1872, Felix Klein publica El Programa de Erlangen, que se considera una gran revolución de la geometría y, en general, de la matemática, porque da una nueva definición de geometría. En este programa de investigación Klein descubre que la geometría euclidiana y las no euclidianas son casos particulares de la geometría proyectiva y que la geometría euclidiana es consistente, o no contradictoria, si y sólo si son consistentes las geometrías no euclidianas. Esta memoria, la Conferencia de Riemann y los Elementos de Euclides son los puntos más esenciales de la geometría.

El Programa de Erlangen es bastante sencillo y trata de dar una definición formal sobre qué es geometría, más allá de la idea intuitiva que sobre ella se tenga. La pregunta es lógica pues por haber tantas geometrías no se sabe lo que son, sólo está claro que no se trata del estudio de puntos, rectas, circunferencias y planos. Klein da la respuesta a esta pregunta introduciendo en la geometría el concepto de grupo, o sea un conjunto en el que está definida una operación y sus reglas. Descubre que la geometría es el estudio de las propiedades invariantes, o sea que no cambian al aplicarles una transformación de tipo grupal. Las transformaciones que permanecen invariantes deben tener estructura de grupo para la operación de composición, o sea, para la aplicación sucesiva de la misma transformación al resultado de la primera. Así descubre, por ejemplo, que la geometría euclidiana es el estudio de los invariantes mediante el grupo de los movimientos rígidos (como son las simetrías, los giros y las traslaciones paralelas). El descubrimiento de Klein es fundamental ya que permite clasificar a las geometrías y comprender cuál es la estructura general de cada una de ellas. Klein consagra a la geometría proyectiva como la reina de las geometrías. Con él, una ciencia fue capaz de definirse a sí misma de manera rigurosa, por lo que su pensamiento constituye el punto culminante del intelecto humano.

En 1920, Hilbert propuso investigar si la matemática puede enunciarse sobre razones sólidamente lógicas, si toda la ciencia deviene de un conjunto finito de axiomas escogidos correctamente y si se puede probar que este sistema es consistente, o sea que con sus reglas no se puede demostrar al mismo tiempo la verdad y la falsedad de una proposición formulada con toda precisión. Pretendía, así, crear un sistema matemático formal completo y consistente; de cumplirse con este objetivo, cualquier problema bien planteado podría ser resuelto mediante la razón.

Gödel, en contra de esta idea, obtuvo en 1931 el Teorema de la Incompletitud y demostró que incluso la aritmética, sólo mediante sus propios axiomas, no se podía demostrar a la vez que es consistente y completa; por lo tanto, no se podía demostrar la consistencia de ningún otro sistema más complejo que la contuviera; de esta manera, demostró que era indemostrable la completitud de un sistema que incluya la aritmética.

Según Gödel, un sistema axiomático, por definido y consistente que sea, posee serias limitaciones y siempre habrá en él una proposición verdadera P no demostrable; además, si la misma pudiera ser demostrada, el sistema sería contradictorio. Por ejemplo, si se afirmara que esta sentencia no puede ser demostrada, entonces el sistema formal donde se la pudiera demostrar sería inconsistente porque demostraría una sentencia que ella misma afirma que no puede ser demostrada, lo que es contradictorio. Si una sentencia no se puede probar dentro de un sistema formal, entonces lo que ella afirma es verdadero y, por tanto, la sentencia es consistente, pero como el sistema contiene una afirmación cierta, que no se puede probar, entonces el sistema es incompleto.

El teorema de Gödel demuestra que cualquier sistema es necesariamente incompleto y contiene afirmaciones que no se pueden refutar ni demostrar. Para ello, Gödel construyó una fórmula verdadera, que no podía ser demostrada; esto significa que todo sistema consistente no es completo. La existencia de un sistema incompleto no es sorprendente y simplemente significa que en él no se hallan todos los axiomas necesarios; pero éste no puede ser completado, pues cada vez que se añade un nuevo axioma, habrá por lo menos uno que haga falta; así, de esta manera, nunca se podrá encontrar un conjunto completo de axiomas. Consecuentemente, es imposible implementar el sistema formal planteado por Hilbert. Una versión posterior del teorema de Gödel indica que ningún sistema deductivo, en el que esté incluida la aritmética, puede ser a la vez consistente y completo. La incompletitud afecta a la lógica formal, que usa el formalismo para definir sus principios, pues nunca se podrá encontrar un sistema axiomático que sea capaz de demostrar todas las verdades matemáticas y ninguna falsedad.

El segundo teorema de la incompletitud afirma que ningún sistema consistente puede ser usado para demostrarse a sí mismo, lo que es inquietante para los fundamentos de la matemática, puesto que, según éste nuevo teorema, si un sistema axiomático puede a partir de sí mismo demostrar que es consistente, entonces es inconsistente. Así, indirectamente se ha demostrado que nunca se podrá desarrollar un programa informático que cumpla con el requisito de demostrar si una aseveración cualquiera es verdadera o falsa.

Estos resultados son devastadores para el intento de formalización de Hilbert, quien había propuesto que la consistencia de los sistemas más complejos se podría probar en términos de sistemas más sencillos. Sin embargo, Minsky asegura que Gödel le había sostenido que sus teoremas no limitaban la capacidad cognoscente del hombre, porque los seres humanos no sólo son racionales sino que también poseen intuición, importante soporte para la búsqueda de la verdad por ser un conocimiento que se obtiene sin seguir un patrón racional y cuya formulación no puede ser racionalmente explicada. Se puede relacionar a la intuición con experiencias previas, pero no siempre es posible explicar el cómo y el porqué se llega a cierta conclusión valedera. Así, en la constitución del conocimiento hay una habilidad que transciende la razón pura, por lo tanto, la razón y la intuición, además de la imaginación y la inspiración, no mencionadas por Gödel, se complementan en la búsqueda de la verdad.

Para terminar, el Universo tiene un lenguaje en el que la Geometría es el código que utiliza como alfabeto. Sus huellas las encontramos en las ciencias, en las artes, en la arquitectura, en la música, en el lenguaje animal y humano, en la Cábala, en el ADN, en las retículas terrestres, en nuestro corazón, en la geología y, en general, en toda la Flor de la Vida. La Geometría estudia las proporciones y las medidas de la materia y la tierra, y su relación con el principio de auto sustentación. Se puede sostener, sin temor a equivocarse, que así como la Lógica no es más que la crítica del pensamiento, la Geometría es la crítica del espacio-tiempo.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=249403

miércoles, 28 de noviembre de 2018

_- Pobreza o mala suerte. Sí, a veces la vida te gasta una broma de muy mal gusto.

_- Cuando ves a una persona sola, con una maleta gigante, bien cuidado, y esperas que van a venir a por él, cuando al día siguiente lo ves, en el mismo banco, tapado, y con los ojos más triste, (hacía mucho tiempo que no veía unos ojos tan tristes) no puedo dejar de sentir empatía por esa persona. No sé nada de su vida, solo sé que es de Cáceres, que le ofrecí comida, que no le apetecía comer, lo único que le pude decir, es que le llevaba a Cáritas, que mi marido vendría a por él.

¡¡A veces la vida es muy injusta!!
No sé por qué estará así, no sé cuál es su situación y ahora no me importan las causas.

La vida da muchas vueltas.
Lo vi emocionado, nadie le había preguntado, se emocionó, solo por preguntarle que si le podía ayudar.
¿Dónde está el espíritu navideño de las personas?
Aquí solo nos preocupamos por quién va a salir en una cabalgata, no nos preocupamos por la situación real de tantas familias.
Creo que cada día somos más egoístas, solo miramos nuestro ombligo.
Ya va mi marido con un tapper de comida, fruta, yogurt y pan. Y lo llevará a Cáritas, espero que su vida se resuelva y que pueda salir adelante.

No es justo
- No lo es-, que tengamos que depender de la caridad de los demás, es humillante, prefiero, me gusta más sin duda ninguna, la solidaridad. Y, sobre todo, me gustaría que viviéramos en un país más justo y solidario, que los gobernantes se preocupasen por su pueblo y no robaran tanto...

Fuente: Tomado de internet. FB, y colgado aquí de forma anónima.

martes, 27 de noviembre de 2018

_- La historia del mensaje que me puede ayudar en momento de desesperación

_- El problema de muchas personas es que llegan a sentirse abrumadas por sus propias emociones, como si en lugar de una brújula para orientarse llevaran grilletes que las paralizan.

Sobre esto, un cuento sufí glosado por el místico y espiritual indio Osho, entre otros (Pues tb se le atribuye a un emperador chino), explica lo que un rey pidió a los sabios de su corte:

–Me estoy fabricando un precioso anillo y quiero ocultar bajo el diamante algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación. Tiene que ser muy breve de modo que pueda esconderlo allí.

Aquellos eruditos habían escrito grandes tratados, pero no sabían cómo darle un mensaje de solo dos o tres palabras que pudiera ayudar a su rey en esos momentos en los que él consideraba que esa ayuda podría marcar la diferencia

Sin embargo, el monarca tenía un anciano sirviente que era como de la familia, el cual le dijo:

–No soy un sabio, ni un erudito, pero conozco el mensaje que buscas, porque me lo dio un místico hace tiempo.

Dicho esto, el anciano escribió tres palabras en un pequeño papel, lo dobló y se lo entregó al rey con la advertencia. “No lo leas, manténlo escondido en el anillo. Ábrelo solo cuando todo haya fracasado y no encuentres salida a tu situación”. 

El momento llegó cuando el país fue invadido y el rey tuvo que huir a caballo para salvar la vida mientras sus enemigos le perseguían. Finalmente, llegó a un lugar donde el camino se acababa al borde de un precipicio.

Entonces se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró el siguiente mensaje: “Esto también pasará”.

Mientras leía aquella frase, los enemigos que le perseguían se perdieron en el bosque, al errar el camino, y pronto dejó de oír el trote de los caballos.

Tras aquel sobresalto, el rey logró reunir a su ejército y reconquistar el reino. En la capital hubo una gran celebración y el monarca quiso compartirlo con el anciano, a quien agradeció aquella providencial perla de sabiduría. El viejo le pidió entonces:

–Ahora vuelve a mirar el mensaje.

Al ver la cara de sorpresa del rey, explicó: “No es solo para situaciones desesperadas, sino también para las placenteras. No es solo para cuando estás derrotado; también sirve cuando te sientes victorioso. No es solo para cuando eres el último, también para cuando eres el primero”.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y entonces comprendió.

–Recuerda que todo pasa –le recordó el viejo sirviente–. Solo quedas tú, que permaneces por siempre como testigo.

Como en este cuento tradicional, si entendemos que las emociones no somos nosotros, sino que se trata de estados transitorios de nuestra mente para adaptarnos a la vida, dejaremos de sentirnos sobrepasados por ellas. Las emociones son una brújula, pero nosotros tenemos el timón o debemos tenerlo y decidimos el rumbo de nuestra existencia.

España donde se considera “revanchismo” enterrar a los propios muertos o borrar del callejero nombres de asesinos notorios. Franco: ¿enterrarlo vivo?

España -lo he escrito otras veces- es el único país de Europa donde se puede ser (Considerarse) demócrata sin ser antifascista y donde, aún más, el antifascismo se identifica con posiciones “radicales” y “antidemocráticas”.
Denunciar el fascismo es, en algunos casos, un delito; defenderlo, promocionarlo o practicarlo no.

España es el único país donde los vencedores de una guerra civil nacida de un golpe de Estado no han perdonado a sus víctimas ni a sus descendientes. Los castigaron durante cuarenta años de dictadura y ahora les acusan de abrir heridas que ellos nunca quisieron cerrar y que estas acusaciones mantienen precisamente abiertas.

España es el único país democrático en el que se considera “revanchismo” enterrar a los propios muertos o borrar del callejero nombres de asesinos notorios; o retirar el cadáver del dictador del mausoleo construido por sus víctimas. ¡Cuarenta años después y aún seguimos con eso!, nos dicen. Muchos hubiéramos querido que no hubiera sido necesario hacerlo nunca; muchos querríamos, en su defecto, que se hubiera hecho hace cuarenta años. Parece un rasgo de aterrador cinismo que los que han impedido o no han querido normalizar en cuatro décadas este país reprochen que se quiera hacer ahora; y que lo reprochen de tal manera que se sobreentienda que enterrar a un pariente muerto es un crimen mucho mayor que haberlo matado y retirar el nombre de un asesino de una avenida -o su cadáver de un mausoleo- es un agravio mucho mayor que encarcelar, torturar y asesinar a cientos de miles de personas.

España es el único país democrático en que se intenta rehabilitar o, al menos, aligerar una dictadura con el pretexto de que representaba a la mitad de España. En algún momento -hay que decir la verdad- representó a casi toda España y la representó porque la España negada estaba en el exilio, en las cárceles o en las cunetas. O muerta de miedo debajo de una cama o debajo de una máscara. En todo caso Hitler también representó a más de media Alemania y Mussolini a más de media Italia. Los dos llegaron pacíficamente al poder, al contrario que Franco, pero a nadie se le ocurre sostener que no fuera legítimo y, aún más, moral y políticamente imperativo combatir sus crímenes y desmarcarse después por todas las vías -políticas, institucionales, culturales- de su legado. Hoy, por lo demás, el franquismo representa felizmente a una minoría, porque hasta el votante de derechas es mucho más democrático que sus líderes y sus ideólogos, los cuales deberían ajustar su programa a la España desmemoriada del siglo XXI en lugar de reactualizar sin parar -contra Catalunya y contra la izquierda, de manera tan interesada como ideológica- la España del siglo XIX.

España es un país que ha olvidado casi todo -esa guerra lejana, la dictadura, los pecados de la transición- y eso en parte es muy malo y en parte muy bueno. Lo único que no nos dejan olvidar, ochenta años después, es quién gano la guerra. Las víctimas y sus descendientes han olvidado y sólo buscan, si acaso, un poco de normalidad; una normalización que nos homologue al resto de los países europeos. También los descendientes de los vencedores han olvidado a sus abuelos (muchos de los cuales tomaron partido en un contexto muy polarizado y por razones no ideológicas) y sólo quieren también un poco de conservadurismo democrático. Pero no sirve de nada. Porque son los herederos ideológicos de los verdugos minuciosos que atenazaron España durante cuarenta años los que no olvidan su victoria ni los “derechos” que la acompañan. Se dirá que en la izquierda hay también una minoría “estalinista” que no olvida su derrota; la diferencia es que, al contrario que la criptofascista, no tiene ningún poder ni medios para azuzar nuevos conflictos. No se trata de Vox ni de Nueva España. Si en nuestro país no ha habido hasta ahora extrema derecha es porque la extrema derecha de otros países, marginal y derrotada, en España estaba enquistada desde el principio en los aparatos de poder y desde allí ponía límites a la democracia bonsay a la que se había resignado mientras esa misma democracia limitada limitaba, en tiempos de estabilidad y bipartidismo, sus desafueros. El PP ha sido siempre un partido centauro: una mitad franquista reprimida y una mitad democrática a la fuerza. Por eso ahora que se acabó la estabilidad y que Europa recupera también su peor pasado, el PP -con los aguijones de C’s y Vox- invoca con voluntad radicalizadora y propagandística la minoría “estalinista” y espolea a la derecha civilizada con ánimo guerracivilista y des-civilizador. Catalunya, donde todas las partes se han prestado y han alimentado esa polarización, señala el camino de una rememorización liberticida que se querría ampliar a todas partes.

Porque la anomalía española -la de la única democracia europea no construida contra el fascismo- tiene una vertiente positiva y otra muy destructiva y peligrosa. La positiva es que, para hacer olvidar los pecados de la transición, se hizo olvidar todo en general; y unos partidos responsables -y unos medios de comunicación profesionales y democráticos- utilizarían ahora esa trágica amnesia generalizada para enterrar muertos sin tensiones, reparar agravios históricos sin histerias y promover una verdadera reconciliación basada en la aceptación de lo que la mayor parte de los españoles ya ha aceptado: que la guerra acabó hace ochenta años y que hoy no hay ninguna guerra entre españoles. La vertiente negativa tiene que ver, en cambio, con esta dificultad; y es que los descendientes ideológicos de los vencedores -una minoría con bridas firmes en el Estado- no ha olvidado y no está dispuesta a olvidar su victoria militar y, ochenta años más tarde, quiere seguir gobernando basándose en los “derechos” que esa victoria le otorga. No es que no hayan olvidado la guerra civil; es que no han olvidado ni quieren olvidar de dónde viene su poder; y quieren seguir ejerciéndolo desde esa memoria viva y terrible, aún al precio de sacrificar los exiguos, pero irrenunciables, logros conseguidos desde 1975. La prueba simbólica más evidente es la resistencia del PP a condenar en términos institucionales el régimen de Franco; la prueba politica más provocadora es la prisión de los independentistas catalanes. A nadie se le oculta que sería más fácil olvidar de una vez por todas los crímenes del dictador -ya socialmente casi olvidados- si todos los partidos se pusieran de acuerdo en reconocer que lo fueron. No es que la izquierda quiera reabrir viejas heridas; es que nunca se cerraron; es que están abiertas y sólo pueden cerrarlas los que siguen apoyándose en la victoria del golpe de Estado de 1936. Todos hemos olvidado, o estamos dispuestos a olvidar, los crímenes de Franco, salvo esa minoría política que los recuerda sin cesar como un mérito y una victoria. Bastaría que esa minoría olvidara también su ignominioso triunfo para que las aguas cubrieran mansamente doscientos años de historia malhadada y la calidad democrática de nuestro país se refrescara y asentara de una vez por todas.

Nada de eso va a ocurrir y menos en un contexto europeo y español en el que hurgar en heridas sin cerrar y reactivar la peor memoria puede traer réditos electorales y servir además para aplazar de nuevo la revisión de la España ideológica, sectaria y sin hacer, que tanto dolor y tanta violencia ha generado desde hace cinco siglos. Hace cuarenta años tuvimos una oportunidad y la perdimos; hoy tenemos una nueva oportunidad y la perderemos también. Ese aplazamiento es la historia misma de España: ese aplazamiento es un incendio y una llamada a los incendiarios.

El asunto, en definitiva, no es desenterrar de las cunetas a las víctimas del franquismo. El asunto es enterrar a Franco. Hay que enterrarlo de una vez. Está vivo en el Valle de los Caídos y por eso hay que sacarlo de ahí; y está vivo en las cabezas y ademanes de la derecha política y por eso es la derecha la que tiene que matarlo y enterrarlo para siempre. Mientras Franco esté vivo no se le puede enterrar en ninguna parte. Mientras Franco esté vivo no se podrá desenterrar y olvidar del todo a sus víctimas. Creo que la mayoría social de este país -todavía hoy, mañana no sé- estaría dispuesta a ayudar en esta tarea: enterrar a Franco para normalizar el país, desenterrar a sus víctimas para que dejen de ser un remordimiento colectivo -y pasen a ser un asunto privado- y promover un olvido social compartido sobre el que pueda fundarse una España plurinacional en la que, sin riendas en el Estado, quepan incluso los nostálgicos de Franco y los de Stalin. Para esta tarea necesitaríamos algo más que la benevolencia de un pueblo olvidadizo: necesitaríamos una derecha realmente democrática y unos medios de comunicación realmente independendientes. Franco sigue vivo. ¿No es absurdo discutir acerca de dónde lo vamos a enterrar?

Fuente:

http://www.cuartopoder.es/ideas/2018/11/23/exhumacion-franco-valle-caidos-enterrarlo-vivo-alba-rico/

lunes, 26 de noviembre de 2018

Un semáforo francés en ámbar

Si en Francia no pasa nada, entonces no pasará nada fundamental de signo liberador y progresista a medio plazo en Europa.

El sábado 300.000 personas expresaron su activa protesta organizando más de 2000 bloqueos de carreteras y peajes en toda Francia. Hay que seguir de cerca este fenómeno de los chalecos amarillos, movimiento auto(des)organizado a través de las redes sociales, popular e imprevisible. La jornada del sábado continuó el domingo y más allá. Ahora el movimiento llama a bloquear París el sábado 24… Todo esto pone muy nervioso al establishment mediático y político europeo.

El ministro del interior francés, Christophe Castaner constató, el martes, la “degeneración total de una protesta que en general mantuvo el sábado buena conducta”. “Asistimos a una radicalización con reivindicaciones que ya no son coherentes, que van en todas direcciones”, ha dicho. La CGT, el sindicato francés menos manso, se ha desmarcado pero hasta tres de cada cuatro franceses han expresado según las encuestas su apoyo a esta manifestación en la que se escuchan llamadas a la dimisión del “presidente de los ricos”.

La chispa ha sido la subida de los impuestos a los carburantes. Eso ha llevado a declarar a una ex ministra socialista de medio ambiente, Delphine Batho, típica representante de la izquierda-caviar, que la protesta es una, “acción de solidaridad con el lobby petrolero”. Pero tras la fiscalidad al diesel se esconde una clara cuestión de clase, una injusticia fiscal que grava a la gente del extrarradio, la más encadenada al uso del coche para ir al trabajo, o que trabaja con él (transportistas, agricultores), dibujando toda la geografía de la Francia periférica de las zonas rurales y los extrarradios urbanos. Hay en su protesta un agravio comparativo hacia el trato fiscal que reciben los ricos, con la eliminación del impuesto a las grandes fortunas, y una indignación y hartazgo con las despreciativas declaraciones del Júpiter Macron que cada mes evidencia su mentalidad elitista. Es esta fractura de clase la que asusta: desorganizada, radical e imprevisible.

De repente, como se lee en la prensa alemana, se advierte el peligro provocado por lo que antes se consideraba éxito y victoria: el descabezamiento y la integración de las organizaciones sindicales que todavía defendían intereses de clase. La paradoja del resultado de décadas de políticas encaminadas a descafeinar a los sindicatos es que desemboca en una preocupación ante el peligro que supone la ausencia de interlocutores (sindicales) corruptos con los que negociar cabreos como este.

En unos momentos en los que por toda Europa surgen populismos de signo conservador o reaccionario con los que la derecha capitaliza y canaliza los ríos de descontento y sufrimiento social suscitados por la crisis, hay que estar atento a cualquier manifestación de un movimiento que huele a algo de clase, aunque acabe en agua de borrajas. Si en Europa llegara a formarse algo parecido a un bloque popular-ciudadano antiburgués bien podría ser a partir de este tipo de chispas. Con la actual configuración capitalista de los espacios y geografías, el precio del carburante desempeña un papel no muy diferente al del pan en los motines de antaño. Afortunadamente, tras no pocos titubeos, la France Insoumise de Jean-Luc Melenchon se ha dado cuenta de eso y ha expresado su apoyo a esta protesta. Y el lugar es Francia.

Hace tiempo que modestamente sostengo que si en Francia no pasa nada, es decir que si lo que queda de la mayor tradición social y republicana del continente se demuestra incapaz de reaccionar a esta crisis que incrementa la desigualdad social y arrasa con derechos costosamente adquiridos, entonces no pasará nada fundamental de signo liberador y progresista a medio plazo en esta parte del mundo.

Lo último de Macron es aplicar la directiva europea de reducir las pensiones en un país en el que apenas hay jubilados pobres, como es el caso de Alemania donde ese cepillado se hizo hace años. Macrón expresó la semana pasada todo el delirio narcisista que acompaña al “europeísmo” establecido al decir en Berlín que Europa y el eje franco-alemán tienen, “la responsabilidad de que el mundo no se deslice hacia el caos y sea acompañado en el camino de la paz”. La simple realidad es que es la acción de ese eje, que en Francia se vive crecientemente como mera subordinación a Alemania, la que está creando el caos en la propia Unión Europea con una política neoliberal que excita todo aquello que disuelve y desintegra al “europeísmo”.

(P.S. La visita de Macron a Berlín, en la que obtuvo apoyos a su propuesta de ejército europeo, incluyó ofrenda floral en la Neue Wache, el templete de la avenida Unter den Linden. En tiempos de la RDA, la Alemania comunista, aquello era un memorial a las “víctimas del fascismo y el militarismo”. En los años noventa, tras la reunificación, el memorial fue remodelado a las “victimas de la guerra y la tiranía”, concepto éste último que abraza tanto al nazismo como al comunismo. La remodelación regresó así a la línea de la doctrina establecida por los ex nazis que gobernaron la Alemania occidental en la posguerra y que buscaban su redención en la guerra fría bajo el manto general del “totalitarismo”. La unificación conceptual presentaba al comunismo y al estalinismo como hermanos gemelos del nazismo y el fascismo, ignorando la diferencia ideológica fundamental; que no puede haber un “buen” nazismo, contrario a todo planteamiento humanista, pero sí un “buen” socialismo que desarrolle ideales humanistas radicalmente antagónicos con el antihumanismo estalinista. Hoy el templete incluye una placa que menciona entre las víctimas de la tiranía a los alemanes expulsados de sus hogares en Europa central y oriental tras la derrota de 1945 y a los represaliados por el régimen de Alemania Oriental. Una nueva historia nacional a la carta para unos nuevos tiempos).

(Publicado en Ctxt)

https://rafaelpoch.com/2018/11/21/un-semaforo-frances-en-ambar/

25N & Abolicionismo de la Prostitución. Los bulos sobre el abolicionismo

El feminismo ha elegido este 25-N la lucha contra la explotación sexual como una de las formas más brutales de violencia patriarcal.

Cuando hay un negocio de por medio parece que todo vale menos la vida, y menos, si se trata de una mujer

La prostitución genera 160.000 millones de euros en el mundo. Cinco millones por día en España, donde el 90% de quienes la ejercen es víctima de trata (Fundación Scelles). Somos el primer país de Europa en consumo de prostitución, el tercero del mundo tras Tailandia y Puerto Rico. En el 2010, la prostitución era el 0.35% del PIB (INE). Es decir, no olviden que detrás de este debate hay un sector que cuida por su dinero. Y cuando hay dinero, se ataca a lo que daña al negocio. Aquí, la abolición de la prostitución. Toca, pues, aclarar algunas frases que se repiten sin cesar y que no son verdad. “La abolición es prohibición”. Falso.

Persigue a puteros y proxenetas, no a la prostituta. Quien quiera trabajar como autónoma podrá hacerlo y tener derechos. Ahora existen sanciones a prostitutas por la ley mordaza aprobada por el Partido Popular, a la que se opuso, entre otros sectores, el abolicionista.

El proxenetismo es delito en España “El abolicionismo es moralista y no respeta derechos humanos de sindicación”. Falso. Respeta el derecho de asociación de quien ejerce libremente, pero la ley solo permite crear sindicatos a trabajadores por cuenta ajena. Si se trabaja por cuenta ajena es para un tercero, aquí, un proxeneta.

El proxenetismo es delito en España, luego el sindicato no puede materializarse, como ha confirmado hoy la Audiencia. No es moral, es ley y derechos humanos. Lo recoge la CEDAW y el Parlamento Europeo, que recuerda que trata y prostitución van juntas y son “violaciones de la dignidad humana contrarias a los principios de los derechos humanos, entre ellos la igualdad de género”. Y ojo, ningún trabajador tiene su cuerpo como medio de producción. “Las abolicionistas no escuchan a las prostitutas”. Falso. Sabemos qué dicen las que acuden a los medios pero también escuchamos a las mujeres prostituidas, las que no hablan hasta que salen de la explotación.

La Fiscalía, en su memoria anual, recuerda que la reforma del Código Penal del 2015 por el Partido Popular fue “ineficaz” para luchar contra la trata. Como la víctima debía demostrar su vulnerabilidad para que el otro sea considerado proxeneta, estos se frotaron las manos. La Fiscalía recuerda que “la mayoría de las mujeres apoya las versiones de los proxenetas por miedo a sufrir represalias en su persona o en sus familiares en los países de donde proceden, o bien por temor a ser deportadas”. Por lo tanto, si les ponen un micro delante, estas mujeres mentirán y dirán que ejercen por voluntad, pero porque son esclavas, tienen miedo y la ley no las protege.

Entretodos Publica una carta del lector Escribe un post para publicar en la edición impresa y en la web “El abolicionismo no es feminista porque daña a las mujeres”. Falso. Es feminista porque es lo único que garantiza la igualdad y combate la mentalidad de demanda de cuerpos en los hombres. El abolicionismo es lo más interseccional porque garantiza que las mujeres más vulnerables, las más pobres, las emigrantes o las trans tengan otras opciones lejos de la explotación. El abolicionismo es feminista porque toda la historia del feminismo lo ha sido y ataca al patriarcado en su raíz. España lo fue durante la República y fue el franquismo el que lo borró de la historia.

“El abolicionismo habla desde una posición de privilegio”. Falso. Hace poco, Silvia Federici analizaba cómo el capitalismo somete nuestros cuerpos pero decía que hablábamos “desde una posición de privilegio” si les negamos ser trabajadoras sexuales. Mi respuesta es que si tú no eres prostituta, pero le dices a ella que siga siendo explotada, hablas desde otra posición de privilegio, porque tú no eres la esclava. Con esa idea solo contribuyes a mantener los roles patriarcales. La prostitución es desigualdad, explotación, esclavitud...

“Solo piden abolir la prostitución, pero no otras instituciones”. Falso. Hace unos días, Angela Davis pedía abolir las cárceles, pero no la prostitución. Debería saber Davis que en España, primer país de Europa en demanda, la auténtica cárcel para muchas mujeres es la prostitución y que violan a mujeres negras en las fronteras antes de ser explotadas sexualmente aquí. Feministas como Mujeres Libres, en los años 30, ya pedían la abolición del matrimonio como institución. Es historia feminista. No es nuevo.

Las mentiras sobre el abolicionismo aumentarán. Sorprende, como dice el proxeneta del libro de Mabel Lozano, que hay a quienes ni siquiera hay que sobornar para que opinen como ellos. La prostitución no es empoderante, no es servicio, no es libertad. La prostitución es desigualdad, es proxenetismo, es explotación, es esclavitud, es patriarcado, es crimen, es muerte.

Cuando hay un negocio de por medio parece que todo vale menos la vida. Y menos, si se trata de una mujer. Como siempre.

Fuente:

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20181121/bulos-sobre-abolicionismo-prostitucion-articulo-opinion-ana-i-bernal-trivino-7157960?utm_source=facebook&utm_medium=social

sábado, 24 de noviembre de 2018

_- Escuela pública y Religión. Por la fuerza de un tratado internacional no puede imponerse una asignatura que no tiene acomodo en un Estado confesional



Supongamos que un país extranjero opina que la presencia de una determinada asignatura en nuestro sistema de enseñanza es insuficiente y solicita que se firme un convenio internacional que nos obligue a incorporar esa asignatura en la modalidad que mejor convenga a ese determinado país. Imagino que nuestras autoridades rechazarían de plano semejante idea y reivindicarían, en uso de nuestra soberanía, su responsabilidad en el diseño del currículo que deben estudiar nuestros escolares. Nadie puede estar más interesado en la educación de los escolares de un país que sus propias autoridades. Pues bien, esa hipótesis inaceptable es precisamente lo que sucede con la enseñanza de la Religión Católica, y el convenio internacional existe. En efecto, dicha enseñanza está regulada por los convenios con el Vaticano firmados en 1979, y que nuestros Gobiernos deben cumplir escrupulosamente. La obligatoriedad de la oferta de dicha asignatura en nuestros centros públicos se deriva de dicho convenio, así como la consideración de docentes para quienes la imparten, designados por las autoridades eclesiásticas, por encima de cualquier procedimiento para la selección del profesorado fijado en nuestras leyes.

Pongo el énfasis en el aspecto del tratado internacional porque en todos los debates y discusiones en que he participado sobre este asunto, después de hablar de los aspectos pedagógicos y formativos, la última ratio, el argumento definitivo para defender la postura de que hay que incluir la Religión Católica en la escuela, es que, sean cuales sean los argumentos que puedan aducirse, el Estado español está obligado por ese tratado internacional. Y quienes así razonan pasan, de forma inadvertida, a actuar como representantes del otro Estado firmante en lugar de ciudadanos preocupados por la calidad de nuestro sistema escolar y de nuestra democracia. Por otra parte, cuando este asunto ha sido examinado en alguna de sus vertientes por los tribunales, el fallo se ha basado exclusivamente en la existencia de un tratado que nuestras autoridades deben cumplir.

Y cuando se menciona el dichoso tratado, parece que estuviera hablándose de algo inmutable, algo así como la ley de la gravitación universal, ineludible y sobre la que no tenemos control alguno. Aunque un convenio entre dos países es algo aceptado voluntariamente por las dos partes y puede modificarse según procedimientos normalmente contemplados en él. No se trata de una circunstancia impuesta por terceros ajenos a los firmantes. Por eso es urgente que el Gobierno español requiera la modificación de los acuerdos con el Vaticano, quizá también en otros aspectos, pero desde luego en el apartado que se refiere a la enseñanza de Religión en la escuela pública. Es un obstáculo prominente en la tarea de diseñar una escuela pública eficaz en un entorno institucional no confesional.

En primer lugar, porque supone una injerencia intolerable para nuestro Estado, sea cual sea el color de su Gobierno, en la autonomía para fijar los contenidos docentes de nuestros escolares y los procedimientos de designación de los profesores. Cualquier persona que se reclame de la democracia liberal debería considerar ofensiva tal pretensión. Pero también porque crea disfunciones de difícil o imposible solución. El hecho de que sea una asignatura voluntaria que cuente en las calificaciones y, por lo tanto, influya en el devenir académico, crea dos clases de alumnos con oportunidades diferentes sin ninguna justificación. Que se imparta en el horario escolar crea la necesidad de pensar en una alternativa para los alumnos que no elijan seguir la clase de Religión, influyendo, por tanto, también en el currículo de quienes han elegido no cursarla. Muchos han argumentado el interés en sustituir la clase de Religión por algo como ética y valores, o historia de las religiones, etcétera. Pero si estas materias son de interés, lo son también para los alumnos que cursan Religión Católica y no pueden sustituirse enseñanzas de tipo universal como las mencionadas por una de perfil confesional. Al final, resulta que la única alternativa viable es nada: una hora de inactividad, o de actividad irrelevante, en medio del horario escolar.

Así pues, la enseñanza de la Religión Católica, aun con carácter voluntario, no tiene acomodo en el programa de una escuela no confesional, no puede imponerse por la fuerza de un tratado internacional, no puede intercalarse en el horario escolar, y las personas designadas por los obispos para impartirla no pueden tener la consideración de profesores oficiales; solo pueden ostentar dicha condición quienes siguen las normas en vigor de selección del profesorado.

No es este, desde luego, el único ni el principal problema de los muchos que aquejan a nuestra escuela, pero su resolución definitiva de forma respetuosa con el espíritu de nuestra Constitución permitiría concentrar el debate en las mejoras de procedimiento y contenidos que demanda nuestra educación.

Cayetano López fue rector de la Universidad Autónoma de Madrid.

https://elpais.com/elpais/2018/11/20/opinion/1542725622_730342.html


viernes, 23 de noviembre de 2018

Hay que desenterrar la memoria de las cunetas

Javier Gallego
Carne Cruda

España desconoce lo que fue la dictadura de Franco. Sus herederos y cómplices impusieron por ley el olvido de los asesinatos, torturas, robos de bebés y este país ha terminado por creer que el franquismo tampoco era para tanto. Hasta la Academia de la Historia, nostálgica del pasado, se negaba a llamarle "dictador" y "régimen totalitario". Lo dejaron todo atado y bien atado para que así fuera.

Desde el Rey que juró lealtad al genocida, hasta sus ministros, jueces, militares y policías se acostaron franquistas y se levantaron "demócratas", enterraron la memoria con la ayuda de una izquierda traicionera y construyeron un recuerdo a su medida que ha blanqueado a Franco con éxito durante décadas.

Pero hay un silencio que grita desde las cunetas. Más de 100.000 asesinados por la dictadura que claman Justicia. No se trata de reabrir heridas, se trata de abrir agujeros para que las familias puedan enterrar a los suyos. Somos, después de Camboya, el país con más enterrados en fosas comunes. Somos un país que no permite juzgar a sus criminales fascistas, un país que no le da Justicia a las víctimas vivas y a las familias de los muertos, que tienen que irse a Argentina a pedirla.

En un documental francés reciente definían el franquismo como un régimen sanguinario y brutal que dio un golpe de Estado a una democracia, eliminó a la disidencia, cerró España y le impuso una moral ultracatólica con la ayuda de la Iglesia. Jamás me contaron así la dictadura en el colegio. Tampoco en la tele o en casa. No es eso lo que he oído sobre ella. Sí he oído mil veces que la culpa fue de la República, de la víctima, vaya. A la calle le han borrado la memoria y le han implantado una mentira.

Es hora de desenterrar la memoria de las cunetas y de las salas de tortura de la Dirección General de Seguridad, como hace "El silencio de otros", la película que debería enseñarse a todos los españoles para que conozcan el relato que se enterró: el de los torturados, los ajusticiados, los bebés robados por el franquismo. El de las violaciones con barras de hierro, las humillaciones a los presos, los fusilamientos contra las tapias. El que nunca me contaron. Es desgarrador ver la lucha incansable de las víctimas por encontrar Justicia y devastador ver un país que ha olvidado lo que los franquistas les hicieron a miles de personas. Es la Infamia Nacional.

En otros países se avergüenzan y juzgan a los genocidas. Aquí se les aplaude y amnistía. Como me decía hace unos días Pablo Romero, hijo de un asesinado de ETA, olvidar a las víctimas es matarlas otra vez. Una víctima no olvida. Un país no puede olvidarla. Un Estado no puede perdonar los crímenes que cometió la dictadura. Ha pasado el tiempo suficiente para desenterrar la memoria de las cunetas. Sería un buen sitio para tirar los restos inmundos del carnicero del Valle de los Caídos.

Fuente:

http://www.eldiario.es/carnecruda/lo-llevamos-crudo/desenterrar-memoria-cunetas_6_837526263.html

La iglesia católica española y el general Franco

Vicenç Navarro Público.es

La visión que el establishment político-mediático conservador español tiene del papel que la Iglesia Católica Española (ICE) ha jugado en la historia reciente de España es que tal institución apoyó el golpe militar de 1938 como respuesta a la hostilidad expresada por la Segunda República hacia sus intereses, estableciendo un régimen autoritario del que fue distanciándose más tarde, facilitando por último el proceso de transición hacia un régimen democrático homologable a cualquier otro régimen democrático existente en la Europa Occidental. Tal visión es, en general, la que se enseña en el sistema educativo de este país.

El gran error de las fuerzas progresistas y democráticas es no haber denunciado la enorme falsedad de tal visión, siendo su campaña de recuperación de la memoria histórica un proyecto muy limitado, caracterizado por la moderación y el temor a enfrentarse a la ICE, que continúa teniendo un enorme poder en el diseño y formulación de la política educativa del país. No quisiera minimizar, por cierto, el impacto positivo que la recuperación de la memoria histórica ha tenido en muchos ámbitos del país. Su campaña, por ejemplo, para prohibir homenajear a figuras de aquel régimen, definido como meramente autoritario, ha sido valiosa para, al menos, diluir y, en muchas ocasiones, eliminar la visibilidad de figuras representativas de aquella dictadura. Pero incluso ahí, la permanencia de un mausoleo, el Valle de los Caídos, en honor de la figura del dictador muestra la enorme timidez en esta corrección del pasado.

La gran insuficiencia de las campañas de memoria histórica para corregir las falsedades existentes en la historia oficial del país

Hay que reconocer que no ha habido una actitud crítica y de denuncia del papel de la ICE (incluyendo, por cierto, la Iglesia Católica Catalana) en la historia reciente de este país. Ningún medio televisivo, público o privado, se ha centrado en corregir la enorme falsedad de la visión oficial del papel de dicha institución en nuestra sociedad. En primer lugar, nunca ha habido un programa que mostrara el apoyo que tal institución proporcionó a las fuerzas conservadoras responsables del enorme retraso cultural, político y económico que impusieron a las clases populares de este país, y que explica la gran hostilidad que la ICE generó entre estas clases durante la Segunda República, hostilidad que dicha Iglesia nunca se ha preguntado por qué existía. En segundo lugar, la ICE fue parte integrante del golpe militar (que interrumpió un proceso democrático) y del régimen dictatorial que tal golpe impuso y estableció. En realidad, la expresión según la cual “la ICE apoyó la dictadura” no define bien la relación entre la ICE y aquella dictadura. No es que la ICE apoyara el régimen dictatorial. Fue mucho más que apoyo, la ICE era parte esencial de aquel régimen. Los sacerdotes eran pagados por el Estado con fondos públicos, y los obispos eran nombrados por el dictador. Y, como parte de aquel Estado, cumplieron una función, incluyendo la represora.

El papel de la ICE en la represión La Falange y la Iglesia jugaron un papel determinante en la denuncia y selección de las personas e instituciones republicanas brutalmente reprimidas (con especial atención a los maestros fieles a la República, incluyendo mis padres y familiares), represión ocultada y nunca mostrada por los mayores medios de información españoles (lo que engloba a los medios catalanes) del supuestamente régimen democrático actual. El nacionalcatolicismo (mezcla de un nacionalismo imperialista extremo de carácter étnico-racista, con un catolicismo sumamente reaccionario y opresivo) condenó al país a su enorme subdesarrollo cultural y social. De nuevo, como resultado de la enorme influencia de la ICE, no ha habido programas educativos para corregir la enormemente sesgada “historia oficial del país” sobre dicha institución.

Y esta función represora, basada en una completa y total dedicación de la ICE a la permanencia del régimen, continuó hasta el último día del régimen. Baste leer las declaraciones del cardenal Tarancón a raíz de la muerte del dictador, en las que, en un acto realizado en aquel momento, dijo: “creo que nadie dudará en reconocer aquí conmigo la absoluta entrega, la obsesión diaria, incluso, con la que Francisco Franco se entregó a trabajar por España, por el engrandecimiento espiritual y material de nuestro país, con olvido incluso de su propia vida” (citado por Juan José Tamayo en el artículo “El santo sepulcro del dictador”, publicado en El Periódico). Esto dicho en homenaje a uno de los dictadores que dirigió uno de los regímenes más represivos que hayan existido en la Europa Occidental del siglo XX. Como documentó en su día el principal experto en fascismo europeo, el entonces profesor Malefakis de la Columbia University de Nueva York, por cada asesinato político que cometió el régimen fascista italiano liderado por Mussolini, el régimen liderado por Franco cometió 10.000. Y en cuanto al supuesto “engrandecimiento” material, el régimen dictatorial fue responsable del enorme retraso económico y social del país (ver Navarro, V. El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias. Anagrama, 2006).

En realidad, la deificación del dictador fue una constante en el comportamiento de la ICE. Hasta el último día del régimen, el Caudillo entraba en las iglesias bajo palio, con los mismos honores que se daban al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, poniéndolo, como bien dice Juan José Tamayo, al mismo nivel que Dios. La ICE definió a tal personaje como “el dedo de Dios”, definición que fue ampliamente reproducida por los mayores medios de información durante la dictadura. Nada menos que Luis Martínez de Galinsoga, director de La Vanguardia, indicó que “La vida de Franco ha sido conducida por el dedo de Dios”, y las monedas españolas llevaban la imagen del dictador rodeado de un laurel en el que estaba escrito “Caudillo por la gracia de Dios”, mostrando la gran complicidad entre la Iglesia y el sistema financiero de este país.

Y la historia continúa Debería ser obvio que una de las principales causas del retraso en la denuncia de la falsificada historia de nuestro país es precisamente el gran poder que la ICE continúa teniendo en España. La ICE ha sido una de las instituciones que más se han opuesto a sacar al dictador de su monumento: el Valle de los Caídos. Y ahora que, por fin, cuarenta años después de que se iniciara la democracia, se intenta así hacerlo, la vicepresidenta del gobierno español se ha tenido que desplazar al Vaticano para solicitar ayuda a las máximas autoridades de la Iglesia Católica para que permitieran el desplazamiento del dictador a un lugar donde no continúe teniendo gran prominencia, evitando así que sea enterrado nada menos que en la catedral de la capital del Reino, Madrid, como desean sus familiares. El argumento que la ICE está utilizando es que en términos morales, y según los principios de la religión católica, no se puede negar su entierro en el panteón que la familia del dictador compró. Tal respuesta, como bien dice Juan José Tamayo, carece de credibilidad: la Iglesia constantemente expulsa a las personas divorciadas, a las mujeres que han cometido aborto, y un largo etcétera. La mera coherencia exigiría expulsar al responsable del régimen que asesinó a más españoles en el siglo XX. Pero ello requiere que la ICE reconozca y admita que esto es lo que fue aquel personaje, caudillo de un régimen del cual tal institución (la ICE) fue una pieza clave.

Entiendo que haya personas religiosas católicas que pidan que la Iglesia Católica pida perdón al pueblo español por el daño tremendo que ha causado a las clases populares de este país. No soy contrario a ello, pero lo veo improbable y poco significante. La Iglesia Católica ha mostrado ya a lo largo de su historia escasa sensibilidad moral y democrática. En realidad, debería ser denunciada por el papel central que tuvo en aquel régimen dictatorial. Y habría que pedirle al papa Francisco, el papa “progre” de los “cristianos progres”, que haga algo, y denunciara lo que la Iglesia ha hecho en este país. Pero tampoco creo que ocurra. La falta de moralidad de la Iglesia Católica es la tónica que define su historia en España.

Una última observación. En el término ICE incluyo predominantemente a las autoridades eclesiásticas de tal institución y no a la gente normal y corriente que es creyente y de la cual hay de todos los colores políticos, aun cuando dominan numéricamente las sensibilidades conservadoras. A todas ellas las animaría a que se rebelaran frente a tales autoridades, las cuales han dado amplias muestras de una gran falta de vocación democrática y excesivo apego a sus intereses corporativistas, en contra de los intereses de la mayoría de la población. Por el bien del país, por favor, háganlo.

Fuente:

http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2018/11/19/la-iglesia-catolica-espanola-y-el-general-franco/

_- La internacional neofascista. Diez conjeturas sobre la aceleración parda.

_- Jorge Elbaum CLAE / El Cohete a la Luna

El pueblo de los países pobres se mata trabajando para financiar el desarrollo de los países ricos. El Sur financia al Norte, y especialmente a las clases dominantes de los países del Norte. El medio de dominación más poderoso es actualmente la deuda. -Jean Ziegler

1. Bolsonaro no está solo.

Los climas políticos son contagiosos. Existen variadas formas de mímesis en la historia. Enlazar los procesos simultáneos que se dan en los distintos puntos cardinales implica aceptar que estamos viviendo un peligroso cambio de época. Desde la crisis económico-financiera de 2008 se aceleraron los discursos xenófobos, los desplazamientos poblacionales y los mecanismos sutiles o brutales de proteccionismo cultural y étnico: la parafernalia neoliberal de las fronteras abiertas se transformó en una maquinaria dispuesta para el desprecio al otro.

Una carga de provincianismo racista acompañada del recrudecimiento de las guerras comerciales más o menos abiertas. El supremacismo blanco de Trump que envía soldados para detener a hondureños desesperados, es el espejo de la Europa islamofóbica (constituidos estos últimos en los perseguidos judíos del presente). Quienes suscribieron la guerra civil en Siria clausuraron después las compuertas para las oleadas de desesperados que escapaban de los bombardeos.

En Italia la Liga Norte de Matteo Salvini empieza a discutir su Brexit. En Austria el partido neonazi FPÖ forma parte de la coalición gubernamental con dos ministerios, el de relaciones exteriores y el del interior. En Finlandia y en Suecia tres de cada diez ciudadanos apoyan a partidos que reivindican la discriminación y la superioridad blanca, haciendo caso omiso a las humillaciones que sufren diariamente los migrantes.

En Hungría, el premier Viktor Orban convoca a expresar la identidad moral y étnica de los magyares por sobre el resto de los habitantes. Marine Le Pen sigue conservando el favor de un cuarto de los franceses y por primera vez desde la Segunda Guerra un partido nazi entra en el Bundestag de la mano de Alternativa por Alemania, sin que el sistema político germano haya apelado a las cacareadas prohibiciones que existen sobre el discurso hitlerista.

En Polonia el partido Ley y Justicia de Jarosław Kaczyński impulsa y aprueba normativas revisionistas, condescendientes con los colaboracionistas nazis, quienes —según las nuevas normas— deben ser considerados como perseguidos por los soviéticos, luego de la Gran Guerra Patria. En Holanda Geert Wilders llama a prohibir las mezquitas y, en Israel, Netanyahu impone una Ley que legitima el apartheid, al tiempo que muchas democracias occidentales lo premian con el traslado de la embajada a Jerusalén, sin considerar la continuidad de la ocupación de Palestina.

2. El casino.

Existe una ofensiva reaccionaria motivada por la crisis estructural que se origina en la financierización. Este modelo de acumulación logra extorsionar al mundo productivo mediante la exigencia de rentabilidades solo alcanzables mediante la brutal precarización, la flexibilidad y la caída del poder adquisitivo de los salarios. La trampa radica en que el capital productivo se fuga hacia paraísos fiscales exigiendo que el mundo del trabajo maximice la explotación para poder competir con la rentabilidad ofrecida por su lógica rentística.

Su expresión más violenta son los fondos buitre defendidos por equipos de abogados expertos en guerras jurídicas dispuestos a saquear las arcas estatales de los países que se endeudan con apoyo del FMI y las élites locales. Por su parte, los Macri, Temer, Piñera y otros se ven beneficiados con cuantiosas comisiones (provenientes de la emisión de títulos de deuda) y sobre todo con la expectativa de convertirse en futuros CEOs de las empresas transnacionales que adquirirán las destrozadas redes productivas locales, mediante inversiones ínfimas.

3. Camisas pardas.

Los movimientos reaccionarios siempre han sido el resultado del intento de democratización de las sociedades y del desafío a los sectores privilegiados. Frente a Espartaco en Roma, a la irrupción de los trabajadores en 1870 o en 1917, y/o a la conformación del peronismo de la década del ’40, los poderes fácticos se aliaron con el objetivo de ahogar cualquier posibilidad de darle cabida o continuidad a la extensión de la equidad y la libertad. Todos los procesos de reacción responden al miedo que sienten los sectores del privilegio a perder el control del tablero: Bolsonaro y el resto de las derechas en el mundo irrumpen como expresión desesperada ante los posibles avances de los sectores democráticos.

Quienes los votan han sido cooptados por el terror ante la invasión de los extraños, a quienes se presenta como los responsables de amenazar aquello que se ha conquistado: el ultraliberalismo produce las condiciones de la marginalidad y la violencia y se ofrece para solucionar el problema con mano dura, homofobia, misoginia y etiquetamientos variados. El temor sistémico es inoculado a través de murmuraciones repetidas por los medios hegemónicos que instigan a la aceptación inmediata de respuestas rápidas y crueles. En forma paralela, el delito, el narcotráfico y la imbricación de los organismos de seguridad en los entramados oscuros del poder mafioso, aumentan con los efectos del ultraliberalismo y la falta de proyectos sociales colectivos esperanzadores.

4. Meteorología.

Las convocatorias a la violencia de Estado son exitosas cuando existe una ciudadanía carente de conciencia crítica, y al mismo tiempo ajena a los procesos de participación democrática cotidiana. Los climas reaccionarios necesitan fabricar enemigos internos y externos y de ser posible combinarlos. Pueden ser elegidos entre los más débiles y vulnerables con la condición de despertar desconfianzas generalizadas: migrantes, nacionalidades foráneas o portadores de características étnicas o fenotípicas suelen ser las víctimas prioritarias. Estos etiquetamientos son útiles para ocultar el proceso de deterioro que generan las políticas de acrecentamiento de la riqueza. Al instigar al odio hacia un enemigo se busca cambiar el eje del debate real sobre la producción material cultural y simbólica de las crisis que sus políticas producen.

5. Bienes.

La inclusión social expresada en el consumo aparece como una paradoja: el neoliberalismo excluye al tiempo que sus opositores, los sectores progresistas, intentan expandir el mercado interno. Cuando esto último sucede, los incluidos se desesperan por conservar lo que han adquirido y se identifican con facilidad con los discursos privatistas y discriminatorios. Desprecian a quienes están subsidiados por el Estado, porque los consideran competidores ilegítimos de su ascenso social.

6. Pánico.

Las olas reaccionarias hacen brotar los miedos atávicos de una sociedad y los redirigen hacia sujetos alejados de los generadores de la crisis. Los brasileños no votaron específicamente por los nazis sino, mayoritariamente, contra la inseguridad y contra la corrupción instalada como expresión (única) del PT, obviando la permanente estafa estructural que supone la fuga de capitales, el endeudamiento y la carga impositiva mayoritaria sobre los sectores más empobrecidos de las sociedades.

7. Pátina.

Ni Bolsonaro ni Trump ni Netanyahu ni Salvini ni Le Pen ni Macri son antisistema: son el corazón brutal del sistema, la expresión más cabal del capitalismo rentista, su versión más fidedigna y transparente. Todos ellos son tributarios de un nuevo sentido común basado en un doble soporte cultural: espiritual y académico.

Una teología de la prosperidad individual (santa y egoísta), y unos discursos econométricos que fetichizan las cuantificaciones obviando las orientaciones valorativas, como si pudiesen existir estas últimas en formatos ajenos al comportamiento humano. De esa manera se ofrecen ante los impávidos receptores como portadores de un halo divino y de una carcasa científica. Anuncian repetidamente que Dios y la Verdad los escoltan.

8. Damocles

En ese marco, las opciones que ofrece la globalización en términos de sistema político son tres: el pacto continuista que consiste en competir por nimiedades, sin discutir los puntos centrales del sistema. Desmontar el sistema de partidos en nombre de un “que se vayan todos”, dejándole al mercado la oferta electoral de vedettes, deportistas o actores para gobernar sin presiones. O la propuesta de derechas basadas en la persecución, la proscripción, la guerra jurídica y la deslegitimación mediática.

Cualquier oposición del tipo productivista, que pretenda limitar la especulación y valorizar el trabajo, será acusada de populista y descalificada en los altares bienpensantes del poder mundial. El modelo de democracia al que se puede acceder, aquel que autorizan, sólo es el que se ofrece como funcional a la financierización extorsiva.

9. Aniquilamiento

La lógica del mercado busca exterminar a la política porque ese es el único territorio donde las grandes mayorías pueden lograr la democratización de algo. Solo la remanida voluntad general o su versión remasterizada, el poder popular, pueden hacerle frente.

10. Atenti

Los que vienen marchando no son los santos.

https://www.youtube.com/watch?v=IDeX9IHQiXg

Los pastores guerreros del neoliberalismo argentino, argamasa espiritual de la oleada reaccionaria.

Jorge Elbaum: Sociólogo, doctor en Ciencias Económicas, analista senior del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la). Publicado en elcohetealaluna.com

jueves, 22 de noviembre de 2018

¿Quién está detrás de la caravana de hondureños que se dirige a EE.UU.?

Matías Caciabue y Paula Giménez
CLAE / Rebelión

En el contexto de las elecciones de medio término en EEUU, ¿George Soros dispara contra Donald Trump? ¿Neoconservadores vs globalistas? La oligarquía financiera opera acciones locales de alcance global. La “glocalidad” ha llegado para quedarse como estrategia política de la actual fase del capitalismo.

La ya mundialmente conocida caravana de migrantes hondureños pareciera no ser un hecho aislado. Sus implicancias guardan una profunda relación con los conflictos que están sucediendo a nivel mundial. Desde la crisis de 2008, la lucha intercapitalista se encuentra atravesando un momento político. Algunos actores, como el Papa Francisco, se atreven incluso a plantear una Guerra Mundial “por partes”.

Lo cierto es que, por dónde se lo mire, las distintas facciones de la oligarquía financiera mundial han puesto en marcha una guerra que combina todos los medios de lucha y despliega sus hilillos en todos los territorios (Guerra de Redes, Guerra de Quinta Generación).

En esta oportunidad, la fracción globalista dominante, de la cual el multimillonario George Soros es un actor, ha tomado una iniciativa desestabilizadora contra la fracción neoconservadora, anclada con más fortaleza en el sistema institucional estadounidense a partir de la presidencia de Donald Trump.

La realidad económica, política y social transita un momento de crisis orgánica, estructural y multidimensional. Hay autores que plantean que las fracciones más avanzadas de la oligarquía financiera esgrimen un proyecto revolucionario, para dar un salto hacia un sistema social más opresor que el capitalismo y para eso necesita la desintegración de los Estados nacionales.

¿Acaso una táctica en esta guerra multidimensional es el envío de miles de “caravanas” de migrantes que marchan como “misiles” humanos por el mundo, con el blanco fijo de romper las fronteras de los Estados? Quizás el comportamiento de los medios hegemónicos de comunicación, la manipulación en y de las redes sociales y el financiamiento direccionado de Fundaciones ligadas directamente a lo más concentrado del poder financiero, sean una pista a seguir minuciosamente.

Lo mismo parece repetirse en varias partes del mundo y los gobernantes actuales parecen no poder hacerle frente al grave y deshumanizante problema migratorio. Turquía ya acogió 2,7 millones de refugiados (mayoritariamente sirios) y la Unión Europea casi dos millones (sobre todo Alemania, Austria, Hungría, y Suecia).

Del otro lado de la disputa de proyectos estratégicos, la fracción neoconservadora parece luchar para sostener el orden mundial vigente, con sus instituciones y su forma social de producción financiera con mayor asiento territorial-continental y “productivo” (el complejo militar-industrial-farmacéutico estadounidense).

En los últimos días aparecieron otros preocupantes “mensajes”: En el medio de la elección estadounidense de medio término, donde la caravana migrante se ha convertido en un tema central, cartas-bombas fueron enviadas a los principales articuladores de la oposición a Trump en territorio propio.

Los Obama, los Clinton, el magnate George Soros, la cadena de noticias CNN, y el diario The New York Times, todos actores de la fracción globalista de la oligarquía financiera angloamericana, fueron los blancos directos de ataques terroristas “en defensa de Trump”.

La Caravana

San Pedro Sula, una ciudad en el norte de Honduras, se convirtió en el epicentro de la Caravana con destino a EEUU que ya congrega a más de 7.200 personas. La ciudad, conocida por ser uno de los principales centros de transporte del país, que cuenta con una población de unos dos millones de habitantes, es protagonista de un hecho de alcance global.

Testimonios que integran el éxodo aseguran que la convocatoria surgió en grupos de noticias comunitarias de Facebook. Un posteo que decía: “Una avalancha de hondureños se prepara para ir en caravana a EEUU. ¡Compártelo!” y una intensa cobertura televisiva de HCH (el canal de noticias más popular del país) hicieron que el 13 de octubre, miles de personas se congregaron para emprender el largo camino hacia “el sueño americano”.

Ya desde septiembre circulaban en las redes sociales los planes de la caravana y, en marzo de este año, partió desde México una caravana más pequeña pero que consiguió cierta presencia mediática.

En el medio de este conflicto humanitario, algunas voces de peso político han salido a jugar. Kelly Johnston, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de Campbell Soup Co. desde el 2002 (en su cuenta de Twitter @johnston_kelly), apuntó contra la Open Society, la fundación del magnate financiero George Soros: “Ves esos caminantes verdad? lo que no ves es el transportista de tropas y vagones que los llevan al norte. @OpenSociety planeó y está ejecutando esto, incluso donde defecan. Y tienen un ejército de abogados de inmigración estadounidense esperando en la frontera”.

Desde la empresa salieron a desligarse de los dichos del ejecutivo: " Las opiniones que expresa Johnston en Twitter son sus opiniones individuales y no representan la posición de Campbell Soup Company", dijo en un comunicado la empresa con sede central en la ciudad norteamericana de Nueva Jersey.

Esta campaña despertó la respuesta de Open Society, una de las dos fundaciones más importantes del globalista George Soros, referente de la también conocida Human Right Watch. En su cuenta de Twitter ( @OpenSociety) negó la vinculación del magnate y de la Fundación en el financiamiento de la caravana.

Justo en ese momento, Donald Trump salió al ataque desde sus redes sociales: “¡Los Estados Unidos han informado firmemente al presidente de Honduras de que si la gran Caravana de personas que se dirigen a EEUU no se detiene y regresa a Honduras, no se dará más dinero ni ayuda a Honduras, con efecto inmediato!”.

Y agregó: “Estoy viendo cómo el Partido Demócrata liderado (porque quieren Fronteras Abiertas y leyes débiles existentes) asaltan a nuestro país por parte de Guatemala, Honduras y El Salvador, cuyos líderes están haciendo poco para evitar que este gran flujo de personas, incluidos muchos criminales, entren desde México hacia EEUU...”.

La guerra intercapitalista, de alcances planetarios, parece disputarse por todos los medios y en cada rincón del mundo. Los hondureños más desamparados, que sufren un aumento de la violencia social y política desde el golpe de Estado de 2009, han sido lanzados cual ejército de infantería en un enfrentamiento entre diferentes fracciones de la oligarquía financiera que controla el globo.

¿Por qué Honduras?

En el año 2009 se produjo un golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel “Mel” Zelaya. Su caída inauguró una reapertura de las políticas neoliberales en el país. El golpe fue ordenado por la Suprema Corte de Justicia que acusó al mandatario de cometer delitos graves como traición a la patria, entre otros. Fue el primer golpe de Estado institucional exitoso que sucedió en América Latina desde la inauguración del ciclo popular tras la victoria de Hugo Chávez en 1998.

Desde ese momento, las organizaciones del campo popular hondureño se reagruparon en el Frente Nacional de Resistencia Popular, pero dicho movimiento fue parcialmente desarticulado mediante el asesinato de parte de sus principales dirigentes.

La violencia política y social lleva casi una década de sangre y fuego en aquel país centroamericano. Los asesinatos de Isy Obed Murillo en las inmediaciones del Aeropuerto de Tegucigalpa, capital de Honduras, un día que Mel Zelaya intentaba volver al país tras su derrocamiento el 5 de julio de 2009; y Berta Cáceres, la referente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) alcanzada por la bala de un sicario, fueron los casos más conocidos de una atroz carnicería humana.

El 26 de noviembre de 2017, las elecciones presidenciales le dieron la victoria a JOH (Juan Orlando Hernández) frente a Salvador Nasralla, el candidato apoyado por Manuel Zelaya y su Partido LIBRE.

Esta elección estuvo rodeada de maniobras fraudulentas, llegando a llamar la atención de la comunidad internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó celebrar nuevas elecciones ante las “serias dudas” que dejó el proceso y la “falta de certeza” respecto a los resultados finales.

Desde que el modelo neoliberal está en el gobierno, en Honduras hay cifras verdaderamente preocupantes:

● En 2009 había 58% de pobreza y en 2018 la misma asciende a 68%.

● 3 millones de personas comen una sola vez al día.

● Junto a Guatemala y El Salvador, Honduras tiene una tasa de 40 asesinatos por día, tres veces por encima de la media mundial, lo que lo posiciona como uno de los países más peligrosos del mundo.

● En Honduras circulan 4.5 millones de armas de fuego no registradas “made in USA”.

En ese contexto, se hace evidente que la democracia y el estado de derecho del país centroamericano ha quedado en un serio cuestionamiento. Allí sólo crece el crimen organizado especializado en trata de personas, narcotráfico, contrabando y asesinatos por encargo.

La caravana migrante se magnifica en el territorio mediático y virtual. Acciones locales con impacto global ocurren en cada territorio. La glocalidad es el concepto que explica este fenómeno. Se hace visible, una vez más, como el territorio virtual es un escenario de producción de fuerza social que luego se realiza en la calle y en la política.

El desafío, para los movimientos populares, es pensar cómo generar acciones glocales, colectivas y organizadas, que tengan el impacto de beneficiar el conjunto de los intereses del pueblo.

Fuentes consultadas:

- http://estrategia.la/2018/08/24/enfrentar-la-guerra-de-quinta-generacion-con-arcos-y-flechas/

- http://estrategia.la/2018/08/24/enfrentar-la-guerra-de-quinta-generacion-con-arcos-y-flechas/

-https://www.lanacion.com.ar/2185564-quien-es-george-soros-que-es-blanco

- https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-10-23/campbell-disavows-tweet-from-executive-that-knocked-soros-group

- https://www.lanacion.com.ar/2184948-caravana-de-migrantes-un-exodo-masivo-de-origen-opaco-y-que-las-redes-hicieron

- http://acercadelacaravanamigrante.com/

- https://www.integracion-lac.info/es/node/41962

- https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-10-23/campbell-disavows-tweet-from-executive-that-knocked-soros-group

- https://youtu.be/UCnZfpKGNSs

- https://criterio.hn/2018/10/22/la-migracion-forzada-es-un-deficit-de-democracia-y-el-resultado-de-la-exclusion-y-de-la-corrupcion/

https://criterio.hn/2018/10/14/caravana-de-migrantes-refleja-crisis-humanitaria-que-vive-honduras-ciprodeh/

- https://www.facebook.com/752294238232626/posts/1837087833086589/

- https://www.facebook.com/752294238232626/posts/1837107939751245/

- https://www.integracion-lac.info/es/node/41962

- http://www.latribuna.hn/

- http://www.latribuna.hn/2018/10/19/multimillonario-izquierdista-george-soros-financia-la-invasion-de-caravanas-demigrantes/

https://elpais.com/internacional/2018/10/21/actualidad/1540131254_334776.amp.html

- https://cnnespanol.cnn.com/2018/10/21/caravana-migrantes-mexico-estados-unidos-ruta/

Matías Caciabue y Paula Giménez: Investigadores/as argentinos del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) ( www.estrategia.la )

miércoles, 21 de noviembre de 2018

_- Carta de un antiguo alférez provisional al general Franco en abril de 1963.

_- 20 NOVIEMBRE, 2018
Ángel Viñas

La semana pasada di pública expresión a mi sorpresa de que antiguos altos mandos del Ejército, ya jubilados, hubiesen considerado oportuno loar al general Franco, de cuyo fallecimiento se cumple hoy un nuevo aniversario, utilizando como uno de sus argumentos, aunque no el único, el carácter supuestamente instructivo para las nuevas generaciones de su desconocida hoja de servicios salvo en la parte que antecedió a su odiada República y que ya fue objeto de análisis (no necesariamente en plan de alabanza) por un jefe del Ejército, también jubilado e historiador conocido, el coronel Carlos. …..

He dejado expresamente para este 20 de noviembre el dar a conocer una carta que un conocido amigo mío encontró años ha en el archivo de la Casa Civil de Su Excelencia el Jefe del Estado y que me envió por si pudiera interesarme. En aquellos momentos estaba escribiendo LA OTRA CARA DEL CAUDILLO y no vi la forma de incluirla. Me contenté con poner de relieve la forma y manera en cómo, a las tres semanas más o menos de ser cooptado por sus pares a la máxima magistratura, empezó a mover uno de los instrumentos que le permitió, en los tres años de guerra, hacerse con una fortunita considerable. Algo en lo que tan ilustres soldados no parecen haber reparado todavía. Hay que comparar, claro está, el tono moral que rezuma de tales manipulaciones con el espíritu de abnegación y sacrificio que tantos y tantos mostraron mientras morían en las trincheras o se desangraban esperando a que les enviaran a los hospitales de retaguardia. Pelillos a la mar.

Hoy creo que es imprescindible que tal carta salga de la oscuridad. Se trata de una misiva, con firma garabateada, escrita a máquina en 1963. Por razones no explicadas en el expediente, alguien decidió guardarla. En muchas otras ocasiones tal tipo de comunicaciones va directamente a la papelera. No fue este el caso. En el próximo post haré algunos comentarios al respecto, pero antes desearía que mis amables lectores leyeran el texto de la carta. Ni que decir tiene que el tono fue extremadamente respetuoso. La puntuación, que no era el fuerte del autor, es mía.

“Mi General: el español que le dirige esta carta fue oficial a sus órdenes durante la guerra civil española. En la misma perdió a su padre y derramó su sangre por la Patria en diferentes operaciones estando en posesión de varias condecoraciones a las que renuncié voluntariamente por los mismos motivos que informan ésta.

Como tantísimos españoles luché por Dios y por la Patria, por lo menos luché con este convencimiento y verdadera fe. No saqué en consecuencia ningún provecho personal de esta privilegiada situación, creyendo siempre que, aun cometiendo errores, íbamos a crear una nueva España mejor y auténtica madre de todos los españoles.

Siempre, y en cuantas ocasiones se me han presentado, lo he defendido a Vd. y a sus políticas; inclusive en momentos en que la pura razón me parecía estar de nuestra parte.

Después de más de 25 años observo con verdadero horror que lo que en principio creí era un mal inevitable, conocedor de las pasiones desatadas y de los sufrimientos de la guerra, y que el paso del tiempo y la inteligencia de Vd. borraría para siempre de la faz de nuestra Patria, se ha convertido en norma.

Escribo, pues, ésta bajo el dictado de mi conciencia y para que nunca se diga que un español calló cuando debía haber hablado. Todavía después de tanto sufrimiento y tanta sangre vertida hay que escribir HABER en vez de PODER.

Mi General: los últimos juicios militares contra personas civiles son a todas luces monstruosos. No hay ley humana o divina que en este año de 1963 pueda justificarlos, ni tampoco los métodos empleados para montar los mismos, mucho menos teniente presente la hora actual del mundo.

Las largas condenas impuestas, inclusive la pena de muerte, y las torturas son impropias de un país que se dice civilizado y por demás católico. Por ello la opinión mundial nos mira con repulsión y seguirá la leyenda negra. Todo este horror caerá sobre nuestras conciencias este día y sobre las de nuestros hijos en la eternidad.

No podremos, como no podemos ya, acusar al mundo y proclamar con lágrimas de fariseo que no se esfuerza nadie en comprendernos cuando nosotros, después de más de 25 años de terminada nuestra guerra civil, seguimos aplicando normas de represión y odio contra hermanos nuestros, que podemos considerar como equivocados, obcecados y sin salvación pero hijos de Dios y a quienes tenemos la sagrada obligación de comprender y convencer, y no se puede convencer a nadie aplicando medidas de odio, aparte de que pecamos gravemente a los ojos de Dios y de los hombres.

Hay que tener presente, mi General, que la inmensa mayoría de esos hombres se mueven a impulsos de verdaderas injusticias y que, si no hubiese en nuestra Patria necesidades, hambre y tantas injusticias irritantes, en perpetuo contraste con un lujo y ostentación de riqueza desmedidos, no serían captados por las ideas marxistas. Al fin y al cabo, estas son una nueva mística que, aunque en teoría, ofrecen una esperanza de redención.

¿Qué esperanzas tiene el que en España sigue pasando hambre de pan y de justicia, después de más de 25 años de promesas?

Cúlpese, pues, a los que lo han tenido todo en sus manos y solo han pensado en enriquecerse desmedidamente, restregando diariamente su orgullo y despotismo por las narices de los oprimidos.

No podemos engañar a nadie presentando sus delitos de rebelión militar

(sigue al dorso)

lo que solo es un sagrado derecho del explotado. La protesta contra dicha explotación, contra la injusticia que con él se comete.

Que pedir justicia, en la forma que fuere, no es delito, cuando uno no es escuchado por quien debiere. Y, en último término, tengamos también presente que al juzgar a un ser humano juzgamos su actuación ante la sociedad de acuerdo a la ley considerando solo los hechos probados y de ninguna forma sus ideas, pues aun condicionando unas a otros es lo cierto que orden de los hechos pertenece a los hombres y el de las ideas a Dios.

Son muchos más, mi General, los argumentos que en pleno Derecho podría invocar, pero no lo hago, en orden a la brevedad y también convencido de que su preclara inteligencia ya los intuye, y convencido de que para argumentaciones de esta carta ya son suficientes.

Solo me resta, mi General, pedirle clemencia y caridad para ese comunista condenado a muerte el día 18 de abril del corriente llamado Julián Grimau, juzgado por un tribunal militar donde se conculcaron todas las normas del Derecho, desde el principio al fin, y que de cumplirse será baldón y vergüenza para varias generaciones de españoles (fui testigo presencial).

También, mi General, clemencia y caridad para todos los que el momento actual son reos y cumplen penas larguísimas por sus opiniones políticas o sus protestas laborales.

En sus manos está, mi General, el corregir tanto desafuero y odio, en beneficio de España, de nuestros hijos y de nosotros mismos; que la Historia está ahí para que nos juzguen y, por encima de todo y de todos, Dios, que también nos ha de juzgar.

Si así lo hace, mi General, Dios se lo premie; si no, Dios y los hombres se lo demandan.

Escrito en Valencia, a 20 de abril de 1963

Un alférez provisional

(un garabato como firma, en el que se distingue una inicial)”

Fuente: Archivo General de Palacio, Casa Civil de Su Excelencia el Jefe del Estado, legajo 3410

El lenguaje del amor

Martínez le da a sus clientes que están a punto de casarse una lista con los cinco lenguajes del amor:

1. La afirmación,

2. El tiempo de calidad,

3. Recibir regalos,

4. Los actos de servicio y

5. El contacto físico.

Les pide que marquen sus lenguajes primarios y secundarios y también que digan cuáles creen que son los de su pareja para después discutirlos.
Eisenberg dijo que una pareja necesita resolver cómo nutrir la relación de una manera específica a ellos.

lunes, 19 de noviembre de 2018

¿Un frente antifascista europeo?

Cuarto Poder

“Quien no quiere hablar acerca del capitalismo debería callarse también respecto del fascismo”

(Max Horkheimer)

Era previsible, aunque quizás no tan pronto. La consigna que se está difundiendo es construir un frente político antifascista europeo. Lo estamos viendo estos días. Con gesto adusto y semblante grave, algunos intelectuales proclaman el nuevo credo: “¡Frente a la amenaza del fascismo, unidad de los demócratas!” El asunto tiene cierta lógica: si lo que está emergiendo en la Unión Europea (UE) es algo más que populismo de derechas, o sea, fascismo puro y duro, hace falta una gran alianza política que haga de freno, de dique, a algo que se presume como un mal absoluto al que hay que derrotar, cueste lo que cueste. En el centro de la propuesta, la defensa de unas instituciones que hay que estabilizar y consolidar. Nos referimos, naturalmente, a la UE y a la democracia liberal.

¿Un frente antifascista europeo? Vivimos la cultura del instante y la memoria desaparece de nuestro horizonte, que es donde realmente juega su papel. Grecia y Tsipras han desaparecido del debate público y no debería ser así. El país heleno fue escarmiento, experimento y, en muchos sentidos, castigo. La presencia del gobernante griego en septiembre pasado en el Parlamento Europeo no mereció la atención debida. Tsipras compareció con el orgullo del deber cumplido y del trabajo bien hecho en representación de un país transformado. Tres años después de haber sido propuesto como presidente de la Comisión por la izquierda alternativa bajo la orientación de “otra Europa posible”, aparecía como el defensor de esta UE frente a la barbarie populista. Es más, propuso una alianza que vaya desde Macron hasta la izquierda, abierta a los liberales y a los conservadores moderados. Se podría decir que estos tres años han dado para mucho y que han terminado por oscurecer cualquier proyecto que no sea la defensa de la UE realmente existente. Efectivamente, Grecia ha cambiado mucho. Ha pasado de tener una deuda pública del 135 por ciento del PIB en 2009 al 180 por ciento en la actualidad, el paro ha pasado del 10 al 20 por ciento y el país ha perdido 400 mil habitantes. Una tragedia asumida a mayor gloria de esta UE y de los mercados.

La realidad acaba siempre chocando con el dominio de lo políticamente correcto. Lo primero que no se quiere analizar es si las políticas que ha venido realizando la UE antes y después de la crisis tienen que ver con el surgimiento y desarrollo de nacionalismos excluyentes y de fuerzas políticas que, por comodidad, definiremos como populismos de derechas. A estas alturas pocos dudan de que las políticas de la Unión han ido desmontando sistemáticamente el Estado social en cada uno de los países, erosionando los mecanismos de control social y político de los mercados capitalistas y debilitando el poder contractual de las clases trabajadoras y sus sindicatos. La UE ha terminado por constitucionalizar las políticas neoliberales hasta hacerlas obligatorias y, lo que es más grave, sancionables, con duras multas para los países que osen infringirlas. La idea de fondo, el dogma que se impone hoy en el debate de la Comisión con España e Italia, no es otro que frenar y reducir el gasto público. El objetivo no es ya el 3 por ciento, sino el superávit en la fase alta del ciclo. La democracia ha devenido en limitada porque, gobierne quien gobierne, tiene que aplicar políticas monetarias y fiscales de corte neoliberal bajo amenaza de los mercados, del todopoderoso Banco Central Europeo y de una Comisión intransigente en la aplicación de los Tratados. ¿Realmente puede sorprender el auge del populismo de derechas en la UE?

Hay que decirlo también aquí y ahora: en momentos en los que el mundo está cambiando de base y atraviesa una transición geopolítica de grandes dimensiones, donde la tendencia de fondo es la multipolaridad, es decir, en pleno proceso de redistribución del poder a nivel global, la UE carece de un proyecto autónomo identificable. La ausencia de una política internacional propia capaz de orientar una transición que se presume conflictiva, condenará a Europa a la subalternidad respecto a la política norteamericana. La “trampa de Tucídides” no es un asunto menor ni una elucubración intelectual. EE. UU. no va a renunciar de forma pacífica a las posiciones de dominio conquistadas tras la Segunda Guerra Mundial, lo que sitúa la guerra como instrumento prioritario para definir los grandes problemas estratégicos. Para Europa, la OTAN implica perpetuar la supeditación a los intereses geoestratégicos norteamericanos, el incremento de los presupuestos militares y convertir las demandas de seguridad en un problema de orden público y de fortaleza del Estado penal.

¿Un frente antifascista europeo? Hay una paradoja que no siempre se tiene en cuenta cuando se reclama la defensa de la democracia. Sabemos lo que se quiere decir: defensa de los derechos y las libertades democráticas. Ahora bien, la paradoja es que, en muchos sentidos, la propuesta que hay delante y detrás de la UE es el retorno a una democracia liberal, es decir, poner fin al constitucionalismo social, a las democracias avanzadas producto del conflicto de clases y de dos guerras mundiales que tuvieron a Europa en su centro. La rebelión de las élites, una vez caído el “imperio del mal” y desaparecido el enemigo interno socialista, tenía como objetivo la restauración de una democracia funcional al mercado, supeditada a él, que expropia la soberanía económica y despolitiza la política. En cierto sentido, se puede hablar de “norteamericanización” de la vida pública europea y de una escisión cada vez más clara entre la democracia como procedimiento y la democracia como autogobierno.

Sin embargo, lo peor de este nuevo frentismo emergente es que no es capaz de entender las relaciones existentes entre la integración europea (la UE) y la crisis de nuestras debilitadas democracias, ni tampoco las profundas transformaciones que se están operando en nuestras sociedades. No deberíamos engañarnos ni dejarnos engañar: la restauración de democracias de mercado requiere, necesita del miedo como fundamento; de personas aisladas, socialmente desvinculadas e inseguras frente al futuro. El tipo de capitalismo hoy dominante necesita personas que actúen según las reglas y modos que éste exige. Cuando hablamos del “momento Polanyi” nos estamos refiriendo a un fenómeno que aparece en todas partes: una reclamación fundante de protección, de seguridad e identidad, de nostalgia de un orden basado en la comunidad.

Este nuevo frentismo confunde los efectos con las causas; pretende combatir el populismo de derechas sin reparar en las circunstancias que lo han engendrado; aspira a legitimar instituciones que están en crisis en todas partes y hace de la conservación de lo existente el fundamento y el horizonte de lo que está por venir. ¿Realmente se cree que desde estos supuestos es posible rearmar política y culturalmente un movimiento de oposición a las derivas autoritarias que experimentan nuestras sociedades? ¿Alguien piensa seriamente que desde estos puntos de partida se generarán el entusiasmo, la adhesión y el imaginario necesarios para una movilización social capaz de ganar y activar a las mayorías sociales? No lo creemos. Más bien pensamos que será lo contrario. Defender instituciones en crisis y socialmente deslegitimadas únicamente propiciará el fortalecimiento de populismos autoritarios y nacionalistas que acabarán por desviar las demandas de protección hacia fórmulas securitarias que impliquen la restricción de las libertades y de los derechos. Si la izquierda acaba defendiendo este nuevo frentismo, terminará por romper sus ya debilitadas relaciones con las clases populares, perpetuando un camino que la llevará de desaparecer como alternativa de gobierno.

Creemos que hay que aprender de la historia. La democracia, nuestros clásicos así lo entendieron, se defiende desarrollándola, ampliándola, extendiéndola. Esto significa poner en primer plano la contradicción entre la democracia y el capitalismo. Más concretamente, exige desmercantilizar, garantizar los derechos sociales básicos y entablar relaciones armoniosas con la naturaleza. También significa democratizar la democracia llevándola a las empresas, a las grandes instituciones financieras, fomentando formas alternativas de organizar la economía y la democracia participativa. Despatriarcalizar la sociedad potenciando la igualdad sustancial y una democratización de la vida cotidiana de las personas. Desglobalizar, recuperar la soberanía popular como fundamento del orden político, como derecho al autogobierno y a la definición constitucional de un proyecto colectivo basado en una sociedad de mujeres y hombres libres e iguales, comprometidos con la emancipación.

Merece la pena recordar una reflexión que nos dejó Perry Anderson hace algún tiempo en un excelente artículo: “para las corrientes anti-sistema de izquierdas, la lección que hay que sacar de estos últimos años está clara. Si quieren dejar de ser eclipsados por sus homólogos de derechas, ya no pueden permitirse ser menos radicales y menos coherentes que ellos en su oposición al sistema. En otras palabras, el futuro de la Unión Europea depende tanto de las decisiones que la han moldeado que ya no podemos contentarnos con reformarla: hay que salir de ella o deshacerla para poder construir en su lugar algo mejor, con otros fundamentos, lo que equivaldría a arrojar al fuego el Tratado de Maastricht” (Le Monde Diplomatique, marzo de 2017).

Nuestra línea de pensamiento está muy próxima a la del historiador británico: se trata de defender el proyecto europeo contra su principal amenaza, que no es otra que la UE, y apostar por una Europa confederal que defienda la paz, las libertades públicas, los derechos sociales y la igualdad entre pueblos y naciones. Para ello, los Estados, la soberanía popular y el autogobierno de las poblaciones europeas no pueden ser considerados como obstáculos a derrotar, sino como instrumentos indispensables que permiten tejer relaciones de cooperación entre los pueblos y garantizar los derechos humanos fundamentales. El debate real en Europa no es entre fascismo y antifascismo. El debate real es continuar con el proyecto neoliberal de la UE o defender un proyecto europeo que realmente lo sea. La respuesta la dará la historia.