Mostrando entradas con la etiqueta psicología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta psicología. Mostrar todas las entradas

lunes, 29 de enero de 2018

Los científicos que ‘hackean’ mentes para resolver conflictos imposibles. Experimentan con mecanismos psicológicos usando Israel y Palestina como laboratorio natural.

Mientras vestía el uniforme del Ejército de Israel, el psicólogo Eran Halperin sufrió graves heridas que le hicieron plantearse si no había otra posibilidad que la guerra perpetua:

"No podemos simplemente aceptar esto como la única situación en la que tenemos que vivir".

Y se lanzó a la búsqueda de alguna forma de resolver el conflicto desde su campo de conocimiento. Convenció a la prestigiosa Carol Dweck, de la Universidad de Stanford, de que el conflicto palestino-israelí era un
"laboratorio natural" que podría servir para estudiar cómo resolver los enfrentamientos eternos desde la psicología.

Desde entonces, sus equipos han descubierto algunos mecanismos sorprendentes que pueden ayudar allí y en otros lugares en los que las posiciones políticas se han enquistado y el conflicto parece irresoluble, enfoques esenciales en un mundo cada vez más polarizado. En Cataluña, dicen, también se pueden aplicar sus hallazgos.

"Soy totalmente optimista, principalmente porque veo que estos cambios suceden todos los días en nuestro laboratorio y también en las intervenciones que realizamos sobre el terreno", asegura Halperin. Y añade:
"La gente no cree que el cambio sea posible porque la mayoría de las veces utilizan mensajes persuasivos intuitivos en lugar de basados en evidencia y fallan repetidamente. Pero cuando utilizamos el mensaje correcto con las personas adecuadas, las cosas pueden ser efectivas".

Su grupo del Centro Interdisciplinario Herzliya ha realizado numerosos experimentos que ayudan entender por qué no funcionan muchos de los enfoques habituales a la hora de resolver conflictos. Y, sobre todo, empiezan a recoger frutos en la calle, en experimentos entre ciudadanos reales de Israel lejos del control de su laboratorio.

Uno de los más llamativos fue el realizado en 2015 en una pequeña localidad en la que más del 60% de la población apoya a los más conservadores del arco político de Israel. Durante seis semanas bombardearon a sus habitantes con vallas publicitarias en las calles, publicidad muy extendida en portales de internet y todo tipo de mercadotecnia y folletos que regaron por entero la localidad. Los sujetos de estudio, ciudadanos normales, no eran conscientes de participar en un experimento psicológico que ya había dado importantes frutos en situaciones controladas.

La idea de la campaña era usar el pensamiento paradójico para enfriar las posiciones de los más radicales.

Los mensajes, tanto por su estética como por su fondo, parecían claramente partidarios del enfoque de los halcones, el ala más dura, con soldados cuidando de niños y ancianos. Pero los lemas se pasaban de frenada, llevando hasta el absurdo el mensaje convencional. "Para mantener la ética, necesitamos el conflicto", decían los anuncios, que se reproducían en carreteras y YouTube.

"Sin él no tendríamos héroes, necesitamos el conflicto". Al cabo de unos meses, el 30% de las cobayas humanas que se definían como derechistas se mostraban más partidarias de la negociación con los palestinos, frente al grupo de control de una ciudad similar y los considerados centristas en esa misma localidad. Algo había hecho clic en el cerebro de los halcones al ver sus ideas reducidas al absurdo.

Lo importante es encontrar el camino, el truco psicológico, que ayude a "descongelar" la mentalidad de los bloques.

El pensamiento paradójico ayuda con los más radicales porque evoca bajos niveles de desacuerdo: no les llevan la contraria de forma directa, un enfoque erróneo que ya se sabe que será contraproducente. No despierta esa disonancia en el cerebro porque no pone en tela de juicio su sistema de creencias, sino que simplemente deja en mal lugar la imagen de su grupo, lo que invita a replantear cómo mejorarla.

"Usamos diferentes estrategias para diferentes propósitos. Lo principal a tener en cuenta es que cada proceso psicológico es relevante para resultados específicos y con respecto a grupos específicos", defiende Halperin, director del laboratorio de Psicología del Conflicto y Reconciliación Intergrupal. 

El pensamiento paradójico lleva a reconsiderar sus posiciones a quienes tienen puntos de vista más extremos. 

"En otros casos, hemos utilizado el entrenamiento de regulación de las emociones, que es principalmente efectiva para reducir las emociones negativas y el consecuente apoyo para la agresión", dice Halperin.

Otro error habitual es el de animar a ponerse en el lugar del otro. 

Esto provoca rechazo y que se enconen los ánimos, según han mostrado, porque se tiene una idea preconcebida de que el bloque rival es malo por naturaleza

 —"España es irreformable"— y firme en sus convicciones hasta la locura 

"los independentistas catalanes han perdido la cabeza"—

"Tomar la perspectiva del otro lado puede llevar a la idea de que el conflicto es extremadamente complicado y que no hay posibilidad de intentar resolverlo", asegura Amit Goldenberg, investigador en Stanford.

Es mejor explicar que, como se sabe, la gente puede cambiar. Que el cerebro es extraordinariamente flexible y se adapta. Que incluso los líderes más radicales han sido capaces de alcanzar acuerdos de paz.

Es lo que demostraron Goldenberg, Halperin y Dweck con otro experimento sobre el terreno, poniendo a prueba la maleabilidad de los grupos, en un estudio publicado esta semana. 

La maleabilidad consiste en explicar que los grupos tienen la capacidad de cambiar para bien, con conceptos neurológicos y ejemplos reales como Gerry Adams, sin citar directamente lo que sucede entre Israel y Palestina. 

Cuando dejaron que estos mensajes calaran entre los sujetos estudiados, su esperanza en la resolución del conflicto aumentó notablemente, incluso pasados seis meses, y también crecieron el apoyo a políticas conciliatorias y la voluntad de hacer concesiones, reduciendo a su vez los pilares del odio. El primer paso, imprescindible, para plantear el acuerdo.

Cuando se expuso a grupos mixtos de adolescentes israelíes y palestinos al concepto de maleabilidad, su capacidad para trabajar en equipo se disparó frente a otros equipos: "Fueron capaces de construir torres hasta el doble de altas que las de los demás. Creer que el cambio es posible aumenta la probabilidad de que el cambio ocurra", cuenta Goldenberg. Esta técnica se ha usado también en Palestina: "Los resultados más sorprendentes fueron de los palestinos de Cisjordania, incluyendo miembros de Fatah y Hamas, personas que no tienen ningún interés en la pervivencia de Israel", asegura Dweck, que publicó sus resultados en Science. Este enfoque también está dando resultados en Chipre y ha sido replicado en Canadá y EE UU.

Tratar de poner a alguien en el lugar de otro puede ser contraproducente, pero ver que los otros se ponen en el lugar de uno es bastante efectivo.

Así, en otro experimento, se mostró a israelíes noticias del conflicto que les hacían indignarse. Cuando se les enseñó palestinos tan indignados como ellos por el mismo motivo, su voluntad de conciliación aumentó sensiblemente y se redujo la deshumanización del contrario. Esta "similitud emocional" es una de las razones por las que estos autores creen que hay que combatir a toda costa la autocensura dentro de los grupos.

Por ejemplo, en distintos experimentos se ha observado que los sujetos se muestran más propicios a buscar la paz cuando se les muestra a líderes o personas destacadas del bloque enemigo haciendo autocrítica y dando la razón a los contrarios en algún aspecto. 

"El apoyo a la autocensura no es simplemente un subproducto de un conflicto en curso, sino un proceso significativo que actúa como una barrera para la resolución de conflictos", aseguran estos autores. Y apuntan: 

"Es un mecanismo de cierre que apunta a bloquear la información que potencialmente puede arrojar nueva luz sobre el conflicto y el rival y así conducir a un cambio de puntos de vista por parte de los miembros de la sociedad y posiblemente un cambio de políticas con respecto al conflicto".

La ciudadanía es consciente del deterioro democrático que se produce por culpa de la autocensura, pero aun así la apoya mayoritariamente en situaciones de enfrentamiento. Durante la segunda Intifada, el 73% de los israelíes coincidía en que la libertad de prensa era un elemento fundamental para la democracia, pero el 80% era partidario de que los periodistas se autocensuraran para no perjudicar a su país.

A pesar de muchos estudios que señalan que es casi imposible cambiar de opinón, Goldenberg cree que es perfectamente posible con el enfoque adecuado.

"Lo estamos viendo con los derechos de las mujeres y el acoso sexual, el cambio está ocurriendo delante de nuestros ojos, gracias al movimiento de #Metoo. Con la percepción del cambio hay esperanza y si hay esperanza, hay cambio", asegura.

https://elpais.com/elpais/2018/01/09/ciencia/1515499458_662083.html

El peculiar experimento que logró moderar a 'halcones' israelíes

viernes, 8 de diciembre de 2017

_- Los secretos de 5 de los países del mundo en los que la gente vive más tiempo

_- A lo largo de la historia los exploradores han buscado la legendaria fuente de la eterna juventud. Y aunque hasta ahora han fracasado en el intento de hallarla, en algunos lugares del mundo sus habitantes han logrado alcanzar una vida sustancialmente más longeva que el promedio mundial, que es alrededor de 71 años.

Cada uno tiene su propia fuente secreta de vitalidad. Y la BBC habló con habitantes de algunos de estos países -que destacan en la clasificación realizada en el Reporte Mundial sobre la Felicidad 2017- para descubrir las razones por las cuáles estos sitios parecen favorecer una larga vida.

Japón: dieta y comunidad
Viviendo en promedio 83 años, los japoneses tienen una de las esperanzas de vida más altas. Okinawa, llamada con frecuencia como "la tierra de los inmortales", se ha convertido en un centro mundial e investigación sobre la longevidad gracias a que en estas islas ubicadas al sur de Japón residen más de 400 personas mayores de 100 años.

El tofu es uno de los elementos centrales de la dieta de los residentes en Okinawa.
Muchos atribuyen esta situación a la dieta local, que incluye mucho tofu -una especie de cuajada de soya- y batata, así como una cantidad pequeña de pescado.

Pero la existencia de círculos sociales activos entre las personas mayores y de una comunidad fuerte también contribuyen a lograr menores niveles de estrés y a un importante sentimiento de arraigo.
Para que los extranjeros puedan aprovechar estos beneficios, sin embargo, es fundamental aprender el idioma, afirma Daniele Gatti, director ejecutivo de Velvet Media y residente desde hace muchos años en Japón.
"Este país tiene una maravillosa calidad de vida si puedas saltar el obstáculo del lenguaje para entender mejor la mentalidad, la cual es mucho más diferente de la cultura occidental de lo que piensan la mayor parte de los visitantes", le explicó a la BBC.
"Así que los extranjeros que quieren mudarse acá deben considerar seriamente que tendrán que dedicar una parte sustancial de su tiempo a aprender el idioma. Esa es la clave para lograr una integración más profunda en la sociedad local y vivir una vida plena y llena de sentido", dijo.

España: tiempo para comer, digerir y caminar
La dieta mediterránea, rica en el saludable aceite de oliva, vegetales y vino, ha contribuido durante mucho tiempo a la larga vida de los españoles (cuya edad promedio es de 82,8 años).
Pero este país tiene otro secreto sobre la longevidad oculto bajo su manga: la siesta.

El aceite de oliva es parte integral de la dieta mediterránea.
"La gente cree que todos los españoles están durmiendo la siesta cuando las tiendas están cerradas entre las 2:00 pm y las 5:00 pm, pero eso simplemente obedece a la forma cómo los horarios de trabajo están organizados", aseguró Miquel Àngel Diez i Besora, residente de Barcelona y guía turístico.
"Si tienes un horario continuo y solo media hora de descanso para almorzar, entonces te comes algo rápido. En cambio, si estás obligado a parar durante dos o tres horas, entonces vas a tu casa o a un restaurante donde te puedes sentar, comer dos platos y postre, y aún tienes tiempo suficiente para hacer bien la digestión. Eso va a ser más sano", añadió.
Pero además, la configuración de las ciudades de España también permite que la gente se mueva más, dado que las tiendas y los restaurantes tienden a estar a una distancia corta de la casa de la mayor parte de la gente, lo que favorece que se desplacen caminando.

La configuración de las ciudades en España favorece que los ciudadanos opten por trasladarse caminando o usando transporte público.
"Cuando me mudé de Moscú a Barcelona, me di cuenta de que la gente aquí prefiere caminar, ir en bicicleta o incluso caminar unas cuantas calles para tomar el transporte público, en lugar de conducir sus autos", afirmó Marina Manasyan, cofundadora de la empresa Barcelona Eat Local Food Tours, que organiza visitas gastronómicas para que los visitantes conozcan las virtudes de la comida local.
"Así oxigenas tus células y reduces tu huella de carbono", agregó.

Singapur: ejercicio y prevención
Con amplio acceso a instalaciones médicas de última tecnología y un sistema sanitario que ha sido considerado como "milagroso", los habitantes de Singapur son más longevos que nunca hasta llegar a una edad promedio de 83,1 años.

Los parques y jardines públicos abundan en Singapur.
El país tiene una de las tasas de mortalidad infantil y materna más bajas del mundo y ha hecho de la medicina preventiva el centro de su sistema de salud.
La cultura y un ambiente urbano accesible también contribuyen a una vida más larga.
"Verás a mucha gente yendo a los gimnasios o haciendo ejercicio en los numerosos parques públicos", dijo Bino Chua, quien actualmente reside en Singapur y escribe un blog de viajes.

El país abrió recientemente su primer parque terapéutico, diseñado para reducir el estrés y mejorar la salud mental de los adultos mayores. En Singapur también son más difíciles de mantener los hábitos de vida poco saludables. "Los extranjeros deben saber que los vicios son mucho más costosos aquí. Los cigarrillos y el alcohol son penalizados con altos impuestos y cuestan mucho más que en otros países", señaló Chau.

Suiza: equilibrio y queso
Los hombres están mucho mejor en Suiza que en cualquier otra parte del mundo, viviendo en promedio hasta los 81 años de edad.

Siendo uno de los países más ricos de Europa, el acceso a un sistema de salud de alta calidad, elevados niveles de seguridad personal y una sensación de bienestar contribuyen con esta circunstancia.

La dieta de los suizos es alta en consumo de quesos y leche.
Algunos estudios, además, señalan los altos niveles de consumo de queso y leche como un elemento determinante.
Su céntrica localización geográfica, ha llevado a muchas empresas multinacionales a instalar allí sus oficinas principales para Europa y con ello han llegado muchos trabajadores extranjeros, quienes pueden aprovechar esa ubicación para realizar escapadas de placer frecuentes que les permitan tener un buen equilibrio entre trabajo y vida personal.

"Es un pináculo profesional, muy bien ubicado", dijo Gatti, quien también vivió en Suiza. "Vivir allí permite disfrutar de unos maravillosos viajes de fin de semana alrededor del continente y pasar tiempo al aire libre en los encantadores Alpes", agregó.

Corea del Sur: tradiciones y fermentados
Corea del Sur va camino a convertirse en el primer país con una esperanza de vida de 90 años, de acuerdo con investigaciones recientes, lo que se atribuye a una economía fuerte y en crecimiento, un amplio acceso al sistema de salud y menos problemas de tensión arterial que en los países occidentales.
El país también tienen una dieta rica en alimentos fermentados, que se considera que ayudan a reducir los niveles de colesterol y aumentan las defensas inmunológicas.

En Corea del Sur la alimentación es rica en fibra y en nutrientes.
"En su conjunto, la comida coreana tiene un alto contenido de fibra y rica en nutrientes", dijo Camille Hoheb, fundadora de la empresa Wellness Tourism Worldwide.
Quienes residen en Corea del Sur afirman que uno de los elementos que contribuyen a mejorar la calidad de vida cotidiana son sus tradiciones y su cultura enfocada en la comunidad.
"Los Jimjilbang (baños públicos provistos de bañeras de agua caliente, mesas de masaje y saunas) ofrecen la oportunidad a las personas de reunirse, socializar y así ayudan a reducir el estrés", señaló Hoheb.

Indicó que en Corea del Sur también hay una capacidad general entre la población para centrarse en el presente "que se deriva de las enseñanzas budistas, así como una actitud que favorece la cultura de cooperación por encima del individualismo".

http://www.bbc.com/mundo/noticias-40883397

domingo, 10 de septiembre de 2017

_- Ni sonreír ni salir: esto es lo que necesita cuando está triste. Y que dejen de darle consejos sobre cómo superarlo

_- Si la vida le da limones, haga limonada. Muy bonito. Pero es que a usted no le gusta la limonada. Es ácida y le hace poner esa cara… picassiana. Pero mejor que no lo diga en alto, que no lo verbalice, porque todos le tacharán de pesimista. Dirán que es un flojo, que no sabe disfrutar. Así que toca seguir sonriendo. Porque, si sonríe a la vida, esta le devolverá una sonrisa. Porque, si se convence, todo irá bien. Porque, si puede soñarlo, puede hacerlo. Y demás. Ese es el camino a la felicidad. ¿Seguro? Docenas de estudios aseguran que no, que tan malo es dejarse arrastrar por la depresión y el abatimiento como evitar los problemas y sonreír sin ningún fundamento, creando así una tendencia contraria al optimismo mal entendido y defendiendo la necesidad de, por qué no, estar de morros de vez en cuando.

Una de las voces más decididas en la lucha contra el empacho de felicidad es la de la activista americana Bárbara Ehrenreich. En su libro “Sonríe o muere: La trampa del pensamiento positivo”, lanza su alternativa a lo que denomina una “realidad a medias”, esa caravana de mensajes ilusorios que la sociedad parece haber dado por buenos. Ehrenreich padeció un cáncer de mama y, durante su proceso de curación, comprobó cómo nadie le permitía sentirse asustada, preocupada. Y se plantó: ¿por qué no iba a tener miedo en una situación tan crucial? En sus tesis afirma lo que para ella resulta más lógico: mirar hacia otro lado no soluciona los problemas ni te hace sentir mejor, y solo aprendiendo a gestionar correctamente las emociones se puede vivir auténticamente conectado con los sentimientos y llevar una vida consecuente con aquello que está ocurriendo.

“Pretender que solo se experimenten emociones positivas es tan absurdo como imposible”, afirma Rosana Pereira, psicóloga del gabinete Haztúa y experta en Psicología positiva, que añade: “Es evidente que, ante una situación normal, es preferible ser optimista, pero las emociones mal llamadas negativas cumplen una función adaptativa que nos ayuda a sobrevivir”. Porque la ira, la tristeza, el estrés o el miedo son mecanismos que, bien gestionados, nos permiten adaptarnos a nuestra realidad y alumbrar soluciones o vías de escape. “Esto es así desde que el hombre es hombre: el cavernícola no trataba de dialogar con un guepardo ni hacía caso omiso cuando este iba a atacarle; simplemente, escapaba a toda prisa movido por el miedo a ser devorado”, constata Pereira.

Ahora bien, ese temor, enfado, agotamiento o frustración deben servir como motor de cambio, deben revelarse como el germen que dispare el pensamiento crítico y la búsqueda de alternativas. Negarlos fomenta únicamente la rigidez emocional y provoca además que quien se siente mal por una situación negativa sume un grado extra de malestar, al saberse incapaz de sonreír a la vida. Y más. Según Ángel Luis Sánchez, psicólogo y director del Instituto de Desarrollo, soslayar estas alertas es peligroso: “Un miedo no escuchado puede desembocar, con el tiempo, en ataques de pánico descontrolados, igual que una tristeza ignorada puede convertirse en depresión”.

Por eso, no deben ser obviadas, pero tampoco hay que permitir que dobleguen la voluntad. “Lo importante es que nadie se quede enganchado en el derrotismo y que entienda que todo lo que siente es una respuesta lógica a lo que le sucede”, continúa Pereira, estableciendo así la línea entre los fundamentos de la Psicología positiva y las frases categóricas de los gurús de la felicidad. Y define a la primera como un complemento de la Psicología tradicional, puesto que “no se queda únicamente en arreglar una situación de dolor emocional, sino que muestra las pautas para gestionar mejor esas emociones adaptativas negativas y enseña a afrontar los problemas y a lograr un mayor bienestar”.

Tampoco se le escapa que la Psicología positiva, en ocasiones, es vinculada a esas frases categóricas y al optimismo irresponsable y mal entendido. “Existe mucho intrusismo y los gurús hacen flaco favor a la Psicología. Cualquier sentencia contundente nos tiene que hacer sospechar; no hay que olvidar que la Psicología es de todo menos contundente”, porque habla y trabaja con personas, y cada una reacciona de una forma distinta. Y en esa línea caminan también otros estudios que señalan los peligros de una Psicología positiva mal aplicada.

La investigadora María Prieto-Ursúa, del departamento de Psicología de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, habla de la tiranía de la actitud positiva. Explica que, efectivamente, en ocasiones es complicado sentirse feliz viendo el telediario, pero que prescindir de esa carga de sufrimiento nos aleja de la solidaridad, la sensibilidad y el ánimo por mejorar la situación. Y evidencia que muchos seguidores entusiastas de la Psicología positiva pueden haber malinterpretado su mensaje y haberlo llevado al extremo, a la “necesidad de mantener una actitud positiva o de optimismo en todas las circunstancias”.

Entonces, al mal tiempo, ¿solo buena cara?

No. Porque, así, será imposible afrontar lo que está ocurriendo y concentrarse en darle una solución. “Un optimismo excesivo puede llevar a que confiemos demasiado en el futuro y a que no pongamos lo suficiente de nuestra parte para que aquello que pretendemos termine por llegar”, confirma Ángel Luis Sánchez.

Así que, al próximo que le invite a mirar hacia otro lado y a sonreírle a la vida, quizá deba explicarle la utilidad de estar triste, enfadado, colérico, de atravesar todas las fases emocionales que desencadenan los problemas. Tal vez deba contestar a su sonrisa sacándole la lengua. Y si la vida le da limones… vaya con la vida. Habrá que seguir trabajando para convertirlos en naranjas.

https://elpais.com/elpais/2017/08/29/buenavida/1504000199_685876.html?por=mosaico

martes, 22 de agosto de 2017

Cada vez vivimos más años y eso obliga a replantearnos nuestra manera de estar en el mundo. La actitud fundamental es mantener viva la capacidad de aprender y saber que la curiosidad y la experiencia son valores que juegan a nuestro favor.

Cada vez vivimos más años y eso obliga a replantearnos nuestra manera de estar en el mundo. La actitud fundamental es mantener viva la capacidad de aprender y saber que la curiosidad y la experiencia son valores que juegan a nuestro favor.

... Vivir mucho tiempo obliga a gestionar nuestras vidas de un modo radicalmente distinto de como se ha venido haciendo. Una persona con 50 años, por ejemplo, más allá de la edad legal de jubilación, es probable que deba trabajar, de una forma u otra, superados los 80, si es que la salud se lo permite. ¡Eso significa que a los 50 años lleva todavía menos tiempo trabajando del que le queda por delante!

Todos los estudios sobre empleabilidad juvenil que se están realizando ponen de manifiesto una aptitud fundamental en el mundo laboral: la capacidad de aprender a aprender. En inglés se llama learnability. Facultad de seguir formándose, experimentando, de actualizar habilidades y competencias. De, por ejemplo, dirigir los conocimientos y aptitudes hacia el mundo digital y la tecnología.

Conducir la vida profesional supondrá cada vez más un aprendizaje continuo. A muchos les da pereza mantener esta actitud en la edad madura. Ya han pasado por las aulas, ya se hizo la Formación Profesional o se acudió a la Universidad, algunos cursaron posgrados. Y se preguntan: ¿cuándo acabará esto?

Formación significa hoy en día algo distinto a lo que era antaño. Es una nueva perspectiva que obliga, a cualquier edad, a recuperar la curiosidad y las ganas locas de saber que se tienen durante la adolescencia. A Benjamin Button, hubo de sucederle, en la ficción, algo así: a medida que su cuerpo rejuvenecía, su afán y energía por saber también se revitalizaban.

Esta posibilidad requiere mantener activas las ganas de conocer, de leer, de observar, de adquirir conocimientos y de disfrutar de la cultura. Esa curiosidad despierta de la niñez hay que mantenerla intacta, experimentar como nuevo ese afán e interés por conocer y comprender que, sin lugar a dudas, mantiene viva a la persona porque produce ilusión, sorpresa y, a veces, alegría o sentido del humor.

El asunto no es vivir muchos años. Es hacerlo queriendo seguir aprendiendo, experimentando con curiosidad para interpretar mejor y para descubrir cómo llevar los conocimientos adquiridos al nuevo entorno económico, tecnológico o global. Es verdad que entre los humanos, al contrario de lo que ocurre con el personaje de ficción que interpretó Brad Pitt, la energía física mengua al envejecer, pero las neuronas tienen ciclos reproductivos muy largos y las personas maduras debemos entrenarnos en mantenerlas vivas y despiertas si no padecemos ninguna enfermedad incapacitante.

Algunas empresas y organizaciones se están dando cuenta de este hecho. Retired Brains, por ejemplo, es una organización que ofrece servicios de asesoría y consultoría por parte de personas jubiladas y que gozan de excelente salud física y mental, además de una dilatada experiencia. Eso demuestra que, incluso tras la revolución tecnológica, muchos de los criterios aprendidos en la era analógica son perfectamente válidos. De hecho, la tecnología modifica el cómo hacemos las cosas, pero no altera sustancialmente los productos y los servicios, es decir, lo que entregamos. Hace unos años, un directivo de una importante entidad financiera de nuestro país me reconoció en privado que, a menudo, recurrían a sus propios directores de oficina prejubilados y les solicitaban ayudar en análisis de riesgos y carteras a los más jóvenes que carecían de la experiencia necesaria. La vida laboral va a ser muy larga. Pero debemos hacer que sea bella, que no se convierta en una condena.

Para conseguirlo debemos tener en cuenta algunos elementos básicos.

1. Lo primero, no sobreestimar los cambios tecnológicos. Son más sencillos de lo que parece. Hay que acercarse a la tecnología sin miedo y, sobre todo, sin pereza. Pensemos que una persona madura puede aportar mucho más a la tecnología porque conoce el modelo previo, mientras que muchos nativos digitales solamente tienen la experiencia del actual.

2. En segundo lugar, debemos tener presente que el mundo de las relaciones, de los negocios, de los servicios está todavía en fase de definición. No hay nada asentado. En realidad, hay muchas dudas en cada sector de actividad sobre cuál será definitivamente el modelo ganador e imperante.

3. Debemos tener presente que si algo otorgan las nuevas tecnologías es lo que se denomina el alcance al nicho de mercado. Es decir, hay espacio y oportunidad para microempresas o para profesionales aislados. De hecho, las ofertas están polarizándose: o se compite por ser muy grande o por ser muy pequeño y flexible. No importa disponer de menos recursos.

Las oportunidades están naciendo para todos, para jóvenes y mayores.

http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/envejecimiento-psicologia/

sábado, 19 de agosto de 2017

Te quiero, pero no te aguanto.

Alejarnos de las personas que nos hacen daño nos libera de vínculos carentes de sentido. Pero antes de hacerlo hay que saber elegir el momento y el tono adecuados

LA MAYORÍA hemos sido educados para gustar y complacer a todo el mundo, o al menos para intentarlo. Sin embargo, en el extremo opuesto, nos cuesta saber qué hacer cuando nos sentimos incómodos ante una determinada persona o grupo. ¿Cómo rechazar a alguien sin que se sienta herido? ¿Existe alguna manera de cortar un vínculo que se ha vuelto tóxico sin provocar una guerra?

Lo que en un entorno social se soluciona con un alejamiento discreto y progresivo resulta mucho más complicado si la ruptura implica a un familiar directo. La situación también puede ser delicada si se trata de un amigo íntimo, especialmente cuando el otro no capta nuestras señales. Pero en estas situaciones no debemos contener la incomodidad que nos provoca esa persona por miedo a hacerle daño. Así solo alimentaremos un conflicto latente. Llegará un momento en el que el pozo de la paciencia se desbordará provocando un tsunami emocional.

Tampoco es buena idea mandarle un e-mail o carta postal con todo lujo de detalles sobre lo que nos molesta de él o de ella. Casi nadie está preparado para soportar una visión negativa de uno mismo que no coincide con la propia. Si la bomba les llega por escrito, además, siempre podrán volver a “la prueba del delito”, también para mostrarla a terceras personas. Existen situaciones extremas, sin embargo, en las que nos resulta indispensable expresar nuestros sentimientos por un medio u otro, aunque la otra parte no esté preparada para oír la verdad. En estos casos, la escritora y conferenciante Eva Sandoval propone soltar directamente la siguiente frase: “Te quiero, pero no te aguanto”. La segunda parte de la oración suena demasiado agresiva y quizá estaría bien recurrir a otras expresiones más conciliadoras. Podríamos decir: “Te quiero, pero en este momento no nos entendemos. Quizás más adelante volveremos a coincidir”. La segunda opción podría ser: “Te quiero, pero esta relación no está haciendo bien a ninguno de los dos ahora mismo. Necesitamos una pausa”. Si lo comunicamos de manera sincera y respetuosa, no es necesario añadir nada más. Señalar las faltas del otro equivaldrá a poner clavos en un cierre que ya de por sí es traumático. Cuando los nervios están a flor de piel no hay que decirlo todo. Basta con expresar cómo nos sentimos y transmitir de forma sencilla nuestra decisión.

Trazar una línea de separación con el otro es una tarea especialmente dura cuando se trata de amigos íntimos o de familiares muy cercanos. El oscarizado director de cine Vittorio de Sica (1901-1974) decía al respecto: “La Biblia nos enseña a amar a nuestros enemigos como si fueran nuestros amigos, posiblemente porque son los mismos”. Con esto, el también actor italiano apuntaba a que las personas más cercanas son también las que tienen más capacidad para herirnos. La periodista Begoña Merino, investigadora de las relaciones personales a través de Internet, opina al respecto: “Hay familias con tal nivel de conflictos y de inconsciencia que, aunque muchos consideren que hay que dejar pasar cualquier cosa —pagando un enorme precio emocional— para seguir unidos, dejan una profunda huella negativa en nosotros. Mientras esa relación tormentosa y dolorosa persista, seguirán lastrando nuestro presente”.

Por muy delicados que seamos con la gestión de la crisis, aunque pidamos a esta pareja, amistad o familiar una pausa para retomar la relación más adelante, tenemos que estar preparados para asumir el enfado del otro y sus consecuencias. Es inevitable que nos duelan los reproches y acusaciones de aquellos a los que hemos querido, así como el silencio con el que a menudo castigan a quienes rompen el vínculo. En el libro Mindfulness & the Art of Managing Anger (el mindfulness y el arte de manejar el enfado), Mike Fisher, terapeuta especializado en la ira, propone técnicas para tomar el control de la emoción. El primer paso es que tenemos que ser conscientes de lo que estamos sintiendo de manera que cualquier reacción estará filtrada por este razonamiento. Esto no quiere decir que no podamos estallar en cualquier momento. Pero, como todo en la vida, es necesario encontrar el término medio. En este caso, hay que saber elegir el instante. Si lo que queremos expresar se dice desde la serenidad y la reflexión, tendrá un efecto muy distinto. Ya lo decía el monje budista Thich Nhat Hanh: “Los sentimientos vienen y se van como nubes en el cielo un día de viento. La respiración consciente es mi ancla”.

Para mitigar la tristeza y el sentimiento de injusticia que nos puede embargar, es útil identificar desde dónde actúa cada persona. Si representamos la evolución personal como una pendiente, hay quienes nos hablan desde la sabiduría que otorga estar en lo más alto del camino, mientras que otros reaccionarán de forma más primitiva y ciega porque se encuentran mucho más abajo. Cada cual lo hace lo mejor posible desde el lugar donde está. Por lo tanto, dejemos que cada cual recorra su propio camino.

http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/te-quiero-no-te-aguanto/

viernes, 18 de agosto de 2017

Consejos para saber escuchar

Ayudar a alguien en problemas puede generar un conflicto si solo juzgamos sus acciones. Hay que aceptar que las soluciones que nos vienen bien a nosotros no siempre se pueden extrapolar. Y que lo más importante es escuchar al otro.

ME DEJAS que te cuente algo?
—Sí, claro…
—Ayer salí por la noche a tomar algo…
—Pero ¿cómo se te ocurre salir entre semana?
—Ya, el caso es que lo hice, y me encontré a Laura. Y otra vez discutimos…
—Como siempre, si es que cuando te pones…
—No empecé yo precisamente.
—Es igual. Lo que tienes que hacer es llamarla. Ahora mismo. Y te disculpas.
—No te lo contaba para que me dijeras eso.
—¿Y qué esperabas?
—Tenía bastante con que me escucharas. Y desde luego no necesitaba nada de lo que me has dicho.

Esta es una conversación entre dos amigos que tuve ocasión de escuchar en el AVE hace algunas semanas (me sigue sorprendiendo lo imprudente que es la gente contando su vida y hablando sobre sus negocios a oídos de todo el vagón). Una charla en la que uno de ellos busca ayuda y el otro se la brinda con la mejor de las intenciones, pero con el peor de los resultados.

¿Qué ha fallado?
La respuesta es sencilla: es una conversación plagada de juicios que termina con un consejo que no sienta nada bien. Los dos elementos más peligrosos (y más usuales) del acompañamiento o de la amistad.

Juicios:
¿Y tú qué sabes? Una de las formas más rápidas de crear distancia entre las personas es juzgando sus actos. En el contexto del acompañamiento, podemos opinar sobre un hecho (robar no está bien), pero no deberíamos sentenciar a las personas (eres un ladrón). Porque cuando lo hacemos, dejamos de aceptarlo. Lejos de ayudarle a reflexionar, lo que vamos a provocar es que salga a la defensiva o que deje de estar interesado en lo que le podamos decir.

Juzgar tiene además un riesgo, y es que podemos ser terriblemente injustos. Porque a menudo nos precipitamos con nuestras conclusiones sin saber de la misa la mitad, sin pararnos a pensar (o a descubrir) los motivos por los que alguien ha tenido un determinado comportamiento. Hace unos meses tuve que suspender un curso porque la noche anterior había tenido una cena que terminó tarde, y por la mañana me encontraba fatal. Muchos me tacharon de juerguista o de irresponsable… hasta que se enteraron de que tuvimos una intoxicación alimentaria por unas croquetas de la comida anterior, y que un par acabaron en el hospital.

Consejos:
Aceptar que mis soluciones no son las tuyas. Cuando alguien nos cuenta un problema, sentimos la necesidad de resolverlo. Es loable, pero cero efectivo. En primer lugar, porque lo que a uno le parece que puede funcionar no tiene por qué venirle bien a otro. Y los consejos generan además fuertes dependencias. ¿Por qué alguien tendría que pensar por sí mismo sobre lo que tiene que hacer si puede simplemente venir a preguntarnos? Si ­acostumbramos a los amigos a ser asesorados, les privamos de desarrollar sus propios recursos en futuras decisiones. Lo único que logramos es cargarnos con la mochila de sus problemas. Yo tuve un jefe que siempre me aconsejaba. A mí y a todos sus compañeros. No movíamos un dedo sin sus instrucciones o recomendaciones. Su primera baja no se debió a una gripe. La causa fue el estrés.

Entonces… ¿cómo lo hacemos?
Acompañar es estar a disposición. Caminar al lado del otro, siguiendo su ritmo y haciéndole de espejo. Sin empujarle ni estirarle. Parando cuando él para y acelerando cuando él acelera. Y esto, en términos de comunicación, significa básicamente escuchar. Escuchar para que el otro ordene sus ideas y encuentre sus soluciones. Ideas que quizás uno ya había intuido, pero cuya comunicación se intenta evitar en forma de consejo. Acompañar es también aceptar el momento en el que se encuentra otra persona. Con sus virtudes y sus defectos. Con sus miedos y vulnerabilidades. Acompañar es un juego en el que la posesión del balón es mayoritariamente del otro. Y si nos lo pasa, se lo vamos a devolver. Porque nosotros no somos el protagonista, somos solo el espejo.

http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/saber-escuchar-psicologia/

sábado, 20 de mayo de 2017

Cyril Burt, un ejemplo paradigmático de fraude cientifico.

Burt nació el 3 de marzo de 1883. Cyril asistió al King's School, en Warwick de 1892 a 1895 y, posteriormente, ganó una beca en el Christ's Hospital, entonces ubicado en Londres, donde desarrolló su interés por la psicología.

Desde 1902 estudió en el Jesus College, donde se especializó en filosofía y psicología, bajo la supervisión de William McDougall quien sugirió que centrara su proyecto principal en psicometría.. Burt inició su investigación sobre el desarrollo y la estructura de los tests mentales, un interés que duraría el resto de su vida. Burt perteneció a un grupo de estudiantes que trabajó con McDougall, que incluía a William Brown, John Carl Frugel, May Smith, todos los cuales siguieron carreras notables en psicología. Burt se graduó en 1906 y obtuvo un diploma de maestría.

En 1907, McDougall invitó a Burt a ayudarlo con una encuesta a nivel nacional de las características físicas y mentales de los británicos, propuesta por Francis Galton, en la cual debía trabajar en la estandarización de los tests psicológicos. Este trabajo llevó a Burt a entrar en contacto con la eugenesia, al conocer a Charles Spearman y Karl Pearson.

En el verano de 1908, Burt visitó la Universidad de Wurzburgo, Alemania, donde conoció por primera vez al psicólogo Oswald Külpe...

Burt llegó a ser Presidente de la Sociedad Psicológica Británica en 1942. Burt impuso su teoría determinista de la inteligencia innata de origen genético, se convirtió en la figura más importante en la escuela de psicología inglesa en la década del '40 y le otorgaron el título nobiliario de Sir. El test de C. I. que él creó fue el que decidió la vida de los niños ingleses hasta los años 70 porque definía a qué escuela secundaria debían asistir según su cociente intelectual. El sistema británico de exámenes a niños de 11 años era utilizado para decidir qué educación secundaria habrían de recibir los niños. Los alumnos que superaban el test de Burt podían acceder a la universidad. El resto eran condenados a dedicarse a oficios y no podían acceder a estudios superiores porque la consecuencia de esta visión determinista de la inteligencia significaba que no tenía sentido que el estado invirtiera dinero en la educación de gente con un C. I. bajo que no tenía posibilidades de mejorar su situación social. Este test, en el que se evaluaba el C. I., estuvo en uso durante tres décadas hasta mediados de la década de 1970.

Burt sostenía que se basaba en investigaciones sobre hermanos gemelos separados al nacer y criados en familias con diferentes niveles socio económicos. Afirmaba haber estudiado más de cincuenta casos de hermanos educados en familias muy diferentes cuyos cocientes intelectuales daban exactamente la misma puntuación. Entre 1943 y 1966, publicó trabajos sobre 53 parejas de gemelos, en los cuales probaba que su rendimiento era igual aunque estuviesen en familias diferentes y fuesen a escuelas distintas.

El periodista científico del London Sunday Times, Olivier Gillie, y el psicólogo estadounidense León Kamin, director del departamento de Psicología de la Universidad de Princeton, intentaron encontrar a los gemelos y las asistentas que habían participado de dichas investigaciones y descubrieron que las mismas nunca habían existido. Lo que resultó ser un gran fraude.

Sir Cyril Burt murió en 1972 a los 88 años. Gillie y Kamin denunciaron su fraude y en 1976, después de muerto, Burt fue acusado de fraude científico por sus propios colegas que investigaron el asunto. La Sociedad Británica de Psicología reconoció el fraude públicamente pero fue tal la polémica y presión de sus defensores que la Sociedad decidió no tener una posición oficial corporativa.

La controversia respecto al fraude de Burt tuvo varias idas y vueltas llevando a muchos a concluir que había sido exonerado de la acusación. Sus investigaciones nunca pudieron ser replicadas ni verificadas. Otros estudios con gemelos monocigóticos dieron resultados muy diferentes. Sin embargo, todavía hay quienes defienden su postura y consideran que es injusto acusarlo de algo de lo que no puede defenderse. Los que intentan rehabilitar la memoria de Burt sostienen que fue una víctima de operaciones políticas de la prensa de izquierda. (?).

Más información aquí.

El gran fraude del señor Cyril Burt Fuente: Internet y citas

martes, 11 de abril de 2017

El "cuarteto de la felicidad": cómo desatar los efectos positivos de la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.

A lo largo de los siglos los artistas y pensadores se han dedicado tratar de definir y representar la felicidad.

Sin embargo, en las últimas décadas, grupos menos románticos se unieron a esta difícil tarea: los endocrinólogos y neurocientíficos.

Su objetivo es estudiar la felicidad como un proceso biológico, para encontrar qué desata dicho sentimiento desde el punto de vista físico.

Es decir, no les importa saber si las personas son más felices gracias al amor o al dinero, sino qué sucede en el organismo cuando la alegría efectivamente se dispara y cómo "forzar" el sentimiento.

En este sentido, existen cuatro químicos naturales en nuestros cuerpos que suelen ser definidos como el "cuarteto de la felicidad", conformado por la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
La investigadora Loretta G. Breuning, autora del libro Habits of a happy brain ("Hábitos de un cerebro feliz"), explica que "cuando tu cerebro emite uno de estos químicos, te sientes bien". "Sería bueno que surgieran todo el tiempo, pero no funcionan así", escribe la profesora emérita de la Universidad Estatal de California (EE.UU.).

"Cada químico de la felicidad tiene un trabajo especial que hacer y se apaga una vez que el trabajo está hecho".

En BBC Mundo te contamos distintas formas simples de activar estos cuatro químicos de la felicidad sin necesidad de medicamentos o sustancias dañinas.

1. Endorfinas
Las endorfinas son consideradas la morfina del cuerpo, una suerte de analgésico natural. Descubiertas hace 40 años, las endorfinas son "la breve euforia que enmascara el dolor físico", escribe Breuning.

Por eso, ingerir comida extremadamente picante es una de las formas de liberar estos opiáceos naturales, lo cual induce una sensación de felicidad.

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando comes chile picante y por qué puede ser bueno para tu salud? Pero esta no es la única forma de conseguir un "subidón de endorfinas".

Según un estudio publicado el año pasado por investigadores de la Universidad de Oxford, ver películas tristes aumenta los niveles de este químico.

Aquellos que tuvieron la mayor respuesta emocional también experimentaron un incremento superior en el umbral del dolor y en el sentimiento de unidad con el grupo", dijo a la BBC Robin Dunbar, profesor de psicología evolutiva de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y principal autor del estudio. De allí que bailar, cantar o trabajar en equipo sean actividades que también potencien la unión social y la tolerancia al dolor a través de un aumento en las endorfinas, agregó Dunbar.

2. Serotonina
Como la serotonina fluye cuando te sientes importante, el sentimiento de soledad e incluso la depresión son respuestas químicas a su ausencia.

"En las últimas cuatro décadas, la pregunta de cómo manipular el sistema serotoninérgico con medicamentos ha sido un área importante de investigación en la biología psiquiátrica y estos estudios han llevado a avances en el tratamiento de la depresión", escribió en 2007 Simon Young, editor en jefe la revista Psychiatry &  Neuroscience.

Diez años después, la depresión se posiciona como la principal causa de discapacidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este desorden mental afecta a más de 300 millones de personas.

La estrategia más simple para aumentar el nivel de serotonina es pensar en recuerdos felices, escribe el neurocientífico Alex Korb en el portal Psychology Today.

Uno de los síntomas de la depresión es que las personas no pueden recordar momentos felices, por eso, agrega Korb, mirar fotos viejas o hablar con un amigo puede ayudar a refrescar la memoria.

El neurocientífico describe otras tres formas: exponerse a la luz del sol, recibir masajes y hacer ejercicio físico aeróbico, como correr y andar en bicicleta.

3. Dopamina
La dopamina suele ser descrita como la responsable de sentimientos como el amor y la lujuria, pero también se la tacha de ser la responsable de las adicciones. Por eso se dice que es la mediadora del placer.

"Los bajos niveles de dopamina hacen que las personas y otros animales sean menos propensos a trabajar con un fin", explica John Salamone, profesor de psicología de la Universidad de Connecticut (EE.UU.), sobre un estudio que publicó en 2012 en la revista especializada Neuron sobre los efectos de la dopamina en el cerebro.

Por lo tanto, agrega, la dopamina "tiene más que ver con la motivación y la relación de costo y beneficio, que con el placer en sí mismo".

Lo cierto es que este químico se dispara tanto cuando uno da el primer paso rumbo a un objetivo como cuando lo cumple.

Además, puede generarse por algo de la vida cotidiana (por ejemplo, encontrar un lugar libre para estacionar el carro) o algo más excepcional (recibir un ascenso laboral).

La mejor forma de elevar la dopamina, por ende, es establecerse objetivos a corto plazo o dividir en pequeñas metas aquellos objetivos que son a más largo plazo. Y celebrar cuando uno los cumple.

4. Oxitocina
Por estar relacionada con el desarrollo de comportamientos maternales y a los apegos, la oxitocina suele ser apodada como "la hormona de los vínculos emocionales" y "la hormona del abrazo".

Según un estudio publicado en 2011 por la obstetra y ginecóloga india Navneet Magon, "la vinculación social es esencial para la supervivencia de las especies (humanas y algunas animales), ya que favorece la reproducción, la protección contra los depredadores y los cambios ambientales, e impulsa el desarrollo cerebral".

La exclusión del grupo produce trastornos físicos y mentales en el individuo, y conduce finalmente a la muerte", agrega.

Por eso, considera que la oxitocina tiene una "posición de liderazgo" dentro de este "cuarteto de la felicidad": "Es un compuesto cerebral importante en la construcción de la confianza, que es necesaria para desarrollar relaciones emocionales".

Abrazar es una forma muy simple de conseguir un aumento de oxitocina. Dar o recibir un regalo es otro ejemplo.

Breuning aconseja también construir relaciones de confianza dando "pequeños pasos", "negociando las expectativas" para que ambas partes puedan cumplir con el vínculo emocional.

http://www.bbc.com/mundo/noticias-39333917

lunes, 10 de abril de 2017

_--Golden5, el proyecto basado en lo positivo que quiere revolucionar la educación. "No es buenismo, sino satisfacer las necesidades psicológicas básicas del alumnado", asegura la responsable del método.

_--María José Lera, doctora en Psicología y experta en temas de calidad educativa, se dio cuenta hace tiempo de un detalle.
Observó que, cuando un niño de 12 meses da sus primeros pasos, sus padres le felicitan y le animan a que continúe intentándolo a pesar de que camina fatal. "Se le da un sentimiento de confianza que hace que quiera seguir caminando. Y a base de intentarlo, lo logra", apunta. A continuación se hizo una pregunta: ¿Por qué esa actitud positiva no se repite para todo? ¿Por qué cuando un alumno no sabe hacer una multiplicación sale la mirada negativa de los profesores en lugar de apoyarlo?

Fruto de reflexiones de ese tipo, Lera, profesora titular en la Universidad de Sevilla, lanzó junto a expertos de otros cuatro países un proyecto educativo llamado Golden5, que fue galardonado con el Premio Europeo Comenius de la Comisión Europea de Educación. Con él persigue dotar de herramientas al profesorado para conseguir un buen clima en el aula que mejore la motivación de los estudiantes, su bienestar psicológico y su rendimiento académico.

¿Y cómo se logra eso? El procedimiento de Lera es sencillo: profesores y colegios se ponen en contacto con ella y con su equipo, que se desplazan donde sea menester para formar a los docentes. Hasta ahora, el proyecto está siendo un éxito especialmente en la zona de Algeciras y en el País Vasco, donde lo aplican 200 centros, casi todos en la provincia de Guipúzcoa.

EL PROBLEMA PRINCIPAL: LA FALTA DE MOTIVACIÓN, NO LA FALTA DE CAPACIDAD.
"Se consigue una mejora notable del rendimiento académico de los niños y del aula en sólo seis semanas. Y también mejora la autoestima de los estudiantes. En cuanto al profesorado, dicen que son más felices y están mejor desde que aplican el programa", asegura la experta.

El truco, afirma, consiste en cambiar la mirada de los profesores hacia una visión positiva. Dice que es la que tienen en los países nórdicos como Noruega, siempre referentes en temas educativos. El Golden5 parte de una premisa: el problema principal en las aulas es la falta de motivación de los estudiantes, que provoca conductas disruptivas y que el profesorado genere una emoción negativa porque el alumno no hace lo que se le pide.

Lo malo lleva a lo malo y lo bueno lleva a lo bueno, centrarnos en los aciertos y recompensarlos, no echar sermones negativos con los errores. Fomentar y premiar la atención, el modelamiento y el moldeamiento.
Para corregir esa falta de motivación, el Golden5 recoge varias estrategias motivacionales que, según asegura Lera, se llevan aplicando con éxito durante muchos años en ámbitos como el deporte pero han pasado de perfil por la educación. La más importante de ellas es conseguir que los profesores resalten únicamente lo positivo del alumno, dejando lo negativo a un lado.

"EL ERROR debemos utilizarlo para reflexionar, estudiar las causas y buscar la solución en adelante, nos sirve para corregir la enseñanza y mejorar el aprendizaje, no para castigar, HAY QUE MINIMIZARLO"
 "Cuando uno comete un error, el error no se debe magnificar, sino que hay que minimizarlo para que no pase nada, darle aliento para que pueda seguir trabajando y hacerle ver que sí que puede. La mirada de culpabilización es un error porque acarrea actuaciones negativas que llevan a que el otro tenga menos confianza. Y ya empezamos: menos confianza, menos motivación, peor comportamiento. Y lo malo lleva a lo malo y lo bueno lleva a lo bueno", explica la experta.
https://youtu.be/d2yqlT8MZO0
Lera admite que esa mirada negativa es la que sale de forma natural porque "cuando las cosas salen como están previstas, y generalmente prevemos el éxito, no se dice nada". Es decir, cuando alguien saca un 10 en un examen, lo habitual es no decir nada, o como mucho dar una pequeña enhorabuena. "Pero cuando no sale lo que tú esperas y el alumno fracasa, suspende, hace mal los ejercicios, entonces surge la necesidad de decir algo", explica mientras asegura que eso es un error.

Aquí hay una falta de conciencia de las repercusiones que tienen las cosas que decimos. El lenguaje, las palabras y la entonación son muy importantes.
Subraya que, si el profesor destaca lo bueno de un alumno, ese estudiante se va a quedar con lo positivo. "La próxima vez que le salga mal algo de matemáticas, dirá: ah, pero yo era muy bueno en matemáticas, lo que pasa es que tengo un mal día. Y seguirá hacia delante", afirma. Y dice que estos comportamientos son habituales en países como Finlandia o Noruega. "Aquí hay una falta de conciencia de las repercusiones que tienen las cosas que decimos", se lamenta.

¿UN MÉTODO QUE CREA PROFESORES BLANDOS?
Pero la contra argumentación es obvia y es la que se le plantea constantemente a los responsables del Golden5. Si sólo se destaca lo positivo, ¿cómo se puede corregir lo negativo? ¿no va a provocar ese comportamiento que el profesor pierda autoridad en el aula, que se construya una imagen de blando? ¿cómo va a saber un niño abordar el fracaso si nadie le ha hecho ver sus propios errores?

Lera responde con una metáfora: "Es como si tú sabes que cuando pase un tiempo vas a tener menos comida. Y dices: vamos a empezar ya a no comer para estar preparado. Pues no. Porque entonces cuando venga no vas a estar preparado, sino hambriento y te vas a sentir peor y te vas a sentir enfermo. Al contrario, come mucho ahora para que cuando venga el mal tiempo estés con fuerza".

No van a ser más fuertes porque le comentemos antes los errores. La fortaleza se fomenta con la superación de dificultades con éxito.
La experta insiste en que el niño "necesita que le destaquen sus fortalezas, estar fuerte en sus expectativas de autoeficacia" para que cuando llegue el fracaso tenga estrategias para autorregularse y decir: 'No pasa nada porque yo esto lo supero". "No es buenismo, sino satisfacer las necesidades psicológicas básicas del alumnado. Aplicar las teorías más básicas de la psicología del desarrollo. No va a ser más fuerte porque le comentemos antes los errores. Al contrario, porque va a ir con desconfianza", zanja.

LO MALO, "EN PRIVADO Y EN VOZ BAJA, con tono de ayuda, aclaración, aviso, advertencia, no de reproche o castigo". El alumno siente que las palabras son de respeto y cooperación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el camino del conocimiento. Nunca de sorna, ironía o humillación. 
El Golden5 se basa también en el llamado 'efecto audiencia'. Lera explica que el profesorado debe tomar conciencia de que nunca tiene que decir en público lo que el niño hace mal porque su audiencia lo comparte. "El niño va a sentir que no sólo el profesor ve que él no vale, sino que 25 niños van a percibirlo también. Con lo cual va a creerse que no vale. Si aplicamos ese efecto audiencia a algo positivo, 25 niños van a percibir que es muy bueno y se creerá que es muy bueno", indica.

Por eso, recomienda a los docentes decir lo bueno en público. Y lo malo callárselo y decírselo "por detrás al niño, en bajito". "Decir en público a los chavales cosas que están mal lleva a la confrontación y a la desmotivación. Porque si tengo 15 años y me has hecho sentir humillado en el aula, yo voy a empezar con comportamientos disruptivos", asevera.

¿A ti qué te parece el método? Puedes votar en nuestra encuesta. http://m.huffingtonpost.es/2017/03/27/golden5-el-proyecto-basado-en-lo-positivo-que-quiere-revolucion_a_21897793/

sábado, 4 de febrero de 2017

Explicando el éxito de Trump

El extraordinario atractivo (mostrado) de Donald Trump se explica en un nuevo libro profético sobre el Presidente electo, escrito hace varios meses y que se publicará en el Año Nuevo.

En el libro, el profesor Stephen Reicher de la Escuela de Psicología y Neurociencia de la Universidad de St Andrews y el Profesor S. Alexander Haslam de la Escuela de Psicología de la Universidad de Queensland argumentan que, aunque muchos han sostenido que los partidarios de Trump son ignorantes o irracionales, esto es un error.

De hecho, los autores sugieren que tal punto de vista -similar a la caracterización de los votantes Trump como 'deplorables'- juega directamente a favor de Trump. Es un ejemplo del argumento de Trump de que el mundo está dividido en un establisment inexplicable que burla, explora e ignora a la gente común, y que está fuera del establisment y al lado del pueblo.

Como dicen los dos académicos, Trump tiene éxito al proporcionar una "parrilla categórica", una definición de grupos y relaciones intergrupales que permite a muchos estadounidenses dar sentido a su experiencia vivida, entender sus problemas y mantener la esperanza de poder lidiar con ellos". En resumen, cuando uno mira las cosas desde la perspectiva de sus partidarios, la visión de Trump del mundo tiene sentido para ellos y les habla.

Ellos continúan explicando que "él se sitúa como un campeón y como una voz para las personas que de otra manera se sienten desamparadas y sin voz". En este contexto, incluso los llamados "gafes" de Trump, las cosas que se pensaban debían socavarlo de acuerdo con las normas ordinarias de la política, en realidad aumentan su atractivo. Así que la crudeza de Trump, su incivilidad, incluso su maltrato de las mujeres, lo establecen como un tipo común, con las imperfecciones y todo, a diferencia de los políticos que actúan sin defectos, pulidos y deshonestos. Con Trump 'lo que ves es lo que obtienes'.

Reicher y Haslam continúan: "Irónicamente también, en una política controlada por la riqueza y el privilegio, su riqueza le libera de la carga de que está de acuerdo con los hombres de dinero. Es más, los éxitos de Trump deben ser vistos a la luz del fracaso de otros. Más particularmente, sus rivales no han logrado proporcionar una red alternativa basada en categorías alternativas para dar sentido a lo que muchos estadounidenses están experimentando. No han elaborado una política alternativa y un conjunto alternativo de soluciones. En ese contexto, Trump ha tenido una carrera relativamente libre".

Ellos argumentan que, al igual que el resultado del choque del referéndum de Brexit, aquellos que se despertaron a una victoria de Trump esta semana preguntarán: "lo que nosotros y nuestros líderes pudimos -y debemos- haber hecho para presentar una narrativa más inclusiva de 'nosotros' que se ocupe de los verdaderos problemas que enfrentan las personas, para encarnar ese "nosotros" en todo lo que decimos y hacemos, y para desarrollar una política que proporcione soluciones a esos problemas".

Notas de los editores de la noticia

"La política de la esperanza: Donald Trump como empresario de la identidad" por Stephen Reicher y S Alexander Haslam se publicará en El mito de la política racional: Comprender el encanto de Trumpism, Editado por M Fitzduff.

Biografías

Stephen Reicher es profesor de psicología Wardlaw en la Universidad de St. Andrews, miembro de la Academia Británica, la Royal Society de Edimburgo y la Academia de Ciencias Sociales. Ha estado estudiando temas de identidad social y comportamiento colectivo durante casi 40 años, incluyendo el comportamiento de la muchedumbre, el nacionalismo, el liderazgo, la tiranía, el odio intergrupal y, últimamente, la obediencia y la resistencia.

S. Alexander Haslam es profesor de Psicología y becario australiano en la Universidad de Queensland. Es miembro del Instituto Canadiense de Investigaciones Avanzadas y de la Asociación de Ciencias Psicológicas. Su investigación se centra en el estudio de los procesos de grupo y de identidad en contextos sociales, organizacionales y clínicos, y ha publicado más de 200 artículos revisados ​​por pares sobre estos temas.

Fuente: http://www.st-andrews.ac.uk/news/archive/2016/title,896754,en.php

lunes, 30 de enero de 2017

Elogio de la pedagogía. Pilar Lucía López y Agustín Moreno. Cuarto Poder

Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa. Paulo Freire

Cada cierto tiempo se levantan voces en contra de la pedagogía, como si ésta fuera la causa de los males que afectan a la educación. Hace poco, los exabruptos se lanzaron en Radio Nacional (RNE), pero no lo enlazaremos para no dar publicidad a los disparates. Los que lo hacen, suelen pontificar desde el alejamiento de la realidad docente, algo que no les da mucha autoridad. Esta conjura de los rancios tiene en común una nostalgia por tiempos pasados, cuando se seleccionaba al alumnado porque aún no se había socializado el derecho a la educación. También coinciden en no haber leído casi nada sobre pedagogía y psicología. Junto a la crítica a la “jerga de los pedagogos”, se culpabiliza al alumnado, pero se desresponsabiliza al poder político de los recortes, la LOMCE y del abandono de la educación pública.

Pero lo más clamoroso es la ausencia de toda base epistemológica para su crítica. No saben que en el siglo XXI los nuevos descubrimientos de la neurociencia y de la psicología coinciden con las teorías y metodologías que venían proponiendo los grandes pedagogos desde los siglos XIX y XX. Por ejemplo, que el centro del aprendizaje, neurológicamente hablando, es la emoción y la motivación que se desprende de ella para incorporar nuevos conocimientos. Que la educación debe ser integral y debe ayudar al desarrollo de las múltiples inteligencias que posee el ser humano. O que aprendemos en grupo con más facilidad; el clima ambiental de cooperación y respeto es esencial para construir aprendizajes permanentes.

Por eso, cuando se critica desde la ignorancia o la justificación de la incompetencia ante los nuevos retos, creemos que hay que reivindicar la pedagogía. ¿Se cuestionaría la competencia de un arquitecto para diseñar un edificio o de un músico para tocar un instrumento? Sería absurdo. Para no caer en charlatanerías y opiniones sin fundamento alguno, hay que ir a las fuentes y por tanto a la Historia. Muchas personas desconocen los logros que aportaron a la sociedad y sería una lástima que sus enseñanzas y metodologías se disolvieran en el maremágnum de debates vacíos. Sirva para ilustrar lo que decimos unos cuántos ejemplos:

Desde los ilustrados y la Revolución Francesa, la Historia de la Pedagogía tiene una larga trayectoria y siempre ha ido ligada a la lucha por los derechos sociales y a la extensión de la educación. Porque para Jean-Jacques Rousseau “ser ciudadano es estar educado”. Siglos más tarde, John Dewey defendía lo mismo en Estados Unidos en su obra “Democracia y Educación”.

Recordemos a María Montessori, en Italia, pionera de la educación emocional y del método científico en su Casa de Niños. A William Kilpatrick que siguió sus pasos en EEUU y hablaba, ya en 1914, de autoevaluación y aprendizaje por proyectos. A Ovide Decroly que aportaba los centros de interés como origen de un aprendizaje investigador. A Célestin Freinet y su pedagogía para la vida: activa, natural, abierta y cooperativa. A Jerome Bruner que defendía el aprendizaje por descubrimiento. Y todos y todas los que construyeron la Nueva Escuela que cuestionaba no solo los métodos sino la función de la escuela y los maestros en la sociedad. Sin olvidar a Paulo Freire y su “Pedagogía del oprimido”, donde afirma que “nadie educa a nadie, los hombres (personas) se educan en comunión”. El planteó un cambio de paradigma, no una innovación.

En España tuvimos excelentes ejemplos de pedagogos que incorporaron nuevas ideas y técnicas al triste y escaso panorama escolar existente en el siglo XIX. La Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos fue un intento de reforma científica desde primaria hasta la universidad (1876 a 1936). Por otro lado, la Escuela Moderna de Francisco Ferrer i Guardia (1901) proponía una enseñanza científica, racional y laica frente al oscurantismo del poder y la segregación por clases o por sexos. El breve período de la República fue una explosión de iniciativas para llevar y extender la cultura en las zonas más deprimidas. Las Misiones Pedagógicas aportaban la poesía, el teatro, la música, las bibliotecas y eran recibidas con asombro y entusiasmo por las clases más desfavorecidas.

¿Cuáles han sido las aportaciones a la humanidad en las que coincidieron todos los pedagogos importantes?:

Dar al niño y a la niña la categoría de persona y, por tanto, sujeto de derechos como cualquier adulto. Los niños dejan de ser un objeto (vasija) a rellenar de conocimientos.

La educación es un proceso continuo de formación y crecimiento a lo largo de toda la vida. Cada etapa debe tener sentido en sí misma, no como preparación a la siguiente.

Creer y potenciar las capacidades de aprendizaje que hay en cada niño y niña. (Sin esta creencia es muy difícil enseñar o educar). Aprender investigando y fomentando la curiosidad natural para descubrir el mundo. El proceso de aprendizaje debe basarse en la observación, experimentación y acción. La escuela debe ser activa en todo su sentido. La cooperación entre iguales y personas diversas favorece el aprendizaje y educa en bases sólidas para la buena convivencia. La tarea del profesor es poner a disposición del alumnado los conocimientos, técnicas e instrumentos más apropiados para que se pueda producir el aprendizaje.

Los grandes pedagogos siempre han sido revolucionarios en el sentido más profundo de este término de ir a la raíz, transformar la realidad (sociedad) para mejorarla, mediante la educación. Por eso, no se nos puede olvidar que fueron criticados y en ocasiones perseguidos desde el poder. Las falsas dicotomías de pedagogía y antipedagogía tienen mucho más que ver con dos modelos de sociedad que se enfrentan: uno, que cuestiona que todos puedan aprender y, otro, que postula que todos pueden aprender, cada cual a su manera. Son dos modelos de ver el mundo y en realidad es de eso de lo que se discute. No nos confundamos, es la tensión entre un modelo educativo neoliberal y otro democrático al servicio de toda la sociedad.

Pilar Lucía López es pedagoga y autora de “Silencio… se sueña” (EditoriaL SM), Agustín Moreno es profesor de Enseñanza Secundaria en Vallecas (Madrid) y autor del blog de cuartopoder.es ‘La espuma y la marea’.

Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/2017/01/14/elogio-la-pedagogia

Este artículo es una respuesta a otro: "Elogio de la crítica de la pedagogía" en el que su autor, Jesús García de las Bayonas Delgado, muestra una opinión distinta.

jueves, 19 de enero de 2017

Procrastinación, “el problema más grave en la educación” (y cómo vencerlo)

Este año nuevo, como de costumbre, muchas personas se propusieron hacer cambios fundamentales en 2017 que, a estas alturas, ya pospusieron para 2018.

¿Por qué nos la pasamos aplazando lo que debemos -y a veces hasta queremos- hacer?

¿Por qué la procrastinación es un problema tan común y uno que, según expertos, afecta particularmente a los estudiantes y académicos?

No sólo común, sino muy serio, según el psicólogo Tim Pychlyl, de la Universidad de Carleton en Canadá, quien es parte de un grupo de investigación sobre la procrastinación, que asegura que "en la actualidad es el problema más grave en la educación".

El grupo de expertos ha estado enfocado en estudiar esta acción volitiva durante 20 años, con datos de todo el mundo, para "tratar de entender por qué a veces nos convertimos en nuestro peor enemigo con retrasos innecesarios y voluntarios" de nuestras tareas.

Mañana lo hago
En una charla por Youtube que recientemente superó 170.000 visitas, en la que Pychlyl imparte consejos a estudiantes sobre cómo dejar de procrastinar, señala que dejar algo para después afecta las calificaciones, la salud mental y física y aumenta el índice de abandono escolar.

Los profesores sufren del mismo mal, como atestigua la cantidad de entradas en Twitter hablando de la batalla entre calificar exámenes y ver series de televisión, y sobre lo que se conoce como la "culpa del escritor": la sensación de que eres egoísta, idealista e irresponsable por ponerte a escribir cuando podrías estar haciendo algo más rentable y práctico con tu tiempo. Y con más gente estudiando online, el problema es más grande que antes.

Ahora, con sólo un clic, puedes reemplazar el ensayo que estás escribiendo con un video de un gato estornudando o el álbum de fotos de tu exnovia y su nueva pareja en vacaciones.

Para Pychyl, procrastinación es tomar la decisión de no hacer algo a pesar de que sabes que a largo plazo será peor.

Aclara que no es lo mismo que atrasar intencionalmente algo, y que no es un asunto de manejo de tiempo, sino una incapacidad de controlar nuestras emociones e impulsos.

"Cuando procrastinamos, estamos tratando de mejorar nuestro estado de ánimo evitando hacer algo que nos parece desagradable", señala.

"Es parecido a emborracharse o comer para consolarse: es una estrategia que nos hace sentir mejor al distraernos con un placer de corto plazo y olvidándonos del problema".

¿Qué podemos hacer?
La procrastinación es más común entre la gente más impulsiva, propensa al perfeccionismo, abrumada por las expectativas que tienen los otros de ella y temerosa del fracaso.

reloj

Afecta más a los jóvenes, pues las personas solemos controlar mejor nuestras emociones a medida que el cerebro se desarrolla.
Pero hay esperanzas para los jóvenes -y los ya no tan jóvenes- que dejamos todo para mañana.

Basándose en su investigación con la psicóloga Fuschia Sirois de la Universidad de Sheffield, Pychyl asegura que todos podemos reducir la procrastinación siguiendo los pasos a continuación:

1) Practica técnicas de mindfulness y meditación para controlar tus pensamientos negativos

"Usando las técnicas de mindfulness o conciencia plena podemos reconocer que no tenemos ganas de hacer algo sin juzgar ese sentimiento, y luego nos ayuda a acordarnos por qué es importante realizar la tarea y comprometerse a empezarla", explica el psicólogo.

"Después, cuando hemos progresado en la tarea, nos sentimos mejor y eso hace que sea más fácil continuar".

Por ejemplo, sir Anthony Seldon, vicerector de la Universidad de Buckingham, Inglaterra, introdujo sesiones de mindfulness para profesores y estudiantes para combatir la procrastinación.

2) Divide la tarea en pasos claros y manejables

Una de las razones por las que aplazamos lo que debemos hacer es que las metas que nos proponemos a menudo son muy grandes y vagas, lo que las hace intimidantes y desagradables.

Así, en vez de proponerte "ponerme en forma" o "escribir una novela" prométete "ponerme el atuendo de trotar" o "decidir el nombre del personaje principal".

En la Universidad de Warwick, Paul Roberts conduce talleres de mapeo mental para estudiantes y la técnica les enseña a dividir tareas difíciles en los pasos necesarios para completar sus proyectos.

Roberts dice que les ayuda a superar la inercia y por ello dejan de procrastinar.

3) No te castigues por procrastinar

La investigación de Pychyl muestra que los estudiantes que se perdonan por procrastinar tienden a no volverlo a hacer en su próxima tarea.

Cuanta más culpa y rabia sientas por privar al mundo de tu fabulosa novela este año, menos posibilidad tienes de escribirla en 2018.

4) Apóyate en las buenas costumbres con las que ya cuentas

Pychyl dice que él logró finalmente obedecer las órdenes de su dentista de limpiarse los dientes con seda dental al combinarla con el hábito de cepillarse los dientes.

Se comprometió a poner la seda dental en frente cada vez que se cepillaba los dientes y en poco tiempo empezó a usarla sin siquiera pensarlo.

5) Conéctate con tu "yo futuro"

Cuando le mostraron a un grupo de personas sus retratos digitalmente envejecidos, y les pidieron que asignaran dinero para cuando se retiraran, muchos tendieron a dar sumas más altas que antes de que les mostraran las imágenes, pues sentían un lazo más fuerte con sus "yo futuros".

Poner un retrato tuyo digitalmente envejecido en tu escritorio quizás no sea muy conveniente, pero si tienes que entregar un trabajo a las 9 a.m., imaginarte a ti mismo a las 2 a.m. tratando desesperadamente de terminarlo, podría impulsarte a empezar más temprano.

6) Entiende por qué te importa lo que vas a hacer

Pychyl dice que la procrastinación a menudo refleja un problema existencial más profundo de falta de identidad o dirección en la vida.

Procrastinamos cuando la tarea nos parece aburridora o menos significativa, así que no olvides la razón por la que estás haciendo algo y cómo encaja con tus ambiciones.

Es tan sencillo como recordar que escribir un buen ensayo ayudará para conseguir un diploma, que es indispensable para realizar tu sueño de ser doctor.

Pensando de esa manera, el beneficio a largo plazo de hacer el trabajo puede reducir el placer a corto plazo de distraerse.

Lecciones contra la procrastinación
Si estos pasos basados en la investigación son tan efectivos, ¿no deberían enseñarse en todas las escuelas, universidades y lugares de trabajo?

Muchas universidades ya producen guías sobre la procrastinación para estudiantes.

Sin embargo, Pychyl critica que muchas siguen enfocándose en la habilidad para manejar el tiempo, más que en atacar las razones de fondo.

"Los profesores deben evaluar cómo se están sintiendo los estudiantes y ayudarlos a entender por qué están dejando las cosas para después", opina.

"Si pueden aprender a manejar sus emociones, será una gran ayuda en todas las áreas de sus vidas".

http://www.bbc.com/mundo/noticias-38597625

jueves, 22 de diciembre de 2016

PSICOLOGÍA. Por qué debes dejar que tus hijos se aburran. Cada vez más expertos se muestran en contra de mantener constantemente entretenidos a los niños.

Las vacaciones de Navidad ya están a la vuelta de la esquina. La iluminación y la decoración de avenidas y plazas, el espumillón de los escaparates y el ajetreo en las calles anuncian la cercanía de un tiempo de celebración que muchas familias viven con ansiedad, bajo la premisa de que el aburrimiento debe desterrarse de la rutina de sus hijos. Esta circunstancia genera en los hogares situaciones de estrés y ansiedad, en un intento de los padres por rellenar con múltiples actividades cada una de las horas que los pequeños pasan en casa. Se trata, en la medida de lo posible, evitar escuchar: “Papá, mamá, me aburro”.

Una situación, la de mantener a nuestros hijos continuamente entretenidos, a la que cada vez más expertos son contrarios. En opinión de alguno de ellos, el aburrimiento es una sensación positiva que todos, niños y adultos, podemos y debemos experimentar. Y lo defienden como una situación a la que nuestros hijos necesitan enfrentarse y resolver por ellos mismos.

Consuelo Coloma, psicóloga educativa coordinadora de la  Universidad de Padres, se muestra partidaria de que los padres dejemos a nuestros hijos que experimenten ese "aburrimiento". En su opinión, “los momentos de no saber qué hacer son positivos siempre que se produzcan de manera natural, sin fomentarlos artificialmente”.

“De unas cuantas generaciones hasta nuestros días, los padres han buscado un papel más activo en la vida de sus hijos. Quizás, por ello, hemos perdido un poco la capacidad de saber diferenciar en qué momentos es necesario que estemos presentes como padres y en cuáles no, para favorecer que sean ellos mismos los que experimenten”, afirma Coloma. “Hoy en día, los niños no disponen de ocasiones para disfrutar de juego libre, es decir, de tiempo que nadie les organiza. Así que cuando sucede una situación como el aburrimiento, ocurren dos cosas: que el niño no sabe resolverlo porque no está acostumbrado y que los padres tampoco saben cómo gestionarlo”.

Si echamos la vista atrás, las generaciones precedentes vivían las vacaciones como sinónimo de descanso y de profundos momentos de aburrimiento. Momentos en los que aburrirse era casi obligado y natural. En esta línea, ya en 1930 el filósofo Bertrand Russell dedicó un capítulo de su libro La conquista de la felicidad al valor del aburrimiento. En él manifestaba que “un niño se desarrolla mejor cuando, al igual que una joven planta, se deja reposar en la tierra. Muchos cambios de lugar, mucha variedad de impresiones, no son buenas para los jóvenes, y aprenderán a medida que crezcan a ser incapaces de soportar la fructífera monotonía”. Y seguía indicando que “una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor”.

Sabina del Río Ripoll, psicóloga perinatal, directora de Centro de Psicología y Especialistas en Maternidad (CALMA), dice: “Isaac Asimov aseguró que el aburrimiento iba a ser una de las grandes enfermedades de nuestra época con las consiguientes consecuencias a nivel emocional, mental y sociológicas. Es necesario para el desarrollo de una sociedad que sus integrantes sean personas con capacidad de crear, innovar y solucionar, y esto solo es posible si permitimos que los niños y adolescentes tengan tiempo libre para ir evolucionando en su capacidad de pensamiento creativo”. Asimismo, Del Río explica que “Ken Robison, descrito como uno de los mejores docentes del mundo por su visión del mundo educativo, nos transmite que la imaginación es la fuente de todo logro humano, y hace hincapié en que la creatividad no es algo innato, sino que se aprende igual que aprendemos a leer o multiplicar. Cuanto más creativo sea un niño en su infancia, más posibilidades, tendrá el día de mañana de autorrealizarse y de obtener éxitos en los distintos ámbitos de su vida. Un niño aburrido y con tiempo para poder conectar consigo mismo va a poder ir descubriendo cuáles son: sus aptitudes, sus pasiones, sus actitudes y sus oportunidades; los cuatro pilares básicos sobre los que este autor sustentaría el adecuado crecimiento personal de los individuos”.

Una opinión que comparte Consuelo Coloma, quien destaca que “la creatividad es la capacidad del ser humano para crear algo dónde no hay o buscar soluciones a problemas, básicamente”. Y señala que, “para que la creatividad se dé tienen que darse dos circunstancias o una de las dos: que el niño no esté haciendo necesariamente otra cosa, es decir, que no tenga su mente ocupada en otras labores; o que teniéndola ocupada tenga que resolver problemas o enfrentarse a diferentes situaciones que le promuevan resolver conflictos. Justamente, estas dos situaciones no se dan hoy, bien porque el niño ocupa la mayoría de su tiempo en realizar labores o actividades, normalmente, bajo supervisión. O si existe algún conflicto o problema siempre hay algún adulto dispuesto a solucionarle la vida para que el niño no tenga que esforzarse mínimamente para hacer volar su creatividad para dar soluciones al problema”.

¿Cómo debemos enfrentarnos a los momentos de aburrimiento de nuestros hijos? Sabina del Río afirma que “el aburrimiento del niño debe ser un problema del que debe darse cuenta y del que debe aprender a salir por sí mismo”. La psicóloga asegura que “la mejor manera de ayudar a un niño frente a su aburrimiento es permitirle un espacio y un tiempo con materiales lo menos estructurados posibles (mejor al aire libre y en compañía de más niños de su edad), y dejando que sean ellos los que busquen y pongan en marcha sus recursos, tanto internos como externos, para distraerse y disfrutar de su tiempo”.

http://elpais.com/elpais/2016/12/11/mamas_papas/1481440372_220104.html

viernes, 16 de diciembre de 2016

¿Qué nos hace realmente felices en la vida?: algunas lecciones de un profesor de Harvard tras años buscando las respuestas. Alejandra Martins. BBC Mundo.

¿Qué nos hace realmente felices en la vida?

Durante 76 años una investigación de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) ha buscado la respuesta.

El Estudio sobre Desarrollo Adulto* comenzó en 1938 con 700 hombres jóvenes, algunos de la prestigiosa universidad, otros de barrios pobres de Boston.

Y acompañó a lo largo de su vida a esos individuos, monitoreando su estado mental, físico y emocional. La investigación continúa ahora con más de mil hombres y mujeres, hijos de los participantes originales.

El actual director del estudio, el cuarto desde su inicio, es el psiquiatra estadounidense Robert Waldinger, quien también es maestro zen. Lo importante para mantenernos felices y saludables a lo largo de la vida es la calidad de nuestras relaciones

Robert Waldinger
La charla TED que Waldinger dio sobre el proyecto, "Qué es una buena vida: lecciones del estudio más prolongado sobre la felicidad", se volvió sensación en internet y ya fue descargada más de 11 millones de veces.

"Hay muchas conclusiones de este estudio", dijo Waldinger a BBC Mundo. "Pero la fundamental, que vemos una y otra vez, es que lo importante para mantenernos felices y saludables a lo largo de la vida, es la calidad de nuestras relaciones".

Conectados
"Lo que encontramos es que en el caso de las personas más satisfechas en sus relaciones, más conectadas a otros, su cuerpo y su cerebro se mantienen saludables por más tiempo", señaló el académico estadounidense.

"Una relación de buena calidad significa una relación en la que te sientes seguro, en la que puedes ser tú mismo. Claro que ninguna relación es ideal, pero esas son cualidades que hacen que la gente florezca".

En el otro extremo, está la experiencia de soledad, un sentimiento subjetivo de estar menos conectados de lo que nos gustaría. "¿Estoy haciendo cosas que tienen un significado para mí? ¿Estoy haciendo cosas que me hacen sentir que importo en el mundo? Éstas son las preguntas que nos planteamos cuando hablamos de felicidad", señaló Waldinger.

"No hablamos de estar contentos en cada momento, porque eso es imposible y todos tenemos días, semanas o años difíciles".

En cuanto a la fama o el dinero, "no es que sean malos, hay gente famosa feliz y gente famosa infeliz".
Lo mismo con el dinero. Pero el estudio muestra de acuerdo al académico que más allá de un nivel en que nuestras necesidades están cubiertas, un aumento en el ingreso no necesariamente nos hará felices.

"No estamos diciendo que no puedas proponerte ganar más dinero o estar orgulloso de tu trabajo y que otros lo noten. Pero es importante no esperar que tu felicidad dependa de esas cosas".

Registros médicos
Los participantes del estudio respondieron a lo largo de décadas cuestionarios sobre su familia, su trabajo, su vida en la comunidad.
"También tuvimos acceso a sus registros médicos, por lo que evaluamos su salud no sólo según lo que ellos decían sino lo que sus doctores e historial medico decían", explicó. "Cuando comencé a trabajar en el estudio en 2003 grabamos vídeos de los participantes hablando con sus esposas sobre sus preocupaciones más profundas. Y enviamos preguntas a los hijos sobre la relación con sus padres".
Los participantes también se realizaron exámenes de sangre para determinar múltiples indicadores de salud, e incluso análisis de ADN. "Algunos nos permitieron escanear su cerebro, y en algunos casos donaron su cerebro para que pudiéramos estudiarlo en conexión con todos los otros datos que ya teníamos sobre su vida". "En mi propia vida"

Cuando la charla de Waldinger se volvió viral, el académico optó por un retiro en silencio durante tres semanas. "La tradición Zen sostiene que la contemplación nos ayuda a mantenernos con los pies en la tierra y centrados en lo que es más importante en la vida", escribió en ese entonces.

Para dar respuesta al enorme interés del público, el académico creó un blog en internet sobre el estudio, robertwaldinger.com

La investigación ha tenido un impacto profundo en la vida de Waldinger.
"Me ha hecho poner más atención en mis propias relaciones, no sólo en casa sino en el trabajo y en la comunidad", señaló a BBC Mundo. "Me di cuenta que mis relaciones me dan energía cuando invierto en ellas, cuando les dedico tiempo. Se vuelven más vivas y no agotadoras", agregó. "La tendencia social es aislarnos, quedarnos en casa para la televisión o estar en redes sociales, pero en mi propia vida me he dado cuenta que cuando estoy más feliz es cuando no estoy haciendo eso".

Ofrecer nuestra presencia
Invertir en una relación para Waldinger significa estar presente.
"Esto está en mi vida como practicante Zen. Lo que noto es que cuando ofrecemos nuestra atención indivisa y completa nos sentimos más conectados unos a otros, y esto también sucede en el trabajo", agregó.

"No se trata de pasar más tiempo en el trabajo, sino de poner más atención en el otro, de conectar más con los otros, en lugar de dar por descontado que el otro siempre está allí".

Conflictos
Waldinger reconoce que puede ser difícil no perder de vista lo que realmente importa. En parte esto se debe a que recibimos mensajes de nuestra cultura todo el tiempo, con anuncios de publicidad que nos dicen cada día que si compramos algo seremos más felices o nos amarán más. "Y en los últimos 30 o 40 años se ha glorificado la riqueza, hay billonarios que son héroes sólo porque son billonarios. Esta medida parece más fácil, porque las relaciones son difíciles, cambian, son complicadas".

Robert Waldinger
¿Cuál es el mensaje final de Waldinger a los lectores de BBC Mundo?
"Les diría que traten de ver si pueden tender un lazo hacia otras personas. Y es particularmente importante hacerlo hacia aquellas con quienes tienen algún conflicto".
El estudio ha dejado en claro algo que vale la pena recordar, según el psiquiatra estadounidense.
"Los conflictos realmente minan nuestra energía. Y quiebran nuestra salud".

http://www.bbc.com/mundo/noticias-38071076

lunes, 12 de diciembre de 2016

PSICOLOGÍA ¿Actuamos igual solos que en grupo?

Someterse a la opinión de la mayoría nos vuelve menos empáticos, menos inclinados a ayudar y mucho más obedientes, sean cuales sean los resultados de nuestras acciones.


SABER CÓMO piensa, siente y actúa alguien es una de las incógnitas más interesantes que podemos plantearnos, pero conocer cómo influye la presencia –real o imaginaria– de otras personas en nuestros sentimientos y actos puede ser aún más relevante y más difícil de entender. De esto se encarga la psicología social.

Algunos de los análisis realizados por esta disciplina han sido trágicamente famosos, como El experimento de la prisión de Stanford, conocido simplemente como El experimento. El estudio, llevado a cabo durante tan solo seis días, del 14 al 20 de agosto de 1971, consistió en mantener recluidos en una prisión simulada en los sótanos de un edificio de esta universidad a 24 estudiantes, todos varones, sanos y socialmente adaptados, de los cuales ninguno había mostrado tendencia ni hacia la agresividad ni hacia la sumisión.

El diseñador y líder del proyecto fue el profesor Philip Zimbardo, quien los dividió en dos grupos y adjudicó al azar el papel de preso o de guardián a cada uno de ellos, reservándose para él mismo el de superintendente. Tanto los participantes como el propio Zimbardo se adaptaron a sus funciones más allá de sus expectativas. Hubo abusos de autoridad y tortura psicológica por parte de los guardias, así como aceptación pasiva y sometimiento en el lado de los presos, incluso acoso entre ellos por propia iniciativa o por orden. Inmerso en su papel, Zimbardo solo fue capaz de darse cuenta del despropósito cuando se lo señaló una observadora externa, que lo calificó de monstruoso y anti­ético, la única que se atrevió a cuestionar su moralidad entre las personas que tuvieron acceso al experimento sin estar involucradas en él. Solo entonces el investigador recapacitó y puso fin al estudio ocho días antes de la fecha prevista para su conclusión.

Se analizaba la presunta legitimidad de la conducta punitiva, restrictiva, hasta inmoral o agresiva de las personas cuando se les proporciona el apoyo social o institucional. La conclusión principal fue que la situación en la que se encuentra el individuo influye más en su comportamiento que su propia personalidad.

Estas conclusiones son compatibles con otro estudio realizado por Stanley Milgram en 1961 en la Universidad de Yale sobre el principio de obediencia a las figuras de autoridad. Milgram desarrolló un generador de descargas eléctricas con una serie de interruptores etiquetados con los términos “shock leve”, “shock moderado”, “peligro” y “shock severo”, más otros dos marcados con “XXX”. A un lado del interruptor se encontraba el maestro, una persona sana, común y sin tendencias criminales; al otro, un alumno que debía responder a una serie de preguntas. El maestro tenía el cometido de administrar una descarga aparentemente peligrosa al alumno cada vez que este fallaba en sus respuestas.

El alumno era cómplice del investigador y en realidad no sufría descarga alguna, pero las simulaba hasta mostrarse aparentemente agonizante. Si el maestro dudaba en algún momento, se le daba la orden de continuar. Y debía elegir entre obedecer o seguir los dictados de su conciencia. El 65% de los participantes aplicaron las descargas máximas. Prevaleció el deber de “obediencia a la autoridad” frente a los mandatos de la conciencia.

Según el Experimento de conformidad, realizado por el psicólogo estadounidense Solomon Asch en los años cincuenta del pasado siglo, la percepción propia de un individuo se ve influenciada por la de un grupo mayoritario, ya sea porque se siente presionado por la opinión de la mayoría o porque desconfía de su propia percepción. Sin duda, uno de los experimentos más interesantes en psicología social, muchas veces replicado, es el conocido como de la difusión de la responsabilidad o del espectador apático. Diseñado inicialmente por Darley y Latané en 1968, muestra que si nos hallamos a solas ante una persona que necesita ayuda, un 70% de la población le auxiliará o solicitará auxilio, pero si hay más personas alrededor, tan solo lo hará el 40%.

Muchos de estos estudios han sido controvertidos y considerados por algunos científicos como inmorales y abusivos. Si contextualizamos sus resultados, nos resultan sorprendentes, pero no están tan lejos los ejemplos históricos en los que multitudes se comportaron de ese modo “por obediencia debida”. Que los estudios de psicología social puedan mermar nuestra confianza en el futuro, en la humanidad o en ambas cosas es debatible, pero negarnos a conocer nuestra propia naturaleza es descorazonador. Como argumenta el neurocientífico Steven Pinker en su libro Los ángeles que llevamos dentro (Paidós), nos encontramos en el momento histórico en el que las muertes violentas y las agresiones son menos frecuentes. Por tanto, pensar “¿adónde vamos a llegar?” nunca será tan problemático como remontarnos a “de dónde venimos”.

Naturaleza ¿humana?

La gran mayoría de los estudios de psicología social que llegaron a estas conclusiones se realizaron en los llamados “países civilizados”.

También hay estudios sobre la generosidad o la empatía en poblaciones calificadas como “no civilizadas”, como los bosquimanos del Kalahari y tribus aisladas del Amazonas. Los resultados son muy diferentes, y no precisamente por la tendencia a la maldad de los supuestos salvajes. Estas sociedades son más pródigas en otras formas de generosidad y empatía.

Para saber si está en nuestra naturaleza ser abusadores, egoístas o maquiavélicos se deben definir estos conceptos, pues la condición humana no es absoluta.

http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/actuamos-igual-solos-grupo/