martes, 21 de junio de 2016

El síndrome de Dunning-Kruger

La relación entre estupidez y vanidad se ha descrito como el efecto Dunning-Kruger, según el cual las personas con escaso nivel intelectual y cultural tienden sistemáticamente a pensar que saben más de lo que saben y a considerarse más inteligentes de lo que son. El fenómeno fue rigurosamente estudiado por Justin Krugger y David Dunning, psicólogos de la Universidad de Cornell en Nueva York, y publicado en 1999 en “The Journal of Personality and Social Psychology”.

Se basa en los siguientes principios:
1º. Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.

2º. Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.

Antes de que estos estudiosos lo evidenciasen científicamente, Charles Darwin ya había sentenciado que “La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento”, y los que tenemos la manía de reflexionar, que es lo mismo que mirarse al espejo, ya sospechábamos que la mayoría tendemos a valorarnos a nosotros mismos por encima de la media, cosa que, lógicamente, es estadísticamente imposible.

El avance de Krugger y Dunning fue simplemente demostrarlo en un experimento consistente en medir las habilidades intelectuales y sociales de una serie de estudiantes y pedirles una auto-evaluación posterior. Los resultados fueron sorprendentes y reveladores: Los más brillantes estimaban que estaban por debajo de la media; los mediocres se consideraban por encima de la media, y los menos dotados y más inútiles estaban convencidos de estar entre los mejores. Estas observaciones, además de curiosas me parecen preocupantes, pues según ellas los más incompetentes no sólo tienden a llegar a conclusiones erróneas y tomar decisiones desafortunadas, sino que su incompetencia les impide darse cuenta de ello.

Pues bien, en la actualidad estos parámetros vienen al pelo para catalogar e interpretar muchas de las decisiones y desaciertos de tantos pretendidos “expertos” en economía y política, que nos han llevado a donde estamos. No estoy aludiendo a ningún personaje concreto, ni a ninguna opción política, sino simplemente me atrevo a proponer el modelo para diagnosticar a tantos líderes, peritos, charlatanes, sacamantecas y desatinados que pululan por doquier y padecen este “Síndrome de Dunning-Kruger”, y de paso recomendarles que, como diría un catalán, se lo hagan mirar ya que ellos solos, por si mismos, son incapaces de reconocer que lo padecen. Y el resto mejor no dárnoslas de sabios en nada, no sea que también estemos afectados.

http://hyperbole.es/2012/12/el-sindrome-de-dunning-kruger/

lunes, 20 de junio de 2016

Texto del discurso póstumo para la entrega del Premio Nacional de Narrativa. Un parlamento que no pronuncié

Texto del discurso que el escritor valenciano Rafael Chirbes, fallecido el 15 de agosto de 2015, había preparado con motivo de la entrega del Premio Nacional de Narrativa por su novela "En la orilla". El galardón fue recogido el 1 de junio de 2016 por su sobrina, María Josefa Micó.

Cuando recibí el Premio Nacional de Literatura, Modalidad Narrativa, pensé que, en el pequeño parlamento que quería pronunciar en el momento de la entrega, podría explicar las razones que me llevaban a aceptarlo. En mi ignorancia del protocolo, creía que el acto tendría lugar unos pocos días más tarde, y que, en la ceremonia, íbamos a estar no más de ocho o diez premiados (los ganadores de la modalidad de narrativa en las distintas lenguas del Estado, los de poesía y ensayo). Suponía que cada uno de los premiados podría pronunciar unas palabras.

Poco a poco he ido descubriendo que nada es como yo pensé: el acto de entrega se produce un año después del nombramiento y, además, a él acuden no solo los premiados en los distintos apartados literarios, sino todos los que han sido galardonados en cada una de las numerosas ramas, lo que supone una ceremonia en la que desfilan decenas de personas que, por razones obvias, se limitan a dar la mano a quien entrega el pergamino o la bandeja o la medalla (no sé cuál es el objeto en el que se materializa el galardón).

Por otra parte, en la última y reciente edición –en 2015 se han librado los premios del 2012–, en las imágenes que vi en el telediario, los premios los entregaron los Reyes y no el Ministro de Cultura, señor Wert, que se agazapaba tras ellos, y a quien yo, en mi candidez, le había dedicado ese parlamento que nunca leeré, porque no viene al caso en una ceremonia de ese formato, y porque ha pasado el tiempo y lo que escribí para ser dicho de urgencia pierde sentido en la distancia, y sobre todo, porque hoy mismo leo en el periódico que ha sido cesado el señor Wert, destinatario retórico del parlamento. Sin embargo, aunque las circunstancias han vuelto impronunciable el discurso, quisiera que quedase constancia de su existencia, porque, no sé si bien o mal, explica las razones que me llevaron a aceptar un premio de ese calado en tiempos de un gobierno que se afanaba contra sus ciudadanos.

Aquí va el texto del parlamento:
Cuando me comunicaron que mi novela En la orilla había obtenido el Premio Nacional de Literatura, tras la primera sensación de alegría me asaltaron las dudas acerca de si debía aceptarlo o tenía que rechazarlo como –en digno gesto de censura hacia el gobierno actual– han hecho otros premiados. Al tratarse de una distinción promovida por el Ministerio de Cultura, todos suponemos que llega con un suplemento de carga política, y cuantos me conocen saben que siempre he huido del contacto con el poder en cualquiera de sus manifestaciones. Toda mi vida he pensado que un discreto apartamiento beneficia la independencia de mis libros. Por suerte, un escritor puede ejercer su tarea sin tener que ponerse al servicio de nadie: para hacer una novela, incluso una gran novela, no se necesita más que la punta del lápiz, una resma de hojas de papel y un tablón en que apoyarse. Con ese instrumental, un buen escritor puede poner en pie un ejército de varios miles de soldados en un solo renglón. Puede poner un país entero en un libro. Por eso, por la extrema libertad que permite el arte de escribir, mi trabajo no sufre los embates de la política social o cultural, no dependo para nada de sus decisiones, como les ocurre a otros compañeros artistas, músicos, editores, cineastas, trabajadores del audiovisual, actores y productores de teatro, para quienes, sin apoyos, resulta imposible sobrevivir en un mundo dominado por las grandes trasnacionales.

De hecho, mi opinión es que, para un novelista, resulta más peligroso el poder que te halaga y favorece que el que te ignora o te persigue. Así que si estoy aquí, recogiendo este premio, desde luego que no es porque le pida amparo a nadie, ni aspire a un reconocimiento fuera del que recibo de mis lectores, ni –volviendo a la cualidad del premio– mucho menos porque esté de acuerdo con la política de un gobierno que muestra una altiva falta de sensibilidad hacia los de abajo, mientras se comporta como criado servil de sus verdaderos patronos, los lobbies del dinero. El mismo día que recibí el premio le dije a algún periodista que, paradójicamente, desde su ministerio se galardonaba un libro que habla de ustedes, de lo que han hecho de este país con su voracidad, con su orgullo: de toda la desesperación que su bulimia –y la de quienes los han precedido en esta olla podrida de la transición– ha inoculado en los personajes del libro, y ha sembrado en mí, que soy el autor.

Acerca de su política cultural ya le han dado su opinión los colegas que han renunciado al premio. Yo sólo quisiera destacar –rompiendo la lógica de este discurso- algunos de los desmanes de su partido en lo que tengo más cerca, la comunidad en la que vivo, donde, en vez de preocuparse por la ruina del patrimonio que deberían guardar y se les cae a trozos, ocupan su tiempo en perseguir a la academia de la lengua porque ha dicho algo que –excepto los zoquetes de su partido– todo el mundo sabe, y es que valenciano, catalán y mallorquín son variantes de una misma lengua; le hablo de la política de exterminio cultural de sus colegas, un grupo de gobernantes tan peligrosos como descerebrados, que, desde un absoluto desprecio hacia su propio pueblo, se han permitido cerrar las únicas emisoras de radio y televisión que hablaban en valenciano, dándoseles una higa que con ello han provocado un desastre cultural, social y económico de incalculables proporciones.

Pero discúlpeseme esta digresión.

Lo que quiero decir es que no estoy aquí ni por su gobierno, ni por su partido, ni para hacerme la foto con usted, que los dos damos por supuesto que no nos vamos a hacer. Estoy aquí por respeto a un jurado en el que han participado personas cuyo trabajo y dignidad aprecio, y también, por qué no decirlo, para celebrar la alegría que este premio les ha causado a mis amigos y familiares, a tantos lectores que me han llamado emocionados, celebrándolo como si se lo hubieran dado a ellos; por la satisfacción de mi editor Jorge Herralde y de los trabajadores de la editorial Anagrama, por los editores extranjeros, por mis traductores, por toda la gente que trabaja a favor de mis libros y se sienten premiados conmigo. Estoy aquí porque jamás he movido un dedo para conseguir un premio, ni he buscado compromisos ni relaciones con ninguno de los poderes, literarios ni políticos, y porque así de cándidamente y limpio de culpa recibo como llovida del cielo esta distinción que comparto con Ramón J. Sender, que escribió Imán; con Juan Marsé, que escribió Si te dicen que caí; con Ramiro Pinilla, que escribió Las ciegas hormigas; con Carmen Martín Gaite, que escribió El cuento de nunca acabar, o con Manuel Vázquez Montalbán, que escribió El pianista. Todos ellos han sido y son maestros míos. Y yo me siento orgulloso de que mi nombre aparezca al lado de los suyos. Ni puedo ni quiero renunciar a ese honor. Y pienso que no debo sentirme incómodo al estar aquí, en este acto, porque, frente a su frágil y pasajero poder de ministro, yo tengo la fuerza permanente que emana de ellos: hablo de la literatura, de la palabra que se sostiene por sí misma en su grandeza y en su fragilidad. Estoy aquí porque los gobiernos que detentaban el poder en el momento en que se les concedieron a estos maestros los premios –los del cínico González, los del iluminado Aznar, los del falso benevolente Zapatero– han pasado a la historia como pasa un mal sueño, igual que pasará el suyo –triste pesadilla de unos años– mientras queda la palabra de estos escritores. Y estoy aquí porque quiero decirle al pueblo español que este premio es suyo, porque se llama nacional, y no gubernamental; es más, que es obligación suya defenderlo, luchar para que no se lo apropie ningún gobierno, y que, por eso, los españoles deben vigilar a quienes se nos concede, vigilar nuestra obra con el cuidado con que se vigila lo que es propiedad de uno; como deben permanecer vigilantes en todos los demás asuntos de la nación, que es sólo suya.

Además, tengo que confesarle, señor Wert, que estoy aquí también movido por un motivo económico: para robarle al cicatero presupuesto de este gobierno –que se preocupa más de la riqueza de los bancos que de la felicidad de su pueblo– un poco de dinero. Cuando dudaba si aceptar el premio, pensé que no podía negarme a recibir esos veinte mil euros que tan bien le vendrán a la Casa de la Caridad de Valencia, institución que a un marxista le parece de nombre muy feo, pero tras el que se esconde un centenario comedor social que, como mi novela, está repleto de personajes creados por su política de capataces de los lobbies, un lugar que todos los días se llena de personas a las que ustedes tratan como trapos y a las que, con mi libro, con estas palabras y con mi gesto, animo a que luchen contra quienes les arrebatan su dignidad.
Un respetuoso saludo.

Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/2016/06/01/parlamento-no-pronuncie/8663

¡Asaltar los suelos!

Ultras

Recuerden: los despreocupados habitantes de Bahía Bodega, la costera localidad californiana en la que el genio del suspense situó Los pájaros (1963), no dieron importancia al agresivo comportamiento de la primera media docena de aves que se posó en uno de los cables eléctricos de la ciudad; tampoco se lo dieron a la segunda, ni a la tercera. Esperaron tanto a tomar medidas contra la invasión que cuando quisieron darse cuenta era demasiado tarde: la última secuencia de la película contempla a Melanie y a la familia Brenner huyendo sigilosamente en el coche a través de un ominoso paisaje atestado de pájaros. En los años treinta pasó algo parecido ante el ascenso de los totalitarismos fascistas: llegaron poco a poco, pero nadie —salvo algunas intempestivas Casandras— les hacía mucho caso. Ahora puede pasar lo mismo: la llamada “extrema” derecha (por cierto, ¿cuándo empieza la derecha a ser extrema?) crece en Europa envasada en odres nuevos, incluso a veces invocando la democracia o la Constitución. En Austria, el país odiado-amado de Thomas Bernhard  (y, por cierto, también de Handke), ha quedado a un centímetro del poder. Al abrigo de la crisis y de quienes se empeñan suicidamente en que nunca salgamos de ella, crecen los gatos pardos más o menos disfrazados, soliviantados ante la rampante protesta de los que lo pasan peor. En su brillante, desencantado, intempestivo y necesario libro Poemas pequeño-burgueses (Renacimiento), uno de cuyos versos he robado para el título de este Sillón de Orejas, Juan Bonilla (felicidades por su cincuentenario) también se hace eco (con ideas y sentimientos) de cierto Zeitgeist turbador en el que nos bañamos con culposo desconcierto. Alterno su lectura con la de la edición inglesa de How Will Capitalism End? (Verso; 16,99 libras), de Wolfgang Streeck, en el que el riguroso sociólogo alemán (¿por qué no se traducen sus libros, aunque no estén escritos en inglés o francés?) vuelve a profundizar en esa “sobredosis de sí mismo” con la que el capitalismo está apuntalando su ataúd con cinco clavos letales: estancamiento, desigualdad, asalto a la esfera pública, corrupción y anarquía internacional. Les suena la copla, ¿verdad?

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/05/25/babelia/1464174516_780612.html

domingo, 19 de junio de 2016

El alumno perfecto hace pleno en la última Selectividad. Jaime Redondo, un estudiante de Leganés, obtiene la máxima calificación en bachillerato y en las Pruebas de Acceso a la Universidad. .Quiere estudiar un doble grado de Física y Matemáticas

Jaime Redondo Yuste es el alumno perfecto. En sus dos cursos de bachillerato obtuvo el 10 y, ahora, en las pruebas de la última Selectividad (a partir del próximo curso cada campus podrá establecer sus propios mecanismos de selección) ha logrado una nota de 14, la máxima posible, en todos los exámenes a los que se ha enfrentado. Jaime es un estudiante del IES Arquitecto Peridis de Leganés que, a sus 17 años, ya ha publicado una novela. Este verano participará en la Olimpiada Internacional de Química, que se celebrará en Tiblisi (Georgia), y en la Olimpiada Iberoamericana de Física, en Uruguay. A la vuelta, se matriculará en el doble grado de Matemáticas y Física en la Universidad Complutense de Madrid.

En una conversación con Efe, Jaime, que se encuentra de viaje de estudios, ha asegurado sentirse feliz por el resultado y, sobre todo, de haber estudiado en un centro público "de barrio, construido durante los Pactos de Moncloa de forma provisional" donde "el secretario hace maravillas para cuadrar las cuentas". El estudiante confiaba en que las pruebas le salieran bien, pero veía "casi imposible" lograr la calificación que finalmente ha logrado porque eso significaba no cometer errores. Sostiene que es un adolescente normal que sintió los nervios propios del examen. "Pueden hacer que no redactes tan bien como en el instituto" o verse mermada la calificación porque "el corrector no conoce al estudiante". Lo que ha conseguido está al alcance de pocos. A él le ha exigido "mucho esfuerzo" y "trabajar todos los días": segundo de bachillerato es "un curso tan corto que no te da tiempo a despistarte ni una semana".

Los vicerrectores de las seis universidades públicas madrileñas han exaltado las notas de Jaime en un acto celebrado este viernes para anunciar los resultados de la última Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la región. En cifras, el 93,51% de los aspirantes a universitarios aprobó la Selectividad en la convocatoria de junio, un porcentaje ligeramente superior al 93,08% de los que aprobaron en 2015. De los 27.854 estudiantes que se presentaron a la prueba, 26.046 la han superado. Por sexos, han sido las mujeres las que han tenido más aprobados: 14.501 aptas entre 15.519 presentadas, frente a 11.545 hombres que han aprobado de un total de 12.335.

Dedicarse a la investigación
Entre todos ellos, un nombre propio, el de Jaime. Su bachillerato y su Selectividad han sido perfectas, pero eso no es una novedad. Ya desde pequeño siempre tuvo la intención de dedicarse "a la investigación y ampliar los límites del conocimiento", lo que le llevó a interesarse por las olimpiadas científicas, en las que este año ha participado con excelentes resultados. En abril disputó en las olimpiadas de Química de Alcalá y, una semana más tarde, en las de Física en Sevilla. Este verano competirá en otros certámenes de Europa y América. Completará el periplo en septiembre en Bruselas, donde se celebra el Certamen Europeo de Jóvenes Investigadores convocado por la Secretaría de Estado de Educación.

Jaime consiguió su premio gracias al proyecto Estudio de la interacción de un campo magnético con los iones producidos durante la electrolisis de sales. Además, durante tres semanas recorrerá Europa gracias a una beca a la que ha accedido tras un proceso selectivo de dos años. La ciencia no es el único pasatiempo de Jaime. Con 13 años ya publicó una novela de aventuras y fantasía ambientada en el Japón del siglo XVI con la que, incluso, firmó ejemplares en la 71 edición de la Feria del Libro de Madrid, en 2012. "La literatura, la historia y las artes liberales nos completan como individuos", ha subrayado Jaime, para quien uno puede ser "un grandísimo científico" pero si no conoce "la historia de su país, la filosofía o el arte de la ciudad que te rodea, no va a poder disfrutar del mundo en el que vive".

MARCHARSE DE ESPAÑA PARA TRABAJAR
Blanca Lacruz, una estudiante del colegio privado Fontenebro de Moralzarzal, ha obtenido la segunda mejor nota de Selectividad en la Comunidad de Madrid: un 9,950 en bachillerato y un 13, 9 (de 14) en selectividad. Quiere estudiar Bioquímica en la Universidad Autónoma, pero asume que tendrá que abandonar España para trabajar. Hacerlo en su país le resulta "complicado" y más cuando lo que desea es "dedicarse a la investigación". Blanca asegura que estudió mucho durante el curso, "una media de tres horas todos los días", pero reconoce que el sprint final de cara a las pruebas fue lo más duro. La materia más difícil a la que se ha enfrentado, cuenta, es filosofía, porque tenía "mucho temario". Durante Selectividad, sin embargo, fue matemáticas la asignatura que más problemas le causó.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/06/17/madrid/1466182064_996644.html

Facultad de pseudociencias. ‘Materia’ publica un capítulo de ‘100 ideas. El libro para pensar y discutir en el café’, del filósofo de la ciencia Mario Bunge, en el que propone la creación de un plan de estudios universitarios específicos para dedicarse a las pseudociencias

Las pseudociencias, tales como la astrología y la quiromancia, siempre han sido populares, a menudo más que las ciencias. Ahora, cuando está de moda exigir que las universidades satisfagan la demanda del mercado, habría que enseñarlas abierta y sistemáticamente, en lugar de hacerlo solapadamente en las facultades de humanidades. El consumidor tendría que poder elegir libremente entre la Facultad de Ciencias y la Facultad de Pseudociencias. Y el diploma debiera autorizar a ejercer la profesión.

100-ideas-mario-bunge
Esta idea no es mía ni nueva; hace casi un siglo Freud, el fundador de la pseudociencia más exitosa del siglo pasado, propuso un plan detallado de una Facultad de Psicoanálisis en la Universidad de Viena. Su plan de estudios incluía numerosos cursos de psicoanálisis, mitología y literatura. Nada de psicología experimental ni de neurociencias, desde luego, porque quienes trabajan en estos campos tienen la nefasta manía de exigir pruebas.

El empresario académico que se propusiera crear una Facultad de Pseudociencias no tendría la menor dificultad en reclutar profesorado ni alumnado
El defecto del plan de Freud es que era unilateral: sólo incluía el psicoanálisis. El mío es amplio y abierto: incluye todas las principales pseudociencias conocidas, así como las por inventar. En efecto, mi plan de estudios de la Licenciatura en Pseudociencias es el que sigue.

· Primer año: Introducción a las pseudociencias, Historia de las pseudociencias, Astrología, Alquimia, Piramidología, Demonología. Trabajos prácticos: transmutación de plomo en oro; construcción de horóscopos; búsqueda de napas de agua mediante la horqueta; levitación; reconstrucción de una pirámide egipcia; entrar en contacto espiritual con un demonio.

· Segundo año: Homeopatía, Naturopatía, Psicoanálisis freudiano, Numerología. Trabajos prácticos: manufactura de remedios homeopáticos para curar el cáncer, la diabetes o el mal de amores; identificar el complejo relacionado con la bisabuela materna; hallar el significado simbólico del número de Avogadro.

¿Se legitimizan el autoengaño y la estafa al enseñarlos en la universidad?
· Tercer año: Psicoanálisis jungiano, Parapsicología, Memética, Psicología evolutiva, Grafología, Seminario I. Trabajos prácticos: encontrar las sincronías entre tsunamis y terremotos políticos; tocar la flauta a distancia; explicar la última de las 10.000 religiones registradas en los EEUU como una adaptación al medio ambiente del Paleolítico; hallar el significado simbólico de los sueños de un terrorista notorio.

· Cuarto año: Diseño inteligente (ex-Creacionismo científico), Astronomía de universos paralelos, Medicina holística, Genética egoísta, Psicoanálisis lacaniano, Derecho del ejercicio ilegal de la medicina, Filosofía de la pseudociencia, Seminario II. Trabajos prácticos: averiguar los designios del Altísimo cuando diseñó el piojo y la muela del juicio; averiguar algunos rasgos de un universo en el que fallen las leyes de la termodinámica; diagnóstico y tratamiento holístico del callo plantal; buscar el gen de la afición al fútbol, al póquer o a la pseudociencia; inventar trucos para evitar pleitos iniciados por clientes desagradecidos; elaborar una filosofía de la ovnilogía, la reflexología, el psicoanálisis o la memética.

Los seminarios I y II se dedicarían a estudiar teorías o prácticas situadas entre la ciencia y la pseudociencia, tales como las teorías de cuerdas, del comienzo del universo a partir del vacío y de la elección racional.

Preveo que el empresario académico que se propusiera crear una Facultad de Pseudociencias no tendría la menor dificultad en reclutar profesorado ni alumnado, sobre todo por cuanto en este campo no caben pruebas de idoneidad. Tampoco tendrá dificultad alguna en formar una biblioteca especializada en pseudociencias, como puede comprobarse visitando cualquier librería. Pero seguramente el empresario tendría que hacer frente a la competencia de las facultades de ciencias, medicina e ingeniería. En este caso podrá recurrir a los argumentos siguientes, que ofrezco sin cargo.

· Primero: la libertad académica incluye la libertad de enseñar cualquier cosa, incluso que dos más dos es igual a siete y que la Tierra es plana.

· Segundo: puesto que la ciencia es falible, es posible que la pseudociencia de hoy sea la ciencia de mañana.

· Tercero: en la época posmoderna todo es relativo, no hay verdades objetivas ni es necesario poner a prueba lo que se conjetura.

· Cuarto: el tiempo es oro, y se lo ahorra aprendiendo una pseudociencia en lugar de una ciencia.

· Quinto: el instrumental que necesita la investigación experimental se está haciendo tan costoso que incluso a los países más poderosos les convendría cultivar disciplinas que no requieren experimento alguno.

· Sexto: la universidad posmoderna es una empresa, y como tal tiene el derecho y el deber de suministrar los productos que demande el consumidor.

· Séptimo: en ciertos países ya funcionan facultades de humanidades en las que sólo se enseñan doctrinas posmodernas (por ejemplo, que la historia es una rama de la literatura) y facultades de psicología en las que se enseña exclusivamente el psicoanálisis. La facultad que propongo no hace sino generalizar y proclamar abiertamente lo que otras hacen en forma estrecha y solapada.

Estos argumentos me parecen impecables. Sólo me asaltan tres dudas. Primera: ¿se legitiman el autoengaño y la estafa al enseñarlos en la universidad? Segunda: ¿es necesario que la universidad deje de ser el principal taller de búsqueda de verdades? Tercera: dado que el derecho al macaneo es uno de los derechos del hombre, ¿por qué exigir diploma para ejercerlo? *

Este texto pertenece a "100 ideas. El libro para pensar y discutir en el café", de Mario Bunge, cuya nueva edición, revisada por el autor y con nuevo prólogo, forma el sexto título de la Biblioteca Bunge de Editorial Laetoli

http://elpais.com/elpais/2014/09/26/ciencia/1411758492_579724.html

Las pseudociencias ¡vaya timo! Mario Bunge

La Carbonería, amenazada de desahucio

Los gestores buscan apoyo ciudadano para evitar el desahucio de uno de los lugares más emblemáticos de Sevilla. El propietario, Ignacio Medina, duque de Segorbe, no mantiene el contrato de arrendamiento.

El local en el barrio de San Bartolomé ha sido un punto de encuentro para el flamenco. / LESZEK KOSLOWSKI

En invierno, al entrar allí te invadía la agradable sensación de calor de una antigua chimenea, y en verano te refugiabas al fresquito de su frondoso patio. Las noches se llenaban de música, poesía y arte. Casi escondida en la calle de los Levíes, de aquel barrio de San Bartolomé, antaño oscuro y poco frecuentado, la Carbonería es un lugar conocido por todos. Hogar de artistas, poetas y flamencos, La Carbonería no es sólo una taberna, es un lugar donde se ha promovido la cultura desde hace 40 años. Sobre todo el flamenco. Por allí han pasado los artistas flamencos más significativos de estas décadas, como en su propia casa, creando un ambiente donde el arte se improvisa, nace desde los encuentros fortuitos y genera aquella magia de altas horas de la madrugada que algunos llaman “juerga”, tan difícil de encontrar hoy en día. Y no solo esto, muchos han leído sus poemas allí, muchos han expuesto sus obras gráficas en esas antiguas paredes.

La Carbonería es un lugar conocido por todos. Hogar de artistas, poetas y flamencos
Ahora, este sitio, donde el arte es gratuito, amenaza con desaparecer. El propietario, Ignacio Medina, duque de Segorbe, ha decidido no mantener el contrato de arrendamiento y ha presentado una demanda de desahucio por finalización del plazo. Los gestores de la Carbonería explican que la sociedad limitada Hotel de los Mercaderes, empresa que ostenta la titularidad del inmueble, no ha accedido a negociar, con lo que el día 23 se celebrará un juicio.

Artistas, poetas, intelectuales y docentes, promueven un manifiesto en el que muestran su "repulsa" a este "acto de atropello que denota una vez más la falta de sensibilidad hacia el patrimonio cultural y sentimental de la vida sevillana". "Es lamentable que se permita el desahucio de uno de los establecimientos con más historia y, al tiempo, más querido por sus habitantes y visitantes", señala el manifiesto, acompañado de una recogida de firmas. El manifiesto insta a los partidos políticos a elaborar un listado de comercios considerados históricos para que sean gestionados y protegidos como patrimonio cultural de la ciudad.

Esta demanda de desahucio parece responder a la lógica que predomina desde hace unas décadas, favorecer la implantación de un porcentaje cada vez mayor de tiendas de las mismas marcas y locales de las mismas franquicias, en grave detrimento de los comercios locales. Este fenómeno, que acompaña el de la gentrificación, comporta una importante pérdida de identidad y dificulta un contacto auténtico entre los visitantes y la cultura del lugar.

En lugar de preservar los comercios históricos y los lugares de cultura viva que dinamizan una ciudad, la tendencia que hemos estado viendo es la de anular su identidad, homologar los lugares, hasta el punto que los centros urbanos de muchas ciudades del mundo tienden a perder su esencia y a parecerse, cada vez más, entre sí.

El próximo lunes, 20 de junio, La Carbonería abrirá de 12.00 a las 0.00 horas, al fin de informar de su situación y explicar la labor cultural que ha desempeñado en todos estos años.

Fuente:
https://www.diagonalperiodico.net/global/30698-la-carboneria-amenazada-desahucio.html

sábado, 18 de junio de 2016

La crisis económica está vinculada a 260.000 muertos más por cáncer. Investigadores de Harvard calculan la factura mortal de la recesión en los países de la OCDE.

El colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y la caída del banco de inversión Lehman Brothers en 2008 aparecen en paralelo a la muerte por cáncer de decenas de miles de personas a miles de kilómetros de allí, en la Unión Europea. La crisis económica global, desencadenada por la crisis financiera estadounidense, está asociada a al menos 260.000 fallecimientos por cáncer que no habrían ocurrido sin la recesión, 160.000 de ellos en la UE, según una estimación publicada hoy en la revista médica The Lancet. Esta presunta factura mortal de la crisis se reduce al periodo 2008-2010 y a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo que no incluye a gigantes como China e India.

El nuevo estudio, realizado por científicos de universidades como Harvard, Oxford y el Colegio Imperial de Londres, sugiere que “el desempleo y el gasto público en salud están significativamente asociados con la mortalidad por cáncer”. El análisis emplea datos de 70 países con unos 2.000 millones de habitantes, de entre 1990 y 2010, tomados de la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.

Los resultados muestran que un 1% de aumento en el desempleo de un país está asociado a 0,37 muertes adicionales por todos los tipos de cáncer analizados por cada 100.000 personas. El trabajo también relaciona un recorte del 1% en gasto público en sanidad como porcentaje del PIB con 0,0053 muertes adicionales por cada 100.000 habitantes.

“Una limitación de nuestro estudio es que no podemos probar que haya causa y efecto, más bien demostramos una asociación entre la crisis económica y la mortalidad por cáncer”, reconoce a Materia el médico Mahiben Maruthappu, investigador del Colegio Imperial de Londres y uno de los principales autores del estudio. Maruthappu, de 27 años, es además asesor del responsable del Servicio Nacional de Salud inglés, por lo que influye en el destino de 100.000 millones de libras destinadas al gasto sanitario.

Los autores defienden que existe un vínculo causal porque, en países sin cobertura sanitaria universal, el acceso a la sanidad puede depender de tener un empleo. “Sin trabajo, los pacientes pueden ser diagnosticados tarde y recibir un peor tratamiento o recibirlo con retraso”, subraya en un comunicado Rifat Atun, experto en salud pública de la Universidad de Harvard. “España no sufrió muertes adicionales durante la crisis económica y creemos que esto se debe, principalmente, a la alta accesibilidad de su sistema de salud”, aplaude Maruthappu.

En EE UU, donde todavía hay más de 35 millones de personas sin cobertura sanitaria, los científicos calculan que se produjeron 18.000 muertes adicionales por cáncer entre 2008 y 2010. En México, casi 4.000 fallecimientos más. Para el equipo de Maruthappu, sus resultados son “un argumento sólido a favor de la cobertura sanitaria universal”. Los países peor parados son aquellos con economías frágiles y sin cobertura global, como Malta, Kuwait y Polonia. Solo 75 de 194 países analizados tienen una legislación que promete una cobertura sanitaria universal.

El epidemiólogo Miquel Porta, catedrático de salud pública de la Universidad Autónoma de Barcelona, aplaude el nuevo trabajo, aunque cree que “es probable que incluso subestime el impacto” de la crisis. El estudio, subraya Porta, se centra más en la atención médica (diagnóstico y tratamiento del cáncer) que en la prevención primaria, la que actúa sobre las causas.

“Muchos estudios, y la simple vivencia cotidiana, indican que con la recesión se han resentido gravemente las políticas públicas y privadas de control de los factores ambientales, laborales, alimentarios y sociales que más cáncer causan”, explica el epidemiólogo. “Además de las condiciones de vida, pueden haber empeorado algunos hábitos individuales que también desempeñan un papel en la aparición de muchos cánceres, como el tabaquismo (por ejemplo, por la precariedad laboral y las angustias económicas), la alimentación y la actividad física, ya que es más difícil pagar un gimnasio”, añade Porta.

“Tanto en España como en Italia hemos descrito que aumenta el número de exfumadores que vuelven a fumar. Y lo atribuimos a la crisis”, coincide Esteve Fernández, investigador del Instituto Catalán de Oncología y presidente de la Sociedad Española de Epidemiología.

http://elpais.com/elpais/2016/05/24/ciencia/1464113124_099317.html?rel=lom

Leopoldo Espuny, abogado de obreros

Higinio Polo
Topoexpress

A veces, los días de primavera nos traen la sacudida de las emociones imprevistas, crueles, que nos arrebatan una parte de la vida compartida y nos dejan las sombras del desasosiego irremediable pero también de los días luminosos que siguen derramando el recuerdo de las luchas obreras bajo el franquismo, de esa larga marcha proletaria que, desde la Comuna, siguió en la revolución bolchevique, en la lucha antifascista, en la construcción de una cultura democrática que nos hiciera mejores y en el universo fraterno en que germinó el fruto delicado de la libertad. Ha muerto Leopoldo Espuny, cargado de esa dignidad de las luchas obreras, de la costumbre ardiente de acompañar todas las causas justas, como si él mismo nos dijera de su vida: este libro termina aquí.

Leopoldo Espuny, nacido en 1940, ingresó en el PSUC, el partido de los comunistas catalanes, en los tiempos duros del franquismo, en los años sesenta, con veintitrés años, cuando las detenciones y las torturas en las comisarías de la policía política eran la moneda común utilizada por los esbirros de la dictadura para intentar detener las manos cálidas de la libertad. Fue detenido en numerosas ocasiones, enviado cuatro veces a la cárcel, juzgado por los tribunales indignos al servicio de un régimen siniestro. Espuny fue un dirigente estudiantil comunista mientras estuvo en la universidad, siempre dispuesto a derribar los muros del miedo, siempre presente en todas las iniciativas de lucha contra la dictadura que se tejían en esa Barcelona de los años sesenta que quería dejar atrás los años de terror y sangre de los correajes falangistas y empezar a construir la libertad. En la celebración del 1º de Mayo de 1967 (por poner un ejemplo entre tantos), el PSUC y las nacientes comisiones obreras convocaron a una manifestación en Torre Baró, en el distrito obrero barcelonés de Nou Barris. En la manifestación fueron detenidas más de cien personas, Leopoldo Espuny entre ellas: fue maltratado en comisaría, y juzgado dos años después ante el TOP, el Tribunal de Orden Público franquista, siendo defendido por Solé Barberá. Esa defensa fue recordada durante mucho tiempo: Espuny había declarado (como estrategia de defensa, siguiendo la consigna del PSUC de que “había que negar la evidencia”) que había tenido conocimiento en París de la manifestación convocada por Comisiones Obreras leyendo el diario Le Monde, extremo que el fiscal franquista pretendió desmontar, encontrándose con que Solé Barberá esgrimió ante el tribunal que él también era lector de ese diario francés y que incluso había guardado esa noticia: abrió una carpeta y simuló traducir de un inexistente recorte de periódico, deteniéndose ante la supuesta dificultad del texto, y concluyendo: “Los obreros se reunirán en Barcelona, en Torre Baró.” El veterano Solé Barberá llegaría a ser el abogado que más detenidos defendió ante el Tribunal de Orden Público franquista.

Esos fueron los medios, la escuela, en donde creció Leopoldo Espuny: en la memoria de los vencidos en la guerra civil, como era el propio Solé Barberá; en los relatos de la resistencia obrera ante la ignominia, en la paciente y constante lucha de los humillados por recuperar la libertad, por reservar el fuego del socialismo perseguido, en la esperanza republicana que esparcían los hombres y mujeres comunistas que eran capaces de enfrentarse al odio y a las prisiones. Espuny también sería encarcelado: en la prisión Modelo durante las protestas por el consejo de guerra de Burgos, y en Carabanchel, en varias ocasiones.

Después de terminar la universidad, ya abogado, Espuny trabajó en el bufete de Luis Salvadores, acudiendo a todos los casos que necesitaban asesoramiento, ayuda, defensa jurídica, aconsejando en convenios y en luchas obreras, construyendo las palabras que los obreros pugnaban por hacer llegar a los empresarios sin escrúpulos y a los tribunales franquistas, escribiendo recursos, horadando códigos, examinado las leyes fascistas para encontrar el temblor de la justicia. A veces, directamente; en otras ocasiones, a través de la colaboración con los demás abogados del PSUC, en todas las grandes huelgas bajo el franquismo estuvo presente Espuny, en la de la Maquinista Terrestre y Marítima, en Harry Walker, en SEAT, en la Térmica, en el Baix Llobregat; llevando las palabras del PSUC, de las Comisiones Obreras. Hoy puede parecer increíble, pero en los años de plomo del fascismo, sólo tres despachos de abogados de Barcelona aceptaban defender a obreros: los de Antoni Cuenca, Francesc Casares y Josep Solé Barberá. Leopoldo Espuny pertenecía a esa estirpe: de entre los miles de abogados, sólo los más dignos, los más valientes, aceptaron la razón y la dignidad frente al dinero y la posición social.

Durante el estado de excepción de 1969, en las protestas por el consejo de guerra de Burgos, en las manifestaciones por la detención de los dirigentes de Comisiones Obreras y en el proceso 1.001, en la solidaridad con los trabajadores chilenos ante el golpe de Estado de Pinochet, en el aliento a la revolución de los claveles portuguesa, en la solidaridad con Vietnam, en la formación de la Assemblea de Catalunya y de la Junta Democrática, en los días tristes de la matanza de los abogados de Atocha, en todos esos momentos estuvo presente Espuny, porque siempre fue uno de los nuestros.

Ya en la transición política tras la dictadura, Espuny participó en la creación del gabinete jurídico de las Comisiones Obreras de Barcelona, que, más tarde, se convertiría en el gabinete de la CONC, la Comissió Obrera Nacional de Catalunya, y del que llegó a ser responsable, donde recalaron la mayor parte de los abogados que habían encabezado la resistencia al franquismo. Aquellos abogados trabajaron noche y día para horadar los muros del fascismo. Espuny fue amigo, compañero, camarada de otros inolvidables letrados que siempre estuvieron al servicio de los trabajadores, como Josep Solé Barberá o Luis Salvadores, que supieron tejer la red de la solidaridad en los tiempos sombríos del fascismo, como Ascensió Solé, Lola Hurtado, Rafael Senra, Enric Leira, Albert Fina, Conchita Fernández, Montse Comas, Montserrat Avilés, y tantos otros.

En los días del golpe de Estado de Tejero, cuando tantos personajes políticos relevantes de esos años se ocultaron ante el temor del retorno a la dictadura, Espuny estuvo en los locales de Comisiones Obreras de la calle Padilla, colaborando con la organización de la huelga general que se había convocado, dispuesto a enfrentarse de nuevo al fascismo, mientras los tanques de la infamia recorrían las calles de Valencia, la extrema derecha patrullaba por ciudades españolas, y, en Barcelona, un Jordi Pujol pendiente de la televisión, exigía la desconvocatoria de la huelga general convocada por Comisiones Obreras para combatir al golpe con el peregrino argumento de que, si el golpe militar triunfaba, la huelga habría sido inútil, y, si fracasaba, la convocatoria se revelaría inadecuada.

En Viejo tango en carnaval, libro que Espuny publicó en 2013, se encuentran los días de la dictadura y de la transición que él vivió en primera línea, intentando examinar las huellas de los errores y recuperando el recuerdo de los días mutilados por el fascismo. Con las palabras de Neruda, Espuny fue “adversario del malvado y muro del frenético”; fue un militante comunista durante toda su vida, un miembro de la internacional, un abogado solidario de los humildes, un hombre empeñado en cerrar el callejón de las miserias.

Hasta siempre.

Fuente: http://www.elviejotopo.com/topoexpress/leopoldo-espuny-abogado-de-obreros/

viernes, 17 de junio de 2016

Empleo para los más frágiles. La desocupación crónica afecta a cerca de tres millones de personas en España.

La crisis ha intensificado en España una tendencia de largo recorrido e inaceptables consecuencias: la progresiva expulsión del trabajo de los adultos menos cualificados. Un problema que está adquiriendo perfiles crónicos y que es la causa principal de la preocupante evolución del riesgo de pobreza. El aumento en la desigualdad de rentas durante la crisis procede básica y precisamente del alarmante aumento en la no ocupación de ese colectivo. Los riesgos sociales para los trabajadores con bajos salarios no tienen parangón con los riesgos de pobreza y de carencia material severa que se derivan de la desocupación prolongada o crónica.

Este es un de los peores resultados del anómalo funcionamiento del mercado de trabajo. Casi la mitad de los últimos treinta años España ha mantenido tasas de paro superiores al 20%; solo cuatro años tasas de menos de 10%. El convulso devenir del empleo en función de los ciclos económicos es incomparable con la evolución laboral de los países de nuestro entorno.

Aunque tan deficiente funcionamiento puede afectar a todos los niveles educativos en diferentes momentos de la biografía laboral, se da una clara preponderancia de la forma en la que perjudica —durante toda su trayectoria vital— a los “menos cualificados”. Los importantes incrementos de nivel de estudios no han logrado cambiar este proceso. Cada nivel de estudios ha sido sustituido, en periodos cada vez más cortos, por el inmediato superior en la proporción de “desocupados”.

Este problema es menos visible en el largo plazo entre las mujeres. Su constante incremento de participación laboral durante el último medio siglo encubre en parte lo que entre los varones es una evidencia palmaria: los adultos menos cualificados se han visto progresivamente expulsados del empleo, incluso en la fase que debería ser la más activa de su biografía laboral, hasta casi cronificar esa expulsión. En cada recesión, su pérdida de empleo ha resultado más acusada, y se ha ido acumulando porque las fases alcistas posteriores sólo han logrado recuperar la mitad de lo perdido. Por tal camino, en 2013, la mitad de los varones españoles autóctonos con estudios primarios llegó a estar sin empleo en la cima de su vida laboral (entre 35 y 54 años).

Urge recuperar su ocupación. Bajo un supuesto moderado, el colectivo recuperable alcanzaría a tres millones de personas potencialmente empleables. Ese colectivo es prioritario porque tiene las menores opciones alternativas al empleo. Además, tienen más probabilidades de pertenecer a hogares con hijos que sufren las más duras consecuencias derivadas de la pobreza de sus padres. No es suficiente “mejorar su empleabilidad”, es imprescindible conseguir su vuelta al empleo.

No puede obviarse que la opción de recualificar a los adultos con desocupación crónica tiene serias limitaciones: por un lado, esta tarea es lenta y costosa, dificultada por las reconocidas insuficiencias del sistema español de formación de desempleados; por otro lado, es posible que esa recualificación mejore algo las condiciones de competencia con otros colectivos, pero resulta poco probable que pueda solucionar el problema de desocupación de los “menos cualificados”.

La progresiva cronificación en la desocupación parece indicar que hay un notorio problema de inadecuación entre su productividad y los costes laborales de su cada vez más improbable contratación. Si no se actúa sobre estos costes, su desocupación será creciente e irreversible.

Dejando aparte los salarios, a los que la crisis ha sometido a un intenso proceso de ajuste en el que ha influido la reforma laboral, hay varios ámbitos de actuación para la capacidad reguladora del Estado: las subvenciones directas, las rebajas del IRPF, las exenciones o bonificaciones de la cotización a la Seguridad Social y la compatibilidad salarial complementaria con el empleo de algunas prestaciones sociales.

Cualquiera de estas políticas presenta problemas de incentivos perversos, porque no es razonable ni eficiente recompensar la descualificación. Por ello, es imprescindible elaborar unos criterios claros de demarcación que se centren en ese objetivo de “recuperación” de unos trabajadores que, habiéndolo sido, han sufrido la tragedia de no haberse preparado para un momento y una sociedad que no supieron ver a tiempo.

Las experiencias en la utilización de las subvenciones directas al empleo no las hace recomendables. El difícil rigor en su aplicación, su tendencia a generar efectos “no queridos” y sus serios problemas de demarcación desaconsejan esta vía.

La opción de una subvención controlada fiscalmente a través del IRPF tendría que tomar la forma de “impuestos negativos”, ya que el IRPF de estos contratos es ya muy bajo.

La vía de importantes rebajas de las cotizaciones a la seguridad Social para los trabajos de menor cualificación parece la más sencilla de aplicar, como ha demostrado la actual carencia de 500€ de cotización para los contratos indefinidos. La demarcación de estas rebajas al objetivo específico de “recuperación”, obligaría a restringirlas a desocupados que ya hubieran cotizado antes y con un tiempo largo de desempleo. La duración de esa cotización anterior tendría que depender de una función que podría tomar en cuenta los estudios y la edad para su cálculo.

La mejora del complejo y disperso sistema de garantía de mínimos es muy necesaria. Ese sistema alcanza ya un volumen de gasto considerable. Las prestaciones no-contributivas por desempleo rondan los 8.000 millones de euros anuales. Son prestaciones predominantemente “pasivas”, con pocos efectos en el logro de empleo. Sin mayor dificultad ni incremento de coste, varias de esas prestaciones se podrían hacer compatibles con un salario, más intensamente para los hogares con menores. Esa compatibilidad habría que promoverla mediante incentivos que la hiciesen atractiva tanto para los empleados como para los empleadores. Su prolongación durante el tiempo en el que esas prestaciones hubiesen podido estar vigentes, de no haber encontrado empleo, serviría de único criterio de demarcación. Recursos que ahora solo palian las carencias económicas de los parados, contribuirían a mejorar su vida.

La recuperación para el empleo de los menos cualificados es el objetivo más urgente para un verdadero rescate social. La mejora del sistema de mínimos es necesaria, pero no puede resolver un problema de esta magnitud en la participación laboral de adultos. Y hay algo mucho más importante: la ocupación no es solo un medio para obtener rentas; es también una fuente imprescindible de dignidad y de motivación para la mejora de las propias capacidades, una fuente de estabilidad y de regulación cotidiana de la vida en los hogares, y el medio más eficiente y humano que se conoce de equilibrar derechos y deberes sociales de los ciudadanos.

Luis Garrido y Rodolfo Gutiérrez son catedráticos de Sociología y autores del documento El urgente rescate social: recuperar el empleo de los menos cualificados, del Círculo Cívico de Opinión.

http://elpais.com/elpais/2016/04/29/opinion/1461942035_603683.html

Agárrame ese telescopio. Una severa lección de astronomía práctica con Júpiter y sus satélites.

Jacinto Antón


Desde muy niño me ha obsesionado desentrañar los secretos del universo y a menudo, como Tales de Mileto, he caído en una zanja por mirar el cielo. Ajeno incluso a los rudimentos del pensamiento científico y pendiente aún la física de bachillerato, mi relación con el cosmos y sus arcanos es que ni de becario de Aristarco. Pero me sigo esforzando. Aún me empeño en entender los capítulos de astronomía de mi ajada Introducción a la ciencia, de Asimov (Plaza & Janés, 1973), y en dilucidar lo del dichoso paralaje. El otro día pensé que quizá es que ese libro está obsoleto y que hoy el universo se explica de manera más asequible. Así que compré Siete breves lecciones de física,de Carlo Rovelli (Anagrama, 2016), que es mucho más moderno, y breve. Pero leí: "Si la teoría de la gravedad cuántica de bucles es correcta, la materia no puede realmente colapsar en un punto infinitesimal. Porque no existen puntos infinitesimales: existen solamente regiones finitas de espacio". Estábamos en las mismas, o peor.

Aún le iba dando vueltas al bucle cuando el sábado, la Noche de los Museos en Barcelona, me di un inesperado baño de astronomía. Hacía una noche magnífica y tras visitar las exposiciones de Cosmocaixa me dirigí al bar de la terraza del museo en busca de una copa que me ayudara a saciar mi sed de ciencia. Me topé entonces con la Noche de los Telescopios, una simpática propuesta de observación de astros. Yo soy un fan de las estrellas, pero literario, todo lo que ignoro de gravitaciones, quarks y radiaciones de fondo, lo sé en cambio de los nombres de las constelaciones y sus leyendas. Sé, por ejemplo, que si cuando cae una estrella fugaz te frotas una espinilla esta se va. Mis estrellas favoritas son las Pléyades, "The Starry Seven", como las llamaba Keats en Endymion, las siete hermanas azules hijas de Atlas o las siete palomas, que brillan junto a la constelación de Tauro aunque en esa preciosa nubecilla, ese enjambre, ese racimo solar que forman, solo aprecias bien a simple vista seis. Se cuenta -aunque nos es muy científico- que la séptima, Mérope, brilla menos porque, a diferencia de sus hermanas, en vez de montárselo con un dios se lo hizo con un mortal y está avergonzada por ello.

Este conocimiento no me libró de la cola, junto a un inquietante letrero digno del autoestopista galáctico que rezaba: "Si se acaba el mundo luego no te quejes". Pero al cabo de un rato ya estaba en la orilla de la noche cósmica que diría el bueno de Carl Sagan admirando en una gran pantalla conectada a un telescopio un objeto brillante espectacular. "Es júpiter", estableció un señor a mi lado. Qué bonito, comenté, ¿y esos puntitos alrededor? "Son cuatro de sus satélites, Calisto, Europa, Io y Ganimedes". Empecé a decir algo sobre la magnificencia de la visión y el silencio de los espacios infinitos, pensando que lo de Ganimedes me había aumentado la sed, cuando el individuo, que lucía barba de sabio, puso en mis manos una regla de plástico pequeñita. "Aquí no estamos para simples contemplaciones estéticas, haga algo útil, mida cómo se van moviendo los satélites". Obedecí sintiéndome un zángano cósmico, y traté de congraciarme señalando que pronto la luna llena estaría en el centro del cielo irradiando su plateada hermosura y que precisamente Endimión y Selene…. "Venga, venga, a lo suyo, trabájeme hombre. En mala hora la luna llena, no es buena para observar ni siquiera a ella misma, no hay contrastes”.

Me pasé un buen rato allí vigilado de cerca por Pere Closes, que así se llamaba el erudito instructor, y midiendo los satélites jupiterinos en medio de la noche. Al cabo de un rato me sustituyó otro visitante. Sentado al fin con mi copa y curiosamente satisfecho, incluso feliz, abrí el libro de Rovelli y lo entendí todo: “Aquí en el límite de lo que sabemos, en contacto con el océano de cuanto no sabemos, brillan el misterio del mundo, la belleza del mundo, y nos dejan sin aliento”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2016/05/24/actualidad/1464105757_574336.html

jueves, 16 de junio de 2016

XXXI Edición de la Universidad de la Paz.

CURSO DE VERANO 2016:

LAS CONSECUENCIAS DE LOS CONFLICTOS
Del 7 al 13 de julio en el Centro Borja de Sant Cugat
Si el año pasado nos planteábamos cuáles eran las dinámicas que mueven los conflictos, a la edición de este año intentaremos estudiar sus consecuencias y entender sus especificidades a través de casos concretos.
Lugar:
Centro Borja de Sant Cugat
Calle de Llaceres, 30,
08173 Sant Cugat del Vallés, Barcelona
935 90 80 85 -
 - Consulta el mapa 

Cómo llegar:
- Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña, parada Sant Cugat.
- Para llegar al Centro Borja desde la estación de FGC de Sant Cugat puede tomar el bus L8(consulta horarios)  desde la misma estación o también se puede llegar caminando (aprox. 15 minutos.)

 Folleto del curso  (pdf 183.96KB)

“La palabra desigualdad sigue dando miedo”. Martin Ravallion, exdirector del Departamento de Investigación del Banco Mundial, ahonda en un nuevo libro sobre el acercamiento político a la pobreza.

El economista e investigador australiano Martin Ravallion ha dedicado su carrera a estudiar las estructuras económicas que hay detrás de la pobreza.
El último trabajo del exdirector del Departamento de Investigación del Banco Mundial es un manual que ahonda en esta cuestión. Para Ravallion, la conexión es obvia, pero asegura que aún hace falta comprender mejor cómo sin la economía no se puede erradicar la pobreza. Si no se entiende el desafío al que se enfrentan los ciudadanos más desfavorecidos, las políticas sociales que pretenden ayudarlos pueden condenarlos a permanecer en el último eslabón de la sociedad. Ravallion acaba de recibir el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo, que recogerá el martes 21 de junio en Madrid.

Pregunta. Afirma que los economistas no saben lo bastante sobre la pobreza, ¿qué aspecto es el menos entendido?
Respuesta. La pobreza no ha recibido suficiente atención. Yo sabía que la economía me ayudaría a entenderla, pero la mayoría de los economistas no se interesan por este asunto. Uno de los mayores errores es la visión de que los pobres no saben lo que es mejor para ellos, y culparlos de su situación. Esas personas están constantemente tomando decisiones difíciles que afectan a sus familias, a sus hijos. Tanto los medios de comunicación como los políticos deben tener más respeto hacia ellos, porque si no se les respeta se pueden cometer muchos errores que lleven a implementar políticas que les fuercen a hacer cosas que no les favorecen y que, incluso, pueden resultar en un empeoramiento de su situación. Otro error mayúsculo es pensar que la lucha contra la desigualdad y la pobreza tendrá inevitablemente un coste en el crecimiento económico. Esto suele ser una excusa para no tomar medidas.

P. ¿Se sigue aceptando la pobreza como parte inevi­table del sistema económico?
R. Hace 200 años se consideraba que la pobreza era necesaria. Hoy nos hemos dado cuenta de que, por lo menos en el caso de la pobreza extrema, se puede erradicar. Ocurrió en Europa Occidental y en EE UU. El crecimiento económico fue importante, pero iba acompañado de seguridad, de reducción de riesgo y de una serie de políticas sociales que apuntalan esa economía, como la educación y la igualdad de oportunidades. Pero en la actualidad, en la mayoría de los países, ricos y pobres, la desigualdad es demasiado alta. Las personas pobres tienen tantas ideas como las ricas, solo que no pueden financiarlas: es la desigualdad lo que obstaculiza sus oportunidades económicas.

P. En su trabajo se refiere a que el extremo más pobre de la economía cada vez es más “pegajoso”. ¿Qué consecuencias tiene esto en la lucha contra la pobreza?
R. En los 100 años que se tardó en erradicar la pobreza extrema en Europa Occidental y EE UU ocurrieron dos cosas: cada vez había menos personas viviendo por debajo de ese umbral, y el límite inferior se elevaba. Ahora, en los países en vías de desarrollo el progreso ocurre de una forma más rápida pero no afecta a los más pobres. La única explicación es que en el pasado las políticas sociales fueron más efectivas a la hora de llegar a los pobres, y eso es una cuestión de capacidad administrativa y de voluntad política. Deberíamos aprender de países como los escandinavos: hay que empezar aplicando políticas sociales universales que afecten a toda la sociedad.

P. ¿Cómo convencería a quienes creen que los pobres son responsables de su situación de que las políticas sociales universales son necesarias?
R. Es necesario entender las situaciones límite a las que se enfrentan las personas y el contexto en el que viven. Los políticos desconocen lo que es vivir en la pobreza. Los economistas hablan en términos abstractos, pero deberían ver lo que realmente implica, para internalizar los problemas que acarrea. Si hicieran esto empatizarían mucho más y serían menos proclives a culpar a los pobres de sus problemas. Nadie puede creer que la pobreza, en cualquier parte del mundo, sea culpa de quien la padece. Pero siempre hay quien encuentra una excepción y lo utiliza como arma política. Estoy convencido de que las sociedades son fundamentalmente progresistas y avanzan.

P. ¿Por qué sigue habiendo pobreza en países tan ricos como EE UU?
R. Es pobreza pero tiene estándares distintos; la línea que marca el umbral es 12 veces más elevada que en África. Según se desarrolla una economía, también lo hace su definición de pobreza. La trayectoria de crecimiento económico en EE UU hasta 1980 contribuyó enormemente a la reducción de este índice, pero a finales de los setenta se estancó. Hubo un cambio deliberado durante la Administración de Reagan para invertir menos dinero en áreas como la educación. Cada vez era más difícil que un niño pobre pudiera seguir estudiando, lo que disparó la desigualdad. El crecimiento sólo afectó a la parte más alta del espectro económico, dejó atrás a los desfavorecidos, y entonces empezamos a ver un estancamiento en la lucha contra la pobreza.

P. ¿Considera que EE UU no ha hecho lo bastante?
R. No se han implementado suficientes medidas sociales para luchar contra la pobreza. En EE UU descubrieron muy tarde, a finales de los noventa, que si combinas todas las políticas sociales acabas con una tasa de impuestos elevadísima que grava a las personas más desfavorecidas. Esto quiere decir que aunque logren una nueva fuente de ingresos, pierden todo beneficio por los impuestos. Es lo que se llama la trampa de la pobreza: destruye los incentivos para que los más pobres escapen de su situación por sus propios medios. Las políticas sociales inteligentes son las que construyen esos incentivos. Pero debemos tener cuidado de no caer en el paternalismo, asegurarnos de que pensamos en esto desde la perspectiva de una persona sin medios, no desde la de un político que se dedica a hacer juicios de lo que debería o no hacer la gente.

P. ¿Cuál es el mayor obstáculo en la lucha contra la pobreza?
R. El desafío está en la desigualdad, no todo el mundo ve que la brecha es demasiado grande. Aunque aumenta el número de políticos que se da cuenta de que el elevado índice de desigualdad está destruyendo oportunidades económicas, que ven que la clase media se queda atrás y que no reducimos los índices de pobreza; sobre esto no hay todavía un consenso. La palabra desigualdad sigue dando miedo, mientras que pobreza no. Una de las cosas que se pueden hacer es desmontar el término y sacar a la luz aspectos específicos en materia de educación y salud. Si decimos que la diferencia en la esperanza de vida entre ricos y pobres en EE UU es de 15 años, la desigualdad queda retratada en términos que van más allá de riqueza o dinero. Quizá esto ayude a que el término asuste menos.

El otro gran reto es la pobreza relativa. En un periodo de 10 a 40 años podemos haber erradicado la pobreza extrema en casi todo el mundo y eso es algo fantástico, porque es el peor tipo de pobreza. Pero seguirá habiendo pobres y la desigualdad continuará siendo un grandísimo problema.

http://economia.elpais.com/economia/2016/06/09/actualidad/1465484253_626652.html

Los trastos o la vida: cómo organizar y simplificar tu vida en 10 pasos. Francine Jay, autora de 'Menos es más', propone que, por cada nuevo objeto que entre en casa, nos desprendamos de otro similar

"Prefiero una fotografía del gramófono de mi abuela al aparato en sí mismo", señala en declaraciones a Verne Francine Jay, autora de Menos es más. Cómo ordenar, organizar y simplificar tu casa y tu vida, el último superventas de una serie dedicados a conseguir esa (¿imposible?) magia del orden.

Jay cree que con menos cosas podemos ser más felices, y que organizar es prácticamente un imperativo de los tiempos que corren. "Tenemos una vida tan ocupada que nuestras rutinas diarias han de ser más fáciles y eficientes. Cuando no tenemos que bucear en pilas de cosas para encontrar la cartera o las llaves del coche por la mañana nos encontramos más calmados y menos estresados. Sin los trastos, nuestras vidas diarias fluyen más suave y grácilmente".

Conocida como Miss Minimalist (el nombre de su exitoso blog, que echó a andar en 2009), Jay cree que deshacerse de lo innecesario se parece bastante a hacer dieta. Podemos empezar de un día para otro, contar las posesiones como si fueran calorías y pasar hambre, pero lo más probable es que esto fracase. "Desarrollar una actitud minimalista transformará el modo en que tomamos decisiones respecto a los objetos. En vez de ser una solución a corto plazo, se convertirá en un compromiso a largo plazo con un nuevo modo de vida", apunta.

Ordenar o no ordenar, esa es la cuestión. "En nuestras vidas modernas tenemos un montón de cosas. Pero de lo que estamos realmente faltos es de espacio y tiempo. El desorden ocupa espacio y tiempo preciosos en nuestras vidas, ya que tenemos que pasar tiempo limpiando, manteniendo, reparando, organizando y trabajando para pagar por ello. Organizar nos ayuda a dejar espacio para las actividades y la gente que nos importan. Los estudios han mostrado que obtenemos más felicidad de las experiencias que de las posesiones", señala Miss Minimalist.

Jay propone que, por cada nuevo objeto que entre en casa, nos desprendamos de otro similar. Su método es, al menos en apariencia, sencillo: consiste en clasificar todas las pertenencias en tres categorías (útiles, bonitas y con valor sentimental), y seguir lo que la autora llama streamline (optimización, en español), un acrónimo de estos diez pasos para liberarnos del desorden:

1. Siempre hay que volver a empezar. Jay recomienda vaciarlo todo y después recolocar los objetos uno a uno.

2. Trasto, tesoro o traspaso. Clasifica las pertenencias en estas categorías: Trastos, Tesoro y Traspaso. “No tengas nada en casa que no sea útil o que no consideres bonito”, que diría el escritor William Morris.

3. Razón de ser de cada objeto. Tenemos que asegurarnos de que hay una buena razón para que cada objeto forme pare de nuestro hogar.

4. En cada lugar una cosa y cada cosa en su lugar. La autora se refiere a tres espacios: En lo que llama “Círculo Íntimo” se encuentran los objetos de uso habitual; en el “Círculo Externo” los de uso irregular y en “Almacenamiento Profundo” aquellas cosas que se usan menos de una vez al año.

5. Apartarlo todo de las superficies. Las superficies de mesas, camas, mesillas, etc, deben estar siempre despejadas.

6. Módulos. Jay recomienda usar cajas diferentes para subdividir los objetos en módulos y etiquetarlos para no perderlos de vista.

7. Límites. Imprescindibles para mantener el estilo de vida minimalista.

8. Intercambio. Por cada cosa que entra, sale otra de la casa.

9. Nada de ser permisivo: restringe. Reduce, reduce y reduce.

10. El mantenimiento diario. Actitud vigilante para que haya orden y no se acumulen las cosas innecesarias.

Nunca podremos saber, aunque nos lo imaginamos, lo que pensaría de esta nueva moda Einstein, cuya amontonada mesa a menudo se usa como ejemplo de la creatividad que surge del caos. "Yo diría que Einstein era lo suficientemente genial para hacer un gran trabajo a pesar de su caótica mesa. Pero para los que no somos como él, es más probable que el desorden entorpezca; hay demasiadas distracciones. De la misma manera, un espacio limpio tiende a despejar la mente, y nos ayuda para concentrarnos", apunta Jay.

Como nos ocurre a muchos, el desorden digital puede ocasionar tantos o más quebraderos de cabeza que el material. Las recomendaciones de Jay pasan por limitar las cuentas en redes sociales a un máximo de tres y separar claramente los tiempos online y offline. "Por ejemplo, no consultar el correo electrónico en el teléfono cuando estás en el parque con tu hijo", señala. "Optimizar nuestras vidas digitales nos puede aportar mucha serenidad".

Casi tan difícil como contagiar este estilo de vida al resto de ocupantes de la casa (uno de los objetivos de la autora) parece desprenderse de objetos sentimentales al estilo del gramófono de la abuela del que, como señalábamos al principio, Jay conserva el recuerdo fotográfico. "Creo que la mejor manera de lidiar con ellos es ser selectiva", señala la autora. "Por ejemplo: elijo solo un objeto para conmemorar a una persona, experiencia o evento, en lugar de un puñado o una caja. Creo que una versión digital de varios objetos conmemorativos es igual de efectiva. Prefiero recordar mis viajes con fotografías que con una maleta llena de recuerdos".

¿Estamos ante una fenómeno global? Jay cree que sí. "Mi libro se ha traducido ya a 17 lenguajes, así que creo que el interés es definitivamente global. Puede haber alguna diferencia cultural en relación a cuánto es suficiente, pero demasiadas cosas parece ser una epidemia global". Como dejó dicho el famoso poeta japonés Bashō, conocido por sus haikus: "Desde que ardió mi casa veo mejor la luna naciente".

http://verne.elpais.com/verne/2016/05/23/articulo/1464008172_296957.html 

http://verne.elpais.com/verne/2015/11/10/articulo/1447151617_649753.html

miércoles, 15 de junio de 2016

Marina ataca de nuevo. El filósofo ofrece a los partidos una apresurada hoja de ruta para un pacto educativo.

Cuarto Poder

El profesor José Antonio Marina está convocando a partidos políticos con representación parlamentaria a una reunión para que firmen una “hoja de ruta para un pacto educativo”. Lo hace por encargo de la Cátedra Nebrija-Santander en Inteligencia Ejecutiva de la Universidad Elio Antonio de Nebrija. Podemos imaginar lo que opinan tanto el banco como una universidad privada y elitista de un bien común como es la educación pública. Hace seis meses, el propio Marina había reclamado un pacto de estado sobre la educación al alimón con el neoliberal Luis Garicano, dirigente de Ciudadanos y responsable de su  programa económico y educativo.

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No es la primera vez que en plena campaña electoral hace  propuestas en materia educativa. Hay que recordar que antes de las elecciones del 26-J aceptó el encargo del ministerio de Educación del gobierno Rajoy para elaborar un libro blanco de la profesión docente. Era una buena manera de desviar la atención de los problemas de fondo de la educación (recortes y LOMCE) y  responsabilizar al profesorado con un falso debate. Ahora vuelve a la carga con el mismo equipo. Pero vayamos por partes y analicemos las condiciones y la legitimidad de la iniciativa.

Para firmar la hoja de ruta Marina pone unas condiciones que son propuestas-trampa. Plantea que el partido que gobierne tras las elecciones se comprometa, con la ayuda de la oposición, a mantener la LOMCE en vigor mientras no dispongamos de una nueva ley de educación. Algo totalmente inasumible para la mayoría social que ha luchado contra esta disparatada ley y para la amplia mayoría parlamentaria que el 5 de abril de 2016 aprobó su inmediata paralización. Supondría aceptar un marco legal impuesto por un partido que hoy solo representa a uno de cada cuatro electores; y su aplicación mientras no se alcanzase un acuerdo que se negociaría bajo las patas de los caballos y con una posición de fuerza de los conservadores.

Otra condición es que la escuela pública puede desarrollarse, como indica la Constitución, a través de una doble red: pública y concertada. Además de manipular la interpretación de la Constitución Española, pretende dar naturaleza de escuela pública a los centros concertados. La escuela pública es de todos y para todos o no lo es. No lo son los centros que segregan, discriminan y hacen negocio económico, ideológico o religioso con la educación. Aceptar ese planteamiento sería consagrar un modelo que se ha convertido en una una perversión educativa. El resto es retórica. No se dice nada de cómo asegurar la gratuidad o la escuela inclusiva, ni se ponen sobre la mesa asignaturas pendientes como la laicidad. Desde el punto de vista formal propone el viejo modelo de pacto político de “mesa camilla”, sin la participación de la comunidad educativa y de los expertos realmente cualificados que existen y llevan trabajando voluntaria y gratuitamente mucho tiempo.

En cuanto a la legitimidad hay que preguntarse ¿quiénes son la universidad Antonio de Nebrija y José Antonio Marina para convocar y querer pilotar un Libro Blanco para un Pacto Educativo? ¿Qué legitimidad tiene quién apuesta por lo privado? Por más que quiera arrogarse la representación del “núcleo” de “la sociedad civil”, el problema de Marina es que se representa a sí mismo. Y, en todo caso, a una universidad privada que tiene episodios oscuros en su pasado (compra de alumnado y poco rigor en la  selección del profesorado). La postura de Marina no es en absoluto neutral: ha trabajado para el gobierno del PP, coincide con los planteamientos de Ciudadanos y está rodeado de un equipo vinculado a intereses de centros concertados religiosos como la fundación Trilema.

Marina busca erigirse en protagonista de un supuesto proceso de negociación de un pacto educativo. También intenta sacar del aislamiento al partido que aprobó la LOMCE (PP) o al que se siente cómodo con su filosofía (Ciudadanos). Y de paso, hacer abstracción de las movilizaciones, reflexiones y propuestas en defensa de la escuela pública. Como es una persona inteligente, solo se puede entender su atrevimiento como un jugoso encargo o como el intento de influir políticamente, de ahí las prisas que intenta imponer para antes del 26-J. No hay que separar esta iniciativa del intento del PP de utilizar la educación como un  eje principal de su campaña electoraluna vez creada una base social con los centros concertados.

Si alguien tiene legitimidad para plantear un proceso de esta naturaleza es el centenar de organizaciones que han elaborado el  ‘Documento de bases para una nueva ley educativa’ . El Foro de Sevilla, la Marea Verde, las AMPAS, organizaciones estudiantiles, sindicatos de profesorado, partidos políticos progresistas, plataformas y entidades educativas, movimientos de renovación pedagógica… ellas sí representan la sociedad civil [ver su  Declaración de ilegitimidad de la propuesta de Pacto Educativo de Marina ]. Y han puesto su trabajo, reflexiones y propuestas al servicio de la sociedad para alcanzar un pacto social, político y territorial para una nueva ley. No necesitamos cicerones para esta tarea colectiva.

Como pasó con el llamado libro blanco del profesorado, la arrogante propuesta de Marina quedará en agua de borrajas y en un vano intento de lavar la cara a los responsables del mayor ataque que ha recibido nunca la educación pública. No pude haber pacto educativo que no se construya sobre la base de la derogación de la LOMCE y la reversión de los recortes. Como dice la Comisión permanente de las organizaciones y colectivos que han elaborado el Documento de bases para una nueva ley educativa: es una urgencia para que nuestro sistema educativo no siga creciendo en privatización y en desigualdad y expulsando al alumnado más vulnerable de las aulas.

Fuente:

http://www.cuartopoder.es/laespumaylamarea/2016/06/09/marina-ataca-nuevo/1492

RESILIENCIA EN NIÑOS: 10 consejos para fomentarla

Entendemos por Resiliencia la capacidad del ser humano para afrontar las adversidades de la vida, superarlas y salir fortalecido de la experiencia. No se trata de una capacidad innata que se tiene o no se tiene, sino que es algo que podemos aprender y desarrollar, y que debemos fomentar desde la infancia. Esto no implica que un niño resiliente no experimente dolor o angustia. Todo trauma, pérdida o cambio importante llevará asociado cierto dolor emocional que variará en función de las circunstancias. Se trata de aprender a manejar la situación, sobreponerse a ella, transformarla y salir fortalecido.

A continuación se exponen algunos consejos para desarrollar la resiliencia en los niños:

1. Hacer amigos

Enseña a tu hijo a establecer relaciones con sus iguales, a hacer amigos y mantenerlos. Al mismo tiempo, asegúrate de que tiene una red familiar sólida en la que se siente amparado y aceptado tal y como es. En la escuela, es fundamental prestar atención a los posibles niños aislados y actuar en consecuencia. Las relaciones interpersonales fortalecen la resiliencia en los niños y les dotan del apoyo social necesario para hacer frente a la adversidad.

2. Ayudar a los demás

Ayudar a los demás permite a los niños sentirse valorados y útiles. Pequeños trabajos voluntarios o tareas adecuadas según su edad pueden contribuir a desarrollar esta habilidad.

3. Mantener una rutina

Establecer y seguir una rutina diaria reconforta a los niños y les proporciona seguridad, especialmente a los más pequeños, ya que les permite saber que están cumpliendo correctamente con sus tareas.

4. Descansar

Tener y seguir una rutina es importante, pero también lo es saber cuándo tomarse un descanso y hacer cosas diferentes. Tan importante es estudiar como jugar, divertirse y dar rienda suelta a su creatividad. La clave está en el equilibrio.

5. Cuidarse

Debemos inculcarles desde pequeños la importancia de cuidarse a ellos mismos a través de la alimentación, el deporte, el juego o el descanso. No debemos olvidar que los adultos somos modelos para ellos, por lo que debemos predicar con el ejemplo.

6. Fijarse metas

Ayúdales a que establezcan desde pequeños metas y objetivos razonables en su vida y a que avancen paso a paso hacia ellos. Recibir elogios por sus progresos les permitirá centrar su atención en los logros y desarrollar la percepción de autoeficacia y confianza en sí mismos para salir adelante ante los desafíos de la vida.

7. Fomentar una autoestima positiva

Recuérdale cómo supo lidiar con éxito con las dificultades en el pasado y ayúdale a comprender que los desafíos de la vida le permiten desarrollar el aprendizaje y la fortaleza que necesita para manejar los desafíos futuros. Ayúdale a que aprenda a confiar en sí mismo tomando sus propias decisiones y resolviendo sus problemas. Enséñale a tomarse las cosas con humor y a reírse de sí mismo.

8. Actitud positiva ante la adversidad

Incluso en los momentos más dolorosos, ayúdales a ver las cosas con una perspectiva más amplia y a largo plazo. Los niños tienen dificultades a la hora de imaginar el futuro, pero es importante hacerles ver que la situación actual es pasajera, y que el futuro puede traer cosas muy positivas a sus vidas. Fomentar en ellos una actitud optimista les permitirá focalizarse en el lado bueno de las cosas y a querer seguir adelante incluso en los momentos más duros.

9. Autodescubrimiento y autoconocimiento

Los momentos difíciles brindan la oportunidad a los niños a aprender más sobre sí mismos. Ayúdale a que sea consciente de que la manera que tiene de afrontar la adversidad es una prueba de su fortaleza.

10. Aceptar que el cambio es parte de la vida

Los cambios de prácticamente cualquier tipo pueden ser muy traumáticos para niños y adolescentes. Debemos ayudarles a ver que el cambio forma parte de la vida y que las metas que han demostrado ser inalcanzables puedes sustituirse por otras igualmente válidas.

Fuente consultada: Asociación Americana de Psicología

https://paseandoporlamente.wordpress.com/2016/04/14/resiliencia-en-ninos-10-consejos-para-fomentarla/

martes, 14 de junio de 2016

CIENCIAS BÁSICAS VIII EDICIÓN (2015). STEPHEN HAWKING Y VIATCHESLAV MUKHANOV

Los físicos Stephen Hawking y Viatcheslav Mukhanov son los ganadores del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ciencias Básicas por descubrir que las galaxias se formaron a partir de perturbaciones cuánticas en el principio del universo.

La materia se agrupa en el universo formando galaxias, cúmulos de galaxias y supercúmulos de galaxias. Esas grandes estructuras de materia llevan creciendo poco más de 13.000 millones de años, es decir, desde que el universo empezó a expandirse en el big bang. Pero ¿cómo empezó el proceso? ¿Por qué empezó a acumularse la materia? A principios de los años ochenta Hawking y Mukhanov, trabajando de forma independiente, dijeron que en el universo recién nacido, fracciones de segundo después de iniciarse la expansión, tuvo que haber fluctuaciones cuánticas que actuaron como semillas de las galaxias. Nadie creía entonces que llegara a ser posible demostrar experimentalmente su existencia, pero han bastado tres décadas para que ocurriera exactamente eso: en 2013 un satélite europeo confirmó plenamente las predicciones.

El físico ruso Mukhanov, actualmente catedrático de Cosmología en la Ludwig-Maximilians Universität de Munich, Alemania, explicó ayer tras recibir la noticia del premio que “ni en sus mejores sueños“ imaginó, al hacer su predicción sobre el efecto de las fluctuaciones cuánticas, que sus predicciones llegarían a ser demostradas experimentalmente.

Mukhanov, con 24 años, publicó su trabajo en 1981, cuando aún era un estudiante de doctorado en el Instituto de Física y Tecnología de Moscú, donde investigaba bajo la influencia de grandes físicos teóricos, entre ellos Yakov Zeldovich –uno de los creadores de la bomba atómica–. “Yo no trabajaba para hacer feliz a los experimentos, trabajaba para hacer feliz a Zeldovich“, dijo ayer Mukhanov en tono de broma, que recuerda no obstante el ambiente de gran libertad científica que se respiraba en ese grupo, aún en el régimen de la Unión Soviética. Mukhanov firmó su trabajo con G. Chibisov, fallecido en 2008.

En los años setenta la cosmología era un área “todavía muy especulativa”, señala Mukhanov. Se sabía que el universo está expandiéndose, y que era muy probable que hubiera estado muy caliente en el pasado. Pero no mucho más. Apenas había datos observacionales, lo que contribuía a que no fuera un área muy importante en la Física. Sin embargo la formación de las galaxias era una de las cuestiones consideradas más relevantes, y también pensaba en ella Stephen Hawking.

En 1982, empleando modelos distintos a los de Mukhanov y Chibisov, Hawking llegó a esencialmente las mismas conclusiones.

Como explica el acta del jurado, “Stephen Hawking y Viatcheslav Mukhanov propusieron que las fluctuaciones cuánticas microscópicas eran el origen de la estructura observable a gran escala del universo. Este planteamiento, ahora validado por las observaciones, es un resultado fundamental en la cosmología“.

Mukhanov “fue el primero,1981, en reconocer que la estructura del universo, incluyendo la formación de las galaxias, podía tener origen cuántico microscópico”, indica el acta. “En 1982, Hawking estudió de manera independiente un escenario para la aceleración cósmica en presencia de fluctuaciones cuánticas, llegando a la misma conclusión“.

Hawking es probablemente más conocido por sus aportaciones fundamentales a la física de los agujeros negros. La predicción de que los agujeros negros no solo absorben materia y energía sino que también emiten la llamada radiación de Hawking también deriva de la aplicación de la teoría cuántica a los agujeros negros, pero carece aún de confirmación experimental.

El trabajo por el que recibe este premio, en cambio “puede considerarse el descubrimiento más importante de los confirmados experimentalmente en la unificación de la física teórica fundamental de partículas con la cosmología“, señala el jurado.

La luz fósil del big bang
La confirmación experimental de la teoría de que las fluctuaciones cuánticas en el universo recién nacido dieron lugar a las galaxias y las demás acumulaciones de materia que hoy vemos en el universo proviene del estudio de la llamada radiación cósmica de fondo de microondas. Esta radiación es una luz que llena todo el cielo, invisible al ojo humano pero detectable con sensores específicos. Los astrofísicos la detectaron por primera vez de modo casual en los años sesenta, y descubrieron que contiene una gran cantidad de información sobre cómo era el universo cuando empezó a expandirse. La mera existencia de esta radiación cósmica de fondo se considera una de las más sólidas pruebas a favor del big bang, y ha sido sobre todo su estudio detallado lo que ha recabado los ansiados datos experimentales en cosmología. Gracias a ello la investigación del origen del universo es hoy un área de gran actividad.

El análisis en profundidad de la radiación de fondo empezó en los años noventa con el satélite COBE, de la NASA. Un tipo de información que los científicos sabían que debía contener la radiación de fondo tenía que ver precisamente con la formación de las galaxías. Si hoy se observan –como efectivamente ocurre- acumulaciones de materia, hay que suponer que en el principio del universo también hubo irregularidades, por muy pequeñas que fueran. Y esas irregularidades debían estar en la radiación de fondo, medibles en forma de variaciones de temperatura.

La predicción de Mukhanov y Hawking indicaba que el origen de esas irregularidades se debía a fluctuaciones cuánticas, y calculaba cómo se traducirían a variaciones de temperatura en la radiación de fondo.

Sin embargo, las medidas de los primeros satélites, aunque consolidaron a grandes rasgos el modelo del big bang, tenían un grado de precisión aún demasiado bajo como para confirmar o desmentir la teoría de Mukhanov y Hawking. Lo que Mukhanov llamó ayer “la palabra final” la puso el satélite Planck, de la Agencia Espacial Europea (ESA), en 2013. Planck midió la temperatura de la radiación de fondo en toda la bóveda celeste con una precisión nunca antes alcanzada –diezmilésimas de grado-, y pudo así detectar regiones donde esa temperatura variaba ligerísimamente. "Planck ha medido exactamente, con una precisión del 99,999999.... %, lo que habíamos predicho", dice emocionado Mukhanov.

“Hoy Zeldovich sería inmensamente feliz“, prosigue, si conociera las medidas realizadas por el satélite Planck.

Mukhanov mostró además su satisfacción por recibir el premio junto a Hawking, a quien admira y con quien tiene una muy buena relación. No fue posible ayer obtener declaraciones del físico británico.

¿Por qué fluctuaciones cuánticas?
Una derivación de la predicción de los galardonados conduce a un aspecto de la teoría del big bang   que aún no se considera demostrado: la inflación. Así llaman los físicos a un brevísimo periodo nada más iniciada la expansión en que el universo creció de forma mucho más rápida a como lo ha seguido haciendo después. Para Mukhanov, la inflación es la mejor manera de explicar que las fluctuaciones cuánticas crecieron hasta dar lugar a las acumulaciones de materia actuales, pero admite que otros apuestan por hipótesis alternativas.

De lo que no hay duda es de que las fluctuaciones cuánticas existieron: sin ellas no hay manera de explicar las variaciones de temperatura medidas por Planck en la radiación de fondo. Ante la pregunta de por qué pensó en ellas cómo origen de las galaxias, Mukhanov responde: “¿Y quién sabe por qué se piensan las cosas?“. Sí explica que las fluctuaciones cuánticas son una conclusión obligada de uno de los principios sobre los que se sustenta toda la mecánica cuántica: el Principio de Incertidumbre de Heisenberg.

Este principio dice que no es posible tener una partícula en reposo absoluto en un punto dado: existe siempre una incertidumbre tanto en su posición como en su velocidad. Aplicado a una distribución homogénea de materia, como la que se supone que constituye el universo en sus primeros momentos, el principio de incertidumbre diría que no podemos localizar simultáneamente la materia y su velocidad y que, como consecuencia de ello, se producirían siempre irregularidades; es decir, las citadas fluctuaciones.

http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/microsites/premios/fronteras/galardonados/2015/ciencias.jsp

Más información en El XL Semanal

¿Austero Aznar? La austeridad neoliberal empieza siempre por los demás, jamás por ellos mismos.

Y va Josemari Aznar y le pega un rapapolvo a Mariano Rajoy por “relajar la corrección del déficit”. Y le instruye a hacer lo contrario: “España debe acelerar el proceso de consolidación fiscal”, reduciendo el gasto público. O como, más claro, dejó escrito: el Gobierno tiene “el deber” de aplicar “políticas de máxima austeridad” (España puede salir de la crisis, Planeta).

Más vale reír que llorar. El incumplidor fiscal, el que vocea que denunciará a Cristóbal Montoro por revelar sus infracciones y sanciones, el amigo de sobrios de lujo como Rupert Murdoch, Bernie Ecclestone, Flavio Briatore, Paco Camps, Jaume Matas, Rita Barberá y la tribu gurtélida-escurialense, dando lecciones de frugalidad. La austeridad neoliberal empieza siempre por los demás, jamás por nosotros mismos.

Pincha Aznar a Mariano con que la bonanza económica de su tiempo se debió a esa política; le replican la vice y Luis de Guindos que ellos lo han hecho mejor. Oculta un factor clave del crecimiento económico bajo el aznarato: su ley del suelo. Fue esa la que disparó desde 1998 la burbuja inmobiliaria, bajo el principio de que todo era urbanizable salvo lo prohibido, y que incubó la Gran Recesión a la española. Pero el máximo austero lo olvida.

Como, generoso, obvió en las 219 páginas de ese libro siquiera mencionar a Rodrigo Rato, quien algo tendría que ver con aquella recuperación. Para nada, el generoso Aznar se autoatribuyó el fugaz mérito: “El milagro soy yo”, declaró a The Wall Street Journal. Modesta frase que “era precisamente lo contrario a cualquier planteamientro egocéntrico”, según nos asegura en El compromiso del poder, su segundo volumen de desmemorias selectivas.

Cuando las invectivas de estilo Rottenmeier atenazan a Mariano, asalta a muchos la compasión de minimizar sus fracasos, la pérdida de un ejercicio presupuestario por culpa de bajar los impuestos para subir los votos, el patético papelón ante Europa para evitar la multa por incumplimiento del déficit... Al fin y al cabo, es un tipo apacible que no suele ofender.

Pero entonces comprueban que les promete en España volver a reducir impuestos y al tiempo escribe a la Comisión asegurando que una vez pasen las elecciones volverá a aplicar recortes; qué digo recortes: “nuevas medidas”. Y se sienten burlados.

http://elpais.com/elpais/2016/05/23/opinion/1464021800_997153.html