miércoles, 7 de noviembre de 2018

Herencias recibidas La ley del suelo del PP y la burbuja inmobiliaria especulativa posterior son el origen de los problemas

En el debate del Congreso del miércoles sobre la situación económica, el presidente del Gobierno habló de un país que no existe. Su triunfalismo tenía que ver con algo que recogió Cayo Lara: Rajoy nos está curando de una tendinitis cuando lo que padecemos es un cáncer. Solo así se entienden autosatisfacciones tan artificiales como la de que “estamos realizando la mejor política de empleo posible”.

Se podría objetar que lo anterior son puntos de vista. Mucho menos lo es su continua apelación a la herencia recibida para justificar una política económica que está suponiendo un gran salto hacia atrás de este país, en tantos aspectos. “Lo único que no podemos hacer es volver a las políticas económicas que nos han traído aquí”, dijo Rajoy. El líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, se revolvió en la enésima ocasión en que Rajoy regresó al manido argumento, pero no explicó por qué, quizá por falta de tiempo.

A saber: de la crisis que estamos sufriendo desde el año 2008 en España no es responsable ni el déficit público (superávit) ni la deuda pública existentes entonces (muy baja), sino la inmensa deuda privada motivada por la gigantesca burbuja especulativa en lo inmobiliario, activada por el PP con la ley del suelo del año 1998. Recordemos una vez más los datos que Rajoy jamás menciona como causas del desastre: entre 1997 y 2007 (periodo mayoritariamente gobernado por el PP), la construcción creció a un ritmo de un 5% anual. En esos años, el parque de viviendas aumentó en 5,7 millones de casas, casi el 30% del total existente, y la revalorización del precio alcanzó un 191%.

En 1998, la construcción suponía casi el 14% del empleo global en España, el doble que en Alemania y cinco puntos más que en Reino Unido. Entonces, ese año, José María Aznar aprueba una ley del suelo que multiplica la exuberancia irracional del sector de la construcción: todo el suelo se declara urbanizable, salvo que esté expresamente prohibido.

Con ese bonito principio liberal se favorece un boom inmobiliario de la construcción. Pero no en el sentido que decía el PP (aumentará el número de pisos y, por tanto, bajarán los precios de los mismos), sino en el especulativo: se adquirían viviendas endeudándose, no porque fuesen baratas, sino porque eran caras y en el futuro lo serían más, con lo que se podría especular con ellas. La especulación desencadenó la continua recalificación municipal de los terrenos y los Ayuntamientos engordaron sus arcas.

La responsabilidad de José Luis Rodríguez Zapatero fue no pinchar esa burbuja y cabalgar a lomos de la opulencia. Se debe discutir si sus planes de expansión de la demanda cuando empezaron las dificultades fueron precisamente óptimos. Pero la transformación de la deuda privada en deuda pública en una continua socialización de pérdidas llega de Aznar, no de Zapatero. Esta sí es una insoportable herencia recibida.

martes, 6 de noviembre de 2018

Marcelino Camacho. El centenario de un emblema.



Hay películas, libros o músicas que no puedes evitar ir a por ellas en cuanto sabes que están ahí. Es el caso de este documental sobre Marcelino Camacho al cumplirse el centenario de su nacimiento, "Lo posible y lo necesario", que se estrenó hace unos días. Aparte el hecho que conocí a Marcelino en el 72, en la cárcel de Carabanchel, compartiendo con otros muchos presos una rica tarta que nos envió su abogado para celebrar que concluía su condena. El abogado, por imperativos de la reconciliación nacional y el pacto para la libertad, era nada menos que Don Joaquín Ruiz Giménez, el inolvidable democristiano de izquierdas al que tanto le debe también la USO, probablemente sin saberlo. El abogado de los heroicos represaliados por el franquismo a causa de la más larga huelga en la historia de España, la de "Laminación de bandas en frío", de Noviembre del 66 a Mayo del 67.



Desde aquel frío marzo del 72 y durante los casi 40 años posteriores traté a Marcelino con una cierta intensidad. Un artículo mío publicado en un libro que editó CCOO con ocasión de un homenaje en su 90º cumpleaños, resume esas décadas desde mi perspectiva. Lo titulaba, creo recordar, "A Marcelino Camacho con afecto, respeto … y disenso".

El caso es que me encaminé al cine como tenía previsto, uno de esos diminutos herederos de aquellas salas de cine míticas con cientos y miles, incluso, de butacas. En el vestíbulo, esperando a que nos cortaran la entrada y dieran acceso a la sala correspondiente, me aborda una pareja metida en años, me preguntaron que si yo tenía parentesco con Gregorio Lopez Raimundo, el mítico líder del PSUC al que Raimon compuso una canción –"Te conocí siempre igual como ahora"- cuando vivía en Barcelona en rigurosa clandestinidad. Les dije que no tenía relación o parentesco alguno, salvo haberlo saludado un par de veces al arranque de la Democracia. La señora insistía en el parecido físico, no obstante. En éstas, irrumpen dos hombres, de mi edad más o menos, que me preguntan si soy quién soy y si tuve la responsabilidad que tuve en la USO. Mientras estoy asintiendo al interrogatorio de mis dos nuevos identificadores, la señora que me emparentaba con López Raimundo exclama, "claro, ya me lo parecía, usted es tal y tal, por eso me sonaba…" Los dos hombres resultaron ser compañeros de trabajo de la empresa que yo dejé para pasar a la clandestinidad en 1971; Albiac y Aldea. Aquella empresa, el extinto Banco Ibérico, me pagaba casi 14.000 pesetas cuando me fui, y en la USO me pagaban –me pagaba, porque tesorero fue mi primera responsabilidad en el comité confederal- 8.000 pesetas. Fue el inicio de una carrera fulgurante como el tiempo se encargó de confirmar.

Vamos al documental sobre Marcelino. En la sala habríamos 50 ó 60 personas, y noté una íntima amargura. No vi a nadie de relevancia pública, salvo a Juan Carlos Gallego, al que saludé, el anterior secretario general de CCOO de Catalunya. Antes de la proyección un muchacho hizo una suerte de presentación, habló del carácter cooperativo del proyecto y dejó caer que estaba el "psuc viu" dando impulso (un grupúsculo con más nostalgia que militantes). Por cierto, al acabar la proyección, una muchacha hizo algo parecido pero en nombre de Iniciativa per Catalunya. Pequeños tirones sectarios por la memoria de Marcelino.

Cinematográficamente hablando el documental es impecable, bien estructurado, con ritmo y presencias simbólicas muy emotivas, con una excelente banda sonora. Pivota todo sobre la figura y trayectoria de Marcelino Camacho a través de sus propias declaraciones y relatos, cal que acompañan sus seres más queridos: la entrañable Josefina y los hijos.

En estos tiempos de supuesta modernidad y pragmatismo extremo, (sabido es que la sobredosis de pragmatismo desemboca indefectiblemente en la corrupción), la vida de Camacho vertida en el documental es una obra que debe ver todo el mundo, muy en especial la gente más joven, una buena parte de la cual sufre sin saber muy bien por qué e, incluso, lucha sin una idea precisa de cómo y para qué. No en balde estamos ante el centenario de un hombre -también de una familia, de una generación de militantes, de un país- que luchó insobornablemente desde su adolescencia en aquella Soria, símbolo doliente de la España más atrasada y olvidada y del sometimiento de sus clases populares, hasta su última despedida en una casa y un barrio muy humildes de Madrid, por lo más elemental y básico para que la condición humana tenga un fundamento de dignidad: la Libertad y el Trabajo y la acción sindical y política acordes a esos objetivos permanentes sea cual sea el tiempo histórico en el que toca pelearlos y defenderlos… Casi un siglo de lucha trufado de exilios, represiones, cárceles, halagos y traiciones de propios y ajenos …

En tal sentido, el documental refleja con gran valor la vida y trayectoria de Marcelino, lo cual, por otra parte, no es muy difícil, pues era cristalino y lineal y leal a sí mismo y a su cosmovisión de la vida. Y era así para bien, para regular y para mal. Por eso, insisto e imagino, que la convivencia militante con él tenía que ser necesariamente un equilibrio entre altas dosis de afecto y respeto y las inevitables de disenso. Vayan a verla o adquiéranla cuando salga a la venta, y ustedes mismos, jóvenes sobre todo, se hacen una idea; mucho mejor que lo que yo pueda contarles.

Quiero concluir expresando dos reservas no menores sobre el documental, ambas ajenas al protagonista del mismo:

1) Aparecen hacia el final, a modo de evaluación histórica, algunos líderes de CCOO que, unos con otros, ensalzan la figura y trayectoria de Marcelino Camacho con grave desmemoria o memoria torcida de su comportamiento con o contra él, sobre todo en la última etapa de su liderazgo en CCOO, amén otras omisiones o desenfoques. Me refiero a temas como la transacción del poder sindical de CCOO por la legalización del PCE, el pacto secreto por el que se prohibió y se reprimió violentamente el 1º de Mayo del 77 pese a estar ya legalizados los sindicatos democráticos, los intentos de negociación sindicatos-gobierno de Suarez deliberadamente abortados en el verano del 77, de cuyo aborto vinieron los llamados "pactos de la Moncloa", o el sórdido navajeo en CCOO para despojar a Marcelino de la presidencia y arrumbar a su gente al trastero … Me enojan mucho los ejercicios de blanqueo histórico, pero el enojo llega a la indignación cuando se trata de acontecimientos en los que tuve presencia y participación destacada.

2) El documental constriñe el universo de Camacho al PCE y a CCOO. Erróneo enfoque, creo yo. Proyectó y midió mucho más que eso. Un servidor, y la USO en consecuencia, aparecemos tres o cuatro veces en el documental; son imágenes ineludibles, pero el guión nos ignora por completo. Ocurre casi lo mismo con la UGT pese a ser el partenaire de CCOO –no siempre con el entusiasmo de Marcelino- en este rigodón bisindical de los últimos 40 años. Es el derecho del o de los guionistas.

Marcelino, conservo, lo que no sé es exactamente dónde, aquellas postales manuscritas por ti, y en menor extensión por Josefina, con ocasión de la Navidad. Pienso que en algún lugar estarán las que os enviaba yo. Ahora, como si del texto de una postal ya próxima se tratara, te digo que fue un gran honor conocerte y compartir contigo tantos sueños sobre la primacía del Trabajo y de una sociedad fundada en él y en sus mejores valores inherentes, y que para mí ocupas una plaza destacada en la Historia de la Clase Trabajadora y del Movimiento Obrero y Sindical de España. Gracias, compañero.

 *Ex Secretario General de la USO. Militante PSC. (Octubre 2018)

lunes, 5 de noviembre de 2018

_- Occidente teme la resurrección de la Unión Soviética

_- AVN


Las naciones occidentales tienen el temor de que la Unión Soviética, disuelta en 1991, resucite. De allí las medidas hostiles que asoman hacia Rusia, consideró el presidente Vladimir Putin en una entrevista que concedió a la cadena rusa Rossiya1, versionada por HispanTV. Putin dejó claro que el miedo que existe en occidente, es que "tienen una mentalidad estancada en la era de la Guerra Fría". y expresó que nadie quiere creerles de que ellos no se proponen volver a crear a la Unión Soviética. A pesar de que los líderes occidentales creen en el sistema bipolar, este se ha derrumbado y en consecuencia, "hay que aceptar las nuevas realidades pero ellos no lo han hecho", cita HispanTV.

Y un ejemplo de ese temor occidental de la resurrección de la Unión Soviética -expuso el mandatario-puede ser la crisis de Ucrania y la injerencia estadounidense y sus aliados en el país europeo. Para la máxima autoridad de Rusia, no se trata de que Estados Unidos haya querido ayudar a los ucranianos, como suelen exponer, sino el temor a la resurrección de la URSS.

Recuerda HispanTV que el conflicto que se presentó en el este de Ucrania, intensificado posteriormente en 2014, hasta el momento ha dejado unas 8 mil personas muertas y 1.6 millones de seres desplazados internamente, de acuerdo a cifras que dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Finalmente, reseña HispanTV que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, se han deteriorado drásticamente y a niveles de la Guerra Fría, según analistas. Ambos países se acusan mutuamente, de haber generado la crisis ucraniana.

Fuente.
http://www.avn.info.ve/contenido/occidente-teme-resurrecci%C3%B3n-uni%C3%B3n-sovi%C3%A9tica

domingo, 4 de noviembre de 2018

La represión política en la dictadura, ¿una realidad ignorada? La Universitat de València organiza un seminario sobre cómo abordar hoy la violencia franquista.


¿Y en cuanto a la violencia fascista durante la guerra civil y la posguerra? El investigador Francisco Moreno Gómez, autor de “Los desaparecidos de Franco” (Alpuerto, 2016), utiliza la expresión “genocidio” en una entrevista a Cuarto Poder, y cifra las víctimas mortales en 150.000. En una polémica con autores “revisionistas”, el historiador José Luis Ledesma menciona otras prácticas represivas, como los campos de concentración (por los que pasaron cerca de 500.000 republicanos), la explotación económica de los prisioneros, las cárceles, los juicios militares, las depuraciones profesionales, la violencia específica contra las mujeres y el robo de niños (“Franco y las violencias de la guerra civil”, revista Hispania Nova, 2015). Ya en 1939 el Estado franquista promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas, en 1941 la Ley sobre Seguridad Interior del Estado y antes, en julio de 1936, el Bando del Estado de Guerra, que no se derogó hasta 1948.




Una muestra realizada en el curso 2013-2014 entre un centenar de estudiantes madrileños de Magisterio revela estos datos: el 30% desconocía los años que Franco detentó el poder; el 45% no sabía en qué consistió la resistencia del maquis (la página Web de la Guardia Civil destacaba en 2004, con motivo de una exposición itinerante de la institución armada, sus “valiosos servicios en la lucha contra la delincuencia”, entre los que incluía al maquis de posguerra); el 47% de los alumnos ignoraba cuándo se aprobó el actual texto constitucional y el 71,6% qué fue el Proceso 1001, por el que los tribunales franquistas condenaron en 1973 a penas de hasta 20 años de prisión a la dirección de Comisiones Obreras. Recoge esta encuesta el historiador Fernando Hernández Sánchez, autor de “El bulldozer negro del general Franco” (Pasado y Presente, 2016).

Tal vez la represión durante la guerra y la posguerra sea más conocida, pero “la violencia de la dictadura tuvo un carácter estructural y se prolongó hasta el final”, recuerda el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Castilla-La Mancha, Manuel Ortiz Heras. El historiador ha impartido el seminario “El pasado incómodo: ¿Cómo abordar ahora la violencia franquista?”, organizado por el Institut Interuniversitari López Piñero de la Universitat de València. En septiembre de 1975 se produjeron los últimos fusilamientos de la dictadura, que tuvieron como víctimas a tres militantes del FRAP y dos de ETA. Ortiz Heras, que coordina el Seminario de Estudios de Franquismo y la Transición (SEFT) de la Universidad de Castilla-La Mancha, inicia el recorrido por la represión del franquismo unos años antes, en 1962; en abril comenzó, con un paro en el pozo “Nicolasa” de la sociedad Fábrica de Mieres, la huelga en la minería asturiana que se extendió por la región (participaron en el movimiento más de 60.000 obreros asturianos de diferentes sectores) y el estado español; la dictadura respondió con detenciones, encarcelamientos y el estado de excepción.

En diciembre de 1962 una Orden firmada en el BOE por el ministro de Información y Turismo, Fraga Iribarne, constituyó la Oficina de Enlace adscrita a este ministerio, destaca el catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha. Se trataba de coordinar “aspectos concretos de la información política” que se recibieran en la Administración; de la Oficina dependía “un departamento de investigación sobre comunismo y otras actividades subversivas”, según el artículo tercero. En abril de 1963 fue fusilado el dirigente del PCE Julián Grimau, a quien se atribuyó el delito de “rebelión militar continuada” supuestamente cometido durante la guerra civil. Detenido, torturado y condenado en Consejo de Guerra, contra la ejecución de Grimau se organizaron manifestaciones de protesta en París, Roma y Londres, entre otras capitales. Otros casos fueron menos difundidos. En agosto de 1963 la dictadura aplicó el “garrote vil” en la prisión de Carabanchel (Madrid) a los militantes libertarios Joaquín Delgado y Francisco Granado, condenados en Consejo de Guerra sumarísimo por unos atentados que no cometieron.

Manuel Ortiz Heras apunta que el año 1963 fue también el de la creación del Tribunal de Orden Público (TOP) franquista, una instancia judicial especial para reprimir a la oposición política; “las sentencias del TOP se basaban fundamentalmente en los atestados policiales de la Brigada Político-Social, con declaraciones obtenidas en la mayoría de las ocasiones con torturas y malos tratos”, escribe en su blog (“Justicia y Dictadura”) Juan José del Águila, magistrado jubilado y autor del libro “El TOP. La represión de la libertad (1963-1977)” (Planeta, 2001); en su tesis doctoral del Águila recoge 3.798 sentencias entre 1964 y 1976, de las que el 75% resultaron condenatorias. Del análisis de las sentencias, se desprende que los principales delitos fueron los de asociación ilícita, propaganda ilegal y relacionados con reuniones y manifestaciones; el total de las penas sumaban 11.800 años de prisión; así, hubo 6.158 personas condenadas por el TOP. En cuanto a la categoría socio-profesional de los inculpados, destacan los obreros (49%), administrativos (19%) y estudiantes (22%); entre los primeros condenados –en marzo de 1964- figura Timoteo Buendía, a diez años de reclusión por un delito de injurias graves al Jefe del Estado (gritó en un bar “¡Me cago en Franco!”).

“En Zamora hubo una cárcel especial para curas disidentes”, destaca Ortiz Heras, autor de “La insoportable banalidad del mal. La violencia política en la dictadura franquista 1939-1977. Albacete” (Bomarzo, 2013). Entre 1968 y 1975 decenas de religiosos que lucharon contra la dictadura cumplieron condena en la Cárcel Concordataria, que consistía en un pabellón separado dentro de la Prisión Provincial de Zamora; algunos de estos sacerdotes –detenidos, torturados y sometidos a juicios sumarísimos- han respaldado décadas después la querella argentina por los crímenes de la dictadura. El historiador continúa el recorrido con la figura del estudiante de 21 años Enrique Ruano, militante del Frente de Liberación Popular (FLP); el joven murió en 1969 al “caer” de un séptimo piso cuando se hallaba bajo custodia policial; otro ejemplo fue Salvador Puig Antich, activista libertario al que la dictadura ejecutó en 1974 mediante “garrote vil”; el militante del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) fue juzgado y condenado previamente por un tribunal militar.

Además de las víctimas, Manuel Ortiz Heras hace mención a personajes de pasado siniestro. Entre quienes han tenido relevancia mediática figura Antonio González Pacheco (“Billy el niño”), expolicía de la Brigada Político-Social franquista y acusado de presuntas torturas (la Audiencia Provincial de Madrid ha archivado este mes de octubre la querella de una de las víctimas, al considerar que los delitos de vejaciones y malos tratos han prescrito); en junio de 1977 el entonces ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, otorgó al inspector González Pacheco la medalla de plata al mérito policial para premiar, según detalló el BOE, “servicios de carácter extraordinario”. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica denunció que esta condecoración implica un aumento del 15% en la pensión; además, “Billy el niño” se benefició de la Ley de Amnistía aprobada en octubre de 1977. También “en atención a los méritos” policiales Martín Villa otorgó la medalla de oro al comisario Roberto Conesa, exjefe de la Brigada Político-Social y uno de los superiores de “Billy el niño”.

En el libro titulado “La carta. Historia de un comisario franquista” (Debate, 2010), el periodista y escritor Antoni Batista reproduce la misiva que el comisario Antonio Juan Creix remitió a Martín Villa en 1974: “Durante muchos años fui jefe del grupo Anticomunista sustituyendo al Sr. Polo y en el año 1963 fui nombrado, sin ser todavía comisario, jefe de la Brigada Político-Social de Barcelona, desempeñando el cargo durante cinco años (…); la ciudad vivió con tranquilidad, tanto política, como laboral y estudiantil”. El policía resaltaba además los “importantes servicios” con que contribuyó a la pacificación. ¿Tiene conocimiento la ciudadanía española de esta parte del pasado? Ortiz Heras coordina la investigación Víctimas de la Dictadura en Castilla-La Mancha, que incluye una base de datos sobre los represaliados. “Creo que los historiadores hemos investigado adecuadamente el periodo, pero no hemos sabido divulgar; muchas veces escribimos para los compañeros de la academia, es decir, no hace falta –si te diriges a un público amplio- escribir enciclopedias de mil páginas; quizá tendríamos que aprender de los anglosajones, cuyos textos son mucho más asequibles sin por ello perder el rigor”.

En cuanto a la Transición, Manuel Ortiz considera que hubo hechos que modificaron el guión oficialmente establecido. Entre otros, la conflictividad laboral. Los historiadores Pere Ysàs y Carme Molinero apuntan que en 1975 se perdieron 10 millones de horas de trabajo por las huelgas, en las que participaron medio millón de trabajadores; las cifras se dispararon en 1976: 110 millones de horas no trabajadas y 3,5 millones de obreros implicados en los paros.

Tal vez la preocupación pudiera entreverse en unas declaraciones del presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, a Televisión Española en febrero de 1975: “Yo quiero llevar la seguridad a todos los españoles de que el Gobierno a través de las Fuerzas Seguridad dispone de elementos más que suficientes para aplastar inexorablemente cualquier intento de subvertir o alterar la vida del país”. En una ponencia titulada “Las otras víctimas de una transición nada pacífica” (2012), el historiador Gonzalo Wilhelmi cifró en 245 las víctimas mortales causadas por la violencia estatal entre 1975 y 1982; de estas muertes, 163 son responsabilidad de los cuerpos policiales mientras que 82 lo son de la extrema derecha y el terrorismo de Estado (entre 1975 y 1980 el total de víctimas por la violencia estatal se sitúa en las 35-40 anuales).

_- No, no y no

_- Decía Simone de Beauvoir que los opresores no serían tan poderosos si no contaran con determinados cómplices entre los oprimidos, siendo esta la expresión de un aforismo tan cierto en su momento como desactualizado en la actualidad, ya que entre los cómplices de los opresores no se encuentran tan solo determinados sujetos, somos la pluralidad y la masa social que conforma la suma de todos los individuos en su conjunto.

Quizás hayamos acabado cualquiera de nosotros ofreciendo esta complicidad de manera inconsciente tan solo en algún momento puntual o, quién sabe, incluso de una manera permanente en nuestras vidas, que no quiero parecer el fustigador de nadie que no lo merezca, pero ello solo habrá sido fundamentalmente por error, tras haber creído que toda “colaboración” redundaría en beneficio propio, pero no.

Esta observación la realizo y justifico en primer lugar porque toda complicidad es mucho más efectiva si proviene de múltiples sujetos, que en lugar de tan solo unos pocos, ¿no creéis?

Y en segundo lugar, a un nivel más concreto ya, porque la sociedad capitalista de consumo ha conseguido ubicar en el mismísimo corazón del mecanismo que perpetúa la acumulación desigual de la riqueza la voluntad de todos y cada uno de nosotros, y eso tras habernos hecho creer que reportando encuestas de satisfacción o cualquier tipo de información mediante técnicas similares, contribuiríamos a mejorar la sociedad en general, pero no.

Si os fijáis u escarbáis un poco en esta idea encontraréis aquel otro famoso aforismo de Adam Smith, amplificado para beneficio de los opresores hasta la saciedad, que venía a decir algo así como: “la búsqueda del beneficio personal es la mejor vía para incrementar el beneficio social”. Y, otra vez, no.

A continuación pongo un ejemplo que muchos encontraréis familiar, porque dudo mucho que nadie de los que ahora estáis leyendo esto hayáis recibido nunca, o, dicho de otra forma, hayáis sido telefoneados nunca para responder una encuesta de satisfacción o calidad. La última moda es recibirla cuando no has adquirido el producto, pretendiendo el emisor de la encuesta recabar algún tipo de conclusión, solicitando para ello, entre otras cosas, tu tiempo, tu apreciación, tu tranquilidad e incluso tu evaluación acerca de esa transacción que para su desgraciado infortunio, el suyo, eso es lo verdaderamente relevante, no te despistes, no pudo llevarse a acabo.

Estas encuestas, además, suelen incluir, básicamente y como primera opción, la evaluación de la atención recibida, requiriéndose la calificación de 1 a 10 acerca de la persona que prestó dicha atención, recordándote que en el caso de aportar una calificación inferior a 9, la empresa considera e interpreta tal información como un 0 (¿?).

Podría seguir detallando el procedimiento con mayor profundidad pero no me parece necesario al quedar suficientemente claro que emite destellos de ciertas situaciones similares ya descritas en libros de Kafka u Orwell.

Solamente quiero terminar con unas reflexiones en formato pregunta, por si alguien quiere responder, aportar salvedades o simplemente callar ante el eco estruendoso que a mi juicio todas y cada una de ellas emiten.

¿Hemos contemplado el precio humano que hay que pagar para optimizar el funcionamiento de empresas privadas de las cuales muy pocos sujetos se lucran?

¿Estamos dispuestos a consentir que se nos evalúe de manera infinitesimal y permanente, para privilegiar a los ideólogos de este entramado kafkiano?

¿En qué momento la facturación, el nivel de ventas, ha dejado de importar para comenzar a primar métodos de cálculo que incluyen pérdidas potenciales, es decir, abstracciones, que solo se justifican por un incremento anormal de la avaricia y la codicia de determinados sujetos de nuestra sociedad?

¿Por qué nos introducen a los que no somos como ellos en su mísera ecuación de beneficios?

¿Por qué son tan desvergonzados haciéndonos cómplices de su egoísmo, empleando técnicas de creación de remordimientos cuando actuamos de una determinada manera o emitimos juicios de valor que afectan a determinadas personas o trabajadores?

¿Ha podido quedar la revolución y sus disidentes reducidos a una simple negación, “no participo ni colaboro en la evaluación de tu trabajador”?

¿Hasta qué punto podrá uno escapar del algoritmo informático que los opresores diseñan para que esa posibilidad sea una utopía más?

Naturalmente, podría acabar cambiando la marca de cigarrillos que fumo, como Polanski en El quimérico inquilino, pero no. No lo haré. No, no y no.

 http://www.elcaptor.com/economia/no-no-no

sábado, 3 de noviembre de 2018

_- Un interesante y deslumbrante viaje científico.

_- Una hermosa y curiosa cita de Richard Dawkins abre el libro. Da pistas.

La situación en que nos encontramos según el autor: “Nos encontramos en medio de una revolución. Es una revolución científica basada en nuestro conocimiento del ADN, el material hereditario de la vida. Utilizando las herramientas de la biología molecular, exploramos y sondeamos el mundo que nos rodea de una forma que era inimaginable hace tan sólo unas décadas”. Es natural, señala, contemplar la biotecnología en el siglo XXI con una mezcla “inquietante de asombro y temor”.

No es un libro fácil pero no se lo pierdan. Avancen poco a poco, tomando notas si les es posible. Si tienen algún amigo puesto en asuntos de biología molecular y en historia de su disciplina, mejor que mejor. Les será útil consultarle algunas tesis y explicaciones. Si no, no pasen pena. Aunque les pase como a mí, que habré sacado en limpio el 30% aproximadamente, este 30 es mucho 30.

El glosario, demasiado sucinto en mi opinión, les puede ser de utilidad si dudan del significado de algunos conceptos (son muchos los que maneja el autor como es razonable, no queda otra).

Del autor: miembro del Canadian Institute for Advanced Research y del consejo editorial de revistas como Current Biology o BMC Biology y editor adjunto de la revista Genome Biology and Evolution John Archibald [JA] es profesor del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Dalhousie University, Halifax, Nueva Escocia, Canadá, y ha sido profesor visitante de la Universidad de Cambridge.

La estructura del libro: Agradecimientos y nota al lector (el autor explica en este apartado cuando cristalizó la idea del libro). Introducción 1. La vida tal y como la conocemos. 2. Revoluciones en biología. 3. Las semillas de la simbiosis. 4. Los soberanos moleculares de los Reinos de la vida. 5. Las bacterias se convierten en organelas: una visión desde dentro. 6. La célula compleja: cuándo, quién, dónde y cómo. 7. Evolución verde, revolución verde. 8. Regreso al futuro. 9. Epílogo. Postfacio. Glosario. Notas. Indice.

Margulis es una de las estrellas de la exposición y un país hermano, Portugal, tiene un papel importante. “Francisco Carrapiço y Ricardo Santos me proporcionaron puntos de vista muy interesantes sobre la naturaleza de la ciencia y sobre las carreras de numerosos científicos, en particular las de Constantin Mereschkowsky y Lynn Margulis” (p. 15).

La temática: el autor explica el papel crucial de la simbiosis, y de su forma más más asombrosa, la endosimbiosis, en el surgimiento del nuevo punto de vista revolucionario (en el sentido kuhniano: de cambio conceptual “revolucionario”, de cambio de paradigma) sobre la historia de la vida que la biología molecular está sacando poco a poco (si bien aceleradamente) a la luz. La endosimbiosis es una forma de simbiosis en la que dos células viven juntas en la naturaleza, una dentro de la otra. El organismo que vive en el interior del otro se conoce como un “endosimbionte”.

Conviene recordar las palabras de cierre del libro (p. 213): “Mucho de lo queremos saber de la transición de procariota a eucariota pertenece todavía al reino de la especulación. ¿Qué fue primero: la mitocondria o características eucarióticas básicas como la habilidad para ingerir presas? ¿Tuvo algo que ver la fagocitosis con la forma en que el progenitor bacteriano de la mitocrondria acabó en el interior de una célula anfitriona arqueal?”

No lo sabemos. La eucariogénesis sigue siendo una un enigma, un gran enigma científico. Pero, señala JA, resulta apasionante saber que quedan muchas cosas por descubrir. “La exploración de la biosfera microbiana ha puesto al descubierto nuevos linajes con nuevas características que nos impelen a hacer balance de los hechos y a reconsiderar lo que creemos saber sobre la evolución de la vida compleja”.

La ciencia, concluye JA, está trabajando como debe. “Para que nunca dejemos de admirarnos”.

No se olviden del epílogo. Un relato interesante (aunque discutible y muy optimista) de la reunión científica de febrero de 1975 (otra, anterior a ésta, tuvo lugar en 1973), en Asilomar, en Monterrey, California. Les recuerdo lo discutido en esa célebre discusión: “Los principales objetivos de la Conferencia de Asilomar, como llegó a ser conocida la citada reunión, era evaluar los potenciales riesgos biológicos de la investigación sobre el ADN recombinante y decidir si la moratoria que se habían impuesto los científicos tenía que ser permanente. Fue, según todos los indicios, un acontecimiento intenso y estresante. Hubo más preguntas que respuestas. Al final, se tomó la decisión de levantar la moratoria...” (p. 207). Para el autor, nació entonces la industria de la biotecnología.

Excelente índice y buen glosario (pero muy resumido, como les decía, en mi opinión), no se pierdan, no se salten las notas. Algunas son referencias bibliográficas que podemos obviar; otras no, tienen valor en mí mismas. Mucho valor. Mi preferida (la 26, del capítulo 3, p. 223): “A finales de la década de 1980 Margulis obtuvo una beca que le permitiría ahondar en las tempranas investigaciones de los “simbiogenetistas” rusos. Pero ella no hablaba ni leía ruso y, “para su sorpresa y alivio”, descubrió que una historiadora de la ciencia rusa llama Liya Nikolaevna Khakhina ya había escrito con autoridad sobre el tema. Margulis propició la traducción del ruso al inglés del libro de Khakhina de 1979 (véase Margulis, L y McMenanm, M. 1992. Introducción del editor, en Khakhina, Concepts of Symbiogenesis). Margulis y sus colegas hicieron otro tanto en el año 2010 con un libro publicado en Rusia en 1924 [sic, pocos años después de la revolución] por Boris Kozo-Polyanski (1890-1957) (Kozo-Polyanski, B, 1924. Symbiogensis: A New Principle of Evolution. Traducción de Fet, V Harvard University Press). Margulis tuvo conocimiento de la existencia de Kozo-Polyansky en el Congreso Internacional de Botánica celebrado en Leningrado en 1975; a ella y a su colega norteamericano Peter H. Raven les entregaron una traducción parcial del libro de Kozo-Polyansky hecha por el famoso (y entonces contrariado) botánico ruso Armen Takhajatan (1910-2009): “Tomen, lean esto” dijo, regañándoles. “Ustedes, los americanos, creen que toda la ciencia tiene que ser inglesa o alemana…¡Koyo-Polyanski publicó sus mismas ideas muchos antes que ustedes hubieran nacido!”. Ni más ni menos. En todo el rostro (con perdón) y con toda la razón histórico-científica del mundo.

La traducción, como es marca de la casa Buridán, es de Josep Sarret. ¿Cómo consigue seleccionar con tanto acierto, y traducir tanto y tan bien? Un misterio un verdadero misterio. Un enigma. No tengo ninguna conjetura de interés. Manifiesto, eso sí, mi sorpresa por este laborar ininterrumpida, casi imposible. Sorpresa y mi mayor agradecimiento. Fue profesor mío hace 42 años, en la Facultad de Filosofía de la UB. Nos habló de Nietzsche.

Fuente: El Viejo Topo, n.º 369, octubre de 2018

viernes, 2 de noviembre de 2018

_- Muere Joachim Ronneberg, jefe del comando que saboteó la bomba atómica nazi. El último de los héroes de Telemark, fallecido con 99 años, evitó en 1943 el gran proyecto militar de Hitler.

_- Ya no quedan héroes de Telemark, y el mundo está más vacío de valor y de aventura. El legendario Joachim Ronnenberg, el último de los miembros del famoso grupo de comandos que saboteó las instalaciones de fabricación de agua pesada de Vermok, en Rjukan, en la región de Telemark (Noruega), fundamentales para el proyecto de bomba atómica nazi, ha fallecido el pasado día 21 en su localidad natal noruega de Aalesund a los 99 años. Ronnenberg, entonces con 23 años y teniente, era el jefe de la pequeña fuerza de valientes que asaltó la planta hidroeléctrica de la empresa Norsk Hydro el 27 de febrero de 1943 y voló con explosivos su equipo para fabricar agua pesada, alejando los sueños de Hitler de conseguir un arma nuclear, a Dios gracias.

Eran nueve, llegaron en una helada noche de invierno vistiendo ropa blanca de camuflaje, enterrados en nieve hasta la cintura, armados con metralletas Thompson, pistolas y granadas, cargados con los explosivos y portando cada uno una ampolla con cianuro just in case —como les dijeron los instructores ingleses—, por si acababan en manos de los alemanes, previsiblemente poco comprensivos con los saboteadores aunque llevaran debajo uniforme militar británico.

La osada operación en la Noruega ocupada, una de las más famosas y exitosas de comandos en la Segunda Guerra Mundial y una verdadera lección de supervivencia en condiciones drásticas, fue recreada de manera bastante libre —demasiado, según el propio Ronneberg— en la famosa película Los héroes de Telemark (1965), de Anthony Mann, con Kirk Douglas y Richard Harris. La reciente serie noruega La guerra del agua pesada (2015), explica los hechos de manera mucho más ajustada a la realidad histórica. No hubo disparos y los comandos no sufrieron bajas ni tuvieron que matar a nadie.

El ataque de Ronnenberg y su grupo, la denominada Operación Gunnerside, montada por las fuerzas especiales británicas del SOE (Special Operations Executive) y la resistencia noruega, era en realidad la culminación de una serie de frenéticos y desesperados intentos para acabar con la amenaza que suponía el agua pesada —óxido de deuterio, moderador de la reacción en cadena para fabricar una bomba de plutonio— que se obtenía, antes de la guerra, al producir fertilizante, en la pequeña localidad del centro de Noruega. En el curso de un intento anterior, la Operación Freshmann, habían muerto, al estrellarse los dos planeadores Horsa que los transportaban para infiltrarlos en la Noruega ocupada o fusilados tras capturarlos los nazis, una treintena de paracaidistas británicos.

La introducción del comando noruego —formado por exiliados en Gran Bretaña— en una de las regiones más salvajes y frías del país escandinavo requirió a sus miembros enormes dosis de coraje y aguante. Un primer grupo de tres (Swallow) se adelantó para preparar una pequeña base en una cabaña aislada. Ronnenberg llegó en paracaídas en el segundo grupo de seis. Tardaron cinco días en encontrarse. Esquiaron (no en balde eran noruegos) hasta el objetivo. A la fábrica (hoy visitable como museo) solo se podía acceder por un vertiginoso puente sobre el río Mana muy vigilado por los alemanes. Los comandos descendieron por uno de los lados de la garganta, cruzaron la corriente por un puente de hielo y treparon esforzadamente por el otro lado. Mientras los demás los cubrían, Ronneberg y Fredrik Kayser, a los que se unieron después otros dos miembros del equipo de demolición, entraron en la factoría, pusieron las cargas y salieron pitando. Una operación limpia. Quien firma estas líneas tuvo el privilegio de revivir la acción durante el rodaje in situ en febrero de 2014 de la serie noruega. Durante unos segundos, en un descanso, en medio de la nieve en el barranco, incluso pude sostenerle la metralleta al actor Tobias Santelmann, que encarnaba a Ronneberg, mientras se comía un bocadillo.

Mientras los demás los cubrían, Ronneberg y Fredrik Kayser, a los que se unieron después otros dos miembros del equipo de demolición, entraron en la factoría, pusieron las cargas y salieron pitando. Una operación limpia.

Ronneberg, un hombre alto y en su madurez con aspecto de Clint Eastwood, decía que solo había entendido la importancia de lo que sus comandos y él hicieron después del lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Pensó que, de haber fallado ellos, Londres podía haber quedado como las ciudades japonesas. Sabían que era una misión casi suicida. “A menudo pensábamos que era un viaje solo de ida”. También señalaba que la huida de 320 kilómetros a Suecia tras el sabotaje, con millares de alemanes enfurecidos persiguiéndolos a través de la Noruega cubierta de nieve, había sido “el mejor fin de semana de esquí de mi vida”. Así hablan los valientes. Se salvaron todos, alguno, como Knut Haugland, para luego formar parte de la expedición de la Kon-Tiki, nada menos. Ronneberg, que había escapado a Escocia en un bote tras la invasión alemana en 1940 y se había alistado para regresar a luchar, realizó otras misiones durante la guerra. Recibió numerosa condecoraciones, entre ellas la Cruz de Guerra con espadas noruega y la DSO (Orden de Servicios Distinguidos) británica (sin duda todo el equipo mereció la Cruz Victoria). Tras la guerra trabajó en la radio pública de su país. Siempre se mostró reservado y modesto sobre su papel en la operación en Telemark y advirtió a los jóvenes que hay que estar dispuestos en todo momento a luchar por la paz y la libertad.

La primera ministra de Noruega, Erna Solberg manifestó al conocer la noticia de la muerte de Ronneberg: “Era uno de nuestros grandes héroes. La última de las grandes figuras de la Resistencia”. En 2014 se le había dedicado una estatua (que lo mostraba de manera muy realista y ataviado de comando) en su ciudad.

El esfuerzo de los héroes de Telemark sirvió para detener la producción de agua pesada varios meses, seguramente decisivos para que Hitler no tuviera su bomba. Pero luego, por si acaso, los aliados decidieron bombardear la planta (algo que se había descartado para evitar la muerte de civiles). El ataque masivo de 160 bombarderos estadounidenses en noviembre de 1943 causó la muerte de 22 noruegos. Posteriormente, en febrero de 1944, la resistencia hundió en el vecino lago Tinn el transbordador que partía para llevar a Alemania las últimas existencias de agua pesada. Murieron otros 14 civiles noruegos. Todo lo cual hace más notable la gesta incruenta de Ronneberg y los suyos, esos hombres valientes, inolvidables.

https://elpais.com/cultura/2018/10/29/actualidad/1540830126_610772.html

jueves, 1 de noviembre de 2018

Así es ‘El silencio de otros’, el documental sobre los crímenes del franquismo. Tráiler del filme de Almudena Carracedo y Robert Bahar, que ganó los premios de la Paz y el del Público de los documentales en la pasada Berlinale.

Fue, claramente, uno de los grandes filmes de la pasada Berlinale, donde ganó los premios de la Paz otorgado por la Fundación Heinrich Böll y el del público entre los documentales de la sección Panorama.

El silencio de los otros, de Almudena Carracedo y Robert Bahar, es también el máximo favorito en el Goya de su categoría, gracias a su impecable narración de los crímenes del franquismo.

El filme, producido por El Deseo, es una inmersión a ese legado del mal, a través de los desaparecidos de la Guerra Civil (aún hay 100.000 cadáveres en fosas comunes esperando a ser exhumados), los torturados durante el franquismo y los miles de casos de niños robados, arrebatados a sus madres con mentiras incluso aún a inicios de los años ochenta.

A estos crímenes les unen dos condiciones: que son delitos de lesa humanidad —al menos así los consideran en casi todas las naciones, excepto en España— y que han sido investigados a través de una querella interpuesta en Argentina y tramitada por la juez María Servini ante el silencio obtenido por las víctimas en España, excepción hecha de la investigación del magistrado Baltasar Garzón.

 

_- Armas, dinero y hombres siniestros

_- Hace unos días, el líder evangélico estadounidense Pat Robertson exhortó a Estados Unidos a no exaltarse tanto por la tortura y el asesinato de Jamal Khashoggi porque, dijo, no deberíamos arriesgar “100.000 millones de dólares en ventas de armas”. Me imagino que pretendía invocar un nuevo undécimo mandamiento que dice: “Por otra parte, justificarás cosas como matar y dar falso testimonio si quedan en riesgo los acuerdos de compraventa de armas”.

Bueno, no es noticia que la derecha religiosa se ha postrado a los pies de Donald Trump. No obstante, el intento de Trump de hacer de lado posibles represalias por los delitos sauditas con el argumento de que hay enormes recompensas económicas derivadas de seguir siendo amigos de los asesinos —así como la disposición de los aliados políticos del presidente para aceptar esta lógica— representa una nueva etapa en la degradación de Estados Unidos.

No es solo que los argumentos de Trump sobre la cantidad de empleos en riesgo —primero eran 40.000, luego 450.000, después 600.000 y llegaron hasta un millón— sean mentiras. Incluso si los argumentos fueran ciertos, estamos en Estados Unidos: se supone que somos un ejemplo moral para el mundo, no una nación mercenaria dispuesta a abandonar sus principios si hay una buena cantidad de dinero de por medio.

Dicho eso, los argumentos son falsos. Primero, no hay ningún acuerdo de compra de armas por 100.000 millones de dólares con los sauditas. Lo que el gobierno de Trump en realidad tiene son básicamente “memorandos de intención”: posibles acuerdos a futuro más que compromisos. Muchos de estos posibles acuerdos requerirían que la producción de las armas se hiciera en Arabia Saudita en lugar de Estados Unidos y que las ventas, de materializarse, se llevaran a cabo a lo largo de varios años. Entonces parece poco probable que los acuerdos con Arabia Saudita aumenten las exportaciones estadounidenses anuales de armas por poco más de unos cuantos miles de millones de dólares al año.

Si tenemos en cuenta que las industrias involucradas, principalmente la aeroespacial, son intensivos en capital por lo que no emplean a muchos trabajadores por cada dólar de ventas, la cantidad de empleos estadounidenses involucrados es, si acaso, decenas de miles, no cientos de miles. Es una cifra equivalente a un error de redondeo en un mercado laboral estadounidense que emplea a casi 150 millones de trabajadores. Además, cesar las ventas de armas a los sauditas conlleva un riesgo mucho menor en comparación con otras áreas en las que Trump ya está afectando las relaciones comerciales con absoluta indiferencia. Parece, por ejemplo, estar ansioso por iniciar una guerra comercial con China, que importó 187.000 millones de dólares en productos y servicios estadounidenses el año pasado. Por último, vale la pena mencionar que —con las condiciones actuales— aumentar las exportaciones, incluso si se logra, no creará empleos adicionales netos para la economía estadounidense. ¿Por qué? Porque la Reserva Federal cree que estamos en un nivel de empleo pleno y cualquier otro fortalecimiento de la economía hará que la Reserva aumente las tasas de interés. En consecuencia, los empleos que quizá sean agregados al mercado por elementos como las armas de fuego se compensan con empleos perdidos en otra parte a medida que las tasas de interés desalienten la inversión o hagan a Estados Unidos menos competitivo al fortalecer el dólar.

No obstante, vamos a abrir los ojos: Trump no toma acciones rápidas contra los sauditas debido a los empleos que proveen a trabajadores del sector de defensa. El que siga cambiando el número de empleos que dice que están en juego es en sí mismo un indicador indiscutible de que las ventas de armas son una excusa, no un motivo verdadero, para sus acciones. Entonces, ¿cuál es la verdadera razón por la que está tan dispuesto a perdonar la tortura y el asesinato? Una respuesta es que en realidad no desaprueba lo que hicieron los sauditas.

A estas alturas está más que comprobado que Trump se siente mucho más cómodo con los autócratas brutales que con los líderes de nuestros aliados democráticos. Recordemos que cuando Trump visitó Arabia Saudita en mayo, su secretario de Comercio se regocijó ante el hecho de que no había manifestantes por ningún lado en Riad, algo que suele pasar cuando a los que protestan se les decapita. Ah, y un presidente que proclama que los medios noticiosos son “los enemigos del pueblo” quizá opina que torturar y asesinar a un periodista crítico no es tan mala idea. Además de eso, los sauditas han canalizado decenas de millones de dólares personalmente a Trump, y lo siguen haciendo. Esos millones muy reales que Trump recibe son una explicación mucho más verosímil de su trato amistoso hacia Mohamed bin Salmán que los miles de millones míticos que recibirán los fabricantes de armas estadounidenses. Claro, los leales a Trump se enfurecen ante la sugerencia de que está dejando que sus intereses financieros modelen las políticas estadounidenses. Sin embargo, ¿alguna vez Trump ha hecho un sacrificio personal en aras del interés público? De cualquier modo, se supone que ni siquiera deberíamos tener que esperar que las grandes sumas de dinero que un presidente recibe de gobiernos extranjeros no estén influenciando sus decisiones.

La cláusula de los emolumentos de la Constitución de Estados Unidos, para empezar, prohíbe que el presidente acepte todos estos tipos de favores. Por desgracia, los republicanos han decidido que esta cláusula, como tantas otras partes de la Constitución, no aplica cuando su partido está en el poder.

Entonces, como decía, en este caso estamos ante un paso más en la degradación de nuestra nación. Aceptar la tortura y el asesinato es una traición a los principios estadounidenses; tratar de justificar esa traición apelando a un supuesto beneficio económico es una traición más. Si a eso sumamos el hecho de que el supuesto beneficio es mentira, y que las ganancias personales del presidente son una explicación mucho más probable para sus acciones, digamos que los auténticos patriotas deberían sentirse profundamente avergonzados de la nación en la que nos hemos convertido.

Paul Krugman

Fuente:
https://www.nytimes.com/es/2018/10/24/paul-krugman-trump-khashoggi-arabia-saudita/?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fnyt-es

Minero, sacerdote, cura obrero, poeta, campesino y guerrillero ¿Aún no sabes quién fue Gaspar García Laviana?





Es curioso como fuera de Asturias, la tierra donde nació y de Nicaragua, la tierra que adoptó y en la que murió, tan poca gente haya oído hablar del tan -para mí- importante y comprometido cura y guerrillero que, como Camilo Torres Restrepo (del que también hay quien se preguntará ¿quién fue?), comprometió su vida por los más pobres y la perdió, luchando por su causa desde el FSLN contra un dictador como Somoza.

Como muy pronto hará 40 años de su muerte quiero contaros algunas cosas de su vida y compromiso porque creo que su ejemplo debería servir (no sólo a creyentes, curas o cristian@s, sino a toda esa gente comprometida y de buena fe, que da su tiempo dinero y hasta la vida por las causas de los empobrecidos). También desde RRCC http://www.redescristianas.net/ y desde el foro que en Gijón lleva su nombre http://www.forogasparglaviana.es/, le rendiremos un más que justo homenaje el mes próximo (Ver “Acción liberadora hoy”. http://www.redescristianas.net/vi-encuentro/)

Hijo de un minero asturiano, nace en 1941 en Les Roces, un pueblo de El Entrego, si bien a muy temprana edad se trasladó con su familia a vivir a Tuilla. Se ordena sacerdote en la orden del Sagrado Corazón en 1966. Fue cura obrero en una carpintería de barrio en Madrid y cuando su congregación pidió voluntarios para ir a Nicaragua, fue el primero en ofrecerse como voluntario, por lo que le destinaron a San Juan del Sur, hoy bella ciudad costera pero entonces bien pobre “… todos analfabetos, sin escuela, sin casas, sin comida, y sin nada…” usando sus propias palabras. Allí trabajó sin descanso hasta haciendo escuelas y queriendo enseñar, pero, después de 4 años pidiendo maestros y ayudas para los campesinos no sólo nunca la obtuvo, sino que antes al contrario se ganó el calificativo de “rojo”.

Cuenta Ernesto Cardenal, que llevaba tiempo reflexionando y lamentándose de llevar “4 años de mentiras atontando a la gente, dándole ilusiones efímeras y ficticias…” hasta que un día –confiesa- “… me di cuenta que yo era un servidor más de la tiranía somocista, un lacayo más de aquel régimen corrupto, puesto que mi misión consistía simplemente en que la gente no siguiera dormida”. Dicen que fue entonces cuando planeó matar a Somoza. Y dicen que el padre Gaspar y unos amigos descubrieron en San Juan del Sur que la casa de Somoza, tenía una alcantarilla por la cual se podía llegar hasta ella y poner una bomba y qué hasta tenían el contacto para obtener la bomba pero que llegaron a la conclusión de que la muerte del tirano no solucionaría el problema y que había que acabar, no solo con el dictador sino con toda la dictadura, y por eso fue que decidió entrar al Frente Sandinista.

En 1977 el padre Gaspar ya estaba en la guerrilla y escribió a sus feligreses el siguiente mensaje que leí en el prólogo que el ministro de cultura humillado por el Papa, Ernesto Cardenal, le dedica en su libro de poemas “Cantos de amor y guerra”:

“En estas fiestas de Navidad, cuándo celebramos el nacimiento de Jesús, que vino al mundo para anunciarnos el reino de la justicia, he decidido dirigirme a ustedes para participarles mi resolución de pasar a la lucha clandestina como un soldado del Señor y como un soldado del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Vine a Nicaragua desde España, mi tierra natal, a ejercer el sacerdocio, hará de eso ya 10 años; me entregué con pasión a mí labor de apostolado y pronto fui descubriendo que el hambre y sed de justicia del pueblo oprimido y humillado que yo he servido como sacerdote, reclamaba más que el consuelo de las palabras, el consuelo de la acción. La corrupción y la represión inmisericorde -continuaba el padre Gaspar- han estado sordas a las palabras y seguirán estando sordas mientras el pueblo gime en la noche cerrada de las bayonetas y mis hermanos parecen torturas y cárcel por reclamar lo que es suyo: un país libre y justo del que el robo y el asesinato desaparezcan para siempre. Y como nuestros jóvenes -los mejores hijos de Nicaragua- están en guerra contra la tiranía opresora, yo he resuelto sumarme como el más humilde de los soldados del Frente Sandinista a esa guerra. El somocismo es pecado -terminaba diciendo el padre Gaspar- el somocismo es pecado y librarnos de la opresión es librarnos del pecado. Por eso, con el fusil en la mano, lleno de fe y de amor por mi pueblo nicaragüense, he de combatir, hasta mi último aliento, por el advenimiento del reino de la justicia en nuestra patria, ése Reino que el Mesías nos anunció bajo la luz de la estrella de Belén. Su hermano en Cristo. ¡Patria libre o morir!”

Con apenas 37 años, siendo el 11 de diciembre de 1978 (pronto ya los 40 años) caía en un “encuentro armado” según anunciaba la Guardia Nacional, un cura vestido de verde Olivo. Era el comandante Martín –uno de sus nombres de guerra- miembro del Estado Mayor del Frente Sur. Y tal como era su voluntad, allá en Tola (Nicaragua), reposan sus restos.

Premonitoriamente, como también sabía Monseñor Romero en El Salvador, Gaspar García Laviana escribió muy poco antes de morir claros versos como éstos:

Para ser guerrillero
tienes que poner tu vida ahí encima de la mesa
para cuando la quieran tomar.

En otro de sus simples poemas “VICTORIA” también escribió ésa frase tan conocida de

A morir, a morir, guerrillero,
que para subir al cielo,
hay que morir primero.

Y es que él sabía que iba a morir en esta guerra por eso le decía un periodista “yo tengo que dar la vida por este pueblo, como lo hizo Cristo”. Y vaya si lo sabía! Por eso escribía en CUANDO MUERA:

Cuando ganemos la guerra,
no vengáis compungidos a mí tumba
con rosas y claveles rojos,
como mi sangre derramada.
Os juro que me levantaré
y os azotare con ellos.
Sólo admitiré violetas,
como mi carne macerada,
como el dolor de mi madre,
como el hambre campesina
de mi América Latina.

Siempre presente la muerte, como en su REFLEXION II:

¡Qué duro es morir sin ver el triunfo!
Creo que lo mismo sintió Cristo
y Camilo y Ché Guevara

Gran hombre fue este cura guerrillero, llamado Gaspar García Laviana. Como ya dije, creo –igual que Ernesto Cardenal decía- que su vida y su muerte fue una inspiración y debería ser un ejemplo a seguir para sacerdotes y cristianos en general. Escuchen si no INDIFERENCIA:

El dolor ajeno
pasa por nosotros
sin calarnos dentro

O éste otro titulado ANGUSTIA:

Las angustias de mi alma
no las calma el Rosario
ni la misa ni el breviario.
Mis angustias las mitigan
las escuelas en los valles
el bienestar campesino
la libertad en las calles
y la paz en los caminos

Pequeños poemas, tan llenos de amor como de interrogantes a las conciencias. Y de amor hacia los últimos hacia los campesinos, las prostitutas, el paisaje o el lago más bello del mundo. Lean si no ésta COPLA III:

Tu país es mi país,
marginado
y tú ranchito mi casa,
es tu escasez mi acicate
y tú liberación mi causa

O éste conmovedor poema llamado LA NIÑA DEL PROSTÍBULO

Catorce años de edad,
dos de puta,
cara joven,
rasgos viejos,
piel lozana,
ojos muertos.
Pantaloncito ceñido,
desnudas piernas y ombligo,
pies descalzos,
recorriendo el puterio.

Poemas que son intencionalmente sencillos con palabras sencillas porque los escribía para que lo entendiera el pueblo, esos campesinos, que decía todavía no pueden leerlos, pero podrán hacerlo muy pronto, y de manera crítica y tanto de Fe como de política, como éste LA IGLESIA:

También tu iglesia secular
eres cliente de nuestro socialismo
porque tienes que empezar
a practicar el cristianismo.
Cristo rechazó la riqueza
pero tú buscas a los ricos
y tienes la pobreza
como un mito.
Recuerda que Cristo vivió la igualdad
que nosotros practicamos
y tú siembras la desigualdad
en los cristianos

O éste otro que bien podríamos aplicar hoy a los que ponen las vallas, en Ceuta y Melilla, que lleva por título: A LOS TERRATENIENTES:

Terrateniente,
voy a cortar mi carne en girones
para colgarla
en cada púa de tus cercas
hasta que se pudra
y no resistas el hedor
y tengas que marcharte
a otra parte

El día que yo me muera me gustaría que me recitaran estos versos de Gaspar que llevan por título MORIR.

-¿No es mala suerte?
-no es mala suerte, no,
no es mala suerte.
Porque creo en la vida de la muerte,
el morir, para mí, no es mala suerte.

Y termino parafraseando a otro grande como es el Obispo español del Mato Grosso Pedro Casaldáliga, que le pide -en un espectacular poema- “Cuida de Nicaragua, todavía en combate” (y vaya si lo está) y no dejes que tu sangre se marchite en el cáliz (rajado) de tu Iglesia”. Que así sea.

Para saber más:

Conmemorando el 40 aniversario de la muerte de Gaspar García Laviana http://www.redescristianas.net/vi-encuentro-de-redes-cristianas-en-gijon-30-de-noviembre-al-02-de-diciembre-de-2018/#more-92789

VI Encuentro de Redes Cristianas: “Acción liberadora hoy”, 30 de noviembre, 1 y 2 de diciembre, en Gijón http://www.redescristianas.net/vi-encuentro/

Gaspar es un héroe en Nicaragua…
http://www.forogasparglaviana.es/ARTICULOS%20SOBRE%20GASPAR/ENTREVISTA%20NUEVA%20ESPANIA_NALON.pdf

Gaspar lo dio todo, hasta la vida, por los pobres
https://www.lne.es/cuencas/2018/10/08/faustino-blanco-gaspar-garcia-laviana/2360290.html#
Para leer:
Gaspar García Laviana. “Cantos de Amor y de Guerra”. Ministerio de Cultura. Managua 1979.
Manuel Rodríguez García. “Gaspar Vive”, San José, Costa Rica, Artes Gráficas de Centroamérica, 1981.
http://www.forogasparglaviana.es/TESTIMONIOS%20SOBRE%20GASPAR/MANUEL%20RODRIGUEZ%20GARCIA.htm

Manuel Rodríguez García “A corazón abierto. Poesías en Nicaragua”. Ed. Nueva Utopía. Madrid 2007.

José Ramón Pérez Ornia “GASPAR, misionero y comandante sandinista”. RTPA 2008.
http://www.forogasparglaviana.es/ARTICULOS%20SOBRE%20GASPAR/El%20libro%20gaspar%20misionero%20y%20comandante%20sandinista.htm

Manuel Rodríguez García. “Gaspar Vive” Nueva edición corregida y renovada. En Nueva Utopía. Madrid 2016

J.M. Álvarez Rodríguez. "Gaspar García Laviana visto desde Asturias". Foro de Cristianos García Laviana" en Ediciones Trabe. Gijon 2017 http://www.forogasparglaviana.es/ARTICULOS%20SOBRE%20GASPAR/ENTREVISTA%20LA%20NUEVA%20EN%20CASA-1.htm

Luis Ángel Aguilar es miembro de Redes Cristianas. Su Blog es LA TERCA UTOPÍA https://luisangelaguilar.blogspot.com/

@luigiaguilar (https://twitter.com/luigiaguilar)

martes, 30 de octubre de 2018

El tiempo lo cura todo

El lema de la sanidad pública parece ser el contrario: meses para pruebas diagnósticas o consultas con especialistas. Y después, vuelta a la pesadilla para la intervención quirúrgica. En el camino, dos años de calidad de vida deplorable. No, el tiempo no todo lo cura; demasiado a menudo, el mal que no mejora, empeora. La salud debería ser un derecho y no la parte oscura y silenciosa que solo importa a los afectados.

Estrella Martín Francisco. Cartas al Director. El País.
.
P.D.: Esta carta pide un comentario.
En primer lugar, lo que dice es cierto. Sin más.
En segundo lugar, tenemos que preguntarnos, ¿En la medicina privada no ocurre?

Medicinas privadas existen de muchas modalidades. ¿En cual no existe?, ¿qué marca la diferencia para que no exista? En la de millonarios en la que el dinero no tiene límites?.
Hay privadas en las que la mayoría se mueren por causas nimias, por falta de acceso a la intervención o el medicamento adecuado por falta de fondos. Véanse tantos países de África, en la India, en Sudamérica, y, en general, en aquellos, incluidos los llamados ricos del primer mundo, con pobres que no tienen acceso a ningún tratamiento por falta de dinero.

Y, en países como el nuestro con una buena medicina pública, pero que gobiernos con intereses inconfesables, han vaciado los fondos de la medicina pública, o directamente la han privatizado. Y en concreto el PP (1), Convergencia y Unión, el partido de los Pujols,... Y no sólo ellos.

Y ahora padecemos las consecuencias. Además, nos encontramos con las arcas vacías de la Seguridad Social y con consecuencias no solo en Sanidad sino en los fondos para la jubilación entre otros. Y actualmente, cuando se intenta un proceso para revertir la situación, tanto PP como Ciudadanos (2), ese engendro del IBEX 35, como repuesto del PP, boicotean la aprobación de dichos presupuestos,...

Si tú, que lees este escrito, eres un trabajador que no te puedes pagar una medicina de élite para ricos, sigues votándoles... Cuando el tratamiento adecuado, en caso necesario, no esté a tu alcance, acuérdate de lo que hiciste. Y no responsabilices a la medicina Pública. Son los que han deteriorado a esta Medicina Pública los responsables. No te equivoques. La Seguridad Social es también su victima.
1. Véase también el Partido Conservador PP, que se ha pasado los últimos años destruyéndolo todo para a continuación decir que solamente son ellos los que lo pueden solucionar.
2. El mejor de todos sus trucos es (de los conservadores y neofascistas), sin embargo, convencer a la gente de que ellos son la solución y no los que han provocado, dejado crecer o, directamente, creado el problema.

lunes, 29 de octubre de 2018

La práctica en el cambio de la conciencia




1. Es su situación de clase explotada y el interés del patrón por mantener esta situación lo que hace que los trabajadores, al luchar por sus reivindicaciones inmediatas, vayan chocando contra los intereses de los patrones y vayan estableciendo una diferencia primero, y una oposición después, entre sus intereses de clase y los intereses de la clase dominante; su lucha ya no es simple lucha económica para mejorar sus condiciones laborales o vender su fuerza de trabajo, sino que adquiere un carácter cada vez más político. Empieza cuestionando aspectos parciales del régimen capitalista, pero luego llega a la convicción de que sus problemas no tienen solución dentro de este sistema y que hay que luchar por construir una sociedad regida por otra lógica. De esta experiencia práctica cada vez más compleja surge una toma de conciencia, una ideología propia, que ya no está inscrita en la ideología de la clase dominante.

Marx y el aprendizaje a través de la práctica
2. Recordemos que Marx planteaba que es en la práctica revolucionaria donde se enraíza el proceso de constitución de la conciencia. Y es a través de ella que “la clase en sí se transforma en clase para sí.”

3. Y Engels, reafirmaba esta idea al sostener —refiriéndose a la clase obrera norteamericana— que lo importante “no es tanto introducir en ella la teoría, como querían hacerlo algunos socialistas alemanes residentes en ese país, sino llevar a que la clase obrera se ponga en movimiento como clase, porque una vez logrado esto no tardará en encontrar el camino seguro. Lo importante primero es unir a la masa a escala nacional, no importa sobre qué plataforma sea con tal de que no se retarde la consolidación nacional de ese movimiento.”

4. Me parece sumamente interesante, en este sentido, la crítica que Marx y Engels hacen a aquellos que en su época valoraban más la posesión de la ciencia que la experiencia práctica de la gente y, como consecuencia de ello, sostenían que los puestos parlamentarios deberían estar en manos de gente que tuviese tiempo para familiarizarse con las materias a discutir, posibilidad que no tienen los trabajadores. Marx y Engels ironizando les dicen: “¡Elijan entonces a burgueses!” Y más adelante expresan: “No podemos marchar junto a aquella gente que declara a gritos que los obreros son demasiado poco instruidos como para emanciparse ellos mismos y que deben ser liberados desde arriba, por los filántropos burgueses o pequeño‑burgueses.”

5. Todo esto concuerda con la concepción de Marx de la transformación de la “clase en sí” (influida por la cultura burguesa) en “clase para sí”, es decir en una clase que promueve el surgimiento de una concepción del mundo diferente a la concepción del mundo burgués, a la conciencia de ser una clase diferente.

6. Decir que los trabajadores pueden llegar a adquirir conciencia de clase a través de su participación en la lucha de clases no quiere decir, sin embargo, que se desconozca que su conciencia espontánea está muy influida por las ideas y valores de las clases dominantes que se transmiten a través de los distintos aparatos ideológicos del Estado, jugando hoy un papel fundamental los medios de comunicación de masas monopolizados por grandes consorcios transnacionales.

7. En tiempos normales, de calma, parecería que los trabajadores no pudieran escapar a esta influencia negativa y a la manipulación de la conciencia que se hace a través de todos estos instrumentos: es como que redes invisibles los encerrasen en una trampa de la que no pudieran escapar, salvo si llega a ocurrir una tempestad.

8. Por ello, es justamente cuando se abren períodos de lucha que esta confrontación les permite descubrir que las leyes favorecen a los dueños de las fábricas y que la policía no sirve para proteger el bien común, sino los intereses de los patrones. Todo eso va permitiéndole una gradual toma de conciencia del antagonismo entre sus intereses como trabajadores y los de los dueños de las empresas. Van adquiriendo una comprensión creciente de que todo el sistema institucional favorece a estos señores.

9. Las confrontaciones de clases son “la escuela política viva”, la escuela “en la lucha y por la lucha” de la que hablaba Rosa Luxemburg. La revolucionaria alemana no niega la necesidad de que el proletariado tenga un alto grado de educación política, de conciencia de clase y de organización, pero sostiene que no puede aprender todo esto en los folletos o en los panfletos, sino en la lucha.

2 . Lenin y el aprendizaje en periodos revolucionarios

10. Y Lenin mismo, a quien se ha atribuido incorrectamente el planteamiento de la necesidad de introducir la teoría marxista en el movimiento obrero como única forma de superar el economicismo al que espontáneamente este movimiento tiende, sostenía, reafirmando lo planteado por Marx y Engels, 3146. 231. que la experiencia práctica desempeña un papel fundamental en la formación de la conciencia de clase. Según él, “el conocimiento de sí misma, por parte de la clase obrera, está vinculado en forma inseparable, no sólo a una comprensión teórica absolutamente clara o mejor dicho: no tanto teórica, como práctica de las relaciones entre todas las clases de la sociedad actual, comprensión adquirida a través de la experiencia de la vida política.” Esta formación de la conciencia se ve favorecida enormemente en los períodos revolucionarios por “la marcha de los acontecimientos”, ya que las revoluciones desenmascaran los verdaderos intereses de las diferentes clases, que en épocas pacíficas pueden engañar al pueblo con su demagogia.

11. En medio del proceso revolucionario ruso de 1917, el dirigente bolchevique hace la siguiente comparación: “[...] así como todo viraje que sobreviene en la vida de un individuo le enseña y le hace vivir y sentir muchas cosas, la revolución ofrece al pueblo todo, en poco tiempo, las más profundas y preciosas enseñanzas.”

12. Y continúa: “En tiempos revolucionarios, millones de hombres aprenden en una semana más que en un año entero de vida rutinaria y soñolienta. Pues en estos virajes bruscos de la vida de todo un pueblo entero ve con especial claridad qué fines persiguen las diferentes clases sociales, de qué fuerzas disponen, con qué medios actúan 1/.

13. Concluyendo, los sectores populares pueden despertar y ser capaces de desenmascarar los verdaderos intereses que mueven a los diferentes sectores sociales en épocas de grandes conmociones sociales y de revoluciones. En esos momentos las clases dominantes se quitan la careta y revelan sus métodos de lucha. Los pueblos se politizan y aprenden con una velocidad inimaginable 2/.

14. El golpe militar del 11 de abril del 2002 en Venezuela contra el presidente democráticamente electo: Hugo Chávez, permitió a la población ver quién era quién: se desenmascararon los mandos golpistas dentro de la Fuerza Armada; se hicieron evidentes las intenciones fascistas de muchos de los políticos opositores que se autoproclamaban demócratas. El nivel de conciencia política en los sectores populares aumentó enormemente. El pueblo aprendió en pocos días mucho más de lo que hubiera podido aprender durante años a través de lecturas.

La práctica transforma la conciencia
15. Esta experiencia de lucha no sólo contribuye a clarificar la cabeza de los trabajadores, su forma de ver el mundo, sino que los va transformando interiormente, va creando en ellos la sensación de que unidos con otros trabajadores pueden llegar a transformarse en una fuerza que puede ir obteniendo triunfos frente a los patrones, que puede ir conquistando cosas. En esta práctica de lucha van adquiriendo autoestima, van sintiéndose cada vez más capaces de conseguir sus objetivos, van transformándose cada vez más en sujetos del proceso en el que están insertos.

16. Como dice Michael Lebowitz, Marx entendió muy bien que la gente no es estática; que la lucha por satisfacer necesidades materiales puede producir nueva gente con nuevas necesidades radicales, de ahí su tesis acerca del auto/\‑desarrollo de la clase obrera a través de sus luchas. Y aunque las necesidades que pretenda resolver no vayan más allá del capital, el propio proceso de lucha cambia a las personas; las transforma en personas con una nueva concepción de sí mismas: empiezan a verse como sujetos capaces de cambiar el mundo en el que viven.

17. La propia experiencia es una dimensión irremplazable, porque sólo a través de ella se forman los sujetos de la transformación. Conformar dichos sujetos implica la autoeducación de las masas en el curso de su misma experiencia de lucha. Y esta experiencia práctica va haciendo surgir en los trabajadores cada vez más preguntas, más ansias de comprender y de saber, va creando la necesidad de adquirir conocimientos cada vez más profundos de la realidad en la que están inmersos y de las posibles soluciones a sus problemas. Por eso es tan distinto enseñar académicamente marxismo en las universidades a enseñarlo a trabajadores inmersos en la lucha. Para los primeros suele ser un conocimiento más, para los segundos, un arma de lucha.

4. Conocimiento directo y conocimiento indirecto
18. Luego de lo expuesto vemos que es necesario diferenciar —como dice el investigador argentino, Lito Marín— entre dos tipos de conocimiento, aquel al que pueden tener acceso los trabajadores y, en general, los sectores populares, como consecuencia de los enfrentamientos a que se ven sometidos. Frente a este conocimiento directo hay otro tipo de conocimiento al que no les es posible acceder directamente. Es muy difícil, por ejemplo, que los sectores populares lleguen a adquirir por sí solos una apreciación global de las condiciones de la lucha de clases en su país y a nivel mundial.

19. Muchas veces las organizaciones marxistas han tendido a valorar excesivamente el conocimiento que proviene de la actividad científica, subvalorando la experiencia directa de la práctica social. Se tiende a desconocer el saber que pueden adquirir de esta manera los sectores dominados. “Se le quita importancia a la experiencia directa en la construcción de conocimiento, especialmente si se trata de la experiencia social de hombres y mujeres comunes.” Y esto acaba, como señala Carlos Ruiz, dejando el análisis de la realidad en manos de intelectuales.

20. Pero también es cierto que se ha caído en el otro extremo de valorar en exceso la experiencia que proviene de la actividad científica desdeñándose la necesidad de tener un conocimiento de los acontecimientos históricos y sus enseñanzas, así como un conocimiento más global, tanto de la situación nacional como internacional, desde una perspectiva crítica.

21. Es necesario rechazar las dos tesis extremas: la organización política dueña de la verdad y el basismo. La primera concibe a la instancia política como la única capaz de conocer la verdad: el partido es la conciencia, la sabiduría, y los otros son sectores atrasados. La tesis opuesta es el basismo. Este valora en exceso las potencialidades de los movimientos sociales. Piensa que esos movimientos son autosuficientes. Rechaza indiscriminadamente la intervención de cualquier instancia política y con ello contribuye, muchas veces, a echar agua al molino de la división del movimiento popular.

22. Por esta razón, se requiere de una instancia política capaz de desempeñar un rol educativo del pueblo. Esta no puede limitarse a proporcionar conocimientos que permitan combatir la cultura heredada, sino que también deben orientar la lucha de masas para que contribuya a elevar la conciencia de clase del pueblo.

23. Para llevar adelante el proceso de transformación social profunda se necesita, por lo tanto, una instancia política que promueva un proceso colectivo de construcción de conocimiento, que integre tanto la experiencia directa como el examen de la realidad global a partir de la teoría. Una tarea así sólo la puede orquestar una organización política concebida como un auténtico “intelectual colectivo”.

1/ Lenin, Enseñanzas de la revolución, (jul-sep.1917), Obras Escogidas en tres tomos, t.2, p.21; O.C. t.26, p.309.

2/ Durante la revolución, millones y millones de hombres aprenden en una semana más que en un año de vida rutinaria y soñolienta. Pues en estos virajes bruscos de la vida de todo un pueblo se ve con especial claridad qué fines persiguen las diferentes clases del pueblo, qué fuerza poseen, y qué métodos utilizan. ( Vladimir Lenin, Las enseñanzas de la revolución, en Obras Completas, Ed. Cartago, Buenos Aires, 1970, t.26, p.309.)

domingo, 28 de octubre de 2018

El coraje de Paul Tillich. Reeditado un libro clave del teólogo protestante alemán Paul Tillich que apuesta ética y ontológica por el valor del ser humano.

En su primera edición inglesa en 1952 y traducido a nuestra lengua en 1968, más o menos cuando yo lo leí por primera vez, acaba de ser reeditado, con prólogo de Diego Sánchez Meca, El coraje de ser (Avarigani), del teólogo protestante alemán Paul Tillich (Starzeddel, 1886-Chicago, 1965). Es raro, y más hoy, que un libro de filosofía sobreviva más de medio siglo y, sobre todo, como es el caso, si está escrito con claridad, pero en la antípoda de ese género de la menesterosa autoayuda, que lo banaliza todo.

Escrito poco después de terminada la Segunda Guerra Mundial, cuyos horrores deprimieron cualquier atisbo de esperanza, el núcleo de la reflexión de Tillich es una apuesta ética y ontológica sobre el valor del ser humano como tal, o si se quiere, sobre su validez.

El término castellano “coraje” etimológicamente derivó, al parecer, del francés, pero ambos del latino cos-cordis, que significa “corazón”.
Coraje, sin embargo, tiene un matiz particular que, según y cómo, en nuestra lengua puede también significar “fuerza física bruta” o un “carácter belicoso”, pero también, dándole una vuelta a la gramática, como lo hace Tillich, traducirse libremente como “ánimo”, en cuyo caso el “coraje de ser” sería cómo mantener vivo el ánimo ante el hecho de ser, vivir y responder éticamente a lo que se nos presenta en estos avatares, signados por las contingencias de nuestra naturaleza mortal.

Desde los antiguos griegos hasta el siglo XX, lo formidable de Tillich es la apretada síntesis que nos hace del tema, no solo desde el punto de vista filosófico y teológico, sino a través de las ciencias que despuntan en nuestra época, como la psicología, la sociología y la antropología. La verdad es que en ese cuadro sinóptico de Tillich parece caber todo, al margen de las creencias e ideologías muy variadas que se han profesado al respecto históricamente.

Hay una distinción que nos concierne quizás más a nosotros: la de emplazar ese coraje responsable en ser “parte” de la comunidad o ser “individual”, con las correspondientes amenazas de lo “gregario” o lo “cosificado”. En este sentido de la virtual alienación que puede prosperar en todo proyecto ideal, recuerdo el impacto que ya me produjo, en mi primera lectura de su obra, la definición de “neurosis”, como quien “trata de evitar el no-ser, la nada, evitando ser”.

Entonces y ahora me impresionó esta interpretación de Paul Tillich, no solo por su precisión clínica, sino porque subrepticiamente ese comportamiento irresponsable concierne —¡y de qué manera!— al individuo y la sociedad actuales. Tenemos demasiados ejemplos cerca para afrontar aquí su prolija sintomatología, pero la transferencia progresiva de nuestras facultades a las máquinas, o a la irresponsable evasión acerca de la naturaleza reversible de la vida, no solo nos puede hacer perder de vista que esta es un don, sino del papel que cada uno de nosotros debe desempeñar en su breve transcurso, pase lo que pase. Porque pasa siempre, en el fondo, lo mismo, pero nunca de la misma manera.

Aunque no comparta con Paul Tillich la fe religiosa, sí hay para mí algo emocionante en uno de los epígrafes finales de su ensayo, titulado El sino y el coraje de aceptar la aceptación. Es, según lo veo, la mejor definición de la virtud de la humildad (término que procede del latino humus, que significa tierra, o sea, que el humilde es quien aceptar volver a la tierra), porque sin este despojamiento final del ser humano, no habría coraje que valga.

Amor se llama el juego.

Prostitución & Explotación sexual “Las prostitutas no nacen de un repollo, nacen de la pobreza”

Entrevista con Alika Kinan, la primera mujer en el mundo en ganar un fallo contra el Estado argentino y los proxenetas que la explotaron sexualmente durante 16 años. Habla del impacto de la prostitución como la suma de todas las violencias de género.

Han pasado seis años desde que Alika Kinan escapó de la prostitución y todavía dice que sus dolores son muy hondos. Conversando con ella es difícil imaginar algún rastro de debilidad. Alika es hoy una de las activistas más reconocidas del mundo contra la trata y la explotación sexual.

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Durante 16 años fue víctima de explotación sexual en un bar de Tierra del Fuego (Argentina) al que llegó engañada. Y su caso es recordado en los estrados judiciales porque es la primera sobreviviente de trata que ganó un fallo contra los proxenetas, y el Estado ordenó una indemnización “como forma de reparación por los derechos violados”.

En esta entrevista conversamos sobre su vida y activismo, la razón por la que ha venido a Colombia para hablar de su experiencia como sobreviviente de explotación sexual con magistrados y funcionarios, a propósito del debate que se adelanta en la Corte Constitucional para saber cómo se debe regular el uso del suelo de los prostíbulos.

¿Por qué para usted la prostitución no se puede desligar de la explotación sexual y la trata?

Permanentemente la gente busca establecer que son diferentes, y sí son diferentes, pero uno es responsable del otro. Sin prostitución no existiría explotación sexual ni trata y las conexiones que hay entre una y otra son muy fuertes.

¿Por qué vino a Colombia a hablar de estos temas?

He venido a Colombia a propósito del debate que se está dando en la Corte Constitucional y otras entidades del Estado para contar mi experiencia. La prostitución es una de las peores formas de violencia de género que sufren principalmente mujeres y niñas. Entonces, el debate para mí no es si reglamentamos o no la prostitución.

¿Cómo llegó usted a la prostitución?

Yo llegué a Tierra del Fuego, Argentina, captada primero por varios proxenetas porque estaba en una situación de extrema vulnerabilidad. Y cuando hablo de eso hablo de hambre, de miseria. No es algo ficticio o filosófico. A mí me dijeron que iba a la inauguración de un bar, un boliche, pero yo no tenía idea de qué tenía que hacer. ¿Por qué no cree que la prostitución es un trabajo?

Las putas no nacen de un repollo, nacen de la pobreza. ¿Qué Gobierno admitiría que yo siendo pobre dijera: ya vengo, voy a vender mi hígado, lo hago bajo mi consentimiento y necesito alimentar a mis hijos? ¿Por qué si no podemos vender las córneas, ni el hígado, ni los pulmones sí podemos vender nuestras vaginas? ¿Por qué son exclusivas de las mujeres?

¿Se puede hablar de decisión consentida en la prostitución?

No, además, no se trata de decisiones, sino de opciones reales, de circunstancias, se trata de que cuando te penetran más de 30 hombres por día no tienes deseo ni placer, porque quedas anulada. Por eso es que las mujeres que están en prostitución se alcoholizan y drogan, porque necesitan salir de sus cuerpos, porque es sano salir de ese cuerpo mientras está siendo violado. El hombre no paga por sexo, paga por poder, paga para limpiar la culpa después de saber que ha violado. El pago por sexo limpia la consciencia.

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¿Cómo recuerda esos días cuando llegó a Tierra del Fuego?

Recuerdo que cuando llegué a Tierra del Fuego lo primero que hicieron fue llevarme a la Policía provincial. Allí me tomaron huellas dactilares, me tomaron datos, se acercaron muchos policías a verme. Yo pensaba en ese momento que eran muy amables. Pero luego entendí que en realidad ellos estaban viendo en qué condiciones estaba mi cuerpo para ser abordado.

¿Tenía controles sanitarios?

Sí, en el municipio de Ushuaia me generaron una libreta sanitaria. Así como los controles que se les hacen a las vacas o a los chanchos para el consumo humano. A mí me hacían un hisopado vaginal cada mes y un análisis de sangre, cada tres meses. Vos podés decir: “Bueno la estaban cuidando”. Pero no. No estaban cuidando mi salud, estaban cuidando la salud de los puteros, de quienes consumen sexo, para que no se enfermen, para que no contraigan un bicho y lo lleven a sus hogares. Porque quien consume prostitución no es una bestia inhumana.

¿Cómo eran los hombres que compraban sexo en Tierra del Fuego?

Eran como cualquiera de los hombres que están sentados alrededor nuestro. Eran los padres de familia, los ejecutivos, los empresarios, los que están en los barcos pesqueros, los que trabajan el campo, los que están en las minas, los militares, los médicos, los jueces, los fiscales, quienes toman decisiones importantes en el país.

¿Siente que hubiera llegado a la prostitución sin engaños?

No sé, porque realmente vos te ponés a pensar, ¿si no me hubieran engañado hubiese dejado de ir? Me hubiese quedado en mi casa, pasando hambre, con mi hermana, abandonada por mis padres. No sé, quizás por el coraje de haber sido violada con cinco años, con ocho, con 14, como me pasó a mí, ¿no hubieras ido tú también? Además, era fácil pensar que de todas maneras los hombres te iban a violar. No sé.

¿Hoy, en la orilla del activismo, interpela a los hombres que pagan por sexo?

Sí, a menudo. Y conozco a varios que se justifican diciendo: “Ay, pero si yo las quiero ayudar”. Yo les respondo como le he dicho a quienes hablan así de las venezolanas que han llegado migrando a Colombia: “Si vos la querés ayudar, dale trabajo; no le metas la pija en la boca, no le metas la pija en la vagina ni en el ano”.

¿Qué más se puede hacer para cambiar esa realidad de miles de mujeres en esa situación?

Los Estados deben reconocer y reparar esas vidas rotas por la explotación sexual. El Estado tiene la obligación de reconocer y reparar el daño, como sucedió en mi caso. Deben ayudar a dar un trabajo real y genuino, para que estas mujeres y niñas puedan fortalecerse y cortar de una buena vez con la explotación sexual, porque es común que las madres, las tías, las abuelas han estado en diferentes formas de explotación sexual y al no resolver su situación terminan condenando a sus propias hijas a la misma cadena de violencia. También se deben hacer campañas que muevan cambios culturales para que se desaliente la compra de sexo.

Fuente:
https://colombia2020.elespectador.com/pais/las-putas-no-nacen-de-un-repollo-nacen-de-la-pobreza

Tu No Sabes. Maria Bethânia., canción

Tu No Sabes
Maria Bethânia

Tú que no sabes cuanta cosa yo haría
Por verte sonreír
Y tú no sabes hasta dónde llegaría
Para que seas feliz

Yo llegaría
Adonde van mis pensamientos
Encontraría una palabra que no existe
Para decirte en este verso casi triste
Lo muy grande que es mi amor
Y tú no sabes que las ansias de tu corazón
Son tanto para mí
Que sí hay razones
Para contestar que no
Yo siempre te digo sí

Y aunque a veces realidades me limiten
Las fantasías de mis sueños me permiten
Que yo haga más de las locuras
Que yo hice para que seas feliz.

Tú que no sabes
Que te amo tanto
Y la verdad es que
Mi amor no sabes cuanto.
Y cada día te quiero más.
Y solo yo sé lo que siento si no estás.

Tú que no sabes cuanta cosa yo haría
Por hacerte sentir
Que tan inmenso es
Mi amor y mi alegría
De verte sonreír

Mas si es preciso
Yo haría tanto más
Aunque yo sufra
Aún así yo soy capaz
De mucho más.
De las locuras que ya hice
Para que seas feliz

sábado, 27 de octubre de 2018

Entrevista a Rashid Khalidi, profesor de la cátedra Edward Said de Estudios Árabes de la Universidad de Columbia

"Uno desearía que nuestros indolentes senadores y diputados hicieran algo por Khashoggi"

Amy Goodman Democracy Now!

Rashid Khalidi habla sobre el apoyo de EE.UU. al brutal régimen saudí y la desaparición de Jamal Khashoggi

El periodista saudí Jamal Khashoggi lleva desaparecido más de una semana, generando una alerta internacional. La última información sobre su paradero es del martes pasado cuando entró al consulado saudí en Estambul, Turquía. Un funcionario turco ha dicho al periódico The New York Times que Khashoggi fue asesinado dentro del consulado por un equipo de 15 agentes saudíes, que luego usaron una sierra para huesos para descuartizar su cuerpo y sacar las partes clandestinamente del edificio. Para ampliar esta información, hablamos con Rashid Khalidi, profesor de estudios árabes en la Universidad de Columbia y autor de varios libros, entre ellos: “Brokers of Deceit: How the U.S. Has Undermined Peace in the Middle East” (Negociadores del engaño: cómo EE.UU. ha socavado la paz en Medio Oriente).

AMY GOODMAN: Hablemos sobre eso. Hablemos sobre la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi, que fue visto por última vez en el Consulado de Arabia Saudí en Estambul la semana pasada. Un funcionario turco declaró a The New York Times que Khashoggi fue asesinado en el interior del consulado por un grupo de 15 sicarios saudíes, que usaron una sierra de huesos para desmembrarlo y sacarlo por partes, a escondidas, fuera del edificio. Turquía ha anunciado recientemente que llevará a cabo un registro en el interior del consulado. El presidente Trump aún no ha emitido una declaración formal sobre la desaparición, ni siquiera un tweet.

La prensa le preguntó a Trump por Khashoggi el martes en la Casa Blanca.

REPORTERO: Señor Presidente, ¿ha hablado con los saudíes sobre el columnista desaparecido de The Washington Post?

DONALD TRUMP: No lo he hecho. No, no lo he hecho. Pero lo haré en algún momento.
REPORTERO: ¿Qué sabe por el momento?

PRESIDENTE DONALD TRUMP: No sé nada en este momento. Sé lo que todos saben: nada.

AMY GOODMAN: Ese era el presidente Trump sentado en la oficina oval.

Jamal Khashoggi era columnista de The Washington Post. La semana pasada, el periódico publicó una columna en blanco titulada “Una voz ausente”.

RASHID KHALIDI: Correcto.

AMY GOODMAN: ¿Puede hablarnos sobre el significado de la desaparición de Khashoggi? Él no era un disidente o un opositor radical al régimen saudí. Él formaba parte de la oposición leal.

RASHID KHALIDI: Sí, Khashoggi era parte de la oposición leal, pero esta es la iteración más absoluta, de la monarquía más absoluta de la tierra, que funciona como en los tiempos previos a la Carta Magna y al reinado de Juan I de Inglaterra. Algo parecido a Luis XIV. Poder absoluto. Este régimen, bajo el mandato de Mohammed bin Salman, no tolerará ninguna disidencia, y particularmente viniendo de Khashoggi o de miembros de la familia real, de algunos de los cuales Khashoggi era cercano. Khashoggi fue un asesor muy cercano de Turki al-Faisal, el hijo del rey Faisal, que fue el jefe del Servicio de Inteligencia saudí y embajador en Londres y Washington. Así que Khashoggi era una persona de la élite, íntimamente conectado con la familia real. Están eliminando a gente de la realeza. Están eliminando a personas de familias prominentes. En muchos casos, apropiándose de sus bienes. Hay informes que afirman que algunos de ellos han desaparecidos o asesinados. Así que ya no estamos hablando de disidentes comunes. Estamos hablando del nivel más alto dentro de la familia real, familias de la élite que han estado beneficiándose del régimen durante generaciones. Nadie puede levantar la cabeza en Arabia Saudí. Cualquiera que te diga que ha ido a Arabia Saudita. y ha hablado con la gente, ha hablado a escondidas. La gente ya no se atreve a hablar. Y el hecho de que hicieran lo que sea que le hayan hecho a Jamal Khashoggi, de una forma tan descarada, indica que están tratando de enviar un mensaje: “No se atrevan a hablar de lo que estamos haciendo”.

AMY GOODMAN: ¿Y el Gobierno de Trump no responde? Creo que [James] Mattis, que habla con sus homólogos saudíes a menudo, fue consultado por un periodista sobre este tema y dijo: “Estamos monitoreando la situación de cerca”. Cuando fue presionado sobre cómo el Pentágono estaba monitoreando el caso, él dijo: “Lo estamos haciendo intelectualmente”.

RASHID KHALIDI: Correcto, correcto.

AMY GOODMAN: Y por supuesto, El presidente Trump y Jared Kushner tienen una estrecha relación con Mohammed bin Salman, el gobernante de facto de Arabia Saudí.

RASHID KHALIDI: Sí. Creo que los saudíes —Mohammed bin Salman y su padre, el rey— deben haber calculado… si el rey tuvo algo que ver con eso, debe haber calculado que Washington lo iba a pasar por alto, que sus contratos son demasiado importantes, que la alianza que tienen es demasiado importante, que los miles de millones de dólares que Estados Unidos obtiene por la venta de armas y aviones y otras cosas en Arabia Saudita —el sector bancario y el petróleo, obviamente— son mucho más importantes para Estados Unidos que un disidente desaparecido en Estambul, o los cientos de miles de yemeníes que están muriendo a causa de enfermedades tratables, como el cólera, por culpa del asedio impuesto por los saudíes, los emiratíes y sus aliados en Yemen. Estas cosas obviamente no son importantes para Estados Unidos. Uno desearía que nuestros indolentes senadores y miembros de la Cámara de Representantes hicieran algo. Ellos realmente podrían hacer algo al respecto. El Gobierno de Trump no lo hará, pero ellos podrían. Y esto se pone cada vez peor. No sé hasta cuando la gente va a ser capaz de soportar el hedor de este tipo de monarquía absoluta que se autoproclama a sí misma, eliminando todo tipo de libertades fundamentales, mientras ofrece solo reformas simbólicas. Es maravilloso que las mujeres puedan conducir; pero sería genial si las mujeres pudieran abrir la boca. Es maravilloso que la gente pueda ir a los cines; pero sería genial si pudieran comprar libros, hablar libremente, y leer periódicos que no reflejaran solo el punto de vista del rey y del príncipe heredero. Eso es libertad, y eso es lo que se les está negando a los saudíes. Lo que Arabia Saudí y sus aliados están haciendo en toda la región, en cada país en el que ejercen influencia, no es un trabajo en pro de la democracia. Están trabajando en contra de la democracia, en contra de las constituciones, en contra de los Gobiernos representativos.

AMY GOODMAN: Y están trabajando en conjunto con Estados Unidos, por ejemplo, en Yemen.

RASHID KHALIDI: Están trabajando mano a mano con Estados Unidos. Estados Unidos les está ayudando a atacar Yemen. Estados Unidos los está reabasteciendo de combustible en Yemen. Estados Unidos es la mano escondida de todo lo que hacen, tal vez Estados Unidos no estuvo involucrado en esta desaparición, pero ha sido aliado de Arabia Saudí desde 1933. Es la relación más larga que Estados Unidos tiene en el Medio Oriente. Incluso antes de que Israel se estableciera, antes de que Turquía se uniera a la OTAN, Estados Unidos y Arabia Saudita ya eran aliados. Muy, muy cercanos. Y esa relación no ha cambiado nada desde entonces.

AMY GOODMAN: Quiero darle las gracias, Rashid Khalidi, profesor titular de la cátedra Edward Said de Estudios Árabes de la Universidad de Columbia, y autor de varios libros, el más reciente, “Negociadores del engaño: cómo EE.UU. ha socavado la paz en Medio Oriente”. Su próximo libro, “Los cien años de guerra contra Palestina” estará a la venta en mayo. Esto es Democracy Now! Cuando regresemos, hablaremos con las “activistas de las válvulas” de Minnesota, quienes nos acompañarán en el estudio. Acaban de ser absueltas. Y hablaremos con el científico climático James Hansen, que esperaba testificar en el juicio. Conversaremos con él sobre activismo climático, y sobre el huracán que está atravesando el noroeste del estado de Florida. Quédese con nosotros.

Traducido por Lissette Favorite. Editado por Igor Moreno Unanua y Democracy Now! en Español.

Fuente:

http://www.democracynow.org/es/2018/10/10/rashid_khalidi_on_the_us_backing " target="_blank">


http://www.democracynow.org/es/2018/10/10/rashid_khalidi_on_the_us_backing