viernes, 19 de mayo de 2017

Un añadido a una carta de siete ciudadanas sobre Lluís Llach y L’estaca.

Rosa Guevara Landa



Siete ciudadanas enviaron una carta al director de El País que se publicó el pasado jueves, 27 de abril. Muy breve, decía lo siguiente: “Creíamos que cantar L’estaca era cantar contra Franco, contra el franquismo, contra la dictadura. Ahora resulta que L’estaca éramos nosotras, mujeres de Madrid, de Segovia, de Murcia, de A Coruña… Y ahora nosotras señor Llach, ¿qué hacemos con su música?” ¿Qué hacemos con su música, preguntan estas compañeras? Lo que mejor estime cada una por supuesto. Yo ya no la escucho a pesar de haber sido durante muchos años parte esencial (al lado de Raimon, Paco Ibáñez, Labordeta, Oskorri, Prada, Morente, Gerena y Luis Pastor) de mi marco musical popular. No por sectarismo político-cultural. Es que no puedo. La rabia y la indignación me lo impiden. Me siento absolutamente traicionada. No entiendo que alguien que pudo componer, escribir y cantar Abril del 74 o Campanades a mort sea ahora diputado (al lado de Mas, Junqueras o Turull) de una coalición secesionista (y de ricos o bien situados), profundamente antiespañola sin matices y fuertemente neoliberal como Junts pel sí.

Pero no es ese el punto de esta nota. Es este: no se trata de que compañeras antifascistas que viven fuera de Cataluña sientan que son L’estaca en tanto que españolas (España contra Cataluña, .Cat es esclava de Cataluña, los españoles nos ahogan, nos impiden ser lo que queremos ser, nos roban cada año 16.000 millones de euros, etc.) sino que muchas otras, de aquí, de .Cat, de otra .Cat que apenas conoce el empresario vinícola Llach, yo por ejemplo que vivo en Santa Coloma de Gramenet, una ciudad obrera pegada a Barcelona, también somos parte de esa estaca. ¿Y eso por qué? Porque no somos secesionistas y para nosotras son tan importantes Salvat Papasseit o Rosselló-Pòrcel como Celaya, Castelao, Cernuda, Aresti, Gamoneda, Jorge Riechmann, Alberti, Gil de Biedma o don Antonio Machado. ¿Cómo, si no fuera así, podríamos pensarnos?

Para entendernos: un himno antifranquista, no es el único caso, lo han transformado en una canción nacionalista-secesionista. Con la señera lo mismo; la única válida es la suya, la estelada. Que Podemos usara la canción -no sé si lo sigue haciendo- en algunos de sus reuniones o encuentros es absolutamente incomprensible (sabiendo lo que sabemos de ese cambio de significantes no vacio). El despiste, como ocurre con la inclusión de autodeterminación (independencia!) en la marcha obrera, en la marcha de la dignidad del 28 de mayo, no tiene parangón. Así no hay forma, cómo vamos a ser, digamos lo que digamos, una alternativa nacional-popular. ¿Dónde situamos nuestra tradición federalista? ¿Dónde ubicamos la unión fraternal de todos los pueblos de España? ¿Es música trasnochada?

Por debajo de todo esto una idea tan básica como la siguiente: no valen currículums (o curricula como decía, dándoselas de culto, aquel ministro franquista que firmó penas de muerte): somos lo que ahora somos, no lo que fuimos. Llach fue un autor y cantante antifranquista; ahora es un diputado secesionista que da charlas, cuenta cuentos falsarios, un empresario al que, por todo lo que dice, el resto de trabajadoras españolas le importa un higo. No somos de los suyos, no somos parte de su Patria. La de Mas, Millet, Pujol junior, Ferrusola y don Pujol i Soley. ¡Menuda compañía! ¡Todo un proceso de liberación hacia Itaca!

Por lo demás, y puestos a hablar de L’estaca y de sus miembros, ¿dónde situarle a él después de sus declaraciones sobre los funcionarios, el cumplimiento de las nuevas “leyes catalanas” y las sanciones?

Feminismos & Clases sociales. Hay distintas clases sociales entre las mujeres. Y por lo tanto diferentes feminismos.

Este artículo se refiere a las diferencias por clase social que existen entre las mujeres y sus implicaciones en el desarrollo de políticas públicas relevantes para las mujeres (y para los hombres).

Entre los hombres, la manera de expresar su machismo (la manera de oprimir a la mujer) depende, en gran parte, de la clase social del que lo manifiesta. Naturalmente que hay puntos y comportamientos comunes, pero siempre, o casi siempre, la clase social del hombre define muy marcadamente cómo se expresa tal machismo. No es, pues, de extrañar que lo mismo ocurra entre las mujeres (en un comportamiento precisamente opuesto al machismo).

La bienvenida concienciación de las mujeres, como colectivo social, de la necesidad de conseguir los mismos derechos que los hombres, también viene marcada de una manera muy palpable por la clase social a la que la mujer pertenece o representa. De ahí la pluralidad de movimientos feministas. Quedó ello claro hace varios días en un hecho que adquiría gran visibilidad mediática en EEUU, y que ocurrió en la Harvard University, el centro académico con más recursos, más rico y más poderoso de EEUU. Tal universidad tiene 37.000 millones en endowment (es decir, en propiedad sobre la cual generar ingresos).

Las matrículas de los estudiantes son una parte muy minúscula de sus ingresos y, con tal propiedad, se ha convertido en uno de los centros de fondos de inversión más importantes del país. El hecho que sea un centro educativo es una actividad más que le da nombre, pero la mayoría de sus fondos se obtienen a través de las inversiones de su endowment. La riqueza de recursos es, pues, su característica principal. Dicha universidad es también donde parte de la élite de EE.UU. se educa, se socializa y configura su manera de pensar mediante los valores que tal universidad promueve. En EE.UU., es conocido que la cultura de tal centro es predominantemente conservadora y liberal (“liberal” en el sentido europeo de la palabra, pues la palabra “liberal” en EE.UU. quiere decir socialdemócrata o socialista, de los cuales hay muy pocos en Harvard.

Por cierto, el hecho que los corresponsables de los medios de información españoles parezcan no darse cuenta de esta diferencia en la utilización del término “liberal”, crea una confusión enorme en la audiencia de tales rotativos). El conservadurismo de Harvard aparece en todas sus dimensiones, incluyendo en su escasa sensibilidad hacia las poblaciones vulnerables y discriminadas, como afroamericanos, latinos y mujeres.

Ahora bien, en 1977 tomaron la decisión de intentar parecer más modernos y se abrieron lentamente a afroamericanos (procedentes, sin embargo, de escuelas privadas de élite, como fue el caso del estudiante Obama, que llegó a ser presidente del país), más tarde a latinos y, últimamente, a mujeres. Harvard quiere parecer moderna y feminista. Ahora bien, su conservadurismo y liberalismo estructural permanece y es marcado, apareciendo cuando uno menos se lo espera, como ocurrió recientemente cuando el que había sido ministro de Hacienda de la Administración Clinton, el señor Larry Summers fue nombrado, por el Executive Board de tal universidad, presidente de la Universidad.

En una entrevista, dicho señor Summers dijo que el hecho de que no hubiera más mujeres que fueran catedráticas en disciplinas científicas como física o química, se debía –según él- a razones biológicas, es decir, que las mujeres no eran hábiles para tales ciencias.

El feminismo de la clase de renta alta y mediana-alta
El escándalo que tales declaraciones crearon fue mayúsculo, de manera que el Executive Board de la Universidad rápidamente indicó que nombraría a una mujer como Presidenta, lo cual, por fin ocurrió. Se nombró como Presidenta a la Dra. Drew Faust, que era, además de ser mujer, una conocida feminista entre la comunidad científica que había animado a las mujeres (de su clase social, de renta alta y mediana-alta) a aspirar a lugares de alto poder institucional, rompiendo así con el monopolio del hombre en las estructuras de poder. Tal nombramiento fue celebrado prácticamente por la mayoría de las asociaciones feministas de EE.UU.

El feminismo popular
Ahora bien, hubo algunas mujeres de Harvard que no lo han celebrado. No eran ni profesoras, ni estudiantes, sino trabajadoras. Eran las mujeres de limpieza de la Universidad de Harvard (concretamente del hotel que tiene Harvard en su terreno, de siete pisos y cuarenta habitaciones, gestionado por la compañía Hilton Hotels & Resorts). Este hotel es uno de los más exitosos de Boston (los cuales, todos ellos, dependen primordialmente de la clientela provista por sus vinculados al mundo académico de tal ciudad). Tal hotel el año pasado consiguió uno de los mayores beneficios en el sector hotelero de la ciudad. Pero, a pesar de tal riqueza, las mujeres de la limpieza del hotel (la gran mayoría de ellas latinas) se encontraban entre las peor pagadas del sector, con mayor número de habitaciones a limpiar por día y mayor número de accidentes. Durante más de tres años tales mujeres han estado intentando sindicalizarse, pues, de conseguirlo, podrían defenderse colectivamente y negociar sus salarios, beneficios sociales y condiciones de trabajo.

Harvard, incluyendo su presidenta feminista, se ha opuesto durante muchos años. Y a pesar de las peticiones de las trabajadoras, muchas feministas de gran renombre en EE.UU., figuras del establishment político-mediático del país, ignoraron estas peticiones. En un interesante artículo en la revista The Nation, Sarah Lemand y Rebecca Rojas han detallado la enorme y heroica lucha de estas trabajadoras para conseguir que Harvard aceptara que pudieran sindicalizarse. Y las trabajadoras de limpieza descubrieron que hay tantos feminismos como clases sociales existen en EEUU. Y que las feministas del establishment político-académico-mediático estadounidense, no representaban los intereses de la mayoría de las mujeres que no pertenecen a tales clases pudientes y adineradas.

El conflicto entre estas dos clases (las clases de renta alta y mediana-alta, por un lado, y la clase trabajadora, por el otro) apareció también en la definición de sus intereses. La realidad es que la integración de las primeras en las estructuras de poder era y es irrelevante para la mujer de las clases populares. Y ello apareció también claramente en las últimas elecciones a la Presidencia de aquel país. El hecho de que la candidata a la presidencia del Partido Demócrata intentara movilizar a las mujeres presentándose como la candidata feminista es un ejemplo de ello. La gran mayoría de las mujeres de clase trabajadora no le votaron; apoyaron a Trump que, junto con el candidato socialista, apeló al voto de clase, incluyendo un discurso y unos temas de clara aceptación y atractivo para las clases populares. Clase social, después de todo, continúa siendo una variable clave para entender lo que pasa a nuestro alrededor, no solo en el mundo del hombre, sino también en el mundo de la mujer.

Las consecuencias de la debilidad del feminismo popular
Y esto ocurre también en España. La evidencia científica existente muestra claramente que, en España, aquellos servicios del Estado del bienestar que están menos desarrollados son precisamente los servicios de ayuda a las familias, tales como las escuelas de infancia –mal llamadas guarderías en nuestro país- y los servicios domiciliarios a las personas con dependencia. El déficit en el desarrollo de tales servicios en este país es enorme. Y en España cuando decimos “familia” queremos decir mujer. Es la mujer la que lleva la mayor carga de responsabilidades familiares. El contraste de los países del sur de Europa (donde las derechas han sido históricamente muy fuertes) con el norte (donde las izquierdas han sido históricamente muy fuertes) es abrumador. En Suecia, por ejemplo, el número de horas semanales dedicadas a las tareas familiares por parte de la mujer es de 26. El hombre, 22.

En España, la proporción es de 42 versus 8. Ahí radica el escasísimo desarrollo de los servicios de ayuda a las familias en el sur de Europa, con un coste humano enorme. La mujer española tiene tres veces más de enfermedades debidas al estrés que el hombre. Y la mujer más afectada es la de clase trabajadora que no tiene servicios privados como la de clase pudiente (la sirvienta), que puede ayudarla. De ahí que la mayoría de encuestas muestren que, además de mejor condiciones de trabajo y mejores salarios, las demandas más comunes por parte de las mujeres de las clases populares son las dirigidas a conseguir estos servicios.

Es urgente que los partidos políticos que están enraizados en las clases populares y que se consideren al servicio de dichas clases protagonicen y lideren la universalización de tales servicios en España. España (incluyendo Catalunya) necesita mayor concienciación de las necesidades de las mujeres pertenecientes a las clases populares. La evidencia de ello es abrumadora. Así de claro.

Fuente:
http://www.attac.es/2017/04/16/hay-distintas-clases-sociales-entre-las-mujeres-y-por-lo-tanto-diferentes-feminismos/

_--Materniqué?

_--Le compra ($) los óvulos a una ucraniana para que su bebé sea ario (rubia/o y alta/o con ojos claros, aunque él es moreno y bajito). Le alquila ($) el cuerpo a una hindú para que la gestación le salga barata.

Le paga ($) a una ecuatoriana para que críe al bebé porque como trabaja mucho no puede criarlo (y ella como trabaja para él tampoco puede criar a sus hijos)

Tres madres y ninguna con derechos. Tres mujeres de países pobres que ponen en riesgo su salud y su vida para "ayudar" y "hacer realidad los sueños" de los habitantes del primer mundo. Lo llaman "generosidad", pero es "necesidad". Las ricas no venden sus cuerpos.

El bebé pertenece al que pone la plata ($), pero tiene que ser un producto perfecto. Si sale con sindrome de Down, enfermedades graves o malformaciones, lo rechaza, se lo deja a la hindú que lo tuvo 9 meses en su vientre (ahora si se le considera madre) y reclama a la granja de madres que le devuelvan el dinero.

Así funcionan el patriarcado y el capitalismo juntos: las mujeres pobres y sus cuerpos al servicio de los deseos de los ricos. Compran, alquilan, pagan, plata y dinero, dinero y dinero. Y luego hablan de derechos en lugar de deseos y de solidaridad y altruismo? Bellas palabras que no se corresponden para nada con la realidad. Sirven para camuflar la realidad, para disfrazarla y ocultarla. Pero la realidad es tozuda, aparece y reaparece cuando surge una imperfección, un defecto, una inconveniencia...

Basta de historias y de cuentos,... basta de dinero!!! Hasta cuando van a seguir tratándonos de engañar?
Mueren millones de niños pobres de hambre. Por qué no adoptan uno y así lo salvan de la muerte segura y terrible,...

#NoCompresAdopta
#NoExplotesNiComerciesConMujeres
#StopComercioConBebés
#MachismoDuele
#CapitalismoPatriarcal
#NoSomosVasijas

Coral Herrera Gómez
30 de abril a las 14:57 ·

jueves, 18 de mayo de 2017

Qué es microaprendizaje y por qué esta técnica que hace que los segundos cuenten está cada vez más de moda.

¿Estás esperando a que se descargue un video o a que te respondan un mensaje? ¿Qué tal si puedes hacer algo de provecho en esos micromomentos? ¿Tal vez aprender una lengua?


La crónica es cuando menos curiosa. Siempre nos han contado que el comunismo acaba con la libertad y con muchas mas cosas que por sabido no es necesario describir. Sin embargo aquí nos muestran lo contrario; mujeres libres en un país como la India, donde hace poco nos describían la existencia terrible que llevaban las viudas en una ciudad a donde eran apartadas, por hablar solo de un aspecto. Y la variable que he encontrado, al menos yo, es únicamente el tipo de gobierno. Después decimos, porque nos dicen, que todos los políticos son iguales. ¿No habrá un interés en hacérnoslo creer? Sí, para que nos de igual todo y no ejerzamos nuestros derechos, comenzando por el de votación y siguiendo por el de reunión, asociación y expresión... Empiezo a sospechar que hay mucha manipulación en tantas cosas... como el cuento de la perfección de la empresa privada y los Bancos modelos de ella, a "liberalizar" (¡QUÉ PALABRA TAN BONITA!) y ahora resulta que no saben, ni lo que tienen, ni lo que deben... ¿¡dónde está esa perfección?¡¡ Que tengáis un buen día y mucha fe y esperanza para cambiar... a mejor. (BBC)

http://www.bbc.com/mundo/noticias-39746825

Cuatro hermanos de 110, 109, 103 y 101 años iluminan los genes de la longevidad. Un proyecto que estudia el ADN de personas centenarias busca retrasar el envejecimiento.

"¿Nadie te ha recomendado que dejes de fumar?", le preguntó en Nueva York el médico Nir Barzilai a Helen Kahn. “Sí, claro, pero los cuatro médicos que me recomendaron dejar de fumar han muerto”, respondió ella. Kahn, a la que todos llamaban Happy (Feliz), fumó durante casi 95 años. Falleció, tras una vida saludable, pocas semanas antes de cumplir 110 años.

Su hermano, Irving Kahn, fue una leyenda de Wall Street. Empezó a trabajar en la Bolsa de Nueva York poco antes del Crac de 1929. Y siguió yendo a trabajar como analista financiero hasta poco antes de su muerte, en 2015, a la edad de 109 años. Antes murieron su hermano Peter, a los 103, y su hermana Lee, a los 101.

“Los hermanos Kahn demuestran que tenemos la capacidad como especie de vivir hasta los 110 años de manera saludable. Los cuatro tuvieron salud hasta el final de su vida. Y también muestran que existe un factor genético”, explica Barzilai, director del Instituto para la Investigación del Envejecimiento de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York.

Barzilai, nacido en Haifa (Israel) en 1955, tuvo una juventud movida, como médico del Ejército israelí. Participó en 1976 en una misión de rescate de 102 judíos secuestrados por palestinos en el aeropuerto de Entebbe (Uganda), trabajó en un campo de refugiados durante la Guerra de Camboya hasta 1980 y ayudó a levantar una aldea en la tierra de los zulúes, en Sudáfrica, en 1983.

Ahora, Barzilai dirige el Proyecto de los Genes de la Longevidad, un ambicioso estudio para investigar el material genético de 670 personas que han vivido alrededor de 100 años o más. Todos son judíos asquenazíes, una población históricamente homogénea que constituye un laboratorio perfecto para estudiar su genética. El trabajo arrancó en 1998. La mayoría, como los hermanos Kahn, ya ha muerto. Pero su ADN sigue hablando.

“El 60% de nuestros hombres centenarios y el 30% de nuestras mujeres fumaron durante un largo periodo de tiempo. Casi el 50% eran obesos durante su vida y menos del 50% hacían ejercicio. No hacen nada saludable. Tienen genes que los protegen. Y los tenemos que encontrar”, proclama Barzilai, de paso por Madrid para inaugurar el Congreso Interdisciplinar de Genética Humana, invitado por la Fundación Instituto Roche.

Los hermanos Kahn, relata, tenían una mutación en un gen asociada a niveles más altos de colesterol bueno. “Y hay más proporción de personas con esta mutación entre los centenarios que en cualquier otro rango de edad”, señala el médico israelí. Las personas que presentan esta mutación tienen, además, menos probabilidades de sufrir alzhéimer.

El 60% de los hombres centenarios y el 30% de las mujeres fumaron durante un largo periodo de tiempo: sus genes, aparentemente, los protegen

En el congreso de Madrid, el médico israelí adelantó un nuevo hallazgo. “Los ponis viven más que el resto de los caballos. Y los perros pequeños viven más que los grandes. Yo pensaba que esto no iba a ocurrir en los humanos, pero estaba equivocado. Más de la mitad de mis centenarios no tienen una actividad correcta de la hormona del crecimiento, por varias razones”, detalla. Sus resultados, afirma, se publicarán próximamente en la revista especializada Science Advances.

Estos mecanismos son más habituales en las mujeres. “Una cantidad baja de hormona del crecimiento las protege de morir. Incluso las mujeres de 100 años, si tienen muy poca hormona del crecimiento, vivirán el doble de tiempo más que las mujeres de 100 años con niveles más altos”, subraya Barzilai.

Al final de este verano, el médico pretende comenzar un ensayo clínico que será revolucionario si confirma sus sospechas. La hipótesis de Barzilai, como la de muchos expertos, es que las enfermedades asociadas al envejecimiento —como el cáncer, el alzhéimer, los ataques cerebrales y los problemas cardiovasculares— se pueden retrasar en bloque.

Barzilai cree que un fármaco, la metformina, retrasará en bloque las enfermedades del envejecimiento

El ensayo, que costará 70 millones de dólares, reclutará a 3.000 personas de entre 65 y 80 años. La mitad de ellas tomará metformina, un fármaco muy utilizado para controlar la cantidad de azúcar en sangre en pacientes con diabetes tipo 2. Pero, en este caso, nadie tiene diabetes. La otra mitad de los participantes no tomará nada.

El equipo de Barzilai cree que la metformina retrasará las enfermedades del envejecimiento respecto al grupo de control. Pruebas en animales y datos epidemiológicos en humanos asocian la metformina a una mayor longevidad y a menos casos de cáncer, alzhéimer y enfermedades cardiovasculares.

El ensayo clínico, según reconoce Barzilai, además de una prueba de concepto en realidad es una excusa. En la actualidad, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) evalúa los fármacos y los aprueba para una determinada indicación, pero no posee ninguna indicación para el retraso en bloque de las enfermedades asociadas al envejecimiento. Si la metformina funciona, siendo un fármaco genérico y barato cuya seguridad está sobradamente demostrada, la FDA abrirá la puerta a ensayos con otros fármacos más prometedores contra el envejecimiento, pero con mayores riesgos, como la rapamicina.

Barzilai, conocido por sus colegas por empalmar un chiste con otro, es optimista respecto al futuro. En el congreso de Madrid, arrancó su charla contando el caso de un hombre de 100 años que fue a hacerse un seguro de vida. “No hacemos pólizas a personas de 100 años”, le informaron. “¿Cómo que no? Mi madre se acaba de hacer un seguro de vida aquí”, respondió. Tras pedirle disculpas, los empleados de la aseguradora le citaron para que firmara los papeles el siguiente martes. “El martes no puedo. Se casa mi abuelo”, lamentó el hombre de 100 años. “¿Su abuelo?”, exclamaron los trabajadores. “Sí, él no quería, pero sus padres le han presionado”, contestó el centenario.

http://elpais.com/elpais/2017/04/28/ciencia/1493394455_199979.html

miércoles, 17 de mayo de 2017

Elogio del bistrot

Gregorio Morán
La Vanguardia

Como un cruasán parisino a las nueve de la mañana, crujiente y cálido, se me quedó entre las manos un libro. Cien páginas escritas en estado de gracia y gozo, memorables. Recién salido del horno. Marc Augé ha editado en castellano (editorial Gallo Nero) la que yo creo su parcela más íntima, la evocación de los bistrots parisinos, ahora que él es ya algo mayor (Poitiers, 1935) y conserva la memoria proustiana de sus años mozos, aparcando su papel académico de antropólogo y presidente de la Escuela de Altos Estudios durante diez años (1985-1995).

Me encerré en mi habitación de hotel hasta terminarlo, en la ansiedad de que no se acabara nunca, algo que me ha sucedido lamentablemente pocas veces en mi vida y que recuerdo en otro caso, memorable, con las memorias de infancia de don Ramón Carande, el historiador, cuya gracia y gloria leí en una edición más ajada que los banqueros de Carlos V, que encontré en una desvencijada tienda de objetos horrendos en la singular villa de Aguilar de Campoo, en la Castilla profunda con aroma de galletas.

Marc Augé va desgranando con brillantez las historias de los bistrots parisinos. Preñadas de apuntes, reseñas, comentarios sobre la importancia que tuvieron para la cultura francesa los bistrots, y no porque los frecuentaran Sartre o Aragon, sino porque la ciudadanía los hizo suyos. Ese lugar que es más que una taberna y menos que un restaurante, pero donde lo sustancial resulta la comodidad, el compañerismo efímero, el recurso a una vida urbana intensa donde los únicos oasis para gente común o vistosa, amiga o desconocida, está en tomarse algo en un sitio acogedor. Evito repetirlo porque no lograría ni un pálido reflejo de lo que Augé va descargando a vuelapluma, en conocedor, entre ironías y evocaciones.

¡Qué delicia de libro! Cuando alguien escribe una cosa así, está de más la Escuela de Altos Estudios y le bastaría con esto para ser recordado y añorado. El tipo aquel que nos hizo felices una tarde calurosa en un modesto hotel del Madrid de toda la vida.

El bistrot está ligado a un mundo pequeñoburgués sin ninguna conciencia de clase, sencillamente gente común, o ilustre, que tiene en el bistrot su lugar de encuentro, su momento menos feliz que comparte con unos parroquianos que ni siquiera le conocen de nada pero para quienes es un compa con el que se toma un vino, o incluso un plato sólido que siempre está escrito con tiza en una pizarra que se renueva cada día.

Nosotros no tenemos esa historia. Lo nuestro fue la tasca, la taberna –el PSOE se fundó en una de ellas–, y ahí cabe reconocer que Madrid y Barcelona, siendo paralelas, fueron diferentes. Ahora que proliferan en Barcelona las bodegas, tantos años abandonadas, somos conscientes del esnobismo, la cocina de alta gama, el diseño. ¡A Barcelona la envenenó el diseño! ¡Oh, qué tiempos! Madrid conservó, en parte, ese aire de poblachón manchego, que calificó Cela, un señorito frustrado que llegó demasiado tarde a descubrir la exquisitez que no fuera un puticlub y un escritor voraz por encima de sus pretensiones.

Aquellas tascas de la Barcelona que yo conocí hace cuarenta años fenecieron porque no eran modernas. Recuerdo los desayunos de tenedor en lo más parecido a un bistrot de Gran Vía, casi esquina con paseo de Gràcia. ¿Bar Estación se llamaba? A los paletos que llegábamos de Madrid nos fascinaba. Apearse del tren y un desayuno a la antigua. Durante muchos años en los setenta frecuentaba un chiringuito que no llegaba a tasca, sin mesas, sólo barra, en el cruce de la avenida Madrid con plaza del Centre, donde desayunaba a partir de las siete de la mañana la más sabrosa tortilla de calabacín que recuerdo.

Siempre fue un tema de disenso entre el gran Rafael Chirbes y yo, el valor de las barras de taberna. Él las adoraba, podía pasarse horas charlando en la barra, mientras que a mí, siguiendo una tradición del norte, que Cunqueiro convertiría en leyenda, me son incómodas apenas pasan quince minutos. En Madrid existe un lugar para los lugareños madrugadores –calle San Onofre– donde se pueden desayunar las tortillas de patata más deliciosas, templadas, si se llega a tiempo y bajo un nombre tan de fiesta zarzuelera como La Austríaca, pero sería un equivalente humilde de un bistrot a la española; no hay mesas más que adosadas a la pared o con esas sillas para jirafas, pero con una dueña que sí mantiene el halo de haberse dedicado a la clientela toda su vida. “Hace mucho que usted no viene por aquí”. Sin comentarios. El café, ristretto, a la italiana.

Lo más parecido a un bistrot madrileño-barcelonés que yo conozco es Casa Sacha –Botillería y Fogón Sacha–, un pequeño restaurante, poco más de diez mesas, que frecuento desde los años setenta, cuando los dueños llegaron de Sitges. Él, vasco y publicitario, y ella cocinera. No creo que haya en Madrid restaurante más digno y menos pretencioso, haciendo la cocina que se va perdiendo, fuera de las mariconadas de las espumas y el pesado del camarero explicándote, con grosería inaudita, que interrumpe la conversación para detallarte la composición del artefacto que debes comerte, guía Michelin, dos estrellas. Oiga, ¿tienen mollejas, riñones, sesos…? Como si se tratara de una ofensa. Imagino el gesto de Sacha, el heredero, ante tamaña frivolidad.

En Madrid es obligado, quizá por costumbre, servir una copa, aunque sea de vino de tropa, y añadir una tapa. Yo recuerdo cuando en la calle Embajadores o en Legazpi el aditamento era un pajarito frito. ¡Un pajarito! Qué dirán las niñas cuyos padres y abuelos siguen comiendo a sus empleados como si fueran pájaros a los que ni siquiera fríen. El bocado de pajarito, entero, en la boca es una delicia que hubo de eliminarse porque se hubiera acabado con la especie, no con el placer.

Gracias a la migración latinoamericana Barcelona no se ha perdido la cocina de casquería. Recuerdo visitar la Boqueria, ese museo de la destrucción del gran comercio barcelonés, buscando lengua, callos o riñones. Ahora hay un auténtico aluvión que supera aquel complejo de clases medias establecidas, o como se recordaba en las carnicerías de mi infancia: “Deme un filete muy fino, lo más delgado que pueda, porque si no mi hija no lo quiere comer; le da asco”. ¡A su bolsillo, señora!

Por eso, entre otras cosas no tenemos bistrots. Los obreros iban a las tascas y los señoritos a los cafés; había gente en mi Oviedo natal que se pasaba la tarde entera en el Café Peñalba consumiendo un café con leche, “poco cargado, porque me afecta mucho a los nervios”. Seis, ocho horas de café con leche. Con el tiempo cerraron. Eso no hay economía que lo soporte.

Somos hijos del hambre y la hidalguía, que no se come, pero se consume. Gracias, Marc Augé, por este libro que para nosotros es como un vademécum del pasado que la gente aceptó, como un misal sin salmos. Cuando algún historiador tonto, que abundan como los hongos, recuerda que los obreros en Catalunya comían arroz los jueves, me quedo perplejo de esta generación formada en la botifarra amb seques o el cocido madrileño de pobre –caldo, garbanzos y pescuezo de gallina–. Los obreros durante muchos años detestaban el arroz porque era alimento para los pollos. Mi abuelo materno, maestro armero, decía entre trago y trago de vinazo de León: “El arroz pa’ las pitas (gallinas), y las pitas pa’ mí”.


http://www.lavanguardia.com/opinion/20170422/421939524160/elogio-del-bistrot.html

martes, 16 de mayo de 2017

_--Terry McMillan: “No voy a pedir disculpas por ser inteligente”. La gran escritora del empoderamiento vuelve con una novela sobre el derecho a cambiar de carril

_--Hay personas que pueden transformar el mundo, o al menos empujar en alguna dirección que lo hace más interesante. Terry McMillan, una escritora que ha acumulado millones de lectores en todo el mundo y que ha visto llevados al cine y televisión sus mayores éxitos, es una de ellas. Su estilo fresco y cargado de humor ha pintado el mundo de la amistad, los amores frustrados y los posibles, el racismo de alta y baja intensidad hasta convertirla en la escritora del empoderamiento, capaz de acompañar a las mujeres (a las negras y a todas) en su batalla por hablar en voz alta y propia en Estados Unidos. McMillan acaba de publicar en España su nueva novela, Casi me olvido de ti (Adn), y recibe a EL PAÍS en el corazón de Pasadena (Los Ángeles), donde se desenvuelve como si fuera la reina natural de un reino de otro mundo. Su mundo.

Entra McMillan en el restaurante elegido y cada soldado del ejército de camareros que va saliendo al paso recibe su halago, su comentario emocionado sobre sus pendientes, sus rastas o su corte de pelo. Es torrencial y contundente, una persona enérgica que ha sumado ya 65 años desde que nació en una familia humilde en Port Huron (Michigan), que ha sabido conectar con generaciones de americanos encadenando best sellers y que acumula también enfados sonoros que alienta sin tapujos en público: contra Donald Trump, contra los racistas y machistas en general, contra los cánones de belleza delgada o contra el New York Times por intentar etiquetar su literatura. Vamos por partes.

Pregunta. ¿Cómo elige a sus personajes?
Respuesta. Mis personajes son vulnerables, como nosotros. Elijo a gente que hace malas elecciones, que tiene cierta intranquilidad ante su vida pero eso no significa que no nos gusten. Aunque no son brillantes tampoco son idiotas, simplemente están asustados, como la mayoría de nosotros, y lo que intento es que acepten que si no son capaces de tomar una decisión, aunque sea un pequeño paso hacia adelante, sus problemas irán a peor.

Sus personajes son todo eso y también unos buscadores de soluciones a conflictos que son, como sostiene, “de lo que trata finalmente una novela”. Georgia, la protagonista de Casi me olvido de ti, es una mujer dos veces divorciada y ahora sola tras la marcha de sus hijas que decide repasar los grandes amores de su vida. Como pueden adivinar, no hay pasado que pueda resistir una revisión lógica de decisiones, de abandonos, de enamoramientos o infidelidades incomprensibles a la luz de la razón y, créanme, una vez leído no podrán evitar hacer el suyo propio.

P. ¿Usted lo ha hecho?
R. No, yo nunca he vuelto atrás para analizar a mis amantes, amigos, novios. Yo no me pondría a mí de personaje, eso me parece masturbación literaria, mis personajes deben ser distintos a mí porque es la única manera de que empatice con ellos. Pero me fortalezco gracias a ellos y pensé que si necesitas -como Georgia- saber cómo has llegado a donde has llegado, a un lugar que no te satisface y que quieres cambiar, no puedes excluir del análisis a la gente a la que amaste porque todo es acumulativo. Es un libro sobre cambios en la vida, sobre el riesgo de cambiarlas y el miedo a hacerlo. Y lo básico es que, si no haces daño a nadie ¡cámbialas!

Casi me olvido de ti es un libro sobre cambios de carril en plena madurez, sobre el derecho a probar algo nuevo, a cambiar de opinión y arriesgarse en busca de algo incierto pero más propio. También sobre la lealtad de los amigos. “Empatizas con ellos aunque no te guste lo que hacen. Así son mis personajes”. Y, fundamentalmente, sobre el derecho a encontrar una vocación que ella tiene clara, pero que tantas veces se resiste para tanta gente.

“Yo no elegí la literatura, pero ella me eligió a mí. Yo no fui a la universidad a ser escritora, pero resultó así. Como no elijo las historias y personajes por decisiones académicas, sino que ellos me eligen a mí. Y adoro lo que hago”. McMillan eligió estudiar periodismo en Berkeley (California) tras desechar la literatura en inglés (“la mayoría de lo que se estudiaba era de blancos y yo no me puedo identificar, era aburrido”), pero se inventaba las crónicas y críticas en la revista de la universidad y reconoce que le interesó más ficcionar la realidad que relatarla. “En periodismo hay que decir la verdad y no me gustaba decir la verdad”.

P. ¿Prefiere inventarla?
R. Sí. Mentía escribiendo y me ponían la mejor nota (ríe y asiente), así que me dije: si soy buena mintiendo, adelante. Era más liberador.

Así fue como, huyendo del Periodismo y de la Sociología que también le tentó estudiar, decidió retratar a la gente a su manera: novelando. Llegó Mama y, sobre todo, Esperando un respiro, el gran éxito que la lanzó al estrellato en 1992, con más de tres millones de copias vendidas y llevada al cine por Forest Whitaker con Whitney Houston como protagonista. “La fama te da entrada a algunas cosas, pero hay que hacer lo que quieras hacer porque te guste, no por la fama”.

La fama y ella no siempre han sido buenas amigas. En 2005, el mundo pudo contemplar la ruptura con su marido, Jonathan Plummer, que acudió a las televisiones para anunciar su salida del armario y le exigió un dinero en un conflicto que les llevó a los tribunales. Ella misma acudió dos veces al programa de Oprah y no lo lamenta. “No me arrepiento porque lo que me ocurrió a mí les ha pasado a muchas mujeres y eso les puede ayudar. La primera vez que fui yo estaba enloquecida y quería que el mundo supiera que este joven había violado mi confianza, no porque fuera homosexual, sino por lo que hizo, porque violó mi confianza y me intentó robar el dinero. Y cuatro años después fui porque le había perdonado. Teníamos un acuerdo prenupcial por el que no iba a conseguir más que lo que yo quisiera darle, y él habría conseguido más si no hubiera hecho eso. Ahora somos amigos. No se quedó con mi dinero y la vida no se acaba ahí”.

Este episodio de salida del armario lo ha trasladado a uno de los personajes de la novela, uno de los yernos de Georgia, que curiosamente afronta dos reacciones contrapuestas: recibe la furia y violencia de su mujer y cierta comprensión de su suegra.

P. ¿Son ambas reacciones un compendio de lo que le pasó a usted?
R. Quería ser capaz de decir que el tiempo de cada persona es diferente. El enfado es apropiado para la hija, pero Georgia está más evolucionada y aunque se siente mal por su hija, sabe que no es una elección.

Usted odia las etiquetas, pero estamos de acuerdo en que
podemos llamar a sus libros hace literatura del empoderamiento.
R. Eso es lo que hago, lo sé.

P. ¿Y hemos ganado la batalla? ¿Las mujeres se han empoderado?
R. Ahora al menos nosotras nos definimos y cuidamos, no necesitamos que un hombre nos defina ni nos cuide, tenemos valor, poder, es una forma de pensar diferente. Ahora lo que hagas con tu cuerpo es asunto tuyo y antes no se podía. La película Figuras ocultas (sobre las científicas negras que hicieron posible desde el anonimato en la NASA el viaje a la luna) costó 25 millones y ha recaudado 170 y no porque la gente negra quiera ver la película, sino porque muchas mujeres en general se han dado cuenta de que no les gusta cómo funcionan las cosas, no tenemos que pedir disculpas por ser inteligentes.

P. ¿Y cree que Trump supondrá un paso atrás?
R. No hay vuelta atrás. Las mujeres ya conocemos nuestro poder, nadie nos tiene que decir lo que hacer. Yo tengo 65 años y cuando mi hijo tenía 8 (ahora tiene 32) le dije: “Saúl: no me importa de qué raza sea tu novia, o tu novio, puedes salir con una chica blanca… pero que no sea una mierda”.

McMillan ha luchado siempre por la aceptación del físico, de la diferencia sin condenas y por ello acompaña a generaciones que antes se vieron sojuzgadas: “Yo soy de huesos grandes, nunca seré talla 6 (36 en España) ni quiero serlo, tendré siempre talla 10 o 12 (40 o 42), pero mi línea es saludable, soy diabética desde hace dos años y ahora tengo que hacer más ejercicio. Pero no quiero tratar de parecer que tengo 40 años”.

Esa furia con la que escribe y defiende sus posiciones es la que la ha llevado a criticar frontalmente a medios como The New York Times: “Son racistas, me han catalogado como Trump cataloga a Obama por ser negro. Yo considero que hago literatura, eso les enfada e intentan definirme como chick lit (novelas escritas y dirigidas a mujeres) porque escribo sobre mujeres. ¿Decimos que los hombres escriben sobre hombres? ¿Que los británicos escriben sobre británicos? Piensan así porque son blancos. Pero no necesito que nadie defina mi literatura. Conozco todos esos términos y lo que yo tengo es voz propia. Yo tengo una voz, sé cómo contar una historia y no tengo que pedir disculpas por ello. Si Obama hiciera las cosas que está haciendo Trump, si hubiera puesto un supremacista negro de estratega (por Steve Bannon) o una hija en la Casa Blanca para hacer sus negocios (por Ivanka) ya estaría muerto. Se nos exige más. A las autoras blancas no se les dice que escriben sobre blancas. Yo escribo sobre mujeres, no sobre negritud, porque si te deja un novio te da igual el color, sientes lo mismo que mis personajes negros. Cuando compro un libro no pienso: “voy a comprar un libro de blancos”.

P. ¿Y cómo define Terry McMillan su literatura?
R. Es comedia trágica. Significa que es serio, pero con humor. Hay momentos oscuros y cosas oscuras, pero eso no es suficiente para tumbarte. Pueden pasar cosas trágicas pero como lector no voy a dejarte tirado en el escenario del accidente. Me preocupo por mis personajes y cuando me meto en su piel siento como ellos, no voy a abandonarles.

Por ello se levanta siempre a las cinco de la mañana, para que sus personajes se defiendan solos en su ordenador mientras ella -dice- desaparece tras ellos.

McMillan se despide tras dejar torrentes de críticas a Donald Trump, las mismas que vuelca en Twitter, y halagos entusiastas a quien se cruza en su camino. Y aunque no le gusten las etiquetas, el empoderamiento parece caminar con ella.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/20/actualidad/1492704594_713011.html?rel=lom

lunes, 15 de mayo de 2017

_--La ferocidad del poder del lenguaje para trampear la realidad. La corrupción política y el drama de los refugiados sirve a Miguel del Arco para analizar la manipulación de la palabra en ‘Refugio’.

_--Por obra y arte del lenguaje, en esta función oscura y devastadora nada es lo que parece. Es la corrupción de las palabras lo que vertebra la obra Refugio, escrita y dirigida por Miguel del Arco que se estrena mañana en el Teatro María Guerrero de Madrid hasta el próximo 11 de junio. “El anhelo del corazón siempre inventa mil ficciones que lo arrope”. La frase de Alcestes en el Misántropo de Moliere mece de manera suave pero decidida toda la reflexión que se agolpa en este montaje, en el que Del Arco utiliza la corrupción de los políticos y el drama de los refugiados para lanzar un dardo sobre el poder del lenguaje para trampear la realidad y manipularla.

La inicial inspiración de Teorema de Pasolini sobre cómo una presencia extraña cambia y desestabiliza la vida de una familia ha quedado en lejano referente. Aunque la historia de Refugio se centra en la familia de un político corrupto y una cantante de ópera que se ha quedado sin voz, que acoge en su casa a un refugiado que ha perdido a su mujer y su hijo en la travesía que les traía al sueño europeo, Miguel del Arco (Madrid, 1965) admite que la deriva del texto se ha ido encaminando a cómo cada uno va construyendo su propia historia y narrándose a sí mismo. De cómo el lenguaje se convierte en una fuente de incomunicación y en arma de doble filo. “Cada uno de nosotros nos hacemos nuestro propio refugio con el lenguaje, nos escondemos detrás de las palabras”, asegura Del Arco, tras un ensayo en el María Guerrero, mítico teatro en el que se estrena, y que ha contado en el reparto de la obra con Israel Elejalde, Raúl Prieto, Beatriz Argüello, Carmen Arévalo, Macarena Sanz, María Morales y Huego de la Vega.

Con la bofetada de los casos de corrupción política de esta misma semana en España, la obra parece escrita ayer mismo, con las dimisiones, los encarcelamientos y las asunciones teóricas de responsabilidades. En este caso, como en tantos otros, la realidad ha superado con creces la ficción. “He querido hablar de la corrupción del lenguaje a través de estos políticos, porque quien tiene la palabra tiene el poder, pero también del silencio de este refugiado que se niega a unir palabras porque lo que quiere es morirse. Esa especie de normalidad civilizada, con los discursos inventados por los políticos para los telediarios, en la que vivimos me deshace, me paraliza. Hemos normalizado una manera de hablar que no tiene nada que ver con la compasión. Estamos construyendo un mundo devastador”, se lamenta el autor, que asegura, sin embargo, confiar en el ser humano y en la posibilidad de cambio. De esperanza y empatía, en definitiva.

Es Refugio una obra con la que el autor confiesa que, por primera vez, ha amordazado intencionadamente al director. Uno de los responsables del nuevo Teatro Pavón Kamikaze y creador de importantes montajes teatrales como La función por hacer, Hamlet, Misántropo o La violación de Lucrecia, Del Arco asegura que hasta ahora decía de sí mismo que era un director que escribía. Todo ha cambiado con Refugio. “Ya no me intranquiliza la idea de ser autor. Un director quiere siempre saber cómo suceden las cosas, cómo se va a poner este texto en escena, pero con esta obra comenzamos los ensayos sin saber siquiera como se iban a resolver algunos asuntos claves. Nunca he sido tan libre y tan imaginativo como autor”. Libre e imaginativo como ese enorme y hermoso cubo de cristal que acoge este montaje. Un cubo que es refugio pero también cárcel. Una pecera, una jaula, un lugar de encuentro a la vista de todos.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/26/actualidad/1493215507_203688.html

En esta interpretación de una vieja canción francesa, C'est Si Bon, por parte de Jolie Môme, con un arreglo de jazz fusión, nos sorprende por sus atractivos, su ritmo, su armonía, su melodía, su encanto, su "charme", su amplia sonrisa, sus suaves gestos, su mirada cómplice y coqueta, una buena parte de sus armas de mujer, una interpretación encantadora, maravillosa por su sencillez y optimismo, todo "tan bien" que al oírla sale uno a la calle lleno de alegría y ganas de vivir, en esta primavera tan hermosa... clik y ampliar la pantalla para disfrutar.

domingo, 14 de mayo de 2017

_--Más de cien artículos científicos retirados por fraude son una llamada de atención: o cambiamos el sistema o tendremos problemas.

_--Más de cien papers acaban de ser retractados de la revista Tumor Biology después de que se descubriera que los autores fingieron el proceso de revisión de pares. No es un hecho aislado: el año pasado cayeron otros 58 artículos científicos de los que 25 fueron de la misma revista.

Pero, siendo sinceros, esto es solo una gota en el océano de problemas que arrastra la ciencia contemporánea. Hoy las debilidades del sistema de publicación científica afectan a la investigación del cáncer, pero si no buscamos una solución pronto las consecuencias pueden ser mucho más graves.

La plaga de los artículos retractados
Basta con echar un ojo a Retraction Watch para ver que cada día se retractan numerosos artículos por todo el mundo. Distinguir entre fraudes, malas prácticas y errores se está convirtiendo en todo un problema. Los ánimos están tan caldeados que muchos investigadores llegan a decir abiertamente que tienen miedo de que un error se convierta en su 'tumba profesional'.

Este caso es llamativo no solo por el número de artículos, sino por la forma en que lo han hecho. Para publicar un artículo científico se tiene que pasar por una 'revisión de pares' anónima. Es decir, el texto se envía a otros expertos del área para que vean si está bien hecho, si es interesante y si es novedoso. El problema es que las revisiones de artículos están mal gestionadas.

El sistema se basa en tener a superexpertos trabajando sin remuneración para revistas que suelen ganar mucho dinero. Algo que, quién lo iba a decir, no funciona todo lo bien que nos gustaría. En los últimos años, los investigadores pueden sugerir revisores para un trabajo concreto. Esto es así porque el nivel técnico de muchas de las investigaciones es tan alto que solo hay un grupo reducido de especialistas con suficientes conocimientos para revisar el trabajo; pero también porque las revistas están muy desesperadas por encontrar revisores.

El misterioso caso del revisor fantasma
Lo curioso del caso no es que se haya creado un cártel o un colegio invisible. Es decir, no se trata de un grupo de investigadores que 'trapicheaban' con las revisiones de sus propios artículos. El fraude ha consistido, directamente, en inventarse investigadores que no existían, con correos y cargos falsos en universidades de todo el mundo.

Como explicaba la editora de la revista Research Integrity and Peer Review Elizabeth Wager en Ars Technica, los revisores falsos "sabían cómo eran las revisiones y las hacían plausibles". Sin embargo, no fueron plausibles en todo el proceso de revisión.

Tanto es así que los pillaron por puntuales. Las revisiones habituales no suelen llegar en fecha y suelen retrasar todo el proceso de publicación científica. Los revisores falsos, en cambio, siempre eran puntuales. Algo demasiado bueno para ser verdad.

La profesionalización del fraude
Según la investigación, el problema ha ido creciendo porque el fraude se ha 'profesionalizado'. Según parece, el origen del problema no está solo en los investigadores, sino en algunos servicios que usan de forma asidua los grupos de investigación que no son angloparlantantes.

Según parece, hay ciertas empresas de traducción y de servicios editoriales que habían convertido la revisión fraudulenta en un servicio más. Muchas veces sin que ni los investigadores lo supieran.

Ante las sospechas, Springer, la antigua editora de la revista, decidió hacer un análisis más completo de todo lo que estaba pasando en la revista. Ahí descubrieron nuevos revisores falsos y, por ahora, han caído 107 papers.

Un problema de fondo
Hace unos días, Marcus Banks en Slate defendía que necesitábamos un GitHub para la investigación académica. Es una reflexión que se enmarca en un problema que viene de largo: el paper (el artículo científico) ha sido, durante siglos, una de las vías más exitosas para comunicar ciencia. En las últimas décadas, ha dejado atrás a libros y monográficos.

Sin embargo, es un sistema demasiado estático y poco versátil. Como decía Banks, el lamentable y fraudulento estudio de Wakefield en el que relacionaba vacunas y autismo se publicó en 1998. Pero, aunque se supo casi de inmediato que era falso, Lancet, la revista que lo publicó, solo lo retractó completamente en 2010.

Daniel Lakens, profesor de psicología experimental en la Universidad Tecnológica de Eindhoven y uno de los 'activistas de la replicabilidad' más conocidos de los últimos años, fue mucho más allá. Para él, ha llegado el momento en que las entradas de un blog tienen más calidad científica que muchos artículos científicos. Lakens lo tiene claro: son más abiertos, más dinámicos, más innovadores y se corrigen mejor.

Lakens siempre está a mitad de camino entre el argumento interesante y la boutade, pero sin duda ahí hay un problema importante. Todo el sistema de la ciencia contemporánea se fundamenta sobre una base bibliométrica que atraviesa serios problemas, pero que, como podemos ver, no sabemos cómo solucionar. Los próximos años van a ser fundamentales... y muy divertidos.

Javier Jiménez Editor de ciencia de las revistas electrónicas Xataka y Magnet.
Fuente:
https://m.xataka.com/investigacion/mas-de-cien-articulos-cientificos-retirados-por-fraude-son-una-llamada-de-atencion-o-cambiamos-el-sistema-o-tendremos-problemas

Periodismo de ficción en Yemen

El periodismo en este país ha alcanzado tal grado de perfección que basta una palabra para resumirlo: Marhuenda. Lo imputaron el jueves y lo desimputaron el martes. La justicia de marcha atrás también requiere de un léxico con caja de cambios. Primero se investiga a un señor y luego se lo desinvestiga. Por en medio nos enteramos que, en la intimidad de la conversación telefónica, el director de La Razón llamaba “zorra” a la presidenta de la Comunidad de Madrid y “puta” a su directora de comunicación. Quién iba a decirnos que detrás de la prosa razonable y adhesiva de Marhuenda se ocultaba un poeta. Sucede que hablaba mediante metáforas, suponemos que es lo que ha querido decir el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, cuando explica en su auto del martes que ni Marhuenda ni Casals “habrían conseguido” coaccionar a Cristina Cifuentes. Según las grabaciones que se hicieron pública, conseguirlo no: sólo lo habrían intentado.

“¿Con qué cara me presentaría ante mis alumnos de Derecho si fuera verdad lo que se me imputa?” se pregunta Marhuenda. Más que con una cara, podría presentarse con una portada de su periódico, una al azar, porque La Razón cuenta con algunas de las portadas más fastuosas del arte posmoderno. Entre ellas, todavía recuerdo una de Aznar vestido de portero y parando un penalti, otra con Tsipras abierto de brazos titulada con increíble ingenio “Desgrecia” (“los helenos se lanzan al abismo populista” rezaba debajo) y otra de un militar ruso listo para zamparse una hamburguesa y abriendo una bocaza donde se veía hasta el esófago (titular: “Putin traga”). La semana pasada tuvieron el cuajo, en medio de la tormenta de mierda que afectaba al país y a su propio periódico, de abrir con la crisis política en Venezuela.

Gracias a una prensa omnívora y a una ciudadanía rumiante, en España la gente está mucho mejor informada de lo que sucede en el país caribeño que de lo que sucede en el propio. Desde los tiempos de Chávez, Venezuela es el mantra informativo con el que muchos periódicos e informativos, no sólo La Razón, distraen al personal de las cacicadas, putiferios y latrocinios que asolan la geografía patria. Es cierto que en los últimos tiempos la situación en Caracas roza la catástrofe, con manifestaciones diarias, brotes de violencia callejera y casi una treintena de muertos en disturbios. Al lado de este desastre, es cierto que el saqueo del Canal de Isabel II y la podredumbre de las instituciones españolas pasan a segundo plano, pero da la casualidad de que los periódicos españoles no se imprimen en Caracas.

Si de verdad les importaran las vidas humanas en calidad de algo más que de maniobra de distracción, todos los días desayunaríamos con postales de la guerra civil en Yemen, un país en estado de sitio desde hace dos años, bombardeado por los amigos saudíes con apoyo logístico y militar y beneplácito de Estados Unidos y de un montón de potencias occidentales, entre ellas, España. El conflicto en Yemen ha alcanzado la categoría de hecatombe, con una alarma internacional pregonada por la ONU que advierte que puede desembocar en la mayor catástrofe humanitaria de la historia: siete millones de personas están a punto de morir de hambre. Un niño muere cada diez minutos en Yemen pero ¿a quién le importa?

Fuente:
http://blogs.publico.es/davidtorres/2017/04/28/periodismo-de-ficcion-en-yemen/

_--Castelao

Resultado de imagen de dibujos de Castelao _--Castelao ―escritor, artista y "padre de la patria" gallega― fue deportado (desterrado) a Badajoz en noviembre de 1934 por órdenes de Lerroux y allí estuvo hasta septiembre de 1935. Durante su estancia escribió una serie de artículos titulada “Verbas de chumbo” (“Palabras de plomo”). No fue grato su paso por Badajoz ni dejó buena impresión Extremadura en su ánimo:
Estou na Siberia hespañola e n'unha vella cibdade amurallada que parece de cartón. Todo eiquí é pura escenografia e puro finximento. Queren ser andaluces e nótaselle que non-o son. Queren cantar flamengo e parecen de Lalín. Moito porco, algúns ricos, moitedume de famentos... Eu estou eiquí; pero non estou. (Carta de Castelao a Xoaquin Lorenzo, 14-XII-1934)

Hoy en Santiago de Compostela, en la iglesia de Santo Domingo de Bonaval, en el Panteón de Gallegos Ilustres, he visitado su tumba. Había una corona reciente.

José María Lama

sábado, 13 de mayo de 2017

_--El malismo

_--Ser del montón no es tan difícil, basta con dejarse llevar por la nomenclatura en uso. ¡Pero mira cómo beben los peces en el río!

Si usted desea formar parte de cualquiera de las corrientes de pensamiento dominantes y pasar unas Navidades tranquilas, finja que no se ha preguntado todavía quién facilitó las bombas y los Kaláshnikov a los yihadistas de la masacre de París. Haga como que no sabe que los ministros de Defensa de este lado venden al otro las armas con las que luego nos liquidan. Aparente que ignora también de dónde le llega la financiación al terrorismo, no sea que aparezca en la conversación algún país amigo, de los que nos regalan automóviles deportivos que se mueren de risa en el garaje patrio porque consumen mucho y no hay forma de revenderlos. Olvídese de lo que ha leído en los papeles de Wikileaks o en los libros de la historia reciente, y que pone al descubierto las conexiones entre el bien y el mal. Apúntese, como el portavoz del PP, al pensamiento débil y hable de los malos, sin matices, de manera que nadie le pueda acusar de buenismo retrógrado.

Ha llegado la hora del malismo progresista. Sea usted malo para pasar inadvertido en la cena de Nochebuena. Cuando salga a la conversación la guerra de Irak para señalar las diferencias entre lo de entonces y lo de ahora, no se le ocurra insinuar que los bombardeos sobre Bagdad fueron un acto de terrorismo puro y duro, cuyos responsables gozan de libertad y se forran dando conferencias magistrales sobre la paz. No nombre la palabra “crimen”, diga que aquello fue un “error”. La diferencia entre crimen y error, aunque la cantidad de muertos entre la población civil sea la misma, resulta productiva desde el punto de vista intelectual y afectivo. Ser del montón no es tan difícil, basta con dejarse llevar por la nomenclatura en uso. ¡Pero mira cómo beben los peces en el río! 

http://elpais.com/elpais/2015/11/26/opinion/1448556400_048704.html

viernes, 12 de mayo de 2017

Influencers

Si pasas años fuera de España al volver te encuentras gente que es famosa y no sabes por qué. Te enteras de por qué y lo entiendes menos todavía. Luego están los influencersdesconocidos salvo para acólitos que esperan su doctrina sobre chancletas. Se levantan por la mañana y hala, a influenciar. Yo aún espero que me influencien, a ver si tengo arreglo. No es fácil no dejarse influenciar, una amiga hippy se jactaba de ser de las pocas de su generación que había ido a India y no se le notaba. Estos nuevos ingenieros sociales dirigen corrientes de opinión intrascendentes, pero todo se andará. Basta que les paguen, como las marcas. Quizá lleguen a los partidos y nos cuenten los castings del PP para hallar sus caretos imposibles de portavoz.

Con la crisis, hasta fans acérrimos asumieron lo ridícula que era Sexo en Nueva York, pero vuelve la admiración por gente que habla de su ropa y sus fiestas. Yo estoy a favor de vivir del cuento, soy periodista. El problema es la relación con la realidad. Su identidad está entre paréntesis, con los miles de seguidores de Instagram: Menganito (621 k), Fulanito (320 k). Yo (0 k) y la mayoría de ustedes somos unos pringados, no podríamos vivir de hacernos fotos, aunque algunos las mandan como si vivieran de ello. Luego salen al mundo real y una se presentó como influencer a un amigo mío. Le dio la risa, claro, es como proclamar que eres fuerza viva en Zaragoza. El otro día a la más influyente de España, una tal Dulceida (1,7 millones), la abuchearon a la pobre en un crucero evento. La gente real es más pedestre que el seguidor, y más en discotecas, que se suda. Se está mejor al otro lado del espejo.

http://elpais.com/elpais/2017/04/26/gente/1493217505_676955.html

_--Unas notas de réplica a Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa (Segunda parte) ¿Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular?

_--José Luis Martín Ramos

El segundo supuesto vuelco en la investigación – antecedente directo del tercero y fundamental que se refiere a las elecciones y su escrutinio – es el que sostiene, bajo un título algo peliculero,“cuatro días de febrero”, un desbordamiento general de las instituciones por la izquierda frentepopulista y particularmente la obrera, que operó desde la misma tarde-noche del 16 de febrero en forma de manifestaciones, motines en las cárceles y diversas formas de “intimidación” –palabra clave y repetida de manera recurrente en la exposición de ATV-; desbordamiento que llevó al abandono precipitado del gobierno por parte de Portela y al asimismo precipitado – y se sugiere que injustificado – acceso del Frente Popular al poder, lo que validó el artero objetivo de aquellos desbordamientos de masas y propició por un lado la celebración de las elecciones pendientes todavía en un clima de coerción de la izquierda y por otro los definitivos falseamientos de los escrutinios.

Es sabido que un recurso literario habitual es que el inicio de un libro o de un capítulo constituya en sí mismo un impacto que atraiga y, al propio tiempo, oriente al lector. ¿Cuál es ese mensaje de inicio? Pues que ya “en las horas previas se hizo evidente que no todos iban a aceptar una posible derrota. El Socialista anticipaba en su editorial el mismo 16 que “en un juego sucio, como el que se plantea ahora, jugamos tan solo a ganar” (pág. 275) y tanto el diario socialista como el republicano, El Heraldo, ponían en guardia ante los posibles pucherazos que produciría un control tan generalizado de los municipios por “gestoras monárquicas”. Deducir de todo eso que socialistas y republicanos se disponían ya a desconocer el resultado si les era adverso y a deducir de ello alguna acción contra los resultados electorales efectivos es una absoluta grosería de interpretación. ¿Es que no todos iban a ganar? El Socialista y El Heraldo simplemente estaban llamando a la participación e incluso a la vigilancia. Sólo una amplia participación les podía dar la victoria y la invocación de la vigilancia no era injustificada; con las elecciones municipales sin hacer – estaban pendientes desde 1934 – una gran cantidad de municipios, sobre todo en la España rural, estaban en manos de gestoras nombradas primero por el gobierno radical-cedista y luego por Portela, quien en una última maniobra – que todo el mundo interpretó que tenía objetivos de posible interferencia electoral- removió todos los gobiernos civiles y los delegados gubernativos. A la derecha no le preocupaba tanto esa cuestión porque estaba absolutamente convencida de su victoria, que pregonaban como cierta en su prensa antes de las elecciones. ¿Podrían considerar eso ATV también una incitación al desconocimiento del resultado si no se cumplía tal previsión?

El sectarismo de ATV les impide analizar, en términos históricos, el peso de las percepciones en la movilización de unos y la desmovilización de otros. Y sobre todo les lleva a ver en la movilización del frentepopular siempre una amenaza a la democracia, una manifestación de una mera ambición de poder y de los instintos bárbaros de las turbas. ¿No había razones para esa actitud de movilización? De sobras, y entre ellas la amenaza del golpismo que pendía sobre la república democrática, que se reactivó en diciembre de 1935 con la imprudente – cuando menos, por no decir otra cosa – iniciativa frustrada de Gil Robles; ya volveremos sobre ello al considerar las presiones militares sobre Portela. No voy a discutir que se produjeron incidentes, episodios de violencia en una situación de desconcierto por el comportamiento de Portela, pero hacer de eso el fantasma de una casi insurrección general, que habría justificado la declaración, asimismo general, del estado de guerra y otras medidas de “autoridad” más que probablemente, enturbiando una jornada electoral, que fue aceptable según las condiciones y comportamientos de la época – no solo en España, en Europa – es absolutamente desproporcionado. Sin embargo esa desproporción es imprescindible en el relato de ATV porque crea un clima de pre-asalto al poder de las masas populares, que en aquel momento no existió de ninguna manera. Ese relato de ATV no es tan novedoso, tiene sus antecedentes en bibliografía anterior; desde las memorias de Gil Robles, en la que la secuencia del desbordamiento de las masas a Portela es también clave para la consideración de la para él irregular – y no justificada – formación del gobierno de Frente Popular hasta el “Dictamen de la Comisión sobre ilegitimidad de poderes actuantes el 18 de julio de 1936” elaborado por el régimen franquista, que ATV dicen no compartir, pero que incluso utilizan como prueba documental válida, sin más (lo veremos más adelante).

La jornada electoral del 16 fue, salvo excepciones –por graves que localmente fueran– aceptable. Aunque ATV no pueden ahorrarse un nuevo juicio de intención al afirmar que si resultó así fue por el extraordinario despliegue de las fuerzas de seguridad….que si no; ignorando que el Frente Popular y sus organizaciones llamaron a una votación tranquila. El Frente Popular, las izquierdas están siempre bajo sospecha en el trabajo de ATV; el resto, solo en alguna ocasión, siempre que no afecte a Gil Robles. Que tras conocerse la victoria en Madrid, que nadie discutió, y en Cataluña, también indiscutible, y la probabilidad de que fuera el Frente Popular el que mayor opciones tenía de ganar, se produjera una concentración en Puerta del Sol no tiene la significación subversiva que le atribuyen ATV ¿por qué solo han de tener significación subversivas las manifestaciones? sino de celebración, incluso por el tradicional lugar de celebración que se producen; incluso, como reconocen los autores, el Comité del Frente Popular desautorizó una octavilla anónima que sugería convertir la celebración en protesta. ATV se empeñan en sugerir que eran mucho más que celebraciones y en que se produjo “un goteo constante de episodios con distintos niveles de gravedad”, que justificarían en su opinión las gestiones – presiones, digo yo –de Gil Robles, de Franco, de Fanjul y de Goded para tomar decisiones extraordinarias, rozando lo extremo

“Más que incidentes” es el subtítulo en el que ATV juegan a desacreditar la imagen de normalidad mayoritaria durante la jornada electoral. Lo que luego describen no son otra cosa que incidentes, por más que exageren su trascendencia prejuzgando que “sin bien no fueron generalizadas, si es cierto que la reiteración indica una violencia latente significativa”. Pero, ¿de qué están hablando? De diversos episodios dispersos, en Andalucía, Galicia, Asturias, País Vasco, Aragón, la mayor parte de signo menor por muy lamentables que fueran – como las coacciones a grupos de monjas para que no pudieran ir a votar -, las peleas entre simpatizantes, el apedreamiento de un candidato de la derecha y algunos con consecuencias mayores, al aparecer las navajas, las pistolas, o las fuerzas de orden público. ATV citan una treintena de incidentes concretos, de los que una docena larga se produjeron en Galicia, y sin concretar “muertos y heridos de diferente consideración” en las provincias de Córdoba, Guipúzcoa, Navarra, Oviedo, Salamanca, Santander, Sevilla, Toledo y Zaragoza, de los que solo concretan media docena de ellos, los que tuvieron consecuencia de muerte, por lo que hemos de suponer que el resto fueron de carácter tan menor que ni siquiera ATV han considerado oportuno señalarlos. Eso no describe un cuadro de nada que sea “más que incidentes”, por más que los que produjeran muertes resultaran irremediables.

Por otra parte, la responsabilidad de los incidentes más graves, los irreversibles por la pérdida de vidas humanas correspondió a…las derechas: de los 10 muertos reconocidos, citan 8 casos, de ellos las víctimas fueron de izquierdas, a manos de falangistas, papistas o cedistas y en un caso de la guardia civil, por un muerto cedista y otro cuya filiación política no se da. La proporción es tan elocuente de que la violencia grave partió más de un bando que de otro, que extraña que ATV, que señalan tantos detalles, no hayan hecho ningún comentario sobre éste. Sí, en cambio, se permiten comentarios increíbles, para exculpar las agresiones perpetradas por elementos derechistas: en Antas de Ulloa, los papistas malhirieron a tiros a un presidente de mesa y a un “portelista”, y como quiera que no pueden negar que fue así se ven obligados a añadir “Pero no es menos cierto que, antes de los disparos, se había entablado una fuerte discusión”, en la que al representante cedista, que se quejaba ante la mesa de irregularidades supuestas “se le propinó un fuerte golpe”. El comentario es absurdo, en casi todos los enfrentamientos, excepto los atentados que sufrieron militantes de izquierda – a un vendedor de prensa los falangistas le obligaron a beber gasolina – hubo primero alguna fuerte discusión, que fue a más porque alguien tenía pistola o navaja; y que un fuerte golpe pueda poner pero a un asesinato es un comentario poco medido, si no indecente.

Esta peculiar exposición de sucesos sirve a ATV para desacreditar la versión del gobierno de que la jornada fue tranquila y sobre todo para, tras reconocer que “no puede decirse que la violencia primara”, concluir que “todo ello fue un mal augurio y anticipó los desórdenes que comenzaron a propagarse durante la tarde y noche del 16 de febrero”. No digo, pero digo. Establecen así una relación de continuidad absolutamente insostenible. Lo cierto es que el grueso de las elecciones tuvo un transcurso normal y su resultado ya anticipó una victoria – ajustada, pero victoria - del Frente Popular de la que sólo quedaba por conocer si llegaría a mayoría absoluta y las dimensiones de ésta si se producía. El recuento de las elecciones del 16 habría de ser algo largo y accidentado y la gestión informativa que el gobierno Portela hizo del mismo resultó muy poco acertada; dominada como estaba por el conocimiento del estrepitoso fracaso del Partido del Centro organizado por Portela bajo el padrinazgo de Alcalá Zamora. A pesar de ello, en ningún momento se invirtió de manera clara la tendencia, por más que el Gobierno Portela intentó reducir el impacto inmediato – acaso para aguar la celebración en marcha de las izquierdas e intentar frenarla – manteniendo por algunas horas le expectativa de un triunfo, no de las derechas, sino de la problemática suma de las derechas y el centro (dicho sea de paso, ATV recurren más de una vez en sumar las fuerzas centristas a la de las poco avenidas de la derecha; es improcedente, no significaban políticamente lo mismo ni mucho menos y en todo caso el portelismo estaba más cercano de las izquierdas que de las derechas en muchas de las circunscripciones).

En la madrugada del 17, gracias al voto de las grandes ciudades, el Frente Popular iba por delante y en la mañana del 17, en el Consejo de Ministros Portela anunció que éste ya podría estar contando – con el recuento en marcha – con 193 diputados y ese es el dato que vale y no las informaciones o intoxicaciones que ATV citan del embajador portugués que atribuía la victoria al “Bloque de derechas” o de Ferández Almagro que dijo que le había dicho Portela (pág. 362); utilizar estas dos manifestaciones como documentación firme, frente a la del Consejo de Ministros es ridículo. Como ATV reconocen “los escrutinios del 17 solo eran terminantes en que el Frente Popular iba por delante en el escrutinio y en que sus adversarios sólo podían encomendarse, para ganarle, a los votos de los distritos rurales aún por ganar” (pág. 363); el primer “solo” sobra, desde luego, pero no pueden evitar trufar los irremediables reconocimientos de la realidad con fórmulas adversativas. Siguiendo a ATV, los datos ya definitivos, en la tarde del 17 de febrero – los que correspondían a las circunscripciones en las que el ganador aventajaba claramente a sus competidores y estaba por encima del 40% para llevarse los escaños por mayoría- , al atardecer del 17 el Frente Popular ya tenía en su poder 65 escaños, mientras que “la CEDA y sus aliados” quedaban en 51 y el Partido del Centro no tenía ninguna. Otra manifestación clara de cuál era la tendencia. En la mañana del 18 la situación se mantenía con una ampliación de resultados definitivos: 198 escaños para el Frente Popular y 161 para “sus adversarios”, pero ha de notarse que ATV están sumando contra el Frente Popular todo lo que no era Frente Popular.

El 19, cuando se producirá el cambio del gobierno, en el cuarto de aquellos días de febrero, Martínez Barrio y Azaña, y Alcalá Zamora lo aceptaba – desde luego a regañadientes – consideraban que el Frente Popular tenía 217, a 20 de la mayoría absoluta (no de una cincuentena, como de vez en cuando se insinúa en el libro). Azaña se quejó de tener que asumir el gobierno sin saber cuál era su mayoría definitiva, pero no rechazó formar gobierno – ATV citan la queja, pero no consideran el valor de la aceptación – porque a pesar de todo, lo que había quedado claro a lo largo de esos días es que la formación ganadora era el Frente Popular, que podría llegar a la mayoría absoluta o que tenía margen de negociación con otras formaciones políticas – entre ellas el Partido Nacionalista Vasco – para revalidar su gobierno en las nuevas Cortes cuando se constituyeran. Y que la CEDA y Renovación Española, que no tenían acordado ningún programa de gobierno y cuya alianza era fundamentalmente negativa (contra la “revolución”, que nadie que fuera significativo proponía en ese momento) no estaban en condiciones de formar un gobierno que pudiera tener el apoyo final de la cámara; y pero todavía era peor que llegasen a formar un gobierno, que necesariamente habría significado el cierre de la república democrática, como proclamaba con la boca grande Calvo Sotelo, y aceptaban con boca pequeña en la CEDA. Volveremos a la cuestión del resultado final y la mayoría absoluta.

La primera parte de este artículo puede verse en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=225669
José Luis Martín Ramos (Barcelona 1948) es catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona, especializado en la historia del movimiento obrero.

jueves, 11 de mayo de 2017

Los latinos de Silicon Valley quieren ser ejecutivos. Los líderes de la comunidad ayudan a las nuevas generaciones a seguir sus pasos.

Algunos se apellidan Díaz o Fernández, nacieron en México, pero apenas hablan en español. Llegaron a comienzos de los 70 a San José y sus alrededores con menos de cinco años. Algunos cuentan cómo, en la escuela, los castigaban por hablar el idioma que escuchaban en casa, y cómo a medida que sus padres se integraban en una zona próspera, con la industria tecnológica como motor de desarrollo local, fueron borrando la lengua, pero no la cultura, los amigos o la forma de ver la vida.

Hoymuchos de esos chicos son profesionales que sigue en la zona de la bahía de San Franciscohan conseguido estudiar y trabajan en las empresas tecnológicas de la zona. Los que han conseguido este éxito son una minoría, pero quieren que su ejemplo sirva para que las nuevas generaciones lo tengan más sencillo.

Durante el Silicon Valley Latino Leadership Summit algunos de los más exitosos pasaron por el Faculty Club de Stanford para dar consejos a los que emprenden su mismo camino.

Carmen Rojas dirige Workers Lab, un laboratorio que ayudar a los padres de los jóvenes para que tengan oportunidades económicas y acceso a becas. Su inquietud es que los que quieren llegar a la universidad lo tengan más fácil que ella, cuya madre era costurera en una fábrica de Levi’s.

Yai Vargas está al frente de Marketing para Estados Unidos de la aseguradora New York Life. Se permitió dar un consejo: “Me veo como un recurso, como alguien que conecta. Creo que es bueno no estar solo en el grupo de latinos, sino en más poder ejercer más influencia y unir diferentes intereses”.

Anthony Salcido es otro de esos perfiles que destaca, ejerce como vicepresidente de Toyota y presume como latino: “Somos el grupo con mayor crecimiento. Tenemos que pedir nuestro sitio, ocupar el espacio. Cada vez más latinos se gradúan en las mejores escuelas del país. Si ves ejemplos de líderes, piensas que quizá tú también puedas hacerlo”.

El contexto político, con una presidencia poco abierta a la inmigración, es una de las preocupaciones del colectivo. Aaron Santillán, directivo de VISA, le da la vuelta a la situación: “Tenemos que verlo como una oportunidad para que se nos vea como algo distinto”. Salcido apunta en la misma línea ante la criminalización de los inmigración: “Tenemos que ser ejemplares. Somos el grupo de más crecimiento. Vamos a tener más y más visibilidad. Tarde o temprano vamos a llegar”.

Una cifra que llama la atención es que solo el 10% de los latinos llega a graduarse en la universidad. Sin embargo, son el colectivo con mayor éxito a la hora de emprender, con mayor tasa de permanencia de las empresas, pero, de nuevo, con una dificultad, les cuesta escalar. No son muchas las empresas creadas por ellos que superen el millón de euros de facturación.

Jacqueline Martínez, creadora y consejera delegada de la  Latino Community Foundation,  apuesta por la apertura a otras comunidades: “Muchos de los que van a ver liderazgo, cualidades, algo especial en otros quizá no están en nuestro entorno. Por eso tenemos que abrirnos, encontrar a los que nos va a ayudar a ir más allá.

Santillán dio un consejo para los que estén en el mundo corporativo, que pierdan los complejos: “Tenemos que negociar. No conformarnos. Pensar lo que queremos ganar y saber pedirlo. El cambio empieza con los salario. No hay nada malo en pedir lo que te mereces. Después, ya se puede ir escalando en la pirámide corporativa, pero ese respeto hay que ganárselo”.

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/05/08/estados_unidos/1494222591_845519.html

Los 20 latinos más relevantes en tecnología

La utopía socialista que no pudo ser. Un investigador reconstruye la historia del proyecto de falansterio de Cádiz, que estuvo a punto de erigirse en un idílico paraje

"Si el edén de los habitantes fuera posible, sólo se encontraría en el sitio en el que se pretende formar esa población”. La comisión de la Diputación Provincial de Cádiz se dejó llevar por el entusiasmo en su dictamen y respondió así al proyecto que nacía de una clara utopía. En 1841, un grupo de intelectuales gaditanos se propuso con ahínco crear un falansterio, es decir una comunidad rural autosuficiente inspirada en el socialismo utópico del francés Charles Fourier, del siglo XIX. Tenían el lugar, llamado Tempul, un paradisíaco entorno natural cercano a Jerez de la Frontera; disponían del capital e incluso llegaron a perfilar los planos. Tan solo restaba el sí de las instituciones. Pero, como buen edén, se quedó en eso: en un paraíso inalcanzable. El proyecto de falansterio acabó en un cajón. Hubo alguna otra experiencia como esta en España, por ejemplo la colonia de Santa Eulalia, en Alicante, de finales del XIX, declarada bien de interés cultural.

Pablo Martínez Cousinou, investigador, fotógrafo y profesor en el centro adscrito a la Universidad de Sevilla EUSA, se ha propuesto desempolvar el recuerdo de esta quimera gaditana y ha puesto en marcha la investigación Utopía Tempul. “Me llamó la atención el potencial que tenía el proyecto y que llegara a convertirse en la propuesta más consolidada de socialismo utópico que hubo en España”, relata el investigador. Así surgió el acercamiento de Martínez Cousinou a la idea del político liberal exaltado Joaquín Abreu y Orta (1782-1851).

Tras ser uno de los diputados que, en el Trienio Liberal (entre 1820 y 1823), defendió la vuelta de la Constitución de 1812, Abreu sufrió 11 años de exilio. En su periplo por Europa, conoció durante junio y julio el falansterio de Condé-sur-Vesgre, la propuesta piloto de comunidad del propio Fourier. “Proponía una sociedad de vida en armonía y trabajo comunitario, una utopía de lo doméstico, pacífica y libertaria. Era un replanteamiento de la vida, vista como un todo relacionado”, relata Martínez. Fourier planteaba una apuesta por la ruralidad, donde “todo tenía una lógica numérica y cuantitativa, muy positivista”, continúa el fotógrafo. El falansterio ideal no debía incluir más de 1.800 personas, 400 familias, y una extensión no mayor a la legua cuadrada (algo más de 23 kilómetros cuadrados).



Cuando Abreu regresó a Cádiz, se rodeó de una élite intelectual que le apoyó en su deseo de importar las ideas de Fourier. Uno de ellos fue Manuel Sagrario de Beloy, hombre con recursos económicos que acabó firmando la propuesta de creación de la comunidad societaria en un lugar poco habitado en la Sierra de Cádiz, con una ubicación que no era casual. La alta pluviosidad de la zona propicia la riqueza natural y contaba con un manantial que ya surtía de agua fresca al acueducto romano de Tempul. Parecía el sitio ideal para materializar las precursoras ideas de Fourier sobre “ecologismo, cooperativismo y feminismo”, señala Martínez.

Un sueño inconcluso
Sagrario de Beloy entregó el proyecto a la Diputación de Cádiz el 10 de diciembre de 1841. En un primer informe favorable la institución provincial no ahorra halagos: “El terreno que se solicita es adecuado para recibir las mejoras que le quiere dar la mano del hombre cuanto que en él puede muy bien aclimatarse el azafrán, el arroz, la caña dulce, el lino, el trigo y demás cereales”. Con ese beneplácito, De Beloy entrega una segunda versión de la propuesta en febrero de 1842.

En su idea, aparecen planos del falansterio, con una edificación principal y otras más pequeñas a su alrededor. De Beloy incluso determina que para “formar la asociación personal, agrícola e industrial de los pobladores capitalistas, podrá abrirse una suscripción pública” y plantea que el coste total de levantarlo sería de 20 millones de reales.

“Sin embargo, hasta aquí hemos llegado. No existe constancia de qué pasó para que no se hiciese. Probablemente, el proyecto encontró el desinterés del Consejo Jerezano que veía la cesión de los terrenos como una fragmentación de su término municipal”, detalla Martínez. Abreu, casado con una adinerada sobrina suya, 24 años más joven que él, acabó sus días como administrador de loterías en Algeciras. Sagrario de Beloy terminó invirtiendo en la industria minera.

Ahora, Pablo Martínez rescata del olvido la idea de Abreu para realizar un trabajo en Internet (fotografías, texto y sonido) titulado Utopía Tempul. El proyecto ya puede verse en la web y se convertirá en una exposición para la primavera de 2018. El investigador enlaza conceptos como el tiempo, la utopía, la memoria o el horizonte con ese falansterio frustrado. Como el propio Martínez aclara en el portal, su pretensión no es más que “caminar tras las huellas de esta iniciativa, explorar el lugar elegido: un manantial del mismo nombre, y descubrir la memoria compartida del agua como bien común”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2017/04/12/actualidad/1491987377_210061.html

Un film à grand spectacle en deux parties, réalisé par Robert Enrico, à l'occasion du bicentenaire de la Révolution (1989).

S'il fut un échec commercial, malgré les énormes moyens fort bien mis en oeuvre, ce film en deux parties demeure une référence historique ... pour ce qui est de l'ambiance, des décors, des costumes, et finalement, des événements.
Écrite à la gloire de la Nation et bien que d'une objectivité parfois relative, l'oeuvre de Robert Enrico est devenue incontournable pour tout professeur qui serait désireux d'intéresser ses élèves à la Révolution Française !
Richard Fremder
Une réalisation éblouissante
Savourons une pléiade de comédiens européens connus ou moins connus : le meilleur Louis XVI qui ait été joué au cinéma, l'excellent Christopher Lee jouant Sanson le bourreau (eh oui, Dracula en coupeur de tête, le clin d'oeil est savoureux !) et une véritable fresque de tableaux vivants (de nombreuses scènes sont tirées de tableaux et gravures célèbres) ainsi que de phrases historiques. Une fresque que n'aurait certainement pas renié Sacha Guitry, grand metteur en scène de notre histoire.
La reconstitution de La Bastille est encore à ce jour un modèle du genre. La musique n'est pas à négliger. Oeuvre de George Delerue, elle enflamme le film et contribue à lui donner souffle et force épique qui manquent si souvent à nos téléfilms historiques français.
L'Histoire, les faits, les personnages
La première partie, Les Années lumières, débute par un fait peu connu des non-initiés : Camille Desmoulins et Maximilien Robespierre ensemble au lycée.
Puis, ellipse temporelle, on arrive à l'explication de la convocation des états généraux, demandée par Necker (se prononce «nècre»). Tout le cours de la Révolution, de ses événements les plus infimes aux moments les plus célèbres est ainsi déroulé, jusqu'à l'exécution de Robespierre, sous la direction historique de l'irréprochable Jean Tulard.
La chronologie est dans l'ensemble respectée même si l'on a affaire dans la majorité des cas à des images d'Epinal qui passent sous silence certains faits ou personnages dérangeants. Honneur au premier des personnages, Louis XVI. L'extraordinaire Jean-François Balmer campe un Louis XVI plus vrai que nature. Sa prestance et sa lassitude devant certains événements nous font comprendre à la fois l'homme et le roi. Cependant, son âge ne correspond pas vraiment puisque Louis XVI avait 35 ans en 1789.
Jane Seymour est une reine Marie-Antoinette acceptable, un peu trop jolie (mais c'est affaire de goût) et pas vraiment dans l'âge réel (34 ans en 1789). L'actrice n'arrive à la plénitude qu'au moment de l'incarcération au Temple. D'aucuns diront, à juste titre, qu'il en fut de même pour la vraie reine...
Le magnifique Peter Ustinov joue le célèbre marquis de Mirabeau, doublé par le non moins magnifique Roger Carel. Il est fidèle à la légende dorée... Excellent rôle, qui apporte une touche de légèreté et ce soupçon de grivoiserie très français. Ne pas rater l'expression «aller à confesse». Le très remarquable François Cluzet sera à jamais, l'incarnation de Camille Desmoulins. Il lui donne vie avec justesse, et juste ce qu'il faut de naïveté pour rendre ce personnage sympathique.
Le comédien Andrzej Seweryn, sociétaire de la Comédie Française, est saisissant de vérité et de justesse en Robespierre. C'est Klaus Maria Brandauer, grand comédien allemand (théâtre et cinéma) qui interprète notre Danton national. Il en a le brio, la verve, la fougue, mais pas le visage. Son jeu nous le fait oublier rapidement, mais force est de constater que le vrai était... laid. C'est un grand Danton cependant qui nous est montré ici. Encore un clin d'oeil ! Faire jouer La Fayette par un Américain (Sam Neil), l'idée est cocasse. La Fayette, le vrai, a 32 ans au moment de la Révolution. Ce n'est pas faire injure à Sam Neil que de dire qu'il n'est pas dans l'âge requis. Mais il tient son rôle, sans éclat, avec juste ce qu'il faut pour que ce personnage, curieusement, reste dans l'oubli historique français.
Mais plus que tous ces grands comédiens, ce sont surtout tous les seconds rôles, tout aussi géniaux, les Dominique Pinon (en Drouet), les Raymond Gérôme (en Necker)... qui donnent à ce film toute l'authenticité qu'il dégage. Les costumes ne sont pas neufs et bien repassés, donc font vrais ; les décors ne font pas faux, on peut presque respirer l'odeur de la rue et certaines scènes témoignent assez bien des horreurs commises au nom de la Liberté.
On regrettera néanmoins quelques arrangements et escamotages avec l'Histoire et certains personnages. Valmy ne fut pas une grande victoire, pour la simple et bonne raison qu'il n'y eu pas vraiment de bataille. Danton n'est pas qu'un homme honnête et amoureux de sa femme et de sa maison de campagne, et son intérêt pour l'argent (et certains trésors de la couronne ?) sont passés à la trappe. Certaines scènes prêtent un peu à sourire, dans l'exaltation des foules qui écoutent religieusement la Déclaration des Droits de l'Homme et du Citoyen descendue du ciel.
Vous l'aurez compris cependant, ce film est parmi ce qui se fait de mieux dans le genre historique, mais attention à certains messages un peu trop propres à encenser la révolution (il en va de même en sens inverse bien entendu). Il faut ici se rappeler que le contexte historique de sortie du film était de fêter le bicentenaire de cette révolution qui avait, aux dires des responsables de 1989, éclairé le monde.
Après moultes pétitions, TF1 a sorti le film sous forme de deux DVD le 11 juin 2009. Succès immédiat. Quoi de plus naturel ?