José María Ridao (Madrid, 1961) siempre ha abordado arriesgadas aventuras intelectuales. La que ahora se corresponde con su último libro (Durero soñando, Arpa) es un alegato que parte de una pesadilla de Durero, el gran pintor renacentista alemán, que sueña con la destrucción de la humanidad y de la historia. Su ensayo adopta la forma de una obra teatral que afronta también la discusión Erasmo-Lutero sobre las instituciones, los valores y las reglas. Un estudio sobre Las Indias en el origen de la Reforma complementa este viaje suyo a una época que, como explica en esta entrevista realizada en París, donde ejerce como diplomático, tanto prolonga esta que estamos viviendo.
Pregunta. ¿Qué ha concluido?
Respuesta. Que los problemas humanos evolucionan mucho más despacio que los términos para designarlos. Siempre pensamos estar ante la novedad cuando en realidad es lo de siempre.
P. Dice uno de sus personajes que la corrupción está en el hombre y que hay que desconfiar de quienes denuncian una casta de puros para declararse puros… ¡Parece la España de ahora!
R. La corrupción del papado en el siglo XVI o las instituciones democráticas de ahora, en Europa o en España, siempre enfrentan el mismo dilema: o bien se cambian las instituciones por considerarlas inservibles al haber caído en la corrupción, o bien se mantienen expulsando los comportamientos corruptos. Erasmo dice que hay que mantener el papado persiguiendo la corrupción; Lutero dice que la corrupción ha hecho inservible el papado. Prescindir de las instituciones es la guerra; la historia les da la razón. Siempre se ha dicho que la Reforma da lugar a la tolerancia. No. La Reforma da lugar a las guerras de religión; lo que se rompe es esa estructura que está por encima de los reyes, de las monarquías, del papado, que opera hacia el interior como un sistema de resolución de las controversias y hacia el exterior como una fuerza colectiva contra otros grupos políticos, como podría ser el islam. Esas guerras terminan con un concepto político, no religioso: la tolerancia. Ese concepto hoy se explica —sobre todo cuando se analizan cuestiones relacionadas con el yihadismo o con el islamismo— vinculado a la Reforma, algo así como que los teólogos del siglo XVI consiguen un cristianismo de rostro humano.
P. ¿Y no es así?
R. El proceso no es exactamente ese; lo que hace la Reforma es volver más dogmáticas todavía a cada una de las iglesias que salen de la cristiandad rota. Esas iglesias fundamentan el poder político y lo que provocan es una guerra generalizada, una auténtica guerra civil europea. A la guerra civil europea se le pone fin cuando el poder político decide que los ciudadanos no tienen por qué seguir la fe del soberano. Esa es la tolerancia, una respuesta política a las guerras de religión, no un resultado teológico de la Reforma. De ahí que, sin pretenderlo, muchos de los elementos del libro parezcan escritos para hoy.
P. ¿Cómo trasladaríamos esta casta y estos puros al orden mundial, europeo y español de hoy?
R. Hay un desplazamiento del sentido de la política. En primer lugar, la política trata sobre las reglas, sobre cómo construir reglas que integren a todos los ciudadanos y que no dejen a nadie fuera. Y, en segundo lugar, reglas compartidas por todos a fin de que puedan ser exigibles a todos. El problema es que las reglas han pasado a ser los valores. Se ha visto muy bien con la crisis económica, cuando se dice que la causa de la crisis de 2008 es la avaricia. No. El problema y el origen de la crisis es que se prescindió de las reglas que hacían que la avaricia no fuera fatal.
P. Se dice en su obra, por parte de Willibald, en diálogo con Durero: “Pienso que la corrupción está en el hombre”. Y Durero: “Desengáñate, los tiempos que vivimos son todos los tiempos”. ¿Eso convierte cualquier libro que se escriba sobre la historia en un libro sobre la actualidad?
R. Necesariamente: los problemas del hombre evolucionan de manera mucho más lenta que la hojarasca que los envuelve. Cuando hablamos de democracia parece que estemos hablando de algo distinto de Lutero y sin embargo hablamos de lo mismo.
P. A Durero lo domina la pesadilla de la destrucción. ¿Cuál sería la pesadilla hoy?
R. La misma que la de Durero. La pesadilla es que en nombre de la pureza volvamos a prescindir de las instituciones democráticas que tanto han costado construir: la pureza racial frente a los refugiados, la pureza moral frente a los corruptos.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/08/actualidad/1465412022_815042.html
miércoles, 6 de julio de 2016
martes, 5 de julio de 2016
El FMI contiene su "revolución". El economista jefe sale al paso de la polémica por un artículo de la institución que cuestionaba el neoliberalismo y la austeridad.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no reniega ni de la austeridad ni del liberalismo más decidido. Aunque alimentó las dudas durante las últimas semanas, el economista jefe de la institución, Maurice Obstfeld, ha salido al paso para calmar las aguas. Hay poca épica en el Fondo, los conatos de revuelta se producen en forma de artículos y se sofocan con las mismas armas.
Un artículo publicado a finales de mayo por tres importantes economistas del FMI dio la campanada al cuestionar las bondades de las recetas económicas neoliberales, admitir que muchas no habían dado los resultados esperados y vincular los efectos de la austeridad con el aumento de la desigualdad. "Hay aspectos de la agenda neoliberal que no han dado los frutos esperados", señalan Jonathan D. Ostry (subdirector del departamento de Análisis), Prakash Loungani (jefe de división) y David Furceri (miembro del mismo departamento).
Los expertos del Fondo hallaron tres conclusiones "preocupantes" al analizar las políticas de austeridad y la retirada de restricciones al movimiento de capitales: que "los beneficios en términos de mayor crecimiento son difíciles de identificar cuando se mira un amplio grupo de países", si bien "los costes en cuanto a mayor desigualdad son prominentes". En cambio, certifican que "la mayor desigualdad daña el crecimiento". Así, aunque ese ideario liberal busque la expansión económica, "sus defensores deben prestar atención a los efectos en su distribución".
El artículo, publicado en una revista del FMI bajo el título Neoliberalism: Oversold? (algo así como Neoliberalismo: ¿sobrevalorado?) también cuestiona los objetivos del Fondo en cuanto a la reducción de la deuda pública de los Estados. "Muchos países (como los del sur de Europa) no tienen mucha más elección que adoptar consolidación fiscal", señalan, pero esa necesidad "en algunos países" no es aplicable "a todos los países", resaltan.
Ajustes más suaves
El propio FMI, desde su ex economista jefe Olivier Blanchard, hasta su actual directora gerente, Christine Lagarde, han manifestado en los últimos años que los ajustes fiscales no deben ser bruscos para evitar castigar el crecimiento (sobre todo después de ver las secuelas de la crisis griega) y que los Estados con margen para gastar deben hacerlo. Los economistas cuestionan algo más en su artículo y se habla mucho de un giro keynesiano en los análisis del Fondo. "Pero el FMI también ha defendido bajar la deuda en el medio plazo en algunas economías emergentes y desarrolladas, sobre todo como seguro ante futuros shocks. Pero ¿es realmente defendible para países como Alemania, Reino Unido o EE UU?", se preguntan.
Hace unos días, el FMI publicó una entrevista con su economista jefe para matizar a sus compañeros. "No se trata de que el Fondo esté a favor o en contra de la austeridad, nadie quiere austeridad innecesaria", señaló Obstfeld, sino de que los gobiernos deben vivir acorde a sus posibilidades o asumir medidas más duras como el impago de la deuda. "Esto es un hecho, no una posición ideológica", dijo. "El artículo se ha malinterpretado, no significa un gran cambio en el Fondo". Si algo se ha sobreestimado es la capacidad de revolución en el Fondo.
EL FONDO AVISA DE LA ALTA DEUDA DE CHINA
El subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, urgió ayer a China a tomar "medidas inmediatas" para reducir la creciente deuda de sus empresas, o de lo contrario se encontrará con "consecuencias peligrosas" en su transición hacia una economía de consumo.
Lipton recordó que el país asiático es el miembro del G20 que ha acumulado deuda de forma más rápida, y estimó que ya equivale al 225% de su PIB, o el 145% si solo se atiende a su deuda corporativa. "La deuda empresarial sigue siendo un grave y creciente problema que debe ser afrontado de inmediato y con un compromiso para adoptar reformas serias", señaló.
http://economia.elpais.com/economia/2016/06/11/actualidad/1465663527_582337.html
Un artículo publicado a finales de mayo por tres importantes economistas del FMI dio la campanada al cuestionar las bondades de las recetas económicas neoliberales, admitir que muchas no habían dado los resultados esperados y vincular los efectos de la austeridad con el aumento de la desigualdad. "Hay aspectos de la agenda neoliberal que no han dado los frutos esperados", señalan Jonathan D. Ostry (subdirector del departamento de Análisis), Prakash Loungani (jefe de división) y David Furceri (miembro del mismo departamento).
Los expertos del Fondo hallaron tres conclusiones "preocupantes" al analizar las políticas de austeridad y la retirada de restricciones al movimiento de capitales: que "los beneficios en términos de mayor crecimiento son difíciles de identificar cuando se mira un amplio grupo de países", si bien "los costes en cuanto a mayor desigualdad son prominentes". En cambio, certifican que "la mayor desigualdad daña el crecimiento". Así, aunque ese ideario liberal busque la expansión económica, "sus defensores deben prestar atención a los efectos en su distribución".
El artículo, publicado en una revista del FMI bajo el título Neoliberalism: Oversold? (algo así como Neoliberalismo: ¿sobrevalorado?) también cuestiona los objetivos del Fondo en cuanto a la reducción de la deuda pública de los Estados. "Muchos países (como los del sur de Europa) no tienen mucha más elección que adoptar consolidación fiscal", señalan, pero esa necesidad "en algunos países" no es aplicable "a todos los países", resaltan.
Ajustes más suaves
El propio FMI, desde su ex economista jefe Olivier Blanchard, hasta su actual directora gerente, Christine Lagarde, han manifestado en los últimos años que los ajustes fiscales no deben ser bruscos para evitar castigar el crecimiento (sobre todo después de ver las secuelas de la crisis griega) y que los Estados con margen para gastar deben hacerlo. Los economistas cuestionan algo más en su artículo y se habla mucho de un giro keynesiano en los análisis del Fondo. "Pero el FMI también ha defendido bajar la deuda en el medio plazo en algunas economías emergentes y desarrolladas, sobre todo como seguro ante futuros shocks. Pero ¿es realmente defendible para países como Alemania, Reino Unido o EE UU?", se preguntan.
Hace unos días, el FMI publicó una entrevista con su economista jefe para matizar a sus compañeros. "No se trata de que el Fondo esté a favor o en contra de la austeridad, nadie quiere austeridad innecesaria", señaló Obstfeld, sino de que los gobiernos deben vivir acorde a sus posibilidades o asumir medidas más duras como el impago de la deuda. "Esto es un hecho, no una posición ideológica", dijo. "El artículo se ha malinterpretado, no significa un gran cambio en el Fondo". Si algo se ha sobreestimado es la capacidad de revolución en el Fondo.
EL FONDO AVISA DE LA ALTA DEUDA DE CHINA
El subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, urgió ayer a China a tomar "medidas inmediatas" para reducir la creciente deuda de sus empresas, o de lo contrario se encontrará con "consecuencias peligrosas" en su transición hacia una economía de consumo.
Lipton recordó que el país asiático es el miembro del G20 que ha acumulado deuda de forma más rápida, y estimó que ya equivale al 225% de su PIB, o el 145% si solo se atiende a su deuda corporativa. "La deuda empresarial sigue siendo un grave y creciente problema que debe ser afrontado de inmediato y con un compromiso para adoptar reformas serias", señaló.
http://economia.elpais.com/economia/2016/06/11/actualidad/1465663527_582337.html
lunes, 4 de julio de 2016
MORIR RABIANDO. Vino un médico, nos tranquilizó, nos ayudó. Desde que llegó a casa, como un ángel de luz, mi querido enfermo pudo descansar.
POR DESGRACIA estoy segura de que muchos de los que me estáis leyendo habéis tenido que sobrellevar la muerte de alguien muy querido. A veces los fallecimientos son repentinos, pero lo habitual es tener que acompañar a la persona amada en la lenta y amarga travesía del desfiladero. En ocasiones, ese tránsito final es un martirio. Lo he vivido de cerca. Cuando busqué, desesperada, los cuidados paliativos que te ofrecía el sistema, resultó que tardaban bastante tiempo en llegar, que después de todo no eran tan paliativos y que no funcionaban ni en los fines de semana ni en las fiestas, como si los agonizantes no tuvieran el derecho de agonizar en esos días. En mi total congoja, cuando cada hora que pasaba era un sufrimiento, acerté a llamar a la asociación DMD, Derecho a Morir Dignamente. Vino un médico, nos habló, nos tranquilizó, nos ayudó. Desde que llegó a casa, como un ángel de luz, mi querido enfermo pudo descansar. Y empezó ese tiempo raro y dulce de los últimos momentos, cuando el amado ya no sufre y la Muerte anda merodeando por la casa con pies de algodón. Gracias a la sedación paliativa, falleció dos días después serenamente. No nos cobraron ni un solo euro. Nunca podré agradecérselo lo suficiente. Desde entonces pertenezco a DMD, porque quiero que todas las personas, incluida yo misma, podamos tener acceso a ese sosiego final.
Pues bien, ese médico, ese ángel, Fernando Marín, ha sido recientemente perseguido por la Fiscalía de Avilés, junto a Mercedes Caminero, una pobre voluntaria de la asociación a la que incomprensiblemente también acusaron, y a Fernando Acquaroni, que buscaba ayuda para un hermano agonizante, de la misma manera que yo la busqué para mi enfermo. Como Fernando Marín no estaba en Madrid, le pidió a la voluntaria que mandara por correo a Acquaroni la medicación del protocolo de la sedación paliativa, y el envío fue interceptado en Correos. Por todo esto les abrieron a los tres un proceso; para colmo añadieron el suicidio de una mujer a la que los imputados nunca conocieron (quien le facilitó la sustancia letal fue otra persona, también fallecida, que traicionó a la DMD). A Fernando, Mercedes y Acquaroni se los acusó de dos delitos de cooperación al suicidio y un delito contra la salud pública y les pidieron seis años y cinco meses de prisión. Aunque se saben inocentes, como la ley es tan ambigua y los prejuicios sociales tan complejos, decidieron no correr riesgos inútiles y aceptar dos años de condena, sin ingreso en prisión. El hermano de Acquaroni estaba tan terminal que el pobre murió (sufriendo y sin ayuda) tan sólo 24 horas después del momento en que hubiera recibido los fármacos. Me espeluzna pensar que yo misma podría haber ocupado el lugar de Acquaroni, y todo porque existe una confusión monumental entre el suicidio, la eutanasia y la sedación paliativa. Esta última es totalmente legal, pero, como se ha visto en el caso de Avilés, pueden retorcer las circunstancias hasta meterte en la cárcel.
Pero, como dice Marín, lo más triste de todo es que esta condena suya va a hacer que la situación retroceda aún más y que muchos médicos, aun sabiendo que la sedación paliativa es legal, no se atrevan a administrarla. Puede que nuestros seres queridos, nuestros padres, hermanos, cónyuges, amigos, tal vez hijos, mueran rabiando y en el abandono terapéutico. Puede que nosotros mismos tengamos que enfrentarnos a un calvario. ¿Y en razón de qué? ¿Cuáles son los fanáticos dogmas religiosos que nos ordenan acatar este tormento? ¿Por qué mi vida civil la regula un Dios? Además, si ese Dios es amor, como decía san Agustín (“En el atardecer de la vida te examinarán de amor”), estoy segura de que no podría querer esto.
Nuestro país precisa urgentemente un pacto social sobre la eutanasia, la ayuda al suicidio y la sedación paliativa. Un acuerdo que vaya más allá de la mugre sectaria partidista, porque estamos hablando de algo demasiado esencial como para que permitamos que lo manipulen los políticos. Necesitamos una ley que regule la eutanasia y que impida todo tipo de excesos, por supuesto. Y entre los excesos incluyo esta kafkiana persecución de la Fiscalía de Avilés y esta condena.
Rosa Montero
http://elpaissemanal.elpais.com/columna/morir-rabiando/
Pues bien, ese médico, ese ángel, Fernando Marín, ha sido recientemente perseguido por la Fiscalía de Avilés, junto a Mercedes Caminero, una pobre voluntaria de la asociación a la que incomprensiblemente también acusaron, y a Fernando Acquaroni, que buscaba ayuda para un hermano agonizante, de la misma manera que yo la busqué para mi enfermo. Como Fernando Marín no estaba en Madrid, le pidió a la voluntaria que mandara por correo a Acquaroni la medicación del protocolo de la sedación paliativa, y el envío fue interceptado en Correos. Por todo esto les abrieron a los tres un proceso; para colmo añadieron el suicidio de una mujer a la que los imputados nunca conocieron (quien le facilitó la sustancia letal fue otra persona, también fallecida, que traicionó a la DMD). A Fernando, Mercedes y Acquaroni se los acusó de dos delitos de cooperación al suicidio y un delito contra la salud pública y les pidieron seis años y cinco meses de prisión. Aunque se saben inocentes, como la ley es tan ambigua y los prejuicios sociales tan complejos, decidieron no correr riesgos inútiles y aceptar dos años de condena, sin ingreso en prisión. El hermano de Acquaroni estaba tan terminal que el pobre murió (sufriendo y sin ayuda) tan sólo 24 horas después del momento en que hubiera recibido los fármacos. Me espeluzna pensar que yo misma podría haber ocupado el lugar de Acquaroni, y todo porque existe una confusión monumental entre el suicidio, la eutanasia y la sedación paliativa. Esta última es totalmente legal, pero, como se ha visto en el caso de Avilés, pueden retorcer las circunstancias hasta meterte en la cárcel.
Pero, como dice Marín, lo más triste de todo es que esta condena suya va a hacer que la situación retroceda aún más y que muchos médicos, aun sabiendo que la sedación paliativa es legal, no se atrevan a administrarla. Puede que nuestros seres queridos, nuestros padres, hermanos, cónyuges, amigos, tal vez hijos, mueran rabiando y en el abandono terapéutico. Puede que nosotros mismos tengamos que enfrentarnos a un calvario. ¿Y en razón de qué? ¿Cuáles son los fanáticos dogmas religiosos que nos ordenan acatar este tormento? ¿Por qué mi vida civil la regula un Dios? Además, si ese Dios es amor, como decía san Agustín (“En el atardecer de la vida te examinarán de amor”), estoy segura de que no podría querer esto.
Nuestro país precisa urgentemente un pacto social sobre la eutanasia, la ayuda al suicidio y la sedación paliativa. Un acuerdo que vaya más allá de la mugre sectaria partidista, porque estamos hablando de algo demasiado esencial como para que permitamos que lo manipulen los políticos. Necesitamos una ley que regule la eutanasia y que impida todo tipo de excesos, por supuesto. Y entre los excesos incluyo esta kafkiana persecución de la Fiscalía de Avilés y esta condena.
Rosa Montero
http://elpaissemanal.elpais.com/columna/morir-rabiando/
domingo, 3 de julio de 2016
Por qué es tan saludable comer lentejas
Desde tiempos bíblicos, "venderse por un plato de lentejas" es una frase negativa: la pérdida de algo de gran valor aunque intangible por algo material.
Un poco injusto para las lentejas, pues no sólo son buenas para ti y tu bolsillo sino que, con un poco de imaginación y algunos trucos, pueden ser transformadas en decenas de platos realmente deliciosos y nutritivos.
Para darte una idea...
¿Pero engordan?
Pues la evidencia indica que comerse una porción diaria de lentejas puede ayudarnos a perder peso.
La razón parece ir en contra de lo que comúnmente asociamos con las dietas y, ya que empezamos con dichos y refranes, éste lo ilustra: barriga llena, corazón contento.
Las lentejas, como las otras legumbres, no sólo nos hacen sentir llenos sino que liberan energía lentamente y nos sentimos saciados durante horas, de manera que la tentación de robarse una galleta es menor.
Un informe reciente publicado en la Revista Estadounidense de Nutrición (American Journal of Clinical Nutrition) mostró que comer una porción de legumbres al día puede resultar en una modesta pérdida de peso.
Otro estudio reciente, publicado en la revista Obesidad (Obesity), arrojó que la gente se siente 31% más llena después de una comida que contenga legumbres que sin ellas.
Además, lo que atrae a los entusiastas de las lentejas es que pueden mantenerse bien sin dietas o conteos de calorías, sencillamente cambiando un poco los hábitos de comida.
Cómo hacerlas deliciosas
Hay innumerables formas de aprovecharlas.
Hay quienes cocinan de una vez unos 500 gramos y las guardan en la nevera para irlas usando durante la semana. Para ello, sólo tienes que cubrirlas con unos dos centímetros de agua, echarles una hoja de laurel y hervirlas por unos 20 minutos.
Si cuando presionas una entre dos dedos se siente cremosa... ¡listo! Sal, pimienta y aceite de oliva y apenas estén frías, las guardas.
Así, se las vas añadiendo a las ensaladas, cocidos o, con sólo dorar una cebolla picada, añadirle una lata de tomates en trozos y las lentejas con un poco de caldo, tienes una sopa lista en pocos minutos.
Fuente:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-36491231
Un poco injusto para las lentejas, pues no sólo son buenas para ti y tu bolsillo sino que, con un poco de imaginación y algunos trucos, pueden ser transformadas en decenas de platos realmente deliciosos y nutritivos.
Para darte una idea...
¿Pero engordan?
Pues la evidencia indica que comerse una porción diaria de lentejas puede ayudarnos a perder peso.
La razón parece ir en contra de lo que comúnmente asociamos con las dietas y, ya que empezamos con dichos y refranes, éste lo ilustra: barriga llena, corazón contento.
Las lentejas, como las otras legumbres, no sólo nos hacen sentir llenos sino que liberan energía lentamente y nos sentimos saciados durante horas, de manera que la tentación de robarse una galleta es menor.
Un informe reciente publicado en la Revista Estadounidense de Nutrición (American Journal of Clinical Nutrition) mostró que comer una porción de legumbres al día puede resultar en una modesta pérdida de peso.
Otro estudio reciente, publicado en la revista Obesidad (Obesity), arrojó que la gente se siente 31% más llena después de una comida que contenga legumbres que sin ellas.
Además, lo que atrae a los entusiastas de las lentejas es que pueden mantenerse bien sin dietas o conteos de calorías, sencillamente cambiando un poco los hábitos de comida.
Cómo hacerlas deliciosas
Hay innumerables formas de aprovecharlas.
Hay quienes cocinan de una vez unos 500 gramos y las guardan en la nevera para irlas usando durante la semana. Para ello, sólo tienes que cubrirlas con unos dos centímetros de agua, echarles una hoja de laurel y hervirlas por unos 20 minutos.
Si cuando presionas una entre dos dedos se siente cremosa... ¡listo! Sal, pimienta y aceite de oliva y apenas estén frías, las guardas.
Así, se las vas añadiendo a las ensaladas, cocidos o, con sólo dorar una cebolla picada, añadirle una lata de tomates en trozos y las lentejas con un poco de caldo, tienes una sopa lista en pocos minutos.
Fuente:
http://www.bbc.com/mundo/noticias-36491231
sábado, 2 de julio de 2016
El Nobel Deaton: “Austeridad más corrupción crean una bomba social”. El economista advierte contra los populismos que buscan "alguien a quien culpar"
Angus Deaton, Nobel de Economía en 2015, ha advertido este lunes en Valencia de que la mezcla de recortes y escándalos políticos como la que se ha vivido en los últimos años en España constituye un cóctel de alto riesgo: "La combinación de pedir austeridad y después mostrar debilidad frente a la corrupción es una bomba social. Cuando uno pide esfuerzos a la población tiene que ser muy riguroso para no soliviantar a la gente", ha afirmado.
Deaton, uno de los 22 Nobel que integran el jurado de los Premios Jaime I que se conocerán este martes en Valencia, ha avisado en un encuentro con periodistas de que ese malestar social aviva el fuego del populismo que sacude buena parte del mundo occidental.
El economista nacido en Edimburgo, contrario a la independencia de Escocia y afincado en Estados Unidos ha evitado extenderse sobre el caso español por falta de conocimiento. Y ha puesto como ejemplo del fenómeno al candidato republicano a la presidencia norteamericana Donald Trump. "La clase trabajadora de Estados Unidos, sobre todo los blancos, han visto cómo perdían poder adquisitivo a raíz de la crisis financiera. Y cómo algunos banqueros que cometieron delitos han salido libres o prácticamente sin ninguna condena. Esa mezcla ha sido lo bastante explosiva como para que ahora haya un sentimiento que busca una revancha desde el populismo", ha afirmado.
Premiado por la Academia Sueca por sus estudios sobre la pobreza, la desigualdad y el bienestar, Deaton ha vinculado el éxito de Trump en las primarias republicanas, la convocatoria de un referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE —el Brexit, al que se opone— y la reacción europea ante la llegada de refugiados. "Se trata de buscar a alguien a quien echar la culpa. En un caso pueden ser los inmigrantes, en otro los burócratas de Bruselas...".
Crece, ha advertido el Nobel admirador de John Maynard Keynes, el apoyo a propuestas "que tienen la idea de romper el sistema liberal que ha funcionado bien desde la Segunda Guerra Mundial y ha contribuido a mejorar el bienestar de las sociedades". En parte, ha proseguido, porque "en este momento hay un buen porcentaje de la población" que ha dejado de apreciar sus ventajas como consecuencia de la crisis y "no está a favor del mismo".
Conocido crítico de las políticas de austeridad, Deaton ha considerado, sin embargo, que un país pequeño como España tiene poco que hacer frente a ellas. "No así la Unión Europea o Estados Unidos, que son economías grandes". "Creo que había alternativas que seguramente habrían sido mejores para evitar el aumento de la desigualdad y para salir antes de la crisis", ha afirmado. "Los economistas no hemos sido capaces de persuadir a los políticos de que se necesitan estímulos adicionales. Se ha convertido en un tema ideológico. Y la cuestión ha entrado en el ámbito de los valores, lo que puede ser bastante trágico".
Un ejemplo de las cosas que podrían haberse hecho es, según el Nobel, un clásico keynesiano. Un gran programa de infraestructuras en Estados Unidos para renovar carreteras, aeropuertos, pantanos y otras grandes obras públicas que se hallan deterioradas en el país como forma de estimular la economía, aprovechando unos tipos de interés excepcionalmente bajos.
El presidente Barack Obama empezó bien en la respuesta ante la crisis gracias en gran medida, ha opinado, al "conocimiento" y las "herramientas" que los economistas aprendieron de la Gran Depresión de los años treinta, lo que ha contribuido a que la Gran Recesión no haya sido tan devastadora. "Obama tomó la buena dirección, pero no fue lo bastante intenso". Europa fue aún más tímida, lo que ha sido especialmente negativo para países como España, ha añadido. Y la lentitud en la salida de la crisis se explica en parte por ello.
El Nobel, que este martes participará en la elección de los premios Jaime I 2016, ha criticado especialmente manifestaciones de la austeridad como las que han llevado al recorte del presupuesto de educación y de las becas. "La educación es muy, muy importante. Dar oportunidades para que un chico estudie cuando es brillante es la mejor forma de fortalecer un país".
A pesar del mazazo de la crisis y del alto nivel de paro, Deaton ha dicho haberse sorprendido al estudiar la desigualdad en España —"esperaba que fuera mayor"—. Y descubrir que se mantenía por debajo de la de países como Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur o Japón.
En la desigualdad intervienen muchos factores, ha indicado. Uno de ellos es el cambio tecnológico "que hace que una parte de la sociedad sufra la sustitución de sus habilidades por las máquinas". El economista ha diferenciado entre una desigualdad "buena", como la que ha hecho muy rico al creador de Facebook, Mark Zuckerberg, porque este ha contribuido a "mejorar la sociedad". Y otra "mala", que se produce en su opinión cuando el enriquecimiento proviene de la presión sobre los políticos, "el capitalismo de amigos y la corrupción". http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/06/06/valencia/1465208792_230902.html
Deaton, uno de los 22 Nobel que integran el jurado de los Premios Jaime I que se conocerán este martes en Valencia, ha avisado en un encuentro con periodistas de que ese malestar social aviva el fuego del populismo que sacude buena parte del mundo occidental.
El economista nacido en Edimburgo, contrario a la independencia de Escocia y afincado en Estados Unidos ha evitado extenderse sobre el caso español por falta de conocimiento. Y ha puesto como ejemplo del fenómeno al candidato republicano a la presidencia norteamericana Donald Trump. "La clase trabajadora de Estados Unidos, sobre todo los blancos, han visto cómo perdían poder adquisitivo a raíz de la crisis financiera. Y cómo algunos banqueros que cometieron delitos han salido libres o prácticamente sin ninguna condena. Esa mezcla ha sido lo bastante explosiva como para que ahora haya un sentimiento que busca una revancha desde el populismo", ha afirmado.
Premiado por la Academia Sueca por sus estudios sobre la pobreza, la desigualdad y el bienestar, Deaton ha vinculado el éxito de Trump en las primarias republicanas, la convocatoria de un referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE —el Brexit, al que se opone— y la reacción europea ante la llegada de refugiados. "Se trata de buscar a alguien a quien echar la culpa. En un caso pueden ser los inmigrantes, en otro los burócratas de Bruselas...".
Crece, ha advertido el Nobel admirador de John Maynard Keynes, el apoyo a propuestas "que tienen la idea de romper el sistema liberal que ha funcionado bien desde la Segunda Guerra Mundial y ha contribuido a mejorar el bienestar de las sociedades". En parte, ha proseguido, porque "en este momento hay un buen porcentaje de la población" que ha dejado de apreciar sus ventajas como consecuencia de la crisis y "no está a favor del mismo".
Conocido crítico de las políticas de austeridad, Deaton ha considerado, sin embargo, que un país pequeño como España tiene poco que hacer frente a ellas. "No así la Unión Europea o Estados Unidos, que son economías grandes". "Creo que había alternativas que seguramente habrían sido mejores para evitar el aumento de la desigualdad y para salir antes de la crisis", ha afirmado. "Los economistas no hemos sido capaces de persuadir a los políticos de que se necesitan estímulos adicionales. Se ha convertido en un tema ideológico. Y la cuestión ha entrado en el ámbito de los valores, lo que puede ser bastante trágico".
Un ejemplo de las cosas que podrían haberse hecho es, según el Nobel, un clásico keynesiano. Un gran programa de infraestructuras en Estados Unidos para renovar carreteras, aeropuertos, pantanos y otras grandes obras públicas que se hallan deterioradas en el país como forma de estimular la economía, aprovechando unos tipos de interés excepcionalmente bajos.
El presidente Barack Obama empezó bien en la respuesta ante la crisis gracias en gran medida, ha opinado, al "conocimiento" y las "herramientas" que los economistas aprendieron de la Gran Depresión de los años treinta, lo que ha contribuido a que la Gran Recesión no haya sido tan devastadora. "Obama tomó la buena dirección, pero no fue lo bastante intenso". Europa fue aún más tímida, lo que ha sido especialmente negativo para países como España, ha añadido. Y la lentitud en la salida de la crisis se explica en parte por ello.
El Nobel, que este martes participará en la elección de los premios Jaime I 2016, ha criticado especialmente manifestaciones de la austeridad como las que han llevado al recorte del presupuesto de educación y de las becas. "La educación es muy, muy importante. Dar oportunidades para que un chico estudie cuando es brillante es la mejor forma de fortalecer un país".
A pesar del mazazo de la crisis y del alto nivel de paro, Deaton ha dicho haberse sorprendido al estudiar la desigualdad en España —"esperaba que fuera mayor"—. Y descubrir que se mantenía por debajo de la de países como Estados Unidos, Reino Unido, Corea del Sur o Japón.
En la desigualdad intervienen muchos factores, ha indicado. Uno de ellos es el cambio tecnológico "que hace que una parte de la sociedad sufra la sustitución de sus habilidades por las máquinas". El economista ha diferenciado entre una desigualdad "buena", como la que ha hecho muy rico al creador de Facebook, Mark Zuckerberg, porque este ha contribuido a "mejorar la sociedad". Y otra "mala", que se produce en su opinión cuando el enriquecimiento proviene de la presión sobre los políticos, "el capitalismo de amigos y la corrupción". http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/06/06/valencia/1465208792_230902.html
Análisis de las elecciones
No se ría, no llore, no maldiga, sino comprenda. [Spinoza]
En comparación con las elecciones del 20 D, Unidos Podemos ha perdido 1.062.704 votos. Y el PSOE 120.606. El 3,36% de aumento de la abstención casi se corresponde con la suma de estas dos cifras. La abstención ha afectado fundamentalmente a las izquierdas. Sobre todo a UP, el gran perdedor, cuyas sonrisas de campaña se trocaron en lágrimas la noche del 26 J.
Por el contrario, el PP ha aumentado sus resultados en 669.220 votos, 300.000 mil de los cuales los ha perdido Ciudadanos y han vuelto a los populares. La movilización plena de la derecha ante el peligro de una victoria de las izquierdas hegemonizada por UP le ha dado la victoria a Mariano Rajoy.
Aunque UP ha perdido votos en casi todas las circunscripciones, el grueso de la caída se ha concentrado en Asturias (-6%), Zaragoza (-5,5%), Cádiz (-5%), Málaga (-5%), Madrid (-4,9%) y León (-4,85). En Madrid ha perdido 209.844 votos. Y en el conjunto de Andalucía, unos 250.000.
Las causas de esta pérdida de votos son varias, y sólo un análisis objetivo detallado de los datos llegará tal vez a discernirlas. Parece que hay errores evidentes de campaña, acaso sumarizables en la conversión de Pablo Iglesias en una especie de Frégoli de nuestro tiempo, dispuesto a representar frenéticamente en escena casi todos los papeles de la obra, salvo, como observó con aliviada (y demoledora) sorna Rajoy, “el de demócrata cristiano”. Es seguro que el fregolismo de campaña de Iglesias –autonulificatoria finta “zapateril” incluida— no ayudó a movilizar el voto procedente de IU, la parte de la coalición más reticente a integrarse en UP: una vez decidida la coalición con IU, y sabiendo que las principales resistencias a UP provenían principalmente, no de los votantes de Podemos, sino de los de IU, era evidente que la campaña tenía que volcarse por lo pronto a afianzar ese flanco izquierdo, a asegurar la suma. Los numeritos de Frégoli de la campaña hicieron exactamente lo contrario. Ya hay datos suficientes para ver que el mayor desplome de Podemos se produjo allí donde era más fuere electoralmente IU. Véase, por ejemplo, este elocuente cuadro de la votación en los distritos de la ciudad de Madrid:
Y a propósito de la ciudad de Madrid, parece claro también que, salvo en el caso de la Barcelona de Ada Colau (que gana en todos los distritos, menos en Sarriá-San Gervasi –donde ganó CDC— y Les Corts –en donde ganó el PP—), la gestión municipal en las grades ciudades conquistadas por la izquierda no contribuyó al entusiasmo: en Madrid, por ejemplo, se sumó hasta un 36% menos de apoyos que los conseguidos en mayo de 2015.
No hay que descartar tampoco el que segmentos importantes de las clases trabajadoras que se habían movilizado a favor de las distintas alternativas de izquierda y centroizquierda se hayan abstenido ahora ante el espectáculo no demasiado edificante de la pugnaz competencia emocional –que no, ¡ay!, programática— por la “hegemonía”, frente a una derecha reunificada en la emoción del miedo. No pocos analistas y observadores españoles serios (como Juliana en La Vanguardia o el sociólogo Toharía en El País) y extranjeros (como Leo Wieland en la Frankfurter Allgemeine Zeitung) han insistido en el papel jugado por el Brexit en la generación in extremis de un clima de miedo al caos favorable a la derecha. Un miedo tanto más eficaz, cuanto que la política europea de UP estuvo seriamente lastrada en campaña por su estupefaciente decisión de esconder torpemente el fracaso capitulatorio de Tsipras bajo la alfombra, en vez de entrar a discutir crítica y autocríticamente el terrible papel desempeñado por las autoridades europeas en el desenlace del drama griego.
Y hay que decir que, una vez más, sólo el equipo de Ada Colau en Barcelona entró por uvas en el asunto, invitando al exministro griego de finanzas, Yanis Varoufakis, a participar activamente en la campaña de En Comú Podem. Dicho sea de paso: la moderación extrema del proyecto social de un Podemos que llegó a defender la Renta Básica incondicional en las elecciones europeas de 2014 –una propuesta, la de la RB, que ha merecido de nuevo todo el apoyo de Yanis Varoufakis— es otro ejemplo de lo que puede haber dejado indiferentes, cuando no decepcionados, a buena parte del potencial electorado de UP. En vez de la RB, se pasó a promover una renta para pobres diferenciable sólo con lentes de mucho aumento de la propuesta del PSOE y de la de… Ciudadanos.
Eso es lo que razonablemente se puede decir por el momento sobre la etiología del fracaso. Pero lo más importante ahora es estimar el alcance de la derrota de las izquierdas y sus consecuencias inmediatas.
Lo más probable es un gobierno minoritario del PP con la abstención del PSOE. No habrá terceras elecciones, y ese punto de partida determinará la posición del comité federal del PSOE el 9 de julio. No hay, por otra parte, alternativa a un gobierno más o menos minoritario de Rajoy, porque la derrota de la izquierda y del centroizquierda –no se olvide que el PSOE ha vuelto a sacar el peor resultado de su historia— imposibilita un gobierno también minoritario PSOE-UP.
La primera reacción del PSOE es buscar reconstruirse en la oposición tanto frente al PP como frente a UP. Y Ciudadanos se convertirá en un partido de la oposición frente a PP y UP. Un espacio de coincidencia, tras su doble derrota del 20 D y el 26 J, en un centro impotente.
El gobierno minoritario de Rajoy podrá constituirse con la abstención del PSOE. Pero necesitará de más abstenciones del PSOE para aprobar cualquier ley, en especial los presupuestos. Puede extender los presupuestos de 2016 –tras realizar los ajustes de 8.000 millones que le exige la Unión Europea— a 2017. Y tiene asegurado gobernar de esta guisa hasta la primavera de 2018.
Lo que se avecina es una dura ofensiva gubernamental a favor de la austeridad y la consolidación fiscal procíclica y contra la negociación colectiva. Una ofensiva, huelga decirlo, a la que el gobierno minoritario de Rajoy se verá apremiado por las presiones de su único aliado real: la troika.
Entramos en una fase defensiva en la que la izquierda social y política se encontrará con la espalda contra la pared. Si no comprende lo que está en juego y no saca el coraje y la determinación para resistir, en los próximos dos años sufrirá una derrota mucho más importante y profunda que la de estas elecciones.
El gobierno del PP contará con una mayoría en el senado para frenar cualquier reforma electoral, territorial o constitucional. Y con una derecha social y mediática plenamente movilizada. Con esta correlación de fuerzas puede también bloquear los procesos soberanistas en Cataluña y Euskadi, porque podrá utilizar la división de las izquierdas respecto al derecho a la autodeterminación en el contexto reaccionario que se ha ido conformando en Europa. Un contexto en el que la derecha extrema y la extrema derecha están rentabilizando las protestas de sectores obreros contra la austeridad, habida cuenta de la división y la falta de una alternativa creíble por parte de las izquierdas.
Dígase así: las izquierdas han sufrido una derrota electoral y sobre el horizonte se dibuja ya una derrota social que podría ser trágica en los próximos meses. No es hora de reproches. Hay que aprender de los respectivos errores y unir fuerzas. Y prepararse para resistir. El PSOE que ha resistido in angustiis al temido sorpasso no puede esperar enmendar su fatídico curso de decadencia, si no es a través de la participación en un proceso que le permita dejar de ser parte del problema y empezar a ser parte de la solución.
Hay que apelar a la cordura del pueblo trabajador sufriente y doliente y al diálogo de las izquierdas. Los sindicatos, muy especialmente UGT y CCOO –que se juegan la negociación colectiva—, deben salir del marasmo en que se hallan enquistados desde hace demasiado tiempo y convocar mesas de movimientos sociales y de los partidos de la izquierda para preparar la resistencia a los recortes del estado social y democrático de derecho y al ulterior socavamiento de los derechos laborales. Las mareas y los movimientos sociales herederos del 15 M que estallaron contra el giro terrible austeritario de Zapatero en 2010-2011 deben volver a ocupar las calles.
Sólo podrá derrotarse al gobierno más minoritario y corrupto de la derecha reaccionaria, si somos capaces de transformar la división y los reproches en unidad. Si logramos poner por obra, de abajo a arriba, democráticamente, un plan de resistencia. Si, como recomendaba el clásico, dejamos de reír, de llorar y de detestar para poder entender y volver a dar prioridad a la defensa del interés público y a la satisfacción de las necesidades de la inmensa mayoría de la población trabajadora.
En comparación con las elecciones del 20 D, Unidos Podemos ha perdido 1.062.704 votos. Y el PSOE 120.606. El 3,36% de aumento de la abstención casi se corresponde con la suma de estas dos cifras. La abstención ha afectado fundamentalmente a las izquierdas. Sobre todo a UP, el gran perdedor, cuyas sonrisas de campaña se trocaron en lágrimas la noche del 26 J.
Por el contrario, el PP ha aumentado sus resultados en 669.220 votos, 300.000 mil de los cuales los ha perdido Ciudadanos y han vuelto a los populares. La movilización plena de la derecha ante el peligro de una victoria de las izquierdas hegemonizada por UP le ha dado la victoria a Mariano Rajoy.
Aunque UP ha perdido votos en casi todas las circunscripciones, el grueso de la caída se ha concentrado en Asturias (-6%), Zaragoza (-5,5%), Cádiz (-5%), Málaga (-5%), Madrid (-4,9%) y León (-4,85). En Madrid ha perdido 209.844 votos. Y en el conjunto de Andalucía, unos 250.000.
Las causas de esta pérdida de votos son varias, y sólo un análisis objetivo detallado de los datos llegará tal vez a discernirlas. Parece que hay errores evidentes de campaña, acaso sumarizables en la conversión de Pablo Iglesias en una especie de Frégoli de nuestro tiempo, dispuesto a representar frenéticamente en escena casi todos los papeles de la obra, salvo, como observó con aliviada (y demoledora) sorna Rajoy, “el de demócrata cristiano”. Es seguro que el fregolismo de campaña de Iglesias –autonulificatoria finta “zapateril” incluida— no ayudó a movilizar el voto procedente de IU, la parte de la coalición más reticente a integrarse en UP: una vez decidida la coalición con IU, y sabiendo que las principales resistencias a UP provenían principalmente, no de los votantes de Podemos, sino de los de IU, era evidente que la campaña tenía que volcarse por lo pronto a afianzar ese flanco izquierdo, a asegurar la suma. Los numeritos de Frégoli de la campaña hicieron exactamente lo contrario. Ya hay datos suficientes para ver que el mayor desplome de Podemos se produjo allí donde era más fuere electoralmente IU. Véase, por ejemplo, este elocuente cuadro de la votación en los distritos de la ciudad de Madrid:
Y a propósito de la ciudad de Madrid, parece claro también que, salvo en el caso de la Barcelona de Ada Colau (que gana en todos los distritos, menos en Sarriá-San Gervasi –donde ganó CDC— y Les Corts –en donde ganó el PP—), la gestión municipal en las grades ciudades conquistadas por la izquierda no contribuyó al entusiasmo: en Madrid, por ejemplo, se sumó hasta un 36% menos de apoyos que los conseguidos en mayo de 2015.
No hay que descartar tampoco el que segmentos importantes de las clases trabajadoras que se habían movilizado a favor de las distintas alternativas de izquierda y centroizquierda se hayan abstenido ahora ante el espectáculo no demasiado edificante de la pugnaz competencia emocional –que no, ¡ay!, programática— por la “hegemonía”, frente a una derecha reunificada en la emoción del miedo. No pocos analistas y observadores españoles serios (como Juliana en La Vanguardia o el sociólogo Toharía en El País) y extranjeros (como Leo Wieland en la Frankfurter Allgemeine Zeitung) han insistido en el papel jugado por el Brexit en la generación in extremis de un clima de miedo al caos favorable a la derecha. Un miedo tanto más eficaz, cuanto que la política europea de UP estuvo seriamente lastrada en campaña por su estupefaciente decisión de esconder torpemente el fracaso capitulatorio de Tsipras bajo la alfombra, en vez de entrar a discutir crítica y autocríticamente el terrible papel desempeñado por las autoridades europeas en el desenlace del drama griego.
Y hay que decir que, una vez más, sólo el equipo de Ada Colau en Barcelona entró por uvas en el asunto, invitando al exministro griego de finanzas, Yanis Varoufakis, a participar activamente en la campaña de En Comú Podem. Dicho sea de paso: la moderación extrema del proyecto social de un Podemos que llegó a defender la Renta Básica incondicional en las elecciones europeas de 2014 –una propuesta, la de la RB, que ha merecido de nuevo todo el apoyo de Yanis Varoufakis— es otro ejemplo de lo que puede haber dejado indiferentes, cuando no decepcionados, a buena parte del potencial electorado de UP. En vez de la RB, se pasó a promover una renta para pobres diferenciable sólo con lentes de mucho aumento de la propuesta del PSOE y de la de… Ciudadanos.
Eso es lo que razonablemente se puede decir por el momento sobre la etiología del fracaso. Pero lo más importante ahora es estimar el alcance de la derrota de las izquierdas y sus consecuencias inmediatas.
Lo más probable es un gobierno minoritario del PP con la abstención del PSOE. No habrá terceras elecciones, y ese punto de partida determinará la posición del comité federal del PSOE el 9 de julio. No hay, por otra parte, alternativa a un gobierno más o menos minoritario de Rajoy, porque la derrota de la izquierda y del centroizquierda –no se olvide que el PSOE ha vuelto a sacar el peor resultado de su historia— imposibilita un gobierno también minoritario PSOE-UP.
La primera reacción del PSOE es buscar reconstruirse en la oposición tanto frente al PP como frente a UP. Y Ciudadanos se convertirá en un partido de la oposición frente a PP y UP. Un espacio de coincidencia, tras su doble derrota del 20 D y el 26 J, en un centro impotente.
El gobierno minoritario de Rajoy podrá constituirse con la abstención del PSOE. Pero necesitará de más abstenciones del PSOE para aprobar cualquier ley, en especial los presupuestos. Puede extender los presupuestos de 2016 –tras realizar los ajustes de 8.000 millones que le exige la Unión Europea— a 2017. Y tiene asegurado gobernar de esta guisa hasta la primavera de 2018.
Lo que se avecina es una dura ofensiva gubernamental a favor de la austeridad y la consolidación fiscal procíclica y contra la negociación colectiva. Una ofensiva, huelga decirlo, a la que el gobierno minoritario de Rajoy se verá apremiado por las presiones de su único aliado real: la troika.
Entramos en una fase defensiva en la que la izquierda social y política se encontrará con la espalda contra la pared. Si no comprende lo que está en juego y no saca el coraje y la determinación para resistir, en los próximos dos años sufrirá una derrota mucho más importante y profunda que la de estas elecciones.
El gobierno del PP contará con una mayoría en el senado para frenar cualquier reforma electoral, territorial o constitucional. Y con una derecha social y mediática plenamente movilizada. Con esta correlación de fuerzas puede también bloquear los procesos soberanistas en Cataluña y Euskadi, porque podrá utilizar la división de las izquierdas respecto al derecho a la autodeterminación en el contexto reaccionario que se ha ido conformando en Europa. Un contexto en el que la derecha extrema y la extrema derecha están rentabilizando las protestas de sectores obreros contra la austeridad, habida cuenta de la división y la falta de una alternativa creíble por parte de las izquierdas.
Dígase así: las izquierdas han sufrido una derrota electoral y sobre el horizonte se dibuja ya una derrota social que podría ser trágica en los próximos meses. No es hora de reproches. Hay que aprender de los respectivos errores y unir fuerzas. Y prepararse para resistir. El PSOE que ha resistido in angustiis al temido sorpasso no puede esperar enmendar su fatídico curso de decadencia, si no es a través de la participación en un proceso que le permita dejar de ser parte del problema y empezar a ser parte de la solución.
Hay que apelar a la cordura del pueblo trabajador sufriente y doliente y al diálogo de las izquierdas. Los sindicatos, muy especialmente UGT y CCOO –que se juegan la negociación colectiva—, deben salir del marasmo en que se hallan enquistados desde hace demasiado tiempo y convocar mesas de movimientos sociales y de los partidos de la izquierda para preparar la resistencia a los recortes del estado social y democrático de derecho y al ulterior socavamiento de los derechos laborales. Las mareas y los movimientos sociales herederos del 15 M que estallaron contra el giro terrible austeritario de Zapatero en 2010-2011 deben volver a ocupar las calles.
Sólo podrá derrotarse al gobierno más minoritario y corrupto de la derecha reaccionaria, si somos capaces de transformar la división y los reproches en unidad. Si logramos poner por obra, de abajo a arriba, democráticamente, un plan de resistencia. Si, como recomendaba el clásico, dejamos de reír, de llorar y de detestar para poder entender y volver a dar prioridad a la defensa del interés público y a la satisfacción de las necesidades de la inmensa mayoría de la población trabajadora.
Fuente: Sin Permiso
viernes, 1 de julio de 2016
4 iniciativas tecnológicas para que los niños jueguen con la ciencia. Redacción BBC Mundo
Hoy día todo está digitalizado. Incluso la ciencia.
Y para los nativos digitales, aprender es, cada vez más, un proceso tecnológico. De hecho, durante los últimos años, varios países de América Latina han enfocado sus esfuerzos es incorporar nuevas tecnologías a sus programas educativos.
Proyectos como el "Plan Ceibal" de Uruguay, "Conectar Igualdad" en Argentina, "Una laptop por alumno" de Perú o "Habilidades digitales para todos" en México, son un buen ejemplo. Y, en todo el mundo, instituciones y gigantes tecnológicos también están desarrollando aplicaciones y programas que permiten hacer de las ciencias un verdadero juego para los niños (y también para algunos adultos). A continuación, te presentamos algunos de ellos.
1. 'Science Journal': el cuaderno científico de Google
Esta aplicación, que Google lanzó hace apenas unas semanas, quiere que los niños aprendan a pensar como si fueran científicos. Se trata de un cuaderno digital que permite hacer "experimentos", midiendo y explorando todo tipo de variables a través de un celular inteligente.
El objetivo, según dijo Google en su blog, es "poner de manifiesto al científico que está dentro de todos nosotros". "Puedes usar los sensores del celular o conectarlo a sensores externos para hacer experimentos con el mundo que te rodea", explicó la compañía en Google Play Store, la página web donde puede descargarse la aplicación. "Organiza tus ideas en proyectos, haz predicciones de qué ocurrirá, toma notas y recoge los datos de varios ensayos. Apunta los resultados y obsérvalos".
"Science Journal es el cuaderno de laboratorio que siempre llevas contigo".
2. 'Space Place': aprende sobre el espacio con la NASA La agencia espacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), cuenta con una aplicación para que los niños aprendan sobre el espacio y la astronomía de forma amena y divertida.
La plataforma, Space Place, está disponible en español y contiene gran cantidad de herramientas audiovisuales, juegos, actividades y "artesanías" que permiten construir mapas topográficos o asteroides comestibles, entre otras muchas cosas. Los usuarios podrán encontrar información sobre fenómenos como la materia oscura, los eclipses, los huracanes y datos sobre la Tierra y otros planetas de nuestro sistema solar.
3. 'NOVA': la revista científica infantil de la UNESCO La revista científica infantil NOVA es un proyecto a cargo de la Comisión Costarricense para la cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
Se trata de un proyecto audiovisual que incluye cuentos, juegos y otros recursos didácticos para aprender ciencias de forma lúdica.
Los artículos están dirigidos a niños de entre 9 y 15 años. La revista cuenta con índices como salud o educación ambiental, entre otros.
Es, según sus creadores, "un lugar para divertirse y aprender".
El objetivo principal es "divertir a la niñez y a la juventud mientras aprenden acerca de las ciencias naturales, las matemáticas, la tecnología y las ciencias sociales".
4. 'EAFIT': la universidad de los niños Este proyecto nació hace más de 10 años en Colombia, inspirado en una publicación de la Universidad de Tubinga, en Alemania en la que ocho nobeles respondieron preguntas de varios niños. Desde 2005, niños y jóvenes de instituciones públicas y privadas pueden hacer uso de este programa para acercarse a la ciencia a través de preguntas, conversaciones, juegos y experimentos. El equipo creativo de esta peculiar "universidad" se inspiró, según cuenta la organización en un video explicativo, en el trabajo de los investigadores y en las preguntas de niños y jóvenes para diseñar actividades y talleres y permitir la interacción entre niños y estudiantes de la universidad con base en Medellín. El programa es miembro de la Red de Popularización de la Ciencia y de la Tecnología en América Latina y el Caribe, conocida como Red-POP.
Y tú, ¿conoces otras iniciativas?
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160530_tecnologia_ciencia_educacion_aplicaciones_iniciativas_espanol_ninos_juegos_lb
Y para los nativos digitales, aprender es, cada vez más, un proceso tecnológico. De hecho, durante los últimos años, varios países de América Latina han enfocado sus esfuerzos es incorporar nuevas tecnologías a sus programas educativos.
Proyectos como el "Plan Ceibal" de Uruguay, "Conectar Igualdad" en Argentina, "Una laptop por alumno" de Perú o "Habilidades digitales para todos" en México, son un buen ejemplo. Y, en todo el mundo, instituciones y gigantes tecnológicos también están desarrollando aplicaciones y programas que permiten hacer de las ciencias un verdadero juego para los niños (y también para algunos adultos). A continuación, te presentamos algunos de ellos.
1. 'Science Journal': el cuaderno científico de Google
Esta aplicación, que Google lanzó hace apenas unas semanas, quiere que los niños aprendan a pensar como si fueran científicos. Se trata de un cuaderno digital que permite hacer "experimentos", midiendo y explorando todo tipo de variables a través de un celular inteligente.
El objetivo, según dijo Google en su blog, es "poner de manifiesto al científico que está dentro de todos nosotros". "Puedes usar los sensores del celular o conectarlo a sensores externos para hacer experimentos con el mundo que te rodea", explicó la compañía en Google Play Store, la página web donde puede descargarse la aplicación. "Organiza tus ideas en proyectos, haz predicciones de qué ocurrirá, toma notas y recoge los datos de varios ensayos. Apunta los resultados y obsérvalos".
"Science Journal es el cuaderno de laboratorio que siempre llevas contigo".
2. 'Space Place': aprende sobre el espacio con la NASA La agencia espacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), cuenta con una aplicación para que los niños aprendan sobre el espacio y la astronomía de forma amena y divertida.
La plataforma, Space Place, está disponible en español y contiene gran cantidad de herramientas audiovisuales, juegos, actividades y "artesanías" que permiten construir mapas topográficos o asteroides comestibles, entre otras muchas cosas. Los usuarios podrán encontrar información sobre fenómenos como la materia oscura, los eclipses, los huracanes y datos sobre la Tierra y otros planetas de nuestro sistema solar.
3. 'NOVA': la revista científica infantil de la UNESCO La revista científica infantil NOVA es un proyecto a cargo de la Comisión Costarricense para la cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
Se trata de un proyecto audiovisual que incluye cuentos, juegos y otros recursos didácticos para aprender ciencias de forma lúdica.
Los artículos están dirigidos a niños de entre 9 y 15 años. La revista cuenta con índices como salud o educación ambiental, entre otros.
Es, según sus creadores, "un lugar para divertirse y aprender".
El objetivo principal es "divertir a la niñez y a la juventud mientras aprenden acerca de las ciencias naturales, las matemáticas, la tecnología y las ciencias sociales".
4. 'EAFIT': la universidad de los niños Este proyecto nació hace más de 10 años en Colombia, inspirado en una publicación de la Universidad de Tubinga, en Alemania en la que ocho nobeles respondieron preguntas de varios niños. Desde 2005, niños y jóvenes de instituciones públicas y privadas pueden hacer uso de este programa para acercarse a la ciencia a través de preguntas, conversaciones, juegos y experimentos. El equipo creativo de esta peculiar "universidad" se inspiró, según cuenta la organización en un video explicativo, en el trabajo de los investigadores y en las preguntas de niños y jóvenes para diseñar actividades y talleres y permitir la interacción entre niños y estudiantes de la universidad con base en Medellín. El programa es miembro de la Red de Popularización de la Ciencia y de la Tecnología en América Latina y el Caribe, conocida como Red-POP.
Y tú, ¿conoces otras iniciativas?
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/05/160530_tecnologia_ciencia_educacion_aplicaciones_iniciativas_espanol_ninos_juegos_lb
jueves, 30 de junio de 2016
Libros de Paulo Freire
Paulo Freire nació en Recife, Pernambuco, el 19 de septiembre de 1921 y murió el 2 de mayo de 1997. Fue considerado como un educador y experto en temas de educación, y por tanto uno de los teóricos más influyentes de la educación del siglo XX.
Se considera que Freire es uno de los representantes de la pedagogía crítica la cual “ha sido considerada en la actualidad como el nuevo camino de la pedagogía, una en la cual se invite a las dos partes involucradas a construir sociedad desde la conciencia de los problemas sociales que se viven a diario y que afectan de manera directa e indirecta a las aulas de clase”.
Paulo Freire consideraba que “se debe construir el conocimiento, desde las diferentes realidades que afectan a los dos sujetos políticos en acción, aprendiz y maestro”.
1.Pedagogía del Oprimido
2.Pedagogía de la Esperanza
Se considera que Freire es uno de los representantes de la pedagogía crítica la cual “ha sido considerada en la actualidad como el nuevo camino de la pedagogía, una en la cual se invite a las dos partes involucradas a construir sociedad desde la conciencia de los problemas sociales que se viven a diario y que afectan de manera directa e indirecta a las aulas de clase”.
Paulo Freire consideraba que “se debe construir el conocimiento, desde las diferentes realidades que afectan a los dos sujetos políticos en acción, aprendiz y maestro”.
1.Pedagogía del Oprimido
2.Pedagogía de la Esperanza
“Las corridas de toros son solo una matanza ritualizada”. El Nobel de Literatura, que publica nueva novela en agosto, habla de su compromiso ético y social. Este jueves estará en Madrid defendiendo la causa animalista.
John Maxwell Coetzee, premio Nobel de Literatura en 2003, es uno de los grandes escritores vivos y uno de los más esquivos. Nació en Ciudad de Cabo (Sudáfrica) hace 76 años y vive en Australia. Desde que en 1974 debutó con la novela Tierras de poniente, no ha dejado de publicar ficción y ensayo pero aborrece las entrevistas y se niega a hablar de su propia obra. El próximo jueves pronunciará una conferencia en el Museo Reina Sofía de Madrid sobre su compromiso con “diversos motivos éticos universales”. Será dentro del marco de Capital Animal, una iniciativa de arte, cultura y pensamiento nacida para defender los derechos de los animales. Por ese motivo, Coetzee ha accedido a responder por correo electrónico a las preguntas de EL PAÍS.
Pregunta. ¿Cuándo tuvo conciencia de la necesidad de defender los derechos de los animales? ¿Vio algo? ¿Leyó algo?
Respuesta. Tengo mis dudas respecto al concepto de “derechos de los animales”. El derecho más importante es el derecho a la vida. Dado que es extremadamente improbable que alguna vez se conceda a los animales ese derecho, prefiero defender la idea de que los seres humanos deberían sentir que tienen ciertos deberes hacia los animales.
P. ¿Qué deberes?
R. Los derechos pertenecen a la esfera de la ley; los deberes, a la esfera de la ética. Cuando no cumples con tus deberes te sientes avergonzado. O sea, que el sentimiento de vergüenza es un buen indicativo de que uno no ha cumplido. Yo me avergonzaría de mí mismo si infligiera dolor a un animal deliberadamente. Sin embargo, el asunto es mucho más complicado. Primero porque hay gente que, honestamente, no siente esa vergüenza. Segundo, porque yo mismo no la siento si mato, por ejemplo, a un mosquito. No me hago ilusiones de que sea fácil construir un código ético basado en los deberes.
P. Como sabe, hay gente que considera las corridas de toros parte de la cultura, ¿tiene usted argumentos contra esa coartada cultural?
R. Si la contienda entre el hombre y el toro fuera más igualada tendría mayor respeto a las corridas. Sin embargo, está tan manipulada que el toro no puede ganar nunca. Por eso creo que las corridas de toros no son más que una forma ritualizada de matanza.
P. Cuando habla de las corridas de toros en su novela Elizabeth Costello las relaciona con lo primitivo y lo masculino. ¿Cree que hay relación entre machismo y maltrato animal?
R. Varias mujeres casadas me han confesado que en sus casas se consumiría menos carne si sus maridos no la exigieran en cada comida.
P. La semana que viene estará en España hablando en un foro sobre los animales y el mes pasado viajó a Palestina. Como sudafricano, ¿diría que los palestinos sufren una especie de apartheid?
R. Durante una lectura que di en Ramala, en Cisjordania, el 26 de mayo, hice la siguiente declaración: nunca he creído que lleve a ninguna parte usar la palabra apartheid para describir el sistema creado en Palestina por el régimen israelí. Igual que pasa cuando se usa la palabra genocidio para calificar lo que pasó en Turquía [con los armenios] hace 100 años, rebaja el análisis y nos desvía hacia una disputa semántica enconada. El apartheid fue un sistema que segregación forzosa basada en la raza y en la etnia y practicada por un grupo excluyente y autoproclamado para consolidar una conquista colonial y, en particular, para mantener y extender su dominio sobre una tierra y sus recursos naturales. En Jerusalén y en Cisjordania, por hablar solo de Jerusalén y Cisjordania, lo que tenemos es un sistema de segregación forzosa basada en la religión y en la etnia practicado por un grupo excluyente y autoproclamado para consolidar una conquista colonial y, en particular, para mantener y extender de facto su dominio sobre una tierra y sus recursos naturales. Saque sus propias conclusiones.
P. Usted escribió un libro entero contra la censura en el que decía que es una señal de debilidad y no de fortaleza. ¿Qué pensó cuando leyó los informes de los censores sudafricanos sobre sus propias novelas?
R. No conocí la identidad de los censores que juzgaron mis libros hasta que, en los años noventa, se abrieron al público los archivos del Gobierno del apartheid. Fue entonces cuando descubrí que entre esos censores había colegas míos de la Universidad de Ciudad del Cabo. En otras palabras, que me había estado codeando a diario con gente que en secreto –al menos en secreto para mí- estaba juzgando si se me permitía ser publicado y leído en mi propio país. Me asombró que, además, les pareciera aceptable mantener relaciones cordiales con escritores –incluido yo- a los que estaban juzgando en secreto.
P. Usted ha escrito mucho sobre otros escritores. ¿Quién le gustaría que ganara el Premio Nobel?
R. Creo que Javier Marías debe ser un firme candidato.
EN AGOSTO, NUEVA NOVELA
Hace tres años J.M. Coetzee publicó su última novela, La infancia de Jesús, una suerte de distopía en la que un hombre y un niño, sin nombre y sin edad, llegan a un país desconocido. Aquella búsqueda de una nueva vida tiene ya una continuación –The Schooldays of Jesus- que, cuenta el propio Coetzee, se publicará en Holanda en agosto y en septiembre, en el Reino Unido. Literatura Random House, el sello que ha editado todos sus libros en castellano -entre los que hay hitos como Desgracia o Verano- lanzará la traducción española entre febrero y marzo de 2017.
En ese país al que llegaron sus protagonistas solo se habla español y, aunque refractario a analizar su obra, Coetzee explica que eligió esa lengua porque sus personajes “dan por sentado que en el nuevo mundo también se va a hablar inglés”. ¿Por qué? Porque “hay cierta arrogancia en algunos hablantes de inglés, que creen que el suyo merece ser el idioma dominante en el mundo”. El escritor no responde cuando se le pregunta si Elizabeth Costello, la novelista volcánica y vegetariana que protagonista su libro homónimo, es su álter ego. Eso sí, ya hable de los animales, de Palestina o de sus propios lectores, Coetzee podría suscribir sus palabras: “Soy una anciana. Ya no tengo tiempo para decir cosas que no pienso”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/25/actualidad/1466868572_827141.html
Pregunta. ¿Cuándo tuvo conciencia de la necesidad de defender los derechos de los animales? ¿Vio algo? ¿Leyó algo?
Respuesta. Tengo mis dudas respecto al concepto de “derechos de los animales”. El derecho más importante es el derecho a la vida. Dado que es extremadamente improbable que alguna vez se conceda a los animales ese derecho, prefiero defender la idea de que los seres humanos deberían sentir que tienen ciertos deberes hacia los animales.
P. ¿Qué deberes?
R. Los derechos pertenecen a la esfera de la ley; los deberes, a la esfera de la ética. Cuando no cumples con tus deberes te sientes avergonzado. O sea, que el sentimiento de vergüenza es un buen indicativo de que uno no ha cumplido. Yo me avergonzaría de mí mismo si infligiera dolor a un animal deliberadamente. Sin embargo, el asunto es mucho más complicado. Primero porque hay gente que, honestamente, no siente esa vergüenza. Segundo, porque yo mismo no la siento si mato, por ejemplo, a un mosquito. No me hago ilusiones de que sea fácil construir un código ético basado en los deberes.
P. Como sabe, hay gente que considera las corridas de toros parte de la cultura, ¿tiene usted argumentos contra esa coartada cultural?
R. Si la contienda entre el hombre y el toro fuera más igualada tendría mayor respeto a las corridas. Sin embargo, está tan manipulada que el toro no puede ganar nunca. Por eso creo que las corridas de toros no son más que una forma ritualizada de matanza.
P. Cuando habla de las corridas de toros en su novela Elizabeth Costello las relaciona con lo primitivo y lo masculino. ¿Cree que hay relación entre machismo y maltrato animal?
R. Varias mujeres casadas me han confesado que en sus casas se consumiría menos carne si sus maridos no la exigieran en cada comida.
P. La semana que viene estará en España hablando en un foro sobre los animales y el mes pasado viajó a Palestina. Como sudafricano, ¿diría que los palestinos sufren una especie de apartheid?
R. Durante una lectura que di en Ramala, en Cisjordania, el 26 de mayo, hice la siguiente declaración: nunca he creído que lleve a ninguna parte usar la palabra apartheid para describir el sistema creado en Palestina por el régimen israelí. Igual que pasa cuando se usa la palabra genocidio para calificar lo que pasó en Turquía [con los armenios] hace 100 años, rebaja el análisis y nos desvía hacia una disputa semántica enconada. El apartheid fue un sistema que segregación forzosa basada en la raza y en la etnia y practicada por un grupo excluyente y autoproclamado para consolidar una conquista colonial y, en particular, para mantener y extender su dominio sobre una tierra y sus recursos naturales. En Jerusalén y en Cisjordania, por hablar solo de Jerusalén y Cisjordania, lo que tenemos es un sistema de segregación forzosa basada en la religión y en la etnia practicado por un grupo excluyente y autoproclamado para consolidar una conquista colonial y, en particular, para mantener y extender de facto su dominio sobre una tierra y sus recursos naturales. Saque sus propias conclusiones.
P. Usted escribió un libro entero contra la censura en el que decía que es una señal de debilidad y no de fortaleza. ¿Qué pensó cuando leyó los informes de los censores sudafricanos sobre sus propias novelas?
R. No conocí la identidad de los censores que juzgaron mis libros hasta que, en los años noventa, se abrieron al público los archivos del Gobierno del apartheid. Fue entonces cuando descubrí que entre esos censores había colegas míos de la Universidad de Ciudad del Cabo. En otras palabras, que me había estado codeando a diario con gente que en secreto –al menos en secreto para mí- estaba juzgando si se me permitía ser publicado y leído en mi propio país. Me asombró que, además, les pareciera aceptable mantener relaciones cordiales con escritores –incluido yo- a los que estaban juzgando en secreto.
P. Usted ha escrito mucho sobre otros escritores. ¿Quién le gustaría que ganara el Premio Nobel?
R. Creo que Javier Marías debe ser un firme candidato.
EN AGOSTO, NUEVA NOVELA
Hace tres años J.M. Coetzee publicó su última novela, La infancia de Jesús, una suerte de distopía en la que un hombre y un niño, sin nombre y sin edad, llegan a un país desconocido. Aquella búsqueda de una nueva vida tiene ya una continuación –The Schooldays of Jesus- que, cuenta el propio Coetzee, se publicará en Holanda en agosto y en septiembre, en el Reino Unido. Literatura Random House, el sello que ha editado todos sus libros en castellano -entre los que hay hitos como Desgracia o Verano- lanzará la traducción española entre febrero y marzo de 2017.
En ese país al que llegaron sus protagonistas solo se habla español y, aunque refractario a analizar su obra, Coetzee explica que eligió esa lengua porque sus personajes “dan por sentado que en el nuevo mundo también se va a hablar inglés”. ¿Por qué? Porque “hay cierta arrogancia en algunos hablantes de inglés, que creen que el suyo merece ser el idioma dominante en el mundo”. El escritor no responde cuando se le pregunta si Elizabeth Costello, la novelista volcánica y vegetariana que protagonista su libro homónimo, es su álter ego. Eso sí, ya hable de los animales, de Palestina o de sus propios lectores, Coetzee podría suscribir sus palabras: “Soy una anciana. Ya no tengo tiempo para decir cosas que no pienso”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/06/25/actualidad/1466868572_827141.html
miércoles, 29 de junio de 2016
El potente discurso de la activista Nawal al Saadawi al recoger el premio Optimistas Comprometidos
Es mucho lo que se puede decir para describir a Nawal al Saadawi. Wikipedia la define como escritora, médica y feminista egipcia, pero seguramente se queden cortos. Con 84 años a sus espaldas, Saadawi ha pasado, en este orden, por la mutilación genital, por la cárcel y por el exilio, pero nada ha podido frenarla en su lucha “humanista” más que feminista, según la califica ella misma.
En 1972 Saadawi se jugó su puesto en el Ministerio de Salud (y lo perdió) con la publicación del libro La mujer y el sexo, en el que denunciaba la extirpación del clítoris. En 1981 el régimen de Anwar el Sadat la encarceló por mostrarse crítica con su gobierno, pero ni siquiera en prisión se calló, y allí se dedicó a escribir sus memorias sobre un rollo de papel higiénico con un lápiz de contrabando. Diez años más tarde tuvo que exiliarse por las amenazas de muerte de los islamistas, pero eso le permitió dar clase en la Universidad de Washington.
Estos son motivos suficientes para definirla como una mujer especial, optimista y comprometida y, por tanto, para que la revista Anoche tuve un sueño le concediera el premio especial Optimistas Comprometidos, en su segunda edición, que recogió hace unos días en Madrid.
Saadawi no tiene pelos en la lengua para posicionarse contra “todos los Gobiernos”, todas las religiones y todas las divisiones “arbitrarias”, ya sea entre ciencias y letras o entre hombre y mujer —porque asegura que dentro de cada hombre hay una mujer, y viceversa—.
En el discurso que pronunció durante la gala, que a continuación se reproduce íntegro, Saadawi habló de sueños, de creatividad y disidencia, de injusticias y de esperanza. Con él quiso animar a soñar, a ser radicales, a no abandonar la creatividad y a buscar la “libertad real”. Éstas fueron sus palabras con las que logró emocionar al público:
Estar aquí, en Madrid, es como un sueño. En serio, es como si estuviera soñando, pero llevo soñando todo el tiempo, desde que era pequeña. Soñaba con ser bailarina, música, pianista. Nunca soñé con ser médico, pero me hice médico para contentar a mis padres. Aun así, es muy difícil separar las ciencias de las letras. Esta separación es falsa, es inventada. No existe tal separación entre las letras creativas y las ciencias creativas. No existen esas divisiones.
Yo era cirujana y luego me hice psiquiatra. No hay separación entre la cirugía y la psiquiatría. De hecho, todas estas líneas divisorias son artificiales, muy artificiales. Cuando no podía vivir en Egipto, estuve enseñando en el exilio y me inventé el nombre de la asignatura. La llamé ‘Creatividad y Disidencia’, porque hay una relación entre ser creativo y ser disidente, siempre existe esa conexión entre creatividad y disidencia.
Pero… ¿qué es la creatividad? La creatividad no consiste en ser un genio. No creo en los genios. Todos aquí sois genios. Todos los niños nacen siendo genios, todos los niños nacen creativos, pero luego pierden la creatividad con la educación. ¿Cómo puede el sistema educativo, principalmente la educación religiosa (ya sea el Cristianismo, el Judaísmo, el Islam o el Budismo, cualquiera) abolir el poder creativo de los niños? Os pongo un ejemplo.
Hay gente que piensa que el feminismo es algo que aprendemos. Todos los niños nacen revolucionarios, todas las chicas son feministas. Yo me hice feminista cuando era una niña. ¿Cómo? Muy simple. Tengo un hermano mayor y mis padres lo mimaban porque era un chico. Él era un vago en el colegio y en casa tampoco trabajaba, pero tenía todos los privilegios porque era un chico. Yo era una niña, era muy buena en la escuela porque quería contentar a mis padres y era muy buena en la cocina ayudando a mi madre, pero me daban la mitad que a mi hermano. Así que me enfadé y les dije a mis padres: “¿Por qué estáis haciendo esto? ¿Por qué sois tan injustos y preferís a mi hermano?”. Mis padres contestaron: “Porque es un chico”. “¿Y qué? ¿Y qué si es un chico?”, insistí yo. “Porque es lo que ha dicho Dios”, me respondieron.
Me enfadé, me puse furiosa. Me fui a mi habitación y escribí una carta a Dios. Era mi primera carta a Dios, y le dije: “Querido Dios, se supone que tú eres justo. Se supone que tú amas la justicia. ¿Por qué eres tan injusto conmigo? ¿Por qué prefieres a mi hermano?”. Por supuesto, no me sabía la dirección de Dios, así que me quedé la carta y la quemé. Era una niña rara. En realidad, eso es feminismo. Eso es el feminismo: la valentía y la capacidad de criticar a Dios, de criticar al padre, al abuelo, al presidente, a los poderes, tanto del cielo como de la tierra. Aunque yo no lo llamo feminismo, sino humanismo, porque no estoy luchando por los derechos de las mujeres; estoy luchando por los derechos humanos, de los pobres, los campesinos, la clase obrera, por los derechos de los hombres que han sido torturados, que sufren torturas o desigualdad. Lucho por por todos ellos, igual que hacéis quienes estáis aquí, ya seáis músicos o científicos. Vuestro objetivo es tener una sociedad justa, tener justicia, igualdad, libertad real, pero no democracia.
No creo en la democracia; la democracia no tiene un buen nombre, porque la democracia no es libertad. Las elecciones no son libertad, no son reales. En realidad no elegimos lo que queremos; es el dinero lo que domina las elecciones. Vivimos en una sociedad muy, muy injusta, ya sea en España o en Egipto, en América o en Europa. Vivimos en un mundo, no en tres. Algunas personas dicen que vengo del tercer mundo y eso es un insulto: yo no vengo del tercer mundo. Vivimos en un mundo dominado por el mismo sistema: el sistema capitalista, patriarcal, religioso, colonial, racista e histórico. Hay que estudiar historia para saber por qué este sistema es tan injusto con tantas personas. Por ejemplo, con los migrantes, esos millones de inmigrantes que vienen de otros países aquí a España o a Europa. ¿Cómo viven? ¿Por qué habría que diferenciar entre personas? ¿Porque nacieron en Egipto o en Estados Unidos? ¿Por qué? Esta política de identidad es falsa, al igual que la democracia.
Bueno, no quiero extenderme más, pero sí me gustaría decir que he disfrutado mucho esta tarde. Corroboro que la ciencia, el arte, la música, la medicina, la cirugía, la escritura y la creatividad son sinónimos de sentido común. La creatividad, al igual que el feminismo, consiste en volver a la justicia, al sentido común, y sentir que somos uno y que vamos a cambiar este mundo, porque todos estamos indignados con las injusticias del mundo, así que vamos a cambiarlo juntos y lo vamos a conseguir. Porque la esperanza es poder. Muchas gracias.
http://www.huffingtonpost.es/2016/05/26/discurso-nawal-al-saadawi_n_10145388.html?utm_hp_ref=spain
En 1972 Saadawi se jugó su puesto en el Ministerio de Salud (y lo perdió) con la publicación del libro La mujer y el sexo, en el que denunciaba la extirpación del clítoris. En 1981 el régimen de Anwar el Sadat la encarceló por mostrarse crítica con su gobierno, pero ni siquiera en prisión se calló, y allí se dedicó a escribir sus memorias sobre un rollo de papel higiénico con un lápiz de contrabando. Diez años más tarde tuvo que exiliarse por las amenazas de muerte de los islamistas, pero eso le permitió dar clase en la Universidad de Washington.
Estos son motivos suficientes para definirla como una mujer especial, optimista y comprometida y, por tanto, para que la revista Anoche tuve un sueño le concediera el premio especial Optimistas Comprometidos, en su segunda edición, que recogió hace unos días en Madrid.
Saadawi no tiene pelos en la lengua para posicionarse contra “todos los Gobiernos”, todas las religiones y todas las divisiones “arbitrarias”, ya sea entre ciencias y letras o entre hombre y mujer —porque asegura que dentro de cada hombre hay una mujer, y viceversa—.
En el discurso que pronunció durante la gala, que a continuación se reproduce íntegro, Saadawi habló de sueños, de creatividad y disidencia, de injusticias y de esperanza. Con él quiso animar a soñar, a ser radicales, a no abandonar la creatividad y a buscar la “libertad real”. Éstas fueron sus palabras con las que logró emocionar al público:
Estar aquí, en Madrid, es como un sueño. En serio, es como si estuviera soñando, pero llevo soñando todo el tiempo, desde que era pequeña. Soñaba con ser bailarina, música, pianista. Nunca soñé con ser médico, pero me hice médico para contentar a mis padres. Aun así, es muy difícil separar las ciencias de las letras. Esta separación es falsa, es inventada. No existe tal separación entre las letras creativas y las ciencias creativas. No existen esas divisiones.
Yo era cirujana y luego me hice psiquiatra. No hay separación entre la cirugía y la psiquiatría. De hecho, todas estas líneas divisorias son artificiales, muy artificiales. Cuando no podía vivir en Egipto, estuve enseñando en el exilio y me inventé el nombre de la asignatura. La llamé ‘Creatividad y Disidencia’, porque hay una relación entre ser creativo y ser disidente, siempre existe esa conexión entre creatividad y disidencia.
Pero… ¿qué es la creatividad? La creatividad no consiste en ser un genio. No creo en los genios. Todos aquí sois genios. Todos los niños nacen siendo genios, todos los niños nacen creativos, pero luego pierden la creatividad con la educación. ¿Cómo puede el sistema educativo, principalmente la educación religiosa (ya sea el Cristianismo, el Judaísmo, el Islam o el Budismo, cualquiera) abolir el poder creativo de los niños? Os pongo un ejemplo.
Hay gente que piensa que el feminismo es algo que aprendemos. Todos los niños nacen revolucionarios, todas las chicas son feministas. Yo me hice feminista cuando era una niña. ¿Cómo? Muy simple. Tengo un hermano mayor y mis padres lo mimaban porque era un chico. Él era un vago en el colegio y en casa tampoco trabajaba, pero tenía todos los privilegios porque era un chico. Yo era una niña, era muy buena en la escuela porque quería contentar a mis padres y era muy buena en la cocina ayudando a mi madre, pero me daban la mitad que a mi hermano. Así que me enfadé y les dije a mis padres: “¿Por qué estáis haciendo esto? ¿Por qué sois tan injustos y preferís a mi hermano?”. Mis padres contestaron: “Porque es un chico”. “¿Y qué? ¿Y qué si es un chico?”, insistí yo. “Porque es lo que ha dicho Dios”, me respondieron.
Me enfadé, me puse furiosa. Me fui a mi habitación y escribí una carta a Dios. Era mi primera carta a Dios, y le dije: “Querido Dios, se supone que tú eres justo. Se supone que tú amas la justicia. ¿Por qué eres tan injusto conmigo? ¿Por qué prefieres a mi hermano?”. Por supuesto, no me sabía la dirección de Dios, así que me quedé la carta y la quemé. Era una niña rara. En realidad, eso es feminismo. Eso es el feminismo: la valentía y la capacidad de criticar a Dios, de criticar al padre, al abuelo, al presidente, a los poderes, tanto del cielo como de la tierra. Aunque yo no lo llamo feminismo, sino humanismo, porque no estoy luchando por los derechos de las mujeres; estoy luchando por los derechos humanos, de los pobres, los campesinos, la clase obrera, por los derechos de los hombres que han sido torturados, que sufren torturas o desigualdad. Lucho por por todos ellos, igual que hacéis quienes estáis aquí, ya seáis músicos o científicos. Vuestro objetivo es tener una sociedad justa, tener justicia, igualdad, libertad real, pero no democracia.
No creo en la democracia; la democracia no tiene un buen nombre, porque la democracia no es libertad. Las elecciones no son libertad, no son reales. En realidad no elegimos lo que queremos; es el dinero lo que domina las elecciones. Vivimos en una sociedad muy, muy injusta, ya sea en España o en Egipto, en América o en Europa. Vivimos en un mundo, no en tres. Algunas personas dicen que vengo del tercer mundo y eso es un insulto: yo no vengo del tercer mundo. Vivimos en un mundo dominado por el mismo sistema: el sistema capitalista, patriarcal, religioso, colonial, racista e histórico. Hay que estudiar historia para saber por qué este sistema es tan injusto con tantas personas. Por ejemplo, con los migrantes, esos millones de inmigrantes que vienen de otros países aquí a España o a Europa. ¿Cómo viven? ¿Por qué habría que diferenciar entre personas? ¿Porque nacieron en Egipto o en Estados Unidos? ¿Por qué? Esta política de identidad es falsa, al igual que la democracia.
Bueno, no quiero extenderme más, pero sí me gustaría decir que he disfrutado mucho esta tarde. Corroboro que la ciencia, el arte, la música, la medicina, la cirugía, la escritura y la creatividad son sinónimos de sentido común. La creatividad, al igual que el feminismo, consiste en volver a la justicia, al sentido común, y sentir que somos uno y que vamos a cambiar este mundo, porque todos estamos indignados con las injusticias del mundo, así que vamos a cambiarlo juntos y lo vamos a conseguir. Porque la esperanza es poder. Muchas gracias.
http://www.huffingtonpost.es/2016/05/26/discurso-nawal-al-saadawi_n_10145388.html?utm_hp_ref=spain
martes, 28 de junio de 2016
Salmorejo. La ciencia desvela la receta del salmorejo perfecto. Investigadores de la Universidad de Córdoba visitan más de 750 locales en la ciudad para estandarizar la crema y lograr su reconocimiento a través de alguna marca de calidad.
Desde hace diez años, un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) trata de tipificar el salmorejo con el fin de obtener una versión homogénea y lograr, de este modo, un reconocimiento en forma de alguna marca de calidad.
En ese proceso, los científicos acaban de identificar las proporciones reales de lo servido en los establecimientos hosteleros y su valor nutricional. Con la idea de homogeneizar la crema, investigadores del Departamento de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la UCO iniciaron en 2007 una línea de investigación.
Esta línea ha permitido que asociaciones como la Cofradía Gastronómica del Salmorejo Cordobés difundan una receta básica: un kilo de tomates, doscientos gramos de pan de telera, cien gramos de aceite de oliva virgen extra, un diente de ajo de Montalbán (cinco gramos) y diez gramos de sal.
A partir de una encuesta masiva, se han podido identificar las proporciones del salmorejo tipo que se sirve los establecimientos hosteleros de la ciudad. El sondeo partió de los 1.441 locales de restauración (restaurantes, bares, tabernas y cafeterías) censados en la ciudad de Córdoba. Se seleccionaron 907 establecimientos del núcleo urbano y se descartaron los de las zonas industriales y barriadas periféricas.
Los entrevistadores visitaron 754 locales, de los que obtuvieron 323 respuestas válidas. “Las encuestas realizadas sobre el salmorejo suponen más del 22% del censo, una cantidad suficientemente representativa de los usos y costumbres sobre este plato en los establecimientos de la ciudad”, afirma Rafael Moreno, investigador principal.
Las proporciones
Las respuestas concordaban con la receta básica propuesta por la cofradía. En los establecimientos cordobeses se sirve un salmorejo que, de media, lleva
-un kilo de tomate tipo pera (66%), generalmente sin pelar (44%),
-108 gramos (117 mililitros) de aceite de oliva virgen extra (en un 61% de los casos),
-197 gramos de pan de telera (46% de las respuestas) no del día, ni humedecido previamente,
-5,8 gramos de ajo de Montalbán, un diente (44%),
-y nueve gramos de sal (gruesa).
También lograron otros datos interesantes en torno al plato. Como guarnición, se sirve mayoritariamente con jamón (79%) y huevo duro (66%). Es también habitual incorporar un chorro de aceite (28% de las respuestas).
Además, en los domicilios aparece en mayor medida un ingrediente que es usado en menos proporción en las tabernas: el vinagre. Entre un 15 y un 20% de las recetas caseras incorpora este líquido conservante. “Ahora tratamos de conocer por qué existe esta variabilidad en los hogares”, establece el catedrático de Nutrición y Bromatología. http://elpais.com/elpais/2016/06/27/ciencia/1467037834_489612.html
lunes, 27 de junio de 2016
Declaración de Socialismo 21 sobre la victoria del Brexit: "Esta Unión Europea, con su principal vínculo, el de la unión monetaria, no podrá sobrevivir"
Después de una campaña no exenta de los miedos y amenazas que ejercitan los poderes políticos y económicos ante los ciudadanos cuando sienten que sus objetivos corren peligro, el pueblo británico ha decidido con holgura recuperar su plena soberanía y tener en sus manos su destino y su futuro apostando por el Brexit.
No es sorprendente que la consulta democrática sea ahora una recriminación a David Cameron por haber convocado el referéndum, algo justificadamente temido por los dirigentes europeos pues, en casi todas las ocasiones, cada vez que los ciudadanos han sido llamados a las urnas para opinar sobre las cuestiones del proyecto europeo les han dado la espalda a los proyectos de integración, dominados, no por los valores de la democracia, la igualdad, la cooperación y la solidaridad, sino por los intereses del capitalismo crudo y duro, tal como lo expresan los criterios neoliberales. Satisfacción, pues, por la decisión del pueblo británico.
Son inocultables las múltiples consecuencias que tendrá el resultado del referéndum. Desde aspectos geopolíticos -Obama ha participado en la campaña-, hasta los problemas cotidianos que pueden surgir para muchas personas. Pero, sin duda, el impacto más decisivo del Brexit lo ha de sufrir la propia Unión Europea, paralizada, desgarrada, y en un estado caótico en aumento, derivado de un proyecto de construcción mal concebido y desarrollado.
Siempre hemos sostenido que esta Unión Europea, con su principal vínculo, el de la unión monetaria, no podrá sobrevivir. Tampoco, contra muchas ilusiones vacías y elusivas, nunca hemos creído que la Europa de Maastricht sea reformable. Crisis tras crisis, con turbulencias continuas y con los pueblos víctimas de las exigencias de las instituciones europeas y de los mercados financieros, las amenazas de descomposición de la Unión Europea están siempre latentes. La gran aportación de la decisión del pueblo británico es que ahora la hiere de muerte e inicia su desmoronamiento.
La situación de crisis, la desesperanza que se ha instalado en amplios sectores sociales, los sufrimientos que han acarreado las políticas de austeridad y el desapego creciente de los pueblos europeos a un proceso de integración manifiestamente fracasado, hacen que el ejemplo británico pueda generalizarse y repetirse a otros países, con lo cual el rechazo y la condena a esta Europa puede extenderse rápidamente como un fuego con el viento soplando a favor. El llamado efecto contagio es inevitable, cuando además ya existen en algunos países, desde posiciones inequívocamente de izquierdas, núcleos de rechazo importantes y coordinados a escala continental.
La izquierda “europeísta”, al abandonar sus objetivos de transformación históricos, entre ellos, la defensa de la soberanía económica, ha creado un vacío político sobre el cual avanza la extrema derecha populista. Si la izquierda hubiera sido consecuente, oponiéndose a la construcción de la Europa de Maastricht, ahora podría contar con un gran respaldo ciudadano, ejercería su influencia en el desarrollo de los acontecimientos y habría construido un proyecto europeo sólido basado en una moneda única pero también en la homologación de las condiciones y derechos sociales con una fiscalidad común capaz de redistribuir la renta y corregir los desequilibrios económicos entre los estados miembros.
En nuestro país, todas las fuerzas políticas siguen sin tomarse en serio el tema europeo, y elección tras elección eluden la cuestión, como si no existiera el caso de Grecia y no estuvieran sobre el tapete las exigencias de la Troika, lo cual puede convenir a la derecha pero es un abandono imperdonable en las candidaturas de la izquierda.
Si estamos acertados en la previsión del destino de la Unión Europea, o como un ejercicio de responsabilidad ante la mera hipótesis de la desaparición de la unión monetaria y europea, el deber de las fuerzas regeneradoras y progresistas sería estudiar y proponer alternativas en cada uno de los países y, al mismo tiempo, tratar de impulsar un proyecto común para el conjunto de los pueblos europeos asentado en los valores históricos de la izquierda y la protección de los intereses de los trabajadores y las capas sociales desfavorecidas. No cabe ponerse orejeras, eludir la realidad, hacer caso omiso de los eventos previsibles y fantasear campaña electoral tras campaña electoral sobre cambios y mejoras económicas y sociales, ignorando el tema esencial de cómo sobrevivir y como construir una alternativa económica y social viable fuera del marco de la Unión Europea.
En suma, en lugar de lamentar el Brexit, hay que tomarlo como un serio aviso de lo que puede acontecer.
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213814
Son inocultables las múltiples consecuencias que tendrá el resultado del referéndum. Desde aspectos geopolíticos -Obama ha participado en la campaña-, hasta los problemas cotidianos que pueden surgir para muchas personas. Pero, sin duda, el impacto más decisivo del Brexit lo ha de sufrir la propia Unión Europea, paralizada, desgarrada, y en un estado caótico en aumento, derivado de un proyecto de construcción mal concebido y desarrollado.
Siempre hemos sostenido que esta Unión Europea, con su principal vínculo, el de la unión monetaria, no podrá sobrevivir. Tampoco, contra muchas ilusiones vacías y elusivas, nunca hemos creído que la Europa de Maastricht sea reformable. Crisis tras crisis, con turbulencias continuas y con los pueblos víctimas de las exigencias de las instituciones europeas y de los mercados financieros, las amenazas de descomposición de la Unión Europea están siempre latentes. La gran aportación de la decisión del pueblo británico es que ahora la hiere de muerte e inicia su desmoronamiento.
La situación de crisis, la desesperanza que se ha instalado en amplios sectores sociales, los sufrimientos que han acarreado las políticas de austeridad y el desapego creciente de los pueblos europeos a un proceso de integración manifiestamente fracasado, hacen que el ejemplo británico pueda generalizarse y repetirse a otros países, con lo cual el rechazo y la condena a esta Europa puede extenderse rápidamente como un fuego con el viento soplando a favor. El llamado efecto contagio es inevitable, cuando además ya existen en algunos países, desde posiciones inequívocamente de izquierdas, núcleos de rechazo importantes y coordinados a escala continental.
La izquierda “europeísta”, al abandonar sus objetivos de transformación históricos, entre ellos, la defensa de la soberanía económica, ha creado un vacío político sobre el cual avanza la extrema derecha populista. Si la izquierda hubiera sido consecuente, oponiéndose a la construcción de la Europa de Maastricht, ahora podría contar con un gran respaldo ciudadano, ejercería su influencia en el desarrollo de los acontecimientos y habría construido un proyecto europeo sólido basado en una moneda única pero también en la homologación de las condiciones y derechos sociales con una fiscalidad común capaz de redistribuir la renta y corregir los desequilibrios económicos entre los estados miembros.
En nuestro país, todas las fuerzas políticas siguen sin tomarse en serio el tema europeo, y elección tras elección eluden la cuestión, como si no existiera el caso de Grecia y no estuvieran sobre el tapete las exigencias de la Troika, lo cual puede convenir a la derecha pero es un abandono imperdonable en las candidaturas de la izquierda.
Si estamos acertados en la previsión del destino de la Unión Europea, o como un ejercicio de responsabilidad ante la mera hipótesis de la desaparición de la unión monetaria y europea, el deber de las fuerzas regeneradoras y progresistas sería estudiar y proponer alternativas en cada uno de los países y, al mismo tiempo, tratar de impulsar un proyecto común para el conjunto de los pueblos europeos asentado en los valores históricos de la izquierda y la protección de los intereses de los trabajadores y las capas sociales desfavorecidas. No cabe ponerse orejeras, eludir la realidad, hacer caso omiso de los eventos previsibles y fantasear campaña electoral tras campaña electoral sobre cambios y mejoras económicas y sociales, ignorando el tema esencial de cómo sobrevivir y como construir una alternativa económica y social viable fuera del marco de la Unión Europea.
En suma, en lugar de lamentar el Brexit, hay que tomarlo como un serio aviso de lo que puede acontecer.
https://www.rebelion.org/noticia.php?id=213814
Los jóvenes austriacos de 16 años. Austria, país que rebajó en 2008 la edad para votar, ha estado a punto de elegir a un presidente xenófobo, Norbert Hofer Otros
Las recientes elecciones presidenciales austriacas han sido ya casi olvidadas: finalmente, y por una pequeña diferencia, el candidato verde, apoyado por socialdemócratas y democratacristianos, consiguió derrotar al candidato de la extrema derecha, y buena parte de Europa se sintió aliviada. Esta vez se había conjurado el peligro de tener que convivir con un país miembro de la UE presidido por un extremista xenófobo y racista. Ya durante los años ochenta Austria eligió presidente a Kurt Waldheim, pese a que se había hecho público su pasado como oficial alemán durante la II Guerra Mundial y se sospechaba que podía haber participado en crímenes de guerra en la terrible ocupación de Salónica (Grecia), de donde fueron deportados 60.000 judíos, en su mayoría sefardíes, que nunca volvieron.
El caso, con todo, era distinto, porque Waldheim, ese mismo Waldheim nazi y posible asesino de guerra, acababa de dejar la secretaría general de la ONU después de ejercerla de 1972 a 1981, sin que nadie se hubiera molestado en investigar su pasado. Sea como sea, Austria se encontró bastante aislada y el presidente Waldheim, pese a su exquisito lenguaje diplomático, solo fue invitado a un país europeo: Ciudad del Vaticano.
En esta ocasión, hubiera sido más complicado: ¿Cómo relacionarse con un presidente, sin antecedentes penales, pero abiertamente racista? Porque el caballero sonriente y de suave lenguaje que aparecía en las fotos, Norbert Hofer, de 45 años, es también un tipo que quiere echar de Austria a todos los musulmanes, al que le gusta llevar una pistola Glock bajo la chaqueta y que disfruta compartiendo con sus hijos prácticas de tiro. El mismo que “comprendió” que haya aumentado el número de licencias de armas en Austria “dadas las actuales incertidumbres”.
Pasaron las presidenciales y todo pareció ya tranquilo. Pero no debería ser así. Austria tiene algunos elementos que la hacen digna de un estudio más detallado. Por ejemplo, es el primer país de Europa en el que se bajó la edad del voto, en todo tipo de elecciones, de 18 a 16 años. En los comicios de 2008 votaron por primera vez 200.000 jóvenes de 16 y 17 años y se supone que en estas elecciones la cifra habrá sido parecida. Sería realmente interesante llegar a saber qué votaron exactamente esos cuasi adolescentes, cuántos se sintieron atraídos por el mensaje de Hofer y por el del principal líder de su partido, Heinz-Christian Strache, de 57 años, un dirigente al que le gusta mucho rodearse de militantes muy jóvenes.
Interesa también, y mucho, analizar la reacción de la UE ante lo ocurrido. En 2000, cuando el OVP, partido democratacristiano de Wolfgang Schussell, aceptó formar Gobierno con el Partido de la Libertad (dirigido entonces por el famoso Jorg Haider), hasta José María Aznar se unió a quienes dentro del Partido Popular Europeo pedían que se castigara con la expulsión cualquier alianza con fascistas. En esta ocasión, la reacción ha sido casi nula. De la primera a la segunda vuelta de la presidenciales, portavoces de la UE se negaron a “comentar asuntos internos de un país miembro” (como si nadie recordara lo sucedido en la Grecia de Syriza). “Al fin y al cabo, Tsipras nunca propuso llevar pistola ni poner vallas alrededor de la UE”, ironizan un pequeño grupo de europarlamentarios que sí protestó por tanta hipocresía. Ya nadie recuerda que la UE nació como producto de ideales antifascistas. Nadie recuerda el Manifiesto de Ventotene inspirado por Altiero Spinelli. Porque si alguien lo volviera a leer, se quedaría asombrado de semejante pasividad.
https://federalistainfo.files.wordpress.com/2012/10/manifesto1941es.pdf
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/05/27/actualidad/1464360375_608065.html
El caso, con todo, era distinto, porque Waldheim, ese mismo Waldheim nazi y posible asesino de guerra, acababa de dejar la secretaría general de la ONU después de ejercerla de 1972 a 1981, sin que nadie se hubiera molestado en investigar su pasado. Sea como sea, Austria se encontró bastante aislada y el presidente Waldheim, pese a su exquisito lenguaje diplomático, solo fue invitado a un país europeo: Ciudad del Vaticano.
En esta ocasión, hubiera sido más complicado: ¿Cómo relacionarse con un presidente, sin antecedentes penales, pero abiertamente racista? Porque el caballero sonriente y de suave lenguaje que aparecía en las fotos, Norbert Hofer, de 45 años, es también un tipo que quiere echar de Austria a todos los musulmanes, al que le gusta llevar una pistola Glock bajo la chaqueta y que disfruta compartiendo con sus hijos prácticas de tiro. El mismo que “comprendió” que haya aumentado el número de licencias de armas en Austria “dadas las actuales incertidumbres”.
Pasaron las presidenciales y todo pareció ya tranquilo. Pero no debería ser así. Austria tiene algunos elementos que la hacen digna de un estudio más detallado. Por ejemplo, es el primer país de Europa en el que se bajó la edad del voto, en todo tipo de elecciones, de 18 a 16 años. En los comicios de 2008 votaron por primera vez 200.000 jóvenes de 16 y 17 años y se supone que en estas elecciones la cifra habrá sido parecida. Sería realmente interesante llegar a saber qué votaron exactamente esos cuasi adolescentes, cuántos se sintieron atraídos por el mensaje de Hofer y por el del principal líder de su partido, Heinz-Christian Strache, de 57 años, un dirigente al que le gusta mucho rodearse de militantes muy jóvenes.
Interesa también, y mucho, analizar la reacción de la UE ante lo ocurrido. En 2000, cuando el OVP, partido democratacristiano de Wolfgang Schussell, aceptó formar Gobierno con el Partido de la Libertad (dirigido entonces por el famoso Jorg Haider), hasta José María Aznar se unió a quienes dentro del Partido Popular Europeo pedían que se castigara con la expulsión cualquier alianza con fascistas. En esta ocasión, la reacción ha sido casi nula. De la primera a la segunda vuelta de la presidenciales, portavoces de la UE se negaron a “comentar asuntos internos de un país miembro” (como si nadie recordara lo sucedido en la Grecia de Syriza). “Al fin y al cabo, Tsipras nunca propuso llevar pistola ni poner vallas alrededor de la UE”, ironizan un pequeño grupo de europarlamentarios que sí protestó por tanta hipocresía. Ya nadie recuerda que la UE nació como producto de ideales antifascistas. Nadie recuerda el Manifiesto de Ventotene inspirado por Altiero Spinelli. Porque si alguien lo volviera a leer, se quedaría asombrado de semejante pasividad.
https://federalistainfo.files.wordpress.com/2012/10/manifesto1941es.pdf
Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/05/27/actualidad/1464360375_608065.html
6 cifras que muestran cómo aumentó la pobreza en España. Redacción BBC Mundo
España es la cuarta economía de la zona euro y la decimotercera del mundo en términos de PIB (Producto Interno Bruto) y cuenta con argumentos para decir que está viendo la luz al final del túnel de la fuerte crisis que sufre desde 2008.
Antes de las elecciones del domingo, las segundas en seis meses, el partido gobernante, el conservador Partido Popular (PP), presume de la ligera mejora en el desempeño de la economía y las cifras de desempleo, que es actualmente el problema que más preocupa a los españoles.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 2015 un 3,2%, el mayor aumento desde 2007.
Y el paro registrado cayó por debajo de los cuatro millones de personas por primera vez desde agosto de 2010.
Sin embargo, datos de organizaciones como Cáritas y la Federación de Bancos de Alimentos y del Instituto Nacional de Estadística muestran que la pobreza no sólo no remite, sino que crece o se hace crónica.
BBC Mundo te muestra las 6 cifras clave que muestran esta realidad.
Trabajadores, pero pobres
14,8% de los trabajadores son pobres.
Pese a que mejoran las cifras de empleo, la precarización y el trabajo temporal hacen que un sueldo no asegure salir de la exclusión.
Cáritas
El drama del desempleo
44,8% de personas desempleadas son consideradas pobres.
El desempleo alcanza al 21% de la población activa, un total de 4,8 millones de personas
Cáritas
Sin ingresos
720.000 hogares sin ningún ingreso.
En 2009 la cifra era de 497.200. Para volver a esas cifras, Cáritas estima que se necesitarán 7 años. Cáritas
Poder adquisitivo
10% caída de los ingresos de los hogares desde el inicio de la crisis en 2007.
Los expertos consideran que la recuperación tardará en dejarse sentir.
Cáritas
Vulnerabilidad
28,6% de los ciudadanos está en situación de riesgo de pobreza o de exclusión social.
El 14,8% de las familias tiene dificultades para llegar a fin de mes
Instituto Nacional de Estadística (INE)
Desconfianza
92% de la población cree que hay mucha o bastante desigualdad económica.
Encuesta de Metroscopia
Pobreza crónica
"Nuestro objetivo principal al hacer el estudio era poner encima de la mesa y visualizar a la gente que se trata de invisibilizar", le explicó a BBC Mundo Guillermo Fernández, sociólogo y miembro del equipo de estudios de Cáritas España, que a comienzos de junio presentó un informe sobre exclusión y desarrollo social.
"Pese a que los indicadores podrían mejorar, hay mucha gente que se está quedando fuera (de la recuperación)", agregó.
¿Les conviene más a los españoles no tener gobierno?
"La situación ha mejorado ligeramente para un conjunto de personas. El número de pobres y excluidos se ha reducido, pero no con la intensidad como para volver a cifras anteriores a la crisis", afirmó el sociólogo.
En el punto más alto de la crisis, en 2014, Cáritas atendió a 2,5 millones de personas. Antes de la recesión eran 300.000. Ahora, la cifra es de 2 millones.
"La situación (crítica) de las familias se ha hecho más crónica", analizó Fernández. "Gente aislada y descolgada"
La Federación Española de Bancos de Alimentos, que los distribuye a organizaciones locales, registró un descenso en el número de personas atendidas: de 1,66 de 2014 al 1,57 millones en 2015. ¿Una buena noticia? No tan rápido.
Es una reducción "meramente puntual", le explicó a BBC Mundo Ángel Franco, portavoz de la federación. "Aunque los indicadores macroeconómicos hablan de un repunte de trabajo y demás, la verdad es que hay gente de cierta edad aislada y descolgada", afirmó Franco.
"La sociedad tiene una necesidad de mirar adelante y olvidar lo que ha pasado, pero esa gente está ahí y las consecuencias son peores que antes", afirmó el sociólogo Guillermo Fernández.
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36577849?post_id=10201684103420114_10201996789277065#_=_
Antes de las elecciones del domingo, las segundas en seis meses, el partido gobernante, el conservador Partido Popular (PP), presume de la ligera mejora en el desempeño de la economía y las cifras de desempleo, que es actualmente el problema que más preocupa a los españoles.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 2015 un 3,2%, el mayor aumento desde 2007.
Y el paro registrado cayó por debajo de los cuatro millones de personas por primera vez desde agosto de 2010.
Sin embargo, datos de organizaciones como Cáritas y la Federación de Bancos de Alimentos y del Instituto Nacional de Estadística muestran que la pobreza no sólo no remite, sino que crece o se hace crónica.
BBC Mundo te muestra las 6 cifras clave que muestran esta realidad.
Trabajadores, pero pobres
14,8% de los trabajadores son pobres.
Pese a que mejoran las cifras de empleo, la precarización y el trabajo temporal hacen que un sueldo no asegure salir de la exclusión.
Cáritas
El drama del desempleo
44,8% de personas desempleadas son consideradas pobres.
El desempleo alcanza al 21% de la población activa, un total de 4,8 millones de personas
Cáritas
Sin ingresos
720.000 hogares sin ningún ingreso.
En 2009 la cifra era de 497.200. Para volver a esas cifras, Cáritas estima que se necesitarán 7 años. Cáritas
Poder adquisitivo
10% caída de los ingresos de los hogares desde el inicio de la crisis en 2007.
Los expertos consideran que la recuperación tardará en dejarse sentir.
Cáritas
Vulnerabilidad
28,6% de los ciudadanos está en situación de riesgo de pobreza o de exclusión social.
El 14,8% de las familias tiene dificultades para llegar a fin de mes
Instituto Nacional de Estadística (INE)
Desconfianza
92% de la población cree que hay mucha o bastante desigualdad económica.
Encuesta de Metroscopia
Pobreza crónica
"Nuestro objetivo principal al hacer el estudio era poner encima de la mesa y visualizar a la gente que se trata de invisibilizar", le explicó a BBC Mundo Guillermo Fernández, sociólogo y miembro del equipo de estudios de Cáritas España, que a comienzos de junio presentó un informe sobre exclusión y desarrollo social.
"Pese a que los indicadores podrían mejorar, hay mucha gente que se está quedando fuera (de la recuperación)", agregó.
¿Les conviene más a los españoles no tener gobierno?
"La situación ha mejorado ligeramente para un conjunto de personas. El número de pobres y excluidos se ha reducido, pero no con la intensidad como para volver a cifras anteriores a la crisis", afirmó el sociólogo.
En el punto más alto de la crisis, en 2014, Cáritas atendió a 2,5 millones de personas. Antes de la recesión eran 300.000. Ahora, la cifra es de 2 millones.
"La situación (crítica) de las familias se ha hecho más crónica", analizó Fernández. "Gente aislada y descolgada"
La Federación Española de Bancos de Alimentos, que los distribuye a organizaciones locales, registró un descenso en el número de personas atendidas: de 1,66 de 2014 al 1,57 millones en 2015. ¿Una buena noticia? No tan rápido.
Es una reducción "meramente puntual", le explicó a BBC Mundo Ángel Franco, portavoz de la federación. "Aunque los indicadores macroeconómicos hablan de un repunte de trabajo y demás, la verdad es que hay gente de cierta edad aislada y descolgada", afirmó Franco.
"La sociedad tiene una necesidad de mirar adelante y olvidar lo que ha pasado, pero esa gente está ahí y las consecuencias son peores que antes", afirmó el sociólogo Guillermo Fernández.
http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36577849?post_id=10201684103420114_10201996789277065#_=_
Un político para Moncloa y para Bruselas. La UE necesita recuperar impulso y animar el crecimiento económico, reduciendo la austeridad
La UE tiene ahora 27 países miembros, en lugar de 28, y 443 millones de habitantes en lugar de 508. Y sobre todo tiene una urgente necesidad de cambiar de políticas. Necesita recuperar impulso y animar el crecimiento económico, reduciendo la austeridad. Necesita recuperar un mensaje comprensible y anunciar unas reformas capaces de atraer a unos europeos cada día más indignados con lo que sienten como un progresivo alejamiento de la toma real de decisiones, un progresivo ninguneo democrático. Todos esos cambios solo son posibles si la mayoría de los gobiernos que integran el Consejo Europeo están convencidos y dispuestos a ello. Uno de esos gobiernos será el que los españoles elijan hoy.
No votamos solo la persona que queremos que ocupe la Moncloa sino también la que acuda a Bruselas en nuestro nombre para discutir todas esas reformas, imprescindibles para asegurar el futuro de la Unión y del proyecto político más original e importante del mundo. La persona que deberá aportar ideas, negociar, votar y sumar el peso de España (46,5 millones de habitantes) al de otros países, bien para lograr una mayoría cualificada, bien una minoría de bloqueo. Nunca hemos sabido cómo votaba el presidente de nuestro gobierno en el Consejo Europeo y esa debería ser, quizás, una de las primeras reivindicaciones democráticas cara al futuro: saber qué se vota en el Consejo y cómo lo hace cada cual.
Son momentos complicados. El Reino Unido ha votado abandonar la UE y lo ha hecho con el apoyo, fundamentalmente, de personas mayores de 50 años y de lo que antes se llamaba clase social trabajadora. No es posible creer que esos 17 millones de personas se muevan exclusivamente por motivos racistas. Seguramente habrá entre ellos muchos xenófobos (una tendencia históricamente muy inglesa), pero aun así es más probable que a la mayoría no le haya movido el racismo sino el miedo, miedo a un mundo que cambia muy rápido y sobre el que creen que tienen cada día menos control. Un mundo en el que la consideración de "trabajador" ya no despierta el respeto ni el orgullo que inspiró, por ejemplo, en el Reino Unido durante décadas, sino que vuelve a colocar ahora a millones de personas en posición de enorme debilidad.
En un mundo globalizado y en el que se empieza a dudar del futuro, lo lógico es que la gente quiera tener la sensación de que recupera el control y la dignidad ciudadana. Sucede que nada de eso es posible ya dentro de unas simples fronteras nacionales, por mucho que los nacionalistas lo juren y perjuren y por mucho que los xenófobos y la extrema derecha mantengan que quieren su "country back". En este mundo nuevo, los británicos no han recuperado su país, como comprobarán en unos pocos años, sino que están perdiendo la oportunidad de ayudar a crear un nuevo marco en el que luchar por esa dignidad y por esos contenidos reales de la democracia.
"La energía de los brexiteers, como la de quienes apoyan a Donald Trump nace del fracaso de las élites", explica el filósofo americano Michael Sandel. De su fracaso o su falta de interés en afrontar el sentimiento de desempoderamiento de la clase media y antigua clase trabajadora. Del sentimiento de injusticia que abruma a todas esas personas y para el que nadie, salvo los oportunistas y nacionalistas excluyentes, ofrecen una salida fácil e inmediata. Esa salida no es fácil ni rápida, pero si está en algún lado, será en Europa y, en parte, en la capacidad de esas personas a las que enviemos a los Consejos Europeos para encontrar la manera de recuperar el bien común, una sociedad más justa y un sistema democrático más participativo.
http://elpais.com/elpais/2016/06/24/opinion/1466781594_373963.html
No votamos solo la persona que queremos que ocupe la Moncloa sino también la que acuda a Bruselas en nuestro nombre para discutir todas esas reformas, imprescindibles para asegurar el futuro de la Unión y del proyecto político más original e importante del mundo. La persona que deberá aportar ideas, negociar, votar y sumar el peso de España (46,5 millones de habitantes) al de otros países, bien para lograr una mayoría cualificada, bien una minoría de bloqueo. Nunca hemos sabido cómo votaba el presidente de nuestro gobierno en el Consejo Europeo y esa debería ser, quizás, una de las primeras reivindicaciones democráticas cara al futuro: saber qué se vota en el Consejo y cómo lo hace cada cual.
Son momentos complicados. El Reino Unido ha votado abandonar la UE y lo ha hecho con el apoyo, fundamentalmente, de personas mayores de 50 años y de lo que antes se llamaba clase social trabajadora. No es posible creer que esos 17 millones de personas se muevan exclusivamente por motivos racistas. Seguramente habrá entre ellos muchos xenófobos (una tendencia históricamente muy inglesa), pero aun así es más probable que a la mayoría no le haya movido el racismo sino el miedo, miedo a un mundo que cambia muy rápido y sobre el que creen que tienen cada día menos control. Un mundo en el que la consideración de "trabajador" ya no despierta el respeto ni el orgullo que inspiró, por ejemplo, en el Reino Unido durante décadas, sino que vuelve a colocar ahora a millones de personas en posición de enorme debilidad.
En un mundo globalizado y en el que se empieza a dudar del futuro, lo lógico es que la gente quiera tener la sensación de que recupera el control y la dignidad ciudadana. Sucede que nada de eso es posible ya dentro de unas simples fronteras nacionales, por mucho que los nacionalistas lo juren y perjuren y por mucho que los xenófobos y la extrema derecha mantengan que quieren su "country back". En este mundo nuevo, los británicos no han recuperado su país, como comprobarán en unos pocos años, sino que están perdiendo la oportunidad de ayudar a crear un nuevo marco en el que luchar por esa dignidad y por esos contenidos reales de la democracia.
"La energía de los brexiteers, como la de quienes apoyan a Donald Trump nace del fracaso de las élites", explica el filósofo americano Michael Sandel. De su fracaso o su falta de interés en afrontar el sentimiento de desempoderamiento de la clase media y antigua clase trabajadora. Del sentimiento de injusticia que abruma a todas esas personas y para el que nadie, salvo los oportunistas y nacionalistas excluyentes, ofrecen una salida fácil e inmediata. Esa salida no es fácil ni rápida, pero si está en algún lado, será en Europa y, en parte, en la capacidad de esas personas a las que enviemos a los Consejos Europeos para encontrar la manera de recuperar el bien común, una sociedad más justa y un sistema democrático más participativo.
http://elpais.com/elpais/2016/06/24/opinion/1466781594_373963.html
domingo, 26 de junio de 2016
Franco contra Ramón y Cajal. Un libro recuerda la demolición del legado del premio Nobel español por la dictadura.
Santiago Ramón y Cajal se lanzó a intentar dar su primer beso a una mujer en 1876, a la edad de 24 años. Acababa de regresar de Cuba, adonde acudió como joven médico militar a combatir la insurrección contra la colonización española. Volvía del Caribe con el rostro pálido y los ojos hundidos, tras meses de malaria y disentería, pero con ganas de besar a su prometida. “Cierto día, pues, tras coloquio lánguido y anodino, llegó el trágico momento. Al despedirme, reuní todo mi valor; me acerqué a mi siempre severa novia y estampé bruscamente en su faz el ósculo proyectado”, relató décadas después en sus memorias, Recuerdos de una vida (1917).
La chica retiró rápidamente la cara. Le hizo una cobra a Ramón y Cajal. Y exclamó, con gesto de asco: “Jamás creí que me ofendiera usted de este modo. Mi educación y mis creencias me impiden tolerar tan pecaminosas audacias”. El joven aceptó racionalmente el rechazo. Era un médico enfermo y sin clientes, un fracasado. “Convengamos en que la perspectiva de viudez prematura en plena pobreza tiene poco de agradable”, reconoció.
El resto de la historia es más conocido: Ramón y Cajal recuperó su salud, se volcó en la investigación del sistema nervioso, describió las neuronas del cerebro, fundó la neurociencia moderna y acabó ganando el premio Nobel de 1906. Un año después, tomó las riendas de la recién creada Junta para Ampliación de Estudios (JAE), una institución que becaba a científicos españoles para que visitaran las mejores universidades europeas y americanas. Y alrededor del sabio creció una escuela de prestigiosos discípulos. Si el criterio de su primera novia fue la falta de perspectivas, se equivocó.
En 1935, un año después de la muerte de Ramón y Cajal, los billetes de 50 pesetas de la Segunda República llevaban impreso su rostro. España vivía la llamada Edad de Plata de las letras y las ciencias. Y el Instituto Cajal, dedicado a las neurociencias, se encontraba en la vanguardia de esta oleada de progreso. Hasta que llegó el general Francisco Franco.
Los ganadores de la Guerra Civil “desmantelaron” el legado de Ramón y Cajal en España, según denuncia el nuevo libro Science Policies and Twentieth-Century Dictatorships (Políticas científicas y dictaduras del siglo XX, de la editorial británica Ashgate).
“El Instituto Cajal era, sin duda, una de las instituciones científicas más prestigiosas de España, aunque parecía estar estrechamente ligado a la cultura liberal y secular representada por la JAE, o incluso al espíritu antiespañol, materialista e izquierdista de la propia República, según los vencedores de la Guerra Civil”, explica en el libro Rafael Huertas, investigador del CSIC y expresidente de la Sociedad Española de Historia de la Medicina. “Los que estaban al mando del nuevo Estado creyeron necesario llevar a cabo una limpieza política que purgara el Instituto de sus indeseables connotaciones, pero sin renunciar a los beneficios del prestigio internacional que Cajal y su escuela habían cosechado”, continúa Huertas.
La dictadura recién nacida en 1939 gaseó el instituto. El médico Dionisio Nieto huyó a México y se convirtió en el jefe de Investigación Psiquiátrica y del Cerebro del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Miguel Prados Such se exilió en Canadá y consiguió una plaza de profesor de Psiquiatría de la Universidad McGill de Montreal. Gonzalo Rodríguez Lafora, jefe del laboratorio de Fisiología experimental del Sistema Nervioso creado por Cajal, fue condenado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas a ocho años de inhabilitación especial para ejercicio de cargos públicos y al pago de una multa de 50.000 pesetas. Se exilió en México y dirigió allí el Instituto de Enfermedades Mentales, según detalla el libro La destrucción de la ciencia en España: depuración universitaria en el franquismo, editado por la Universidad Complutense de Madrid y coordinado por el historiador Luis Enrique Otero Carvajal.
“Otros discípulos de Cajal permanecieron en la España de Franco y fueron sometidos a procesos de depuración”, relata Huertas. Francisco Tello, que había relevado a Ramón y Cajal al frente del instituto, fue destituido y despojado también de su cátedra de Histología en la Universidad Central de Madrid, la actual Complutense. “En el proceso de depuración fue acusado de ser ateo, de haber mantenido su puesto durante la guerra, de haber firmado el manifiesto de intelectuales contra el Ejército nacional tras el bombardeo de Madrid, de haber ocupado puestos altos como el de decano de la Facultad de Medicina y de no haber cooperado con el triunfo del Glorioso Alzamiento”, narra Huertas, investigador del Instituto de Historia, en Madrid.
El Instituto Cajal se vació de cerebros, en consonancia con el resto de España. El ministro de Educación entre 1939 y 1951, José Ibáñez Martín, había asumido la misión de “recristianizar la sociedad”. De los 580 catedráticos que había en la universidad, 20 fueron asesinados, 150 expulsados y 195 se exiliaron, según refleja el historiador Manuel Castillo, catedrático emérito de Historia de la Ciencia en la Universidad de Sevilla, en su libro Enseñanza, ciencia e ideología en España (1890-1950).
Sobre las ruinas de la JAE de Ramón y Cajal, la dictadura franquista creó en 1939 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para intentar “la restauración de la clásica y cristiana unidad de las ciencias destruida en el siglo XVIII”, según su ley fundacional. Al frente se situó José María Albareda, un especialista en ciencia del suelo que era miembro del Opus Dei y más tarde fue ordenado sacerdote. Albareda, según recoge Huertas, colocó a científicos de confianza, “católicos leales al régimen”, y sin conocimientos de neurociencia en los mandos del Instituto Cajal. “El centro mantuvo el nombre, porque daba prestigio, pero se vació de contenido”, lamenta el historiador. En 1941, en la silla de director, antaño ocupada por el premio Nobel, se sentó Juan Marcilla, un ingeniero agrónomo experto en vino.
http://elpais.com/elpais/2016/05/27/ciencia/1464368392_307898.html
La ciencia que desmanteló Franco Un libro repasa la destrucción de la investigación científica en España tras la Guerra Civil
El CSIC se olvida de su herencia franquista
La chica retiró rápidamente la cara. Le hizo una cobra a Ramón y Cajal. Y exclamó, con gesto de asco: “Jamás creí que me ofendiera usted de este modo. Mi educación y mis creencias me impiden tolerar tan pecaminosas audacias”. El joven aceptó racionalmente el rechazo. Era un médico enfermo y sin clientes, un fracasado. “Convengamos en que la perspectiva de viudez prematura en plena pobreza tiene poco de agradable”, reconoció.
El resto de la historia es más conocido: Ramón y Cajal recuperó su salud, se volcó en la investigación del sistema nervioso, describió las neuronas del cerebro, fundó la neurociencia moderna y acabó ganando el premio Nobel de 1906. Un año después, tomó las riendas de la recién creada Junta para Ampliación de Estudios (JAE), una institución que becaba a científicos españoles para que visitaran las mejores universidades europeas y americanas. Y alrededor del sabio creció una escuela de prestigiosos discípulos. Si el criterio de su primera novia fue la falta de perspectivas, se equivocó.
En 1935, un año después de la muerte de Ramón y Cajal, los billetes de 50 pesetas de la Segunda República llevaban impreso su rostro. España vivía la llamada Edad de Plata de las letras y las ciencias. Y el Instituto Cajal, dedicado a las neurociencias, se encontraba en la vanguardia de esta oleada de progreso. Hasta que llegó el general Francisco Franco.
Los ganadores de la Guerra Civil “desmantelaron” el legado de Ramón y Cajal en España, según denuncia el nuevo libro Science Policies and Twentieth-Century Dictatorships (Políticas científicas y dictaduras del siglo XX, de la editorial británica Ashgate).
“El Instituto Cajal era, sin duda, una de las instituciones científicas más prestigiosas de España, aunque parecía estar estrechamente ligado a la cultura liberal y secular representada por la JAE, o incluso al espíritu antiespañol, materialista e izquierdista de la propia República, según los vencedores de la Guerra Civil”, explica en el libro Rafael Huertas, investigador del CSIC y expresidente de la Sociedad Española de Historia de la Medicina. “Los que estaban al mando del nuevo Estado creyeron necesario llevar a cabo una limpieza política que purgara el Instituto de sus indeseables connotaciones, pero sin renunciar a los beneficios del prestigio internacional que Cajal y su escuela habían cosechado”, continúa Huertas.
La dictadura recién nacida en 1939 gaseó el instituto. El médico Dionisio Nieto huyó a México y se convirtió en el jefe de Investigación Psiquiátrica y del Cerebro del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. Miguel Prados Such se exilió en Canadá y consiguió una plaza de profesor de Psiquiatría de la Universidad McGill de Montreal. Gonzalo Rodríguez Lafora, jefe del laboratorio de Fisiología experimental del Sistema Nervioso creado por Cajal, fue condenado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas a ocho años de inhabilitación especial para ejercicio de cargos públicos y al pago de una multa de 50.000 pesetas. Se exilió en México y dirigió allí el Instituto de Enfermedades Mentales, según detalla el libro La destrucción de la ciencia en España: depuración universitaria en el franquismo, editado por la Universidad Complutense de Madrid y coordinado por el historiador Luis Enrique Otero Carvajal.
“Otros discípulos de Cajal permanecieron en la España de Franco y fueron sometidos a procesos de depuración”, relata Huertas. Francisco Tello, que había relevado a Ramón y Cajal al frente del instituto, fue destituido y despojado también de su cátedra de Histología en la Universidad Central de Madrid, la actual Complutense. “En el proceso de depuración fue acusado de ser ateo, de haber mantenido su puesto durante la guerra, de haber firmado el manifiesto de intelectuales contra el Ejército nacional tras el bombardeo de Madrid, de haber ocupado puestos altos como el de decano de la Facultad de Medicina y de no haber cooperado con el triunfo del Glorioso Alzamiento”, narra Huertas, investigador del Instituto de Historia, en Madrid.
El Instituto Cajal se vació de cerebros, en consonancia con el resto de España. El ministro de Educación entre 1939 y 1951, José Ibáñez Martín, había asumido la misión de “recristianizar la sociedad”. De los 580 catedráticos que había en la universidad, 20 fueron asesinados, 150 expulsados y 195 se exiliaron, según refleja el historiador Manuel Castillo, catedrático emérito de Historia de la Ciencia en la Universidad de Sevilla, en su libro Enseñanza, ciencia e ideología en España (1890-1950).
Sobre las ruinas de la JAE de Ramón y Cajal, la dictadura franquista creó en 1939 el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para intentar “la restauración de la clásica y cristiana unidad de las ciencias destruida en el siglo XVIII”, según su ley fundacional. Al frente se situó José María Albareda, un especialista en ciencia del suelo que era miembro del Opus Dei y más tarde fue ordenado sacerdote. Albareda, según recoge Huertas, colocó a científicos de confianza, “católicos leales al régimen”, y sin conocimientos de neurociencia en los mandos del Instituto Cajal. “El centro mantuvo el nombre, porque daba prestigio, pero se vació de contenido”, lamenta el historiador. En 1941, en la silla de director, antaño ocupada por el premio Nobel, se sentó Juan Marcilla, un ingeniero agrónomo experto en vino.
http://elpais.com/elpais/2016/05/27/ciencia/1464368392_307898.html
La ciencia que desmanteló Franco Un libro repasa la destrucción de la investigación científica en España tras la Guerra Civil
El CSIC se olvida de su herencia franquista
El mundo debe dar gracias a Reino Unido. Los británicos nos han demostrado que la política no es, o no debería ser, un juego frívolo.
“Nunca tantos debieron tanto a tan pocos”, dijo Churchill sobre el sacrificio de los aviadores de la RAF en la segunda guerra mundial. Podemos decir lo mismo hoy del sacrificio que ha hecho Reino Unido por la humanidad.
El consenso casi total en el mundo es que al votar en el referéndum del jueves a favor de la salida de la Unión Europea los británicos (o, mejor dicho, los ingleses) cometieron un error incomprensible, demencial y de épicas proporciones. Tras conocerse el resultado, las caras pálidas, los tonos de voz entrecortados e incluso las palabras asombrosamente sobrias —no victoriosas— de los dirigentes conservadores de la campaña por el Brexit dieron la impresión de que se habían despertado la mañana después de una noche de alcohol y desenfreno preguntándose: “¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?”.
Malo esto para Reino Unido, pero bueno para todos los demás. Los británicos se encuentran de repente en una crisis económica y política sin precedentes, tan gratuita como innecesaria, y de la que solo se pueden culpar ellos mismos. Como consecuencia, la democracia parlamentaria más antigua ha dado al mundo una lección de un incalculable valor, una lección en cómo no se deben hacer las cosas en un país que aspira a la cordura y la prosperidad.
Lo que nos ha demostrado Reino Unido es que la política no es, o no debería ser, un juego frívolo; que los líderes demagogos que para alimentar su vanidad y sus ansias de poder alientan la noción de que la sabiduría de las masas es la máxima virtud de la democracia deben ser escuchados con cautela; que las decisiones de Estado son todas debatibles pero exigen que aquellos que las tomen posean un mínimo de responsabilidad cívica y un mínimo conocimiento de cómo funciona el Estado; que cuando los políticos que gobiernan o aspiran a gobernar opinan por ejemplo sobre la economía, sepan de lo que hablen, o al menos sepan más que el grueso de la población.
En resumen, los que tienen en sus manos el poder de influir en las vidas de millones y millones de personas deben ser expertos. Los expertos fueron precisamente aquellos cuyos argumentos fueron rechazados por la mayoría británica que optó por seguir las seductoras melodías de los flautistas del Brexit, conduciéndolos, como el de Hamelín, a las cuevas del infierno.
El momento más revelador de la campaña del Brexit fue cuando una de sus principales figuras, Michael Gove, declaró: “La gente de este país está harta de los expertos”. Gove, que fue ministro de educación durante cuatro años en el gobierno de David Cameron, estaba respondiendo a las advertencias del Banco de Inglaterra, de los jefes de los sindicatos obreros, de los principales empresarios británicos, de Barack Obama y de prácticamente toda la gente informada y pensante del mundo que se expresó en contra de votar por la salida británica de la UE. Escuchen a sus corazones y a sus juicios, les decía Gove a los votantes, gente que en su gran mayoría, como la gente en todo el mundo, se interesa mucho más por el futbol, o por las telenovelas, o por los concursos de talento, o por las historias de las vidas íntimas de los famosos o, por supuesto, por sus familias y sus trabajos que por la política, un deporte minoritario vaya uno donde vaya. Esto, que tanto les cuesta aceptar a los ideólogos profesionales, no es ni bueno ni malo. Es lo que es, y lo que hay.
Y es el motivo por el cual el primer ministro Cameron pecó de una irresponsabilidad histórica y de una idiotez monumental al encomendar la decisión sobre el complejísimo tema, entendido por una ínfima fracción de la población, de si salir o permanecer en la UE era bueno o malo. Si hubiera sido fiel al principio de la democracia representativa, que los propios británicos patentaron en el siglo XVIII, hubiera dejado la decisión en las manos de los electos relativamente expertos diputados parlamentarios, más de tres cuartos de los cuales estaban a favor de la permanencia y ahora se encuentran en la surrealista tesitura de tener que obedecer el veredicto de las masas y solicitar formalmente a Bruselas la salida.
Dicen muchos de los comentaristas de élite que escriben para las élites que el Brexit es el síntoma más alarmante hasta la fecha de un fenómeno global contemporáneo “antiélites”. Se ha vuelto un tópico esto, repetido (por un columnista élite del New York Times, por ejemplo, el viernes) hasta el aburrimiento. Así explican día tras día en Estados Unidos y en Europa y en todas partes el ascenso de Donald Trump, primo hermano de los brexiters. Si tantos lo dicen algo de verdad debe tener, se supone, pero existe una explicación más sencilla de estos fenómenos, una a la que las élites opinadoras quizá se resistan por temor a ser tachadas de elitistas: que en cuestiones políticas y económicas nacionales la gente es fácilmente manipulable por los que tienen la cínica astucia de apelar a sus prejuicios y sus sentimientos más viscerales o tribales como, en el caso de los ingleses, el ancestral desdén y desconfianza que les inculcan desde la infancia hacia los deshumanizados “extranjeros”.
¿Por qué los londinenses y los escoceses, a excepción de casi todo el resto de Reino Unido, escucharon a los expertos, desoyeron a los populistas y votaron abrumadoramente a favor de la permanencia en Europa? Fácil. Porque los londinenses habitan en la ciudad más cosmopolita del mundo, conviven y trabajan con extranjeros todos los días y ven no solo que aportan mucho a la ciudad en lo económico y en lo social sino que son tan reconociblemente humanos como ellos mismos. En el caso de los escoceses, que han recibido enormes cantidades de inmigrantes en su tierra en los últimos años y que cuando son pobres son igual de pobres que los ingleses, hay una doble explicación. Una, que no se les adoctrina con sentimientos xenófobos desde una temprana edad, sino más bien todo lo contrario; y que el sistema de educación estatal en Escocia es, como el exministro Michael Gove bien sabe, muy superior al inglés. Los escoceses poseen en mayor abundancia que los ingleses las facultades mentales necesarias para saber distinguir entre los predicadores farsantes y los sinceros, entre las políticas que les convienen y las que no.
La saludable lección que el resto del mundo debe aprender del disparate en el que han caído los ingleses, entonces, es estar más alerta que nunca al populismo barato de aquellos que pretenden llegar al poder apelando a sus prejuicios y resentimientos. Con suerte, el resultado del referéndum británico, y las consecuencias desastrosas que arrastrará, hará más difícil que los votantes estadounidenses sucumban al flautista Trump, o los franceses a Marine Le Pen, del mismo modo que el apocalíptico fracaso del también disparatado proyecto chavista en Venezuela con suerte servirá de advertencia a los demás países de América Latina.
Si el mundo no aprende de estas lecciones quizá llegue el día en el que tengamos que replantearnos la idea de que la democracia es el sistema político menos malo que ha inventado la humanidad. Mi padre, que combatió en la RAF de 1939 a 1945, decía con frecuencia algo que recuerdo mucho estos días: que el mejor sistema de gobierno era la autocracia moderada por el asesinato. Siempre pensé que era una locura y que lo decía en broma. Ya no estoy tan seguro.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/26/actualidad/1466928806_545463.html
El consenso casi total en el mundo es que al votar en el referéndum del jueves a favor de la salida de la Unión Europea los británicos (o, mejor dicho, los ingleses) cometieron un error incomprensible, demencial y de épicas proporciones. Tras conocerse el resultado, las caras pálidas, los tonos de voz entrecortados e incluso las palabras asombrosamente sobrias —no victoriosas— de los dirigentes conservadores de la campaña por el Brexit dieron la impresión de que se habían despertado la mañana después de una noche de alcohol y desenfreno preguntándose: “¡Dios mío! ¿Qué hemos hecho?”.
Malo esto para Reino Unido, pero bueno para todos los demás. Los británicos se encuentran de repente en una crisis económica y política sin precedentes, tan gratuita como innecesaria, y de la que solo se pueden culpar ellos mismos. Como consecuencia, la democracia parlamentaria más antigua ha dado al mundo una lección de un incalculable valor, una lección en cómo no se deben hacer las cosas en un país que aspira a la cordura y la prosperidad.
Lo que nos ha demostrado Reino Unido es que la política no es, o no debería ser, un juego frívolo; que los líderes demagogos que para alimentar su vanidad y sus ansias de poder alientan la noción de que la sabiduría de las masas es la máxima virtud de la democracia deben ser escuchados con cautela; que las decisiones de Estado son todas debatibles pero exigen que aquellos que las tomen posean un mínimo de responsabilidad cívica y un mínimo conocimiento de cómo funciona el Estado; que cuando los políticos que gobiernan o aspiran a gobernar opinan por ejemplo sobre la economía, sepan de lo que hablen, o al menos sepan más que el grueso de la población.
En resumen, los que tienen en sus manos el poder de influir en las vidas de millones y millones de personas deben ser expertos. Los expertos fueron precisamente aquellos cuyos argumentos fueron rechazados por la mayoría británica que optó por seguir las seductoras melodías de los flautistas del Brexit, conduciéndolos, como el de Hamelín, a las cuevas del infierno.
El momento más revelador de la campaña del Brexit fue cuando una de sus principales figuras, Michael Gove, declaró: “La gente de este país está harta de los expertos”. Gove, que fue ministro de educación durante cuatro años en el gobierno de David Cameron, estaba respondiendo a las advertencias del Banco de Inglaterra, de los jefes de los sindicatos obreros, de los principales empresarios británicos, de Barack Obama y de prácticamente toda la gente informada y pensante del mundo que se expresó en contra de votar por la salida británica de la UE. Escuchen a sus corazones y a sus juicios, les decía Gove a los votantes, gente que en su gran mayoría, como la gente en todo el mundo, se interesa mucho más por el futbol, o por las telenovelas, o por los concursos de talento, o por las historias de las vidas íntimas de los famosos o, por supuesto, por sus familias y sus trabajos que por la política, un deporte minoritario vaya uno donde vaya. Esto, que tanto les cuesta aceptar a los ideólogos profesionales, no es ni bueno ni malo. Es lo que es, y lo que hay.
Y es el motivo por el cual el primer ministro Cameron pecó de una irresponsabilidad histórica y de una idiotez monumental al encomendar la decisión sobre el complejísimo tema, entendido por una ínfima fracción de la población, de si salir o permanecer en la UE era bueno o malo. Si hubiera sido fiel al principio de la democracia representativa, que los propios británicos patentaron en el siglo XVIII, hubiera dejado la decisión en las manos de los electos relativamente expertos diputados parlamentarios, más de tres cuartos de los cuales estaban a favor de la permanencia y ahora se encuentran en la surrealista tesitura de tener que obedecer el veredicto de las masas y solicitar formalmente a Bruselas la salida.
Dicen muchos de los comentaristas de élite que escriben para las élites que el Brexit es el síntoma más alarmante hasta la fecha de un fenómeno global contemporáneo “antiélites”. Se ha vuelto un tópico esto, repetido (por un columnista élite del New York Times, por ejemplo, el viernes) hasta el aburrimiento. Así explican día tras día en Estados Unidos y en Europa y en todas partes el ascenso de Donald Trump, primo hermano de los brexiters. Si tantos lo dicen algo de verdad debe tener, se supone, pero existe una explicación más sencilla de estos fenómenos, una a la que las élites opinadoras quizá se resistan por temor a ser tachadas de elitistas: que en cuestiones políticas y económicas nacionales la gente es fácilmente manipulable por los que tienen la cínica astucia de apelar a sus prejuicios y sus sentimientos más viscerales o tribales como, en el caso de los ingleses, el ancestral desdén y desconfianza que les inculcan desde la infancia hacia los deshumanizados “extranjeros”.
¿Por qué los londinenses y los escoceses, a excepción de casi todo el resto de Reino Unido, escucharon a los expertos, desoyeron a los populistas y votaron abrumadoramente a favor de la permanencia en Europa? Fácil. Porque los londinenses habitan en la ciudad más cosmopolita del mundo, conviven y trabajan con extranjeros todos los días y ven no solo que aportan mucho a la ciudad en lo económico y en lo social sino que son tan reconociblemente humanos como ellos mismos. En el caso de los escoceses, que han recibido enormes cantidades de inmigrantes en su tierra en los últimos años y que cuando son pobres son igual de pobres que los ingleses, hay una doble explicación. Una, que no se les adoctrina con sentimientos xenófobos desde una temprana edad, sino más bien todo lo contrario; y que el sistema de educación estatal en Escocia es, como el exministro Michael Gove bien sabe, muy superior al inglés. Los escoceses poseen en mayor abundancia que los ingleses las facultades mentales necesarias para saber distinguir entre los predicadores farsantes y los sinceros, entre las políticas que les convienen y las que no.
La saludable lección que el resto del mundo debe aprender del disparate en el que han caído los ingleses, entonces, es estar más alerta que nunca al populismo barato de aquellos que pretenden llegar al poder apelando a sus prejuicios y resentimientos. Con suerte, el resultado del referéndum británico, y las consecuencias desastrosas que arrastrará, hará más difícil que los votantes estadounidenses sucumban al flautista Trump, o los franceses a Marine Le Pen, del mismo modo que el apocalíptico fracaso del también disparatado proyecto chavista en Venezuela con suerte servirá de advertencia a los demás países de América Latina.
Si el mundo no aprende de estas lecciones quizá llegue el día en el que tengamos que replantearnos la idea de que la democracia es el sistema político menos malo que ha inventado la humanidad. Mi padre, que combatió en la RAF de 1939 a 1945, decía con frecuencia algo que recuerdo mucho estos días: que el mejor sistema de gobierno era la autocracia moderada por el asesinato. Siempre pensé que era una locura y que lo decía en broma. Ya no estoy tan seguro.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/26/actualidad/1466928806_545463.html
Dudan
Belén Gopegui
Diagonal
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Dudan. Porque lo vieron entonces y creen volver a verlo ahora. Era el año 82, algo iba a cambiar. Los votos iban a traer otras relaciones sociales y económicas. Y votaron, y se desencadenó un proceso de engaño y miedo. Un miedo deshonesto, inconfesable, pues a grandes rasgos resultaba conveniente y conducía al yate y a la OTAN, al enriqueceos y a la comodidad de quien se apoya en espaldas ajenas.
Empezó Mitterrand nacionalizando unas cuantas empresas hasta que le dijeron basta. El PSOE no pudo siquiera lograr que algunos médicos del sistema público dejasen de trabajar además en la sanidad privada, detrayendo recursos. Lo intentó. Hubo otras muchas cosas, miles, que no llegó a intentar. Y nunca dijo que si hubiera avanzado más habría recibido presiones y habría tenido que movilizar a un electorado que, desde su punto de vista, prefería estar de fiesta.
Dudan. Miran a esos cargos del PSOE que odian de antemano lo que va a venir y quieren que su partido haga cualquier cosa menos intentar ser lo que un día dijo querer ser. Miran a quienes estrenan voto para que algo cambie. ¿Y si no cambia? No son cínicos, ni cínicas.
Piensan, con racionalidad, que las instituciones de la Ilustración son un buen modo de organizar a una sociedad en equilibrio, pero no son el modo suficiente para corregir el desequilibrio de partida: funcionan cuando el poder está dividido. Cuando no lo está, cuando la mayor parte radica en las grandes empresas que poseen el privilegio de dar o quitar trabajo, las instituciones quedan condenadas a gestionar, mejor o peor, lo que hay. A no ser que el poder de las grandes empresas encuentre un contrapeso.
Dudan. Barajan abstenerse. Esperar con el ya te lo dije en los labios. Luego piensan que no estamos en el 82. La degradación ambiental y el agotamiento de los recursos es tan cierta que no intentar nada sería un asesinato; el feminismo aun cuando siga siendo apartado, negado, no va a volver atrás, pues una cosa es la espuma a la que se permite asomar a la superficie y otra la conciencia y la fuerza de las mujeres; la explotación es más visible; si el miedo se repitiera no sería el mismo, llovería sobre mojado y el miedo encontraría respuesta.
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/30747-dudan.html
Diagonal
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Dudan. Porque lo vieron entonces y creen volver a verlo ahora. Era el año 82, algo iba a cambiar. Los votos iban a traer otras relaciones sociales y económicas. Y votaron, y se desencadenó un proceso de engaño y miedo. Un miedo deshonesto, inconfesable, pues a grandes rasgos resultaba conveniente y conducía al yate y a la OTAN, al enriqueceos y a la comodidad de quien se apoya en espaldas ajenas.
Empezó Mitterrand nacionalizando unas cuantas empresas hasta que le dijeron basta. El PSOE no pudo siquiera lograr que algunos médicos del sistema público dejasen de trabajar además en la sanidad privada, detrayendo recursos. Lo intentó. Hubo otras muchas cosas, miles, que no llegó a intentar. Y nunca dijo que si hubiera avanzado más habría recibido presiones y habría tenido que movilizar a un electorado que, desde su punto de vista, prefería estar de fiesta.
Dudan. Miran a esos cargos del PSOE que odian de antemano lo que va a venir y quieren que su partido haga cualquier cosa menos intentar ser lo que un día dijo querer ser. Miran a quienes estrenan voto para que algo cambie. ¿Y si no cambia? No son cínicos, ni cínicas.
Piensan, con racionalidad, que las instituciones de la Ilustración son un buen modo de organizar a una sociedad en equilibrio, pero no son el modo suficiente para corregir el desequilibrio de partida: funcionan cuando el poder está dividido. Cuando no lo está, cuando la mayor parte radica en las grandes empresas que poseen el privilegio de dar o quitar trabajo, las instituciones quedan condenadas a gestionar, mejor o peor, lo que hay. A no ser que el poder de las grandes empresas encuentre un contrapeso.
Dudan. Barajan abstenerse. Esperar con el ya te lo dije en los labios. Luego piensan que no estamos en el 82. La degradación ambiental y el agotamiento de los recursos es tan cierta que no intentar nada sería un asesinato; el feminismo aun cuando siga siendo apartado, negado, no va a volver atrás, pues una cosa es la espuma a la que se permite asomar a la superficie y otra la conciencia y la fuerza de las mujeres; la explotación es más visible; si el miedo se repitiera no sería el mismo, llovería sobre mojado y el miedo encontraría respuesta.
Van a votar, contra un PP previsible y un PSOE entregado a Ciudadanos. No es casi nada un voto. Pero existe. Por lo demás, ahora ya saben que la lucha no se delega.
Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/culturas/30747-dudan.html
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